Una marcha más para Rolls

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NALÓN
INNOVACIÓN EN EL ENTREGO
Domingo 12.04.15
EL COMERCIO
La bióloga Raquel Díaz prueba las capacidades biocidas de un vidrio. :: FOTOS: JUAN CARLOS ROMÁN.
Una marcha más para Rolls-Royce y Jaguar
Más del 70% de la financiación del
Centro de Investigación en Nanomateriales
procede de empresas privadas
Trabajan en proyectos
para coches de alta
gama, Alusin Tecnología
y otras firmas con las
que tienen acuerdos
de confidencialidad
EL ENTREGO. Materiales cerámicos de gran resistencia para prótesis, metales ultraduros para usos industriales o para su aplicación en
sectores como la automoción y la
navegación. Todo esto se desarrolla
en El Entrego, en el Centro de Investigación en Nanomateriales y
Nanotecnología (CINN), una entidad mixta en la que participan científicos de la Universidad de Oviedo
y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que
cuenta también con financiación
del Principado.
A pesar de esto, la mayor parte
del dinero que recibe el CINN procede del capital privado, de empresas que quieren investigar o desarrollar productos con unas determi-
RUTH
ARIAS
cuencas.co@elcomercio.es
nadas características y que se apoyan en sus conocimientos y en la
tecnología que poseen en sus instalaciones. Así, más del 70% de la financiación del CINN procede de
compañías de distintos sectores que
recurren a estos investigadores para
innovar. «Hay empresas que limitan su esfuerzo, pero otras tienen
claro que el I+D+i es lo que las puede diferenciar», dice Adrián Alonso,
gestor de proyectos de innovación
del Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología.
Con algunas de estas empresas,
la relación existe desde hace años
y cada vez se van incorporando más
a la nómina de clientes del centro.
Con la mayoría de ellas se firman
acuerdos de confidencialidad, para
que la competencia no sepa en qué
Celia Mallada busca una cerámica con mayor conductividad.
se está trabajando, pero otras prefieren hacer públicos estos proyectos.
Este último es el caso, por ejemplo, de dos firmas de fabricantes de
vehículos de alta gama como Jaguar
y Rolls-Royce. Para ellas los científicos asturianos buscan nuevos materiales termoeléctricos que permitan aprovechar la diferencia de temperatura de los motores de los vehículos. Se trata de un gran proyecto
en el que participan 14 empresas,
entre ellos Nanoker, una firma ‘spinoff’ del propio Centro de Nanomateriales.
El CINN se creó en 2007 y en
aquel momento se instaló en el Parque Tecnológico de Asturias, en Llanera, pero las necesidades de espacio les llevaron a buscar una nueva
sede. Y el verano pasado culminaron el traslado al edificio ETIC de El
Entrego, propiedad de Valnalón y
pensado inicialmente para empresas del sector de las nuevas tecnologías y la comunicación.
Desde el pasado agosto, el CINN
ocupa la mitad de este inmueble y
se ha convertido en la sede oficial
del centro de investigación, que también cuenta con personal e instalaciones en los campus de Llamaquique y El Cristo de la Universidad de
Oviedo.
Domingo 12.04.15
EL COMERCIO
INNOVACIÓN EN EL ENTREGO NALÓN
Elisa Fernández, Lucía Fernández, Marta Suárez, Carlos Gutiérrez, Celia Mallada y Adrián Alonso.
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Dos científicos ven en la pantalla lo que capta el microscopio.
Una alúmina reforzada.
Marta Suárez trabaja con un material para generación ósea.
Los investigadores que uno puede encontrarse en El Entrego pertenecen en su mayoría al CSIC y se
distribuyen en dos laboratorios, el
de nanomateriales y el de biomateriales, cada vez más importante.
«Ha crecido desde ser un campo más
a tener una entidad propia», señala Adolfo Fernández, uno de los científicos.
Sustituto del titanio
Allí desarrollan nuevos materiales
desde un punto de vista multidisciplinar para usos que van desde las
prótesis a los implantes dentales. Ya
han desarrollado un material cerámico de alta resistencia que podría
sustituir al titanio que se utiliza actualmente y que cuenta con la ventaja de que sus componentes son similares a los del hueso y el cuerpo
lo reconoce más fácilmente.
