1 Inmunoterapia adyuvante con anticuerpos monoclonales en esquizofrenia Brian Miller, MD, PhD, MPH “El hombre no puede descubrir nuevos océanos, a menos que tenga el valor de alejarse de la costa.” —André Gide «Derribando las afirmaciones que los libros de texto han sostenido durante décadas, los investigadores han comprobado que el cerebro está directamente conectado al sistema inmunológico mediante vasos hasta ahora desconocidos”1 Un rasgo distintivo del SNC es la ausencia de unsistema de drenaje linfático tradicional. Si bien el SNC nunca deja de estar controlado por el sistema inmunológico, aún no están del todo claros los mecanismos que rigen la manera como ingresan y egresan de él las células del sistema inmunológico. Dos estudios independientes, efectuados hace pocoen cerebros murinos disecados, han demostrado la existencia de vasos linfáticos funcionales a lo largo de los senos durales de las meninges.2,3 Los senos durales toman la sangre proveniente de las venas internas y externas del cerebro y la llevan hacia las venas yugulares internas. Las estructuras identificadas manifestaban rasgos moleculares de células endoteliales linfáticas, transportaban líquido y células inmunológicas provenientes del líquido cefalorraquídeo, y estaban conectadas con los ganglios cervicales profundos.2,3 En uno de los estudios, los autores luego examinaron muestras de autopsias de duramadre humana. Identificaron allí una estructura linfática posiblemente similar, pero hacen falta más estudios para evaluar y caracterizar la ubicación y organización de los vasos linfáticos meníngeos en el SNC humano.2 La existencia de un sistema linfático clásico y funcional en el SNC sugiere la necesidad de reevaluar los supuestos básicos que han regido la neuroinmunología. Si se confirma la presencia de vasos linfáticos meníngeos en el ser humano, la conclusión podría ser que la disfunción de los mismoscontribuye a la fisiopatología de toda una serie de trastornos del SNC asociados con una disfunción del sistema inmunológico: tal es el caso de la esclerosis múltiple, la enfermedad de Alzheimer, la esquizofrenia, y los trastornos del estado de ánimo. Este hallazgo, capaz de producir un cambio de paradigma, podría modificar nuestra percepción de las interacciones entre el cerebro y el sistema inmunológico, y permitiría aplicar un abordaje más mecanístico al estudio de la neuroinmunología de estos trastornos. Anormalidades del sistema inmunológico en la esquizofrenia Aunque ha estado vigente durante varias décadas, la investigación de las alteraciones del sistema inmunológico en la esquizofrenia cobró popularidad hace tan solo pocos años. Dicho interés ha estado estimulado, al menos en parte, por el creciente conocimiento de las interacciones que se dan entre el sistema inmunológico y el cerebro en otros trastornos crónicos, y por este reciente hallazgo clave del ámbito de las neurociencias. La esquizofrenia está asociada a la disfunción inmunológica a lo largo de toda la vida de quien la padece (Tabla 1). Los avances en el campo de la genética han servido para identificar asociaciones entre los genes involucrados en la regulación del sistema inmunológico y un mayor riesgo de padecer la enfermedad.4 Las infecciones con ciertos agentes durante el embarazo agregan un factor de riesgo para el feto, pues lo exponen a una mayor probabilidad de desarrollar esquizofrenia durante su vida.5 La asociación entre esquizofrenia e infecciones pareciera ser bidireccional: las infecciones que derivan en internación durante la niñez o la adolescencia están vinculadas con un mayor riesgo de padecer de esquizofrenia en la edad adulta, y la esquizofrenia es un factor de riesgo en materia de infecciones.6,7 Algunos pacientes con esquizofrenia presentan en la sangre, el líquido cefalorraquídeo y el SNC alteraciones inmunológicas en aspectos tales como la cantidad de células del sistema inmunológico y los niveles de marcadores inflamatorios y titulación de anticuerpos.8 La prevalencia de algunas comorbilidades infecciosas parece ser mayor en los pacientes agudos enfermos de esquizofrenia.9 Este trastorno está también asociado a una mayor mortalidad por infecciones tales como neumonía y gripe.10 2 Posibles tratamientos Varios ensayos han revelado una relación entre los medicamentos de la familia de los AINE y otros agentes con propiedades antiinflamatorias —como por ejemplo la aspirina, el celecoxib, estrógeno, la minociclina y la N-acetilcisteína— como terapia adyuvante a un esquema con antipsicóticos, y la mejoría significativa de la psicopatología de los pacientes esquizofrénicos.11,12 