Doce velas con el rostro de San Ignacio de Loyola y su capacidad

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NOTA DE PRENSA
Doce velas con el rostro de San Ignacio de Loyola y su
capacidad de transformación con el fuego, propuesta del
artista Santos Bregaña en ‘Sancti Ignatius ardens’
La muestra se puede ver hasta el 5 de junio en el Horno de la Ciudadela
El artista pamplonés Santos Bregaña propone en el Horno de la Ciudadela una instalación en
la que pretende una reflexión en torno a la idea de fuego y su capacidad transformadora, sobre
el azar, lo sagrado y lo profano. Las velas tienen la forma del verdadero rostro del San Ignacio
de Loyola, conseguido a partir de la mascarilla funeraria que se le realizó en Roma el año de su
muerte, en 1556. ‘Sancti Ignatius ardens’ es el título de esta muestra que se podrá ver desde
este mismo viernes hasta el 5 de junio.
La directora de Cultura, Política Lingüística, Educación y Deporte, Maitena Muruzábal, y el
propio autor han presentado esta mañana los detalles de la obra expuesta. Las velas se
colocan sobre doce peanas metálicas, cilíndricas, de 1,60 metros de altura, la altura del santo.
La instalación es una metáfora del reloj, del paso del tiempo. Cada vela, además, se encenderá
en días sucesivos: el primer día una, el segundo otra, el tercero la tercera, y así hasta las doce
(excepto los lunes que la sala está cerrada). Por efecto del fuego, el santo perderá su forma
humana adquiriendo inesperadas y variadas estructuras similares a las estalactitas de una
cueva, a raíces, a una medusa... San Ignacio, por tanto, arde en el Horno, edificio ignífugo y
curiosamente en la ciudad en la inició su santidad dejando atrás su vida militar, tras ser herido
un 20 de mayo de 1521 en Pamplona.
El consumo de las velas es progresivo, hasta que no quede nada, por lo que el espectador
podrá ir viendo, conforme vaya pasando la exposición, cómo desaparecen gradualmente y las
formas de esas velas en sus diferentes estadios. A lo visual se une el sentido del olfato, ya que
las velas desprenderán el aroma de la violeta (viola adorans), por ser la misteriosa flor que
adorna el emblema de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola, en la
primera edición de los ‘Exercitia spiritualia’. Los restos del rostro que sobreviven al fuego serán
fundidos en bronce.
La apertura de la muestra coincide, precisamente, con la efemérides en el que San Ignacio de
Loyola cayó herido en el castillo de Pamplona mientras las tropas navarras asediaban la
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ciudad, previamente conquistada por Castilla. Fue un 20 de mayo de 1521. Esa herida en la
pierna parece que transformó a Ignacio de Loyola de capitán del ejército a hombre de fe, ya
que según se cuenta, la lectura de libros religiosos durante su convalecencia lo llevó a
profundizar en las creencias cristianas y se obsesionó con imitar a los santos.
La instalación, como todas las muestras que acogen los recintos expositivos de la Ciudadela de
Pamplona, se puede visitar de martes a viernes, de 18.30 a 21 horas; los sábados, en horario
de mañana y tarde, de 12 a 14 horas y de 18.30 a 21 horas; y los domingos y festivos,
únicamente en horario de mañana, de 12 a 14 horas.
Diseñador y artista
El diseñador Santos Bregaña Etxeberria (Pamplona, 1965) realizó estudios de Arquitectura en
la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de San Sebastián, del Vallés en Barcelona y Bellas
Artes en la Universidad del País Vasco. Ha sido, además, entre 2013 y 2015, profesor del
Máster de Cerámica en Bellas Artes de la UPV. Desde 1996 realiza proyectos de diseño
gráfico, industrial e interiorismo en el atelier Iaia. En 2008, junto a Anne Ibáñez Guridi, recibe el
premio Sphere, otorgado por el Art Director Club NY, en relación por su trabajo realizado para
el restaurante Mugaritz desde sus inicios.
Bregaña ha dirigido la editorial Navarrorum Tabula dedicada a la difusión de la cultura y la
gastronomía. Sus trabajos de diseño en porcelana, las colecciones O! Luna, Tabula y Linneo,
han adquirido un gran prestigio internacional y están en muchos de los mejores restaurantes y
hoteles de todo el mundo. Sus trabajos se han expuesto en París, Washington, New York,
Tokio, Milán, Madrid, Miami o Berlín, entre otros.
Además del Mugaritz, Bregaña ha desarrollado proyectos de arquitectura e interiorismo en el
restaurante Martín Berasategui, en el restaurante Ni neu en el Palacio de Congresos Kursaal, o
de iluminación de elementos como el sarcófago de Berenguer, la ermita y la María Magdalena
de Talamanca. En cuanto al diseño de exposiciones, destacan las programadas en el Museo
de San Telmo de San Sebastián como ‘Atarian. La ciudad que no fue’, ‘Bestiarium
gastronomicae’ de Koldo Mitxelena Kulturenea o ‘¿Cuándo habrá arquitectura? Aizpurua y
Labayen’ comisariada por Bregaña en el Museo Oteiza. En diseño industrial ha trabajado en
colecciones para Porcelanas Bidasoa, Porvasal, Vista Alegre Portugal y otras empresas. Ha
realizado también imagen corporativa de restaurantes, empresas, eventos...
Recientemente ha diseñado el restaurante Huarte del museo de la Universidad de Navarra y ha
creado y dirigido en el contexto de la Capitalidad Cultural Europea SS Donostia 2016, la
performance multisensorial “Time Machine Soup”.
Pamplona, 20 de mayo de 2016
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