In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado UNIVERSIDAD DE GRANADA FACULTAD DE DERECHO IN TANTA LUCE SECULI : UNA REFLEXIÓN SOBRE EL PENSAMIENTO PENAL Y EL DERECHO DEL OCCIDENTE ILUSTRADO MARÍA ISABEL FAJARDO GÓMEZ PROGRAMA DE DOCTORADO : Problemas de dogmática penal y criminología en la configuración de los tipos de la parte especial (504 86 2) 1 Editor: Editorial de la Universidad de Granada Autor: María Isabel Fajardo Gómez D.L.: GR 2085-2014 ISBN: 978-84-9083-118-2 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado ................................................................. Proyecto de tesis doctoral. María Isabel Fajardo Gómez Cada filosofía esconde una filosofía. Toda opinión es también un escondite. Toda palabra, una máscara. (Friedrich Nietzsche. Mas allá del bien y del mal. Aforismo 289) IN TANTA LUCE SECULI: UNA REFLEXIÓN SOBRE EL PENSAMIENTO PENAL Y EL DERECHO DEL OCCIDENTE ILUSTRADO Resumen y objetivos : La tesis tiene como objeto de estudio el de la significación del pensamiento penal en el denominado periodo ilustrado, cuando también se inició la codificación penal en la mayoría de los paises occidentales. Se ha intentado realizar un planteamiento analítico, ordenado, cronológico y multidisciplinar del tema objeto del estudio, que servirá de presupuesto para ir analizando las corrientes de pensamiento que vertebraron la construcción de los posteriores sistemas penales occidentales 2 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Índice 1. Algunas consideraciones iniciales. 2. Planteamiento metodológico. 2.1. El porqué de un abordaje multidisciplinar. 2.2. El porqué de un enfoque "plurinacional". 2.3. Precisión sobre la acotación geográfica 2.4. Sobre la metodología. 2.4. 1. Sobre las fuentes y la bibliografía. Capítulo I.- El antiguo Régimen: El nacimiento del auténtico Estado Moderno. 1.1. Presupuestos políticos, jurídicos y sociales de Europa Occidental en el siglo XVIII. 1.2. Racionalización del Derecho e Iluminismo1.3. Iluminismo y Derecho penalCapítulo II. -La Europa de las luces y el Derecho penal. 2.1. El iluminismo penal italiano: Milán y Nápoles . 2.1.1. Milán : Un iluminismo de Caffè . 2.1.2. Y Nápoles. 2.2. Aufklärung : Iluminismo e idealismo germánicos. 2.2.1. Kant y la retribución moral. 2.2.2. Hegel y el fundamento ético de la pena. 2.3. Ilustración francesa : El camino de la Revolución y el Derecho penal. 2.3.1. Planteamientos jurídicos y políticos. 2.3.2. De Descartes a la Enciclopedia : Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Diderot. 2.3.3 La máquina de guerra de la Razón : L'Encyclopédie 2.3.4 Los penalistas de la Revolución. Capítulo III.- La otra cara de la moneda: El pensamiento ilustrado y sus revoluciones. 3.1. Apelando al Juez Supremo del Universo : la primera revolución del otro lado del Atlántico. 3.2. In tanta luce seculi. 3.3. El terror y el Derecho penal. Capítulo IV. - Inglaterra: las peculiaridades del ámbito anglosajón. 4.1. Los teóricos ingleses del absolutismo. 4.1.2 Hobbes, Leviatán, y la concepción utilitaria de la pena. 4.1.3 Locke y la doctrina de la ley natural 3 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado 4.2. El Iluminismo penal en Inglaterra y Escocia. Los movimientos reformistas 4.3. Luces del Norte : La Ilustración escocesa y sus nombres. 4.4. Utilitarismo : Jeremy Bentham o la perfección de la aritmética penal. 4.5. John Howard y Elizabeth Fry : los movimientos reformistas de prisiones. Capítulo V.- La Ilustración española y sus antecedentes: Pensamiento, Derecho, legislación, sociedad. 5. 1. Las construcciones teológicas de la Ciencia penal española. 5.1.1.Et lacerata unitas : Trento. 5.2. Los primeros nombres de la Ciencia del Derecho penal española. 5.3. Preilustración, Ilustración, antiIlustración. 5.3.1. Inquisición/Ilustración. 5.3.2. Algo más sobre la leyenda negra. 5.3.3. Economía, Ciencia, Universidad. 5.3.4. El Derecho Natural en la España ilustrada. Las "reformas" universitarias. 5.4. Illuminismo, Ilustración. 5.4.1. Filangieri, Romagnosi, Carrara, Rossi y... Genovesi. 5.5. As luzes portuguesas : Coimbra y Salamanca. 5.6. Las codificaciones penales de dos mundos. 5.7. Independencia, revoluciones y constitucionalismo. 5.7.1. El consejo de Bentham. 5.7.2. Su influencia. Capítulo VI.- La última fase de la Ilustración española : krausismo, positivismo, krausopositivismo, correccionalismo. 6.1. El primer krausismo. 6.2. El panenteísmo, o la fundamentación religiosa del pensamiento krausista. 6.3. El abolicionismo krausista. 6.4. El krausismo y la cuestión universitaria. 6.5. El papel de la Sociología. 6.6. La figura peculiar de Concepción Arenal : planteamientos teóricos y proyección de sus escritos penales. 6.6.1. Una hoja de servicios incompleta. 6.6.2. Una misión evangélica. 6.6.3. Razones y formas de la pena de reclusión: Las reformaciones de la desviación y sus antecedentes. 6.6.4. Una criminalista caritativa y santa. 6.6.5. La cuestión académica : epílogo. Conclusiones 4 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Bibliografía consultada y citada. Biblioweb. 5 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado 1. Algunas consideraciones iniciales. Al plantearme la elección del tema de la tesis, en un primer momento y de acuerdo con mi director, parecía atractiva la idea de profundizar en la figura y la doctrina de una de las escasas mujeres que aparecen con entidad propia en el campo del Derecho penal anteriores al siglo XX : Concepción Arenal, reivindicada con otros muchos nombres femeninos -y confundida de alguna manera con ellos- en la eclosión de trabajos multidisciplinares de y sobre género, que tuvo lugar desde finales de los años ochenta del siglo pasado, entre los que sobresale una tesis documentadísima de la doctora Lacalzada de Mateo,1origen de diversos trabajos posteriores de la autora sobre el tema. Sin embargo, al analizar la obra de C. Arenal, y tratar de situarla dentro de la escuela correccionalista, investigando los antecedentes de dicho movimiento – reformismo2-, y remontándome hacia atrás, encontré más lógico comenzar por el estudio de un periodo de tiempo -el “de las Luces”, que abarca desde más o menos 1685,3 hasta las primeras décadas del XIX, cuando nace el Estado liberal, cristalizándose así el proyecto liberal-burgués de un nuevo orden económico y político. Sobre todo, porque el período entre 1770 y 1815 fue testigo de grandes trastornos sociales, políticos y económicos en Occidente. Y de tal magnitud, que muchos historiadores ven en ellas no sólo el inicio de la modernidad occidental, sino también los dolores de parto de una sociedad completamente nueva que tiene poco en común con cualquier clase de tradición o de costumbre. La creación de un Estado constitucional en Norteamérica, la aplicación de ideas revolucionarias en Francia, la revolución agraria y el rápido crecimiento de la industrialización y la tecnología en Gran Bretaña, del capitalismo y del comercio mundial, la utilización de la guerra total, la creación de un estado racional y burocrático por Napoleón, y el ascenso del nacionalismo étnico, contribuyeron a crear las condiciones para un nuevo tipo de sociedad. La nación-Estado, industrializada, tecnológica y capitalista, gobernada por unos organismos representativos según una constitución -que es lo que significa para nosotros la sociedad occidental-, nació durante esas décadas.4 Hacía falta levantar un gran edificio jurídico. La compulsiva producción legislativa en el orden penal y penitenciario que se fue produciendo después, a lo largo del siglo XIX (en España 1 Lacalzada de Mateo, María José. Mentalidad y proyección social de Concepción Arenal. Tesis doctoral dirigida por José Antonio Ferrer Benimeli. Zaragoza : Universidad, 1990. Editada varias veces como monografía : Concepción Arenal : mentalidad y proyección social. 3ª ed. Zaragoza : Prensas universitarias de Zaragoza, 2012. 2 Besserungstheorie (teoría del mejoramiento o "correccionalismo") de Röder 3 Al primer periodo, de 1685 a 1720, se le denomina Frühaufklärung : Iluminismo “temprano”. Al segundo, Hochaufklärung, y desde este hasta su fase final, Spätaufklärung. 4 Osborne, Roger, Civilización : una historia crítica del mundo occidental. Barcelona : Crítica, 2007, pág. 339. 6 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado sobre todo con el liberalismo isabelino) es un reflejo del interés burgués de crear un nuevo Estado, frente al modelo absolutista, y frente a los intereses populares y las que prontamente, (incluso por los nuevos saberes y técnicas criminológicas) fueron llamadas "clases peligrosas".5 Así pues, esta época es clave, a mi entender, no ya para investigar sobre los correccionalistas en general o Concepción Arenal en particular, hija tardía del pensamiento ilustrado, sino para el Derecho penal6 (y, si se quiere, para el conjunto del Derecho), y absolutamente apasionante, que, por regla general, es obviado por muchos autores de la disciplina, o despachado en unos renglones o unas cuantas páginas. Aunque, si no concretamente para el Derecho penal, sí de manera paradójica y, como un “castigo” a semejante pretensión, la información sobre esa época es “tanta y tan variada, tan intimidante”,7 que es muy difícil “iluminar, de alguna forma inesperada y poco habitual”8 lo que ha significado en la historia de las ideas y del pensamiento, en la misma Historia.9 “Para bien o para mal, en la actualidad somos, en gran medida, la consecuencia de lo que ellos fueron entonces.”10 En muchos aspectos, la cronología no sólo ayuda a estudiar una época, sino que así como la historiografía“trabaja con hechos reales y el orden de representación de su discurso va siguiendo la secuencia cronológica en la que efectivamente ocurren…la cronología de un período determinado nos puede proporcionar perspectivas tanto pasadas como futuras, del mismo modo que la narrativa histórica.”11 Cfr. Oliver Olmo, P. "Origen y evolución histórica de la pena de prisión" Apuntes a partir de La cárcel y el control del delito en Navarra entre el Antiguo Régimen y el Estado liberal. San Sebastián : Universidad del País Vasco, 2000. (Tesis doctoral), pág. 14. 6 "Es común empezar la historia de nuestra disciplina partiendo de Beccaria, lo cual no deja de ser relativamente arbitrario; pero esa fue una decisión de historiadores del derecho penal tan reputados como Enrico Pessina, que además entendieron que era preciso diferenciar entre desarrollo de la legislación y desarrollo de la ciencia, pero en todo caso con una frontera situada en tomo a la obra de Beccaria y la Revolución Francesa" Quintero Olivares, Gonzalo "La influencia de la penalística italiana en la ciencia penal española" en Revista de Derecho Penal, Nº. 30, 2010, pág. 15. 5 7 Strachey, Lytton. Eminent Victorians.[Recurso electrónico]. New York : Modern Library,1999 8 Pérez Ledesma, Manuel, Burdiel, Isabel (eds.). Liberales eminentes. Madrid : Marcial Pons, 2008, págs. 10 y ss. 9 “La historia no es una ciencia exacta : divaga, hay que dejársela a los soñadores que la recomponen por instinto... “ Patrick Rambaud en Taibo, P. Pancho Villa : biografía narrativa. México : Planeta, 2006, y esta claro que algo que no he hecho es “masticar, ordenar y manipular la información para cuadrarla a una hipótesis” 10 Vidal, Gore “Nota” en Juliano el apóstata.. Barcelona : Edhasa, 2008, pág. 7. 11 Rosenberg, Daniel (coaut.) Cartographies of Time.New York, NY, USA: Princeton Architectural Press, 2010. p 11. 7 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado La datación en siglos es "un artificio historiográfico que sirve para situarnos y orientarnos en el tiempo histórico" y por lo tanto, la "división entre siglos, como todo lo que tiene de liminal, de perceptible por los sentidos, lleva consigo la tentación de las síntesis, de las recapitulaciones entre lo que se deja atrás y lo que aparece en lontananza de la nueva centuria... Y si muchas de esas transiciones, de ese cruzar umbrales en la cronología histórica de los siglos, han tenido mucho de artificialidad en cuanto a establecer diferencias y límites rígidos no siempre ciertos (pues en el complejo entramado histórico las continuidades y los cambios no suelen tener fecha fija, sino que más bien responden a procesos de media o larga duración, cuyo final sólo vemos en perspectiva, cuando nos encontramos efectivamente con que el perfil del conjunto ha cambiado significativamente respecto al anterior)"12, los tránsitos entre estos siglos -XVII al XVIII, y de este al XIX, con un arco o dilatación cronológica de por lo menos tres decenios-, suponen además que lo que se estaba "produciendo en Europa... era el fin de una época, la que a posteriori se denominaría Antiguo Régimen y el inicio de otra, la llamada contemporaneidad, con implicaciones de amplio calado" en todos los órdenes. "...Significó, además, el fin del Antiguo Régimen... y el paso al régimen liberal y a la configuración de una sociedad de clases." Este fenómeno, común en Europa y producto de un largo proceso "supuso, finalmente, el tránsito de una sociedad de órdenes, jerárquica y desigual jurídicamente para sus miembros, en la que primaba el criterio de nacimiento y, en consecuencia un "estatus adscriptivo" o primacía del grupo familiar y social, a una sociedad más abierta basada en la posibilidad de un "estatus adquirido" a través del mérito personal y la capacidad profesional, en donde se valora el ascenso social, la creación de riqueza, el éxito en cualquier caso, en medio de una sociedad con mucha mayor movilidad y fluidez entre sus miembros, y en la que se prima al individuo por encima del grupo de adscripción familiar o social... El propio siglo XVIII, como periodo historiable, finaliza mejor armado conceptualmente, primero al introducir el concepto de siglo como algo histórico y no sólo cronológico y luego con la conceptualización del término época, que apareció a mediados de la centuria..."13Así, intentando evitar lo que Tuñón de Lara denomina "falsa cronología", que a veces, "esquematiza lo que nunca fue esquemático e impide ver el entrecruzamiento" de las distintas corrientes de pensamiento y de las influencias que proyectaron más allá de su tiempo, y que no siempre dependen de un arco temporal exacto, aunque también procurando 12 Iglesias, Carmen "El fin del siglo XVIII : la entrada en la contemporaneidad" en Carr, Raymond (dir.)Visiones de fin de siglo. Madrid : Taurus, 1999, págs. 95-96. Los subrayados son de la autora. 13 Ibíd., págs. 96-97. 8 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado evitar romper nunca la "vinculación indispensable con el tiempo histórico concreto", y respetando en la medida de lo posible, la sucesión cronológica, ha habido veces que ha sido imposible -e impracticable- plantear un esquema lineal.14 También el termino “Ilustración” es una denominación convencional, “artificial”, -tanto como su acotamiento temporal en sólo un siglo, y el espacial en unos cuantos países15- que define un conjunto de ideas y corrientes de pensamiento que si bien tienen un núcleo central y común, que los cohesiona, son muy diferentes entre sí : unidad no significa unanimidad. Ni siquiera los términos son sinónimos : al traducir como equivalentes "las palabras Enlightenment, Lumiéres y Aufklärung -como consigna Yvon Belaval- se puede olvidar que, contrariamente a Lumiéres, Enlightenment no equivale a lucha contra la intolerancia y que la Aufklärung no tiene vocación antirreligiosa."16 Esta “coalición” estuvo “marcada y a veces en peligro por la disparidad de las convicciones filosóficas y políticas de sus miembros. Aunque es cierto que es entonces cuando como consecuencia de sus trabajos, se concreta y culmina un larguísimo “proceso de cambios sociales y de mentalidades”17dando como resultado la aparición de un nuevo –y modernomodelo de sociedad. En los ámbitos científico, filosófico y político, la característica en común de este movimiento es la “enorme confianza depositada en la mente humana que, entre otras cosas, será artífice de la idea de Progreso, una idea sin precedentes... y que permite soñar con que la sociedad, organizada de acuerdo a la Razón... mejorará indefinidamente. Emancipar al espíritu humano de la superstición y de la ignorancia, parece ser ese rasgo en común de los pensadores ilustrados...”18Pero, a partir de ahí, los separan diferencias sustanciales. Unos cuantos –muy pocos- filósofos mantenían tenazmente los vestigios de su formación cristiana, mientras otros tomaban el camino del ateísmo y el materialismo; una parte permaneció fiel a la autoridad dinástica, mientras los más radicales desarrollaban ideas y teorías democráticas.” 14 Tuñón de Lara, Manuel. Medio siglo de cultura española : (1885-1936). 3ª ed. corr. y aum., 2ª reimp. Madrid : Tecnos, 1984, págs. 10-11. 15 Especialistas sobre la materia reclaman la elaboración "de una geografía institucional de la Ilustración más precisa que la proporcionada por los estudios que existen hasta ahora, una geografía de la Ilustración que ponga de manifiesto la importancia que para la producción y difusión del conocimiento tuvieron determinadas zonas locales.” Withers, Charles “Toward a Historical Geography of Enlightenment in Scotland” en Wood, Paul (ed.) The Scottish Enlightenment: Essays in Re-interpretation. Rochester, NY: University of Rochester Press, 2000, págs.63-97. 16 Glercman, B. (coaut.) "Nota introductoria" en Marx, Karl. Crítica de la filosofía del Derecho de Hegel. Buenos Aires, Del Signo, 2004, pág. 29. 17 Anitua, Gabriel Ignacio “Contradicciones y dificultades de las teorías del castigo en el pensamiento de la Ilustración” en Rivera Beiras, Iñaki (coord.) Mitologías y discursos sobre el castigo : historias del presente y posibles escenarios. Barcelona : Anthropos, 2004, pág. 13. 18 Ibíd. 9 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Fundamentalmente, "el Iluminismo se siente a sí mismo como una emancipación. Y en buena medida se trata de una emancipación de toda revelación divina, acompañada de una celosa custodia de la autonomía humana. Esta batalla tuvo sus comienzos remotos en el mismo Medioevo y, más próximamente, en el Renacimiento italiano. Su protagonista es un movimiento polifacético, imposible de reducir a una unidad totalmente armónica, pero no menos dotado de una unidad fundamental de propósitos. El mismo nombre que adoptó más tarde declara su explícita intención de disipar las tinieblas de los siglos precedentes y de comenzar una nueva era."19 Desde el siglo XVII, en parte de Europa (Inglaterra, Francia o España), “está en curso el intento de construir un poder soberano fuerte y centralizado, capaz de superar el particularismo medieval... fuertemente combatido, en el caso inglés, por una de sus instituciones, el Parlamento, que aparece como custodio, al mismo tiempo, de sus propias prerrogativas y de los derechos de los súbditos... Inglaterra, sin embargo, constituye una anomalía respecto al continente europeo, donde la concentración absolutista del poder no había sido contestada eficazmente por ninguna institución “representativa”, la religión gozaba todavía de un inmediato valor de legitimación, la libertad y la tolerancia cedían frente a la “razón de Estado” y los antiguos vínculos jurídicos y económicos continuaban impidiendo la movilidad social y la circulación de bienes”20 Pero pronto, el binomio libertadpropiedad junto al de derechos-nación, (los naturales, para fundamentar los derechos convertidos en civiles, que subrayan así su realización jurídico-positiva) se impone y dará lugar a “el nacimiento de una auténtica categoría de derechos... cuyo papel será determinante para la organización posterior de la sociedad... la efectiva construcción de órdenes político-sociales fundados sobre el nexo libertad-propiedad, no es un acto inmediato y sincrónico, sino una operación larga y compleja, destinada a desarrollarse con tiempos y modalidades diferentes en distintas zonas...”21 En Inglaterra, “el proceso de construcción de una sociedad ordenada en torno a la libertad y a la propiedad, data de la “revolución gloriosa” de 1688-1689 y se desarrolla con continuidad y de manera gradual (lo que no excluye, como es obvio, momentos de crisis y transformaciones relevantes). En Francia, el orden de la libertad y de la propiedad presupondrá el trauma de la Revolución... Las situaciones alemana e italiana, aunque distintas entre sí, están unidas por una característica que las diferencia profundamente de las del resto de la Europa 19 Leocata, F. "La eclosión iluminista : Orígenes del Iluminismo" en Del iluminismo a nuestros dias. Buenos Aires, Don Bosco, 1979, p. 1. 20 Costa, Pietro, “Derechos” en Fioravanti, Maurizio (ed.) El Estado moderno en Europa : instituciones y Derecho. Madrid : Trotta, 2004, págs. 48-51. 21 Ibíd., pág. 53. 10 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Occidental : en ellas falta la unidad nacional que se había realizado en las grandes monarquías de España, Francia e Inglaterra.”22 Describía Leibniz a Tschirnhaus, en una carta fechada en marzo de 1694, “el método que condujo a la formulación de las ecuaciones que explicaban la construcción de una curva trazada mecánicamente desde el eje perpendicular a una recta... el método que busca los elementos simples en los problemas complejos, demuestra la necesidad analítica de postular que siempre hay una máxima simplicidad que subyace a lo compuesto...” y observando –en una mezcla de alemán y latín- que tan sólo le queda la esperanza de que sirva a las matemáticas más comunes, sorprendiéndose de que entre tantos “intelectos de su siglo” (in tanta luce seculi) ninguno se hubiese interesado por la solución que él aportaba a unos problemas que entendía cruciales, ni su propuesta había generado tampoco mayor inquietud23 "...wüste ich dergleichen so magnae spei und in vulgari Mathesi bereits weit kommen, so wüste ich vor einen solchen wohl eine avantageuse und honorable stelle. Aber ich weiss wenig excitata ingenia, so in tanta luce seculi zu verwundern."24 Aunque aquí se refería a los cartesianos, quienes habían excluido esos problemas de su geometría analítica, esta misma queja, que se repite en distintos momentos de su vida, y se refleja en su obra,25es expresiva de una de las señas de identidad de la Ilustración : la relación siempre diversa y variable entre intelectos (lucis), en la investigación de un asunto más o menos complejo, pero cuya ambición personal, combinada con la búsqueda de efectos inmediatos, terminan obscureciendo la finalidad de la investigación que debería ser el conocimiento. Una displicencia acerca de las teorías o los discursos de los otros, además, que choca de manera frontal con “el ideal leibnitziano de colaboración intelectual, aquel comercio de las luces”26 en el que fundamentó su investigación jurídica y científica. Un "perfeccionismo", en palabras de Rawls,27que excluye las discusiones dogmáticas y el sectarismo. “Los conocimientos basados en las innumerables variaciones mundanas, filosóficas, matemáticas y científicas de unos cuantos elementos simples. A esto es lo que 22 Ibíd., pág. 56. Cfr. Higuera, J.R. "In tanta luce seculi : Leibnitz entre la inquietud secular de las luces" disponible en Internet : http://www.ramonllull.net/congresso. [Última consulta : marzo 2011] 24 "Leibnitz an Tschirnhaus" Hannover, 21 Martis, 1694 (21/03/1694) en Leibnitz, Gottfried Wilhelm Leibnitzens Mathematische Schriften. Erste Abteihlung. Halle : H.W. Schmidt, 1859. Band IV, pág. 525. 25 Leibniz, Gottfried Wilhelm Opuscules Et Fragments Inédits de Leibniz: Extraits Des Manuscrits de la Bibliothèque Royale de Hanovre. Ann Arbor, Michigan: University of Michigan Library, 2005, A III 6, págs. 39-44 (Hildesheim : Georg Olms, 1988.) 26 Cfr. Higuera, J.R. "In tanta luce seculi…” cit. 27 Rawls, John Lecciones sobre la historia de la filosofía moral, Paidos, Barcelona, 2009, págs. 126129 y 228, 272, etc.. Señalado también por Schneewind, J.B. The invention of Autonomy, Cambridge, 1998, págs. 236-254. 23 11 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado llama Leibniz el intercambio de los intelectos, el comercio de las luces, que no sólo están representadas por las mentes de filósofos o científicos, sino también por sociedades supuestamente diversas.”28Las amargas disensiones que en ese tiempo -más peligrosas y profundas que nunca- dividían Europa, preocuparon a Leibnitz toda su vida, y sus reflexiones sobre ética y política le hicieron pensar que era imprescindible la construcción de un discurso (“contrarrevolucionario”en el sentido que le da Catherine Wilson)29moralista y religioso que fuese capaz de satisfacer a todos, terminando con esas divisiones. Posteriormente y en un momento especialmente lúcido, Robespierre afirmaba que «en general, los hombres de letras se han desprestigiado durante esta Revolución; y para deshonor del espíritu, la razón del pueblo ha corrido sola todos los riesgos», 30coincidiendo curiosamente, con uno de los párrafos mas elocuentes y virulentos que el político Edmund Burke en sus Reflexiones sobre la Revolución francesa dedica a los philosophes franceses, a los “llamados hombres de letras políticos (esos petulantes, altivos y miopes pisaverdes de la filosofía), vinculados a la clase adinerada e incluso apoyados por l’Ancien Régime y hasta por monarquías extranjeras (como es el caso de la relación entre Voltaire y Federico II de Prusia). En ese contexto de semioficialidad, dice Burke, los intelectuales franceses se acomodaron al amparo de empresas culturales de carácter oficial (las Académies) o privado (l’Enciclopédie), para acabar formando una corporación propia.”31 En Francia, el "epicureísmo y estoicismo, además, alimentaron no pocos aspectos de la filosofía natural y de la teología del Iluminismo, así como el escepticismo... refrescado con Montaigne, le dio ese aire de elegante prescindencia frente a los problemas más acuciantes del hombre. Ya en pleno siglo XVII se había formado en Francia un clima apto para la difusión de estas ideas, en especial en los ambientes "eruditos", preocupados por exhumar recuerdos de la antigüedad clásica y oriental, y en los salones aristocráticos en los que se estableció la moda de discutir en forma 28 Higuera, J.R., ibíd. Wilson, Catherine Leibniz's Metaphysics : A Historical and Comparative Stud.y . Princeton : Princeton University Press, 1989, pág. 145. 30 Robespierre, Maximilien La Revolución jacobina. Barcelona : Ed. 62, 1992, pág. 178. 31 Pradas, J. El debate Burke-Kant sobre la libertad de pensar. Disponible en Internet : www.ub.edu/demoment/BurkeKant.doc [última consulta : julio 2010], pág. 6. También Burke, Edmund Reflections on the revolution in France and on the proceedings in certain societies in London relative to that event in a letter intended to have been sent to a gentleman in Paris. 2nd. ed. London : J. Dodsley, 1790, págs. 28, 72, etc. Digitalizado y disponible en Internet en : http://www.ourcivilisation.com/burke/ [última consulta : julio 2010]. Por no mencionar –y Burke no lo hace- la relación de Diderot con Catalina II de Rusia. El panfleto de Burke, fué casi inmediatamente contestado, con argumentos igual de apasionados, pero mucho más sólidos y racionales por Mary Wollstonecraft, en su A Vindication of the Rights of Men, in a Letter to the Right Honourable Edmund Burke, occaisioned by his Reflections on the Revolution in France. 2nd. Ed. London : J. Johnson, 1790. 29 12 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado a menudo superficial y "dilettante" doctrinas filosóficas, morales y políticas. Sus cultores forman el heterogéneo grupo del “libertinage érudit”, en cuyas filas se cuentan Naudé, La Mothe-Le Vayer, Cyran de Bergerac y Saint Evremond. P. Bayle es, en cierto modo, el culminador de este movimiento." 32 Un diletantismo que, dadas las condiciones en las que vivía el país era, fue, cuando menos, peligroso e irresponsable. Los franceses, experimentaban un placer perverso al oponerse a la Iglesia y al Estado mediante sus campañas por la libertad de expresión y un código penal humanizado, y sus polémicas contra la “superstición”. Los británicos, por el contrario, estaban relativamente satisfechos con sus instituciones políticas y sociales. Los Aufklärer germanos estaban aislados, impotentes y despolitizados casi por completo... “En los estados italianos influidos por las nuevas ideas, principalmente Lombardía y la Toscana, los reformadores encontraron un público receptivo y una postura favorable por parte de las autoridades. Los británicos habían hecho su propia revolución, los franceses se dedicaron a crear las condiciones para una revolución, los alemanes no se permitían a si mismos soñar con una revolución y los italianos estaban haciendo una revolución silenciosa con ayuda del Estado... Esta diversidad de experiencias políticas produce una Ilustración con distintas ramificaciones; los filósofos ilustrados no fueron ni una falange disciplinada, ni una escuela rígida de pensamiento.”33 Pero a pesar de esas discrepancias –muchas muy serias- que se deben, en gran medida, e irónicamente, a diferencias en el pensamiento religioso, además de a las distintas tradiciones políticas de cada país,34es un movimiento con conciencia de sí mismo y los miembros que la componen –philosophes, Aufklärer, literati— pertenecen, por definición, a un estrato social con formación académica. Prácticamente todos –con muy pocas excepciones- fueron profesores, médicos, escritores, abogados, en cualquiera de los países del área occidental. Todos tuvieron relaciones personales y/o institucionales entre sí, conocían las mismas obras, participaban en los mismos debates. Estaban unidos en “un amplísimo y ambicioso programa : secularización, humanidad, cosmopolitismo y, sobre todo libertad en cualquiera de sus formas ; liberarse de un poder arbitrario, libertad de 32 Leocata, Francisco. Del iluminismo a nuestros dias... cit., págs. 2-3. Gay, P. The Enlightenment : an interpretation. The rise of modern paganism. New York : Norton, 1998, págs. 4-5. “La Ilustración fué un ejército único, bajo una misma bandera, un cuerpo central amplio, con un ala derecha y otra izquierda, con exploradores audaces, con rezagados, y enroló soldados que no se llamaban a sí mismos filósofos, pero que eran sus maestros, sus íntimos o sus discípulos. La familia filosófica permanecía unida con estrategias políticas comunes, por la hostilidad hacia el Estado y la Iglesia... con una cohesión entre ellos que iba más allá de todo lo anterior y que, junto con su experiencia común les permitió construir un sistema filosófico coherente”. Cfr. Gay, P. op. cit. 34 Cfr. Hawthorn, Geoffrey, Enlightenment and despair : a history of social theory. 2nd ed. Cambridge :Cambridge University Press, 1986, págs. 11 y ss. Hay traducción española : Iluminismo y desesperación :una historia de la teoría social. Buenos Aires : Nueva Visión, 2002. 33 13 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado palabra, de pensamiento, de comercio, libertad para autorrealizarse mediante el propio talento... para elegir y seguir su camino en el mundo... asumiendo los riesgos de descubrir, ejercitando el derecho de un criticismo sin trabas, aceptando la soledad de la autonomía...” 35Ese y no otro, es el significado del “Sapere aude” kantiano. Se veían a sí mismos implicados en una tarea vital para convertir su tiempo en un siglo de las Luces, combatiendo mediante el conocimiento, la razón y la ciencia, la superstición y la ignorancia. 36 Desde Aberdeen en el norte, a Nápoles en el sur ; desde San Petersburgo en el este, a Filadelfia en el oeste, esta época fue testigo del nacimiento de un radicalismo autoconsciente y revolucionario y una visión completamente nueva de las potencialidades del ser humano y de sus posibilidades de ser libre, después de una Edad Media que, para los pensadores de la Ilustración fué no sólo una tragedia, sino también una Edad Obscura, en la que el poder de la razón se vió subyugado una vez mas por la superstición y aplastado por la tiranía religiosa y política... se sentían amenazados ideológicamente, porque se debatían en un combate, también ideológico, sin cuartel. El milenio cristiano... era parte de su presente político.37 Es verdad, como escribe Peter Gay, que la Edad Media es esencialmente diferente y significa una ruptura con la época anterior y con la siguiente, sobre todo porque se introduce o por mejor decir se reinstaura el mito religioso como el motivo más profundo y poderoso y el objetivo último de la civilización.38Para Gay, los cuatro siglos que van del año 1300 al 1700, constituyen la "prehistoria de la Ilustración", un periodo "en el que el pensamiento crítico reanuda su conversación interrumpida con la antigüedad clásica, y comienza a ser independiente.” Pero que duda cabe que hay una herramienta fundamental en la difusión del conocimiento y de los valores ilustrados, que supuso, a su vez, una “revolución silenciosa”,39y sin la que probablemente, estos cambios no se hubiesen producido ni tan rápida 35 Gay, P. op. cit., pág. 3. Berry, Christopher J. Social theory of the Scottish enlightenment. Edinburgh : Edinburgh University Press, 1997 37 Por todo el párrafo Tame, Chris R. “The revolution of reason : Peter Gay, the Enlightenment and the ambiguities of classical liberalism” en Journal of libertarian studies, vol. 1, nº3, 1977, págs. 217-227. 36 38 Aunque es preciso “reconocer la belleza, el conocimiento y la diversidad del milenio cristiano” que no fué únicamente un abismo, sino también una correa de transmisión. Gay, P. The Enlightenment : an interpretation. The rise of modern paganism. New York : Norton, 1998., pág. 212 39 “No reconocida”- unacknowledged revolution-, Eisenstein, Elizabeth L. The printing revolution in early modern Europe. 2nd. ed. Cambridge : Cambridge University Press, 2005, pág. 315. Esta historiadora se lamentó después del uso que se llegó a hacer por la doctrina del término acuñado por ella, para referirse a la falta de reconocimiento de lo que realmente significó la imprenta en la historia del conocimiento humano. 14 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado ni tan universalmente : la imprenta,40que trajo también consigo una manera distinta de leer41, poniendo al alcance de cada vez una mayor cantidad de gente, conforme se fue perfeccionando técnicamente y abaratando costes de impresión, lo que Elizabeth Eisenstein ha llamado «la cultura de la clase media»42 ... basada en libros publicados en la lengua vernácula, opuestos a las obras en latín vinculadas a la alta cultura y a la cultura oral del pueblo. Desde al menos mediados del siglo XVII, sobre todo en Inglaterra, y en el XVIII en el resto de Europa y Norteamérica, se produjo tal explosión de la letra impresa, que transformó “de manera irrefutable el mundo político del antiguo Régimen, constituyendo el núcleo de lo que la doctrina ha venido a llamar la esfera pública,43un término conectado al ideal ilustrado de sociedad civil, y que postulaba el libre intercambio de ideas entre individuos como un paso necesario hacia una 40 Otra convención es, sin duda, el establecer una fecha para la “invención” de la imprenta. Dejando a un lado no ya los primeros “sellos” para imprimir inscripciones sobre arcilla, utilizados en China algunos siglos antes de nuestra era y su utilización de tipos móviles para imprimir sobre papel de arroz, en Occidente, y en el siglo XVII, como escribe Peter Burke, se publicaron poemas para “conmemorar el cincuentenario y el centenario de la invención de la imprenta, que se situaban en 1490 y 1540, respectivamente. En 1640, una feria de impresores celebrada en Leipzig, como si de un jubileo tipográfico se tratase —de hecho se convoco así, como jubilaeum typographicum—, celebró el bicentenario de la invención de la imprenta” Burke, Peter “Reflexiones sobre los medios de comunicación de masas en la Europa moderna” en Manuscrits : Revista d'història moderna, Nº 23, 2005, págs. 24-25. De lo que no hay duda es de lo que significó. En una época tan tardía ya como 1812, cuando llegó a Chile la primera imprenta, el bibliotecario y filósofo ilustrado Fray Camilo Henríquez escribía entusiasmado : “ESTÁ ya en nuestro poder, el grande, el presioso instrumento de la ilustracion universal, la Imprenta. Los sanos principios el conosimiento de nuestros eternos derecho, las verdades solidas, y utiles van a difundirse entre todas las clases del Estado... La voz de la razon, y de la verdad se oyrán entre nosotros despues del triste, é insufrible silencio de tres siglos . . . ¡Siglos de infamia, y de llanto!"” [sic.] Henríquez, Camilo “Prospecto” en Aurora de Chile : Periódico ministerial y político. Febrero 1812. Los subrayados son míos. Disponible en Internet : http://www.auroradechile.cl/newtenberg/681/propertyvalue-2261.html [última consulta, enero 2011] 41 “La lectura, los libros, son el más asombroso principio de libertad y fratenidad. Un horizonte de alegría, de luz reflejada y escudriñadora, nos deja presentir la salvación, la ilustración...” Lledó, Emilio “Necesidad de la Literatura”, en Una invitación a la lectura, Madrid : El País, Clásicos, del Siglo XX, 2002, págs.13-14. 42 Eisenstein, Elizabeth L. , op. cit., pág. 103 y ss. y 187. De la misma autora, The printing press as an agent of change: communications and cultural transformations in early modern Europe. Cambridge UK : Cambridge University Press. 1979. 2 vols. 43 Habermas, Jürgen, The Structural transformation of the public sphere : an inquiry into a category of bourgeois society. Cambridge : Polity Press, 2007. Sobre el término y sus connotaciones, principalmente este autor, pero también : Melton, James van Horn Politics, culture and the public sphere in Enlightenment Europe. Cambridge: Universidad de Cambridge, 2001. Blanning, T. C. W. The culture of power and the power of culture : old regime Europe, 1660-1789. Oxford, UK : Oxford University Press, 2003. 15 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado sociedad racional y autogobernada.”44Se abrió así un mercado de ideas en expansión, que originó a su vez, comunidades lectoras con una dinámica nueva en la formación de los gustos literarios y posteriormente, un “cortocircuito” en el papel que la Iglesia y el Estado habían jugado hasta entonces como árbitros e intérpretes de los dogmas intelectuales, políticos y religiosos. Es más, “ningún acontecimiento político, constitucional, eclesiástico y económico, al igual que ningún movimiento sociológico, filosófico y literario puede ser comprendido en su totalidad, sin tener en cuenta la influencia que la prensa escrita ejerció sobre ellos.”45En el siglo XVIII pues, el público occidental europeo y norteamericano, autoinformado y autoorganizado, se convirtió en una fuerza cultural y política independiente de las opiniones corporativas eclesiásticas y estatales. Impulsando y consolidando, de paso, un cambio revolucionario en el sistema de producción de los libros, paralelo a los que se producen en la apertura de bibliotecas de préstamo, el mecenazgo aristocrático a escritores y editores, las tertulias literarias en salones y cafés, y el ocaso de la censura y de la represión como claves de la “república de las letras” y ejes sobre los que pivotó el desarrollo cultural del siglo XVIII, como establecen Woloch y Munck., junto y fundamentalmente con el crecimiento exponencial de lectores -gente que podía leer y elegía lo que leía- y de editores de letra impresa. La estabilización de la cultura escrita, esto es, su sujeción a un canon de textos autorizados, la noción del autor como creador, del libro como propiedad y de los lectores, como público que elige, hace que el siglo XVIII, pueda en ambos sentidos del término, ser considerado el de la como afirma Carla Hesse- "civilización del libro."46 44 Brophy, James M. Popular Culture and the Public Sphere in the Rhineland : 1800-1850. Cambridge : Cambridge University Press, 2007, págs. 1-3. 45 Steinberg, S.H. Five hundred years of printing. New ed.rev. London : British Library, 1996, pág. 11. 46 Por todo el párrafo, vid. Sher, Richard B. The Enlightenment and the book: Scottish authors and their publishers in eighteenth-century Britain, Ireland, & America. Chicago : University of Chicago Press, 2006, págs 3 y ss. Esta “explosión” condujo también a la vulgarización de textos clásicos, muchas veces simplificándolos tanto que poco o nada tenían que ver con el original. Se escribía -y se publicaba- como hoy día, sobre cualquier cosa. Uno de los textos más curiosos a los que he tenido acceso, es a un manuscrito con aproximadamente 250 recetas y técnicas de cocina, recopiladas por los cocineros del rey Ricardo II y su corte –Curia-, impreso en 1780 a partir del original. Es el primero, utilizando ya el inglés, y no el latin, en mencionar la existencia del aceite de oliva o la utilización de ingredientes tales como ballenas y elefantes. Si bien existen manuscritos que predatan a The forme of Cury, no son libros de cocina, sino recetas y consejos aislados. La diferencia que presenta el libro del Rey Ricardo II es que es un compendio de recetas con una completa descripción de técnicas afines a éstas. Es el primer libro que conocemos con la intención de enseñar a cocinar. Aunque el manuscrito original no tiene título, “The forme of Cury” es el nombre otorgado por Samuel Pegge, el librero que lo reeditó en el siglo XVIII. Otro de los detalles de éste libro es la mención en su prefacio de la “Aprobación y consentimiento por los maestros de la medicina y la filosofía que componen su Corte”... En la Edad Media, la medicina y la cocina estaban fuertemente ligadas, ya que muchas 16 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado "Se trata sin duda de un factor decisivo a la hora de comprender la nueva configuración cultural que cristalizó hacia mediados de siglo con la emergencia de un sujeto sociopolítico, la opinión pública, que socavó uno de los principios fundamentales del Antiguo Régimen: si la política ya no queda reducida a los arcana imperii, si ha dejado de ser, de una vez por todas, le secret du roi, es en gran medida gracias al desarrollo de los medios de comunicación..." 47 y retroalimentándose ambas, a la importancia que posee -fundamentalmente en Francia y en Inglaterra- dicha opinión pública, una nueva fuerza "de la que se ha levantado definitivamente acta de nacimiento, o, si se prefiere, de reconocimiento institucional, a partir de la publicación de la Compte rendu del ministro Necker en 1781."48 Y, en esa nueva configuración cultural, una de las instituciones que mas se vio afectada fue la Universidad. Como escribe Brizzi, el paso del orden medieval al renacentista, estuvo caracterizado también por la superación del "tradicional modelo de escuela entonces existente dirigido a la formación de novicios, clérigos. Las exigencias de la naciente civilización urbana dictaron nuevas orientaciones y objetivos a la oferta de instrucción, así el patrimonio cultural surgido de los scriptoria pierde su carácter sagrado e intangible, convirtiéndose en sistema organizado y compacto de conocimiento racional, utilizado por los hombres y sobre todo comunicado a los hombres, para satisfacer un deseo de conocimiento en continua expansión; y también esto constituyó un elemento de ruptura con el pasado. Las escuelas universitarias permanecieron como punto de referencia de una demanda de instrucción que surgía de la sociedad en términos constantemente crecientes: en la primera edad moderna se duplicó el número de las sedes universitarias, respecto a las creadas a lo largo del medievo y el modelo universitario -aun dañada por el humanismo la estructura tradicional del saber universitario - fue exportado al nuevo mundo. Con la multiplicación de las sedes aparece el problema correlativo de los recursos económicos, que comprometió a los soberanos de las grandes monarquías, los señores territoriales, los Estados ciudadanos. plantas y pócimas se utilizaban, mediante cocciones, para sanar y además se temía –con razón- a los venenos. Mencionar la aprobación de los hombres de ciencia de la corte significaba dejar claro que ninguna de las recetas era mortal o perjudicial. The forme of Cury : a roll of ancient english cookery. London : J. Nichols, 1780. Resumen y digitalización disponibles en Internet : http://www.pbm.com/~lindahl/foc/FoC052small.html [última consulta : diciembre 2010] 47 Cases Martínez, Víctor. El Censor : la prensa crítica en la Ilustración española. Murcia : Fundación Séneca. Agencia Regional de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia, [s.a.]. , pág. 1(Investigación predoctoral) 48 Ibíd. Vid. Necker, Jacques. "Compte rendu au roi" en Œuvres complètes de M. Necker publiées par M. le Baron de Staël, son petit-fils... Paris : Treuttel et Wurtz, 1820-1821, 15 vols. V.2., pág. 10. Enero -Febrero de 1781. 17 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado “Ninguna obra sería más digna del papa y del emperador que una buena reforma de las universidades” escribió Lutero, pero enseguida confió toda esperanza de reforma a los consejos ciudadanos y a los señores territoriales, remarcando así los cambios que se estaban produciendo en las estructuras políticas y eclesiásticas. Los maestros de la Reforma salieron de las aulas universitarias, de Wittenberg y de Ginebra, y algunas de ellas se convirtieron en sedes privilegiadas del control de la ortodoxia y en núcleo de la vida intelectual, reforzando con esto también la relación entre los estados confesionales y la universidad. No fue distinta la situación en el área católica, como se hace evidente por la rápida multiplicación de los colegios de la Compañía de Jesús, muchos de los cuales podían actuar, sirviéndose de un derecho académico paralelo al derecho común, como universidades completas. En este contexto histórico toma cuerpo una idea de universidad madurada por las necesidades de la propia sociedad, alternativa y extraña a la que los hombres de las universidades continuaban alimentando al describir el orbis academicus como una realidad autónoma, autosuficiente, preparada quizás para acoger a los científicos que actuaban en las academias, diseñando una ideal république des lettres. El comienzo de esta concepción de la función pública de la universidad podemos situarlo en la asunción del control de la institución por parte del poder político, que ya podemos apreciar en algunas disposiciones del siglo XIII, pero fue el creciente interés que los soberanos y poderes territoriales ejercieron sobre las escuelas universitarias y sobre los maestros a partir de la primera edad moderna lo que produjo la progresiva implantación del punto de vista externo. La originaria función de autosuficiencia insita en el carácter corporativo de las universidades se transformó rápidamente en un contexto que acusa el declive de los poderes universales, y la afirmación del principio de que la creación de nuevas escuelas y su control pertenecía a los iura Principis. Cambió también la mission que la sociedad y los poderes políticos asignaron a las universidades: ya no instituciones dedicadas a la autoproducción, escuelas que formaban maestros para perpetuarse o para dar vida a otras escuelas, sino lugares donde se dispensaban saberes útiles para el ejercicio de funciones dentro de unas estructuras estatales cada vez más complejas y articuladas, para las necesidades crecientes de cuerpos profesionales que reclamaban un sólido conocimiento teórico antes de todo ejercicio práctico."49 "Conceptos y prácticas que producen una transformación radical que se muestra en la erección de una frontera insalvable entre dos actitudes, dos modos de enfrentar explicativamente lo natural. El enfrentamiento no se reduce a la implementación de un nuevo método, es mucho más radical. Es el 49 Cfr. Brizzi, Gian Paolo " ¿Quo vadis universitas? : El futuro de la universidad y su patrimonio inmaterial" en Circunstancia: revista de ciencias sociales del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, ISSN 1696-1277, Nº. 23, 2010 (Ejemplar dedicado a: Bolonia año cero) 18 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado surgimiento de una nueva actitud ante la naturaleza y ante el problema central del conocimiento. Es la revolución copernicana que llega a trastocar el concepto mismo del puesto del hombre en el mundo, y el de éste en el cosmos. Desde ahora la corrección del conocimiento no se produce al seguir al pie de la letra a unas autoridades, sancionadas por la tradición o por alguna instancia colectiva, sino por medio de la investigación directa, garantizada por el empleo de un método comprobable. La verdad natural sólo puede fundarse en una cuidadosa investigación dirigida por conceptos claros y traducida en un nuevo lenguaje universal. Camino de investigación que puede y debe hacerse extensible a todos los fenómenos naturales, que sirve de medio de comprensión tanto a los comportamientos planetarios como a las variadas manifestaciones de la vida."50 Así pues, a partir de la segunda mitad del siglo XVII se producen una serie de cambios tan importantes, políticos, religiosos, científicos, económicos, culturales y sociales, que van a transformar y a trastocar el mundo del Humanismo y del Renacimiento, y a dar paso a lo que hoy conocemos con el nombre de Edad moderna, con una especial incidencia en el campo jurídico, dando lugar al nacimiento de un Derecho específico de esa Edad, y que van a producir también, los primeros momentos de la ciencia moderna del Derecho penal. En este sentido, el sistema penal es uno de los que denomina Maurizio Fioravanti, “signos” de lo moderno : es decir, “los datos que caracterizan el nacimiento de la edad moderna, y así, su misma identidad como época histórica... un campo privilegiado, en particular la justicia criminal... que indica otro gran cambio del comienzo de la Edad moderna : el paso al ámbito público de la justicia criminal, la creciente percepción de la pena como instrumento de defensa de la respublica , de gobierno del territorio, de disciplinamiento de la sociedad.”51 Escribe Mario G. Losano que “la historia del crimen y la pena se entrelaza con la del pecado y la expiación. En las sociedades tradicionales la ofensa a las normas... se castiga de maneras distintas en las diferentes épocas : al principio es la venganza, reacción violenta de auto-justicia en la que la pena no es proporcionada al crimen, sino que se remite a la capacidad de ofensa de quién se hace justicia por sí mismo ; un primer embrión de retribución se introduce por el principio del Talión, entendido en sentido material... al fin, interviene el primer embrión de estructura social para regular las relaciones entre criminal y parte lesionada, aplicando siempre penas físicas... mientras la aplicación de la pena no presenta dificultades si el culpable es cogido en flagrante delito, en los demás casos, las sociedades tradicionales deben remitirse a la magia o a la religión para determinar al culpable... Un gran paso adelante en la 50 Hernández de Alba, Gonzalo. Quinas amargas : el sabio Mutis y la discusión naturalista del siglo XVIII . Colombia : Asesoría Editorial, 1996, pág. 31. 51 Fioravanti, Maurizio “Prólogo” en El Estado moderno en Europa : instituciones y Derecho. Madrid : Trotta, 2004, pág. 11. 19 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado consideración del elemento subjetivo de los delitos –aun cuando suene paradójico- viene marcado por la introducción de la tortura judicial... la confesión era la única prueba cierta de la culpabilidad de un individuo y la tortura, era el único medio para obtenerla de los reos o de testigos reticentes. La tortura acompaña por tanto a la primera conformación del procedimiento judicial... Entre tortura y penas existe una unión parcial porque la tortura no tiene sólamente una función probatoria, sino que anticipa, en todo o en parte, el castigo del culpable... Hasta el fin del siglo XVIII, en efecto, la pena es esencialmente física...”52 Y, en este siglo, la discusión sobre el castigo se planteará en el “plano filosófico, político y, sobre todo, jurídico. El lenguaje del Derecho significa para esta época encontrar la frontera legítima al poder de castigar. Para los hombres de las Luces, esta legitimidad no era la que quedaría instalada después a través de la intervención positiva o activa de las instituciones del poder penal (donde el discurso dominante sería “científico” –médico y luego, sociológico), sino que debía ir unida a un respeto de la libertad del individuo y, por tanto sería una limitación de dicho poder punitivo.”53 El poder, por tanto, desarrolla y produce unas formas derivadas, que facilitan su ejercicio y que se han venido en llamar, por Foucault primero y otros, "disciplinas" : "El encierro penitenciario es una metáfora ideal para estudiar esas técnicas de producción de disciplinas: aplicables igualmente para el gobierno de una fábrica, de un cuartel o de un internado cualquiera, son ajenas a la ley, son en el fondo un contra-derecho que invalida las libertades formales. Y la prisión, en concreto, nacería cuando el poder codificado de castigar se hace poder disciplinario de vigilar (de ahí la importancia que dio al Panóptico de Bentham, porque sirve para explicar una nueva racionalidad en el ejercicio del poder, la del gran panoptismo social que produce un tipo de sociedad vigilada y sumisa)54. “A los que roban se los encarcela; a los que violan se los encarcela; a los que matan, también. ¿De dónde viene esta extraña práctica y el curioso proyecto de encerrar para corregir, que traen consigo los Códigos penales de la época moderna? ¿Una vieja herencia de las mazmorras de la Edad Media? Más bien una tecnología nueva: el desarrollo, del siglo XVI al XIX, de un verdadero conjunto Losano, Mario G. I grandi sistemi giuridici. lntroduzione ai diritti europei ed extraeuropei, 3ª ed. Roma : Laterza, 2000, págs. 119-120. También existe traducción castellana, que he cotejado : Los grandes sistemas jurídicos :introducción al derecho europeo y extranjero. 1ª ed., 1ª reimpr. Madrid : Debate, 1993, págs. 119-120. 53 Anitua, Gabriel Ignacio “Contradicciones y dificultades de las teorías del castigo en el pensamiento de la Ilustración” en Rivera Beiras, Iñaki (coord.) Mitologías y discursos sobre el castigo : historias del presente y posibles escenarios. Barcelona : Anthropos, 2004, pág. 17. 54 Oliver Olmo, P. "Origen y evolución histórica de la pena de prisión"… cit., pág.2. 52 20 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de procedimientos para dividir en zonas, controlar, medir, encauzar a los individuos y hacerlos a la vez "dóciles y útiles". Vigilancia, ejercicios, maniobras, calificaciones, rangos y lugares, clasificaciones, exámenes, registros, una manera de someter los cuerpos, de dominar las multiplicidades humanas y de manipular sus fuerzas, se ha desarrollado en el curso de los siglos clásicos, en los hospitales, en el ejército, las escuelas, los colegios o los talleres: la disciplina. El siglo XIX inventó, sin duda, las libertades: pero les dio un subsuelo profundo y sólido - la sociedad disciplinaría de la que seguimos dependiendo-. Es la época en que fue redistribuida, en Europa y en los Estados Unidos, toda la economía del castigo. Época de grandes "escándalos" para la justicia tradicional, época de los innumerables proyectos de reforma; nueva teoría de la ley y del delito, nueva justificación moral o política del derecho de castigar; abolición de las viejas ordenanzas, atenuación de las costumbres; redacción de los códigos "modernos": Rusia, 1769; Prusia, 1780; Pensilvania y Toscana, 1786; Austria, 1788; Francia, 1791, Año IV, 1808 y 1810. Por lo que toca a la justicia penal, una nueva era.”55 Es una etapa de revoluciones políticas,56industriales, científicas, de desacralización y centralización del poder político, de laicización y delimitación entre las distintas ramas del Derecho, que han de ajustarse a las exigencias de un nuevo tipo de sociedad política y que van a dar lugar no sólo a códigos separados, sino al nacimiento de las ciencias de las distintas disciplinas jurídicas. En un interesantísimo trabajo, en mi opinión, del profesor Gómez Arboleya, se afirma que "en el despliegue del mundo moderno hay pocos acontecimientos comparables al nacimiento, desarrollo y crisis de la Ciencia jurídica europea contemporánea. Circunscrita en un tiempo relativamente limitado, es, sin embargo, difícil de exponer en su sentido y raíz más profundos, por su riqueza de ramificaciones y análisis... Se trata de la página de filosofía jurídica mas honda, verdadera y aleccionadora que jamás hayan escrito los hombres. En ella, la idea del Derecho va manifestando su riqueza y desvelando la multiplicidad de su contenido : agotando sus posibilidades y superándolas en formas cada vez más amplias. La misma realidad lleva así a posiciones extremas y fuerza a su revisión... La Ciencia jurídica moderna se ha constituido paralela al despliegue del Estado moderno y unida a tres grandes acontecimientos : la recepción del Derecho romano, la teoría del Derecho natural racional y la recepción del Derecho 55 Foucault, Michel. Vigilar y castigar : nacimiento de la prisión. Madrid : Siglo XXI de España, 2009, págs. 1-8. 56 Teniendo que aceptar “como nuestro, el pasado terrorista, aunque –o precisamente porque- se rechace críticamente”. Žižek, Slavoj “Introducción” en Robespierre, Maximilien. Virtud y terror. Madrid :Akal, 2010, pág. 7. 21 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado constitucional inglés. Todo ello le ha dado históricamente su cuño propio y su peculiar y auténtico perfil."57 La primera exigencia de este nuevo Estado, la racionalización, va a manifestarse en una tensión dialéctica, una polaridad entre el poder y la razón, que intenta superar el concepto, feudal todavía, patrimonial del Estado, en el que las relaciones con los feudatarios se concebían como vínculos de Derecho privado y el rey era sólo “primus inter pares”. Ahora, el vínculo entre súbdito y soberano se racionaliza, transformándose en un concepto abstracto, y permitiendo un vértice de potestad que posibilita la racionalización de todo lo demás, incluida y sobre todo, la del Derecho, que empieza a ser concebido como unidad, comenzando a aparecer la idea del "orden jurídico", como un todo sistemático, con reflejos políticos y científicos, que se apoya ahora, bien en la voluntad individual del legislador, o en la voluntad común, en el espíritu del pueblo. En el mundo de ideas de la Ilustración, el Derecho penal se convierte en preocupación prioritaria, ya que el derecho a castigar, el "ius puniendi", es, en esta época, un instrumento represivo, y a menudo arbitrario, en manos de los reyes absolutos, fundamentado en una concepción teocrática del poder, y en unas leyes58 cuyas raíces van más allá de la Edad Media, y que se han endurecido a consecuencia de las diversas crisis políticas del siglo. La sociedad que emerge en la Europa Occidental del siglo XVIII, y que toma como punto de partida la libertad individual59 y la razón, necesita una normativa jurídica sistematizada y escrita que 57 Gómez Arboleya, Enrique. “Supuestos cardinales de la Ciencia jurídica moderna”. En : Revista General de Legislación y Jurisprudencia, V. XXXIV, Nº 54, 1950. pág. 57. 