VII. EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO

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VII. EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM
EN MÉXICO, QUINIENTOS AÑOS DESPUÉS
DE SU LLEGADA AL NUEVO MUNDO
Carlos Larralde y Edda Sciutto
…no es por no saber, sino por no hacer.
Dedicado a la doctora Aline S. de Aluja
VII.1. Prefacio
La Taenia solium parasita principalmente a humanos y cerdos. La enfermedad que la Taenia solium causa en los humanos (teniasis/cisticercosis: t/c) no
figura entre las causas más frecuentes de morbilidad y mortalidad humanas del
México actual1 como lo hacen la hipertensión, la diabetes, el carcinoma cérvico-uterino, el de mama y pulmón, los accidentes, las enfermedades neurodegenerativas y otras más. Sin embargo, la neurocisticercosis sí impacta gravemente
en la salud del enfermo y al presupuesto de la salud pública por tratarse de una
enfermedad crónica que requiere de instrumentos diagnósticos costosos, difícil
manejo médico, consulta e internamientos múltiples y cirugía del cráneo. En
los servicios especializados de neurología, la neurocisticercosis es la quinta causa
más frecuente de consulta (4.3%) (Jiménez-Marcial y Velázquez, 2004; Sciutto
et al., 2000), es motivo del 25% de las craneotomías, y se la encuentra en el 2%
de las autopsias del Hospital General de México (Vega et al., 2003) y del Centro
Médico Siglo XXI (Rabiela-Cervantes et al., 1982).
La t/c es prominente en el conjunto de enfermedades transmisibles entre
1 “Estadísticas de mortalidad en México: muertes registradas en el año 2003” (2005), Salud Pública de México 47(2):171-187; “Estadística de egresos hospitalarios del sector público del Sistema
Nacional de Salud, 2003” (2004), Salud Pública de México 46(5):464-487.
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humanos y animales domésticos, las que se albergan en las condiciones insalubres
de la vivienda rural y en las formas de vida y estrecha relación de los humanos con
sus animales (“zoonosis de traspatio”). Desde el traspatio se extienden hacia el
medio urbano y a la ganadería tradicional y tecnificada (cerdos, vacas, gallinas,
ovejas, cabras) y hacia las especies selváticas de la vecindad y aun a sitios remotos.2
En su conjunto, las “zoonosis de traspatio” sí plantean una seria amenaza a la
salud y a la economía de México y se justifica su atención y control en términos de
costo-beneficio. Un programa de control contra la t/c implica acciones que tendrían efectos colaterales sobre varias de las otras “zoonosis de traspatio” y sus
beneficios deben considerarse en la toma de decisiones sobre su implementación.
Aunque aquí se le conoce de antaño, y desde México se ha contribuido sustancialmente a su conocimiento mundial, la cisticercosis no ha merecido un
esfuerzo decidido por eliminarla dado su bajo perfil epidemiológico. Quizá la
razón del desdén es que afecta principalmente a los habitantes del medio rural,
históricamente marginados del desarrollo nacional. Pero la progresiva y masiva
migración del campo a las ciudades seguramente trae consigo a un conjunto de
agentes patógenos capaces de invadir y conquistar el medio urbano. Tal parece
el caso de la cisticercosis, cuyo creciente reconocimiento en Asia y África y su
reemergencia en EEUU y Europa delatan la progresiva extensión territorial del
parásito y preludian una amenaza de dimensiones globales, así se extienda menos
aparatosamente que otras, sobre todo las virales, pero cuyo daño a la salud
pública del mundo ya es de consideración.
Este capítulo contiene un conjunto de reflexiones sobre la relación de la
especie humana con la Taenia solium, que es importante considerar en el diseño de un programa de control contra la t/c. Trata principalmente sobre la
compleja causalidad biológica y social de esta parasitosis, sobre la diversidad de
su presentación, de sus estrategias de transmisión, de su cauces de dispersión
geográfica, y de sus amenazas de incorporar a otras especies animales.
Esta complejidad diversa explica en parte la persistencia de la t/c en México
2 Hay múltiples indicadores de la importancia de las “zoonosis de traspatio”. El más dramático y
actual es quizá la influenza aviar, que se extiende desde Asia hacia todo el mundo posiblemente a través de pájaros o humanos migrantes haciendo escala en los animales de traspatio. Pero hay otras zoonosis, viejas conocidas de antaño, menos aparatosas pero igualmente responsables de estragos a la
salud pública y a la economía ganadera, que son causadas por virus, bacterias y parásitos, tales como:
disenterías por enterobacterias, salmonelosis, brucelosis, peste, cólera, hepatitis, tuberculosis, tifo,
mal de Chagas, equinococosis, dengue, rabia, cisticercosis, fiebre porcina clásica, triquinelosis, ascaridiasis, toxoplasmosis, etcétera).
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CISTICERCOSIS
y otros países subdesarrollados de Latinoamérica, Asia y África, así como su
creciente emergencia en el mundo desarrollado, y augura una tenaz resistencia
a ser erradicada por acciones sencillas, únicas u ocasionales.
Un programa de control plausible y con visos de efectividad debe reconocer
y contender con la complejidad biosocioecológica de la relación entre los
humanos y sus gusanos, entre los que la T. solium quizá sea uno de los más tenazmente aferrados a su hospedero y estilos de vida.
A continuación siguen tres secciones: la primera (“En resumen”) aborda la t/c
y su control de manera esquemática y resumida; la segunda (“En extenso”) es
una suerte de glosa del resumen anterior, que profundiza y detalla los hechos y los
argumentos, así como ilustra algunos de los asuntos que lo ameritan; y la tercera (“Colofón”) expresa nuestra opinión sobre las estrategias posiblemente más
costo-efectivas. Las repeticiones en que incurre este diseño del capítulo pueden
resultar tediosas a un lector apresurado, pero las disculpa la esperanza de que favorezcan su comprensión y retención, y sirvan de fuente de consulta y reflexión a
los más interesados.
VII.2. En resumen
VII.2.1. Sobre su causalidad
Es verdad que la forma adulta de la Taenia solium causa la teniasis/cisticercosis
en humanos y cerdos, pero ésa no es toda la verdad. La humanidad hace o no
hace lo suyo para propiciar o rechazar ambas formas del parásito: la adulta
(solitaria) en el humano y su larva (cisticerco) en cerdos y humanos.
La Taenia solium requiere para su establecimiento, reproducción, transmisión, dispersión, persistencia y evolución de una red de condicionantes biológicos,
históricos, sociales y culturales de los seres humanos, entrelazados y programados en intensidad, tiempo y espacio entre sí y con los propios del parásito
(figura vii.1). Y la humanidad, para rechazar al parásito, requiere efectuar una
serie de acciones, también de diversa factura, programación, extensión, duración y costo. La persistencia de la t/c en México demuestra que, a pesar del
visible progreso del país, las condiciones que favorecen a la T. solium superan a
las que lo rechazan.
La t/c probablemente llegó a México hace cerca de 500 años. Junto a los conquistadores y sus cerdos domesticados venían también sus parásitos y varios
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Figura vii.1. La complejidad de la red causal de la salud individual está inmersa en otras
redes de complejidad creciente que se conectan con la salud pública, con otros sectores de
la red social, con otras especies y con el entorno y el tiempo.
otros patógenos hasta entonces ausentes en el Nuevo Mundo, los que habrían
de ser poderosos aliados de los invasores, diezmando a los indígenas de entonces, y que aún están en operación (Crosby, 1972). Ahora el número de mexicanos
pasa ya de 100 millones y el de sus cerdos se calcula en 15 millones aproximadamente: una rica oferta de hospederos definitivos e intermediarios para un
parásito que logró sobrevivir, diversificarse y evolucionar ante una oportunidad infinitamente menor. Ahora ya está la T. solium profundamente arraigada en
México, donde continúa causando estragos y se abre caminos de vuelta hacia
los territorios de los países desarrollados que antes la habían expulsado.
La T. solium se estableció en México en dos escenarios conectados pero no
idénticos (figura vii.2). En el ámbito rural es donde reproduce su ciclo completo, aprovechándose de la pobreza y marginación social del medio, lo que
entre otras cosas propicia una estrecha e insalubre convivencia del humano con
sus animales domésticos de traspatio y su mutua infección. Desde ahí se dispersa el parásito hacia el ámbito urbano nacional y al extranjero, aprovechando
las crecientes corrientes migratorias (figura vii.3). En las ciudades hay escasas
condiciones para que la T. solium establezca su ciclo vital completo por no haber
casi cerdos vivos, pero el teniósico migrante o autóctono, una vez ubicado en la
ciudad, aunado con la inmensa producción de huevos por parte de su solitaria,
amenaza transmitir la cisticercosis a las personas con las que convive, y aún
más ampliamente si maneja o vende alimentos a las multitudes de consumido-
soli
s
rco
t
ar
ia
cistic
e
Humanos
Cerdos
s
vo
hue
Medio ambiente
Figura vii.2. Diagrama de Venn que muestra las intersecciones de las distintas etapas de
desarrollo de la Taenia solium sobre sus hospederos y el medio ambiente.
Resto del mundo
México
Medio urbano
Hc
T
Medio rural
Hc
T
T
Cc
Hc
Hc
Hc
T
T
Hc
Hc
Figura vii.3. El teniósico es el nodo central de la transmisión de la Taenia solium, y los
cerdos y humanos cisticercosos son las víctimas. La red de transmisión de la Taenia solium
en México conecta al escenario rural, donde se enraíza y dispersa, con el escenario urbano
nacional e internacional, en donde se dispersa. El riesgo de la teniasis/cisticercosis viaja
junto con el teniósico
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res de comida rápida callejera. Esta imprudente conducta de alimentación
callejera que se da en las ciudades, surge por razones de la distancia hogarempleo y de las dificultades de tránsito imperantes, ofrece millones de oportunidades de transmisión de cisticercosis cada día, en cada comida. En todos sus
escenarios —rural, migrante, urbano—, algunos de los riesgos de contraer la
infección son los mismos y otros difieren, pero en todos están involucrados
determinantes biológicos y sociales y sus múltiples combinaciones y presentaciones en el espacio/tiempo (cuadro vii.1).
Cuadro vii.1. Heterogeneidad de factores en la red de transmisión
de la Taenia solium
Factores
Biológicos
Hospederos
Parásitos
Variedades
Expresiones
- Genéticos, inmunológicos, - Susceptibilidad/resistencia.
sexuales,
- ídem, fertilidad, tropismo. - Transmisión.
Sociales
Cultura
Educación
Economía
Demografía
Migración
Desarrollo
- Porcicultura rústica.
- Alimentación, defecación.
- Pobreza.
- Crecimiento, densidad.
- Laboral, turismo.
- Red carretera, urbanismo.
Técnicos
Vacunas
Diagnóstico
Tratamiento
- Parásitos residuales y selec- - Transmisión.
ción de resistentes.
- Transmisión.
- Falsos positivos y negativos. - Transmisión.
Políticos
Transición epidemiológica
Étnicos y de género
Gobierno
Comunidad
- Desatención.
- Exposición.
- Exposición.
- Exposición.
- Transmisión.
- Transmisión, dispersión.
- Transmisión, dispersión.
- Profundización.
- Discriminación.
- Profundización.
- Corrupción, indolencia.
- Todas.
- Ingobernabilidad, desespe- - Todas.
ranza.
188
CISTICERCOSIS
La complejidad de su causalidad, la diversidad y extensión geográfica de sus
escenarios, el crecimiento poblacional de sus hospederos humanos y porcinos,
y la multitudinaria y creciente oportunidad ofrecida al parásito para dispersarse y multiplicarse, le confieren a la t/c una gran estabilidad ante intervenciones
de control sencillas, locales u ocasionales. Esto es, la t/c cuenta con muchas
maneras de prevalecer, y expulsarla requerirá de una estrategia posiblemente
también compleja, diversa, sostenida y costosa.3 Por eso, mientras el parásito
adulto persista, así sea en unos cuantos habitantes o en algún apartado rincón
del territorio mexicano o del de sus vecinos, habrá riesgo de infección y de cisticercosis para humanos y cerdos.
