Pontificia Universidad Católica del Ecuador

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Nuestra
Ciencia
Número
12
Q u i t o, a b r i l d e 2 0 10
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
Edición corregida
1
Actualidad Científica
40 Años de Historia del Área
de Vertebrados del QCAZ
Por Luis A. Coloma
lcoloma@puce.edu.ec
(Historia en imágenes:
http://zoologia.puce.edu.ec/historia.aspx)
E
l Museo de Zoología
de la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador (QCAZ)
cumplió 40 años. A
continuación proveo
una síntesis cronológica de algunos hitos
históricos en el desarrollo del Área
de Vertebrados y finalmente comento brevemente sobre este proceso.
1969 a 1981: un comienzo
ornitológico
Entre 1969-70, el Dr. Fernando
Ortiz Crespo (1942-2001), reconocido científico y conservacionista,
organizó las colecciones del Área
de Vertebrados que era parte del
Departamento de Ciencias Biológicas, el cual a su vez era parte del
Instituto de Ciencias de la PUCE,
la cual tuvo apoyo de Saint Louis
University, y fondos de AID (U. S.
Agency for International Development).
Ortiz obtuvo su Ph. D. en la
Universidad de California, Berkeley, USA, en 1980. Fue profesor
universitario, pionero de la conservación, cronista, divulgador de la
ciencia. Su actividad científica tuvo
énfasis en la ornitología y especialmente en el estudio de los colibríes,
sobre los cuales se publicó (luego
de su trágica desaparición) su mayor obra: Historia natural de unas
aves casi sobrenaturales. Ortiz dirigió
y organizó las colecciones de vertebrados hasta el primer año de la
22 Nuestra Ciencia
n.º 12 (2010)
1966. Fernando Ortiz
Crespo (23 años) en Saint
Louis University, USA,
dos años antes de su
llegada al Ecuador. Foto
tomada de Saint Louis
University Magazine,
1966.
década de los ochenta. Al final de
este periodo, el entonces estudiante Eduardo Asanza —conocido
por sus estudios pioneros de caimanes y su lucha para la conservación de la Reserva de Producción
Faunística Cuyabeno— ayudó con
la organización de los ejemplares
museológicos.
En 1976, se incorporó al Área de
Vertebrados Tjitte de Vries, ornitólogo y ecólogo holandés radicado
en Ecuador desde 1965, fecha en la
cual arribó (a través de un programa de la UNESCO, para el fortalecimiento de la Estación Científica
Charles Darwin) para participar
en el estudio y la conservación de
las islas Galápagos. Tras culminar
(1973) estudios de doctorado en la
Universidad Libre de Amsterdam,
Holanda, en los que se especializó
en el estudio de aves volvió a Galápagos (con apoyo de WWF) y
dirigió el trabajo de campo de va-
rios estudiantes de tesis del Departamento de Ciencias Biológicas de
la PUCE. Aunque el tema de su investigación se ha centrado en aves
rapaces, también ha dirigido investigaciones sobre ecología e historia
natural de muchas especies de vertebrados. Actualmente, es uno de
los profesores que más ha dirigido
tesis de licenciatura en la PUCE,
pues se cuentan más de 100.
Entre 1969 y 1981, los ejemplares de vertebrados se utilizaron para
fines didácticos, aunque también se
almacenaron unos pocos (principalmente aves) para uso científico.
Estas colecciones fueron parte del
Museo de Zoología, el cual inicialmente ocupó un área de 40 m2.
En el QCAZ, fueron depositadas
copias (87 ejemplares) de recolecciones valiosas de aves, realizadas
en 1977 en la Amazonia ecuatoriana, en la región de Limoncocha
por Dan Tallman y Erika Jansic de
Tallman de Los Angeles State University, USA, y quienes documentaron la presencia de 464 especies en
la zona. Sobre la base de aquellos
estudios y recolecciones se reconoció a Limoncocha como uno de los
sitios con mayor diversidad de aves
en el mundo.
1982 a 1991: “recolectar,
recolectar, recolectar…”
En 1981 se incorporó al entonces Departamento de Ciencias Biológicas de la PUCE el entomólogo,
agrónomo y misionero religioso
italiano Giovanni Onore, quien fue
el promotor de las colecciones para
uso científico. En la década entre
1982 y 1991, Onore dirigió las actividades tanto del Área de Invertebrados como del Área de Vertebrados del QCAZ. Paralelamente
Tjitte de Vries centró su atención
en investigaciones ecológicas y de
historia natural. En esta época se
destacó la colaboración de becarios
y voluntarios del museo tales como
Rodrigo Sierra, Luis A. Coloma,
Stella de la Torre, Felipe Campos
Yánez, entre otros.
