2 Benito Sanz Díaz Benito Sanz Díaz Cuenca, 1949. Doctor en Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales (1979) por la Universidad de Valencia. La tesis doctoral -“Villamalea 1900-1939. Estudio sobre una comunidad rural de La Mancha. Del caciquismo a la aparición de las organizaciones de clase”- fue dirigida por el catedrático de Historia Económica José Fontana Lázaro. Diplomado en Dirección de Empresas Agrarias por el Ministerio de Agricultura (Zaragoza, 1976); Desarrollo Rural por el Centre International de Hautes Études Agronomiques Mediterranéennes -CIHEAM-. Montpellier, Francia (1977), con beca del Gobierno de Francia, y en Función Gerencial en las Administraciones Locales por el ESADE (Barcelona, 1991). Técnico de Administración EspecialEconomista en la Diputación de Valencia. Jefe del Gabinete Técnico de la Conselleria de Economía (1982); Director General en la Presidencia de la Generalidad Valenciana (19821985); Director del Gabinete de la Presidencia de las Cortes Valencianas (1985-1988); Jefe del Gabinete del Conseller de Cultura, Educación y Ciencia (1988-1989) de la Generalidad Valenciana. Ha sido jefe del servicio de Economía y Hacienda, asesor municipal desde 1989, y actualmente jefe de S. de Información y Coordinación Municipal en la Diputación de Valencia. Profesor de Historia Económica Mundial y de España (1992-1995), y de Dirección de Empresas en la Universitat de València. Autor de Centrales Nucleares en España. El Parón nuclear (1984); Los Socialistas en el País Valenciano. 1939-1978 (IVEI, 1988), Sociología y Política del Socialismo Valenciano. 1939-1989, (IVEI, 1990); L´Oposició universitària al franquisme. València. 1939-1975 (DISEUniversitat de València. 1996). Finalista de los premios octubre de 1994, con Tradició i modernitat del valencianisme. 1939-1983, del que es coautor, editado por 3i4 (1996), y “Rojos y demócratas. La oposición al franquismo en la Universidad de Valencia. 1939-1975” (CCOO. PV-FEIS-Albatros. 2002), entre otros. Es coautor de “Política y políticos valencianos. 1975-2000. Del tardofranquismo al Estatuto. 1975-1982” (Editorial Gules, 2002), y de “Historia política de la Comunidad Valenciana. 1970-2003”,en Pressgroup Holdings Europe (en prensa). I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 3 Villamalea 1875-1977 Historia de un pueblo de Castilla-La Mancha Benito Sanz Díaz 4 Benito Sanz Díaz Autorización de reproducción. Queda autorizada la reproducción de cualquier parte de este libro, o fotografías propiedad del autor, por cualquier medio o procedimiento, sin autorización expresa del autor, si bien debe citarse la fuente bibliográfica, agradeciendo que se le comunique. En caso de que se esté interesado por algunas de las partes del texto (en word), o las fotografías propiedad del autor (en JPG), puede pedirlas a la dirección de correo electrónico del autor. Se agradecerá las sugerencias o comentarios sobre la publicación. Benito Sanz Díaz. Correo electrónico: benito.sanz@uv.es Editan y patrocinan: Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha Diputación de Albacete Ayuntamiento de Villamalea Cooperativa San Antonio Abad Caja Rural de Villamalea Ficha bibliográfica “Villamalea. 1875-1977. Historia de un pueblo de Castilla-La Mancha”. Benito Sanz Díaz. Edita Ayuntamiento de Villamalea, Diputación de Albacete, Cooperativa San Antonio Abad y Caja Rural de Villamalea Diseño grafico de cubiertas: Antoni Paricio. Fotos Benito Sanz Díaz. ISBN Deposito legal © Benito Sanz Díaz © De esta edición Ayuntamiento de Villamalea, Diputación de Albacete, Cooperativa San Antonio Abad y Caja Rural de Villamalea. Pedidos: Ayuntamiento de Villamalea. Plaza de la Iglesia, 5. 02270 – Villamalea (Albacete). Cooperativa San Antonio Abad. 02270 – Villamalea (Albacete). Caja Rural de Villamalea. 02270 – Villamalea (Albacete). PVP: 24 € I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 5 A la memoria de Enrique López Carrasco A Rosa Verde y Enrique López Verde A Josep Fontana Lázaro, que me enseñó a investigar y dirigió mi tesis doctoral sobre Villamalea A Álvaro Anguix, y todos los amigos de Villamalea 6 Benito Sanz Díaz I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. PRÓLOGO “La historia de los hombres se ha desvanecido en su mayor parte del recuerdo. Sólo se nos hace accesible, en mínima porción, mediante laboriosas investigaciones”; así comienza Kart Jaspers el prólogo a su Origen y meta de la historia. Sírvannos palabras tan acreditadas para presentar este libro que, de manera documentada y laboriosa, nos devuelve accesible buena parte de la historia contemporánea de Villamalea. Mas lo que ahora se recupera y escribe corresponde a un pasado reciente, lo que nos permite observar, a su vez, cómo la madurez y la cordura ganadas por nuestra sociedad dejan adentrarse ya en periodos complejos, por momentos y casos tan dolorosos e injustos, de la historia de esta tierra y de España. Felicitemos al autor que ha sabido indagar con saber y prudencia historiográfica en tiempos espinosos, discurriendo además por los escurridizos terrenos de la historia local en este caso, donde los nombres se recuerdan vivos y los testimonios personales son reconocibles. Recibimos esta obra con el deseo de que el conocimiento cada vez mejor y mayor, que la ilustración cada vez más precisa y detallada del pasado contribuyan a elevar nuestra conciencia del presente. La saludamos también con el propósito de poder celebrar, conscientemente, los avances que en estos años hemos conseguido. Hoy no es ayer, y esta tierra, con muchos siglos de vida no siempre dichosa a sus espaldas, emerge cada día gracias al trabajo y al esfuerzo de los castellano-manchegos. En este sentido Villamalea es ejemplar, un lugar que ha trascendido más allá de sus límites geográficos para ser conocida, y reconocida, por la capacidad emprendedora y cooperativa de sus gentes. Quisiera que la lectura detallada de otros tiempos nos ayude a valorar la distancia que hay entre aquella España de la Restauración y la que en este año cumple un cuarto de siglo constitucional; aquella de los cuneros y el centralismo apoyado en la dominación caciquil a diferencia de esta otra autonómica que propicia el arraigo con el territorio y el compromiso con cuantos vivimos en él. 7 8 Benito Sanz Díaz En su conocido libro sobre la Historia del siglo XX, Eric Hobsbawm terminaba diciendo: “No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado hasta este punto y por qué. Sin embargo una cosa está clara: si la humanidad ha de tener un futuro, no será prolongando el pasado o el presente”. Que la publicación de este libro, mientras ayuda a conocer el pasado, nos invite a superarlo, y que Castilla-La Mancha reconozca, también en el hecho de sobreponerse a su historia, un motivo más para avanzar en el siglo XXI en feliz sintonía con una España propicia y con la humanidad. José Bono Martínez Presidente de Castilla-La Mancha I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 9 Me gustaría en primer lugar felicitar al autor de esta publicación por su especial sensibilidad para recuperar una parte de la historia de Villamalea, un período esencial de la vida de esta localidad que deben conocer sus habitantes porque descubrir el pasado siempre es una buena forma de edificar el futuro. La Diputación de Albacete siempre será sensible a este tipo de iniciativas a través de las cuales se fortalecen las señas de identidad de los municipios y de sus gentes. Desde las crisis del campo, la emigración, pasando por los inicios del cooperativismo, la II República, la Guerra Civil y sus consecuencias..., todo ellos son momentos de la historia de este pueblo que no deben caer en el olvido. Villamalea, al igual que otras muchas poblaciones de dentro y fuera de nuestra provincia, ha sufrido cambios profundos en este período. Los más mayores son testigos directos de esa evolución, de esa importante transformación social, económica, política y cultural. Sin embargo, las páginas de este libro reflejan las especiales características de este pueblo de La Manchuela, que ha tenido una gran tradición sindical y política y un nivel de conciencia social “único e irrepetible” como asegura el propio autor, al que felicito de nuevo por haber concluido con éxito esta ardua tarea. Pedro Antonio Ruiz Santos Presidente de la Diputación de Albacete 10 Benito Sanz Díaz “Villamalea. 1875.1977. Historia de un pueblo de Castilla-La Mancha.” recoge un siglo de la historia de Villamalea, una historia compleja, dura, difícil, llena de situaciones criticas, pero también de lucha, de esperanza, de un pueblo que ha querido construir su futuro. Cuando el autor, Benito Sanz Díaz, nos propuso la edición del libro, y una vez conocido el contenido, vimos de gran interés el apoyar su edición, tanto desde el Ayuntamiento, como desde dos de las instituciones económicas claves de nuestra historia y de nuestro presente, como son la Cooperativa San Antonio Abad y la Caja Rural. No me cabe duda de que aquellos que lean este libro de la historia de Villamalea, tendrán ocasión de hacer un recorrido por un siglo de la vida económica, política y social de Villamalea. Esta historia, que se inicia en el análisis del caciquismo de la Restauración borbónica, donde liberales y conservadores se turnaban en el poder; tiene anécdotas de gran interés en nuestro pueblo, donde la familia Ochando se implantó a finales del siglo XIX. Este caciquismo, del que todos hemos oído hablar a nuestros padres y abuelos, seria sustituido por la IIª República democrática, donde los intereses de las clases más desfavorecidas se verían defendidos por partidos y sindicatos de clase. En febrero de 1936 era elegido el primer alcalde de izquierdas de la historia de Villamalea. La democracia y la República serian barridas por el golpe militar encabezado por el general Franco, que abriría 40 años de la más negra historia de nuestro pueblo. Es bajo esta dictadura, cuando los sectores más conscientes de la localidad supieron ir abriendo brechas de libertad y democracia en un régimen de terror, arbitrariedad y represión. La Cooperativa San Antonio Abad y la Caja Rural fueron excelentes instrumentos de la defensa de los intereses de la inmensa mayoría, contribuyendo a mejorar el nivel económico a través de la defensa de nuestra agricultura, así como educándonos en el cooperativismo, la solidaridad, las libertades y la democracia. Las luchas de los años 60 y 70 contribuyeron a traer la democracia, y a que España tuviera una Constitución, y de ello nos sentimos todos orgullosos. Como alcalde, y en representación del interés de la gran mayoría, estoy convencido de que esta historia nos dará a conocer más y mejor en Albacete, Castilla-La Mancha y España. Uno de los objetivos de este ayuntamiento será gestionar el que desde la Diputación y la Junta de Castilla-La Mancha integren este libro en la pagina de Internet de Villamalea, para posibilitar el acceso a esta información, así como de diseñar actividades junto a la Universidad, que permitan reflexionar sobre la historia de nuestro pueblo. Felicitar, por ultimo, a Benito Sanz por su excelente trabajo, que trasciende lo académico, pues leyendo la obra se comprueba el gran cariño que le tiene a Villamalea, donde paso meses investigando nuestra sociedad, y haciendo amigos que, tras mas de 25 años, aun lo recuerdan. Jacinto López Descalzo Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Villamalea I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 11 Leer la ultima parte de la historia de Villamalea –que hace referencia a la creación y desarrollo de la Cooperativa San Antonio Abad, entre otros temas, cuyo borrador nos pasó Benito Sanz para que le hiciéramos sugerencias antes de publicarlo, supuso para mí, y las generaciones que nacimos en los años 40 y 50, repasar parte de nuestra biografía personal y humana. El libro que el lector tiene en sus manos es parte de la memoria histórica de varias generaciones de vecinos de Villamalea. Como presidente de la cooperativa quiero referirme a esas paginas donde se lee el origen de nuestra cooperativa. Los testimonios de los pioneros son emocionantes. La cooperativa nació de la necesidad de defender el producto de nuestro trabajo y base de sustento. La mayoría de los vecinos de Villamalea vivíamos –y vivimos- hasta fechas recientes de la agricultura, y especialmente de la viña. Hasta que se creó la cooperativa no éramos dueños de lo que producíamos con sudor y esfuerzo. Gracias a la cooperativa los campesinos de Villamalea defendimos nuestro trabajo como campesinos frente a un sistema que nos perjudicaba. Todos recordamos aquellos años 60 y 70, cuando en las asambleas de la cooperativa se alzaba la voz de los campesinos y éramos una referencia para toda la provincia y para muchos pueblos de España. La cooperativa no solo defendió nuestros justos intereses, sino también nuestra dignidad y derechos, la cultura, la fiesta del cooperativismo, el desarrollo de nuestra conciencia política en un régimen en el que no había libertades y se nos negaban nuestros derechos, hoy felizmente recogidos en la Constitución de 1978. La guerra contra la Entrega Vindica Obligatoria –que con detalle recoge el autor- en la que la cooperativa se enfrento al Ministerio de Agricultura, a los jerarcas de las Hermandades y el cooperativismo del régimen, fueron un ejemplo y una referencia en toda España. Y ganamos al Gobierno, que después de embargar los bienes de la cooperativa tuvo que dar marcha atrás. Todo esto y otras historias las recoge Benito Sanz en este libro emocionante para los que vivimos esos años en primera persona. La cooperativa a través de su Junta Rectora ha apoyado y contribuido a editar esta parte de nuestra historia, que servirá para que nuestra historia local sea más conocida. Gerardo Bueno Presidente de la Cooperativa San Antonio Abad de Villamalea 12 Benito Sanz Díaz Muchas personas que conocen Villamalea se preguntan el por qué de la singularidad de este pueblo y las marcadas diferencias con otros pueblos de la comarca. Algunas respuestas a esta situación las podemos encontrar en este análisis histórico, social y económico que Benito Sanz hace de Villamalea, que nos presenta el devenir histórico de nuestro pueblo a través de un siglo 1875-1977. La obra, dividida en cuatro grandes capítulos, nos traslada desde lo que se conoce como Caciquismo hasta la Transición, quedando entre ambos la II Republica-Guerra Civil y la etapa Franquista. Durante esta última etapa ocurrieron algunos hechos controvertidos que el autor interpreta desde su posición política. Al margen de lo anterior, durante la II República y la posguerra, la vida política en Villamalea, social y económica de sus gentes, sientan las bases del movimiento COOPERATIVISTA. Cooperativismo que hoy y ya desde hace algunas décadas impregna prácticamente a todo el pueblo de Villamalea, a sus gentes, a su organización económica. Hija de este movimiento y de esta época es la Cooperativa de Crédito “Caja Rural de Villamalea”, La Caja Rural ha capitalizado el aspecto financiero del desarrollo cooperativista. Y lo importante es que tanto la organización como la gestión y la propiedad está en manos de los Cooperativistas, quedando los beneficios en el pueblo de Villamalea. No quiero terminar sin agradecer a Benito Sanz, la importante labor realizada con este libro. Nos da a los Villamalenses la oportunidad de conocer nuestra historia y así ayudarnos a interpretar el presente e ir organizando el futuro. Dar las gracias a todas aquellas personas -algunos ya no están- que con sus testimonios ayudaron al autor en la información y comprensión de numerosos hechos analizados en la obra. Por último, a los jóvenes, que lean esta obra, que comprendan que sus abuelos y padres han creado algo en Villamalea que beneficia a todos. Antonio Tellez Pardo Presidente de la Caja Rural de Villamalea I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 13 INTRODUCCIÓN ¿Por qué investigué la historia de Villamalea? ¿Cuál es la génesis de este libro? Al licenciarme en Ciencias Económicas en la Universidad de Valencia, en 1975, obtuve una beca del Instituto Agronómico Mediterráneo (IAM), institución del entonces Mercado Común Europeo, para realizar estudios sobre dirección y gerencia de empresas agrarias, beca vinculada al Ministerio de Agricultura (IAM, Zaragoza). Para obtener el diploma, tras todo un curso de teoría de empresa, cooperativismo, agricultura, mercados, etc., había que realizar un estudio práctico en una empresa agraria o cooperativa. La única que entonces me sonaba era la de Villamalea, ya que hacia poco había leído en la revista Triunfo (1976) un extenso artículo sobre la cooperativa san Antonio Abad, su singularidad y sus enfrentamientos con el Ministerio de Agricultura en defensa del cooperativismo y la agricultura. El IAM se puso oficialmente en contacto con la cooperativa, y yo escribí al entonces presidente. Se aceptó que hiciese un estudio sobre comercialización y mercados vitivinícolas de la cooperativa. Antonio Palomares Vinuesa hizo gestiones personales para que me facilitasen realizar dicho estudio, como así fue. Lo que iba a ser una estancia de dos meses para unas prácticas académicas, se convirtió en cinco meses –de mayo a septiembre de 1976-. Al estudiar la cooperativa me fue interesando, cada vez más, conocer el fenómeno que allí se desarrollaba y que era insólito y original en la España del tardofranquismo. No podía entender cómo viviendo el general Franco, la cooperativa de un pueblo perdido en La Mancha, con una población de 3.500 habitantes, era capaz de oponerse frontalmente al Gobierno, pedir la dimisión del ministro de Agricultura, de los responsables nacionales de las cooperativas, de las Hermandades de Labradores y demás jerarquía del régimen franquista. Acabé el trabajo sobre comercialización de la cooperativa y obtuve el diploma de Dirección y Gerencia de Empresas Agrarias del Ministerio de Agricultura en 1976, pero no acabé ahí mi relación con Villamalea. Realmente la empezaba. Mi interés se amplió a conocer la historia del pueblo, su economía, la sociedad, la evolución política, su antropología y costumbres, etc. Y empecé a hablar con todo el mundo: campesinos, jornaleros, funcionarios del ayuntamiento y de la Hermandad de Labradores, el cura párroco, etc. Lo que iba a ser un trabajo académico, acabó convirtiéndose en el borrador de una tesina de licenciatura y una tesis doctoral. Para entender el pueblo, sus archivos se quedaron cortos, y recurrí a los del ayuntamiento de Albacete, al Archivo Provincial de la Provincia de Albacete –donde Francisco Fuster puso a mi disposición una excelente organización y material-; recurrí a una antigua imprenta de Casas Ibáñez, donde se había editado en tiempos de la monarquía de Alfonso XIII La Voz del Distrito, portavoz del clan caciquil de los Ochando en la Restauración, y a otras fuentes. Planteé al catedrático de Historia Económica Mundial y de España de la Universidad Autónoma de Barcelona, José Fontana Lázaro, el tema de la tesis y mi deseo de que me la dirigiese. Le interesó el tema y se comprometió a dirigirme la tesis doctoral desde Barcelona, orientándome en los aspectos a investigar, y el interés en la historia oral, contrastada con documentos y datos. En 1976-1977 estudié en el Centre International de Hautes Études Agronomiques Méditerranéennes (CIHEAM) de Montpellier Developpement Agrícole et Rurale, con beca del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno francés, y adquirí metodología de análisis y amplié bases teóricas para analizar el fenómeno de Villamalea, a través de los profesores Louis Malassis y Michel Papayannakis, que interesados por el tema, orientaron parte de mi investigación. Durante 1976 tuve la enorme suerte de encontrarme en Villamalea al investigador y escritor gallego José Antonio Duran, que residía en un municipio colindante. Duran es un especialista en temas sobre Galicia, el caciquismo, la figura de Castelao, y el mundo gallego en general –un 14 Benito Sanz Díaz erudito, y me atrevería a llamarlo sabio-, contando con excelentes estudios.1 Pasé largas jornadas escuchando sus comentarios, sus reflexiones sobre Villamalea, las formas adoptadas por el caciquismo, y otros puntos de vista que me sirvieron para profundizar en aspectos de la vida de Villamalea. La tesis la limité al período 1900 a 1939, por ser un periodo con características propias, que se modificarían con la Guerra Civil y la dictadura del general Franco. El catedrático de Historia Económica Mundial y de España de la Universidad Autónoma de Barcelona, José Fontana Lázaro, que aceptó dirigirme los trabajos de investigación y la tesis doctoral, leyó y releyó los sucesivos borradores de 1976 a 1979, rescribí la tesis cuatro veces, hasta que consideró que estaba lista para ser leída. El profesor Fontana emitió el siguiente informe a la Universidad de Valencia: “José Fontana Lázaro, catedrático de Historia Económica Mundial y de España Universidad Autónoma de Barcelona-, como director de la tesis doctoral que, con el título de "Villamalea. 1900-1939. Estudio sobre una comunidad rural de La Mancha. Del caciquismo a la aparición de las organizaciones de clase"... Expone: Que la tesis doctoral que somete a la aceptación de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Valencia para su exposición y defensa, le merece el siguiente juicio: La investigación efectuada... tiene un doble interés metodológico. Por una parte, ha conseguido aunar armónicamente el trabajo de archivo con el de campo, los procedimientos tradicionales de la historia económica con los de la antropología y la sociología. El resultado ha sido muy estimable, puesto que el cuadro de datos obtenido por la investigación de archivo le da un sólido marco de referencia, mientras que las encuestas e interrogatorios, efectuados tras haberse familiarizado con el medio y con sus habitantes, le permiten alcanzar elementos de explicación a los que nunca hubiese podido llegar con el solo dato escrito. Pero tiene también un interés metodológico que va más allá de lo meramente instrumental. Para quienes intentamos relacionar las transformaciones económicas con las actitudes políticas se presenta siempre el problema de explicar los casos atípicos, que se apartan del modelo general. Villamalea es, claramente, una excepción en el entorno político y social de los pueblos de La Mancha albaceteña. Explicar esta excepción por factores aleatorios -la presencia de un determinado personaje- significaría, en el fondo, invalidar el modelo general con que se pretende dar cuenta del resto. La investigación del señor Sanz Díaz, al mostrar como se conjugan unas diferencias de base -la existencia de unas formas peculiares de explotación de la tierra- con la incidencia de unos hombres y unos hechos concretos nos permite, por el contrario, pasar a una explicación general más matizada y rica, y abre, con ello, un interesante terreno de reflexión... Barcelona, a 1 de septiembre de mil novecientos setenta y nueve”. El resultado fue una tesis de 500 paginas, resumidas aquí en un centenar. 2 La tesis fue leída en 1980, formando parte del tribunal el director de la misma, José Fontana Lázaro, catedrático de Historia Económica Mundial y de España de la Universidad Autónoma de Barcelona, Gabriel Tortella Casares, catedrático de Historia Económica de la Universidad de Alcalá de Henares, y los catedráticos de la Universidad de Valencia Ángel Ortí Lahoz -Teoría Económica-, Manuel Sánchez Ayuso, y Emerit Bono Martínez -Política Económica-. Así fue como me doctoré en Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales en la Universidad de Valencia “por Villamalea”. 1 2 Entre otros: Entre otras: “Historia de caciques, bandos e ideologías en la Galicia no urbana. (Rianxo 1910-1914)” (1972);“El primer Castelao. Antología y biografía rotas (1910-1916)” (1972); “Agrarismo y movilización campesina en el país gallego (1875-1912)” (1977), todos en Madrid, Siglo XXI de España. “Abriendo el surco: manual de lucha campesina” [por] Basilio Álvarez, edición de J. A. Durán, Madrid, Akal, 1977, entre otros Se puede consultar en el Archivo Histórico Provincial de Albacete y en la Facultad de Economía de la Universidad de Valencia. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 15 El material recogido era abundante, por lo que amplié la base de mi investigación de 1939 a las primeras elecciones democráticas de 15 de junio de 1977, dado que lo que más me interesó de Villamalea era el conocer lo que había sucedido en los últimos cuarenta años, bajo la dictadura del general Franco, y que tenia un enorme interés histórico y político: la represión brutal de la postguerra, el hambre y el estraperlo, la resistencia armada de los años 40 y la presencia de la guerrilla en la zona –la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA) y la partida del Manco de La Pesquera-, los consejos de guerra contra los vecinos de la villa por apoyo a la guerrilla y las condenas; la reorganización del PCE y cómo los comunistas ganan las elecciones en la cooperativa san Antonio abad, la Hermandad de Labradores, la caja rural, etc., y cómo desde esas plataformas legales emprenden una larga lucha contra la dictadura a través de la defensa de los intereses campesinos, de la viticultura, de los precios de los productos, de la oposición a los impuestos abusivos, etc. A través de largas entrevistas con los protagonistas, fui reconstruyendo el complejo puzzle de la realidad del fenómeno Villamalea, imperceptible desde fuera. Además consulté los archivos del ayuntamiento, la cooperativa, la caja rural, y el archivo parroquial de Villamalea, gracias a la colaboración de las personas que estaban al frente de ellos. En ningún momento se me restringió el acceso a los datos existente, bien al contrario todo fueron facilidades. También me entreviste con investigadores de Albacete y durante semanas pasé horas tomando notas –no existían las fotocopiadoras actuales- en el Archivo Municipal de Albacete, donde conservan excelentes colecciones de prensa del siglo XX, y en el Archivo Provincial, donde los documentos consultados, perfectamente ordenados y accesibles, permitían perfilar la situación de Villamalea y su contexto, y tener una perspectiva más amplia. También se consultaron las bases de datos de delegaciones provinciales de ministerios, datos del Instituto Nacional de Estadística, censos agrarios y de producción, etc. Publiqué parcialmente algunas partes de la investigación en Al-bacit: Las colectividades campesinas durante la guerra civil española: Villamalea (1936-1939)3; Historia de la Cooperativa san Antonio Abad de Villamalea (Albacete). 1946-1977 4; En Almud, Revista de Estudios de Castilla-La Mancha publiqué Caciquismo en La Mancha: Los Ochando en el Partido Judicial de Casas-Ibáñez.5 En el Encuentro de Investigadores del franquismo, que tuvo lugar en Almagro, organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha / Fundación 1 de mayo, en septiembre de 1992, dicté una ponencia sobre la experiencia de Villamalea, publicándose en la obra colectiva: “Colaboración, pasividad y enfrentamiento, tres actitudes colectivas ante el franquismo. Bastiones de resistencia en Castilla-La Mancha. El caso de Villamalea”.6 A lo largo de 1977, 1978 y 1979, volví a Villamalea para contrastar datos, análisis y reflexiones con algunos vecinos, especialmente con Enrique López Carrasco. Quiero destacar la importancia que tuvo el PCE en el desarrollo económico, político y social de Villamalea. Inicialmente hubo dificultades en la investigación, por ser el PCE ilegal y clandestino, y la información obtenida impublicable en un sistema autoritario y no democrático. La presencia de la Guardia Civil y las fuerzas del orden, presentes siempre en la villa, y en la sociedad, dificultaban la información. Seria a partir de septiembre de 1976 cuando obtendría muchas de las claves, ya que Enrique López Carrasco, presidente de la cooperativa saldría del agujero, y tras la reunión del Comité Central del PCE, celebrada en Roma en agosto de 1976, se acordaría que parte de la dirección comunista saliese a la luz. Enrique López declararía ante la prensa de Albacete y nacional que pertenecía al Comité Central del PCE desde 1968, sucediéndose reuniones ilegales de la Junta Democrática (ver IV. 7 y 3 Al-bacit, Revista de Estudios Albacetenses, numero 5. Septiembre de 1978, paginas 119-130. Al-bacit, Revista de Estudios Albacetenses, numero 7. Enero de 1980, paginas 113-148. Almud, Revista de Estudios de Castilla-La Mancha, numero 3, 1980, paginas 121-133. 