VII.2.2. Sobre la historia del control
Suele darse por bien sabido lo que bastó en Europa para controlar la transmisión de la cisticercosis causada por la Taenia solium: la higiene personal, la
construcción de redes de drenaje para los excrementos humanos y la inspección sanitaria de cerdos con destrucción de la carne infectada (Gemmell et al.,
1983). Lo que no es bien sabido es que le tomó a Europa cerca de 600 años abatir a la T. solium, desde el primer decreto del conde Raoul IV de Neuchatel en
1261, en el que prohibía la venta de carne de cerdo “granujienta”, hasta las primeras décadas del siglo xx, en que la Unión Soviética declaró haberla reducido
drásticamente con tratamientos masivos contra la teniasis de los humanos (Villagrán y Olvera, 1988; Frolova, 1982).
Algunas de esas acciones se intentaron poner en práctica en México, pero
nunca con la puntería, energía, extensión, rigor y duración suficientes para
lograr el control de la t/c. Es justo agregar que quizás nunca tuvo la t/c una
alta prioridad de atención ante la discriminación del indígena, el descuido del
campesinado y la suma de tantas otras eventualidades y necesidades por las
que transcurre la historia de México.
La tenaz persistencia de la t/c en Latinoamérica, su creciente presencia en
Asia y África y el temor a su dispersión en el Primer Mundo a través de los trabajadores migratorios, intensificaron recientemente el interés científico por
conocer mejor al parásito y a la enfermedad que causa, así como por desarro3 Véase Anderson y Gordon, 1982; Anderson y May, 1985; Barabási, 2002; Esch, 2004; Keymer,
1982; Lawson y Gemmell, 1983.
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llar tecnologías para fortalecer las medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento. La investigación biológica de los últimos 30 años, sus avances tecnológicos y las pingües ganancias esperadas de su comercialización en el Tercer
Mundo, han revivido en algunos colegas del sector privilegiado —nacional y
extranjero— la optimista sensación de que ahora sí puede erradicarse esta
calamidad prehistórica (Pawlowski et al., 2005).
Y sí, en el pizarrón sí es posible su erradicación: lo ha sido desde hace 150
años, cuando Kuchenmeister y Leuckart demostraron su relación con la solitaria (figura vii.4). Pero la dificultad hasta ahora insalvable en México estriba en
llevarlo a cabo. No suele templar a los entusiastas el poco caso que hacen los
Figura vii.4. Kuchenmeister (izquierda) demostró en 1852, en unos condenados a muerte, que la ingestión de cisticercos de la Taenia solium resulta en el desarrollo del gusano
adulto, identificando así la piedra de toque en la transmisión de la Taenia solium. Ya
Anthimus (511-534) había sospechado que alguna relación existía entre los cisticercos y
la solitaria, pues así se lo comunicó en una carta a Teodorico, rey de los Francos: “Sospecho
que los humanos desarrollan a la solitaria al comer carne cruda de cerdos grasosos”. Y, asimismo, los chinos ya habían escrito (180 a.C.) que los gusanos planos, “Tsun Pai Ch’ung”,
los adquirían los humanos al comer carne cruda. Leuckart (derecha) demostró en 1861
que la ingestión de proglótidos pletóricos de huevos de la Taenia saginata causaba la cisticercosis tisular del ganado vacuno, la otra conexión que faltaba para completar el ciclo
vital de los taenidos (Viljoen, 1937).
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CISTICERCOSIS
eventos naturales a los decretos y deseos de los humanos. Ni tampoco los arredra el que la infección subsista en la humanidad asentada en sus sectores más
inaccesibles y empobrecidos en cuanto a todo tipo de recursos, sectores que
son muy numerosos y diversos en lo biológico y lo social, geográficamente dispersos por todo el globo e irregularmente conectados con los sectores desarrollados. Las multitudinarias poblaciones y la enorme diversidad geo-biológicosocial de este sector (figura vii.5), plantea serias limitaciones económicas y
logísticas a programas sencillos y pronostica diferencias en la aceptabilidad,
costos y efectividad de los esfuerzos para controlar la infección.
Sin embargo, aunque el obtáculo para la solución definitiva es, sin duda, el
lento desarrollo social de los países que sufren la endemia, es posible que algo
se pueda hacer mientras tanto para, al menos, contener la transmisión de la t/c
en México. Es el objetivo de este capítulo el trazar los ejes principales de la
compleja red de causalidad de la t/c y señalar estrategias y objetivos plausibles
para iniciar una lucha organizada en su contra.
Figura vii.5. Mapa de poblaciones en la cercanía de la ciudad de Oaxaca, el que ilustra
la intrincada geografía del escenario rural de transmisión de la teniasis/cisticercosis.
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VII.2.3. Sobre la conveniencia de un programa de control contra la t/c
Pensar en un programa de control de la t/c implica intentar impedir que ocurra un evento que surge de manera natural a través de una multitud de distintas combinaciones de tiempo, espacio y contexto biosocial. Es claro que ir
contra la corriente requiere de una cantidad mayor de energía que la que libera la corriente al seguir su curso. Además, proponer un programa específico
en contra de la t/c implica que la energía se canalice en contra de una enfermedad que no se encuentra entre las que más afectan a México en la actualidad (“Estadísticas de mortalidad en México”, 2005; “Estadística de egresos hospitalarios”, 2004).
Esto plantea al gobierno la cuestión de si el control de la t/c es una buena
inversión en términos de costo/beneficio para la salud pública. La contestación en afirmativo sostiene que la neurocisticercosis de los humanos tiene elevados costos de atención. También se aduce que la t/c es sólo una de las múltiples zoonosis de traspatio que se incuban en la indolencia nacional por la
higiene y en el nicho ecológico de los traspatios del medio rural, desde donde
se disparan hacia la humanidad y hacia la industria pecuaria causando en ocasiones desastrosas pérdidas (figuras vii.6 y vii.7). Y, finalmente, si el programa
de control de la t/c resultare en el saneamiento de la conducta personal, de la
vivienda y del traspatio, sus efectos repercutirían en el control de otras zoonosis y, por lo tanto, el programa sería así más redituable en términos de salud pública global. La contestación en negativo aduce que hay problemas de salud
mayores y que implican una mayor vulnerabilidad que el de la t/c ante los escasos recursos existentes en el sector salud de México. A lo cual suele añadirse
que la t/c se irá resolviendo conforme se desarrolle la sociedad mexicana,
especialmente el sector rural, a través de la educación e inversión en vivienda,
drenaje y agua potable. Quizás ambas contestaciones son extremas: algo puede hacer el gobierno a través de sus instituciones de servicio y educación sin
mermar mayormente su atención a otras patologías, y mucho más también
pueden hacer las empresas agropecuarias, las ong y las personas mismas, por
su obligación social, por sus propios intereses, por altruismo y en defensa de la
salud propia y de sus familias.
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Figura vii.6. Traspatios rurales que albergan promiscuamente a múltiples especies de
animales domésticos junto con seres humanos, y donde se mezclan alimentos con heces. En
los traspatios es donde se enraíza y de donde se dispersa la “cohorte de las zoonosis de traspatio”, entre las que se incluye la teniasis/cisticercosis.
VII.2.4. Las estrategias de control
En rigor, un programa de control debe especificar los plazos de su instalación
(inmediato y mediato) y a los responsables de su ejecución (gobierno, grupo,
individuo), definir el escenario de sus acciones (rural, migrante, urbano), precisar su extensión geográfica (nacional, regional, localidad, personal), dimensionar la intensidad, frecuencia y duración de las acciones, y señalar las formas de
evaluación de sus resultados. Las acciones del programa pueden ser diferentes
para las 72 distintas combinaciones y, aunque varias de las medidas son comunes a todas las combinaciones y/o afectan a una o varias enfermedades, otras
son específicas a cada combinación y/o enfermedad. Desde luego, el diseño del
programa debe buscar el conjunto mínimo de acciones que tenga la mayor efectividad contra la t/c y el conjunto más amplio de otras zoonosis de traspatio.
El programa contra la t/c reconoce un conjunto de acciones conducentes a
cinco objetivos principales: 1) evitar el contacto de humanos y cerdos con los
Salida de aire
En un SES sin separación: la orina y las
heces caen dentro de la cámara
En un SES separador: separación de orines
que irán por una manguera hasta el
contenedor fuera del sanitario o un pozo
de absorción
Bote con mezcla para cubrir las excretas
cada vez que usamos el sanitario
El tubo se calienta con los rayos del Sol
y hace que el aire caliente suba jalando
al aire fresco en el interior de las cámaras
En un SES separador: separación para
sólidos que caerán en la cámara en uso
Succión de aire en el interior de las
cámaras
En un SES separador: contenedor
de orina
Cámara en uso
Porcentaje ideal de composición: 50-60% de heces,
50-40% de mezcla agregada es un enriquecedor
orgánico para el suelo
Figura vii.7. En algunos traspatios se encuentra una letrina rústica que se usa poco por
su mal olor y difícilmente detiene el acceso de los cerdos a las heces humanas. Se incluye
un esquema de una letrina debidamente diseñada con la esperanza de que sirva de guía
para los interesados en construirla.
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CISTICERCOSIS
excrementos humanos; 2) reducir el número de portadores de la solitaria
(teniósicos); 3) reducir el número de cerdos cisticercosos; 4) contener la extensión geográfica de la endemia; y 5) desarrollar, producir y distribuir la biotecnología que apoye las acciones de control.
Sin embargo, “a cada acción corresponde una reacción de la misma magnitud pero en dirección opuesta”. No puede la t/c ni su programa de control contravenir este principio de la mecánica.
En el cuadro vii.2 se listan las principales acciones y reacciones de un programa de control contra la t/c en el México actual. Para el diseño del programa conviene tomar en cuenta las reacciones que se le oponen en cada escenario
para escoger aquellas acciones más eficaces, menos costosas y menos difíciles
de establecer en cada uno de los distintos escenarios donde ocurre la t/c.
Sobre las dificultades de control, cualquier programa de control enfrenta el
enorme problema logístico de llevarlo a cabo exitosa y sostenidamente en las
condiciones sociales, culturales y políticas actuales de un desarrollo social que
no llega para muchos y cuya economía no alcanza para sufragar los elevados
costos de la salud pública (Arredondo et al., 2004 y 2005), sin olvidar la numerosa, extensa e intrincada ubicación geográfica de los sitios de transmisión
(figura vii.5). Aparte de las dificultades logísticas, el conseguir los fondos suficientes para costear las operaciones de manera sostenida, a escala mundial,
nacional y aun regional, y canalizarlos en contra de una sola enfermedad, tampoco es el más fácil de los escollos que ha de salvar la propuesta. Además, la
producción en escala masiva de las biotecnologías desarrolladas (diagnósticos,
vacunas, fármacos) no está aún en operación, ni lo está su presencia en el mercado a precios accesibles para el Tercer Mundo. Dependiendo de la cobertura
del programa y de la tecnología aplicada, podrían requerirse cifras de millones de
dólares por año para financiar su operación y la adquisición de insumos materiales. Las limitaciones para convocar inversiones de tal tamaño implican el
desafío adicional de desarrollar nacionalmente tecnologías de bajo costo de
producción, alta eficacia y sencilla aplicación. Las expectativas de ganancia que
genera la posibilidad de una inversión de tal magnitud ya han complicado aún
más el asunto del control de la t/c. Los conflictos de interés han trascendido y
afectado la conducta de los actores involucrados en el estudio de la t/c (científicos, funcionarios, administrativos, comerciantes, etcétera), que transformados en empresarios, han visto minada su credibilidad y comunicabilidad, como
ha sucedido ya en otras áreas de la ciencia y la tecnología (Viljoen, 1937).