Onore trabajó en la PUCE como
Curador de entomología, profesor
e investigador entre 1981 y 2006.
Actualmente, dirige la Fundación
Otonga. Sus aportes científicos,
académicos, conservacionistas y humanistas son numerosos y valiosos
y están reseñados en el libro: Vida
de Giovanni Onore, el héroe nunca cantado escrito por César Enrique Jácome. Su aporte a la Entomología lo
resumen Barragán et al. (2009). Sus
recolecciones de vertebrados (especialmente anfibios y reptiles) durante la década de los ochentas tienen
un valor intangible, pues contribuyó
substancialmente y sentó las bases
para su crecimiento y organización.
Onore revitalizó la documentación
de la diversidad biológica de vertebrados del Ecuador, no solamente
por sus recolecciones sino también
por los conocimientos, entusiasmo
Actualidad Científica
y motivación que transmitió a una
generación de jóvenes estudiantes
ecuatorianos. Esta renovada era se
basó en el incremento del interés
por la biología de campo, la tenaz
exploración del territorio ecuatoriano y la recolección de ejemplares y
su conservación en los museos.
Durante este periodo, el Área
de Vertebrados ocupó nuevos
espacios (en 1984) de aproximadamente 100 m 2 , en el edificio
construido para el entonces Departamento de Ciencias Biológicas.
Onore recolectó (con la ayuda de
campesinos, colonos y estudiantes) cerca de 23 000 ejemplares de
anfibios y reptiles. La mayor parte
de ellos provenían de zonas como
San Francisco de las Pampas, alrededores de Santo Domingo de
los Tsáchilas y Coca, las cuales en
aquellos años estaban siendo devastadas por la colonización, explotación maderera y agricultura
intensiva. Estos ejemplares fueron
depositados en el Muséum d´Histoire
Naturelle de Genève y copias en el
QCAZ, mediante un convenio de
cooperación con la PUCE. A través de estas recolecciones se describieron y continúan describiéndose numerosas nuevas especies.
Adicionalmente, las recolecciones
realizadas por Onore en la región
Andina durante la década de los
ochentas proveyeron de datos clave, posteriormente utilizados para
documentar las extinciones catas-
tróficas de anfibios y plantear hipótesis que explicarían sus causas.
1991 a 2001: ¡a publicar!
En 1991 y hasta el 2001, el Área
de Vertebrados estuvo bajo la dirección de Luis A. Coloma, quien
fue estudiante de los zoólogos pioneros Gustavo Orcés Villagómez
(1902-1999), Ortiz, Luis H. Albuja
V. y Onore en el Departamento de
Ciencias Biológicas de la PUCE.
Coloma se especializó en sistemática y ecología (con énfasis en los
anfibios) bajo la dirección del afamado herpetólogo norteamericano
William E. Duellman del Museo
de Historia Natural de la Universidad de Kansas (KU). Este último
abrió las puertas de KU también
a otros ecuatorianos (Santiago R.
Ron, Omar Torres-Carvajal y Juan
Manuel Guayasamin), quienes realizaron estudios de maestría y PhD
bajo su tutela y la de Linda Trueb,
a la vez que se mantuvo y continúa
una estrecha relación de cooperación científica.
Durante los años noventa, las
colecciones de vertebrados y su infraestructura física se incrementaron y reorganizaron mientras que
paralelamente se desarrollaron los
Laboratorios de Herpetología y
Mastozoología en estrecha relación
con los museos. Las recolecciones
tanto de investigadores ecuatorianos como extranjeros empezaron a
ser depositadas en su totalidad en el
1987. Izquierda a derecha: Giovanni Onore,
Helmut Zimmermann,
Elke Zimmermann,
Luis A. Coloma. Visita
de investigadores
alemanes (expertos
en Dendrobatidae) al
QCAZ.
23
QCAZ y se envíaron para estudios
en el exterior bajo la modalidad de
préstamo o intercambio. En el Laboratorio de Herpetología empezó
en 1991 una colección de anfibios
vivos con fines de investigación y
conservación, los cuales fueron inicialmente mantenidos y estudiados
por Gloria M. Correa, Alexandra
Quiguango-Ubillús, Néstor Acosta-Buenaño e Italo G. Tapia. Este
último ingresó en el 2000 a formar
parte del personal permanente en
el Laboratorio de Herpetología y
se hizo cargo de la administración
de la colección herpetológica (ejemplares de museo y anfibios vivos),
a la vez que ha contribuido notoriamente con trabajos de campo y
recolecciones de anfibios y reptiles.
