UNIVERSIDAD ALBERTO HURTADO MAGÍSTER EN ESTUDIOS SOCIALES Y POLÍTICOS LATINOAMERICANOS ¿Modernidad y Bienestar? Escenarios para la articulación de políticas sociales dirigidas a la Familia en los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. ALUMNO: EDMUNDO MERCADO CABRERA DIRECTOR DE TESIS: OMAR RUZ AGUILERA FECHA: 29 de Diciembre del 2010 A mi Familia, Por su incondicional amor y apoyo. Edmundo. 2 ÍNDICE RESUMEN…………………………………………………………….5 1. INT RODUCCIÓN…………………………………………………7 2. CAPITULO 1:MARCO TEÓRICO Y ANTECEDENTES GENERALES….....................................................................……………14 2.1 Campo y Cuerpo: Bases para Comprender lo Familiar de la Familia…………………………………………………………………………14 2.2 La Familia como institución articuladora de lo individual y lo social…………………………………………………………………………..19 2.3 Hitos y evolución en la perspectiva del desarrollo social chileno…………………………………………………………………………26 2.3.1 La discusión para incluir a la familia en los temas del desarrollo social chileno…………………………………………………………………..26 2.3.2 Emergencia de la Familia en la Época posdictadura……………….35 2.4 Notas del Capítulo……………………………………………………....45 3. CAPITULO 2: UNA MIRADA: CONTORNOS DE UNA POLÍTICA SOCIAL DE LA FAMILIA EN CHILE……………………………………….48 3.1 Las opciones de Familia en los Regimenes de Bienestar frente a la experiencia chilena……………………………………………………….48 3.2 La experiencia Latinoamericana y Chilena frente al abordaje de lo familiar...……………………………………………………………………56 3.3 Aspectos en la perspectiva la transformación de la Familia en la vida nacional. La visión de una década (1992-2002)………………….63 3.4 Notas del Capítulo………………………………………………………70 3 4. CAPITULO 3: ARTICULACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES DIRIGIDAS A LA FAMILIA: GOBIERNOS DE RICARDO LAGOS Y MICHELLE BACHELET……………………………………………………………………71 4.1 Los Programas de Transferencia Condicionada (PTC)……………..71 4.2 Los Gobiernos de Ricardo Lagos y Michel Bachelet: una mirada general en torno a la política social………………………………………….80 4.2.1 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Ricardo Lagos Escobar…………………………………………………………………………….80 4.2.2 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Michelle Bachelet Jeria………………………………………………………………………………...93 4.3 Aplicación y Análisis de Metodología propuesta……………………102 4.3.1 Variables de análisis……………………………………………………...102 4.3.2 Integración entre Ejes temáticos propuestos y contenidos…………..104 4.4 Resultados de la Investigación………………………………………….152 4.5 Notas del Capítulo…………………………………………………………156 5. CONCLUSIONES……………………………………………………………158 6. BIBLIOGRAFÍA …………………………………………..…………….......162 7. ANEXOS……………………………………………………………………...169 4 RESUMEN El presente estudio, analiza los campos sociales desde los que el discurso de la Familia, cobra presencia y logra distinguirse, en la acción que la sociedad propone, en torno a la conformación del individuo en un ser social. De esta forma tensiona su condición de objeto; tanto en lo teórico y empírico, estableciendo como hito, -en la perspectiva del análisis y discusión nacionalen materia de políticas públicas, la constitución a mediados de la década del 90, de la Comisión Nacional de la Familia (CNF), y la elaboración de un Informe, que reflejó en calidad de diagnóstico, la situación en el país, a fin de favorecer un alineamiento con diseños de acción y las dimensiones jurídicas y sociales, que tuvieran un impacto global con los lineamientos propuestos hacia el año Internacional de la Familia (1995), patrocinado por la Organización de Naciones Unidas (O.N.U). Al respecto, se revisan aspectos que resulten centrales en la caracterización de la Familia, en si misma y lo familiar, como una expresión de condiciones externalizadas a procesos societales, que intencionan perspectivas de desarrollo. Estos se ven reflejados en tipos de regímenes de bienestar, articulando la oferta técnica que genera el gobierno con los campos emergentes y la capacidad de propuesta de otros actores sociales como el mercado y la sociedad civil. De esta forma, se centra el análisis, en las proposiciones y condiciones que heredan los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, y su estrategia para la inclusión de la Familia en la agenda pública. El planteamiento analítico de la información se desarrolla, a través de tablas de integración, para la elaboración de un discurso comprensivo, a partir de categorías que den cuenta de tendencias de cambio y distinción entre la preocupación y acción de la Familia y lo familiar, relevando el estado 5 del arte y su posibilidad de consolidación en procesos de desarrollo social en Chile, en la medida que se estén respondiendo a desafíos realistas con las transformaciones y nuevas miradas, instaladas desde un proceso modernizador, que ha experimentado en las últimas décadas, una visión política debilitada en la representatividad de las miradas dominantes elaboradas sobre la Familia, desde el arreglo denominado por los teóricos, el pacto tácito u orden social estructurante, desde el periodo de posguerra, en torno a un tipo ideal por parte de la sociedad, la industrial y por otra de Familia, la nuclear. Para culminar con la fase analítica sintetizada en los resultados principales vistos por ejes de integración y las conclusiones que interpretan los porque si y no de la modernidad y el bienestar como ejes para articular políticas sociales de Familia. Finalmente se presentan la bibliografía y se anexan a modo de ejemplificación algunas matrices organizadoras del análisis del documento. 6 INTRODUCCIÓN Son diversos los autores que definen a la Familia como un fenómeno universal, modélico, institucional y en constante tensión entre la transformación y adaptación de sus miembros a la sociedad. (Goode, 1966; Munné, 1970; Levi-Strauss, 1957). A partir de estas nociones, la Familia constituye un objeto teórico de análisis para las ciencias sociales y por tanto, comprensible desde sus características internas como en su participación en procesos societales. De esta forma, la Familia es reconocida como un agente intermediador entre el orden natural o biológico y el cultural o social, constituyéndose en la base de la experiencia que transforma al individuo en un ser social, adscrito a los procesos culturales que determinarán su existencia, tanto en función de sus propias necesidades como las de los otros miembros de ésta. (Morandé, 1999). Este proceso opera, a partir de significados sociales, transmitidos por medio del lenguaje, los que construyen orientaciones de tipo cognitivas, éticas y estéticas; bases para la comprensión de la Familia como una comunidad de pertenencia, donde se modelan pautas de relaciones sociales, que reproducen hechos demográficos, sociales y culturales, permitiendo distinguir una visión sociopolítica, que la reconoce como un objeto institucional y organizacional de la modernidad, identificada con los valores que promociona – en particular la democracia, la libertad, el desarrollo – en el transcurso del tiempo, tensionando de esta manera los esquemas estructurantes del orden social. Así, el estado del arte, da cuenta de una discusión, estableciendo lógicas de ruptura, quiebre y transformación de un orden antiguo, en oposición de uno más contemporáneo, marcado por la fenomenología de la modernización, a saber: a) como un foco explicativo de su nuevo sentido, representado por la crisis y b) como foco interpretativo de las capacidades con los que la sociedad la enfrenta. 7 Las distintas discusiones teóricas que se articulan en torno al rol de la Familia, demuestran una clara tensión al momento de abordar esta unidad desde una perspectiva integral, es decir, desde una conceptualización capaz de incluir y resituar las tensiones del poder social versus lo individual, en un contexto de modernidad. Se presentan ambivalencias, tanto en su concepción como su capacidad incluyente de las diversas manifestaciones que se le pueden asociar. Ante este contexto, el problema de estudio se establece desde la relevancia que tiene la Familia como objeto de investigación en si misma. La dualidad del “fenómeno Familia”, en su versión pública y privada, da cuenta de una experiencia individual y colectiva, instalada en un relativismo que complejiza y permite visualizar la diversidad de matices que provee su análisis. Se reconoce su calidad de eje articulador del orden a nivel individual y social, en función del proceso de desarrollo experimentado en la sociedad Chilena. Es en este contexto, donde se pueden ver las transformaciones y sentidos establecidos desde una discusión teórica, que la sitúa como campo de relaciones significativas, desde el cual se construyen distinciones que marcan tendencias sociales en su organización, como en la capacidad reproductora de pautas societales; y la institucionalización de prácticas asumidas como acciones de políticas públicas e instaladas desde las nociones de Estado de Bienestar y la experiencia de acción política, derivada del hito constitutivo del Informe Nacional de Familia (SERNAM,1994). Este último, catalogado como un diagnóstico organizador de las propuestas de políticas públicas, desde el que se agendan una serie de transformaciones estructurantes, de los propósitos de los gobiernos de la Concertación en Chile, durante el período 1995-2007. 8 Ya teniendo identificado nuestro objeto de estudio, podemos plantear como hipótesis que: “El concepto de Familia en el escenario de la discusión social, puede ser redimensionado, en tanto articulador de un orden social, por lo que se precisa revisar las formas de entenderlo desde el abordaje de lo familiar en la acción de las políticas públicas, situando un hito para el análisis en las transformaciones generadas desde la instauración de la Comisión Nacional de la Familia (1994-1995) y el proceso conceptualizador y operativo respecto del tipo prácticas institucionalizadas que generó bajo las propuestas de los gobiernos de la Concertación desde el año 1995 hasta año 2007 en Chile. En relación a lo anterior, entonces es importante responder a las siguientes preguntas: ¿Se ha conformado una visión de la Familia como un eje de intervención en la acción del Estado, identificable en los Proyectos Gobernantes de la Concertación, a partir de la constitución de la Comisión Nacional de La Familia el año 1995?. A esta interrogante que claramente marca el punto inicial del análisis, focalizado en las acciones de los Presidentes Lagos y Bachelet (2000-2010), se unen preguntas secundarias que se derivan ante el cuestionamiento del real impacto que ha tenido la Comisión Nacional de la Familia en la constitución de una visión de esta como un eje de intervención del Estado. De ser así, ¿Cuáles son las estructuras y significados prevalecientes en las tendencias sociopolíticas que la definen y posicionan dentro en la articulación individuo y sociedad?, ¿Se constituye la Familia, a partir de las intervenciones diseñadas en políticas públicas, en un campo o cuerpo de la acción estatal?. En base a la revisión bibliografía, sabemos que la Familia es valorizada por diversos actores que hoy activamente se involucran en su abordaje, ante la pérdida de capacidad explicativa del Pacto Tácito (Guell, 2000). Esta valorización conduce a preguntar: ¿Existe la concepción de Familia sólo en los ámbitos públicos que instala la noción de Estado de Bienestar o también en los provenientes de otros actores sociales como la sociedad civil y el mercado? 9 Para dar respuesta a estas interrogantes se ha trazado como objetivo principal: Analizar la configuración de la Familia como un eje en la articulación de la relación individuo y sociedad, perspectivando la situación en Chile, a partir de las principales discusiones emanadas de las propuestas públicas contenidas en la noción de Estado de Bienestar y el trabajo de la Comisión Nacional de la Familia. El cual puede resolverse a través del desarrollo de los siguientes objetivos específicos: a) Establecer las principales constataciones sociopolíticas desde las que se conceptualiza el cambio que la modernidad ha generado en las relaciones individuo y sociedad a través de acciones dirigidas a las familias, b) Identificar los campos sociales que proporcionan distinciones a la acción práctica en el abordaje de lo familiar, c) Describir las transformaciones que afectan a la noción de estado de bienestar e impactan en la Familia, y d) Establecer ámbitos transformadores de las estructuras definitorias de Familia en la vida social desde un enfoque de propuestas de políticas públicas acorde a cambio sociojurídicos y socioeconómicos posterior al levantamiento del informe Nacional de Familia el año 1995. La metodología del estudio implica un diseño de tipo descriptivo-exploratorio, favoreciendo desde la revisión de fuentes documentales y caracterización de referencias teóricas; el desarrollo de una metodología cualitativa para el análisis, a través de matrices de integración categorial de contenidos (Briones, 2002, Pérez, 1998) y un proceso de interpretación hermenéutica y comprensiva (Verstehen), que permita su configuración y abordaje de los objetivos propuestos en un sistema analítico bajo el formato de ensayo. La dimensión temporal considera los gobiernos concertacionistas, enfatizando el periodo entre el 2000 al 2007 como objeto de su análisis que heredan el diseño planteado previamente por la Comisión Nacional de la Familia, por parte de la sociedad chilena y hasta las iniciativas desarrolladas en el gobierno de la Presidenta Bachelet. 10 Por otra parte, las unidades de análisis que orientan la sistematización de la información se definen como: Las indicaciones de política social contenidas tanto en discursos, decretos, leyes, planes, programas y proyectos, validados por autoridades políticas y técnicas vinculadas a la acción social y la temática de Familia. Asimismo las elaboraciones teóricas recogidas desde las discusiones sostenidas por actores sociales relevantes en los ámbitos jurídicos y científicos en encuentros de organismos tanto públicos como no gubernamentales vinculados a la temática de la Familia. Los criterios de integración dimensionados para la presente investigación se articulan en los siguientes ejes temáticos: a) Instituciones Familiares, b) Desarrollo y Género, c) Delito y Justicia, d) Socioeconómicas y e) Institucionalidad, Estos ejes, sus relaciones, integraciones y oposiciones, componen el campo de análisis investigativo. Antes de finalizar esta introducción, se plantea relevante explicar las motivaciones que llevaron a desarrollar esta temática como tesis de magíster. En base a la experiencia empírica y a la mirada reflexiva que se ha dado en torno al estudio de la Familia, como unidad de análisis, contenedora de relaciones significativas, se hace necesario generar espacios de confrontación en base a los distintos modelos conceptuales que han nutrido su análisis. Se plantea así, estructuras con otras poder ajustar visiones tipificadas como emergentes e inclusivas de cambios y transformaciones sociales. Por otra parte, profundizar en el cuerpo y campo que contiene la Familia, como objeto de estudio en si misma, ayudará a articular principios de gobierno y valores fundacionales del sistema democrático. De esta manera las propuestas de políticas sociales, podrán tener contenidos acordes con un 11 análisis pertinente y contemporáneo del real alcance sociocultural, político y económico que representa la Familia, como ámbito de preocupación e intervención del Estado. Finalmente, se ve necesario visualizar, en qué espacios y/o escenarios de la sociedad opera y participa la Familia, ya que solo así, se podrían perfilar instancias de integración entre el individuo y las instituciones tanto públicas como privadas, relacionadas con el abordaje de este campo. Para dar curso a los objetivos trazados en la investigación, los contenidos temáticos se articularan en base a: En el primer capítulo daremos cuenta del marco teórico que sustenta la propuesta investigativa, en base al “campo y cuerpo de lo familiar en la familia”, destacando las distintos autores que aportan en la tarea de dimensionar cómo se ha articulado y articula esta unidad social. En este mismo capítulo también referiremos en términos generales, al proceso chileno que acompaña la definición y abordaje de la misma, hasta llegar a los inicios de los gobiernos concertacionistas, escenario político que contextualiza los periodos presidenciales de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, estudiados en esta investigación. En el segundo capítulo, ya entraremos en forma más directa al cómo las opciones de familia han marcado y contextualizado los distintos modelos de desarrollo, tanto desde la experiencia Chilena como Latinoamericana, siendo el marco de análisis que nos introducirá en una perspectiva de “balance de una década”. Ya teniendo este escenario de contenidos, nos adentraremos a un tercer capítulo y final, donde directamente hacemos mención a las políticas sociales, con énfasis en la Familia, asumidas y desarrolladas bajo el mandato de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. Destacamos que estos análisis parten de una mirada general al significado de los Programas de 12 Transferencia Condicionada, puesto que se articulan como los nuevos ejes de las reformas de segunda generación en su dimensión social. Dentro de este capítulo, se integra la metodología de investigación, mediante la definición de los ejes temáticos seleccionados, así como las operacionalizaciones de dada uno bajo: Tendencias Sociales, Tendencias Políticas, Tendencias Culturales, Económicas, Actores Sociales relevantes, Modelos de Participación y Enfoque de Política Social. A cada eje le asignamos los discursos presidenciales e ideas fundantes de sus itinerario de gobierno, de los dos periodos focalizados, para así interpelar y analizar el cómo la temática familiar en cada uno, es articulada e integrada desde la agenda política y legislativa. Finalmente, damos cuenta de los resultados de este análisis, con el fin de perfilar la integración entre la agenda política y legislativa que sustenta la mirada de la política social, centrada para este caso en “la unidad familiar”. Serán estos resultados los ejes que orienten nuestra conclusión y por tanto, reflexión final. 13 2. CAPITULO 1: MARCO TEÓRICO Y ANTECEDENTES GENERALES 2.1 Campo y Cuerpo: Bases para Comprender lo Familiar de la Familia. Tanto la idea de satisfacción de necesidades básicas, como la población bajo la línea de la pobreza, generan una preocupación pública en torno a la noción de Familia. Esta preocupación se ve reforzada por el aumento de desocupación que afecta principalmente a jefes y jefas de hogar y la falta de un piso mínimo claro de prestaciones sociales por el retraimiento del Estado de Bienestar. Sin duda, esta línea de hipótesis, ha sido eje central de discusión desde el ámbito de la sociología, en tanto la variable familiar es vista como dependiente, a modo que es posible explicar lo familiar por un conjunto de variables del sistema económico, social y político, pero no como una institución o parte societal. Esta idea fuerza, es esgrimida desde autores que analizan la familia en el siglo XIX, entendiéndola desde su formato extenso y como unidad productiva hasta la figura de la familia nuclear, en tanto es este formato el que mejor se adapta al proceso de industrialización en un era capitalista. Se enfatiza, la noción transformativa de la familia asumiendo esquemas de análisis que dan cuenta de un orden social subordinado a los vínculos familiares, en tanto menos se ha desarrollado el trabajo y los medios de producción, siendo una condición de entendimiento, la comprensión de este proceso como producto de las relaciones económicas que se desarrollan en la sociedad. Desde estos aportes, es posible establecer una visión clásica de la Familia como una estructura que se concibe a razón de su entendimiento biológico: a) interrelación entre géneros, b) procreación, c) lazos de consanguinidad y/o convivencia adoptada, d) economía compartida como reproducción 14 material de vida, entre otros aspectos. De la misma manera, las dinámicas intra y extra familiares, son posibles entenderlas desde una visión organizacional, en tanto a) unidad para la acción individual y colectiva, b) integración nuclear de preservación ideológica y afectiva, entre otras. Entonces, tanto lo biológico como lo sistémico ponen de relieve a la familia como una estructura empírica y dinámica, que presenta conexión teórica con la idea de una teoría general de las instituciones (Bourdieu, 1997). Por tanto, introducir la idea de una teoría general de las instituciones, cobra relevancia, en tanto es posible establecer vínculos teóricos que ponen en perspectiva dos ámbitos fundamentales, a saber: i) la idea de lo familiar como “campo” y ii) la idea de familia como “cuerpo”. Desde esta perspectiva, recoger la discusión de Bourdieu y vincularla a lo familiar y la Familia, establece un ajuste de entendimiento en relación a la idea de clases sociales o, más bien, del espacio social que da cuenta del carácter estructural en la cual la familia se encuentra. Si bien, el espacio social es posible ser entendido como aquel cuerpo constituido por la relaciones entre las diferentes posiciones que los agentes ocupan en la distribución diferencial de bienes y servicios, es en este cuerpo relacional donde se juega la idea de constitución histórica, en tanto espacio que compone la especificidad de la institución familiar y de su funcionamiento. Desde ahí, es posible concebir la idea de lo familiar como un conjunto abierto de campos, relativamente autónomos y más o menos subordinados en su funcionamiento y en sus transformaciones, al campo de la producción económica. Entonces, la delimitación del espacio social es concebida desde el capital, como poder que actúa como principio de construcción de la diferenciación social. Y es desde el capital, donde cada campo se distingue, se diferencia, 15 se hace interdependiente, en arreglo al tipo específico de capital que constituye el espacio social. Por tanto, el espacio social es, en gran medida, un espacio simbólico, que entrega la noción de status, en conformidad al arreglo establecido. No es, única y exclusivamente, una noción de espacio social en arreglo al capital económico; sino más bien, una objetivización de las relaciones e interdependencias que estructuran un campo que reconoce tanto la complejidad como las propiedades de valor propio (i.e. otros capitales más allá del económico). No obstante, la objetivización de lo social estructura el espacio simbólico que, a su vez, establece un sometimiento a los agentes – en pos de constituir un condicionamiento semejante – que ayuda a la adquisición de ciertas disposiciones que pueden ser entendidas como análogas (i.e. la idea del habitus), en tanto determina una probabilidad de prácticas semejantes. Entonces, el habitus (1) es, en gran medida, aquella disposición que articula prácticas y sistemas de arreglos análogos a esas prácticas, permitiendo constituir lo que Bourdieu llama el “mundo social representado”, a manera de establecer las bases para la comprensión de un sentido común del espacio social. Es la comprensión de lo social – y las categorías que pueden ser derivadas de ésta – lo que permite establecer las coordenadas necesarias para la acción política, entendida como lucha política. Es decir, teoría y práctica para la conservación y/o alteración de la comprensión del mundo social – y las categorías que pueden ser derivas de ésta – en tanto posibilidad de cambio no sólo de lo social (i.e. objetivización de lo social), sino también de las representaciones que conlleva esa alteración. 16 Por tanto, es la lucha política la capaz de verificar el “campo de la producción cultural”, como objeto de cambio social y de presentación. Es lo político como punto de legitimidad de los principios de división del campo social. Si las instituciones son una arreglo social, en tanto representación del espacio social, es éste campo el establecido para hacer funcionar y establecer la acción hacia la noción de cuerpo. Sobre la integración duradera – aquella construcción histórica afianzada en grupos que conforman identidad social – es posible establecer la noción de cuerpo, en tanto agente encargado de reproducción de creencia en pos de la existencia. Si bien, la creencia es en base a intuición, su transcendencia está dada por la institución de rituales que tienden a la naturalización que justifica la existencia. En otras palabras, la naturalización en grupos que conforman identidad social, es producto de la justificación de la existencia, más que la misma invención social o histórica. No obstante – y según lo planteado por Bourdieu(Op. Cit) – la realidad social es, en sí misma, objetiva y subjetiva a la vez, dando a los cuerpos un proceso de decantamiento, que es posible vislumbrar en dos ámbitos de las ciencias sociales: a) por una parte, la idea de objetivización (2), que privilegia la mirada del mundo social, sobre la base de objetos independientes de la conciencia del individuo y de la voluntad de los agentes, en pos de coaccionar sus prácticas y representaciones y; b) por otra parte, la idea de subjetivización, que privilegia la mirada del mundo social a base de objetos sobre la noción de percepción, perspectivas y puntos de vistas que los agentes tienen sobre esa realidad en particular. Entonces, la Familia es – como categoría o arreglo nominal – un grupo con identidad social, conocida y constituyente de cuerpo, en base al sentido o significancia de funcionamiento dentro de un campo social dado. Es construcción de espíritu (i.e. espíritu familiar) en tanto principio afectivo de cohesión social, que se define socialmente en base a arreglos de 17 funcionamiento como cuerpo de o a un grupo que tiende a funcionar en un campo. Es a la noción de cuerpo – o espíritu de cohesión familiar – que la familia mantiene y reproduce el orden social, constituyéndose en aquel grupo de ficción social bien fundada (Ibid). De aquí, la noción de Familia es posible ser entendida desde un principio de construcción socialmente establecido. Habría tres concepciones que ayudarían, a entender el significado de lo antes planteado: i) primero, que la familia es una realidad a sus miembros, un personaje transpersonal, dotado de vida y un espíritu común y una visión particular de mundo; ii) segundo, que la familia es un universo separado, donde sus integrantes están comprometidos a respetar y perpetuar las fronteras, idealizando su interior como sagrado [sanctus], secreto de puertas cerradas sobre su intimidad, separado del exterior por la barrera simbólica del umbral, lugar secreto de asuntos privados; iii) tercero, que el significado de morada, como lugar estable donde vive la familia, casa en tanto propio y oculto a lo público, oculto a la mirada del extraño. Así, la Familia puede ser concebida como aquel agente activo, como sujeto de prácticas sociales, capaz de reflexionar, de proponer, capaz de acción; transgeneracional en su transmisión de saberes. Esto implica, a su vez, la capacidad de desarrollar maneras de vivir que – en el mundo doméstico – puede ser traducidas a: la Familia, como espacio donde lo económico no opera, sino que abiertamente está en oposición a la idea del intercambio económico, en tanto es lugar de confianza, afectos y obsequios, donde el espíritu del cálculo, el interés económico no tiene representación o cabida. Además, no sólo la Familia – como categoría – es un agente activo, de principio de construcción, sino que también es principio de evaluación de la realidad social. Es la Familia el espacio y/o modelo para la evaluación de las prácticas sociales, a modo de categorizar las relaciones sociales, de elemento verificador de los procesos de socialización. 18 Entonces, es a través de ese proceso de socialización que es posible objetivizar las estructuras subjetivas, es decir, de cerciorar los principios constitutivos del habitus, en tanto estructura mental y de incorporación a la de estructura estructurante de prácticas sociales. Este proceso mental es denominado, ley tácita de la percepción y de las prácticas, que sintetiza la acción como práctica y representación a la vez (Ibid). 2.2 La Familia como institución articuladora de lo individual y lo social. La modernidad y el proceso de modernización (3), que caracterizaron las transformaciones vividas por los países de occidente – tanto en las visiones de carácter valóricas, que fundan lo social como en las económicas, que estructuran relaciones productivas, – han impactado en sus diversas fases (Berman, 1998), sobre los procesos de desarrollo de sus sociedades, respecto de nociones tan amplias y a la vez profundas como: i) el sentido de igualdad ii) la democracia iii) el estado-nación y iv) la reciprocidad de los intercambios; llegando al planteamiento de un nuevo orden de las relaciones internacionales, marcado principalmente por la globalización (Castells, 2000) y la asimilación de pautas y valores predominantes en su sentido cultural. En este escenario, la noción de la Familia (4), se estructura a partir de la tarea de reproducción, tanto de los esquemas de organización y control que le permiten un orden orgánico, como de instrucción y formación de los individuos que la integran. No obstante; la Familia, se ha visto afectada por los procesos de modernización, que han involucrado transformaciones tecnológicas impactando a nivel demográfico y económico, en las estructuras de la sociedad y en los patrones funcionales de adquisición de capitales, desde los que se accede por medio de relaciones simétricas y asimétricas de intercambio, a bienes y servicios que generan condiciones de seguridad, modelando pautas de consumo y proporcionando esquemas de comportamientos individuales, adscritos a una matriz ética imperante basada 19 en los supuestos del comunitarismo, como conductor de la protección y en tensión con una nueva propuesta individualista, frente a la gestión de los riesgos (Sunkel, 2002). Es en este contexto, que la Familia enfrenta nuevos órdenes y jerarquías para su comprensión: a) por una parte, desacralizados de los valores medievales y b) por otra, vinculados a las formas de producción capitalista, como un eje hegemónico que le provee ámbitos de acción, que delimitan lo público de lo privado y que responsabilizan a actores sociales como el Estado y el individuo frente a su abordaje, incorporando a nuevos sujetos como a la sociedad civil y el mercado, que pasan a constituir agencias interesadas en su articulación, detonando una demanda de coordinación social ,como una experiencia transformadora de su accionar e integrativa de nuevos mares que tensionan el orden comprensivo de la Familia en la sociedad premoderna y postindustrial (Lechner, 1997) . Este hecho, proyecta un nuevo trato en su abordaje, marcado por la razón instrumental, como eje estructurante de realidades normalizantes, permitiendo el reconocimiento de la Familia como la unidad funcional básica, desde la que se articula la sociedad y sus prácticas institucionalizadas, en el marco de la experiencia de vida en familia y su condición de transmisora de la cultura y de la sabiduría atávica, que orienta el devenir del sujeto, proceso conceptualizado como la ontogénesis (5) de la vida social (Morandé, Op.cit). Es así como se revisan las pautas de crianza; el matrimonio; la formación en oficios y la visión del trabajo; la vida en moradas u hogares en común; entre otras instituciones propias de lo familiar, permitiendo la complementariedad con discusiones epistemológicas respecto de la conformación de la realidad social, provenientes desde la ética del discurso y la razón argumentativa (Habermas, 1985). 20 Entonces, la revisión es vista como un principio negociador, para abordar temáticas y posionamientos, frente a transformaciones tan complejas en una modernidad reflexiva; como la regulación de la sexualidad, la complementariedad de géneros en tareas de crianza, la base del poder en la intergeneracionalidad social y la segregación de la pobreza, entre otras. Se evidencian los cambios y presiones a las capacidades adaptativas y de transferencia de responsabilidades por parte de la propia sociedad, en diálogo con la Familia y sus particulares demandas. Frente a estos procesos, se han estructurado ajustes jurídicos, a partir de los cuales se identifican distintos arreglos que permiten que la familia sea reconocida desde la sociedad, en base a su condición de célula básica y foco transmisor de la cultura, proporcionando un contingente explicativo del contrato, a través de la cual se establecen redes de interdependencia, las que transforman las relaciones familiares y societales, marcadas por expectativas mutuas de acción, traducibles en formas de participación social. De esta forma, la Familia aparece en tensión constante, de cara a los ajustes entre el orden social establecido y las transformaciones que experimenta. Es la experiencia de vivir en Familia, la que ha implicando una discusión pública constante, que nutre el debate sobre incluir la particularidad como una excepción, o bien, reconocerla como un derecho en el marco del modelo de modernidad adoptado. Sin embargo, es en este modelo de modernidad adoptado, donde se vislumbra una dificultad de poder abarcar y/o contener las diversas manifestaciones de Familia, que exigen un espacio de reconocimiento social y, por ende, una búsqueda de integración y protección en un contexto de igualdad (Ibid). 21 Por tanto, el configurar un esquema comprensivo para la Familia, necesariamente debe recoger la idea de modelo de modernidad adoptado, fundado en la noción de Estado-Nación y de desarrollo industrial, que configura una visión de Familia entendida como “Pacto Tácito”. Esta idea, da cuenta de un mandato que obliga y demanda un ordenamiento de diversos componentes y procesos, desde los que se pueden caracterizar las relaciones con la sociedad tanto en lo económico, político, cultural y social; marcando el itinerario del desarrollo de lo familiar desde el periodo de posguerra, arraigado en: a) la valoración del núcleo (i.e. nuclearismo familiar), b) la tipificación de los roles de géneros y c) la construcción positiva de la legalidad sobre la base del matrimonio. (Guell, Op.cit; Sunkel Op. cit, Giddens, 1997). Es este pacto, el que permite articular un discurso transformativo de la Familia y la sociedad. Se logra reconocer la pérdida de capacidad explicativa de éste, sobre la noción de Familia, en tanto el establecimiento de nuevos arreglos sociales, implicando además, la clausura de procesos de desarrollo e igualdad de oportunidades para abordar los cambios. Se vislumbra que ésta, es valorizada por diversos actores que hoy activamente se involucran en su abordaje – como lo son la sociedad civil y el mercado – reconfigurando su noción colectiva y de grupo primario por la individualización de sus integrantes, así como de la proximidad de sus miembros. Dentro de un ámbito propiamente latinoamericano, serán las reformas estructurales – tanto de primera y segunda generación – un cauce de acción que condiciona las posibilidades de discusión, canalizando en la acción del Estado una mirada centrada en el bienestar y en la acción mediatizadora que implica la aplicación de instrumentos de políticas públicas, sobre las que opera un redimensionamiento de la relación entre familia y sociedad. 22 De la misma manera, se incrementa una base analítica que – desde la idea de contrato social – atribuye al Estado el reconocimiento de la familia como célula básica de la sociedad, sobre la que recae la tarea de proveer la renovación generacional bajo una natural conmutatividad, demandante de protección y apoyo para el abordaje de tal misión. Complementariamente, hay perspectivas que recogen la mirada del Bienestar,–por algunos agentes técnicos y políticos redefinida como protección Social-, como dimensión integral del Estado, para la interlocución en la relación Familia y Sociedad, facilitando la comprensión y asistencia – de cara a las transformaciones y propuestas de acción –, inspiradas en un modelo de desarrollo imperante, desde una base comunitarista en tensión con una individualista, que apela a la iniciativa para acceder al bien común, que tiende a resignificar el orden caritativo-religioso por uno técnicosecular.(Offe, 1988). Entonces, entender a la Familia desde una concepción moderna, implica proponer un esquema de análisis integral, adscribiendo en su definición la noción de comunidad de pertenencia; que vincula a las personas, a través de las estructuras que dan forma al parentesco (alianza, filiación y consanguinidad) y se complementa con redes de afinidad, donde se desarrolla el convivir, o sea la experiencia de estar en relación con otros, en un contexto de mundanidad y, bajo un sentido de transmisión de la sabiduría intergeneracional, asociado a un espacio físico, de vida en común que constituye el hogar (Morandé, Op. cit). Como ya se ha planteado, son diversos los autores que definen a la familia como un fenómeno universal, modélico, institucional y en constante tensión entre la transformación y adaptación de sus miembros a la sociedad. (Goode Op.cit; Munné, Op.cit; Levi-Strauss, Op.cit). A partir de estas nociones, la Familia constituye un objeto teórico de análisis para las ciencias sociales y por tanto, comprensible tanto en sus características internas como en su participación en procesos societales. 