Universidad de Sonora SAVIA. Año 10, No. 9, noviembre 2010-noviembre 2011, es una publicación anual editada por la Universidad de Sonora, a través de la División de Ciencias Sociales por el Departamento de Trabajo Social Blvd. Luis Encinas y Blvd. Rosales s/n, Col. Centro, C.P. 83000, Hermosillo Sonora; Tel. (662) 2592 136, (662) 2592 157, www.uson. mx, www.dsociales.uson.mx, www.trabajosocial.uson. mx. Editor responsable: Carmen Cecilia Navarro Gautrin. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010111117020700-102. ISSN: 1870-9389; ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de Título y Contenido: _______, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa por Talleres Gráficos de la Universidad de Sonora Boulevard Rosales y Boulevard Transversal s/n, Edificio C Planta Baja, Col. Centro, C.P. 83000, Hermosillo, Sonora, México. Tel. (662)259 51-76, este número se terminó de imprimir el 12 de noviembre de 2011 con un tiraje de 400 ejemplares. Heriberto Grijalva Monteverde Rector Arminda Guadalupe García de León Peñuñúñri Vicerrectora Enrique Fernando Velázquez Contreras Secretario Académico División de Ciencias Sociales Dora Elvia Enríquez Licón Directora Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Departamento de Trabajo Social Se autoriza la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes contenidos en la presente publicación siempre y cuando se cuente con la autorización de la Universidad de Sonora. María del Carmen Marmolejo López Jefa del Departamento Comité Editorial Blanca Idalia Maldonado González Graciela Ibarra López Jacobet Rosas Yépez Jaime Alonso Espinoza Muñiz Joel Verdugo Córdova Manuela Guillén Lúgigo María Clarisa Arenas Hinojosa María del Carmen Marmolejo López María de los Ángeles Ruiz Hernández María Engracia Carrazco Valenzuela Patricia Moya Grijalva Fotografía: Archivo del Departamento de Trabajo Social, Dirección de Comunicación, F. Javier Ruizlópez, Manuela Guillén Lúgigo y Ramón Vidal Zazueta. Ilustraciones: Grabados de alumnos del maestro Carlos Ríos Villegas, Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad de Sonora. Datos de contacto para la publicación: División de Ciencias Sociales, Departamento de Trabajo Social; Boulevard Rosales y Boulevard Transversal s/n, Edificio C Planta Baja, Col. Centro, C.P. 83000, Hermosillo, Sonora, México. Tel. (662)259 51-76 correo electrónico: revistasavia@ sociales.uson.mx. 3 Editorial 5 Análisis El Desarrollo Social: sus orígenes y definición conceptual Luz Bertila Galindo López 6 La mujer en la ciencia Delisahé Velarde Hernández Daniel González Lomelí 11 Investigación Las políticas públicas frente a la diversidad socioespacial y simbólica Manuela Guillén Lúgigo Las inframicroempresas, a partir de un estudio de caso en la colonia Amapolas de Hermosillo, Sonora, México Germán Palafox Moyers Benjamín Burgos Flores Aplicación de un LMS como herramienta de b-learning en estudios de posgrado Eufrasio Pérez Navío Laura Herrera Corona Guadalupe Aurora Maldonado Berea Norma Elena Mendoza Zaragoza Desde la intervención Análisis de la intervención de Trabajo Social en una institución cultural de Hermosillo, Sonora, México Graciela Ibarra López Rosa María Islas Durón Miscelánea Trabajo social e historia oral, apuntes para una coincidencia: intervención con adultos mayores Joel Verdugo-Córdova Reseñas Procesos de exclusión e inclusión social. Indicadores, conceptos, contextos y significados Cristina Martínez Rascón Rafael Pérez Ríos 4 16 25 33 42 47 52 Editorial Con el número nueve, a diez años de su publicación, la revista Savia cumple con el objetivo de consolidarse como un órgano de difusión del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora. La revista, durante este tiempo, ha albergado una serie de artículos de reflexión y análisis que versan sobre el objeto de intervención, propuestas metodológicas, resultados de investigación y de experiencias sistematizadas del quehacer profesional del trabajo social. Savia, también en este número, cumple con el propósito original que le dio vida al constituirse como un espacio de encuentro para la construcción y comunicación del saber especializado del campo disciplinar y de otros saberes interdisciplinarios que coadyuvan al desarrollo y maduración de la especificidad del Trabajo Social. Es así, que en sus páginas encontraremos aportaciones de académicos, investigadores y profesionales del ámbito de ciencias sociales, quienes, al igual que en años anteriores comparten los resultados de su trabajo. La revista Savia en esta ocasión dedica su espacio al tema Política Social y Desarrollo Social, binomio que por su propia naturaleza está entre las prioridades del debate continuo que, acerca del desarrollo, impulsan los organismos internacionales y nacionales, convirtiéndose, por tanto, en obligado objeto de análisis de las diversas disciplinas en las que se incluye el Trabajo Social. Las aportaciones que los autores hacen para este número, van desde el análisis del origen y definición del concepto de Desarrollo Social, hasta el estudio acerca de la participación de la mujer en la ciencia, la reflexión sobre la implementación de las políticas públicas del combate a la pobreza, la promoción de políticas del impulso de la micro, pequeña y mediana empresa como generadoras de empleo e ingresos de subsistencia. De igual manera se incluye un ensayo que versa sobre la evaluación de la metodología, la propuesta pedagógica y la incorporación de la tecnología en un programa de posgrado. La intervención del trabajo social se aborda desde el ámbito de la cultura y de la propuesta de incorporar la historia oral como estrategia para la recuperación de testimonios para su análisis. Finalmente, Savia cierra este número compartiendo la reseña del libro Procesos de Exclusión e Inclusión Social. Indicadores, Conceptos, Contextos y Significados. 5 Análisis El Desarrollo Social: sus orígenes y definición conceptual Luz Bertila Galindo López* Ramón Vidal Zazueta Orígenes y antecedentes Para comprender el concepto de Desarrollo Social se requiere conocer sus orígenes históricos más inmediatos; es en este sentido que, a continuación, se ofrece la información rescatada a través del análisis realizado de diferentes fuentes secundarias. En la década de los años cincuenta y sesenta, el desarrollo se entendió prácticamente como un sinónimo de crecimiento económico. El ser humano fue considerado como un factor más de producción, es decir, como un medio para alcanzar un crecimiento económico mayor. El indicador por excelencia del desarrollo fue el producto interno bruto. En esta perspectiva, el crecimiento debería asimilar a todos los pobres y marginados; esto es, habría excluidos sólo si no se insertaban en el proceso del crecimiento formal de la economía. En el periodo de los años setenta y ochenta, aunque la desigualdad se profundiza con la crisis, siguió permeando el concepto de crecimiento económico como medida del desarrollo. La diferencia de este periodo con el anterior es que ya el indicador para medir el desarrollo no fue el producto interno bruto, sino el producto interno per cápita. En otra vertiente, los antecedentes del Desarrollo Social los encontramos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. En el mes de diciembre de este año, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de Derechos Humanos. En este documento, la dimensión humana es colocada en el centro del debate. Así, con respecto al derecho a la educación, se especificó que la instrucción elemental sería gratuita y obligatoria, que la formación técnica y profesional habría de ser generalizada y que el acceso a los estudios superiores sería igual para todos en función de los méritos respectivos. En este mismo sentido, se manifestó que toda persona tiene derecho a formar parte de la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y de los beneficios que de él resulten. * Maestría en Política y Gestión del Desarrollo Social. Universidad de Sonora. lgalindo@sociales.uson.mx 6 Igualmente, en la Declaración de 1948 se incluyó el derecho de las personas a acceder al trabajo bajo condiciones equitativas y satisfactorias. De éste se derivaron los siguientes: derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure al trabajador y a su familia la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; protección contra el desempleo, derecho a los seguros en caso de enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. Otros derechos son los de carácter político y de equidad de género. En la declaración se hizo hincapié en la necesidad de preservar los derechos políticos, civiles y de justicia de todas las personas. En este tenor se incluye: salvaguardar la libertad, el derecho de asilo, el derecho a elecciones democráticas, el ejercicio de la libertad de expresión y la igualdad de hombres y mujeres. A partir de la suscripción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 por parte de los países miembros, la Organización de la Naciones Unidas (ONU) llevó a cabo una serie de convenciones, pactos y protocolos con la intención de ampliar los derechos de las personas y buscar su cumplimiento. Entre éstos se encuentran la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1965), el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (1966), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979). Además, el 13 de mayo de 1968 en Teherán, Irán, se celebró la Primera Conferencia Internacional de Derechos Humanos para examinar los progresos logrados en los veinte años transcurridos desde la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 y preparar un programa para el futuro. Entre otros asuntos, la Conferencia Internacional exhortó a todos los pueblos y gobiernos a consagrarse a los principios contenidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y redoblar sus esfuerzos para ofrecer a todos los seres humanos una vida libre y digna que les permitiera alcanzar un estado de bienestar físico, mental, social y espiritual. Posteriormente, el 25 de junio de 1993, los representantes ante la ONU de 171 países adoptaron por consenso la Declaración y Programa de Acción de Viena de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos; en ésta se presentó a la comunidad internacional un plan común para fortalecer la labor en pro de los derechos humanos en todo el mundo. La conferencia, en su declaración y programa de acción, manifestó que los derechos a la educación, la capacitación y la información pública eran esenciales para promover y lograr relaciones estables y armoniosas entre las comunidades, así como para consolidar la comprensión mutua, la tolerancia y la paz. La Conferencia Mundial de los Derechos Humanos de Viena amplió la perspectiva de los derechos humanos declarados en 1948. Entre los acuerdos novedosos se aprobaron acciones para: Proscribir todas las manifestaciones xenofóbicas y otras formas de intolerancia; garantizar el derecho humano de los trabajadores migrantes y de sus familias; garantizar la igualdad de condición y los derechos humanos de la mujer; promover el respeto al derecho del niño, a su supervivencia y protección y el desarrollo de su participación; erradicar la práctica de la tortura; promover y fomentar la comprensión mutua, la tolerancia y la paz como parte de la educación en Derechos Humanos; promover y proteger los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales étnicas, religiosas y lingüísticas; adoptar medidas tendientes a promover la democracia, el desarrollo y los derechos humanos. (Organización de las Naciones Unidas, 1993) En el mes de marzo del año de 1995, en la ciudad de Copenhague, Dinamarca, se realizó la Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Social. En su declaración, se evidencia que por primera vez se reconoce la importancia del desarrollo social y el bienestar de la humanidad. El compromiso adoptado por la comunidad internacional fue crear un entorno económico, político, social, cultural y jurídico que permitiera lograr el desarrollo social en los siguientes ámbitos: 1. Erradicar la pobreza en el mundo mediante una acción nacional enérgica a través de la cooperación internacional. 2. Promover el objetivo del pleno empleo como prioridad básica de las políticas económicas y sociales y preparar a todas las mujeres y hombres para conseguir medios de vida seguros 7 y sostenibles mediante el trabajo y el empleo productivos elegidos libremente. 3. Promover la integración social fomentando sociedades estables, seguras y justas, basadas en la promoción y protección de todos los derechos humanos, así como en la no discriminación, la tolerancia, el respeto de la diversidad, la igualdad de oportunidad, la solidaridad, la seguridad y la participación de todas las personas, incluidos los grupos y las personas desfavorecidos y vulnerables. 4. Promover el pleno respeto de la dignidad humana y lograr la igualdad y la equidad entre el hombre y la mujer y reconocer y aumentar la participación y la función directiva de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural. 5. Promover y lograr los objetivos del acceso universal y equitativo a una educación de calidad, el nivel más alto posible de salud física y mental y el acceso de todas las personas a la atención primaria de la salud, procurando, de modo especial, rectificar las desigualdades relacionadas con la situación social, sin hacer distinción de raza, origen nacional, sexo, edad o discapacidad; respetar y promover culturas comunes y particulares; procurar fortalecer la función de la cultura en el desarrollo; preservar las bases esenciales de un desarrollo sostenible centrado en las personas y contribuir al pleno desarrollo de los recursos humanos y al desarrollo social. 6. Acelerar el desarrollo económico, social y humano de África y de los países menos adelantados. 7. Velar porque los programas de ajuste estructural que se acuerden incluyan objetivos de desarrollo social, en particular la erradicación de la pobreza, la generación de empleo pleno y productivo y la promoción de la integración social. 8. Aumentar sustancialmente o utilizar con mayor eficacia los recursos asignados al desarrollo social con objeto de alcanzar los objetivos de la Cumbre mediante la acción nacional y la cooperación regional e internacional. 19. Mejorar y fortalecer con espíritu de coparticipación el marco de la cooperación internacional, regional y subregional para el desarrollo social por medio de las Naciones Unidas y de otras instituciones multilaterales. Para cumplir con los compromisos anteriores, la asamblea de la ONU resolvió establecer las siguientes políticas: a. Un entorno propicio para el desarrollo social. b. Erradicación de la pobreza. c. Creación de empleo productivo y reducción del desempleo. d. Integración social. En la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social se hizo explícito que se recogían los compromisos de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 y que las propuestas y acciones tuvieron como guía, entre otras, la Declaración de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en el año de 1993. Posterior a la Cumbre de Copenhague, en el vigésimo cuarto periodo extraordinario de sesiones, la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, además de ratificar los acuerdos de la Cumbre realizada en Dinamarca y evaluar sus resultados, aprobó nuevas propuestas de iniciativas en pro del desarrollo social.1 En esta asamblea emergieron nuevos enfoques, tales como la exclusión, la inclusión, la cohesión social y la asistencia social. Definiciones conceptuales Una vez concluida esta sucinta recopilación de los acuerdos tomados por los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas al interior de las cumbres, protocolos, conferencias y declaraciones realizadas en pos de mejorar las propuestas en torno de los derechos de las personas, nos abocamos a investigar sobre las definiciones conceptuales elaboradas acerca del Desarrollo Social. En el documento Desarrollo Social, del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos (2006), se señala que: 8 Archivo del Departamento de Trabajo Social El desarrollo social es un proceso de promoción del bienestar de las personas en conjunción con un proceso dinámico de desarrollo económico, que, en el transcurso del tiempo, conduce al mejoramiento de las condiciones de vida de toda la población en diferentes ámbitos: salud, educación, nutrición, vivienda, vulnerabilidad, seguridad social, empleo, salarios, principalmente. Implica también la reducción de la pobreza y la desigualdad en el ingreso. En este proceso, es decisivo el papel del Estado como promotor y coordinador del mismo, con la activa participación de actores sociales, públicos y privados. gratuita, un nivel de vida que garantice la salud, la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. Otro referente acerca de la definición del concepto la ubicamos en la Ley General de Desarrollo Social de México. En el artículo 1.º se define como: “Garantizar el pleno ejercicio de los derechos sociales consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, asegurando el acceso de toda la población al desarrollo social”. Por su parte, Rosalba Carrasco (1998: 4-13) considera que el Desarrollo Social es: En el mismo documento, se indica que: Un proceso de carácter integral que implica avanzar simultáneamente en los ámbitos del crecimiento económico, el bienestar social, la protección del medio ambiente y la consolidación de la democracia. Este exige la creación de instituciones democráticas, el respeto de todos los derechos humanos y libertades fundamentales; el aumento de oportunidades económicas equitativas, el respeto a la diversidad cultural, el derecho de las personas a El enfoque de los derechos humanos se ha constituido en un referente de las políticas sociales, en particular los derechos humanos de segunda generación que se definen como los derechos económicos, sociales y culturales, debido a los cuales, el Estado de Derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un Estado Social de Derecho”. Entre los derechos sociales figuran la seguridad social, el trabajo, la formación de sindicatos, la educación primaria y secundaria 9 pertenecer a minorías y la participación activa de la sociedad civil. El Desarrollo Social puede entenderse como un proceso dinámico centrado en los seres humanos, orientado al mejoramiento constante de las condiciones y la calidad de vida de la población y que requiere de un entorno económico y político favorable. Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública. Desarrollo Social. (s.f.). Consultado el 30 de agosto 2011. Disponible en: http://archivos. diputados.gob.mx/Centros_Estudio/Cesop/ Eje_tematico/d_dsocial.htm#_ftn1 Diario Oficial de la Federación. (2004). Ley General del Desarrollo Social. México. Consultada el 30 de agosto de 2011. Disponible en http://www. diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/264.pdf Diario Oficial de la Federación. (2008). Programa Nacional de Derechos Humanos. Consultado el 30 de agosto de 2011. Disponible en: http://dof. gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5058383&fe cha=29/08/2008. Organización de las Naciones Unidas. (1968). Proclamación de Teherán. Conferencia Internacional de Derechos Humanos. Consultada el 3 de septiembre de 2011. Disponible en: http:// www.tc.gob.pe/tratados/uni_ddhh/instru_alca_ gene2/teheran.pdfOrganización de las Naciones Unidas. (2000). Cumbre Mundial de Desarrollo Social. Consultada el 30 de agosto de 2011. Disponible en: http://www.un.org/documents/ ga/conf166/aconf166-9sp.htm Organización de las Naciones Unidas. (2000). Nuevas Iniciativas en pro del Desarrollo Social. Consultada el 30 de agosto de 2011. Disponible en: http://www.cinu.org.mx/temas/desarrollo/ dessocial/cumbre/cumbredessocial2000.pdf Organización de las Naciones Unidas. (s.f.). Conferencia Mundial de Derechos Humanos. Consultada el 30 de agosto de 2011. Disponible en: http://www. un.org/spanish/esa/devagenda/humanrights.html Organización de las Naciones Unidas. (s.f.). Declaración Universal de Derechos Humanos. Consultada el 30 de agosto de 2011. Disponible en: http://www. un.org/es/documents/udhr/ Provencio, E. (2008). Seminario Enfoques del Desarrollo Social. Maestría en Políticas y Gestión del Desarrollo Social. Universidad de Sonora. Hermosillo, Son., 20-21 de marzo. Por nuestra parte, y a manera de conclusión, consideramos que de las propuestas de la ONU es posible colegir la siguiente definición de Desarrollo Social: Mejorar las condiciones de vida de la población y proporcionarle los medios de participar plenamente en las esferas económica, política y social. Adoptar medidas destinadas a afianzar la democracia y la transparencia en la toma de decisiones y a garantizar el imperio de la ley y la rendición de cuentas de las instituciones gubernamentales. Promover la potenciación de la mujer y la igualdad entre los géneros. Fomentar la paz y la seguridad y el respeto de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, así como la tolerancia y el respeto a la diversidad cultural y étnica. Notas 1 Resolución Nuevas iniciativas en pro del Desarrollo Social aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en la Décima Sesión Plenaria del 1 de julio de 2000. Consultada el 5 de mayo de 2009. Disponible en: http://www.cinu.org.mx/temas/desarrollo/ dessocial/cumbre/cumbredessocial2000. Bibliografía Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. (2000). Nuevas Iniciativas en pro del Desarrollo Social. Consultada el 30 de agosto de 2011. Disponible en: http://www.cinu. org.mx/temas/desarrollo/dessocial/cumbre/ cumbredessocial2000.pdf Carrasco, R. (1998). Retos del desarrollo social en México. En Trabajo Social, 21. México: Escuela Nacional de Trabajo Social. 