Ciudadana ARQ. ANAYDEE MORALES PRESIDENTA DEL CENTRO RAFAEL URDANETA Su Despacho.Honorable Presidenta Tengo el agrado de dirigirme a usted con el objeto de dar respuesta adecuada y oportuna a la comunicación que nos enviara el pasado 29 de Mayo de 2002, signada con el Nº. 02853051P, y al mismo tiempo emitir Opinión Jurídica de esta Consultoría al respecto en los términos siguientes: FUNDAMENTOS DE DERECHO La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, prevé los siguientes principios y normas constitucionales: “Artículo 7: La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución”. “Artículo 24: Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo, excepto cuando imponga menor pena. Las Leyes de procedimiento se aplicarán desde el momento mismo de entrar en vigencia aun en los procesos que se hallaren en curso; pero en los procesos penales, las pruebas ya evacuadas se estimaran en cuanto beneficien al reo o a la rea, conforme a la Ley vigente para la fecha en que se promovieron. Cuando haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo o a la rea”. (Subrayado nuestro) “Artículo 146: Los cargos de los órganos de la Administración Pública son de carrera. Se exceptúan los de elección popular, los de libre nombramiento y remoción, los contratados y contratadas, los obreros y obreras al servicio de la Administración Pública y los demás que determine la Ley...” “Artículo 334: Todos los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus competencias y conforme a lo previsto en esta Constitución y en la Ley, están en la obligación de asegurar la integridad de la Constitución. En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una Ley u otra norma jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales, 1 correspondiendo a los tribunales en cualquier causa, aún de oficio, decidir lo conducente. Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad de las leyes y demás actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados en ejecución directa e inmediata de esta Constitución o que tengan rango de Ley, cuando colidan con aquella” (Subrayado nuestro). “Artículo 335: “El Tribunal Supremo de Justicia garantizará la supremacía y efectividad de las normas y principios constitucionales; será el máximo y último interprete de esta Constitución y velará por su uniforme interpretación y aplicación. Las interpretaciones que establezca la Sala Constitucional sobre el contenido o alcance de las normas y principios constitucionales son vinculantes para las otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia y demás tribunales de la República” (Subrayado nuestro). “ Disposición Derogatoria. Única: Queda derogada la Constitución de la República de Venezuela decretada el veintitrés de enero de mil novecientos sesenta y uno. El resto del ordenamiento jurídico mantendrá su vigencia en todo lo que no contradiga esta Constitución” (Subrayado nuestro). “Artículo 287: La Contraloría General de la República es el órgano de control, vigilancia y fiscalización de los ingresos, gastos, bienes públicos y bienes nacionales, así como de las operaciones relativas a los mismos. Goza de autonomía funcional, administrativa y organizativa, y orienta su actuación a las funciones de inspección de los organismos y entidades sujetas a su control”. (Subrayado nuestro). La Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, en su TÍTULO I DEL OBJETO DE LA LEY Y DE LAS PERSONAS SOMETIDAS A ELLA, establece: “Artículo 1: El objeto de la presente Ley es prevenir, perseguir y sancionar el enriquecimiento ilícito y los delitos contra la cosa pública que en ella se determinan, y hacer efectiva la responsabilidad penal, civil, administrativa y disciplinaria de los funcionarios y empleados públicos y demás personas que se indican en ella” (Subrayado nuestro). “Artículo 2: Para los efectos de esta Ley, se consideran funcionarios o empleados públicos: 2 1. A todos los que estén investidos de funciones públicas, permanentes o transitorias, remuneradas o gratuitas, originadas por elección, por nombramiento o contrato otorgado por la autoridad competente, al servicio de la República, de las Entidades Federales, Municipios o de algún instituto o establecimiento público sometido por la Ley a control de tutela, o de cualquier otro tipo, por parte de dichas entidades. 2. A los Directores y Administradores de las Sociedades Civiles y Mercantiles, Fundaciones y otras personas jurídicas, cuyo capital o patrimonio estuviese integrado con aportes de las entidades mencionadas en el artículo 4 de esta Ley, igual o mayor al cincuenta por ciento del capital o patrimonio; y los Directores nombrados en representación de dichas entidades estatales, aún cuando la participación fuere inferior al cincuenta por ciento del capital o patrimonio. 3. A cualquier otra persona, en los casos previstos en la presente Ley”. La Ley de Abogados, TÍTULO II DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DEL ABOGADO, establece: “Artículo 11: A los efectos de la presente Ley se entiende por actividad profesional del abogado el desempeño de una función propia de la abogacía o de una labor atribuida en razón de una ley especial a un egresado universitario en Derecho, o aquellas ocupaciones que exijan necesariamente conocimientos jurídicos. Se entiende por ejercicio profesional la realización habitual de labores o la prestación de servicios a título oneroso o gratuito, propios de la abogacía, sin que medie nombramiento o designación oficial alguna. Parágrafo Único: Quedan sometidos a la presente Ley, y en consecuencia sujetos a los mismos derechos y obligaciones, los abogados que sean: profesores en las universidades del País; Magistrados de la Corte Suprema de Justicia o Jueces de la República; Secretarios de los Tribunales, Defensores; Fiscales del Ministerio Público, Registradores, Notarios, Consultores o Asesores Jurídicos de personas individuales o colectivas públicas o privadas y, en general, todo abogado que en ejercicio de una función y en razón de sus conocimientos especiales en derecho, preste a terceros, pública o privadamente, el concurso de su asesoramiento (Subrayado nuestro)”. 3 “Artículo 12: No podrán ejercer la abogacía los Ministros de Culto, los Militares en servicio activo ni los funcionarios públicos. Se exceptúan de esta inhabilitación los que desempeñen cargos ad honorem y funciones judiciales accidentales; y los que sirvan empleos académicos, asistenciales, electorales, docentes o edilicios, salvo que estos últimos exijan por la naturaleza de sus funciones o por las leyes o reglamentos que las rijan, dedicación a tiempo completo. Los abogados Senadores y Diputados, incorporados a las Cámaras, no podrán ejercer la abogacía en asuntos judiciales contenciosos ni realizar gestiones profesionales directas o indirectas ante la Administración Pública o ante las Empresas en las cuales tenga participación mayoritaria el Estado venezolano; tampoco podrán profesionalmente como representantes de terceros, en contratos, negociaciones o gestiones en las cuales sea parte la Nación, los Estados, los Municipios, los Institutos Autónomos o Empresas en las cuales dichos organismos tengan participación. Los abogados incorporados a las Asambleas Legislativas de los Estados o a sus Comisiones Permanentes, no podrán ejercer la abogacía en su jurisdicción durante las sesiones de dichos cuerpos. Tampoco