Resumen - Sistema de Universidad Virtual

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El Papel del Docente en La Educación Virtual
(The Teacher’s Role in a Virtual Learning Environment)
por
Dania Marlyn Alarcón Ortega
Sofía de Jesús González Basilio
Claudia Adriana González Quintanilla
Resumen
La educación en nuestro país ha sufrido cambios durante los últimos años, esto ha traído consigo
una modificación de roles de los actores involucrados. La docencia, como la actividad medular
que permite llevar a cabo procesos formativos, se ha visto afectada por estos cambios tan
vertiginosos, de ahí que la intervención del docente, ha de reformular y replantear su actividad
para adaptarse a las nuevas maneras de llevar los procesos de enseñanza aprendizaje.
Lo anterior provoca que el docente se vea involucrado en una constante capacitación en relación
al desarrollo de competencias pedagógicas, didácticas y tecnológica que le permitan intervenir en
modalidades no convencionales, comprender las implicaciones de esto, diseñar ambientes de
aprendizaje acompañados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC),
entendiendo las posturas constructivistas y el enfoque de competencia integrados a los discursos
de los modelos educativos en México.
Palabras clave: Capacitación docente, ambientes de aprendizaje, educación virtual.
Abstract
Education in our Country has suffered many changes in the past years. This has brought upon a
modification in the roles that the actors involved used to have. Teaching, as a main activity that
allows us to perform formative processes, has been affected with these vertiginous changes, thus
teachers will have to reformulate and restate their activity in order to adapt to the new ways of
following the teaching-learning processes.
The situation stated above, causes teachers to be in need of constant training in topics related with
pedagogic, didactic and technological competencies that allows them to intervene in non
conventional learning modalities, to understand the implications of this, to design virtual learning
environments supported by the Information and Communication Technologies (ICT),
understanding the constructivist theories and the competency model that are integrated in
Mexican educational programs.
Keywords: online teaching, online education, virtual learning environments.
Introducción
La educación situada en la era de globalización, inmersa en un vertiginoso crecimiento de las
tecnologías y el incremento de la información y el conocimiento; ha traído una serie de
transformaciones a todos los procesos formativos y por ende en la actividad de aprendientes y
docentes.
Los estudiantes de hoy se enfrentan a distintas situaciones, propias de la Sociedad de la
Información y el Conocimiento, que les exige el dominio de conocimientos, habilidades,
actitudes y valores muy específicos. Los docentes, por su parte, caracterizados desde un
paradigma tradicionalista por ser “transmisores de información”, deberán adoptar nuevos roles
que les permitan orientar, facilitar y motivar el trabajo de sus estudiantes. En otras palabras,
deberán desarrollar una serie de competencias para enfrentar la compleja realidad del siglo XXI.
La inclusión de las TIC en la educación ha traído consigo un amplio abanico de modalidades
educativas que van desde la presencialidad pura, hasta la virtualidad absoluta, pasando por el
sistema presencial enriquecido y el blended learning; lo que supone nuevos retos para la práctica
docente que hoy debe pensar en llevar a cabo constantes procesos de desarrollo de competencias
de tipo pedagógicas, didácticas y tecnológicas, siendo enfáticos en la formación de actitudes y
aptitudes de los profesores.
Modalidad virtual O E-Learning y sus implicaciones
En México predominan tres modalidades educativas establecidas, sin embargo, es preciso que
éstas se redefinan en relación con estas nuevas submodalidades surgidas, pues como se muestra
en la figura 1, estas generaciones han evolucionado y de alguna manera han obligado a la
búsqueda e innovación para la formación de los estudiantes.
En estos casos las TIC han jugado un papel muy importante en estas formas que, de alguna
manera, son innovadoras; restándole un poco de poder a la modalidad presencial que sigue
prevaleciendo en la educación en todos los tipos y niveles de formación. Desde esta perspectiva
surgen varias problemáticas y necesidades, empezando por los paradigmas tan arraigados e
internalizados de los profesores, con larga trayectoria en la docencia, para quienes cambiar o
modificar esquemas significa la reconstrucción de todo su mundo.