A estas acciones de oponen: la lentitud del desarrollo social en medio
de los condicionantes (pobreza, ignorancia, inoperancia social) y consecuencias (desprecio por la salud, indolencia) del subdesarrollo; la
enorme extensión geográfica y demográfica de la endemia nacional;
la escasa potencia que la educación tiene para inducir cambios duraderos relacionados con la salud; y los altos costos de la inversión
en infraestructura sanitaria en poblados rurales y centros urbanos.
A estas acciones se oponen: la imposibilidad de forzar a los teniósicos al
tratamiento; la necesidad de comer fuera de casa en los centros urbanos por razones de distancia entre el empleo y la casa, y la modalidad
de tiempo corrido en el empleo; la insalubridad ambiental en los
poblados rurales; la indigencia de los pobladores rurales que no tienen
otra forma de criar a sus cerdos que dejarlos en libertad para que busquen alimento.
A estas acciones se oponen: la escasa sensiblidad/especificidad y altos
costos de la tecnología diagnóstica para teniasis; la imposibilidad de
forzar a los teniósicos al tratamiento; la escasez de rastros efectivos;
la corrupción o indolencia de los inspectores en los rastros; la práctica de la matanza domiciliaria de cerdos; la imprudencia o indolencia
de carniceros y consumidores ante la carne de cerdo con cisticercos; el
comercio organizado de los cerdos rústicos.
A estas acciones se oponen: la indigencia de los criadores de cerdos
rústicos; la creencia arraigada de que la castración mejora el sabor
de la carne del cerdo macho; el difícil control de la reproducción en
cerdos libres; el reemplazo anual de la mayoría de los cerdos rústicos
limita el efecto protector de la vacunación y obliga a repetir la vacunación al menos cada año; y el desarrollo insuficiente de la investigación genómica en relación a la t/c.
Para reducir el riesgo individual de infección hay que: evitar conductas que implican la posibilidad de ingerir huevos de tenia; evitar
convivir con un teniósico, pues los huevos de su solitaria pueden
estar en sus manos, ropas y suelo, y evitar el consumo de alimentos
en la calle de dudosa limpieza; y en el caso de los cerdos: suspender
la crianza de cerdos ambulantes, confinarlos y no alimentarlos con
heces humanas.
La reducción del número de teniósicos se logra por medio de su identificación y tratamiento eficaz, y reduciendo la tasa de aparición de
nuevos casos mediante la inspección sanitaria efectiva de los cerdos
rústicos en rastros, carnicerías y hogares, su tratamiento antes de
sacrificarlos, la completa cocción de la carne y el bloqueo de su distribución y comercialización irresponsables.
La reducción del número de cerdos cisticercosos se logra con la tecnificación de su crianza en cuanto a alimentación, confinamiento,
castración y reproducción, con la vacunación de los cerdos rústicos
sanos y el tratamiento de los infectados, y mediante la introducción
en el campo de cerdos resistentes a la cisticercosis con genes asociados a la resistencia.
Reacciones
Para evitar el contacto con los excrementos humanos, es indispensable el desarrollo social y la educación de la población en cuanto a apreciar y conservar su salud y la de sus animales, así como la
instalación de agua potable y drenaje en los domicilios, los poblados
y ciudades. Debe evitarse la defecación de seres humanos al aire libre y la crianza de cerdos rústicos en libertad.
Acciones
Cuadro vii.2. Acciones y reacciones en el control de la teniasis/cisticercosis
196
CISTICERCOSIS
Es inevitable declarar aquí que la suma de fuerzas de las reacciones parece
superior a las fuerzas de las acciones que puede convocar un programa de control convencional, aun si incluyese los adelantos biotecnológicos recientes. Esto
califica de “teórica” —si no ilusoria— la aspiración de erradicar a la t/c en
México, y más aún en el mundo entero (Pawlowski et al., 2005) en el corto o
mediano plazos. Sí, en cambio, parece razonable aspirar a contenerla en plazos
más largos, o en dimensiones geográficas menos grandiosas pero en plazos más
cortos.
VII.2.5. La plausibilidad de un programa de control
Dadas los dificultades logísticas y los altos costos de los programas de amplia
cobertura, habrá que considerar dimensionar el programa en cuanto a sus estrategias y limitar sus perspectivas en amplitud, plazos y costos, esperando que el
buen ejemplo de unos cuantos éxitos cunda, así sea lentamente, a otras regiones. La plausibilidad de un programa también depende de la estrategia de ataque,
la que debe apuntar a destruir los nodos principales de la red de reproducción
en el medio rural y a los de la dispersión de la T. solium en el medio migrante y
urbano. El desmantelamiento de la mayor parte de la funcionalidad de una red
organizada (no azarosa) de eventos no requiere de la destrucción de la mayoría
de sus nodos, basta con la destrucción de los más conectados (Barabási, 2002).
El programa de control debe reconocer tres escenarios de acción: el medio rural
(donde el parásito se reproduce en humanos y cerdos), el medio migrante (donde el parásito principalmente se dispersa) y el medio urbano (donde el parásito
llega y amplifica su transmisión hacia humanos). Conviene que el programa de
control convoque al más potente y numeroso de sus aliados: la población en
riesgo. La participación ciudadana a nivel personal en la lucha contra la t/c es
imprescindible para el control de la t/c, y la presión social que de ella surja
para reducir las conductas de riesgo en su entorno.
En el medio rural
El medio rural contiene, casi en exclusiva, los nodos de reproducción del parásito y también a uno de los principales causales de su dispersión geográfica.
Estos nodos son, respectivamente: 1) la estrecha e insalubre convivencia de los
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
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Figura vii.8. La íntima convivencia de seres humanos y cerdos enraíza a la Taenia
solium en el medio rural, en donde se reproduce. Las condiciones rústicas de crianza
aunadas a la heterogeneidad genética y a las presiones de selección promueven la aparición de nuevas versiones de cerdos y parásitos en el campo mexicano, con posibles consecuencias para la transmisión de Taenia solium.
humanos con sus cerdos rústicos (figura vii.8), y 2) la extrema pobreza que
impulsa a los habitantes (junto con sus parásitos) a migrar hacia el medio
urbano nacional e internacional en busca de empleo.
El conjunto de acciones que probablemente contenga la transmisión de la
t/c en un ámbito geográfico limitado a una región rural (i. e., municipal) y que
sean dirigidas a las poblaciones con más alta endemia de cisticercosis porcina
son: 1) conformar un grupo reducido pero suficiente de individuos que se responsabilicen de aplicar el programa y darle seguimiento estricto y duradero, pues
su asignación a instituciones más amplias diluye la responsabilidad, dificulta la
logística y arriesga la efectividad; 2) intensificar la educación de la población en
materia de higiene personal (aseo de cuerpo y ropas), en el manejo de sus heces
(disuadir de la defecación a ras de suelo), en mejorar las condiciones higiénicas
de su domicilio (instalación y uso correcto de letrinas secas en el traspatio y de
pisos de concreto en la casa), y en las formas seguras de confeccionar sus alimentos (manos limpias, no cocinar en el suelo, limpiar y cocer efectivamente
198
CISTICERCOSIS
los alimentos; 3) tecnificar la crianza de cerdos rústicos —confinarlos al traspatio, no alimentarlos con heces fecales humanas, retrasar su castración, vacunarlos al tercer mes de vida (capítulo v), y tratarlos tres meses antes de matarlos (González et al., 2001)—; 4) interferir con el consumo, comercialización y
tráfico de los cerdos rústicos; 5) buscar, identificar, persuadir y dar tratamiento
a los teniósicos (Jeri et al., 2004), y 6) difundir ampliamente las acciones, resultados y progresos del programa en los medios de comunicación locales para
extender la conciencia de la enfermedad y dar cabida y cauce a la presión social
inhibitoria de las prácticas de riesgo.
En el medio migrante
Las acciones conducentes a detener la migración de la población rural a fin de,
entre otros efectos, bloquear la dispersión geográfica de los teniósicos, se enfrentan a tendencias sociales incontenibles. Sin embargo, los movimientos migratorios han incitado la organización de programas gubernamentales para su atención por parte de Sedesol, que son aprovechados para inducir en los migrantes
procesos de toma de conciencia social y de hábitos higiénicos, que pudieran
incluir las medidas del control de la t/c en el campo (Programa de Atención a Jornaleros Agrícolas, 2001). Los casi 2.5 millones de jornaleros agrícolas provienen de
diferentes regiones agrícolas de México y muchos vuelven luego a su lugar de origen siguiendo trayectorias bien definidas. Suelen concentrarse durante periodos
cortos en sitios delimitados, en donde se contratan, albergan y reciben atención e
instrucción. Los jornaleros agrícolas de México podrían ser eficaces vehículos de
difusión de las medidas de control de la t/c, y de otras zoonosis, con destinos etiquetados al medio rural de México. También, varias organizaciones de indígenas
han alcanzado grados avanzados de articulación que podrían apoyar los programas de control en sus áreas de origen y de migración (Ramírez-Romero, 2003).
Asimismo, los traficantes de cerdos cisticercosos, que mejor que nadie
conocen al detalle el lugar de origen —y de transmisión reciente— de sus cerdos, pueden colaborar a contener la dispersión geográfica de la t/c y a identificar sitios estratégicos de aplicación de las medidas de control. La expedición de un
certificado oficial de “cerdo-curado-de-cisticercosis” elevaría su precio de venta
y quizás lograría atraer a los campesinos y traficantes hacia la vacunación y el
tratamiento de sus cerdos antes de venderlos.
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
199
En el medio urbano
No habiendo casi reproducción del parásito en el medio urbano (figura vii.9)
y apoyándose en la afición y docilidad de las sociedades modernas a la inducción televisiva, tal vez ayude a contener la aparición de nuevos casos de cisticercosis humana en las ciudades el difundir, a todo el país y repetidas veces, los
riesgos y costos personales e institucionales de la cisticercosis, junto a un
paquete ilustrativo de las medidas preventivas que ha de tomar cada uno en su
ambiente individual, familiar y laboral para reducir sus riesgos de infección.4
El diseño de un instrumento de inducción masiva de la comunidad hacia la
Figura vii.9. En este intrincado laberinto de la Ciudad de México también se transmite
la Taenia solium. Los teniósicos pueden distribuir huevos en domicilios y en puestos de
alimentos callejeros. (Foto de Hans Paul Brauns —“El laberinto del medio urbano”,
2001—, reproducida con permiso, del libro ABCDF: Diccionario gráfico de la Ciudad de
México, Fundación Televisa, México, 2001, pp. 558-559.)
4 El temblor de 1985 en la Ciudad de México dejó el rédito en la ciudadanía de haber tomado conciencia de la fuerza que puede tener la “sociedad civil” en comparación con la indolencia oficial
(Monsiváis, 2005). Quizás podamos aún convocar la reaparición de “esa señora” para atender y resolver problemas actuales de nuestras ciudades, menos feroces que un terremoto, pero no menos destructivos de la cantidad y calidad de vida y hacienda de seres humanos y de sus familias, ni tampoco
más clementes con la guadaña.
200
CISTICERCOSIS
salud (no de educación factual, sino de inducción a cambios de conducta) por
los medios de comunicación nacional es un verdadero reto a la creatividad de los
profesionales de la comunicación, y de los docentes, artistas, médicos, científicos, políticos y empresarios. Y controlar la conducta para fines benéficos personales es un reto formidable para todas las personas… díganlo si no las víctimas
del tabaco, del alcohol, las drogas, la criminalidad, la violencia intrafamiliar, los
taquitos, etcétera.
La inducción intentaría que cada persona se responsabilice de: 1) promover
la higiene corporal, domiciliar y laboral en la disposición de los excrementos;
2) buscar e identificar a los teniósicos convivientes en el domicilio y el empleo
y persuadirlos de darse tratamiento con los medios existentes (Jeri et al., 2004), y
3) evitar comer en la calle alimentos de dudosa factura higiénica (figura vii.10).
