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UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO
MAGÍSTER EN ESTUDIOS SOCIALES
Y POLÍTICOS LATINOAMERICANOS
¿Modernidad y Bienestar? Escenarios para la
articulación de políticas sociales dirigidas a la
Familia en los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle
Bachelet.
ALUMNO: EDMUNDO MERCADO CABRERA
DIRECTOR DE TESIS: OMAR RUZ AGUILERA
FECHA: 29 de Diciembre del 2010
A mi Familia,
Por su incondicional amor y apoyo.
Edmundo.
2
ÍNDICE
RESUMEN…………………………………………………………….5
1. INT RODUCCIÓN…………………………………………………7
2. CAPITULO
1:MARCO
TEÓRICO
Y
ANTECEDENTES
GENERALES….....................................................................……………14
2.1 Campo y Cuerpo: Bases para Comprender lo Familiar de la
Familia…………………………………………………………………………14
2.2 La Familia como institución articuladora de lo individual y lo
social…………………………………………………………………………..19
2.3 Hitos y evolución en la perspectiva del desarrollo social
chileno…………………………………………………………………………26
2.3.1 La discusión para incluir a la familia en los temas del desarrollo
social chileno…………………………………………………………………..26
2.3.2 Emergencia de la Familia en la Época posdictadura……………….35
2.4 Notas del Capítulo……………………………………………………....45
3. CAPITULO 2: UNA MIRADA: CONTORNOS DE UNA POLÍTICA
SOCIAL DE LA FAMILIA EN CHILE……………………………………….48
3.1 Las opciones de Familia en los Regimenes de Bienestar frente a
la experiencia chilena……………………………………………………….48
3.2 La experiencia Latinoamericana y Chilena frente al abordaje de
lo familiar...……………………………………………………………………56
3.3 Aspectos en la perspectiva la transformación de la Familia en la
vida nacional. La visión de una década (1992-2002)………………….63
3.4 Notas del Capítulo………………………………………………………70
3
4. CAPITULO 3: ARTICULACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES DIRIGIDAS
A LA FAMILIA: GOBIERNOS DE RICARDO LAGOS Y MICHELLE
BACHELET……………………………………………………………………71
4.1 Los Programas de Transferencia Condicionada (PTC)……………..71
4.2 Los Gobiernos de Ricardo Lagos y Michel Bachelet: una mirada
general en torno a la política social………………………………………….80
4.2.1 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Ricardo Lagos
Escobar…………………………………………………………………………….80
4.2.2 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Michelle Bachelet
Jeria………………………………………………………………………………...93
4.3 Aplicación y Análisis de Metodología propuesta……………………102
4.3.1 Variables de análisis……………………………………………………...102
4.3.2 Integración entre Ejes temáticos propuestos y contenidos…………..104
4.4 Resultados de la Investigación………………………………………….152
4.5 Notas del Capítulo…………………………………………………………156
5. CONCLUSIONES……………………………………………………………158
6. BIBLIOGRAFÍA …………………………………………..…………….......162
7. ANEXOS……………………………………………………………………...169
4
RESUMEN
El presente estudio, analiza los campos sociales desde los que el discurso
de la Familia, cobra presencia y logra distinguirse, en la acción que la
sociedad propone, en torno a la conformación del individuo en un ser social.
De esta forma tensiona su condición de objeto; tanto en lo teórico y empírico,
estableciendo como hito, -en la perspectiva del análisis y discusión nacionalen materia de políticas públicas, la constitución a mediados de la década del
90, de la Comisión Nacional de la Familia (CNF), y la elaboración de un
Informe, que reflejó en calidad de diagnóstico, la situación en el país, a fin de
favorecer un alineamiento con diseños de acción y las dimensiones jurídicas
y sociales, que tuvieran un impacto global con los lineamientos propuestos
hacia el año Internacional de la Familia (1995), patrocinado por la
Organización de Naciones Unidas (O.N.U).
Al respecto, se revisan aspectos que resulten centrales en la caracterización
de la Familia, en si misma y lo familiar, como una expresión de condiciones
externalizadas a procesos societales, que intencionan perspectivas de
desarrollo. Estos se ven reflejados en tipos de regímenes de bienestar,
articulando la oferta técnica que genera el gobierno con los campos
emergentes y la capacidad de propuesta de otros actores sociales como el
mercado y la sociedad civil.
De esta forma, se centra el análisis, en las proposiciones y condiciones que
heredan los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, y su estrategia
para la inclusión de la Familia en la agenda pública.
El planteamiento analítico de la información se desarrolla, a través de tablas
de integración, para la elaboración de un discurso comprensivo, a partir de
categorías que den cuenta de tendencias de cambio y distinción entre
la preocupación y acción de la Familia y lo familiar, relevando el estado
5
del arte y su posibilidad de consolidación en procesos de desarrollo social en
Chile, en la medida que se estén respondiendo a desafíos realistas con las
transformaciones
y
nuevas
miradas,
instaladas
desde
un
proceso
modernizador, que ha experimentado en las últimas décadas, una visión
política debilitada en la representatividad de las miradas dominantes
elaboradas sobre la Familia, desde el arreglo denominado por los teóricos, el
pacto tácito u orden social estructurante, desde el periodo de posguerra, en
torno a un tipo ideal por parte de la sociedad, la industrial y por otra de
Familia, la nuclear.
Para culminar con la fase analítica sintetizada en los resultados principales
vistos por ejes de integración y las conclusiones que interpretan los porque
si y no de la modernidad y el bienestar como ejes para articular políticas
sociales de Familia.
Finalmente se presentan la bibliografía y se anexan a modo de
ejemplificación algunas matrices organizadoras del análisis del documento.
6
INTRODUCCIÓN
Son diversos los autores que definen a la Familia como un fenómeno
universal,
modélico,
institucional
y
en
constante
tensión
entre
la
transformación y adaptación de sus miembros a la sociedad. (Goode, 1966;
Munné, 1970; Levi-Strauss, 1957). A partir de estas nociones, la Familia
constituye un objeto teórico de análisis para las ciencias sociales y por
tanto, comprensible desde sus características internas como en su
participación en procesos societales.
De esta forma, la Familia es reconocida como un agente intermediador entre
el orden natural o biológico y el cultural o social, constituyéndose en la base
de la experiencia que transforma al individuo en un ser social, adscrito a los
procesos culturales que determinarán su existencia, tanto en función de sus
propias necesidades como las de los otros miembros de ésta. (Morandé,
1999). Este proceso opera, a partir de significados sociales, transmitidos por
medio del lenguaje, los que construyen orientaciones de tipo cognitivas,
éticas y estéticas; bases para la comprensión de la Familia como una
comunidad de pertenencia, donde se modelan pautas de relaciones sociales,
que reproducen hechos demográficos, sociales y culturales, permitiendo
distinguir una visión sociopolítica, que la reconoce como un objeto
institucional y organizacional de la modernidad, identificada con los valores
que promociona – en particular la democracia, la libertad, el desarrollo – en
el transcurso del tiempo, tensionando de esta manera los esquemas
estructurantes del orden social.
Así, el estado del arte, da cuenta de una discusión, estableciendo lógicas de
ruptura, quiebre y transformación de un orden antiguo, en oposición de uno
más contemporáneo, marcado por la fenomenología de la modernización, a
saber: a) como un foco explicativo de su nuevo sentido, representado por la
crisis y b) como foco interpretativo de las capacidades con los que la
sociedad la enfrenta.
7
Las distintas discusiones teóricas que se articulan en torno al rol de la
Familia, demuestran una clara tensión al momento de abordar esta unidad
desde una perspectiva integral, es decir, desde una conceptualización capaz
de incluir y resituar las tensiones del poder social versus lo individual, en un
contexto de modernidad. Se presentan ambivalencias, tanto en su
concepción como su capacidad incluyente de las diversas manifestaciones
que se le pueden asociar.
Ante este contexto, el problema de estudio se establece desde la relevancia
que tiene la Familia como objeto de investigación en si misma. La
dualidad del “fenómeno Familia”, en su versión pública y privada, da cuenta
de una experiencia individual y colectiva, instalada en un relativismo que
complejiza y permite visualizar la diversidad de matices que provee su
análisis.
Se reconoce su calidad de eje articulador del orden a nivel individual y
social, en función del proceso de desarrollo experimentado en la sociedad
Chilena. Es en este contexto, donde se pueden ver las transformaciones y
sentidos establecidos desde una discusión teórica, que la sitúa como campo
de relaciones significativas, desde el cual se construyen distinciones que
marcan tendencias sociales en su organización, como en la capacidad
reproductora de pautas societales; y la institucionalización de prácticas
asumidas como acciones de políticas públicas e instaladas desde las
nociones de Estado de Bienestar y la experiencia de acción política,
derivada
del
hito
constitutivo
del
Informe
Nacional
de
Familia
(SERNAM,1994). Este último, catalogado como un diagnóstico organizador
de las propuestas de políticas públicas, desde el que se agendan una serie
de transformaciones estructurantes, de los propósitos de los gobiernos de la
Concertación en Chile, durante el período 1995-2007.
8
Ya teniendo identificado nuestro objeto de estudio, podemos plantear como
hipótesis que: “El concepto de Familia en el escenario de la discusión social,
puede ser redimensionado, en tanto articulador de un orden social, por lo
que se precisa revisar las formas de entenderlo desde el abordaje de lo
familiar en la acción de las políticas públicas, situando un hito para el análisis
en las transformaciones generadas desde la instauración de la Comisión
Nacional de la Familia (1994-1995) y el proceso conceptualizador y
operativo respecto del tipo prácticas institucionalizadas que generó bajo las
propuestas de los gobiernos de la Concertación desde el año 1995 hasta
año 2007 en Chile.
En relación a lo anterior, entonces es importante responder a las siguientes
preguntas: ¿Se ha conformado una visión de la Familia como un eje de
intervención en la acción del Estado, identificable en los Proyectos
Gobernantes de la Concertación, a partir de la constitución de la Comisión
Nacional de La Familia el año 1995?. A esta interrogante que claramente
marca el punto inicial del análisis, focalizado en las acciones de los
Presidentes Lagos y Bachelet (2000-2010), se unen preguntas secundarias
que se derivan ante el cuestionamiento del real impacto que ha tenido la
Comisión Nacional de la Familia en la constitución de una visión de esta
como un eje de intervención del Estado. De ser así, ¿Cuáles son las
estructuras y significados prevalecientes en las tendencias sociopolíticas que
la definen y posicionan dentro en la articulación individuo y sociedad?, ¿Se
constituye la Familia, a partir de las intervenciones diseñadas en políticas
públicas, en un campo o cuerpo de la acción estatal?.
En base a la revisión bibliografía, sabemos que la Familia es valorizada por
diversos actores que hoy activamente se involucran en su abordaje, ante la
pérdida de capacidad explicativa del Pacto Tácito (Guell, 2000). Esta
valorización conduce a preguntar: ¿Existe la concepción de Familia sólo en
los ámbitos públicos que instala la noción de Estado de Bienestar o también
en los provenientes de otros actores sociales como la sociedad civil y el
mercado?
9
Para dar respuesta a estas interrogantes se ha trazado como objetivo
principal: Analizar la configuración de la Familia como un eje en la
articulación de la relación individuo y sociedad, perspectivando la situación
en Chile, a partir de las principales discusiones emanadas de las propuestas
públicas contenidas en la noción de Estado de Bienestar y el trabajo de la
Comisión Nacional de la Familia. El cual puede resolverse a través del
desarrollo de los siguientes objetivos específicos: a) Establecer las
principales constataciones sociopolíticas desde las que se conceptualiza el
cambio que la modernidad ha generado en las relaciones individuo y
sociedad a través de acciones dirigidas a las familias, b) Identificar los
campos sociales que proporcionan distinciones a la acción práctica en el
abordaje de lo familiar, c) Describir las transformaciones que afectan a la
noción de estado de bienestar e impactan en la Familia, y d) Establecer
ámbitos transformadores de las estructuras definitorias de Familia en la vida
social desde un enfoque de propuestas de políticas públicas acorde a
cambio sociojurídicos y socioeconómicos posterior al levantamiento del
informe Nacional de Familia el año 1995.
La metodología del estudio implica un diseño de tipo descriptivo-exploratorio,
favoreciendo desde la revisión de fuentes documentales y caracterización de
referencias teóricas; el desarrollo de una metodología cualitativa para el
análisis, a través de matrices de integración categorial de contenidos
(Briones, 2002, Pérez, 1998) y un proceso de interpretación hermenéutica y
comprensiva (Verstehen), que permita su configuración y abordaje de los
objetivos propuestos en un sistema analítico bajo el formato de ensayo.
La
dimensión
temporal
considera
los
gobiernos
concertacionistas,
enfatizando el periodo entre el 2000 al 2007 como objeto de su análisis que
heredan el diseño planteado previamente por la Comisión Nacional de la
Familia, por parte de la sociedad chilena y hasta las iniciativas desarrolladas
en el gobierno de la Presidenta Bachelet.
10
Por otra parte, las unidades de análisis que orientan la sistematización de
la información se definen como: Las indicaciones de política social
contenidas tanto en discursos, decretos, leyes, planes, programas y
proyectos, validados por autoridades políticas y técnicas vinculadas a la
acción social y la temática de Familia. Asimismo las elaboraciones teóricas
recogidas desde las discusiones sostenidas por actores sociales
relevantes en los ámbitos jurídicos y científicos en encuentros de
organismos tanto públicos como no gubernamentales vinculados a la
temática de la Familia.
Los criterios de integración dimensionados para la presente investigación se
articulan en los siguientes ejes temáticos: a) Instituciones Familiares, b)
Desarrollo y Género, c) Delito y Justicia, d) Socioeconómicas y e)
Institucionalidad, Estos ejes, sus relaciones, integraciones y oposiciones,
componen el campo de análisis investigativo.
Antes de finalizar esta introducción, se plantea relevante explicar las
motivaciones que llevaron a desarrollar esta temática como tesis de
magíster.
En base a la experiencia empírica y a la mirada reflexiva que se ha dado en
torno al estudio de la Familia, como unidad de análisis, contenedora de
relaciones
significativas,
se
hace
necesario
generar
espacios
de
confrontación en base a los distintos modelos conceptuales que han nutrido
su análisis. Se plantea así,
estructuras
con
otras
poder ajustar visiones tipificadas como
emergentes
e
inclusivas
de
cambios
y
transformaciones sociales.
Por otra parte, profundizar en el cuerpo y campo que contiene la Familia,
como objeto de estudio en si misma, ayudará a articular principios de
gobierno y valores fundacionales del sistema democrático. De esta manera
las propuestas de políticas sociales, podrán tener contenidos acordes con un
11
análisis pertinente y contemporáneo del real alcance sociocultural, político y
económico que representa la Familia, como ámbito de preocupación e
intervención del Estado.
Finalmente, se ve necesario visualizar, en qué espacios y/o escenarios de la
sociedad opera y participa la Familia, ya que solo así, se podrían perfilar
instancias de integración entre el individuo y las instituciones tanto públicas
como privadas, relacionadas con el abordaje de este campo.
Para dar curso a los objetivos trazados en la investigación, los contenidos
temáticos se articularan en base a:
En el primer capítulo daremos cuenta del marco teórico que sustenta la
propuesta investigativa, en base al “campo y cuerpo de lo familiar en la
familia”, destacando las distintos autores que aportan en la tarea de
dimensionar cómo se ha articulado y articula esta unidad social. En este
mismo capítulo también referiremos en términos generales, al proceso
chileno que acompaña la definición y abordaje de la misma, hasta llegar a
los inicios de los gobiernos concertacionistas, escenario político que
contextualiza los periodos presidenciales de Ricardo Lagos y Michelle
Bachelet, estudiados en esta investigación.
En el segundo capítulo, ya entraremos en forma más directa al cómo las
opciones de familia han marcado y contextualizado los distintos modelos de
desarrollo, tanto desde la experiencia Chilena como Latinoamericana, siendo
el marco de análisis que nos introducirá en una perspectiva de “balance de
una década”. Ya teniendo este escenario de contenidos, nos adentraremos a
un tercer capítulo y final, donde directamente hacemos mención a las
políticas sociales, con énfasis en la Familia, asumidas y desarrolladas bajo el
mandato de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. Destacamos que estos
análisis parten de una mirada general al significado de los Programas de
12
Transferencia Condicionada, puesto que se articulan como los nuevos ejes
de las reformas de segunda generación en su dimensión social.
Dentro de este capítulo, se integra la metodología de investigación, mediante
la definición de los
ejes temáticos seleccionados, así como las
operacionalizaciones de dada uno bajo: Tendencias Sociales, Tendencias
Políticas, Tendencias Culturales, Económicas, Actores Sociales relevantes,
Modelos de Participación y Enfoque de Política Social. A cada eje le
asignamos los discursos presidenciales e ideas fundantes de sus itinerario
de gobierno, de los dos periodos focalizados, para así interpelar y analizar el
cómo la temática familiar en cada uno, es articulada e integrada desde la
agenda política y legislativa.
Finalmente, damos cuenta de los resultados de este análisis, con el fin de
perfilar la integración entre la agenda política y legislativa que sustenta la
mirada de la política social, centrada para este caso en “la unidad familiar”.
Serán estos resultados los ejes que orienten nuestra conclusión y por tanto,
reflexión final.
13
2. CAPITULO 1: MARCO TEÓRICO Y ANTECEDENTES GENERALES
2.1 Campo y Cuerpo: Bases para Comprender lo Familiar de la Familia.
Tanto la idea de satisfacción de necesidades básicas, como la población
bajo la línea de la pobreza, generan una preocupación pública en torno a la
noción de Familia. Esta preocupación se ve reforzada por el aumento de
desocupación que afecta principalmente a jefes y jefas de hogar y la falta de
un piso mínimo claro de prestaciones sociales por el retraimiento del Estado
de Bienestar.
Sin duda, esta línea de hipótesis, ha sido eje central de discusión desde el
ámbito de la sociología, en tanto la variable familiar es vista como
dependiente, a modo que es posible explicar lo familiar por un conjunto de
variables del sistema económico, social y político, pero no como una
institución o parte societal.
Esta idea fuerza, es esgrimida desde autores que analizan la familia en el
siglo XIX, entendiéndola desde su formato extenso y como unidad
productiva hasta la figura de la familia nuclear, en tanto es este formato el
que mejor se adapta al proceso de industrialización en un era capitalista.
Se enfatiza, la noción transformativa de la familia asumiendo esquemas de
análisis que dan cuenta de un orden social subordinado a los vínculos
familiares, en tanto menos se ha desarrollado el trabajo y los medios de
producción, siendo una condición de entendimiento, la comprensión de este
proceso como producto de las relaciones económicas que se desarrollan en
la sociedad.
Desde estos aportes, es posible establecer una visión clásica de la Familia
como una estructura que se concibe a razón de su entendimiento biológico:
a) interrelación entre géneros, b) procreación, c) lazos de consanguinidad
y/o convivencia adoptada, d) economía compartida como reproducción
14
material de vida, entre otros aspectos. De la misma manera, las dinámicas
intra y extra familiares, son posibles entenderlas desde una visión
organizacional, en tanto a) unidad para la acción individual y colectiva, b)
integración nuclear de preservación ideológica y afectiva, entre otras.
Entonces, tanto lo biológico como lo sistémico ponen de relieve a la familia
como una estructura empírica y dinámica, que presenta conexión teórica
con la idea de una teoría general de las instituciones (Bourdieu, 1997).
Por tanto, introducir la idea de una teoría general de las instituciones, cobra
relevancia, en tanto es posible establecer vínculos teóricos que ponen en
perspectiva dos ámbitos fundamentales, a saber: i) la idea de lo familiar
como “campo” y ii) la idea de familia como “cuerpo”. Desde esta
perspectiva, recoger la discusión de Bourdieu y vincularla a lo familiar y la
Familia, establece un ajuste de entendimiento en relación a la idea de
clases sociales o, más bien, del espacio social que da cuenta del carácter
estructural en la cual la familia se encuentra.
Si bien, el espacio social es posible ser entendido como aquel cuerpo
constituido por la relaciones entre las diferentes posiciones que los agentes
ocupan en la distribución diferencial de bienes y servicios, es en este
cuerpo relacional donde se juega la idea de constitución histórica, en tanto
espacio que compone la especificidad de la institución familiar y de su
funcionamiento.
Desde ahí, es posible concebir la idea de lo familiar como un conjunto
abierto de campos, relativamente autónomos y más o menos subordinados
en su funcionamiento y en sus transformaciones, al campo de la producción
económica.
Entonces, la delimitación del espacio social es concebida desde el capital,
como poder que actúa como principio de construcción de la diferenciación
social. Y es desde el capital, donde cada campo se distingue, se diferencia,
15
se hace interdependiente, en arreglo al tipo específico de capital que
constituye el espacio social. Por tanto, el espacio social es, en gran medida,
un espacio simbólico, que entrega la noción de status, en conformidad al
arreglo establecido.
No es, única y exclusivamente, una noción de espacio social en arreglo al
capital económico; sino más bien, una objetivización de las relaciones e
interdependencias que estructuran un campo que reconoce tanto la
complejidad como las propiedades de valor propio (i.e. otros capitales más
allá del económico).
No obstante, la objetivización de lo social estructura el espacio simbólico
que, a su vez, establece un sometimiento a los agentes – en pos de
constituir un condicionamiento semejante – que ayuda a la adquisición de
ciertas disposiciones que pueden ser entendidas como análogas (i.e. la idea
del habitus), en tanto determina una probabilidad de prácticas semejantes.
Entonces, el habitus (1) es, en gran medida, aquella disposición que articula
prácticas y sistemas de arreglos análogos a esas prácticas, permitiendo
constituir lo que Bourdieu llama el “mundo social representado”, a manera
de establecer las bases para la comprensión de un sentido común del
espacio social.
Es la comprensión de lo social – y las categorías que pueden ser derivadas
de ésta – lo que permite establecer las coordenadas necesarias para la
acción política, entendida como lucha política. Es decir, teoría y práctica
para la conservación y/o alteración de la comprensión del mundo social – y
las categorías que pueden ser derivas de ésta – en tanto posibilidad de
cambio no sólo de lo social (i.e. objetivización de lo social), sino también de
las representaciones que conlleva esa alteración.
16
Por tanto, es la lucha política la capaz de verificar el “campo de la
producción cultural”, como objeto de cambio social y de presentación. Es lo
político como punto de legitimidad de los principios de división del campo
social. Si las instituciones son una arreglo social, en tanto representación
del espacio social, es éste campo el establecido para hacer funcionar y
establecer la acción hacia la noción de cuerpo.
Sobre la integración duradera – aquella construcción histórica afianzada en
grupos que conforman identidad social – es posible establecer la noción de
cuerpo, en tanto agente encargado de reproducción de creencia en pos de
la existencia. Si bien, la creencia es en base a intuición, su transcendencia
está dada por la institución de rituales que tienden a la naturalización que
justifica la existencia. En otras palabras, la naturalización en grupos que
conforman identidad social, es producto de la justificación de la existencia,
más que la misma invención social o histórica.
No obstante – y según lo planteado por Bourdieu(Op. Cit) – la realidad
social es, en sí misma, objetiva y subjetiva a la vez, dando a los cuerpos un
proceso de decantamiento, que es posible vislumbrar en dos ámbitos de las
ciencias sociales: a) por una parte, la idea de objetivización (2), que
privilegia la mirada del mundo social, sobre la base de objetos
independientes de la conciencia del individuo y de la voluntad de los
agentes, en pos de coaccionar sus prácticas y representaciones y; b) por
otra parte, la idea de subjetivización, que privilegia la mirada del mundo
social a base de objetos sobre la noción de percepción, perspectivas y
puntos de vistas que los agentes tienen sobre esa realidad en particular.
Entonces, la Familia es – como categoría o arreglo nominal – un grupo con
identidad social, conocida y constituyente de cuerpo, en base al sentido o
significancia de funcionamiento dentro de un campo social dado. Es
construcción de espíritu (i.e. espíritu familiar) en tanto principio afectivo de
cohesión social, que se define socialmente en base a arreglos de
17
funcionamiento como cuerpo de o a un grupo que tiende a funcionar en un
campo. Es a la noción de cuerpo – o espíritu de cohesión familiar – que la
familia mantiene y reproduce el orden social, constituyéndose en aquel
grupo de ficción social bien fundada (Ibid).
De aquí, la noción de Familia es posible ser entendida desde un principio de
construcción socialmente establecido. Habría tres concepciones que
ayudarían, a entender el significado de lo antes planteado: i) primero, que la
familia es una realidad a sus miembros, un personaje transpersonal, dotado
de vida y un espíritu común y una visión particular de mundo; ii) segundo,
que la familia es un universo separado, donde sus integrantes están
comprometidos a respetar y perpetuar las fronteras, idealizando su interior
como sagrado [sanctus], secreto de puertas cerradas sobre su intimidad,
separado del exterior por la barrera simbólica del umbral, lugar secreto de
asuntos privados; iii) tercero, que el significado de morada, como lugar
estable donde vive la familia, casa en tanto propio y oculto a lo público,
oculto a la mirada del extraño.
Así, la Familia puede ser concebida como aquel agente activo, como sujeto
de prácticas sociales, capaz de reflexionar, de proponer, capaz de acción;
transgeneracional en su transmisión de saberes. Esto implica, a su vez, la
capacidad de desarrollar maneras de vivir que – en el mundo doméstico –
puede ser traducidas a: la Familia, como espacio donde lo económico no
opera, sino que abiertamente está en oposición a la idea del intercambio
económico, en tanto es lugar de confianza, afectos y obsequios, donde el
espíritu del cálculo, el interés económico no tiene representación o cabida.
Además, no sólo la Familia – como categoría – es un agente activo, de
principio de construcción, sino que también es principio de evaluación de la
realidad social. Es la Familia el espacio y/o modelo para la evaluación de
las prácticas sociales, a modo de categorizar las relaciones sociales, de
elemento verificador de los procesos de socialización.
18
Entonces, es a través de ese proceso de socialización que es posible
objetivizar las estructuras subjetivas, es decir, de cerciorar los principios
constitutivos del habitus, en tanto estructura mental y de incorporación a la
de estructura estructurante de prácticas sociales. Este proceso mental es
denominado, ley tácita de la percepción y de las prácticas, que sintetiza la
acción como práctica y representación a la vez (Ibid).
2.2 La Familia como institución articuladora de lo individual y lo social.
La modernidad y el proceso de modernización (3), que caracterizaron las
transformaciones vividas por los países de occidente – tanto en las visiones
de carácter valóricas, que fundan lo social como en las económicas, que
estructuran relaciones productivas, – han impactado en sus diversas fases
(Berman, 1998), sobre los procesos de desarrollo de sus sociedades,
respecto de nociones tan amplias y a la vez profundas como: i) el sentido de
igualdad ii) la democracia iii) el estado-nación y iv) la reciprocidad de los
intercambios; llegando al planteamiento de un nuevo orden de las relaciones
internacionales, marcado principalmente por la globalización (Castells, 2000)
y la asimilación de pautas y valores predominantes en su sentido cultural.
En este escenario, la noción de la Familia (4), se estructura a partir de la
tarea de reproducción, tanto de los esquemas de organización y control que
le permiten un orden orgánico, como de instrucción y formación de los
individuos que la integran. No obstante; la Familia, se ha visto afectada por
los procesos de modernización, que han involucrado transformaciones
tecnológicas impactando a nivel demográfico y económico, en las
estructuras de la sociedad y en los patrones funcionales de adquisición de
capitales, desde los que se accede por medio de relaciones simétricas y
asimétricas de intercambio, a bienes y servicios que generan condiciones de
seguridad, modelando pautas de consumo y proporcionando esquemas de
comportamientos individuales, adscritos a una matriz ética imperante basada
19
en los supuestos del comunitarismo, como conductor de la protección y en
tensión con una nueva propuesta individualista, frente a la gestión de los
riesgos (Sunkel, 2002).
Es en este contexto, que la Familia enfrenta nuevos órdenes y jerarquías
para su comprensión: a) por una parte, desacralizados de los valores
medievales y b) por otra, vinculados a las formas de producción capitalista,
como un eje hegemónico que le provee ámbitos de acción, que delimitan lo
público de lo privado y que responsabilizan a actores sociales como el
Estado y el individuo frente a su abordaje, incorporando a nuevos sujetos
como a la sociedad civil y el mercado, que pasan a constituir agencias
interesadas en su articulación, detonando una demanda de coordinación
social ,como una experiencia transformadora de su accionar e integrativa de
nuevos mares que tensionan el orden comprensivo de la Familia en la
sociedad premoderna y postindustrial (Lechner, 1997) .
Este hecho, proyecta un nuevo trato en su abordaje, marcado por la razón
instrumental,
como
eje
estructurante
de
realidades
normalizantes,
permitiendo el reconocimiento de la Familia como la unidad funcional básica,
desde la que se articula la sociedad y sus prácticas institucionalizadas, en el
marco de la experiencia de vida en familia y su condición de transmisora de
la cultura y de la sabiduría atávica, que orienta el devenir del sujeto, proceso
conceptualizado como la ontogénesis (5) de la vida social (Morandé, Op.cit).
Es así como se revisan las pautas de crianza; el matrimonio; la formación en
oficios y la visión del trabajo; la vida en moradas u hogares en común; entre
otras instituciones propias de lo familiar, permitiendo la complementariedad
con discusiones epistemológicas respecto de la conformación de la realidad
social, provenientes desde la ética del discurso y la razón argumentativa
(Habermas, 1985).
20
Entonces, la revisión es vista como un principio negociador, para abordar
temáticas y posionamientos, frente a transformaciones tan complejas en una
modernidad
reflexiva;
como
la
regulación
de
la
sexualidad,
la
complementariedad de géneros en tareas de crianza, la base del poder en la
intergeneracionalidad social y la segregación de la pobreza, entre otras.
Se evidencian los cambios y presiones a las capacidades adaptativas y de
transferencia de responsabilidades por parte de la propia sociedad, en
diálogo con la Familia y sus particulares demandas.
Frente a estos procesos, se han estructurado ajustes jurídicos, a partir de los
cuales se identifican distintos arreglos que permiten que la familia sea
reconocida desde la sociedad, en base a su condición de célula básica y
foco transmisor de la cultura, proporcionando un contingente explicativo del
contrato, a través de la cual se establecen redes de interdependencia, las
que transforman las relaciones familiares y societales, marcadas por
expectativas mutuas de acción, traducibles en formas de participación social.
De esta forma, la Familia aparece en tensión constante, de cara a los ajustes
entre el orden social establecido y las transformaciones que experimenta.
Es la experiencia de vivir en Familia, la que ha implicando una discusión
pública constante, que nutre el debate sobre incluir la particularidad como
una excepción, o bien, reconocerla como un derecho en el marco del modelo
de modernidad adoptado.
Sin embargo, es en este modelo de modernidad adoptado, donde se
vislumbra una dificultad de poder abarcar y/o contener las diversas
manifestaciones de Familia, que exigen un espacio de reconocimiento social
y, por ende, una búsqueda de integración y protección en un contexto de
igualdad (Ibid).
21
Por tanto, el configurar un esquema comprensivo para la Familia,
necesariamente debe recoger la idea de modelo de modernidad adoptado,
fundado en la noción de Estado-Nación y de desarrollo industrial, que
configura una visión de Familia entendida como “Pacto Tácito”. Esta idea, da
cuenta de un mandato que obliga y demanda un ordenamiento de diversos
componentes y procesos, desde los que se pueden caracterizar las
relaciones con la sociedad tanto en lo económico, político, cultural y social;
marcando el itinerario del desarrollo de lo familiar desde el periodo de
posguerra, arraigado en: a) la valoración del núcleo (i.e. nuclearismo
familiar), b) la tipificación de los roles de géneros y c) la construcción positiva
de la legalidad sobre la base del matrimonio. (Guell, Op.cit; Sunkel Op. cit,
Giddens, 1997).
Es este pacto, el que permite articular un discurso transformativo de la
Familia y la sociedad. Se logra reconocer la pérdida de capacidad explicativa
de éste, sobre la noción de Familia, en tanto el establecimiento de nuevos
arreglos sociales, implicando además, la clausura de procesos de desarrollo
e igualdad de oportunidades para abordar los cambios.
Se vislumbra que ésta, es valorizada por diversos actores que hoy
activamente se involucran en su abordaje – como lo son la sociedad civil y el
mercado – reconfigurando su noción colectiva y de grupo primario por la
individualización de sus integrantes, así como de la proximidad de sus
miembros.
Dentro de un ámbito propiamente latinoamericano, serán las reformas
estructurales – tanto de primera y segunda generación – un cauce de acción
que condiciona las posibilidades de discusión, canalizando en la acción del
Estado una mirada centrada en el bienestar y en la acción mediatizadora
que implica la aplicación de instrumentos de políticas públicas, sobre las que
opera un redimensionamiento de la relación entre familia y sociedad.
22
De la misma manera, se incrementa una base analítica que – desde la idea
de contrato social – atribuye al Estado el reconocimiento de la familia como
célula básica de la sociedad, sobre la que recae la tarea de proveer la
renovación generacional bajo una natural conmutatividad, demandante de
protección y apoyo para el abordaje de tal misión.
Complementariamente, hay perspectivas que recogen la mirada del
Bienestar,–por algunos agentes técnicos y políticos redefinida como
protección Social-, como dimensión integral del Estado, para la interlocución
en la relación Familia y Sociedad, facilitando la comprensión y asistencia –
de cara a las transformaciones y propuestas de acción –, inspiradas en un
modelo de desarrollo imperante, desde una base comunitarista en tensión
con una individualista, que apela a la iniciativa para acceder al bien común,
que tiende a resignificar el orden caritativo-religioso por uno técnicosecular.(Offe, 1988).
Entonces, entender a la Familia desde una concepción moderna, implica
proponer un esquema de análisis integral, adscribiendo en su definición la
noción de comunidad de pertenencia; que vincula a las personas, a través
de las estructuras que dan forma al parentesco (alianza, filiación y
consanguinidad) y se complementa con redes de afinidad, donde se
desarrolla el convivir, o sea la experiencia de estar en relación con otros, en
un contexto de mundanidad y,
bajo un sentido de transmisión de la
sabiduría intergeneracional, asociado a un espacio físico, de vida en común
que constituye el hogar (Morandé, Op. cit).
Como ya se ha planteado, son diversos los autores que definen a la familia
como un fenómeno universal, modélico, institucional y en constante tensión
entre la transformación y adaptación de sus miembros a la sociedad. (Goode
Op.cit; Munné, Op.cit; Levi-Strauss, Op.cit). A partir de estas nociones, la
Familia constituye un objeto teórico de análisis para las ciencias sociales y
por tanto, comprensible tanto en sus características internas como en su
participación en procesos societales.
23
De esta forma, la Familia es reconocida como un agente intermediador entre
el orden natural o biológico y el cultural o social, constituyéndose en la base
de la experiencia que transforma al individuo en un ser social, adscrito a los
procesos culturales que determinarán su existencia, tanto en función de sus
propias necesidades como las de los otros miembros de ésta (Morandé, Op.
cit).
