Julián Rodríguez Adame (1904-1989) La tierra no tiene dueño, es la madre cariñosa y fecunda de todo aquel que interpreta con humildad y con lealtad la misión del ser humano; preconizamos una filosofía de devoción al esfuerzo sin egoísmo, sin esclavitud y sin privilegio. Creemos que la forma suprema de ser libre se encuentra en lograr que las organizaciones agrícolas se dediq(Jen a producir para el bien común y no para halagar las concupiscencias de los amos. M arte R. Gómez Acta Constitutiva de la Escuela Nacional de Agricultura Noviembre de 1923 acido en Pachuca se is ;;¡ños antes del estallido de la Revo lución, julián Rodrígu ez Adame, hijo y nieto de ga naderos zacateca nos, co menzó sus estudios de ingeniería agronóm ica en la Escuela Nacional de Agricultura de San j ac into, en el Distrito . Federa l. Los co ncluyó en Ciudad ju árez, en la Escuela de Agricultura Hermanos Escobar, de donde egresó en 1924. N La fase violenta de la Revolución afectó la vida de muchas familias en todos los órdenes. La de don julián no fue la excepción. Le tocó vivir la etapa del hambre en la capital de la República, cuando la lucha entre los distintos grupos revolucionarios trastornó la produ cción agrícol a y el abasto de alim entos . "E n esos tiempos -dijo don julián en una entrevista- usted podía tener una moneda de oro en las manos, pero con ella no podía comprar nada. Se vendía un pan mezclado co n aser rín o con haba. Se observaban grandes colas para co mprar leche, pan, carbón; todo era una tragedia. Así lo comprendió mi familia y tuvo que sa lir de México e irse a Tla xcala para, por lo menos, encontrar los alimentos esencial es . Yo fui enviado a Pachuca para continuar mis estudios en la escuela primaria; fue por eso que contemplé esa parte dolorosa, cruenta, pero necesaria, de la Revolu ció n." 1 Los desplazamientos familiares impu esto s por la situación llevaron a don juli án al Norte . junto con su ca uda inevitable y dolorosa de penalidades y sufrimiento, dieron también al joven estudiante la oportunidad de ver vastas fuerzas sociales en acción, de ampliar el conocimiento del país, co n toda su diversidad geográfica y humana, con sus distintas regiones y culturas, con sus enormes necesidades insatisfechas. Ello originó sin duda la acendrada vocación social y de servicio público que caracterizó al ingeniero Rodríguez Adame durante toda su vida profesional, a lo largo de más de 60 años de incesante y fructífera actividad . 1. " Ingeniero Julián Rodríguez Adame", en Las ciencias agrícolas y sus protagonistas, vol. 1, El Colegio de Postgraduados de Chapingo, Chapingo, México, 1984. El ingeniero Julián Rodríguez Adame nació en Pachuca, Hidalgo . Inició sus estudios profesionales en la Escuela Nacional de Agricultura en San jacinto , Distrito Federal. En 1920 ingresó a la Escuela Particular de Agricultura Hermanos Escobar en Ciudad )uárez, Chihuahua, donde terminó la carrera de agrónomo. Realizó estudios de posgrado en Ingeniería Agrícola y Economía Aplicada a la Agricultura. Se le confirió el grado de Maestro Honoris Causa en Desarrollo Agrícola de la Escuela Superior de Agricultura de Ciudad)uárez y de la Universidad de Chihuahua. La Universidad de Coahuila le otorgó el de Maestro Honoris Causa. Sus actividades profesionales las inició como agrónomo de la Comisión Nacional Agraria (1925-1932). Posteriormente, fue jefe del Departamento de Agronomía de la Dirección General de Fomento Agrícola, actual Dirección General de Agricultura (1935}; jefe del Departamento Financiero del Banco Nacional de Crédito Ejidal, S.A. (1938-1941 }; secretario general del Departamento Agrario (1942-1944); ge- 280 Igual qu e M arte R. Gó mez, ese mento r esc larec ido de mu c has generac io nes de agróno mos, do n juli án ca ptó con clarid ad el ca rácter reivin d ica to ri o y ju sti c iero de la cuestió n ag rari a. Era imprescindibl e la téc ni ca. Era indi spe nsa bl e el c rédito. Igual ocurría co n la in vesti gac ió n y el extensioni smo. Todos eran facto res q ue hab rían de co nju ga rse en un vasto sistema qu e propi c iara el desarro ll o. As í lo entend ió Rod ríguez Adame desde q ue empezó a c umplir sus anh elos en favo r del ca mpesin o mexica no. Pero tambi én co mprendi ó qu e había un a ex ige ncia impostergab le de carácter ético. Esta co nvicció n no lo abando nó nunca . Siempre pensó qu e la base de l desa rroll o agríco la del país