Dirección de Comunicaciones y Relaciones Públicas - Corte Suprema de Justicia Boletín Informativo Magistrado analiza efectos de la sentencia que declara terroristas a pandillas Con el propósito de analizar la Inconstitucionalidad sobre la Ley Especial contra Actos de Terrorismo y contribuir en el quehacer jurisdiccional diario de los funcionarios judiciales, la Asociación de Jueces de Paz de El Salvador (AJUPES) realizó una capacitación sobre los efectos de la sentencia que declara como grupos terroristas a las pandillas MS y 18, a cargo del Magistrado de la Sala de lo Constitucional, Lic. Edward Sidney Blanco. El Lic. Blanco manifestó en su ponencia que la sentencia resolvió el proceso constitucional más antiguo que tenía la Sala y que acumuló cuatro demandas, dicha resolución ha seguido precedentes, argumentaciones e interpretaciones que permiten a los tribunales constitucionales resolver problemáticas reales a las que se enfrenta la sociedad. De igual forma se consideró establecer criterios que pueden y deben ser utilizados por las autoridades respecto del tratamiento de la delincuencia terrorista, así como prever dificultades acerca de la interpretación constitucional de los mismos. Entre los puntos impugnados por los demandantes están el concepto de terrorismo, temas de derecho penal como la falta de precisión de términos, inmovilización de fondos a terceros, conducta no merecedora de reproche penal como la simulación de delitos de actos de terrorismo, desproporción de la pena de inhabilitación, violación de derechos como la libertad de expresión al penalizar la apología del delito de terrorismo, violación a las comunicaciones mediante intervenciones telefónicas e ilicitud de pruebas testimoniales producidas por medios electrónicos. El Magistrado conceptualizó el terrorismo como el ejercicio organizado y sistemático de la violencia que causa afectaciones concretas individuales o colectivas, que busca intimidar de forma general a la población y controlar los territorios poblacionales, para forzar a las autoridades a negociar concesiones penitenciarias a cambio de la reducción del crimen y afectan el sistema económico de una nación e inciden en la institucionalidad democrática y el sistema de derechos fundamentales. De acuerdo a esto la Sala hizo un análisis de la realidad y un apartado específico respecto de la denominación, con base a la Ley de Proscripción de Maras, Pandillas, Agrupaciones, Asociaciones y Organizaciones de Naturaleza Criminal que las considera ilegales y proscritas, por lo que se prohíbe la existencia, legalización, financiamiento y apoyo de las mismas. En la sentencia también se desarrollaron los hechos notorios, los cuales no necesitan probarse porque son evidentemente conocidos, como que las agrupaciones que realizan atentados sistemáticos a la vida, seguridad e integridad de la población; Dirección de Comunicaciones y Relaciones Públicas - Corte Suprema de Justicia Boletín Informativo incluidos a las autoridades civiles, militares, policiales y penitenciarias atentando contra la propiedad mediante la ejecución de delitos de extorsión a personas naturales y jurídicas, vulneración al derecho del ciudadano de vivir en cualquier lugar del territorio, obligándoles a abandonar sus residencias mediante amenazas, violación al derecho a la educación al obligar a que se produzcan deserciones escolares. Además acciones que atentan contra el libre tránsito, puesto que hay zonas específicas donde ciertas personas no pueden circular, paralización del sistema de transporte público incluso a nivel nacional y con frecuencia los atentados en contra la vida del personal de servicio del mismo, impidiendo la realización de actividades económicas y laborales de amplios sectores de la población; todas estas acciones son realizadas de manera sistemática, planificada y organizada. Asimismo se indicó que en consecuencia de las acciones antes mencionadas los jefes, miembros, apologistas y financistas quedan comprendidos dentro del concepto de terroristas en sus diferentes grados y formas de participación, independientemente que tales grupos armados persigan fines políticos, criminales, económicos o de cualquier otra índole. La Sala hizo dos precisiones: que los apologistas son quienes exaltan el crimen y analtecen a sus autores, no quienes trabajan en su rehabilitación y que se deja intacto el derecho a la protesta político social o reclamo de derechos, incluso mediante violencia. El delito de agrupaciones terroristas es de naturaleza organizacional, en el sentido que no requiere la consumación efectiva de atentados a la vida, patrimonio, integridad y otros para considerarse punible. Es la simple pertenencia a una agrupación con fines delictivos, mediante la generación del terror masivo, alarma o temor en la población o en parte de ella. Hay un sentimiento colectivo de inseguridad social como consecuencia del carácter sistemático, reiterado e indiscriminado. Referente a que la ley que permite imponer penas perpetuas, la pena máxima prevista en la ley especial es de 65 años de prisión, sin embargo a raíz de la sentencia de la Sala de lo Constitucional que expulsó la pena de 75 años, la Asamblea Legislativa ha fijado como pena máxima 60 años de prisión. En virtud de ello la Sala sostuvo que las disposiciones impugnadas admiten una interpretación conforme a la Constitución, que los jueces deben respetar la pena máxima prevista en la ley común y que el legislador debe adptpar esta ley especial a la misma. Sobre la penalización de la apología, que es una especie de acto prepatorio, aunque en nuestro sistema unicamente están reconocidos como tales la proposición y conspiración, la doctrina ha entendido que la apología es un acto de provocación a delinquir, es la exposición ante un grupo de personas de ideas o doctrinas que enaltezcan el crimen o a sus autores, con el propósito de incitar a la comisión de delitos o favorenciendo su perpetración. Existe una aparente colisión con los derechos de libertad de Dirección de Comunicaciones y Relaciones Públicas - Corte Suprema de Justicia Boletín Informativo expresión y difusión del pensamiento, libertad de opinión y crítica pública, reunión y otros. Con respecto a la violación al secreto de las comunicaciones, se cuetiona que la ley especial autorice las intervenciones telefónicas, sin embargo la Sala explica que aunque inicialmente el artículo 24 de la Constitución prohibía tajantemente las intervenciones telefónicas, en virtud de la reforma constitucional, ahora están permitidas cuando se trata de la investigación de delitos graves con control judicial, por esa razón se desestimó la pretensión de los demandantes en este punto. Referente a la violación al derecho de defensa por recepción de prueba por medios electrónicos, los demandantes consideran que las disposiciones legales que permiten la recepción de pruebas testimoniales o de las víctimas a través de medios electrónicos violentan los derechos constitucionales a la defensa, sin embargo, tal razonamiento se desestimó por que, aunque se testifique por medios electrónicos, no se pierden los principios de inmediación y contradicción, pues el testigo o la víctima, e incluso el imputado cuando declaren con esos mecanismos, lo harán respetando tales principios. Las disposiciones declaradas inconstitucionales son: la frase “agente de una organización intergubernamental”, que los actos preparatorios y la apología del delito están sancionados con pena similar a otros delitos consumados, se da plazo a la Asamblea para que realice una diferenciación penológica en atención al principio de proporcionalidad y se difieren los efectos hasta que efectue esa adaptación. La sala finalmente consideró que la pena de inhabilitación por el doble de la sanción penal, viola la finalidad resocializadora y constituye una excesiva restricción en el ámbito de participación en la vida social. En la ponencia participaron jueces de paz a nivel nacional, quienes formularon preguntas y comentarios sobre la sentencia emitida rencientemente por la Sala de lo Constitucional. San Salvador, jueves 1 de octubre de 2015