Este proceso opera a partir de significados sociales, transmitidos por medio
del lenguaje, los que construyen orientaciones de tipo cognitivas, éticas y
estéticas; bases para la comprensión de la Familia como una comunidad de
pertenencia.
Se modelan en la Familia, pautas de relaciones sociales, que reproducen
hechos demográficos, sociales y culturales, permitiendo distinguir una visión
sociopolítica, que la reconoce un objeto institucional y organizacional de la
modernidad, identificada con los valores que promociona – en particular la
democracia, la libertad, el desarrollo – en el transcurso del tiempo,
tensionando de esta manera los esquemas estructurantes del orden social.
Así, el estado del arte da cuenta de una discusión, estableciendo lógicas de
ruptura, quiebre y transformación de un orden antiguo, en oposición de uno
más contemporáneo, marcado por la fenomenología de la modernización, a
saber: a) como un foco explicativo de su nuevo sentido, representado por la
crisis y b) como foco interpretativo de las capacidades con los que la
sociedad la enfrenta.
De esta forma, se entiende la relación entre la Familia y la Sociedad – desde
sistemas y procesos condicionados de manera interdependiente en la
producción de lo que estructura el orden social – a partir del trato o pacto
social tácito, que las vincula complementariamente en pos de una estabilidad
mayor, que evite el caos o su desmembramiento; tanto de sus unidades y
24
componentes más específicas como más generales, en la medida que el
aceleramiento de éstos tiene un impacto cultural que cada nación lo enfrenta
desde procesos de ajuste y estructuración de la propia sociedad (Guell, Op.
Cit).
Se señala un desequilibrio, entre una fuerte desregulación y privatización de
las dinámicas del orden social, con una débil cultura de individuación
ciudadana. El modo en que esta relación se ve impactado por la
modernización, parte del reconocimiento de su interdependencia, a partir de
un complejo entramado de vínculos, que se detectan desde su dimensión
histórica y se verifican a través, de las transformaciones de la Familia chilena
en la actualidad, indicadas por los informes del Programa de Desarrollo de
las Naciones Unidas, entre otros organismos que así lo acreditan,
enfatizando las nociones de problemas y crisis como ejes de un mismo
corpus, reconocido como el cambio en la vida familiar (PNUD, 2000, 2002,
2004).
Esto último, tensiona la relación entre los esfuerzos por mantener la
integración de la Familia, los cánones normativos de la vida social y las
incertidumbres que genera; favoreciendo la gestión de recursos, para
enfrentar quiebres y rupturas que amenazan los patrones que la sociedad
establece como las condiciones ideales y legales para la vida cotidiana y la
reproducción de seres sociales.
La dualidad del fenómeno Familia en su versión pública y privada, da cuenta
de una experiencia individual y colectiva, instalada en un relativismo que
complejiza y permite visualizar la diversidad de matices que provee su
análisis.
Por esto, resulta necesario establecer un horizonte de relaciones para
aproximarse a una visión integral de Familia. Lo que revela una cualidad
transformativa en relación al antiguo orden versus el nuevo, basado el
25
primero en una estructura productiva agraria y geocéntrica respecto de otra
con una ideología racional, industrial y basada en los valores de la
democracia, coincidente con la modernidad como contexto de desarrollo.
De la misma manera, los procesos de modernización aparecen como
estructurantes de “modos socioeconómicos”, de relación y convivencia;
impactando a nivel de las tecnologías, especialmente las dirigidas a
temáticas de control de natalidad, condiciones de supervivencia y
crecimiento de la población mundial (Castells, Op. Cit).
Por ello, identificamos en la Familia, un espacio de políticas, que hace de
ésta, un principio generador de acciones, que tensiona las visiones
restitutivas del equilibrio de poder social entre los diversos sectores sociales,
como forma de control ciudadano (Lahera, 2000).
Desde aquí, la dificultad de poder construir un concepto de familia que
integre funcionalmente las tensiones del poder social v/s lo individual, se
fundan en el anclaje de imágenes estructuradas en procesos de
transformación mediatizados por alianzas entre individuos y nuevos actores
que proponen nuevos modos no de ser Familia, sino de tolerar y/o aceptar lo
familiar.
2.3 Hitos y evolución en la perspectiva del desarrollo social chileno
2.3.1 La discusión para incluir a la Familia en los temas del desarrollo social
chileno
Pensar el modelo de Familia Chilena, ha implicado una constante
adscripción desde los Gobiernos de la Concertación con un objeto fundante
de la vida social, al que se dirigen acciones tendientes a su fortalecimiento y
la necesidad de construirlo sobre una lectura incluyente de los cambios y
variaciones que ha experimentado a nivel general.
26
La Transición a la democracia, conducida desde los gobernantes
democratacristianos,
hasta
los
de
vinculación
progresista
y
socialdemócratas; -o al menos-, cuyos jefes de Gobierno admiten
pertenencia a esa corriente, es comprensiva frente a las transformaciones y
cambios en la legitimación del modelo de Familia clásica, sostenido sobre la
idea de lo matrimonial como institución formadora y con padre trabajador y
sostenedor, junto a una madre cuidadora de los hijos y compañera pasiva
(en lo económico) de su esposo, favoreciendo la integración de otras
miradas, dotadas de un sesgo de disfuncionalidad, que se ha de redefinir e
interpretar desde patrones sociales más inclusivos, permitiendo fijar la
mirada en los fenómenos marcados por la ruptura o el quiebre de las
relaciones antes nombradas, la irrupción de lo público en lo privado y un
cuestionamiento sustantivo a las fuentes del poder en lo familiar.
Este cuestionamiento de la matriz clásica sostenida en el Pacto Tácito (6),
permite que emerjan el divorcio, la reconstitución familiar, la igualdad de
géneros, la monoparentalidad y extensión matrilocal, la distribución de
poderes en las tareas de crianza, entre otros temas que articulan la
discusión que une el eje familia y modernidad, como una tarea comprensiva
del nuevo escenario y articuladora de acciones que responden a sus
necesidades individuales y colectivas
De igual forma se modifica el centralismo en la base fundante de valores
alineados a la fe religiosa de tipo católica reemplazándose por otra, cuya
piedra basal la constituye la sociedad de los derechos humanos como eje
incluyente de la diversidad de valores presentes en la sociedad (PNUD,
2002. Op. Cit).
Sin embargo, en ambas perspectivas de ordenamiento valórico, se constata
que el ejercicio de la autoridad y la validación de la Familia, como un actor
social, opera positivamente dentro de los patrones de funcionalidad y
normalización de la condición de ciudadano, en la medida que apela a sus
27
capacidades para disponer de ciudadanos vinculados a las tareas de
responsabilización en temas de conducción de la nación, por tanto alineadas
con los discursos públicos fundados en políticas sociales, que describen a la
preocupación por mantener desde la Familia un foco de
protección y
oportunidad de desarrollo para sus miembros (Bourdieau, Op. Cit, Berman,
Op. Cit).
De esta manera, se otorga relevancia a la discusión de la Familia, en la
evolución de la política social, entendida esta última, como la preocupación
en la acción del Estado, por involucrar en su agenda de temas y acciones,
focos de interés público, para traducirlos, en base de la acción de
transferencia de recursos y sinergía, entre las necesidades de la población y
la capacidad orgánica de reacción de la institucionalidad con un sentido
local y global, por medio de acciones validantes de la población y
permanentes en sus externalidades positivas aparejadas a la serie de
programas, proyectos y medidas de corte jurídico y social que involucren
(Serrano, 2005).
De la Familia, se parte del reconocimiento de su rol, en la reproducción de
dinámicas de transferencia, protección y emancipación de los individuos que
conforman la base relacional entre el individuo y la sociedad, encuadrándola
en la herencia del “pacto tácito”, donde las garantías del empleo pleno y la
seguridad social, vínculo protegido desde el estado, a través de un régimen
familístico (7), operan de forma subsidiaria, solidaria colectivamente y
redistributivo,
encontrándose
además
en
repliegue
y
postergación,
delegadas a focos o grupos familiares , conceptualizados a nivel de hogares
pobres(8) (Ibíd.).
La revisión sobre el contexto histórico, en que la Política Social, ha
interactuado con la Familia, desde el inicio del proceso democrático
posdictadura militar, implica reconocer la hegemonía discursiva del Estado,
como actor central, desde un rol planificador y ejecutivo, en el diseño e
28
implementación de iniciativas legales y en planes y programas sociales;
sobre las formas de jerarquización tanto de los principios orientadores de la
toma de decisiones respecto de éstas, como de los criterios de selección de
alternativas y metodologías de resolución de conflictos, para la conducción
pública de la discusión que genera. Se permite por tanto, a través de la
Familia, mediatizar los intereses de grupos sociales, económicos, políticos, y
culturalmente asociados a una emergente discusión nacional e internacional,
potenciada por los efectos de la declaración de 1995, de parte de la ONU y,
enmarcada dentro del “Año Internacional de La Familia” (SERNAM, Op. Cit).
De esta forma –se anticipa un sesgo-, en el hecho de construir un relato
desde los registros públicos de actores con envestidura legal para su
accionar en el marco de la capacidad interpretativa de intereses colectivos,
vinculando así sus lógicas individuales con el rol público, siendo este último
asimilado a la expectativa tanto de conducción y modernización atribuida por
la ciudadanía a las figuras del poder ejecutivo, tras quienes existe un
proyecto político, vinculante a un proceso democrático de diálogo social bajo
aceptación y coordinación de grupos políticos diversos (PNUD, 2000 Op.
Cit).
Existen otros actores sociales, pertenecientes a grupos de interés con
figuración tanto a nivel de organizaciones de la sociedad civil como del
mercado, los que no serán objeto de la revisión, debido a que se toma como
núcleo discursivo central, la dimensión Estado.
En ningún caso se niega la presencia temática de estos actores, pero el foco
de análisis supone una articulación desde el Estado con estos agentes,
siendo, a partir de esta relación, donde se establecen las modalidades de
abordaje de la temática familiar en el ámbito público. Desde esta
perspectiva, no se construyen supuestos de evidencias atribuibles a éstos
directamente.
29
Como se planteaba en párrafos anteriores, la Política Social que se ha
vinculado a la Familia, parte de un rol central y articulador desde la
planificación del Estado. Esta política, se desarrolla en un contexto espacial
y temporal, matizado por diferentes hechos que proporcionan circularidad
sistémica a las relaciones Individuo y sociedad, a partir de diversos órdenes
(económico, demográfico, sanitario, etc.) que demandan una respuesta, o
bien, un diseño de acción social dirigida desde ella (Castel, 2003).
Las fuentes que condicionan esta acción están afianzadas, por propósitos
declarados como la distribución de la riqueza, la corrección de las
desigualdades, el logro de la equidad, entre algunas de las dimensiones que
en términos simbólicos, constituyen mecanismos de generación de control
social complementados con otros, de promoción y participación, en el marco
del respeto por los derechos humanos, como norte ético de la convivencia
social.
La razón utilitaria que funda la modernidad, viene a consentir una estrategia
de diálogo social, en que la apelación al individuo, se confronta desde la
modernización, a partir de un discurso de la responsabilidad, que emerge
fuertemente, gatillado por las características del sujeto, como portador de un
conjunto de facultades, en la perspectiva de derechos individuales y
habilidades de comportamiento social (Berman, Op. cit).
Nos enfrentamos a una nueva visión del individuo, que lo coloca en una
posición habilitada en su esencia, puesto que biológicamente es capaz de
constituir relaciones sociales extendidas.
Esta cualidad de naturaleza humana nos lleva a observar que todas las
formas de vínculo social tanto de solidaridad como de cooperación, están
asociadas a la idea de una participación natural en el colectivo, pero que es
condicionado por una acción de beneficio propio en su actuar. (Rosanvallon,
1995)
30
Igualmente se le asocia con la responsabilización, como una expectativa de
acción racional, en torno a fines, que operativizan las lógicas de la elección
selectiva, a través de un supuesto acuerdo, entre las determinaciones de
políticas que el Estado provee y la sensación individual, de satisfacción, en
una perspectiva de integración del individuo frente a un dispositivo
ordenador de lo social, que lo contiene y determina respecto de sus
intereses.
La idea de institución, aplicada a la Familia, se entiende como una
“tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores”
(Berger y Luckman, 1997: 47), generando una lógica de construcción entre
su estructura y dinámica, asumida tanto cuerpo y campo relacional. Desde
esta perspectiva, el “espíritu”, definido por Bourdieau (Op. Cit), se fija a
través de la acción del Estado y funda el arreglo, que da sentido a la acción
social, de base racional con que operaría el propio individuo en su relación
con la Familia y su apropiación de la cultura.
Esta relación posee un contenido simbólico, que cobra importancia sobre el
modo de hacer la política pública, esencialmente en cuanto concepciones en
tensión, desde un modelo familístico y residual, explotado por la dictadura,
basado en arquetipos conservadores, los que se enfrentan con perspectivas
subjetivas
que
involucran
necesidades
y
prácticas
integradoras
y
habilitadoras, para definir lo familiar, desde los principios de identidad,
totalidad y oposición (Offe, Op. Cit)
Con la democracia se recrean canales y agentes estratégicos, para abordar
la Familia, propiciadores del individualismo como categoría incluyente de la
particularidad, en condiciones de igualdad y de adaptación de la sociedad
frente a cambios y arreglos nuevos (Castel, op. Cit)
31
Este nuevo escenario conlleva a un proceso de modernización de base
jurídica y legislativa, afectando también las capacidades redistributivas, en
torno al diálogo, acuerdo, propuesta y, sobre todo, acción individual
responsable socialmente y sostenida en una conducta – acción objetiva –,
como una forma del principio de responsabilización individual con respecto al
abordaje y/o enfrentamiento de las crisis o problemas puntuales que enfrenta
la Familia, desde una noción funcional a la sociedad.
Destacamos que esta noción funcional de la sociedad, nace de la idea de un
Estado, cuyo accionar está en íntima relación con los intereses que se
forman desde el individuo que se desarrolla en la sociedad de manera
instrumental. Un Estado que debe facilitar el óptimo desarrollo humano en su
continuo proceso de optimización, teniendo por cualidad ser estratega, ágil,
flexible y perceptivo de las nuevas realidades societales, centradas desde
una noción individual.
Lo que se pone finalmente en entredicho, es que con la independencia del
tipo de acción que se sostenga, la responsabilidad de la política pública se
inicia desde el Estado y apunta hacia el sujeto, rescatando en él el concepto
de capital.
Este concepto se rescata como una dimensión posible de contener, en el
sentido colectivo; a través, de lo que se contextualiza la acción individual.
Esto ha llevado a la conformación de escenarios viables para la integración
de la noción de redes sociales como una articulador de las relaciones con el
mercado, asumido como un agente participativo de los procesos de
desarrollo (Rosanvallon, op. Cit)
Sin embargo, el mercado actúa desde la perspectiva del desarrollo de
excedentes
económicos
y
del
aprovechamiento
de
las
ventajas
comparativas, dentro del cual el Estado, en su amplitud ciudadana, no logra
aportar con personas competentes. Esto da lugar a la emergencia de una
lógica de la desigualdad que se constituye en un núcleo sistémicamente
irreproducible.
32
Ante esto, la participación del mercado no es viable en toda la acción de la
política pública, por un principio de selectividad del escenario de intercambio
y, más bien, se involucra en una dimensión del desarrollo cuya noción de
libertad, incorpora una discriminación positiva y negativa, respecto a la
acción individual demandante hacia el Estado en términos tanto tangibles
como intangibles (Giddens, 2001, Op. Cit).
Una de las discusiones en los inicios de la transición chilena, sostenía la
presencia de un modelo de democracia política y democracia social que
debía, en virtud de su naturaleza jurídica, civil, individual y liberal, enfrentar
las temáticas de demandas económicas, a través de la corrección de las
desigualdades distributivas de la riqueza, y en el desarrollo de sistemas de
seguridades sociales (Serrano, Op. Cit).
A partir de la constatación de un modelo de acción participativa, se buscaba
la introducción de agentes económicos al diseño de políticas, considerando
como un requisito de orden individual, pero de dirección externa, la
construcción de cuasimercados, como los espacios proveedores de la
institucionalidad. A estos espacios, se le podía delegar un marco de
confianza óptimo para la acción de la política, reproduciendo así, la
integración laboral y el sistema económico, como los actos constitutivos de
la permanencia y reproducción de la Familia (Corvalán, 1997).
Los cuasimercados, junto con diversificar las propuestas innovativas en la
acción sustentada en la oferta, impactaron en la nueva clasificación de la
competencia en la perspectiva de involucramiento del capital social y cultural
con el económico. Esto permitió dar relevancia suprema al sujeto
destinatario de las políticas públicas que sostenía, en concordancia con la
acción del Estado y del mercado, desde una visión portadora de sí mismo y
una expectativa subsidiaria con respecto a las alternativas y/u ofertas más
que a sus propias demandas (Ibíd.).
33
Se destaca que esta condición, atribuida al sujeto, nace desde un
cuestionamiento al orden económico que lo ve como un foco de “gasto
social”, depositario de una serie de subsidios catalogados de sociales, que
se traducen en la transferencia directa de recursos económicos. Estos son
transferidos, sea a través de agentes intermediarios de la demanda,
distribuidos por medio de una coordinación centralizada, focalizada y
delegativa de un rol de control y/o supervisión al Estado, sin que articule los
capitales sociales y las redes asociativas capaces de amplificar el impacto
de los recursos incorporados a los procesos de intercambios (Lahera, Op.
Cit).
La asistencialidad, dirigida a la pobreza, estereotipa y potencia a través de
sus distintos programas, como por ejemplo, el subsidio único familiar, las
pensiones asistenciales para la vejez, el subsidio de vivienda básica, el
subsidio del agua potable; una transferencia económica, que en proporción a
programas dirigidos hacia la demanda, llevan a cuestionar la diversificación
de los recursos con respecto a las estrategias de acción que dirige la política
social. Proporcionando a la vez una sensación subjetiva de pobreza,
patrocinada desde el Estado, dando por resultado una opinión ciudadana sin
oposición crítica ni respuestas o propuestas alternativas.
Esto hace de la política un escenario donde, la igualdad como una
alternativa entre derechos civiles y derechos sociales, renueva la discusión
sobre la capacidad técnica de acuerdos o consensos, en torno a la medición
de la pobreza, o bien, da cuenta de una incapacidad de gestión en el uso de
la información estratégica para el diseño de políticas.
El cruce de voluntades políticas y técnicas, permite la discusión, en torno a
la Familia, desde la supervisión progresiva de estímulos en un umbral de
sujetos, portadores de derechos, dejando esta condición como la base de
lectura de problemas y constituyendo desde la misma supervisión el proceso
de acción colectiva. Desde este escenario, el modelo de integración
34
ciudadana se presume igualitario, ya que disminuye las deficiencias técnicas
y, por ende, los riesgos sociales en la relación Familia y Sociedad (PNUD,
2004, Op. Cit).
Como reflexión final y desde este primer acercamiento, ante el cómo se
integra la Familia dentro del discurso público, es importante señalar que, el
diseño de una política, consiente no sólo es la introducción de mecanismo
de activación de mercado, sino también, es la articulación de canales y
redes de solidaridad social de tipo individual, cuyo núcleo o matriz última,
ineludiblemente culmina siendo el propio Estado, con independencia de la
proximidad o distancia que establezca con respecto al mercado reconocido
como agente modernizador del Estado.
2.3.2 Emergencia de la Familia en la Época posdictadura
Antes de comenzar a desarrollar los principales postulados que orientan el
abordaje de la Familia dentro de las políticas de gobierno, inscritas en la
época posdictadura (9), es importante revisar, o mas bien, entender cual fue
el contexto que posiciona un cambio, tanto político como ideológico en las
temáticas sociales, donde claramente la “Familia”, se inscribe como uno de
los actores, al cual se dirigen las estrategias y conceptualizaciones desde
una nueva “política social” en un escenario “democrático”.
Entender el escenario posdictadura, implica reconocer cuales fueron los
lineamientos principales del régimen dictatorial chileno, ya que son las
secuelas y consecuencias estructurales de este sistema neoliberal (10), los
heredados por la transición democrática. El proyecto civil-militar, revirtió las
relaciones entre economía y Estado, reduciendo éste al máximo posible, en
sus tareas integrativas, y redistributivas y, en su papel de referente de la
acción colectiva. Por otro lado, impulsó un conjunto de transformaciones
sociales e institucionales, conocidas como "modernizaciones", cuyos
significados principales fueron las privatizaciones de servicios públicos y
35
propiedades del Estado. Las relaciones sociales, se redujeron a mecanismos
de mercado, cortando así su vinculación con la acción política, es decir, se
genera un escenario de atomización social (Garretón, 2010).
Entender el contexto económico que consolidó las “reformas de primera
generación” (11), llevadas a cabo en Chile bajo el régimen dictatorial, y por
tanto sus efectos en la Sociedad Chilena, implica mirar el escenario global
que
consolidó
y
por
tanto
justificó,
la
aplicación
de
medidas
macroeconómicas en la mayoría de los países Latinoamericanos.
Estas medidas, parten de una crítica desde el “norte”, en base al papel de
las economias del Tercer Mundo, donde la imagen del Estado, era vista
como un ente limitador de los posibles “crecimientos económicos”. La
liberalización de los precios, la desregularización de los principales
mercados (especialmente en de capital y divisas), la eliminación de
subsidios, la búsqueda del equilibrio fiscal, la eliminación de las barreras
arancelarias, la privatización de las empresas públicas en sectores
competitivos, y finalmente la privatización del sector social, a cargo
anteriormente del Estado, son medidas que responden a una crítica del
modelo Keynesiano, pero también a los efectos de la crisis económica de la
deuda externa en la década de los 80.
En conclusión podemos señalar que en Chile, se implementó una serie de
importantes reformas económicas durante los años ochenta en un muy corto
período de tiempo lo que lo llevó a constituirse en un modelo representativo
de la economía de libre mercado.
Estas reformas comenzaron vigorosamente motivadas, más bien por un
marco económico-ideológico, más que por un modelo socio-político o
administrativo.
36
Las ideas de Garretón (Op. cit), permiten centrarse que una de las
consecuencias de este modelo fue claramente la limitación del Estado en su
antiguo rol social. Temas de desigualdad, concentración de riqueza entre
otros, son los heredados por un pacto democrático que continua enmarcado
bajo la lógica neoliberal.
Las tareas de reconstrucción política, que Chile asume a partir de 1990,
comienzan a configurar un nuevo escenario político- social, orientado a
revertir los efectos estructurales heredados. La “medida de lo posible” fue la
frase célebre con la que el presidente Aylwin (12), otorgó significado a los
procesos de restauración del orden democrático y reparación del trauma
social, producto del quiebre institucional y la serie de atropellos a los DDHH,
las que se unen a la restricciones de las libertades individuales. Destacamos
además que al ser el primer presidente concertacionista, su meta se orientó
a plantear “un crecimiento con equidad”, reflejados en los primeros avances
referidos a la temáticas de pobreza (Boenninger, 1997).
Antes de mencionar los lineamientos políticos de este primer periodo
concertacionista, es importante destacar que los cambios que se
comenzaron a vislumbrar a los inicios de la década del 90, parten de la
crítica ante los efectos sesgados de las reformas estructurales de la década
anterior (Fazio, 1996).
Un claro ejemplo del impacto de esta crítica, provino de la opinión de las
principales agencias internacionales.
El Banco Mundial, identificó que el
paquete de medidas aplicadas como parte de la reforma de primera
generación para América latina, desarrollaron un sesgo excesivamente
economicista que tendió a preocuparse casi exclusivamente de la
liberalización, privatización y estabilidad macroeconómica. A la luz del
análisis expuesto por este autor, podemos deducir paradojas latentes al
momento de ver retrospectivamente los efectos de las reformas de primera
generación.
37
► Dado el carácter económico cerrado de la Reforma, éstas tendieron a
crear un simple set de instrumentos de referencia netamente económica.
Existe una preocupación excesiva en la estabilidad macro, descuidando
la capacidad productiva instalada en los países para asegurar su
crecimiento.
► El traspaso de ciertas competencias de carácter productivo- competitivo,
antes desarrolladas por el Estado, hacia entidades privadas colocó muy
poca atención, en la creación de una infraestructura institucional que
asegurara un buen funcionamiento del mercado. Se enfatiza con un celo
excesivo en la propiedad privada, sin una homologación a la creación de
capacidades competitivas que se pueden desarrollar de éstas.
► Hay una falta de comprensión del rol Estatal para la creación de
instituciones que salvaguarden un proceso de transformación y
liberalización económica que haga sostenible el modelo en el tiempo. A la
vez se desconoce el rol histórico que cumplieron en algunos países
desarrollados la intervención Estatal en el esfuerzo de asegurar un
crecimiento sostenido.
► Falta de participación y consensos que hicieran inteligibles para todos, el
proyecto de desarrollo a llevar, por parte de las agencias y actores
generadores de los cambios.
► Se
desconoció,
que
en
economías
capitalistas,
antes
de
la
institucionalización del Estado de Bienestar, ya se habían presentado
problemas de volatilidad económica y conflictividad social derivados de
problemas de funcionamiento del mercado.
► Las reformas al no colocar, el foco de la discusión, en los intercambios
sistémicos, tendieron a concentrar su atención sólo en la implementación
y gestión de los cambios, olvidando así asegurar respuestas a los efectos
38
de las medidas “aumenta la desigualdad y no asegura la expansión
del mercado”.
► Un set de prescripciones innecesarias, que no aseguraron un crecimiento
económico, (privatizaciones rápidas y completas que no se tradujeron en
una transformación sustancial de los patrones acumulativos). Hubo una
frecuente confusión de los medios con los fines, puesto que los mismos
procesos de liberalización y privatización fueron entendidos como fines
(Stiglitz, 1999).
Las reformas de segunda generación, nos hablan de la necesidad de
implementar un desarrollo comprensivo, que no sólo transforme los patrones
de acumulación, sino que asegure un orden social como motor de desarrollo
a largo plazo.
La acción del Estado nuevamente se torna importante, ya no sólo como un
aparato catalizador de las demandas emitidas desde lo social, sino como un
agente motivador, impulsor y facilitador de las dinámicas individuales. Todas
las políticas emitidas en los últimos, que traen consigo la idea de
fortalecimiento de las capacidades relacionales entre el mundo de la vida y
el mundo sistémico de la sociedad civil, responden a estos nuevos desafíos.
Los principios esgrimidos desde un individualismo metodológico, que
sustentan las reformas de segunda generación, hacen comprensible el
desarrollo institucional, en la medida en que entrega estrategias de
crecimiento adquiridas de las lógicas mercantiles, o sea, el Estado provee de
una visión, de un sentido de dirección para que el desarrollo espontáneo de
las habilidades de los individuos pueda convertirse en una transformación
constante que asegure niveles de cooperación, directamente conectadas
con los beneficios propios del sujeto (Boenninger, Op. Cit).
39
El fundamento teórico- filosófico, de la llamada Reforma Estatal de segunda
generación, descansa entonces en una concepción protagónica de las
virtudes naturales del individuo con capacidad de potenciación, que no se
restringe a su cotidiano, sino que atraviesa todos los ámbitos de su vínculo
social. Se asume un sujeto transversal, capaz de ir potenciando sus
habilidades naturales a través de la generación de políticas, que muestren
caminos óptimos para el logro de fines individuales. Es la combinación
equilibrada entre una interacción de naturaleza y formación del individuo,
que moldea en el devenir tanto la conducta humana como el orden social
desprendido de lo institucional (Ibíd.).
La idea de pisos mínimos aceptables, entregados desde el Estado y su
institucionalidad responde a esta delegación y responsabilización dada al
individuo, como creador de toda la estructura de poder que alimenta las
partes constituyentes tanto del mundo sistémico como del mundo de la vida.
Es este nuevo enfoque centrado en el individuo, el que moviliza los cambios
y estrategias concertacionistas. Se busca por tanto reformar el sistema
social, mediante el otorgamiento de pisos o garantías mínimas, las cuales se
orientan a grupos prioritarios (SEGEGOB, 1992).
El presidente Aylwin,
en su discurso ante el congreso pleno, establece
alcances a las políticas de Familia desde ejes indirectos, o reconocidos
como grupos prioritarios de abordaje, asociados a pobreza y diferencia, que
se estimaba alcanzaban a cerca de 1.800.000 hogares (MIDEPLAN, 1991),
tomándolo como un tema conceptualmente asociado a la categoría Mujer
Jefa de Hogar e institucionalmente identificado con el Servicio Nacional de la
Mujer (SERNAM), desde el que se centralizan tanto programas tendientes a
la inclusión social, particularmente frente al tema de la violencia intrafamiliar,
el embarazo adolescente y mejoramiento de la calidad de vida de la dueña
de casa vinculándola a labores domésticas (Ibíd.).
40
Es importante destacar que la vinculación de la temática de Familia al
SERNAM, responde a que esta entidad, creada para 1991, es parte del
Ministerio de Planificación y Cooperación, quién se instala como el primer
intento de coordinación de las políticas sociales bajo el mandato del
Presidente Aylwin (1990-1994).
Esta nueva entidad coordinadora, es la que la reemplaza a la Oficina de
Planificación Nacional (ODEPLAN), dependiente de la Presidencia de la
República. Se observa una continuidad en cuanto a las labores y objetivos
trazados por ODEPLAN, pero se genera una innovación relacionada con la
tarea de armonizar y coordinar las iniciativas encaminadas a erradicar la
pobreza (Molina, 2003).
Siguiendo con el autor y, en base a la evaluación del rol que tuvo
MIDEPLAN en los primeros años de la concertación, establece que:
“Cumplió una función importante en lo que se refiere a la evaluación de los
proyectos de inversión en el sector público, en la colaboración con las
autoridades regionales para la elaboración y ejecución de sus planes y
programas y en colocar el tema de la pobreza en la discusión al interior del
gobierno y en la opinión pública. No obstante, en la coordinación de las
políticas sociales o aún más limitadamente de aquellas orientadas a
erradicar la pobreza se hicieron pocos avances, aunque en esto último se
avanzó en la información, diseño y ejecución de políticas más focalizadas
hacia los pobres” (Ibíd.: 12).
La focalización y por tanto, la identificación de grupos prioritarios en la
sociedad chilena, comienzan a orientar una nueva política social, donde la
Familia es incorporada y relacionada con los grupos vulnerables. En general
se observa una revitalización de las políticas sociales universales, dando
nuevamente un mayor protagonismo al Estado, como ente planificador y
coordinador de los distintos ejes estratégicos necesarios para el desarrollo
con equidad.
41
Para este mismo periodo presidencial, igualmente y aún en una fase
primaria de articulación técnico-política, se acuerda preparar el año
Internacional de la Familia (1995), con un soporte técnico que sea capaz de
levantar propuestas en base a los datos generados en el censo de 1992.
Para dichos efectos se convoca desde el mundo social, académico y
gubernamental a la formación de La Comisión Nacional de la Familia.
Este hito marca el inicio de la base institucional para el abordaje de la
Familia como grupo prioritario. Desde esta perspectiva, la agenda política
concertacionista reconoce el protagonismo de la Familia, dentro de la
focalización del gasto o inversión social, siendo MIDEPLAN el principal ente
coordinador desde el espacio público.
A pesar de estos avances, la coordinación de las políticas sociales, en
especial aquellas orientadas a erradicar la pobreza no lograron alcanzar las
metas pronosticadas.
Con Eduardo Frei Ruiz-Tagle (13) (1995-2000), y tomando en consideración
la dificultad observada en el funcionamiento del MIDEPLAN, se inicia una
reestructuración interna para así mejorar las funciones de esta entidad.
Una de las principales medidas fue nombrar al propio Presidente como
autoridad a cargo del Comité Interministerial Social, (CIS), compuesto por
doce ministros y una Secretaría Técnica, entregada esta última a
MIDEPLAN. Dentro de los objetivos asignados al Comité, destacan: a)
revisar, evaluar y priorizar anualmente los programas sectoriales regulares y
los programas especiales en los que se expresan las prioridades sociales
estratégicas del gobierno, b) Apoyar el fortalecimiento de las diversas
instancias de coordinación a nivel central y regional, responsables de los
programas nacionales, regionales y comunales de superación de la pobreza,
c) contribuir al mejoramiento de las capacidades técnicas y de gestión de los
42
órganos responsables y ejecutores de los programas de superación de la
pobreza, d) Realizar un seguimiento sistemático del desempeño de los
programas sociales y cuando corresponda rectificarlos en su ejecución, e)
Velar por una mejor coordinación y coherencia en la ejecución de las
políticas y programas sociales del gobierno (Ibíd.).
Ahora bien, dentro del tema que nos convoca, la administración Frei, hace
explícito que “la Familia es un grupo humano único, desde el que se gesta el
mundo social, por tanto las conductas, actitudes y valores que se adquieren
ahí serán las que en el futuro se desplegarán en la sociedad y las que
cimentarán su progreso o retroceso.
Es así que la mirada de modernidad que deseamos para Chile, es en gran
medida construíble, a partir, de nuestras familias chilenas con sus fortalezas
y limitaciones” (Frei, En: Informe Comisión Nacional de la Familia, Op. Cit:
1).
Al igual que en el gobierno anterior, se centraliza institucionalmente la
política de Familia, al menos en los aspectos de coordinación y, se establece
un diagnóstico cuyos principales antecedentes se sintetizan en el Informe
CNF. Se destaca, que para dar curso a este informe, se organizó una
comisión transversal, formada por representantes del Estado y de la
Sociedad civil, estando su incidencia en la aplicación de iniciativas políticas
tanto en proyectos como en la creación de leyes dirigidas al ámbito familiar,
con el objetivo de enfrentar la pobreza con criterios de protección familiar,
siendo un claro ejemplo la emergencia de Chile Solidario (SEGEGOB, 1994)

Desde una perspectiva teórica, este informe reconoce el impacto de
las
tendencias
modernizadoras,
entendidas
como
globalización,
democracia y cultura audiovisual, tanto en la conformación cómo en el
comportamiento de las familias.
43

Desde una perspectiva socioeconómica, se reconoce la diferencia
entre las familias rurales y urbanas. A esta diferenciación se añade el
hecho del cómo los patrones tanto de inserción laboral y también los de
producción, impactaban en los estilos de vida familiares, como también
entre los ingresos generados tanto por hombres y mujeres en la Familia.

Desde una perspectiva demográfica, se evidencia en el patrón de
movilidad campo- ciudad, un nuevo escenario que implica tanto un
cambio de residencia permanente, en busca de mejoras salariales, como
la emergencia de nuevos roles y relaciones de poder entre hombres y
mujeres.
A modo de conclusión, podemos ver que tanto Patricio Aylwin como Eduardo
Frei, perfilaron los primeros intentos por consolidar una política de protección
a la Familia. Se destacan una serie de leyes, tales como: las leyes de
Violencia Intrafamiliar 19.325 de 1992, la modificación del Código Civil, en
materia de Filiación, Ley 19.585 de 1998 y la Ley 19.620 de 1999 sobre
Adopción, las que marcarán el marco jurídico a complementar en los
posteriores periodos de gobierno (Nuñez, 2006).