En dos estudios, los niveles plasmáticos basales de citoquinas predijeron la respuesta al tratamiento adyuvante con antiinflamatorios no esteroides.13,14 Básicamente, los pacientes con más «inflamación» al inicio del estudio tenían más probabilidades de mejorar gracias a la incorporación de un AINE. Tomados en conjunto, estos hallazgos sugieren la necesidad de una evaluación más profunda de la hipótesis que propone que la disfunción inmunológica puede estar involucrada en la fisiopatología de la esquizofrenia. Combinada con los avances realizados en el campo de la biología molecular, esta evidencia ha brindado una oportunidad única para explorar esta hipótesis, y para avanzar hacia la identificación de nuevos tratamientos que podrían aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes esquizofrénicos: tal es el caso concreto de la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales. En la actualidad, varios anticuerpos monoclonales humanizados cuentan con la aprobación de la FDA para el tratamiento del cáncer y de algunos trastornos autoinmunes. Dichos anticuerpos actúan neutralizando las citoquinas en forma directa, o Quizás lo más importante sea que los AINE tienen importantes efectos en aspectos ajenos al blanco (o sea, efectos no inmunológicos). Por ejemplo, la aspirina es capaz de modular los receptores de N-metil-D-aspartato, mientras que el celecoxib tiene el potencial de afectar a los receptores glucocorticoides.15,16 En cambio, los anticuerpos monoclonales no producen efectos fuera del blanco, actuando exclusivamente sobre las citoquinas inflamatorias específicas. Por consiguiente, las mejorías en materia psicopatológica como consecuencia de la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales señalarían, de manera aún más robusta y directa, la existencia de vías inflamatorias en la fisiopatología del trastorno.Dicho de otro modo, los anticuerpos monoclonales permiten poner a prueba, en forma directa, la hipótesis de que la inflamación desempeña un papel causal en la sintomatología de la esquizofrenia. adyuvante con anticuerpos TABLA 2 - Ventajas y desventajas de la inmunoterapia Los anticuerpos monoclonales también tienen monoclonales esquizofrenia. propiedades antiinflamatorias más potentes que otros agentes antiinflamatorios. Los AINE bien uniéndose a los receptores de las mismas. VENTAJAS son menos efectivos en los trastornos que curLas• citoquinas, clave endel lablanco señalizaAusencia demoléculas efectos relevantes fuera (es decir, no inmunológicos). san con mucha inflamación (v. gr., los autoin• celular Propiedades antiinflamatorias más potentesejercen que las de otros agentes. ción del sistema inmunológico, que con frecuencia • Vía de administración endovenosa, problemas demunes), adherencia,ycapaces de producir hallazgosrequieren confusos en una efectos tanto en el cerebro como que en evita su perifeterapia inmunosupresora. En la esquizofrenia, ensayos clínicos. ria. Sonlosproducidas por células inmunológicas el tratamiento adyuvante con agentes antiinflay no inmunológicas, y actúan uniéndose a rematorios ha estado asociado a una mejoría de DESVENTAJAS ceptores específicos en una variedad de células leve a moderadade psicopatología. • Posibles efectos adversos serios por una profunda inmunosupresión, como por ejemplolainfecciones con riesgo deSi bien blanco. Las citoquinas regulan la inflamación muerte, trastornos desmielinizantes, úlceras y cáncer. esto podría implicar que el compromiso del crónica y aguda, la cual es, a su vez, una res• El elevado costo (potencialmente más de USD 1000 por dosis) podría limitar un uso más masivo. sistema inmunológico ocurre en sólo un subpuesta biológica complejaendovenosa y vital que afecta a • La vía de administración plantea un sinnúmero de problemas logísticos tanto para pacientes comootra pogrupo de pacientes esquizofrénicos, todos los paraórganos médicos. y sistemas. Estas sustancias sibilidad es que hacen falta antiinflamatorios también ayudan a coordinar el funcionamiento más poderosos y demayor efecto. También del sistema inmunológico innato y sus compodría servir para explicar por qué los estudios ponentes, además de toda una serie de otros destinados a tratar la inflamación en la esquiprocesos fisiológicos del organismo. zofrenia han arrojado resultados mixtos. La inmunoterapia con anticuerpos monoclonaOtro aspecto importante de la inmunoterapia les encierra varias posibles ventajas por sobre con anticuerpos monoclonales es la vía de adlos AINE y otros agentes antiinflamatorios ministración. En la actualidad, la mayoría de (Tabla 2). estos agentes se