Formación de ecotipos en el caracol marino Littorina saxatilis Autor: Mauricio Montaño Rendón Procedencia: Universidad de Sheffield, Reino Unido Evento: II Simposio de Becarios y Ex Becarios del CONACyT Edición Europa Lugar: Parlamento Europeo, Estrasburgo, Francia Fecha: 30 de noviembre de 2012 Email: m.montano@sheffield.ac.uk Littorina saxatilis es una especie de caracol marino que, junto con pulpos y almejas, se encuentra dentro del grupo animal de los moluscos. Su concha rígida puede ser lisa o surcada, tan pequeña como una catarina o tan grande como una uva, y de color anaranjado, café, blanco, entre otros. Al igual que la mayoría de los animales, este caracol se reproduce de manera sexual, donde los sexos se encuentran en organismos separados, es decir, hay caracoles hembra y caracoles macho. De las 19 especies dentro del género Littorina, ésta se distingue por el hecho de que los huevos fertilizados internamente se desarrollan dentro de la madre, la cual da a luz a crías diminutas completamente formadas. El resto de las especies del género pasan por un estado larval de vida libre en el mar, por lo que su capacidad de dispersión hacia otras áreas es mayor que aquélla de L. saxatilis. Littorina saxatilis vive en las aguas templadas de las costas rocosas del Atlántico Norte, desde el este de Estados Unidos y Canadá, pasando por Groenlandia, Islandia y el oeste de Europa, hasta España y Portugal. Este tipo de ambiente tiende a permanecer relativamente constante con el paso del tiempo, debido a que las rocas fijas resisten mejor al oleaje que el sedimento suelto de las playas arenosas. Además, la configuración de las costas rocosas suele ser compleja y variar considerablemente entre localidades cercanas. De acuerdo con estas características, las costas rocosas ofrecen hogar a un mayor número de especies, cada una adaptada a condiciones ambientales particulares. Para un caracol que vive adherido a las rocas, por ejemplo, resulta muy diferente vivir en una zona expuesta a las olas que en una bahía protegida donde el oleaje es menos intenso. Esta gran variedad de condiciones ambientales, a nivel local, presente en las costas rocosas, ha favorecido la formación de diferentes formas de L. saxatilis, cada una adaptada a vivir en ambientes particulares. Estas formas reciben el nombre de ecotipos debido a que cada una de ellas está asociada a ciertas condiciones ecológicas, las cuales incluyen depredación por cangrejos y exposición a oleaje intenso, entre otras. Cuatro ecotipos han sido descritos de acuerdo a la forma y al tamaño de la concha: «moderado, expuesto, balano y salobre» (Reid 1996). Un caracol de ecotipo «moderado», por ejemplo, vive en zonas de oleaje moderado donde abundan los cangrejos, por lo tanto su concha es grande y gruesa para evitar que éstos la rompan con sus tenazas. Sin embargo, 1 este ecotipo tendría pocas probabilidades de sobrevivir en una zona de oleaje intenso, donde no hay cangrejos, ya que su gran tamaño le impediría refugiarse en las grietas de las rocas para evitar ser removido por las olas. Los caracoles, así como cualquier otro ser vivo, están hechos de acuerdo a la información genética contenida en su ADN, el cual es como un libro de recetas, cuyo resultado no es un pastel sino un organismo. En la reproducción, esta información genética se duplica en los padres, y las copias resultantes forman a los hijos. Dicha copia de ADN tiende a ser idéntica a la original, pero en ocasiones puede contener «errores» o mutaciones, los cuales pueden ocasionar un cambio físico en los hijos. Así, las mutaciones pueden presentar una ventaja o una desventaja para el caracol, dependiendo del lugar donde viva. Si un caracol que vive donde haya cangrejos lleva una mutación que lo hace ser más pequeño, entonces este caracol probablemente será presa fácil para un cangrejo, no tendrá hijos y, por lo tanto, su mutación será eliminada rápidamente de la población. A todas estas variables ambientales (e.g. alimento, refugio, depredación) que determinan cuáles son las formas mejor adaptadas y que, por lo tanto, prevalecerán en cada ambiente, se conocen como presiones de selección. Investigaciones previas (Johannesson et al. 2010) sugieren que los diferentes ecotipos de L. saxatilis podrían tener su origen en poblaciones de caracoles que colonizaron diferentes ambientes, donde fueron sujetos a diferentes presiones de selección. De acuerdo a lo anterior, en cada ambiente las mutaciones «ventajosas» fueron retenidas y las «desventajosas» eliminadas, proceso que forma parte de la evolución por selección natural. El mecanismo que dio origen a los ecotipos es bastante claro: selección natural. Lo que aún no se conoce con certeza sobre los ecotipos es su lugar de origen; si se formaron en un evento único o en varios; si las mutaciones seleccionadas ya existían al momento de la colonización o si fueron nuevas; y de haber sido nuevas, si fueron similares o diferentes dentro de cada ecotipo. Una de las razones por las que estas preguntas siguen sin respuesta es la falta de estudios que consideren la variación de ADN a lo largo del genoma, es decir, de toda la información genética de un organismo. ¿Por qué las formas de L. saxatilis son consideradas ecotipos y no especies diferentes? En el área de la biología, lo más común es referirse a cierto tipo de organismo por la especie a la que pertenece. Si uno compara un gorila con un humano, inmediatamente notará que son diferentes y, por lo tanto, que pertenecen a dos especies diferentes. Sin embargo, entre más pequeñas son estas diferencias, más difícil es distinguir una de otra. Además, las diferencias entre ellas no son sólo físicas, sino también genéticas. Y por encima de todo, habría que establecer qué tan diferentes tendrían que ser para considerarlas especies separadas. Como resultado, una variedad de definiciones ha sido propuesta. Un elemento que suele ser útil para delimitarlas es el grado de aislamiento reproductivo que existe entre grupos de individuos. 