Claramente la subsidiaridad, marca los primeros tiempos de la Concertación,
más aun cuando estos gobiernos, son parte del contexto de reformas de
segunda generación, es decir en un contexto donde se valida la focalización
de los recursos, bajo pisos mínimos facilitados por el Estado, para así
potenciar al sujeto como un individuo habilitado en su participación dentro de
nuevas lógicas de Mercado. A pesar de esta tendencia comienzan a
instalarse los primeros cambios que marcarán una política social de
transferencias condicionadas. Estas últimas serán los ejes articuladores de
los posteriores gobiernos concertacionistas, los que se revisarán en los
capítulos siguientes, ya que se articulan como los subsidios focalizados por
los gobiernos analizados.
44
Notas del Capítulo.
1. Este concepto es concebido por el autor como el principio generador de
las prácticas sociales. Ante esto, el habitus destraba el problema del sujeto
individual al constituirse en el lugar de "incorporación" de lo social en el
sujeto, lo que permite colocar al centro de la reflexión, una subjetividad
modelada, configurada y enmarcada por un conjunto de estructuras sociales
objetivas, de carácter histórico que el sujeto incorpora de acuerdo con el
lugar social que ocupa en dicha estructura; al mismo tiempo y en la medida
en que Bourdieu propone que el habitus, es un conjunto de disposiciones
lógicas y afectivas, su teoría abre la posibilidad de entender la negociación
entre sujetos históricos y situados y las estructuras que los han formado
como tales; negociación que se verifica en la práctica, es decir, en la puesta
en escena de los valores y saberes incorporados (el habitus) que se
enfrentan a su pertinencia y validación en la situación social en la que éstos
son desplegados. (Regillo, 2002)
2. Cuando hablamos de un enfoque que se cimienta en la objetivación del
conocimiento, nos referimos a aquellas corrientes de pensamiento que
sustentan su mirada de la realidad en base a un estudio factual de roles
asignados, mediante un proceso de internalización de normas y leyes
construidas sobre el supuesto de homologación científica derivadas del
pensamiento científico exacto. Se expresa una correlación en términos de
abordar la realidad como una física social, que excluye la existencia de
sentidos subjetivos en la estructuración de respuestas conductuales ante
estímulos observables, funcionalizando así el comportamiento social. Por
tanto, se niega la cuestión del sentido, la interpretación y la comprensión de
la acción, ya que son factores vistos como marginales y de corte valórico
que no logran ser abordado por un método científico exacto, que se basa en
la observación empírico comprobable en base a un modelo deductivo.
3. Se presentan ambos conceptos entendiendo su complementariedad y
desarrollo en el texto, como un descriptor de escenarios, pero no se
profundizan los elementos constitutivos de cada uno, siendo necesario
reforzar que la primera se analiza desde su tercera fase (i.e. pos
industrialismo), a partir del orden y valores que fundan una visión de
progreso inspirada en una idea de razón y en una globalización progresiva
de la sociedad. Respecto de la segunda, se concentra su descripción en las
transformaciones en ciencia y tecnología que han logrado impactar en la
45
familia, desde la visión demográfica – a nivel de población como en los
recursos – para sus sustentabilidad material y convivencia social.
4. La Noción de Familia, es entendida – para el caso de desarrollo de este
documento – como aquel agente social de cambio, adaptación y
reproducción, que estriba en subestructuras – o en nociones de
subestructuras, según sea el caso – para el ejercicio de la participación y la
construcción de la ciudadanía (Bordieau, op. cit)
5. Por ontogénesis, se refiere a proceso cultural, en que se construye la
identidad social, en un marco explicativo que responde al origen de cada ser
humano, fundado en la relación de dos personas y no sólo genitores,
imprimiendo una base social, a la explicación del sentido del origen de la
vida, vale decir una decisión externa al propio ser y transferida por otros que
han sido, base constitutiva de una experiencia socialmente denominada
Familia.
6. La lógica de la Familia industrial de postguerra, planteada como prototipo
por la sociología norteamericana, es el modelo de lo nuclear, biparental y
matrimonial que Guell (Op.cit), refiere como el pacto tácito, la que
precisamente se relativiza como modelo genérico tanto en sus formas de
estructura, organización y en los valores que la fundamentan y viene a
experimentar un tensionamiento en la discusión pública sobre su condición
de modelo en lo formal y valórico predominante en la sociedad chilena.
7. Concepción de la política social de un estado de bienestar clásico, que
visualiza tanto el empleo pleno como la seguridad social, cubiertas en base a
la protección integral y por ende las familia siendo favorecidas con políticas
universales de cobertura frente a las necesidades de sus integrante.
8. Ver el desarrollo de las Encuestas de caracterización socioeconómica
CASEN y establecer el enfoque de pobreza con la que se empieza a
segmentar a la población.
9. En este apartado se desarrollan y analizan los primeros gobiernos
concertacionistas, es decir el periodo presidencial de Patricio Aylwin y
Eduardo Frei, dejando los siguientes periodos para los siguientes capítulos.
10. Se destaca que la fórmula neoliberal, produjo no sólo una
reestructuración económica, sino también una intervención en la política, que
significó un modelo institucional de régimen, plasmado en la Constitución del
80; una drástica reducción del papel del Estado; un reordenamiento social
que significó la emergencia del actor empresarial y la disolución de los
actores sociales populares; y cambios en las orientaciones culturales de los
actores sociales y políticos.
46
11. Las reformas de primera generación, son producto de la emergencia de
una fuerte crítica al rol del Estado en el desarrollo socioeconómico. Hayek
(1944) es un de los principales pensadores que orientaron la critica filosófica
ante el modelo de Estado Benefactor. El pensamiento liberal postula a un
Estado Mínimo, ya que solo así el mercado podrá funcionar óptimamente.
Milton Friedman (1962), y más contemporáneamente, el Consenso de
Washington, son los ejes propulsores tanto filosóficos como prácticos de
este nuevo escenario económico Mundial. (En: Bernal, E. (2009) La
incertidumbre estructural, en el problema de la sustentabilidad. Revista de
Economía Crítica. Universidad de Zaragoza. España).
12. Sobre el gobierno de Patricio Aylwin, dos visiones encontradas
representadas en las ideas de Boeninger y Fazio. En: “Democracia en Chile”
“El Programa Abandonado: Balance económico y social del Gobierno de
Aylwin”.
13. Es importante destacar que a pesar de las dificultades en temáticas de
coordinación, el gobierno de Frei Ruiz-Tagle, heredó un nuevo marco
informativo, de diseño y ejecución de políticas más focalizadas hacia los
pobres, hecho que refuerza el cambio de enfoque y perspectiva en las
políticas sociales chilenas.
47
CAPITULO 2: UNA MIRADA: CONTORNOS DE UNA POLÍTICA SOCIAL
DE LA FAMILIA EN CHILE
3.1 Las opciones de Familia en los regimenes de Bienestar frente a la
experiencia chilena.
La acción política en Familia, reconoce una base de implementación,
asociada al desmantelamiento de la matriz proteccional, comunitarista y
solidaria, centrada en las funciones familiares, oponiendo desde la noción de
Estado mínimo, la integración del mercado como garante del desarrollo y
protección de los miembros que integran a ésta.
El concepto de Estado Mínimo, acuñado bajo el gobierno de Pinochet (19731991) que parafraseando a Nozick (1974); pretende una determinación de
las obligaciones de la política, desde el punto de vista de la persona
individual, que se pregunta por sus derechos, tiene como principio el
aislamiento
de
la
Familia
de
programas
colectivos
de
iniciativa
gubernamental en el marco de las políticas universales.
De esta forma se puede alcanzar,“ determinar las obligaciones de la política,
desde el punto de vista de la persona individual, con derechos que se
resguardan por medio de asegurar su capacidad de consumo, respaldados
en una base de programas en grupos de colectivos, solo desde la captación
propuesta por las iniciativas gubernamentales, en el marco de políticas
universales, como es el caso de las materias de vivienda y asistencia
provisional, entre otras (Castells, 1999).
La problematización de las perspectivas de Estado, evoluciona de acuerdo al
límite, en que culminan o se entienden cumplidas las condiciones mínimas
de asistencia, sin cuestionar el tipo de sociedad, en que se configura, sería
la sociedad deseable a partir de su acción, Por eso la participación del
individuo, sea como un beneficiario o portador de derechos, no es un punto
48
tensionante, sino reproductor de un orden establecido que proporciona
límites que debe resolver el poder legislativo, antes de redimensionar un
nuevo statu quo, para afrontar, la crisis de representatividad del pacto tácito,
entre Familia y sociedad, de cara al escenario propuesto por la democracia
(PNUD, 2004, Op. Cit).
Para entender de mejor forma las problematizaciones referidas al rol de
Estado, “es importante conocer los fundamentos del Estado Bienestar, que
en palabras de Richard Titmuss, es un grupo de manifestaciones en primer
lugar, del deseo de la sociedad de sobrevivir como una totalidad orgánica y,
en segundo lugar, del deseo expreso de todas las personas en el sentido de
contribuir a la supervivencia de algunas personas, y la democracia política
es el medio institucional que posibilita esta manifestación y expresión” (Offe,
Op. Cit: 177).
El modelo se nutre de la visión Aristotélica, ya que su concepción políticosocial, rescata la idea de una presunción de autoridad del cuerpo social
como un colectivo, o sea, todas las acciones privadas del individuo están
sometidas a un espacio soberano de los asuntos públicos, capaz de
configurar la realización del sujeto como ser social y político. La
individualidad del sujeto, sólo es posible entenderla dentro de un colectivo,
espacio donde se encuentran todos los valores éticos-morales del sujeto.
Lo rescatable de esta idea de colectivo derivada de Aristóteles, es el hecho
de que tanto la libertad como la igualdad, logran un perfecto equilibrio en
este espacio. Es por eso que la praxis, como concepto que envuelve toda la
acción del individuo, se torna trascendente, dado que el accionar político y
social, es la realización de sí mismo, es decir, el individuo participa en el
colectivo no como un sujeto pasivo que se somete a un círculo social, sino
como un sujeto que es retribuido individualmente en el desarrollo de su
espíritu, o sea, de su ethos.
49
La visión Kantiana, es otro elemento observable en el tipo de concepción
social derivado del Estado de Bienestar. Se rescata la idea de que, al ser el
individuo un ente racional, es capaz de participar en procesos de continua
transformación, ya que la duda metódica implícita en su capacidad de
racionamiento individual, permite evidenciar las contradicciones que se
puedan presentar en un sistema y aportar en la creación de respuestas de
reestructuración y entendimiento entre las contradicciones (Jonas, 1995).
La idea más importante que se desprende de los fundamentos del Estado de
Bienestar, es el hecho que al concebir el orden social como una construcción
constante del individuo con relación al otro, la intervención del Estado se
hace válida, ya que, tiene como visión poder transformar un orden en pos
del bienestar común extendido al conjunto. Lo que subyace detrás de esto,
es un modelo de aplicación de raíz Hegeliana (que se nutre de Aristóteles y
de Kant), puesto que rescata la capacidad racional y autónoma del sujeto
dentro de un colectivo, que es guiado por el Estado como máxima expresión
del bienestar.
No es sólo el Estado de Bienestar, el postergado y debilitado, sino que
también la función de la política, a través, de las instancias intermedias
básicas, para el establecimiento de un sistema normativo de negociaciones y
compromisos sociales, por lo que se establecieron los Consejos de Diálogo
Social, como base para crear nuevos diagnósticos y lineamientos de acción,
nutriendo los principios y paradigmas de la democracia, acotados por la
libertad, la participación, integralidad, inclusión y sustentabilidad, en el marco
de los derechos humanos y la acción ciudadanizante de las personas e
instituciones sociales.
De tal forma el nuevo rostro de la sociedad no pasa de ser un agregado de
individuos en presencia de bienes colectivos, de oportunidades y de riesgos
comunes (Beck, 1998).
50
Las propiedades emergentes de los sistemas impiden su propia reducción a
las características individuales y en torno a éstas, permanecen aisladas las
oportunidades para sustentar un proyecto político común, so pretexto, de la
defensa de los derechos individuales.
Se refleja en el mercado, al mejor catalizador de los riesgos y el que puede
operar frente a éstos, desde una proyección de mediano y corto plazo.
Restringiéndose, cada vez más, el espacio del cálculo privado exento de lo
individual que propone el propio mercado y lo individual como tal, trasciende
al propio individuo (Rosanvallon, Op. Cit).
La teoría del Estado Mínimo, en manos del proyecto político de oposición, no
logra articular su concepción atomizada de la realidad y del propio espacio
social, siendo tarea de la política, la coordinación, no con afanes de
resolución; sino más bien, de estímulo para la gestión y solución autónoma
de los problemas, la que derivando en mecanismos cada vez más indirectos
y de responsabilidad individual, incorpore a la Familia, no solo a través de
asignaciones parciales de recursos y en la lógica asistencial del subsidio.
Es así, que la canalización y a la vez la manifestación de las necesidades,
tiene su espacio autónomo, dentro de cada sistema de interés público, para
expresar su perspectiva específica.
La innovación, concibe el situar un Estado de Bienestar, transplantándolo a
un Régimen del Riesgo, como una medida y/o respuesta con una mayor
carga de racionalidad frente a las decisiones colectivas que afectan al bien
común.
De esta manera, es que la política pública que enuncia el gobierno de Lagos
incorpora una noción de Familia, y la señala como un componente
estratégico de la intervención, fijando su acción tanto como una estructura y
un flujo; a partir de una condición estructural-demográfica y una dinámica de
comportamientos de la población (Castel, Op. Cit).
51
Se instala entonces una clara asociación con las premisas socialdemócratas
que ven en la integración de la Familia y el enfrentamiento de la criminalidad,
el espacio ideal para trascender a la retórica pública, activada por el
gobierno y los medios de comunicación masiva e impactar en el combate
contra
la
pobreza,
estableciendo
desde
la
política
pública,
una
argumentación de tipo económica versus otra de carácter político (Giddens,
2001, Op. Cit).
La
primera,
con
arraigo
al
costo-beneficio,
integrando
temáticas
consideradas problemas derivados de la estructura demográfica de
población, la magnitud de la pobreza, la relación entre oferta estatal
subsidiaria y de seguridad social mínima y los déficit, en indicadores
estructurales de desarrollo como por ejemplo el nivel educacional.
Los nuevos conceptos en torno de la política, implican el régimen de una
nueva inabarcabilidad, entendida por los nuevos ámbitos temáticos que se
apropian de lo social y promueven nuevos actores como una forma de
organización discursiva desde el consenso y la colectividad (Habermas, Op.
Cit). Al igual que un régimen del riesgo, entendido por los derechos humanos
de tercera generación; los medioambientales y su visión sistémica de la
relación con la sociedad y sus sistemas productivos (Beck, Op. Cit).
Y finalmente, una arquitectura policéntrica o policontextual, en que la tesis
del hombre dependiente del sustento, se constituye en ser social en las
dependencias productivas y las derivaciones institucionales desde las que
ordena el aparato político, descubriendo nuevos órdenes subordinados a
múltiples liderazgos (Polanyi, 1989).
Se establece un tránsito desde la jerarquía a la heterarquía, de la autoridad
directa a la conexión comunicativa, de la posición central a la composición
policéntrica, de la heteronomía a la autonomía, del control unilateral a la
implicación policontextual. Teniendo que crearse las respectivas ideas,
52
instrumentos y procedimientos para moderar esta nueva sociedad que opera
en forma transnacional y en procesos de interdependencia crecientes.
Lo que se busca es identificar y si la necesidad lo indica, crear sistemas de
gobierno, con capacidades de activar un bien común, desde la concertación
de los diversos sistemas sociales organizados heterárquicamente, es decir
bajo componentes independientes que se relacionan en base una
orientación bidireccional y horizontal.
Como lo planteamos anteriormente, El Régimen de Bienestar, se sustenta
en una propuesta social y política, desde la que se estructura la acción del
Estado, conforme a las instituciones que lo componen, permitiendo la
generación de diseños que integren tareas diferenciadas y a la vez
complementarias acorde al modelo de desarrollo. Trasciende la retórica de
lo familiar en el discurso político y en lo social, transformando el objeto de la
acción social más allá de un espacio de políticas (Lahera, Op. Cit).
Los modelos clásico-conservador, socialdemócrata y liberal, optimizan tanto
una definición y esquema ideal en la estructura y funcionamiento de la
familia como el rol de los actores sociales, entiéndase por estos Estado,
mercado y sociedad civil, respecto a su capacidad de actuar frente a las
necesidades y o cambios de la Familia y la sociedad (MIDEPLANa, 2001).
El Régimen de bienestar Conservador, representado por las propuestas
implementadas en la posguerra en Europa central, identifica como eje
central a la figura del hombre proveedor e inserto en el sistema formal de
empleo; asegurando, a través de una serie de medidas de corte universal la
satisfacción de necesidades y, la protección de los miembros de su grupo
familiar, sobre la base de una dependencia del ingreso y una oferta estatal
subsidiaria, en que la elección del mejor cumplimiento de las funciones cae
en la propia Familia. Desde esta perspectiva por tanto, la ciudadanía se
ejerce de manera individual y desde la condición de trabajador.
53
Ante este postulado, el Estado solo interviene en un grado mínimo con el
objetivo de otorgar las condiciones óptimas para la protección del ingreso y
los despidos, favoreciendo el seguro de cesantía y los programas de
empleabilidad de emergencia bajo la condición de jefe de hogar. Las
expectativas que contiene este régimen son: a) desarrollar el Familismo
(responsabilización de la propia Familia), b) proteger al proveedor y delegar
el bienestar a la familia, c) desincentivar las asistencias y transferencias a la
familia y, d) no hacerse cargo de situaciones especiales (ej. Madres solteras)
(Sunkel, 2006).
Respecto al Régimen Socialdemócrata, se identifica con la experiencia de
los países escandinavos y se sostiene a partir de una base tributaria alta,
que define una desconfianza natural en la capacidad del mercado de
adaptarse y responder a las necesidades sociales de la Familia, entendida
como un complejo grupo matizado por la condición de individuos más que
colectivos, primando una noción de derechos que reconocen la igualdad de
género y la intergeneracionalidad como un factor de diferencia e integración
social. De esta forma establece un sistema universal estatal, promoviendo
políticas de desarrollo individual y asumiendo la tarea como Estado, de
cubrir y complementar funciones de apoyo la Familia. Desnaturaliza el rol
proveedor y afectivo del circuito hombre-mujer, amplificando los escenarios
culturales de tolerancia, frente a diversas expresiones de la vida familiar,
como es el caso de la monoparentalidad y el unipersonalismo.
En resumen, este régimen orienta sus acciones desde el supuesto que el
sector privado actúa con desigualdad e inadecuación de la oferta, validando
así la idea de que el bienestar no se basa exclusivamente en el acceso al
empleo. Este reconocimiento establece nuevas expectativas, no solo en la
ampliación de los beneficios y transferencias económicas hacia la Familia
(subsidios), sino en un abordaje mas integral y amistoso con todos los
miembros del grupo familiar (Ej. La mujer puede desarrollarse con la
tranquilidad del apoyo del Estado en el cuidado de los hijos) (Ibid).
54
Por último el Régimen Liberal, propios de los países anglosajones, define a
la Familia como un factor residual de los procesos de desarrollo,
focalizándose en los grupos pobres y midiéndolos con precisión, de tal
manera de generar transferencias condicionadas, bajo el sistema de bonos
de libre disposición en su uso para satisfacer necesidades. En tal sentido,
apuesta a la retractabilidad del Estado en el apoyo a las tareas familiares,
cediendo ese espacio al mercado, como un actor que se adapta y define
desde la oferta, las oportunidades para el desarrollo de las Familias y sus
integrantes.
En resumen, los supuestos de este régimen hablan de: a) los hay que
necesariamente medirlos, b) se debe incorporar la intervención de
instituciones que promuevan soluciones frente a los riesgos y, c) se deben
establecer límites claros entre problemas sociales y familiares. Por otro lado,
las expectativas de este régimen sintetizan en: a) desplazar la cobertura de
los riesgos en protección Social por empresas, b) privatizar las demandas de
protección, c) incentivar la tributación negativa para hacer frente a las
necesidades, promoviendo la iniciativa individual por medio del mercado, d)
asumir los costos residuales con transferencia de “vouchers” (bonos) o
subsidios focalizados y, e) finalmente tener y hacer Familia, es un riesgo
individual (Ibíd.), (MIDEPLANb, 2001).
55
3.2 La experiencia Latinoamericana y Chilena frente al abordaje de lo
familiar.
La experiencia de América latina y de Chile, reconoce el Bienestar desde la
instauración
de
modelos
desarrollistas
que
adscriben
al
régimen
conservador, instalando políticas de empleabilidad plena, sobre un soporte
universal, de cobertura amplia, pero débil en su impacto sobre la calidad de
sus servicios y prestaciones, debido a los procesos de transformación de
otros aspectos de la vida del país como la economía, la política, entre otros.
El reformismo vino a tomar un contexto de corte neoliberal desde la década
del 80/90, rompiendo el soporte del pacto tácito y marcando en la Familia, un
foco de desprotección por una parte y, reducción de la inversión pública por
otra, reconocida además como gasto social.
Esta situación se empieza a redefinir, desde los años noventa, a partir de
integración de políticas selectivas, donde la centralidad está, en un nuevo
escenario sociopolítico, desde el que la democracia ha permitido la
redefinición de lo familiar y la adscripción a derechos en un escenario de
convivencia con el mercado, las tareas del Estado y la propia activación de
un proceso ciudadano de participación social (Sunkel, 2006. Op. Cit).
Pero hasta acá, qué podríamos decir con respecto a la relación familia y
políticas públicas, dónde fundar un problema público. ¿Acaso la política
familiar es el nuevo trato entre géneros?, ¿el mejoramiento de las formas de
asistencia subsidiaria a los sectores más pobres?. Fortaleciéndose la
pregunta sobre la existencia de una Política Pública de Familia.
Al respecto, nos encontramos más bien con un “espacio de políticas”, con lo
que denotamos un conjunto de políticas tan estrechamente interrelacionadas
que no se pueden hacer descripciones o enunciados analíticos útiles sin
tener en cuenta los demás elementos del conjunto (Lahera, Op. Cit: 17).
56
Hay una articulación que permite reconocer necesidades e importancias
asociadas a la Familia, pero un nivel de problematización, aún carente de
consensos sustantivos, que la ponen en una condición adjetiva en relación a
otras temáticas más prioritarias en la agenda pública, tanto por urgencias
estructurales (reformas tendientes a la modernización del estado y
paralelamente, profundización de los de tipo estructural que han permitido la
privatización de la seguridad social y la optimización de los recursos
públicos), como también aquellas materias emergentes y de sensibilidad
nacional a través del marketing político y las estrategias comunicacionales,
como lo es el caso de la “inseguridad ciudadana”.
Pareciera que, en pos de establecer una política de Familia, nos
encontramos con una asimetría en la información por parte de los poderes
del Estado y la ciudadanía, en que el agente principal, pasa a ser el Estado,
sobre el que recae el emblema del control y en un efecto rebote la
normalización y regulación de la convivencia, tanto en la vida privada como
pública, y que sólo sugiere una reacción por parte de la ciudadanía y la
sociedad civil.
Se esboza tentativamente la posibilidad de vincular está ausencia de política
estructurada
de
Familia
con
la
crisis
del
Estado
de
Bienestar,
comprendiendo que en el Chile del siglo veintiuno, es el momento para
alcanzar el estatus y estándar de vida de las sociedades desarrolladas,
caracterizadas, entre otras cosas, porque el riesgo y las principales
amenazas para el sujeto y la Familia, no provienen de conflictos bélicos; sino
que más bien, de la violencia anónima que ejercen los ciclos económicos y
el mercado de trabajo (Beck, Op. Cit).
A esta situación, se le agregan los impactos de las nuevas tecnologías
informacionales, productivas y los sistemas sociopolíticos, que modelan, lo
que se ha denominado el régimen del riesgo, lo que amplía enfoques, en
que la Familia como tal, renueva esta condición accesoria o casi
57
eufemísticamente, se torna una buena excusa en nombre de la que se
puede sostener cualquier iniciativa sea pública o privada (SEGEGOB; 2001,
2002 y 2003).
La idea del Estado como un interventor en la vida de las familias pobres,
nutre a la política buscando el aumento de los controles y competencias, sin
embargo, la debilita, porque infravalora la complejidad dinámica de la
sociedad, apareciendo su condición planificadora como un déficit, frente a
los efectos no deseados en su relación con las políticas públicas (Serrano,
Op. Cit).
Asimismo, la falta en la previsión y respectivas asignaciones diferenciales de
responsabilidad hacia las familias, aumentan los costos de transacción,
asociados a una política de Familia, que finalmente cuenta con un mercado
incompleto y desinteresado en asistirla, ya que sólo la integra a participar en
su condición de consumidora en un ámbito privado, situación constatable
desde la cotidianidad publicitaria en la oferta de servicios de seguros,
supermercados, multitiendas, funerarias y otros, que hacen de sus eslogans
preferidos, aquellos que indican su inequívoca dirección hacia la Familia,
recayendo en el Estado la noción de la demanda pasiva y dependiente, sin
considerar la dimensión de crisis o exclusión social que se le asocia, debido
a sus problemas tanto exógenos como también endógenos (Castel, Op. Cit).
De esta manera, el Estado de Bienestar, adscrito a la acción de un sector (el
gobierno) y a un grupo social (los pobres), tiene dificultades, en el nivel de
objetivos políticos que se propone, apareciendo complicaciones, en lo que
respecta a la racionalidad económica con la que opera, lo que en crítica de
sus detractores, tiende a generar un comportamiento rebelde e incierto con
respecto a la iniciativa individual, los medios y recursos con los que se
financia; ya que, aparecen como contradictorios en relación a la eficiencia y
eficacia y las fallas que aparecen en el aparato burocrático, en especial el
clientelismo, la corrupción y el populismo, de los que la Familia es foco
58
permeable, sea tanto en materias eleccionarias como de asistencia a los
servicios sociales comunitarios a nivel nacional y local-comunal.
Parece que la complejidad social y el Estado deben tener una relación de
carácter simple, en la medida que se apele a la libertad y espontaneidad del
mercado y la sociedad civil y la ciudadanía, para la corrección o bien el
pago, de los que quedan desprotegidos y postergados del desarrollo de los
sistemas y particularmente las familias (Cohen y Franco, 2006).
La identificación de la democracia como un esquema de organización
política y social, nos lleva a plantearnos la presencia de la participación
como un valor y una expectativa de conducta de la sociedad en su conjunto.
Esta situación confronta el patrón individual que predomina en la articulación
de un orden social con una estructura económica de corte neoliberal, que
hace del mercado, el eje constructor de las relaciones comerciales y también
de las sociales; a través, de una suerte de determinismo en que emergen
enfoques tales como el de los derechos ciudadanos, que aporta un sentido
de colectividad e integración a las familias.
Complejidad y pluralismo frente a las ideas y propuestas para generar una
acción participativa, enfrentan el desafío de identificar los canales y
procedimientos deliberativos, lo que permite rescatar frente a las ideas
fundamentadas desde la razón instrumental, su complementariedad con la
razón argumentativa, como un espacio discursivo y constructor de
realidades paralelas a las concernientes a las objetivaciones externas e
impuestas por un proceso de elección racional de las mayorías y de los
aparatos de control (Kliksberg, 1994).
Esto permite recuperar una clásica discusión sobre el individualismo con el
comunitarismo, como matriz organizacional, desde las que se estructuran las
relaciones cotidianas y también se vincula la acción del Estado con la
Sociedad Civil.
59
No obstante, iniciaremos esta discusión desde la idea de lo público cómo un
espacio, posible de ser objeto de análisis de la participación, en la medida
que existe una idea de democracia deliberativa, en que ésta, puede
desarrollarse, ya que de otra forma hablaríamos de un fenómeno circunscrito
al ámbito de las acciones sociales solamente. Damos relevancia así, a la
articulación intencionada a través de la cual, la participación tiene un espacio
y una oportunidad de ocurrencia legitimada socialmente, como lo es en un
sistema de gobierno que se rige por las reglas del juego democrático, a
través de la inclusión en las acciones derivadas de las políticas sociales.
(Boenninger, Op. Cit).
Se propone, entonces, el tema de la transformación del poder desde
procesos coactivos de fuerza hacia procedimientos democráticos de
convencimiento, en que, la circularidad sistémica permite muchos puntos de
enlace, en torno a tareas cuya coordinación busca desde la deliberación
política, abarcar los asuntos de interés colectivo, sometiendo a juicio la
esfera de lo público, a través de los contextos formales e informales en que
actúa el liderazgo político en conjunto con la opinión pública (Lechner, Op.
Cit).
El entendimiento, como oportunidad de relación entre el Estado y la
Sociedad Civil, provee la idea de la “civilidad” como un punto absoluto en el
tránsito hacia una ética subjetiva en que la última se expresa a través del
complejo sistema de necesidades, administración de justicia y prevención de
accidentalidades, como de los intereses particulares que se sintetizan en la
acción policíaca y jurídico-penal del Estado (Bobbio, 2000).
Se resalta esta idea, debido a la constatación de un Estado que existe como
generalidad externa; que interpelado por una Sociedad Civil, da cuenta de la
protección objetiva de los conceptos de propiedad y libertad personal,
60
permitiendo construir desde el poder de la racionalidad, una contradicción
entre la sociedad política y la propiamente civil (Ibíd.).
El desencantamiento de la racionalidad, no emerge de una voluntariosa
crítica a la falta de totalitarismos, sino más bien, a una referencia enunciada
en el proceso de modernización.
Esto da cuenta del principio de fragmentación de la realidad y de
atomización de los procesos sociales, en que la autorreflexión como punto
de partida, nos lleva a retornar al sujeto y, por lo tanto, la participación, se ve
inducida sobre los motivos o el tipo de acción social que guía la conducta en
medio de una competitividad social para asistir al proceso de constituirse en
ciudadano, pudiendo enfrentar el margen de una cultura política que
desintegra y que, acaso, desde su tradición liberal, posiciona a un sujeto en
calidad de ciudadano consumidor, vinculado ya no sólo al ámbito político
público, sino que a las reglas comerciales y a los mecanismos persuasivos
de los medios de comunicación (Berman. Op. Cit).
Es en este escenario, entonces, en que la discusión sobre los agentes
constitutivos de la relación discursiva, apelan a una integración que
colectivice el original contrato social con el Estado y los que pasan a
constituir las “nuevas virtudes” ciudadanas de participación en la sociedad
del riesgo, potenciado por las distancias sociopolíticas al nivel de bienestar y
seguridad que experimentan las personas cuando se posicionan con un
capital poderoso en información sobre redes de consumo, en desmedro de
la existencia de redes de protección (Beck. Op. Cit).
El espacio de la Sociedad Civil, compite con el que ocupa la sociedad
política, que se hace cargo de los temas públicos no estatales, junto con la
sociedad comercial, contraponiendo dos enfoques en una nueva fase del
desarrollo económico, en cuya conceptualización moderna, predominan
reconceptualizaciones como el mercado convertido en un instrumento de
61
cultura, libertad, desarrollo y solidaridad; ingresos fiscales proporcionales
tanto al crecimiento económico como a las necesidad sociales, la
capacitación productiva y el aumento de los niveles de remuneraciones para
los trabajadores, la emergencia la flexibilidad laboral y el seguro de
desempleo; y la capacidad reguladora del Estado, frente a prácticas
monopólicas en que las temáticas de integración social, constituyen un eje
de acción participativa, a través de programas sociales considerados como
inversión, en una sociedad de oportunidades igualitarias para todos (PNUD,
2004. Op. Cit).
Los actores llamados a generar participación social, se vinculan en parte,
con un reconocimiento tácito de capacidades de acción gubernamentales,
en calidad de destinatarios de una serie de estímulos que permean su
condición de usuarios y/o copartícipes, a través de una acción que en la
tradición de Chile durante los 90’s, ha propiciado una acción del tipo de
arriba hacia abajo, haciendo de los objetivos gubernamentales una
consecución lógica de sus resultados esperados (Corvalán. Op. Cit).
Es relevante el hecho, que al hablar de participación, -no solamente del
objetivo de ésta-, se asuma una caracterización con respecto a los sujetos
de ésta, habilitando su condición asociativa y jurídica, desde lo individual a
lo colectivo, permitiendo ampliar las oportunidades y las condiciones para
referirlos como sus protagonistas (Hevia, 2009).
Se asume entonces, la idea de una complejidad organizada, como el
concepto más asertivo con la realidad social, en un marco de poliarquía y a
la vez de globalización, en que se manifiestan las relaciones políticas y
sociales, cuyo eje vinculante se sostiene en torno a procesos democráticos,
que se manifiestan, por una parte, en la intención explícita por elegir
representantes haciendo uso del derecho a voto y, también, por un conjunto
de procedimientos y mecanismos que dan forma a la deliberación, a través
62
de negociaciones y debates en torno a alternativas racionales, que
organizan las preferencias y son el estímulo inicial para la participación
(Habermas y Castel, Op.Cit).
Se relaciona la representación de un actor de relevancia social; tanto a
niveles, significativo–valórico y
demográfico-poblacional, como lo es la
“Familia”, con una coordinación político, económica, cultural y social, que se
traduce en la acción del gobierno, y sus instituciones, a través del diseño,
ejecución y evaluación de políticas públicas, las que se encuadran tanto
espacial y temporalmente en el contexto y las principales inquietudes que lo
orientan.
3.3 Aspectos en la perspectiva la transformación de la Familia en la
vida nacional. La visión de una década (1992-2002).
A continuación se presentan cinco ejes de análisis (1), en la transición de
la Familia en la sociedad chilena. A partir de éstos, se constatan,
transformaciones en las orientaciones y en la dirección que asumen los
escenarios de desarrollo que dan cuenta de la situación en perspectiva
comparativa respecto de una década en Chile (Bagnara, 2003).
1. Siempre ha habido más familias y hogares que viviendas.
En base a este primer eje de análisis, se constata que e un 83.5% de los
chilenos reconocen pertenecer a una familia y a un hogar simultáneamente.
El número de viviendas comparado con el de hogares, entre los años 1992
y 2002, experimenta un aumento de 3.101.356 a 3.899.448 respectivamente
y en el segundo caso de 3.293.779 a 4.141.427, dando cuenta de un
ascenso del 25.7% en una década.
63
Cuadro Nº 1: Variación de hogares respecto de viviendas entre 1992 y 2002
1992
2002
VIVIENDAS
3.101.356
3.899.448
HOGARES
3.393.779
4.141.427
VARIACIÓN
25.7%
Fuente: INE, 2003.
El 10.5% de los hogares chilenos, son compartidos por más de una Familia
en una misma vivienda, situación mantenida durante la década referida. Esta
tendencia es habitual en los hogares extensos y biparentales, asociados al
fenómeno del allegamiento de las familias de procreación, de los hijos
respecto del núcleo de origen de alguno de los padres.
