Universidad de Sonora Heriberto Grijalva Monteverde Rector

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Universidad de Sonora
SAVIA. Año 10, No. 9, noviembre 2010-noviembre 2011,
es una publicación anual editada por la Universidad de
Sonora, a través de la División de Ciencias Sociales por
el Departamento de Trabajo Social Blvd. Luis Encinas y
Blvd. Rosales s/n, Col. Centro, C.P. 83000, Hermosillo
Sonora; Tel. (662) 2592 136, (662) 2592 157, www.uson.
mx, www.dsociales.uson.mx, www.trabajosocial.uson.
mx. Editor responsable: Carmen Cecilia Navarro Gautrin.
Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010111117020700-102. ISSN: 1870-9389; ambos otorgados
por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Licitud de
Título y Contenido: _______, otorgado por la Comisión
Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de
la Secretaría de Gobernación. Impresa por Talleres
Gráficos de la Universidad de Sonora Boulevard Rosales
y Boulevard Transversal s/n, Edificio C Planta Baja, Col.
Centro, C.P. 83000, Hermosillo, Sonora, México. Tel.
(662)259 51-76, este número se terminó de imprimir el 12
de noviembre de 2011 con un tiraje de 400 ejemplares.
Heriberto Grijalva Monteverde
Rector
Arminda Guadalupe García de León Peñuñúñri
Vicerrectora
Enrique Fernando Velázquez Contreras
Secretario Académico
División de Ciencias Sociales
Dora Elvia Enríquez Licón
Directora
Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente
reflejan la postura del editor de la publicación.
Departamento de Trabajo Social
Se autoriza la reproducción total o parcial de los contenidos
e imágenes contenidos en la presente publicación siempre
y cuando se cuente con la autorización de la Universidad
de Sonora.
María del Carmen Marmolejo López
Jefa del Departamento
Comité Editorial
Blanca Idalia Maldonado González
Graciela Ibarra López
Jacobet Rosas Yépez
Jaime Alonso Espinoza Muñiz
Joel Verdugo Córdova
Manuela Guillén Lúgigo
María Clarisa Arenas Hinojosa
María del Carmen Marmolejo López
María de los Ángeles Ruiz Hernández
María Engracia Carrazco Valenzuela
Patricia Moya Grijalva
Fotografía: Archivo del Departamento de Trabajo Social,
Dirección de Comunicación, F. Javier Ruizlópez, Manuela
Guillén Lúgigo y Ramón Vidal Zazueta.
Ilustraciones: Grabados de alumnos del maestro Carlos
Ríos Villegas, Licenciatura en Artes Plásticas de la
Universidad de Sonora.
Datos de contacto para la publicación: División de Ciencias
Sociales, Departamento de Trabajo Social; Boulevard
Rosales y Boulevard Transversal s/n, Edificio C Planta
Baja, Col. Centro, C.P. 83000, Hermosillo, Sonora, México.
Tel. (662)259 51-76 correo electrónico: revistasavia@
sociales.uson.mx.
3
Editorial
5
Análisis
El Desarrollo Social: sus orígenes y definición conceptual
Luz Bertila Galindo López
6
La mujer en la ciencia
Delisahé Velarde Hernández
Daniel González Lomelí
11
Investigación
Las políticas públicas frente a la diversidad socioespacial y simbólica
Manuela Guillén Lúgigo
Las inframicroempresas, a partir de un estudio de caso en la colonia Amapolas
de Hermosillo, Sonora, México
Germán Palafox Moyers
Benjamín Burgos Flores
Aplicación de un LMS como herramienta de b-learning en estudios de posgrado
Eufrasio Pérez Navío
Laura Herrera Corona
Guadalupe Aurora Maldonado Berea
Norma Elena Mendoza Zaragoza
Desde la intervención
Análisis de la intervención de Trabajo Social en una institución cultural de
Hermosillo, Sonora, México
Graciela Ibarra López
Rosa María Islas Durón
Miscelánea
Trabajo social e historia oral, apuntes para una coincidencia: intervención
con adultos mayores
Joel Verdugo-Córdova
Reseñas
Procesos de exclusión e inclusión social. Indicadores, conceptos,
contextos y significados
Cristina Martínez Rascón
Rafael Pérez Ríos
4
16
25
33
42
47
52
Editorial
Con el número nueve, a diez años de su publicación, la revista Savia cumple con el objetivo
de consolidarse como un órgano de difusión del Departamento de Trabajo Social de la
Universidad de Sonora. La revista, durante este tiempo, ha albergado una serie de artículos
de reflexión y análisis que versan sobre el objeto de intervención, propuestas metodológicas,
resultados de investigación y de experiencias sistematizadas del quehacer profesional del
trabajo social.
Savia, también en este número, cumple con el propósito original que le dio vida al
constituirse como un espacio de encuentro para la construcción y comunicación del saber
especializado del campo disciplinar y de otros saberes interdisciplinarios que coadyuvan al
desarrollo y maduración de la especificidad del Trabajo Social. Es así, que en sus páginas
encontraremos aportaciones de académicos, investigadores y profesionales del ámbito de
ciencias sociales, quienes, al igual que en años anteriores comparten los resultados de su
trabajo.
La revista Savia en esta ocasión dedica su espacio al tema Política Social y Desarrollo
Social, binomio que por su propia naturaleza está entre las prioridades del debate continuo
que, acerca del desarrollo, impulsan los organismos internacionales y nacionales,
convirtiéndose, por tanto, en obligado objeto de análisis de las diversas disciplinas en las
que se incluye el Trabajo Social.
Las aportaciones que los autores hacen para este número, van desde el análisis del origen
y definición del concepto de Desarrollo Social, hasta el estudio acerca de la participación
de la mujer en la ciencia, la reflexión sobre la implementación de las políticas públicas del
combate a la pobreza, la promoción de políticas del impulso de la micro, pequeña y mediana
empresa como generadoras de empleo e ingresos de subsistencia. De igual manera se incluye
un ensayo que versa sobre la evaluación de la metodología, la propuesta pedagógica y la
incorporación de la tecnología en un programa de posgrado.
La intervención del trabajo social se aborda desde el ámbito de la cultura y de la propuesta
de incorporar la historia oral como estrategia para la recuperación de testimonios para su
análisis.
Finalmente, Savia cierra este número compartiendo la reseña del libro Procesos de
Exclusión e Inclusión Social. Indicadores, Conceptos, Contextos y Significados.
5
Análisis
El Desarrollo Social:
sus orígenes y definición conceptual
Luz Bertila Galindo López*
Ramón Vidal Zazueta
Orígenes y antecedentes
Para comprender el concepto de Desarrollo Social
se requiere conocer sus orígenes históricos más
inmediatos; es en este sentido que, a continuación, se
ofrece la información rescatada a través del análisis
realizado de diferentes fuentes secundarias.
En la década de los años cincuenta y sesenta,
el desarrollo se entendió prácticamente como un
sinónimo de crecimiento económico. El ser humano
fue considerado como un factor más de producción,
es decir, como un medio para alcanzar un crecimiento
económico mayor. El indicador por excelencia del
desarrollo fue el producto interno bruto. En esta
perspectiva, el crecimiento debería asimilar a todos los
pobres y marginados; esto es, habría excluidos sólo si
no se insertaban en el proceso del crecimiento formal
de la economía.
En el periodo de los años setenta y ochenta, aunque
la desigualdad se profundiza con la crisis, siguió
permeando el concepto de crecimiento económico como
medida del desarrollo. La diferencia de este periodo con
el anterior es que ya el indicador para medir el desarrollo
no fue el producto interno bruto, sino el producto interno
per cápita.
En otra vertiente, los antecedentes del Desarrollo
Social los encontramos en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948. En el mes de diciembre
de este año, la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de
Derechos Humanos. En este documento, la dimensión
humana es colocada en el centro del debate.
Así, con respecto al derecho a la educación, se
especificó que la instrucción elemental sería gratuita
y obligatoria, que la formación técnica y profesional
habría de ser generalizada y que el acceso a los
estudios superiores sería igual para todos en función
de los méritos respectivos. En este mismo sentido, se
manifestó que toda persona tiene derecho a formar
parte de la vida cultural de la comunidad, a gozar de
las artes y a participar en el progreso científico y de
los beneficios que de él resulten.
*
Maestría en Política y Gestión del Desarrollo Social. Universidad de Sonora. lgalindo@sociales.uson.mx
6
Igualmente, en la Declaración de 1948 se incluyó
el derecho de las personas a acceder al trabajo bajo
condiciones equitativas y satisfactorias. De éste se
derivaron los siguientes: derecho a un nivel de vida
adecuado que le asegure al trabajador y a su familia
la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia
médica y los servicios sociales necesarios; protección
contra el desempleo, derecho a los seguros en caso de
enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad.
Otros derechos son los de carácter político y de
equidad de género. En la declaración se hizo hincapié
en la necesidad de preservar los derechos políticos,
civiles y de justicia de todas las personas. En este tenor
se incluye: salvaguardar la libertad, el derecho de asilo,
el derecho a elecciones democráticas, el ejercicio de
la libertad de expresión y la igualdad de hombres y
mujeres.
A partir de la suscripción de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos de 1948 por parte de los
países miembros, la Organización de la Naciones Unidas
(ONU) llevó a cabo una serie de convenciones, pactos
y protocolos con la intención de ampliar los derechos
de las personas y buscar su cumplimiento. Entre éstos
se encuentran la Convención Internacional sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial (1965), el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (1966), el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) y la
Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer (1979). Además, el 13
de mayo de 1968 en Teherán, Irán, se celebró la Primera
Conferencia Internacional de Derechos Humanos para
examinar los progresos logrados en los veinte años
transcurridos desde la aprobación de la Declaración
Universal de Derechos Humanos de 1948 y preparar
un programa para el futuro. Entre otros asuntos, la
Conferencia Internacional exhortó a todos los pueblos y
gobiernos a consagrarse a los principios contenidos en la
Declaración Universal de Derechos Humanos y redoblar
sus esfuerzos para ofrecer a todos los seres humanos una
vida libre y digna que les permitiera alcanzar un estado
de bienestar físico, mental, social y espiritual.
Posteriormente, el 25 de junio de 1993, los
representantes ante la ONU de 171 países adoptaron por
consenso la Declaración y Programa de Acción de Viena
de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos;
en ésta se presentó a la comunidad internacional un
plan común para fortalecer la labor en pro de los
derechos humanos en todo el mundo. La conferencia,
en su declaración y programa de acción, manifestó
que los derechos a la educación, la capacitación y la
información pública eran esenciales para promover
y lograr relaciones estables y armoniosas entre las
comunidades, así como para consolidar la comprensión
mutua, la tolerancia y la paz.
La Conferencia Mundial de los Derechos Humanos
de Viena amplió la perspectiva de los derechos humanos
declarados en 1948. Entre los acuerdos novedosos se
aprobaron acciones para:
Proscribir todas las manifestaciones xenofóbicas y
otras formas de intolerancia; garantizar el derecho
humano de los trabajadores migrantes y de sus
familias; garantizar la igualdad de condición y
los derechos humanos de la mujer; promover el
respeto al derecho del niño, a su supervivencia
y protección y el desarrollo de su participación;
erradicar la práctica de la tortura; promover y
fomentar la comprensión mutua, la tolerancia y
la paz como parte de la educación en Derechos
Humanos; promover y proteger los derechos de
las personas pertenecientes a minorías nacionales
étnicas, religiosas y lingüísticas; adoptar medidas
tendientes a promover la democracia, el desarrollo
y los derechos humanos. (Organización de las
Naciones Unidas, 1993)
En el mes de marzo del año de 1995, en la ciudad de
Copenhague, Dinamarca, se realizó la Cumbre Mundial
Sobre Desarrollo Social. En su declaración, se evidencia
que por primera vez se reconoce la importancia del
desarrollo social y el bienestar de la humanidad. El
compromiso adoptado por la comunidad internacional
fue crear un entorno económico, político, social, cultural
y jurídico que permitiera lograr el desarrollo social en
los siguientes ámbitos:
1. Erradicar la pobreza en el mundo mediante
una acción nacional enérgica a través de la
cooperación internacional.
2. Promover el objetivo del pleno empleo como
prioridad básica de las políticas económicas
y sociales y preparar a todas las mujeres y
hombres para conseguir medios de vida seguros
7
y sostenibles mediante el trabajo y el empleo
productivos elegidos libremente.
3. Promover la integración social fomentando
sociedades estables, seguras y justas, basadas en
la promoción y protección de todos los derechos
humanos, así como en la no discriminación, la
tolerancia, el respeto de la diversidad, la igualdad
de oportunidad, la solidaridad, la seguridad y la
participación de todas las personas, incluidos
los grupos y las personas desfavorecidos y
vulnerables.
4. Promover el pleno respeto de la dignidad humana
y lograr la igualdad y la equidad entre el hombre y
la mujer y reconocer y aumentar la participación
y la función directiva de la mujer en la vida
política, civil, económica, social y cultural.
5. Promover y lograr los objetivos del acceso
universal y equitativo a una educación de
calidad, el nivel más alto posible de salud física
y mental y el acceso de todas las personas a
la atención primaria de la salud, procurando,
de modo especial, rectificar las desigualdades
relacionadas con la situación social, sin hacer
distinción de raza, origen nacional, sexo, edad
o discapacidad; respetar y promover culturas
comunes y particulares; procurar fortalecer la
función de la cultura en el desarrollo; preservar
las bases esenciales de un desarrollo sostenible
centrado en las personas y contribuir al pleno
desarrollo de los recursos humanos y al desarrollo
social.
6. Acelerar el desarrollo económico, social y
humano de África y de los países menos
adelantados.
7. Velar porque los programas de ajuste estructural
que se acuerden incluyan objetivos de desarrollo
social, en particular la erradicación de la pobreza,
la generación de empleo pleno y productivo y la
promoción de la integración social.
8. Aumentar sustancialmente o utilizar con mayor
eficacia los recursos asignados al desarrollo
social con objeto de alcanzar los objetivos de
la Cumbre mediante la acción nacional y la
cooperación regional e internacional.
19. Mejorar y fortalecer con espíritu de
coparticipación el marco de la cooperación
internacional, regional y subregional para el
desarrollo social por medio de las Naciones
Unidas y de otras instituciones multilaterales.
Para cumplir con los compromisos anteriores, la
asamblea de la ONU resolvió establecer las siguientes
políticas:
a. Un entorno propicio para el desarrollo social.
b. Erradicación de la pobreza.
c. Creación de empleo productivo y reducción del
desempleo.
d. Integración social.
En la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social
se hizo explícito que se recogían los compromisos de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 y que las propuestas y acciones
tuvieron como guía, entre otras, la Declaración
de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en el año de 1993.
Posterior a la Cumbre de Copenhague, en el
vigésimo cuarto periodo extraordinario de sesiones, la
Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas,
además de ratificar los acuerdos de la Cumbre realizada
en Dinamarca y evaluar sus resultados, aprobó nuevas
propuestas de iniciativas en pro del desarrollo social.1
En esta asamblea emergieron nuevos enfoques, tales
como la exclusión, la inclusión, la cohesión social y la
asistencia social.
Definiciones conceptuales
Una vez concluida esta sucinta recopilación de los
acuerdos tomados por los países miembros de la
Organización de las Naciones Unidas al interior de
las cumbres, protocolos, conferencias y declaraciones
realizadas en pos de mejorar las propuestas en torno de
los derechos de las personas, nos abocamos a investigar
sobre las definiciones conceptuales elaboradas acerca
del Desarrollo Social.
En el documento Desarrollo Social, del Centro de
Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara
de Diputados del Congreso de la Unión de los Estados
Unidos Mexicanos (2006), se señala que:
8
Archivo del Departamento de Trabajo Social
El desarrollo social es un proceso de promoción
del bienestar de las personas en conjunción con un
proceso dinámico de desarrollo económico, que, en
el transcurso del tiempo, conduce al mejoramiento
de las condiciones de vida de toda la población en
diferentes ámbitos: salud, educación, nutrición,
vivienda, vulnerabilidad, seguridad social, empleo,
salarios, principalmente. Implica también la
reducción de la pobreza y la desigualdad en el
ingreso. En este proceso, es decisivo el papel del
Estado como promotor y coordinador del mismo, con
la activa participación de actores sociales, públicos
y privados.
gratuita, un nivel de vida que garantice la salud, la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia
médica y los servicios sociales necesarios.
Otro referente acerca de la definición del concepto
la ubicamos en la Ley General de Desarrollo Social de
México. En el artículo 1.º se define como: “Garantizar
el pleno ejercicio de los derechos sociales consagrados
en la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, asegurando el acceso de toda la población
al desarrollo social”.
Por su parte, Rosalba Carrasco (1998: 4-13)
considera que el Desarrollo Social es:
En el mismo documento, se indica que:
Un proceso de carácter integral que implica avanzar
simultáneamente en los ámbitos del crecimiento
económico, el bienestar social, la protección
del medio ambiente y la consolidación de la
democracia. Este exige la creación de instituciones
democráticas, el respeto de todos los derechos
humanos y libertades fundamentales; el aumento de
oportunidades económicas equitativas, el respeto a
la diversidad cultural, el derecho de las personas a
El enfoque de los derechos humanos se ha constituido
en un referente de las políticas sociales, en particular
los derechos humanos de segunda generación que se
definen como los derechos económicos, sociales y
culturales, debido a los cuales, el Estado de Derecho
pasa a una etapa superior, es decir, a un Estado
Social de Derecho”. Entre los derechos sociales
figuran la seguridad social, el trabajo, la formación
de sindicatos, la educación primaria y secundaria
9
pertenecer a minorías y la participación activa de la
sociedad civil. El Desarrollo Social puede entenderse
como un proceso dinámico centrado en los seres
humanos, orientado al mejoramiento constante de
las condiciones y la calidad de vida de la población
y que requiere de un entorno económico y político
favorable.
Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública.
Desarrollo Social. (s.f.). Consultado el 30 de
agosto 2011. Disponible en: http://archivos.
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Diario Oficial de la Federación. (2004). Ley General
del Desarrollo Social. México. Consultada el 30
de agosto de 2011. Disponible en http://www.
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Diario Oficial de la Federación. (2008). Programa
Nacional de Derechos Humanos. Consultado el
30 de agosto de 2011. Disponible en: http://dof.
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cha=29/08/2008.
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Internacional de Derechos Humanos. Consultada
el 3 de septiembre de 2011. Disponible en: http://
www.tc.gob.pe/tratados/uni_ddhh/instru_alca_
gene2/teheran.pdfOrganización de las Naciones
Unidas. (2000). Cumbre Mundial de Desarrollo
Social. Consultada el 30 de agosto de 2011.
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Consultada el 30 de agosto de 2011. Disponible
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Organización de las Naciones Unidas. (s.f.). Conferencia
Mundial de Derechos Humanos. Consultada el
30 de agosto de 2011. Disponible en: http://www.
un.org/spanish/esa/devagenda/humanrights.html
Organización de las Naciones Unidas. (s.f.). Declaración
Universal de Derechos Humanos. Consultada el
30 de agosto de 2011. Disponible en: http://www.
un.org/es/documents/udhr/
Provencio, E. (2008). Seminario Enfoques del
Desarrollo Social. Maestría en Políticas y
Gestión del Desarrollo Social. Universidad de
Sonora. Hermosillo, Son., 20-21 de marzo.
Por nuestra parte, y a manera de conclusión,
consideramos que de las propuestas de la ONU es
posible colegir la siguiente definición de Desarrollo
Social:
Mejorar las condiciones de vida de la población y
proporcionarle los medios de participar plenamente
en las esferas económica, política y social. Adoptar
medidas destinadas a afianzar la democracia y la
transparencia en la toma de decisiones y a garantizar
el imperio de la ley y la rendición de cuentas
de las instituciones gubernamentales. Promover
la potenciación de la mujer y la igualdad entre
los géneros. Fomentar la paz y la seguridad y el
respeto de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales, incluido el derecho al desarrollo,
así como la tolerancia y el respeto a la diversidad
cultural y étnica.
Notas
1
Resolución Nuevas iniciativas en pro del Desarrollo Social
aprobada por la Asamblea General de la Organización de
las Naciones Unidas en la Décima Sesión Plenaria del
1 de julio de 2000. Consultada el 5 de mayo de 2009.
Disponible en: http://www.cinu.org.mx/temas/desarrollo/
dessocial/cumbre/cumbredessocial2000.
Bibliografía
Asamblea General de la Organización de las Naciones
Unidas. (2000). Nuevas Iniciativas en pro del
Desarrollo Social. Consultada el 30 de agosto
de 2011. Disponible en: http://www.cinu.
org.mx/temas/desarrollo/dessocial/cumbre/
cumbredessocial2000.pdf
Carrasco, R. (1998). Retos del desarrollo social en
México. En Trabajo Social, 21. México: Escuela
Nacional de Trabajo Social.
10
La mujer en la ciencia
Delisahé Velarde Hernández*, Daniel González Lomelí**
Resumen
Una de las grandes transformaciones de la educación
en los últimos años se ha dado en el nivel superior,
donde la presencia femenina ha tenido una progresión
sostenida. Pocos son los cambios sociales que muestran
el ritmo de crecimiento de la población femenina en las
universidades; incluso su creciente incorporación en
el sistema educativo pasó prácticamente inadvertida
durante muchos años. Al tiempo que se desarrolla la
instrucción femenina en el nivel superior se transforma
su significado: en la actualidad, el paso de las mujeres
por la universidad ya no tiene un valor meramente
doméstico. Por el contrario, las mujeres se incorporan
a los estudios superiores con nuevas miras, buscando
ejercer sus conocimientos en los espacios públicos y en
el mercado de trabajo. No obstante la ampliación de la
matrícula educativa femenina y su ritmo de crecimiento,
los destinos educativos de hombres y mujeres no se
igualan.