era la entrega de la ti erra. Po r ello en la entrevi sta mencio nada ex presó lo sigui ente, refiri éndose a los prog ramas de fo mento agríco la qu e se empeza ron a impul sar des pu és de apro barse la Co nstitu ción de 1917: " Prim ero tenía q ue re partirse la tie rra destru yendo el lat ifun d io. Las co nd iciones para tec nifi ca r la agri cultura todav ía no eran propi c ias, dada la urgencia del reparto de ti erra, la escasez de téc ni cos y la limitada ca pac idad de los rec ursos fin anc iero s y tecn o lógicos. Desde lu ego, lo desea bl e hubi era sido poder rea li zar ambas acc iones a la vez: el reparto agrari o y el progreso agrícol a. Lo pri o ritario para el país al térm ino de la Revolu c ió n era el problema agrari o . En con sec uenc ia - durante vari os años-- la acti vid ad fund amental del agrónomo fu e la de ir al ca mpo para hace r ju sti c ia agrari a y desde lu ego -c uando esto fu e posible- tambi én se empezó a dar o ri entac ió n a los campesinos, ayudarl es a o rga ni za rse y a defender y dar cumplimi ento a la legislac ió n agrari a. " Mu c hos ca min os recorri ó don julián en sus esfuerzos por lograr qu e se cumpli era la vocac ió n agrícola de M éx ico. Muy pronto se in corpo ró a la Comi sió n Nacion al Agrari a y parti c ipó con entu sias mo juvenil en el reparto de ti erras y en los prog ramas de crédito y asistencia técnic a a los productores del campo. Fue edu cador y maestro, y sembró la inqui etud .de conoce r e investi ga r en mu c hos ámbitos, prácti ca mente hasta el fin al de su vid a plena de reali zacion es: desde sus actividades como profesor y director de la Esc uela Central Agrícola de Ten ería, en Tenancin go, a princ ipios de los años treinta, hasta el Colegio de Postgradu ados de Chapin go, en 1988, pasa ndo por las aul as de la Esc uela Nac ional de Economía d e la UNAM, la Esc uela Nac ional de Agri c ultura y las universidades de Sonora y Coahuil a, en nuestro país, y por mu c has del extranj ero. Entre estas últim as descuellan las de San Carlos, en Guatemal a, la Nac ion al de El Salva dor, la Central de M adrid y la de Stanford , en Californi a. Su s con cepciones en cu anto a la edu cac ión y el aprendizaj e como un proces o vivo e interactu ante d e eminente ca rácter soc ial, en el c ual en se ñan y aprend en las dos partes qu e en él intervi enen, qu edan cl aramente ex pu estas en los sigui entes párrafos, refe rentes a las escuelas prácticas de agri c ultura para los hijos de los campes inos. Estos pl anteles se estableci eron en 1925-1926, durante el gobi erno de Plutarco Elías Calles, conform e a un enca rgo cumplido por el ingeniero Gonza lo Robl es: " Fu eron se leccion ados los lugares qu e se consideraron más adec uados para establece r estas escuelas. Debo advertir qu e éstas no fueron escuelas de piza rrón o de laboratorio, sino qu e eran propi amente haciendas qu e habían pasado, medi ante la Reform a Agrari a, de los hacendados al servi cio de los profesores y los estudi antes . En esa época me tocó el honor de dirigir la esc uela de Tenería, en Tenan cingo, algun os años despu és de haberse c reado . Esta esc uel a, en aqu ella época, contaba con unas quini entas hectáreas en un va lle hermosísim o. Disponía de unas ochenta hectáreas de riego, doscientas de temporal, c ien de agostadero y cien de monte y un pequ eño sistema de ri ego. " En estas escu elas se tenían program as específi cos. Se impartían cursos qu e in c luían la produ cci ó n de cosechas de hortalizas, culti vos básicos, industrias agropecuari as, co mo la de derivados de lech e; avi c ultura, apic ultura y curtiduría. Contaban con tall eres de ca rpintería y mecá ni ca . Así tambi én, tenían establ os co n ga nado de múltipl es espec ies . Con estos elementos rea lizábamos la enseñanza prácti ca . Estas activid ades form ati vas de o rden práctico se coordinaban con las de la enseñanza prim ari a fun da mental, qu e ahí mi smo se impartía. En estas tareas se contaba con elconcurso de los maestros norm ali stas. De esta forma, los jóvenes qu e concurrían a esas esc uelas -a la vez qu e estudi aban su edu cac ión primari a y aun niveles más ava nzados- se in struían en las prácticas de la agri c ultura. Como estas esc uelas estaban ubicadas en el ámbito rural, se trataban los probl e- julián rodríguez adame rente general de la Compañía Exportadora e Importadora Mexicana, S.A. -actual