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REDACCIÓW T ADMIKISTKACIÓK: PLAZA DEL PROGRESO, NÜM. 1. MADRID
Número 2 6 4
90 céntimos niüuero
23gdeJuníodet904
Alrededor del Mundo
Director y propietario-. D o n jV^anuel ^ I h a r n a ( W A N D E R E R )
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3
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4
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pero la reproducción de grabados queda terminantemente
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y Recreos
C A F É COMO LO HACEN EN LA MAYORÍA DE LOS CAFÉS.
—Llénese de a g u a ¡as dos terceras partes de u n a
cafetera^ y échese e a ella algunos residuos de café
hecho antepiormente. P ó n g a s e á la lumbre, y en el
momento de empezar á hervir sepárese y déjese r e iosar; después de lo cual se decanta, y esta a g u a es
a que sirve p a r a hacer el café.
Límpiese perfectamente la cafetera y échese en
el!a 100 g r a m o s de café tostado y molido en el día
por cada siete t a z a s de a g u a preparada, y disuélvase en ella unos g r a n o s de coia de pescado y 20 gramos de achicorias. Remuévase bien y pónaase la
vasija sobre la lumbre, cuidando de que esté n e r m é ticameníe t a p a d a . Cuando h a y a hervido durante dos
ó tres segundos se quita de la lumbre y se deja que
aclare el café. Entonces se decanta y se t r a s v a s a á
u n recipiente de loza que se tiene al baño maría, sin
dejarlo cocer. Y y a puede servirse cuando sea necesario.
f
y fácil de ejecutar: basta verter algunas cucharadas
del vinagre en u n a vasija de porcelana, é impregnar
u n a s tiras de papel de filtro blanco, dejando e v a p o r a r s e e¡ vinagre colocándolas sobre el m á r m o l de
u n a estufa. Si h a y ácido sulfúrico, el papel se e n n e grece.
MEDIO DE DAR AL MARFIL EL BRILLO DE LA P L A -
TA.—Recién terminada la construcción de objetos
de marfil, se introducen en un baíio, muy diluido, de
nitrato de plata, h a s t a que tome un color amarillo
oscuro; se lavan en a g u a pura y se exponen á los
r a y o s solares.
Al cabo de tres horas el marfil parecerá negro por
haberse reducido la plata; pero frotando con u n a
piel suave adquiere un brillo blanco argentino.
NUEVA T I N T A PARA ETIQUETAS SOBRE CINC—Se
P A R A COLORAR EL COBRE Y LOS OBJETOS NIQUELA-
DOS.—Pueden darse á los objetos metálicos, de c o bre ó niquelados, h a s t a 11 coloraciones diferentes,
introduciéndolos en un baño formado por 20 gramos
dé acetato de plomo y 60 de hiposulfito de sosa, productos s u m a m e n t e baratos, disueltos en un litro de
a g u a , y calentando el baño h a s t a la ebullición.
Se obtiene primero un color gris, q u e pasa, c o n tinuando la inmersión, al violeta, m a r r ó n , rojo, etc.,
p a r a llegar al azul, que es el último tono. E's necesario que exista práctica p a r a detener la operación
en el color apetecido. Después se barniza p a r a conservar la coloración. Este procedimiento se aplica
principalmente en la fabricación de botones.
MEDIO DE RECONOCER SI 'EL VINAGRE ESTÁ FALSIFI-
CADO CON ÁCIDO SULFÚRICO.—Es s u m a m c u t c sencillo
disuelve u n a parte de sulfato de cobre y otra de
cloruro de calcio en 36 veces su volumen de a g u a
p u r a . L a tinta así obtenida es de un azul claro
verdoso, pero sobre el cinc se vuelve negro tostado.
Se t r a z a n las letras con una pluma de a v e ó de
acero. Se secan las planas escritas, durante dos m i nutos, y se lavan en a g u a pura. Se secan de nuevo
y, finalmente, se enjugan con un paño humedecido
en aceite.
PARA CONOCER SI UN VINO ES PURO, échese p a r t e
de él en un frasco de boca pequeña, sobre la cual se
colocará un dedo. Vuélvase el frasco de modo que
la parte del cuello quede hacia abajo, y métase en
un vaso de a g u a muy pura. Quítese'entonces el dedo,
y si el vino es puro no se mezclará con el agua, mient r a s que al contrario, si está falsificado empezará á
colorear el agua, y a c a b a r á por mezclarse con ella.
(Continúa en la pendltima pá{;liia.l
Alrededor del Mundo
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23 de Junio de 1904
6arlsbad, Homburgo y Marienbad
LOS TRES FAMOSOS BALNEARIOS DE EUROPA
judíos, rusos, yanquis, y algunas veces h a s t a popes
de la Iglesia griega y príncipes del Indostán.
La orden del día en Carlsbad es invariable. Los
enfermos se levantan á las seis ó seis y
media de la m a ñ a n a , y van á los m a n a n tiales provisto cada uno de su correspondiente j a r r o ó vaso colgando de una b a n d o á'./^Vií lera, como si fuese unos anteojos de campo.
A un lado y otro del camino una multitud
de tiendas, en que se expenden fotografías
iluminadas, sombreros, j o y a s y otras mil
cosas diversas, constituyen una especie de
feria que teriirina á cosa de dos kilómeti-os
del establecimiento, junto á la fuente de
Muhlbrunnen. Encuéntrase ésta en un enorme pabellón de estilo romano, y consta de
v a n o s manantiales, todos de la misma n a turaleza, aunque difieren en temperatura,
pues e! a g u a sale de todos ellos caliente.
Dentro del pabellón una banda de música
toca alegres piezas, porque h a y que adver
tir que en Carlsbad, todo se hace con m ú s i ca; con música toma uno las a g u a s , con
música se come, con música se va uno á la
c a m a . Mientras la mitad de la gente se queda en el pabellón tomando las a g u a s de e s LA FUE^TE DE NEUBRtJNNEN, EN CAKLSRAIJ
tos""manantiales, el resto se dirige á la fuente de
mejores balnearios de Alemania, Austria y F r a n Neubrunnen, donde v a n los que tienen que tomar un
cia, para recobrar la salud que perdieron á conse- número fijo de vasos cada m a ñ a n a . Esta fuente forcuencia de los excesos inveroales.
m a una especie.de pilón circular, donde dos muchaF>^ Los establecimientos medicinales m á s famosos en c h a s , cada u n a con u n a rodilla en tierra é impasitodo el mundo son los de Homburgo, Marienbad,
bles como figuras de mármol, van sirviendo la m á Carlsbad y Aix-Ies-Bains, e¡ primero en Alemania, gica bebida á los clientes. Algo m á s lejos, h a y
un gran pabellón de piedra, donde los impedidos
en Austria los segundos y eí ultimo en Francia, y á
e n t r a n en la clásica pila, y allí se ve un pozo con
él consagramos un artículo hace dos años.
• Carlsbad y Homburgo son los puntos de cita de una escalera de granito, on la que diez m u c h a c h a s
todos los que padecen enfermedades del hígado ó v a n bajando los j a r r o s vacíos y subiendo los llenos,
del estómago. AlU acuden los m á s famosos gour- para entregarlos á la multitud que se estruja en deme¿s, figurándose que por tomar las a g u a s durante
un mes ea el a ñ o v a n á curarse, á pesar
de los excesos en que se proponen seguir
incurriendo durante los once meses s i guientes. La confianza que en esta idea
absurda tienen los concurrentes á estos famosos balnearios h a sido causa de ¡a
muerte de muchos de ellos.
Las aguas de Marienbad sirven para
combatir la obesidad, é indudablemente
producen notables efectos cuando el p a ciente tiene suficiente c o n s t a n c i a para
seguir el r é g i m e n curativo preceptuado
por los médicos, aun después de volver
á su casa. Por desgracia, son poquísimos los enfermos que llevan su empeño
de curarse h a s t a este punto. Tanto Marienbad c o m o Carlsbad se encuentran
en Bohemia, y cerca del primero h a y otro
balneario, n o t a n famoso, cuya especialidad es el tratamiento de las enfermedades de la mujer.
Carlsbad está muy lejos de ser u n a ciudad importante; apenas tiene la extensión
de una aidea ordinaria, y sin embargo,
cuando llega la época de ios b a ñ o s , los
Kh PAfiEO FN CARL<iBAD
hoteles y casas de viajeros albergan m á s
rredor Después de t o m a r las a g u a s los enfermos,
de cincuenta mil personas, pertenecientes, en su
no vuelven al balneario sm dar antes ..un paseo-por
mayor parte, á la r a z a teutónica; Fncuéntranse aih
toda clase de tipos y trajes: turcos, egipcios, polacos, la antigua cmdad o por los bosques que la rodean.
Se aproxima la estación de los baños, y miles de
personas de todas las partes de Europa, y no pocas
de América, dirígense á t o m a r las a g u a s en los
ÉÁÍII^-
NÚMERO
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Alrededor del Mundo
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2 3 d e Junio d e 1 9 0 4
E Q estos últimos se encuentran restaurants don- no deja pasar un año sin acudir á Homburgo; el
d e sirven UQ desayuno exquisito bajo árboles, y rey Eduardo lo hace con frecuencia, y los emperah a y también u n edificio por el estilo de un casino,
dores van también todos los años, aun cuando r a r a
al que acude la multitud apenas caen cuatro gotas.
vez t o m a n las aguas.
Una de las curiosidades de Carisbad, de que no debe
P a r a los que padezcan gota ó reumatismo, así
dejar de participar ningún bañista, consiste en los como p a r a cuantos sufren del corazón, no h a y b a l desayunos al aire libre servidos por las m u c h a c h a s
neario m á s indicado que el de Bad Nauheim, t a m del país, cada una de las cuales lleva sobre eí pecho
bién en Alemania. Hasta hace poco, los habitantes
una placa de metal con su nombre de pila.
de esta población vivían solamente de !a extracción
Las comidas en Carisbad se hacen siempre a t e n - de sal de los manantiales; pero hace unos treinta
diendo rigurosamente los preceptos del médico. No años se demostró que el ácido carbónico y la sal
c o n t e n i d a s en l a s
se bebe cerveza, y en
a g u a s eran de gran
cambio se bebe cuanelicacia terapéutica.
to café se q u i e r e .
El balneario es realComo la dieta á que ^^^^H^B^^JHi
mente un establecise someten los enfermiento muy agradamos debilita bastanKÍ
ble, situado en mete el estómago, casi
dio d e u n a ciudad
siempre se íes envía
rodeada de árboles,
luego un mes al T i y dividida en dos por
rol ó á los Alpes de ^Bfej^BS^''.
el río Us, y al Oeste
Suiza, para que c o tse eleva la m o n t a ñ a
m a n buenas chulede Johannisberg, cut a s y otros alimentos
bierta d e v i ñ e d o s ,
fuertes que les d e que producen el favuelvan i a energía
moso v i n o que h a
perdida.
merecido ser llamaPHf
í»y,
•'
Después de leer los
do el rey de los vinos
periódicos en el res
del Rhin-!
t a u r a n t del bosque,
MAHIENBAD
el enfermo regresa al
A pesar de todo,
establecimiento, y pasa á la serie de baños hasta que
Bad Nauheim no puede compararse ni con Spa ni
llega ei medio día. Entonces puede uno ir á comer
con Aix-les-Bains, donde se encuentran grandes
donde le venga en g a n a s , pues el principal encanto fuentes de a g u a sulfurosa.
de Carisbad, y probablemente todo el misterio d é l a
Como pocas personas ignoran, Spa es famoso por
eficacia de sus a g u a s , consiste en que la vida se el a g u a de hierro de su fuente, de gran utilidad á las
hace casi por completo al aire libre.
personas débiles.
P a r a los ingleses, Homburgo es el balneario faDurante mucho tiempo fué el balneario preferido
vorito. Hay alli ocho manantiales, cada uno de los por los oficiales que volvían de las guerras heridos
cuales tiene u n a virtud peculiar, y no todas estas ó enfermos; pero m á s que esta peculiaridad y que
a g u a s se emplean del mismo modo; en unas h a y sus a g u a s ferruginosas, le h a n dado fama sus d i que bañarse, otras se beben, y h a s t a las h a y que versiones y sus salas de juego, á ias que debía el
sólo se aplican en lociones. El duaue de Cambridge calificativo de Monte-Cario del Norte.
1
HSIKI
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~^SH in^iiiiimn^i
"J^TE^
Cómo se conoce la sangre de cada individuo
Se cuenta que, con motivo de un asesinato, el juez
de instrucción, llevado de su celo, dio á un químico
el encargo de averiguar si ciertas m a n c h a s de s a n gre pertenecían á un militar ó á un civil.
Esto, que a n t e s e r a una inocentada, h a dejado de
serlo. Dos austríacos estudiaron desde 1900 e! medio
de distinguir la sangre de distintos individuos, y
M. Florence acaba de comprobar sus resultados.
Se sabe que la sangre—tanto h u m a n a como de
otro ser cualquiera—puede compararse, de groso
modo, á una sopa en la que los glóbulos rojos s e rían la pasta ó tapioca, y el suero el caldo. Pero los
glóbulos rojos de un individuo determinado, después de aislados, reaccionan de diversa m a n e r a al
adicionarle suero, aglutinándose ó n o , según de
quien proceda el suero. Es decir, que no h a y dos
sangres completamente idénticas, y que unas no
hacen buen consorcio con otras. De aquí, tal vez, la
delicadeza de la transfusión.