Dirección de Comunicación
Abstract
One of the big transformations of the education in the
last years has been given in the top level, where the
female presence has followed an infallible progression.
Few ones are the social changes that show the pace of
growth of the female population in the universities; even
his increasing incorporation in the educational system
slipped by for many
years. At the time that
the female instruction
develops in the top level
his meaning transforms:
at present, the step of
the women along the
university does not
have already a merely
domestic value. On the
contrary, the women
join to the top studies
with new gun-sights,
seeking to exercise his
knowledge in the public
spaces and on the labor
market. Nevertheless
the extension of the
educational female
matriculation and his
pace of growth, the
educational destinations
of men and women are
not equal.
*
Difusión y Vinculación de la Dirección de Investigación y Posgrado. Universidad de Sonora. dvelarde@investigacion.uson.mx
**
Maestría en Innovación Educativa. Universidad de Sonora. dgonzalez@psicom.uson.mx.
11
El acelerado avance científico y tecnológico
representa uno de los principales desafíos que la
comunidad mundial debe enfrentar; sin embargo,
cuando se habla de mujeres y ciencia, la reacción
inmediata es la de indicar la escasa presencia de éstas
en el desarrollo científico; a lo cual aparece de forma
notoria y consistente una diferencia numérica respecto
a los hombres de ciencia exitosos. En este sentido, la
historia deja de manifiesto cómo las oportunidades
de las mujeres han cambiado con el tiempo y con las
barreras estructurales e institucionales existentes desde
el nacimiento de la ciencia moderna. De esta manera el
acceso a las instituciones científicas estuvo restringido
a las mujeres hasta fechas muy recientes; siendo en la
segunda mitad del siglo pasado cuando las mujeres
logran acceder a espacios antes vedados para ellas, por
lo que en nuestros tiempos cada vez son más las mujeres
que trabajan fuera del hogar; las que se convierten
en proveedoras o contribuyentes absolutas de sus
familias; las que se independizan económicamente; las
que ocupan responsabilidades y encuentran legítimos
espacios de realización en la vida laboral.
De acuerdo con Hierro (1998) en el siglo XVIII, la
inquietud intelectual de las mujeres empieza a surgir,
esto se hace evidente en las escuelas para mujeres que
surgen en ese siglo. No obstante dichas instituciones
perseguían los mismos objetivos educativos: la
formación de mujeres madres y esposas. No existía la
idea que las mujeres se educaran para desarrollar sus
propias capacidades y para contribuir al desarrollo social;
por lo cual las mujeres de escasos recursos se les ofrecía
adiestramiento como artesanas, educadoras de jardín de
niños y maestras de primaria. Asimismo, con la apertura
en 1869 de la Escuela Secundaria para Señoritas también
surgieron escuelas técnicas de carreras femeninas, todas
éstas extensiones de las labores domésticas: bordado,
costura, relojería, etcétera. De igual forma, Hierro señala
que el pensamiento conservador no fue favorable para
la educación de las mujeres, tal y como hace patente
la revista La Mujer Mexicana, publicación mensual
científico-literaria de la época dedicada a la evolución,
progreso y perfeccionamiento de la mujer mexicana;
además de destacar la importancia de la profesión
femenina de maestra; compensando su escaso sueldo
y reconocimiento social con homenajes póstumos.
Sin embargo las mujeres que asistieron a la Escuela
Secundaria para Señoritas pronto manifestaron otras
inquietudes vocacionales, pues no todas deseaban
ser maestras. Muchas aspiraban a ser científicas,
agricultoras y mujeres de negocios. Las directoras de
los planteles pidieron a los dirigentes que se ampliara
el número de carreras pero no se atendió la solicitud.
Sin embargo, la lucha continuó y Matilde Montoya fue
la primera mujer, que rompiendo los prejuicios, estudió
medicina. Para 1904 ya había tres doctoras practicando
medicina en la ciudad de México. La primera abogada
fue María Sandoval Zarco.
En el siglo XIX ya se hacía oír la voz femenina.
Las mujeres pedían en los editoriales de La Mujer
Mexicana mejores oportunidades educativas, salarios
dignos y reformas al Código Civil que mejoraran
su condición. Para 1904 sería cuando las féminas
ingresan a las Escuelas Superiores. Fueron las maestras
mexicanas, que estudiaron en las escuelas vocacionales
y normales a principios del siglo XX, las que cambiaron
la fisonomía de las mujeres mexicanas a través de su
acción revolucionaria. Un grupo importante de mujeres
participó activamente en la Revolución de 1910. Asisten
al Primer Congreso Feminista de Yucatán en 1916;
apoyan el constitucionalismo de 1917 y contribuyen al
proyecto educativo nacional de José Vasconcelos. Son
ellas las que abrieron el camino de la educación superior
para las mujeres, y su movimiento político culmina en
la figura de Rosario Castellanos, la maestra feminista
que escribe el primer ensayo filosófico defendiendo el
derecho de la mujer mexicana a la cultura: Sobre cultura
femenina, en 1950 (Hierro, 1998).
En nuestros días ya no se puede hablar de exclusión
explícita de las mujeres de las universidades y los centros
de investigación. Ni siquiera del peso ideológico de la
convicción de que la mujer sea intelectualmente inferior
al hombre, ya que en algunos países occidentales,
principalmente los más desarrollados, la proporción
de mujeres entre los estudiantes de educación superior
rebasa al porcentaje de varones. Tal es el caso de
Estados Unidos, donde las mujeres representan 57%,
y Europa con una proporción similar que va desde
54% en España hasta 60% de mujeres en Suecia. En
la Federación de Rusia y en Australia hay también una
proporción elevada de mujeres en educación superior:
57% y 54%, respectivamente (De Miguel, 2009). En
México, para el ciclo escolar 2008-2009 las mujeres
representaron 50.2% de la matrícula de educación
superior y, de manera particular, en Sonora la proporción
fue de 48.2% (Secretaría de Educación Pública [SEP]
2009) lo cual hace visible la presencia femenina en
este sector educativo. No obstante, la ampliación de la
matrícula educativa femenina y su ritmo de crecimiento,
12
los destinos educativos de hombres y mujeres no se comparan. En este sentido, es interesante observar cómo la
presencia femenina ha crecido, en términos relativos, en disciplinas tradicionalmente masculinas. Hoy en día, a pesar
de que áreas como las ciencias agropecuarias, ciencias naturales y exactas, ingeniería y tecnología, siguen teniendo
un predominio masculino, el incremento de la participación femenina en esas áreas es importante. En el resto de las
áreas de estudio también ha aumentado la participación de las mujeres, aunque no de manera tan destacada.
En la composición por género la Figura 1 muestra que en el 2004 las áreas, predominantemente femeninas de la
población escolar de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos, fueron las de educación y humanidades,
las de ciencias de la salud y las de ciencias sociales y administrativas; en estas áreas las mujeres representan 66.9, 62.8
y 58.1 por ciento de los matriculados, respectivamente. Por el contrario, la matrícula masculina supera a la femenina
en las carreras identificadas con las ciencias agropecuarias, las ingenierías y tecnología, y las ciencias naturales y
exactas, 69.5, 69.0 y 51.1 por ciento, respectivamente.
Figura 1. Distribución porcentual de la población escolar de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos según áreas de estudio,
por género , 2004.
30.5
Ciencias agropecuarias
Ciencias de la salud
69.5
62.8
37.2
48.9
51.1
Ciencias naturales y exactas
Ciencias sociales y
administrativas
41.9
Educación y humanidades
31.0
0.0
20.0
40.0
Hombres
66.9
33.1
Ingeniería y tecnología
Mujeres
58.1
69.0
60.0
80.0
100.0
Fuente: Anuario Estadístico. Población escolar de licenciatura en universidades e institutos tecnológicos, 2004. En: Asociación Nacional
de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) (2004).
De igual forma, y a pesar del paulatino incremento de la presencia femenina en posgrados y el descenso de la
participación de los varones, aún se observa un predominio masculino en la matrícula escolar. En el ámbito de posgrado
todavía existe cierta concentración de mujeres en áreas que requieren habilidades o destrezas consideradas femeninas.
De hecho, la composición por sexo de la población estudiantil en las distintas áreas de estudio en este nivel es muy
similar a la de licenciatura. La Figura 2 muestra una mayor participación femenina en educación y en humanidades.
A su vez, se aprecia la creciente presencia de las mujeres en el ámbito de las ciencias, especialmente en las
sociedades modernas y de mayor desarrollo. En México el porcentaje de mujeres de ciencia que pertenecen al Sistema
Nacional de Investigadores (SNI) es de 34%. Y, en el caso de la región noroeste las mujeres representan 29.6%. En
relación al ámbito estatal, Sonora cuenta con 35.2% de investigadoras adscritas a SNI (Dirección de Investigación y
Posgrado, 2011) y, en la Universidad de Sonora constituyen 29.5% de las académicas dedicadas a la ciencia (Dirección
de Planeación, 2011); no obstante, aún resulta visible el predominio masculino.
13
Figura 2. Distribución porcentual de la población escolar en posgrado según áreas de estudio, por género , 2004.
32.3
Ciencias agropecuarias
67.7
48.2
51.8
Ciencias de la salud
41.9
Ciencias naturales y exactas
58.1
Mujeres
45.7
54.3
Ciencias sociales y administrativas
Educación y humanidades
41.4
58.6
29.1
Ingeniería y tecnología
0.0
20.0
40.0
Hombres
70.9
60.0
80.0 100.0
Fuente: Anuario Estadístico. Población escolar de posgrado, 2004. En: Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación
Superior (ANUIES) (2004).
y superior, así como la eliminación de estereotipos de
género que permitan la erradicación de la prácticas
discriminatorias hacia las mujeres, prejuicios que
desde la niñez se les asigna un papel de inferioridad y
subordinación en todas las esferas de la vida cotidiana.
Por su parte, el Programa Nacional de Educación
2001-2006 (SEP, 2001), como parte de sus objetivos
estratégicos estableció ampliar el sistema de educación
superior privilegiando la equidad, con el fin de garantizar
la igualdad en el acceso a las oportunidades educativas,
particularmente de buena calidad, y a la posibilidad de
que los estudiantes concluyeran oportunamente sus
estudios, para lo cual se desarrollaron políticas para
propiciar la ampliación de la matrícula con equidad,
alentando una mayor participación de los jóvenes
provenientes de los sectores más desfavorecidos, de las
mujeres dentro de cada uno de ellos y de las diferentes
culturas y lenguas; a partir de acciones específicas
implementadas desde la Secretaría de Educación
Pública como el Programa Nacional de Becas para
la Educación Superior (Pronabes) y el Programa de
Ampliación de la Oferta Educativa. En consecuencia,
En tal contexto, la educación superior constituye
uno de los activos más valiosos de la sociedad
contemporánea para impulsar el desarrollo de un país y,
por tal motivo, representa un medio de suma importancia
para el acceso de las mujeres a mayores oportunidades
de participación económica, social, política y cultural;
así como en la toma de decisiones.
En este sentido, a pesar del crecimiento progresivo
de la participación de la mujer en el ámbito profesional
y laboral, aún persisten rezagos e inercias en ciertos
rubros, entre los que se encuentran la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres en materia de
educación; por lo que el Gobierno de la República,
como parte de las acciones contempladas dentro del
Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 (SEP, 2007),
se compromete a lograr la equidad entre mujeres y
hombres a partir de la incorporación de la perspectiva
de género de manera transversal en cada uno de los ejes
que conforman este Plan. De esta forma el primer paso
es garantizar la igualdad en el acceso a los servicios de
salud y educativos. Una de las estrategias es promover
el acceso de las mujeres a la educación media superior
14
Bibliografía
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Principales cifras: Ciclo Escolar 2008-2009.
Disponible en: www.sep.gob.mx/. Consultado
el día 16 de mayo de 2011.
Dirección de Comunicación
las políticas nacionales y estatales en favor de la equidad
de la educación superior han logrado en los últimos
años aumentar sistemáticamente la participación de
las mujeres en la matrícula del sistema de educación
superior, incluso en carreras que tradicionalmente
habían sido consideradas como masculinas, a la
vez que resulta una prueba indiscutible que se están
aprovechando las oportunidades que brinda el sistema
de educación superior en una proporción equivalente a
la que lo hacen los hombres.
Así, una de las fortalezas de la política nacional,
en materia de educación superior, es la continuidad
de programas que, desde la década de los ochenta,
han tenido entre sus objetivos centrales en materia de
cobertura, diversificación, federalismo descentralizador,
equidad, calidad, pertinencia, gestión, planeación,
evaluación y coordinación; evidenciados en los
programas de desarrollo del sector educativo (Rubio,
2006).
Ante esto, ahora que el país necesita tanto del
desarrollo científico y tecnológico, es más necesario
que nunca aprovechar el talento de hombres y mujeres
para aportar ideas que hagan de la ciencia y la
tecnología el motor para el desarrollo del país, a partir
del reconocimiento e incorporación de la mujer en
diferentes ámbitos de la vida social, cultural, política
y económica.
15
Investigación
Las políticas públicas frente a la diversidad
socioespacial y simbólica
Manuela Guillén Lúgigo
Manuela Guillén Lúgigo*
Resumen
El presente trabajo tiene el propósito de reflexionar
sobre la diversidad y heterogeneidad simbólica de los
contextos de segregación urbana, a los cuales están
dirigidos gran parte de los programas de combate a la
pobreza. En particular nos interesa reflexionar en torno
a algunas de las implicaciones prácticas y simbólicas
de dicha diversidad, encontradas en dos barrios de la
periferia de Hermosillo. Dichos barrios constituyeron
el escenario de una investigación realizada con el
propósito de identificar las representaciones sociales
que se construyen en escenarios de segregación urbana.
*
Abstract
The purpose of this paper is to reflect about the diversity
and symbolic heterogeneity in urban segregated contexts,
to which most of the programs to alleviate poverty are
aimed. Specially, we are interested in reflecting about
some practice and symbolic implications of such
diversity that were found in two neighborhoods of the
periphery of Hermosillo. The mentioned neighborhoods
were the scenery of a research, which purpose was
to identify the social representations built in urban
segregated spaces.
Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. mguillen@sociales.uson.mx
16
Introducción
La inserción de México en el mercado global ha
implicado no solamente una relación comercial
desigual, también ha generado cambios socioculturales
importantes en distintas esferas. En el caso de México
se han producido reconfiguraciones económicas que han
traído de la mano nuevas formas de trabajo, implicadas
en procesos socioculturales complejos, en los que lo
tradicional y lo moderno, lo global y lo local, adquieren
una específica concreción histórica.
En este aspecto de la globalización cohabitan el
azadón con el microchip, las formas indígenas de
organización y representación simbólica del trabajo
con pautas laborales estandarizadas globalmente por
compañías transnacionales. Los contrastes geográficos
tan sorprendentes en la geografía mexicana no son
menores en su geografía humana y en su tejido social.
A decir de Roberto Zallo (2000), el paradigma de la
globalización es insuficiente para explicar los cambios
sociales en curso porque —entre otros factores— la
configuración de tendencias específicas, como la
diversidad cultural y las economías regionales, suponen
contratendencias relativamente compensatorias de
la globalización. Con esto se refiere que muchos de
los cambios sociales y económicos, que tienen lugar
en los territorios, no se derivan de la mundialización
sino a pesar de ella. Lo anterior por el impulso del
deseo humano de gestionar lo cercano, su convivencia,
identidad y bienestar. De ahí la importancia de considerar
que los territorios, más que espacios geo-espaciales,
constituyen espacios de la identidad, anclados en gran
medida en la historia y cultura comunes que dan lugar a
sentidos de pertenencia, identificación y diferencia. En
la perspectiva del autor citado, tanto la identidad como
el territorio han de reconocerse como temas centrales
del presente, ya que permiten identificar la mirada de
una comunidad sobre sí misma y sobre las demás, así
como los valores en los que se reconoce y los niveles
de confianza para enfrentar futuros de riesgo.
Zallo (2002) también plantea que en los tiempos
actuales resulta difícil el papel de los territorios y las
políticas regionales, dado que en la globalización los
ámbitos global, estatal y metropolitano tienen mayor
peso en el mundo. Esto en virtud que en la forma actual
de mundialización económica y comunicativa no se da
prioridad a las regiones interiores de los Estados.
En la perspectiva de Teresa Llorens Carbonell
(2009), tanto los procesos migratorios como el
incremento de la diversidad constituyen algunos de
los principales factores del cambio social actual en el
contexto de la globalización, que tienen su principal
expresión en las localidades municipales. El prisma
desde el cual se analiza la relación global-local, coloca
a las políticas públicas como centro neurálgico para
la toma de decisiones que favorezcan la integración y
convivencia ciudadanas, todo para garantizar el respeto
a los derechos y deberes, la igualdad de oportunidades
y el acceso a los servicios y recursos sociales. Llorens
Carbonell indica que estos factores tienen un origen
global pero consecuencias locales, como pueden ser “la
percepción de la pérdida de la identidad simbólica del
barrio por la llegada de nueva población o la distinta
concepción que unos y otros tenemos del uso del espacio
público, de la calle y las plazas” (Llorens, 20).
Aunque el referente de esta autora es la sociedad
española del Siglo XXI, podemos encontrar algunos
paralelismos con las realidades Latinoamericanas,
sopesadas las diferencias económicas, socioculturales
y políticas. En México, por ejemplo, tanto el aumento
significativo de las migraciones hacia los Estados
Unidos de Norteamérica, como los flujos migratorios
internos, constituyen una de tantas evidencias de los
efectos de la globalización. No obstante es importante no
desestimar que también suponen fenómenos vinculados
a condiciones específicas, como la desigualdad y la
pobreza que enfrentan amplios grupos de la población.
Esta condición particular (la de la pobreza), ha
estado presente en la agenda política mexicana y se
han diseñado distintas estrategias de política pública
para atenuarla, específicamente a partir de 1982, cuando
el gobierno mexicano las reorientó a los grupos más
vulnerables, sobre la base de un criterio selectivo. No
obstante los distintos programas y acciones realizados
con tal propósito, sólo muy parcialmente, han logrado
sus objetivos. Lo cual es evidente cuando Organismos
como la CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación
de la Política de Desarrollo Social) ha reportado que la
población en condición de pobreza en el país aumentó
de 44.5% a 46.2%, lo que corresponde a un incremento
de 48.8 millones de personas en situación de pobreza a
52.0 millones entre 2008 y 20101.
A nuestro parecer un elemento de nodal importancia,
entre muchos otros, que influyen en el fracaso (o logro
parcial) de las políticas de combate a la pobreza, tiene
que ver con la homogeneidad de las mismas. Es decir
son políticas aplicadas sin considerar las diferencias
y particularidades (y diversidad) de los entornos
17
locales en los que se ponen en práctica. Pensemos,
por ejemplo, en los entornos espaciales donde habitan
personas y familias procedentes de diversas zonas del
país, con distintas cosmovisiones, ancladas en prácticas
y significados de orden étnico, religioso, político,
etcétera. O pensemos en las asincronías existentes
entre “la dimensión cultural, el imaginario sobre la
familia de instituciones y personas, y las estructuras
y funcionamientos de las familias reales” (Arriagada,
I.16), las cuales se han diversificado en los últimos años,
tanto en su composición como en su funcionalidad2. El
componente identitario y simbólico, en estas nuevas
realidades y contextos (lo que se considera más o
menos importante por parte de los destinatarios de los
distintos programas, las posibilidades y capacidades
para “aplicar” en los requerimientos institucionales
y así ser sujeto de determinados beneficios) está
fuertemente implicado, tanto en la valoración como en
las posibilidades de apropiación de los recursos de las
políticas públicas.
Nuestro interés, en el presente trabajo, tiene que ver
con la diversidad y heterogeneidad de los contextos
de segregación urbana, a los que están dirigidos gran
parte de los programas de combate a la pobreza. En
particular, nos interesa reflexionar sobre algunas de
las implicaciones prácticas y simbólicas de dicha
diversidad, encontradas en dos barrios de la periferia
de Hermosillo.
propias como las de los demás, lo que se traduce en
batallas simbólicas que afloran a través de las narrativas
de los entrevistados alrededor de una amplia diversidad
de aspectos: el entorno inmediato (sentidos del lugar),
las prácticas y los estilos de vida.
Cabe aclarar que la movilidad espacial constituye
la característica central de las trayectorias sociales de
nuestros entrevistados. Es decir, se trata de sujetos
itinerantes que se han visto obligados a trasladarse (en
más de una ocasión) de un punto a otro de la geografía
nacional o estatal para lograr mejores condiciones de
vida. En esta búsqueda muchos de ellos han cifrado
sus esperanzas en el cruce de la frontera norte. Otros
por motivos diversos se han detenido (temporal o
definitivamente) en la capital del estado de Sonora y se
han asentado en barrios de la periferia de Hermosillo4.
2. La diversidad simbólica
Una característica importante encontrada en las
representaciones del lugar, entre nuestros sujetos de
estudio, es que éstas se enmarcan en una dimensión
tridimensional, o en lo que se ha denominado la
‘trialéctica’, donde lo físico, lo social y lo imaginario
se fusionan (Soja, citado por Oliva y Camarero,70).