podrán ejercer, los abogados que presten sus servicios profesionales a tiempo completo en organismos oficiales nacionales, estadales o municipales o en Institutos Autónomos salvo que actúen en representación de tales entes” (Subrayado nuestro). Ley Orgánica de Administración Pública, en su TÍTULO II PRINCIPIOS Y BASES DEL FUNCIONAMIENTO Y ORGANIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA , prevé: “Artículo 29: Los titulares de la potestad organizativa podrán crear entes descentralizados funcionalmente cuando el mejor cumplimiento de los fines del Estado así lo requiera, en los términos y condiciones previstos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en la presente Ley. Los entes descentralizados funcionalmente serán de dos tipos: 1. Entes descentralizados funcionalmente con forma de derecho privado: estarán conformados por las personas jurídicas constituidas y regidas de acuerdo con las normas del derecho privado en los términos de la presente Ley, y serán de dos tipos: a. Entes descentralizados funcionalmente sin fines empresariales serán aquellos entes descentralizados 4 funcionalmente que no realicen actividades de producción de bienes o servicios destinados a la venta y cuyos ingresos o recursos provengan fundamentalmente del presupuesto de la República, los Estados, los Distritos Metropolitanos, o los Municipios. b. Entes descentralizados funcionalmente con fines empresariales: serán aquellos cuya actividad principal sea la producción de bienes o servicios destinados a la venta y cuyos ingresos o recursos provengan fundamentalmente de esta actividad . 2. ... omissis...”. (Subrayado nuestro). La citada Ley, en su TÍTULO IV DE LA DESCONCENTRACIÓN DE LA DESCENTRALIZACIÓN FUNCIONAL, establece: “Artículo 100: Son empresas del Estado las sociedades mercantiles en las cuales la República, los Estados, Los distritos metropolitanos y los Municipios, o alguno de los entes descentralizados funcionalmente a los que se refiere esta Ley, solos o conjuntamente, tengan una participación mayor al cincuenta por ciento del capital social”. “Artículo 106: Las empresas del Estado se regirán por la legislación ordinaria, salvo lo establecido en la presente Ley. Las empresas del Estado creadas por Ley nacional se regirán igualmente por la legislación ordinaria, salvo lo establecido en la Ley” (Subrayado nuestro). La Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional del Control Fiscal, TÍTULO I DISPOSICIONES FUNDAMENTALES, establece: “Artículo 2: La Contraloría General de la República, en los términos de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y de esta Ley, es un órgano del Poder Ciudadano al que corresponde el control, la vigilancia y la fiscalización de los ingresos, gastos y bienes públicos, así como de las operaciones relativas a los mismos, cuyas actuaciones se orientarán a la realización de auditorias, inspecciones y cualquier tipo de revisiones fiscales en los organismos y entidades sujetos a su control”. (Subrayado nuestro) 5 La Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal, en el Capítulo III Del Control Externo, Artículo 48, establece: “Las recomendaciones que contengan los informes de auditoria o de cualquier actividad de control, previa autorización del Contralor General de la República o de los demás titulares de los órganos de control fiscal externo, cada uno dentro del ámbito de sus competencias, tiene carácter vinculante y, por tanto, son de acatamiento obligatorio por parte de los entes sujetos a control. No obstante, antes de la adopción efectiva de la correspondiente recomendación, las máximas autoridades de las entidades a las que vayan dirigidas las mismas, podrán solicitar mediante escrito razonado, la reconsideración de las recomendaciones y proponer su sustitución. En este caso, los funcionarios de control fiscal indicados, podrán ratificar la recomendación inicial o dar su conformidad a la propuesta de sustitución. (Subrayado Nuestro)” La Ley de Contraloría General del Estado Zulia, TÍTULO I NORMAS FUNDAMENTALES, Capítulo I Disposiciones Generales, establece: “Artículo 1º: La Contraloría General del Estado Zulia ejercerá el control, la vigilancia y la fiscalización de los ingresos, gastos y bienes públicos así como de las operaciones relativas a los mismos de conformidad con lo establecido en esta Ley. A tales efectos, la Contraloría General gozará de autonomía orgánica funcional y administrativa, dentro de los términos establecidos en la Ley, y orientará sus actuaciones a las funciones de inspección, pudiendo practicar cualquier tipo de revisiones fiscales y auditorias en los organismos y entidades sujetos a su control y a las administraciones municipales en cuanto le sean aplicables sin perjuicio de las disposiciones de la Ley Orgánica de Régimen Municipal”. “Artículo 5º: Están sujetos al control, vigilancia y fiscalización de la Contraloría General del Estado Zulia en los términos de esta Ley los siguientes organismos, entidades y personas: 1. Los órganos centralizados, descentralizados y con autonomía funcional del Estado. 2. Los Institutos autónomos, los establecimientos públicos y las demás personas jurídicas de derecho público del Estado. 3. Las sociedades de cualquier naturaleza en las cuales el Estado, y las personas a que se refieren los numerales anteriores tengan participación en su capital social. 4. Las sociedades en las cuales las personas a que se refiere el numeral anterior tengan participación”. (Subrayado nuestro). 6 La Ley de Carrera Administrativa, en sus TÍTULOS I y III Disposiciones Generales y De los Derechos, deberes e incompatibilidades de los funcionarios públicos, establece: “Artículo 1: La presente Ley regula los derechos y deberes de los funcionarios públicos en sus relaciones con la Administración Pública Nacional mediante el establecimiento de un Sistema de Administración de Personal que permita estructurar técnicamente y sobre la base de méritos, todas las normas y procedimientos relativos a las diversas situaciones jurídicas y administrativas de los funcionarios públicos, con exclusión de toda discriminación fundada en motivos de carácter político, social, religioso o de cualquiera otra índole. Parágrafo Único: A los efectos de la presente Ley las expresiones funcionario público, empleado público y servidor público tendrán un mismo y único significado” (Subrayado nuestro). “Artículo 2: Los funcionarios públicos pueden ser de carrera o de libre nombramiento y remoción” (Subrayado nuestro). “Artículo 3: Los funcionarios de carrera son aquellos que en virtud de nombramiento, han ingresado a la carrera administrativa conforme se determina en los artículos 34 y siguientes, y desempeñan servicios de carácter permanente” (Subrayado nuestro). “Artículo 4: Se consideran funcionarios de libre nombramiento y remoción, los siguientes: 1º Los Ministros del Despacho, el Secretario General de la Presidencia de la República, el Jefe de la Oficina Central de Coordinación y Planificación, los Comisionados Presidenciales, los demás funcionarios de similar jerarquía designados por el Presidente de la República y los Gobernadores de los Territorios Federales. 2º Las máximas autoridades directivas y administrativas de los organismos autónomos de la Administración Pública nacional, los Directores Generales, los Directores, Consultores Jurídicos y demás funcionarios de similar jerarquía al servicio de la Presidencia de la República, de los Ministerios o de los Organismos Autónomos y de las Gobernaciones de los Territorios Federales. 