2. La Variación en la estructura predominante de los tipos de hogares y
familias.
Predominan respecto del tipo de familias y hogares, las del tipo nuclear con
hijos, presentando una pequeña disminución en una década desde un 50,2%
a un 47,8%, dejando de ser la tendencia reconocida como mayoritaria en la
sociedad (Ibíd.).
Cuadro Nº 2: Tendencias de Familias del tipo Nuclear con hijos entre 1992-2000
1992
2002
50,2%
47,8%
FAMIILA
NUCLEAR CON
HIJOS
Fuente: INE, 2003.
Al interior de este grupo se presenta el aumento de las familias nucleares
monoparentales de un 8,6% a un 9,7% y las nucleares biparentales sin hijos,
o sea conyugales de 7,5% a un 9,3%. Igualmente se presenta una
disminución de las familias biparentales con hijos de un 41,6 % a un 38,1%.
64
Cuadro Nº 3: Comparación de tipos de familias nucleares con y sin hijos entre
1992 y 2002.
BIPARENTAL
1992
2002
7,5
9,3
41,6%
38,1
8,6
9,7
SIN HIJOS
BIPARENTAL
CON HIJOS
MONONUCLEAR
Fuente: INE, 2003.
El aumento de la monoparentalidad, es una tendencia mantenida a lo largo
de la década, sin embargo, lo novedoso está, en el aumento de las nuevas
alianzas y parejas sin hijos, postergando la aparición de las relaciones
parentales.
Cabe destacar el aumento del hogar unipersonal de 8,5% a 11,6%, en el
mismo periodo, lo que induce un nuevo escenario caracterizado por
tendencias que muestran tipos de grupos familiares; más bien heterogéneos
y potenciando la idea de la reducción progresiva del tamaño familiar en
nuestra sociedad, la que varía de 4 a 3 integrantes, disminuyendo como
promedio en un 25% su número.
3. Se instalan tendencias desde lo urbano.
El patrón residencial de tipo urbano, es la tendencia mayoritaria de las
Familias, presentando una baja movilidad espacial e instalando la
conformación de lo familiar, en torno a un modelo de influencia cultural
urbano, en sus pautas de convivencia.
El 86,6% de los hogares se encuentran emplazados en el escenario citadino,
lo que arroja un aumento de un 2,5% respecto del año 1992.
65
Una característica de lo urbano se asocia a la disminución del tamaño de los
hogares, desde la composición de sus integrantes. En 1992 la media de los
integrantes de un hogar era de 4 personas, situación que varía a un 3,6 y
establece una tendencia constrictiva en todas las estructuras de hogares.
El 44,9% sigue teniendo entre 3 a 4 integrantes, sin embargo se destaca el
aumento de las familias pequeñas de 1 o 2 integrantes, desde 1992 en que
representaban a un 22,9% a un 29,2% el año 2002.
Respecto de la cantidad de integrantes, las más grandes son familias
extendidas y compuestas o ampliadas y las más pequeñas de tipo
monoparentales.
La disminución del tamaño se asocia al aumento de la esperanza de vida, al
descenso de la fecundidad, el espaciamiento del nacimiento de los hijos y al
aumento de hogares monoparentales, nucleares sin hijos
y los
unipersonales.
4. El poder, la autoridad y Nuevos arreglos de Familias.
La mayoría de los hogares chilenos presentan un 58,1% de jefes de familia,
cuyo estado civil corresponde al casado, pero es una cifra en descenso ya
que en 1992 era un 66,6%.
Cuadro Nº 4: Comparación de tipos de familias nucleares con y sin hijos entre
1992 y 2002.
JEFATURA
1992
2002
66,6%
58,1%
DE
FAMILIA
CASADO/AS
Fuente: INE, 2003.
66
Asimismo aumentan las jefaturas de Hogar que se definen como
convivencias, solteros y los separados y/o anulados.
De esta forma, se constata un descenso de los matrimonios y/o uniones
legales y el retraso y/o postergación de su ocurrencia. Las convivencias
aumentan de un 6,2% a un 9,7%.
Igualmente se reconocen invisibilizadas cifras “negras”, de reconstituciones
familiares con personas casadas pero separadas de hecho que no han
legalizado su situación.
Un dato a considerar, está en la constatación que los nacimientos
extramaritales, han venido creciendo sistemáticamente. En los años setenta,
dicha cifra era cercana al 20%, aumentando al 30% en los años ochenta, al
35% a comienzos de los noventa, para llegar al 50% al comenzar esta
década, momento en el cual se da una tendencia en aumento hasta llegar a
la cifra actual de 62%.
De acuerdo a los datos del Registro Civil, el año 2001, el 50,5% de los
nacimientos registrados en Chile, ocurrió de forma extramarital. El año 2007,
nacieron 251.000 niños en el país, de los que un 62% de ellos nacieron fuera
del matrimonio (Camhi, 2006), lo que no significa el desamparo de la vida
familiar.
La cifra actual supera a países como Suecia (donde alcanzan un 56%) o
Dinamarca (45%), y es bastante mayor a la registrada en Estados Unidos
(33%) o España (23%).
Esta tendencia se puede relacionar con la disminución de los matrimonios,
los que caen desde 67.400 el año 2000, a cerca de 44.000, según la última
67
información disponible para el 2007, lo que implicaría que se está dando una
menor formalidad en las relaciones de pareja; como también, un efecto de la
Ley de Filiación, aprobada a comienzos de los años noventa, que permitió
igualar derechos de todos los niños, nacidos dentro o fuera del matrimonio,
lo que es beneficioso desde el punto de vista de los niños, especialmente en
lo referente al patrimonio familiar y beneficios sociales.
Los hogares con mayor vulnerabilidad e índices de pobreza, no presentan el
matrimonio como base de las relaciones de crianza de los niños. El número
de hijos, que nacen entre 1990 y 2006 (Bagnara, Op. Cit), establece el
aumento de la convivencia de 6,4% a 15,1%, tendencia que se intensifica en
el 20% de los hogares más pobres de 9,2% a 19,5%, respectivamente.
Independientemente de si los hijos nacen dentro o fuera del matrimonio, un
estudio relacionado con características de las madres, muestra que la gran
mayoría de éstas, cuenta con un cónyuge o pareja, lo que hace presumir
también que los niños y niñas chilenos cuentan con apoyo paterno.
Este mismo estudio señala que del total de madres con hijos un 54% esta
casada, un 22% convive, un 18% permanece soltera y el 5% es separada
(Camhi, Op. Cit).
Se constata que el grupo de mayor riesgo, lo constituyen las madres
adolescentes, que representan el 13% del total de nacimientos. Además
éstas en un 60% pertenecen a los quintiles de menores ingresos, lo que se
asocia a un mayor riesgo de pobreza futura, ya que además de la falta de
apoyo económico del pro-genitor, un alto porcentaje de ellas termina
desertando del colegio.
68
5. Emergentes en la neo-monoparentalidad y lo unipersonal.
Existe un escenario inestable en la constitución de parejas producto de los
cambios contextuales respecto a la década anterior, dado a partir de nuevos
arreglos
familiares,
nuevas
definiciones
en
la
generación
de
la
monoparentalidad y del hogar unipersonal.
Destaca el aumento de los hogares unipersonales y las familias nucleares
biparentales sin hijos, dando cuenta de la emergencia del sujeto como un
actor individual en las tipologías y caracterizaciones familiares, favoreciendo
la discusión sobre el estado de adultos solteros, separados y anulados que
optan por establecer un nuevo estilo de vida asociado a una nueva condición
de Familia.
Igualmente la decisión de mantenerse soltera en las mujeres se redefine
como una opción que manifiesta independencia y autonomía respecto de
una figura mantenedora masculina. Esta cifra experimenta un aumento en la
sociedad representando al 2002 a un 34,6% de las solteras.
El Hogar unipersonal aumenta entre los menores de 34 años y los mayores
de 85 años, en este último caso por la viudez y autonomía económica.
La jefatura de hogar en la familia monoparental con hijos es en un 85%
femenina, pero en los varones empieza a aumentar la cifra llegando al
14,9%.
Esta jefatura de hogar, es en el 29,4% ejercida por separados y anulados,
seguidos por un 25,3% de viudos y los solteros con un 22,4%, rompiendo el
mito de la monoparentalidad y la paternidad en soltería como primera
vivencia determinante de tal situación, o sea que no hubo vida de pareja u
de otro tipo previamente (Ibíd.).
69
Por último, se destacan como un fenómeno en aumento a los varones que
asumen la jefatura de hogar monoparental al igual que las mujeres
profesionales con un hijo/a a su cargo, esperando las nuevas estimaciones y
consideraciones a profundizar en el censo proyectado para el 2012.
Notas del Capítulo.
1. Se da cuenta de algunas referencias que muestran el dinamismo del
cambio Familiar, reconociendo que no son las únicas cifras disponibles
sobre bases de datos como el CENSO, Encuestas CASEN, entre otros.
70
4. CAPITULO 3: ARTICULACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES DIRIGIDAS
A LA FAMILIA: GOBIERNOS DE RICARDO LAGOS Y MICHELLE
BACHELET.
4.1 Los Programas de Transferencia Condicionada (PTC)
Entender los PTC, implica revisar la estrategia en
América Latina, para
avanzar en sus políticas sociales, desde un enfoque tanto teórico como
práctico. Claramente la puesta en marcha de estos programas, responden a
las reformas implementadas en las décadas de 1980 y 1990,
y que no
pudieron modificar los índices de desigualdad y la persistencia de la pobreza
en la región, a pesar de las múltiples reformas aplicadas en los Estados
Latinoamericanos (CEPAL, 2006; Kliksberg, 2005 en Hevia 2009).
De un esquema con una fuerte participación del Estado, centrado en la
universalización de la oferta de servicios sociales y de acceso segmentado a
la protección social, se varió, en políticas minimalistas-focalizadas;
orientadas primero, a la paliación de los peores efectos de la crisis
económica y de los programas de ajuste instrumentados durante la
denominada “década perdida” y luego ampliadas con objetivos de desarrollo
de los activos, del capital humano y de las capacidades de los más pobres.
Es entonces partir de la década del 90, donde se comienzan a implementar
reformas en los programas de atención directa a los más pobres, a través de
la entrega de apoyos materiales (usualmente transferencias en efectivo)
para la protección de niveles básicos de consumo, ya sea por situaciones de
crisis o por pobreza persistente. Estos apoyos, se centraron además en el
incremento del capital humano y el fomento de los activos de las familias
más vulnerables, para impedir así la reproducción intergeneracional de la
pobreza (Villatoro, 2007).
La política social que buscaba la integración social y la redistribución
económica, se transformó en un área sectorial, de los gobiernos para el
71
combate a la pobreza, es ante esto, que la cobertura de los servicios se
transformó en focalizada y los destinatarios pasaron a ser los pobres; y ya
no, la clase media urbana y los grupos organizados como en décadas
anteriores. El Estado redujo su rol de garante de la justicia y se limitó a
generar algunas condiciones para la “igualdad de oportunidades” de los
individuos. Los actores sociales involucrados en la implementación de los
programas se ampliaron y promovieron una organización administrativa
descentralizada y desconcentrada. El modo de financiamiento pasó de ser
de estatal a una mezcla de recursos nacionales, internacionales y privados
(Hevia, Op. Cit).
Es este nuevo contexto, el que da pie al surgimiento de los Programas de
Transferencia Condicionada, constituyéndose en la actualidad como un de
los principales instrumentos de reducción de la pobreza en una buena parte
de los países de América Latina y el Caribe. Países como Brasil (Programa
Bolsa Familia) México (Progresa/Oportunidades), Chile (Chile Solidario),
Colombia (Familias en Acción), Argentina (Jefes de Hogar) y Ecuador (Bono
de Desarrollo Humano) son un claro ejemplo (Ibíd.).
La creciente popularidad de los PTC, responde en primer lugar a que su
estructura favorece el fortalecimiento de la demanda de educación y salud
de los pobres y, a través de este canal, estimula el desarrollo del capital
humano, enfocándose en la corresponsabilidad de Estado y familias. Si por
un lado este enfoque parece vinculado a una visión liberal de la pobreza,
según la cual los pobres son en cierto sentido responsables de su condición
y resulta necesario cambiar su conducta, por otro lado los programas de este
tipo se distinguen de otras prestaciones sociales más "paternalistas", como
las transferencias en especies, que reducen al mínimo las posibilidades de
elección de las personas. En segundo lugar, destacan que al estar estos
programas, orientados especialmente a niños y madres, los resultados
deberían ir más allá del alivio de la pobreza a corto plazo, incidiendo sobre la
transmisión intergeneracional de la pobreza.
72
Finalmente, las transferencias condicionadas, son vistas como instrumentos
más del tipo coste-efectivos, para llegar a los pobres, a través de un
targeting o etiquetamiento eficiente (Rivera, Currais y Rungo, 2009).
Los PTC, abordan la desprotección social, a través de Políticas orientadas a
las necesidades de las Familias, desarrollando formas operativas de acción.
Una de éstas corresponde al enfoque de Activos y Vulnerabilidad. Este
permite abordar desde el espacio local, a grupos familiares pobres y/o
vulnerables, fomentando las potencialidades de los propios sujetos,
reconociendo la dimensión positiva que proporcionan comportamientos de
tipo cooperativos y solidarios, institucionalizando los arreglos y formas de
reacción de las Familias frente a sus riesgos.(Moser,1999).
La intervención en la Familia, implica
involucrarse frente a la toma de
decisiones. La decisión se puede entender desde un foco Interno, marcado
por:
1. Participación diferenciada de los sujetos o miembros de un Familia.
2. Diferenciación de necesidades y colectivas en la Familia.
3. Involucramiento o reatracción de las relaciones comunitarias
Igualmente se reconoce un foco externo desde la visiones de la sociedad
respecto de:
1. Tipologías y estructuras familiares.
2. Funciones de la Familia
3. Criterios de Selectividad para la focalización.
Todas las decisiones, operan de cara a evitar el circuito reproductor de la
pobreza y vulnerabilidad, como también, la ruptura del vínculo funcional,
afectivo e intergeneracional, que involucra a los individuos que conforman
Familia.
73
Existe un énfasis especial, dirigido sobre los comportamientos individuales y
colectivos que implican estímulos y reacciones, tanto desde la Familia y la
Sociedad, que impactan de manera transitoria y/o permanente en la
configuración de estrategias de intervención de corto y largo plazo.
Permitiendo el abordaje en crisis y redes sociales, favoreciendo la dinámica
de la transferencia de bienes y servicios, a través de acción subsidiaria,
sobre la oferta y la demanda, a partir de los propios activos que pueda
movilizar la Familia (Ibíd.).
Opera el supuesto, que la acción subsidiaria, respalda y aporta inicialmente
a la intervención, favoreciendo de manera objetiva frente a la capacidad de
consumo y el empoderamiento social, transformando al grupo Familiar desde
un beneficiario a otro portador de derechos (Corvalán, Op. Cit).
Esto trasciende, a través de la constatación (mediciones) de un estado
distinto del ideal, en que se pueden reconocer la participación en redes e
inclusión social como también superación del estado de pobreza y/o
vulnerabilidad inicial.
Se entiende por activos, todos los recursos posibles de utilizar en busca de
alcanzar el bienestar o para evitar la pérdida de éste. Los Activos de la
Familia son:
a) El Trabajo, oportunidad de generación de ingresos.
b) El Capital humano: que opera desde la salud y educación, entendidos
como indicadores capacidades para acceder el trabajo y a mejores
condiciones de empleo e ingreso respectivamente.
c) Activos Productivos: entendida desde la seguridad habitacional, tenencia
y/o acceso a vivienda como un espacio para la generación de recursos
(microemprendimientos).
d) Las relaciones intrahogar: Aunar los ingresos y compartir los consumos.
74
e) El Capital Social: el nivel de reciprocidad en los vínculos y los lazos de
confianza inter e intrageneracional (Moser, Op. Cit).
Es importante considerar, que al estar este tipo de Programa presente en
distintos países latinoamericanos, existen variedad de objetivos y contextos
de
implementación,
mas
allá,
que
se
compartan
componentes
transversales, que superan la realidad de cada país. Ante esto, los
dispositivos creados en la década de 1990 correspondieron a instrumentos
centrados en toda o en algún aspecto de la tríada clásica del capital humano
(educación, salud y alimentación), en cambio, a partir de los inicios del
nuevo milenio se han verificado situaciones como la articulación de los PTC
en redes de protección más amplias y la agregación de una mayor
diversidad de sectores (por ejemplo; empleo, capacitación para el trabajo,
seguridad social, dinámica familiar, etc.) a los componentes originales de
capital humano (Villatoro, Op. Cit).
Ahora bien, centrándonos en el caso chileno, destacamos que la principal
iniciativa de la política social que incluye transferencias condicionadas, es el
Sistema Chile Solidario, creado en 2001 y dirigido a familias y personas en
situación de extrema pobreza, cuyo principal objetivo es promover su
incorporación a las redes sociales y su acceso a mejores condiciones de
vida de modo que superen tal condición (Silva, 2006).
El sistema selecciona a familias de extrema pobreza en base a la
información de la Ficha de Protección Social (1), que aplican en los
municipios, a partir de ahí los convoca a participar y, si las familias aceptan
integrarse al sistema (2), se incorporan al Programa Puente, ejecutado por el
Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, y los Municipios. Además
este programa brinda apoyo psicosocial a través de un profesional que
acompaña a la familia mientras permanece en el sistema.
75
Es importante destacar que este acompañamiento se realiza a través de
visitas domiciliarias, cuyas sesiones permiten proyectar una “relación uno a
uno” entre el programa y los beneficiarios. Esta relación se enmarca como el
principio básico para la corresponsabilidad que fundamenta los Programas
de Transferencia Condicionada.
A la par, las familias reciben un Aporte
Solidario, bono, de monto decreciente en el tiempo, el cual es entregado a
las mujeres (3) jefas del hogar y/o la pareja del jefe de Familia (Puentes,
2009: 2-3).
Una cuestión crítica para alcanzar los objetivos de los PTC, es la existencia
de una propuesta sectorial suficiente. Algunos países han dispuesto
subsidios a la oferta, para asegurar una respuesta institucional suficiente
ante el potencial incremento de la demanda por servicios, es ante esto, que
para el caso chileno se estable un sistema de coordinación de la oferta
pública para hacer coincidir varias prestaciones en las mismas personas y
de manera simultánea (Villatoro, Op. Cit).
El sistema garantiza el cumplimiento de 53 prestaciones sociales, en seis
ámbitos de derecho: salud, educación, vivienda, trabajo, ciudadanía y
cultura, agregando otros apoyos como el bono de protección familiar que es
una transferencia monetaria directa, durante 60 meses y en cuotas
decrecientes. Se destaca que para apoyar a quienes no pueden generar sus
ingresos de manera autónoma, se implementa una transferencia monetaria
para apoyar situaciones de vulnerabilidad extrema o habilitar participación de
las estructuras de oportunidades (Silva, Op. Cit).
En resumen se puede plantear que Sistema Chile Solidario esta compuesto
por: a) identificación de las familias y personas en situación de extrema
pobreza, b) firma del término de compromiso de participación, c) apoyo
psicosocial (6 meses) y bono de protección (4), d) fase de seguimiento en el
sistema (36 meses) y, e) bono de egreso y /o salida.
76
Chile al igual que Argentina, ha implementado estos Programas de
Transferencia con un alto componente de descentralización, dándole así un
rol significativo a los poderes locales, entiéndase para el caso chileno, los
Municipios, destacándose el hecho, que a pesar de estos avances existen
problemas de coordinación entre las instituciones implicadas a nivel local.
Cuentan que para el caso chileno, se intentó alinear la oferta en los
diferentes sectores y niveles para responder a la nueva demanda, mediante
convenios entre MIDEPLAN y las entidades sectoriales y locales.
En el nivel central, se crearon normas para garantizar el aterrizaje de los
convenios en los niveles regionales y locales. Las entidades regionales
coordinaron la instalación de las nuevas normativas, mientras que los
municipios debieron coordinar y canalizar la demanda de las familias hacia la
oferta local.
La implantación del programa provocó tensiones entre y dentro de los
sectores y niveles de gobierno, las cuales se derivaron de diferencias
culturales, de conflictos por el uso de recursos, de la percepción de los
actores locales de interferencias en el campo municipal y de los intentos de
algunos municipios por instrumentalizar políticamente al programa.
Este conflicto, es corroborado por los autores a través del estudio de la
percepción que tienen los apoyos familiares sobre la oferta local: dos tercios
creen que no hay colaboración de las organizaciones locales y un 58% opina
que no existe interés en el éxito de la intervención de parte de los servicios
públicos (Villatoro, Op. cit).
Sobre la base de que la experiencia Chile desde el año 2000 a la fecha,
implica una opción por los PTC, focalizando selectivamente en grupos de
familias pobres, acorde a las lógicas de medición de línea de la pobreza, es
que se reconocen dos ejes de intervención familiar: Uno generado por el
enfoque de activos frente a vulnerabilidades y el otro que plantea la
77
movilización de activos como una forma de problematizar la condición
de Familia y, definir las estrategias de transferencias subsidiarias y a la vez
la sinergia a producir sobre las dinámicas y comportamientos esperados
sobre los integrantes de los grupos familiares.
El primer aspecto, centra su análisis desde la toma decisional, como la
característica de lo familiar, entendiendo la coordinación interna respecto de
las
decisiones
y
el
poder
desde
el
género
y
la
autoridad
intergeneracionalmente constituida. Además las necesidades que se definen
como propicias del colectivo Familia y de los individuos integrantes como
también la confianza apostada en el involucramiento y la demanda frente a
actores de la comunidad para involucrarse o bien retractarse de su aporte
en el abordaje de los problemas familiares.
En segundo lugar, el foco decisional externo, situado en el agente político,
que redistribuye o invierte recursos acorde a planteamientos técnicos y
políticos agendados, a partir de un posicionamiento frente a las estructuras,
funciones, ciclos y necesidades especiales de focalización que involucran un
objetivo distributivo y portador de derechos, frente a la interrupción
permanente de los circuitos intergeneracionales de dependencia y de
pobreza.
Esto lleva a una acción proteccional, en el marco de transformaciones de la
estructuras, valores y prácticas sociales, como la promoción a partir de
escenarios deseables en que la Familia articula políticas, pero bajo un orden
fundado en la noción de ciudadano consumidor y a la vez portador de
derechos, transfiriendo de manera compartida las tareas de proporcionar
servicios sociales para el apoyo y empoderamiento ciudadano y una alianza
mercado-estado y sociedad civil, pero en los requerimientos y metas país
frente a la pobreza (Corvalán, Op. Cit).
78
Esto genera una lógica de acción y reacción, frente a las que se instala la
dimensión temporal, permitiendo hablar del largo y corto plazo, desde lo que
la emergencia es prioritaria en las transformaciones y acciones a desarrollar
(Silva, Op. Cit).
Se elaboran estrategias de afrontamiento y adaptación, la primera para
enfrentar los cambios coyunturales y cotidianos de la vida familiar y la otra
permanente de cara a la inseguridad objetiva, generada por el entorno. La
adaptación
busca modifica las conductas para asumir el problema de
manera permanente.
4.2 Los Gobiernos de Ricardo Lagos y Michel Bachelet: una mirada
general en torno a la política social.
4.2.1 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Ricardo Lagos
Escobar
El mandato del Presidente Ricardo Lagos (2000-2006), relevó la noción de
Familia (Lagos, 2001, 2002, 2003), como una materia de la agenda de
gobierno, en términos operativos y explícitamente, a través de una serie de
programas, que van en su directo abordaje; y que, paralelamente han
aportado con una redefinición del marco analítico que la define e integra
socialmente, reconociéndole un campo de acción y estableciendo a la vez,
los medios de asistencia, en lo que respecta a los problemas que enfrenta.
Desatacamos que el énfasis se instala, en la readecuación de las formas de
definir y priorizar por características vulnerables de las familias, asociándolo
a un proyecto político adscrito a los parámetros propuestos en la Tercera
Vía, basado en la consideración de la Familia como foco central, en el
abordaje de la pobreza y la criminalidad desde las bases de la acción del
Estado (Giddens, 2001. Op. Cit).
79
Esto se traduce en un proceso de implementación, a través de los proyectos
y acciones gubernamentales, donde el sistema Chile Solidario y el Programa
Puente (5), se anclan como el prototipo de la política social (Lahera, Op. Cit).
Emerge entonces la pregunta central, sobre ¿si existe en el gobierno de
Lagos, un tipo ideal,
asociado al concepto de Familia y si éste, es
reconocible en las políticas públicas?. De ser así, ¿qué herencia recoge de
los gobiernos anteriores?, ¿qué cambios ha experimentado? ¿Hacia dónde
se dirige esta asociación entre Políticas Públicas y Familia? ¿Cuáles son las
principales críticas que se le hacen?
Comenzar
a dar respuesta a estas inquietudes, implica situarse en el
gobierno de Ricardo Lagos y por tanto, en el contexto que permite emerger
un nuevo enfoque de política social. En el régimen democrático, tienen
especial énfasis aquellas dirigidas hacia la superación de la pobreza, que
sufren fuertes cuestionamientos en el año 2000, al identificar estancamiento
en los indicadores de pobreza del país, visualizados a partir de una serie de
diagnósticos elaborados tanto por agencias del gobierno como desde
organizaciones no gubernamentales. Se constaba que si bien el país había
logrado reducir con éxito la pobreza en los últimos 12 años, a partir de 1996
se registra un estancamiento de los porcentajes de indigencia de la
población (5,6% de indigencia, según Casen 2000), situación que hizo
urgente la necesidad de crear acciones y una política social que abordara el
tema. Se diagnosticaba la subsistencia de un núcleo de "pobreza dura", no
permeable a los programas sociales convencionales y a las estrategias de
intervención públicas.
A este diagnóstico, se sumaba un compromiso por parte de Ricardo Lagos,
de cerrar adecuadamente el proceso de transición hacia la democracia, lo
que en materia social, significaba la recuperación de la idea de ciudadano
por medio del fortalecimiento de derechos sociales y el acercamiento a las
redes de protección por parte del Estado.
80
Eran ya diez años de transición y aún la noción de ciudadano con derechos,
era cuestionada y no operacionalizada, a través del aparato estatal.
Por otra parte, los efectos de la crisis económica a principios del 2000,
estaban repercutiendo en todos los sectores de la población, ejemplificado
en los altos índices de desempleo. A esto se sumaba los resultados del
Informe del PNUD (2000), “Mas sociedad para gobernar el futuro” (Op. Cit) y,
los de la encuesta CEP (Centro de estudios públicos), mostrando ambos que
el desarrollo económico del país y la problemática de la desigualdad era
para los chilenos inquietudes y preocupaciones necesarias de atender con la
llegada de Ricardo Lagos a la presidencia de Chile (Maldonado, 2008).
El factor más grave; era que, a pesar de los elevados índices de crecimiento
económico, evidenciados con más fuerzas para antes de la crisis, no habían
sido efectivos, en la generación de mejores condiciones de vida para los
sectores más vulnerables de la sociedad.
Esto indicaba que no bastaba la transferencia monetaria hacia los más
pobres sino que se necesita un diseño de política integral, que lograra
impactos en los distintos ámbitos de la Pobreza. Estos análisis, sumados a
la preocupación y esfuerzo de Lagos, por equiparar crecimiento económico
versus desarrollo social, son los soportes estructurales para la instalación de
nuevos sistemas de protección social, amparados bajo una visión política y
ética (MIDEPLAN, 2003).
El contexto descrito en párrafos anteriores hace que, El Programa Chile
Solidario, se materialice de manera simbólica el 21 de mayo del 2002 frente
al Congreso pleno, durante el discurso de la cuenta pública anual.
Este Programa es representante del grupo de políticas de última generación,
como parte de los Programas de Transferencia Condicionada, descritos en
el capítulo anterior.
81
Agregando que lo relevante esta en el cambio de enfoque desde una política
de oferta de bienes y servicios del Estado, a otra donde el Estado
proporciona una cantidad de dinero para que la Familia pueda disponer y
elegir
entre
una
oferta
determinada
mediante
un
proceso
de
retroalimentación entre los servicios del Estado (educación, vivienda, salud,
entre otros) (Cohen y Franco, Op. Cit).
Para dar curso al diseño de Programa Chile Solidario, se generan una serie
de protocolos de acuerdo entre los distintos ministerios y subsecretarias de
Estado. Lo sustancial de este primer paso, estaba en construir un
compromiso real de trabajo horizontal y transversal entre los distintos
servicios públicos, dando cuenta que la instalación de este programa era una
tarea macro, que necesitaba de un trabajo en equipo para así mejorar la
oferta del Estado y su vinculación real con los grupos más necesitados de la
población.
Es luego de este compromiso, que se forman los dos equipos de trabajo:
Uno liderado por el Ministerio de Hacienda y otro equipo de desarrollo social,
constituido preferentemente por profesionales del Fondo de Solidaridad e
Inversión Social (Fosis). Se destaca que ambos espacios de trabajo
implementaron una estrategia con tres ejes definidos por el gobierno, a)
reforzar los aspectos psicosociales de la Familia y la generación de capital
humano, b) promover una intervención sistemática en la Familia, mediante la
entrega
de
recursos
acompañamiento
de
necesarios
los
agentes
en
términos
interventores
de
y,
c)
información
y
promover
el
establecimiento de un Estado proactivo para la generación y desarrollo de
capital social en las familias para así acercar la oferta pública a las
demandas de la sociedad (Maldonado, Op. Cit).
Como ya lo planeábamos en el capítulo anterior, el primer paso del
Programa fue seleccionar a las familias de extrema pobreza, en base a la
información de la ficha CAS (hoy Ficha de Protección Familiar) que aplican
82
los municipios, para luego
invitarlos a participar. Con las familias que
aceptaban integrarse a Chile Solidario, hecho que se operacionalizaba
mediante la firma de un compromiso que contiene cláusulas generales
respecto del proceso,
se comenzó a trabajar con un profesional de la
comuna correspondiente, denominado Apoyo Familiar, quien los acompaña
durante 2 años en el Programa Puente, dándoles herramientas para que
construyan su propio camino de superación.
En una primera etapa se revisa el cumplimiento de las 53 condiciones
mínimas que establece el sistema, organizadas en siete dimensiones:
identificación, salud, educación, dinámica familiar, habitabilidad, trabajo e
ingresos.
Otra estrategia de esta primera etapa es la entrega por parte del gobierno,
de un Aporte Solidario (bono)- de carácter decreciente- a las mujeres jefas
de hogar o a la pareja del jefe de Familia. Se destaca que a este bono inicial,
se suman distintos subsidios monetarios (6), que se entregan en forma
paralela que forma una canasta de prestaciones ; tales como: a) Subsidio
Único Familiar (SUF), para todos los niños y niñas menores de 18 años, b)
Pensión Asistencial de Vejez (PASIS), para todos los mayores de 65 años,
c) Pensión Asistencial de Invalidez (PASIS) para quienes corresponda, d)
Subsidio de Agua Potable (SAP), para cubrir el 100 % de la cuenta hasta 15
metros cúbicos de consumo mensual y, e) Subsidio eléctrico.
Un componente relevante, es el Acceso Preferente a Programas Sociales,
es decir las familias pueden optar de manera directa y expedita a los
distintos programas sociales, tanto públicos como privados, ya que las
distintas instituciones y organismos de las áreas de Salud, Educación,
Trabajo, Vivienda, Justicia, entre otras, se comprometen con MIDEPLAN
para darle prioridad a los beneficiarios de Chile Solidario.
83
Dentro de las cifras de avance que el Programa Chile Solidario presentaba
desde mayo del 2002, fecha en que se oficializa su implementación, la
Ministra de Planificación para ese entonces, Yasna Provoste, indicaba para
el año 2005, importantes logros que nacían desde el compromiso adoptado
por el Presidente Ricardo Lagos, en relación a que al término de su gobierno
225.073 familias dejarían la línea de la indigencia. No hay que olvidar que
este compromiso ya había sido enunciado por el Presidente Lagos, como
parte del discurso oficial del 21de mayo del 2002: “Por eso hablamos de este
nuevo programa Chile solidario: por primera vez en nuestra historia las
personas mas pobres dentro de los pobres tendrán garantizado el acceso a
la salud, la educación, la previsión social. ¡Asi construimos un chile justo y
solidario¡
(SEGEGOB, 2002, extracto del discurso oficial del Presidente
Ricardo Lagos).
Ante esta meta, se señalaba que a octubre del 2005 existían casi 200 mil
familias en 336 comunas del territorio, con acceso preferente a la red social
pública del Estado, además de
garantías en las distintas prestaciones
monetarias que contemplaba el programa (Maldonado, Op. Cit).
Otras cifras señaladas por la Ministra Provoste, están referidas a la cantidad
de familias que pudieron optar al bono de Protección circunscrito a los
primeros 24 meses de trabajo, con una cifra de 95.539 familias, en relación a
los bonos de protección y 45.208 familias con bonos de egreso. En base al
apoyo psicosocial (Programa Puente) eran 45.975 familias que contaban con
éste, agregando que de ese universo, el 76.9% presentaba egreso exitoso,
es decir salieron del programa con sus 53 condiciones mínimas cumplidas.
Como ya se planteaba, el programa Chile Solidario aborda el trabajo con las
familias en base a siete dimensiones. Estas también forman parte de la
evaluación realizada para el año 2005. Por ejemplo en el ámbito de
identificación, eran 51.850 familias las que ya presentaban cédulas de
identidad para todos sus integrantes. En el ámbito de la Salud se señala,
84
que un total de 9.875 familias, estaban inscritas en el servicio de atención
primaria de salud, dando paso a una
atención gratuita en todos los
consultorios, postas y hospitales del país. De esta incorporación y acceso
gratuito se destacaba: a) 581 familias con acceso a controles de embarazo,
b) 28.740 familias con exámenes de Papanicolau al día, c) 5.044 familias
con miembros pertenecientes a los adultos mayores, contaban con controles
de salud al día, d) En el caso de las familias donde existían niños y niñas
menores de 6 años, 2.438 presentaban sus controles de Niño Sano al día,
entre otros indicadores (MIDEPLANa, 2008).
En el ámbito de la educación se indicaba: a) 7.022 familias incorporaron a
sus niños al nivel preescolar, b) 12.148 familias con adultos analfabetos
aprendieron a leer y escribir, c) 2.341 familias accedieron a incorporar a sus
hijos menores en algún centro educacional o jardín infantil y, d) 9.318
familias estaban recibiendo beneficios de asistencialidad escolar.
Dentro de ámbito de la dinámica Familiar, también se registraban logros
para el año 2005, los cuales se resumen en: a) 16.460 familias mejoraron su
condición al interior de la familia para resolver conflictos y, b) 4.597 familias
estaban siendo atendidas en programas de apoyo al problema de violencia
intrafamiliar.