Los resultados, si bien no son decisivos ni á veces
constantes, son bastante animosos. Los glóbulos
de algunos individuos no h a n podido aglutinarse
con ningún suero, n i propio ni de otro; en otro caso,
la aglutinación sólo la producía el suero de un sólo
individuo, y finalmente algunos se aglutinaban con
ciertos sueros, y con otros no.
^^^^^S;
Hay, sobre todo, un resaltado constante de gran
importancia: que el suero de un individuo nunca
aglutina sus propios glóbulos.
La consecuencia es interesantísima para la medicina legal, pues permite, en todo caso, comprobar
que cierta sangre no pertenece á un individuo determinado.
¿Debemos destruir los sapos?
No sólo no debieran destruirse, sino que en los
campos de cultivo, especialmente en los viñedos,
debiera favorecerse su multiplicación. E n una Memoria presentada á la Sociedad de Agricultores
franceses, se h a demostrado que, en los viñedos, l a s
diversas especies de coleópteros, escribanos, gorgojos, e t c . , que a t a c a n la vid por los brotes y se retir a n á la tierra de alrededor de la cepa, á uno ó dos
centímetros de profundidad, no tienen otro enemigo
conocido que el sapo. Los caza al anochecer, p o niéndose en acecho y atrapándolos con la lengua;
cada vez que coge uno se oye un ruido muy p a r ticular.
Abierto uno de estos batracios, se han encontrado en su estómago unos treinta insectos. iCuántoa
no destruirá en cada noche, y cuántos en una e s t a ción del a ñ o I
Cada vez que se m a t a un sapo se asegura la vida
á millares de insectos. Y otro tantq_ puede decirsedel erizo, la culebra y todos le
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23 de Junio de 1904
La prohibición de exportar obras de arte*
La venta de varios cuadros de E¿ Greco para el
«xtraDJero, efectuada por ei cabildo de Valladolid,
h a hecho que los periódicos se ocupen nuevamente
de la conveniencia de prohibir la salida de España
de obras de arte antiguas, antes de que la expoliación sea completa.
Prohibida estaba antiguamente en nuestro país
por reales órdenes, que ignoramos si h a n sido derog a d a s . Prohibida está en Italia, en Grecia, en Egipto. A sus obras de arte debe Italia un ingreso de m u chos millones al año, pues ellas son las que atraen
á los extranjeros; y la prueba de que no es allí fácil
burlar la ley está en que, no h a c e mucho, el porta•dor de uno de los títulos m á s ilustres de la aristocracia r o m a n a fué envuelto en un proceso, y vio e m bargados sus bienes por haber vendido al extranjero
un cuadro de Boticelli.
He aquí las disposiciones que regían en España
reinando Carlos III:
<(Caría escrita de orden de S. M. por el Excmo. Sr. Conde de Floridahlanca, prohibiendo la extracción de
Pinturas del Reino.
))A fin de impedir que desde hoy en adelante se saquen del Re;yno para los extraños pinturas de mano
de autores que ya no viven, m e mandó el Rey escribir al Asistente de Sevilla D. Francisco Antonio Doraezain la Carta, cuyo contexto voy á copiar á V. S.
Ha llegado á noticia del Rey nuestro Señor, que alunos extrangeros compran en Sevilla todas las
inturas que pueden adquirir de Bartolomé Murillo,
y de otros célebres Pintores, para extraherlas fuera
del Reyno descubierta ó subrepticiamente contra lo
mandado por S. M. sobre el particular en vista del
inveterado, y pernicícioso abuso que se experimentaba de sacar de España los estimables quadros originales que poseía la nación. El desdoro, y detrimento que de ello resultaba al concepto de instrucción,
y buen gusto de la misma, motivaron aquella j u s t a
resolución del Rey, que t a n próvida y generosamente promueve las Bellas Artes.
»En el dia h a tenido S. M. á bien renovarla, mandando se vele con el mayor cuidado, y rigor en su
puntual observancia; y quiere que V. S. indague en
Sevilía, y su Reyno quiénes sonólos sujetos que
piensan enagenar los quadros de Murillo, y de otros
Autores de crédito con venderlos á extrangeros, ó
nacionales para extraherlos, intimándoles se a b s íengan de ello baxo la pena de competente multa
pecuniaria, y de embargo de las propias Pinturas
-en qualesquiera m a n o que se hallen, bien sea de los
vendedores, ó bien de los compradores, y procediendo V. S. á tomar ¡as convenientes precauciones
para impedir se eluda ¡o dispuesto por S. M. sobre
e\ asunto, á cuyo efecto recurrirá V. S. á todas
aquellas medidas m á s eficaces y conducentes, ahora,
y en lo sucesivo, al fin propuesto, sin que esta providencia deba entenderse respecto á los quadros de
Pintores, que en la actualidad estuviesen vivos.
f
«Participólo á V. S. de Real Orden p a r a su inteligencia y cumplimiento, encargándole, que siempre
-que se diese el caso de que V. S. logre impedir pasen
.á manos de los extractores algunos quadros, dé
•cuenta de ello al Rey por mi medio, con expresión
•de los precios á que se intentasen hacer las ventas,
y del mérito, asunto, autor, t a m a ñ o , estado de con,servácion, y demás circunstancias de cada Pintura,
á fin de que exactamente instruido S. M. determine
lo que contemple m á s acertado.
»Dios guarde á V. S. muchos años, como deseo. S. Ildefonso á 5 de Octubre de 1779.=E1 Conde
de Flpridablanca.=Sr. D. Francisco Antonio Domezain.
»Y como S. M. h a resuelto sea general en todos
sus Reynos esta providencia, quiere que V. s. observe puntualmente en la Provincia de que es Intendente el contenido de dicha Carta, cuidando de que
no se extraigan p a r a países extrangeros quadros
algunos de m a n o de Pintores ya no existentes, t o mando las precauciones allí indicadas, y las demás
que le dicten su zelo, y vigilancia, y dando el correspondiente aviso por mi medio siempre que llegue á verificarse haber V. S. logrado frustrar la
enagenación de algunas P i n t u r a s destinadas á
extraherse, ó impedir la extracción misma de ellas.
ftEI Rey confia, que V. S. se esmerará en el exacto
cumplimiento de esta orden, por lo que en ello interesan á un tiempo su servicio, y ei justo aprecio, y
útil estudio de las nobles Artes, y el crédito de la
nación; y yo ruego á Dios guarde á V. S. muchos
años, como deseo. S. Lorenzo del Real á... de Octubre de 1779.0
U n "menta,,
andando
En algunos de los mejores restaurante de Berlín
se ha adoptado un nuevo sistema de indicar el menú
á ios parroquianos. Lindas jóvenes, metidas dentro
de un doble mostrador
que llevan colgado por
medio de tirantes, p a sean entre l a s mesas
exhibiendo muestras de
cuantos manjares y bebidas se expenden en e
establecimiento. C a d a
muestra lleva un rotulito con el nombre y precio del manjar.
El consumidor no tiene m á s que indicar cuáles son de aquéllos los
p l a t o s que m á s le entran por los ojos, y al
^.
punto viene á servirle ///^
un camarero. El procedimiento, á la vez que
cómodo, es de gran utilidad, pues con la costumbre universal de escribir
el menú en francés y no decir al parroquiano si se
t r a t a de carnes ó pescado, repítese con frecuencia
el caso de aquel provinciano que, entrando á comer
en Fornos, leyó en la lista de platos «Consomé», y
se dijo:
-—¿Con qué se comerá eso? Voy á pedirlo dé p o s tre, á ver lo que es.
L o s mostradores ambulantes podrían también
prestar muy buen servicio en las estaciones del ferrocarril. Adóptese el sistema en las de E s p a ñ a , y
como sean bonitas las m u c h a c h a s encargadas de
ello, no faltarán consumidores.
Entre los muchos norteamericanos que h a n ido á
Inglaterra á presenciar la carrera de automóviles,
llamada la Copa Cordón Bennet, h a y uno que tiene
la m a n í a de coleccionar automóviles que h a n m a tado í
Alrededor d e l IMundo
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2 3 d e Junio d e 1 9 0 4
El mal de ojo de Inglaterra
La historia nos enseña que las simpatías de la
Gran B r e t a ñ a , por sinceras que sean, traen m á s
daño que provecno. Los mismos ingleses !o c o m prenden asi, y ven con disgusto que la victoria, en
casi todas las contiendas internacionales, se pone
de parte del país á quien no han manifestado afecto
alguno. El asunto no puede ser m á s de actualidad,
pues hay quien se empeña en que el buen éxito que
iarece v a n teniendo h a s t a ahora los japoneses en
a guerra presente se debe á su amistad con Inglaterra.
Ningún español ignora las simpatías de Inglater r a hacia Marruecos durante la guerra de África.
Según contaron los mismos habitantes de Tetuán á
los españoles cuando entraron en la ciudad, en la
construcción de las obras defensivas de la plaza había tomado parte m á s de un inglés, oculto bajo
moruno albornoz. Sin embargo, la victoria estaba
de nuestra parte; es verdad que no nos reportó grandes beneficios, pero al fin j al cabo fué una victoria,
y de las m á s gloriosas.
Otro caso semejante, pero que nada tiene que ver
con nosotros, ocurrió en 1848. Italia deseaba a r r e b a t a r de las g a r r a s de Austria la parte Norte del
país; Inglaterra simpatizó con los italianos, y sin
embargo la unidad de Italia todavía no fué un h e cho. Los austríacos salieron victoriosos y obligaron
á su enemigo á quedar igual ó peor que estaba antes.
En otra guerra m á s importante, en la de los E s tados Unidos del Norte contra ios del Sur en 1861,
otra vez Inglaterra se puso de parte del que tenia
que perder. Toda la buena sociedad inglesa hablaba
en favor de los sudístas, incluso el mismo Gladstone;
se reconoció la beligerancia á los confederados, ó
sea á ios Estados del Sur, y no hubo nadie en Inglaterra que no desease verlos victoriosos.
Cuando los del Norte ganaron y Ja libertad de los
esclavos, q u e e r a una de ¡as causas de la guerra civil,
fué un hecho, el pueblo inglés se puso junto al vencedor, pero la guerra había ya terminado entonces.
E n realidad, las simpatías inglesas habían sido para
los sudistas durante toda la lucha, á pesar de lo cual
aquellos eran derrotados en todas partes y se r e n dían incondícionalmente.
Al año siguiente se repitió el caso. Con motivo de
la cesión de los ducados de Schiewig y Holstein comenzó la guerra entre Prusia y Dinamarca. Hacía
un año que el príncipe de Gales se había casado con
la que hoy es reina de Inglaterra, la princesa Alejandra de Dinamarca, y como es natural, Albión tomó
el partido de los daneses. Como si las simpatías siguiesen siendo funestas, desde el principio de la lucha todas las victorias fueron para Prusia, y una
vez m á s los ingleses vieron á sus amigos derrotados
y obligados á dejar lo que habían tratado de coger.
Luego vino la guerra franco-prusiana, y como es
natural, Inglaterra simpatizó con Francia. Pero
aquí las simpatías fueron m á s profundas, pues la
m á s brillante victoria de los alemanes no ías hicieron disminuir en un ápice, y cuando el emperador
Napoleón y la emperatriz Eugenia tuvieron que
huir de París, la heroica defensa hecha por los h a bitantes de aquella capital admiró tanto á los ingleses como al resto de Europa. Sin embargo, ¡a amistad no llegó allí h a s t a el punto de motivar una intervención, y los franceses tuvieron que c e d e r l a
Alsacia y la Lorena y pagar una crecida indemnización de gurerra, sin que á ios ingleses se les ocurriera protestar.
f
Cuando la guerra entre Rusia y el Afghanistan^
los afghanes, cuyo emir había sido colocado en
el trono pocos años antes por las tropas inglesas,
gozaban de las simpatías británicas; como de costumbre, vencieron los enemigos y una gran parte
del territorio de Afghanistan pasó á los dominiosdel zar.
El caso m á s reciente ocurrió en IS&V, cuando Grecia declaró la guerra á Turquía, no queriendo consentir en los abusos cometidos en Creta. La Gran
Bretaña a plaudió la aptitud de los helenos, y mucha
gente pensó que tomaría también parte en la l u c h a .
Si la nación no intervino, por lo menos hubo algu^nos ingleses que se presentaron como voluntarios,
en el ejército griego. La funesta influencia de la simpatía inglesa se manifestó una vez m á s , y los griegos obtuvieron una sola victoria á cambio de n u merosas derrotas, no consiguiendo el objeto que sehabían propuesto, viéndose además obligados á entregar la Tesalia.
iConocerá estos hechos el general Kuropatkin&
cuando pronostica la total aniquilación délos j a p o neses, á pesar de que todos sus movimientos se reducen á retirarse lentamente ante las fuerzas enemigas?
¿Quién debe pagar los deterioros en el billar?
La cuestión h a sido planteada en F r a n c i a por el
dueño de un café, que exigía á un cliente 200 f r a n cos por una luna, que éste había roto jugando al'
billar.
