Eliane Miguel Comentario del libro Hacedor de estrellas de Olaf Stapledon Desde el inicio, el autor va llevando al lector a través de una cascada de ideas que cuestionan la propia existencia, cuando él está sentado en la colina reflexionando acerca de lo que llama su “núcleo” que es la relación que tiene con su esposa llamó mi atención el contraste que hace del universo y de la magnificencia de éste con las cosas cotidianas que como humanos vivimos día a día. Una vez que él comienza el viaje fuera de la Tierra, me gustó mucho la descripción de éste, los fenómenos físicos que iba percibiendo debido a la velocidad a la que viajaba, a las propias características del espacio, y me gustó también la forma en que el autor imagina las experiencias sensoriales y las reflexiones que va haciendo el viajero durante ésta experiencia. Con las descripciones de la Tierra vista desde fuera, luego del sistema solar, de los planetas al atravesarlos en su interior, del viaje a través de la galaxia y más adelante entre galaxias, uno puede internarse en un viaje mental de recreación de estos escenarios que fue de lo que más me agradó de la lectura. Aunado a la descripción de viajes interespaciales, la de los lugares, sus procesos naturales, los organismos o formas de vida es divertida y aunque en algunas partes algo truncada, muy imaginativa. Mientras avanzaba en la novela, cuando él llega al primer planeta que descubre con vida, empieza a narrar las características físicas de los seres que ahí habitaban, sus creencias, formas de organización social, ideas, me agradó también esta parte, sin embargo no pude evitar pensar en cuán difícil o imposible sería para alguien escribir sobre otra clase de vida sin caer inevitablemente en una descripción de la propia, ya sea haciendo comparaciones contrarias, contrastantes, similares, pero de una u otra forma se relacionaba con lo que es la raza humana y la idiosincrasia que como sociedad humana hemos desarrollado. Sé que no puede ser de otra forma, pues no podríamos escribir de algo completamente distinto siendo que no lo conocemos, pero me parece pertinente mencionar el sentimiento que tuve en esta parte. Quizá porque éste primer planeta que él visita es el que más parecido tiene al nuestro pues describe en él situaciones de movimientos sociales, conflictos raciales, importancia de la religión y son situaciones plenamente familiares, y como se ve más adelante el que él puede concebir sólo por la limitación de su pensamiento. Cuando en éste lugar él descubre que puede alojarse en la mente de los habitantes y con esto conocerlos más sin pérdida de individualidad, finalmente se alojó en la mente de Bvalltu, un habitante de la otra tierra, quién lo ayuda a una comprensión mayor de la raza y del planeta para luego ir juntos al siguiente mundo pues crean una especie de dependencia que hace que al separarse entren en estados de confusión. Así que juntos viajan a otros mundos, en la misma clase de viaje mental o lo que podría llamarse astral, y en éstos mundos se convertían en huéspedes de algún nativo quien a su vez en ciertas ocasiones se sumaba al viaje. Mientras más fusiones de mentes se iban haciendo el pensamiento colectivo iba expandiéndose cada vez más, lo que a su vez iba haciendo posible la comprensión de nuevas experiencias, mundos, ideas, habitantes, que cada vez discrepaban más con la del personaje humano que comienza el viaje. Así el autor describe lo anterior como uno de los movimientos que el cosmos emprende para conocerse a sí mismo, coincidiendo en muchos de los lugares las sociedades en crisis, en algunas una época de esplendor ya habiendo superado las crisis, la pérdida de individualidad como un grave defecto de todas las criaturas de distintos lugares al sucumbir a la sociedad, un sentimiento homogéneo de amor al prójimo y de una divinidad existente, una clase de “algo”, los habitantes de éstos mundos no lo describían propiamente como una divinidad, pero formulaban sus teorías de lo que podía ser, siempre con el sentir de que debía existir ese tan buscado hacedor de estrellas. Llama mi atención la descripción que en algunos capítulos hay de la extinción de algunas especies por desastres naturales, por debilidad social, por falta de desarrollo tecnológico, mientras que en otras alcanzaban un desarrollo que los colmaba de paz, y los viajeros al conocer distintas facetas del universo comprendían cada vez menos lo que podía ser éste hacedor de estrellas. Uno esperaría que al conocer cada vez más de algo pueda entenderse, pero quizá cuando ése algo es tan extenso como el universo el hecho de conocer cada vez más haga que se concluya cada vez menos. Sé que esto es una novela y sería muy difícil poder llegar a la comprensión de otros mundos si es que existen, pero tan sólo en nuestra pequeña región local del espacio llamada Tierra, eso sucede al intentar entender a la humanidad o a los fenómenos físicos que ocurren. Supongo que por el contexto social que se vivía para la época en que el autor escribió el libro, llega a un momento en la historia en la que comienza a narrar una crisis de la galaxia, dónde un imperio cometía opresión intentando llevar a los mundos que lograba oprimir a un estado de destrucción. Los mundos más desarrollados intentaron contrarrestar esto y pronto los viajeros se unen a la causa descubriendo vida en todas partes que conformaban el universo como estrellas, nebulosas y galaxias las que al final también se unen a la lucha contra esta crisis. Llega un momento, en que la unión “consiente” de todas estas partes del cosmos hacen posible la percepción del hacedor de Estrellas, el cuál haciendo una analogía con nuestro concepto de Dios tiene propósitos incomprensibles, dónde se manifiesta una dualidad inseparable de lo bueno y malo, que volviendo a nuestro planeta y nuestra raza es motivo de reflexión de muchos de nosotros.