10 La mujer en la ciencia Delisahé Velarde Hernández*, Daniel González Lomelí** Resumen Una de las grandes transformaciones de la educación en los últimos años se ha dado en el nivel superior, donde la presencia femenina ha tenido una progresión sostenida. Pocos son los cambios sociales que muestran el ritmo de crecimiento de la población femenina en las universidades; incluso su creciente incorporación en el sistema educativo pasó prácticamente inadvertida durante muchos años. Al tiempo que se desarrolla la instrucción femenina en el nivel superior se transforma su significado: en la actualidad, el paso de las mujeres por la universidad ya no tiene un valor meramente doméstico. Por el contrario, las mujeres se incorporan a los estudios superiores con nuevas miras, buscando ejercer sus conocimientos en los espacios públicos y en el mercado de trabajo. No obstante la ampliación de la matrícula educativa femenina y su ritmo de crecimiento, los destinos educativos de hombres y mujeres no se igualan. Dirección de Comunicación Abstract One of the big transformations of the education in the last years has been given in the top level, where the female presence has followed an infallible progression. Few ones are the social changes that show the pace of growth of the female population in the universities; even his increasing incorporation in the educational system slipped by for many years. At the time that the female instruction develops in the top level his meaning transforms: at present, the step of the women along the university does not have already a merely domestic value. On the contrary, the women join to the top studies with new gun-sights, seeking to exercise his knowledge in the public spaces and on the labor market. Nevertheless the extension of the educational female matriculation and his pace of growth, the educational destinations of men and women are not equal. * Difusión y Vinculación de la Dirección de Investigación y Posgrado. Universidad de Sonora. dvelarde@investigacion.uson.mx ** Maestría en Innovación Educativa. Universidad de Sonora. dgonzalez@psicom.uson.mx. 11 El acelerado avance científico y tecnológico representa uno de los principales desafíos que la comunidad mundial debe enfrentar; sin embargo, cuando se habla de mujeres y ciencia, la reacción inmediata es la de indicar la escasa presencia de éstas en el desarrollo científico; a lo cual aparece de forma notoria y consistente una diferencia numérica respecto a los hombres de ciencia exitosos. En este sentido, la historia deja de manifiesto cómo las oportunidades de las mujeres han cambiado con el tiempo y con las barreras estructurales e institucionales existentes desde el nacimiento de la ciencia moderna. De esta manera el acceso a las instituciones científicas estuvo restringido a las mujeres hasta fechas muy recientes; siendo en la segunda mitad del siglo pasado cuando las mujeres logran acceder a espacios antes vedados para ellas, por lo que en nuestros tiempos cada vez son más las mujeres que trabajan fuera del hogar; las que se convierten en proveedoras o contribuyentes absolutas de sus familias; las que se independizan económicamente; las que ocupan responsabilidades y encuentran legítimos espacios de realización en la vida laboral. De acuerdo con Hierro (1998) en el siglo XVIII, la inquietud intelectual de las mujeres empieza a surgir, esto se hace evidente en las escuelas para mujeres que surgen en ese siglo. No obstante dichas instituciones perseguían los mismos objetivos educativos: la formación de mujeres madres y esposas. No existía la idea que las mujeres se educaran para desarrollar sus propias capacidades y para contribuir al desarrollo social; por lo cual las mujeres de escasos recursos se les ofrecía adiestramiento como artesanas, educadoras de jardín de niños y maestras de primaria. Asimismo, con la apertura en 1869 de la Escuela Secundaria para Señoritas también surgieron escuelas técnicas de carreras femeninas, todas éstas extensiones de las labores domésticas: bordado, costura, relojería, etcétera. De igual forma, Hierro señala que el pensamiento conservador no fue favorable para la educación de las mujeres, tal y como hace patente la revista La Mujer Mexicana, publicación mensual científico-literaria de la época dedicada a la evolución, progreso y perfeccionamiento de la mujer mexicana; además de destacar la importancia de la profesión femenina de maestra; compensando su escaso sueldo y reconocimiento social con homenajes póstumos. Sin embargo las mujeres que asistieron a la Escuela Secundaria para Señoritas pronto manifestaron otras inquietudes vocacionales, pues no todas deseaban ser maestras. Muchas aspiraban a ser científicas, agricultoras y mujeres de negocios. Las directoras de los planteles pidieron a los dirigentes que se ampliara el número de carreras pero no se atendió la solicitud. Sin embargo, la lucha continuó y Matilde Montoya fue la primera mujer, que rompiendo los prejuicios, estudió medicina. Para 1904 ya había tres doctoras practicando medicina en la ciudad de México. La primera abogada fue María Sandoval Zarco. En el siglo XIX ya se hacía oír la voz femenina. Las mujeres pedían en los editoriales de La Mujer Mexicana mejores oportunidades educativas, salarios dignos y reformas al Código Civil que mejoraran su condición. Para 1904 sería cuando las féminas ingresan a las Escuelas Superiores. Fueron las maestras mexicanas, que estudiaron en las escuelas vocacionales y normales a principios del siglo XX, las que cambiaron la fisonomía de las mujeres mexicanas a través de su acción revolucionaria. Un grupo importante de mujeres participó activamente en la Revolución de 1910. Asisten al Primer Congreso Feminista de Yucatán en 1916; apoyan el constitucionalismo de 1917 y contribuyen al proyecto educativo nacional de José Vasconcelos. Son ellas las que abrieron el camino de la educación superior para las mujeres, y su movimiento político culmina en la figura de Rosario Castellanos, la maestra feminista que escribe el primer ensayo filosófico defendiendo el derecho de la mujer mexicana a la cultura: Sobre cultura femenina, en 1950 (Hierro, 1998). En nuestros días ya no se puede hablar de exclusión explícita de las mujeres de las universidades y los centros de investigación. Ni siquiera del peso ideológico de la convicción de que la mujer sea intelectualmente inferior al hombre, ya que en algunos países occidentales, principalmente los más desarrollados, la proporción de mujeres entre los estudiantes de educación superior rebasa al porcentaje de varones. Tal es el caso de Estados Unidos, donde las mujeres representan 57%, y Europa con una proporción similar que va desde 54% en España hasta 60% de mujeres en Suecia. En la Federación de Rusia y en Australia hay también una proporción elevada de mujeres en educación superior: 57% y 54%, respectivamente (De Miguel, 2009). En México, para el ciclo escolar 2008-2009 las mujeres representaron 50.2% de la matrícula de educación superior y, de manera particular, en Sonora la proporción fue de 48.2% (Secretaría de Educación Pública [SEP] 2009) lo cual hace visible la presencia femenina en este sector educativo. No obstante, la ampliación de la matrícula educativa femenina y su ritmo de crecimiento, 12 los destinos educativos de hombres y mujeres no se comparan. En este sentido, es interesante observar cómo la presencia femenina ha crecido, en términos relativos, en disciplinas tradicionalmente masculinas. Hoy en día, a pesar de que áreas como las ciencias agropecuarias, ciencias naturales y exactas, ingeniería y tecnología, siguen teniendo un predominio masculino, el incremento de la participación femenina en esas áreas es importante. En el resto de las áreas de estudio también ha aumentado la participación de las mujeres, aunque no de manera tan destacada. En la composición por género la Figura 1 muestra que en el 2004 las áreas, predominantemente femeninas de la población escolar de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos, fueron las de educación y humanidades, las de ciencias de la salud y las de ciencias sociales y administrativas; en estas áreas las mujeres representan 66.9, 62.8 y 58.1 por ciento de los matriculados, respectivamente. Por el contrario, la matrícula masculina supera a la femenina en las carreras identificadas con las ciencias agropecuarias, las ingenierías y tecnología, y las ciencias naturales y exactas, 69.5, 69.0 y 51.1 por ciento, respectivamente. Figura 1. Distribución porcentual de la población escolar de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos según áreas de estudio, por género , 2004. 30.5 Ciencias agropecuarias Ciencias de la salud 69.5 62.8 37.2 48.9 51.1 Ciencias naturales y exactas Ciencias sociales y administrativas 41.9 Educación y humanidades 31.0 0.0 20.0 40.0 Hombres 66.9 33.1 Ingeniería y tecnología Mujeres 58.1 69.0 60.0 80.0 100.0 Fuente: Anuario Estadístico. Población escolar de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos, 2004. En: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) (2004). De igual forma, y a pesar del paulatino incremento de la presencia femenina en posgrados y el descenso de la participación de los varones, aún se observa un predominio masculino en la matrícula escolar. En el ámbito de posgrado todavía existe cierta concentración de mujeres en áreas que requieren habilidades o destrezas consideradas femeninas. De hecho, la composición por sexo de la población estudiantil en las distintas áreas de estudio en este nivel es muy similar a la de licenciatura. La Figura 2 muestra una mayor participación femenina en educación y en humanidades. A su vez, se aprecia la creciente presencia de las mujeres en el ámbito de las ciencias, especialmente en las sociedades modernas y de mayor desarrollo. En México el porcentaje de mujeres de ciencia que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) es de 34%. Y, en el caso de la región noroeste las mujeres representan 29.6%. En relación al ámbito estatal, Sonora cuenta con 35.2% de investigadoras adscritas a SNI (Dirección de Investigación y Posgrado, 2011) y, en la Universidad de Sonora constituyen 29.5% de las académicas dedicadas a la ciencia (Dirección de Planeación, 2011); no obstante, aún resulta visible el predominio masculino. 13 Figura 2. Distribución porcentual de la población escolar en posgrado según áreas de estudio, por género , 2004. 32.3 Ciencias agropecuarias 67.7 48.2 51.8 Ciencias de la salud 41.9 Ciencias naturales y exactas 58.1 Mujeres 45.7 54.3 Ciencias sociales y administrativas Educación y humanidades 41.4 58.6 29.1 Ingeniería y tecnología 0.0 20.0 40.0 Hombres 70.9 60.0 80.0 100.0 Fuente: Anuario Estadístico. Población escolar de posgrado, 2004. En: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) (2004). y superior, así como la eliminación de estereotipos de género que permitan la erradicación de la prácticas discriminatorias hacia las mujeres, prejuicios que desde la niñez se les asigna un papel de inferioridad y subordinación en todas las esferas de la vida cotidiana. Por su parte, el Programa Nacional de Educación 2001-2006 (SEP, 2001), como parte de sus objetivos estratégicos estableció ampliar el sistema de educación superior privilegiando la equidad, con el fin de garantizar la igualdad en el acceso a las oportunidades educativas, particularmente de buena calidad, y a la posibilidad de que los estudiantes concluyeran oportunamente sus estudios, para lo cual se desarrollaron políticas para propiciar la ampliación de la matrícula con equidad, alentando una mayor participación de los jóvenes provenientes de los sectores más desfavorecidos, de las mujeres dentro de cada uno de ellos y de las diferentes culturas y lenguas; a partir de acciones específicas implementadas desde la Secretaría de Educación Pública como el Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (Pronabes) y el Programa de Ampliación de la Oferta Educativa. En consecuencia, En tal contexto, la educación superior constituye uno de los activos más valiosos de la sociedad contemporánea para impulsar el desarrollo de un país y, por tal motivo, representa un medio de suma importancia para el acceso de las mujeres a mayores oportunidades de participación económica, social, política y cultural; así como en la toma de decisiones. En este sentido, a pesar del crecimiento progresivo de la participación de la mujer en el ámbito profesional y laboral, aún persisten rezagos e inercias en ciertos rubros, entre los que se encuentran la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en materia de educación; por lo que el Gobierno de la República, como parte de las acciones contempladas dentro del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (SEP, 2007), se compromete a lograr la equidad entre mujeres y hombres a partir de la incorporación de la perspectiva de género de manera transversal en cada uno de los ejes que conforman este Plan. De esta forma el primer paso es garantizar la igualdad en el acceso a los servicios de salud y educativos. Una de las estrategias es promover el acceso de las mujeres a la educación media superior 14 Bibliografía ANUIES (2004). Anuario Estadístico 2004. Población Escolar de Licenciatura y Técnico Superior en Universidades e Institutos Tecnológicos. ANUIES (2004). Anuario Estadístico de Posgrado, 2004. De Miguel, J. (2009). Conferencia magistral: Globalización y procesos de cambio en educación superior, presentada en el XXII Congreso Nacional de Posgrado y Expo Posgrado 2009 “Redes Académicas, Polos de Desarrollo y Descentralización de Posgrado”, del 12 al 14 de octubre de 2009, en San Luis de Potosí, México. Dirección de Investigación y Posgrado (2011). Elaborado con base en datos proporcionados por el Sistema Nacional de Investigadores. Dirección de Planeación (2011). Elaborado con base en datos proporcionados por la Dirección de Recursos Humanos, Universidad de Sonora. Hierro, G. (1998). De la domesticación a la educación de las mexicanas. México: Torres Asociados. Rubio, J. (2006). La política educativa y la educación superior en México. 1995-2006: un balance. México: FCE-SEP. Disponible en: www.cneip. org/menu.htm. Consultado el día 8 de febrero de 2009. Secretaría de Educación Pública (2001). Programa Nacional de Educación 2001-2006. México: Banco de México. Secretaría de Educación Pública (2007). Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012. Disponible en: www. sep.gob.mx/. Consultado el día 16 de mayo de 2011. Secretaría de Educación Pública (2009). Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos. Principales cifras: Ciclo Escolar 2008-2009. Disponible en: www.sep.gob.mx/. Consultado el día 16 de mayo de 2011. Dirección de Comunicación las políticas nacionales y estatales en favor de la equidad de la educación superior han logrado en los últimos años aumentar sistemáticamente la participación de las mujeres en la matrícula del sistema de educación superior, incluso en carreras que tradicionalmente habían sido consideradas como masculinas, a la vez que resulta una prueba indiscutible que se están aprovechando las oportunidades que brinda el sistema de educación superior en una proporción equivalente a la que lo hacen los hombres. Así, una de las fortalezas de la política nacional, en materia de educación superior, es la continuidad de programas que, desde la década de los ochenta, han tenido entre sus objetivos centrales en materia de cobertura, diversificación, federalismo descentralizador, equidad, calidad, pertinencia, gestión, planeación, evaluación y coordinación; evidenciados en los programas de desarrollo del sector educativo (Rubio, 2006). Ante esto, ahora que el país necesita tanto del desarrollo científico y tecnológico, es más necesario que nunca aprovechar el talento de hombres y mujeres para aportar ideas que hagan de la ciencia y la tecnología el motor para el desarrollo del país, a partir del reconocimiento e incorporación de la mujer en diferentes ámbitos de la vida social, cultural, política y económica. 15 Investigación Las políticas públicas frente a la diversidad socioespacial y simbólica Manuela Guillén Lúgigo Manuela Guillén Lúgigo* Resumen El presente trabajo tiene el propósito de reflexionar sobre la diversidad y heterogeneidad simbólica de los contextos de segregación urbana, a los cuales están dirigidos gran parte de los programas de combate a la pobreza. En particular nos interesa reflexionar en torno a algunas de las implicaciones prácticas y simbólicas de dicha diversidad, encontradas en dos barrios de la periferia de Hermosillo. Dichos barrios constituyeron el escenario de una investigación realizada con el propósito de identificar las representaciones sociales que se construyen en escenarios de segregación urbana. * Abstract The purpose of this paper is to reflect about the diversity and symbolic heterogeneity in urban segregated contexts, to which most of the programs to alleviate poverty are aimed. Specially, we are interested in reflecting about some practice and symbolic implications of such diversity that were found in two neighborhoods of the periphery of Hermosillo. The mentioned neighborhoods were the scenery of a research, which purpose was to identify the social representations built in urban segregated spaces. Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. mguillen@sociales.uson.mx 16 Introducción La inserción de México en el mercado global ha implicado no solamente una relación comercial desigual, también ha generado cambios socioculturales importantes en distintas esferas. En el caso de México se han producido reconfiguraciones económicas que han traído de la mano nuevas formas de trabajo, implicadas en procesos socioculturales complejos, en los que lo tradicional y lo moderno, lo global y lo local, adquieren una específica concreción histórica. En este aspecto de la globalización cohabitan el azadón con el microchip, las formas indígenas de organización y representación simbólica del trabajo con pautas laborales estandarizadas globalmente por compañías transnacionales. Los contrastes geográficos tan sorprendentes en la geografía mexicana no son menores en su geografía humana y en su tejido social. A decir de Roberto Zallo (2000), el paradigma de la globalización es insuficiente para explicar los cambios sociales en curso porque —entre otros factores— la configuración de tendencias específicas, como la diversidad cultural y las economías regionales, suponen contratendencias relativamente compensatorias de la globalización. Con esto se refiere que muchos de los cambios sociales y económicos, que tienen lugar en los territorios, no se derivan de la mundialización sino a pesar de ella. Lo anterior por el impulso del deseo humano de gestionar lo cercano, su convivencia, identidad y bienestar. De ahí la importancia de considerar que los territorios, más que espacios geo-espaciales, constituyen espacios de la identidad, anclados en gran medida en la historia y cultura comunes que dan lugar a sentidos de pertenencia, identificación y diferencia. En la perspectiva del autor citado, tanto la identidad como el territorio han de reconocerse como temas centrales del presente, ya que permiten identificar la mirada de una comunidad sobre sí misma y sobre las demás, así como los valores en los que se reconoce y los niveles de confianza para enfrentar futuros de riesgo. Zallo (2002) también plantea que en los tiempos actuales resulta difícil el papel de los territorios y las políticas regionales, dado que en la globalización los ámbitos global, estatal y metropolitano tienen mayor peso en el mundo. Esto en virtud que en la forma actual de mundialización económica y comunicativa no se da prioridad a las regiones interiores de los Estados. En la perspectiva de Teresa Llorens Carbonell (2009), tanto los procesos migratorios como el incremento de la diversidad constituyen algunos de los principales factores del cambio social actual en el contexto de la globalización, que tienen su principal expresión en las localidades municipales. El prisma desde el cual se analiza la relación global-local, coloca a las políticas públicas como centro neurálgico para la toma de decisiones que favorezcan la integración y convivencia ciudadanas, todo para garantizar el respeto a los derechos y deberes, la igualdad de oportunidades y el acceso a los servicios y recursos sociales. Llorens Carbonell indica que estos factores tienen un origen global pero consecuencias locales, como pueden ser “la percepción de la pérdida de la identidad simbólica del barrio por la llegada de nueva población o la distinta concepción que unos y otros tenemos del uso del espacio público, de la calle y las plazas” (Llorens, 20). Aunque el referente de esta autora es la sociedad española del Siglo XXI, podemos encontrar algunos paralelismos con las realidades Latinoamericanas, sopesadas las diferencias económicas, socioculturales y políticas. En México, por ejemplo, tanto el aumento significativo de las migraciones hacia los Estados Unidos de Norteamérica, como los flujos migratorios internos, constituyen una de tantas evidencias de los efectos de la globalización. No obstante es importante no desestimar que también suponen fenómenos vinculados a condiciones específicas, como la desigualdad y la pobreza que enfrentan amplios grupos de la población. Esta condición particular (la de la pobreza), ha estado presente en la agenda política mexicana y se han diseñado distintas estrategias de política pública para atenuarla, específicamente a partir de 1982, cuando el gobierno mexicano las reorientó a los grupos más vulnerables, sobre la base de un criterio selectivo. No obstante los distintos programas y acciones realizados con tal propósito, sólo muy parcialmente, han logrado sus objetivos. Lo cual es evidente cuando Organismos como la CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) ha reportado que la población en condición de pobreza en el país aumentó de 44.5% a 46.2%, lo que corresponde a un incremento de 48.8 millones de personas en situación de pobreza a 52.0 millones entre 2008 y 20101. A nuestro parecer un elemento de nodal importancia, entre muchos otros, que influyen en el fracaso (o logro parcial) de las políticas de combate a la pobreza, tiene que ver con la homogeneidad de las mismas. Es decir son políticas aplicadas sin considerar las diferencias y particularidades (y diversidad) de los entornos 17 locales en los que se ponen en práctica. Pensemos, por ejemplo, en los entornos espaciales donde habitan personas y familias procedentes de diversas zonas del país, con distintas cosmovisiones, ancladas en prácticas y significados de orden étnico, religioso, político, etcétera. O pensemos en las asincronías existentes entre “la dimensión cultural, el imaginario sobre la familia de instituciones y personas, y las estructuras y funcionamientos de las familias reales” (Arriagada, I.16), las cuales se han diversificado en los últimos años, tanto en su composición como en su funcionalidad2. El componente identitario y simbólico, en estas nuevas realidades y contextos (lo que se considera más o menos importante por parte de los destinatarios de los distintos programas, las posibilidades y capacidades para “aplicar” en los requerimientos institucionales y así ser sujeto de determinados beneficios) está fuertemente implicado, tanto en la valoración como en las posibilidades de apropiación de los recursos de las políticas públicas. Nuestro interés, en el presente trabajo, tiene que ver con la diversidad y heterogeneidad de los contextos de segregación urbana, a los que están dirigidos gran parte de los programas de combate a la pobreza. En particular, nos interesa reflexionar sobre algunas de las implicaciones prácticas y simbólicas de dicha diversidad, encontradas en dos barrios de la periferia de Hermosillo. propias como las de los demás, lo que se traduce en batallas simbólicas que afloran a través de las narrativas de los entrevistados alrededor de una amplia diversidad de aspectos: el entorno inmediato (sentidos del lugar), las prácticas y los estilos de vida. Cabe aclarar que la movilidad espacial constituye la característica central de las trayectorias sociales de nuestros entrevistados. Es decir, se trata de sujetos itinerantes que se han visto obligados a trasladarse (en más de una ocasión) de un punto a otro de la geografía nacional o estatal para lograr mejores condiciones de vida. En esta búsqueda muchos de ellos han cifrado sus esperanzas en el cruce de la frontera norte. Otros por motivos diversos se han detenido (temporal o definitivamente) en la capital del estado de Sonora y se han asentado en barrios de la periferia de Hermosillo4. 