La sentencia contiene estos considerandos:
«Considerando que el hecho se produjo á consecuencia de un violento tacazo, que ha lanzado l a
bola fuera de la mesa, sobre una luna próxima;
»Considerando que el hecho de salir una bola de
la mesa de billar no constituiría una falta grave; quees bastante difícil determinar su causa, en la m a y o r
parte de los casos; que puede proceder, tanto de la
torpeza del jugador, como de la mala instalación
del billar, de los defectos de los tacos puestos á disposición del jugador, y en fin, del volumen de l a s
bolas con relación á la altura de las bandas;
^Considerando que los dueños, cediendo la mesa
á todos los jugadores sin averiguar su pericia, d e ben, por u n a «special instalación, precaverse cont r a semejantes accidentes, que se producen, por otra
parte, con g r a n frecuencia;
«Considerando que de la averiguación practicada
é este efecto, resulta absolutamente fortuito el accidente de que Rebouillat es autor, y no h a p o d i d o
producirse m á s que por fuerza mayor, atendiendo á
la instalación de la sala donde se encontraba el
billar;
))Que en efecto, el cristal roto se hallaba muy p r ó ximo á la mesa;
«Que por otra parte, las bolas empleadas no e r a n
proporcionadas a la altura de las bandas.»
La sentencia absuelve al jugador de billar y c o n dena al dueño del café á las costasLa importancia del arroz como cereal se debe, no.
solamente á que constituye el principal alimento de
casi la mitad d é l a población del mundo, sino también á q ue goza de entera inmunidad de los a t a q u e s
de los insectos y de muchas de laa enfermedades
que afectan á otros vegetales.
Alrededor del Mundo
— 393-
23 de Junio de 1904
EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL
La§ cfuce^ procesionales m᧠notable^
De todos los artículos que llevo escritos acerca
del Museo Arqueológico, quizás el m á s difícil de
cribir es este de hoy, porque, á pes a r de las investigaciones hechas
-*
por personas peritísimas é interesadas en el asunto, escasean los datos
necesarios para precisar el origen
de las interesantísimas cruces procesionales y parroquiales que en
dicho establecimiento se conservan. , > * : = •
Desde el año 1876, en que se adquirió, figura en el Museo una cruz
preciosa, de cobre esmaltado y de
lorma poteazada. Por el anverso
está completamente cubierta de esmaltes y dorados. Su decoración
iconográfica del anverso se compone del Cristo, en e! centro, con Ja
mscripción IHS XPS, repartida en
dos lineas, u n a m a n o bendiciendo,
la Virgen, San Juan, Adán saliendo
del sepulcro, una imagen de a p ó s tol ó evangelista y otra imagen que
h a desaparecido. Todas las figuras
están superpuestas, son de bulto,
doradas, y tienen, tanto ellas como
el Cristo, formados los ojos con
gotitas de esmalte azul muy oscuro. Por e! reverso estuvo toda ella
^"¿^'^FEKÍ^ANDO
d o r a d a , y aún conserva mucha
parte del oro en el disco central, mientras que en
los brazos aparece muy descubierto el cobre. La
decoración iconográfica de esta
cara la forman el Salvador, en el
centro, y en los extremos, el águila, ei toro, el león y el hombre.
crucifijo. Su forma es latina, y presenta en a r a b a s
'figuras V ornamentos grabados y de relieve,
cuyo fondo se dice haber sido c h a peado de oro. La imagen es desproporcionada; tiene los ojos abiertos
y excesivamente grandes, y llama
la atención por sus enormes pupilas de azabache. En la parte posterior tiene parejas de cuadrúpedos
y de aves, luchas de hombres y animales, entre los cuales sobresale un
centauro. Por razones que no he
de enumerar aquí, es muy probable
que este Cristo lo mandasen h a c e r
los reyes por los años de 1037 ó 1063.
En el mismo año 1876 se adquirió otra notable cruz que no d e s merece mucho en importancia á la
primera que he citado. Es también
de cobre, y se o o m p o n e de u n a
píaacha recortada, pero difiere en
ornamentación, forma y dimensiones. Pertenece á la clase de l a s
fiordelisadas, propias ya del estilo
ojiva!. Esta carece de o r n a m e n t a ción icoaográflca.
^"4.
Hay otra cruz que reúne las dos
apreciabilísimas circunstancias de
'^OSA^ SANCHA*''
estar completa y de ser conocida sd
""
procedencia. Fué adquirida por los
Sres. Rada y Delgado y Malibran en un viaje que=
por comisión del Gobierno efectuaron en 1871. Se l a
cedió el párroco de la iglesia d©
San Pedro de Beloncio (Oviedo)
á cambio de otra de plata Ruoltz,
Es—dicen los comisionados—unacruz parroquial forrada con c h a pas de bronce con grabados y e s maltes, precioso objeto para la,
historia del arte y de la industriadel siglo XIV. Pertenece á la misma clase de cruces
fiordelisadas
de la anterior, pero se diferenciade ella y de la primera de que hablé, en varias cosas. Se componede un a l m a de madera de 20 milímetros de grueso, revestida por
añfibas caras, y no por ios cantos,,
de una lámina de cobre dorada al!
fuego y realzada de esmaltes.
Esta es la cruz procesional m á s
antigua del Museo, y se asemeja
muetio á la que, con el nombre de
Cristo del Cid, se guarda en la catedral de S a l a m a n c a , considerada
como perteneciente á los tiempos
de Ruiz Díaz de Vivar. En opinión de los entendidos, debió de
ser hecha en Limoges, en el siglo XI.
El crucifijo de marfil calado,
que regalaron al cabildo de San
Isidoro de León e¡ rey Fernando I
y su esposa doña Sancha, se le
Procedentes de una iglesia de
considera como cruz procesional;
las cercanías de Palencia (Baño
es obra de riqueza extraordinaria,
y Tariego) son otras de las cruy ofrece, sobre esto, el gran inteces parroquiales traídas por R a d a
rés de ser la obra m á s antigua de
y Malibran al Museo, que lograeste género, de fecha cierta. En
ron adquirir á cambio de otras de
su testamento, otorgado en 1063,
plata Ruoitz y de u n a s campanidonaron ambos cónyuges á la
llas para el servicio de altar. Son
parroquia de San J u a n Bautista
esmaltadas y muy notables, per(hoy de San Isidoro), de León,
tenecientes á los siglos XIV ó XV.
muchas alhajas, entre ellas el céDe la m i s m a procedencia, é
lebre crucifijo, y cuenta la tradiigual en materia, forma y dimención que Fernando lo llevaba á
siones y muy semejante en decolas batallas contra los infieles. Al
ORÜZ ESMALTADA DEL SIGI.O XI
ración iconográfica es otra cruz,
pie de la joya se lee esta inscrip- {La más antigua de las procesionales que se
conservan en el Museo).
que sólo difiere de las anteriores
ción; Ferdinandus, rex;
Sancia,
regina. El cabildo de San Isidoro acordó, enl870, ce- en el reverso, cuya decoración iconográfica es la
der al Museo, con otros objetos, el importantísimo m i s m a que tiene la cruz de Fernanndo I, que a n t e s
' Atrededordel ;iWündo
— 394 .
cité. De las cruces mencio n a d a s difiere esencialmente respecto al ^usto arquitectónico y al género de
labor, Ja que trajeron también losSres. Rada y Malibran, de Oviedo. Su c o m p r a fué muy trabajosa, y
e n s u IVIemoria consta el proceso de su adquisición. Es u n a g r a n cruz parroquial de bronce, esculpida en el siglo xvi, con figuras probablemente de
cede de S a n Martín
época anterior. P r o
de la Vega, de Pola
de Siero (Asturias),
e n c u y o pueblo les
dijo el cura que h a bia cambiado pocos
días antes á un
comerciante de obje
tos de culto por otros
m á s necesarios para
su iglesia, u n a a n t i g u a cruz parroquial
que, según explicac i e n e s , e r a u n obje
to de mérito y digno
d e fígu
r a r en el
Museo,
Vieron
la c r u z i
en Oviedo y, en
efecto,
e r a un
hermoBO e j e m p l a r es
culpido en bronce,
cruz notable pa
ra el estudio, p o r que e n e l l a s e
veia perfectamente m a r c a d o el
tránsito del estilo
ojival, en su últi
mo periodo, al del
Renacimiento,
El c o m e r c i a n t e
tenía la cruz y a
ajustada con unos
comisión i s t a s
extranjeros; pero
á fuerza de r u é ,
gos y estímulos al
patriotismo d e l
poseedor, c o n s i guióse q u e des
hiciera el t r a t o y
se la vendiese á
• o- nuestros arqueólogos por el mis QUIÍ
KE mo precio en que
^¡; da, con un módico
Tiene también
recargo.
a l m a de madera. Sobre a l m a de madera está mon
tada también otra cruz procesional de cobre, estilo
Renacimiento, de procedencia desconocida, que
vendió al Estado D. Luis Martín, de Salama.nca.
Está compuesta de chapas de bronce, con relieves
fundidos. Pertenece al siglo x v i ; es flordelisada, y
por desgracia no está perfectamente conservada.
Si grande es ei mérito de las cruces de cobre, h i e aro y bronce mencionadas, no lo es menos el de las
de plata, que son ocho l a s que actualmente posee el
Museo, todas ellas procesionales. U n a de ellas, de
plata repujada, estilo plateresco alemán, y que deioió de ser hecha en el siglo xvr al xvit, procede de la
diócesis de León, y^fué adquirida por compra. Otra
NOTICIAS
KALSAS
EN TIEMPO DE GUERRA
Los japoneses, alumnos de Napoleón I.
Es preciso no admirarse, si las estratagemas japon e s a s censuran de un modo horrible los telegramas
que se envían por medio de ellos, si ensalzan siempre la potencia de su a r m a d a , si prohiben revelar
su composición numérica, lo mismo que cuidan de
no disminuir sus éxitos... No hacen otra cosa que
seguir l a e n s e ñ a n z a de Napoleón I, el cual escribía
á su hermano José Bonaparte, rey entonces de E s paña;
«Nada es m á s contrario á las reglas militares que
hacer conocer el efectivo de su ejército, sea en l a s
órdenes del día y proclamas, sea en los periódicos;
cuando se está obligado á hablar de sus fuerzas, se
las debe presentar como formidables, doblando ó
triplicando su número; si, por el contrario, se había
del enemigo, se le debe presentar en l a mitad ó el
tercio, pues en la guerra todo es cuestión de moral.»
23 de Junio de 1904
asimismo adquirida^ por compra pertenece al s i glo XVI, y es estilo Renacimiento; pero como ocurre
con casi todas, su procedencia es desconocida. Está
m o n t a d a sobre unalarmadura de madera de pino, y
le faltan algunas planchas de plata.*
Del mismo estilo y época se guarda otra procedente de Toledo, adornada con labores repujadas y
medallones dorados en los extremos de los brazos.
Ofrece u n a particularidad; en vez de crucifijo tiene
un medallón con figura en relieve de San Pedro en
Del mismo siglo XVI,
la Sede Pontificia
plata con el bronce y
p e r o combinada la
te otra comprada en,
con el esmalte, exis
llano L a constituItalia y de estilo ita
en a m b a s c a r a s , y
ven chapas de plata
ton en los costados,
filetes de cobre y la
co tiene
T ampo
mascón
crucifijo,
el medaserva en
í r a l selíón c e n
haberlo
nales de
sobre ostenido, y
eártela
te, u n a
da con el
esmalta
el reverINRI. En
bajo de
so, y de
debió de ser reliun medallón q u e
Imeas de caraccario , h a y nueve
tillares e s m a l t a teres latinos capi
dice la primera:
dos, de las c u a l e s
otra cruz, de plaS. EVFRASI. Hay
del x v i , q u e m a r ta sobredorada,
del e s t i l o ojival
ca la transición
PROCESIO- F u é
adquirida
al Renacimiento. CIWl
NAL
DE PLATA mo casi t o d a s
por compra y, co DEI.
SIGLO XIV
su origen es un misterio. La cubren labores repujadas; conserva la crestería que cubre sus brazos
flordelisados y la pina ó cebolla, que es ya de pleno
Renacimiento.
Como modelo de grandiosidad, puede presentarse
otra cruz adquirida en la provincia de Burgos, de
estilo plateresco (siglo xvi), y de la cual a c o m p a ñ a
á este articulo u n a reproducción.
P a r a d a r por terminado mi ligerísimo trabajo,
citaré otra cruz de plata dorada y esmaltada, de
estilo ojiva!, muy bonita é interesante por su a n t i güedad, que se remonta al siglo xiii, y que también
fué adquirida por compra.
MIGUEL MEDINA.
Y alfinde la c a m p a ñ a de 1813, tras un éxito_ comunicado por el mariscal Ney, escribía á su ministro del Interior:
«Haced poner en los diarios que h a alcanzado u n a
g r a n victoria ei ejército; que no tiene enfermos ni
desertores, y que, por el contrario, se le h a n unido
muchos reclutas.»
Vemos, pues, que los japoneses no hacen nada
nuevo.