Ahora se trata de conseguir que
tenga además propiedades biocidas
que combatan las bacterias que puedan atacar al cuerpo humano en el
transcurso de una operación de implante. «Trabajamos también con
cultivos celulares para ver si el material es tóxico y para ver cómo afecta a los tejidos blandos», indica la
bióloga Raquel Díaz.
En esto han marcado una diferencia con respecto a otros centros
de investigación que trabajan en
esta misma línea, ya que el Centro
de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología ha incorporado a profesionales médicos para
lograr unas prótesis que no solo sean
resistentes, sino que se integren
mejor en el cuerpo humano. «Nos
hemos involucrado en problemáticas reales desde el punto de vista
clínico», dice Fernández. Ahora se
están llevando a cabo ensayos en
animales y después de eso habrá
que experimentar su resultado en
seres humanos antes de poder comercializarlos.
Los proyectos en biomateriales
han adquirido gran importancia y
podrían suponer toda una revolución en unos años en todas las operaciones de implantes de prótesis
de cadera o de rodilla, o incluso de
Carlos Gutiérrez liofiliza una muestra.
Uno de los ensayos.
dientes, pero en el CINN se desarrollan otros muchos materiales para
mejorar sus propiedades y conseguir un mejor resultado en determinados usos. Se trabaja, por ejemplo, en conseguir metales ultraduros que permitan lograr herramientas de corte de mayor resistencia y
duración y que podrían ser utilizados por los numerosos talleres metálicos que existen en Asturias. Otras
líneas de investigación se dirigen al
sector de los amplificadores o de la
seguridad y la defensa.
Un laboratorio a escala industrial
para dar el salto al mundo real
:: R. ARIAS
SOTRONDIO. Conseguir el material óptimo es complicado, pero con
ello solo está parte del camino hecho. Después todavía hay que conseguir que sea rentable, que se pueda producir a escala industrial y salir, por tanto, al mercado. Para ello,
el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología
cuenta desde el año pasado con una
planta a escala industrial en Sotrondio en la que poder hacer este tipo
de ensayos.
Es la Unidad de Desarrollo de Materiales Multifuncionales, y se ubica en el polígono de La Florida. Allí
se trabaja con estos ultramateriales que se someten a condiciones
extremas para comprobar su res-
puesta. Es una demostración más
de la participación empresarial en
este centro de investigación, ya que
la aportación privada ha sido imprescindible para lograr construir
y equipar las instalaciones. La planta cuenta con un horno de sinterización de 12 metros de altura y 6
de anchura, que fue ejecutado por
la empresa alemana FTC Systeme
y que costó 3,5 millones. La inversión en Sotrondio alcanzó los 6 millones de euros y comprende también otros equipos como atomizadores y otras máquinas auxiliares.
La unidad lleva poco más de un
año en funcionamiento y ha supuesto todo un cambio ya que permite a los investigadores del CSIC
y de la Universidad de Oviedo rea-
Cuatro decenas de biólogos, ingenieros, físicos y químicos, casi todos
asturianos, trabajan para lograr mejorar las propiedades de los materiales que se conocen, conseguir más
dureza, más ligereza, más flexibilidad, propiedades ignífugas o magnéticas que hasta ahora no poseen.
El alcance de sus descubrimientos no se podrá valorar hasta dentro de unos años, pero sin duda, algunos de ellos, tendrán gran influencia y hasta podremos llevarlos dentro de nuestro propio cuerpo.
lizar ensayos a gran escala y comprobar, por ejemplo, la dureza o la
resistencia al calor de esos nuevos
materiales que han creado a pequeña escala en los laboratorios de El
Entrego.
Planta pionera
Instalación del horno. :: E. C.
Se trata de una planta pionera, no
solo en Asturias o en España, sino
incluso a nivel mundial. Allí, los
investigadores del CINN consiguen
establecer unos parámetros para
la fabricación de los prototipos,
una información que resulta de
gran utilidad para las empresas,
que pueden luego comprar esa patente y utilizarla para fines comerciales, ya que pueden aplicar esos
mismos procesos en sus plantas de
fabricación.
Allí, además de la alemana FCT,
también colaboran otras empresas como Alusin Tecnología, Nanoker Research y ATSG 98 Instrumentación.
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