2. La diversidad simbólica Una característica importante encontrada en las representaciones del lugar, entre nuestros sujetos de estudio, es que éstas se enmarcan en una dimensión tridimensional, o en lo que se ha denominado la ‘trialéctica’, donde lo físico, lo social y lo imaginario se fusionan (Soja, citado por Oliva y Camarero,70). Así, encontramos referentes diversos que aluden, tanto al espacio físico como al espacio social. Esta multireferencialidad confirma la estrecha relación entre las dimensiones física, social y simbólica en los sentidos del lugar y las identidades; asunto ampliamente tratado en las ciencias sociales5. Como afirma Bourdieu, los agentes sociales se constituyen como tales en y por la relación con un espacio social y con las cosas, en tanto se apropian de ellas y las asumen como propiedades y como referentes simbólicos (Bourdieu, 119-120). A continuación, presentamos algunos de los referentes a partir de los que nuestros entrevistados establecen criterios de diferenciación, cuando valoran el entorno socioespacial del barrio. 1. Cuando la noción de “comunidad” se desdibuja La idea que un determinado entorno socioespacial urbano (barrio) constituye un conjunto de personas, con características comunes, que habitan en un espacio común, es una afirmación que no puede sostenerse cuando nos adentramos en las representaciones sociales y esquemas simbólicos de sus pobladores. En una investigación que realizamos en dos barrios precarios de la periferia de la ciudad de Hermosillo3, encontramos que la diversidad (y el conflicto) constituye su característica más relevante. Si bien la cohabitación espacial está presente (en un espacio físico de límites precisos), de acuerdo con los sentidos-valoración que sus habitantes imprimen al lugar, pareciera que el mismo entorno se superpone en múltiples espacios identitarios a partir de diversas significaciones. A partir de los testimonios de nuestros entrevistados fue posible advertir el contraste en las formas de percibir el entorno inmediato y de valorar, tanto las prácticas 2.1. El referente región En el escenario explorado encontramos que los agentes se distinguen de acuerdo al referente región, que constituye un potente criterio organizador de las identidades en México6. Como puede apreciarse en la figura que más adelante presentamos, éste escenario adquiere especial relevancia en tanto que se encuentra presente en las dos generaciones y en ambos géneros, 18 al igual que el espacio inmediato (lugar de residencia actual) y las prácticas religiosas. Cuando la distinción se establece a partir de este referente, la distancia social que a partir de él se fija es directamente proporcional a la distancia física. Esto es que la distancia simbólica es mayor cuanto más alejado de Sonora se encuentra el lugar -la región- de la que proviene o con la que se relaciona al Otro. Vinculados expresamente a la región, la diferencia se establece a través de atributos físicos (la estatura, la vestimenta), sociales (las costumbres, el tipo de trabajo, el estatus económico) e incluso étnicos (los indígenas). Pero además son utilizados de forma tal que con ellos se fijan también jerarquías (los norteños son “altos y fuertes”, “menos pobres”, “más trabajadores”, “más francos”, “tienen la misma sangre”). Las diferencias simbólicas se erigen sobre la base de un criterio organizador que incluye y excluye, en función de la proximidad o distancia en el espacio físico. Así, éstas expresan más semejanzas con los más cercanos en el espacio regional, y mayor distancia con los más lejanos. Ejemplos: “Es gente de allá del sur, hasta en el tamaño es otro tipo de gente, o sea físicamente”, Varón mayor, barrio 1. “Ya ves como son los guachos de allá [Distrito Federal] que quieren todo el mundo para ellos solos”, Mujer mayor, barrio 1. “La gente de Sinaloa, Chihuahua y Sonora pues se parecen, tienen el mismo estilo, tamaño, es la misma altura”, Varón joven, barrio 1. hacen amistado con uno, nosotros los tenemos señalados como el sector ponderosa o el sector Oaxaca”, mujer joven, barrio 2; “...a las indígenas de la Combate la gente las hace menos, dicen que son cochinas y que la comida que hacen les da asco”, mujer joven, barrio 1. En estos procesos de similitud y diferencia, siguiendo a Jenkins (1996), diremos que la identidad nominal asociada a la región (los del norte, los del sur, los de los pueblos, los indígenas) se encuentra relacionada con un amplio rango de virtualidades; esto es la diferencia entre el nombre de la etiqueta y lo que significa portarla. En virtud de ello, el Otro desde la perspectiva de los agentes locales (los norteños), asumido como el nosotros en el polo contrario (entre los del sur) revela significados distintos en tanto que dimensión virtual de la identificación (lo que significa portar la etiqueta): La práctica y la experiencia de la pertenencia a una comunidad, vis a vis, con otros miembros y foráneos es la dimensión virtual de la identificación: puede ser, en un alto grado, individual o idiosincrática (...) cada una es una dialéctica de identificación grupal y categorización grupal. Cada una retroalimenta a la otra (Jenkins, 24). Por ello es que los más distantes (con quienes simbólicamente se reconocen más diferencias que semejanzas) se autoperciben de una forma que contradice los significados asignados cuando quien los ha fijado se convierte a su vez en el Otro. “Nosotros, las personas que venimos de allá [sur del país] trabajamos las 24 horas, somos responsables”, varón mayor no fundador, barrio 1; “Nosotros somos un grupo de indígenas; aquí son yaquis, nosotros somos mixtecos. Si no nos quieren ayudar no hay problema, nosotros seguimos trabajando y nos ayudamos nosotros mismos”, varón joven, fundador, barrio 2. Por otro lado, puede apreciarse también que los norteños, a diferencia de los sureños, utilizan una diversidad de referentes (el físico, la condición económica, el trabajo, las costumbres) para establecer distancias simbólicas; es decir que éstas son mayores si las fijan los primeros que si lo hacen los segundos (cuyos referentes son la cultura y la condición étnica), quienes, además de encontrar afinidades con el Otro generalizado, los excluye para distinguirse de ellos. Figura 1: Fuentes de significado para la diferenciación Mujeres Varones M a y o r e s J ó v e n e s Región Espacio inmediato Religión Fuente: elaboración propia. Esta misma relación se observa si la condición étnica está implicada, además de la región. “Los mixtecos tienen otro tipo de convivir, tienen otras costumbres, no 19 2. 2. Los referentes del entorno inmediato Además del criterio de distinción arriba mencionado, encontramos otros no menos importantes a través de los cuales se expresa la diversidad simbólica (el trabajo, los ingresos económicos, los estilos de vida, los usos del espacio, las prácticas religiosas y políticas). Estos se utilizan para establecer diferencia o afinidad con el Otro próximo en el espacio inmediato (el barrio). También encontramos diferencias generacionales y de género importantes. En el caso de las primeras: estas se aprecian sobre todo en lo que respecta al capital social, económico o político. Así, para distinguirse los sujetos mayores son más proclives a valorar las relaciones sociales, añorando formas de interacción basadas en las prácticas solidarias: “íbamos a visitar a las personas más necesitadas; mira, te traemos esto de gusto, de mucho corazón; nomás por satisfacción a la humanidad y aquí nada de eso; si les pides un tomate ¡uy!, que no tienes para pagar”, mujer mayor, barrio 2: “no participa la gente pa’ meter el agua, decían que no les corresponde esa calle, no les importan los demás”, varón mayor, barrio 1. Por su parte, los jóvenes valoran las diferencias en el capital económico poseído o en las prácticas políticas: “en cuestiones de alimentación, de ropa o de beneficios estoy rico en comparación con ellos”, varón joven, barrio 1; “cada persona opina diferente por lo mismo, porque hay diferentes partidos, muchos líderes, aquí abajo hay una, aquí arriba hay otra”, varón joven, barrio 1. Las mujeres tienden a distinguirse (tanto ellas mismas como a través de la mirada masculina) como trabajadoras y más participativas en las obras de mejoramiento colectivo. No así los varones quienes, si bien se autodefinen a partir del trabajo, son vistos por las mujeres como poco responsables: “nosotras, las mujeres, abrimos la zanja, pues no había hombres; mientras los hombres trabajaban nosotras acá”, mujer mayor, barrio 1; “...los hombres andan más en la parranda, las mujeres participan más aquí en la colonia”, varón joven, barrio 2; “hay muchas mujeres que no pueden trabajar porque tienen un montón de niños, mujeres abandonadas que no las ayuda el hombre”, mujer mayor, barrio 1. Las prácticas constituyen también referentes para establecer fronteras en el entorno inmediato. La diversidad simbólica hace que quienes se encuentran relativamente próximos en el espacio físico se perciban socialmente distantes en función de la forma en que son valorados los estilos de vida o las prácticas religiosas y políticas: “ellos le dedican muy poco tiempo a la familia, se salen del trabajo y se dedican a pistear [beber]”, varón joven, barrio 1; “yo veo que las mamás se van y dejan a los hijos solos, como que ellas ya están impuestas [acostumbradas] y yo no”, mujer joven, barrio 1; “somos gente más católicos y aquí les habla uno de las cosas de Dios y lo ignoran a uno”, varón mayor, barrio 2. Pero también la ubicación en el espacio físico7 constituye un referente en la diversidad simbólica que hemos señalado hasta ahora, con lo que puede decirse que las diferencias se establecen en función de la posición en él, las cuales se encuentran relacionadas con el mayor o menor acceso a determinados bienes y servicios. Así, los que viven en la parte baja del barrio 1, son reconocidos como los mejor situados en el espacio social (en función de las distintas formas del capital poseído) y los situados en la parte alta de los cerros son considerados como los peor situados: “aquí vives con gente de tu capacidad, de tu categoría, la gente que te puede entender como lo que eres, como una persona humilde“, varón joven, parte alta del cerro, barrio 1; “esas personas tienen unas buenas casas aquí abajo”, mujer mayor, parte baja, barrio 1; “los de arriba se conforman porque están más amolados, hay muchas casas de cartón, es gente muy pobre”, varón joven, parte baja, barrio 1. Por su parte, quienes viven en el barrio 2 se distinguen espacialmente, con aquellos con los que más distancia social establecen, es decir con un grupo de vecinos que son indígenas mixtecos: “los mixtecos están allá, en las orillas; como ellos están acostumbrados a diferentes formas, tienen otras costumbres, es rara la mujer que te contesta pero entre ellos sí, ellos son muy unidos”, mujer joven, barrio 2. Como puede apreciarse se trata de percepciones múltiples a través de las que se expresa la diversidad simbólica, sedimentada en formas de de percepción y apreciación, ancladas a diferentes trayectorias y posiciones en el espacio social, donde se engendran los habitus (que orientan tales categorías de percepción), en virtud de su capacidad para operar como “principios generadores de prácticas distintas y distintivas” (Bourdieu, 18). 2. 3. Fronteras simbólicas y campos conflictuales El contraste en las formas de percibir el entorno inmediato y de valorar tanto las prácticas propias como las de los demás, a partir de la posición que se ocupa 20 en el espacio social (y físico), se traduce también en batallas simbólicas que pueden ser captadas a través de las valoraciones, con las que se sancionan o critican comportamientos, con las que se valoran actitudes o estilos de vida, etcétera. Estas batallas afloran a través de las narrativas de los entrevistados alrededor de una amplia diversidad de aspectos: el entorno inmediato (el lugar), las prácticas y estilos de vida y las formas de liderazgo (religioso, político) que en él se asumen. es la realidad, la realidad es otra, o sea que le cierra la puerta a los niños”, varón joven, barrio1. Otro espacio de conflicto es aquel que tiene que ver con el liderazgo (que ejercen figuras como el sacerdote, el pastor o el líder del barrio), en torno al cual se desencadenan enfrentamientos en función de los diferentes conceptos éticos desde los que éste se valora. Dichas batallas simbólicas revisten especial importancia dado que las narrativas se encuentran pobladas de ellas. De acuerdo a lo expresado (y quien lo expresa), existe un acuerdo generalizado (ambos géneros, ambas generaciones) de descrédito hacia los líderes barriales, lo que supone la permanencia de prácticas clientelares que contribuyen a que se mantenga este tipo e valoración. Asimismo el sentido generalizado de descrédito hace que los efectos de la diversidad de credos sean percibidos como incapacidad de los líderes religiosos para atraer seguidores o el cambio de religión como elección fincada en el interés personal para obtener dividendos. Figura 2: Diferenciación y ámbitos de conflicto Varones M a y o r e s J ó v e n e s Mujeres Espacio inmediato Liderazgo R e l i g i ó n Estilos de vida Prácticas 3. Conclusiones La realidad explorada ofrece imágenes múltiples, en cuya compleja configuración se amalgaman tiempo, espacio, estructura y cursos de acción. Así, tenemos que el panorama que hemos mostrado aparece como un mosaico de múltiples identidades, atendiendo a las particularidades de las similitudes y diferencias, que constituyen los principios de la identidad y el corazón de la vida social, simbólicamente construida por los agentes sociales (Jenkins, 19). Si la identidad social constituye una realización práctica, un proceso; y si tanto las identidades individuales como las sociales se construyen en el juego dialéctico de procesos de definición interna y externa9, en el escenario explorado la construcción (o reconstrucción) identitaria supone un proceso inestable y confuso. Ello en virtud de que la diversidad de grupos (provenientes de diferentes regiones, con diferentes trayectorias y habitus, que además se encuentran situados en diferentes puntos del espacio físico y social), conlleva la existencia de ‘espejos’ distintos a través de los cuales la auto-imagen ofrecida individualmente es devuelta de diferentes formas, en virtud de las distintas perspectivas simbólicas desde las cuales esta es valorada por los demás, situación que no dista mucho de la condición que se experimenta cuando se cruzan las fronteras entre un país y otro. Fuente: elaboración propia. El comportamiento del Otro es sancionado, ya sea si se trata del uso de los espacios comunes: “nosotros hemos alegado por qué los vecinos tiran el agua en la calle”, varón mayor, barrio 1, como si se trata de las prácticas y los estilos de vida: “se ponían a pistear [beber] y la música a todo volumen hasta que tuvimos una discusión muy fuerte, ya casi andábamos llegando a los golpes”, varón joven, barrio 1; “he visto que algunas mamás dejan a sus niños con otras personas o he visto que les gritan, que los tratan mal y pues no está bien”, mujer joven, barrio 2. Pero igualmente, las luchas simbólicas se expresan cuando se valoran las prácticas religiosas. La diversidad de credos8 desata percepciones encontradas que oponen y distancian a los agentes sociales en medio de la competencia por el capital simbólico: “aquí está otra iglesia evangelista que nos quitaba muchos seguidores, pues cada quien va buscando su verdad y respeto la decisión de cada quien”, varón mayor, barrio 1; “aquí, cuando predicamos, la gente dice que sería bueno cambiar pero no cambian porque ser bueno es ser tonto”, mujer joven, barrio 1;“todo el tiempo hay una mafia en la iglesia de señoras que ayudan al padre, pero esa no 21 De tal manera, lo que se piensa que se es (lo que se cree ser), puede ser percibido de múltiples formas (incluso contradictorias), las cuales influyen en el tipo y curso de las interacciones. Lo anterior coincide con la aserción hecha por Jenkins (1996, 20-22), en el sentido que los agentes sociales reflexivamente incorporan la imagen devuelta por los demás a su identidad personal (o no), lo que puede modificar la manera que estos se muestran a los otros. Por otro lado, si bien la identidad social construida en torno al símbolo común de región marca un relativo sentido de pertenencia compartido, en la práctica de la identificación este asume significados diversos (más de diferencia que de semejanza, como ya ha sido mostrado), lo que refuerza la hipótesis de la inestabilidad y/o confusión atinentes a los procesos de identificación social. Lo mismo ocurre si atendemos a estos procesos de acuerdo al referente entorno inmediato, configurado por elementos de orden físico (los de arriba, los de abajo) y por las diferencias percibidas en las prácticas y los estilos de vida que, además de ser referentes para establecer diferencias, constituyen fuentes de colisión y enfrentamiento, es decir campos conflictuales. No obstante que los elementos anteriores constituyen efectos de la diversidad de posiciones, prácticas, estilos de vida y cosmovisiones, el conjunto de evidencias encontradas nos lleva a afianzar la aserción del papel crucial que juega la diversidad simbólica en los procesos de identificación/diferenciación en las configuraciones identitarias de quienes “comparten” un determinado territorio. Pero también nos lleva a plantear la hipótesis que la diversidad simbólica tiene implicaciones en las formas (y volumen) de apropiación de los bienes y servicios emanados de las políticas públicas de combate a la pobreza. La realidad de las múltiples diversidades que hemos logrado identificar no sólo implican construir y reconstruir saberes y competencias, sino un proceso de (re) construcción identitaria, es decir de continuas redefiniciones entre la condición anterior y la actual, de (re) categorizaciones entre lo que se pensaba que se era y lo que se piensa que se es; todo esto mediado por las imágenes que devuelven los demás espejos (los otros). Asimismo pueden verse como procesos de hibridación (García Canclini, 1990) en los que las prácticas que existían en forma separada se combinan para generar otras nuevas, igual que lo hacen los contextos en que estas se inscriben. Esta realidad, plagada de diferencias, no debe ser soslayada por las políticas de combate a la pobreza. Las políticas y programas hacia los entornos locales cuyos grupos tienen intereses heterogéneos, formas distintas de vivir y de apreciar la condición propia y la de los demás, han de adaptarse a las particularidades de estos entornos, ya que dirigirlas a la denominada “población objetivo” en lo general, supone que éstas beneficien más a unos grupos que a otros, debido a la distribución desigual de distintas formas de capital: económico, cultural, político y simbólico. Notas Véase el documento Pobreza 2010. Porcentaje de la población en pobreza según entidad federativa, 2010. En http://www.coneval.gob.mx/cmsconeval/rw/pages/ medicion/index.es.do 2 De acuerdo con el estudio realizado por Irma Arriagada (2007, 10) se encontró que entre 1990 y 2005, las familias urbanas en México se han diversificado. El modelo biparental con hijos se redujo de 46.3 por ciento en 1990 a 41.1 por ciento en 2005. La investigadora refiere que este modelo coexiste con la familia extendida de tres generaciones (21.7%). El 12.2% de las familias son nucleares monoparentales (principalmente a cargo de mujeres) y el 9.7% corresponde a hogares unipersonales. Manuela Guillén Lúgigo 1 22 Refiere, además, que existe gran variedad de arreglos familiares: personas que viven solas, parejas sin hijos, en hogares monoparentales, en uniones consensuales o en uniones homoparentales. Asimismo, refiere haber encontrado un creciente número de familias recompuestas (parejas que se unen y llevan consigo a sus hijos de uniones anteriores y de otros padres) y familias a distancia (producto de las migraciones de alguno de sus integrantes). Los cambios son importantes en la percepción de quienes son integrantes de esas familias, la mayor individuación de sus miembros y la aceptación de diversos lazos familiares y lógicas afectivas al interior de su estructura. 3 El objetivo de la investigación que aquí damos cuenta, fue indagar la relación entre las reconfiguraciones productivas ocurridas en la región, como parte del proceso de vinculación de Sonora con los mercados globales, el crecimiento de la ciudad de Hermosillo (una de cuyas expresiones ha sido la expansión de las zonas periféricas segregadas) y las identidades de los grupos en condiciones de pobreza. y la mayoría de las viviendas son de ladrillo. Existen, asimismo, un conjunto de pequeños cerros que operan como límite natural con zonas residenciales aledañas, que fueron poblándose paulatinamente con posterioridad al proceso de invasión que dio lugar al barrio. En esta parte, reconocida como “la parte de arriba” muchas de las viviendas carecen de servicios, especialmente drenaje y pavimentación, y las viviendas están construidas con cartón, lámina, madera y materiales de desecho. 8 Algunos de nuestros sujetos de estudio, en los dos barrios explorados, revelaron la existencia de múltiples credos y centros de culto religioso. 9 Richard Jenkins afirma que el self (al mismo tiempo individual e intrínsecamente social) surge de la interacción y que las identidades individuales y colectivas son construidas sobre la dialéctica de la identificación interna-externa. El proceso opera de la siguiente manera: el individuo se presenta a otros en una forma particular. Cuando esta presentación es aceptada (o no), se convierte en parte de su identidad ante los ojos de los otros (o no). Las respuestas de los otros a su presentación lo retroalimentan. Así, la presentación constituye el momento interno de la identificación y la forma en que esta es recibida, valorada, aceptada o rechazada, el momento externo. Es decir que si bien lo que la gente piensa sobre los demás no es menos importante que lo que estos piensan sobre sí mismos, esto no es suficiente para afirmar una identidad. Esta tiene que ser validada (o no) por aquellos con quienes se interactúa (Jenkins, 20-22). El escenario empírico de nuestra investigación está constituido por dos barrios precarios, situados en la periferia de la ciudad de Hermosillo, ambos producto de un proceso de invasión. El primero surge a mediados de los años sesenta (que denominaremos barrio 1) y el segundo a finales de los años noventa del Siglo XX (que denominaremos barrio 2). Muchas de las familias afincadas en ellos provienen de diversas zonas rurales del estado de Sonora, de diferentes estados norteños (Sinaloa, Chihuahua, Baja California Norte) y de algunos estados del sur del país (Jalisco, Oaxaca y Veracruz). 