3º Los demás funcionarios públicos que ocupen cargos de alto nivel o de confianza en la Administración Pública Nacional y que por la índole de sus funciones, el Presidente de la República, mediante 7 Decreto, excluya de la carrera administrativa, previa aprobación por el Consejo de Ministros”. “Artículo 31: El ejercicio de un destino público remunerado es incompatible con el desempeño de cualquier cargo, profesión o actividades que menoscabe el estricto cumplimiento de los deberes del funcionario. De los cargos académicos, accidentales, asistenciales, docentes, edilicios o electorales declarado por la Ley compatible con el ejercicio de un destino público remunerado, se hará sin menoscabo del cumplimiento de los deberes inherentes a éste, en conformidad con lo que establezca el Reglamento de esta Ley” (Subrayado nuestro). La Ley de Carrera Administrativa del Estado Zulia, en su TÍTULO I DISPOSICIONES GENERALES, Artículos 1º, 2º, 3º, 4º y 5º, establece: “Artículo 1º: La presente Ley regula los derechos y deberes de los funcionarios públicos del Estado en sus relaciones con la Administración Pública Estatal mediante el establecimiento de un sistema de administración de personal que permita estructurar técnicamente y sobre la base de méritos, todas las normas y procedimientos relacionados a las diversas situaciones jurídicas y administrativas de los funcionarios públicos al servicio del Ejecutivo del Estado Zulia y de los Organismos que de él dependan con exclusión de toda discriminación fundada de carácter político, social, religiosos o de cualquiera otra índole” (Subrayado nuestro). “Artículo 2º: A los efectos de la presente Ley, las expresiones funcionario público, empleado público y servidor público tendrán un mismo y único significado”. “Artículo 3º: Los funcionarios públicos pueden ser de carrera o de libre nombramiento y remoción” (Subrayado nuestro). “Artículo 4º: Los funcionarios de carrera son aquellos que en virtud de nombramiento, han ingresado a la carrera administrativa conforme se determina en los artículos 32 y siguientes, y desempeñan servicios de carácter permanente” (Subrayado nuestro). “Artículo 5º: Se consideran funcionarios de libre nombramiento y remoción: el Gobernador del Estado, los Secretarios de la Gobernación del Estado, el Consultor Jurídico de la Gobernación, El Secretario Privado del Gobernador, el Tesorero General del Estado, Los Prefectos de los Distritos, los Prefectos de los Municipios, el Comisionado de Denuncias, Quejas y Reclamos de la Gobernación del Estado, los Comandantes de los Cuerpos Policiales y los demás 8 funcionarios públicos que por ocupar cargo de nivel equivalente a los anteriormente enumerados o ser de confianza, el Gobernador del Estado, mediante Decreto, excluya de la Carrera Administrativa (Subrayado nuestro)”. El Decreto con Fuerza de Ley del Estatuto de la Función Pública publicada en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 5.557, en fecha 13 de Noviembre de 2001, TÍTULO I DISPOSICIONES FUNDAMENTALES, establece: “Artículo 4: Funcionario Público es toda persona natural que en virtud de nombramiento expedido por la autoridad competente, se desempeña en el ejercicio de una función pública”. El Código Civil en su TÍTULO PRELIMINAR, DE LAS LEYES Y SUS EFECTOS Y DE LAS REGLAS GENERALES PARA SU APLICACIÓN, establece: “Artículo 4º: A la Ley debe atribuírsele el sentido que aparece evidente del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí y la intención del legislador. Cuando no hubiere disposición precisa de la Ley, se tendrán en consideración las disposiciones que regulan casos semejantes o materias análogas; y, si hubiera todavía dudas, se aplicarán los principios generales del derecho” (Subrayado nuestro). El Código de Procedimiento Civil, TÍTULO III DE LAS PARTES Y DE LOS APODERADOS, Capítulo II De los apoderados: “Artículo 166: Sólo podrán ejercer poderes en juicio quienes sean abogados en ejercicio, conforme a la disposición de la Ley de Abogados” (Subrayado nuestro). Por otra parte, el Reglamento del Ejercicio de la profesión Docente, en su Sección Tercera De la Dedicación en los Cargos de la Carrera Docente, Artículo 27, establece: “la dedicación es el tiempo asignado al personal docente para la prestación del servicio, de acuerdo con su cargo y jerarquía. La dedicación será a: Tiempo Completo: Con 36 horas docentes semanales. Medio Tiempo: Con 18 horas docentes semanales...” 9 FUNDAMENTOS DOCTRINARIOS De acuerdo a lo señalado en la Revista Doctrina de la Procuraduría General de la República (1993: 13-14 ) “...desde los primeros textos legales sancionados en relación con el ejercicio de la profesión de abogado se consagra el principio de que el ejercicio de la profesión, da el derecho a los abogados a percibir honorarios profesionales, judiciales o extrajudiciales, con las limitaciones establecidas en la Ley. (Ley de Abogados). (Subrayado nuestro). Tales emolumentos pueden derivarse de dos actividades del abogado: a) de actuaciones judiciales y b) de actuaciones extrajudiciales. Sin embargo, no deben confundirse en estas actuaciones, las que constituyen actividad profesional con las que integran el ejercicio profesional, situaciones ambas contempladas en el Artículo 11 de la Ley de Abogados, que señala: “A los efectos de la presente Ley se entiende por actividad profesional del abogado el desempeño de una función propia de la abogacía o de una labor atribuida en razón de una ley especial a un egresado universitario en Derecho, o aquellas ocupaciones que exijan necesariamente conocimientos jurídicos. Se entiende por ejercicio profesional la realización habitual de labores o la prestación de servicios a título oneroso o gratuito, propios de la abogacía, sin que medie nombramiento o designación oficial alguna...”. Partiendo de esta consideración se procede a analizar las distintas situaciones en que puede encontrarse el profesional del Derecho que preste sus servicios al Estado: 1.- Como Funcionario Público dentro de los cuadros de la Administración, mediante nombramiento para determinado cargo (de carrera o de confianza) conforme a los requisitos exigidos por la Ley de Carrera Administrativa y su Reglamento. 2.- Como personal “contratado” para el desempeño de un cargo clasificado como de “carrera” conforme al Manual Descriptivo de Cargos cumpliendo el mismo horario de trabajo que los “funcionarios”, práctica esta por demás irregular pero frecuente en la Administración pública venezolana y que ha terminado por ser 10 equiparada a la de un funcionario público por la jurisprudencia y, como tal, regida por la Ley de Carrera Administrativa, criterio éste modificado por la CRBV y por Jurisprudencia reciente del TSJ. 3.