Alianza Boliviana de la Sociedad Civil Para el Desarrollo Sostenible – ABDES Calle Fernando Guachalla Nº 521, 2do Piso Sopocachi Casilla No. 1127 Teléfono: 591-2-2119019 Fax: 591-2-2116441 info@abdes.org www.abdes.org La Paz - Bolivia Coordinación Técnica: José R. Campero Aquiles Dávalos Mary Marca Jenny Gruenberger Susana Eróstegui Cítese como: Prudencio B.J. 2009. Agricultura y Pobreza en Bolivia. Los Impactos del Programa de Ajuste Estructural en el Sector Agrícola Boliviano. Alianza Boliviana de Sociedad Civil para el Desarrollo Sostenible ABDES. Octubre 2009. Ed. Staff. Depósito legal: 4-12567-09 Diseño, diagramación e impresión: Staff Publicidad & Marketing Teléfono: 2220508 - 2242745 Las opiniones expresadas, así como la información cuantitativa utilizada en el presente documento son de total, absoluta y exclusiva responsabilidad del autor y no comprometen la línea institucional de ABDES. Los impactos del Programa de Ajuste Estructural en el sector agrícola boliviano JULIO PRUDENCIO BÖHRT La Paz, octubre del 2009 INDICE Presentación 7 Prólogo 9 Introducción 17 I. ANTECEDENTES 25 II. LA CONTRIBUCIÓN DEL SECTOR AGRÍCOLA AL PRODUCTO INTERNO BRUTO 25 2.1.El Producto Interno Bruto Agrícola y el Producto Interno Bruto Nacional 25 2.2.El Producto Interno Bruto Regional 29 2.3. PIB y Población Económicamente Activa 30 2.4.Producto Interno Bruto y Pobreza 33 2.5.EL PIB y la desnutrición 35 2.6.EL PIB Agrícola y la inversión pública 38 III. LA TIERRA 41 3.1. El acceso a la tierra 41 3.2. El proceso de saneamiento 45 IV. LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA 47 4.1. La productividad agropecuaria 48 4.2. La productividad en la industria de alimentos 54 4.3. La oferta general de alimentos y su procedencia 56 4.4. La disponibilidad de Nutrientes 60 4.5. El consumo real de alimentos 61 V. EL COMERCIO EXTERIOR 65 5.1. Las exportaciones 65 5.2. Las importaciones 80 5.3. Las donaciones de alimentos 88 VI. OTRAS VARIABLES 93 6.1. Los créditos 93 6.2. La capacitación y asistencia técnica 96 VII. LOS INGRESOS ECONÓMICOS 99 7.1. La distribución de los ingresos económicos. 99 7.2. Los ingresos económicos en el sector agrícola campesino 101 VIII. CONCLUSIONES Y PROPUESTA 103 8.1. Conclusiones 103 8.2. La Propuesta 108 ANEXOS 117 INDICE DE CUADROS 139 INDICE DE CUADROS DEL ANEXO 140 INDICE DE GRÁFICOS 141 BIBLIOGRAFÍA 143 Presentación L a Alianza Boliviana de la Sociedad Civil para el Desarrollo Sostenible (ABDES) compuesta por la Asociación de Instituciones de Promoción y Educación (AIPE), Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), Unión Nacional de Instituciones para el Trabajo de Acción Social (UNITAS), Fundación TIERRA y el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (CIDEM) financió entre el 2008 y el 2009 el presente estudio con recursos del Fondo Concursable ABDES para la Investigación. Los programas de ajuste estructural comenzaron en América Latina en la década de 1980 y se extendieron hasta finales del siglo pasado, estas políticas se derivaron de acuerdos con organismos financieros internacionales que posteriormente se denominaría “Consenso de Washington”, siendo sus alumnos más aplicados Argentina, Bolivia y Perú, que rápidamente incorporaron a la administración del Estado la economía neoliberal de mercado y con ésta la reducción del tamaño y las funciones de éste, la desregulación de la economía que sucedió al modelo regulador keynesiano, el recorte del gasto social y empleos públicos, la privatización o la capitalización de las empresas estatales y de los servicios públicos, el estímulo a la competitividad y la apertura al comercio mundial y al capital extranjero. 7 Ciertamente, la pobreza moderada y la extrema fueron las compañeras inseparables de Bolivia y éstas se reprodujeron cíclicamente desde la Conquista del Perú (1532 – 1533) hasta nuestros días. En la década de los 90’, el 44% de la población boliviana vivía en condición de extrema pobreza y el 85% se encontraba viviendo por debajo de la línea de pobreza moderada; significando, que sólo uno de cada cuatro bolivianos podía considerase no pobre. modelo en ejecución. Las razones por las que tantas personas no pueden satisfacer sus necesidades son esencialmente de naturaleza política, económica, estructural y social, y se refuerzan por la ausencia de voluntad política y por la inadecuación de las medidas que toman los poderes públicos. Las causas principales son las desigualdades en el reparto de los recursos, de los servicios y del poder. Por ello, la caracterización del Programa de Ajuste Estructural que incrementó la pobreza extrema y moderada en Bolivia es clave para fortalecer la participación de la sociedad civil, a fin de potenciar los compromisos de desarrollo sostenible relacionados con la reducción de la pobreza, sostenibilidad de los recursos naturales, el equilibrio ambiental y la gobernabilidad. En el 2005, hasta los más acérrimos defensores del Programa de Ajuste Estructural, reconocían que el modelo había agravado la pobreza en Bolivia, debido, entre otros temas, a los recortes en los empleos, la apertura de los mercados nacionales a productos agropecuarios subvencionados y los recortes en el gasto social. Ciertamente, la información generada en el presente documento permitirá a ABDES abordar desde diferentes perspectivas la problemática de la pobreza, la inequidad y la exclusión social en Bolivia, delineando con mayor precisión el trabajo de incidencia política de cara a lograr un país sin exclusiones. Para ABDES, la pobreza debe ser vista como el resultado de un modelo económico y social, ejercido y aplicado en un territorio y tiempo determinado, por los diversos agentes económicos y políticos, que producen en la sociedad sectores excluidos de los beneficios totales o parciales del Dirección Nacional ABDES 8 Prólogo En el curso de los veinte últimos años a los cuales se refiere el análisis llevado a cabo en esta obra, las políticas agrícolas y alimentarias aplicadas en Bolivia fueron mayoritariamente de inspiración neoliberal. Ellas estuvieron en la encrucijada de dos conjuntos de fuerzas sociales. Un primer conjunto es el de los protagonistas económicos, sociales y políticos nacionales - pequeños y grandes - de sus estrategias, de sus interacciones y de sus conflictos. Un segundo conjunto está constituido por las organizaciones internacionales, el FMI, Banco Mundial, el GATT luego OMC principalmente, por los Estados extranjeros así como por los bancos y empresas industriales y comerciales internacionales. Estos dos conjuntos de actores, nacionales y extranjeros, estaban y aún están lejos de ser iguales. Los segundos ejercieron una influencia preponderante sobre los primeros, y a la vez convencieron a algunos actores nacionales sobre la pertinencia de las doctrinas económicas y sociales dominantes, imponiendo al conjunto del país un esquema completo de instrumentos, comprendiendo como tal a la ayuda económica, a los programas de ajuste estructural, a la negociación de la deuda y a los acuerdos comerciales y financieros bilaterales y multilaterales. 9 Esta influencia se tradujo en Bolivia a través de la adopción de la Nueva Política Económica (NPE) por el Gobierno del MNR (Movimiento Nacionalista Revolucionario) en 1985. Esta nueva política no llegó a hacer creer que era una política nacional planteada y decidida de manera independiente y soberana. Era el producto puro del dogma neoliberal entonces dominante, elaborado en la Inglaterra de la Sra. Thatcher y en los Estados Unidos de la América de Ronald Reagan. El dogma neoliberal es una doctrina de naturaleza ideológica fruto de la encrucijada de las herencias de los teóricos de la economía neoclásica y del pensamiento político liberal. En el curso de los años setenta y más aún de los años ochenta, los “think tanks”1 alimentaron y elaboraron los fundamentos y los medios de diseminación de este dogma, conocido bajo la palabra de “Consenso de Washington” convergencia de las ideas de la Administración pública y de las universidades americanas, y de los grupos del FMI y Banco Mundial esencialmente. Predica una simple pero rigurosa aplicación de los principios del “laissez faire” (dejar hacer) en todos los ámbitos, y el camino para llegar. En los hechos, aplicó, por todas partes del mundo y en distintos grados, un retiro ordenado pero sistemático del Estado en su papel regulador y consciente en la economía y la sociedad para dejar su lugar únicamente al mercado, cuyo papel ciego afirma ser autorregulador. El consenso de Washington sigue siendo dominante a pesar de las violentas críticas que le fueron dirigidas, provocando algunas adaptaciones e inflexiones de 2 los programas que el mismo consenso inspira . En 1 Bolivia como en toda América Latina, este retiro del Estado se tradujo en el abandono de las políticas económicas voluntaristas de desarrollo que habían tomado la forma de la planificación y de las estrategias de industrialización sustitutivas de las importaciones. Ella todavía se traduce en el desmantelamiento de los sistemas de protección que regulan las relaciones de las economías nacionales al mercado mundial. La evidencia de la quiebra del Estado y de la economía boliviana a principios de los años 80 implicaba entonces un remodelaje drástico de la política económica del país. Pero en ese tiempo, la vía impuesta por el consenso de Washington se presentaba como lo único posible. Al igual que para los otros países de América Latina, se implementó una política de corte drástico, para reconstruir las capacidades nacionales y cancelar las deudas ante los acreedores internacionales. Esas orientaciones privilegiaron el crecimiento económico a corto plazo sin ninguna consideración por la suerte de las poblaciones y de su bienestar social, sino por una pirueta - las del “trickle down” o efecto de perforación que consistía en hacer creer que éste se mejoraría automáticamente con el crecimiento. El argumento utilizado a tal efecto para legitimar el reembolso de la deuda en detrimento del nivel de vida de la población, era que ningún país puede permanentemente vivir por encima de sus medios - es decir, endeudarse para consumir-. Este reproche fue más vergonzoso todavía puesto que los países en desarrollo no tenían las deudas más grandes, sino que precisamente la reducción de sus deudas tenía por objeto reducir las tensiones Los tanques de pensamiento o los grupos de reflexión eds. 2008. The Washington Consensus Reconsidered: 2 Rodrik, Dani. 2006. “Goodbye Washington Consensus, Hello Towards a New Global Governance. New York Oxford Washington Confusion?” Journal of Economic Literature, University Press. XLIV: December 2006, pp. 969-83. Stiglitz, J and N Serra 10 y la inestabilidad de los mercados mundiales monetarios y financieros, perjudiciales para los acreedores y las empresas multinacionales. Y era más falso aún el argumento de que los empréstitos o créditos servían para la inversión en los sectores productivos y que el crecimiento económico sería impulsado por el consumo doméstico. la debilidad de los precios y en consecuencia de los ingresos mantenidos por debajo del salario mínimo vital, implicando migraciones no controladas hacia las zonas urbanas. En general, la pobreza extrema y la desnutrición de una extensa proporción de la población se profundizaron. Las desigualdades sociales en términos de los ingresos, del acceso a las tierras, a la educación, a la salud y a los servicios, a la alimentación sin hablar de los cultivos y de la protección social, se incrementaron a niveles peligrosos para el equilibrio social. Si los programas de ajuste estructural tuvieron algunos efectos positivos sobre el crecimiento económico, a través del aumento de sus tasas, estos efectos sólo tuvieron lugar a corto plazo y comprometieron el futuro. Nunca será suficiente resaltar que a largo plazo su carácter fue estructuralmente calamitoso, tanto sobre el plano económico como social y político. Estos efectos desastrosos fueron más dañinos en Bolivia por el bajo nivel de desarrollo y de vida. A nivel político, la extrema profundización de las desigualdades sociales recortó y reforzó las desigualdades económicas y sociales regionales profundizándolas y haciéndolas más duraderas. Estas desigualdades minaron las solidaridades de la minoría de las poblaciones y de las regiones ricas hacia los otros estratos sociales y las regiones menos dotadas que ellas 3. Las desigualdades eran tales que dieron un vigor inusual a las tendencias territoriales secesionistas; el Gobierno tuvo la experiencia que se vuelve cada vez más difícil y arriesgada oponerse políticamente. Por ello, la existencia misma de la sociedad boliviana ha sido puesta en peligro por políticas económicas drásticas y a corto plazo que son las principales responsables de la profundización de las desigualdades sociales. La sociedad boliviana debe hoy afrontar un A nivel económico, estos programas destruyeron toda posibilidad de desarrollo a largo plazo basado en la diversificación del aparato productivo nacional. Obstruyeron las tendencias a la industrialización que ya era poca vigorosa, y confinaron al país a una especialización primaria, demasiado dependiente de los mercados exteriores, de los precios mundiales y de los tipos de cambio. Contribuyeron a reforzar la dualidad del sector agroalimentario inscrita en el contraste extremadamente señalado que alimentaba una fuerte oposición entre las zonas ricas de las tierras bajas, donde domina una agricultura exportadora semi- latifundista, semi-capitalista, y las zonas pobres de las tierras altas y valles donde domina una economía campesina. 3 James Galbraith destaca que en los EE.UU después de Reagan el fuerte crecimiento de las desigualdades sociales alimentó una verdadera secesión social de los ricos a través de sus solicitudes de reducción de los impuestos y de abandono de los programas sociales que se compadecen financiar. Estas posiciones alimentaron la violencia social y la delincuencia. A nivel social, estos programas reforzaron la pobreza destruyendo empleos públicos y privados en los sectores secundarios y terciarios. En los sectores primarios, agrícolas y mineros, causaron (Galbraith, James K. 2000. Created Unequal. Chicago: The University of Chicago Press). Es exactamente lo que pasa en Bolivia donde la oposición entre ricos y pobres está catalizada por las oposiciones regionales. 11 formidable desafío: el de volver a entablar los hilos entre desarrollo económico y desarrollo social reduciendo las desigualdades sociales y la pobreza extrema. La integridad del país y la pacificación de la sociedad dependen de ello. pesar de la voluntad de la OMC de desmontarlos, pero el problema esencial no está allí; es que la competencia internacional reside en las fuertes divergencias de productividad agrícola entre países – todo vinculado con los diferenciales de las condiciones naturales y con las diferencias de tecnologías que solamente la protección puede en parte encauzar. De hecho, la competencia de las agriculturas extranjeras y la ayuda alimentaria masiva – que implican una perpetuación de la pobreza rural – como la apertura de las fronteras, han reducido los mercados y bajado los precios de los productos agrícolas bolivianos. Las bellas demostraciones destinadas a justificar la liberalización de los intercambios mundiales propuestas, en particular por el Banco Mundial y por el IFPRI, según los cuales, la liberalización total de los mercados agrícolas y alimentarios mundiales tendrían el efecto del incremento y de la estabilidad de los precios pagados al campesino, hicieron 4 “aguas” . Sólo las agriculturas ricas se beneficiaron y siguen beneficiándose de las reducciones de las protecciones arancelarias y de un acceso facilitado al mercado mundial. La agricultura boliviana, particularmente campesina, se encontró atrapada por estas estrategias agroalimentarias (geopolíticas mundiales). De manera más precisa, la obra se concentra en las consecuencias de la Nueva Política Económica (NPE) sobre los sectores agrícolas y alimentarios. La ayuda alimentaria en primer lugar, luego la liberalización del comercio agroalimentario siempre han sometido a la agricultura campesina boliviana a la competencia más injusta de los colosos agrícolas mundiales que son los países vecinos del Cono Sud y Estados Unidos de América. Por consiguiente, la agricultura campesina boliviana del Altiplano y los Valles donde viven la mayoría de las poblaciones se enfrentó a dos dificultades drásticas que bloquearon su desarrollo. La primera dificultad es interna y de naturaleza tecnológica. En efecto, en esas zonas, entre otras desventajas (como el transporte y la comercialización de los productos) los campesinos tienen que enfrentar condiciones de producción extremadamente desfavorables con tierras poco abundantes y poco fértiles, falta de agua crónica, carencia de tecnologías modernas adaptadas a situaciones ecológicas y climáticas extremas y a las capacidades de inversión campesinas. La segunda dificultad es externa y de origen económico. Más halla de la desventaja tecnológica, es la falta de mercados y los precios bajos que explican el estancamiento o incluso la regresión del sector agrícola campesino. La responsabilidad principal vuelve de nuevo a la inexistencia de un sistema nacional de sostén/apoyo de los precios agrícolas o de un apoyo directo a los ingresos, y a su corolario de protección aduanera (arancelaria o no). Ciertamente, estas políticas de apoyo están vigentes en los países desarrollados a La lucha contra la pobreza extrema y contra el hambre es el primero de los Objetivos del Desarrollo del Milenio. Este primer objetivo dista mucho de ser alcanzado en Bolivia. La población rural permanece 4 Ver por ejemplo: Valdés A. y Zietz J. 1980. Agriculture protectión in OECD countries. Its lost to less developed countries. Washington D.C: Research Report 21, IFPRI. Krueger A. 1988. Some preliminary findings from the World Bank’ s project on the political economy of agricultural pricing. Communication to the Twentieth IAAE Conference, Buenos Aires. 12 en una pobreza extrema que se transmite a las ciudades por el éxodo rural. Esta situación corre el riesgo de perdurar porque simplemente el modelo de política neoliberal se opone. Hoy día se ve claramente que la sola voluntad del actual Gobierno boliviano de promover otro modelo económico no basta para eliminar los efectos perversos de la mundialización sobre la economía y la sociedad boliviana, y, en particular, sobre la pobreza masiva, los graves problemas alimenticios, las desigualdades sociales escandalosas conduciendo por una parte al desarrollo de las actividades ilegales, y a las fuertes tensiones en el ámbito político interno. al contrario por la observación de los perjuicios de una situación de desnutrición aguda y crónica sobre las capacidades para estudiar y trabajar de la población6. Ella fue establecida positivamente por la demostración de una fuerte relación positiva entre consumo y productividad laboral. Esta última demostración es una de las contribuciones cruciales de Mirrlees7 quién, hace más de treinta años, ya impugnaba la afirmación unívoca que solamente el ahorro - por medio de su doble: la inversión es fuente de crecimiento de la productividad del trabajo. Es decir que mejorar el consumo de los más pobres por una mejor distribución de los ingresos puede contribuir al crecimiento económico, con tal que los pobres tengan la oportunidad de trabajar. Esta relación positiva entre consumo y crecimiento económico se volvió a poner al día recientemente por las teorías del “crecimiento endógeno”, que afirman que “la inversión en el capital humano”, es decir, en la calidad del trabajo (salud, educación principalmente) contribuye al crecimiento tanto o más como la inversión en los equipamientos 8. El segundo determinante está incluido en el papel de la agricultura en el desarrollo. La tesis Pero la profundización de las desigualdades económicas y sociales tiene otra consecuencia tan molesta como destaca el análisis. Esta consecuencia es la de comprometer el desarrollo a largo plazo del país. La historia y la teoría económica nos han enseñado el efecto de las desigualdades sociales, pero esta enseñanza es ignorada completamente por los análisis y políticas contemporáneas. Sin embargo, podría ser especialmente útil en Bolivia, como en otra parte, para ayudar a salir de la rutina de la pobreza y del no desarrollo. Esta relación entre distribución de los ingresos y crecimiento económico 5 reposa sobre una multitud de determinantes que sería demasiado largo de mencionar en esta corta introducción. Contentémonos en señalar dos de ellos, muy importantes y que entran en el perímetro del análisis de esta obra. 6 Blanc, J. 1975. Malnutrition et sous développement. Grenoble: PUF 7 Mirrlees J.A. 1975. “A pure theory of underdeveloped economies”, in Reynolds L.G. Agriculture in development theory. New Haven and London: Yale University Press 8 Aghion, Philippe; Howitt, Peter. 1998. Endogenous Growth Theory. Cambridge: MTI Press. Para una crítica profunda El primer determinante está incluido en esta relación olvidada entre la pobreza y la baja calidad del factor trabajo. Esta relación se estableció por una parte de esta teoría que se presenta como nueva, aunque sus fundamentos microeconómicos sean neoclásicos; ver Mounier, Alain. 2002. “Capital humain et croissance: Développement des connaissances ou appauvrissement de la pensée?” en Ordres et desórdres dans l´économie-monde. 5 Relación especialmente estudiada por los economistas Pierre Dockès Ed. París: PUF, pp. 359-86. keynesianos (Kaldor, Joan Robinson, Sraffa entre otros). 13 según la cual el desarrollo de la agricultura es fundamental en el desarrollo económico, tesis discutida e ilustrada en el pasado, ha sin embargo desaparecido desde hace tiempo en los manuales y estudios económicos. Esta desaparición refleja aquella de la economía de la producción que cedió enteramente el lugar a la economía comercial, monetaria, y financiera, como si el desarrollo no tomara más en consideración el crecimiento de la producción de bienes y servicios, y se redujera únicamente a la cuestión de los flujos mundiales de mercancías y activos financieros. Se recordará muy sucintamente aquí estas tesis largamente planteadas y puestas al debate sobre el papel de la agricultura en el desarrollo. Este recordatorio tiene por objeto incitar a volverlos a poner en el centro de los análisis y políticas económicas de los países en desarrollo, ya que tienen un lugar preponderante que ocupar en la elaboración de las políticas agrícolas y alimentarias nacionales e internacionales, en una lucha dinámica contra la pobreza, y en la construcción y la extensión de un sistema productivo nacional sólido. de la determinación de los salarios reales y del costo laboral en los sectores asalariados y, así, de la determinación de la distribución de los ingresos y de la división del ingreso nacional entre beneficios e ingresos del trabajo. De esta forma y en lo que se llamó las tijeras de los precios (relación entre precio de los outputs y los inputs o entradas y salidas de los insumos), lo que la agricultura no consumía y no invertía en su actividad propia pudo movilizarse en la financiación de las actividades no agrícolas: el excedente agrícola fue una condición fundamental del crecimiento en las primeras etapas del desarrollo. Aún hoy en los países desarrollados, el sector agrícola ha conservado su papel fundamental en la distribución de los ingresos y en la división entre renta del trabajo y beneficios. La contribución del sector agrícola al desarrollo fue también proporcionar las materias primas a amplios sectores del sistema industrial, ya sea en la alimentación humana y animal, en la industria textil, en la química y la farmacia, o incluso hoy - después de un largo paréntesis - en el sector energético. Al volverse exportador, la agricultura permitió convertir la producción doméstica de bienes de consumo (alimentos) en bienes de equipamiento importados por la producción de divisas necesarias para su compra en el mercado mundial. Por fin, el sector agrícola proporcionó salidas importantes a una gran variedad de industrias: alimentaria, textil, de la madera, metal-mecánica, automóvil, energética, plásticos, química y farmacia por no citar más que algunas. Cuando quedó como una agricultura dominantemente campesina, desempeñó el papel de amortiguador principal de las crisis económicas capitalistas 9. Resumamos muy sucintamente los roles que la agricultura ha asumido históricamente en las experiencias del desarrollo. La contribución del sector agropecuario (agrícola y pecuario) fue en primer lugar proporcionar empleos e ingresos para la mayoría de la población. Con el desarrollo de los empleos no agrícolas, la agricultura debió proporcionar brazos a los nuevos sectores, produciendo al mismo tiempo y en proporción creciente, la alimentación de los trabajadores no agrícolas de la industria y los servicios. Estos dos papeles no podían ser compatibles sino con un formidable aumento de la productividad de las tierras y del trabajo agrícola. Progresivamente, el sector agrícola se convirtió en el factor principal 9 Este rol fundamental ha sido destacado por Bernard Rosier, en su obra de 1987. Les théories des crises économiques. París: La Découverte. 14 Estos distintos roles de la agricultura incitaron estrategias de saqueo de los recursos del sector agrícola con el riesgo de matar a la gallina de los huevos de oro - como fue el caso del desarrollo de la agricultura capitalista en la Inglaterra de los enclosures 10, del desarrollo de las grandes explotaciones agrarias latifundistas y capitalistas de la América Latina colonial, o también de las exacciones forzadas sobre los campesinos en la agricultura socialista de la Unión Soviética. Una exacción demasiado importante del excedente agrícola – signo de un “ángulo urbano” 11 - puede dejar al sector agrícola incruento y prohibirle contribuir al crecimiento a largo plazo 12. de la situación agrícola y alimentaria del país, la presente obra lanza un grito de alarma que es uno de los pilares de la sociedad boliviana. La obra describe los canales por los cuales la existencia misma de la economía campesina esta en peligro. Hace el indispensable inventario de los efectos económicos y sociales desastrosos de las políticas neoliberales. Mide la amplitud de estas catástrofes económicas y sociales ante las cuales ningún actor responsable puede seguir siendo indiferente. Indica algunas pistas de reflexiones y acciones de envergadura para intentar evitar que el barco de la economía campesina no se hunda. Se convoca – no con medidas a medias - a una refundación de la política agrícola y alimentaria nacional. El mérito de este análisis claro y sin concesión viene de nuevo de Julio Prudencio, un gran especialista de estas cuestiones en Bolivia. Puede él ser escuchado como uno de los protagonistas económicos y sociales implicados en las decisiones que comprometerán el futuro del país. Eso es lo que paso en Bolivia en el curso de estos siglos y más recientemente con las políticas neoliberales. A través de un diagnóstico detallado 10 Se refiere al movimiento de personas en Inglaterra entre los siglos XVII y XVIII salidos de los campesinos expulsados de sus tierras, insertos en una pobreza extrema y sin medios materiales para su vida, con una desafiliación social destruida y sin posibilidades de reemplazar las antiguas estructuras familiares y comunitarias de solidaridad y socialización. 11 Expresión empleada por Lipton en su controversia con Byres. Alain Mounier* París, julio de 2009 Ver Lipton, Michael. 1983. ¿Why Poor People Stay Poor? Urban Bias in World Development. London: Temple Smith. 12 Para un panorama profundo de los análisis históricos y teóricos del rol de la agricultura en el desarrollo ver Mounier, (*) Centre for Education and Labour Studies/ Thailand and Institute de Recherche et Développement/IRD-France Alain. 1992. Les théories économiques de la croissance agricole. París: Económica. 15 Introducción En el año 1985, se planteó en el país el Programa de Ajuste Estructural (PAE) implementando una serie de medidas económicas como la libre determinación de los precios por el juego de la oferta y demanda; la supresión de los subsidios; la relocalización (despido) de trabajadores; la liberalización del mercado de cambios, la libre comercialización; la libre contratación de mano de obra y el congelamiento de los salarios; aumento de los precios de los servicios y privatización de la economía (venta de empresas del Estado al sector privado) así como también el levantamiento de la reserva fiscal en áreas mineras y el otorgamiento de las concesiones petroleras a empresas extranjeras, La apertura al exterior operaba mediante la libre importación y exportación, la venta libre de divisas y la eliminación de las restricciones al movimiento internacional de capitales. La política de importaciones incluyó, además, la rebaja y uniformización de los aranceles. En ese sentido, se realizaron una serie de Acuerdos Comerciales y de Integración con otros países. Se postulaba que un Programa de esa naturaleza iba a generar un impacto socioeconómico positivo en la mayoría de la población, sobre todo en la distribución de los beneficios directos, generar empleos permanentes y disminuyendo la pobreza. 17 Esa política neoliberal se ha implementado durante más de 20 años (1985-2005) en el país y no se ha reflexionado en profundidad sobre los impactos y consecuencias que tuvo en el sector agrícola. Los pocos estudios e intentos de reflexión sobre el tema13 muestran por un lado, evaluaciones muy prematuras con análisis de periodos de tiempo muy reducido (1985-1988), arguyendo que la liberalización de los mercados para los productos agrícolas es la medida con mayores beneficios planteados – aunque no hay un análisis detallado del comercio exterior agropecuario - y que habrá una mayor producción agrícola y mayores ingresos para los agricultores, particularmente campesinos (Morales J.A. 1990). Otros análisis o estudios sobre la temática14 hacen referencia a la situación de los agricultores en términos de la disponibilidad y acceso a los alimentos, pero solamente referida a la situación del año 2005, y no así a la evolución y a las transformaciones realizadas en la economía campesina, a partir de la implantación del PAE, como hubiera sido lo acertado. pasados no es adecuada para el desarrollo del país y que hay que sustituirla por otras políticas y planteamientos, enfatizando en el cambio de la matriz productiva y la Soberanía Alimentaria. Sin embargo, hasta el momento, no se ha realizado lo anterior ni planteado una estrategia de lucha contra la pobreza o una estrategia de seguridad y soberanía alimentaria. Se han planteado medidas aisladas, coyunturales, e inclusive en algunos aspectos hasta contradictorias, sin continuidad ni inversiones que fortalezcan el aparato productivo agropecuario. El autor está convencido de que el sector agrícola puede constituir un factor fundamental en el desarrollo económico del país y en la disminución de la pobreza, generar empleo asalariado, facilitar el logro de la seguridad alimentaria nacional con soberanía y contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida de la población nacional. Pero para el logro de todo eso, resulta necesario reflexionar retrospectivamente sobre el sector y en base a eso, plantear el nuevo rol que debe desempeñar el sector agrícola en el desarrollo nacional. Por lo anterior, el análisis sobre el impacto de la NPE en el sector agrícola está lejos de ser plenamente analizado, asimilado como tema específico de la estructura, capaz de influenciar en el crecimiento económico y en el cambio social. Por eso, se intenta apoyar la reflexión sobre lo que fue o significó el PAE en el sector agrícola y plantear nuevas propuestas para discutir y elaborar una política para el sector agrícola. Por otro lado, el nuevo gobierno nacional instaurado a inicios del año 2006 plantea que la Política Neoliberal vigente en los 20 años En el primer caso –en el de la reflexión sobre el PAE - se analiza al sector agrícola y sus múltiples relaciones dialécticas en el orden regional, nacional e internacional con el resto de la economía. Para el efecto, se intentó indagar sobre los aspectos que respondan a diversas interrogantes, entre las que sobresalen: ¿Que generó el apoyo a las exportaciones y la política de apertura del 13 “El impacto de la NPE en el sector agropecuario” del ILDIS,MACA/COTESU. La Paz, 1990 que publica unos ensayos de JA Morales y de UDAPE sobre el tema. 14 “Efectos de la liberalización comercial en la seguridad alimentaria de los pequeños productores de Bolivia” (M. Perez). CIOEC/AIS/,AIPE y Secretariado Rural. La Paz 2008 18 comercio exterior, base principal del PAE? ¿En que estuvo basada esa política? ¿Cuales sus consecuencias? Ese modelo de desarrollo, ¿que significó en términos de pobreza y de los ingresos económicos? ¿Se cumplió el planteamiento de que la apertura de la economía y el fomento a las exportaciones mejoraría las condiciones de vida (NBI, desnutrición), de ingresos y de empleo de la población, y que disminuiría la pobreza? ¿El fomento al comercio exterior, generó un cambio tecnológico en la agricultura, una explotación sostenible y un impulso a la producción interna de alimentos? un análisis lo más objetivo posible, sin ninguna intencionalidad de interpretación o enfoque político, con una metodología de análisis de estadísticas oficiales generales -en pequeños casos tratando de ejemplificar mejor ciertos temas o aspectos con estudios de caso- sin incursionar en otras técnicas como por ejemplo modelos econométricos. El trabajo contó con el apoyo y asesoramiento del Dr. Alain Mounier del Centre for Education and Labour Studies/Thailand, quién ofreció valiosas sugerencias y comentarios no sólo al esquema inicial del análisis sino también a los resultados finales, sugiriendo una serie de variables a estudiar y plantear. A él nuestro mayor agradecimiento. En base a lo anterior, se plantean aspectos para discutir y elaborar una política sobre el sector agrícola, y se determina el problema fundamental existente en el país cual es el de la pobreza y la redistribución de los ingresos. A partir de eso, ¿cuales las líneas de acción que debe seguir una estrategia de lucha contra la pobreza? ¿Qué tipo de políticas se deben plantear para el sector agrícola, sobre todo campesino? ¿Qué aspectos se deben plantear para una política de comercio exterior (exportaciones, importaciones, donaciones de alimentos)? ¿Que tipo de producción agrícola se debe fomentar? Qué plantear respecto a los recursos productivos como la tierra, agua y semillas? Cual el rol del Estado en el sector agrícola? El Dr André Franqueville (IRD/Briançon-Francia) también participó con una serie de sugerencias y recomendaciones, y apoyó la elaboración del capítulo referido al comercio exterior. El permanente interés de estos dos amigos por la evolución de la situación socioeconómica del país – a pesar de la distancia – y su profundo conocimiento de la temática agraria, me obligaron a ampliar el análisis en diversas variables – más allá de lo planteado inicialmente -y a responder con la mayor eficiencia y dedicación a sus comentarios y sugerencias. Por la extensión del trabajo y la serie de implicaciones que tiene el modelo económico en otros sectores de la economía, se ha delimitado el estudio a la parte agrícola nacional, y no así a la pecuaria. Asimismo, se ha pretendido realizar Se agradece también los comentarios de diversos profesionales que leyeron los borradores y nos hicieron llegar sus críticas, entre los que se destacan los valiosos aportes de colegas de la Fundacion TIERRA. 19 1 Antecedentes Hacia inicios de la década de los años 80, Bolivia ingresa a una profunda crisis económica caracterizada por una elevada deuda externa (entre 1978 -1984 la deuda externa aumentó de 3.102 millones de dólares a 4.693 Millones de dólares), el decrecimiento del Producto Interno Bruto (en 1982 tuvo un descenso de -9.14% y en 1983 del -12.47%); contracción de las exportaciones (tanto en volumen como en valor) así como una fuerte restricción de los créditos externos. A lo anterior se añade el creciente y permanente déficit fiscal que fue cubierto a través de la emisión monetaria inorgánica (en el año 1984 se emitió un 2.300% más respecto a 1983 y más de 31.600% respecto a 1980) lo que originó un proceso inflacionario agudo – el más alto del mundo – que en el primer semestre de 1984 llegó al 2.177% (Prudencio J. 1987). Paralelo a este panorama, hubo una notable expansión del sector subterráneo de la economía (narcotráfico, contrabando de importaciones y exportaciones, especulación financiera y cambiaria, y otras actividades no sujetas a disposiciones legales) que profundizó la crisis. El caso más ilustrativo fue la acentuada escasez de los alimentos así como la especulación en los precios de los mercados y el masivo contrabando de productos hacia y desde los países limítrofes. 