57 Jurisprudencia comentada 25/2/08 18:57 Página 57 > JURISPRUDENCIA COMENTADA La caducidad del procedimiento administrativo en el recargo de prestaciones Felisa Arroyo, abogada AGM Abogados. a sentencia del Tribunal Supremo de 26 de septiembre de 2007, recurso número 2573/2006, comprende en sus hechos el supuesto de un accidente de trabajo a partir del cual el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) impone recargo de prestaciones a la empresa contratista del trabajador. La razón fue la falta de medidas de seguridad y salud, dictando dicha resolución fuera del plazo establecido. L El supuesto de hecho se produce en el escenario de la construcción de un parque eólico en La Rioja. En concreto, sucede mientras el trabajador se encontraba, junto con dos compañeros, en la barqueta de una góndola, en contacto por radio con el gruísta, y dirigiendo la operación de aproximación manualmente. Ello provocó el aplastamiento de los dedos pulgar e índice por acoplamiento del rotor con la góndola. La Inspección de Trabajo calificó la infracción cometida por la empresa como grave en grado mínimo, y el trabajador obtuvo una incapacidad permanente parcial debido a las secuelas del accidente sufrido. Igualmente, el INSS tramitó expediente de responsabilidad empresarial por falta de medidas de seguridad e higiene, lo que finalizó en que las prestaciones derivadas del suceso fueran incrementadas en un 30% con cargo a la empresa empleadora y a la contratista, mediante una resolución el 20 de julio de 2005. Esta resolución fue recurrida por las empresas condenadas al pago del recargo acordado, siendo la sentencia de primera instancia, dictada por el Juzgado Social 2 de La Rioja, contraria a sus intereses. Sin embargo, ésta fue recurrida en Suplicación, acogiendo el Tribunal Superior de Justicia la tesis de la compañía. Y se declaró caducado el expediente de recargo de prestacio- Nº 47 • Marzo de 2008 nes, por haber transcurrido el plazo máximo para dictar resolución. mixta, diciendo que, aunque lo parezca, no se trata de una genuina sanción administrativa. El Instituto Nacional de Seguridad Social, por su parte, recurrió ante el Tribunal Supremo mediante recurso de casación por unificación de doctrina. Éste dicta la sentencia anteriormente referenciada, que se va a analizar en el artículo, y que trae a colación el artículo 42 de la Ley de Procedimiento Administrativo Común, estableciendo que el plazo máximo en que debe notificarse la resolución expresa será el fijado por la norma reguladora del correspondiente procedimiento. En el presente supuesto, esta norma reguladora establece que es de 135 días, aparte de los casos en los que se acuerde expresamente su ampliación. Si se agotase, la solicitud podrá entenderse como desestimada, por los efectos del silencio administrativo negativo. Y a esta conclusión se llega porque el recargo de prestaciones no cumple los requisitos de las sanciones administrativas, a saber: se necesita no sólo un incumplimiento sino también la producción causal de un hecho lesivo; no figura en el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social (LISOS); no sigue el principio de tipicidad y el trabajador lesionado ostenta siempre la cualidad de parte. Además, la sanción no se ingresa en el Tesoro Público, sino que pasa a formar parte del patrimonio del trabajador lesionado y, finalmente, no cumple con las garantías del procedimiento sancionador. Así pues, de la lectura de la presente norma no se desprende, en ningún sentido, que se encuentre prevista la caducidad del expediente si no existiese resolución expresa. Es más, la caducidad del expediente administrativo se encuentra recogida normativamente para dos supuestos: para los procedimientos iniciados a solicitud del interesado y para las actuaciones iniciadas de oficio. Dado que claramente el supuesto de hecho que se presenta aquí no se puede encuadrar en el primer caso, al no ser un procedimiento instado a instancia de parte, hay que ir directamente al segundo. En principio, parece que podría hablarse de que es idéntico, pero el aspecto nuclear de la cuestión es si el recargo de prestaciones tiene, o no, naturaleza sancionadora. Si bien la jurisprudencia ha sido, en éste como en casi todos los temas, altamente variable, el Alto Tribunal otorga al recargo de prestaciones una naturaleza dual o Así pues, se llega a la sorprendente y conveniente solución de que el recargo de prestaciones tiene naturaleza mixta; es decir, se presenta como una responsabilidad sancionadora para el empresario infractor y, a la vez, como indemnización desde la óptica del trabajador lesionado. El Tribunal Supremo ha resuelto de un plumazo las incongruencias que se observan en la práctica, consistentes en que, por una parte, el recargo de prestaciones no pueda ser descontado de la indemnización a percibir por daños y perjuicios derivados de accidente de trabajo. Por otra, y en lo que interesa al presente supuesto, no puede caducar el procedimiento de imposición de recargo de prestaciones realizado por el INSS. Por tanto, y para finalizar, se concluye que con dicha sentencia no existe plazo de prescripción para las resoluciones derivadas de procedimiento de recargo de prestaciones de accidente de trabajo, aplicando, en este supuesto y, ante la falta de respuesta en plazo por el INSS, el silencio administrativo negativo. Gestión Práctica de • 57 Riesgos Laborales