El Champagne caliente como medicina
Produce excelentes efectos el ácido carbónico c a liente sobre los tejidos humanos que están sufriendo alguna inflamación, y ejerce además acción b a c tericida, por lo que en Alemania se recomienda el
uso del Champagne en el primer período de grippe ó
de coriza. Saturado en caliente, a 45", por esencias
de canela y clavo, puede recomendarse su empleo
en g r a n numero de afecciones: úlceras, llagas, inflamaciones vésico-uretrales, etc., y especialmente en
las inflamaciones de los pliegues, en las que tiene
un valor real terapéutico.
Alrededor del Mundo
-
395 -
23 de Junio de 1904
¿SOJ\l FECUNDAR LA3 MULA3?
LO QUE OPINA EL VULGO Y LO QUE PRUEBAN LOS HECHOS
SUPUESTA MOLA FECUNDA, DEL JARDÍN DE ACLIMATACIÓN
visto !a muía madre. El que envió la citada noticia
á Buffüu, dice que eí muleto á, que se refiere era hijo,
de una muía y de un caballo, que nació muerto y
que su aspecto era enteramente como el de un potro;
si la madre hubiese sido efectivamente una muía,
lo lógico seria que el hijo conservase algunos c a r a c teres asnales.
E n el Poitou, donde se emplean a n u a l m e n t e
SÜ.OOí) yeguas en la producción de muías, nadie ha
oído hablar de una muía fecunda, á pesar de que
allí se encuentran estos híbridos en las mejores condiciones, permaneciendo largo tiempo en ios pastos
mezclados con los potros. La misma negación de la
fecundidad de las muías se obtiene en todos los pueblos de España, y hombres tan entendidos en la materia como el capitán Hayes y M. A y r a u l t h a n dado
la esterilidad de tan útiles cuadrúpedos como cuestión resuelta.
A pesar de todo, hace poco se dijo que en el J a r dín de Aclimatación de París había una muía que,
cruzada con un asno y con un caballo, en ambos
casos había tenido un muleto. El animal había sido
comprado á unos moros de Argelia, que lo vendieran por muía; pero basta ver su retrato para c o m prender que, salvo las orejas, todos los demás caracteres son los de una yegua moruna de las menos
finas.-Además, del cruce de esta supuesta muía con
el asno, salió una muía verdadera, y como tal estéril, mientras que de su unión con el caballo salió
una potranca como otra cualquiera, que luego fue
una excelente yegu-a madre. En vista de todo esto,
parece probado que la tal muía no era sino una
yegua, hija de otra yegua muletera y de un caballo.
siado inocente, de este hecho, atribuyéndolo á un
castigo divino, por no haber calentado con su aliento al niño Jesús aquella muía que la tradición coloca junto al divino pesebre; pero dejando á un lado
las historias de este género, y aun aquellas razones
de m á s peso que puedan alegar los hombres de ciencia, eí caso es que la esterilidad de las muías estaba
h a s t a ahora comprobada, y como hecho cierto la
diputaban los peritos en la materia. Juzgúese, por
consiguiente, si serán de interés las noticias y fotografías recientemente llegadas d e Egipto, dando
cuenta del nacimiento de un muleto, no de yegua,
sino de muía.
Casos semejantes se h a n venido citando antes de
a h o r a , datando el primero de ellos nada menos que
de 1527; pero no ha podido confirmarse la exactitud
de ninguno de ellos, y hoy se admite que las supuestas muías fecundas eran verdaderas yeguas, nacidas de otras yeguas de las empleadas para la cría
de mulos, que h a n comunicado á sus hijas algunos
de los caracteres propios de los garañones con que
en otro tiempo se unieron. La explicación es lógica,
pues la iníiuencia de una primera unión sobre ios
productos de otras es un fenómeno que se observa
constantemente en los perros, en los gatos y en m u chos otros animales.
Ai célebre BuffoA le escribieron desde la isla de
Santo Domingo que una muia había dado á luz, m a s
el autor de la carta no presenció el hecho. Otro caso
se cuenta ocurrió en Escocia, pero se añade que los
aldeanos creyeron que era cosa del diablo y echaron á la cria en u n a hoguera; y así, siempre que se
trata del mismo asunto, resulta que los que pretenden poner ejemplos, ó no han visto ia cría ó no han
con caracteres debidos á otra unión m á s antigua.
Un hecho que ha inducido á creer en la posible fecundidad de fas muías, es el haber visto á algunas
de ellas dando de m a m a r á un muleto ó á un potro.
Pero esto no quiere decir que el pequeñuelo fuese
necesariamente hijo suyo, sino que puede ser debí-
Existe en nuestro país, y probablemente en todos
aquellos en que se producen muías, la creencia de
que estos animales son estériles, tanto entre sí como
cruzados con cualquiera de las especies progenitoras, asno ó caballo. El vulgo da en muchos pueblos
una explicación curiosa, aunque desde luego dema-
Airededop del Mundo
3g 3 —
do á una excitación del instinto maternal como la
que frecuentemente se observa en muchos animales
hembras no fecundos, y á veces h a s t a en los m a chos. Aun en la especie h u m a n a , se citan muchos
ejemplos de doncellas que h a n criado á sus h e r m a nitos ó á otros niños que habían perdido sus madres.
En el caso ocurrido ahora en Egipto, parece, sin
embargo, que no h a y engaño posible. La madre h a
sido una verdadera muía, y el padre un garañón
ordinario; como es consiguiente, el muleto tiene m á s
23 de Junio de 1904
parecido con la especie a s n a l , de ¡a que tiene tres
cuartos, que con ¡a caballar. Tan extraordinario es
el acontecimiento, que los propietarios del a n i m a lito lo presentaron á las autoridades, que h a n levantado acta notarial, áfinde que nadie pueda p o nerlo en duda.
Este nuevo híbrido, para el que habría que invent a r un nombre, v a é ser destinado á la carga, á menos que se le antoje comprarlo á algún Barnum
para exhibirlo como cosa rSTa.
Kíeloj^» «siix ixiácinina
Un reloj sin las ruedas que forman
Como el péndulo no hace ningún traparte de la m á q u i n a , parece que h a y a
bajo mecánico para que marche el rede ser u n a cosa extraordinaria, ca»i
loj, y como, por consiguiente, no h a y
imposible, y sin embargo puede consrozamiento, la duración y exactitud de
truirse con sólo acudir á la electri( tun reioi de esta clase han dé ser supedad, que á decir verdad, parece men
riores á las de cualquier otro. Es m á s :
tira que no h a y a sido aplicada con m a s
u n reloj sistema Tiffany toscamente
frecuencia á la relojería. La fotogratia
construido, es m á s exacto que el readjunta es la de uno de estos relojes
montoir m á s delicado. Otra ventaja de
eléctricos, inventado por Mr. Tiffau}
estos relojes, es que con un solo péndulo basta para que anden á la vez m u El mecanismo es aquí s u m a m e n t e
chos de olios, siempre que estén forsencillo: consiste principalmente en un
m a n d o circuito.
electro-imán, una a r m a d u r a de pivotes,
y montado sobre ésta un seguro coEn cuanto al gasto de
rrespondiente á u n a r u e d a dentada
electricidad, es muy reduúnica, al eje de la cual va unida la agu
cido. Una buena pila seca
ja que m a r c a los minutos. Un péndulo
basta para muchos meses,
de torsión provisto de un brazo de con
y cuando se gasta, puede
tacto cierra momentáneamente el cirreponerse p o r u n precio
cuito del electro-imán y una batería,
relativamente de poca iméintervalos r e g u l a r e s determinadla
portancia.
por el movimiento oscilatorio del péndulo mismo. La a r m a d u r a , moviéndoKL. NUEVO RELOJ BLÉcTRIcO
^ ^ ?^®^ *1^® ^^^^ '^^^^'^ ^ ^
se bajo la influencia del imán, pone en
de vulgarizarse tanto, que
á la rueda y á las agujas.
movimiento
en Nueva York ya se ha formado una compañía
para su construcción y explotación.
••••••^•>>g>a»6»ow»—^^«•^••»#>
UNA LECCIÓN I M P E R I A L
Ó cómo se arreglan los caminos.
La siguiente anécdota muestra el modo ingenioso
de recordar el emperador de Austria á sus funcionarios el cumplimiento de sus deberes.
E n el pasado mes, uno de los jefes de caminos fué
avisado de que, á tal hora, un coche de la casa real
iría á recogerle á su domicilio p a r a conducirle al
castillo imperial de Lainz.
J a m á s se le había concedido tal honor ai funcionario, que, formándose castillos en el airo, se vistió
de gran gala y esperó impaciente el coche imperial.
A l a hora a n u n c i a d a , el vehículo pai'ó ante ia
puerta del empleado en carreteras.
Luciendo su peto, reventando de orgullo, y regodeándose con las miradas envidiosas y de a d m i r a ción de la vecindad, tomó asiento en el coche.
Entonces sucedió lo indescriptible. El c o c h e r o había llovido por la mañana—había recibido ia orden de llevar al funcionario al castÜIo, pasando por
todas las calles desarregladas, metiendo el coche
p e r í o d o s los carriles, todos los hoyos y todas las
cunetas y hendiduras délos caminos que conducían
al castillo. El animoso cochero no faltó á ía orden
recibida. Fué aquella una carrera loca. A la llegada
ante el castillo de Lainz, caballo, coche, a u t o m e donte y funcionario formaban un solo montón de
barro.
Sobre el umbral de la puerta del castillo aguarda-
ba un archiduque, que á duras penas pudo contener
la risa.
Lleno de lodo h a s t a las corvas, el funcionario
bajó de! coche y rugó que le disculpasen por el e s tado lamentable de su ioííette.
—Eso no es nada —exclamó el archiduque; —
S. M. el emperador llega todos ios días en el mismo
estado.
Dos días después, todos los caminos estaban perfectamente transitables.
El sello del hijo de Salomón
E n 'rell-ol-Moutíssen, en Siria, donde se está procediendo á excavaciones arqueológicas, se acaba de
encontrar el sello del hijo á&Y rey Salomón.
Está hecho de jaspe, y sobre su c a r a pulimentada se encuentra grabada, con mucho arte, la imagen
de un león con las fauces abiertas.
Alrededor de él hay en hebreo esta inscripción:
(íLi Schéni, hijo del rey Salomón, é hijo del hijo de
David.»
Emir Effendi, delegado del gobierno otomano en
estos trabajos de investigación, se h a posesionado
del objeto, y le llevará bien pronto al sultán á Cons
tantinopla.
Se t r a t a de hacer un regalo á Menelik, que se
dice «León de Judá», y que pretende ser descendiente de Salomón.
Alrededor del Mundo
-397
23 de Junio de 1904
I^reg-xintas y IRespuestas
1.594.—¿Se han casado alguna vez los muertos?
Refiere el célebre viajero Marco-Polo, que entre
los tártaros de la Mongolia existia la costunibre de
celebrar el llamado matrimonio de los muertos. Cuando dos hombres tenían, el uno un hijo y el otro una
hija, que fallecían de cuatro aííos ó poco m á s de
edad, casaban á los dos niños, dando á l a hija
muerta como esposa al niño, y celebrando un contrato que después quemaban; al ver perderse el h u mo en el aire, decían que iba hacia s u s hijos, que
estaban en el cielo como marido y mujer. Celebraban una g r a n boda, y arrojaban en todos sentidos
víveres, que sus hijos recogían en el otro mundo,
según decían. Y aún más: hacen pintar sobre un
papel hombres con sus fisonomías, caballos, ropas,
monedas y arneses; después hacían quemar todo
esto, y quedaban persuadidos de que sus hijos tenían
todo aquello que habían dibujado. Después de la ceremonia, los padres se consideraban como parientes,
cual si sus hijos estuviesen vivos.
Sería, en verdad, curioso saber si h a desaparecido tal costumbre.
1.595.—¿Pesa el aire lo mismo á cualquier
altura que esté?
Desde luego puede contestarse á esta pregunta
diciendo que no, pues, según Pablo Bert, á 5.500 metros un litro de aire pesa exactamente la mitad m e nos que al nivel dei mar; á 3.500 metros, una tercera
parte menos, y á 230 una cuarta.
La presión del aire es de 1.033 gramos por centímetro cuadrado, con u n a presión de 770 milímetros, y teniendo l a superficie de! cuerpo 17.500
centímetros cuadrados próximamente, téngase en
cuenta que el hombre soporta un peso de 17.!)00 kilogramos. Claro es que la presión del aire sobre la
superficie del cuerpo es diferente, según la altura
barométrica, por ejemplo: á orillas del mar, á una
elevación de 760 metros, la presión por centímetro
cuadrado es de 1.033, mientras que en algunas ciudades no llega ni á 300.
A la temperatura de 0° y á l a presión de 760 m i límetros, un litro de aire seco y puro pesa 1,293
gramos.
1.596.—¿Hay miel venenosa?
Conócense muchos casos de envenenamiento por
la miel; el m á s famoso es, probablemente, e! que
cuenta Jenofonte en su historia de la retirada de los
diez mil, al hablar de ía miel de Trebisonda. Todos
los que probaban un poco de esta sustancia eran
presa de u n a especie de borrachera, y los que toma
ban mayor cantidad parecían volverse locos, m u riendo también algunos de ellos.
Más- de dos mil aiíos después, un viajero inglés
quíí ha esta¿o. en Trebisonda escribe que h a observado exactamente los mismos efectos en todo el que
prueba la miel de aquel país, y los atribuye á una
planta venenosa, la Azaleapontiea, de cuyas flores
liban con mucha frecuencia ias abejas.