21 Bajo este panorama económico, hacia finales del mes de agosto del año 1985 el nuevo gobierno nacional promulgó una serie de medidas económicas contempladas en el Decreto Supremo 21060, y que se las conoce como la Nueva Política Económica (NPE) o Programa de Ajuste Estructural (PAE) P o s t e r i o r m e n t e , e s t a s m e d i d a s f u e ro n complementadas por una reforma tributaria; la concentración de las inversiones en ciertos sectores (hidrocarburos) y la disminución de las inversiones en el sector social; eliminación del Banco Agrícola de Bolivia y del Instituto Boliviano de Tecnología Agropecuaria desatendiendo el crédito al sector rural y reducción del apoyo a la investigación tecnológica agropecuaria. La NPE buscaba redimensionar el Estado, liberalizar la economía y privatizar las actividades productivas para lo cual se implementó una serie de medidas económicas como la libre determinación de los precios por el juego de la oferta y demanda; la supresión de los subsidios a varios alimentos; la relocalización (despido) de los trabajadores; la liberalización del mercado de cambios a través de un bolsín, la libre comercialización; la libre contratación de mano de obra y el congelamiento (y libre negociación) de los salarios; aumento de los precios de los servicios y privatización de la economía (venta de empresas del Estado al sector privado) así como también el levantamiento de la reserva fiscal en áreas mineras (reducción de las reservas de la Corporación Minera de BoliviaCOMIBOL-) y el otorgamiento de las concesiones petroleras a empresas extranjeras (en áreas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos-YPFB). Estas medidas del Programa de Estabilización o Ajuste Estructural – implementado a sugerencia del Fondo Monetario Internacional – buscaban la alteración del tipo de cambio; es decir se pretendía que la devaluación fortalezca la balanza de pagos al encarecer los bienes y servicios importados – reducción de la demanda de estos bienes – y que se promueva la oferta de bienes exportables como resultado de aumentar su rentabilidad y de la reducción de su consumo interno. Además de las medidas macroeconómicas mencionadas, algunos años después se introdujeron otra serie de medidas de reforma institucional. En 1987, el gobierno creó la Superintendencia de Bancos como organismo autónomo para supervisar al sector bancario y en 1990 estableció la Ley SAFCO (Ley de Administración Financiera y Control) y el Programa del Servicio Civil (crear un cuerpo de empleados públicos competentes). En ese año también se promulgó la Ley No.1182 de Inversiones destinada a estimular y garantizar la inversión extranjera y nacional 15. En 1994 la Ley de Participación Popular (asigna a los gobiernos La apertura al exterior operaba mediante la libre importación y exportación, la venta libre de divisas y la eliminación de las restricciones al movimiento internacional de capitales. La política de importaciones incluyó, además, la rebaja y uniformización de los aranceles. En ese sentido, se realizaron una serie de Acuerdos Comerciales y de Integración con otros países, como el de la Comunidad Andina de Naciones (ex Pacto Andino) (1997); el Acuerdo de Complementación Económica entre Bolivia y Chile (1993), y el Acuerdo con el MERCOSUR (1997) entre otros. 15 Ley complementada con otros instrumentos adicionales como la Ley 1489 de 1993 que creaba los mecanismos para la exportación y los regímenes aduaneros de importación e internación temporal. 22 municipales la responsabilidad de las decisiones acerca de los recursos y las inversiones públicas y establece mecanismos para el control de los gastos) y en 1995 la Ley de Descentralización Administrativa; como también la Reforma Judicial y la Ley de Capitalización y Privatización de las Empresas Públicas 16 que transfirió al sector privado varias empresas públicas de sectores estratégicos como los hidrocarburos (YPFB), telecomunicaciones (ENTEL), electricidad (ENDE), ferrocarriles (ENFE) y Aerolíneas (LAB) (Banco Mundial 2000). Forman parte de estas medidas la reforma agraria asistida por el mercado, impulsada por el Banco Mundial en varios países en proceso de desarrollo. Los Programas de Ajuste Estructural buscaban facilitar las exportaciones agrícolas con el propósito de que mejorara la situación del intercambio, se incrementen los ingresos y por efecto del rebalse de éstos, se beneficie a las poblaciones pobres. Al mismo tiempo, la liberalización de las economías permitiría aumentar las importaciones de alimentos para abastecer a los países con alimentos básicos. Se buscaba aumentar las oportunidades de ingresos económicos de aquellos países con “ventajas comparativas” y que los sectores exportadores se incorporen y posicionen bien en los mercados internacionales, en el marco de la globalización. Otra serie de empresas del rubro de alimentos que fueron creadas e incentivadas durante muchos años por la Corporación Boliviana de Fomento (CBF) también fueron transferidas al sector privado17, a precios muy reducidos que no correspondían a su valor 18. Esas políticas de liberalización también suponían que la reducción de la participación del rol del Estado sería compensada por el empuje y dinamismo del sector privado y que las inversiones que realizaría éste, sustituiría las inversiones públicas en áreas importantes del desarrollo rural, tales como la extensión agrícola, la investigación, los servicios financieros, infraestructura y otros. 16 En realidad la venta de las empresas estatales empezó con la Ley de Privatizaciones de 1992. 17 Sólo entre 1992 y 1993, de 24 empresas privatizadas, 11 estaban relacionadas al rubro de alimentos (fabricas de aceites, criadero de truchas, centros productivos, centros de acopio de alimentos) por un valor de 16.205.000 $us. (78% del total del valor de las empresas privatizadas). Entre 1995 y 1997, de 54 empresas privatizadas, 18 correspondían al Estas políticas neoliberales – iniciadas bajo la presidencia de Victor Paz Estensoro – fueron aplicadas durante 20 años por los gobiernos sucesivos de Jaime Paz Zamora (1989-1993); Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997); Hugo Banzer (1997-2001); Sánchez de Lozada (20022003) y Carlos Mesa (X/2003- VI/2005) hasta que la serie de alzamientos populares obligaron a la convocatoria de nuevas elecciones generales. sector de alimentos (plantas industrializadoras de quinua, de alimentos balanceados, de producción de harinas compuestas, plantas industrializadoras de leche, de quesos, castaña, maíz, procesadoras de te, cabañas de porcinos y otras) por un valor de 17.040390 $us (17,61% del total) (Fuente INE y Banco Central de Bolivia, citado en Grossman 2007). 18 Sobresale la “liquidación” de las plantas industrializadoras de leche que el Programa Mundial de Alimentos (PMA/ Bolivia) estuvo apoyando y financiando (en ganado, en las plantas procesadoras, en infraestructura y otros) en varios departamentos del país durante años, para incentivar la Se invirtieron varios millones de dólares que con el proceso producción interna, disminuir la desnutrición e incentivar el de privatización fueron a parar a manos de empresas privadas bajo consumo de leche en la población infantil. transnacionales como la PIL (Carnation –PIL Perú). 23 En enero del 2006 Evo Morales asume la presidencia de Bolivia y empieza a implementar una serie de medidas económicas y sociales con el propósito de cambiar el modelo neoliberal e implementar otro modelo de desarrollo económico y social. Para el efecto, en mayo del 2006 se establece el “Plan Nacional de Desarrollo: Bolivia digna, soberana, 19 productiva y democrática para vivir bien” con “una estrategia específica que se iniciará con el desmontaje del colonialismo del Estado en procura de construir una Bolivia multinacional y comunitaria donde el Estado sea el promotor principal”. y reactivación de ciertos sectores mineros (Vinto, Huanuni, Corocoro); la nacionalización de las telecomunicaciones (ENTEL); el establecimiento e incremento paulatino del salario mínimo nacional y determinadas medidas para redistribuir los ingresos (Bono Juancito Pinto y Renta Dignidad-ex Bonosol). En el orden social también hay una serie de medidas como la Campaña de Alfabetización, el Programa de Desnutrición Cero, la Ley de Fomento a la Lactancia Materna y otras. En el tema agrícola se establecen una serie de medidas como el saneamiento y titulación de tierras (dotación de tierras fiscales); la creación de la Empresa de Apoyo a la Producción de alimentos (EMAPA), la creación del Banco de Desarrollo Productivo (créditos individuales y grupales); el Programa crediticio para la mecanización; apoyo y fomento a los Programas de desayuno escolar municipal para ampliar el mercado interno y otros. Las principales medidas económicas implementadas por el nuevo gobierno fueron la nacionalización de los hidrocarburos (DS 28701); la nacionalización 19 Con 4 componentes: Desarrollo con inclusión social; Descentralización y poder social comunitario; Transformación de la matriz productiva, de industrialización y exportación; y Cambios en el enfoque de las relaciones internacionales. 24 2 La Contribución del Sector Agricola al Producto Interno Bruto 2.1. El Producto Interno Bruto Agrícola y el Producto Interno Bruto Nacional En los años previos a la aplicación del PAE, por la hiperinflación que vivía el país, el PIB tuvo una tasa de crecimiento negativa (- 1.68%) ya que disminuye de 14.078 miles de millones de bolivianos en 1984 a 13.842 miles de millones de bolivianos en 1985 (ver Cuadro No. 1 del anexo). Luego de algunos años de aplicación del PAE, el PIB volvió a recuperar sus niveles previos de crecimiento (1989), para luego tener un aumento sostenido hasta nuestros días pero con índices de crecimiento diferentes. En cambio el crecimiento del Producto Interno Bruto Agropecuario (PIBA) presenta una evolución diferente. Mientras en el periodo hiperinflacionario (19831985) el PIB disminuye en su tasa de crecimiento, el PIBA aumentó casi un 7% (lo que indicaría que en periodos de crisis, el sector agropecuario se fortalece). Luego de la aplicación del PAE y de parar la inflación, el crecimiento fue muy lento (1.32%). Contrariamente a la evolución del PIB, el PIBA ha tenido periodos en los que ha decrecido (19911993 y sobre todo 1997-99), pero también en los que ha crecido más (1989-91; 2001-03 y sobre todo en 1995-1997). Esto muestra una inestabilidad en el PIBA muy fuerte, con periodos de estancamiento, periodos de crecimiento e inclusive periodos de disminución (Gráfico No. 1). 25 Gráfico No. 1 Evolución PIB/PIB Agropecuario La tasa de crecimiento promedio anual del PIBA ha sido y es en todo el periodo de estudio (19852005) cercana al 6%; superior a la que determina el Banco Mundial para los países caracterizados como país agrícola 20. Esa tasa de crecimiento no ha permitido que la contribución del sector agrícola al PIB se incremente, contribución que fluctúa desde hace años, alrededor del 14.5%, con ligera tendencia a la disminución. (de 2.360,41 Bs. a 2.271,16 Bs. /pers) y luego una paulatina recuperación con ciertos altibajos en algunos años. A pesar de esas variaciones, este indicador muestra que el PIB/per capita fluctúa entre los 2.271 Bs. y los 2.767 Bs. (es decir, entre 1985 y 2005 creció en un 121,82%). Diferente es la evolución del PIBA per capita agrícola. En la mayoría de los años estudiados, la evolución del PIBA per capita sigue la misma tendencia que el PIB per capita general (en términos de alzas y disminuciones) a excepción de los años 1984-85; 1997-99 y 2001-03 que presentan tendencias contrapuestas (sobre todo en 1984/85 y 1997/99). A pesar de esa tendencia, el aporte del PIBA al PIB Nacional es muy superior al de otros países de América Latina. En el año 1997 el aporte del PIBA al PIB era del 15,16%, es decir casi 3 veces el aporte del PIBA del Brasil y Argentina a su PIB Nacional y 2.3 veces más que el aporte del sector agrícola del Perú y Uruguay (IICA 2003). Otra diferencia es que las variaciones entre un año y otro que presenta el PIBA per capita rural son más pronunciadas que las variaciones que presenta el PIB per capita general (ya sea cuando aumenta o cuando decrece). Otro aspecto a considerar es el PIB per capita que tuvo una caída entre 1984/85 20 El estudio del Banco Mundial: Informe sobre el desarrollo mundial 2008. Agricultura para el desarrollo. (Washington USA, 2008) clasifica como países agrícolas a los que tienen un PIBA con un crecimiento anual del 4%; a países en proceso de transformación a los que tienen un crecimiento del 2.9% y a países urbanizados a los que tienen un PIBA con un crecimiento del 2.2% anual. En síntesis, mientras el PIB per capita aumentó un 122% en los años considerados, el PIBA/per capite de la población rural aumento un 155%. 26 Por otro lado, hasta antes de la aplicación del PAE, el valor de lo que producía la población rural era 3 veces menor que el valor de lo que producía el resto de la población nacional, diferencia que va paulatinamente disminuyendo entre los años 90 (2.7 veces menos) y los años de la década del 2000 (2.4 veces menos). ¿Y cuales las repercusiones de un crecimiento o decrecimiento del PIB y del PIBA en las exportaciones e importaciones? Del análisis del Cuadro No. 1 del anexo se concluye que cuando más crece el PIB – no necesariamente 21 es cuando más crece el PIBA - más influye en el Gráfico No. 2 PIB/per capita nacional y PIBA/per capita rural Otra relación a resaltar es la del PIB Nacional y el PIBA con las exportaciones e importaciones. Según el Cuadro No. 1 del anexo, las exportaciones agropecuarias tienen un escaso aporte al PIB antes de la aplicación del PAE, pero luego logran incrementar ese aporte hasta lograr niveles más importantes (11% en los últimos años del periodo de estudio). En cambio el aporte al PIBA es más importante (sobre todo luego de la aplicación del PAE) con índices que presentan un continuo crecimiento (del 28% en 1989 al 78% en el 2005). crecimiento de las exportaciones agrícolas, lo que reafirmaría la hipótesis de que a mayor aceleración de las actividades económicas, hay una mayor expansión del comercio (de exportaciones sobre todo). Contrariamente, cuando el PIB decrece (periodo de la hiperinflación) es cuando más crece el 22 PIBA y también cuando más se incrementa el comercio exterior (tanto las exportaciones como las 23 importaciones de alimentos y productos agrícolas) . 21Lo que demuestra que el PIBA incide poco en la conformación del PIB y que son otros sectores de la economía nacional Respecto a las importaciones (de productos alimenticios y agropecuarios), éstas tienen una menor representatividad que las exportaciones en el PIB, aunque con tendencia al aumento. Respecto a la contribución de las importaciones al PIBA, la tendencia al aumento es parecida que en el caso del PIB. -como minería e hidrocarburos- los que contribuyen más al PIB. 22 Aunque también entre 2001/2003 el PIB decreció un 5.52% y el PIBA aumentó sólo el 0.54%. 23 Por la escasez y especulación de alimentos que se dio en esos años. 27 Respecto al comportamiento del PIBA, las repercusiones son diversas. Un mayor crecimiento del PIBA no parece influir en el PIB ya que éste sigue creciendo a la misma tasa promedio de todos los años (o inclusive a tasas negativas). Tampoco parece influir en las exportaciones agropecuarias (que sigue presentando iguales tasas de crecimiento anual), las cuales sí se ven afectadas cuando hay un estancamiento en el PIBA. Otro aspecto a considerar es la evolución de la relación del Producto Interno Bruto tanto nacional como agropecuario, con la Población Económicamente Activa (PEA) nacional y la Población Económicamente Activa ubicada en el sector agrícola (PEAA), es decir la conformación del Producto Interno Bruto por trabajador, tanto nacional como agropecuario. (Para la conformación de la PEA y PEAA ver el Cuadro No. 2 del Anexo). Respecto a las exportaciones, éstas aumentan cuando mayor crecimiento presenta el PIB, pero no necesariamente cuando crece el PIBA; y al contrario, decrecen las exportaciones cuando disminuye el PIBA o cuando el PIB crece en niveles inferiores a Entre 1984 -85, la contribución de la PEA a la conformación del PIB nacional era del 2.27%, índice que se incrementa sustancialmente después de la aplicación del PAE, hasta triplicar sus niveles Cuadro No. 1 Relación entre PIB/PEA y PIBA/PEAA 1984 1985 1989 1995 1999 2001 2005 PIB Nacional /PEA Nacional 2.27 2.17 6.66 5.13 5.73 5.54 5.78 PIBA/PEA Agropecuaria 1.21 1.12 1.96 1.73 2.09 0.80 0.83 Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1 y 2 del Anexo. su promedio anual. En cambio las importaciones agropecuarias crecen más cuando hay un fuerte crecimiento del PIBA y también cuando hay un crecimiento de las exportaciones de productos agropecuarios y productos alimenticios. (6.66% en 1989). Luego hay un descenso hasta 1995 para posteriormente presentar una ligera tendencia ascendente, pero sin recuperar los niveles de 1989. En cambio la contribución de la PEAA a la conformación del PIBA es distinta. En primer lugar, los niveles de contribución son menores respecto a la contribución de la PEA nacional; y el ritmo de crecimiento, luego de la aplicación del PAE, es menor. Sobresale también que entre 1989 y 1995 hay un periodo de baja para luego presentar un alza (1999), seguida de descenso. Esto significa que la PEA que trabaja en la agricultura aporta cada vez menos en la conformación del PIBA. A diferencia de otros sectores de la economía nacional (como hidrocarburos y minería) el sector agrícola no es un sector fundamental en la generación del PIB nacional, y a pesar de mostrar un estancamiento en su crecimiento, es un sector importante porque una parte significativa de la población nacional todavía se ubica en el sector rural, y porque genera alimentos para la población como también empleo, aspectos que inciden para que Bolivia sea catalogada como un país con potencialidades agrícolas. 28 Gráfico No. 3 Evolución de la relación PIB/PEA y PIBA/PEAA También se profundiza la diferencia entre el aporte de la PEA al PIB; y de la PEAA al PIBA ya que pasa de una relación de 1.8 antes del PAE a una diferencia 2.9 en los años 90 y de 6.9 en la década del 2000. Contrariamente, la agricultura en los departamentos de La Paz, y sobre todo en Oruro y Potosí, ha disminuido su aporte a la conformación del PIBA; de 19,60% en 1984 a 12,13% en el 2005 en el caso de La Paz; de 2,42% a 1,90% en el caso de Oruro y del 5,96% al 4,57% en el caso de Potosí. 2.2. El Producto Interno Bruto Regional Los departamentos que se encuentran en un nivel de estancamiento son Chuquisaca y Tarija, resaltando también el escaso aporte de otros departamentos del trópico boliviano como Beni y Pando, donde la incomunicación y el aislamiento hacen que la actividad agropecuaria sea secundaria a pesar de las favorables condiciones geofísicas. Desde el 24 punto de vista regional , la evolución se expresa en el siguiente cuadro: Respecto a la estructura del PIB Agropecuario, está conformado básicamente por los sectores agrícolas de los departamentos del eje nacional: La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, que juntos contribuyen con el 70% del total del PIBA nacional (ver Cuadro No. 3 del Anexo), lo que muestra grandes disparidades entre departamentos. Si bien en 1984 y 1985, Cochabamba era el departamento que más contribuía al PIBA (30%), en 1995 es Santa Cruz la región más importante (aporta con el 39%, es decir 19% más que en 1984), situación que se amplía más aún hacia el 2005, donde sólo el departamento de Santa Cruz aporta con el 46% del total del PIBA (el PIBA del departamento de Santa Cruz aumentó casi un 12% anual en los 20 años considerados). En 1984, antes de la implantación del PAE, la región del altiplano era la que más aportaba a la estructura productiva nacional, seguida por la región de los valles y luego el oriente. 24 Para efectos del análisis, se cataloga como región del oriente a los departamentos del Beni, Pando y Santa Cruz; como región de los valles a los departamentos de Chuquisaca, Tarija y Cochabamba; y como región del altiplano a los departamentos de Potosí, Oruro y La Paz. 29 Cuadro No. 2 Evolución de la estructura del PIB y del PIBA según regiones (en %) Región 1984 1993 1999 2001 2005 PIB PIBA PIB PIBA PIB PIBA PIB PIBA PIB PIBA Oriente 26,30 27,72 31,78 45,63 34,76 51,74 36,22 53,97 34,25 55,75 Valles 30,13 44,26 28,65 33,11 29,36 27,25 28,99 26,07 31,95 25,38 Altiplano 43,57 28,01 39,57 21,25 35,87 21,00 34,78 19,95 33,79 18,86 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Total Fuente: Cuadro No. 3 del Anexo. En términos del PIBA, los valles eran los que más aportaban (44,26%), seguida de lejos por los aportes regionales del altiplano y oriente (casi similares). presenta de la siguiente manera. En 1985, la mayor productividad al PIB regional (PIB/PEA) se alcanza en Santa Cruz (4.17) seguida por Cochabamba (3.8) y Tarija (3.50); y donde menor productividad se alcanza es en Potosí (2.02) y La Paz (2.61). En términos regionales, la productividad en el oriente y en los valles es muy similar (3.3) mientras que en el altiplano es menor (2.53). Luego de la implantación del PAE (y a inicios de los años 90), la región del altiplano sigue siendo la que más aporta al PIB, aunque su aporte se ve disminuido al igual que el de la región de los valles, mientras que el aporte de la región del oriente aumenta lo suficiente como para constituirse en la segunda región de mayor aporte al PIB. En términos de la productividad agrícola (PIBA/ PEAA), es el trabajador de Pando el que más contribuye a la conformación del PIBA, seguido por la productividad del trabajador de Cochabamba, contrariamente a los trabajadores de Potosí (0.42), Oruro (0.44) y La Paz (0.74). Desde el punto de vista de la configuración del PIBA, la región del trópico pasa a constituir la de mayor aporte, mientras las otras dos disminuyen. Hacia finales de los años 90 esas tendencias se han profundizado y aunque la región del altiplano continúa siendo la principal región que aporta al PIB; la región del oriente ya se especializa como región agrícola; aspecto que se anota más claramente hacia el 2005 pues llega a aportar el 56% del total del PIBA, constituyendo también la región con el mayor aporte al PIB. Regionalmente, la productividad alcanzada en el oriente del país es de 2.53, mientras que en los valles y el altiplano es sólo de 1,54 y 0,53 respectivamente. 2.3. PIB y Población Económicamente Activa Diez años después de la implantación del PAE (1995), los trabajadores que mayor productividad alcanzan son los de Santa Cruz (7.75) y Pando (7.05), sobre todo porque hay una disminución de la población activa como se analizará posteriormente. Respecto a las contribuciones de las productividades del trabajo al PIB y al PIBA regionales, la situación se Tampoco hay variaciones significativas en los departamentos de menor productividad ya que a pesar 30 de que la productividad en Potosí se incrementa, ésta continúa siendo la más baja del país. el departamento de Potosí, a pesar de haberse incrementado en 143% respecto a 1995. En cambio en la productividad agrícola hay cambios sustanciales ya que la mayor productividad lograda es en Santa Cruz (6.70) y Beni (6.11), que representan 1.8 y 2.5 veces más que las productividades logradas en Pando y Cochabamba (desplazadas ahora a un 3er. y 5to. lugar en la escala nacional). Respecto a la productividad agrícola, los trabajadores del departamento de Santa Cruz continúan siendo los que más aportan a nivel nacional, habiendo incrementado su productividad 1.66 veces más que en 1995. La productividad laboral de Pando es también la de mayor aumento, mientras que las productividades laborales de Potosí y La Paz -a pesar de los incrementos que tuvieron- continúan siendo los más bajos de todo el país. Este incremento en la productividad laboral de los trabajadores de esos departamentos significa a su vez que la productividad laboral agrícola lograda en el oriente del país es de 5.74 (promedio), 2.2 veces más que el promedio del año 1985; 3.8 veces más que la productividad lograda en los valles y 8 veces más que la lograda en la región del altiplano. Regionalmente, la situación se inclina con más fuerza hacia los departamentos ubicados en el oriente del país: la productividad lograda en el oriente alcanzó a 9.21, es decir que tuvo un aumento de 1.6 veces más que en 1995, mientras que las productividades logradas en los valles y el altiplano apenas aumentaron 0.9% y 0.37% respectivamente. Es decir, en el oriente la productividad laboral agrícola es 5.6 veces más que en los valles y 9.5 veces más en las regiones del altiplano. Hacia el año 2005 también hay cambios en la productividad aparente. La mayor productividad general se logra en Tarija que desplazó a Santa Cruz (la más elevada desde 1985). Contrariamente, la menor productividad sigue encontrándose en Cuadro No. 3 Productividades del trabajo según regiones Región 1984 PIB/PEA 1985 PIBA/PEAA PIB/PEA 1995 PIBA/PEAA PIB/PEA 2005 PIBA/PEAA PIB/PEA PIBA/PEAA Santa Cruz 4,47 1,83 4,17 1,71 7,75 6,70 10,76 11,15 La Paz 2,64 0,74 2,61 0,78 4,62 0,77 5,62 1,05 Cochabamba 3,65 2,42 6,51 2,42 4,77 1,47 6,03 1,38 Oruro 2,45 0,44 2,97 0,52 7,02 0,77 8,72 1,17 Tarija 3,86 1,45 3,50 1,47 4,96 1,96 13,78 2,33 Potosí 1,32 0,42 2,02 0,44 2,83 0,56 4,06 0,68 Chuquisaca 3,21 0,77 3,01 0,83 3,59 1,01 4,36 1,17 Beni 1,82 2,10 3,11 2,12 5,06 6,11 6,14 8,02 Pando 1,35 3,67 2,79 4,09 7,05 4,42 11,25 8,47 Fuente: Cuadros No 2 y 3 del Anexo. 31 Por otro lado, a nivel nacional, la población económicamente activa que ha estado empleada en el sector agrícola ha disminuido entre los años estudiados ya que del 54.8% de la PEA que se empleaba en el sector pasó al 44.09% en 1995 y al 29.98 en el año 2005 (ver Cuadro No. 4), es decir que hubo una disminución del 23.42% en los 20 años de aplicación del Ajuste aunque en cifras relativas esa disminución se efectuaría sólo en el departamento de Santa Cruz. El resto de los departamentos presenta situaciones variables según los años: algunos departamentos disminuyen en cifras absolutas pero aumentan en cifras relativas (La Paz); o diminuyen en cantidad en los primeros años y luego tienen un aumento en cifras relativas. Cuadro No. 4 Evolución de la PEAA respecto al total de la PEA (Nacional y por departamentos) (en %) Nacional PEAA/PEA – 1984 PEAA/PEA - 1995 PEAA/PEA - 2005 54,8 44,09 29,98 Santa Cruz 32,29 24,10 21,07 Cochabamba 36,69 47,85 48,98 La Paz 38,19 41,81 39,85 Oruro 39,79 42,01 41,03 Potosí 59,59 67,38 77,98 Tarija 51,80 43,04 41,89 Chuquisaca 71,19 71,00 79,38 Beni 45,29 30,67 28,48 Pando 18,37 34,89 38,95 Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 2 del Anexo. Estructural (disminuyó 1.17% cada año). Esto significa que menos de un tercio de la PEA está inserta en el sector primario, tendencia parecida a la que se da en otros continentes y países “en desarrollo” como Perú, Ecuador (28%); y algunos países árabes-musulmanes; pero por debajo de la situación de los países de Centro América que presentan el 46% de su PEA inserta en la agricultura (Robert C. 2002). Sobresale también el elevado porcentaje de la PEA empleada en el sector agrícola en departamentos como Potosí y Chuquisaca donde, en el año 2005, la PEAA alcanza hasta el 79% del total - 3.7 veces más elevada que la PEAA de Santa Cruz y casi el doble de la 25 PEAA del resto de los departamentos - lo que, según estudios de la Unión Europea, serían las tasas más altas del Continente (Comisión Europea 2007). Desde el punto de vista regional, la tendencia general a la disminución en cifras absolutas se refleja también en la mayoría de los departamentos como Santa Cruz, Oruro, La Paz, Potosí y Chuquisaca; 25 En el año 1985, la PEAA ubicada en Potosí era sólo 2,2 veces más que la PEAA de Santa Cruz; en 1995 esa relación aumentó a 3 veces más y en el 2005, a 3,7 veces más. 32 2.4. Producto Interno Bruto y Pobreza de la extrema pobreza fue de 0,24; 0,04 y 0,09 respectivamente. L a p o b re z a e n B o l i v i a 2 6 , e s t á u b i c a d a principalmente en el sector rural y en menor proporción en el sector urbano. Esta situación se repite para la pobreza extrema 27 la cual se ubica mayoritariamente en el sector rural. Esa situación lleva a la conclusión de que la tasa de crecimiento del PIBA es insuficiente para mejorar la situación de extrema pobreza rural. Justamente porque la tasa de crecimiento es insuficiente, la población pobre debe recurrir a otras estrategias productivas o a estrategias de sobrevivencia (migraciones, donaciones de alimentos, etc.). El Cuadro No. 5 muestra que en 1985, la mayoría de la pobreza extrema (75%) se ubicaba en el sector rural, y luego de la ejecución del PAE, más de 2/3 de esa población continúa ubicándose en ese sector, porcentaje prácticamente estancado hasta el 2005. ¿Y como se explica esta situación desde el punto de vista regional? ¿Que departamentos aumentaron su PIBA y cuales aumentaron más su población en términos de pobreza? Otro aspecto que es necesario resaltar en los 20 años estudiados, es que no hay una relación entre el PIBA y la pobreza extrema rural. La hipótesis comúnmente planteada es que a mayor crecimiento del PIBA, disminuirá la pobreza rural (o a menor crecimiento, mayor incremento de la pobreza), sin embargo esa relación no se aplica en el país. Mientras en el periodo 1985-1992 la tasa de crecimiento del PIBA fue de 0,13%, la tasa de crecimiento de la población rural en extrema pobreza fue de (-) 0,22%. En los años posteriores, la tasa de crecimiento del PIBA fue de 0,15 (1992-99); 0,06 (1999-2001) y de 0,12 entre el año 2001-2005, mientras que el crecimiento Si estamos de acuerdo en que la principal fuente productiva de reducción de la pobreza es el aumento o incremento de la productividad, se puede explicar en parte el comportamiento relativo de la pobreza en la mayoría de las regiones o departamentos del país. La falta de información sobre la Línea de Pobreza impide realizar un análisis más detallado desde la implementación del PAE (1985) hasta el año 2005. Sin embargo, se puede considerar el indicador de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)28 en base a información de los Censos Nacionales de Población y Vivienda (ver Cuadro No. 4 del Anexo). 26 Medida por el método de la Línea de Pobreza, que representa el valor de una canasta de bienes y servicios que 28 Que concibe a la pobreza como una necesidad, analiza tienen la capacidad de satisfacer las necesidades básicas de las carencias de los bienes y servicios que permiten a un la población. La canasta básica de alimentos se elabora a hogar satisfacer sus necesidades esenciales. Identifica a partir de la Encuesta de Presupuesto familiar de 1990, y la pobreza de tipo estructural ya que las variables que la está definida por una lista de alimentos para el consumo conforman varían lentamente en el tiempo. No captura dentro y fuera del hogar que cubren la ingesta nutricional situaciones de pobreza reciente o coyuntural ya que no que recomiendan las organizaciones especializadas. incorpora variables como el ingreso o el empleo. Su 27Es el valor de la canasta básica de alimentos solamente. unidad de análisis es el hogar. 33 Cuadro No. 5 Relación de crecimiento del PIBA con la población rural pobre PIB Agropecuario(millones Bs. de 1990) 1985 1992 1999 2001 2005 2007 2.236.435 2.597.906 3.071.385 3.288.118 3.778.852 3.919.884 0,13 0,15 0,06 0,12 0,035 Tasa de crecimiento PIBA Población Rural 3.079.181 2.725.946 3.158.827 3.170.686 3.366.442 3.367.558 Población Rural en extrema Pobreza (% respecto al total población rural) 2.309.386 (75,0%) 1.883.901 (69.11%) 2.208.652 (69.90) 2.029.556 (64.01%) 2.265.615 67.30%) 2.094.621 (62.2%) (-) 0,22 0,14 (-) 0,088 0,10 (-) 0,08 3.015.490 3.694.956 4.978.286 5.077.768 6.041.564 6.259.520 s.d. 964.753 (26.11%) 1.269.463 (25.50%) 1.330.375 (26.20%) 1.468.100 (24.30%) 1.464.728 (23.4%) s. d. 0,24 0,045 0,09 (-) 0, 022 Tasa de crecimiento de la Población Rural en extrema Pobreza Población urbana Población urbana en extrema pobreza(% respecto al total población urbana) Tasa de crecimiento población urbana en extrema pobreza Fuente: FIDA (1985) e INE (Diversos informes anuales) Gráfico No. 4 Evolución del crecimiento del PIBA y la población rural con pobreza extrema Considerando ese indicador y también el de la productividad laboral agrícola (cuadro No. 3) notamos la incidencia que tiene uno sobre el otro: un aumento de la productividad laboral incide en la disminución de la población con NBI y un insuficiente aumento productivo laboral aparente, no influye en el alivio o mejoramiento de las NBI. En Santa Cruz por ejemplo, entre 1995 y 2005, la productividad laboral agrícola aumentó de 6.70% 34 a 11.15% mientras que la población con NBI disminuyó del 92.5% (1992) al 81.0% (2001). En cambio en las regiones de Potosí en 1995 la productividad laboral era de 0.56 y en el 2005 de 0.68 (aumentó el 21%) mientras que la población con NBI alcanzaba al 95.1% en el año 1992 y al 95.4% en el 2001. Por lo tanto, el incremento de la productividad fue completamente insuficiente para aliviar la pobreza. En los departamentos del Beni, La Paz y Tarija se mantuvo la relación desigual de crecimiento, es decir que prácticamente no hubieron cambios en la situación. Sólo en Pando, Potosí, Santa Cruz y Chuquisaca creció más el PIBA que la población rural con NBI. Los datos anteriores muestran que el crecimiento del PIBA de cada región en los 9 años considerados es totalmente insuficiente para disminuir la pobreza 29 en sus regiones ya que ésta ha seguido creciendo , inclusive a un ritmo superior al crecimiento del PIBA como es el caso de ciertas regiones. Otra manera de considerar la incidencia de la producción es analizando el Producto Interno Bruto Agrícola con las Necesidades Básicas Insatisfechas de la población. 2.5. EL PIB y la desnutrición Según el Cuadro No. 4 del Anexo, entre 1984 y 1992 el PIBA tuvo un aumento del 122,38% mientras que la población rural con NBI en 1992 alcanzaba al 95.03% del total. En los siguientes años (1992-2001), el PIBA aumentó en 161,47% pero la población rural con NBI alcanzó a más de 2.8 millones de personas (90.08% del total de la población rural), habiéndose incrementado en cifras absolutas en más de 266.000 personas (aunque en términos relativos disminuyó en cerca del 5%). Otro indicador importante a considerar es la incidencia que el PIB y el PIBA puedan tener en los niveles de desnutrición de la población. ¿Ha influido en el país el aumento o disminución del PIBA y el PIBA/trabajador rural, en los niveles de desnutrición de la población rural? El nivel de desnutrición a nivel nacional en 1985 alcanzaba al 22,3% de la población (ver Cuadro No. 5 del Anexo), índice que se modificó recién hacia 30 1989, disminuyendo al 15% . Posteriormente, a Desde el punto de vista de las regiones o departamentos, la tendencia es parecida. Si se relaciona el índice de crecimiento del PIBA con el índice de crecimiento de la población rural con NBI en los dos periodos mencionados (ver Cuadro No. 6), la situación entre 1992-2001 es la siguiente. 29 Querer basar las estrategias de reducción de la pobreza solamente en el sector agrícola, resultaría imposible en las condiciones presentadas; ya que para acabar con la pobreza de la población se necesitaría aumentar 12 veces más por año el valor del PIBA, durante otros 9 años más (sin considerar el índice de crecimiento vegetativo anual de la población). 30 Según datos de la FAO, entre 1990-1992 en el país el número En los departamentos de Oruro y Cochabamba crece más rápido la población con NBI que el PIBA (el índice de crecimiento del PIBA es menor que el índice de crecimiento de la población rural con NBI) de subnutridos aumentó de 1.7 millones de personas a 1.9 millones, aunque en términos relativos significó una disminución del 26% al 23% (el índice de 1992 solo era superado por los países más pobres de Centro América como Guatemala y Haití). 