MIRADA HACIA LA REALIDAD DE UN PLANETA QUE UN DIA FUE SOSTENIBLE: DAÑO MEDIOAMBIENTAL… ¿ALGO PELIGROSO? Autor MARÍA CAMILA ARROYO TOBIO UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA Facultad de Educación y Ciencias Humanas Departamento de Ciencias Naturales Licenciatura en de Ciencias Naturales y Educación Ambiental Montería, JULIO 2013 LA REALIDAD DE UN PLANETA QUE UN DIA FUE SOSTENIBLE: DAÑO MEDIOAMBIENTAL… ¿ALGO PELIGROSO? Resulta notable la alteración del medio ambiente por la acción humana. Hemos visto la capacidad del ser humano de transformar el entorno para satisfacer sus necesidades más básicas, como ninguna otra especie en la tierra ha podido. Con el transcurrir de los años, el ser humano ha utilizado la tecnología para modificar el ambiente en su beneficio; sin embargo ciertas prácticas son un arma de doble filo por su contribución en serios impactos para el entorno. Las acciones contra natura evidencian que, hoy día, se vive en este planeta como si hubiera otro lugar donde ir. La vida, tal como se conocía, está cambiando y está claro que cada acción influye día a día, por pequeñas que sean, en el espacio inmediato y en el ambiente habitado de menor a mayor escala. Por Consiguiente, la Ecología estudia precisamente nuestro hogar, el de los animales, las plantas, bacterias entre multitudes de biodiversidad... ¿No sería lógico preocuparse por él?... Quizá al hablar de ecología, se piensa en manifestaciones que evidencian una posición al bien ecológico o en favor de la naturaleza. Pero esto va más allá de sembrar uno que otro arbolito. Debido a esto, la ecología, más que nunca, se encuentra en acción en estos tiempos. Para hacer tomar consciencia y emprender acciones verdes orientadas a reducir el impacto ambiental que estamos viendo como: calentamiento global, deforestaciones, reducción de biodiversidad, polución atmosférica, entre otras. El planeta cambia, pero es un deber cambiar con el cambio esta triste historia; mediante la utilización de tecnologías sustentables. Se debe saber, que muchas prácticas ya no son sostenibles, como la forma en que se crea y se proporciona energía a numerosas poblaciones del mundo. Y, como si fuera poco, todo está fuertemente influenciado por la publicidad y el marketing para el desenfrenado consumismo: en consecuencia, creando un severo desequilibrio ecológico. La ecología se interesa por un nivel cuya delimitación no es fácil, ya que trata con unidades de vida de múltiples elementos que interactúan entre sí. Aunque la ecología es una división básica de la biología, también integra varias de las distintas disciplinas que se ocupan del estudio de los organismos. Los componentes del ambiente han sufrido un serio impacto en la medida en que el progreso tecnológico ha avanzado y se han aplicado en las actividades industriales, mineras y agropecuarias. Sin duda alguna un problema que concierne a todos los seres humanos. Lamentablemente, algunos empresarios y gobiernos no consideran al medioambiente como parte de sus prioridades y no toman conciencia del enorme daño que hacen al planeta e indirectamente perjudicándose a sí mismos. Aunque esos estilos de vida, tal vez sirvieron para nuestra supervivencia en el pasado, en el presente son destructivos. Sin ser alarmista, considero que, si un ciudadano común derrocha algún recurso natural, como puede ser, aquel líquido precioso del cual no podríamos sobrevivir: el agua, o se vuelve indiscriminada la tala de los productores de nuestro oxigeno: los árboles, entre otros; cuando se quiera volver a utilizarlos puros no se hallarán porque, es sencillamente imposible que estos preciados recursos naturales sean eternos. El ser humano tiene el derecho de aprovecharlos, pero no la libertad de agotarlos. Y no es mera coincidencia, que cada vez más los ecosistemas y espacios verdes estén desapareciendo a raíz de la agresividad en el proceso industrialista. En estos últimos años, la ecología ha adquirido particular importancia como fundamento científico para un compromiso individual y colectivo en beneficio de las generaciones presentes y futuras que tienen el derecho de vivir en un mundo sano y agradable. En relación a lo anterior, se debe considerar que, la educación ambiental está unida a la educación para el desarrollo sostenible y procura los mismos objetivos de equidad, solidaridad y justicia social. Es indispensable que se Desarrolle una acción educativa coherente y creíble ya que la falta de coherencia es uno de los factores que merman e incluso anulan la acción educativa. No se puede ignorar la importancia de la congruencia entre mensaje y acción, de la adecuación entre fines y medios, de la conexión entre educación y gestión ambiental, de la armonía entre los diferentes recursos e instrumentos utilizados, de la idoneidad de los temas tratados, de la oportunidad de los momentos de actuación. La especie humana ha cambiado de manera esencial el ambiente a escala global y local debido al dominio sobre algunas fuentes de energía y al uso indiscriminado de otros recursos, como el suelo, el agua, la flora y la fauna. Evidentemente, las alteraciones han sido irreversibles y se han acentuado con el crecimiento de la población y la industrialización, en algunos casos. Debido al aprovechamiento y uso de recursos Naturales y a la intervención entre el hombre y la naturaleza son originados muchos problemas ambientales, pero dichas relaciones son nocivas cuando el hombre se excede haciendo cambiar