23 De esta forma, la Familia es reconocida como un agente intermediador entre el orden natural o biológico y el cultural o social, constituyéndose en la base de la experiencia que transforma al individuo en un ser social, adscrito a los procesos culturales que determinarán su existencia, tanto en función de sus propias necesidades como las de los otros miembros de ésta (Morandé, Op. cit). Este proceso opera a partir de significados sociales, transmitidos por medio del lenguaje, los que construyen orientaciones de tipo cognitivas, éticas y estéticas; bases para la comprensión de la Familia como una comunidad de pertenencia. Se modelan en la Familia, pautas de relaciones sociales, que reproducen hechos demográficos, sociales y culturales, permitiendo distinguir una visión sociopolítica, que la reconoce un objeto institucional y organizacional de la modernidad, identificada con los valores que promociona – en particular la democracia, la libertad, el desarrollo – en el transcurso del tiempo, tensionando de esta manera los esquemas estructurantes del orden social. Así, el estado del arte da cuenta de una discusión, estableciendo lógicas de ruptura, quiebre y transformación de un orden antiguo, en oposición de uno más contemporáneo, marcado por la fenomenología de la modernización, a saber: a) como un foco explicativo de su nuevo sentido, representado por la crisis y b) como foco interpretativo de las capacidades con los que la sociedad la enfrenta. De esta forma, se entiende la relación entre la Familia y la Sociedad – desde sistemas y procesos condicionados de manera interdependiente en la producción de lo que estructura el orden social – a partir del trato o pacto social tácito, que las vincula complementariamente en pos de una estabilidad mayor, que evite el caos o su desmembramiento; tanto de sus unidades y 24 componentes más específicas como más generales, en la medida que el aceleramiento de éstos tiene un impacto cultural que cada nación lo enfrenta desde procesos de ajuste y estructuración de la propia sociedad (Guell, Op. Cit). Se señala un desequilibrio, entre una fuerte desregulación y privatización de las dinámicas del orden social, con una débil cultura de individuación ciudadana. El modo en que esta relación se ve impactado por la modernización, parte del reconocimiento de su interdependencia, a partir de un complejo entramado de vínculos, que se detectan desde su dimensión histórica y se verifican a través, de las transformaciones de la Familia chilena en la actualidad, indicadas por los informes del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, entre otros organismos que así lo acreditan, enfatizando las nociones de problemas y crisis como ejes de un mismo corpus, reconocido como el cambio en la vida familiar (PNUD, 2000, 2002, 2004). Esto último, tensiona la relación entre los esfuerzos por mantener la integración de la Familia, los cánones normativos de la vida social y las incertidumbres que genera; favoreciendo la gestión de recursos, para enfrentar quiebres y rupturas que amenazan los patrones que la sociedad establece como las condiciones ideales y legales para la vida cotidiana y la reproducción de seres sociales. La dualidad del fenómeno Familia en su versión pública y privada, da cuenta de una experiencia individual y colectiva, instalada en un relativismo que complejiza y permite visualizar la diversidad de matices que provee su análisis. Por esto, resulta necesario establecer un horizonte de relaciones para aproximarse a una visión integral de Familia. Lo que revela una cualidad transformativa en relación al antiguo orden versus el nuevo, basado el 25 primero en una estructura productiva agraria y geocéntrica respecto de otra con una ideología racional, industrial y basada en los valores de la democracia, coincidente con la modernidad como contexto de desarrollo. De la misma manera, los procesos de modernización aparecen como estructurantes de “modos socioeconómicos”, de relación y convivencia; impactando a nivel de las tecnologías, especialmente las dirigidas a temáticas de control de natalidad, condiciones de supervivencia y crecimiento de la población mundial (Castells, Op. Cit). Por ello, identificamos en la Familia, un espacio de políticas, que hace de ésta, un principio generador de acciones, que tensiona las visiones restitutivas del equilibrio de poder social entre los diversos sectores sociales, como forma de control ciudadano (Lahera, 2000). Desde aquí, la dificultad de poder construir un concepto de familia que integre funcionalmente las tensiones del poder social v/s lo individual, se fundan en el anclaje de imágenes estructuradas en procesos de transformación mediatizados por alianzas entre individuos y nuevos actores que proponen nuevos modos no de ser Familia, sino de tolerar y/o aceptar lo familiar. 2.3 Hitos y evolución en la perspectiva del desarrollo social chileno 2.3.1 La discusión para incluir a la Familia en los temas del desarrollo social chileno Pensar el modelo de Familia Chilena, ha implicado una constante adscripción desde los Gobiernos de la Concertación con un objeto fundante de la vida social, al que se dirigen acciones tendientes a su fortalecimiento y la necesidad de construirlo sobre una lectura incluyente de los cambios y variaciones que ha experimentado a nivel general. 26 La Transición a la democracia, conducida desde los gobernantes democratacristianos, hasta los de vinculación progresista y socialdemócratas; -o al menos-, cuyos jefes de Gobierno admiten pertenencia a esa corriente, es comprensiva frente a las transformaciones y cambios en la legitimación del modelo de Familia clásica, sostenido sobre la idea de lo matrimonial como institución formadora y con padre trabajador y sostenedor, junto a una madre cuidadora de los hijos y compañera pasiva (en lo económico) de su esposo, favoreciendo la integración de otras miradas, dotadas de un sesgo de disfuncionalidad, que se ha de redefinir e interpretar desde patrones sociales más inclusivos, permitiendo fijar la mirada en los fenómenos marcados por la ruptura o el quiebre de las relaciones antes nombradas, la irrupción de lo público en lo privado y un cuestionamiento sustantivo a las fuentes del poder en lo familiar. Este cuestionamiento de la matriz clásica sostenida en el Pacto Tácito (6), permite que emerjan el divorcio, la reconstitución familiar, la igualdad de géneros, la monoparentalidad y extensión matrilocal, la distribución de poderes en las tareas de crianza, entre otros temas que articulan la discusión que une el eje familia y modernidad, como una tarea comprensiva del nuevo escenario y articuladora de acciones que responden a sus necesidades individuales y colectivas De igual forma se modifica el centralismo en la base fundante de valores alineados a la fe religiosa de tipo católica reemplazándose por otra, cuya piedra basal la constituye la sociedad de los derechos humanos como eje incluyente de la diversidad de valores presentes en la sociedad (PNUD, 2002. Op. Cit). Sin embargo, en ambas perspectivas de ordenamiento valórico, se constata que el ejercicio de la autoridad y la validación de la Familia, como un actor social, opera positivamente dentro de los patrones de funcionalidad y normalización de la condición de ciudadano, en la medida que apela a sus 27 capacidades para disponer de ciudadanos vinculados a las tareas de responsabilización en temas de conducción de la nación, por tanto alineadas con los discursos públicos fundados en políticas sociales, que describen a la preocupación por mantener desde la Familia un foco de protección y oportunidad de desarrollo para sus miembros (Bourdieau, Op. Cit, Berman, Op. Cit). De esta manera, se otorga relevancia a la discusión de la Familia, en la evolución de la política social, entendida esta última, como la preocupación en la acción del Estado, por involucrar en su agenda de temas y acciones, focos de interés público, para traducirlos, en base de la acción de transferencia de recursos y sinergía, entre las necesidades de la población y la capacidad orgánica de reacción de la institucionalidad con un sentido local y global, por medio de acciones validantes de la población y permanentes en sus externalidades positivas aparejadas a la serie de programas, proyectos y medidas de corte jurídico y social que involucren (Serrano, 2005). De la Familia, se parte del reconocimiento de su rol, en la reproducción de dinámicas de transferencia, protección y emancipación de los individuos que conforman la base relacional entre el individuo y la sociedad, encuadrándola en la herencia del “pacto tácito”, donde las garantías del empleo pleno y la seguridad social, vínculo protegido desde el estado, a través de un régimen familístico (7), operan de forma subsidiaria, solidaria colectivamente y redistributivo, encontrándose además en repliegue y postergación, delegadas a focos o grupos familiares , conceptualizados a nivel de hogares pobres(8) (Ibíd.). La revisión sobre el contexto histórico, en que la Política Social, ha interactuado con la Familia, desde el inicio del proceso democrático posdictadura militar, implica reconocer la hegemonía discursiva del Estado, como actor central, desde un rol planificador y ejecutivo, en el diseño e 28 implementación de iniciativas legales y en planes y programas sociales; sobre las formas de jerarquización tanto de los principios orientadores de la toma de decisiones respecto de éstas, como de los criterios de selección de alternativas y metodologías de resolución de conflictos, para la conducción pública de la discusión que genera. Se permite por tanto, a través de la Familia, mediatizar los intereses de grupos sociales, económicos, políticos, y culturalmente asociados a una emergente discusión nacional e internacional, potenciada por los efectos de la declaración de 1995, de parte de la ONU y, enmarcada dentro del “Año Internacional de La Familia” (SERNAM, Op. Cit). De esta forma –se anticipa un sesgo-, en el hecho de construir un relato desde los registros públicos de actores con envestidura legal para su accionar en el marco de la capacidad interpretativa de intereses colectivos, vinculando así sus lógicas individuales con el rol público, siendo este último asimilado a la expectativa tanto de conducción y modernización atribuida por la ciudadanía a las figuras del poder ejecutivo, tras quienes existe un proyecto político, vinculante a un proceso democrático de diálogo social bajo aceptación y coordinación de grupos políticos diversos (PNUD, 2000 Op. Cit). Existen otros actores sociales, pertenecientes a grupos de interés con figuración tanto a nivel de organizaciones de la sociedad civil como del mercado, los que no serán objeto de la revisión, debido a que se toma como núcleo discursivo central, la dimensión Estado. En ningún caso se niega la presencia temática de estos actores, pero el foco de análisis supone una articulación desde el Estado con estos agentes, siendo, a partir de esta relación, donde se establecen las modalidades de abordaje de la temática familiar en el ámbito público. Desde esta perspectiva, no se construyen supuestos de evidencias atribuibles a éstos directamente. 29 Como se planteaba en párrafos anteriores, la Política Social que se ha vinculado a la Familia, parte de un rol central y articulador desde la planificación del Estado. Esta política, se desarrolla en un contexto espacial y temporal, matizado por diferentes hechos que proporcionan circularidad sistémica a las relaciones Individuo y sociedad, a partir de diversos órdenes (económico, demográfico, sanitario, etc.) que demandan una respuesta, o bien, un diseño de acción social dirigida desde ella (Castel, 2003). Las fuentes que condicionan esta acción están afianzadas, por propósitos declarados como la distribución de la riqueza, la corrección de las desigualdades, el logro de la equidad, entre algunas de las dimensiones que en términos simbólicos, constituyen mecanismos de generación de control social complementados con otros, de promoción y participación, en el marco del respeto por los derechos humanos, como norte ético de la convivencia social. La razón utilitaria que funda la modernidad, viene a consentir una estrategia de diálogo social, en que la apelación al individuo, se confronta desde la modernización, a partir de un discurso de la responsabilidad, que emerge fuertemente, gatillado por las características del sujeto, como portador de un conjunto de facultades, en la perspectiva de derechos individuales y habilidades de comportamiento social (Berman, Op. cit). Nos enfrentamos a una nueva visión del individuo, que lo coloca en una posición habilitada en su esencia, puesto que biológicamente es capaz de constituir relaciones sociales extendidas. Esta cualidad de naturaleza humana nos lleva a observar que todas las formas de vínculo social tanto de solidaridad como de cooperación, están asociadas a la idea de una participación natural en el colectivo, pero que es condicionado por una acción de beneficio propio en su actuar. (Rosanvallon, 1995) 30 Igualmente se le asocia con la responsabilización, como una expectativa de acción racional, en torno a fines, que operativizan las lógicas de la elección selectiva, a través de un supuesto acuerdo, entre las determinaciones de políticas que el Estado provee y la sensación individual, de satisfacción, en una perspectiva de integración del individuo frente a un dispositivo ordenador de lo social, que lo contiene y determina respecto de sus intereses. La idea de institución, aplicada a la Familia, se entiende como una “tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores” (Berger y Luckman, 1997: 47), generando una lógica de construcción entre su estructura y dinámica, asumida tanto cuerpo y campo relacional. Desde esta perspectiva, el “espíritu”, definido por Bourdieau (Op. Cit), se fija a través de la acción del Estado y funda el arreglo, que da sentido a la acción social, de base racional con que operaría el propio individuo en su relación con la Familia y su apropiación de la cultura. Esta relación posee un contenido simbólico, que cobra importancia sobre el modo de hacer la política pública, esencialmente en cuanto concepciones en tensión, desde un modelo familístico y residual, explotado por la dictadura, basado en arquetipos conservadores, los que se enfrentan con perspectivas subjetivas que involucran necesidades y prácticas integradoras y habilitadoras, para definir lo familiar, desde los principios de identidad, totalidad y oposición (Offe, Op. Cit) Con la democracia se recrean canales y agentes estratégicos, para abordar la Familia, propiciadores del individualismo como categoría incluyente de la particularidad, en condiciones de igualdad y de adaptación de la sociedad frente a cambios y arreglos nuevos (Castel, op. Cit) 31 Este nuevo escenario conlleva a un proceso de modernización de base jurídica y legislativa, afectando también las capacidades redistributivas, en torno al diálogo, acuerdo, propuesta y, sobre todo, acción individual responsable socialmente y sostenida en una conducta – acción objetiva –, como una forma del principio de responsabilización individual con respecto al abordaje y/o enfrentamiento de las crisis o problemas puntuales que enfrenta la Familia, desde una noción funcional a la sociedad. Destacamos que esta noción funcional de la sociedad, nace de la idea de un Estado, cuyo accionar está en íntima relación con los intereses que se forman desde el individuo que se desarrolla en la sociedad de manera instrumental. Un Estado que debe facilitar el óptimo desarrollo humano en su continuo proceso de optimización, teniendo por cualidad ser estratega, ágil, flexible y perceptivo de las nuevas realidades societales, centradas desde una noción individual. Lo que se pone finalmente en entredicho, es que con la independencia del tipo de acción que se sostenga, la responsabilidad de la política pública se inicia desde el Estado y apunta hacia el sujeto, rescatando en él el concepto de capital. Este concepto se rescata como una dimensión posible de contener, en el sentido colectivo; a través, de lo que se contextualiza la acción individual. Esto ha llevado a la conformación de escenarios viables para la integración de la noción de redes sociales como una articulador de las relaciones con el mercado, asumido como un agente participativo de los procesos de desarrollo (Rosanvallon, op. Cit) Sin embargo, el mercado actúa desde la perspectiva del desarrollo de excedentes económicos y del aprovechamiento de las ventajas comparativas, dentro del cual el Estado, en su amplitud ciudadana, no logra aportar con personas competentes. Esto da lugar a la emergencia de una lógica de la desigualdad que se constituye en un núcleo sistémicamente irreproducible. 32 Ante esto, la participación del mercado no es viable en toda la acción de la política pública, por un principio de selectividad del escenario de intercambio y, más bien, se involucra en una dimensión del desarrollo cuya noción de libertad, incorpora una discriminación positiva y negativa, respecto a la acción individual demandante hacia el Estado en términos tanto tangibles como intangibles (Giddens, 2001, Op. Cit). Una de las discusiones en los inicios de la transición chilena, sostenía la presencia de un modelo de democracia política y democracia social que debía, en virtud de su naturaleza jurídica, civil, individual y liberal, enfrentar las temáticas de demandas económicas, a través de la corrección de las desigualdades distributivas de la riqueza, y en el desarrollo de sistemas de seguridades sociales (Serrano, Op. Cit). A partir de la constatación de un modelo de acción participativa, se buscaba la introducción de agentes económicos al diseño de políticas, considerando como un requisito de orden individual, pero de dirección externa, la construcción de cuasimercados, como los espacios proveedores de la institucionalidad. A estos espacios, se le podía delegar un marco de confianza óptimo para la acción de la política, reproduciendo así, la integración laboral y el sistema económico, como los actos constitutivos de la permanencia y reproducción de la Familia (Corvalán, 1997). Los cuasimercados, junto con diversificar las propuestas innovativas en la acción sustentada en la oferta, impactaron en la nueva clasificación de la competencia en la perspectiva de involucramiento del capital social y cultural con el económico. Esto permitió dar relevancia suprema al sujeto destinatario de las políticas públicas que sostenía, en concordancia con la acción del Estado y del mercado, desde una visión portadora de sí mismo y una expectativa subsidiaria con respecto a las alternativas y/u ofertas más que a sus propias demandas (Ibíd.). 33 Se destaca que esta condición, atribuida al sujeto, nace desde un cuestionamiento al orden económico que lo ve como un foco de “gasto social”, depositario de una serie de subsidios catalogados de sociales, que se traducen en la transferencia directa de recursos económicos. Estos son transferidos, sea a través de agentes intermediarios de la demanda, distribuidos por medio de una coordinación centralizada, focalizada y delegativa de un rol de control y/o supervisión al Estado, sin que articule los capitales sociales y las redes asociativas capaces de amplificar el impacto de los recursos incorporados a los procesos de intercambios (Lahera, Op. Cit). La asistencialidad, dirigida a la pobreza, estereotipa y potencia a través de sus distintos programas, como por ejemplo, el subsidio único familiar, las pensiones asistenciales para la vejez, el subsidio de vivienda básica, el subsidio del agua potable; una transferencia económica, que en proporción a programas dirigidos hacia la demanda, llevan a cuestionar la diversificación de los recursos con respecto a las estrategias de acción que dirige la política social. Proporcionando a la vez una sensación subjetiva de pobreza, patrocinada desde el Estado, dando por resultado una opinión ciudadana sin oposición crítica ni respuestas o propuestas alternativas. Esto hace de la política un escenario donde, la igualdad como una alternativa entre derechos civiles y derechos sociales, renueva la discusión sobre la capacidad técnica de acuerdos o consensos, en torno a la medición de la pobreza, o bien, da cuenta de una incapacidad de gestión en el uso de la información estratégica para el diseño de políticas. El cruce de voluntades políticas y técnicas, permite la discusión, en torno a la Familia, desde la supervisión progresiva de estímulos en un umbral de sujetos, portadores de derechos, dejando esta condición como la base de lectura de problemas y constituyendo desde la misma supervisión el proceso de acción colectiva. Desde este escenario, el modelo de integración 34 ciudadana se presume igualitario, ya que disminuye las deficiencias técnicas y, por ende, los riesgos sociales en la relación Familia y Sociedad (PNUD, 2004, Op. Cit). Como reflexión final y desde este primer acercamiento, ante el cómo se integra la Familia dentro del discurso público, es importante señalar que, el diseño de una política, consiente no sólo es la introducción de mecanismo de activación de mercado, sino también, es la articulación de canales y redes de solidaridad social de tipo individual, cuyo núcleo o matriz última, ineludiblemente culmina siendo el propio Estado, con independencia de la proximidad o distancia que establezca con respecto al mercado reconocido como agente modernizador del Estado. 2.3.2 Emergencia de la Familia en la Época posdictadura Antes de comenzar a desarrollar los principales postulados que orientan el abordaje de la Familia dentro de las políticas de gobierno, inscritas en la época posdictadura (9), es importante revisar, o mas bien, entender cual fue el contexto que posiciona un cambio, tanto político como ideológico en las temáticas sociales, donde claramente la “Familia”, se inscribe como uno de los actores, al cual se dirigen las estrategias y conceptualizaciones desde una nueva “política social” en un escenario “democrático”. Entender el escenario posdictadura, implica reconocer cuales fueron los lineamientos principales del régimen dictatorial chileno, ya que son las secuelas y consecuencias estructurales de este sistema neoliberal (10), los heredados por la transición democrática. El proyecto civil-militar, revirtió las relaciones entre economía y Estado, reduciendo éste al máximo posible, en sus tareas integrativas, y redistributivas y, en su papel de referente de la acción colectiva. Por otro lado, impulsó un conjunto de transformaciones sociales e institucionales, conocidas como "modernizaciones", cuyos significados principales fueron las privatizaciones de servicios públicos y 35 propiedades del Estado. Las relaciones sociales, se redujeron a mecanismos de mercado, cortando así su vinculación con la acción política, es decir, se genera un escenario de atomización social (Garretón, 2010). Entender el contexto económico que consolidó las “reformas de primera generación” (11), llevadas a cabo en Chile bajo el régimen dictatorial, y por tanto sus efectos en la Sociedad Chilena, implica mirar el escenario global que consolidó y por tanto justificó, la aplicación de medidas macroeconómicas en la mayoría de los países Latinoamericanos. Estas medidas, parten de una crítica desde el “norte”, en base al papel de las economias del Tercer Mundo, donde la imagen del Estado, era vista como un ente limitador de los posibles “crecimientos económicos”. La liberalización de los precios, la desregularización de los principales mercados (especialmente en de capital y divisas), la eliminación de subsidios, la búsqueda del equilibrio fiscal, la eliminación de las barreras arancelarias, la privatización de las empresas públicas en sectores competitivos, y finalmente la privatización del sector social, a cargo anteriormente del Estado, son medidas que responden a una crítica del modelo Keynesiano, pero también a los efectos de la crisis económica de la deuda externa en la década de los 80. En conclusión podemos señalar que en Chile, se implementó una serie de importantes reformas económicas durante los años ochenta en un muy corto período de tiempo lo que lo llevó a constituirse en un modelo representativo de la economía de libre mercado. Estas reformas comenzaron vigorosamente motivadas, más bien por un marco económico-ideológico, más que por un modelo socio-político o administrativo. 36 Las ideas de Garretón (Op. cit), permiten centrarse que una de las consecuencias de este modelo fue claramente la limitación del Estado en su antiguo rol social. Temas de desigualdad, concentración de riqueza entre otros, son los heredados por un pacto democrático que continua enmarcado bajo la lógica neoliberal. Las tareas de reconstrucción política, que Chile asume a partir de 1990, comienzan a configurar un nuevo escenario político- social, orientado a revertir los efectos estructurales heredados. La “medida de lo posible” fue la frase célebre con la que el presidente Aylwin (12), otorgó significado a los procesos de restauración del orden democrático y reparación del trauma social, producto del quiebre institucional y la serie de atropellos a los DDHH, las que se unen a la restricciones de las libertades individuales. Destacamos además que al ser el primer presidente concertacionista, su meta se orientó a plantear “un crecimiento con equidad”, reflejados en los primeros avances referidos a la temáticas de pobreza (Boenninger, 1997). Antes de mencionar los lineamientos políticos de este primer periodo concertacionista, es importante destacar que los cambios que se comenzaron a vislumbrar a los inicios de la década del 90, parten de la crítica ante los efectos sesgados de las reformas estructurales de la década anterior (Fazio, 1996). Un claro ejemplo del impacto de esta crítica, provino de la opinión de las principales agencias internacionales. El Banco Mundial, identificó que el paquete de medidas aplicadas como parte de la reforma de primera generación para América latina, desarrollaron un sesgo excesivamente economicista que tendió a preocuparse casi exclusivamente de la liberalización, privatización y estabilidad macroeconómica. A la luz del análisis expuesto por este autor, podemos deducir paradojas latentes al momento de ver retrospectivamente los efectos de las reformas de primera generación. 37 ► Dado el carácter económico cerrado de la Reforma, éstas tendieron a crear un simple set de instrumentos de referencia netamente económica. Existe una preocupación excesiva en la estabilidad macro, descuidando la capacidad productiva instalada en los países para asegurar su crecimiento. ► El traspaso de ciertas competencias de carácter productivo- competitivo, antes desarrolladas por el Estado, hacia entidades privadas colocó muy poca atención, en la creación de una infraestructura institucional que asegurara un buen funcionamiento del mercado. Se enfatiza con un celo excesivo en la propiedad privada, sin una homologación a la creación de capacidades competitivas que se pueden desarrollar de éstas. ► Hay una falta de comprensión del rol Estatal para la creación de instituciones que salvaguarden un proceso de transformación y liberalización económica que haga sostenible el modelo en el tiempo. A la vez se desconoce el rol histórico que cumplieron en algunos países desarrollados la intervención Estatal en el esfuerzo de asegurar un crecimiento sostenido. ► Falta de participación y consensos que hicieran inteligibles para todos, el proyecto de desarrollo a llevar, por parte de las agencias y actores generadores de los cambios. ► Se desconoció, que en economías capitalistas, antes de la institucionalización del Estado de Bienestar, ya se habían presentado problemas de volatilidad económica y conflictividad social derivados de problemas de funcionamiento del mercado. ► Las reformas al no colocar, el foco de la discusión, en los intercambios sistémicos, tendieron a concentrar su atención sólo en la implementación y gestión de los cambios, olvidando así asegurar respuestas a los efectos 38 de las medidas “aumenta la desigualdad y no asegura la expansión del mercado”. ► Un set de prescripciones innecesarias, que no aseguraron un crecimiento económico, (privatizaciones rápidas y completas que no se tradujeron en una transformación sustancial de los patrones acumulativos). Hubo una frecuente confusión de los medios con los fines, puesto que los mismos procesos de liberalización y privatización fueron entendidos como fines (Stiglitz, 1999). Las reformas de segunda generación, nos hablan de la necesidad de implementar un desarrollo comprensivo, que no sólo transforme los patrones de acumulación, sino que asegure un orden social como motor de desarrollo a largo plazo. La acción del Estado nuevamente se torna importante, ya no sólo como un aparato catalizador de las demandas emitidas desde lo social, sino como un agente motivador, impulsor y facilitador de las dinámicas individuales. Todas las políticas emitidas en los últimos, que traen consigo la idea de fortalecimiento de las capacidades relacionales entre el mundo de la vida y el mundo sistémico de la sociedad civil, responden a estos nuevos desafíos. Los principios esgrimidos desde un individualismo metodológico, que sustentan las reformas de segunda generación, hacen comprensible el desarrollo institucional, en la medida en que entrega estrategias de crecimiento adquiridas de las lógicas mercantiles, o sea, el Estado provee de una visión, de un sentido de dirección para que el desarrollo espontáneo de las habilidades de los individuos pueda convertirse en una transformación constante que asegure niveles de cooperación, directamente conectadas con los beneficios propios del sujeto (Boenninger, Op. Cit). 39 El fundamento teórico- filosófico, de la llamada Reforma Estatal de segunda generación, descansa entonces en una concepción protagónica de las virtudes naturales del individuo con capacidad de potenciación, que no se restringe a su cotidiano, sino que atraviesa todos los ámbitos de su vínculo social. Se asume un sujeto transversal, capaz de ir potenciando sus habilidades naturales a través de la generación de políticas, que muestren caminos óptimos para el logro de fines individuales. Es la combinación equilibrada entre una interacción de naturaleza y formación del individuo, que moldea en el devenir tanto la conducta humana como el orden social desprendido de lo institucional (Ibíd.). La idea de pisos mínimos aceptables, entregados desde el Estado y su institucionalidad responde a esta delegación y responsabilización dada al individuo, como creador de toda la estructura de poder que alimenta las partes constituyentes tanto del mundo sistémico como del mundo de la vida. Es este nuevo enfoque centrado en el individuo, el que moviliza los cambios y estrategias concertacionistas. Se busca por tanto reformar el sistema social, mediante el otorgamiento de pisos o garantías mínimas, las cuales se orientan a grupos prioritarios (SEGEGOB, 1992). El presidente Aylwin, en su discurso ante el congreso pleno, establece alcances a las políticas de Familia desde ejes indirectos, o reconocidos como grupos prioritarios de abordaje, asociados a pobreza y diferencia, que se estimaba alcanzaban a cerca de 1.800.000 hogares (MIDEPLAN, 1991), tomándolo como un tema conceptualmente asociado a la categoría Mujer Jefa de Hogar e institucionalmente identificado con el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), desde el que se centralizan tanto programas tendientes a la inclusión social, particularmente frente al tema de la violencia intrafamiliar, el embarazo adolescente y mejoramiento de la calidad de vida de la dueña de casa vinculándola a labores domésticas (Ibíd.). 40 Es importante destacar que la vinculación de la temática de Familia al SERNAM, responde a que esta entidad, creada para 1991, es parte del Ministerio de Planificación y Cooperación, quién se instala como el primer intento de coordinación de las políticas sociales bajo el mandato del Presidente Aylwin (1990-1994). Esta nueva entidad coordinadora, es la que la reemplaza a la Oficina de Planificación Nacional (ODEPLAN), dependiente de la Presidencia de la República. Se observa una continuidad en cuanto a las labores y objetivos trazados por ODEPLAN, pero se genera una innovación relacionada con la tarea de armonizar y coordinar las iniciativas encaminadas a erradicar la pobreza (Molina, 2003). Siguiendo con el autor y, en base a la evaluación del rol que tuvo MIDEPLAN en los primeros años de la concertación, establece que: “Cumplió una función importante en lo que se refiere a la evaluación de los proyectos de inversión en el sector público, en la colaboración con las autoridades regionales para la elaboración y ejecución de sus planes y programas y en colocar el tema de la pobreza en la discusión al interior del gobierno y en la opinión pública. No obstante, en la coordinación de las políticas sociales o aún más limitadamente de aquellas orientadas a erradicar la pobreza se hicieron pocos avances, aunque en esto último se avanzó en la información, diseño y ejecución de políticas más focalizadas hacia los pobres” (Ibíd.: 12). La focalización y por tanto, la identificación de grupos prioritarios en la sociedad chilena, comienzan a orientar una nueva política social, donde la Familia es incorporada y relacionada con los grupos vulnerables. En general se observa una revitalización de las políticas sociales universales, dando nuevamente un mayor protagonismo al Estado, como ente planificador y coordinador de los distintos ejes estratégicos necesarios para el desarrollo con equidad. 41 Para este mismo periodo presidencial, igualmente y aún en una fase primaria de articulación técnico-política, se acuerda preparar el año Internacional de la Familia (1995), con un soporte técnico que sea capaz de levantar propuestas en base a los datos generados en el censo de 1992. Para dichos efectos se convoca desde el mundo social, académico y gubernamental a la formación de La Comisión Nacional de la Familia. Este hito marca el inicio de la base institucional para el abordaje de la Familia como grupo prioritario. Desde esta perspectiva, la agenda política concertacionista reconoce el protagonismo de la Familia, dentro de la focalización del gasto o inversión social, siendo MIDEPLAN el principal ente coordinador desde el espacio público. A pesar de estos avances, la coordinación de las políticas sociales, en especial aquellas orientadas a erradicar la pobreza no lograron alcanzar las metas pronosticadas. Con Eduardo Frei Ruiz-Tagle (13) (1995-2000), y tomando en consideración la dificultad observada en el funcionamiento del MIDEPLAN, se inicia una reestructuración interna para así mejorar las funciones de esta entidad. Una de las principales medidas fue nombrar al propio Presidente como autoridad a cargo del Comité Interministerial Social, (CIS), compuesto por doce ministros y una Secretaría Técnica, entregada esta última a MIDEPLAN. Dentro de los objetivos asignados al Comité, destacan: a) revisar, evaluar y priorizar anualmente los programas sectoriales regulares y los programas especiales en los que se expresan las prioridades sociales estratégicas del gobierno, b) Apoyar el fortalecimiento de las diversas instancias de coordinación a nivel central y regional, responsables de los programas nacionales, regionales y comunales de superación de la pobreza, c) contribuir al mejoramiento de las capacidades técnicas y de gestión de los 42 órganos responsables y ejecutores de los programas de superación de la pobreza, d) Realizar un seguimiento sistemático del desempeño de los programas sociales y cuando corresponda rectificarlos en su ejecución, e) Velar por una mejor coordinación y coherencia en la ejecución de las políticas y programas sociales del gobierno (Ibíd.). Ahora bien, dentro del tema que nos convoca, la administración Frei, hace explícito que “la Familia es un grupo humano único, desde el que se gesta el mundo social, por tanto las conductas, actitudes y valores que se adquieren ahí serán las que en el futuro se desplegarán en la sociedad y las que cimentarán su progreso o retroceso. Es así que la mirada de modernidad que deseamos para Chile, es en gran medida construíble, a partir, de nuestras familias chilenas con sus fortalezas y limitaciones” (Frei, En: Informe Comisión Nacional de la Familia, Op. Cit: 1). Al igual que en el gobierno anterior, se centraliza institucionalmente la política de Familia, al menos en los aspectos de coordinación y, se establece un diagnóstico cuyos principales antecedentes se sintetizan en el Informe CNF. Se destaca, que para dar curso a este informe, se organizó una comisión transversal, formada por representantes del Estado y de la Sociedad civil, estando su incidencia en la aplicación de iniciativas políticas tanto en proyectos como en la creación de leyes dirigidas al ámbito familiar, con el objetivo de enfrentar la pobreza con criterios de protección familiar, siendo un claro ejemplo la emergencia de Chile Solidario (SEGEGOB, 1994) Desde una perspectiva teórica, este informe reconoce el impacto de las tendencias modernizadoras, entendidas como globalización, democracia y cultura audiovisual, tanto en la conformación cómo en el comportamiento de las familias. 