5 La relación entre el espacio físico habitado y las connotaciones sociales y simbólicas asociadas a él ha sido tratada en diferentes campos disciplinarios como la Psicología (Milgram, 1984; Proshansky et al, 1983, Lalli, 1988), la geografía humanista (Tuan, 1980; Relph, 1976; Buttimer, 1980), la Sociología (Lefebvre, 1986; Soja, 1996; Park, 1925; Bourdieu, 1999; 2000; Oliva y Camarero, 2002), por mencionar algunos. 6 Esto coincide con los resultados de la investigación realizada por Pablo Vila -en la frontera entre Ciudad Juárez (México) y El Paso (Texas)- a partir de los cuales se afirma que los mexicanos en general utilizan un sistema clasificatorio basado en el criterio organizador de región para entender comportamientos y actitudes, con lo que este sistema regionalista les permite anclar un rótulo identitario en un área geográfica específica. http://www.firewall.unesco.org/issj/ rics159/vilaspa.html, extraído el 20 de diciembre de 2004. 7 En uno de los asentamientos explorados (barrio 1), la topografía es irregular. La parte más cercana a la carretera, reconocida por los vecinos como “la parte de abajo”, es llana (aunque pedregosa y accidentada) y está dotada de la infraestructura urbana básica (asfalto en algunas de las calles, agua potable, luz eléctrica y alcantarillado) 4 Bibliografía Arriagada, I. (2007). Familias latinoamericanas: cambiantes, diversas y desiguales. Papeles de Población, No.053, pp. 9-22. Recuperado de http://redalyc.uaemex.mx . Augé, M. (1992). Los “no lugares”. Espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Barcelona: Gedisa. Bourdieu, P. (2000). La Distinción. Criterio y bases sociales del gusto. Madrid: Taurus. _____ (1999). Razones Prácticas. Sobre la Teoría de la Acción. Madrid: Anagrama (Colección Argumentos). Buttimer, A. y Seamon, D. (Eds) (1980). The Human Experience of Space and Place. London: Croom Helm. Carrasco, R. (1999). Enfoque conservador. Política social sin cambios de fondo. Etcéter@. Política y Cultura en Línea. 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Barcelona: Gedisa. 24 Investigación Las inframicroempresas, a partir de un estudio de caso en la colonia Amapolas de Hermosillo, Sonora, México Archivo del Departamento de Trabajo Social Germán Palafox Moyers*, Benjamín Burgos Flores** Resumen Existe un amplio espectro de empresas micro, pequeñas y medianas, que tienen una importancia gradual en el crecimiento económico, la generación de empleo, la innovación y la productividad en la mayoría de las economías del mundo. Si bien se tienen avances sobre el conocimiento de la problemática de gran parte de ese sector, existe un subgrupo amplio en países menos desarrollados que es prácticamente desconocido. A ese subgrupo se le denomina “infra-microempresas”. El objetivo del presente trabajo es analizar dicho sector basándonos en un proyecto piloto en la colonia Las Amapolas de la ciudad de Hermosillo, Sonora, México. A partir de ello se pretende iniciar el diseño de una política de apoyo para el desarrollo económico y social de dicho sector. Este tipo de unidades se podrían tipificar como un conjunto de empresas informales, o fuera del mercado y la legalidad, que no utilizan ninguna tecnología ni siguen los principios mínimos de administración y contabilidad. Por su amplio efecto social los problemas de estos subgrupos, que se desarrollan especialmente en localidades urbanas marginadas y en zonas rurales cercanas a la ciudad (como es el caso analizado), requieren ser más discutidos. * ** Departamento de Economía. Universidad de Sonora. economia@guaymas.uson.mx Departamento de Economía. Universidad de Sonora. bburgos@guaymas.uson.mx 25 Abstract There is a wide range of micro, small and medium enterprises, which are increasingly important in economic growth, job creation, innovation and productivity in almost all economies in the world. While there is progress in understanding the problems of much of this sector, there is a subgroup that is very numerous in the less developed countries, but is virtually unknown, which is known as the “ultra-microenterprises”. The purpose of this research paper is to analysed two aims: (1) to investigate the “infra-microenterprises” sector based on a pilot project implemented in “Las Amapolas” neighborhood (Hermosillo, Sonora, Mexico), and (2) to design a public policy to support economic and social development in this particular sector. These kinds of units could establish as a set of informal businesses, or outside the market, or the law. In addition, the “infra-microenterprises” do not use any modern technology. In fact, not only base their decisions on the minimum principles of management and accounting, but not even making decisions on cost, revenue and profit. All of the above, has a large social impact that needs to be discussed, which are developed especially in marginalized urban localities and rural areas near the city, as is the case in question. de desarrollo local integral. Finalmente se muestran las conclusiones. Enfoques sobre microempresas: En el interés por abordar el estudio de las microempresas como objeto de investigación comienzan a postularse diversos enfoques, de acuerdo con Neira (2006), para su estudio entre los que destacan: 1) el de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2) el de la legalidad, 3) el de la racionalidad del mercado, 4) el de las estrategias familiares, 5) el de la reproducción social y cultural y más recientemente, 6) el de género y desarrollo . El enfoque de la OIT considera que las microempresas están constituidas por aquellas actividades caracterizadas por una lógica de producción propia y diferente de la economía capitalista. Este enfoque se centra en el estudio del mercado laboral e incluye un conjunto de actividades productivas heterogéneas, cuyo principal elemento en común es emplear un número de personas que no podría ocuparse en el sector moderno, por lo que deben sub emplearse con acceso a factores de producción complementarios al trabajo. El segundo planteamiento señala el énfasis en las condiciones legales e institucionales de la economía, por ello, se le conoce como el enfoque basado en la legalidad. De acuerdo con este enfoque lo que realmente define a las microempresas es su ilegalidad, Tokman (1992). Para Pollack y Jusidman (1997) las microempresas formales e informales funcionan de acuerdo a una racionalidad competitiva idéntica entre sí; además de su carácter de organización legal o ilegal, según el caso. Esta diferencia, a su vez, conllevaría al acceso, o no, de los recursos productivos y los mercados, ya sean formales o informales. El tercer enfoque es resultado de las dos perspectivas anteriores y es conocido como Racionalidad del Mercado. Este planteamiento parte que las actividades de la microempresa son típicamente capitalistas, con trabajadores asalariados de manera abierta o encubierta, y que forman parte de la economía moderna, una economía que no sólo es exclusiva de países en desarrollo. El cuarto planteamiento parte de las estrategias que buscaban mostrar los mecanismos familiares para afrontar las crisis económicas. Sobresale un análisis teórico metodológico sobre la noción de estrategias elaborado por Torrado(1981), autor que sugiere que las ventajas del concepto tienen que ver con su Introducción Es innegable la importancia de un vasto sector de empresas micro, pequeñas y medianas (Mipymes), para las economías de diversos países alrededor del mundo, principalmente en términos de generación de empleos e ingresos de subsistencia. Lo anterior con el atenuante de cuestionamientos por su desempeño, principalmente en términos de eficiencia productiva. Dada la trascendencia de estas empresas es importante preguntarse cuáles son los enfoques que se han venido desarrollando y sus necesidades de estudio. Además es importante desarrollar una clasificación de las microempresas y su focalización como unidad de análisis. Con este fin el documento se estructura de la siguiente manera. En primer lugar se analizan los diversos enfoques que se han utilizado en el estudio de las microempresas en América Latina; en segundo se desarrolla una tipología para caracterizar las microempresas; tercero se analiza el caso de las microempresas en la colonia las Amapolas, presentando el esfuerzo de implementar una política 26 pertinencia teórica, ya que como modelo teórico es aplicable a sociedades globales. Esta estructura teórica posibilita dar cuenta de un conjunto de comportamientos económicos, sociales y demográficos de los pueblos. Un quinto enfoque en el estudio de la microempresa es el que analiza el factor de reproducción social y cultural. Para Alba y Krim (1995) la pequeña empresa elabora bienes y servicios pero también produce mensajes, signos y símbolos que son consumidos socialmente. Los autores sostienen que uno de los componentes culturales más importantes que operan a través de las unidades productivas de pequeña escala es la reproducción de la ideología. Señalan que este tipo de establecimientos son atravesados por un conjunto de discursos de origen diverso: los oficiales emitidos por el estado o por organismos internacionales; los del empresariado promovido por negocios de todos los tamaños; los defendidos por los propios pequeños productores y los sindicatos. Estos tipos de análisis tienen una gran importancia ya que aportarán elementos explicativos que permitirán identificar, no sólo en términos socioeconómicos, los tejidos socio culturales de los microempresarios y sus actividades. El sexto planteamiento es el denominado de género y desarrollo que surge como una búsqueda por entender mejor la posición de las mujeres en el desarrollo de las actividades económicas. Su marco analítico integra tanto la esfera productiva como reproductiva y otorga espacios para superar las limitaciones de otros enfoques. En los noventa este enfoque tuvo una gran importancia como resultado de la política de promoción de la microempresa promovida por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde se consideraba la participación de la mujer como un determinante de éxito de estas actividades. Los estudios de género y desarrollo en los programas de microempresas, se han centrado alrededor de su papel en fortalecer la posición económica de la mujer, en incrementar su habilidad para aportar al ingreso familiar, y mejorar su participación en las decisiones más importantes del hogar. Una vez expuestos los diferentes modelos es necesario resaltar el foco de interés de esta investigación sobre las microempresas en general y las infra microempresas en particular. Las micro, pequeñas y medianas empresas son el motor de crecimiento de muchas regiones de las economías mundiales. Algunas surgen por las vocaciones productivas innovadoras que van mejorando cada vez sus procesos de producción y de organización, de tal suerte que logran dar el salto y transformarse en empresa de corte mundial. Otras microempresas cuentan con procesos de innovación tecnológicas logrando con ello incorporarse a las cadenas productivas mundiales. Por otra parte, hay un vasto sector de estas empresas, que se desenvuelven en economías locales y regionales, que son de suma importancia en la generación de empleo y de ingresos para un sector importante de la población, así como otros efectos positivos derivados de la empresarialidad social, aunque existen diversas críticas a su desempeño, particularmente en término de eficiencia productiva. En los últimos años están surgiendo una gran cantidad de empresas denominadas “infra microempresas, en las zonas rurales y urbanas marginadas en las ciudades” que están fuera de la lógica del mercado formal y cuya característica principal es que su proceso de producción lo realizan al interior de su hogar o en el patio de la casa. El principal objetivo de estos trabajos es la subsistencia familiar. Así, podemos hacer una clasificación de las microempresas en función de su interrelación con los mercados globales, nacionales y regionales, así como por su productividad a los márgenes de la legalidad. Cuadro 1. Diversidad de empresas y sus productividades Productividad Competitividad Mercado Empresa global Alta Alta Global Empresa regional Alta Alta Regional Empresa micro Baja Baja Local Infra micro Nula Nula Sub local Fuente: Elaboración propia. En el primer bloque aparecen algunas de las empresas que surgieron el siglo pasado y pudieron formar, desplegar y fortalecer innovadoramente su capital humano y financiero, Nonaka y Takevchi (1994). El capital intelectual de las empresas se amplía cuando quienes las dirigen ejecutan acciones productivas y competitivas para incrementar su dotación de capital intangible (conocimientos, procedimientos y otros), en particular aquellos que forman parte de su: Capital humano: El conjunto del talento humano aplicable a la producción. El talento sólo es aplicable a la creación de valor cuando se traduce en competencias o en el conjunto de conocimiento y habilidades que permiten vivir productivamente la experiencia de la relación 27 de valor económico a partir de los escasos recursos disponibles. El capital financiero es aquel que está constituido por los activos intangibles y los medios de pagos que pueden ser incorporados al financiamiento de sus actividades productivas, de comercialización ante lo complejo de la economía contemporánea. En la nueva economía, el factor estratégico de la ventaja competitiva es el capital intelectual, elemento a todas luces intangible que no se compra si no que se cultiva. En el segundo bloque las empresas se desarrollan en un medio de globalización, donde la competencia inicia en los mercados internos y termina con los jugadores y reglas internacionales. La nueva economía y su apertura es reconocida como hipercompetencia global en el mercado global y el mercado local. Este fenómeno se manifiesta principalmente en el sector comercio y abasto, donde las grandes empresas, como Walt- Mart y Carrefour, participan en los mercados locales con sistemas de administración y ventas muy eficientes; además que compiten mediante importaciones de productos agroalimentarios a bajo costo, lo que les permite ser competitivas en precios, enfrentando a los productores locales a una hipercompetencia. El juego de la hipercompetencia global reclama nuevos jugadores: las empresas IFA (Inteligente en la organización, Flexible en la producción y Ágil en la comercialización), cuentan con capacidad y velocidad de respuesta para moverse y adquirir conocimiento productivo y aplicarlo al negocio más rápido que los competidores. Así tenemos en este segundo bloque un conjunto de microempresas nacionales que finalmente tienen que enfrentar la hipercompetencia global en los mercados locales, donde compiten en precios, calidad, cantidad y servicio. El tercer bloque caracteriza a las microempresas que, por lo general, tienen problemas en los ámbitos de la financiación, la tecnología, y recursos humanos, que propicien una buena comercialización y diferenciación del producto, así como de la cooperación empresarial. En lo relativo a la financiación hay que señalar la insuficiencia de recursos propios, la dificultad para acceder a las líneas de créditos de mediano y largo plazo, y la debilidad en el poder de la negociación, como elementos limitativos de la actividad de las microempresas. El acceso al crédito les resulta más difícil al enfrentar tasas de interés altas y plazos de amortización que resultan cortos. A ello se le agrega la dificultad para proveer las garantías patrimoniales tradicionalmente solicitadas por el sistema financiero, lo cual acaba por configurar un cuadro claramente adverso para este tipo de empresas. Los escasos desarrollos tecnológicos incorporando en los procesos productivos y las dificultades de asimilación de los conocimientos técnicos disponibles, junto a la reducida capacidad de gestión empresarial y tecnológica, perjudican a las microempresas, en comparación con las empresas grandes, las cuales tienen más recursos y posibilidades para acceder a este tipo de servicios de desarrollo empresarial. En este sentido, hay que resaltar también la baja calificación de los recursos humanos, que impide el aprovechamiento de las ventajas tecnológicas y de organización, así como la escasa o nula investigación para el desarrollo y la poca oferta de servicios tecnológicos agudiza la problemática de las pequeñas empresas, lo cual repercute adversamente sobre los niveles de eficiencia productiva y competitividad de este sector frente a las grandes empresas. A pesar que las microempresas sobreviven un entorno poco amigable, este tipo de firmas suelen mostrar un comportamiento económico dinámico y con una importante capacidad en lo que se refiere a la generación de empleos, lo cual puede explicarse por su capacidad de adaptación o flexibilidad ante los cambios incesantes de la demanda, en razón de sus reducidos costos fijos y su cercanía con el consumidor, así como los menores costos laborales y reducida conflictividad laboral. Los bajos niveles de competitividad de las microempresas no están relacionadas únicamente con sus dificultades financieras, sino también con su baja calidad de productos y una reducida capacidad de gestión empresarial y tecnológica. A lo anterior hay que agregar la deficiente comercialización del producto y la limitada práctica de cooperación empresarial. En el último bloque se ubican las denominadas infra microempresas o actividades productivas fuera de toda lógica del mercado. Existe una gran cantidad de este tipo de empresas que no tienen acceso a ningún tipo de apoyo, desde los programas del gobierno federal, del estatal y de la gestión municipal, hasta de las cámaras empresariales, de las instituciones de investigación, así como de las universidades y de los centros financieros. Por la naturaleza del proceso de producción no se 28 capaz de reunir todos los aspectos de cada una de las variables en un solo factor que se le denominó Índice de Marginación Urbana. Una vez obtenido el índice se identificaron las colonias con el mayor nivel de marginación para la ciudad de Hermosillo (se anexa mapa de AGEB). Además de ubicarse la colonia las Amapolas en la zona de estudio, había otro elemento muy importante que sobresalía de las otras áreas: la presencia de un centro comunitario de desarrollo que aglutinaba a una parte importante del tejido social de la comunidad. Mediante este espacio se identificaron las vocaciones productivas de las familias y se llevó a cabo el esquema de asistencia mediante el barrido y selección de las infra micro empresas. En la siguiente fase se realizaron los diagnósticos y las bitácoras de una pequeña muestra del 10% del total de la población, obteniéndose los siguientes datos: Perfil del propietario: la mayoría de los propietarios son mujeres mayores de cuarenta años. El nivel de estudio es de primaria y secundaria. Las habilidades para el desarrollo productivo se adquirieron en el auto-aprendizaje y algunas lo obtuvieron en cursos de capacitación. Operación de la empresa: el monto del capital inicial fue aportado por préstamos familiares y pequeños ahorros personales. El negocio se instaló en la casa Archivo del Departamento de Trabajo Social cuenta con cifras del número de infra microempresas que existen, tanto a nivel nacional como en los estados. Este tipo de empresa se ubica, en una gran proporción, en zonas marginadas urbanas y zonas rurales cercanas a la ciudad. En la gran mayoría de los casos su proceso de producción lo realizan al interior de su casa o en los límites cercanos a la misma. Este documento se deriva de un programa de servicio social implementado en el Departamento de Economía de la Universidad de Sonora, denominado Programa Comunitario de Servicio Social en Apoyo de las micro, pequeñas y medianas empresas. Surge con el objetivo de analizar el desempeño económico y financiero de dichas organizaciones en las principales ciudades del estado de Sonora, con la finalidad de diseñar políticas de ventas, producción y financiamiento para incrementar los niveles de empleo y generar mayor competitividad a la región. Para ello se calculó el índice de marginación urbana por Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB) focalizado en la ciudad de Hermosillo. En la elaboración del índice de marginación urbana se consideraron cuatro dimensiones estructurales de marginación: educación, vivienda, ingreso por el trabajo y distribución de la población. Para ello se utilizó el método de componentes principales, con el cual se obtuvo un componente 29 Manuela Guillén Lúgigo Aspectos de producción y tecnología: la mayoría de los productores no cuenta con maquinaria, herramientas e instrumentos especializados. Los procesos de organización de la producción son de lo más rudimentarios. En ningún caso se ha incrementado la producción porque se mantiene el mismo proceso. Tampoco se cuenta con computadora. Aspectos de recursos humanos: la edad promedio de los empleados oscila entre los 13 y 17 años, pero ellos no se consideran empleados ya que no reciben un salario. Algunos trabajan fines de semana y otros todo los días entre tres y ocho horas diarias. Estos trabajadores familiares tienen un nivel educativo entre secundaria y preparatoria. Expectativa: la expectativa de la totalidad de los productores es el de conseguir el financiamiento necesario para mejorar las condiciones de producción y venta. Todo el ingreso que reciben se destina para el consumo familiar y el pago de deudas. Si no hay producción o ventas no hay comida en sus mesas. En este primer acercamiento no pudimos capturar, pero si captar, un tejido social desgastado en cuanto a la inseguridad pública; la falta de espacios culturales y recreativos suficientes para niños y jóvenes; la falta de políticas públicas de salud; la falta de programas de pavimentación de calles y de alumbrado público; tampoco hay programas de capacitación para aquellas personas con dotes artísticas, culturales y deportivas; no se han implementado programas de mejoramientos de viviendas. Esta situación se agudiza ante el incremento de la violencia y el uso de drogas; además del desempleo que afecta sobre manera la estabilidad familiar. Así, pareciera que las infra microempresas surgen en tejidos sociales más desgastados de la sociedad y se requiere un diseño de política integral regional focalizada en áreas que nos permitan analizar ese espacio específico desde diversas dimensiones: social, ambiental, cultural, de seguridad pública y económica, y así poder trazar una estrategia que permita mejorar las condiciones de vida de la población. Ante la complejidad del fenómeno se invitó a participar a diferentes instituciones para el diseño de una política integral, como la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL), la Secretaria de Economía Estatal, la Secretaria de Seguridad Pública del Estado y la Universidad de Sonora. En la primera fase de la estrategia se acordó que cada una de las instituciones deberían presentar un diagnóstico que nos permitiera ir hogar y se sacrificó un espacio para los procesos productivos. Aspectos del mercado: los productos elaborados en esta muestra es el de pan blanco y dulce, elaboración de piñatas, venta de tacos de carne asada, elaboración de tortillas de harina. Las ventas mensuales oscilan entre $1250 y $1500 pesos. Los clientes en la mayoría de los casos son vecinos o familiares. En lo relativo a la venta de los productos son los hijos quienes se responsabilizan de esta fase y el número de horas que le dedican a la venta es entre tres y ocho horas, dependiendo del producto. Las estrategias de mercado que utilizan para la venta de sus productos se centran en el precio, posteriormente en la calidad, en el trato al cliente y la entrega a tiempo. En las últimas semanas han incrementado el crédito, especialmente a clientes recurrentes. La referencia del precio es el mercado, sin embargo éste debe estar por debajo del oficial para poder realizar la venta. Proveedores: la relación con los proveedores es buena ya que les surte la materia prima a un precio razonable. A veces con ellos se planean las compras al menudeo, en su gran mayoría semanal, almacenando lo básico para la producción de la siguiente semana. En todos los casos se desconoce la cantidad y el porcentaje de ingresos por ventas que se utilizan para adquirir la materia prima y cubrir gastos propios del negocio. La mayoría de los empresarios plantea que existe un buen mercado para los productos pero se tienen problemas para comprar mayores cantidades de materia prima. Aspectos de costos: la totalidad de los productores no cuentan con una estructura de costos en lo relativo a salarios, materias primas e insumos indirectos. 