Así, encontramos referentes diversos que aluden,
tanto al espacio físico como al espacio social. Esta
multireferencialidad confirma la estrecha relación entre
las dimensiones física, social y simbólica en los sentidos
del lugar y las identidades; asunto ampliamente tratado
en las ciencias sociales5. Como afirma Bourdieu, los
agentes sociales se constituyen como tales en y por la
relación con un espacio social y con las cosas, en tanto
se apropian de ellas y las asumen como propiedades y
como referentes simbólicos (Bourdieu, 119-120).
A continuación, presentamos algunos de los
referentes a partir de los que nuestros entrevistados
establecen criterios de diferenciación, cuando valoran
el entorno socioespacial del barrio.
1. Cuando la noción de “comunidad” se desdibuja
La idea que un determinado entorno socioespacial
urbano (barrio) constituye un conjunto de personas,
con características comunes, que habitan en un espacio
común, es una afirmación que no puede sostenerse
cuando nos adentramos en las representaciones sociales
y esquemas simbólicos de sus pobladores.
En una investigación que realizamos en dos barrios
precarios de la periferia de la ciudad de Hermosillo3,
encontramos que la diversidad (y el conflicto) constituye
su característica más relevante. Si bien la cohabitación
espacial está presente (en un espacio físico de límites
precisos), de acuerdo con los sentidos-valoración que
sus habitantes imprimen al lugar, pareciera que el mismo
entorno se superpone en múltiples espacios identitarios
a partir de diversas significaciones.
A partir de los testimonios de nuestros entrevistados
fue posible advertir el contraste en las formas de percibir
el entorno inmediato y de valorar, tanto las prácticas
2.1. El referente región
En el escenario explorado encontramos que los
agentes se distinguen de acuerdo al referente región,
que constituye un potente criterio organizador de las
identidades en México6. Como puede apreciarse en la
figura que más adelante presentamos, éste escenario
adquiere especial relevancia en tanto que se encuentra
presente en las dos generaciones y en ambos géneros,
18
al igual que el espacio inmediato (lugar de residencia
actual) y las prácticas religiosas.
Cuando la distinción se establece a partir de este
referente, la distancia social que a partir de él se fija es
directamente proporcional a la distancia física. Esto es
que la distancia simbólica es mayor cuanto más alejado
de Sonora se encuentra el lugar -la región- de la que
proviene o con la que se relaciona al Otro. Vinculados
expresamente a la región, la diferencia se establece a
través de atributos físicos (la estatura, la vestimenta),
sociales (las costumbres, el tipo de trabajo, el estatus
económico) e incluso étnicos (los indígenas). Pero
además son utilizados de forma tal que con ellos se fijan
también jerarquías (los norteños son “altos y fuertes”,
“menos pobres”, “más trabajadores”, “más francos”,
“tienen la misma sangre”).
Las diferencias simbólicas se erigen sobre la base de
un criterio organizador que incluye y excluye, en función
de la proximidad o distancia en el espacio físico. Así,
éstas expresan más semejanzas con los más cercanos
en el espacio regional, y mayor distancia con los más
lejanos. Ejemplos: “Es gente de allá del sur, hasta en
el tamaño es otro tipo de gente, o sea físicamente”,
Varón mayor, barrio 1. “Ya ves como son los guachos
de allá [Distrito Federal] que quieren todo el mundo
para ellos solos”, Mujer mayor, barrio 1. “La gente de
Sinaloa, Chihuahua y Sonora pues se parecen, tienen
el mismo estilo, tamaño, es la misma altura”, Varón
joven, barrio 1.
hacen amistado con uno, nosotros los tenemos señalados
como el sector ponderosa o el sector Oaxaca”, mujer
joven, barrio 2; “...a las indígenas de la Combate la
gente las hace menos, dicen que son cochinas y que la
comida que hacen les da asco”, mujer joven, barrio 1.
En estos procesos de similitud y diferencia, siguiendo
a Jenkins (1996), diremos que la identidad nominal
asociada a la región (los del norte, los del sur, los de
los pueblos, los indígenas) se encuentra relacionada con
un amplio rango de virtualidades; esto es la diferencia
entre el nombre de la etiqueta y lo que significa portarla.
En virtud de ello, el Otro desde la perspectiva de
los agentes locales (los norteños), asumido como el
nosotros en el polo contrario (entre los del sur) revela
significados distintos en tanto que dimensión virtual
de la identificación (lo que significa portar la etiqueta):
La práctica y la experiencia de la pertenencia a
una comunidad, vis a vis, con otros miembros y
foráneos es la dimensión virtual de la identificación:
puede ser, en un alto grado, individual o
idiosincrática (...) cada una es una dialéctica de
identificación grupal y categorización grupal.
Cada una retroalimenta a la otra (Jenkins, 24).
Por ello es que los más distantes (con quienes
simbólicamente se reconocen más diferencias que
semejanzas) se autoperciben de una forma que
contradice los significados asignados cuando quien los
ha fijado se convierte a su vez en el Otro. “Nosotros, las
personas que venimos de allá [sur del país] trabajamos
las 24 horas, somos responsables”, varón mayor no
fundador, barrio 1; “Nosotros somos un grupo de
indígenas; aquí son yaquis, nosotros somos mixtecos.
Si no nos quieren ayudar no hay problema, nosotros
seguimos trabajando y nos ayudamos nosotros mismos”,
varón joven, fundador, barrio 2.
Por otro lado, puede apreciarse también que
los norteños, a diferencia de los sureños, utilizan
una diversidad de referentes (el físico, la condición
económica, el trabajo, las costumbres) para establecer
distancias simbólicas; es decir que éstas son mayores
si las fijan los primeros que si lo hacen los segundos
(cuyos referentes son la cultura y la condición étnica),
quienes, además de encontrar afinidades con el Otro
generalizado, los excluye para distinguirse de ellos.
Figura 1: Fuentes de significado para la diferenciación
Mujeres
Varones
M
a
y
o
r
e
s
J
ó
v
e
n
e
s
Región
Espacio inmediato
Religión
Fuente: elaboración propia.
Esta misma relación se observa si la condición étnica
está implicada, además de la región. “Los mixtecos
tienen otro tipo de convivir, tienen otras costumbres, no
19
2. 2. Los referentes del entorno inmediato
Además del criterio de distinción arriba mencionado,
encontramos otros no menos importantes a través de los
cuales se expresa la diversidad simbólica (el trabajo, los
ingresos económicos, los estilos de vida, los usos del
espacio, las prácticas religiosas y políticas). Estos se
utilizan para establecer diferencia o afinidad con el Otro
próximo en el espacio inmediato (el barrio).
También encontramos diferencias generacionales
y de género importantes. En el caso de las primeras:
estas se aprecian sobre todo en lo que respecta al capital
social, económico o político. Así, para distinguirse
los sujetos mayores son más proclives a valorar las
relaciones sociales, añorando formas de interacción
basadas en las prácticas solidarias: “íbamos a visitar a
las personas más necesitadas; mira, te traemos esto de
gusto, de mucho corazón; nomás por satisfacción a la
humanidad y aquí nada de eso; si les pides un tomate
¡uy!, que no tienes para pagar”, mujer mayor, barrio 2:
“no participa la gente pa’ meter el agua, decían que no
les corresponde esa calle, no les importan los demás”,
varón mayor, barrio 1.
Por su parte, los jóvenes valoran las diferencias
en el capital económico poseído o en las prácticas
políticas: “en cuestiones de alimentación, de ropa o de
beneficios estoy rico en comparación con ellos”, varón
joven, barrio 1; “cada persona opina diferente por lo
mismo, porque hay diferentes partidos, muchos líderes,
aquí abajo hay una, aquí arriba hay otra”, varón joven,
barrio 1.
Las mujeres tienden a distinguirse (tanto ellas
mismas como a través de la mirada masculina) como
trabajadoras y más participativas en las obras de
mejoramiento colectivo. No así los varones quienes, si
bien se autodefinen a partir del trabajo, son vistos por las
mujeres como poco responsables: “nosotras, las mujeres,
abrimos la zanja, pues no había hombres; mientras los
hombres trabajaban nosotras acá”, mujer mayor, barrio
1; “...los hombres andan más en la parranda, las mujeres
participan más aquí en la colonia”, varón joven, barrio
2; “hay muchas mujeres que no pueden trabajar porque
tienen un montón de niños, mujeres abandonadas que
no las ayuda el hombre”, mujer mayor, barrio 1.
Las prácticas constituyen también referentes
para establecer fronteras en el entorno inmediato. La
diversidad simbólica hace que quienes se encuentran
relativamente próximos en el espacio físico se perciban
socialmente distantes en función de la forma en que son
valorados los estilos de vida o las prácticas religiosas y
políticas: “ellos le dedican muy poco tiempo a la familia,
se salen del trabajo y se dedican a pistear [beber]”, varón
joven, barrio 1; “yo veo que las mamás se van y dejan
a los hijos solos, como que ellas ya están impuestas
[acostumbradas] y yo no”, mujer joven, barrio 1; “somos
gente más católicos y aquí les habla uno de las cosas de
Dios y lo ignoran a uno”, varón mayor, barrio 2.
Pero también la ubicación en el espacio físico7
constituye un referente en la diversidad simbólica que
hemos señalado hasta ahora, con lo que puede decirse
que las diferencias se establecen en función de la
posición en él, las cuales se encuentran relacionadas
con el mayor o menor acceso a determinados bienes y
servicios. Así, los que viven en la parte baja del barrio 1,
son reconocidos como los mejor situados en el espacio
social (en función de las distintas formas del capital
poseído) y los situados en la parte alta de los cerros
son considerados como los peor situados: “aquí vives
con gente de tu capacidad, de tu categoría, la gente que
te puede entender como lo que eres, como una persona
humilde“, varón joven, parte alta del cerro, barrio 1;
“esas personas tienen unas buenas casas aquí abajo”,
mujer mayor, parte baja, barrio 1; “los de arriba se
conforman porque están más amolados, hay muchas
casas de cartón, es gente muy pobre”, varón joven,
parte baja, barrio 1.
Por su parte, quienes viven en el barrio 2 se
distinguen espacialmente, con aquellos con los que
más distancia social establecen, es decir con un grupo
de vecinos que son indígenas mixtecos: “los mixtecos
están allá, en las orillas; como ellos están acostumbrados
a diferentes formas, tienen otras costumbres, es rara la
mujer que te contesta pero entre ellos sí, ellos son muy
unidos”, mujer joven, barrio 2. Como puede apreciarse
se trata de percepciones múltiples a través de las que se
expresa la diversidad simbólica, sedimentada en formas
de de percepción y apreciación, ancladas a diferentes
trayectorias y posiciones en el espacio social, donde
se engendran los habitus (que orientan tales categorías
de percepción), en virtud de su capacidad para operar
como “principios generadores de prácticas distintas y
distintivas” (Bourdieu, 18).
2. 3. Fronteras simbólicas y campos conflictuales
El contraste en las formas de percibir el entorno
inmediato y de valorar tanto las prácticas propias como
las de los demás, a partir de la posición que se ocupa
20
en el espacio social (y físico), se traduce también en
batallas simbólicas que pueden ser captadas a través
de las valoraciones, con las que se sancionan o critican
comportamientos, con las que se valoran actitudes o
estilos de vida, etcétera. Estas batallas afloran a través
de las narrativas de los entrevistados alrededor de una
amplia diversidad de aspectos: el entorno inmediato
(el lugar), las prácticas y estilos de vida y las formas
de liderazgo (religioso, político) que en él se asumen.
es la realidad, la realidad es otra, o sea que le cierra la
puerta a los niños”, varón joven, barrio1.
Otro espacio de conflicto es aquel que tiene que
ver con el liderazgo (que ejercen figuras como el
sacerdote, el pastor o el líder del barrio), en torno al
cual se desencadenan enfrentamientos en función de los
diferentes conceptos éticos desde los que éste se valora.
Dichas batallas simbólicas revisten especial importancia
dado que las narrativas se encuentran pobladas de ellas.
De acuerdo a lo expresado (y quien lo expresa),
existe un acuerdo generalizado (ambos géneros,
ambas generaciones) de descrédito hacia los líderes
barriales, lo que supone la permanencia de prácticas
clientelares que contribuyen a que se mantenga este
tipo e valoración. Asimismo el sentido generalizado
de descrédito hace que los efectos de la diversidad de
credos sean percibidos como incapacidad de los líderes
religiosos para atraer seguidores o el cambio de religión
como elección fincada en el interés personal para obtener
dividendos.
Figura 2: Diferenciación y ámbitos de conflicto
Varones
M
a
y
o
r
e
s
J
ó
v
e
n
e
s
Mujeres
Espacio inmediato
Liderazgo
R
e
l
i
g
i
ó
n
Estilos de vida
Prácticas
3. Conclusiones
La realidad explorada ofrece imágenes múltiples, en
cuya compleja configuración se amalgaman tiempo,
espacio, estructura y cursos de acción. Así, tenemos
que el panorama que hemos mostrado aparece como
un mosaico de múltiples identidades, atendiendo a las
particularidades de las similitudes y diferencias, que
constituyen los principios de la identidad y el corazón
de la vida social, simbólicamente construida por los
agentes sociales (Jenkins, 19).
Si la identidad social constituye una realización
práctica, un proceso; y si tanto las identidades
individuales como las sociales se construyen en el
juego dialéctico de procesos de definición interna y
externa9, en el escenario explorado la construcción (o
reconstrucción) identitaria supone un proceso inestable
y confuso. Ello en virtud de que la diversidad de grupos
(provenientes de diferentes regiones, con diferentes
trayectorias y habitus, que además se encuentran
situados en diferentes puntos del espacio físico y social),
conlleva la existencia de ‘espejos’ distintos a través de
los cuales la auto-imagen ofrecida individualmente es
devuelta de diferentes formas, en virtud de las distintas
perspectivas simbólicas desde las cuales esta es valorada
por los demás, situación que no dista mucho de la
condición que se experimenta cuando se cruzan las
fronteras entre un país y otro.
Fuente: elaboración propia.
El comportamiento del Otro es sancionado, ya sea
si se trata del uso de los espacios comunes: “nosotros
hemos alegado por qué los vecinos tiran el agua en la
calle”, varón mayor, barrio 1, como si se trata de las
prácticas y los estilos de vida: “se ponían a pistear
[beber] y la música a todo volumen hasta que tuvimos
una discusión muy fuerte, ya casi andábamos llegando a
los golpes”, varón joven, barrio 1; “he visto que algunas
mamás dejan a sus niños con otras personas o he visto
que les gritan, que los tratan mal y pues no está bien”,
mujer joven, barrio 2.
Pero igualmente, las luchas simbólicas se expresan
cuando se valoran las prácticas religiosas. La diversidad
de credos8 desata percepciones encontradas que oponen
y distancian a los agentes sociales en medio de la
competencia por el capital simbólico: “aquí está otra
iglesia evangelista que nos quitaba muchos seguidores,
pues cada quien va buscando su verdad y respeto la
decisión de cada quien”, varón mayor, barrio 1; “aquí,
cuando predicamos, la gente dice que sería bueno
cambiar pero no cambian porque ser bueno es ser tonto”,
mujer joven, barrio 1;“todo el tiempo hay una mafia en
la iglesia de señoras que ayudan al padre, pero esa no
21
De tal manera, lo que se piensa que se es (lo que
se cree ser), puede ser percibido de múltiples formas
(incluso contradictorias), las cuales influyen en el tipo
y curso de las interacciones. Lo anterior coincide con la
aserción hecha por Jenkins (1996, 20-22), en el sentido
que los agentes sociales reflexivamente incorporan la
imagen devuelta por los demás a su identidad personal
(o no), lo que puede modificar la manera que estos se
muestran a los otros.
Por otro lado, si bien la identidad social construida
en torno al símbolo común de región marca un relativo
sentido de pertenencia compartido, en la práctica de
la identificación este asume significados diversos
(más de diferencia que de semejanza, como ya ha sido
mostrado), lo que refuerza la hipótesis de la inestabilidad
y/o confusión atinentes a los procesos de identificación
social. Lo mismo ocurre si atendemos a estos procesos
de acuerdo al referente entorno inmediato, configurado
por elementos de orden físico (los de arriba, los de
abajo) y por las diferencias percibidas en las prácticas
y los estilos de vida que, además de ser referentes para
establecer diferencias, constituyen fuentes de colisión
y enfrentamiento, es decir campos conflictuales.
No obstante que los elementos anteriores constituyen
efectos de la diversidad de posiciones, prácticas, estilos
de vida y cosmovisiones, el conjunto de evidencias
encontradas nos lleva a afianzar la aserción del papel
crucial que juega la diversidad simbólica en los procesos
de identificación/diferenciación en las configuraciones
identitarias de quienes “comparten” un determinado
territorio. Pero también nos lleva a plantear la hipótesis
que la diversidad simbólica tiene implicaciones en las
formas (y volumen) de apropiación de los bienes y
servicios emanados de las políticas públicas de combate
a la pobreza.
La realidad de las múltiples diversidades que
hemos logrado identificar no sólo implican construir
y reconstruir saberes y competencias, sino un proceso
de (re) construcción identitaria, es decir de continuas
redefiniciones entre la condición anterior y la actual, de
(re) categorizaciones entre lo que se pensaba que se era
y lo que se piensa que se es; todo esto mediado por las
imágenes que devuelven los demás espejos (los otros).
Asimismo pueden verse como procesos de hibridación
(García Canclini, 1990) en los que las prácticas que
existían en forma separada se combinan para generar
otras nuevas, igual que lo hacen los contextos en que
estas se inscriben.
Esta realidad, plagada de diferencias, no debe ser
soslayada por las políticas de combate a la pobreza. Las
políticas y programas hacia los entornos locales cuyos
grupos tienen intereses heterogéneos, formas distintas
de vivir y de apreciar la condición propia y la de los
demás, han de adaptarse a las particularidades de estos
entornos, ya que dirigirlas a la denominada “población
objetivo” en lo general, supone que éstas beneficien
más a unos grupos que a otros, debido a la distribución
desigual de distintas formas de capital: económico,
cultural, político y simbólico.
Notas
Véase el documento Pobreza 2010. Porcentaje de la
población en pobreza según entidad federativa, 2010.
En http://www.coneval.gob.mx/cmsconeval/rw/pages/
medicion/index.es.do
2
De acuerdo con el estudio realizado por Irma Arriagada
(2007, 10) se encontró que entre 1990 y 2005, las familias
urbanas en México se han diversificado. El modelo
biparental con hijos se redujo de 46.3 por ciento en 1990
a 41.1 por ciento en 2005. La investigadora refiere que
este modelo coexiste con la familia extendida de tres
generaciones (21.7%). El 12.2% de las familias son
nucleares monoparentales (principalmente a cargo de
mujeres) y el 9.7% corresponde a hogares unipersonales.
Manuela Guillén Lúgigo
1
22
Refiere, además, que existe gran variedad de arreglos
familiares: personas que viven solas, parejas sin hijos,
en hogares monoparentales, en uniones consensuales
o en uniones homoparentales. Asimismo, refiere haber
encontrado un creciente número de familias recompuestas
(parejas que se unen y llevan consigo a sus hijos de
uniones anteriores y de otros padres) y familias a distancia
(producto de las migraciones de alguno de sus integrantes).
Los cambios son importantes en la percepción de quienes
son integrantes de esas familias, la mayor individuación de
sus miembros y la aceptación de diversos lazos familiares
y lógicas afectivas al interior de su estructura.
3
El objetivo de la investigación que aquí damos cuenta, fue
indagar la relación entre las reconfiguraciones productivas
ocurridas en la región, como parte del proceso de vinculación
de Sonora con los mercados globales, el crecimiento de la
ciudad de Hermosillo (una de cuyas expresiones ha sido
la expansión de las zonas periféricas segregadas) y las
identidades de los grupos en condiciones de pobreza.
y la mayoría de las viviendas son de ladrillo. Existen,
asimismo, un conjunto de pequeños cerros que operan
como límite natural con zonas residenciales aledañas,
que fueron poblándose paulatinamente con posterioridad
al proceso de invasión que dio lugar al barrio. En esta
parte, reconocida como “la parte de arriba” muchas de
las viviendas carecen de servicios, especialmente drenaje
y pavimentación, y las viviendas están construidas con
cartón, lámina, madera y materiales de desecho.
8
Algunos de nuestros sujetos de estudio, en los dos barrios
explorados, revelaron la existencia de múltiples credos y
centros de culto religioso.
9
Richard Jenkins afirma que el self (al mismo tiempo
individual e intrínsecamente social) surge de la interacción
y que las identidades individuales y colectivas son
construidas sobre la dialéctica de la identificación
interna-externa. El proceso opera de la siguiente manera:
el individuo se presenta a otros en una forma particular.
Cuando esta presentación es aceptada (o no), se convierte
en parte de su identidad ante los ojos de los otros (o
no). Las respuestas de los otros a su presentación lo
retroalimentan. Así, la presentación constituye el momento
interno de la identificación y la forma en que esta es
recibida, valorada, aceptada o rechazada, el momento
externo. Es decir que si bien lo que la gente piensa sobre
los demás no es menos importante que lo que estos piensan
sobre sí mismos, esto no es suficiente para afirmar una
identidad. Esta tiene que ser validada (o no) por aquellos
con quienes se interactúa (Jenkins, 20-22).
El escenario empírico de nuestra investigación está
constituido por dos barrios precarios, situados en la periferia
de la ciudad de Hermosillo, ambos producto de un proceso
de invasión. El primero surge a mediados de los años sesenta
(que denominaremos barrio 1) y el segundo a finales de
los años noventa del Siglo XX (que denominaremos barrio
2). Muchas de las familias afincadas en ellos provienen de
diversas zonas rurales del estado de Sonora, de diferentes
estados norteños (Sinaloa, Chihuahua, Baja California Norte)
y de algunos estados del sur del país (Jalisco, Oaxaca y
Veracruz).