De ahí que la resistencia al cambio esté presente y prevaleciendo con fuerza en el Sistema
Educativo Mexicano. Este cambio en los papeles a desempeñar no es un problema exclusivo de
profesores, sino también de los mismos estudiantes.
Figura 1. Generaciones de las Modalidades Educativas
Primera
Generación
Modalidad Educación
Presencial
Segunda Modalidad Educación
Generación
a Distancia
Tercera
Modalidad Educación
Generación
Virtual
 Educación Centralizada
 Punto de encuentro, aulas o campus
físicos
 Comunicación síncrona y oral
 Educación semipresencial
 Comunicación mediada por TIC
 Otros medios utilizados: radio, prensa,
carteles, etc.
 Procesos semieducativos, interacción, comunicación,
administración;
se cumplen a través de herramientas
tecnológicas.
 Se soporta en plataformas tecnológicas (LMS).
 Interacción horizontal en momentos sincrónicos y
asincrónicos
 Utiliza Internet y redes sociales como medio y soporte.
Fuente: Guarín A. (2005, p.31)
La tercera generación integra las Tecnologías de la Información y la Comunicación con paquetes
pedagógicos; las actividades y tiempos para su realización se organizan tomando siempre al
estudiante como referencia, otorgando así flexibilidad en el manejo de sus tiempos y de los
espacios. Además, permite que el “acto educativo se desarrolle haciendo uso de nuevos métodos,
técnicas, estrategias y medios” (s/a, 2011), de ahí que sea importante que el currículo en esta
modalidad se diseñe y desarrolle conforme a una metodología específica para ello, donde se
integren las características mencionadas.
¿Qué implica el diseño y desarrollo de los cursos en la virtualidad?
El diseño de los cursos virtuales merece especial atención. Éstos deben estar estructurados de tal
forma que al momento de su implementación no existan brechas que pudieran echar por abajo el
esfuerzo realizado, de acuerdo con Silva (2012) se pueden identificar cuatro etapas para el
diseño:
1. Las definiciones previas y organizacionales.
2. El diseño pedagógico.
3. El diseño gráfico.
4. La implementación en la plataforma (p.78).
Contar con estos elementos brinda un grado de garantía de calidad en la experiencia formativa.
Este proceso es cíclico, es decir, que es necesario e indispensable volver a valorar etapas
anteriores y ajustarlas para que el proyecto sea armónico y coherente internamente y, por ende, la
evaluación se visualiza como una actividad inherente a esto.
Figura 2: Etapas para el diseño de cursos
 Definición de los temas.
 Definición del perfil de los
participantes.
 Cronograma del curso.
 Definición de equipo de
profesor y tareas.
 Exploración de la plataforma y sus
herramientas
 Implementación de materiales externos
a la plataforma
 Estructura de las unidades en la
plataforma
 Inserción de herramientas de la
plataforma
 Revisión del curso en la plataforma
 Formato de seguimiento de los
participantes
Definiciones
previas y
organización
Diseño
Implementación del
curso en plataforma
Diseño
Pedagógico
 Objetivos o competencias,
 Estructura de las unidades
 Las actividades y su estructura
 Búsqueda y selección de
materiales
 Diseño y producción de
materiales
 Los productos esperados
 Evaluación
formativa
y
sumativa
 Cronograma del alumno para el
curso en general y por unidad.
 Formato de seguimiento de los
participantes.
• Definición del modelo pedagógico.
• Definición de metodología
• Definición del rol del participante
y el tutor.
• Selección de herramientas TIC que
favorezcan esos postulados
Fuente: Silva (2012, p.78)
Pensar en el diseño de este tipo cursos automáticamente invita a reflexionar en su desarrollo, lo
que implica pensar en la función del docente y de las estrategias o técnicas que utilizará para
implementar el proceso formativo, previamente planificado. Lo cual es parte medular de los
ambientes virtuales de aprendizaje.