30 analizando cada una de las dimensiones del fenómeno. Si bien se ha avanzado en mantener las reuniones de trabajo no se ha avanzado en el trabajo conjunto. Está fase se caracteriza por articular y coordinar a la multiplicidad de actores en torno a una estrategia de desarrollo regional. La segunda fase consiste en aplicar una encuesta que contenga los datos más importantes de las diferentes dimensiones sociales, para con ello es necesario obtener un diagnóstico más preciso del fenómeno en su conjunto. En la tercera fase se elaboraran los indicadores sociales de corto, mediano y largo plazo que irán marcando la pauta si la estrategia que se adoptó es la correcta o se tendrán que hacer los cambios pertinentes. Finalmente se aplicarán los recursos financieros obtenidos por las instituciones participantes y se mantendrá una evaluación permanente de los indicadores sociales. de empresas, más aún si se tiene en cuenta que es una actividad de gran importancia en el campo de estudio social que, ya que requiere ser analizada especialmente en universidades públicas. Las microempresas de las Amapolas se encuentran inmersas en los tejidos sociales más desprotegidos de la sociedad, donde el común denominador es la pobreza, la marginación, el desempleo, la precariedad laboral, la falta de oportunidades en educación, capacitación y en otorgamiento de créditos y de innovación tecnológica. La causa no solamente se debe a los costos de tributación y de regulación de la economía formal. El gobierno puede diseñar una política de reducción de costos para establecer y operar empresas, con lo cual no se atraerían a las microempresas, ya que no se contemplan las otras dimensiones sociales que están afectando al micro productor. Es crucial diseñar una política local integral focalizada, en este caso el de una colonia marginada de Hermosillo, desde diferentes dimensiones para diseñar una estrategia que permita mejorar las condiciones de vida de la comunidad. Conclusiones Poco se conoce, tanto a nivel nacional como el local, en detalle, como ha venido evolucionando este tipo Manuela Guillén Lúgigo Bibliografía Vega, C. y Kruijt D. (1995). La utilidad de lo minúsculo: Informalidad y microempresa en México, Centro América y los países Andinos. México: El Colegio de México-Centro de Estudios Internacionales. Pollack, M. y Jusidman, C. (1997). El sector informal urbano desde la perspectiva del género. El caso de México. Santiago de Chile: CEPAL, Serie Mujer y Desarrollo. Torrado, Susana (1981). “Sobre los conceptos de estrategias familiares de vida y procesos de reproducción de la fuerza de trabajo. Notas teóricas y metodológicas”. Demografía y economía Vol. XV, Núm. 2, México, pp. 204-232. Tukman, Victor (1991). The informal sector in Latin America: From Underground to legal. México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 31 Anexo Fuente: Elaboración propia. 32 Investigación Aplicación de un LMS como herramienta de b-learning en estudios de posgrado Eufrasio Pérez Navío*, Laura Herrera Corona**, Guadalupe Aurora Maldonado Verea**, Norma Elena Mendoza Zaragoza** Resumen Incorporar tecnología de b-learning en una universidad implica no solamente el conocimiento de la tecnología por sí misma, sino una serie de habilidades que necesitan ser aprendidas, desarrolladas y apropiadas para los estudiantes que participan en el proceso. Supone el fortalecimiento de la expresión escrita, la experiencia en la investigación, el trabajo colaborativo, así como el perfeccionamiento de las aptitudes en informática. Actualmente, un estudiante b-learning necesita ser multidisciplinario. Esta investigación describe la integración de Moodle en la Universidad Cristóbal Colón a un ambiente oficial de b-learning como una herramienta de apoyo en clases presenciales de nivel Maestría. Fue empleada una metodología híbrida para indagar habilidades y competencias tecnológicas desarrolladas por 98 estudiantes al utilizar y evaluar Moodle, así como las ventajas y las desventajas que identificaron, tanto desde el punto de vista tecnológico como pedagógico. La muestra fue no probabilística de sujetos tipo, abarcando las áreas de Educación, Tecnologías de Información, Redes y Telecomunicaciones. Los estudiantes fortalecieron varias habilidades cognitivas y metacognitivas, mismas que fueron apoyadas por la tecnología. Algunas de dichas actividades son: análisis, observación, reflexión, abstracción de ideas, solución de problemas, autoestudio, comprensión de textos y expresión escrita. Currently, a b-learning student needs to be multidisciplinary. This research describes the integration of Moodle at the University Cristóbal Colón to an environment as official b-learning and support Masterslevel classrooms. A hybrid methodology was employed to investigate technological skills and competencies developed by 98 students to use and evaluate Moodle, as well identified the advantages and disadvantages, both from the technological and pedagogical points of view. It was a non-probabilistic simple type of subjects, covering the areas of Education. Information Technology, Networks and Telecommunications. Students strengthen various cognitive and “metacognitive” skills, which were supported by technology. Some of these activities are: analysis, observation, reflection, abstraction of ideas, problem solving, self-study, reading comprehension and writing. Introducción La Universidad Cristóbal Colón (UCC) persigue, mediante su modelo educativo, hacer frente a las prerrogativas que han impactado de manera significativa al área educativa, por un lado; y a las exigencias y prioridades que solicita el mercado laboral, por el otro. Esto requiere necesariamente la integración de tecnología en los procesos didácticos de todos los niveles educativos. A partir de estas necesidades es que la UCC se plantea la puesta en marcha de un programa de aplicación de tecnología educativa que implicó varias fases. En primer lugar, un diagnóstico de habilidades tecnológicas que involucró a toda la población (maestros y estudiantes) de la Universidad. En segundo lugar una evaluación entre plataformas para seleccionar la más apropiada con la definición de los ejes transversales que permean al modelo educativo de la UCC. La elección de dicha plataforma se realizó Abstract Incorporating b-learning technology in a University involves not only the knowledge of the technology itself, but a series of skills that need to be learned, developed and appropriate for students who participate in the process. This would bring strength in written expression, experience in research, collaborative work and the development of skills in computer science. * Eufrasio Pérez Navío. Universidad de Jaén. eufrasionavio@hotmail.com ** Laura Herrera Corona, Guadalupe Aurora Norma Maldonado Verea, Elena Mendoza Zaragoza.Universidad Cristóbal Colón. Veracruz, México. 33 Marco Teórico. E-learning y la educación en línea A raíz de la adopción generalizada del Internet como medio de transmisión de información, la forma como se conciben las aplicaciones educativas experimentan una profunda transformación al permitir ese intercambio pluridireccional de mensajes, entre un amplio número de usuarios, enriqueciendo así el proceso de la comunicación en el ámbito de la educación: mediante un proceso de benchmarking entre cuatro opciones de software libre y propietario: Flé, Mimer, Blackboard y Moodle. Se tomaron en cuenta los siguientes aspectos desglosados en 175 indicadores: Herramientas de Comunicación, Herramientas de Productividad, Herramientas que involucran al estudiante, Herramientas de Administración, Herramientas de Difusión del Curso, Herramientas de Diseño del Currículum, Especificaciones Técnicas de Hardwarey Software y Especificaciones de Precio y Licencia. En tercer lugar, una vez que Moodle fue seleccionada como el recurso oficial de blearning1 en la UCC, se elaboraron una serie de manuales para establecer los criterios de diseño para los cursos que iban a estar disponibles en dicha plataforma, tanto desde el punto de vista de los contenidos (orden de las unidades, tipos de actividades y manera de utilizarlas, estrategias didácticas posibles) como desde la concepción de los elementos visuales y gráficos a emplear (tipos de letra, colores, uso de las imágenes). En paralelo se diseñaron cursos de capacitación docente en Tecnología educativa: Internet y bibliotecas virtuales; estrategias didácticas constructivistas; software de ofimática y educativo; y uso y aplicación de Moodle (al inicio como alumno, posteriormente, como docente). La implementación de la herramienta seleccionada de e-learning implica el conocimiento de las competencias tecnológicas que tienen los docentes y los estudiantes, previos al contacto con este tipo de ambientes. La implementación de los cursos de Maestría apoyados por b-learning se basa en contenidos y actividades específicas, que corren a cargo del docente. Por lo que su planeación, así como las estrategias didácticas (concebidas con una proyección a la vida profesional del estudiante) pueden resultar muy atinadas y en ocasiones, muy desafortunadas. Todo depende de la capacitación que posee el profesor, tanto en lo didáctico como en el empleo de la tecnología (Tecnología educativa). Si el facilitador no ha sido capacitado de una forma integral, entonces las actividades en ocasiones provienen de su intuición o de experiencias previas en el campo de lo presencial. Es por ello que en la práctica de b-learning, el uso, las percepciones, los resultados y el impacto en los alumnos pueden resultar muy distintos. Esta investigación se basa en la aplicación de Moodle2 en cursos de Maestría por parte de profesores capacitados en Tecnología Educativa, y la percepción que se generó en los alumnos a partir de dicha experiencia. La utilización de las diferentes redes de telecomunicación como soporte para sistemas de enseñanza a distancia ha permitido establecer un canal de retorno desde los alumnos a los profesores, incorporando un valor añadido importantísimo. La combinación de la telecomunicación y la enseñanza ha permitido acuñar el término de enseñanza asistida por computadora o e-learning. (Anido-Rifón, 2001). “e-learning es el uso de tecnología de redes para el diseño, entrega, selección, administración y extensión del aprendizaje” (Masie, 2007). E-learning traslada las experiencias de aprendizaje fuera de la tradicional aula de clases. En forma general, el término e-learning se refiere ampliamente al aprendizaje basado en tecnología; actualmente parece enfocarse en métodos basados en Web, pero frecuentemente es usado en su más amplio contexto. De estas definiciones, se pueden deducir tres grandes componentes en los procesos de e-learning: 1) Las tecnologías de soporte a los procesos de aprendizaje (redes, hardware, software y herramientas en forma general), 2) Los contenidos o elementos contenedores de información y, 3) Las personas que interactúan en el proceso de aprendizaje y de soporte al mismo. La característica principal de los nuevos entornos de aprendizaje virtual, reside en la utilización de la Web como única plataforma de distribución. Así, desaparecen los problemas de tiempo, espacio y horarios. Los estudiantes pueden repasar y acceder a contenidos educativos desde cualquier lugar y a cualquier hora, ya que los sistemas de enseñanza asistida por computadora están disponibles las 24 horas de todos los días del año. Por otro lado, las plataformas en línea proporcionan un canal abierto de comunicación entre estudiantes y 34 profesores, permitiendo la participación de personas que pueden encontrarse en cualquier lugar del mundo, lo que enriquece el proceso de intercambio cultural. Es posible ofrecer entornos de telepresencia, donde todos los participantes en el proceso formativo compartan un aula virtual. Dado que el ámbito de actuación de sistemas educativos en línea es universal, los estudiantes pueden elegir entre una gran diversidad de materias, cursos y especialidades. Así, estudiantes y maestros pueden estar distribuidos geográficamente sin que esto afecte el acceso a los contenidos de aprendizaje, incluso pueden intercambiar puntos de vista, retroalimentar sobre calificaciones, hacer trabajo colaborativo, etcétera. Un aspecto elemental a considerar es que esta forma de aprendizaje requiere de un esfuerzo significativo por parte de los actores involucrados. El docente, principalmente, debe estar atento de no perder el contacto con los alumnos de su curso, de darle pronta respuesta a las consultas que éstos pudieran hacerle, de actualizar las actividades y contenidos en la plataforma virtual de aprendizaje cuando considere oportuno o necesario, según perciba el desarrollo grupal en ese curso en particular. Por otro lado la tarea del estudiante será imprescindible, ya que deberá administrar su tiempo de manera que pueda funcionar como autodidacta y cumplir con las metas establecidas desde el principio hasta el final del proceso. Resulta esencial para nuestros fines comentar algunas de las problemáticas que aparecen a raíz de la proliferación de los programas de estudio online: la heterogeneidad de las plataformas disponibles; la interacción entre personas y sistemas; el aumento en la información disponible, así como su desviación y pérdida motivada por la dispersión geográfica de los usuarios de los cursos. Ramón Vidal Zazueta Los procesos que involucra e-learning De acuerdo con Comezaña y García (2005), el diseño de contenidos para e-learning implica estructurar conocimiento desde dos tipos de procesos: los procesos técnicos y los procesos pedagógicos. Lo anterior implica que es necesario trabajar desde el diseño de sistemas, programación, comunicación, privacidad, etcétera, como desde la concepción de contenidos de aprendizaje que impliquen dichas herramientas tecnológicas pero con objetivos, actividades, formas de evaluación y retroalimentación bien definidas y diseñadas. Para esquematizar lo anteriormente dicho, se presenta la figura 1. El esquema anteriormente presentado, no deja de ser interesante, sin embargo se considera que resultaría importante reconocer y agregar, del lado de los procesos pedagógicos, los diferentes estilos de aprendizaje, así como los diversos canales de comunicación que tiene el educando, pues éstos determinan la manera en cómo ve, percibe, concibe e interactúa con el mundo; por lo tanto, es conveniente que al identificar dichas particularidades, se le proporcione un modelo que pueda facilitar su proceso de aprendizaje de manera proactiva, incluyente e integral. A partir de ese conocimiento cercano del alumno, es posible la personalización del proceso educativo, que se verá claramente reflejada en la selección de las técnicas didácticas específicas a utilizar 35 Figura 1. El proceso de e-learning E-Learning Procesos Pedagógicos Procesos técnicos Requerimientos de hardware y software Desarrollo de Plataformas Diseño curricular Objetivos Seguridad Servicios Estrategias de aprendizaje Herramientas de comunicación Privacidad Herramientas de adminsitración Autenticación de acceso Contenidos Herramientas de evaluación Bases de datos Estrategias de evaluación Herramientas de soporte Copias de seguridad Soporte bibliográfico y de documentación Fuente: Comezaña y García (2005, 1) Método y proceso de investigación La presente etapa de investigación se abordó desde la perspectiva de la teoría fundamentada, según la cual, la construcción de conceptos y el desarrollo de conocimientos se da a partir de la propia experiencia de los sujetos investigados. La técnica de acopio de información utilizada fue el cuestionario con preguntas de opción múltiple y abiertas, en el cual se indagaron aspectos como: ventajas y desventajas encontradas a partir del trabajo con Moodle, desde el punto de vista tecnológico y pedagógico; competencias desarrolladas; recomendaciones de utilización que se hicieron a otros estudiantes y a los mismos profesores implementadores de cursos desarrollados con esta herramienta. Para analizar los datos se combinó la metodología cuantitativa (para distribución de frecuencias) y cualitativa (en la construcción de categorías de análisis y la interpretación de la información). El cuestionario fue aplicado a una muestra no probabilística de sujetos tipo de 98 estudiantes, que cursaron la Maestría en la UCC, durante el periodo de 2006-2007. Con el fin de obtener las diversas percepciones, a partir de la práctica educativa apoyada por Moodle, se seleccionaron tres cursos: de la Maestría en Educación, la asignatura de Tecnología y enseñanza; de la Maestría en Tecnologías durante un proceso de e-learning, tales como el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje orientado a proyectos, el aprendizaje basado en la construcción del conocimiento, entre otras, así como las formas de auto y coevaluación que dichas estrategias llevan implícitas. Objetivos • Identificar las herramientas de e-learning que los estudiantes de Maestría de la UCC han utilizado. • Identificar las herramientas de e-learning que los usuarios de la UCC conocen y dominan. • Indagar las ventajas y las desventajas, tanto desde el punto de vista tecnológico como pedagógico, que los usuarios encuentran en Moodle. • Explorar las habilidades y competencias que los alumnos de Maestría de la UCC han desarrollado a partir de la utilización de la herramienta e-learning en cuestión. • Identificar inquietudes y necesidades de capacitación y adiestramiento tecnológico que los estudiantes de la UCC manifiestan. 36 tareas, exámenes desde cualquier tiempo y lugar. Así mismo, se mencionó que permite la integración y recuperación rápida de la información, facilita la planeación y organización de los cursos, permite la administración eficiente de la información, optimiza tiempos, facilita la comunicación entre maestros y alumnos y permite el desarrollo de la creatividad por parte del que planea los cursos. En la Maestría en Tecnologías de Información impartida en San Andrés Tuxtla, los alumnos resaltaron como ventaja tecnológica la facilidad que Moodle otorga a la comunicación entre maestros y alumnos, situación que para ellos es de suma importancia al encontrarse geográficamente distantes de su profesor, y donde, gracias a la herramienta pudieron acceder a contenidos, actividades calendarizadas, foros de discusión y más. Se refirieron a las ventajas que se pueden tener sobre el correo electrónico, la incompatibilidad entre algunos servidores, el tráfico de información, etcétera. Se habló también de la integración y recuperación rápida de la información, la fácil navegación y el sencillo uso de la herramienta que les permitió contar siempre con ayuda en línea y fuera de ésta. Se mencionó también la administración eficiente de la información, la comodidad, la vanguardia y el hecho de contar con una herramienta de libre distribución. En la Maestría de Tecnologías de la Información, pero impartida en la Ciudad de Veracruz, encontramos que en el nivel tecnológico se destaca nuevamente la facilidad de la comunicación maestro-alumno, a pesar de que ellos se encontraban físicamente ubicados en el mismo lugar que la docente. También citaron la importancia de contar con una plataforma de open source y robustamente respaldada por el lenguaje php que utiliza. Resaltaron también la facilidad de acceder a los contenidos desde cualquier lugar y a cualquier hora, lo que proporciona comodidad. Se mencionó también que facilita el aprendizaje virtual y que es una herramienta de apoyo al conocimiento. Se resaltó la administración eficiente de la información, misma que facilita el trabajo docente, quien puede tener un mayor control de los procesos. de Información la materia del Taller de investigación, módulo I: Redacción de textos científicos; y de la Maestría en Redes y Telecomunicaciones, la asignatura de Introducción a la investigación. Los grupos se encontraban geográficamente dispersos, algunos en el campus Torrente Viver de la Universidad, ubicado en Veracruz, Veracruz (México); y otros, en el Instituto Tecnológico Superior de San Andrés Tuxtla, Veracruz (ITSSAT). Resultados Para los fines del proyecto de Tecnología Educativa en la Universidad Cristóbal Colón, ha resultado de gran valía e interés analizar los resultados de la presente investigación elaborada a nivel Maestría, ya que, además de probar y utilizar Moodle como herramienta de e-learning para ser implementada en un futuro cercano en las modalidades de educación en línea, se tuvo la oportunidad de obtener opiniones, puntos de vista y perspectivas desde diferentes niveles, áreas geográficas y campos de conocimiento. Podemos resaltar, como primer aspecto relevante, que de las herramientas que los 98 alumnos entrevistados han utilizado, Moodle es la que resalta como más práctica, rápida, versátil y fácil de aprender y utilizar. Algunas de las herramientas con las cuales los estudiantes compararon Moodle fueron: Cisco Networking Academy Program, Blackboard, Mimer Desk, Lotus Learning Management System y Claroline. Es importante mencionar que el conocimiento de otras plataformas de e-learning fue más ampliamente encontrado en la Maestría en Tecnologías de Información que se imparte en el Campus Torrente Viver de la UCC, donde más del 53% ya había utilizado