- Como contratado para determinada actividad, sin cumplimiento de horario, con una asignación de honorarios que no puede equipararse a las escalas de sueldos que rigen la función pública y que no está sujeta a incompatibilidades, porque ejerce libremente su profesión. (subrayado nuestro). ...Por tanto, sólo en el tercero de los supuestos señalados sería procedente el pago de honorarios profesionales al abogado que en libre ejercicio de su profesión preste eventualmente sus servicios al Estado.” La Oficina Central de Personal ha puesto de manifiesto su criterio con respecto al Régimen Jurídico aplicable a las Empresas del Estado, en este sentido, se mencionan los siguientes Dictámenes: “Dictamen Nº. 10207 de fecha 30-11-92 caso Comdibaca: “La sociedad mercantil “Compañía para Desarrollo del Parque Industrial de Barinas C.A .” (Comdibaca), es una Empresa del Estado venezolano constituida dentro del marco del derecho privado, bajo la forma de una compañía anónima, según las disposiciones del Código de Comercio. Por ser su patrimonio íntegramente estadal (entendido el Estado como el conjunto de organizaciones jurídico-políticas que integran el Poder Público a nivel nacional, estadal y municipal, y a nivel de la llamada Administración Pública Descentralizada); está igualmente regida por normas de derecho público. Dada la índole privatística de su constitución, sus trabajadores no son funcionarios públicos, en sus relaciones laborales están bajo el ámbito de aplicación de la Ley Orgánica del Trabajo.” “Dictamen Nº. 11768 del 20-03-87, caso Ferralca Aluminio C.A: Ferro-Aluminio, C.A. “Ferralca”, está constituida bajo la forma de una Compañía Anónima, de conformidad con el procedimiento previsto en el Código de Comercio. Por la integración de su capital social (público y privado) se presenta como una empresa de las 11 denominadas “sociedades de economía mixta”, siendo su accionista mayoritario Petroquímica de Venezuela, S.A (Pequiven), empresa del Estado Venezolano, la cual posee el 75% de las acciones. Es una persona jurídica de carácter privado, constituida por el concurso de un ente público (Pequiven) y particulares para la consecución de un fin común. La organización y atribuciones de los órganos deliberantes y los de administración y dirección, así como sus objetivos, están definidos en sus estatutos, teniendo la Asamblea como órgano supremo, las más altas facultades de decisión. No obstante por estar involucrados intereses patrimoniales del Estado, están sujetas a las normas de control y fiscalización estatal, aplicables a los organismos públicos. Sus trabajadores no son considerados funcionarios públicos, por lo tanto escapan de la aplicación de la Ley de Carrera Administrativa, rigiéndose sus relaciones laborales por la Ley del Trabajo y por el Contrato Colectivo que los ampara.” Antonio de Pedro Fernández (1997, p. 93-94), en su obra Régimen Funcionarial de la Ley de Carrera Administrativa, señala: “...el empleado que ingresa a la Administración Pública bajo el ámbito de la LCA, por medio de un contrato, deviene en funcionario público sometido a la misma, cuando estén presentes los siguientes elementos o circunstancias, a saber: 1.- que las tareas desempeñadas se correspondan con un cargo clasificado; esto es, comprendido en el Manual de Clasificación de Cargos. 2.- que cumpla horarios, reciba remuneraciones y esté en similares condiciones de dependencia jerárquica al resto de los funcionarios regulares del organismo. 3.- que exista continuidad en la prestación de servicio, durante sucesivos períodos presupuestarios. 4.- que se ocupe el cargo con titularidad dentro de la estructura administrativa del Organismo “. En cuanto a la interpretación de normas jurídicas, el autor Emilio Calvo Baca (s/a, p. 24) , en su obra Código Civil Venezolano, señala: 12 “Entre nosotros MOLES, especialmente, ha puesto de relieve como el artículo 4º del Código Civil tiene el valor de norma directriz en materia de interpretación, hasta el punto de que por su generalidad y obligatoriedad en la aplicación del mismo, su sitio adecuado debió ser la Carta Fundamental. Su texto reza: “A la Ley debe atribuírsele el sentido que aparece evidente del significado propio de las palabras, según la conexión de ellas entre sí y la intención del legislador”. Asimismo el autor venezolano José Manuel Delgado Ocando (1987, p.p: 173, 192, 194, 199 y 275) en su obra Lecciones de Introducción al Derecho, señala: “LA INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS: La interpretación tiene por objeto precisar el sentido y alcance de una norma jurídica. Algunas veces, precisar el sentido y alcance de una norma jurídica puede resultar muy simple, cuando los conceptos jurídicos incluidos en la norma jurídica son suficientemente claros, como cuando se trata de un caso de expresión en cifras – procedimiento técnico que se estudió en una lección pasada por el que se fija la cuantificación de los elementos originarios de las reglas-. ... Omissis... Pues bien, cuando estos conceptos jurídicos no presentan la misma claridad que los casos de expresión en cifras que acabamos de suministrar a título ejemplificativo, se dice que la interpretación es difícil, que la norma jurídica es obscura y que requiere un esfuerzo hermenéutico superior. Es importante destacar que ese esfuerzo hermenéutico del intérprete, resulta muchas veces agrandado por una técnica legislativa defectuosa o inadecuada. Algunas veces ocurre que el legislador no emplea los conceptos jurídicos adecuados para expresar su intención; o algunas veces ocurre también, que el lenguaje jurídico no encuentra una expresión gramatical correcta para expresar la significación correspondiente. En estos casos, las dificultades de la técnica legislativa se traslada al problema de la interpretación, y cuando el Juez tiene que resolver el problema tiene que hacer un esfuerzo interpretativo para aclarar el alcance y el sentido adecuado de la norma que interpreta. Estamos hablando de interpretación del Derecho, porque es en la aplicación de las normas preestablecidas donde se plantea el problema de determinar el alcance y sentido de las normas; pero técnicamente se puede distinguir la interpretación de la aplicación del Derecho. Puede decirse, en un sentido estricto, que la interpretación es una fase previa a la aplicación. El intérprete precisa 13 primero el sentido y alcance de la norma y luego aplica la norma interpretada al caso que se plantea. Por eso aunque pueden utilizarse como sinónimos interpretación y aplicación pertenecen a dos momentos distintos del proceso de individualización de las normas jurídicas, proceso que tiende a resolver los casos sometidos a la jurisdicción de los Tribunales. ...Omissis... “ (p. P: 173-174). MÉTODOS: 1. Método exegético: La escuela exegética parte del supuesto de que interpretar es simplemente esclarecer o determinar la intención psicológica del Legislador. El problema hermenéutico, el problema interpretativo consiste en saber cuál fue la intención expresada en la Ley; el significado de la Ley no es otra cosa que lo que el Legislador quiso decir efectivamente. No hay ninguna diferencia entre la menta de la Ley y la mente del Legislador, sino lo que se llama mente del legislador no es otra cosa que lo que el legislador quiso decir y, naturalmente, expresó en el texto. Por eso, cuando ocurre un caso de interpretación pura y simple, como ocurre con la expresión en cifras, se dice que la intención del legislador es nítida y que al intérprete solo corresponde declararla. La escuela exegética no piensa que hay auténtica interpretación cuando el intérprete declara el sentido inequívoco del texto que interpreta. El problema surge cuando el concepto jurídico o los conceptos jurídicos no son suficiente mente claros como para que una simple lectura del texto, en su forma gramatical, pueda decirnos lo que el texto significa; entonces se dice