Los empleadores urbanos de trabajadores provenientes del medio rural mucho
harían por su propia salud y la de su familia y comunidad ofreciéndoles repetidamente tratamiento antiparasitario preventivo con los medios más efectivos,
inocuos y baratos existentes en la medicina tradicional o moderna (Gemmell et
al., 1983; Jeri et al., 2004). Las asociaciones gremiales de vendedores ambulantes de las ciudades podrían colaborar a limpiar la imagen riesgosa del vendedor
de alimentos callejeros con educación sobre higiene personal y de alimentos,
proponiéndoles tratamiento antiparasitario repetido y gestionando para apoyarse en el uso de instalaciones sanitarias (agua potable, lavado de manos, drenaje) en las edificaciones vecinas a sus sitios de trabajo.
Figura vii.10. La afición gastronómica de los mexicanos, aunada a su excelente y variada
cocina, tientan al más cuidadoso: díganlo, si no, estas tostaditas placeras, tan sabrosas
como peligrosas. Desafortunadamente, la escasa higiene de su confección, muy cerca del
suelo, las convierte en eficaces vehículos de infecciones varias.
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
201
VII.2.6. El papel del gobierno
Para el caso de un programa regional en el medio rural, el gobierno de la región
donde opere el programa de control pudiera contribuir importantemente con:
1) apoyo político para que los gobernantes de la región endémica —la cual no
coincide con la regionalización política— acuerden participar en el financiamiento y logística del programa, aportando personal, transportación, insumos
materiales, coordinación, directivas y seguimiento; 2) elaboración e instalación
de programas de amplia difusión regional, persuasivos y educativos; 3) vigilar y
anotar en rastros y carreteras el origen y destino de los cerdos rústicos para identificar los sitios adonde conducir el programa, y 4) ofrecer tratamiento a los
cerdos y expedir un documento oficial de certificación, vacunación o terapéutica de los cerdos rústicos, e idear un programa de recompensa a los dueños de
los cerdos cisticercosos para canjearlos por cerdos sanos. En el caso de un programa de extensión nacional, el gobierno financiaría el diseño y producción de
un instrumento publicitario de inducción a la comunidad hacia la acción personal contra la t/c, y lograría los acuerdos necesarios con las empresas del
ramo de las comunicaciones para que los medios le dieran cabida prioritaria,
amplia y duradera.
Es también función del gobierno el continuar invirtiendo en la investigación biotecnológica relativa a la prevención, diagnóstico y tratamiento de la
t/c, en busca de instrumentos más efectivos y menos costosos de manufactura
nacional, así como en la investigación amplia y a fondo de la epidemiología y
de las conductas de riesgo cuya información ayude a afinar el diseño de las
acciones del programa de control.
La enormidad del mercado del Tercer Mundo en materia de salud le confiere a los gobiernos de los países subdesarrollados argumentos de peso en la
negociación de transacciones menos onerosas con las empresas extranjeras productoras de las tecnologías que no puedan ser producidas nacionalmente, así
como claramente indica un área de oportunidad en la cual invertir para desarrollar en el país esas tecnologías y reducir los costos de la salud.
202
CISTICERCOSIS
VII.3. En extenso
VII.3.1. El contexto global de la t/c
La humanidad evoluciona aceleradamente y cambia la faz del planeta en los
factores abióticos y bióticos de los territorios que ocupan los seres humanos y
sus parásitos, y la Taenia solium también evoluciona (Esch et al., 1990). Su
estrategia de vida se ha acomodado a las vicisitudes de la evolución bio-socioecológica de la especie humana y así ha profundizado y entrelazado sus raíces
con las de la humanidad. En el transcurso de milenios, el parásito ha ido tejiendo una intrincada red de relación con los humanos, colocando sus nodos de
reproducción en el ámbito rural y los de mayor dispersión en el medio urbano.
Le sirven de conectores las migraciones, las vías de transporte, por donde se
trasladan teniósicos y cerdos cisticercosos de sitios infectados a sitios sanos. El
bajo perfil clínico de la teniasis, la ignorancia, la pobreza y la indolencia de los
ciudadanos, además de la distracción del sector público, propician el crecimiento y robustecimiento de la red. La complejidad resultante de la participación de
todos estos factores y de sus interacciones le confiere a la endemia nacional una
gran estabilidad frente a las contingencias del ambiente y ante las intervenciones de control locales, sencillas o efímeras por parte de la sociedad.
La política sanitaria de Estado, a la que se le atribuye la contención de la endemia de t/c a mediados del siglo xix, estaba aunada al desarrollo económico y
social de Europa y tomó más de 600 años en concretarse: una conjunción todavía remota para los países no desarrollados afectados por la t/c en la actualidad.
Así que la T. solium está en los países tercermundistas para quedarse por un
buen rato, a menos que los ciudadanos y las instituciones combatan al parásito
con energía, asiduidad y sostenimiento en cada uno de los espacios institucionales, personales, profesionales y familiares, en el escenario rural de origen de
la endemia y en sus extensiones al medio urbano.
VII.3.2. Las razones de su persistencia
He aquí, más detalladas que en el resumen, las razones, las estrategias, los actores, los escenarios y las acciones que generan la diversidad y estabilidad de la
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
203
endemia de la t/c. Contra ellas han de enfrentarse las acciones de control;
varias quizás deban ser específicamente diseñadas para cada modalidad de la
endemia (i. e., cada país, cada región, cada cultura).
1) No es por no haber sabido qué hacer, sino por no haberlo hecho
La t/c es una relación hospedero-parásito milenaria que evoluciona junto con la
humanidad y se transmite todavía en este mundo globalizado de la posmodernidad, y más intensamente que antaño en México y en otros países subdesarrollados del Asia, África y América Latina.5 Su visible prevalencia entre humanos y cerdos es un indicador irrebatible de la pobreza extrema y de la desigual
distribución de los recursos financieros, educativos, sanitarios y culturales de
todo tipo entre sus pobladores, los que se cuentan en miles de millones de seres.
No fue por falta de conocimientos científicos ni recursos tecnológicos pertinentes el que no se haya alcanzado el control de la t/c en México en el siglo xx,
fue por no haberlos aplicado cabalmente antes de su aceleración, dispersión y
profundo arraigo en la pluralidad cultural del país. Ni el gobierno ni la población ejecutaron las acciones conducentes a su erradicación a tiempo y con la
amplitud, energía, duración, ni la entereza necesarias. Quizás contribuyó al fracaso en México el que las estrategias en contra de la t/c no fueron recogidas
por una organización gubernamental ad hoc comprometida con sus métodos y
objetivos, sino que más bien las estrategias se debilitaron al dispersarse entre
los sectores educativo, sanitario y agropecuario. Los esfuerzos gubernamentales
y ciudadanos posiblemente fueron distraídos por los muchos otros eventos e
imperiosas necesidades de toda índole que progresivamente aquejan a los países colonizados en su camino al desarrollo. La persistencia de la t/c refleja el
descuido del desarrollo social del México rural. Ahora, el control de la t/c por
la vía de la intervención sanitarista oficial por sí sola parece imposible: la lucha
contra la t/c en México requiere de la participación de la iniciativa personal.
Suele argüirse a la ligera que los países europeos lograron eliminar la t/c
desde el siglo xix sin tanta ciencia y tecnología, y que bastó el liderazgo estricto
de sus autoridades en cuanto al manejo adecuado de las heces humanas y la
inspección sanitaria para la destrucción de los cerdos cisticercosos. Este aserto
5 Véase
García et al., 2003a y 2003b; Imirizaldu et al., 2004; Ito et al., 2002; Sciutto et al., 2000.
204
CISTICERCOSIS
no atiende a la contribución que para eliminar a la t/c hizo el celoso cumplimiento de las normas mínimas de higiene por parte de los ciudadanos de
entonces. Ni tampoco atiende a que tal coparticipación de gobierno y sociedad
se inició en la Edad Media (~ 1200) y no logró concretar la erradicación de la
T. solium hasta seis siglos después, en los tiempos en que se dieron las sociedades más iluminadas de la historia europea (~ 1850), las que hicieron las revoluciones sociales, científicas e industriales y pusieron a las ciencias sociales y
naturales al servicio de la sociedad, al menos por un tiempo, lamentablemente
tan corto. La pujanza cívica de ese proceso histórico es impensable con precisión, pero lo que de él imaginamos explica cómo lentamente prendieron y
finalmente triunfaron las grandes reformas sanitaristas que cambiaron la higiene de los hábitos y el entorno de los humanos. Así se inició la disminución de
múltiples enfermedades infecciosas entonces temibles, mucho antes de la era
de los antibióticos (enfermedades como la difteria, el tétanos, el cólera, el tifo,
la peste, la lepra… y la t/c causada por la Taenia solium) (Burnet, 1967).
En la Europa de esos tiempos, las medidas específicas contra la t/c fueron
pocas y claras, pero unidas a la perseverancia y a su puntual y enérgica aplicación, resultaron suficientes. Los humanos y los cerdos tenían que alejarse de los
excrementos humanos, y debían destruirse los cerdos cisticercosos y su carne.
La ingeniería sanitarista resolvió el problema de la defecación de los humanos
con la instalación de letrinas y el drenaje de los excrementos hacia afuera de los
domicilios y centros urbanos, atajando así el camino de los huevos de la solitaria hacia sus hospederos humanos y porcinos. Por otra parte, el consentimiento
de la población a seguir las medidas de higiene personal y familiar, y a tolerar la
estricta inspección sanitaria de sus cerdos, cortó el paso de los cisticercos hacia
los humanos y a su posibilidad de reproducirse (Gemmell et al., 1976; Villagrán y Olvera, 1988). Los portadores de la solitaria (teniósicos) no recibieron
entonces mayor atención, hasta que la URSS, en los setenta, impuso un tratamiento masivo indiscriminado a los pobladores de las regiones endémicas y
reportó haber abatido la prevalencia de t/c a niveles mínimos y en corto tiempo
(Frolova, 1982).
Así que fueron tres las acciones que contribuyeron significativamente al
control de la t/c en Europa: 1) el manejo higiénico de los excrementos humanos; 2) la inspección sanitaria en rastros seguida de la destrucción de carne de
cerdo cisticercosa, y 3) el tratamiento efectivo y amplio de los humanos portadores de la solitaria (teniósicos). Y fueron dos las condiciones sociales indispensa-
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
205
bles para su ejecución: 1) el cumplimiento estricto de las acciones por parte de
las instituciones de gobierno relacionadas con la salud pública, y 2) la aceptación y colaboración de la ciudadanía con los objetivos y métodos del programa
de control. Pero esa Roma tampoco se construyó en un día, sino en 600 años.
Las más recientes recomendaciones para los programas de control de la t/c
proponen las mismas tres acciones, aunque algunos descreen un tanto de la
efectividad de la inspección sanitaria en los países subdesarrollados, y agregan
la educación de la población en cuestiones de higiene, el tratamiento de teniósicos, la tecnificación de la crianza de cerdos y el uso de vacunas y tratamiento
farmacológico anticisticercosis en los cerdos rústicos, para así reducir la presión del parásito hacia su desarrollo en tenia o solitaria.6
Y si bien ciertamente parecen lineamientos razonables y potentes, el problema es llevarlos a cabo en las circunstancias actuales del Tercer Mundo. Además,
en la formulación de estos planes de contención de la t/c se delata alguna sobresimplificación en la conceptualización del problema de su transmisión, sobre todo en lo que se refiere a la complejidad y diversidad de su causalidad
según la variedad de estructuras sociales y formas de vida de las poblaciones
afectadas. No toman debida cuenta de que las poblaciones de los países del Tercer Mundo no son homogéneas en cuanto a los factores principalmente involucrados en la transmisión y el control de la t/c (i. e., educación, aprecio a la
salud, acceso a asistencia médica, calidad e higiene habitacional, etnia, redes
sociales, nivel de economía nacional, vastedad territorial, conectividad geográfica, desarrollo cívico, valores, razones, esperanzas y modos de vida, comprensión y acatamiento conductual de argumentos de la razón…) (Bellamy, 2005;
Rajagopalon y Long, 2005). De esta complejidad y diversidad, cabría esperar
que las medidas tradicionales de control tuvieran una efectividad variable.
