MALCON X

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ENCICLOPEDIA AFROCOLOMB IANA-LUIS GUILLERMO RAMOS
MALCON X
L
íder revolucionario de la comunidad negra estadounidense, nació un 19 de
mayo de 1925. Era hijo de un pastor protestante y de una mujer mulata nacida
de la violencia del hombre blanco. Su padre, un pastor bautista, era seguidor
del movimiento de Marcus Garvey.
Durante su infancia, Malcolm X sufrió los continuos traslados de residencia de
su familia, huyendo de las agresiones de grupos racistas como el Ku Kux Klan,
que incendió su casa y fue el responsable del asesinato de su padre.
Vivió en Boston donde se desempeño en varios trabajos y no tardó en dejarse
convencer del dinero fácil procedente de las drogas y la prostitucion. Fue
Condenado a siete años de cárcel en 1946, período en el cual abandonó su
adicción a las drogas, estudió por correspondencia y tomó contacto con la
Nación del Islam, un movimiento religioso musulmán liderado por Elijah
Muhammad, que consideraba a los negros el pueblo favorito de Dios y a los
blancos la personificación del diablo.
En palabras del propio Malcolm X:
“Creo que sería casi imposible encontrar en cualquier lugar de Estados Unidos
un hombre negro que haya vivido más debajo del lodo de la sociedad humana
que yo; o un hombre negro que haya sido más ignorante que yo; o un hombre
negro que haya sufrido más angustia durante su vida que yo. Pero es sólo
después de la oscuridad más profunda que puede surgir la mayor alegría; es
sólo después de la esclavitud y de la prisión que puede llegar la apreciación
más dulce de la libertad”.
Al salir de la cárcel en 1952, se adhirió a la Nación del Islam y cambió su
apellido por la «X», letra que simbolizaba el auténtico apellido que sus
antepasados habían perdido con sus raíces, gracias a la instauración de la
trata de esclavos.
En su autobiografía, relata sin rodeos:
“La religión del Islam tuvo que meterse en lo hondo del fango para alzarme,
para salvarme de lo que inevitablemente habría llegado a ser: un criminal en la
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tumba o, si seguía vivo, un convicto endurecido y amargado de 37 años de
edad, metido en algún penal o en un manicomio”.
De esta forma, Malcolm X, pasó a convertirse en un nuevo modelo de hombre,
para sí mismo y para las comunidades afroamericanas, sobreponiéndose al
crimen y enfrentando la marginalidad a la que las circunstancias le habían
condenado.
Su popularidad y sus dotes como extraordinario orador causaron una fuerte
rivalidad con Elijah Muhammad, dirigente máximo de la organización de
musulmanes negros, lo que determinó la separación de ambos líderes en 1964.
Para empeorar aún más las cosas, Malcolm X, recibió información sobre una
posible conspiración de la Nación del Islam para asesinarlo.
Conforme pasaba el tiempo, Malcolm X propugnaba participar más activamente
en la lucha política, denunciando que ni las acciones de reforma individual de la
Nación del Islam, ni la campaña por los derechos civiles, conducirían por sí
solas a la liberación de los afroamericanos.
En este contexto, Malcolm X, fundó su propio movimiento, la Mezquita
Musulmana.
Así lo explicó Malcolm, a los jóvenes afroamericanos de Mississippi: “Había un
problema que afrontaba a nuestro pueblo en este país, que no tenía nada que
ver con religión y que estaba por encima e iba más allá de la religión. Un
problema que, por su magnitud, no lo podía atacar una organización religiosa.
Elijah Muhammad no se involucraba en las luchas civiles, cívicas o políticas
que afrontaba nuestro pueblo. No hacía más que subrayar la importancia de la
reforma moral: no bebas, no fumes, no permitas la fornicación y el adulterio.
Cuando descubrí que la propia jerarquía no estaba poniendo en práctica lo que
predicaba, vi con claridad que ese aspecto de su programa estaba en
bancarrota”.