Asimismo, para el ámbito del mejoramiento de las condiciones de
habitabilidad: a) 14.555 familias presentaban claridad en su situación de
tenencia de sitio y vivienda., b) 25.426 familias se encontraban postulando a
programas de vivienda social, c) 5.406 familias habían reparado sus
viviendas precarias, d) 16.620 familias contaban con un sistema de
eliminación de excretas adecuado, e) 7.749 familias presentaban al menos
dos piezas habitables en su casa y, f) 26.615 familias tenían camas
equipadas completamente (Ibíd.).
85
Los dos últimos ámbitos evaluados eran el ámbito de la dimensión de
trabajo y el de la dimensión de ingresos. Para el primero se registraba: a)
Cerca de 40.386 personas, habían sido apoyadas con programas de
empleo, principalmente el financiamiento de emprendimientos productivos y
de servicios, b) 39.473 familias con personas que se encontraban
desocupadas estaban inscritas en la Oficina Municipal de Información
Laboral (OMIL). Finalmente para el ámbito dimensión de ingresos, se
destaca: a) los miembros de 12.685 familias se encontraban postulando al
Subsidio Único Familiar y, .35.477 familias que estaban participando del
programa, lograron superar los ingresos sobre la línea de indigencia entre
otros indicadores.
Estas cifras que claramente dan cuenta a los avances del Programa Chile
Solidario, remiten a un nuevo paradigma, en base al cómo se comienza a
abordar la protección social, definida como una forma de intervención en
formación de capital humano asociada a una red de prestaciones sociales
destinadas a mantener el acceso a los servicios sociales básicos, evitar la
exclusión social y resistir las estrategias de superación que tengan efectos
irreversibles, además de incentivar la movilización de recursos propios para
superar las carencias socioeconómicas” (MIDEPLAN, Op. Cit: 18).
Desde esta perspectiva, Chile Solidario, se inscribe como una estrategia
integral, con un enfoque multicausal de la pobreza, que tiene por idea
extender un “puente” entre las familias y sus derechos (Maldonado, Op. cit:
17). Este fundamento se consolida bajo una mirada política- social, que ya
no asume la pobreza únicamente desde la carencia material. La unidad de
intervención cambia a partir de este programa, desde un referente individual
se pasa a la Familia, como unidad con sus múltiples dimensiones,
asumiendo así la complejidad que esta contiene, ya que es vista como un
sistema social en constante proceso de estructuración. Ante esto, el enfoque
de política tiene como objetivo apoyar las funciones de integración, cohesión
económica y desarrollo humano (MIDEPLAN, 2008b).
86
Bajo este mismo análisis, Maldonado (Op. Cit), agrega que al asumir esta
nueva unidad de análisis, se da paso a una concepción colectiva, dando
lugar a un trabajo integrado entre todos los miembros involucrados en la
situación- problema, asegurando así que los beneficios lleguen a todos los
miembros de esta unidad y no solo al jefe de hogar como sucedía
regularmente.
En términos generales y tomando como referencia los postulados de
MIDEPLAN (2009), podemos ver que desde una perspectiva asistencialista
se cambia hacia un enfoque de promoción social, que instala un componente
ético en el abordaje de la pobreza, ya que esta tiene que ver con la dignidad
de las personas, y por tanto, con sus derechos en el acceso a los beneficios
del Estado, el cual no se logra simplemente otorgando y/o recibiendo ayudas
monetarias
sino
que
ampliando
y
acercando
igualitariamente
las
oportunidades hacia todos los miembros de la sociedad.
Esta misma entidad deja de manifiesto, la emergencia del modelo de
factores de riesgo y factores protectores en reemplazo de la “carencia” como
indicador de intervención, es decir, se asume un componente multifuncional
para el abordaje de la situación- problema, anticipando y por tanto
previniendo elementos que impidan el acceso igualitario a los beneficios
sociales.
El documento de Chile Solidario, hace referencia a este nuevo marco ético
que pone énfasis en el enfoque de derecho. Ante esto el Gobierno de
Ricardo Lagos asume; como una política social entendida como un marco
ético y político amplio, que significa introducir como criterio prioritario de
diseño, ejecución y evaluación de esa política, su contribución al respeto,
garantía y exigibilidad en el cumplimiento de ciertos derechos reconocidos
como básicos para la gestión estratégica de un gobierno, en el marco de una
apuesta de desarrollo nacional (MIDEPLAN, 2003. Op. Cit).
87
Al enfoque de derecho y al reconocimiento de la Familia como núcleo de
desarrollo humano, incorporados como principios rectores del Programa
Chile Solidario, se suman: a)
Igualación de capacidades básicas:
entendida como el principio que reconoce la libertad de las personas para
buscar sus propios destinos, pero que procura que todos arranquen desde
un mismo punto de partida, es decir de un mínimo de capacidades mínimas,
b) Integralidad en las acciones: entendido como la habilitación de una red
o apoyos necesarios para que las personas hagan efectivo el acceso a las
oportunidades, c) Equidad u manejo de la vulnerabilidad: la noción de
equidad asume que para lograr un modelo de desarrollo humano y
sustentable, se debe procurar el goce universal de los beneficios del
crecimiento. Por su parte la vulnerabilidad surge en el contexto de visualizar
el fenómeno de la pobreza
desde dimensiones mas amplias como las
psicosociales, educacionales, laborales y familiares que se expresan en
desigualdad de oportunidades y, d) Desarrollo local y participación
ciudadana: para ser efectivo los objetivos del programa, la estructura de
oportunidades y la movilización de recursos debe ocurrir en los territorios
donde residen las familias. Es de esta forma que la dimensión local cobra
relevancia (Ibíd: 19).
Ahora bien, luego de recorrer los principales elementos que dan vida a la
política social, bajo el Gobierno de Ricardo Lagos, con énfasis en el
Programa Chile Solidario y Programa Puente, vemos que se pueden
reconocer posiciones de consenso, para indicar a la Familia como un
componente sustantivo en las políticas públicas, -cuasi un emblema políticofrente a la crisis de la sociedad (Castells, 1999. Op. Cit), y por tanto, vista en
su condición de cédula fundante del orden social que hay que proteger ante
la crisis valórica (Morandé, Op. Cit), y como el espacio de socialización y
formación del individuo (Sernam, Op. Cit).
88
Sin duda, posicionar a la Familia; sea como institución de la sociedad o un
grupo funcional, implica tolerar y divisar un contexto propicio que reconozca
en su abordaje, un canal de contacto con las políticas sociales, facilitando
reflexionar sobre las estrategias e intenciones del Estado en sus
intervenciones y comprensión de ella, desde un reconocimiento nominal y
coherente con formas independientes de organización y, modos asumidos
como un factor de orden o normalidad para la sociedad en su conjunto. Es
desde aquí, que en el diseño de una serie de acuerdos políticos y
propuestas técnicas para fortalecer la Familia y apoyar a las que se
encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad, se establece una
marcada inclinación hacia los aspectos económicos por sobre los socioconvivenciales (Moratalla,2006).
Desde un análisis político, se desarrollan ejes de discusión, que a la vez son
propósitos de agenda pública como:

Integración-desintegración social

Participación-equidad social

Responsabilidad individual-responsabilidad colectiva

Dependencia subsidiaria o iniciativa y emprendimiento individual
Ambos se funden en un campo normativo que desde el abordaje de
materias de desarrollo social, a partir de regulaciones legales, logran un
impacto entre lo económico y lo político como:

Desarrollo y edad

Género

Legalidad, nupcialidad y expectativas con arreglos morales como el
aborto, la disolución del vínculo conyugal, tuición de los hijos.
89
Se
denota
entonces,
una
alianza
estratégica
de
propósitos
socialdemócratas con la intervención y participación activa del mercado
generando programas; pro individuo
(concepción portadora) y las
corporativistas o pro dependencia del Estado (concepción beneficiaria)
(Corvalán, Op. Cit).
Éstas reportan soluciones técnicas, que combinan la existencia de políticas
del tipo universal como la Asistencia Social a través de los Subsidios con
otras de coordinación y sinergia social como lo es el Programa Puente
(MIDEPLANb, 2001, Op. Cit).
Las acciones que se generan desde este programa son eminentemente de
tipo individual, ya que, a pesar de entender que desde su concepción y
origen, se manifiesta una acción que concibe como grupo destinatario a la
Familia, esto no puede considerarse un tipo de acción colectiva, ya que la
organización y el conjunto de acciones derivadas no implica la concertación
ni coordinación de esfuerzos para su concreción, sino que la acción de
sujetos o miembros de grupos familiares, en actitud gestionadora de
recursos, que sean supletorios frente a necesidades materiales y al
cumplimiento de funciones familiares, permitiendo la restauración del
vínculo social que opera como barrera ante la desprotección y el desamparo
(Pennachi, 1999).
No obstante, es importante señalar, que el enlace de estas dos políticas,
Subsidios y Puente, fueron emblemáticas durante el gobierno de Ricardo
Lagos, hecho que se ejemplifica con el caso de “la señora Juanita.”,
ilustración referida por el Presidente Lagos, para dar cuenta en forma
operativa, del proceso de gestión de ayuda subsidiaria y superación de la
pobreza, la que permitió ilustrar a escala familiar los impactos y méritos del
tipo de política referida.
90
Es por ello que cabe listar elementos que posibilitan un análisis sobre la
factibilidad de una política pública familiar, sugiriendo su perfeccionamiento,
ya que:
•
Ofrece maximización de recursos y reduce las asimetrías de
Información.
•
Responde
a
intereses
del
Estado
ya
que
trae
aparejado
externalidades positivas sobre la desigual distribución del ingreso
(control y paz social- governance), promoviendo la dependencia y
desestimulando la iniciativa individual.
•
Genera déficit, a menos que incluya riqueza o impuestos, además no
genera empleo.
•
Corrige la exclusión y estimula la demanda pero no la oferta, o sea es
un mercado imperfecto, o bien a veces genera cuasimercados.
•
Es tema de agenda pero no prioridad de programa ya que, tiene un
alto costo de transacción, descentralizado a nivel local.
•
Tiene dificultad para valorizar resultados e impactos y se presta para
uso de la burocracia con fines electorales, entiéndase por esto
“clientelares”.
Estas indicaciones, que desde nuestra perspectiva deberían considerarse
para así mejorar la implementación y por tanto desarrollo del Programa, se
unen a otras reflexiones que también aportan al proceso de evaluación de
los alcances de Chile Solidario. Cohen y Franco y Villatoro (Op. Cit),
destacan los principales elementos a discusión en torno a los componentes
tanto teóricos como prácticos de dicho Programa. Destacamos que no solo
se integran indicadores cuantitativos, sino que también se remiten a otros
estudios cualitativos realizados en torno al tema, cómo a las evaluaciones
realizadas por la CEPAL en el año 2006.
91
El primer elemento de discusión, hace relación con el cumplimiento de los
53 mínimos definidos por el gobierno. Ambos autores plantean que estos
mínimos, no necesariamente se ajustaban a la realidad de las familias
beneficiarias, ya que no se consideraban factores causales. Factores
exógenos de estructura, especialmente institucionales y legales, como
factores contextuales más amplios, son indicadores que inciden, pudiendo
interferir el desarrollo de los mínimos definidos. Esto proyecta una reflexión,
en torno a la no uniformidad de las familias beneficiarias, teniendo así que
considerar particularidades capaces de integrar un universo más diverso,
donde las demandas pueden tender a diferir de los mínimos establecidos
(Ibíd.).
El segundo núcleo de reflexión, está situado en la noción de derecho. Para
ambos autores el cumplimiento de los mínimos no certifica ni verifica
directamente el ejercicio de derecho, ya que solo se logra instalar una
escala mínima donde las familias, se acercan a un modelo o norma
establecida. Asegurar el desarrollo de un derecho transciende claramente
una participación normada, dando por resultado que el cumplimiento de los
mínimos requeridos solo encamine a las familias a un tipo ideal.
Ante esto agregamos, que la enunciación de mínimos, no es condición para
que éstos se transformen en derechos sociales y económicos. Esto solo
sería posible, si existieran condiciones que dignificaran realmente a los
ciudadanos en su ejercicio tanto social, económico como político.
En el capítulo anterior, mencionábamos que otro de los elementos
discutidos del Programa, era el desajuste entre la oferta y la demanda,
situación que también era parte de los debates en torno a los distintos
Programas de Transferencia Condicionada. Por una parte se identifica una
demanda derivada de reglas de operación no adecuadas y, por otra parte,
una oferta insuficiente que se caracteriza por contener un alto costo de
transacción para el uso de los servicios.
92
Esto se ejemplifica en la incapacidad de la red estatal de evitar o disminuir
los trámites burocráticos para el acceso a los beneficios “supuestamente
ofertados”. No existe tampoco un acompañamiento por parte de los
Servicios ofertados hacia los beneficiarios (Cohen y Franco, Op. Cit: 10).
Un dato interesante está relacionado con la percepción tanto ciudadana
como desde el mismo Estado en base al funcionamiento del Programa Chile
Solidario.
La percepción se califica como positiva y emerge del estudio
realizado por el Fosis en el año 2004. Según este, el 88% de las
autoridades locales (alcaldes) pensaban que existía voluntad política para
dar continuidad al Programa. Por otra parte el 90%, opinaba que las familias
poseían una buena opinión del Programa, cifra que se complementa con un
84% de afirmación y corroboración de estas autoridades municipales, en
torno a que Puente Chile Solidario aporta a la reducción de la pobreza
extrema de las comunas (Maldonado, Op. cit).
4.2.2 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Michelle Bachelet
Jeria
El Gobierno de la Presidenta Bachelet, instala un análisis en torno a la
política social que claramente presenta continuidad y profundización con sus
antecesores. A modo general, se observa la consolidación de un conjunto de
políticas públicas y de reformas estatales que van dando forma al
protagonismo de un Estado de protección social. Esta imagen que toma
fuerza, luego de sus primeros dos años de ejercicio, se complementa con el
buen manejo ante los efectos de la crisis financiera internacional y con el
aumento de aprobación popular hacia su gobierno (MIDEPLAN, 2009.
Op.Cit).
La idea de avanzar en la construcción de un Sistema de Protección Social
(7), nos remonta a los lineamientos que el Presidente Lagos, ejemplificó, a
través de la puesta en Marcha del Programa Chile Solidario.
93
La Presidenta busca fortalecer un sistema que acompañe a las personas a lo
largo de todo su ciclo de vida, por tanto habla de un bienestar garantizado a
través del ejercicio de derechos sociales, tanto universales como focalizados
en la población más vulnerable, lo que se resume en
políticas sociales
universales en salud, en educación y en vivienda y, políticas focalizadas y de
subsidios para los que más lo requieren (Jara, 2010).
Al Programa Chile Solidario del 2002, se unen el Plan AUGE, que tenía
como meta para el 2010 incluir 80 patologías, además del establecimiento
de 12 años de educación escolar obligatoria para todos los niños y niñas con
una proyección que para ese entonces era de 14 años de educación
garantizada. Se suma a lo anterior el sistema Chile Crece Contigo y
finalmente la Reforma Previsional, que significa más y mejores pensiones
para los adultos mayores.
En relación
a la Reforma Previsional, tempranamente la Presidenta
constituyó un Consejo Asesor para el estudio de esta materia. El conjunto de
debates y la discusión parlamentaria sobre el proyecto se plasmó en la ley
20.255, publicada en marzo de 2008, en la cual se propuso recuperar los
principios de “el derecho a la Protección Social: seguridad y certeza; la
legitimidad y participación ciudadana; la solidaridad (con la creación del
Sistema de Pensiones Solidarias); la igualdad y equidad de género”(8).
En general, ha consistido en un conjunto de beneficios que asegura que al
término de su vida activa, tengan asegurado un ingreso permanente. Esto
favorece a trabajadores dependientes, independientes y/o individuos que
han estado en situación de inestabilidad laboral o simplemente que nunca
han formado parte del sistema laboral remunerado(9) (Arenas, 2009).
Enunciamos brevemente esta Reforma Previsional, puesto que se instaló
como uno de los cambios más importantes del Gobierno de la Presidenta
Bachelet, en la medida en que se inscribe como un marco de avanzada en
94
temáticas de reducción de brechas de inequidad, reforzando la idea que ya
planteábamos en torno a un Estado que da protección social. Por otro lado,
los enunciados de la Ministra de Planificación de ese entonces, Paula
Quintana, emitidos a inicios de abril del 2009, proyectaba que para fines de
ese año, 800.000 adultos mayores serían beneficiarios del Pilar Solidario de
la Reforma mencionada (Pensión Básica Solidaria y Aporte Provisional
Solidario), dando un ejemplo claro de los propósito de mayor protección para
los adultos mayores durante el mandato de Bachelet.
Retomado la continuidad en materia de política social, es el Ministerio de
Planificación, el que tuvo la tarea de consolidar el Programa Chile Solidario e
instalar el Programa Chile Crece Contigo, perfilándose este último como uno
de las medidas innovadoras que entran a fortalecer el acompañamiento en
todos los ciclos de vida de las familias más vulnerables.
Para el 2009 se proyectaba una ampliación en la cobertura a través del
Programa Puente, indicando 50.000 nuevas familias, a las que se sumaban
a las 337.000, que ya participaban desde su origen. Considerando la
evaluación en torno a la estrategia de intervención del programa, se
establece un cambio relacionado con la necesidad de dar respuesta a la
diversidad de las familias en extrema pobreza y vulnerabilidad, la que se
operacionaliza,
mediante
el
diseño
de
estrategias
de
intervención
diferenciadas según el perfil de cada familia beneficiada.
Relevamos este punto, ya que se inscribe dentro de las principales críticas
ejercidas sobre la estrategia que el Programa experimentó desde sus inicios,
donde muchas veces caía en un abordaje unificador de la unidad familiar, no
considerando así la diversidad que porta este núcleo social. Paralelo a este
cambio se proyecta para el Chile Solidario la incrementación en
las
condiciones mínimas de calidad de vida y, la incorporación de talleres
grupales, con el fin de fomentar y potenciar el capital social de las familias
que participan del Sistema (Ibíd.).
95
En relación al Programa Chile Crece Contigo Chile, Sistema de Protección
Integral a la Infancia, se destaca que tiene como principal misión
acompañar, proteger y apoyar integralmente a todos los niños, niñas y sus
familias, contando para este fin con prestaciones universales como también
focalizadas. En este programa participan niños y niñas, desde la gestación
hasta los 4 años de edad, sus familias y al entorno en el que crecen y se
desarrollan.
En base a los componentes universales del Programa, están dirigidos a
todos los niños y niñas en primera infancia, destacando como principales
servicios: a) Programa educativo masivo: dirigido a sensibilizar sobre las
necesidades de desarrollo de los niños y niñas en la primera infancia y a
orientar a los adultos, en materias de cuidado y estimulación de los niños y
niñas, a través de cápsulas educativas en radio y televisión y, b)
FonoInfancia (800 200 818): Teléfono información y apoyo para los padres
y madres que la Fundación Integra ha puesto a disposición de Chile Crece
Contigo.
Para los niños y niñas que se atienden en el servicio público de salud,
también se consideran una diversidad de prestaciones, destacando: a) guía
de la Gestación y el Nacimiento "Empezando a Crecer" para las mujeres
embarazadas; b) reforzamiento del control del embarazo; c) talleres y
actividades de preparación al parto, d) visitas domiciliarias del personal de
salud en los hogares de mujeres embarazadas que presenten algún factor
de riesgo; e) atención personalizada del parto, como parte de las garantías
explícitas en salud (GES / AUGE), f) Set de material didáctico
"Acompañándote a Descubrir I" para los niños y niñas menores de 1 año; g)
reforzamiento del control de salud del niño o niña, con especial énfasis en
los dos primeros años de vida y; h) entrega de set de material didáctico
"Acompañándote a Descubrir II" para niños y niñas entre 1 y 2 años (Jara,
Op. Cit).
96
Finalmente, las prestaciones dirigidas a los niños y niñas de familias que
pertenecen a hogares del 40% de menores recursos o que presentan alguna
situación de vulnerabilidad especial, se destaca: a) Subsidio Familiar (SUF)
garantizado hasta que el niño o niña cumpla los 18 años, en la medida que
cumplan con los requisitos establecidos por la ley para este beneficio (padre
o madre sin previsión y formar parte de un hogar perteneciente al 40% de
menores recursos del país, requisito certificado a través de la aplicación de
la Ficha de Protección Social); b) Sala cuna (10) gratuita para todos los
niños y niñas menores de 2 años, cuya madre o adulto responsable trabaje,
busque trabajo, estudie, o presente una situación de especial vulnerabilidad;
c) cobertura de jardín infantil gratuito y de calidad, de jornada parcial,
completa o extendida para todos los niños de 2 y 3 años de edad, d)
Modalidades de educación parvularia no convencionales, adecuadas a
diversas realidades donde niños y niñas crecen y se desarrollan, e) ayudas
técnicas para niños y niñas que presenten alguna discapacidad, incluyendo
los apoyos requeridos tanto en sus hogares como en las instituciones que
les atiendan; f) acceso preferente de familias a programas, servicios y
prestaciones públicas que requieran en función del desarrollo de sus hijos e
hijas, tales como: incorporación al sistema de protección social Chile
Solidario, nivelación de estudios, mejoramiento de las condiciones de
habitabilidad, programas de apoyo a la inserción laboral y a la generación de
ingresos, entre otros.
Es sin duda, la Ley Nº 20.379, publicada el 12 de septiembre del 2009, la
que crea el Sistema Intersectorial de Protección Social, el marco legal
que ampara el enfoque del gobierno de Bachelet. La aprobación de esta ley
significó institucionalizar, darle solidez, estabilidad jurídica y recursos, a un
Sistema de garantías exigibles por la ciudadanía, permitiendo a la vez
consolidar un modelo de gestión intersectorial y descentralizada en políticas
públicas. De esta forma, se institucionaliza el subsistema de Protección
Integral a la Infancia Chile Crece Contigo (MIDEPLAN, 2009, Op. Cit: 205).
97
En base a la evaluación que MIDEPLAN (2009) realizó en torno al
Subsistema de Protección Integral a la Infancia, Chile Crece Contigo, antes
del inicio del mandato de Sebastián Piñera, se destacan algunas líneas
tales como, avances en la inserción de más de 450 mil mujeres al programa;
integración
a la educación prenatal de mas de 148 mil gestantes en el
sistema público de salud y, una realización de mas de 61 mil visitas
domiciliarias integrales a las gestantes y sus familias que presentaban
factores de riesgo psicosocial. A estos logros se suman el inicio de la
implementación del Programa Apoyo al Recién Nacido y progresos en el
diseño y desarrollo de instrumentos de monitoreo y evaluación del
subsistema Chile Crece Contigo (Ibíd.).
Otro tema relevante y transversal al mejoramiento del sistema de protección
social, es el referido a los instrumentos de gestión. Dentro de esta área de
trabajo se destacan dos medidas de cambio y modernización realizadas bajo
el gobierno de Bachelet. El primer instrumento esta referido a la Ficha de
Protección social y el segundo al Registro de Información Social.
En base a la Ficha de Protección Social, se procedió a la actualización de la
este instrumento, encuestando a más de tres millones y medio de familias,
actividad a la que se sumaron los procesos de auditoria y supervisión de la
Ficha de Protección Social, para así controlar en terreno el funcionamiento
de los equipos comunales. Además, su mejoramiento, estuvo de la mano
con el desarrollo de talleres de capacitación tanto a los encargados de
aplicarla como a los distintos servicios públicos para determinar y fortalecer
su uso, todo esto orientado a seguir perfeccionando la identificación de la
población que necesita ser atendida bajo la lógica de un Sistema de
Protección Social (Estay, 2010).
Con la presencia de un sistema de fichas de caracterización actualizadas, se
hizo necesario generar plataformas de información que orientaran la correcta
asignación de los beneficios del Estado. Ante esto, y bajo el marco de la
agenda de modernización del Estado y como contribución al cumplimiento
98
de la ley de transparencia, MIDEPLAN puso a disposición del sector público
la plataforma informática del Sistema Integrado de Información Social, de
modo de facilitar el intercambio de información entre los distintos ministerios
y servicios.
Un programa que entra a complementar el Desarrollo de Chile Solidario,
para este periodo es el Programa “Abriendo caminos”, que se define como
parte de una estrategia de apoyo integral a niños y niñas de familias con
personas que cumplen condena en medio cerrado, por el impacto negativo
de la privación de libertad de uno o más adultos significativos del hogar, en
el desarrollo y bienestar de los niños y niñas, lo que se expresa
principalmente en la reducción de las oportunidades que tienen a
disposición, para generar e incrementar capital humano y social, en un
contexto de grave deterioro de las condiciones del entorno familiar en el que
se desenvuelven y se desarrollan.
Se destaca que se ejecutó en cuatro regiones del país, O’Higgins, Bio-bío,
Los Ríos y Metropolitana, con un presupuesto de mil 39 millones de pesos,
alcanzando una cobertura de mil 975 niños, donde además se incluye la
atención a 796 familias, especialmente a los adultos a cargo de la crianza,
que corresponden a mil 331 personas (Jara, Op. Cit).
Otros balances en relación al sistema de protección social, son los
relacionados con el Programa Vínculo, el cual trabaja con adultos mayores
vulnerables y que viven solos. Este se implementó en 115 municipalidades
con la asistencia técnica del Servicio Nacional del Adulto Mayor, dando por
resultado que para fines del 2009, se hallan registrado 23 mil 969 personas
como beneficiarias.
Por otra parte, el Programa Calle, orientado a los adultos que viven en
situación de calle, se ejecutó para el año 2009, en ocho regiones tales como
Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Bio-bío, Los
99
Lagos y Metropolitana, presentando un presupuesto de de más de 971
millones de pesos, con tres mil 276 personas beneficiadas.
Para finalizar esta revisión que nos sitúa en torno a los principales
lineamientos identificados bajo la Presidencia de Bachelet, destacamos la
clara continuidad con el enfoque social asumidos durante el gobierno de
Lagos. El mejoramiento visualizado en instrumentos de planificación e
intervención son medidas que se destacan puesto que eran elementos
críticos al momento de evaluar los impactos que en especifico, el Programa
Chile solidario dimensionaba. Asumir al núcleo familiar, bajo parámetros
diversos y no unificadores, aportan con la implementación de políticas
sociales mas particulares e inclusivas de los contextos y variadas demandas
que la ciudadanía, en este caso, población mas vulnerable.
De esta manera, se puede esgrimir que ambos gobiernos, integran una
mirada amplia de la significancia que tiene el concepto de gobernabilidad,
como idea fuerza, capaz de proyectar un crecimiento sostenido de la
economía y, al mismo tiempo, un desarrollo social con equidad. A modo de
poder operacionalizar esta propuesta en el ámbito de las políticas sociales,
se empieza a generar, por parte del Estado, un marco técnico, posible de
conjugar tanto elementos de focalización como de cobertura ampliada,
especialmente en el ámbito de necesidades básicas de la población como
educación, salud y vivienda.
En cuanto a la focalización, se busca identificar a sujetos tipos que
presenten índices de vulnerabilidad social, bajo criterios desprendidos de
situaciones de género, etáreas, de acceso a empleos productivos, etc., a
modo de ir generando habilidades desde los recursos existentes. Se amplia
la focalización, puesto que no está centrada únicamente en un mirada
asistencialista, hacia aquellos sectores incapaces de participar en el
mercado, sino más bien, se busca crear niveles de integración, a través de
inversión
en
capital
humano,
habilitación
social,
procesos
de
100
empoderamiento, entre otros. El objetivo, en última instancia, está en poder
incidir en los factores que crean la desigualdad social, a partir no sólo de
diversificar tanto la oferta como la demanda, sino también mediante la
integración de la sociedad a espacios más participativos y sustentables en el
tiempo.
Se ha tratado también, de poder crear elementos complementarios de
intervención, a modo de ir garantizando que tanto la producción como la
implementación de servicios sociales lleguen efectivamente a aquellos
sectores que necesitan atención. Por tanto, se ve una intención por parte
del sector estatal, de ir creando pisos mínimos que aseguren un bienestar
social ampliado y garantizado, como a la vez, crear una mayor capacidad de
regulación, normalización, promoción y supervisión en la producción y
prestación de servicios.
De esta manera, se reconoce que el mercado, como espacio de intercambio,
no es capaz de crear por si sólo capacidades que favorezcan la equidad
social. A partir de esta reflexión, emerge un Estado promotor y a la vez
regulador de las dinámicas sociales.
Al mismo tiempo, visualizamos una relocalización, que encadena no sólo
aspectos específicos de intervención sectorial (sea esta vivienda, salud,
desarrollo productivo, etc.), sino también sitúa la inversión como generador
de potencialidades, que van más allá del hecho de la prestación de servicios.
Un claro ejemplo de este tipo de intervención, lo representan los programas
que en ambos gobiernos estudiamos.
Desde esta perspectiva, si sitúa la inversión en cadena, en el decíl más
pobre (caracterizado socialmente como indigente), bajo una intervención
sobre el núcleo familiar, a modo de crear una situación de habilitación en
todos los componentes que hacen imposible que el grupo familiar pueda
encontrar éxitos para superar la pobreza, es decir, la estrategia de
101
refocalización en cadena, expresa una nueva mirada que trata de potenciar
la integración total del beneficiario participante, no sólo en base a servicios
sectoriales sino también en base a toda una secuencia de prestaciones
estatales.
Otro elemento que hace posible esta nueva intervención social, en base a
estrategias integrales y diversas, es la reorganización administrativa del
Estado, ya que sin estas nuevas modalidades de gestión se imposibilita el
despliegue de nuevas metodologías de trabajo para la puesta en marcha de
políticas sociales.
La emergencia de una nueva arquitectura estatal de carácter policéntrica,
que busca la integración de nuevos actores en la toma de decisión, es la
base sustentadora de un proceso capaz de dar respuesta eficiente, clara y
transparente. Este escenario es posibilitado gracias a la Reforma del Estado
ya mencionada con anterioridad, ya que crea el escenario tanto organizativo
como gestionario, para ir avanzando en la concreción de los objetivos
desplegados en el proyecto país.
4.3 Aplicación y Análisis de Metodología propuesta
4.3.1 Variables de análisis
Como ya planteábamos al inicio de la investigación, los criterios de
integración dimensionados para la presente, se articulan en base a cinco
ejes temáticos: Instituciones Familiares, Desarrollo y Género, Delito y
justicia, Socioeconómicas e Institucionalidad.
Las relaciones, integraciones y oposiciones de estos, componen el campo
de análisis investigativo propuesto.
102
Ahora bien, estas categorías de análisis se sostienen en un eje temático de
acción de la política social que se operacionaliza, a través de la descripción
de tendencias sociales, políticas, económicas y culturales, los actores
centrales de los procesos y, los estilos participativos, junto al modelo de
intervención predominante para la acción.
Los contenidos y/o definiciones asignados a estos cinco ejes temáticos son:
A. Las instituciones familiares, vistos desde una perspectiva funcional
como las estructuras formativas de la organización de los tipos
familiares, sobre la base de distribución de tareas, adecuadas a roles
parentales, generados a partir de las estructuras del parentesco y de
su sentido de cambio y transformación en sus ciclos y propias
construcciones sociales de la Familia y lo familiar.
B. Desarrollo y género, entendidos desde el proceso de crecimiento
individual de cada integrante de las familias y las tensiones acorde a
las demandas funcionales de integración social, de acuerdo a la
vivencia de la experiencia social desde cada sexo.
C. El Delito y la Justicia como una acción focalizada en tareas de
protección de individuos, sobre la base de una accionar en defensa
de la Familia, referido a las estructuras de poder con que se
estructuran la organización familiar y los procesos comunicacionales.
D. La dimensión Socioeconómica, visualiza desde el acceso a bienes
y servicios, las capacidades de integración a la estructura productiva
extendiéndose a las familias, de tal manera que se activan sus
potencialidades para enfrentar la vulnerabilidad social y la pobreza.
103
E. La institucionalidad, asumida como el contexto administrativo que
reglamenta y operativiza, las acciones dirigidas en política social
hacia la Familia en el espectro del quehacer del Estado.
El análisis de estos ejes temáticos permitirá acercarnos a los contenidos
más relevantes de cada gobierno, relacionados con nuestra temática de
estudio, para así comprender la indicaciones de política social, contenidas
tanto en discursos y documentos públicos, validados por autoridades
políticas y técnicas vinculadas a la acción social y la temática de Familia.
Serán los discursos presidenciales, las principales herramientas de
acercamiento y vinculación analítica entre las los distintos temas
seleccionados para la integración y discusión, ya que estos se transforman
en decisiones concretas materializadas en los fundamentos y ejes
normativos de los programas sociales. Nos acercan a los conocimientos
sobre conceptos, premisas fundamentales y específicas del proceso político,
los cuales culminan con la creación de una política social en particular. Ante
esto “La acción política no es comprensible fuera del orden simbólico que la
genera y del universo imaginario que ella misma engendra dentro de un
campo determinado de relaciones sociales. El único camino para acceder a
los mecanismos imaginaros y simbólicos asociados al sentido de la acción
es el análisis de los discursos sociales” (Segal y Verón, 2003:20).
4.3.2 Integración entre Ejes temáticos propuestos y contenidos discursivos
A continuación describiremos los contenidos relevantes por cada eje
temático
considerado,
relacionando
directamente
los
discursos
presidenciales que dan cuenta de ellos, para así relevar y articularlos con el
campo de análisis propuesto.
104
A) Eje Nº 1: Las instituciones familiares: acciones legales facilitadoras
de las Políticas sociales.
Divorcio y separación de hecho, pasan a ser elementos centrales de la
discusión legislativa y social, al respecto se hace cargo en materia de
derecho civil, de las relaciones tanto patrimoniales como relacionales
generadas por la disolución del vínculo matrimonial, dando cuenta de un
nuevo marco institucional de acción para las familias en el contexto de la
legitimación de un nuevo orden del que derivan obligaciones económicas y a
la vez un nuevo estado civil, dando la posibilidad de reconstituir vida familiar.
Las cifras estadísticas de países con divorcio, dan cuenta de un aspecto
tensionante con aquellos efectos donde opera la separación de hecho, lo
que viene a generar un contexto de observación y análisis del fenómeno por
una parte centrado en los efectos negativos del divorcio en los hijos, en
materia de delincuencia, drogadicción, rendimiento escolar, desarrollo
emocional, etc., difícil y a la vez imperioso encontrar soluciones para evitar o
paliar los riegos que conlleva un divorcio vincular (no es el matrimonio en sí
mismo lo que está en crisis, sino las personas), sobre todo respecto de la
despreocupación y vulnerabilidad a la que se exponen integrantes de la
Familia, frente al incumplimiento de funciones de protección y mantención
principalmente.
De esta forma se hacen más explícitos los derechos del que está por nacer,
y permite precisar la distinción entre el principio legal de las personas (que
comienza con el nacimiento) y el principio natural (que comienza con la
concepción).
Otra modificación opera respecto del cambio de nombre, instalado desde el
principio de legitimidad desde una base afectiva y práctica a una obligación
legal, con el fin de resguardar los bienes y relaciones entre las familias,
permitiendo que una persona pueda solicitar que el apellido materno se
105
anteponga al paterno; como también que al inscribir el recién nacido se
pueda registrar como primer apellido el del padre o el de la madre, según
acuerden los progenitores.
