El Papel del Docente en La Educación Virtual (The Teacher’s Role in a Virtual Learning Environment) por Dania Marlyn Alarcón Ortega Sofía de Jesús González Basilio Claudia Adriana González Quintanilla Resumen La educación en nuestro país ha sufrido cambios durante los últimos años, esto ha traído consigo una modificación de roles de los actores involucrados. La docencia, como la actividad medular que permite llevar a cabo procesos formativos, se ha visto afectada por estos cambios tan vertiginosos, de ahí que la intervención del docente, ha de reformular y replantear su actividad para adaptarse a las nuevas maneras de llevar los procesos de enseñanza aprendizaje. Lo anterior provoca que el docente se vea involucrado en una constante capacitación en relación al desarrollo de competencias pedagógicas, didácticas y tecnológica que le permitan intervenir en modalidades no convencionales, comprender las implicaciones de esto, diseñar ambientes de aprendizaje acompañados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), entendiendo las posturas constructivistas y el enfoque de competencia integrados a los discursos de los modelos educativos en México. Palabras clave: Capacitación docente, ambientes de aprendizaje, educación virtual. Abstract Education in our Country has suffered many changes in the past years. This has brought upon a modification in the roles that the actors involved used to have. Teaching, as a main activity that allows us to perform formative processes, has been affected with these vertiginous changes, thus teachers will have to reformulate and restate their activity in order to adapt to the new ways of following the teaching-learning processes. The situation stated above, causes teachers to be in need of constant training in topics related with pedagogic, didactic and technological competencies that allows them to intervene in non conventional learning modalities, to understand the implications of this, to design virtual learning environments supported by the Information and Communication Technologies (ICT), understanding the constructivist theories and the competency model that are integrated in Mexican educational programs. Keywords: online teaching, online education, virtual learning environments. Introducción La educación situada en la era de globalización, inmersa en un vertiginoso crecimiento de las tecnologías y el incremento de la información y el conocimiento; ha traído una serie de transformaciones a todos los procesos formativos y por ende en la actividad de aprendientes y docentes. Los estudiantes de hoy se enfrentan a distintas situaciones, propias de la Sociedad de la Información y el Conocimiento, que les exige el dominio de conocimientos, habilidades, actitudes y valores muy específicos. Los docentes, por su parte, caracterizados desde un paradigma tradicionalista por ser “transmisores de información”, deberán adoptar nuevos roles que les permitan orientar, facilitar y motivar el trabajo de sus estudiantes. En otras palabras, deberán desarrollar una serie de competencias para enfrentar la compleja realidad del siglo XXI. La inclusión de las TIC en la educación ha traído consigo un amplio abanico de modalidades educativas que van desde la presencialidad pura, hasta la virtualidad absoluta, pasando por el sistema presencial enriquecido y el blended learning; lo que supone nuevos retos para la práctica docente que hoy debe pensar en llevar a cabo constantes procesos de desarrollo de competencias de tipo pedagógicas, didácticas y tecnológicas, siendo enfáticos en la formación de actitudes y aptitudes de los profesores. Modalidad virtual O E-Learning y sus implicaciones En México predominan tres modalidades educativas establecidas, sin embargo, es preciso que éstas se redefinan en relación con estas nuevas submodalidades surgidas, pues como se muestra en la figura 1, estas generaciones han evolucionado y de alguna manera han obligado a la búsqueda e innovación para la formación de los estudiantes. En estos casos las TIC han jugado un papel muy importante en estas formas que, de alguna manera, son innovadoras; restándole un poco de poder a la modalidad presencial que sigue prevaleciendo en la educación en todos los tipos y niveles de formación. Desde esta perspectiva surgen varias