que hay que esclarecer la intención del Legislador, que hay que saber lo que efectivamente el legislador quiso decir”. ... omissis... Los elementos de la escuela exegética para lograr una interpretación correcta, son: ”A) Hay un primer elemento que se llama elemento gramatical. La interpretación tradicional habla de interpretación gramatical o literal. Se habla de interpretación gramatical o literal, cuando basta simplemente atenerse al significado de las palabras para saber cuál es el sentido y alcance de la norma que se interpreta. En el llamado caso de expresión en cifras que acabo de suministrar, tenemos un ejemplo claro de lo que es interpretación gramatical. Cuando el Código dice que la capacidad plena se adquiere a los 18 años, basta comprender el significado de las palabras que integran esta norma para saber cuál es su sentido y alcance. B) Elemento lógico: Pero algunas veces, la interpretación gramatical no es posible, bien sea porque el legislador no ha 14 utilizado una técnica legislativa correcta, bien sea porque los conceptos jurídicos empleados por el legislador no son unívocos sino que presentan diferentes sentidos o acepciones. En estos casos es imprescindible recurrir a la interpretación lógico la cual rebasa el nivel puramente lingüístico y apunta a un desarrollo coherente y sistemático de las normas conexas (p. p: 176177). MÉTODOS MODERNOS DE INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS: “Por eso, cuando alguien dice que la interpretación es pura y simple , que la interpretación es simplemente gramatical, pasa por alto el hecho tan importante de que una interpretación gramatical supone haber precisado previamente los hechos a los cuales se aplica la norma a la que se califica de clara y precisa. No existe, de ninguna manera, una labor mecánica en la aplicación del Derecho, por más que el Juez tenga un concepto claro y preciso de la norma que se va a aplicar, porque la aplicación del Derecho no se agota en interpretar la norma, sino que precisa la naturaleza de los hechos a los cuales la norma se va a aplicar.” ... omissis... “Pero a pesar de que el Juez crea Derecho, esa creación no puede ser arbitraria. En un ejemplo, un poco tosco, Cossio ha dicho que es imposible que la creación imaginativa de un interprete musical convierta la quinta sinfonía de Beethoven en La Marsellesa, es decir, que a pesar de la gran discrecionalidad que tiene el intérprete para interpretar la partitura como él cree que debe ser interpretada, no puede ignorar la partitura. Hay, por tanto, ciertas limitaciones irrebasables, que el Juez debe respetar, pese al carácter creador de su tarea interpretativa.” (p.p: 192 y 199) LA APLICACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS 1) ... omissis... 2) ... omissis... 3) 4) ... omissis... El punto de partida de la aplicación del derecho es la norma jurídica general. De aquí que deba existir en todo caso claridad respecto de ésta. Se distingue el método subjetivo o histórico de interpretación del método objetivo o crítico. El primero tiende a fijar el sentido querido por el Legislador histórico; el segundo, atribuye al ordenamiento jurídico una existencia autónoma. Nawiasky cree haber encontrado una tercera vía que él llama método subjetivo perfeccionado: no hay que atenerse a la primera voluntad histórica del autor de las 15 normas, sino a la última voluntad notoria del mismo. Esto significa que las ideas culturales predominantes evolucionan y se modifican, y al compás de ello, operan las normas jurídicas en forma distinta de la prevista al tiempo de su aparición. En el sentido indicado debe revisarse el valor que se atribuye a los materiales legislativos, a fin de conocer las intenciones del legislador histórico. 5) Toda norma jurídicas requiere interpretación. Lo primero que debe hacerse es determinar la significación de las palabras de que se vale la norma (interpretación Gramatical). Esto es particularmente importante cuando se trata de un texto escrito en otra lengua. En Suiza, las leyes aparecen dictadas en varias lenguas. Un problema similar ocurre cuando tenemos que aplicar derecho extranjero. Desde luego que no debe olvidarse que, a la interpretación gramatical, procede la crítica del texto, lo cual tiene por objeto determinar con la máxima exactitud posible el texto a que hay que atenerse. Pero la interpretación gramatical no basta. Es menester investigar, con base en las palabras, el sentido de la norma: interpretación lógica. El análisis de la occasio legis (motivos determinantes de la ley) y la ratio legis (fin de la Ley), contribuye a precisar el sentido de la norma. Cuando se quiere destacar éste último aspecto (ratio legis), se habla de interpretación teleológica. Si la interpretación lógica revela que el texto expresa menos de lo que corresponde al sentido averiguado, se hace de la ley una interpretación extensiva. Si dice más de lo que se quiso disponer, la interpretación será restrictiva. Tanto la una como la otra suponen corrección del texto legal. La extensión o la restricción no pueden determinarse a priori, sino de acuerdo con el método sub jetivo perfeccionado del que se habló anteriormente. Por último, como el ordenamiento jurídico constituye una unidad objetiva, la interpretación puede ser también sistemática. Esta interpretación es complementaria de la lógica. Por eso, algunos hablan más bien de interpretación lógico-sistemática. El trabajo interpretativo debe completarse con la visión total que los factores creadores del derecho tienen el derecho establecido por ellos. 6) Interpretación legal o auténtica es la que realiza el propio autor de las normas. La interpretación auténtica de una ley sólo puede llevarse a cabo mediante otra ley formal. A la Ley interpretativa se le atribuye fuerza retroactiva sin necesidad de declaración expresa. La interpretación doctrinal se fundamenta en argumentos científicos y sólo posee por ello la fuerza de convicción propia de éstos. 7) Las antinomias o contradicciones entre normas que figuren normalmente en el mismo plano pueden resolverse, o 16 declarando válida la que mejor se ajuste al sistema de ideas del ordenamiento jurídico, lo cual significa que la otra debe ser considerada como in válida; o declarando que ninguna de las dos es válida con lo cual se obtiene la regla de que las normas contradictorias se anulan. (p.p. 275 y 276) Por otra parte, los autores Marcel Planiol y Georges Ripert (1946, p. 28), en la obra Clásicos del Derecho, Volumen 8, Derecho Civil, señalan sobre los Métodos de Interpretación, lo siguiente: “Los redactores del código Civil no tuvieron la pretensión de privar a la interpretación de los textos de la amplia libertad de que habían gozado en el derecho antiguo. Este sentimiento persistió entre los primeros comentadores. Pero una nueva generación de juristas, educados en el respeto del código, siguieron un método más estricto. Durante la mayor parte del siglo XIX, el método de interpretación de las leyes que prevaleció en la doctrina francesa fue el análisis del texto de la Ley, y la investigación del pensamiento del legislador. Ese método exegético es común a todos los grandes civilistas franceses, aunque haya sido empleado con más o menos rigor, según el temperamento de cada autor. A fines del siglo pasado, prevaleció un método más amplio de interpretación. Los juristas consideraron que si el mandamiento