Plinio habla también de miel venenosa encontrada en Persia.
En el Brasil h a y una miel rojiza, no de abejas,
sino de avispas, que tiene efectos tóxicos. En el
África Austral, u n a especie de euforbia hace que
las abejas que v a n á libar de sus flores produzcan
miel veinenosa, y casos análogos se dan en otros
muchos países, el nuestro entre ellos.
1.597.—¿Puede hacerse desviar una balaya
disparada?
Tratándose de las balas modernas usadas en la
guefra, que no son de plomo, se h a comprobado
hace pocos años que experimentan desviaciones al
pasar próximas á u n a red telefónica ó eléctrica.
Este hecho, observado en varias ocasiones, no tiene
nada de extraño dada la acción i m a n a n t e que ejerce la corriente eléctrica sobre el acero; y y a RabeJais, llevado de su humorismo, lo imaginó y describe en el libro cuarto de Pantagrueí.
La desviación es tal, que según resulta de los experimentos hechos en Thoune, un grupo de infantería que tuviese en u n a de sus alas u n a fuerte c o rriente, producida por dinamos, no correría á 500
metros riesgo alguno por las balas del enemigo, ni
á 1.000 temería á los obuses.
1.598. -¿Cuál es la quinta agrícola más grande del mundo?
Se encuentra en la Luisiana y pertenece á un sindicato de colonos franceses. Mide esta explotíición
160 kilómetros de longitud y 40 de ancho; tiene'dedicados á la labor h a s t a 40.000-caballos y bueyes.
Se cultiva l a c a ñ a de azúcar, el arroz, el algodón,
etcétera. Los cortijos están dispersos en toda su extensión, á distancias de seis kilómetros p r ó x i m a mente. Casi todos los trabajos agrícolas se realizan
con máquinas de vapor, púdiendo labrar los arados
de vapor 12 hectáreas por día.
La línea férrea del Sud-Pacific la corta en u n a longitud de 58 kilómetros, y tiene la fleca 483 kilómetros
de canales, con tres barcos de vapor, y carreteras.
1.599.—¿En qué sitios c r e c e espontáneamente
la vid?
Entre los diferentes países donde crece espontáneamente la vid, deben citarse en primer lugar
las regiones templadas del Asia Occidental y el S. de
Europa, Argelia y Marruecos.
En el S. del Caucase, en las regiones que b a ñ a
el m a r Caspio, y en Armenia, aparece también con
el aspecto de una liana silvestre, que se eleva sobre
árboles grandes y da frutos abundantes sin podas
ni cultivo. En algunos otros sitios, muy r a r o s por
cierto, se produce espontáneamente vid, y se h a
pensado en si procederán de semillas trasportadas
por aves; pero uotánicos m u y eminentes afirman la
espontaneidad de la ^'id en esos sitios y en algunas
provincias rusas de! otro lado del Cáucaso.
1.600.—¿Pueden osificarse los músculos humanos?
Es una enfermedad r a r a y sumamente curiosa;
pero no faltan casos de ella, principalmente en Alemania, Austria y Sui^^. En Francia se registró hace
poco un caso: un sujeto, hoy de cuarenta a n o s , presentó los primeros síntomas d e osificación á los
veinte años; se osificaron primero los músculos de
¡a espalda, después se extendió ¡a enfermedad á
los miembros inferiores de la derecha y á los superiores de la izquierda, quedando asi desde los veintisiete años.
Aunque algunos músculos están osificados por
completo, el enfermo m a r c h a y ejecuta algunos movimientos con ios brazos, aunque penosamente.
Nos parece inútil decir q u e m a s asemeja u n a est a t u a , que u n ser animado.
Alrededor del Muridó
-398.
23 de Junio de 1904
Costumbres de la fiesta de San 3uan
LAS QUE SE PRACTICAN FUERA DE EUROPA
A las prácticas supersticiosas que en todos los
pueblos de nuestro país se celebran en la noche de
San Juan, y de las cuales hablamos hace dos años,
por este tiempo (1), corresponden costumbres a n á logas en todos los países cristianos del universo.
Las famosas hogueras, sobre todo, no dejan de encenderse en esta noche en ninguna aldea donde se
tenga la m á s ligera noción de quién fué el Bautista.
En las aldeas de Bretaña, el día d e h o y e s d e g r a n
trajín para los muchachos, que van de puerta eu
puerta pidiendo dinero para encender las hogueras
íie «Monsieur Saint Jean». En cuanto se hace de noche, el cura del pueblo enciende la primera hoguera,
ó bien hace bajar desde la cornisa de la iglesia, por
medio de un ingenioso artificio, la imagen de un
ángel con u n a antorcha en la mano, que prende fuego al montón de combustible. Las muchachas bailan alrededor de la fogata, y es fama que la que consigue dar nueve vueltas sin cansarse contrae m a t r i monio aquel mismo año. Las solteras m á s feas son
las que procuran hacer los mayores esfuerzos para
probar su resistencia. Entre tanto el resto del pueblo se sienta en derredor del fuego, y entona canciones religiosas. Todas las familias llevan algunas
sillas de m á s , destinadas á las almas de sus difuQtos, que en esta noche obtienen especial permiso
para bajar á este valle de lágrimas y divertirse
como los demás.
En Irlanda, la costumbre popular es todavía m á s
curiosa. Un hombre cubierto con una sábana blanca y llevando en alto una cabeza de caballo, procura imitar los movimientos de este animal, y da
tremendos saltos por encima de las hogueras, divirtiéndose luego en perseguir á los chiquillos, que corren dando gritos de miedo. Este parsonaje representa á todo el ganado del pueblo, el cua! queda,
según dice, purificado de esta manera, y Ubre de enfermedades y de malos espíritus, que al fin y al cabo
no es solamente al hombre á quien éstos se complacen en atormentar.
También encontramos la hoguera de San Juan en
casi toda la América latina. Allí esta costumbre da
ocasión á los m á s atrevidos gauchos para lucir sus
habilidades en la equitación, haciendo dar á sus
caballos saltos tremendos por encima del fuego. No
h a y que decir que fuimos nosotros los que llevamos
á aquellos países las famosas hogueras, después de
haberlas tomado de los romanos, que á su vez parece las heredaron de los pueblos del Asia Centra!.
Los antiguos druidas encendían también grandes
fogatas en el solsticio de Estío y cantaban a su a l rededor místicas canciones, qué probablemente han
dado origen á la costumbre en Francia é Irlanda.
En muchos países se supone que el rocío caído
sobre la yerha antes de salir el sol del día de San
J u a n cura una porción de enfermedades. En Venecia es costumbre recoger este rocío, y conservarlo
en una botellita, de donde probablemente han copiado los sicilianos su costumbre de guardar en dicho día aceite mezclado con ciertas yerbas, asegurando que es una medicina perfectamente infalible
para las heridas.
En Normandía y en los Pirineos franceses, la
gente se baña en el rocío de San Juan para quitar
la herpe y demás afecciones cutáneas, y hay quien
(1) Véase el número 160 de ALREDEDOR DEL MUNDO.
supone que el remedio tiene también la propiedad de
devolver la perdida juventud. En Bretaña es creencia popular que tales baños curan las fiebres.
Entre los pueblos eslavos, las mujeres van la m a ñ a n a de San Juan, antes de salir el sol, á echar
toallas sobre las mieses para que se empapen en
rocío. Vueltas á casa las retuercen sobre un j a r r o ,
de modo que caiga en éste el líquido, y con él se l a van las m u c h a c h a s para estar m á s guapas. En muchas partes de Rusia se recogen las yerbas que c r e cen sobre los tejados, especialmente en los establos,
y se coloca en las habitaciones para alejar los demonios . Parece que en otro tiempo se recogía
también esta yerba en Francia para frotar con
ella las ubres de las vacas; decíase que de esta manera daban m á s leche. Después de hecha esta operación se ponía sobre la puerta del establo el manojo
de yerbas, diciendo al mismo tiempo «Dios las salve
y Santa Brígida».
Pero los que m á s curiosa propiedad atribuyen al
rocío de la noche de San Juan, son los ancianos de
Venecia. Cuando los infelices se quedan calvos, suponen que no tienen m a s que frotarse con dicho rocío para que al instante vuelva á salirles ©i pelo. No
h a y necesidad de decir que tanto esta superstición
como todas las demás referentes al rocío, se r e l a cionan intimamente con e! bautismo del día de San
Juan.
El día de San Juan, una vez que ha caído el sol,
es muy peligroso coger yerbas. Hay sitios en que
creen que esto acarrea el cáncer.
Sin embargo, se asegura que aun las plantas m á s
venenosas y maléficas pierden sus malas propiedades en la noche de San Juan, quedando purificadas
por el rocío.
En Rusia es costumbre en la noche de San J u a n
ir á buscar la flor de! helécho. Se pretende que esta
planta sólo florece en esta noche a las doce en punto, y que el feliz mortal quepuedepresenciar el instante de abrirse la flor, obtendrá luego cuanto desee.
Lo malo es que, según aseguran los campesinos
rusos, para ver florecer un helécho hay que sostener
previamente un combate con el mismísimo diablo y
vencerle.
Rs muy curioso el hecho de que en cada país la
gente tiene su planta de la noche de San J u a n . E n
Picardía se va á coger artemisa y se forman guirnaldas con eila; en Kew (Inglaterra) se prefiere la
genciana; ya sabemos que en España la planta de
esta noche es ¡a verbena, y en Alemania la preferida
es el no-me-olvides, que también llaman allí «sangre
de San Juan».
En Suecia no se contentan con una sola planta, y
las doncellas hacen ramilletes en los que tienen que
entrar nueve flores diferentes, entre ellas el c o r a zoncillo.
Tienen que recogerlas en diferentes senderos, y si
por la noche se coloca el ramillete debajo de la a l mohada, todo lo que so sueñe habrá de suceder al
pie de la letra.
La reina de Inglaterra tiene ios anteojos de teatro
m á s magníficos del mundo. Son de platino, incrustados con diamantes, rubíes y zafiros, y se dice
que h a n costado nada menos que doscientas mil
pesetas.
Alrededor del Mundo
23 de Junio {Je 1904
1E>1^ H O J M [ B R E > E>JV I^JS. I ^ U I V i V
LO
GiXJE
-VER,IA.
IDESDE
E3L.X..A.
No creemos que h a y a en el universo astro ni r e - con hermosos matices, con sus tierras brillantes de
gión alguna que h a y a sido objeto de tantos estudios luz y sus mares de oscura esmeralda.
ni de t a n t a s fantásticas quimeras como la Luna. Su
En sus noches, nuestro planeta la ilumina intenproximidad y su
s a m e n t e , más
i'recuente presenque á nosotros
cia sobre el horinuestro satélite,
-zonte s o n u n a
por ta mayor suíentación c o n s perficie reflectot a n t e á nuestra
r a de la Tierra.
c u r i o s i d a d ; es,
Pues si apart r a s el astro del
t a m o s la v i s t a
4 i a , el que m á s
del c i e l o y l a
•nos impresiona, y
fijamos en el sueenlasnochesdeslo, el espectácupejadas, la Lulo es quizás m á s
na, el astro quicurioso, ya que
z á s m á s pequeño
no tan hermoso.
de cuantos n u e s Un terreno seco,
t r a vista alcanárido, sin a g u a s
za, brilla sin r i ni superficie líval con deslumquida de ningún
brante blancura.