58 Afirma Tarello que tanto en los países católicos como protestantes, no era posible distinguir, en el siglo XVII, entre las normas de Derecho penal, y las de convivencia interna en la comunidad religiosa. La mayoría de penas de torturas o de muerte, tenían un origen religioso (cfr. Tarello, Giovanni. Storia della cultura giuridica moderna. I. Assolutismo e codificazione del Diritto. Bologna : Il Mulino, 1976. Pág. 385 y ss. 59 "... la modernización del mundo consistió desde el primer momento en un haz muy complejo de tendencias en el que el anhelo de libertad secular era solamente una de ellas. Aunque en un principio ocupara un primer plano en las estrategias de las clases revolucionarias burguesas y aun en las oleadas radicales que les fueron siguiendo en movimientos sociales sucesivos de expansión de derechos políticos, había otras corrientes, más profundas, que a la postre habían de configurar nuestro universo en detrimento de la misma libertad de cuya mano vinieron al mundo. Esas otras corrientes son muy conocidas e incluyen la interpretación capitalista de la propiedad de los bienes, el racionalismo ético, el racionalismo instrumental, la secularización de la vida, la maximación en la explotación de los recursos naturales, la consolidación del Estado como entidad política suprema. La trágica dialéctica entre ellas y la libertad ha sido explorada y analizada con gran pasión moral por pensadores diversos, empezando quizá por Nietzsche y Weber, y alcanzando singular fortuna en algunos estudios de la Escuela de Francfort , una de cuyas procupaciones centrales fue siempre precisamente la explicación de tal dialéctica. Sería 22 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado le garantice el respeto a sus derechos y asegure un normal desenvolvimiento de la vida, tanto en la esfera de lo privado como de lo público. Que además, “los pensadores de la Ilustración hayan prestado una profunda atención a las cuestiones de derecho y de política no tiene que sorprender : desarrollan ante todo una literatura de ideas que ya es, por si sola, un compromiso y un combate. De Bayle a Voltaire, a Condorcet e incluso a Kant, la ambición del pensamiento [iluminista] es, no sólo elaborar una vasta síntesis de los conocimientos humanos, sino “ilustrar” a los hombres en su acción...”60Hay un giro en el siglo XVIII que “tiene lugar hacia 1770-1774... filosofía y política se mezclan estrechamente. Es imposible desconocer, en este momento, mas que en ningún otro, la influencia recíproca del movimiento de las ideas y las corrientes políticas.” También desaparecen los grandes filósofos y otros, menores, divulgan la doctrina sin renovarla : lo esencial ya había sido dicho... la filosofía triunfó antes de desaparecer, diluida en cierto sentido en el “espíritu revolucionario” que, estimulado por la guerra de la independencia de las colonias inglesas de América, caracterizó a los años que precedieron a 1789... En 1747... Kant había expresado la tendencia del siglo... se había abierto un período nuevo en la historia del espíritu humano. En 1784, en su artículo [publicado en el] Berliner Monatsschrift “Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?”, consideraba la época como algo constituido, casi cumplido. Sin embargo no se puede cerrar el siglo en 1789. La Revolución francesa fue también hija de las Luces... y la filosofía [ilustrada] sobrevivió aún, hasta aproximadamente 1815, en una última generación de grandes espíritus : los ideólogos que, a través de la Revolución y del Imperio, supieron mantener la gran esperanza del siglo : la de una humanidad finalmente regida por la razón, la de una sociedad regulada, finalmente, por la justicia. ” 61 Ese capítulo, que se comenzó a escribir en España con timidez y con, porqué no decirlo, miedo, nos separó, una vez más, del camino emprendido por la Europa moderna, mostrando en nuestro país la clase de "perfil sombrío y distorsionado que distingue a su cultura ilustrada, compuesta por los ecos tardíos de las Luces europeas y por la asimilación refractaria de las nuevas ideas que impone la lente de su tradición histórica."62 Así, la lentitud que ocioso repetir sus conocidos argumentos. Las sombrías desilusiones de hoy están templadas, gracias a ellos, por un cierto conocimiento de las causas." Giner, Salvador "La estructura social de la libertad" en Reis: Revista española de investigaciones sociológicas, Nº 11, 1980, pág. 20. 60 Goyard-Fabre, Simone, Voz «Lumières. Politique des Lumières» en : Raynaud, Philippe (codir.) Dictionnaire de philosophie politique. Paris : PUF, 2003, págs. 421 y 311. El subrayado es mío. 61 Soboul, Albert (coaut.) El siglo de las luces, Madrid : Akal, 1997 , 2 v. en 3 t. V.1. t.12. Los inicios : (1715-1750), pág. 311. 62 Hernández Marcos, M. "Las sombras de la tradición en el alba de la ilustración penalista en España : Manuel de Lardizábal y el proyecto de código criminal de 1787" en Res publica: revista de la historia y del presente de los conceptos políticos, Nº. 22, 2009, págs. 40 y ss. 23 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado caracteriza, en general, el proceso de incorporación de los progresos científicos, culturales y sociales a la cultura y las instituciones españolas, "entierra sus raíces en el siglo XVI, cuando se respondió con una contrarreforma a esa reforma que iba a modernizar buena parte de Europa. El brillo del siglo XVI no debe opacar el singular hecho de que España no quiso, o no pudo, adaptarse al cambio que estaba experimentando el mundo que la rodeaba." Porque "pudo más... la sumisión y el acatamiento que la curiosidad. Pudo más la afirmación oficial de una cultura superior retraída, timorata y encerrada, tal como se pretendía en toda la Europa católica y se afirmaba en la España de los Austrias, que la objetividad y la comprobación."63 Aquí, el corazón de nuestro país enlenteció su pulso hasta casi detenerse "oficialmente, es cierto, pero no perdió del todo la memoria."64 Y si en España el elemento religioso gozó siempre de especial relevancia, hasta el punto de condicionar decididamente otros aspectos de orden político o filosófico, en el siglo XIX este fenómeno llega al extremo. En un momento histórico especialmente complicado, el debate entre sensibilidades muy distintas trascendía además el ámbito jurídico y universitario, llegando a caracterizar la atmósfera cultural, intelectual y religiosa española de todo el período. Una "escisión ideológica que facilitó la aparición de dos actitudes intelectuales contrapuestas con un indudable correlato político, ya que en el fondo se trataba de dos concepciones del mundo y la sociedad irreconciliables, liberales-progresistas vs. conservadores."65No se puede entender una Historia de la España de los siglos XIX y XX sin tener en cuenta la profunda huella del krausismo y del institucionismo, porque fue uno de los períodos “en que se educó aquella generación que intentó llevar a término la europeización de la ciencia española como vía principal de regeneración ética y cultural del país.”66 El pensamiento krausista intenta fundamentarse en un razonamiento armónico, el panenteísmo, que cree que Dios está en el mundo. “La relación entre Dios y el mundo a que aspira el panenteísmo representa una ilustración puntual del método dialéctico de Krause. La doctrina de todo en Dios es la Tortosa, Francisco (coaut.)"La primera singladura de la Psicología Jurídica en España" en Psicología jurídica, familia y victimología. Oviedo : Universidad de Oviedo, 2008, pág. 13. 64 Hernández de Alba, Gonzalo. Quinas amargas… cit., pág. 22. 65 Tortosa, Francisco (coaut.) "La primera singladura de la psicología jurídica en España " en Rodríguez, Francisco Javier (coed.) Psicologia juridica : familia y victimologia. Oviedo : Universidad de Oviedo, 2008, págs. 11-39, pág.13. 66 “…el derecho natural, se encontraba dividido entre un poderoso neoescolasticismo y un imparable krausismo… si acudimos a estudiar el derecho penal nos tropezaremos asimismo con una nueva divergencia, la que separa el clasicismo católico… del correccionalismo positivista…" Martín, Sebastián “Funciones del jurista y transformaciones del pensamiento jurídico-político español...” español : (1870-1945) (I)” en Historia constitucional : Revista Electrónica de Historia Constitucional, Nº. 11, 2010, pág. 92. 63 24 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado síntesis en que se resuelve y traspasa la oposición histórica entre el panteísmo y el deísmo."67 Y como veremos en el capítulo correspondiente, "el espectro ideológico en el que se movió Concepción Arenal... fue lo suficientemente amplio y variado : catolicismo liberal, cristianismo, masonería, krausismo, socialismo utópico, anarquismo."68Un discurso el suyo, anclado en, sobre todo, la reforma social, desde una perspectiva conscientemente liberal y que desde un catolicismo comprometido y, digamos, ecuménico, basado en el principio de la caridad, o por mejor decir, de esa "compassibilitas" ilustrada que respetaba los legados contenidos en las religiones derivadas del tronco común cristiano, llegó a una amplitud de pensamiento que la convirtieron en una de las últimas ilustradas y en la primera regeneracionista. Desde el pensamiento católico español del siglo XIX se sostuvo una antropología estrechamente ligada aún al pecado, en la que se ha intentado repetidamente subsumir a C. Arenal, pero “la tolerancia, la instrucción religiosa, el auxilio en la necesidad eran para Concepción Arenal obligaciones morales y por tanto, derechos implícitos en un pueblo que se decía cristiano. Pero esto no es todo. Una vez salvada la libertad de conciencia y el principio de la caridad como «aurora» de los nuevos tiempos, Concepción Arenal se posicionó claramente dentro de un humanismo ilustrado-liberal antropocéntrico reconociendo que las guías para la elevación de la humanidad se descubren en el fondo de la conciencia y mediante la experiencia, la naturaleza y la razón.69 Situada «en un contexto cultural en el que las ciudades crecían conservando todavía la escala humana ... Había un control social en el que existía el sentido del honor, del deber, de la responsabilidad, de la palabra dada con la cual se podían sellar muchos contratos y en el que la compasión no se tenía por debilidad sino por rasgo humano (...) No digo que fuesen valores socialmente dominantes sino que existían embrionariamente y se podía apelar a ellos como fuerza educadora, como signo de progreso, tanto con los de .arriba. como con los de abajo... Esta intención pesa, vertebra, da alas, a la 67 Cfr. López Morillas, Juan El krausismo español : Perfil de una aventura intelectual. 2a. ed., revisada. México: Fondo de Cultura Económica, 1980. 68 Ferrer Benimeli, José A. "Prólogo" en Lacalzada de Mateo, María José Concepción Arenal : mentalidad y proyección social. 3ª ed. Zaragoza : Prensas universitarias de Zaragoza, 2012, pág. 13. 69 Lacalzada de Mateo, María José "Acerca de los derechos humanos en Concepción Arenal: fundamentación y objetivación dentro de la Revolución liberal" en Derechos y libertades: Revista del Instituto Bartolomé de las Casas, Año 2, Nº 4, 1995, pág. 178. 25 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado obra de Concepción Arenal»70 Y aunque, como veremos más adelante, su obra fue "reescrita" y reinterpretada según que conveniencias, toda ella se vertebra -también y sobre todo sus escritos de derecho penal y penitenciario71- en torno a los Derechos humanos individuales. Incómoda para muchos de sus contemporáneos, sobre todo para el poder establecido72, lo cierto es que "se abrió al mundo ocupando un espacio en la corriente de un reformismo liberal internacional que unificaba los esfuerzos de diferentes posturas políticas y religiosas, con un denominador común : unir ciencia y caridad, contribuir al progreso de la humanidad y extender los beneficios resultantes a la sociedad y a sus instituciones. Así, fue miembro de la Sociedad General de Prisiones francesa y de la asociación Howard de Londres, perteneció a la Federación Abolicionista continental73e intentó sin éxito establecer en España la correspondiente asociación federada.74 2. Planteamiento metodológico. 2.1. El porqué de un abordaje multidisciplinar. 70 Lacalzada de Mateo, María José Concepción Arenal : el enigma de la libertad, Santander : Universidad de Cantabria, 2006, pág. 18. 71 De sus Estudios penitenciarios llegaría a opinar Röder que “la autora revela una originalidad y una elevación de ideas que la ponen al nivel de las primeras pensadoras de Europa.”Citado por, entre otros, Pérez-Soba Aguilar, Inés "La economía social de Concepción Arenal" en Mujeres economistas : las aportaciones de las mujeres a la ciencia económica y a su divulgación durante los siglos XIX y XX. Madrid : EcoBooks, 2007, págs. 85-117, pág. 93. 72 "he hecho lo que he debido y los demás lo que han querido. Era yo una rueda que no engranaba con ninguna otra de la máquina penitenciaria, y debía suprimirse..." Carta a Jesús de Monasterio, de 19 de julio de 1865, en Monasterio de Alonso Martínez, Antonia de Homenaje a Concepción Arenal en el año centenario de su nacimiento : Diez cartas escritas por doña Concepción Arenal dirigidas a mi buen padre Jesús de Monasterio ([recopiladas por] Alfonso de Más, pseudónimo de Antonia Monasterio de Alonso Martínez. Salamanca : [s.n.], 1919 (Est. Tip. de Calatrava), pág. 42. Digitalizada y disponible en Internet : http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=2406 [última consulta, junio, 2012] 73 Vid. unos curiosos artículos de Alice -Alicia- Pestaña : "Dos obras de regeneración" " en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza Año XXVI, Nº 502, 1902, págs. 21-24 y 503, págs. 54-57 y "Josefina Butler " en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza Año XXXI, Nº 569, 1907, págs. 245-252. Mencionados en Lacalzada de Mateo, María José Concepción Arenal : mentalidad y proyección social... cit., pág. 34, pero que están digitalizados y disponibles en Internet: http://prensahistorica.mcu.es/es/publicaciones/numeros_por_mes.cmd?anyo=1902&idPu blicacion=1000225 [última consulta : mayo 2012] 74 "Y si todavía se encandaliza alguien de la afirmación precedente puede ir teniendo por seguro que también hizo lo propio con librepensadores agnósticos y con masones." Lacalzada de Mateo, María José "Acerca de los derechos humanos en Concepción Arenal..."cit., pág. 177. 26 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Es, por tanto, una época muy compleja en la que el estudio del Derecho penal ha de ser acompañado, necesaria y paralelamente, de otras disciplinas jurídicas y sociales, -que, prácticamente todas, eclosionaron en esta época- no sólo para definir ideas y delimitar conceptos, no sólo porque en torno a las preguntas sobre el poder de castigar, "confluyen todos los modelos sociológicos, todas las preguntas antropológicas, y todas las metodologías historiográficas. La interdisciplinariedad, como vemos, es una necesidad insoslayable, aunque no sea una apuesta de todos"75, sino que “un método y una teoría que pretendan explicarlo todo con las categorías de una única disciplina esconden un fondo ideológico, cuando no la intención de hacer ideología”,76y también, y siguiendo el razonamiento de Fix Zamudio, que se aplica perfectamente al tema que nos ocupa, porque "el objeto de la Ciencia del derecho no puede consistir exclusivamente en las normas de conducta, sino en algo más amplio y complicado que comprende la ordenación y organización social... dentro del concepto de ordenamiento jurídico, estimado en su complejo de situaciones jurídicas, y por tanto, abarca no sólo normas y preceptos, sino también la [propia] organización social" 77 y, además, para la "definición de los términos utilizados como categorías claves de nuestro razonamiento" 78 : -Derecho político, o si se quiere, además Derecho constitucional, porque los "rasgos constitucionales de las formaciones políticas tienen una importancia fundamental para el estudio de lo penal, ya que este tiende naturalmente a estar de acuerdo con las lógicas constitucionales de los poderes que lo expresan"79 y son una constante de la época las Cartas de Derechos y las Constituciones escritas, (aquellos a la cabeza de estas, pero, normalmente, en documentos separados ya que se consideran los derechos fundamentales de naturaleza no jurídica. De estas declaraciones de derechos, nacerán después los preámbulos de las constituciones actuales).80Por lo que toda perspectiva de análisis del pasado europeo con pretensión de proyección al presente que se limite a la consideración del ius commune, desatendiendo la “cultura constitucional” –en la expresión de P. Häberle81-, iniciada con las revoluciones americana y francesa, como forjadora de valores jurídicos universalizables de ciudadanía, está condenada a ser “un salto en el vacío”y "porque no hay sector del ordenamiento 75 Oliver Olmo, P. "Origen y evolución histórica de la pena de prisión" , cit. pág. 4. Vitale, E. “Hobbes y la teoría del Estado moderno : La lectura de Bobbio” en Isegoría, Nº 36, 2007, pág.119. 76 77 Fix Zamudio, Héctor. Metodología, docencia e investigación jurídicas. 5ª ed. México : Porrúa, 1996. págs. 64 y ss. 78 Eco, Umberto. Cómo se escribe una tesis : técnicas y procedimientos de investigación, estudio y escritura. 8ª ed., 8ª reimp. Barcelona : Gedisa, 2007. pág. 178 79 Sbriccoli, Mario, “Justicia criminal” en Fioravanti, Mauricio (ed.) El Estado moderno en Europa : Instituciones y Derecho. Madrid : Trotta, 2004, pág. 162. 80 Losano, Mario G. Op. cit., pág. 103. 81 Häberle, Peter Teoría de la Constitución como ciencia de la cultura, Madrid : Tecnos, 2000. 27 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado jurídico más cercano a los hechos políticos que el Derecho penal..."82 Es en su esfera, como escribe Losano, donde se manifiesta de manera más clara y directa la represión del poder constituido sobre los individuos y donde se tutelan las normas de las que depende la permanencia de determinado ensamblaje social, 83y los cambios constitucionales, sin duda, "influyen en el carácter de lo penal y provocan su modificación."84 -Ciencia política también, porque en los pensadores ilustrados, juristas o filósofos, alienta siempre un sentido del Estado y del individuo como ciudadano, que es común a todos.85 El nacimiento de esta Ciencia de la política, “requirió unos cambios conceptuales en la estructura del discurso moral y científico cuyos contornos fueron diseñados en gran medida y en primer lugar, por John Locke y transformados después por Hume, Smith, Ferguson y otros compañeros escoceses, que utilizan simultáneamente un método newtoniano para el estudio de la política y, a la vez, una política de moderación para que emerja esta ciencia como un concepto articulado. Es pues, un producto de la Ilustración escocesa, aunque el termino ciencia política, fue utilizado, expresamente por los nuevos científicos de la política para designar su empresa común.”86 -Historia del derecho no solo por motivos obvios, sino porque es una “ciencia intrínsecamente dual”, y, como tal ciencia es, desde luego, “ciencia histórica, por cuanto la historicidad constituye una propiedad esencial de lo jurídico”87 “y además, porque es “la epopeya de las edades civilizadas, como la epopeya es la historia de los tiempos bárbaros.”88 Una Historia del Derecho que está volviendo 82 Arroyo Zapatero, Luis. “Sociedades secretas y Derecho penal”. En : VII Symposium Internacional de Historia de la Masonería española. Toledo : Universidad de Castilla-La Mancha, 1996. Vol. I. pág.3 83 Losano, Mario G.,Ibíd. 84 Sbriccoli, Mario, ibíd. 85 «La teoría del Estado es necesariamente teoría del Derecho político. El método de la teoría del Estado se halla en la ciencia jurídica. Aun cuando para constituir el concepto de la ciencia política deben cooperar otras ciencias, el fundamento metodológico está formado indiscutiblemente por la ciencia del Derecho. El concepto y el método de la ciencia del Estado está condicionado preferentemente por la ciencia del Derecho» Cohen, Hermann Ethik des reinen Willens 6 Aufl. Hildesheim : Georg Olms Verlag, 2002, p. 61. Hay traducción inglesa : "Ethics of pure will", en una obra colectiva : Gibbs, Robert (ed.) Hermann Cohen's Ethics. Leiden : Brills, 2006, págs 1-15 y 85-103. 86 Farr, James “Political Science and the Enlightenment of Enthusiasm” en The American Political Science Review, Vol. 82, No. 1, 1988, págs. 51-69. 87 Escudero, José Antonio. Curso de Historia del Derecho. 3ª ed. rev. Madrid : [s.n.], 2003. Pág. 40 88 Peyrat, N. «Reseña de Histoire de France au XVIe siècle». En : Bulletin de la Société de l’histoire du Protestantisme Français, 1857. pág. 232 28 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado -valga la paradoja- 89a la Historia, porque esta “ha desbordado los márgenes de la tradición y ha inundado todas las fronteras",90y nos puede ayudar a comprender lo que constituye “un fenómeno histórico unitario, a saber : la crisis política (que si es verdaderamente tal, aboca a una decisión) y las filosofías de la Historia correspondientes a esta crisis, en cuyo nombre se intenta anticipar esta decisión, influenciarla, gobernarla o bien-en cuanto catástrofe,- impedirla. Su raíz común está en el siglo XVIII.”91 Una de las características de la Ilustración será precisamente su conciencia histórica, un recuerdo crítico del pasado y, por eso mismo, una "memoria de frustraciones", y no un simple repaso cronológico que lo legitime. 92 -También Filosofía del Derecho, ya que a lo largo de los siglos XVII, XVIII y todavía en buena parte del XIX, los pensadores penales estudiados, fundamentalmente son o tienen raíces iusnaturalistas.93 “La distinción entre la Filosofía del Derecho de los filósofos y la Filosofía del Derecho de los juristas caracteriza la historia de la Filosofía del Derecho, incluso cuando no se expresa claramente. En efecto, una cosa es la Filosofía del Derecho que se deduce de un sistema de pensamiento que intenta explicar el universo y otra cosa distinta es la Filosofía del Derecho construida inductivamente, reuniendo partes aisladas o características de singulares fenómenos jurídicos en estructuras cada vez más abstractas. Los juristas han intentado considerar ambas aproximaciones distinguiendo una Filosofía del Derecho (en sentido filosófico) de una teoría general del Derecho (en sentido jurídico), o una Filosofía del Derecho (en el ámbito europeo continental) de una Jurisprudence (en el ámbito del Common Law). Los sistemas clásicos de la Filosofía del Derecho son sistemas deductivos, en los cuales las diferentes ramas de la filosofía se desarrollan a partir de ciertos axiomas dados. Así sucede, por ejemplo, con la Filosofía del Derecho de Hegel, de Kant o de Fichte. En estos sistemas el jurista práctico advierte sin embargo una carencia: ciertamente, la deducción desciende de las alturas de la abstracción, pero no llega 89 Pérez Collados, J.M., “Acerca del sentido de la Historia del Derecho como Historia”, en Anuario de Historia del Derecho Español, Nº 67, 1997, pág. 95. 90 Koselleck, Reinhart. Crítica y crisis : un estudio sobre la patogénesis del mundo burgués. Madrid : Trotta, 2007, pág. 23 91 Ibíd.. pág. 24 Cfr. Schnädelbach, H. Philosophy in Germany : 1831-1933. Cambridge : Cambridge University Press, 1984, pág. 37 y Maestre Sánchez, A. “¿El fin de la Ilustración?” en Niewöhner, Friedrich (dir.) La ilustración en España y Alemania. Barcelona : Anthropos, 1989, pág. 30. 92 93 Gaetano Filangieri en su Introducción a la Ciencia de la legislación -no el derecho que es sino el que debe ser, no el derecho ya hecho, sino el que está por hacer, es decir "la legislación, es hoy el objeto común de los que piensan"- Citado por Ferrajoli, Luigi. “Sobre el papel cívico y político de la ciencia penal en el Estado constitucional de derecho”. En : Nueva doctrina penal (NDP), 1998/A,págs. 63-72. Disponible también en Internet : http://www.pensamientopenal.com.ar/ndp/ndp007.htm [última consulta, 29 de enero 2009] 29 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado a las instituciones del Derecho positivo y a las normas en particular de las que cotidianamente se ocupa el jurista práctico. En efecto, la Filosofía del Derecho de los filósofos se ocupa del Derecho en general. Indaga las relaciones entre las partes aisladas del sistema filosófico, entre las que se toma en consideración también al Derecho en su totalidad... La Filosofía del Derecho de los juristas se mueve, sin embargo, en la dirección contraria. Los juristas aplican las normas jurídicopositivas. En un primer nivel de reflexión comienzan por reagrupar las normas que presentan rasgos comunes. Entre tales racimos de normas pueden encontrarse características generales que conducen a un conjunto todavía más extenso y abstracto de normas. Este proceso inductivo tiene casi siempre como punto de referencia un sistema filosófico que fortalece el armazón necesario en los últimos niveles de la inducción. En definitiva, el jurista navega siguiendo la estela del sistema filosófico. Por tanto, en el nivel inferior, el sistema iusfilosófico de los juristas muestra una densidad próxima a la práctica, densidad que cada vez deviene más sutil y más etérea a medida que avanza hacia niveles superiores de abstracción... Toda la estructura del sistema filosófico influye pues directamente en el tratamiento del Derecho y en su separación de la moral... Hasta el siglo XVIII la teología, la filosofía y el Derecho eran materias estrictamente relacionadas aunque con vínculos que tendían a debilitarse progresivamente. Se podía constatar este vínculo tanto en la práctica como en la enseñanza. El Derecho era, en efecto, tanto derecho estatal, en su mayor parte de origen romano, como derecho canónico: y justo en la teología se encuentran las primeras raíces del pensamiento sistemático, destinado a influir sobre la filosofía y, después, sobre el Derecho.”94 Siendo consciente en esta investigación que “una filosofía (del Derecho) que no se confronte con la praxis y una teoría social que no busque ser aplicada a una cierta comunidad, están condenadas a convertirse en el juego de las perlas de cristal95 y, por tanto, a fracasar: y que una legislación que ignore los 94 Losano, Mario G. “Hacia el bien común : ¿un camino a la utopía? Desde la filosofía hasta la vida digna a través de la legislación” en Derechos y libertades: Revista del Instituto Bartolomé de las Casas, Año 8, Nº 12, 2003, págs. 284 y ss. 95 Creo que Losano hace referencia aquí a una de las obras más importantes de Hermann Hesse : El juego de los abalorios (The Glass Bead Game= Das Glasperlenspiel) donde en clave futurista, propone su ideal de cultura: Una sociedad que recoge y practica lo mejor de todas las culturas y las reúne en un juego de música y matemáticas, una especie de síntesis del conocimiento humano, donde se van planteando preguntas sobre música y filosofía, y conforme avanza el juego, la asociación entre ellas se hace más profunda y diversa, por lo que desarrolla las facultades humanas hasta niveles insospechados. El juego de los abalorios es una metáfora de la totalidad de ciencias y saberes, que se manejan y se interrelacionan unos con otros, en combinaciones infinitas y diferentes. Hesse, Hermann Das Glasperlenspiel : versuch einer lebensbeschreibung des magister Ludi Josef Knecht samt knechts hinterlassenen schriften.Frankfurt am Main : Suhrkamp, 1996. Hay traducción española : El juego de los abalorios. 1ª ed., 2ª reimp. Madrid : Alianza, 2001. 30 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado elementos ideales sobre los que se funda, está destinada a convertirse muy pronto en una sierva del poder.”96 -Sociología, “porque es el estudio de la vida social humana, de los grupos y sociedades”97 y “la tarea de la sociología es estudiar el equilibrio que hay entre la reproducción social y la transformación social.... Dos conceptos recogen la ocupación central de la sociología desde su nacimiento: el orden social y el cambio social98, "la cuestión del orden social, entendida en el sentido de regularidad observable de manera científica, es la cuestión sociológica por excelencia"99 Pero también en la esfera del Derecho. Ramón Soriano nos dice que "la sociología jurídica se ocupa de la influencia de los factores sociales en el derecho y de la incidencia que éste tiene, a su vez, en la sociedad; la mutua interdependencia de lo social y lo jurídico."100 Para la Sociología jurídica entonces, “el Derecho es parte de una realidad cotidiana que va gestándose sobre valores, intereses y normas -configuradores de una concreta sociedad en un determinado período de tiempo- cuya validez como reglas jurídicas dependen de su expreso reconocimiento por la autoridad competente para producir normas de Derecho.”101Y P. Landau observaba que -en la relación entre historia del Derecho, por un lado, y Sociología y dogmática jurídica, por otro- “es posible establecer fronteras precisas que delimitan a los núcleos centrales de esas disciplinas: [pero] cuando más nos acercamos a las zonas de frontera, con más claridad se perciben amplias áreas de solapamiento.”102 Es por tanto, una ciencia interdisciplinar, que comienza su andadura como tal cuando sus rudimentos103 “dieron paso a la indagación sobre las leyes que regían 96 97 Losano, Mario G. Ibíd.., pág. 295. Giddens, Anthony. Sociología. 6ªed. Madrid: Alianza Editorial, 2010, págs.27 y ss. 98 “Toda historia debe ser pensada sociológicamente... toda sociología debe ser pensada históricamente” Vilar, Pierre Pensar históricamente : reflexiones y recuerdos. Barcelona : Crítica, 2004, pág. 71. 99 Torrente, Diego. Desviación y delito. Madrid: Alianza Editorial, 2001. p. 27 100 Soriano, Ramón. Sociología del Derecho. Barcelona : Ariel, 1997. págs. 17 y ss. Úbeda Tarajano, Francisco E. “Apuntes históricos sobre la formación de las “fuentes del Derecho” europeas” en e-Legal History Review, Nº 9, 2010, págs. 1-2. 102 Landau, Peter “A proposito di storia contemporánea del diritto e sociología giuridica” en Losano, Mario G. (ed.) Storia contemporánea del diritto e sociología storica. Milano : Angeli, 1997, pág.146 (Nº 3, monográfíco, de la revista Sociología del diritto, 1996, ) 101 103 En uno de sus manuscritos inéditos, que podría datarse alrededor de 1780, Sieyès utiliza el neologismo sociologie 50 años antes que Auguste Comte. Vid. Guilhaumou, Jacques «Sieyès et le non-dit de la sociologie : du mot à la chose», en Revue d’histoire des sciences humaines, Nº 15, 2006, págs. 117-134 (Número dedicado a : Dossier : Naissances de la science sociale, 17501855). Pero incluso antes, ya en el pensamiento de sir Francis Bacon, encontramos una relación entre la ciencia y la filosofía social : sus ideas sobre una transformación utópica de la sociedad, presuponen integrar en el tejido social su proyecto sobre filosofía natural y 31 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado los fenómenos sociales y sobre los factores que configuraban y determinaban la naturaleza de la legislación y la forma de ser de los pueblos” -Montesquieu, en Francia y Tocqueville en América, pero también en Escocia104, entre 1750 y 1790, “las obras de Adam Smith, Adam Ferguson y John Millar constituyen un moderno tratamiento sociológico de la sociedad y del surgimiento de sus instituciones, una tradición que sería ignorada durante el siglo XIX, desarrollando una radical, secular y extraordinaria interpretación científica del mundo social, abarcando temas relacionados con los rangos sociales, el papel social de la propiedad, las formas de gobierno y las secuelas sociales y humanas de la división del trabajo así como el desarrollo del lenguaje. De esta manera, los tecnología como las dos formas de creación del conocimiento. Desde su punto de vista, influido desde luego por concepciones puritanas, solamente ampliando sus conocimientos puede el hombre superar y compensar sus carencias, provocadas por el pecado original, estableciendo así las condiciones previas para que surja una nueva forma de sociedad que combine scientia nova y el milenio profetizado por Daniel 12:4. Se contempla la ciencia entonces, como un esfuerzo social, un proyecto colectivo para mejorar las estructuras sociales, por lo que también será conditio sine qua non para reformar la filosofía natural, la existencia de un espíritu colectivo fuerte en dicha sociedad. Cfr. Hill, Christopher Intellectual Origins of the English Revolution. 2nd. ed., rev. Oxford : Oxford University Press, 2001, págs. 77 y ss. También Klein, Jürgen, "Francis Bacon", The Stanford Encyclopedia of Philosophy. [Recurso electrónico] Standford : Standford University Press, 2009. 104 El reconocimiento de una Ilustración escocesa como tal, distinta y separada de la inglesa, se convirtió en objeto de investigación académica sólo desde hace treinta o cuarenta años, disputándose la paternidad del “descubrimiento” historiadores como Hugh Trevor-Roper y Duncan Forbes. Este culminó una serie de estudios sobre Hume y Smith, con el realizado en Hume's Philosophical Politics (Cambridge : Cambridge University Press, 1975); pero incluso mas importante fué un seminario que dirigió e impartió en Cambridge en 1960. Lo tituló "Hume, Smith and the Scottish Enlightenment" para convencer a una Facultad que no creía en la Ilustración escocesa como tal y que atrajo a autores como Quentin Skinner, Nicholas Phillipson, y muchos otros y que fué fundamental no sólo para el reconocimiento del movimiento ilustrado escocés, sino también para un renacimiento total de la historia intelectual en Gran Bretaña a partir de esa fecha. Vid. por todo el párrafo, Robertson, John “The scottish contribution to the Enlightenment” en Wood, Paul (ed.) The Scottish Enlightenment: Essays in Re-interpretation. Rochester, NY: University of Rochester Press, 2000, págs. 37-62. (pág. 37) “Introducirse en el mundo de la Ilustración escocesa resulta sumamente enriquecedor, no sólo desde una perspectiva historiográfica, que en sí misma es legítima, sino porque algunas de sus ingeniosas y originales ideas han influido intensamente en el pensamiento social del siglo XX. Cuando se alude a los orígenes y desarrollo de la sociología es importante distinguir entre aquellos escritores que reflexionaron sobre temas propios de la sociología dentro de discursos no sociológicos, como Aristóteles, Platón, Hobbes o Locke, y aquellos genuinos precursores que estudiaron la realidad social de manera sistemática, analítica y empírica, como es el caso de algunos ilustrados escoceses. Ello explica que entre las diversas lecturas contemporáneas que se hacen sobre la Ilustración escocesa exista una que dirija su atención a leer a los filósofos morales escoceses con los ojos de la sociología” Wences, Isabel “La relevancia sociológica de la Ilustración escocesa” en : Revista Internacional de Sociología, nº 68-1, 2010, pág. 39 32 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado científicos sociales de la Ilustración escocesa hablan con “voz moderna” cuando se acercan a problemas tales como el conflicto, la estratificación y las consecuencias sociales de la división del trabajo, temas que hoy en día conocemos como la esencia de la investigación sociológica”,105íntimamente relacionada con la Historia, recurso imprescindible para las ciencias sociales : “Toda ciencia social requiere una concepción de carácter histórico, y un uso pleno de materiales históricos... las ciencias sociales son, por sí mismas materiales históricos.”106Sociología e Historia reflexionan juntas, constituyen “una sóla y única aventura del espíritu, no el envés y el revés de un mismo lienzo, sino el lienzo en sí mismo, en todo el espesor de sus hilos.”107 “Cuanto más sociológica se haga la historia y cuanto más histórica se haga la sociología, tanto mejor para ambas.”108 -De manera obligada y para muchos conceptos, Derecho Canónico, teniendo en cuenta la influencia del ius ecclesiasticum sobre el Derecho laico que se forma y desarrolla a partir del siglo XVI, y que “no es el derecho romano de Bizancio del siglo VI, sino el renovado derecho romanista del cristianismo del XIXII el que cabe considerar fuente del derecho canónico.”109 La tradición juridical occidental, surgió como consecuencia del impacto de la llamada Revolución del Papado, que en los siglos XII y XIII, desvinculó a la jerarquía de la Iglesia Católica Romana del control a la que había estado sometida por emperadores, reyes, y señores feudales y desembocó en la creación del primer sistema legal occidental moderno : El Derecho canónico católico romano. Y en parte y como respuesta, en toda Europa, comenzaron a formarse sistemas legales laicos de derecho regio, feudal, mercantil, etc. El dualismo de jurisdicciones : espiritual y secular y dentro de esta última su pluralidad jurisdiccional con un mismo regimen, fueron la clave en la formación de la tradición juridical occidental. La coexistencia y competencia entre distintos sistemas legales autónomos y diversas jurisdicciones, autónomas también, en el marco de una determinada comunidad política, contrbuyó a hacer posible la supremacía de la ley en esa comunidad. Esta supremacía tanto en la Iglesia, como en cada uno 105 Swingewood, Alan “Origins of Sociology: the Case of the Scottish Enlightenment”. En Boudon, R. (coed.)The Classical Tradition in Sociology: the European Tradition. London : Sage, 1997, pág. 136 106 Porque “toda sociología digna de ese nombre es sociología histórica... no podemos esperar entender ninguna sociedad... sin utilizar materiales históricos”. Mills, C. Wright La imaginación sociológica México D.F. : Fondo de cultura económica, 2000, págs. 159 y ss. 107 Braudel, Fernand “Histoire et Sociologie” en Gurvitch, G. (dir) Traité de Sociologie. Paris : P.U.F., 2007. 2 vols. V.1. Introduction : problèmes de sociologie générale, pág 87 108 Carr, Edward H. ¿Qué es la historia?. 1ª ed., 3ª reimpr. Barcelona : Ariel, 2006, pág. 89 Berman, Harold J. Law and revolution. Harvard : Harvard University Press, 1983-2006. 2 vols. V.1. The formation of the Western legal tradition. Hay traducción española : La formación de la tradición jurídica de Occidente, México : FCE, 1996, pág. 20. 109 33 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de los reinos, se vió reforzada también por la aparición en el siglo XII de juristas profesionales dedicados al Derecho, en mayor o menor medida,. como ocupación principal: abogados, jueces, juristas, tanto eclesiásticos como laicos. Los textos de Derecho romano compilados en el siglo VI por orden del Emperador bizantino Justiniano, y redescubiertos en Occidente cinco siglos después, no de manera casual, sino como consecuencia de la revolución del papado, fueron analizados y sistematizados con una metodología nueva, que se denominó más tarde escolasticismo.110 -Derecho comparado, si bien este último y como explicaré más adelante, se ha elegido como método de trabajo, ya que el segundo capítulo de la tesis está dedicado, en parte, al pensamiento jurídico-penal y al Derecho anglosajónes. -La aplicación de los métodos de las llamadas ciencias naturales y exactas al ámbito filosófico-jurídico es, desde Leibniz y Descartes sobre todo, un intento de racionalizar y establecer reglas exactas y universales, que dejen poco o ningún margen al error y a la especulación. conjunción lingüística racionalismo metódico- como fundamento del pensamiento jurídico de la edad moderna. Los éxitos de las ciencias experimentales fomentan la idea de que ese mismo método conduce a un progreso concreto en todos los campos de la cultura y de la vida111 -“El surgimiento de la Economía Política como disciplina coincide y es prefigurada por la consolidación de los estados nacionales… los vínculos con el nacimiento de la Economía Política en el período de la transición del feudalismo al capitalismo de la Europa Occidental... si bien los estados nacionales, entre los siglos XVI y XVII, fundaban su actividad económica y política en los principios mercantilistas - que asociaban la riqueza con la posesión de metales y por tanto, con la actividad colonial y el comercio monopólico, al establecer las bases de la Economía Política, Adam Smith va a dar forma literaria a un proyecto de sociedad, o más bien a una forma de socialización que aún no tenía nada de natural y que no era la consecuencia obligada del desarrollo del capitalismo. Una sociedad de mercados libres no era la consecuencia evidente de la consagración del trabajo humano como fuente del valor, como el fundamento último de la riqueza. Para la antropología 110 Berman, Harold J. Law and revolution..., cit. V.2. Impact of the Protestant Reformations on the Western Legal Tradition. Cambridge, MA. : Harvard University Press, 2006, pág.10. 111 En sus obras sobre Derecho, como Nova methodus juris, y en Quaestiones philosophicae amoeniores, ex Jure collectae, plantea diecisiete proposiciones, en las que intenta establecer las conexiones entre Derecho, metafísica, lógica, matemáticas y física. Leibniz, Gottfried Wilhelm Opera Omnia : Nunc primum collecta, in Classes distributa, praefationibus & indicibus exornata... Genève : de Tournes, 1768 (In tres partes distributus, quarum I. Continet Philosophiam in genere, & opuscula Sinenses attingentia. II. Historiam & Antiquitates. III. Jurisprudentiam). [Recurso electrónico] 34 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado económica, especialmente para Karl Polanyi, las sociedades tradicionales o precapitalistas desconocían la distinción entre “lo político” y “lo económico”.Para que tal distinción fuera posible… fue necesario primero que la economía pudiera ser vista como un sistema separado de lo social, con leyes propias… Adam Smith esbozó un proyecto social que en ese momento no tenía nada de real. La creación de un mercado de tierra, de dinero y de mano de obra no fue un resultado del despliegue espontáneo del capital sino algo instrumentado desde el Estado, como institución omnipresente. La Riqueza de las Naciones no negaba el papel del Estado pero estableció las bases para que en el siglo XIX se hable con Hegel y Ricardo de una sociedad no sujeta a las leyes del Estado y que, mas bien, somete a éste a sus propias leyes.” 112La reflexión sobre la naturaleza del Estado desarrollada desde la antigüedad por la filosofía política va a tener una especial influencia en el nacimiento de la Economía Política. Ésta ya no era la ciencia que estudiaba las “leyes de la economía domestica” como sostenía Aristóteles sino que se ocupaba de “las leyes de la economía del Estado”. Desde el punto de vista histórico o genético, señala Dumont en Homo aequalis, así como “lo religioso” dio origen a “lo político”, lo político a su vez va a dar origen a “lo económico” (Dumont, 1992). Es un lugar común aceptar el año 1776 como el nacimiento de la Economía Política clásica, a partir de la publicación de Una indagación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, de Adam Smith. También se hace referencia a esta obra como el origen de la categoría de “lo económico”. Pero ante todo, era necesaria que este campo fuera visto como un sistema particular, con leyes propias, con una manera específica de ser abordado. Para ello es necesario indagar su relación con el pensamiento filosófico, económico y político previo. “Es un axioma afirmar que el carácter de los pueblos cambia al paso de la evolución técnica, de los avances científicos o del desarrollo económico. Los condicionamientos que impone la interrelación con otras comunidades humanas, o el surgimiento de ideologías o religiones más o menos imbricadas con las circunstancias tecnoecológicas y y tecnoeconómicas de un grupo determinado, son factores que modifican con diversos grados de aceleración el espíritu y los comportamientos de las gentes.”113Que el clima tiene una importancia fundamental en la vida de las sociedades, ha estado claro desde los geógrafos del mundo heleno, que ya dividieron el mundo conocido y habitado entonces oikumene- basándose en criterios climáticos ; a finales de la Edad Media, eran 112 Míguez, Pablo “El nacimiento del estado moderno y los orígenes de la economía política” en Nómadas : Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, Nº 22-2, 2009, págs. 2-3 y 8. 113 Fanjul, Serafín Buscando a Carmen. Madrid : Siglo XXI, 2012, pág . 9. 35 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado corrientes también las divisiones de las regiones geográficas en "klimatas",114que se fueron revisando conforme avanzaban los viajes de descubrimiento y conquista de territorios, pero es a partir del siglo XVIII cuando se abre un campo no sólo geográfico o meteorológico, sino además de reflexión histórico-política que tratará de explicar la diversidad de las distintas zonas del mundo, como efecto de los rasgos climáticos que inciden sobre ellas.115 2.2. El porqué de un enfoque "plurinacional". Escribe Losano que “es evidente que la fijación de normas escritas marcha paralela con el desarrollo de la economía, con la complejidad de los intercambios y con la creciente ingerencia del Estado en cualquier sector de la vida social. Pero no está dicho que las normas escritas deban asumir, necesariamente, la forma de códigos y de leyes generales y abstractas. Costumbre y forma escrita del precepto específico no son nociones incompatibles, como demuestra todo el Derecho angloamericano y, en el continente europeo, la redacción de recopilaciones de uso mercantil. Y sin embargo, la ley en sentido técnico, comenzó a sustituir radicalmente a la costumbre únicamente con el advenimiento de los señores renacentistas en la Europa continental. Fuera de este ámbito geográfico y antes de esa época histórica, el Derecho era el reino indiscutido de la costumbre.”116 En este sentido y al comenzar a estudiar la bibliografía pertinente, me llamó la atención como, en buena parte de la literatura sobre el tema, se habla casi constantemente de Derecho penal "continental", excluyendo o dedicando sólo unas líneas el ámbito anglosajón, pretextándose que los países que se rigen por el Common Law no pueden ser objeto de un estudio paralelo ya que su sistema jurídico es distinto de los de "tradición romanista", al ser limitada e indirecta la recepción117del Derecho romano, con la excepción de Escocia, y 114 κλίμα, klima, en plural klimata, que significa "inclinación", (haciendo referencia al ángulo entre el eje de la esfera celeste y el horizonte) se refería al concepto según el cual y desde la antigüedad clásica, la tierra estaba dividida en zonas, que podían variar en extensión pero que, de manera convencional, especialmente desde Ptolomeo y su Geografía, se en siete, contadas de sur a norte. 115 Datos tomados de Olcina Cantos, J. "El clima: factor de diferenciación espacial: divisiones regionales del mundo desde la Antigüedad al siglo XVIII" en Investigaciones geográficas, Nº 15, 1996, págs. 79-98 ; Goliński, Jan British Weather and the Climate of Enlightenment. Chicago : University of Chicago Press, 2007. 116 Losano, Mario G. Op. cit., págs. 159-160. 117 Concepto que, en idiomas cómo el alemán y el italiano es netamente jurídico, y equivale a acoger en un ordenamiento o sistema jurídico, una ley o un derecho extranjeros. Para Wieacker, la recepción sustenta la civilización humana, dándole continuidad y supervivencia a la cultura. no debe ser tomado como “una mera convención científica o tópico 36 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado haber desarrollado unas normas jurídicas propias no extrapolables -al pareceral resto de las que rigen Europa en estos siglos, ya “definitivamente configurado el llamado sistema jurídico continental, de carácter generalizador y abstracto, “Derecho de profesores”. Frente a él, incluso desde un punto de vista metodológico, se sitúa el casuísmo y el sentido de lo concreto del sistema jurídico anglosajón, como –esencialmente- “Derecho de jueces.”118Pero si básicamente esto es cierto, si “se piensa detenidamente, no es que, apriorísticamente, se pueda hablar de dos concepciones contradictorias, sino de un diferente grado de evolución. En el fondo, la raíz del “derecho continental”, el Derecho romano, no dejaba de ser un conjunto de soluciones casuísticas, que sólo mediante la paciente obra de glosadores, postglosadores y comentaristas, pudieron ser reducidas a un sistema de principios, en virtud del antedicho procedimiento de abstracción y sistematización, después generalizado y llevado, a veces, a la exageración. Originariamente pues, sistema romano y sistema germánico –después reconvertido en sistema anglosajón, para lo que ahora interesa- no podían ser contrapuestos. Unicamente que… como consecuencia de la recepción del Derecho romano en los territorios continentales sometidos al Derecho germánico, este último sufrió una transformación fundamental ; pero no tanto en el contenido, cuanto en la forma de aplicarse un nuevo método –insistamos, abstracto y generalizadorque se alejaba del casuísmo antes imperante.”119Pudiéndose resumir todo lo anterior en la fórmula ya clásica entre la doctrina civilista española : “El Derecho continental es Derecho romano transformado por la glosa y el Derecho inglés, Derecho germánico sin deformar por la recepción.”120 emocional” Es un concepto complejo que encierra una epistemología que debe ser analizada con rigor metodológico. La recepción jurídica en concreto «es un caso especial de intercambio civilizador: La admisión de partes principales o esenciales de un ordenamiento jurídico ‘extraño’ por un pueblo, sin haber sido sometido o dominado por otro, pues ello sería la destrucción de la continuidad cultural del sometido o dominado...sino al contrario, la aceptación libre y voluntaria...» Wieacker, Franz. Historia del derecho privado de la Edad Moderna. Granada : Comares, 2000, págs. 378 y ss. 118 Lasarte Alvarez, Carlos “Las corrientes metodológicas y el Derecho civil”, en Estudio de derecho civil en homenaje al profesor J. Beltrán de Heredia y Castaño. Salamanca : Universidad de Salamanca, 1984, pág. 392. 119 Ibíd., nota 89. 120 Cossío, Alfonso de La concepción anglosajona del Derecho, Madrid : Ed. Revista de Derecho privado, 1947, pág. 133. Y Melanchton escribía ya en 1525 que “hay en Europa pueblos que no dirimen las cuestiones jurídicas partiendo de las leyes romanas, sino ajustándose a las suyas propias. Y, sin embargo, quienes se han de ocupar de los asuntos del Estado, acostumbran a estudiar en el extranjero las leyes romanas, y cuando se les pregunta por qué se afanan en su conocimiento puesto que nuestras leyes no tienen vigencia en su país, suelen responder –según me dicen- que toman de su estudio el alma y el espíritu de las leyes, es decir, conservan de ellas la fuerza y la esencia de la equidad, para así poder emitir juicios más certeros sobre sus propias leyes.” (“Sunt quaedam in Europa gentes, quae non iudicant res ex Romanis legibus, sed vernaculis. Et tamen qui ibi Respublicat gesturi sunt fere 37 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Y ya que intento elaborar una visión panorámica, de conjunto, de las ideas que conforman el desarrollo del Derecho penal –básicamente europeo- occidental entre los siglos XVII y XIX (empeño de cuyos peligros advierte lealmente Umberto Eco)121, creo que no se debe dejar a un lado ni Inglaterra, ni siquiera América del Norte. Entre otras cosas, porque el Iluminismo tiene como primer escenario Inglaterra y Escocia.122 Fueron sus Luces las primeras que brillaron -ya con un sistema- en Europa,123 beneficiandose, en primer lugar, de un liberalismo político innegable, que tuvo su reflejo sobre el pensamiento, al no incidir el Estado de manera determinante en la vida intelectual. No hay que olvidar sin embargo que “las Luces inglesas se afirmaron con un carácter menos radical que en Francia : se desarrollaron en el seno mismo del orden establecido, que no fué cuestionado o sólo en muy escasa medida. En materia de religión, el ateísmo fué Romanas leges apud exteros discunt,qui, ut accipio, interrogati, quid cum nostrarum legum non sit apud eos usus, in eis conoscendis tantum operae ponant, respondere solent : Animam se spiritumque legum, sic enim loquuntur, excipere, ut de patriis legibus rectius iudicent”) Melachthon, Philipp De legibus oratio. Paris : R. Stephani, 1533, págs. 31-32. (o 35, dependiendo de la edición de la digitalización del texto : para la edición de 1533, he manejado la de Gálica, disponible en Internet : http://visualiseur.bnf.fr/CadresFenetre?O=NUMM-054546&I=1&M=pagination [última consulta, noviembre 2010] y para la segunda, la de la Universidad de Harvard (Andover Harvard Theogical Library : Weimar : Hermann Boehlau, 1869) : http://books.google.es/books?id=d6UrAAAAYAAJ&printsec=frontcover&dq=Melancht hon+de+legibus+oratio&source=bl&ots=PywJyHjVZq&sig=nTy2TAERbo6lVc_xU4S_ERtX3s&hl=es&ei=jXRBTYMKYqb8QPy0twH&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CBsQ6AEwA A#v=onepage&q&f=false [última consulta, noviembre 2010] 121 Eco, Umberto. Op. cit., págs. 27 y ss. Hay incluso estudios en los que se analizan paralelamente los escenarios “ilustrados” de Escocia y Nápoles, que a pesar de ser considerados históricamente como reinos “provincianos y subordinados” a otros estados más poderosos, sin embargo produjeron algunas de las líneas de pensamiento mas originales de todo este periodo. Vid. Robertson, John The case for the Enlightenment..., cit. 123 En Francia los philosophes desataron una auténtica “anglofilia”. Así, Montesquieu llama a Inglaterra un pais libre “porque el Príncipe no tiene el poder de hacer ningún mal imaginable a nadie, porque su poder está limitado y controlado estatutariamente” Montesquieu, Charles Louis de Secondat, barón de (1689-1755) “Notes sur l'Angleterre” en : Oeuvres complètes. Paris : Gallimard, 2001-2004. Y Voltaire escribía “todo prueba que los ingleses son más filósofos y más audaces que nosotros... hace falta tiempo para que una cierta razón y una cierta cvalentía de espíritu franqueen el paso de Calais” Vid. por ejemplo, Dedieu, J. Montesquieu et la tradition politique anglaise en France. Paris : Hatier, 1902. "I will try to show why Voltaire was right when he said: 'Nous nous tournons vers l’Écosse pour trouver toutes nos idées sur la civilisation' [we look to Scotland for all our ideas on civilisation].: Trataré de mostraros porqué Voltaire tenía razón cuando decía que había que mirar a Escocia para encontrar todas nuestras ideas sobre civilización" Barroso, José Manuel Durão "The Scottish enlightenment and the challenges for Europe in the 21st century; climate change and energy" en Enlightenment Lecture Series. Edinburgh : Edinburgh University Press, 2006. 122 38 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado la excepción, la sensiblidad religios era muy viva y el protestantismo impregnó bajo múltiples aspectos a la creación literaria y al pensamiento filosófico... [que] muy hostil al catolicismo denunció los aspectos arcaicos de la religión, pero se esforzó en racionalizarla dentro de los límites del deísmo. En materia política, encontramos el mismo clima de moderación y de compromiso, inscribiéndose la oposición en el marco del sistema.”124 Como señala Soboul, entre otros, la “prioridad histórica de las Luces inglesas es incuestionable : presentan, al menos, una generación de adelanto sobre Francia. De esta precocidad y del prestigio que de ella derivó, dan cuenta no solamente la importancia excepcional de la obra de Locke y de la de Newton, que transformaron los propios esquemas del pensamiento y de la concepción del mundo, sino también el considerable avance de las ciencias y de las técnicas, la relativa tolerancia religiosa y el liberalismo de un sistema representativo y tempranamente parlamentario. Locke... y Newton... fueron los maestros del pensamiento del siglo XVIII : autores este, de una filosofía natural o física y aquel, de una filosofía del conocimiento... La riqueza y complejidad de las Luces inglesas no llega a condensarse en el término light, tomado en su sentido filosófico, o en enlighten, enlightened (enlightement, como traducción de Aufklärung, es ya del siglo XIX). Lo mismo le ocurre a la expresión age of reason, acuñada por Payne en 1794 ya que la época no puede reducirse al racionalismo crítico... ”125 Tampoco hay que olvidar que los ilustrados escoceses, enfrentados a unos cambios especialmente vertiginosos en su país, tuvieron la presencia de espíritu suficiente como para darse cuenta y afrontar lo que significaban dichos cambios antes y más profundamente que el resto de “escenarios” de la Ilustración,126 y una de sus primeras Revoluciones, el territorio de las colonias norteamericanas de Inglaterra, otra de las que conformaron la tradición jurídica occidental. La Declaración de Derechos de Virginia y después la Declaración de Independencia, “marcan un punto de inflexión en la historia de las Luces : las ideas fuerza del Siglo se inscribieron en la práctica política.”127 Al hablar de panorámica, quiero significar la investigación, muchas veces general, de una serie de elementos no sólo jurídico-penales, sino "sociales, económicos y políticos interrelacionados entre sí y cuyo resultado es la realidad del 124 Soboul, Albert (coaut.) El siglo de las luces. Madrid : Akal, 1997 , 2 v. en 3 t. V.1. t.12. Los inicios : (1715-1750), pág. 314 125 Soboul, Albert , op cit , pág. 305. El subrayado es mío. 126 “They had the presence of mind to realize what they were seeing and experiencing; and they faced the meaning of that change earlier and more profoundly than other centres of the Enlightenment.” Barroso, Jose Manuel Durão "The Scottish enlightenment..." cit., pág. 2. 127 Soboul, Albert. op. cit. pág. 315. 39 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado momento"128, aunque como en este caso, sea la realidad penal. Intento asumir la propuesta de Bacigalupo Zapater cuando escribe que "el estudio de la historia del Derecho penal no debe limitarse, como es habitual, a exponer una nueva descripción externa sucesiva de las leyes que han regido en la que hemos llamado época moderna. Los puntos de vista de la ciencia que se ha elaborado sobre los derechos positivos, deben tomarse también en consideración, porque han sido configurados de la práctica social del Derecho penal vigente. Con esto, no se quiere decir que la historia del Derecho penal se deba reducir a una "historia de las ideas penales"; ello sería un enfoque igualmente falso y unilateral de la cuestión en estudio. Lo que aquí se propone es una historia que trate a la vez de historia de las leyes y de las ideas que sirvieron para su creación y aplicación."129La historia de “lo penal”, puede concebirse –en clave simplistacomo la larga historia de la superación de la venganza (venganza individual, de la sociedad, de los Estados) y la interpretación de esa superación es la que mejor desvela el tortuoso proceso de civilización del sistema penal, dando sentido a su reconstrucción histórica y valorando su función de defensa jurídica de las personas, de los bienes y de la sociedad.130 En mi opinión, la evolución de los derechos occidentales -mayoritariamente europeos- y de las sociedades a las que rigen es como un sistema de espejos131 encarados entre sí, en los que se van reflejando y reflectando los mismos haces luminosos, mas tarde o más temprano : a "los sistemas jurídicos hay que 128 Juliá Díaz, Santos “Manuel Tuñón de Lara y la renovación de la historiografía española contemporánea”. En : Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid. El Escorial : Universidad Complutense, 1997 129 Bacigalupo Zapater, Enrique. Principios de Derecho penal : Parte general. 