alguna otra herramienta de e-learning, a diferencia de la misma Maestría impartida en la plaza de San Andrés, Tuxtla, donde el 80% no conocía herramientas de esta naturaleza. En la Maestría en Educación, el 88% de la población se encontraba en desconocimiento de alguna de ellas. Desde lo tecnológico En cuanto a las ventajas que el nivel tecnológico presenta Moodle, en la Maestría en Educación se resaltaron aspectos como la sencillez de su aprendizaje y uso, así como la versatilidad en el manejo de tiempos y espacios de aprendizaje, la facilidad para acceder a contenidos, Desde lo pedagógico En el sentido pedagógico resulta de gran relevancia revisar las diferencias encontradas entre los puntos de vista de un área como la educativa y una como la tecnológica, mismas que, en un proceso ideal de 37 e-learning debieran complementarse y fusionarse en un trabajo interdisciplinario para lograr buenos resultados. En la Maestría en Educación los estudiantes consideran que Moodle convierte el proceso de aprendizaje en algo más interactivo, interesante y atractivo; además que fomenta la interacción y que resulta motivador porque capta la atención de los estudiantes de muy diversas maneras. Permite la integración de una gran variedad de recursos, actividades y documentos, así como la interacción con otras paqueterías. Otro aspecto muy interesante que se mencionó fue que modifica el rol del profesor y del estudiante, convirtiéndose el primero más en un facilitador y el segundo en un ser responsable de su propio aprendizaje. Entre los aspectos pedagógicos que se tocaron están que fomenta el pensamiento creativo y reflexivo, así como el aprendizaje autónomo y la construcción del conocimiento. Por otro lado, en la Maestría en Tecnologías de Información, desde lo pedagógico nuevamente se resaltó la rapidez y accesibilidad de la comunicación entre los integrantes del proceso educativo. Se puntualizó también sobre el fomento del autoaprendizaje y el estudio independiente, así como la versatilidad en el manejo de los tiempos y los espacios para programar sus actividades, además del control y seguimiento de los alumnos que esta herramienta ofrece. En la Maestría en Redes y Telecomunicaciones, Campus Torrente Viver, se resaltaron aspectos parecidos que en la plaza de San Andrés Tuxtla, pues se habló de la accesibilidad de la comunicación, también se discutió en una forma más profunda sobre el proceso de aprendizaje, la construcción del conocimiento que se da en cada estudiante, la aparición de un proceso de enseñanza más interactivo basado en habilidades y conocimientos propios. También en este orden, citaron al Moodle como una herramienta innovadora que facilita las cosas, porque gestiona recursos educativos proporcionados por el profesor; organiza el acceso a esos recursos por el alumnado; se puede mostrar información de una forma entendible para el usuario y facilita el aprendizaje a distancia. Por último, pero no menos importante, disertaron que la plataforma virtual fomenta el aprendizaje autónomo, que convierte la clase en un proceso más dinámico, interactivo y variado que da al método de aprendizaje un valor agregado. Dirección de Comunicación Algunas desventajas encontradas Como críticos de los recursos que utilizan, se les cuestionó a los alumnos qué desventajas encontraban en la plataforma utilizada. Cada área desde su propia perspectiva e inquietud respondió: 38 Competencias desarrolladas a partir del trabajo con Moodle Las personas que cursan la Maestría en Educación resaltaron entre las competencias desarrolladas a raíz de la utilización de Moodle, en primer lugar el haber adquirido más conocimientos de computación y específicamente, en el campo del e-learning, así como una mejor comprensión de las posibilidades que la tecnología ofrece en el campo de la enseñanza. Así mismo se resaltó la destreza en el manejo de recursos tecnológicos y el dominio de otras paqueterías que antes no dominaban. Los estudiantes y la mayoría de los profesores encontraron haber desarrollado varias habilidades cognitivas y metacognitivas que fueron apoyadas por la tecnología, tales como: análisis, observación, reflexión, abstracción de ideas, solución de problemas, comprensión de textos y expresión escrita. Se mencionó también, con énfasis, el desarrollo de la creatividad como materia prima para la producción de materiales didácticos, así como esa posibilidad del programa para permitir la comunicación y el trabajo colaborativo en equipo con el fin de lograr los objetivos de aprendizaje establecidos. También se resaltó la posibilidad de la plataforma para permitir la rapidez, discriminación y búsqueda atinada de información según las necesidades del usuario. En la Maestría en Tecnologías de Información, impartida en San Andrés Tuxtla, los estudiantes resaltaron, en primer lugar, haber adquirido las competencias necesarias de análisis, autodidactismo, autoestudio, abstracción de ideas, comprensión de textos, lectura, iniciativa de cultura e investigación, todas ellas necesarias para el logro del objetivo del curso, competencias que fueron fomentadas y apoyadas por la estructura y los requerimientos del mismo. En segundo lugar se encontró que los estudiantes dicen haber adquirido competencias en búsqueda y discriminación de información, comentarios que se deben en gran parte a la naturaleza del curso que se impartió en este grupo. En tercer lugar se mencionan los conocimientos adquiridos en tecnología de e-learning y la conciencia de las posibilidades que la tecnología ofrece para el propio desarrollo y el de los cursos que puedan tomar o impartir. En el grupo de Maestría en Redes y Telecomunicaciones, localizado en Veracruz, encontramos respuestas coincidentes; además de resaltar la posibilidad de flexibilizar el acceso en diversos tiempos dentro del proceso de e-a, y de garantizar ambientes de aprendizaje En la Maestría en Educación se localizaron como desventajas la forma en que el proceso de enseñanza puede volverse frío y difícil de monitorear. Les preocupó la falta de contacto profesor-alumno y la incapacidad para dar seguimiento cercano a los participantes de un curso. Se comentaron también dos aspectos más bien relacionados con el formato: el tamaño de los archivos que pueden subirse, que no debe ser mayor a 2Mb (según las especificaciones dadas por el administrador de la red), así como el diseño visual de la plataforma, que fue calificado como “pobre” y falto de colores más atractivos. Algunos expresaron que el acceso a estos recursos se limita a cierta cantidad de personas que usan y dominan la tecnología computacional; de hecho, una de ellas expresó que no le gustó y no se identificó con ella. Otro comentó que la plataforma limita el proceso de reflexión al ser tan cerrado en sus opciones para manejar cuestionarios. En San Andrés Tuxtla (Maestría en Tecnologías de Información) en primer lugar, se asume que, por la naturaleza del perfil de los alumnos, se refirieron a la complejidad de la implementación en caso de adoptar esta herramienta, y de las fallas técnicas por parte del servidor de Moodle o de la conexión, que pueden entorpecer el proceso. Entre los comentarios también encontramos que el aspecto humano (tutor o facilitador) cobra relevancia, pues en caso de que éste no esté al pendiente de lo que sucede en la plataforma, con respecto a los comentarios y dudas de los alumnos, el proceso e-a podría no resultar tan efectivo. Por otro lado, los alumnos de la Maestría en Redes y Telecomunicaciones, cursada en el Campus Torrente Viver, resaltaron como desventaja el uso inapropiado y la falta de cultura por parte de docentes y alumnos para trabajar en esta modalidad de enseñanza. Lo anterior puede estar relacionado con la resistencia que este grupo en concreto presentó al inicio del curso, pues ningún participante se había visto involucrado en un proceso bajo esta modalidad, ni en las demandas que dicho proceso conlleva. Otra desventaja mencionada por los tres grupos de Maestría fue que dependemos de Internet para poder utilizar la herramienta, cosa que no sucede con otras plataformas como LLMS que permiten el manejo Offline, para poder actualizar contenidos con posterioridad. 39 Conclusiones Los sistemas de e-learning tienen una dualidad pedagógica y tecnológica. Pedagógica en cuanto a que estos sistemas no deben ser meros contenedores de información digital, sino que dicha información debe ser transmitida de acuerdo con unos modelos y patrones pedagógicamente definidos para afrontar los retos de estos nuevos contextos. Tecnológica en cuanto que todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, se sustenta en aplicaciones software, principalmente desarrolladas en ambientes Web. El reto actual para la UCC, y los miembros de su plantilla docente, es crear cambios significativos en sus estrategias de enseñanza, con la finalidad de llevar a cabo un apropiado uso de tecnología como una herramienta de apoyo, pero no como un sustituto de los actores principales en el proceso educativo (estudiantes, maestros, asesores). Lo que se pretende es un proceso de comunicación constante, escenarios de intercambio y colaboración, procurando construir un aprendizaje significativo centrado en el alumno. Conforme los estudiantes progresen gradualmente necesitarán menos instrucciones de tipo didáctico para hacer más atractivo el aprendizaje activo, así como una atmósfera donde los estudiantes tomen la responsabilidad de su propio aprendizaje y los instructores tomen el rol de asesores en casos de estudio, simulaciones, tareas, y proyectos colaborativos donde se aproxime a los estudiantes a experimentar una formación profesional que lo prepare para el mundo real. colaborativo mediante el uso de herramientas de comunicación. Recomendamos a otros profesores utilizar Moodle Cabe resaltar que el 100% de los estudiantes de la Maestría en Educación, el 100% de los de la Maestría en TI (San Andrés) y el 92.3% de los alumnos de la Maestría en Veracruz, declararon que sí recomendarían a otros profesores utilizar Moodle en la impartición de sus clases, ya sea en modalidad presencial, semipresencial o a distancia. Al terminar el cuestionario se preguntó a los alumnos sobre su experiencia al haber tomado una clase apoyada por Moodle como herramienta de e-learning, a lo cual respondieron con adjetivos como: gratificante, enriquecedora, grata, útil, práctica, dinámica, fácil, rápida, cómoda, entre otros. Beneficios Al hablar de los beneficios que se obtendrán, a mediano y largo plazo, a partir de la integración de tecnología de e-learning podemos mencionar: Para la Universidad y la Sociedad: Prestigio y reconocimiento al proveer de egresados con las experiencias tecnológicas y computacionales apropiadas, como lo harían “en la vida real”, que sepan discriminar información, que sepan trabajar de manera colaborativa (virtual o presencial) y que se puedan expresar de una forma adecuada, de manera oral y escrita. Para el alumno: El desarrollo del aprendizaje significativo, experimentar una formación que lo prepare para el mundo real, autoaprendizaje, productividad, desarrollo del pensamiento crítico y creativo, empleo de tecnología. Para el maestro: lograr un mejor trabajo, librándolo de labores secretariales, de trabajos tediosos y rutinarios; hacer más efectivo el tiempo invertido, incrementando la productividad, tener las bases empíricas para evaluar su propia efectividad docente, contar con un ambiente en el que pueda organizar y preparar sus materiales y tareas para la clase, y lo más importante, descubrir e integrar materiales y métodos optimizados, reduciendo idealmente, las barreras entre la docencia y la investigación. Notas Formación combinada, del inglés blended learning. Consiste en un proceso docente semipresencial; esto significa que un curso en este formato incluirá tanto clases presenciales como actividades de e-learning. 2 Considerada como una de los LMS (Learning Management Systems, Sistemas Administrativos del Aprendizaje) más eficientes en el logro de un trabajo con pedagogía constructivista y de carácter colaborativo. 1 Bibliografía Adelsberger, H. and Bick, Markus and Pawlowski, Jan M., (2000). Learning environments for simulation education: design principles for teaching simulation with explorative learning environments. WSC .00: Proceedings of the 32nd 40 conference on Winter simulation. San Diego, CA, USA: Society for Computer Simulation International. pp. 1684-1691 Barverá, E. et al. (2001). Enseñar y aprender a distancia: ¿es posible? Disponible en: http://www.uoc.edu/ web/esp/art/uoc/0105018/ensapren.html Fecha de última consulta 2 de Diciembre de 2004 Benbunan-Fich, R. (2002). Improving education and training with IT. Commun. ACM. 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El propósito fue analizar la intervención de Trabajo Social dentro de las Políticas Culturales, para ello describiremos dos programas que se desarrollan en ésta institución y las acciones que Trabajo Social realiza dentro del quehacer cultural: a) Función de Trabajo Social dentro de la Dirección Artística y b) Intervención del Trabajo Social en el programa de Promoción Cultural Comunitaria. por este profesional. En Hermosillo, existen algunas instituciones con programas culturales, pero sólo la Casa de la Cultura de Hermosillo es la que cuenta con profesionistas de Trabajo social. Es por ello que nos interesamos en profundizar e investigar la cultura como objeto de intervención del Trabajo Social, a partir de la investigación en este campo surgió la idea de elaborar un análisis de la intervención del Trabajo Social en estas instituciones, y lo abordaremos de la siguiente manera: Primeramente presentaremos un marco referencial de la Casa de la Cultura de Hermosillo, posteriormente un marco teórico de la cultura como objeto de intervención del Trabajo social, así como un análisis de la acción profesional del Trabajo social, y la caracterización de los usuarios, para finalizar con las conclusiones. Abstract This article is about the job of Social Work in a cultural institution, specifically we refer to the experience of our students in “Casa de la Cultura de Hermosillo”. The purpose was analyzing the intervention of Social Work in the Cultural Politics, for this we will describe two cultural programs that develop in this cultural institution, and the actions that Social Work does inside the cultural tasks, this are: a) Social Work function in artistic direction Social Work Intervention in the Community Cultural Promoting program. Marco de referencia de la Casa de la Cultura de Hermosillo Inicia actividades por convenio de colaboración cultural que celebró el Estado libre y soberano de Sonora, representado por el entonces gobernador constitucional, Dr. Samuel Ocaña García, y el Instituto Nacional de Bellas Artes, representado por el director general, Lic. Juan José Bremer. Según Sotomayor (1993) dicho acuerdo fue firmado en la Cd. de México el 2 de Mayo de 1980, apoyado en los artículos 4to y 24 de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo de Sonora, donde se crea la Casa de la Cultura del Estado de Sonora (hoy de Hermosillo), como una institución dependiente del Gobierno del Estado, a través de la Coordinación Estatal de Cultura y del Instituto Nacional de Bellas Artes. Su función quedó establecida para la enseñanza artística, investigación, difusión cultural, fomento de las artes, desarrollo de museos, bibliotecas, galerías, teatro, etcétera. Podemos observar que desde el marco jurídico quedan establecidas las funciones de la Casa de la Cultura, entre las cuales se encuentra la investigación, Introducción Tradicionalmente el campo del Trabajo Social se ha orientado hacia diversas áreas fundamentales en el desarrollo de las comunidades como son: salud, educación, vivienda, trabajo etcétera. Este enfoque ha respondido a las necesidades sociales que la población demanda, que a su vez son objeto de intervención del Trabajo Social. Todos estos espacios han sido motivo de estudio por parte de profesionales de esta disciplina; pero existen otros factores que son producto de la vida moderna; necesidades que a pesar de estar latentes en la población no son manifestadas explícitamente, como es el caso de la cultura, un área poco explorada * Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. risla@sociales.uson.mx ** Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. gibarra@sociales.uson.mx 42 siguiente objetivo: “Promover, preservar, todas las manifestaciones culturales, municipales, estatales y cualesquier otra que reafirme nuestra identidad nacional” (Sotomayor, 1993,10). En el objetivo general de la Casa de la Cultura observamos cómo se reflejan los fines de la Política Cultural de ese entonces, que giraban en torno al rescate, promoción y reafirmación de valores culturales, tanto municipales como estatales, con el fin de conservar una identidad nacional. Este objetivo en ningún momento menciona un desarrollo cultural integral del individuo o de capacitar a la persona en sus habilidades materiales y no materiales. Para alcanzar este objetivo se crearon los siguientes departamentos: enseñanza artística, comunicación social, fomento y promoción de las artes, consejo consultivo, consejo pedagógico, sección de galerías, sección de radio, sección de biblioteca, sección de museos, sección de teatro. Con estos departamentos se puso en marcha la Casa de la Cultura de Sonora, áreas que se han ido incrementando al paso de tres décadas. Cada departamento tiene sus respectivos programas, pero para nuestro análisis sólo nos enfocaremos en dos de ellos, que son los que cuentan con el profesional del Trabajo Social: Dirección de Educación Artística y el Programa de Promoción Cultural Comunitaria. por lo que esta institución no sólo debe atender actividades relacionadas con las Bellas artes, sino también debe contemplar el aspecto de la investigación, sobre todo aquellas relacionadas con las necesidades culturales, acciones que están directamente relacionadas con el Trabajo Social; ya que a través de las estrategias de acción de este departamento se pueden investigar las necesidades culturales de usuarios y no usuarios. El día 10 de Octubre de 1980 fue una fecha trascendental para los sonorenses. Abre sus puertas en la región la primera institución con programas culturales, la Casa de la Cultura de Sonora, con el Diana Mendívil Gutiérrez Marco teórico, la cultura como objeto de intervención del Trabajo Social En Sonora el Trabajo Social se ha orientado tradicionalmente hacia diversas áreas fundamentales en el desarrollo de las comunidades, como son: salud, educación, vivienda, jurídico, penitenciario, trabajo, entre otros. Un campo que es objeto de estudio para el Trabajo Social, y que no ha sido explorado, es la cultura. Para conceptualizar la cultura es necesario que se tenga una relación directa con este concepto, así tenemos que existe una diversidad de definiciones, pero para el presente trabajo, que trata de ubicarla como objeto de intervención del Trabajo Social, 43 presentaremos algunas definiciones que se insertan y tienen una relación más estrecha con el quehacer del Trabajo Social. Marcuse, en su libro Ética de la Revolución (1969), cita a Webster, quien define la cultura como: “Complejo especifico de creencias, logros, tradiciones, etc., que forman el trasfondo de una sociedad, lenguaje, tradiciones, no llama logro a la destrucción, ni tradiciones a la crueldad y al fanatismo” (p.157). Webster circunscribe la cultura a un campo más selecto, es decir, al trasfondo de una sociedad matizada por aquellas actividades que constituyen su esencia y los separa en valores positivos, es decir que las finalidades que la sociedad misma tiene establecidas para la realización de las metas propuestas, y aquellas actitudes aisladas que no son aceptadas por los miembros que la integran, como actos delictivos, fanatismo derivado de una interpretación errónea de la religión. El autor señala como elementos determinantes de la cultura los valores propiamente dichos y excluye todo aquello que contribuye a la destrucción, es decir, actitudes que no responden al concepto puro de creencias, o bien que puedan ser calificadas de crueles y enajenantes. La definición que Webster nos presenta de cultura puede adaptarse a las instituciones culturales, sobre todo a los objetivos que éstas plantean, o bien puede reflejar las políticas culturales que el Estado planea en relación a la preservación de la cultura, rescate de las tradiciones y conservación de la identidad nacional. Por lo tanto el Trabajo Social, que es una profesión que interviene en la atención de las necesidades y trata de incidir en el bienestar social, puede relacionarse con este concepto, ya que estas tradiciones, creencias y valores pueden ser tratados a través de estrategias de acción del trabajo social, como son la investigación, promoción, difusión, etcétera. Asimismo, en forma general, González (1981) define la cultura como un espectro que: “Abarca los valores ideológicos, aspiraciones y actitudes, modo de vida y costumbres, patrones de relaciones sociales comunes a un grupo fundamentadas, y en última instancia, condicionadas a las formas de producción especificas de un momento histórico determinado” (p. 68). Al definir la cultura, el autor anterior considera como aspectos importantes los valores, pero a diferencia de Webster, éste sitúa el concepto en un contexto más amplio, ya que no son sólo los valores ideológicos los que toma en cuenta, sino las aspiraciones, las actividades, las formas de vida. Elementos que fundamentan y condicionan las formas específicas de producción que se presentan en ciertos momentos históricos. El estado implementa políticas culturales visualizadas desde su perspectiva como la conservación de los valores, en las que muchas instituciones culturales encuentran su razón de ser. Ahora bien, el Trabajo Social, al tomar como objeto de intervención a la cultura, dirige su acción a reconocer las actitudes, los valores ideológicos, formas de vida, y encaminarlas hacia la promoción y difusión de un proceso cultural que no sea circunstancial, o que no sólo atiendan aquellos aspectos que le atañen al Estado. Otra manera de definir la cultura según Ortega (1992) es: “Toda producción humana que el hombre realiza en la vida social. Desde la fabricación de utensilios, hasta las grandes manifestaciones arquitectónicas, estáticas y estructuradas, complejas en el lenguaje” (p. 5). Para este autor, la cultura es todo lo que el hombre crea y transforma en la vida, desde el objeto más pequeño hasta las grandes manifestaciones arquitectónicas. Por lo tanto las instituciones culturales deben estar encaminadas, sobre todo, a realizar programas que llevan a cabo el reconocimiento de individuos, grupos o comunidades que sean capaces de crear y proyectar hacia la sociedad cultura. En este sentido el Trabajo Social debe servir de enlace entre las instituciones y la población, a través de los programas que se llevan a las comunidades, así como investigar la creatividad