Se reconoce desde la libertad una redefinición política de la adscripción
familiar, como un valor y una consecuencia de los cambios culturales y
aperturas a nuevos enfoques patrimoniales para definir lo familiar,
predominando las lógicas afectivas mayoritariamente.
En cuanto a la tuición y el derecho a visitas, este tema busca la igualdad de
las personas y la protección de los hijos, instalando que la tuición está
establecida en beneficio del hijo y no debiera alterarse sino en función del
superior interés de él, facilitando así el proceso de mediación para alcanzar
acuerdo en estas materias.
Emergen el niño como actor en la definición última y la concepción de
Familia para los jueces como una totalidad. De manera similar la patria
potestad, busca generar cambios en la línea, de que los padres decidan
quién de ellos va a ejercer, obligándolos conjuntamente, solo en caso de
desacuerdo, de ir a tribunales para decidir a cuál de los dos corresponderá.
Se trata de una intromisión del Estado en la intimidad de la Familia, que en
lo posible debe evitarse.
En cuanto a la condición de los Hijos Legítimos e Ilegítimos, se modifica
el esquema vigente que distingue entre hijos legítimos, naturales y
propiamente ilegítimos, para reemplazarlo por otro que sólo contempla hijos
matrimoniales y extramatrimoniales. Sin embargo, no se trata de un cambio
de denominación sino de lograr una equiparación por la vía legal de
situaciones que responden a realidades distintas.
Se integran en la acción pública varias materias tales como la investigación
de la paternidad, la patria potestad, la sucesión por causa de muerte. En el
106
fondo, el proyecto conciente o inconcientemente, obliga a reflexionar sobre si
el matrimonio se justifica o no como fuente de filiación y si la Familia (que
sólo considera los hijos habidos en ella o voluntariamente admitidos) debe o
no ser protegida.
En afanes de protección se sanciona como ultraje a las buenas costumbres,
la difusión de comunicaciones telefónicas de tipo pornográfico; intentando
determinar el uso adecuado del teléfono familiar y, en especial respecto a
los hijos.
Dentro de este primer eje temático se identifican los siguientes mecanismos
de operacionalización:
 Tendencias sociales
•
Más importancia de los individuos en los procesos de protección a los
hijos.
•
Reconocimiento de la libertad antipatriarcal.
•
Igualdad de género y responsabilidad de tuición compartida.
•
Saca la decisión del Estado y la Ley como únicos actores y la pone en los
padres y los hijos.
•
Aceptación, tolerancia y resistencia, frente a instituciones y modelos
históricos de convivencia que se rompen y se legaliza su ruptura.
•
Igualdad ante la ley para hijos concebidos dentro del matrimonio o
extramatrimonial.
 Tendencias políticas
•
Generar un formato legal que de vigencia a la interrupción del
matrimonio.
•
Libertad individual como reconocimiento de estructuras desiguales.
107
•
Reconocer roles diferenciados pero funcionalmente iguales entre hombre
y mujeres.
•
Condicionar su aceptación, bajo regulaciones que suponen un acuerdo
para no radicalizar posiciones liberales y conservadoras, protegiendo así
a los vulnerables: “hijos”.
•
Principio natural –concepción- se protege y se regula la igualdad del
principio legal.
 Tendencias culturales
•
Normalizar la indivisibilidad de vínculo matrimonial.
•
Valoración de la madre como jefe legal, y afectivo de la familia.
•
Paternidad y nueva masculinidad.
•
Reconocimiento de las crisis terminales de los matrimonio.
•
Transferencia de la iniciativa a cada sujeto unilateralmente.
•
Deslegitimar la nulidad como base de la disolución: fin del engaño.
•
Fin de la institución del guacho
 Tendencias económicas
•
Nuevo estatuto económico redistributivo de la riqueza del hogar.
•
Nuevo actor en tensión desde lo doméstico.
•
Capacidad de trabajo e ingresos fijos.
•
Régimen patrimonial de la propiedad privada condicionado a la equidad
distributiva por género y edades.
 Actores Centrales del Proceso Legislativo y Sociedad Civil
•
Sociedad Civil y padres interesados.
•
Parlamentarios y acuerdos políticos-CNF-
•
Sujetos portadores de derechos
108
 Expectativas de Participación Social
•
Consultivo en mesas de expertos.
•
Empoderadoras respecto de religiosas de formación laica o no
dependientes de Iglesia.
•
Rol portador de los actores involucrados.
•
Organización de padres y presión social ante lobbys legislativos.
•
Reestructuración de los hogares monoparentales y de cada nuevo actor,
legitimidad de la reconstitución.
•
Empoderamiento desde la niñez. Crítica al derecho carente del deber.
 Modelo de Intervención Predominante.
•
De uno familista excluyente a uno individualista y funcional incluyente.
•
Funciones centradas en lo económico y afectivo igual
•
Funcionalista y preocupado por cada individuo, Sobre la base de una
acción universal de acceso
y la facilitación del mercado para su
agilización.
•
Protector de derecho de los hijos y de los que van a nacer.
En base a este primer eje, vinculamos los discursos realizados por Ricardo
Lagos, que en términos generales aluden a la “integración social, vía
reformas en el marco del Estado de Derecho”.
“Las reformas las realizaremos en el marco del Estado de Derecho y con
participación, integración, consulta y diálogo con la ciudadanía. No creemos
en los cambios que se imponen por la acción autoritaria de una elite que
todo lo sabe. Una convivencia sana se construye cuando los derechos y las
109
obligaciones están claros y son respetados por todos” (Mensaje
Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000).
Integramos esta parte del discurso presidencial, ya que indica el enfoque
global que el gobierno de Ricardo Lagos emprendió desde el inicio de su
presidencia. No debemos olvidar, como ya lo señalábamos en apartados
anteriores, que su compromiso se instala en un marco político que tiene
como fin,
poner término a una transición que ya llevaba 10 años de
duración, mediante la real inclusión social vía derechos ciudadanos. Es ante
esto, que la integración significaba la “inclusión” al proceso de desarrollo
económico, social y cultural de todos los sectores, ya que solo así era
efectivo el logro de una cohesión social, garantía mínima para la estabilidad
política. A esto debemos sumar que el inicio de su presidencia marca el fin
de un siglo que da como impulso rector la consolidación democrática en
base a un objetivo común que era “Construir de mejor manera el futuro”.
El enunciar la categoría de “democrático” en oposición al modelo
“autoritario”, es también un componente que marcó la orientación discursiva
de Lagos, donde siempre se buscó dar cuenta de una estrategia y a la vez,
fundamento ético distinto al llevado durante la Dictadura Militar.
Ahora bien, en relación a las Reformas requeridas para avanzar y consolidar
esta construcción democrática se señala: “Emprenderemos reformas en las
esferas social, política, económica y cultural. No cualquier tipo de reformas,
porque lo que Chile necesita no es cualquier tipo de cambio, sino aquel que
le permita a todos sus hijos crecer en igualdad y en libertad, que aquel
que nace en esta tierra nuestra, tiene iguales posibilidades, no importa el
lugar o la cuna en que nació” ” (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos
Escobar , 21 de Mayo del 2000).
110
El plantear que Chile no necesita de cualquier tipo de cambio, sino que en
aquel cimentado en el crecimiento de hijos en igualdad y en libertad, da
cuenta de una mirada que se enfoca directamente en la importancia de la
familia como sistema social, es decir, es desde este espacio donde se
puede lograr una participación igualitaria de todos los ciudadanos. Señalar
esto,
es
además
reconocer
que
la
reproducción
y
transferencia
intergeneracional, es un pilar importante donde hay que orientar las
reformas en el marco institucional que resguarda a la familia, dando a
entender que la libertad y la igualdad no solo se instalan desde un talante
individual sino que como una experiencia colectiva, que para este caso esta
representado por una nueva unidad de focalización desde la política Social.
Es a ella donde hay que apuntar los esfuerzos intersectoriales para así dar
respuesta las múltiples y diferenciadas demandas que todos los integrantes
de ella requieren en sus distintos ciclos de vida.
Las materias en temáticas de divorcio y separación de hechos, en la tuición
y derechos de visitas y, mas claramente en el cambio dado a la condición de
hijos “legítimos e ilegítimos”, dan cuenta de este nuevo abanico legislativo
que refuerza y a la vez reconoce la necesidad de reformar antiguas
estructuras legales en torno al núcleo familiar y sus integrantes.
Claramente se enfatiza un tipo de cambio reestructurador del desarrollo y no
solo asociado a crecimiento económico sino que en igualdad social.
B) Eje Nº 2: Desarrollo y Género
En relación a los adultos mayores, se plantea su integración plena en la
sociedad, para lo cual se crea un servicio público y un fondo. Sin embargo,
el adulto mayor no es de por sí una circunstancia que amerite la atención del
Estado, sino en cuanto sea pobre.
111
Por otra parte, se asegura el derecho de las alumnas que concurran a clase
en estado de gravidez (embarazo), de que no podrán ser rechazadas por
esa circunstancia. El problema es complejo, y deben tenerse presente las
normas que, aceptadas por los padres y apoderados, rijan en cada
establecimiento educacional.
Dentro de este segundo eje temático, se identifican los siguientes
mecanismos de operacionalización:
 Tendencias sociales
•
La presencia intergeneracional cono una condición de igualdad social.
•
La focalización y sensibilidad frente a los pobres.
•
Protección del Adulto Mayor, promoción, integración y buen trato.
•
Embarazo normalizado y protegido desde la madre adolescente.
•
Permanencia en la escuela en condición de igualdad.
 Tendencias políticas
•
Integración
de
nuevos
actores
sociales recomponiendo
el
lazo
intergeneracional con el adulto mayor.
•
Acción del Estado en la construcción de una institucionalidad específica
para el Adulto Mayor.
•
Alteración de las disposiciones universales de acceso a la Educación
como un derecho garantizado en igualdad social.
•
Protección de los Derechos de los niños, a través de la adolescente
embrazada y su participación en el colegio.
•
Confrontación explícita con intereses y valores de particulares.
•
Evitar los malos tratos focalizados en el Adulto Mayor.
112
 Tendencias culturales
•
Reconocimiento del Adulto Mayor como un actor de la sociedad en
condiciones de igualdad y derechos.
•
Protección integral de los sujetos.
•
Igualdad ante la ley y subordinación del bien particular ante el bien
universal.
•
Ruptura de los estigmas del embarazo en la adolescencia como materia
de sanción y expulsión del circuito escolar.
•
Tolerancia y acogida a fenómenos de la vida cotidiana.
 Tendencias económicas
•
Focalizar al Adulto Mayor solo en su condición de pobre.
•
Inversión fiscal en un fondo para abordar al Adulto Mayor.
•
Facilitar la permanencia en el cordón estudios-trabajo de sujetos
vulnerables.
•
Invertir en la atención especializada.
 Actores Centrales del Proceso
•
Estado y la nueva institucionalidad que ampara las políticas en torno al
Adulto Mayor.
•
Sujetos vulnerables.
•
Acción Estatal y Privada.
•
Organización ciudadanizante de los apoderados.
 Expectativas de Participación Social
•
Deposita en pobreza, la base de la activación y participación social.
•
Consumidora desde el mercado como mecanismo integrador.
113
•
Gestión de tribunales especializados en materia Proteccional y de
Defensorías.
•
Activa y denunciante y a la vez, integrativas y solidaria de las
comunidades escolares.
 Modelo de Intervención Predominante
•
Estatal estableciendo las bases sobre los Adultos Mayores pobres (Más
vida para tus años).
•
Institucionales y Codelegación en el mercado.
•
Coordinación en Redes de protección frente a la violencia.
•
Protectora y dialógica en intermediación con resistencias de privados en
el Establecimiento Educativo y, la consecución de estudios.
En base a los discursos de Ricardo Lagos, relacionados con la integración
del Adulto Mayor, se destaca: “Debemos adaptarnos también a otros
cambios, como el de la estructura demográfica, talvez el mayor desafío
que tendremos en los próximos años. Hacia el 2010, el 12 por ciento de la
población será mayor de 60 años. Hacia el 2020 ó 2025, el 25% de nuestra
población será mayor de 60 años. Esto significa que debemos abordar
atentamente el tema de nuestra seguridad social, si no queremos pagar altos
costos en el futuro. ¡No repitamos la imprevisión que practicamos en el
pasado! (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo
del 2000). A este primer disgnóstico relacionado con el cambio de la
estructura demográfica del país se suma la indicación de medidas prácticas:
“Vamos a integrar a los adultos mayores a labores productivas, sociales,
culturales y recreativas. El estar jubilado no quiere decir que no pueda
seguir contribuyendo a la sociedad, usemos la imaginación para eso. Nos
proponemos un progresivo aumento de las pensiones mínimas y
asistenciales y lo haremos acorde aumente el ritmo de crecimiento de
nuestra economía. Seguiremos avanzando en fórmulas que mejoren la
rentabilidad,
la
transparencia
y
la
competencia
del
sistema
de
114
administradoras de fondos de pensiones, pero también abordaremos el
desafío que significa que probablemente en un futuro próximo, cuando las
nuevas generaciones empiecen a jubilar, podamos constatar que muchos,
sea por insuficiencia en sus ingresos o por extensas lagunas previsionales,
no tienen los recursos para poder tener una pensión mínima (Mensaje
Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000).
El discurso anterior, nos posiciona en un nuevo marco legal que va mas allá
de reconocer al adulto mayor como un integrante “activo” de la sociedad. El
integrarlo a actividades productivas variadas, reivindica el hecho de que
después de la jubilación existe una nueva etapa, también “productiva” que
debe ser orientada y ofertada desde una red estatal, acorde con los nuevos
cambios sociodemográficos. Por otra parte, el aumento de las pensiones
mínimas y asistenciales también refuerza este nuevo escenario ya que con
ellas se fortalecen herramientas materiales para el desarrollo “digno” del
adulto mayor, promocionado así “el buen trato” (11). Avanzar en formulas
que mejoren la rentabilidad, la transparencia y la competencia de las
administradoras de fondo, se perfila como un real desafío, asumiendo que
de igual manera el gobierno se hará cargo de aquellos cuyos recursos no
logren cubrir una pensión mínima. Este “hacerse cargo” se operacionalidad
mediante una nueva institucionalidad que focaliza su políica hacia este
grupo.
La población de adultos mayores esta dentro de la focalización bajo criterios
de grupos vulnerables, es decir, si nos remitimos a lo descrito en apartados
anteriores, su participación se inscribe dentro de un enfoque de unidad
familiar, ya que por ejemplo el Programa Chile Solidario, contabiliza este
segmento de la población al habilitar canales mas cercanos hacia y desde la
Red Estatal. Para el 2005, la Ministra Provoste, indicaba por ejemplo que un
total de 5.044 familias con miembros pertenecientes a los adultos mayores,
ya contaban con controles de salud al día, agregando que 12.148 familias
con adultos analfabetos habían aprendido a leer y escribir, siendo esta
115
última cifra, indicadora de los avances en la dimensión educativa del
Programa. “El próximo año garantizaremos atención primaria en 48 horas
para todos los grupos de mayor riesgo, como los adultos mayores y los
menores de un año. Para el fin del sexenio, esta garantía se habrá extendido
a todo tipo de pacientes. Ese es mi compromiso. A partir del próximo año,
nadie esperará más de tres meses desde la indicación médica en el caso de
las intervenciones quirúrgicas electivas que son las más frecuentes. Para
ello tenemos que trabajar
(Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos
Escobar , 21 de Mayo del 2000).
Otra línea programática que presenta relación con los objetivos de
“integración y desarrollo de derechos ciudadanos”, proyectados bajo la
presidencia de Ricardo Lagos, son las temáticas referidas a las personas
discapacitadas. Chile debe preocuparse de las personas con discapacidad,
equiparando sus oportunidades en el plano educacional, laboral y social.
Hemos adquirido un compromiso con el mundo de la discapacidad. En lo
personal, mi mujer y el que habla. Ya lo señalé en la campaña: creo que en
este ámbito como en otros, el Estado debe canalizar recursos a través de
instituciones privadas cuya eficiencia está probada en este campo, como en
otros que requieren apoyo solidario. Instituciones como la Teletón y el Hogar
de Cristo, con las cuales estamos en contacto y que recibirán el apoyo
directo (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo
del 2000).
La ampliación hacia redes de la esfera privada, es también un componente
que remite a la necesidad de reconocer en otros espacios de la sociedad
civil, las estrategias y herramientas para acercar las temática de igualdad de
oportunidades en el acceso a los beneficios sociales, mas si consideramos
que durante el gobierno de Ricardo Lagos, se instituyeron las distintas
esferas de participación social, dentro de las cuales se identifica el “tercer
sector”.
116
En relación a la temática de género, los discursos de Lagos indican la
preocupación en esta área. “A pesar de nuestros buenos índices en materia
de desarrollo humano, tenemos uno de los más bajos en participación
laboral de la mujer: sólo un 36 por ciento. Esto refleja la desigualdad y la
discriminación en nuestra sociedad para la mujer la cual no está plenamente
integrada. Les propongo a todos que pensemos cómo adaptar los horarios
de trabajo, los sistemas de remuneración y seguridad a la realidad de la
mujer”. Este diagnóstico lo ejemplifica a través de un caso de mujeres
trabajadoras de un hotel de la Cuarta Región, “me plantearon: señor cómo
hacemos para preservar nuestra familia si aquí tenemos que trabajar doce
horas diarias. A ratos la defensa de la familia no es sólo la defensa de los
valores que son tan importantes, son las condiciones en la cual la familia se
desenvuelve. Y si hay una baja participación de la mujer es porque muchas
veces la mujer tiene que optar entre cuidar a los hijos o trabajar. Reconoce
por tanto, la falta de políticas que apunten a una integración laboral de la
mujer, capaz de considerar su rol y participación dentro de la unidad
familiar. Una de las medidas que ya describimos en relación a los alcances
del Programa Chile Solidario habla de mejoramientos en la dimensión de
trabajo e ingresos, desde los cuales se deduce que al ser la mujer parte de
esta unidad, se logra ampliar el acceso a redes tanto de información e
inserción laboral, lo cuales claramente serán fortalecidos con el Programa
Chile Crece Contigo, en la medida en que entran acciones que facilitan
apoyos educativos a los menores, pudiendo así la mujer tener mayor
libertad y oportunidad para desarrollar la dimensión laboral, confiando y
delegando en redes, los tradicionales roles de apoyo educativo a los hijos.
“Quiero decir también que no hay una plena valorización de la mujer si la
sociedad no aprecia su papel en la familia. De la calidad de las relaciones
familiares depende, en gran medida, la felicidad y el desarrollo personal de
todos sus integrantes.
Cómo apoyamos a la familia, cómo impulsamos
condiciones que favorezcan su estabilidad. Cómo cuando hablamos de
integrar mejor a Chile tenemos que estar buscando condiciones laborales
117
educacionales, sociales
y jubilatorias que le permitan a la familia
desarrollarse en plenitud (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo
Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000).
Este último párrafo, sintetiza los componentes que dieron vida a la
emergencia del Programa Chile Solidario. En los fundamentos de este, se
reconoce que es la unidad familiar el principal núcleo de intervención, ya que
este sistema reúne todos los miembros que en su conjunto proyectan una
participación ciudadana ampliada, donde además se destaca el rol de la
mujer.
El plantear condiciones educacionales, sociales entre otras, implica entender
que la dimensión de la familia es multicausal, teniendo así que perfilar
estrategias integrales que ya no solo se centren en las carencias materiales
como indicador social, sino que en la “ampliación de oportunidades”.
Por otra parte si revisamos los discursos emitidos bajo el Gobierno de la
Presidenta Bachelet, vemos una clara continuidad marcada en la tarea de
fortalecer la integración social. “Para vencer las desigualdades no basta la
determinación; es necesario, además, entender su origen. La desigualdad no
empieza ni termina en los ingresos.
Ella se manifiesta en los primeros años de vida de la persona, continúa
con
las
oportunidades
de
educación,
se
profundiza
con
las
discriminaciones y se consolida con la adversidad. La desigualdad se da
en las oportunidades y en los resultados. Se reproduce diariamente y se
profundiza cada vez que los más poderosos imponen sus intereses sobre el
interés general, ya sea en la política, los negocios o las decisiones públicas.
En Chile no hay una sola desigualdad; hay muchas desigualdades y todas
están relacionadas entre sí. Mayor seguridad no significa sólo estar
protegido frente al riesgo de ser víctima de una enfermedad, un robo, el
118
desempleo o la vejez, sino también tener la oportunidad de integrarse al
progreso del país, con una justa retribución al esfuerzo empeñado” (Mensaje
Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
El reconocimiento de que la desigualdad comienza o se origina en los
primeros años de vida, da pie para reforzar las políticas sociales que la
Presidenta continuo del periodo anterior. No solo se refuerza Chile Solidario,
mejorando sus herramientas de gestión para dar respuesta a la diversidad
de demandas provenientes desde las familias, sino que también se crean
nuevos programas de apoyo que fortalecen y a la vez acrecientan la mirada
integral al momento de ampliar las oportunidades hacia todos los miembros
de la unidad familiar. El Programa Chile Crece Contigo, es el claro ejemplo
de acompañamiento que se inicia desde los primeros años de vida del
individuo. “Un buen sistema de protección social acompaña a las
personas a lo largo de su ciclo vital, protegiendo sus primeros pasos,
asegurando el acceso a las oportunidades de educarse y trabajar,
cubriendo los riesgos de enfermedad e invalidez, garantizando una vejez
digna. Un buen sistema de protección social reconoce los problemas de las
personas y les permite mantener un mayor control sobre sus vidas (Mensaje
Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
Se asume por tanto, la creación de un sistema de protección social que
aborde la totalidad de los ciclos de vida, el cual culmina con la posibilidad de
garantizar una vejez digna.
Para transformar a Chile en un país más
equitativo, justo y seguro, requerimos políticas que potencien e igualen
las oportunidades de que disponen las personas desde el principio.
Para romper las diferencias de origen de los niños y construir los cimientos
de una sociedad más segura, fijaremos en la primera infancia una prioridad
fundamental. Implantaremos un sistema de protección a la infancia
destinado a igualar las oportunidades de desarrollo de los niños chilenos en
sus primeros ocho años de vida, independientemente de su origen social,
género y conformación de su hogar. Incluiremos acciones complementarias
en el área de la salud, nutrición, apoyo a los padres, estimulación temprana
y educación formal, organizadas en un sistema coherente que permita un
seguimiento y apoyo pertinente a las especificidades de cada niño a través
de su desarrollo (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo”
Michelle Bachelet Jeria , 2005).
119
Un primer componente será una política amplia de estimulación temprana
para todos los niños que se atienden en los consultorios de salud, que
complementará los actuales programas de control del embarazo y del niño
sano, incorporando en esta tarea a los padres.
Así, el consultorio servirá de puerta de entrada al sistema de protección y
será la principal fuente de información para el seguimiento del desarrollo de
los niños desde su gestación hasta el primer año de vida. En segundo
lugar, implantaremos gradualmente un sistema de atención preescolar para
niños entre cero y cuatro años, que entregará atención a todos los niños de
hogares pertenecientes al 40 por ciento más pobre de la población y a todos
los niños cuyas madres trabajen.
Este sistema podrá operar en distintas modalidades de atención,
respetando las necesidades y preferencias de los padres, pero siempre
deberán estar certificadas y supervisadas por el Estado a partir de
estándares de seguridad y calidad de las atenciones definidas en base a las
necesidades de los niños. En tercer lugar, garantizaremos el acceso de
todos los niños a prekinder, lo que se logrará incorporando este nivel de
enseñanza al sistema de subvenciones educacionales.
Esto permitirá, además, que los niños más pobres puedan acceder antes a
los programas de alimentación escolar. Aplicaremos una subvención
preferencial para los niños más vulnerables entre prekinder y cuarto básico.
Estos niños pasarán a ser reconocidos como prioritarios para el sistema, lo
que se reflejará en una subvención que duplicará la subvención básica
actual.
Con ello buscamos mejorar tanto la calidad de la educación como la equidad
(Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet
Jeria , 2005).
La educación se perfila, como uno de los principales componentes dentro de
las políticas sociales que orientan el desarrollo de Bachelet. El Estado de
Protección social que comienza con más fuerza luego de sus dos años de
mandato, nos posiciona en una línea de programas que como bien lo plantea
su discurso, emerge desde los primeros años de vida para culminar en
adultos capaces de proyectar y capitalizar competencias que validen y
dignifiquen su etapa de “adultos mayores”.
Todas las medidas estudiadas fortalecen directamente a la familia, a los
roles de cada miembro tanto individual como parte de un colectivo.
120
Como lo decíamos en párrafos anteriores, la puesta en marcha de
programas como Chile Crece Contigo, acrecientan las oportunidades
laborales de las mujeres, ya que introducen apoyos en el proceso de
formación y educación de los hijos, tendiendo a palear así la discriminación
de género que aún muestra elevadas cifras en Chile.
“No hay ninguna actividad ni área en la que se depositen tantas esperanzas
como en la educación. Por generaciones, las familias chilenas han realizado
grandes esfuerzos para que sus hijos tengan más educación y con ella
puedan acceder a mejores oportunidades que las que tuvieron sus padres.
Una educación exitosa es más que un proceso de enseñanza formal que
comienza en la escuela y culmina con un diploma: es el conjunto de
actividades, desde la cuna hasta la tercera edad, a través de las cuales las
personas desarrollan y adaptan las competencias requeridas para
desarrollar sus vidas satisfactoriamente” (Mensaje Programa Presidencia
“Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
.
“Construiremos un sistema flexible de desarrollo de competencias laborales
que permita a las personas certificar las competencias adquiridas a lo largo
de su vida laboral y proveer la información necesaria para orientar los
esfuerzos de capacitación y educación permanentes. Al actualizar y certificar
constantemente sus competencias laborales, entregaremos a los
trabajadores la flexibilidad y la seguridad requeridas para enfrentar
positivamente los cambios en su vida adulta (Mensaje Programa
Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
La propuesta en torno a una flexibilización educacional, permite proyectar un
escenario en el cual, las oportunidades abarcan grandes segmentos etáreos,
ya que se reconoce una educación para la vida que es capaz de considerar
las múltiples necesidades y demandas de la población, con mayor énfasis en
los grupos más desprotegidos.
No podemos dejar atrás a quienes, debido a las situaciones que enfrentaron
en su infancia y juventud, no pudieron completar sus estudios básicos y
medios.
Ellos merecen otra oportunidad. Para mejorar las posibilidades laborales de
estas chilenas y chilenos, y dignificarlos ante sus familias y comunidades,
duplicaremos los esfuerzos actuales en iniciativas de nivelación de estudios,
para que, al llegar al Bicentenario, 700 mil adultos hayan obtenido la
121
licencia secundaria. Muchos de ellos podrán luego plantearse el desafío de
continuar sus estudios hacia los niveles técnico y superior (Mensaje
Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
C) Eje Nº 3: Delito y Justicia
Se sanciona con presidio perpetuo calificado (40 años) como femicidio el
hecho de dar muerte a la cónyuge, ex cónyuge, conviviente, ex conviviente o
persona ligada por vínculos afectivos; del mismo modo, se sancionaría como
parricidio —y con la misma pena— el caso inverso, respecto de la mujer que
dé muerte al cónyuge, ex cónyuge.
Además se privaría del beneficio de libertad condicional a los condenados
por éstos y otros delitos graves, que hubieran sido previamente condenados
por violencia intrafamiliar cometida contra la misma víctima del parricidio o
femicidio; del mismo modo, en el mismo caso, esto es, condena anterior por
violencia intrafamiliar, el autor del delito no podrá invocar la atenuante de
haber obrado por estímulos tan poderosos que hubieren producido arrebato
y obcecación, cuando el parricidio o femicidio u otro delito grave, tenga por
víctima a la misma persona contra la cual cometió anteriormente violencia
intrafamiliar.
El solo aumento de la penalidad no soluciona problemas familiares que
requieren un esfuerzo educativo y cultural. Sin embargo, puede tener sentido
examinar si otros casos se asimilarían al cónyuge para los efectos de
castigar la muerte dolosa como parricidio o femicidio, pero en este caso
cabría precisar mejor cuándo se entiende que existe convivencia o vínculos
afectivos, porque ello va a generar complejos problemas de prueba en el
Tribunal.
122
En cuanto a las normas sobre adopción, se disminuyen los plazos para
considerar que un niño está en condición de ser adoptado, lo que permitirá
una menor demora en el trámite judicial.
Respecto del tráfico de niños y adultos, se trata de sancionar, en forma
amplia, lo que antes se denominaba “trata de blancas”, y que ahora puede
cometerse con menores o adultos de ambos sexos. El proyecto constituye
una completa sistematización de las normas penales, sobre prevención,
investigación y protección a las víctimas, lo que puede tener utilidad desde
un punto de vista académico.
Se legisla en materia de pornografía infantil con un doble objeto: facultar a la
policía para ingresar a un lugar cerrado donde pudiera encontrarse un menor
en peligro de ser abusado, y ser más exigente en el otorgamiento del
beneficio de la libertad condicional (no confundir con libertad provisional),
para quienes hubieren cometido violación de un menor.
El parricidio e infanticidio, se rebaja la pena del parricidio (matar a un
descendiente, ascendiente o al cónyuge), por la vía de considerarlo como
homicidio calificado por el solo hecho de la relación de parentesco. También
propone una nueva eximente de responsabilidad penal, consistente en obrar
bajo amenaza de un mal grave, lo que en la práctica va a ser algo parecido a
la legítima defensa, que es una eximente que se configura por una agresión
en contra de quien se defiende legítimamente.
Otra innovación consiste en establecer una agravante por actuar con
crueldad contra la víctima con anterioridad a la perpetración del delito, lo que
también es parecido a la alevosía que actualmente prevé el Código Penal.
Respecto del delito de infanticidio se modifican, por una parte se eliminan
como autores de ese delito al padre y ascendientes, lo que es correcto. El
infanticidio es un delito “privilegiado”, en el sentido de que tiene una pena
123
menor que el homicidio (y menor por lo tanto, que el parricidio), dado que se
asume que pueden existir circunstancias propias del estado postpuerperal
que alteren la responsabilidad de la madre (lo que no la exime, pero se le
impone una pena menor). Esta justificación no puede beneficiar más que a la
madre. Por otra parte, los fundamentos que justificarían esta figura son la
violación o casos de inseminación artificial obligada, lo que también podría
posteriormente servir de base para justificar una rebaja de pena o tal vez
una despenalización del aborto. De hecho ya se ha discutido si la mujer que
es violada tiene derecho abortar, lo que podría extenderse a otros casos que
se estimen justificables. Esta parte del proyecto resulta objetable desde esta
perspectiva.
Sobre el supuesto erróneo de que si un padre o madre sale irregularmente
con su hijo menor del territorio nacional cometería secuestro internacional,
se proponen algunas normas procesales para evitar este hecho. En verdad,
esa conducta podrá ser atentatoria de otros derechos, o constituir desacato
o desobediencia a una resolución judicial; pero no es secuestro.
Adicionalmente, se propone que cuando un tercero sale del país con un
menor del territorio nacional, requerirá autorización judicial aunque ambos
progenitores lo hubieren autorizado (actualmente se requiere solo esta
última autorización). Ello significa desconocer totalmente la autoridad de los
padres, y confiar solamente en lo que digan el Estado o sus tribunales
En materia de pedofilia, se le otorga al Servicio Nacional de Menores la
facultad de querellarse y hacerse parte en delitos que se cometan contra
mejores. Ello no es consistente con la institución del Ministerio Público y la
actuación de los fiscales, cuya misión es investigar y sostener la acción
penal contra los responsables. Además, tienen expresa orden de otorgar
protección a las víctimas del delito.
Respecto del delito de aborto, se aumentan las penas por la comisión de
este delito y establece una atenuante calificada de responsabilidad respecto
124
de la mujer que, habiéndose practicado un aborto, proporcione la
individualización de los demás responsables.
Se propone incluir como posibles víctimas de violencia intrafamiliar a los
adultos mayores, aunque no sean ascendientes del victimario o autor del
delito.
Dentro de este tercer eje temático, se identifican los siguientes mecanismos
de operacionalización:
 Tendencias sociales
•
Proteger a las mujeres con independencia de su condición matrimonial o
de disolución de tal vínculo.
•
Ocupar señales sancionadoras como medios disuasivos para legitimar
desequilibrios de poderes, malos tratos, agresiones y delitos atentatorios
contra la vida.
•
Condicionar la integración social de los agresores y/o víctimarios
•
Proteger frente a los delitos por motivos afectivos a todo el grupo familiar,
roto los vínculos.
•
Romper el ciclo de los subsidios dependientes y carentes de sinergía
social
•
Romper el circuito del abandono progresivo y evitar la institucionalización
infantil.
•
Preocupación por el tráfico de personas distinguiéndolo de la trata de
blancas y especificando la gravedad de involucrar niños.
•
Entender las perversiones contra las personas en el uso de nuevas
tecnologías de la información especial los niños.
125
 Tendencias políticas
•
Igualdad de género.
•
Protección a la familia y las mujeres.
•
Focalizar la transferencia del recurso descentralizando a nivel local y por
canasta de necesidad y prestación específica-medición.
•
Reducción de la susceptibilidad de adopción.
•
Revisión de la base legislativa con la que se aborda el tráfico de
personas.
•
Adscripción a convenios internacionales.
•
Régimen tolerante frente al aborto o sancionador de la madre.
•
Evitar negocios fraudulentos a los niños (pornografía).
•
Limitación a la propiedad privada frente a amenazas de niños.
 Tendencias culturales
•
Declaración pública del rechazo a la violencia de género e intrafamiliar
•
Visualización pública de motivos privados.
•
El subsidio universal por uno selectivo para superar pobreza y limitante
en el tiempo.
•
Relativizar el rol del padre como cuidador eficiente desde los paradigmas
de las pautas de crianza y, la calificación de la negligencia parental
(funciones).
•
Rechazo al desplazamiento como una medida comercial y vulneración de
personas.
•
Visibilizar el comercio sexual femenino e infantil como un riesgo y a la
vez como una realidad en el marco de la explotación sexual y las peores
prácticas de trabajo.
•
En tensión frente a la libertad decisional en casos de riesgo de la salud o
de violación.
126
•
Frente a grupos provida y antiaborto fundantes de las propuestas
confesionales.
•
Negar el uso de cuerpo en la pornografía como recurso o por medio de
explotación.
 Tendencias económicas
•
Inversión social en protección.
•
Ahorro por focalización de transferencia directa y subsidiaria.
•
Transferir al privado el cuidado con subsidio y posterior autonomías,
constituyendo familia.
•
Interrumpir los cuasimercados generados en el comercio sexual y tráfico
de personas.
•
Acción encubierta de oferentes privados de asistencia a la mujer (aborto)
ya que en algunos casos la ponen en riesgo sanitario.
•
Reducir cuasimercados e industria del delito pornográfico e infantil.