43 Desde una perspectiva socioeconómica, se reconoce la diferencia entre las familias rurales y urbanas. A esta diferenciación se añade el hecho del cómo los patrones tanto de inserción laboral y también los de producción, impactaban en los estilos de vida familiares, como también entre los ingresos generados tanto por hombres y mujeres en la Familia. Desde una perspectiva demográfica, se evidencia en el patrón de movilidad campo- ciudad, un nuevo escenario que implica tanto un cambio de residencia permanente, en busca de mejoras salariales, como la emergencia de nuevos roles y relaciones de poder entre hombres y mujeres. A modo de conclusión, podemos ver que tanto Patricio Aylwin como Eduardo Frei, perfilaron los primeros intentos por consolidar una política de protección a la Familia. Se destacan una serie de leyes, tales como: las leyes de Violencia Intrafamiliar 19.325 de 1992, la modificación del Código Civil, en materia de Filiación, Ley 19.585 de 1998 y la Ley 19.620 de 1999 sobre Adopción, las que marcarán el marco jurídico a complementar en los posteriores periodos de gobierno (Nuñez, 2006). Claramente la subsidiaridad, marca los primeros tiempos de la Concertación, más aun cuando estos gobiernos, son parte del contexto de reformas de segunda generación, es decir en un contexto donde se valida la focalización de los recursos, bajo pisos mínimos facilitados por el Estado, para así potenciar al sujeto como un individuo habilitado en su participación dentro de nuevas lógicas de Mercado. A pesar de esta tendencia comienzan a instalarse los primeros cambios que marcarán una política social de transferencias condicionadas. Estas últimas serán los ejes articuladores de los posteriores gobiernos concertacionistas, los que se revisarán en los capítulos siguientes, ya que se articulan como los subsidios focalizados por los gobiernos analizados. 44 Notas del Capítulo. 1. Este concepto es concebido por el autor como el principio generador de las prácticas sociales. Ante esto, el habitus destraba el problema del sujeto individual al constituirse en el lugar de "incorporación" de lo social en el sujeto, lo que permite colocar al centro de la reflexión, una subjetividad modelada, configurada y enmarcada por un conjunto de estructuras sociales objetivas, de carácter histórico que el sujeto incorpora de acuerdo con el lugar social que ocupa en dicha estructura; al mismo tiempo y en la medida en que Bourdieu propone que el habitus, es un conjunto de disposiciones lógicas y afectivas, su teoría abre la posibilidad de entender la negociación entre sujetos históricos y situados y las estructuras que los han formado como tales; negociación que se verifica en la práctica, es decir, en la puesta en escena de los valores y saberes incorporados (el habitus) que se enfrentan a su pertinencia y validación en la situación social en la que éstos son desplegados. (Regillo, 2002) 2. Cuando hablamos de un enfoque que se cimienta en la objetivación del conocimiento, nos referimos a aquellas corrientes de pensamiento que sustentan su mirada de la realidad en base a un estudio factual de roles asignados, mediante un proceso de internalización de normas y leyes construidas sobre el supuesto de homologación científica derivadas del pensamiento científico exacto. Se expresa una correlación en términos de abordar la realidad como una física social, que excluye la existencia de sentidos subjetivos en la estructuración de respuestas conductuales ante estímulos observables, funcionalizando así el comportamiento social. Por tanto, se niega la cuestión del sentido, la interpretación y la comprensión de la acción, ya que son factores vistos como marginales y de corte valórico que no logran ser abordado por un método científico exacto, que se basa en la observación empírico comprobable en base a un modelo deductivo. 3. Se presentan ambos conceptos entendiendo su complementariedad y desarrollo en el texto, como un descriptor de escenarios, pero no se profundizan los elementos constitutivos de cada uno, siendo necesario reforzar que la primera se analiza desde su tercera fase (i.e. pos industrialismo), a partir del orden y valores que fundan una visión de progreso inspirada en una idea de razón y en una globalización progresiva de la sociedad. Respecto de la segunda, se concentra su descripción en las transformaciones en ciencia y tecnología que han logrado impactar en la 45 familia, desde la visión demográfica – a nivel de población como en los recursos – para sus sustentabilidad material y convivencia social. 4. La Noción de Familia, es entendida – para el caso de desarrollo de este documento – como aquel agente social de cambio, adaptación y reproducción, que estriba en subestructuras – o en nociones de subestructuras, según sea el caso – para el ejercicio de la participación y la construcción de la ciudadanía (Bordieau, op. cit) 5. Por ontogénesis, se refiere a proceso cultural, en que se construye la identidad social, en un marco explicativo que responde al origen de cada ser humano, fundado en la relación de dos personas y no sólo genitores, imprimiendo una base social, a la explicación del sentido del origen de la vida, vale decir una decisión externa al propio ser y transferida por otros que han sido, base constitutiva de una experiencia socialmente denominada Familia. 6. La lógica de la Familia industrial de postguerra, planteada como prototipo por la sociología norteamericana, es el modelo de lo nuclear, biparental y matrimonial que Guell (Op.cit), refiere como el pacto tácito, la que precisamente se relativiza como modelo genérico tanto en sus formas de estructura, organización y en los valores que la fundamentan y viene a experimentar un tensionamiento en la discusión pública sobre su condición de modelo en lo formal y valórico predominante en la sociedad chilena. 7. Concepción de la política social de un estado de bienestar clásico, que visualiza tanto el empleo pleno como la seguridad social, cubiertas en base a la protección integral y por ende las familia siendo favorecidas con políticas universales de cobertura frente a las necesidades de sus integrante. 8. Ver el desarrollo de las Encuestas de caracterización socioeconómica CASEN y establecer el enfoque de pobreza con la que se empieza a segmentar a la población. 9. En este apartado se desarrollan y analizan los primeros gobiernos concertacionistas, es decir el periodo presidencial de Patricio Aylwin y Eduardo Frei, dejando los siguientes periodos para los siguientes capítulos. 10. Se destaca que la fórmula neoliberal, produjo no sólo una reestructuración económica, sino también una intervención en la política, que significó un modelo institucional de régimen, plasmado en la Constitución del 80; una drástica reducción del papel del Estado; un reordenamiento social que significó la emergencia del actor empresarial y la disolución de los actores sociales populares; y cambios en las orientaciones culturales de los actores sociales y políticos. 46 11. Las reformas de primera generación, son producto de la emergencia de una fuerte crítica al rol del Estado en el desarrollo socioeconómico. Hayek (1944) es un de los principales pensadores que orientaron la critica filosófica ante el modelo de Estado Benefactor. El pensamiento liberal postula a un Estado Mínimo, ya que solo así el mercado podrá funcionar óptimamente. Milton Friedman (1962), y más contemporáneamente, el Consenso de Washington, son los ejes propulsores tanto filosóficos como prácticos de este nuevo escenario económico Mundial. (En: Bernal, E. (2009) La incertidumbre estructural, en el problema de la sustentabilidad. Revista de Economía Crítica. Universidad de Zaragoza. España). 12. Sobre el gobierno de Patricio Aylwin, dos visiones encontradas representadas en las ideas de Boeninger y Fazio. En: “Democracia en Chile” “El Programa Abandonado: Balance económico y social del Gobierno de Aylwin”. 13. Es importante destacar que a pesar de las dificultades en temáticas de coordinación, el gobierno de Frei Ruiz-Tagle, heredó un nuevo marco informativo, de diseño y ejecución de políticas más focalizadas hacia los pobres, hecho que refuerza el cambio de enfoque y perspectiva en las políticas sociales chilenas. 47 CAPITULO 2: UNA MIRADA: CONTORNOS DE UNA POLÍTICA SOCIAL DE LA FAMILIA EN CHILE 3.1 Las opciones de Familia en los regimenes de Bienestar frente a la experiencia chilena. La acción política en Familia, reconoce una base de implementación, asociada al desmantelamiento de la matriz proteccional, comunitarista y solidaria, centrada en las funciones familiares, oponiendo desde la noción de Estado mínimo, la integración del mercado como garante del desarrollo y protección de los miembros que integran a ésta. El concepto de Estado Mínimo, acuñado bajo el gobierno de Pinochet (19731991) que parafraseando a Nozick (1974); pretende una determinación de las obligaciones de la política, desde el punto de vista de la persona individual, que se pregunta por sus derechos, tiene como principio el aislamiento de la Familia de programas colectivos de iniciativa gubernamental en el marco de las políticas universales. De esta forma se puede alcanzar,“ determinar las obligaciones de la política, desde el punto de vista de la persona individual, con derechos que se resguardan por medio de asegurar su capacidad de consumo, respaldados en una base de programas en grupos de colectivos, solo desde la captación propuesta por las iniciativas gubernamentales, en el marco de políticas universales, como es el caso de las materias de vivienda y asistencia provisional, entre otras (Castells, 1999). La problematización de las perspectivas de Estado, evoluciona de acuerdo al límite, en que culminan o se entienden cumplidas las condiciones mínimas de asistencia, sin cuestionar el tipo de sociedad, en que se configura, sería la sociedad deseable a partir de su acción, Por eso la participación del individuo, sea como un beneficiario o portador de derechos, no es un punto 48 tensionante, sino reproductor de un orden establecido que proporciona límites que debe resolver el poder legislativo, antes de redimensionar un nuevo statu quo, para afrontar, la crisis de representatividad del pacto tácito, entre Familia y sociedad, de cara al escenario propuesto por la democracia (PNUD, 2004, Op. Cit). Para entender de mejor forma las problematizaciones referidas al rol de Estado, “es importante conocer los fundamentos del Estado Bienestar, que en palabras de Richard Titmuss, es un grupo de manifestaciones en primer lugar, del deseo de la sociedad de sobrevivir como una totalidad orgánica y, en segundo lugar, del deseo expreso de todas las personas en el sentido de contribuir a la supervivencia de algunas personas, y la democracia política es el medio institucional que posibilita esta manifestación y expresión” (Offe, Op. Cit: 177). El modelo se nutre de la visión Aristotélica, ya que su concepción políticosocial, rescata la idea de una presunción de autoridad del cuerpo social como un colectivo, o sea, todas las acciones privadas del individuo están sometidas a un espacio soberano de los asuntos públicos, capaz de configurar la realización del sujeto como ser social y político. La individualidad del sujeto, sólo es posible entenderla dentro de un colectivo, espacio donde se encuentran todos los valores éticos-morales del sujeto. Lo rescatable de esta idea de colectivo derivada de Aristóteles, es el hecho de que tanto la libertad como la igualdad, logran un perfecto equilibrio en este espacio. Es por eso que la praxis, como concepto que envuelve toda la acción del individuo, se torna trascendente, dado que el accionar político y social, es la realización de sí mismo, es decir, el individuo participa en el colectivo no como un sujeto pasivo que se somete a un círculo social, sino como un sujeto que es retribuido individualmente en el desarrollo de su espíritu, o sea, de su ethos. 49 La visión Kantiana, es otro elemento observable en el tipo de concepción social derivado del Estado de Bienestar. Se rescata la idea de que, al ser el individuo un ente racional, es capaz de participar en procesos de continua transformación, ya que la duda metódica implícita en su capacidad de racionamiento individual, permite evidenciar las contradicciones que se puedan presentar en un sistema y aportar en la creación de respuestas de reestructuración y entendimiento entre las contradicciones (Jonas, 1995). La idea más importante que se desprende de los fundamentos del Estado de Bienestar, es el hecho que al concebir el orden social como una construcción constante del individuo con relación al otro, la intervención del Estado se hace válida, ya que, tiene como visión poder transformar un orden en pos del bienestar común extendido al conjunto. Lo que subyace detrás de esto, es un modelo de aplicación de raíz Hegeliana (que se nutre de Aristóteles y de Kant), puesto que rescata la capacidad racional y autónoma del sujeto dentro de un colectivo, que es guiado por el Estado como máxima expresión del bienestar. No es sólo el Estado de Bienestar, el postergado y debilitado, sino que también la función de la política, a través, de las instancias intermedias básicas, para el establecimiento de un sistema normativo de negociaciones y compromisos sociales, por lo que se establecieron los Consejos de Diálogo Social, como base para crear nuevos diagnósticos y lineamientos de acción, nutriendo los principios y paradigmas de la democracia, acotados por la libertad, la participación, integralidad, inclusión y sustentabilidad, en el marco de los derechos humanos y la acción ciudadanizante de las personas e instituciones sociales. De tal forma el nuevo rostro de la sociedad no pasa de ser un agregado de individuos en presencia de bienes colectivos, de oportunidades y de riesgos comunes (Beck, 1998). 50 Las propiedades emergentes de los sistemas impiden su propia reducción a las características individuales y en torno a éstas, permanecen aisladas las oportunidades para sustentar un proyecto político común, so pretexto, de la defensa de los derechos individuales. Se refleja en el mercado, al mejor catalizador de los riesgos y el que puede operar frente a éstos, desde una proyección de mediano y corto plazo. Restringiéndose, cada vez más, el espacio del cálculo privado exento de lo individual que propone el propio mercado y lo individual como tal, trasciende al propio individuo (Rosanvallon, Op. Cit). La teoría del Estado Mínimo, en manos del proyecto político de oposición, no logra articular su concepción atomizada de la realidad y del propio espacio social, siendo tarea de la política, la coordinación, no con afanes de resolución; sino más bien, de estímulo para la gestión y solución autónoma de los problemas, la que derivando en mecanismos cada vez más indirectos y de responsabilidad individual, incorpore a la Familia, no solo a través de asignaciones parciales de recursos y en la lógica asistencial del subsidio. Es así, que la canalización y a la vez la manifestación de las necesidades, tiene su espacio autónomo, dentro de cada sistema de interés público, para expresar su perspectiva específica. La innovación, concibe el situar un Estado de Bienestar, transplantándolo a un Régimen del Riesgo, como una medida y/o respuesta con una mayor carga de racionalidad frente a las decisiones colectivas que afectan al bien común. De esta manera, es que la política pública que enuncia el gobierno de Lagos incorpora una noción de Familia, y la señala como un componente estratégico de la intervención, fijando su acción tanto como una estructura y un flujo; a partir de una condición estructural-demográfica y una dinámica de comportamientos de la población (Castel, Op. Cit). 51 Se instala entonces una clara asociación con las premisas socialdemócratas que ven en la integración de la Familia y el enfrentamiento de la criminalidad, el espacio ideal para trascender a la retórica pública, activada por el gobierno y los medios de comunicación masiva e impactar en el combate contra la pobreza, estableciendo desde la política pública, una argumentación de tipo económica versus otra de carácter político (Giddens, 2001, Op. Cit). La primera, con arraigo al costo-beneficio, integrando temáticas consideradas problemas derivados de la estructura demográfica de población, la magnitud de la pobreza, la relación entre oferta estatal subsidiaria y de seguridad social mínima y los déficit, en indicadores estructurales de desarrollo como por ejemplo el nivel educacional. Los nuevos conceptos en torno de la política, implican el régimen de una nueva inabarcabilidad, entendida por los nuevos ámbitos temáticos que se apropian de lo social y promueven nuevos actores como una forma de organización discursiva desde el consenso y la colectividad (Habermas, Op. Cit). Al igual que un régimen del riesgo, entendido por los derechos humanos de tercera generación; los medioambientales y su visión sistémica de la relación con la sociedad y sus sistemas productivos (Beck, Op. Cit). Y finalmente, una arquitectura policéntrica o policontextual, en que la tesis del hombre dependiente del sustento, se constituye en ser social en las dependencias productivas y las derivaciones institucionales desde las que ordena el aparato político, descubriendo nuevos órdenes subordinados a múltiples liderazgos (Polanyi, 1989). Se establece un tránsito desde la jerarquía a la heterarquía, de la autoridad directa a la conexión comunicativa, de la posición central a la composición policéntrica, de la heteronomía a la autonomía, del control unilateral a la implicación policontextual. Teniendo que crearse las respectivas ideas, 52 instrumentos y procedimientos para moderar esta nueva sociedad que opera en forma transnacional y en procesos de interdependencia crecientes. Lo que se busca es identificar y si la necesidad lo indica, crear sistemas de gobierno, con capacidades de activar un bien común, desde la concertación de los diversos sistemas sociales organizados heterárquicamente, es decir bajo componentes independientes que se relacionan en base una orientación bidireccional y horizontal. Como lo planteamos anteriormente, El Régimen de Bienestar, se sustenta en una propuesta social y política, desde la que se estructura la acción del Estado, conforme a las instituciones que lo componen, permitiendo la generación de diseños que integren tareas diferenciadas y a la vez complementarias acorde al modelo de desarrollo. Trasciende la retórica de lo familiar en el discurso político y en lo social, transformando el objeto de la acción social más allá de un espacio de políticas (Lahera, Op. Cit). Los modelos clásico-conservador, socialdemócrata y liberal, optimizan tanto una definición y esquema ideal en la estructura y funcionamiento de la familia como el rol de los actores sociales, entiéndase por estos Estado, mercado y sociedad civil, respecto a su capacidad de actuar frente a las necesidades y o cambios de la Familia y la sociedad (MIDEPLANa, 2001). El Régimen de bienestar Conservador, representado por las propuestas implementadas en la posguerra en Europa central, identifica como eje central a la figura del hombre proveedor e inserto en el sistema formal de empleo; asegurando, a través de una serie de medidas de corte universal la satisfacción de necesidades y, la protección de los miembros de su grupo familiar, sobre la base de una dependencia del ingreso y una oferta estatal subsidiaria, en que la elección del mejor cumplimiento de las funciones cae en la propia Familia. Desde esta perspectiva por tanto, la ciudadanía se ejerce de manera individual y desde la condición de trabajador. 53 Ante este postulado, el Estado solo interviene en un grado mínimo con el objetivo de otorgar las condiciones óptimas para la protección del ingreso y los despidos, favoreciendo el seguro de cesantía y los programas de empleabilidad de emergencia bajo la condición de jefe de hogar. Las expectativas que contiene este régimen son: a) desarrollar el Familismo (responsabilización de la propia Familia), b) proteger al proveedor y delegar el bienestar a la familia, c) desincentivar las asistencias y transferencias a la familia y, d) no hacerse cargo de situaciones especiales (ej. Madres solteras) (Sunkel, 2006). Respecto al Régimen Socialdemócrata, se identifica con la experiencia de los países escandinavos y se sostiene a partir de una base tributaria alta, que define una desconfianza natural en la capacidad del mercado de adaptarse y responder a las necesidades sociales de la Familia, entendida como un complejo grupo matizado por la condición de individuos más que colectivos, primando una noción de derechos que reconocen la igualdad de género y la intergeneracionalidad como un factor de diferencia e integración social. De esta forma establece un sistema universal estatal, promoviendo políticas de desarrollo individual y asumiendo la tarea como Estado, de cubrir y complementar funciones de apoyo la Familia. Desnaturaliza el rol proveedor y afectivo del circuito hombre-mujer, amplificando los escenarios culturales de tolerancia, frente a diversas expresiones de la vida familiar, como es el caso de la monoparentalidad y el unipersonalismo. En resumen, este régimen orienta sus acciones desde el supuesto que el sector privado actúa con desigualdad e inadecuación de la oferta, validando así la idea de que el bienestar no se basa exclusivamente en el acceso al empleo. Este reconocimiento establece nuevas expectativas, no solo en la ampliación de los beneficios y transferencias económicas hacia la Familia (subsidios), sino en un abordaje mas integral y amistoso con todos los miembros del grupo familiar (Ej. La mujer puede desarrollarse con la tranquilidad del apoyo del Estado en el cuidado de los hijos) (Ibid). 54 Por último el Régimen Liberal, propios de los países anglosajones, define a la Familia como un factor residual de los procesos de desarrollo, focalizándose en los grupos pobres y midiéndolos con precisión, de tal manera de generar transferencias condicionadas, bajo el sistema de bonos de libre disposición en su uso para satisfacer necesidades. En tal sentido, apuesta a la retractabilidad del Estado en el apoyo a las tareas familiares, cediendo ese espacio al mercado, como un actor que se adapta y define desde la oferta, las oportunidades para el desarrollo de las Familias y sus integrantes. En resumen, los supuestos de este régimen hablan de: a) los hay que necesariamente medirlos, b) se debe incorporar la intervención de instituciones que promuevan soluciones frente a los riesgos y, c) se deben establecer límites claros entre problemas sociales y familiares. Por otro lado, las expectativas de este régimen sintetizan en: a) desplazar la cobertura de los riesgos en protección Social por empresas, b) privatizar las demandas de protección, c) incentivar la tributación negativa para hacer frente a las necesidades, promoviendo la iniciativa individual por medio del mercado, d) asumir los costos residuales con transferencia de “vouchers” (bonos) o subsidios focalizados y, e) finalmente tener y hacer Familia, es un riesgo individual (Ibíd.), (MIDEPLANb, 2001). 55 3.2 La experiencia Latinoamericana y Chilena frente al abordaje de lo familiar. La experiencia de América latina y de Chile, reconoce el Bienestar desde la instauración de modelos desarrollistas que adscriben al régimen conservador, instalando políticas de empleabilidad plena, sobre un soporte universal, de cobertura amplia, pero débil en su impacto sobre la calidad de sus servicios y prestaciones, debido a los procesos de transformación de otros aspectos de la vida del país como la economía, la política, entre otros. El reformismo vino a tomar un contexto de corte neoliberal desde la década del 80/90, rompiendo el soporte del pacto tácito y marcando en la Familia, un foco de desprotección por una parte y, reducción de la inversión pública por otra, reconocida además como gasto social. Esta situación se empieza a redefinir, desde los años noventa, a partir de integración de políticas selectivas, donde la centralidad está, en un nuevo escenario sociopolítico, desde el que la democracia ha permitido la redefinición de lo familiar y la adscripción a derechos en un escenario de convivencia con el mercado, las tareas del Estado y la propia activación de un proceso ciudadano de participación social (Sunkel, 2006. Op. Cit). Pero hasta acá, qué podríamos decir con respecto a la relación familia y políticas públicas, dónde fundar un problema público. ¿Acaso la política familiar es el nuevo trato entre géneros?, ¿el mejoramiento de las formas de asistencia subsidiaria a los sectores más pobres?. Fortaleciéndose la pregunta sobre la existencia de una Política Pública de Familia. Al respecto, nos encontramos más bien con un “espacio de políticas”, con lo que denotamos un conjunto de políticas tan estrechamente interrelacionadas que no se pueden hacer descripciones o enunciados analíticos útiles sin tener en cuenta los demás elementos del conjunto (Lahera, Op. Cit: 17). 56 Hay una articulación que permite reconocer necesidades e importancias asociadas a la Familia, pero un nivel de problematización, aún carente de consensos sustantivos, que la ponen en una condición adjetiva en relación a otras temáticas más prioritarias en la agenda pública, tanto por urgencias estructurales (reformas tendientes a la modernización del estado y paralelamente, profundización de los de tipo estructural que han permitido la privatización de la seguridad social y la optimización de los recursos públicos), como también aquellas materias emergentes y de sensibilidad nacional a través del marketing político y las estrategias comunicacionales, como lo es el caso de la “inseguridad ciudadana”. Pareciera que, en pos de establecer una política de Familia, nos encontramos con una asimetría en la información por parte de los poderes del Estado y la ciudadanía, en que el agente principal, pasa a ser el Estado, sobre el que recae el emblema del control y en un efecto rebote la normalización y regulación de la convivencia, tanto en la vida privada como pública, y que sólo sugiere una reacción por parte de la ciudadanía y la sociedad civil. Se esboza tentativamente la posibilidad de vincular está ausencia de política estructurada de Familia con la crisis del Estado de Bienestar, comprendiendo que en el Chile del siglo veintiuno, es el momento para alcanzar el estatus y estándar de vida de las sociedades desarrolladas, caracterizadas, entre otras cosas, porque el riesgo y las principales amenazas para el sujeto y la Familia, no provienen de conflictos bélicos; sino que más bien, de la violencia anónima que ejercen los ciclos económicos y el mercado de trabajo (Beck, Op. Cit). A esta situación, se le agregan los impactos de las nuevas tecnologías informacionales, productivas y los sistemas sociopolíticos, que modelan, lo que se ha denominado el régimen del riesgo, lo que amplía enfoques, en que la Familia como tal, renueva esta condición accesoria o casi 57 eufemísticamente, se torna una buena excusa en nombre de la que se puede sostener cualquier iniciativa sea pública o privada (SEGEGOB; 2001, 2002 y 2003). La idea del Estado como un interventor en la vida de las familias pobres, nutre a la política buscando el aumento de los controles y competencias, sin embargo, la debilita, porque infravalora la complejidad dinámica de la sociedad, apareciendo su condición planificadora como un déficit, frente a los efectos no deseados en su relación con las políticas públicas (Serrano, Op. Cit). Asimismo, la falta en la previsión y respectivas asignaciones diferenciales de responsabilidad hacia las familias, aumentan los costos de transacción, asociados a una política de Familia, que finalmente cuenta con un mercado incompleto y desinteresado en asistirla, ya que sólo la integra a participar en su condición de consumidora en un ámbito privado, situación constatable desde la cotidianidad publicitaria en la oferta de servicios de seguros, supermercados, multitiendas, funerarias y otros, que hacen de sus eslogans preferidos, aquellos que indican su inequívoca dirección hacia la Familia, recayendo en el Estado la noción de la demanda pasiva y dependiente, sin considerar la dimensión de crisis o exclusión social que se le asocia, debido a sus problemas tanto exógenos como también endógenos (Castel, Op. Cit). De esta manera, el Estado de Bienestar, adscrito a la acción de un sector (el gobierno) y a un grupo social (los pobres), tiene dificultades, en el nivel de objetivos políticos que se propone, apareciendo complicaciones, en lo que respecta a la racionalidad económica con la que opera, lo que en crítica de sus detractores, tiende a generar un comportamiento rebelde e incierto con respecto a la iniciativa individual, los medios y recursos con los que se financia; ya que, aparecen como contradictorios en relación a la eficiencia y eficacia y las fallas que aparecen en el aparato burocrático, en especial el clientelismo, la corrupción y el populismo, de los que la Familia es foco 58 permeable, sea tanto en materias eleccionarias como de asistencia a los servicios sociales comunitarios a nivel nacional y local-comunal. Parece que la complejidad social y el Estado deben tener una relación de carácter simple, en la medida que se apele a la libertad y espontaneidad del mercado y la sociedad civil y la ciudadanía, para la corrección o bien el pago, de los que quedan desprotegidos y postergados del desarrollo de los sistemas y particularmente las familias (Cohen y Franco, 2006). La identificación de la democracia como un esquema de organización política y social, nos lleva a plantearnos la presencia de la participación como un valor y una expectativa de conducta de la sociedad en su conjunto. Esta situación confronta el patrón individual que predomina en la articulación de un orden social con una estructura económica de corte neoliberal, que hace del mercado, el eje constructor de las relaciones comerciales y también de las sociales; a través, de una suerte de determinismo en que emergen enfoques tales como el de los derechos ciudadanos, que aporta un sentido de colectividad e integración a las familias. Complejidad y pluralismo frente a las ideas y propuestas para generar una acción participativa, enfrentan el desafío de identificar los canales y procedimientos deliberativos, lo que permite rescatar frente a las ideas fundamentadas desde la razón instrumental, su complementariedad con la razón argumentativa, como un espacio discursivo y constructor de realidades paralelas a las concernientes a las objetivaciones externas e impuestas por un proceso de elección racional de las mayorías y de los aparatos de control (Kliksberg, 1994). Esto permite recuperar una clásica discusión sobre el individualismo con el comunitarismo, como matriz organizacional, desde las que se estructuran las relaciones cotidianas y también se vincula la acción del Estado con la Sociedad Civil. 59 No obstante, iniciaremos esta discusión desde la idea de lo público cómo un espacio, posible de ser objeto de análisis de la participación, en la medida que existe una idea de democracia deliberativa, en que ésta, puede desarrollarse, ya que de otra forma hablaríamos de un fenómeno circunscrito al ámbito de las acciones sociales solamente. Damos relevancia así, a la articulación intencionada a través de la cual, la participación tiene un espacio y una oportunidad de ocurrencia legitimada socialmente, como lo es en un sistema de gobierno que se rige por las reglas del juego democrático, a través de la inclusión en las acciones derivadas de las políticas sociales. (Boenninger, Op. Cit). Se propone, entonces, el tema de la transformación del poder desde procesos coactivos de fuerza hacia procedimientos democráticos de convencimiento, en que, la circularidad sistémica permite muchos puntos de enlace, en torno a tareas cuya coordinación busca desde la deliberación política, abarcar los asuntos de interés colectivo, sometiendo a juicio la esfera de lo público, a través de los contextos formales e informales en que actúa el liderazgo político en conjunto con la opinión pública (Lechner, Op. Cit). El entendimiento, como oportunidad de relación entre el Estado y la Sociedad Civil, provee la idea de la “civilidad” como un punto absoluto en el tránsito hacia una ética subjetiva en que la última se expresa a través del complejo sistema de necesidades, administración de justicia y prevención de accidentalidades, como de los intereses particulares que se sintetizan en la acción policíaca y jurídico-penal del Estado (Bobbio, 2000). Se resalta esta idea, debido a la constatación de un Estado que existe como generalidad externa; que interpelado por una Sociedad Civil, da cuenta de la protección objetiva de los conceptos de propiedad y libertad personal, 60 permitiendo construir desde el poder de la racionalidad, una contradicción entre la sociedad política y la propiamente civil (Ibíd.). El desencantamiento de la racionalidad, no emerge de una voluntariosa crítica a la falta de totalitarismos, sino más bien, a una referencia enunciada en el proceso de modernización. Esto da cuenta del principio de fragmentación de la realidad y de atomización de los procesos sociales, en que la autorreflexión como punto de partida, nos lleva a retornar al sujeto y, por lo tanto, la participación, se ve inducida sobre los motivos o el tipo de acción social que guía la conducta en medio de una competitividad social para asistir al proceso de constituirse en ciudadano, pudiendo enfrentar el margen de una cultura política que desintegra y que, acaso, desde su tradición liberal, posiciona a un sujeto en calidad de ciudadano consumidor, vinculado ya no sólo al ámbito político público, sino que a las reglas comerciales y a los mecanismos persuasivos de los medios de comunicación (Berman. Op. Cit). Es en este escenario, entonces, en que la discusión sobre los agentes constitutivos de la relación discursiva, apelan a una integración que colectivice el original contrato social con el Estado y los que pasan a constituir las “nuevas virtudes” ciudadanas de participación en la sociedad del riesgo, potenciado por las distancias sociopolíticas al nivel de bienestar y seguridad que experimentan las personas cuando se posicionan con un capital poderoso en información sobre redes de consumo, en desmedro de la existencia de redes de protección (Beck. Op. Cit). El espacio de la Sociedad Civil, compite con el que ocupa la sociedad política, que se hace cargo de los temas públicos no estatales, junto con la sociedad comercial, contraponiendo dos enfoques en una nueva fase del desarrollo económico, en cuya conceptualización moderna, predominan reconceptualizaciones como el mercado convertido en un instrumento de 61 cultura, libertad, desarrollo y solidaridad; ingresos fiscales proporcionales tanto al crecimiento económico como a las necesidad sociales, la capacitación productiva y el aumento de los niveles de remuneraciones para los trabajadores, la emergencia la flexibilidad laboral y el seguro de desempleo; y la capacidad reguladora del Estado, frente a prácticas monopólicas en que las temáticas de integración social, constituyen un eje de acción participativa, a través de programas sociales considerados como inversión, en una sociedad de oportunidades igualitarias para todos (PNUD, 2004. Op. Cit). Los actores llamados a generar participación social, se vinculan en parte, con un reconocimiento tácito de capacidades de acción gubernamentales, en calidad de destinatarios de una serie de estímulos que permean su condición de usuarios y/o copartícipes, a través de una acción que en la tradición de Chile durante los 90’s, ha propiciado una acción del tipo de arriba hacia abajo, haciendo de los objetivos gubernamentales una consecución lógica de sus resultados esperados (Corvalán. Op. Cit). Es relevante el hecho, que al hablar de participación, -no solamente del objetivo de ésta-, se asuma una caracterización con respecto a los sujetos de ésta, habilitando su condición asociativa y jurídica, desde lo individual a lo colectivo, permitiendo ampliar las oportunidades y las condiciones para referirlos como sus protagonistas (Hevia, 2009). Se asume entonces, la idea de una complejidad organizada, como el concepto más asertivo con la realidad social, en un marco de poliarquía y a la vez de globalización, en que se manifiestan las relaciones políticas y sociales, cuyo eje vinculante se sostiene en torno a procesos democráticos, que se manifiestan, por una parte, en la intención explícita por elegir representantes haciendo uso del derecho a voto y, también, por un conjunto de procedimientos y mecanismos que dan forma a la deliberación, a través 62 de negociaciones y debates en torno a alternativas racionales, que organizan las preferencias y son el estímulo inicial para la participación (Habermas y Castel, Op.Cit). Se relaciona la representación de un actor de relevancia social; tanto a niveles, significativo–valórico y demográfico-poblacional, como lo es la “Familia”, con una coordinación político, económica, cultural y social, que se traduce en la acción del gobierno, y sus instituciones, a través del diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas, las que se encuadran tanto espacial y temporalmente en el contexto y las principales inquietudes que lo orientan. 