En este periodo se inicia una
era pionera de producción científica basada en ejemplares del museo.
Las colecciones de vertebrados son
incrementadas y utilizadas por estudiantes de tesis de Licenciatura de la
PUCE. Entre los estudiantes ecuatorianos en la sección de mastozoología cabe destacar las contribuciones de Diego Tirira S. (entre 1990 y
1999) y Pablo Jarrín Valladares (entre
1999-2001), quienes organizaron la
sección mastozoológica y realizaron
recolecciones, estudios y publicaciones. Las colecciones también fueron
usadas por numerosos investigadores de universidades y museos del
mundo con quienes se establecieron
relaciones de cooperación. Entre los
investigadores extranjeros con quienes se iniciaron colaboraciones en
mastozoología está Natan Muchhala y en herpetología destacan Stefan
Lötters, Laurie J. Vitt, Morley Read,
Eugene Kramer, Pedro M. RuizCarranza (1932-1998), Chris W.
Funk, entre otros.
Con el apoyo de Onore empezó una serie de publicaciones y libros del QCAZ, bajo el título de
Publicaciones del Centro de Biodiversidad y Ambiente —Centro
que tuvo la coordinación de Die24 Nuestra Ciencia
n.º 12 (2010)
2003. Izquierda
a derecha: Pablo
Jarrín Valladares,
Sebastián Tello,
Santiago Burneo,
Robert Baker, Juan
Pablo Carrera,
René Fonseca. 83th
American Society
of Mammalogist
Meeting, Lubbock,
Texas.
go Lombeida, Gloria Correa, Ruth
Boada y Verónica Cano y servía de
apoyo en la gestión de los proyectos de Zoología—. Esta serie que
actualmente cuenta con 20 publicaciones incluye varias de vertebrados: Lagartijas de Cuyabeno; Biología,
sistemática y conservación de los Mamíferos de Ecuador, Mamíferos de Ecuador,
Ecuador megadiverso: anfibios, reptiles,
aves, mamíferos, Mamíferos en la niebla,
Animales que cantan y encantan, y Sapos, Ecuador sapodiverso.
2001…: un Banco de Genoma y
el Retorno de Cerebros
Los museos y laboratorios de
herpetología son dirigidos entre el
2001 y 2008 por Coloma, mientras que los de mastozoología entre
el 2001 y el presente por Santiago
Burneo. Entre el 2001 y 2008 el
Área de Vertebrados se divide en
las secciones de ictiología, herpetología, ornitología y mastozoología. Durante esta última década se
consolidan laboratorios y museos
de las secciones de herpetología y
mastozoología. Progresivamente el
número de proyectos crece al igual
que las colecciones, el espacio físico
(~ 700 m2), equipamiento y personal. También se desarrolla el Banco
de genoma con el apoyo inicial de
UCODEP (Unità e Cooperazione
per lo Sviluppo dei Popoli). Este
reservorio de material genético es
actualmente el mayor banco de recursos genómicos de anfibios, reptiles, aves y mamíferos del Ecuador
(~ 26 000 muestras).
Santiago Burneo obtuvo la Licenciatura en Ciencias Biológicas
en la PUCE y realizó estudios de
Biología de la Conservación en la
Universidad Internacional de Andalucía, España. Sus temas de interés son la Mastozoología, Conservación y Sistemas de Información
Geográfica. Burneo también tomó
a su cargo el mantenimiento de las
colecciones ictiológica y ornitológica. En el área mastozoológica se
destacan los aportes del entonces
estudiante de la PUCE René Fonseca (1976-2004), quien falleció
trágicamente en Ecuador mientras
cursaba estudios de maestría en la
Universidad de Texas Tech.
Jóvenes investigadores ecuatorianos se sumaron al personal del Área
de Vertebrados: Néstor Acosta-Buenaño (Licenciado en Ciencias Biológicas y Magister en Administración
de Empresas en la PUCE), quien en
el 2003 toma a cargo la bioinformática, administración de bases de datos y otras tareas administrativas de
la sección de herpetología. A partir
del 2004, Diego Almeida Reinoso
(doctorado en la Universidad Central del Ecuador) colabora como
administrador de la colección de anfibios vivos y su interés se centra en
el manejo ex situ de anfibios en peligro de extinción. María Alejandra
Camacho (Licenciada en la Escuela
de Biología de la PUCE) forma parte
de la sección de mastozoología (desde el 2007) como administradora
de las colecciones. En este periodo
también colaboraron en varios pro-
yectos de la sección de herpetología
Martín R. Bustamante (entre 20002008) y Andrés Merino Viteri (entre
2000-2006), quienes realizaron investigaciones sobre declinaciones de
anfibios y participaron en la producción de la exhibición pública “Sapari,
aventúrate en un mundo de sapos”, la cual
tuvo notable éxito en Ecuador.