problemáticas y necesidades, empezando por los paradigmas tan arraigados e internalizados de los profesores, con larga trayectoria en la docencia, para quienes cambiar o modificar esquemas significa la reconstrucción de todo su mundo. De ahí que la resistencia al cambio esté presente y prevaleciendo con fuerza en el Sistema Educativo Mexicano. Este cambio en los papeles a desempeñar no es un problema exclusivo de profesores, sino también de los mismos estudiantes. Figura 1. Generaciones de las Modalidades Educativas Primera Generación Modalidad Educación Presencial Segunda Modalidad Educación Generación a Distancia Tercera Modalidad Educación Generación Virtual Educación Centralizada Punto de encuentro, aulas o campus físicos Comunicación síncrona y oral Educación semipresencial Comunicación mediada por TIC Otros medios utilizados: radio, prensa, carteles, etc. Procesos semieducativos, interacción, comunicación, administración; se cumplen a través de herramientas tecnológicas. Se soporta en plataformas tecnológicas (LMS). Interacción horizontal en momentos sincrónicos y asincrónicos Utiliza Internet y redes sociales como medio y soporte. Fuente: Guarín A. (2005, p.31) La tercera generación integra las Tecnologías de la Información y la Comunicación con paquetes pedagógicos; las actividades y tiempos para su realización se organizan tomando siempre al estudiante como referencia, otorgando así flexibilidad en el manejo de sus tiempos y de los espacios. Además, permite que el “acto educativo se desarrolle haciendo uso de nuevos métodos, técnicas, estrategias y medios” (s/a, 2011), de ahí que sea importante que el currículo en esta modalidad se diseñe y desarrolle conforme a una metodología específica para ello, donde se integren las características mencionadas. ¿Qué implica el diseño y desarrollo de los cursos en la virtualidad? El diseño de los cursos virtuales merece especial atención. Éstos deben estar estructurados de tal forma que al momento de su implementación no existan brechas que pudieran echar por abajo el esfuerzo realizado, de acuerdo con Silva (2012) se pueden identificar cuatro etapas para el diseño: 1. Las definiciones previas y organizacionales. 2. El diseño pedagógico. 3. El diseño gráfico. 4. La implementación en la plataforma (p.78). Contar con estos elementos brinda un grado de garantía de calidad en la experiencia formativa. Este proceso es cíclico, es decir, que es necesario e indispensable volver a valorar etapas anteriores y ajustarlas para que el proyecto sea armónico y coherente internamente y, por ende, la evaluación se visualiza como una actividad inherente a esto. Figura 2: Etapas para el diseño de cursos Definición de los temas. Definición del perfil de los participantes. Cronograma del curso. Definición de equipo de profesor y tareas. Exploración de la plataforma y sus herramientas Implementación de materiales externos a la plataforma Estructura de las unidades en la plataforma Inserción de herramientas de la plataforma Revisión del curso en la plataforma Formato de seguimiento de los participantes Definiciones previas y organización Diseño Implementación del curso en plataforma Diseño Pedagógico Objetivos o competencias, Estructura de las unidades Las actividades y su estructura Búsqueda y selección de materiales Diseño y producción de materiales Los productos esperados Evaluación formativa y sumativa Cronograma del alumno para el curso en general y por unidad. Formato de seguimiento de los participantes. • Definición del modelo pedagógico. • Definición de metodología • Definición del rol del participante y el tutor. • Selección de herramientas TIC que favorezcan esos postulados Fuente: Silva (2012, p.78) Pensar en el diseño de este tipo cursos automáticamente invita a reflexionar en su desarrollo, lo que implica pensar en la función del docente y de las estrategias o técnicas que utilizará para implementar el proceso formativo, previamente planificado. Lo cual es parte medular de los ambientes virtuales de aprendizaje. Características de los Ambientes Virtuales de Aprendizaje Salinas M. (2011) define un ambiente de aprendizaje como un “espacio educativo alojado en la web, conformado por un conjunto de herramientas informáticas que posibilitan la interacción didáctica”. El uso