3.3 Aspectos en la perspectiva la transformación de la Familia en la vida nacional. La visión de una década (1992-2002). A continuación se presentan cinco ejes de análisis (1), en la transición de la Familia en la sociedad chilena. A partir de éstos, se constatan, transformaciones en las orientaciones y en la dirección que asumen los escenarios de desarrollo que dan cuenta de la situación en perspectiva comparativa respecto de una década en Chile (Bagnara, 2003). 1. Siempre ha habido más familias y hogares que viviendas. En base a este primer eje de análisis, se constata que e un 83.5% de los chilenos reconocen pertenecer a una familia y a un hogar simultáneamente. El número de viviendas comparado con el de hogares, entre los años 1992 y 2002, experimenta un aumento de 3.101.356 a 3.899.448 respectivamente y en el segundo caso de 3.293.779 a 4.141.427, dando cuenta de un ascenso del 25.7% en una década. 63 Cuadro Nº 1: Variación de hogares respecto de viviendas entre 1992 y 2002 1992 2002 VIVIENDAS 3.101.356 3.899.448 HOGARES 3.393.779 4.141.427 VARIACIÓN 25.7% Fuente: INE, 2003. El 10.5% de los hogares chilenos, son compartidos por más de una Familia en una misma vivienda, situación mantenida durante la década referida. Esta tendencia es habitual en los hogares extensos y biparentales, asociados al fenómeno del allegamiento de las familias de procreación, de los hijos respecto del núcleo de origen de alguno de los padres. 2. La Variación en la estructura predominante de los tipos de hogares y familias. Predominan respecto del tipo de familias y hogares, las del tipo nuclear con hijos, presentando una pequeña disminución en una década desde un 50,2% a un 47,8%, dejando de ser la tendencia reconocida como mayoritaria en la sociedad (Ibíd.). Cuadro Nº 2: Tendencias de Familias del tipo Nuclear con hijos entre 1992-2000 1992 2002 50,2% 47,8% FAMIILA NUCLEAR CON HIJOS Fuente: INE, 2003. Al interior de este grupo se presenta el aumento de las familias nucleares monoparentales de un 8,6% a un 9,7% y las nucleares biparentales sin hijos, o sea conyugales de 7,5% a un 9,3%. Igualmente se presenta una disminución de las familias biparentales con hijos de un 41,6 % a un 38,1%. 64 Cuadro Nº 3: Comparación de tipos de familias nucleares con y sin hijos entre 1992 y 2002. BIPARENTAL 1992 2002 7,5 9,3 41,6% 38,1 8,6 9,7 SIN HIJOS BIPARENTAL CON HIJOS MONONUCLEAR Fuente: INE, 2003. El aumento de la monoparentalidad, es una tendencia mantenida a lo largo de la década, sin embargo, lo novedoso está, en el aumento de las nuevas alianzas y parejas sin hijos, postergando la aparición de las relaciones parentales. Cabe destacar el aumento del hogar unipersonal de 8,5% a 11,6%, en el mismo periodo, lo que induce un nuevo escenario caracterizado por tendencias que muestran tipos de grupos familiares; más bien heterogéneos y potenciando la idea de la reducción progresiva del tamaño familiar en nuestra sociedad, la que varía de 4 a 3 integrantes, disminuyendo como promedio en un 25% su número. 3. Se instalan tendencias desde lo urbano. El patrón residencial de tipo urbano, es la tendencia mayoritaria de las Familias, presentando una baja movilidad espacial e instalando la conformación de lo familiar, en torno a un modelo de influencia cultural urbano, en sus pautas de convivencia. El 86,6% de los hogares se encuentran emplazados en el escenario citadino, lo que arroja un aumento de un 2,5% respecto del año 1992. 65 Una característica de lo urbano se asocia a la disminución del tamaño de los hogares, desde la composición de sus integrantes. En 1992 la media de los integrantes de un hogar era de 4 personas, situación que varía a un 3,6 y establece una tendencia constrictiva en todas las estructuras de hogares. El 44,9% sigue teniendo entre 3 a 4 integrantes, sin embargo se destaca el aumento de las familias pequeñas de 1 o 2 integrantes, desde 1992 en que representaban a un 22,9% a un 29,2% el año 2002. Respecto de la cantidad de integrantes, las más grandes son familias extendidas y compuestas o ampliadas y las más pequeñas de tipo monoparentales. La disminución del tamaño se asocia al aumento de la esperanza de vida, al descenso de la fecundidad, el espaciamiento del nacimiento de los hijos y al aumento de hogares monoparentales, nucleares sin hijos y los unipersonales. 4. El poder, la autoridad y Nuevos arreglos de Familias. La mayoría de los hogares chilenos presentan un 58,1% de jefes de familia, cuyo estado civil corresponde al casado, pero es una cifra en descenso ya que en 1992 era un 66,6%. Cuadro Nº 4: Comparación de tipos de familias nucleares con y sin hijos entre 1992 y 2002. JEFATURA 1992 2002 66,6% 58,1% DE FAMILIA CASADO/AS Fuente: INE, 2003. 66 Asimismo aumentan las jefaturas de Hogar que se definen como convivencias, solteros y los separados y/o anulados. De esta forma, se constata un descenso de los matrimonios y/o uniones legales y el retraso y/o postergación de su ocurrencia. Las convivencias aumentan de un 6,2% a un 9,7%. Igualmente se reconocen invisibilizadas cifras “negras”, de reconstituciones familiares con personas casadas pero separadas de hecho que no han legalizado su situación. Un dato a considerar, está en la constatación que los nacimientos extramaritales, han venido creciendo sistemáticamente. En los años setenta, dicha cifra era cercana al 20%, aumentando al 30% en los años ochenta, al 35% a comienzos de los noventa, para llegar al 50% al comenzar esta década, momento en el cual se da una tendencia en aumento hasta llegar a la cifra actual de 62%. De acuerdo a los datos del Registro Civil, el año 2001, el 50,5% de los nacimientos registrados en Chile, ocurrió de forma extramarital. El año 2007, nacieron 251.000 niños en el país, de los que un 62% de ellos nacieron fuera del matrimonio (Camhi, 2006), lo que no significa el desamparo de la vida familiar. La cifra actual supera a países como Suecia (donde alcanzan un 56%) o Dinamarca (45%), y es bastante mayor a la registrada en Estados Unidos (33%) o España (23%). Esta tendencia se puede relacionar con la disminución de los matrimonios, los que caen desde 67.400 el año 2000, a cerca de 44.000, según la última 67 información disponible para el 2007, lo que implicaría que se está dando una menor formalidad en las relaciones de pareja; como también, un efecto de la Ley de Filiación, aprobada a comienzos de los años noventa, que permitió igualar derechos de todos los niños, nacidos dentro o fuera del matrimonio, lo que es beneficioso desde el punto de vista de los niños, especialmente en lo referente al patrimonio familiar y beneficios sociales. Los hogares con mayor vulnerabilidad e índices de pobreza, no presentan el matrimonio como base de las relaciones de crianza de los niños. El número de hijos, que nacen entre 1990 y 2006 (Bagnara, Op. Cit), establece el aumento de la convivencia de 6,4% a 15,1%, tendencia que se intensifica en el 20% de los hogares más pobres de 9,2% a 19,5%, respectivamente. Independientemente de si los hijos nacen dentro o fuera del matrimonio, un estudio relacionado con características de las madres, muestra que la gran mayoría de éstas, cuenta con un cónyuge o pareja, lo que hace presumir también que los niños y niñas chilenos cuentan con apoyo paterno. Este mismo estudio señala que del total de madres con hijos un 54% esta casada, un 22% convive, un 18% permanece soltera y el 5% es separada (Camhi, Op. Cit). Se constata que el grupo de mayor riesgo, lo constituyen las madres adolescentes, que representan el 13% del total de nacimientos. Además éstas en un 60% pertenecen a los quintiles de menores ingresos, lo que se asocia a un mayor riesgo de pobreza futura, ya que además de la falta de apoyo económico del pro-genitor, un alto porcentaje de ellas termina desertando del colegio. 68 5. Emergentes en la neo-monoparentalidad y lo unipersonal. Existe un escenario inestable en la constitución de parejas producto de los cambios contextuales respecto a la década anterior, dado a partir de nuevos arreglos familiares, nuevas definiciones en la generación de la monoparentalidad y del hogar unipersonal. Destaca el aumento de los hogares unipersonales y las familias nucleares biparentales sin hijos, dando cuenta de la emergencia del sujeto como un actor individual en las tipologías y caracterizaciones familiares, favoreciendo la discusión sobre el estado de adultos solteros, separados y anulados que optan por establecer un nuevo estilo de vida asociado a una nueva condición de Familia. Igualmente la decisión de mantenerse soltera en las mujeres se redefine como una opción que manifiesta independencia y autonomía respecto de una figura mantenedora masculina. Esta cifra experimenta un aumento en la sociedad representando al 2002 a un 34,6% de las solteras. El Hogar unipersonal aumenta entre los menores de 34 años y los mayores de 85 años, en este último caso por la viudez y autonomía económica. La jefatura de hogar en la familia monoparental con hijos es en un 85% femenina, pero en los varones empieza a aumentar la cifra llegando al 14,9%. Esta jefatura de hogar, es en el 29,4% ejercida por separados y anulados, seguidos por un 25,3% de viudos y los solteros con un 22,4%, rompiendo el mito de la monoparentalidad y la paternidad en soltería como primera vivencia determinante de tal situación, o sea que no hubo vida de pareja u de otro tipo previamente (Ibíd.). 69 Por último, se destacan como un fenómeno en aumento a los varones que asumen la jefatura de hogar monoparental al igual que las mujeres profesionales con un hijo/a a su cargo, esperando las nuevas estimaciones y consideraciones a profundizar en el censo proyectado para el 2012. Notas del Capítulo. 1. Se da cuenta de algunas referencias que muestran el dinamismo del cambio Familiar, reconociendo que no son las únicas cifras disponibles sobre bases de datos como el CENSO, Encuestas CASEN, entre otros. 70 4. CAPITULO 3: ARTICULACIÓN DE POLÍTICAS SOCIALES DIRIGIDAS A LA FAMILIA: GOBIERNOS DE RICARDO LAGOS Y MICHELLE BACHELET. 4.1 Los Programas de Transferencia Condicionada (PTC) Entender los PTC, implica revisar la estrategia en América Latina, para avanzar en sus políticas sociales, desde un enfoque tanto teórico como práctico. Claramente la puesta en marcha de estos programas, responden a las reformas implementadas en las décadas de 1980 y 1990, y que no pudieron modificar los índices de desigualdad y la persistencia de la pobreza en la región, a pesar de las múltiples reformas aplicadas en los Estados Latinoamericanos (CEPAL, 2006; Kliksberg, 2005 en Hevia 2009). De un esquema con una fuerte participación del Estado, centrado en la universalización de la oferta de servicios sociales y de acceso segmentado a la protección social, se varió, en políticas minimalistas-focalizadas; orientadas primero, a la paliación de los peores efectos de la crisis económica y de los programas de ajuste instrumentados durante la denominada “década perdida” y luego ampliadas con objetivos de desarrollo de los activos, del capital humano y de las capacidades de los más pobres. Es entonces partir de la década del 90, donde se comienzan a implementar reformas en los programas de atención directa a los más pobres, a través de la entrega de apoyos materiales (usualmente transferencias en efectivo) para la protección de niveles básicos de consumo, ya sea por situaciones de crisis o por pobreza persistente. Estos apoyos, se centraron además en el incremento del capital humano y el fomento de los activos de las familias más vulnerables, para impedir así la reproducción intergeneracional de la pobreza (Villatoro, 2007). La política social que buscaba la integración social y la redistribución económica, se transformó en un área sectorial, de los gobiernos para el 71 combate a la pobreza, es ante esto, que la cobertura de los servicios se transformó en focalizada y los destinatarios pasaron a ser los pobres; y ya no, la clase media urbana y los grupos organizados como en décadas anteriores. El Estado redujo su rol de garante de la justicia y se limitó a generar algunas condiciones para la “igualdad de oportunidades” de los individuos. Los actores sociales involucrados en la implementación de los programas se ampliaron y promovieron una organización administrativa descentralizada y desconcentrada. El modo de financiamiento pasó de ser de estatal a una mezcla de recursos nacionales, internacionales y privados (Hevia, Op. Cit). Es este nuevo contexto, el que da pie al surgimiento de los Programas de Transferencia Condicionada, constituyéndose en la actualidad como un de los principales instrumentos de reducción de la pobreza en una buena parte de los países de América Latina y el Caribe. Países como Brasil (Programa Bolsa Familia) México (Progresa/Oportunidades), Chile (Chile Solidario), Colombia (Familias en Acción), Argentina (Jefes de Hogar) y Ecuador (Bono de Desarrollo Humano) son un claro ejemplo (Ibíd.). La creciente popularidad de los PTC, responde en primer lugar a que su estructura favorece el fortalecimiento de la demanda de educación y salud de los pobres y, a través de este canal, estimula el desarrollo del capital humano, enfocándose en la corresponsabilidad de Estado y familias. Si por un lado este enfoque parece vinculado a una visión liberal de la pobreza, según la cual los pobres son en cierto sentido responsables de su condición y resulta necesario cambiar su conducta, por otro lado los programas de este tipo se distinguen de otras prestaciones sociales más "paternalistas", como las transferencias en especies, que reducen al mínimo las posibilidades de elección de las personas. En segundo lugar, destacan que al estar estos programas, orientados especialmente a niños y madres, los resultados deberían ir más allá del alivio de la pobreza a corto plazo, incidiendo sobre la transmisión intergeneracional de la pobreza. 72 Finalmente, las transferencias condicionadas, son vistas como instrumentos más del tipo coste-efectivos, para llegar a los pobres, a través de un targeting o etiquetamiento eficiente (Rivera, Currais y Rungo, 2009). Los PTC, abordan la desprotección social, a través de Políticas orientadas a las necesidades de las Familias, desarrollando formas operativas de acción. Una de éstas corresponde al enfoque de Activos y Vulnerabilidad. Este permite abordar desde el espacio local, a grupos familiares pobres y/o vulnerables, fomentando las potencialidades de los propios sujetos, reconociendo la dimensión positiva que proporcionan comportamientos de tipo cooperativos y solidarios, institucionalizando los arreglos y formas de reacción de las Familias frente a sus riesgos.(Moser,1999). La intervención en la Familia, implica involucrarse frente a la toma de decisiones. La decisión se puede entender desde un foco Interno, marcado por: 1. Participación diferenciada de los sujetos o miembros de un Familia. 2. Diferenciación de necesidades y colectivas en la Familia. 3. Involucramiento o reatracción de las relaciones comunitarias Igualmente se reconoce un foco externo desde la visiones de la sociedad respecto de: 1. Tipologías y estructuras familiares. 2. Funciones de la Familia 3. Criterios de Selectividad para la focalización. Todas las decisiones, operan de cara a evitar el circuito reproductor de la pobreza y vulnerabilidad, como también, la ruptura del vínculo funcional, afectivo e intergeneracional, que involucra a los individuos que conforman Familia. 73 Existe un énfasis especial, dirigido sobre los comportamientos individuales y colectivos que implican estímulos y reacciones, tanto desde la Familia y la Sociedad, que impactan de manera transitoria y/o permanente en la configuración de estrategias de intervención de corto y largo plazo. Permitiendo el abordaje en crisis y redes sociales, favoreciendo la dinámica de la transferencia de bienes y servicios, a través de acción subsidiaria, sobre la oferta y la demanda, a partir de los propios activos que pueda movilizar la Familia (Ibíd.). Opera el supuesto, que la acción subsidiaria, respalda y aporta inicialmente a la intervención, favoreciendo de manera objetiva frente a la capacidad de consumo y el empoderamiento social, transformando al grupo Familiar desde un beneficiario a otro portador de derechos (Corvalán, Op. Cit). Esto trasciende, a través de la constatación (mediciones) de un estado distinto del ideal, en que se pueden reconocer la participación en redes e inclusión social como también superación del estado de pobreza y/o vulnerabilidad inicial. Se entiende por activos, todos los recursos posibles de utilizar en busca de alcanzar el bienestar o para evitar la pérdida de éste. Los Activos de la Familia son: a) El Trabajo, oportunidad de generación de ingresos. b) El Capital humano: que opera desde la salud y educación, entendidos como indicadores capacidades para acceder el trabajo y a mejores condiciones de empleo e ingreso respectivamente. c) Activos Productivos: entendida desde la seguridad habitacional, tenencia y/o acceso a vivienda como un espacio para la generación de recursos (microemprendimientos). d) Las relaciones intrahogar: Aunar los ingresos y compartir los consumos. 74 e) El Capital Social: el nivel de reciprocidad en los vínculos y los lazos de confianza inter e intrageneracional (Moser, Op. Cit). Es importante considerar, que al estar este tipo de Programa presente en distintos países latinoamericanos, existen variedad de objetivos y contextos de implementación, mas allá, que se compartan componentes transversales, que superan la realidad de cada país. Ante esto, los dispositivos creados en la década de 1990 correspondieron a instrumentos centrados en toda o en algún aspecto de la tríada clásica del capital humano (educación, salud y alimentación), en cambio, a partir de los inicios del nuevo milenio se han verificado situaciones como la articulación de los PTC en redes de protección más amplias y la agregación de una mayor diversidad de sectores (por ejemplo; empleo, capacitación para el trabajo, seguridad social, dinámica familiar, etc.) a los componentes originales de capital humano (Villatoro, Op. Cit). Ahora bien, centrándonos en el caso chileno, destacamos que la principal iniciativa de la política social que incluye transferencias condicionadas, es el Sistema Chile Solidario, creado en 2001 y dirigido a familias y personas en situación de extrema pobreza, cuyo principal objetivo es promover su incorporación a las redes sociales y su acceso a mejores condiciones de vida de modo que superen tal condición (Silva, 2006). El sistema selecciona a familias de extrema pobreza en base a la información de la Ficha de Protección Social (1), que aplican en los municipios, a partir de ahí los convoca a participar y, si las familias aceptan integrarse al sistema (2), se incorporan al Programa Puente, ejecutado por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, y los Municipios. Además este programa brinda apoyo psicosocial a través de un profesional que acompaña a la familia mientras permanece en el sistema. 75 Es importante destacar que este acompañamiento se realiza a través de visitas domiciliarias, cuyas sesiones permiten proyectar una “relación uno a uno” entre el programa y los beneficiarios. Esta relación se enmarca como el principio básico para la corresponsabilidad que fundamenta los Programas de Transferencia Condicionada. A la par, las familias reciben un Aporte Solidario, bono, de monto decreciente en el tiempo, el cual es entregado a las mujeres (3) jefas del hogar y/o la pareja del jefe de Familia (Puentes, 2009: 2-3). Una cuestión crítica para alcanzar los objetivos de los PTC, es la existencia de una propuesta sectorial suficiente. Algunos países han dispuesto subsidios a la oferta, para asegurar una respuesta institucional suficiente ante el potencial incremento de la demanda por servicios, es ante esto, que para el caso chileno se estable un sistema de coordinación de la oferta pública para hacer coincidir varias prestaciones en las mismas personas y de manera simultánea (Villatoro, Op. Cit). El sistema garantiza el cumplimiento de 53 prestaciones sociales, en seis ámbitos de derecho: salud, educación, vivienda, trabajo, ciudadanía y cultura, agregando otros apoyos como el bono de protección familiar que es una transferencia monetaria directa, durante 60 meses y en cuotas decrecientes. Se destaca que para apoyar a quienes no pueden generar sus ingresos de manera autónoma, se implementa una transferencia monetaria para apoyar situaciones de vulnerabilidad extrema o habilitar participación de las estructuras de oportunidades (Silva, Op. Cit). En resumen se puede plantear que Sistema Chile Solidario esta compuesto por: a) identificación de las familias y personas en situación de extrema pobreza, b) firma del término de compromiso de participación, c) apoyo psicosocial (6 meses) y bono de protección (4), d) fase de seguimiento en el sistema (36 meses) y, e) bono de egreso y /o salida. 76 Chile al igual que Argentina, ha implementado estos Programas de Transferencia con un alto componente de descentralización, dándole así un rol significativo a los poderes locales, entiéndase para el caso chileno, los Municipios, destacándose el hecho, que a pesar de estos avances existen problemas de coordinación entre las instituciones implicadas a nivel local. Cuentan que para el caso chileno, se intentó alinear la oferta en los diferentes sectores y niveles para responder a la nueva demanda, mediante convenios entre MIDEPLAN y las entidades sectoriales y locales. En el nivel central, se crearon normas para garantizar el aterrizaje de los convenios en los niveles regionales y locales. Las entidades regionales coordinaron la instalación de las nuevas normativas, mientras que los municipios debieron coordinar y canalizar la demanda de las familias hacia la oferta local. La implantación del programa provocó tensiones entre y dentro de los sectores y niveles de gobierno, las cuales se derivaron de diferencias culturales, de conflictos por el uso de recursos, de la percepción de los actores locales de interferencias en el campo municipal y de los intentos de algunos municipios por instrumentalizar políticamente al programa. Este conflicto, es corroborado por los autores a través del estudio de la percepción que tienen los apoyos familiares sobre la oferta local: dos tercios creen que no hay colaboración de las organizaciones locales y un 58% opina que no existe interés en el éxito de la intervención de parte de los servicios públicos (Villatoro, Op. cit). Sobre la base de que la experiencia Chile desde el año 2000 a la fecha, implica una opción por los PTC, focalizando selectivamente en grupos de familias pobres, acorde a las lógicas de medición de línea de la pobreza, es que se reconocen dos ejes de intervención familiar: Uno generado por el enfoque de activos frente a vulnerabilidades y el otro que plantea la 77 movilización de activos como una forma de problematizar la condición de Familia y, definir las estrategias de transferencias subsidiarias y a la vez la sinergia a producir sobre las dinámicas y comportamientos esperados sobre los integrantes de los grupos familiares. El primer aspecto, centra su análisis desde la toma decisional, como la característica de lo familiar, entendiendo la coordinación interna respecto de las decisiones y el poder desde el género y la autoridad intergeneracionalmente constituida. Además las necesidades que se definen como propicias del colectivo Familia y de los individuos integrantes como también la confianza apostada en el involucramiento y la demanda frente a actores de la comunidad para involucrarse o bien retractarse de su aporte en el abordaje de los problemas familiares. En segundo lugar, el foco decisional externo, situado en el agente político, que redistribuye o invierte recursos acorde a planteamientos técnicos y políticos agendados, a partir de un posicionamiento frente a las estructuras, funciones, ciclos y necesidades especiales de focalización que involucran un objetivo distributivo y portador de derechos, frente a la interrupción permanente de los circuitos intergeneracionales de dependencia y de pobreza. Esto lleva a una acción proteccional, en el marco de transformaciones de la estructuras, valores y prácticas sociales, como la promoción a partir de escenarios deseables en que la Familia articula políticas, pero bajo un orden fundado en la noción de ciudadano consumidor y a la vez portador de derechos, transfiriendo de manera compartida las tareas de proporcionar servicios sociales para el apoyo y empoderamiento ciudadano y una alianza mercado-estado y sociedad civil, pero en los requerimientos y metas país frente a la pobreza (Corvalán, Op. Cit). 78 Esto genera una lógica de acción y reacción, frente a las que se instala la dimensión temporal, permitiendo hablar del largo y corto plazo, desde lo que la emergencia es prioritaria en las transformaciones y acciones a desarrollar (Silva, Op. Cit). Se elaboran estrategias de afrontamiento y adaptación, la primera para enfrentar los cambios coyunturales y cotidianos de la vida familiar y la otra permanente de cara a la inseguridad objetiva, generada por el entorno. La adaptación busca modifica las conductas para asumir el problema de manera permanente. 4.2 Los Gobiernos de Ricardo Lagos y Michel Bachelet: una mirada general en torno a la política social. 4.2.1 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Ricardo Lagos Escobar El mandato del Presidente Ricardo Lagos (2000-2006), relevó la noción de Familia (Lagos, 2001, 2002, 2003), como una materia de la agenda de gobierno, en términos operativos y explícitamente, a través de una serie de programas, que van en su directo abordaje; y que, paralelamente han aportado con una redefinición del marco analítico que la define e integra socialmente, reconociéndole un campo de acción y estableciendo a la vez, los medios de asistencia, en lo que respecta a los problemas que enfrenta. Desatacamos que el énfasis se instala, en la readecuación de las formas de definir y priorizar por características vulnerables de las familias, asociándolo a un proyecto político adscrito a los parámetros propuestos en la Tercera Vía, basado en la consideración de la Familia como foco central, en el abordaje de la pobreza y la criminalidad desde las bases de la acción del Estado (Giddens, 2001. Op. Cit). 79 Esto se traduce en un proceso de implementación, a través de los proyectos y acciones gubernamentales, donde el sistema Chile Solidario y el Programa Puente (5), se anclan como el prototipo de la política social (Lahera, Op. Cit). Emerge entonces la pregunta central, sobre ¿si existe en el gobierno de Lagos, un tipo ideal, asociado al concepto de Familia y si éste, es reconocible en las políticas públicas?. De ser así, ¿qué herencia recoge de los gobiernos anteriores?, ¿qué cambios ha experimentado? ¿Hacia dónde se dirige esta asociación entre Políticas Públicas y Familia? ¿Cuáles son las principales críticas que se le hacen? Comenzar a dar respuesta a estas inquietudes, implica situarse en el gobierno de Ricardo Lagos y por tanto, en el contexto que permite emerger un nuevo enfoque de política social. En el régimen democrático, tienen especial énfasis aquellas dirigidas hacia la superación de la pobreza, que sufren fuertes cuestionamientos en el año 2000, al identificar estancamiento en los indicadores de pobreza del país, visualizados a partir de una serie de diagnósticos elaborados tanto por agencias del gobierno como desde organizaciones no gubernamentales. Se constaba que si bien el país había logrado reducir con éxito la pobreza en los últimos 12 años, a partir de 1996 se registra un estancamiento de los porcentajes de indigencia de la población (5,6% de indigencia, según Casen 2000), situación que hizo urgente la necesidad de crear acciones y una política social que abordara el tema. Se diagnosticaba la subsistencia de un núcleo de "pobreza dura", no permeable a los programas sociales convencionales y a las estrategias de intervención públicas. A este diagnóstico, se sumaba un compromiso por parte de Ricardo Lagos, de cerrar adecuadamente el proceso de transición hacia la democracia, lo que en materia social, significaba la recuperación de la idea de ciudadano por medio del fortalecimiento de derechos sociales y el acercamiento a las redes de protección por parte del Estado. 80 Eran ya diez años de transición y aún la noción de ciudadano con derechos, era cuestionada y no operacionalizada, a través del aparato estatal. Por otra parte, los efectos de la crisis económica a principios del 2000, estaban repercutiendo en todos los sectores de la población, ejemplificado en los altos índices de desempleo. A esto se sumaba los resultados del Informe del PNUD (2000), “Mas sociedad para gobernar el futuro” (Op. Cit) y, los de la encuesta CEP (Centro de estudios públicos), mostrando ambos que el desarrollo económico del país y la problemática de la desigualdad era para los chilenos inquietudes y preocupaciones necesarias de atender con la llegada de Ricardo Lagos a la presidencia de Chile (Maldonado, 2008). El factor más grave; era que, a pesar de los elevados índices de crecimiento económico, evidenciados con más fuerzas para antes de la crisis, no habían sido efectivos, en la generación de mejores condiciones de vida para los sectores más vulnerables de la sociedad. Esto indicaba que no bastaba la transferencia monetaria hacia los más pobres sino que se necesita un diseño de política integral, que lograra impactos en los distintos ámbitos de la Pobreza. Estos análisis, sumados a la preocupación y esfuerzo de Lagos, por equiparar crecimiento económico versus desarrollo social, son los soportes estructurales para la instalación de nuevos sistemas de protección social, amparados bajo una visión política y ética (MIDEPLAN, 2003). El contexto descrito en párrafos anteriores hace que, El Programa Chile Solidario, se materialice de manera simbólica el 21 de mayo del 2002 frente al Congreso pleno, durante el discurso de la cuenta pública anual. Este Programa es representante del grupo de políticas de última generación, como parte de los Programas de Transferencia Condicionada, descritos en el capítulo anterior. 81 Agregando que lo relevante esta en el cambio de enfoque desde una política de oferta de bienes y servicios del Estado, a otra donde el Estado proporciona una cantidad de dinero para que la Familia pueda disponer y elegir entre una oferta determinada mediante un proceso de retroalimentación entre los servicios del Estado (educación, vivienda, salud, entre otros) (Cohen y Franco, Op. Cit). Para dar curso al diseño de Programa Chile Solidario, se generan una serie de protocolos de acuerdo entre los distintos ministerios y subsecretarias de Estado. Lo sustancial de este primer paso, estaba en construir un compromiso real de trabajo horizontal y transversal entre los distintos servicios públicos, dando cuenta que la instalación de este programa era una tarea macro, que necesitaba de un trabajo en equipo para así mejorar la oferta del Estado y su vinculación real con los grupos más necesitados de la población. Es luego de este compromiso, que se forman los dos equipos de trabajo: Uno liderado por el Ministerio de Hacienda y otro equipo de desarrollo social, constituido preferentemente por profesionales del Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis). Se destaca que ambos espacios de trabajo implementaron una estrategia con tres ejes definidos por el gobierno, a) reforzar los aspectos psicosociales de la Familia y la generación de capital humano, b) promover una intervención sistemática en la Familia, mediante la entrega de recursos acompañamiento de necesarios los agentes en términos interventores de y, c) información y promover el establecimiento de un Estado proactivo para la generación y desarrollo de capital social en las familias para así acercar la oferta pública a las demandas de la sociedad (Maldonado, Op. Cit). Como ya lo planeábamos en el capítulo anterior, el primer paso del Programa fue seleccionar a las familias de extrema pobreza, en base a la información de la ficha CAS (hoy Ficha de Protección Familiar) que aplican 82 los municipios, para luego invitarlos a participar. Con las familias que aceptaban integrarse a Chile Solidario, hecho que se operacionalizaba mediante la firma de un compromiso que contiene cláusulas generales respecto del proceso, se comenzó a trabajar con un profesional de la comuna correspondiente, denominado Apoyo Familiar, quien los acompaña durante 2 años en el Programa Puente, dándoles herramientas para que construyan su propio camino de superación. En una primera etapa se revisa el cumplimiento de las 53 condiciones mínimas que establece el sistema, organizadas en siete dimensiones: identificación, salud, educación, dinámica familiar, habitabilidad, trabajo e ingresos. Otra estrategia de esta primera etapa es la entrega por parte del gobierno, de un Aporte Solidario (bono)- de carácter decreciente- a las mujeres jefas de hogar o a la pareja del jefe de Familia. Se destaca que a este bono inicial, se suman distintos subsidios monetarios (6), que se entregan en forma paralela que forma una canasta de prestaciones ; tales como: a) Subsidio Único Familiar (SUF), para todos los niños y niñas menores de 18 años, b) Pensión Asistencial de Vejez (PASIS), para todos los mayores de 65 años, c) Pensión Asistencial de Invalidez (PASIS) para quienes corresponda, d) Subsidio de Agua Potable (SAP), para cubrir el 100 % de la cuenta hasta 15 metros cúbicos de consumo mensual y, e) Subsidio eléctrico. Un componente relevante, es el Acceso Preferente a Programas Sociales, es decir las familias pueden optar de manera directa y expedita a los distintos programas sociales, tanto públicos como privados, ya que las distintas instituciones y organismos de las áreas de Salud, Educación, Trabajo, Vivienda, Justicia, entre otras, se comprometen con MIDEPLAN para darle prioridad a los beneficiarios de Chile Solidario. 83 Dentro de las cifras de avance que el Programa Chile Solidario presentaba desde mayo del 2002, fecha en que se oficializa su implementación, la Ministra de Planificación para ese entonces, Yasna Provoste, indicaba para el año 2005, importantes logros que nacían desde el compromiso adoptado por el Presidente Ricardo Lagos, en relación a que al término de su gobierno 225.073 familias dejarían la línea de la indigencia. No hay que olvidar que este compromiso ya había sido enunciado por el Presidente Lagos, como parte del discurso oficial del 21de mayo del 2002: “Por eso hablamos de este nuevo programa Chile solidario: por primera vez en nuestra historia las personas mas pobres dentro de los pobres tendrán garantizado el acceso a la salud, la educación, la previsión social. ¡Asi construimos un chile justo y solidario¡ (SEGEGOB, 2002, extracto del discurso oficial del Presidente Ricardo Lagos). Ante esta meta, se señalaba que a octubre del 2005 existían casi 200 mil familias en 336 comunas del territorio, con acceso preferente a la red social pública del Estado, además de garantías en las distintas prestaciones monetarias que contemplaba el programa (Maldonado, Op. Cit). Otras cifras señaladas por la Ministra Provoste, están referidas a la cantidad de familias que pudieron optar al bono de Protección circunscrito a los primeros 24 meses de trabajo, con una cifra de 95.539 familias, en relación a los bonos de protección y 45.208 familias con bonos de egreso. En base al apoyo psicosocial (Programa Puente) eran 45.975 familias que contaban con éste, agregando que de ese universo, el 76.9% presentaba egreso exitoso, es decir salieron del programa con sus 53 condiciones mínimas cumplidas. Como ya se planteaba, el programa Chile Solidario aborda el trabajo con las familias en base a siete dimensiones. Estas también forman parte de la evaluación realizada para el año 2005. Por ejemplo en el ámbito de identificación, eran 51.850 familias las que ya presentaban cédulas de identidad para todos sus integrantes. En el ámbito de la Salud se señala, 84 que un total de 9.875 familias, estaban inscritas en el servicio de atención primaria de salud, dando paso a una atención gratuita en todos los consultorios, postas y hospitales del país. De esta incorporación y acceso gratuito se destacaba: a) 581 familias con acceso a controles de embarazo, b) 28.740 familias con exámenes de Papanicolau al día, c) 5.044 familias con miembros pertenecientes a los adultos mayores, contaban con controles de salud al día, d) En el caso de las familias donde existían niños y niñas menores de 6 años, 2.438 presentaban sus controles de Niño Sano al día, entre otros indicadores (MIDEPLANa, 2008). En el ámbito de la educación se indicaba: a) 7.022 familias incorporaron a sus niños al nivel preescolar, b) 12.148 familias con adultos analfabetos aprendieron a leer y escribir, c) 2.341 familias accedieron a incorporar a sus hijos menores en algún centro educacional o jardín infantil y, d) 9.318 familias estaban recibiendo beneficios de asistencialidad escolar. Dentro de ámbito de la dinámica Familiar, también se registraban logros para el año 2005, los cuales se resumen en: a) 16.460 familias mejoraron su condición al interior de la familia para resolver conflictos y, b) 4.597 familias estaban siendo atendidas en programas de apoyo al problema de violencia intrafamiliar. Asimismo, para el ámbito del mejoramiento de las condiciones de habitabilidad: a) 14.555 familias presentaban claridad en su situación de tenencia de sitio y vivienda., b) 25.426 familias se encontraban postulando a programas de vivienda social, c) 5.406 familias habían reparado sus viviendas precarias, d) 16.620 familias contaban con un sistema de eliminación de excretas adecuado, e) 7.749 familias presentaban al menos dos piezas habitables en su casa y, f) 26.615 familias tenían camas equipadas completamente (Ibíd.). 