Características de los Ambientes Virtuales de Aprendizaje
Salinas M. (2011) define un ambiente de aprendizaje como un “espacio educativo alojado en la
web, conformado por un conjunto de herramientas informáticas que posibilitan la interacción
didáctica”. El uso de estas herramientas permite generar espacios que faciliten el logro del
propósito u objetivo de la formación del estudiante, el abordaje de los contenidos, la
comunicación entre los participantes, adaptabilidad de los tiempos de los estudiantes. Además,
propician que éstos desarrollen habilidades de autoaprendizaje y llevar procesos de evaluación en
los diferentes tipos (diagnóstica, formativa y sumativa) y formas (coevaluación, autoevaluación y
heteroevaluación).
Tabla 1. Características de los Ambientes Virtuales
Características de los Ambientes Virtuales
Favorecen el aprendizaje activo y participativo
Dejan atrás la formación transmisiva y se enfoca en la formativa
Promueven la interacción entre los participantes
Promueve la comunicación sincrónica y asincrónica
Favorecen el trabajo colaborativo
El aula está donde está el alumno
Permiten actualizar los contenidos constantemente
Existe un enriquecimiento colectivo sin límites geográficos
Se logra el intercambio de ideas, opiniones y experiencias
Se puede acceder desde cualquier lugar solo con una
computadora y acceso a Internet
Fomentan el aprendizaje multimedial; combinando texto,
audio, imágenes, video, etc.
Abren espacio para un tipo de aprendizaje más integral
Permiten integrar infinidad de fuentes de conocimiento,
dándole a éste un carácter casi ‘ilimitado’.
Ofrece diversidad de herramientas de evaluación que permiten
medir la evolución del alumno
Fuente: Construcción del Autor.
También deben ser pensados desde la lógica e interés de los estudiantes, de ahí que sea
interesante poder caracterizarlos para tener elementos en la mejora de estos ambientes de
aprendizaje, por consiguiente, en su formación.
Caracterización de los estudiantes
Los estudiantes que participan en esta modalidad de aprendizaje tienen características muy
particulares. Por ejemplo, desempeñan roles más activos. Estos se desenvuelven en grupos
heterogéneos en edad, intereses, ocupación, motivaciones, experiencias, aspiraciones, entre otras
particularidades. Desde la perspectiva constructivista “el que aprende no es visto como un
recibidor pasivo de conocimientos, sino como un constructor activo del mismo” (Chrobak, s/f).
Sin embargo existen aspectos muy particulares que se han de retomar en un primer momento en
el diseño de estos ambientes, estableciendo un perfil genérico de los aprendientes. A continuación
se enuncian algunos:
● Desarrollar un alto nivel de autonomía que le permita seguir las indicaciones del curso y
obtener el aprendizaje derivado de ellas.
● Contar con habilidades y conocimientos básicos en el manejo de las TIC.
● Capacidad para relacionarse con sus compañeros.
● Tener una alta disciplina en el manejo del tiempo para garantizar así el cumplimiento de
los objetivos educativos.
● Mantener comunicación continua con su profesor y sus compañeros a través de medios
sincrónicos o asincrónicos.
● Adoptar e interiorizar un papel protagónico en su formación, como agentes activos en la
búsqueda, selección, procesamiento, asimilación y generación de la información.
Figura 3. Características de los alumnos en la virtualidad.
Responsable del Aprendizaje
Autodisciplinado
Autoregulado
Capaz de tomar decisiones
Mente abierta para compartir y escuchar
Organización de tiempo
Habilidades en el uso de TIC
Perfil del Alumno
Automotivación
Trabajo en equipo
Estratégico
Capáz de resolver problemas
Construye su propio conocimiento
Desarrollo de habilidades en la escritura
Pensamiento crítico y creativo
Fuente: Construcción del Autor
Perfil del Docente en la Virtualidad y Capacitación Docente
Actualmente los modelos educativos caracterizados por esta tercera generación (véase la figura
1), se da un giro radical en la configuración del actuar del docente, ubicándose ante un entramado
complejo de actividades que se
deben
realizar a fin de responder a los planteamientos
filosóficos, pedagógicos, psicológicos, epistémicos, sociológicos, políticos y tecnológicos de
dichos modelos.