6 Universidad de Castilla-La Mancha / Fundación 1 de Mayo. Almagro. 12-14 de septiembre de 1992. 4 5 16 Benito Sanz Díaz 8). Esto facilitaría la investigación y me daría las claves del fenómeno político, social y económico de Villamalea. Es así como se inició otra fase de la investigación, ya que la salida a la luz pública de parte de la organización del PCE me permitía encuestar y obtener una información vedada anteriormente, y que me era facilitada sin problemas. Así fui conociendo la relación que había entre el PCE, la cooperativa y la caja rural, la Hermandad de Labradores, el impulso cultural, la fiesta del cooperativismo, las asambleas y su papel como plataforma legal de los comunistas y una serie de relaciones antes opacas al no militante. Conocí de primera mano acciones y actos en los que se ponía de manifiesto la fuerza y organización del PCE en la villa, y el dinamismo de todo un pueblo que lo secundaba, implicándome en su historia como algo más que un investigador ajeno a lo que allí acontecía. Así, por ejemplo, estuve presente en una asamblea masiva, de cerca de 200 comunistas (ver fotos paginas 260-261), que tuvo lugar en el almacén de Vicente Molinero, el 5 de septiembre de 1976, en el que Enrique López informaba de lo acordado por el PCE en Roma y como, en medio de la asamblea, irrumpiría la Guardia Civil, metralleta en mano. La Guardia Civil, sorprendida por el número de los allí reunidos, y el que los asistentes los rodeasen físicamente, desató los nervios. Enrique López, tranquilo y seguro, tuvo que calmar la situación. Dirigiéndose sargento primero de la Guardia Civil que dirigía el asalto, le dijo: “-Sargento, no nos apunte, dígale a los números que le acompañan que apunten al suelo, a ver si va a escaparse algún tiro y hay alguna desgracia. Tranquilo, que todo esto es pacífico”. El sargento, vistos los asistentes, detendría a Enrique López, Vicente Molinero, Álvaro Anguix, Venancio Cuenca y Joaquín Honrubia. Los detenidos, escoltados por la Guardia Civil serian llevados al cuartelillo, y tras ellos seguía una procesión de 200 personas, a las que se iría sumando en el trayecto hasta más de 500, que rodearían el cuartel gritando ¡libertad a los detenidos!, negándose a disolverse. La llegada de fuerzas, de los cuarteles de Casas-Ibáñez y otros municipios colindantes, sería incapaz de disolver a los manifestantes, que se negaron a dispersarse hasta que soltasen a los detenidos. Tras varias horas de tensión, los detenidos serían puestos en libertad y citados al juzgado de Casas-Ibáñez al día siguiente. La presión de los vecinos del pueblo había hecho retroceder a las fuerzas del orden. Todo quedaría en nada, pues la transición política se aceleraba, la izquierda salía a la superficie, y meses después se legalizaban los partidos políticos, y tras tensiones políticas, Adolfo Suárez legalizaba al PCE el Sábado Santo de 1977, tres meses antes de las primeras elecciones democráticas de 15 de junio de 1977. Esta detención sería similar en algunos aspectos a la ocurrida en febrero de 1936, poco antes del triunfo del Frente Popular, cuando Germán Carrasco –tío de Enrique López- fuese detenido por la Guardia Civil (ver II. 2. 2. - La campaña electoral de las elecciones de 1936). Con la ayuda inestimable de Enrique López y vecinos militantes del PCE, acabé de redactar la base de este libro en 1980. El servicio de publicaciones del Ministerio de Agricultura, que entonces dirigía el prestigioso sociólogo y profesor Cristóbal Gómez Benito, conocedor de la tesis doctoral, me llamó para publicar el libro en 1982, dado que por diversas fuentes le habían llegado noticias del interés de dar a conocer la experiencia de Villamalea, una de las más significativas ocurridas en España en lo que iba del siglo XX, pero dado que en esos momentos investigaba otras cuestiones, lo dejé pasar. Enrique López hizo gestiones, años después, para que se publicase en un acuerdo entre el Ministerio de Agricultura y la nueva institución autonómica Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, pero debido a su enfermedad y lamentable fallecimiento, quedó interrumpido el proyecto. Varias conversaciones con Álvaro Anguix, Rosa Verde y mis compañeros profesores de la Universidad de Valencia, me han animado a reelaborar el libro, resumirlo, hacerlo más ágil, legible y ameno, evitando las excesivas citas académicas, y acabar el texto. El libro que el lector tiene en las manos es el resultado de lo que acabé de escribir en Xàbia (Alicante), en julio de 2003. La propuesta de publicación fue acogida con entusiasmo por varias instituciones de Villamalea: el ayuntamiento y su alcalde, Don Jacinto López Descalzo, y sus compañeros de corporación; por el presidente de la Cooperativa San Antonio Abad, Don Gerardo Bueno, y la junta rectora de la cooperativa, por el presidente de la Caja Rural Don Antonio Tellez Pardo y su junta rectora, y por la I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 17 Diputación de Albacete a través de la diputada provincial y concejala Doña María del Carmen Ibáñez, que acordaron financiar la obra. El Excmo. Sr. D. José Bono Martínez, Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha acogió con enorme interés esta investigación, aceptando leerla, prologarla y presentarla. Por último, el apartado de Agradecimientos. Agradezco a todos los que han hecho posible el presente libro. En primer lugar a los vecinos de Villamalea que me acogieron y me dieron todo tipo de información oral sobre la historia del pueblo, sus costumbres, problemas, conflictos... Con varias docenas de vecinos charlé y obtuve datos en bares, plazas, jugando al dominó, en el bar de la cooperativa, la posada y por las calles de la villa. Agradecer a los veteranos jornaleros y pequeños campesinos militantes comunistas, anarquistas y ugetistas del Frente Popular y vecinos que conocieron el período de la II República española y de la Guerra Civil por su colaboración: Eugenio Molinero Martínez, el “comandante” Sebastián Pérez López, Narciso Descalzo Tendero, Cesáreo García “el abuelo”, Eladio Bueno Caballero, Samuel Serrano, Juan García, Bernardo Palomares, Mario Fernández, la falangista Celia Fernández, entre otros. A los que no conocieron la II República ni la Guerra Civil, pero sufrieron sus consecuencias y que me permitieron conocer la realidad de la postguerra: Vicente Molinero Borja (que en la ultima parte de la elaboración del libro mejoró sustancialmente el texto y me sugirió matices y mejoras), el bueno de Pedro Campos, el perspicaz y hombre de acción Joaquín Descalzo “el Piti”, Gerardo Bueno, Joaquín Honrubia “Chamu”, Álvaro Anguix, Antonio Piqueras... A los vecinos Antonio Ibáñez “el hermano”, Octavio García, Teodulo Jiménez, Antonio Picazo, El Berna, Ignacio Fernández, Luis y Angelines Martínez, Julián Serrano, Aurelio, Venancio Cuenca, Carmela, Miguel Pérez Parreño -Miguelin en el texto-, y Viridiana, Germana, Juan Escribano, Ángel Jiménez, Juan Fernández, Modesto Serrano “el chato de Modesto” y su hermano, y un largo etc. A Antonio Valera, funcionario del Ayuntamiento, que me facilitó la lectura de las actas municipales de 1890 a 1950. A Justo y Pepe, administrativos de la Cooperativa San Antonio Abad, que tanta paciencia tuvieron mientras leía las actas y documentos de la cooperativa. A los párrocos José Carrión y Antonio Martínez, que me permitieron consultar los archivos parroquiales y me facilitaron documentos y opiniones sobre el punto de vista de la iglesia local a partir de 1968, y los nuevos aires del Concilio Vaticano II. A los miembros de las sucesivas juntas rectoras, y a los vecinos que me dieron a conocer sus puntos de vista sobre la comunidad, su historia, sus conflictos... Todos ellos me dedicaron su tiempo, muchos su amistad, y me permitieron sentir la solidaridad, el contacto humano de un pueblo, la dignidad del campesino castellano, y ese algo que da esta tierra, a veces tan dura, de Castilla. En Albacete pude contar con la inestimable ayuda de Francisco Fuster, director del Archivo Histórico Provincial de Albacete, que puso a mi disposición una amplía y bien organizada documentación, base de la apoyatura documental de las dos primeras partes de este estudio. Miguel A. Mateos, que me aclaró puntos oscuros del período de la IIª República. Antonio Díaz, historiador albacetense, que puso a mi disposición parte de la documentación de su trabajo sobre la desamortización de la provincia de Albacete durante el siglo XIX. Desde otro punto de vista, colaboraron el abogado laboralista Luis Collado, Ignacio López –sobrino de Luis García- y el dirigente político José María López Ariza. Agradecer al catedrático de Historia Económica Mundial y de España de la Universidad Autónoma de Barcelona, José Fontana Lázaro, director de la tesis doctoral, por su paciencia para leer los sucesivos borradores, y la experiencia investigadora que me transmitió a lo largo de las 18 Benito Sanz Díaz reuniones de trabajo para perfilar la tesis. Seguí sus consejos de recoger la rica experiencia de los protagonistas de esta historia, como una fuente más de la investigación, junto a las técnicas y metodología tradicional de la investigación histórica. En los aspectos metodológicos, sugerencias, comentarios, críticas y opiniones, fueron de gran ayuda Michel Papayannakis, en el Centre International de Hautes Études Agronomiques Méditerranéennes de Montpellier. El gallego militante José Antonio Duran enriqueció el texto con sus sabrosos y acertados comentarios. El catedrático de Política Económica Manuel Sánchez Ayuso -que dirigió la tesina de licenciatura sobre mis primeras investigaciones-, entre otros. Álvaro Anguix me animó a finalizar el libro y me ayudó a gestionar la publicación, con la habilidad de un manager experto en marketing internacional, que lo es. A Isidoro Herrero, que le dio el ultimo empujón a las gestiones para finalizar la edición del libro. A Manuel Soler, editor profesional y amigo, y a Guillermo Soler, que perfiló la cuidada edición. A Antoni Paricio, amigo, diseñador grafico y artista, que con el arte que tiene, sabe envolver el contenido de los libros con portadas siempre actuales, ingeniosas y de gran calidad grafica, siempre en vanguardia. Especial agradecimiento a Amparo Momparler Pechuan que, con una paciencia increíble e infinita, tecleó los cuatro borradores y el texto final de la tesis y el borrador del libro, en una época en que no existían ordenadores, sino modestas Olivetti manuales y copias de calco de carboncillo, y que conoció en directo la experiencia de Villamalea y a muchos de sus protagonistas. Agradecimiento muy especial a los que fueron artífices materiales de gran parte de este trabajo, sin cuya ayuda este libro nunca hubiera salido a la luz, Enrique López Carrasco a cuya memoria dedico este libro- y a su compañera Rosa Verde, cuyo papel en esta historia es fundamental. Por último, señalar que esta es la historia del caciquismo, la aparición de los partidos de clase, y desde 1939, de los vencidos en la Guerra Civil. Unos vencidos que se unieron en la defensa de la tierra y de su trabajo, que lucharon por su dignidad, y que acabaron consiguiendo las libertades democráticas con su esfuerzo, contribuyendo a hacer posible la Constitución española de 1978. Benito Sanz Díaz. Valencia, 1980 / Xàbia, Alicante, 2003. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 19 El capitán general y senador vitalicio Federico Ochando y Chumillas, jefe del clan Ochando. Foto Álbum, 8 abril 1927. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX 1900-1931 Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 20 Benito Sanz Díaz I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. I. 1- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 1.- El clan caciquil de los Ochando. Los Ochando como clase política. Federico Ochando y Chumillas, cabeza del clan. 1. 1.- Base electoral de los Ochando: distrito propio. "La Voz del Distrito", portavoz de los intereses ochandistas. 1. 2.- Algunas claves de la influencia ochandista: las obras públicas. La vía férrea Baeza-Utiel. 2.- Villamalea: feudo ochandista. Las elecciones. Luchas caciquiles en Villamalea. 3.- El fracaso del Sindicato Agrario Católico. I. 2- Estructura económica y social de Villamalea hasta la Guerra Civil. 4.- Estructura económica. 4. 1.- El trabajo agrario como base de ocupación de la población. La gran parcelación existente en el sistema de tenencia de tierras. La lenta penetración del régimen de producción capitalista en Villamalea. 4. 2.- El fenómeno de "tierras a medias" en Villamalea. Los comienzos. Una explicación. Los costes sociales. ¿Favorecía el dar "tierras a medias" al desarrollo de la burguesía en la localidad?. Otros factores que contribuyen al desarrollo del capitalismo local. 5.- Estructura social y clases sociales. 5. 1.- Vida municipal. Las difíciles condiciones higiénicas y sanitarias de la localidad. El sistema de herencia en el proceso de minifundismo. El servicio militar: sorteos y quintas. El analfabetismo. 5. 2.- Las clases sociales en Villamalea. 5. 2. 1.- Una burguesía rural en expansión. La acumulación de capital de la burguesía local. 5. 2. 2.- Los asalariados: clase mayoritaria en la localidad. Eventuales. Fijos. 5. 2. 3.- Los campesinos. 5. 2. 4.Otras capas de población. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 21 I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. I. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. La Restauración de la dinastía Borbónica en España, en 1875, tras la Monarquía de Amadeo de Saboya, la Iª Republica y el primer tercio del siglo XX, vienen marcados políticamente por la importancia del caciquismo, sobre todo en las áreas rurales. El área geográfica donde se encuentra Villamalea estuvo controlada por el clan familiar de los Ochando, que mantendrán durante cinco décadas ininterrumpidas el control de los partidos judiciales de Casas Ibáñez y Alcaraz de Albacete. Políticamente, el periodo de influencia caciquil de los Ochando declina con el advenimiento de la IIª República, si bien sigue manteniendo un peso social ya que en las elecciones de 1933, uno de los Ochando, Román Ochando y Valera, consiguen un acta de diputado por Albacete, por el Partido Radical. La IIª República marcará el ascenso de las organizaciones de clase. Partidos políticos y sindicatos de clase se crean y se desarrollan en el periodo republicano, llegando a alcanzar poco antes de la Guerra Civil -en Villamalea- una hegemonía y control del término municipal a partir de las elecciones de 16 de febrero de 1936. Como características generales de Villamalea diremos que, a lo largo de las tres primeras décadas del siglo XX, el dominio y hegemonía de los propietarios locales –incipiente burguesía rural en expansión-, fue total y absoluta en todos los aspectos, adoptando forma caciquil. Serán los propietarios los que marquen las pautas políticas y sociales. Por el contrario, campesinos y jornaleros -junto a otras capas- populares- permanecerán en una total desorganización, careciendo de iniciativa, de conciencia de clase y de capacidad de reacción frente a los propietarios como clase social hegemónica. Habrá que esperar a los últimos años de la década de los años 20 del siglo XX para que -tímidamente- se creen los primero núcleos politizados, que se consolidaran en la IIª República. 1.- El clan caciquil de los Ochando.7 Los Ochando como clase política. Federico Ochando y Chumillas, cabeza del clan. José Varela, refiriéndose al caciquismo, definía así el marco de referencia: "La organización política de la Restauración se ha englobado en la literatura de entonces y después con el nombre genérico de caciquismo. Y es que precisamente con la Restauración de la dinastía de los Borbones en la persona de Alfonso XII -tras la experiencia fracasada de la Iª República-, cuando aparece el caciquismo en España como fenómeno político. La palabra cacique tiene su origen en la América prehispana, y se empieza a utilizar a partir de 1840 para hacer referencia a esos personajes que controlaban la España rural. Cacique: “Personaje en un pueblo o comarca ejerce excesiva influencia en asuntos políticos o administrativos”.8 La organización política de la Restauración necesitaba un sistema que diese estabilidad al régimen político. Así surge con fuerza el caciquismo, cuya base eran ciertos personajes -los caciques- que controlaban electoralmente uno o varios distritos, y que garantizaban la elección de determinados candidatos a las Cortes, a cambio de determinados privilegios. La manipulación y la 7 Una primera aproximación al caciquismo en La Mancha, la publiqué en la revista Almud, Revista de estudios de Castilla-La Mancha, número 3. 1980. Paginas 121-133, con el titulo: Caciquismo en la Mancha. Los Ochando en el Partido Judicial de Casas Ibáñez. De la Restauración Borbónica a la IIª República. 1875 - 1931. 8 Definición que da en Los amigos políticos, Partidos, elecciones y caciquismo en la Restauración. (1875-1900), de José Varela Ortega (Alianza U. Madrid. 1977). Varela describe magistralmente el marco de la Restauración, y el papel que juegan los caciques en el sistema electoral. Otros textos y autores que tratan el caciquismo son: El laberinto español. G. Brenan. Ruedo Ibérico. París. 1962. Historia de caciques, bandos e ideologías en la Galicia no urbana. J. A. Durán. Siglo XXI. Madrid. 1972. La burguesía conservadora (1874-1931). M. Martínez Cuadrado. Alianza U. Madrid. 1973. La España del siglo XIX y España del siglo XX, de Manuel Tuñón de Lara. Ed. Península. 22 Benito Sanz Díaz ilegalidad de las elecciones eran la base del sistema político, donde se turnaba en el poder el bipartidismo reinante, conservadores y liberales. Las obligaciones del cacique, respecto al partido o grupo de poder a quien apoyase, eran que saliesen elegidos por el distrito electoral aquellos que designaba el partido, por los medios que fuese. A cambio, el cacique y sus allegados disfrutaban de la protección de gobernadores civiles, jueces, magistrados y otras autoridades, al mismo tiempo que recibían otras compensaciones y ayudas del Gobierno. El nombre genérico con que se ha denominado a la organización política de la Restauración ha sido el de caciquismo. Si bien esta palabra tiene su origen en la América prehispana, su utilización en España se hizo sobre todo entre 1840 y 1917, fecha en que comenzó a aparecer la opinión pública, que mermó influencia a los caciques, si bien en las zonas rurales desapareció lentamente, teniendo todavía un peso importante en los primeros años de la IIª República y después de la Guerra Civil. Documento “...durante decenios y decenios, la práctica del sufragio estuvo viciada por la existencia del caciquismo...” La etapa histórica convencionalmente conocida como la Restauración, fines del XIX y comienzos del XX, ensayó en nuestro país, con Cánovas y Sagasta como principales protagonistas en el turno del bipartidismo con dos fuerzas políticas (conservadores y liberales), que nunca pasaron de ser meras agrupaciones de notables, el juego de una Monarquía constitucional establecida en la Constitución de 1876. El texto constitucional dejaba para una ley posterior la clase de sufragio que habría de funcionar y, precisamente por ello, sin cambiar el texto, hubo etapas de sufragio restringido y otras de sufragio universal. Ahora bien, en ambos casos, y durante decenios y decenios, la práctica del sufragio estuvo viciada por la existencia del caciquismo. Eran los caciques, y sobre todo en la amplia España rural, los encargados de dirimir los resultados electorales, de los que nunca resultaba perdedor el Ministerio de la Gobernación. No se concibe esta larga etapa sin la presencia y sin el poder de los caciques. Y nuestra literatura política (Joaquín Costa o Lucas Mallada, por ejemplo) denunció una y cien veces este importante lastre. Como señalara Ortega, nada era verdad, todo era un puro artificio. Y a esa España oficial es a la que se quería oponer pronto la España real. Ocurre, empero, que trabajos más recientes a nosotros, posiblemente por no estar tan dolidos por los acontecimientos, están intentando, en lo posible, salvar la obra de la Restauración y, hasta cierto punto, justificar la idea de que el caciquismo era la única forma participativa y de funcionamiento en una España iletrada, inculta, con muy alto índice de analfabetismo y absolutamente ajena al juego de la política que protagonizaban las llamadas "familias de la Restauración". Sobre ese mundo caduco se superponía un sistema (que se dice era vigente también en otros países) que, aunque corrupto, permitió que el régimen funcionara. Algo similar, aunque no exactamente igual, ocurrió durante nuestra segunda República. Existió caciquismo en no pocos lugares de España. El siempre ineficaz Casares Quiroga puede ser un buen ejemplo de ello. Otra vez parece que no había más remedio. La República realizó una valiosísima labor en la enseñanza (creación de escuelas y maestros), y durante sus años de vigencia, una larga nómina de intelectuales, científicos y escritores engrandecieron nuestra cultura. Pero, no hay que olvidarlo, el país seguía siendo el mismo. Otra vez, una serie de nombres aislados, por encima de una España también inculta y también ajena a los valores de una cultura cívica que siempre ha de acompañar a un régimen democrático para su efectiva consolidación. No hay más remedio que reconocerlo, a pesar de los escasos y poco modernos ejemplos que puedan traerse a colación en sentido contrario. Como siempre, fue Azaña quien supo ver que la República (para entonces, la democracia) tardaba mucho en llegar a los pueblos y el que denunció los lastres del inmediato pasado. Me atrevería a sugerir que, de no haberse dado tales índices de incultura, la Guerra Civil, en un lado y en otro, no habría costado tanta sangre. Texto: La España superpuesta, Manuel Ramírez, catedrático de Derecho Político en la Universidad de Zaragoza; su libro más reciente es La segunda República setenta años después, publicado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. EL PAÍS | Opinión - 20-01-2003. Al aludir al clan familiar de los Ochando, nos referimos a todo un grupo de personas, unidos por vínculos familiares y políticos, que durante varias décadas dirigieron y dominaron la vida política del distrito de Casas Ibáñez, -del que procedían- y en menor medida del distrito de Alcaraz. Con base en los distritos, llegarían a controlar la vida provincial, y a tener gran influencia en algunos asuntos de la vida nacional. Prácticamente su peso político arranca de la Restauración, alcanzando su auge a partir de 1890, y hasta el advenimiento de la IIª República, conservando gran parte del mismo durante el período republicano. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 23 El caciquismo local en Villamalea, alcanzará su máxima y más acabada expresión en la figura de Genaro Cañada Ochando, gran propietario local, que controló sin discusión la vida del municipio durante más de tres décadas, siendo alcalde 29 años, del 1 de julio de 1881 al 20 de febrero de 1910, fecha en que falleció. Genaro Cañada Ochando pertenece al clan de los Ochando, no solo por vinculaciones políticas, sino también familiares. Vamos a enmarcar el origen e influencia de los Ochando en la provincia de Albacete, con el fin de conocer las vinculaciones económicas, políticas y sociales del clan. Antecedentes de la familia Ochando los encontramos en varios pueblos del distrito de Casas Ibáñez. Así tenemos a Bonifacio Sotos Ochando, que fue obispo y hombre de gran cultura en su época (siglo XVIII). También en Casas Ibáñez encontramos a Pablo Sánchez Ochando de la Banda y Galdamez, que en 1772 fue nombrado hidalgo por el rey Carlos III. Sin embargo los Ochando, como grupo familiar, permanecía disperso, y no tenía significación social. También encontramos los apellidos refiriéndose a herreros, campesinos y oficios.9 Los Ochando empezarán a destacar como clan familiar a partir de mediados del siglo XIX, y sobre todo por las continuas compras de propiedades que adquieren con la desamortización. Esta compra masiva de tierras y propiedades dará la base económica en la que se asentaría el poder de la familia. En las Actas desamortizadoras de la provincia de Albacete aparece constantemente el nombre de los Ochando en Fuentealbilla, Cenizate, Mahora, Alborea, Casas Ibáñez y otros pueblos del distrito de Casas Ibáñez.10 El ascenso del poder económico al político, coincide con la Restauración de Alfonso XII, donde se consolida la influencia económica, social y toma auge la política. El ascenso en el ámbito social y político se concretó en abundantes cargos militares, políticos y civiles que obtuvieron un pequeño núcleo de la familia Ochando. Basándose en lo económico y en los cargos militares de un miembro de la familia, irán tejiendo una red de influencia y poder a todos los niveles. Ya hemos señalado que el poder económico les viene de la desamortización Sin embargo el inicio de la carrera política de la familia, tiene su origen en uno de sus miembros, militar, que consigue altos cargos militares y parlamentarios. Vamos a referirnos a este personaje. Los Ochando como clase política. Federico Ochando y Chumillas, cabeza del clan. Federico Ochando y Chumillas es el eje del clan familiar. Nació en Fuentealbilla en 1848, distrito de Casas Ibáñez, Albacete. Ingresa en la academia militar de Estado Mayor en 1864, siendo promovido a alférez en 1867 y a teniente de Estado Mayor en junio de 1869. La historia de sus ascensos y méritos va pareja a las luchas y guerras mantenidas por la monarquía alfonsina. Una de sus primeras acciones militares fue el encuentro librado en Barcelona, contra los insurrectos republicanos, combatió a varias partidas republicanas y libró combate en San Celoni, por el Foto Álbum, 8 abril 1927. que obtuvo como recompensa el grado de capitán.11 Más adelante fue destinado a Valencia para combatir a los carlistas del Maestrazgo, por lo que se le concedió la Cruz Roja de primera clase al mérito 9 Los datos provienen de las siguientes fuentes: Catastro de Ensenada. Villamalea. 1753. Archivo Histórico Provincial de Albacete. (A. H. P. de A). Crónica de la provincia de Albacete. J. Roa y Erostarbe. Albacete 1895. (A. H. P. de A.). Álbum. Editado por la revista "Automóvil". Valencia, 8 de abril de 1927. Biblioteca especializada. A. H. P. de A., y Ateneo Mercantil de Valencia. 10 El historiador Antonio Díez, de Albacete, recoge a la familia Ochando como uno de los beneficiados de la desamortización del siglo XIX, en su tesis doctoral sobre la desamortización en la provincia de Albacete durante el siglo XIX. Información oral de Antonio Díez, 1977. 11 Álbum. Pág. 17, y Crónica de la provincia de Albacete, Pág. 261. 24 Benito Sanz Díaz militar. Destinado a Cataluña, sofocó varias rebeliones en el ejército. Vuelto a Valencia, tomó parte en el “ataque y rendición de la plaza y en varios encuentros con los Cantonales, alcanzando el grado de comandante por el arrojo demostrado... contribuyó al establecimiento del sitio de Cartagena”.12 Federico Ochando combatió a todos los enemigos de la Restauración como militar: republicanos, carlistas, cantonalistas, tropas insurrectas, etc. Con Alfonso XII se consolidará una burguesía conservadora, de la que formará parte la familia Ochando. Las crónicas de la época, recogen el continuo ascenso de Federico Ochando y Chumillas como militar: “No satisfecho su ardor patriótico, por la pacificación de España, hombre de guerra ante todo, a la guerra había de ir donde quiera que se ascendiese".13 Marcha a Cuba, donde por méritos de campaña será ascendido a brigadier a los 30 años de edad. Ayudó a pacificar la isla, asistiendo a los principales encuentros, apresando a Tomás Maceo, hermano del general insurrecto. Ayuda a mantener los restos de la España imperial, en rápido declive. Después marcha a Filipinas como general, estando encargado interinamente del Gobierno y de la capitanía general. Enfermo, regresa a España, donde será gobernador militar de Madrid en 1894, y un año después ascenderá a teniente general. En 1896 participa en la última campaña de Cuba como Jefe de Estado Mayor de Weyler.14 Vive la agonía de un imperio que se extingue. A su regreso a la metrópoli, ocupará importantes cargos militares; será capitán general de Aragón (1897), de Andalucía (1898), inspector general de la Guardia Civil en 1901 y de Carabineros en 1903; ocuparía después varias Capitanías Generales y la Dirección General de Carabineros. Fue uno de los defensores de las mejoras continuas dentro del ejército en las Cortes, donde se recogen muchas intervenciones ante la Cámara, con frases como aboga “por el mejoramiento de las clases del Ejército y la Marina, del clero parroquial y rural, retirados del Ejército...".15 Ocupa pues la cúspide del poder militar, siendo uno de los generales más prestigiosos de la época. Parlamentario en el Congreso y Senado.