85 Los dos últimos ámbitos evaluados eran el ámbito de la dimensión de trabajo y el de la dimensión de ingresos. Para el primero se registraba: a) Cerca de 40.386 personas, habían sido apoyadas con programas de empleo, principalmente el financiamiento de emprendimientos productivos y de servicios, b) 39.473 familias con personas que se encontraban desocupadas estaban inscritas en la Oficina Municipal de Información Laboral (OMIL). Finalmente para el ámbito dimensión de ingresos, se destaca: a) los miembros de 12.685 familias se encontraban postulando al Subsidio Único Familiar y, .35.477 familias que estaban participando del programa, lograron superar los ingresos sobre la línea de indigencia entre otros indicadores. Estas cifras que claramente dan cuenta a los avances del Programa Chile Solidario, remiten a un nuevo paradigma, en base al cómo se comienza a abordar la protección social, definida como una forma de intervención en formación de capital humano asociada a una red de prestaciones sociales destinadas a mantener el acceso a los servicios sociales básicos, evitar la exclusión social y resistir las estrategias de superación que tengan efectos irreversibles, además de incentivar la movilización de recursos propios para superar las carencias socioeconómicas” (MIDEPLAN, Op. Cit: 18). Desde esta perspectiva, Chile Solidario, se inscribe como una estrategia integral, con un enfoque multicausal de la pobreza, que tiene por idea extender un “puente” entre las familias y sus derechos (Maldonado, Op. cit: 17). Este fundamento se consolida bajo una mirada política- social, que ya no asume la pobreza únicamente desde la carencia material. La unidad de intervención cambia a partir de este programa, desde un referente individual se pasa a la Familia, como unidad con sus múltiples dimensiones, asumiendo así la complejidad que esta contiene, ya que es vista como un sistema social en constante proceso de estructuración. Ante esto, el enfoque de política tiene como objetivo apoyar las funciones de integración, cohesión económica y desarrollo humano (MIDEPLAN, 2008b). 86 Bajo este mismo análisis, Maldonado (Op. Cit), agrega que al asumir esta nueva unidad de análisis, se da paso a una concepción colectiva, dando lugar a un trabajo integrado entre todos los miembros involucrados en la situación- problema, asegurando así que los beneficios lleguen a todos los miembros de esta unidad y no solo al jefe de hogar como sucedía regularmente. En términos generales y tomando como referencia los postulados de MIDEPLAN (2009), podemos ver que desde una perspectiva asistencialista se cambia hacia un enfoque de promoción social, que instala un componente ético en el abordaje de la pobreza, ya que esta tiene que ver con la dignidad de las personas, y por tanto, con sus derechos en el acceso a los beneficios del Estado, el cual no se logra simplemente otorgando y/o recibiendo ayudas monetarias sino que ampliando y acercando igualitariamente las oportunidades hacia todos los miembros de la sociedad. Esta misma entidad deja de manifiesto, la emergencia del modelo de factores de riesgo y factores protectores en reemplazo de la “carencia” como indicador de intervención, es decir, se asume un componente multifuncional para el abordaje de la situación- problema, anticipando y por tanto previniendo elementos que impidan el acceso igualitario a los beneficios sociales. El documento de Chile Solidario, hace referencia a este nuevo marco ético que pone énfasis en el enfoque de derecho. Ante esto el Gobierno de Ricardo Lagos asume; como una política social entendida como un marco ético y político amplio, que significa introducir como criterio prioritario de diseño, ejecución y evaluación de esa política, su contribución al respeto, garantía y exigibilidad en el cumplimiento de ciertos derechos reconocidos como básicos para la gestión estratégica de un gobierno, en el marco de una apuesta de desarrollo nacional (MIDEPLAN, 2003. Op. Cit). 87 Al enfoque de derecho y al reconocimiento de la Familia como núcleo de desarrollo humano, incorporados como principios rectores del Programa Chile Solidario, se suman: a) Igualación de capacidades básicas: entendida como el principio que reconoce la libertad de las personas para buscar sus propios destinos, pero que procura que todos arranquen desde un mismo punto de partida, es decir de un mínimo de capacidades mínimas, b) Integralidad en las acciones: entendido como la habilitación de una red o apoyos necesarios para que las personas hagan efectivo el acceso a las oportunidades, c) Equidad u manejo de la vulnerabilidad: la noción de equidad asume que para lograr un modelo de desarrollo humano y sustentable, se debe procurar el goce universal de los beneficios del crecimiento. Por su parte la vulnerabilidad surge en el contexto de visualizar el fenómeno de la pobreza desde dimensiones mas amplias como las psicosociales, educacionales, laborales y familiares que se expresan en desigualdad de oportunidades y, d) Desarrollo local y participación ciudadana: para ser efectivo los objetivos del programa, la estructura de oportunidades y la movilización de recursos debe ocurrir en los territorios donde residen las familias. Es de esta forma que la dimensión local cobra relevancia (Ibíd: 19). Ahora bien, luego de recorrer los principales elementos que dan vida a la política social, bajo el Gobierno de Ricardo Lagos, con énfasis en el Programa Chile Solidario y Programa Puente, vemos que se pueden reconocer posiciones de consenso, para indicar a la Familia como un componente sustantivo en las políticas públicas, -cuasi un emblema políticofrente a la crisis de la sociedad (Castells, 1999. Op. Cit), y por tanto, vista en su condición de cédula fundante del orden social que hay que proteger ante la crisis valórica (Morandé, Op. Cit), y como el espacio de socialización y formación del individuo (Sernam, Op. Cit). 88 Sin duda, posicionar a la Familia; sea como institución de la sociedad o un grupo funcional, implica tolerar y divisar un contexto propicio que reconozca en su abordaje, un canal de contacto con las políticas sociales, facilitando reflexionar sobre las estrategias e intenciones del Estado en sus intervenciones y comprensión de ella, desde un reconocimiento nominal y coherente con formas independientes de organización y, modos asumidos como un factor de orden o normalidad para la sociedad en su conjunto. Es desde aquí, que en el diseño de una serie de acuerdos políticos y propuestas técnicas para fortalecer la Familia y apoyar a las que se encuentran en condiciones de mayor vulnerabilidad, se establece una marcada inclinación hacia los aspectos económicos por sobre los socioconvivenciales (Moratalla,2006). Desde un análisis político, se desarrollan ejes de discusión, que a la vez son propósitos de agenda pública como: Integración-desintegración social Participación-equidad social Responsabilidad individual-responsabilidad colectiva Dependencia subsidiaria o iniciativa y emprendimiento individual Ambos se funden en un campo normativo que desde el abordaje de materias de desarrollo social, a partir de regulaciones legales, logran un impacto entre lo económico y lo político como: Desarrollo y edad Género Legalidad, nupcialidad y expectativas con arreglos morales como el aborto, la disolución del vínculo conyugal, tuición de los hijos. 89 Se denota entonces, una alianza estratégica de propósitos socialdemócratas con la intervención y participación activa del mercado generando programas; pro individuo (concepción portadora) y las corporativistas o pro dependencia del Estado (concepción beneficiaria) (Corvalán, Op. Cit). Éstas reportan soluciones técnicas, que combinan la existencia de políticas del tipo universal como la Asistencia Social a través de los Subsidios con otras de coordinación y sinergia social como lo es el Programa Puente (MIDEPLANb, 2001, Op. Cit). Las acciones que se generan desde este programa son eminentemente de tipo individual, ya que, a pesar de entender que desde su concepción y origen, se manifiesta una acción que concibe como grupo destinatario a la Familia, esto no puede considerarse un tipo de acción colectiva, ya que la organización y el conjunto de acciones derivadas no implica la concertación ni coordinación de esfuerzos para su concreción, sino que la acción de sujetos o miembros de grupos familiares, en actitud gestionadora de recursos, que sean supletorios frente a necesidades materiales y al cumplimiento de funciones familiares, permitiendo la restauración del vínculo social que opera como barrera ante la desprotección y el desamparo (Pennachi, 1999). No obstante, es importante señalar, que el enlace de estas dos políticas, Subsidios y Puente, fueron emblemáticas durante el gobierno de Ricardo Lagos, hecho que se ejemplifica con el caso de “la señora Juanita.”, ilustración referida por el Presidente Lagos, para dar cuenta en forma operativa, del proceso de gestión de ayuda subsidiaria y superación de la pobreza, la que permitió ilustrar a escala familiar los impactos y méritos del tipo de política referida. 90 Es por ello que cabe listar elementos que posibilitan un análisis sobre la factibilidad de una política pública familiar, sugiriendo su perfeccionamiento, ya que: • Ofrece maximización de recursos y reduce las asimetrías de Información. • Responde a intereses del Estado ya que trae aparejado externalidades positivas sobre la desigual distribución del ingreso (control y paz social- governance), promoviendo la dependencia y desestimulando la iniciativa individual. • Genera déficit, a menos que incluya riqueza o impuestos, además no genera empleo. • Corrige la exclusión y estimula la demanda pero no la oferta, o sea es un mercado imperfecto, o bien a veces genera cuasimercados. • Es tema de agenda pero no prioridad de programa ya que, tiene un alto costo de transacción, descentralizado a nivel local. • Tiene dificultad para valorizar resultados e impactos y se presta para uso de la burocracia con fines electorales, entiéndase por esto “clientelares”. Estas indicaciones, que desde nuestra perspectiva deberían considerarse para así mejorar la implementación y por tanto desarrollo del Programa, se unen a otras reflexiones que también aportan al proceso de evaluación de los alcances de Chile Solidario. Cohen y Franco y Villatoro (Op. Cit), destacan los principales elementos a discusión en torno a los componentes tanto teóricos como prácticos de dicho Programa. Destacamos que no solo se integran indicadores cuantitativos, sino que también se remiten a otros estudios cualitativos realizados en torno al tema, cómo a las evaluaciones realizadas por la CEPAL en el año 2006. 91 El primer elemento de discusión, hace relación con el cumplimiento de los 53 mínimos definidos por el gobierno. Ambos autores plantean que estos mínimos, no necesariamente se ajustaban a la realidad de las familias beneficiarias, ya que no se consideraban factores causales. Factores exógenos de estructura, especialmente institucionales y legales, como factores contextuales más amplios, son indicadores que inciden, pudiendo interferir el desarrollo de los mínimos definidos. Esto proyecta una reflexión, en torno a la no uniformidad de las familias beneficiarias, teniendo así que considerar particularidades capaces de integrar un universo más diverso, donde las demandas pueden tender a diferir de los mínimos establecidos (Ibíd.). El segundo núcleo de reflexión, está situado en la noción de derecho. Para ambos autores el cumplimiento de los mínimos no certifica ni verifica directamente el ejercicio de derecho, ya que solo se logra instalar una escala mínima donde las familias, se acercan a un modelo o norma establecida. Asegurar el desarrollo de un derecho transciende claramente una participación normada, dando por resultado que el cumplimiento de los mínimos requeridos solo encamine a las familias a un tipo ideal. Ante esto agregamos, que la enunciación de mínimos, no es condición para que éstos se transformen en derechos sociales y económicos. Esto solo sería posible, si existieran condiciones que dignificaran realmente a los ciudadanos en su ejercicio tanto social, económico como político. En el capítulo anterior, mencionábamos que otro de los elementos discutidos del Programa, era el desajuste entre la oferta y la demanda, situación que también era parte de los debates en torno a los distintos Programas de Transferencia Condicionada. Por una parte se identifica una demanda derivada de reglas de operación no adecuadas y, por otra parte, una oferta insuficiente que se caracteriza por contener un alto costo de transacción para el uso de los servicios. 92 Esto se ejemplifica en la incapacidad de la red estatal de evitar o disminuir los trámites burocráticos para el acceso a los beneficios “supuestamente ofertados”. No existe tampoco un acompañamiento por parte de los Servicios ofertados hacia los beneficiarios (Cohen y Franco, Op. Cit: 10). Un dato interesante está relacionado con la percepción tanto ciudadana como desde el mismo Estado en base al funcionamiento del Programa Chile Solidario. La percepción se califica como positiva y emerge del estudio realizado por el Fosis en el año 2004. Según este, el 88% de las autoridades locales (alcaldes) pensaban que existía voluntad política para dar continuidad al Programa. Por otra parte el 90%, opinaba que las familias poseían una buena opinión del Programa, cifra que se complementa con un 84% de afirmación y corroboración de estas autoridades municipales, en torno a que Puente Chile Solidario aporta a la reducción de la pobreza extrema de las comunas (Maldonado, Op. cit). 4.2.2 Una mirada a la Política Social bajo el Gobierno de Michelle Bachelet Jeria El Gobierno de la Presidenta Bachelet, instala un análisis en torno a la política social que claramente presenta continuidad y profundización con sus antecesores. A modo general, se observa la consolidación de un conjunto de políticas públicas y de reformas estatales que van dando forma al protagonismo de un Estado de protección social. Esta imagen que toma fuerza, luego de sus primeros dos años de ejercicio, se complementa con el buen manejo ante los efectos de la crisis financiera internacional y con el aumento de aprobación popular hacia su gobierno (MIDEPLAN, 2009. Op.Cit). La idea de avanzar en la construcción de un Sistema de Protección Social (7), nos remonta a los lineamientos que el Presidente Lagos, ejemplificó, a través de la puesta en Marcha del Programa Chile Solidario. 93 La Presidenta busca fortalecer un sistema que acompañe a las personas a lo largo de todo su ciclo de vida, por tanto habla de un bienestar garantizado a través del ejercicio de derechos sociales, tanto universales como focalizados en la población más vulnerable, lo que se resume en políticas sociales universales en salud, en educación y en vivienda y, políticas focalizadas y de subsidios para los que más lo requieren (Jara, 2010). Al Programa Chile Solidario del 2002, se unen el Plan AUGE, que tenía como meta para el 2010 incluir 80 patologías, además del establecimiento de 12 años de educación escolar obligatoria para todos los niños y niñas con una proyección que para ese entonces era de 14 años de educación garantizada. Se suma a lo anterior el sistema Chile Crece Contigo y finalmente la Reforma Previsional, que significa más y mejores pensiones para los adultos mayores. En relación a la Reforma Previsional, tempranamente la Presidenta constituyó un Consejo Asesor para el estudio de esta materia. El conjunto de debates y la discusión parlamentaria sobre el proyecto se plasmó en la ley 20.255, publicada en marzo de 2008, en la cual se propuso recuperar los principios de “el derecho a la Protección Social: seguridad y certeza; la legitimidad y participación ciudadana; la solidaridad (con la creación del Sistema de Pensiones Solidarias); la igualdad y equidad de género”(8). En general, ha consistido en un conjunto de beneficios que asegura que al término de su vida activa, tengan asegurado un ingreso permanente. Esto favorece a trabajadores dependientes, independientes y/o individuos que han estado en situación de inestabilidad laboral o simplemente que nunca han formado parte del sistema laboral remunerado(9) (Arenas, 2009). Enunciamos brevemente esta Reforma Previsional, puesto que se instaló como uno de los cambios más importantes del Gobierno de la Presidenta Bachelet, en la medida en que se inscribe como un marco de avanzada en 94 temáticas de reducción de brechas de inequidad, reforzando la idea que ya planteábamos en torno a un Estado que da protección social. Por otro lado, los enunciados de la Ministra de Planificación de ese entonces, Paula Quintana, emitidos a inicios de abril del 2009, proyectaba que para fines de ese año, 800.000 adultos mayores serían beneficiarios del Pilar Solidario de la Reforma mencionada (Pensión Básica Solidaria y Aporte Provisional Solidario), dando un ejemplo claro de los propósito de mayor protección para los adultos mayores durante el mandato de Bachelet. Retomado la continuidad en materia de política social, es el Ministerio de Planificación, el que tuvo la tarea de consolidar el Programa Chile Solidario e instalar el Programa Chile Crece Contigo, perfilándose este último como uno de las medidas innovadoras que entran a fortalecer el acompañamiento en todos los ciclos de vida de las familias más vulnerables. Para el 2009 se proyectaba una ampliación en la cobertura a través del Programa Puente, indicando 50.000 nuevas familias, a las que se sumaban a las 337.000, que ya participaban desde su origen. Considerando la evaluación en torno a la estrategia de intervención del programa, se establece un cambio relacionado con la necesidad de dar respuesta a la diversidad de las familias en extrema pobreza y vulnerabilidad, la que se operacionaliza, mediante el diseño de estrategias de intervención diferenciadas según el perfil de cada familia beneficiada. Relevamos este punto, ya que se inscribe dentro de las principales críticas ejercidas sobre la estrategia que el Programa experimentó desde sus inicios, donde muchas veces caía en un abordaje unificador de la unidad familiar, no considerando así la diversidad que porta este núcleo social. Paralelo a este cambio se proyecta para el Chile Solidario la incrementación en las condiciones mínimas de calidad de vida y, la incorporación de talleres grupales, con el fin de fomentar y potenciar el capital social de las familias que participan del Sistema (Ibíd.). 95 En relación al Programa Chile Crece Contigo Chile, Sistema de Protección Integral a la Infancia, se destaca que tiene como principal misión acompañar, proteger y apoyar integralmente a todos los niños, niñas y sus familias, contando para este fin con prestaciones universales como también focalizadas. En este programa participan niños y niñas, desde la gestación hasta los 4 años de edad, sus familias y al entorno en el que crecen y se desarrollan. En base a los componentes universales del Programa, están dirigidos a todos los niños y niñas en primera infancia, destacando como principales servicios: a) Programa educativo masivo: dirigido a sensibilizar sobre las necesidades de desarrollo de los niños y niñas en la primera infancia y a orientar a los adultos, en materias de cuidado y estimulación de los niños y niñas, a través de cápsulas educativas en radio y televisión y, b) FonoInfancia (800 200 818): Teléfono información y apoyo para los padres y madres que la Fundación Integra ha puesto a disposición de Chile Crece Contigo. Para los niños y niñas que se atienden en el servicio público de salud, también se consideran una diversidad de prestaciones, destacando: a) guía de la Gestación y el Nacimiento "Empezando a Crecer" para las mujeres embarazadas; b) reforzamiento del control del embarazo; c) talleres y actividades de preparación al parto, d) visitas domiciliarias del personal de salud en los hogares de mujeres embarazadas que presenten algún factor de riesgo; e) atención personalizada del parto, como parte de las garantías explícitas en salud (GES / AUGE), f) Set de material didáctico "Acompañándote a Descubrir I" para los niños y niñas menores de 1 año; g) reforzamiento del control de salud del niño o niña, con especial énfasis en los dos primeros años de vida y; h) entrega de set de material didáctico "Acompañándote a Descubrir II" para niños y niñas entre 1 y 2 años (Jara, Op. Cit). 96 Finalmente, las prestaciones dirigidas a los niños y niñas de familias que pertenecen a hogares del 40% de menores recursos o que presentan alguna situación de vulnerabilidad especial, se destaca: a) Subsidio Familiar (SUF) garantizado hasta que el niño o niña cumpla los 18 años, en la medida que cumplan con los requisitos establecidos por la ley para este beneficio (padre o madre sin previsión y formar parte de un hogar perteneciente al 40% de menores recursos del país, requisito certificado a través de la aplicación de la Ficha de Protección Social); b) Sala cuna (10) gratuita para todos los niños y niñas menores de 2 años, cuya madre o adulto responsable trabaje, busque trabajo, estudie, o presente una situación de especial vulnerabilidad; c) cobertura de jardín infantil gratuito y de calidad, de jornada parcial, completa o extendida para todos los niños de 2 y 3 años de edad, d) Modalidades de educación parvularia no convencionales, adecuadas a diversas realidades donde niños y niñas crecen y se desarrollan, e) ayudas técnicas para niños y niñas que presenten alguna discapacidad, incluyendo los apoyos requeridos tanto en sus hogares como en las instituciones que les atiendan; f) acceso preferente de familias a programas, servicios y prestaciones públicas que requieran en función del desarrollo de sus hijos e hijas, tales como: incorporación al sistema de protección social Chile Solidario, nivelación de estudios, mejoramiento de las condiciones de habitabilidad, programas de apoyo a la inserción laboral y a la generación de ingresos, entre otros. Es sin duda, la Ley Nº 20.379, publicada el 12 de septiembre del 2009, la que crea el Sistema Intersectorial de Protección Social, el marco legal que ampara el enfoque del gobierno de Bachelet. La aprobación de esta ley significó institucionalizar, darle solidez, estabilidad jurídica y recursos, a un Sistema de garantías exigibles por la ciudadanía, permitiendo a la vez consolidar un modelo de gestión intersectorial y descentralizada en políticas públicas. De esta forma, se institucionaliza el subsistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo (MIDEPLAN, 2009, Op. Cit: 205). 97 En base a la evaluación que MIDEPLAN (2009) realizó en torno al Subsistema de Protección Integral a la Infancia, Chile Crece Contigo, antes del inicio del mandato de Sebastián Piñera, se destacan algunas líneas tales como, avances en la inserción de más de 450 mil mujeres al programa; integración a la educación prenatal de mas de 148 mil gestantes en el sistema público de salud y, una realización de mas de 61 mil visitas domiciliarias integrales a las gestantes y sus familias que presentaban factores de riesgo psicosocial. A estos logros se suman el inicio de la implementación del Programa Apoyo al Recién Nacido y progresos en el diseño y desarrollo de instrumentos de monitoreo y evaluación del subsistema Chile Crece Contigo (Ibíd.). Otro tema relevante y transversal al mejoramiento del sistema de protección social, es el referido a los instrumentos de gestión. Dentro de esta área de trabajo se destacan dos medidas de cambio y modernización realizadas bajo el gobierno de Bachelet. El primer instrumento esta referido a la Ficha de Protección social y el segundo al Registro de Información Social. En base a la Ficha de Protección Social, se procedió a la actualización de la este instrumento, encuestando a más de tres millones y medio de familias, actividad a la que se sumaron los procesos de auditoria y supervisión de la Ficha de Protección Social, para así controlar en terreno el funcionamiento de los equipos comunales. Además, su mejoramiento, estuvo de la mano con el desarrollo de talleres de capacitación tanto a los encargados de aplicarla como a los distintos servicios públicos para determinar y fortalecer su uso, todo esto orientado a seguir perfeccionando la identificación de la población que necesita ser atendida bajo la lógica de un Sistema de Protección Social (Estay, 2010). Con la presencia de un sistema de fichas de caracterización actualizadas, se hizo necesario generar plataformas de información que orientaran la correcta asignación de los beneficios del Estado. Ante esto, y bajo el marco de la agenda de modernización del Estado y como contribución al cumplimiento 98 de la ley de transparencia, MIDEPLAN puso a disposición del sector público la plataforma informática del Sistema Integrado de Información Social, de modo de facilitar el intercambio de información entre los distintos ministerios y servicios. Un programa que entra a complementar el Desarrollo de Chile Solidario, para este periodo es el Programa “Abriendo caminos”, que se define como parte de una estrategia de apoyo integral a niños y niñas de familias con personas que cumplen condena en medio cerrado, por el impacto negativo de la privación de libertad de uno o más adultos significativos del hogar, en el desarrollo y bienestar de los niños y niñas, lo que se expresa principalmente en la reducción de las oportunidades que tienen a disposición, para generar e incrementar capital humano y social, en un contexto de grave deterioro de las condiciones del entorno familiar en el que se desenvuelven y se desarrollan. Se destaca que se ejecutó en cuatro regiones del país, O’Higgins, Bio-bío, Los Ríos y Metropolitana, con un presupuesto de mil 39 millones de pesos, alcanzando una cobertura de mil 975 niños, donde además se incluye la atención a 796 familias, especialmente a los adultos a cargo de la crianza, que corresponden a mil 331 personas (Jara, Op. Cit). Otros balances en relación al sistema de protección social, son los relacionados con el Programa Vínculo, el cual trabaja con adultos mayores vulnerables y que viven solos. Este se implementó en 115 municipalidades con la asistencia técnica del Servicio Nacional del Adulto Mayor, dando por resultado que para fines del 2009, se hallan registrado 23 mil 969 personas como beneficiarias. Por otra parte, el Programa Calle, orientado a los adultos que viven en situación de calle, se ejecutó para el año 2009, en ocho regiones tales como Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, O’Higgins, Bio-bío, Los 99 Lagos y Metropolitana, presentando un presupuesto de de más de 971 millones de pesos, con tres mil 276 personas beneficiadas. Para finalizar esta revisión que nos sitúa en torno a los principales lineamientos identificados bajo la Presidencia de Bachelet, destacamos la clara continuidad con el enfoque social asumidos durante el gobierno de Lagos. El mejoramiento visualizado en instrumentos de planificación e intervención son medidas que se destacan puesto que eran elementos críticos al momento de evaluar los impactos que en especifico, el Programa Chile solidario dimensionaba. Asumir al núcleo familiar, bajo parámetros diversos y no unificadores, aportan con la implementación de políticas sociales mas particulares e inclusivas de los contextos y variadas demandas que la ciudadanía, en este caso, población mas vulnerable. De esta manera, se puede esgrimir que ambos gobiernos, integran una mirada amplia de la significancia que tiene el concepto de gobernabilidad, como idea fuerza, capaz de proyectar un crecimiento sostenido de la economía y, al mismo tiempo, un desarrollo social con equidad. A modo de poder operacionalizar esta propuesta en el ámbito de las políticas sociales, se empieza a generar, por parte del Estado, un marco técnico, posible de conjugar tanto elementos de focalización como de cobertura ampliada, especialmente en el ámbito de necesidades básicas de la población como educación, salud y vivienda. En cuanto a la focalización, se busca identificar a sujetos tipos que presenten índices de vulnerabilidad social, bajo criterios desprendidos de situaciones de género, etáreas, de acceso a empleos productivos, etc., a modo de ir generando habilidades desde los recursos existentes. Se amplia la focalización, puesto que no está centrada únicamente en un mirada asistencialista, hacia aquellos sectores incapaces de participar en el mercado, sino más bien, se busca crear niveles de integración, a través de inversión en capital humano, habilitación social, procesos de 100 empoderamiento, entre otros. El objetivo, en última instancia, está en poder incidir en los factores que crean la desigualdad social, a partir no sólo de diversificar tanto la oferta como la demanda, sino también mediante la integración de la sociedad a espacios más participativos y sustentables en el tiempo. Se ha tratado también, de poder crear elementos complementarios de intervención, a modo de ir garantizando que tanto la producción como la implementación de servicios sociales lleguen efectivamente a aquellos sectores que necesitan atención. Por tanto, se ve una intención por parte del sector estatal, de ir creando pisos mínimos que aseguren un bienestar social ampliado y garantizado, como a la vez, crear una mayor capacidad de regulación, normalización, promoción y supervisión en la producción y prestación de servicios. De esta manera, se reconoce que el mercado, como espacio de intercambio, no es capaz de crear por si sólo capacidades que favorezcan la equidad social. A partir de esta reflexión, emerge un Estado promotor y a la vez regulador de las dinámicas sociales. Al mismo tiempo, visualizamos una relocalización, que encadena no sólo aspectos específicos de intervención sectorial (sea esta vivienda, salud, desarrollo productivo, etc.), sino también sitúa la inversión como generador de potencialidades, que van más allá del hecho de la prestación de servicios. Un claro ejemplo de este tipo de intervención, lo representan los programas que en ambos gobiernos estudiamos. Desde esta perspectiva, si sitúa la inversión en cadena, en el decíl más pobre (caracterizado socialmente como indigente), bajo una intervención sobre el núcleo familiar, a modo de crear una situación de habilitación en todos los componentes que hacen imposible que el grupo familiar pueda encontrar éxitos para superar la pobreza, es decir, la estrategia de 101 refocalización en cadena, expresa una nueva mirada que trata de potenciar la integración total del beneficiario participante, no sólo en base a servicios sectoriales sino también en base a toda una secuencia de prestaciones estatales. Otro elemento que hace posible esta nueva intervención social, en base a estrategias integrales y diversas, es la reorganización administrativa del Estado, ya que sin estas nuevas modalidades de gestión se imposibilita el despliegue de nuevas metodologías de trabajo para la puesta en marcha de políticas sociales. La emergencia de una nueva arquitectura estatal de carácter policéntrica, que busca la integración de nuevos actores en la toma de decisión, es la base sustentadora de un proceso capaz de dar respuesta eficiente, clara y transparente. Este escenario es posibilitado gracias a la Reforma del Estado ya mencionada con anterioridad, ya que crea el escenario tanto organizativo como gestionario, para ir avanzando en la concreción de los objetivos desplegados en el proyecto país. 4.3 Aplicación y Análisis de Metodología propuesta 4.3.1 Variables de análisis Como ya planteábamos al inicio de la investigación, los criterios de integración dimensionados para la presente, se articulan en base a cinco ejes temáticos: Instituciones Familiares, Desarrollo y Género, Delito y justicia, Socioeconómicas e Institucionalidad. Las relaciones, integraciones y oposiciones de estos, componen el campo de análisis investigativo propuesto. 102 Ahora bien, estas categorías de análisis se sostienen en un eje temático de acción de la política social que se operacionaliza, a través de la descripción de tendencias sociales, políticas, económicas y culturales, los actores centrales de los procesos y, los estilos participativos, junto al modelo de intervención predominante para la acción. Los contenidos y/o definiciones asignados a estos cinco ejes temáticos son: A. Las instituciones familiares, vistos desde una perspectiva funcional como las estructuras formativas de la organización de los tipos familiares, sobre la base de distribución de tareas, adecuadas a roles parentales, generados a partir de las estructuras del parentesco y de su sentido de cambio y transformación en sus ciclos y propias construcciones sociales de la Familia y lo familiar. B. Desarrollo y género, entendidos desde el proceso de crecimiento individual de cada integrante de las familias y las tensiones acorde a las demandas funcionales de integración social, de acuerdo a la vivencia de la experiencia social desde cada sexo. C. El Delito y la Justicia como una acción focalizada en tareas de protección de individuos, sobre la base de una accionar en defensa de la Familia, referido a las estructuras de poder con que se estructuran la organización familiar y los procesos comunicacionales. D. La dimensión Socioeconómica, visualiza desde el acceso a bienes y servicios, las capacidades de integración a la estructura productiva extendiéndose a las familias, de tal manera que se activan sus potencialidades para enfrentar la vulnerabilidad social y la pobreza. 103 E. La institucionalidad, asumida como el contexto administrativo que reglamenta y operativiza, las acciones dirigidas en política social hacia la Familia en el espectro del quehacer del Estado. El análisis de estos ejes temáticos permitirá acercarnos a los contenidos más relevantes de cada gobierno, relacionados con nuestra temática de estudio, para así comprender la indicaciones de política social, contenidas tanto en discursos y documentos públicos, validados por autoridades políticas y técnicas vinculadas a la acción social y la temática de Familia. Serán los discursos presidenciales, las principales herramientas de acercamiento y vinculación analítica entre las los distintos temas seleccionados para la integración y discusión, ya que estos se transforman en decisiones concretas materializadas en los fundamentos y ejes normativos de los programas sociales. Nos acercan a los conocimientos sobre conceptos, premisas fundamentales y específicas del proceso político, los cuales culminan con la creación de una política social en particular. Ante esto “La acción política no es comprensible fuera del orden simbólico que la genera y del universo imaginario que ella misma engendra dentro de un campo determinado de relaciones sociales. El único camino para acceder a los mecanismos imaginaros y simbólicos asociados al sentido de la acción es el análisis de los discursos sociales” (Segal y Verón, 2003:20). 4.3.2 Integración entre Ejes temáticos propuestos y contenidos discursivos A continuación describiremos los contenidos relevantes por cada eje temático considerado, relacionando directamente los discursos presidenciales que dan cuenta de ellos, para así relevar y articularlos con el campo de análisis propuesto. 