Tampoco parece considerarse la historia de la infección en la comunidad, la
que se asocia con la intensidad de la endemia y con el grado y extensión de
la conectividad que el parásito desarrolla con los distintos sectores de la comunidad. En unos países de África, Asia y Europa la endemia es milenaria, en otros
de América Latina es centenaria, y en Nueva Guinea no cumple aún 50 años.
Además de las diversas combinatorias de los factores asociados a la transmisión de la t/c, la inevitable heterogeneidad en la calidad y duración de cada
intervención de control y la diversa voluntad de cumplir con la normatividad
6 Véase Jimba et al., 2003; Boa et al., 2003; Schantz et al., 2003; Eddi et al., 2003; Pawlowski et al.,
2005.
206
CISTICERCOSIS
por parte de los ciudadanos, auguran que el control de la t/c será un asunto al
menos tan complejo como el de la transmisión de la T. solium entre la humanidad.
Los altos costos implicados en programas de control de enfermedades diseñados a escala nacional, en países con economías y gobiernos deficientes, su
dificultad logística y su desajuste con la circunstancia histórica cambiante de la
salud pública del Tercer Mundo, agregan dificultades quizá insalvables para
aspirar a la erradicación de la t/c en el corto plazo.
No así de pesimista es, en cambio, la experiencia de la aplicación de las
medidas tradicionales, con intensidad y rigor, en poblaciones pequeñas y homogéneas de México, en donde han refrendado sus efectos positivos de control a
corto plazo.7 Aun siendo pequeño el ámbito saneado y posiblemente efímero
su efecto benéfico, el éxito de los miniprogramas de control genera la esperanza de solución a través de la suma o sinergia de estrategias de menor escala,
más modestas y comprometidamente conducidas y apuntadas a sitios estratégicos de la red de transmisión de la t/c en cada país.
2) Los factores biológicos y sociales se han complicado en la actualidad
La situación epidemiológica de la t/c ha cambiado drásticamente en el transcurso del siglo xx, complicando su control (Arredondo et al., 2004 y 2005). Las
complicaciones se deben a diferentes factores biológicos y sociales, los que además interactúan entre sí (cuadro vii.1).
2.1) Las complicaciones biológicas
Desde su llegada al Nuevo Mundo, hace ~ 500 años (Crosby, 1972), la T. solium
ha consolidado su presencia biológica en México a través de la explosión numérica de sus hospederos intermediarios (cerdos) y definitivos (humanos). En ese
entonces no había cerdos en México, sólo jabalíes indómitos, pero los cerdos
ibéricos habían sido domesticados y llegaron y se instalaron a sus anchas en un
amplio y fértil territorio libre de predadores, se domesticaron y se reprodujeron rápida y extensamente (Crosby, 1972). La creciente producción de cerdos
que siguió a su aceptación como alimento por los indios y mestizos amplió la
7 Véase Keilbach et al., 1989; Arredondo et al., 2004; Sarti et al., 1997; Allan et al., 1997; Flisser et
al., 2005.
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
207
población de hospederos intermediarios del parásito de unas cuantas decenas
de cerdos hasta los millones de la actualidad. En ese mismo lapso y grado
aumentó también enormemente el número de hospederos definitivos, al crecer
la población humana de México de unos millones de seres humanos hasta los
~ 100 millones de ahora. Además, la dispersión geográfica de la T. solium fue
crecientemente facilitada por la migración humana, por el avance de la red
carretera, por la creciente complejidad de la red comercial en el país y por la organización del tráfico y la comercialización de cerdos infectados. El lento desarrollo de los sistemas de educación, salud pública y pecuaria en un territorio
social conquistado, colonizado y abusado por ajenos y propios no pudo contener,
y quizás contribuyó, a la expansión de los dominios de la T. solium en México.
Procesos históricos similares han ocurrido en el resto del mundo, desde su
inicio en la Prehistoria, en el África (Hoberg, 2001), cuando los homínidos eran
un puñado y el cerdo no estaba domesticado. Nuestros antepasados adquirieron entonces la teniasis al comer la carroña de bóvidos y antílopes cazados por los
grandes carnívoros. La cisticercosis les vino de los huevos de sus propias solitarias al defecarlos en sus cuevas y moradas probablemente insalubres. No es
imposible que luego adquiriesen a la solitaria a través del canibalismo, habilitando así al parásito para completar su ciclo en una sola especie. La domesticación
del cerdo ocurrió miles de años después, hace cerca de 9 000 años, y la filogeografía indica que fue primero en el sureste asiático y luego en múltiples ocasiones y sitios diferentes (Larson et al., 2005). Pero al intensificarse y extenderse su
reproducción en las sociedades agrícolas primarias rústicas y luego tecnificadas
de varias partes del mundo, la T. solium encontró el paso hacia un nicho ecológico creciente y diverso, invitante para su propio arraigo y diversificación. Ahora,
~ 20 000 años después y tras muchas migraciones y desarrollos socioculturales
y tecnológicos de la humanidad, las cosas son diferentes. Ahora hay millones de
cerdos y miles de millones de humanos que se comen mutuamente (las carnes
unos, las heces otros y algunos ambos), los que además migran activa y ampliamente: una oportunidad de oro para que el parásito se enraíce aún más entre sus
hospederos y se diversifique biológicamente. Tampoco es imposible que la
T. solium encuentre nuevos horizontes biológicos adonde extender sus dominios entre la fauna doméstica y peridoméstica, cada vez más abundante y entrelazada con la humanidad (i. e., cánidos, felinos, roedores, aves…), mientras
tiende a extinguirse en la selva, junto con los jaguares, tigres, leones, lobos y la
selva misma (Esch et al., 1990). Desde hace tiempo se conoce a los monos y
208
CISTICERCOSIS
perros del África como hospederos alternativos de los cisticercos de la T. solium
(Villagrán y Olvera, 1988; Cadigan et al., 1967), y también se refiere que lo son
los osos, gatos y hasta los venados (Zürn, 1882). En México se ha encontrado cisticercosis cerebral en monos araña capturados y criados domésticamente (C. Guzmán, comunicación personal sobre resultados de autopsias de cerca de un centenar de monos en cautiverio) y en perros callejeros de la Ciudad de México
(A. Aluja, comunicación personal). Más recientemente, en una encuesta serológica en 64 perros de Papua, Indonesia, se encontraron a siete seropositivos (11%),
dos de los cuales fueron examinados, habiéndoseles encontrado cisticercos de
T. solium en el cerebro y el corazón (Ito et al., 2002). Así que no es imposible
que, con las oportunidades demográficas y geográficas actuales, la T. solium
también pueda establecer su fase adulta entre al menos cánidos y félidos, de
donde originalmente provienen sus ancestros (Hoberg, 2001).
2.2) Las complicaciones epidemiológicas
En su forma adulta, la Taenia solium actualmente encuentra amplio asiento en
los países subdesarrollados, hasta en el 0.1-1% de los humanos, según dicen los
registros institucionales de estudios coproparasitoscópicos, y hasta en el 1020% o más aún como cisticerco en cerdos y humanos.8 Las encuestas nacionales sobre seres humanos, realizadas en México en los años ochenta y noventa
(Washburn, 2005; Larralde et al., 1992), revelaron una seropositividad (un
dato que indica que el individuo ha tenido contacto con el parásito pero no se
diagnostica de cisticercosis contemporánea a la prueba) distribuida prácticamente en todo el territorio nacional (media de 1%) con variaciones regionales
(0-8%): sus niveles más altos se localizaron en la zona del Bajío, el sureste y la
ciudad de México (figura vii.11). La seropositividad afectó a todos los sectores
de la sociedad, aunque fue un poco más elevada entre los menos privilegiados
en lo que se refiere a educación, ingresos y calidad higiénica domiciliaria. También fue más alta en los primeros y últimos años de vida y en las mujeres. Sólo
el 10% de los casos seropositivos eran convivientes en un mismo domicilio, el
90% vivían en domicilios separados. Estudios ulteriores en poblaciones humanas rurales y urbanas —también realizados con métodos inmunológicos y unos
8 Véase
el capítulo VI y Fleury et al., 2003; Margono et al., 2003; Molinari et al., 1993; Phiri et al.,
2002; Fleury et al., 2006; García et al., 2003b.
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
209
0.05−0.9%
1.00−1.9%
> 2.0
Figura vii.11. Distribución geográfica de la prevalencia de serología positiva para cisticercosis en la Encuesta Nacional Serológica de México (Larralde et al, 1992).
cuantos con tecnología imagenólogica— revelaron una mayor prevalencia de
seropositividad en los medios rurales que en los urbanos, entre los convivientes
de teniósicos y entre quienes viven en condiciones desaseadas y en estrecho
contacto con cerdos de traspatio o deambulantes (cap. vi). También, en encuestas imagenológicas, ha aparecido una sorprendentemente alta prevalencia
(hasta del 10%) de neurocisticercosis clínicamente silenciosa en dos comunidades rurales, cuya frecuencia, si bien difiere significativamente entre familias
(figura vii.12), no se asoció con los factores de exposición conocidos (Sánchez
et al., 1999) ni con un determinismo genético claro (Fleury et al., 2003 y 2006).
Todo esto sugiere que el riesgo de contraer la infección está más extendido, es
más alto y más caótico del supuesto común.
En cuanto a la cisticercosis porcina (cap. iii), los datos epidemiológicos de
México provienen de rastros oficiales y no revelan más que la prevalencia en
granjas tecnificadas, que son las que principalmente envían sus animales a los
rastros, para su inspección y certificación sanitarias. En estos cerdos privilegiados, se detectan prevalencias menores de 1:1000. No así en los cerdos rústicos
(de traspatio o deambulantes), los que conviven estrechamente con los campesinos alimentándose de sus excrementos, eluden la inspección sanitaria de los
rastros y son muertos y consumidos en las mismas poblaciones de origen, o
210
CISTICERCOSIS
Prevalencia familiar de Tac + para NC,
en Cuentepec
45.00 −
40.00 −
35.00 −
30.00 −
% Ctscan +
25.00 −
20.00 −
15.00 −
10.00 −
5.00 −
0.00 −
a b c d e f g h i
j k l m n o p q r s t
Figura vii.12. Prevalencia de tomografías compatibles con neurocisticercosis en distintas
familias de Cuentepec, Morelos, que ilustra las grandes y significativas diferencias de afectación entre ellas. Sin embargo, la agrupación familiar de los casos no pudo explicarse por
epidemiología genética basada en árboles genealógicos, pero tampoco por notables diferencias en factores de riesgo usualmente encuestados (Fleury et al, 2006). Quizás hay factores de riesgo potentes que pasan inadvertidos, como pudiera ser la presencia de un teniósico
entre los convivientes, no todos necesariamente miembros de la familia. La invisibilidad
del teniósico es proverbial, aun en poblados gravemente afectados por cisticercosis porcina.
son clandestinamente transportados y comercializados en mercados locales y
urbanos (figura vii.13). Éstos son cerdos muy heterogéneos genéticamente,
producto del apareamiento liberal de los cerdos originales traídos de Europa
con razas introducidas recientemente. Los cerdos rústicos que logran sobrevivir el primer cuatrimestre de su corta vida de un año, resultan ser pequeños,
delgados, recios, rápidos y feroces criaturas en ansiosa búsqueda de alimentarse, aparearse y sobrevivir, muy diferentes a los rozagantes cerdos obesos de las
granjas tecnificadas, en paciente espera de sus vacunas y de alimentos balanceados enriquecidos con factores de crecimiento. A consecuencia de la disparidad
entre las poblaciones de cerdos muestreados, las encuestas epidemiológicas de
cisticercosis porcina en localidades rurales de diversos estados del país encuen-
Figura vii.13. Matanza intradomiciliaria de cerdos rústicos, confección de carnitas de
cerdo a ras del suelo de traspatio y venta en puestos carniceros en mercados rurales, sin
refrigeración ni mayores cuidados higiénicos en el manejo y transportación de la carne.
