LOS INGLESES EN ESPAÑA. é POSTILLÓN DE SEVILLA, ^.EPRESBNTACION DEL SXCELBNTlSim SÉ^ÚR. Lord WiUington al Sr. Ministro de loí ^efra sotte /« ieparacion iH mando del exéreito dtl Exttrio. Sr» ta» fiton getiet'al MK Francisco Xavier Castaños. Copia. rs= Excmo. Sr. := He tenido el honor de fccibir los oficios de V. E. con feícha^ de 15 áél pasado, píírticipaddonie como la Regencia ha tenido á bien reniovrter al capitán general Castaños del mando de! 4. ° exéreito , á fin de que sirva lá pia«á de consejero de Estado , por no hallarse á la C4beza del 4. o exéreito, que la Regencia le había (Confiado: Que el general Freiré había sido tiófAi i»ado «apítan general de Extremadora y Castilla, * y debe mandar él 4.° exéreito: que el'general •Laci está nombrado capitán general de Galicia, y debe mandar Ids tropas de aqnella provincia, ton íRdependeneiá del general def 4.® cséfcito; y tjtíe el General Girón debe pasáf á cOnfíftííar Sus SétVicios en el primer exéreito, i Como la Constitución de la monarquih e^pañd• i» ha declarado á los mioistfos responsables áé los actos, providencias del Gobierno, creo paééé AWtítüTStftte h haoéf á, V. E. algtjnató obseívacionesí sofero este puütOi qn6 pido á >. E. lá$ pí^eftté á U R*gftn<áa. Ls jtxtida p^ra eon e) cafáeter del general Castaños, oñcial, (fuer hs Mrvtd&k &ú pta» en e$tre- y sin qne en todo ests período haya habido una diferencia de opinión entre ios dos en rnatc-ria de importancia j vas obligan a rect.rdará V. E que la situación local del 4.° exércilo, antes del pncipio de la campaña , impedia su íbrmacion en un cuerp o , á cuya cabeza pudiera ponerse el capitán general con alguna propiedad , atendiendo a la dignidad da su clase. Y aun quando esta reunión hubiera sido localmente practicable ^ el estado depls» rabie de la real Hacienda, y los recursos aplicados á la subsistencia del 4.^ exército > hubieran impedido el que este cuerpo permaneciese mucho tiempo unido. V. £. sabe bien, que quando falta el dinero pa> ti la manutención de las tropas , es posible el que en distrito particular del pais, pueda proveer á la subsistencia de uo corto niímero sin pago aigunoj pero que esto es imposible, si se trata de un cuerpo grande de tropas j y por esta raxon , y otas relativas al estado de la disciplina y ürgatuzacion peculiar de algunos cuerpos , no creí convejsieate el que se reunieran en un cuerpo maS iropas del 4.*^ exército, que las dos divisiones que componen el exército de Galicia, al mando del general Giroo, Habría sido indecoroso é impropio, atendiendo al rango y situación del general Castaños, é incon» veniente «demás el ponerse ája cabeza de estas dos divisiones, ó qualquiera otra porción del4.<^ exército ; y por este motivo , y á petición niia, ha tenido su quartel general cerca del mió, y dei exército portugués. No solamente y. E. no ha tenido presentes estas circujístancias en la medida que V..E. ha recomendado al Gobierno, respecto al general Castanos, sino que ha omitido el recordar otras varias. El general Castaños, ademas de mandar el 4.® exército^ era capitán general de Extremadura^ Cas-. tilla, y Galicia, y como tal tenia qué desempeñar oblifiaciones de la mayor importaiiGÍa al interés público, y con particular ti bien del exército. Era, pues, una obligación scya el restablecer Jas autoridades españolas en los dtierentes distritos , y ciudades que el enemigo iba sucesivamente evacuando ; y atendiend ) la naturaleza de las operaciones del exército, y ia linea peculiar de marcha que ha seguido, no hubiera podido desempeñar esta obligación, si se hubiera hjUado, como se dice, á ia cabeza del 4.° exército, ó cerca del quartel general, el qual casi todas los dias ha estado en moviuñento desde el 24 de mayo sin haber entrado en camino real, ni en ninguna ciudad capital exceptuando á Salamanca, donde dexé al general Castaños. Fui y o , no el general Castaños, quien indicó la idea de que S. E. debía estar empleado de este modo, y es menester que diga, que considerando el modo con que el general Girón ha mandado en campaíía las divisiones del exército en Galicia, habriatnos desatendido el bien del Estado, smo hubiéramos trazado al general Castaños la misma linea de conducta, que ha seguido, y por la que ahora se ve perseguido y difamado. Respecto al arreglo htcho por S. E., con el fin de reemplazar los diferentes destinos, que tenia el general Castaños, y á la remoción del general Girón, sin hacerle cüusa, y aun sm asignar motivo para ello, del empleo en que habia sido colocado por el general Castaños á petición mía, y en el que se ha conducido a mi entera satisfacción, segim he participado al gobierno : creo que ademas de los inconvenientes y perJLiicios que resultan al bien del servicio, de esta especie de mudanzas^ y durante las operaciones militares, no puede negarse que son en infracción directa del contrato hecho con la pasada Regencia, y confi^^tiiado -por estaj convenio tío que como V. E. sab?, fuéeTqffe ma cTéterminó I tomar el mando del exéreito español. V. E. sabe también, que esta no es la vez priBiera, qus este convenio hi sido quabrantado, habiendo sido hecho tarr solemnemente y después de muchas y aiui in'3ckira« deljberaciofies; y tampoco nadie mejor que V. E- sabe los inconvenientes que de Cito resultan para el bien del servicio. Sabe igualmente V. E, mi natural disposición, y mis deseos d i continiíar sirviendo á la nación española, én quaiv to alcancen mis fuerzas. Mas. la tolerancia y la sumi* sion á tantas injurias tienen sus límites; y yo confieso de que he 5Ído tratado por el gobierno español en estos asuntos, deimodo mas impropio^ aun como simple particular,' No es mi carácter^ ni rae siento inclinado á hacer ostentación de mis servicios ala nación española) pero también puedo decir, públicamente que jama* he aburado del poder que las Cortes y el gobier* no me hablan confiado, aun en los nej^ocios mas triviales, ni que tamrpoco lof he empleado en otro objeto, que el de promover el bien del seryiciorEti confirmación de esta verdad apelo al testinaon-ic^aan de V. E. mismo; y creo que se admitirá que las circims' tandas que hicieron necesaria la formación de aquel convenio, exigen necesariamente su cumpliintento, si es que se desea que yo pueda conservar el míindq del exéreito == Dios j^uarde á V. E. muchos a/io*. <^>u3rtel general de Huarte á 2 de Julio de 1S13. = Wellington, duque de Ciudad-Rcdrigo= Excmo» Sr. D. Juan O-Donojú. Se ha impreso «n Cádiz en el o4m» 18 de 1^,ot¡tf litulada el Sol de Cddix» : -. SivHk : fot Ik yiiáfái dé ydt^uez ^ Compañílt. Mé dt ilii.