- Junto a su brillante carrera militar, Federico Ochando une una vida política y parlamentaria paralela, teniendo un escaño en el Congreso y en el Senado prácticamente durante 30 años, de 1879 a la Dictadura de Primo de Rivera, en el que se disolvió el Parlamento, a excepción de algunas legislaturas. Sin embargo, los inicios políticos de los Ochando no fueron fáciles. En los años 80 del siglo XIX, tanto Federico Ochando como militar, como su familia, aun no se han consolidado en el ámbito político. Están comenzando lo que será un ascenso continuo y que se consolidará para décadas. Siendo brigadier del Ejército, Federico Ochando, y aprovechando las amplias relaciones familiares que tienen en el distrito de Casas Ibáñez, se presentará como diputado por el distrito, y por la candidatura Liberal-Conservadora. Así será elegido por primera vez en 1879 como diputado a Cortes, a la edad de 31 años. Los Ochando han iniciado su carrera política. La red caciquil está aun embrionaria, sin que se haya trabado perfectamente sus junturas. Existen unos vínculos familiares y el dominio de parte de los pueblos de los partidos judiciales de Casas Ibáñez y Alcaraz, pero sin organizar como estructura que apoyará a la familia y protegidos durante 40 años. La figura de su personaje más ilustre está en ascenso y aun le falta consolidar relaciones en Madrid. En las elecciones de 1884, Federico Ochando se vuelve a presentar, pero los métodos fraudulentos -como lo eran siempre- no le favorecen, por apoyar el gobernador civil de Albacete al candidato oponente. Federico Ochando recurre con su influencia y se querella con el gobernador y los alcaldes de varios pueblos del distrito. Consigue que su caso se debata en el Congreso, donde se ponen de manifiesto, una vez más, lo corrupto del sistema electoral y del caciquismo. En el Diario de Sesiones del Congreso, se lee: 12 Crónica de la provincia de Albacete, Pág. 204. Crónica de la provincia de Albacete, Pág. 204. 14 Valeriano Weyler, mariscal de campo, senador vitalicio desde 1898. Fue jefe del Ejercito en Cuba al producirse la sublevacion de Maceo. Varias veces Ministro de la Guerra, se opuso al golpe militar de Primo de Rivera en 1923. 15 Álbum. Pág. 17. 13 I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 25 “Presentación del Sr. Godró -como candidato electo por Casas-Ibáñez-... Exposición presentada por Don Federico Ochando, candidato a Diputado a Cortes por Casas Ibáñez... pidiendo la nulidad de la elección de varias secciones y que se le proclame Diputado, pasando el tanto de culpa a los tribunales correspondientes...”.16 Los Ochando tratan por todos los medios de asentar sus dominios, aun sin consolidar. Un diputado de su grupo defiende su caso en el Congreso: "El Presidente (de las Cortes): El Sr. Merelles tiene la palabra. El Sr. Merelles: La he pedido... para tener la honra de presentar al Congreso tres documentos referentes al acta de Casas Ibáñez, provincia de Albacete. Es el primero un certificado expedido por el Juez de Instrucción de Almansa, en el que se hace constar que a pesar de las reclamaciones que ha habido por parte de un elector, éste figuró en las listas, votando sin haber tomado parte en la elección. En el segundo, una certificación expedida por el Juez, referida a hacer constar que han sido tantos y tan grandes los abusos cometidos por el alcalde de Alpera, que el juzgado municipal se ha visto en la necesidad de instruir diligencias criminales contra ese mismo alcalde...”.17 Poco después, el mismo diputado Sr. Merelles intervenía para señalar cómo un vecino: "Que en 27 de abril último se hallaba en la cárcel sufriendo pena que le había sido impuesta por el tribunal en causa, por hurto, aparece, no obstante, tomando parte en la elección en una de las 15 secciones de que se compone el distrito de Casas Ibáñez”.18 Los métodos caciquiles son la norma. El sistema de fraude, con presiones, violencias, pucherazos, etc., está a la orden del día. El interés de la cita es señalar cómo los Ochando aún no dominan los hilos de un aparato que los hará dueños de la situación. La querella no prospera, por estar apoyado el gobernador civil de Albacete por el ministro de Gobernación, y serles difícil obtener documentos que prueben formalmente los fraudes: “por que el juez y el gobernador, que son parientes y naturales de aquella provincia, que resulta procesado por esos mismos hechos, no se presten a dar las justificaciones necesarias”.19 Los Ochando se resisten con energía, denunciando al gobernador y varios alcaldes por abuso en el ejercicio de su cargo; en las Cortes se denuncia: “...y la misma petición hago respecto a los procesos incoados por los hechos ocurridos durante la elección en las secciones de Alborea y Villamalea...”, si bien no prospera contra el gobernador “por abuso en el ejercicio de su cargo”, y se declara válida la elección del candidato contrario.20 16 Diario de Sesiones. Congreso. Cortes 1879-81. Tomo 205. 177. Diario de Sesiones. Congreso. Cortes. 1884-5. Tomo 229. 23. 18 Diario de Sesiones. Congreso. Cortes. 1884-5. Tomo 229. 114. 19 Diario de Sesiones. Congreso. Tomo 235.. 3.062. 20 Diario de Sesiones. Congreso. Tomo 235. 3.120. 17 Federico Ochando: diputado y senador vitalicio Federico Ochando y Chumillas unió a su brillante carrera militar una larga vida política y parlamentaria en el Congreso y en el Senado, prácticamente durante 30 años, de 1879 a la Dictadura de Primo de Rivera, en el que se disolvió el Parlamento, a excepción de algunas legislaturas. Fue electo por los distritos de Alcaraz y CasasIbáñez en varias legislaturas; senador electo por La Habana (1896-1898), por Albacete a partir de 1898, senador vitalicio desde 1906 y vicepresidente del Senado en la Legislatura de 1902 y 1911. 26 Benito Sanz Díaz Esta experiencia será de gran utilidad para la familia Ochando, que se moviliza para crear una tupida red en torno a sus intereses, imponiendo a pequeños caciques a su servicio en los pueblos más pequeños, y en los de cierta importancia a familiares directos, ocupando gentes a ellos vinculados, las alcaldías y los juzgados municipales. Así, en las elecciones de 1886, no tendrán ningún problema, y a partir de la fecha saldrán elegidos sin interrupción miembros del clan familiar, o elementos ochandistas a su servicio. Federico Ochando será diputado por Alcaraz o Casas Ibáñez alternativamente, y simultánea su escaño con cargos militares. Será diputado hasta 1896, y senador por La Habana (Cuba) de 1896 a 1898, año en que es elegido, por primera vez, senador por Albacete, siendo reelegido en las legislaturas a que se presenta. A partir de 1907 el Rey lo hará senador vitalicio hasta 1923, en razón de su cargo militar, y ocupará en dos legislaturas la vicepresidencia del Senado. Muere en 1929.21 Favorable a la Restauración, Federico Ochando fue figura sobresaliente en el partido Conservador que dirigía Canovas del Castillo. Al mismo tiempo apoyará la promoción de otros miembros de la familia, tanto a escaños en el Congreso, como a cargos civiles provinciales, obtención de prebendas y otros beneficios de diverso tipo. Sí dedicamos un cierta espacio a Federico Ochando y Chumillas es por que reúne las características propias del cacique, tanto en su trayectoria, como por la influencia que ejerce en el resto del clan. El efecto es mutuo: el clan de pequeños caciques lo apoya en su carrera política, y Federico Ochando les ayuda a promocionarse, potenciando con fuerza el poder del clan y su organización. La influencia política del clan Ochando no solo fue en Albacete, sino también en Valencia, donde el ingeniero y diputado en las Cortes Román Ochando desarrollo sus actividades como jefe provincial de Obras Publicas del Ministerio de Fomento. En las fotos, dos momentos de los homenajes en Valencia, en 1927, en que aparecen Federico y Román Ochando. Fotos Álbum. Otros miembros del clan Ochando.- Nos referimos, brevemente, a otros componentes de la familia Ochando, que completará el cuadro y los beneficios que obtiene el clan de su organización caciquil. Andrés Ochando y Chumillas era hermano de Federico. Gran propietario de tierras, ocupó un escaño en las Cortes en varias legislaturas. Sus hijos Andrés Mª y Román desempeñarían importantes cargos públicos y en Las Cortes. Andrés Mª. desempeñó los cargos de presidente de la Diputación, gobernador civil, delegado del Banco de España, etc., todos en Albacete. Román Ochando y Valera tuvo una trayectoria pública muy importante: Ingeniero de Caminos de profesión, pasó por distintos cargos en el Ministerio de Fomento, fue Jefe de Obras Públicas de Albacete y 21 En la pagina web del Senado -http://www.senado.es/historia/senadores/index.html- existe el documento: Expediente personal del Senador D. Federico Ochando y Chumillas, por las provincias de La Habana y Albacete, y Vitalicio. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 27 después de Valencia. En dos ocasiones ocupó un escaño de diputado en Las Cortes, la primera al acabar sus estudios, en 1898 –sustituyendo a su padre, que falleció-, y en 1933. El apoyo a la familia Ochando en Albacete y Valencia quedó recogido en el homenaje a Román Ochando y Valera, ingeniero de caminos, en 1927. En la foto, uno de los actos de homenaje, en Valencia. Román Ochando aparece sentado a la izquierda. En el centro Federico Ochando, senador vitalicio y jefe del clan. Foto Álbum. 28 Benito Sanz Díaz Miembros de la familia Ochando que ocupan algún escaño en las Cortes.22 (Con detalles de cargos militares, civiles y profesionales). Federico Ochando y Chumillas Cargos militares: Brigadier (1879). Jefe de Brigada de Madrid (1884). General de División (1889). Capitán General de Filipinas (1892). Teniente General y Gobernador Militar de Madrid (1894). Jefe del Estado Mayor General en Cuba (1896). Capitán General de Andalucía (1898). Inspector General de la Guardia Civil (1901). Inspector General de Carabineros (1903). Capitán General de Castilla la Vieja (1904). Director General de Carabineros (1907). Capitán General de la 7ª. Región (1911). Medallas: Cruz Roja al Mérito Militar de la 2ª. y 3ª. clase. Encomienda de Carlos III. Gran Cruz de Isabel la Católica. Gran Cruz Roja al Mérito Militar. Cargos civiles: Encargado interino del Gobierno de Filipinas (1892). Consejero del Reino. Escaños parlamentarios. Congreso: Diputado electo por los distritos de Alcaraz y Casas Ibáñez en varias legislaturas. Senado23: Senador electo por La Habana (Cuba). 1896-1898. Senador electo por Albacete a partir de 1898. Vicepresidente 2º del Senado en la Legislatura de 1902. Senador vitalicio de 1907 a 1923. Vicepresidente del Senado en la legislatura de 1911. Andrés Ochando y Chumillas. Hermano de Federico. Propietario de tierras. Congreso: Diputado electo por el distrito de Casas Ibáñez en 1893, 1894, 1896. Andrés Mª. Ochando y Valera. Abogado. Hijo de Andrés Ochando y Chumillas. Congreso: Diputado a Cortes por Alcaraz en 1893 y 1898. Diputado a Cortes por Casas Ibáñez en 1889 y 1901. Cargos civiles: Presidente de la Diputación de Albacete. Gobernador civil de la provincia de Albacete. Delegado del Banco España en Albacete. Román Ochando y Valera. Ingeniero de Caminos. Hijo de Andrés Ochando y Chumillas. Congreso: Diputado electo por Casas Ibáñez, 1898. Diputado por Albacete en La IIª República, 1933. Partido Radical. Cargos civiles: Ingeniero-Director de Carreteras de la Diputación de Valencia. 1892. Director de Negociado de Construcciones del Ministerio de Fomento. 1913. Ingeniero Jefe de Obras Públicas de Albacete y Valencia. Román Ochando y Serrano Congreso: Diputado electo por Casas Ibáñez. Legislatura 1919-1920. Fuente: Álbum, actas del Congreso y Senado; Senado -http://www.senado.es/historia/senadores/index.html-, y La Voz del Distrito. 22 Estos cuadros están confeccionados a partir de las siguientes fuentes: Álbum, Crónicas de la provincia de Albacete, Diario de Sesiones del Congreso y del Senado de varias legislaturas, La Voz del Distrito y testimonios orales. 23 Senado -http://www.senado.es/historia/senadores/index.html-. Expediente personal del Senador D. Federico Ochando y Chumillas, por las provincias de La Habana y Albacete, y Vitalicio. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 29 1. 1.- Base electoral de los Ochando: distrito propio Había dos tipos de diputados, según definía José Varela: cuneros y con distrito propio. Cuneros eran aquellos cuya elección se debía más al apoyo del Gobierno que a su influencia local. La Administración del Estado veía como distrito disponible aquél en el cual podía colocar un diputado, sin que éste tuviese base local. Sin embargo, lo más corriente eran los que se conocían cómo distritos propios, donde el candidato tenía una organización local y sus diputados se llamaban candidatos naturales, con arraigo o derecho propio. Es a este tipo de políticos a los que sensu stricto, se les ha denominado caciques y que tenían una base social real y amplia.24 Así, la influencia política de los Ochando en el ámbito nacional y provincial fue muy destacada, legando a tener en algunas épocas un senador, dos diputados, distintos cargos provinciales y, por supuesto, toda una red de caciques locales como alcaldes y concejales, jueces de paz, etc. Las bases electorales de los Ochando fueron estables, como consecuencia de la implantación del clan en los distintos municipios que componían los partidos judiciales de Casas-Ibáñez y Alcaraz. Lo que caracteriza a los Ochando es precisamente el tener “distritos propios", a diferencia de los "cuneros", que carecían de organización en el ámbito local que los respaldasen. Los distintos miembros de la familia Ochando se habían enriquecido como consecuencia de la desamortización del siglo XIX, y se habían hecho fuertes en los municipios, ampliando su poder a través de enlaces matrimoniales y por el apoyo mutuo que obtenían de otros miembros de su familia. Al estrecharse los vínculos organizativos y familiares, los Ochando conseguían fácilmente imponer a sus candidatos a las Cortes, recibiendo por ello todo tipo de apoyos y ayudas, sirviendo esto para consolidar su hegemonía. La mayoría de los alcaldes del distrito de Casas-Ibáñez eran directamente familiares, caso por ejemplo de Villamalea, o bien individuos relacionados o impuestos por ellos. La obtención de cargos civiles en Albacete por parte de alguno de los miembros del clan –gobernadores civiles, presidentes de la Diputación, etc.- respaldaba y ampliaba su poder local. Así, la base electoral multiplicaba su influencia política y social. Y todo esto venia avalado por Federico Ochando y Chumillas, que desde sus cargos políticos y militares, velaba en Madrid por los intereses del clan. Un ejemplo del control de los Ochando lo recogemos del semanario "La Voz del Distrito", donde queda patente su hegemonía sin oposición digna de tal nombre. Con motivo de unas elecciones a Cortes se lee: "Nuestras profecías se cumplieron. El distrito de Casas Ibáñez es puro ochandista. Así lo decíamos en anteriores números, cuando por tierras de Casas Ibáñez deambulaba el candidato ciervista a la "caza de incautos” predicando... las "virtudes" de la política que representa, y así ha resultado como ya saben nuestros lectores. La derrota sufrida por el Sr. García Más ha sido de las que dan enseñanzas a la osadía y a la inconsecuencia de quienes todo lo dejaron por la idea de "serlo todo" y fuere por el camino que fuere. Ha sido una derrota sin precedentes, habida cuenta que los elementos que siguen a nuestro paisano D. Federico Ochando no desplegaron toda su actividad, “porque entendieron desde el primer momento, que a nada venía el candidato ciervista, a pesar de desgañitarse por los pueblos y del diluvio de soflamas -todas buenas para aplicarlas al campo en que milita- que iba soltando su periódico de la capital.” Los Ochando no tienen que movilizarse a fondo en la pugna electoral, pues están seguros de su éxito. Así, seguía el artículo publicado en primera pagina, a grandes titulares: "Ya hubimos de decir que la gran mayoría de los electores de este Distrito es, sinceramente, ochandista. Y, por la tanto, siempre incondicionalmente sigue las ordenes de su dirección, ya sea en calidad de ministerial, es decir, que auguramos el triunfo del candidato ministerial con votos ochandistas, que bien probado tienen donde se hallan en política... “. Las connotaciones bíblicas aparecen en el citado articulo, al identificar Ochando-Diosbienhechor de la provincia de Albacete. 24 Los amigos políticos... Pág. 356-7. 30 Benito Sanz Díaz "Con la derrota del ciervismo en este distrito, ya descontada, ha concluido la "deslindación" del campo de Jericó por aquí planteada; pero sin que el "obediente" Josué haya podido “ver al sol ochandista detenido en su carrera", sino después de presenciar éste, "desde su altura", el descalabro de los que creyeron "atacar la plaza" y solo lograron -"en tierras de Casas Ibáñez”- abrir trincheras donde sepultar los restos de las huestes que nunca tuvieron... frases bastantes para alabar "al dios bienhechor de la provincia de Albacete", contra quien únicamente la soberbia les hizo rebelarse".25 Realmente estas frases corresponden a un dominio importante de los Ochando sobre la candidatura ciervista, pues de 8.906 votantes, el ochandista obtiene 6.520 votos (73%), y el ciervista 2.386 (27%). Queda patente que al tener "distrito propio", los Ochando imponen sus candidatos a Cortes sin problemas, frente al cunero ciervistas, al que consideran un intruso. Los ciervistas tratan de comprar votos, recibiendo el desprecio de los ochandistas, que escribían en su semanario: "...en el distrito de Casas-Ibáñez ha triunfado el ochandismo, ahora y siempre por los sufragios atraídos por simpatías, no "por dinero", como en su periódico ha dicho gansamente el ciervismo. Esos procedimientos solo han podido emplearse en su campo, como lo atestiguan 50.000 duros enviados con publicidad a Cartagena, los 40.000 que, se dice, se han "derretido" en Almansa y el "...gabán y manta que en la capital de esta provincia hayan cobrado ya algunas sastrerías".26 El peso de los Ochando es aplastante en casi los 24 pueblos que componían el distrito de Casas Ibáñez. Así, por ejemplo, en las elecciones de 1920 tenemos, entre otros, los siguientes resultados electorales: Resultados en las elecciones de 1920 en el distrito de Casas Ibáñez. Municipio Casas-Ibáñez Alcalá del Júcar Jorquera Fuentealbilla Villamalea Mahora Recueja Valdeganga Candidato ochandista votos % 524 85 510 87 390 91 348 66 462 90 281 90,5 194 100 402 80 La Voz del Distrito, nº 181. A. H. P. de A. votos 94 81 40 182 51 30 105 Candidato ciervista % 15 13 9 34 10 9,5 20 Las bases electorales del clan Ochando fueron estables, como consecuencia de la implantación del clan en los distintos municipios que componían los partidos judiciales de Casas-Ibáñez y Alcaraz durante tres décadas. Lo que caracteriza a los Ochando era el tener “distritos propios", a diferencia de los "cuneros", que carecían de organización en el ámbito local que los respaldasen. En la foto Pedro Ochando –en el centro-, alcalde de Casas de Juan Núñez, junto a varias personas influyentes del municipio. Foto Álbum. 25 26 La voz del Distrito, semanario independiente. Numero 181, de 31.12.1920. A. H. P. de A. La Voz del Distrito. Numero 181. A. H. P. de A. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 31 32 Benito Sanz Díaz Cronología y cargos militares, parlamentarios y civiles de la familia Ochando Legislatura Año Cortes Federico Ochando y Chumillas Cargos militares Cargos parlamentarios 1879 1879-91 Brigadier Diputado electo por Casas Ibáñez. Candidatura Liberal conservadora 1884 1884-5 Jefe de Brigada en Madrid Querella contra el gobernador de Albacete por fraude electoral 1886 1886-90 Secretario de la Dirección General de Carabineros. Diputado electo por el Distrito de Casas Ibáñez. Candidatura adicta al Gobierno 1889 1889-90 General de División Diputado electo por Alcaraz 1891 1891 General de División Diputado electo Casas Ibáñez 1892 Otros miembros de la familia Ochando en las Cortes Encargado del Gobierno y de la Capitanía General de Filipinas 1893 1893-4 General de División Diputado por Alcaraz Andrés Ochando y Chumillas Diputado por Casas Ibáñez. Andrés Ochando y Valera. Diputado por Alcaraz 1894 1894-5 Teniente General y Gobernador Militar de Madrid. Diputado por Alcaraz Andrés Ochando y Chumillas Diputado por Casas Ibáñez 1896 1896 Jefe de Estado Mayor General en Senador electo por La Habana, Cuba, con Weyler. 1896-1898 Andrés Ochando y Chumillas Diputado por Casas Ibáñez 1898 1898 Capitán General de Andalucía Senador electo por Albacete Andrés Ochando y Valera Diputado por Alcaraz. Román Ochando y Valera Diputado por Casas Ibáñez 1899 1899 Capitán General Senador por Albacete 1901 1901-2 Inspector General de la Guardia Civil Senador por Albacete y Vicepresidente segundo del Senado. Andrés Ochando y Valera Diputado por Casas Ibáñez Andrés Ochando y Valera Diputado por Casas Ibáñez 1903 1903 Inspector General de Carabineros. Diputado por Casas Ibáñez. 1904 1904-7 Capitán General de Castilla la Vieja. Capitán General de la Primera Región Militar. 1907 1907-8 Director General de Carabineros. Senador Vitalicio. 1910 1910 Director General de Carabineros. Senador Vitalicio y vicepresidente del Senado. 1912-20 Senador Vitalicio 1921-23 1923-30 Dictadura de Primo de Rivera 1933 IIª República. Legislatura 1933-1936 Román Ochando y Serrano Diputado por Casas Ibáñez Senador Vitalicio Fuente: Álbum, actas del Congreso y Senado, La Voz del Distrito y testimonios orales. Román Ochando y Valera Diputado electo por Albacete. Partido Radical. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 33 Los Ochando tenían distrito propio. Durante cuatro décadas Casas Ibáñez tuvo a Ochando u Ochandistas ocupando escaños en Las Cortes. En todos los pueblos del distrito tenían caciques bajo su control, que les aseguraban la elección. También los Ochando mantuvieron bajo control el distrito de Alcaraz, y por el mismo ocuparon escaño varios miembros del clan y personas de su entorno en casi todas las legislaturas. Es significativo el cuadro siguiente, sobre las elecciones en Albacete de 1900 a 1923: Año Candidatos electos según partidos en la provincia de Albacete Liberales y adictos al Gobierno Conservadores Otros 1901 3 1 1903 1905 1907 1910 1914 1916 1918 1919 1923 1 3 1 3 1 3 1 2 3 1 3 1 3 1 3 3 2 1 Los Distritos de la provincia de Albacete eran: Albacete, Hellín, Casas Ibáñez, Almansa y Alcaraz. La tabla recoge los 4 distritos sin incluir la capital. El reparto de escaños entre Liberales y Conservadores queda claro en los distritos rurales de Albacete. En todos los casos un Ochando u ochandista ocupaba escaño. La alternancia de poder era casi matemática, hasta 1919. Métodos de control de los Ochando. Está claro que todos los métodos útiles fueron empleados para imponer la hegemonía del clan en los distritos de Alcaraz y Casas-Ibáñez. Se hizo pucherazo, se presionó a los vecinos con todo tipo de amenazas para que votasen al clan, se compraron votos, se crearon bandas de matones y partidas de la porra, etc. Los encargados de ello eran los pequeños caciques de pueblos, aldeas y pedanías. Estos llegaban a desterrar a los opositores que se interponían en su camino, sin miramientos. Si eran jornaleros, se les compraba el voto, se le amenazaba con no darle trabajo, se prometía darle ocupación, se le regalaba tabaco, carne, etc. Según el individuo y la situación, se empleaba uno u otro método. A los campesinos díscolos, se les amenazaba con quitarle aparcerías o arriendos, obligarles a que devolvieran los préstamos usureros, con no comprarle la cosecha... Cualquier método era válido. Antes de las votaciones, se mataban ovejas, se daba tabaco, ropa, dinero, etc. "La Voz del Distrito", portavoz de los intereses ochandistas. El único órgano de información del distrito de Casas Ibáñez, "La Voz del Distrito”, es la "voz" de los Ochando. Si bien la influencia y hegemonía del clan arrancaba del siglo XIX, y había tenido momentos álgidos en la ultima década del siglo XIX, en cuanto a la abundancia de cargos públicos detentados directamente por miembros de la familia, y durante el siglo XX por los centros de poder y cargos ocupados por la familia o vinculados a ella, en 1917 decidieron hacerse dueños del semanario del distrito, que si bien se denominaba "semanario independiente", no era tal. En algunos periodos llegó a figurar como redactor-jefe Fernando Ochando, cambiando el subtítulo por el de "Semanario Regional Manchego". Basta leer cualquier numero para comprobar la línea conservadora y ochandista -en exceso-, pues en muchos semanarios tienen como únicos protagonistas a los Ochando- salvo en el espacio dedicado a la publicidad-. La apología es constante. En él se publican bodas, homenajes, adhesiones, elecciones, defunciones, etc. del clan, noticias de sus íntimos y protegidos, etc. Así es frecuente leer noticias de este tipo: “Boda aristocrática... el solemne acto de unir en indisolubles lazos el matrimonio a la bondadosa y bella señorita Adelita Ochando, con el acaudalado propietario de Balazote Dn. Damián...".27 27 La Voz del Distrito, 16 de noviembre de 1927. A. H. P. de A. 34 Benito Sanz Díaz Este tipo de enlace estrecha las relaciones con otros clanes y ensanchan su base de influencia. Otras veces les dedica toda la primera pagina a una defunción; con grandes titulares se lee: "Primer aniversario. El Ilmo. Sr. Don. Andrés Maria Ochando y Valera, abogado, ex-diputado a Cortes, expresidente de la Excma. Diputación Provincial de Albacete, ex-gobernador civil ex-delegado del Banco de España en esta provincia, etc., etc. falleció en Fuentealbilla el 15 de diciembre de 1918 a 58 años de edad...”.28 En otras ocasiones era para homenajear a algún miembro del clan o allegado. Cualquier motivo era bueno para dedicar paginas enteras, -o todo el periódico- a los Ochando. Así, el nº 497 del semanario -5.4.1927- lo dedica integro a Román Ochando. Leemos: "Del homenaje de Valencia a nuestra ilustre paisano Dn. Román Ochando y Valera...” Y a continuación le dedica artículos, poesías, alabanzas, resúmenes de prensa, adhesiones, etc. En esta línea apologética se mantiene el semanario durante la época a que nos referimos, como característica de la publicación. 1. 2.