•género; nada de
Asi se e x p l i c a
mares, ni ríos, ni
que la Mitología
manantiales; nay las supersticioda d e v e g e t a nes la h a y a n heción, p u e s l a s
cho héroe de mil
plantas careceleyendas, y que
r í a n del líquido
la ciencia, aguique disuelve sus
Joneada por
alimentos p a r a
nuestra curiosiconstituir su saP A I S A J E LUNAR CON LA TltíKIíA t-N
dad, h a y a probado la considerable influencia que via, y del aire que mantiene su respiración. La seejerce en nuestro planeta y determinado sus movi- quedad por doquiera, el silencio absoluto, pues las
mientos y su topografía, hasta el punto de que hoy
vibraciones de los cuerpos sonoros, sin atmósfera,
se habla en Ja ciencia de la m á s insigniñcante mon- sin el vehículo que las conduce y difunde en todas
t a ñ a de la Luna, con la misma naturalidad con
direcciones, morirían en el cuerpo y no llegarían á
•que hablaríamos del Guaimpresionar nuestro send a r r a m a ó de Sierra N e tido auditivo. Y en la mavada.
jestad de este eterno s i lencio, en la serenidad
del vacío que la envuelPero aunque mucho se
ve y de la infecundidad
fea fantaseado sobre dique enfría sus e n t r a ñ a s ,
cho satélite, quizás no
el paisaje, recortado cual
b a y a llegado la imaginadecoración de cartón,_sin
ción á darnos una idea de
perspectiva aérea, dibula impresión tan extraña,
jándose con la m i s m a
subhme pov lo extraordil i m p i e z a la peña m á s
naria é incomprensible,
próxima que la m o n t a ñ a
q u e recibirían nuestros
m á s r e m o t a , impresiosentidos si pisásemos la
nando con la misma visuperficie lunar.
veza ó intensidad los maímaginémoQos un cielo
tices de la una que de la
siempre negro, sin celaotra, todo igual, sin m á s
jes, sin crepúsculos, sin
diferencia que la dismia u r o r a s , siempre unifornución aparente que orime en su oscuridad; las
gina la distancia. Sin meestrellas dibujándose en
dias tintas ni tonalidades:
él constantemente sin tiá un lado, iluminado por
tilaciones ni a p a r e n t e s
el Sol, todo luz; al otro,
ráfagas, cual un punto
iodo sombra, mejor di_matemático, con brillo
cho, todo negrura. Y á
pero sin dimensiones; el
veces, cuando la posición
So!, disco deslumbrante,
del astro luminoso se alerecortado en la negrura
j a de la de la Tierra, la
del fondo, y la Tierra, inluz de ésta, cual débil l á m p a r a junto á potente arco,
menso globo que desde
produciendo los claros de ¿una,' q\ie pudiéramos denuestro satélite se verá cual círculo inmenso, con
. En fin, u n a decoración en la
treinta veces próximamente m á s superficie que el
^
Sol, inmóvil aparentemente á pesar ae la libación,
cir, de nuestro
^*u¿i¿^ñ
Alrededor del Mundo
•400-
23 de Junio de 1904
que lienzos y bastidores se superponen, fría y árida, días sobre el horizonte, caldeará el suelo con t e m ó iluminada por dos focos úaicos y de potencia muy peraturas que Herschel calcula superiores á la de
desigual.
ebullición del agua; y la noche t a n larga, sin atmósEsto durante el día, día
fera que retenga el c a largo de trescientas cinlor, originará una r a d i a cuenta y cuatro h o r a s ,
ción tan considerable, q u e
casi quince días terreslas temperaturas igualatres, en que el Sol perrán á las de los inviernos
manece sobre el horizonde nuestros mares polate, recorriéndolo por tanres. Todo esto para el h e to con tal lentitud, que,
misferio que mira á nuesdesde que el Sol toca el
tro planeta, único que vehorizonte h a s t a que lo
mos, pues no falta a s t r ó a b a n d o n a , transcurren
nomo que ú l t i m a m e n t e
diez horas. Curiosa salida
afirme haber bailado v e s del Sol, en la que sin a u tigios de atmósfera, en
r o r a s ni luz matutina se
las p e q u e ñ a s porciones
p a s a r á de la oscuridad á
que en su balanceo vemos
la luz de pleno día. Pero
del otro hemisferio lunar.
no o s c u r i d a d completa,
Si asi fuera, y la vida se
porque la Tierra, brillanh i c i e r a p o s i b l e e n el
do constantemente en el
opuesto hemisferio, c o n cénit, con ligerísima vas o l é m o n o s con que el
riación para el observahombre que llegara á hador que se sitúe en la líbitarlo, sí tal sueño pudienea que une su c e n t r o
ra r e a l i z a r s e , estaría
con el de ia Luna, ilumicomo quien dice al alcanEL CONGRESO COMO SE VERÍA SI ESTUVIESR
n a r á ésta c o n u n a brice de nuestra voz, pues un
llantez no comparable con la de nuestras noches de telegrama, dada la velocidad de la electricidad, nos
luna llena.
traería en un segundo próximamente las noticiasque. el hombre lunar nos comunicase.
Las variaciones diurnas de temperatura serán notabilísimas: la permanencia del Sol durante quince
P. CARRASCO GARRORENA.
Cómo obran los venenos de las serpientes
Los venenos de las serpientes han sido clasificados en dos grupos; colúbridos y vipéridos; según los
estudios recientes de Rosers, los colúbridos actúan,
sobretodo, paralizando ios centros respiratorios, en
la médula y las placas terminales motrices de los
nervios frénicos; pero su acción sobre la s a n g r e es
m u y débil. Los vipéridos, por el contrarío, actúan
sobre la sangre, ya provocando la coagulación
inter-vascular (como en la víbora de la India), ya
haciendo perder á la sangre su poder coagulante, y
facilitando asi las hemorragias (como en la s a p i e n te de cascabel americana).
Pero estos venenos, que se encuentran en cuatro
categorías generales de serpientes, pueden encont r a r s e uno y otro en proporciones variables en algunos de estos reptiles, tales como el húngaras faseíaius, que posee la doble acción de estos venenos.
Los efectos de la mordedura de la enhijdrina bengalensis, que es una serpiente m a r i n a , no se m a n i fiestan m á s que pasado un tiempo bastante largo;
varias h o r a s para una dosis poco considerable de
veneno. Aparece un sopor; t r a s este período latente,
el individuo mordido deja caer de vez en cuando la
cabeza y cierra tos ojos. En seguida sigue una gran
debilidad muscular, un aflojamiento progresivo; el
número de respiraciones disminuye progresivamente, y la muerte se produce t r a s a l g u n a s violentas
convulsiones respiratorias. Se comprueba que la
excitación farádica del nervio frénico no produce
contracción del diafragma.
P a r a la hamadriada, serpiente muy común de la
India, la acción es m u y rápida; una inyección de
su veneno, con dosis de 5 miligramos por kilogramo de animal, paraliza y detiene la respiración en
minuto y medio, y medio minuto m á s tarde la pre
sión de la sangre desaparece.
La acción del veneno de cobra (ó Naja tripudian^,
serpiente de anteojos), es casi completamente idéntica.
Es muy interesante hacer notar que la dosis mortal del veneno de cobra es la misma para los pájaros que para los peces, mientras que para éstos el
veneno de la enídrina es mortal en u n a dosis cincoveces m á s fuerte.
Este hecho no se repite en las otras serpientes
m a r i n a s , existiendo fenómenos de adaptación y diferencias notables en la susceptibilidad de los organismos.
En el veneno del Bungarus eceruleus es característica la detención de la respiración y de la presión
sanguínea. La respiración cesa próximamente á los
cuatro minutos y medio de la inyección, y en seguida, minutos después, la circulación se detiene.
Contra los venenos colúbridos, la respiración artificial, y la inyección de la antitoxina de suero d©
Calmette, pueden salvar rápidamente al individuo>
mordido.
La acción hemolítica de los vipéridos es siiempre
mucho m á s señalada; los glóbulos rojos- son des(ruidos rápidamente; tienen una acción paralizante
muy clara sobre los centros vaso-motores, de la que
se sigue una parálisis de los centros respiratorios^
debida á la falta de sangro en la méduila y la bulba;:
no existe en cualquier caso parálisis de las p l a c a s
motrices terminales de los nervios.
Los colúbridos provocan la muerte por parálisisrespiratoria, procedente de la detención circulatoria, y los vipéridos, por parálisis circulatoria,, procedente de la detención respiratoria.
En Londres, los tarugos viejos que h a n servido
para pavimentar calles se empleaa en. La. Cábrica.ción de juguetes baratos.
Alrededor del Mundo
-401-
¿3 dé Junio de 1904
H ^ l l a . ^ g ; o s r u a r o s eirx ©1 r r x ^ r
LAS milL COSAS EN QUE PUEDE OCUPARSE UN BUZO
No es solamente para buscar restos de e m b a r c a ciones perdidas ó para hacer exploraciones s u b m a rinas de carácter científlco para lo que sirven los
buzos: á veces también bajan al fondo del Océano
con fines mucho m á s fútiles, para llevar á cabo investigaciones sin importancia aparente, y que sin
embargo les proporcionan muy buenos rendimientos. De los curiosos motivos de algunas de estas exploraciones, y de los singulares encuentros que en
ellas tienen, pueden dar idea los siguientes casos referidos por un buzo inglés que conoce el fondo de
casi todos los mares deí globo.
«Una de mis primeras faenas—dice el n a r r a d o r la hice en una pequeña población francesa, á orillas
del Sena; se t r a t a b a de recobrar unas joyas que se
suponía hablan sido tiradas al rio muchos aiaos antes. No pude dar con ellas, sin duda porque la corriente se las había llevado á m u c h a s millas de distancia, ó tal vez al mar; pero encontré algunos ornamentos de oro, que según dijo un caballero t e nían m á s de ochocientos años de antigüedad, y adem á s un hermoso jarrón de oro puro, u n a especie de
corona, algunos puñales con piedras finas en la empuñadura y un par de esqueletos con las muñecas y
las piernas sujetas con pesadas cadenas, ya muy
mohosas. Se me contó una historia acerca de estos
restos, que se decía eran los de la hija de un noble y
su a m a n t e , arrojados al rio por el padre de ella desde las almenas de un castillo que antes había por
allí. Sea lo que quiera, la gente se asustó tanto, que
h a s t a que no se enterraron los huesos nadie pudo
dormir en la población.
«Después de esto tuve que ir con otro buzo á t r a bajar en los restos de un yate perdido en el Mediterráneo. Nos pagaba la madre del propietario, que
era su único hijo, y tan pronto como llegaron á Inglaterra las noticias del naufragio, se nos envió por
tierra con todos nuestros útiles, excepto los botes.
E! negocio debió costar de 20.000 á 25.000 pesetas.
Encontramos sin gran dificultad el cadáver del j o ven. El yate estaba en una de las pequeñas bahías
de la Riviera, en Italia, á unos 15 metros de profundidad, y entre los brazos del joven hallamos el cuerpo de una muchacha muy bonita que se había llevado de París.
ftDebo advertir que se me prohibió publicar por
entonces este hecho, y que tanto á raí compañero
como á mí se nos pagó muy bien para que cerrásemos el pico.
»Una vez, en mi país, me ocuparon en bajar al
fondo de un pozo, donde se creía que había sido
arrojado el testamento de un señor por su pariente
m á s próximo. Creo que j a m á s h e entrado en otra
agua m á s fría. En el fondo había toda una colección
de antigüedades.
»Lo primero que encontré fueron unas c u a n t a s
latas de alcohol, que unos contrabandistas habían
tirado muchos años antes; luego un pedazo de c a dena vieja, una copa de plata del reinado de Jorge III, y por fin el testamento que se buscaba, dentro de una caja de lata herméticamente cerrada,
que me parece debió ser hecha para guardar documentos de importancia á bordo de algún barco. El
resultado de mi hallazgo fué que la herencia correspondió á una sobrina del testamentario, en vez de
al pariente m á s cercano. La noche antes de bajar,
recibí una carta diciéndome que si descubría algo y
lo dejaba allí otra vez ó lo llevaba á cierto punto d&
Londres, se me gratificaría espléndidamente. La.
carta era anónima; pero supongo que me ia enviaría el que tenía m á s que perder en aquel asunto.
)iEn otra ocasión estuve empleado en u n a expedición particular que fué á la América Central para.
descubrir dos barcos espaííoíes llenos de tesoros,
que habían naufragado ciento cincuenta años ha,,
cerca de las costas d€ P a n a m á . La historia de estosbarcos, tal como me la contó uno de los señores del
sindicato, sería muy interesante si se escribiese en
forma de novela. Efectivamente, hallamos dos navios á una ó dos millas del sitio en que, según nuestro mapa, habían zozobrado los barcos españoles;:
pero estaban t a n destrozados, que si alguna v&z.
contuvieron tesoros, éstos habían sido a r r a s t r a d o s
por el agua; y a u n q u e encontramos muchos doblones y algunos ornamentos de iglesia por valor deunas 140.000 pesetas, el sindicato no obtuvo provecho alguno después de pagar los gastos.
»He necho además de esto m u c h a s chapuzas por
mi propia cuenta, como una vez, en un balneario,
donde bajé á coger un reloj de oro que un niño había
dejado caer al mar. El reloj no valía, supongo yo,.
arriba de 800 pesetas, pero su dueño debía estimarlo mucho, pues se gastó cerca de 1.400 en recobrarlo, incluyendo lo que me dio á mí.
wEncoñtrándome en los Estados Unidos, tuve quebuscar e! a r m a con que un hombre muy conocidO'
había matado á una muchacha, á la cual sedujo y
se llevó á las orillas del Hudson. Después de una sem a n a de trabajo, encontré un revólver viejo;, á los
parientes de !a víctima les costó 2.000 doiíars, sin
contar el precioso reloj de oro que me regalaron.
»Mis experiencias m á s interesantes h a n tenido
lugar en Australia, donde se me ofreció trabajo en
un banco de perlas. Estuve allí seis meses, pues á
lo mejor no se podía trabajar dos días seguidos por
causa del mal tiempo; puedo asegurar que entonces aprendí m á s del fondo de! m a r y de los seresque allí nadan y se agitan, que en tres ó c u a t r o
años de trabajo de otra clase.»
Los animales neurasténicos
Un naturalista berlinés, á propósito de un accidente sobrevenido en Thiergarten, donde un venado h a muerto de terror, recuerda que los animales,
como los hombres, sufren desórdenes nerviosos q u a
tienen con frecuencia desenlaces fatales.
Son frecuentes los casos de animales que han'
muerto de pena ó de enojo, y son numerosas las^
victimas causadas por esia enfermedad.
Recientemente, en Inglaterra, dos nutrias cogidascon lazo fueron encerradas en cajones y expedidas,
á Londres; u n a y otra estaban completamente sanas y salvas, sin la menor herida. Pero á su llegada, tras un viaje de algunas horas, a m b a s nutriasestaban muertas, no pudiendo atribuirse esta doble-,
desgracia m á s que á la ansiedad producida en Ia&
nutrias por los sacudimientos del tren.