212
CISTICERCOSIS
tran prevalencias muy variables, desde 0% hasta 30%.9 En un estudio realizado
en el estado de Morelos en más de mil cerdos cuyas lenguas fueron individualmente examinadas para cisticercosis (Morales et al., 2006), se encontró una
gran variación entre las prevalencias municipales (figura vii.14), pero no en
asociación con el índice inegi de marginación social del municipio (figura vii.15):
una indicación de que hay municipios que contienen focos de cultura rural
mezclados en distinto grado con las áreas de mayor desarrollo social. En ese
mismo estudio se encontró también: 1) una mayor prevalencia en cerdos de fenotipo aborigen que en los que mostraban rasgos de razas recientemente introducidas a México, así como en los machos castrados y hembras gestantes, y
2) que el 66% de los cerdos rurales, infectados o no, se consumen en su localiHeterogeneidad geográfica
Estudio epidemiológico de la cisticercosis porcina en el estado de Morelos
1
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Amacuzac
Atlatlahucan
Axochiapan
Ayala
Coatlán del Río
Cuautla
Cuernavaca
Emiliano Zapata
Huitzilac
Jantetelco
Jiutepec
Jojutla
Jonacatepec
Mazatepec
Miacatlán
Ocuituco
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23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
Puente de Ixtla
Temixco
Tepalcingo
Tepoztlán
Tetecala
Tetela del Volcán
Tlalnepantla
15
Tlaltizapán
5
Tlaquiltenango
Tlayacapan
21
14
Totolapan
Xochitepec
1
Yautepec
Yecapixtla
Zacatepec de Hidalgo
Zacualpan de Amilpas
Temoac
9
23
20
7
11
18
26
29
8
28
24
6
27
2
30
16
22
32
33
13 10
4
31
0−5
5−10
10−15
12
17
0
19
25
3
15−20
>20
Prevalencia por
municipio (%)
Figura vii.14. Mapa de Morelos que ilustra la variación entre municipios en la prevalencia de cisticercosis porcina diagnosticada por inspección de sus lenguas. La pluralidad de
factores, y sus distintas combinaciones, que se asocian en la transmisión de la Taenia
solium se expresa en magnitudes variables en la compleja geografía de un estado del centro de México que conecta con las regiones indígenas más marginadas de Oaxaca, Puebla,
Guerrero y el Estado de México.
9 Véase Díaz Camacho et al., 1991; Morales, 2003; Morales et al., 2002 y 2006; Molinari et al.,
1993.
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
213
35 –
% de prevalencia
30 –
25 –
20 –
15 –
10 –
5 –
0
-2.00
- 1.50
- 1.00
-0.50
0.00
0.50
Índice de marginación social
r = -0.086
P = 0.63
Figura vii.15. La prevalencia de la cisticercosis porcina no se correlaciona con el índice de
marginación social de los municipios de Morelos. Una sugerencia de la masiva migración
del campo a la ciudad, de los habitantes y formas de vida.
dad de origen, mientras que el resto (~ 2 000 cerdos al año) se vende a traficantes
de cerdos que los conducen a Zacatepec para su matanza y distribución también indiscriminada para consumo (figura vii.16). Es pues claro que en Morelos
también en los cerdos opera una compleja red de factores biosociales en la
transmisión de la cisticercosis.
Estos datos epidemiológicos indican fuertemente que en el medio rural de
México está la raíz de la t/c, que ahí es donde conviven íntimamente cerdos y
seres humanos y el parásito completa la totalidad de su ciclo biológico: adultohuevo-larva-adulto. De ahí el parásito extiende sus ramificaciones al medio
urbano nacional e internacional insuficientemente provisto de instalaciones y
condiciones sanitarias para recibir a humanos y cerdos emigrantes, entre los
que viajan individuos teniósicos que trasladan consigo al parásito con capacidad de producir huevos e infectar a otros seres humanos susceptibles, individuos
cisticercosos que van a engrosar los costos de la salud pública en su lugar de
destino, y cerdos cisticercosos que al ser consumidos en su lugar de destino
214
CISTICERCOSIS
D.F.
México
D
Amecameca
E Tepoztlán
Ocuilan
Cuernavaca
A
B
Zacatepec
Iguala
G
Cuautla
Tetela
Morelos
Amayuca
F
Jojutla
C
Guerrero
Yautepec
México
Huitzuco
Puebla
Chiautla
Figura vii.16. La transportación de la mayoría de los cerdos rústicos por las carreteras de
Morelos tiene como destino terminal la ciudad de Zacatepec: una sugerencia de organización
en el tráfico y comercialización de los cerdos rústicos de la región.
pueden generar nuevos teniósicos (Schantz et al., 1992; Ong et al., 2002; Terraza
et al., 2001).
Y, para colmo, la transición epidemiológica que afecta a la salud pública de
México no excluye en números absolutos a las antiguas amenazas de los agentes infecciosos asociados a la pobreza, la ignorancia, la discriminación étnica y
de género, y a la miseria cultural (Albala et al., 1997), sólo las diluye en los porcentajes de morbilidad y mortalidad, con las nuevas amenazas del mundo feliz de
la posmodernidad y del envejecimiento (cáncer, diabetes, hipertensión, enfermedad cardio-cerebro-vascular, influenza, cirrosis, sida, accidentes y criminalidad, entre otras). La transición epidemiológica necesariamente distrae la atención y los recursos de los males que requieren de un profundo cambio social y
político hacia los nuevos males, para los que existe una oferta preventiva o terapéutica económicamente rentable. Es de lamentarse que la orientación hacia la
medicina preventiva adolezca de requerir sofisticados cambios en la conducta
ciudadana en ausencia de un desarrollo cultural significativo de la sociedad.
Y también es de lamentarse que los tratamientos de las enfermedades viejas y
nuevas orbiten pesadamente sobre la economía institucional y personal, por
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
215
razón de su masividad epidemiológica y los altos costos de los medicamentos
dimensionados según las economías de los países del Primer Mundo.
La atención a la salud de los campesinos mexicanos, centenariamente desamparados de la seguridad social hasta las últimas décadas, se ha canalizado
principalmente mediante servicios y programas asistenciales de corte filantrópico, que algo de la concreta e inmediata necesidad resuelven, pero que poco
impactan sobre la condición social y ambiental que subyace en la generación y
transmisión de las enfermedades de la pobreza.
2.3) Las complicaciones sociales
Además de por razones del crecimiento poblacional de sus hospederos, la propagación de la t/c se ve favorecida por la creciente complejidad en la red social
de la humanidad. El desarrollo de las vías de comunicación facilita la migración de humanos, cerdos y parásitos. Por otra parte, las naciones que fomentan
o toleran desigualdades entre sus comunidades facilitan la persistencia del parásito en los nichos de marginación social e incuban su eventual reaparición en la
generalidad de la población.
La distribución geográfica de la T. solium y sus cambios en el tiempo son
factores cruciales en la permanencia de la t/c entre los humanos y constituyen
un asunto estratégico fundamental para un programa de control. La amplitud
del área geográfica afectada por un solo parásito adulto le proporciona estabilidad a la endemia. Dada la gran fertilidad del parásito adulto (cientos de miles
de huevos por día), basta la existencia de uno solo para contaminar en poco
tiempo extensas áreas geográficas antes estériles (Gemmell, 1976; Pawlowski,
1990). Los mecanismos de dispersión de los huevos de la tenia se asocian estrechamente con la movilidad de sus portadores: los teniósicos no viven solamente en sus hogares, se transportan a su trabajo, van de visita, se mudan de domicilio y hasta de país, son cocineros, jardineros, albañiles, vendedores de tacos,
etcétera. Sus trayectorias son determinantes del nivel de endemia de los sitios
en donde están y por donde pasan. Los teniósicos son blancos prácticamente
invisibles y móviles que eluden las acciones de control y exportan consigo la
enfermedad a sitios sanos o la restauran en los sitios que hayan sido saneados
con anterioridad.
El aumento de la densidad poblacional en los centros urbanos aumenta la
probabilidad de encuentros entre el hospedero y el parásito. La migración de
216
CISTICERCOSIS
los humanos en busca de empleo, del medio rural al urbano, de los países atrasados a los desarrollados, o de solaz esparcimiento turístico en dirección opuesta, o entre los distintos sectores sociales y culturales de una misma comunidad,
abren brechas enormes para la transmisión de la T. solium. El desarrollo de
redes carreteras y comerciales y otras vías de comunicación entre los asentamientos humanos, agregan modernas y eficaces formas de expansión de la endemia a nivel nacional e internacional (Morales et al., 2006). El incremento del
turismo interno y externo y el tráfico de cerdos rústicos sin revisión sanitaria
son factores modernos que tienden a diseminar los riesgos de infección, dentro
y fuera del país.
Por otra parte, el entrelazamiento de los sectores privilegiados con los rurales en los países endémicos a través del empleo domiciliario, rompe los retenes
culturales que dificultan el acceso de las enfermedades de los pobres a los ricos
connacionales y extranacionales (Imirizaldu et al., 2004; Terraza et al., 2001;
Schantz et al., 1992 y 1998). La exposición a la infección posiblemente se amplió
también con la instauración en tiempos modernos de horarios corridos en los
empleos citadinos y con las dificultades de transitar en las grandes urbes (figura vii.17), lo que trastorna los hábitos alimentarios de los humanos y propicia
el consumo de alimentos mugrosos en ámbitos mugrientos (figuras vii.18vii.20). Para dimensionar la oportunidad de transmisión que ofrece la comida
callejera en la Ciudad de México, considérese que si se estiman ~200 000 vendedores ambulantes en el área metropolitana, y que se realizan al menos dos
millones de transacciones diarias, de las cuales 79.2% consiste en alimentos (tortas, tacos o cualquier bebida), entonces cada día ocurren 1 584 000 eventos con
posibilidad de transmitir t/c en esa área (Bonnafé y Monnet, 2005).
La red sanitaria de las megaciudades inundadas de seres humanos no es suficiente para resolver las necesidades de drenaje de los excrementos de la multitud
desplazada de sus domicilios hacia las calles, en donde las personas se ubican y
ejercen diversos oficios y comercios sin acceso fácil a letrinas y agua potable. La
contaminación ambiental con heces fecales, y sus microbios, en estas situaciones demográficas es probablemente enorme, ubicua y peligrosa.
Por otra parte, la profundización de la pobreza en el campo del Tercer
Mundo, la activa migración interna y externa y escasa cultura higiénica de sus
pobladores, su íntima convivencia con los cerdos, el insuficiente desarrollo de
las redes rurales de agua potable y de drenaje en los poblados, propician cisticercosis en cerdos y humanos, y hasta se entiende el que a los cerdos se les per-
Figura vii.17. Las complicaciones de la transportación del hogar al trabajo en los centros
urbanos, y el horario corrido en el empleo, promueven la ingesta de alimentos en puestos callejeros insalubres.
Figura vii.18. La contaminación del suelo con las heces fecales de seres humanos y otros
animales urbanos, se combinan eficazmente con las prácticas de juegos a ras de tierra, el
descanso y la alimentación para propiciar la transmisión de múltiples enfermedades.
218
CISTICERCOSIS
Figura vii.19. La cantidad de oferta callejera de alimentos varios (frutas, chicharrones,
aguas frescas, tortas y guisados) conectan con numerosos y diversos clientes, sirviendo de
puente a la transmisión de infecciones.
mita y hasta aliente el que se alimenten con excrementos humanos depositados
al aire libre. ¿Qué, si no, van a comer los cerdos y los humanos? En estas promiscuas y pobres circunstancias, su carne infectada encuentra numerosos consumidores, lo que le permite al cisticerco transformarse en un parásito adulto y
reproducirse. Las altas ganancias procedentes de la comercialización clandestina de la carne de cerdo infestada de cisticercos, impulsa la exportación de la
t/c del medio rural al urbano por medio de los traficantes de cerdos rústicos.