de los individuos para reconocer lo que éstos son capaces de producir. En dicha detección o sondeo que se lleve a cabo, pueden descubrirse las capacidades materiales y espirituales que posee el hombre en las diferentes formas culturales, desde el arte culinario hasta los creadores de las bellas artes, entendiendo por éstas la música, pintura, teatro, poesía, etcétera. Por otro lado al convertirse la cultura en un objeto de intervención del Trabajo Social, no podemos dejar de lado las políticas culturales, ya que en nuestro Estado todas las instituciones culturales, como también los programas, se desprenden de éstas. Por ello consideramos necesario definirlas. García Canclini (1987), define: “Entendemos por Políticas Culturales el conjunto de intervenciones realizadas por el Estado, las instituciones civiles, y los grupos comunitarios, organizados a fin de orientar el desarrollo simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la población y obtener consenso para un tipo de orden de 44 transformación social” (p. 28). La manera como el autor define la política cultural es bastante amplia, ya que para él no sólo son las formas que implementa el Estado, sino también toma en cuenta todas aquellas acciones culturales que grupos dentro de la sociedad realizan, descartando el papel que juega la iglesia en este aspecto. morales, intelectuales o físicas de los individuos” (p.103). Podemos concluir que lo que las entrevistadas consideran como proceso educativo el atender y proporcionar servicios a los alumnos. Acciones que no cumplen procesos educativos en sí, sino más bien son labores que están encaminados a proporcionar servicios esporádicos a los usuarios que lo solicitan, y no llevan un proceso como tal, dentro de la institución. Respecto a la función de promoción, consideramos que son las adecuadas, ya que utilizan diferentes técnicas de comunicación, como volantes, carteles, medios de comunicación, visitas domiciliarias, radio, prensa, televisión, visitas institucionales a centros educativos, periódico mural, entre otras. Con relación a la función de administración y gestión se puede apreciar que sí realizan esta actividad, ya que dentro de sus funciones Fátima Torres Valle Análisis de la acción profesional del Trabajo Social Se cuestionó a las entrevistadas sobre cuáles actividades llevaban a cabo dentro de las funciones inherentes al trabajo social como: Investigación, planeación, evaluación, educación, promoción, administración y gestión, obteniéndose las siguientes conclusiones: en lo referente a las actividades de investigación, opinaron que no las realizan, sin embargo desarrollan ciertos procesos de tipo preliminar, sin llegar a detectar realmente las necesidades culturales sentidas por la población. Con respecto a la planeación, las entrevistadas sólo tienen una leve idea de lo que es la planeación, entendiéndose ésta como el conjunto de procesos y actividades que ayudan a organizar los recursos existentes para el logro de objetivos y metas en la atención de problemas sociales. Con base a lo anterior se puede decir que las entrevistadas sólo tienen una leve idea de lo que es la planeación, ya que en sus respuestas mencionan la identificación de recursos como parte de la misma sin profundizar en ello. También se advirtió que no realizan una evaluación como parte de su intervención, lo que limita su desarrollo profesional. Sólo realizan evaluación de las actividades desarrolladas dentro del departamento donde están ubicadas y no trasciende a nivel institucional. Si consideramos función educativa lo que Ander Egg (1995) define como: “Un proceso que implica acciones sistémicas y metódicas del Trabajador Social, sobre el usuario con el fin de favorecer el desarrollo de cualidades 45 está la de coordinarse con otras instituciones para la impartición de pláticas, talleres, eventos artísticos y culturales. Se interrogó a las trabajadoras sociales de la Casa de la Cultura sobre si realizan otras funciones, además de las ya mencionadas. Algunas respuestas fueron que promover la cultura mexicana y las aptitudes culturales de las personas con las que trabajan. Por lo anterior podemos deducir que estas últimas funciones que mencionaron, y que consideran relacionadas con las antes cuestionadas, no son propias del Trabajo Social, ya que la función principal que predomina en su acción profesional varía de acuerdo al objetivo de cada uno de estos departamentos donde están ubicadas. • • • • Conclusiones • La aproximación teórica nos permite visualizar a la cultura como objeto de intervención del Trabajo Social. • Las Instituciones culturales son instancias que pueden ser intervenidas por el Trabajo Social, donde se actuaría como intermediario entre las Nayeli Cristina González Rivera • 46 necesidades culturales de la población y las políticas culturales. La acción profesional del Trabajo Social es muy limitada, por la poca participación que les permiten los supervisores. Hace falta investigación por parte del profesional del Trabajo Social para detectar las demandas culturales de la población, así como de la aceptación de los programas. Los profesionales del Trabajo Social de la Casa de la Cultura no están desarrollando una función intermediaria entre recursos y demandas de la población en materia de Programas Culturales, sólo se enfocan a actividades administrativas. La intervención del Trabajador Social debe incrementarse dentro de las instituciones culturales. Es importante señalar que la cultura es un área potencial para la intervención del profesional del trabajo social, sin embargo las funciones de éstos son poco valoradas. Bibliografía Ander-Egg, E. (1995). Diccionario de Trabajo Social. Buenos Aires, Argentina: Editorial Ateneo. Celaya, L. (1990). Programa de Promoción Cultural Comunitaria de la Casa de la Cultura de Hermosillo. Hermosillo, Sonora, México. García Canclini, N. (edit.) (1987). Políticas Culturales en América Latina. México: Editorial Grijalbo. González, R. (1981). La Frontera del Norte. México: Editorial Colegio de México. Guillén, M. y Terán, G. G. (1990). Las prácticas de Reconocimiento de la Licenciatura en Trabajo Social, Una Propuesta Preliminar. México: Editorial UNISON. Marcuse, H. (1969). Ética de la Revolución. España: Editorial Cal, Ensayistas de hoy. Memoria. Casa de la Cultura de Hermosillo 19801990. Hermosillo, Sonora: Casa de la Cultura de Hermosillo. Ortega, M. (1992). Revista Chasqui, Revista Latinoamericana de Comunicación, No. 12 Sotomayor, M. (1993). Propuesta de Trabajo y Compromiso para la Casa de la Cultura de Hermosillo. Miscelánea Trabajo Social e Historia Oral, apuntes para una coincidencia: intervención con adultos mayores Joel Verdugo-Córdova* Los confines del pasado recuperable mediante la historia oral se reducen inexorablemente día a día por obra de la muerte… (Paul Thompson) Resumen En este escrito reflexiono sobre algunos elementos que pudieran ser considerados para la realización de proyectos conjuntos entre el trabajo social y la historia oral. Me refiero a la utilización de la entrevista en profundidad según el método biográfico, herramienta básica de la historia oral como instrumento posibilitador de la rememoración y el redescubrimiento, a partir de la voz de los otros, de las configuraciones y puntos de vista que tienen los protagonistas de su experiencia individual y colectiva. Esta cualidad de la entrevista, en manos del trabajo social, por ejemplo, aplicada en grupos humanos vulnerables (centros geriátricos) pudiera favorecer el incremento en la calidad de vida de los usuarios. La historia oral como práctica pertinente para otorgarle voz a los “sin voz” y recobrar las riquezas de la vida social a partir de las experiencias individuales y colectivas por medio de la entrevista. También puede constituirse en manos del trabajo social, como un instrumento útil en proyectos concretos que tengan que ver con el aumento de calidad de vida en grupos humanos vulnerables. En un primer momento reflexionaré sobre los conceptos de trabajo social e historia oral, para después concluir con una breve mención de un proyecto conjunto. Trabajo Social La evolución conceptual y metodológica del trabajo social como disciplina, digamos científica, ha bregado desde la ruptura con prácticas de misericordia y filantropía, hasta el debate epistemológico con corrientes teóricas abrevadas de las ciencias sociales. Es hasta tiempos recientes, apenas el siglo XX, cuando el trabajo social logra una construcción, más o menos acabada, de su sistematización. El desasosiego que provocan en las sociedades temas como los desvalidos del mundo, la procuración del bienestar de los grupos humanos, los principios de los derechos humanos y la justicia social; también son los principales puntos que desarrolla el trabajo social. Siguiendo a Flores y Martínez (2006), advertimos que en los campos de acción del trabajo social, los propiamente tradicionales y los nuevos, deben ser motivo de atención e investigación tanto la profesión como la demanda de distintos sectores implicados en la diversidad de problemas sociales y constructores de necesidades humanas, objetivizadas y sentidas y, en Abstract With this paper I think some elements could be considered for joint projects between social work and oral history. I mean the use of the in-depth interview as biographical method, a basic tool of oral history as an instrument and enabler of remembering and rediscovery, from the voices of others, settings and views that have the protagonists as individuals and collective experience. This interview’s attribute, in the hands of social work, for example, applied in vulnerable human groups (nursing homes) would favor an increase in the quality of life of the users. Introducción En el presente artículo reflexionaré sobre las posibles coincidencias entre el trabajo social y la historia oral; además de revisar cómo en la actualidad los préstamos entre las distintas ramas de las ciencias sociales plantean soluciones multidisciplinarias para problemas concretos. * Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. jverdugo@sociales.uson.mx 47 Ramón Vidal Zazueta consecuencia, el ejercicio de sus derechos sociales, civiles y humanos. Entre estos sectores se destacan: minorías étnicas, mujeres, niños, jóvenes y ancianos, entre otros. Por consiguiente resulta cada vez más destacado para el trabajo social, en el marco de las ciencias sociales, sustentar su práctica profesional, en el a veces áspero torbellino de la teoría social, ya que siguiendo a Howel (citado por Del Valle y Ramella, S/F): “cuando a la práctica profesional le quitamos la teoría sólo queda el sentido común y la experiencia acumulada que, si bien pueden ser un bagaje importante, son insuficientes para configurar una disciplina que aspira a los más altos niveles de la formación universitaria.” (pp. 2-3). Es por lo anterior que resulta importante, para el trabajo social, compartir los presupuestos teóricos y metodológicos de otras disciplinas como las ciencias sociales y beneficiarse con sus investigaciones y propuestas teóricas enriqueciendo su práctica. Para efectos del presente escrito, y para concluir este apartado, baste exponer la visión netamente humana y contemporánea del trabajo social, definida por Flores y Martínez (2006): La visión filosófica humana en esta idea contemporánea en que concebimos un trabajo social alternativo, se separa de la perspectiva religiosa en sus distintas vertientes, que dieron sustento a las acciones que precedieron las épocas del Trabajo Social profesional: caridad, filantropía y de algún modo asistenciales. La visión contemporánea que asumimos requiere de un proyecto de nación democrático que incluya el ejercicio de los derechos sociales, civiles y humanos, de los cuales debe ser vigilante la función profesional, además de considerar la subjetividad, ámbito en el que están los proyectos de autonomía y autodeterminación del sujeto-actor social. (p. 257). En esta idea sobre el trabajo social se retoma lo que considero el espíritu de la disciplina y la evolución epistémica que ha tenido a largo de su historia. No basta únicamente con separar la perspectiva religiosa que precedió al trabajo social profesional, fundamentada en la caridad y la filantropía de algún modo asistenciales, sino que se requiere de un propósito firme por constituir una sociedad democrática que incluya el ejercicio de los derechos sociales, civiles y humanos de todos sus integrantes. 48 Historia Oral Por su parte, la historia oral utiliza la entrevista registrada en audio o video como constituyente fontal para acercarnos al pasado reciente. El trabajo social y la sociología pueden utilizar la entrevista para la interpretación del presente, de tal suerte que los testimonios orales y sus transcripciones alcanzan la categoría de documentos válidos para el estudio del pasado reciente, pero también, de la sociedad actual. La llamada historia oral se muestra, por un lado, como una propuesta de método adecuado para estudiar la historia de los grupos subalternos y como uno de los métodos más pertinentes para recoger y conocer la “voz propia” de los sujetos históricos y los hechos sociales, o las experiencias humanas que han interesado a los investigadores (Aceves, 1996). Por otro lado, siguiendo a Plummer (1989), el objetivo de la historia oral es obtener información sobre el pasado, pero también producir conocimientos históricos y científicos, y no simplemente establecer una relación sistemática de la vida y experiencia de los “otros”. Es incuestionable que la historia oral no encaja en los presupuestos clásicos, en los cuales la evidencia puede ser manipulada pero nunca fabricada, ya que en la historia oral la evidencia se hace en el sentido que es el resultado del discurso subjetivo del entrevistado, guiado Archivo del Departamento de Trabajo Social a su vez por las cuestiones planteadas subjetivamente por el entrevistador (Gil, 1998). Esta subjetividad, lejos de menoscabar la validez del discurso elaborado, debemos considerarla como el umbral, es decir, el sitio de arranque o punto de partida para la interpretación/ comprensión de la sociedad en la que vivimos, así como de sucesos pasados que pretendemos reconstruir. La historia oral puede darnos una forma eficaz de aproximarnos a la cotidianidad de las personas, tan escasamente registrada con formas habituales de recogida de datos. Asimismo nos muestra, de “viva voz”, las configuraciones y puntos de vista que tienen los protagonistas de su experiencia individual y colectiva; en todo caso nos revela el sentir, digamos pálpito a pálpito, de la vida cotidiana. La historia oral se vitalizó cuando estudiosos e investigadores la utilizaron para darle voz a los “sin voz”; cuando el sentir y hacer de los estratos más desprotegidos y vilipendiados de la sociedad podían levantar sus palabras y registrarlas en esta nueva forma de hacer historia: alejadas del frío e impersonal documento de archivo, las palabras imprimen a la historia un aliento vital. (Thompson, 1988). Sin embargo, la historia oral no es necesariamente un instrumento de cambio pero puede ser, y en muchos casos los es, un medio de transformar, tanto el contenido como el propósito de la historia. A través de la historia oral se puede dar a la comunidad la seguridad de escribir su propia historia. Asimismo, y como asunto importante para este escrito, enfatizo que la historia oral se muestra, por su carácter creativo y cooperativo, adaptable a otras disciplinas de las ciencias sociales en la elaboración y puestas en escena de proyectos multidisciplinarios conjuntos. Proyectos Thompson, pionero de la historia oral, en su célebre trabajo La voz del pasado: la historia oral (1988), dedica un capítulo entero para mostrar el carácter creativo y cooperativo de la historia oral. Los proyectos de historia oral resultan posibles de realizar en un sinfín de contextos diferentes, tanto individualmente como en grupo. Ya sea en escuelas primarias o en universidades, en hospitales o centros penitenciarios, en clubes de 49 amigos o en centros de atención y cuidados para adultos mayores, etcétera, se puede recoger testimonio oral. En tales proyectos, apunta la tesis de este artículo, profesionales de otras disciplinas pueden adecuar los fines y objetivos de su trabajo y “enriquecer” los resultados en la solución de problemas planteados desde su propia disciplina, es decir, en el caso del trabajo social, la intervención en asuntos puntuales, como elevar la calidad de vida de los llamados adultos mayores o de la tercera edad albergados o recluidos en residencias geriátricas, los llanamente denominados asilos de ancianos. En estos lugares seguramente se alcanzarían resultados boyantes a partir de las herramientas metodológicas propuestas por la historia oral. Comentamos al principio de este escrito que el instrumento por antonomasia de la historia oral es la entrevista. La entrevista —siguiendo a Thompson (Ibíd.)— implica que el hablante haga una rememoración de su vida o parte de ella. El psicoanálisis, por ejemplo, ensalza la rememoración a un modelo terapéutico. El recordar la propia vida es crucial para el sentido de sí mismo, de tal suerte que ejercitar la memoria puede fortalecer o recobrar la confianza de los entrevistados; además, la rememoración permite reevaluar los conflictos pasados y restablecer la propia identidad y un medio de ayudar, en el supuesto caso esgrimido líneas arriba, a los ancianos a valerse por sí mismos. A través de la entrevista las personas de la tercera edad “pueden reflexionar sobre sus vidas con el ánimo de resolver, reorganizar y reintegrar aquello que les cause preocupaciones o problemas” (p. 182). Los llamados adultos mayores, aquellas personas con varios costales de años a cuestas, al igual que todos, necesitamos la oportunidad de expresar sentimientos. En un proyecto de este tipo, realizado por trabajadores sociales o estudiantes de la profesión en prácticas o cumpliendo su servicio social, por medio de la entrevista, individual o grupal, podrán obtener productos directos para objetivos concretos; es decir, a partir del material grabado y transcrito, socializado en sesiones realizadas periódicamente. Podrían crear teatro a partir de las memorias de las personas mayores y luego representarlas en una audiencia compuesta por los propios personajes que inspiraron los diálogos. Podrían editar revistas y folletos con los resultados de las entrevistas con temas diversos, surgidos del propio interés de los entrevistados. Por ejemplo, trabajos comunes de antaño, cómo era la ciudad de origen, el comercio, la escuela, la familia, la niñez, el campo, la música, los bailes, el noviazgo, el matrimonio, la religión, la participación política, etcétera. Los productos de las entrevistas podrán ir acompañados de fotografías y otras ilustraciones, la comunicación verbal entre los ancianos participantes se vería favorecida ya que se aportarían temas de conversación común y, “una vez iniciada la comunicación, las personas se redescubren como seres humanos”, es decir, se enriquecería la calidad de vida con betas de momentos felices y plenos: “escuchar seriamente lo que los ancianos tengan que decir, es la manera en que un persona vieja, miserable, difícil y quejumbrosa puede pasar a ser plenamente una persona.” (p. 186). Nos recuerda Thompson en la obra antes citada. Estoy convencido que los proyectos de historia oral en manos de trabajadores sociales multiplicarían los resultados benignos de la intervención. Los productos acabados y obtenidos de la puesta en escena de proyectos de este tipo podrían sistematizarse, analizarse, interpretarse y dar lugar a tesis y demás trabajos de investigación, o dicho con palabras de Bertaux, podrían ser sometidos a la exploración, el análisis y la expresión (síntesis) en forma oral y escrita con la finalidad de difundirlos. Colofón A manera de conclusión. Insistir en algunas ideas expuestas a lo largo de estas breves reflexiones: el trabajo social, como las demás disciplinas de las ciencias sociales, se esfuerza por la constitución de su estatuto de, digamos cientificidad. A lo largo de su historia el trabajo social ha logrado la construcción, más o menos acabada, de su sistematización y se ha beneficiado al compartir los presupuestos teóricos y metodológicos de las otras disciplinas de las ciencias sociales, no obstante, siempre ha sido el apego a los principios de los derechos humanos y la justicia social a favor de los más necesitados un objetivo sustantivo. En la actualidad, estudiosos de las ciencias sociales han estado redescubriendo el valor de la rememoración en la entrevista en profundidad, pero bajo diferentes búsquedas. También, ante el desencanto del grosero empirismo masivo de la escuela cuantitativa, las entrevistas dirigidas por el método biográfico o la historia oral, utilizadas desde el trabajo social, parecen 50 Del Valle, A. H. y Ramella, M. S. (s/f). De Trabajo Social y Ciencias Sociales: de la reconceptualización al método crítico. Un viaje de vida. Recuperado en: http://revinut.udea.edu.co/index.php/revistraso/ article/viewFile/5274/4633.. Flores, C. y Martínez, G. (2006) “Hacia una concepción del Trabajo Social contemporáneo en México: su condición profesional”. Katálysis, Vol. 9, No. 2, pp. 249-259. Gil, F. (1998). “Posestructuralismo e historia oral”. Historia, antropología y fuentes orales, No. 19. Barcelona: Publicación Universidad de Barcelona (2da Época), pp. 117-126. Plummer, K. (1989). Los documentos personales (Introducción a los problemas y la bibliografía del método humanista. España: Siglo XXI Editores, S.A. Thompson, P. (1988). La voz del pasado: la historia oral. Valencia: Alfons El Magnànim. ------------ (s/f). Historias de vida y análisis del cambio social. Módulo Virtual: Memorias de la Violencia. Recuperado en: http://www.cholonautas.edu.pe/ memoria/thompson4.pdf. Archivo del Departamento de Trabajo Social convidar información válida para utilizarse en un sinnúmero de proyectos cuya finalidad sea resolver problemas concretos que tengan que ver con el aumento en la calidad de vida de distintos grupos sociales vulnerables, por citar un ejemplo. Para finalizar estas breves reflexiones, insistir en lo que considero también importante, los productos de los proyectos de historia oral, nos otorgarían abundancia de información capaz de ser analizada e interpretada desde la propia disciplina y con el fin de realizar proyectos de investigación. Bibliografía Aceves Lozano, J.E. (1996). Historia oral e historias de vida (Teoría, métodos y técnicas. Una bibliografía comentada). México: Colección Miguel Othón de Mendizábal, Ediciones de la Casa Chata, Ciesas, Hidalgo y Matamoros. Bertaux, D. (1989). “Los relatos de vida en el análisis”, Historia y fuente oral, No. 1. Barcelona: Publicación Universidad de Barcelona (2da Época), pp. 87-96. 