Conasupo- (1944-1948 y 195 -1958); director general de Precios de la antigua Secretaría de Economía tl951-1955); secretario de Agricultu ra y Ganadería en el régimen del lic nciado Adolfo López Mareos ( 19581964). Durante su gestión como Secretario de Agricultura se inició el Plan Chapingo . El 22 de febrero de 1959 inauguró las actividades del Colegio de Posgraduados, que inició la educación de postgrado en ciencias agrícolas en México, con base en la Ley de Educación Agrícola de 1946. En 1960 dio comienzo a las actividades del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, resultado de la integración de la Oficina de E turnos Especiales y del Instituto de Investigaciones Agrícolas, dependencias de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG). Durante este período se iniciaron las labores del Inventario acional Forestal y se fortaleció el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales. En el Instituto acional de Investigaciones P~cuarias se apoyaron e incrementaron las actividades de investigación en producción animal, mediante la incorporación a este último del Centro de Investigaciones Pecuarias, relacionado anteriormente con la Oficina de Estudios Especiales de la SAG. Para vincular la enseñanza y la investigación, en este período se estableció el Consejo acional de Investigación y Enseñanza Agrícola Superior. Asimismo, se dieron los primeros pasos para integrar la Asociación de Directores de Enseñanza Agrícola Superior, que con el tiempo se transformó en la actual Asociación Mexicana de Enseñanza Agrícola Superior. En 1932 inició sus actividades docentes como director y profesor de la Escuela Central Agrícola de Tenería, en el Estado de México (1932-1935). Fue también profesor titular de Economía Agrícola en la Escuela Nadonal de Economía de la UNAM (1939-1958); profesor de Economía Agrícola en la Escuela Nacional de Agricultura, Chapingo, México (1942-1943 ); profesor visitante en las universidades de Sonora, Coahuila, San Carlos en Guatemala, San Salvador en El Salvador, Central de Ma- 281 comercio exterior, abril de 1989 mas de las com unid ades agrari as vecinas, los propios agri cultores venían a la escuela a participar y había un a convivencia muy directa entre éstos, los estudiantes y los profesores." Durante el gobierno del ge nera l Lázaro Cárde nas, don jul ián estuvo a cargo de l Departamento de Agronom ía de la Secretaría de Agr icultura y Fomento y lu ego fue gerente de l Banco Naciona l de Crédito Ejida l. En ta les trincheras partic ipó en esa etapa hi stó ric a de " ju sticia agrari a", cuando por fin "se entregaron a los campesinos las tierras más va li osas de México", para decirlo co n sus pa lab ras. Fue también la etapa de las esc uelas regiona les campesi nas, que integraban las escue las prácticas agrícolas y las normales rurales, y la época de las misiones cu lturales. De las primeras d ij o Rodríguez Adame, consciente de la importancia soc ial de los maestros en el ámbito rural, lo siguiente: "Se buscaba, de esa manera, que el maestro normali sta rura l adq uiri era preparación práctica en agricu ltura. Si esta med ida se hubi ese conservado, el maestro rural en la actualidad sería un a personad~ gran importancia por la só lida preparación en ambos campos de actividad relevantes para la educación en el ámbito rural. Habría tenido cuando menos unos tres años de prácticas agríco las, más unos dos o tres años de preparación pedagógica. Este profesional sería un elemento sin gu lar de colaboración para las act ividades del agrónomo regional y otras act ivid ades para el impul so de la agricu ltura." Y de las misiones culturales ca rdeni stas opinó: "Ad junto a cada misión se estab leció un centro de investigaciones soc iales. La misión cultural servía para ll evar a los pueblos la influ encia de la esc uela, las nuevas enseña nzas, las prácticas agrícolas, los oficios, las artesanías y la cultura musical. As í también, sus actividades incluían los primeros auxilios médicos, las expresio nes artísticas, como la pintura, las artesa nías y otros aspectos importantes para la vida de la com unid ad rural. Estas misiones culturales visitaban cada comunidad una o dos semanas para lu ego moverse a otras, dejando atrás grupos organizados. Cuid aba n las activid ades domésticas de la mujer y el mejoramiento de l hogar ca mpes in o. Por su parte, el In stituto de In vestigaciones Soc