PROTOCOLO: JULIA KRISTEVA, MIJAÍL MIJAILOVICH BAJTÍN Y CRISTO FIGUEROA REVISITADOS: PENSANDO LAS TEORÍAS PROFESOR DR. JAIME ALEJANDRO RODRÍGUEZ DOCTOR EN FILOLOGÍA UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA (UNED), MADRID, ESPAÑA WILLIAM MARÍN OSORIO MAGÍSTER EN LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO FORMACIÓN ESPECIALIZADA EN DOCENCIA EN HISTORIA Y CULTURA EN AMÉRICA LATINA, UNIVERSIDAD PABLO DE OLAVIDE, SEVILLA, ESPAÑA UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA FACULTAD DE BELLAS ARTES Y HUMANIDADES DOCTORADO EN LITERATURA PEREIRA 2014 JULIA KRISTEVA, MIJAÍL MIJAILOVICH BAJTÍN Y CRISTO FIGUEROA REVISITADOS: PENSANDO LAS TEORÍAS Julia Kristeva es una escritora francesa de ascendencia búlgara, reconocida teórica de la literatura y del feminismo, filósofa y psicoanalista, quien estudió en las universidades de Sofía y París. Actualmente se desempeña como profesora de la cátedra de Semiología en State University de New York y en la Universidad París VII “Denis Diderot”. Sus estudios en el campo de la cultura y la lingüística se sitúan en la perspectiva del neoestructuralismo y el post-estructuralismo. Su obra ha recibido la influencia de reconocidos y prestigiosos escritores pertenecientes a la escena intelectual europea como Roland Barthes, Michel Foucault, Claude Lévi-Strauss, Jacques Lacan y Sigmund Freud. Julia Kristeva es también conocida porque introdujo la obra de Bajtín al mundo Occidental; en 1967 Kristeva acuñó el concepto de intertextualidad en su artículo “Bajtín, la palabra, el diálogo y la novela” que fue publicado en la revista francesa Critique. Este artículo presentaba a manera de reseña dos libros de Bajtín Problemas de la poética de Dostoivski (1963) y La obra de Francois Rabelais (1965). El concepto de intertextualidad que luego Gérard Genette estudiará en cinco relaciones transtextuales que constituirán el objeto de su poética en su famoso libro Palimpsestos. La literatura en segundo grado (1981), la intertextualidad es “una relación de copresencia de dos o más textos”, “todo lo que pone al texto en relación, manifiesta o secreta con otros textos”. Kristeva, sin embargo, le da vida a esta categoría a partir de la idea de dialogismo que fue la conquista teórica de la poética teórica de Bajtín, término que pone en cuestión el concepto de identidad para ser sustituido por el de alteridad. Nuestra palabra está habitada de palabra ajena, nos explica Bajtín en los capítulos La novela polifónica de Dostoievski y su presentación en la crítica y La palabra en Dostoievski (1979). Para Bajtín, la palabra es bivocal, también es propia y neutra, porque pertenece al sistema de la lengua. Con estos presupuestos teóricos, nos encontramos entonces con dos gigantes de la teoría y la crítica del siglo XX, Kristeva en la Europa Oriental y el ruso Mijaíl Bajtín, quienes nos permiten establecer un diálogo con iris Zabala y Cristo Figueroa en torno a la construcción de la teoría literaria y su función en nuestras sociedades a partir de la consolidación de las categorías y conceptos que proponen también otros teóricos latinoamericanos. En Cuadernos de Literatura. Narrativas, poéticas y voces literarias del siglo XX desde el XXI (2009), Kristeva configura su discurso a partir de su “pensar el pensamiento literario” para hacer su propio aporte al controvertido tema de la importancia de la intromisión de la “teoría literaria” en los procesos de interpretación y búsqueda del sentido. Frente a este tema hay quienes rechazan la teoría literaria por considerarla una camisa de fuerza a la hora de acercarse a un objeto estético, otros prefieren que sea el yo exaltado y el sentido común los mecanismos expeditos a la hora de juzgar y comprender un hecho de la literatura. Lo cierto es que para entender esta discusión, Kristeva acudirá a la explicación del origen del “pensamiento teórico en el dominio de las artes y de las letras”. ¿Cuáles son las fuentes de la teoría literaria? Uno de los orígenes está en la filosofía, el otro en el cambio de la