4ª ed. Madrid : Akal, 1997. pág. 46. También “al estudio del poder, de su ejercicio y funcionamiento en cada situación concreta...” Raga Rosaleny, V. “Fuerza de la ley: sobre el poder y la violencia en Foucault y Hobbes” en : Logos: Anales del Seminario de Metafísica, ISSN 1575-6866, Nº 40, 2007, pág. 245. 130 Cfr. Sbriccoli, Mario “Justicia criminal” ..., cit., pág. 159. 131 La imagen del espejo, la he elegido muy conscientemente : “Un espejo es una superficie que refleja la luz y en un contexto más amplio, también otro tipo de ondas (como por ejemplo el sonido), absorbiéndolas y esparciéndolas sólo en parte.” Y desde Ibn al-Haytam en su Kitāb al-manāzir, los estudiosos medievales de la refracción coincidían en que “ los rayos de luz cambiaban de dirección cuando entraban en contacto con una superficie más densa. Snell descubrió la ley exacta en 1621, pero se conocieron sus resultados sólo en 1703, año en el que Huygens los publicó junto con los suyos en el libro “Dioptrica”. Mientras tanto, Descartes publicó su “Discurso del método”en 1637, incluyendo en él la ley de los senos a la que había llegado Snell... Dada la incuestionable autoridad de Descartes en esos tiempos, muchos intentaron justificar esta explicación filosófica sin fundamento físico... Hoy en día...en los países francófonos la ley de los senos lleva el nombre de Descartes, mientras que en los países anglófonos y España se conoce como la ley de Snell.” Cerantola, Sara “La ley física de Ibn Sahl : estudio y traducción parcial de su Kitab al- harraqat” en Anaquel de estudios árabes, Nº 15, 2004, págs. 57-58. 40 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado considerarlos sin prejuicios y agruparlos con referencia a su substancia y esencia... tomando como punto de partida, los principios de orden filosófico e ideológico que representan el fundamento y la base sobre los cuales se han ido construyendo", 132por lo que pienso que el anglosajón es un ámbito que ha proyectado y recibido fuertes influencias del resto de los países europeos.133 Fue el primero en dotarse de una carta de derechos y libertades en 1215, (aunque sólo fuera, en realidad, el reconocimiento escrito de privilegios consuetudinarios para los liberi homines : la nobleza) e ingleses, los primeros teóricos del iusnaturalismo y de la racionalización del Derecho. Inglaterra fué el país que vió nacer el liberalismo en su estado más puro, tras la primera revolución industrial que tuvo su origen allí y en los Países Bajos. El primero que consiguió centralizar el poder político y jurisdiccional en manos de los reyes, a los que la naciente burguesía se somete, viéndolos como protectores de sus derechos frente a la nobleza feudal y a los que luego arrebata ese poder, reivindicando el ejercicio del mismo mediante asambleas parlamentarias... Y con unas tensas -e intensasrelaciones con el continente.134 De cualquier forma, es difícil tratar de generalizar incluso en los países de Europa "continental", ya que es distinta la evolución de la Filosofía, la Ciencia y el 132 Dell'Aquila, Enrico. Introducción al estudio del Derecho inglés. Valladolid : Universidad, 1992. pág. 32 133 Watson, Alan Legal transplants: an approach to comparative law. 2nd. ed. Athens : University of Georgia Press, 1993. La tesis de este romanista, que ha originado un intenso debate doctrinal, desafiando la noción predominante y más extendida, sobre que hay una estrecha unión entre la ley y la sociedad en la cual opera, es por el contrario, que las leyes de una sociedad no se desarrollan por lo general como consecuencia lógica de su propia experiencia, sino que, argumenta Watson, se toman “prestadas” principalmente de otras sociedades; por lo tanto, la mayor parte del Derecho funciona en una sociedad muy diferente de aquella para la que en principio, fué creado. Utilizando una gran cantidad y diversidad de fuentes, Watson ilustra su argumento con ejemplos del antiguo Oriente Próximo, Roma, Europa en los primeros tiempos de la edad moderna, etc. La imagen que resulta, de una sorprendente longevidad del Derecho y de su recepción, adaptación y aceptación a y por parte de otras idiosincrasias, conlleva implicaciones importantes para historiadores del Derecho y sociólogos. El Derecho no puede utilizarse como instrumento para entender la sociedad en la que opera, sin considerar cuidadosamente esos “transplantes legales”. 134 Y algunas, muy curiosas. La Constitución española de 1812 y los proyectos legislativos colaterales, suscitaron un gran interés en el resto de países occidentales, como veremos luego. Implicándose hasta el propio Bentham, relacionado con España a través del Conde de Toreno y de José Joaquín de Mora, editor del periódico El Constitucional, y que plantea una crítica «radical» a la Constitución gaditana. Vid. entre otros, Fernández Sarasola, Ignacio, «La Constitución española de 1812 y su proyección europea e iberoamericana», en Fundamentos: Cuadernos monográficos de teoría del estado, derecho público e historia constitucional, ISSN 1575-3247, Nº 2, 2000, pags. 359-457 (Ejemplar dedicado a: Modelos constitucionales en la historia comparada) . 41 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Derecho penales en Francia, en Alemania ó en España, aunque algunos caracteres sean comunes. Uno de ellos es el componente religioso que, como comentábamos páginas atrás, subyace en muchos de los pensadores penales no ya ilustrados, sino reformistas y sobre todo correccionalistas, porque, no en vano, el idealismo romántico y transcendentalista de Krause se fundamenta en una teología panteísta (o por mejor decir, panenteísta) . La unidad religiosa de Europa, que ha constituido durante muchos siglos el "factor de fondo unitario del ius commune", 135está en quiebra desde el siglo XVI, con la Reforma protestante, aunque debilitada desde mucho antes por el exilio de los Papas a Avignon, el cisma de Occidente y las controversias de los diversos Concilios que se suceden en los siglos XIV y XV. Francia había sido y era, junto a España e Italia, un país básicamente católico, con un modelo de autoridad intelectual e institucional que provenía de la jerarquizada y absolutista Iglesia católica, y esa autoridad estaba por encima del individuo, sometido a sus decretos y sin autonomía ; Inglaterra era protestante y para los pensadores anglosajones o de inspiración calvinista como Locke, ya no había una autoridad colectiva que exigiera sumisión. La relación se planteaba en sentido opuesto : en principio, el hombre era su propia autoridad en cuestiones intelectuales, exactamente de la misma manera en que lo era en asuntos espirituales.136 “A su vez, el Renacimiento coincide con la ruptura de la imagen científica-natural del mundo. El orden cristiano feudal se convulsiona frente al embate de los descubrimientos que demostraban que la imagen bíblica del mundo no coincidía en ningún aspecto con la realidad viviente. Cuando Nicolás Copérnico publica De Revolutionibus orbium coelestium - escrita a lo largo de veinticinco años : aproximadamente desde 1502 a 1532- reemplazando la imagen geocéntrica del mundo por el universo heliocéntrico, cuando Johannes Kepler enuncia sus leyes sobre la órbita de los planetas; y, finalmente, cuando Galileo con su telescopio logra demostrar prácticamente la exactitud de la imagen heliocéntrica del mundo, el Santo Oficio —como custodio de la moral y de la fe— reacciona ante la herejía que destruía las convicciones religiosas convencionales. En 1611, el libro de Copérnico aparece en el Index y la Inquisición obligó a Galileo, luego de 135 Ibán Pérez, Iván Carlos... [et al.]. Derecho eclesiástico. Madrid: McGraw-Hill Interamericana de España, 1997. pág. 9 136 A este respecto, “es revelador que los jansenistas, cuya teología ponía énfasis en la autonomía intelectual y en la autodeterminación espiritual, educasen a algunos de los philosophes más notables, como Voltaire, y que, sin duda, alentaran una predisposición hacia la independencia intelectual.” Cfr. Por todo el párrafo, Hawthorn, Geoffrey, op. cit. pág.22 42 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado someterlo a diversos tormentos, a maldecir y abjurar de su ‘falsa opinión respecto al movimiento de la tierra”137 "El llamado mundo moderno supone un proceso de transformación paulatino, pero profundo e irreversible, en la manera de concebir y de practicar las relaciones entre las iglesias y el poder secular."138La vuelta al universo clásico, propiciada por el Humanismo y el Renacimiento, se manifiesta en el terreno político, religioso y filosófico y por supuesto en el jurídico, como una nueva cultura "portadora de valores ajenos a la vieja idea universalista de república cristiana." 139 Comienza a plantearse el problema de la naturaleza y el valor del Derecho y de su función, en un Estado140 que está cambiando su configuración incluso geográfica, y que "incorpora un sistema de valores propio... erigiéndose en una realidad autónoma con justificación propia, casi pudiera decirse que se convierte en el auténtico sujeto de la historia. En lo sucesivo, el Estado será la instancia inapelable y su Derecho expresará una voluntad política nacida con vocación exclusiva y excluyente dentro de su ámbito territorial."141 Con todo, los conflictos entre los poderes políticos y religiosos no desaparecerán, aunque adoptarán formas distintas : ya no existirá la oposición frontal que se daba en la Edad Media; las Iglesias se integrarán en los Estados, incorporando a este ámbito sus fines y dirimiendo en él sus requerimientos. Es mas, “las metáforas jurídicas que dieron lugar a las analogías y conceptos legales posteriores fueron de carácter religioso: juicio final, expiación, transubstanciación, absolución, etc. Esto muestra que instituciones, conceptos y valores básicos de los sistemas jurídicos occidentales tienen su fuente en doctrinas y liturgias religiosas de los siglos XI y XII. Muchas de esas instituciones, conceptos y valores sobreviven intactos.”142 No hay que olvidar que la forma de Estado que surge tras la crisis de los dos poderes universales del mundo medieval es "una organización política con 137 Zannoni, Eduardo A. Crisis de la razón jurídica : (tres ensayos). Buenos Aires, Argentina: Astrea, 1980, págs. 24-25. 138 Ibíd. 139 Ibíd. “Tal como suelen señalar los manuales de teoría política, en el último tiempo ha habido una notoria tendencia a pensar el Estado -usualmente con un guiño en la dirección de Max Weber- nada más que como el nombre de un aparato establecido de gobierno. Actualmente, esta perspectiva ha alcanzado una aceptación tan amplia que en el lenguaje cotidiano las palabras estado y gobierno han llegado a ser prácticamente sinónimos.” Skinner, Quentin “Una genealogía del Estado moderno” en Estudios públicos, ISSN 0716-1115, Nº. 118, 2010, pág. 7. 140 141 Ibán Pérez, Iván Carlos... [et al.]. Op. cit. pág. 10 Galindo Hervás. A. “Nota sobre el origen de la modernidad : ¿Berman o Koselleck?” en Res Publica hispana : Revista de filosofía política, ISSN: 1576-4184, 2004, pág. 9. 142 43 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado pretensiones de exclusividad”, apropiándose, desde un primer momento, de los atributos y símbolos identificativos de aquellos, ya que, como afirma García Pelayo, "la formación del Estado moderno va acompañada del saqueo ideológico de las dos instituciones a las que se enfrenta, es decir, el imperio y la Iglesia."143 La ética legalista que, en la época medieval habían convertido los teólogos "en un esquema abstracto de ley",144pierde, en el transcurso de los siglos XV al XVII, todo su valor. El criterio de la valoración ética es ahora el interior de la conciencia humana, y la política, una actividad autónoma del hombre, con fines propios, desvinculada de la ética y el Derecho. Se habla ahora de "ley natural", que el hombre se da a sí mismo, nacida de la razón. Va a ser el instrumento para una convivencia social pacífica y se empieza a distinguir claramente entre moral y Derecho : una, interna, perteneciente a la conciencia del individuo y no impuesta externamente, y el otro, con una clara función social y carácter coactivo. La escolástica medieval y, sobre todo, la teología católica, habían establecido un "compromiso entre las exigencias de la vida... religiosa y las de la vida social y política"145que conducían a aceptar una norma racional, humana, "unida a Dios como parte de la razón divina."146 Pero un principio de legislación moral, autónoma en el hombre, que encuentra en sí mismo la regla de su propio comportamiento, con independencia de la intervención divina, no es aceptable para los primeros pensadores de la Reforma, profundamente religiosos, que rechazan los compromisos de los teólogos escolásticos que han querido conciliar la fé y la gracia con la ciencia y la naturaleza y sus leyes. En este sentido, y en un primer momento, la Reforma constituye "el repudio del racionalismo" humanista y "el abandono del hombre a la arbitraria voluntad del Dios trascendente, privándole de la autonomía que le reconociera la escolástica."147 Es la antítesis del Humanismo, y aunque parece que uno de sus principios, el libre examen de la Palabra revelada, aliente el espíritu crítico, lo cierto es que "somete 143 García Pelayo, Manuel. “El reino de Dios, arquetipo político: (estudio sobre las formas políticas de la Alta Edad Media)”. En: Obras completas. 2ª ed., rev. y aum. Madrid : Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2009. Vol. I. pág. 904. 144 Clavero Salvador, Bartolomé. Institución histórica del Derecho. Madrid: M. Pons, 1992. págs. 66 y ss. 145 Fassó, Guido. Historia de la filosofía del derecho. T. 2. La edad moderna. 2ª ed. Madrid: Pirámide, 1996. págs. 27 y ss. 146 Fassò, Guido. Op. cit., pág. 37 147 Fassò, Guido. Op. cit. pág. 38 44 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado al hombre de modo absoluto a esta última, en una visión totalmente fideísta de la vida."148 También, y desde un punto de vista económico, "el cisma luterano tuvo consecuencias duraderas al sur de los Alpes: restó al óbolo de San Pedro una parte no desdeñable de la contribución centroeuropea y obligó al Vaticano a emitir deuda pública por primera vez en su historia."149 "El protestantismo constituyó un episodio decisivo en el cambio de relaciones entre el Estado y la Iglesia. No obstante, cabe preguntarse si la relativa independencia conseguida por el Estado tras la Reforma, equivale sin más a secularización, como tantas veces suele suponerse.... desde un punto de vista jurídico, cabe sospechar que ocurrió más bien lo contrario: esto es que, aun favoreciendo la independencia de la Iglesia Católica, las doctrinas luteranas propiciaron el desarrollo de la función religiosa del Estado. Desde un punto de vista jurídico, la crítica luterana al catolicismo será, ante todo, una crítica de la doctrina de la potestad papal, de la que la Iglesia romana se sirvió para obtener la subordinación del Estado... de la alternativa que Lutero presentó en su doctrina de los dos reinos no se deriva la independencia de Estado e Iglesia, sino una fundamentación teológica de la legalidad estatal, que inviste al magistrado cristiano con unas funciones que difícilmente podrán calificarse de seculares"150 La intolerancia que caracteriza la obra de los primeros reformadores, sobre todo Lutero y Calvino, se halla en franca contradicción con el espíritu humanista, ya que posee caracteres aún medievales : concepción eclesiástica y religiosa de la vida, intolerancia y teocracia política. Escinde tajantemente los dos mundos, el religioso al que quiere purificar, negando la dimensión institucional de la Iglesia, interiorizándola, y el temporal, un mundo de pecado donde ni siquiera tiene cabida un sistema de justicia como el representado por el Derecho natural, 148 Ibíd. Muñoz, Javier. "Vivir de prestado" en Ideal. 29 de junio de 2011, pág. 1. "Ocurrió en 1526. El papa Clemente VII, de los Medici de Florencia, lanzó una emisión de 200.000 ducados de oro a una tasa del 10%. Según el historiador Carlo M. Cipolla, la idea de lograr recursos a cuenta de las rentas y tributos futuros de la Iglesia no era nueva en la Europa del XVI. La habían utilizado las ciudades del norte de Italia durante los cuatro siglos anteriores, siendo Venecia la primera de todas ellas en el XII, al obligar a sus habitantes ricos a suscribir su propia deuda. La fórmula se extendió a otras ciudades italianas a medida que se repitieron las campañas militares y aumentaron los ejércitos de mercenarios, pero el Vaticano la ignoró a causa de su doctrina contra la usura. No obstante, cuando la expansión del protestantismo mermó su recaudación, la necesidad de vivir de prestado se convirtió en virtud y arraigó de tal modo en la Santa Sede que, en 1592, los intereses de su deuda representaban la tercera parte de sus gastos. " 150 García Alonso, Marta “Poder, Derecho y secularización : un apunte sobre Lutero” en Revista de Estudios Políticos, Nº 129, 2005, págs. 282-283. Cita las tesis de Witte, en Law and protestantism : the legal teachings of the lutheran reformation. Cambridge : Cambridge University Press, 2002 y Berman, en Law and revolution II : the impact of the protestant reformations on the Western legal tradition. Cambridge (Mass) : Harvard University, Londres, 2003. 149 45 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado dejando en manos del príncipe un poder ilimitado y legitimado por la voluntad divina, incluyendo entre sus competencias la propia organización de la Iglesia.151 Así pues, el primer objetivo político de la Reforma consiste en rehabilitar el poder civil. "La interiorización de la Iglesia deja al Estado solo, sin otro límite moral que la conciencia del príncipe... terminando por atribuir al Estado los escasos aspectos institucionales que quedan en una Iglesia espiritualizada, con lo que los reyes se convierten en dignatarios de las iglesias territoriales." 152 Por tanto, y al poner en cuestión el papel de la Iglesia católica, como mediadora entre Dios y el hombre, inicia un “proceso de desplazamiento de la religión del centro que ordena la vida social... la “salida de la religión”. A este momento “teológico-político”, cuya mayor creación es el Estado absoluto, según sociólogos de la religión, como Gauchet, “sucederá un momento “teológico-jurídico”, que se correspondería con la emergencia del Derecho natural moderno y, a partir de 1800, un proceso de incorporación de la Historia a la vida de las sociedades y de los individuos, en el que todavía estamos.”153 Hasta el siglo XVII no evolucionará el pensamiento protestante hacia posiciones de tolerancia154 política y religiosa, favoreciendo el desarrollo de las ideas liberales, a pesar de que autores como Dunham y Payne consideran que los tres minutos 151 Cfr. Ibán Pérez, Iván Carlos. Op. cit., pág. 11 152 Ibíd. Molina, Esteban, “Presentación” en Gauchet, Marcel La condición histórica : conversaciones con François Azouvi y Sylvain Piron. Madrid : Trotta, 2007, págs. 20-21. 153 154 Afirma I. Bejczy que la noción de tolerancia se considera como un producto de la Edad Moderna y en particular, de la de la Razón. Se presenta a los filósofos ilustrados, que cimentaron las bases del liberalismo y la democracia, como los introductores de la noción de tolerancia como garantía de máxima libertad para los individuos como miembros de la sociedad. Escritos como la "Epístola de la tolerancia” de J. Locke, el "Tratado de la tolerancia" de Voltaire, y uno de los artículos –Tolerance- más censurados de L’Encyclopédie, firmado por Jaucourt, prueban que este era un tópico importante en el pensamiento ilustrado, aunque se encuentre ya en los escritos de un humanista cristiano como Erasmo de Rotterdam. La Edad Media, por otra parte, carga con la acusación de falta de tolerancia, debido a la influencia en todos los ámbitos de una Iglesia poderosa en posesión de la verdad absoluta y que castiga en consecuencia cualquier desviación de la misma. Se argumenta que únicamente la Reforma forzó a la Iglesia a cambiar de actitud y a redefinir su actitud con los disidentes. Es por esto que la idea de tolerancia, comienza a estudiarse sólo a partir del siglo XVI. No significa todavía libertad religiosa, sino tan sólo el reconocimiento de algunos ámbitos de libertad, y la no persecución por motivos de fé. Los autores de esta época la defienden como un instrumento político, de supervivencia de la sociedad europea, en el contexto de unos Estados absolutos y confesionales, constreñida por prejuicios religiosos y amenazada por la guerra. (Cfr.) Becjzy, István. “Tolerantia: a Medieval concept”. En: Journal of History of Ideas, V. 58, nº 3, 1997, págs. 365 y ss. 46 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado más importantes en la historia del mundo fueron los que se le concedieron a Lutero en Worms, para retractarse y no lo hizo. 155 El factor religioso por consiguiente, es una constante en la evolución política y jurídica europea de estos siglos, en los que, paradójicamente, la sociedad se descristianiza de manera radical, y la aristocracia gobernante se inclina hacia una cultura laica, y mucho más ostensible en países donde la laicización del Derecho y del Estado no es tan clara y drástica ya que la Iglesia es mantenida como agente legitimador por el Absolutismo en un difícil equilibrio "entre razón y fé, entre Ilustración y tradición y entre reformismo político y conservadurismo social", o no se ha producido más que en teoría. Por ejemplo, Inglaterra, donde la convivencia pacífica de los distintos órganos del Estado es dinamitada en el siglo XVII, como en el XVI en Francia por motivos religiosos, oponiéndose a la iglesia anglicana (el monarca es cabeza de la misma) los católicos y los puritanos calvinistas, terminando este periodo -tras el enfrentamiento entre el rey Carlos I Estuardo y el Parlamento, que se resolvió con la decapitación de aquel y la proclamación de la República gobernada por Oliver Cromwell que pronto devino en dictadura- con el restablecimiento en 1688 de la monarquía constitucional, o España, cuyo Estado, excepto en el breve periodo republicano, ha seguido siendo confesionalmente católico hasta 1978. En el ámbito anglosajón, los movimientos reformistas de prisiones y antiesclavistas proceden de grupos religiosos, mayoritariamente cuáqueros, y en España, las continuas referencias a los beneficios de la pena como un bien de orden moral, su carácter de expiación, el arrepentimiento del delincuente, etc., son una constante en los autores de la escuela correccionalista y sobre todo, en Concepción Arenal. Y es curioso que sea en Inglaterra donde aparezca otra mujer implicada públicamente en la reforma de las prisiones, una figura, algo anterior en el tiempo pero con muchos referentes simétricos con Concepción Arenal : Elizabeth Fry. 155 Dunham, B. Heroes y herejes. Barcelona : BBB, 1975, pág. 18. "Fue el momento más grande de la historia moderna del género humano: en esa hora Lutero plantó la semilla del puritanismo inglés; de los Parlamentos de Inglaterra; de las Américas y de la obra inconmensurable de estos dos siglos; de la Revolución francesa; de Europa y de la influencia que en nuestros días esta ejerciendo en todas partes. Si Lutero hubiera obrado de otro modo en ese momento, ¡cuán diverso habría sido el curso de la historia moderna.!"Carlyle, Thomas On heroes, hero-worship, & the heroic in history : six lectures ; reported, with emendations and additions. Teddington, Middlesex : Echo Lybrary, 2007.[Recurso electrónico : El texto se ha tomado de la “Sterling Edition", impresa, de las obras completas de Carlyle, en 20 volúmenes]. Hay traducción española. Los héroes : culto a los héroes : lo heroico en la historia. Madrid : Iberia, 1957. 47 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Uno de los puntos sobre los que intento reflexionar, es que el movimiento correccionalista español no es único ni original en sus planteamientos ni en sus raíces, por más que la mayoría de la doctrina española, lo califique de "genuino". 156 Así las cosas, habiendo intentado justificar la elección del tema de la tesis, la delimitación del mismo es importante : en una visión amplia como la que intento dar, es muy fácil perderse en la multitud de autores, corrientes ideológicas y de pensamiento, etc., que caracterizan no sólo una de las épocas más fecundas del conocimiento humano, sino también a su estudio ; por lo tanto, trataré de limitarme unas veces, a los autores que han sido reconocidos mayoritariamente por la doctrina como fundamentales157 para el nacimiento, evolución y desarrollo del Derecho penal en estos casi tres siglos158, con el convencimiento de que entre sus obras “también existe correspondencia, apilamiento, edificación, todo ello consolidado por la pátina del tiempo”159y otras, entendiendo que, como en el caso de Marat, “hay que hacer hablar a los silencios de la Historia…”160 Mostrando la "relevancia, o lo que es más raro y también más difícil la ausencia de repercusión de un pensador, o bien incluirlo en una determinada corriente tradicional, mostrando sus dependencias, o -todavía más difícil- desvincularlo de la misma, discutiendo sus influencias en él y reivindicando para él mismo una autonomía intelectual." 161Intentando además, no perder la perspectiva y no desplazar demasiado los centros de gravedad a la hora de analizar esta época, "desde su propio marco de comprensión y no desde el nuestro."162 156 Sáinz Cantero, José Antonio. Lecciones de derecho penal: Parte general. I. Introducción. Barcelona : Bosch, 1982. pág. 185. 157 Autores «especiales», clásicos, en la definición de Bobbio, cuya lección recomendaba escuchar constantemente, leyéndolos y releyéndolos. Un «clásico» es, para Bobbio, un autor que cumple tres características: es el intérprete auténtico y único del tiempo en que vivió; es siempre actual, en el sentido de que cada generación siente la necesidad de leerlo; y ha sido capaz de construir las teorías-modelo de las que nos servimos en el presente para comprender la realidad. Bobbio, Norberto Teoría general de la política, Madrid : Trotta, 2003, pág. 128. 158 Y, prácticamente a todos, se les puede aplicar la definición de Höffe sobre Kant : teóricos de una política de libertad. La cursiva es mia. Vid. Höffe, Otfried Inmanuel Kant Albany : State University of New York Press, 1994 ; Kant's Critique of Pure Reason : The Foundation of Modern Philosophy. Dordrecht : Springer Science+Business Media B.V., 2009. 159 Sales, Véronique. “Prólogo” en : Los historiadores. Granada : Universidad de Granada, 2008. pág. 12 160 « …esos terribles calderones donde [la Historia]calla del todo, y que son, justamente, sus acentos más trágicos. » Michelet, Jules. « Discours sur l’unité de la science » en Ecrits de jeunesse : journal, 1820-1823, mémorial, journal des idées. Paris : Gallimard, 1959, pág 293 161 Kreimendahl, Lothar "Sobre la metodología para el estudio de la Ilustración" en Niewöhner, Friedrich (dir.) La ilustración en España y Alemania. Barcelona : Anthropos, 1989, pág. 39. 162 Ibíd. pág. 37. 48 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado 2.3. Precisión sobre la acotación geográfica Así pues, otra acotación es la geográfica163 : Europa Occidental y, dentro de esta, otra vez el criterio de selección será la influencia, la interacción o el peso específico jurídico-político de los países elegidos : Francia, Italia, Alemania, España, considerando los territorios de América Latina como parte integrante de nuestro país en esa época, y también, sin profundizar demasiado (sólo unos apuntes) en “as Luzes” portuguesas164 : "El impacto del terremoto de 1755 en la Ilustración europea es un fenómeno cultural bien conocido. Las noticias sobre el desastre acontecido en Lisboa asestan un duro golpe sobre el optimismo de los ilustrados europeos... Después del terremoto, del Cándide de Voltaire y de la polémica de este con Rousseau, no había nada más que decir sobre el dilema del optimismo, pues estaba tan terminado como perdido como destacó magistralmente el historiador francés Paul Hazard"165 Sobre nuestra mitad del otro lado del Atlántico, aun cayendo en el mismo defecto que señalo, coincido con la mayoría de la doctrina, Carlos Seco Serrano entre ellos, quien afirma que la historia de España, sobre todo la del siglo XIX, sería incomprensible si se sigue reduciendo al escenario europeo y si se insiste en mostrar a las Españas de Ultramar como apéndices de la metrópoli. Porque entre otras consideraciones, la revolución liberal ocurrió simultáneamente pero en distintas condiciones, en uno y otro lado del mar, y, sin ambas partes, no podríamos comprender los acontecimientos que cambiaron radicalmente la historia del mundo iberoamericano166: "Con la división del Nuevo Mundo ratificada con el Tratado de Tordesillas de 1494, no solamente se consolidan los poderes, se fijan los territorios en los mapas sino que se afirma el concepto de reinos patrimoniales aplicable a los de Indias, de propiedades reales casi particulares. Lo que hizo posible una cerrazón de fronteras y se convirtió en un filtro prácticamente impenetrable a las noticias y conocimientos oficiales sobre los nuevos territorios. La otra Europa se sintió, se vio y se sufrió aislada 163 Aunque pensando con Cavanna que “Europa no es un resultado de la geografía, sino el resultado de la historia” Cavanna, Adriano, Storia del diritto moderno in Europa, Milano : Giuffré, 2005. 2 vols. V.1 Le fonti e il pensiero giuridico, pág. 25. 164 Escribe Angel Crespo -poeta y traductor de Pessoa- que “en determinadas épocas históricas, la carencia de poder o su subordinación al de otras potencias se ha visto compensada en algunos Estados por el esplendor de sus culturas” Crespo, Angel “España y Portugal, según Pessoa” en El País 22/05/1985, págs. 11 y 12 165 Palau i Orta, Josep "El Terremoto Atlántico de 1755 y sus representaciones" en Tiempos modernos: Revista Electrónica de Historia Moderna, Vol. 7, Nº. 22, 2011, 33 págs. Vid., además Hazard, Paul La pensée européenne au XVIIIe Siècle. Paris : Fayard, 1995. Hay traducción española : El pensamiento europeo en el siglo XVIII. Madrid : Alianza Editorial, 1998. 166 Seco Serrano, Carlos "Tres actitudes españolas ante la independencia de América" en Boletín americanista, ISSN 0520-4100, Nº. 1, 1959, págs. 43-50. 49 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de las Indias Occidentales, condenada al silencio de América, desposeída del “testamento de Adán”. El impacto de sus saberes, la lectura de sus cronistas, el saber de sus secretos no les era permitido. La influencia de lo nuevo, de propiedad española, se fue haciendo cada día más difícil, más rara, más extraña. No es que la cultura europea no española se haya desentendido de América unas décadas después del descubrimiento. Es, más bien, que difícilmente tuvieron acceso a sus saberes y noticias... Con la fundación del Consejo de Indias, sobre todo con su primera reforma, la realizada por Juan de Obando en 1571, no sólo se encauzó y centró en él toda la información proveniente del Nuevo Mundo sino que se disponía “tener hecha siempre descripción y averiguación cumplida y cierta del estado de las Indias, así de la tierra como de la mar, naturales y morales... En el siglo XVI, la influencia renovadora del Renacimiento comenzó a infiltrar los estudios históricos españoles de un nuevo carácter científico, ejemplificado por medio del empleo cada vez mayor de bases documentales y la imitación formal de los grandes historiadores clásicos : Tácito, Tito Livio y Salustio. Auge que, al coincidir con las empresas conquistadoras y colonizadoras de América, polarizó la actividad historiográfica hacia el nuevo continente. De pronto se descubre que hay nuevos hechos y acontecimientos nacionales que registrar y preservar para la posteridad, nuevas hazañas y peripecias españolas que glorificar, que unas y otras ocurren en un medio físico desconocido y espectacular. Es el momento de los cronistas de Indias. La gran mayoría de sus autores no fueron historiadores profesionales, sino soldados, capellanes, clérigos, secretarios, funcionarios, aventureros u hombres de acción que se deciden a escribir sus experiencias, lo que han visto y escuchado en el escenario de los acontecimientos. A pesar de la renovación historiográfica, estas obras fueron escritas bajo los moldes de las viejas crónicas hispánicas: el autor se hace presente e imprime algo de sabor épico a sus narraciones. Fueron ellos los que, en última instancia, dieron a conocer lo americano en Europa. Fueron sus obras, sus crónicas, las que despertaron curiosidades e hicieron pensar que siempre hay cosas nuevas bajo el sol. Fueron ellas las que lograron traducir lo americano para el europeo culto y, al hacerlo, fomentaron el desarrollo de su influjo en la política, la economía, la ciencia, la literatura y hasta en la filosofía. Por otro lado, ofrecen la primera interpretación, algunas veces desviada, pero de todas maneras la inicial, del hombre, la cultura y la naturaleza americana.”167 La lucha por la supremacía como potencia colonial, proporciona a España un perfil propio168 y conforma una parte importante de la complejidad del mundo hispánico de finales del siglo XVIII y principios del XIX.169. 167 Hernández de Alba, Gonzalo. Quinas amargas…, cit. págs. 44 y 61. Jüttner, S. "España ¿un país sin Ilustración? : hacia una recuperación de una herencia reprimida" en Mate, Reyes (coord.) La Ilustración en España y Alemania. Barcelona : Anthropos, 1989, págs. 121-138, págs. 126 y ss. 168 50 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Y dentro del ámbito anglosajón, Gran Bretaña –excluyendo prácticamente por completo dos de los cuatro países que la forman : Irlanda, por las mismas razones quizás que el resto de investigadores de las disciplinas manejadas, que la obvian casi sistemáticamente, aunque en el capítulo correspondiente sí se mencionaran algunos pensadores y escritores irlandeses, y las leyes penales impuestas por los reyes ingleses desde finales del siglo XVI contra la población católica, entrarían de lleno en el objeto de este estudio, y Gales, incorporada a Inglaterra por Eduardo I Plantagenet, que introdujo la legislación y administración de justicia inglesas con el Estatuto de Rhuddlan en 1284, y casi totalmente asimilada, aun manteniendo su lengua y su cultura, desde el Acta de Unión en el siglo XVI- y Norteamérica.170 2.4. Sobre la metodología. Por lo que se refiere a la metodología, y como hemos apuntado más arriba, una tesis multidisciplinar en sus contenidos, aunque vertebrada en torno al Derecho penal como es esta, ha de serlo también, y necesariamente, en el método : El estudio sistemático de la evolución de la Ciencia del Derecho penal a través de los postulados teóricos de los principales autores de la época, acompañado de la descripción e interpretación de las normas jurídicas correspondientes, y del momento histórico y las instituciones -políticas o no- de las que proceden aquellas, (Iglesia, Universidad...) utilizando como instrumento de análisis y en un sistema de trabajo "abierto", las distintas disciplinas jurídicas mencionadas más arriba, y con las cuales además, guarda una estrecha relación, ya que, aunque se otorgue preferencia a la "sistematización de los conceptos jurídicos", también habrá que efectuar un "examen realista de los datos de la experiencia jurídica." 171 Sobre todo con el Derecho político y constitucional, no sólo por los argumentos expuestos líneas atrás y por pertenecer los dos al ámbito del Derecho público, sino también porque una parte de la actividad del poder, ejercida a través de las instituciones políticas es la punitiva, y el Derecho penal ha incorporado a sus tipificaciones multitud de conceptos que provienen de aquel, al "tutelar", como escribe el profesor Sáinz Cantero "las instituciones públicas del Estado"172 y, además, porque en las Constituciones, al regularse los derechos y libertades 169 Pan Montojo, Juan (coord.) Más se perdió en Cuba : España, 1898 y la crísis de fin de siglo. Madrid : Alianza Editorial, 2006. 2 vols. ; Laín Entralgo, Pedro (coord.) España en 1898 : las claves del desastre. Barcelona : Galaxia Gutenberg, 1998. 170 El rasgo histórico-jurídico característico de toda el área oriental de Europa es la pervivencia hasta casi el s. XIX de un Derecho consuetudinario semejante. Creo que el Imperio ruso, especialmente en la época de Catalina II, al que, finalmente, le he dedicado unas líneas, merecería, con todo, un trabajo aparte. 171 Fix Zamudio, Héctor. Op. cit., págs. 64 y ss. 172 Sáinz Cantero, José Antonio. Op. cit., pág. 45 51 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado fundamentales, se contemplan "implícita o explícitamente los límites del poder punitivo [del Estado] y los principios fundamentales informadores del Derecho penal."173El Derecho penal como afirma Jakobs, debe estar orientado a “garantizar la identidad normativa, la constitución y la sociedad." 174 El "examen histórico de las disposiciones jurídicas" nos va a permitir la "comprensión de su carácter evolutivo y la transformación dinámica experimentada por los ordenamientos a través de las distintas épocas"175que vamos a estudiar. En cuanto al conocimiento de la realidad social "en la cual deben operar las normas jurídicas, es innecesario destacar su trascendencia para el conocimiento más preciso del Derecho, y resulta indiscutible el auxilio que representan los estudios sociológicos... particularmente los de carácter jurídico, para el entendimiento del mismo Derecho... Los cambios sociales influyen decisivamente en el campo jurídico, y tan es así que resulta difícil en ocasiones una delimitación precisa de los territorios de la ciencia del Derecho y de la Sociología jurídica." 176 Y, sociológicamente hablando, para el tema que nos va a ocupar, “las penas tienen de hecho una función de cohesión social, sirviendo para sancionar y para reforzar los sentimientos colectivos de la mayoría no desviada. No es una casualidad que la teoría funcionalista de la anomia y de la pena de Durkheim haya sido interpretada como la primera crítica criminológica en derecho penal.”177 También hay que tener en cuenta que la estructura jurídica del llamado "Estado moderno" se apoya ya en relaciones de carácter económico178 : la emergente “burguesía mercantil, al suplantar a la nobleza y al clero como nueva clase social detentora de los medios de producción, busca adecuar a sus intereses un orden estatal fortalecido, apto para legitimar un sistema de normatividad... no sin razón, innumerables investigadores insisten en que la primera manifestación del moderno Derecho burgués debe ser asociada al Derecho de comerciantes [o mercantil], a fines de la Edad Media, precediendo al Derecho civil y al Derecho público”179por lo que habrán de hacerse algunas referencias, siquiera sea 173 Cobo del Rosal, Manuel y Vives Antón, Tomás Salvador. Derecho penal : Parte general. 5ª ed., corr., aum., y act. Valencia : Tirant lo Blanch, 1999, págs. 44 y ss. 174 Jakobs, Günther. Sociedad, norma y persona en una teoría de un Derecho penal funcional. 1ª ed., 1ª reimp. Bogotá : Universidad Externado de Colombia, 1998, pág. 15. 175 Fix Zamudio, Héctor. Op. cit., pág. 65 176 Fix Zamudio, Héctor. Op. cit., págs. 66 y ss. 177 Baratta, Alessandro. Criminologia critica e critica del diritto penale : Introduzione alla sociologia giuridico-penale, Bologna : Il Mulino, 1982, págs. 20-21 y 57 ss. 178 Hobsbawm, Eric On History London : Weidenfeld & Nicolson, 1997, pág. 95 179 Wolkmer, Antonio C. Pluralismo jurídico : fundamentos de una nueva cultura del Derecho. Sevilla : Mad, 2006, pág. 56. 52 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado superficiales, en este ámbito. Carnelutti, Francesco Cómo nace el Derecho, 3ª ed., 4ª reimp. Bogotá : Temis, 2004. Explicación más pormenorizada exige, a mi entender, la utilización como instrumento metodológico del Derecho comparado. Como afirma Dell'Aquila, "comparar distintos ordenamientos jurídicos es una realidad tan antigua como el estudio del Derecho mismo", permitiéndonos no sólo enriquecer nuestros conocimientos jurídicos "a través del espacio" y "comprender mejor los distintos sistemas jurídicos, así como las líneas esenciales de sus desarrollos, sino también descubrir las relaciones entre las normas jurídicas y las realidades sociales y los problemas de la sociedad." 180 Citando a Ascarelli, nos permite ser conscientes "de las características de nuestro propio Derecho" y ser capaces de evaluarlo y de comprender las conexiones entre el sistema jurídico y la historia de nuestro país, de entender ciertos aspectos de la doctrina... de determinar cuales son las fuentes efectivas del Derecho y los principios generales que rigen todo el sistema."181 Sin embargo, "el estudio comparativo del Derecho se opone al método lógico-sistemático, el cual condiciona el conocimiento del Derecho a las exigencias de su determinación y reducción a sistema. Para este último, en una metódica conexión de generalizaciones y abstracciones, las particularidades de los casos quedan reducidas y ordenadas en un conjunto lo más armonioso posible de principios y reglas abstractas." 182 Por el contrario, en el método comparativo, sin escudarse en un sistema normativo "rígida y rigurosamente predeterminado, donde la regla a aplicar a cada caso ha de buscarse mediante un procedimiento lógico que, de lo abstracto y general se dirige a lo concreto y particular, el intérprete se esfuerza en situar el problema a resolver en el contexto ideológico-cultural del ordenamiento y en identificar la solución efectiva y concreta que le daría un jurista que actuara como intérprete del mismo, utilizando para ese fin todos los medios útiles, de los cuales las normas constituyen un elemento de investigación importante, pero no exclusivo."183 Aunque como advierte Gorla, "entre nosotros, las tendencias a las abstracciones y a las generalizaciones... tienen hondas raíces históricas... en las codificaciones y en el gran movimiento del racionalismo que las acompañó y las precedió, así como en ciertas actitudes de las escuelas de Derecho romano... en ciertos influjos escolásticos y en las escuelas de Derecho natural... que contribuyeron a 180 Dell'Aquila, Enrico. Op. cit., págs. 17 y ss. Ascarelli, Tullio. Studi di Diritto comparato e in tema di interpretazione. Milano : Giuffré, 1952. págs. 3 y ss. 182 Dell'Aquila, E. Op. cit., pág. 18 183 Grisoli, A. Corso di Diritto privato comparato. Milano: Cisalpino-Goliardica, 1974, pág. 17 181 53 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado determinar en nosotros... el hábito de justificar y por ende de crear con el razonamiento abstracto, teniendo fé en su capacidad constructiva, los conceptos jurídicos... con el fin de hacer luego deducciones."184 El Derecho comparado intenta "darle a la Ciencia jurídica el sentido de lo universal." 185 Es obvio que, para el estudio comparado de dos o más ordenamientos, es necesario conocer los Derechos que se desean cotejar en un sentido amplio y no únicamente en su aspecto legislativo, empezando por las fuentes del Derecho y los principios generales de cada sistema, las equivalencias lingüisticas y las categorías jurídicas, que serán distintas, como también lo serán las configuraciones jurídicas de los distintos ordenamientos a estudiar que, por lo que se refiere al área del Common Law no "coinciden ni corresponden a aquellas adoptadas por los derechos del área romanista."186 Pero, mejor que hablar de Derecho comparado, como afirma Dell'Aquila siguiendo a Tripiccione, se debe hablar de estudio comparativo de los diferentes ordenamientos jurídicos. En efecto, si se considera el Derecho como un "conjunto de normas o reglas jurídicas, de criterios, de principios generales que rigen en determinado territorio durante un tiempo determinado, mas o menos largo", está claro que no puede existir un "Derecho comparado" en el mismo sentido que se habla de un Derecho romano, o Derecho inglés, etc. sino "estrictamente, de la comparación de las distintas instituciones, de las normas, reglas, criterios, principios en vigencia en distintos países, y hasta en distintos lugares de un mismo país." 187 Sin entrar en la polémica a la que conduce el razonamiento del profesor Dell'Aquila sobre la cientificidad o no del Derecho,188pero sí estando básicamente de acuerdo con él en que el Derecho occidental es fundamentalmente un producto de la Historia, por lo que cambia y se modifica sin interrupción, parece razonable considerar la comparación jurídica como uno de los métodos a utilizar para un estudio más profundo y completo de cualquier disciplina jurídica. Un instrumento eficaz para profundizar en el estudio del Derecho, ya sea en sus aspectos filosóficos y sociales o en los técnicos y prácticos. Porque “la vida del derecho no ha sido nunca lógica sino experiencia. Las necesidades sentidas en cada época, las teorías morales y políticas dominantes, las intuiciones de la política, reconocidas o inconscientes, incluso los prejuicios que los jueces comparten con sus colegas tienen más que ver que los silogismos con la 184 Gorla, Gino. Diritto comparato e Diritto comune europeo. Milano : Giuffré, 1981. pág. 48 Rodiére, René. Introduction au Droit comparé. Paris : L.G.D.J., 1979. 186 Dell'Aquila, E. Op. cit., págs. 25 y ss. 187 Tripiccione, A. La comparazione giuridica. Padova : Cedam, 1961. pág. 65 188 Dell'Aquila, E. Op. cit., págs. 25 y ss. 185 54 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado determinación de las reglas con arreglo a las cuales los hombres deben ser gobernados. En el derecho, cristaliza la historia del desarrollo de una nación a través de los siglos y por ello aquél no puede contemplarse como si contuviese únicamente los axiomas y corolarios de un libro de matemáticas. Para conocer el derecho debemos saber lo que ha sido y lo que tiende a ser. Es necesario consultar alternativamente la historia y las teorías legales vigentes. Pero lo más difícil consiste en comprender la conjunción de ambas en los productos nuevos de cada etapa. La sustancia de la ley en cualquier época casi siempre corresponde, al menos hasta ahora, a lo que en ese momento se entiende como conveniente; sin embargo sus formas y mecanismos y el grado en el que pueden lograr los resultados deseados dependen en gran medida de su pasado.”189Esto es especialmente significativo en nuestra experiencia actual -también y sobre todo en el ámbito penal- en la que “una de las manifestaciones más llamativas de la crisis del Estado y de su capacidad de formación está provocada precisamente por el uso hipertrófico del instrumento penal, extendido a casi todos los sectores de la vida social y casi siempre, de manera ineficaz.” 190 En definitiva, y como dijo en una ocasión Laín Entralgo, he tratado de trabajar "sin una visión predeterminada, exponiendo con claridad y honradez el pensamiento de los demás"191haciéndolos hablar, concretando sus legados,192 e intentando una "síntesis dialéctica" entre el estudio del pensamiento jurídicopenal de la época, el conocimiento del Derecho tal y como era dentro de la realidad social y política de donde emana, y su valoración y crítica. “He buscado, asimismo... iluminar aspectos básicos de las disciplinas... más representativas... No sólo resultados que, de una manera u otra, han desafiado el paso del tiempo, sino también cuestiones que tienen que ver con los métodos, con los procedimientos, con los ‘estilos’ de los que se han servido los científicos para describir la naturaleza recurriendo a sistemas lógicos... Décadas de intensos esfuerzos por parte de eminentes filósofos... no nos han ofrecido 189 Holmes, Oliver Wendell. The common law. Boston: Little Brown, and Co., 1881. Cfr. Aguilera Barchet, Bruno Introducción Jurídica a la Historia del Derecho. 2ª ed. Madrid: Civitas, 1996, p. 19. 190 Fioravanti, Maurizio “Prólogo” en El Estado moderno en Europa : instituciones y Derecho. Madrid : Trotta, 2004, págs. 11-12 191 Pienso con John Stuart Mill que “el hábito constante de corregir y completar la propia opinión comparándola con la de los demás, lejos de causar duda y vacilación al aplicarla en la práctica, es el único fundamento sólido de una justa confianza en ella” (The steady habit of correcting and completing his own opinion by comparing it with those of others, so far from causing doubt and hesitation in acting on the opinion, is the only stable foundation for a sound reliance on it.) Mill, John Stuart "Liberty of thought and discussion" en On liberty London : Longman, Roberts & Green, 1869 págs 39-40. (p. 12. de la versión electrónica que cito, aunque he consultado las dos) Disponible en Internet : http://www.earlymoderntexts.com/pdf/milllibe.pdf [última consulta : enero 2010] 192 Cfr. Sales, Véronique. Op. cit. pág. 11 55 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado ninguna respuesta completamente satisfactoria a la, sin duda relevante, pregunta de si la empresa científica obedece a un método concreto, a un método científico que explique su éxito y fiabilidad. Lo que nos demuestra la historia es que ese éxito y fiabilidad es el resultado de un conjunto de procedimientos y actitudes en los que el razonamiento lógico... desempeña un papel central, cierto es, pero no el único papel. Hay que tomar en consideración también elementos mas ‘contingentes -o ‘sociológicos‘-, como individuos, circunstancias, momentos históricos, instituciones, condicionamientos sociales -ideológicos, religiosos, políticos-, posibilidades tecnológicas o socioeconómicas, y un largo etcétera... Ningún proceso histórico... se puede entender y reconstruir en base a unas normas independientes del tiempo y del espacio. El paso del tiempo, en especial, crea situaciones nuevas que alteran pautas, expectativas y posibilidades. Por eso la historia nunca -o raras veces- se repite; por eso es un proceso esencialmente dinámico. En cierto sentido se podría decir que si la historia se repitiese es que estaríamos, de alguna manera, muertos.”193 La edificación pues, de una teoría coherente –si hay alguna- se asemeja, parafraseando a Luhmann, en este trabajo, “más a un laberinto que a una autopista con final feliz. La secuencia de capítulos (está claro) no es la única posible. Tampoco la selección de los conceptos que se resaltan como temas de los capítulos. También, con respecto a las preguntas acerca de qué conceptos han sido introducidos por encima de la disciplina, cuáles podrían considerarse interdisciplinares, en qué casos la referencia a materiales históricos es importante y en que casos no, se hubieran podido tomar otras decisiones. Lo mismo vale para la extensión con que las anticipaciones y las referencias transversales mantienen el carácter no lineal de la teoría, así como para la selección del mínimo indispensable.”194 2.4. 1. Sobre las fuentes y la bibliografía. En cuanto a las lecturas de las que procede esta tesis, conformando su bibliografía, he tratado de seguir, casi siempre, lo que escribía la profesora García Herrero : “Hay lecturas desmemoriadas que condenan al anonimato ; las hay desvitalizantes, que merman o tergiversan, hay otras que, a falta de mejor adjetivo, podemos llamar mas o menos “neutrales”, y existen también lecturas críticas, atentas y apreciativas que no sólo no achican, sino que, señalando por donde avanzar, extraen lo mejor de una aportación para 193 Sánchez Ron, José Manuel, El jardín de Newton : la ciencia a través de su historia. Ed. act. Barcelona : Crítica, 2009, págs. 8-9. 194 Luhmann, Niklas, Sistemas sociales: lineamientos para una teoría general. Barcelona : Anthropos, 1998, pág. 11 56 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado reconocerlo, nombrar autoría, aprovecharlo y seguir adelante, que creo que es de lo que se trata en cualquier campo de conocimiento...”195intentando que sean mayoría estas últimas, y confiando que cada una de las que he elegido dé testimonio de “la inserción de un individuo en una época, una respuesta a sus interrogantes… y una voluntad, quizás ilusoria, pero ciertamente necesaria, de … establecer, entre las épocas, precisamente, las representaciones, las culturas y las realidades cotidianas, correspondencias que nos permitan sencillamente leer el pasado.”196 Y aunque el apartado correspondiente se titula "bibliografía consultada y citada", por lo que se refiere a la primera, sólo he incluído, porque me parecía de justicia, las obras que me han aportado alguna idea importante, o de las que he conseguido las referencias que me han llevado a comprobar citas que podían estar confusas. También, que duda cabe, por razones prácticas de accesibilidad de fuentes197primarias y secundarias (y en esto sí he decidido hacer caso a Umberto Eco 198y a mi propia experiencia profesional) y de capacitación para manejarlas, teniendo que hacer frente además a una de las muchas limitaciones científicas de esta tesis : mi desconocimiento del alemán,199por lo que las fuentes en esa lengua van a ser siempre secundarias, a través de ediciones (con preferencia, críticas) traducidas. Para ello, he preferido ir directamente, cuantas veces he podido, a aquellas en los idiomas que manejo -inglés, francés portugués e italiano200-, traduciéndolas por mi misma, aunque cotejando y contrastando con las versiones, disponibles en su caso, en nuestra lengua, y como explicaba Cicerón, he traducido, a veces, transcribiendo y utilizando palabras “aptas a nuestro uso 195 García Herrero, María del Carmen. Del nacer y el vivir : fragmentos para una historia de la vida en la Baja Edad media. Zaragoza : Institución Fernando el Católico, 2005. pág. 7 196 Sales, Véronique. Ibíd. 197 "Con una recuperación lo más extensa posible" de las que he utilizado. Kreimendahl, Lothar "Metodología para el estudio de la Ilustración" en Niewöhner, Friedrich (dir.) La ilustración en España y Alemania. Barcelona : Anthropos, 1989, pág. 41. 198 Eco, Umberto.Op. cit. págs. 69 y ss. 199 Sobre esta carencia no tengo más que excusas irracionales, y más teniendo en cuenta que uno de mis bisabuelos maternos era alemán. También a lo mejor, el coincidir con lo que “escribía William Shirer, cronista de la Segunda Guerra Mundial, varios meses antes de abandonar Berlín tras siete años de estancia: 'Tras tantos años que llevo de vivir mezclado con ellos, estoy profundamente convencido de que el alemán es incapaz de organizar Europa. Su falta de equilibrio, su sadismo provocador cuando está en lo alto, su incapacidad constitucional para entender mínimamente lo que pasa por las mentes y corazones de otros pueblos, su creencia instintiva en que las relaciones entre dos pueblos sólo pueden fundarse en la relación amo-esclavo y jamás sobre la igualdad del “vive y deja vivir” todas esas características del alemán lo hacen, a él y a su nación, inepto para obtener el liderazgo en Europa con el que siempre ha soñado, y garantizan que, por mucho que lo intente, a la larga fracasará'. Citado por Durán, F. “Doctor muerte” en Granada Hoy. 11/05/2012. 200 A nivel de usuario, por falta de práctica. 57 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado verbal.”201 Y es en este sentido, como decía José Martí, el escritor e independentista cubano, en una de sus facetas menos conocidas –precisamente la de traductor- refieriendose a Víctor Hugo, que “traducir es estudiar, analizar, ahondar... es transpensar; pero... traducir es pensar como él, impensar, pensar en él”202también y sobre todo. Borges, que tradujo a Wilde con nueve años, escribe “Ningún problema tan consustancial con las letras y con su modesto misterio como el que propone una traducción... La superstición de la inferioridad de las traducciones -amonedada en el consabido adagio italiano- procede de una distraida experiencia. No hay un buen texto que no parezca invariable e identifico la idea habitual de causalidad con la sucesión... Con los libros famosos, la primera vez ya es segunda, puesto que los abordamos sabiendolos. La precavida frase común de releer a los clásicos resulta de inocente veracidad... la dificultad categórica de saber lo que pertenece al poeta [o escritor] y lo que pertenece al lenguaje. A esa dificultad feliz debemos la posibilidad de tantas versiones, todas sinceras, genuinas y divergentes... lo unico cierto es la imposibilidad de apartar lo que pertenece al escritor de lo que pertenece al lenguaje.... las versiones de un texto a lo largo de la historia o en diversas lenguas son borradores de una obra a la que no puede darse nunca el carácter de definitiva. Porque lo definitivo sólo corresponde a la religión o al cansancio... La hermosa discusión Newman-Arnold (1861-1862), más importante que sus dos interlocutores, razonó extensamente las dos maneras básicas de traducir. Newman vindicó en ella el modo literal,203la retención de todas las 201 Cicerón, Marco Tulio. Libellus : De optimo genere oratorum. Lipsiae : Tauchniz, 1850. II, pág. 200. Disponible en Internet : http://www.archive.org/stream/operaomni01cice#page/n5/mode/2up [última consulta : marzo 2010] De las últimas ediciones en papel la de : México :Universidad Nacional Autónoma de México, 2008 202 Martí, José, "Traducir Mes fils" en Obras completas, 1ª ed., 1ª reimp. La Habana : Editorial de Ciencias Sociales, 1991-1992. 27 vols. V. 24. Traducciones, pág. 15. Pero también, “Toda traducción entraña un compromiso. Traducir es opción y es también responsabilidad autoral que se comparte... "impensar" y "trans-pensar" al mismo tiempo el fondo y la forma, y buscar la intencionalidad del sentido.” Arencibia Rodríguez Lourdes, “Las categorías "impensar/transpensar" en la reflexión de José Martí sobre la traducción literaria” en Santiago, Nº 88, 1999, pág. 144. 203 “Y si lo literal sirve para urdir una ficción, es útil, en otro plano, para desmontarla. Porque, si reflexionamos un poco, no hay mayor ficción que creer en lo que lo literal evoca: la correspondencia exacta entre las lenguas; entre un objeto y la palabra y lo que la palabra representa; entre lo que el lenguaje dice y lo que quiere decir... los mecanismos de esta tan denigrada operación del espíritu: leer, interpretar, mal interpretar, reproducir, cotejar, copiar, o sus consecuencias: versiones, fidelidad, literalidad; traducir es un modo de leer. Y leer es interpretar y reconstruir un texto. Es decir, es una operación semejante a la que realiza la crítica literaria, pero entendida como múltiples hermenéuticas, como formas diversas de entender y fijar el significado.” Gargatagli, Ana, López Guix, Juan Gabriel. “Ficciones y teorías en la traducción : Jorge Luis Borges” en Livius: Revista de estudios de traducción, Nº 1, 1992, pág. 58. 