A partir de los anterior puntos, el docente es considerado como un agente mediador, facilitador y
generador de aprendizajes, no sólo con vasta experiencia y conocimientos profundos de su campo
profesional y disciplinar, sino un profesionista de la educación, con habilidades para fomentar
procesos que generen aprendizajes significativos, quienes propicien la pertinencia y calidad de la
formación y la investigación, para así difundir sus conocimientos y cultura hacia la sociedad y
que se comprometen con ella.
Un factor que ha marcado el rumbo en relación a la práctica docente en esta modalidad es la
integración de las competencias, sin lugar a duda es un campo de amplias discusiones debido a su
origen, por tanto, con un enfoque centrado hacia la atención a las necesidades del mercado
laboral y económico, dejando de lado los aspectos sociales. Es preciso aclarar que actualmente la
competencia, en palabras de Pérez (2009, p.80), “abarca conocimientos, habilidades, emociones,
valores y actitudes, es decir un saber, saber hacer y un querer hacer”. Esto involucra una serie de
atributos mentales que la sustentan y le permiten actuar en diferentes situaciones y contextos, con
una fuerte orientación ética.
Con lo anterior se reafirma la idea acerca de que la docencia no es una actividad que cualquier
persona pueda ejercer y más si lo posicionamos ante dos retos complejos: modalidades educativas
de tercera generación y en enfoque de competencias, por derivado la importancia de seguir en
constante actualización.
La responsabilidad del docente va más allá de sólo impartir los cursos o dar las clases, le implica
una tarea más profunda para con sus estudiantes, pues en esta modalidad es indispensable
conocer a estos actores debido a la diversidad de estudiantes que conforman estas comunidades
de aprendizaje. Por lo tanto es necesario y de suma importancia, conocer quiénes son, cuáles son
sus referentes previos, actitudes y comportamientos, tipo de necesidades e intereses, expectativas,
esto es, realizar un diagnóstico exhaustivo de la población estudiantil que permita adecuar y/o
modificar lo que ya se ha planificado.
Es importante señalar lo que menciona Palloff y Pratt (2001) aún cuando el profesor:
No tenga un estilo dinámico y entretenido de enseñar, pero posea un buen dominio de la
materia, sea flexible, esté dispuesto a renunciar a cierto control del proceso de enseñanzaaprendizaje, estimule y potencie el trabajo autónomo y cooperativo, permite una mayor
interacción personal y que se apoye en ejemplos y experiencias en la vida real, puede ser un
excelente candidato para desarrollar y ofrecer cursos en línea (p. 35).
Estos autores enfatizan la importancia y superioridad de trabajar en cuestiones más de tipo
actitudinal, quien le permitirán incursionar en este tipo de cursos, en donde radica el éxito o
fracaso de estos cursos.
Problemas y retos
Uno de los grandes problemas y retos a los que se enfrentan los diseñadores instruccionales al
construir ambientes virtuales de aprendizaje, es la integración de los docentes que no han tenido
la oportunidad de trabajar en esta modalidad. La problemática radica, precisamente, en cuestiones
de tipo actitudinales, pues la inclusión de las TIC en la educación implica un cambio en la
concepción del papel del estudiante y por supuesto del profesor.
El profesor no sólo deja su papel tradicional de conocedor absoluto de la disciplina, de “dador”
de conocimiento, para procurar paso al verdadero protagonista del proceso de aprendizaje: el
alumno. El profesor, además, va más allá de ser el espectador de este proceso; se convierte en el
acompañante, guía, facilitador, mediador, instructor, tutor y asesor de cada alumno.
Un profesor que se adentra a los procesos educativos del universo virtual, no puede suponer que
la dinámica de trabajo en ambientes presenciales es lo mismo que en ambientes virtuales o a
distancia.