35 Cuadro No. 6 Incremento del PIBA en relación a las NBI por regiones (1992-2001) (%) Departamento Incremento de las NBI de población rural entre 1992- 2001 Incremento PIBA entre 1992 y 2001 Relación PIBA/NBI Nacional 161 110 1,46 Pando 176 107 1,64 Potosí 160 110 1.45 Santa Cruz 156 111 1.40 Oruro 128 132 0.96 Beni 126 119 1.05 Chuquisaca 120 (-) 0.4 1.20 La Paz 118 111 1.06 Tarija 110 101 1.08 (-) 12.06 103 0.85 131.32 110,34 1.19 Cochabamba Promedio (en los 9 años) Fuente: Construido en base al Cuadro No. 4 del Anexo. mediados de los años 90, ese índice era del 11% con descenso paulatino hasta el 7-8% en el 2003. sólo desde antes de la aplicación del PAE (1985) sino también después (2003). El cuadro 5 del anexo también muestra que la mayor tasa de desnutrición se ubica en el sector rural, que presenta índices más elevados que el promedio nacional. Por otro lado, la evolución de los indicadores muestra que las variaciones que puedan tener tanto el PIBA nacional como el PIBA per capita rural no tienen una incidencia o relación directa sobre los niveles de la desnutrición rural. A nivel de la desnutrición por departamentos, la tendencia nacional se repite, ya que es mayor la desnutrición rural que urbana, siendo los departamentos (Potosí, La Paz, Cochabamba) que presentan los niveles más altos de desnutrición, no Si en algunos periodos de incremento del PIBA (1985-1996; 1999-2001) hay una disminución del nivel de desnutrición rural, llegaríamos a pensar que a mayor incremento en los ingresos agropecuarios, corresponde un menor nivel de desnutrición; pero no siempre es así ya que hay periodos de aumento del PIBA (1996-97 y 2001-2003) pero también hay fuertes incrementos del nivel de la desnutrición rural, que no sólo aumenta en cifras absolutas sino también en cifras relativas (ver Cuadro No. 7). Para el periodo 2001-2003 la situación nacional empeora ya que el número de subnutridos aumenta a 2 millones de personas (en términos relativos, el índice del 23% permanece igual), mientras que los países anteriormente mencionados tuvieron una disminución porcentual entre el 2% y 3% (respectivamente). 36 Cuadro No. 7 Incidencia del PIBA en los niveles de desnutrición de la población rural 1985 PIBA (Millones Bs. de 1990) PIBA per capita rural (Bs) Número de desnutridos rurales (% sobre el total de la población rural) 1989 1996 1997 1999 2001 2003 2.236 2.266 2.972 3.135 3.071 3.288 3.590 723 364 962 1011 972 1037 1043 674.341 (21.9%) 566.131 (19.9%) 323.948 (10.9%) 343.712 (11.09% 320.937 (10.16% 271.094 (8.55%) 423.522 (12.3%) Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1 y 5 del Anexo. Se podría afirmar también que el indicador del PIBA es muy general o global y que su incidencia en otros indicadores se diluye por su amplitud. En ese caso, quizás es más conveniente utilizar el indicador del PIBA per cápita rural. (condición suficiente para reducir la pobreza y mejorar las NBI). En efecto, si la distribución de los ingresos es inequitativa (y eso es lo que pasa en el país), los ingresos de la población pobre no mejoran por más que se incremente la producción. Lamentablemente, la tendencia del análisis anterior se vuelve a repetir con este indicador. No hay influencia entre el incremento o la disminución del PIBA per capita con los niveles de desnutrición. Por más que aumente el PIBA per capita, el nivel de la desnutrición disminuye (periodos 19891996 y 1999-2001) o indistintamente aumenta (2001-2003). Y al contrario, cuando el PIBA per capita disminuye, se reduce el nivel de desnutrición (1985-1989 y 1997-1999). Esto explica pues que a pesar de haberse incrementado el PIBA per capita rural entre 1996-1997 en un 105.09%, el número de desnutridos en el sector rural, en el mismo periodo, se incrementa más aún: en 106.10%. Pero acá se puede argumentar que la desnutrición no sólo está en función de los ingresos de la producción sino también en función de otros factores como los aspectos culturales y los patrones alimenticios. La explicación para esta aparente contradicción está en que la relación entre producción e ingresos no siempre es directa pues está intermediada por el factor de la distribución de los ingresos: si la producción mejora (condición necesaria pero no suficiente para reducir la pobreza, la desnutrición y las NBI), eso no implica automáticamente un mejoramiento de los ingresos económicos Si se consideran otros indicadores como las NBI o la población rural en extrema pobreza por ejemplo, resalta mejor el factor de la desigual distribución de los ingresos. Así tenemos que a pesar de haberse incrementado el PIBA en un 126,56% entre 1992 y 2001, la población 37 Gráfico No. 5 Relación entre el crecimiento del PIBA, el PIBA per capita, las NBI y la población rural en extrema pobreza rural con NBI se incrementa en un 110,25% y la población rural en extrema pobreza en un 107.73% (ver Gráfico No. 5) y presenta, porcentualmente, una tendencia permanente a la disminución. Según el Cuadro No. 8, antes de la aplicación del PAE el gasto público en el sector agropecuario representaba el 12.2% del total de los gastos en los sectores económicos, nivel que no se ha vuelto a recuperar desde entonces, ya que en la década de los años 90 la inversión fue del 7% promedio, con descensos pronunciados en algunos años (1995) o recuperaciones relativas (1999), hasta porcentajes que se mantienen entre el 2000 y el 2006. Todo esto no hace más que demostrar lo que representan las políticas del PAE: un fuerte crecimiento de las desigualdades económicas y sociales en la población. 2.6. EL PIB Agrícola y la inversión pública La inversión pública es la asignación de recursos públicos para los proyectos de inversión mediante la aplicación de criterios de eficiencia y responsabilidad para la función pública. Los procesos de Participación Popular y Descentralización Administrativa definieron una serie de normas y procesos de programación, incluyendo funciones, responsabilidades y recursos para que las entidades del sector público realicen proyectos de inversión en los diversos sectores de la economía nacional. Comparando con otros sectores de la economía, la inversión pública en el sector agropecuario siempre ha sido una de las más bajas (a excepción del sector de la minería). Mientras en el año 1987 la inversión en agricultura era la misma que en el sector de energía (7.7%), en 1992 significó la mitad de la inversión. Asimismo, en el año 1996, la inversión en el sector agropecuario fue 12 veces menor que en el sector de transporte y 5.5 veces menor en el 2004 (www.vipfe.gov.bo/dgip/index.html) La inversión pública en el sector agropecuario ha sido (y es) muy baja en los años del estudio, ¿Y que significó la inversión pública en el sector agropecuario respecto al Producto Interno Bruto 38 Cuadro No. 8 Inversión Pública efectuada en el sector agropecuario 1984-2006 (Sin municipios) (miles de $us) 1984 1. Inversión pública total en sectores 2. Inversión pública en Sector Agropecuario 3. Porcentaje invertido en el sector respecto al total de los sectores de la economía 4. PIBA 5. Relación 2/4 1987 1989 1992 1995 1999 2001 2005 2006 779.683 305.348 339.980 531.580 401.606 426.581 541.090 629.183 879.469 95.529 23.690 25.202 36.058 16.107 36.906 53.396 54.164 69.607 12,25% 7,75% 7,41% 6,78% 4,01% 8,65% 9,86% 8,6% 7,91% 623.639 708.124 722.719 773.186 998.648 1.100.062 1.080.847 1.128.991 1.166.632 (100%) (113.54%) (115.88%) (123,97%) (160.13%) (176.39%) (173.31%) (181.03%) (187.06) 15,3 3,34 3,48 4,66 1,61 3,35 4,94 4,79 5,96 Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1, VIPFE y UDAPE. Agropecuario, en el transcurso de los años analizados? ¿Fue suficiente la inversión pública realizada en el sector? inversión del año 198431, índice que se ha incrementado ligeramente hasta 1992 para luego disminuir bruscamente en 1995. En 1999 se recuperan los niveles de inversión de hace 12 años, para continuar con un paulatino incremento hasta el 2006. La relación entre lo invertido y lo generado por el sector muestra una desproporción muy grande en todos los años. En 1984, antes de la aplicación del PAE, la inversión pública en el sector agropecuario representaba el 15.3% del total producido por el sector. Para concluir el acápite, se puede resumir enfatizando que el aporte del PIBA al PIB nacional se ha mantenido en un 15% promedio anual, con un PIB per capita agrícola que presenta una serie de variaciones en los años estudiados, pero siempre con un crecimiento menor que el crecimiento del Después de la aplicación del PAE, esa inversión disminuyó fuertemente. En el año 1987, la inversión pública había disminuido al 3,34% respecto a la 31 La diferencia de las inversiones públicas así como el PIBA entre el año 1984 y 1987 es muy grande, lo cual suscita dudas respecto a la veracidad de esa información estadística, que por otro lado puede ser explicada por la elevada tasa de inflación existente entre 1984-1985; o por las diferentes tasas de convertibilidad de la moneda extranjera. De todas maneras, la inversión pública en el sector agropecuario del año 1984 está en relación a la inversión pública total. 39 PIB per capita general. La productividad del trabajador agrícola también presenta cambios importantes en esos años: en el oriente del país se logra productividades laborales mayores que en el altiplano y los valles. Las regiones del oriente del país (Santa Cruz sobre todo) tiene un aumento sustancial en la conformación del PIBA, al contrario de lo que aportan otras regiones del país. 40 3 La Tierra Finalmente, hay que resaltar que las tasas de crecimiento del PIBA son insuficientes para mejorar la situación de pobreza rural, el nivel de desnutrición, las Necesidades Básicas Insatisfechas; reflejo también de la escasa inversión pública en el sector agrícola. 3.1. El acceso a la tierra Como parte de la serie de medidas del Programa del Ajuste Estructural, a mediados de la década de los 90’s se abordó el tema de las tierras a través de la Ley INRA (1996) planteando que el proceso de reforma agraria debía ser asistida por el mercado. Como consecuencia, se impulsó la modificación del Servicio Nacional de Reforma Agraria (Ley 1715) que pretendía acelerar la titulación y 32 saneamiento de tierras, otorgar concesiones de tierras, el registro y la creación de un catastro de las propiedades para “garantizar la seguridad de la tenencia de la tierra y atraer inversiones” en un plazo de 10 años. En realidad, el proceso de distribución de tierras en Bolivia puede caracterizarse por fases diferentes: 32 Bajo el concepto de que ésta debe cumplir la Función Económica Social (FES), es decir, justificar el uso productivo y social que se hace de las tierras. También se redujo a la mitad el impuesto a la tierra creado en la reforma impositiva de 1986 y eximió de la reversión a todos los propietarios que pagan impuestos. De esta forma, el pago puntual de tributos se convirtió en una prueba del no abandono de la tierra y en un mecanismo para asegurar el derecho propietario. 41 el de la Reforma Agraria (1953) hasta el año 1992 cuando se interviene el Servicio Nacional de Reforma Agraria (SNRA) para implementar otro tipo de desarrollo rural. Una segunda fase a partir del año 1996 cuando se promulga la Ley INRA, y finalmente la tercera fase a partir del nuevo gobierno Nacional que promulga la Ley 3545 (Noviembre 2006) denominada de Reconducción Comunitaria de la Reforma Agraria que modifica la Ley del SNRA. total de las tierras, mientras que el 1.65% de las Unidades Productivas con 5.000 Has y más poseían el 65.2% del total de las tierras lo que significa que en promedio cada Unidad Productiva poseía 15.142 Has. En el año 1984, último año en el que se realizó 33 un Censo Agropecuario en el país , los datos recogidos señalan lo siguiente: • Que se distribuyó mayor cantidad de tierras a las Unidades Productivas de menor dimensión (entre 0-19 Has) llegando a representar éstas el 3.70% del total de las tierras (casi 4 veces más que en 1950), pero también La Reforma Agraria se implementó sobre todo en el occidente del país y en menor medida en el oriente. Antes de la Reforma Agraria, el 77,3% de las Unidades Productivas con extensiones menores Cuadro No. 9 Unidades Agropecuarias según tamaño de tierras (1950-1984) Tamaño de las Unidades Productivas (Has) 1950 1984 Número de Unidades Productivas Extensión (Has) Promedio (UP/Has) Número de Unidades Productivas Extensión (Has) Promedio (UP/Has) 0 - 19 65.869 (77.30%) 209.923 (0.64%) 3,18 330.634 (88.6%) 839.659 (3.70%) 2,53 20 – 99 7.608 (8.93%) 325.592 (0.99%) 42,79 30.125 (8.07%) 1.213.019 (5.35%) 40,26 100 - 999 6.271 (7.43%) 2.101.519 (6.41%) 335,11 8.176 (0.02%) 2.458.038 (10.84%) 300,6 1000- 4999 4.000 (4.69%) 8.724.776 (26.64%) 2.181 3.298 (0.88%) 7.111.627 (31.37%) 2.156 5000 y + 1.412 (1.65%) 21.380.288 (65.29%) 15.142 686 (0.18%) 11.047.809 (48.73%) 16.105 TOTAL 100 % 100 % 100 % 100 % Fuente: INE 1984. 33Que abarcó a todas las regiones del país a excepción del Chapare (Cochabamba) y las provincias F. Tamayo e Iturralde a las 20 hectáreas poseían tan sólo el 0.64% del del departamento de La Paz. 42 aumentó el número de Unidades Productivas que se inscriben en esas extensiones ya que representan el 88.6% del total de las Unidades, lo que significa que se profundizó el minifundio (en 1950 cada Unidad Productiva tenía 3,18 Has en promedio, en cambio en 1984 cada Unidad tiene 2,53 Has/promedio; es decir 0.65 Has menos que 34 años antes). que tenían 15.142 Has. Esa concentración de tierras que se percibe en 1984 se concentra sobre todo en las regiones del oriente del país, con diferencias pronunciadas respecto al occidente del país. En las regiones del altiplano y valles resalta que el 75.54% del total de las unidades de producción tienen menos de 5Has de extensión (7.08% del total del área de esa región); es decir que en promedio cada unidad tendría 1.48 Has mostrando una fuerte fragmentación de las tierras. • Contrariamente, en el extremo de las mayores concentraciones de tierras, sólo el 1.08% de las Unidades Productivas de 100 Has y más poseen el 90.94% del total de la superficie censada (Cuadro No. 9), empezando a generarse la profundización del latifundio. En promedio, cada Unidad Productiva de 5.000 Has y más llega a poseer 16.105 has, es decir 963 Has más que el promedio de las Unidades Productivas de 1950 En estas mismas regiones, sólo el 1.53% de las unidades agropecuarias disponía del 71,96% de la superficie (744,6 Has cada unidad en promedio) mostrando también una cierta concentración de tierras en estas zonas. Cuadro No. 10 Unidades agropecuarias según regiones (1984) Tamaño de las unidades productivas(HAS) Número de unidades agropecuarias No. de unidades % Área Total Hectáreas % Valles y altiplano(1) 0 a 4,99 193.427 75,54 287.385,76 7,08 5 a 19.99 47.170 18,42 411.216,27 10,13 20 a 99.99 11.522 4,50 439.973,72 10,84 100 y más 3.924 1,53 2.921.945,30 71,96 Sub total 100 100 Oriente y amazonía(2) 0 a 19,99 31.711 54,15 141.059,77 0,76 20 a 99,99 18.608 31,78 773.043,52 4,15 100 a 999,99 4.927 8,41 1.533.311,21 8,24 1000 y más 3.311 5,65 16.162.216,45 86,85 Sub total 100 (1) Comprende Chuquisaca, Tarija, Potosí, Oruro y valles de Cochabamba (2) Comprende Santa Cruz, Beni, Pando y Norte de La Paz Fuente: II Censo Nacional Agropecuario 1984 INE (Citado en Ibarnegaray R.1997). 43 100 en el Oriente del País, en Santa Cruz y en menor medida en Beni y Pando); aunque en el periodo de J. Paz Zamora también se entregaron significativas extensiones en procesos de dotación irregulares. 34 En el oriente del país, la situación es más extrema que en el altiplano y valles. Las unidades productivas que tienen más de 1.000 Has de extensión sólo representan el 5.65% del total, pero disponen del 86,85% del área. En cifras absolutas eso significa que más de 16 millones de hectáreas eran apropiadas por 3.311 unidades agropecuarias, lo que en promedio representa una concentración de 4.881,3 Has por unidad. Estadísticas e información oficial mas reciente dan cuenta que lo que muestran los datos del censo de 1984 en términos de desigualdades, se profundiza en los años posteriores. Cuadro No. 11 Distribución de tierras según gobiernos Años Gobiernos Superficie dotada (Has) (%) 1953-1964 1964-1971 1971-1978 1978-1981 1982-1985 1985-1989 1989-1993 Inicio Reforma Agraria (MNR) Militares (Barrientos, Ovando..) Militar (Hugo Banzer S.) Militares Periodo Democrático (UDP) Periodo Democrático (MNR) Periodo Democrático (MIR Paz Zamora)) 5. 113.152 6. 535.835 17. 947.495 6. 511.562 1. 779.943 5.812.013 13. 600.000 8.92 11.40 31,32 11,39 3,10 10,14 23,73 1953-1993 Total 57. 300.000 100 Fuente: Construido en base a MDS 2002 e INRA 2008 En el oriente también se ubican unidades de producción menores de 20 Has (54.15% del total de las unidades) que poseen tan sólo el 0.76% del total del área, lo que en promedio significa 4.55 Has/unidad/promedio. Esta situación de la distribución y concentración de tierras en el año 1984, se ha visto agravada por la distribución de tierras que realizaron los diferentes gobiernos nacionales – resaltando que es en el periodo de Banzer Suárez cuando se distribuye mayor cantidad de tierras a sus familiares y amigos de partido (principalmente La elevada concentración de las tierras se efectúa sobre todo en el oriente del país, en los departamentos 35 de Santa Cruz, Beni y Pando . Según el INRA (INRA 34 Como por ejemplo la auto dotación de más de 100.000 Has del entonces Ministro de Educación, Edím Céspedes. 35 El 37% de las propiedades agrarias están ubicadas en la región del altiplano (La Paz, Oruro y Potosí) cubriendo el 6% de la tierra cultivada; el 46% de las propiedades agrarias en la región de los valles (Cochabamba, Chuquisaca y Tarija) abarcando al 17% de la tierra cultivada y el 17% de las propiedades agrarias en la región de los llanos (Santa Cruz, Beni y Pando) abarcando el 77% de la tierra cultivada. (Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios de Bolivia, Citado en Weisbrot y Sandoval 2008). 44 Cuadro No. 12 La Concentración de Tierras Superficie Número Número demandada Superficie Departamento de de y/o dotada medida familias predios por el INRA (Has) (Has) Superficie Superficie en Superficie no proceso de Superficie saneada saneada saneamiento recortada y/o (%) (%) reconocida Pando 10 78 820.361 820.361 - - 788.821 31.540 Beni 10 131 534.796 353.599 s. d. s. d. s. d. 43.169 Santa Cruz 15 49 512.085 219.845 57 28 143.347 76.498 (15%) Fuente: INRA 2008. 2008), hasta el primer semestre del 2008 eran 10 familias en el departamento de Pando que se apropiaron irregularmente de más de 800.000 36 hectáreas; y en Santa Cruz son 15 familias las que disponen de más de medio millón de hectáreas como se aprecia en el cuadro siguiente. Esta alta concentración de tierras hace que Bolivia sea catalogada como el país de las más elevadas diferencias en las dimensiones de propiedad de la tierra. Ya en la década de los 90, la FAO ubicó a Bolivia como el país que tiene el coeficiente de Gini 37 más elevado de toda América Latina y el Caribe, con un nivel de desigualdad muy superior a otros países como Barbados, las Bahamas, Perú y la Argentina.(FAO 1990). Estudios más recientes reafirman lo anterior mostrando que la situación no varió hasta mediados de los 2000. “...la concentración de tierras en Bolivia entre un grupo muy pequeño de propietarios parece ser casi la peor en el mundo entero con la excepción de Chile... El 66.4% de los suelos cultivables distribuidos solamente entre el 0.63 de los propietarios (en Bolivia) se presenta como la peor en el hemisferio” (Weisbroth y Sandoval 2008). Las desigualdades en el acceso a las tierras y la alta concentración de superficies de tierras en pocas manos (latifundios) es un problema fundamental al cual hay que añadir el factor de la calidad de las tierras cultivables: las tierras más erosionadas y pobres en su fertilidad están ubicadas generalmente en el altiplano y valle, en manos de los agricultores campesinos, en cambio las tierras más fértiles y las mejores ubicadas no sólo en términos de altitud, humedad, protección, agua, sino también en términos de acceso a los mercados (carreteras y vías férreas para el transporte), están en el oriente del país, principalmente en manos de las agroempresas. Estas desigualdades en el acceso a la extensión de las tierras como a la calidad de las mismas, junto a las desigualdades de los ingresos económicos constituyen uno de los principales factores para la permanencia y profundización de la pobreza. 36 Según noticias de la Prensa nacional, en Bolivia hay familias que poseen más de 290.000 hectáreas (Periódico La Prensa 3.2. El proceso de saneamiento 12/12/2007). Otro aspecto importante a considerar es el 37 Índice del nivel de desigualdad. 45 relativo al proceso de saneamiento de las tierras comprendido como el procedimiento técnicojurídico que permite determinar el derecho de propiedad agraria, el cual se efectúa desde la implementación de la Ley INRA. Según el INRA, desde 1996 hasta el 2005 sólo se sanearon 9,2 millones de hectáreas con una inversión de 87 millones de dólares, dejando pendientes de trabajo la extensión de 97.5 millones de hectáreas (91% del total de la superficie objeto 46 4 La Producción Agrícola de saneamiento)38. En ese periodo de tiempo, el lento proceso de saneamiento es atribuido a la falta de voluntad política por los diversos gobiernos de política neoliberal por implementar esa ley, trabajo que estuvo caracterizado por una serie de obstáculos (elevado precio en el saneamiento, documentos duplicados o viciados de nulidad, documentos falsos,expedientes agrarios de propiedades inexistentes y distorsiones en la normativa agraria entre otras). Según el Cuadro No. 6 del Anexo, inmediatamente después de la implementación del PAE hay una disminución en la producción total de los productos agrícolas (7%) debido sobre todo a la disminución de la producción de productos básicos como los tubérculos (papa) y cereales (arroz, maíz, trigo). Posteriormente hay una paulatina recuperación del total producido, principalmente por el incremento en la producción de los productos industriales. Lo más significativo en el periodo analizado es la tendencia a la caída en la producción de los productos básicos de consumo como los tubérculos, cereales (entre 1987 y 1992) y hortalizas; y el vertiginoso incremento en la 38 Siempre según el INRA, el nuevo gobierno saneó en el 2006, 3,3 millones de hectáreas, en el 2007 alcanzó a 7.1 millones y hasta junio del 2008 había titulado 4,3 millones de hectáreas. De ese total (14.7 millones Has), 9 millones corresponden a propiedades colectivas comunitarias; 577.000 Has a pequeños propietarios y 888.000 Has a medianos y grandes empresas. 47 producción de los productos industriales, sobre todo la soya que aumenta su producción 7 veces más entre 1992 y 1997; y 15 veces más en los 13 años posteriores (1992-2005). pronunciados en su superficie cosechada, sobre todo a partir de 1992. Las hortalizas presentan una disminución hasta 1995 y luego una lenta recuperación en 1997, y más pronunciada hasta el 2005; en cambio los estimulantes presentan un estancamiento hasta 1992 y luego una caída, sin lograr recuperar los niveles de 1987. Respecto a la superficie cosechada (ver Cuadro No. 7 del Anexo), ésta al igual que la producción total, disminuye al inicio de la aplicación de la PAE para luego aumentar hasta el año 1997, disminuir hasta el 2001 y continuar con aumentos considerables hasta el 2005. En términos de los rendimientos productivos (ver Cuadro No. 8 del Anexo), los únicos productos que presentan un incremento permanente son el arroz, tomate y el trigo, productos básicos en la canasta de consumo de la población. Al contrario de esa situación, hay otros productos de consumo básico que presentan una tendencia a la disminución, como la papa principalmente y la quinua (a pesar de ser también un producto de exportación) En la superficie cosechada de los tubérculos se anota la constante disminución de la superficie cosechada de la papa, que no recupera los niveles de 1985. También sobresale el caso de la oca que presenta un estancamiento en su superficie cosechada, alrededor de las 15.000 hectáreas. En los productos industriales, el algodón presenta una tendencia muy irregular, con disminuciones hasta las 8.000 Has e incrementos hasta las 52.000Has. En cambio la soya presenta incrementos De igual manera, hay otra serie de productos que Cuadro No. 13 Productividad Nacional Agropecuaria (1985-2005) Tierra cultivada Por Trabajador (Total Ha/PEAA) Rendimiento promedio de la Tierra (TM/Ha) Productividad aparente del Sector agrícola Superficie cultivada por trabajador Rendimientos de la tierra t (=Ta/La) r (=Ya/Ta) el (=t+r+r*t) V (t/el) R (=r/el) 1985 1,27 4,42 5,746134 0,22 0,77 1987 1,18 4,36 5,591448 0,21 0,78 1992 0,98 4,43 5,453414 0,18 0,81 1995 1,13 4,25 5,428025 0,21 0,78 1997 1,38 4,36 5,800168 0,24 0,75 2001 1,69 4,69 6,459261 0,26 0,73 2005 1,96 4,66 6,711336 0,29 0,69 Años Fuente: Cuadro construido en base al Cuadro No. 2 y los Cuadros No. 6 y 7 de los Anexos. 48 presentan -al inicio del periodo- un incremento en su rendimiento productivo y luego un descenso, tal el caso de el algodón, el girasol y la soya, por lo general productos de exportación y producidos en el oriente del país. trabajador), debido sobre todo a que la superficie cultivada por trabajador (V) disminuye. Recién a partir del año 1997 – 12 años después del inicio de la aplicación del PAE – la superficie cultivada por trabajador aumenta, lo que incide en el incremento de la productividad y también en los rendimientos de la tierra en todo el periodo. Finalmente, los productos que al inicio del periodo de estudio presentan un estancamiento en sus rendimientos productivos, con tendencia a la disminución, son la caña de azúcar y la cebolla, ambos productos esenciales en el consumo de la población y en las exportaciones. Esta situación de estancamiento podría explicarse por el retrazo tecnológico que va a suponer que en el factor del “acceso a las tierras” de la productividad del trabajo (por lo tanto, de los ingresos económicos) sea el factor de mayor retrazo y suponga conflictos por la tierra. 4.1. La productividad agropecuaria El análisis de la productividad laboral agrícola es muy importante no sólo para analizar la evolución del sector en los años pasados sino también para delinear políticas agrícolas para el futuro. En ese sentido y definiendo la productividad 39, se tiene el cuadro No. 13 que muestra la evolución de la superficie cultivada por trabajador, la productividad aparente como también los rendimientos de la tierra. Por lo tanto, si los rendimientos aumentaran más rápido, la tensión por la tierra disminuiría; por lo que una adecuada política debe plantear urgentemente un cambio tecnológico en las unidades productivas campesinas. ¿Y como se explica esa situación de la productividad al interior de las regiones del país? En 1985, la productividad del trabajador agrícola a nivel de los diversos departamentos era muy diversa: en las regiones del Altiplano (La PazOruro-Potosí) la productividad era de 0.87 TM por persona/año, en cambio en Santa Cruz y Pando la productividad alcanzaba a 9,50 TM/persona y 8.59 TM/persona respectivamente (ver cuadro No. 9 del Anexo). De dicho cuadro se desprende que la productividad aparente de la mano de obra agrícola tuvo una disminución pronunciada hasta 1995 (5.42 TM/ 39 Para determinar la productividad se consideran las siguientes relaciones, donde: Ya = producción total agropecuaria La = Población que trabaja en el sector agropecuario (PEAA) Hacia 1995 la productividad había aumentado levemente para la región del altiplano (sobre todo por la disminución de la PEA dedicada a la agricultura) pero aumentaron las diferencias con los departamentos de Santa Cruz y en menor medida con Pando y Tarija (los cuales aumentaron la productividad por el incremento en la producción Ta = Total de superficie cultivada Luego: Ya/La = E (Productividad aparente del trabajador) Ta/La = V (Tierra cultivada por trabajador) Ya/Ta = R (Rendimiento promedio de la tierra) Luego: E= V+R 49 Gráfico 6 A Gráfico 6 B Fuentes de la productividad del trabajo agrícola 1985 Fuentes de la productividad del trabajo agrícola 2005 y disminución en la PEAA) tierra cultivada por trabajador, entre 116% (Potosí) y 171 % (Tarija) existiendo situaciones extremas como Pando (sólo aumentó 108%) y Santa Cruz (593%). En términos generales, la diferencia entre unos departamentos (La Paz, Oruro, Potosí) y los otros como Santa Cruz se profundiza más aún: si en 1985 la productividad de la PEA en los últimos departamentos era 11,17 veces más que la productividad lograda en La Paz-Oruro-Potosí; hacia 1995 esa productividad se amplió a 13,74 veces más. Hacia el año 2005, la tendencia al incremento continúa en todas las regiones, algunas con una alza ligera respecto a 1995, como Tarija y Potosí, y otras con un alza más elevada como Santa Cruz que prácticamente dobló la relación de la superficie cultivada por trabajador y el Beni que más que triplicó la relación. Hacia el año 2005 la situación no presenta grandes variaciones ya que las diferencias en la productividad aparente del trabajador continúan ampliándose. Hay un lento crecimiento en la productividad laboral agrícola de los departamentos del altiplano y valles, y un incremento en la productividad de algunos departamentos del Oriente del país como Santa Cruz y sobre todo Beni (Ver Gráficos 6a y 6b). En términos de la tierra cultivada por trabajador según departamentos, la diferencia no es tan pronunciada entre unos y otros como en el caso de la productividad laboral. En síntesis, en los 20 años de implementación del PAE, en la mayoría de los departamentos del país, la tierra cultivada por trabajador tuvo un incremento muy bajo (entre 1 y 2 veces más), en cambio en los departamentos como Beni y sobre todo Santa Cruz, el aumento fue muy superior (5,6 y 12 veces más). En términos del rendimiento productivo de la tierra, los cambios entre 1985-1995 y 2005 son heterogéneos según las regiones: La Paz, Cochabamba, Potosí y Pando tienen un incremento en los 20 años considerados; en cambio los departamentos que tienen una permanente caída Entre 1985 y 1995, todos los departamentos -a excepción de Cochabamba que tuvo una disminución en la relación de superficie cosechada por trabajador- aumentaron en la relación de 50 51 CULTIVOS 91,37 9,38 1,56 4,99 3.521 2,03 Caña de azúcar Soya Café Frejol y Poroto Cacao Quinua 6 1,85 3,59 5.403 4,61 2,25 1,63 4,49 7,19 3 2,9 5,14 Tierra cultivada por trabajador (Has/PEAA) 1985 1,56 0,84 1,38 0,65 0,44 40,6 4,7 1,58 0,74 1,31 1,3 1,53 Rendimiento Promedio del Cultivo (TM/Ha) Fuente: Cuadro construido en base a los Cuadros No. 8 y 9 del Anexo. 7,7 7,14 5,33 3,93 3,79 7,89 Productividad Aparente del Trabajo (TM/ PEAA) EXPORTACION ALIMENTICIOS Papa Maíz Trigo Habas Arveja Arroz Cuadro No. 14 12,41 1,6 3,53 1,20 2,36 96,74 8,37 8,6 7,03 4,32 3,79 10,45 Productividad Aparente del Trabajo (TM/ PEAA) 5,99 1,85 3,6 1,65 4,61 2,24 1,63 4,5 7,2 3,11 2,9 5,14 Tierra cultivada por trabajador (Has/PEAA) 1995 2,06 0,86 0,98 0,67 0,51 42,99 5,11 1,91 0,97 1,38 1,3 2,03 Rendimiento Promedio del Cultivo (TM/Ha) 10,73 1,82 5,37 1,32 2,65 110,52 9,91 11,29 7,93 5,58 4,77 12,28 Productividad Aparente del Trabajo (TM/ PEAA) Productividad de los principales cultivos alimenticios y de exportación (1985-2005) 6,22 1,88 3,60 1,79 4,65 2,28 1,63 4,52 7,22 3,18 2,28 5,26 Tierra cultivada por trabajador (Has/PEAA) 2005 1,78 0,97 1,49 0,73 0,57 47,19 6,04 2,5 1,09 1,78 1,65 2,37 Rendimiento Promedio del Cultivo (TM/Ha) son Chuquisaca, Beni, Santa Cruz (con una fuerte expansión de la superficie cultivada) y Tarija. Los trabajadores agrícolas que producen alimentos básicos de consumo y que tuvieron un aumento en su productividad laboral entre 1985 y 1995 son los productores de arroz (aumentó el 134%) y el trigo (132%), mientras que los trabajadores de la arveja mostraron un estancamiento productivo y los de frejol/poroto una disminución del 29%. La papa mostró un ligero aumento en la productividad ya que pasó de 7.70 a.m./Trabajador/año a producir 8.37 a.m./trabajador/año. En términos de la tasa de cambio, todos los departamentos presentan una relación acorde entre la productividad del trabajador y la cantidad de tierra cultivada por trabajador; y el rendimiento productivo de la tierra, a excepción del departamento de Santa Cruz (donde en el año 1995 la productividad laboral es 3 veces más la relación de tierra cultivada por trabajador y los rendimientos productivos de la tierra), lo que mostraría que la productividad laboral en ese departamento no se logró por aumento en los rendimientos productivos o ampliación de la superficie cosechada por trabajador, sino más bien por otros factores como por ejemplo la mecanización tecnológica que prescindió de trabajadores rurales. En el otro extremo, hay departamentos como Oruro donde la productividad laboral agrícola es muy baja, mostrando mayor aumento en los factores del rendimiento productivo de la tierra y ampliación de la superficie por trabajador, que en la productividad del trabajador agrícola. Estos incrementos laborales son muy parecidos a los logrados en los productos de exportación que fluctuaron entre el 106% (caña de azúcar) y 132% (soya). En síntesis, se percibe que los trabajadores que tuvieron mayor rendimiento productivo laboral entre 1985 y 1995 son los del oriente (Santa Cruz) que se dedicaron a la producción de arroz, la soya y trigo (ambos productos vinculados en el ciclo agrícola). Con menor rendimiento productivo laboral se ubican los trabajadores de la quinua (que también se exporta), papa y arveja, situados en regiones del altiplano, sobre todo.En el periodo 19952005 se incrementa la productividad de los trabajadores de todos los productos, tanto los destinados a la exportación como los destinados al consumo, a excepción de la soya que tiene una productividad negativa. Finalmente, para completar el análisis resulta oportuno realizar el mismo ejercicio de la productividad laboral y la tierra cultivada por trabajador, pero considerando a los principales 40 productos agrícolas según su destino . productos principalmente para exportación y productos para el consumo de la población. Los productos que más aumentan su productividad son el frejol, maíz y porotos, y los que menos aumentan son el cacao, trigo y quinua. 40 Lo que en cierto sentido refleja también la producción según regiones. Por ejemplo, la mayoría de la producción total de la caña de azúcar, arroz, frejol y porotos provienen de Santa Cruz, al igual que la soya y girasol; mientras que la mayoría Referente a la evolución de la cantidad de tierra cultivada por trabajador, el Cuadro No. 14 muestra un estancamiento en todos los productos. Esto del cacao y café de la región sub tropical de La Paz. El resto de los productos considerados en los cuadros del Anexo, reflejan la producción mayoritaria de regiones del Altiplano y Valles. 