58 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado singularidades verbales; Arnold, la severa eliminación de los detalles que distraen o detienen... Esta conducta puede suministrar los agrados de la uniformidad y la gravedad; aquella, de los continuos y pequeños asombros.”204 En cuanto a las demás, he procurado que las legislativas sean siempre de primera mano, sobre todo las españolas, consultándolas directamente bien de la propia Gaceta de Madrid, bien de los repertorios legales o recopilaciones de la época ; de los países restantes, he intentado que sean ediciones facsimilares, o reproducciones de los textos originales, casi todos ya disponibles en Internet. A partir de ahí, tanto en la bibliografía que aparece en las notas a pié de página, como en la sumariada al final de la tesis, he tratado que no sólo la misma, sino la manera de citarla, sea la que suministre “los medios de procurarse, lo más pronto y lo más completamente posible, informes sobre las fuentes de conocimiento”205 por lo que la estructura de la cita será, dentro de las posibles, la recomendada por la Organización Internacional de Normalización y que aún sigue vigente : autoría, título, datos de edición y en su caso, páginas, etc. 206El 204 Borges, Jorge Luis « Las versiones homéricas » en Obras completas. 14ª reimp. Madrid : Editorial Emecé, 2001. V.1., págs. 239-240. 205 Voz “Bibliografía” en Enciclopedia Espasa. Barcelona : Espasa Calpe, 1910. Tomo VIII. La autoría de esta entrada es dudosa, aunque se la ha atribuido a Rafael Ureña, V. Lafuente o al propio Menéndez Pelayo. Vid. Fernández Fuentes, Belén “La voz Bibliografía en la Enciclopedia Universal Ilustrada Hispanoamericana de Espasa” en Anales de documentación, Nº 10, 2007, pág. 72. 206 Entre los diversos estándares para la elaboración de referencias bibliográficas, he elegido una norma concreta, la ISO 690 (ISO 690 y 690-2) Con sus correspondientes españolas :UNE 50104,50135 y 50136 : "Referencias bibliográficas: contenido, forma y estructura'; también ISO 5966 "Presentación de informes científicos y técnicos" e ISO 7144 "Presentación de tesis y documentos similares". La razón de esta decisión es que me parece que el sistema de información que resulta de utilizarla es claro y lleva de manera inequívoca a las fuentes citadas y además, "contempla el contenido, forma y estructura de las referencias bibliográficas y sus citas... monografías, publicaciones seriadas y documentos de patente; su anexo, publicado en 1997, normaliza las referencias a documentos electrónicos." Vid. Castro Galán, Elena (coaut.) "Desarrollo de un sistema de información referencial siguiendo una metodología de diseño de bases de datos." en Revista española de documentación científica, ISSN 0210-0614, Vol. 24, Nº 1, 2001, págs. 11-22. Sobre las citas de estos últimos, que a muchos investigadores de nuestras disciplinas les parecen como mínimo, chocantes, habría que recordarles que, en el contexto de la llamada Galaxia Gutemberg, ha nacido una tercera época de alfabetización, "que llamaremos alfabetización digital. En esta nueva alfabetización habrá que aprender de nuevo a leer y escribir, pero esta vez digitalmente. Leer digitalmente será la capacidad que tiene una persona de buscar, conseguir e interpretar la información que se encuentra en la red (para lo cual igual tiene que utilizar buscadores, valorar los sitios encontrados, obtener información que puede estar almacenada en bases de datos, etc.). Escribir digitalmente será la capacidad que tendrán algunas personas de poder editar textos que pueden ser colgados en la red (para lo cual, como mínimo, será necesario conocer lenguajes relacionados con hipertexto)." Vílchez Pardo, Josefina (coaut.) "La titulación de Biblioteconomía y Documentación y las bibliotecas andaluzas : que veinte años 59 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado convertir una referencia bibliográfica en criptográfica, sólo legible o entendible para iniciados, me ha parecido siempre una dificultad añadida a la hora de investigar o, simplemente, de leer.207 Opino con Isabel de Torres que "la incorporación y el uso dentro del campo bibliográfico de los instrumentos informatizados -soportes y máquinas- no va en contra de la más genuina tradición... sino que tan sólo supone modalidades nuevas de memorizar, elaborar y recuperar la información y que la técnica de reproducción de los documentos es algo secundario."208Está claro que lo que aún hoy se denomina "aparato crítico", entendido como parte de una disciplina instrumental, constituye un elemento indispensable de toda actividad científica, de la llamada «superestructura intelectual» de la que forma parte,209 a la vez que actúa como soporte de su estructura interna... cada disciplina tiene como base una combinación de fuentes: la importancia de los materiales primarios frente a los secundarios, y de la naturaleza de éstos en su conjunto. Ambas constituyen la estructura bibliográfica interna de una disciplina.210 También, y aunque a veces se incida en el texto en algunos datos biográficos, normalmente, los he reservado para la tipografía marginal, en palabras de Tuñón de Lara, que en el caso de este trabajo, significa en las notas a pié de pagina.211 La extensión, muchas veces excesiva de las mismas, me hizo plantearme la reestructuración de la tesis, poniéndolas, junto con la bibliografía correspondiente, al final de cada uno de los capítulos, para facilitar su lectura, aunque, al final, he decidido atenerme a la "ortodoxia" académica tradicional y conservar la forma original. Hay párrafos aclaratorios, que son excursus, no en el sentido de disgresión, ya que realmente no me aparto del tema principal, sino para proporcionar una información que si no es tributaria directamente del texto, si que creo que ayuda a contextualizarlo. En este sentido, y como el pájaro al que se refería Borges,212que construye el nido al revés y vuela para atrás, porque no le importa adonde va, sino dónde estuvo, me he remontado hasta donde he creído necesario para reforzar lo escrito. no son nada" en Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Año 19, Nº 75-76, 2004, pág. 202 (Ejemplar dedicado a: 20 años de Sistema Bibliotecario de Andalucía). 207 Es el caso de la APA, siglas de la American Psychologycal Association, que, en una vuelta de tuerca a la profesión, ha convertido al personal científico e investigador de muchos países en clientela potencial. 208 Torres Ramírez, Isabel de "Los estudios de Bibliografía en el último cuarto del siglo XX" en Documentación de las ciencias de la información, Nº 25, 2002, pág. 152. 209 Torres Ramírez, Isabel de, op. cit. p. 148 210 Ayuso García, María Dolores "Revisión interdisciplinar de bibliografía y fuentes de información en los umbrales del siglo XXI : Nuevas perspectivas: los recursos de información" en Revista general de información y documentación, Vol. 9, Nº 1, 1999, pág. 204. 211 Tuñón de Lara, Manuel. Medio siglo de cultura española…, cit.,pág. 11 212 Borges, Jorge Luis El libro de los seres imaginarios: (Manual de zoología fantástica). Barcelona : Destino, 2007, pág. 26. 60 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Sigo creyendo, con Foucault, que “el trabajo crítico implica aún la fe en la Ilustración ; por mi parte, pienso que necesita, siempre, el trabajo sobre nuestros límites, es decir, una paciente labor que dé forma a la impaciencia por la libertad.”213 Me he planteado este trabajo como un reto personal y he tratado de afrontarlo, consciente de mis limitaciones, y de las carencias que estas comportan,214con honradez intelectual, intentando en el “oficio” de historiar tantas ideas, “ese artesanado que tiene que ver al mismo tiempo con la creación literaria y la investigación con vocación positivista,215 la visión imaginativa y el humilde desciframiento de las fuentes.”216 -Aunque puede que sólo haya conseguido, parafraseando a Faulkner, lo que una cerilla cuando se la enciende en medio de la noche en mitad de una espesura salvaje. No sirve para iluminar nada, sólo sirve para ver un poco mejor cuánta oscuridad hay alrededor217-. Después de treinta años218 intentando ayudar a otros investigadores en estas mismas tareas, muchos de ellos me han devuelto el favor con indicaciones metodológicas, orientaciones bibliográficas y, a veces, paradójicamente, facilitándome el acceso a determinados fondos que, por haberse constituido en patrimonios personales o cuando menos "departamentales" eran casi inaccesibles, problema este que se había convertido en endémico en muchas universidades y con el que hemos tenido que "lidiar" profesionales y usuarios de la información. 219 He intentando que este primer –y creo que no habrá muchos mas- trabajo de 213 Foucault, Michel. “¿Qué es la Ilustración?” ; traducción de Jorge Ávila. En : Actual, nº 28, 1994. Disponible en Internet : http://www.saber.ula.ve/db/ssaber/Edocs/centros_investigacion/csi/publicaciones/pape rs/davila-que-es-la-ilustracion.pdf [última consulta : 20 de marzo de 2008] 214 “...Ten, también como hábito, el que tus palabras sean amables y tus actos provechosos... No entres en asuntos que ignoras, pero aprende cuanto es necesario... Estas cosas hazlas en la medida de tus fuerzas, pues lo posible se encuentra junto a lo necesario... “. Pitágoras. Versos aúreos... y otros fragmentos pitagóricos. Palma de Mallorca : José J. de Olañeta, 2004. 215 En más de un sentido, si me tuviese que decantar por alguna Escuela. 216 Sales, Véronique. Ibíd. 217 when you strike a match in a dark wilderness it is not in order to see anything better lighted, but just in order to see how much more darkness there is around -Golden land- Brumm, Úrsula "Wilderness and civilization : a note on William Faulkner" en Hoffman, Frederick John (coed.) William Faulkner: three decades of criticism. Michigan State University Press, 1960, págs. 125-134. Rampton, David, William Faulkner : a literary life. New York : Palgrave Macmillan, 2008. Bloom, Harod (ed.) William Faulkner. New ed. New York : Bloom's Literary Criticism, 2008 ; Díez, Luis G. "William Faulkner : una salvaje oscuridad" en Leer, ISSN 1130-7676, Nº 123, 2001, pág. 50. Inge, Thomas (ed.) Conversations with William Faulkner. Jackson : University Press of Mississippi, 1999. Traducción de la frase de Javier Marias. 218 Y, por eso mismo, “sé que puedo interpretar los versos con cierta confianza.” Graves, Robert. Yo, Claudio. Madrid : El Pais, 2005 219 Carlos Seco Serrano afirma que "El espíritu de la historiografía que abre un brillante capitulo a comienzos de siglo, lo definió ya Menéndez Pelayo, quien distanciando su propio 61 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado investigación que afronto en solitario en esta disciplina, haya podido enviar, de alguna manera, “un rayo de luz reveladora hacia lugares oscuros”,220“subir a la luz, fragmentos de verdad sobre aquel siglo y medio... tan convulso.”221 Y con un cierto tono crepuscular, y la sensación de tener un poco ya el sol a las espaldas, he tenido el privilegio de escribir con la libertad intelectual que da el no tener tampoco demasiadas servidumbres académicas, y sobre todo, bajo la tutela de una dirección magistral, que ha comprendido y respetado siempre que “...cada cual tiene su lenguaje y su pasión... y a quien no tiene pasión, [para] nada le sirve tener ciencia.”222Y el haber sido educada "en una obstinada resistencia, que considera que la vida [y el trabajo] es una obligación moral que debe ser llevada a cabo con dignidad y plenitud."223 Creo que, al igual que en aquel siglo XVIII que, con todas sus contradicciones, hizo de su ideal último “la edificación de una sociedad democrática conformada por un conjunto de sujetos ilustrados, quienes expondrán públicamente su razón en un ámbito de libertad pública, es decir, en la constitución de una sociedad civil... La Ilustración marcaría el inicio de una marcha hacia paz perpetua haciendo de la razón su punta de lanza”,224 y porque aún “...necesitamos mayorías ilustradas, recuperar la sabiduría de vivir, el sentido de la Historia, la comprensión de nosotros mismos... solo las palabras, el discurso, permiten... serenar la pasión mediante la idea, encontrar un acuerdo que no sea una rendición, iluminar el mundo y su memoria...225 grupo generacional del que había culminado en la agitación convulsiva del llamado «sexenio democrático», escribió... «La generación presente se formó en los cafés, en los clubs y en las cátedras de los krausistas; la generación siguiente, si algo ha de valer, ha de formarse en las bibliotecas». Don Marcelino oponía un «modelo» de trabajo y de investigación que sustituía los foros y cenáculos estrepitosos por el recogimiento del gabinete o del laboratorio... Seco Serrano, Carlos "La historiografía contemporánea actual" en Cuadernos de historia contemporánea, ISSN 0214-400X, Nº 9, 1988, págs. 109-124, pág. 1. 220 Strachey, Lytton. Eminent Victorians.[Recurso electrónico]. New York: Modern Library,1999 221 Perez Ledesma, Manuel, Burdiel, Isabel. Liberales eminentes. Madrid : M. Pons, 2008. Págs. 9 y ss. 222 Unamuno, Miguel de. Del sentimiento trágico de la vida, Madrid : Espasa-Calpe, 1938, pág. 266 223 Baricco, Alessandro Emaús. Barcelona : Anagrama, 2011, pág. 149. 224 Cruz Ribero, Juan Wolfgang, “El triunfo de la razón tecnocrática”. Razón y palabra, ISSN 1605-4806. Número 14, Año 4, Mayo - Julio 1999 225 Martínez Marina, José Antonio. "Elogio de la lectura : dia de la lectura en Andalucía." 17 de diciembre de 2007. Disponible en internet: http://www.pactoandaluzporellibro.com/documentos/elogio_lectura_2007.pdf [última consulta : 18/03/2008] 62 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado CAPÍTULO I. EL ANTIGUO RÉGIMEN: EL NACIMIENTO DEL AUTÉNTICO ESTADO MODERNO226 1.1. Presupuestos políticos, jurídicos y sociales de Europa Occidental en el siglo XVIII “La conformación de los Estados Nacionales tuvo su origen durante la transición del feudalismo al capitalismo. No puede ser explicada sino dando cuenta de la multiplicidad de factores que intervinieron y que se retroalimentaron en un proceso que llevó varios siglos. Los cambios políticos, económicos, sociales y culturales por sí mismos no pueden dar cuenta completamente del proceso de consolidación de los estados nacionales, que comenzaron constituyéndose en la Europa occidental entre los siglos XVI a XVIII. No obstante, las “Es todavía corriente referirse al Estado que surge hacia el siglo XVI, al Stato que describe Maquiavelo, como Estado ‘moderno´, debido al uso antiguo y ambiguo de la palabra Estado, aplicándola a cualquier formación política de cualquier tiempo y lugar. Más lo que contemplaba el escritor florentino era la aparición de una nueva forma de gobernar, mediante el empleo de una especie de maquinaria política, la estatalidad, el Estado, cuya teoría elaboró posteriormente Hobbes siguiendo a Maquiavelo y al francés Juan Bodino, cuya doctrina de la soberanía dio a lo Stato una vida propia -Hobbes dirá que la soberanía es el alma del Estado- Más el Estado Leviatán tenía todavía muchas trabas. No podía prescindir de la Monarquía de derecho divino y tampoco de la Iglesia, su gran rival y alter ego. Las tradiciones, las costumbres, los hábitos, los usos, los recursos, la alianza entre el Altar y el Trono del Antiguo Régimen imponían muchas trabas al pleno despliegue de las posibilidades de la estatalidad. Así, esa alianza legitimaba, cierto, al Poder monárquico, pero también lo limitaba mucho, pues tenía que compartir la obediencia con el Poder espiritual. De ahí las críticas de los philosophes, partidarios del despotismo ilustrado, contra la Iglesia, que no dejaba actuar ilimitadamente a los príncipes sobre la Sociedad... El Estado verdaderamente moderno se instituyó, cómo explicó muy bien Jouvenel... con la Revolución francesa, al independizarse el Estado de la Monarquía. Se configuró al reclamar la nación la concentración en el Estado de todo lo público...”Negro Pavón, D. Historia de las formas del Estado : una introducción. Madrid : El Buey Mudo, 2010, págs. 177 y ss. 226 63 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado transformaciones en el plano del poder fueron fundamentales: el pasaje del poder político feudal disperso y relativamente limitado por la Iglesia y los señores feudales locales a un poder centralizado en la figura del monarca, la concentración del poder de los reyes por encima de la Iglesia, así como la pérdida de poder de los señores feudales locales a raíz de la desaparición gradual de la servidumbre, permitió el surgimiento en el siglo XVII de los denominados Estados absolutistas. La coerción pasó del ámbito del señorío feudal al plano “nacional”, creándose un aparato reforzado de poder para controlar y reprimir a las masas campesinas. La nobleza mantenía su dominio mientras “toleraba” o se adaptaba al surgimiento de un nuevo antagonista, las burguesías comerciales de las ciudades medievales. Como bien señala Perry Anderson… en el feudalismo el desarrollo de las ciudades fue una característica tan central como la disolución del señorío, descartando que se trate de un factor externo a la descomposición de la econmía agraria.”227 Sería reductor, como escribe Brunner, hacer depender de manera simple “los conceptos modernos de la nueva realidad del mundo a partir del XVIII. Y ello por tres razones: los cambios del siglo XVIII son fruto de procesos anteriores; los conceptos no son mero reflejo de la realidad; y la propia consciencia de la historicidad de todo lo real es de fines del XVIII y, por tanto, construir la historia de la aparición de cada concepto a partir de su correspondiente realidad lleva a considerar lo premoderno como mera prehistoria difusa e incompleta.” 228 Pero, también, es importante determinar el momento de la ruptura con lo premoderno, o lo que según Koselleck constituye la Sattelzeit, es decir los cambios culturales que se produjeron, especialmente, entre 1750 y 1850, y de "identificar los presupuestos teóricos y el momento en que emergen los conceptos que condicionan nuestro modo de entender la política y que se encarnan en nuestras instituciones y constituciones... Y es que, a juicio de Koselleck, la Sattelzeit debe ubicarse en la segunda mitad del XVIII cuando, por los procesos constitutivos del Estado moderno, emergen los conceptos de democracia, evolución, república, historia. Weber se sitúa en el ethos impulsado por la subjetividad racional en la primera modernidad (responsabilidad, epicidad); en la emergencia de la esfera ética de acción a partir del calvinismo. La historia conceptual se sitúa en un contexto posterior de irrupción de los grandes nombres colectivos singularizados anuladores de la individualidad. Ambos contextos tienen antecedentes históricos. La teoría hobbesiana del contrato rompe la tradición aristotélica. La Sattelzeit halla allí su origen, pero 227 Míguez, Pablo “El nacimiento del estado moderno…” cit. p 3. Duso, G. “Historia conceptual como filosofía política”, en Res Publica, nº. 1, 1998, p. 3571, en Galindo Hervás. A. “Nota sobre el origen de la modernidad : ¿Berman o Koselleck?” en Res Publica hispana : Revista de filosofía política, ISSN: 1576-4184, 2004, págs. 2 y ss. 228 64 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado dota de una nueva dimensión política a los conceptos por su verificación práctica. El Estado moderno europeo tiene una primera forma, la jurisdiccional, que es la que predomina hasta finales del siglo XVIII, que no puede reconducirse al principio de soberanía."229 “Dentro de la teoría jurídica y política anglófona encontramos por primera vez extensas discusiones acerca del estado, lo estatal (statehood) y los poderes de los estados hacia finales del siglo dieciséis y comienzos del diecisiete. Este desarrollo se debió en gran medida a la influencia de la discusión escolástica sobre la patria potestas, así como a la creciente disponibilidad de tratados franceses sobre la soberanía y de manuales italianos acerca de la ‘política’ y la razón de estado. Con la confluencia de estas corrientes, el término estado comenzó a ser usado con mayor confianza para aludir a un tipo específico de unión o asociación civil, la de una universitas o comunidad de personas que viven bajo la autoridad soberana de un monarca o grupo gobernante reconocido. Esto no significa que la palabra estado fuese la más usada para describir la forma de unión que subyace al gobierno civil. Algunos escritores preferían hablar de reino (realm), algunos incluso hablaban de nación, mientras que la terminología más difundida se refería al cuerpo político, indicando generalmente que tales cuerpos son incapaces de actuar en ausencia de una cabeza soberana a la que deben su dirección y obediencia. Fue gracias a un proceso relativamente simple, sin embargo, que la palabra estado llegó a incluirse en este léxico. Una de las cuestiones que siempre abordaban los libros de consejos a los príncipes del Renacimiento era cómo debían actuar los gobernantes para mantener su estado, esto es, para sostener su estatus o posición como príncipes. Maquiavelo fue sólo el más célebre de un sinnúmero de pensadores políticos que habían subrayado la importancia de ser capaz de mantenere lo stato, y cuando Edward Dacres publicó su traducción de El Príncipe en 1640, como era de esperar hizo que Maquiavelo se explayara sobre cómo debe actuar un príncipe ‘para mantener su Estado’, sobre cómo un príncipe prudente debe ‘tomar el curso más seguro que pueda para salvaguardar su vida y su Estado’ y sobre cómo los gobernantes en general pueden ‘conservar a salvo sus Estados’ Si consultamos a los teóricos del derecho de la misma generación, frecuentemente los encontramos hablando en términos similares sobre la importancia de mantener el propio estado o posición como príncipe. Según ellos, sin embargo, hay algo de significación más impersonal que los gobernantes deben preservar si quieren evitar un coup d’état, un golpe contra su estado. Deben preservar el bienestar del cuerpo político, y se les advierte que no pueden aspirar a mantener su propio estatus a menos que conserven este cuerpo a salvo y en buena salud. Fue en esta coyuntura que algunos teóricos del derecho comenzaron a describir este cuerpo político subyacente como el estado. El deslizamiento lingüístico fue leve, pero el cambio conceptual fue fundamental: en vez de concentrarse en la necesidad de 229 Fioravanti, Mauricio “Estado y constitución” en El Estado moderno en Europa : instituciones y Derecho. Madrid : Trotta, 2004, págs. 17 y ss. 65 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado los gobernantes de mantener su propio estatus o estado, estos escritores comenzaron a hablar de su obligación de mantener los estados sobre los que gobernaban.”230 “Es verdad que el “feudalismo” cedió, pero, en cambio, las clases guerreras que habían dominado el organismo feudal no cedieron en absoluto. Por el contrario, siguieron dominando durante siglos, y la burguesía ascendente se tuvo que someter a su poder. La vieja clase dominante consiguió incluso absorber gran parte de la nueva riqueza para sus propios fines. El resultado fue una estructura política que promovía, sin duda, el interés burgués, pero también lo explotaba, y que no era burguesa por su naturaleza y su espíritu: era feudalismo organizado sobre base capitalista, era una sociedad aristocrática y militar alimentada de capitalismo, un caso anfibio muy sustraído al control burgués.”231 A partir del siglo XVI la correlación entre violencia y derecho se establece como un tema fundamental del debate político en autores como Bodino, Grocio, Suarez y Hobbes. Jean Bodino (1530-1596), precursor de la teoría moderna sobre el Estado, elabora su concepto de soberanía precisamente cuando en Europa emergían los Estados-Naciones y perdían vigencia formas de poder y saber político que habían dado fundamento a regímenes imperiales y a la influencia del Papado : “…lo que explica no sólo el nacimiento sino también la fisonomía política del estado moderno ha sido la persistencia del dominio aristocrático, la accesibilidad del dominio disponible y el hundimiento del poder supranacional de la Edad Media. Todo eso es más explicativo que cualquier factor derivable del proceso capitalista mismo. Aquellos hechos explican, en particular, por qué el estado moderno ha sido “nacional” desde el primer momento, y refractario a toda consideración supra-nacional, por qué insistió –inevitablemente-en la soberanía nacional; por qué promovió las iglesias nacionales incluso en países católicos como lo ejemplifica el galicanismo en Francia, y sobre todo, por qué fue tan agresivo. Los nuevos poderes soberanos eran belicistas por sus estructuras sociales. Habían nacido de un modo azaroso. Ninguno de ellos poseía todo lo que deseaba y necesitaba, cada uno de ellos tenía algo deseado o necesitado por otros. Y 230 Skinner, Quentin “Una genealogía del Estado moderno” en Estudios públicos, ISSN 07161115, Nº. 118, 2010, págs. 8 y ss. Sin embargo, y hasta 1833, la expresión Estado de Derecho no apareció en el título de un libro : R. v. Mohl, Die Polizeiwissenschaft, nach den Grundsätzen des Rechtsstaates, Tübingen : H. Laupp, 1832-1834. 3 t. en 2 vols. Véase además, con traducción de Federico Fernández-Crehuet López, la obra de Michael Stolleis El ojo de la ley : historia de una metáfora. Madrid : M.Pons, 2010, pág. 10. 231 Schumpeter, Joseph Alois History of economic analysis. London : Routledge, 1994, pág. 140. Hay traducción española : Historia del análisis económico. 3ª ed. Madrid : Fundación ICO, 2006. 2 vols. 66 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado todos se vieron pronto rodeados por nuevos mundos que invitaban a una conquista en competición y concurrencia.”232 Bodino intentó secularizar la teoría política con el recurso a la filosofía de Platón. Para Bodino la posibilidad de que el Príncipe tuviera la obligación de consultar al pueblo, era absurda, pues este hecho convertía a la soberanía en un juego con dos contrincantes, en el cual algunas veces sería el pueblo quien gobernaría y otras el Príncipe, situación que para Bodino era contraria a la razón. Bodino niega el derecho a la resistencia política y define la soberanía como puissance absolue et perpétuelle, y es esta naturaleza de la soberanía la que permite al Rey como dignitas, trascender la persona física que es su soporte (Le roi ne meurt jamais, “El rey nunca muere”)233 El panorama jurídico-político y social de Europa Occidental en el siglo XVIII, es, cuando menos, muy complejo. A la vertiente conflictiva de las guerras internas y entre los numerosos Estados234 -provenientes de la descomposición de los antiguos imperios cristianos, donde los mas fuertes pugnaban por la hegemonía política, o se aliaban para impedir la de otro- se suman los conflictos religiosos y sociales provocados, en primer lugar, por un crecimiento casi “explosivo” de parte de la población europea, especialmente en las zonas central, meridional y occidental, ya que la expansión demográfica no se ve frenada ahora por epidemias y catástrofes tan virulentas como en siglos anteriores y la tasa de natalidad aumenta con la misma rapidez que disminuye la de mortalidad, al hacerlo también no sólo las enfermedades infecciosas, sino además algunas de sus causas.235Como consecuencia, “aumentó la presión sobre los sistemas económicos, exigiendo una ampliación del suelo disponible y un aumento de los empleos, de la producción alimentaria y de la beneficencia… llegando a formar parte también de un entorno adverso “236 232 Schumpeter, J.A., op. cit., pág. 142. Anrup, R. "Antígona y Creonte : una reflexión teórica e histórica sobre la resistencia y el Estado..." disponible en Internet : http://www.kus.uu.se/pdf/publications/Colombia/antigona_y_creonte.pdf [última consulta : noviembre 2011] 234 Mann, Golo (dir.). Historia Universal. V.2. De la Reforma a la revolución. Barcelona : EspasaCalpe, 1988, pág. 459 : “de las dos grandes guerras de comienzos de siglo : la de Sucesión española en el Occidente y el sur, y la nórdica de Carlos XII en el norte y el este de Europa, surgió el sistema de estados europeos que debía determinar la vida política del continente hasta la Revolución francesa y el periodo de las guerras napoleónicas”. 235 En las regiones en las que se produjeron grandes conflictos bélicos, las crisis demográficas subsiguientes fueron dramáticas, ademas de “por las muertes ocurridas en combate, por la propagación de infecciones, la incautación y destrucción de cosechas, o la suspensión de la actividad en el ámbito rural, a causa de la huída de la mano de obra y de las requisas de animales de tiro y de semillas” Black, Jeremy La Europa del siglo XVIII : 17001789, Madrid : Akal, 1998, págs. 31 y ss. 236 Ibíd. 233 67 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado También lo fué el clima durante prácticamente la totalidad de inviernos del siglo XVIII, algunos severísimos, en toda Europa. Los meteorólogos han llegado a hablar de una breve Edad del Hielo que comenzó a finales de la Edad Media y se extendió hasta principios del siglo XIX. 237 (Una teoría que explicaba alguna de las causas de dicho cambio en el clima, la proporcionó Edward Walter Maunder un astrónomo inglés que estudió las manchas solares y el ciclo magnético solar que le llevaron a identificar un período casi sin manchas entre 1645 a 1715 conocido ahora como el Mínimo de Maunder, descubrió la escasez de manchas solares durante ese período estudiando los archivos de esos años. -En la década 1660-1620 no se dató ninguna- Durante un período de 30 años dentro del Mínimo de Maunder, los astrónomos observaron aproximadamente 50 manchas solares, mientras que lo típico sería observar entre 40.000 y 50.000. Coincidió con la parte más fría de esa Pequeña Edad de Hielo, durante la que Europa, América del Norte, y quizás el resto del mundo, sufrió inviernos muy crudos. El Mínimo de Maunder fue un fenómeno llamativamente extraño lo mismo que la pequeña Edad de hielo que realmente existió, por muchas dudas que nos ofrezca su cronología y por variados que puedan ser sus subperiodos. Por supuesto, con las consecuencias subsiguientes de aumento de mortandad, escasez de cosechas, etc. Sucedió al Largo verano, en expresión del paleoclimatólogo Fagan, de duración casi milenaria, pero cuyo ápice, según la mayoría de investigadores tuvo lugar entre los años 1000 y 1100 y que han denominado Periodo Cálido Medieval. Este periodo de bonanza, trajo consigo, entre otras cosas un fuerte incremento demográfico en Europa.)238 237 Fagan, B. The Little Ice Age : how climate made History, 1300-1850. New York : Basic Books, 2002. Hay traducción española : La pequeña edad del hielo : cómo el clima afectó a la historia de Europa (1300-1850) Barcelona : Gedisa, 2008. 238 Si hay una conexión causal entre la baja actividad de las mancha solares y los inviernos fríos es un tema que todavía se discute. Algunos científicos creen que la variación solar es la responsable del cambio climático más que el anhídrido carbónico. Se han descubierto otros mínimos históricos de las manchas solares, o bien por el análisis de carbono-14 en los testigos de hielo -cilindros verticales de hielo, formados por capas sucesivas, que conservan atrapadas burbujas de aire de distintas épocas. Así es: cada capa de hielo corresponde a un año (o una temporada entera) y los elementos químicos alojados en las burbujas permiten deducir temperaturas, precipitaciones, niveles de los gases en la atmósfera de un período; incluso guardan registro de erupciones volcánicas (la del volcán indonesio Toba hace 73 mil años, por ejemplo), bombas atómicas (Hiroshima y Nagasaky) y accidentes nucleares (Chernobyl, 1986), entre otras-. o bien por los anillos de los árboles : éstos incluyen el Mínimo de Spörer (1450 -1540) y el Mínimo de Dalton (1790 -1820). En total parece haber habido 18 períodos de mínimos La más baja actividad solar durante el mínimo de Maunder incidió en la cantidad de radiación solar que alcanzaba la Tierra. El cambio resultante en la producción de carbono-14 durante ese período afectó también a la exactitud en la datación por ese método, hasta que se descubrió el porqué. las manchas solares en los últimos 8.000 años, y los estudios indican que el Sol permaneció un cuarto de su tiempo en estos mínimos. Algunas investigaciones recientes sugieren que la rotación del Sol sufrió un retraso 68 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Se establecen medidas sanitarias preventivas,239aún bastante rudimentarias :“El desarrollo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII de lo que se denominó Medizinsische Polizei, higiene pública, social medicine, debe ser reinscrito en el cuadro general de una ‘biopolítica’, la que tiende a tratar la ‘población’ como un conjunto de seres vivos y coexistentes que presentan trazos biológicos y patológicos particulares y que en consecuencia revelan saberes y técnicas específicas."240 Que debe ser comprendida a partir de la gestión "por parte de las fuerzas estatales de los problemas planteados a la práctica gubernamental por los fenómenos propios de un conjunto de vivientes constituidos en población: salud, higiene, natalidad, longevidad, razas… El descubrimiento de la población es, al mismo tiempo que el descubrimiento del individuo y del cuerpo adiestrable [dressable], el otro gran nudo tecnológico alrededor del cual se transformaron los procedimientos políticos de Occidente... En ese momento vemos aparecer problemas como los del habitat, de las condiciones de vida en una ciudad, de la higiene pública, de la modificación de la relación entre natalidad y mortalidad. En ese momento apareció el problema de saber como podíamos conducir a la gente a tener más hijos, o en todo caso, cómo en los años centrales del mínimo de Maunder (1666 -1700). Según nuestro conocimiento actual de la física solar, un Sol más grande y más lento implica necesariamente un Sol más frío y que proporciona menos calor a la Tierra. Aunque coincidiera con el pico más importante de la pequeña Edad de hielo, parece que el frío comenzó antes y terminó después. Si hubo una influencia directa, no parece que haya sido la única -por ejemplo, erupciones volcánicas, cuyas nubes de ceniza oscurecían la luz solar, debilitando su calor aún mas-. Cfr.Comellas, José Luis Historia de los cambios climáticos. Madrid : Rialp, 2011, págs.166 y 201 y ss. 239 Ackerknecht, Erwin H. “Medicina y sociedad en la Ilustración”. En : Laín Entralgo, Pedro. Historia Universal de la Medicina. Barcelona: Salvat, 2000, vol. V, p. 143. En este sentido, algunos soberanos reformistas, como por ejemplo la emperatriz María Teresa de Austria –que es una mujer de su tiempo y está influída por el concepto de “filantropía” -“a mayor cantidad de ciudadanos sanos y fuertes, mayor y mejor mano de obra”- característico de la época que le ha tocado vivir, para llevar adelante sus planes de reforma sanitaria, busca la colaboración de los médicos más expertos. El primero de ellos será Gerald L.B. van Swieten, natural de Leiden , estudiante de Filosofía en Lovaina y de Medicina en la Universidad de su ciudad natal, que ya en 1745 es el ayudante predilecto del gran Boerhaave. Recién llegado a Viena, con una orden imperial en el bolsillo, emprende en 1749. la reforma de la facultad de Medicina de Viena, de acuerdo con las normas programadas por María Teresa de Austria. Es una reforma que trata de sustituir la desfasada Medicina que se hace en Viena, que “desde finales del siglo XIV, se contentaba con proseguir sus enseñanzas escolásticas y desempeñar el papel de centro sanitario provincial”, según Lesky, por una Medicina moderna y científica, que llevará a Viena a la cima de la Medicina europea, consolidando una institución sanitaria que la historia de la medicina conoce como la Vieja Escuela de Medicina Vienesa. Cfr. Arribas, Miguel Angel “Mujeres en la Medicina : la reforma sanitaria de María Teresa de Austria” en Mujer y ciencia, 2008. Disponible en Internet : http://www.mujeryciencia.es/?p=202 [última consulta, noviembre 2010] 240 Foucault, Michel "El nacimiento de la medicina social" en Dits et Écrits : (1976-1988). París: Gallimard, 2001. 2 vols. V.2., pág. 210. 69 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado podíamos regular el flujo de población, cómo podíamos regular también, la tasa de crecimiento de una población, las migraciones. Y a partir de ahí, toda una serie de técnicas, de observaciones, entre las cuales evidentemente las estadísticas, pero también todos los grandes organismos administrativos, económicos y políticos, se encargaron de esa regulación de la población. Hubo dos grandes revoluciones en la tecnología del poder: el descubrimiento de la disciplina y el descubrimiento de la regulación, el perfeccionamiento de una anatomo-política y el perfeccionamiento de una bio-política."241 También se espacian las crisis de subsistencia consiguientes a las agrarias, -aunque el hambre242 o cuando menos la desnutrición, seguía siendo una amenaza constante a causa de los bajos niveles de excedentes alimentarios, con lo que la menor incidencia adversa provocaba una quiebra en un sistema muy frágil de subsistencia- por la introducción de nuevos cultivos y la apertura de nuevas rutas comerciales, lo que lleva consigo una mayor demanda de productos agrarios243 y textiles y provoca el enriquecimiento de nuevos grupos sociales que pronto van a exigir unas cuotas de poder político y social que les son negadas por la rígida estructura de la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Uno de estos grupos sociales, la burguesía (pero que comienza a ser ya burguesía ilustrada, o mejor, como escribe Koselleck, “sociedad civil burguesa”244) producto de un nuevo orden económico basado en el libre El debate que tuvo lugar en Inglaterra a mediados del siglo XVIII sobre la legislación de la salud pública puede servir de ejemplo. "La vida se convirtió desde entonces, a partir del siglo XVIII, en un objeto del poder. La vida y el cuerpo. Antes sólo había sujetos, sujetos jurídicos a los cuales se podía retirar los bienes, la vida también, por lo demás. Ahora hay cuerpos y poblaciones. El poder se hace materialista. Deja de ser esencialmente jurídico. Debe tratar con esas cosas reales que son los cuerpos, la vida. La vida entra en el dominio del poder: mutación capital, una de las más importantes, sin duda, en la historia de las sociedades humanas" Foucault, Michel "Seguridad territorio y población". en Dits et Écrits cit., V.2, págs. 723 y 1012-1013. Vid. también Reinhard, Wolfgan (comp.) Las élites del poder y la construcción del estado: [Génesis del estado moderno en Europa, siglos XIII a XVIII]. México : Fondo de Cultura Económica, 1996. 242 No hay que olvidar la terrible hambruna que sufrió Irlanda en 1741, la peor de su historia, pereciendo a causa de ella casi un tercio de su población total. 243 “Mas que el crecimiento de la producción agrícola, fueron el desarrollo de los trasportes nacionales e internacionales, y la flexibilización de la legislación sobre las comunicaciones interiores, hechos cuyo alcance quizás se ha subestimado, los factores que determinaron una disminución en los movimientos cíclicos, al permitir compensaciones interregionales e internacionales. Además, aseguraron una hogeneización creciente del especio económico euooccidental, elevando el nivel de los precios y aumentando la especulación en las regiones excedentarias y rebajando, por el contrario, los precios en las deficitarias, gracias a un mejor aprovisionamiento.” Soboul, Albert (coaut.) El siglo de las luces,Madrid : Akal, 1997 , 2 v. en 3 t. V.1. t.1. Los inicios : (1715-1750), pág. 276. 244 Koselleck, Reinhart. Crítica y crisis : un estudio sobre la patogénesis del mundo burgués. Madrid : Trotta, 2007. 241 70 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado comercio, y antes aliado tácitamente con el poder que protegía sus intereses, se encuentra ahora oprimido desde arriba por los privilegios de la nobleza y el clero, y la rigidez de los monarcas absolutos, para nada dispuestos a cambiar el orden de las cosas, con una maquinaria formidable a su servicio : una burocracia cada vez más asfixiante ; y, por abajo, por el descontento y las protestas cada vez más virulentas de un campesinado sujeto a un régimen señorial de cuasi-esclavitud, a una fiscalidad durísima,245destinada, como ellos saben muy bien, a mantener a unas clases sociales improductivas, a unos ejércitos al servicio de los intereses de las mismas, y a auténticas hambrunas cíclicas : “Los cambios en las formas de explotación feudal que acaecieron al final de la época medieval no fueron en absoluto insignificantes, por el contrario, son precisamente esos cambios los que modifican la forma del Estado. El absolutismo fue esencialmente eso: un aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal, destinado a mantener a las masas campesinas en su posición tradicional, a pesar y en contra de las mejoras que habían conquistado por medio de la amplia conmutación de las cargas. Dicho de otra forma, el Estado absolutista nunca fue un árbitro entre la aristocracia y la burguesía ni, mucho menos, un instrumento de la naciente burguesía contra la aristocracia: fue el nuevo caparazón político de una nobleza amenazada.”246 Durante los siglos XVI al XVIII, pues, tiene lugar "el proceso de invención del hombre moderno" aunque no fuera "un proceso lineal, aunque deba acudirse cada vez más al estudio de las realidades locales, podemos hablar, en general, de que a partir del siglo XVI, la justicia real y la moral cristiana convergen contra el arquetipo de hombre medieval pecaminoso y violento. Se promociona, entre otras cosas a través de la criminalización de las costumbres populares dentro de un largo proceso de aculturización, una nueva sociabilidad basada en el autocontrol y en la interiorización del conformismo. Cabría hablar, con E. P. Thompson de “costumbres en común”, pero igualmente de un proceso que acabará divorciando abismalmente a las clases de la sociedad preindustrial." 247 También hay que considerar en primer lugar que, a principios del siglo XVIII, Europa es aún y en teoría, profundamente religiosa. Desde un punto de vista jurídico, la crítica luterana al catolicismo será, ante todo, una crítica de la doctrina de la potestad papal, de la que la Iglesia romana se sirvió para obtener 245 No fue la represión del “pecado” lo que suscitó las primeras protestas contra la “maquinaria” penal, sino la represión de la resistencia al centralismo, al nuevo (y carísimo) orden político y sobre todo, a su financiación mediante impuestos. Cfr. Tarello, Giovanni. Op. Cit. Pág. 385. 246 Anderson, Perry El estado absolutista . 9ª ed. española. Madrid : Siglo XXI, 2002, pág. ; Míguez, Pablo “El nacimiento del estado moderno y los orígenes…” cit., pág. 7 247 Oliver Olmo, "Origen y evolución histórica de la pena de prisión" cit., pág. 4. 71 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado la subordinación del Estado... de la alternativa que Lutero presentó en su doctrina de los dos reinos no se deriva la independencia de Estado e Iglesia, sino una fundamentación teológica de la legalidad estatal, que inviste al magistrado cristiano con unas funciones que difícilmente podrán calificarse de seculares. y la articulación de la doctrina católica de la potestad papal, señalando su vertiente jurídica: la concepción de la Iglesia como cuerpo de Cristo, la elaboración canónica de los poderes de Él recibidos (como maestro, rey y sacerdote) y la distinción entre oficio y representación. Pero aunque la cristiandad se está disgregando desde la reforma de Lutero (1530, 1555), fraccionándose, como escribe Yvon Belaval, en “multitud de sectas”248, no hay hasta entonces ningún sistema ni político, ni científico ni filosófico, “que no haga de Dios garantía de la verdad” 249“...Históricamente, el Derecho y la religión han estado íntimamente vinculados en la tradición occidental, en la medida en que Occidente vivió a la hora teocéntrica en fases esenciales de su historia.” 250 En segundo lugar, pronto se pone de manifiesto la incapacidad de los monarcas absolutos para resolver de manera eficaz dichos conflictos políticos y sociales, mediante una maraña de leyes caóticas y heterogéneas que, provenientes de la descomposición del Ius commune en toda Europa y con la “vieja técnica de las recopilaciones”, acumulaban normas nuevas sobre otras antiguas, mediante las que se intenta reformar el orden jurídico existente, para adaptarlo a las nuevas exigencias de los tiempos. Esto da como resultado, en palabras de Tarello, -uno de los referentes fundamentales de estas primeras líneas- unos sistemas jurídicos “complejos, por la concurrencia de una pluralidad de fuentes; complicados a causa de la extrema variedad de disciplinas, de sujetos y de bienes; antinómicos e incoherentes a causa de los frecuentes conflictos de normas y jurisdicciones ; inciertos por todo lo anterior.”251 Los pensadores jurídicos de esta época intentan aún armonizar el Derecho divino de los reyes con la racionalización y homogeneización de los distintos corpus legislativos. A esto contribuye una de las características de las monarquías absolutas : la centralización, como producto del proceso de concentración del poder político en los reyes, administrativa y jurisdiccional de una parte y, de otra, 248 Belaval, Yvon. “Introducción : la época clásica”. En : Historia de la Filosofía. V. 6. Racionalismo, empirismo, Ilustración. Madrid : Siglo XXI, 1991.págs. 3 y ss. 249 Ibíd.. 250 “A finales del XI e inicios del XII ocurrió un cambio fundamental en la naturaleza del derecho como institución política... y como concepto intelectual (escuelas jurídicas, ordenamientos conscientes, creación del concepto de derecho como algo autónomo y desarraigado). La combinación de los factores políticos e intelectuales ayudó a introducir los modernos sistemas jurídicos occidentales, el primero de los cuales fue el derecho canónico” Galindo Hervás. A. op. cit., pág. 7. 251 Tarello, Giovanni. Storia della cultura giuridica moderna. I. Assolutismo e codificazione del Diritto. Bologna : Il Mulino, 1976. pág. 47 72 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado legislativa. Considerados por los teóricos iusnaturalistas como detentadores de un poder directo, inmediato e ilimitado, hasta tal punto que la doctrina jurídica mayoritaria afirma que los derechos consuetudinarios sólo son válidos en tanto en cuanto sean reconocidos por el monarca, comienzan a formularse principios como los de la jerarquía normativa y los conflictos entre normas, siempre resueltos a favor de la emanada directamente del Estado (identificando este en todo momento con el príncipe o soberano), es decir por “la reducción de todo Derecho a ley, eliminando cualquier otra forma de derecho.”252 En esta época en la que se inicia la sistematización de los conocimientos científicos en esquemas globales, un “corpus de metodología y de conocimientos positivos que influyeron en toda la actividad humana”, los cambios en la conciencia del tiempo,253ahora sin interferencias divinas, los últimos grandes viajes de descubrimientos geográficos y las invenciones tecnológicas preludio de la revolución industrial, la difusión del pensamiento escrito a consecuencia de la alfabetización de una parte de la sociedad y el desarrollo de la imprenta, con la consiguiente multiplicación y abaratamiento de los libros, y la pérdida del monopolio del conocimiento por parte de iglesias y de universidades, hacen posible el nacimiento de una comunidad social sin proximidad física, la opinión pública,254que va a ser utilizada por los filósofos y pensadores ilustrados para difundir sus ideas de razón y de justicia. Mas tarde, “...culminaría con la relación que el liberalismo iba a establecer entre la Sociedad –ámbito de la opinión– y el Estado –terreno de la fuerza pública–. Una relación en la que la autonomía de ambas esferas (Sociedad y Estado) se disipaba mediante la opinión pública, como medio a través del cual la Nación consolidaba sus libertades frente al poder público”255. La última etapa del absolutismo, el reformismo ilustrado,256inicia y alienta una serie de transformaciones en el Estado y en la sociedad para seguir conservando 252 Fassò, Guido. Historia de la filosofía del derecho. V. 3. Siglos XIX y XX. 3ª ed. Madrid : Pirámide, 1983. pág. 16 253 “...todo comienza y todo termina por el tiempo; un tiempo matemático y demiurgo sobre el que resultaría demasiado fácil ironizar; un tiempo que parece exterior a los hombres... que les empuja, que les obliga, que les arranca a sus tiempos particulares de diferentes colores: el tiempo imperioso del mundo”. Braudel, Fernand. “La larga duración” en Revista Académica de Relaciones Internacionales, ISSN 16993950, Nº. 5, 2006, pág. 29 254 Pascal, Blaise. Pensamientos (162) nº655. Madrid : Alianza ed., 1996. “La fuerza es la reina del mundo, y no la opinión, pero es esta la que se sirve de la fuerza” (“La force est la reine du monde, et non pas l'opinion; mais l'opinion est celle qui use de la force”) 255 Sarasola, Ignacio. “Opinión pública y “libertades de expresión” en el constitucionalismo español : (1726-1845)”. En : Revista Electrónica de Historia Constitucional Número 7 Septiembre 2006. Disponible en red : http://hc.rediris.es/07/articulos/html/Numero07.html?id=04 [última consulta, 28/04/2007] 256 “A los reyes los hicieron verdaderamente ilustrados sus historiadores... En la misma España, la consentida decadencia de la Mesta, el sometimiento de la Inquisición a la 73 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado su poder.257 En la monarquía absoluta, “el rey reúne en sí totalmente el poder estatal: es el elemento superior del Estado. Sus determinaciones hay que tomarlas, dentro de ciertos límites, como concreciones de la misma voluntad estatal, en tanto que las restantes autoridades solamente pueden considerarse como instrumentos secundarios que exteriorizarán la voluntad real, siendo ejecutores de sus mandatos. El rey retiene todo el poder que delega, según su arbitrio, en forma de una serie de atribuciones y competencias, referidas siempre a él como centro originario y, por lo tanto, recabables en cada momento (...) no sólo el rey es la fuente de todo derecho, sino que la justicia se ejercita en su nombre”258 en un sentido efectivo y, valga la expresión, real. Los poderes ejecutivo y consultivo son desempeñados, el uno por personas que el rey depone y nombra sin restricciones, y el otro, supuestamente lo asesora, pero sin funciones limitativas, con lo que, en la práctica, ambos son inoperantes. Así se explica que, por ejemplo en Francia, se dejen de convocar los Estados generales casi un siglo. No existen derechos fundamentales y no hay ciudadanos aún. Hay súbditos. “La soberanía supone potestad absoluta y, por consiguiente, la inexistencia de cualquier poder superior”.259 Los límites al poder absoluto son los sancionados y monarquía, el débil intento de ataque a los bienes de la Iglesia, la aplicación del regalismo, por ejemplo, no fueron medidas pre-liberales sino fórmulas de reforzamiento del poder. Por otra parte, para gobernar era preciso crear un ambiente de paz social; de ahí todos los esfuerzos de reformas...secundarias, encaminadas a no crear descontentos: higiene, hospitales, mejoras de las vías públicas, etc.”Santolaya Heredero, Laura “Sobre el Portugal ilustrado” en Espacio, tiempo y forma. Serie IV, Historia moderna, ISSN 1131-768X, Nº 5, 1992, pág.190. 257 “Tradicionalmente los autores coetáneos -por ejemplo los fisiócratas hacia la década 1760- hablaban de "despotismo ilustrado", un término que en el siglo XVIII no tenía la connotación peyorativa que tiene en la actualidad. Diderot y otros "philosophes" lo utilizan en el sentido platónico del "rey filósofo" el más apto para gobernar sabiamente, del mismo modo que el término "tirano" en la Grecia clásica no tenía las connotaciones negativas que la palabra tiene hoy, pues se refería a una modalidad de gobierno que en muchos casos precedió e hizo posible la consolidación de la democracia, como por ejemplo ocurrió en Atenas. Tras la Revolución Francesa el término "déspota" pasó a ser peyorativo y por eso a partir de mediados del siglo XIX algunos autores sustituyeron la expresión "despotismo ilustrado" por la de "absolutismo ilustrado" que refleja mejor la realidad de las cosas”. Aguilera Barchet, Bruno. La crisis jurídica del Antiguo Régimen. 1 ): El Absolutismo Ilustrado. Disponjble en Internet : http://www.fcjs.urjc.es/geap/ [última consulta : diciembre 2008] 258 Lucas Verdú, Pablo, Lucas Murillo de la Cueva, Pablo. Manual de Derecho político. T. 1 : Introducción y teoría del Estado. 3ª ed., 2ª reimp. Madrid : Tecnos, 2001, págs. 52 y ss. Y en este sentido también, y como anécdota, véase : Constitución española de 1978. Título VI, art. 117.1 : La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley. 259 Escudero, José Antonio. Curso de historia del Derecho : Fuentes e instituciones políticoadministrativas. 3ª ed. rev.Madrid : [s.n.], 2003. pág. 710 74 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado reconocidos por las leyes divinas y naturales, (princeps legibus solutus) 260 principios consuetudinarios o leyes fundamentales, impuestas al monarca con carácter casi de inmutabilidad, y respetadas por estos por regla general, y también por la existencia de los llamados poderes intermedios : corporaciones, municipios, asambleas, que aunque poco efectivos, actúan con sus privilegios y franquicias, como freno del poder real, “impidiendo que incurriera en crudo despotismo”.261 Los teóricos iusnaturalistas afirman la existencia de un Derecho racional y universal y la exigencia lógica de adecuar a dicho modelo los demás ordenamientos jurídicamente vigentes que coincide, siguiendo a Guido Fassò, con la necesidad práctica de poner remedio a la confusión y a la incertidumbre de las normas jurídicas, provocadas como hemos dicho anteriormente, por la degeneración del Derecho común y por la supervivencia de usos incompatibles con la realidad social y económica de la época. También se prestan las tesis iusnaturalistas a justificar, además, la afirmación de la soberanía absoluta de la que hemos hablado antes, restando validez a las normas de los cuerpos intermedios entre el Estado y los súbditos. Los soberanos que gustan de ser llamados “ilustrados”, para continuar siendo absolutos, se valen de las doctrinas iusnaturalistas para demostrar que es “una exigencia de la razón e instrumento de la felicidad del pueblo” la transformación de los derechos irracionales en ley, “en cuanto que solamente la ley puede ser obra de una voluntad racional”.262 Por otra parte, y como hemos dicho más arriba, la monarquía absoluta supo reducir a unidad una serie de factores dispersos en la época anterior, creando unos “instrumentos indispensables para el Estado moderno. Al fomentar la centralización, estableció una burocracia estatal especializada (...) y contribuyó a lograr una conciencia mayor de los recursos, disponibilidades y elementos”263 de cada país. Tras el sometimiento parcial de los cuerpos intermedios, el poder político central queda en manos del rey. El pueblo, superada la estructura medieval y por tanto, libre de vasallajes y obediencias a señores, deviene en una unidad con una sola obediencia al monarca y en un territorio unificado. De otro lado, quienes “por delegación del rey y en su nombre, gobernaban y administraban justicia, gozaban de un amplio margen de arbitrio, sobre todo los órganos administrativos y judiciales superiores, de manera que no siempre actuaban en virtud de normas previas de vigencia general, ni tan siquiera respetando privilegios jurídicos, sino que muchas veces decidían en el ámbito gubernativo o en el jurisdiccional (por otra parte, no bien diferenciados entre sí) o bien en función de órdenes secretas procedentes de instancias superiores, o bien en función de su personal y arbitrario criterio (...) lo que permite hablar de un 260 Ibíd.. Lucas Verdú, P., Lucas Murillo de la Cueva, P. Op. cit., págs. 53 y ss. 262 Fassò, Guido. Op. Cit., págs. 16 y ss. 263 Ibíd.. 261 75 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado absolutismo judicial y gubernativo como reflejo del absolutismo político del soberano”264, y de una descentralización paradójica de funciones por parte de este, sobre todo en los campos de la jurisdicción civil y penal que, en realidad, no afectaban a la política de la monarquía. “La estructura misma del Estado no se modificó... El sistema absolutista, situación de partida de la Ilustración burguesa, se mantuvo incólume hasta el estallido de la Revolución”265 [francesa]. “El absolutismo condicionó “la génesis de la Ilustración, que condiciona a su vez la de la Revolución francesa”266 Pero sobre todo, “es necesario distinguir -por sus repercusiones históricas y culturalesentre dos nociones de la Ilustración: en Francia, el Siglo de la Luces, se desenvuelve como movimiento político-social cuya principal tarea consistía en destruir la forma de gobierno monárquico para instaurar una república; en Alemania, en cambio, la Ilustración (Aufklärung ) se concibe como movimiento filosófico teniendo en Kant a su exponente más lúcido. Para el pensador de Könisberg la idea de sujeto es capital en la Aufklärung : más que simple ente económico se define por su carácter epistemológico, esto es: como sujeto que asume la Ilustración en tanto trabajo intelectual y vital que arrebata a los hombres el temor hasta a elevar al ser humano a ejemplar dominante en la relación con la naturaleza.”267 El modelo de conocimiento que se impone en el siglo XVIII es el paradigma de las ciencias naturales. Desde el punto de vista científico no interesa la discusión acerca de cuál fue la primera causa de tal funcionamiento, el qué de las cosas, sino el descubrimiento de cómo funcionan y cómo se interrelacionan entre sí. De una concepción escolástica sustancialista se pasa a otra funcional. Esta nueva concepción concibe una imagen estática del universo, un orden racional, inmutable y permanente. La Naturaleza posee leyes que se repiten regularmente y ese es el supuesto, la hipótesis básica sobre la que se desarrolló la ciencia moderna. Sobre esa creencia apriorística en un orden de la naturaleza 264 Tomás y Valiente, Francisco. Manual de Historia del Derecho español. 3ª ed., 2ª reimp. Madrid : Tecnos, 2005 265 Koselleck, Reinhart. Crítica y crisis : un estudio sobre la patogénesis del mundo burgués. Madrid : Trotta, 2007, pág. 26. Insistiendo aun más esa idea, escribe Goyard-Fabre que en el “Berlinische Monatsschrift, órgano casi oficial de la Aufklärung, Moses Mendelssohn... en el texto que aparece en septiembre de 1784, bajo el título Was ist Aufklären?, subraya el carácter teórico de la Aufklärung (término que distingue de Kultur y de Bindung) ; es “el pensar racional sobre las cosas de la vida humana según su importancia e influencia sobre el destino del hombre...” Goyard-Fabre, Simone, Voz «Lumières. Politique de Lumières» en : Raynaud, Philippe (codir.) Dictionnaire de philosophie politique. Paris : PUF, 2003, p. 422. 