También en Londres se cita el caso de un elefante que en el último estío se asustó de un trueno. Al
enorme paquidermo se le heló la s a n g r e , como
se dice vulgarmente, y algunos días después falleció.
A l r e d e d o r del Mundo
-402-
23¡¡de Junio d e 1 9 0 4 '
La manera d^ formarse la^'Jmontaña^
El proUdma de la formación de lab m o n t a ñ a s
l^reocupa generalmente m u v poco á aquellas persog a s que no hacen d é l a geología uu objeto especial
Bolsena, en Italia; el ultimo se ha formado en un
cráter de los mayores del mundo.
Nadie tiene hoy dudas sobre el proceso de formación de las montañas volcánicas, m a s no sucede lo
mismo respecto á las montañas en serie, es decir,
aquellas que forman prolongadas cordilleras. En un
principio se creía que eran simples levantamientos
del terreno, debidos á la presión interna de la m a s a
líquida que ^e supone en el centro de la tienda; m á s
adelante se estableció la hipótesis de que cada mont a ñ a era una especie de núcleo duro que había resistido á la acción erosiva de las a g u a s de lluvia,
causa primera de la formación de valles y llanuras^
y finalmente, el geólogo De Beaumont se atrevió a
manifestar que las cadenas de m o n t a ñ a s se debían
á levantamientos del terreno, no á uno solo, sino á
KL VESUJJIO fKIMlTlVU
ochenta y cinco diferentes, correspondiendo á otras
•de SUS estudios, y sin embargo es un problema c u - t a n t a s épocas.
rioso, puesto que las m o n t a ñ a s son las que deterHoy y a no se cree en tales hipótesis, y las cosas
•minan las cuencas de los grandes rios, y por consise explican de un modo mucho m á s lógico. Todo el
.-guíente la fertilidad y riqueza natural de cada país.
mundo sabe que las uvas, de piel lisa y brillante, se
•::^Cualquiera que h a y a viajado mucho y que no se contraen y cubren de arrugas á medida que se van
h a y a limitado á gozar de la vida urbana en las g r a n - secando; esto mismo es lo que h a ocurrido con
des capitales, sabe que hay dos clases de montañas;
nuestro planeta. Hubo un tiempo en que la tierra,
u n a s que se unen formando macizos, cordilleras y
sometida á temperaturas mucho m á s elevadas que
-•sistemas, y otras que se levantan aisladas, solita- en la actualidad, debió ser un esferoide perfectar i a s , en medio de una llanura ó sobi'e una costa
mente liso, de consistencia pastosa, semilíquida.
poco accidentada. Cada una de estas clases de mon- Cuando comenzó el enfriamiento, sin e! cual j a m á s
t a ñ a s se h a formado de distinto modo, y a ú n mejor hubiera existido la especie h u m a n a ni ningún otro
lo diriamos de otra manera: (a forma y colocación
ser viviente, empezó también la solidificación y
'de una m o n t a ñ a depende del modo cómo se formó. contracción de la masa, como sucede con todo cuerpo sometido á un
En g e n e r a l ,
descenso de tempuede decirse
p e r a t u r a , y en
-que t o d a s l a s
v i r t u d de e s t a
m o n t a ñ a s e n form i s m a contracm a de cono aislac i ó n , las capas
-do m a s ó menos
externas del gloregular s o n d e
bo h u b i e r o n de
- o r i g e n volcánia g r i e t a r s e en
•co, es decir, que
unos s i t i o s , de
¡i Qi graaito; m, gneis y micacitas.
-•son volcanes ó lo
a r r u g a r s e en otros, exactamente como le sucede
t i a n sido en otro tiempo. Las l a v a s , las escorias,
á
la
película
de
una
uva
al
convertirse
ésta en pasa.
todas las materias en fusión que salen por un c r á Como quiera que el enfriamiento y la contracción
'ter v a n formando, al solidificarse, un inmenso moni;ón cónico; así se hizo en 1538, y solo en el brevísi- continúan, los relieves orográficos se acentúan m á s
mo espacio de dos días, el Monte Nuovo, cerca de cada día, pero la diferencia sólo es perceptible al
-Nápoíes, que tiene 139 metros de altura. En la m a - cabo de muchos siglos, pues el fenómeno se verifica
yor parte de los casos, el primitivo cráter se prolon- con tal lentitud, que los picos m á s elevados del
g a en un conducto ó chimenea que perfora la mole Hiraalaya no son todavía, con relación al t a m a ñ o
de abajo á arriba, y entonces el monte conserva el del planeta, m á s que lo que sería un granito de
nombre de volcán y puede estar sujeto á nuevas arena en una esfera de tres metros de diámetro.
•erupciones.
A la misma contracción de la corteza terrestre se
Cuando estas últimas son frecuentes, pero poco for- debe que las diferentes capas del terreno, horizonmidables, la m o n t a ñ a va aumentado en elevación; talmente paralelas en un principio se encuentren
ven cambio, las grandes erupciones desgastan la chi- hoy desordenadas y rotas c mo puede observarse
imenea, deshacen sus bordes y el cono se trunca,
•disminuyendo de altura, mientras el cráter se ensan•cha considerablemente. Luego vienen nuevas erupciones, y entonces dentro de la chimenea, previamente ensanchada, se forma un nuevo cono con su correspondiente chimenea, algo asi como un volcán
metido dentro de otro. Todos los grandes volcanes
-de cierta antigüedad, y entre ellos el Vesubio, h a n
pasado u n a ó m á s veces por estas distintas fases.
Hay volcanes cuya actividad h a cesado después
•del truncamiento del cono, y entonces suele ocurrir
EL VfiSSBIO TRUNCADO POR UNA GRAN ERUPCIÓN
q u e en el cráter^ ensanchado se forma un lago de
t r a n q u i l a s , y cristalinas a g u a s . El lago Maare,
en los gneis y micacitas de las montañas de Avila,
cerca del Rhin, está en un antiguo volcán, y el misde las cuales damos un corte teórico.
m o origen tienen los lagos de Albano, Bracciano y
Una vez formadas las m o n t a ñ a s , la lluvia, la,
f ^Irededor del Mundo
— 403-
2 3 d e Junio d
1904
nieve y el viento han pulimentado su superficie, h a n
redondeado sus picachos ó los h a n aguzado m á s
todavía, y estos últimos toques del terreno h a n con-
P a r a llevar a la perfección á estas prue bas d i s p a r a t a d a s , se toma el baño viejo continuador, diluido en 10 volúmenes de agua, y en uno ó dos minutos;
próximamente se verá á las pruebas g a n a r su fuerza normal. Es innegable la ventaja de poder d e t e nerlas á su punto preciso, pues se evita todo fracaso..
Las operaciones se hacen con luz ordinaria del i n terior, y el viraje y fijado, como de costumbre.
En general, todos íos papeles al citrato deben darbuen resultado con este procedimiento; solamentepudieran aparecer defectuosas las pruebas, por falta.
de pureza en el soporte, ío que originaría m e t a l i z a ciones irremediables.
KL VESUBIO ACTUAL
Y L A R B P Ú B L i e n B N A L B M A N I A.
A raíz del advenimiento al trono del rey Guillermo, abuelo del actual kaiser, una adivinadora le-.
predijo la fecha de la proclamación del imperio alemán,' y la de la muerte del emperador.
La profecía la dedujo de la fecha de su elevacióa
a! trono, por la siguiente regla cabalística: s u m á n d o l a s cifras que componían esta fecha (1849^
ó sea 22), con la fecha misma se obtenía 1871, a ñ o
de la fundación del imperio de Alepaania, y haciendo la misma operación con este segundo númerO'
(1 -f 8 -h 7 -f 1 + 1871), se llega á 1888, época en q u e
efectivamente murió Guillermo L
Pero no acaba aqui la profecía: la adivinadora h a
anunciado á Guillermo II que, sumando las cifrasde la fecha en que murió su padre (1888, es decir,
25), con la fecha misma, obtendría la época segura,
de la proclamación de la república en Alemania. S i
el emperador h a hecho el cálculo, cosa indudable,
habrá encontrado: 1913.
Parece ser que esta cifra fatídica no deja de preocupar á Guillermo 11.
tribuido á presentárnoslas tal y como hoy las
vemos.
p E n nuestro último número t r a t a m o s de dar una
idea de cómo los agentes atmosféricos labran las
grandes rocas; el mismo fenómeno, pero en mayor
escala, se verifica con las montañas, de m a n e r a
que, á medida que éstas crecen en virtud de la constante contracción del globo, menguan por el desgaste, y así no se interrumpe j a m á s ese equilibrio,
que constituye una de las m á s grandes maravillas
del universo.
IVIatar el g i A s a n i l l o
¿De dónde viene esta expresión popular con que
se designa la detestable costumbre de intoxicarse
en a y u n a s , tomando de m a ñ a n a detestables bebidas
alcohólicas?
I'-El diario de un burgués de París, en tiempo de
Francisco 1, da la explicación en estos términos:
«La mujer de un Sr. La Vernade, magistrado de
París, falleció de repente en Julio de 1519. So hizo la
autopsia del cadáver, y se vio que la muerte había
sido producida por un gusano que la había perforado el corazón. Se aplicó sobre él un trozo de miga
de pan, empapado en vino, y murió el aniraalito
inmediatamente. De donde se sigue que es conveniente tomar pan y vino por la m a ñ a n a , al menos
en época peligrosa, por miedo á pillar el gusano.»
Desgraciadamente, si el gusano casi siempre r e siste tan bizarro medicamento, el bebedor no lo r e siste casi nunca.
El modo de sahar priieks fotog:ráfieas
Es conocida la rapidez con que se pasa una prueba en papel a! gelatino bromuro; pues aún podemos
a c e l e r a r l a tirada utilizando un oa.ño continuador,
formado sencillamente por una solución de ácido
gálico al 1 por 100. Otra aplicación m á s importante
tiene este baño, pues puede utilizarse para hacer
llegar la prueba al grado debido de intensidad. B a s tará para esto usar baños usados y diluidos fuertemente.
Muchas son las pruebas que al tirar resultan iraperfectas por no haber llevado la impresión á su
punto, sea por impaciencia, por falta de apreciación, etc.
Y a ú n iremos m á s allá con esta m a n o de santo:
se tirarán las pruebas á un grado de intensidad
cualquiera, según el tiempo de que se disponga,
número de clichés, etc. Poco importa el aspecto de
la imagen que aparezca; con que se tenga basta,
pudiendo hacer la tirada el m á s inexperto.
X^as cifras cabalísticas
Una patata maravillosa
Está llamando la atención un nuevo tubérculo^
pariente muy próximo de la patata, pero de la qu&
se distingue por algunas interesantes particulari^
dad es.
Procede de la América del Sur, donde se le desig^
n a b a con el nombre Solanum Commerronli, y hoy
simplemente p a t a t a del Uruguay.
Cultivada en cualquier terreno, pero con preferencia en los húmedos, la p a t a t a del Uruguay ha.
originado diversas variedades, é n t r e l a s que la m á s
curiosa es una de piel color violeta y carne jaspea^da; es exquisita, con una fragancia aromática que
hace de ella un verdadero regalo, no sólo p a r a Iosanimales sino también para el hombre.
Por añadidura produce rendimientos enormes^
que se ftan evaluado de 50.000 á 100.000 kilogramos
por hectárea; son de un hermoso t a m a ñ o ; algunastienen su hoja de tros y cuatro metros de longitud;
son refractarias, h a s t a a h o r a , á todas las enfermedades que a t a c a n á las patatas ordinarias.
Los tubérculos, que afectan las formas m á s caprichosas, h a s t a el punto de recordar á la raíz dem a n d r a g o r a , muy apreciada por alquimistas y h&chiceros en otros tiempos, alcanzan dimensiones y
pesos enormes: se h a n presentado á la Sociedadi
Nacional de Agricultura muestras, que v a r i a b a n de
900 á 1.500 g r a m o s , ya en u n a pfeza ó en agióme^rados.
La cantidad de fécula que contiene es por términomedio el 14 por 100,^ aunque se observa tendencia ái
aumentar.
AJrededór del Mundo
•404 —
23 de Junio de 1904
((El martes, 19 de Agosto de 1609, hubo en la plaza
))de Birbarrambla, de Granada, fiestas reales de t o »ros, con libreas y juegos de c a ñ a s . Jorquera, en
Publicamos aguí las preguntas que se nos dirigen, cuan- »sus Anales inéditos, renere los desastrosos sucesos
.do son de interés general. Confiamos en la buena ooXunXad
nde los lectorespara que, cuando sepan algo de lo que se »de aquel día, que aterró por mucho tiempo á la
^pregunta, enuien la respuesta. El objeto de esta sección et «antigua corte mahometana.
prestar un serüicío á cuantos deseen conocer algún dato
»Fueron los toros—dice—tan bravos, que fueron
interesante de Historia^ Geografía, Filología, Historia wasombro y espanto de las gentes. Mataron treinta
Natural, etc. No admitimos cartas $«e no contengan el
))f/
personas; icaso lastimosol, sin m á s de sesenjiombrey señas del domicilio del remitente. Las preguntas í>iaseis
heridos. Murieron los caballos y quedó muy
han de ser ecepuestas eon mucha brevedad.