filosofía y de la estética alemana de finales del siglo XIX, especialmente la transformación de la revolución fenomenológica de Husserl. El problema del arte está constituido alrededor de estos tres aspectos: lenguaje, estilo y lengua. Para Ernst Cassirer, “Todas las formas culturales (mito, arte, religión, incluso la ciencia) se reconcilian en su común pertenencia “a la función simbólica” (248), por cuanto lo simbólica organiza la realidad. Saussure y Hjelmslv contribuyeron a dar valor concreto a la formalidad literaria, cómo era esa forma, sus características, lo que condujo a la revolución que protagonizó el formalismo ruso. Su método formal, morfológico, permitió la investigación de una manera científica, seria, de los artefactos poéticos o narrativos y se inscribe en una “teoría de la literatura”. Solo con René Wellek y Austin Warren en 1949, quienes reflexionan sobre la crítica literaria, la historia literaria y las condiciones de la literatura, estamos ante la “teoría literaria”. Pero la “teoría literaria” existe desde Platón y Aristóteles, cuando éstos hablaban de los géneros, del estilo, del modelo. Pero en un sentido moderno, la “teoría literaria” surge del encuentro de la literatura con el imposible, nos dice Kristeva. Desde el romanticismo alemán ha sido así. Este encuentro con lo imposible conoció tres momentos: el primero, Rimbaud, Lautreamont y Mallarmé; el segundo, el surrealismo¨y el tercero, la revista Tel Quel. Lo imposible sería, en estos tres casos, la literatura frente a un destino filosófico clásico, la enunciación literaria y el decir poético, la batalla entre el gesto y el signo, entre lo real y el sentido. El agotamiento del lenguaje bello. La literatura sirve para pensar y hacer pensar, nos dice Julia kristeva. La experiencia imaginaria tiene un desafío: invita a pensar lo pensado; es decir, la “teoría literaria”. Y para ello, Kristeva invita a que exista un equilibrio entre pensar y juzgar cuando se realiza el ejercicio de la interpretación. Cuando se piensa un texto literario, un objeto artístico, se piensan sus lógicas. En Escuchando a Bajtín (1996), Iris Zabala nos presenta su visión personal sobre la obra de este autor ruso, y cómo lo ha seguido en el tiempo. Después de una lectura sistemática de sus categorías teóricas, Zabala pudo entender mejor su tierra puertorriqueña en el marco de la cultura popular y la cultura de élite. En su estudio, revisa los conceptos de dialogismo y pluriacentuación, la interacción del discurso y el mundo: el mundo es dialógico, existe una relación estrecha entre lenguaje e ideología. Los textos literarios reproducen en sí mismos el intercambio cultural, por cuanto como señala la autora, después de Bajtín se desenmascara la ideología. Bajtín invita a pensar en el enunciado, el género discursivo y el entramado ideológico. En la reflexión sobre la literatura después de Bajtín, Zabala extrapola las categorías de heterogeneidad y diversidad en el lenguaje a otros discursos que han entrado en interacción en la escena social de su natal Puerto Rico, para comprender en la materialidad de los discursos que la pueblan las ideas de risa y carnaval, ideas de las que se ocupó Bajtín en uno de sus libros. Otra categoría que estudia la autora es la extraposición, experiencia de entrar en una cultura ajena, y que nos permite hacernos preguntas sobre nuestra propia cultura. La extraposición es un instrumento poderoso a los ojos del crítico cultural. Otras categorías bajtinianas que destaca Zabala y que nos ofrecen un panorama rico en experiencias interpretativas son el ideologema, la heteroglosia y el plurilingüismo. Con estas categorías, señala la autora, se ven con más claridad los textos que ofrece la cultura, textos que surgen del discurso del poder. ¿En qué consiste escuchar a Bajtín? Reactualizar a Bajtín, señala Zabala, es modificar nuestra percepción de la realidad, y de la naturaleza de los enunciados. Es comprender el proceso por el cual la literatura genera literatura; escuchar a Bajtín implica desmontar los mitos y ubicarse