5
La relación entre el espacio físico habitado y las connotaciones
sociales y simbólicas asociadas a él ha sido tratada en
diferentes campos disciplinarios como la Psicología
(Milgram, 1984; Proshansky et al, 1983, Lalli, 1988), la
geografía humanista (Tuan, 1980; Relph, 1976; Buttimer,
1980), la Sociología (Lefebvre, 1986; Soja, 1996; Park,
1925; Bourdieu, 1999; 2000; Oliva y Camarero, 2002), por
mencionar algunos.
6
Esto coincide con los resultados de la investigación realizada
por Pablo Vila -en la frontera entre Ciudad Juárez (México)
y El Paso (Texas)- a partir de los cuales se afirma que los
mexicanos en general utilizan un sistema clasificatorio
basado en el criterio organizador de región para entender
comportamientos y actitudes, con lo que este sistema
regionalista les permite anclar un rótulo identitario en un
área geográfica específica. http://www.firewall.unesco.org/issj/
rics159/vilaspa.html, extraído el 20 de diciembre de 2004.
7
En uno de los asentamientos explorados (barrio 1), la
topografía es irregular. La parte más cercana a la carretera,
reconocida por los vecinos como “la parte de abajo”, es
llana (aunque pedregosa y accidentada) y está dotada de
la infraestructura urbana básica (asfalto en algunas de
las calles, agua potable, luz eléctrica y alcantarillado)
4
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24
Investigación
Las inframicroempresas, a partir de un estudio de caso
en la colonia Amapolas de Hermosillo, Sonora, México
Archivo del Departamento de Trabajo Social
Germán Palafox Moyers*, Benjamín Burgos Flores**
Resumen
Existe un amplio espectro de empresas micro, pequeñas y medianas, que tienen una importancia gradual en el
crecimiento económico, la generación de empleo, la innovación y la productividad en la mayoría de las economías
del mundo. Si bien se tienen avances sobre el conocimiento de la problemática de gran parte de ese sector, existe un
subgrupo amplio en países menos desarrollados que es prácticamente desconocido. A ese subgrupo se le denomina
“infra-microempresas”. El objetivo del presente trabajo es analizar dicho sector basándonos en un proyecto piloto
en la colonia Las Amapolas de la ciudad de Hermosillo, Sonora, México. A partir de ello se pretende iniciar el diseño
de una política de apoyo para el desarrollo económico y social de dicho sector.
Este tipo de unidades se podrían tipificar como un conjunto de empresas informales, o fuera del mercado y la
legalidad, que no utilizan ninguna tecnología ni siguen los principios mínimos de administración y contabilidad. Por
su amplio efecto social los problemas de estos subgrupos, que se desarrollan especialmente en localidades urbanas
marginadas y en zonas rurales cercanas a la ciudad (como es el caso analizado), requieren ser más discutidos.
*
**
Departamento de Economía. Universidad de Sonora. economia@guaymas.uson.mx
Departamento de Economía. Universidad de Sonora. bburgos@guaymas.uson.mx
25
Abstract
There is a wide range of micro, small and medium
enterprises, which are increasingly important in
economic growth, job creation, innovation and
productivity in almost all economies in the world. While
there is progress in understanding the problems of much
of this sector, there is a subgroup that is very numerous
in the less developed countries, but is virtually unknown,
which is known as the “ultra-microenterprises”.
The purpose of this research paper is to analysed
two aims: (1) to investigate the “infra-microenterprises”
sector based on a pilot project implemented in “Las
Amapolas” neighborhood (Hermosillo, Sonora,
Mexico), and (2) to design a public policy to support
economic and social development in this particular
sector.
These kinds of units could establish as a set of
informal businesses, or outside the market, or the law.
In addition, the “infra-microenterprises” do not use
any modern technology. In fact, not only base their
decisions on the minimum principles of management
and accounting, but not even making decisions on cost,
revenue and profit. All of the above, has a large social
impact that needs to be discussed, which are developed
especially in marginalized urban localities and rural
areas near the city, as is the case in question.
de desarrollo local integral. Finalmente se muestran
las conclusiones.
Enfoques sobre microempresas:
En el interés por abordar el estudio de las microempresas
como objeto de investigación comienzan a postularse
diversos enfoques, de acuerdo con Neira (2006), para su
estudio entre los que destacan: 1) el de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), 2) el de la legalidad, 3)
el de la racionalidad del mercado, 4) el de las estrategias
familiares, 5) el de la reproducción social y cultural y
más recientemente, 6) el de género y desarrollo .
El enfoque de la OIT considera que las microempresas
están constituidas por aquellas actividades caracterizadas
por una lógica de producción propia y diferente de la
economía capitalista. Este enfoque se centra en el
estudio del mercado laboral e incluye un conjunto de
actividades productivas heterogéneas, cuyo principal
elemento en común es emplear un número de personas
que no podría ocuparse en el sector moderno, por lo
que deben sub emplearse con acceso a factores de
producción complementarios al trabajo.
El segundo planteamiento señala el énfasis en las
condiciones legales e institucionales de la economía,
por ello, se le conoce como el enfoque basado en
la legalidad. De acuerdo con este enfoque lo que
realmente define a las microempresas es su ilegalidad,
Tokman (1992). Para Pollack y Jusidman (1997) las
microempresas formales e informales funcionan de
acuerdo a una racionalidad competitiva idéntica entre
sí; además de su carácter de organización legal o ilegal,
según el caso. Esta diferencia, a su vez, conllevaría al
acceso, o no, de los recursos productivos y los mercados,
ya sean formales o informales.
El tercer enfoque es resultado de las dos perspectivas
anteriores y es conocido como Racionalidad del
Mercado. Este planteamiento parte que las actividades
de la microempresa son típicamente capitalistas,
con trabajadores asalariados de manera abierta o
encubierta, y que forman parte de la economía moderna,
una economía que no sólo es exclusiva de países en
desarrollo.
El cuarto planteamiento parte de las estrategias
que buscaban mostrar los mecanismos familiares para
afrontar las crisis económicas. Sobresale un análisis
teórico metodológico sobre la noción de estrategias
elaborado por Torrado(1981), autor que sugiere
que las ventajas del concepto tienen que ver con su
Introducción
Es innegable la importancia de un vasto sector de
empresas micro, pequeñas y medianas (Mipymes), para
las economías de diversos países alrededor del mundo,
principalmente en términos de generación de empleos e
ingresos de subsistencia. Lo anterior con el atenuante de
cuestionamientos por su desempeño, principalmente en
términos de eficiencia productiva. Dada la trascendencia
de estas empresas es importante preguntarse cuáles
son los enfoques que se han venido desarrollando y
sus necesidades de estudio. Además es importante
desarrollar una clasificación de las microempresas y
su focalización como unidad de análisis. Con este fin
el documento se estructura de la siguiente manera. En
primer lugar se analizan los diversos enfoques que se
han utilizado en el estudio de las microempresas en
América Latina; en segundo se desarrolla una tipología
para caracterizar las microempresas; tercero se analiza el
caso de las microempresas en la colonia las Amapolas,
presentando el esfuerzo de implementar una política
26
pertinencia teórica, ya que como modelo teórico es
aplicable a sociedades globales. Esta estructura teórica
posibilita dar cuenta de un conjunto de comportamientos
económicos, sociales y demográficos de los pueblos.
Un quinto enfoque en el estudio de la microempresa
es el que analiza el factor de reproducción social y
cultural. Para Alba y Krim (1995) la pequeña empresa
elabora bienes y servicios pero también produce
mensajes, signos y símbolos que son consumidos
socialmente. Los autores sostienen que uno de los
componentes culturales más importantes que operan a
través de las unidades productivas de pequeña escala es
la reproducción de la ideología. Señalan que este tipo
de establecimientos son atravesados por un conjunto
de discursos de origen diverso: los oficiales emitidos
por el estado o por organismos internacionales; los
del empresariado promovido por negocios de todos
los tamaños; los defendidos por los propios pequeños
productores y los sindicatos.
Estos tipos de análisis tienen una gran importancia
ya que aportarán elementos explicativos que permitirán
identificar, no sólo en términos socioeconómicos, los
tejidos socio culturales de los microempresarios y sus
actividades.
El sexto planteamiento es el denominado de género
y desarrollo que surge como una búsqueda por entender
mejor la posición de las mujeres en el desarrollo de las
actividades económicas. Su marco analítico integra
tanto la esfera productiva como reproductiva y otorga
espacios para superar las limitaciones de otros enfoques.
En los noventa este enfoque tuvo una gran importancia
como resultado de la política de promoción de la
microempresa promovida por el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID), donde se consideraba la
participación de la mujer como un determinante de éxito
de estas actividades.
Los estudios de género y desarrollo en los programas
de microempresas, se han centrado alrededor de su
papel en fortalecer la posición económica de la mujer,
en incrementar su habilidad para aportar al ingreso
familiar, y mejorar su participación en las decisiones
más importantes del hogar.
Una vez expuestos los diferentes modelos es
necesario resaltar el foco de interés de esta investigación
sobre las microempresas en general y las infra
microempresas en particular.
Las micro, pequeñas y medianas empresas son
el motor de crecimiento de muchas regiones de
las economías mundiales. Algunas surgen por las
vocaciones productivas innovadoras que van mejorando
cada vez sus procesos de producción y de organización,
de tal suerte que logran dar el salto y transformarse en
empresa de corte mundial. Otras microempresas cuentan
con procesos de innovación tecnológicas logrando con
ello incorporarse a las cadenas productivas mundiales.
Por otra parte, hay un vasto sector de estas empresas,
que se desenvuelven en economías locales y regionales,
que son de suma importancia en la generación de
empleo y de ingresos para un sector importante de la
población, así como otros efectos positivos derivados
de la empresarialidad social, aunque existen diversas
críticas a su desempeño, particularmente en término
de eficiencia productiva. En los últimos años están
surgiendo una gran cantidad de empresas denominadas
“infra microempresas, en las zonas rurales y urbanas
marginadas en las ciudades” que están fuera de la lógica
del mercado formal y cuya característica principal es que
su proceso de producción lo realizan al interior de su
hogar o en el patio de la casa. El principal objetivo de
estos trabajos es la subsistencia familiar. Así, podemos
hacer una clasificación de las microempresas en
función de su interrelación con los mercados globales,
nacionales y regionales, así como por su productividad
a los márgenes de la legalidad.
Cuadro 1. Diversidad de empresas y sus productividades
Productividad Competitividad Mercado
Empresa global
Alta
Alta
Global
Empresa regional
Alta
Alta
Regional
Empresa micro
Baja
Baja Local
Infra micro Nula
Nula
Sub local
Fuente: Elaboración propia.
En el primer bloque aparecen algunas de las
empresas que surgieron el siglo pasado y pudieron
formar, desplegar y fortalecer innovadoramente su
capital humano y financiero, Nonaka y Takevchi (1994).
El capital intelectual de las empresas se amplía
cuando quienes las dirigen ejecutan acciones productivas
y competitivas para incrementar su dotación de capital
intangible (conocimientos, procedimientos y otros), en
particular aquellos que forman parte de su: Capital
humano: El conjunto del talento humano aplicable a
la producción. El talento sólo es aplicable a la creación
de valor cuando se traduce en competencias o en el
conjunto de conocimiento y habilidades que permiten
vivir productivamente la experiencia de la relación
27
de valor económico a partir de los escasos recursos
disponibles.
El capital financiero es aquel que está constituido
por los activos intangibles y los medios de pagos que
pueden ser incorporados al financiamiento de sus
actividades productivas, de comercialización ante
lo complejo de la economía contemporánea. En la
nueva economía, el factor estratégico de la ventaja
competitiva es el capital intelectual, elemento a todas
luces intangible que no se compra si no que se cultiva.
En el segundo bloque las empresas se desarrollan en
un medio de globalización, donde la competencia inicia
en los mercados internos y termina con los jugadores y
reglas internacionales. La nueva economía y su apertura
es reconocida como hipercompetencia global en el
mercado global y el mercado local. Este fenómeno
se manifiesta principalmente en el sector comercio y
abasto, donde las grandes empresas, como Walt- Mart
y Carrefour, participan en los mercados locales con
sistemas de administración y ventas muy eficientes;
además que compiten mediante importaciones de
productos agroalimentarios a bajo costo, lo que les
permite ser competitivas en precios, enfrentando a los
productores locales a una hipercompetencia.
El juego de la hipercompetencia global reclama
nuevos jugadores: las empresas IFA (Inteligente en la
organización, Flexible en la producción y Ágil en la
comercialización), cuentan con capacidad y velocidad
de respuesta para moverse y adquirir conocimiento
productivo y aplicarlo al negocio más rápido que los
competidores.
Así tenemos en este segundo bloque un conjunto
de microempresas nacionales que finalmente tienen que
enfrentar la hipercompetencia global en los mercados
locales, donde compiten en precios, calidad, cantidad
y servicio.
El tercer bloque caracteriza a las microempresas
que, por lo general, tienen problemas en los ámbitos de
la financiación, la tecnología, y recursos humanos, que
propicien una buena comercialización y diferenciación
del producto, así como de la cooperación empresarial.
En lo relativo a la financiación hay que señalar la
insuficiencia de recursos propios, la dificultad para
acceder a las líneas de créditos de mediano y largo
plazo, y la debilidad en el poder de la negociación,
como elementos limitativos de la actividad de las
microempresas. El acceso al crédito les resulta más
difícil al enfrentar tasas de interés altas y plazos de
amortización que resultan cortos. A ello se le agrega
la dificultad para proveer las garantías patrimoniales
tradicionalmente solicitadas por el sistema financiero, lo
cual acaba por configurar un cuadro claramente adverso
para este tipo de empresas.
Los escasos desarrollos tecnológicos incorporando
en los procesos productivos y las dificultades de
asimilación de los conocimientos técnicos disponibles,
junto a la reducida capacidad de gestión empresarial
y tecnológica, perjudican a las microempresas, en
comparación con las empresas grandes, las cuales tienen
más recursos y posibilidades para acceder a este tipo de
servicios de desarrollo empresarial.
En este sentido, hay que resaltar también la baja
calificación de los recursos humanos, que impide el
aprovechamiento de las ventajas tecnológicas y de
organización, así como la escasa o nula investigación
para el desarrollo y la poca oferta de servicios
tecnológicos agudiza la problemática de las pequeñas
empresas, lo cual repercute adversamente sobre los
niveles de eficiencia productiva y competitividad de
este sector frente a las grandes empresas.
A pesar que las microempresas sobreviven un
entorno poco amigable, este tipo de firmas suelen
mostrar un comportamiento económico dinámico y
con una importante capacidad en lo que se refiere a la
generación de empleos, lo cual puede explicarse por su
capacidad de adaptación o flexibilidad ante los cambios
incesantes de la demanda, en razón de sus reducidos
costos fijos y su cercanía con el consumidor, así como
los menores costos laborales y reducida conflictividad
laboral.
Los bajos niveles de competitividad de las
microempresas no están relacionadas únicamente
con sus dificultades financieras, sino también con su
baja calidad de productos y una reducida capacidad de
gestión empresarial y tecnológica. A lo anterior hay que
agregar la deficiente comercialización del producto y la
limitada práctica de cooperación empresarial.
En el último bloque se ubican las denominadas infra
microempresas o actividades productivas fuera de toda
lógica del mercado. Existe una gran cantidad de este
tipo de empresas que no tienen acceso a ningún tipo
de apoyo, desde los programas del gobierno federal, del
estatal y de la gestión municipal, hasta de las cámaras
empresariales, de las instituciones de investigación, así
como de las universidades y de los centros financieros.
Por la naturaleza del proceso de producción no se
28
capaz de reunir todos los aspectos de cada una de las
variables en un solo factor que se le denominó Índice
de Marginación Urbana. Una vez obtenido el índice
se identificaron las colonias con el mayor nivel de
marginación para la ciudad de Hermosillo (se anexa
mapa de AGEB). Además de ubicarse la colonia las
Amapolas en la zona de estudio, había otro elemento
muy importante que sobresalía de las otras áreas: la
presencia de un centro comunitario de desarrollo que
aglutinaba a una parte importante del tejido social de
la comunidad. Mediante este espacio se identificaron
las vocaciones productivas de las familias y se llevó
a cabo el esquema de asistencia mediante el barrido y
selección de las infra micro empresas. En la siguiente
fase se realizaron los diagnósticos y las bitácoras de
una pequeña muestra del 10% del total de la población,
obteniéndose los siguientes datos:
Perfil del propietario: la mayoría de los propietarios
son mujeres mayores de cuarenta años. El nivel de estudio
es de primaria y secundaria. Las habilidades para el
desarrollo productivo se adquirieron en el auto-aprendizaje
y algunas lo obtuvieron en cursos de capacitación.
Operación de la empresa: el monto del capital
inicial fue aportado por préstamos familiares y pequeños
ahorros personales. El negocio se instaló en la casa
Archivo del Departamento de Trabajo Social
cuenta con cifras del número de infra microempresas
que existen, tanto a nivel nacional como en los estados.
Este tipo de empresa se ubica, en una gran proporción,
en zonas marginadas urbanas y zonas rurales cercanas
a la ciudad. En la gran mayoría de los casos su proceso
de producción lo realizan al interior de su casa o en los
límites cercanos a la misma.
Este documento se deriva de un programa de servicio
social implementado en el Departamento de Economía
de la Universidad de Sonora, denominado Programa
Comunitario de Servicio Social en Apoyo de las micro,
pequeñas y medianas empresas. Surge con el objetivo
de analizar el desempeño económico y financiero de
dichas organizaciones en las principales ciudades del
estado de Sonora, con la finalidad de diseñar políticas
de ventas, producción y financiamiento para incrementar
los niveles de empleo y generar mayor competitividad a
la región. Para ello se calculó el índice de marginación
urbana por Áreas Geoestadísticas Básicas (AGEB)
focalizado en la ciudad de Hermosillo. En la elaboración
del índice de marginación urbana se consideraron cuatro
dimensiones estructurales de marginación: educación,
vivienda, ingreso por el trabajo y distribución de la
población. Para ello se utilizó el método de componentes
principales, con el cual se obtuvo un componente
29
Manuela Guillén Lúgigo
Aspectos de producción y tecnología: la mayoría
de los productores no cuenta con maquinaria,
herramientas e instrumentos especializados. Los
procesos de organización de la producción son de lo
más rudimentarios. En ningún caso se ha incrementado
la producción porque se mantiene el mismo proceso.
Tampoco se cuenta con computadora.
Aspectos de recursos humanos: la edad promedio
de los empleados oscila entre los 13 y 17 años, pero
ellos no se consideran empleados ya que no reciben
un salario. Algunos trabajan fines de semana y otros
todo los días entre tres y ocho horas diarias. Estos
trabajadores familiares tienen un nivel educativo entre
secundaria y preparatoria.
Expectativa: la expectativa de la totalidad de los
productores es el de conseguir el financiamiento
necesario para mejorar las condiciones de producción
y venta. Todo el ingreso que reciben se destina para
el consumo familiar y el pago de deudas. Si no hay
producción o ventas no hay comida en sus mesas.
En este primer acercamiento no pudimos capturar,
pero si captar, un tejido social desgastado en cuanto a
la inseguridad pública; la falta de espacios culturales
y recreativos suficientes para niños y jóvenes; la falta
de políticas públicas de salud; la falta de programas
de pavimentación de calles y de alumbrado público;
tampoco hay programas de capacitación para aquellas
personas con dotes artísticas, culturales y deportivas; no
se han implementado programas de mejoramientos de
viviendas. Esta situación se agudiza ante el incremento
de la violencia y el uso de drogas; además del desempleo
que afecta sobre manera la estabilidad familiar.
Así, pareciera que las infra microempresas surgen
en tejidos sociales más desgastados de la sociedad
y se requiere un diseño de política integral regional
focalizada en áreas que nos permitan analizar ese
espacio específico desde diversas dimensiones: social,
ambiental, cultural, de seguridad pública y económica,
y así poder trazar una estrategia que permita mejorar
las condiciones de vida de la población.
Ante la complejidad del fenómeno se invitó a
participar a diferentes instituciones para el diseño de
una política integral, como la Secretaria de Desarrollo
Social (SEDESOL), la Secretaria de Economía
Estatal, la Secretaria de Seguridad Pública del Estado
y la Universidad de Sonora. En la primera fase de la
estrategia se acordó que cada una de las instituciones
deberían presentar un diagnóstico que nos permitiera ir
hogar y se sacrificó un espacio para los procesos
productivos.
Aspectos del mercado: los productos elaborados en
esta muestra es el de pan blanco y dulce, elaboración
de piñatas, venta de tacos de carne asada, elaboración
de tortillas de harina. Las ventas mensuales oscilan
entre $1250 y $1500 pesos. Los clientes en la mayoría
de los casos son vecinos o familiares. En lo relativo
a la venta de los productos son los hijos quienes se
responsabilizan de esta fase y el número de horas
que le dedican a la venta es entre tres y ocho horas,
dependiendo del producto. Las estrategias de mercado
que utilizan para la venta de sus productos se centran
en el precio, posteriormente en la calidad, en el trato al
cliente y la entrega a tiempo. En las últimas semanas
han incrementado el crédito, especialmente a clientes
recurrentes. La referencia del precio es el mercado, sin
embargo éste debe estar por debajo del oficial para poder
realizar la venta.
