Rebecca responde a tus preguntas Pregunta: ¿Cómo puedo tener más niños en la escuela dominical? Rebecca responde: Hay tantas maneras de lograr esto como lo hay comunidades. Tenemos que empezar donde empezó Josafat, buscando al Señor para encontrar nuestro plan de batalla. Dijo luego Josafat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová. (1 Reyes 22:5) Algunas iglesias han hecho fiestas especiales para los niños como forma de desarrollar amistades con ellos e invitarlos a la iglesia. Otra idea es tener escuela bíblica vacacional o semana infantil, e invitar a todos los niños del área a participar. También se puede realizar algo como operación Andresito, haciendo un énfasis especial sobre invitar a las amistades y parientes de los asistentes. Igualmente, se pueden emplear las escuelitas bíblicas en las casas para alcanzar a los vecinos. En los parques hay muchos niños que pueden ser alcanzados usando flanelógrafos, títeres, cuentos u otros métodos llamativos. Dios te dará ideas creativas a través de tu tiempo de oración, pero es sumamente importante hacerlo todo con la bendición y dirección de tu liderazgo pastoral. Busca al Señor en oración, e implementa las ideas que él te da. ¡Sí se puede! Pregunta: ¿Cómo puedo estimular el aprendizaje en los niños que no saben leer ni escribir? Rebecca responde: Me encanta esta pregunta porque representa precisamente la actitud que los maestros y padres deben mostrar. Es increíble lo que puede aprender un niño pequeño con sólo un poco de atención. Si los estudiantes son preescolares o simplemente no han aprendido a leer aún, hay varias claves que pueden ayudarles a desarrollarse. Usar dibujos, aunque sean muy sencillos o caseros, y hablar de ellos, es una forma muy buena de estimular el aprendizaje. Otra forma es actuar o dramatizar las historias, usando accesorios sencillos; por ejemplo, construye una pared de cajas de cartón o cruza el “Jordán” dibujado en el piso con tiza (gis). La memorización de canciones cortas con movimientos es excelente para el desarrollo de la memoria; nunca pienses que los niños pequeños son incapaces de memorizar versículos cortos (o partes de versículos). Nuevamente, pídele al Señor que te dé ideas creativas. Muchas veces, puedes recortar dibujos o fotografías de revistas o anuncios que son adecuados para estas actividades. Pregunta: ¿Cómo hacer para que un niño reciba a Dios? Rebecca responde: Llevar un niño a los pies del Señor es un privilegio. Es algo que no podemos tomar a la ligera. Un alma eterna está en juego. Tenemos que actuar con mucho cuidado de no usar la culpabilidad, la vergüenza o el temor para obligar a alguien a actuar de acuerdo a nuestra voluntad. Nunca presione a un niño para que acepte a Jesucristo. Es obra del Espíritu Santo, no de la carne o la voluntad humana. Una forma sencilla de compartir el evangelio es el siguiente: Cuando llevamos a los niños a Cristo, tenemos que tomar precauciones especiales. 1. Los niños confían muy fácilmente. 2. Tienen poca experiencia para poder diferenciar entre lo verdadero y lo falso. 3. A veces parece que entienden lo que se les dice, pero después se vuelve obvio que no han entendido la enseñanza. 4. Con frecuencia harán o dirán lo que los adultos les piden porque quieren complacer a los adultos. 5. Algunos niños tienen el deseo y la capacidad para comprender verdades profundas, mientras que otros sólo se quieren divertir. Esto es muy normal. Por todas estas razones, tenemos que cuidarnos mucho en la manera en que enseñamos la Biblia, pero especialmente cuando se trata de la salvación. 1. Tenga mucho cuidado de siempre usar palabras claras y sencillas con los niños. 2. Use palabras que significan exactamente lo que indican en la vida diaria (palabras concretas). (Por ejemplo, el término “nacer de nuevo” podría confundir a un niño porque se refiere a una acción espiritual, no a un nacimiento físico.) 3. Nunca presione a un niño para que acepte a Cristo como Salvador. 