 Actores Centrales del Proceso
•
Sistema legal. Sanitario y social del Estado.
•
Sociedad civil: grupos de interés y feministas.
•
Víctimas del Maltrato.
•
Municipio y nueva ficha de medición y acceso a derechos.
•
Familias pobres y jefes de hogar.
•
Suma la acción internacional y especializada de las policías y la propia
familia como actor demandante.
•
Discusión abierta en lo social y adscrita en lo penal al tema del delito.
•
Policías y familias denunciantes.
 Expectativas de Participación Social
•
Denuncia y reacción.
•
Defensa de los derechos y solidaridad comunitaria.
127
•
Acción de policías.
•
Acción de tribunales.
•
Compromiso local-municipal.
•
Familias activando recursos y redes para superar la pobreza y
vulnerabilidad.
•
Familias de origen-procreación y nuevos agentes en alianza con el
estado y con familias adoptivas.
•
Familias y la sociedad en general intolerante frene al fenómeno.
•
Opinión de gremios médicos y concernientes a la moral.
•
Asimismo de las propias mujeres que se ven coaccionadas de elegir por
ser el absorto ilegal.
•
Acción de demandantes y oferentes.
 Modelo de Intervención Predominante
•
Iniciativa de protección Estatal.
•
Participación Progresiva de la Sociedad Civil.
•
Programas de Transferencia Condicionada a nivel municipal: clientelismo
social.
•
Protector inclusivo necesidades especiales de los niños.
•
Proactivo frente a redes internacionales y locales del delito.
•
Protector y universal frente a la vida del hijo por nacer, activado en
proponer alternativas de adopción y, en alianza Civil para apoyar a las
futuras madres en las funciones de crianza.
•
Policíaco y familiar protectivo.
Los discursos de Ricardo Lagos, en torno al tema de delito y justicia
manifiestan una clara definición:
“Dije en mi campaña presidencial que mi gobierno sería firme en el castigo
a los delincuentes. Reitero esa advertencia: ¡no estoy dispuesto a permitir
que las familias chilenas se sientan amenazadas por unos pocos elementos
128
que han errado el camino en la sociedad! ¡No estoy dispuesto a que nos
quedemos con los brazos cruzados ante asesinatos tan atroces como los
cometidos en las últimas semanas y que han llamado la atención de todo
Chile!
(Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de
Mayo del 2000).
Orienta su discurso a la protección de la Familia, ante elementos “que han
errado en el camino”, dando cuenta de su preocupación por mantener y
consolidar los vínculos al interior de estas unidades sociales.
Cuando todos nos unimos y la gente ocupa sus calles, pasajes, plazas y
multicanchas, los delincuentes no tienen cabida en el espacio público y la
droga se bate en retirada. No queremos ver una ciudad llena de rejas; no
queremos ver a las familias chilenas retrocediendo hacia el fondo de sus
hogares; no queremos ver a nuestros jóvenes amenazados por el
narcotráfico y deambulando sin tener un espacio donde desarrollar su
actividad. ¡Queremos ver a una sociedad unida en la preservación de su
seguridad y eso es lo que nos proponemos!. Lo digo con claridad: ¡los hijos
de Chile que están desaparecidos no pueden seguir en esa condición!
Cuando superemos esa situación, estoy seguro de que estarán dadas las
condiciones para cerrar las heridas del pasado (Mensaje Presidencial del
Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000).
En base a las tendencias sociales, se deduce por tanto una política clara de
protección que apunta a evitar situaciones de riesgo hacia la familia, para así
no recluir ni reducir los espacios protectores que esta unidad puede
potenciar, hecho que se relacionada además con la tendencia económica de
aumentar la inversión social en protección.
Es ante esto que la promoción del espacio público, como una instancia de
encuentro y recreación se plantea como una oportunidad que repliega la
delincuencia. En base a su planteamiento de “poner fin a la desaparición los
hijos de Chile”, da por entendido su preocupación ante el posible tráfico de
personas, mas aún cuando se involucra a los menores de edad, hecho que
se vincula con la revisión de la base legislativa con la que se aborda este
tema.
129
Dentro de este mismo eje temático, Michelle Bachelet, centra su discurso en
la
instalación
de
políticas,
no
discriminativas,
al
interior
de
los
Establecimientos Educacionales.
“Incrementaremos fuertemente el valor de la subvención, pero también las
exigencias a las escuelas. En particular, las escuelas deberán aplicar
políticas de no-discriminación, entregar información periódica a los padres y
al sistema acerca del desarrollo cognitivo de los niños, desarrollar
estrategias de mejoramiento educativo y comprometer metas de resultados
educativos basados en estándares nacionales de aprendizaje” (Mensaje
Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
Como ya se ha venido enfatizando, es la educación la principal herramienta
que fortalece la real inserción y desarrollo de la población mas vulnerada. Es
en este espacio donde se pueden promover políticas que realcen la
convivencia pacífica, el diálogo y por tanto los fundamentos de una
ciudadanía con derechos igualitarios. “Para esto es importante reconocer
que la convivencia pacífica, el diálogo y la ciudadanía no se aprenden en
una clase, sino en la experiencia cotidiana de relacionarse con los demás y
en
el
funcionamiento
de
las
instituciones.
En
esta
perspectiva
desarrollaremos programas de apoyo a la convivencia escolar,
especialmente en los liceos, financiando las iniciativas que surjan de la
propia comunidad escolar y reconociendo las más exitosas” (Mensaje
Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
Un programa que ya referimos al momento de caracterizar las principales
acciones que la Presidenta promovió bajo su gobierno, fue el Programa
“Abriendo Caminos”, el cual entra a complementar el desarrollo de Chile
Solidario. Lo interesante de éste, es que focaliza su atención en el trabajo
con niños y niñas de familias con personas que cumplen condena en medio
cerrado, es decir, establece una estrategia que busca palera y/o mitigar los
factores de riesgo que implica convivir bajo esta realidad, para así no limitar
las oportunidades que todo educando puede tener. Con esto se reafirma que
bajo la presidencia de Bachelet es la educación, la principal dimensión
preventiva ante situaciones delictivas.
130
D) Eje Nº 4: Socioeconómico
La gestión asistencial opera sobre la base del subsidio familiar, pero se
propone eliminar los actuales trece fondos regionales para el pago del
Subsidio Único Familiar y en su lugar, otorgarlo a todas las personas
carentes de recursos que cumplan los requisitos legales. El número de
subsidios, sin embargo, quedaría fijado por normas reglamentarias, que
establecerán el puntaje para obtener el beneficio. Se trata de una
proposición que tiende a un mayor gasto fiscal sin acotarlo suficientemente,
y, en cuanto se puede manejar el texto reglamentario, puede también
constituir una instancia de discrecionalidad y eventual utilización política de
recursos obtenidos a partir del esfuerzo de todos.
Los subsidios deben ser focalizados, para que lleguen a los realmente más
necesitados, y limitados en el tiempo, para que pueda revisarse su
procedencia respecto de quienes los reciben, pues no es aceptable entender
que una persona nunca podrá salir de su condición de indigente. También
deben ser parciales, pues siempre es esperable que en parte cada persona
haga un esfuerzo por obtener su sustento (salvo casos graves, obviamente).
En cuanto a los Alimentos como derechos de famita, se propone que los
alimentos atrasados se puedan requerir mediante una retención de la
devolución de impuestos que correspondiere al alimentante; no sería algo
distinto de lo que se podría hacer actualmente, aplicando las reglas
generales de procedimiento (si bien no es usual). En todo caso la norma
facilitará el cobro, en beneficio del alimentario, lo que parece conveniente.
Respecto de las pensiones de alimentos, se busca la inclusión de los
deudores de éstas en el Boletín Comercial, cuando han debido ser objeto de
arresto por no pagar, tiene sentido, pues se circunscribe a los casos más
graves y no a cualquier deuda alimenticia; no obstante, debe advertirse que
131
si el no pago se debe a una situación de cesantía, la inclusión en el Boletín
dificultará la obtención de trabajo. También se propone que si se atrasa la
tramitación del juicio se pueda recurrir de queja contra el juez. De hecho
opera así su abordaje, y depende de la prudencia de las partes hacerlo o no.
Sancionar como delito el ocultar bienes para no pagar una pensión
alimenticia, puede también considerarse incluido en las normas generales
sobre contratos simulados. La posibilidad de suspender por 10 días el juicio
para que el demandado cuente con abogado, es más bien un problema
administrativo de las corporaciones de asistencia judicial, que no merece un
tratamiento legislativo. Finalmente, se propone que si el alimentario (o sea el
que recibe la pensión alimenticia) se cambia de domicilio, sea competente,
para conocer de demandas de aumento o disminución de la pensión, el juez
da cuenta del nuevo domicilio.
También se propone que las microempresas familiares, que operan en la
casa habitación de su dueño, puedan obtener patente municipal sin que se
les exija previamente permiso de construcción ni de recepción final, sino
hasta transcurrido un plazo de 3 años. La proposición es conveniente y
desburocratiza la instalación de actividades económicas o productivas.
Dentro de este cuarto eje temático, se identifican los siguientes mecanismos
de operacionalización:
 Tendencias sociales
•
Proteger a los individuos.
•
Integrar protección de los más vulnerables.
•
Trabajar la individualidad de la colectividad.
 Tendencias políticas
•
Alternativas a la judicialización.
•
Intermediar los procesos con protagonismo de cada sujeto.
•
Valorar sus patrimonios.
132
 Tendencias culturales
•
Reconocer el género y derecho igualitario.
•
Dar significado a la edad y poder de demandar derechos a todos los
sujetos.
 Tendencias económicas
•
Priorizar el patrimonio económico como responsabilidad familiar.
•
Recibir apoyo de autoridades para gestionar legalmente recursos con
fines de desarrollo familiar.
 Actores Centrales del Proceso
•
Figuras parentales adultas, representando a los miembros más jóvenes.
 Expectativas de Participación Social
•
Empoderamiento individual y uso de recursos sociales.
 Modelo de Intervención Predominante
•
Iniciativa de protección Estatal.
•
Participación Progresiva de la Sociedad Civil.
•
Programas de Transferencia Condicionada a nivel municipal: clientelismo
social.
•
Coordinación en Redes de protección frente a la Familia.
Los discursos de Ricardo Lagos, hacen hincapié en la necesidad de instalar
al país, en una nueva era globalizada, donde el crecimiento económico
debía ir de la mano del desarrollo social.
“Los invito a expandir al máximo nuestra capacidad económica, para que
esa parte de la familia chilena que sufre la pobreza se siente también en la
gran mesa común, a compartir los frutos de la nación” (Mensaje
Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del
2000).
133
Expandir un crecimiento que tenga una matriz inclusiva y equitativa, fue el
fundamento de su mandato, mas cuando se abrían las puertas de un nuevo
siglo inserto para ese momento en una crisis económica que mostraba
impactos en los índices de desempleo.
Su discurso plantea el reconocimiento explícito de la Familia como un cuerpo
social,
categorialmente
definido
por
la
pertenencia
a
un
nivel
socioeconómico, sobre el que se tiene aspiraciones estructurales de
igualdad y accesibilidad a similares pautas de consumo denotando una
simetría, que rompa desde la acción solidaria con los círculos asistenciales y
de dependencia. Aspiraciones a la equidad como una forma de reproducción
de una política redistributiva de la riqueza.
“Por eso aquí hoy lo digo sin estridencia, pero con firmeza: el nuestro será el
gobierno de las reformas para llevar a Chile a ser un país desarrollado el
2010. El primero: abrir las puertas al desarrollo. ¡Nadie debe quedar sin
acceso al bienestar que surja del crecimiento económico y de la
incorporación de Chile a la revolución tecnológica! Pero para alcanzar el
desarrollo en el bicentenario nuestra economía debe crecer de manera
sostenida a un ritmo de 6 a 7% anual. Esta es la meta que me propongo
para mi gobierno (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos
Escobar , 21 de Mayo del 2000).
En la tarea del desarrollo económico, el rol del Estado es considerado
esencial y principal promotor del “crecimiento con equidad”. Detrás de este
discurso se deduce el objetivo de instalar un país con responsabilidad en
términos económicos, siendo las Reformas, los principales instrumentos que
validan las proyecciones hacia el Bicentenario.
Si contextualizamos este discurso y mas directamente el mandato de
Ricardo Lagos,
tenemos que hacer referencia a un momento histórico
donde la Reforma del Estado introduce el componente social, mas allá de los
avances en materia de gestión, que ya se venían dando desde los primeros
gobiernos concertacionistas.
134
Se inicia un periodo de reconocimiento de una deuda política, en base al
cómo tratar e incluir los temas de la Sociedad Civil Chilena en los equilibrios
de poder, ante las imperfecciones y asimetrías del mercado. La tolerancia –
como valor de un Nuevo Trato de la diversidad y de las nuevas formas de
manifestación – ,comienza a tener relevancia en la planificación y en la
búsqueda de estrategias para operacionalizar la participación en las diversas
entidades pública. Se evidencia un proceso de democratización, no sólo
sustentado en la agilización de las dinámicas administrativas de lo públicoestatal, sino un proceso de incorporación de nuevos espacios de identidad
democrática, desarrollados en forma paralela a la construcción institucional
de lo que el Estado entiende por participación e inclusión al sistema. Ante
este nuevo desafío, se valida una participación económica equitativa de
todos los actores sociales, facilitando el acceso con el fin de terminar con la
desigualdad, que en términos del Presidente implicaba:
“Mantener las desigualdades es un escándalo moral y un enorme
desperdicio del recurso más valioso de un país: su gente” (Mensaje
Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del
2000).
En base a la Reformas que debían ser consideradas al momento de
proyectar un país responsable en materia de desarrollo económico se
destaca en el discurso del mandatario, la Reforma Laboral:
“Una Reforma Laboral que haga justicia a la mujer temporera, que haga
justicia a tantos que ven que nuestra legislación laboral alcanza a algunos
pero no a todos, una legislación laboral en donde los trabajadores de mi
tierra tengan derecho a defender sus derechos para poder tener una mejor
distribución en los frutos del progreso(Mensaje Presidencial del Presidente
Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000).
En términos globales se busca consolidar un sistema legislativo acorde con
la protección de los derechos de los trabajadores. Destacamos la mención
hacia las mujeres temporeras, ya que detrás de este enunciado se entiende
135
que es necesario proteger los derechos de uno de los integrantes mas
importantes de la unidad familiar, reconocimiento que ya hemos analizado
en prárrafos anteriores. Hacer justicia a la mujer temporera, remite no solo al
un tema de género, sino explicitamente a una condición laboral que
comparativamete esta es desmedro de los hombres, mas cuando
recordamos el bajo porcentaje de incersión laboral que planteaba Ricardo
Lagos. Otra medida que apunta a la protección laboral es el compromiso del
gobierno de controlar y por tanto supervisar, el pago de las cotizaciones
laborales.
“Por ello quisiera decir aquí. Vamos a ser estrictos contra el no pago de
cotizaciones previsionales que algunos entienden que pueden eludir
livianamente. Estableceremos incentivos para la afiliación de los
trabajadores por cuenta propia y los trabajadores de temporada, ellos
también requieren de un sistema que les prevea para la vejez (Mensaje
Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del
2000).
Siguiendo con la idea de integrar equitativamente a los mas desprotegidos
(en este caso madres trabajadoras) al mercado laboral, destaca medidas de
apoyo a la Familia, via aciones educativas que fasciliten el rol que
tradicionalmente cumple la mujer dentro de esta unidad.
“Vamos a ampliar la cobertura parvularia en 120 mil cupos más, para acoger
especialmente a los hijos de madres trabajadoras y jefas de hogar. Nos
proponemos en el sexenio llegar a 12 años de escolaridad promedio, con
todos los alumnos educados en el uso del computador e Internet, con todos
los profesores capacitados en su uso, y con todos los jóvenes dominando un
inglés básico (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos
Escobar , 21 de Mayo del 2000).
Nuevamente es la dimensión educativa, la que cobra relevancia al momento
de proyectar un crecimiento económico con equidad, ya que se entiende que
es la educación una de las principales puertas de acceso al mercado laboral.
136
Un tema interesante que plantea Lagos en su discurso, y también referido a
la educación es, “Imagino también al alumno que con el mejor puntaje de la
prueba de Aptitud Académica opte por entrar a una carrera de pedagogía
porque todas nuestras profesiones tienen el mismo nivel en nuestra
sociedad”, planeamiento que posiciona una valoración ampliada hacia todos
los campos de especialización, mas cuando tradicionalmente se deduce un
desmedro sobre la base de que las carreras de pedagogía no presentan las
mismas oportunidades en el Mercado. De esta manera, se asigna un rol
fundamental a la formación pedagógica ya que es una vía que no solo
permite adquirir una competencia profesional, sino que también, su ejercicio
en
la
sociedad,
oportunidades,
instala
equipando
herramientas
así
el
equitativas
binomio
en
torno
“crecimiento-
a
las
desarrollo
económico”.
Michelle Bachelet, refuerza los enunciados observados en los discursos de
Lagos, ya que de igual manera posiciona a la desigualdad como uno de los
factores más limitantes para el crecimiento de país.
“La desigualdad es el principal escollo que enfrentamos para hacer de Chile
un país desarrollado. La desigualdad no sólo condena a miles de hogares a
condiciones de vida inaceptables: también limita su libertad e inhibe su
capacidad para aportar a la construcción de un país mejor (Mensaje
Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
Refiere directamente a que “la desigualdad”, afecta a los hogares chilenos,
es decir las familias, ya que limita su condición y su libertad, agregando
deferencias sustanciales entre los más ricos y pobres:
“La expresión más dramática de la desigualdad es la diferencia entre el
bienestar que disfrutan los más ricos y las carencias de los más pobres, pero
más profundos aun son los contrastes respecto de la seguridad con que
unos y otros enfrentan la vida. Los más ricos pueden abordar estudios,
proyectos y empresas con menores riesgos de desempleo, enfermedades o
robos, sabiendo que si estos riesgos llegan a materializarse los podrán
afrontar con sus ahorros, con seguros o con el apoyo de su familia, amigos o
contactos. Los más pobres, en cambio, muchas veces han llegado a esta
137
situación porque, partiendo de una circunstancia ya precaria, no han tenido
cómo protegerse de un quiebre familiar, un accidente o la cesantía”
(Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet
Jeria , 2005).
Este contenido hace referencia directa al cómo el sistema de protección
social, funciona y asume la focalización hacia la población más vulnerable,
ya que entiende que existe una condición desigual de partida en la inserción
tanto económica, social como cultural de este segmento poblacional. Desde
esta perspectiva la creación de Programas como Chile Solidario, Chile Crece
Contigo, entre otros, se justifican puesto que como ya lo hemos planteado,
estos buscan habilitar “pisos mínimos”, que promuevan mejores y mas
herramientas para el desenvolvimiento de los mas desprotegidos, dentro de
una sociedad globalizada.
“La ausencia de mecanismos de protección hace que en las familias más
pobres generalmente las malas noticias no lleguen solas. El desempleo
muchas veces conduce a crisis familiares o a que los jóvenes deban
abandonar la educación para trabajar; si se es muy viejo para seguir
trabajando y se depende de una mala jubilación, ésta se vuelve aun más
insuficiente para financiar los gastos de una enfermedad crónica. La
inseguridad se extiende más allá de los hogares pobres. Llega también a las
familias de clase media, que temen que algún evento inesperado les haga
perder lo conseguido con largos años de esfuerzo o impida que sus hijos
tengan un futuro mejor. La desigualdad social es la pobreza de algunos
combinada con la inseguridad de muchos” (Mensaje Programa Presidencia
“Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
La educación, es también el pilar fundamente con la cual la Presidenta
reivindica las posibilidades de hacer frente a la desigualdad, equiparando
las posibilidades formativas.
“Nuestro sistema de apoyo al financiamiento de la educación superior
garantizará el financiamiento a todos los jóvenes talentosos para cubrir el
costo de sus estudios en instituciones de calidad, a través de una
combinación de becas, crédito, garantías públicas y subsidios al ahorro de
las familias” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle
Bachelet Jeria , 2005).
138
Poniendo énfasis en la focalización de los recursos hacia los mas pobres y
también hacia la clase media:
“Los jóvenes más pobres y talentosos tendrán apoyo directo a través de
becas y crédito para matrícula y becas para cubrir su mantención. Los
jóvenes talentosos de clase media tendrán acceso a créditos totales y
parciales de matrícula, dependiendo de sus condiciones socioeconómicas, y
sus familias accederán a subsidios por el ahorro que realicen para este fin.
Incorporaremos a los sistemas de becas, crédito y ahorro para la educación
superior un seguro estudiantil que les asegure a los jóvenes continuidad en
sus estudios en caso de fallecimiento o invalidez de sus padres” (Mensaje
Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005).
Finalmente en relación al mundo laboral, también posiciona este espacio
como aquel que facilita el sustento familiar, dando claras señales que su
protección abre canales igualitarios hacia condiciones de vida “dignas”,cuyo
acceso va de la mano con la integración de conocimientos y habilidades,
dados vía la dimensión educativa.
“El trabajo ocupa una parte fundamental en la vida de las personas. Es la
fuente principal del sustento familiar. Es donde se ocupa parte importante del
día, donde se realizan o se frustran aspiraciones y proyectos personales. El
acceso a un trabajo permite aplicar los conocimientos adquiridos en la
escuela, la universidad o a través de la experiencia; permite ser
independiente y ganarse el respeto de los demás, sostener a una familia y
aportar constructivamente al país. El trabajo ocupa nuestros años más
productivos” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle
Bachelet Jeria , 2005).
E) Eje Nº 4: Institucionalidad
A diferencia de lo que se hizo con los Tribunales del Juicio Penal Oral, que
se
establecieron
paulatinamente,
los
Tribunales
de
Familia
fueron
establecidos en todo el territorio nacional; la realidad muestra que se crearon
expectativas que no fueron satisfechas por la gran demanda de atención
judicial, lo que creó una reacción adversa en la población.
139
Se crean 31 nuevos Juzgados de Familia, con parte de los recursos
destinados inicialmente a la reforma procesal penal. Adicionalmente, el
proyecto efectúo numerosas modificaciones a la ley de los juzgados de
familia y a otros cuerpos legales. Así por ejemplo, se exigirá patrocinio de
abogado ante dichos tribunales (hoy día es optativo, a menos que el juez lo
exija); se establecerá un examen de admisibilidad de las demandas, lo que
podría producir su rechazo inmediato por el tribunal; se creará una unidad de
cumplimiento de las sentencias, iniciativa que en principio parece positiva, si
bien no está clara su total conformación; se hace remisión, incluyendo en el
Código Civil, a la Convención Internacional sobre Derechos del Niño, de las
Naciones Unidas, lo que significa sustituir una norma clara y precisa de ese
Código por una normativa, que si bien. está vigente en Chile, generará
problemas de interpretación por su amplitud; se potencia la mediación en los
asuntos de familia, haciéndola obligatoria en materia de alimentos, cuidado
personal de los hijos y derecho de visitas; y voluntaria en los demás casos, y
la prohíbe en asuntos de orden público, como el estado civil de las personas.
Probablemente, éste es el aspecto más atractivo de la modificación.
Se involucra a la sociedad desde una perspectiva comunicacional y solidaria
frente al extravío de personas, ya que se propone que los medios de
comunicación social, deben exhibir semanalmente fotografías de niños y
personas perdidas. La obligación recaería sobre la televisión abierta y los
tres diarios de mayor circulación nacional.
La especialización del sistema de atención social y jurídica lleva a que en
lugar de que sean los Juzgados Civiles, quienes conozcan los casos de
violencia intrafamiliar, sean los Juzgados de Familia, que, entre otras
materias, conocerían de los problemas de este tipo.
Se propone que las notificaciones que se practicaban en los Juzgados de
Menores, no sean encomendadas a Carabineros e Investigaciones, pues
estos personales deben dedicarse a funciones de seguridad ciudadana. La
140
proposición es correcta, pero debe precaverse que el personal de receptores
y asistentes de los Juzgados puedan cumplir esas funciones
Dentro de este cuarto eje temático, se identifican los siguientes mecanismos
de operacionalización:
 Tendencias sociales
•
Individualizar y tecnificar los procesos, acercándolos a la cotidianidad de
la vida familiar, a fin de gestionar riesgos y restaurar vínculos.
 Tendencias políticas
•
Reconocimiento de la ruptura y creación de recursos para mediatizar sus
efectos negativos, protegiendo a los integrantes de las familias en
condiciones vulnerables.
 Tendencias culturales
•
Reconocimiento de los cambios familiares y evolución de tolerancia ante
nuevos tipos de familias.
 Tendencias económicas
•
Reconocimiento igualitario de derechos económicos y, distribución de
responsabilidades entre géneros.
 Actores Centrales del Proceso
•
Padres, jefes de hogar
•
Profesionales especializados en temáticas de familia.
 Expectativas de Participación Social
•
Activa en calidad de sujetos de derechos.
 Modelo de Intervención Predominante
•
Nuevas orgánicas y procedimientos institucionales
141
•
Inclusión activa de la ciudadanía
•
Iniciativa privada para mejorar y perfeccionar la institucionalidad con un
carácter técnico especializado.
•
Vigilancia estatal de ámbitos asociados al orden y las buenas costumbres
En base al eje institucionalidad, Ricardo Lagos hace referencia a lo que ya
hemos venido planteando en torno a los alcances de la Reforma del Estado
Chileno, en sus componentes tanto administrativos como en su relación con
la sociedad.
“En los años noventa hicimos el histórico paso del autoritarismo a la
democracia. Junto con ello, duplicamos el tamaño de nuestra economía,
creamos más empleos que nunca en nuestra historia, para un período de 10
años, expandimos las comunicaciones, democratizamos los municipios,
mejoramos las remuneraciones, reformamos profundamente la educación,
enfrentamos la verdad en las violaciones de los derechos humanos,
construimos viviendas y parques, y transformamos la infraestructura física
del país con nuevas carreteras, puertos y aeropuertos” (Mensaje
Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del
2000).
Claramente, se describe a las reformas modernizadoras que bajo medios de
accesibilidad diferenciada, pero a la vez pública debido a segregación
urbana, ha podido generar en la década de los noventa, condiciones de
acceso a bienes y servicios que facilitan la mejora progresiva y sostenida de
las comunidades, las personas y las familias en Chile.
Lagos nos sitúa, en el cómo los cambios administrativos hacen
redimensionar lo público mediante la incorporación de instrumentos de
gestión que dan respuesta a los nuevos ritmos y demandas que la sociedad
comienza a expresar. Ante esto precisamos conceptos como eficiencia,
capacidad de utilizar y asignar los recursos en forma optima y racional,
eficacia, entiéndase como aquella capacidad de gestión asertiva y
142
coordinada en base a planificaciones estratégica, descentralización,
capacidad de delegar y distribuir en forma equitativa el poder y participación
en las decisiones políticas, y gestión responsable y gerencial, relacionada
esta última con la presencia directivos con actitudes responsables ante el
compromiso que implica asumir cambios en la manera de reestructurar tanto
interna como externamente las entidades públicas. Estos en su conjunto, no
solo
significan
instrumentalizar
servicios
o
espacios
burocráticos
tradicionales, ni trasladar conceptos o formas de accionar del mundo privado
a los espacios públicos, sino también dar contenido a una nueva era en que
la política pública necesita abrir canales que recojan las demandas de una
sociedad, en su calidad de ciudadanos.
Siguiendo con este escenario de “reformas”, destaca:
La meta de esta nueva época es ampliar la libertad y la capacidad de
emprender y de innovar de las personas, familias y comunidades; jamás
extender el paternalismo de otrora (Mensaje Presidencial del Presidente
Ricardo Lagos Escobar, 21 de Mayo del 2000).
Ante esto, “emprendimiento e innovación”, son pilares fundamentales de
estas reformas que intentan proyectar un cambio en relación al paternalismo
de décadas pasadas, haciendo que incluso se asuman nuevos esquemas de
acción en lo social, que apuntan a redefiniciones implícitas de la protección y
asistencialidad.
Cuando analizábamos los fundamentos y enfoques éticos de las políticas
sociales a partir del gobierno de Lagos, dimensionamos un cambio
sustantivo en la perspectiva asignada a los “grupos vulnerables”. Es una
realidad que el Estado vuelve a ser parte de la orientación y definición de lo
que se entiende por Protección Social, mas cuando las reformas de primera
generación solo se habían centrado en la recuperación de índices
macroeconómicos.
143
Ahora bien, esta nueva arquitectura ya no implica un “asistencialismo
directo”, sino que mas bien una plataforma de orientación básica para que el
sujeto, en este caso inserto dentro de la unidad familiar, pueda desarrollarse
y capitalizar herramientas para su participación en el Mercado.
¡No debemos tener miedo a ampliar las libertades, promover la participación,
expandir el conocimiento, la cultura y la ciencia, incorporarnos al mundo de
nuestros días, vigorizar las familias y las comunidades!. ABRIR LAS
PUERTAS AL DESARROLLO significa plena incorporación a la revolución
tecnológica y, al mismo tiempo, que los frutos del progreso lleguen a cada
rincón del país y que toda familia chilena goce de seguridad. INTEGRAR AL
PAÍS. ¡Todo chileno y toda chilena debe estar incorporado al mundo
moderno mediante servicios e infraestructura adecuados, con más
atribuciones y responsabilidades para las regiones y para las comunas
donde habita! (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos
Escobar , 21 de Mayo del 2000).
En su discurso, la integración de “todos al país”, componente sustantivo del
desarrollo vías al bicentenario, se ejemplifica a través de acciones concretas
visualizadas en los distintos servicios básicos.
“Una de las tareas principales de mi gobierno será llevar adelante una
profunda reforma de la salud, centrada en los derechos y garantías de
los pacientes y con un esquema de financiamiento solidario. Queremos
que todas las familias puedan acceder a una atención digna y satisfactoria.
Chile puede y debe proponerse ahora este objetivo. La primera meta que
anuncié como Presidente de la República fue terminar con las colas en los
consultorios. Sé que es un objetivo ambicioso, estamos trabajando en esa
dirección, pero prefiero proponerme objetivos ambiciosos a quedar en la
inacción por el temor a cumplir las metas. ¡Ese es el signo de mi gobierno!
(Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de
Mayo del 2000).
Las reformas centradas en los derechos y garantías, se perfila como el
componente ético incluido en los Programas Sociales, que para el caso de
Chile Solidario se traducen en los 53 compromisos que adquiere tanto el
Estado como los beneficiarios, durante su participación. El financiamiento
solidario que identifica la manera de orientar los recusos económicos para el
144
cumplimiento de los “pisos mínimos”, se traducen en los distintos subsidios,
via transferencias condicinadas que componen la estructura y por tanto,
estrategías pública para acercar los beneficios.
Lagos por su parte,
reconoce que estos cambios, centrados en este caso en temáticas de salud,
son complejos, ya que ameritan profundizar las estructuras públicas hacia
este fin.
“Estoy consciente de las dificultades que tiene emprender un cambio tan
profundo en un sector tan complejo. Pero nuestras familias y nuestros hijos
nos exigen hacer ese esfuerzo. Por ello hemos colocado el tema de la
reforma de la salud como un tema central cuando hablamos de cómo tener
un desarrollo productivo que llegue a todos los sectores. El desarrollo
productivo, el crecimiento de Chile tiene que llegar a la salud de los chilenos
(Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar, 21 de
Mayo del 2000).
Otras reformas institucionales que tienden a mejorar el sistema bajo marcos
igualitarios de acceso, estan referidos al seguro de empleo.
“Junto a empresarios y trabajadores hemos concordado las bases del
Seguro de Desempleo, que actualmente se tramita en este Congreso.
Felicito, y quiero agradecer, a los honorables diputados por la celeridad con
que aprobaron en general este proyecto (Mensaje Presidencial del
Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000).
El seguro de desempleo, al igual que todas las medidas de subsidios
solidarios, entra a complementar una red de apoyo que promueve una
incorporación ampliada de las familias chilenas. Acciones que se
perfeccionan con medidas tendientes a facilitar la incorporación de las
mujeres al mundo laboral, mas cuando se remite a la cifra ya expuesta, en
base al bajo porcentaje de participación laboral de las mujeres Chilenas.
“Le he pedido al Consejo de Diálogo Social que proponga acciones
concretas en esto, y ya está trabajando en adecuar los sistemas de
cuidado infantil para facilitar la incorporación de las madres al trabajo;
así, los futuros cupos de educación preescolar se focalizarán de preferencia
en los hijos de madres que trabajan o buscan trabajo” (Mensaje
Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del
2000).
145
Finalmente Lagos agrega:
“Tenemos una buena retórica en materia familiar pero la práctica está muy
lejos de generar las condiciones para que la familia se desarrolle a plenitud
(Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de
Mayo del 2000).
Este diagnóstico posiciona claramente el desafío de avanzar desde el
discurso “modernizador”, hacia medidas concretas que efectivamente
operacionalicen materias sociales hacia el beneficio de las familias Chilenas.
Recordemos que es a partir de este gobierno donde se comienza a cambiar
el Sistema de Protección Social, redefiniendo tanto los destinatarios cómo
los enfoques para su abordaje.
El mejoramiento y ampliación de infraestructura cultural y deportiva, es
también considerada como una medida institucional de cara al nuevo siglo.
Los espacios culturales son abordados como instancias donde es posible
transferir conocimientos y/o experiencias que fortalecen el proceso de
formación de los futuros jóvenes de Chile.
“Por ello vamos a definir una infraestructura cultural a lo largo del país,
vamos a desarrollar un Programa Nacional de Juventud y Cultura, porque es
allí, entre los jóvenes, donde están los Matta, los Neruda, los Arrau y las
Mistral de este siglo XXI. Vamos a fomentar el deporte a lo largo y ancho del
país, porque ahí están las figuras que nos llenarán de orgullo en el futuro”
(Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar, 21 de
Mayo del 2000).
Michelle Bachelet por su parte, refuerza en sus discursos los avances de
una institucionalidad que se fundamenta en la creación de un país donde
todos participen. Como ya lo mencionábamos en los análisis de discursos de
los ejes anteriores, sigue siendo la desigualdad de oportunidades, la materia
sustantiva de las reformas promovidas desde el aparato estatal.
146
“Más allá de los avances, que son evidentes para cualquiera, la tarea está
aún incompleta. A medida que hemos seguido profundizando la plena
integración de Chile al mundo, más fuerte se ha hecho la urgencia de reducir
las desigualdades y resguardar –a través de una red de protección social– a
nuestra gente y nuestra economía de los shocks que afectan la economía
internacional” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle
Bachelet Jeria , 2005).
La mandataria sustenta esta proyección, bajo una mirada retrospectiva en
cuanto logra dimensionar los avances que los gobiernos concertacionistas
han aportado tanto al mejoramiento del aparato estatal como al sistema de
protección social.