^maltratado D. Gaspar de Pernia. No fué la l a n z a d a
«considerable por la gran ferocidad de ios toros. El
PREGUNTAS REItAITiDAS
«postrer toro estaba á las nueve de la noche en la
1.638.—La célebre c a m p a n a de San Cecilio, en «plaza por no haber quien se atreviera á desjarre«Granada, tiene el privilegio de repicar en ¡a tarde «tarlo, porque no divisaba á un hombre que no lo
del Jueves Santo. ¿Por qué, en qué tiempo y qué «cogiese». Añade: «Fué necesario escandilallo con
autoridad concedió este privilegio? ^Cuá! es la tradi- «fuego y, no bastando, lo escopetearon h a s t a que
ción del monumento llamado vulgarmente «Señor «murió. Mató este toro cinco hombres; sin los heri.4e los Favores», que se halla en Campo del Prínci- «dos.» «Quedó el nombre de estas fiestas, te délos
ípe? El nombre de esta plaza, ¿se relaciona con ello? atoros hranosyy...
—M. OJeda. (Granada).
FÉLIX BEHUÉN GARCÍA.
1.639.—¿Cuáles son los mejores tratados, debidos
Madrid.
á hombres de ciencia no sectarios, de Botánica, Mi
neralogía, Geología y Paleontología, escritos por
A laO'¿9.~iCuá,l es la iserdadera etimologia del nombre
-autores españoles ó traducidos al español del e x v-Portugalnl
tranjero¥~¿"'- Valiejo. (Tolosa).
1.G40.—¿Cuál es el orden en que deben l e é r s e l a s
La opinión m á s generalizada es que se deriva de
obras que constituyen ia Comedia Humana, de II. de
un pueblo antiguo, llamado Cale y hoy Gaya. Con
•Balzac?—M. Ballesteros. (Madrid).
el transcurso del tiempo, algunos habitantes funda1.641.—¿Qué libro se ha publicado que trate de los ron, frente á Cale, un nuevo pueblo con un puerto,
«ellos, cuál es su autor, cuánto cuesta y dónde se que denominaron Portucale, es decir, Puerto de Ca.puede hallar?—C Rugareia. (Gijón).
le; éste aumentó tanto, que constituyó la capital de
1.642.—¿Hay algún Diccionario español-sánscrito,
Porto, y de aquí se deriva el nombre de Portucole ó
y en caso contrario, existe alguno francés-sánscrito
Portucalia, que primitivamente tuvieron las actua'ó italiano-sánscrito?—D. Torrente. (Barcelona).
les provincias de Miño y Tras-os-Montes, y que fué
1.643.—¿Existe alguna prueba que Justifique el dic- extendiéndose á todo el país restante. Esto acaeció
tado de «traidor á la patrian, dado por algunos his- en tiempos de Fernando el Grande de Castilla y
•'toriadores al alcaide del castillo y plaza de Gibraltar, León, que donó en 1064 á su tercer hijo Garcia este
país, cuyo antiguo nombre Lusitania sustituyó con
"Vasco Pérez de Meire¥~i^. Linares. (San Roque).
el nuevo. El escrito m á s antiguo en que se emplea
el nombre Portugal p a r a todo e¡ país, es del a ñ o
CONTESTACIONES RECIBIDAS
1069, y se conserva en el Monasterio de Arou.
A la 1.551.—¿Por qué la luna es más clara en Enero, 6
También se ha pretendido derivar eí nombre de
¡por qué se dice que lo es^
Porius Gallorum., aludiendoá los galos que en varias
La ¡una recibe los rayos del sol; éstos son los m i s - épocas se establecieron en estos territorios.
mos en Enero que en Julio; por consiguiente, si á la
•luna reflejan los mismos r a y o s , aparecerá igualCARLOS LÓPEZ ZAFRA.
mente clara en Enero que en Julio.
Zaragoza.
Pero es un hecho que ¡a luna aparece m á s clara
en Enero, y esto es debido á muchísimas causas,
A la 1.158.—iQaién fundó la silla de Miranda del Casmenos á la que ella en realidad disminuya sus r a - tajiarl íQuién concedió el condado de su nombre y á quién
yos; una de t a n t a s causas es que éstos, para llegar se concedió^. iQué pueblos componían dicho condado de Miá la superficie terrestre, tienen que cruzar la atmósfera, y ésta, como vulgarmente es sabido, es m á s raiidaí
pura en Enero que en Julio; por lo tanto, puede deSe sabe que esta villa fué g a n a d a por D. Alfon^ar ver con m á s claridad los rayos que emite la luna;
so I á ios árabes en 747, haciendo donación de ella
influye, a d e m á s , la inclinación de la eclíptica, como á Teobaldo, hijo del conde Griraaldo, de la familia
es natura!.
real francesa, quien la pobló.
El condado fué concedido por Enrique IV de C a s ^ Por lo tanto, no es que la luna sea m á s clara en
tilla á D. Diego López de Zúñiga, incorporándose
lEnero, sino que lo parece y, por ío mismo que lo
luego al ducado de P e ñ a r a n d a . Tiene por a r m a s ,
¡parece, impropiamente se dice que lo es.
en escudo partido, las de los Zúñigas y AvellaneMARIANO FAURA y SANZ.
das: de aquéllos, banda negra, campo plateado, y la
Barcelona.
orla u n a cadena dorada; de éstos, dos lobos sobre
oro, orla de ocho aspas del mismo metal, añadienAla 1.626.—lEn qué corrida de toros han muerto más
do un castaño.
.lidiadores'^
Los pueblos que comprende el condado son: CopeCreo—aunque no lo afirmo rotundamente, pues
da, Herguijuela de la Sierra, Madroñal, Monforte,
no estoy s e g u r o ^ q u e en una que se celebró en GraMogarraz,'San Martín de Castañar, Casas del Conn a d a en Agosto de 1609. Del discurso de D. Adolde, Garcibuey, Santibáñez de !a Sierra, Santa María
í o de Castro aaeerea de las costumbres públicas y
del Llano, Pinedas y Molinillo.
privadas de Los españoles en el siglo XVU,
fundado
R. MUÑOZ,
•en el estudio de las comedias de Galderón-o (pág. 21),
-entresaco lo siguiente y me retiro por el foro:
Salamanca.
AVERIGUADOR UNIVERSAL
Alre-dedor del Mundo
LIBROS
23 de Juniode 1904
REOmiaOS
A B C del instalador y montador electricista,
por D. Eieardo Yesares Blanco. Tomo II. (Manueles
Soler XLiil.) Sucesores de Manuel Soler, editores. Barcelona. De venta en todas las librerías. Precio, 2,50 pesetas.
La golondrina, novela original de D. E. Menéndez
Pelayo. (Biblioteca Patria de obras premiadas.) Administración, calle de Granada, 9, Madrid. De venta en
todas las librerías, al precio de 50 céntimo«.
O r i g e n , fundamento y b a s e s del p r o y e c t o d e
ley d e edificio p a r a C o r r e o s , presentado á las Cortes el 9 de JUDÍO dií 1904 por D. Francisco de Asís Gutiérrez. Madrid, 1904,
La cueva de Hércules, por el R. P- E4ebaa Mo
reu, S. J , ilustraciones de D. Manuel Darán. Gustavo
Gili, editor, Consejo de Ciento, 285, Barcelona. Precio,
una peseta. Los pedidos pueden dirigirse ai editor ó
las librerías católicas de Ésoaña y América.
El pito mozárabe, por D. Juan Moraleda y Esteban.
Toledo, 1904. De venta en la librería de Murilio, Alcalá,
7, Madrid. Precio, una peseta.
El apellido Moraleda: Su origen, eniroTiqu.es, etc.
por D. Juan Moraleda y Esteban. Tuledo, 1903.
Ei acertijo del quinto viajero
Su caballo tiene la montura puesta del revés.
Este mismo caballo trota con el cuarto delantero y
galopa con el cuarto trasero, lo cual no es posible.
El mismo caballo va corriendo sobre la yerba, y sin
embargo levauta el mtsmo polvo que si fuese por una
carretera.
BI general y los demás jinetes llevan las bandoleras
en disposición inversa, y no todos lo mismo, como sería
lógico.
Finalmente, el soldado que está de espaldas monta un
corcel cuyas patas posteriores están del revés.
Los demás defectos, que han indicado algunos solucioaistas, se refieren á la ejecución del dibujo ó del fotograbado.
¥
Han enviado soluciones exactas al problema «Los defectos de un cuadro»:
D. Jqsé Moreno, de Sevilla; D. Cándido Lemos, de
Vigo; D. José Aranguren, de Santander; D. José María
Plorit y D. Gonzalo Hergueta, de Madrid; D. Fernando
Márquez Tirado, de Sevilla; U. Eugenio Bustos, de Almería; D. Toribio Ojeda, de Nájera; D. Felipe Celaya, de
Sao Sebastián, y D. Domingo Collado, de Albacete.
¥
También han remitido soluciones muy aproximadas:
D. Miguel Morales, de Alicante; D. Antonio Covarsi,
P J. Eomero, de Badajoz; D. José ^^enoba, de Alcalá;
D. Enrique Zas y D. Isidoro Pozano Plores, de Corana;
doña Pilar Barrios Baena, de Córdoba; D. Mariano Espinosa, de Bilbao; D. Giuseppe Mázzola, de Turín (Italia);
D. Emilio Besonias, de Tudela; D. Javier Pinero, de J e rez; doña G. Valdés, de Oviedo; D. Amelio Soflafrati, de
Huesca; D. Emilio Martí, de Valencia; D. José Brévers,
de Mierps; D. Antonio Sola, de Tarrasa; B. Manuel Piquero y D. Guillermo Eittwagen, de Málaga; D. Alberto
Puig, de Vendrell; D. Manuel Barrera, de Almendralejo;
D. Pablo Ratze, de Santander; D . Julio Montesinos, de
Valencia; D. Matías Salinas, de Linares; D. Ignacio Ventalló Vía y D. Luis Caballero, de Barcelona; D. Carlos
Alarcón Plaza, D Pedro Iradier y Elias, D. Ramón Calles, TJ. Julio Sorrel, doña Isabel Monje, D. Pablo Martínez y D. P. R. S., de Madrid; D. Manuel Inés Alemán, de
Valladolid, y D. Antonio Pérez, de Barcelona.
A la lista de solucionistas del problema «La charca
del jardín», hay que añadir el nombre de D. José de
Setjas, de Madrid.
PROBLEMA DE A J E D R E Z . - N U M . 264
Una vez más vijvemos á encontrar á aquellos viajeros que mataban el tiempo acertando monumentos y edificios célebres, que cada uno representaba por una silueta. Muy pocos solucionistas averiguaron lo que repre •
sentaba la silueta número tres; con la de hoy serán probablemente más afortunados.
NEGRAS ^CUATRO PIEZAS)
Las blancas
Problema "Los defectos de un cuadro,,
juegan y dan
mate en cuatro
S OLÜCIÓN
Los defectos que tenía el cuadro eran nueve, á saber:
Estando el sol á la izquierda, las sombras están al
mismo lado, en vez de estar al contrario.
El viento, que debía soplar en la misma dirección para
todos !os objetos, empuja hacia un lado al humo y á la
banderola del centinela que hay en el fondo, 3^ hacia otro
lado á la cola del caballo que está de espaldas, á la crin
de la cimera del jinete y al penacho del sombrero del
' Los jinetes, contra lo que es lógico, guían con la inano
•derecha y empuñan el sable con la izquierda.
El generídno lleva víiina¿araél.sable.
jugadas.
BLANCAS (OCHO PIEZAS)
SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE AJEDREZ NUM. 262
1: Torre á 6 de Torre de Reina.—2: Alfil á 3 de Alfil
de Rey.—3: Alfil á 5 de Reina.-4: Alfil da Mate.
Romero, impresor.—Libertad, 31, Madrid.
Alrededor del Mundo
23 de Junio de 1904>
CORA R A D I C 4 4 Í
M^SI^i^it^f-s
G O H P Á S I A COLONIAL.
DliBETES
imiTACIONIES
DESCONFIAR
POR LA
_
MínUMMTIDIABÉm!
P h . M A R T I N DE S A R L A T Í
üüineiitarse sepnsn Gusto r kpik
En Madrid: P. Qayoao. Arenal, 2; Martín y Duráa, Tetufin, 8.
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AaENTB EN HADRID
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Crónico.
i Las Pildoras de BRANDRETH, purifican la sangre,
I activan la digestión y limpian ei estómago y los
1 intestinos. Estimulan el hígado y arrojan del|«
• sistema la bilis y demás secreciones viciada;
1 Es una medicina que regula, purifica y fortalece
l e ! sistema.
J Aoerqua el grrabado
J a los ojea y verá Vtt.
1 la pildora entrar en I
I la boca.
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Para el Estreñimiento, Vahídos, Somnolencia, Lengrua Sucia, Allanto Fétido,
Dolor de Estómagro, Indigrestion, Dispeps a, Mal del Hfg-ado, Ictericia, y los
desarreglos que dimanan de la impureza de la sangre, no tienen ¡gualDE VENTA EN LAS BOTICAS DEL MUNDO KNTERO.
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Dnnde quiera que se sienta dolor apliqúese un emplasto.
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DUSSER. l . R . Joaa-Jactjues 'Joussean, Faris.
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