en las zonas marginales de la realidad humana y del mundo; implica leer los textos desde la ambivalencia para descubrir verdades. Surgen, en este contexto, varios interrogantes ante la lectura de Escuchando a Bajtín, interrogantes que seguramente encontrarán su tierra de promisión en nuestros procesos de arqueología textual: ¿sigue vigente para la crítica actual este tipo de acercamientos a los grandes temas de la literatura? ¿Cuál es el lugar de la literatura, en este marco de interpretaciones, cuál es su especificidad? Se plantea entonces definir la literatura como discurso y poblada de discursos. ¿Podrían ser consideradas anacrónicas las definiciones tradiciones de literatura, tradiciones que se sustentan en unas estructuras teóricas sólidas y de grandes recorridos en el tiempo y en el espacio, frente al mundo de la imagen en la actualidad? Para ello entonces se propone leer la crítica dialógica de Zabala. Estos interrogantes se van a validar y nos permitirán tomar distancia crítica frente a las categorías enunciadas anteriormente, en el trabajo teórico y crítico que propone Cristo Figueroa: Necesidad y vigencia de la teoría literaria. Debates y reformulaciones contemporáneas en Hispanoamérica y Colombia (2005), una propuesta de alcances interesantes en el campo de la “teoría literaria” colombiana y latinoamericana, que surgió del trabajo investigativo que el profesor de la Universidad Javeriana lidera con su grupo de investigación reconocido por Colciencias. La importancia de este texto es que da cuenta de las teorías más importantes de la crítica actual y establece unas coordenadas mentales para definir una agenda que le pueda interesar a los estudiosos del tema en el futuro. En el texto de Figueroa, se estudian cuatro aspectos fundamentales: 1. El interés actual por la teoría en las llamadas ciencias humanísticas. Se destaca entonces la importancia de la teoría en todas las ciencias sociales. Se reconoce la supremacía de la praxis, la crítica impura en la elaboración de ideas sobre las posibilidades de la literatura. 2. ¿Cómo repercuten las teorías culturales en las ideas acerca de la literatura? Las ideas de cultura y globalización. La literatura es un conjunto de prácticas de escritura, lectura, enseñanza, de circulación de libros en el mercado económico. La teoría del campo de Pierre Bourdieu permite entender esta dinámica de fuerzas en donde entran en pugna los artistas por conquistar posiciones en el campo cultural y en el mercado económico. 3. La situación de los estudios literarios en Latinoamérica. Figueroa destaca el caso de críticos reconocidos como Roberto Fernández Retamar, Ángel Rama y Carlos Rincón quien en 1978 señaló la ocurrencia de una mutación radical del crítico frente al fetichismo de la creación literaria y la creación autónoma de los hechos literarios, la crítica, señala, pasa por el campo cultural. Aquí entra en vigencia de nuevo Bajtín con su discurso frente a lo monológico y lo polifónico: desde Bajtín surgen otras concepciones frente al discurso monológico del poder. El estudio de Figueroa nos revela que en Latinoamérica se ha creado un conflicto entre los estudios literarios y los estudios culturales, para ello retoma los planteamientos de Cornejo Polar, Mujica, García Canclini y Carlos Rincón, para reelaborar sus concepciones sobre el papel de la teoría y su función crítica en la sociedad latinoamericana: Figueroa se enfrenta en su estudio a categorías como literatura post-colonial, culturas híbridas, la no simultaneidad, lo simultáneo. 