Orar nuestra identidad “Asociados para compartir la misión lasaliana” Sugerencia: Decorar la capilla con algún símbolo lasaliano. Preparar con gusto el lugar de oración. Primer momento: “Juntos en el seguimiento y la fidelidad al mandato de Jesús” Monición: En vasos de barro, somos portadores del tesoro de la Fe en Cristo Jesús. En Él encontramos sentido a nuestra historia personal y desde Él accedemos a Dios Padre a quien consagramos nuestra vida. El cristianismo no consiste ni en oración, ni en acción, ni en pasión, sino en creer, esperar y amar. Lo demás son mediaciones..., de algunas de las cuales, no se puede prescindir, por ejemplo, la oración… Lo específico de ser cristiano es ser seguidor de Jesús, y ese seguimiento se hace siempre en compañía de otros, nunca sólo. Canto: En el nombre del Señor nos hemos reunido, (bis) 1. Cristo siempre está en medio de nosotros (bis)…En el nombre… 2. Ved qué gozo que los hermanos se quieran (bis) … En el nombre… Palabra de Dios (Mt 28, 16-20) Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús había señalado y, al verlo, lo adoraron. Algunos habían dudado hasta entonces. Jesús se acercó y les dijo: "Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo". Canto de respuesta: Por ti, mi Dios, cantando voy la alegría de ser tu testigo, Señor. 1. Me mandas que cante con toda mi voz. No se cómo cantar tu mensaje de amor. Los hombres me preguntan cuál es mi misión. Les digo: “Testigo soy.” 2. Es fuego tu palabra que mi boca quemó, mis labios ya son llama y ceniza mi voz. Da miedo proclamarla, pero tú me dices: “No temas, contigo estoy.” Oración: (a dos coros) Nos has llamado, Señor, a anunciar el Reino que comenzó tu Hijo Jesús. Con el profeta queremos gritar: “Mira, Señor, que no soy más que un niño que no sabe hablar”. Con María te decimos: “Aquí estoy. Hágase según tu palabra”. Tú Señor, conoces nuestra vida, nuestras dudas y fragilidades. Señor, pon calor en nuestras palabras y amor en nuestras obras, que aviven la vida de la comunidad. Que la fuerza del Espíritu nos acompañe siempre y nos inspire lo que es oportuno para transmitir tu mensaje a quienes confías a nuestros cuidados. Mantennos en actitud de escucha y de diálogo contigo, para que tú seas la fuente primera de nuestra sabiduría y la fuerza de nuestra. Amén. 1 Segundo momento: “Convocados para la Misión Lasallista” Lector 1: “Ha sido Dios quien, con su poder y por bondad muy particular, os llamó para llevar el conocimiento del Evangelio a los que aún no lo han recibido. Consideraos, pues, como los ministros de Dios y cumplid las obligaciones de vuestro empleo con todo el celo posible y como quien ha de darle cuenta de ello” (M 140,2) Lector 2: “El fin de este Instituto es dar cristiana educación a los niños; y con este objeto se tienen las escuelas, para que estando los niños mañana y tarde bajo la dirección de los maestros, puedan estos enseñarlos a vivir bien, instruyéndolos en los misterios de vuestra santa religión, inspirándoles las máximas cristianas, y así darles la educación que les conviene” (R.1718, 11,3) Canto: Hubo un hombre enviado por el cielo para dar testimonio de la luz: siervo fiel, Juan Bautista de La Salle, tu elegido amigo y confesor Su Familia al paso de los siglos, mira siempre la estrella de la fe, que en sus filas los pobres los primeros, abran marcha hacia el reino de la paz. Por su alma de apóstol y profeta tú quisiste que fuera fundador; sus escuelas se esparcen por el mundo y las aulas proclaman su labor. Demos gloria y honor por siempre a Cristo, el, Señor, nuestro único Maestro, y al Espíritu, huésped de las almas, con el Padre, dador de santidad. Amén, amén. Son sus hijos testigos de tu Verbo, en sus obras resuena la verdad, con su esfuerzo alientan nueva vida, permanecen unidos en tu amor. Tercer momento: Asociados con cuantos comparten la Misión Monición: El Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas no tiene promesas de vida eterna. No se trata de defender su supervivencia. Lo que está en juego es la misión eclesial de la educación humana y cristiana de niños y jóvenes, especialmente de los pobres. Decir eso no es desestimar nuestra participación y nuestra aportación específica. La Asociación Lasaliana, Hermanos y Seglares juntos, no tiene razón de ser más que en función de nuestra misión eclesial. Los Hermanos necesitamos interrogarnos sin cesar sobre cómo vivimos en la práctica la asociación para que ésta favorezca el desarrollo progresivo de nuestro crecimiento personal, nuestra solidaridad humana y nuestra escucha de Dios para la misión comunitaria que nos asocia: el servicio educativo a los pobres. Necesitamos acoger con entusiasmo a los que desean ser asociados lasalianos y ayudarles a crear formas nuevas y originales de vivir el carisma lasaliano. 2 Tiempo para la oración y/o expresión personal ante la comunidad: (Quienes lo desean expresan en lenguaje oracional sus convicciones, deseos, compromisos, súplicas… de cara a la Asociación Lasaliana) Cuarto momento: “Desafiados a recrear hoy nuestra historia fundacional” Monición: Para el desarrollo de la misión lasaliana, el Instituto se deja interpelar por los dinamismos que se manifiestan tanto en los Colaboradores como en los Asociados, anima y apoya todas las formas de compartir de los Colaboradores entre sí y con los Hermanos, a fin de que cada uno pueda profundizar su propia comprensión de la asociación, teniendo en cuenta las constataciones hechas, el carisma lasaliano y la teología actual de la Iglesia. Debemos permitir que la fuerza de nuestra historia fundacional y la interpretación de la Salle de la misma, nos formen, desafíen e inspiren. Oración final de compromiso (Dos coros) Renovamos Señor nuestra respuesta a tu llamada a continuar la labor comenzada por tu Hijo y a proseguir la misión de San Juan Bautista de La Salle. Juntos, Hermanos y Seglares, vamos a procurar encontrar los medios de revitalizar nuestras escuelas y nuestros compromisos educativos, con una particular atención al servicio de los pobres, a la promoción de la justicia, a la acción pastoral y al despertar de los diferentes lugares donde somos llamados a trabajar. Reconocemos y respetamos la diversidad que existe hoy en el Instituto y en los que comparten su misión. Representamos diferentes vocaciones, pero estamos todos invitados a proseguir nuestro compromiso al servicio de la juventud de este mundo. Nos comprometernos a progresar juntos en el futuro con una manera nueva de pensar, un esfuerzo común de imaginación para servir a los que están confiados a nuestro cuidado. Haremos lo posible por dar vida en nuestra comunidad educativa a la Asociación Lasaliana. Todos: Danos, Señor, tu constante ayuda y bendición. Que tu Espíritu esté en medio de nosotros y nos enseñe todas las cosas. Amén. (Un Canto final o...) Sancte Pater Joannes Baptista, ora pro nobis. 3