2 En el caso de L. saxatilis, los ecotipos se cruzan unos con otros, aunque en la mayoría de los casos tienden a hacerlo de manera selectiva mediante la elección de parejas de su mismo tamaño (Johannesson et al. 2008). Comprender cómo se forman estas barreras reproductivas entre poblaciones, o ecotipos, es equivalente a comprender cómo se originan nuevas especies (Coyne y Orr 2004). No cabe duda que es fundamental estudiar los límites entre especies, pero aún más importante resulta comprender los procesos intermedios que las originan, es decir, la especiación. Esto lleva a considerarla como un continuo que va desde el entrecruzamiento libre hasta el aislamiento total. Por lo tanto, L. saxatilis resulta un modelo excelente para estudiar los procesos intermedios, ya que el aislamiento reproductivo entre ecotipos es parcial. Después de haber revisado los trabajos previos sobre el tema, planteé como objetivo de mi proyecto analizar diferentes modelos de formación de los ecotipos de L. saxatilis. Dichos modelos se resumen en un diagrama (Fig. 1) que muestra los resultados esperados en cada caso. Cada modelo refleja una hipótesis diferente con una serie de resultados esperados y sujetos a comprobación. Un ejemplo sobre cómo leer el diagrama sería: si los ecotipos se formaron conforme al modelo «evolución paralela con diferentes mutaciones», entonces los ecotipos se habrían formaron en el mismo lugar donde viven actualmente, la selección habría actuado sobre nueva variación, y las mutaciones asociadas a cada ecotipo serían diferentes. Fig. 1. Modelos de formación de los ecotipos de Littorina saxatilis. Se muestra el flujo de preguntas (rojo) y posibles respuestas (café) que explicarían cada uno de los modelos (verde). Para responder a las preguntas que llevan a cada modelo de formación de los ecotipos, se usará información sobre la forma de la concha y sobre el genoma de una muestra de caracoles. Así, el primer paso fue la recolecta de aproximadamente 2,500 caracoles de los cuatro ecotipos en 23 3 localidades alrededor de las Islas Británicas. Durante el trabajo de campo se registró la densidad de caracoles, la presencia y abundancia de otras especies, el tamaño del sedimento, entre otras variables ambientales. Una vez colectadas las muestras, cada caracol es fotografiado individualmente para poder analizar la forma de su concha. Posteriormente, se quiebra la concha del caracol para determinar su sexo y para conservar una parte de su cuerpo que será usada para analizar su genoma. Una inspección visual rápida de cada concha podría revelar a qué ecotipo pertenece cada caracol, y así agrupar a los caracoles por similitud. Sin embargo, concluir qué tan semejantes o diferentes son las formas de sus conchas sólo puede lograrse mediante un análisis estadístico. Para ello, el primer paso es ubicar puntos de referencia comunes a todas las conchas como, por ejemplo, su punta. En esta investigación se incluyen 11 puntos de referencia que serán comparados entre individuos. La ventaja de este tipo de análisis, llamado morfometría geométrica, es la representación cuantitativa de las formas de las conchas y, por lo tanto, la expresión de la magnitud y dirección de las diferencias entre individuos o grupos de individuos. Por otro lado, el estudio de la variación genética requiere primeramente el uso de técnicas moleculares que permitan obtener el ADN del cuerpo de los caracoles, y posteriormente el uso de herramientas computacionales para analizarlo. Debido al gran tamaño del genoma, así como a limitaciones temporales y técnicas, sólo una fracción del genoma será analizada durante el desarrollo de este proyecto. Para ello, se usarán secuencias de «ADN asociado a sitios de restricción» (RAD, por sus siglas en inglés). En pocas palabras, esta técnica usa enzimas que se unen a lugares específicos del genoma para cortarlo, y así reducirlo a fragmentos más cortos. Posteriormente se seleccionan los fragmentos de cierto tamaño y se determina su secuencia con base en técnicas de fluorescencia. Esta investigación integra áreas relevantes para el estudio de la evolución, tales como genómica de poblaciones, filogeografía y especiación. Los resultados de este estudio permitirán comprender mejor el papel de la selección natural durante la formación de barreras reproductivas entre poblaciones divergentes, así como la bases genéticas de la adaptación a diferentes ambientes. La importancia de la metodología empleada en este proyecto es que puede ser aplicada a cualquier organismo sin conocimiento previo de su genoma. Bibliografía Coyne, J. A. y H. A. Orr. 2004. Speciation. Sinauer Associates, Sunderland, Massachusetts. Johannesson, K. et al. 2008. Evolution 62:3178-3184. Johannesson, K. et al. 2010. Phil. Trans. of the R. Soc. B 365:1735-1747. Reid, D. G. 1996. Systematics and evolution of Littorina. The Ray Society, London. 4