- Algunas claves de la influencia ochandista: las obras publicas. Explicar que el dominio ochandista se ejerciese tan solo por la violencia, presión, fraude, "partidas de la porra”, etc., sería demasiado simplista, a pesar de ser algunos de sus componentes. Junto a estos factores existía un paternalismo de los caciques locales a la hora de dar trabajo, arrendar o vender tierras, conceder prestamos, favores administrativos, ayudas económicas interesadas, etc., así como otros beneficios de gran importancia social y económica para el distrito, como era la construcción de vías de comunicación y obras publicas. Carreteras, puentes, perspectivas de vía férrea y otras obras públicas, eran elementos importantes en la época. Su construcción abría grandes posibilidades para toda la población, sin importar la clase social a que se perteneciese. A los grandes propietarios rurales les interesaba porque abrían vías de comercialización para sus productos, intensificándose el cultivo de sus tierras, revalorizándolas. A los jornaleros les permitía encontrar ocupación en épocas de paro, o incrementaban los días trabajados a aquellos que iban a jornal. Incluso los pequeños campesinos podían ocuparse parcialmente en los trabajos de construcción de obra pública. Todo esto, unido a los progresos y beneficios de todo tipo que se obtenían con estas nuevas vías de comunicación, daban un apoyo electoral masivo a quien detentase los mecanismos de decisión y control de las construcciones. Ahí encontramos a los Ochando. El estudio de las actas del Congreso y del Senado nos muestran como los Ochando aparecen constantemente en las comisiones de carreteras de las Cortes, presidiendo algunas de ellas. Recogemos, a título de ejemplo, el siguiente cuadro: 28 La Voz del Distrito, 12 de diciembre de 1919. A. H. P. de A. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 35 Los Ochando en las comisiones de carreteras de las Cortes y el Senado Legislatura 1879-81 1888-89 1879-81 1889-90 1891 Nombre y apellidos Federico Ochando y Chumillas “ “ “ “ “ Diputado “ “ “ “ “ 1893-94 1899 “ “ “ “ 1908-09 “ Senador 1893-94 Andrés Ochando y Chumillas 1894-95 1889 “ Andrés Ochando y Valera Diputado “ “ Comisión de Carreteras de: Casas Ibáñez a Requena Balazote-Alcaraz Casas-Ibáñez a Requena Villarrobledo-Almagro-Alcaraz Albacete, Jaén, Villamalea Almansa y Alborea; Villamalea a Chinchilla; Casas-Ibáñez a Casas de Juan Núñez Roda-Mahora y Balazote Casas de Juan Núñez-Jumilla; Albacete a Villarobledo Villarrobledo, La Almarcha, Casas Ibáñez y Requena Tarazona-Motilla. De La Roda a Mahora. De Balazote a Munera Ayora-Albacete Albacete, Jaén, Riopar Fuente: Diario de Sesiones del Congreso y del Senado. Este cuadro no es completo, y tan solo es una referencia. La construcción de estas carreteras favorece a los municipios por los que pasan, y los pueblos agradecen las obras con su voto político. Se consolida así la influencia caciquil, con beneficios mutuos para ambas partes. La prensa del distrito recoge continuas adhesiones y agradecimientos por "los beneficios obtenidos en todos los pueblos del distrito con las vías de comunicación que nos han tendido". La villa de Jorquera escribía: "Todos teníamos que ver al pueblo de Jorquera rodeado de carreteras, con lo cual ha aumentado, desde hace diez años a esta parte, doblemente, su principal riqueza, no teniendo que malbaratar sus productos como venía haciendo antes, por carecer absolutamente de vías de comunicación”.29 El protagonista y destinatario de estos elogios era Román Ochando y Valera, ingeniero-jefe de Obras Públicas de Albacete hasta 1924, y con influencia en la construcción de vías de comunicación durante muchos años. Los manejos caciquiles quedaban claros en una contestación de Román Ochado ante uno de los homenajes tributados por varios pueblos, cuando decía: "Yo soy el menos acreedor de ello [el homenaje], pues todo se debe en primer lugar de mi tío Federico, que se preocupó, en tiempo oportuno, de incluir en el Plan General de Carreteras del Estado las necesarias para que todos los pueblos del distrito tuvieran esta clase de vías de comunicación...". Se disculpa a continuación de las que pudieran faltar: "Si hay algunos (muy pocos) que no las tienen, fue porque leyes posteriores de carácter general, las suprimieron sí que nadie pudiese evitarlo".30 Las influencias e interrelaciones son constantes. Federico Ochando las incluye en el Plan Nacional, Ramón Ochando las construye y Fernando Ochando se hace eco de ello en La Voz del Distrito. La Línea férrea Baeza-Utiel. La línea férrea Baeza-Utiel había tenido una larga gestación, y con ella se pretendía unir Andalucía con el Levante. Uno de los tramos importantes pasaba por Albacete, y más concretamente, por el partido judicial de Casas Ibáñez. El proyecto había sido debatido largo tiempo, aprobándose en Consejo de Ministros en 1927. Habían apoyado el trazado Federico y Román Ochando. Román fue hasta 1928 jefe de Obras Públicas de Albacete. El paso del clan se constata por el cambio del trazado original. El ingeniero 29 30 La Voz del Distrito. Nº 286. A. H. P. de A.). La Voz del Distrito. Nº 497. 5 de abril de 1927. A. H. P. de A. 36 Benito Sanz Díaz Bellido31, había realizado un trazado se cambió por presiones, para que atravesase el distrito de Casa Ibáñez, en beneficio de los habitantes de esa zona. Reproducimos una de las páginas del semanario del distrito en el que se ven los dos distintos trazados del tramo Albacete-Utiel.32 El trazado del ingeniero Bellido pasaba por Mahora-Canizate-Víllamalea. El trazado que aparece con línea continua (con bastantes túneles) tuvo como promotor al ingeniero Román Ochando. Según este trazado, se aumentaba el número de túneles -de 4 a 13 y evitando la línea recta, más económica-, el recorrido, los costos, pero se conseguía que pasase por la cabeza del distrito, donde los Ochando tenían grandes intereses políticos y económicos. La aprobación de la vía férrea Baeza-Utiel es acogida con gran entusiasmo; con este motivo se inician grandes homenajes a los Ochando. Los pueblos del distrito se adhieren a los actos. La prensa recogía unas declaraciones de Román Ochando con motivo de varios homenajes multitudinarios. El “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927, recoge el homenaje, constituyendo un documento periodístico y gráfico apologético de los homenajes tributados a los Ochando, en todos los pueblos del distrito, en Albacete y Valencia. “La Voz del Distrito”, se hacía eco de todos estos homenajes, recogiendo adhesiones y apoyos. A estos homenajes se unen autoridades civiles, municipales, entidades, y junto a ellas la oligarquía de Albacete: los Picazo, Martínez Acacio, Gotor, Flores, Pozuelo, etc. “Yo soy el menos acreedor de ello, pues todo se debe en primer lugar a mi tío Federico, que se preocupó, en tiempo oportuno, de incluir en el Plan General de Carreteras del Estado las necesarias para que todos los pueblos del distrito tuvieran esta clase de vías de comunicación... Si hay algunos (muy pocos) que no las tienen, fue por que leyes posteriores de carácter general las suprimieron..."33 31 Existen dos documentos de Interés sobre el tema: Informe que la comisión de fuerzas vivas de la ciudad de Albacete presenta con relación al mencionado anteproyecto. Anteproyecto de Ferrocarril de Baeza (empalme) a Requena (por La Roda). Albacete. 1925. Archivo del Ayto. de Albacete. Ambos informes recogen la polémica de la época y su trazado. 32 La Voz del Distrito. 25.3.1932. A. H. de A. 33 La prensa local y de Valencia recogía los distintos proyectos del ingeniero Ochando: La Voz Valenciana (9.3.1927), El pueblo (10.3.1927), La Voz del Distrito (10.3.1927), etc. En ellos y otros, se recogían con detalle los logros del Ingeniero de Obras Públicas de Albacete y de Valencia, Román Ochando. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 37 Federico incluye las carreteras en el Plan, Román las construye y dirige como Ingeniero Jefe de Obras Públicas de la provincia, y Fernando Ochando les hace un homenaje a ambos desde el periódico del distrito, así como se hace eco de las distintas adhesiones y homenajes que les realizan en Valencia y Albacete.34 La influencia de los Ochando continuará hasta entrada la IIª República, ya que Román Ochando y Valera se presenta a las elecciones de 1933, por el partido Radical, y es uno de los candidatos más votados en Albacete.35 La popularidad entre el vecindario vuelve a alcanzar tales cotas de simpatía y apoyo, que se organiza un homenaje multitudinario en Albacete y Valencia. En uno de los homenajees se dan vivas "al Gobierno, a su Presidente el Marqués de Estella, a D. Federico y a D. Román Ochando...”. Las alabanzas y elogios son continuos: “...a su consecución dirigieron sus esfuerzos tanto nuestro Ilustre General, D. Federico Ochando, como los amantes del progreso... Muchos han sido los que han contribuido al éxito de esta gran empresa; pero en primer lugar destacase la gran figura del hijo predilecto de este pueblo, D. Román Ochando, que técnica y patrióticamente ha sabido llevar el ánimo de todos”.36 El peso político y social de los Ochando se conservó hasta entrada la IIª República. Román Ochando se presenta en 1933 a las elecciones generales al las Cortes por la Coalición RepublicanaPartido Radical, consiguiendo ser elegido diputado, en el tercer lugar en número de votos de Albacete (51,2%). Bonifacio Carrasco fue uno de los vecinos que se enfrento al cacique Genaro Cañada Ochando y fue desterrado del pueblo. En la foto aparece en el centro junto a mujer, su hijo Tirso y parte de su familia, y algunos miembros de la familia de “los Barbas”, a principios del siglo XX. Foto Rosa Verde. 34 La revista Automóvil, dedica un homenaje a Román Ochando, y por tal motivo edita un Álbum en el que se recogen Innumerables datos de todo tipo, así como fotografías y documentos gráficos sobre los Ochando. Sobre la vía férrea BaezaUtieI, hay un libro de Interés: El ferrocarril de Baeza a Utiel, Albacete. 1927. del Ing. Bellido. Archivo del Ayto. de Albacete. 35 Obtiene el 51,2 % de los votos, siendo votado mayoritariamente en el Partido Judicial de Casas Ibáñez. 36 La Voz del Distrito. Nº 509. 8 de julio de 1927. A. H. P. de A. 38 Benito Sanz Díaz Documento La línea Baeza-Utiel costó cerca de 1.500 millones de pesetas de las de los años treinta, y están construidos 107 túneles, con una extensión de 29 kilómetros, y 25 viaductos a lo largo de más de 300 kilómetros... “Vía muerta. La línea BaezaUtiel, construida en 1926, será enajenada sin que nunca la haya recorrido un tren La hierba y las amapolas crecen a sus anchas entre los raíles de las vías de la línea Baeza-Utiel. El gasóleo no ha podido dejar sus restos negros, y los carriles todavía tienen el brillo de lo nuevo. Estaciones donde nadie se apea. Andenes solitarios en los que nadie espera el próximo tren. Ningún viajero ha recorrido este trayecto desde que, en el año 1926, durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, comenzaran las obras de lo que pretendía ser la línea ferroviaria que uniera la Comunidad Valenciana con Andalucía por el interior. Sesenta años después, con la infraestructura terminada prácticamente en su totalidad, el Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones ha decidido su enajenación. En conjunto, la obra costó cerca de 1.500 millones de pesetas de las de los años treinta, y están construidos 107 túneles, con una extensión de 29 kilómetros, y 25 viaductos a lo largo de más de 300 kilómetros. Las estaciones sirven para albergar familias con pocos medios económicos, y los túneles resultan rentables para el cultivo del champiñón. Francisco Heras, de 52 años de edad, el último guardabarrera de esta línea que nunca ha sido recorrida por el ferrocarril, vive en la localidad de Los Chospes (Albacete). Heras, Paco el vigilante para sus vecinos, inspecciona el tramo de Balazote a Alcaraz, en la provincia de Albacete, cada 15 días. "En vista de que el tren no iba a funcionar, muchos vecinos de la zona me solicitaron los túneles para cultivar champiñones, pero hasta el momento no hemos recibido contestación de Madrid", comenta. Juan Castro, de 74 años de edad, alcalde de la localidad de Alcaraz de 1979 a 1986, asegura que la esperanza del ferrocarril hundió la vida de la comarca. "Cuando comenzó la construcción y el explanamiento para instalar las vías mucha gente que hasta el momento vivía del campo se fue a trabajar en el tren. Cuando la gente se dio cuenta de que el proyecto no continuaba, no pudo volver a sus trabajos habituales y tuvo que emigrar", explica. Modesto Marín, de 72 años, trabajó para la empresa Ferrocarriles de Construcción ABC (Ángel Bau Caso) desde el año 1932 hasta que, al principio de la guerra civil, lo destinaron a Murcia. "Los del ferrocarril te pagaban entonces un buen salario. Muchos jóvenes dejamos la agricultura, pero luego una empresa de camiones de gran tonelaje forzó al Gobierno para que no se pusiera en marcha la línea y tuvimos que abandonar el trabajo", comenta. La enajenación de las instalaciones de la línea férrea Baeza-Utiel se acordó en el Consejo de Ministros del día 20 de julio de 1988, después de varias paralizaciones y de un informe del Banco Mundial”. Ana Chapa - Valencia. EL PAÍS | España - 16-06-1989. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 39 Valencia tributa a Román Ochando un homenaje como ingeniero de Obras Publicas de la provincia, al que se suman personalidades valencianas de la época como el diputado y periodista Feliz Azzati, Teodoro Llorente, director del diario Las Provincias, José Aparicio Albiñana, director de La Voz Valenciana, entre otros, como recoge la pagina 85 del “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927. 40 Benito Sanz Díaz La línea férrea Baeza-Utiel pretendía unir Andalucía con el Levante. Uno de los tramos importantes pasaba por Albacete, y más concretamente, por el partido judicial de Casas-Ibáñez, cerca de Villamalea. Los Ochando tenían grandes intereses políticos y económicos en esta vía, tanto en el ámbito político como económico y social. “La Voz del Distrito” recogía en su portada del 25 de marzo de 1932el trazado que se estaba construyendo en la zona próxima a Villamalea, y que ocupaba a buen numero de obreros en su construcción. Ilustración “La Voz del Distrito”, A. H. de A. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 41 2.- Villamalea: feudo ochandista. Las referencias anteriores sobre el caciquismo y el clan de los Ochando en el distrito de Casas Ibáñez permiten poner marco a la actuación política y social de los caciques de Villamalea. El cacique local durante más de tres décadas es Genaro Cañada Ochando, vinculado a los Ochando por parentesco. Genaro Cañada Ochando es uno de los mayores propietarios de Villamalea y representante en el ámbito local de los intereses políticos y sociales del clan. Forma parte de una vasta tela de araña que sirve para que su clan sea dominante durante medio siglo. Nacido en Villamalea, será elegido alcalde de la localidad por primera vez el 1 de julio de 1881, siendo a partir de la fecha la primera autoridad municipal hasta su muerte, el 20 de febrero de 1910. Prototipo de cacique en la zona, conseguirá durante 29 años consecutivos se elegido alcalde. La fecha de su primera elección coincide con el ascenso de los Ochando como clase política, formando parte de la estrategia consistente en dar base electoral a Federico Ochando, y más tarde a otros Ochando u ochandistas. La elección de Genaro no encuentra ninguna resistencia a lo largo de su mandato. Es corriente leer en las actas de sesiones del municipio, el escrutinio de la votación en la que los concejales eligen alcalde. En 1902, por ejemplo, leemos cómo entre los concejales que votan, sale elegido Genaro Cañada Ochando "...por 8 votos y una papeleta en blanco de los 9 concejales de que esta Corporación se compone".37 Genaro Cañada Ochando vota en blanco en todas las elecciones. En 1904 volvemos a leer: “Terminada la votación y practicado el escrutinio, resultó elegido para el cargo de alcalde D. Genaro Cañada Ochando por 9 votos y una papeleta en blanco de los 10 concejales que componen esta corporación”.38 Su dominio local es indiscutido. Su poder económico lo encuentra en ser miembro de la burguesía rural, al ser uno de los propietarios más fuertes. Su poder político se basaba en el control sobre la mayoría de los electores, y como consecuencia de ello, en el apoyo de las autoridades provinciales y de la Administración Central del Estado. A cambio de los "favores" a los miembros de su clan, este apoya y ayuda al cacique local. En el caso de los Ochando, que tenían “distrito propio”, el apoyo se concreta -recíprocamente- en elementos de la propia familia, en la mayor parte de los casos. ¿Qué obtiene el cuerpo electoral de Villamalea a cambio del voto ochandista? Los beneficios son muy concretos y abundantes. Testimonios escritos los encontramos en las actas de sesiones del Ayuntamiento; entre ellos escogemos como ejemplo el siguiente texto: "El Ayuntamiento designa al alcalde Dn. Genaro Cañada Ochando... para que vaya a Madrid... a fin de que de acuerdo con el diputado a Cortes de este Distrito [un ochandista]... y utilizando la influencia que en las esferas del poder ejerce el Ilustre General Ochando, practique las gestiones necesarias el objeto de conseguir que la mencionada carretera se incluye en el plan definitivo de obras a construir en el citado año de 1906... para impedir que fallezcan de hambre y miseria en el próximo invierno los infelices braceros".39 Las vinculaciones familiares y caciquiles quedan claras. Genaro Cañada Ochando va a Madrid, y el general Ochando lo introduce ante el Ministro de Fomento, que da ordenes para que se incluya en el plan provincial de construcciones del Ministerio la carretera solicitada. Así se lee, en carta remitida al Ayuntamiento de Villamalea por el vicepresidente de la Comisión Provincial de Fomento, que “...como resultado de la conferencia celebrada con el Excmo. Ministro de Fomento... se acuerda incluir en el Plan de Caminos, la carretera solicitada". La construcción de vías de comunicación fue, durante las tres primeras décadas del siglo XX, una de las preocupaciones constantes de los vecinos y autoridades de Villamalea. Las demandas se suceden, unas veces ante el ministro, otras ante los diputados del distrito o las autoridades provinciales. Encontramos peticiones ante el gobernador civil de Albacete para la construcción de carreteras que unan la villa con Casas Ibáñez y otros puntos; en las actas municipales se solicita "la 37 Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 1 de enero de 1902. A. M. V. Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 1 de enero de 1904. A. M. V. 39 Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 25 de septiembre de 1908. A. M. V. 38 42 Benito Sanz Díaz construcción de la carretera de esta villa a la de Casas Ibáñez como medio de dar ocupación a la clase jornalera y mejorar en algo su situación aflictiva".40 Genaro Cañada Ochando está capitalizando el encabezar estas demandas ante el vecindario. A los jornaleros se les atrae por que las carreteras solicitadas serán fuente de trabajo para la mano de obra en paro. Pero no solo a la "clase jornalera", sino también a la burguesía local, que necesita esas carreteras para comercializar mejor sus productos y revalorizar la tierra. La mayoría del vecindario apoya de esta forma las iniciativas de la corporación local, que encabeza y gestiona Genaro Cañada, ante las autoridades y la Administración, obteniendo bastante de lo solicitado, gracias al apoyo del clan de los Ochando. A otro nivel, el cacique local y sus allegados, obtienen unos beneficios directos e inmediatos. Sus arbitrariedades quedan inmunes, pues ni juzgados, ni autoridades se atreven a actuar contra ellos, o simplemente son sus aliados o protectores. Se saltan la legalidad con impunidad. No pagan los impuestos. Genaro Cañada, siendo uno de los mayores propietarios del termino, no aparece nunca en las listas de contribuyentes, eximiéndose él y sus allegados, que cuando contribuyen, lo hacen por cantidades muy inferiores a lo que les corresponde. Como contrapartida, los oponentes y las capas sociales no pertenecientes al circulo de poder local, deben pagar. La política caciquil está unida a una institución: el Ayuntamiento. En él estarán representados los intereses de los mayores propietarios, fijándose los impuestos, arrendándose los servicios públicos -agua, matadero, horno, etc. Los Ochando dominaran el municipio sin discusión hasta bien entrada la lIª República, siendo mayoría. Genaro Cañada y los caciques que le sucedieron fueron en todo momento omnipotentes, controlaron la vida local, el Juzgado de Paz, el reparto de impuestos, la designación de los empleados públicos, etc. Si algún mal aconsejado o impulsivo osaba interponerse, se le hacia la vida imposible, acabando por arruinarle, o desterrándolo de la villa. Si bien el arraigo de Genaro Cañada Ochando le hacia dueño del termino municipal, no por ello dejaban de surgirle oponentes y enemigos entre los vecinos, como consecuencia de las arbitrariedades e injusticias. Unas veces se reprimirá con multas, otras desterrando el oponente o haciéndole la vida imposible, creándole dificultades para encontrar trabajo -si eran jornaleros- o creando problemas a los campesinos necesitados de crédito usurario, o un arriendo. Los Ochando de Villamalea tenían guardaespaldas, o lo que llamaban “bandas de la porra”, cuyo papel era molestar o amedrentar a los reticentes. Cuentan los vecinos, que entre los guardaespaldas, se encontraban dos, apodados “Los Centellas”. "Estos Centellas le faltaban a todo el mundo. Poca gente les hacía frente, pues se sabía que Genaro Cañada los defendía. Hubo un vecino al que tanto le amargaron la vida por no ser del agrado de Genaro Cañada, que un día, este campesino, cogió a la familia y se la llevó a otro pueblo. Había un partido de fútbol en El Herrumblar, y uno de los Centellas volvía del mismo. Este campesino apodado el “pitero”, lo espero con una escopeta, y al verlo, lo persiguió a tiros y lo mató. Ya no pudo volver al pueblo, pues sino lo mataban. A este hecho lo llamaron "la venganza del Pitero". Normalmente, con la presión política o social, se conseguía controlar a los virtuales opositores, y no era frecuente recurrir a la violencia, por lo consolidado que estaba Genaro Cañada. 2. 1.- Las elecciones. La Restauración borbónica de 1874 había creado un nuevo Estado bajo la dirección de Canovas del Castillo, cuyo objetivo era doble: Mantener apartado al Ejercito del poder y no confiar en las elecciones libres. Todas las elecciones estuvieron manipuladas. Hasta 1931 no hubo ninguna elección a diputados que fuese limpia. Con este sistema electoral solo los grandes propietarios votaban a los liberales o los conservadores, que se turnaban en el poder. En el fondo, ambos partidos pertenecían a la misma clase y defendían los mismos intereses. Desde el Ministerio de Gobernación se cursaban ordenes a gobernadores civiles, indicándoles el nombre de los candidatos oficiales, falsificando o manipulando los resultados: votaban ausentes, difuntos, analfabetos, etc. Las actas llegaban a remitirse en blanco para que el gobernador civil la rellenase a 40 Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 10 de octubre de 1905. A. M. V. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 43 su gusto; bandas de matones rompían urnas y daban el clásico “pucherazo”. En la base del sistema actuaban los caciques locales, que dirigían la “orquesta” local. En Villamalea -como en los demás municipios- todos los años se elaboraba la lista de los 40 mayores contribuyentes, que junto los miembros de la corporación, eran los únicos que tenían derecho a elegir senadores. No todos los vecinos tenían derecho a votar. En Villamalea, en 1907, tenían derecho a votar 277 electores, todos hombres mayores de 25 años, siendo el 45% analfabetos, de una población de 2.300 habitantes. En 1930 los electores eran 393, el 23,5% analfabetos, todos hombres, de un total de 3.047 habitantes. Para obtener el voto, se recurría a todo tipo de medidas. Es común la compra del voto. Al vecindario le da lo mismo el candidato electo, pues se siente ajeno a la política, y lo único que la interesa es obtener algún beneficio. Se vota al mejor postor. "A finales de 1912 -cuenta un vecinohubo elecciones a diputados a Cortes. Por los gubernamentales se presentó un tal Castillo, que era ochandista; por la oposición Dn. Pompeyo Vidal... Este trató de ganar la elección –o mejor dicho, compró-, por cada voto dio cinco duros y todos tan contentos. A pesar de ello no salió. En otros pueblos la compra de votos tampoco dió resultado. Salimos la banda de música a recibirlo... ¡Viva Dn. Pompeyo Vidal, viva! Pero muchos decían: ¡Viva... los cinco duros! A los músicos nos dio treinta duros y tuvimos para ir dos días de merienda a la Ceja". La población juega un papel pasivo, Hasta la aparición de los partidos políticos y sindicatos de clase, las capas populares serán mantenidas al margen. Los ochandistas no tienen que comprar el voto, por estar fuertemente asentados en el distrito. En Villamalea los ochandistas tendrán siempre mayoría. En 1920, el candidato ochandista Del Castillo obtendrá el 90% de los votos, y el ciervista tan solo el 10%. Incluso en las elecciones de 1933, en plena IIª Republica, Román Ochando obtendrá 693 votos (55%) en Villamalea, saliendo diputado por Albacete. Luchas caciquiles en Villamalea.En los últimos años de mandato como alcalde de Genaro Cañada Ochando, tras casi tres décadas de dominio indiscutido, le salió un contrincante, comenzando unas escaramuzas caciquiles en la localidad, que reflejaban los enfrentamientos entre liberales y conservadores, que se daba en el ámbito nacional. Estos enfrentamientos caciquiles animaron la vida cotidiana de Villamalea, aburrida del predominio indiscutido de Genaro Cañada, que representaba a los conservadores. Su rival, Ciriaco Fernández era liberal. Naturalmente, para enfrentarse a los Ochando, se tenia que tener buenos padrinos. Ciriaco Fernández los tenia. Gran propietario local, "pudiente" como gustaba llamarse, aparece como uno de los mayores contribuyentes -en el 5º lugar en 1906, y en el 7º en 1902, en el 5º en 1909, etc. De profesión había sido medico militar, sí bien abandonó la milicia y se dedicó a gestionar sus propiedades. Los apoyos de Ciriaco Fernández, eran importantes: su tío era el general Pérez Fernández, a quien se le dedicó una calle en Villamalea, con motivo de una visita: "celebre por la batalla de las Lomas de San Juan, le recibe la corporación y autoridades y se la da el nombre a una calle...”. Que los enfrentamientos entre Genaro Cañada y Ciriaco Fernández, respondían a divergencias personales y caciquiles, más que a intereses políticos o económicos, queda patente en que ambos eran grandes propietarios, familia de generales, y además parientes, ya que la mujer de Genaro Cañada era hermana de Ciriaco Fernández. Los enfrentamientos respondían a una "política de aldea", con sus secuelas de odios y rivalidades. Ambos ambicionaban el poder, si bien Genaro Cañada dominaba el municipio. La primera manifestación del enfrentamiento la encontramos en las elecciones a alcalde entre los concejales en 1909. En la votación -ambos eran concejales- sale elegido Genaro Cañada "...por 8 votos contra 2, que obtuvo Dn. Ciriaco Fernández".41 Ciriaco Fernández gana posiciones en las elecciones de 1910, con el resultado de 7 votos Genaro y 3 él mismo. 