legislativo debe ser respetado, podrían interpretar libremente el texto legal, sin preocuparse de la intención de los autores”. De igual forma, los autores anteriormente citados, definen la Abrogación, de la siguiente manera: “Abrogar una ley es retirarle su fuerza obligatoria, ya sea que se sustituyan sus disposiciones por otras diferentes, o que pura y sencillamente se supriman. La abrogación de la Ley puede ser expresa o tácita. Abrogación tácita: Es el resultado de la incompatibilidad en las disposiciones de la nueva Ley y de las leyes anteriores. A menos que admitamos que el Legislador ha realizado una obra inútil, deben considerarse abrogadas las reglas antiguas, puesto que son contrarias a las reglas nuevas y no pueden aplicarse al mismo tiempo. Por lo tanto, en los redactores de las leyes modernas se nota una inadvertencia, al establecer un artículo final en el que nunca dejan de decir: Se abrogan todas las disposiciones de las leyes y decretos actualmente en vigor y contrarias a la presente Ley. Tal precaución es completamente inútil. El principio de la abrogación tácita basta: equivale a hablar para no decir nada. 17 La abrogación tácita no siempre destruye totalmente las leyes anteriores: sólo aquellas disposiciones cuyo mantenimiento impediría la aplicación de la nueva ley. Cuando la abrogación tácita recae sobre una disposición principal, quedan abrogadas todas aquellas disposiciones que dependían de ella.” En otro orden de ideas, Gerardo Mille Mille (1.997, p.p: 37, 38 y 39) en su obra Comentarios sobre legislación laboral y algunas nuevas doctrinas de las Salas Constitucional y de Casación Social del tribunal Supremo de Justicia, analiza el tópico “Posibilidad de percibir salario y honorarios”, y al efecto señala: “Establece el Artículo 9 de la Ley Orgánica del Trabajo que los profesionales que presten servicios mediante una relación de trabajo tendrán los derechos y obligaciones que determinen las respectivas leyes de ejercicio profesional, pero estarán amparados por la Legislación del Trabajo y la Seguridad Social en todo aquello que los favorezca. Esta misma disposición señala que los honorarios correspondientes a la actividad de dichos profesionales se consideraran satisfechos por el pago de la remuneración y demás beneficios derivados de la relación de trabajo, salvo convenio expreso en contrario. Aparece claro pues, según la transcrita disposición, que para que un profesional, colegiado o no, perciba honorarios además del salario que constituye el elemento remunerativo propio de la relación laboral, será menester que entre este profesional y su patrono exista convenio expreso. Esta situación se presenta generalmente, con Ingenieros, Abogados, Médicos, etc., sea a tiempo completo, y realizan actividades propias de su profesión o especialidad. El Ingeniero que elabora y suscribe algunos planos; o el Abogado que elabora y visa documentos, cuando es empleado, se entiende que en su salario está incluida la remuneración por tales actividades y no puede pretender el pago de honorarios por separado, no obstante que algún Reglamento relacionado con el ejercicio de la profesión indique sumas mayores por tales planos o documentos. Esta es, en principio, la inteligencia del Artículo 9 de la LOT “in comento”, la cual aparece con una redacción en la cual no está involucrado el orden público a que se refiere el Artículo 10 del mismo instrumento legal, pues como vimos, se admite convenio expreso en contrario o en sentido diferente; de allí la posibilidad de que un profesional empleado pueda percibir de la misma organización, además de su sueldo, cantidades determinadas por conceptos de honorarios profesionales. Obviamente, si esto ocurre, deberán separar con la mayor precisión y claridad los conceptos y cantidades, a fin de que el calculo de las prestaciones sociales, al término de la relación 18 laboral, no se vea afectado o incrementado por los montos integrantes de honorarios profesionales. Sin embargo, en la practica puede ocurrir que a pesar de no existir tal convenio expreso, el profesional tenga derecho a percibir honorarios, además de su salario, cuando ocurren algunas circunstancias que así lo justifican. En efecto, puede ocurrir que el profesional realice, para la misma organización o entidad patronal y fuera del sitio y horario de trabajo, determinadas actividades similares a las que realiza durante su jornada laboral. En este supuesto, aparece como una situación clara y evidente, la posición del sujeto acreedor de honorarios profesionales, a pesar, como señalamos, de la inexistencia de un pacto que así lo indique. Esta situación se ha presentado en el caso de profesionales que prestan servicios a medio tiempo y que fuera de este horario, cumplen actividades profesionales para el mismo empleador, sin que pueda hablarse de labores cumplidas en jornada extraordinaria (horas extra), cuya remuneración contempla la Ley como parte del salario (Art. 133 LOT). Como es nuestra costumbre, y para la mejor ilustración de los lectores, transcribimos a continuación la parte interesante de una sentencia dictada en fecha 14 de Febrero de 1997, por el Juzgado Superior Sexto del Trabajo en Caracas, a cargo del Magistrado Dr. Alberto Martín Urdaneta, que puede leerse en el “Repertorio Mensual de Jurisprudencia de los Tribunales de Ultima Instancia” del Prof. Pierre Tapia (Vol. 2, febrero de 1997, Págs. 201-203), en la cual se asienta: Aplicando la norma precedente transcrita, se concluye que el haber existido una relación laboral entre las partes, ciertamente que el abogado pablo...percibió embuida en su remuneración salarial, el pago en concepto de honorarios profesionales, por toda la actividad desplegada al servicio de la intimada, incluidas las gestiones judiciales, a menos que existiese convenio expreso en contrario, y es por lo que este sentenciador debe determinar si la cláusula cuarta de los contratos de trabajo (aceptadas por ambas partes y que regia sus relaciones laborales) puede considerarse como ese convenio expreso para excluir los honorarios del pago de la remuneración. Resulta obvio que la prestación del servicio estaba limitada a medio tiempo, circunscrita a un horario de trabajo de 2;00 p.m a 5:00 p.m, por lo que, la actividad desarrollada por el profesional del derecho fuera de ese horario, en forma alguna pueda considerarse inmersa dentro del contrato del trabajo, y cualquier otro desempeño en ejercicio de la abogacía, se encuentra al margen de las estipulaciones del contrato laboral, debiendo regirse a falta de otra convención, por lo que preceptúa su ley de ejercicio profesional. En este sentido, el Artículo 22 de la Ley de Abogados establece que:”...el ejercicio de la profesión de 19 abogados da derecho al abogado a percibir honorarios por los trabajos judiciales y extrajudiciales que realice, salvo en los casos previstos en las leyes...”, cuestión que hace insoslayable el derecho a percibir honorarios profesionales, si los trabajos se realizan fuera del vinculo laboral y mucho más aún en el caso concreto, pues los artículos 59 y 60 de la Ley Orgánica del trabajo, tratan de la aplicación de las normas jurídicas en materia laboral y establecen en última instancia la equidad para solucionar los conflictos consecuencia del hecho social “trabajo”.