insosteniblemente la armonía y el equilibrio natural del entorno. Depende de la misma sociedad aplicar y asumir responsabilidades y control sobre los procesos que aseguran el funcionamiento de la naturaleza como ambiente sostenible ya que, estos términos están estrechamente ligados. Lo más valioso que se puede hacer es; informarse, investigar, observar el entorno y, por supuesto, intervenir en lo posible para que, de esta forma, no se irrumpan los ciclos de la naturaleza. El Hombre como actor principal en los cambios ejercidos a lo largo de los años en la biosfera, debería adoptar consciencia del impacto ambiental. Aunque, cabe mencionar que, no todos los seres ni gobiernos son ajenos a la situación ya que, hoy en día existen muchas instituciones que se dedican al cuidado y a crear conciencia sobre el medio ambiente para que todos ayuden a crear un equilibrio ecológico. El hombre, como actor principal en los cambios ejercidos a lo largo de los años en la biosfera, debe intervenir en lo posible para que los ciclos de la naturaleza no se sigan irrumpiendo. Sino que, se mantenga un equilibrio desde la interdependencia natural. Hay que entender que, cada uno es parte de esta biosfera llena de vida, y por tanto hay que emprender retos ambientales, poniendo las manos al servicio desde pequeñas acciones como; comprar y no fijarse en el precio, sino en el impacto que tuvo dicho producto a la hora de su elaboración. Por otro lado, dejar de considerar a la energía nuclear como una opción. Entonces, quemando menos combustibles fósiles, se genera menos CO2 y con esto habrá menos lluvia ácida, en consecuencia; el azotador efecto invernadero se reducirá. Es claro que, las acciones ambientales más pequeñas suelen ser mejores que las intenciones más grandes… Sobran razones para que una sociedad sea sostenible; cuando ella, con los recursos que su ecosistema tiene, de árboles y suelos entre otros, puede satisfacer las necesidades de toda la población. No obstante, abierta a las necesidades de las generaciones venideras, para que puedan disfrutar también de una tierra habitable, un aire respirable y un agua potable. Por eso se piensa que, sin oro se vive, pero sin agua se muere. Los Organismos que también conforman el entorno ecológico, junto a los factores abióticos, forman un conjunto armónico que caracterizan a cada ecosistema y a cada ser vivo. Si desaparecen por problemas externos ambientales, es muy probable que no se puedan recuperar. Hay que rescatar el sentido de pertenencia de los antepasados hacia el medio ambiente, porque si en algo tenían razón, era que; solo cuando el ultimo árbol este talado, el ultimo rio envenenado y el ultimo pez atrapado, habrá de darse cuenta que no se puede comer dinero. Y todo tipo de contaminación que ahora se hace a esta casa planetaria, se devuelve ¿por qué no hacer de esta existencia, aquí y ahora, algo amigable como agradecimiento hacia ella? Esta biodiversidad no le pertenece al ser humano, sino que él hace parte y pertenece a ella. Sería prudente en cada individuo, aceptando el cambio, creándose consciencia ambiental de que éste planeta está vivo, y sostiene toda forma de vida. Donde haya que sembrar un árbol, se siembre. Porque en este momento, se está tan cerca del límite, que puede que haya que despertar un día para dar cuenta de que, ya no queda nada por salvar. El papel de la Ecología es aportar conocimiento sobre el funcionamiento de la Naturaleza. En la medida en que ese conocimiento esté más próximo a la realidad de cada momento, más útil será en la solución de los problemas ambientales. Pero, éste conocimiento ha cambiado con el tiempo. En su primera etapa, la Ecología centró su atención en el estudio de las poblaciones fuera del museo y del herbario, en sus hábitat originarios, de sus condiciones de vida, de cómo reaccionan a su ambiente y su relación con la evolución. Esta ecología centra su atención en las ligaciones entre los seres vivos y sus interdependencias con los factores del medio. Es lo que se podría denominar una ecología de poblaciones centrada en los aspectos más clásicamente biológicos. Se empiezan a estudiar los ecosistemas del mundo, sobre todo si han sido pocos o nada transformados por la acción del hombre, aprovechando que todavía existían algunos. En estos momentos, década de los 60, empieza la “gran ocupación” humana de la biosfera, tanto desde el punto de vista del tamaño poblacional como de la cantidad y tasa de uso de los recursos, y se fragua la idea de “conciencia ambiental”, como puede evidenciarse por los temas tratados y resoluciones adoptadas en la convención de Estocolmo de 1972. Esto propicia un nuevo cambio de modelo: la Naturaleza está, efectivamente, organizada en ecosistemas, pero la especie humana forma parte de ellos. De la misma manera que antes se habían incluido los componentes del medio en el ecosistema, ahora se incluye la población humana, mejor dicho, la sociedad humana. Siendo agentes de cambio, ECO-amigables de corazón, entendiendo que, existe una autodestrucción. Que se acorta la existencia en la tierra cada vez que se tala un árbol, porque el ser humano es parte de lo que intenta destruir. Como dirían las campañas ambientales actuales: “Cabría preguntarse si… ¿se le llama medio ambiente porque ya se destruyó la mitad?” Viviendo conectados siempre; no al Smartphone, sino a la biodiversidad de la que se es parte. Porque la vida no puede ser eso que pasa, mientras se acaba lo que permite al ser humano vivir.