Proveedores: la relación con los proveedores es
buena ya que les surte la materia prima a un precio
razonable. A veces con ellos se planean las compras al
menudeo, en su gran mayoría semanal, almacenando lo
básico para la producción de la siguiente semana. En
todos los casos se desconoce la cantidad y el porcentaje
de ingresos por ventas que se utilizan para adquirir la
materia prima y cubrir gastos propios del negocio. La
mayoría de los empresarios plantea que existe un buen
mercado para los productos pero se tienen problemas
para comprar mayores cantidades de materia prima.
Aspectos de costos: la totalidad de los productores
no cuentan con una estructura de costos en lo relativo a
salarios, materias primas e insumos indirectos.
30
analizando cada una de las dimensiones del fenómeno.
Si bien se ha avanzado en mantener las reuniones
de trabajo no se ha avanzado en el trabajo conjunto.
Está fase se caracteriza por articular y coordinar a
la multiplicidad de actores en torno a una estrategia
de desarrollo regional. La segunda fase consiste en
aplicar una encuesta que contenga los datos más
importantes de las diferentes dimensiones sociales,
para con ello es necesario obtener un diagnóstico más
preciso del fenómeno en su conjunto. En la tercera
fase se elaboraran los indicadores sociales de corto,
mediano y largo plazo que irán marcando la pauta si la
estrategia que se adoptó es la correcta o se tendrán que
hacer los cambios pertinentes. Finalmente se aplicarán
los recursos financieros obtenidos por las instituciones
participantes y se mantendrá una evaluación permanente
de los indicadores sociales.
de empresas, más aún si se tiene en cuenta que es una
actividad de gran importancia en el campo de estudio
social que, ya que requiere ser analizada especialmente
en universidades públicas.
Las microempresas de las Amapolas se encuentran
inmersas en los tejidos sociales más desprotegidos de la
sociedad, donde el común denominador es la pobreza,
la marginación, el desempleo, la precariedad laboral, la
falta de oportunidades en educación, capacitación y en
otorgamiento de créditos y de innovación tecnológica.
La causa no solamente se debe a los costos de tributación
y de regulación de la economía formal. El gobierno
puede diseñar una política de reducción de costos para
establecer y operar empresas, con lo cual no se atraerían
a las microempresas, ya que no se contemplan las otras
dimensiones sociales que están afectando al micro
productor.
Es crucial diseñar una política local integral
focalizada, en este caso el de una colonia marginada de
Hermosillo, desde diferentes dimensiones para diseñar
una estrategia que permita mejorar las condiciones de
vida de la comunidad.
Conclusiones
Poco se conoce, tanto a nivel nacional como el local,
en detalle, como ha venido evolucionando este tipo
Manuela Guillén Lúgigo
Bibliografía
Vega, C. y Kruijt D. (1995). La utilidad de lo minúsculo:
Informalidad y microempresa en México,
Centro América y los países Andinos. México:
El Colegio de México-Centro de Estudios
Internacionales.
Pollack, M. y Jusidman, C. (1997). El sector informal
urbano desde la perspectiva del género. El caso
de México. Santiago de Chile: CEPAL, Serie
Mujer y Desarrollo.
Torrado, Susana (1981). “Sobre los conceptos de
estrategias familiares de vida y procesos de
reproducción de la fuerza de trabajo. Notas
teóricas y metodológicas”. Demografía y
economía Vol. XV, Núm. 2, México, pp. 204-232.
Tukman, Victor (1991). The informal sector in Latin
America: From Underground to legal. México:
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
31
Anexo
Fuente: Elaboración propia.
32
Investigación
Aplicación de un LMS como herramienta
de b-learning en estudios de posgrado
Eufrasio Pérez Navío*, Laura Herrera Corona**, Guadalupe Aurora Maldonado Verea**,
Norma Elena Mendoza Zaragoza**
Resumen
Incorporar tecnología de b-learning en una universidad
implica no solamente el conocimiento de la tecnología
por sí misma, sino una serie de habilidades que necesitan
ser aprendidas, desarrolladas y apropiadas para los
estudiantes que participan en el proceso. Supone el
fortalecimiento de la expresión escrita, la experiencia
en la investigación, el trabajo colaborativo, así como
el perfeccionamiento de las aptitudes en informática.
Actualmente, un estudiante b-learning necesita
ser multidisciplinario. Esta investigación describe la
integración de Moodle en la Universidad Cristóbal
Colón a un ambiente oficial de b-learning como
una herramienta de apoyo en clases presenciales
de nivel Maestría. Fue empleada una metodología
híbrida para indagar habilidades y competencias
tecnológicas desarrolladas por 98 estudiantes al
utilizar y evaluar Moodle, así como las ventajas y las
desventajas que identificaron, tanto desde el punto de
vista tecnológico como pedagógico. La muestra fue
no probabilística de sujetos tipo, abarcando las áreas
de Educación, Tecnologías de Información, Redes y
Telecomunicaciones. Los estudiantes fortalecieron
varias habilidades cognitivas y metacognitivas, mismas
que fueron apoyadas por la tecnología. Algunas
de dichas actividades son: análisis, observación,
reflexión, abstracción de ideas, solución de problemas,
autoestudio, comprensión de textos y expresión escrita.
Currently, a b-learning student needs to be
multidisciplinary. This research describes the integration
of Moodle at the University Cristóbal Colón to an
environment as official b-learning and support Masterslevel classrooms. A hybrid methodology was employed
to investigate technological skills and competencies
developed by 98 students to use and evaluate Moodle,
as well identified the advantages and disadvantages, both
from the technological and pedagogical points of view. It
was a non-probabilistic simple type of subjects, covering
the areas of Education. Information Technology,
Networks and Telecommunications. Students strengthen
various cognitive and “metacognitive” skills, which were
supported by technology. Some of these activities are:
analysis, observation, reflection, abstraction of ideas,
problem solving, self-study, reading comprehension
and writing.
Introducción
La Universidad Cristóbal Colón (UCC) persigue,
mediante su modelo educativo, hacer frente a las
prerrogativas que han impactado de manera significativa
al área educativa, por un lado; y a las exigencias y
prioridades que solicita el mercado laboral, por el
otro. Esto requiere necesariamente la integración de
tecnología en los procesos didácticos de todos los
niveles educativos.
A partir de estas necesidades es que la UCC
se plantea la puesta en marcha de un programa de
aplicación de tecnología educativa que implicó varias
fases. En primer lugar, un diagnóstico de habilidades
tecnológicas que involucró a toda la población (maestros
y estudiantes) de la Universidad.
En segundo lugar una evaluación entre plataformas
para seleccionar la más apropiada con la definición de
los ejes transversales que permean al modelo educativo
de la UCC. La elección de dicha plataforma se realizó
Abstract
Incorporating b-learning technology in a University
involves not only the knowledge of the technology itself,
but a series of skills that need to be learned, developed
and appropriate for students who participate in the
process. This would bring strength in written expression,
experience in research, collaborative work and the
development of skills in computer science.
*
Eufrasio Pérez Navío. Universidad de Jaén. eufrasionavio@hotmail.com
** Laura Herrera Corona, Guadalupe Aurora Norma Maldonado Verea, Elena Mendoza Zaragoza.Universidad Cristóbal Colón.
Veracruz, México.
33
Marco Teórico. E-learning y la educación en línea
A raíz de la adopción generalizada del Internet como
medio de transmisión de información, la forma como
se conciben las aplicaciones educativas experimentan
una profunda transformación al permitir ese intercambio
pluridireccional de mensajes, entre un amplio número
de usuarios, enriqueciendo así el proceso de la
comunicación en el ámbito de la educación:
mediante un proceso de benchmarking entre cuatro
opciones de software libre y propietario: Flé, Mimer,
Blackboard y Moodle. Se tomaron en cuenta los
siguientes aspectos desglosados en 175 indicadores:
Herramientas de Comunicación, Herramientas de
Productividad, Herramientas que involucran al estudiante,
Herramientas de Administración, Herramientas de
Difusión del Curso, Herramientas de Diseño del
Currículum, Especificaciones Técnicas de Hardwarey
Software y Especificaciones de Precio y Licencia.
En tercer lugar, una vez que Moodle fue seleccionada
como el recurso oficial de blearning1 en la UCC, se
elaboraron una serie de manuales para establecer los
criterios de diseño para los cursos que iban a estar
disponibles en dicha plataforma, tanto desde el punto
de vista de los contenidos (orden de las unidades, tipos
de actividades y manera de utilizarlas, estrategias
didácticas posibles) como desde la concepción de los
elementos visuales y gráficos a emplear (tipos de letra,
colores, uso de las imágenes). En paralelo se diseñaron
cursos de capacitación docente en Tecnología educativa:
Internet y bibliotecas virtuales; estrategias didácticas
constructivistas; software de ofimática y educativo; y
uso y aplicación de Moodle (al inicio como alumno,
posteriormente, como docente).
La implementación de la herramienta seleccionada de
e-learning implica el conocimiento de las competencias
tecnológicas que tienen los docentes y los estudiantes,
previos al contacto con este tipo de ambientes. La
implementación de los cursos de Maestría apoyados
por b-learning se basa en contenidos y actividades
específicas, que corren a cargo del docente. Por lo
que su planeación, así como las estrategias didácticas
(concebidas con una proyección a la vida profesional del
estudiante) pueden resultar muy atinadas y en ocasiones,
muy desafortunadas. Todo depende de la capacitación
que posee el profesor, tanto en lo didáctico como en el
empleo de la tecnología (Tecnología educativa). Si el
facilitador no ha sido capacitado de una forma integral,
entonces las actividades en ocasiones provienen de su
intuición o de experiencias previas en el campo de lo
presencial. Es por ello que en la práctica de b-learning,
el uso, las percepciones, los resultados y el impacto en
los alumnos pueden resultar muy distintos.
Esta investigación se basa en la aplicación de
Moodle2 en cursos de Maestría por parte de profesores
capacitados en Tecnología Educativa, y la percepción que
se generó en los alumnos a partir de dicha experiencia.
La utilización de las diferentes redes de
telecomunicación como soporte para sistemas de
enseñanza a distancia ha permitido establecer un
canal de retorno desde los alumnos a los profesores,
incorporando un valor añadido importantísimo. La
combinación de la telecomunicación y la enseñanza
ha permitido acuñar el término de enseñanza asistida
por computadora o e-learning. (Anido-Rifón, 2001).
“e-learning es el uso de tecnología de redes para el
diseño, entrega, selección, administración y extensión
del aprendizaje” (Masie, 2007). E-learning traslada las
experiencias de aprendizaje fuera de la tradicional aula
de clases. En forma general, el término e-learning se
refiere ampliamente al aprendizaje basado en tecnología;
actualmente parece enfocarse en métodos basados en
Web, pero frecuentemente es usado en su más amplio
contexto. De estas definiciones, se pueden deducir tres
grandes componentes en los procesos de e-learning:
1) Las tecnologías de soporte a los procesos de
aprendizaje (redes, hardware, software y
herramientas en forma general),
2) Los contenidos o elementos contenedores de
información y,
3) Las personas que interactúan en el proceso de
aprendizaje y de soporte al mismo.
La característica principal de los nuevos entornos de
aprendizaje virtual, reside en la utilización de la Web
como única plataforma de distribución. Así, desaparecen
los problemas de tiempo, espacio y horarios. Los
estudiantes pueden repasar y acceder a contenidos
educativos desde cualquier lugar y a cualquier hora, ya
que los sistemas de enseñanza asistida por computadora
están disponibles las 24 horas de todos los días del año.
Por otro lado, las plataformas en línea proporcionan
un canal abierto de comunicación entre estudiantes y
34
profesores, permitiendo la participación de personas
que pueden encontrarse en cualquier lugar del mundo,
lo que enriquece el proceso de intercambio cultural. Es
posible ofrecer entornos de telepresencia, donde todos
los participantes en el proceso formativo compartan un
aula virtual.
Dado que el ámbito de actuación de sistemas
educativos en línea es universal, los estudiantes pueden
elegir entre una gran diversidad de materias, cursos
y especialidades. Así, estudiantes y maestros pueden
estar distribuidos geográficamente sin que esto afecte el
acceso a los contenidos de aprendizaje, incluso pueden
intercambiar puntos de vista, retroalimentar sobre
calificaciones, hacer trabajo colaborativo, etcétera.
Un aspecto elemental a considerar es que esta forma
de aprendizaje requiere de un esfuerzo significativo
por parte de los actores involucrados. El docente,
principalmente, debe estar atento de no perder el
contacto con los alumnos de su curso, de darle pronta
respuesta a las consultas que éstos pudieran hacerle, de
actualizar las actividades y contenidos en la plataforma
virtual de aprendizaje cuando considere oportuno o
necesario, según perciba el desarrollo grupal en ese
curso en particular. Por otro lado la tarea del estudiante
será imprescindible, ya que deberá administrar su tiempo
de manera que pueda funcionar como autodidacta y
cumplir con las metas establecidas desde el principio
hasta el final del proceso.
Resulta esencial para nuestros fines comentar
algunas de las problemáticas que aparecen a raíz de
la proliferación de los programas de estudio online:
la heterogeneidad de las plataformas disponibles; la
interacción entre personas y sistemas; el aumento en
la información disponible, así como su desviación y
pérdida motivada por la dispersión geográfica de los
usuarios de los cursos.
Ramón Vidal Zazueta
Los procesos que involucra e-learning
De acuerdo con Comezaña y García (2005), el diseño
de contenidos para e-learning implica estructurar
conocimiento desde dos tipos de procesos: los procesos
técnicos y los procesos pedagógicos. Lo anterior implica
que es necesario trabajar desde el diseño de sistemas,
programación, comunicación, privacidad, etcétera,
como desde la concepción de contenidos de aprendizaje
que impliquen dichas herramientas tecnológicas pero
con objetivos, actividades, formas de evaluación y
retroalimentación bien definidas y diseñadas. Para
esquematizar lo anteriormente dicho, se presenta la
figura 1.
El esquema anteriormente presentado, no deja de
ser interesante, sin embargo se considera que resultaría
importante reconocer y agregar, del lado de los procesos
pedagógicos, los diferentes estilos de aprendizaje,
así como los diversos canales de comunicación que
tiene el educando, pues éstos determinan la manera
en cómo ve, percibe,
concibe e interactúa
con el mundo; por lo
tanto, es conveniente
que al identificar
dichas particularidades,
se le proporcione un
modelo que pueda
facilitar su proceso de
aprendizaje de manera
proactiva, incluyente e
integral. A partir de ese
conocimiento cercano
del alumno, es posible
la personalización del
proceso educativo,
que se verá claramente
reflejada en la selección
de las técnicas didácticas
específicas a utilizar
35
Figura 1. El proceso de e-learning
E-Learning
Procesos
Pedagógicos
Procesos
técnicos
Requerimientos de
hardware y software
Desarrollo de
Plataformas
Diseño curricular
Objetivos
Seguridad
Servicios
Estrategias de
aprendizaje
Herramientas de
comunicación
Privacidad
Herramientas de
adminsitración
Autenticación
de acceso
Contenidos
Herramientas de
evaluación
Bases de datos
Estrategias de
evaluación
Herramientas de
soporte
Copias de
seguridad
Soporte bibliográfico y
de documentación
Fuente: Comezaña y García (2005, 1)
Método y proceso de investigación
La presente etapa de investigación se abordó desde
la perspectiva de la teoría fundamentada, según la
cual, la construcción de conceptos y el desarrollo de
conocimientos se da a partir de la propia experiencia
de los sujetos investigados. La técnica de acopio de
información utilizada fue el cuestionario con preguntas
de opción múltiple y abiertas, en el cual se indagaron
aspectos como: ventajas y desventajas encontradas a
partir del trabajo con Moodle, desde el punto de vista
tecnológico y pedagógico; competencias desarrolladas;
recomendaciones de utilización que se hicieron a otros
estudiantes y a los mismos profesores implementadores
de cursos desarrollados con esta herramienta. Para
analizar los datos se combinó la metodología cuantitativa
(para distribución de frecuencias) y cualitativa
(en la construcción de categorías de análisis y la
interpretación de la información). El cuestionario fue
aplicado a una muestra no probabilística de sujetos
tipo de 98 estudiantes, que cursaron la Maestría en la
UCC, durante el periodo de 2006-2007. Con el fin de
obtener las diversas percepciones, a partir de la práctica
educativa apoyada por Moodle, se seleccionaron tres
cursos: de la Maestría en Educación, la asignatura de
Tecnología y enseñanza; de la Maestría en Tecnologías
durante un proceso de e-learning, tales como el
aprendizaje colaborativo, el aprendizaje basado en
problemas, el aprendizaje orientado a proyectos, el
aprendizaje basado en la construcción del conocimiento,
entre otras, así como las formas de auto y coevaluación
que dichas estrategias llevan implícitas.
Objetivos
• Identificar las herramientas de e-learning que los
estudiantes de Maestría de la UCC han utilizado.
• Identificar las herramientas de e-learning que los
usuarios de la UCC conocen y dominan.
• Indagar las ventajas y las desventajas, tanto desde
el punto de vista tecnológico como pedagógico,
que los usuarios encuentran en Moodle.
• Explorar las habilidades y competencias que los
alumnos de Maestría de la UCC han desarrollado
a partir de la utilización de la herramienta
e-learning en cuestión.
• Identificar inquietudes y necesidades de
capacitación y adiestramiento tecnológico que
los estudiantes de la UCC manifiestan.
36
tareas, exámenes desde cualquier tiempo y lugar.
Así mismo, se mencionó que permite la integración
y recuperación rápida de la información, facilita la
planeación y organización de los cursos, permite la
administración eficiente de la información, optimiza
tiempos, facilita la comunicación entre maestros y
alumnos y permite el desarrollo de la creatividad por
parte del que planea los cursos.
En la Maestría en Tecnologías de Información
impartida en San Andrés Tuxtla, los alumnos resaltaron
como ventaja tecnológica la facilidad que Moodle otorga
a la comunicación entre maestros y alumnos, situación
que para ellos es de suma importancia al encontrarse
geográficamente distantes de su profesor, y donde,
gracias a la herramienta pudieron acceder a contenidos,
actividades calendarizadas, foros de discusión y más.
Se refirieron a las ventajas que se pueden tener sobre
el correo electrónico, la incompatibilidad entre algunos
servidores, el tráfico de información, etcétera. Se habló
también de la integración y recuperación rápida de la
información, la fácil navegación y el sencillo uso de
la herramienta que les permitió contar siempre con
ayuda en línea y fuera de ésta. Se mencionó también
la administración eficiente de la información, la
comodidad, la vanguardia y el hecho de contar con una
herramienta de libre distribución.
En la Maestría de Tecnologías de la Información,
pero impartida en la Ciudad de Veracruz, encontramos
que en el nivel tecnológico se destaca nuevamente la
facilidad de la comunicación maestro-alumno, a pesar
de que ellos se encontraban físicamente ubicados en
el mismo lugar que la docente. También citaron la
importancia de contar con una plataforma de open
source y robustamente respaldada por el lenguaje php
que utiliza. Resaltaron también la facilidad de acceder
a los contenidos desde cualquier lugar y a cualquier
hora, lo que proporciona comodidad. Se mencionó
también que facilita el aprendizaje virtual y que es una
herramienta de apoyo al conocimiento. Se resaltó la
administración eficiente de la información, misma que
facilita el trabajo docente, quien puede tener un mayor
control de los procesos.
de Información la materia del Taller de investigación,
módulo I: Redacción de textos científicos; y de la
Maestría en Redes y Telecomunicaciones, la asignatura
de Introducción a la investigación. Los grupos se
encontraban geográficamente dispersos, algunos en el
campus Torrente Viver de la Universidad, ubicado en
Veracruz, Veracruz (México); y otros, en el Instituto
Tecnológico Superior de San Andrés Tuxtla, Veracruz
(ITSSAT).
Resultados
Para los fines del proyecto de Tecnología Educativa en
la Universidad Cristóbal Colón, ha resultado de gran
valía e interés analizar los resultados de la presente
investigación elaborada a nivel Maestría, ya que, además
de probar y utilizar Moodle como herramienta de
e-learning para ser implementada en un futuro cercano
en las modalidades de educación en línea, se tuvo la
oportunidad de obtener opiniones, puntos de vista y
perspectivas desde diferentes niveles, áreas geográficas
y campos de conocimiento.
Podemos resaltar, como primer aspecto relevante, que
de las herramientas que los 98 alumnos entrevistados han
utilizado, Moodle es la que resalta como más práctica,
rápida, versátil y fácil de aprender y utilizar. Algunas
de las herramientas con las cuales los estudiantes
compararon Moodle fueron: Cisco Networking Academy
Program, Blackboard, Mimer Desk, Lotus Learning
Management System y Claroline.
Es importante mencionar que el conocimiento de
otras plataformas de e-learning fue más ampliamente
encontrado en la Maestría en Tecnologías de Información
que se imparte en el Campus Torrente Viver de la
UCC, donde más del 53% ya había utilizado alguna
otra herramienta de e-learning, a diferencia de la
misma Maestría impartida en la plaza de San Andrés,
Tuxtla, donde el 80% no conocía herramientas de esta
naturaleza. En la Maestría en Educación, el 88% de la
población se encontraba en desconocimiento de alguna
de ellas.