( Subrayado nuestro)” FUNDAMENTOS JURISPRUDENCIALES En este sentido se presentan las últimas jurisprudencias que en materias análogas ha dictado el Tribunal Supremo de Justicia, a objeto de fundamentar el caso en estudio, y se hace en los términos siguientes: En Sentencia Nº. 305-02 de fecha 18 de Marzo de 2002, el TSJ en Sala Constitucional, actuando en recurso de interpretación en el caso PDVSA Petróleo y Gas, S.A, estableció que “ los directivos, administradores, empleados y obreros no serían considerados funcionarios o empleados públicos, esto es, que dichos trabajadores no estarían sometidos a la Ley de Carrera Administrativa, ni al sistema de administración de personal vigente en el sector publico centralizado y descentralizado. En este sentido, se advierte que no tratándose de funcionarios públicos, los cargos que ocupan tales trabajadores no podrían considerarse como destinos públicos remunerados, ya que Petróleos de Venezuela S.A., como se ha señalado, es una persona jurídica estatal que tiene forma de Derecho Privado....En tal sentido, considera esta Sala que si las relaciones laborales existentes entre las Empresas del Estado que conforman la Industria Petrolera y sus trabajadores, se rigen por la Ley Orgánica del Trabajo, su reglamento y la Convención Colectiva...” Lo dictaminado en la Sentencia Nº. 1043-01, de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, con respecto al recurso interpuesto por G. Carpio 20 contra la Fundación Instituto Carabobeño para la Salud (INSALUD), establece que “...independientemente de que la Fundación esté adscrita a un organismo público, ya que en tales casos, aquélla sólo dependerá del Organismo en relación a las políticas a seguir en función de las directrices que este imparta, pero ello no comportara en modo alguno que sus empleados sen funcionarios públicos. Por lo tanto, el personal que labora en la Fundación Instituto Carabobeño para la salud –INSALUD-, está sometido a la Ley Orgánica del Trabajo...” En Sentencia Nº. 1478-041, de fecha 26 de Julio de 2001, el TSJ en Sala de Casación Social, respondiendo al recurso interpuesto por I.A León contra la Gobernación del Estado Bolívar, dictaminó que “Aquellos trabajadores que prestan a los entes administrativos servicios bajo contrato a tiempo determinado, aún cuando estos sean renovados consecutivamente y pasen a ser a tiempo indeterminado, carecen de la condición de empleados públicos.” Asimismo, la sentencia agrega, que “la Ley no define al funcionario público, pero si establece expresamente, que el funcionario puede ser de carrera o de libre nombramiento y remoción (Art. 2 L.C.A) y determina que la categoría de funcionarios de carrera implica el nombramiento mediante nombramiento y el desempeño de servicios con carácter permanente (Art. 3 L.C.A); características éstas que son inherentes al estatuto del servidor (empleado o funcionario) público.” La sentencia 1483-01 de fecha 26 de julio de 2001 del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación Social, en el caso M.S Figuera contra la Gobernación del Estado Bolívar, determinó que “Al ser el actor un personal contratado y no Funcionario Público su relación de trabajo se rige por las normas establecidas por la Ley Orgánica del Trabajo y por su Reglamento.” Este criterio lo emite basándose en la Cláusula Quinta del contrato firmado por el trabajador en la cual se expone “Se conviene expresamente que el presente contrato, no le da a 21 El Contratado categoría de Funcionario público y por lo tanto no estará sometido a la Ley de Carrera Administrativa”. En cuanto a la Inconstitucionalidad sobrevenida, en sentencia Nº. 2544-00, de fecha 22 de Noviembre de 2000, el TSJ en Sala Constitucional, ante el recurso interpuesto por J.L Ibarra, determinó que “El Artículo 85 de la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política que limitaba el derecho al voto por parte de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional que se encontrasen en servicio militar activo, ha sido objeto de una inconstitucionalidad sobrevenida.” La decisión se fundamenta en que la norma establecida en el Artículo 85 de la Ley orgánica del Sufragio y Participación Política es contraria a lo dispuesto en el Artículo 330 de la Constitución de la República. En la misma sentencia, pero en su parte b), el TSJ, estableció el criterio de que “Los Tribunales de instancia pueden con fundamento en el Artículo 334 de la Constitución de 1999, inaplicar en los casos concretos una norma preconstitucional que a su juicio contradiga la Constitución, sin pronunciarse sobre su vigencia.” La decisión fue tomada después de analizar los siguientes fundamentos: “...la Constitución de 1999 prevé una derogatoria expresa de la Constitución de 1961, pero no indica de manera expresa que una u otra ley hubiere sido derogada, sino que, de forma general establece que no estarán vigentes aquellas normas del ordenamiento jurídico que colidan con la Constitución; de allí que, en aras de la seguridad jurídica, resulta necesario que esta Sala emita un pronunciamiento sobre la “vigencia” de una ley anterior y contraria a la Constitución de 1999, en virtud de la potestad del control concentrado que la misma le atribuye...” En la mencionada sentencia, también se menciona “De este modo, estima la Sala, que los tribunales de instancia pueden, con fundamento en el Artículo 334 de la Constitución de 1999, inaplicar en los casos concretos una norma preconstitucional que a su juicio contradiga la Constitución, sin pronunciarse sobre su vigencia; y corresponderá siempre a esta Sala Constitucional, efectuar el control concentrado de constitucionalidad de 22 aquellas leyes impugnadas que hubieren sido dictadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la Constitución de 1999, a los fines de decidir acerca de su inconstitucionalidad, y de ser el caso, su exclusión del ordenamiento jurídico.” NATURALEZA JURÍDICA DEL CENTRO RAFAEL URDANETA S.A (CRU) Tal y como se desprende del Acta Estatutaria-Constitutiva, la institución fue creada como ente descentralizado funcionalmente con fines empresariales, siendo su objeto “Ejecutar el plan para reactivar el área del casco central de la ciudad de Maracaibo, y cualquier otra obra que forme parte del desarrollo urbano del Estado Zulia, así como asumir la actividad o competencia que le asigne o delegue la República, el Estado, los Municipios, demás personas de Derecho Público y personas jurídicas o naturales. Podrá participar en la promoción y constitución de personas jurídicas de capital mixto y en general podrá efectuar toda clase de negocios que sean incidentales, complementarios o accesorios al objeto social antes expresado.” Siendo el CRU una sociedad mercantil de capital público fue constituida y funciona conforme al procedimiento establecido en el Código de Comercio, su fundamento legal se encuentra señalado en los Artículos 29, literal b; 100, 101, 102, 103, 104, 105, 106 y 107 de la Ley Orgánica de la Administración Pública; se encuentran bajo el control de la Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector Público, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 6, numeral 8 y 9 ; 4, 5 numerales 4º y 5º, 64, 6 ordinal 8º de la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República, 5 ordinales 3º y 4º de la Ley de Contraloría General del Estado Zulia; 2 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, entre otros. En este orden de ideas, el régimen jurídico de estas empresas se encuentra sometido en principio a un régimen de derecho privado, mercantil, en virtud del cual en general su personal se rige por las normas del derecho laboral. 