OTEIZA TEOMAQUIAS —1— SOLEDAD (como Introducción a Teomaquias) En un principio debió ser la Soledad de Dios. No seria el Amor sino la Soledad de Dios lo que le impulsa a la creación. Como explicación religiosa y teológica del mundo. El amor es para Dios un descubrimiento del hombre, que sorprende a Dios. Es Cristo, un hijo del hombre, el que atribuye a Dios el amor y le nombra Padre. Desconcertante situación para un Dios que descubre el amor en un proceso avanzado de su mundo en descomposición y tarde. Esta teológica basura, el hombre en el mundo (Dios se esconde), el hombre arrojado del Paraíso pone en esta basura un poco de luz, un poco de amor en esta basura de un poco de hombre, de un hombre cualquiera, en un momento, basta un momento, en un siglo o en un milenio cualquiera (y Dios se esconde). Una teología primera de la soledad, luego una teología del hombre, una antropología del amor, una bonita lección en esta basura en el mundo del hombre (qué dices, Dios, Dios mio, ¿por qué te escondes?) —2— TEOMAQUIAS opus 21 1.ª prueba (este escrito sobre la impotencia) me he vestido de ciclista y esta vez me oirás te buscaré en las más altas cumbres gritaré en todos los mares en trasatlánticos en todas las playas he preguntado nadie te había visto al borde en las montañas he permanecido de pie al borde de un adverbio un adjetivo mis oraciones también no porque me has vestido de criatura humana no que no soy capaz de este esfuerzo te encontraré 116 Jorge de Oteyza subiendo en la noche me derribaste y dejado cojo al pie de la escalera quisiste dejarme ciego cagado por los pájaros un día que mirando el cielo te encontraré me reconoces por mi obstinación tengo que devolverte todo lo que me hiciste y para qué yo en este camino para nada averiguare sobre Ti que no lleva a ninguna parte he estado contigo equivocado buscándote como un bacalao en linea recta sufriendo graves riesgos hasta Terranova hasta el origen te he buscado y aún he osado llegar más allá pues he sido muchos años escultor para identificarme contigo y que me oirías he seguido arqueologias con D. José Miguel Barandiarán y pesados ficheros con D. Julio y he conocido también y perdido el tiempo he vomitado con Oteiza he sido también carnicero y hasta filósofo y te quité la vida por si te descubría en los ojos de un cordero degollado he sido también espía y he sido calumniado y maestro de escuela entre los niños por si te encontrabas y en comisarías peor que en Terranova no es mi fuerte la memoria pero me has obligado a aprender idiomas hasta el fondo en el agujero de las primeras etimologías hasta el fondo de las más antiguas inclinaciones de tu mano en los natales muros allí estaba también yo te he esperado vestido de caballo he estado muy cerca de Ti y no podía moverme con una cabeza pequeña me has tenido una edad entera comiendo todo el día hojas de los árboles y arrastrándome otra edad entera en los pantanos con mi fuerte dentadura para nada tendrás que explicarme por qué estoy ahora aquí perifrástico de trampas asomado de palabras para nada pero esta vez me oirás me he vestido de ciclista subiré a la cumbre más alta y gritaré 117 Oteiza Teomaquias —3— Como Teomaquia opus 22 (para una o desde una Metafísica de la Corrupción) Darwin persigue a Dios entre los árboles yo escondido de árbol lo veo Se revolvía Dios tropezando buscando la entrada del Paraíso que parecía haber olvidado Dios quería escapar de la Naturaleza un ángel recostado en una roca dormía Dios lo despierta de una patada —¿y Adán? —no ha vuelto y yo escondido de árbol lo veía todo y me avergonzaba de haber sido creado por este ser resplandeciente y descompuesto me daba pena —con permiso dijo el ángel qué joder! y se volvió a dormir sobre la roca Dios estaba solo habría creado el mundo para estar más solo yo también qué joder me encontraba solo solo y a imagen y semejanza de Dios solo y solamente solo yo era una burda repetición de Dios sería Dios una pobre exageración mia aquel hombre se acercaba tenía barba espesa del siglo 19 negligentemente descuidada trataba de quitar el nombre de las cosas renegaba de las especies casi todas sobraban multiplicaban los gestos inútiles el inconsciente y carnívoro apetito por los más aptos al acercarse a mí me tiró de una rama me preguntó por mi nombre que a punto de desnudarme y romperme un brazo —qué quién era yo y yo qué sabía! —y él quién era? tampoco lo sabía buscaba su nombre entre los nombres equivocados de las cosas ya éramos pocos los que del mundo de las cosas escondidos quedábamos en el mundo del último y ritual holocausto el cielo muy bajo y sofocante era un humo espeso la tierra una cerámica bien cocida 118 Jorge de Oteyza era la tierra del alfarero original en toda su pureza nuevamente así nuevamente azul todo azul casi negro muy verde el verde de los árboles todo verde casi negro me dejaba caer dentro del árbol me caía quedé sentado dentro o detrás de cada árbol que quedaba sentado cada hombre que quedaba qué felices sentados estos hombres que quedábamos como el hombre sentado detrás de la puerta que en una página de Borges deposita su corrupción cito de memoria en mi biblioteca del recuerdo y Dios sentado sobre la bola del mundo y su bin-bang su corrupción intestinal en la creación del mundo estaba a punto de descubrir mi nombre era el momento en que todos los libros que guardo en mi memoria dicen lo mismo y la página que abro dice lo mismo y en estos momentos finales la literatura del mundo dice lo mismo y dice el chino Wang Ch’u el campesino goza del otoño caliente ya no hay hojas, apenas, en los árboles el labrador en su cabaña se afloja los vestidos y nos dice Nietzsche otro fui extraño a mí mismo de mí mismo evadido ahí estáis amigos lástima no ser yo a quien buscáis y todos así tratando de escapar de nuestras páginas en las que con tanta pasión y orgullo y para siempre creíamos protegemos ah y éste es Apollinaire que nos dice ciudad casi muerta oh ciudad nunca he visto Carcassonne pero yo pienso si no será que ha visto la torre de Elías en el Apartado 43 de Algorta puesto que asegura el mismo Apollinaire a través de Europa tu casa circular donde nada un arenque ahumado Oteiza Teomaquias 119 y he aquí que el viento caliente del otoño chino me mueve en la cabeza unas páginas de Blake de su matrimonio con el infierno y leo lo que el ángel sorprendido le pregunta cómo escapó y lo que él le dice que todo lo que vimos era debido a tu metafísica ya que cuando huiste me encontré en un banco al claro de luna escuchando a un arpista y aquí detrás de este árbol decido salir una página que vuela por la ventana o que arde en la chimenea vale más que todos los libros ésta es mi metafísica por esto escribo este relato para el ángel debajo de su piedra qué joder que no lo encuentre Dios ya lo tenemos bastante disgustado y ahora voy a salir de aquí detrás de este árbol y voy a salir educadamente porque estudié en Lekaroz hasta el año 25 salgo pues luego de haberme abrochado la bragueta y dice Blake Aquí dije yo (lo dice Blake) está tu destino, en este espacio si esto puede ser llamado espacio salí del árbol mi última no y es así como muy educado la penúltima vez que salí detrás de un árbol y según sea sentado o de pie si aún es posible un poco de corrupción pero de hombre de hombre sentado o de pie de un hombre yo del último hombre y este relato debajo de la piedra para el ángel del último ángel el último Dios mi última colérica efímera pequeña corrupción detrás del último árbol esta vez oh Dios vencido por el origen del mundo y si aún es posible Dios me pregunto si aun es posible hombre hombre como longitud una sola dimensión 120 Jorge de Oteyza el hombre y la mujer la felicidad y su medida el hombre del uno al otro agujero la mujer la mujer y sus agujeros y la convexa a veces líquida corrupción en la cóncava realidad del mundo se vive una sola vez pero en compensación tantas veces sentados detrás de la puerta o debajo encima o detrás del árbol o detrás de una pared dejamos nuestra corrupción confirmación de nuestro origen divino metamorfosis ritual del origen del mundo y la kantiana bofetada del científico enano oh Dios galaxia de polvorientos razonamientos y el galápago archivero de las especies si aún es posible hombre y ahora si la última vez que abandono árbol ésta es abandono mundo abandono Dios abandono hombre os dejo aquí mi corrupción y esta vez para siempre digo que por última vez vuelvo a salir de detrás del árbol y aunque estudié en Lekaroz hasta el año 25 digo que esta vez no lo hago ya educadamente ahora que está la tierra caliente ésta es mi metafísica salgo detrás del árbol con los tirantes caídos y abrochándome la bragueta