de estas herramientas permite generar espacios que faciliten el logro del propósito u objetivo de la formación del estudiante, el abordaje de los contenidos, la comunicación entre los participantes, adaptabilidad de los tiempos de los estudiantes. Además, propician que éstos desarrollen habilidades de autoaprendizaje y llevar procesos de evaluación en los diferentes tipos (diagnóstica, formativa y sumativa) y formas (coevaluación, autoevaluación y heteroevaluación). Tabla 1. Características de los Ambientes Virtuales Características de los Ambientes Virtuales Favorecen el aprendizaje activo y participativo Dejan atrás la formación transmisiva y se enfoca en la formativa Promueven la interacción entre los participantes Promueve la comunicación sincrónica y asincrónica Favorecen el trabajo colaborativo El aula está donde está el alumno Permiten actualizar los contenidos constantemente Existe un enriquecimiento colectivo sin límites geográficos Se logra el intercambio de ideas, opiniones y experiencias Se puede acceder desde cualquier lugar solo con una computadora y acceso a Internet Fomentan el aprendizaje multimedial; combinando texto, audio, imágenes, video, etc. Abren espacio para un tipo de aprendizaje más integral Permiten integrar infinidad de fuentes de conocimiento, dándole a éste un carácter casi ‘ilimitado’. Ofrece diversidad de herramientas de evaluación que permiten medir la evolución del alumno Fuente: Construcción del Autor. También deben ser pensados desde la lógica e interés de los estudiantes, de ahí que sea interesante poder caracterizarlos para tener elementos en la mejora de estos ambientes de aprendizaje, por consiguiente, en su formación. Caracterización de los estudiantes Los estudiantes que participan en esta modalidad de aprendizaje tienen características muy particulares. Por ejemplo, desempeñan roles más activos. Estos se desenvuelven en grupos heterogéneos en edad, intereses, ocupación, motivaciones, experiencias, aspiraciones, entre otras particularidades. Desde la perspectiva constructivista “el que aprende no es visto como un recibidor pasivo de conocimientos, sino como un constructor activo del mismo” (Chrobak, s/f). Sin embargo existen aspectos muy particulares que se han de retomar en un primer momento en el diseño de estos ambientes, estableciendo un perfil genérico de los aprendientes. A continuación se enuncian algunos: ● Desarrollar un alto nivel de autonomía que le permita seguir las indicaciones del curso y obtener el aprendizaje derivado de ellas. ● Contar con habilidades y conocimientos básicos en el manejo de las TIC. ● Capacidad para relacionarse con sus compañeros. ● Tener una alta disciplina en el manejo del tiempo para garantizar así el cumplimiento de los objetivos educativos. ● Mantener comunicación continua con su profesor y sus compañeros a través de medios sincrónicos o asincrónicos. ● Adoptar e interiorizar un papel protagónico en su formación, como agentes activos en la búsqueda, selección, procesamiento, asimilación y generación de la información. Figura 3. Características de los alumnos en la virtualidad. Responsable del Aprendizaje Autodisciplinado Autoregulado Capaz de tomar decisiones Mente abierta para compartir y escuchar Organización de tiempo Habilidades en el uso de TIC Perfil del Alumno Automotivación Trabajo en equipo Estratégico Capáz de resolver problemas Construye su propio conocimiento Desarrollo de habilidades en la escritura Pensamiento crítico y creativo Fuente: Construcción del Autor Perfil del Docente en la Virtualidad y Capacitación Docente Actualmente los modelos educativos caracterizados por esta tercera generación (véase la figura 1), se da un giro radical en la configuración del actuar del docente, ubicándose ante un entramado complejo de actividades que se deben realizar a fin de responder a los planteamientos filosóficos, pedagógicos, psicológicos, epistémicos, sociológicos, políticos y tecnológicos de dichos modelos. A partir de los anterior puntos, el docente es considerado como un agente mediador, facilitador y generador de aprendizajes, no sólo con vasta experiencia y conocimientos profundos de su campo profesional y disciplinar, sino un profesionista de la educación, con habilidades para fomentar procesos que generen