administran por vía endove- 3 nosa y generalmente una vez por mes, si bien algunos pueden ser de administración subcutánea u oral. Desde la perspectiva exclusiva de la labor de investigación, esto conlleva una ventaja porque evita problemas de falta de adherencia al tratamiento, que podrían arrojar hallazgos confusos. Sin embargo, este tipo de terapia plantea un sinnúmero de problemas logísticos tanto para lospacientes como para los médicos. A pesar de las posibles ventajas mencionadas, hay otras consideraciones de importancia respecto de la utilidad clínica de la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales (Tabla 2). La inmunosupresión profunda puede producir efectos adversos serios tales como las infecciones con riesgo de muerte, los trastornos desmielinizantes, las úlceras y el cáncer. Aunque los AINE suelen presentar efectos adversos más benignos, también encierran, con el uso prolongado, un mayor riesgo de hemorragia gastrointestinal y mortalidad cardiovascular. El elevado costo de la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales (que puede superar los USD 1000 por dosis) es otro factor de peso que podría limitar un uso más masivo. En un estudio que demostró ser clave, Raison et al17 tomaron 60 pacientes con depresión resistente al tratamiento y compararon en ellos el uso de placebo con la terapia adyuvante con infliximab, un anticuerpo monoclonal que combate la citoquina inflamatoria conocida como factor de necrosis tumoral alfa. Si bien no encontraron una diferencia general en la modificación de los puntajes de depresión entre las dos ramas del estudio, sí hubo una importante interacción entre los grupos y la variable tiempo, la cual fue a favor de los pacientes tratados con infliximab que tenían niveles iniciales elevados de la proteína C-reactiva, que actúa como marcador inflamatorio. A la fecha, se han publicado los resultados arrojados por dos estudios de pequeño porte sobre la inmunoterapia de la esquizofrenia basada en citoquinas pero hay muchos otros ensayos aún en curso. El primero es un estudio de serie de casos de dos pacientes con esquizofrenia resistente al tratamiento, que en general manifestaron una mejoría significativa de su psicopatología durante la terapia adyuvante con interferón gamma-1b18. El segundo, publicado recientemente por nuestro grupo, fue un ensayo abierto de ocho semanas de duración y un total de seis pacientes esquizofrénicos. El tratamiento utilizado fue la terapia adyuvante con tocilizumab (un anticuerpo monoclonal que se une al receptor de la interleuquina -6), la cual estuvo asociada a una mejoría significativa de la cognición.19 En la actualidad, todos los antipsicóticos apro- bados por la FDA para el tratamiento de la esquizofrenia son agentes antidopaminérgicos. Aunque estas drogas son eficaces en muchos pacientes, en particular los que exhiben síntomas positivos, hay muchos otros que presentan diferentes grados de resistencia al tratamiento. Por eso existe una firme voluntad de identificar otros tratamientos farmacológicos eficaces, especialmente cuando el trastorno cursa con síntomas negativos y disfunción cognitiva. Este esfuerzo seguramente exija tener«el valor de alejarse de la costa». En general hay fundamentos contundentes a favor de encarar ensayos de sólido diseño y realización que exploren la inmunoterapia con anticuerpos monoclonales para el tratamiento de la esquizofrenia. Otras consideraciones importantes incluyen la determinación del momento adecuado del tratamiento durante la evolución de la enfermedad, además de su duración y la selección de los pacientes. Cabe destacar que debería realizarse un ensayo de inmunoterapia con anticuerpos monoclonales exclusivamente en pacientes«con inflamación», pues este grupo sea quizás más proclive a responder al tratamiento. Al margen de cuál sea su resultado, estos estudios habrán de aportar mucho al conocimiento del rol que desempeña el sistema inmunológico en la esquizofrenia. El Dr. Miller es Profesor Adjunto del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Georgia Regentes, Augusta, Georgia, y editor de la sección de esquizofrenia de la revista Psychiatric Times. Manifiesta que no tiene conflictos de interés con respecto a la temática de este artículo. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. Barney J. Researchers find textbook-altering linkbetween brain, immune system. UVA Today. 1 de junio de 2015. Louveau A, Smirnov I, Keyes TJ, et al. Structuraland functional features of central nervous systemlymphatic vessels. Nature. 2015;523:337-341. 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