52 quiere decir que un trabajador agrícola ha seguido atendiendo a la misma proporción de tierras entre 1985 – 1995, tanto en el altiplano y valles como en el oriente, sin diferenciar si eran productos básicos de consumo o de exportación. una tendencia totalmente contraria a la del periodo anterior), maíz (131%) y haba (129%); y entre los productos de exportación resaltan el café (113%) y la quinua (112%), aunque con ligeras diferencias entre el cacao y la caña de azúcar. Esa tendencia es muy similar a la que se da entre los años 1995 y 2005, pues la cantidad de tierras cultivada por trabajador se mantiene igual o con incrementos muy leves como es el caso de algunos cultivos de exportación (soya, cacao, quinua y también el arroz). A pesar de esos aumentos en los rendimientos productivos, éstos todavía se mantienen bajos respecto a los rendimientos logrados en otros países, tanto en el caso de los productos básicos de consumo como en los de exportación. En los productos de consumo alimentario como el arroz, los rendimientos entre 1985-2005 alcanzaron a 2.03 TM/Ha mientras que en Centro América se lograron 3.64 TM/Ha/promedio y 4.7 TM/Ha en México. Las diferencias son más grandes aún en el caso del trigo, ya que en México por ejemplo, se logran 3.7 TM/Ha, mientras en el país solo 0.97 TM/Ha. Finalmente, en los aspectos del rendimiento productivo por producto, en el Cuadro No. 14 se aprecia que entre 1985-1995 casi la totalidad de los productos aumentaron sus rendimientos productivos, a excepción de la arveja que tuvo un estancamiento y del frejol/ poroto que disminuyó. Los productos que más incrementaron su rendimiento productivo son el arroz y la soya (producto de exportación), ambos ubicados en la región oriental del país, mientras que los productos producidos en los valles (café, cacao) tuvieron rendimientos menores, pero superiores a los producidos en el altiplano (papa, habas). El caso de la papa es el más preocupante aún por el retroceso que se está dando en este cultivo, a pesar de ser un producto originario del área andina del país, básico en la economía campesina y fundamental en el consumo de toda la población rural y urbana. Mientras en el año 2000 el rendimiento promedio a 41 nivel nacional era de 6.9 TM/Ha – 4 veces menos que el rendimiento logrado en Argentina; 2.3 veces menos que en Chile y 1.6 veces menos que en el Perú – en el año 2005 se producen 5.7 TM/Ha. Esto significa un decrecimiento del (-) 18.2% en el rendimiento productivo en esos años (mientras que los países mencionados incrementaron su rendimiento en 4.0%; 21.7% y 8.4% respectivamente www. Entre 1995 y 2005 se dan rendimientos productivos más significativos que en la década pasada, sin embargo resalta el hecho de que el único producto que presenta una disminución en su rendimiento es la soya (14% menos), y también el que más expandió su superficie cultivada, como se apreció anteriormente. Entre los productos alimenticios que mayor incremento tuvieron figuran el frejol/poroto (con 41Es decir, 4.7 TM/Ha menos que el promedio logrado en la zona Andina. Para el 2005, esa diferencia aumentó a 6.5 TM/Ha 53 4.2. La productividad en la industria de alimentos fao.org/statisticsyearbook). En los productos de exportación, el caso de la soya es alarmante ya que es un producto que fue incentivado fuertemente con una serie de medidas por los diversos gobiernos que implementaron el PAE. Mientras en el país se logran rendimientos que alcanzan a las 2.0 TM/Ha en 1997/98, en Brasil se logran 2.59 TM/Ha; 2.51 TM/Ha en el Paraguay y 2.60 TM/Ha en la Argentina. En los años 2002/2003 los rendimientos nacionales caen a 1.78 TM/Ha, mientras en los países mencionados se incrementan a 2.85 TM/Ha; 2.90 TM/Ha y 2.82 TM/Ha respectivamente (www.fao. org/statisticsyearbook). Dado que la producción agrícola tiene una relación directa con la industria manufacturera de alimentos y bebidas, resulta conveniente analizar brevemente la situación de ésta y su evolución. En el Cuadro No. 15 sobre la industria de alimentos, 42 e aprecian datos desde el año 1983 , y de forma más continuada desde 1989 hasta el 2001, último 43 año del que se disponen datos oficiales . La contribución de la industria de alimentos y bebidas a la conformación del PIB nacional era, en 1983, del 8,51%, porcentaje que ha tenido una tendencia general a disminuir aunque con ligeras variaciones en 1991 y 1995. Contraria a esa tendencia, la industria de alimentos y bebidas cada vez contribuye con mayor porcentaje a la conformación del PIB del sector manufacturero, mostrando también que la industria manufacturera 44 nacional es incipiente en su desarrollo , y no se basa en la producción de bienes de capital, materiales, tecnología y productos con mayor valor agregado. En el caso del café, las diferencias de productividad no son tan pronunciadas ya que en el país se logra 0.86 TM/Ha mientras en Centro América se logra 0.85 TM/Ha en promedio. El único producto nacional que logra rendimientos productivos más elevados que en otros países, y que tiene un incremento paulatino, es el cacao: en 1985 se producía 0.65 TM/Ha; en 1995 se alcanzó a 0.67 TM/Ha y a 0.73 TM/Ha en el 2005; mientras que en México y Centro América (promedio de los países centroamericanos) se logró 0.70 TM/Ha; 0.50 TM/Ha, 0.59 TM/Ha y 0.40 Tm/ Ha, 0.30 TM/Ha y 0.54 TM/Ha respectivamente, en los años mencionados (www.cepalstat). 42Aunque no son considerados en el análisis los datos del año 1983 porque los valores de la industria, por efecto de la elevada inflación que vivía esos años el país, son muy elevados y nominales y no permiten realizar un análisis comparativo. 43Actualmente, el INE está emprendiendo un levantamiento de datos por muestreo de la industria de alimentos, con resultados a obtener en el año 2009. 44Ya que los otros componentes del sector manufacturero como el de textiles y cueros, maderas y otros productos maderables, refinación de petróleo, los no metales y otros, contribuyen cada vez con porcentajes más bajos a la conformación del PIB manufacturero. 54 Cuadro No. 15 La productividad en la industria manufacturera de productos alimenticios (1983-2001) Participación de la industria de alimentos (y bebidas) en la conformación del PIB nacional (%) Participación de la industria de alimentos y bebidas en PIB del sector manufacturero (%) 1983 1989 1991 1995 1999 2001 8,51 7,26 7,64 5,86 6,46 6,39 s.d. 42,73 43,09 45,24 47,53 47,30 15.906 17.340 Datos Industrias alimenticias(1) 1. Número de personas ocupadas 12.733 12.018 12.614 2. Valor Agregado 73.503.644 304.897 561.816 3. Valor Bruto de la Producción 4. Valor de las Ventas 5. Valor de las materias primas consumidas de origen nacional 6. Valor de las materias primas consumidas de origen importado 2.374.710 142.359.512 1.525.356 2.501.210 4.895.126 6.869.118 7.970.585 139.334.394 1.391.340 2.198.068 4.759.398 6.705.063 8.103.104 57.498.411 754.589 1.248.304 2.239491 2.850.748 3.588.919 657.875 1.103.981 495.554 797.686 863.182 2.729.045 3.648.434 4.392.101 Total Valor Ms. Ps. consumidas 7. Productividad (2/1) 16.738 1.579.232 2.132.645 1.412.464 2.352.285 5.772,69 25,37 44,54 99,29 122,99 141,88 Notas: Para 1983, en miles de pesos bolivianos, y para 1989-1991 en miles de bolivianos. (1) Comprende producción y procesamiento de carnes, pescados, frutas, legumbres y hortalizas, elaboración de aceites, productos lácteos, molinería, alimentos preparados, productos de panadería, azúcar, cacao y confitería, fideos y pastas, otros productos, bebidas alcohólicas y productos de tabaco. Fuente: Bolivia en Cifras 1985 (INE); Encuesta Nacional de la Industria Manufacturera 1995-2001 (INE) y estadísticas de industria manufacturera (INE) Respecto al desarrollo y evolución de la industria de alimentos, se aprecia que entre 1983 y 1991 hay un estancamiento en el número de personas ocupadas en la industria de alimentos, y luego un lento crecimiento hasta 1999, para disminuir en el 2001 (lo que muestra mejores resultados económicos pero en perjuicio del empleo). En cambio el valor agregado presenta un permanente aumento en todos los años considerados al igual que el Valor Bruto 45 de la Producción y el valor de las ventas (que se incrementó en 582% entre el 2001 y 1989). entre 1989-1991 era extremadamente elevada (47% del total), con incrementos superiores al 168% entre esos dos años, 3% más elevada que el incremento del valor de la materia prima de origen nacional. Hacia 1995, ese valor descendió al 18% para permanecer hasta el año 2001 (último año del que se disponen estadísticas oficiales) en alrededor del 20% promedio. El valor de las materias primas importadas es muy elevado considerando que Bolivia es un país con gran potencialidad agrícola y pecuaria, y dado también que es una industria básica de alimentos Sobresale también la evolución del valor de la materia prima utilizada por la industria de alimentos y bebidas. El valor de la materia prima importada 45Que aumentó 164% entre 1989/1991 y 196% entre 1991/995 para luego descender a 116% en 1999/2001. 55 que no produce alimentos sofisticados ni de complejo procesamiento. que la industria manufacturera de alimentos tiene rendimientos mucho más elevados que los rendimientos del sector agrícola. Dicho valor elevado podría explicarse por la concentración de las importaciones en dos tipos de materias primas, que varían según las épocas. En la década de los años 80 y 90’s, la mayoría de la materia prima importada era el trigo y la harina 46 de trigo utilizada por las industrias molineras – por un valor del 55% del total del valor importado –coincidiendo con la época de mayor cantidad de alimentos donados. En cambio en el año 2001 la mayoría de la materia prima utilizada por la industria de alimentos (en este caso la industria de aceites) son los llamados productos para elaborar aceites y grasas vegetales - llegando a representar el 48,5% del valor total 47 importado ese año - y coincidiendo con los años en que mayor producción y exportación de soya y aceite nacional hay en el país. También coincide 48 con las denuncias de que soya brasilera estaba siendo re-exportada por los agro empresarios de la soya del oriente del país -como si fuera soya boliviana- para aprovechar las preferencias arancelarias que tenía Bolivia ante los países de la Comunidad Andina de Naciones (CAN). Finalmente hay que resaltar que la industria de alimentos ha sufrido un proceso de transformación en los años considerados. En 1995 se concentra principalmente en La Paz y Santa Cruz (juntas concentran el 68% del total), y en menor medida en Cochabamba y Oruro. En el departamento de La Paz, la industria más representativa es la molinería, la de bebidas alcohólicas (cervecería), no alcohólicas y “otros” productos. En Santa Cruz la situación es la misma con la diferencia de que ya existe una industria de aceites y grasas. En el resto de los departamentos, el desarrollo de la industria de alimentos es más incipiente, concentrada sobre todo en la de bebidas no alcohólicas (Beni, Tarija); procesamiento de carnes (Chuquisaca), molinería (Oruro, Potosí) y cerveza (Cochabamba) Hacia el año 2001, hay mayor concentración de la industria de alimentos en Santa Cruz que desplaza del primer lugar a la industria de alimentos de La Paz (ambas concentran el 86% del total en términos de valor). En Santa Cruz sobresale la industria de aceites y oleaginosas, y luego la de molinería y bebidas no alcohólicas; en cambio en La Paz sobresale la industria de bebidas alcohólicas, molinería y productos lácteos. En el resto de los departamentos las industrias se reducen y concentran en una o dos especialidades que ya se anotaban en 1995, Por otro lado, hay que señalar que estas variables y tendencias se reflejan en el indicador de la productividad que tuvo incrementos sustanciales entre unos años y otros, pero sobre todo entre 1991 y 1995 (se incrementó 223%), demostrando 46 Para productos de molinería, panadería y fideos – pastas. 47En 1995, el valor de esa materia prima era de 21.571 miles de Bs. (sólo 4,3% del total importado). 48Al respecto ver los documentos y publicaciones realizadas por el CIOEC en diversos medios de comunicación. 56 57 15.660 s.d. 203.000 Estimulantes y cacao Productos lácteos Lácteos 21.792 215.574 31.049 4.114 12.125 1.042 52 342 13.615 15.477 1.902 1.204 940 s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 9.172 s.d. s.d. 38.269 s.d. s.d. 20.000 33.917 216.615 31.101 4.456 13.615 179.115 14.557 347.688 296.934 1.107.196 69.773 155.972 916.489 182.216 Oferta Total 27.117 245.166 27.373 4.776 s.d. 323.165 13.180 372.812 337.240 1.043.302 s.d. 98.104 1.096.576 124.831 Produc ción 7.415 357 332 1.902 s.d. 36 2.502 127 3.188 23 81.693 106.301 195.357 188.315 s.d. s.d. s.d. s.d. 11.390 s.d. s.d. 15.091 s. d. s.d. s.d. s.d. Importa Stock ciones inicial 1995 Produc ción Fuente: FIDA (1985) y MDRAyMA (Hojas de balance de alimentos 2006). Importa ciones 215.424 646.181 34.532 245.523 27.705 6.678 s.d. 334.591 15.682 372.939 355.519 25.073 260.544 30.869 4.599 s.d. 994.188 13.524 461.918 364.845 1.043.325 1.297.570 81.693 204.406 10.787 1.170 632 2.018 772 1.108 1.210 1.720 11.142 1.607 96.818 125.527 s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 5.500 s.d. s.d. 140.000 s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. Stock inicial 1999 1.291.933 1.163.261 202.205 313.146 140.594 197.535 Oferta Total Notas: (1) Sólo se considera la producción interna y no los stocks e importaciones por carencia de estadísticas. 411.800 s.d. Frutas, conservas y derivados 152.000 s.d. 12.655 346.484 119.800 8.240 Leguminosas Oleaginosa y derivados Margarina vegetal 25.520 Legumbres y Hortalizas 257.725 185.600 Azúcares y otros 95 69.773 s.d. 707.600 1.107.101 74.001 61.971 Tubérculos, raíces y derivados s.d. 788.149 54.480 614.800 359.600 Cereales Trigo 30.400 30.400 Importa Stock ciones inicial Produc ción Produc ción PRODUC. 97.940 97.336 1990 1980(1) Derivados de cereales Harina de trigo Cuadro No. 16 Produc ción 259.911 843.627 34.743 543.170 484.560 35.861 261.714 31.501 6.617 772 40.682 642.149 33.192 6.361 s.d. 1.000.796 1.442.385 14.734 463.638 515.987 1.299.177 1.285.230 312.242 771.708 1.365.466 1.815.324 338.129 86.179 Oferta Total Procedencia de los productos que conforman la oferta total de alimentos (1980-2005) En TM 10.762 353 s.d. 1.105 356 69.980 2.442 3.370 11.382 89 130.131 183.358 301.198 283.074 Importa ciones (-) 5 s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 100.000 s.d. s.d. s.d. 61.229 32.410 Stock inicial 2005 51.439 642.502 33.192 7.466 356 1.512.365 37.185 546.540 595.942 1.285.319 390.042 1.026.985 2.177.751 401.663 Oferta Total resaltando también la casi nula industria de alimentos en Beni y Pando. año/persona a 0.77TM/persona/año. La producción interna de alimentos aumentó en la misma relación que la oferta total de alimentos, en cambio las importaciones han tenido un incremento del 60% entre 1995 y 1990 (pasaron de 209.780 TM a 337.093 TM); sólo un 18% entre 1999 y 1995 y más del 91% entre el 2005 y 1999 (de 396.703 TM a 759.589 TM). 4.3. La oferta general de alimentos y su procedencia Según los datos de las Hojas de Balance de 49 Alimentos del MDRAyMA, la oferta nacional de alimentos - considerando solamente la producción interna más los stocks acumulados y las importaciones, y no así las pérdidas, las exportaciones y el consumo intermedio (semillas, forrajes, materias primas para la industria y el procesamiento de algunos alimentos) - ha tenido un incremento entre el 23% y el 29% entre 1980 y 1999; y de 34% entre 1999 y 2005. Del total de las importaciones de alimentos, un significativo porcentaje corresponde a las importaciones de trigo, harina de trigo y derivados (galletas, fideos): el 80% en todo el periodo de los años 90 y el 57% en el año 2005 debido al incremento de las importaciones de otros productos que componen la oferta de alimentos, como la cebada malta, aceites (de girasol y soya que fueron reexportados a otros países como se analiza anteriormente) y en menor medida la leche. Según esos datos, la oferta total de alimentos en el año 1995 alcanzó a 3.687.310 TM y en el 2005 a 7.274.178 TM/año, lo que significa que la oferta (o disponibilidad) de alimentos pasó de 0.49 TM/ Cuadro No. 17 Principales productos agrícolas según tipo de productor (TM) Productor/Productos 1984 1998-1999 2004/2005 1. PRODUCCION CAMPESINA Altiplano y Valles Papa 663.000 (100%) 7070250 (90%) 703.328 (92%) Yuca 168.000 (60%) 189206 (47%) s. d. Quinua 21.000 (100%) 22027(100%) s. d. Maíz 184.100 (70%) 323081(53%) 198.755 (63,33%) Habas 21.000 (100%) 58116(100%) 58.505 (99,43%) Trigo 87.000 (85%) 55590(39.5%) s. d. Tomate 220.000 (100%) 13460(16.5%) 15.974 (9,60%) Avena 3.000 (100%) s. d. s. d. Camote 8.000 (100%) s. d. s. d. Cebolla s. d. 46790(95.16%) 47.135 (25,03%) las exportaciones no coinciden con las estadísticas oficiales Yuca 112.000 (40%) 210800(53%) s. d. 2251(1.6%) s. d. 49Cuyos datos (1) de importaciones de alimentos así como de Área Tropical de importaciones y exportaciones que presenta el INE, Trigo expresados en otros cuadros del estudio. 58 Maíz 52.600 (20%) 124734(20%) s. d. Papa 76073(10%) s. d. 22.000 (15%) 70730(84%) s. d. Arroz 174.000 (90%) 163332(86%) 111.052 (21,59%) Soya 29.000 (50%) s. d. s. d. Castaña 16.000 (80%) s. d. s. d. s. d. s. d. 373 (0,01%) s. d. 15860(8.5%) 403.100 (78,40%) Tomate Arveja 2. PRODUCTORES MEDIANOS (2) Área Tropical Arroz Trigo s. d. 20.400(14.5%) s. d. 26.300 (10%) 49.314(8%) 62.842 (20,02%) 1.022.000 (40%) s. d. s. d. Maíz duro Caña de azúcar Algodón 2.000 (10%) s. d. s. d. Papa s. d. s. d. 61.309 (8,0%) Tomate s. d. s. d. 149.897 (90,16%) Cebolla s. d. 2375(4.53%) 2.463 (4,96%) Habas s. d. s. d. 337 (0,57%) 3. PRODUCTORES GRANDES (3) Área Tropical Arroz 19.000 (10%) 10.196(5.5%) Trigo s. d. 62.053(44%) s. d. Maíz s. d. 16.032(19%) 52.200 (16,63%) Soya 29.000 (50%) 762.200(100%) s. d. s. d. 95.410(100%) s. d. Girasol Algodón Caña de azúcar s. d. 18.000 (90%) 14.332(100%) s. d. 1.533.000 (60%) 4.159.869(100%) s. d. 4.000 (20%) s. d. s. d. Castaña Notas: (1) Propiedades de colonos entre 0-50 Has. (2) Propiedades comprendidas entre 50-200 Has. (3) Propiedades comprendidas entre 200 y más Has. Fuente: Cuadro construido en base a FIDA (1985); MAGDR 2000; CAO (1999) y MDRyMA (2008). ¿Y de donde proceden los alimentos producidos internamente? ¿Que tipo de productores producen qué productos? ¿Donde se ubican? Has; medianas entre 50 a 200 Has y grandes entre 200 y más hectáreas) y su ubicación geográfica (altiplano/valles, donde por lo general se ubican los agricultores campesinos; y el área tropical donde se ubican los agricultores colonizadores, los empresarios medianos y los empresarios grandes). El Cuadro No. 17 muestra a los productores según el tamaño de sus propiedades (pequeñas entre 0 y 50 59 La tendencia general que se percibe en el transcurso de los años estudiados es que los agricultores campesinos ubicados principalmente en el altiplano y valles son los que aportan la mayoría de los alimentos básicos de consumo para el mercado interno, mientras que los grandes productores producen principalmente productos de exportación. Se profundiza también la diversificación de la producción de los alimentos básicos de consumo en la región del Oriente del país, ya que cada vez es más significativa la producción por parte de los medianos productores que ahora producen el 8% del total de la papa, el 20% del maíz, la mayoría del arroz y del tomate; incursionando también en la provisión al mercado de otros productos que antes no producían o lo hacían sólo para el consumo familiar (cebollas, habas). Antes de la vigencia de la PAE, los pequeños agricultores del altiplano y valles producían productos básicos de consumo como la papa, habas, tomate, quinua y otros, complementados por la escasa producción de los pequeños agricultores ubicados en el área tropical. Los agricultores medianos producían algo de caña de azúcar y en menor medida algodón y maíz; mientras que los grandes productores producían principalmente caña de azúcar y algodón para la exportación. Hacia 1998 hay cambios en la procedencia de los productos internos. Aunque los agricultores campesinos siguen produciendo la mayoría de los alimentos básicos, incursionan en las exportaciones (quinua, cacao). También se percibe una mayor diversificación productiva en los campesinos ubicados en el área tropical, con una naciente producción en ciertos productos (arroz, tomates) mientras que los grandes productores diversifican sus productos de exportación e incursionan en otros productos como el trigo (vinculado a la producción de soya) y el maíz en menor proporción. En los años 2004/5, la tendencia es la misma que años anteriores ya que la mayor parte de los alimentos básicos de consumo proviene de la pequeña producción campesina y de la mediana producción; y la mayoría de los productos destinados a la agroindustria y a la exportación provienen de los grandes productores ubicados en el Oriente del país principalmente. 4.4. La disponibilidad de Nutrientes La disponibilidad de los nutrientes para el consumo aparente de la población, expresada en calorías y proteínas por grupo de productos, presenta una serie de variaciones desde el año 1980 (único año del que se disponen datos antes de la aplicación del PAE) hasta la actualidad. En 1980 se disponía de 2.082 calorías/persona/ día, índice que tuvo una disminución paulatina en 1988 y más pronunciada en 1990, año en el que se dispone de sólo 1.734 c/p/día (17% menos que en 1984). A partir de 1995 hay una recuperación a los niveles iniciales e inclusive ligeramente superiores en 1999 y 2005. Respecto a la disponibilidad de proteínas, la tendencia es la misma que en el caso de calorías ya que hay un descenso más pronunciado hasta 1990, y luego una recuperación en 1999. Posteriormente, esa disponibilidad llega a niveles inclusive más bajos que los de 1980(al respecto ver Cuadro No. 10 del Anexo). La mayor disponibilidad de calorías se da por el grupo de cereales que se incrementa entre 1980 60 Gráfico No. 7 Evolución de la disponibilidad de calorías y proteínas Calorías Proteínas (42% del total) y 1995 (45%) y luego disminuye en 2005 (38%). El segundo grupo de productos que aporta más en la disponibilidad de calorías son los azúcares que tienen un incremento en el 2005. Llama la atención que grupos de productos de consumo y producción tradicional como los tubérculos y derivados tengan una permanente disminución en la disponibilidad, entre 1980 y 2005. La mayoría del aporte de las calorías se concentra en 3-4 grupos de productos: cereales y derivados, azúcares, tubérculos y aceites que concentran entre el 69% (1980) y el 78% (2005) del total de la disponibilidad de calorías. En el grupo de proteínas, al igual que de las calorías, la mayor disponibilidad en todo el periodo 61 analizado se da por los cereales y derivados (representan 44%). que consideren esos aspectos, sin embargo, por la importancia del tema, se rescatan los datos de 50 algunos estudios de caso sobre el consumo de alimentos en poblaciones de escasos ingresos, como un indicador de esa situación. El segundo grupo de productos que más disponibilidad ofrece es el de las carnes, aunque ha tenido un descenso significativo entre 1980 (24%) y 1999 (15%), estancándose esa cantidad hasta años más recientes. Luego está el grupo de los tubérculos que presenta una disminución permanente desde el inicio de los años analizados. En el cuadro señalado (No. 18) se clasifica a los productos alimenticios (procesados o de consumo directo), el origen de la materia prima, el aporte calórico importado y su significado respecto al aporte calórico total de la canasta. Finalmente, la disponibilidad general de alimentos expresada en calorías y proteínas en el año En el cuadro anterior resalta que el nivel de consumo de la población de escasos ingresos en el año 1985 alcanzaba a las 1.977 calorías,y que eran 9 los productos que concentraban el 93,5% de las calorías promedio. Cuatro productos procesados aportan el 83.38% del total de las calorías diarias promedio consumidas por cada miembro o persona familiar. El resto de las calorías consumidas (10.16%) es aportado por los productos de consumo directo provenientes de la agricultura, y de ese porcentaje, el 6.88% de la papa, arroz y habas.Resalta pues que la base de la alimentación – en términos de las calorías - está constituida por 4 productos procesados y 5 productos agrícolas de consumo directo Del total de productos del grupo procesado, el trigo y derivados fue importado en un 99% ese año y de los aceites se importó el 6% del total consumido. Esta concentración del consumo en pocos 1980 se ubicaba en los márgenes de un nivel de consumo recomendado por los organismos especializados (Ver gráfico No.7), al igual que los márgenes presentados para los años 1995 y 2005, resaltando la situación presentada en 1988 cuando hay una caída en la disponibilidad de calorías, pues llega a situarse en un nivel mínimo de las necesidades (no así en proteínas que continúa en el nivel recomendado). 4.5. El consumo real de alimentos La estructura del consumo de alimentos de la población varía en función de los niveles de los ingresos económicos de la población, de las regiones, de los sectores rural y urbano y de las costumbres/cultura alimentaria que pueda tener la población. Lamentablemente en el país no hay datos oficiales 50 En el año 1984/1985 se realizó en la ciudad de El Alto de La Paz un estudio sobre estrategias de sobrevivencia de poblaciones de bajos ingresos, (Prudencio y M. Velasco Edic. CERES 1987). En 1995 se realizó otro estudio en la misma región sobre huertos comunitarios en Villa Tejada de la ciudad de El Alto (Prudencio 2005). Finalmente, para el año 2004 se consideran proyecciones de consumo realizadas por el INE/MECOVI. 62 63 SUB TOTAL Leche evaporada, condensada y en polvo 6,07 (2) Soya Caña de Azúcar MATERIA PRIMA BASICA (1 y 2) En 1984 se importó el 99% del trigo y el 6% del aceite. 1.977 (100%) 1.647,35 (83,38) 67,2 23,8 45,3 14,6 50,6 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 128,15 329,65 (16,62%) Soya Caña de Azúcar 76,47 101,28 1.469,60 Trigo/Harina TOTAL CALORIAS CONSUMIDAS 1995 615,59 (38.48%) 0,802 0,7 s. d. 0,09 0,012 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 614,79 Fuente: Prudencio y Velasco 1987; Prudencio J. 1987; INE (MECOVI). 0,05 0,14 614,6 (3) APORTE CALORICO IMPORTADO (3) En 1995 se importó el 60% de la harina. (4) En 2004 se importó el 71% de harina y 23% de la leche. Notas: 1.461,08 (73.9%) 0,013 0,013 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 1.461,07 1.455 (1) Papa y derivados Habas Arroz Huevos Carne Lechuga Zanahoria Tomate Pimentón Apio Otros Total calorías consumidas por persona por día 1984 APORTE CALORICO IMPORTADO Trigo MATERIA PRIMA BASICA 2. DE CONSUMO DIRECTO SUB TOTAL Leche y derivados Azúcares 1. PROCESADOS Pan, fideos, harinas Aceites ALIMENTOS Cuadro No. 18 MATERIA PRIMA BASICA 1.785 (100%) 1.226,96 (68,73) 233,98 s. d. 113,75 63,46 s. d. 36 12,83 21,33 2,06 4 14,71 502,32 (28,14%) Leche Soya Caña de Azúcar 180,6 24,2 1.022,16 Trigo/Harina TOTAL CALORIAS CONSUMIDAS Evolución del consumo de alimentos en familias de bajos ingresos (1984-2004) (Calorías) 2004 665,24 (36.55%) 0,344 s. d. s. d. 0,31 0,004 0,03 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 664,9 25,0 (5) 0,65 (3,63) 635,62 (4) APORTE CALORICO IMPORTADO 1.819,60 (100%) 454,9 123,73 3,63 54,58 16,37 36,39 s. d. s. d. s. d. s. d. 38,02 182,14 1.364,70 (75%) 109,17 178,32 181,96 895,24 TOTAL CALORIAS CONSUMIDAS productos y sobre todo en el trigo y harina de trigo está mostrando la crítica situación que atravesaba el país en ese momento con la hiperinflación, como también la extrema dependencia a las importaciones de esos productos que eran fáciles de importar e introducir en el país en esa crisis. de la población de escasos ingresos es de 1.785 calorías/persona/día, más baja aún que la del año 1984, concentrándose en 3 grupos de productos procesados promedio (que significaban el 69% del total consumido) y en 8 productos de consumo directo (13.43%) que juntos hacen el 82.16% del consumo total de calorías. En el año 1995, el nivel de consumo promedio En ese año, es evidente la disminución de la dependencia respecto a la materia prima importada en el consumo de la población pues representa el 50% de los productos procesados consumidos 64 5 El Comercio Exterior (correspondiendo la mayoría al trigo y harina, y escasamente al aceite y azúcar) y el 0.15% del total de los alimentos de consumo directo. Es evidente también la mayor diversificación en el consumo de los alimentos agrícolas. En el año 2004 el consumo de alimentos expresado en calorías aumentó a 1819,60 calorías promedio/ persona/día, es decir 24.5% más respecto a 1984 y 1.93% más respecto a 1995. El aporte de los productos procesados en el total de calorías consumidas representa el 75%, concentrado principalmente en el trigo, en el grupo de aceites, azúcares y en leche y derivados, que es el nuevo grupo de alimentos que aparece en la estructura del consumo de familias de bajos ingresos económicos. En cambio el aporte de los productos de consumo directo representa el 25% del total, 3% menos que en 1995 Del total de la materia prima necesaria para elaborar los productos procesados, el 48% es importado (de ese total, el 71% corresponde a las importaciones de harina/trigo, el 23% a leche y 51 derivados y el 0.65% a los azúcares ). En cambio en los productos de consumo directo, un porcentaje muy bajo procede de las importaciones. En síntesis, del total consumido en el año 2004 por ese sector de la población, el 36,55% proviene 51 El caso de la soya es distinto ya que la producción interna satisface toda la demanda nacional e inclusive se exporta, sin embargo por las preferencias arancelarias que disponía Bolivia en los Tratados de Comercio con los países de la Comunidad Andina de Naciones, se introdujo (importó) soya del Brasil que luego fue reexportada a los países de la CAN como soya boliviana. 65 de las importaciones, sobre todo expresado en materia prima (trigo y harina de trigo). a 878,5 millones $us en el 2005. Sobresale también la discrepancia entre los ritmos de crecimiento de las exportaciones totales y las agrícolas. Durante el lapso de los últimos Gráfico No. 8 Valor relativo de las exportaciones agropecuarias respecto a las exportaciones totales 10 años, las exportaciones totales tuvieron un crecimiento en valor muy alto (multiplicado por 4,3), mientras que el valor de las exportaciones agrícolas tuvo un crecimiento medio menos rápido (multiplicado por 2,2). 5.1. Las exportaciones De igual manera, mientras el valor promedio de las exportaciones agrícolas durante todo el periodo de estudio representa el 32.66% del valor total exportado, la evolución del valor relativo de las exportaciones –como se aprecia en el gráfico siguiente - presenta dos tendencias claras. Una tendencia ascendente hasta la implantación del PAE y luego un descenso fuerte, para situarse en el transcurso de la mayoría de los años estudiados, en un estancamiento y descenso a partir del 2003, ¿Y cual es la razón de esa disminución tan importante en el valor (relativo) de las exportaciones agroalimentarias? ¿Los volúmenes de las exportaciones disminuyeron efectivamente o Las exportaciones agrícolas Con la implantación del PAE, las exportaciones agrícolas han tenido un impulso significativo ya que de representar tan sólo entre el 4% (1984) y 5% (1985) del total de las exportaciones, llegan al 50,88% en 1997, aunque a partir de ese año hay una disminución permanente hasta representar el 29.80% en el año 2005 y el 23% en el 2007(ver cuadro No. 11 del Anexo). En valores absolutos se pasa de 34.2 millones de dólares en 1985 a 474.5 millones $us en 1995 y 66 Gráfico No. 9 Evolución del índice general de las exportaciones en términos de valor, volumen y precios de las exportaciones totales y las exportaciones agropecuarias Exportaciones totales Exportaciones agropecuarias Nota. 1990=100 fue solamente su valor el que disminuyó? ¿O más bien las otras exportaciones crecieron en forma espectacular - en valor o en cantidades - mientras que el de las agroalimentarias se estancó? totales del país, comprendiendo como tal a las exportaciones mineras, a los hidrocarburos y a las exportaciones tradicionales (que en su mayoría son exportaciones agropecuarias) muestra que entre 1985 y 2005 hay un incremento permanente del volumen total exportado (ver cuadro No. 12 del Anexo); un aumento paulatino del valor total (aumento que luego es más pronunciado) y una caída también permanente en los precios internacionales hasta el 2001,que es cuando se recuperan los precios. La explicación a estas interrogantes está en la variación de los precios internacionales que sufrieron una disminución permanente en los diversos años, no solamente para los productos agropecuarios sino para el conjunto de las exportaciones bolivianas. La evolución del índice general de las exportaciones Una situación parecida se presenta en el índice de las exportaciones agropecuarias: a pesar del aumento del volumen exportado, el valor presenta variaciones que en realidad responden a la variabilidad de los precios internacionales, los cuales recién en el año 2005 logran alcanzar un índice parecido al del año 1990 (ver gráfico No. 9). La estructura de las exportaciones agrícolas 67 y sobre todo la soya en grano, tortas y harinas de soya, tortas y harinas de girasol, aceites de soya y de girasol, castaña, ganado, frejoles y porotos entre otros) aunque también empiezan a incursionar en el mercado internacional los productores medianos y chicos (arroz). En términos generales, se puede afirmar que antes de la aplicación del PAE, el país exportaba pocos productos agrícolas en variedad y cantidad (caña de azúcar, soya, ganado, castaña) que provenían en cantidades y valores no significativos, de una naciente agroindustria y ganadería ubicada básicamente 52 en el oriente del país . Los productos agrícolas que se exportaban y que provenían del resto del país (altiplano y valles), de producción campesina, se concentraban básicamente en el 53 café . Todos esos alimentos, que en conjunto representaban 23.4 millones de dólares (o sea el 68% del total de las exportaciones agropecuarias o de los llamados productos no tradicionales), a su vez representaban sólo el 3.6% del total de las exportaciones. La producción agrícola exportable proveniente del altiplano y valles y preferentemente de la economía campesina, se diversifica también pero en poca variedad (quinua, cacao, algo de 54 frutas, tabaco, maíz) , con el problema de que inclusive algunos productos que se exportaban anteriormente, por las variaciones del precio internacional, llegan a exportarse en menor cantidad (caso del café por ejemplo). Hacia el periodo de los años 2003 y 2005, la situación presenta una disminución en el valor exportado de ciertos productos de la agroindustria (soya en grano) y de la producción campesina (café, castaña, tabaco). El resto de los productos presentan un fuerte incremento en el valor exportado, tanto de los productos producidos por la agroindustria del oriente (tortas y harinas de soya y girasol, aceites de soya, aceites y comestibles de girasol, y nueces) como los producidos por la agricultura campesina (quinua y cacao, y en menor medida el maíz). Sobresalen también las exportaciones de leche procesada y derivados que entre los años 2001 al 2007 alcanzan un promedio anual de 7.7 millones de dólares (29.000TM/año) a pesar del bajo consumo interno de este producto Hacia mediados de los años 90’s la situación cambió bastante pues las exportaciones de solamente los productos alimenticios (sin considerar a otros productos como maderas, cueros, goma, y otras manufacturas) llegan a representar más de 190.5 millones de dólares (y un incremento de 13 veces la cantidad) con una amplia diversificación de productos (más de 24 productos). La mayoría de ellos son producidos en el oriente del país, preferentemente por agro empresarios (caña de azúcar, palmitos, nueces 52 Por ejemplo entre 1984 y 1985 se exportó en promedio anual unas 12.500 TM de caña de azúcar por un valor anual de 4.5 millones $us/promedio; 22.000Tm/año de soya (3 millones $us/año); 5.800 TM de castaña/año (1.8 millones 54A pesar de esa diversificación en las exportaciones de $us/año) y 4.100Tm/año de ganado en pie (1.3 millones productos del oriente del país como del altiplano y valles, el $us/año); considerando la situación de hiperinflación que valor de éstas en el comercio mundial continúa siendo ínfimo vivía el país esos años. ya que representan el 0.10% del total del comercio mundial 53En una media de 5.000 TM/año entre 1984 -1985, por un en los años 1999/2001 (www.fao.statisticsyearboor/) valor aproximado de 10 millones $us/año. 68 Cuadro No. 19 Principales productos agrícolas exportados según regiones (en % del valor total) Productos exportados según región Tropicales Soya (Grano, harina, torta) Aceite de soya Girasol (Tortas, harinas) Aceite comestible girasol Azúcar Castaña Nueces 1985 1987 1989 1995 2001 2005 6,08 4,95 24,52 0,69 0,10 15,09 12,03 1,06 33,29 2,88 20,90 9,89 0,13 45,89 10,46 0,38 0,41 8,79 8,63 1,18 48,10 19,11 2,28 5,16 3,36 9,79 7,13 49,88 23,03 1,27 3,78 2,46 0,02 14,51 Sub total 29,33 53,49 67,09 75,74 94,93 94,95 Valles Café Cacao 47,51 4,13 40,69 2,12 13,75 1,81 8,84 0,32 1,49 0,23 2,27 0,29 Sub Total 51,64 42,81 15,56 9,16 1,72 2,56 Altiplano Quinua - 0,007 0,25 0,84 0,81 1,12 Sub Total - 0,007 0,25 0,84 0,81 1,12 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 100,00 18,30 TOTAL Fuente: INE. como se analizará posteriormente. agrícolas (51,6%) provenían de los valles, principalmente del café. Asimismo, menos de un tercio de las exportaciones provienen del trópico (donde no hay gran diversificación y la soya apenas representa el 18% del total) y A manera de síntesis – y desde el punto de vista regional – se percibe que antes de la implantación del PAE, más de la mitad de las exportaciones Gráfico No. 10 Exportaciones de proteaginosas y derivados(TM) no figuran las exportaciones del altiplano (o al menos no eran significativas en el valor total de 69 las exportaciones). girasol y la castaña, lo que muestra una mayor diversificación en los productos de exportación, pero sobre todo el incremento en su valor. A los pocos años de la aplicación del PAE, la situación cambia. Los productos provenientes del trópico llegan a representar el 53% (sobre todo por que se incrementa sustancialmente la castaña y la caña de azúcar, y en menor medida la soya). De igual manera, los productos agrícolas de los valles disminuyen su participación al 43% y aparecen los productos agrícolas exportables provenientes del altiplano, (como muestra el cuadro No 19). Paralelamente, la participación de las exportaciones agrícolas provenientes de los valles tienen una fuerte y pronunciada disminución, mientras que entre los productos provenientes del altiplano hay también un incremento paulatino de la quinua, pero representando un porcentaje bajo respecto al valor total de las exportaciones. La situación de los principales productos agrícolas de las regiones. La participación de los productos agrícolas de exportación provenientes del oriente del país aumenta paulatinamente, llegando a representar más de ¾ del total a mediados de los años 90 y el 95% en la Para un mejor y más amplio análisis de la situación de las exportaciones agrícolas, se Gráfico No. 11 Evolución del valor de las exportaciones Total Torta y Harina de Soya Soya en grano década de los años 2000. Esta situación se origina principalmente por el incremento de las exportaciones de soya, aceite de soya y en menor medida por el Torta y Harina de Girasol considera analizar la situación de los productos más representativos de las regiones del país. Para el efecto, se consideran los estudios de caso de los productos llamados proteaginosos 55. en la región del trópico; y el café, cacao y la quinua para los 55Se denomina a leguminosas ricas en proteínas: soya, girasol y también lentejas, habas, etc. 70 Gráfico No. 12 A Gráfico No. 12 B Exportaciones aceite soya (TM) Valor de las exportaciones de aceite de soya valles y altiplano. Los productos proteaginosos llegaron a representar en el año 1987, el 80 % del valor total de las exportaciones agrícolas, pero luego bajaron progresivamente hasta el 49 % en 2007 (ver Cuadro No.13 del Anexo). estos productos, excepto la caída del año 1999. Sin embargo, paralelamente a este crecimiento continuo, se observa un cambio en el origen del valor exportado (ver gráfico No. 11): el producto mayormente exportado fue inicialmente la soya en grano hasta el año 1997, y después fue remplazado principalmente por tortas y harina Gráfico No. 13 Exportaciones de café (TM y $us) En el Gráfico No. 10 se aprecia que la cantidad exportada de estos productos no disminuyó durante los años considerados (ver Cuadro No. 14 del Anexo), más bien aumentó, con un cierto estancamiento en los últimos años (2005-2007). Tampoco bajó el valor total de las exportaciones de 71 de soya (y, en proporción mucho menor por el girasol) que representan ahora la mayor parte de 56 esta clase de exportaciones . En conclusión, durante el lapso 1987-2007, la disminución en valor relativo de estos productos no se debe a una baja de las cantidades exportadas ni de su valor, ya que ambas crecieron. Sin embargo, continua tanto de las cantidades exportadas como de su valor. Pero, a diferencia de los productos anteriores, su valor exportado (multiplicado por 476 en 10 años) crece más rápidamente que las cantidades exportadas (Ver cuadro No. 14 del anexo) multiplicadas por 171 y, a pesar de un estancamiento hacia el año 2005, el valor Gráfico No. 14 Exportaciones de quinua (TM y $us) se nota que la cantidad de proteaginosos exportados fue multiplicada por 32, mientras que su valor lo fue solo por 25,4. Dicha evolución se debe explicar por la disminución del valor de los productos exportados en el mercado internacional, frente a una competencia creciente en esos productos, que determina una baja de los precios internacionales. exportado siguió creciendo. Esto significa que el aceite de soya aprovecha cursos elevados en el mercado internacional, a tal punto que no se nota el efecto de una disminución de las cantidades exportadas. ¿Y cual es la situación de los productos exportados de las regiones de los valles y altiplano, generalmente de origen campesino, sector parcialmente exportador? Como estudio de caso se consideran los tres productos más importantes de las exportaciones campesinas, como son el café, el cacao y la quinua. Es interesante estudiar también lo que pasa con el aceite comestible de soya que resulta un producto agroalimentario de exportación muy importante en el país, ya que representó en 2007 el 26,3% del valor exportado en el rubro alimentario. El Gráfico 12 (A y B) muestra una progresión En el caso del café y a diferencia de los productos anteriores, existen variaciones considerables tanto en las cantidades de café exportadas como en su valor- en el transcurso de los años estudiados (Gráfico No. 13). Aunque durante los 56 Este cambio en las exportaciones no significa que Bolivia mejore su posición en el comercio mundial ya que igual continúa representando el 0.06% del valor total de las exportaciones de soya en el año 2004. 