I Antoni Tapies El espectador no habituado que se acerca a la obra de Antoni Tapies a m~!1Udo pierde pie y, al penetrar en un universo para la exploracIOn del cual le faltan los puntos habituales de referencia, 'puede.'pl~ntearse legítimamente la pregunta que formulaba Dleter Jahmg en uno de los estudios más inteligentes que se han realizado sobre su pintura. Realmente, ¿un cuadro de Tapies pertenece aún al dominio del arte? Lo que tenemos ante nosotros,. má~ que pinturas, son objetos, objetos que inmediatamente mtUlmos cargados de un contenido extrañamente intenso. Todos los que han estudiado la obra de Tapies han insistido en esta tan particular densidad de contenido de la que se desprende una significación misteriosa y llena de atractivo, y han subrayado su contundencia basada --como en toda obra lograda- en una aparente sencillez y facilidad. Intensidad de contenido, misterio y atractivo, contundencia, he aquí todos los elementos que han hecho hablar a tantos espectadores de la obra de Tapies de su poder mágico. Sus grandes superficies terrosas, negras o pálidas no son simples "obras de arte". La actividad creadora de Tapies ha concentrado en cada una de ellas una experiencia intensamente vivida y ha conseguido hacerla comunicable. Es evidente que el secreto de la fascinación mágica que ejercen estas superficies obsesionantes ha de derivar de su contenido. Analizar el contenido es el problema fundamental que se plantea la estética actual en su meditación sobre la creación artística. L'escarnidor de diademes, título de este libro es una invención de Joan Brossa para dar nombre a un cu~dro de Tapies expuesto en las Galerías Layetanas de Barcelona, el año 1950. Esta invención brossiana ha presidido proféticamente todo el des.arrollo de la obra de Tapies y quizás es la fórmula que mejor describe la característica fundamental de su obra la q~e nos permite una aproximación más profunda a su co~te­ mdo: la negatividad. de la exNegatividad en un • doble sentido: como necración _, ". • l:::> presl0I! .artIstIca doctnnarIa que aspira a presentarn03 sólo la superfICie de la realidad, y negatividad como negación de lo que es .este mu~do para manifestar lo que deviene. Tapies, 1escarl1ldor de dwdemes, nos impulsa a decir no a lo que nos es presentado conformísticamente como realidad hecha y acabada,.y nos su~erge en la realidad profunda de las cosas: su devemr. El umverso de Tapies no es el universo de los doctriI!arios que cree.n ver claro de una vez para siempre. Es el umverso de la lucld7z profunda, fundamental, del poeta, el universo de los que VIven en su objetividad la realidad objetiva de e.ste mundo contradictorio en el que todas las verdades parCIales se oponen y se contradicen. ,C~ntra. l~ positividad dogmática y doctrinaria, Tapies po~n~ mscnblr corn() lema de su obra la autodefinición del Meflstofeles. ,d~, Goethe: "yo soy el. espíritu que siempre aporta la negacIOn " Lo cual, en lenguaje moderno, marxianamente, ~oe5h~ habna formulado probablemente así: yo soy el espíritu dIalectI~o" el que se opone a la afirmación dogmática unilateral. ¿~e que manera se expresa esta negatividad esencial? Brossa ha Visto com.o ele~~ntos fundamentales de este lenguaje tan pers?nal, .la mV7~cIOn fO,~al y la realidad cotidiana. La potenCIa de mvenClOn de Tapies, tan característica de su obra, se produce de . un~ .forma muy particular: de manera semejante a como el clentIfl.co formula una hipótesis, Tapies inventa para ~evelar con exactItud la realidad tal como él la entiende. Junto a la invención, la cotidianeidad. Rechazando ins~ten­ temente toda grandilocuencia, la obra de Tapies nos ayuda a ver el mundo como algo nuevo, lleno de sorpresas y de miste. rios. Nuestros sentidos, embotados por la experiencia diaria no-creadora, son normalmente incapaces de ver lo insólito en lo que e~ ~otidiano. La· obra de Tapies, al ~mplear equjy¡. lentes plastIcos capaces de expresar la expenencia creadtn del poeta, realiza lo que Paul Klee señalaba como finalidad ikI arte: hacer visible lo invisible. En la obra de Tapies la realidad objetiva nos es dada I través de las imágenes de una experiencia vivida profunda. mente, y a continuación reinventada, restituida. Cualquiem It ~us grandes superficies está llena de presencia humana yIt mtensas sugestIOnes originadas por la diversidad de CODDOll· ciones que insinúan sus signos y por la extraña ambigüedaO de los objetos cotidianos que a veces nos son presentad~.l.a materia que constituye estas superficies nos parece una mall· ria I?rofundamente humanizada -mentalizada- por la pre· sencla del hombre, por su acción. Toda una dialéctica de b p/~axis deriva de estas complejas relaciones e intercambios entre la materia y el hombre. La emotividad de los objetos mar· cados por la vida, el dramatismo de esta materia penetraCl por la huella del hombre, nos conduce a considerar toda b obra de Tapies como una permanente reflexión sobre la condición humana. Así pues, por una parte, la creación de objetos cargados re un intenso contenido que nos obliga a tomar conciencia de lJIIl situación problemática, y -simultáneamente- la negacióo~ esta situación para superarla. El espectador se encuentra oo~ frontado con su propia responsabilidad. Por otra parte, la creación de estos objetos nuevos es~ lativa de la creación de un sujeto nuevo: cuando la obíaflfi pieza a vivir por su cuenta, los que la han contempladq han sido tocados por su visión, ya no podrán seguir s,ÍI!'_~~I eran antes de esta experiencia. . Ahora comprendemos dónde reside la potencia midÍ(migica porque actúa sobre la realidad, transformándd&)te esIl . obra hecha de fuerza y de evidencia contundentes. La obra de Tapies tiende a hacer de cada hombre, es decir, un creadClr, un poeta. Por esto • ~ colaboración creadora del contemplador. Los que,' . de este esfuerzo, sólo ven muros decrépitos en los cuadD re Tapies, nos recuerdan el proverbio budista que dice ..CIJIIiI: el dedo señala la luna, el imbécil mira el dedo". . ,El arte es el ú~ico .me~io que permite retener, fijar la,eJD!' Clon de la expe~lencla mtensamente vivida, esta expe~ que el hombre ahenado -dolorosamente habituado a expe@ cias que le parecen desprovistas de contenido-- sólo a1caJ11l excepcionalmente. La obra de Tapies es una de las delDOS I1t ciones .más contunde~tes de o/fiO el arte puede revelar la vi/l y. mamfestar su ~;ntIdo: elevando la experiencia a un nUf\( mvel de ~bstraccIOn. Se trata de una. obra cuyo carácter ~re( dar consiste en transformar en concIencia una experienCia ~ más amplia posible. :$ Francesc Vicens [Del libro An/oni Tapies () I'escamidor de diademes. Ediciones Poligafa, Barcelona]