En años recientes, la infraestructura humana del Área de Vertebrados se fortifica por el retorno
de una generación de estudiantes
ecuatorianos especializados al nivel
de PhD en universidades del exterior y quienes se incorporan permanentemente a la PUCE.
Santiago R. Ron formó parte
de la sección de herpetología entre
1998 y 2001 y retornó e incorporó
definitivamente en el 2007. Realizó
estudios de maestría en KU y de
PhD en la Universidad de Texas.
Actualmente, realiza investigación
y docencia y desde el 2009 toma
la posta como Curador de las colecciones de anfibios. Sus áreas de
interés incluyen la sistemática y biodiversidad de anfibios del Neotrópico, las declinaciones de anfibios
en el Ecuador, la evolución de la
comunicación y selección sexual en
los cantos de las ranas.
Pablo Jarrín Valladares forma
parte de la sección de mastozoología desde el 2007, después de realizar estudios en el Centro de Ecología y Biología de la Conservación
del Departamento de Biología en la
Universidad de Boston. Actualmente finaliza su tesis de PhD y realiza
investigación sobre evolución y límites entre las especies. Además, es
el Director Académico de la Estación Científica Yasuní.
Juan Manuel Guayasamín forma parte de la sección de anfibios
desde el 2008, después de realizar
estudios de PhD en KU. Realiza
docencia e investigación sobre sistemática, evolución, historia natural y conservación de anfibios.
Elisa Bonaccorso es investiActualidad Científica
gadora y Curadora de la colección
ornitológica desde el 2008. Realizó
sus estudios de PhD en KU. Colabora en aspectos de bioinformática de vertebrados y sus áreas de
interés son biogeografía, ecología,
evolución, conservación de aves y
modelos ecológicos predictivos.
Omar Torres-Carvajal es investigador y Curador de la colección de
reptiles desde el 2009. Realizó sus
estudios de PhD en KU y de postdoctorado en el Smithsonian Institution. Realiza docencia e investigación sobre sistemática, historia
natural, evolución y conservación
de reptiles.
Otros investigadores y personal
asociados actualmente y temporalmente a través de proyectos al
área de vertebrados se indican en
la página web del QCAZ (http://
zoologia.puce.edu.ec). Ellos y los
investigadores permanentes conformamos un equipo de cerca de
40 personas.
Es loable la cooperación científica y académica durante esta época en la sección herpetológica con
David C. Cannatella de la Universidad de Texas en Austin (UT),
mientras que en la sección de mastozoología con Robert Baker de la
Universidad de Texas Tech (UTT).
Como parte de esta cooperación,
ellos han apoyado a estudiantes
ecuatorianos de la PUCE para realizar estudios de maestría y PhD.
Entre ellos están Santiago R. Ron
(UT), Juan Carlos Santos (UT),
Mónica Guerra (UT), René Fonseca (UTT), C. Tamara Enríquez
(UTT), Juan Pablo Carrera (UTT),
Miguel Pinto (UTT) y M. Raquel
Marchán (UTT).
También hay que resaltar la cooperación científica con J. Alan
Pounds, investigador del Centro
Científico Tropical en La Reserva Biológica Monteverde en Costa
Rica, con quien el equipo de investigadores de anfibios de la PUCE
realizó varias publicaciones. En
particular, en el 2007 Pounds, el
equipo de la PUCE y otros investigadores extranjeros publican en la
Revista Nature uno de los artículos
científicos sobre anfibios más citados en el mundo: “Widespread amphibian extinctions from epidemic disease
driven by global warming”. En este se
plantea una hipótesis que atribuye
al calentamiento global la culpa de
gatillar la emergencia de enfermedades letales y responsables de extinciones masivas y repentinas de
anfibios ocurridas desde mediados
de los ochentas.
En el 2005 y paralelamente a
la Cumbre mundial de los anfibios
realizada en Washington, se elabora el Plan estratégico para la investigación y conservación de los
anfibios del Ecuador (Balsa de los
Sapos), el cual fue conceptualizado, gestionado y coordinado con el
apoyo de Verónica Cano y Miguel
A. Rodríguez. Como parte de uno
de los seis grandes programas de
este plan, en el 2006 se construye
en la PUCE la infraestructura para
el primer Centro de Investigación
y Conservación de Anfibios en peligro de extinción en Sudamérica
(CICA), con el apoyo del Zoológico
de Saint Louis, USA.