72 últimos 12 años hubo un crecimiento lento de las cantidades (multiplicadas por 1,5) 57 y un poco 58 mayor de los valores (multiplicados por 2,0), este crecimiento no tiene nada que ver con el ritmo de las oleaginosas. En cuanto al cacao, las cantidades exportadas así como sus valores son mucho menores que los del café. En los últimos 10 años, hubo un crecimiento lento, un poco más en términos del valor (multiplicado por 2) que en las cantidades (multiplicadas por 1,5), lo que indica que los precios resultan levemente más elevados al final del periodo. igual manera, sobresale que en los últimos años, las cantidades exportadas crecen a un ritmo inferior a sus valores monetarios. En el caso de la quinua, ambas curvas del valor exportado y de las cantidades exportadas muestran un crecimiento muy rápido a pesar del leve estancamiento entre los años 2001-2003. Se trata de una exportación que tuvo una tasa de crecimiento más que espectacular ya que de tan sólo 49 TM que se exportaba en el año 1987 aumentó hasta las 1.510 TM en 1995 (ver Cuadro No. 15 del Anexo), incrementándose más aún ese ritmo de crecimiento a partir del año 1997 (2.477 TM), hasta alcanzar las 4.489 TM en el año 2005, aprovechando la existencia de un mercado internacional en expansión, con precios Sin embargo, como en el caso del café, las variaciones del precio internacional son considerables, con una baja continua entre 1989 y 1999 que desalentó la exportación y, sin duda, también la producción. De Cuadro No. 20 Principales exportaciones agroalimentarias según sector social (millones $us) 1987 1989 1995 2001 2005 Total exportaciones Tradicionales 106 201 474,5 582,7 878,5 Total exportaciones Alimentarias (1) 41,9 92,4 190,5 328,6 496,3 Principales exportaciones origen campesino(2) 17,0 (41%) 14,6 (16%) 19,0 (10%) 9,9(3%) 18,2(8%) Principales exportaciones de origen agro empresarial (3) 16,67(40%) 52,7 (57%) 125,6 (66%) 285,5 (87%) 401 (81%) Otros alimentos 8.15 25.1 45.9 33.1 77.1 Resto exportaciones tradicionales (4) 64,1 108,6 284 253,4 382,2 (1) Comprende soya y girasol en diferentes formas, castaña, café, azúcar, palmitos, ganado, bebidas, quinua, frutas, frejoles y porotos, nueces, cacao, tabaco, maíz, arroz, harinas, leche y derivados. (2) Quinua, café, cacao. (3) Soya y girasol en diferentes formas, aceites y caña de azúcar. (4) Según clasificación de UDAPE, comprende maderas, cueros, goma, productos de joyería y otros alimentos no especificados. 57 En elConstruido año 2000/2001, café representan Fuente: en baselasa exportaciones datos del INE de (diversos informes).el 0.11% del total de las cantidades exportadas a nivel mundial y el 0.10% en el año 2004/2005 (www.sica.gov.ec) 58 Esas variaciones reflejan la gran inestabilidad de los precios internacionales del café que, sin lugar a duda, incide drásticamente en el nivel de recursos de los campesinos productores. 73 también en permanente alza. se pueda tener sobre ellos. A manera de conclusión general, se puede afirmar que - en todos los años analizados desde la vigencia del PAE – hay una fuerte y directa dependencia del curso de los precios del mercado internacional en todos los productos, precios que no son controlados por factores internos siendo nula la incidencia que Los beneficios de las exportaciones Por lo analizado hasta ahora, resulta claro que el impulso del PAE para aumentar las exportaciones agrícolas y ampliar la participación en el comercio internacional y el mercado mundial dio sus resultados. Cuadro No. 21 Situación de algunos municipios productores de soya y quinua de exportación Municipio Pailón (Soya) Población Total Población pobre Población extrema pobreza Necesidades Básicas Satisfechas (NBS) Tasa desnutrición moderada (0-5 años) Nivel de vulnerabilidad a la Inseguridad alimentaria Cuatro Cañadas (Soya) 1992 12.955 8.101 2.790 2,.96 2001 28.520 18.234 1.461 1,.93 Población total 29.210 17.574 Población pobre Población extrema pobreza Necesidades Básicas Satisfechas (NBS) Tasa desnutrición moderada (0-5 años) Nivel de vulnerabilidad a la Inseguridad alimentaria Salinas de Garci Mendoza (Quinua) Población Total 29.064 23.001 0,.98 10.751 1.578 3,.51 Población pobre Población extrema pobreza Necesidades Básicas Satisfechas (NBS) Tasa desnutrición moderada (0-5 años) Nivel de vulnerabilidad a la Inseguridad alimentaria 5.761 8.723 5.140 3.627 0,.39 8.349 5.208 0,.34 2003 2005 2,00% 3,00% 3,00% 2,00% 3,00% 3,00% 7,00% 4,00% 4,00% Nota: Los niveles de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria son: 1= nivel muy bajo; 2= nivel bajo; 3= nivel medio de vulnerabilidad; 4 = nivel alto de vulnerabilidad; 5= nivel muy alto. Fuente: Cuadro construido en base a INE/PNUD (2005) y Ministerio de Planificación/UDAPE/PMA (2008). Sin embargo, al incrementarse los ingresos de ese rubro, surgen una serie de preguntas ¿Quienes 74 se beneficiaron más de estas exportaciones? ¿Que sectores sociales?¿El aumento del ingreso por las exportaciones, supuso una mejora en las condiciones de vida y de la alimentación de los habitantes de las zonas productoras?¿Que significa el incremento de los productos exportados, respecto al medio ambiente? Del total de las exportaciones 59 agropecuarias , las exportaciones de productos alimenticios solamente, representan en promedio un poco más del 51% en los años considerados. muy superior a las ganancias generadas por los productos de origen campesino. Mientras en 1989 los agroempresarios exportadores ganaban 3,6 veces más que los exportadores de productos campesinos, en el año 2001 ganan 29 veces más. ¿Y cual es el destino de ese aumento masivo de dinero generada por esas exportaciones? Se han mejorado las condiciones de vida de las zonas productoras de esos productos exportados? ¿La población de esas zonas ha visto mejorada su salud y el nivel de desnutrición de sus niños o más bien se han incrementado las importaciones Los productos exportados provienen básicamente de dos sectores: el sector agro empresarial ubicado Cuadro No. 22 Relación de las exportaciones con las importaciones 1989 Total exportaciones Agropecuarias (Millones $us) 1995 201 Valor exportaciones soya y derivados (Millones $us) 2001 2003 2005 474,5 582.7 715,3 878,5 30,7 87,4 187,0 241,2 247,5 307,4 273,3 861,9 818,0 652,1 Importaciones Trigo y derivados (Miles TM) 272 239,9 255,4 361,4 344,4 Importaciones Soya y derivados (Miles TM) - 9,5 283,1 262,4 150,9 Total Importaciones alimentos (Miles TM) Fuente: Cuadro construido en base a datos del Cuadro No. 1 y No. 13 del Anexo. en el oriente del país, cuyos principales productos son la soya y derivados, girasol y azúcar de caña; y los productos de origen campesino ubicados en los valles y altiplano, cuyos principales productos son el café, cacao y quinua. de agroquímicos, artículos y vehículos de lujo, construcción de viviendas suntuosas y mayor 60 fuga de capital ? Una forma de averiguar lo anterior es analizando la situación de las regiones productoras de esos productos. Para el caso de la soya se considera a los municipios de Pailón y Cuatro Cañadas, que son bastante representativas de las zonas productoras de Como se aprecia en el Cuadro No.20, de los dos sectores sociales, el agro empresarial es el que más exporta, con una creciente participación en el valor total (desde 1989), y con un ritmo de crecimiento 60Lamentablemente no hay información estadística disponible 59Las estadísticas oficiales consideran a las exportaciones desagregada por regiones -sobre las compras de artículos agropecuarias como Productos No Tradicionales, en de lujo, vehículos suntuosos, fuga de capitales y otros, que los que incluyen los productos alimenticios y otra respalden la anterior afirmación, sin embargo está a la vista de serie de productos como maderas, cueros, goma y todos los bolivianos ese tipo de inversiones que en parte son productos de joyería. realizadas con dinero proveniente de esas exportaciones. 75 61 soya en el departamento de Santa Cruz , y también 62 al municipio de Salinas de Garci Mendoza ubicada en el departamento de Oruro. Del cuadro anterior se concluye que las zonas productoras no se benefician de las exportaciones ya que son muy elevados los niveles de pobreza y extrema pobreza de la población; es muy reducida la población que tiene las necesidades básicas satisfechas y los niveles de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria 63 son también elevados. No hubo variación de esos indicadores a pesar de que en el transcurso de los años se incrementó la explotación de la soya y la quinua, aumentaron las exportaciones y se generaron mayores ingresos económicos. ¿se podría plantear que los ingresos generados por las exportaciones son fundamentales para asegurar las importaciones de productos alimenticios básicos para la población? ¿Hay una incidencia con ese aspecto, de manera que a mayores ingresos por las exportaciones, hay más importaciones de alimentos básicos? Relacionando el valor de las exportaciones agropecuarias con la cantidad de alimentos importados desde 1989 hasta el 2005 (cuadro No. 22) se aprecia que no hay una relación directa ya que mientras el valor de las exportaciones aumenta permanentemente, la cantidad total de alimentos importados es muy irregular y no sigue una tendencia como la de las exportaciones, incluyendo al trigo y derivados que es el producto que más importa 64 el país desde hace varios años . Las exportaciones y la alimentación Si no hay beneficio para las poblaciones productoras, Cuadro No. 23 Disponibilidad de calorías y proteínas provenientes de la quinua Producción (™) Exportaciones (™) Disponibilidad de alimentos (™) Disponibilidad Kilocalorías/Pers/día Disponibilidad Proteínas/pers/día(gr.) 1991 24.439 658 19.922 31 0.96 1995 18.814 1.510 14.322 20 0.63 2005 25.648 4.890 13.062 14 0.45 61 En Santa producedesoya en la llamada zona integrada (que Fuente: HojasCruz de se balance alimentos. MDRAyMA. abarca a varias regiones/municipios como Chané-Piraí; Okinawa, Donde sí parece haber una relación entre las exportaciones y las importaciones es en el caso de la soya y derivados. Mientras más aumenta el valor de las exportaciones de soya, más aumenta la cantidad de soya y derivados importados, lo cual llama la atención ya que como se analizó anteriormente, Bolivia es un país autosuficiente San Pedro; Yapacaní; Santa Cruz Central; Santa Cruz Sur) y la zona de expansión (Pailón Norte; Cañada Larga-El Túnes; Pailón Central; Cuatro Cañadas; Pozo del Tigre entre otras). 62La región más importante entre Oruro y Potosí donde se produce quinua. 63 Considera las variables de pobreza, acceso al agua potable, saneamiento básico, educación y salud junto a indicadores de riesgo a desastres naturales (sequía e inundaciones), de fertilidad del suelo y de accesibilidad caminera entre otros 64 Aspecto en el cual también inciden las donaciones de trigo y (Ministerio Planificación/UDAPE/PMA 2008). harina de trigo como se analiza posteriormente. 76 65 en ese producto e inclusive exportador de grandes cantidades de soya y derivados. Entonces, ¿como explicar que a mayor cantidad de soya producida y exportada, haya mayor cantidad de El caso de la quinua es lo más representativo de 66 esta situación , ya que como muestra el cuadro siguiente, la disponibilidad de kilo calorías por persona/día a nivel nacional está disminuyendo Cuadro No. 24 Evolución de la superficie cultivada de Soya y otros productos-Santa Cruz (Has) Santa Cruz 1985 1989 1995 2001 2005 Arroz 37.000 (14%) (100) 67.000 (16,5%) (181) 87.650 (9%) (237) 85.000 (6.5%) (230) 144.200 (8%) (390) Maíz (grano) 45.000 (17%) (100) 65.000 (16%) (144) 98.700 (10%) (219) 114.500 (9%) (254) 153.500 (9%) (341) Trigo 13.000 (5%) (100) 17.266 (4%) (133) 57.000 (6%) (438) 57.570 (4%) (443) 44.000 (2.5%) (338) Papa 4.000 (1,5%) (100) 4.690 (1%) (117) 5.500 (6%) (137,5) 6.483 (0.4%) (162) 7.790 (0.4%) (195) Soya 62.800 (24%) (100) 136.351 (34%) (217) 454.000 (47%) (723) 647.100 (50%) (1.030) 940.000 (55%) (1.497) Total 262.741 (100%) 405.164 (100%) 972.860 (100%) 1.303.459 (100%) 1.715.103 (100%) Fuente: Cuadro No. 7 del Anexo. importaciones de soya? drásticamente (de 31 Kcl/pers/día en 1991 a 14 Kcal./pers/día en el 2005) a la par que aumenta la 67 cantidad de quinua producida y exportada . Los datos de procedencia de las importaciones del INE muestran que la soya importada proviene del Brasil, la cual fue reexportada a los países de la CAN aprovechando las facilidades que se otorgaban a Bolivia (rebaja de impuestos y otros aranceles), ventaja aprovechada por los comerciantes privados. La priorización que se da a los cultivos de exportación también está suponiendo el desplazamiento y/o disminución de superficies cultivadas con productos básicos para el consumo 65Cultivo tradicional andino, anterior a la colonia, uno de los más ricos en términos de proteínas y aminoácidos. También Otro aspecto a resaltar referido a los alimentos es la prioridad que se da a las exportaciones de ciertos alimentos (ricos en nutrientes) antes que al consumo interno e incidiendo en una inseguridad alimentaria, productos que podrían aliviar el problema de la desnutrición en el país. contiene calcio, hierro, vitamina E y varias de las vitaminas B. 66Aspecto que también se puede relacionar a la carne vacuna, la leche y otros productos que se exportan en detrimento del consumo interno de la población, sobre todo la población rural. 67Esta situación se agrava en el caso de municipios productores de este cereal -como el Municipio Garci de Mendoza- donde la tasa de desnutrición infantil es tan elevada como muestra el cuadro No. 20. 77 Cuadro No. 25 Evolución de la superficie cultivada de Quinua y otros productos-Oruro (Has) Oruro 1985 1989 1995 2001 2002 2005 s.d. 119 (0.2%) (100) 80 (0,1%) (67) 45 (0.08%) (38) 40 (0,06%) (34) 41 (0.05%) (34) Trigo 1.744 (3%) (100) 900 (2%) (52) 1.090 (2%) (62,5) 355 (0.6%) (20) 350 (0,53) (20) 326 (0.46%) (19) Papa 13.851(28%) (100) 9.500 (18%) (69) 8.150 (16%) (59) 8.710 (16%) (63) 8.600 (13%) (62) 8.590 (12%) (62) Quinua 9.136 (18%) (100%) 10.200(19%) (112) 9.950 (20%) (109%) 9.450 (17%) (103) 21.200 (32%) (232) 25.709 (36%) (281) 50.195 52.528 49.668 54.236 65.760 70.510 Maíz (Grano) Total Fuente: Cuadro No. 7 del Anexo. alimentario de la población. cultivos de exportación se vio facilitada también por 68 el subsidio que se otorga a los hidrocarburos, sobre todo al diesel que es utilizado por la maquinaria agrícola de los agroempresarios. Del total de la comercialización del diesel, entre el 50% y 70% es comercializado en Santa Cruz, siendo en los periodos de la siembra y la cosecha de la soya (campañas de invierno y verano) cuando más se comercializa. Según datos del Ministerio de Hidrocarburos, las subvenciones pasaron de 27,02 millones Bs. en el año 2003 a 73,61 millones Bs. en el 2004 y a 800,27 millones Bs. en el 2005 (entre 200 y 250 millones de dólares americanos). En 1999 se comercializaron 854 millones de litros de diesel y en el 2005 más de 1.000 millones de litros. (Superintendencia de Hidrocarburos. Informe Estadístico XII 2007, citado por Medeiros G. 2008). En el caso de la soya por ejemplo, mientras en 1985 ocupaba el 24% de la superficie cultivada de todo el departamento de Santa Cruz, en 1995 ocupa el 47% y en el año 2005 llega a ocupar el 55% del total, mientras que cultivos como el arroz y maíz han visto disminuida (porcentualmente) sus superficies cultivadas como se aprecia en el cuadro No. 24. En términos absolutos, mientras la soya expandió su superficie cultivada casi 15 veces más, en los 20 años de vigencia del PAE, el arroz, maíz y trigo expandieron su superficie, sólo un poco más de 3 veces. Esta expansión de la superficie cultivada por los 68 Desde el año 2003 (DS 26917 y DS 26972) se crea la subvención al diesel importado, que alcanza a un poco más del 30% del total demandado (el cual es importado de Venezuela, Argentina y ocasionalmente de Chile). Los montos de la subvención varían según los precios internacionales. 78 En el caso de la quinua en Oruro 69, la tendencia es la misma que en el caso de la soya: a mayor superficie cultivada del cultivo de exportación, mayor el riesgo de disminuir la superficie cultivada de otros cultivos. Mientras que en 1985 la quinua representaba el 18% del total de la superficie cultivada de todo el departamento; en 1995 representa el 20 % y en el año 2005, el 36%. el hato ganadero de llamas y ovejas como se analiza posteriormente.Esta forma de explotación extractivista de los productos de exportación – tanto los de origen campesino en el altiplano como los de la agroindustria en el oriente del país – tienen también una serie de repercusiones en el medio ambiente y en la sostenibilidad de los recursos naturales. En el caso de la quinua, diversos estudios 71 especializados demuestran que la fiebre por exportar quinua genera una serie de consecuencias, entre las que sobresalen: - Un incremento de la tasa de erosión eólica y la pérdida de materia orgánica del suelo en las zonas nuevamente cultivadas, redujo la fertilidad Contrariamente, la papa -alimento básico de la población- ocupaba el 28% del total en 1985; diez años después ocupa el 16% y tan sólo el 12% en el 2005 (ver cuadro No. 25). Peor situación presentan los otros cultivos básicos como el trigo y el maíz que disminuyeron más Gráfico No. 15 Expansión del cultivo de la quinua (1972 - 2006) en una comunidad quinuera entre Oruro y Potosí Fuente: Proyecto Equeco, en Revista Hábitat-LIDEMA No. 75 Agosto, 2008 La Paz. aún su superficie cultivada 70 , y sobre todo de la tierra y disminuyó la resistencia a mayor erosión, ocasionando el abandono de la tierra y la utilización de nuevos terrenos (expansión de la frontera agrícola). 69 A nivel nacional, la superficie cultivada de quinua en 1961 era de 22.000 has y en el 2006 de 40.184 Has (FAO 2007). 70 En el caso de esos cultivos, es muy aventurero señalar que 71 Entre los cuales sobresalen los recientes estudios publicados solo la expansión del cultivo de la quinua es la causa de esa por la revista Hábitat de LIDEMA (El cultivo de la quinua disminución ya que influyen también otros factores como las en Bolivia: Oportunidades y amenazas), No. 75 de Agosto sequías y los bajos precios al productor, entre otros. 2008. (Disponible en www.LIDEMA.org). 79 Gráfico No. 16 Expansión de la superficie cultivada con soya en una zona de productores Menonitas (Chaco Santa Cruz) (2000-2008) Fuente: CIPCA Montero. (ver Gráfico No. 15) está modificando el sistema de producción que durante siglos fue complementario entre la producción de quinua y la crianza de ganado (llamas y ovejas). La pérdida del forraje y de mano de obra para el manejo del ganado han ocasionado una reducción de la población ganadera, lo que supone poco abono para recuperar la fertilidad de los suelos e incidiendo en los bajos rendimientos productivos de la quinua. - Para aumentar la superficie cosechada con quinua, se reducen los tiempos de descanso del suelo e introducen el uso del tractor que disminuyen las horas de mano de obra necesarias para cultivar la quinua provocando una migración de la población campesina a 72. centros más poblados - La expansión del cultivo de la quinua 73 - Hay un incremento de las plagas por el uso excesivo de maquinaria agrícola, por el monocultivo y la utilización indiscriminada de insecticidas químicos. 72 Aunque esta hipótesis es rebatida ya que si se aumenta la superficie cultivada, haciendo que disminuya el tiempo de reposo de la tierra (lo que no es un problema si los fertilizantes son utilizados racionalmente), se necesita más mano de obra, y la maquinaria (los tractores) puede permitir enfrentar esa necesidad sin expulsar mano de - La quinua no compite con la producción de obra (Mounier 1992). 73 Aquí habría que añadir que se debe sobre todo a que de Challapata y de donde inclusive sacan el producto de los productores campesinos tienen una gran demanda forma clandestina hacia el Perú) sino también a través del producto, y venden no sólo a los comerciantes de sus propias organizaciones y a empresas privadas que intermediarios (que también se establecen en las ferias recolectan el producto para luego exportar. 80 otros productos alimenticios (a excepción del cultivo básico de la papa) pero sí con la crianza de camélidos y ovinos a los cuales desplaza de los terrenos, disminuyendo el hato y generando a su vez conflictos por el uso del territorio entre familias y comunidades. aplicación de abonos orgánicos, abonos verdes y/o coberturas vegetales para mejorar la fertilidad. El fomento a una mayor participación en el mercado internacional a través de la exportaciones de productos como la soya –ha generado entre los años 1985-2005 un incremento en la tasa anua del uso del suelo, creciendo de menos de 5.000 Has hasta más de 56.500Has en la última década (Ministerio de Desarrollo Sostenible. 2005). Esto ha supuesto también un ritmo de deforestación extremadamente elevado como muestra el Gráfico No. 16. - Finalmente, se mencionan consecuencias como la uniformidad de la producción (pérdida diversificación productiva), profundización de las desigualdades sociales y marginalización de sistemas tradicionales de manejo colectivo de tierras; emergencia de lógicas sectoriales e incluso individuales, todo lo cual cuestiona las bases sociales y económicas de la sostenibilidad del sistema. Entre 1975 y 1985, la deforestación a nivel nacional presenta un ritmo con ligero incremento o casi estacionario; sin embargo a partir de 1985 el ritmo de deforestación tiene un incremento elevado, sobre todo por los productos agroindustriales que superan el ritmo de deforestación de otros sectores (ganaderos, colonizadores) hasta superar las 50.000Has/año, siendo el boom de la soya uno de los principales factores de deforestación. (PNUD 2008 Pg. 25). En el caso de la soya, diversos estudios (Ministerio de Desarrollo Sostenible 2005; PNUD 2008 entre otros) señalan que el sistema de producción de los agroindustriales es un sistema con grandes unidades explotación y cultivos extensivos74, mecanizado de baja a moderada tecnología, extractivista (sin devolver al suelo los sales minerales que extraen los cultivos), sin control de fertilidad de los suelos ni Finalmente y a manera de conclusión, se puede Gráfico No. 17 Importaciones totales e importaciones agropecuarias 74Sin embargo, también hay que diferenciar a la producción según las zonas, con maquinaria propia o alquilada, labranza convencional o directa, etc. 81 Cuadro No. 26 Principales productos alimenticios importados (1985-2005) (Miles $us) Grupo de Productos Carnes y despojos comestibles Leche y productos lácteos Legumbres, plantas, tubérculos Frutos comestibles Café, té, especies Cereales Productos molinería Semillas, oleaginosas Grasas y aceites Preparados de carne Azúcares, art confitería Cacao y preparados Preparados a base cereales Preparados de legumbres, hortalizas Preparados alimentos diversos Tabaco 1985 671 9.754 754 328 408 48.745 39.412 2.71 14.101 3.074 615 58 916 1989 258 11.775 290 1.363 887 26.558 33.701 1.19 7.961 2.91 2.134 744 890 1995 290 13.619 1.623 1.824 412 46.441 18.646 2.368 1.932 930 7.721 3.07 7.744 1999 1.716 17.053 2.217 3.627 775 45.709 22600 29.493 3.594 2.049 11.936 6.273 11.083 2003 93 12.563 1.974 3.873 1.404 43.463 27.222 51.301 2370 3.663 8.934 7.257 23.701 2005 259 18.312 2.426 6.436 1.445 39.433 39.018 32.685 2.796 2.794 12.401 7.109 19.777 181 493 3.056 3.975 3.873 4.637 2.939 702 7.295 3.375 16.643 4.07 24.717 2.972 20.187 1.53 30.867 4.785 Fuente: INE. afirmar que la forma en la que se realizan las exportaciones (de los productos estudiados, que son los mas representativos del conjunto de las exportaciones agrícolas) suponen un aumento muy rápido y sobre todo descontrolado, a costa de generar una mayor concentración de los ingresos económicos y de disminuir el auto abastecimiento de los alimentos básicos del país, factores que a su vez inciden en la permanencia de la pobreza. luego disminuir continuamente hasta 1997 cuando llegan a representar el 9.48% del total. Luego de ese año, se presenta un continuo ascenso como se aprecia en el cuadro No. 16 del anexo. Relacionando las importaciones con las exportaciones, también hay una serie de cambios que se producen. En 1985, las importaciones agropecuarias eran 2,7 veces más que las exportaciones, aspecto que cambia notoriamente con la implantación del PAE hacia un saldo positivo, resaltando que se mantiene favorable en el transcurso de los 20 años considerados (en una relación promedio del doble de las exportaciones), debido básicamente a un mayor incremento en el valor de las exportaciones que de las importaciones, 5.2. Las importaciones Del total de las importaciones que realiza el país entre 1985-2005, las importaciones agropecuarias han tenido un comportamiento tendiente al alza en cifras absolutas ya que de 92,4 millones de dólares que se importaban en 1985, aumentan a 141,3 millones $us en 1995 y a 450 millones $us en el 2005. En términos relativos, la tendencia es muy heterogénea ya que de representar el 13,37% del total en 1985, ascienden hasta el 16,66 % en 1987 para 82 Gráfico No. 18 Efecto de las importaciones sobre la producción nacional: El caso del trigo tal como muestra el Cuadro No. 11 del Anexo. Aun considerando solamente las importaciones de alimentos (excluyendo a los bienes de consumo duradero y diversos) y las exportaciones de alimentos (excluyendo los productos como la madera, cueros, gomas, joyas y otros) la situación es favorable en la balanza comercial, pero recién a partir del año 1989 (hasta 1987 se importan alimentos por un valor superior a las exportaciones de alimentos, como se aprecia en el Cuadro No. 19 y el cuadro No.16 del Anexo). que su participación es cada vez mayor (en 1985 representaban el 50% del total de las importaciones agropecuarias, en 1991 el 67% y en el 2005 el 66%). En 1985 se importaron alimentos por un valor 46.6 millones $us; en 1995 se había casi triplicado esa cifra y en 2005 alcanzó a los 297,2 millones de dólares. Los bienes de capital (maquinaria, tractores y otros) para la agricultura es el segundo rubro más importante en las importaciones agropecuarias – pero sólo hasta el año 1991 debido sobre todo a la caída significativa en el valor importado. Es decir, se invierte menos en bienes de capital a partir de 1995, situación que Al interior de las importaciones agropecuarias, las principales corresponden a los productos alimenticios (bienes de consumo no duradero) ya Cuadro No. 27 Relación entre la producción interna, las importaciones y la disponibilidad de trigo y harina de trigo (Miles TM) Producción Nacional trigo Importaciones trigo Importaciones Harina de Trigo Disponibilidad trigo persona/año/Kg. Disponibilidad harina trigo pers/año/k.o. 1985 74,3 60,0 20,6 1,2 12,0 1990 84,6 97,3 69,7 2,0 19,0 1991 103,2 176,8 56,1 2,0 26,0 1995 124,8 188,3 81,6 3,0 27,0 1997 143,2 174,1 103,3 2,0 27,0 1999 140,5 197,5 96,8 2,0 27,0 2004 116,0 281,2 113,3 2,3 29,6 2005 86,1 283,0 130,1 2,2 29,3 Fuente: Cuadro elaborado en base a datos de Hojas de balance de alimentos (MDRAyMA) y Prudencio/ Franqueville 1995. 83 dura hasta el 2003 cuando empieza a recuperar sus niveles de años anteriores. ya no es tan importante pero continúa el de leche, que hacia mediados de los años 90 es desplazado por el grupo de preparados de alimentos. Distinta es la situación hacia finales de los 90 y todos los años de la década del 2000 pues el grupo de semillas/ frutas y oleaginosas (soya) irrumpe con bastante representatividad (ver cuadro No. 26). Los aspectos que resaltan en la composición de las importaciones de alimentos es que durante los 20 años estudiados, el grupo de los cereales (fundamentalmente el trigo) y los productos de molinería (que incluye harina de trigo) son los que más se importan, en valores y porcentajes. Siempre han representado más de la mitad del total, situación que no ha variado antes, durante ni después de la implementación del PAE. Un análisis más detallado de las importaciones de alimentos muestra que durante la implementación del PAE se trató de asegurar el alimento básico de la población como es el pan (y fideos, pastas) a través del trigo (y/o harina de trigo según los precios internacionales), para mantener bajo el costo de la canasta básica de alimentos y los salarios, y así evitar los conflictos sociales.Lo anterior ha supuesto invertir grandes cantidades de dinero para importar esos productos, cantidades que fluctuaron entre los 60 y 88 millones de dólares/año (75.6 millones El segundo lugar en las importaciones ha sido ocupado por distintos grupos de productos según las épocas o años. Así tenemos por ejemplo, que antes de la implementación del PAE, se importaban grasas y aceites seguido luego por el grupo de leche y derivados. Cuatro años después el grupo de grasa Gráfico No. 19 Importaciones de alimentos preparados ($us) $us en promedio anual en los 20 años), montos más elevados que la inversión pública efectuada en el sector agropecuario en los años considerados (como se apreció en el Cuadro No. 8). Tampoco supuso empezar a invertir en el fomento a la producción interna del trigo en los valles y altiplano, a excepción del apoyo que se dio en la región de Santa Cruz (como cultivo de invierno, alternando con el 84 cultivo de la soya), no con la perspectiva de aumentar la seguridad alimentaria nacional y disminuir la dependencia del trigo sino con la perspectiva de generar mayores ganancias a los agroindustriales al 75 explotar intensivamente la tierra . aumentan las importaciones, lo que hace que la disponibilidad de harina de trigo por persona año se incremente de 27 a 29 Kgs/pers/año (cuadro No. 27) Al contrario, la disponibilidad de otros productos producidos internamente disminuyen apresuradamente como la papa por ejemplo, producto tradicional consumido por toda la población rural y urbana del país, que tiene una continua disminución en su disponibilidad: de 34 Kgs/pers/año en 1990 paso a 32 Kgs/pers/año en 1995; 21 Kgs/pers/año en 1998 y tan sólo 19.9 Kgs/persona/año en el año 2005. La disponibilidad del maíz en 1990 era de 22 Kgs/pers/año; de 20 Kgs/pers/año en 1995 y de 11 Kgs/pers/año en el 2005. En el caso de la yuca, la disponibilidad era de de 22 Kgs/pers/año en 1990, luego pasó a 13 Esa política de asegurar este alimento básico mediante las importaciones comerciales (y las donaciones de alimentos extranjeros, como se analiza más adelante) ha tenido un impacto negativo desalentando la producción interna e incentivando cada vez más el consumo del trigo y sobre todo de la harina de trigo, pero en base a las importaciones. Así, mientras entre 1985 y 1995 la producción nacional se multiplicó por 0.6 veces, las importaciones de trigo lo hicieron por 3 y las de Cuadro No. 28 Importaciones de abonos, plaguicidas y maquinaria agropecuaria (TM-Miles $us) Cantidad Importada (TM) 1992 Abonos 11251 Plaguicidas Maquinaria agropec y forestal 1994 1996 1998 2000 2002 2003 2004 2005 5971 18757 16214 22603 27835 27345 43318 57222 2073 3553 4122 5711 8694 9654 13517 18027 20110 6844 5105 5868 5057 3428 5023 8476 13881 9677 Abonos 4749 2183 9333 9143 7211 7908 8241 13428 20482 Plaguicidas 5728 10471 18134 27283 36447 36676 50737 72673 80222 15209 13643 15137 14967 10396 14587 25430 50947 38437 Importaciones (miles $us) Maquinaria agropec y forestal Total importaciones (miles $us) 25.686 26.297 42.604 51.393 54.054 59.171 84.408 137.048 139.141 Fuente: INE. Anuario estadístico de importación 2006. harina de trigo por 4. En la década de los 2000, la producción nacional empieza a disminuir mientras 75 En esos años, el precio interno del trigo fue atractivo pero luego descendió, por lo que al cabo de unos años se abandonó en gran parte de las plantaciones de soya, la alternabilidad con el trigo, siendo sustituido por otros. 85 Gráfico No. 20 Importaciones de insumos y maquinaria para el Sector agropecuario (miles $us) Kgs en 1995 y a 12,6 Kgs/pers/año en el 2005 como señalan los datos de las Hojas de Balance de Alimentos del MDRyMA. fragilidad o carencia de medidas que protegen el aparato productivo nacional. Sobresalen también las importantes cantidades de 77 alimentos preparados que se importan en el país, alcanzando a más de 57.8 millones $us en el año 2005, mientras que en el año 1985 representaban tan sólo 6. 