En 1964, el mismo año en que rompió relaciones con la Nación del Islam,
cumplió el precepto religioso de peregrinar a La Meca. En este viaje pudo
constatar cómo musulmanes blancos y negros convivían en paz.
Esta revelación hizo que abandonara el racismo de la Nación del Islam,
dejando de predicar el separatismo y proponiendo un nacionalismo negro
entendido como emancipación a través de la toma del control de sus propias
organizaciones y comunidades. En esta época, tomó contacto con importantes
líderes africanos como: Nasser, Nyerere, Nkrumah y Kenyatta e incorporó a su
discurso la lucha contra el imperialismo norteamericano.
Su reflejo fue la fundación, en 1964, de la “Organización de la Unidad AfroAmericana”, un movimiento no religioso de tendencia socialista. “La revolución
negra se está propagando por toda Asia, se está propagando por toda África,
está alzando la cabeza en América Latina”, dijo Malcolm en una de sus
declaraciones, la joven generación de blancos, negros, morenos y demás,
ustedes, están viviendo en una época de extremismo, una época de revolución,
una época en la que tiene que haber cambios. La gente que está en el poder
ha abusado de él. Por mi parte, me voy a unir a quien sea; no me importa del
color que seas, siempre que quieras cambiar las condiciones miserables que
existen en esta tierra.
Ante esta muestra de fuerza y convicción y ante el impacto que sus discursos
causaban en miles de afrodescendientes estadounidenses, los medios de
comunicación norteamericanos intentaron presentarlo como un apóstol de la
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violencia, tergiversando su mensaje de rechazo a la dominación blanca y de
autodefensa contra el racismo.
A este respecto, el trecho de un texto con su opinión sobre la violencia dice:
“Responder con violencia al racismo blanco no es racismo negro.
Si vienes a pasarme una cuerda al cuello y yo te enfrento por eso, no se trata
de racismo. Tu actitud es racista, la mía, es la reacción de un ser humano que
trata de defenderse y protegerse”.
Malcolm X, creía que la unidad era imprescindible, aunque fuera difícil de
conseguir. El primer paso, dijo, era construir una organización de militantes
negros. A este respecto, El movimiento contra la guerra de Vietnam y los
levantamientos en los ghettos, a finales de los años 60, ofrecieron la
oportunidad de conseguir esta anhelada unidad racial contra los abusos del
poder.
Según sus palabras: “Es incorrecto clasificar la rebelión del negro como
simplemente un conflicto radical de negro contra blanco y como un problema
puramente estadounidense. Más bien, hoy día estamos observando una
rebelión mundial de los oprimidos contra los opresores, los explotados contra el
explotador”.
Malcolm X, cuestionaba que alguna “élite ilustrada” pudiera acabar con el
racismo o que la gente negra debiera tener fe en los cambios surgidos
solamente desde las instituciones afroestadounidenses.
¿Fueron sus asesinos, los miembros de la propia Nación del Islam o el FBI?.
“La versión oficial” señala que fue la Nación del Islam, sin embargo muchas
voces disidentes dicen que la mano del gobierno federal estadounidense
estuvo implicada en el hecho.
Malcolm X, fue una gran influencia para miles de afrodescendientes y
ciudadanos de todo el mundo, tanto por su capacidad de autodisciplina y
transformación interna, como por su capacidad de entender a la perfección lo
que sentían los habitantes de los pobres y marginados suburbios
norteamericanos. Su extraordinaria capacidad política para revalorizar y
defender las minorías raciales y explotadas, lo convierte en uno de los más
grandes líderes del siglo veinte.
Malcolm X fue y es una influencia para gente de todas las razas y clases, pues
contribuyó enormemente en la lucha contra los sistemas que producen
racismo, guerra y desigualdades económicas. Una lucha que nosotros
continuamos hoy.
El 21 de Febrero de 1965 muere en un atentado que aún hoy arroja más dudas
que respuestas
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