Desde lo tecnológico
En cuanto a las ventajas que el nivel tecnológico presenta
Moodle, en la Maestría en Educación se resaltaron
aspectos como la sencillez de su aprendizaje y uso, así
como la versatilidad en el manejo de tiempos y espacios
de aprendizaje, la facilidad para acceder a contenidos,
Desde lo pedagógico
En el sentido pedagógico resulta de gran relevancia
revisar las diferencias encontradas entre los puntos
de vista de un área como la educativa y una como
la tecnológica, mismas que, en un proceso ideal de
37
e-learning debieran complementarse y fusionarse en un
trabajo interdisciplinario para lograr buenos resultados.
En la Maestría en Educación los estudiantes
consideran que Moodle convierte el proceso de
aprendizaje en algo más interactivo, interesante
y atractivo; además que fomenta la interacción y
que resulta motivador porque capta la atención de
los estudiantes de muy diversas maneras. Permite
la integración de una gran variedad de recursos,
actividades y documentos, así como la interacción
con otras paqueterías. Otro aspecto muy interesante
que se mencionó fue que modifica el rol del profesor
y del estudiante, convirtiéndose el primero más en un
facilitador y el segundo en un ser responsable de su
propio aprendizaje. Entre los aspectos pedagógicos que
se tocaron están que fomenta el pensamiento creativo
y reflexivo, así como el aprendizaje autónomo y la
construcción del conocimiento.
Por otro lado, en la Maestría en Tecnologías de
Información, desde lo pedagógico nuevamente se resaltó
la rapidez y accesibilidad de la comunicación entre
los integrantes del proceso educativo. Se puntualizó
también sobre el fomento del autoaprendizaje y el
estudio independiente, así como la versatilidad en el
manejo de los tiempos y los espacios para programar
sus actividades, además del control y seguimiento de
los alumnos que esta herramienta ofrece.
En la Maestría en Redes y Telecomunicaciones,
Campus Torrente Viver, se resaltaron aspectos parecidos
que en la plaza de San Andrés Tuxtla, pues se habló
de la accesibilidad de la comunicación, también se
discutió en una forma más profunda sobre el proceso
de aprendizaje, la construcción del conocimiento que
se da en cada estudiante, la aparición de un proceso
de enseñanza más interactivo basado en habilidades y
conocimientos propios. También en este orden, citaron
al Moodle como una herramienta innovadora que
facilita las cosas, porque gestiona recursos educativos
proporcionados por el profesor; organiza el acceso a esos
recursos por el alumnado; se puede mostrar información
de una forma entendible para el usuario y facilita el
aprendizaje a distancia.
Por último, pero no menos importante, disertaron que
la plataforma virtual fomenta el aprendizaje autónomo,
que convierte la clase en un proceso más dinámico,
interactivo y variado que da al método de aprendizaje
un valor agregado.
Dirección de Comunicación
Algunas desventajas encontradas
Como críticos de los recursos que utilizan, se les
cuestionó a los alumnos qué desventajas encontraban
en la plataforma utilizada. Cada área desde su propia
perspectiva e inquietud respondió:
38
Competencias desarrolladas a partir del trabajo
con Moodle
Las personas que cursan la Maestría en Educación
resaltaron entre las competencias desarrolladas a
raíz de la utilización de Moodle, en primer lugar el
haber adquirido más conocimientos de computación
y específicamente, en el campo del e-learning, así
como una mejor comprensión de las posibilidades que
la tecnología ofrece en el campo de la enseñanza. Así
mismo se resaltó la destreza en el manejo de recursos
tecnológicos y el dominio de otras paqueterías que
antes no dominaban. Los estudiantes y la mayoría de
los profesores encontraron haber desarrollado varias
habilidades cognitivas y metacognitivas que fueron
apoyadas por la tecnología, tales como: análisis,
observación, reflexión, abstracción de ideas, solución de
problemas, comprensión de textos y expresión escrita.
Se mencionó también, con énfasis, el desarrollo de la
creatividad como materia prima para la producción
de materiales didácticos, así como esa posibilidad del
programa para permitir la comunicación y el trabajo
colaborativo en equipo con el fin de lograr los objetivos
de aprendizaje establecidos. También se resaltó la
posibilidad de la plataforma para permitir la rapidez,
discriminación y búsqueda atinada de información
según las necesidades del usuario.
En la Maestría en Tecnologías de Información,
impartida en San Andrés Tuxtla, los estudiantes
resaltaron, en primer lugar, haber adquirido las
competencias necesarias de análisis, autodidactismo,
autoestudio, abstracción de ideas, comprensión de
textos, lectura, iniciativa de cultura e investigación,
todas ellas necesarias para el logro del objetivo del
curso, competencias que fueron fomentadas y apoyadas
por la estructura y los requerimientos del mismo.
En segundo lugar se encontró que los estudiantes
dicen haber adquirido competencias en búsqueda y
discriminación de información, comentarios que se
deben en gran parte a la naturaleza del curso que se
impartió en este grupo. En tercer lugar se mencionan los
conocimientos adquiridos en tecnología de e-learning
y la conciencia de las posibilidades que la tecnología
ofrece para el propio desarrollo y el de los cursos que
puedan tomar o impartir.
En el grupo de Maestría en Redes y Telecomunicaciones, localizado en Veracruz, encontramos
respuestas coincidentes; además de resaltar la posibilidad
de flexibilizar el acceso en diversos tiempos dentro del
proceso de e-a, y de garantizar ambientes de aprendizaje
En la Maestría en Educación se localizaron como
desventajas la forma en que el proceso de enseñanza
puede volverse frío y difícil de monitorear. Les preocupó
la falta de contacto profesor-alumno y la incapacidad
para dar seguimiento cercano a los participantes de un
curso. Se comentaron también dos aspectos más bien
relacionados con el formato: el tamaño de los archivos
que pueden subirse, que no debe ser mayor a 2Mb
(según las especificaciones dadas por el administrador
de la red), así como el diseño visual de la plataforma,
que fue calificado como “pobre” y falto de colores más
atractivos. Algunos expresaron que el acceso a estos
recursos se limita a cierta cantidad de personas que usan
y dominan la tecnología computacional; de hecho, una
de ellas expresó que no le gustó y no se identificó con
ella. Otro comentó que la plataforma limita el proceso
de reflexión al ser tan cerrado en sus opciones para
manejar cuestionarios.
En San Andrés Tuxtla (Maestría en Tecnologías
de Información) en primer lugar, se asume que, por
la naturaleza del perfil de los alumnos, se refirieron
a la complejidad de la implementación en caso de
adoptar esta herramienta, y de las fallas técnicas por
parte del servidor de Moodle o de la conexión, que
pueden entorpecer el proceso. Entre los comentarios
también encontramos que el aspecto humano (tutor o
facilitador) cobra relevancia, pues en caso de que éste
no esté al pendiente de lo que sucede en la plataforma,
con respecto a los comentarios y dudas de los alumnos,
el proceso e-a podría no resultar tan efectivo.
Por otro lado, los alumnos de la Maestría en Redes
y Telecomunicaciones, cursada en el Campus Torrente
Viver, resaltaron como desventaja el uso inapropiado y
la falta de cultura por parte de docentes y alumnos para
trabajar en esta modalidad de enseñanza. Lo anterior
puede estar relacionado con la resistencia que este
grupo en concreto presentó al inicio del curso, pues
ningún participante se había visto involucrado en un
proceso bajo esta modalidad, ni en las demandas que
dicho proceso conlleva.
Otra desventaja mencionada por los tres grupos
de Maestría fue que dependemos de Internet para
poder utilizar la herramienta, cosa que no sucede
con otras plataformas como LLMS que permiten el
manejo Offline, para poder actualizar contenidos con
posterioridad.
39
Conclusiones
Los sistemas de e-learning tienen una dualidad pedagógica y tecnológica. Pedagógica en cuanto a que
estos sistemas no deben ser meros contenedores de
información digital, sino que dicha información debe
ser transmitida de acuerdo con unos modelos y patrones
pedagógicamente definidos para afrontar los retos de
estos nuevos contextos. Tecnológica en cuanto que
todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, se sustenta
en aplicaciones software, principalmente desarrolladas
en ambientes Web.
El reto actual para la UCC, y los miembros de
su plantilla docente, es crear cambios significativos
en sus estrategias de enseñanza, con la finalidad de
llevar a cabo un apropiado uso de tecnología como
una herramienta de apoyo, pero no como un sustituto
de los actores principales en el proceso educativo
(estudiantes, maestros, asesores). Lo que se pretende
es un proceso de comunicación constante, escenarios
de intercambio y colaboración, procurando construir
un aprendizaje significativo centrado en el alumno.
Conforme los estudiantes progresen gradualmente
necesitarán menos instrucciones de tipo didáctico
para hacer más atractivo el aprendizaje activo, así
como una atmósfera donde los estudiantes tomen
la responsabilidad de su propio aprendizaje y los
instructores tomen el rol de asesores en casos
de estudio, simulaciones, tareas, y proyectos
colaborativos donde se aproxime a los estudiantes
a experimentar una formación profesional que lo
prepare para el mundo real.
colaborativo mediante el uso de herramientas de
comunicación.
Recomendamos a otros profesores utilizar Moodle
Cabe resaltar que el 100% de los estudiantes de la
Maestría en Educación, el 100% de los de la Maestría
en TI (San Andrés) y el 92.3% de los alumnos de la
Maestría en Veracruz, declararon que sí recomendarían a
otros profesores utilizar Moodle en la impartición de sus
clases, ya sea en modalidad presencial, semipresencial
o a distancia.
Al terminar el cuestionario se preguntó a los alumnos
sobre su experiencia al haber tomado una clase apoyada
por Moodle como herramienta de e-learning, a lo
cual respondieron con adjetivos como: gratificante,
enriquecedora, grata, útil, práctica, dinámica, fácil,
rápida, cómoda, entre otros.
Beneficios
Al hablar de los beneficios que se obtendrán, a mediano
y largo plazo, a partir de la integración de tecnología
de e-learning podemos mencionar: Para la Universidad
y la Sociedad: Prestigio y reconocimiento al proveer
de egresados con las experiencias tecnológicas y
computacionales apropiadas, como lo harían “en la vida
real”, que sepan discriminar información, que sepan
trabajar de manera colaborativa (virtual o presencial)
y que se puedan expresar de una forma adecuada, de
manera oral y escrita.
Para el alumno: El desarrollo del aprendizaje
significativo, experimentar una formación que lo prepare
para el mundo real, autoaprendizaje, productividad,
desarrollo del pensamiento crítico y creativo, empleo
de tecnología.
Para el maestro: lograr un mejor trabajo, librándolo
de labores secretariales, de trabajos tediosos y rutinarios;
hacer más efectivo el tiempo invertido, incrementando
la productividad, tener las bases empíricas para
evaluar su propia efectividad docente, contar con un
ambiente en el que pueda organizar y preparar sus
materiales y tareas para la clase, y lo más importante,
descubrir e integrar materiales y métodos optimizados,
reduciendo idealmente, las barreras entre la docencia y
la investigación.
Notas
Formación combinada, del inglés blended learning.
Consiste en un proceso docente semipresencial; esto
significa que un curso en este formato incluirá tanto clases
presenciales como actividades de e-learning.
2
Considerada como una de los LMS (Learning Management
Systems, Sistemas Administrativos del Aprendizaje)
más eficientes en el logro de un trabajo con pedagogía
constructivista y de carácter colaborativo.
1
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40
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41
Desde la intervención
Análisis de la intervención de Trabajo Social en una
institución cultural en Hermosillo, Sonora, México
Rosa María Islas Durón*, Graciela Ibarra López**
Resumen
Este artículo repara sobre el quehacer del Trabajo Social
dentro de una institución cultural, específicamente nos
referimos a una investigación realizada en la “Casa de
la Cultura de Hermosillo”. El propósito fue analizar la
intervención de Trabajo Social dentro de las Políticas
Culturales, para ello describiremos dos programas que se
desarrollan en ésta institución y las acciones que Trabajo
Social realiza dentro del quehacer cultural: a) Función
de Trabajo Social dentro de la Dirección Artística y
b) Intervención del Trabajo Social en el programa de
Promoción Cultural Comunitaria.
por este profesional. En Hermosillo, existen algunas
instituciones con programas culturales, pero sólo la
Casa de la Cultura de Hermosillo es la que cuenta con
profesionistas de Trabajo social.
Es por ello que nos interesamos en profundizar e
investigar la cultura como objeto de intervención del
Trabajo Social, a partir de la investigación en este
campo surgió la idea de elaborar un análisis de la
intervención del Trabajo Social en estas instituciones,
y lo abordaremos de la siguiente manera: Primeramente
presentaremos un marco referencial de la Casa de la
Cultura de Hermosillo, posteriormente un marco teórico
de la cultura como objeto de intervención del Trabajo
social, así como un análisis de la acción profesional del
Trabajo social, y la caracterización de los usuarios, para
finalizar con las conclusiones.
Abstract
This article is about the job of Social Work in a cultural
institution, specifically we refer to the experience of
our students in “Casa de la Cultura de Hermosillo”.
The purpose was analyzing the intervention of Social
Work in the Cultural Politics, for this we will describe
two cultural programs that develop in this cultural
institution, and the actions that Social Work does inside
the cultural tasks, this are: a) Social Work function
in artistic direction Social Work Intervention in the
Community Cultural Promoting program.
Marco de referencia de la Casa de la Cultura de
Hermosillo
Inicia actividades por convenio de colaboración cultural
que celebró el Estado libre y soberano de Sonora,
representado por el entonces gobernador constitucional,
Dr. Samuel Ocaña García, y el Instituto Nacional de
Bellas Artes, representado por el director general, Lic.
Juan José Bremer.
Según Sotomayor (1993) dicho acuerdo fue firmado
en la Cd. de México el 2 de Mayo de 1980, apoyado
en los artículos 4to y 24 de la Ley Orgánica del Poder
Ejecutivo de Sonora, donde se crea la Casa de la Cultura
del Estado de Sonora (hoy de Hermosillo), como una
institución dependiente del Gobierno del Estado, a través
de la Coordinación Estatal de Cultura y del Instituto
Nacional de Bellas Artes. Su función quedó establecida
para la enseñanza artística, investigación, difusión
cultural, fomento de las artes, desarrollo de museos,
bibliotecas, galerías, teatro, etcétera.
Podemos observar que desde el marco jurídico
quedan establecidas las funciones de la Casa de la
Cultura, entre las cuales se encuentra la investigación,
Introducción
Tradicionalmente el campo del Trabajo Social se
ha orientado hacia diversas áreas fundamentales en
el desarrollo de las comunidades como son: salud,
educación, vivienda, trabajo etcétera. Este enfoque ha
respondido a las necesidades sociales que la población
demanda, que a su vez son objeto de intervención del
Trabajo Social. Todos estos espacios han sido motivo
de estudio por parte de profesionales de esta disciplina;
pero existen otros factores que son producto de la vida
moderna; necesidades que a pesar de estar latentes
en la población no son manifestadas explícitamente,
como es el caso de la cultura, un área poco explorada
*
Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. risla@sociales.uson.mx
**
Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. gibarra@sociales.uson.mx
42
siguiente objetivo: “Promover, preservar, todas las
manifestaciones culturales, municipales, estatales
y cualesquier otra que reafirme nuestra identidad
nacional” (Sotomayor, 1993,10).
En el objetivo general de la Casa de la Cultura
observamos cómo se reflejan los fines de la Política
Cultural de ese entonces, que giraban en torno al rescate,
promoción y reafirmación de valores culturales, tanto
municipales como estatales, con el fin de conservar una
identidad nacional. Este objetivo en ningún momento
menciona un desarrollo cultural integral del individuo o
de capacitar a la persona en sus habilidades materiales
y no materiales.
Para alcanzar este objetivo se crearon
los siguientes departamentos: enseñanza
artística, comunicación social, fomento y
promoción de las artes, consejo consultivo,
consejo pedagógico, sección de galerías,
sección de radio, sección de biblioteca,
sección de museos, sección de teatro. Con
estos departamentos se puso en marcha la
Casa de la Cultura de Sonora, áreas que
se han ido incrementando al paso de tres
décadas.
Cada departamento tiene sus respectivos
programas, pero para nuestro análisis sólo
nos enfocaremos en dos de ellos, que son
los que cuentan con el profesional del
Trabajo Social: Dirección de Educación
Artística y el Programa de Promoción
Cultural Comunitaria.
por lo que esta institución no sólo debe atender
actividades relacionadas con las Bellas artes, sino
también debe contemplar el aspecto de la investigación,
sobre todo aquellas relacionadas con las necesidades
culturales, acciones que están directamente relacionadas
con el Trabajo Social; ya que a través de las estrategias
de acción de este departamento se pueden investigar las
necesidades culturales de usuarios y no usuarios.
El día 10 de Octubre de 1980 fue una fecha
trascendental para los sonorenses. Abre sus puertas
en la región la primera institución con programas
culturales, la Casa de la Cultura de Sonora, con el
Diana Mendívil Gutiérrez
Marco teórico, la cultura como objeto de
intervención del Trabajo Social
En Sonora el Trabajo Social se ha orientado
tradicionalmente hacia diversas áreas
fundamentales en el desarrollo de las
comunidades, como son: salud, educación,
vivienda, jurídico, penitenciario, trabajo,
entre otros. Un campo que es objeto de
estudio para el Trabajo Social, y que no
ha sido explorado, es la cultura. Para
conceptualizar la cultura es necesario
que se tenga una relación directa con
este concepto, así tenemos que existe una
diversidad de definiciones, pero para el
presente trabajo, que trata de ubicarla como
objeto de intervención del Trabajo Social,
43
presentaremos algunas definiciones que se insertan y
tienen una relación más estrecha con el quehacer del
Trabajo Social.
Marcuse, en su libro Ética de la Revolución
(1969), cita a Webster, quien define la cultura como:
“Complejo especifico de creencias, logros, tradiciones,
etc., que forman el trasfondo de una sociedad,
lenguaje, tradiciones, no llama logro a la destrucción,
ni tradiciones a la crueldad y al fanatismo” (p.157).
Webster circunscribe la cultura a un campo más selecto,
es decir, al trasfondo de una sociedad matizada por
aquellas actividades que constituyen su esencia y los
separa en valores positivos, es decir que las finalidades
que la sociedad misma tiene establecidas para la
realización de las metas propuestas, y aquellas actitudes
aisladas que no son aceptadas por los miembros que
la integran, como actos delictivos, fanatismo derivado
de una interpretación errónea de la religión. El autor
señala como elementos determinantes de la cultura los
valores propiamente dichos y excluye todo aquello que
contribuye a la destrucción, es decir, actitudes que no
responden al concepto puro de creencias, o bien que
puedan ser calificadas de crueles y enajenantes. La
definición que Webster nos presenta de cultura puede
adaptarse a las instituciones culturales, sobre todo a los
objetivos que éstas plantean, o bien puede reflejar las
políticas culturales que el Estado planea en relación a
la preservación de la cultura, rescate de las tradiciones
y conservación de la identidad nacional. Por lo tanto el
Trabajo Social, que es una profesión que interviene en
la atención de las necesidades y trata de incidir en el
bienestar social, puede relacionarse con este concepto,
ya que estas tradiciones, creencias y valores pueden
ser tratados a través de estrategias de acción del trabajo
social, como son la investigación, promoción, difusión,
etcétera.
Asimismo, en forma general, González (1981) define
la cultura como un espectro que: “Abarca los valores
ideológicos, aspiraciones y actitudes, modo de vida y
costumbres, patrones de relaciones sociales comunes
a un grupo fundamentadas, y en última instancia,
condicionadas a las formas de producción especificas de
un momento histórico determinado” (p. 68). Al definir
la cultura, el autor anterior considera como aspectos
importantes los valores, pero a diferencia de Webster,
éste sitúa el concepto en un contexto más amplio, ya
que no son sólo los valores ideológicos los que toma en
cuenta, sino las aspiraciones, las actividades, las formas
de vida. Elementos que fundamentan y condicionan las
formas específicas de producción que se presentan en
ciertos momentos históricos.
El estado implementa políticas culturales visualizadas
desde su perspectiva como la conservación de los
valores, en las que muchas instituciones culturales
encuentran su razón de ser. Ahora bien, el Trabajo
Social, al tomar como objeto de intervención a la cultura,
dirige su acción a reconocer las actitudes, los valores
ideológicos, formas de vida, y encaminarlas hacia la
promoción y difusión de un proceso cultural que no sea
circunstancial, o que no sólo atiendan aquellos aspectos
que le atañen al Estado.
Otra manera de definir la cultura según Ortega (1992)
es: “Toda producción humana que el hombre realiza en
la vida social. Desde la fabricación de utensilios, hasta
las grandes manifestaciones arquitectónicas, estáticas
y estructuradas, complejas en el lenguaje” (p. 5). Para
este autor, la cultura es todo lo que el hombre crea y
transforma en la vida, desde el objeto más pequeño hasta
las grandes manifestaciones arquitectónicas. Por lo tanto
las instituciones culturales deben estar encaminadas,
sobre todo, a realizar programas que llevan a cabo el
reconocimiento de individuos, grupos o comunidades
que sean capaces de crear y proyectar hacia la sociedad
cultura.
En este sentido el Trabajo Social debe servir de
enlace entre las instituciones y la población, a través
de los programas que se llevan a las comunidades, así
como investigar la creatividad de los individuos para
reconocer lo que éstos son capaces de producir. En
dicha detección o sondeo que se lleve a cabo, pueden
descubrirse las capacidades materiales y espirituales
que posee el hombre en las diferentes formas culturales,
desde el arte culinario hasta los creadores de las bellas
artes, entendiendo por éstas la música, pintura, teatro,
poesía, etcétera.