Por tanto, el gran reto de la capacitación docente desde dos dimensiones:
Esquema 1: Dimensiones de capacitación en modalidades No Escolarizadas
Conocimiento y
habilidades en:
 Modelos de aprendizaje
de e-learning y a
distancia.
 Esquema de colaboración
y cooperación.
 Uso y aplicación de
herramientas
tecnológicas.
Cuestiones de tipo:
Actitudinal
Aptitudinal
Fuente: Construcción del autor
Otro aspecto elemental de este facilitador y mediador, es el cambio en las funciones, ya que como
tutor poseer atributos como: empatía para lograr entenderse con sus alumnos a pesar del tiempo o
el espacio; proactividad para resolver los problemas tecnológicos; motivador; manejar medios de
comunicación y, asimismo, debe ser un experto didáctico.
Un elemento importante de la tutoría es entregar al alumno información pertinente acerca de lo
que está haciendo, de manera que, le permita entenderlo e incorporarlo como parte de su
experiencia personal y vital, ofreciendo feed-back adecuado. Al igual que en la educación
presencial, el profesor realiza actividades para una buena planeación académica, como: definición
de objetivos, preparación de los contenidos, selección de metodología apropiada, elaboración de
material didáctico y elaboración de plan de evaluación.
La labor del docente virtual se puede clasificar en cinco aspectos significativos: académicapedagógica, técnica, organizativa, orientadora y social
○ Académica- Pedagógica: Definir los objetivos de aprendizaje, diseñar actividades y
situaciones de aprendizaje de acuerdo a un diagnóstico previo, determinar los criterios
de evaluación, cualitativa y cualitativa
○ Técnica: Planificar, facilitar, guiar el uso de recursos didácticos; gestionar los grupos de
aprendizaje; seleccionar y utilizar los recursos tecnológicos de acuerdo a los objetivos
establecidos.
○ Organizativa: Planificar y gestionar el desarrollo del curso; organizar el trabajo en grupo
y facilitar la coordinación entre los miembros, establecer estructuras en la comunicación
grupal e intergrupal.
○ Orientadora: Facilitar técnicas de trabajo intelectual/conceptual para el estudio en red
colaborativa; motivar y asegurar que los alumnos trabajan a un ritmo adecuado;
incentivar el juicio de valor del alumno, fomentando un proceso de análisis y síntesis;
informar a los estudiantes sobre su progreso en el estudio.
○ Social y de Coordinación: Organizar la interacción definiendo claramente los roles del
estudiante y tutor; fomentar el trabajo en el grupo, entre participantes y tutor,
favoreciendo el desarrollo de argumentos; animar y estimular, integrar y conducir las
participaciones; dinamizar la acción formativa y el trabajo en grupo. (Digión, Sosa,
Velázquez, 2006).
Es importante, en este sentido, incorporar mecanismos de capacitación docente, pues se ha
convertido en una actividad apremiante, la cual ha de ser diagnosticada en cada centro educativo,
a fin de determinar las necesidades particulares del profesorado de acuerdo al contexto, a las TIC
con que interactúa y al nivel de virtualización que ha de implementar. Pero no se trata
simplemente de capacitar para usar tecnologías en el aula, o para el uso de la computadora para
procesos de planeación académica. Baran, Correia y Thompson (2011) establecen que justo en
concordancia con el contexto “Las competencias tecnológicas, las competencias de comunicación
y las competencias relacionadas con la asesoría pueden ser consideradas más importantes que
otras dependiendo del contexto y cultura de los ambientes virtuales de aprendizaje”.
Ante este panorama, el perfil del docente ha cambiado de manera significativa, de ser transmisor,
ahora se centra en ser orientador, facilitador, mediador y motivador. Se ha dado un cambio en el
rol que antes suponía al docente como protagonista del proceso de aprendizaje, el cual involucra
distintas formas y medios de comunicación entre los diversos actores de este proceso. De tal
manera,
que hoy no sólo debemos procurar la actualización en cuanto al uso de diversas
tecnologías en el aula, sino que esta inclusión de las TIC en la educación, supone un cambio
actitudinal, un cambio paradigmático.