aprendizajes significativos, quienes propicien la pertinencia y calidad de la formación y la investigación, para así difundir sus conocimientos y cultura hacia la sociedad y que se comprometen con ella. Un factor que ha marcado el rumbo en relación a la práctica docente en esta modalidad es la integración de las competencias, sin lugar a duda es un campo de amplias discusiones debido a su origen, por tanto, con un enfoque centrado hacia la atención a las necesidades del mercado laboral y económico, dejando de lado los aspectos sociales. Es preciso aclarar que actualmente la competencia, en palabras de Pérez (2009, p.80), “abarca conocimientos, habilidades, emociones, valores y actitudes, es decir un saber, saber hacer y un querer hacer”. Esto involucra una serie de atributos mentales que la sustentan y le permiten actuar en diferentes situaciones y contextos, con una fuerte orientación ética. Con lo anterior se reafirma la idea acerca de que la docencia no es una actividad que cualquier persona pueda ejercer y más si lo posicionamos ante dos retos complejos: modalidades educativas de tercera generación y en enfoque de competencias, por derivado la importancia de seguir en constante actualización. La responsabilidad del docente va más allá de sólo impartir los cursos o dar las clases, le implica una tarea más profunda para con sus estudiantes, pues en esta modalidad es indispensable conocer a estos actores debido a la diversidad de estudiantes que conforman estas comunidades de aprendizaje. Por lo tanto es necesario y de suma importancia, conocer quiénes son, cuáles son sus referentes previos, actitudes y comportamientos, tipo de necesidades e intereses, expectativas, esto es, realizar un diagnóstico exhaustivo de la población estudiantil que permita adecuar y/o modificar lo que ya se ha planificado. Es importante señalar lo que menciona Palloff y Pratt (2001) aún cuando el profesor: No tenga un estilo dinámico y entretenido de enseñar, pero posea un buen dominio de la materia, sea flexible, esté dispuesto a renunciar a cierto control del proceso de enseñanzaaprendizaje, estimule y potencie el trabajo autónomo y cooperativo, permite una mayor interacción personal y que se apoye en ejemplos y experiencias en la vida real, puede ser un excelente candidato para desarrollar y ofrecer cursos en línea (p. 35). Estos autores enfatizan la importancia y superioridad de trabajar en cuestiones más de tipo actitudinal, quien le permitirán incursionar en este tipo de cursos, en donde radica el éxito o fracaso de estos cursos. Problemas y retos Uno de los grandes problemas y retos a los que se enfrentan los diseñadores instruccionales al construir ambientes virtuales de aprendizaje, es la integración de los docentes que no han tenido la oportunidad de trabajar en esta modalidad. La problemática radica, precisamente, en cuestiones de tipo actitudinales, pues la inclusión de las TIC en la educación implica un cambio en la concepción del papel del estudiante y por supuesto del profesor. El profesor no sólo deja su papel tradicional de conocedor absoluto de la disciplina, de “dador” de conocimiento, para procurar paso al verdadero protagonista del proceso de aprendizaje: el alumno. El profesor, además, va más allá de ser el espectador de este proceso; se convierte en el acompañante, guía, facilitador, mediador, instructor, tutor y asesor de cada alumno. Un profesor que se adentra a los procesos educativos del universo virtual, no puede suponer que la dinámica de trabajo en ambientes presenciales es lo mismo que en ambientes virtuales o a distancia. Por tanto, el gran reto de la capacitación docente desde dos dimensiones: Esquema 1: Dimensiones de capacitación en modalidades No Escolarizadas Conocimiento y habilidades en: Modelos de aprendizaje de e-learning y a distancia. Esquema de colaboración y cooperación. Uso y aplicación de herramientas tecnológicas. Cuestiones de tipo: Actitudinal Aptitudinal Fuente: Construcción del autor Otro aspecto elemental de este facilitador y mediador, es el cambio en las funciones, ya que como tutor poseer atributos como: empatía para lograr entenderse con sus alumnos a pesar del tiempo o el espacio; proactividad para resolver los problemas tecnológicos; motivador; manejar medios de comunicación