Y el expendio irrestricto de estas carnes por las calles y plazas públicas de todo
el país y a todo público, preparadas en recetas apetitosas y peligrosas con carnes
insuficientemente cocidas, guarnecidas de salsas y verduras dudosamente higienizadas, y todo preparado y servido por las manos sucias de vendedores ambulantes, sin acceso a letrinas ni lavaderos, probablemente esparce el riesgo de
contraer t/c más allá de los confines de la intimidad del domicilio familiar.
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
219
Figura vii.20. Se estima que existen 201 000 vendedores ambulantes en el área metropolitana de la ciudad de México, el 80% de cuyas transacciones son de alimentos y bebidas
(Bonnafé y Monnet, 2005), lo que resulta en 1 608 000 oportunidades de infección al día,
si cada vendedor hace 10 ventas al día.
2.4) Las complicaciones políticas
Finalmente, la cosa política. El desaliento de la ciudadanía ante la inmoralidad
e incompetencia gubernamentales, nacional e internacional, la corrupción de
las instituciones, la ilegalidad, impunidad, cinismo e injusticia prevalentes, el
ejercicio de la medicina y de la ciencia para ganancia y enaltecimiento personales, aunados todos con la banalidad de los supuestos éxitos de un ideario social
triunfalista, egoísta y consumista, son ingredientes circunstanciales que no conducen al esfuerzo entusiasta por sanear la vida propia y menos aún solventar el
sufrimiento de los desventurados. Por el contrario, el desaliento social se traduce en un clima de permisividad a favor del beneficio personal y en descuido, y
hasta desprecio, por el bienestar social. Por esto, a los rastros no acude la mayoría de los cerdos rústicos sino que se venden clandestinamente, sin importar si
220
CISTICERCOSIS
están infectados o no, para ser consumidos; no importa que se controlen o no las
zoonosis que pueden afectar a los humanos, que se contemporice con una solitaria en la familia, que se defeque al aire libre, que los cerdos coman o no excrementos, que los niños jueguen en el suelo, que no se laven las verduras, que se
beba agua sucia, que no se vacunen los cerdos, que se coma lo que sea en donde
sea, que no se enseñe o no se aprenda cómo conservar la salud en medio de la
pobreza, que no haya agua potable ni letrinas ni redes de drenaje en el pueblo,
que el salario no se invierta en la estructura familiar y se despilfarre en borracheras y francachelas machistas, que se negocie con los uniformes y libros escolares; en suma, que no importe la enfermedad, el dolor ni la muerte ajenos, y
muchos otros hechos indeseables que ocurren en la desanimada (sin alma)
sociedad mexicana de la actualidad.
VII.3.3. Las estrategias de control
La circunstancia nacional indica que la ciudadanía debe tomar a su cargo una
parte sustantiva del control de la t/c, sin que esto implique disuadir a las instituciones estatales de profundizar sus acciones generales de orientación sanitarista.
A los ciudadanos toca contribuir más comprometidamente en la prevención de la t/c, en todos sus escenarios y con las acciones que les son específicas
a sus personas y profesiones. A continuación se presentan los grandes rasgos de
las estrategias institucionales y personales para intentar abatir la transmisión
de la t/c.
La estrategia institucional
Las enfermedades infecciosas surgen de pronto entre los humanos sin mayor
mediación deliberada por parte de la humanidad. Para abatirlas hasta un cierto
nivel y en un cierto lugar y tiempo, suele ser necesario organizar y ejecutar un
conjunto de acciones intencionadas en su contra por parte de las instituciones
de salud del Estado y de la población misma, las que reciben el nombre de
“programas”.
El éxito de un programa contra una enfermedad infecciosa depende del
agente patógeno, de la enfermedad que causa y de las poblaciones que la sufren
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
221
o transmiten, tanto en sus variables biológicas como sociales e históricas (cuadro vii.3). El éxito depende también de la idoneidad, oportunidad, amplitud y
potencia del programa en su contra. Para asuntos de salud pública, se ha convenido en que los programas contra una enfermedad infecciosa difieren en la
magnitud, duración y amplitud de sus objetivos (Molyneux, 2003), según se
define en el cuadro vii.4. En estos términos, la teniasis/cisticercosis causada
por la Taenia solium es una infección parasitaria considerada “potencialmente
erradicable” (Eddi et al., 2003), por razones de tener un solo hospedero definitivo, de reconocer al cerdo como principal hospedero intermediario, de haber
identificado los principales factores de riesgo, y de existir medios aceptablemente efectivos de diagnóstico, tratamiento y prevención en un futuro inmediato.
Esto de “potencialmente erradicable” trata de expresar una buena intención
más que una verdadera oportunidad, no del todo distinta a otros optimistas
programas de salud de la oms que exageran sus esperanzas con base en factores puCuadro vii.3. Determinantes de la vulnerabilidad de una infección
ante un programa de control
1. La infectividad y patogenicidad del agente infeccioso.
2. La cantidad total, densidad y distribución geográfica y de riesgos de los hospederos
susceptibles y resistentes.
3. La existencia de vectores o vehículos de transmisión.
4. La extensión y complejidad del área geográfica y social afectadas.
5. Las prácticas de riesgo en boga.
6. La migración de los hospederos, patógenos y vectores.
7. La existencia y acceso a tecnología diagnóstica, preventiva y terapéutica.
8. Los costos materiales y humanos que causa y/o que implica el programa.
Cuadro.vii.4. Clasificación de programas de control según objetivos
1. Controlar una enfermedad significa abatir su incidencia, prevalencia, morbilidad o
mortalidad en una población “a niveles aceptables”.
2. Eliminarla significa reducir a cero su incidencia en un área geográfica definida.
3. Erradicarla significa abatir su incidencia a cero en todo el mundo.
4. Extinguirla significa la desaparición del agente patógeno de la naturaleza y de los
laboratorios.
222
CISTICERCOSIS
ramente técnicos y soslayan los factores sociales, económicos, culturales y políticos que arraigan a las infecciones en las poblaciones del Tercer Mundo.
En términos realistas de factibilidad en el México actual, se antoja difícil llegar siquiera a controlar la t/c en un plazo corto, tal vez ni en décadas. Esto por
la complejidad y robustez de los factores que propician la enfermedad en nuestro país y los altos costos e imposible logística de un programa de control a
nivel nacional.
Las condiciones nacionales actuales dificultan la rigurosa aplicación de las
medidas tradicionales de control por parte de las instituciones en toda la extensión y variedad de un México enorme, con sus profundas diferencias regionales en cultura, economía, demografía y desarrollo social. La aplicación y el éxito de un programa de control de corte tradicional y a escala nacional parecen
también improbables ante la dudosa aceptación y colaboración de una ciudadanía que por ahora desconfía de la moralidad y competencia profesional de su
clase política y de la suficiencia de sus instituciones.
Quizás en ámbitos geográficos más reducidos y socialmente homogéneos
(i. e., municipios), las medidas tradicionales de control de la t/c tengan mayor
factibilidad de aplicación y éxito, sobre todo si son enriquecidas con las medidas adicionales surgidas de la investigación reciente. A nivel local o regional, la
voluntad política y los recursos económicos y profesionales necesarios para
ejecutar programas de control, aunados a la participación activa de comunidades socialmente más homogéneas, parecen menos difíciles de alcanzar que los
programas a escala nacional, los que involucran tantos y diversos intereses así
como implican pactos quizá imposibles de cumplir entre sectores políticos actualmente enfrentados. El menor tamaño y la mayor homogeneidad de las
localidades sortea alguna de estas dificultades y los éxitos locales podrían inducir otros esfuerzos en sitios diferentes y tener con el tiempo un efecto agregado
de mayor impacto sobre la endemia nacional de la t/c.
La estrategia institucional en la escala nacional
La estrategia institucional de corte tradicional, de carácter nacional amplio, en
el mejor de los casos, tendrá con el tiempo un leve y lento efecto. En el cuadro
vii.5 se resumen las sugerencias hechas hace más de diez años por los autores
de este libro, con algunas adiciones. Sin duda, las sugerencias son aún soste-
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
223
Cuadro vii.5. Lista de acciones de control por parte de instituciones de gobierno
1. Vigilancia epidemiológica en humanos y cerdos (registro de casos, encuestas).
2. Control sanitario en rastros, carreteras, carnicerías y restoranes.
3. Construcción de rastros estratégicamente distribuidos.
4. Oferta de tratamiento gratuito a teniósicos y voluntarios.
5. Crear Cartilla de Desparasitación Intestinal Periódica.
6. Oferta de vacunación y tratamiento gratuito de cerdos cisticercosos.
7. Crear Certificado de Cerdos Vacunados y/o Tratados. Crear y difundir Programa
Educativo Antiparasitario (rural y urbano).
8. Fomentar la creación de grupos responsables de Programas Regionales de Control
de la Cisticercosis y su financiamiento (porcicultores y traficantes de cerdos de
traspatio).
9. Extender al campo y zonas periurbanas la red de agua potable, letrinización y drenaje.
10. Subvencionar los costos de las vacunas contra la cisticercosis porcina y apoyar a las
campañas de vacunación.
11. Convocar a la presentación y financiar proyectos de investigación y desarrollo tecnológico sobre cisticercosis.
nibles, aunque resulten un tanto ingenuas las expectativas con que fueron formuladas. Se repiten aquí por su validez general y con la esperanza de que su
repetición aclare dudas y alerte al público general y a los funcionarios comprometidos.
La que sí es una oportunidad nueva para las instituciones de gobierno pertinentes es la de utilizar los medios de comunicación para inducir en toda la
población un cambio masivo hacia una conducta higiénica que los proteja de
contraer la t/c, y muchos otros patógenos, en el medio rural y urbano. Claro
que éste es un reto formidable a la creatividad de la tecnología publicitaria, la que
si bien cuenta con éxitos visibles en algunos asuntos de salud pública (i. e., uso
de cinturones de seguridad de vehículos, el uso del condón, el riesgo de la obesidad, el cuidado de la hipertensión), también tiene otros programas de efectos
dudosamente exitosos (i. e., lávese las manos, cuide el agua, fumar causa cáncer, beba sólo agua potable). Sin embargo, el asunto de prevenir los costos inmensos de la insalubridad general de personas y ambientes en México bien amerita
el esfuerzo y seguramente cuesta menos y rinde más que financiar su atención
224
CISTICERCOSIS
y curación. Enfrentará, sin duda, muchas otras dificultades, entre las que no es
menor la invisible relación de una conducta concreta, aquí y ahora, con la abstracta y eventual reducción de un riesgo comunitario y personal, como acontece
con la inducción a dejar de fumar. Y, desde luego, también encontrará resistencia
en la arraigada costumbre del traspatio en el ámbito rural, y en la imperiosa
necesidad de comer algo barato, a la carrera, en donde sea, en el ámbito urbano.
Quizá tenga que recurrirse al terrorismo sanitario virtual, uno que exponga
escenas ultrarrealistas de los daños en que resulta el descuido higiénico, con
profusión de imágenes espantosas y morbosas de la enfermedad y la muerte.
Pero, ni modo, lo que hay que hacer hay que hacerlo, y además puede suceder
que estos spots tengan altos índices de audiencia entre el público dado el éxito que tiene la profusión de la matanza explícita, acrobática y ficticia en la programación de la televisión nacional. La muerte real es mucho más electrizante.
La estrategia institucional en la escala regional
En los poblados rurales de México, donde se enraíza el ciclo completo del parásito gracias a la convivencia íntima de humanos y cerdos rústicos, es en donde
parece más factible la aplicación exitosa de un programa local y aun regional
de control. Las medidas que pueden considerarse se listan en el cuadro vii.6.
Para las zonas urbanas, donde el ciclo del parásito no se instala completamente, unas cuantas acciones personales en contra de la T. solium, ejecutadas
por la persona misma, en su familia y/o en su trabajo, pueden proteger significativamente al individuo, a su familia o grupo social con el que habita o sobre
quien se proyectan su vida amistosa y profesional. Estas acciones se listan en el
cuadro vii.7.