Por otro lado al convertirse la cultura en un objeto
de intervención del Trabajo Social, no podemos dejar
de lado las políticas culturales, ya que en nuestro
Estado todas las instituciones culturales, como
también los programas, se desprenden de éstas.
Por ello consideramos necesario definirlas. García
Canclini (1987), define: “Entendemos por Políticas
Culturales el conjunto de intervenciones realizadas
por el Estado, las instituciones civiles, y los grupos
comunitarios, organizados a fin de orientar el desarrollo
simbólico, satisfacer las necesidades culturales de la
población y obtener consenso para un tipo de orden de
44
transformación social” (p. 28). La manera como el autor
define la política cultural es bastante amplia, ya que para
él no sólo son las formas que implementa el Estado,
sino también toma en cuenta todas aquellas acciones
culturales que grupos dentro de la sociedad realizan,
descartando el papel que juega la iglesia en este aspecto.
morales, intelectuales o físicas de los individuos”
(p.103). Podemos concluir que lo que las entrevistadas
consideran como proceso educativo el atender y
proporcionar servicios a los alumnos. Acciones que no
cumplen procesos educativos en sí, sino más bien son
labores que están encaminados a proporcionar servicios
esporádicos a los usuarios que lo solicitan, y no llevan
un proceso como tal, dentro de la institución.
Respecto a la función de promoción, consideramos
que son las adecuadas, ya que utilizan diferentes técnicas
de comunicación, como volantes, carteles, medios de
comunicación, visitas domiciliarias, radio, prensa,
televisión, visitas institucionales a centros educativos,
periódico mural, entre otras. Con relación a la función
de administración y gestión se puede apreciar que sí
realizan esta actividad, ya que dentro de sus funciones
Fátima Torres Valle
Análisis de la acción profesional del Trabajo Social
Se cuestionó a las entrevistadas sobre cuáles actividades
llevaban a cabo dentro de las funciones inherentes
al trabajo social como: Investigación, planeación,
evaluación, educación, promoción, administración y
gestión, obteniéndose las siguientes conclusiones: en lo
referente a las actividades de investigación, opinaron que
no las realizan, sin embargo desarrollan ciertos procesos
de tipo preliminar, sin llegar a detectar realmente las
necesidades culturales sentidas
por la población. Con respecto a la
planeación, las entrevistadas sólo
tienen una leve idea de lo que es
la planeación, entendiéndose ésta
como el conjunto de procesos y
actividades que ayudan a organizar
los recursos existentes para el logro
de objetivos y metas en la atención
de problemas sociales. Con base a
lo anterior se puede decir que las
entrevistadas sólo tienen una leve
idea de lo que es la planeación, ya
que en sus respuestas mencionan
la identificación de recursos como
parte de la misma sin profundizar
en ello.
También se advirtió que no
realizan una evaluación como
parte de su intervención, lo que
limita su desarrollo profesional.
Sólo realizan evaluación de las
actividades desarrolladas dentro del
departamento donde están ubicadas
y no trasciende a nivel institucional.
Si consideramos función
educativa lo que Ander Egg (1995)
define como: “Un proceso que
implica acciones sistémicas y
metódicas del Trabajador Social,
sobre el usuario con el fin de
favorecer el desarrollo de cualidades
45
está la de coordinarse con otras instituciones para la
impartición de pláticas, talleres, eventos artísticos y
culturales.
Se interrogó a las trabajadoras sociales de la Casa
de la Cultura sobre si realizan otras funciones, además
de las ya mencionadas. Algunas respuestas fueron que
promover la cultura mexicana y las aptitudes culturales
de las personas con las que trabajan. Por lo anterior
podemos deducir que estas últimas funciones que
mencionaron, y que consideran relacionadas con las
antes cuestionadas, no son propias del Trabajo Social,
ya que la función principal que predomina en su acción
profesional varía de acuerdo al objetivo de cada uno de
estos departamentos donde están ubicadas.
•
•
•
•
Conclusiones
• La aproximación teórica nos permite visualizar
a la cultura como objeto de intervención del
Trabajo Social.
• Las Instituciones culturales son instancias que
pueden ser intervenidas por el Trabajo Social,
donde se actuaría como intermediario entre las
Nayeli Cristina González Rivera
•
46
necesidades culturales de la población y las
políticas culturales.
La acción profesional del Trabajo Social es
muy limitada, por la poca participación que les
permiten los supervisores.
Hace falta investigación por parte del profesional
del Trabajo Social para detectar las demandas
culturales de la población, así como de la
aceptación de los programas.
Los profesionales del Trabajo Social de la Casa
de la Cultura no están desarrollando una función
intermediaria entre recursos y demandas de la
población en materia de Programas Culturales,
sólo se enfocan a actividades administrativas.
La intervención del Trabajador Social debe
incrementarse dentro de las instituciones
culturales.
Es importante señalar que la cultura es un área
potencial para la intervención del profesional del
trabajo social, sin embargo las funciones de éstos
son poco valoradas.
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Hermosillo.
Miscelánea
Trabajo Social e Historia Oral, apuntes para
una coincidencia: intervención con adultos mayores
Joel Verdugo-Córdova*
Los confines del pasado recuperable mediante la historia oral se reducen
inexorablemente día a día por obra de la muerte… (Paul Thompson)
Resumen
En este escrito reflexiono sobre algunos elementos
que pudieran ser considerados para la realización de
proyectos conjuntos entre el trabajo social y la historia
oral. Me refiero a la utilización de la entrevista en
profundidad según el método biográfico, herramienta
básica de la historia oral como instrumento posibilitador
de la rememoración y el redescubrimiento, a partir de la
voz de los otros, de las configuraciones y puntos de vista
que tienen los protagonistas de su experiencia individual
y colectiva. Esta cualidad de la entrevista, en manos del
trabajo social, por ejemplo, aplicada en grupos humanos
vulnerables (centros geriátricos) pudiera favorecer el
incremento en la calidad de vida de los usuarios.
La historia oral como práctica pertinente para
otorgarle voz a los “sin voz” y recobrar las riquezas de
la vida social a partir de las experiencias individuales
y colectivas por medio de la entrevista. También puede
constituirse en manos del trabajo social, como un
instrumento útil en proyectos concretos que tengan
que ver con el aumento de calidad de vida en grupos
humanos vulnerables.
En un primer momento reflexionaré sobre los
conceptos de trabajo social e historia oral, para después
concluir con una breve mención de un proyecto
conjunto.
Trabajo Social
La evolución conceptual y metodológica del trabajo
social como disciplina, digamos científica, ha bregado
desde la ruptura con prácticas de misericordia y
filantropía, hasta el debate epistemológico con corrientes
teóricas abrevadas de las ciencias sociales.
Es hasta tiempos recientes, apenas el siglo XX,
cuando el trabajo social logra una construcción, más o
menos acabada, de su sistematización. El desasosiego
que provocan en las sociedades temas como los
desvalidos del mundo, la procuración del bienestar
de los grupos humanos, los principios de los derechos
humanos y la justicia social; también son los principales
puntos que desarrolla el trabajo social.
Siguiendo a Flores y Martínez (2006), advertimos
que en los campos de acción del trabajo social, los
propiamente tradicionales y los nuevos, deben ser
motivo de atención e investigación tanto la profesión
como la demanda de distintos sectores implicados en
la diversidad de problemas sociales y constructores de
necesidades humanas, objetivizadas y sentidas y, en
Abstract
With this paper I think some elements could be
considered for joint projects between social work and
oral history. I mean the use of the in-depth interview as
biographical method, a basic tool of oral history as an
instrument and enabler of remembering and rediscovery,
from the voices of others, settings and views that
have the protagonists as individuals and collective
experience. This interview’s attribute, in the hands of
social work, for example, applied in vulnerable human
groups (nursing homes) would favor an increase in the
quality of life of the users.
Introducción
En el presente artículo reflexionaré sobre las posibles
coincidencias entre el trabajo social y la historia oral;
además de revisar cómo en la actualidad los préstamos
entre las distintas ramas de las ciencias sociales plantean
soluciones multidisciplinarias para problemas concretos.
*
Departamento de Trabajo Social. Universidad de Sonora. jverdugo@sociales.uson.mx
47
Ramón Vidal Zazueta
consecuencia, el ejercicio de sus derechos sociales,
civiles y humanos. Entre estos sectores se destacan:
minorías étnicas, mujeres, niños, jóvenes y ancianos,
entre otros.
Por consiguiente resulta cada vez más destacado para
el trabajo social, en el marco de las ciencias sociales,
sustentar su práctica profesional, en el a veces áspero
torbellino de la teoría social, ya que siguiendo a Howel
(citado por Del Valle y Ramella, S/F): “cuando a la
práctica profesional le quitamos la teoría sólo queda
el sentido común y la experiencia acumulada que, si
bien pueden ser un bagaje importante, son insuficientes
para configurar una disciplina que aspira a los más altos
niveles de la formación universitaria.” (pp. 2-3). Es por
lo anterior que resulta importante, para el trabajo social,
compartir los presupuestos teóricos y metodológicos
de otras disciplinas como las ciencias sociales y
beneficiarse con sus investigaciones y propuestas
teóricas enriqueciendo su práctica.
Para efectos del presente escrito, y para concluir este
apartado, baste exponer la visión netamente humana y
contemporánea del trabajo social, definida por Flores
y Martínez (2006):
La visión filosófica humana en esta idea contemporánea
en que concebimos un trabajo social alternativo, se
separa de la perspectiva religiosa en sus distintas
vertientes, que dieron sustento a las acciones que
precedieron las épocas del Trabajo Social profesional:
caridad, filantropía y de algún modo asistenciales.
La visión contemporánea que asumimos requiere
de un proyecto de nación democrático que incluya
el ejercicio de los derechos sociales, civiles y
humanos, de los cuales debe ser vigilante la función
profesional, además de considerar la subjetividad,
ámbito en el que están los proyectos de autonomía y
autodeterminación del sujeto-actor social. (p. 257).
En esta idea sobre el trabajo social se retoma
lo que considero el espíritu de la disciplina y la
evolución epistémica que ha tenido a largo de
su historia. No basta únicamente con separar la
perspectiva religiosa que precedió al trabajo social
profesional, fundamentada en la caridad y la filantropía
de algún modo asistenciales, sino que se requiere
de un propósito firme por constituir una sociedad
democrática que incluya el ejercicio de los derechos
sociales, civiles y humanos de todos sus integrantes.
48
Historia Oral
Por su parte, la historia oral utiliza la entrevista
registrada en audio o video como constituyente fontal
para acercarnos al pasado reciente. El trabajo social
y la sociología pueden utilizar la entrevista para
la interpretación del presente, de tal suerte que los
testimonios orales y sus transcripciones alcanzan la
categoría de documentos válidos para el estudio del
pasado reciente, pero también, de la sociedad actual.
La llamada historia oral se muestra, por un lado,
como una propuesta de método adecuado para estudiar
la historia de los grupos subalternos y como uno de los
métodos más pertinentes para recoger y conocer la “voz
propia” de los sujetos históricos y los hechos sociales,
o las experiencias humanas que han interesado a los
investigadores (Aceves, 1996). Por otro lado, siguiendo
a Plummer (1989), el objetivo de la historia oral es
obtener información sobre el pasado, pero también
producir conocimientos históricos y científicos, y no
simplemente establecer una relación sistemática de la
vida y experiencia de los “otros”.
Es incuestionable que la historia oral no encaja en
los presupuestos clásicos, en los cuales la evidencia
puede ser manipulada pero nunca fabricada, ya que en la
historia oral la evidencia se hace en el sentido que es el
resultado del discurso subjetivo del entrevistado, guiado
Archivo del Departamento de Trabajo Social
a su vez por las cuestiones planteadas subjetivamente
por el entrevistador (Gil, 1998). Esta subjetividad,
lejos de menoscabar la validez del discurso elaborado,
debemos considerarla como el umbral, es decir, el sitio
de arranque o punto de partida para la interpretación/
comprensión de la sociedad en la que vivimos, así como
de sucesos pasados que pretendemos reconstruir.
La historia oral puede darnos una forma eficaz
de aproximarnos a la cotidianidad de las personas,
tan escasamente registrada con formas habituales de
recogida de datos. Asimismo nos muestra, de “viva
voz”, las configuraciones y puntos de vista que tienen los
protagonistas de su experiencia individual y colectiva;
en todo caso nos revela el sentir, digamos pálpito a
pálpito, de la vida cotidiana.
La historia oral se vitalizó cuando estudiosos e
investigadores la utilizaron para darle voz a los “sin
voz”; cuando el sentir y hacer de los estratos más
desprotegidos y vilipendiados de la sociedad podían
levantar sus palabras y registrarlas en esta nueva
forma de hacer historia: alejadas del frío e impersonal
documento de archivo, las palabras imprimen a la
historia un aliento vital. (Thompson, 1988).
Sin embargo, la historia oral no es necesariamente
un instrumento de cambio pero puede ser, y en muchos
casos los es, un medio de transformar, tanto el contenido
como el propósito de la historia. A través de
la historia oral se puede dar a la comunidad
la seguridad de escribir su propia historia.
Asimismo, y como asunto importante
para este escrito, enfatizo que la historia
oral se muestra, por su carácter creativo y
cooperativo, adaptable a otras disciplinas
de las ciencias sociales en la elaboración
y puestas en escena de proyectos
multidisciplinarios conjuntos.
Proyectos
Thompson, pionero de la historia oral, en su
célebre trabajo La voz del pasado: la historia
oral (1988), dedica un capítulo entero para
mostrar el carácter creativo y cooperativo de
la historia oral. Los proyectos de historia oral
resultan posibles de realizar en un sinfín de
contextos diferentes, tanto individualmente
como en grupo. Ya sea en escuelas
primarias o en universidades, en hospitales
o centros penitenciarios, en clubes de
49
amigos o en centros de atención y cuidados para adultos
mayores, etcétera, se puede recoger testimonio oral.
En tales proyectos, apunta la tesis de este artículo,
profesionales de otras disciplinas pueden adecuar los
fines y objetivos de su trabajo y “enriquecer” los
resultados en la solución de problemas planteados
desde su propia disciplina, es decir, en el caso del
trabajo social, la intervención en asuntos puntuales,
como elevar la calidad de vida de los llamados adultos
mayores o de la tercera edad albergados o recluidos en
residencias geriátricas, los llanamente denominados
asilos de ancianos. En estos lugares seguramente
se alcanzarían resultados boyantes a partir de las
herramientas metodológicas propuestas por la historia
oral.
Comentamos al principio de este escrito que el
instrumento por antonomasia de la historia oral es
la entrevista. La entrevista —siguiendo a Thompson
(Ibíd.)— implica que el hablante haga una rememoración
de su vida o parte de ella. El psicoanálisis, por ejemplo,
ensalza la rememoración a un modelo terapéutico. El
recordar la propia vida es crucial para el sentido de sí
mismo, de tal suerte que ejercitar la memoria puede
fortalecer o recobrar la confianza de los entrevistados;
además, la rememoración permite reevaluar los
conflictos pasados y restablecer la propia identidad y
un medio de ayudar, en el supuesto caso esgrimido
líneas arriba, a los ancianos a valerse por sí mismos. A
través de la entrevista las personas de la tercera edad
“pueden reflexionar sobre sus vidas con el ánimo de
resolver, reorganizar y reintegrar aquello que les cause
preocupaciones o problemas” (p. 182). Los llamados
adultos mayores, aquellas personas con varios costales
de años a cuestas, al igual que todos, necesitamos la
oportunidad de expresar sentimientos.
En un proyecto de este tipo, realizado por
trabajadores sociales o estudiantes de la profesión en
prácticas o cumpliendo su servicio social, por medio
de la entrevista, individual o grupal, podrán obtener
productos directos para objetivos concretos; es decir,
a partir del material grabado y transcrito, socializado
en sesiones realizadas periódicamente. Podrían crear
teatro a partir de las memorias de las personas mayores
y luego representarlas en una audiencia compuesta por
los propios personajes que inspiraron los diálogos.
Podrían editar revistas y folletos con los resultados de
las entrevistas con temas diversos, surgidos del propio
interés de los entrevistados. Por ejemplo, trabajos
comunes de antaño, cómo era la ciudad de origen, el
comercio, la escuela, la familia, la niñez, el campo,
la música, los bailes, el noviazgo, el matrimonio, la
religión, la participación política, etcétera.
Los productos de las entrevistas podrán ir
acompañados de fotografías y otras ilustraciones, la
comunicación verbal entre los ancianos participantes
se vería favorecida ya que se aportarían temas
de conversación común y, “una vez iniciada la
comunicación, las personas se redescubren como seres
humanos”, es decir, se enriquecería la calidad de vida
con betas de momentos felices y plenos: “escuchar
seriamente lo que los ancianos tengan que decir, es
la manera en que un persona vieja, miserable, difícil
y quejumbrosa puede pasar a ser plenamente una
persona.” (p. 186). Nos recuerda Thompson en la obra
antes citada.
Estoy convencido que los proyectos de historia oral
en manos de trabajadores sociales multiplicarían los
resultados benignos de la intervención. Los productos
acabados y obtenidos de la puesta en escena de
proyectos de este tipo podrían sistematizarse, analizarse,
interpretarse y dar lugar a tesis y demás trabajos de
investigación, o dicho con palabras de Bertaux, podrían
ser sometidos a la exploración, el análisis y la expresión
(síntesis) en forma oral y escrita con la finalidad de
difundirlos.
Colofón
A manera de conclusión. Insistir en algunas ideas
expuestas a lo largo de estas breves reflexiones: el
trabajo social, como las demás disciplinas de las ciencias
sociales, se esfuerza por la constitución de su estatuto
de, digamos cientificidad. A lo largo de su historia el
trabajo social ha logrado la construcción, más o menos
acabada, de su sistematización y se ha beneficiado al
compartir los presupuestos teóricos y metodológicos
de las otras disciplinas de las ciencias sociales, no
obstante, siempre ha sido el apego a los principios de
los derechos humanos y la justicia social a favor de los
más necesitados un objetivo sustantivo.
En la actualidad, estudiosos de las ciencias sociales
han estado redescubriendo el valor de la rememoración
en la entrevista en profundidad, pero bajo diferentes
búsquedas. También, ante el desencanto del grosero
empirismo masivo de la escuela cuantitativa, las
entrevistas dirigidas por el método biográfico o la
historia oral, utilizadas desde el trabajo social, parecen
50
Del Valle, A. H. y Ramella, M. S. (s/f). De Trabajo Social
y Ciencias Sociales: de la reconceptualización al
método crítico. Un viaje de vida. Recuperado en:
http://revinut.udea.edu.co/index.php/revistraso/
article/viewFile/5274/4633..
Flores, C. y Martínez, G. (2006) “Hacia una concepción
del Trabajo Social contemporáneo en México: su
condición profesional”. Katálysis, Vol. 9, No. 2,
pp. 249-259.
Gil, F. (1998). “Posestructuralismo e historia oral”.
Historia, antropología y fuentes orales, No.
19. Barcelona: Publicación Universidad de
Barcelona (2da Época), pp. 117-126.
Plummer, K. (1989). Los documentos personales
(Introducción a los problemas y la bibliografía
del método humanista. España: Siglo XXI
Editores, S.A.
Thompson, P. (1988). La voz del pasado: la historia oral.
Valencia: Alfons El Magnànim.
------------ (s/f). Historias de vida y análisis del cambio
social. Módulo Virtual: Memorias de la Violencia.
Recuperado en: http://www.cholonautas.edu.pe/
memoria/thompson4.pdf.
Archivo del Departamento de Trabajo Social
convidar información válida para utilizarse en un
sinnúmero de proyectos cuya finalidad sea resolver
problemas concretos que tengan que ver con el aumento
en la calidad de vida de distintos grupos sociales
vulnerables, por citar un ejemplo.
Para finalizar estas breves reflexiones, insistir en lo
que considero también importante, los productos de los
proyectos de historia oral, nos otorgarían abundancia de
información capaz de ser analizada e interpretada desde
la propia disciplina y con el fin de realizar proyectos de
investigación.
Bibliografía
Aceves Lozano, J.E. (1996). Historia oral e historias
de vida (Teoría, métodos y técnicas. Una
bibliografía comentada). México: Colección
Miguel Othón de Mendizábal, Ediciones de la
Casa Chata, Ciesas, Hidalgo y Matamoros.
Bertaux, D. (1989). “Los relatos de vida en el análisis”,
Historia y fuente oral, No. 1. Barcelona:
Publicación Universidad de Barcelona (2da
Época), pp. 87-96.
51
Reseñas y notas
Procesos de exclusión e inclusión social.
Indicadores, Conceptos, Contextos y Significados1
Cristina Martínez Rascón*
La edición de un texto de colegas cercanos siempre es motivo de alegría y celebración…esa emoción también me
la produjo el saber de la existencia de un nuevo título que como socióloga y profesora de cursos de metodología
incorporaré de inmediato en mis programas. ¿Porqué lo digo con ese convencimiento? Pues tan simple como que trata
una discusión impecablemente sociológica y actual con el superávit de enfatizar los hilos finos de los resultados de
las investigaciones presentadas, esto es, explicitando los aspectos metodológicos de los procesos estudiados.
Si bien es cierto que la noción de exclusión social surgió y se popularizó en los años setenta y ochenta en Francia
para referirse a los sectores desfavorecidos y afectados por los nuevos problemas sociales que las viejas políticas del
estado del bienestar no dieron respuesta, y que ahora exigían reinsertarse mediante programas específicos, su difusión
se acrecentó en Europa, Estado Unidos y Latinoamérica por el fenómeno compartido de la pobreza y el insuficiente
desarrollo local.