y, asimismo, debe ser un experto didáctico. Un elemento importante de la tutoría es entregar al alumno información pertinente acerca de lo que está haciendo, de manera que, le permita entenderlo e incorporarlo como parte de su experiencia personal y vital, ofreciendo feed-back adecuado. Al igual que en la educación presencial, el profesor realiza actividades para una buena planeación académica, como: definición de objetivos, preparación de los contenidos, selección de metodología apropiada, elaboración de material didáctico y elaboración de plan de evaluación. La labor del docente virtual se puede clasificar en cinco aspectos significativos: académicapedagógica, técnica, organizativa, orientadora y social ○ Académica- Pedagógica: Definir los objetivos de aprendizaje, diseñar actividades y situaciones de aprendizaje de acuerdo a un diagnóstico previo, determinar los criterios de evaluación, cualitativa y cualitativa ○ Técnica: Planificar, facilitar, guiar el uso de recursos didácticos; gestionar los grupos de aprendizaje; seleccionar y utilizar los recursos tecnológicos de acuerdo a los objetivos establecidos. ○ Organizativa: Planificar y gestionar el desarrollo del curso; organizar el trabajo en grupo y facilitar la coordinación entre los miembros, establecer estructuras en la comunicación grupal e intergrupal. ○ Orientadora: Facilitar técnicas de trabajo intelectual/conceptual para el estudio en red colaborativa; motivar y asegurar que los alumnos trabajan a un ritmo adecuado; incentivar el juicio de valor del alumno, fomentando un proceso de análisis y síntesis; informar a los estudiantes sobre su progreso en el estudio. ○ Social y de Coordinación: Organizar la interacción definiendo claramente los roles del estudiante y tutor; fomentar el trabajo en el grupo, entre participantes y tutor, favoreciendo el desarrollo de argumentos; animar y estimular, integrar y conducir las participaciones; dinamizar la acción formativa y el trabajo en grupo. (Digión, Sosa, Velázquez, 2006). Es importante, en este sentido, incorporar mecanismos de capacitación docente, pues se ha convertido en una actividad apremiante, la cual ha de ser diagnosticada en cada centro educativo, a fin de determinar las necesidades particulares del profesorado de acuerdo al contexto, a las TIC con que interactúa y al nivel de virtualización que ha de implementar. Pero no se trata simplemente de capacitar para usar tecnologías en el aula, o para el uso de la computadora para procesos de planeación académica. Baran, Correia y Thompson (2011) establecen que justo en concordancia con el contexto “Las competencias tecnológicas, las competencias de comunicación y las competencias relacionadas con la asesoría pueden ser consideradas más importantes que otras dependiendo del contexto y cultura de los ambientes virtuales de aprendizaje”. Ante este panorama, el perfil del docente ha cambiado de manera significativa, de ser transmisor, ahora se centra en ser orientador, facilitador, mediador y motivador. Se ha dado un cambio en el rol que antes suponía al docente como protagonista del proceso de aprendizaje, el cual involucra distintas formas y medios de comunicación entre los diversos actores de este proceso. De tal manera, que hoy no sólo debemos procurar la actualización en cuanto al uso de diversas tecnologías en el aula, sino que esta inclusión de las TIC en la educación, supone un cambio actitudinal, un cambio paradigmático. Un asesor en línea no se limita a exponer un tema ante sus alumnos apoyado en las tecnologías de la información y comunicación, también procurar el fomento del autoaprendizaje y la autogestión, con la finalidad de que el estudiante se apropie de la responsabilidad de su aprendizaje. De igual forma, un asesor en línea funge como mediador entre los contenidos y el estudiante, como facilitador y como acompañante del proceso mismo de aprendizaje. Flores Salazar (2007) establece en su informe de investigación que en la capacitación tradicional: En ningún momento se hace mención sobre la importancia de fomentar en el alumno aprendizajes significativos, o la promoción del desarrollo del estudio independiente y, por ende, impulsar el desarrollo de habilidades tales como el automonitoreo, la autogestión y la autorregulación. De tal manera