104 A) Eje Nº 1: Las instituciones familiares: acciones legales facilitadoras de las Políticas sociales. Divorcio y separación de hecho, pasan a ser elementos centrales de la discusión legislativa y social, al respecto se hace cargo en materia de derecho civil, de las relaciones tanto patrimoniales como relacionales generadas por la disolución del vínculo matrimonial, dando cuenta de un nuevo marco institucional de acción para las familias en el contexto de la legitimación de un nuevo orden del que derivan obligaciones económicas y a la vez un nuevo estado civil, dando la posibilidad de reconstituir vida familiar. Las cifras estadísticas de países con divorcio, dan cuenta de un aspecto tensionante con aquellos efectos donde opera la separación de hecho, lo que viene a generar un contexto de observación y análisis del fenómeno por una parte centrado en los efectos negativos del divorcio en los hijos, en materia de delincuencia, drogadicción, rendimiento escolar, desarrollo emocional, etc., difícil y a la vez imperioso encontrar soluciones para evitar o paliar los riegos que conlleva un divorcio vincular (no es el matrimonio en sí mismo lo que está en crisis, sino las personas), sobre todo respecto de la despreocupación y vulnerabilidad a la que se exponen integrantes de la Familia, frente al incumplimiento de funciones de protección y mantención principalmente. De esta forma se hacen más explícitos los derechos del que está por nacer, y permite precisar la distinción entre el principio legal de las personas (que comienza con el nacimiento) y el principio natural (que comienza con la concepción). Otra modificación opera respecto del cambio de nombre, instalado desde el principio de legitimidad desde una base afectiva y práctica a una obligación legal, con el fin de resguardar los bienes y relaciones entre las familias, permitiendo que una persona pueda solicitar que el apellido materno se 105 anteponga al paterno; como también que al inscribir el recién nacido se pueda registrar como primer apellido el del padre o el de la madre, según acuerden los progenitores. Se reconoce desde la libertad una redefinición política de la adscripción familiar, como un valor y una consecuencia de los cambios culturales y aperturas a nuevos enfoques patrimoniales para definir lo familiar, predominando las lógicas afectivas mayoritariamente. En cuanto a la tuición y el derecho a visitas, este tema busca la igualdad de las personas y la protección de los hijos, instalando que la tuición está establecida en beneficio del hijo y no debiera alterarse sino en función del superior interés de él, facilitando así el proceso de mediación para alcanzar acuerdo en estas materias. Emergen el niño como actor en la definición última y la concepción de Familia para los jueces como una totalidad. De manera similar la patria potestad, busca generar cambios en la línea, de que los padres decidan quién de ellos va a ejercer, obligándolos conjuntamente, solo en caso de desacuerdo, de ir a tribunales para decidir a cuál de los dos corresponderá. Se trata de una intromisión del Estado en la intimidad de la Familia, que en lo posible debe evitarse. En cuanto a la condición de los Hijos Legítimos e Ilegítimos, se modifica el esquema vigente que distingue entre hijos legítimos, naturales y propiamente ilegítimos, para reemplazarlo por otro que sólo contempla hijos matrimoniales y extramatrimoniales. Sin embargo, no se trata de un cambio de denominación sino de lograr una equiparación por la vía legal de situaciones que responden a realidades distintas. Se integran en la acción pública varias materias tales como la investigación de la paternidad, la patria potestad, la sucesión por causa de muerte. En el 106 fondo, el proyecto conciente o inconcientemente, obliga a reflexionar sobre si el matrimonio se justifica o no como fuente de filiación y si la Familia (que sólo considera los hijos habidos en ella o voluntariamente admitidos) debe o no ser protegida. En afanes de protección se sanciona como ultraje a las buenas costumbres, la difusión de comunicaciones telefónicas de tipo pornográfico; intentando determinar el uso adecuado del teléfono familiar y, en especial respecto a los hijos. Dentro de este primer eje temático se identifican los siguientes mecanismos de operacionalización: Tendencias sociales • Más importancia de los individuos en los procesos de protección a los hijos. • Reconocimiento de la libertad antipatriarcal. • Igualdad de género y responsabilidad de tuición compartida. • Saca la decisión del Estado y la Ley como únicos actores y la pone en los padres y los hijos. • Aceptación, tolerancia y resistencia, frente a instituciones y modelos históricos de convivencia que se rompen y se legaliza su ruptura. • Igualdad ante la ley para hijos concebidos dentro del matrimonio o extramatrimonial. Tendencias políticas • Generar un formato legal que de vigencia a la interrupción del matrimonio. • Libertad individual como reconocimiento de estructuras desiguales. 107 • Reconocer roles diferenciados pero funcionalmente iguales entre hombre y mujeres. • Condicionar su aceptación, bajo regulaciones que suponen un acuerdo para no radicalizar posiciones liberales y conservadoras, protegiendo así a los vulnerables: “hijos”. • Principio natural –concepción- se protege y se regula la igualdad del principio legal. Tendencias culturales • Normalizar la indivisibilidad de vínculo matrimonial. • Valoración de la madre como jefe legal, y afectivo de la familia. • Paternidad y nueva masculinidad. • Reconocimiento de las crisis terminales de los matrimonio. • Transferencia de la iniciativa a cada sujeto unilateralmente. • Deslegitimar la nulidad como base de la disolución: fin del engaño. • Fin de la institución del guacho Tendencias económicas • Nuevo estatuto económico redistributivo de la riqueza del hogar. • Nuevo actor en tensión desde lo doméstico. • Capacidad de trabajo e ingresos fijos. • Régimen patrimonial de la propiedad privada condicionado a la equidad distributiva por género y edades. Actores Centrales del Proceso Legislativo y Sociedad Civil • Sociedad Civil y padres interesados. • Parlamentarios y acuerdos políticos-CNF- • Sujetos portadores de derechos 108 Expectativas de Participación Social • Consultivo en mesas de expertos. • Empoderadoras respecto de religiosas de formación laica o no dependientes de Iglesia. • Rol portador de los actores involucrados. • Organización de padres y presión social ante lobbys legislativos. • Reestructuración de los hogares monoparentales y de cada nuevo actor, legitimidad de la reconstitución. • Empoderamiento desde la niñez. Crítica al derecho carente del deber. Modelo de Intervención Predominante. • De uno familista excluyente a uno individualista y funcional incluyente. • Funciones centradas en lo económico y afectivo igual • Funcionalista y preocupado por cada individuo, Sobre la base de una acción universal de acceso y la facilitación del mercado para su agilización. • Protector de derecho de los hijos y de los que van a nacer. En base a este primer eje, vinculamos los discursos realizados por Ricardo Lagos, que en términos generales aluden a la “integración social, vía reformas en el marco del Estado de Derecho”. “Las reformas las realizaremos en el marco del Estado de Derecho y con participación, integración, consulta y diálogo con la ciudadanía. No creemos en los cambios que se imponen por la acción autoritaria de una elite que todo lo sabe. Una convivencia sana se construye cuando los derechos y las 109 obligaciones están claros y son respetados por todos” (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Integramos esta parte del discurso presidencial, ya que indica el enfoque global que el gobierno de Ricardo Lagos emprendió desde el inicio de su presidencia. No debemos olvidar, como ya lo señalábamos en apartados anteriores, que su compromiso se instala en un marco político que tiene como fin, poner término a una transición que ya llevaba 10 años de duración, mediante la real inclusión social vía derechos ciudadanos. Es ante esto, que la integración significaba la “inclusión” al proceso de desarrollo económico, social y cultural de todos los sectores, ya que solo así era efectivo el logro de una cohesión social, garantía mínima para la estabilidad política. A esto debemos sumar que el inicio de su presidencia marca el fin de un siglo que da como impulso rector la consolidación democrática en base a un objetivo común que era “Construir de mejor manera el futuro”. El enunciar la categoría de “democrático” en oposición al modelo “autoritario”, es también un componente que marcó la orientación discursiva de Lagos, donde siempre se buscó dar cuenta de una estrategia y a la vez, fundamento ético distinto al llevado durante la Dictadura Militar. Ahora bien, en relación a las Reformas requeridas para avanzar y consolidar esta construcción democrática se señala: “Emprenderemos reformas en las esferas social, política, económica y cultural. No cualquier tipo de reformas, porque lo que Chile necesita no es cualquier tipo de cambio, sino aquel que le permita a todos sus hijos crecer en igualdad y en libertad, que aquel que nace en esta tierra nuestra, tiene iguales posibilidades, no importa el lugar o la cuna en que nació” ” (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). 110 El plantear que Chile no necesita de cualquier tipo de cambio, sino que en aquel cimentado en el crecimiento de hijos en igualdad y en libertad, da cuenta de una mirada que se enfoca directamente en la importancia de la familia como sistema social, es decir, es desde este espacio donde se puede lograr una participación igualitaria de todos los ciudadanos. Señalar esto, es además reconocer que la reproducción y transferencia intergeneracional, es un pilar importante donde hay que orientar las reformas en el marco institucional que resguarda a la familia, dando a entender que la libertad y la igualdad no solo se instalan desde un talante individual sino que como una experiencia colectiva, que para este caso esta representado por una nueva unidad de focalización desde la política Social. Es a ella donde hay que apuntar los esfuerzos intersectoriales para así dar respuesta las múltiples y diferenciadas demandas que todos los integrantes de ella requieren en sus distintos ciclos de vida. Las materias en temáticas de divorcio y separación de hechos, en la tuición y derechos de visitas y, mas claramente en el cambio dado a la condición de hijos “legítimos e ilegítimos”, dan cuenta de este nuevo abanico legislativo que refuerza y a la vez reconoce la necesidad de reformar antiguas estructuras legales en torno al núcleo familiar y sus integrantes. Claramente se enfatiza un tipo de cambio reestructurador del desarrollo y no solo asociado a crecimiento económico sino que en igualdad social. B) Eje Nº 2: Desarrollo y Género En relación a los adultos mayores, se plantea su integración plena en la sociedad, para lo cual se crea un servicio público y un fondo. Sin embargo, el adulto mayor no es de por sí una circunstancia que amerite la atención del Estado, sino en cuanto sea pobre. 111 Por otra parte, se asegura el derecho de las alumnas que concurran a clase en estado de gravidez (embarazo), de que no podrán ser rechazadas por esa circunstancia. El problema es complejo, y deben tenerse presente las normas que, aceptadas por los padres y apoderados, rijan en cada establecimiento educacional. Dentro de este segundo eje temático, se identifican los siguientes mecanismos de operacionalización: Tendencias sociales • La presencia intergeneracional cono una condición de igualdad social. • La focalización y sensibilidad frente a los pobres. • Protección del Adulto Mayor, promoción, integración y buen trato. • Embarazo normalizado y protegido desde la madre adolescente. • Permanencia en la escuela en condición de igualdad. Tendencias políticas • Integración de nuevos actores sociales recomponiendo el lazo intergeneracional con el adulto mayor. • Acción del Estado en la construcción de una institucionalidad específica para el Adulto Mayor. • Alteración de las disposiciones universales de acceso a la Educación como un derecho garantizado en igualdad social. • Protección de los Derechos de los niños, a través de la adolescente embrazada y su participación en el colegio. • Confrontación explícita con intereses y valores de particulares. • Evitar los malos tratos focalizados en el Adulto Mayor. 112 Tendencias culturales • Reconocimiento del Adulto Mayor como un actor de la sociedad en condiciones de igualdad y derechos. • Protección integral de los sujetos. • Igualdad ante la ley y subordinación del bien particular ante el bien universal. • Ruptura de los estigmas del embarazo en la adolescencia como materia de sanción y expulsión del circuito escolar. • Tolerancia y acogida a fenómenos de la vida cotidiana. Tendencias económicas • Focalizar al Adulto Mayor solo en su condición de pobre. • Inversión fiscal en un fondo para abordar al Adulto Mayor. • Facilitar la permanencia en el cordón estudios-trabajo de sujetos vulnerables. • Invertir en la atención especializada. Actores Centrales del Proceso • Estado y la nueva institucionalidad que ampara las políticas en torno al Adulto Mayor. • Sujetos vulnerables. • Acción Estatal y Privada. • Organización ciudadanizante de los apoderados. Expectativas de Participación Social • Deposita en pobreza, la base de la activación y participación social. • Consumidora desde el mercado como mecanismo integrador. 113 • Gestión de tribunales especializados en materia Proteccional y de Defensorías. • Activa y denunciante y a la vez, integrativas y solidaria de las comunidades escolares. Modelo de Intervención Predominante • Estatal estableciendo las bases sobre los Adultos Mayores pobres (Más vida para tus años). • Institucionales y Codelegación en el mercado. • Coordinación en Redes de protección frente a la violencia. • Protectora y dialógica en intermediación con resistencias de privados en el Establecimiento Educativo y, la consecución de estudios. En base a los discursos de Ricardo Lagos, relacionados con la integración del Adulto Mayor, se destaca: “Debemos adaptarnos también a otros cambios, como el de la estructura demográfica, talvez el mayor desafío que tendremos en los próximos años. Hacia el 2010, el 12 por ciento de la población será mayor de 60 años. Hacia el 2020 ó 2025, el 25% de nuestra población será mayor de 60 años. Esto significa que debemos abordar atentamente el tema de nuestra seguridad social, si no queremos pagar altos costos en el futuro. ¡No repitamos la imprevisión que practicamos en el pasado! (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). A este primer disgnóstico relacionado con el cambio de la estructura demográfica del país se suma la indicación de medidas prácticas: “Vamos a integrar a los adultos mayores a labores productivas, sociales, culturales y recreativas. El estar jubilado no quiere decir que no pueda seguir contribuyendo a la sociedad, usemos la imaginación para eso. Nos proponemos un progresivo aumento de las pensiones mínimas y asistenciales y lo haremos acorde aumente el ritmo de crecimiento de nuestra economía. Seguiremos avanzando en fórmulas que mejoren la rentabilidad, la transparencia y la competencia del sistema de 114 administradoras de fondos de pensiones, pero también abordaremos el desafío que significa que probablemente en un futuro próximo, cuando las nuevas generaciones empiecen a jubilar, podamos constatar que muchos, sea por insuficiencia en sus ingresos o por extensas lagunas previsionales, no tienen los recursos para poder tener una pensión mínima (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). El discurso anterior, nos posiciona en un nuevo marco legal que va mas allá de reconocer al adulto mayor como un integrante “activo” de la sociedad. El integrarlo a actividades productivas variadas, reivindica el hecho de que después de la jubilación existe una nueva etapa, también “productiva” que debe ser orientada y ofertada desde una red estatal, acorde con los nuevos cambios sociodemográficos. Por otra parte, el aumento de las pensiones mínimas y asistenciales también refuerza este nuevo escenario ya que con ellas se fortalecen herramientas materiales para el desarrollo “digno” del adulto mayor, promocionado así “el buen trato” (11). Avanzar en formulas que mejoren la rentabilidad, la transparencia y la competencia de las administradoras de fondo, se perfila como un real desafío, asumiendo que de igual manera el gobierno se hará cargo de aquellos cuyos recursos no logren cubrir una pensión mínima. Este “hacerse cargo” se operacionalidad mediante una nueva institucionalidad que focaliza su políica hacia este grupo. La población de adultos mayores esta dentro de la focalización bajo criterios de grupos vulnerables, es decir, si nos remitimos a lo descrito en apartados anteriores, su participación se inscribe dentro de un enfoque de unidad familiar, ya que por ejemplo el Programa Chile Solidario, contabiliza este segmento de la población al habilitar canales mas cercanos hacia y desde la Red Estatal. Para el 2005, la Ministra Provoste, indicaba por ejemplo que un total de 5.044 familias con miembros pertenecientes a los adultos mayores, ya contaban con controles de salud al día, agregando que 12.148 familias con adultos analfabetos habían aprendido a leer y escribir, siendo esta 115 última cifra, indicadora de los avances en la dimensión educativa del Programa. “El próximo año garantizaremos atención primaria en 48 horas para todos los grupos de mayor riesgo, como los adultos mayores y los menores de un año. Para el fin del sexenio, esta garantía se habrá extendido a todo tipo de pacientes. Ese es mi compromiso. A partir del próximo año, nadie esperará más de tres meses desde la indicación médica en el caso de las intervenciones quirúrgicas electivas que son las más frecuentes. Para ello tenemos que trabajar (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Otra línea programática que presenta relación con los objetivos de “integración y desarrollo de derechos ciudadanos”, proyectados bajo la presidencia de Ricardo Lagos, son las temáticas referidas a las personas discapacitadas. Chile debe preocuparse de las personas con discapacidad, equiparando sus oportunidades en el plano educacional, laboral y social. Hemos adquirido un compromiso con el mundo de la discapacidad. En lo personal, mi mujer y el que habla. Ya lo señalé en la campaña: creo que en este ámbito como en otros, el Estado debe canalizar recursos a través de instituciones privadas cuya eficiencia está probada en este campo, como en otros que requieren apoyo solidario. Instituciones como la Teletón y el Hogar de Cristo, con las cuales estamos en contacto y que recibirán el apoyo directo (Mensaje Presidencial de Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). La ampliación hacia redes de la esfera privada, es también un componente que remite a la necesidad de reconocer en otros espacios de la sociedad civil, las estrategias y herramientas para acercar las temática de igualdad de oportunidades en el acceso a los beneficios sociales, mas si consideramos que durante el gobierno de Ricardo Lagos, se instituyeron las distintas esferas de participación social, dentro de las cuales se identifica el “tercer sector”. 116 En relación a la temática de género, los discursos de Lagos indican la preocupación en esta área. “A pesar de nuestros buenos índices en materia de desarrollo humano, tenemos uno de los más bajos en participación laboral de la mujer: sólo un 36 por ciento. Esto refleja la desigualdad y la discriminación en nuestra sociedad para la mujer la cual no está plenamente integrada. Les propongo a todos que pensemos cómo adaptar los horarios de trabajo, los sistemas de remuneración y seguridad a la realidad de la mujer”. Este diagnóstico lo ejemplifica a través de un caso de mujeres trabajadoras de un hotel de la Cuarta Región, “me plantearon: señor cómo hacemos para preservar nuestra familia si aquí tenemos que trabajar doce horas diarias. A ratos la defensa de la familia no es sólo la defensa de los valores que son tan importantes, son las condiciones en la cual la familia se desenvuelve. Y si hay una baja participación de la mujer es porque muchas veces la mujer tiene que optar entre cuidar a los hijos o trabajar. Reconoce por tanto, la falta de políticas que apunten a una integración laboral de la mujer, capaz de considerar su rol y participación dentro de la unidad familiar. Una de las medidas que ya describimos en relación a los alcances del Programa Chile Solidario habla de mejoramientos en la dimensión de trabajo e ingresos, desde los cuales se deduce que al ser la mujer parte de esta unidad, se logra ampliar el acceso a redes tanto de información e inserción laboral, lo cuales claramente serán fortalecidos con el Programa Chile Crece Contigo, en la medida en que entran acciones que facilitan apoyos educativos a los menores, pudiendo así la mujer tener mayor libertad y oportunidad para desarrollar la dimensión laboral, confiando y delegando en redes, los tradicionales roles de apoyo educativo a los hijos. “Quiero decir también que no hay una plena valorización de la mujer si la sociedad no aprecia su papel en la familia. De la calidad de las relaciones familiares depende, en gran medida, la felicidad y el desarrollo personal de todos sus integrantes. Cómo apoyamos a la familia, cómo impulsamos condiciones que favorezcan su estabilidad. Cómo cuando hablamos de integrar mejor a Chile tenemos que estar buscando condiciones laborales 117 educacionales, sociales y jubilatorias que le permitan a la familia desarrollarse en plenitud (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Este último párrafo, sintetiza los componentes que dieron vida a la emergencia del Programa Chile Solidario. En los fundamentos de este, se reconoce que es la unidad familiar el principal núcleo de intervención, ya que este sistema reúne todos los miembros que en su conjunto proyectan una participación ciudadana ampliada, donde además se destaca el rol de la mujer. El plantear condiciones educacionales, sociales entre otras, implica entender que la dimensión de la familia es multicausal, teniendo así que perfilar estrategias integrales que ya no solo se centren en las carencias materiales como indicador social, sino que en la “ampliación de oportunidades”. Por otra parte si revisamos los discursos emitidos bajo el Gobierno de la Presidenta Bachelet, vemos una clara continuidad marcada en la tarea de fortalecer la integración social. “Para vencer las desigualdades no basta la determinación; es necesario, además, entender su origen. La desigualdad no empieza ni termina en los ingresos. Ella se manifiesta en los primeros años de vida de la persona, continúa con las oportunidades de educación, se profundiza con las discriminaciones y se consolida con la adversidad. La desigualdad se da en las oportunidades y en los resultados. Se reproduce diariamente y se profundiza cada vez que los más poderosos imponen sus intereses sobre el interés general, ya sea en la política, los negocios o las decisiones públicas. En Chile no hay una sola desigualdad; hay muchas desigualdades y todas están relacionadas entre sí. Mayor seguridad no significa sólo estar protegido frente al riesgo de ser víctima de una enfermedad, un robo, el 118 desempleo o la vejez, sino también tener la oportunidad de integrarse al progreso del país, con una justa retribución al esfuerzo empeñado” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). El reconocimiento de que la desigualdad comienza o se origina en los primeros años de vida, da pie para reforzar las políticas sociales que la Presidenta continuo del periodo anterior. No solo se refuerza Chile Solidario, mejorando sus herramientas de gestión para dar respuesta a la diversidad de demandas provenientes desde las familias, sino que también se crean nuevos programas de apoyo que fortalecen y a la vez acrecientan la mirada integral al momento de ampliar las oportunidades hacia todos los miembros de la unidad familiar. El Programa Chile Crece Contigo, es el claro ejemplo de acompañamiento que se inicia desde los primeros años de vida del individuo. “Un buen sistema de protección social acompaña a las personas a lo largo de su ciclo vital, protegiendo sus primeros pasos, asegurando el acceso a las oportunidades de educarse y trabajar, cubriendo los riesgos de enfermedad e invalidez, garantizando una vejez digna. Un buen sistema de protección social reconoce los problemas de las personas y les permite mantener un mayor control sobre sus vidas (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). Se asume por tanto, la creación de un sistema de protección social que aborde la totalidad de los ciclos de vida, el cual culmina con la posibilidad de garantizar una vejez digna. Para transformar a Chile en un país más equitativo, justo y seguro, requerimos políticas que potencien e igualen las oportunidades de que disponen las personas desde el principio. Para romper las diferencias de origen de los niños y construir los cimientos de una sociedad más segura, fijaremos en la primera infancia una prioridad fundamental. Implantaremos un sistema de protección a la infancia destinado a igualar las oportunidades de desarrollo de los niños chilenos en sus primeros ocho años de vida, independientemente de su origen social, género y conformación de su hogar. Incluiremos acciones complementarias en el área de la salud, nutrición, apoyo a los padres, estimulación temprana y educación formal, organizadas en un sistema coherente que permita un seguimiento y apoyo pertinente a las especificidades de cada niño a través de su desarrollo (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). 119 Un primer componente será una política amplia de estimulación temprana para todos los niños que se atienden en los consultorios de salud, que complementará los actuales programas de control del embarazo y del niño sano, incorporando en esta tarea a los padres. Así, el consultorio servirá de puerta de entrada al sistema de protección y será la principal fuente de información para el seguimiento del desarrollo de los niños desde su gestación hasta el primer año de vida. En segundo lugar, implantaremos gradualmente un sistema de atención preescolar para niños entre cero y cuatro años, que entregará atención a todos los niños de hogares pertenecientes al 40 por ciento más pobre de la población y a todos los niños cuyas madres trabajen. Este sistema podrá operar en distintas modalidades de atención, respetando las necesidades y preferencias de los padres, pero siempre deberán estar certificadas y supervisadas por el Estado a partir de estándares de seguridad y calidad de las atenciones definidas en base a las necesidades de los niños. En tercer lugar, garantizaremos el acceso de todos los niños a prekinder, lo que se logrará incorporando este nivel de enseñanza al sistema de subvenciones educacionales. Esto permitirá, además, que los niños más pobres puedan acceder antes a los programas de alimentación escolar. Aplicaremos una subvención preferencial para los niños más vulnerables entre prekinder y cuarto básico. Estos niños pasarán a ser reconocidos como prioritarios para el sistema, lo que se reflejará en una subvención que duplicará la subvención básica actual. Con ello buscamos mejorar tanto la calidad de la educación como la equidad (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). La educación se perfila, como uno de los principales componentes dentro de las políticas sociales que orientan el desarrollo de Bachelet. El Estado de Protección social que comienza con más fuerza luego de sus dos años de mandato, nos posiciona en una línea de programas que como bien lo plantea su discurso, emerge desde los primeros años de vida para culminar en adultos capaces de proyectar y capitalizar competencias que validen y dignifiquen su etapa de “adultos mayores”. Todas las medidas estudiadas fortalecen directamente a la familia, a los roles de cada miembro tanto individual como parte de un colectivo. 120 Como lo decíamos en párrafos anteriores, la puesta en marcha de programas como Chile Crece Contigo, acrecientan las oportunidades laborales de las mujeres, ya que introducen apoyos en el proceso de formación y educación de los hijos, tendiendo a palear así la discriminación de género que aún muestra elevadas cifras en Chile. “No hay ninguna actividad ni área en la que se depositen tantas esperanzas como en la educación. Por generaciones, las familias chilenas han realizado grandes esfuerzos para que sus hijos tengan más educación y con ella puedan acceder a mejores oportunidades que las que tuvieron sus padres. Una educación exitosa es más que un proceso de enseñanza formal que comienza en la escuela y culmina con un diploma: es el conjunto de actividades, desde la cuna hasta la tercera edad, a través de las cuales las personas desarrollan y adaptan las competencias requeridas para desarrollar sus vidas satisfactoriamente” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). . “Construiremos un sistema flexible de desarrollo de competencias laborales que permita a las personas certificar las competencias adquiridas a lo largo de su vida laboral y proveer la información necesaria para orientar los esfuerzos de capacitación y educación permanentes. Al actualizar y certificar constantemente sus competencias laborales, entregaremos a los trabajadores la flexibilidad y la seguridad requeridas para enfrentar positivamente los cambios en su vida adulta (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). La propuesta en torno a una flexibilización educacional, permite proyectar un escenario en el cual, las oportunidades abarcan grandes segmentos etáreos, ya que se reconoce una educación para la vida que es capaz de considerar las múltiples necesidades y demandas de la población, con mayor énfasis en los grupos más desprotegidos. No podemos dejar atrás a quienes, debido a las situaciones que enfrentaron en su infancia y juventud, no pudieron completar sus estudios básicos y medios. Ellos merecen otra oportunidad. Para mejorar las posibilidades laborales de estas chilenas y chilenos, y dignificarlos ante sus familias y comunidades, duplicaremos los esfuerzos actuales en iniciativas de nivelación de estudios, para que, al llegar al Bicentenario, 700 mil adultos hayan obtenido la 121 licencia secundaria. Muchos de ellos podrán luego plantearse el desafío de continuar sus estudios hacia los niveles técnico y superior (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). C) Eje Nº 3: Delito y Justicia Se sanciona con presidio perpetuo calificado (40 años) como femicidio el hecho de dar muerte a la cónyuge, ex cónyuge, conviviente, ex conviviente o persona ligada por vínculos afectivos; del mismo modo, se sancionaría como parricidio —y con la misma pena— el caso inverso, respecto de la mujer que dé muerte al cónyuge, ex cónyuge. Además se privaría del beneficio de libertad condicional a los condenados por éstos y otros delitos graves, que hubieran sido previamente condenados por violencia intrafamiliar cometida contra la misma víctima del parricidio o femicidio; del mismo modo, en el mismo caso, esto es, condena anterior por violencia intrafamiliar, el autor del delito no podrá invocar la atenuante de haber obrado por estímulos tan poderosos que hubieren producido arrebato y obcecación, cuando el parricidio o femicidio u otro delito grave, tenga por víctima a la misma persona contra la cual cometió anteriormente violencia intrafamiliar. El solo aumento de la penalidad no soluciona problemas familiares que requieren un esfuerzo educativo y cultural. Sin embargo, puede tener sentido examinar si otros casos se asimilarían al cónyuge para los efectos de castigar la muerte dolosa como parricidio o femicidio, pero en este caso cabría precisar mejor cuándo se entiende que existe convivencia o vínculos afectivos, porque ello va a generar complejos problemas de prueba en el Tribunal. 122 En cuanto a las normas sobre adopción, se disminuyen los plazos para considerar que un niño está en condición de ser adoptado, lo que permitirá una menor demora en el trámite judicial. Respecto del tráfico de niños y adultos, se trata de sancionar, en forma amplia, lo que antes se denominaba “trata de blancas”, y que ahora puede cometerse con menores o adultos de ambos sexos. El proyecto constituye una completa sistematización de las normas penales, sobre prevención, investigación y protección a las víctimas, lo que puede tener utilidad desde un punto de vista académico. Se legisla en materia de pornografía infantil con un doble objeto: facultar a la policía para ingresar a un lugar cerrado donde pudiera encontrarse un menor en peligro de ser abusado, y ser más exigente en el otorgamiento del beneficio de la libertad condicional (no confundir con libertad provisional), para quienes hubieren cometido violación de un menor. El parricidio e infanticidio, se rebaja la pena del parricidio (matar a un descendiente, ascendiente o al cónyuge), por la vía de considerarlo como homicidio calificado por el solo hecho de la relación de parentesco. También propone una nueva eximente de responsabilidad penal, consistente en obrar bajo amenaza de un mal grave, lo que en la práctica va a ser algo parecido a la legítima defensa, que es una eximente que se configura por una agresión en contra de quien se defiende legítimamente. Otra innovación consiste en establecer una agravante por actuar con crueldad contra la víctima con anterioridad a la perpetración del delito, lo que también es parecido a la alevosía que actualmente prevé el Código Penal. Respecto del delito de infanticidio se modifican, por una parte se eliminan como autores de ese delito al padre y ascendientes, lo que es correcto. El infanticidio es un delito “privilegiado”, en el sentido de que tiene una pena 123 menor que el homicidio (y menor por lo tanto, que el parricidio), dado que se asume que pueden existir circunstancias propias del estado postpuerperal que alteren la responsabilidad de la madre (lo que no la exime, pero se le impone una pena menor). Esta justificación no puede beneficiar más que a la madre. Por otra parte, los fundamentos que justificarían esta figura son la violación o casos de inseminación artificial obligada, lo que también podría posteriormente servir de base para justificar una rebaja de pena o tal vez una despenalización del aborto. De hecho ya se ha discutido si la mujer que es violada tiene derecho abortar, lo que podría extenderse a otros casos que se estimen justificables. Esta parte del proyecto resulta objetable desde esta perspectiva. Sobre el supuesto erróneo de que si un padre o madre sale irregularmente con su hijo menor del territorio nacional cometería secuestro internacional, se proponen algunas normas procesales para evitar este hecho. En verdad, esa conducta podrá ser atentatoria de otros derechos, o constituir desacato o desobediencia a una resolución judicial; pero no es secuestro. Adicionalmente, se propone que cuando un tercero sale del país con un menor del territorio nacional, requerirá autorización judicial aunque ambos progenitores lo hubieren autorizado (actualmente se requiere solo esta última autorización). Ello significa desconocer totalmente la autoridad de los padres, y confiar solamente en lo que digan el Estado o sus tribunales En materia de pedofilia, se le otorga al Servicio Nacional de Menores la facultad de querellarse y hacerse parte en delitos que se cometan contra mejores. Ello no es consistente con la institución del Ministerio Público y la actuación de los fiscales, cuya misión es investigar y sostener la acción penal contra los responsables. Además, tienen expresa orden de otorgar protección a las víctimas del delito. Respecto del delito de aborto, se aumentan las penas por la comisión de este delito y establece una atenuante calificada de responsabilidad respecto 124 de la mujer que, habiéndose practicado un aborto, proporcione la individualización de los demás responsables. Se propone incluir como posibles víctimas de violencia intrafamiliar a los adultos mayores, aunque no sean ascendientes del victimario o autor del delito. Dentro de este tercer eje temático, se identifican los siguientes mecanismos de operacionalización: Tendencias sociales • Proteger a las mujeres con independencia de su condición matrimonial o de disolución de tal vínculo. • Ocupar señales sancionadoras como medios disuasivos para legitimar desequilibrios de poderes, malos tratos, agresiones y delitos atentatorios contra la vida. • Condicionar la integración social de los agresores y/o víctimarios • Proteger frente a los delitos por motivos afectivos a todo el grupo familiar, roto los vínculos. • Romper el ciclo de los subsidios dependientes y carentes de sinergía social • Romper el circuito del abandono progresivo y evitar la institucionalización infantil. • Preocupación por el tráfico de personas distinguiéndolo de la trata de blancas y especificando la gravedad de involucrar niños. • Entender las perversiones contra las personas en el uso de nuevas tecnologías de la información especial los niños. 125 Tendencias políticas • Igualdad de género. • Protección a la familia y las mujeres. • Focalizar la transferencia del recurso descentralizando a nivel local y por canasta de necesidad y prestación específica-medición. • Reducción de la susceptibilidad de adopción. • Revisión de la base legislativa con la que se aborda el tráfico de personas. • Adscripción a convenios internacionales. • Régimen tolerante frente al aborto o sancionador de la madre. • Evitar negocios fraudulentos a los niños (pornografía). • Limitación a la propiedad privada frente a amenazas de niños. Tendencias culturales • Declaración pública del rechazo a la violencia de género e intrafamiliar • Visualización pública de motivos privados. • El subsidio universal por uno selectivo para superar pobreza y limitante en el tiempo. • Relativizar el rol del padre como cuidador eficiente desde los paradigmas de las pautas de crianza y, la calificación de la negligencia parental (funciones). • Rechazo al desplazamiento como una medida comercial y vulneración de personas. • Visibilizar el comercio sexual femenino e infantil como un riesgo y a la vez como una realidad en el marco de la explotación sexual y las peores prácticas de trabajo. • En tensión frente a la libertad decisional en casos de riesgo de la salud o de violación. 