Precisamente estos escenarios novedosos producto de la globalización y las nuevas tecnologías transformadoras
de espacio y tiempo son los que reclaman marcos explicativos innovadores acorde a los nuevos tiempos. La noción
de exclusión social con todo y su complejidad polémica y polisémica ha sido generadora de conceptos, indicadores
y clasificaciones de los actores y de los hechos de estos procesos.
Felicidades a los coordinadores y autores por esta obra.
Enseguida me referiré de manera muy general a los primeros cuatro capítulos con la idea de animarlos a leer y
recomendar el texto a colegas y alumnos.
Silvia Molina en el capítulo 1, denominado
“Exclusión, migraciones y participación”, desarrolla un
método particular de análisis al exponer la complejidad
del fenómeno migratorio mediante una lectura
transversal de los datos donde destaca los intentos
contrapuestos de la sociedad por controlar/excluir y
participar /existir con la idea de orientar las decisiones
de este proceso. Parte de la premisa de la condición
de desigualdad social y económica para explicar los
procesos migratorios, las políticas gubernamentales de
los países de acogida, y muy particularmente las redes
y lazos solidarios entre los migrantes como medidas
contra la exclusión. Habla de los países de la Unión
Europea y de los Estados Unidos concretamente, donde
el rechazo, la intolerancia y la exclusión se expresan
con fuerza en grandes sectores de la población. Mas
sin embargo, los inmigrantes cubren nichos muy bien
definidos en el área de servicios participando en la vida
cotidiana de estos ciudadanos, tanto, que se cita el caso
de España en 2008, donde se reporta 754 mil hogares
contratantes de migrantes para el servicio domestico,
cuidado de personas mayores, y discapacitados. El
contra sentido es que algunos países como Italia, con
escenarios similares a España, y también algunas
entidades de Estados Unidos se ha convertido en delito
el ingreso ilegal al país. Por el contrario, el aire fresco
de estos escenarios ramplones son los mecanismos
de sobrevivencia de los migrantes que van desde el
apoyo y la solidaridad incondicional hasta la aceptación
condicionada de jerarquías entre “iguales” para salir
avante en las largas travesías y estancias en los países
de destino. Las acciones contra la exclusión de los
estados y las instituciones son mínimas o prácticamente
nulas; dos ejemplos de las primeras son España donde
Guillén L., M; Valenzuela, B. y Gutiérrez R., Daniel Carlos. Coord. (2001). Procesos de exclusión e inclusión social. Indicadores,
conceptos, Contextos y Significados. Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, México. 167 p.
Nota: La reseña del texto se elaboró en dos partes. La primera por Cristina Martínez Rascón y la segunda por Rafael Pérez Ríos.
*
El Colegio de Sonora. cmartin@colson.edu.mx
1
52
F. Javier Ruizló
pez
especiales, inmigrantes, y hasta los superdotados
intelectualmente. La reflexión metodológica se centra en
los significados de la inclusión según Habermas, Shell,
Scrugg y Mastropieri, y Thomas y Loxley donde se
concluye que “.. la educación inclusiva es un proceso por
medio del cual, se responde a las diferentes necesidades
educativas que presentan los estudiantes, a través de las
modificaciones del ambiente escolar”(p.38).
El capitulo 3 que aborda de forma profunda e
intensiva la noción de exclusión social, es el de Manuela
Guillen Lúgigo y lo titula “Aproximación a la exclusión/
inclusión social. Cifras y percepciones en una zona de
segregación urbana en Hermosillo Sonora”. Guillén
Lúgigo desarrolla el trabajo con una introducción que
hace referencia a la utilidad y significado de éste en base
a una gama selecta de autores que además le permite
enfatizar aspectos a retomar en la operativización del
concepto. Posteriormente se da a la tarea de “…indagar
la percepción que los actores sociales tienen sobre la
realidad que viven”. De allí que Hernandez Pedreño
(2008), Joan Subirats (2005), Fernando Gil Villa (2002),
Jose Felix Tezanos (1999), y el mismo Amartya Sen
(2007) le proporcionan los elementos claves del mapa
conceptual con el que analiza el estudio de caso en la
periferia hermosillense. Algunos de estos conceptos
construidos y otros de-construidos son: las diferentes
aristas de la exclusión como “… fenómeno estructural,
relacional, dinámico, multifactorial, multidimensional, y
(además), politizable” (Subirats et-al,p.48); la exclusión
como una cuestión de grado más que de absolutos
pues una persona o colectivo puede estar excluido
en determinados ámbitos de la vida social , pero a la
vez altamente integrado en otros (Tezanos, p.53); la
variedad de exclusiones que Amartya Sen proporciona
en el campo político, social, y económico, pero
particularmente la noción de inclusión desigual para
aludir a situaciones de privación de distinta naturaleza
(Sen, p.50). La parte referida al análisis del estudio de
caso, con datos de probada solvencia como el Censo
de Población y Vivienda y su propio trabajo de campo,
demuestra las condiciones materiales de exclusión y
paralelamente la autopercepción en aspectos de la vida
social que escapan del área de influencia de los agentes
sociales tales como la educación y la política; pero
de inclusión en áreas significativas de la vida social
donde se involucran esfuerzos personales o familiares
principalmente en el mejoramiento de las condiciones
socioespaciales del asentamiento. De allí la importancia
de considerar no solo la visión economicista y material
hubo programas de inclusión en 2005 y México en
el 2006 con programas de regularización migratoria.
Finaliza enfatizando “… no hay nada coherente en el
comportamiento de los procesos globales de la sociedad
respecto a lo que se denomina migración (…) y no tiene
el menor sentido procurar esa coherencia debido a la
complejidad del fenómeno. Los discursos igualitarios
no alcanzan para suplir la diversidad real si antes no
reduce las aspiraciones globales a situaciones concretas
y opciones negociadas para poder alcanzar acuerdos
temporales” p.32.
Enseguida, el capítulo 2 de Blanca Valenzuela, Tania
Huerta, y Patricia Rodriguez, titulado “Tratamiento
educativo de la diversidad en entornos inclusivos: con
miras a la calidad”, presenta la reflexión de la noción
exclusión/inclusión y los resultados de una investigación
orientados a recomendar el desarrollo de espacios
educativos inclusivos frente a la diversidad del alumnado
y de la complejidad emergente de las nuevas opciones
culturales. Se menciona la necesidad de la actitud ante
la integración e inclusión y particularmente se señala
como ejemplos a los estudiantes con necesidades
53
de la pobreza sino los referentes simbólicos implicados
en las valoraciones de los actores sociales, y para ello
propone las nociones de inclusión activa e inclusión
pasiva. Tarea para el próximo artículo, seguramente.
El capitulo 4 a cargo de mi maestro Daniel Carlos
Gutierrez Rohan y Elia Guadalupe Villegas Lomeli
titulado “Repensar la exclusión-inclusión desde la
lógica de los excluidos” es un fascinante ejercicio
epistemológico, teórico, metodológico y empírico de
una investigación que centra su atención en los usos y
capacidades de la noción dual inclusión-exclusión desde
su deconstrucción hasta la elaboración de conceptos,
categoría, indicadores, y variables que aprehenden la
realidad construida justo en el “instante eterno” en el
cual tendrá validez el análisis. Daniel Carlos y Elia
Guadalupe eligen la colonia Café Combate para “..
conocer la noción que se tiene sobre exclusión política
en las colonias periféricas de la ciudad de Hermosillo
frente a los proceso electorales de 2009”. La tarea
de resignificar conceptos y categorías de análisis
desde la epistemología los lleva a trascender el par
exclusión-inclusión de quienes los excluyen hacia
la visión de los propios excluidos. Los resultados,
poco sorprendentes porque son conocidos en la vida
cotidiana hasta de nuestras colonias, arrojan variadas y
repetidas expresiones de autoexclusión aun dentro del
sistema de desigualdades pero que en su lógica parece
irrelevante debido a que existen otras prioridades o
urgencias. Algunos ejemplos tienen que ver con la falta
de participación política y filiación partidista, la falta de
interés en ejercer liderazgos en la colonia por lo devaluado
del cargo asociado a la corrupción y al “juego de poder”;
otro más es el beneficio de programas gubernamentales
a los que se acogen solamente por conveniencia. De allí
el uso de la exclusión por conveniencia que menciona
un entrevistado. Se concluye que para “… potenciar
la capacidad explicativa de los procesos de exclusióninclusión se trascienda los términos de precariedad y
pobreza y se consideren parte de de una estrategia de
subordinación regulada institucionalmente en el marco
de la desigualdad“( p.74), asimismo, “…para entender
los procesos de exclusión-exclusión desde un punto de
vista menos parcial, es necesario poner atención en los
discursos y prácticas sociales que no se ven, pero que
dan mucha lógica a las relaciones al interior del grupo
y frente a los sectores dominantes de la sociedad.
Rafael Pérez Ríos2
Hacen bien los coordinadores al citar en la primera
página del libro que hoy se presenta, a Robert Castel,
quien advierte que "el término exclusión habría que
manejarlo con infinitas precauciones"
Asomarse a estas páginas a medida que se avanza
en la lectura provoca la sensación de estarse acercando
a terrenos ya recorridos, pero ahora, con la ayuda de
visores que los hacen no reconocibles o inexplorados,
que los refrescan y los hacen novedosos. Es como esto
del deja vú. Esto de "me parece que ya he estado aquí
pero no estoy seguro cuándo, ni por qué". Se despierta la
curiosidad, el deseo de asimilar en plenitud el contenido,
ansiedad en ciertos momentos, frustración e impotencia
en otros, pero sobre todo la satisfacción del conocer y
reconocer.
Y es que efectivamente en la sociedad actual se están
generando una serie de procesos que evocan a otros del
pasado, pero que tienen nueva cara y que se salen de los
caminos ya recorridos. Exclusión ya no es solamente un
sinónimo de pobreza o de marginación. Actores sociales
que se sentían cómodos en entornos confortables, han
sido o arrojados del paraíso o al menos colocados en la
frontera entre la inclusión y la exclusión. O tal vez se
encuentran donde siempre, pero es la frontera la que se
ha recorrido hasta atraparlos. No necesariamente se han
vuelto pobres, pero se sienten excluidos.
María Engracia Carrazco y Jaime Espinoza exploran
la ciudad fragmentada, espacio en el que identifican
rasgos específicos que quedan bien delineados en
definiciones que si bien no llevan a la medición, a la
precisión, si permiten la descripción, el relato, lo que a
su vez enriquece el análisis que implícitamente invitan
a realizar. El nivel de síntesis no lo identifican con
una cantidad, con un número, sino con categorías que
engloban a aquellos rasgos específicos. Ofrecen así, una
metodología para acercarse a fenómenos muy actuales,
que se presentan en espacios geográficos ubicados en
distintas latitudes. Todo ello encuadrado en el fenómeno
de la globalidad, en el que logran detectar ventajas.
Afirman que:
2
54
Departamento de Economía. Universidad de Sonora.
reperez@pitic.uson.mx
Estas líneas que cito me llevan a pensar que estos
procesos de los países pobres han llegado a los países
ricos. Parecería que los excluidos han contagiado a
quienes están "dentro". Las revueltas sociales en todo el
norte de África, han surgido aparentemente de manera
espontánea, para conseguir una mayor libertad, que en
realidad es un mínimo de libertad y de una mejora en
las condiciones de vida. Con ello, diez años después,
la visión extrema del Islam, que tuvo como blanco el
corazón de las finanzas en Nueva York, ha dejado de
ser hegemónica. La noción de ciudadanía se ha abierto
paso en medio del fanatismo, conquistando primero
las plazas públicas y aspirando a definir, en forma
de gobierno, el futuro de esas regiones. La noción
permanente de estar excluidos en su propio país les ha
llevado a reclamar su pertenencia a los espacios en que
las grandes decisiones son tomadas ¿Hasta dónde este
proceso ha sido alimentado desde occidente en su afán
por derrumbar obstáculos que le han impedido acceder a
enormes yacimientos de petróleo situados en territorios
del cercano y medio oriente? Es aún muy pronto para
saberlo con certeza.
Lo que sí es posible observar es que la sublevación
cruzó rápidamente el mediterráneo y a pesar de los cinco
siglos transcurridos desde la expulsión de los moros, el
contagio no pudo evitarse, tal vez porque los reinos de
Castilla y Aragón no lograron erradicar por completo
los lazos culturales existentes entre las dos orillas de ese
mar que al mismo tiempo une y separa. Ocho siglos de
dominación árabe parecen pesar más que cinco centurias
en las que el intercambio de mercancías y de capitales
ha llegado al punto de la globalización.
Los indignados españoles son el reflejo de un orgullo
herido, al sentirse excluidos del llamado primer mundo.
Los habitantes de la madre patria han comprobado que la
noción de Unión aún no es aplicable en estricto sentido
a ese territorio llamado Europa. La Unión Europea que
ni siquiera ha logrado darse a sí misma un estatuto
común, que ni siquiera ha logrado votar de manera
consensada una constitución, parece difuminarse o
tal vez esté sufriendo una implosión, provocando la
sensación de estarse consumiendo a sí misma. La
indignación también ha llegado a Italia manifestándose
en un clamor que reclama mayores impuestos a los más
ricos. Miles de Italianos se sienten excluidos en Italia.
El contagio, aún cuando aparentemente pasajero, ha
cruzado el mar cantábrico para llegar a Reino Unido.
¿porque los actores de los disturbios en Inglaterra
no robaron comida al romper los cristales de los
grandes almacenes? ¿por qué saquearon las tiendas de
computadoras y otros dispositivos electrónicos? Tal vez
la simple posesión de esos objetos y la posibilidad de
compartir las señales de los lejanos satélites artificiales
que rondan el planeta, les hace sentir dentro de un
mundo tan virtual que se les aparece como inexistente.
Fotografías tomadas por cámaras de seguridad han
permitido identificar no sólo a indigentes o pobres,
sino también a jóvenes clasemedieros. Son ingleses que
sienten no vivir en Inglaterra, no sólo por una condición
económica deteriorada o por su color de piel o por su
religión, sino por algo más. ¿que es ese "algo más? No ha
sido explicado cabalmente hasta ahora, como tampoco
lo ha sido el concepto de exclusión. El libro que hoy
conocemos, me hizo evocar estos hechos que ocurren
en lugares tan distantes, pero que algo tendrán que ver
con la fragmentación de las ciudades. Todavía no logro
entender estos sucesos, pero este libro me hace abrigar
la esperanza de contar con una propuesta metodológica
que puede contribuir a disminuir la ansiedad creada por
lo desconocido.
F. Javier Ruizlópez
...los procesos democratizadores de los países pobres
obedecen a estas necesidades del mundo económico
(a la globalización, paréntesis mio), más que a
la madurez cívica de los pobladores....ofreciendo
una dosis de poder a las comunidades en tanto que
núcleos básicos y politizando a la sociedad civil.
55
Un punto recóndito del golfo de California, es el
espacio en el que Jesús Enríquez y Trinidad Chávez
encuentran otra expresión de la exclusión. El urbanismo
defensivo que aparece tomando como pretexto
protegerse contra el entorno de violencia generalizada,
resaltado por la noción de turismo de segunda residencia,
fragmenta la ciudad como resultado del condominio
cerrado, la cerrada residencial o la privada. Señalan:
Imagino Puerto Peñasco, como lo conocí hace 30
años, antes del turismo extranjero en masa y cuando aún
se podía comer totoaba. Tengo la impresión de un mar en
calma, un mare nostrum. Aunque no me lo proponga lo
asocio con otro mar con características muy similares, en
lo más recóndito del cual se libran cruentas batallas por
la ausencia de democracia. Algunos de los territorios del
norte de África hoy en plena revuelta, fueron colonias
Francesas y por lo tanto ahí nacieron Franceses de
un color de piel distinto. No pocos, migraron hacía
la inclusión, algunos lo lograron. Otros a pesar de
reproducirse por generaciones siguen siendo excluidos.
La esperanza de concretar un gobierno que les permita
alcanzar una ciudadanía plena, parece diluirse al igual
que quien parecía ser el más fuerte candidato socialista,
ex director del Fondo Monetario Internacional y hoy
sumido en la resaca de un escándalo sexual, derivado
de una supuesta agresión a una camarera proveniente
Archivo del Departamento de Trabajo Social
En la reorganización del espacio se establece
el carácter excluyente de la globalización al
privilegiarse el desarrollo de ciertos espacios, de
tal forma que la ciudad y los sectores sociales se
fragmentan en zonas incluidas o excluidas del
dinamismo global.
56
de Guinea, en un lujoso hotel Neoyorkino. Una mujer,
negra e inmigrante, es decir alguien cuando menos
triplemente excluida, ha logrado excluir de parte de sus
privilegios, nadie sabe si temporal o definitivamente, al
máximo hacedor de las políticas financieras globales y
hasta antes del suceso, casi seguro próximo presidente
de una de las locomotoras económicas de la Unión
Europea. Cabe de nuevo la reflexión ¿le fue tendida
una trampa a tan poderoso personaje, a sabiendas de su
incontrolable afición por lo que Vargas Llosa califica
como derecho de pernada contemporáneo? ¿Alguien
o algunos decidieron que el FMI debía renovar al
menos su cúspide, en plena crisis financiera? o tal vez
¿Algunos Franceses decidieron que no debía llegar a
gobernarlos un socialista con todo y ser el principal
operador del llamado neoliberalismo? También es muy
pronto para saberlo, pero si acaso el complot existió, una
vez más África, la tierra de los excluidos, o más bien
una Africana, aparece como el eslabón perdido y una
vez más este libro me ayuda a percibir que el término
exclusión no es precisamente algo sencillo de definir.
Tendrán que pasar algunos años, probablemente
décadas, para que un gran número de Europeos vuelvan
a sentirse incluidos en un proyecto de Unión surgido
a partir de procesos principalmente económicos. Más
tiempo tendrá que pasar tal vez, para que otros Europeos
dejen de sentir que personas provenientes de tierras
lejanas les están excluyendo de la posibilidad de obtener
un empleo. Esos Europeos que se sienten relegados
por los musulmanes que habitan en el mismo espacio
físico que ellos, seguirán clausurando mezquitas,
prohibiendo la construcción de otras nuevas, despojando
a las mujeres de los velos que su religión les impone y,
Dios, como quiera que se llame, no lo quiera, seguirán
viéndose tentados a empuñar una escopeta y asesinar a
jóvenes de su propia raza, culpándoles de las políticas
de un gobierno socialista, que según esos lunáticos, han
permitido que los excluidos los excluyan a ellos.
De igual manera, los llamados países del este
Europeo, que fueron artificialmente incluidos en
un proyecto que prometió la libertad a través de una
dictadura, del proletariado pero dictadura al fin y al
cabo, ahora se aferran a ser incluidos en unos niveles
de bienestar que se han transformado en una utopía
para sus habitantes, algunos de los cuales al sentir que
la montaña no va a ellos, han decidido ir a la montaña.
Sin embargo, Europa los excluye aunque habiten en
ese espacio físico.
Si han decidido intentar escapar de su realidad local,
es porque, entre otras cosas, los habitantes de esos países
fueron tardía y por tanto insuficientemente incluidos en
las políticas solidarias de la Unión Europea. Llegaron
tarde al reparto del bienestar y será muy difícil que, al
menos en el corto y mediano plazo, vuelvan a ponerse
en vigor esas derramas financieras que en el momento
actual están sobre todo dirigidas al salvamento de las
economías más atrasadas de la Unión. Por eso es que
me llama la atención que Álvaro Bracamonte y Rosana
Méndez concluyan que El desarrollo económico puede
ser un factor que a la larga puede conseguir detener el
éxodo de la población rural
Población en condiciones rurales es la que abandonó
sus territorios, ante la promesa de quedar incluidos
en el proyecto de Unión Europea. La promesa no se
concretó y difícil será que se concrete. Algunos ya
están regresando con la desilusión a cuestas, por lo cual
también será difícil lograr lo que Bracamonte y Méndez
consideran el punto de partida del proceso de desarrollo
local, esto es, los vínculos y arreglos entre los agentes
económicos.
Las reflexiones de los autores recién citados
complementan y al mismo tiempo son complementados
por las de Patricia Barrientos, José Angel Vera, Laura
Coyotzi y Mayra Hurtado, quienes se refieren a los
altos niveles de estrés e inadaptación familiar que puede
provocar la discapacidad intelectual de uno de sus
integrantes, en especial de uno de los hijos. Llevando el
análisis al terreno social y político identifican elementos
de exclusión, por origen étnico, nivel de ingreso, nivel
de escolaridad y género, en acciones de política pública
que en el discurso debería llevar a la inclusión, de tal
manera que las estrategias de afrontamiento, cohesión,
adaptabilidad, soporte social, sentido de coherencia
y satisfacción a nivel familiar, son reemplazadas por
una visión de desamparo, de incapacidad y alienación
hacia el cambio. Bajo estas condiciones los vínculos y
acuerdos entre los agentes económicos y sociales son
poco factibles de ser alcanzados.
En definitiva, el libro Procesos de exclusión e
inclusión social. Indicadores, Conceptos, Contextos y
Significados, aborda una diversidad de casos, a través de
cuyo análisis ofrece respuestas a situaciones específicas,
bajo la óptica del binarismo dentro/fuera. Es igualmente
alentador encontrar enfoques metodológicos que vienen
a alimentar nuevas visiones y por tanto a renovar el
entusiasmo por la investigación en ciencias sociales.
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Archivo del Departamento de Trabajo Social y Ramón Vidal Zazueta
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