Un asesor en línea no se limita a exponer un tema ante sus alumnos apoyado en las tecnologías de
la información y comunicación, también procurar el fomento del autoaprendizaje y la
autogestión, con la finalidad de que el estudiante se apropie de la responsabilidad de su
aprendizaje. De igual forma, un asesor en línea funge como mediador entre los contenidos y el
estudiante, como facilitador y como acompañante del proceso mismo de aprendizaje.
Flores Salazar (2007) establece en su informe de investigación que en la capacitación tradicional:
En ningún momento se hace mención sobre la importancia de fomentar en el alumno
aprendizajes significativos, o la promoción del desarrollo del estudio independiente y, por
ende, impulsar el desarrollo de habilidades tales como el automonitoreo, la autogestión y la
autorregulación. De tal manera que, la responsabilidad en la generación del aprendizaje recae
en el tutor y no se propicia este ‘paso de la estafeta’ al alumno para que sea, él mismo, quien
regule y controle su propio proceso de aprendizaje (p.5).
En el documento “Integrating technology in teaching and teacher education: implications for
policy and curriculum reform”, se establece una postura en cuanto a que no es suficiente con
capacitar al profesor en el uso de la computadora, sino que debemos apoyar la capacitación
multimedia y estimular el cambio de paradigma en el que el profesor deje de concebirse como un
“dador” de conocimiento y se convierta en acompañante, guía, instructor y principal promotor del
aprendizaje colaborativo (tan castigado en la educación formal). Según los autores Vrasidas y
McIsaac (2001), los programas de preparación docente no deben ofrecer solamente un curso en
educación tecnológica, conjuntamente deben demostrar el uso efectivo de la tecnología en la
docencia a los mismos profesores. De este modo, al vivir la experiencia de capacitación como
alumnos de un curso apoyado en las TIC, pueden experimentar la construcción del aprendizaje
con apoyo en la virtualidad, o bien, con base en esta modalidad.
“No lance la tecnología al salón de clases y espere buenos resultados. Enfóquese en cambiar la
pedagogía, no la tecnología. El aprendizaje 2.0 se basa en cambiar radicalmente la relación entre
un maestro y los estudiantes en el proceso de aprendizaje" (Tapscott, 2009). El cambio del rol del
docente supone una actitud de acompañante, de guía, de instructor, y además, dejar de lado la
actitud autoritaria del proveedor del conocimiento para participar como asesor del verdadero
intérprete del aprendizaje: el estudiante. En este sentido “los docentes somos los encargados de
despertar el deseo y el placer para que aprendan. Se aprende haciendo, cometiendo errores,
reflexionando y rectificando, casi siempre con la ayuda de los compañeros y los expertos”
(Videla, 2010, p.4).
La capacitación tecnológica, no es suficiente para que un profesor se desempeñe eficaz y
eficientemente en un entorno virtual,
que supone un cambio en las funciones que ha de
desempeñar. Por ello, proponemos que cada entidad educativa determine las características de su
comunidad académica, considere las particularidades del contexto virtual, es decir, determine en
qué punto del espectro de la virtualidad se han de situar los cursos que sus profesores atenderán.
Con estas consideraciones es necesario establecer, un programa de capacitación que no sólo
ayude al desarrollo de las competencias tecnológicas, asimismo a aquellas competencias que
ayuden a que los profesores conozcan estrategias de evaluación, retroalimentación y
comunicación, en otras palabras, competencias pedagógicas y andragógicas (según sea el caso)
para que los profesores puedan desempeñarse como facilitadores, los cuales
propicien la
metacognición entre sus estudiantes, y les ayuden a desarrollar el aprendizaje significativo y
colaborativo.