“Los gobiernos de la Concertación prácticamente han triplicado el gasto
social entre 1990 y 2005, llevándolo a representar el 70 por ciento del gasto
público total. En este proceso también fueron transformándose las políticas
sociales. El gobierno del Presidente Aylwin concentró sus esfuerzos en
recuperar los beneficios sociales que habían sido restringidos durante la
dictadura y reconoció la existencia de grupos vulnerables como sujetos de la
política social. El gobierno del Presidente Frei impulsó reformas
fundamentales en la educación y la administración de la justicia. Y el
gobierno del Presidente Lagos transformó políticas sociales en derechos, a
través del seguro de cesantía, el sistema Chile Solidario y el Plan Auge”
(Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet
Jeria, 2005).
A este balance, que sintetiza las principales acciones asumidas por la
Concertación, la Presidenta agrega el real sentido y fundamento de las
políticas sociales:
“La función principal de las políticas sociales debe ser terminar con la
inseguridad entendida en este amplio sentido. En el pasado, las políticas
sociales sirvieron para combatir la pobreza, satisfacer necesidades
mínimas ligadas a la supervivencia y permitir el acceso a la educación,
la salud o la vivienda. Ahora está llegando el tiempo de que las
políticas sociales se articulen en un sistema de protección social capaz
de abrir oportunidades y limitar riesgos para quienes no tienen la
posibilidad de protegerse por sus propios medios” (Mensaje Programa
Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
147
Esta definición, nos permite mirar los cambios que ya hemos venido
mencionando, en base al cómo se articula un nuevo sistema de protección
social que actúa sobre las múltiples dimensiones en la cual el grupo familiar
participa. Se trata de un sistema que bajo una mirada integral busca abrir las
oportunidades, limitando a la vez los riegos para quienes no tienen la
posibilidad de hacerlo por sus propios medios.
“Hoy en Chile es fácil asegurar un auto o una casa contra accidentes y
robos. Pero es mucho más difícil asegurar a una familia contra riesgos de
enfermedad, invalidez o muerte. Esto ocurre no sólo por una cuestión de
poder adquisitivo. Los seguros privados protegen de riesgos a los que se
parecen; los seguros sociales cubren los riesgos de los que son distintos.
Los seguros sociales deben tener más de seguros y más de sociales. Es
decir, requieren de solidaridad” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy
Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
Ahora bien, ya refiriéndose al sistema de protección social asumido bajo su
mandato se especifica:
“Un buen sistema de protección social genera mayor igualdad al reducir
la inseguridad que afecta a muchas familias, permitiéndoles abordar
proyectos, iniciar emprendimientos y arriesgar un poco más en la seguridad
de que un error no significará la ruina (Mensaje Programa Presidencia
“Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
La reducción de la inseguridad es lograda bajo un sistema de protección
social cuyos componentes y estrategias,
promueven la igualdad de
oportunidades para así incentivar la participación de los más vulnerables en
emprendimientos u acciones que tienden a desplazarse ante el miedo de los
“riesgos sociales”. Esta mirada refuerza el modelo de “factores protectores y
de riesgo”, ya instalado bajo el mandato de Lagos, ante el cual la red
solidaria estatal se enfoca en disminuir los riesgos para así promover
escenarios de confianza.
148
Retomando el análisis que elaboramos en base a los ejes, se reitera la
dimensión educativa como uno de los principales marcos institucionales que
orientan las medidas de protección social desde el escenario público.
“La educación es la fuente básica de las competencias y capacidades que
requieren las personas para desarrollar proyectos de vida satisfactorios y
encarar los riesgos a los que se enfrentan en distintas etapas de sus vidas.
Un acceso igualitario a las competencias requeridas por los chilenos para
formar sus familias, emprender proyectos, desarrollar comunidades
solidarias y enfrentar los desafíos del mundo moderno es una condición
básica para construir un país más equitativo, más próspero y más seguro.
Hoy casi todos los niños de Chile completan la educación básica y cerca del
90 por ciento termina la media. Casi cuatro de cada diez jóvenes chilenos
llegan a la universidad. Como resultado de todos estos cambios, Chile es
hoy un país mucho más educado: en 1980, las personas de entre 15 y 64
años tenían, en promedio, sólo ocho años de escolaridad; hoy tienen
casi diez años y medio. También hemos avanzado en equidad. Hoy, el 70
por ciento de los estudiantes universitarios son los primeros en su
familia en alcanzar ese nivel educacional. Se trata de logros formidables
de los que debemos estar orgullosos” (Mensaje Programa Presidencia
“Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
La presidenta destaca los logros (en cifras) que presenta los avances en
temáticas educativas, perfilando que es este espacio el principal motor del
desarrollo, ya que es a partir de la educación desde donde se puede nivelar
el acceso al conocimiento. El avance en esta área se perfila fajo la idea de
equidad, mas cuando dentro de las cifras resaltan porcentajes directamente
vinculados con el acceso educativo de los educandos que provienen de
familias que no han tenido la oportunidad de estudiar.
Continuando con las acciones proyectadas en este componente se destaca:
“Nuestra meta es clara y simple: al término del primer ciclo de educación
básica, las diversas políticas y los diversos programas contemplados en el
sistema de protección a la infancia deberán haber borrado el efecto del
origen socioeconómico sobre las capacidades de los niños y niñas de
Chile para aprender y convivir” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy
Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
Esta meta es acorde con los fundamentos sociales que movilizan las nuevas
políticas sociales, ya que al plantear pisos básicos en el acceso, se tiende a
borra el origen socioeconómico de las personas que participan, con el
objetivo de evitar así la discriminación desde el inicio.
149
Es el programa Chile Crece Contigo, uno de los pilares fundamentales de
este periodo presidencial, ya que promueve una intervención cuyo enfoque
esta en fortalecer las capacidades de los niños y niñas, mas que diferenciar
el origen de cada uno. Referido a las directrices de este programa, el cual se
complementa con otras acciones que fortalecen la red de servicios desde el
Estado, Bachelet plantea:
“Los fuertes avances en atención materno-infantil, cobertura preescolar y
básica, y nutrición, entre otros, indican que este sistema se puede construir
durante los próximos cuatro años. Desarrollaremos y aplicaremos nuevos
instrumentos de gestión, seguimiento y evaluación que permitan una gestión
integrada, pertinente y orientada a resultados de los componentes de este
sistema. Complementaremos este conjunto de intervenciones con
prestaciones de salud, asistencia judicial, prevención de violencia
intrafamiliar y otras intervenciones públicas que hoy se encuentran
dispersas. Con estas políticas todos ganan” (Mensaje Programa
Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
Destacamos además otras medidas integradas a su discurso, que proyectan
importantes reformas al sistema educativo, en tanto transparencia, acceso a
mayor información, participación y horizontalidad de las relaciones, tanto
interno como externas, desde y hacia los establecimientos educacionales.
”Elaboraremos para cada establecimiento una ficha escolar, que resumirá
el conjunto de antecedentes necesarios para que los padres y el resto de la
comunidad escolar se formen una opinión sobre su situación. Estos
antecedentes no se referirán sólo al establecimiento, sino también a los
establecimientos similares en la comuna, la región y el país, de modo que la
comunidad pueda evaluar la situación de su escuela o liceo en relación a sus
pares. Actualizaremos la ficha escolar periódicamente y ésta estará a
disposición de las familias al momento de postular al establecimiento
(Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet
Jeria, 2005).
Agregando además,
“En todos los establecimientos educacionales deberán operar regularmente
los consejos escolares, formados por directivos, profesores, apoderados y
alumnos. Ante este consejo los directivos rendirán cuenta sobre las políticas
del establecimiento y sus resultados educativos. En los establecimientos
municipales los directores estarán sujetos a convenios de desempeño y sus
profesores deberán participar en el sistema de evaluación docente”
(Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet
Jeria, 2005).
150
Todas las medidas antes enunciadas perfilan un sistema educativo
democrático y transparente, ya que se instalan mecanismos que por un lado
mejoran la gestión escolar, pero que también promueven una participación
ampliada de todos los actores escolares, haciendo directa mención al cómo
la familia se integra al sistema educativo, facilitándole por un lado mejor
información de la oferta y calidad educativa, como mayor incidencia en los
espacios de “control y evaluación institucional”.
La incorporación de la etapa denominada control social, dentro del
conjunto teórico que caracteriza las fases de un Programa y/o Proyecto
Social (entiéndase difusión, diagnóstico, diseño, ejecución, evaluación y
rediseño), implica reconocer la existencia de una dinámica social que no se
limita a entender la acción del sujeto como un usuario aislado y centrado en
el intercambio de bienes y/o servicios, bajo la idea de conmutatividad, sino
que implica una visión de sujeto en tanto individuo como perteneciente a un
cuerpo social.
El hacer del control social una fase que perfila el derecho ciudadano de
apelar a la rendición de cuenta, a la transparencia y al cumplimiento de los
objetivos de un Programa y/o Proyecto Social de la oferta público-estatal,
expresa el hecho de concebir al sujeto como portador de habilidades
sociales, es decir, de una capacidad asociativa no-estatal que está presente
en su relación vincular cotidiana.
Finalmente, a esta tarea educativa, entendida partir de que:
“La escuela y el liceo son los principales espacios de socialización en que
participan niñas y niños más allá de sus familias. El sistema educacional
debe hacerse cargo de su responsabilidad formativa, incorporando la
convivencia, el servicio a la comunidad y la solución pacífica de conflictos de
convivencia en la escuela” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy
Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
151
Se suma una igualdad de oportunidades que debe manifestarse en todas las
etapas de la vida, ya que lo necesario, en dichos de la Presidenta, está, en
poder entregar las competencias efectivas para que los actores sociales
continúen ejerciendo una participación igualitaria mas allá del sistema
educativo, es decir, este espacio debe dejar instalada las herramientas que
posibiliten la construcción de un “país para todos”.
“Para que nuestros niños y jóvenes desarrollen adecuadamente las
competencias y capacidades que requieren, no basta con que tengan
acceso a la escuela y el liceo, y a recursos educativos. La igualdad de
oportunidades a la que aspiramos necesita que estos esfuerzos se
traduzcan efectivamente en las competencias que requerirán para enfrentar
etapas posteriores de sus vidas” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy
Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005).
Este es el sello y el carácter desfamiliarista, pero enfocado selectivamente
en un grupo que le reporta dinamismo a las políticas sociales con el que se
cierran las políticas desarrolladas por la Concertación
4.4 Resultados de la investigación
Luego de haber revisado los principales contenidos discursos programáticos
de los presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, podemos establecer
los siguientes resultados por cada eje temático, a partir de un análisis que
considera como línea conductora: Agenda Política, Agenda Legislativa y
Principales lineamientos en torno a la política social, centrada en la Familia.
1. Instituciones Familiares. Nuevos cambios, reconocimientos, e
integralidad de la Familia Chilena.
Respecto de las Instituciones Familiares, nos encontramos con profundos
cambios que van desde la discusión legislativa hasta los propios proyectos a
través de los que se hace operativa la política social. Principalmente la
152
ruptura de una visión estática del matrimonio como estructura del parentesco
única e inmutable en el proceso de formación de familia.
La nueva concepción legal, transita desde la disfuncionalidad hasta la
vulnerabilidad social, con un enfoque centrado en la gestión de riesgos
individuales asociados al capital de cada biografía individual como el
contexto familiar. Emergen nuevas tipologías y arreglos familiares, no solo
como un antecedente sociodemográfico, sino que como un nuevo actor que
mas que oponerse, viene a complementar el predominio tanto discursivo
como organizativo, que tenían, los grupos familiares nucleares, emergiendo
desde la reconstitución familiar, nuevos estilos y formas de distribución de
poder y jerarquías dentro de la Familia.
La transversalidad en la concepción del “experto”, convocante solo desde la
comunidad religiosa y médica, se amplifica hacia nuevos actores capaces de
visibilizar los requerimientos de igualdad y justicia, propuestos por el
gobierno de Lagos, en el reconocimiento ante la ley y con las respectivas
consecuencias hacia la sociedad, de los hijos como un bien reconocido y
protegido propietariamente.
2. Género y Desarrollo. Profundizando la situación de la mujer e
inclusión de nuevos actores.
En cuanto a género y desarrollo, existe, una sensibilidad instalada, dirigida a
reconocer la condición de la mujer que se ha venido trabajando desde 1990
y por tanto, se encuentra hoy vinculada con la profundización y la
focalización del actor- mujer, sobre el cruce de los conceptos jefa de hogarmadre y trabajadora-pareja, para lo que es necesaria una nueva campaña y
enfoque de la Familia y su realidad frente a la vivencia de la
monoparentalidad y la alianza individuo-sociedad, para complementarse en
tareas y funciones que fortalezcan a la Familia.
153
Igualmente el adulto mayor se analiza como sujeto para la acción pública, no
solo desde una perspectiva de cambio demográfico, sino que además como
ser social independiente y objeto para las acciones de política pública. Esto
pone a Chile en sintonía internacional con las acciones por una parte
protectoras y por otra inclusivas, proyectando su situación respecto del
cambio en su pirámide demográfica, instalando la dimensión prospectiva en
los cambios para la política social familiar.
Mención especial tiene durante la administración Bachelet la integración de
tipo global, de la protección a la infancia, desde las fases primarias de la
vida, que en una concepción de reciprocidad con las madres, a gentes
naturales del desarrollo y protección de los hijos, Lo que queda representado
a través del programa Chile Crece Contigo.
Las temáticas delictivas tienden a producir vínculos de igualdad social
respecto de las relaciones de pareja sobre la base de la igualación del
parricidio con el infanticidio y, a la vez, la determinación del infanticidio y la
decidida protección de la infancia en general.
3. Delito y Justicia. Modernización e igualación de derechos.
Destaca principalmente la discusión pública amplia para instalar tales temas
y su necesidad de construir por una parte la base legal para su acción, por
una parte, y por otra, la plataforma asistencial para su abordaje y protección.
Lo que se traduce en una serie de programas, sobre la base de las
modalidades de casas de acogidas y programas terapéuticos, para incluir a
actores de la sociedad civil quienes intervienen directamente, rompiendo la
frontera de lo público en lo privado, en aras de dinamizar sistemas legales
con mecanismos de protección social.
154
4. Lo Socioeconómico, soporte de toda política social.
En relación con lo socioeconómico, nos encontramos con la preeminencia de
fórmulas subsidiarias transferidas de manera directa a la demanda como la
estrategia desde la cual se busca desarrollar la capacidad de los individuos
al demandar derechos sociales a una red pública de servicios que se los
garantiza.
Las garantías de derechos pasan a ser una manera habilitante de la
ciudadanía, ante la ausencia de mecanismos de protección social. Cobra
especial énfasis la medición de la pobreza como recurso pertinente en el
acceso prioritario a los distintos programas cuyo destino final es la
protección de la Familia.
La participación progresiva en la sociedad civil, opera en función de la
externalizacion de servicios sociales a nivel municipal que resultan
complementarios a la acción estatal como ocurre con el Programa Puente y
las Oficinas de Promoción de Derechos, no obstante ingresar todas a las
logi9cas de las transferencias condicionadas a resultados, en los que el
tecnicismo del cumplimiento de actividades y metas parciales, limitan la
capacidad integral de la familia a través de sus miembros de reajustar
poderes y equilibrios mas allá de las estructuras vigentes para validar las
competencias económicas, en base a los indicadores económicos de
consumo y endeudamiento, por sobre las ideas de progreso a partir de la
calidad del empleo y seguridad social de los grupos familiares.
5. Institucionalidad. Modernizar el Estado y modernizar sus políticas.
La institucionalidad responde a una modernización de segunda generación
centrada tanto en la eficiencia como en la eficacia del soporte económico y
legal para los grupos familiares. Además modernizar las clásicas estructuras
de atención y servicios, complicaba la inclusión por una parte de tecnologías
155
de la información y por otra de las habilidades para poder utilizarlas, como
en los procesos tipo “ventanillas únicas” o sobre un cobro asociado a una
tarjeta bancaria.
Finalmente, la mayor transformación se produce por medio de el aparato
judicial sobre la base de la creación de un nuevo sistema de justicia familiar
inspirado en los principios de igualdad individual y equidad social inspirados
en las propuestas desarrolladas durante las administraciones de los
presidentes Lagos y Bachelet, que recogen como base el diseño de gestión
de políticas sociales, estructurado en el gobierno de Eduardo Frei RuizTagle.
Notas del Capítulo
1. No se emplean criterios demográficos, lo cual permite que todos los
hogares indigentes, con independencia de su composición, ingresen al
programa.
2. El mecanismo de participación se traduce en un contrato donde las
familias se informan del sistema y comprometen su participación,
reconociendo la mutua exigibilidad de compromisos. Las condiciones son
fijadas en un esquema de co-construcción, que busca ajustarse a las
necesidades de las familias y que se materializa en la suscripción, por parte
de éstas, de un contrato familiar que define mínimos sociales a lograr en las
dimensiones priorizadas por el programa, mínimos que nuevamente refieren
al logro de las condiciones básicas para egresar del programa (Villatoro. Op.
Cit).
3. Se releva que en la mayoría de los países donde se implementan estos
programas, son las mujeres las que reciben las transferencias monetarias,
ya que se considera que utilizan y organizan de mejor manera los recursos
en relación a los hombres.
4. Dentro de los bonos asignados se destacan: subsidio único familiar
(SUF), subsidio al agua potable (SAP), pensión asistencial (PASIS) y
subvención pro retención escolar.
5. En relación al, Programa Puente, se define como una estrategia de
carácter integral e intersectorial, diseñado para generar condiciones básicas
que permitan a familias pobres superar esta condición. Opera. sobre la base
156
de la oferta estatal de servicios y beneficios a través de un trabajo en Red,
asumiendo la condición grupal de la familia y no sólo como un ente
individual (MIDEPLANa, 2001)
6. Los subsidios corresponden a aportes económicos directos, equivalente a
asignaciones familiares, que se pagan en forma mensual a las madres,
embarazadas, padres, guardador o personas que tengan bajo su cargo a
menores de edad, que vivan a sus expensas y que cumplan con los
requisitos solicitados para ser beneficiario de éste (MIDEPLANb, 2001).
7. El Sistema de Protección Social se instala y entiende, como un entramado
de redes públicas y privadas que operan como mecanismos que sostienen y
promueven el desarrollo de oportunidades para el mejoramiento de la
calidad de vida de las personas.
8. Ministerio del Trabajo y Previsión Social, (2008). Ley 20.255. Reforma
Previsional. Subsecretaría de Previsión Social.
9. La Reforma, crea el Sistema de Pensiones Solidarias para quienes no han
ahorrado durante su vida o reciben una pensión baja, discapacitados,
inválidos; otorga beneficios en relación a la equidad de género (bono por hijo
y compensación económica en caso de Nulidad o Divorcio) y subsidios a los
jóvenes para cotizar; establece la afiliación obligatoria de los Trabajadores
Independientes al sistema previsional, igualando sus derechos y
obligaciones con los trabajadores dependientes; consagra la afiliación
voluntaria con el objeto de beneficiar especialmente a la clase media; se
genera un mecanismo de ahorro según el cual los ahorros voluntarios
realizados por los trabajadores son complementados por sus respectivos
empleadores., los que además pagan el seguro de invalidez y
sobrevivencia.. Así, los principales beneficiarios de la reforma previsional
son: los adultos mayores con pensiones bajas o sin pensión; mujeres sin
trabajo remunerado (como las dueñas de casa); mujeres con trabajo
remunerado; trabajadoras temporeras, trabajadores Jóvenes; trabajadores
Independientes; trabajadores de Clase Media; sindicatos; personas carentes
de recursos; personas Inválidas y con Discapacidad; y beneficiarios de leyes
especiales. (p.e. víctimas de violaciones de los Derechos Humanos).
10. Respecto a las salas cuna, hay que mencionar que durante el gobierno
de Michel Bachelet, por ejemplo para el año 2009, se construyeron 900
nuevas salas cunas, las que se suman a las 800 ya construidas durante el
año 2006, sumadas a las 900 del 2007 y 2008.
11. Con el Acuerdo para el Fortalecimiento de la Sociedad Civil, suscrito
por el tercer gobierno de la Concertación el 30 de agosto de 1999, se inicia
un nuevo periodo de reconceptualización del rol de la Sociedad Civil en los
procesos de modernización de la gestión pública. Se da inicio a la
responsabilización política y al reconocimiento de que 1990 no implicó la
157
incorporación real y conciente de la población al pacto democrático. Se inicia
un periodo de reconocimiento de una deuda política, en base al cómo tratar
e incluir los temas de la Sociedad Civil Chilena en los equilibrios de poder,
ante las imperfecciones y asimetrías del mercado. La tolerancia – como valor
de un Nuevo Trato de la diversidad y de las nuevas formas de manifestación
– comienza a tener relevancia en la planificación y en la búsqueda de
estrategias para operacionalizar la participación en las diversas entidades
pública.
5. CONCLUSIONES
¿Modernidad y Bienestar? Escenarios para la articulación de políticas
sociales dirigidas a la Familia.
Los porque Si:
•
Los cambios demográficos a nivel de la estructura poblacional
determinan otros ajustes, que en base a su naturaleza política y
desde los valores propiciados por la democracia involucran, una
concepción de sociedad en proceso de modernización. En este caso,
Chile se hace cargo en un ritmo progresivo de la articulación entre las
necesidades y los recursos, para ajustar a su sociedad con sus
políticas públicas.
•
Se dispone de un soporte estructural de políticas públicas de tipo
universal, lo que permite la integración de la población al quehacer de
las políticas públicas, generando una base social que ha garantizado
cobertura universal en áreas estratégicas del desarrollo (salud,
educación, vivienda, trabajo y seguridad social). Éstas perduran hasta
nuestros días ajustándose al diseño técnico que permite su
focalización,
acorde
a
criterios
y
valores
que
culturalmente
transversalizan maneras de inclusión social, marcando un itinerario en
la experiencia chilena, desde
los grupos prioritarios de los años
noventa, definidos a partir de la categoría diferencia, hasta la
158
focalización en materia de pobreza que integra, a los nuevos tipos de
Familia en Chile con las lógicas de la vulnerabilidad social.
•
La dimensión del bienestar, si bien se transforma, desde una política
social neoliberal, limita su acción desde la iniciativa estatal y sigue
reflejando ajustes individuo y sociedad, ante los cuales la acción de
los privados no logra dar una cobertura a sus necesidades.
•
La ficción constituida por la Familia o el espacio de políticas que ésta
inspira, da cuenta de una constante área de discusión sobre los
contenidos de lo social, mirados desde la naturaleza cotidiana de
cada sujeto y de los proyectos fundantes de la individualidad
intermediados por las agencias de socialización.
•
Los modelos de Reforma del Estado, en el corto plazo se dirigen a la
reducción de la pobreza y en el largo plazo estabilizan,- bajo lógicas
de redes en base a gestión compartida entre agentes públicos y
privados-, el desarrollo de políticas desfamiliaristas, que potencian la
realización de los individuos y el cumplimiento de funciones familiares,
sustentadas en una red básica de tipo socioeconómica y jurídica, que
soporta la igualdad de oportunidades.
Los porque No:
•
La modernidad de lo familiar implica la aceptación de nuevas formas y
arreglos constitutivos de familia que requieren largos procesos
sociales de sensibilización y acogida de formas aun resistidas en
amplios sectores de la sociedad chilena. Una base conservadora y
anclada en la estructura nuclear y en la jerarquía patriarcal opera
como un constante artefacto disuasivo en aceptar la modernidad de
los discursos familiares.
159
•
La natural desconfianza en la acción pública, promueve que
predomine
una
visión
de
política
familiar,
centrada
en
el
asistencialismo y la acción individual por sobre la colectiva,
permitiendo una sobrevaloración de la acción del mercado, como
agente principal frente a la promoción de derechos y actualización de
la oferta de bienes y servicios para familias.
•
El vínculo del progreso, se puede enfocar exclusivamente en la
perspectiva económica de la adquisición de bienes, debilitando la
capacidad ciudadana para transformar desde un rol político, la
experiencia familiar de cada individuo por sobre las modificaciones,
que requieran de un cambio estructural a nivel país.
•
Existe un temor natural y un alta resistencia a entregar capacidades al
Estado para organizar las redes proteccionales, bajo el supuesto que
amenacen el principio de la libertad, pero paradojalmente instauran un
sistema
conservador
que
no
se
discute,
desde
sus
bases
argumentativas, instalando autoritariamente una razón instrumental
desde el poder asociado a sus grupo de interés.
•
La visión ética de la Familia, predomina, como una norma heterónoma
que afecta la moral social, limitando el proceso de co-construcción -,
propio de la ética discursiva, desde la que es posible argumentar el
principio de la responsabilidad, como objeto guía de la acción
individual, externalizando los patrones impuestos por un orden
estructurante y heterónomo, que se resiste a modificar sus aparatos
de control y es la base de la mantención del pacto tácito, como
soporte social de la Familia.
160
Finalmente,
Los Gobiernos de Ricardo Lagos Escobar y Michelle Bachelet Jeria, se
hicieron cargo de una modernización, tanto de los discursos como las
medidas para entregar una visión de la Familia, como una proceso en
transformación tanto en Chile como en el mundo. Se asume el fin del
“pacto tácito”, como una posibilidad cierta, no obstante la velocidad de
los cambios, que no concita la capacidad de representar o contener la
diversidad de intereses reflejados en si mismos. Aún permanece, una
Política Social de Familia de Régimen Conservador (Familista), con
matices de condicionamiento; o bien situada desde la focalización,
únicamente hacia los grupos pobres, como referente tipo de las
familias y sus problemas. Esto impide un compromiso político, social y
económico, con los cambios que auguren medidas o preparación para
la discusión inclusiva, a partir de los nuevos tipos y transformaciones
de la vida social y familiar desarrollados en Chile.
161
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168
7. ANEXOS
Anexo Nº1. Integración de Discursos Presidenciales. (Muestra)
LAGOS
BACHELET
Los invito a expandir al máximo nuestra
capacidad económica, para que esa parte de
la familia chilena que sufre la pobreza se
siente también en la gran mesa común, a
compartir los frutos de la nación.
Las nociones de equidad social, asumida como
la igualdad de oportunidades para grupos
económicamente
postergados
tiene
su
operativización por medio del programa puente.
Desde el que la pobreza se dimensiona como
política por una parte socioeconómica y por otra
de habilitación social.
En Chile y en todos los países que se globalizan
se multiplican las oportunidades, pero al mismo
tiempo aumentan los riesgos para la gente. Así,
surge con fuerza la demanda por un país más
acogedor, capaz de reducir los riesgos y la
inseguridad económica que afectan a amplios
sectores de la población, no sólo a los pobres,
sino también a segmentos de la clase media.
En los años noventa hicimos el histórico paso del
autoritarismo a la democracia. Junto con ello,
duplicamos el tamaño de nuestra economía,
creamos más empleos que nunca en nuestra
historia, para un período de 10 años, expandimos
los
las
comunicaciones,
democratizamos
municipios, mejoramos las remuneraciones,
reformamos profundamente la educación,
enfrentamos la verdad en las violaciones de los
derechos humanos, construimos viviendas y
parques, y transformamos la infraestructura física
del país con nuevas carreteras, puertos y
aeropuertos.
Por eso aquí hoy lo digo sin estridencia, pero con
firmeza: EL NUESTRO SERÁ EL GOBIERNO DE
LAS REFORMAS para llevar a Chile a ser un
país desarrollado el 2010.
Emprenderemos reformas en las esferas
social, política, económica y cultural. No
cualquier tipo de reformas, porque lo que
Chile necesita no es cualquier tipo de cambio,
sino aquel que le permita a todos sus hijos
crecer en igualdad y en libertad, que aquel
que nace en esta tierra nuestra, tiene iguales
posibilidades, no importa el lugar o la cuna en
que nació.
El reformismo prometido se sustenta en la
igualdad como valor a desarrollar e incorpora la
idea de precisar en grupo y agente destinatario
del hacer de las políticas sociales; caracterizadas
en la idea de los hijos con la impronta de la
libertad como virtud del nuevo ciudadano.
Más allá de los avances, que son evidentes para
cualquiera, la tarea está aún incompleta. A
medida que hemos seguido profundizando la
plena integración de Chile al mundo, más fuerte
se ha hecho la urgencia de reducir las
desigualdades y resguardar –a través de una red
de protección social– a nuestra gente y nuestra
economía de los shocks que afectan la economía
internacional.
Este programa distingue cinco áreas temáticas
que reflejan las prioridades del futuro gobierno:
una nueva red de protección social, condiciones
para un salto al desarrollo, un programa para
mejorar la calidad de vida de los chilenos, el
combate contra la discriminación y la exclusión, y
un nuevo trato para los ciudadanos en todos los
aspectos de la acción pública. El texto cierra con
una propuesta sobre el lugar que Chile debe
ocupar en el mundo durante esta nueva etapa de
nuestro desarrollo.
La desigualdad es el principal escollo que
enfrentamos para hacer de Chile un país
desarrollado. La desigualdad no sólo condena a
miles de hogares a condiciones de vida
inaceptables: también limita su libertad e inhibe
su capacidad para aportar a la construcción de
un
país
mejor.
Para vencer las desigualdades no basta la
determinación; es necesario, además, entender
su origen. La desigualdad no empieza ni termina
en los ingresos. Ella se manifiesta en los
primeros años de vida de la persona, continúa
con las oportunidades de educación, se
profundiza con las discriminaciones y se
consolida con la adversidad. La desigualdad se
da en las oportunidades y en los resultados. Se
reproduce diariamente y se profundiza cada vez
que los más poderosos imponen sus intereses
sobre el interés general, ya sea en la política, los
negocios o las decisiones públicas. En Chile no
hay una sola desigualdad; hay muchas
desigualdades y todas están relacionadas entre
sí.
169
Anexo Nº 2 Matriz de integración Evolución acciones jurídicas.
Esquema Marco en la Evolución Jurídica a favor de la Familia
Elementos de
análisis
- Declaración Universal de los Derechos Humanos.
- Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del niño
(adoptada en 1959 por la Asamblea General de la ONU).
- Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
- Pacto internacional de Derechos económicos, Sociales y Culturales
- Reglas de Beijing (Reglas mínimas de Naciones Unidas para la
administración de justicia de menores).
Reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana.
La familia es el núcleo fundamental de la sociedad y medio y medio
natural para el crecimiento y bienestar de todos sus miembros, y
particularmente de los niños.
Interés superior del niño.
Concepto de Niño: “Todo ser humano menor de dieciocho años de
edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya
alcanzado antes la mayoría de edad” (art. 1 Conv.)
Derecho a la vida.
Derecho a un nombre, nacionalidad y en lo posible “derecho a la
identidad genética”.
Derecho a mantener una relación directa y regular con ambos padres.
Derecho a la libertad de expresión
Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
Derecho a la libertad de asociación
Derecho al resguardo de su vida privada
Derecho al “disfrute del más alto nivel posible de salud”.
Derecho a la seguridad social
Derecho a la educación.
Derecho al descanso y al esparcimiento
¿Interés social vs. Interés individual? Predominio del interés social
sobre el interés individual.
¿Solemnidad o no de los actos? Predominio de la solemnidad en sus
170
actos.
¿Autonomía de la voluntad vs. Orden público en los actos de
familia?.Evolución por una Contractualización de nuestro Derecho de
Familia.
¿Capacidad o incapacidad de la mujer casada? Incapacidad relativa de
la mujer casada en régimen de sociedad conyugal?
¿Unidad o diversidad de regímenes matrimoniales?
Constitución Política de la República.
Código Civil de la República.
Ley de Matrimonio Civil.
Ley de Menores.
Ley 19.968, de Juzgados de Familia
Ley 14.908, de abandono de familia y pensiones alimenticias
Ley 19.325, sobre violencia intrafamiliar
Ley 19.585, sobre filiación.
Ley 19.620, sobre adopción
Reglamento Ley 19.947 (Matrimonio Civil)
Reglamento Ley 19.968 (Juzgados de Familia)
Reglamento Ley 19.620 (adopción)
Constituyen propiamente el contenido específico del Derecho de
Familia, pudiendo surgir ya sea de una familia matrimonial como de un
concepto amplio de familia. Con tal propósito los estudiaremos a
continuación:
- Derecho de Alimentos
- Régimen Comunicacional (ex visitas)
- Tuición
- Adopción
- Filiación
10.01.1884: Dictación de Primera Ley de Matrimonio Civil
17.05.2004: Dictación de Nueva Ley de Matrimonio Civil
18.11.2004: Entrada en vigencia de la Nueva Ley de Matrimonio (Trib.
Civ)
01.10.2005: Entrada en operación de Tribunal de Familia (Trib. Fam)
El Art. 102 Código Civil establece una definición legal de
Matrimonio, que no es derogada por la Nueva Ley:
“Contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen
actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir
juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente”
¿Cómo puede terminar el matrimonio?
Muerte natural de uno de los cónyuges
Muerte presunta de uno de los cónyuges
Sentencia de nulidad
Sentencia de divorcio
La Nueva Ley de Matrimonio Civil, incorpora tres modalidades:
Separación judicial (sin disolución de vínculo)
Nulidad
Divorcio Vincular
171
Anexo Nº 3. Matriz de integración. Proyectos de Ley e iniciativa en
políticas sociales.(Muestra)
Eje Instituciones Familiares 1
DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE HECHO Una moción parlamentaria se
hace cargo de una falta de coordinación legislativa en la modificación
introducida al Código Civil por la denominada “ley de divorcio”. Como se
sabe, antiguamente el divorcio no ponía término al contrato de matrimonio,
por lo que la ley entonces establecía que el cónyuge que no hubiere dado
motivo al divorcio podía pedir alimentos conforme a las reglas generales.
Sin embargo, como el divorcio ahora disuelve el vínculo matrimonial, se
produce el contrasentido de que algunas personas habrían pretendido
demandar alimentos a su ex cónyuge (no obstante estar disuelto el
matrimonio). Por eso se propone una nueva redacción, según la cual el
cónyuge que no hubiere dado motivo a la “separación de hecho” podrá
demandar alimentos, lo que es consistente con la nueva legislación.,Ley:
20145Fecha Publicación: 6/9/2006
CAMBIO DE NOMBRE Dos proyectos similares de parlamentarios de la
Alianza por Chile proponen modificar la ley de “cambio de nombre” para
permitir que una persona pueda solicitar que el apellido materno se
anteponga al paterno; también proponen que al inscribir el recién nacido se
pueda registrar como primer apellido el del padre o el de la madre, según
acuerden los progenitores. En principio no se ve inconveniente en lo
propuesto, siempre que, en el caso de los cambios de apellido, se adopten
los resguardos para evitar la utilización fraudulenta o abusiva de este
derecho. Ley/Decreto: - Fecha Publicación: 5/12/2006
Tendencias sociales
Más individuo y protección de los hijos
Reconocimiento de la libertad patriarcal
Igualdad de género y responsabilidad de tuición compartida
Saca la decisión de los padres
Aceptación –tolerancia y resistencia. Frente a instituciones y modelos
históricos de convivencia que se rompen y se legaliza su ruptura
Igualdad ante la ley de los hijos matrimoniales y no matrimoniales
Tendencias culturales
Normalizar la indivisibilidad de vínculo matrimonial
Valoración de la madre como jefe legal, y afectivo de la familia
Paternidad y nueva masculinidad
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