4. Relación entre literatura y medios. Estas relaciones permiten pensar en nuevas formas de leer desde los procesos de globalización, desde las identidades locales, desde la conciencia sobre los avatares de la modernidad. Se destaca en este análisis de Cristo Figueroa la autonomía que han alcanzado los estudios literarios y su relación frente a otras disciplinas, al igual que los estudios de vida, los viajes, el análisis del autor, la revisión del canon. Aquí, se considera importante volver a Terry Eagleton después de la teoría para la configuración de una revolución en el campo cultural. Se plantea la siguiente pregunta: a diez años de distancia de la escritura de este texto, ¿qué ha cambiado y cuál es el lugar para las búsquedas en el campo de los estudios culturales? Se llega a la conclusión que es necesario repensar la teoría a la luz de los estudios culturales. En este sentido se recuerda la idea de Kristeva de “pensar el pensamiento literario”, y de Eagleton, pensar la teoría ligada a lo ideológico, como se plantea en Una introducción a la literatura (1998). Kristeva nos propone hablar más de pensamiento literario, no de teoría, o una relación entre teoría e imposible. La literatura como expresión de lo imposible. Se hace énfasis en este momento de la reflexión, en la discusión que plantea Pineda Botero quien piensa la literatura en tiempos de globalización y postmodernidad. ¿Qué sentido tiene hablar de las literaturas nacionales y las identidades nacionales? Porque la globalización es la diseminación de las identidades, la desterritorialización de lo nacional, el sentido de la desterritorialización y el nacionalismo. En esta perspectiva, lo que se discute, lo que está en juego es la condición global posmoderna. Con estas categorías que impone la globalización, ¿cómo mirar la literatura ahora? ¿Tiene sentido hablar de literatura colombiana, literatura latinoamericana? Muchos escritores no quieren que se los presente como escritores latinoamericanos, que se los inscriba en alguna parte, sino que se los presente como escritores, quizás pensando en esa condición global postmoderna. Los textos permitieron interesantes discusiones que giraron alrededor de los siguientes temas e interrogantes en el proceso de constitución de una “teoría literaria”: el concepto de nacionalismo, la teoría del centro y la periferia, la globalización de la cultura, lo centrípeto y lo centrífugo, las emociones, el lenguaje como abstracción que ha generado sociedad tiene unas particularidades que se han borrado en la globalización, ¿qué de esencial ha borrado la globalización?, ¿cómo afecta la globalización la denominada literatura nacional?, la condición territorial, pensar la literatura como patria, la literatura como territorio, la identidad y la globalización, ¿qué tanto pierde la identidad en la globalización?, la alteridad, la identidad en el diálogo, presupuestos que son los llamados fundamentales de Zabala, Figueroa, Kristeva y Bajtín. En este marco de discusión surgieron, igualmente las siguientes reflexiones: ¿Cómo hacer educación dialógica?, pensando en la plaza electrónica, la posibilidad dialógica real. Pensar la teoría de Bajtín en la plaza electrónica desde su idea del real reconocimiento del otro, lo que él denomina alteridad, y reconocer al otro, es reconocer sus axiologías, y reconocer que el otro es una palabra ajena que también me habita. La identidad la encontramos en el lenguaje verbal, somos seres humanos emotivos, ¿educa la literatura?, ¿qué sentido tiene la literatura en el contexto educativo?, ¿qué queremos lograr con una generación?, ¿cómo cultivar las humanidades?, se recuerda esa relación interdiscursiva entre Martha Nussbaum y Louise Rosenblatt en torno al cultivo de las humanidades y la compasión, la importancia de tener en cuenta que la universalidad no está en lo verbal sino en lo simbólico, recordando, igualmente, que el mito surge del lenguaje. Finalmente, con Bajtin y su idea de la alteridad, se reformula la enseñanza de la literatura, pero no desde el profesor, sino desde el otro, desde el reconocimiento de las axiologías del otro. Y en este sentido se hace necesario pensar qué hacen los jóvenes reales con la literatura, jóvenes que hoy entran en contacto con diversas formas de entretenimiento y conocimiento. ¿Qué hacen los jóvenes con la lectura?; lo que lleva a reflexionar en que la literatura no es solo literatura, y tener en cuenta que el problema de la enseñanza de la literatura debe plantearse en términos de clave territorial y clave de desterritorialización.