Las instituciones gubernamentales podrían contribuir de manera importante al programa de control regional según el cuadro vii.8.
La evaluación minuciosa y rigurosa de los efectos de la lucha contra la t/c
es indispensable para sanear deficiencias, intensificar acciones en lugares y
tiempos precisos, y concluir o continuar las operaciones del grupo a cargo del
programa de control. No es trivial la evaluación de los efectos del control de la
t/c por T. solium por razones de la práctica invisibilidad de los teniósicos, el
largo tiempo (quizás décadas) de incubación clínica de la cisticercosis humana
(Dixon y Hargreaves, 1944), la ambigüedad del inmunodiagnóstico, y el alto
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
225
Cuadro vii.6. Medidas de control a nivel de los poblados rurales de México
1. Delimitación geográfica del área a controlar según levantamiento epidemiológico de
la cisticercosis porcina.
2. Educación de sus pobladores en materia de higiene personal y de alimentos.
3. Disposición higiénica de excretas.
4. Tecnificación de la porcicultura.
5. Acceso domiciliar al agua potable.
6. Búsqueda y tratamiento curativo de teniósicos y preventivo de voluntarios.
7. Vacunación, tratamiento y castración tardía de cerdos rústicos.
8. Selección y capacitación de un grupo de individuos que se haga cargo de realizar las
acciones del programa, quienes han de estar altamente comprometidos, profundamente enterados de los aspectos técnicos y científicos del problema en su área de
acción, y ser diestros en el difícil arte de relacionarse efectivamente con las comunidades rurales afectadas.
9. Cabal cumplimiento y seguimiento del programa de control.
Cuadro vii.7. Lineamientos para un programa de control personal a nivel urbano
- Educación familiar y del personal doméstico sobre higiene personal y domiciliar.
- Perseverancia en la cultura de la higiene personal y de los alimentos.
- Instalación y uso de letrinas y/o drenaje domiciliar (pozo o red de drenaje).
- Búsqueda y tratamiento de teniósicos en el círculo familiar y profesional.
- Reducción del consumo de alimentos en puestos callejeros urbanos o pueblerinos.
- Educación del círculo social sobre los riesgos de la t/c y la forma de reducirlos.
- Difusión del programa personal para extenderlo por la red social.
costo de la tecnología imagenológica para encuestas verosímiles de neurocisticercosis silenciosa (Sánchez et al., 1999; Fleury et al., 2003 y 2006). Aun destruyendo a todos los parásitos adultos, habrían de esperarse nuevos casos de neurocisticercosis humana durante décadas después de la muerte de la última tenia. Es
más factible evaluar los efectos del programa de control a través de los cambios
en la prevalencia de cisticercosis en los cerdos rústicos, verdaderos centinelas de
la presión de infección que emana de los teniósicos existentes en el medio, y
que provee información prácticamente contemporánea con las acciones de
226
CISTICERCOSIS
Cuadro vii.8. Contribuciones institucionales al control regional
1. Proveer tratamiento gratuito y dar seguimiento a la notificación obligatoria del
teniósico.
2. Revisar y publicar periódicamente sus estadísticas de teniasis y cisticercosis institucionales y de encuestas seroepidemiológicas nacionales y/o regionales.
3. Colaborar en la detección de poblados de alta endemia de cisticercosis porcina y en
la vacunación y tratamiento de cerdos de traspatio.
4. Construir redes sanitarias de agua potable y drenaje en poblaciones rurales.
5. Vigilar el transporte, matanza y comercio de cerdos de traspatio.
6. Reforzar los programas educativos sobre higiene personal y domiciliaria.
control, pues por lo general la mayoría de los cerdos son sacrificados en el año
en curso. En los cerdos centinelas puede estimarse la prevalencia a través de diagnóstico anatómico fehaciente al tiempo de la matanza o bien a través del menos
sensible, pero más factible, diagnóstico in vivo por inspección de lengua.
La estrategia individual
Ésta es una estrategia al mínimo nivel epidemiológico: el que puede realizar
cada individuo. No es una institución o un grupo de expertos quien la ejecuta,
sino cada una de las personas en riesgo, en su escenario específico y con la
magnitud y cuidado congruentes con sus circunstancias personales y para su
beneficio particular. Requiere, sin embargo, de un potente instrumento de
inducción de la conducta sanitaria por la vía de los medios de comunicación,
según se describió anteriormente.
La prevención de la t/c es aquí una misión personal de protección personal, con derrame a la familia y al entorno social inmediato. Sin embargo, dadas
su factibilidad y la densidad y conectividad de la red social en el México actual,
la estrategia individual podría tener un efecto mayúsculo, a bajos costos y en
plazos cortos.
Vista superficialmente, la estrategia personal pareciera de fuerza insignificante, pero se trata de multitudes y las acciones multitudinarias no son despreciables. Cuenta también con el recurso de propagarse por las complejas redes
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
227
sociales de relaciones e influencias, hasta cobrar dimensiones y efectos considerables y aun insospechados en corto tiempo. Tiene también la virtud de ser factible, de tener dimensiones costeables y de mínimo esfuerzo y resultados benéficos
directos para el responsable. Y no son atributos menores su don de contagiarse
a los vecinos por imitación, y de viajar por la red social a la velocidad del chisme. La visibilidad de las infracciones y la desaprobación social ayudarían a
cumplir al reacio. Además, nunca se ha intentado una campaña así y cuesta
poco, casi nada.
Los objetivos de la estrategia personal son dificultar el paso de: 1) tenia a
huevo, 2) de huevo a cisticerco, y 3) de cisticerco a tenia.
Por tratarse de un ciclo, cualquiera de las acciones interrumpe el desarrollo
del parásito pero la trascendencia epidemiológica de cada bloqueo difiere porque afecta a diferente número de parásitos y en etapas diferentes de su desarrollo, las cuales también se asocian con diferentes probabilidades individuales de
transformarse a la siguiente etapa. Estas probabilidades de paso entre etapas
son desconocidas para el caso de la T. solium, por lo que la aportación de cada
paso a la epidemiología de la endemia sólo puede asociarse con el número de
descendientes de cada etapa del parásito. La eliminación de una tenia significa
la eliminación de millones de huevos, la destrucción de un huevo implica la
interferencia para el desarrollo de un cisticerco, y la destrucción de un cisticerco cancela la oportunidad de un cisticerco de convertirse en una tenia. A nivel
de los hospederos, el tratamiento de un teniósico significa cancelar las oportunidades de desarrollo de millones de huevos; el lavado de los alimentos elimina
la oportunidad de miles de huevos, y la destrucción de un cerdo cisticercoso
implica la cancelación de decenas de cisticercos de convertirse en tenias.
Sin conocimiento preciso del destino eventual de cada una de las formas de
cada etapa del parásito, es imposible distinguir cuál de los tres bloqueos es más
efectivo para interrumpir la transmisión en una población y en un cierto plazo,
todas son importantes. En la estrategia personal, el individuo puede intentar
bloquear las tres etapas en sus pasos de transformación, los que se listan en las
filas 1, 2 y 3 del cuadro vii.9, tanto en el escenario rural como en el urbano.
Las acciones personales correspondientes a cada combinatoria (objetivo, escenario) se listan en cada celda del cuadro. La persona interesada en participar
debe ubicarse en su escenario correspondiente e identificar la(s) acción(es) que
le corresponde(n) y que considera puede llevar a cabo. Debe notarse que una
misma persona puede actuar en los tres objetivos y en los dos escenarios (v. g.,
Cuadro vii.9. Acciones personales contra la T. solium
Paso de una etapa a otra
Medio rural
Medio urbano
1. Tenia a huevo
a) Tratar al teniósico conocido.
b) Buscar teniósico silencioso.
c) Examinar heces.
d) Preguntar por:
• expulsión de proglótidos,
• epilepsia en la familia o neuropatía familiar,
• coproparasitoscopia.
e) Persuadir a teniósico de tratamiento.
f) Tratar al voluntario.
g) Conseguir medicinas.
h) Reclutar personajes locales en
programas de difusión, educación y acción (médicos, enfermeras, profesores, curas,
ediles, líderes estudiantiles,
jefes de familia, etc.).
Lo mismo que en el medio rural, con atención especial al empleado doméstico (cocinera, jardinero) en cuanto a diagnóstico,
tratamiento y seguimiento de
parásitos intestinales.
2. Huevo a cisticerco
a) No alimentar cerdos con heces.
b) Amarrar o confinar cerdos.
c) No defecar al aire libre.
d) Enterrar las heces.
e) Instalar letrinas.
f) Conectar drenaje.
g) No regar con aguas negras.
h) Castración tardía.
i) Vacunar al cerdo.
j) Alejarse del suelo.
k) Sanear el suelo.
l) Beber agua potable.
m) Instalar agua potable.
n) Lavarse las manos.
o) Lavar verduras y alimentos.
p) El teniósico debe tratarse, no
viajar, no manejar alimentos,
no defecar al aire libre.
a) Instalar sanitarios en domicilio (baños, suelos, cocina).
b) Instalar agua potable.
c) Beber agua hervida.
d) Educar en el uso de sanitarios.
e) Programa familiar de educación higiénica.
f) Lavar ropa interior.
g) Preparar comida casera para
llevar al trabajo, escuela, etc.
h) No comer en puestos callejeros.
i) Atención especial a la comida
en viajes turísticos al medio
rural (“pueblear”).
EL CONTROL DE LA TAENIA SOLIUM EN MÉXICO
229
Cuadro vii.9. Acciones personales contra la T. solium (conclusión)
Paso de una etapa a otra
3. Cisticerco a tenia
Medio rural
Medio urbano
a) Comer sólo cerdo muy cocia) Diagnosticar al cerdo.
do (cuidado con carnitas blanb) Examen de lengua.
cas, como jamones, morcillas
c) Examen en matanza.
chorizos y longaniza crudos
d) Tratar al cerdo.
o sancochados).
e) Cocinar a fondo al cerdo.
f) No vender cerdos cisticerco- b) Examinar la carne de cerdo
cruda en carnicerías en bússos a traficantes.
queda de cisticercos (aspecto
g) Vender sólo cerdos sanos o
de granos de arroz en medio
tratados.
de la carne).
c) No adquirir ni preparar ni
vender carne de cerdo cisticercosa.
un traficante de cerdos rústicos puede tratar a sus cerdos infectados, instalar
los hábitos higiénicos en su domicilio y detectar al teniósico en su familia y tratarlo eficazmente).
VII.4. Colofón
Nos es menester expresar nuestras expectativas sobre tantas formas como se
han descrito de intentar el control de la t/c. De entre todas, nos parece que
aquella que involucra a las personas en riesgo, a la ciudadanía, es imprescindible
para aspirar a efectos amplios y profundos en contra de la t/c y de otras enfermedades relacionadas con la falta de higiene personal y del ambiente, de la ciudad y del traspatio. Esto es, el conjunto de acciones que cada persona puede
ejecutar aquí y ahora, así se encuentre en el medio rural, migrante o urbano de
México.
Pero la estrategia personal requiere de una inducción masiva de la ciudadanía hacia la salud mediatizada por la televisión y sus pares (la radio, los periódicos, los afiches…) (Trejo, 1985), tal cual se nos han inducido ya tantas cosas y
conductas que nos han cambiado para bien y para mal de aspiraciones, actitudes, valores, de opinión y hasta de salud. El instrumento de inducción ha de con-
230
CISTICERCOSIS
tener señalamientos de lo que cada uno puede hacer para proteger a su familia,
a su economía, a su comunidad y a sí mismo contra la T. solium. La inducción
requiere de un formato estimulante a la acción, adecuado a cada escenario, claro, variado en formas de cumplirlo, atractivo de la atención e insistente.
En este esquema personal de control, la participación de las instituciones
públicas y privadas financiarían la producción y difusión de los materiales de
inducción y proveerían, en tiempos oportunos, y en lugares y precios accesibles, los bienes que requieren el diagnóstico, prevención y curación a solicitud
personal, que es lo que principalmente ya hacen.
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