Conclusiones
La educación virtual ha provocado que los espacios destinados a la docencia, sean ocupados por
docentes que además de cubrir con un perfil específico, deberán estar comprometidos con los
estudiantes y sus aprendizajes, en resumen, que estén en constante capacitación y mejoramiento
del desempeño en las aulas virtuales, dando así apertura al cambio y sin resistencia ni miedo a lo
desconocido. Pero sí con avidez de aprender y aprovechar las bondades de la educación virtual;
adoptando diversos roles para lograr una mejora en la educación de nuestro país, y salir de su
zona de confort y enfrentarse a los desafíos que se le presenten.
La misma virtualidad ofrece escenarios que ayudan a los docentes a su mejora continua. Es
cuestión de abrirse un poco al cambio y tomar este nuevo rol del docente, con la misma entrega
con que los estudiantes acceden a la red en una búsqueda insaciable de conocimiento.
El docente deberá dejar atrás el rol de transmisor de conocimientos, guiando a sus alumnos al
desarrollo de competencias necesarias para un exitoso desempeño en la Sociedad de la
Información y el Conocimiento, en la que estamos inmersos. No sólo dirigiendo su atención a las
Tecnologías de la Información y Comunicación, sino procurando sinergia con el Diseño
Instruccional, basado en teorías cognitivistas y constructivistas, para lograr una metodología
instruccional híbrida con las teorías del diseño de ambientes virtuales;
reconociendo la
heterogeneidad de sus alumnos y adaptándose a sus necesidades y saberes previos.
El tomar la evaluación como un proceso de seguimiento continuo, permite al docente intervenir a
tiempo,
y no como la oportunidad de asignar un valor numérico a los estudiantes para
descalificarlos más que para calificarlos.
Del mismo modo, los ambientes virtuales de aprendizaje abren espacios a alumnos interesados
en su aprendizaje,
con la firme convicción de que el conocimiento es la puerta a todos los
desafíos que su vida profesional les presente. Deberán optar por nuevos roles que les den la
oportunidad de generar conocimientos, dejar de ser receptores pasivos y jugar un papel más
importante en su educación.
Si la educación virtual sigue evolucionando como lo ha hecho hasta ahora, todos estos desafíos
serán aprovechados y reorientados hacia el desarrollo de los estudiantes.
Esto también implica una responsabilidad para las instituciones educativas, pues así como
establecen un perfil de ingreso de sus estudiantes y tienen un sistema de administración de
información de ellos, es importante también establecer claramente un perfil docente para ello. Y
construir todo un sistema de seguimiento y monitoreo de la práctica docente en esta modalidad.
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reflexiones desde la práctica. En Revista de Investigación Educativa, 20 (30), 135-154.
Sobre las autoras
Dania Marlyn Alarcón Ortega: Secretaría de Educación Pública del Estado de Nayarit, Escuela
Secundaria General “Hermanos Serdán”, San José del Valle, Nayarit. daniamarlyn@gmail.com.
Profesora de Educación Básica, Secundaria; de la asignatura de Tecnologías. Línea de
investigación: La era digital y la práctica docente a nivel secundaria.
Sofía de Jesús González Basilio: Universidad Autónoma de Nayarit, Secretaría de Docencia,
Cd. de la Cultura Amado Nervo s/n, Tepic, Nayarit. sofia_gonzalezb@hotmail.com
Colaboradora en la Secretaría de Docencia en lo relacionado al diseño y fortalecimiento de los
proyectos curriculares de nivel de Profesional Asociado y Licenciatura. Docente de la
Licenciatura en Ciencias de la Educación en el Área de Ciencias Sociales y Humanidades. Línea
de investigación actual: Currículum y Educación Media Superior.
Claudia Adriana González Quintanilla: Universidad de Guadalajara, Centro Universitario de
Ciencias Económico Administrativas, Coordinación de Tecnologías para el Aprendizaje.
Periférico Norte 799. Núcleo Universitario los Belenes. Zapopan, Jalisco.
claudiagquin@gmail.com.
Es jefa de la Unidad de Diseño Educativo, se dedica al diseño instruccional de cursos en línea y
presencial enriquecido. Profesora en la Lic. en Educación del Sistema de Universidad Virtual.
Línea de investigación: capacitación docente para la inclusión de las TIC en la educación.
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