9 millones $us y 15.6 millones $us en 1995. Su valor se multiplicó por 3.7 en 10 años y por 8,2 en 20 años (Gráfico No. 19). Este crecimiento demostraría lo incipiente que es la industria manufacturera nacional de alimentos, y correspondería a la generalización progresiva de un modo de vida y de consumo urbano donde, sea por falta de tiempo u otra cosa, los alimentos se compran listos para consumir. También se sabe que estos tipos de platos se encuentran principalmente en los supermercados cuya expansión reciente está contribuyendo en gran medida a la difusión de este Finalmente, hay que resaltar que esta inclinación a las importaciones de trigo y harina de trigo asegura un patrón de consumo, sobre todo urbano, en el que el trigo y derivados ocupan un papel muy importante en el conjunto de los alimentos consumidos, ya que el sector rural produce su propio trigo y elabora su propia harina como demuestran una serie de estudios sobre la estructura del consumo de alimentos (Prudencio 2005; Prudencio y Velasco 1987; AIPE-CIPRODEC: CEPROMU-AIPE 2001 entre otros). Otras importaciones que llaman la atención es la referida a productos alimenticios que se producen internamente (e inclusive en algunos casos se exportan) como es el caso del café, té, azúcares, cacao, arroz y otros, aunque varían en cantidades 76 y valores según los años , lo que demuestra la 77 Se registran 4 tipos de preparados: Preparados de carnes, pescado o crustáceos, moluscos o demás invertebrados acuáticos; preparados a base de cereales, harina, almidón, 76 Sujeto sobre todo a los precios internacionales más que a féculas o leche y productos de pastelería; preparados de otros factores como la disminución de la producción interna hortalizas, frutas u otras frutas o demás partes de plantas; y por factores climáticos (sequía, inundaciones y otros). preparaciones alimenticias diversas. 86 modo de consumo. de 1992. Referente a las importaciones de las materias primas y productos intermedios (ver Cuadro No. 16 del Anexo), ésta partida tiene un incremento importante a partir de inicios de los años 90 hasta la actualidad. En 1989, el valor de esas importaciones era de 9,7 millones $us y en 1991 de 21,9 millones $us. Respecto a los plaguicidas, éstos presentan un ritmo de importación mucho más elevado. Hacia el año 2000 ya se importó más de 4 veces la cantidad importada del año 1992 (2.073 TM) y casi 10 veces más hacia el año 2005, alcanzando la cifra de 20.110 TM de plaguicidas. En cambio la evolución de las importaciones de la maquinaria agropecuaria presenta un ritmo distinto a las otras variables pues entre 1992 y el año 2002 79 disminuye la cantidad importada . En términos del valor de las importaciones de maquinaria agrícola, en 1992 representaban el 1,34% y el 1.6% en el 2005; es decir que en 13 años no hubo mayor variación en ese porcentaje. En cambio en los abonos, la inversión fue menor pues en 1992 representa el 0.42% del total importado; aunque luego aumenta el doble hacia el 2005 (0.87%). Otra partida del conjunto global de las importaciones es el de Bienes de Capital para la agricultura, que muestra un incremento en los primeros años de implantación del PAE, tanto en cifras absolutas como en cifras relativas, sin embargo a partir del año 1989 hay una disminución - tanto en el valor importado como también en el valor relativo – pues representa tan sólo el 4% del total de las importaciones agropecuarias del año 2001. Recién a partir del año 2003 aumenta el valor de esas importaciones, aunque en términos porcentuales no se llegan a recuperar los niveles de años anteriores, ni siquiera los establecidos antes del PAE. Muy distinta es la situación de los plaguicidas que tienen un incremento permanente en las importaciones, tanto en términos absolutos como relativos. Si en 1992 sólo representaban el 0.50% del total del valor importado, en el 2000 representan el 1,80%, en el 2003 casi el 3% y en el 2005 el 3,42%. En términos de valor, aumentaron de 5.7 millones de dólares en 1992 a 36,4 millones $us en el 2000 y a más de 80 millones $us en el 2005; es decir, aumentaron 6 veces más entre el año 1992 y el 2000, 8.8 veces más hasta el 2003 y 14 veces más hasta el 2005. Analizando con mayor detalle las importaciones para el sector agropecuario (partidas de las importaciones de abonos, plaguicidas y maquinaria 78 agropecuaria) se anotan una serie de aspectos que en términos generales no se perciben. En términos de los abonos, mientras en el año 1992 se importaron más de 11.000 TM, hacia 1994 disminuyó esa cantidad, pero luego volvió a aumentar en los años siguientes, sobre todo en los años 2004 y 2005 cuando las cantidades importadas representan 5 veces más la cantidad 79 El aumento de las importaciones de maquinaria en los años 2003/2004 se debe sobre todo a las importaciones de tractores que se realizaron por una serie de acciones y presiones políticas de parte del dirigente campesino Felipe 78 Lamentablemente la información disponible en el INE sólo Quispe para dotar de maquinaria a una parte del sector hace referencia desde el año 1992. campesino del altiplano. 87 84 y a 6.000 en el 2003 . Eso significa que entre 1985 y 1995 se dispuso tan sólo de un tractor cada 803 Has nuevas cultivadas por año, y entre 1995 y 2003 de un tractor cada 583 hectáreas nuevas cultivadas. No existen estudios actualizados sobre el impacto del uso de los agroquímicos a nivel nacional, sin embargo algunos estudios internacionales (Rosas M. 1999) señalan el uso intensivo que se da a gran variedad de plaguicidas, tanto en la región 80 del altiplano como en el oriente del país . En el 81 altiplano, hay mayor uso del insecticida mientras en el oriente del país se usa más herbicidas, funguicidas 82 y también insecticidas; varios de ellos extremada y altamente tóxicos para la salud humana y de los animales, generando una serie de consecuencias negativas sobre el ambiente como 83 detallan varios estudios. Esas mismas estadísticas también resaltan que el uso de maquinarias en Bolivia en el año 1990 era de 4.51 maquinarias por cada mil hectáreas cultivadas, 3.59 maquinarias/mil Has en 1994; 2,83 maquinarias/mil Has cultivadas en 1999 y 2.60 maquinarias por cada mil Has cultivadas en el 2003.(www.faostat). Lo anterior – tanto en lo que se refiere a la cantidad como al valor de la maquinaria agrícola y los insumos – no hace más que reflejar el grado de vinculación de las importaciones al desarrollo de las tecnologías. Lamentablemente no se dispone de información sobre la distribución y uso de esa tecnología a nivel regional o por productos, sin embargo no sería aventurado sostener – por la serie de otros datos ya expuestos - que la mayoría de esa tecnología (maquinaria, abonos y agroquímicos) se encuentra en las regiones donde se producen productos de exportación y muy escasamente en las regiones campesinas y/o ligadas a la producción de alimentos básicos. Como conclusión, se puede afirmar que, el valor general de las importaciones de bienes de capital (maquinaria e insumos) en el conjunto de los años analizados demuestra que no se fomentó el desarrollo del sector agropecuario ni se tuvo la intención de realizar la transformación tecnológica del sector, pero los aumentos de las importaciones de insumos entre los cuales sobresalen los Respecto a las importaciones de maquinaría agropecuaria considerada como bienes de capital, corresponde a tractores, cosechadoras, trilladoras, ordeñadoras y otras necesarias para las labores agrícolas y pecuarias. La carencia de información estadística como de estudios al respecto impiden realizar un análisis sobre la evolución de este aspecto, sin embargo algunas estadísticas de la FAO muestran la situación de este sector a nivel nacional. En 1985, en Bolivia se disponía de 4.750 tractores, número que se vio incrementado a 5.200 en 1994 80 Se reporta que la agroindustria en el oriente del país tiene el más alto consumo de plaguicidas – 80% de los importados legalmente. 81 Del tipo aldrin, endrin, folidol, dimetoato, diazinon. 82 Del tipo parathion, paraquat, glifosato, tamaron, nuvacron, monocron, metasistox y otros. 83 Sobre las consecuencias de la contaminación ver los estudios de 84Comparando con otros países, el número de tractores a nivel Smolders A y Guerrero MA 2001 (en Secretariado Rural 2002); nacional es muy reducido. El Perú por ejemplo -que no es el país y los diversos estudios de la institución Productividad Biosfera y más mecanizado de Sud América- dispone de 2.4 veces más el Medio Ambiente- PROBIOMA www.probioma.org.bo número de tractores que Bolivia (www.fao.org/statisticsyearbook). 88 fertilizantes químicos, muestra que el aumento de la producción y los rendimientos productivos se basó en el uso indiscriminado de esos químicos con una serie de impactos a nivel del medio ambiente 85 de la salud humana . Dependiendo principalmente de los precios, de la época, del tipo de productos y de las regiones fronterizas (con Brasil, Chile, Argentina, Perú, Paraguay), ése contrabando se realiza de forma casi permanente, generalmente internando (y en determinadas circunstancias, sacando) productos en grandes cantidades como también en cantidades reducidas (hormigueo). El contrabando Un último aspecto a analizar -complementario al de las importaciones comerciales- es el referido a las importaciones ilegales (contrabando de y hacia los países extranjeros de productos agrícolas y alimenticios) no registradas en las estadísticas oficiales, lo cual no significa que no sea importante. Algunos estudios de la Cámara de Exportadores y de la Cámara de Industrias señalan que el contrabando (sobre todo de exportación) se realiza desde hace varios años y se origina principalmente por los tipos de cambio diferentes, alcanzando cifras que Gráfico No. 21 Evolución y procedencia de las donaciones alimentarias superan los 830 millones $us en 1995; los 1.200 millones de dólares en 1997 y los 686 millones de dólares en el 2006. Esos estudios también señalan que del total del contrabando que ingresa al país procedente de la Argentina y Chile, el 17% correspondería a productos alimenticios y bebidas; mientras que sólo el 7% del Brasil y el 13% del Perú (www.bancotematico.org). 85 Sobre los impactos en los seres humanos, son frecuentes las denuncias a través de la prensa nacional sobre las enfermedades ocasionadas como inclusive las muertes de niños y familiares de los agricultores. También son muy ilustrativos los estudios profusamente respaldados del DR. D. Gianfelici (“El impacto del monocultivo de soya y los agroquímicos sobre la salud”.) que demuestra las consecuencias del uso de plaguicidas y otros agroquímicos: muertes prenatales, embarazos que no llegan a terminar, cáncer y otros. (www.biodiversidadla. Análisis específicos que ofrezcan mayor información org/content/view/full/40226) 89 Cuadro No. 29 Participación del trigo y harina de trigo en el total de las donaciones(Tm) 1985 1990 1994 1998 2000 2002 2005 Total % PMA Trigo 3932 4319 13456 23663 7067 12800 5084 70321 56,23% Harina de Trigo. 2331 3342 2700 6519 3923 5235 1550 25600 20,47% Otros Alimentos 3118 2710 879 519 1760 3232 5177 29125 23,29% PL-480 Trigo 148369 162175 100000 31336 42410 47474 nd 531.764 64,41% Harina de Trigo 11030 25961 34913 41920 34520 39670 11693 199.707 24,19% Otros Alimentos 20506 22965 15320 -72737 -75170 -83912 1225 94082 11,39% Fuente: Cuadro No. 17 del Anexo. y datos sobre el contrabando de alimentos son escasos y de reciente data, provenientes de instituciones privadas y no gubernamentales. Estudios sobre el arroz señalan que entre 70.000 y 80.000 TM de arroz de contrabando ingresaban 86 al país anualmente (Ortiz A. 2007) , a pesar de que el país exportó arroz en varios años, con el consecuente perjuicio para la producción nacional (desalentando la producción interna por los bajos precios de venta). Otro estudio (Prudencio J. y Ton G. 2004) sobre la procedencia de diversos productos alimenticios comercializados en los principales mercados del país, de origen extranjero, muestra que el impacto del contrabando en el nivel de precios que se paga al productor es mucho mayor que el impacto en el precio al consumidor. Gráfico No. 22 Evolución comparativa de las donaciones de alimentos y las Importaciones: el caso del trigo y la harina de trigo (en %) 86 El mismo estudio señala que en el año 2005 por ejemplo, el consumo del arroz extranjero en el país fue de 81.280 Fuente: Cuadro construido en base a datos de los cuadros No. 26 y 28. TM, de las cuales 76.642 TM (es decir 94%) provenían del contrabando. 90 El régimen simplificado para todo el sector de intermediación constituye también otro problema ya que los productos alimenticios de origen extranjero pagan montos irrisorios mediante este régimen (que por otro lado presenta una falta absoluta de control para depurar el registro y trasladar a los mayoristas al Régimen General). Los precios en el nivel de acopio de la cadena de intermediación son casi iguales entre los 87 productos de procedencia nacional y extranjera . El problema principal radica en que en el marco de la liberalización de las importaciones y los tratados de libre comercio, no hubo la voluntad política para enfrentar el problema del contrabando, reflejándose en una carencia de los recursos materiales para el control de las fronteras y la lucha al contrabando. Los contrabandistas dejan de pagar el gravamen arancelario y el Impuesto sobre el valor Agregado (entre otros gastos más pequeños); y venden sin factura a intermediarios generalmente inscritos en el régimen Simplificado (que no facturan), por lo que desaparece el IVA en toda la cadena de 88 intermediación . 5.3. Las donaciones de alimentos Las donaciones de alimentos en Bolivia es otro de los aspectos complementarios del comercio exterior, cuya composición, procedencia y evolución se detallan en el Cuadro No. 17 del Anexo. En el año 1985, el total de donaciones alimentarias que llegaron al país alcanzó a la cifra de más de 203.000TM, incrementándose Gráfico No. 23 Relación de las donaciones de procedencia extranjera y nacional 87 Sin embargo, las diferencias de precios antes del acopiador son elevadas. Una relación pormenorizada y por producto de los precios de contrabando-según diversos puntos hasta el año 1992 (casi 260.000 TM) para luego empezar a descender permanentemente (excepto el año 2002) hasta nuestros días (25.141 TM en 2005), reflejando evidentemente una política fronterizos- se detallan en el estudio mencionado. 88 Paradójicamente, esos productos extranjeros logran la devolución del IVA en sus países de procedencia debido a la norma internacional de que no se exportan impuestos. 91 concertada de disminución, fruto de la prioridad en el destino de las donaciones que otorgó USA y en menor medida los organismos de cooperación internacional, hacia otros continentes como Europa del Este y sobre todo África. En realidad, las variaciones que presenta la evolución de las importaciones dependen principalmente de los cambios ocurridos en las cantidades recibidas de la PL-480, ya que éstas representan la mayoría de las donaciones. 92 6 Otras Variables Por otro lado, al examinar las cantidades recibidas 89 de los dos principales donantes , se ve que las donaciones del PMA, aunque son mucho más reducidas que las de la PL-480, presentan mayor regularidad en el transcurso del tiempo, e incluso llegaron a superar éstas en el año 2003 (sin embargo, las cantidades recibidas no han dejado de disminuir hasta su punto más bajo, en ambos casos). Otro aspecto a considerar es la composición de las donaciones de alimentos que, a pesar de que ambas fuentes presentan una variedad de productos donados (ver Cuadro No. 17 del Anexo) los principales alimentos donados son el trigo y la harina de trigo en el transcurso de todos los años considerados. Así, tenemos que del total de los alimentos donados por el PMA en los 20 años desde la aplicación del PAE hasta el 2005, casi el 77% corresponde al trigo y harina de trigo, mientras que del total de las donaciones alimentarias de la PL-480, casi el 89% del total corresponde al trigo y harina de trigo. 89 Los otros donantes como la UE cesaron las donaciones de alimentos hacia mediados de los años 90 e implementaron un programa de apoyo a la seguridad alimentaria basada en recursos financieros. También se reciben ocasionalmente, pequeñas donaciones de alimentos de algunos gobiernos extranjeros (España, Italia y otros) cuando hay desastres naturales en el país. 93 Cuadro No. 30 Créditos otorgados al sector agropecuario Años 1984 Total Créditos Créditos sector agrícola 835,5 (1) En Porcentaje 317,9 38,0 % Como % del PIBA - 1985 264.310.134 (2) 37.835.165 14,3 % - 1987 1.352.116.915 (2) 366.423.684 27,1 % 21,90 (3) 1989 874.794 (2) 272.061 31,1 % 37,21 1991 1.346.430 (2) 266.055 19,7 % 31,72 1993 2.964.014 (2) 415.414 14,0 % 49,85 1995 2.786.203 (2) 361.848 12,9 % 39,44 1998 5.097,8 (3) 474,1 9,3 % s. d. 1999 4.872,1 (3) 472,6 9,7 % 51,86 2001 3.873,1 (3) 360,2 9,3 % 36,80 2003 3.162,7 (3) 297,3 9,4 % 27,82 2004 3.058,6 (3) 281,4 9,2 % 23,14 2005 2.318,30(3) 229.20 9.8% n.d. Notas: (1) Millones $b de 1970; (2) Valores en Bs.; (3) en millones de dólares. Fuente: SIBEF, Birbuet G.1997 y UDAPE 2005. Estas grandes cantidades de trigo y harina de trigo donadas-al igual que las importaciones de trigo y harina de trigo- lógicamente tienen un impacto a nivel de la producción nacional de trigo como ya se afirmó anteriormente, pero también presentan un fuerte paralelismo con las importaciones: a menores donaciones de trigo y harina de trigo desde inicios de los años 2000 corresponde mayores cantidades de importaciones, poniendo en evidencia una vez más la tesis de que las donaciones son utilizadas para abrir mercado con los productos excedentarios. aumentan (década de los años 90) e inversamente aumentan cuando las donaciones disminuyen, reiterando lo que es o representa la política neoliberal: ayuda alimentaria para el comercio. 90 La discusión y debates sobre las donaciones alimenticias y su impacto en Bolivia ya es un tema que data de hace varios años en el país. Diferentes estudios y análisis (Prudencio y Velasco 1987; PMA 1987; Prudencio y Franqueville 1995; Prudencio 1993 entre otros) realizados en diversas oportunidades, demostraron las diferentes consecuencias negativas de las donaciones. Ante la serie de críticas, las instituciones donantes implementaron programas de compra de alimentos de procedencia nacional (para ser distribuidas en sus diferentes El gráfico siguiente es muy elocuente al respecto. Las importaciones disminuyen cuando las donaciones 90 Por ejemplo en los Debates Agrarios que el ILDIS auspiciaba permanentemente (al respecto ver los Debates Agrarios No. 6, 12) o los seminarios organizados por el CERES, el CIDEM y la Cooperación Técnica Holandesa. 94 programas) con el postulado de que se fomentaba e impulsaba la producción agrícola nacional que consideraban era insuficiente, la cual iría sustituyendo paulatinamente a las donaciones de productos extranjeros. vez menos respecto a los productos externos: si en 1992 los productos donados de procedencia norteamericana representaban 38 veces más la cantidad de productos de procedencia nacional, hacia el 2003 esa relación se amplió a 54 veces más y a 47 veces en el 2005. Así, lo que podía haber sido una fuente de impulso Como lo demostraron los años, esto no fue Cuadro No. 31 Distribución del Crédito Agropecuario Según Departamentos (en %) Departamento Chuquisaca 1984 1996 2005 2007 7,72 0,06 8,00 6,00 La Paz 15,50 4,72 15,00 32,00 Cochabamba 21,38 8,62 18,00 13,00 Oruro 4,50 0,02 4,00 5,00 Potosí 6,47 0,02 9,00 7,00 Tarija 11,88 1,31 12,00 8,00 Santa Cruz 22,96 85,17 32,00 25,00 Beni 9,42 0,05 1,00 3,00 Pando 0,17 0,00 2,00 2,00 TOTAL 100 % 100 % 100 % 100 Fuente: FIDA (1985); SIBEF (1997); Birbuet G. 1997; FINRURAL. más que un simple planteamiento para seguir introduciendo en el país, productos externos ya que las cantidades adquiridas de productos nacionales han sido insignificantes. a la producción nacional y de ampliación del mercado interno, no fue tal. En el caso del PMA, en el transcurso de los últimos diez años, las cantidades donadas de procedencia nacional se han mantenido entre las 1.000 y 3.000 TM/año. En cambio, los productos nacionales comprados por la PL-480 (para ser distribuidas en el país) nunca superan el 2% del total donado (Gráfico No. 23). Los créditos hacia el sector agropecuario en el año previo al PAE se otorgaban a través del Banco Agrícola de Bolivia (BAB), representando en 1984 el 38.05% del total de los créditos otorgados a 91 los diversos sectores de la economía , porcentaje que tiene una permanente disminución en relación a los créditos a otros sectores. 6.1. Los créditos 91 No se considera la situación del año 1985 que fue bastante irregular, no sólo por la elevada hiperinflación que sufría el país sino también porque fue el año del cambio de gobierno como también de políticas y paralización/disminución de las Es más, han tenido una tendencia a ser cada actividades y su programación. 95 Cuadro No. 32 Relación de productores que no recibieron créditos según producto y departamento en % (1997) COCHA BAMBA ORURO POTOSI 96,67 96,53 99,58 97,87 - 100 100,0 99,19 97,00 99,08 100 100 100 99,19 95,95 97,00 99,08 - 100,00 95,67 93,33 93,83 87,50 - SANTA CRUZ 88,24 87,27 96,58 96,55 84,51 93,75 90,58 96,88 86,67 - - - - - 76,.67 97,8 97,62 99,04 97,80 92,86 91,40 PRODUCTO CHUQUISACA Ají Arveja Cebada/grano Frejol Haba Maíz Maní Papa Trigo Arroz Naranja Tomate Papaliza Oca Quinua 100 100 99,19 95,00 100 97,65 97,01 97,65 98,76 - 99,43 99,79 98,18 97,83 94,12 - 98,36 Caña de azúcar Soya Yuca Mandarina Sorgo Plátano PROMEDIO LA PAZ TARIJA BENI PANDO 100 100 100 - 98,96 98,10 - 88,78 100 - 64,18 100 92,86 72,73 88,54 100 100 100 97,33 98,15 98,13 Fuente: INE Encuesta Nacional Agropecuaria 1997. debe correr más riesgos directos, es decir, no debe otorgar crédito directo al sector privado sino a través de intermediarios financieros” (Birbuet G. 1997). En el año 1989 se crea el Fondo de Desarrollo Campesino con el propósito de dar una solución a la creciente demanda de créditos, por lo que en esos años hay un cierto repunte en el total de créditos 92 otorgados al sector , sin embargo en 1991 se cierra el BAB (al igual que el Banco Minero y el Banco del Estado), por dificultades en la recuperación de los créditos pero sobre todo como parte de las medidas del PAE que sostenían que “el Estado boliviano no 92 Pero en 1991 se determina que el FDC sólo puede realizar operaciones de segundo piso a través de entidades de créditos fiscalizado por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras. 96 Ante esa situación, surgen una serie de Instituciones de Promoción y Desarrollo Social (IPDS) especializadas en créditos como alternativa para llegar a los pequeños agricultores con otras modalidades que la banca comercial y mecanismos 93 financieros más adecuados (UDAPE. 2006:31). Entre 1989 y 1995, el crédito total se incrementa en 308% mientras el crédito concedido al sector agropecuario aumenta solamente el 133%. También se percibe que al inicio de los años 90, los créditos al sector agropecuario representaban el 20% del total de los créditos concedidos, pero luego presentan una paulatina disminución hasta representar tan sólo un poco más del 9% promedio en los años comprendidos entre 2001 - 2004 94. La distribución del crédito agropecuario ha variado significativamente en el transcurso de los años analizados. En 1984 se distribuyó principalmente en las regiones de Santa Cruz (22%), Cochabamba (21%) y La Paz que en su conjunto representaban el 58% del total; siendo sólo la región de Pando en la que prácticamente no se otorgó ningún crédito. Para el año 1996, el 85,17% del total de créditos se otorgó en la región de Santa Cruz, y un porcentaje muy bajo en las regiones de Cochabamba y La Paz. En departamentos como Pando, Beni, Potosí, Oruro y Chuquisaca prácticamente no se otorgaron 93 A pesar de esa modalidad, la mayoría del crédito entre 94 Para el año 2005, según datos de FINRURAL, en el 2005 se otorgaron créditos por valor de 436.398.320 Bs. , y de 1998 y el 2004 es canalizado por la banca comercial (91% ese total el 57,66% fue destinado al área rural. Del total de promedio anual); el 0.1% por las Mutuales de Ahorro y beneficiarios (116.665), el 28,86% corresponden a clientes Préstamo; el 2 % por las cooperativas; el 5.7%% por las en el sector rural. Lamentablemente la información no da IPDS y el 1.2% por los Fondos Financiero Privados (FFP) cuenta del tipo de clientes (campesinos, empresarios, etc.) (UDAPE 2006). del área rural. 97 98,30 96,70 92,50 97,90 96,40 91,00 93,50 97,90 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. Cebada/ grano) Frejol Haba Maíz (duro) Maní Papa Trigo Oca Café Plátano Quinua Papaliza Arroz Naranja Avena (grano) Yuca Cebolla Tomate Alfalfa Caña Azúcar Soya Sorgo s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 95,40 91,50 92,50 94,80 97,90 97,50 95,10 100 100 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 94,10 90,00 96,80 96,80 97,80 96,30 100 100 100 93,50 97,30 100 97,50 s. d. 95,80 98,90 s. d. 98,30 97,40 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 100 s. d. s. d. s. d. 97,00 s. d. s. d. 93,60 100 s. d. s. d. 96,30 98,30 90,10 s. d. 98,60 100 100 98,40 98,10 s. d. s. d. s. d. 100 s. d. s. d. s. d. 97,00 s. d. s. d. 95,70 100 s. d. s. d. 96,30 98,30 90,10 s. d. 98,60 100 100 96,90 96,30 s. d. C. Agrop. COCHABAMBA Asistencia Técnica s. d. s. d. s. d. 100 100 96,80 100,00 100 94,50 98,20 99 98,80 91,90 97,30 98,40 95,80 s. d. 97,20 98 s. d. 96,50 96,10 s. d. C. Agrop. LA PAZ Asistencia Técnica Fuente: Construido en base a datos del INE (1997). 95,70 Arbeja Capacit. Agropec CHUQUISACA Asistencia Técnica Ají CULTIVOS Cuadro No. 33 s. d. s. d. s. d. 100 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 94,40 s. d. s. d. s. d. 100 97,00 s. d. s. d. 95 s. d. 100 s. d. s. d. Asistencia Técnica s. d. s. d. s. d. 97,00 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 90,00 s. d. s. d. s. d. 96,30 95,30 s. d. s. d. 95 s. d. 98,40 s. d. s. d. C. Agrop. ORURO s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 100 80,70 s. d. s. d. 100 98,10 94,00 s. d. 93,90 95,90 s. d. 98,10 s. d. s. d. Asistencia Técnica POTOSI s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 97,10 84,60 s. d. s. d. 93,30 97,20 92,30 s. d. 93,90 95,90 s. d. 97,50 s. d. s. d. C. Agrop. s. d. 100 90 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 90,00 93,80 100 96,00 s. d. s. d. s. d. 96,80 s. d. Asistencia Técnica s. d. 85,70 100 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 85,00 93,80 95,50 95,60 s. d. s. d. s. d. 93,70 s. d. C. Agrop. TARIJA 81,80 71,60 88,70 s. d. 86,60 s. d. 99,20 s. d. 96,80 87,40 s. d. s. d. s. d. s. d. s. d. 81,20 83,10 89,60 92,30 s. d. 83,60 s. d. s. d. s. d. Asistencia Técnica 90,90 82,00 91,80 S. D. 86,60 S. D. 100 S. D. 90,60 95,00 S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. 75,00 83,10 96,50 95,20 S. D. 87,20 S. D. 94,10 S. D. C. Agrop. SANTA CRUZ S. D. S. D. 100 S. D. S. D. S. D. 100 S. D. S. D. 97,00 S. D. S. D. 100 S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. 96,50 S. D. 100 S. D. S. D. S. D. A. Técnica S. D. S. D. 95,80 S. D. S. D. S. D. 98,40 S. D. S. D. 94,10 S. D. S. D. 97,90 S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. 94,80 S. D. 94,70 S. D. S. D. S. D. C. Agrop. BENI S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. 100 S. D. S. D. 100 S. D. S. D. 100 S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. 100 S. D. 100 S. D. S. D. S. D. A. Técnica S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. 100 S. D. S. D. 100 S. D. S. D. 100 S. D. S. D. S. D. S. D. S. D. 100 S. D. 100 S. D. S. D. S. D. C. Agrop. PANDO Relación de productores que no recibieron asistencia técnica y capacitación agropecuaria según cultivos y departamentos en % (1997) 7 Los Ingresos Económicos créditos. Hacia el 2005 ya se anota una distribución más equitativa del crédito agropecuario a nivel regional, aunque santa Cruz continúa siendo la egión que captó más créditos. Respecto al tipo de beneficiario de los créditos, en 1984 se destina el 44,64% del total del crédito agrícola a 5.143 empresarios (20.028 Bs. a cada uno en promedio) y el 55,36% a 13.167 productores campesinos (9.702 Bs. a c/u promedio), relación que se mantiene hacia el año 1986 cuando el 47% del total del crédito se destina a 4.486 empresarios otorgándoles a un promedio de 6.392 Bs., el doble de lo otorgado a un beneficiario campesino (10.059 beneficiarios que recibieron el 53.04% del total del crédito). Para 1996 no hay datos sobre la distribución del crédito por tipo de beneficiario, sin embargo no resulta difícil deducir que se financiaron los cultivos de exportación y los llamados industriales (soya, sorgo y otros) ya que también hubo un expansión de la superficie cultivada (soya, algodón, caña de azúcar, sorgo, girasol) como se analizó en el capítulo de la producción. Según la Encuesta Nacional Agropecuaria del año 1997 realizada a nivel nacional por el Instituto Nacional de Estadística (INE), prácticamente la totalidad de los pequeños productores agrícolas y de alimentos básicos para el consumo nacional 99 Grafico No. 24 Evolución del coeficiente de desigualdad de ingresos (Coeficiente de Gini), 1968-2002 Fuente: UDAPE (www.udape.gov.bo/analisiseconomico/UO6analisis.htm) como la papa, trigo, arveja, quinua, habas, maíz, frejol y otros, no habían recibido ningún crédito. En promedio, el 98% de los agricultores en cada región/departamento no recibió crédito, siendo peor la situación en los departamentos de Beni donde ningún productor recibió créditos. Sólo en el departamento de Santa Cruz hubo un 11% de los agricultores que sí recibió créditos, especialmente los agricultores que producían soya (para la venta a las empresas agroindustriales que producen aceite o que exportan) o los beneficiarios de algún proyecto internacional que alentó la producción de papa y algunas hortalizas (por ejemplo el proyecto de la FAO en la región de Samaipata). 6.2. La capacitación y asistencia técnica Otro aspecto que es importante de considerar y que está estrechamente vinculado al apoyo al sector agrícola, es el relacionado con la capacitación y asistencia técnica que se haya brindado a los agricultores. Hasta la implantación del PAE, en el país existían instituciones especializadas para la asistencia técnica y capacitación de los productores (El Instituto Boliviano de Tecnología Agropecuaria-IBTA), sin embargo ésta desapareció a mediados de los años 90 como una medida del PAE, haciendo que los servicios de capacitación y asistencia técnica sean otorgados de forma privada95, dejando un vacío muy grande en esa materia. La Encuesta Nacional Agropecuaria del año 1997 -la única fuente de información al respecto- ofrece 95 A mediados de los años 90 hubieron algunos intentos por implementar la modalidad de capacitar y/o tecnificar Cuadro No. 34 algunos agricultores para que luego éstos vendan sus Distribución de los ingresos segúna sectores rural y urbano Quintil del ingreso de los hogares per cápita 1 (+ pobre) 2 3 4 5 (+ ricos) Total Ingreso promedio servicios al resto de los agricultores. Un ejemplo de eso fue el Población urbana (Bs/mes) 93,09 (3.56%) 192,25 (7.36%) 298,05 (11,42%) 483,95 (18,54%) 1.542,50 (59,10%) 2.609,94 (100%) Población rural Total “proyecto Post Cosecha de la FAO” implementado (Bs/mes) (Bs/mes) en algunas regiones de Santa Cruz, sin mayor repercusión/ampliación 6,50 (0.91%) 25,45 (1.34%) de (4.41%) ni sostenibilidad financiera/técnica. 108,02 (5.70%) La sus áreas31,47 de influencia 77,44 (10.86%) 202,57 (10.69%) otra modalidad de apoyo a la capacitación de los agricultores 148,61 (20.85%) 353,92 (18.68%) 448,69 (62.95%) 1.203,87y (63,56%) -la única vigente hasta hace pocos meses que el nuevo (100%) gobierno712,71 intenta complementar con un1.893,83 programa(100%) específico 521,72 142,41 378,19 de capacitaciónfue a través del trabajo realizado por las diversas ONGs en sus temáticas y áreas de acción. Fuente: UDAPE. 100 una visión de la situación en la materia. A nivel de cada región (ver cuadro No. 32), el porcentaje de familias de agricultores que no recibieron capacitación agropecuaria y asistencia técnica es muy elevada, siendo el caso de la región de Pando el más álgido ya que no se registra ni un solo agricultor que haya recibido asistencia técnica/capacitación. Solo en el departamento de Santa Cruz se registran porcentajes un poco más elevados de asistencia y capacitación, sobre todo para los agricultores que producen productos para la agroindustria y la exportación (soya, sorgo, caña de azúcar, frejol, y el trigo por su vinculación a la producción de soya en la época de invierno) y excepcionalmente a la papa (por el vínculo a los proyectos de cooperación internacional en la región de Samaipata como se mencionó anteriormente). En el resto de los departamentos, la casi totalidad de los agricultores que producen alimentos básicos para el consumo de la población no recibieron el apoyo técnico ni la capacitación como señala el Cuadro No. 33 Apenas el 2% de los agricultores de trigo –alimento tan importante y del cual el país es altamente dependiente de las importaciones y donaciones extranjeras recibieron asistencia técnica. De igual manera, sólo entre el 3% y 6% de los agricultores de papa- alimento básico en la dieta de la población rural de los departamentos de la región andina como Potosí, La Paz, Oruro, Chuquisacarecibieron asistencia técnica. En esa situación, constituyen una pequeña excepción los agricultores de quinua del departamento de Potosí ya que un 19% de ellos declaró haber recibido asistencia técnica y un 15% capacitación agrícola; situación explicable por ser un producto de exportación alentado por las propias organizaciones de productores (en su mayoría). Un aspecto que es importante a considerar -como consecuencia de las acciones implementadas durante los 20 años analizados en el tema de la distribución de las tierras, la inversión pública, las exportaciones-importaciones y el acceso a los servicios de créditos y asistencia técnica entre otros- es el relativo a la situación de la distribución de los ingresos económicos de la población que tiene como actividad principal a la agricultura. 7.1. La distribución de los ingresos económicos. Como evolucionó la distribución de los ingresos económicos en Bolivia durante los años de implementación del PAE? Es adecuado resaltar que Bolivia se caracteriza por ser uno de los países que tiene los más altos niveles de desigualdad de ingresos en toda América Latina, con indicadores que se incrementaron durante los años de vigencia del PAE. Uno de los indicadores frecuentemente utilizados 96 para medir esa inequidad es el coeficiente de Gini . 96 Indicador que mide la desviación de la distribución de los ingresos (o activos). A más alto valor, mas desigual es la distribución. 101 Según estudios de UDAPE (www.udape.gov.bo/ análisiseconomico/u06analisis.html) La evolución de ese indicador no tuvo variaciones entre 1985 y 1989 (0.52), sobre todo por la lucha contra la hiperinflación, sin embargo en la década de los años 90, hubo un fuerte incremento de la desigualdad, sobre todo a partir de 1995. Si se considera la distribución de los ingresos según deciles de la población boliviana, se puede tener una visión que ayude a aproximarnos a esa situación. Lamentablemente no existen estudios ni estadísticas oficiales que detallen esa situación en la década de los años 80 y 90. Recién hacia fines de los años 90, algunos estudios destacan que entre 1999-2001; el 10% más rico de la población es 28.5 veces (promedio) mas rico que el 40% mas pobre. El quintil más rico de la población es 52 veces más rico que el quintil más pobre de la población (UDAPE).Esta elevada desigualdad en la distribución del ingreso no radica solamente en la diferencia de ingresos entre los más ricos y el resto de la población sino también en la baja participación de los más pobres en el ingreso total. Así tenemos que del total de los ingresos contabilizados a nivel urbano, el quintil de los más ricos percibe el 59.10% en cambio los más pobres tan sólo el 3.56%, es decir 16,5 veces menos. A nivel rural las diferencias son más pronunciadas aún: los más ricos participan del 62.9% del total de los ingresos rurales; en cambio los más pobres participan tan sólo del 0.91%, es decir que sus ingresos representan 69 veces menos que el mayor estrato. De igual manera, los más pobres del sector rural perciben 14,3 veces menos que los más pobres del sector urbano, mientras que los más ricos del sector urbano perciben 3,4 veces más que los más ricos del sector rural. Estas diferencias de ingresos son más profundas aún cuando se analiza otro tipo de datos -no tan globales ya que por lo general encubren estadísticamente realidades más dramáticassino más específicas a sectores y a situaciones concretas, y que explican el origen de esos recursos así como el acaparamiento de ciertos sectores Cuadro No. 35 Participación de las familias rurales según niveles de ingreso (%) Niveles Ingreso mensual (Bs) 0 - 400 1992 1998 La Paz Chuquisaca CBB Potosí Carabuco Zudañez Mizque Chayanta Tomave 2003 2005 Potosí Oruro Chaqui Betanzos Cotagaita El Choro Carangas 92,30 72,5 44.4 83,09 100 74 79 91 - 100 401 - 800 6,30 23,7 16.7 12,67 - 9 3 2 100 - 801- 1200 1,40 2,5 15,3 4,24 - 5 15 2 - - - 1,3 23,6 - - 2 3 5 - - 107Bs (30$us) 182 Bs (33 $us) 644 Bs (117$us) 132 Bs (23,9$us) 82 Bs (10.6$us) 156 Bs 20.3$us) 159 Bs 20.7$us) 131 Bs (17.0$us) 450 bs (56,2 $us) 350 Bs (43.7$us) 1201 y + Promedio mes/ Hogar (Bs) Umbral de pobreza s.d. 304 Bs (55.17 $us) 533 Bs (69.48 $us) Fuente: UDAPE, Prudencio/Franqueville (1995); Prudencio/Cossio (1998); Alemán et. al. (2003) y FP/BOL/81(2005). 