266 Cfr. Koselleck, Reinhart. Op. cit. 267 Cruz Ribero, Juan Wolfgang, “El triunfo de la razón tecnocrática” En Razón y palabra, Número 14, Año 4, Mayo - Julio 1999. 76 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado puede establecerse el criterio del experimento, la contrastación empírica como criterio decisivo de verdad. La característica fundamental de la visión del mundo que determina especialmente la segunda mitad del siglo XVIII, es la luz de la razón : Ilustración, e iluminismo (pero no, y aunque muchas veces se solapen conceptos y personas, “alumbramiento” ni “iluminación”268) una cosmonomía esencialmente laica, en la que la razón humana impone una metodología racional, no sólo del conocimiento científico y matemático, sino también de un conjunto de leyes de validez universal en el resto de los campos. No es un único sistema filosófico de pensamiento, sino “un movimiento diverso y contradictorio en sus propuestas”,269igual que la élite que lo integra, muy heterogénea también en sus orígenes sociales, con conciencia de si mismo, y dirigido casi exclusivamente a conseguir la libertad del hombre, mediante la educación y la cultura (“sapere aude”), oponiendo la razón y la crítica a la ortodoxia y a la tiranía de unas leyes humanas y divinas impuestas por una tradición intolerante.270Y la idea de cultura es uno de los elementos constitutivos de la Ilustración, refiriéndose con este término a una “revolución de los valores, o a lo que Paul Hazard -citado hasta la exhaustividad- ha llamado “la crisis de la conciencia europea”, que da vida a la ideología moderna. Cuando se habla de revolución –cambio- se está haciendo referencia a valores e ideales filosóficos, literarios, científicos, económicos, tecnológicos, sociales e institucionales que conforman la nota característica... de la separación del mundo moderno de la sociedad tradicional.”271 268 “... El entusiasmo nacido de las certezas conquistadoras de la razón estuvo acompañado de especulaciones aventureras... las ciencias ocultas, con Saint Martin o Court de Gébelin, penetraron hasta en la política, la alquimia de Cagliostro, el universo de Swdenborg, poblado de ángeles y demonios...” Goyard-Fabre, Simone, op. cit., p. 428. 269 Fassò, Guido. Historia de la filosofía del derecho. V. 2. La edad moderna.2ª ed. Madrid : Pirámide, 1982. págs 165 y ss. 270 “Aunque la Ilustración, en toda Europa caracteriza la dinámica del pensamiento en el siglo XVIII […], dista mucho no sólo de situarse en un marco cronológico rigurosamente determinado e idéntico en todos los países, sino también de corresponder a una forma de inteligibilidad unitaria y de ofrecer un campo filosófico homogéneo” Goyard Fabre, Simone, op. cit., p. 421. 271 Vences Simon, María Isabel “Estudio preliminar” en : Teoría social y política de la Ilustración escocesa : una antología. Madrid : Plaza y Valdés, 2007, pág. 15. Y Hazard, Paul La crise de la conscience europeènne : 1680-1715. Paris : Fayard , 1995, pág. 12. Hay traducción española por Julián Marías : La crisis de la conciencia europea : (1680-1715). Madrid : Alianza ed., 1988. Así también nos encontramos con “toda una serie de pensadores y teóricos del arte, que potenciaran determinados rasgos definitorios ya en el siglo ilustrado, que servirán de base a la música del Romanticismo. Los enciclopedistas franceses y los ilustrados alemanes, con sus reflexiones en torno a la música, fundamentarán la llamada “estética del sentimiento”, que se bifurcará en dos lecturas diferentes de los pentagramas de esta compleja estética : los autores que potenciarán de manera acérrima la autonomía de la música y que, por lo tanto, seguirán el hilo de la tradición metafísica pitagórico-platónica, abogando por reafirmar la 77 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Vico, en sus Principi di una Scienza nuova,272planteó la idea de que “la sociedad humana había pasado por un estadio bestial y bárbaro –en el cual apenas si había una forma obscura de razón- y que podía retornar a el... Con la idea del avance lineal de la historia y de la humanidad, se consolidó la noción de los estadíos del progreso, desde el salvajismo a la civilización.”273 Siguiendo esa idea, Condorcet elaboró en su Tableau historique des progrès de l'esprit humain, una escala de diez etapas, desde la animalidad y el salvajismo a “el futuro progreso del espíritu humano” (correspondiendo la novena y penúltima a la Revolución francesa). Anteriormente, Adam Smith, en sus conferencias en la Universidad de Glasgow y en su An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations, ya había ennumerado importancia de la armonía, de la naturaleza y de la razón, y que serán la base de la música pura., y los que creerán en la relación y fusión de las artes, y se acercarán a la música programática que nacerá en la primera mitad del siglo XIX, bajo las propuestas de los poemas sinfónicos de Lizst. Es indiscutible el interés creciente que se experimenta entre los teorizadores del arte respecto a la situación de los diferentes lenguajes artísticos y sus vinculaciones... una serie de obras que analizan, por ejemplo, las relaciones entre la pintura y la poesía (y que no dejan nunca de lado las reflexiones en torno a la música)... que empezarán a preparar el campo de lo que se constituirá académicamente como Estética- ya entendida alrededor de 1750 como una disciplina filosófica...- y a delimitar su objeto de reflexión, el arte, en todas sus dimensiones expresivas.” Polo Pujadas, Magda La música de los sentimientos : Filosofía de la música de la Ilustración. Murcia : Universidad de Murcia, 2010, págs. 12 y 13. Obras fundamentales de la época a este respecto : Du Bos, Jean Baptiste Réflexions critiques sur la poésie et sur la peinture. Paris : Pissot, 1719, que tuvo numerosas reediciones. Lessing, Gotthold Ephraim, Laokoon oder Über die Grenzen der Malerei und Poesie Berlin : F. Nicolai, 1766. Un Freigeist, según su propia definición, condenado a ser un “ilustrado” de segunda fila, por heterodoxo y paradójicamente, por ser un espíritu libre. También Baumgarten, Alexander Gottlieb, Aesthetica Frankfurt a.d.Oder : Kleys, 1750-1758. 2 vols., que trata por separado el sentimiento de la apreciación del arte y de la belleza en general, aunque encuadrándolo como un conocimiento sensible. Dió el nombre a la disciplina, Estética, del adjetivo griego Aisthetike (= estético), que surge a partir del sustantivo Aisthesis (= sensación) a través de la construcción habitual "ciencia de la Aisthesis", es decir, del conocimiento sensible. 272 Vico, Giambattista Principî di una scienza nuova d'intorno alla comune natura delle nazioni, secondo l'edizione del MDCCXXV . Napoli : Centro di Studi Vichiani, 1999 (Es reprod. facs. de la ed. de: Napoli : Felice Mosca, 1725) Última ed. consultada : La scienza nuova :1730. Napoli : Alfredo Guida, 2004 273 Jaúregui, Carlos A. Canibalia : canibalismo, calibanismo, antropofagia cultural y consumo en América Latina. Madrid : Iberoamericana, 2008, págs. 227-228. Condorcet, Jean Antoine Marie Nicolas Caritat, Marqués de. Tableau historique des progrès de l'esprit humain :projets, esquisse, fragments et notes (1772-1794). Paris :Institut national d'études démographiques, 2004. Hay traducción española : Bosquejo de un cuadro histórico de los progresos del espíritu humano. Madrid : Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2004. Smith, Adam, An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations. New York : Bantam Classic, 2003. Traducción española, Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones. Madrid : Tecnos, 2009. 78 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado y resumido, siguiendo los esquemas de Ferguson274 –quién quizás fué el primero en utilizar en Inglaterra la palabra civilización, y cuya teoría se basa más en lo social y lo político y algo menos en el factor económico, como explicita él mismocuatro estadíos sucesivos en la organización social, basados en la subsistencia : el primero y más rudimentario, el de los cazadores sin propiedad ni Estado, el del pastoreo nómada y la agricultura rudimentaria, seguido por el de la agricultura ya sedentaria y terminando por la era del comercio. Y es en este sentido, en el que la modernidad –eurocéntrica- corresponde, sobre todo, al contenido de uno de aquellos valores a los que alude Hazard : al “desarrollo del comercio, de la agricultura y de las fábricas, que convierten a toda Europa en un vasto taller. El consumo y la producción y por tanto la riqueza, reemplazan a lo que significaba la felicidad para los pueblos antiguos. En una palabra : el carácter específico de la sociedad moderna y lo que la diferencia de la antigua, es que aquella es el ser una commercial society –en el sentido escocés del término-"275 Y la modernidad terminará “cuando la sociedad...de los estados-nación ha puesto en marcha los procesos económicos, políticos e históricos que destruirán el soporte material y espiritual de la forma de vida europea... ese proceso de destrucción que [filósofos como] Arendt persigue[n] hasta sus orígenes en la nuova scienza, la sociedad ilustrada, el idealismo historicista, el utilitarismo, los fenómenos del imperialismo y la revolución industrial”276 1.2. Racionalización del Derecho e Iluminismo El voluntarismo jurídico-político que, desde Duns Scotto ha identificado “lex et voluntas” para justificar, en un primer momento, el poder absoluto de los reyes 274 Hill, Lisa The passionate society : yhe social, political and moral thought of Adam Fegurson. Dordrecht : Springer 2006. 275 Pasquino, Pasquale, «Emmanuel Siéyès, Benjamín Constant et le “Gouvernement des Modernes” : Contribution à l'histoire du concept de représentation politique», en Revue Française de Science Politique, Nº 37-2, 1987, págs 219 y 220. Donde utiliza la expresión commercial society “au sens des Ecossais”, parafraseando, según su cita, a Meek, R.L. Social science and the ignoble savage. Cambridge Cambridge University Press 1976. le contenu de cette modernité Elle correspond au développement du commerce de agriculture et des fabriques ainsi la transformation de Europe tout entière en un vaste atelier En un la consommation et la production donc la richesse ont pris la place avait le bonheur pour les peuples anciens. En un mot : le caractère spécifique de la société moderne qui la différencie de la société antique est être une commercial society.–en el sentido escocés del término276 “El éxito del totalitarismo en Alemania y su contaminación al resto de Europa es el acontecimiento que ilumina ese proceso de destrucción que [filósofos como] Arendt persigue[n] hasta sus orígenes en la nuova scienza, la sociedad ilustrada, el idealismo historicista, el utilitarismo, los fenómenos del imperialismo y la revolución industrial”Lasaga Medina, José “Crisis de la modernidad : el escenario del siglo XX” en Circunstancia : revista de ciencias sociales del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, ISSN: 1696-1277, nº 19, 2009, pág. 1. 79 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado como expresión de la voluntad divina y, mas tarde, sus leyes como dimanantes de Dios, posteriormente con Hobbes y Bodino seculariza, en cierto modo, las teorías absolutistas, al defender la necesidad de un “Estado absoluto fuerte y consolidado”,277cerrando el círculo con la afirmación de las leyes como expresión de la voluntad general, uno de los principios sobre los que se fundamentará el Estado moderno, el Estado liberal. Pero si bien es cierto que la necesidad de determinar y estabilizar el Derecho, de “racionalizarlo”, es consecuencia de las doctrinas iusnaturalistas, no lo es menos que también, y como hemos visto en el epígrafe anterior, coexisten motivos técnico-jurídicos, políticos y económicos para contribuir simultáneamente al mismo fin.278Filósofos como Grocio y Puffendorf “son conformistas en el plano político -lo que claramente vio Kelsen- muy poco reformistas y en modo alguno revolucionarios. Más aún, en el cuadro de un derecho modernizado, sus sistemas son susceptibles de perennizar los privilegios aristocráticos.”279 La elaboración de las “leyes fundamentales como concepto jurídico, tiene lugar en Francia, donde aparecen, por una parte, como normas absolutamente inviolables, y por otra, como principios constitutivos (...). Las leyes fundamentales, o leges imperii o leyes del reino, constituyen un cuerpo específico de Derecho, tanto por su objeto, pues se refieren exclusivamente al ejercicio y transmisión de la prerrogativa real, como por su carácter formal, pues, a diferencia de las demás leyes, tienen un carácter inmutable, no pudiendo ser ni abolidas ni abrogadas por la decisión real (...). Todo esto constituye doctrina unánime para los tratadistas del siglo XVII y parte del XVIII, y, al margen de un derecho positivo concreto, la doctrina de las leyes fundamentales fue desarrollada también por el iusnaturalismo racionalista (...). Durante la época del Estado absolutista, en resumen, la ciencia 277 Lucas Verdú, Pablo, Lucas Murillo de la Cueva, Pablo. Manual de Derecho político. T. 1 : Introducción y teoría del Estado. 3ª ed., 2ª reimp. Madrid : Tecnos, 2001, págs. 52 y ss. 278 “La racionalidad jurídica se dispone, además, a expandirse magníficamente. De un lado a partir de Grocio (1583 – 1645), la Escuela de derecho natural y de gentes, en la que se hallan Pufendorf (1632-1694), Cumberland (1632-1719), Barbeyrac (1674-1744), Burlamaqui (1694-1748)…, intentó hacer efectiva “metódicamente la construcción del edificio jurídico, comprobando con cuidado todas las cadenas de razonamiento para llegar a resultados seguros”. Leibniz (1646-1716) concibió un tratado de “jurisprudencia” que conforme al método deductivo podía hacer posible –decía él- preparar la solución a todos los problemas. La obra de Christian Wolf (1679-1754), dio forma al movimiento jusnaturalista del siglo XVIII a través de un verdadero ‘código de la razón’.” Goyard Fabre, Simone, « Orthodoxie et hétérodoxie » Philosophie politique XVIº - XXº siècle (Modernité et humanisme), Paris : Presses Universitaires de France, 1987, p. 169. 279 Thomann, Marcel. « Histoire de l’ideologie juridique au XVIII siecle, ou le droit prisionner de mots », en Archives de Philosophie du Droit (A.P.D.), París, Sirey, 1974, tomo XIX. Versión castellana de Carlos Raúl Sanz, disponible en Internet : http://www.salvador.edu.ar/juri/apuntes/Bastidas-MCL/Thomann%20El%20derecho%20prisionero%20de%20las%20palabras.pdf [última consulta 19 de noviembre de 2007] 80 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado jurídica distingue unas normas supuesto de todas las demás y, por consiguiente, en relación de preeminencia con ellas, que se referían al ejercicio del poder del Estado y que portaban la decisión sobre el modo de existencia política de un pueblo (...)280 . -Coexistiendo con la “versión jurídica” de estas leyes, las facciones políticas apelaban a unas Fundamentales, que eran en esencia, más “principios políticos que normas jurídicas precisas”281 Y quizás el "impulso capital de la jurisprudencia profesional moderna, por lo menos en el continente, fue la búsqueda de un sistema general que consistió, a menudo, en un modo de subordinar el Derecho a la política". 282 En los primeros intentos de racionalización jurídica, se repudia todo conocimiento más allá o por encima del intelecto humano, y en el mismo sentido en que se habla de Derecho natural, como afirma Guido Fassò, “asumiendo un significado inmanentista y laico”, se comienza a hablar de moral natural y de religión natural, significando “natural” lo racional y, sobre todo, lo nosobrenatural.”283 La referencia a la naturaleza era, en realidad una referencia a la conciencia crítica del hombre, para hacer del hombre, de la razón humana, el metro de toda la verdad en todos los campos.”284Pero es una razón que los pensadores reconocen limitada, por lo que todo lo no le es accesible o justificable, bien por la inducción de la experiencia sensorial, bien por la deducción a priori de las ideas de la razón misma, es una carga de la que hay que desembarazar al conocimiento humano : “en presencia de lo obscuro y de lo dudoso (la razón)... juzga, compara, emplea una medida común, descubre, pronuncia. No hay función más elevada que la suya, puesto que está encargada de revelar la verdad, de denunciar el error. De la razón dependen toda la ciencia y toda la filosofía.”285Negándole “todo carácter de inneidad” y de emanación de la divinidad, y utilizando el análisis como método, distingue los elementos de la realidad y los recolecta, para luego compararlos, “descubrir los lazos que los unen, y derivar de ellos leyes.”286 “Este espíritu crítico que quiere fundar en la razón, o en la experiencia elaborada por la razón, el saber entero, refutando como supersticiones todas las creencias 280 García Pelayo, Manuel. Derecho constitucional comparado. Madrid : Alianza ed., 2000. págs. 24 y ss. 281 Ibíd. 282 Kelley, Donald R. "Law" en Burns, J.H. The Cambridge history of political thouhgt : 1450-1700. Cambridge : Cambridge University Press, 1994, pág. 87. 283 Fassò, Guido. Op. Cit. 284 Ibíd. 285 Hazard, Paul. El pensamiento europeo en el siglo XVIII. Madrid : Alianza ed., 1998. pág. 35 286 Ibíd. 81 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que, por la experiencia o por la razón no pueden ser reconducidas, penetra por consiguiente todos los campos de la actividad humana, y también se encuentra en las obras de los autores de filosofía política y jurídica, empeñados en revisar y transformar los principios de la vida social y las formas en que esta se organiza. El ideal iusnaturalista de un Derecho conforme a la razón, se precisa en el siglo XVIII de un modo casi radical, inspirando proyectos de reforma que unas veces vienen realizados por los propios soberanos (...) y en otras ocasiones (dichas reformas) son propugnadas y realizadas contra ellos ; en Francia, el iluminismo jurídico-político desembocará en la revolución, uno de cuyos primeros actos será la declaración típicamente iusnaturalista de los derechos subjetivos del hombre y del ciudadano. “En ese clima nace una ideología apta para satisfacer las aspiraciones de las clases en ascenso. La lógica, el sistema y el conceptualismo que caracterizan el racionalismo jurídico no son, en [un] último análisis, más que la norma del juego necesario para la puesta en forma intelectual, del mito de las clases "modernas". El siglo XVIII es un laboratorio modelo donde se observa la transformación de un mito en ideología.”287 Y debemos de empezar a hablar de ideología, a la hora de definir el Derecho como la concreción de un sistema de creencias, valores y costumbres de una comunidad. El término ideología fue formulado por Destutt de Tracy, 288y originalmente se denominaba así a la ciencia que estudia las ideas, su carácter, origen y leyes que las rigen, así como las relaciones con los signos que las expresan : la ideología es un conjunto de ideas, valga la redundancia, formuladas deliberadamente, coherentes y racionales, empleadas no sólo para mantener y justificar los intereses de una determinada clase dominante en un momento dado,289sino también para delimitar y comprender la forma en que puede organizarse la sociedad. Y, en la Europa continental del siglo XVIII, apoyadas en el convencimiento, “madurado con el movimiento de la Ilustración y la Escuela del derecho natural, de que la vida en sociedad se puede racionalizar y modernizar mediante una renovación completa del Derecho.”290 “La idea de construir un derecho... basado en unas leyes racionales perfectas”291, que comenzó en el siglo XVI, con la puesta en cuestión de “la validez intemporal del Derecho romano como sistema jurídico plenamente aplicable a las sociedades europeas”292, tiene su 287 Thomann, Marcel. Op.cit. Destutt de Tracy, Antoine Louis Claude. « Mémoire sur la faculté de penser : De la métaphysique de Kant, et autres textes » En : Memoires de l’Institut... /Sciencies morales et politiques, termidor del año VI, pp. 287, 323 ss 1796. Paris : Mme Ve Courcier, 1817-1818 (Editions Bibliopolis, 1998) 289 En este sentido, muchas de las revisiones críticas de la Ilustración coinciden : fué la contrapartida intelectual de una burguesía aún en ciernes, para legitimarla. 290 Guarneri, Atilio. Lineamenti di diritto comparato, 2ª. ed. Padova: Cedam, 2004, p. 59. 291 Aguilera Barchet, Bruno. Introducción jurídica a la Historia del derecho. 2ª ed. Madrid : Civitas, 1996. págs. 35 y ss 292 Ibíd.. 288 82 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado perfecto corolario en el siglo XVIII donde, “con todos sus límites... el movimiento iluminista operó fecundamente... removiendo residuos de doctrinas y de instituciones efectivamente superadas y, en el terreno que aquí nos interesa, estimulando la racionalidad de los legisladores y la afirmación de los principios iusnaturalistas de libertad y tolerancia."293 “El poder –todos los poderes, sean públicos o privados- tiende en efecto, ineluctablemente, a acumularse en forma absoluta y a liberarse del derecho. “Es una experiencia eterna”, como escribiera Montesquieu, “que todo hombre que tiene poder siente la inclinación de abusar de él, yendo hasta donde encuentra límites”. Y este límite es precisamente el derecho, el cual, por lo mismo, se configura al menos en la edad moderna, como una técnica dirigida a limitar, disciplinar y, por consiguiente, minimizar el poder. Es ésta, precisamente, la naturaleza del derecho moderno y del Estado de derecho, Principio de legalidad, división de poderes, sujetos de todos a los poderes de la ley –incluso, en los sistemas dotados de constitución rígida, el poder legislativo- no son sino técnicas dirigidas a garantizar la limitación y la regulación del poder, de otro modo absoluto. ..Por eso, bien podemos definir al derecho como la ley del más débil frente a la ley del más fuerte propia del estado de naturaleza… Toda la historia moderna del derecho puede ser leída como la historia de esta larga y difícil obra de minimización del poder de una progresiva sustitución del gobierno de los hombres por el gobierno de las leyes, que es “el gobierno de la razón... ”294 1.3. Iluminismo y Derecho penal “Un nuevo modo de hacer justicia... Una nueva concepción de la justicia penal, nacida con anterioridad y madurada lentamente, se impone en Italia y en gran parte de Europa a lo largo del siglo XVI... se basa en el desplazamiento de la relevancia penal de un acto o de un comportamiento, del plano del daño al de la desobediencia.... La misma idea de justicia sufre una importante torsión (de distributiva a retributiva, de compartida a impuesta, de la posible negociación a la inevitable represión), ya que la naturaleza de los poderes hegemónicos implica una dislocación de todos los ejes de referencia... la justicia, entendida como modo de resolver conflictos, (también penales) mediante prácticas compartidas, dentro de lógicas comunitarias y sobre el principio de la compensación, resulta marginal para las exigencias de los nuevo ordenes del poder. En términos constitucionales lato sensu, la verticalización que poco a poco caracteriza a los Estados de la edad moderna y la producción normativa a ella ligada, se convierten en fuentes 293 Fassò, Guido. Historia de la filosofía del Derecho. 2. La edad moderna. 2ª ed. Madrid : Pirámide, 1980. págs. 165 y ss. 294 Ferrajoli, Luigi, El garantismo y la filosofía del Derecho. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2000, págs. 118-121 83 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado necesarias de un sistema judicial modelado sobre los caracteres de lo penal hegemónico."295 Asi pues, si como es hoy opinión mayoritaria de la doctrina, Ciencia del Derecho penal es aquella actividad científica -y no es este el momento de valorar la discusión, nada pacífica y que dura ya más de un siglo, sobre la cientificidad o nó de la Ciencia del Derecho en general o del Derecho penal en particular- que tiene como objeto de estudio el Derecho penal entendido como "sistema normativo que asigna al delito como presupuesto, la pena como su consecuencia jurídica". En el discurso referido al Derecho sustantivo, la tarea del juez, "que continúa partiendo de la práctica, el conocimiento de los principios penales se refina, las nociones están sometidas a una creciente racionalización, y un principio de sistemática comienza a aparecer en la reflexión de los penalistas mas conscientes de la necesidad de otorgarle autonomía al Derecho penal, haciendo de la norma sustantiva un prius, respecto a la comprobación procesal de su violación."296 Y son, según Dell’Aquila, "dogmas predilectos de la ciencia jurídica occidental, especialmente la de tradición romanista, la separación del Derecho de la moral, el concepto de ordenamiento jurídico como un sistema completo y acabado de normas (con su corolario, completamente utópico, de la llamada "certeza del Derecho"), la distinción entre Derecho subjetivo y objetivo, entre Derecho público y privado, y la tendencia hacia la elaboración de un sofisticado y complejo sistema de Derecho procesal, civil y penal"297y como afirma el mismo autor, todos los Derechos del mundo occidental, derivados o no, influidos o no por el Derecho romano, se sitúan por su esencia en el grupo de aquellos cuyas normas han sido elaboradas, no con independencia de una tradición filosófica, religiosa o moral, sino para hacer efectivos intereses económicos y sociales.... “La relación entre Derecho penal y filosofía jurídica, entre ciencia penal y reflexión filosófica sobre los fundamentos de ese [sí] "terrible derecho" que es el derecho de castigar, ha sido siempre muy estrecha, desde los orígenes de la modernidad jurídica. Fue justamente el Derecho penal el terreno en el que, durante los siglos XVII y XVIII, la gran filosofía política del jusnaturalismo racionalista -de Hobbes a Locke , de Thomasius y Pufendorf a Montesquieu y Voltaire , hasta Beccaria , Bentham, Filangieri y Romagnosi- libró sus batallas contra el despotismo represivo e inquisitivo propio del ancien régime y fue definiendo los valores de la civilización jurídica moderna y las líneas maestras de Estado de derecho: el respeto a la persona humana, los valores de la vida y de la libertad personal, el nexo entre legalidad y libertad, la tolerancia y la libertad de conciencia y de expresión, la concepción del derecho y del Estado como artificios cuya Sbriccoli, Mario, “Justicia criminal” en Fioravanti, Mauricio (ed.) El Estado moderno en Europa : Instituciones y Derecho. Madrid : Trotta, 2004, págs. 162 y ss. 296 Sbriccoli, Mario, “Justicia criminal”, cít, pág. 171. 297 Dell’Aquila, op. cit.pág, 36 295 84 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado legitimación depende del cumplimiento de sus funciones de tutela de los derechos de los ciudadanos.”298 "A lo largo del siglo XVIII... la concepción del derecho y de la justicia criminal... realiza completamente su prevalencia progresiva y, al terminar el siglo, se adueña completamente del campo penal ... el Derecho penal racionalista y la justicia civilizada toman forma en las críticas corrosivas de los ordenamientos existentes que un grupo de ideólogos reformadores, extendido y relacionado a escala europea, realiza con gran agudeza y eficacia. Por primera vez en la historia de Europa, los intelectuales desempeñan una función crítica de oposición, coral y de conflicto, y lo hacen en el terreno de la justicia penal, asignándole un protagonismo que ya no perderá."299 Entre los siglos XVI y XVII, se percibe el crecimiento de la presión de lo penal sobre la sociedad y un sorprendente incremento de la criminalización primaria – entendida como la efectuada mediante una ley que amenaza con una pena, un determinado comportamiento- Se producen emergencias... que obligan a dirigir la represión hacia la disensión religiosa y hacia la desviación moral... la persecución de la brujería.... efectuada con un refinamiento extenuante del razonamiento probatorio... y con un inopinado abuso de la tortura y de la confesión... Cobran importancia, en términos que podemos considerar “modernos”, las exigencias del orden público. El desplazamiento del focus del daño a la desobediencia, que contamina la respuesta penal con el tipo de infracción política, despeja el camino a la lógica de la prevención, con su cortejo de sospechas y prejuicios. La “legislación menor” (edictos, bandos, órdenes, notificaciones, reglamentos) se hace abundante, invasora, “disciplinante”.300 El cambio en la legislación penal no se debe tan solo al humanitarismo social, sino a la necesidad de utilizar mano de obra barata que se está desperdiciando con penas corporales absolutamente inhumanas. “El castigo tenderá... a convertirse en la parte más oculta del proceso penal. Lo cual lleva consigo varias consecuencias: la de que abandona el dominio de la percepción casi cotidiana, para entrar en el de la conciencia abstracta; se pide su eficacia a su fatalidad, no a su intensidad visible; es la certidumbre de ser castigado, y no ya el teatro abominable, lo que debe apartar del crimen; la mecánica ejemplar del castigo cambia sus engranajes. Por ello, la justicia no toma sobre sí públicamente la parte de violencia vinculada a su 298 Ferrajoli, Luigi. “Sobre el papel cívico y político de la ciencia penal en el Estado constitucional de derecho”. En : Nueva doctrina penal (NDP) 1998. págs. 63-72. Disponible también en Internet : http://www.pensamientopenal.com.ar/ndp/ndp007.htm [última consulta, 29 de enero 2009] 299 Sbriccoli, Mario, “Justicia criminal”, cit., pág. 180. “Sus consecuencias sobre las ideologías penalistas se proyectaron durante mucho tiempo, superando el hito de la Revolución francesa.” 300 Cfr. Sbriccoli, Mario, op. cit., págs. 174 y ss. 85 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado ejercicio. Si mata, ella también, o si hiere, no es ya la glorificación de su fuerza, es un elemento de sí misma al que no tiene más remedio que tolerar, pero del que le es difícil valerse. Las notaciones de la infamia se redistribuyen: en el castigoespectáculo, un horror confuso brotaba del cadalso, horror que envolvía a la vez al verdugo y al condenado, y que si bien estaba siempre dispuesto a convertir en compasión o en admiración la vergüenza infligida al supliciado, convertía regularmente en infamia la violencia legal del verdugo. A partir de este momento, el escándalo y la luz se repartirán de modo distinto; es la propia condena la que se supone que marca al delincuente con el signo negativo y unívoco; publicidad, por lo tanto, de los debates y de la sentencia; pero la ejecución misma es como una vergüenza suplementaria que a la justicia le avergüenza imponer al condenado; mantiénese, pues, a distancia, tendiendo siempre a confiarla a otros, y bajo secreto. Es... poco glorioso castigar. De ahí ese doble sistema de protección que la justicia ha establecido entre ella y el castigo que impone. La ejecución de la pena tiende a convertirse en un sector autónomo, un mecanismo administrativo del cual descarga a la justicia; ésta se libera de su sorda desazón por un escamoteo burocrático de la pena.... No son tanto, o únicamente, los privilegios de la justicia, su arbitrariedad, su arrogancia arcaica, sus derechos sin control, los criticados; sino más bien la mezcla de sus debilidades y sus excesos, de sus exageraciones y sus lagunas, y sobre todo el principio mismo de esta mezcla, el sobreponer monárquico. El verdadero objetivo de la reforma, y esto desde sus formulaciones más generales, no es tanto fundar un nuevo derecho de castigar a partir de principios más equitativos, sino establecer una nueva "economía" del poder de castigar, asegurar una mejor distribución de este poder, hacer que no esté ni demasiado concentrado en algunos puntos privilegiados, ni demasiado dividido entre unas instancias que se oponen: que esté repartido en circuitos homogéneos susceptibles de ejercerse en todas partes, de manera continua, y hasta el grano más fino del cuerpo social. La reforma del derecho criminal debe ser leída como una estrategia para el reacondicionamiento del poder de castigar, según unas modalidades que lo vuelvan más regular, más eficaz, más constante y mejor detallado en sus efectos; en suma, que aumente estos efectos disminuyendo su costo económico (es decir disociándolo del sistema de la propiedad, de las compras y de las ventas, de la venalidad tanto de los oficios como de las decisiones mismas) y su costo político (disociándolo de la arbitrariedad del poder monárquico). La nueva teoría jurídica de la penalidad cubre de hecho una nueva "economía política" del poder de castigar. Se comprende entonces por qué esta "reforma" no ha tenido un punto de origen único. No son los justiciables más ilustrados, ni los filósofos enemigos del despotismo y amigos de la humanidad, no son siquiera los grupos sociales opuestos a los parlamentarios los que se encuentran en el punto de partida de la reforma. O, más bien, no son ellos únicamente; en el mismo 86 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado proyecto global de una nueva distribución del poder de castigar y de una nueva repartición de sus efectos, no pocos intereses diferentes vienen a coincidir. La reforma no ha sido preparada en el exterior del aparato judicial y contra todos sus representantes; ha sido preparada, y en cuanto a lo esencial, desde el interior, por un número muy grande de magistrados y a partir de objetivos que les eran comunes y de los conflictos de poder que los oponían unos a otros. Cierto es que los reformadores no constituían la mayoría entre los magistrados; pero fueron efectivamente juristas quienes delinearon los principios generales: un poder de juzgar sobre el cual no habría de pesar el ejercicio inmediato de la soberanía del príncipe; un poder de juzgar liberado de la pretensión de legislar; un poder de juzgar independiente de las relaciones de propiedad, y que, no teniendo otras funciones que la de juzgar, ejerciera plenamente su poder. En una palabra, hacer que el poder de juzgar no siguiera dependiendo de los privilegios múltiples, discontinuos, contradictorios a veces, de la soberanía, sino de los efectos continuamente distribuidos de la fuerza pública.”301 Pero, como escribe Antonio Pagliaro, la mayor parte de los tratados de Derecho penal infravaloran la importancia de la historia de los dogmas penales en vez de, como merecería, estudiarla a fondo, porque muchas veces, el origen de un concepto no explica aún hoy su función, mientras que su evolución en el transcurso del tiempo permite comprender algunos desfases que se pueden comprobar en la construcción del sistema. La falta de interés que demuestra la doctrina por la historia de los conceptos penales, continua diciendo Pagliaro, proviene de la circunstancia de que el Derecho penal romano careció de una elaboración científica remotamente equiparable a la del Derecho civil, aunque esto no fué obstáculo para que ya en la Edad Media surgiese una doctrina penal verdaderamente importante. 302 Tanto como para elaborar "un edificio técnico de notable coherencia y solidez" en palabras de Tomás y Valiente. Que los cimientos de ese edificio es decir, la legislación justinianea, fuesen objeto de críticas tan duras como la Ciencia penal que se construyó a su alrededor, no autoriza a pensar que no existiese una ciencia jurídico-penal antes de la segunda mitad del siglo XVIII. 303 En el mismo sentido, el nacimiento de una ciencia penal, según Mario G. Losano, "se retrasó por la naturaleza predominantemente privatista del Corpus justinianeo, que permitió una frondosa legislación de origen bárbaro sobre los delitos y las 301 Foucault, Michel. Vigilar y castigar : nacimiento de la prisión. Madrid : Siglo XXI de España, 2009, págs. 18 y 49. 302 Pagliaro, Antonio. Principi di Diritto penal :. Parte generale. Milano : Giuffrè, 1996., págs. 94 y ss. 303 Tomás y Valiente, Francisco. La tortura en España. 2ª ed. Barcelona : Ariel, 1994. pág. 150 87 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado penas. Los glosadores la consideraron ajena y heterogénea respecto al Derecho romano, cuyos motivos penales sólo fueron desarrollados en los tema civiles. La acción de la Iglesia contra las penas inhumanas y la expansión del estudio del Derecho público condujo a un estudioso de estatutos, Alberto Gandino a escribir Super maleficiis et causis criminalibus, es decir, sobre los delitos y las penas", 304 tomando como punto de partida los estatutos y la práctica de los tribunales, en vez de los textos justinianeos. Legitimando así “la acción de oficio del juez de quolibet maleficio : el poder público castiga porque no puede consentir que se le ofenda, aunque el daño recaiga sobre otro.”305 En esta obra que, para Losano "marca el nacimiento de la Ciencia penal, el Derecho sustantivo todavía está unido al procesal. Sin embargo en este último campo se va abriendo la via hacia una especialización que conducirá a la situación actual : en los siglos XIV y XV, las obras penales posteriores a las de Alberto Gandino incluyen el procedimiento penal, pero no el civil. Las obras precedentes del siglo XIII, de las que nace la materia procesal -como el Speculum Iudiciale de Giuglielmo Durante -trataban en cambio, conjuntamente los procedimientos civil y penal.”306 Las practicae criminales, cuyo máximo apogeo se produce en el siglo XVI, coincidiendo con el comienzo de la enseñanza del ius criminale en las universidades y con la multiplicación de las sedes judiciales, son “los arquitrabes doctrinales de la justicia organizada y la razón primera de su hegemonía. Aseverativas y prescriptivas, al mismo tiempo, desempeñan una doble función : legitimar con la consuetudo practicandi el procedimiento tal como es y dictarle al juez lo que debe decidir –si castigar o nó, cómo y cuanto- ante la infinita causística que se le puede presentar... Con las practicae se gobierna el proceso y poco a poco se desprenderá –partiendo de la realidad de los hechos- un derecho penal actualizado, técnicamente más riguroso y, sobre todo autónomo.”307 La formación de conceptos penales separados de los del Derecho privado pues, tuvo lugar con mucha lentitud. Escribe Pagliaro que los glosadores del Corpus de Justiniano comenzaron a aportar observaciones que dieron relevancia a los contenidos de los libros terribles, que recogían la materia criminal. Privados de perspectiva histórica, intentaban dar nueva vida a un Derecho ya muerto. Pero el resultado, y el mérito de los Glosadores, fue escoger del cúmulo de normas de la compilación justinianea las líneas fundamentales de un Derecho nuevo, que se adecuaba a las profundas transformaciones sobrevenidas a la sociedad de su tiempo. 308 304 Losano, Mario G. Los grandes sistemas jurídicos : introducción al derecho europeo y extranjero. 1ª ed., 1ª reimpr. Madrid : Debate, 1993, pág. 102 305 Sbriccoli, Mario “Justicia criminal” en Fioravanti, Maurizio (ed.) El Estado moderno en Europa : instituciones y Derecho. Madrid : Trotta, 2004, pág. 173. 306 Losano, Mario G., Ibid. 307 Sbriccoli, Mario. Op. cit., pág. 168. 308 Cfr. Pagliaro, Antonio. Op. cit., pág. 95 88 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado En el campo penal, para Pagliaro, esta adecuación a los nuevos tiempos no tuvo la misma magnitud que en el del Derecho privado ; es sin embargo, un avance verdaderamente notable que tanto en el siglo XIV como en el XV, los nuevos estudiosos del Derecho penal advirtieran la necesidad práctica de disponer de un objeto inmediato para sus investigaciones, más que los textos romanos, la Glosa, que permitía sólo una adecuación histórica parcial a la sociedad de su época.. “De hecho, la Recepción fue posible porque los Glosadores restituyeron el Digesto como base del derecho vigente, y al mismo tiempo, como repertorio de categorías conceptuales y método de análisis casuísticos. Sobre la ratio scripta del Corpus Iuris aplicaron sus métodos exegéticos y dialécticos309.” Los comentaristas, o postglosadores, fueron los primeros estudiosos que crearon una auténtica doctrina del Derecho penal europeo y en consecuencia trazaron sus líneas maestras que, trazadas originariamente en Italia, se difundieron después, con diversos matices, por el resto de Europa. Según el profesor Aguilera, aparecieron “como una jurisprudencia culta”,310 que elaboraba el Derecho en forma de Comentarios y Consilia, y en ellos, una exposición independiente y separada de temas penales, posibilitada por su vinculación a las fuentes romanas, en especial a los libros 47 y 48 del Digesto, así como a los Estatutos jurídicopenales de la Edad Media. En Alemania surgió más tarde, con los efectuados a la Carolina, una literatura específicamente criminalista de Comentarios.311 Los postglosadores quieren construir un Derecho común, aplicando a la Ciencia del derecho los métodos escolásticos. Desde este momento, con distintas fechas y peculiaridades va a producirse el fenómeno de la recepción.312 309 Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, “Ius Commune y Common Law” en : Cuadernos de historia del derecho, ISSN 1133-7613, Nº 15, 2008, pág. 331 310 Aguilera Barchet, Bruno, op. cit.. pág. 32 y ss 311 Stratenwerth Günther. El futuro del principio jurídico penal de culpabilidad. Madrid : Instituto de Criminología de la Universidad Complutense, 1980. págs. 13 y ss. 312 “La Recepción del Derecho romano no se realizó ratione imperii sino imperio rationis, no por razón del imperio sino por el imperio de la razón. Es decir, no tuvo lugar tanto por motivos territoriales del antiguo imperio romano, coincidentes con los vastos, extensos dominios del nuevo sacro imperio romano germánico. Ni tampoco, fundamentalmente, por directrices ni constituciones imperiales, o de los papas. El verdadero impulso, el auténtico motor de la Recepción fue genuinamente racional y científico. En este sentido, estuvo inseparablemente vinculado al nacimiento de las universidades, y por tanto, al cultivo y enseñanza sistemática de la ciencia jurídica del derecho romano.” Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, Ibíd., pag. 330. Opinión en la que abunda la mayoría de la doctrina : “Igualmente, el surgimiento de los modernos sistemas jurídicos occidentales a finales del XI y durante el XII estuvo directamente relacionado con el nacimiento de las primeras universidades europeas. Allí se enseñó como cuerpo autónomo y sistemático, se crearon tratados, especialistas, etc. El primer derecho que se enseñó no fue el prevaleciente, sino el contenido en un antiguo manuscrito que reproducía el Digesto... Para su enseñanza era básica la creencia de que el derecho romano había sobrevivido, así como el método escolástico de análisis textual.” 89 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Afirma Gómez Arboleya y E.R. Huber con él, que no se produjo por las necesidades del Derecho privado, sino por las del naciente Estado moderno absolutista, sobre todo por la exigencia de una administración de justicia racionalizada. "La recepción del Derecho romano, aún como derecho subsidiario y con todas sus variantes en los diversos países, crea una nueva jurisprudencia." 313 Ya los glosadores, más científicos que prácticos314, marcaron la tendencia hacia una jurisprudencia conceptualista. El Derecho romano ofrecía las normas que ellos fueron depurando, generalizándolas y abstrayéndolas al máximo para que sirvieran a las nuevas necesidades de la sociedad. Ahora, se llega a la jurisprudencia constructiva : "el jurista opera con conceptos, construye. En último término, neutraliza su labor : ni quiere reflejar en ella la lex naturalis... ni depender de la vida. Domina la historia desde fuera, desde el acies rationis naturalis, desde la cima de su razón natural. El fenómeno de la recepción se unió así en un estilo común con la racionalización que operaba el Estado moderno." 315 La unidad política de los estados, presentados como totalidades organizadas con firmes fronteras, produjo por analogía, la unidad del Derecho. El orden jurídico es presentado como un todo sistemático, basado en la voluntad del legislador, que es unitaria. Sus conceptos y construcciones se transforman en sistema racional, convirtiendo en ciencia el Derecho. Este proceso se expandió por toda Europa, destacando su carácter internacional "tanto más cuanto que la época que sigue inmediatamente se encuentra de nuevo, fuertemente determinada por puntos de vista nacionales." 316 El resurgimiento del derecho romano y la consecuente “romanización” de los sistemas jurídicos de Europa continental, permitieron el auge de la propiedad desde abajo, mientras que el poder se centralizaba desde arriba, con la integración territorial y el centralismo administrativo. Inglaterra mantuvo su derecho consuetudinario, entre otros factores, por haber acometido una temprana centralización del Estado. Galindo Hervás. A. “Nota sobre el origen de la modernidad : ¿Berman o Koselleck?” en Res Publica hispana : Revista de filosofía política, ISSN: 1576-4184, 2004, pág. 9. 313 Gómez Arboleya, Enrique. “Supuestos cardinales de la Ciencia jurídica moderna”. En : Revista General de Legislación y Jurisprudencia. Vol. XXXIV, nº 54, 1950., págs. 60 y ss. 314 Es de Cujacio el irónico juicio contra los bartolistas, típicos exponentes del mos italicus, de quienes decía: « Verbosi in re facili, in difficili muti, in angusta diffusi » (Charlatanes en los temas fáciles, en los difíciles mudos, y en los angustiosos, difusos). Vid. Koschaker, Paul, Europa y el Derecho Romano, Madrid : Edersa, 1955 , p. 172. 315 Ibíd. Op. cit., pág. 61 316 Stratenwerth, G. Op. cit., págs. 17 y ss. 90 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Por eso, la difusión de los principios penales comunes, cualquiera que fuese el camino (influencias de escuelas, legislación, etc.) no hubiese podido tener lugar si la cultura jurídica europea no hubiera sido esencialmente unitaria. Los principios que todavía hoy están presentes en el Derecho penal se construyeron entonces, como por ejemplo, la personalización de la responsabilidad penal (la del ilícito y la de la sanción) o el de nulla poena sine culpa, que contradecía el carácter rígidamente objetivo de los Derechos germanos. Respecto a la capacidad de entender y de querer [un resultado], se reconoce explícitamente que es un requisito por el que el sujeto puede ser objeto de pena o sanción. Una idea sustancial y realista depurada hasta el punto de admitir que los estados emotivos y pasionales pueden disminuir o incluso excluir, directamente, la imputabilidad. Crece también la controversia sobre si el dolo requiere el conocimiento del ilícito. Con dos posturas antitéticas : por una parte el principio de que el dolo, en cuanto dolus malus, supone la conciencia de la antijuridicidad. Por otra, la práctica negación de este requisito al establecer que la conciencia de la antijuridicidad debe considerarse presunta en la fase probatoria. El desarrollo posterior de esta doctrina de la presunción, sobre todo en Alemania en el siglo XVII, sienta también la base para distinguir la relevancia entre el error sobre la norma penal o elementos normativos extrajurídicos (de los que se debe presumir el conocimiento, por necesidad probatoria) y el error sobre los elementos normativos jurídicos extrapenales (que pueden excusarse). También se pueden encontrar claramente afianzados en la obra de los comentaristas, los principios dominantes en el elemento objetivo del delito. Así por ejemplo, se admite la no punibilidad de la nuda cogitatio, contra algunas teorías del Derecho canónico que, a menudo se confundían con conceptos propios de la teología moral. Se configuró la punibilidad de la tentativa como delito autónomo de menor grado que el delito consumado, aunque sólo después de 1700 se llegó a distinguir entre actos preparatorios y actos ejecutivos. Es importante resaltar cómo los principios fundamentales de las legislaciones penales de hoy son los establecidos por el Derecho común. Así, mediante la contraposición de las normas antes citadas y salvo excepciones, el estudio del Derecho común permite encontrar qué principios respondían y respondieron de pleno a las exigencias de la conciencia jurídica europea y cuales venían impuestos a veces por motivos de oportunidad práctica. 317 -La “...afirmación de que la ciencia jurídica europea nace en Bolonia en el siglo XI como consecuencia del descubrimiento, estudio y enseñanza, con carácter autónomo del Derecho, contenido en un manuscrito del Digesto, debe ser 317 Pagliaro, Antonio. Op. cit., págs. 98 y ss. 91 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado matizada conforme al resultado de recientes investigaciones en las que se sostiene que la enseñanza independiente de materias jurídicas, con un plan de estudios prefijado, tiene lugar por primera vez en el siglo V, en las escuelas de Derecho de Berito y Constantinopla del Imperio Romano de Oriente. El derecho -tiene escrito Orestano- (el ius, la iurisprudentia, el directum romano), aparece ya, en ocasiones, en textos clásicos, como ciencia (scientia) y en otras como arte (ars)... Lo que se produce a finales del siglo XI en Bolonia es el definitivo desarrollo de la ciencia jurídica europea, la comunicación entre pueblos y naciones independientes de Europa, que se cohesionan a través del gran tronco que supone primero el Derecho Romano, considerado como el derecho natural o la razón escrita, y con posterioridad el Derecho canónico, que nace con pretensiones de universalidad y de autoridad moral. La unión de ambos derechos (utrumque ius) es lo que se denomina derecho común (ius commune)-318 El periodo inicial "de las escuelas universitarias estuvo caracterizado también por la superación del tradicional modelo de escuela entonces existente dirigido a la formación de novicios, clérigos. Las exigencias de la naciente civilización urbana dictaron nuevas orientaciones y objetivos a la oferta de instrucción, así el patrimonio cultural surgido de los scriptoria pierde su carácter sagrado e intangible, convirtiéndose en sistema organizado y compacto de conocimiento racional, utilizado por los hombres y sobre todo comunicado a los hombres, para satisfacer un deseo de conocimiento en continua expansión; y también esto constituyó un elemento de ruptura con el pasado. Hubo que esperar a que 318 “A la escuela de artes liberales de Bolonia, en la que se enseñan las materias comprendidas en el trivium (gramática, retórica y dialéctica) y el quadrivium (matemáticas, geometría, astrología y música) llegan estudiantes de toda Europa. Muy pronto comienza asimismo a estudiarse el derecho con carácter independiente. La tradición atribuye a Irnerio, gramático, filólogo y lógico, el magisterio y la autoridad en materia jurídica a comienzos del siglo XII. Junto a los monasterios y castillos, como centros de cultura y de poder, comienzan a crearse las primeras universidades (Bolonia, París, Oxford), que aglutinan maestros y discípulos venidos de todos los países europeos. Intercambio cultural, cosmopolitismo y carácter transnacional de los saberes son notas caracterizadoras de las universidades medievales, en las que las lecciones de los maestros se imparten en la misma lengua, el latín, y sobre la base de los mismos libros. Profesores y alumnos de los distintos países europeos acuden a las distintas Universidades, con una movilidad y una conciencia de la universalidad del conocimiento, tan inherentes al espíritu universitario, que se han convertido en puntos de referencia de la legislación supranacional sobre la materia, en el tiempo en que vivimos. Hay que esperar a los siglos XVII y XVIII para que en las universidades europeas se enseñe el derecho nacional de los respectivos territorios, frente al estudio predominante del Derecho Romano: siglo XVII en Upsala y París; siglo XVIII en Wittenberg, Salamanca, Oxford y Coimbra. Filosofía, Derecho, Teología, Medicina y Ciencias naturales eran las materias más estudiadas.” Fernández de Buján, Antonio “Los fundamentos romanísticos del Derecho europeo: ciencia jurídica europea y Derecho comunitario. Ius commune. Common law. Civil law” en Congreso Latinoamericano de Derecho Romano (16. 2008. San José de Costa Rica.) San José de Costa Rica : Universidad Interamericana, 2009, págs. 3 y 4. 92 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado madurasen algunas condiciones para estabilizar esas primeras experiencias, transformando los trazos peculiares de cada una en instituciones estables y asimilables entre sí. Para ello, se forjó un concepto jurídico, studium generale, que hacía referencia a una escuela dotada de un privilegio conferido por una autoridad de naturaleza universal (el papa, el emperador o ambos) y a cuyos miembros, en virtud de tal privilegio, se reconocían determinados derechos, entre los cuales estaba la licentia ubique docendi que diferenciaba un Estudio general de cualquier otra escuela donde se enseñasen las ciencias superiores. Las universidades del medievo presentan otros elementos de interés... la lengua, los problemas científicos, las auctoritates, la misma organización de la vida universitaria eran en gran medida idénticos, como también la docencia, basada sobre un método, la escolástica, guiado por el rigor de los procedimientos racionales (lectio, quaestio disputata) y esto incentivaba la movilidad de los intelectuales, reforzaba la unidad de la civilización occidental del medievo y favorecía el papel de las élites intelectuales dentro de la Iglesia y de las estructuras estatales. Consciente del papel que la posesión del saber había adquirido, Boecio de Dacia, filósofo del siglo XIII, se atreve a afirmar: “El intelectual es más que un príncipe, más que un rey”, un juicio ciertamente excesivo pero recordemos como el Studium era, junto al Imperium y al Sacerdotium, uno de los tres pilares de la sociedad medieval, un poder institucionalizado, no residual para comprender el desarrollo de la civilización occidental. La imagen hasta aquí trazada, de una institución viva que produce y difunde una cultura que –a pesar de la diversidad de las declinaciones de cada escuela o de cada maestro– compartía los principios de la propia legitimación y de la propia razón de ser, es una realidad que va lentamente modificándose en el contexto de las fuertes transformaciones que caracterizan el paso del medievo al renacimiento... el humanismo abrió una nueva fase, con elementos de discontinuidad y momentos abiertamente conflictivos, baste recordar a este respecto la obra de Rabelais. La introducción de nuevos saberes, descubiertos al investigar los siglos de la época clásica, ampliaron el elenco de las auctoritates, renovaron los métodos de estudio y algunos ámbitos del saber, como la lógica o el derecho, pero no destruyeron la estructura de la institución e incluso muchos humanistas se dejaron absorber lentamente por ella... el nuevo saber alcanzó distintos territorios europeos”... El carácter transnacional de la cultura humanista actuó como fuerza centrífuga, constituyó un motor potente que llegó a prolongar la circulación de escolares y maestros hasta la mitad del siglo XVII. Después, en el siglo XVI, los nombres de los juristas de influjo humanista, Andrea Tiraquello, Deciano, Teodorico y Covarrubias, hacen que la dogmática jurídico-penal, como afirma Stratenwerth, a pesar de seguir utilizando los 93 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado tradicionales métodos de exégesis analítico-escolástica de las fuentes e incluso de servirse de las categorías aristotélicas, entre en un nuevo estadío evolutivo, como por lo demás el resto de la ciencia del Derecho. Se esfuerzan en ir "mas allá de la decisión de casos, comentarios de textos y del orden legal, de analizar, en lugar de un texto, los conceptos abstractos de delito y pena, y lograr por la anteposición de lo general a lo particular una nueva forma, racionalmente distribuida de exposición" 319, prosiguiendo con ello el proceso de abstracción y acabando con la confusión existente hasta entonces entre Derecho material y procesal. También por necesidades de orden didáctico, ya que la enseñanza teórica, oral y escrita del Derecho en las universidades, hacía imperativa una ordenación de la materia jurídica, que había llegado a alcanzar una extensión insospechada. Por lo que se refiere a los llamados juristas-teólogos españoles de los siglos XVI y XVII, de los que hablaremos después, "operan una transformación desde dentro del Derecho natural de base teológica que va a coadyuvar indirectamente al florecimiento del Derecho natural racionalista de la Edad moderna, origen de la ciencia del Derecho en sentido estricto"320y van a servir, por tanto, de puente entre la ciencia del Derecho medieval y la moderna, tanto más cuanto que ejercieron una gran influencia en el resto de paises de Europa debido a la hegemonía política española, el uso del latín como lengua científica, y el cultivo de los Derechos romano y canónico en las universidades. "Se trata de teólogos y juristas en los que predominan los argumentos teológicos y en los que la delimitación entre el Derecho y la obligación religiosa, entre Estado e Iglesia no aparece claramente definida. Estos autores escribieron en la época del Humanismo, pero al mismo tiempo, conservaron muchas e importantes ideas de la Edad Media, de tal manera que pueden ser considerados como post escolásticos." 321 Pero aunque no llegaron a elaborar obras sistemáticas de carácter general y según la opinión de Tomás y Valiente, no hicieron ciencia del Derecho penal, ya hablaban de conceptos como la obligatoriedad de la ley penal justa, ocupándose de casos morales, sin distinguir su vertiente jurídica. No hay que olvidar que uno de los elementos integrantes de la noción de delito, desde el siglo XVI hasta mediados del XVIII, es el pecado. 322 Por lo que desde esta perspectiva, es inútil por antihistórica, como dice Pagliaro, la crítica impulsada por los Iluministas a la doctrina del Derecho común." Con el 319 Stratenwerth, Günter. op. cit., págs. 13 y ss. Cuello Contreras, Joaquín. El Derecho penal español... 