41 Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 1 de julio de 1909. A. M. V. 44 Benito Sanz Díaz Se crean así dos bandos caciquiles, con su correspondiente clientela y séquito. Cada bando tiene sus apoyos en amigos y familiares, y a su vez en campesinos y jornaleros relacionados con ellos por arriendo, usura o jornal. Al hablar con las gentes del lugar, designan como partidos políticos lo que tan solo son luchas caciquiles entre dos individuos. El mismo Soriano se refiere a los “dos partidos”. A las facciones caciquiles se les denominaban en la época partidos políticos, quedando este concepto en el recuerdo popular. Las relaciones familiares entre los dos caciques, sus vínculos con dos militares de alta graduación -Ochando y Pérez Fernández- el que ambos fueran grandes propietarios, desdecía en la realidad tal concepto de partido. Pero los viejos del lugar dicen que "había dos partidos políticos, uno de izquierdas, cuyo jefe era Ciriaco, y otro de derechas, en el que mandaba Genaro". Juan Soriano es más lúcido en sus "Memorias", señalando que "por los primeros años del siglo [XX], había en Villamalea dos partidos del mismo color, pero de diferente nombre." Sin embargo, la visión de Soriano no era la de la mayor parte de los vecinos, ya que Soriano era de los vecinos politizados. El apoliticismo de estos años entre el vecindario -hasta poco antes de la IIª República- es casi total. La única clase social con iniciativa política y social es la burguesía rural. El municipio discurría por un cauce conservador y caciquil. El vecindario -campesinos y jornaleros- permanecen al margen de la vida oficial: viajes, banquetes, inauguraciones, agasajo a las autoridades, etc. Existían dos mundos contrapuestos, cada vez más diferenciados: una burguesía en ascenso y las clases populares, en permanente apoliticismo y falta de conciencia de sus intereses. Estas clases populares son marginales y lo asumen. Aún no han surgido organizaciones de clase que defiendan los intereses de la mayoría de la población. Genaro Cañada muere en 1910. Pero las luchas caciquiles iniciadas, continúan, si bien son menos virulentas y personales como en la época de Genaro Cañada. Siempre entre “los pudientes”, se mantendrán divergencias y luchas en defensa de parcelas del poder municipal y económico. Así, en las municipales de 1911, los ochandistas consiguen imponer a su candidato y marginar a Ciriaco Fernández a una oposición testimonial, como lo reflejan las continuas discusiones y tomas de decisiones de la corporación. Leemos en una reunión del ayuntamiento que: "La minoría del Ayuntamiento compuesta por los señores concejales Don Ciriaco Fernández, Don José Antonio Anguix y Don Juan Francisco Gómez López, formulan voto particular, disintiendo del parecer de la mayoría”.42 Las luchas caciquiles continuaran, permaneciendo ausente "la clase jornalera", “los más humildes”, en la toma de decisiones. Sumidos en un analfabetismo, la marginación y la resignación, las capas populares serán los eternos olvidados, hasta que aparezcan partidos y sindicatos que los representen. Con el hundimiento de la monarquía, en 1923, el golpe de Estado de Primo de Rivera y la instauración de la Dictadura, la vida en Villamalea prosigue ignorante de los acontecimientos. La escasa politización y el caciquismo, unido a la ya crónica desinformación hizo que el hecho pasase desapercibido. Todo siguió igual. Tan solo en el ámbito oficial hubo cambios en las autoridades municipales; este cambio se hizo con indiferencia. En el acta de sesiones del 2 de octubre de 1923 se lee: “... previa citación urgente se reunieron en la casa consistorial los señores concejales y vocales asociados... bajo la presidencia del Sr. Comandante del puesto de la Guardia Civil de este pueblo... acto seguido el expresado dio lectura al telegrama del General Subsecretario de Gobernación, en que consta el Real Decreto que publica la Gaceta de 30 de septiembre... referente a la disolución de los ayuntamientos, declara cesantes en sus funciones y por consiguiente finalizado su cometido a todos los concejales que en la actualidad componen este ayuntamiento... los señores concejales a quienes corresponden, cesan sin oposición ni protesta alguna...”.43 A continuación se efectúa una elección entre los asistentes, siendo elegido alcalde Julio Vergara Carrión. 42 43 Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 27 de noviembre de 1911. A. M. V. Acta de la sesión del ayuntamiento de Villamalea. 2 de octubre de 1923. A. M. V. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 45 La vida política local permanece sin interés, cumpliendo con lo que le dictan desde Madrid: "...acuerdan por unanimidad llevar a cabo y cumplimiento todo cuanto se ordene, procurando hacer lo posible por que sea lo más lucido" (1926). Las contestaciones y acuerdos siguen este línea de apatía y atonía. Mientras tanto, en los últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera, comienzan a crearse las primeras organizaciones de clase de oposición al régimen. Román Ochando, ingeniero de caminos, sobrino del capitán general y senador vitalicio Federico Ochando y Chumillas, jefe del clan Ochando, e hijo del diputado y terrateniente Andrés Ochando, fue uno de los personajes políticos más destacados del primer tercio de siglo XX en Albacete. Fue ingeniero-director de Carreteras de la Diputación de Valencia, desde 1892, director de Construcciones del Ministerio de Fomento, desde 1913, así como ingeniero jefe de Obras Públicas de Albacete y Valencia. Varias veces diputado por el partido judicial de Casas-Ibáñez, al que pertenecía Villamalea, destacó por el impulso e influencia que tuvo en la construcción de la vía férrea Baeza-Utiel. Las ilustraciones corresponden a varias fotos de la familia de Román Ochando aparecidas en el “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927. Archivo del Ateneo Mercantil de Valencia. 46 Benito Sanz Díaz Portada de “La Voz del Distrito”, portavoz de la familia Ochando, con motivo del homenaje a Román Ochando aparecidas en el “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927. Archivo del Ateneo Mercantil de Valencia. 3.- El fracaso del Sindicato Agrario Católico. A pesar del nulo arraigo conseguido por el Sindicato Agrario Católico en Villamalea, queremos referirnos brevemente a su creación y desarrollo.44 Guiada por un paternalismo trasnochado, la Iglesia intentó afianzar su dominio en las áreas rurales, creando centros del Sindicato Agrario Católico. En esta línea, el 2 de enero de 1916 se crea en Villamalea el primer Sindicato Agrario Católico. No nacía de la necesidad popular de unirse en defensa de sus intereses, sino al contrario, de evitar que tal cosa ocurriese y un sector de los jornaleros y el campesinado se adhiriesen a 44 Los católicos habían hecho los primeros intentos de introducir sindicatos agrarios durante el S. XIX, por iniciativa del jesuita padre Vicent. Falto de apoyo de la jerarquía católica y de la patronal, estos intentos fracasaron. Con el Papa León, la iglesia prestó más atención a las clases trabajador, y comenzaron a crear centros católicos y sociedades de ayuda. En España se introdujeron a partir de 1906, con apoyo del episcopado y con la financiación -en gran parte- de la patronal. El "amarillismo" quedaba patente, ya que la Iglesia no permitía la huelga, y abogaba por el entendimiento de las clases sociales. Se pretendía evitar la lucha de clases defendida por el sindicato anarquista –CNT-, y el socialista –UGT-. La creación del Sindicato Agrario Católico iba encaminado a la "dominación y orientación política del pequeño campesino por los grandes terratenientes, que estarán siempre a la cabeza del organismo católico, bloqueando así la posibilidad de una organización autónoma del pequeño campesino, con intereses y objetivos propios, alternativa que habría, sin duda, cambiado el curso de la historia contemporánea de España." J. J. Castillo señala dos notas para la creación del sindicato: "Ganar el campo al socialismo, sirviendo de antídoto contra la posible (o real) organización reivindicativa de los campesinos (jornaleros, arrendatarios, aparceros, pequeños propietarios...), aunque su trabajo se centrará sobre los pequeños cultivadores más que sobre los asalariados...”. A los pequeños campesinos -y esta es la 2ª nota- la organización católica servirá de alguna ayuda, como precarios "balones de oxigeno", ante el riesgo de proletarización, endeudamiento y ruina, que las malas coyunturas económicas y el desarrollo del capitalismo... podían provocar". J. J. Castillo Propietarios muy pobres: planteamientos básicos para el estudio de la Confederación Nacional Católico-Agraria (1917-1942). Rev. "Agricultura Sociedad". Nº 6. Véase también del mismo autor El sindicalismo amarillo en España. Edicusa. Madrid.1 977. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 47 sindicatos anarquistas o socialistas, hecho que por esos años era difícil, por el contexto tradicional de Villamalea como zona rural. En 1916, la Iglesia local, de la mano con los patronos, crea el sindicato católico. Dos personajes van a destacar en la operación, ambos propietarios y hombres influyentes: Ciriaco Fernández, cacique local, concejal y patrón, y Manuel García Navarro, alcalde, medico y gran propietario. Junto a ellos el cura, D. José Guillen, apodado el "madroño". En un principio el sindicato careció de local y las reuniones se hacían en “La Tercia", casa particular donde a veces se hacían bailes y se daba café. Más tarde tuvo local propio en el "Centro Católico" de la Calle Mayor. Eugenio Molinero, jornalero, cuenta sobre el sindicato: "En el Centro Católico tenían algunos libros de santos. Los jornaleros íbamos por que no teníamos nada que hacer. Además había estufa y eso era importante durante el invierno. Allí se pasaban los hombres las tardes, sumisos, callados, adormecidos. A veces el cura iba y hacía alguna predicación de santos, vírgenes y todo eso, pero nunca de política. La mayoría éramos analfabetos perdidos. Nunca se juntaron más de treinta personas, y ya digo, sin estufa, la clientela hubiera sido ninguna". Dependiente del Centro Católico se creó "La Sociedad", comercio que dado la escasez de este tipo de servicios, era importante. Tenía de positivo el que fiasen género con bajos intereses, a pagar en la época de la recolección. La inscripción de socios en "La Sociedad", costaba un real. Pronto "La Sociedad" perdió su carácter social y pasó a manos particulares. Lorenzo Lozano “el Trones” se hizo cargo del negocio, siguiendo con tal nombre hasta la fecha. La labor social del Sindicato Agrario Católico fue nula. Su mismo vacío ideológico y el que no defendiese las intereses de clase de jornaleros y pequeños campesinos hizo que no llegase a arraigar. Las dirigentes –“los pudientes”- poco podían hacer en este sentido. Las únicas orientaciones que se daban -muy ocasionalmente- fueron religiosas, y nunca políticas ni sindicales. "En aquellos años no sabíamos que era eso de política. Nadie se preocupaba de nosotros -cuenta un viejo jornalero- y si alguien nos hablaba, lo agradecíamos, hablase de lo que hablase". La “armonía” interclasista existente en las tres primeras décadas del siglo XX se debía a la falta de planteamientos sindicales y políticos de clase. El caciquismo paternalista ejercía una influencia nada desdeñable. La lucha de clases no existía. Sólo con la aparición de partidos y sindicatos de clase, poco antes de la IIª República, jornaleros, campesinos y otras capas populares se organizaran por primera vez. A finales de los años 20 del siglo XX, el Sindicato Agrario Católico se convirtió en "Centro Republicano". Un sector de la derecha se hace republicana. En el Boletín Oficial de la Provincia de Albacete, de 5 de febrero de 1931, se recoge la existencia de este sindicato: "Fecha de Constitución. 2.1.1916. Fines: Agrícolas. Nombre: Sindicato Agrícola. C/ Mayor. Socios 223". Los hasta entonces monárquicos, "la gente bien" de Villamalea, se decían republicanos y por vez primera empezaron a hablar de política. Eugenio Molinero cuenta como se desarrolló la primera reunión: "Te hablaban de que había que mejorar la situación del trabajador y mandangas así. Se pone a hablar “el Trones” y yo le digo que me voy a borrar. Me pregunta por qué. Yo no sabía ni hablar, pero tenía claras algunas cosas y con mi jerga me levanto y le contesto: pero vamos a ver “Trones”, ¿cómo pensáis que vosotros los “pudientes” del pueblo me vais a hacer un favor a mí que soy trabajador? Pocos favores vais a hacer y va engañado el trabajador que os crea". El contenido de clase de los que frecuentaban el Centro Republicano, antes Centro Católico, se ve por el perfil económico de los asistentes: el alcalde, los concejales, el médico, bodegueros y los trabajadores a sus ordenes, que temían perder el puesto de trabajo. "Los trabajadores iban a invitar al jefe para no perder jornales. De esos decíamos: "ese va a plancharle la chaqueta al amo" o “a estirarle la levita”. Solo con la instauración de la IIª República aparecerán los sindicatos de clase que arraigarán rápidamente. 48 I. Benito Sanz Díaz 2.- Estructura económica hasta la Guerra Civil.- y social de Villamalea 4.- Estructura económica. Villamalea, término municipal perteneciente al partido judicial de Casas Ibáñez, en La Mancha albaceteña, se encuentra en la encrucijada de tres provincias: Cuenca, Valencia y Albacete. También, por su localización, se la conoce como Manchuela. Con una superficie de 132,5 Km, es uno de los municipios más extensos de la provincia. Bordeado por el río Cabriel, tiene un tercio de su extensión cubierta por montes. A principios del siglo XX abundaban los caseríos, aldeas y pedanías, sobre todo en la margen del río Cabriel.45 Estaba unida a los términos municipales colindantes por caminos vecinales difíciles de transitar, hasta los años 20 y 30 (siglo XX), en que se mejoró su infraestructura con carreteras. El núcleo principal de población estuvo en la villa, mientras que el resto se hallaba disperso por aldeas, pedanías y caseríos, variando su porcentaje de población según épocas. La población en diseminado llegó a alcanzar un 26% en los años 30 del siglo XX, desapareciendo prácticamente en los años 70, en que se concentró en su totalidad en la villa. La tasa de natalidad era alta, con una población en constante crecimiento, a pesar de la mortalidad elevada. La causa de la mortalidad -hasta los años 30- son las mismas que los de la España rural: falta de higiene, deficiente alimentación, carencia de medicamentos y servicios asistenciales, epidemias, etc. Cada cierto tiempo, una epidemia de cólera, gripe o cualquier otra enfermedad asolaba la zona. La más importante fue la de 1918 -que azotó todo el país- y en pocos días provocó una mortalidad de un 5% de población a causa de la gripe. En menor proporción de fallecidos, eran más frecuentes. Agricultura y ganadería. Enmarcamos el contexto económico en que se desenvuelve la comunidad, como base para conocer su evolución y desarrollo, a lo largo del primer tercio del siglo XX. Zona de secano y de escasa productividad. Su principal producto son los cereales, seguido de pastos y monte, y en menor proporción de viña. El siguiente cuadro nos resume la situación. Cuadro nº 1.- Cultivos. Villamalea. 1900. Cultivos y producciones Superficie en Ha Porcentaje espontáneas según catastro Huertas y regadío 109 0,93 Cereales 5.075 43,60 Viña 1.151 9,90 Olivar 121 1 Pastos 2.406 20,80 Monte alto, pinar y encina 2.716 23,30 Otros 50 0,40 TOTAL 11.638 100 Fuente: Enrique Alcaraz. "Memoria resumen de los trabajos de avance catastral llevados a cabo en la provincia de Albacete". Ministerio de Hacienda. D. G. de Contribuciones, Impuestos y Rentas. Alicante 1909. A. H. P. de A. El cereal es el principal cultivo a principios de siglo (lo había sido también en el siglo XIX con una superficie de 4.351 Ha.). Al cereal se dedicaban las mejores tierras y las parcelas más extensas, 45 Hasta 1950 existía una población diseminada por todo el término municipal. Así, por ejemplo, tenemos que en 1930, el término municipal de Villamalea, junto con el núcleo de la villa, lo componían: dos aldeas (Tamayo y Tabasqueros), tres caseríos, veinticuatro casas de hortelanos, y otros veinticuatro edificios diseminados por el término. También existía el molino de Abellan y la fábrica de luz de "Los Cárceles". I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 49 perteneciendo su propiedad a los vecinos más acomodados. Este cultivo ocupaba la mayor parte de la mano de obra asalariada. En el siguiente cuadro se recoge la evolución de le población de 1900 a 1975 en el siglo. Año 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970 1975 Evolución del numero de habitantes de Villamalea. 1900-1975 Habitantes en el Habitantes en Total término Evolución en núcleo diseminado municipal %. 1900=100 1.621 80 407 20 2.028 100 1.831 76 588 24 2.419 119,2 80 504 20 2.776 136,8 2.212 2.523 74 884 26 3.407 167,9 ---3.717 183,2 -80 751 20 3.863 190 3.112. 84 532 16 4.028 198,6 3.359 3.450 98 54 2 3.525 173,8 ---3.484 171,8 -- Fuente: Nomenclator de ciudades, villas, aldeas y demás entidades de población española. 19001970. INE. También, censos de población de Villamalea. A.M.V. La vid -que ocupaba un 10% de la superficie del término a principios del siglo- empezó a ganar importancia y superficie a partir de la segunda década, para convertirse en el cultivo predominante en los años 60 y 70.46 Así como el cultivo del cereal era llevado por los campesinos acomodados a principios de siglo, el cultivo de la vid es propio de pequeños campesinos. Las superficies dedicadas a la viña son pequeñas, de tierra de poca calidad y marginal. Necesita mucha mano de obra para su puesta en producción, lo que la hace poca atractiva a la incipiente burguesía rural, que está empezando la acumulación de capital, y que invierte su dinero en negocios más lucrativos. Por el contrario, el campesino se ve obligado a hacer un cultivo Intensivo en sus pequeñas o medianas propiedades, y trata de sacar el máximo producto de sus tierras de secano.47 Este hecho es general en la provincia de Albacete, pues como recoge E. Alcaraz (271-272) -al hablar de la vid:"...está casi monopolizado por la pequeña propiedad". Podríamos aplicarle a la vid el calificativo de cultivo social, por la cantidad de trabajo que absorbe, dando ocupación a un buen numero de familias campesinas. La importancia de la vid en el proceso de acumulación de capital, a través del fenómeno "tierras a medias", hace que dejemos de momento su análisis, para retomarlo más adelante. En lo que respecta a las huertas, único cultivo de regadío, la superficie por ellas ocupadas era escasa, y se concentraba en les riberas del río Cabriel. Si su extensión era reducida, no la era por el contrario su importancia económica y social. Estas huertas, eran la base de un sector de pequeños campesinos, hortelanos en gran parte autosuficientes. 46 En el S. XVIII la viña ocupaba la siguiente superficie: Tierra de 1ª calidad 5 almudes. Tierra de 2ª calidad 280 almudes. Tierra de 3ª calidad 508 almudes. Tierra de 4ª calidad 165 almudes. Total 958 almudes, 320 Ha. aprox. Un almud - 1/3 Ha = 500 cepas. Catastro de Ensenada. Villamalea. 1753. Pág.. 21 A. H. P. de A. A lo largo del S. XIX debió perder superficie el cultivo de la vid, pues se da la superficie de 108 Ha. para el cultivo de viña y olivo (1874-1879). J. Roa y Erostarbe, Pág. 50. En el siglo XX volvió a adquirir importancia, ocupando nuevas superficies, y siendo sin duda un gran progreso en la agricultura de la época. Según recoge Alcaraz, a pesar de los graves problemas como consecuencia de la filoxera, el rigor del fisco, la depreciación temporal de los precios y otras motivos, la extensión dedicada a su cultivo aumentó. 47 Sí bien a la incipiente burguesía local no le interesaba especialmente la viña como cultivo a principios de siglo, esta no significaba que no fuese rentable. Así, el beneficio líquido anual -en 1900- para el cereal, era de 8 Ptas./Ha., mientras que para la vid era 24,40 Ptas./Ha. El motivo era que los propietarios encontraban otras formas más beneficiosas de extraer el beneficio campesino, como veremos al analizar el fenómeno de "tierras a medias" y la evolución de la burguesía rural local en el primer tercio del S. XX. Alcaraz, 271-72. 50 Benito Sanz Díaz Una parte de su producción se vendía en el mercado local, y con su producto se pagaban los impuestos, los rentas, y se adquiría aquello que no producían directamente. El olivar tenia escasa importancia, si bien permitía el consumo del aceite en la localidad, dando lugar a pequeñas almazaras de transformación. Por ultimo, existen pastos en un 20% del termino, que sirven para alimentar el ganado lanar y cabrío, y montes -ricos en pinos y encinas- en un 24% del termino. La mayor extensión la ocupa "La Derrubiada", con cerca de 4.500 ha., perteneciente al municipio, como monte publico "de propios”. Ganadería. Aunque no muy abundante, tiene importancia, por el doble factor de ser la fuerza de tracción, a la hora de trabajar la tierra, y por ser alimento para la población. El siguiente cuadro recoge el censo ganadero a principios de siglo: Censo ganadero. Villamalea.1900. Ganado de labor caballar 9 cabezas mular 152 asnal 261 vacuno 4 Ganado de renta lana 1.082 cabrío 433 Colmenas 247 Fuente: Censo ganadero. Villamalea.1900. A. H. P. de A. y E. Alcaraz. La fuerza de tracción animal era asnal y mular, básicamente. A partir de 1923 -año en el cual un propietario adquiere un tractor- se empieza a sustituir el ganado por fuerza de tracción mecánica. Ahora bien el ganado ocupará un papel importante hasta los años 60, en que los tractores y otra maquinaria los sustituirá casi totalmente. El ganado de renta dará ocupación a los pastores, hasta los años 50, en que declina este tipo de oficio. Por otra parte, existe un ganado domestico: cerdos, gallinas y conejos, principalmente, que es llevado por la mujer en corrales adosados a la vivienda, y alimentados con desperdicios, y son la base fundamental del consumo de carne fresca de las familias. 4. 1.- El trabajo agrario como base de ocupación de la población. Prácticamente toda la población activa se dedica a las tareas agrícolas o depende de ellas. A través de los Censos Electorales elaboramos el siguiente cuadro: Sector primario, agricultura Sector Secundario Sector Terciario Total Población activa según sectores económicos. 1907 1930 numero % numero % 249 89,8 327 83,2 16 5,8 32 8,1 12 4,3 34 8,6 277 100 393 100 1935 numero 793 86 80 959 % 82,6 8,9 8,3 100 Fuente: Censos Electorales de Villamalea.1907, 1930 y 1935. A. H. P. de A. Cifras absolutas.48 Campesinas, jornaleros, hortelanos y pastores, componen el sector dominante de la población activa.49 El sector secundario la componen asalariados de pequeñas industrias complementarias de la agricultura ( conservas, vino, alcohol, harina etc.). El terciario lo forman profesionales y servicios: el medico, el veterinario, farmacéutico, cura, maestro, etc. También los que se dedican a los 48 Las cifras de este cuadro se refieren, para 1907 y 1930 a varones, mayores de 25 años, con derecho a voto. El de 1935 es más completo, ya que la legislación republicana amplia el derecho al voto a las mujeres, y rebaja la edad de los votantes. 49 En los censos se diferencia, dentro de la ocupación agraria, a: propietarios, que son aquellos cuyas propiedades les permite tener asalariados; hortelano o labrador, que son pequeños y medianos campesinos; braceros y jornaleros, que son asalariados sin tierra a que poseen diminutas parcelas. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 51 servicios, como sastres, carpinteros, barberos, guarnicioneros etc. Un reducido grupo compone la burocracia municipal: alguaciles, escribientes y secretario. A partir de 1935, los censos recogen la ocupación de la mujer, asignándole la denominación de sus labores. La realidad es muy otra, ya que en su mayor parte trabaja en faenas agrícolas, tales como vendimia, siega etc. Al mismo tiempo se dedica a las faenas del hogar: cuidado del ganado domestica y otros. El análisis de la población activa nos permite constatar, que Villamalea es similar al resto de los términos municipales de la provincia: 1º.- Mayoritariamente se dedica a faenas agrícolas. 2º.- Existe una escasa especialización y división del trabajo a comienzos del siglo XX. Predomina la autoproducción de utensilios, herramientas, mobiliario, y el autoconsumo de los alimentos que producen. Conforme transcurren las décadas aumenta la división del trabajo, la especialización y la disminución del autoconsumo. Al analizar las clases sociales, volveremos con más detalle al estudio de la composición, evolución y numero de cada uno de los sectores sociales a que da origen la población. La gran parcelación existente en el sistema de tenencia de tierras.- Pascual Carrión, en su obra sobre los latifundios en España50, estudia la cuestión de las grandes propiedades, considerando latifundio a la finca de más d 250 hectáreas.51 Al referirse al Partido Judicial de Casas Ibáñez (Albacete), en el que se encuentra Villamalea, dice Pascual Carrión: "Partido de Casas Ibáñez: éste partido limitado el norte por el Cabriel y atravesado por el Júcar, tiene veintiún términos municipales en su mayor pequeña extensión. Al norte se encuentra Villamalea, que es uno de los mayores del partido, con 11.659 Has., pero sólo tiene dos fincas de más de 250 Has. reúnen 875 Ha.".52 El partido judicial de Casas Ibáñez tiene unas características similares al de Albacete, presentando términos muy parcelados, al lado de otras con grandes fincas. Al referirte a Villamalea, Carrión señala la existencia de dos fincas superiores a 250 Ha., que suponen un 7,5 % del termino en 1930. Según el avance catastral de Albacete tenemos los siguientes dato, para Villamalea, a principios de siglo: - Numero de fincas: 5.977. - Extensión medía de cada finca: 2,2 Ha. - Numero de contribuyentes y propietarios de rustica: 717. - Extensión media por contribuyente: 18,48 Ha. - Numero de fincas por contribuyente: 8,3 (media). - Población en 1900: 2.045 habitantes. - Porcentaje de la población propietaria: 35,6. Constatamos que, a principios del siglo XX, el termino municipal de Villamalea está muy parcelado, a diferencia de otros, ya que existe gran numero de fincas (5.977), y de propietarios (717). Ahora bien, de estos datos no se concluye que exista una distribución igualitaria de la tierra, sino solamente una parcelación excesiva. La propiedad de la tierra está concentrada en pocas manos, si bien estos propietarios tienen la tierra muy parcelada. Por el contrario, existe un porcentaje elevado de población que posee pequeñísimas propiedades. Hay que señalar como dato que la concentración de la tierra y la propiedad es más ostensible cuando comprobamos la endogamia de clase existente, ya que los propietarios más fuertes tienen relaciones de parentesco entre ellos. 50 Pascual Carrión. Los latifundios en España. Ed. Ariel. Barcelona. J. M. Naredo en su articulo: Superación del concepto de latifundio. Cuadernos para el Dialogo. Extra nº XLV. Marzo de 1975, expone la evolución del concepto y las distintas formas de considerar la gran propiedad, dependiendo de una serie de variables, y no solamente de la extensión. 52 Pascual Carrión. op. cit. Pág. 116. 51 52 Benito Sanz Díaz La lenta penetración del régimen de producción capitalista en Villamalea. La existencia de un pequeño grupo de propietarios -tanto de tierras, como de ganado, inmuebles y otros bienes- va a ser la base de una incipiente burguesía rural local, que se va a ir fortaleciendo y consolidando hasta la Guerra Civil. Los rasgos de esta burguesía van a ser muy similares a los de los campesinos a principios de siglo, diferenciándose paulatinamente conforme transcurren las décadas del siglo XX. La acumulación de capital es lenta a principios de siglo, por el poco rendimiento de los cultivos, las malas vías de comunicación y otros factores. Sin embargo, una serie de hechos van a abrir nuevas posibilidades de expansión en la década de los años 20 y 30. Importancia del cultivo de la vid en pequeñas parcelas. En sus comienzos, la plantación de viña se hizo en tierras marginales, de escasa o nula rentabilidad y calidad, reducida superficie y a menudo mala situación. Las mejores y más extensas explotaciones se dedicaban al cultivo del cereal, perteneciendo a los propietarios más fuertes. L inversión en plantación de viña era elevada y estaba llena de riesgo. El escaso desarrollo técnico dificultaba su ampliación, a pesar de ser un cultivo mucho más rentable que el del cereal. Junto a este factor, se unía la filoxera y otras plagas, la dificultad exportadora, y otros hechos que impedían que éste cultivo se ampliase en la localidad. A todo lo anterior había que añadirle las inexistentes vías de comunicación y como consecuencia los problemas a la hora de comercializar los productos de vid. También influía la acidez y baja calidad de los caldos. Todo esta frenaba a los propietarios más fuertes a plantar parte de sus tierras con viña. ¿Quién cultivaba entonces el 10% de la superficie ocupada por viñas a principios del siglo XX? El pequeño y mediano campesino, que invertía su trabajo y el de su familia. Si bien la incipiente burguesía no dedicaba sus tierras al cultivo de la vid, si invertía en la creación de bodegas transformadoras, reduciendo el riesgo económico de su cultivo y asegurándose saneados beneficios en la transformación y comercialización de los mostos. Todo lo anterior se va a ir modificando. La construcción de la línea ferrea Baeza-Utiel, la primera Guerra Mundial, las mejoras técnicas del cultivo, etc. van a ir modificando el panorama. Estos cambios no disipaban todos los riesgos, tales como catástrofes naturales, bajos precios, etc., pero abrían perspectivas. En éste contexto va a producirse el fenómeno que denominamos “tierras a medias”, el cual vamos a analizar dada su importancia. 