que, la responsabilidad en la generación del aprendizaje recae en el tutor y no se propicia este ‘paso de la estafeta’ al alumno para que sea, él mismo, quien regule y controle su propio proceso de aprendizaje (p.5). En el documento “Integrating technology in teaching and teacher education: implications for policy and curriculum reform”, se establece una postura en cuanto a que no es suficiente con capacitar al profesor en el uso de la computadora, sino que debemos apoyar la capacitación multimedia y estimular el cambio de paradigma en el que el profesor deje de concebirse como un “dador” de conocimiento y se convierta en acompañante, guía, instructor y principal promotor del aprendizaje colaborativo (tan castigado en la educación formal). Según los autores Vrasidas y McIsaac (2001), los programas de preparación docente no deben ofrecer solamente un curso en educación tecnológica, conjuntamente deben demostrar el uso efectivo de la tecnología en la docencia a los mismos profesores. De este modo, al vivir la experiencia de capacitación como alumnos de un curso apoyado en las TIC, pueden experimentar la construcción del aprendizaje con apoyo en la virtualidad, o bien, con base en esta modalidad. “No lance la tecnología al salón de clases y espere buenos resultados. Enfóquese en cambiar la pedagogía, no la tecnología. El aprendizaje 2.0 se basa en cambiar radicalmente la relación entre un maestro y los estudiantes en el proceso de aprendizaje" (Tapscott, 2009). El cambio del rol del docente supone una actitud de acompañante, de guía, de instructor, y además, dejar de lado la actitud autoritaria del proveedor del conocimiento para participar como asesor del verdadero intérprete del aprendizaje: el estudiante. En este sentido “los docentes somos los encargados de despertar el deseo y el placer para que aprendan. Se aprende haciendo, cometiendo errores, reflexionando y rectificando, casi siempre con la ayuda de los compañeros y los expertos” (Videla, 2010, p.4). La capacitación tecnológica, no es suficiente para que un profesor se desempeñe eficaz y eficientemente en un entorno virtual, que supone un cambio en las funciones que ha de desempeñar. Por ello, proponemos que cada entidad educativa determine las características de su comunidad académica, considere las particularidades del contexto virtual, es decir, determine en qué punto del espectro de la virtualidad se han de situar los cursos que sus profesores atenderán. Con estas consideraciones es necesario establecer, un programa de capacitación que no sólo ayude al desarrollo de las competencias tecnológicas, asimismo a aquellas competencias que ayuden a que los profesores conozcan estrategias de evaluación, retroalimentación y comunicación, en otras palabras, competencias pedagógicas y andragógicas (según sea el caso) para que los profesores puedan desempeñarse como facilitadores, los cuales propicien la metacognición entre sus estudiantes, y les ayuden a desarrollar el aprendizaje significativo y colaborativo. Conclusiones La educación virtual ha provocado que los espacios destinados a la docencia, sean ocupados por docentes que además de cubrir con un perfil específico, deberán estar comprometidos con los estudiantes y sus aprendizajes, en resumen, que estén en constante capacitación y mejoramiento del desempeño en las aulas virtuales, dando así apertura al cambio y sin resistencia ni miedo a lo desconocido. Pero sí con avidez de aprender y aprovechar las bondades de la educación virtual; adoptando diversos roles para lograr una mejora en la educación de nuestro país, y salir de su zona de confort y enfrentarse a los desafíos que se le presenten. La misma virtualidad ofrece escenarios que ayudan a los docentes a su mejora continua. Es cuestión de abrirse un poco al cambio y tomar este nuevo rol del docente, con la misma entrega con que los estudiantes acceden a la red en una búsqueda insaciable de conocimiento. El docente deberá dejar atrás el rol de transmisor de conocimientos, guiando a sus alumnos al desarrollo de competencias necesarias para un exitoso desempeño en la Sociedad de la Información y el Conocimiento, en la que estamos inmersos. No sólo dirigiendo su atención a las Tecnologías de la Información y Comunicación, sino procurando sinergia con el