102 533Bs (69.48$us) 8 Conclusiones y Propuesta sociales y políticos que originan las diferencias en la distribución de los ingresos económicos. Tenemos así por ejemplo que mientras los ejecutivos de algunos Programas dependientes del Gobierno de turno ganaban 7.000 $us/mes (57.633 Bs.), los obreros de la misma empresa ganaban 58.3 97 $us (480 Bs), es decir 120 veces menos . De igual manera, en el Fondo de Desarrollo Regional (FNDR), una dependencia del Directorio Único de Fondos (DUF), los ejecutivos se pagaban más de 2.000 $us por semana de consultoría o 9.000 $us /mes (CARITAS 2004). Asimismo, entre los años 2001 y 2003, tres bancos privados nacionales captaron 1.7 millones de dólares de los recursos destinados al alivio 98 de la pobreza (HIPC I y II) , solamente por las “Comisiones” que cobraron por la entrega de los recursos del Estado a los municipios. Contraria a esta situación, los ingresos percibidos por los trabajadores por cuenta propia por ejemplo – en los mismos años considerados (2003-2004) – muestran un panorama totalmente distinto. En Cochabamba por ejemplo, los trabajadores de la manufactura percibían al mes un ingreso de 1.382,21 Bs (191,97 $us); los del comercio 1.116,17 Bs (155 $us); los trabajadores de 97 Denuncia que efectuó la Comisión Especial de la Pastoral Social-Caritas – respecto a los sueldos que percibían los ejecutivos de los Programas PLANE y PROPAÍS, ambos programas de lucha contra la pobreza vigentes en el último año de los gobiernos neoliberales (2004). 98 En 1998, Bolivia fue incluida en la Iniciativa para los Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC en inglés) por un alivio de 788 millones de dólares de su deuda externa. En el año 2001 se aprobó el HIPC II por 631,5 millones de dólares 103 alimentos 993,08 Bs (137.92 $us) y los del Servicio de hogar privados 952,50 Bs (132,29 $us), es decir un promedio de 1.104,50 Bs (153,40 $us). Si a esas cifras se suman los ingresos generados por sus esposas se tiene un ingreso promedio familia de 1.747,76 Bs (242,74 $us), para familias de 5.25 miembros por hogar, lo que resulta que el ingreso per cápita alcanza sólo a 1.54 $us; es decir menos de los 2 dólares diarios mínimos establecidos internacionalmente como el límite de las situaciones de pobreza (IFFI 2003). Estas diferencias en los niveles de ingreso económico, en la participación de los ingresos totales y en las necesidades insatisfechas (como se apreció anteriormente) no sólo se expresa en términos de género sino también en términos étnicos y regionales, siendo las poblaciones rurales – indígenas y campesinas ubicadas principalmente en el altiplano y los valles – los que se encuentran en peores condiciones. Esto se reafirma al analizar los ingresos en los sectores poblaciones del occidente del país, quienes tienen como principal ocupación a la agricultura. 7.2. Los ingresos económicos en el sector agrícola campesino Los ingresos económicos en el sector rural varían mucho dependiendo de una serie de factores como por ejemplo el grado de especialidad productiva de las unidades económicas, del tipo de sistema productivo y la orientación de su economía (de subsistencia o integrada al mercado) entre otros. A pesar de esos aspectos, los ingresos en general han sido y son menores que en el sector urbano, y desde hace varios años no han tenido significativas variaciones lo que hace que la mayoría de ellos se ubiquen por debajo del Umbral de la Línea de Pobreza. Según estudios de caso realizados en diferentes años y regiones del país (ver cuadro 35), en el año 1992, el 92.3% de las familias de regiones del altiplano (La Paz) se ubicaban entre las familias que percibían los niveles de ingreso más bajo. En 1998, la mayoría de las familias consideradas en los estudios de caso (72,5% del municipio de Zudañez; el 44.4% de Mizque y el 83,09% de Chayanta) tenían ingresos mensuales entre 0 y 400 Bs; es decir muy próximos o por debajo del umbral de pobreza determinado para ese año. Esa situación no varía para el 2003 y el 2005 ya que la mayoría de las familias consideradas se ubican entre los estratos más bajos de ingresos. En términos de dinero, lo anterior significa que en 1992 la mayoría de las familias tenían un ingreso de 107 Bs (30 $us); en 1998 sus ingresos fluctúan entre 24 $us/mes/familia en las regiones pobres y los 117 $us/mes/Flia en las regiones más favorecidas (Cochabamba). En los años posteriores no hay grandes cambios ya que la tendencia es la misma. En términos generales, estos estudios de caso solo reafirman lo que las estadísticas generales muestran: que la mayoría de la población rural que se dedica a la agricultura y se ubica en las regiones del altiplano y valles preferentemente, están entre los pobladores con más bajos niveles de ingreso del país siendo consecuencia de un desigual acceso a los recursos productivos (tierra) 104 y a servicios de créditos, capacitación, asistencia técnica, tecnología, etc. 8.1. Conclusiones 1.El análisis realizado permite determinar que con la serie de medidas y políticas que contempló el Programa de Ajuste Estructural (PAE) en el país, prácticamente se desmanteló el incipiente apoyo y protección que el Estado brindaba a la estructura agrícola y alimentaria nacional, es decir a los productores campesinos (a quienes se le privó de créditos, asistencia técnica, tecnología y capacitación entre otros) y a la industria de transformación/ procesamiento de alimentos de las empresas dependientes del Estado (CBF Corporación Boliviana de Fomento). En ambos casos, se redujo su mercado interno (inundado por las importaciones de alimentos y las donaciones) Contrariamente, se incentivó una agricultura exportadora de materias primas para los mercados externos en base al acaparamiento y concentración de tierras (latifundios), la disponibilidad de capital (créditos), tecnología e insumos subvencionados (carburantes). 2.En los 20 años analizados, el PIB ha tenido una tasa de crecimiento promedio del 8.80%, con periodos de crecimiento muy heterogéneos. En cambio el PIBA ha tenido una tasa de crecimiento promedio del 6.89% (con altibajos en los años iniciales). Esa tasa de crecimiento del PIBA – que es remarcable – se debe sobre todo al crecimiento de las materias primas y productos agrícolas de exportación producidos principalmente en el oriente del país (con tasa de crecimiento por encima del 2%) y en detrimento del sector agropecuario campesino ubicado en el Altiplano y Valles (zonas más pobres con tasas de crecimiento del 0.2% promedio), que es el sector que más gente emplea. Si bien esa tasa de crecimiento del PIBA en el periodo estudiado es remarcable, también es muy frágil por estar basada exclusivamente en las exportaciones de materias primas y dependiente de los precios internacionales. De igual manera, hay que resaltar que este crecimiento desigual que tuvo éxito en el campo económico para ciertas regiones y sectores sociales ha significado un fracaso en el campo social para el resto de las regiones y sectores, ya que los niveles de pobreza no disminuyeron ni se acortaron las diferencias y desigualdades en la distribución de los ingresos económicos de la población. 3.Dada la situación analizada y descrita se puede 105 afirmar que gran parte de la población rural de varias regiones del país (Pando, Oruro y otros) está excluida económicamente; está prácticamente marginalizada del sistema productivo nacional, lo cual se manifiesta en una baja productividad y bajo aporte al PIB agropecuario per capita. producción campesina y baja tecnología. e.Acceso difícil a los mercados internos y externos, por carencia de carreteras y caminos adecuados; dificultades de acceso a mercados de exportación (elevados precios del transporte hasta los puertos, normas de calidad e higiene, entregas en plazos previstos, etc.); y elevada intermediación de comerciantes entre otros. 4.Este crecimiento desigual e inequitativo significa para el sector agrícola campesino la existencia de una serie de factores que bloquean y obstaculizan el desarrollo de la agricultura de base campesina, la cual está estancada y no logra vincularse a un proceso de desarrollo de mejora de su producción y de vinculación a mercados más amplios. Entre esos factores u obstáculos sobresalen: f. Reducida inversión en el sector agrícola en general, de parte de los gobiernos departamentales, municipales y nacional como también del sector privado. g.Las importaciones subsidiadas de alimentos y materias primas que compiten con la producción agrícola como también con la industria manufacturera de alimentos. Forman parte de esto, las donaciones de alimentos (trigo y harina de trigo) como también el contrabando de alimentos (que ingresan al país por varias zonas y/o regiones) a.Una desigual distribución de los ingresos en las familias de economía agrícola campesina ubicadas principalmente en el altiplano y valles – que perciben ingresos por debajo del umbral de pobreza y en montos por debajo del mínimo diario establecido por los organismo internacionales. h.La carencia de acceso al capital/crédito; a la capacitación y asistencia técnica; a la educación alimentaria/nutricional; a la tecnología e insumos adecuados entre otros. b.Bajos precios por los productos agrícolas, los cuales no logran cubrir los costos de producción ni generar ingresos adecuados. c.Carencia de tierras adecuadas (en cantidad y en calidad), lo cual es impedido por la una fuerte concentración de tierras (latifundios) en el oriente del país. d.La baja productividad de la fuerza de trabajo laboral en varios departamentos/regiones del país que se origina por la escasez de tierras buenas (fértiles), salidas poco dinámicas a la 5.A pesar de esa serie de obstáculos, el sector agrícola campesino ha contribuido significativamente al crecimiento del PIB, sin embargo su mayor importancia se da principalmente por su aporte de alimentos a la seguridad alimentaria; la generación de empleo; generación de divisas; cobija a una gran parte de la población y porque ofrece mano de obra a otros sectores de la economía. 106 6.La consigna 99 de que la apertura de la economía y sobre todo el fomento a las exportaciones llevaría a un mejoramiento de las condiciones de ingresos y empleo, y que reduciría la pobreza, no se ha logrado; más bien el PAE ha tenido efectos negativos ya que la pobreza en cifras absolutas prácticamente se ha mantenido. 7.Por lo anterior, ya no se puede plantear lograr superar la pobreza sólo a través de un apoyo al sector rural y agrícola en general. Hay que enfocar el problema de la distribución de ingresos a nivel de cada sector, de cada región y cada departamento. Por lo anterior y para disminuir la pobreza rural, es necesario el replanteamiento de una serie de medidas que apoyen al sector y específicamente al sector agrícola campesino (créditos, asistencia técnica y capacitación; educación alimentaria nutricional entre otros); un re direccionamiento a la política de comercio exterior (que proteja a los productores campesinos de la desleal competencia internacional subvencionada, y del contrabando); una redistribución de tierras; mayor inversión pública en la 99 Los diferentes gobiernos entre 1985 y 2005 plantearon diversas consignas como las de “exportar o morir”. Por ejemplo, los mensajes del Ex Presidente Jorge Quiroga el 7/ agosto/2001 “Debemos practicar la globalización…creemos en el comercio libre, en el comercio tri-libre, triplemente libre: libre de aranceles, libre de subsidios y libre de medidas para-arancelarias”; o “las exportaciones generan un impacto socioeconómico en la mayoría de la población, sobre todo en términos de la distribución de los beneficios directos; de la disminución de las pérdidas de los agricultores; de una mayor generación de empleos permanentes en el sector rural y urbano; de un mayor desarrollo educativo para producir mejor, para preparar mejor los alimentos y para que el pueblo se trate mejor” (JUNAC 1993:103-104). Para un análisis más detallado de las exportaciones y sus consecuencias ver Prudencio J. (1994). infraestructura productiva; y mayor apoyo a la comercialización de productos disminuyendo la intermediación comercial. Asimismo, es importante plantear políticas interrelacionadas entre la producción agrícola que en varios productos no encuentra mercado - y la industria manufacturera de alimentos (que cada vez utiliza menos materias primas de origen nacional); entre el sector rural y urbano; entre lo económico y lo social; entre lo técnico productivo y la educación en alimentación/ nutrición para así “superar ese patrón de desarrollo excluyente y desigual del modelo neoliberal” (C. Kay 2007:92). 8.El modelo agroexportador que se desarrolló en el país en los últimos años es un modelo extractivista que nos empuja hacia la explotación indiscriminada de nuestros recursos naturales y los monocultivos, sin ninguna sostenibilidad económica ni medio ambiental, deteriorando los sistemas agrarios, los sistemas sociales; y transformando los hábitos alimentarios de la población, entre otros. 9.Si bien es evidente que las exportaciones agrícolas han ayudado a aumentar la producción de ciertos productos en el oriente del país y han incrementado la productividad del trabajador; por su escaso valor incorporado, no han supuesto la importación de insumos y tecnología para la transformación de los productos con mayor valor agregado. 10.Las exportaciones que se están efectuando – tomando el caso de la soya producida por la agroindustria en el oriente del país y la quinua producida por campesinos en el altiplano – se realizan a costa de: a) una disminución de los 107 rendimientos productivos lo que supone un aumento de la producción por la ampliación irracional de la frontera agrícola con consecuencias negativas en la deforestación y el medio ambiente (erosión); b) un agotamiento de la tierra por ser monocultivos (que intensifican su ciclo productivo e impiden la reposición de la tierra); c) una transformación de sistemas productivos tradicionales donde se vinculaba la producción agrícola con la ganadería (quinua-llamas/ovejas como en el caso de la quinua). Por esto, es urgente realizar un cambio en las actuales modalidades y técnicas de explotación de esos monocultivos (quinua, soya), considerando principios de agroecología; de sostenibilidad de los recursos y del equilibrio de las condiciones naturales entre otros. 11.Los beneficios que se esperaban de las exportaciones – generación de empleo, incremento de ingresos, mejoramiento de las condiciones de vida entre otras - no se alcanzaron ya que por ejemplo, en las regiones donde se realiza la explotación de esos recursos, los indicadores de las Necesidades Básicas Insatisfechas de la población y los niveles de desnutrición continúan igual o peor. 12.Al analizar los datos de las importaciones se destaca que la dependencia alimentaria de Bolivia no disminuyó durante el periodo observado. Se continúa con la dependencia de las importaciones de cereales (trigo y harina de trigo) a pesar de la producción de este grano en el Oriente del país durante la época de los años 90. Además apareció, desde hace una decena de años, una nueva dependencia alimentaria, la generada por la importación creciente de alimentos preparados de varias clases. Si dicha situación se entiende cuando se trata de preparados de cereales que el país no produce suficientemente, se puede pensar que la creación de industrias de transformación permitiría limitarla en cuento a los preparados en base a la carne, legumbres, frutas, etc. que se producen en cantidades significativas en el mercado nacional. De igual manera, aunque los datos no permiten concluir con certeza, el desarrollo de la industria de cervecería parece también generar otro tipo de dependencia, la de su abastecimiento en materias primas básicas para su funcionamiento. 13.Se ha demostrado que se importan productos agrícolas que el país puede producir en grandes cantidades con lo cual se perjudica no sólo a la producción interna de esos productos con una competencia desleal (pues en su mayoría son productos subvencionados en sus lugares de origen); sino que desplaza el consumo de otros productos típicos nacionales en la dieta de la población. 108 Otros productos (como frutas y cebollas entre otros) que se importan en épocas de no producción nacional (importaciones complementarias) inducen a recomendar que se deben hacer esfuerzos por producir en esas épocas también, con técnicas adecuadas para el efecto. Ese incentivo nacional para la producción local debe ir acompañada de una política de protección interna mediante el establecimiento de una serie de aranceles e impuestos a las importaciones, junto con un mayor control al contrabando. 14.Respecto a las importaciones de insumos y bienes de capital (maquinaria) - que implicaría la posibilidad de generar un cambio tecnológico en la agricultura agro empresarial como en la campesina – ésta conlleva una serie de contradicciones a resolver: Por un lado, la utilización de maquinaria y tecnología moderna es muy reducida en el país 100 , lo cual incide en los costos de producción como también en los rendimientos productivos; pero contrariamente, es muy elevada e indiscriminada la importación y utilización de agroquímicos (herbicidas, funguicidas, insecticidas), lo que muestra que los agricultores bolivianos están empeñados en aumentar la producción en base a los agroquímicos y la expansión de la frontera agrícola antes que en el incremento de la productividad laboral, y en la producción ecológica sin medir las consecuencias en el daño al medio ambiente, en la deforestación y en la desestructuración de sistemas productivos y sociales. al sistema internacional. No se puede seguir importando productos que el país produce (o que tiene posibilidades de producir) a precios subvencionados -lo que es una práctica comercial injusta- pues disminuye la autosuficiencia alimentaria, dificulta la soberanía alimentaria y disminuye los ingresos económicos de los productores. Tampoco se puede seguir exportando productos con una agricultura extensiva que tiene consecuencias adversas como la exportación de nutrientes del suelo y agua, con una grave degradación del medio ambiente. Tienen que plantearse límites a ese tipo de explotación y reencausar las prácticas para una adecuada y sostenible explotación. 16.En síntesis, el estudio demostró que el PAE ha significado: 15.E l t e m a d e l c o m e rc i o i n t e r n a c i o n a l (exportaciones e importaciones incluyendo las donaciones de alimentos y el contrabando), es muy importante ya que la problemática de la pobreza del país no solo depende de factores internos sino también hace relación 100Lo cual no se efectúa a costa de la recuperación de una tecnología tradicional que se esté impulsando. 109 a.Reproducir las condiciones para que la pobreza continúe en el país; para profundizar las diferencias de desarrollo entre una región y otra y para que ciertos sectores sociales incursionen más en el comercio internacional sin que éste beneficie al conjunto de sus regiones/pobladores. b.Demostrar que la liberalización del comercio y de las relaciones financieras no son la vía para superar la pobreza. c.Demostrar que dejar el desarrollo nacional sólo en manos del mercado y del sector privado no soluciona los problemas de pobreza ni apoyo al desarrollo nacional. Las líneas de acción. Las líneas de acción se deben precisar en dos aspectos: en los precios y mercados, y en la producción y productividad. 8.2. La Propuesta a. Los Precios y mercados Una real estrategia de lucha contra la pobreza debe considerar fundamentalmente el factor de la redistribución de los ingresos económicos a nivel de la población nacional, regional y local. Para eso, se debe elaborar una Política Estatal para: • Priorizar a la agricultura campesina en las regiones más pobres del país 101, lo que supone un rediseño o regionalización de las urgencias económicas y sociales del país • Que la agricultura exportadora contribuya con las divisas necesarias para un mayor desarrollo tecnológico 102 • Realizar acciones específicas en las zonas/ regiones campesinas especializadas productivamente, con el propósito de alcanzar la seguridad y soberanía alimentaria de esos productos a nivel nacional (satisfacer la demanda interna) y luego incursionar en las exportaciones para desarrollar y ampliar los mercados externos, generando ingresos para los pobladores rurales. No habrá desarrollo agrícola sin mercados y sin precios adecuados que cubran los costos de producción, que generen ingresos económicos y que determinen los ingresos campesinos, pero también que orienten la producción agrícola. Este debe ser un aspecto prioritario en el desarrollo agrícola del país. Considerando lo anterior, las principales acciones o políticas deben enfatizar en: • Los circuitos comerciales para que cada producto agrícola pueda llegar al conjunto del país sin costos elevados de transporte, lo cual implica que los caminos y los medios de transporte y comercialización (sistemas de refrigeración, envases, etc) deben ser desarrollados y mejorados con prioridad en las zonas rurales pobres y aisladas; al igual que los sistemas de información de mercados (precios, productos demandados, etc.), los silos y depósitos. • Las instituciones de comercialización también deben ser apoyadas y desarrolladas, tales 101Sin dejar de apoyar otras actividades según las potencialidades (como el turismo por ejemplo) 102Lo cual implica también que los sectores extractivos como los hidrocarburos (petróleo y gas) y la minería deben contribuir con divisas a este propósito (del IDH y del impuesto complementario a la minería, por ejemplo) 110 como las asociaciones de comercialización, las organizaciones económicas campesinas (OECAS/CIOEC) u otras organizaciones/ instituciones las cuales ya están desarrollándose en diversos productos y regiones del país, como nacientes iniciativas de base, incursionando en la comercialización como en el procesamiento de los productos agrícolas 103 . Es a estas organizaciones de base que el Estado debe apoyar, estimular y ayudarlas para que mejoren, pero sin sustituirlas. • El crecimiento del sector debe perseguir ampliar el mercado interno con la producción nacional. Los Programas de Desayuno/Merienda Escolar son una buena opción104 al igual que los Programas de Alimentos Donados (pero con productos de procedencia nacional). Ambos opciones constituyen la “recaptura” del mercado interno, el cual ha mostrado – en los 20 años analizados – ser muy reducido para la producción agrícola nacional y presentar una serie de deficiencias. Sin embargo, el hecho de que casi todos los municipios del país implementen los programas del desayuno/merienda escolar para sus poblaciones infantiles significa la compra y elaboración de una buena cantidad y diversidad 103La experiencia del CIOEC debe ser apoyada y profundizada en sus objetivos y metas ya que demostró en los últimos años, capacitar y fortalecer a las diversas organizaciones de productores campesinos a nivel nacional, no sólo en los de alimentos. Para que esa sea una opción de ampliar el mercado, los productos componentes de las raciones deben ser productos producidos localmente y/o regionalmente, y sí posible, también productos procesados. De esa manera se apoyará a la producción local con un mercado seguro y opciones de diversificación. • Por los monopolios en la producción de ciertos productos (aceite, manteca, pollos) así como en las fijaciones arbitrarias de precios y las dificultades de transporte y distribución de productos, el mercado nacional y regional no siempre funciona adecuadamente y está sujeto a manipulaciones 105. En esos casos, se requiere la intervención del Estado no sólo invirtiendo y suministrando bienes públicos esenciales (silos, carreteras, sistemas de información) sino también con políticas para regular la oferta y demanda; para fijar cupos de las exportaciones para no desabastecer el mercado interno de alimentos básicos, para intervenir en la fijación (y control) de precios máximos y mínimos; en la compra de alimentos básicos cuando escaseen así como en su distribución en casos de conflictos político/sociales y de emergencias por los desastres naturales. Para apoyar mejor los diversos aspectos que atañen a la comercialización, el Estado debería implementar un sistema de contribuciones bajo aspectos de producción y transformación de productos, sino también en aspectos de gestión/administración y sobre todo comercialización (compitiendo en licitaciones públicas 105Los acontecimientos del PMA por ejemplo, en las Alcaldías municipales y otras). en materia de ocultamiento de productos alimenticios como también en la especulación y alza de precios indiscriminada que vivió el país entre los 104Pero no la única ya que debería ampliarse a otras opciones meses de marzo y junio del 2008 es un buen ejemplo. Esas como por ejemplo la alimentación en los hospitales y centros acciones de manipulación del mercado fueron utilizadas por de salud; en los cuarteles; en los centros de capacitación e la oposición política como una “arma política” al gobierno internados; las Normales Rurales de profesores, etc. para crear un descontento social 111 forma de subvención o créditos a tasas de interés nulo, para desarrollar nuevas Líneas de Producción, de transformación y de Comercialización. Finalmente, se debe implementar un sistema de apoyo directo a los ingresos económicos campesinos (redistribución de los ingresos) que esté asociado a la calidad de la producción y a la productividad, lo que permitirá que el mercado juegue un rol pero que los ingresos campesinos sean el resultado del esfuerzo productivo. Esta es una condición para que una política de fomento a la producción y de productividad sea exitosa. b. Producción y productividad En los nuevos planteamientos de política agraria a construir hay que considerar la diversidad de los territorios y de los actores; una noción de integración territorial/departamental; pero una dimensión territorial considerando a los pequeños, medianos y grandes productores; asegurando una diversificación productiva agrícola y agroindustrial, con sostenibilidad medioambiental, fundamental para lograr la seguridad y la soberanía alimentaria. • Diversificar la producción agrícola y agroindustrial, mediante: La transformación industrial es muy necesaria para la ampliación de los mercados de los productos agrícolas campesinos. Existe una naciente pero precaria transformación de productos agrícolas (mermeladas, frutas deshidratadas, chocolates, carne de llama deshidratada, quinocoa y otros cereales, hojuelas, propóleo de la miel, harinas, fideos) impulsada por organizaciones de productores campesinos como la Coordinadora Interinstitucional de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC); iniciativas que deben ser apoyadas, extendidas nacionalmente y ampliadas a otra serie de productos como los aceites (de cusi, de copaibo. de castaña, de sésamo), los vinagres (de manzana, de frambuesa) embutidos de carnes (de llama por ejemplo), variedad de quesos, aguardientes de frutas y otros. El apoyo para desarrollar las plantas de transformación local de productos agrícolas destinados al mercado interno es fundamental. La diversificación productiva también es fundamental y hay que aprovechar la gran riqueza y diversidad 112 de ecoregiones 106 que tiene el país, donde se puede producir y procesar una gran variedad de nuevos productos todavía no explotados. El Informe sobre el Desarrollo Humano de Naciones Unidas (2008) detalla las nuevas potencialidades a desarrollar como las riquezas forestales no maderables (castaña, manteca de cacao silvestre, cayu, cupulate, manteca de cupuazú, extracto de urucú, uña de gato deshidratada) en el norte amazónico;los cueros de lagarto y el cacao silvestre en los bosques amazónicos del Este; los palmares Cusi, la riqueza forestal del copaibo(a), el café orgánico y el sésamo (o ajonjolí) en los bosques del sureste; o el majo (palma aceitera) la cebolla orgánica, las fibras de camélidos (vicuñas) y los productos orgánicos (la maca) en la región occidental, sin considerar los beneficios hidrológicos de los bosques nublados, entre varios otros. La producción ecológica debe ser incentivada fuertemente a nivel nacional, sobre todo ahora que a nivel internacional hay una gran demanda por los productos naturales. Se debe apoyar y ampliar el manejo ecológico de las unidades productivas agrícolas, prescindiendo del uso de los pesticidas y fertilizantes químicos, con un manejo racional y sostenible de los recursos naturales y el medio ambiente para la obtención de productos agrícolas y forestales. Esto significa ampliar la capacitación en la producción ecológica, en el manejo ecológico de los suelos; el manejo ecológico de plagas, asesorar en el manejo ecológico de los sistemas agropastoriles y un seguimiento permanente y minucioso a la producción, para el cumplimiento de las normas de producción y calidad. En el país existe ya una experiencia al respecto, la implementada por la Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB), que apoya la producción de diversos productos (lechugas orgánicas, achiote, algodón, anís, cacao, café,castaña, quinua, cacao y otros); la cual debe ser fortalecida y apoyada para su correspondiente ampliación, y replicada a nivel de otras regiones. • Proteger el aparato productivo agrícola campesino Hay que proteger el aparato productivo agrícola campesino de la competencia externa, principalmente en función de las tasas de cambio de la moneda nacional cuando está sobrevaluada mediante tarifas o mediante protecciones no tarifarias. De igual manera, hay que proteger el aparato productivo estableciendo prohibiciones o cuotas máximas (temporales y/o indefinidas) para los productos alimenticios importados que producimos; barreras arancelarias equivalentes a 106Según el Informe del PNUD (2008), en Bolivia hay 800 especies de hongos, 1.200 especies de plantas y helechos adaptados al medio ambiente, 2.000 especies de plantas vasculares,160 especies de moluscos, 600 especies de peces, 200 especies de anfibios, 267 especies de reptiles, 1.398 especies registradas de aves, 356 especies de mamíferos entre otros 113 cualquier subsidio incorporado en los productos importados; y barreras no arancelarias (Normas Técnicas, requerimientos fitosanitarios) entre otros, como lo hace la mayoría de los países de Sud América y sobre todo los países industrializados que protegen su producción interna. Establecer mecanismos de control de calidad de todos los productos alimenticios (certificando normas sanitarias, medioambientales y sociales) En casos de incidencia y manipulación del mercado por parte de empresas y/o capitales monopólicos, el Estado debe implementar mecanismos de estabilización de precios (franjas de precios) u otras medidas de asistencia a la alimentación (importaciones directas, distribución directa de alimentos, restricciones a las exportaciones de los alimentos básicos sino se abastece primero el mercado interno) para reducir los riesgos de escasez, de incrementos injustificados de precios y de productividad. También debe desarrollar nuevas políticas para evitar el monopolio de la producción y distribución de productos o de insumos agrícolas (para prevenir el uso de un poder desproporcionado en el mercado y sus prácticas anticompetitivas contra los pequeños y medianos productores) a)El aumento de los rendimientos a través del cambio tecnológico, lo que a su vez supondrá: Crear sistemas locales y regionales de reservas de alimentos (silos depósitos refrigerados, sistema de información, etc), que permitan enfrentar adecuadamente los desastres naturales (sequías e inundaciones) así como las alzas especulativas de precios y el desabastecimiento de alimentos. La creación de este sistema debe ser con la participación de las organizaciones de productores, el gobierno regional, municipal, como también la empresa privada. • Incrementar la productividad del trabajo, mediante: • Apoyar el acceso al agua para riego a pequeños y medianos agricultores ya sea captando agua (mediante la construcción de represas, atajados, estanques de barro que pueden ser familiares y/o comunales) o trasladando agua desde las regiones con cuencas hidrográficas. La experiencia exitosa en la construcción de atajados de algunas ONGs 107 junto a la mancomunidad de Municipios Héroes de la Independencia en Tarija es un buen ejemplo a fortalecer y replicar a nivel nacional 108. 107Como el Instituto de Investigaciones y Capacitación Campesina (IICCA) y Diógenes Vides en Tarija 108La construcción de atajados de tierra con sus respectivas obras complementarias (construcción de vertederos, desarenadores, canales colectores, tubos de desague, canales de distribución, etc) también nivela y protege los terrenos (y permite la diversificación con la crianza de alevines y patos). La forma del espejo del atajado puede ser circular, rectangular, media luna e irregular, lo que a su vez determina la capacidad de almacenamiento, el aprovechamiento del terreno y la alteración del paisaje natural. La modalidad de pago es que parte del costo sea cubierto (horas maquina del trabajo+ otras inversiones como el desfogue, posteado, alambrado, transporte de materiales y otros) por un subsidio y la otra parte por el beneficiario (Inclusive el saldo puede ser otorgado en forma de crédito, con pagos paulatinos según la obtención de la cosecha agrícola). Parte de este esquema es la capacitación en el manejo del agua (manejo de tuberías, optimización del agua; mantenimiento de canales; limpieza de 114 • La dotación de agua para riego debe ser complementada con una intensiva capacitación – no sólo en el manejo y administración del agua – sino también implementar nuevas técnicas culturales, lo cual supone una reorganización de los centros de investigación agrícola y de los servicios de extensión agrícola y zootecnia. técnicas de comunicación, tanto para hombres como para mujeres109. La investigación debe enfatizar en la producción bio intensiva; manejo y conservación de suelos y praderas; preparado de fertilizantes; enseñanza y control ecológico; tratamiento de plagas y enfermedades (caldos minerales con preparados caseros que estén 109Hay que enfatizar en capacitar a las mujeres en los temas de los La capacitación (teórica y práctica); la observación directa e intercambio de experiencias; combinando con parcelas demostrativas por región y complementado con derechos de la mujer; en liderazgo; en consumo/nutrición y en conocimientos agronómicos (compost; asociación de cultivos; doble excavación; fortalecimiento de las plantas; cuidado y mantenimiento de los huertos; adopción de nuevos cultivos y otros) para que pongan en práctica en sus parcelas familiares; en la comercialización y para que logren una mayor participación atajados) como las técnicas de riego (aspersión, goteo, etc). en las organizaciones de base de las comunidades. 