126 • Frente a grupos provida y antiaborto fundantes de las propuestas confesionales. • Negar el uso de cuerpo en la pornografía como recurso o por medio de explotación. Tendencias económicas • Inversión social en protección. • Ahorro por focalización de transferencia directa y subsidiaria. • Transferir al privado el cuidado con subsidio y posterior autonomías, constituyendo familia. • Interrumpir los cuasimercados generados en el comercio sexual y tráfico de personas. • Acción encubierta de oferentes privados de asistencia a la mujer (aborto) ya que en algunos casos la ponen en riesgo sanitario. • Reducir cuasimercados e industria del delito pornográfico e infantil. Actores Centrales del Proceso • Sistema legal. Sanitario y social del Estado. • Sociedad civil: grupos de interés y feministas. • Víctimas del Maltrato. • Municipio y nueva ficha de medición y acceso a derechos. • Familias pobres y jefes de hogar. • Suma la acción internacional y especializada de las policías y la propia familia como actor demandante. • Discusión abierta en lo social y adscrita en lo penal al tema del delito. • Policías y familias denunciantes. Expectativas de Participación Social • Denuncia y reacción. • Defensa de los derechos y solidaridad comunitaria. 127 • Acción de policías. • Acción de tribunales. • Compromiso local-municipal. • Familias activando recursos y redes para superar la pobreza y vulnerabilidad. • Familias de origen-procreación y nuevos agentes en alianza con el estado y con familias adoptivas. • Familias y la sociedad en general intolerante frene al fenómeno. • Opinión de gremios médicos y concernientes a la moral. • Asimismo de las propias mujeres que se ven coaccionadas de elegir por ser el absorto ilegal. • Acción de demandantes y oferentes. Modelo de Intervención Predominante • Iniciativa de protección Estatal. • Participación Progresiva de la Sociedad Civil. • Programas de Transferencia Condicionada a nivel municipal: clientelismo social. • Protector inclusivo necesidades especiales de los niños. • Proactivo frente a redes internacionales y locales del delito. • Protector y universal frente a la vida del hijo por nacer, activado en proponer alternativas de adopción y, en alianza Civil para apoyar a las futuras madres en las funciones de crianza. • Policíaco y familiar protectivo. Los discursos de Ricardo Lagos, en torno al tema de delito y justicia manifiestan una clara definición: “Dije en mi campaña presidencial que mi gobierno sería firme en el castigo a los delincuentes. Reitero esa advertencia: ¡no estoy dispuesto a permitir que las familias chilenas se sientan amenazadas por unos pocos elementos 128 que han errado el camino en la sociedad! ¡No estoy dispuesto a que nos quedemos con los brazos cruzados ante asesinatos tan atroces como los cometidos en las últimas semanas y que han llamado la atención de todo Chile! (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Orienta su discurso a la protección de la Familia, ante elementos “que han errado en el camino”, dando cuenta de su preocupación por mantener y consolidar los vínculos al interior de estas unidades sociales. Cuando todos nos unimos y la gente ocupa sus calles, pasajes, plazas y multicanchas, los delincuentes no tienen cabida en el espacio público y la droga se bate en retirada. No queremos ver una ciudad llena de rejas; no queremos ver a las familias chilenas retrocediendo hacia el fondo de sus hogares; no queremos ver a nuestros jóvenes amenazados por el narcotráfico y deambulando sin tener un espacio donde desarrollar su actividad. ¡Queremos ver a una sociedad unida en la preservación de su seguridad y eso es lo que nos proponemos!. Lo digo con claridad: ¡los hijos de Chile que están desaparecidos no pueden seguir en esa condición! Cuando superemos esa situación, estoy seguro de que estarán dadas las condiciones para cerrar las heridas del pasado (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). En base a las tendencias sociales, se deduce por tanto una política clara de protección que apunta a evitar situaciones de riesgo hacia la familia, para así no recluir ni reducir los espacios protectores que esta unidad puede potenciar, hecho que se relacionada además con la tendencia económica de aumentar la inversión social en protección. Es ante esto que la promoción del espacio público, como una instancia de encuentro y recreación se plantea como una oportunidad que repliega la delincuencia. En base a su planteamiento de “poner fin a la desaparición los hijos de Chile”, da por entendido su preocupación ante el posible tráfico de personas, mas aún cuando se involucra a los menores de edad, hecho que se vincula con la revisión de la base legislativa con la que se aborda este tema. 129 Dentro de este mismo eje temático, Michelle Bachelet, centra su discurso en la instalación de políticas, no discriminativas, al interior de los Establecimientos Educacionales. “Incrementaremos fuertemente el valor de la subvención, pero también las exigencias a las escuelas. En particular, las escuelas deberán aplicar políticas de no-discriminación, entregar información periódica a los padres y al sistema acerca del desarrollo cognitivo de los niños, desarrollar estrategias de mejoramiento educativo y comprometer metas de resultados educativos basados en estándares nacionales de aprendizaje” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). Como ya se ha venido enfatizando, es la educación la principal herramienta que fortalece la real inserción y desarrollo de la población mas vulnerada. Es en este espacio donde se pueden promover políticas que realcen la convivencia pacífica, el diálogo y por tanto los fundamentos de una ciudadanía con derechos igualitarios. “Para esto es importante reconocer que la convivencia pacífica, el diálogo y la ciudadanía no se aprenden en una clase, sino en la experiencia cotidiana de relacionarse con los demás y en el funcionamiento de las instituciones. En esta perspectiva desarrollaremos programas de apoyo a la convivencia escolar, especialmente en los liceos, financiando las iniciativas que surjan de la propia comunidad escolar y reconociendo las más exitosas” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). Un programa que ya referimos al momento de caracterizar las principales acciones que la Presidenta promovió bajo su gobierno, fue el Programa “Abriendo Caminos”, el cual entra a complementar el desarrollo de Chile Solidario. Lo interesante de éste, es que focaliza su atención en el trabajo con niños y niñas de familias con personas que cumplen condena en medio cerrado, es decir, establece una estrategia que busca palera y/o mitigar los factores de riesgo que implica convivir bajo esta realidad, para así no limitar las oportunidades que todo educando puede tener. Con esto se reafirma que bajo la presidencia de Bachelet es la educación, la principal dimensión preventiva ante situaciones delictivas. 130 D) Eje Nº 4: Socioeconómico La gestión asistencial opera sobre la base del subsidio familiar, pero se propone eliminar los actuales trece fondos regionales para el pago del Subsidio Único Familiar y en su lugar, otorgarlo a todas las personas carentes de recursos que cumplan los requisitos legales. El número de subsidios, sin embargo, quedaría fijado por normas reglamentarias, que establecerán el puntaje para obtener el beneficio. Se trata de una proposición que tiende a un mayor gasto fiscal sin acotarlo suficientemente, y, en cuanto se puede manejar el texto reglamentario, puede también constituir una instancia de discrecionalidad y eventual utilización política de recursos obtenidos a partir del esfuerzo de todos. Los subsidios deben ser focalizados, para que lleguen a los realmente más necesitados, y limitados en el tiempo, para que pueda revisarse su procedencia respecto de quienes los reciben, pues no es aceptable entender que una persona nunca podrá salir de su condición de indigente. También deben ser parciales, pues siempre es esperable que en parte cada persona haga un esfuerzo por obtener su sustento (salvo casos graves, obviamente). En cuanto a los Alimentos como derechos de famita, se propone que los alimentos atrasados se puedan requerir mediante una retención de la devolución de impuestos que correspondiere al alimentante; no sería algo distinto de lo que se podría hacer actualmente, aplicando las reglas generales de procedimiento (si bien no es usual). En todo caso la norma facilitará el cobro, en beneficio del alimentario, lo que parece conveniente. Respecto de las pensiones de alimentos, se busca la inclusión de los deudores de éstas en el Boletín Comercial, cuando han debido ser objeto de arresto por no pagar, tiene sentido, pues se circunscribe a los casos más graves y no a cualquier deuda alimenticia; no obstante, debe advertirse que 131 si el no pago se debe a una situación de cesantía, la inclusión en el Boletín dificultará la obtención de trabajo. También se propone que si se atrasa la tramitación del juicio se pueda recurrir de queja contra el juez. De hecho opera así su abordaje, y depende de la prudencia de las partes hacerlo o no. Sancionar como delito el ocultar bienes para no pagar una pensión alimenticia, puede también considerarse incluido en las normas generales sobre contratos simulados. La posibilidad de suspender por 10 días el juicio para que el demandado cuente con abogado, es más bien un problema administrativo de las corporaciones de asistencia judicial, que no merece un tratamiento legislativo. Finalmente, se propone que si el alimentario (o sea el que recibe la pensión alimenticia) se cambia de domicilio, sea competente, para conocer de demandas de aumento o disminución de la pensión, el juez da cuenta del nuevo domicilio. También se propone que las microempresas familiares, que operan en la casa habitación de su dueño, puedan obtener patente municipal sin que se les exija previamente permiso de construcción ni de recepción final, sino hasta transcurrido un plazo de 3 años. La proposición es conveniente y desburocratiza la instalación de actividades económicas o productivas. Dentro de este cuarto eje temático, se identifican los siguientes mecanismos de operacionalización: Tendencias sociales • Proteger a los individuos. • Integrar protección de los más vulnerables. • Trabajar la individualidad de la colectividad. Tendencias políticas • Alternativas a la judicialización. • Intermediar los procesos con protagonismo de cada sujeto. • Valorar sus patrimonios. 132 Tendencias culturales • Reconocer el género y derecho igualitario. • Dar significado a la edad y poder de demandar derechos a todos los sujetos. Tendencias económicas • Priorizar el patrimonio económico como responsabilidad familiar. • Recibir apoyo de autoridades para gestionar legalmente recursos con fines de desarrollo familiar. Actores Centrales del Proceso • Figuras parentales adultas, representando a los miembros más jóvenes. Expectativas de Participación Social • Empoderamiento individual y uso de recursos sociales. Modelo de Intervención Predominante • Iniciativa de protección Estatal. • Participación Progresiva de la Sociedad Civil. • Programas de Transferencia Condicionada a nivel municipal: clientelismo social. • Coordinación en Redes de protección frente a la Familia. Los discursos de Ricardo Lagos, hacen hincapié en la necesidad de instalar al país, en una nueva era globalizada, donde el crecimiento económico debía ir de la mano del desarrollo social. “Los invito a expandir al máximo nuestra capacidad económica, para que esa parte de la familia chilena que sufre la pobreza se siente también en la gran mesa común, a compartir los frutos de la nación” (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). 133 Expandir un crecimiento que tenga una matriz inclusiva y equitativa, fue el fundamento de su mandato, mas cuando se abrían las puertas de un nuevo siglo inserto para ese momento en una crisis económica que mostraba impactos en los índices de desempleo. Su discurso plantea el reconocimiento explícito de la Familia como un cuerpo social, categorialmente definido por la pertenencia a un nivel socioeconómico, sobre el que se tiene aspiraciones estructurales de igualdad y accesibilidad a similares pautas de consumo denotando una simetría, que rompa desde la acción solidaria con los círculos asistenciales y de dependencia. Aspiraciones a la equidad como una forma de reproducción de una política redistributiva de la riqueza. “Por eso aquí hoy lo digo sin estridencia, pero con firmeza: el nuestro será el gobierno de las reformas para llevar a Chile a ser un país desarrollado el 2010. El primero: abrir las puertas al desarrollo. ¡Nadie debe quedar sin acceso al bienestar que surja del crecimiento económico y de la incorporación de Chile a la revolución tecnológica! Pero para alcanzar el desarrollo en el bicentenario nuestra economía debe crecer de manera sostenida a un ritmo de 6 a 7% anual. Esta es la meta que me propongo para mi gobierno (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). En la tarea del desarrollo económico, el rol del Estado es considerado esencial y principal promotor del “crecimiento con equidad”. Detrás de este discurso se deduce el objetivo de instalar un país con responsabilidad en términos económicos, siendo las Reformas, los principales instrumentos que validan las proyecciones hacia el Bicentenario. Si contextualizamos este discurso y mas directamente el mandato de Ricardo Lagos, tenemos que hacer referencia a un momento histórico donde la Reforma del Estado introduce el componente social, mas allá de los avances en materia de gestión, que ya se venían dando desde los primeros gobiernos concertacionistas. 134 Se inicia un periodo de reconocimiento de una deuda política, en base al cómo tratar e incluir los temas de la Sociedad Civil Chilena en los equilibrios de poder, ante las imperfecciones y asimetrías del mercado. La tolerancia – como valor de un Nuevo Trato de la diversidad y de las nuevas formas de manifestación – ,comienza a tener relevancia en la planificación y en la búsqueda de estrategias para operacionalizar la participación en las diversas entidades pública. Se evidencia un proceso de democratización, no sólo sustentado en la agilización de las dinámicas administrativas de lo públicoestatal, sino un proceso de incorporación de nuevos espacios de identidad democrática, desarrollados en forma paralela a la construcción institucional de lo que el Estado entiende por participación e inclusión al sistema. Ante este nuevo desafío, se valida una participación económica equitativa de todos los actores sociales, facilitando el acceso con el fin de terminar con la desigualdad, que en términos del Presidente implicaba: “Mantener las desigualdades es un escándalo moral y un enorme desperdicio del recurso más valioso de un país: su gente” (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). En base a la Reformas que debían ser consideradas al momento de proyectar un país responsable en materia de desarrollo económico se destaca en el discurso del mandatario, la Reforma Laboral: “Una Reforma Laboral que haga justicia a la mujer temporera, que haga justicia a tantos que ven que nuestra legislación laboral alcanza a algunos pero no a todos, una legislación laboral en donde los trabajadores de mi tierra tengan derecho a defender sus derechos para poder tener una mejor distribución en los frutos del progreso(Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). En términos globales se busca consolidar un sistema legislativo acorde con la protección de los derechos de los trabajadores. Destacamos la mención hacia las mujeres temporeras, ya que detrás de este enunciado se entiende 135 que es necesario proteger los derechos de uno de los integrantes mas importantes de la unidad familiar, reconocimiento que ya hemos analizado en prárrafos anteriores. Hacer justicia a la mujer temporera, remite no solo al un tema de género, sino explicitamente a una condición laboral que comparativamete esta es desmedro de los hombres, mas cuando recordamos el bajo porcentaje de incersión laboral que planteaba Ricardo Lagos. Otra medida que apunta a la protección laboral es el compromiso del gobierno de controlar y por tanto supervisar, el pago de las cotizaciones laborales. “Por ello quisiera decir aquí. Vamos a ser estrictos contra el no pago de cotizaciones previsionales que algunos entienden que pueden eludir livianamente. Estableceremos incentivos para la afiliación de los trabajadores por cuenta propia y los trabajadores de temporada, ellos también requieren de un sistema que les prevea para la vejez (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Siguiendo con la idea de integrar equitativamente a los mas desprotegidos (en este caso madres trabajadoras) al mercado laboral, destaca medidas de apoyo a la Familia, via aciones educativas que fasciliten el rol que tradicionalmente cumple la mujer dentro de esta unidad. “Vamos a ampliar la cobertura parvularia en 120 mil cupos más, para acoger especialmente a los hijos de madres trabajadoras y jefas de hogar. Nos proponemos en el sexenio llegar a 12 años de escolaridad promedio, con todos los alumnos educados en el uso del computador e Internet, con todos los profesores capacitados en su uso, y con todos los jóvenes dominando un inglés básico (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Nuevamente es la dimensión educativa, la que cobra relevancia al momento de proyectar un crecimiento económico con equidad, ya que se entiende que es la educación una de las principales puertas de acceso al mercado laboral. 136 Un tema interesante que plantea Lagos en su discurso, y también referido a la educación es, “Imagino también al alumno que con el mejor puntaje de la prueba de Aptitud Académica opte por entrar a una carrera de pedagogía porque todas nuestras profesiones tienen el mismo nivel en nuestra sociedad”, planeamiento que posiciona una valoración ampliada hacia todos los campos de especialización, mas cuando tradicionalmente se deduce un desmedro sobre la base de que las carreras de pedagogía no presentan las mismas oportunidades en el Mercado. De esta manera, se asigna un rol fundamental a la formación pedagógica ya que es una vía que no solo permite adquirir una competencia profesional, sino que también, su ejercicio en la sociedad, oportunidades, instala equipando herramientas así el equitativas binomio en torno “crecimiento- a las desarrollo económico”. Michelle Bachelet, refuerza los enunciados observados en los discursos de Lagos, ya que de igual manera posiciona a la desigualdad como uno de los factores más limitantes para el crecimiento de país. “La desigualdad es el principal escollo que enfrentamos para hacer de Chile un país desarrollado. La desigualdad no sólo condena a miles de hogares a condiciones de vida inaceptables: también limita su libertad e inhibe su capacidad para aportar a la construcción de un país mejor (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). Refiere directamente a que “la desigualdad”, afecta a los hogares chilenos, es decir las familias, ya que limita su condición y su libertad, agregando deferencias sustanciales entre los más ricos y pobres: “La expresión más dramática de la desigualdad es la diferencia entre el bienestar que disfrutan los más ricos y las carencias de los más pobres, pero más profundos aun son los contrastes respecto de la seguridad con que unos y otros enfrentan la vida. Los más ricos pueden abordar estudios, proyectos y empresas con menores riesgos de desempleo, enfermedades o robos, sabiendo que si estos riesgos llegan a materializarse los podrán afrontar con sus ahorros, con seguros o con el apoyo de su familia, amigos o contactos. Los más pobres, en cambio, muchas veces han llegado a esta 137 situación porque, partiendo de una circunstancia ya precaria, no han tenido cómo protegerse de un quiebre familiar, un accidente o la cesantía” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). Este contenido hace referencia directa al cómo el sistema de protección social, funciona y asume la focalización hacia la población más vulnerable, ya que entiende que existe una condición desigual de partida en la inserción tanto económica, social como cultural de este segmento poblacional. Desde esta perspectiva la creación de Programas como Chile Solidario, Chile Crece Contigo, entre otros, se justifican puesto que como ya lo hemos planteado, estos buscan habilitar “pisos mínimos”, que promuevan mejores y mas herramientas para el desenvolvimiento de los mas desprotegidos, dentro de una sociedad globalizada. “La ausencia de mecanismos de protección hace que en las familias más pobres generalmente las malas noticias no lleguen solas. El desempleo muchas veces conduce a crisis familiares o a que los jóvenes deban abandonar la educación para trabajar; si se es muy viejo para seguir trabajando y se depende de una mala jubilación, ésta se vuelve aun más insuficiente para financiar los gastos de una enfermedad crónica. La inseguridad se extiende más allá de los hogares pobres. Llega también a las familias de clase media, que temen que algún evento inesperado les haga perder lo conseguido con largos años de esfuerzo o impida que sus hijos tengan un futuro mejor. La desigualdad social es la pobreza de algunos combinada con la inseguridad de muchos” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). La educación, es también el pilar fundamente con la cual la Presidenta reivindica las posibilidades de hacer frente a la desigualdad, equiparando las posibilidades formativas. “Nuestro sistema de apoyo al financiamiento de la educación superior garantizará el financiamiento a todos los jóvenes talentosos para cubrir el costo de sus estudios en instituciones de calidad, a través de una combinación de becas, crédito, garantías públicas y subsidios al ahorro de las familias” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). 138 Poniendo énfasis en la focalización de los recursos hacia los mas pobres y también hacia la clase media: “Los jóvenes más pobres y talentosos tendrán apoyo directo a través de becas y crédito para matrícula y becas para cubrir su mantención. Los jóvenes talentosos de clase media tendrán acceso a créditos totales y parciales de matrícula, dependiendo de sus condiciones socioeconómicas, y sus familias accederán a subsidios por el ahorro que realicen para este fin. Incorporaremos a los sistemas de becas, crédito y ahorro para la educación superior un seguro estudiantil que les asegure a los jóvenes continuidad en sus estudios en caso de fallecimiento o invalidez de sus padres” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). Finalmente en relación al mundo laboral, también posiciona este espacio como aquel que facilita el sustento familiar, dando claras señales que su protección abre canales igualitarios hacia condiciones de vida “dignas”,cuyo acceso va de la mano con la integración de conocimientos y habilidades, dados vía la dimensión educativa. “El trabajo ocupa una parte fundamental en la vida de las personas. Es la fuente principal del sustento familiar. Es donde se ocupa parte importante del día, donde se realizan o se frustran aspiraciones y proyectos personales. El acceso a un trabajo permite aplicar los conocimientos adquiridos en la escuela, la universidad o a través de la experiencia; permite ser independiente y ganarse el respeto de los demás, sostener a una familia y aportar constructivamente al país. El trabajo ocupa nuestros años más productivos” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). E) Eje Nº 4: Institucionalidad A diferencia de lo que se hizo con los Tribunales del Juicio Penal Oral, que se establecieron paulatinamente, los Tribunales de Familia fueron establecidos en todo el territorio nacional; la realidad muestra que se crearon expectativas que no fueron satisfechas por la gran demanda de atención judicial, lo que creó una reacción adversa en la población. 139 Se crean 31 nuevos Juzgados de Familia, con parte de los recursos destinados inicialmente a la reforma procesal penal. Adicionalmente, el proyecto efectúo numerosas modificaciones a la ley de los juzgados de familia y a otros cuerpos legales. Así por ejemplo, se exigirá patrocinio de abogado ante dichos tribunales (hoy día es optativo, a menos que el juez lo exija); se establecerá un examen de admisibilidad de las demandas, lo que podría producir su rechazo inmediato por el tribunal; se creará una unidad de cumplimiento de las sentencias, iniciativa que en principio parece positiva, si bien no está clara su total conformación; se hace remisión, incluyendo en el Código Civil, a la Convención Internacional sobre Derechos del Niño, de las Naciones Unidas, lo que significa sustituir una norma clara y precisa de ese Código por una normativa, que si bien. está vigente en Chile, generará problemas de interpretación por su amplitud; se potencia la mediación en los asuntos de familia, haciéndola obligatoria en materia de alimentos, cuidado personal de los hijos y derecho de visitas; y voluntaria en los demás casos, y la prohíbe en asuntos de orden público, como el estado civil de las personas. Probablemente, éste es el aspecto más atractivo de la modificación. Se involucra a la sociedad desde una perspectiva comunicacional y solidaria frente al extravío de personas, ya que se propone que los medios de comunicación social, deben exhibir semanalmente fotografías de niños y personas perdidas. La obligación recaería sobre la televisión abierta y los tres diarios de mayor circulación nacional. La especialización del sistema de atención social y jurídica lleva a que en lugar de que sean los Juzgados Civiles, quienes conozcan los casos de violencia intrafamiliar, sean los Juzgados de Familia, que, entre otras materias, conocerían de los problemas de este tipo. Se propone que las notificaciones que se practicaban en los Juzgados de Menores, no sean encomendadas a Carabineros e Investigaciones, pues estos personales deben dedicarse a funciones de seguridad ciudadana. La 140 proposición es correcta, pero debe precaverse que el personal de receptores y asistentes de los Juzgados puedan cumplir esas funciones Dentro de este cuarto eje temático, se identifican los siguientes mecanismos de operacionalización: Tendencias sociales • Individualizar y tecnificar los procesos, acercándolos a la cotidianidad de la vida familiar, a fin de gestionar riesgos y restaurar vínculos. Tendencias políticas • Reconocimiento de la ruptura y creación de recursos para mediatizar sus efectos negativos, protegiendo a los integrantes de las familias en condiciones vulnerables. Tendencias culturales • Reconocimiento de los cambios familiares y evolución de tolerancia ante nuevos tipos de familias. Tendencias económicas • Reconocimiento igualitario de derechos económicos y, distribución de responsabilidades entre géneros. Actores Centrales del Proceso • Padres, jefes de hogar • Profesionales especializados en temáticas de familia. Expectativas de Participación Social • Activa en calidad de sujetos de derechos. Modelo de Intervención Predominante • Nuevas orgánicas y procedimientos institucionales 141 • Inclusión activa de la ciudadanía • Iniciativa privada para mejorar y perfeccionar la institucionalidad con un carácter técnico especializado. • Vigilancia estatal de ámbitos asociados al orden y las buenas costumbres En base al eje institucionalidad, Ricardo Lagos hace referencia a lo que ya hemos venido planteando en torno a los alcances de la Reforma del Estado Chileno, en sus componentes tanto administrativos como en su relación con la sociedad. “En los años noventa hicimos el histórico paso del autoritarismo a la democracia. Junto con ello, duplicamos el tamaño de nuestra economía, creamos más empleos que nunca en nuestra historia, para un período de 10 años, expandimos las comunicaciones, democratizamos los municipios, mejoramos las remuneraciones, reformamos profundamente la educación, enfrentamos la verdad en las violaciones de los derechos humanos, construimos viviendas y parques, y transformamos la infraestructura física del país con nuevas carreteras, puertos y aeropuertos” (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Claramente, se describe a las reformas modernizadoras que bajo medios de accesibilidad diferenciada, pero a la vez pública debido a segregación urbana, ha podido generar en la década de los noventa, condiciones de acceso a bienes y servicios que facilitan la mejora progresiva y sostenida de las comunidades, las personas y las familias en Chile. Lagos nos sitúa, en el cómo los cambios administrativos hacen redimensionar lo público mediante la incorporación de instrumentos de gestión que dan respuesta a los nuevos ritmos y demandas que la sociedad comienza a expresar. Ante esto precisamos conceptos como eficiencia, capacidad de utilizar y asignar los recursos en forma optima y racional, eficacia, entiéndase como aquella capacidad de gestión asertiva y 142 coordinada en base a planificaciones estratégica, descentralización, capacidad de delegar y distribuir en forma equitativa el poder y participación en las decisiones políticas, y gestión responsable y gerencial, relacionada esta última con la presencia directivos con actitudes responsables ante el compromiso que implica asumir cambios en la manera de reestructurar tanto interna como externamente las entidades públicas. Estos en su conjunto, no solo significan instrumentalizar servicios o espacios burocráticos tradicionales, ni trasladar conceptos o formas de accionar del mundo privado a los espacios públicos, sino también dar contenido a una nueva era en que la política pública necesita abrir canales que recojan las demandas de una sociedad, en su calidad de ciudadanos. Siguiendo con este escenario de “reformas”, destaca: La meta de esta nueva época es ampliar la libertad y la capacidad de emprender y de innovar de las personas, familias y comunidades; jamás extender el paternalismo de otrora (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar, 21 de Mayo del 2000). Ante esto, “emprendimiento e innovación”, son pilares fundamentales de estas reformas que intentan proyectar un cambio en relación al paternalismo de décadas pasadas, haciendo que incluso se asuman nuevos esquemas de acción en lo social, que apuntan a redefiniciones implícitas de la protección y asistencialidad. Cuando analizábamos los fundamentos y enfoques éticos de las políticas sociales a partir del gobierno de Lagos, dimensionamos un cambio sustantivo en la perspectiva asignada a los “grupos vulnerables”. Es una realidad que el Estado vuelve a ser parte de la orientación y definición de lo que se entiende por Protección Social, mas cuando las reformas de primera generación solo se habían centrado en la recuperación de índices macroeconómicos. 143 Ahora bien, esta nueva arquitectura ya no implica un “asistencialismo directo”, sino que mas bien una plataforma de orientación básica para que el sujeto, en este caso inserto dentro de la unidad familiar, pueda desarrollarse y capitalizar herramientas para su participación en el Mercado. ¡No debemos tener miedo a ampliar las libertades, promover la participación, expandir el conocimiento, la cultura y la ciencia, incorporarnos al mundo de nuestros días, vigorizar las familias y las comunidades!. ABRIR LAS PUERTAS AL DESARROLLO significa plena incorporación a la revolución tecnológica y, al mismo tiempo, que los frutos del progreso lleguen a cada rincón del país y que toda familia chilena goce de seguridad. INTEGRAR AL PAÍS. ¡Todo chileno y toda chilena debe estar incorporado al mundo moderno mediante servicios e infraestructura adecuados, con más atribuciones y responsabilidades para las regiones y para las comunas donde habita! (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). En su discurso, la integración de “todos al país”, componente sustantivo del desarrollo vías al bicentenario, se ejemplifica a través de acciones concretas visualizadas en los distintos servicios básicos. “Una de las tareas principales de mi gobierno será llevar adelante una profunda reforma de la salud, centrada en los derechos y garantías de los pacientes y con un esquema de financiamiento solidario. Queremos que todas las familias puedan acceder a una atención digna y satisfactoria. Chile puede y debe proponerse ahora este objetivo. La primera meta que anuncié como Presidente de la República fue terminar con las colas en los consultorios. Sé que es un objetivo ambicioso, estamos trabajando en esa dirección, pero prefiero proponerme objetivos ambiciosos a quedar en la inacción por el temor a cumplir las metas. ¡Ese es el signo de mi gobierno! (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Las reformas centradas en los derechos y garantías, se perfila como el componente ético incluido en los Programas Sociales, que para el caso de Chile Solidario se traducen en los 53 compromisos que adquiere tanto el Estado como los beneficiarios, durante su participación. El financiamiento solidario que identifica la manera de orientar los recusos económicos para el 144 cumplimiento de los “pisos mínimos”, se traducen en los distintos subsidios, via transferencias condicinadas que componen la estructura y por tanto, estrategías pública para acercar los beneficios. Lagos por su parte, reconoce que estos cambios, centrados en este caso en temáticas de salud, son complejos, ya que ameritan profundizar las estructuras públicas hacia este fin. “Estoy consciente de las dificultades que tiene emprender un cambio tan profundo en un sector tan complejo. Pero nuestras familias y nuestros hijos nos exigen hacer ese esfuerzo. Por ello hemos colocado el tema de la reforma de la salud como un tema central cuando hablamos de cómo tener un desarrollo productivo que llegue a todos los sectores. El desarrollo productivo, el crecimiento de Chile tiene que llegar a la salud de los chilenos (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar, 21 de Mayo del 2000). Otras reformas institucionales que tienden a mejorar el sistema bajo marcos igualitarios de acceso, estan referidos al seguro de empleo. “Junto a empresarios y trabajadores hemos concordado las bases del Seguro de Desempleo, que actualmente se tramita en este Congreso. Felicito, y quiero agradecer, a los honorables diputados por la celeridad con que aprobaron en general este proyecto (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). El seguro de desempleo, al igual que todas las medidas de subsidios solidarios, entra a complementar una red de apoyo que promueve una incorporación ampliada de las familias chilenas. Acciones que se perfeccionan con medidas tendientes a facilitar la incorporación de las mujeres al mundo laboral, mas cuando se remite a la cifra ya expuesta, en base al bajo porcentaje de participación laboral de las mujeres Chilenas. “Le he pedido al Consejo de Diálogo Social que proponga acciones concretas en esto, y ya está trabajando en adecuar los sistemas de cuidado infantil para facilitar la incorporación de las madres al trabajo; así, los futuros cupos de educación preescolar se focalizarán de preferencia en los hijos de madres que trabajan o buscan trabajo” (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). 145 Finalmente Lagos agrega: “Tenemos una buena retórica en materia familiar pero la práctica está muy lejos de generar las condiciones para que la familia se desarrolle a plenitud (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar , 21 de Mayo del 2000). Este diagnóstico posiciona claramente el desafío de avanzar desde el discurso “modernizador”, hacia medidas concretas que efectivamente operacionalicen materias sociales hacia el beneficio de las familias Chilenas. Recordemos que es a partir de este gobierno donde se comienza a cambiar el Sistema de Protección Social, redefiniendo tanto los destinatarios cómo los enfoques para su abordaje. El mejoramiento y ampliación de infraestructura cultural y deportiva, es también considerada como una medida institucional de cara al nuevo siglo. Los espacios culturales son abordados como instancias donde es posible transferir conocimientos y/o experiencias que fortalecen el proceso de formación de los futuros jóvenes de Chile. “Por ello vamos a definir una infraestructura cultural a lo largo del país, vamos a desarrollar un Programa Nacional de Juventud y Cultura, porque es allí, entre los jóvenes, donde están los Matta, los Neruda, los Arrau y las Mistral de este siglo XXI. Vamos a fomentar el deporte a lo largo y ancho del país, porque ahí están las figuras que nos llenarán de orgullo en el futuro” (Mensaje Presidencial del Presidente Ricardo Lagos Escobar, 21 de Mayo del 2000). Michelle Bachelet por su parte, refuerza en sus discursos los avances de una institucionalidad que se fundamenta en la creación de un país donde todos participen. Como ya lo mencionábamos en los análisis de discursos de los ejes anteriores, sigue siendo la desigualdad de oportunidades, la materia sustantiva de las reformas promovidas desde el aparato estatal. 