4. 2.- El fenómeno de “tierras a medias, en Villamalea. Conocido es el hecho del gran apego que tiene el campesino a la propiedad de la tierra y a su deseo de aumentarla. Así, por ningún motivo -salvo en casos muy extremos- el campesino está dispuesto a perder parcial o totalmente sus tierras. Sin embargo, se va a dar el caso de que en la provincia de Albacete se produzca el "dar tierras a medias", y así, en la "Memoria Resumen" leemos: “Mientras el cultivo de cereales ha permanecido estacionario, el de la vid ha invadido los terrenos poco propios para aquél, convirtiendo en propietarios a los braceros y creando la pequeña propiedad, mediante contratos con los propietarios de la grande, que segregaban parte de ellas para entregarlas a los braceros y reconociéndoles el pleno dominio de la mitad de ésta parte, a cambio de recibir plantada y ya en producción la otra mitad”.53 Es decir, el propietario de tierras cede una parcela inculta o de escasa productividad a un bracero, jornalero o pequeño campesino, el cual corre con todos los gastos y trabajos a lo largo de cinco años, para ponerla en producción, y al cabo de éste período se divide la parcela en dos, pasando la mitad de la propiedad jurídica al jornalero o campesino que la puso en producción. Insistimos en el hecho de que se transfiere la propiedad jurídica de la mitad de la parcela, para no confundir éste fenómeno con casos especiales de arriendo o aparcería, ya que en estos casos lo único que se divide es el producto del trabajo, pero nunca de la tierra. Este fenómeno se desarrollará con particular interés en Villamalea. 53 Alcaraz.. 271. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 53 Los comienzos de las “tierras a medias en Villamalea. El cultivo de la viña era llevado a cabo por campesinos y la incipiente burguesía rural se dedicaba a su compra y transformación en las bodegas. A través de ésta compra y su posterior venta, obtenía una parte del excedente o beneficio. La burguesía estaba muy interesada en la extensión del cultivo de la vid. La incipiente burguesía local no quiere -invertir en la reconversión de la tierra de cereal en viña, pues su nivel de acumulación de capital es bajo y encuentra otros negocios más rentables. Por otro lado, la penuria y estrechez con que vive el campesino y el jornalero le impiden ahorrar para poder adquirir la propiedad de pequeñas parcelas. En este contexto peculiar, aparece el fenómeno de "dar tierras a medias" que va a desarrollar las fuerzas productivas locales. Juan Soriano54 cuenta así el inicio de "dar tierras a medias" en Villamalea: "Las tierras en Villamalea, como las de muchos otros pueblos de España, las tenían unas cuantas familias. Entre los del pueblo, había un señor, el Dr. Garrido, que vivía en Madrid. Farmacéutico de bastante renombre, era el celebre boticario que hizo las pastillas del Dr. Garrido -lo que no sé es el poder curativo que tenían-. De éste hombre partió la feliz idea de "dar tierras a medias" para ponerlas de viña. Por iniciativa se le debe a ese señor reconocimiento por haber puesto la primera piedra de una gran parte de la propiedad que hoy disfruta Villamalea. El ejemplo lo tenemos cerca: ¿Está la tierra tan repartida en los pueblos vecinos como en el nuestro? No, ni mucho menos!" Esto ocurría en 1912, y sin ser un hecho exclusivo de la localidad alcanzará en ella un gran desarrollo. Sigue contando Soriano: "Según mi padre y sus amigos los músicos, el primero en poner viñas a medias fue Morales, en el camino de Ledaña. Decían que cuando éste hombre hacía hoyos y plantaba los sarmientos, solamente se alimentaba de almortas. Pero éste hombre sin comer, con valentía, con miseria, trabajo y mucha voluntad, crió viñas. Y no solamente crió viña, -y esto es lo importante- creó un precedente y un estímulo para el porvenir del pueblo. ¡Magnífico ejemplo el de estos dos hombres!" 55 Soriano define con gran agudeza las características de estos dos personajes, representativos de las clases sociales a que pertenecían. El Dr. Garrido, absentista, tiene una mentalidad burguesa, que busca maximizar el beneficio, y para ello da como tierras a medias las propiedades a las que sacaría poco rendimiento, por ser tierras pobres y marginales. Morales, es también representativo de su clase. Es el jornalero que desea acceder a la propiedad y carece de medios. No puede comprarla. Tan solo posee su fuerza de trabajo, y a través de ella -a costa de miseria, esfuerzo y hambre- consigue sus primeras propiedades. Aquí quedan reflejadas algunas peculiaridades locales, que se repetirán a lo largo del siglo XX. La burguesía va a ser consciente y va a intuir cuales son sus intereses económicos de clase y va a ir tras ellos, consiguiéndolo como clase social dominante. Por el contrario, el jornalero verá su emancipación en acceder a la propiedad de la tierra, lo que conseguirá parcialmente y a costa de una continua autoexplotación. La meta que el jornalero se marca es un falso objetivo y sólo adquiere conciencia de una vanguardia en los años 60 y 70. Son pocos los propietarios que dan "tierras a medias" en los primeros años de la década del siglo XX. Sin embargo, la rentabilidad de la operación se hace evidente y cada vez son más los jornaleros o campesinos que acceden o amplían la propiedad por éste sistema. Las "tierras a medias” trabajadas por el jornalero o campesino se dividían en partes iguales y se sorteaban, o previamente se ponían de acuerdo ambas partes para el reparto. La mayor parte de las veces, era el propietario quien elegía su mitad, para evitar quedarse con la parte peor trabajada. Este sistema hacía aumentar la fragmentación de las parcelas en todo el término municipal. 54 Juan Soriano (1902-1976) vecino de la localidad, escribió en 1974, sus “Memorias”. Hijo de guarnicionero, lo fue también él hasta que emigró a Zaragoza, donde ejercerla como albañil. Allí conoció el movimiento obrero de Aragón, sobre todo a los anarquistas. A su vuelta a Villamalea, ingresó en el recién creado Partido Comunista de España, en el que militaría toda su vida. De formación autodidacta, recogió en sus “Memorias” todos sus recuerdos, escribiendo cuatro originales a maquina, que regaló a sus antiguos camaradas. Hemos utilizado esas“Memorias” a la hora de escribir esta primera parte del libro, recogiendo varias citas que nos ayudan a dar una clara visión de ésta época. “Memorias”, Barcelona, 1972. 55 Juan Soriano, Memorias, 9. 54 Benito Sanz Díaz Una explicación de las "tierras a medias” en Villamalea. Si existe apego a la propiedad de la tierra, lo racionalmente económico seria que la burguesía propietaria contratase jornaleros para poner en producción de viñas sus tierras, evitando tener que “ceder” la mitad de la parcela. ¿Por qué entonces "dar tierras a medias"? La respuesta es que la burguesía local ve más beneficioso y rentable "darla" que el hecho de cultivarla a través de jornaleros. En esto se constata la gran intuición de clase de la burguesía, que prefiere perder parte de su tierra -cosa que en ningún caso haría un campesino-, y ver maximizados sus beneficios. En primer lugar, las tierras que se "dan" a medias, son marginales, de reducida superficie, mal situadas, pedregosas, llenas de grama y "uña de gato"56, de baja calidad y escasa rentabilidad. El propietario tendría que hacer una inversión fuerte para obtener algo de ellas, cosa que no sería rentable. Nunca da a "a medias” buenas parcelas o superficies relativamente grandes, pues en éste caso si es beneficioso llevarlas con asalariados. Se dan tierras de escasa o nula rentabilidad. En segundo lugar, las tierras dadas a medias lo son para ser plantadas de viña y no de otro cultivo. Esto supone una alta inversión, pues hay que limpiar la tierra de piedras y acondicionarla. Después plantar el sarmiento y durante cinco años no productivos, cuidarla y hacerle todas las faenas propias: podar, labrar, injertar, etc. El propietario se evita una alta inversión en materiales y mano de obra asalariada. Recibirá la mitad en plena producción habiendo evitado riesgos y saneado los beneficios. La mayor riqueza obtenida, le permitirá un aumento en su acumulación de capital, que invertirá en negocios más rentables, compensando la "pérdida" por ceder parte de una parcela. Paralelamente -en el ámbito local- se aumenta la riqueza del término municipal al poner en cultivo intensivo nuevas parcelas de alta productividad. Todo lo expuesto podría justificar por sí mismo las razones por las que un propietario está dispuesto a perder la mitad de un bancal o parcela; pero la burguesía es hábil en su planteamiento, demuestra que ve más lejos. El jornalero produce uva en su mitad de tierra y no la autoconsume, sólo lo hace en una pequeña proporción- ni la transforma; la vende en el mercado a bodegueros locales, -en algunos casos, fueron los que le dieron tierras a medias-. El precio de la uva lo marca el bodeguero, que paga lo que quiere, ya que por lo perecedero del producto y su dificultad de transporte obliga al productor a tener que aceptar lo que le ofrecen. Los bodegueros siempre se ponen de acuerdo en fijar el precio de la uva, defendiendo sus intereses y obligando a los viticultores a aceptar su oferta. La explicación del fenómeno se justifica plenamente por mecanismos económicos. Cuando el gran propietario cultiva viña, tiene que utilizar mano de obra asalariada, y a pesar de lo barata que la encuentra, no consigue extraer la plusvalía que a su criterio le compense. Prefiere el mecanismo de "tierras a medias", pues sabe que el campesino dedicará todo su esfuerzo y el de su familia a extraer la máxima riqueza de sus menguadas tierras. En el caso de heladas, pedrisco o cualquier otra catástrofe natural, el único que corre con los riesgos es el campesino. Cuando la cosecha es normal o abundante, el precio a pagar vendrá impuesto por los bodegueros, con los que se verá obligado a mantener buenas relaciones a pesar de ser consciente del abuso, pues sabe que tendrá dificultades a la hora de vender. Esta situación de sumisión del campesino viticultor al bodeguero se mantendrá hasta que el campesino se organice y cree la cooperativa san Antonio Abad en los años 50. En todo éste período, la burguesía obtendrá una plusvalía del jornalero empleado en sus tierras y un excedente o beneficio del campesino que le vende el producto de su trabajo, manteniéndose como clase dominante a todos los niveles. Por otro lado, el fenómeno de "tierras a medias" será un espejismo para jornaleros y campesinos, teniendo un efecto desmovilizador y reformista, pues encauzarán todas sus energías hacia el objetivo marcado por la burguesía, que solo a ella beneficia como clase social. Las influencias sociales y políticas de este fenómeno van a condicionar parte del desarrollo local, colaborando a crear una vía reformista y pacifica, creando un clima de "armonía" 56 Uña de gato: se dice de una mala hierba que se caracteriza por absorber la materia orgánica de la tierra y tener gran resistencia. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 55 interclasista –hasta el fin de la Guerra Civil. El campesino que aumenta sus propiedades o el jornalero que se hizo con ellas, se convertirá en defensor del sistema. Soriano vuelve a captar con gran intuición la rápida aceptación -por parte de la burguesía local del fenómeno de "tierras a medias". “Al ver los terratenientes el buen resultado de éste experimento, y el valor tan grande que a la tierra se le había dado, no tardaron en seguir éste camino. Desde entonces, con trabajo y voluntad, la tierra se fue repartiendo en beneficio de todos, unos por darle más valor, otros por adquirirlas. Se fue haciendo una pequeña reforma agraria, sin lucha ni decretos".57 Como bien señala Soriano, la propiedad se va a ir redistribuyendo. Lentamente se irá ampliando la capa de pequeños campesinos, que llegará a ser dominante en los años 60 y 70 del siglo XX. Lo que Soriano denominaba "pequeña reforma agraria sin luchas ni decretos", era una realidad que se iría gestando a lo largo de varias décadas, si bien siempre de acuerdo con los criterios de la burguesía local, que consigue imponer sus intereses en todo momento, salvando el paréntesis de la Guerra Civil. Los costes sociales.- Sería incompleto el análisis si no dedicásemos unas líneas a los costes sociales del fenómeno "tierras a medias" sobre jornaleros y campesinos. Soriano ya lo apuntaba cuando hablaba del caso del primer jornalero que consigue tierras por éste sistema. El jornalero tiene que hacerse en primer lugar merecedor de que le sean dadas "tierras a medias", pues no todo el que lo quiere lo consigue, sino que se da como premio a la fidelidad, al voto en las elecciones, el trabajo, etc. Después tendrá que cultivarlas en los días que no trabaja como asalariado, pues es el jornal lo que le permite vivir de forma precaria. Todo su tiempo lo dedicará a poner viñas y a faenar en cavar los hoyos, podar, injertar, etc. La autoexplotación a la cuál somete a su familia y a él mismo será brutal. Como contaba un jornalero: "los que teníamos la suerte de coger viñas a medias solo teníamos dos únicos días de fiesta al año: el Cristo y San Antón. Todos los demás días del año eran de largas jornadas agotadoras para poner en producción una tierra pobre, con unas herramientas arcaicas y una técnica primitiva. Solo posee sus manos y su fuerza de trabajo como único recurso. Pasarán hambre, correrán con el riesgo de no ver concluida su labor. Una vez conseguidas unas pequeñas parcelas, se esforzaran en obtener el máximo de producción, que venderán al bodeguero por el precio que éste les marque. Cuenta un jornalero: "Tuve suerte y conseguí coger "majuelo a medias". Así, los días que no me daban jornal me iba a lo que llevaba a medias. Los jornales eran muy escasos. Para no morirme de hambre y que pudiese seguir adelante, el amo me dejó gratis un pequeño bancal (parcela), para plantar patatas, garbanzos o lo que pudiese... si no hubiese sido por eso, no sé de dónde hubiese sacado fuerzas. Me levantaba a las dos de la mañana y me iba andando a las tierras a medias y si, antes de ir al trabajo, conseguía hacer unos hoyos para enterrar los sarmiento, eso que tenía adelantado; trabajábamos de sol a sol. Al volver procuraba echar unas horas más en lo mío y llegaba a casa de noche”. Todos los testimonios son similares. La picaresca no estaba ausente. Cuenta otro antiguo jornalero: "Me dieron "tierras a medias" y no tenia mulas. Solo los pudientes las tenían por aquel entonces. Alquilarlas: ¿con qué? No tenia ni una "perra chica". Me las ingenié para coger las mulas del amo y llevarlas a lo que tenía a medias. A mitad de la faena, cogía la mula y me la llevaba a lo mío. Estaba un buen rato y volvía. Nunca lo hacía la misma hora, para que el amo no me pillase. El amo no era tonto y a veces me decía: "Oye, a ti te cunde poco con las mulas", y yo le decía que había muchas piedras y las tenia que quitar. Como no era mi tierra, le daba una pasada con el arado y con eso cumplía. Si conseguía ir un rato a lo mío eso que me ganaba". La suerte del pequeño campesino que podría coger “tierras a medias”, siendo mala, era mejor que la del jornalero, pues tenía tierras propias y de ella se mantenía. No obstante, puestas en 57 Soriano. 10. 56 Benito Sanz Díaz producción, tanto el campesino como el jornalero se veían obligados a vender la uva a los bodegueros, que los explotaban de igual forma. Se dieron varios casos en que, una vez que le jornalero se había hecho con algunas parcelas de tierras, caía en manos de usureros y tenían que malvender lo que tanto les habla costado. En estos casos, el "retorno" a sus antiguos propietarios completaba el ciclo de las “tierras a medias”. “Hubo casos en que tras cinco años de cuidar las viñas y ponerlas en producción, se tuvieron que vender a tres parrillas la cepa, porque no tenían nada que echarse al estómago. ¡Cuánta hambre tenían que llevar encima para tener que hacerlo! Uno que se había hecho con 400 cepas, se las cambió al propietario de una fábrica de harina, por una sola saca de harina. Se le debieron atragantar los panes de solo pensar lo que tuvo que hacer". ¿Favorecía el dar "tierras a medias" al desarrollo de la burguesía en la localidad? Sí. El hecho de ceder “tierras a medias implicaba una mentalidad basada en la rentabilidad y el beneficio. Se evita el invertir en algo que tiene un riesgo. Todos los testimonios son similares. La picaresca no estaba ausente. Así cuenta otro antiguo jornalero: "Me dieron "tierras a medias" y no tenia mulas. Solo los pudientes las tenían por aquel entonces. Alquilarlas: ¿con qué?. No tenla ni una "perra chica". Me las ingenié para coger las mulas del amo y llevarlas a lo que tenía a medias. A mitad de la faena, cogía la mula y me la llevaba a lo mío. Estaba un buen rato y volvía. Nunca lo hacía la misma hora, para que el amo no me pillase. El amo no era tanto y a veces me decía: "Oye, a ti te cunde poco con las mulas", y yo le decía que había muchas piedras y las tenla que quitar. Como no era mi tierra, le daba una pasada con el arado y con eso cumplía. Si conseguía ir un rato a lo mío eso que me ganaba". La suerte del pequeño campesino que podía coger “tierras a medias”, siendo mala, era mejor que la del jornalero, pues tenía tierras propias y de ellas se mantenía. No obstante, puestas en producción, tanto el campesino como el jornalero se veían obligados a vender la uva a los bodegueros, que los explotaban de igual forma. Se dieron varios casos, en que una vez que el jornalero se había hecho con algunas parcelas de tierra, caía en manos de usureros y tenía que malvender lo que tanto les había costado. En estos casos, el “retorno” a sus antiguos propietarios completaba el ciclo de "tierras a medias". “Hubo casos en que tras cinco años de cuidar las viñas y ponerlas en producción, se tuvieron que vender a tres perrillas la cepa, porque no tenían nada que echarse al estomago. ¡Cuánta hambre tenían que llevar encima para tener que hacerlo! Uno que se había hecho con 400 cepas, se las cambió al propietario de una fábrica de harina por una sola saca de harina. Se le debieron de atragantar los panes de solo pensar lo que tuvo que hacer". ¿Favorecía el dar “tierras a medias” al desarrollo de la burguesía en la localidad? Sí. El hecho de ceder "tierras a medias" implicaba una mentalidad basada en la rentabilidad y el beneficio. Se evita el invertir en algo que tiene un riesgo, ya que su aún débil acumulación la emplea en negocios tales como almazaras, fábricas de vino y alcohol y otros negocios. Se incrementa la riqueza local, y por lo tanto el nivel de vida de algunos sectores. Se capta el excedente campesino al comercializar los productos de la vid, y en algunos casos consiguen recuperar su antigua mitad por la usura, cuando las condiciones del campesino son difíciles. Así pues, las “tierras a medias” contribuyen a crear riqueza y a aumentar la acumulación de capital, ayudando a desarrollarse la burguesía local en Villamalea. Es significativo que ésta burguesía de Villamalea tuviese problemas con sus homólogos de los términos municipales colindantes, a pesar de no ser un fenómeno local, si bien alcanza en él un desarrollo importante. La burguesía de otros pueblos “criticaba” a la de Villamalea porque pensaba que al crear pequeñísimos propietarios, corría el riesgo de quedarse sin mano de obra asalariada con que trabajar la tierra. Lo que conseguía era crear una capa de pequeños campesinos, que al mismo tiempo eran jornaleros, ya que con lo que ellos producían era imposible subsistir. La consecuencia era una desmovilización campesina, por la ambigüedad de ser propietario-jornalero al mismo tiempo. Y además ¿no se demostraba la rentabilidad del proyecto en la práctica? Para la burguesía local estaba claro: por un lado hacían productivas tierras marginales de su propiedad con jornaleros I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 57 que permanecían temporalmente en paro. Esto creaba riqueza de la que ellos mismos obtenían el mayor beneficio. Ayudaban a crear un pequeñísimo campesinado del cual sacar un beneficio, pues ¿qué beneficio sacaban de un jornalero en paro y de unas parcelas marginales incultas? La operación económica se completaba al comprar la uva y captar el excedente campesino, al marcar el precio, restarle grado alcohólico a la uva y quitarle peso a los “cuevanos” (espuerta de esparto) en que se transportaba la uva. Junto a los beneficios económicos se unían los sociales y políticos: hacer aceptar al jornalero una vía reformista de acceso a la propiedad privada, el privarle de la posible conciencia de ser jornalero sin tierras, el hacerle un ser sumiso al paternalismo, al cual debía agradecer la pequeña propiedad y también el asumir una situación de dominado sin perspectivas de emancipación. En definitiva, era una trampa “dorada” la que se tendía al jornalero al “cederle tierras a medias”, matando el posible potencial revolucionario que pudiera tener como asalariado, en un futuro. La operación quedaba claramente definida y era una incipiente burguesía rural local la que controlaba el proceso, siempre fiel en la defensa de sus intereses objetivos a corto y largo plazo. Otros hechos abrirán nuevas posibilidades de expansión económica a la incipiente burguesía, cada vez más emprendedora. Señalamos algunos de ellos. Las vías de comunicación inexistentes a principios de siglo, van a ser una obsesión de los vecinos, tanto de la incipiente burguesía rural de la localidad, pues le abre perspectivas de comercializar mejor sus producciones, como de los jornaleros y otras capas, pues les permiten ocupar su fuerza de trabajo en períodos de paro. El Ayuntamiento, en cuanto representante de los intereses de la naciente burguesía local y los caciques, va a influir en Madrid, a través de los contactos políticos del general Ochando y los diputados del distrito en la capital. Una prueba del peso caciquil de su alcalde, Genaro Cañada Ochando, es la visita al ministro de Fomento, debido a la cual, más tarde, se recibiría una carta en el Ayuntamiento que decía: “...relativo a la construcción de 200 Km de caminos vecinales... Como resultado de la conferencia celebrada con el Excmo. Sr. Ministro de Fomento... se desea conocer la cantidad que éste municipio se propone ofrecer para la construcción de algunos de sus caminos vecinales”.58 La respuesta es: “Ninguna, por la imposibilidad y miseria de sus vecinos". Esta contestación es habitual. Las peticiones a la Administración para la construcción de carreteras, presentada con carácter “social” por parte de la burguesía, aduce como justificación (según leemos en las actas de sesiones del Ayuntamiento): “para remediar la miseria por la que atraviesa el vecindario [se acuerda] solicitar la construcción de la carretera de esta villa a la de Casas- Ibáñez como medio de dar ocupación a la clase jornalera y mejorar en algo su situación aflictiva”.59 Este tipo de peticiones se ven continuamente reflejadas en las actas de sesiones del municipio, poniendo de relieve las difíciles condiciones de vida de parte de la población. En la segunda década del siglo hay un desarrollo del mercado local, que abre nuevas perspectivas económicas. La energía eléctrica se introduce en la villa en 1912, constituyendo un claro progreso y bienestar. Las velas de cera, las bujías, los candiles y chimeneas caseras, irán dejando sitio a la luz eléctrica. Primero harán algunas viviendas particulares, y después el alumbrado público de carburo clásico será sustituido por electricidad. El iniciador de producción de energía eléctrica en Villamalea es uno de los propietarios locales, Miguel Pérez Laso, molinero de oficio, el cual construye junto al río Cabriel una turbina, montando con unos pocos conocimientos una rudimentaria central eléctrica, probando así la iniciativa de esta burguesía incipiente. Más tarde un perito electricista reforma el canal y la turbina, incrementando la potencia, y suministrando energía a pueblos vecinos. "Las gentes -cuenta Soriano- estaban entusiasmadas por este progreso. Las velas, el carburo, los candiles y toda clase de alumbrado hasta entonces en uso, habían pasado a ser recuerdo del pasado". 58 59 Actas de sesiones del Ayuntamiento. 27. 5. 1906. AMV. Actas de sesiones del Ayuntamiento. 13. 10. 1905. AMV. 58 Benito Sanz Díaz 5.- Estructura social y clases sociales. 5. 1.- La vida municipal. El Ayuntamiento como institución cumple en la villa una doble función: administrativa y de control de unos sectores de la población por otros. Los cargos de alcalde y concejales serán ocupados por las mismas familias. Estas representan los mismos intereses clasistas a lo largo de todo el siglo XX. La excepción: el periodo de febrero de 1936 a marzo de 1939.60 Desde el Ayuntamiento se manipulan las elecciones y los impuestos, se favorecen u obstaculizan determinadas acciones. Los caciques y la burguesía local detentan un poder indiscutido, controlan la vida política y social y la economía publica. Tasas, multas, aprovechamientos comunales, subastas de servicios -horno, pozo de agua y otros tributos-, etc., son manejados en favor de una minoría. Tal vez uno de los focos conflictivos sea el monte comunal de propios, más conocidos como "La Derrubiada”, con una extensión de cerca de un tercio del termino municipal, 4.500 Ha. Los bienes de "propios" eran bienes comunales que pertenecían al municipio, el cual los arrendaba en pública subasta, sufragando con las rentas obtenidas parte de los gastos municipales. El arriendo daba derecho a la explotación limitada de la riqueza de leñas, espartos y carboneras. Otros ingresos del municipio se obtenían a través de la subasta pública de los servicios, como el pozo de agua, el matadero, pesas y medidas, etc. Con respecto el agua, Villamalea careció de ella hasta los años 60, por lo que las condiciones higiénicas y de vida fueron difíciles. En las épocas de sequía la sed era un problema grave. A las afueras del pueblo existía el “Pozo del Concejo”, de propiedad municipal, y su explotación era sacada a subasta.61 El Ayuntamiento construirá otro pozo y un edificio que lo cubre en 1924, del cual se excluye de pago: "...a la clase jornalera, que por haber sido un año algo corto y escaso de cereales, se haya agobiada, y que concurran las clases más acomodadas, aquellas que disponen de carros y de caballerías, o no les sea gravoso el reducir a metálico su prestación, para que hagan acopio de la piedra que sea necesaria".62 El acta municipal, nos pone de manifiesto, una vez más, las duras condiciones de vida a que se ve condenada "la clase jornalera", que no puede cubrir ni sus necesidades más elementales. Otras de las fuentes de ingresos municipales fue el matadero. En las actas municipales volveremos a encontrar referencias a las duras condiciones de vida de la población, a la miseria y al hambre, cuando leemos una petición de un veterinario para ocupar plaza con sueldo en la villa, pues según ley de 17. 3. 1864, toda población de más de 2.000 habitantes debía tener veterinario. El Ayuntamiento le contesta "que no puede darle plaza por ser un municipio pobre como ningún otro... [y por no] agravar más la situación aflictiva porque atraviesa el vecindario... tan excesivamente pobre que es nulo o casi nulo el consumo que aquí se hace de carnes frescas y saladas, y lo testifica el hecho de que solo en determinadas épocas del año se expende aquí ese articulo para el consumo público".63 El presupuesto municipal tendrá un continuo déficit, por la miseria del vecindario. Así ocurre que cuando el municipio o el Estado quiera obtener ingresos a través de impuestos, se encuentra con éste tipo de respuesta: “...sobre artículos de comer o arder no comprendidos en las tarifas generales de consumos, como patatas y leñas, no pueden ponerse impuestos. Teniendo en cuenta la 60 Las primeras elecciones democráticas a municipios de 1979 volverían a dar el triunfo a la izquierda, obteniendo el PCE mayoría absoluta, 6 de los 11 concejales, y ocupando el cargo de alcalde un comunista. 