Diseño Instruccional, basado en teorías cognitivistas y constructivistas, para lograr una metodología instruccional híbrida con las teorías del diseño de ambientes virtuales; reconociendo la heterogeneidad de sus alumnos y adaptándose a sus necesidades y saberes previos. El tomar la evaluación como un proceso de seguimiento continuo, permite al docente intervenir a tiempo, y no como la oportunidad de asignar un valor numérico a los estudiantes para descalificarlos más que para calificarlos. Del mismo modo, los ambientes virtuales de aprendizaje abren espacios a alumnos interesados en su aprendizaje, con la firme convicción de que el conocimiento es la puerta a todos los desafíos que su vida profesional les presente. Deberán optar por nuevos roles que les den la oportunidad de generar conocimientos, dejar de ser receptores pasivos y jugar un papel más importante en su educación. Si la educación virtual sigue evolucionando como lo ha hecho hasta ahora, todos estos desafíos serán aprovechados y reorientados hacia el desarrollo de los estudiantes. Esto también implica una responsabilidad para las instituciones educativas, pues así como establecen un perfil de ingreso de sus estudiantes y tienen un sistema de administración de información de ellos, es importante también establecer claramente un perfil docente para ello. Y construir todo un sistema de seguimiento y monitoreo de la práctica docente en esta modalidad. Referencias Baran, E., Correia, A.-P. y Thompson, A. (2011). Transforming online teaching practice: critical analysis of the literature on the roles and competencies of online teacher. Distance Education, 32(3), Pp427. doi: 10.1080/01587919.2011.610293 Chrobak, R. (s/f). La Metacognición y las herramientas didácticas. Universidad Nacional del Comahue. Facultad de Ingeniería, Departamento de Física. Buenos Aires 1400.8300 Neuquén. Digión L., Sosa M. y Velázquez I. (2006) Estrategias para la Mediación Pedagógica en Ambientes de Educación a Distancia. Recuperado de https://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&ved=0C CgQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.utn.edu.ar%2Faprobedutec07%2Fdocs%2F171. Flores Salazar, C. (2007). Virtual educa Brasil. VIII Encuentro Internacional Virtual Educa Brasil 2007. Recuperado de http://ihm.ccadet.unam.mx/virtualeduca2007/pdf/125-CSF.pdf Guarín A. (2005). Generaciones de las Modalidades Educativas. Recuperado de http://www.ucn.edu.co/institucion/sala-prensa/Documents/educacion-virtual-reflexionesexperiencias.pdf Pérez, A. (2009). ¿Competencias o pensamiento práctico? La construcción de los significados de representación y de acción. En Gimeno, J. et al. (pp. 59-102). 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El docente en el rol de tutor virtual en los entornos virtuales de aprendizaje reflexiones desde la práctica. En Revista de Investigación Educativa, 20 (30), 135-154. Sobre las autoras Dania Marlyn Alarcón Ortega: Secretaría de Educación Pública del Estado de Nayarit, Escuela Secundaria General “Hermanos Serdán”, San José del Valle, Nayarit. daniamarlyn@gmail.com. Profesora de Educación Básica, Secundaria; de la asignatura de Tecnologías. Línea de investigación: La era digital y la práctica docente a nivel secundaria. Sofía de Jesús González Basilio: Universidad Autónoma de Nayarit, Secretaría de Docencia, Cd. de la Cultura Amado Nervo s/n, Tepic, Nayarit. sofia_gonzalezb@hotmail.com Colaboradora en la Secretaría de Docencia en lo relacionado al diseño y fortalecimiento de los proyectos curriculares de nivel de Profesional Asociado y Licenciatura. Docente de la Licenciatura en Ciencias de la Educación en el Área de Ciencias Sociales y Humanidades. Línea de investigación actual: Currículum y Educación Media Superior. Claudia Adriana González Quintanilla: Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, Coordinación de Tecnologías para el Aprendizaje. Periférico Norte 799. Núcleo Universitario los Belenes. Zapopan, Jalisco. claudiagquin@gmail.com. Es jefa de la Unidad de Diseño Educativo, se dedica al diseño instruccional de cursos en línea y presencial enriquecido. Profesora en la Lic. en Educación del Sistema de Universidad Virtual. Línea de investigación: capacitación docente para la inclusión de las TIC en la educación.