146 “Más allá de los avances, que son evidentes para cualquiera, la tarea está aún incompleta. A medida que hemos seguido profundizando la plena integración de Chile al mundo, más fuerte se ha hecho la urgencia de reducir las desigualdades y resguardar –a través de una red de protección social– a nuestra gente y nuestra economía de los shocks que afectan la economía internacional” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria , 2005). La mandataria sustenta esta proyección, bajo una mirada retrospectiva en cuanto logra dimensionar los avances que los gobiernos concertacionistas han aportado tanto al mejoramiento del aparato estatal como al sistema de protección social. “Los gobiernos de la Concertación prácticamente han triplicado el gasto social entre 1990 y 2005, llevándolo a representar el 70 por ciento del gasto público total. En este proceso también fueron transformándose las políticas sociales. El gobierno del Presidente Aylwin concentró sus esfuerzos en recuperar los beneficios sociales que habían sido restringidos durante la dictadura y reconoció la existencia de grupos vulnerables como sujetos de la política social. El gobierno del Presidente Frei impulsó reformas fundamentales en la educación y la administración de la justicia. Y el gobierno del Presidente Lagos transformó políticas sociales en derechos, a través del seguro de cesantía, el sistema Chile Solidario y el Plan Auge” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). A este balance, que sintetiza las principales acciones asumidas por la Concertación, la Presidenta agrega el real sentido y fundamento de las políticas sociales: “La función principal de las políticas sociales debe ser terminar con la inseguridad entendida en este amplio sentido. En el pasado, las políticas sociales sirvieron para combatir la pobreza, satisfacer necesidades mínimas ligadas a la supervivencia y permitir el acceso a la educación, la salud o la vivienda. Ahora está llegando el tiempo de que las políticas sociales se articulen en un sistema de protección social capaz de abrir oportunidades y limitar riesgos para quienes no tienen la posibilidad de protegerse por sus propios medios” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). 147 Esta definición, nos permite mirar los cambios que ya hemos venido mencionando, en base al cómo se articula un nuevo sistema de protección social que actúa sobre las múltiples dimensiones en la cual el grupo familiar participa. Se trata de un sistema que bajo una mirada integral busca abrir las oportunidades, limitando a la vez los riegos para quienes no tienen la posibilidad de hacerlo por sus propios medios. “Hoy en Chile es fácil asegurar un auto o una casa contra accidentes y robos. Pero es mucho más difícil asegurar a una familia contra riesgos de enfermedad, invalidez o muerte. Esto ocurre no sólo por una cuestión de poder adquisitivo. Los seguros privados protegen de riesgos a los que se parecen; los seguros sociales cubren los riesgos de los que son distintos. Los seguros sociales deben tener más de seguros y más de sociales. Es decir, requieren de solidaridad” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). Ahora bien, ya refiriéndose al sistema de protección social asumido bajo su mandato se especifica: “Un buen sistema de protección social genera mayor igualdad al reducir la inseguridad que afecta a muchas familias, permitiéndoles abordar proyectos, iniciar emprendimientos y arriesgar un poco más en la seguridad de que un error no significará la ruina (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). La reducción de la inseguridad es lograda bajo un sistema de protección social cuyos componentes y estrategias, promueven la igualdad de oportunidades para así incentivar la participación de los más vulnerables en emprendimientos u acciones que tienden a desplazarse ante el miedo de los “riesgos sociales”. Esta mirada refuerza el modelo de “factores protectores y de riesgo”, ya instalado bajo el mandato de Lagos, ante el cual la red solidaria estatal se enfoca en disminuir los riesgos para así promover escenarios de confianza. 148 Retomando el análisis que elaboramos en base a los ejes, se reitera la dimensión educativa como uno de los principales marcos institucionales que orientan las medidas de protección social desde el escenario público. “La educación es la fuente básica de las competencias y capacidades que requieren las personas para desarrollar proyectos de vida satisfactorios y encarar los riesgos a los que se enfrentan en distintas etapas de sus vidas. Un acceso igualitario a las competencias requeridas por los chilenos para formar sus familias, emprender proyectos, desarrollar comunidades solidarias y enfrentar los desafíos del mundo moderno es una condición básica para construir un país más equitativo, más próspero y más seguro. Hoy casi todos los niños de Chile completan la educación básica y cerca del 90 por ciento termina la media. Casi cuatro de cada diez jóvenes chilenos llegan a la universidad. Como resultado de todos estos cambios, Chile es hoy un país mucho más educado: en 1980, las personas de entre 15 y 64 años tenían, en promedio, sólo ocho años de escolaridad; hoy tienen casi diez años y medio. También hemos avanzado en equidad. Hoy, el 70 por ciento de los estudiantes universitarios son los primeros en su familia en alcanzar ese nivel educacional. Se trata de logros formidables de los que debemos estar orgullosos” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). La presidenta destaca los logros (en cifras) que presenta los avances en temáticas educativas, perfilando que es este espacio el principal motor del desarrollo, ya que es a partir de la educación desde donde se puede nivelar el acceso al conocimiento. El avance en esta área se perfila fajo la idea de equidad, mas cuando dentro de las cifras resaltan porcentajes directamente vinculados con el acceso educativo de los educandos que provienen de familias que no han tenido la oportunidad de estudiar. Continuando con las acciones proyectadas en este componente se destaca: “Nuestra meta es clara y simple: al término del primer ciclo de educación básica, las diversas políticas y los diversos programas contemplados en el sistema de protección a la infancia deberán haber borrado el efecto del origen socioeconómico sobre las capacidades de los niños y niñas de Chile para aprender y convivir” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). Esta meta es acorde con los fundamentos sociales que movilizan las nuevas políticas sociales, ya que al plantear pisos básicos en el acceso, se tiende a borra el origen socioeconómico de las personas que participan, con el objetivo de evitar así la discriminación desde el inicio. 149 Es el programa Chile Crece Contigo, uno de los pilares fundamentales de este periodo presidencial, ya que promueve una intervención cuyo enfoque esta en fortalecer las capacidades de los niños y niñas, mas que diferenciar el origen de cada uno. Referido a las directrices de este programa, el cual se complementa con otras acciones que fortalecen la red de servicios desde el Estado, Bachelet plantea: “Los fuertes avances en atención materno-infantil, cobertura preescolar y básica, y nutrición, entre otros, indican que este sistema se puede construir durante los próximos cuatro años. Desarrollaremos y aplicaremos nuevos instrumentos de gestión, seguimiento y evaluación que permitan una gestión integrada, pertinente y orientada a resultados de los componentes de este sistema. Complementaremos este conjunto de intervenciones con prestaciones de salud, asistencia judicial, prevención de violencia intrafamiliar y otras intervenciones públicas que hoy se encuentran dispersas. Con estas políticas todos ganan” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). Destacamos además otras medidas integradas a su discurso, que proyectan importantes reformas al sistema educativo, en tanto transparencia, acceso a mayor información, participación y horizontalidad de las relaciones, tanto interno como externas, desde y hacia los establecimientos educacionales. ”Elaboraremos para cada establecimiento una ficha escolar, que resumirá el conjunto de antecedentes necesarios para que los padres y el resto de la comunidad escolar se formen una opinión sobre su situación. Estos antecedentes no se referirán sólo al establecimiento, sino también a los establecimientos similares en la comuna, la región y el país, de modo que la comunidad pueda evaluar la situación de su escuela o liceo en relación a sus pares. Actualizaremos la ficha escolar periódicamente y ésta estará a disposición de las familias al momento de postular al establecimiento (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). Agregando además, “En todos los establecimientos educacionales deberán operar regularmente los consejos escolares, formados por directivos, profesores, apoderados y alumnos. Ante este consejo los directivos rendirán cuenta sobre las políticas del establecimiento y sus resultados educativos. En los establecimientos municipales los directores estarán sujetos a convenios de desempeño y sus profesores deberán participar en el sistema de evaluación docente” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). 150 Todas las medidas antes enunciadas perfilan un sistema educativo democrático y transparente, ya que se instalan mecanismos que por un lado mejoran la gestión escolar, pero que también promueven una participación ampliada de todos los actores escolares, haciendo directa mención al cómo la familia se integra al sistema educativo, facilitándole por un lado mejor información de la oferta y calidad educativa, como mayor incidencia en los espacios de “control y evaluación institucional”. La incorporación de la etapa denominada control social, dentro del conjunto teórico que caracteriza las fases de un Programa y/o Proyecto Social (entiéndase difusión, diagnóstico, diseño, ejecución, evaluación y rediseño), implica reconocer la existencia de una dinámica social que no se limita a entender la acción del sujeto como un usuario aislado y centrado en el intercambio de bienes y/o servicios, bajo la idea de conmutatividad, sino que implica una visión de sujeto en tanto individuo como perteneciente a un cuerpo social. El hacer del control social una fase que perfila el derecho ciudadano de apelar a la rendición de cuenta, a la transparencia y al cumplimiento de los objetivos de un Programa y/o Proyecto Social de la oferta público-estatal, expresa el hecho de concebir al sujeto como portador de habilidades sociales, es decir, de una capacidad asociativa no-estatal que está presente en su relación vincular cotidiana. Finalmente, a esta tarea educativa, entendida partir de que: “La escuela y el liceo son los principales espacios de socialización en que participan niñas y niños más allá de sus familias. El sistema educacional debe hacerse cargo de su responsabilidad formativa, incorporando la convivencia, el servicio a la comunidad y la solución pacífica de conflictos de convivencia en la escuela” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). 151 Se suma una igualdad de oportunidades que debe manifestarse en todas las etapas de la vida, ya que lo necesario, en dichos de la Presidenta, está, en poder entregar las competencias efectivas para que los actores sociales continúen ejerciendo una participación igualitaria mas allá del sistema educativo, es decir, este espacio debe dejar instalada las herramientas que posibiliten la construcción de un “país para todos”. “Para que nuestros niños y jóvenes desarrollen adecuadamente las competencias y capacidades que requieren, no basta con que tengan acceso a la escuela y el liceo, y a recursos educativos. La igualdad de oportunidades a la que aspiramos necesita que estos esfuerzos se traduzcan efectivamente en las competencias que requerirán para enfrentar etapas posteriores de sus vidas” (Mensaje Programa Presidencia “Estoy Contigo” Michelle Bachelet Jeria, 2005). Este es el sello y el carácter desfamiliarista, pero enfocado selectivamente en un grupo que le reporta dinamismo a las políticas sociales con el que se cierran las políticas desarrolladas por la Concertación 4.4 Resultados de la investigación Luego de haber revisado los principales contenidos discursos programáticos de los presidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet, podemos establecer los siguientes resultados por cada eje temático, a partir de un análisis que considera como línea conductora: Agenda Política, Agenda Legislativa y Principales lineamientos en torno a la política social, centrada en la Familia. 1. Instituciones Familiares. Nuevos cambios, reconocimientos, e integralidad de la Familia Chilena. Respecto de las Instituciones Familiares, nos encontramos con profundos cambios que van desde la discusión legislativa hasta los propios proyectos a través de los que se hace operativa la política social. Principalmente la 152 ruptura de una visión estática del matrimonio como estructura del parentesco única e inmutable en el proceso de formación de familia. La nueva concepción legal, transita desde la disfuncionalidad hasta la vulnerabilidad social, con un enfoque centrado en la gestión de riesgos individuales asociados al capital de cada biografía individual como el contexto familiar. Emergen nuevas tipologías y arreglos familiares, no solo como un antecedente sociodemográfico, sino que como un nuevo actor que mas que oponerse, viene a complementar el predominio tanto discursivo como organizativo, que tenían, los grupos familiares nucleares, emergiendo desde la reconstitución familiar, nuevos estilos y formas de distribución de poder y jerarquías dentro de la Familia. La transversalidad en la concepción del “experto”, convocante solo desde la comunidad religiosa y médica, se amplifica hacia nuevos actores capaces de visibilizar los requerimientos de igualdad y justicia, propuestos por el gobierno de Lagos, en el reconocimiento ante la ley y con las respectivas consecuencias hacia la sociedad, de los hijos como un bien reconocido y protegido propietariamente. 2. Género y Desarrollo. Profundizando la situación de la mujer e inclusión de nuevos actores. En cuanto a género y desarrollo, existe, una sensibilidad instalada, dirigida a reconocer la condición de la mujer que se ha venido trabajando desde 1990 y por tanto, se encuentra hoy vinculada con la profundización y la focalización del actor- mujer, sobre el cruce de los conceptos jefa de hogarmadre y trabajadora-pareja, para lo que es necesaria una nueva campaña y enfoque de la Familia y su realidad frente a la vivencia de la monoparentalidad y la alianza individuo-sociedad, para complementarse en tareas y funciones que fortalezcan a la Familia. 153 Igualmente el adulto mayor se analiza como sujeto para la acción pública, no solo desde una perspectiva de cambio demográfico, sino que además como ser social independiente y objeto para las acciones de política pública. Esto pone a Chile en sintonía internacional con las acciones por una parte protectoras y por otra inclusivas, proyectando su situación respecto del cambio en su pirámide demográfica, instalando la dimensión prospectiva en los cambios para la política social familiar. Mención especial tiene durante la administración Bachelet la integración de tipo global, de la protección a la infancia, desde las fases primarias de la vida, que en una concepción de reciprocidad con las madres, a gentes naturales del desarrollo y protección de los hijos, Lo que queda representado a través del programa Chile Crece Contigo. Las temáticas delictivas tienden a producir vínculos de igualdad social respecto de las relaciones de pareja sobre la base de la igualación del parricidio con el infanticidio y, a la vez, la determinación del infanticidio y la decidida protección de la infancia en general. 3. Delito y Justicia. Modernización e igualación de derechos. Destaca principalmente la discusión pública amplia para instalar tales temas y su necesidad de construir por una parte la base legal para su acción, por una parte, y por otra, la plataforma asistencial para su abordaje y protección. Lo que se traduce en una serie de programas, sobre la base de las modalidades de casas de acogidas y programas terapéuticos, para incluir a actores de la sociedad civil quienes intervienen directamente, rompiendo la frontera de lo público en lo privado, en aras de dinamizar sistemas legales con mecanismos de protección social. 154 4. Lo Socioeconómico, soporte de toda política social. En relación con lo socioeconómico, nos encontramos con la preeminencia de fórmulas subsidiarias transferidas de manera directa a la demanda como la estrategia desde la cual se busca desarrollar la capacidad de los individuos al demandar derechos sociales a una red pública de servicios que se los garantiza. Las garantías de derechos pasan a ser una manera habilitante de la ciudadanía, ante la ausencia de mecanismos de protección social. Cobra especial énfasis la medición de la pobreza como recurso pertinente en el acceso prioritario a los distintos programas cuyo destino final es la protección de la Familia. La participación progresiva en la sociedad civil, opera en función de la externalizacion de servicios sociales a nivel municipal que resultan complementarios a la acción estatal como ocurre con el Programa Puente y las Oficinas de Promoción de Derechos, no obstante ingresar todas a las logi9cas de las transferencias condicionadas a resultados, en los que el tecnicismo del cumplimiento de actividades y metas parciales, limitan la capacidad integral de la familia a través de sus miembros de reajustar poderes y equilibrios mas allá de las estructuras vigentes para validar las competencias económicas, en base a los indicadores económicos de consumo y endeudamiento, por sobre las ideas de progreso a partir de la calidad del empleo y seguridad social de los grupos familiares. 5. Institucionalidad. Modernizar el Estado y modernizar sus políticas. La institucionalidad responde a una modernización de segunda generación centrada tanto en la eficiencia como en la eficacia del soporte económico y legal para los grupos familiares. Además modernizar las clásicas estructuras de atención y servicios, complicaba la inclusión por una parte de tecnologías 155 de la información y por otra de las habilidades para poder utilizarlas, como en los procesos tipo “ventanillas únicas” o sobre un cobro asociado a una tarjeta bancaria. Finalmente, la mayor transformación se produce por medio de el aparato judicial sobre la base de la creación de un nuevo sistema de justicia familiar inspirado en los principios de igualdad individual y equidad social inspirados en las propuestas desarrolladas durante las administraciones de los presidentes Lagos y Bachelet, que recogen como base el diseño de gestión de políticas sociales, estructurado en el gobierno de Eduardo Frei RuizTagle. Notas del Capítulo 1. No se emplean criterios demográficos, lo cual permite que todos los hogares indigentes, con independencia de su composición, ingresen al programa. 2. El mecanismo de participación se traduce en un contrato donde las familias se informan del sistema y comprometen su participación, reconociendo la mutua exigibilidad de compromisos. Las condiciones son fijadas en un esquema de co-construcción, que busca ajustarse a las necesidades de las familias y que se materializa en la suscripción, por parte de éstas, de un contrato familiar que define mínimos sociales a lograr en las dimensiones priorizadas por el programa, mínimos que nuevamente refieren al logro de las condiciones básicas para egresar del programa (Villatoro. Op. Cit). 3. Se releva que en la mayoría de los países donde se implementan estos programas, son las mujeres las que reciben las transferencias monetarias, ya que se considera que utilizan y organizan de mejor manera los recursos en relación a los hombres. 4. Dentro de los bonos asignados se destacan: subsidio único familiar (SUF), subsidio al agua potable (SAP), pensión asistencial (PASIS) y subvención pro retención escolar. 5. En relación al, Programa Puente, se define como una estrategia de carácter integral e intersectorial, diseñado para generar condiciones básicas que permitan a familias pobres superar esta condición. Opera. sobre la base 156 de la oferta estatal de servicios y beneficios a través de un trabajo en Red, asumiendo la condición grupal de la familia y no sólo como un ente individual (MIDEPLANa, 2001) 6. Los subsidios corresponden a aportes económicos directos, equivalente a asignaciones familiares, que se pagan en forma mensual a las madres, embarazadas, padres, guardador o personas que tengan bajo su cargo a menores de edad, que vivan a sus expensas y que cumplan con los requisitos solicitados para ser beneficiario de éste (MIDEPLANb, 2001). 7. El Sistema de Protección Social se instala y entiende, como un entramado de redes públicas y privadas que operan como mecanismos que sostienen y promueven el desarrollo de oportunidades para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. 8. Ministerio del Trabajo y Previsión Social, (2008). Ley 20.255. Reforma Previsional. Subsecretaría de Previsión Social. 9. La Reforma, crea el Sistema de Pensiones Solidarias para quienes no han ahorrado durante su vida o reciben una pensión baja, discapacitados, inválidos; otorga beneficios en relación a la equidad de género (bono por hijo y compensación económica en caso de Nulidad o Divorcio) y subsidios a los jóvenes para cotizar; establece la afiliación obligatoria de los Trabajadores Independientes al sistema previsional, igualando sus derechos y obligaciones con los trabajadores dependientes; consagra la afiliación voluntaria con el objeto de beneficiar especialmente a la clase media; se genera un mecanismo de ahorro según el cual los ahorros voluntarios realizados por los trabajadores son complementados por sus respectivos empleadores., los que además pagan el seguro de invalidez y sobrevivencia.. Así, los principales beneficiarios de la reforma previsional son: los adultos mayores con pensiones bajas o sin pensión; mujeres sin trabajo remunerado (como las dueñas de casa); mujeres con trabajo remunerado; trabajadoras temporeras, trabajadores Jóvenes; trabajadores Independientes; trabajadores de Clase Media; sindicatos; personas carentes de recursos; personas Inválidas y con Discapacidad; y beneficiarios de leyes especiales. (p.e. víctimas de violaciones de los Derechos Humanos). 10. Respecto a las salas cuna, hay que mencionar que durante el gobierno de Michel Bachelet, por ejemplo para el año 2009, se construyeron 900 nuevas salas cunas, las que se suman a las 800 ya construidas durante el año 2006, sumadas a las 900 del 2007 y 2008. 11. Con el Acuerdo para el Fortalecimiento de la Sociedad Civil, suscrito por el tercer gobierno de la Concertación el 30 de agosto de 1999, se inicia un nuevo periodo de reconceptualización del rol de la Sociedad Civil en los procesos de modernización de la gestión pública. Se da inicio a la responsabilización política y al reconocimiento de que 1990 no implicó la 157 incorporación real y conciente de la población al pacto democrático. Se inicia un periodo de reconocimiento de una deuda política, en base al cómo tratar e incluir los temas de la Sociedad Civil Chilena en los equilibrios de poder, ante las imperfecciones y asimetrías del mercado. La tolerancia – como valor de un Nuevo Trato de la diversidad y de las nuevas formas de manifestación – comienza a tener relevancia en la planificación y en la búsqueda de estrategias para operacionalizar la participación en las diversas entidades pública. 5. CONCLUSIONES ¿Modernidad y Bienestar? Escenarios para la articulación de políticas sociales dirigidas a la Familia. Los porque Si: • Los cambios demográficos a nivel de la estructura poblacional determinan otros ajustes, que en base a su naturaleza política y desde los valores propiciados por la democracia involucran, una concepción de sociedad en proceso de modernización. En este caso, Chile se hace cargo en un ritmo progresivo de la articulación entre las necesidades y los recursos, para ajustar a su sociedad con sus políticas públicas. • Se dispone de un soporte estructural de políticas públicas de tipo universal, lo que permite la integración de la población al quehacer de las políticas públicas, generando una base social que ha garantizado cobertura universal en áreas estratégicas del desarrollo (salud, educación, vivienda, trabajo y seguridad social). Éstas perduran hasta nuestros días ajustándose al diseño técnico que permite su focalización, acorde a criterios y valores que culturalmente transversalizan maneras de inclusión social, marcando un itinerario en la experiencia chilena, desde los grupos prioritarios de los años noventa, definidos a partir de la categoría diferencia, hasta la 158 focalización en materia de pobreza que integra, a los nuevos tipos de Familia en Chile con las lógicas de la vulnerabilidad social. • La dimensión del bienestar, si bien se transforma, desde una política social neoliberal, limita su acción desde la iniciativa estatal y sigue reflejando ajustes individuo y sociedad, ante los cuales la acción de los privados no logra dar una cobertura a sus necesidades. • La ficción constituida por la Familia o el espacio de políticas que ésta inspira, da cuenta de una constante área de discusión sobre los contenidos de lo social, mirados desde la naturaleza cotidiana de cada sujeto y de los proyectos fundantes de la individualidad intermediados por las agencias de socialización. • Los modelos de Reforma del Estado, en el corto plazo se dirigen a la reducción de la pobreza y en el largo plazo estabilizan,- bajo lógicas de redes en base a gestión compartida entre agentes públicos y privados-, el desarrollo de políticas desfamiliaristas, que potencian la realización de los individuos y el cumplimiento de funciones familiares, sustentadas en una red básica de tipo socioeconómica y jurídica, que soporta la igualdad de oportunidades. Los porque No: • La modernidad de lo familiar implica la aceptación de nuevas formas y arreglos constitutivos de familia que requieren largos procesos sociales de sensibilización y acogida de formas aun resistidas en amplios sectores de la sociedad chilena. Una base conservadora y anclada en la estructura nuclear y en la jerarquía patriarcal opera como un constante artefacto disuasivo en aceptar la modernidad de los discursos familiares. 159 • La natural desconfianza en la acción pública, promueve que predomine una visión de política familiar, centrada en el asistencialismo y la acción individual por sobre la colectiva, permitiendo una sobrevaloración de la acción del mercado, como agente principal frente a la promoción de derechos y actualización de la oferta de bienes y servicios para familias. • El vínculo del progreso, se puede enfocar exclusivamente en la perspectiva económica de la adquisición de bienes, debilitando la capacidad ciudadana para transformar desde un rol político, la experiencia familiar de cada individuo por sobre las modificaciones, que requieran de un cambio estructural a nivel país. • Existe un temor natural y un alta resistencia a entregar capacidades al Estado para organizar las redes proteccionales, bajo el supuesto que amenacen el principio de la libertad, pero paradojalmente instauran un sistema conservador que no se discute, desde sus bases argumentativas, instalando autoritariamente una razón instrumental desde el poder asociado a sus grupo de interés. • La visión ética de la Familia, predomina, como una norma heterónoma que afecta la moral social, limitando el proceso de co-construcción -, propio de la ética discursiva, desde la que es posible argumentar el principio de la responsabilidad, como objeto guía de la acción individual, externalizando los patrones impuestos por un orden estructurante y heterónomo, que se resiste a modificar sus aparatos de control y es la base de la mantención del pacto tácito, como soporte social de la Familia. 160 Finalmente, Los Gobiernos de Ricardo Lagos Escobar y Michelle Bachelet Jeria, se hicieron cargo de una modernización, tanto de los discursos como las medidas para entregar una visión de la Familia, como una proceso en transformación tanto en Chile como en el mundo. Se asume el fin del “pacto tácito”, como una posibilidad cierta, no obstante la velocidad de los cambios, que no concita la capacidad de representar o contener la diversidad de intereses reflejados en si mismos. Aún permanece, una Política Social de Familia de Régimen Conservador (Familista), con matices de condicionamiento; o bien situada desde la focalización, únicamente hacia los grupos pobres, como referente tipo de las familias y sus problemas. Esto impide un compromiso político, social y económico, con los cambios que auguren medidas o preparación para la discusión inclusiva, a partir de los nuevos tipos y transformaciones de la vida social y familiar desarrollados en Chile. 161 6. BIBLIOGRAFÍA Arenas, A. (2009). La Reforma Previsional en Chile. Ponencia para el XXI Seminario Regional de Política Fiscal CEPAL, Santiago de Chile. Bagnara, A., et. Al (2003) Familia: Innovaciones y desafíos. Las familias Chilenas en la década 1992-2002. En: Cuánto y cómo cambiamos los chilenos. 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En Chile y en todos los países que se globalizan se multiplican las oportunidades, pero al mismo tiempo aumentan los riesgos para la gente. Así, surge con fuerza la demanda por un país más acogedor, capaz de reducir los riesgos y la inseguridad económica que afectan a amplios sectores de la población, no sólo a los pobres, sino también a segmentos de la clase media. En los años noventa hicimos el histórico paso del autoritarismo a la democracia. Junto con ello, duplicamos el tamaño de nuestra economía, creamos más empleos que nunca en nuestra historia, para un período de 10 años, expandimos los las comunicaciones, democratizamos municipios, mejoramos las remuneraciones, reformamos profundamente la educación, enfrentamos la verdad en las violaciones de los derechos humanos, construimos viviendas y parques, y transformamos la infraestructura física del país con nuevas carreteras, puertos y aeropuertos. Por eso aquí hoy lo digo sin estridencia, pero con firmeza: EL NUESTRO SERÁ EL GOBIERNO DE LAS REFORMAS para llevar a Chile a ser un país desarrollado el 2010. Emprenderemos reformas en las esferas social, política, económica y cultural. No cualquier tipo de reformas, porque lo que Chile necesita no es cualquier tipo de cambio, sino aquel que le permita a todos sus hijos crecer en igualdad y en libertad, que aquel que nace en esta tierra nuestra, tiene iguales posibilidades, no importa el lugar o la cuna en que nació. El reformismo prometido se sustenta en la igualdad como valor a desarrollar e incorpora la idea de precisar en grupo y agente destinatario del hacer de las políticas sociales; caracterizadas en la idea de los hijos con la impronta de la libertad como virtud del nuevo ciudadano. Más allá de los avances, que son evidentes para cualquiera, la tarea está aún incompleta. A medida que hemos seguido profundizando la plena integración de Chile al mundo, más fuerte se ha hecho la urgencia de reducir las desigualdades y resguardar –a través de una red de protección social– a nuestra gente y nuestra economía de los shocks que afectan la economía internacional. Este programa distingue cinco áreas temáticas que reflejan las prioridades del futuro gobierno: una nueva red de protección social, condiciones para un salto al desarrollo, un programa para mejorar la calidad de vida de los chilenos, el combate contra la discriminación y la exclusión, y un nuevo trato para los ciudadanos en todos los aspectos de la acción pública. El texto cierra con una propuesta sobre el lugar que Chile debe ocupar en el mundo durante esta nueva etapa de nuestro desarrollo. La desigualdad es el principal escollo que enfrentamos para hacer de Chile un país desarrollado. La desigualdad no sólo condena a miles de hogares a condiciones de vida inaceptables: también limita su libertad e inhibe su capacidad para aportar a la construcción de un país mejor. Para vencer las desigualdades no basta la determinación; es necesario, además, entender su origen. La desigualdad no empieza ni termina en los ingresos. Ella se manifiesta en los primeros años de vida de la persona, continúa con las oportunidades de educación, se profundiza con las discriminaciones y se consolida con la adversidad. La desigualdad se da en las oportunidades y en los resultados. Se reproduce diariamente y se profundiza cada vez que los más poderosos imponen sus intereses sobre el interés general, ya sea en la política, los negocios o las decisiones públicas. En Chile no hay una sola desigualdad; hay muchas desigualdades y todas están relacionadas entre sí. 169 Anexo Nº 2 Matriz de integración Evolución acciones jurídicas. Esquema Marco en la Evolución Jurídica a favor de la Familia Elementos de análisis - Declaración Universal de los Derechos Humanos. - Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del niño (adoptada en 1959 por la Asamblea General de la ONU). - Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. - Pacto internacional de Derechos económicos, Sociales y Culturales - Reglas de Beijing (Reglas mínimas de Naciones Unidas para la administración de justicia de menores). Reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad y medio y medio natural para el crecimiento y bienestar de todos sus miembros, y particularmente de los niños. Interés superior del niño. Concepto de Niño: “Todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad” (art. 1 Conv.) Derecho a la vida. Derecho a un nombre, nacionalidad y en lo posible “derecho a la identidad genética”. Derecho a mantener una relación directa y regular con ambos padres. Derecho a la libertad de expresión Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión. Derecho a la libertad de asociación Derecho al resguardo de su vida privada Derecho al “disfrute del más alto nivel posible de salud”. Derecho a la seguridad social Derecho a la educación. Derecho al descanso y al esparcimiento ¿Interés social vs. Interés individual? Predominio del interés social sobre el interés individual. ¿Solemnidad o no de los actos? Predominio de la solemnidad en sus 170 actos. ¿Autonomía de la voluntad vs. Orden público en los actos de familia?.Evolución por una Contractualización de nuestro Derecho de Familia. ¿Capacidad o incapacidad de la mujer casada? Incapacidad relativa de la mujer casada en régimen de sociedad conyugal? ¿Unidad o diversidad de regímenes matrimoniales? Constitución Política de la República. Código Civil de la República. Ley de Matrimonio Civil. Ley de Menores. Ley 19.968, de Juzgados de Familia Ley 14.908, de abandono de familia y pensiones alimenticias Ley 19.325, sobre violencia intrafamiliar Ley 19.585, sobre filiación. Ley 19.620, sobre adopción Reglamento Ley 19.947 (Matrimonio Civil) Reglamento Ley 19.968 (Juzgados de Familia) Reglamento Ley 19.620 (adopción) Constituyen propiamente el contenido específico del Derecho de Familia, pudiendo surgir ya sea de una familia matrimonial como de un concepto amplio de familia. Con tal propósito los estudiaremos a continuación: - Derecho de Alimentos - Régimen Comunicacional (ex visitas) - Tuición - Adopción - Filiación 10.01.1884: Dictación de Primera Ley de Matrimonio Civil 17.05.2004: Dictación de Nueva Ley de Matrimonio Civil 18.11.2004: Entrada en vigencia de la Nueva Ley de Matrimonio (Trib. Civ) 01.10.2005: Entrada en operación de Tribunal de Familia (Trib. Fam) El Art. 102 Código Civil establece una definición legal de Matrimonio, que no es derogada por la Nueva Ley: “Contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear y de auxiliarse mutuamente” ¿Cómo puede terminar el matrimonio? Muerte natural de uno de los cónyuges Muerte presunta de uno de los cónyuges Sentencia de nulidad Sentencia de divorcio La Nueva Ley de Matrimonio Civil, incorpora tres modalidades: Separación judicial (sin disolución de vínculo) Nulidad Divorcio Vincular 171 Anexo Nº 3. Matriz de integración. Proyectos de Ley e iniciativa en políticas sociales.(Muestra) Eje Instituciones Familiares 1 DIVORCIO Y SEPARACIÓN DE HECHO Una moción parlamentaria se hace cargo de una falta de coordinación legislativa en la modificación introducida al Código Civil por la denominada “ley de divorcio”. Como se sabe, antiguamente el divorcio no ponía término al contrato de matrimonio, por lo que la ley entonces establecía que el cónyuge que no hubiere dado motivo al divorcio podía pedir alimentos conforme a las reglas generales. Sin embargo, como el divorcio ahora disuelve el vínculo matrimonial, se produce el contrasentido de que algunas personas habrían pretendido demandar alimentos a su ex cónyuge (no obstante estar disuelto el matrimonio). Por eso se propone una nueva redacción, según la cual el cónyuge que no hubiere dado motivo a la “separación de hecho” podrá demandar alimentos, lo que es consistente con la nueva legislación.,Ley: 20145Fecha Publicación: 6/9/2006 CAMBIO DE NOMBRE Dos proyectos similares de parlamentarios de la Alianza por Chile proponen modificar la ley de “cambio de nombre” para permitir que una persona pueda solicitar que el apellido materno se anteponga al paterno; también proponen que al inscribir el recién nacido se pueda registrar como primer apellido el del padre o el de la madre, según acuerden los progenitores. En principio no se ve inconveniente en lo propuesto, siempre que, en el caso de los cambios de apellido, se adopten los resguardos para evitar la utilización fraudulenta o abusiva de este derecho. Ley/Decreto: - Fecha Publicación: 5/12/2006 Tendencias sociales Más individuo y protección de los hijos Reconocimiento de la libertad patriarcal Igualdad de género y responsabilidad de tuición compartida Saca la decisión de los padres Aceptación –tolerancia y resistencia. Frente a instituciones y modelos históricos de convivencia que se rompen y se legaliza su ruptura Igualdad ante la ley de los hijos matrimoniales y no matrimoniales Tendencias culturales Normalizar la indivisibilidad de vínculo matrimonial Valoración de la madre como jefe legal, y afectivo de la familia Paternidad y nueva masculinidad 172