2ª ed. Madrid : Civitas, 1996., págs. 240 y ss. 321 Bacigalupo Zapater, Enrique. Culpabilidad y prevención en la fundamentación del Derecho penal... Madrid : Universidad Complutense, 1980., págs. 14 y ss. 322 Tomás y Valiente, Francisco. El Derecho penal de la monarquía absoluta... Madrid : Tecnos, 1992., pág. 89 y ss. 320 94 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado pretexto de que el Derecho debe estar regulado sobre la base de la naturaleza humana, en sus caracteres esenciales y por lo mismo, [deben ser] constantes y comunes, se acusó al sistema penal de estar desfasado en cuanto que construido sobre el Derecho romano (sin darse cuenta que la relación de identidad ahora es únicamente aparente, porque ya regula la sociedad un Derecho nuevo).323 Se atacó también su relación con los preceptos cristianos (como si no constituyesen parte esencial del patrimonio cultural europeo), su inspiración en intereses políticos (como si todo Derecho, incluido el defendido por los Iluministas, no estuviese ligado a intereses políticos), su procedencia de estudios teóricos sobre la legislación más que de la propia legislación (y este fué precisamente el factor que permitió la transformación del Derecho romano y de los Derechos bárbaros [germánicos] en el Derecho de la nueva sociedad), que el Derecho penal fuese un reflejo de la sociedad propia de su tiempo y no de la sociedad universal (como si esta última no fuese otra cosa que una abstracción filosófica)." 324 Pero la reacción contra el Derecho penal de cuño romanista que va a culminar en la Ilustración, había comenzado a manifestarse mucho antes del siglo XVIII. Autores como Hugo Grocio, Hobbes, Puffendorf y Locke, "pensadores renacentistas -juristas y politólogos- que compusieron el cuadro de la literatura jurídico política durante los siglos XVI y XVII",325han escrito pronunciándose en sus obras contra unos sistemas penales tan severos, e influyendo en grados distintos pero de manera decisiva en los enciclopedistas franceses, en Montesquieu, en Beccaria, y en los ilustrados españoles como Lardizábal o Meléndez Valdés. Aunque en la Alta Edad Media el Derecho en general, y el Derecho penal en particular, estaba reducido a un conjunto de normas consuetudinarias y a la venganza privada, en la Baja Edad Media desde la 323 “La recepción está íntimamente ligada al ius commune : en el imperio romano no existía una idea equivalente a recepción justamente porque el derecho romano estaba hecho para los romanos... el que uno u otro pueblo se valieran del derecho romano para elaborar su derecho (tal vez basándose en sus costumbres o en su propio derecho) ... implicó la vulgarización del derecho romano mismo, que entre otras cosas no es ya derecho romano en sentido estricto, como no lo es el ius commune... El derecho romano preveía la existencia de otros derechos, justamente el derecho peregrino, esto permitió que sobreviviera un derecho germánico y [que]una vez disuelto el imperio romano, se mezclaran las diferentes figuras jurídicas que a cada pueblo bárbaro sirvieron.” Narváez Hernández, José Ramón “Recibir y concebir el derecho en la Historia: Una propuesta a la base de la función de la Historia del Derecho” en : Revista telemática de filosofía del derecho (RTFD), ISSN 1575-7382, Nº. 7, 20032004, pág. 3. Disponible en Internet : http://www.filosofiayderecho.com/rtfd/ [última consulta : agosto 2010] 324 Pagliaro, A. Op. cit., pág. 99 325 Creus, Carlos. Derecho penal: Parte general. 3ª ed., act., y ampl. Buenos Aires : Astrea, 1994, pág. 33 95 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado recepción del Derecho romano, extendida por toda Europa continental, existía una Ciencia del Derecho caracterizada por las glosas y los comentarios a los textos romano-justinianeos, que conformaban un único Derecho, el Derecho común, elaborados por juristas profesionales de gran fama. El hecho de que el causismo sea preponderante o no hubiese construccciones muy sistemáticas, o que se hipervalorase el argumento de autoridad, por los condicionantes históricopolíticos de la época, no resta a la Ciencia penal de la época categoría de cientificidad. Hay Ciencia del Derecho penal desde el mismo momento que existe una ley penal escrita y los juristas realizan observaciones derivadas del estudio detenido de la norma, para facilitar su aplicación. Lo que ocurre es que en cada época, los parámetros de construcción científica y sistemática son diferentes y los fines, distintos. CAPÍTULO II. LA EUROPA DE LAS LUCES Y EL DERECHO PENAL 2.1. El iluminismo penal italiano. 2.1.1 Milán : Un iluminismo de Caffè. En 1764, un opúsculo, o mejor, un panfleto "militante", lanza, rectas como flechas al corazón del sistema penal y procesal de la época, las ideas que resumen los ideales y los lugares comunes del Iluminismo penal. Su autor, un milanés, habla de lo que piensa, no es un jurista al uso,326aunque haya estudiado leyes : "la irregularidad del procedimiento, el capricho de los jueces, la crueldad de las leyes penales no se habían señalado aún en un acta de acusación ; él la redactaría. Sociales, esto es lo que eran las leyes ; sociales es lo que deberían 326 Y reconociéndolo, una de las críticas en las que coinciden detractores y defensores de la importancia de la obra de Beccaria es, precísamente, la falta de técnica jurídica. 96 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado ser, tanto en su aplicación como en esencia. Cualquiera que fuese su origen, no eran otra cosa que el sostén de la sociedad. Por tanto, convenía juzgar, castigar, no según algún principio externo al bien de la sociedad, sino según la importancia social del delito...En virtud del mismo dato, convenía también prevenir las faltas mejor que condenar a los culpables, después de que el mal hubiese resultado irreparable. Aberración tratar al acusado, miembro él mismo del cuerpo social, a priori como a un criminal ; era un hombre a quien el cuerpo social pedía que se explicara ante sus delegados, los cuales debían proporcionarle todas las garantías de su libertad moral. Aberración el hacer proporcionales las penas a las intenciones, y no al daño real que se había inferido. Aberración confundir la dureza, la ferocidad, con la justicia. La dureza, la ferocidad no conseguían nunca, estaba demostrado, más que resultados contrarios al bien general. Un medio de inquisición era inicuo entre todos : la tortura. Como permanecía secreta, no tenía la virtud de ejemplaridad, que es quizá la razón esencial de los castigos ; por permitir a los criminales robustos escapar al veredicto y obligar a los inocentes incapaces de resistir al suplicio a confesar faltas que no habían cometido, era el colmo de la sinrazón ; abominable y criminal ella misma, debía desaparecer de todo Estado que pretendiera ser civilizado. En virtud del Tratado de los delitos y las penas, Beccaria no abolía inmediatamente la tortura ; pero por él, había de desaparecer poco a poco de los códigos de justicia criminal. No había quizás una línea de su libro que, actuando sobre el espíritu de los legisladores, no actuase a su vez, sobre la ley”327 “Beccaria328 es lombardo, de Milán, y la Lombardía soporta el gobierno de Viena, lo que explica muchas cosas. Publicar allí es hacerlo en una tierra sometida a un 327 Hazard, Paul El pensamiento europeo del siglo XVIII. Madrid : Alianza ed., 1998., pág. 143 Señalar que, así como numerosos autores presentan a Beccaria como alguien que conoce sólo de oídas la dura realidad penal y penitenciaria de su tiempo, otros como Truyol y Serra y Paul Hazard afirman que fue visitador de prisiones. La primera versión parece ser cierta, confirmada por el propio Pietro Verri, como veremos después. Nacido en 1738, escribe esta obra ya con 26 años. Hijo de una familia aristocrática, pero sin recursos económicos, emparentada con el alto clero y las clases dirigentes de la Lombardía, de la que recibió, ayudada por su estancia en el colegio de los jesuitas de Parma, según sus palabras una educación "fanática". Así comenzó a forjarse una personalidad retraída, alguien que tuvo que enfrentarse a sus "hirientes aprensiones, a sus dolorosas depresiones, a su lúcida inteligencia y a su, por el contrario débil constitución nerviosa" como lo definió Pietro Verri, y que, aún después del éxito de su libro, confesaba a Morellet que su "único afán es cultivar en paz la filosofía". Es interesante al respecto el paralelismo que hace Schumpeter entre Beccaria y Adam Smith, señalando la semejanza entre sus posiciones sociales : ambos profesores, ambos funcionarios "dominaban los dos un vasto reino intelectual que se extendía mucho más allá de lo que, incluso entonces, el común de los mortales podía abarcar... Ambos son figuras espléndidas. Pero desde 1770, Beccaria, que casi con seguridad era más rico en dotes naturales, consagró al servicio público del "Estado" milanés, lo que Smith reservó al género humano... La riqueza de las naciones fue el resultado maduro de una vida de trabajo, mientras 328 97 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado dominio extranjero y despótico. Austria mantiene la tortura procesal y sus prisiones de Estado en suelo italiano. El rechazo de estas instituciones lo es al Derecho de la nación antagonista. Toda crítica jurídica se convierte, así, en crítica política." 329 Por eso, apareció editado por primera vez en Livorno, en la Toscana, y de forma anónima, lo que después originará dudas, bien que interesadas, sobre su autoría. La cultura jurídica italiana de inspiración iluminista se caracteriza por interesarse más por los problemas prácticos que por la abstracción teórica, tratando de plantear reformas políticas o jurídico-políticas. Para los iluministas italianos, el Derecho es un problema político, contemplado desde la vertiente legislativa y de la administración de justicia."El pensamiento italiano del siglo se halla dominado por los problemas reales que en Italia se dejan sentir con particular urgencia, atrayendo la atención de todos los hombres cultos, cualquiera que fuese su posición filosófica o actividad." 330 El iluminismo jurídico-político italiano debe ser, en palabras de Giovanni Tarello, aunque concebido como movimiento unitario de debate y recepción de las ideas del iluminismo francés, estudiado sin embargo, por ámbitos provinciales separados, como estaban separados los contextos político y estatal en los que se desarrolló. El primero en importancia de estos ámbitos, aunque sólo fuese porque allí vivió y desarrolló su actividad intelectual Beccaria, es el lombardo, como hemos dicho anteriormente. El comienzo fué un círculo de jóvenes de la nobleza, enfrentados a las ideas de sus mayores, intelectuales de salón y buenos conocedores de la cultura francesa, creado con una estructura informal entre 1762 y 1764 : la "Accademia dei pugni"331, y que publicaron durante estos dos años un periódico, cuyo título "Il Caffè", se convirtió en sinónimo del iluminismo lombardo. Lo integraban los hermanos Pietro y Alessandro Verri, Cesare Beccaria, Luigi Lambertenghi, Alfonso Longo, Gianbattista Biffi, Pietro Secco-Comneno, y Giuseppe Visconti di Saliceto ; en 1764, se unió al grupo, al volver de la que los Elementos de economía pública, son apuntes de clase, y por añadidura, unos apuntes que el autor rehusó publicar" Schumpeter, Josep A. History of economic analysis. London : Routledge, 2006, págs. 175 y ss. ; hay traducción española : Historia del análisis económico. 1ª ed., reimp. Madrid : Fundación ICO, 2005. 2 vols. Por la traducción, confrontada con el original, víd. Val, Juan Antonio del, en De los delitos y de... cit., nota 16, pág. 180. 329 García Valdés, Carlos. “Historia de la prisión : teorías economicistas” En Crítica : curso de doctorado. Madrid : Edisofer, 1997, pág. 400 330 Fassò, Guido. Historia de la filosofía del Derecho. T. 2. La edad moderna. 2ª ed. Madrid : Pirámide, 1981., págs. 251 y ss. 331 Se referían los miembros de la sociedad, al apasionamiento con que se abordaban las discusiones, como si se hiciesen a puñetazos "come se si facesse a pugni”. Paradójicamente, y si no fuese por el especial carácter de Beccaria, hubiese terminado así su relación de amistad con los hermanos Verri. 98 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado universidad de Pisa, el único miembro que no pertenecía a la nobleza : Paolo Frisi. El mayor de ellos era Pietro Verri, y fué en cierto modo, el inspirador y fundador del círculo. Dejando a un lado su línea de pensamiento económico, inspirado en la antigua tradición mercantilista, y ateniéndonos a sus ideas jurídicas, el elemento más característico de su personalidad es un antirromanismo exacerbado, llegando a llamar a Justiniano "imbécil príncipe griego". Es una especie de manía que está inspirada por el ejemplo francés, pero que no es ajena a la influencia de los ataques contra el Derecho común de Ludovico Antonio Muratori, una de las cinco figuras del llamado periodo jurídico preiluminista, junto a Doria, Giannone, Radicati di Passerano y Vico,332aunque el racionalismo de este contrasta con la solución voluntarista, sin advertirlo -según Fassó- del Iluminismo para conseguir la llamada certeza del Derecho, una de las claves de bóveda del pensamiento jurídico de la época : deducir por la razón normas perfectas y universalmente válidas, de las que no sólo es legítimo, sino necesario codificarlas, e imponerlas como leyes positivas. Esta aversión, que contagia al resto del grupo, y que, por lo demás, es típica también de los iluministas italianos desemboca, como escribe Tarello, en un abierto antijuridicismo, que no le impide teorizar sobre el Derecho en general, de la manera sincrética característica del Iluminismo en un artículo de su periódico que titula "Sobre la interpretación de las leyes”, en el que con ideas de Rousseau, Pufendorf, pero sobre todo de Montesquieu, identifica los conceptos de legislador y soberano, afirmando que aquel que ocupa la posición de soberano (ya sea individuo, grupo o la totalidad de la nación), depende de la forma de gobierno, definiendo la ley como mandato promulgado y general. 333Desde posiciones "tendencialmente iuspositivistas", define al juez como el ejecutor del mandato del legislador, y únicamente debe limitarse a ser, como dice Montesquieu, "la boca que pronuncia las palabras de la ley", ya que la libertad se identifica con la certeza del Derecho por parte del ciudadano y esta exige que no haya confusión entre el legislador y el juez, prohibiéndole en consecuencia, la interpretación de la ley, ya que para Verri,"interpretar es siempre crear la ley", y confiriendo a la palabra interpretación un sentido nuevo, que nada tiene que ver con el recogido en el Derecho común. En este sentido, distingue entre causas penales y civiles, ya que mientras en las penales la prohibición de interpretar debe ser absolutamente inflexible, porque es mejor dejar impune un delito no tipificado que hacer una interpretación extensiva, en las civiles el juez podrá algunas veces crear Derecho, cuando por falta de previsión del legislador, exista una laguna, y únicamente en ese caso, y debiendo 332 333 Considerado por algunos autores como “anti-Ilustrado” en sus obras. Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 374 y ss. 99 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado intervenir acto seguido el legislador para, en palabras del propio Verri "promulgar una ley general que comprenda, en lo sucesivo, casos similares". Estas ideas son, con ligeras variantes, compartidas por el resto de los miembros del círculo, quizás Alessandro un poco más sofisticado, con mayores exigencias de tecnicismo en las reformas legislativas ; pero, en cualquier caso, todos coinciden en la aspiración a un Derecho cierto, promulgado y codificado, en la crítica al Derecho común en crisis (y por extensión, al Derecho romano justinianeo, que es la expresión de la voluntad de un déspota, legitimado por una Historia que a los ojos de los Iluministas no tiene ninguna validez) y por tanto, en la urgencia de la reforma de la legislación de la época, todo ello, como hemos dicho anteriormente, movidos por exigencias prácticas y consideraciones humanitarias, sociales o políticas, influidos indudablemente "más por el empirismo sociológico de Montesquieu que por el iusnaturalismo absoluto racionalista." 334 Sus Osservazioni sulla tortura, escritas entre 1776, y 1777335 aunque las notas previas las fue recopilando durante muchos años, y discutiéndolas en y con los miembros de la Accademia, fueron seguramente el guión de Dei delitti, cuyo capítulo más extenso fue el dedicado al tormento. Es este el mas claro inspirador, junto con Rousseau, del libro de Beccaria. Y ese ambiente que hemos descrito, el caldo de cultivo que le permitió, "no tanto madurar un sistema de pensamiento propio... como dar cuerpo y forma a ideas ya defendidas por otros pensadores." 336 La filosofía de la ley que se expresa desde las primeras páginas de Dei delitti e delle pene 337 es, en palabras de Giovanni Tarello, por una parte genérica y aproximativa, 334 Fassò, G. Op. cit., págs. 255 y ss. Publicadas póstumamente en 1804 : Osservazioni sulla tortura e singolarmente sugli effetti che produsse all’occasione delle unzioni malefiche alle quali si atribuí la peste che devastó Milano l’anno MDCXXX. Vid. el prólogo de Manuel de Rivacoba a la ed. en castellano de la obra. Buenos Aires : Depalma, 1977. 336 Tomás y Valiente, F. La tortura en España. 2ª ed., aum. Barcelona : Ariel, 1994., pág. 147 337 He manejado para el estudio de esta obra, simultáneamente, y como se indica en el apéndice de bibliografía de la tesis, variass ediciones distintas de la versión española de la misma : la traducción de J.A. de las Casas, con el comentario de Voltaire, y apéndice y notas de Juan Antonio Delval, la de Tomás y Valiente, y la bilingüe al cuidado de Perfecto Andrés Ibáñez, con prefacio de Piero Calamandrei. La canónica italiana, con edición de Franco Venturi. También, los textos disponibles en Internet, y, para una visión de conjunto, las Opere, editadas en Milán, en 1821, por la Società Tipografica dei Classici Italiani, con una interesantísima y completa “biobibliografia”, redactada por los editores, actualmente disponibles en Internet : http://books.google.com/ [ultima consulta : enero 2009] Beccaria, Cesare Bonesana, marchese di. Dei delitti e delle pene. ; con una raccolta di lettere e documenti relativi alla nascita dell'opera e alla sua fortuna nell'Europa del Settecento. Torino : Einaudi, 2008. De los delitos y de las penas. Madrid : Trotta, 2011. (Con prefacio de Piero Calamandrei ; edición bilingüe al cuidado de Perfecto Andrés Ibáñez ; texto italiano establecido por Gianni Francioni.) Tratado de los delitos y de las penas. [Ed. facs.] Sevilla : Extramuros, 2008. Reprod. 335 100 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado ya que es notable la yuxtaposición sincrética entre las ideas contractualistas de Rousseau y la aceptación del magisterio de Montesquieu, y por otra, aguda y original en la singular visión utilitarista que impregna la obra, especialmente perceptible en su teoría sobre la ley penal, cuyo punto de partida es una visión absolutamente estatalista y laica del delito, concibiéndolo como un atentado al Estado, a la soberanía de una nación. Su concepción del mismo, delimita la elaboración de un esquema inmanente a la soberanía, que será el núcleo de la reacción contra el delito, concebida como defensa de dicha soberanía, es decir del Estado social y por tanto, y en términos que harán fortuna en el siglo XIX, como defensa social. Esta se apoyará en motivos sensibles, instrumentos útiles para disuadir la intención despótica de cualquier hombre de volver a sumir en el antiguo Caos las leyes de la sociedad. Estas razones disuasorias son las penas : así, la diferencia fundamental de la ley relativa a la defensa social respecto de las otras que rigen la sociedad civil es que aquella se caracteriza por ser la que establece penas. Su función es la defensa social, y por consiguiente, no sólo tienen como finalidad reconstruir la armonía perturbada o retribuir el mal con el mal (que era la característica de las penas religiosas), sino también prevenir las agresiones a la soberanía y a la sociedad, es decir prevenir la perturbación de la paz social. Estas penas son concebidas por Beccaria (como luego se dirá modernamente), como "coacción psicológica" ya que, según él, han de golpear los sentidos y venir continuamente a la imaginación para contrarrestar los fuertes impulsos de las inclinaciones individuales que se opongan al bien universal. 338 En este punto, es evidente para Tarello la influencia en Beccaria del también filósofo francés, Claude-Adrien Helvecio, el núcleo de cuyo discurso se centra en el papel del legislador como encargado de dotar a las instituciones de mecanismos adecuados para forzar al mayor número de individuos posible a comportamientos útiles, a la virtud ; en el plano individual, basándose en la utilidad, el buen legislador introduce un perjuicio, la pena, que funcionará en la medida en que sea percibida por los individuos como motivación preponderante para contener cualquier acción contra la tranquilidad social. Una vez establecidos los conceptos de ley penal y de pena, continúa Tarello, introduce Beccaria el problema que llama facs. de la ed. de : Madrid : por Joaquín Ibarra, 1774. De los delitos y de las penas. Comentario al libro "De los delitos y de las penas" por Voltaire; traducción de Juan Antonio de las Casas ; introducción, apéndice ("Beccaria en España") y notas de Juan Antonio Delval. 1ª ed., 2ª reimpr. Madrid : Alianza, 2002. De los delitos y las penas .[traducción: Francisco Tomás y Valiente] Barcelona : Folio, 2002. On crimes and punishments and other writings. Toronto : University of Toronto Press, 2009. 338 Tarello, G. Op. cit., págs. 465 y ss. 101 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado del “Derecho a castigar”. A diferencia de lo que frecuentemente se dirá en la doctrina de sus seguidores, no pretende individualizar la legitimidad de la imposición de penas por parte del Estado, porque dicha legitimidad está "in re ipsa", forma parte de la misma existencia del contrato social y de la misma institución del Estado. El problema de los límites dentro de los cuales este poder, por sí legítimo, se puede ejercitar legítimamente, es lo que se plantea Beccaria, tributario del utilitarismo de Helvecio, por más que cite a Montesquieu, y utilice el vocabulario de Locke. Recuerda que "toda pena que no derive de una necesidad absoluta es tiránica... y tanto más justa será la pena, cuanto... mayor sea la libertad que el soberano reserva a sus súbditos." 339 Por el contrato social, los hombres han conferido al soberano únicamente "la mínima parte posible" de su propia libertad natural. La suma de todas estas fracciones de libertad sacrificadas al bien común, forman la soberanía de una nación, de la que es legítimo depositario y administrador el soberano.340 Mas no basta con formar este depósito, sino que es necesario defenderlo de la usurpación para sus propios fines, de aquellos que intenten tomar de dicho depósito, no sólo su parte, sino usurpar también la de los demás. En consecuencia, y como el hombre se reserva la mayor libertad posible que le queda como derecho natural, el derecho a castigar debe ser el mínimo necesario para la defensa de la sociedad. 341 Definida la ley penal, el fundamento de su legitimidad y sus "justos límites", procede Beccaria a delimitar los principios del Derecho penal, que, como deducidos de las observaciones sobre los fundamentos de la ley penal en general, lo son también de cualquier legislación penal posible, siguiendo el razonamiento ilustrado de que existe un Derecho natural de validez universal y por consiguiente, principios (filosóficos) universales o normas universales para el buen legislador. El primer principio de la ley penal es que debe provenir del legislador, como representante de toda la sociedad. Y se deriva del carácter de defensa social que le 339 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 465 y ss. “Le leggi sono le condizioni, colle quali uomini indipendenti ed isolati si unirono in società, stanchi di vivere in un continuo stato di guerra e di godere una libertà resa inutile dall'incertezza di conservarla. Essi ne sacrificarono una parte per goderne il restante con sicurezza e tranquillità. La somma di tutte queste porzioni di libertà sacrificate al bene di ciascheduno forma la sovranità di una nazione, ed il sovrano è il legittimo depositario ed amministratore di quelle; ma non bastava il formare questo deposito, bisognava difenderlo dalle private usurpazioni di ciascun uomo in particolare, il quale cerca sempre di togliere dal deposito non solo la propria porzione, ma usurparsi ancora quella degli altri”. Beccaria, Cesare, Marqués de Bonnesana. Dei delitti e delle pene : testo integrale. Disponible en red : http://www.filosofico.net/index024.htm [última consulta 10 de marzo de 2008] 341 Cfr. Beccaria, Cesare, Marqués de Bonnesana. De los delitos y de las penas. 1ª ed., 3ª reimp. Madrid : Alianza ed., 1986., págs. 28 y ss. 340 102 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado es propio, y de la naturaleza del contrato social, que, como hemos dicho anteriormente, ha confiado al soberano parte de la libertad de los ciudadanos. Por esto debe ser él, y no un juez quién establezca el delito y la pena que le corresponde, siguiendo el pensamiento de Rousseau, al igual que la identificación entre soberanía y poder legislativo, que se traducirá luego en el principio de legalidad : ”nullum crimen, nulla poena sine lege”, reservando el derecho criminal al monarca. "Sólo las Leyes pueden decretar las penas de los delitos, y esta autoridad debe residir únicamente en el legislador que representa toda la sociedad unida por el contrato social." 342 Una nota manuscrita del propio Beccaria, aclara lo que para él son las leyes, la expresión “le sole leggi” : las condiciones, los pactos con los que cada hombre se une a otros. 343 La ley, además, ha de ser aplicada por el juez de manera reglada y automática, valiéndose de instrumentos lógico-silogísticos, en los que la premisa mayor será la ley general, la menor la acción (ilícita o no), y la consecuencia, la libertad o la pena. De otro modo, el juez se convertirá en legislador, y no, como el resto de los ciudadanos, en alguien sujeto también a las leyes, abriendo camino a la "incertidumbre". Es, como escribe Tarello, una concepción rígida de la distinción entre producción e interpretación/aplicación de la ley, característica del Iluminismo lombardo. 344 Para evitar la interpretación, las leyes deben ser escasas, claras y precisas : "Senza la scrittura, una società non prendera mai una forma fissa di governo." La escritura corresponde, de una parte, a la exigencia de publicidad de la norma, pero de otra, a la accesibilidad para el mayor número de personas posible, y para ello, ha de estar redactada en un lenguaje inteligible y vulgar. En definitiva, una legislación penal mínima, reunida en un código y fácil de entender y aplicar. El segundo principio es que el legislador debe promulgar leyes generales, sin convertirse en juez ni acusador, tratando de preservar la separación entre el poder legislativo y el judicial, en unos Estados, y señalando la inoportunidad de que el monarca se convierta en juez o acusador, en otros. El tercer principio de la ley penal, es que en la medida en que la atrocidad de la pena es inútil, se convierte en contraria a la justicia y a la propia defensa social. Este principio es el resultado, la soldadura, entre las ideologías utilitarista y humanitaria, en el que esta última está subordinada a aquella, y si bien en los autores anteriores (Puffendorf o Thomasius) que siguen esa línea, parece que responde esta teoría a las exigencias de unas monarquías debilitadas, en el caso de Beccaria, la opinión de Tarello es que habla impulsado por su sensibilidad, aunque 342 Beccaria, C. Op. cit., pág. 25 Clavero Salvador, B. “Imperio de la ley y rule of law...” En : Quaderni fiorentini per la storia del pensiero giuridico moderno, nº 25, 1996, pág. 306 344 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 468 y ss. 343 103 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado también sea un reflejo de la concepción antropológica del homo economicus, característica de la burguesía ilustrada. Interesa que la pena sea la mínima necesaria para apartar a los hombres del delito. Y como afirma Asúa Batarrita, su "exigencia de proporcionalidad entre la gravedad del delito y la entidad del castigo, constituye una reivindicación permanente en apelación a la justicia," 345 prevaleciendo incluso sobre la finalidad de prevención general. El cálculo de las clases de penas y sus intensidades, su graduación, ha de ser precisa y universal, casi “more geométrico”; ha de hacerse con rigor lógico que permita lograr una proporción ideal. No relaciona un catálogo de penas, pero sí que propone para cada delito aquellas que, "por su naturaleza, afecten al mismo interés que el propio delito lesionó." 346 Propone asimismo igualdad en su aplicación, deponiendo la rígida estructura estamental que regía igualmente en el terreno jurídico, e intentando combinar utilidad y justicia, afirma que es preferible y mas justo prevenir que punir, por lo que como hemos dicho más arriba, importa más la carga disuasoria de la pena para posibles delincuentes, que el castigo a una acción ya irreversible. Por lo que al procedimiento penal se refiere, distingue dos clases de proceso : el “ofensivo” y el “informativo”. El primero, que presupone la culpabilidad del acusado, descansa sobre una instrucción previa, efectuada por el propio juez que sólo busca la confirmación del delito: para conseguir probar su inocencia, antes ha de ser declarado culpable. En palabras de Foucault "escrita, secreta, sometida para construir sus pruebas a reglas rigurosas, la instrucción penal es una máquina que puede producir la verdad en ausencia del acusado." 347 Si la pena resultante es pecuniaria, el juicio será "un asunto civil, contencioso y privado" y el juez se convertirá en un "abogado del fisco" 348; el informativo (la investigación neutral, indiferente, del hecho) entiende Beccaria que es aquel en el que ante todo, la presunción de culpabilidad del acusado se sustituye por la de inocencia, en el que además, la fase de instrucción se incluya en el proceso, y por último en el que el juez esté en condiciones de investigar la verdad. 349 El juez penal, en resumen, debe aplicar automáticamente la ley, ser distinto del legislador y no tener ningún poder. El poder de juzgar debe ser (como ya escribiera Montesquieu) un poder nulo. 345 Asúa Batarrita, Adela. “Reivindicación o superación del programa de Beccaria”. En : Asúa Batarrita, A. (coord.). El pensamiento penal de Beccaria : su actualidad : ciclo de conferencias de Derecho penal... Bilbao : Universidad de Deusto, 1990., pág. 27 346 Ibíd. 347 Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Madrid : Siglo XXI, 2009., pág. 43 348 Beccaria, C. Op. cit., págs. 58 y ss. 349 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 471 y ss. 104 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado También es favorable Beccaria a los órganos judiciales colegiados, para evitar tentaciones de venalidad y disminuir el posible poder de un juez único, ya que como escribe, es más dificil la corrupción, la usurpación de la Ley, porque los distintos jueces que componen un tribunal se vigilan entre sí, y estarán tanto menos interesados en acrecentar la propia autoridad, cuanto menor sea la parte que le corresponda a cada uno. El juez debe tutelar la ley, investigar la verdad de los hechos, y por consiguiente, ser indiferente al resultado del juicio, por lo que será necesario que se estructure todo el procedimiento en función de esa indiferencia y desinterés del juez por el resultado del juicio. Sobre esto, afirma Tarello, el pensamiento de Beccaria está lejos de ser claro, pero establece un punto de partida en el camino que conduce desde un proceso de tipo acusatorio (que era en esencia el del Derecho común) a otro inquisitivo o indagatorio, y a la distinción entre proceso penal y civil. El proceso, en fin, ha de ser rápido y simple, sin ostentación que pueda provocar el temor y la reverencia de los ciudadanos hacia los jueces, más que hacia las leyes. También buscando limitar el poder de aquellos, y la certeza jurídica, cree que se deben proporcionar a los jueces asesores, elegidos por sorteo, de entre los que pertenezcan, por lo menos la mitad de ellos, a la misma clase social que el acusado, y a los cuales pueda este recusar, dentro de unos límites razonables. Parece, por tanto, que Beccaria piensa en un sistema informativo en el que la imputación pueda ser confiada indistintamente a un órgano oficial ("comisario") 350 o a los particulares (el público), pero en cualquier caso, debe ser notificado al acusado de la misma manera que le han de ser comunicados también la instrucción o investigación, intentando acabar con los procedimientos llevados en secreto, con la indefensión que trae consigo la desconexión entre el sujeto y el proceso penal. Aunque en el capítulo dedicado a las acusaciones secretas, parece que lo que se discute es la oportunidad o no de la delación secreta y anónima, así como si es conveniente una investigación llevada en secreto, sin que el acusado lo sepa, pero con un enfoque puramente político, y con la cautela y la prudencia con la que el autor escribe cada vez que algún tema concierne directamente al poder político, para llegar a la conclusión de que este sistema es propio de los gobiernos tiránicos, que lo utilizan para paliar su propia debilidad e inseguridad. Y es en este sentido en el que debe encuadrarse también su doctrina de las pruebas : Al juez que, como se ha dicho, debe ser colegiado, asistido de asesores, "se le ha quitado la potestad de hacer Derecho, para confiarle el poder y la 350 En la versión traducida por Francisco Tomás y Valiente, este explica en una nota que el término "comisario" equivale al de "jueces comisionados", "jueces de comisión", o más estrictamente, "pesquisidores" : nota 10, págs. 195 y 196. 105 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado obligación de verificar el hecho sin prejuicios : pero ahora el hecho no es tal por ley, sino por naturaleza, y es a la naturaleza de las cosas donde se dirige la investigación libre de prejuicios e indiferente del juez." 351 Por esto, rechaza de plano las pruebas legales y sus instituciones : la confesión y su instrumento usual para obtenerla, que es la tortura, como el medio mas seguro de absolver a los criminales más fuertes físicamente, y condenar a los inocentes más débiles, considerándola un "monumento de la antigua y bárbara legislación" y "criterio digno de caníbales", tanto por razones humanitarias como utilitaristas. Bajo estas premisas de utilidad excluye también el juramento y la credibilidad de los testigos, ya que es más objetivo el criterio de la valoración de los hechos por los jueces en virtud de su "certeza moral", que el testimonio bajo palabra, que puede ser poco fiable por diversas circunstancias (amistad, temor, ignorancia) y según la naturaleza del delito, ya que será menor en su credibilidad cuanto mayor sea la atrocidad de aquel. Los delitos son sólo aquellos que establezca la ley, con independencia de la naturaleza del comportamiento, pero una buena ley penal que se base en criterios de utilidad social, que será la primera obligación del legislador, con lo que Beccaria que sigue la tendencia a la secularización del derecho criminal, y se apropia del formalismo roussoniano, aquí según Tarello, está de nuevo inspirado por Helvecio y por el racionalismo de Voltaire. Este criterio de utilidad social es el que retiene Beccaria del formalismo positivo, por el que las figuras del delito están determinadas no sólo en la esencia de la pena, sino que su gravedad estará proporcionada a la medida de dicha pena. Y, como escribíamos más arriba, esta proporcionalidad entre delitos y penas, no sólo debe satisfacer parámetros de justicia, sino también de utilidad. La escala de delitos, de desórdenes, que establece, situando en el extremo superior "aquellos que destruyen inmediatamente a la sociedad" y en el inferior a "la más pequeña injusticia posible, cometida contra los miembros particulares de ella" 352 se subdivide a su vez en tres, añadiéndose las acciones que perturban la tranquilidad o paz social, configurando así, según Tarello, una clase de delitos distintos y variables precursora, de un lado, de las "contravenciones" de los sistemas latinos, y de otro de "las transgresiones políticas" de los austriacos. 353 Así pues, propone una clasificación de los delitos que se basa como hemos venido diciendo, en la utilidad o en el interés que se ha lesionado, y que prefigura ya los apartados o títulos de un código penal iluminista: 351 Tarello, G. Op. cit., pág. 474 Beccaria, C. Op. cit., pág. 36 353 Tarello, G. Op. cit., pág. 475 352 106 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado I. Crímenes contra la existencia de la sociedad política: los de lesa majestad y los de "contrabando", aunque en el caso de estos últimos, la pena ha de estar, otra vez, proporcionada a la naturaleza del delito, que aunque, si bien es cierto que atenta contra el soberano y la nación, no es menos cierto para Beccaria, que nace de la posible injusticia de la propia ley fiscal, y que nunca se podrá equiparar en el castigo a otros como el homicidio. II. Crímenes contra los particulares, que se subdividen a su vez en delitos contra la vida, contra los bienes y contra el honor, si bien afirma con respecto a este último que "en el estado de extrema libertad política y en el de extrema dependencia, desaparecen las ideas del honor o se confunden con otras." 354 III. Delitos contra la tranquilidad pública, como los estrépitos y desórdenes en los caminos públicos, los sermones o discursos fanáticos, y como figura curiosa, el "ocio político", para el que pide en la primera edición de la obra, después de definirlo confusamente, el castigo de destierro, y en posteriores ediciones, suaviza su actitud condenatoria, pidiendo que se clarifique primero si es merecedor de la pena, y con la presunción de inocencia ("sagrado derecho") del acusado por delante, tal vez porque a él y a sus compañeros de academia pudo habérseles aplicado esta tipificación más de una vez. Esta racionalización efectuada sobre los parámetros de los bienes que lesiona el delito, supone también una tendencia hacia la objetividad, y al desarrollo de un concepto jurídico- formal de la culpabilidad que, basándose en consideraciones sobre el papel y la posición del autor o agente, construye criterios psicológicosubjetivos, en donde el bien lesionado permanece inalterable, cualquiera que sea la posición del delincuente. Así, y como derivación del principio de utilidad, sanciona la tentativa de manera mas leve que el delito consumado, y solamente cuando haya existido un conato de ejecución, ya que "las leyes no castigan la intención", rechazando además la impunidad del cómplice delator en casos particulares, prefiriendo una ley general que acompañe la complicidad con la pena de destierro, como modo de prevenir la asociación para delinquir, y repudiando explícitamente lo que significa autorizar legalmente procedimientos basados en la traición y el engaño, aparte de que la delación no va a disminuir el daño cometido. 355 354 355 Beccaria, C. Op. cit., pág. 42 Beccaria, C. Op. cit., pág. 98 107 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado La racionalidad, presente en toda la obra, se hace más visible en su tendencia a la despenalización de conductas consideradas tradicionalmente delito, bien porque en algunas no se puede identificar el bien lesionado, bien porque no se pueden subsumir en los que están tipificados, o porque son comportamientos que aunque intentan lesionar uno de los bienes protegidos, son objetivamente ineficaces para consumar la agresión. También despenaliza, por la vía de la prevención, delitos como el adulterio, el infanticidio y la pederastia, llamándolos "delitos de difícil prueba" y producto de contradicciones. 356 Sin embargo, en un capítulo (en unas ediciones el 39 y en otras el 37) que titula "De un género particular de delitos", según Tomás y Valiente, el autor se quiere referir a los de herejía, y parece que, siguiendo sus propias pautas despenalizadoras en conductas consideradas tradicionalmente como pecados además de delitos religiosos, como precisamente los vistos en el párrafo anterior, así como la tendencia de toda la cultura jurídica ilustrada a separar los comportamientos que afecten a la esfera religiosa de los punibles por las leyes seculares y laicas, debiera hacernos presumir un ataque en toda regla y explícito a estas formas delictivas. Pero, por el contrario, y con la misma cautela que se advierte en el capítulo que trata de los delitos de lesa majestad, y por los mismos motivos a los que nos referíamos en ese párrafo, Beccaria elude aquí un tratamiento a fondo y hasta nombrar explícitamente estos delitos, adoptando una posición de difícil equilibrio, en la que si bien describe el horror de las penas a las que se sometían a los condenados, es deliberadamente "inescrutable" en palabras de Tomás y Valiente, buscando quizás no ser atacado por ninguna autoridad civil o eclesiástica por las opiniones vertidas en este capítulo, lo cual consiguió a medias, ya que la propia Inquisición pontificia incluyó su libro en el Indice en 1766.357 De cualquier modo, y según Tarello, esa tendencia despenalizadora está presente en las observaciones que hace sobre el carácter accesorio del Derecho penal y de la conveniencia de prevenir antes de reprimir, utilizando como eficaz instrumento de esta prevención únicamente "la bondad substancial, la claridad formal y la diligente y pronta aplicación de la ley penal." 358 Aunque además, y como afirma Asúa Batarrita, propone "la introducción de ciertos instrumentos técnicos que disminuyan la posibilidad de comisión" 359, como la creación de un registro público, o un banco público, para aminorar las consecuencias de las quiebras fraudulentas. O los llamados por Asúa Batarrita 356 Beccaria, C. Op. cit., págs., 86 y ss. Tomás y Valiente, F. Vid. notas 23 y 24, a la edición de De los delitos y las penas, de la editorial Aguilar. 358 Tarello, G. Op. cit., pág. 477 359 Asúa Batarrita, A. Op. cit., pág. 33 357 108 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado también, instrumentos de sentido común "anticipo de alguno de los "sustitutivos penales" de Ferri, o de los más sofisticados medios de "tecnoprevención"... que comienzan a extenderse con el desarrollo urbano de la época" 360 como el alumbrado de las calles, la vigilancia por medios de guardias de barrio, etc. Y poniendo de manifiesto la problemática de la relación directa entre criminalidad y estructura social, que dan lugar en esta obra a unas tensiones dialécticas que normalmente resuelve Beccaria de manera demagógica, según algunos autores. 361 Como se ha visto por todo lo anterior, Beccaria "abraza sin reservas la doctrina de la proporcionalidad" : "mas fuertes deben ser los motivos que retraigan a los hombres de los delitos a medida que son contrarios al bien público, y a medida de los estímulos que los inducen a cometerlos. Debe haber por esto una proporción entre los delitos y las penas." 362 Y la humanitaria: dedica todo un capítulo (en algunas ediciones el 27; en otras el 14) a la dulzura (suavidad) de las penas, afirmando que el freno al delito ha de ponerlo no la crueldad de la pena, sino su infalibilidad, la certeza de un castigo pronto, aunque moderado, porque para que una pena sea efectiva, basta que su mal exceda al beneficio del delito. Critica la pena de muerte por su escasa utilidad preventiva, su falta de justificación política, su ilegitimidad moral ("no es un derecho") y su irreversibilidad, reservándola para cuando peligre la seguridad nacional,363es decir en casos extremos, proponiendo como alternativa la "esclavitud perpetua", que, en un buen sistema penal, debe ser la pena más grave. Tiende a disminuir la cantidad de penas, prefiriendo las temporales por su posibilidad matemática de división (y por tanto más justa, al identificar calculabilidad con justicia) y aboga por un sistema mixto, combinado con penas corporales, para los delitos más violentos.364 El éxito inmediato y fulminante de la obra de Beccaria en toda Europa,365 va a centrar el debate del Iluminismo en la cuestión penal. Ya desde Montesquieu, los 360 Ibíd. En este sentido, vid. nota 28 de F. Tomás y Valiente, en la edición citada de Aguilar, al comentario entre paréntesis de Beccaria sobre la propiedad privada. Igualmente, A. Asúa, en su obra citada, pág. 30 362 Tarello, G. Op. cit., pág. 477 363 Refutando también el argumento que, para justificarla, da Rousseau en su Contrato social, II, 5. 364 Beccaria, C. Op. cit., pág. 35 365 La Iglesia Católica lo incluye en el Índice de libros prohibidos en 1766, y la Inquisición española lo prohibe “in toto” en 1777, a pesar de la autorización del Consejo Real (con muchas cautelas previas, permitiendo “la impresión y publicación de esta obra, sólo para la instrucción pública, sin perjuicio de las leyes del reyno y su puntual observancia” ). Vid. Torío, A. 361 109 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado reformadores ilustrados demandaban una reformulación contundente de las leyes penales, no sólo por su crueldad, sino también y fundamentalmente, como se ha venido diciendo a lo largo de estas páginas, por su indeterminación. Así, "la prosecución fragmentaria de la reforma del sistema punitivo, adquirió repentinamente el rango de tema fundamental entre los problemas políticos. Mientras que la cuestión de la naturaleza de la pena concernía primordialmente a las clases inferiores, el problema de una definición más precisa del Derecho material y del perfeccionamiento de los métodos del procedimiento penal fueron puestos en el centro del debate por una burguesía que no había triunfado aún en la lucha por el poder político y buscaba garantías legales para su propia seguridad." 366 Las cuestiones relativas a los fundamentos, naturaleza y límites del ius puniendi, a las clases de penas que debieran ser utilizadas para ejercer la represión, qué conductas tradicionalmente consideradas delito debían ser despenalizadas, cuáles eran las competencias, los poderes reservados a los jueces y cómo debían ejercerlos, cómo debían ser las pruebas, cómo debía ser formulada la ley penal... se convirtieron en el eje de un debate que pretendió primero y consiguió después la formalización, tanto del Derecho procesal como del material. Y es en este sentido, como escribe Tarello, en el que Beccaria influye más fuertemente : "en el formalismo que introduce en la cultura penalista, con la doctrina de la legalidad de la pena y de su determinación previa, completando a nivel doctrinal el proceso de secularización del Derecho penal, y asignándole una elevada porción de autonomía formal del resto de las disciplinas que conforman el sistema jurídico : el Derecho penal es la parte de la legislación que dicta "penas" de una manera general, abstracta y preventiva, en donde las "penas" son las que figuran en una relación prefijada de tipos."367 Aunque nacido como un manifiesto ideológico, en el que algunos autores han querido ver una multiplicidad de voces y de redactores, una escritura "coral", lo cierto es que refleja, a mi modo de ver, la personalidad introvertida y un tanto obscura368 del propio Beccaria, sin negar la influencia de Pietro Verri369, y ser, sin duda, el resultado de los debates de la "Accademia". “Beccaria y la Inquisición española” en : Anuario de derecho penal y ciencias penales, ISSN 02103001, Tomo 24, Fasc/Mes 2, 1971, págs. 391-416. 366 Rusche, G. y Kirschheimer, O. Pena y estructura social. Bogotá : Themis, 1984., pág. 86 367 Tarello, G. Op. cit., pág. 479 368 Venturi transcribe una descripción de su carácter, que explica muchas cosas : "... sus rasgos eran tan extrañamente abúlicos, indiferentes, tan evidentemente angustiados y sombríos, como para hacer difícil y casi penoso todo diálogo franco y abierto con él, e imposible cualquier colaboración activa... Evidentemente, la obra era superior al hombre". Venturi, Franco "Beccaria e la sua fortuna" en Atti del Convegno internazionale su Cesare Beccaria, promosso dall’Accademia delle Scienze di Torino nel secondo centenario dell’opera “Dei delitti e 110 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado La redacción obscura también y confusa de muchos parágrafos370 corresponden a esa tensión dialéctica de la que hemos hablado anteriormente : es un ilustrado, pero sobre todo, también un aristócrata. Habla de la desigualdad social, generadora de delitos que, como el hurto, son "delitos de miseria y desesperación", pero unas líneas más abajo afirma que este es "un despotismo injusto usurpado sobre el pacto social", y reconoce en varios capítulos más la desesperación de los indigentes, que se enfrentan a las leyes porque no tienen nada que perder, pero aunque admite que un mínimo bienestar social prevendría muchos delitos y actuaría de freno el "temor a perder lo que se disfruta", lo cierto es que, como escribe Asúa Batarrita, no llega siquiera a considerar la posibilidad de atenuar o rebajar la pena en estos casos.371 Es más, en palabras de Tomás y Valiente, la frase con la que entre paréntesis, se refiere a la propiedad privada en el capítulo dedicado al hurto ("derecho terrible, y acaso no necesario") es "demagógica e insincera. Demagógica, porque para combatir el derecho de propiedad no bastan meros adjetivos... e insincera porque Beccaria no era realmente enemigo de la propiedad individual en ninguna de sus formas, ni como adquisición de bienes por el trabajo, ni como disfrute de bienes delle pene”, Torino : Einaudi, 1968, págs. 3-17. Por la traducción, confrontada con el original, víd. Val, Juan Antonio del, en De los delitos y de... cit., nota 17, pág. 180 369 Algunos miembros de la Academia dei Pugni, se reunían por las tardes en casa de Verri : "En nuestra Sociedad, la tarde la pasamos en la misma habitación, haciendo cada cual lo suyo. Alessandro tiene en las manos la Storia d'Italia, otro lee Beccaria se aburre y nos aburre a los demás" cuenta Verri, y entonces éste le sugirió que escribiera un trabajo sobre la barbarie de los métodos de juzgar y procesar, tema que había ocupado buena parte de sus discusiones comunes. Beccaria... lentamente, fue escribiendo Dei delitti e delle pene, ya que "pensaba mucho antes de escribir, no podía resistir la fatiga más de dos horas, pasadas las cuales, dejaba la pluma", según comenta Alessadro Verri a un amigo. Y prosigue Pietro, abundando en esta idea : "él [Beccaria] no sabía nada de nuestros métodos criminales. Alessandro, que fué "protector de encarcelados", le prometió ayuda. Comenzó Beccaria a escribir sus ideas en hojas sueltas de papel. Lo secundamos con entusiasmo, lo animamos tanto que escribió una gran cantidad de ideas. Por la tarde, salíamos de paseo ; se hablaba de los errores de la jurisprudencia criminal, se entraba en disputa, en cuestiones y, al anochecer, escribía el. Pero le resulta tan laborioso el escribir y le cuesta tal esfuerzo que, pasada una hora, decae y no puede seguir... "El propio Beccaria afirma en una carta a Giambattista Biffi, que : "Tú escribes con entusiasmo. Yo no lo tengo" Y concluye Verri : "reunido que hubo el material, lo escribí yo, se le dió un orden y se formó un libro." Carta de Pietro Verri de 1 de noviembre de 1765. Piero Calamandrei califica esta versión de "tendenciosa", ya que el opúsculo ya había triunfado en toda Europa. Víd. entre otras, Beccaria Cesare On crimes and punishments and other writings. Toronto : University of Toronto Press, 2009. 370 Con sus propias palabras : “He oído el ruido de las cadenas que sacude la superstición y los gritos del fanatismo que ocultan los gemidos de la verdad. La vista de estos espectáculos horrorosos me ha determinado a envolver la luz algunas veces en nubes algo oscuras. He querido defender la humanidad sin ser su mártir”. En una carta a su traductor francés, Morellet de 1766. Beccaria, Cesare. De los delitos y las penas. Madrid : Alianza ed. (trad. J.A. de las Casas) 371 Asúa Batarrita, A. Op. cit., págs. 31 y ss. 111 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado heredados..."372 De la misma manera enfrenta, como también hemos dicho, los delitos que afectan al poder, ya que, citando de nuevo a Tomás y Valiente, los delitos de lesa majestad, divina y humana, rigurosísimamente penados e interpretados extensa y analógicamente por la monarquía absoluta, que fueron combatidos con dureza por los políticos y penalistas, encuentran en Beccaria un tratamiento superficial, cuando no otra vez, obscuro. "El reformismo de Beccaria se frena y se silencia en lo tocante al poder real, su contenido y su defensa. Amigo de la Ilustración, pero más amigo del poder absoluto... " 373 Esta ambigüedad calculada ha hecho que, muchas veces, su obra haya podido ser utilizada y reivindicada tanto desde los sectores más progresistas como por los más reaccionarios, (por ejemplo, la corriente penal fascista italiana), aunque es cierto también que en este punto, uno de los capítulos mas controvertidos en su interpretación es el que dedica a la pena de muerte, en el que su postura, al no ser tajantemente abolicionista facilita su utilización tanto por partidarios como por detractores de la misma.374 Pero aunque es cierto que en la primera edición admite dos casos excepcionales y peligrosamente indefinidos, en los que el legislador puede aplicar dicha pena, también conviene señalar que en la reformulación de dicho parágrafo que hace en 1792, el "Voto" expresado por unanimidad por la Comisión para la reforma del sistema penal de la Lombardía austriaca de la que fué uno de los tres miembros, el segundo motivo de aplicación desaparece. Tampoco hay que perder de vista que Inmanuel Kant critíca duramente su postura a este respecto, desde una perspectiva retribucionista absoluta, acusándolo de sensiblería (compassibilitas) y de estar guiado por un sentimiento de humanidad mal entendido. 375 Hay que añadir para terminar de comprender la actitud "simplemente reformista" de Beccaria, como la llama Tomás y Valiente, que su posición abolicionista quedaba limitada ante el reconocimiento explícito de supeditación del individuo al Estado, al poder político y a sus necesidades, punto este en común entre el despotismo ilustrado y el fascismo.376 De cualquier forma, lo que es innegable es el transfondo humanitario que discurre por toda la obra, en la que se refleja "una nueva moral humana, id est, natural, 372 Tomás y Valiente, F. Nota 28 de la ed. de Aguilar Ibíd. Nota 23. Mario Sbriccoli, en la obra citada páginas atrás, lo califica de “corifeo reacio del reformismo penal ilustrado”. Pág. 181. (El subrayado es mío) 374 "En la pena de muerte hay muchos problemas: un problema moral, un problema psicológico, un problema criminológico, un problema penal, un problema político y un problema histórico”. Ruiz Funes, Mariano. Actualidad de la venganza : (tres ensayos de Criminología). Buenos Aires : Losada, 1943, pág. 99 375 Asúa Batarrita, A. Op. cit., pág. 28 376 Tomás y Valiente, F. Nota 17 de la obra citada. 373 112 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado cuya finalidad consiste en lograr la felicidad de los hombres... Si hay una moral propia de la Ilustración y en ella nuevas virtudes como la tolerancia y la beneficencia, entre ellas hay que situar el humanitarismo, la compasión por las desgracias ajenas."377 "La emoción no es un arma crítica y la pura sentimentalidad no basta ni para reformar realmente ni tan siquiera para proponer determinadas reformas. El sentimiento humanitario no habría sido suficiente para lograr reformas en el ámbito penal si no hubiese estado incardinado en un pensamiento riguroso, cuyas raíces eran las ideas aquí evocadas."378 El programa de Beccaria no sólo consiguió el reconocimiento de la "intelligentsia" de su tiempo, sino también de gran parte de los monarcas ilustrados de toda Europa, que, deseosos de reorganizar y racionalizar sus Estados, emprendieron las reformas administrativas y legislativas correspondientes, intentando en algunos casos conseguir el asesoramiento del propio Beccaria, que inexplicablemente y tras algunos años en la vida pública, rompe con su círculo y se aísla casi totalmente, dedicándose a temas de Hacienda y finanzas. Su influencia en Francia, Austria, Alemania, España (de la que hablaremos en detalle más adelante) y en la misma Italia, fue muy amplia y entre los seguidores de su doctrina hay que contar a pensadores como Voltaire, Condorcet, Joseph von Sonnefelds, y Gaetano Filangieri. Por lo que se refiere a su trascendencia en el área de la legislación positiva, de la que haremos mención en el apartado de la codificación penal, baste decir que fué inmediata, ya que ochenta de sus propuestas se convirtieron en leyes en poco tiempo, y es transparente su influencia en las adoptadas por soberanos como Leopoldo I, José II, e incluso, "porqué no, en Napoleón I Bonaparte." 379 Sin embargo, como señalan Rusche y Kirchheimer, los cambios en las formas de la pena por los que aboga Beccaria, enfatizando la utilidad del sistema carcelario, encuentran sus raíces como hemos visto más atrás, en el mercantilismo, aunque "su promoción y elaboración teóricas fueron tarea del Iluminismo", 380pero lo cierto es que, como hemos dicho también, la base del nuevo sistema punitivo que era la necesidad de fuerza de trabajo, empezaba a desaparecer a esas alturas del siglo XVIII. 381 377 Tomás y Valiente, F. La tortura en España. 2ª ed., aum. Barcelona : Ariel, 1994. págs. 238 y ss. 378 Tomás y Valiente, F. Op. cit., pág. 239 Tarello, G. Op. cit. pág. 480 380 Rusche, G., y Kirschheimer, O.Op. cit., págs., 85 y ss. 381 “El concepto de pena privativa de libertad se abre camino en la Edad Media, y sólamente en Occidente... las funciones que hoy cumple la prisión se realizaban por la pena de destierro o la esclavitud... que exigen condiciones materiales que decaen en tiempos 379 113 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado En cuanto a su significado para la Ciencia del Derecho penal y su metodología, a pesar de la falta de orden en la estructura del libro de la que se escapan los que atacan el sistema procesal penal vigente, que sí forman un conjunto homogéneo, y de resentirse de falta de técnica jurídico penal (como afirma Tomás y Valiente en sus comentarios al capítulo dedicado al hurto), se ha considerado por la generalidad de la doctrina que su obra fue, como escribe Morillas Cueva, el "primer intento serio de un ordenamiento sistemático del Derecho penal" y que "la mentalidad fuertemente lógica y el formalismo abstracto que puede desprenderse de su obra representa, en cierta medida, el inicio de una importante corriente formalista que, desde diversos enfoques, va a intentar posteriormente construir la Ciencia del Derecho penal a través de procedimientos lógicos abstractos... el trabajo de Beccaria tiene el gran mérito de ser el precursor de las modernas elaboraciones doctrinales... "382A pesar de haber transcurrido mas de dos siglos desde su aparición, muchas de las propuestas contenidas en su obra383 siguen siendo válidas, y necesaria aún la reivindicación hasta de algunas de las más utópicas, aunque por supuesto, perfeccionadas en su enfoque : con las correcciones necesarias de sus lagunas, y la adaptación correspondiente de sus premisas, mediante la experiencia y los conocimientos actuales, y con las transformaciones sociales, políticas científicas y económicas que se han sucedido desde entonces. Las contradicciones que señalaba en su libro siguen, lamentablemente, sin resolverse, a pesar de declaraciones formales de Derechos y de gobiernos democráticos, garantes también formalmente, del respeto a los derechos y libertades individuales. En palabras de Asúa Batarrita "el sistema penal continúa articulado fundamentalmente sobre los mismos presupuestos ideales de hace dos siglos."384 La aplicación del Derecho penal sobre bases igualitarias y su utilización como instrumento punitivo mínimo, siguen siendo hoy una utopía. 