El área de bioinformática crece
notablemente en esta última década
y en el 2000 se inician las enciclo-
2007. Tjitte de Vries y placa de reconocimiento de sus alumnos al cumplirse 100
tesis de licenciatura bajo su dirección.
25
2009.
Personal del Área
de Vertebrados.
pedias electrónicas de libre acceso sobre los anfibios y reptiles del
Ecuador, AmphibiaWebEcuador
y ReptiliaWebEcuador, las cuales
actualmente se fortalecen mientras
que paralelamente se desarrollan
las de aves y mamíferos bajo el proyecto FaunaWebEcuador. También
hay un incremento substancial en la
producción científica; por ejemplo,
investigadores del QCAZ produjeron entre el 2005 y 2009 unas 10
publicaciones científicas anuales en
revistas con procesos de arbitraje.
En el 2008, se forma un laboratorio molecular asociado al Área
de Vertebrados, el cual actualmente
cuenta con el apoyo de la Secretaría
Nacional de Ciencia y Tecnología
(SENACYT).
Epílogo
En estos 40 años de trajinar
pausado del Área de Vertebrados
del QCAZ, ésta es hoy por hoy una
de las más prestigiosas e importantes de América Latina, debido a sus
museos, laboratorios, personal de
alto nivel académico, producción
científica y de divulgación.
Varios elementos positivos convergen y coadyuvan en tiempos recientes a su prosperidad. Por una
parte, una nueva generación de biólogos especializados en sistemática,
evolución y ciencias afines retornan
al Ecuador y son incorporados por
la PUCE. Por otra parte, el estado
26 Nuestra Ciencia
n.º 12 (2010)
realiza mayores inversiones en ciencia, sea a través de donaciones del
25% del impuesto a la renta o financiamiento de la SENACYT. Por
ello, la investigación florece y está
en manos de un creciente número
de científicos emprendedores, con
el talento y preparación necesarios
para enfrentar desafíos nuevos y en
consonancia con las revoluciones
genómica y bioinformática.
No obstante, y a pesar del desarrollo alcanzado, la conservación
de los vertebrados y su cimiente, la biología de la conservación,
agonizan frente a la expansión
demográfica humana, su inmensa
huella de destrucción ecológica, y
la impávida reacción social sumida
en una retórica conservacionista
de no menos de dos décadas. Las
nuevas amenazas a la biodiversidad como el irreversible cambio
climático global y enfermedades
emergentes se suman a la imparable destrucción y fragmentación de
los hábitats, contaminación y otros
factores. Estos peligros notorios
ahondan aún más la actual crisis
de biodiversidad manifiesta en masivas declinaciones y extinciones
especialmente de anfibios.
Esta crisis va muy por delante
del desarrollo científico y tecnológico, por lo que algunos biólogos nos
hemos visto obligados a transmutar
nuestro quehacer a la biología de la
extinción —aunque nos cueste re-
conocerlo—. Las necesidades nuevas de investigación y conservación
son inconmensurables y apremiantes. La ciencia y sus fortalezas (por
ejemplo, su capacidad predictiva) se
ahogan en la inmensa brecha con la
sociedad pues la comunicación de
la ciencia apenas nace en el Ecuador, y ello a pesar del milagro de la
evolución bioinformática.
Desafortunadamente, y pese a
los progresos realizados, la capacidad de respuesta en cuanto a infraestructura física y humana es y al
parecer será insipiente en el corto
y mediano plazo para satisfacer las
nuevas demandas científicas y de
conservación. Por tanto, se requiere de un milagro o una revolución
(pacífica, por supuesto) para cambiar esta realidad. Dicha transformación exige acelerar los procesos,
incorporar ejércitos de biólogos nacionales y extranjeros, construir inmensas edificaciones de investigación y conservación con tecnologías
vanguardistas. Todo ello necesita
enormes aportes financieros nacionales e internacionales, pero sobre
todo atreverse a librar una batalla
casi perdida y contra el reloj.
Literatura consultada
Anónimo. 1966. Report from Ecuador.
Saint Louis University is helping a
South American University face the
demands of the 20th century. Saint
Louis University Magazine, 10­-13.
Arcos Terán, L. 1998. Orígenes, actividad
y proyección de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales. Prospecto general, Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 12-25.
Maldonado, G. 1966. Instituto de Ciencias.
Programa de Desarrollo, Oficina de
Desarrollo. Pontificia Universidad Católica del Ecuador. 6 pp.
Barragán, A. R., O. Dangles, R. E. Cárdenas y G. Onore. 2009. The history of
entomology in Ecuador. Annales de
la Société Entomologique de France,
45(4): 410-423.
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