O.J.D.: E.G.M.: Tarifa: Área: 251457 1685000 19950 € 565 cm2 - 50% BARCELONA: Caspe, 6, 3ª planta. 08010 Barcelona. 93 401 05 00. Fax: 93 401 05 41. BILBAO: Epalza, 8, 7ª planta. 48007 Bilbao. 94 413 23 00. Fax: 94 413 23 13. SANTIAGO: San Pedro de Mezonzo, 3, 2º C. 15701 Santiago de Compostela. 981 58 99 00. Fax: 981 58 59 27. Valencia. 96 398 11 50. Fax: 96 351 17 31. PUBLICIDAD: Prisa Brand Solutions, S.L. Valentín Beato, 44, 3ª planta. 28037 Madrid. 91 701 26 00; Fax: 91 523 10 58 / 91 521 11 70. elpaismadrid@prisabs.com © Ediciones EL PAÍS, SL. Madrid, 2013. “Todos los derechos reservados. En virtud de lo dispuesto en los artículos 8 y 32.1, párrafo segundo, de la Ley de Propiedad Intelectual, quedan expresamente prohibidas la reproducción, la distribución y la comunicación pública, incluida su en cualquier soporte y po sin la autorizació Fecha: 23/07/2014 técnico, EL PAÍS, SL.” Sección: CONTRAPORTADA PORTUGAL. Cont: 1,50 Páginas: 56 (domingo: 2,70 euros ) MARRUECOS. 23 MDH Un ejemplar de halcón peregrino en un edificio de Madrid. Rapaces de ciudad Las siete parejas de halcón peregrino que anidan en los edificios de madrid han tenido este año 11 pollos P La labor ciudadana es vital para tenerlas localizadas ESTHER SÁNCHEZ, Madrid La abogada María José Siñeriz salió corriendo al oír el grito de su compañera de despacho, Carmen Castañeda, en el piso 20º de un edificio madrileño cercano al Bernabéu. Al llegar a la cocina se la encontró con cara de terror señalando un bulto que se adivinaba a través del cristal biselado de la cocina. “¿Qué es eso?”. “Pensamos que era un palomo, pero no, era un halcón peregrino precioso”. Pasada la sorpresa inicial, la pareja de rapaces, que había anidado en una terraza del piso de abajo, se convirtió en su acompañante habitual. Se instalaban en la ventana y desde allí vigilaban el nido y a ellas “sin asustarse lo más mínimo”. “Es un privilegio. Y, aunque enseñes las fotos, nadie se cree que en pleno Madrid haya halcones”, comenta Siñeriz. No son los únicos ejemplares de estas aves, calificadas como vulnerables en el catálogo regional de especies amenazadas y que prefieren los cortados artificiales que les ofrecen los edificios altos de la capital a los del entorno natural. La Sociedad Española de Ornitología SEO/BirdLife tiene localizadas a siete parejas, que han tenido 11 pollos en 2014. La especie ha sufrido un gran declive en la región, sobre todo por el expolio de los nidos y por el uso de insecticidas. En Madrid viven en los cortados de los ríos Henares, Jarama, Tajuña y Tajo, donde apenas queda población reproductora. En la sierra del Guadarrama reside otro núcleo al que le va mejor. En 2011, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio censó 29 parejas reproductoras en el medio natural. Desde ese organismo, informan de que en los últimos años han introducido hasta 32 ejemplares en la ciudad mediante la técnica la especie es calificada como “vulnerable” en el catálogo regional de AVES amenazadas del hacking (suelta de ejemplares criados en cautividad). En 2011 habían sobrevivido 23, pero ninguno de ellos se encuentra entre los que anidan en los edificios. ¿Dónde están? La Comunidad no tiene esos datos. La falta de recursos hace que la colaboración ciudadana sea fundamental para SEO/BirdLife. Gracias a ella han conseguido averiguar dónde anidaba una de las parejas habituales “que se había despistado”. Jesús Sánchez García vive en la zona de Retiro. Un día observó un pájaro que se lanzaba desde la torre de una iglesia cercana. El halcón peregrino es una de las aves más veloces del - 95 - mundo: en vuelo picado puede llegar a superar los 300 kilómetros por hora. “Frenó en seco al llegar a un saliente, se posó y pensé: ¿un halcón aquí?”. ¿Qué les gusta tanto de Madrid? “Tienen comida y encuentran atalayas en las que se sienten seguros”, informa un agente forestal que colabora con la sociedad ornitológica. Los halcones se alimentan sobre todo de palomas, estorninos, vencejos o cotorras. El sobrante de esta completa dieta se amontona, por ejemplo, en la terraza que rodea el piso más alto del hospital Gómez Ulla: esqueletos, trozos de alas, picos de cotorra... Allí cría desde hace años una de las parejas. Y allí han encontrado a una de sus mejores amigas y cuidadoras: sor Águeda, exjefa de enfermería del centro. Ataviada con su toca y su hábito, no se amedrenta a la hora de recoger a algún pollo que, al lanzarse a volar, cae al suelo. “¿Dónde está nuestro viudo?”, pregunta sor Águeda. “Buscando novia”, sonríe la bióloga Aurora Langa, que trabaja en el hospital. Este año esta pareja no ha tenido suerte. La hembra puso cuatro huevos, pero enfermó y murió. Cuando sor Águeda se dio cuenta de que algo pasaba ya era tarde. A pesar de que los trasladaron al centro de recuperación de aves, no los pudieron salvar. Ahora el macho necesita encontrar nueva pareja, para que la caja-nido se llene de vida la próxima temporada. Y allí estará sor Águeda, a la espera y ojo avizor.