2.1.2. Y Nápoles relativamente recientes... el primero requiere una escasa densidad de población, de tal modo que sólo se encuentra en los Derechos primitivos, mientras que en los más evolucionados se ha transformado, primero en deportación a las colonias y se ha reducido después al exilio, aplicable exclusivamente a delitos políticos... La esclavitud, en cambio, presupone una sociedad que no conoce el uso industrial de las máquinas. Al decaer las condiciones para la aplicación de estas penas, el Estado debe encontrar una solución nueva”. Losano, Mario G. I grandi sistemi giuridici... cit., pág. 122. 382 Morillas Cueva, L. Metodología y Ciencia penal. 3ª ed. Granada : Universidad, 1993., págs. 58 y ss. 383 Pocos escritos más sobre materia penal tiene Beccaria : Tentativo analítico su i contrabando, publicado en la revista “Il caffe”, “Il faraone”, contra el juego, Riflessioni intorno al Codice generale sopra i delitti e le pene, per cio che riguarda i delitti politici”, Voto della Commisione per la reforma del sistema criminale della Lombardia austriaca. 384 Asúa Batarrita, A. Op. cit., pág. 34 114 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Tras el Iluminismo jurídico-penal lombardo, y por su importancia, consideraremos el napolitano. Es un centro de cultura de amplia significación, en el que, según Fassò, la influencia de Gian Battista Vico, a pesar de ser prácticamente inexistente por no decir nula, inspira a dos de sus más notables autores, como Pagano y Filangieri. Uno de sus principales representantes, e inspirador del movimiento iluminista napolitano, fué Antonio Genovesi, que en su obra Diceosina, o de la filosofía de lo justo y de lo honesto, cuyo título recuerda, como escribe Truyol y Serra, 385 el de una de las obras de Althussio Dicaelogia, discute sobre los deberes y derechos del hombre, y sostiene la teoría de un Derecho natural, eterno e inmutable, así como que los derechos son iguales para todos, confirmando también en palabras de Fassò, "la falta de fundamento de la inveterada tesis historiográfica según la cual, para los iluministas, el Derecho subjetivo innato prescinde del Derecho natural objetivo." 386 Además, y como cultivador de la lógica, sostiene, en contra de la corriente mayoritaria iluminista y sobre todo de la lombarda, la necesidad de interpretación de la ley por parte de los jueces, de manera no automática, sino casi en términos de igualdad [con el legislador], ya que el mismo carácter general de la norma jurídica, "no puede adaptarse a los infinitamente diversos casos singulares sin la mediación del intérprete."387 Particularmente notable es también Francesco Mario Pagano, en cuyas primeras obras pueden encontrarse ya la articulación de las ideas que lo convertirían en uno de los más importantes juristas y políticos de la época revolucionaria, a pesar de su breve carrera, ya que fue ajusticiado en el patíbulo, tras la caida de la brevísima (tan sólo duró seis meses) República Napolitana ó Partenopea. Esta fue instaurada en Nápoles por el Directorio francés en 1799, por la fuerza de las armas, ya que, aunque contaba con el apoyo de la aristocracia y la burguesía ilustradas napolitanas, porque trataba de substituir el régimen de los Borbones por otro más favorable a la República francesa, el pueblo no aceptó este orden de cosas, y los ejércitos franceses tomaron la ciudad, lo que desató la resistencia popular en forma de guerrillas, en las que también participaron combatientes rusos y turcos. Finalmente, las tropas realistas del cardenal Ruffo y de Michele Pezza se apoderaron de la ciudad y desataron una sangrienta represión, una de cuyas víctimas fue Francesco Pagano. 385 Truyol y Serra, Antonio. Historia de la filosofía del Derecho y del Estado. T. 2. Del Renacimiento a Kant. 2ª ed., rev. y aum. Madrid : Alianza ed., 1975. pág. 252 386 Fassò, G. Op. cit., T.2., págs. 258 y ss. 387 Ibíd. 115 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Como miembro de la comisión legislativa que estaba elaborando para la nueva república una constitución a semejanza de la francesa, propuso en un informe remitido al Gobierno provisional, una Declaración de derechos y deberes del hombre, del pueblo y de sus representantes que contiene también algunos de carácter social : socorrer a los demás hombres, alimentar a los necesitados e ilustrar e instruir a los otros. Su formación romanista se evidencia en otras propuestas, como la de establecer la censura, a imitación de las antiguas repúblicas romanas, o la institución del eforato, especie de tribunal constitucional dirigido a controlar los excesos de los poderes legislativo y ejecutivo. La caída de la República no permitió que dicha constitución entrara en vigor, siguiendo la misma suerte que, en Italia y sobre todo, en el Mezzogiorno tuvieron las llamadas constituciones "jacobinas", todas de vida muy corta al carecer de arraigo popular, ya que no se adecuaban a la realidad social del país en ese momento. 388 Por lo que refiere a las primeras obras de Pagano, una de ellas, dedicada al estudio de la legislación romana, y que lleva por título Politicum universae Romanorum nomothesiae examen, escrita en 1768, sostiene la necesidad de una reforma de la legislación romano-justinianea por su escasa aplicabilidad y falta de orden, que establezca pocas leyes generales, y que participa en la corriente reformadora iluminista a favor de la certeza del Derecho, sobre todo del Derecho penal, desarrollando luego este mismo programa en sus obras penales posteriores En estas, con influencias de Leibnitz y Wolff, y notables semejanzas con Muratori, según Tarello 389, reclama y "auspicia un código, deducido del Derecho natural, que pudiese, por tanto, ser común a todos los paises civilizados, y un nuevo procedimiento judicial que eliminase, ante todo, instituciones procesales bárbaras como la tortura." 390 El curso de jurisprudencia penal que dictó Pagano en 1795 en la Universidad, titulado "De la razón criminal" fue luego impreso póstumamente bajo el título Istituzioni criminali, y tuvo un largo eco. Por lo demás, sus Ensayos político" se inspiran en el iusnaturalismo iluminista y retoman el argumento de la "ciencia nueva" de Vico, siguiendo su búsqueda de las leyes de la Historia y su esquema de la filosofía de la Historia, que le inducen, aun interpretándolas desde el punto de vista del Iluminismo, a refutar "una de las doctrinas más características del iusnaturalismo de la época, la del contrato social." 391 Típico representante del espíritu iluminista llama Fassò a Gaetano Filangieri. E imitador literal de Montesquieu en sus escritos, Tarello. Y Croce, según Hazard, lo proclama un apóstol del nuevo evangelio, el evangelio de la razón. En cualquier 388 Fassò, G. Op. cit., pág. 261 Tarello, G. Op. cit., págs. 379 y ss. 390 Fassò, G. Op. cit., pág. 260 391 Ibíd. 389 116 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado caso, y a pesar de su desaparición también prematura, es, según gran parte de la doctrina, uno de los primeros autores capaces de construir y organizar sistemáticamente su obra, a pesar de que no pudo terminar de concluir la mas ambiciosa : Scienza della Legislazione, de la que se publicaron en vida del autor siete tomos que cubrían los cuatro primeros libros de los siete que proyectaba, y uno de manera póstuma, que era parte del quinto. En ella, postula el esquema de una reforma general de la legislación fundada sobre principios filosóficos, y está basada en la "misma fé en la función educativa de las leyes que inspira los escritos de Helvecio y d'Holbach.". 392 En una de sus primeras obras, Reflexiones políticas sobre la última ley del soberano relacionada con la administración de justicia, defiende una ley directa (por deseo del ministro reformista Tanucci) y que vincule a los jueces al texto legal, dentro de la aspiración común iluminista de una legislación racional y cierta, que no sólo no deje lugar a arbitrariedades políticas, sino tampoco a interpretaciones subjetivas de los jueces, defendiendo la naturaleza estrictamente automática de la decisión judicial, en lo que es seguidor directo de la doctrina de Beccaria. En los términos, también corrientes, de crítica al Derecho común, se inicia su Ciencia de la Legislacion : "... la bondad de las leyes es inseparable de la uniformidad, y esta no puede encontrarse en una legislación hecha hace veintidós siglos." 393 Su hostilidad al voluntarismo, por considerar lenguaje del despotismo y la tiranía el que la única regla de legislación sea la voluntad del legislador, hace que, a su vez, confíe a este la tarea de positivar el Derecho natural racional, mediante la actuación de sus principios estables, determinados e inmutables dictados por la razón universal, y que han de servir para enunciar las reglas de una ciencia legislativa, aplicables de manera también universal : "en todos los gobiernos, en todos los climas, en todos los tiempos, en todas las circunstancias..." 394, cuyo objeto único es entendido también por Filangieri con una visión utilitarista : la conservación y la tranquilidad. Su liberalismo, orientado primero hacia el ejemplo británico, se desvía luego hacia el norteamericano ya que este, según Truyol y Serra, 395está más próximo en sus planteamientos al Derecho natural y más susceptible de ser moldeado según los principios de la razón, representando Filangieri, dentro de las tendencias reformistas de su siglo la posición más abstracta a la vez que la más consecuente con los principios del antihistoricismo iluminista, de lo cual le acusa también Fassó, coincidiendo numerosos autores en que estos defectos, comunes al 392 Truyol y Serra, A. Op. cit., pág. 252 Fassò, G. Op. cit., pág. 259 394 Ibíd. 395 Truyol y Serra, A. Op. cit., págs. 252 y ss. 393 117 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado reformismo napolitano, que los situaban fuera de la realidad, incluso política de su tiempo, fueron los causantes de su fracaso. Dedica al Derecho penal (las leyes criminales) el libro tercero de la Scienza della legislazione : Delle leggi criminali, d'delitti e delle pene, que publica en 1783 en Nápoles, cuando De los delitos y de las penas de Beccaria396 hacía diez y nueve años que había salido de las imprentas de Milán. "Sin embargo, Filangieri no sigue de cerca las ideas de Beccaria en cuanto a los asuntos criminales... el napolitano concibe la obra clásica del milanés como “un modelo en negativo”... y llama la atención que Filangieri cite solamente una vez a Beccaria" en ese volumen tercero de su Ciencia de la legislación...397en el que se propone construir un sistema perfecto de legislación penal, asignándole a esta rama del Derecho funciones puramente sociales y límites precisos, dentro de un esquema contractualista, bastante diferente en sus postulados de las del resto de los seguidores de esta corriente, especialmente de Rousseau, al que define como misántropo y sofista, ya que para Filangieri, el estado del hombre en sus orígenes, era un estado social totalmente igualitario, sin mas leyes que las naturales, ni más vínculos que los de la amistad, la necesidad o el parentesco, donde la única desigualdad nace de la fuerza corporal que, con el tiempo, va a generar violencia y abuso de los fuertes, por lo que será necesario para mantener la paz social, renunciar a la independencia individual, creando una fuerza pública superior y una asamblea social que determine los derechos y deberes de cada uno, respecto a los demás miembros de la sociedad. 398 Este pacto399 cuyo objeto fundamental es, como se ha dicho más arriba, el mantenimiento de la paz social, necesita que, como consecuencia lógica, el fin de las leyes sea el de la conservación para las civiles, y el de la tranquilidad para las de carácter penal400, para lo cual estas últimas cuentan con dos medios fundamentales : la defensa y la intimidación, apareciendo la pena como 396 Al que por cierto, cita en esta obra una sola vez. Víd. Filangieri, Gaetano. La scienza della legislazione : edizione critica Venezia : Centro di Studi sull'Illuminismo europeo "G.Stiffoni", 2004. 397 "Ahora bien, en cuanto al lugar que ocupa cada uno de estos dos teóricos en la historia del derecho penal moderno, es necesario tener en cuenta el efecto Beccaria sobre la difusión, apropiación e invisibilización de la obra de Gaetano Filangieri en la historiografía de las leyes penales" Escobar Villegas, Juan C. y Maya Salazar, Adolfo A. «Los procesos de codificación penal en Nueva Granada: una ruta para la mundialización de las ideas ilustradas.», en Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Coloquios, 2007 (el subrayado es mío) 398 Morillas Cueva, L. Op. cit., págs. 60 y ss. 399 “Si las leyes son las fórmulas que expresan los pactos sociales, toda trasgresión de la ley es la violación de un pacto”. Filangieri, Gaetano. La scienza della legislazione... cit., pág. 400 “la libertad civil y seguridad individual” : “ciò che debba intendersi per tranquillità, noi troveremo che questa è inseparabile dalla sicurezza e che questa sicurezza non può essere altro che la coscienza, o sia l’opinione che un cittadino deve avere di non poter essere turbato, operando secondo il dettame delle leggi. Or questa specie di libertà politica, che rassicura tutte le classi […] non può essere che il risultato delle leggi criminali” 118 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado instrumento preventivo, y no ya como retribución o expiación por el delito cometido, para impedir que el que ha delinquido vuelva a cometer más actuaciones dañosas y disuadiendo a los demás de imitarlo. 401 Entonces, "la pena se funda en la necesidad de restablecer el orden social desequilibrado por la ruptura del pacto social... La sanción penal coloca, pues, al ciudadano ante la disyuntiva de elegir entre el cumplimiento de un deber y la pérdida de los derechos." 402 Y el objeto de la pena que aquí se expone, va a suponer la ruptura con el pensamiento inspirador del Derecho penal del antiguo régimen y una crítica contundente a los conceptos penales del iusnaturalismo medieval, en palabras de Prieto Sanchís. Si se analiza su obra con los parámetros actuales, se descubre el trazado, a grandes rasgos, de una parte general en la que, como escribe Prieto Sanchís, se recogen los principios fundamentales que más tarde inspirarían el Derecho penal liberal, advirtiendo sobre la necesidad de suavizar los castigos, y censurando los más atroces, aunque sin la carga emocional de Beccaria, haciendo hincapié en la relación que debe existir entre el progreso cultural y social y la humanización de los castigos y propugnando su graduación proporcional al daño ocasionado por el delito.403 También y en relación a esta parte general, es destacable, según Sáinz Cantero su concepto de acción, uno de cuyos requisitos es el de la voluntad y una de las causas de su ausencia, por la que esta acción no será imputable ni punible su ejecución, es la presencia de una fuerza externa que anule dicha voluntad : "La acción en que no concurre la voluntad no es imputable, ni es punible la voluntad en la que no concurre la acción. Consiste pues el delito en la violación de la ley, acompañada de la voluntad de violarla... no será delincuente aquel a quien obliga a obrar una fuerza extraña..." 404. Y concibe la imputabilidad, como una capacidad de querer que está ausente en los menores de edad y en los incapacitados que han perdido el uso de la razón "por un desorden de su mecanismo". Por lo que se refiere a la culpabilidad, distingue entre dolo, culpa y "acaso", refiriéndose al caso fortuito, del que afirma que no deben castigarse los resultados lesivos y atribuyendo una penalidad mayor al primero que a la segunda, ocupándose también de los grados de ejecución del delito y de algunas formas de participación. 405La parte especial, que se distingue nítidamente de la anterior, se ocupa de los delitos en un detallado estudio que ocupa gran parte del volumen, agrupándolos según el objetivo contra el que atentan : la divinidad, el soberano, el 401 Ibíd. Prieto Sanchís, L. Op. cit., pág. 351 403 Prieto Sanchís, L. Op. cit., págs. 352 y ss. 404 Sáinz Cantero, J. A. Op. cit., pág. 65 405 Sáinz Cantero, J. A. Op. cit., pág. 66 402 119 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado orden público, dentro de los cuales incluye la mayoría de los que hoy llamaríamos delitos sociales, la fe pública, el derecho de gentes, el orden familiar, la vida, la dignidad, el honor y la propiedad privada. Hay que destacar el análisis que realiza sobre las tipicidades de las infracciones contra la economía de la nación, recogidas actualmente por muchos códigos. Filangieri trata con mucho más detalle que Beccaria “los procedimientos judiciales que deberían implantarse en la administración de justicia y utiliza una rigurosa metodología histórica que le permite citar fuentes que argumentan en su favor y controvertir con los más destacados tratadistas y teóricos de su siglo. Así lo hace cuando discute con Montesquieu sobre el significado de “la libertad de acusación” en los sistemas judiciales. Como este último respalda con su Espíritu de las leyes la desaparición de “la libertad civil de acusar”, signo de la confianza y de la igualdad entre los ciudadanos, y a cambio propone un sistema acusatorio basado en la denuncia oculta y en un acusador especializado, y no en la acusación abierta y pública, Filangieri reacciona y asegura que tanto la práctica en los juzgados como la “apología del sistema” de Montesquieu significan “destruir los más sanos principios de la política, confundir las ideas más inconexas, mostrarse ignorante en la jurisprudencia antigua y moderna, y deducir de un principio una consecuencia opuesta a la que naturalmente debería inferirse de él”406 En cuanto a la pena de muerte, Filangieri es decididamente antiabolicionista, aunque matizando su postura, a la que dedica bastantes páginas de su obra. En su argumentación, basándose en el derecho irrenunciable a la vida que posee el hombre en el estado de naturaleza, traspasa este, tras una agresión injusta que puede provocar la muerte del agredido, al resto de la sociedad, legitimando así una especie de "venganza universal", en palabras de Prieto Sanchís, que, con el paso del estado de naturaleza a la sociedad civil, habría de convertirse, necesariamente en una venganza social y estatal. Apela también a "argumentos más emocionales, como la invocación a la conciencia social que unánimemente condena el delito y desea la expiación del delincuente y que, a su juicio, encuentra su origen en la propia naturaleza humana y cuya razón, en consecuencia, no cabe discutir." 407 Es evidente que estas razones se contradicen con las propias del autor sobre el objeto de la pena, que se han expuesto más arriba. Pero es sensible a la extrema dureza de la pena capital y, por razones de utilidad, propone que se aplique sólo en determinados casos ya que de ella se derivan la multiplicación de delitos gravísimos, la impunidad de los leves y la disminución de su fuerza intimidatoria, denunciando a Francia, en especial como ejemplo de lo que acabamos de exponer 406 Escobar Villegas, Juan Camilo, Maya Salazar, Adolfo León. “Los procesos de codificación penal en Nueva Granada: una ruta para la mundialización de las ideas ilustradas”. En : Nuevo Mundo Mundos Nuevos : Coloquios, 2007, [Disponible en Internet] http://nuevomundo.revues.org/index3960.html. [última consulta 20/01/ 2009] 407 Prieto Sanchís, L. Op. cit., pág. 353 120 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado y reservando su aplicación para delitos contra la vida y contra el orden de la nación, para el que "se ha hecho reo de lesa magestad en primer grado." Llega, pues a las mismas conclusiones de Beccaria y de Marat, partiendo de principios distintos. 408 Su significado, en resumen como penalista, no es tanto la de ser un innovador, como la de ser un sistematizador, un jurista en todo el sentido de la palabra, que aplica y concreta la teoría, abriendo camino a la "consolidación de una metodología propia de la Ciencia punitiva." 409 En Nápoles, a pesar de la vivacidad del ambiente cultural, de los fermentos reformadores, de la amplia política iluminista de ministros como Bernardo Tanucci y del florecimiento de la doctrina jurídica, aunque más tradicional que en otras provincias italianas, se registra únicamente en este periodo un acontecimiento legislativo de importancia Tanucci, ministro de Carlos de Borbón, futuro rey de España con el nombre de Carlos III, aborda un primer proyecto de código general, conforme a la política propia de un déspota ilustrado, que fracasó porque, aunque las ideas de aquel eran “suficientemente claras, especialmente sobre el significado político de una "codificación", la situación del reino y la falta de poder del soberano (que obligó a confiar esta empresa a personas e instituciones que representaban los planteamientos más tradicionales) condenaron al fracaso este proyecto." 410 Pero en sus Dispacci, impone en todos los tribunales superiores napolitanos la obligación de motivar las sentencias, y la prohibición de basarse en la doctrina de los doctores y en la jurisprudencia de los tribunales, debiendo los jueces asumir como premisa mayor del silogismo judicial, del cual hablábamos en páginas anteriores, única y exclusivamente la ley. También hubo un proyecto de Código de leyes mercantiles marítimas, que no fué promulgado. Por lo que se refiere a los estados pontificios, naturalmente no se hablaba de reforma; en 1754, Benedicto XIV reformuló el Derecho canónico en materia penal de manera sumaria, en sólo 140 artículos, pero terriblemente cruel. Tanto que, treinta años después, con una sensibilidad un tanto tardía a los nuevos tiempos, como siempre ha sido norma en la Iglesia católica, Pío VI creó una comisión que estudiase una reforma penal, teniendo en cuenta el criterio de proporcionalidad de las penas, que finalmente no llegó a ninguna conclusión. 411 Aparte de estas dos provincias mencionadas, "las ideas iluministas encontraron seguidores en todas las regiones de Italia, y casi todos, en mayor o menor medida, 408 Prieto Sanchís, L. Op. cit., pág. 355 Morillas Cueva, L. Op. cit., pág. 61 410 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 209 y ss. 411 Ibíd., págs. 540 y ss. 409 121 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado trataron el tema dominante de la reforma de la legislación y sus principios... sus ideales liberales y democráticos y la urgencia de reformas hechas valer por ellos estuvieron destinados a ser fecundos : en la obra doctrinal de estos autores... germinaron los ideales del Risorgimento ; con sus enseñanzas comenzó la educación política moderna de la nación italiana." 412 2.2. Aufklärung : Iluminismo e idealismo germánicos. En lo que hoy denominamos Alemania, a pesar de que parte de sus dominios geopolíticos se incardinaban en Italia, el desarrollo del Iluminismo jurídico es distinto. El mundo germánico no conoce hasta el siglo XVIII un proceso auténtico de centralismo burocrático, y cuando lo conoce, según Tarello, es diferente también del francés en el grand siècle, y del español siglo de oro por sus características ideológicas, culturales y políticas. 413 Esta centralización está íntimamente relacionada en los territorios germánicos con la tendencia a la codificación del Derecho. El problema del federalismo que aquí adquiere un especial relieve, se plantea dialécticamente como solución política, junto al centralismo desde 1648, como escribe Lucas Verdú Desde esta fecha, "la historia alemana se explica por el diálogo entre las tendencias federales y las centralizadoras. Sin embargo, siempre ha pervivido la conciencia de la necesidad de elementos federales ; lo que sucede es que el camino integrador se ha conseguido más tardíamente que en otras partes y ha sido más difícil contener a las fuerzas centrífugas." 414 Después de unas guerras de religión que habían durado dos siglos, complicadas además por la intervención extranjera (guerra de los Treinta Años), el llamado Sacro Imperio romano-germánico se había transformado en una especie de federación de Estados independientes, en cuya inmensa mayoría subsistían los poderes estamentales, católicos unos y obedientes a la autoridad de Roma, y otros protestantes, en los que la Reforma había fortalecido el poder real, unidos 412 Fassò, G. Op. cit., pág. 261 Cfr. Tarello, G. Op. cit., pág. 46 414 Lucas Verdú, Pablo. Curso de Derecho político. T. 2. 3ª ed., rev. Madrid : Tecnos, 1991., pág. 300. En La Toscana, bajo la guía de Pietro Leopoldo, hubo un periodo de intensas reformas entre 1765 y 1790 con influjo y participación del movimiento iluminista europeo y toscazo en el gobierno del Gran Ducado. También en materia penal con la Legislazione criminale toscana, de 1786, donde muchos apreciaron la influencia de Beccaria y de Howard.. Estos “experimentos” iluministas fueron posibles gracias a una situación social estática y homogénea, hasta que, coincidiendo en el tiempo con el inicio de la Revolución francesa, el agravamiento de la crisis de la industria de la seda y el desempleo y la subsiguiente miseria de muchos artesanos, se tradujeron en tumultos y desórdenes que dieron al traste con el breve sueño de los filósofos y políticos iluministas. Melossi, Darío (coaut.) Cárcel y fábrica : los orígenes del sistema penitenciario : (siglos XVI-XIX). México : Siglo XXI, 1980, págs. 105 y ss. 413 122 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado precariamente por unos tenues lazos, apenas reforzados, las instituciones tradicionales del Imperio, cuya dignidad máxima recaía en un príncipe germánico. Los grandes estados eran Prusia en el norte, con un ejército y una administración eficaces y bien organizados, Baviera, y sobre todo, Austria al sur. Este reino, cuyo monarca ostentaba también la corona del Imperio, había intentado reforzar el vínculo de sucesión en sus posesiones hereditarias dentro y fuera de las fronteras del Imperio tras la guerra de Sucesión. La monarquía austriaca fue la más "ilustrada" del Setecientos europeo. Los dos obstáculos que, como se ha dicho ya anteriormente, hipotecaban el poder del absolutismo, de un lado la autoridad universal de la Iglesia, y de otro, las constituciones estamentales propias de cada uno de los territorios de la Corona, incorporados por matrimonio o por derecho de conquista bélica, también obstaculizaban el imperio de los Habsburgo. Formado por numerosos colectivos étnicos y sociales, el Imperio de los Habsburgo era un mosaico heterogéneo de tendencias centrífugas. La reina María Teresa y José II pusieron en marcha una profunda reforma fiscal y administrativa destinadas a fortalecer la soberanía del estado en todos sus territorios y a terminar con el enorme poder de los estamentos. 415 Esta reforma, iniciada en 1748, cuyo objetivo aparente era la creación de un ejército estable para lo que era necesario un impuesto territorial de carácter general y permanente, que finalmente fué aceptado por la mayoría de las Dietas, acabó con la autonomía fiscal de los estamentos, y con la exención que gozaban los feudos nobiliarios y la Iglesia, para la que supuso un duro golpe la política regalista de los Habsburgo contra la autoridad de la Santa Sede. A su vez, la reforma iversitaria acabó también con el monopolio de la Iglesia y la influencia de los jesuitas en las universidades y contribuyó también a la difusión de las ideas ilustradas. Detrás, llegaron la centralización burocrática y la reforma administrativa, impulsando la centralización política. 416 415 “Para imponer su política ilustrada, José II recurrió a los funcionarios, esencialmente juristas, que eran nombrados por el emperador con carácter vitalicio con base en sus propios méritos. No se dotaban pues en Austria, los oficios por compraventa como ocurría en Francia o en España o por influencia política como ocurría en Inglaterra con el sistema de patronazgo. Esta cohorte de funcionarios públicos del Estado austriaco resultó especialmente útil para recolectar los impuestos directamente sin tener que recurrir como hasta entonces al sistema de arriendo a financieros particulares que luego se arreglaban con el Estado”. Aguilera Barchet, Bruno. La crisis jurídica del Antiguo Régimen. 1 ): El Absolutismo Ilustrado. Disponible en Internet : http://www.fcjs.urjc.es/geap/ [última consulta 1/12/2008] 416 Ruiz Torres, Pedro. “La época de la razón: los conflictos”. En: Historia universal. Vol. 9. -Barcelona : Planeta, 1993., págs. 359 y ss. 123 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Por lo que se refiere a la organización jurídica del área germánica, en los Estados más pequeños (los llamados Kleinstaaterei, que eran de hecho unidades políticas independientes), donde obviamente no había gran cosa que centralizar, sus tribunales se organizaban, por regla general, según los principios jurisdiccionales de los Stände o estamentos, en el ámbito del llamado Ständestaat (estamentos organizados), en los que el monarca podía presionar sobre las distintas instancias judiciales (magistratura, clase forense y juristas). Sin embargo, a principios del siglo XVIII, estaban, de hecho, absolutamente integrados en la organización "estatal", aunque su principal problema era evitar la asfixia económica y política por parte de los Estados más poderosos. 417 Las leyes fundamentales del Imperio hasta ese momento no poseían, en palabras de Stern, "el carácter de una decisión de voluntad unitaria tomada por un "centro" sobre el contenido básico de la vida del Estado. Eran más bien un tejido de privilegios estamentales, reglas sobre la sucesión en el trono, normas de organización y libertades religiosas... que deben su génesis a circunstancias históricas fortuitas más que a un designio planificado, y en el que además es imposible reconocer una ordenación de las materias que han de ser reguladas." 418 Junto a un Derecho público imperial de carácter general, coexisten Derechos públicos particulares y propios de cada Estado, formados sobre modelos históricos. Por lo que se refiere al Derecho privado, el Derecho romano recepcionado funcionaba como Derecho común, identificándose con el Derecho común imperial, y considerándose supletorio frente a los Derechos específicos de cada territorio (Landrechte o Derecho territorial) Estos derechos, cuyos contenidos son tanto de Derecho público como privado, aunque su núcleo, considerado bajo un punto de vista actual es, evidentemente de carácter público : la relación entre el principe o soberano del territorio y los señores feudales reunidos en un estado estamental (Stände) con obligaciones recíprocas y distribución de competencias, también recogen normas de carácter consuetudinario junto a las legisladas por los principes, y denominadas Landesgesetze : ordenanzas administrativas, constituciones, edictos, etc. De cualquier forma, sobre todo en los Estados más grandes, la cultura jurídica iluminista es la de los principes y sus funcionarios, y se pone al servicio de una reorganización política y administrativa que va a suponer un aumento del poder absoluto de los principes o reyes alemanes. Los "ilustrados" del mundo germánico como Thommasius, Achenwall, Leibnitz, Wolf, Nettelbladt, Darjes, etc., etc., representan el aspecto más técnico de de dicha cultura. Sobre todo, con el triunfo de la escuela de Wolff, en la zona germánica las "luces y la "razón" se identifican con las del Absolutismo, y el iluminismo o "esclarecimiento" 417 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 56 y 57 Stern, Klaus. Derecho del Estado de la República federal alemana. Madrid : Centro de Estudios Constitucionales, 1987., pág. 193 418 124 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado (Aufklärung), se manifiesta como ideologia propia de, y en beneficio de los funcionarios.419 En la Alemania.... del siglo XVIII fue, “en primer lugar un fenómeno urbano, ligado a las numerosas y activas Universidades y a la burguesía protestante. De las Universidades, dos sobre todo : en Gotinga, comienzan a desarrollarse las ciencias históricas y políticas en el sentido moderno del término. En la de Halle, dos hombres encarnaron la primera generación de Aufklärer : Thomasius, en quién se afirmó la voluntad de una renovación del pensamiento según las exigencias racionales, y Francke, que hizo de la Universidad un centro de difusión del pietismo, afirmándose así una continuidad entre Reforma e Iluminismo. ¿Acaso no era el lema de la Reforma post tenebras, lux? ... La Aufklärung se diversifica en la zona alemana, bajo este punto de vista, según los paises que la integran : más burguesa en los calvinistas, en menor medida en los luteranos, más aristocrática en los países católicos. Fue en la Prusia de Federico II, donde se manisfestaron con más fuerza los valores racionales y utilitarios de este movimiento, modificando la religión protestante, impregnando la práctica administrativa y constituyendo, finalmente, una filosofía de Estado... un instrumento en manos del poder político, un modo particular de ejercicio del absolutismo : el despotismo ilustrado”420 Tanto es así que, si en lo político, según escribe Truyol y Serra, el iusnaturalismo germánico profesa en los siglos XVII y XVIII un autoritarismo paternalista que tiene su reflejo en las tendencias centralizadoras de los principes absolutos expresadas más arriba, desde el punto de vista intelectual sirvió de base a la traducción científico-doctrinal de esas tendencias que se plasmó en el cameralismo, 421que, en sentido estricto (Kammer en alemán, camera en latin) designa el lugar donde se almacenaba el tesoro real de los príncipes alemanes. Por extensión, en palabras de Fuentes Quintana, sirvió luego para referirse a la propiedad real de los ingresos del príncipe, de forma que los asuntos "camerales" se consideraron en los territorios alemanes como sinónimos de los asuntos económicos del soberano. Más tarde, llegó a conocerse como cameralismo el conjunto de reglas que servían para administrar la actividad del Estado. 422 "Incorporado a la literatura de la Hacienda Pública, este término ha venido 419 Tarello, G. Op. cit., pág. 226 Por todo el párrafo, cifr. Soboul, Albert (coaut.) El siglo de las luces,Madrid : Akal, 1997 , 2 v. en 3 t. V.1. t.12. Los inicios : (1715-1750), pág. 317. 421 Truyol y Serra, A. Op. cit., pág. 222 422 El rasgo unificador de la literatura cameralista consistió en lograr una independencia y asentamiento de la economía del Estado como punto de partida para asegurar el bienestar de la nación. La economía del Estado aparece como una economía organizadora de la propia economía nacional, lo que exige una intervención profunda del Estado en la administración de los recursos de la sociedad. Esta intervención estatal debe efectuarse a partir del presupuesto, cuyo elaboración habría de ajustarse, según los cameralistas, a un conjunto de principios a cuya luz deberán repasarse los ingresos y gastos públicos 420 125 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado circulando en dos sentidos diferentes. Por una parte, se refiere esencialmente a la teoría de la economía política en cuanto economía estatal, aplicándose a las ideas que acompañaron las prácticas y tendencias en administración, hacienda y política económica de los territorios germánicos desde el siglo XVI hasta la primera mitad del XVIII, constituyendo entonces, prácticamente el cameralismo, el equivalente germánico del mercantilismo ; por otra, y en un sentido amplio, designa el sistema de las ciencias políticas promovido en torno al Estado absoluto de la época, y a su servicio, "artífice "desde arriba" de la felicidad de sus súbditos. La noción central que caracteriza la relación entre los súbditos y el monarca es el mandato." 423 Intenta sistematizar los diversos servicios administrativos, sirviendo de base para la formación de los funcionarios públicos. Ello quiere decir que el cameralismo constituye un conjunto de ideas prácticas, recogidas después con una cierta sistemática, cuya circunstancia política no hay que olvidar que es la consolidación del Estado moderno y por tanto, es "la economía del Estado objeto fundamental de atención de todos los escritores cameralistas. Para esa actividad estatal, los cameralistas intentaron ofrecer un sistema de ideas que sirviese para orientar de la mejor manera su desarrollo al servicio de la economía de su pais... [ya que] son, al mismo tiempo administradores de la Hacienda de los príncipes alemanes. Es esa experiencia de la administración estatal la que se recoge en el conjunto de sus escritos." 424 Estos escritores enfocan los problemas de la economía nacional y sus soluciones, a través de la economía del Estado. "No es concebible un desarrollo de la economía nacional sin una intervención estatal y sin una administración estatal adecuadas y a inspirar esa intervención inteligente de la Administración del Estado tienden las consideraciones y reflexiones del cameralismo."425Lograr, por tanto, una independencia de la reales"Fuentes Quintana (dir.). Economía y economistas españoles. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2000. 9 vols. En especial, V. III, La Ilustración. Del mismo autor, Voz "Cameralismo". En : Economía Planeta : Diccionario enciclopédico. Vol. 2º : Bit-Cons. Barcelona: Planeta, 1980., págs. 101 y ss. 423 Truyol y Serra, A. Ibíd. 424 Fuentes Quintana, E. Ibíd. 425 Ibíd. Escribe Ernest Lluch que el cameralismo es “la versión germánica, según la acertada expresión de H.C. Rechtenwald, de este maduro mercantilismo estatal y liberal relacionado con problemas específicos, aunque no exclusivos, de los estados territoriales germánicos.Su principal objetivo fue la reforma centralizada de la hacienda [pública](camera principis) como forma para lograr la felicidad de los súbditos (Untertanen ) a través de la política económica y social. La despoblación, tan acentuada por guerras, epidemias y decadencia económica, se combatía con proteccionismo exterior, libertad interior, manufacturas y bancos públicos, comunicaciones, colonizaciones agrícolas con técnicas militares y promoción de la modernización económica.” Lluch, Ernest “El cameralismo más allá del mundo germánico” en Revista de economía aplicada, Vol. 4, Nº 10, 1996 , pág. 164. 126 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado economía del Estado para asegurar el bienestar de la nación, a partir de una intervención estatal y de un presupuesto. Es el primer ensayo de Hacienda pública normativa y una de sus raices fundamentales. Uno de estos autores, Joseph von Sonnefelds, consejero de cuatro emperadores austriacos, y uno de los artífices de las codificaciónes de los Habsburgos, encabezó la lucha por la abolición de la pena de muerte y la reforma del proceso inquisitivo. Tanto es así que, en 1775 a una orden de la emperatriz Maria Teresa que paralizaba la reforma penal, respondió primero con una "Súplica" a la emperatriz, y poco después con un tratado “Sobre la abolición de la tortura”A él se debe pues, según Tarello, la abrogación tácita de la tortura en 1776, y la desaparición de la pena de muerte del código penal austriaco de 1787, en el reinado del emperador José II. 426En lo que están de acuerdo la mayoría de los estudiosos es que el Iluminismo, como corriente antagónica al poder establecido, no tuvo "enemigo" en el área germánica. El cuerpo doctrinal enfrentado a un poder estatal unitario, que caracterizó a, por ejemplo la Ilustración en Francia, por las características explicadas más arriba no tiene razón de ser en los territorios germánicos y más teniendo en cuenta que en las áreas de influencia protestante, la Reforma religiosa había adaptado "la religión al orden temporal, destruido el poder de la Iglesia, secularizado la ciencia y la cultura, y destacado el poder del ciudadano en la conciencia personal..."427por lo que el otro poder al que se enfrentó el movimiento ilustrado en el resto de los países europeos, la Iglesia, estaba en la mayor parte de Alemania, "neutralizado." Otra de las características de este periodo en Alemania, según De Cabo, es la presencia predominante de corrientes irracionalistas como expresión cultural de la burguesía, contradiciendo las pautas culturales de la burguesía ilustrada del resto de Europa. Esto se explica por la interrupción del ascenso al poder como clase de la burguesía germánica iniciado en los siglos XIV y XV, a causa del desplazamiento de los centros comerciales desde las ciudades alemanas (y sobre todo el ocaso de la Hansa teutónica), a Holanda e Inglaterra, y de la guerra de los 30 años en el siglo XVII y sus consecuencias. La nobleza, entonces, continúa siendo la clase dominante, sirviéndose del ejército y de la burocracia, y la burguesía una clase dominada, que únicamente produce ideas de sumisión, pero justificadas y al servicio de nobles ideales un tanto obscuros, que se cierra sobre sí misma y se aleja de una realidad que le es impuesta, de su análisis y comprensión, proyectándose en formulaciones ideales subjetivas que conducirán al irracionalismo, y derivarán hacia un desprecio de la realidad objetiva y sus caracteres : lo relativo, lo histórico, lo contingente, 426 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 482 y 511 Cabo Martín, Carlos de.Teoría histórica del Estado y del Derecho constitucional. V. 2º. Estado y Derecho en la transición al capitalismo y en su evolución : el desarrollo continental. Barcelona : PPU, 1993., págs. 103 y ss. 427 127 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado sustituyéndolos por lo absoluto, lo eterno, lo necesario, hasta situarse en abierta oposición al racionalismo ilustrado, y expresándose en un lenguaje poco claro, una jerga personal, que hace de la intelectualidad alemana un coto cultural tan restringido para los demás como ella lo ha sido en el orden sociopolítico. 428 Por el contrario, y frente a estas abstracciones de la clase intelectual, una de las características más acusadas de gran parte de la ciencia jurídica alemana, como escribe Tarello, es la búsqueda de sistematización de la normativa vigente. "En el ámbito de esta tendencia doctrinal, el "sistema" se entiende como sistema ordenado de proposiciones jurídicas... de dos clases : a) las que atribuyen un derecho o un deber a cierto tipo de sujetos, y b) las que atribuyen características o facultades internas a un determinado derecho o a un tipo de derechos ; la ordenación sistemática está determinada por el reagrupamiento de las proposiciones jurídicas en los mismos términos que en las ciencias deductivas, en particular las matemáticas y la geometría : I) En primer lugar, las definiciones generales, los axiomas y las proposiciones generales, II) en segundo lugar, una serie de desarrollos deductivos, demostrables como teoremas, constituidos por proposiciones particulares y con la posibilidad de introducir definiciones particulares." 429 Las obras adscritas a esta tendencia, según el mismo autor, pueden reconocerse fácilmente, ya que en sus títulos aparecen palabras como "Principia", "Elementa", "Systema", "Methodus scientifica", etc., primero en latin y más tarde, en alemán. Y serán las que impregnen las doctrinas jurisprudenciales alemanas del Ochocientos primero y más tarde las dos grandes escuelas de pensamiento jurídico germánico de comienzos del siglo XIX (las llamadas "escuela filosófica" y "escuela histórica"), diferenciándola del resto de Europa continental. 430 Partiendo de las teorías de Leibnitz y Wolff, se caracterizan por, en primer lugar, la elaboración de una parte general del Derecho, sobre todo del Derecho privado, que, por exclusión comprendía todo lo que no era ius publicum Imperii germanici, que abarcaba lo que hoy llamaríamos Derecho constitucional (y, según Stern, también el Derecho feudal, el Derecho Internacional, el Derecho penal, y en parte -la parte pública- el Derecho de la iglesia) además de parte del Derecho administrativo : disposiciones de "policía" y Hacienda pública, equiparándose así el Derecho público con el Derecho del Estado, aunque luego a lo largo del siglo XIX, se separase de este Derecho del Estado en sentido amplio, otro en sentido estricto que abarcaba sólo la Constitución y las normas jurídicas que afectan a la gobernación de un Estado. 431 428 Ibíd. Cfr. Tarello, G. Op. cit., pág. 153 430 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 154 y ss. 431 Stern, K.Op. cit., págs. 108 y ss. 429 128 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Dicha parte general comprende las definiciones generales y algunos principios fundamentales y básicos, como las teorías de la proposición jurídica, del sujeto y de la capacidad, la teoría general de los predicados jurídicos y las definiciones generales de los bienes. Curiosamente, según Tarello, la conformación de la "parte general" se parece al esquema institucional gayo-justinianeo (persona-cosaacción), aunque en esta estructura no se encuentren las disposiciones jurídicas particulares o singulares que van a formar la "parte especial". 432 En segundo lugar, se interpretan las proposiciones jurídicas como atribuciones a sujetos de derechos y deberes, siendo estos predicados de aquel, y estando separados, conceptualmente de su tutela, que aparece como meramente accidental. Ahora bien, la "tutela de los derechos" y en particular la tutela judicial de los derechos, se presenta como un área autónoma del Derecho privado, o como parte especial, reabsorbida primero en la estructuración y codificación de la organización judicial y más tarde ya en el siglo XIX, se elaborarán teorías de los "derechos procesales subjetivos", considerando las normas procedimentales como proposiciones atributivas de derechos. 433 Por lo que se refiere al ius publicum Imperii germanici, desde finales del siglo XV 1495- hasta mediados del XVI -1555-, el Sacro Imperio Romano-Germánico desarrolló lo que se conoce como el “Sistema Constitucional de la Paz Eterna en la Tierra”, "basado en tratados políticos entre el emperador y la asamblea de los principados vasallos que renunciaron a su derecho tradicional a la guerra. Se fijaron, entre otros el compromiso de la “paz por participación”, mediante leyes constitucionales como las de Paz Eterna en la Tierra (1495, 1521, 1555), el Manejo de la Paz y del Derecho (1495), los estatutos sobre la organización de la Corte de la Cámara Imperial (1495,1521, 1555), la primera Capitulación Electoral de 1519, la Ley sobre los Círculos Imperiales (1521), la Matricula Imperial, reguladora de la tributación (1521), la ley penal de la Constitutio Criminalis Carolina (1532) y la Ley sobre la Ejecución Imperial (1555)"434 Carlos I en su condición de Karl V, Emperador de Alemania, y del Sacro Imperio Romano-Germánico,435también decretó la ordenación completa del derecho y la justicia penal. En el año 1532, tras su ratificación en la Dieta de Ratisbona, "se promulgó el que es considerado el primer Código penal y 432 Cfr. Tarello, G.Ibíd. Ibíd. 434 Marquardt, Bernd "El mito del sistema de Westfalia : una reevaluación de la cesura de 1648 en la historia del Derecho internacional público" en Pensamiento Jurídico, ISSN: 01221108, Nº. 20, 2007, págs. 103-134, pág. 110 435 Robertson, William History of the reign of Charles the Fifth, With an account of the emperor's life after his abdication. London : Routledge, [s.a.] (1882) 433 129 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado procesal de Alemania, la… Constitutio Criminalis Carolina...” 436 Es una versión glosada del Halsgerichtsordnung de Bamberg (también conocido como el Bambergensis), elaborado por Johann Freiherr von Schwarzenberg, en 1507, que volvía a la escuela humanista del derecho romano y del que se publicaron cinco ediciones entre 1507 y 1520. Esta “Mater Carolinae”, en su discurso preliminar dice que “ha sido redactada para las “personas corrientes”, que no han aprendido o practicado el Derecho437 “La génesis de la Carolina se produce en una época… en la que esta concepción de que el legislador no pueda crear propiamente Derecho nuevo, había sufrido ya conmociones. Los órganos legislativos del Imperio del siglo XVI promulgaron algunos “Ordenamientos”, especialmente de policía, en los que, en caso de nuevas necesidades sociales, fue creado conscientemente Derecho nuevo, también Derecho penal.”438 En alemán se denominó Peinlichen Halsgerichtsordnung Kaiser Karls V (Ordenamiento penal o procedimiento para el enjuiciamiento de crímenes capitales de Carlos V) y la lengua que se utilizó para su redacción es el denominado altoalemán moderno primitivo o temprano -Frünehochdeutstch-. Se la ha querido interpretar como un acto de creación del Derecho, pero la concepción que se impuso en las monarquías absolutas de los siglos XVII y XVIII : principis cura leges, aún estaba lejos y su sentido originario, desde luego, no fue ese.439 Su objetivo era unificar el sistema legal del Imperio, y así poner fin a la jurisdicción penal local, distinta en los diversos estados que lo conformaban, cosa que terminó consiguiendo, pese a incluirse en el texto una cláusula de excepción o separación por la cual la Carolina actuaba como derecho supletorio de las legislaciones de cada estado : “Si era, en relación con el Ius commune, un Estatuto del Imperio, en relación con el Derecho particular vigente en los Estados alemanes, es [a su vez] un ius commune [para estos]”440 436 "a la que se designa comúnmente entre los juristas como la Carolina." Quintero Olivares, Gonzalo "La imagen de la Justicia en el Quijote, en Cervantes y en su tiempo" en Quaderns Fòrum del Il.lustre Col.legi d´Advocatsde Tarragona, IX, 2005, págs. 1-37, pág. 10 y ss. Conferencia pronunciada con motivo de la clausura del curso académico de 2005 y subsiguiente apertura del de la Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados de Tarragona. 437 Por lo que se completaba con tallas en madera con rimas para la mejor comprensión y retención por “el hombre corriente”. Vid. Webber, Hellmut von “La "Constitutio Criminalis Carolina" de 1532” en Cuadernos de política criminal, ISSN 0210-4059, Nº 86, 2005, págs. 125-137, pág. 128 y ss. También en Gallego Morell, Antonio (coaut.) Carlos V (15001558) :|[homenaje de la Universidad de Granada]. Granada : Universidad de Granada, 2001, págs. 279-291, pág. 281 (Repr. facs. de la ed. de: Granada : Universidad, 1958.) 438 Ibíd. 439 Cfr. Webber, Hellmut von “La "Constitutio Criminalis Carolina"… cit., págs. 279 y ss 440 Ibíd. 130 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Se la ha considerado el código de procedimiento penal más importante de su tiempo. Aunque inserto en el texto, también hay un código penal. Dedica 140 parágrafos441 al proceso y 77 al Derecho penal sustantivo -104 a 180-, reflejando "el sistema de las practicae : primacía del proceso y "procesalización" de lo penal sustantivo", como escribe Sbriccoli : Afirma la primacía de una justicia penal basada en una norma cierta, construída a partir de la doctrina penal elaborada en las Practicae criminales, según la tradición del ius commune, pero sin su flexibilidad ; marginando la negociación, sustrayendo el arbitrium a los jueces y excluyendo el recurso a las prácticas comunitarias de justicia negociada...442Y su influencia trasciende las fronteras del Imperio. Traducido pronto a distintas lenguas como el francés, el latín, etc., desempeñó un papel fundamental en la tradición jurídica nacional germana, e incluso casi a finales del siglo XIX, todavía algunos tribunales alemanes basaban sus sentencias en él. Afirmaba Savigny que no conocía ni siquiera en el siglo XVIII en Alemania, ningún cuerpo legal que se pareciese en fuerza y expresividad. Su importancia la ha hecho objeto de un amplísimo cuerpo doctrinal. Como Inglaterra, Alemania tenía a finales de la Edad Media una tradición jurídica nacional, basada en la costumbre, a la que no perturbaba el Derecho romano. Y como la inglesa, la tradición jurídica germánica, era una en las que tenía un arraigo más firme la participación de los laicos en la administración del Derecho criminal. Aun cuando y sobre todo a finales del siglo XVI, tuviese un papel fundamental en la recepción masiva del procedimiento penal romano canónico, y además en la transición a una magistratura profesional, ya que en el preámbulo manifiesta su desacuerdo con la organización de los tribunales de justicia en Alemania,443 producto de los desarreglos políticos de la Edad Media. "La mayoría de los tribunales penales están compuestos por legos lo que lleva a que en muchos lugares y a menudo, los procesos sean contrarios a la ley y la razón [dando lugar a que] el inocente sea castigado y muerto o el culpable liberado..." La Constitutio es un manual de instrucciones que facilita y suple el trabajo de investigación del inquisidor, detallando minuciosamente los distintos crímenes y sus circunstancias. Sanciona, culmina y compendia un 441 Es con mucho, la más numerosa comparada con los 30 parágrafos de La ordonnace royale francesa de 1539, o las 75 de la Ordonnance criminelle promulgada en los dominios holandeses del imperio español de 1570. 442 Cfr. Sbriccoli, Mario Storia del diritto penale e della giustizia : scritti editi e inediti, 1972-2007. Milano : Giuffré, 2009. V.1, pág. 259. También y del mismo autor, "La benda della giustizia : Iconografía, diritto e leggi penali dal Medioevo all'Età Moderna" en Costa, Pietro (coaut.) Ordo Iuris : storia e forme dell'esperienza giuridica Milano : Giuffré, 2003, págs. 41 -95. 443 Hay que esperar para una legislación sistemática que racionalice la estructura y administración de los tribunales, en Francia, a la Revolución y en Inglaterra, a los Judicature Acts, a partir de 1870. 131 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado modelo de proceso informativo escrito y secreto, del que ya había precedentes en Europa : El proceso oficial o público será la norma en la Carolina... "se recomienda la detención siempre bajo sospecha, con la indicación expresa de que no se torture durante la investigación. Sobre la tortura, es un resumen del proceso inquisitorial -Inquisitionsprozess- de la Edad Media. Se tortura antes de la intervención de la comisión laica, cuyo testimonio posterior apoyará la confesión si el acusado intenta retractarse. Desaparece el procedimiento arcaico o ritual. El fijar límites a la tortura, estableciendo cuando, como y a quién se tortura es uno de los propósitos de la Carolina y su definición de los delitos, sobre todo los más graves,444sirve a los fines procesales que son los fundamentales del Código : serán los que posibiliten la apertura del Inquisitionsprozess, con cautelas a favor del acusado..."445Casi todo el catálogo de la Carolina (una gran cadena de crímenes graves) refleja una guerra jurídicamente asimétrica entre los rebeldes a los que criminaliza y el poder estatal del Sacro Imperio, mostrando en toda su evidencia "que la iurisdictio in poenalibus, pertenece por completo al príncipe."446 Pero los autores germánicos que escriben sobre Derecho penal desde Puffendorf, tienden a señalar a los príncipes soberanos los límites de la represión penal no sólo en los comportamientos meramente internos, sino también en aquellos que son calificados en términos de bueno y malo, justo e injusto en virtud de reglas morales y religiosas, fundamentando esta exclusión en que la represión de estos comportamientos, reprochables exclusivamente por razones religiosas, corresponde al Derecho canónico y, por tanto, no es útil, ni atañe directamente al Estado. 444 Se califican como delitos graves actos tales como el asesinato, el homicidio, el robo, el incendio provocado, la homosexualidad y la brujería. En particular, la Carolina especificaba que los culpables de causar un daño a través de la brujería : crimen maleficii, sortilegi vel magiae, deberían ser ejecutados en la hoguera, sentando el precedente legal para los juicios de brujas masivos producidos entre 1580 y 1680. La persecución de esas supuestas prácticas, "efectuada con un refinamiento extenuante del razonamiento probatorio (para llegar a la prueba cierta de hechos inexistentes) y con un inopinado abuso de la tortura y de la confesión" va a llevar en un breve espacio de tiempo a que haga su entrada en la valoración de la responsabilidad penal "la relación de causalidad entre acción y evento... la tortura judicial sufre inmediatamente un descrédito mortal, la confesión pierde su corona de reina de las pruebas."Sbriccoli, Mario "Justicia criminal" cit., pág. 175. 445 Cfr. Langbein, John H. Prosecuting crime in the Renaissance : England, Germany, France 2nd. print. Clark, N.J. : The Lawbook Exchange Ltd., 2005, pág. 159. 446 Y será su estructura organizativa la que asuma, casi por completo, la Inquisición romana diez años después, desde la publicación de la bula Licet ab initio del papa Paulo III, convirtiéndose en un aparato jurídico represivo, en una tercera jurisdicción separada de la civil y la penal, con las que coincide en reglas, praxis, fuentes, etc., por sus fines. También por unas "peculiares inflexiones de estilo, y por prácticas sui generis, sólo suyas. Cfr. Sbriccoli, Mario Storia del diritto penale e della giustizia... cit., V.1, págs. 131 y ss. 132 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Este aspecto de la doctrina penal germánica (que desarrollará ampliamente Thommasius), hacia la separación entre Derecho (penal) y moral religiosa, entre moralidad y legalidad, constituye la base y el origen de la teoría de Inmanuel Kant -perteneciente ya al tardoiluminismo- que transciende la distinción entre ley jurídica y ley moral al plano teorético.447 2.2.1. Kant y la retribución moral. La complejidad del conjunto de la obra de Kant, es según autores como Colomer Martín Calero, la causa de la disparidad de juicios, a veces irreconciliables, que hay sobre ella. Así, se la ha calificado de "filosofía de la libertad", o "de la sumisión" ; como la "última teorización del Antiguo Régimen", o como "umbral de la contemporaneidad."448 Y tan controvertida como su obra, su figura449 : lejana, fría, absolutamente racional, religiosa hasta el limite (pietista), perfecto pensador académico "funcionario" ; ó implicado hasta la médula en su tiempo : Aufklärer, según le reprochará Hegel, y luchador desigual contra la administración prusiana. Sus influencias intelectuales son claras: obligatoriamente, la tradición académica de Wolf y Leibnitz, y desde luego, el racionalismo francés, sobre todo Rousseau, además de sus conexiones con los pensadores anglosajones, (los empiristas Locke y Hume) claramente visibles no sólo en su filosofía del derecho, sino, sobre todo, en su teoría del conocimiento o gnoseología. 