61 Las dificultades en el suministro de agua se reflejan en las actas municipales. En una de 1923 leemos: "La situación de éste población en la que se refiere al abastecimiento de agua es deficientísima debido a lo costosa y penoso que se hace su conducción, no pudiendo aceptarse que la generalidad de vecinos, que carecen de caballerías para poder conducir dicho líquido, tengan necesidad de hacerlo a pie, conduciendo en cántaros y a mano el agua que necesitan para el consumo a una distancia de 600 m. cuyo camino, en el momento que llega el invierno se convierte en un lodazal intransitable, siendo causa de que muchas veces la generalidad de los vecinos carezcan de tan indispensable artículo, constituyendo un constante peligro para la salud, por no poder observarse los preceptos que aconseja la higiene". Actas Municipales, 25, agosto de 1923. A. M. V. 62 Actas Municipales, 25. 8. 1923. A. M. V. 63 Actas Municipales, 11. 9. 1924. A. M. V. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 59 situación aflictiva porque atraviesa éste vecindario, especialmente la clase jornalera que carece hasta de los recursos más indispensables para la vida".64 Tenemos que, en todos los aspectos de la vida local, van quedando reflejadas las duras condiciones de vida de las capas populares, jornaleros, asalariados, campesinos y otros sectores de la población, así como las dificultades de expansión de la clase social dominante: la burguesía. Las difíciles condiciones higiénicas y sanitarias de la localidad. La escasez de agua contribuía a que la higiene fuese escasa y de ahí la facilidad conque se propagaban epidemias y enfermedades. La sanidad no era mejor. Deficiente alimentación y trabajo excesivo eran la causa de enfermedades y muertes. Las epidemias eran continuas, siendo la más mortífera la de 1918. Con la llegada del otoño la gripe asoló la región. En Villamalea murieron familias enteras. Las actas de defunción parroquiales y del juzgado señalan que solo en septiembre de 1918 murieron 60 personas, siendo la causa la "epidemia gripal”. El médico, Manuel García, consiguió atajar la epidemia y debió ser brillante, pues recibió la Cruz de Beneficencia: "Por su labor desde el 15 de septiembre, en que se declaró en éste pueblo la terrible epidemia gripal hasta el fin de octubre siguiente, en que desapareció aquella calamidad publica... muriendo solamente 62 individuos de los 1.800 enfermos”.65 La de 1918 fue la más grave, sin embargo hubo otras. En éstas ocasiones, el Ayuntamiento corría con los gastos de vacunación de epidemias como viruela, gripe, etc. Las condiciones higiénicas seguirían siendo muy deficientes. La salubridad pública era muy mala: faltaban alcantarillas, retretes, etc. Las necesidades fisiológicas las hacían en los basureros o cerca de las casas, lo que provocaba contagios y enfermedades. La situación era tan grave que continuamente el municipio tomaba cartas en el asunto, como lo reflejan las actas de sesiones municipales, en una de las cuales se decía: “...sobre higiene pública se dice que Dn... hace tiempo tiene en el corral de su casa un hoyo o barranco para depositar, como viene depositando en él, toda clase de basuras y despojos, que después de podridos los convierte en estiércol que utiliza como abono en sus fincas; este estercolero, por las materias fecales y demás inmundicias de que se compone, produce un olor y fetidez tan insoportable que es imposible resistir, principalmente hoy en que los grandes calores que se desarrollan pueden convertirse en un verdadero foco de infección".66 Testimonios como el citado muestra la carencia de estructuras higiénicas en la localidad a lo largo de éste periodo, así como las condiciones de vida de la población en general. El sistema de herencia en el proceso de minifundismo. Parte de los problemas de la agricultura local se comprenden si tenemos en cuenta el sistema de herencia: todos los hijos tienen el mismo derecho a la herencia del padre, lo cual supone un continuo fraccionamiento de la propiedad y la dispersión de la misma. Este fraccionamiento de la propiedad sólo se ve frenado por el hecho de practicarse un matrimonio de "endogamia de clase". Hay tendencia a casarse entre parejas que tienen una propiedad o herencia similar. Es frecuente oír en Villamalea: “no se casó con fulanita porque tenia 1.000 cepas de viña más que ella", y frases semejantes. Y es que la tierra es algo más que status económico, pues condiciona las actitudes sociales. La diferencia en la herencia de 1 Ha de tierra puede ser un obstáculo insalvable para que se lleve a cabo un matrimonio entre dos personas que lo desean. Si se trata de saltar la norma, los conflictos familiares serán motivo de problemas y criticas, enrareciéndose los lazos familiares. La norma tiene gran fuerza. Si el matrimonio es un freno, no por ello detiene proceso. La igualdad de los hijos en la herencia conlleva el dividir las parcelas a dimensiones mínimas. El rendimiento de diminutas parcelas será reducido, ya que los lindes y caminos ocupan parte del término y además crean problemas sociales entre vecinos que tienen tierra lindante. El campesino tiene dos medios de incrementar sus propiedades: a través del matrimonio, o por compra. Es común el caso de varios hermanos que heredan y uno de ellos compra la tierra a otro 64 Actas Municipales, 15. 2. 1906. A. M. V. Actas Municipales, 711. 1918. A. M. V. 66 Actas Municipales, 8. 6. 1902. A. M. V. 65 60 Benito Sanz Díaz hermano, endeudándose. Compra a veces para no tener que dividir una parcela ya de por sí diminuta. Dará un capital que él obtendrá tras largos años de trabajo en la tierra, transfiriéndose a menudo fuera de la agricultura y no pudiendo con éste dinero capitalizar sus tierras. Así se hipoteca de por vida y simultáneamente descapitalizará su propiedad. Este problema se repetirá con sus hijos, contribuyendo a la crisis del campesinado como sector social. El servicio militar: sorteos y quintas. Uno de los acontecimientos que rompían la monotonía cotidiana, era el ambiente que se creaba en torno al sorteo de las "quintos". Los "quintos" de reemplazo se reunían y durante la semana anterior al alistamiento se dedicaban a divertirse. Muchos eran los que aprovechaban para echarse novia, con el fin de cartearse, pues según el destino, estaban meses, incluso años, sin volver de permiso. El día del sorteo causaba expectación en el Ayuntamiento. El sorteo era rutinario y los vecinos comentaban las incidencias y los sucesos que años antes les habían acontecido a ellos mismos. La lectura de las actas del municipio nos describe como se efectuaba un sorteo a principios de siglo: “...estando preparadas 32 papeletas en blanco, todas iguales, se escribieron en la mitad de ellas los nombres y los apellidos de los sorteables, con el número con que cada cual figura en el alistamiento y en la otra mitad se escribieron tantos números como son aquellos, desde el uno al dieciséis, ambos inclusive, para sortearlos. Se contaron dichas papeletas y se introdujeron separadamente en bolsas iguales y estas en dos globos destinados al efecto, en uno la de los nombres que se fueron leyendo al tiempo de la introducción y en otro la de los números... Acto seguido, removieronse con fuerza los globos para que se mezclasen suficientemente las bolas y dos niños menores de diez años fueron sacándolas de una en una y entregándoselas. La de los nombres al Sr. Regidor y la de los números al Sr. Presidente. Enseguida se leía y publicaba el contenido de dichas papeletas por los mencionados señores, manifestándose a los demás individuos de la corporación y a cuantos interesados solicitaron verlas, anotándose los nombres de los mozos y el numero correspondiente a cada uno a medida que iban saliendo".67 Todo el sorteo era seguido con gran atención, constituyendo un rito año tras año. A continuación se hacia un reconocimiento medico del mozo y su padre, y se podían alegar impedimentos para el alistamiento. Para evitar incorporarse se inventaban historias de lo más inverosímiles. Como todos se conocen en una pequeña localidad, los comentarios eran para todos los gustos. Entresacamos de las actas algunos casos sobre el tipo de argumentos que esgrimían los que querían librarse de la mili: “Numero 1. Gabriel... soltero, jornalero, sabe leer y escribir. Llamado se presentó y tallado resultó con la de 1m,520mm. Siendo declarado corto. Numero 2. Asensio... soltero, jornalero, no sabe leer ni escribir. Preguntado si tenia que alegar alguna excepción dijo: que es hijo único en sentido legal de padre impedido y pobre, al que mantiene con el producto de su trabajo. Los interesados dijeron que éste mozo no tiene padre conocido, siendo hijo de mujer célibe, toda vez que el que se supone su padre no se halla casado con la madre del mozo... Numero 3. José... jornalero... reconocido por el facultativo lo declara útil. Preguntado si tenia que alegar alguna excepción dijo: que está manteniendo a un tío suyo que lo recogió a la edad de siete años en que quedó huérfano de padre y madre, el cual lo ha criado y educado y al cual le entrega el producto de su trabajo personal por ser su tío mayor de setenta años y pobre en sentido legal. Los interesados dijeron que este mozo ha venido viviendo desde hace cuatro años en compañía de otro hermano, el cual se libro un año al menos de servicio activo... que ni uno ni otro ha vivido con el que suponen su tío... siendo más inexacto que tenga parentesco alguno con el que supone ser su tío... 67 Actas sesiones. 9. 2. 1902. AMV. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 61 Numero 5. ...alega ser hijo único, que estaba enfermo de pecho y que tenia los pies planos. Reconocido por el facultativo lo declaro útil...”. Se trata de evitar la incorporación al servicio militar, alegando diversos motivos. No todos los mozos hacían el servicio; dependía del número que sacasen en el sorteo. Así los números bajos iban a África, los intermedios se quedaban en la península y había un cupo de excedentes. Existía una posibilidad de no ir al servicio militar. En Villamalea se los conocía corno “soldados de cuota”; a cambio de una cantidad de dinero, se libraban de hacer el servicio. Esta desapareció durante la Dictadura de Primo de Rivera. El servicio militar era un acontecimiento, se viajaba, se salía de la vida rural y para muchos era la primera ocasión “de dormir en cama, aunque fuese mala, y de comer caliente todos los días". A finales del siglo XIX varios vecinos de Villamalea estuvieron en la guerra de Filipinas, entre ellos el alférez José Maria Ruiz, en la foto, hecha en Manila. Cedida por Álvaro Anguix. Familia Ruiz Rubio. De pie, de I a D, Carmen Rubio, el alférez José Maria Ruiz, Porfirio, Manuel y Consuelo Ruiz Rubio. Sentada Leonor Rubio. Foto de principios del siglo XX, cedida por Álvaro Anguix. El analfabetismo. Queremos tan solo señalar el alto porcentaje de analfabetos que existen en la población durante el primer tercio de siglo. Los datos están obtenidos a partir de los censos electorales de 1907, 1930 y 1935. Recogemos con más detalle el censo de 1935, por ser más completo, y recoger también a la población femenina, constatando como esta es analfabeta en un porcentaje muy superior a la masculina, tal y como ocurre en el resto del país. El analfabetismo en la mujer se da sobre todo en las edades superiores a los 35 años. 62 Benito Sanz Díaz En la población masculina predomina el analfabetismo en las capas más desfavorecidas económicamente: jornaleros, hortelanos, etc. Analfabetismo en Villamalea, 1907, 1930 y 1935. Censo electoral de... Analfabetos Saben leer y escribir Total 1907 Solo varones 125 45,2 152 54,8 277 1930 Solo varones 92 23,5 301 76,5 393 Hombres 347 36,3 607 63,7 954 1935 Mujeres Total 630 70,7 977 52,9 261 29,3 868 47,1 891 1.845 Fuente: Censos electorales de Villamalea. 1907, 1930 y 1935. A. H. P. de A. Tirso Carrasco, hijo de Bonifacio Carrasco (uno de los vecinos que se enfrento al cacique Genaro Cañada Ochando y fue desterrado del pueblo) y hermano de Germán Carrasco, líder campesino de la Republica, en una foto del servicio militar durante la monarquía de Alfonso XIII. Foto Rosa Verde. Constantino Anguix durante el servicio militar en Ceuta, a principios del siglo XX. Foto AA. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 63 5. 2.- Las clases sociales en Villamalea Vamos a analizar la estructura de las clases sociales en Villamalea durante el primer tercio del siglo XX. Partiendo de una sociedad típicamente agraria y campesina en el siglo XIX, Villamalea irá evolucionando a principios del siglo XX a un sistema en el que el capitalismo se introducirá lentamente. En apariencia, tal vez resulte un contrasentido decir que Villamalea, con una estructura agraria dominante, y con un campesinado amplio -si bien pobre y con escasas propiedades-, se configura desde principios de siglo como una sociedad en el que el régimen de producción capitalista se va imponiendo y dominando paulatinamente toda la vida económica. Esto es cierto, si bien perduraran formas de producción y características típicas de una sociedad campesina, que se desintegraran a lo largo del siglo. Villamalea a principios de siglo va a ser una comunidad compleja, llena de interrelaciones sociales, políticas y económicas, donde aún no están definidos claramente los rasgos de las clases sociales dominantes de una sociedad capitalista, si bien éstas clases existen con características propias. Lo que ocurre es que se está en la transición hacia lo que va a ser el sistema dominante y en el interior bullen los intereses y las contradicciones propias de una sociedad compleja. Sí en la primera década no están perfiladas claramente las clases sociales, en la segunda y tercera adquieren rasgos propios. 5. 2. 1- Una burguesía rural en expansión. A finales del siglo XIX había comenzado a creerse una incipiente burguesía rural, que irá desarrollándose en las primeras décadas del siglo XX y consiguiendo su auge poco antes de la Guerra Civil. La burguesía local tiene su base en la propiedad de la tierra, el ganado y otros bienes de tipo agrario. A diferencia de la burguesía de otros pueblos colindantes, no tiene su origen en la desamortización del siglo XIX. La tierra estaba muy parcelada, si bien la propiedad de la misma permanecía concentrada en muy pocas familias. Lo mismo ocurría con el ganado, inmuebles y otros bienes, tales como las fabricas de harina, vino y alcohol, comercios, etc. Los difíciles comienzos y su evolución. La pobreza del suelo, la falta de vías de comunicación, la técnica rudimentaria del laboreo, la escasa mecanización, las continuas catástrofes naturales, etc. eran el origen de que la burguesía fuese incipiente y encontrase, en la primera década, fuertes obstáculos a su desarrollo. Sin embargo, en la segunda década se va a producir un fuerte desarrollo. Varios factores contribuyen a ello: se comienzan a mejorar los caminos y carreteras que facilitan el comercio y las comunicaciones, se inicia el fenómeno de "dar tierras a medias" que incrementan la riqueza local y benefician a los propietarios por revalorizar sus propiedades y por comercializar los productos, después de transformados en molinos, bodegas, almazaras, etc., de su propiedad. Se mejoran las técnicas de cultivo, se introducen nuevas variedades de viña y en 1923 se introduce el primer tractor que dará paso a otros; se comienza el abonado sistemático y lo que hasta entonces es cultivo extensivo se le dedica más atención y laboreo. El mismo hecho de hacerse plantaciones de viña por parte de los campesinos locales, hace que se amplíe el producto a vender y transformar y que la burguesía se encargue de ello, con el consiguiente beneficio. Gracias a estos y otros hechos, se va a conseguir acumulaciones de capital en pocas manos, que serán invertidos en la creación y ampliación de fábrica relacionadas con la producción local o complementarias, que a su vez será motivo de nuevas acumulaciones e inversiones. La creación de la central de energía eléctrica en 1912, la introducción del teléfono, la aparición de las primeras máquinas de labor, etc., ayudaban a ésta expansión económica. Distintos documentos de la época nos permiten constatar cómo la propiedad estaba muy concentrada en pocas manos y cómo los apellidos se repetían continuamente, de una a otra generación. En este sentido son muy útiles para identificar a la burguesía en numero, nombre y apellidos, las listas de los mayores contribuyentes del término municipal que el municipio elabora principios de cada año68, los cuales tenían derecho a voto. El sistema de elección de la Restauración 68 Actas de sesiones. Archivo Municipal de Villamalea. En los meses de Enero de cada año. 64 Benito Sanz Díaz restringía el voto a los mayores contribuyentes, excluyendo al resto. Unas veinte familias concentraban prácticamente las propiedades y bienes en Villamalea. Los apellidos se repiten en todas las listas: Ochando, Liante, Tevar Liante, García, Vergara, Melero, Fernández, Montero, etc. La contribución y su cuantía en ésta lista de mayores contribuyentes, van coincidiendo con los distintos bienes que poseen. El cuadro siguiente muestra como a pesar de que la propiedad está muy dividida y son bastantes los vecinos que poseen "algo", la mayoría pertenece a pocos propietarios o pudientes, como se les llama en la localidad. Resumen de contribuyentes y contribución según las listas cobratorias. Ministerio de Hacienda.69 1899-1900 1920-1921 Contribuyentes % % total* Contribuyentes % % total 628 34 29 691 91 4,9 4,1 46,6 18,2 35,2 857 27 35 919 93,2 3 3,8 38,3 12,4 49,3 Hasta 25 Ha. 51 a 100 Ha. Más 100 Ha. 1930 Contribuyentes % % total* 881 65 67 1.013 87 6,4 6,6 31 15 54 Hasta 25 Ha. 51 a 100 Ha. Más 100 Ha. * % contribución s/ total contribuyentes Si resumimos los porcentajes de las distintas fechas y las medias del porcentaje de la contribución el cuadro se nos aparece más claro. Hasta 50 Ptas. 51 a 100 Ptas. Más de 100 Ptas. Media del % contribuyente 90,1 4,9 5 Media del % de la contribución 40 15 45 Queda muy claro que la mayoría de los contribuyentes –90 %- solo contribuyen con un 40 %, mientras que un 5 % contribuye con un 45 % de la contribución total. Este cuadro completa el que ya vimos al analizar el gran número de parcelas existentes, sí bien éstas pertenecen a un reducido número de propietarios. Son precisamente las pequeñas parcelas y tierras margínales de ésta burguesía las que son cedidas para ser llevadas a medias por jornaleros y campesinos. El cuadro refleja algunas características más de la población: una burguesía local de pocas familias, un reducido sector de medianos campesinos y un amplio sector de pequeños campesinos, en su mayoría jornaleros-pequeños campesinos simultáneamente. Matizar que los contribuyentes de menos de 50 Pta. estaban más gravados por el fisco al ser sus cultivos intensivos, lo cual nos acerca más a esa realidad de las pequeña parcelas. Al mismo tiempo, las propiedades de los mayores contribuyentes tenían una menor carga fiscal, por lo extensivo del cultivo por un lado, y por la ocultación de riqueza por otro, la cual distanciaba además a esta burguesía del resto de la población. La ocultación de riqueza se daba de dos formas: declarando tierras de buena calidad como marginales o de baja calidad, o simplemente ocultando su existencia. Sobre éste particular, la inexistencia de un catastro a principios de siglo, impedía una correcta 69 Datos obtenidos a partir del “Repartimiento individual de la contribución territorial y rústica” de Villamalea. Legajos 1899-1900, 1920-21 y 1930. Legajos de Hacienda nº 609, 654 y 680. Archivo Histórico Provincial de Albacete. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 65 fiscalización, en perjuicio de los campesinos, a los cuales les era difícil la ocultación e incluso sus tierras eran valoradas de más calidad de lo que realmente eran.70 Claudio Moya y Enrique Tevar eran dos de los grandes propietarios de Villamalea. Claudio Moya era medico, y durante una época alcalde de la villa. En el homenaje a Román Ochando, en 1927, ambos participaron en el mismo. Las ilustraciones corresponden a las fotos de ambos, aparecidas en el “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927. Archivo del Ateneo Mercantil de Valencia. Naturalmente, el ocultamiento se veía favorecido y casi refrendado por el sistema caciquil imperante a principios del siglo XX, que permitía a la burguesía local mantener irregularidades y ocultaciones imposibles de fiscalizar. En el avance catastral en Villamalea de 190071, la diferencia entra la riqueza amillarada y comprobada era de un 47 % del total de las tierras. A esto añadimos que el cultivo declarado era diferente del real, ocultándose cultivos de alta fiscalidad como el olivo, la viña y la huerta, que eran declarados como montes, pastos o en el mejor de los casos como cereal. Había casos de ocultación tan escandalosos, como públicos. Así señalemos que el caciquealcalde Genaro Cañada Ochando, uno de los propietarios más ricos del término, no aparece como contribuyente en las listas de mayores contribuyentes. Casos menos flagrantes eran continuos en los propietarios más fuertes. Tenemos que señalar como referencia, que si bien los datos ya señalados para la burguesía local están basados en los datos locales, esto no implica que solo tuvieran propiedades en el termino municipal. Al contrario, parte de ellos tenían propiedades en otros municipios, por herencia, matrimonio o distinto grado de parentesco, con lo que las propiedades rebasaban el estricto marco local.72 Hasta aquí sólo se ha hecho referencia a propiedades rústicas. Ahora bien, al analizar el censo ganadero73 volvemos a comprobar los mismos nombres como mayores propietarios de asnos y mulas, factor clave en la agricultura, por ser la fuerza de tracción más importante, así como el ganado de renta y otros. 70 Sobre éste particular G. Brenan señala que, a principios del siglo XX, el fraude fiscal por ocultación ascendía de un 50 a un 80 % según zonas, de acuerdo con las declaraciones del Ministro de Agricultura ante el Senado. Mientras un pequeño propietario pagaba de 70 a 80 Ptas. por Ha., una gran hacienda no pagaba nada. Cuando en 1923 Primo de Rivera promulgue un decreto dando una moratoria especial por la cual 1os que ocultasen propiedades debían declarar lo verdadera, “las largas colas de propietarios duraron días, para ponerse al corriente". El laberinto español, Ruedo Ibérico. 71 Memoria resumen, cuadro XXIII "Estado resumen de la superficie amillarada y comprobada”, 1900. 72 Sobre propiedades de un individuo en distintos municipios, señala Pascual Carrión: “...cuando una misma persona posee tierras en varios municipios, aparece como propietario en cada uno de ellos; así es que la cifra real de propietarios es inferior a la que refleja el Catastro”. P. Carrión, 104. Desconocemos las propiedades que los pudientes de Villamalea tenia en otros municipios, si bien por razones de matrimonios, herencia, etc., conocemos su existencia, pero no cuantificable con los datos consultados. 73 Censo ganadero. Villamalea, 1900. Archivo Histórico Provincial de Albacete. 66 Benito Sanz Díaz Un análisis de la Contribución Industrial de Villamalea74 nos permite conocer la evolución de la industria local y al mismo tiempo volver a constatar los mismos apellidos en la propiedad de la misma. Sobre este particular el Anuario Comercial75 completa la industria con el comercio local. La cuantía de las contribuciones nos dan una referencia sobre el volumen del negocio, y las altas y bajas de cada industria nos permiten conocer como evolucionan las mismas, así como la cantidad de producto trabajado. A modo de ejemplo citamos el apellido Vergara, que aparece como uno de los mayores contribuyentes de rústica y pecuaria, uno de la familia es alcalde varios años, además de otros cargos; son dueños de una fábrica de vino y alcohol, elaboran en la misma cosecha propia y comprada, tienen una fábrica de harina y otras propiedades, y un miembro de la familia es veterinario y otro practicante. Además están vinculados a otras familias de la burguesía local como los García. Antonio García Navarro, médico de profesión, casado con la hija de un gran propietario, lo es él mismo alcalde varios años, posee una fabrica de vino y alcohol, donde elabora cosecha propia y comprada, es cosechero de aceite con almazara propia, etc., y tiene ganado. Liante es otro apellido vinculado a los grandes propietarios de rústica y pecuaria, posee además una fabrica de alcohol, otra de aceite así como de conservas, frutos y hortalizas, etc. Otro tanto podríamos decir de otras familias, vinculadas entre ellas por lazos de parentesco endogamia de clase- y que al mismo tiempo de ser los propietarios de la riqueza local, ocupan los cargos públicos locales y son al mismo tiempo los que ejercen alguna profesión: médico, veterinario, farmacéutico, etc. La propiedad de las industrias locales y comercios, y las continuas ampliaciones y mejoras que sobre ellas hacen, ponen de manifiesto como el capital acumulado es invertido en la localidad, creando riqueza y puestos de trabajo y al mismo tiempo manifiestan dinamismo e iniciativa como clase en expansión. En los años 30, ya no es esa incipiente burguesía de los primeros años del siglo, sino una clase social perfectamente definida, dominante y con intereses específicos propios. La acumulación de capital de la burguesía local. Es de gran interés el análisis de cuales eran las fuentes de acumulación de capital de la incipiente burguesía rural, más tarde clase en expansión y dominante. Parte de las claves de los hechos locales los encontramos en los mecanismos de acumulación. En primer lugar, los beneficios los obtenía de la tierra, adaptando estos varias modalidades; de una parte, el propietario podía explotar la tierra directamente, lo cual no quiere decir que se preocupe de los cultivos, sino sencillamente que corra con los riesgos y gastos de la producción. El propietario puede trabajar en la tierra físicamente, pero no es la tónica. Cuando lo hace es para el control del trabajo y no por necesidad. Lo normal es que lleve los cultivos a través de asalariados: jornaleros, braceros, mozos de mula, capataces, etc. En este caso obtiene una plusvalía de la mano de obra asalariada. Por otra parte puede obtener rentas a través de la aparcería o el arriendo. De la aparcería obtiene una renta variable de la cosecha, previamente establecida, y del arriendo obtiene una renta fija por un tiempo señalado en contrato.76 La aparcería tiene mayor importancia, si bien por ambos medios obtiene un capital acumulable. Otra forma de incrementar su riqueza y capital a través de la tierra será el ya analizado fenómeno “tierras a medias”. También la venta de parcelas margínales a un buen precio serán otras de las formas de obtener un capital acumulable. Una segunda forma de obtener capital va a ser a través de las industrias locales de vino, alcohol, harina, conservas vegetales, etc. Por una parte obtienen una plusvalía de la mano de obra asalariada 74 Contribución industrial. Legajos Hacienda. Villamalea. Archivo Histórico Provincial de Albacete. Anuario Comercial. Guía Nacional de Industria y Comercio. Tomo I. 12 edición. Barcelona. Archivo Histórico Provincial de Albacete. 76 El contrato en la zona solía ser verbal y no escrito. Leemos en la “Memoria...” sobre la solemnidad de los contratos: “...son casi siempre verbales todos éstos contratos; por excepción escritos y casi nunca llegan a documento público. Bien es verdad que tampoco suelen alcanzar esta solemnidad en la mayoría de los casos los contratos de compraventa, ni aún las particiones hereditarias”. Op. cit., 113. 