iales rea li zaba trabajos para conoce r los problemas de las com unid ades y orientar la enseña nza en función de los problemas de la misma com unid ad. Indud ableme nte que estas actividades fueron va li osas experienc ias para nuestro país." d.rid y Standford en California, Estados Unidos. Como investigador abordó entre otros temas los siguientes: reforma agraria, crédito agrícola, desarrollo agrícola, demografía y alimentos, economía y comercio, e ingeniería y política agrícolas. Su aportación editorial incluye más de SO títulos, entre los que se encuentran: La organización del ejido, Los colectivos, Sistema de crédito agrícola, Población y alimentos en América Latina y Desarrollo agrario en México. Para sus tareas docentes preparó los Apuntes de economía agrícola, UNAM. Entre sus actividades internacionales destacan las siguientes: embajador de México en Japón, embajador concurrente en Taiwán, Pakistán y Corea del Sur; delegado de México de la Federación Americana del Café (de la que fue fundador), de la Federación Interamericana del Algodón y del Instituto Internacional del Algodón; consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (1971-1981); coordinador general para el Desarrollo Agrícola en América Latina (BID), y miembro del Consejo Directivo del Servicio Internacional para el Desarrollo Agrícola, con sede en Nueva York. O El ingen iero Rodríguez Adame fue un de.cidido creador e impul sor de in stitu cion es. Reproducido de " Ingeniero Julián RoEntre ellas, por la trascendencia de sus apo rtac iones a la vida nacion al y a la " revo lu ción dríguez Adame' ', en Las ciencias agrícolas y sus protagonistas, vol. 1, El Colegio de verde" y por el lu ga r que siempre les conced ió don julián en la esca la de sus preferenPostgraduados de Chapingo, Chapingo, Mécias, no es posible dejar de mencionar el In stituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, xico, 1984, pp. 1-2. el Colegio de Postgraduados de la Escuela Naciona l de Agricultura de Chap in go y el Consejo Superior de la Enseñanza y la Investigació n Científica Agrícola. Todas se estab lecieron durante la gestión de Rodríguez Adame como sec reta rio de Agricultura de l gob ierno de l presid ente López Mateos. Co n el las se trató de contribuir y forta lecer lo que los agrónomos ll aman la "santísima trinidad", es decir, el sistema integra l de la ed ucación , la investigac ión y el extensionismo, concebido como el pi lar del desarrol lo agrícola de México. Se había logrado ya, por medio de las in stitucion es anteriores, que las actividades de los plantel es de enseñanza superior se su jetaran a un a coordinación nacional, y que las actividades téc nicas y científicas relacion adas con la agricu ltura, la ganadería y la silvicu ltura tuviesen un organismo recto r. Faltaba, sin embargo, integrar el extensionismo . Así nació el Plan Chapingo, instrumento de coord in ación e impu lso que tuvo con el tiempo exce lentes resultados y que mucho debió al ingeni ero Rodríguez Adame y a su fe indeclinable en la capacidad y creatividad de los mexicanos. Don julián estuvo activo y animoso hasta el último año de su larga vida . En el c urso de ell a no sólo destacó como agrónomo, maestro y creador de institu ciones . Tambi én fue diplomático de reli eve y representó a su país en numerosos foros e instancias. Además de embajador en japón (residente), Pakistán, la República de Corea y Taiwán (concurrente), partici pó en la Federac ión Americana del Café, la Federación lnteramericana del A lgodón, el In stituto Internacional del Algodón, el Centro Internac ional de Agricultura Tropical y e l Grupo Internacion al para el Desarrollo Agrícola en América Latina, entre otros. Fue, asimismo, consu ltor del Banco Interamericano de Desa rrollo . Desde enero de 1981, en cal idad de mi embro fundador del Comité Editorial de Comercio Exterior, aportó su va liosa experiencia, sus amp li os conocimientos, su indudab le buen ju icio y, sob re todo, su bonhomía y su bondad intrín secas, a la tarea co lectiva. Con ell o contribuyó a mejorar el contenido de las páginas de esta pub licación. Su presencia siempre grata, su inteligencia y su visión de largo plazo, cual idades envueltas en un fino humor, hici eron de las sesiones de trabajo de l Comité Ed itorial experiencias ino lvidables. En esta revista nun ca se lame ntará lo suficiente su muy se ntida ausenc ia. Descanse en paz. O