23 RÉGIMEN APLICABLE A LOS MIEMBROS DE LA JUNTA DIRECTIVA En el caso de los Directores y administradores de las sociedades civiles y mercantiles, fundaciones y otras personas jurídicas cuyo capital y patrimonio estuviere integrado por aportes del Estado, les es aplicable lo establecido en los Artículos 2 y 4 ordinal 2º de la Ley de Carrera Administrativa, sin embargo, en este punto existe una discrepancia con respecto a la Ley de Carrera Administrativa del Estado Zulia, la cual dentro de sus disposiciones no contempla a este tipo de personal como funcionarios de libre nombramiento y remoción. Artículo 2: “Los funcionarios públicos pueden ser de carrera o de libre nombramiento y remoción.” Artículo 4, ordinal 2º: “Se consideran funcionarios de libre nombramiento y remoción, los siguientes: 2º. Las máximas autoridades directivas y administrativas de los organismos autónomos de la Administración Pública Nacional, los Directores Generales, los Directores, Consultores Jurídicos y demás funcionarios de similar jerarquía al servicio de la Presidencia de la República, de los Ministerios o de los Órganos autónomos y de las gobernaciones de los Territorios Federales.” Asimismo, el decreto Nº. 1553 con Fuerza de Ley sobre el Estatuto de la Función Pública, del 13/11/2001, en su Artículo 4 señala: “Funcionario Público es toda persona natural que en virtud de nombramiento expedido por la autoridad competente, se desempeña en el ejercicio de una función pública.” RÉGIMEN APLICABLE A LOS TRABAJADORES Los trabajadores se regirán en sus relaciones laborales por la Ley Orgánica del Trabajo, siendo que las Empresas del Estado, son entes descentralizados de derecho privado y como tal debe aplicárseles las normas jurídicas de tal régimen a sus trabajadores. Por su parte, la doctrina ha señalado que "cuando se constituye 24 una empresa del Estado, la forma escogida como sociedad anónima, somete a la misma al régimen contenido para este tipo de sociedades en el ordenamiento jurídico mercantil y laboral, estando sometidas las personas que en ella prestan sus servicios a las disposiciones de la Ley Orgánica del Trabajo, no teniendo las referidas personas el carácter de funcionarios públicos, de conformidad con lo establecido en la susodicha Ley, como de la propia de estas, es decir la Ley de Carrera Administrativa". De igual forma, los contratados, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 146 de la Constitución de la República, no son funcionarios de carrera, de lo que se desprende que se rigen por lo establecido en la Ley Orgánica del Trabajo. CONCLUSIONES 1.- Los contratados y contratadas no son Funcionarios Públicos, a tenor de lo establecido en el Artículo 146 de la Constitución de la República. 2.- Los contratados están sometidos al control y aplicación de la Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público, solo a los efectos de cumplir con el objeto de dicha ley, o sea, “hacer efectiva la responsabilidad penal, civil, administrativa y disciplinaria...”, instrumento este que adolece de una insuficiente y defectuosa técnica jurídica en su redacción. 3.-No pueden ejercer la abogacía los Funcionarios Públicos de carrera o de libre nombramiento y remoción, según lo establecido en el Artículo 12 de la Ley de Abogados. 4.-Los Abogados que presten sus servicios profesionales a tiempo completo en Organismos Nacionales, Estadales o Municipales o en Institutos Autónomos, salvo que actúen en representación de tales entes, tampoco podrán ejercer. Por lo que se concluye, en primer lugar, la improcedencia de aplicar el Artículo 12 de ley de Abogados, a los profesionales de la Abogacía contratados que prestan sus servicios en Organismos Oficiales o en Institutos Autónomos a medio tiempo. En segundo lugar, los Abogados contratados por el CRU, no son considerados como funcionarios públicos, por lo tanto su limitación para ejercer el Derecho, sólo 25 quedará reducida a que el cumplimiento de ese ejercicio no menoscabe la función para la cual han sido contratados. En este sentido, todos los Abogados que trabajan en el CRU, están en plena facultad para su ejercicio (Artículo 11 de la Ley de Abogados) y consecuentemente para visar los documentos del mismo CRU y de cualquier otra persona natural o jurídica, con la única limitación de que estas últimas actuaciones se realicen sin menoscabo de las funciones que cumplen dentro de la Empresa. Es decir, el precepto legal contenido en el Artículo 31 se refiere a los funcionarios públicos, sin embargo, como quiera que no existe otra norma que explique el limite para el cumplimiento de sus funciones, se toma por analogía lo que establece el mencionado artículo en su parte infine que señala “...se hará sin menoscabo del cumplimiento de los deberes inherentes a éste...”, en Tercer Lugar: no obstante, según lo establecido en el Artículo 12 de la Ley de Abogados, en su parte infine, los Abogados que están prestando sus servicios a tiempo completo en Organismos Oficiales Nacionales, Estadales o Municipales o en Institutos Autónomos no podrán ejercer la profesión. En cuarto Lugar: En cuanto a los honorarios profesionales producidos por el visado y atención de procesos judiciales, sino están expresamente contenidos o integrados dentro del Contrato de trabajo acordado por ambas partes, pueden ser cobrados. En quinto Lugar: En cuanto a los honorarios profesionales causados por las actuaciones de los Abogados de la Consultoría Jurídica del CRU durante el proceso expropiatorio del Proyecto Distribuidor los Olivos, estos pueden ser cancelados, ya que, dichas actividades no forman parte del objeto del CRU. En Sexto Lugar: El criterio emanado de la Contraloría General de la República, según Dictamen anexo, no es de obligatorio cumplimiento por parte de los Abogados que laboran en el CRU, debido a que lo dictaminado por ese órgano no es vinculante. Caso contrario sucede, cuando la Contraloría, luego de hacer un estudio de las fallas que presenta el funcionamiento del CRU, formula recomendaciones para su corrección, recomendaciones que de acuerdo a lo establecido en la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal (Artículo 48) si son vinculantes, es decir, son de acatamiento obligatorio e inmediato cumplimiento. 26 RECOMENDACIONES En el caso que nos compete, una vez analizados los fundamentos legales, doctrinarios y jurisprudenciales pertinentes, se le informa a la Ciudadana Arq. Anaide Morales, Presidenta del Centro Rafael Urdaneta (CRU) que procede el pago de los honorarios causados por actuaciones judiciales y visado de documentos de los Abogados de la Consultoría Jurídica del CRU, contratados a tiempo determinado o indeterminado; siempre y cuando, no exista convención expresa de que dichos honorarios están incluidos en el salario que perciben por la prestación de los servicios profesionales en la mencionada empresa. No existe ninguna Ley o Norma que prohíba a una empresa del estado realizar estos pagos. Sin otro particular a que hacer referencia, se suscribe de usted. Atentamente. DR. NESTOR LUIS RINCON FUENMAYOR CONSULTOR JURIDICO Con copia a: Gobernador del Estado, Contralor General de la República, Contralor del Estado, y Procurador del Estado. NR/cf/amv/rs 27