75 I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 67 -obreros-. También de los campesinos obtienen un beneficio por la compra de sus productos a bajos precios, tales como la uva, el trigo, azafrán, aceitunas, etc. que transforma y vende en Albacete y otras localidades. La tercera forma de acumular capital la tiene en los servicios. De una parte por el préstamo de usura, por la inexistencia de entidades dedicadas a tal fin. El préstamo cumplía un papel esencial en una economía agraria, donde los gastos de la cosecha han de hacerse antes de la misma, y no todos disponen de dinero líquido. El campesino que recurre al préstamo de usura ve mermado los ingresos de su cosecha, mientras el prestamista tiene seguro su cobro con altos intereses. Si no paga recurre al embargo de la tierra del campesino. Si el que solicita un préstamo es jornalero, el cobro está asegurado, pues si no lo cobra en dinero, se lo cobra en trabajo; esto es un negocio rentable para los propietarios que se dedican a la usura, pues se aseguran la mano de obra barata para la recolección, ya que el jornalero se ve obligado a sufrir condiciones leoninas, entre las que se encuentra hipotecar su fuerza de trabajo para un amo. El préstamo es una operación muy segura y lucrativa, además del peso político y social que tal condición ejercía, pues la amenaza de no conceder el préstamo, o querer saldarlo antes de tiempo, ponía en graves aprietos al jornalero y al campesino. Los testimonios son elocuentes; así cuentan: "Los del partido de Genaro Cañada se dedicaban a prestar dinero. Te dejaban cinco duros y les tenías que devolver seis a los pocos meses. Los llamábamos préstamos del "duro a seis pesetas”. El préstamo lo pedíamos cuando la necesidad nos apretaba, unos meses antes de la siega. Luego para devolver los cinco duros, teníamos que ahorrar más de dos meses. A veces te pedían por cinco duros, siete duros ¡Qué íbamos a hacer! Era invierno y sin nada que llevarnos a la boca, sobre todo los hijos. Te ahogaban como querían esos chupasangres”. Así pues, el “préstamo usurario” era una fuente de ingresos a la que eran aficionados los propietarios locales, que diversificaban así sus ingresos por negocios no estrictamente relacionados con la tierra, aunque sí vinculados a ella. Otra de las formas de obtener ingresos era el ejercicio libre de las profesiones liberales, caso de médicos, veterinarios, boticarios, farmacéuticos, etc., ya que los profesionales pertenecían a familias propietarias de la localidad. También a través de los comercios y otros servicios, tales como la energía eléctrica, alquiler de maquinaria, etc. El poder económico se traduce en poder social y político. La burguesía forma un grupo aparte, socialmente definido y diferente en costumbres, hábitos, formas de vida, etc. Ciertos signos exteriores contribuyen a ello, tales como ser los propietarios de los primeros tractores, coches Ford de lujo, etc., que en la época años veinte suponían una diferenciación social importante. En el ámbito político detentan los cargos públicos del municipio: alcaldes, concejales, juez de paz, etc. También controlaran las elecciones a diputados hasta ya instaurada la IIª República. La vida de la alcaldía estará plenamente controlada, siendo la burguesía clase dominante a todos los niveles. El hecho de que no sea una burguesía potente en comparación con otros sectores no agrarios de la provincia, no implica que no sea hegemónica a pesar de ser Villamalea una comunidad rural con una amplia capa campesina. Bien al contrario, lo que se pone de manifiesto es que para el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la localidad, es una clase emprendedora y dinámica, con unos objetivos económicos muy claros y con una política muy bien definida, cosa que no tienen otros sectores, como son los campesinos y asalariados. 5. 2. 2- Los asalariados: clase mayoritaria en la localidad. Asalariado es aquél que carece de medios de producción, y que para poder vivir tiene que vender su fuerza de trabajo en el mercado como una mercancía más. De entrada matizamos la definición de asalariado en Villamalea, por el tipo de estructura económica existente. Ya hemos señalado la gran parcelación existente en el término municipal y como un porcentaje importante de la población tiene algunos almudes (1 almud = 1/3 Ha.) de tierra pobre y poco productiva. Este matiz es importante, ya que si bien el ingreso básico del trabajador es el salario, posee muchas veces pequeñas propiedades que le proporcionan ingresos complementarios. Y es aquí donde tiene su base 68 Benito Sanz Díaz la falta de objetivos del asalariado, que no busca su emancipación en la superación del régimen capitalistas, sino en objetivos confusos y poco definidos. El asalariado, como consecuencia de vivir en una sociedad agraria, cuya base económica es la tierra y los bienes que de ella se obtienen, busca su la emancipación individual en la posesión de la propiedad privada de la tierra. Y ahí está su contradicción fundamental, por no ser consciente de la situación que vive, sino en su parte más externa y superficial. Aspira a ser campesino, sector este de la población de futuro incierto y con tendencia a la crisis continua. Sí tomamos como referencia los datos que aparecen en los censos electorales de 1907 y 1930, ya señalamos que sólo recogen a la población masculina de más de 25 años que tiene derecho al voto y el de 19359 más completa por incluir a todos los hombres y mujeres de más de 23 años, tenemos el siguiente cuadro: Población asalariada en Villamalea (en porcentaje sobre el total de población censal). Empleo 1907 1930 1935 Jornaleros 149 54% 161 41% 451 47% Pastores 2 4 14 Empleados ayto 3 5 12 Albañiles 6 12 Otros asalariados 2 11 25 Total 156 58% 187 48% 514 54% Fuente: Elaborado a partir de los censos electorales de Villamalea 1907, 1930 y 1935. Archivo Histórico Provincial de Albacete. Es evidente que casi un 60% de la población masculina censada es asalariada. El porcentaje llega casi a un 75 % si tenemos en cuenta los no censados y que las mujeres, a pesar de aparecer como sus labores, trabajan en todas las faenas agrarias, incluyendo también en éste porcentaje a los adolescentes. Mas adelante haremos una referencia más amplia al papel de la mujer y del adolescente en el trabajo. Tenemos pues que la mayoría de la población activa es asalariada en el término municipal. Podemos distinguir dos tipos de asalariados: eventuales y fijos. Analizamos la diferencia, pues condiciona el comportamiento social de cada uno de ellos. La mayoría de la población de Villamalea eran jornaleros, seguidos de pequeños campesinos. La ilustración recoge un grupo de jornaleros y sus familias, aparecida en “Álbum”, editado por la revista "Automóvil" de Valencia, el 8 de abril de 1927. Archivo del Ateneo Mercantil de Valencia. Asalariados eventuales. Jornaleros y braceros constituyen la mayoría de la población activa y asalariada. Junto al dato estadístico, tenemos las menciones constantes en las actas municipales, en las que continuamente “aparece la clase jornalera... constituye aquí la mayoría del vecindario". Los jornaleros trabajaban para un amo en las tareas del campo. Gran parte del año permanecían en paro, pasando hambre y miseria. El paro temporal era consecuencia de la estacionalidad de la I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 69 agricultura: vendimia, siega, etc. eran buenas épocas para encontrar faena. Pero durante los meses de invierno la ocupación era imposible. En éste situación recurre al fiao a la tienda de comestibles, al préstamo con usura, cayendo en las redes de los prestamistas y comerciantes, al mismo tiempo que se ve obligado a adoptar una postura de sumisión casi total. El jornalero recibía distintos nombres, según el trabajo que realizase: agosteros eran los contratados para la siega y la trilla, e iban a destajo; segadores eran los que recogían el trigo; ayudantes de era los que recogían la mies y la trillaban; agrimensor era el obrero más instruido que media las tierras cuando se iba a destajo, para conocer la extensión segada, medir propiedades y delimitar lindes; peón era el que cavaba hoyos, transportaba piedra, arreglaba cobertizos, etc. roseros los que cogían la rosa del azafrán, etc. Todos eran temporeros e iban a jornal o destajo, según los casos. Sobre el precio del trabajo del jornalero en las faenas agrícolas, era el siguiente, a principios del siglo XX, en el Partido judicial de Casas-Ibáñez: Salarios del jornalero. 1900. Primavera, otoño y verano Invierno Trabajo de: escarda Siega de cereales Trilla 2 Pts./día. 1,75 Pts./día. 1,50 Pts./día. 3,50 Pts./día. 2 Pts./día. La jornada se consideraba de "sol a sol" (14 y 15 horas al día). En invierno los jornales eran más bajos por la abundancia de parados, aumenta en verano y épocas en que se ocupa a la mayoría de la población. Estos salarios eran similares al resto de la España agraria de la época. Los salarios evolucionaron en las décadas siguientes. Los datos los obtenemos de las actas municipales, ya que al tallar las quintas figuraba el jornal medio, así como el tipo de trabajo y días trabajados. Así tenemos el siguiente cuadro: Clase de trabajo Años Podar Cavar Viña Siega Vendimia Azafrán Total Jornal medio de 1915 y 1930 en Villamalea.77 Jornal medio en las Días invertidos al Producto en pesetas de jornales en distintas operaciones. año cada operación. 1915 1930 1915 1930 1915 1930 1,75 3,20 60 59 105 185,6 1,85 3 100 100 187 300 1,75 2,93 30 30 52,5 87,9 3,50 4,50 35 28 122,5 126 2 3,50 40 40 80 140 2,25 3,10 20 20 45 62 285 277 592 901,5 Según los datos del municipio, los días sin trabajo por fiestas, accidentes o enfermedad, en que es pierde el jornal eran: 1915 80 días. 1930 88 días. Otro dato interesante es el del promedio de jornal al año: 1915 1,62 Pts./día. 1930 3,25 Pts./día. Todo lo anterior nos permite decir que existen trabajos mejor remunerados por la dureza de los mismos y por la escasez de mano de obra del momento. También los datos sobre los días no trabajados son orientativos, pues los años de sequía, pedriscos, heladas, etc., no hay trabajo ni jornal. Así tenemos épocas de catástrofes naturales continuas que hacen peligrar la subsistencia 77 Actas municipales 28.2.1915. Los de 1930 son válidos para el período de 1925 a 1931; los tomamos de 9.1.1926 y 26.1.1929. Archivo Municipal de Villamalea. 70 Benito Sanz Díaz física de las familias. Es el caso, por ejemplo, de 1900 a 1904, en que la cosecha de cereales y otras fueron prácticamente ridículas por pedriscos y otros factores. Esta reducía el numero de días trabajados. ¿Cuál era el ingreso aproximado de una familia de jornaleros? Es difícil evaluarlo por lo aleatorio de los factores: números de trabajadores en la familia, días trabajados, ingresos complementarios, si es arrendatario, ganado familiar, etc. Hay que añadir que no todos los salarios eran monetarios, sino que a menudo eran mixtos: se percibía una cantidad en metálico y otra en especie: aceite, vino, harina, leña, etc. El tipo de economía agraria y la escasez de comercio favorecían éste tipo de salario pagado en especie. Asalariados fijos: eran aquellos obreros con salario a lo largo de todo el año. Esto constituía una gran ventaja, pues tenían asegurado unos ingresos fijos. Entre estos tenemos al mozo de mulas o mulero, persona que se dedica a cuidar y trabajar con las mulas. La mecanización fue muy lenta: En 1923 se introdujo el primer tractor, lo que hacía el mozo de mulas fuese un trabajo muy importante, ya que la fuerza de tracción animal era casi la única existente. El mozo de mulas hacia contrato anual. El trabajo era duro y esclavo; se levantaba antes de salir el sol, daba de comer y beber a los animales, los aparejaba y llevaba a trabajar el campo. Después los limpiaba y a menudo dormía junto a ellos en un camastro. La elección de un mozo de mulas recaía sobre una persona de confianza. Este hecho hacia que la ideología del asalariado fuese reflejo de la del amo, y aceptaba su situación con sumisión para no perder el puesto. La abundancia de mano de obra hacía que la fidelidad y esfuerzo en el desempeño del trabajo fuesen importante. Las críticas de los otros asalariados eran feroces y despiadadas, y aún se oye comentar sobre ellos frases como: “estos del boñígo ajeno son los peores a la hora de pedir algo para los de su clase”. Otro tipo de obreros fijos era los que trabajaban en las pequeñas industrias locales, siendo su número reducido. Los hay en las fabricas de harina, vino y alcohol, conserva, ladrillos; en la central eléctrica de los Cárceles, que suministra energía a varios pueblos; los que trabajan en algunos telares, etc. Su posición es privilegiada y suelen tener a veces pequeñas parcelas llevadas por algún hijo, con la que continuamente interrelaciona sus intereses como asalariado y pequeño campesino, manteniendo la ambigüedad. Generalmente aspiran a convertirse en campesinos y poseer una propiedad suficiente que los haga económicamente independientes. Otro tipo de obreros fijos es el que trabaja en la vía férrea de 1928 a 1936, con épocas de paralización de obras. La línea férrea Baeza-Utiel pasaba por el término municipal de Villamalea, trabajando en sus obras un buen número de vecinos. Sobre éste sector hablaremos más adelante. Los pastores forman un reducido grupo con características propias, Eran y cambiaban de amo cada año, o bien seguían con el mismo. Sus ingresos eran bajos y a menudo sólo trabajaba por la costa (la alimentación), y algo de dinero en metálico. También se les daba anualmente aceite, harina, vino y otros productos. El trabajo de pastor marcaba al sujeto, pues durante todo el año vivía con el ganado, pasando temporadas en el monte. Su contacto con otros vecinos era poco frecuente y esto le hacía un ser huraño, tímido, con dificultad de expresión. Se comenzaba de pastor muy joven, y los padres se sentían afortunados si trabajaba a cambio de la costa, pues eso le hacía "tener que alimentar una boca menos". Muchos de ellos dormían en cama por primera vez al ir al servicio militar. Las dificultades para casarse eran grandes, pues las mozas se resistían, aún siendo pobres, por el tipo de vida que suponía. Los encargados o aniaguero78 eran empleados fijos de un amo, a veces absentista79, cuya misión era la de controlar la explotación agraria, sirviendo de intermediario entre jornaleros y propietarios. 78 El nombre de aniaguero se le daba a los encargados, en la partida judicial de Casas-Ibáñez- E. Alcaraz dice: “Percibe el aniaguero, que también se llama mayoral, de 250 a 300 Ptas. en metálico al año y su aniaga se compone de fanega y media de jeja, tres arrobas de vino, dos carretadas de leña de pino, otra de sarmientos y otra de paja al mes. Y un almud de tierra... para azafranar, patatas, etc., que él ha de cultivar con los elementos de la finca". Pág. 91. 79 E. Alcaraz dice al respecto: “El propietario de la tierra, poco amante de ella por la general en esta provincia... vive bastante alejado de ella material y espiritualmente". Pág. 90. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 71 Para acabar con los asalariados fijos, citemos a los empleados del municipio, secretarios, alguaciles, guardas, el pregonero, escribientes etc. Dado el puesto que ocupan, y que los cargos públicos son desempeñados por la burguesía local o sus representantes, estas funcionarios suelen ser de ideas conservadoras, jugando un papel represor al servicio de la clase dominante, caso de los alguaciles o guardas rurales. No citamos a la Guardia Civil como parte de la población, ya que normalmente eran forasteros, Vivian al margen de esta y su papel en las zonas rurales es la suficientemente conocido como para insistir en ello. 5. 2. 3- Los campesinos.- El campesinado constituía el sector fundamental de la vida local. Es complejo definir la figura del campesino, habiendo sido enfocada desde distintos puntos de vista.80 El campesino, en Villamalea, es aquel que vive de lo que produce su propiedad o de la tierra arrendada. Trabaja él y su familia, llevando la administración de la explotación, pudiendo contratar esporádicamente mano de obra asalariada, sobre todo en épocas de recolección. El campesino suele ser, a menudo, dueño de las tierras que trabaja. De ahí su contradicción: ser propietario y trabajador, lo que da ambigüedad.81 Para determinar el numero de campesinos de Villamalea, recurrimos a los censos electorales de 1907, 1930 y 1935. Tenemos para el primer tercio de siglo el siguiente cuadro: Campesinos Censo 1907 A 6 –10% 30 Hortelanos 30 Total 22 - 36% 60 28 Censo 1930 B A B Total 24 12 - 9% 38 - 29% 50 40% 8 - 14% 82 48 - 36% 34 - 26% 32 132 60 72 Total 135 Censo 1935 A B 23 - 8% 112 - 40% 146 281 126 103 37% 43 - 16% 155 A: analfabetos. B: saben leer y escribir El pequeño campesino posee poca tierra en propiedad o arriendo, viviendo de su trabajo. Ahora bien, parte de los miembros de su familia tienen que asalariarse; incluso él mismo tendrá que hacerlo a tiempo parcial en muchas ocasiones. En ningún caso contrata jornaleros, ya que no puede, ni los necesita. Su productividad es baja, por lo pobre que es su tierra, y por la nula mecanización. Vive mal e inseguro, se autoexplota, solo produce para su autoconsumo. Dentro del campesinado de Villamalea es mayoritario. Es difícil cuantificar sus ingresos; dependen de muchos factores: si la 80 La definición de campesino es compleja, y ha sido abordada desde puntos de vista muy diversos. Marx en “El 18 de brumario de Luis Bonaparte”, no lo definía como clase social. Chayanov lo definía a partir del modo de explotación, siendo sus características el carácter familiar y de subsistencia. El campesino no produce para acumular, sino para cubrir sus necesidades. La capitalización es escasa y la mano de obra abundante. E. Wolf dice que el campesino produce para su conservación y la de su familia; también para su consumo futuro -fondo de reemplazo-, y para el fondo ceremonial relaciones sociales de parentesco a religiosos-. K. Kautsky lo estudia desde un punto de vista económico: la transición del feudalismo al capitalismo, la agricultura capitalista, la proletarización del campesinado etc. Lenin analiza al campesinado como aliado natural del proletariado. Su escrito más interesante en este sentido es "El desarrollo del capitalismo en Rusia". S. Galeski, partiendo del caso polaco, explica como "normalmente se considera al trabajo familiar como el rasgo principal de la explotación campesina, rasgo que determina su funcionamiento y que la distingue de otras unidades de producción". 81 Estamos de acuerdo con la definición que E. Sevilla-Guzmán y Pérez Yruela hacen del jornalero (trabajador de la tierra), como campesino sin tierras. Ver "Para una definición sociológica del campesinado". Rev. Agricultura y Sociedad, nº 1. Pág. 15-39. 1976. También es muy interesante consultar “La evolución del campesinado en España”, de E. Sevilla-Guzmán, Península. Barcelona.1979. La definición de campesino es compleja: "¿Qué hombre es campesino? ¿El que trabaja en la tierra y es al mismo tiempo propietario de ella, o el que la trabaja sin tenerla en propiedad? ¿El que trabajándola y siendo propietario persigue fines empresariales en el mercado, o el trabajador propietario cuyo objetivo fundamental es la subsistencia suya y de su familia? ¿El propietario trabajador que es ayudado en su trabajo agrícola por asalariados... ? ¿Es también campesino el gran propietario no trabajador que arrienda sus tierras? ¿Lo es el pequeño propietario o trabajador que se ve obligado a trabajar como asalariado en otras explotaciones? ...Estas cuestiones se presentan en el análisis como obstáculos iníciales de difícil superación...”. E. Sevilla-Guzmán y E. Moyano. “El campesino como clase y su acción política”. Rev. Agricultura y Sociedad, nº 6, Pág. 255-262. 1978. 72 Benito Sanz Díaz tierra propia o arrendada, el numero de componentes de su familia, ganado que posee, cuantos miembros de la familia se asalarizan, y sí el mismo lo hace, etc. Un pie lo tiene en el salario y otro en la tierra. Es jornalero y campesino simultáneamente, aspira a convertirse en mediano campesino, con el fin de ser "independiente". El mediano campesino puede vivir de los productos de la tierra, tanto él como su familia. No es necesario que nadie de su familia se asalarie. En ocasiones como la vendimia, la siega etc., contrata jornaleros. Tiene una cierta "independencia", por no depender “directamente” de nadie. Será estable e incluso conseguirá una relativa prosperidad -siempre con respecto al entorno-, hasta los años 50, en que se agudizará la crisis del campesinado. El sistema de herencia que ya señalamos, contribuye a su crisis. La figura del mediano campesino sirve como paradigma de las aspiraciones del jornalero (campesino sin tierras) y del pequeño campesino. Para ellos representa un “status”, una independencia y una autonomía envidiable. Esto será la causa de una falta de objetivos propios. Se persigue una meta falsa, pues luchan por ser medianos propietarios, cosa que difícilmente consiguen a lo largo de décadas, sin percibir como las estructuras económicas cambian, se transforman y convierten al campesino en un "asalariado" de su tierra, sin las ventajas del obrero por cuenta ajena. Los hortelanos constituyen casi un 20% de la población campesina, viven diseminados por el termino municipal, siendo una minoría asalariados en la central eléctrica, o pastores o jornaleros. Mayoritariamente son analfabetos, con respecto el resto de la población (el 70%). Sus condiciones de vida son malas, la mortalidad infantil es alta. El hortelano es ideológicamente supersticioso, pues vive aislado y marginado. Este aislamiento lo hace desconfiado, sumiso y huraño. Políticamente votan a quienes los caciques les ordenan; carecen de conciencia de clase. Tenían la ventaja sobre los jornaleros de poseer una economía de autoconsumo, disponiendo de un mínimo alimenticio en los años de hambre. Conforme se introduzca el capitalismo en Villamalea, su vida se hará más difícil, desapareciendo los hortelanos hacia los años 50 del siglo XX. Objetivo, y contradicción, del campesino y jornalero, fue el ansia de poseer tierra. Tenia varias formas de conseguirlo: 1.- por herencia a matrimonio; 2.- por compra, lo que era difící1, por los escasos recursos de que disponía. 3.- por el sistema de tierras a medias. El más común de los tres era el 3º, ya que el 1º dependía del numero de hermanos, y en caso de matrimonio solo se hacía, por la general, con personas de un patrimonio similar. El 2º caso era casi prohibitivo. El campesino, desde el punto de vista económico, estuvo sometido y supeditado a los intereses de los grandes propietarios locales, a través del arriendo, el préstamo usurario, la compra-venta de tierras, venta de productos a bodegas, almazaras, molinos, etc. Es difícil separar al pequeño del mediano campesino, por los distintos conceptos de ingresos, extensión y calidad de la tierra, el ganado de labor a renta que poseyesen, miembros componentes de la familia, ocupación de los mismos, etc. Se está a caballo entre dos o más capas de población. Se puede ser campesino y jornalero a tiempo parcial (muy frecuente). Esta ambigüedad en la adscripción de clases sociales, creará una conciencia tardía en buena parte de los vecinos. Por otra parte, continua la introducción de los mecanismos de mercado propios de una economía capitalista, que irán haciendo depender al campesinado de los mecanismos propios de este sistema. Las características de autoconsumo se van perdiendo paulatinamente, integrándose el campesinado en el sistema dominante. Para los campesinos, cada vez más introducidos en los mecanismos de mercado, la intensificación de la producción tiene su limite en la reducida dimensión de las parcelas. Si unimos a esta lo injusto del sistema fiscal, las continuas y escalonadas catástrofes naturales, etc., el panorama no se presenta como un futuro esperanzador. Esto se agudiza con el sistema de herencia y el proceso de minifundización, que hace una crisis lenta, pero continuada. En el primer tercio de siglo se sientan las bases de lo que, en los años 60-70, será una crisis continua e irreversible. I.- Villamalea en el primer tercio del siglo XX. 1900-1931. 1.- Vida política en Villamalea. Del caciquismo a la aparición de las primeras organizaciones de clase. 1875-1931. 73 Foto Luis Escobar. 5. 2. 4- Otras capas de población. Por un lado están oficios y comerciantes que dependen para sus ingresos de otras capas de la población. Su suerte está vinculada principalmente a jornaleros y campesinos. Una crisis o una catástrofe natural serán motivos de problemas para ellos. Son los alpargateros, cerrajeros, panaderos, herreros, zapateros, etc. El comerciante, cuando tiene volumen, suele ser un gran propietario, siendo su numero escaso. Suelen adelantar de fiao antes de la cosecha, cobrándose en trabajo, o cuando cobran los jornaleros. Si es un pequeño comerciante, vincula su suerte a la del campesino y jornalero. Una mala cosecha puede hundirlos. Existe en la comunidad un pequeña núcleo de marginados, que por causas diversas carece de trabajo, viviendo de la caridad publica y la mendicidad. Su numero es el de medio centenar durante el primer tercio de siglo. Las actas municipales hacen continuas alusiones a "los pobres de solemnidad de esta villa"; o textos como: "la junta acordó designar como pobres a 51 personas". A este pequeño grupo social, el Ayuntamiento facilita algunos servicios gratuitamente, como medico, medicinas y otros. Por ultimo cabe señalar por su importancia económica y social, el papel que juega la mujer y el adolescente en la producción. La mujer del campesino y jornalero cumple un papel importante, aunque socialmente ocupe un segundo plano y está relegada. La condición femenina sufre una doble explotación, como clase y como mujer. Junto a las faenas del hogar, está su trabajo en el campo: segar, vendimiar espigar, recogida de lentejas y azafrán, etc. Su rendimiento será similar al del hombre, pero menos valorado. Cifrándolo en jornal, recibe la mitad o menos que el varón por el mismo trabajo. Tenemos el siguiente cuadro: Salarios. 1900. Pts/ día Hombre Mujer y niño Primavera, verano, otoño 2 Pts/ día 1 Pts/ día Fuente: E. Alcaraz, pagina 89. Escarda 1,50 0,75 Trilla 2 1 74 Benito Sanz Díaz Estas cifras son ofíciales, si bien en la practica eran inferiores, y para jornadas de trabajo de sol a sol, de 12 a 14 horas. Los testimonios son abundantes, e ilustran la difícil condición de la mujer. “Desde muy joven iba al campo, por necesidad claro está, ya que estábamos muy mal. Trabajábamos como burras para cobrar la mitad que los hombres, aunque llegábamos a rendir más que ellos, por eso del orgullo. Los hombres nos trataban mal. Nos decían: por qué no os quedáis en casa. Nos quitáis jornales. Y era verdad. Si los amos nos daban faena era por que les salíamos más baratas. Esto nos dividía y enfrentaba. Lo entendíamos, pues muchos hombres tenían que mantener a seis y ocho bocas hambrientas, pero en nuestras casas pasaba igual. Si nos quedábamos en casa era un gasto y si ganábamos algún jornal ya era bueno". "Nos pagaban menos por tradición, aunque supiesen que rendíamos como los hombres. Esto llegaba a molestar a nuestros propios maridos. ¿En qué iban a basar su autoridad sí no nos alimentaban? El cobrar menos nos parecía normal, lo que tenía que ser. Cuando hubo sindicatos la cosa cambió. En la recolección, los amos contrataban por grupos. A la más fuerte le daban más para que fuese más deprisa que el resto, obligándonos a ir a su ritmo. Las que no iban a la par corrían el riesgo de que no los llamasen al día siguiente. Esto nos dividía, nos criticábamos entre nosotras. El amo se frotaba las manos cuando nos picábamos. Se aprovechaban de nuestra incultura". Estos dos testimonios recogen algunas facetas, similares por otro lado al de cualquier pueblo agrícola de la zona. Se las explota como mujeres y trabajadoras. Constituyen por otra parte la mano de obra fundamental en las épocas de recogida de productos, como vendimia, siega, azafrán, etc. En cuanto a los niños y adolescentes, hijos de campesinos y jornalero, hay que decir que abandonan la escuela -cuando han llegado a ir- en el momento que pueden desempeñar algún trabajo en el campo. Cualquier trabajo era bueno para irse acostumbrando. Desde un punto de vista económico, su trabajo era complementario de otros, permitiendo un ahorro de jornales a los propietarios. En cuanto el jornal que reciben era considerado -en el mejor de los casos- como el de la mujer, si bien en la mayoría de los casos recibía la comida, y a veces ni eso.