115 ANEXOS 118 Actividad económica agrícolas(millones $us) Total exportaciones Caza y Pesca) ($us) PIBA (Agricultura, Silvicultura, precios corrientes)($us) Producto Interno Bruto (a cápita total PIBA per cápita rural/PIB per Población rural) PIBA per cápita rural(PIBA/ total) PIB per cápita (PIB/Población 29 1.819.493 7.996.435 3,53 684,64 2417,23 34,2 991.587 4.822.031 3,20 723,15 2320,92 51,84 52,54 Población Total 3.079.181 3.092.449 Población Rural % de población rural/ 6.094.671 16,15 6.30 2.236 (-) 1.70 13.842 1985 5.964.223 14,88 2.095 14.078 1984 Población Total PIBA/PIB año anterior) Tasa de crecimiento (respecto Agropecuario Producto Interno Bruto (respecto año anterior) Tasa de crecimiento (%) (millones Bs. 1990) Producto Interno Bruto 201 722.719 4.336.044 6,51 364,01 2370,76 45,69 2.844.879 6.225.119 15,35 1.32 2.266 6.20 14.758 1989 Cuadro No. 1 253,6 832.146 4.869.539 2,70 946,56 2557,98 43,29 2.751.960 6.355.567 16,01 12.98 2.604 9.21 16.256 1991 14,88 9.58 2.810 8.73 18.877 1995 15,16 10.36 3.135 8.70 20.676 1997 14,08 (-) 2.08 3.071 5.19 21.809 1999 10,04 6.59 3.288 4.06 22.732 2001 300,7 840.996 5.150.293 2,84 857,37 2438,64 42,88 474,5 998.648 5.914.894 2,78 913,22 2546,47 41,50 647,3 1.183.621 6.865.290 2,63 1011,61 2662,03 39,90 570,1 1.100.062 7.282.334 2,75 972,45 2680,22 38,82 582,7 1.080.847 7.103.657 2,65 1037,22 2756,06 38,44 3.029.562 3.077.482 3.099.296 3.158.827 3.170.686 7.065.211 7.413.834 7.767.659 8.137.113 8.248.404 15,07 (-)0.26 2.597 5.64 17.229 1993 Evolución del PIB y PIBA 14,51 4.97 3.778 8.05 26.030 2005(p) 715,3 1.086.662 7.048.007 2,49 1042,69 2603,78 37,49 878,5 1.128.991 7.852.203 2,46 1122,40 2766,79 35,78 3.443.272 3.366.442 9.192.103 9.408.006 14,99 8.41 3.590 5.02 23.934 2003 1.118,90 1.322.935 10.273.310 2,54 1163,94 2962,91 34,98 3.367.551 9.627.078 13,73 3.59 3.919 8.74 28.524 2007(p) 119 4,03 1,59 0,91 0,36 73,4 Fuente: Cuadro construido con datos de UDAPE. (p) = Provisional (Millones $us) (2) Importaciones Agropec/PIBA (Millones $us) (2) Exportaciones Agrop/PIBA (millones $us) (2) Importaciones Agrop/PIB (Millones $us) (2) Exportaciones Agropec/PIB (Millones $us) Total importaciones agrícolas 9,31 3,44 1,91 0,7 92,4 12,97 27,81 2,16 4,63 93,8 17,13 30,47 2,92 5,2 142,6 16,8 35,75 2,74 5,83 141,3 18,29 47,51 3,08 8,02 182,7 20,76 54,68 3,58 9,42 245,8 25,84 51,82 3,9 7,82 284,3 33,41 53,91 5,08 8,2 361,1 29,54 65,82 4,55 10,14 321 39,86 77,81 5,73 11,18 450 46,53 84,57 5,99 10,89 615,6 Cuadro No. 2 La población económicamente activa por departamentos 1984 1985 1995 2001 2005 No. Habitantes nacional 5.964.223 6.094.671 7.413.834 7.767.659 8.248.404 9.408.006 No habitantes nivel urbano 2.871.773 3.015.490 4.336.352 4.668.363 5.077.768 6.041.564 No. habitantes nivel rural 3.092.449 3.079.181 3.077.482 3.099.296 3.170.686 3.366.442 PEA Nacional 1.992.046 2.099.861 3.675.720 3.569.741 4.099.151 4.502.353 PEA en sector agropecuario 1.063.752 1.151.897 1.620.746 1.519.367 1.247.781 1.349.805 PEA SCZ 716.499 809.267 680,025 630,302 708.962 732.112 PEA en sector agropecuario SCZ 229.280 261.393 163,923 125,159 157.737 154.258 PEA CBB 697.144 741.660 714,266 711,868 719.359 723.669 PEA en sector agropecuario CBB 255.782 272.189 341,826 339,402 349.957 354.510 1.504.525 1.468.940 1.139.011 1.092.136 1.111.946 1.087.931 PEA en sector agropecuario LP 549.912 561.135 476,221 422,362 454.514 433.563 PEA Oruro 408.354 293.588 162,531 180,938 155.716 149.242 PEA en sector agropecuario ORU 114.511 116.848 68,283 77,221 64.994 61.235 PEA Potosí 869.584 499.909 351,898 386,873 336.434 325.496 PEA en sector agropecuario PTS 291.986 297.945 237,128 273,229 245.635 253.837 PEA Tarija 179.997 183.671 179470 161,545 185.748 190.179 93.239 95.142 77,257 68,527 79.078 79.685 PEA Chuquisaca 307.568 313.845 291,036 261,371 287.700 287.700 PEA en sector agropecuario CHQ 218.987 223.457 206,659 169,211 216.714 228.384 PEA Beni 236.985 150.347 136,905 123,683 143.328 148.398 66.745 68.107 42,269 35400 42.269 42.269 PEA La Paz PEA en sector agropecuario TRJ PEA en sector agropecuario BEN alcance de los productores) y aplicación de28.206 45.868 PEA alPando PEA abonos en sectororgánicos. agropecuario PND 5.068 5.183 1997 uso20,578 (escaso) del21,025 agua; rotación de cultivos para 21.134 21.412 proteger 7.180 y revitalizar 8,856 los suelos, 7.787entre otros. 8.340 Fuente: INE. También se debe incentivar y ayudar al desarrollo de tecnologías agrícolas apropiadas a la realidad agrícola campesina, por ejemplo el uso de motocultores en vez de tractores pesados en zonas montañosas; no maquinaria agrícola que desplace mano de obra; uso de abonos naturales en vez de agroquímicos importados; riego por goteo para optimizar el 120 El tercer componente – imprescindible de los dos anteriores - es el relativo a la dotación de capital y/o créditos necesarios para los productores. Se debe instaurar un programa de créditos de fomento a la producción agroecológica, de manera individual/ familiar y créditos grupales, a asociaciones de productores, en condiciones adecuadas 121 3.209.787 a) PIB SCZ 620.875 140.603 b) PIB Agropecuario 21.246 78.899 144.921 467.860 186.742 946.793 133.515 1.013.235 140.672 643.653 61.726 872.047 659.525 2.605.066 439.459 3.834.239 448.629 3.380.219 2.236.435 13.842.011 1985 s. d. 106.829 s. d. 619.949 s. d. 1.023.186 s. d. 878.318 s. d. 743.151 s. d. 803.372 s. d. 2.652.732 s. d. 4.059.675 s. d. 3.871.730 2.266.548 14.758.943 1989 s. d. 119.275 s. d. 645.897 s. d. 1.066.240 s. d. 977.973 s. d. 859.794 s. d. 906.306 s. d. 2.805.674 s. d. 4.454.032 s. d. 4,421,263 2.604.863 16.256.453 1991 32,013 124.480 253,695 654,741 207,465 1,069,892 139,333 1,044,104 151,031 867,218 52,646 978,017 501,911 2,998,356 360,082 4,796,133 899,730 4,696,638 2,597,906 17.229.578 1993 31.080 145,128 257,941 693,446 209,416 1,047,095 135,328 998,628 151,757 891,671 53,292 1,141,119 502,307 3,410,512 368,391 5,273,419 1,100,636 5,276,379 2,810,149 18,877,396 1995 39,084 162,309 272,481 764,377 228,621 1,098,433 147,394 1,052,988 158.490 1,088,407 63,109 1,315,112 513,782 3,749,685 403,44 5,404,823 1,308,725 6,040,583 3.135.126 20.676.718 1997 INE. Cuentas departamentales de Bolivia (1989-2007). 1999 43,606 195,244 296,404 848.790 235,784 1,228,986 158,503 1,11,507 156,784 1,185,827 64,306 1,397,789 444,484 3,988,283 422,267 5,315,652 1,249,247 6,537,250 3,071,385 21,809,328 Fuente: Ministerio de Planeamiento y Coordinación/INE. Cuentas regionales de Bolivia por actividad económica (1984-1985) 18.649 432.195 a) PIB Beni 61.943 169.730 b) PIB Agropecuario b) PIB Agropecuario 988.276 a) PIB Chuquisaca a) PIB Pando 125.306 b) PIB Agropecuario 1.150.174 135.783 a) PIB Potosí b) PIB Agropecuario 51.128 695.545 a) PIB Tarija b) PIB Agropecuario 1.003.762 b) PIB Agropecuario a) PIB Oruro 410.704 2.549.528 a) PIB Cochabamba 3.981.262 b) PIB Agropecuario a) PIB La Paz 421.809 2,.095.428 b) PIB Agropecuario 14.078.013 b) PIB Agropecuario 1984 a) PIB Nacional Cuadro No. 3 2001 56.310 222,36 319,351 888,195 249,781 1,201,858 161,649 1,165,752 166,106 1,325,695 67,708 1,409,327 441,334 4,090,903 426,674 5,332,172 1,399,205 7,124,624 3,288,118 22,732,700 El Producto Interno Bruto por Regiones (millones de Bs de 1990) 57,536 218,795 338,108 881,924 260,237 1,196,038 167,816 1,202,320 178,537 1,731,051 70,629 1,308,999 463,325 4,133,412 442,442 5,742,946 1,611,967 7,518,744 3,590,597 23,934,229 2003 70,719 241,047 339,323 912,266 268.850 1,256,243 172,762 1,323,892 186,421 2,622,350 71,882 1,301,490 489,356 4,368,231 458,403 6,124,302 1,721,137 7,880,419 3,778,852 26,030,240 2005 78.370 283.619 391.369 1,015,924 278.780 1,352,752 181,351 1,556,415 196,104 3,031,026 74,871 1,413,962 520,014 4,728,634 483,336 6,669,426 1,715,689 8,472,251 3,919.884 28.524.027 2007 Cuadro No. 4 Relación del PIBA con las Necesidades Básicas Insatisfechas (Millones Bs de 1990) PIB PIBA 1984 1992 2001 14.078.013 17.229.578 22.732.700 INDICE CRECIMIENTO 1984 - 1992 s. d. 1992 - 2001 s. d. 2.095.428(100%) 2.597.906 (122,38%) 3.288.118(161,47%) s. d. s. d. PIBA La Paz 439.459 (100%) 360.082 (81,93%) 426.674 (97,09%) (-)18,06% 118,49% PIBA Cochabamba 659.525 (100%) 501.911 (76,10%) 441.334 (66,91%) (-)23,89% (-)12,06% PIBA Santa Cruz 448.629 (100%) 899.730 (200,55%) 1.399.205 (311,88%) 200,55% 155,51% PIBA Oruro 61.726 (100%) 52.646 (85,28 %) 67.708 (109,69%) (-)14,71% 128,60% PIBA Potosí 133.515 (100%) 139.333 (104,35%) 161.649 (121,07%) 104,35% 160,01% PIBA Chuquisaca 186.742 (100%) 207.465 (111,09%) 249.781 (133,75%) 111,09% 120,39% PIBA Tarija 140.672 (100%) 151.031 (107,36%) 166.106 (118,08%) 107,36% 109,98% PIBA Beni 144.921 (100%) 253.695 (175,05%) 319.351 (200,36%) 175,05% 125,87% 21.246 (100%) 32.013 (150,67%) 56.310 (265,03%) 150,67% 175,89% Población Rural con NBI s. d. 2.590.466(95,03%) 2.856.154 (90,08%) s. d. 110.25% Población Rural con NBI La Paz s. d. 685.049 (96,9%) 761.841 (95,5%) s. d. 111,20% Población Rural con NBI Cochabamba s. d. 499.799 (94,3%) 513.602 (85,7%) s. d. 102,76% Población Rural con NBI Santa Cruz s. d. 353.343 (92,5%) 391.897 (81,0%) s. d. 110,91% Población Rural con NBI Oruro s. d. 111.483 (94,4%) 147.429 (94,3%) s. d. 132,24% Población Rural con NBI Potosí s. d. 408.030 (95,1%) 448.313 (95,4%) s. d. 109,87% Población Rural con NBI Chuquisaca s. d. 298.083 (97,3%) 296.786 (94,7%) s. d. (-) 0,4% Población Rural con NBI Tarija s. d. 123.523 (93,6%) 124.262 (86,6%) s. d. 100,59% Población Rural con NBI Beni s. d. 91.464 (97,9%) 108.948 (96,1%) s. d. 119,11% Población Rural con NBI Pando s. d. 27.060 (96,4%) 29.010 (91,5%) s. d. 107,20% PIBA Pando Fuente: INE. 122 123 12,39 15,18 % desnutridos Santa Cruz % desnutridos rurales 28,2 32,5 % desnutridos Potosí % desnutridos rurales 14 22,6 7,53 8,5 16,1 15,67 % desnutridos Beni % desnutridos rurales % desnutridos Pando % desnutridos rurales % desnutridos Tarija % desnutridos rurales s.d. 16 8,5 7,2 16 12,5 24,8 14,9 32,5 20,5 s.d. s.d. 27,4 25,8 25,1 22,1 s.d. s.d. s.d. s.d. s.d. 1986 15,67 15,5 7,9 7,53 22,6 14 28,9 17,11 29,2 28,2 25,31 16,68 27,8 20,62 23,91 22 15,18 12,39 s.d. s.d. 22,31 1987 s.d. 17,4 s.d. 6,2 s.d. 6,2 s.d. 17,4 s.d. 16,8 s.d. 16,8 s.d. 16,8 s.d. 17,4 s.d. 6,2 19,9 9,5 14,8 1989 Fuente: SVEN (Boletín III/87); SVEN VI/89; ENDS 1989; ENDSA 2003. 24,8 % desnutridos rurales 17,11 25,31 % desnutridos rurales % desnutridos Chuquisaca 27,4 16,68 % desnutridos Oruro 25,8 % desnutridos La Paz % desnutridos rurales 25,21 % desnutridos rurales 22,1 21,9 % desnutridos a nivel rural % desnutridos Cochabamba s.d. 22,31 % desnutridos a nivel urbano 1985 Porcentaje de desnutridos a nivel nacional Cuadro No. 5 s.d. 8,01 s.d. 6,34 s.d. 9,65 s.d. 12,32 s.d. 14,08 s.d. 10,52 s.d. 11,4 s.d. 12,68 s.d. 8,48 s.d. s.d. 11,08 1990 s.d. 9,93 s.d. 8,15 s.d. 9,86 s.d. 14,71 s.d. 15,27 s.d. 11,75 s.d. 11,79 s.d. 13,27 s.d. 8,08 s.d. s.d. 11,79 1992 s.d. 8,23 s.d. 6,71 s.d. 9,19 s.d. 14,33 s.d. 15,72 s.d. 8,34 s.d. 9,64 s.d. 11,82 s.d. 8 s.d. s.d. 11,66 1993 s.d. 8,39 s.d. 6,51 s.d. 9,39 s.d. 13,07 s.d. 13,98 s.d. 7,58 s.d. 8,93 s.d. 11,06 s.d. 8.83 (*) s.d. s.d. 10,66 1994 s.d. 7,24 s.d. 7,05 s.d. 8,43 s.d. 10,84 s.d. 13,11 s.d. s.d. s.d. 7,93 s.d. 10,46 s.d. s.d. 10,9 6,87 9,49 1996 Niveles de Desnutrición Nacional y por Regiones (1985-2003) (Porcentaje de población desnutrida) s.d. 6,67 s.d. 6,73 s.d. 8,29 s.d. 11,76 s.d. 14,1 s.d. s.d. s.d. 8,12 s.d. 11,61 s.d. s.d. 11,09 7,13 9,75 1997 s.d. 5,57 s.d. 6,31 s.d. 8,13 s.d. 10,82 s.d. 13,48 s.d. s.d. s.d. 7,53 s.d. 10,21 s.d. s.d. 10,16 7,28 8,86 1999 s.d. 3,86 s.d. 5,25 s.d. 6,92 s.d. 9,67 s.d. 11,11 s.d. s.d. s.d. 5,96 s.d. 7,71 s.d. s.d. 8,55 5,14 7,35 2001 8 s.d. 5,5 s.d. 9,8 s.d. 9,8 s.d. 12,5 s.d. 15 s.d. 8,1 s.d. 8,4 s.d. 9,4 s.d. 2,4 12,3 4,7 2003 Cuadro No. 6 La Producción Agrícola (TM) 1985 1987 1992 1995 1997 2001 2005(p) CEREALES 957.740 844.698 815.313 1.091.431 1.248.480 1.351.349 1.840.571 Arroz 173.151 164.227 195.531 263.284 253.133 287.134 514.151 Cebada Grano 75.460 74.850 46.332 59.418 69.381 64.272 56.626 Maíz Grano (1) 553.938 480.694 429.564 521.033 677.998 677.829 837.098 Quinua 21.144 23.897 16.898 18.814 28.488 21.739 25.648 Sorgo Grano (1) 59.714 24.375 42.405 104.051 76.250 104.597 220.150 Trigo (1) 74.333 76.655 84.583 124.831 143.230 116.778 103.528 Otros cereales ESTIMULANTES Cacao Café Grano Te n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 79.000 83.370 28.270 30.303 27.040 27.169 30.570 32.652 30.691 3.521 3.423 3.545 3.850 4.000 4.335 4.340 23.361 25.200 20.925 20.309 23.420 24.667 24.692 1.388 1.680 2.570 3.010 3.150 3.650 1.659 FORRAJES 361.866 395.000 294.075 274.160 318.760 446.831 409.711 Alfalfa 219.223 207.500 154.550 123.000 156.690 170.082 164.187 Cebada Berza 142.643 187.500 139.525 151.160 162.070 198.499 163.374 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 78.250 82.150 FRUTAS Otros Forrajes 487.122 613.200 675.388 637.134 823.934 1.174.495 1.110.769 Banano y Plátano 366.514 450.000 488.863 422.993 565.950 687.829 630.389 Durazno 20.747 27.360 30.420 35.400 37.200 39.020 38.671 Mandarina 36.866 40.800 40.280 47.802 52.600 62.200 58.194 Naranja 38.275 69.000 83.590 92.435 99.960 110.110 105.533 Piña 6.785 7.540 13.440 18.480 45.300 58.000 58.355 Uva 17.935 18.500 18.795 20.024 22.924 28.971 30.887 Otras Frutas n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 188.365 188.740 HORTALIZAS 230.880 246.585 248.737 253.428 328.473 542.655 575.560 Ajo 1.552 3.635 4.740 6.228 7.390 8.010 8.437 Arveja Verde 19.998 19.600 17.911 16.450 24.900 30.307 23.812 Cebolla 35.368 34.800 41.765 46.085 49.240 49.350 49.598 Frejol y Poroto 12.858 8.750 11.505 12.880 15.330 13.350 34.388 Haba Verde 50.559 56.000 42.451 36.428 56.583 65.846 58.841 Maíz Choclo 49.704 55.400 52.960 59.350 61.990 60.000 55.423 Tomate 28.553 36.900 49.195 43.007 80.240 137.818 166.244 Zanahoria 32.288 31.500 28.210 33.000 32.800 36.100 36.052 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 141.874 142.765 Otras Hortalizas 124 INDUSTRIALES Algodón Fibra Caña de Azúcar Girasol(1) Maní Soya (1) Otros(Sésamo, Ricino) TUBERCULOS 3.269.434 2.537.608 3.583.778 4.600.573 5.182.823 4.860.395 7.108.668 4.698 2.202 6.229 16.715 19.329 2.268 3.765 3.158.516 2.413.846 3.242.670 3.697.285 4.125.696 3.859.309 5.332.833 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 149.350 79.200 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 14.012 14.140 106.220 121.560 334.879 886.573 1.037.798 834.486 1.652.222 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 970 26.508 1.182.265 1.284.130 1.065.053 986.842 1.244.938 1.541.107 1.278.838 Oca 37.842 45.000 45.160 48.760 54.250 56.200 55.895 Papa 768.225 814.882 649.413 642.382 842.688 902.097 764.636 Yuca 376.198 424.248 370.480 295.700 348.000 516.730 392.307 (1) Se incluye información de la campaña de invierno anterior. Fuente: Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente. DGDR. UIEPDRS y SISPAM. 125 Cuadro No. 7 Superficie cosechada de principales productos agrícolas (1985-2005) (Ha) DETALLE 1985 1987 1992 1995 1997 2001 2005(p) CEREALES 728.055 645.655 632.417 692.163 760.835 739.079 851.146 Arroz 112.792 93.450 112.682 129.569 124.906 149.253 216.568 Cebada Grano 94.307 93.150 75.366 83.729 91.099 90.584 85.528 Maíz Grano (1) 348.928 302.100 283.032 272.567 309.600 306.118 333.855 Quinua 47.939 47.330 38.765 36.790 40.035 33.928 44.877 Sorgo Grano (1) 17.095 8.125 15.150 35.045 30.500 42.715 70.000 100.242 94.680 101.847 127.836 157.845 110.474 94.201 Trigo (1) Otros cereales 6.752 6.820 5.575 6.627 6.850 6.007 6.117 33.322 33.530 33.383 29.607 30.180 31.429 31.675 5.403 5.300 5.550 5.705 5.800 5.860 5.873 27.730 28.000 27.503 23.522 24.000 25.144 25.352 189 230 330 380 380 425 450 106.895 114.760 104.070 100.806 104.565 108.712 113.329 Alfalfa 27.735 27.680 24.120 19.900 22.200 22.787 27.005 Cebada Berza 67.435 75.000 70.140 71.090 72.165 75.550 76.029 Otros Forrajes 11.725 12.080 9.810 9.816 10.200 10.375 10.295 FRUTAS 87.230 92.533 100.955 99.436 109.400 117.605 122.050 Banano y Plátano ESTIMULANTES Cacao Café Grano Te FORRAJES 46.205 50.000 54.899 50.227 54.585 61.081 64.048 Durazno 5.622 5.700 5.890 6.210 6.370 6.520 7.018 Mandarina 3.597 3.720 4.105 4.483 5.080 5.420 5.535 Naranja 11.360 11.500 12.510 13.220 13.910 14.310 14.474 Piña 811 840 1.220 1.555 4.695 4.850 4.735 Uva 3.652 3.700 3.642 3.730 3.950 4.132 4.952 Otras Frutas 15.983 17.073 18.689 20.011 20.810 21.292 21.288 HORTALIZAS 115.386 116.023 101.751 106.090 117.202 122.076 130.717 336 600 1.080 1.449 1.597 1.675 1.740 15.314 14.200 12.203 12.572 14.825 15.085 14.416 Cebolla 5.678 5.800 5.865 6.240 6.500 6.545 6.970 Frejol y Poroto 9.261 6.600 9.670 13.105 12.230 13.250 23.021 Haba Verde 38.592 40.000 28.408 26.251 32.190 33.646 32.875 Maíz Choclo 22.921 23.300 19.475 20.080 20.520 20.100 19.217 Tomate 4.263 4.050 4.640 4.434 6.580 8.526 9.913 Zanahoria 3.591 3.500 3.275 3.335 3.550 3.720 3.728 15.430 17.973 17.135 18.624 19.210 19.529 18.837 Ajo Arveja Verde Otras Hortalizas 126 INDUSTRIALES 171.250 150.270 360.096 614.559 774.160 799.846 1.201.208 Algodón Fibra 10.213 7.900 26.250 28.985 52.370 9.345 9.678 Caña de Azúcar 77.778 65.600 79.466 85.988 93.270 86.222 108.558 Girasol(1) 135.000 99.400 Maní 11.851 12.253 Soya (1) 67.938 60.500 217.600 428.326 527.450 555.866 924.785 Sésamo 500 40.000 Ricino o tártago 0 6.000 15.321 16.270 36.780 71.260 101.070 1.062 534 Otros Industriales (1) TUBERCULOS 229.824 211.755 180.228 190.556 205.570 201.240 196.048 Oca 14.523 15.000 14.720 15.335 15.500 15.260 15.220 Papa 163.108 142.000 114.531 125.481 138.800 128.539 126.389 Yuca 41.150 41.000 38.052 35.610 35.820 41.907 38.939 Otros Tubérculos 11.043 13.755 12.925 14.130 15.450 15.534 15.500 1.471.962 1.364.526 1.512.900 1.833.217 2.101.912 2.119.987 2.646.173 TOTAL (p): Preliminar (e): Estimado (1) Se incluye información de la campaña de invierno anterior. ( n.d. ) No disponible. Fuente: Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente. DGDR. UIEPDRS y SISPAM. 127 Cuadro No. 8 La Producción Agrícola, Superficie Cultivada y Rendimientos Según Departamentos (1985-2005) (TM y Has) 1985 1987 1992 1995 1997 2001 2005 Producción 362.848 408.977 545.451 626.738 607.017 823.211 809.700 Superficie cultivada 133.336 152.273 165.313 159.635 162.929 179.554 168.860 2,72 2,68 3,29 3,92 3,72 4,58 4,79 Producción 96.837 91.387 101.265 104.029 88.477 136.010 127.760 Superficie cultivada 50.195 46.454 53.212 49.668 50.527 54.236 70.510 1,92 1,96 1,9 2,09 1,75 2,5 1,81 Producción 261.849 257.651 240.817 245.869 180.684 283.800 263.142 Superficie cultivada 130.011 129.335 125.644 119.359 119.872 122.037 118.412 2,01 1,99 1,91 2,05 1,5 2,32 2,22 628.547 637.581 765.101 790.183 749.875 755.978 765.582 66.756 73.313 87.808 93.471 94.509 86.771 86.999 9,41 8,69 8,71 8,45 7,93 8,71 8,79 2.484.072 2.018.697 4.462.493 5.623.544 5.945.007 6.798.496 8.021.212 Cochabamba Rendimiento Oruro Rendimiento Potosí Rendimiento Tarija Producción Superficie cultivada Rendimiento Santa Cruz Producción Superficie cultivada 262.741 274.097 709.781 972.860 1.224.983 1.245.309 1.715.103 9,45 7,36 6,28 5,78 4,85 5,45 4,67 133.304 149.131 177.301 190.040 199.963 221.208 266.210 22.700 23.384 33.491 33.911 34.640 36.796 68.776 5,87 6,37 5,29 5,6 5,77 6,01 3,87 Producción 44.550 57.367 72.176 69.809 71.544 76.565 80.303 Superficie cultivada 10.703 13.489 15.192 16.048 16.370 15.900 16.179 4,16 4,25 4,75 4,35 4,37 4,81 4,96 Producción 298.234 299.984 323.369 365.276 322.921 411.976 414.862 Superficie cultivada 141.793 142.520 165.008 167.341 174.889 177.016 176.284 2,1 2,1 1,95 2,18 1,84 2,32 2,35 Producción 483.408 452.649 667.725 670.798 643.920 767.555 759.879 Superficie cultivada 198.339 192.408 227.744 222.176 226.981 231.316 227.667 2,43 2,35 2,93 3,01 2,83 3,31 3,33 Rendimiento Beni Producción Superficie cultivada Rendimiento Pando Rendimiento Chuquisaca Rendimiento La Paz Rendimiento Fuente: Unidad de Información, estudios y Políticas de Desarrollo Rural Sostenible. DGDR-VMDR-MDRAyMA. 128 Cuadro No. 9 Productividad Regional Agropecuaria (1985-2005) Años Productividad aparente del trabajo (Total Producción/PEAA) Tierra cultivada por trabajador (Total Superficie/PEAA) Rendimiento promedio de la tierra (TM/Ha) 1985 La Paz 0,86 0,35 2,43 Cochabamba 1,38 0,48 2,72 Santa Cruz 9.50 1,00 9,45 Oruro 0,82 0,42 1,92 Potosí 0,87 0,43 2,01 Chuquisaca 1,33 0,63 4,47 Tarija 6,80 0,70 9,41 Beni 1,95 0,33 5,87 Pando 8,59 2,06 4,16 La Paz 1,40 0,46 3,01 Cochabamba 1,83 0,46 3,92 54,30 5,93 5,78 Oruro 1,52 0,72 2,09 Potosí 1,03 0,50 2,05 Chuquisaca 1,76 0,80 2,18 Tarija 10,22 1,20 8,45 Beni 4,49 0,80 5,6 Pando 9,72 2,23 4,35 1,82 0,54 3,33 1995 Santa Cruz 2005 La Paz Cochabamba 2,71 0,56 4,79 56,10 11,99 4,67 Oruro 2,14 1,18 1,81 Potosí 1,27 0,57 2,22 Chuquisaca 2,30 0,97 2,35 11,37 1,29 8,79 7,24 1,87 3,87 12,90 2,60 4,96 Santa Cruz Tarija Beni Pando Fuente: Cuadro construido en base a los Cuadros No. 1 y 7 del Anexo. 129 130 26 Oleaginosas Bebidas 54,6 1,00 2,00 0,70 12,90 2,40 1,20 0,2 (3) 1,80 2 6,4 23,60 1977,5 76,47 14,65 50,69 90,4 101,28 (3) 61,73 76,47 67,28 1392,65 (1) 45,68 58,88 19,91 1,09 8,52 1,21 0,05 (3) 4,23 1,17 19,68 (1) 3,02 Proteínas 1984 Calorías 1909,72 2,01 71,98 71,98 71,98 90,14 159,34 82,17 33,06 29,31 218,51 376,71 846,49 2.174 74 2 80 43 11 15 106 255 13 148 122 18 15 39 258 0 46 264 578 343 1.844 55,62 0,72 0,30 5,32 2,63 0,66 1,36 8,10 18,07 0,51 1,69 0,07 1,07 0,97 2,18 0,00 0,00 0,44 5,42 15,73 8,45 36,53 Proteínas 1991 Calorías 2061,00 74,85 3,40 95,00 44,91 12,85 16,85 104,62 274,77 14,00 105,82 152,00 13,43 13,47 30,25 255,85 0,00 34,77 153,69 643,36 292,11 1708,24 53,43 0,67 0,56 7,10 2,67 0,76 1,49 7,98 20,00 0,52 1,21 0,10 0,85 0,90 1,43 0,01 0,00 0,33 3,09 16,23 7,53 32,20 Proteínas 1995 Calorías Fuente: Preparado en base a información del Departamento de Estadísticas del MAGDR; FIDA 1985 y Prudencio, Velasco La Defensa del Consumo. 48,51 0,37 4,6 4,6 4,6 11,21 1,54 0,05 1,73 2,38 0,00 5,29 21,33 Proteínas 1988 Calorías (2) Comprende (Conservas de ganado, derivados pecuarios carne y conservas de aves, mieles). (1) Corresponde a trigo y derivados. 2.082 Pescados y derivados Total General 54 Otros productos(2) 48 Leche Productos lácteos 13 172 Huevos Carnes frescas 133 Otros (1) Ganado y Productos Pecuarios 105 Frutas 271 (3) 26 Derivados de oleaginosas 40 Azúcar y otros Leguminosas 318 Caña de azúcar Legumbres y hortalizas 242 Tubérculos y raíces Derivados de tubérculos 877 Proteínas 1980 Calorías Derivados de cereales Cereales Productos agrícolas Productos consumidos según grupos Cuadro No. 10 Disponibilidad de Nutrientes 2.157 86 4 118 41 15 21 109 304 20 132 170 22 6 34 350 0 35 187 544 264 1.764 56,03 0,60 0,57 8,75 2,44 0,88 1,84 8,32 22,23 0,81 1,50 0,11 1,48 0,40 1,79 0,01 0,00 0,33 3,83 15,33 7,01 32,63 Proteínas 1999 Calorías 2.137 93 2 81 36 31 24 97 269 15 126 113 13 7 34 512 2 25 122 644 160 1.773 49,69 0,48 0,37 6,36 2,01 1,81 2,15 7,46 19,79 0,63 1,44 0,08 0,68 0,46 1,73 0,01 0,02 0,25 2,20 17,36 4,19 29,05 Proteínas 2005 Calorías 131 Fuente: UDAPE 12,1 165,7 Gas Natural Otros 165,4 Hidrocarburos 65,0 101,4 Tradicionales Minerales 73,0 Índice general Descripción 18.03% 106.00 587.80 1987 23.58% 201.00 852.40 1989 28.33% 253.60 895.30 1991 40.17% 474.50 1181.20 1995 Cuadro No. 12 37.17% 300.70 808.90 1993 50.88% 647.30 1272.10 1997 40.57% 570.10 1405.30 1999 43.08% 582.70 1352.60 2001 42.67% 715.30 1676.50 2003 1985 19,9 110,1 109,6 46,9 68,5 55,3 58,9 149,6 151,3 138,4 146,1 130,8 Precio 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Valor 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Volumen 1990 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Precio 2.850,1 24,6 42,6 106,7 83,8 118,4 Valor 3.660,5 74,6 129,7 135,8 133,2 156,9 Volumen 1998 77,9 33,0 32,9 78,6 62,9 75,5 Precio 4.439,1 106,2 133,9 83,4 101,4 131,1 Valor 3.515,2 183,4 234,4 123,3 164,1 187,3 Volumen 2001 126,3 57,9 57,1 67,6 61,8 70,0 Precio 24.656,2 482,3 636,6 133,8 313,5 306,1 Valor Evolución del volumen, valor y precios de las exportaciones bolivianas (en %) (1990=100) 5.06% 34.20 675.30 1985 Volumen 3.69% % Valor 29.00 Exp. Agropec Fuente: UDAPE 784.00 1984 Exp. Totales Años Cuadro No. 11 Exportaciones Totales y Agropecuarias. (Millones $us) 8.119,7 589,2 641,1 121,3 304,7 282,1 Volumen 2005 29.80% 878.50 2948.10 2005 303,1 81,2 98,5 110,2 102,2 108,0 Precio 23.02% 1118.90 4860.30 2007 Cuadro No. 13 Valor de las Exportaciones de Proteaginosos y Derivados (Soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol) Miles de $us 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 Total 10321 30773 62313 68774 88167 192462 169270 195990 245127 253941 263169 Miles de $us 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 20453 24998 18182 46716 61951 39800 25460 33390 17255 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 10320 37266 50292 40721 125855 123984 185474 215888 214221 227650 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 Soya en grano Miles de $us Torta y Harina de Soya Miles de $us 4152 1987 6127 1987 Torta y Harina de Girasol 42 49 300 730 4656 5486 1615 8901 3779 6330 18264 Cuadro No. 14 Cantidades Exportadas de Proteaginosos y Derivados (soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol) Toneladas 1987 1989 Soya en grano 18008 78963 Toneladas 1987 1989 Torta y Harina de Soya 21122 36293 Toneladas 1987 1989 Torta y H de Girasol Toneladas 200 1991 114091 1993 71284 1995 1997 1999 208832 226862 179288 2001 8840 2003 2005 2007 115246 146499 146078 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 152669 203486 318137 480930 625267 846538 1087657 1087783 1023628 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 24623 54807 58037 275 1922 4946 18554 34645 93360 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 Total 39330 115256 267035 276692 531915 732415 859362 913415 1221457 1268927 1263066 Aceite comestible de soya 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 35904 83175 129059 182328 217887 194839 200791 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 19943 55100 82135 74351 113881 114343 138490 Toneladas 1170 Aceite comestible de soya 1987 Miles de $us 291 2826 1989 2662 13250 1991 6969 8201 1993 5658 132 Cuadro No. 15 Exportaciones de Café, Cacao y Quinua En Sus: 1984 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 6750 13780 17051 12708 7058 3878 16854 28602 15059 5824 Cacao 889 1681 1038 1134 616 808 787 Quinua 37 237 642 710 1613 3103 4052 Café 2001 2003 2005 2007 6339 11274 13743 917 1197 1453 1816 3188 3085 5572 13107 2001 2003 2005 En TM: Café 1984 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 3276 6615 2007 7304 6588 4653 2814 3908 7341 8164 4260 4490 5094 5067 Cacao 352 933 487 349 213 274 237 301 384 476 540 Quinua 49 303 678 538 1510 2477 3013 2842 2883 4489 10585 Cuadro No. 16 Importaciones Totales y Agropecuarias (Millones $us) DETALLE 1984 1985 1987 1989 1991 1995 1997 Bienes de Consumo 96,0 134,8 188,8 137,8 210,2 282,4 389,0 412,5 409,5 359,2 524,2 (1) Bienes de consumo no duradero 42,4 46,6 91,7 70,1 95,9 137,9 184,4 224,2 286,7 226,5 297,2 (2) Bienes de consumo duradero 53,6 88,2 97,2 67,7 114,3 144,4 204,6 188,3 122,8 132,6 227,0 Materias Primas y Productos Intermedios 231,5 304,8 335,7 81,8 89,1 604,0 737,6 742,7 870,0 862,2 1.281,4 (3) Materias primas y productos intermedios para la agricultura 17,5 18,4 11,4 9,7 21,9 27,4 45,1 42,9 60,0 69,1 113,7 Bienes de Capital 155,5 25,2 235,3 96,9 65,9 535,0 754,9 918,8 418,4 457,6 611,3 (4) Bienes de capital para la agricultura 13,5 27,4 24,6 14,0 24,8 17,4 16,3 17,2 14,4 25,4 39,0 DIVERSOS (*) 5,4 26,1 6,5 3,5 28,6 12,2 44,2 24,0 10,3 13,1 23,2 TOTAL (Valor oficial CIF) 488,5 690,9 766,3 619,9 993,7 1.433,6 1.925,7 2.098,1 1.708,3 1.692,1 2.440,1 Total importaciones agropecuarias (1+3+4) 73,4 92,4 127,7 93,8 142,6 141,3 182,7 284,3 361,1 321,0 450,0 % respecto al total importado 15,02 13,37 16,66 15,13 14,35 9,85 9,48 13,55 21,13 18,97 18,44 (*) Incluye efectos personales. Fuente: Cuadro elaborado en base a datos del INE. 133 1999 2001 2003 2005 134 269 54,5 Pasas Azúcar Arveja Frejol Arroz CSB Lenteja 380,6 Carne de pollo Pastas 47 Carne enlatada 234,3 Pescado enlatado 199,3 Aceite de mantequilla 3932 380,3 Aceite vegetal Trigo 107,5 1059,3 Leche Avena 8994,8 Alimentos procedencia extranjera 2331 9380,8 Total donaciones PMA (1) Harina de trigo 203714 Cantidad total donaciones 1985 107,7 4318,9 537,5 3342,6 2064,2 10370,9 12435,9 240573 1990 219 15299 150 1579,9 689 17936,9 19227,9 259907 1992 Cuadro No. 17 93 360 225 13456 120 2700 81 17035 17035 167268 1994 299,43 23663 6519 219,79 30701,2 31712 120054 1998 1200 359,04 7067 200,93 3922,96 12749,9 14885 102225 2000 68,8 1279,3 8,7 508,2 12800 5235 19899 21267 116981 2002 Las Donaciones de Alimentos (TM) 297,5 5500 5797,5 8156,16 22363 2004 1618,1 1250 200 635,1 5084,5 1550,2 10337,9 11811,3 25141 2005 1130,9 2055,7 3186,6 6320,16 19238 2006 24,95 278,35 1156,2 1459,5 2865,87 13196,6 2007 135 Quinua Arroz Harina de maíz Chicolac Aceite vegetal Api (morado y amarillo) Leche Fideos Quinocoa Manteca 148369 2587 Aceite vegetal Trigo 6065 Bulgur 11030 3887 Leche Harina de trigo Frejol 179905 Azúcar Alimentos procedencia extranjera 215 Frejol 179905 141 Maíz Total donaciones PL-480 (2) 30 386 Sal Alimentos procedencia nacional 162175 2044 8332 25961 208357 208357 600,7 621 102 217 88 180 257 2065 153850 543 5262 31458 1 664 203834 209230 287 502,5 80 296 54 72 1291 100000 4887 34913 150,23 150,23 n.d. n.d. n.d. 313,362 6550 41920 88,342 88,342 135 91,83 188,06 490 105,88 1010,77 42410 3340 34520 87,340 87,340 314,33 172,5 251,11 288,09 985,55 123,52 2135,1 47474 390 39670 95,714 95,714 5,5 123,7 441,2 157,2 402,5 91,9 144,6 1366,6 12800 13914,44 14206,46 124,85 506,43 1288 132,98 306,4 2358,66 12001 13049,6 13329,7 218,3 284,08 622,55 150 198,48 1473,41 11693 12710 12918,2 373,6 645,04 1826 66 222,92 3133,56 9308 10116,7 10330,7 275,4 380,53 457,04 293,4 1406,37 136 Sal yodada 7249 790 199 995 Harina de trigo Aceite vegetal Aceite de mantequilla Coars grains 996 10229 Alimentos procedencia extranjera Leche 10229 Total donaciones CEE Aceite Cumanda Arroz Alimentos procedencia nacional Frejol CSB Arveja Azúcar Blended Foods Avena Harina de maíz 2366 Harina de maíz Lentejas 5611 Arroz 200 495,9 9373,4 998,9 13268,6 13268,6 859 1885 2744 2886 6959 996,1 10931 997,8 15648,6 15648,6 15 476 1827 1074 2004 5396 1184 39 1800 9033 2020 8413 2110 1740 2120 2540 380 2850 3660 180 1260 2240 1610 3070 62 230,02 292,02 n.d n.d n.d 124 156,02 280,02 n.d n.d n.d 80 128 208 n.d n.d n.d 100 114 214 n.d n.d n.d 137 Fuente: Diversos informes PMA, USAID, y Prudencio J. y Franqueville A. (1995). (2) Comprende alimentos distribuidos por ADRA, CARE, FHI, Save The Children. 30 15500 270 15800 15800 1826,2 897,5 (1) Comprende alimentos distribuidos en las Actividades 1 y 2 del Programa País (2003-2007). 3767 3767 3767 1775,8 424,6 Notas: 4000 Trigo Lentejas 199 4199 Alimentos procedencia extranjera Leche 4199 Lenteja Otras Fuentes Frejol 138 INDICE DE CUADROS Cuadro No. 1 Relación entre PIB/PEA y PIBA/PEAA 28 Cuadro No. 2 Evolución de la estructura del PIB y del PIBA según regiones (en %) 30 Cuadro No. 3 Productividades del trabajo según regiones 31 Cuadro No. 4 Evolución de la PEAA respecto al total de la PEA (Nacional y por departamentos) (en %) 32 Cuadro No. 5 Relación de crecimiento del PIBA con la población rural pobre 34 Cuadro No. 6 Incremento del PIBA en relación a las NBI por regiones (1992-2001) (%) 36 Cuadro No. 7 Incidencia del PIBA en los niveles de desnutrición de la población rural 37 Cuadro No. 8 Inversión Pública efectuada en el sector agropecuario 1984-2006 (Sin municipios) (en miles de $us) 39 Cuadro No. 9 Unidades Agropecuarias según tamaño de tierras (1950-1984) 42 Cuadro No. 10 Unidades agropecuarias según regiones (1984) 43 Cuadro No. 11 Distribución de tierras según gobiernos 44 Cuadro No. 12 La concentración de tierras 45 Cuadro No. 13 Productividad Nacional Agropecuaria (1985-2005) 48 Cuadro No. 14 Productividad de los principales cultivos alimenticios y de exportación (1985-2005) 51 Cuadro No. 15 La productividad en la industria manufacturera de productos alimenticios (1983-2001) 55 Cuadro No. 16 Procedencia de los productos que conforman la oferta total de alimentos (1980-2005) En TM 57 Cuadro No. 17 Principales productos agrícolas según tipo de productor (TM) 58 Cuadro No. 18 Evolución del consumo de alimentos en familias de bajos ingresos (1984-2004) (Calorías) 63 Cuadro No. 19 Principales productos agrícolas exportados según regiones (en % del valor total) 69 Cuadro No. 20 Principales exportaciones agroalimentarias según sector social (millones $us) 73 Cuadro No. 21 Situación de algunos municipios productores de soya y quinua de exportación 139 74 Cuadro No. 22 Relación de las exportaciones con las importaciones 75 Cuadro No. 23 Disponibilidad de calorías y proteínas provenientes de la quinua 76 Cuadro No. 24 Evolución de la superficie cultivada de Soya y otros productos-Santa Cruz (Has) 77 Cuadro No. 25 Evolución de la superficie cultivada de Quinua y otros productos-Oruro (Has) 78 Cuadro No. 26 Principales productos alimenticios importados (1985-2005) (Miles $us) 82 Cuadro No. 27 Relación entre la producción interna, las importaciones y la disponibilidad de trigo y harina de trigo (Miles TM) 83 Cuadro No. 28 Importaciones de abonos, plaguicidas y maquinaria agropecuaria (TM-Miles $us) 85 Cuadro No. 29 Participación del trigo y harina de trigo en el total de las donaciones(TM) 90 Cuadro No. 30 Créditos otorgados al sector agropecuario 94 Cuadro No. 31 Distribución del Crédito Agropecuario Según Departamentos (en %) 95 Cuadro No. 32 Relación de productores que no recibieron créditos según producto y departamento (1997) 96 Cuadro No. 33 Relación de productores que no recibieron asistencia técnica y capacitación agropecuaria según cultivos y departamentos -1997 98 Cuadro No. 34 Distribución de los ingresos según sectores rural y urbano 100 Cuadro No. 35 Participación de las familias rurales según niveles de ingreso (%) 102 INDICE DE CUADROS DEL ANEXO Cuadro No. 1 Evolución del PIB y PIBA 118 Cuadro No. 2 La población económicamente activa por departamentos 120 Cuadro No. 3 El Producto Interno Bruto por Regiones (millones de Bs de 1990) 121 Cuadro No. 4 Relación del PIBA con las Necesidades Básicas Insatisfechas (Millones Bs. de 1990) 122 Cuadro No. 5 Niveles de Desnutrición Nacional y por Regiones (1985-2003) (Porcentaje de población desnutrida) 123 Cuadro No. 6 La Producción Agrícola ( ™) 124 140 Cuadro No. 7 Superficie cosechada de principales productos agrícolas (1985-2005) (Ha) 126 Cuadro No. 8 La Producción Agrícola, Superficie Cultivada y Rendimientos Según Departamentos (1985-2005) (TM Y Has) 128 Cuadro No. 9 Productividad Regional Agropecuaria (1985-2005) 129 Cuadro No. 10 Disponibilidad de Nutrientes 130 Cuadro No. 11 Exportaciones Totales y Agropecuarias. (Millones $us) 131 Cuadro No. 12 Evolución del volumen, valor y precios de las exportaciones bolivianas (en %) (1990=100) 131 Cuadro No. 13 Valor de las Exportaciones de Proteaginosos y Derivados (Soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol) 132 Cuadro No. 14 Cantidades Exportadas de Proteaginosos y Derivados (soya en grano, tortas y harina de soya, tortas y harina de girasol) 132 Cuadro No. 15 Exportaciones de Café, Cacao y Quinua 133 Cuadro No. 16 Importaciones Totales y Agropecuarias (Millones $us) 133 Cuadro No. 17 Las Donaciones de Alimentos (TM) 134 INDICE DE GRÁFICOS Gráfico No. 1 Evolución PIB/PIB Agropecuario 26 Gráfico No. 2 PIB/per capita nacional y PIBA/per capita rural 27 Gráfico No. 3 Evolución de la relación PIB/PEA y PIBA/PEAA 29 Gráfico No. 4 Evolución del crecimiento del PIBA y la población rural con pobreza extrema 34 Gráfico No. 5 Relación entre el crecimiento del PIBA, el PIBA per capita, las NBI y la población rural en extrema pobreza 38 Gráfico No. 6 A Fuentes de la productividad del trabajo agrícola 1985 50 Gráfico No. 6 B Fuentes de la productividad del trabajo agrícola 2005 50 Gráfico No. 7 Evolución de la disponibilidad de calorías y proteínas 61 141 Gráfico No. 8 Valor relativo de las exportaciones agropecuarias respecto a las exportaciones totales 66 Gráfico No. 9 Evolución del índice general de las exportaciones en términos de valor, volumen y precios de las exportaciones totales y las exportaciones agropecuarias 67 Gráfico No. 10 Exportaciones de proteaginosas y derivados(TM) 69 Gráfico No. 11 Evolución del valor de las exportaciones 70 Gráfico No. 12 A Exportaciones aceite soya (TM) 71 Gráfico No. 12 B Valor de las exportaciones de aceite de soya 71 Gráfico No. 13 Exportaciones de café (TM y $us) 71 Gráfico No. 14 Exportaciones de quinua (TM y $us) 72 Gráfico No. 15 Expansión del cultivo de la quinua (1972 - 2006) en una comunidad quinuera entre Oruro y Potosí 79 Gráfico No. 16 Expansión de la superficie cultivada con soya en una zona de productores Menonitas (Chaco Santa Cruz) (2000-2008) 80 Gráfico No. 17 Importaciones totales e importaciones agropecuarias 81 Gráfico No. 18 Efecto de las importaciones sobre la producción nacional: El caso del trigo 83 Gráfico No. 19 Importaciones de alimentos preparados ($us) 84 Gráfico No. 20 Importaciones de insumos y maquinaria para el Sector agropecuario (miles $us) 86 Gráfico No. 21 Evolución y procedencia de las donaciones alimentarias 89 Gráfico No. 22 Evolución comparativa de las donaciones de alimentos y las Importaciones: el caso del trigo y la harina de trigo (en %) 90 Gráfico No. 23 Relación de las donaciones de procedencia extranjera y nacional 91 Grafico No. 24 Evolución del coeficiente de desigualdad de ingresos (Coeficiente de Gini), 1968-2002 100 142 BIBLIOGRAFÍA Alianza Boliviana de la Sociedad Civil para el Desarrollo Sostenible (ABDES). “Conclusiones preliminares del ciclo de talleres sobre modelos de desarrollo y políticas públicas”. 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