51 Reseñas y notas Procesos de exclusión e inclusión social. Indicadores, Conceptos, Contextos y Significados1 Cristina Martínez Rascón* La edición de un texto de colegas cercanos siempre es motivo de alegría y celebración…esa emoción también me la produjo el saber de la existencia de un nuevo título que como socióloga y profesora de cursos de metodología incorporaré de inmediato en mis programas. ¿Porqué lo digo con ese convencimiento? Pues tan simple como que trata una discusión impecablemente sociológica y actual con el superávit de enfatizar los hilos finos de los resultados de las investigaciones presentadas, esto es, explicitando los aspectos metodológicos de los procesos estudiados. Si bien es cierto que la noción de exclusión social surgió y se popularizó en los años setenta y ochenta en Francia para referirse a los sectores desfavorecidos y afectados por los nuevos problemas sociales que las viejas políticas del estado del bienestar no dieron respuesta, y que ahora exigían reinsertarse mediante programas específicos, su difusión se acrecentó en Europa, Estado Unidos y Latinoamérica por el fenómeno compartido de la pobreza y el insuficiente desarrollo local. Precisamente estos escenarios novedosos producto de la globalización y las nuevas tecnologías transformadoras de espacio y tiempo son los que reclaman marcos explicativos innovadores acorde a los nuevos tiempos. La noción de exclusión social con todo y su complejidad polémica y polisémica ha sido generadora de conceptos, indicadores y clasificaciones de los actores y de los hechos de estos procesos. Felicidades a los coordinadores y autores por esta obra. Enseguida me referiré de manera muy general a los primeros cuatro capítulos con la idea de animarlos a leer y recomendar el texto a colegas y alumnos. Silvia Molina en el capítulo 1, denominado “Exclusión, migraciones y participación”, desarrolla un método particular de análisis al exponer la complejidad del fenómeno migratorio mediante una lectura transversal de los datos donde destaca los intentos contrapuestos de la sociedad por controlar/excluir y participar /existir con la idea de orientar las decisiones de este proceso. Parte de la premisa de la condición de desigualdad social y económica para explicar los procesos migratorios, las políticas gubernamentales de los países de acogida, y muy particularmente las redes y lazos solidarios entre los migrantes como medidas contra la exclusión. Habla de los países de la Unión Europea y de los Estados Unidos concretamente, donde el rechazo, la intolerancia y la exclusión se expresan con fuerza en grandes sectores de la población. Mas sin embargo, los inmigrantes cubren nichos muy bien definidos en el área de servicios participando en la vida cotidiana de estos ciudadanos, tanto, que se cita el caso de España en 2008, donde se reporta 754 mil hogares contratantes de migrantes para el servicio domestico, cuidado de personas mayores, y discapacitados. El contra sentido es que algunos países como Italia, con escenarios similares a España, y también algunas entidades de Estados Unidos se ha convertido en delito el ingreso ilegal al país. Por el contrario, el aire fresco de estos escenarios ramplones son los mecanismos de sobrevivencia de los migrantes que van desde el apoyo y la solidaridad incondicional hasta la aceptación condicionada de jerarquías entre “iguales” para salir avante en las largas travesías y estancias en los países de destino. Las acciones contra la exclusión de los estados y las instituciones son mínimas o prácticamente nulas; dos ejemplos de las primeras son España donde Guillén L., M; Valenzuela, B. y Gutiérrez R., Daniel Carlos. Coord. (2001). Procesos de exclusión e inclusión social. Indicadores, conceptos, Contextos y Significados. Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, México. 167 p. Nota: La reseña del texto se elaboró en dos partes. La primera por Cristina Martínez Rascón y la segunda por Rafael Pérez Ríos. * El Colegio de Sonora. cmartin@colson.edu.mx 1 52 F. Javier Ruizló pez especiales, inmigrantes, y hasta los superdotados intelectualmente. La reflexión metodológica se centra en los significados de la inclusión según Habermas, Shell, Scrugg y Mastropieri, y Thomas y Loxley donde se concluye que “.. la educación inclusiva es un proceso por medio del cual, se responde a las diferentes necesidades educativas que presentan los estudiantes, a través de las modificaciones del ambiente escolar”(p.38). El capitulo 3 que aborda de forma profunda e intensiva la noción de exclusión social, es el de Manuela Guillen Lúgigo y lo titula “Aproximación a la exclusión/ inclusión social. Cifras y percepciones en una zona de segregación urbana en Hermosillo Sonora”. Guillén Lúgigo desarrolla el trabajo con una introducción que hace referencia a la utilidad y significado de éste en base a una gama selecta de autores que además le permite enfatizar aspectos a retomar en la operativización del concepto. Posteriormente se da a la tarea de “…indagar la percepción que los actores sociales tienen sobre la realidad que viven”. De allí que Hernandez Pedreño (2008), Joan Subirats (2005), Fernando Gil Villa (2002), Jose Felix Tezanos (1999), y el mismo Amartya Sen (2007) le proporcionan los elementos claves del mapa conceptual con el que analiza el estudio de caso en la periferia hermosillense. Algunos de estos conceptos construidos y otros de-construidos son: las diferentes aristas de la exclusión como “… fenómeno estructural, relacional, dinámico, multifactorial, multidimensional, y (además), politizable” (Subirats et-al,p.48); la exclusión como una cuestión de grado más que de absolutos pues una persona o colectivo puede estar excluido en determinados ámbitos de la vida social , pero a la vez altamente integrado en otros (Tezanos, p.53); la variedad de exclusiones que Amartya Sen proporciona en el campo político, social, y económico, pero particularmente la noción de inclusión desigual para aludir a situaciones de privación de distinta naturaleza (Sen, p.50). La parte referida al análisis del estudio de caso, con datos de probada solvencia como el Censo de Población y Vivienda y su propio trabajo de campo, demuestra las condiciones materiales de exclusión y paralelamente la autopercepción en aspectos de la vida social que escapan del área de influencia de los agentes sociales tales como la educación y la política; pero de inclusión en áreas significativas de la vida social donde se involucran esfuerzos personales o familiares principalmente en el mejoramiento de las condiciones socioespaciales del asentamiento. De allí la importancia de considerar no solo la visión economicista y material hubo programas de inclusión en 2005 y México en el 2006 con programas de regularización migratoria. Finaliza enfatizando “… no hay nada coherente en el comportamiento de los procesos globales de la sociedad respecto a lo que se denomina migración (…) y no tiene el menor sentido procurar esa coherencia debido a la complejidad del fenómeno. Los discursos igualitarios no alcanzan para suplir la diversidad real si antes no reduce las aspiraciones globales a situaciones concretas y opciones negociadas para poder alcanzar acuerdos temporales” p.32. Enseguida, el capítulo 2 de Blanca Valenzuela, Tania Huerta, y Patricia Rodriguez, titulado “Tratamiento educativo de la diversidad en entornos inclusivos: con miras a la calidad”, presenta la reflexión de la noción exclusión/inclusión y los resultados de una investigación orientados a recomendar el desarrollo de espacios educativos inclusivos frente a la diversidad del alumnado y de la complejidad emergente de las nuevas opciones culturales. Se menciona la necesidad de la actitud ante la integración e inclusión y particularmente se señala como ejemplos a los estudiantes con necesidades 53 de la pobreza sino los referentes simbólicos implicados en las valoraciones de los actores sociales, y para ello propone las nociones de inclusión activa e inclusión pasiva. Tarea para el próximo artículo, seguramente. El capitulo 4 a cargo de mi maestro Daniel Carlos Gutierrez Rohan y Elia Guadalupe Villegas Lomeli titulado “Repensar la exclusión-inclusión desde la lógica de los excluidos” es un fascinante ejercicio epistemológico, teórico, metodológico y empírico de una investigación que centra su atención en los usos y capacidades de la noción dual inclusión-exclusión desde su deconstrucción hasta la elaboración de conceptos, categoría, indicadores, y variables que aprehenden la realidad construida justo en el “instante eterno” en el cual tendrá validez el análisis. Daniel Carlos y Elia Guadalupe eligen la colonia Café Combate para “.. conocer la noción que se tiene sobre exclusión política en las colonias periféricas de la ciudad de Hermosillo frente a los proceso electorales de 2009”. La tarea de resignificar conceptos y categorías de análisis desde la epistemología los lleva a trascender el par exclusión-inclusión de quienes los excluyen hacia la visión de los propios excluidos. Los resultados, poco sorprendentes porque son conocidos en la vida cotidiana hasta de nuestras colonias, arrojan variadas y repetidas expresiones de autoexclusión aun dentro del sistema de desigualdades pero que en su lógica parece irrelevante debido a que existen otras prioridades o urgencias. Algunos ejemplos tienen que ver con la falta de participación política y filiación partidista, la falta de interés en ejercer liderazgos en la colonia por lo devaluado del cargo asociado a la corrupción y al “juego de poder”; otro más es el beneficio de programas gubernamentales a los que se acogen solamente por conveniencia. De allí el uso de la exclusión por conveniencia que menciona un entrevistado. Se concluye que para “… potenciar la capacidad explicativa de los procesos de exclusióninclusión se trascienda los términos de precariedad y pobreza y se consideren parte de de una estrategia de subordinación regulada institucionalmente en el marco de la desigualdad“( p.74), asimismo, “…para entender los procesos de exclusión-exclusión desde un punto de vista menos parcial, es necesario poner atención en los discursos y prácticas sociales que no se ven, pero que dan mucha lógica a las relaciones al interior del grupo y frente a los sectores dominantes de la sociedad. Rafael Pérez Ríos2 Hacen bien los coordinadores al citar en la primera página del libro que hoy se presenta, a Robert Castel, quien advierte que "el término exclusión habría que manejarlo con infinitas precauciones" Asomarse a estas páginas a medida que se avanza en la lectura provoca la sensación de estarse acercando a terrenos ya recorridos, pero ahora, con la ayuda de visores que los hacen no reconocibles o inexplorados, que los refrescan y los hacen novedosos. Es como esto del deja vú. Esto de "me parece que ya he estado aquí pero no estoy seguro cuándo, ni por qué". Se despierta la curiosidad, el deseo de asimilar en plenitud el contenido, ansiedad en ciertos momentos, frustración e impotencia en otros, pero sobre todo la satisfacción del conocer y reconocer. Y es que efectivamente en la sociedad actual se están generando una serie de procesos que evocan a otros del pasado, pero que tienen nueva cara y que se salen de los caminos ya recorridos. Exclusión ya no es solamente un sinónimo de pobreza o de marginación. Actores sociales que se sentían cómodos en entornos confortables, han sido o arrojados del paraíso o al menos colocados en la frontera entre la inclusión y la exclusión. O tal vez se encuentran donde siempre, pero es la frontera la que se ha recorrido hasta atraparlos. No necesariamente se han vuelto pobres, pero se sienten excluidos. María Engracia Carrazco y Jaime Espinoza exploran la ciudad fragmentada, espacio en el que identifican rasgos específicos que quedan bien delineados en definiciones que si bien no llevan a la medición, a la precisión, si permiten la descripción, el relato, lo que a su vez enriquece el análisis que implícitamente invitan a realizar. El nivel de síntesis no lo identifican con una cantidad, con un número, sino con categorías que engloban a aquellos rasgos específicos. Ofrecen así, una metodología para acercarse a fenómenos muy actuales, que se presentan en espacios geográficos ubicados en distintas latitudes. Todo ello encuadrado en el fenómeno de la globalidad, en el que logran detectar ventajas. Afirman que: 2 54 Departamento de Economía. Universidad de Sonora. reperez@pitic.uson.mx Estas líneas que cito me llevan a pensar que estos procesos de los países pobres han llegado a los países ricos. Parecería que los excluidos han contagiado a quienes están "dentro". Las revueltas sociales en todo el norte de África, han surgido aparentemente de manera espontánea, para conseguir una mayor libertad, que en realidad es un mínimo de libertad y de una mejora en las condiciones de vida. Con ello, diez años después, la visión extrema del Islam, que tuvo como blanco el corazón de las finanzas en Nueva York, ha dejado de ser hegemónica. La noción de ciudadanía se ha abierto paso en medio del fanatismo, conquistando primero las plazas públicas y aspirando a definir, en forma de gobierno, el futuro de esas regiones. La noción permanente de estar excluidos en su propio país les ha llevado a reclamar su pertenencia a los espacios en que las grandes decisiones son tomadas ¿Hasta dónde este proceso ha sido alimentado desde occidente en su afán por derrumbar obstáculos que le han impedido acceder a enormes yacimientos de petróleo situados en territorios del cercano y medio oriente? Es aún muy pronto para saberlo con certeza. Lo que sí es posible observar es que la sublevación cruzó rápidamente el mediterráneo y a pesar de los cinco siglos transcurridos desde la expulsión de los moros, el contagio no pudo evitarse, tal vez porque los reinos de Castilla y Aragón no lograron erradicar por completo los lazos culturales existentes entre las dos orillas de ese mar que al mismo tiempo une y separa. Ocho siglos de dominación árabe parecen pesar más que cinco centurias en las que el intercambio de mercancías y de capitales ha llegado al punto de la globalización. Los indignados españoles son el reflejo de un orgullo herido, al sentirse excluidos del llamado primer mundo. Los habitantes de la madre patria han comprobado que la noción de Unión aún no es aplicable en estricto sentido a ese territorio llamado Europa. La Unión Europea que ni siquiera ha logrado darse a sí misma un estatuto común, que ni siquiera ha logrado votar de manera consensada una constitución, parece difuminarse o tal vez esté sufriendo una implosión, provocando la sensación de estarse consumiendo a sí misma. La indignación también ha llegado a Italia manifestándose en un clamor que reclama mayores impuestos a los más ricos. Miles de Italianos se sienten excluidos en Italia. El contagio, aún cuando aparentemente pasajero, ha cruzado el mar cantábrico para llegar a Reino Unido. ¿porque los actores de los disturbios en Inglaterra no robaron comida al romper los cristales de los grandes almacenes? ¿por qué saquearon las tiendas de computadoras y otros dispositivos electrónicos? Tal vez la simple posesión de esos objetos y la posibilidad de compartir las señales de los lejanos satélites artificiales que rondan el planeta, les hace sentir dentro de un mundo tan virtual que se les aparece como inexistente. Fotografías tomadas por cámaras de seguridad han permitido identificar no sólo a indigentes o pobres, sino también a jóvenes clasemedieros. Son ingleses que sienten no vivir en Inglaterra, no sólo por una condición económica deteriorada o por su color de piel o por su religión, sino por algo más. ¿que es ese "algo más? No ha sido explicado cabalmente hasta ahora, como tampoco lo ha sido el concepto de exclusión. El libro que hoy conocemos, me hizo evocar estos hechos que ocurren en lugares tan distantes, pero que algo tendrán que ver con la fragmentación de las ciudades. Todavía no logro entender estos sucesos, pero este libro me hace abrigar la esperanza de contar con una propuesta metodológica que puede contribuir a disminuir la ansiedad creada por lo desconocido. F. Javier Ruizlópez ...los procesos democratizadores de los países pobres obedecen a estas necesidades del mundo económico (a la globalización, paréntesis mio), más que a la madurez cívica de los pobladores....ofreciendo una dosis de poder a las comunidades en tanto que núcleos básicos y politizando a la sociedad civil. 55 Un punto recóndito del golfo de California, es el espacio en el que Jesús Enríquez y Trinidad Chávez encuentran otra expresión de la exclusión. El urbanismo defensivo que aparece tomando como pretexto protegerse contra el entorno de violencia generalizada, resaltado por la noción de turismo de segunda residencia, fragmenta la ciudad como resultado del condominio cerrado, la cerrada residencial o la privada. Señalan: Imagino Puerto Peñasco, como lo conocí hace 30 años, antes del turismo extranjero en masa y cuando aún se podía comer totoaba. Tengo la impresión de un mar en calma, un mare nostrum. Aunque no me lo proponga lo asocio con otro mar con características muy similares, en lo más recóndito del cual se libran cruentas batallas por la ausencia de democracia. Algunos de los territorios del norte de África hoy en plena revuelta, fueron colonias Francesas y por lo tanto ahí nacieron Franceses de un color de piel distinto. No pocos, migraron hacía la inclusión, algunos lo lograron. Otros a pesar de reproducirse por generaciones siguen siendo excluidos. La esperanza de concretar un gobierno que les permita alcanzar una ciudadanía plena, parece diluirse al igual que quien parecía ser el más fuerte candidato socialista, ex director del Fondo Monetario Internacional y hoy sumido en la resaca de un escándalo sexual, derivado de una supuesta agresión a una camarera proveniente Archivo del Departamento de Trabajo Social En la reorganización del espacio se establece el carácter excluyente de la globalización al privilegiarse el desarrollo de ciertos espacios, de tal forma que la ciudad y los sectores sociales se fragmentan en zonas incluidas o excluidas del dinamismo global. 56 de Guinea, en un lujoso hotel Neoyorkino. Una mujer, negra e inmigrante, es decir alguien cuando menos triplemente excluida, ha logrado excluir de parte de sus privilegios, nadie sabe si temporal o definitivamente, al máximo hacedor de las políticas financieras globales y hasta antes del suceso, casi seguro próximo presidente de una de las locomotoras económicas de la Unión Europea. Cabe de nuevo la reflexión ¿le fue tendida una trampa a tan poderoso personaje, a sabiendas de su incontrolable afición por lo que Vargas Llosa califica como derecho de pernada contemporáneo? ¿Alguien o algunos decidieron que el FMI debía renovar al menos su cúspide, en plena crisis financiera? o tal vez ¿Algunos Franceses decidieron que no debía llegar a gobernarlos un socialista con todo y ser el principal operador del llamado neoliberalismo? También es muy pronto para saberlo, pero si acaso el complot existió, una vez más África, la tierra de los excluidos, o más bien una Africana, aparece como el eslabón perdido y una vez más este libro me ayuda a percibir que el término exclusión no es precisamente algo sencillo de definir. Tendrán que pasar algunos años, probablemente décadas, para que un gran número de Europeos vuelvan a sentirse incluidos en un proyecto de Unión surgido a partir de procesos principalmente económicos. Más tiempo tendrá que pasar tal vez, para que otros Europeos dejen de sentir que personas provenientes de tierras lejanas les están excluyendo de la posibilidad de obtener un empleo. Esos Europeos que se sienten relegados por los musulmanes que habitan en el mismo espacio físico que ellos, seguirán clausurando mezquitas, prohibiendo la construcción de otras nuevas, despojando a las mujeres de los velos que su religión les impone y, Dios, como quiera que se llame, no lo quiera, seguirán viéndose tentados a empuñar una escopeta y asesinar a jóvenes de su propia raza, culpándoles de las políticas de un gobierno socialista, que según esos lunáticos, han permitido que los excluidos los excluyan a ellos. De igual manera, los llamados países del este Europeo, que fueron artificialmente incluidos en un proyecto que prometió la libertad a través de una dictadura, del proletariado pero dictadura al fin y al cabo, ahora se aferran a ser incluidos en unos niveles de bienestar que se han transformado en una utopía para sus habitantes, algunos de los cuales al sentir que la montaña no va a ellos, han decidido ir a la montaña. Sin embargo, Europa los excluye aunque habiten en ese espacio físico. Si han decidido intentar escapar de su realidad local, es porque, entre otras cosas, los habitantes de esos países fueron tardía y por tanto insuficientemente incluidos en las políticas solidarias de la Unión Europea. Llegaron tarde al reparto del bienestar y será muy difícil que, al menos en el corto y mediano plazo, vuelvan a ponerse en vigor esas derramas financieras que en el momento actual están sobre todo dirigidas al salvamento de las economías más atrasadas de la Unión. Por eso es que me llama la atención que Álvaro Bracamonte y Rosana Méndez concluyan que El desarrollo económico puede ser un factor que a la larga puede conseguir detener el éxodo de la población rural Población en condiciones rurales es la que abandonó sus territorios, ante la promesa de quedar incluidos en el proyecto de Unión Europea. La promesa no se concretó y difícil será que se concrete. Algunos ya están regresando con la desilusión a cuestas, por lo cual también será difícil lograr lo que Bracamonte y Méndez consideran el punto de partida del proceso de desarrollo local, esto es, los vínculos y arreglos entre los agentes económicos. Las reflexiones de los autores recién citados complementan y al mismo tiempo son complementados por las de Patricia Barrientos, José Angel Vera, Laura Coyotzi y Mayra Hurtado, quienes se refieren a los altos niveles de estrés e inadaptación familiar que puede provocar la discapacidad intelectual de uno de sus integrantes, en especial de uno de los hijos. Llevando el análisis al terreno social y político identifican elementos de exclusión, por origen étnico, nivel de ingreso, nivel de escolaridad y género, en acciones de política pública que en el discurso debería llevar a la inclusión, de tal manera que las estrategias de afrontamiento, cohesión, adaptabilidad, soporte social, sentido de coherencia y satisfacción a nivel familiar, son reemplazadas por una visión de desamparo, de incapacidad y alienación hacia el cambio. Bajo estas condiciones los vínculos y acuerdos entre los agentes económicos y sociales son poco factibles de ser alcanzados. En definitiva, el libro Procesos de exclusión e inclusión social. Indicadores, Conceptos, Contextos y Significados, aborda una diversidad de casos, a través de cuyo análisis ofrece respuestas a situaciones específicas, bajo la óptica del binarismo dentro/fuera. Es igualmente alentador encontrar enfoques metodológicos que vienen a alimentar nuevas visiones y por tanto a renovar el entusiasmo por la investigación en ciencias sociales. 57 58 Archivo del Departamento de Trabajo Social y Ramón Vidal Zazueta 59 60