4. Nunca compare a un niño con otro como más espiritual o devoto. El camino romano Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Todos tenemos pecado en nuestro corazón. Todos nacimos con el pecado. Nacimos bajo el control del poder del pecado. Nuestra respuesta: El niño debe reconocer que se ha portado mal y ha desobedecido a Dios. Romanos 6:23 “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Si decidimos pagar el precio de nuestro pecado, moriremos – separados de Dios por toda la eternidad. Sin embargo, Jesús vivió una vida sin pecado aquí en la tierra. Él es el único que no tuvo que pagar el precio de la muerte, pero ¡él decidió pagar el precio del pecado por nosotros! Si nos arrepentimos del pecado, aceptamos lo que Jesús hizo por nosotros y lo aceptamos como Señor (Rey, Gobernante, Jefe), tendremos la vida eterna. Nuestra respuesta: El niño debe reconocer que el castigo que se merece por su desobediencia es la muerte. Debe reconocer que sólo Dios puede perdonar su desobediencia y salvarlo. El niño puede limpiar su cara, limpiar sus dientes, limpiar su cuarto, pero sólo Dios puede limpiar su corazón. Romanos 5:8 “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Cuando Jesús murió en la cruz, él pagó la pena del pecado. Él pagó el precio de todo el pecado, y cuando él tomó todos los pecados del mundo sobre sí mismo en la cruz, ¡él nos compró de la esclavitud al pecado y la muerte! La única condición es que creamos en él y en lo que él hizo por nosotros, y que le hagamos Señor de nuestra vida. Nuestra respuesta: El niño debe reconocer que él mismo tiene que tomar la decisión de confiar en lo que Dios dice y darle el control de su vida. Romanos 10:9-10 “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación." Creer es simplemente confiar en la palabra de Dios. Con nuestro corazón (confiando completamente) Nuestra respuesta: El niño debe entender que ha desobedecido a Dios, pero que Jesús, el Hijo de Dios, sufrió en la cruz el castigo que el niño se merecía. Al creer, dice con sus labios que Jesús ahora es su Señor (Jefe o Rey) y Salvador (quien tomó su lugar y su castigo). Romanos 10:13 “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” Nuestra respuesta: No es necesario que el niño recite ciertas palabras, pero sí que le pida personalmente en voz alta a Jesús que sea su Señor y Salvador. Romanos 11:36: "Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén." Nuestra respuesta: Escoger a Jesús como nuestro Señor y Jefe, dejando de insistir en lo que queremos nosotros para tratar de hacer lo que él quiere. Pregunta: ¿Los maestros deben de ser serios y estrictos, o muy juguetones con los niños? Rebecca responde: Encontrar el balance correcto entre la seriedad y la alegría puede ser un reto. Depende en gran manera de la clase, el número de estudiantes y aun varía de un periodo de clase a otro. Las maestras nuevas muchas veces reciben el consejo de no sonreír durante los primeros seis meses de clase, mientras establecen su autoridad en el aula. No tenemos que seguir este consejo, pero es importante establecer la autoridad dentro de la clase de alguna manera. Queremos exigir de los estudiantes un alto nivel de obediencia y respeto, manteniendo al mismo tiempo una actitud misericordiosa. No siempre es fácil encontrar el balance. Si el maestro es muy estricto, los estudiantes no disfrutarán de la clase ni aprenderán mucho. Si el maestro es demasiado indulgente, los estudiantes tampoco disfrutarán de la clase ni aprenderán mucho. Una cosa para evitar es simplemente convertirte en otro niño. Es decir, en medio de la diversión, nunca pierdas tu autoridad rebajándote totalmente al nivel de los niños. Pregunta: ¿Cómo puedo llamar la atención de los niños cuando están distraídos? Rebecca responde: La planificación apropiada puede ayudarte a evitar muchos problemas de este tipo. Un buen maestro planea su clase con cierto ritmo. Toma en cuenta la edad de los niños y sus diversas necesidades. Una hora de clase bien desarrollada incluirá una introducción interesante, quizás algo sorprendente o inesperado, una variedad de actividades y algo adicional a la mano para los días en que nada parece funcionar. Muchas veces esperamos que los niños estén quietos y escuchen mientras el maestro habla en voz monótona por mucho tiempo, cuando los niños no han sido creados con esta capacidad. Los niños se mueven. Esto es normal, y es de esperarse. El maestro debe de incluirlo en su planificación para la clase. En lugar de tratar de batallar contra esta tendencia, es mucho más divertido para todos trabajar con la tendencia. El reto más grande, sin embargo, es establecer tu autoridad de forma apropiada, para poder instituir la diversión de forma controlada. Alguna iglesias caen en la trampa de sólo tener diversión para los niños, con poco o ningún impacto espiritual. El aprendizaje debe de ser divertido y emocionante, pero el aprendizaje no se debe perder en la diversión. Pídele al Señor que te ayude a desarrollar esta capacidad.