450 447 Cfr. Tarello, G. Op. cit., págs. 11 y ss. Colomer Martín-Calero, José Luis. “Inmanuel Kant”. En : Fernando Vallespín (comp.) Historia de la teoría política. V. 3 : Ilustración, liberalismo y nacionalismo. Madrid : Alianza ed., 1991. págs. 228 y ss. 449 “Der Name Lampe muß nun völlig vergessen werden = El nombre de Lampe debe ser completamente olvidado” Kant, Immanuel. Transición de los principios metafísicos de la ciencia natural a la física (Opus postumum), Barcelona : Anthropos, 1991, pág. 741. En el manuscrito, hoja X, pág. 1. Es significativo y paradójico que alguien consigne por escrito precisamente lo que quiere olvidar. «Acordarse de olvidar a Lampe» es una de esas lacónicas frases con las que... Immanuel Kant se despidió de la vida para dar trabajo a sus exégetas... Poco antes de morir -y de esta frase que cierra la obra póstuma del pensador prusiano : - el filósofo de Königsberg había despedido a su mayordomo después de cuarenta años de servicio. Ante una pérdida que parecía ser incapaz de comprender, -pero que, al parecer, tampoco podía dejar de pensar-, el creador del imperativo categórico se asignó la difícil tarea de olvidarlo...” Moscoso, Javier "Acordarse de olvidar a Lampe : A propósito de la Ilustración y las ciencias" en Dynamis: Acta hispanica ad medicinae scientiarumque historiam illustrandam, ISSN: 0211-9536, Nº 20, 2000, págs. 539-552. 450 Tarello, G.Op. cit., pág. 368 448 133 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Es decir, recoge todas las grandes direcciones de la filosofía moderna, de la cual es el punto de inflexión. A partir de Kant, hay que datar la contemporánea451. Su pensamiento, cuya riqueza y complejidad es obvio señalar, inicia el periodo crítico de su evolución intelectual a partir de 1770, en el que se articula en un cuerpo de doctrina "notablemente compacto" 452 ; su filosofía del Derecho y del Estado453 guarda plena coherencia con sus posiciones gnoseológicas y metafísicas. Intenta resolver el problema gnoseológico con un enfoque innovador, intermedio entre el racionalismo, que encuentra en la razón la fuente del conocimiento, y el empirismo, que lo hace en la experiencia. Del primero, asume el carácter dinámico del sujeto cognoscente y las nociones de "apriorismo" e "innatismo" de las ideas454. Del segundo, su "gnoseología de los límites" del conocimiento 451 “En respuesta a la pregunta planteada por la revista Berlinische Monatsschrift en diciembre de 1784, Kant define la Ilustración en términos de pura diferencia... Definir qué es la Ilustración significa ir más allá de las figuras de la filosofía de la historia que han predominado hasta el momento —la Ilustración como una de las «edades» cósmicas del mundo (el modelo platónico o antiguo); como premonición de un acontecimiento futuro al que está confiada la verdad del presente (la hermenéutica de la salvación de San Agustín); como cumplimiento definitivo de la historia que la precede y como su verificación universal (Vico)— e inaugurar un razonamiento urgente sobre la actualidad”. Chignola, Sandro “Temporalizar la historia : Sobre la Historik de Reinhart Koselleck” en Isegoría, ISSN: 11302097, N.º 37, julio-diciembre, 2007, pág. 19 452 Truyol y Serra, A. Op. cit., págs. 314 y ss. 453 …la constitución republicana es la única perfectamente adecuada al derecho de los hombres; pero es muy difícil de establecer, y más aún de conservar, hasta el punto de que muchos afirman que la república es un Estado de ángeles, y que los hombres, con sus tendencias egoístas, son incapaces de vivir en una constitución de forma tan sublime. Pero la Naturaleza viene en ayuda de la voluntad general, fundada en la razón de esa voluntad tan honrada y enaltecida en teoría como incapaz y débil en la práctica. Y la ayuda que le presta la Naturaleza consiste precisamente en aprovechar esas tendencias egoístas; de suerte que sólo de una buena organización del Estado dependerá -y ello está siempre en la mano del hombre- el que las fuerzas de esas tendencias malas choquen encontradas y contengan o detengan mutuamente sus destructores efectos. El resultado, para la razón, es el mismo que si esas tendencias no existieran, y el hombre, aun siendo moralmente malo, queda obligado a ser un buen ciudadano. El problema del establecimiento de un Estado tiene siempre solución, por muy extraño que parezca, aun cuando se trate de un pueblo de demonios; basta con que éstos posean entendimiento. El problema es el siguiente: «He aquí una muchedumbre de seres racionales que desean, todos, leyes universales para su propia conservación, aun cuando cada uno de ellos, en su interior, se inclina siempre a eludir la ley. Se trata de ordenar su vida en una constitución, de tal suerte que, aunque sus sentimientos íntimos sean opuestos y hostiles unos a otros, queden contenidos, y el resultado público de la conducta de esos seres sea el mismo exactamente que si no tuvieran malos instintos.»…” Kant, Inmanuel. La paz perpetua. Pág. 16 y ss. Disponible en Internet : https://www.ucursos.cl/filosofia/2008/1/FHCEE-005/1/material_docente/objeto/374 454 “... con el innatismo kantiano se corre el peligro de recuperar un elemento determinante de la doctrina clásica del derecho natural, poniendo en tela de juicio nuevamente la artificialidad del derecho, el iuspositivismo, y, de su mano, toda la construcción del Estado 134 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado humano: fue Hume, quien le despertó de su sueño dogmático. De la experiencia no pueden derivarse verdades universales y necesarias. 455 Según Truyol y Serra, distingue en el conocimiento un elemento material, dado por las sensaciones producto de la experiencia, que conforman un caos abigarrado, y uno formal, que introduce un orden mediante elementos a priori : las formas de la intuición sensible de un lado (espacio y tiempo) ; de otro, las formas del intelecto o categorías. La materia del conocimiento, pues, aunque viene dada desde fuera, es configurada a través de formas previas a la experiencia, por el pensamiento que interviene activa y creadoramente en el acto de conocimiento. El mundo en que vivimos es un mundo construido por nosotros, a partir de nuestra conciencia y sus formas a priori. La constitución de las cosas en sí (noumenon) son únicamente pensables ; nuestro conocimiento lo es de phaenomenon, de apariencias, de objetos sensibles. 456Transfiere pues, el centro de gravedad del objeto al sujeto en el acto del conocimiento, y es "en esta elaboración ordenada, en este papel constructivo del entendimiento del sujeto" 457 donde aparece el elemento idealista de su filosofía, (y lo que él mismo llamó su kopernikanische Wende, su giro copernicano) cuya consecuencia radical era la negación de la metafísica como ciencia especulativa : el alma, el mundo, Dios, los tres grandes objetos de la metafísica tradicional no son susceptibles de conocimiento científico, porque transcienden toda experiencia. "No podemos conocer (erkennen) más que lo que es cognoscible, y lo que es cognoscible para nosotros está necesariamente de acuerdo con nuestra facultad de conocer. En cuanto a lo incognoscible, podemos ciertamente concebirlo (denken), pero esta concepción no alcanza la certeza, cuando la alcanza, sino por un camino distinto de la lógica." 458 Esta es, de forma genérica "su" revolución copernicana.459 moderno como autoridad que establece las normas de la convivencia civil. El individualismo ético, el valor inconmensurable de la vida y de la autonomía de todos los seres humanos presupone, en efecto, la existencia y la cognoscibilidad de un orden «verdadero» del mundo —y por tanto de un Naturrecht al que deberá adecuarse el derecho positivo.” Vitale, E. “Hobbes y la teoría del Estado moderno : La lectura de Bobbio” en Isegoría, ISSN: 11302097, nº 36, 2007, pág.119. 455 Moreno Fernández, Tomás. Historia de la filosofía : La filosofía de la Ilustración. Granada : [s.n.], 1997, pág. 3. 456 Cfr. Truyol y Serra, A. Op. cit., págs. 317 y ss. 457 Ibid. 458 Belaval, Yvonne (dir.). Historia de la filosofía. Vol. 7 : La filosofía alemana de Leibnitz a Hegel. 7ª ed. Madrid : Siglo XXI, 1984., pág. 166 459 Cfr. Lukács, G. Historia y consciencia de clase. México : Grijalbo, 1973, p. 121 y ss. Citado por Cruz Ribero, Juan Wolfgang. “El triunfo de la razón tecnocrática”. En : Razón y palabra, ISSN 1605-4806, Nº 14, Año 4, Mayo-Julio 1999. Kant traduce, filosóficamente, el descubrimiento de Copérnico: Dios es sustituído por el individuo como centro de la historia, ahora la medida de todas las cosas será el hombre 135 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Al recoger la distinción clásica entre razón teórica y razón práctica, observa que en el hombre, junto a la facultad cognoscitiva hay otra racional, encaminada a la acción y que a su vez, introduce el orden en sus inclinaciones y motivaciones, disponiendo con ella "de un dato a priori de un valor absoluto, imposible de negar : la existencia del deber..." 460 Este no es un imperativo hipotético, sino categórico : No está subordinado a otra acción moral, sino que es en sí mismo su propio fin : una orden de validez universal, cuya fórmula es : "Obra siempre de manera que la máxima (o el motivo subjetivo) de tus actos pueda convertirse en ley universal de todos los seres racionales". Sólo el que obra por puro deber, obra moralmente. "La voluntad de realizar el bien es el único incondicional que se nos ofrece bajo la forma de deber para someternos a la ley moral. Es todavía necesario, para que un juicio tal pueda justificarse, que nuestros actos sean ejecutados como deberes por respeto a la ley moral. Podemos buscar formalmente nuestra felicidad, cuando nuestros actos son solamente conformes con la ley moral ; pero la moral, exige además que sean queridos por deber." 461 "El imperativo categórico es un imperativo formal. Sólo prescribe la forma y no el contenido de la acción: obrar por respeto al deber. Y este imperativo tiene como corolario la realidad de las condiciones que hacen posible la moral así definida. Son los llamados postulados de la razón práctica: la libertad, la inmortalidad del alma, Dios." 462 Ya que el imperativo categórico no tendría sentido sin la libertad humana para obrar, lo que expresa Kant en la fórmula : "puedes, porque debes (Du kannst, denn du sollst)", y ya que reclama al hombre empírico lo imposible, es decir la observancia de la ley moral de manera absoluta, total y perfecta, solamente puede ser realizable en un tiempo infinito y en una existencia eterna. Por otra parte, la conciliación entre la moralidad como causa de la felicidad y viceversa, es imposible a la luz de la experiencia y a causa de la propia naturaleza del hombre, por lo que esta unidad convergente que, conforme a la exigencia de la razón práctica, es una condición de posibilidad de la moralidad, ha de ser realizada por un ser extraño y superior al hombre, también dotado de razón y voluntad que no puede ser otro que Dios. 463 Incluso sin admitir estos postulados, la obligación moral subsiste con toda su fuerza categórica, ya que tiene como fin su propia realización. La ley moral no es una condición de la razón práctica, es la razón práctica misma. Impone el deber de conformar las máximas subjetivas de nuestros actos con la ley universal del ser racional. 464 Por lo que añade Kant: "Obra siempre de tal forma que la máxima subjetiva de tus actos pueda ser la ley universal de la naturaleza moral." Para que una voluntad 460 Truyol y Serra, A. Op. cit., pág. 318 Belaval, Y. (dir.). Op. cit., págs. 210 y ss. 462 Truyol, A. Op. cit., pág. 318 463 Cfr. Belaval, Y. (dir.). Op. cit., págs. 214 y ss. 464 Ibíd. 461 136 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado pueda querer por puro deber, es necesario que no esté sometida a una ley extraña, sino que sea legisladora de sí misma. "Sólo obedecerá entonces a su propia ley que, a la vez, es ley universal. El desconocimiento de este principio trajo consigo, según Kant, el que los intentos anteriores de hallar el principio de la moralidad fuesen insatisfactorios. Porque al someter la voluntad a la ley de otro (heteronomía), no obtenían nunca un deber, sino una necesidad de obrar según cierto interés." 465 En todo ser humano se manifiesta una tensión dialéctica entre una voluntad autónoma y una acción heterónoma. Pero la naturaleza racional del hombre, hace que este sea un fin en sí mismo, y de aquí procede una tercera fórmula del mismo imperativo categórico semejante y equivalente a las precedentes, y que Kant define como principio objetivo, y fundamento práctico supremo del que han de derivarse todas las leyes: "Obra siempre de tal modo que no trates la naturaleza humana, ni en tí ni en lo demás, como un medio, sino como un fin en sí". Esto es posible cuando "la voluntad misma constituye la ley moral, esto es, cuando es autónoma y su propio legislador, como todo hombre es un ser racional, todo hombre es promovido al rango de legislador con respecto a toda la comunidad de seres racionales. En esto consiste la Würde o dignidad humana." 466Y es en esta donde reside, según autores como Cattaneo, la razón fundamental del rigor y la severidad de Kant en su afirmación de la obligatoriedad absoluta de la pena, jurídica o moral, y de su firmeza al rechazar cualquier solución utilitarista o correctiva, ya que para él es un fin en si mismo la exigencia de preservar la dignidad humana 467: "el hombre es un fin en si mismo, que no es licito instrumentalizar en beneficio de la sociedad, por lo que no sería éticamente admisible fundar el castigo del delincuente en razones de utilidad social." 468 Por otra parte, la existencia de la pena en el ámbito moral, y la justificación y función de la misma en el jurídico, plantea el problema de conciliarla con el principio de autonomía que, como hemos dicho más arriba, es característico de la ética kantiana y en el que se fundamenta la idea misma de la dignidad humana. 469 Examinando el discurso kantiano sobre la distinción entre moral y Derecho, entre legislación moral y legislación jurídica, que desarrolla en la primera parte de su Metaphysik der Sitten ó Methaphysische Anfangsgründe der Rechtslere (enero de 1797 ; 2ª ed. en 1798, con la adición de unas notas explicativas, respondiendo a una recensión crítica de la primera edición) ya que esta obra consta en realidad de dos partes, que se publicaron inicialmente por separado: 465 Truyol y Serra, A. Op. cit., pág. 318 Belaval, Y. (dir.). Op. cit., pág. 211 467 Cfr. Cattaneo, Mario A. Dignità umana e pena nella filosofia di Kant. Milano : Giuffrè, 1981., págs. 2 y ss. 468 Mir Puig, Santiago. Derecho penal, parte general. Barcelona : Bosch, 1996 469 Cattaneo, Mario A. Op. cit., pág. 2 y ss. 466 137 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Los Principios metafísicos de la doctrina del Derecho, o -puesto que en la introducción traduce Kant “Rechtslehre” por “ius”- Principios metafísicos del Derecho, y los Principios metafísicos de la doctrina de la virtud, -Kant traduce Tugendlehre por doctrina officiorum virtutis- (Metaphysische Anfangsgründe der Tugenslehre, agosto de 1797 ; 2ª edición en vida de Kant, en 1803)470, se podría indicar que, como escribe Cattaneo, encuentra su fundamento en la filosofía moral y que su idea de la relación entre moral y Derecho, expresada en la Metafísica de las costumbres, "no puede comprenderse si se prescinde del modo en el que Kant concibe la moralidad y la distingue y contrapone a la legalidad, en sus escritos sobre filosofía práctica. (Aunque incluso, no haya una coincidencia perfecta entre las dos distinciones en todos los aspectos). 471 Quizás esta distinción, según Goyard Fabre, derive de (y sea paralela a) la autonomía y heteronomía : la moral es posible únicamente por referencia a las ideas de persona y autonomía a las que no recurre el Derecho. 472 Aunque como escribe la misma autora, la "separación formal entre las dos legislaciones que significa claramente la especificidad del Derecho y su autonomía respecto a la moral, no es, sin embargo, una separación axiológica. El Derecho es, ciertamente, parte integrante de la Sittlichkeit... La moralidad necesita para establecerse y dar la medida del hombre, de la seguridad esencial del Derecho... El dualismo del Derecho y la moral no impide [la existencia] de un fenómeno de ósmosis entre ellos. Gracias a esta interpenetración recíproca, el hombre puede construir la verdad del hombre." 473Y llegue a establecer una íntima dependencia del concepto jurídico, e incluso de la teoría del Estado, de los principios supremos de la pura moral. 474 Toda la doctrina del Derecho en Kant, se encuentra así, íntimamente ligada a la doctrina moral. La legislación moral concierne a la esfera de la libertad interna (relativa al dominio de las propias pasiones) y el Derecho pertenece al ámbito de la libertad externa (referida a las relaciones con otros hombres). El objeto y la finalidad de la moral y el Derecho son los mismos, según Ahrens : "la libertad racional, que debe ser mantenida, moralmente, por cada uno mediante la sujección de sus inclinaciones, por la coacción interna de si mismo, y jurídicamente, por un poder externo que reprime los ataques contra la libertad por acciones violentas o por la coacción externa. A estos efectos, es necesario que la ley o el poder jurídico externo se invista a sí mismo de un poder coercitivo, 470 . Truyol y Serra, A.Historia de la filosofía del Derecho y del Estado.V.2.Del Renacimiento a Kant.2ª ed., rev. y aum. Madrid : Alianza, 1982 471 Cattaneo, Mario A.Op. cit., pág. 85 472 Goyard Fabre, Simone.Kant et le pròbleme du Droit. Paris : Vrin, 1975, pág. 68 473 Ibíd. 474 Cattaneo, Mario A.Op. cit., pág. 149 138 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado mediante el cual pueda, si es preciso, dominar y contener las fuerzas individuales. El Derecho pues, tiene un carácter coercitivo." 475 Concluye Ahrens este punto afirmando que la doctrina de Kant "termina con la distinción establecida por Thommasius entre la moral y el Derecho ; sin embargo, el Derecho mantiene una relación íntima con el bien, ya que no existe más que para garantizar la personalidad y la libertad moral del hombre." 476 Kant ha sostenido siempre la conexión entre el Derecho natural y la ética. Y en realidad, por el carácter peculiar del Derecho, es válido el presupuesto de que la libertad de la voluntad se resuelve a la autoconstricción (Selbstnötigung) para con el Estado. La coacción expresa esta constricción, por lo que puede ser concebida como la condición, el fundamento del Derecho, en base al cual se diferencian doctrina jurídica y moral, y sin embargo permanecen siempre en una conexión íntima. 477 La coacción debe ser un principio racional a priori que pueda deducirse del concepto mismo de la obligación. Y Kant hace derivar el Derecho, con ayuda del imperativo categórico, del principio fundamental de la libertad ; esta última, la ley moral general está así por encima de la ética o el Derecho : su sujeto es el hombre, pensado como ser racional puro, y su contenido consiste en no depender de fines extraños, en ser fin en sí. 478 Estos presupuestos son los que nos van a conducir ahora al exámen del concepto de pena en la filosofía kantiana. En la segunda formulación del imperativo categórico, expuesta más arriba, es decir, en la afirmación de la dignidad del hombre como fin en si mismo, se encuentra según Cattaneo, no sólo el fundamento genuino de la moral kantiana, sino también la raiz común originaria de la que parten la moral y el Derecho en la filosofía del criticismo. 479 Desde esta perspectiva, moral y Derecho se diferencian por sus características específicas y en particular, "la coacción aparece como el elemento característico y diferencial del Derecho respecto a la moral en la filosofía de Kant."480 El concepto de pena constituye, desde un punto de vista jurídico-filosófico general, una derivación del concepto jurídico mucho más amplio de coacción, y la concepción kantiana de la pena se desarrolla a partir no tanto de dicho concepto jurídico de coacción, como desde una perspectiva moral. De hecho, Kant no parte del elemento de la coercibilidad del Derecho, de la noción de la capacidad de constringir que está analíticamente conectada al concepto de Derecho, para 475 Ahrens, H. Cours de Droit naturel ou de Philosophie du Droit. Bruxelles : Bruylant, 1890., págs. 42-44 476 Ibíd. 477 Cattaneo, Mario A. Op. cit., pág. 149 478 Cattaneo, Mario A. Op. cit., pág. 156 479 Cattaneo, Mario A. Op. cit., pág. 189 480 Ibíd. 139 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado deducir un concepto jurídico específico de pena, como hizo Thommasius, sino que lo hace desde un amplio concepto moral de pena para aplicarlo luego al ámbito jurídico. En su Metaphysische Anfangsgründe der Rechtslehre, elabora una doctrina penal basada en dicho concepto moral de pena que no se desarrollará siempre en todos y cada uno de sus elementos con plena coherencia y fidelidad a los principios filosóficos y morales del criticismo. 481 En el primer libro de la "Critica de la razón práctica", 482 tras haber comentado el significado de la ley fundamental (Grundgesetz) de la razón pura práctica, y después de concluir el exámen del principio contrario al de la moralidad, que consiste en situar la propia felicidad como motivo determinante de la voluntad, Kant introduce un elemento posterior contenido en nuestra razón práctica. Ese elemento acompaña la violación de la ley moral, y consiste en su punibilidad, en "merecer una pena", y como al concepto de pena no puede ser inherente el de felicidad, de hecho, aunque quien castiga pueda tener la intención benevolente de dirigir la pena a esta intención, esta última "ha de ser justificada antes en cuanto pena", esto es, como un mal en sí, de modo que el penado, aunque no encuentre ninguna ventaja escondida detrás de este rigor, debe reconocer el habérsela merecido, debe admitir que el propio destino es según el propio comportamiento, "su suerte enteramente adecuada a su conducta".483 Cada pena en cuanto tal, debe contener debe contener determinados elementos : en primer lugar, justicia, que es la esencia del concepto de pena. A la pena se puede añadir la bondad, pero el que ha delinquido, el que se ha hecho merecedor de pena, no tiene ningún motivo para contar con esta. La pena es un mal físico que, aunque no estuviera relacionado como consecuencia natural con el mal moral, debería, sin embargo, serlo, en base a los principios de una legislación moral. Si cada delito, aún sin considerar las consecuencias físicas para el reo, es punible en sí, esto es, va a hacer perder la felicidad al menos en parte, sería absurdo, sin embargo, decir que el delito consiste en el hecho de que el culpable ha atraido sobre sí la pena, en el momento en el que ha disminuido la propia felicidad (y esto, según el principio del amor propio, del amor a sí mismo, debería ser el verdadero concepto de cada delito). La pena, pues, sería en cierto modo, el motivo de llamar "delito", a un hecho determinado, y la justicia debería consistir mas bien en omitir cualquier punición, y hasta en impedir el natural, porque entonces, en la acción no quedaría ya nada malo (Böses), porque los males (Übel) que antes partían de ella, y sólo por los cuales dicha acción era calificada de 481 Ibíd. Kant, Inmanuel. Crítica de la razón práctica... Teorema IV. Observación II.Buenos Aires : Librería El Ateneo, 1951. págs. 39 y ss. 483 . Ibíd. 482 140 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado "mala", ahora quedarían así apartados. Pero considerar completamente cada premio y cada castigo sólo como un instrumento ("maquinaria") en manos de un poder más elevado, que únicamente debiera servir para mover a los seres racionales hacia la consecución de su intención final (la felicidad), resulta visiblemente, un mecanismo que destruiría cualquier clase de libertad de la voluntad del hombre.484 Según Cattaneo, este fragmento, contenido en una de las obras fundamentales de Kant sobre filosofía moral, ha sido examinado y debatido por diversos autores, estudiosos sobre todo del pensamiento jurídico kantiano, algunos de los cuales lo han considerado como circunscrito únicamente a su doctrina moral.485 Binding, por ejemplo, afirma primero que es exponente de una teoría de la retribución moral, mientras que líneas después, se refiere a la doctrina penal contenida en la Metaphysik der Sitten, como una teoría de la retribución jurídica.486 Realmente, Kant no propone en su Kritik der praktischen Vernunft explícitamente la pena como objeto del imperativo categórico. Por el contrario, efectúa la asimilación en la doctrina penal de la Metaphysik der Sitten, donde define como imperativo categórico la ley penal. Parece claro que de una cita ocasional del concepto de "pena", no puede inferirse una teoría penal completa, ya que lo que intenta demostrar Kant en ese párrafo de la Kritik, es que el principio de felicidad no puede considerarse un auténtico principio moral, y que, a pesar de que en nuestra razón práctica encontramos la idea de que cada violación de una ley moral está unida a su punibilidad, y en base al principio de la justicia, debe estar además unida efectivamente a la pena, y aunque Kant presente la pena como un mal físico, como una pérdida de felicidad, esta no es una consecuencia natural del mal moral, aunque sí debería serlo, según los principios de una legislación moral. No ha querido introducir el concepto jurídico en contraposición al moral, como sí hará más tarde, pero ya establece una diferenciación entre penal natural y pena jurídica (siendo conminada esta última en base a una legislación externa, construida según los principios de la razón práctica jurídica). 487 Usa Kant el término "moral" en un sentido amplio que comprende deberes jurídicos y morales, y aunque con algunas "oscilaciones iniciales", derivadas como ya se ha dicho más arriba de la falta de una separación tajante entre Derecho y moral, establece como principio de la pena la retribución jurídica, y hay un 484 Ibíd. Cattaneo, Mario A. Op. cit., págs. 191 y ss. 486 Binding, Karl. Compendio di Diritto penale : (Parte generale) ; prefazione, note e traduzione sulla ottava edizione tedesca di Adelmo Boretti. Roma : Athenaeum, 1927. págs. 372 y ss. y 375 y ss. 487 Cfr. Cattaneo, Mario A.Op. cít., págs 192 y ss. 485 141 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado consenso aparente entre los distintos autores en que en realidad hay que contemplar esta tesis kantiana, simplemente como una refutación del eudemonismo. Como también lo hay en afirmar que la pena de la que habla Kant en la Kritik, no es en ningún caso la pena jurídica, sino la natural con la que el vicio se castiga a sí mismo y que no incumbe al legislador, y lo que expresa es el concepto por el que la violación de una ley moral se acompaña, en el criterio de nuestra razón práctica, de un castigo. Y autores como Helmut Mayer recuerdan que tradicionalmente, en las religiones, sobre todo en la luterana, está presente la idea de que la justicia penal humana es un trasunto de la divina, con lo que la pena adquiriría un significado metafísico, pero que en Kant, y según Binding es de una naturaleza absoluta, que deriva directamente del ius talionis.488 Según este mismo autor, es una idea profundamente arraigada en la naturaleza humana que así como toda buena acción en el sentido moral debe tener su recompensa, también el mal ha de ser retribuido con el mal. En el supuesto de concebir el delito, equivocadamente, como una clase de lo inmoral es fácilmente comprensible que se deba estimar conveniente la retribución moral en vez de en los avisos de la conciencia, en la pena. Para obtener la índole y el grado de la pena, sólo cabe recurrir al principio de la igualdad entre el daño causado y el daño a sufrir : Wiedervergeltungsrecht"489 Cattaneo ha atribuido una posición principal en el ámbito de la filosofía práctica de Kant a la segunda formulación del imperativo categórico, que según la primera debe valer como ley universal. De alguna manera, esto permite abrir una brecha en el formalismo moral de Kant y dar al imperativo categórico un contenido preciso : el respeto de la humanidad como fin, la defensa de la dignidad humana, la tutela de los derechos del hombre. Y parece claro el carácter tanto moral como jurídico de este principio. En tanto que el respeto de la humanidad como fin protege a la persona únicamente de sí misma, el deber tiene una naturaleza moral, pero en cuanto además concierne a la persona de otros, este deber adquiere una naturaleza ya moral, ya jurídica, y se traduce en la obligación de no violar los derechos de los demás. Como hemos visto, algunos discípulos de Kant han elaborado una filosofía jurídica crítica partiendo directamente de la segunda formulación del imperativo categórico. Por otro lado, el mismo iusnaturalismo de Kant recibe su caracterización y contenido propios del principio de la humanidad como fin. En cuanto tal principio, tiene una raíz puramente moral (ya que el imperativo categórico es uno sólo, y es el imperativo de la moralidad) pero, al mismo tiempo, adquiere relevancia y se extiende al campo jurídico ya que constituye la fuente del Derecho (entendido según el Sollen como "Derecho como deber ser", ), de donde se deriva una consecuencia importante : el principio del respeto de la humanidad 488 489 Binding, Karl. Op. cit., pág. 377 Truyol y Serra, A. Op. cit., vol.2., pág. 328 142 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado como fin en sí es el elemento originario común a la moral y al Derecho, y se identifica con el concepto de ética en sentido amplio, que comprende (y en esto parecen de acuerdo casi todos los autores) tanto la moral en sentido estricto, como el Derecho. Aunque este origen común no excluye que la moral en sentido estricto (o propio) y el Derecho sean dos esferas claramente distintas y separadas : y en cierto sentido, esto constituye el paisaje de fondo donde se desarrolla esta diferenciación. La distinción entre Derecho y moral ha basado su razón de ser en los mismos principios fundamentales de la ética kantiana, esto es, en la definición como moralidad auténtica del comportamiento realizado por respeto al deber, en contraposición a la conducta exteriormente conforme a la ley, pero llevada a cabo a efectos de impulsos empíricos, que es la legalidad. Sobre esta base, se desarrolla la distinción exacta entre moral incoercible y Derecho, cuya principal característica diferencial es la presencia de la coacción, es decir, la facultad de utilizar la fuerza contra quien viole la esfera de libertad de los demás. Por lo demás, en la filosofía kantiana, el problema de la pena es paradigmático. La pena es para Kant, en definitiva, retribución de la culpabilidad del sujeto que, a su vez, presupone su libertad de voluntad o libre albedrío. Para el autor, culpable es el que hace mal uso de esa libertad y se hace merecedor de pena. Esta es pues, una retribución o pago por un mal uso de esa libertad. Por lo mismo, debe ser una pena justa, proporcionada al mal causado por el delito. Pero sobre todo y más allá de esto, la pena es un imperativo de la justicia. Por eso, debe ejecutarse siempre y en su totalidad. La teoría retributiva de la pena necesariamente ha de partir de un hombre con capacidad de decidir libremente entre el bien y el mal. Si la pena debe ser expresión del Derecho y no pura fuerza del Estado, tiene que motivar al individuo, por lo que este a su vez, tendrá que tener capacidad para reconocer dicho valor.490 2.2.2. Hegel y el fundamento ético de la pena. A partir de Kant, el pensamiento de la Ilustración se radicaliza en “una forma de reflexión en la que la teoría adquiere un valor casi demiúrgico en lo relativo a su capacidad de aprehender la realidad.”491 Y, en una vuelta de tuerca que parecía, a esas alturas, imposible, es Hegel uno de los que deviene responsable de “este nuevo giro prometéico”492 En la Alemania en la que nace, casi cincuenta años después de Kant, están en ese momento, fermentando las ideas que, a partir del 490 Bustos Ramírez, J. J. y Hormazábal Malarée, H. Lecciones de Derecho penal. T. I. Madrid: Trotta, 1997, págs. 46 y ss. 491 Vallespín, Fernando. “Introducción”. En : Fernando Vallespín (comp.). Historia de la teoría política. V. 4 : Historia, progreso y emancipación. Madrid : Alianza ed., 1991. págs. 10 y ss. 492 Ibíd.. 143 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado detonante de la Revolución francesa, harán posible la construcción de las “grandes teodiceas laicas”493 que, desde finales del siglo XVIII, recorrerán también todo el XIX, y parte del XX. : los “sistemas” que “heredaron la pretensión deductiva de los sistemas materialistas de la última Ilustración francesa... En ellos... se intentó suturar el dislocado cuerpo socio-político alemán, a la vez que dar salida o incluso vías de escape y neutralización, a las fuerzas paradójicas latentes en los conceptos ilustrados.”494 “La verdadera figura en que existe la verdad, no puede ser sino su sistema filosófico. Contribuir a que la filosofía se aproxime a la forma de la ciencia, a la meta en que pueda dejar de llamarse amor por el saber (Liebe zum Wissen) para llegar a ser saber real (wirkliches Wissen) : he ahí lo que me propongo”495 “Hegel interviene para explicar lo que la historia misma produce... escuchado por los estudiantes -a partir de 1820 es célebre: sus libros se leen, sus cursos son concurridos, se comentan sus menores fórmulas-, se propone como finalidad la de hacer comprender a los hombres de su tiempo no cómo debe ser el Estado sino cómo debe ser conocido. Verifica que los gobernantes de su tiempo son inadecuados, que no saben utilizar convenientemente el instrumento que tienen a su disposición. Esta descripción hegeliana no aporta gran cosa de nuevo, sino que coordina lo que ha sido ya pensado fragmentariamente por otros...”496 La vocación y la voluntad de sistema está presente en casi todo el corpus de su obra. Pero su visión del mundo es, desde el principio, influida por la mística religiosa, la filosofía497 y la mitología498, y, sobre todo, el curso de la Historia, la de un romántico. Como superación de la “ley moral”kantiana, Hegel propone el concepto de una Ética que, en sus raíces, no seria sino una exigencia estética. “La generación de Hegel (1770-1831) pertenece al movimiento libertario que compartieron el idealismo y el romanticismo. Practicando una crítica al 493 Varcárcel, Amelia. “La filosofía Política de Hegel”. En : Fernando Vallespín (comp.). Historia de la teoría política. V. 4 : Historia, progreso y emancipación. Madrid : Alianza ed., 1991. págs. 16 y ss. 494 Ibíd.pág. 18 495 Hegel, Georg Wilhelm Friedrich. Fenomenología del espíritu. 1ª ed., 5ª reimp. Madrid : Fondo de Cultura Económica, 1982. pág. 8 496 Kojéve, A. Introduction a la lecture de Hegel. Paris : Gallimard, 1947. pág. 41 497 Philosophiae multam operam impendit : dedicó muchos esfuerzos a la Filosofía (del certificado de estudios de Hegel). 498 «…precisamos de una nueva mitología; pero esta mitología debe estar al servicio de la razón. Mientras nos resistamos a transformar las ideas en obras de arte, es decir, en mitos, las ideas no tendrán interés alguno para el pueblo y, por el contrario, mientras nos resistamos a racionalizar la mitología, la filosofía se avergonzará de sí misma…». Carta de 1796 de Schelling a Hegel, en J. Hoffmeister, Dokumente zu Hegels Enlivtcklung, Stuttgart, 1936, p. 221. Cit. Por Isidoro Reguera. “La Historia de la Filosofía”. En : El Basilisco, número 12, enero-octubre 1981, páginas 26-31 144 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado racionalismo...universalista de la Ilustración clásica de los siglos XVII y gran parte del XVIII, alegó contra él, gracias al redescubrimiento del mundo histórico, la importancia del arte para forjar naciones y humanidades en él. La vieja idea del arte como “maestra de la humanidad”, idea asociada sobre todo a la consideración de la función histórica de la poesía, volvió a cobrar fuerza, y si bien la apreciación de su alcance opuso a Hegel con los románticos, la idea fundamental e inicial fue convicción compartida : El programa de sistema más antiguo del idealismo alemán”.499 “Filósofo sin una confesión filosófica última, cristiano cuestionado, masón descubierto, pensador del que facciones opuestas se disputan su incierta memoria...”500, Hegel aparece como solución de continuidad para todos los problemas que la Ilustración y la filosofía anterior dejaban sin resolver. El enigma constituido por el sentido y determinación de la vida del hombre se resuelve en Hegel postulando el advenimiento del hombre como dueño de su sentido histórico, mediante la sumisión al orden ético que proviene del Derecho y el Estado. “El idealismo alemán es el protagonista de un nuevo capítulo de la historia europea: el trazado que va desde una libertad arrebatada hacia una libertad ejercida y que aspira a convertir la reivindicación en expresión, la protesta en forma”501.Y Hegel, con muchos de sus contemporáneos, no solo era plenamente consciente del cambio histórico que estaba viviendo, sino que como prácticamente todos los grandes pensadores de su tiempo “sus ideas políticas transcienden toda su filosofía”502 En realidad, su filosofía del derecho es también una filosofía moral y, sobre todo, pero no únicamente, una filosofía política. Y probablemente, no haya habido en toda la época moderna, ningún acontecimiento con una influencia tan espectacular sobre la historia de las ideas, de la filosofía, de la política, y de la misma Historia, como la Revolución francesa503. “La conmoción que produjeron los acontecimientos de 1789 en Alemania tienen una cierta explicación en el contexto cultural de la época. Hacia finales del siglo XVIII había en este país una expectativa de cambio histórico alimentada por 499 Domínguez Hernández, Javier. “Juicio estético y cultura política en Hegel”. En : Convergencias : filosofias y culturas en diálogo. Nº 14, año IV primer cuatrimestre 2007. Disponible en Internet : http://www.konvergencias.net/hernandez119.htm [última consulta junio 2008] 500 Hont, Jacques d’. Hegel. Barcelona : Tusquets, 2002 501 Innerarity, Daniel. Dialéctica de la revolución : Hegel, Schelling y Hörderlin ante la Revolución francesa. Disponible en Internet : http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/715/2/1.%20innerarity89.pdf pág. 4 y ss.[última consulta, julio 2008] 502 Hegel, G.W.F. La Constitución de Alemania. Madrid : Aguilar, 1972. pág X y ss. 503 Saludada por Hegel como “un espléndido amanecer”. Hegel, Georg Wilhelm Friedrich Vorlesungen über die Philosophie der Wellgeschichle, Leipzig : Meiner, 1923, Bd. II, pág. 926. 145 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado teólogos, poetas y filósofos. Antes incluso de la Revolución francesa había definido Herder la historia de la humanidad como "el paso de Dios sobre las naciones"504, y “con la Revolución Francesa... la historia adquiere una densidad hasta entonces desconocida. Hegel refunda un pensamiento sobre un abismo del pensamiento al inscribir la filosofía en ese nuevo horizonte, el de la historia, para escribir su fin”505.Cuando escribe "las grandes revoluciones visibles van precedidas de una revolución silenciosa y secreta en el espíritu de la época, revolución que es invisible a muchos ojos y es especialmente difícil de observar por los contemporáneos, a la vez que es arduo comprenderla y caracterizarla. El desconocimiento de esta revolución dentro del mundo espiritual hace que los hombres se asombren luego ante el resultado"506, no hace mas que anticipar su propio asombro.507 “Lo que la generación de Hegel apreció en la revolución francesa fue un verdadero signo de los tiempos, un acontecimiento de significación universal -por tanto, algo cuyo sentido sólo podía comprenderse en el contexto de la historia universal, más allá de su modo de ser inmediato -por el que se inauguraba la posibilidad de una nueva creación del mundo, de la realidad política y social, a partir de la fuerza del espíritu”508. Otro idealista, “Schelling -cuyo pensamiento estaba por la década de los noventa formulado con mucha más precisión que el de Hegel -definió esta empresa como una revolución que debía partir de la conciencia del hombre... La semántica del término "revolución" en los orígenes del idealismo alemán presenta tres sentidos sobre los que se articula la idea de revolución, a saber: revolución como tránsito de la naturaleza a la libertad, revolución como reivindicación política de obediencia a leyes frente a la sujeción a hombres y revolución como realización del Reino de Dios en la armonía de las facultades humanas y en una comunidad libre. Se hace preciso distinguir, por tanto, la dimensión natural, la dimensión política y la dimensión religiosa de la revolución. La primera libera al hombre de la naturaleza, la segunda de la arbitrariedad de la represión, la tercera del caos, el conflicto y la escisión... La razón que se subleva no es la de un hecho que se enfrenta contra otro, un conflicto de intereses, sino la razón como tal, el deber y la libertad reivindicando su derecho a regir el mundo 504 Innerarity, Daniel. Op. Cit. Chatelet, François. Una historia de la Razón : Conversaciones con Emile. Noel. Valencia : PreTextos, 1998. pág. 5 y ss. 506 Hegel, G.W.F. Escritos de juventud. México : Fondo de Cultura Económica, 1978 507 La revolución, por consiguiente, ya no tiene hacia dónde volverse más que a su propio resultado: la libertad conquistada con tantas penurias es consumida por un brutal reinado del Terror. La historia, no obstante, progresa aprendiendo de sus propios errores: sólo después de esta experiencia, y precisamente por ella, puede postularse la existencia de un Estado constitucional de ciudadanos libres... 508 Innerarity, Daniel. Op. Cit.. 505 146 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de los hechos... El término que resume y sintetiza el significado más profundo que la revolución tuvo para el idealismo es: Versöhnung... Este concepto tiene una función central en el pensamiento de Hegel y expresa lo que Hegel entiende por libertad, en tanto que libertad de la subjetividad verdaderamente infinita... La Versöhnung es el reino del espíritu, en el que la libertad aparece como una reconciliación con la objetividad... Es este también el término que Hegel utiliza para asignar a la razón509 la tarea de proporcionar al hombre la mayor libertad: la reconciliación con la realidad por medio de la filosofía, a quien corresponde reconciliar la oposición de vida y conciencia introducida por la subjetividad moderna...”. 510 “La dialéctica de la razón la describe Hegel en algunos de los parágrafos de sus obras. Por ejemplo en el parágrafo 31 de su “Filosofía del derecho”, nos dice: "Se supone conocido, a partir de la lógica, el método según el cual en la ciencia el concepto se desarrolla de sí mismo y es sólo una progresión y producción inmanente de sus determinaciones, y el avance no sucede por la seguridad de que hay distintas relaciones y por la aplicación de lo universal a una materia tomada de otra parte. Llamo dialéctica al principio motor del concepto, que disuelve pero también produce la especificación de lo universal... La más alta dialéctica del concepto es producir y concebir la determinación -no como oposición y límite solamente-, sino desde ella comprender y producir el contenido y el resultado positivos, porque únicamente con esto ella es desarrollo y progreso inmanente. El concepto de razón, lo sintetiza Hegel en el enunciado expuesto en la "filosofía del derecho" cuando dice: "Lo que es racional es real y lo que es real es racional". En ésta expresión se resume su propuesta respecto al conocimiento del objeto, y también se plasma como fundamento para conocer las acciones sociales En sus obras fundamentales: Fenomenología del espíritu (Phänomenologie des Geistes), Ciencia de la Lógica (Wissenschaft der Logik,), Enciclopedia de las ciencias filosóficas (Enzyklopaedie der philosophischen Wissenschaften,) y las Líneas fundamentales de la Filosofía del Derecho (Grundlinien der Philosophie des Rechts) alienta siempre, junto a las ideas anteriormente apuntadas de libertad, verdad, razón, una sobre todas : la eticidad. Este concepto, la Sittlichkeit, (la figura concreta última que lo representa es el pueblo para Hegel, y su expresión máxima, el sistema de legislación, en la medida en que las leyes de un país reflejan la realidad ética de ese país, es decir, "las costumbres éticas vivientes actualmente" en dicha sociedad. A partir de ahí es el primer pensador que elabora el concepto de sociedad civil) que es quizás, la clave de bóveda de toda su obra, dando un paso mas allá y contraponiéndose al de moral kantiano. 509 “...la razón es autoconciencia en tanto que es certeza de sí misma y de la realidad.... la razón es espíritu pues eleva a verdad la certeza de toda realidad”.Hegel, G. W. F. Fenomenología del espíritu. México : Fondo de Cultura Económica., 1981, págs. 383 y ss. 510 Innerarity, Daniel. Op. Cit. 147 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado La superación de Kant por Hegel pasa por aceptar como punto de partida, que su base es la razón crítica. “Del sistema kantiano y de su máximo perfeccionamiento auguro una revolución en Alemania que partirá de principios existentes y que sólo requieren de ser totalmente refundidos para ser aplicados a todo el saber actual”.511 “Considerado en sus antinomias internas, el órgano de la cultura moderna elaborado por Kant sirve de introducción con notable coherencia y necesidad lógica al grandioso intento por parte de Hegel de hallar unidad y continuidad en los retorcidos dualismos del pensador de Konigsberg, reformulando con ritmo y dinamismo una teoría del mundo que mostrara "lógicamente" la asunción del Espíritu de una representación a la otra poniendo «de manifiesto» lo que en Kant estaba oculto. Aunque Hegel dedica grandes (e importantes) críticas a Kant, de Kant toma y desarrolla lo fundamental, es decir, la necesidad del paso del conocimiento intelectivo a un conocimiento distinto, que en Kant estaba articulado por el finalismo ético y en Hegel hallará su órgano lógico en la dialéctica de la razón. Así, aunque reprocha a Kant el «defecto fundamental» de todo dualismo...Hegel reconoce sistemáticamente que «la principal eficacia de la filosofía kantiana consiste en haber despertado la conciencia de la absoluta interioridad». Y ahora pretende precisamente, hacer que se mueva y camine por el mundo de forma que para él «el principio de la independencia de la razón, de su absoluta independencia en sí, ha de considerarse, de ahora en adelante, como principio universal de la filosofía; y también como una de las convicciones generales de nuestra época» 512 Su “concepción de la sustancia como sujeto significa que las cosas, cuya realidad se halla contenida íntegramente en los conceptos (idealismo), evolucionan constantemente por el juego de las negaciones y oposiciones, por lo cual hay que concebir las cosas (y los conceptos) como seres con vida propia. El despliegue de esta vida o evolución de las cosas es lo mismo que el desarrollo de sus respectivos conceptos. Por tanto, los conceptos tienen vida real y la comprensión de esa vida o evolución es la tarea de la razón por medio de la lógica... Racionalidad y realidad, lógica e historia se confunden. La sustancia, que es el sustrato y objeto de los cambios y del conocimiento de esos cambios, es al mismo tiempo sujeto, o sea, es el agente que realiza lo cambios y el sujeto que los conoce... El esquema general de la filosofía de Hegel, que aplica a todos los ámbitos de la realidad, sobre todo en el ámbito de la realidad denominado "espíritu". El espíritu es, según sus palabras, "lo absoluto";y "la esencia del espíritu es formalmente la libertad” 511 Carta de Hegel a Schelling en abril de 1795. traducción, realizada por Raúl Gutiérrez y Hugo Ochoa con la colaboración de Felisa Cancino. En : “Intrahistoria del contradiscurso o filosófico de la modernidad” : proyecto FONDECYT N 1950875 512 Cerroni, Umberto. Metodología y ciencia social. Barcelona : Ed. Martínez Roca, 1971. págs 23 y 24. 148 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado La Ciencia del derecho natural es ya desde hace tiempo una ciencia filosófica, y como tal una parte de la filosofía, aunque como el resto de las ciencias, se ha apartado de su origen filosófico y perdido sus señas de identidad como saber metafísico. La doctrina del derecho natural es ya, o pretende serlo, cuando Hegel escribe, ...un saber meramente científico, no filosófico. Asi pues, se plantea la crítica de dicha situación y la solución a la misma, llevando de nuevo la reflexión sobre el derecho natural al campo filosófico, restaurando así el método y los contenidos que son propios de la filosofía. Esta tarea se completa más tarde con la inclusión del derecho en el sistema, dentro de la Enciclopedia de las ciencias filosóficas, bajo el rótulo de "Espíritu objetivo". en la Enciclopedia de 1830, el espíritu libre (freier Geist) abandona la esfera del espíritu subjetivo para introducirse en el reino de la objetividad cuando surge el derecho como cristalización de un plexo de relaciones intersubjetivas fundadas sobre el reconocimiento recíproco y elevado a universalidad con la categoría jurídica de persona. Esta objetividad, que gira en torno a la figura del contrato y que permite deslindar el derecho en cuanto tal, del derecho de los particulares sobre esta o aquella cosa, es sólo aparente y abstracta, vale decir, supuesta. Para que cobre vigencia, y entre en funcionamiento una lógica de acción específicamente jurídica, es necesario que esta objetividad asumida sea cuestionada en cuanto tal. Finalmente, en su tratado de 1821, (y aunque ya otros autores habían utilizado esta denominación, por ejemplo Gustav Hugo, que en 1798 publica su Manual de Derecho natural como filosofía del derecho positivo) Hegel le cambia el nombre a la disciplina del derecho natural y la llama definitivamente "Filosofía del derecho". 513 La Filosofía del derecho ha de crear el sistema de la Ciencia jurídica, dando unidad lógica y necesidad interna a los conceptos que ésta elabora. Es decir, la 513 “En 1833, Eduard Gans presentaba la segunda edición de los Lineamientos de la Filosofía del Derecho o Derecho natural y Ciencia del Estado en Compendio, en medio de un ambiente intelectual signado por la primera gran edición de las obras completas de Hegel, creadas por «La Sociedad de Amigos del Difunto», la primera versión de la Escuela hegeliana. Gans concluía su emocionado prefacio con las siguientes palabras: «Toda la obra de Hegel ha sido construida con el metal de la libertad». La Filosofía del Derecho -agregaba Gans, a propósito del «futuro destino de la obra»- «como parte del sistema, terminará por fundamentarlo o destruirlo. Acaso su artificiosidad lingüística -proseguía- dará paso a la comprensión de sus profundas ideas, las cuales devendrán patrimonio común de la humanidad». Gans finalizaba su prefacio señalando que: «Este libro, el cual comprende su tiempo en el concepto, ya no se haya a la altura de su tiempo. Un nuevo desarrollo de la filosofía superará en la realidad aquello que esta obra ha contribuido a cambiar en el pensamiento. Mas el punto de vista filosófico de éste libro ya ha culminado y pertenece a la historia...” Herrera, José Rafael. “Historia y eticidad en la filosofía de Hegel”. En : Apuntes Filosóficos, enero 2006, vol.15, no.28, p.81-101. Disponible también en Internet : http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S131675532006000100004&lng=es&nrm=iso&tlng= [última consulta : enero 2009] 149 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Filosofía del derecho debe exponer la Idea, el concepto y la realización del Derecho, exponer lo que es, en su totalidad infinita, incluyendo su efectiva realización en la vida social.”514 El derecho es concebido por Hegel como un sistema social diferenciado y autorreferente, cuya clave de bóveda es el reconocimiento universal de la libertad de la voluntad expresado con la categoría de persona. Que este sistema sea autorreferente significa que sólo pueden ser considerados actos jurídicos aquellos imputables a un sujeto de derecho. Es ya el modo de expresión del poder racional, que se funda y se expresa sobre y por medio de reglas, que son, precisamente, percibidas culturalmente como distintas de las demás (religiosas, etc.), que unas veces están provistas de sanciones negativas (mal que acompaña a la transgresión) o positivas (bien asegurado por la obediencia) y por tanto, este poder solo puede ser estudiado como fenómeno del Derecho, e instituido y atribuido por y mediante conjuntos de reglas “específicamente jurídicas y que cumplen la función institutiva del poder”515 “La ciencia filosófica del derecho -dice- tiene por objeto la Idea del Derecho, es decir, el concepto del derecho y su realización" y “su punto de partida es la voluntad libre universal” En los parágrafos §82 a §103 de la Filosofía del derecho, Hegel realiza un análisis sistemático del concepto de ilícito (Unrecht) y con ello concluye el apartado “Derecho Abstracto”. Escribe Hegel que no se puede dejar al margen “la consideración objetiva de la justicia, que es el punto de vista primero y substancial en el delito, deduciéndose, de suyo que se convierte en lo esencial el punto de vista moral, el aspecto subjetivo del delito” 516 El requerimiento que su negación instaura es el de una racionalidad normativa, distinta de la religión y de la moral, que permita la restitución (Wiederherstellung) del orden jurídico violado. La pena (Strafe) será el medio que permita la reconciliación (Versöhnung) consigo misma de esta objetividad lesionada. Sólo de esta manera gana el concepto de derecho su condición de órgano que regula efectivamente las relaciones intersubjetivas. Hegel entiende, entonces, que para 514 Cfr. López Hernández, José. “La actualidad de la filosofía del Derecho de Hegel”. En : Cuadernos electrónicos de filosofía del Derecho, nº 1. Disponible en Internet : http://www.uv.es/CEFD/1/Lopez.html#FNT0 [última consulta, julio 2008] 515 Cfr. Tarello, Giovanni. Cultura jurídica y política del Derecho. Granada : Comares, 2002, págs. 168 y ss. 516 “Hegel decía sobre la pena: “el que la sufre, tiene el deber y no sólo es un mal sino un bien para el derecho, de someterse a ella y auto gratificarse así éticamente”. Kant lo señalaba: “la pena debe ser aun cuando el estado y la sociedad ya no existen. Si robas a otro te robas a ti mismo”. En ambas posiciones...se trata de un mal para otro mal”. Parma, Carlos. Reflexiones sobre la pena 1. Disponible en Internet : http://www.carlosparma.com.ar/pdfs/cp_d_pg_29.pdf [última consulta mayo 2008] 150 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que el derecho deje de ser abstracto y adquiera como determinación esencial de su concepto la característica de ser coactivo (Zwangsrecht) es necesario atravesar primero la experiencia de lo ilícito (más precisamente del delito) y de su supresión. Desde esta perspectiva resulta improcedente la metodología seguida por Kant en la Metafísica de las costumbres en tanto allí presenta al derecho como un concepto puro a priori, ligado a la facultad de coaccionar. Hegel sostiene, por el contrario, que “definir de antemano al derecho abstracto o estricto como un derecho, al que podría obligarse, quiere decir concebirlo a través de una consecuencia suya, que surge recién mediante el rodeo de lo ilícito”. Esta es la razón por la cual el examen del concepto moderno de derecho concluye con el análisis de sus formas de negación: porque la restitución del derecho lesionado expresa, a la vez que constituye, la verdad de lo jurídico, en tanto sistema de acción con una lógica propia, diferenciada de otros sistemas normativos. Kurt Seelmann, por su parte, sin desestimar este aspecto retributivo, entiende que para evaluar la teoría hegeliana de la pena no sólo hay que tener en cuenta lo expuesto en la primera parte de la Filosofía del derecho517 sino también los desarrollos presentes en el capítulo dedicado a la “Administración de justicia” (Die Rechtspflege) de la tercera parte de esta obra. Según su parecer, la imagen de la teoría penal hegeliana que surge de la consideración conjunta de estos materiales no difiere demasiado de las teorías eclécticas de la pena, es decir, aquellas que buscan la prevención general mediante una aplicación de la pena que siga criterios retributivos de justicia. En consecuencia, la justificación hegeliana de la pena no funda su legitimidad sobre ningún razonamiento reformista ni de tipo retributivo (como sí lo hacen aquellos de raigambre kantiana) sino sólo sobre la base de uno restitutivo: la pena correspondiente a un delito ha de ser la mínima que permita la restitución (Wiederherstellung) del derecho como tal, es decir, la mínima que suprima al delito “qua” delito. Sólo asumiendo este punto de vista se alcanza, según Hegel, una perspectiva adecuada de análisis que, dejando de lado planteamientos morales o psicológicos, se ciñe a la consideración objetiva de lo justo: lo que se emplaza en el centro de la escena es, precisamente, la justicia (Gerechtigkeit) como tal y no factores que, en sentido estricto, son contingentes. Esto último es lo que hacen aquellas teorías que ponen el acento en el perjuicio cometido en ocasión del delito como fuente de legitimidad del castigo. En la observación al §99 de la Filosofía del derecho, Hegel señala que “este carácter superficial de un perjuicio (Übel) está presupuesto como lo primordial en las distintas teorías sobre la pena, en la teoría de la prevención, de la intimidación, 517 Mercier-Josa, Solange. Retour sur le jeune Marx : deux études sur le rapport de Marx á Hegel dans les manuscrits de 44 et dans le manuscrits dit de Kreuznach. Paris: Meridiens Klincksieck, 1986. “En realidad no existe una Filosofía del Derecho, sino diferentes redacciones de la misma obra. No hay otra obra en la historia del pensamiento político que haya sido reconstruida en todos sus aspectos y en todas sus variantes como esta... “ 151 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de la amenaza, de la corrección, etc., y aquello que, por el contrario, debe resultar Pero no se trata ni meramente de un perjuicio ni de este o aquel bien, sino ciertamente del ilícito (Unrecht) y la justicia (Gerechtigkeit)”. Lo que Hegel enfatiza aquí es que resulta absurdo prescindir de la especificidad de lo jurídico, precisamente cuando se trata de la legitimación de la pena. El fin del castigo no puede ser otro que la superación del delito y la restitución de la vigencia plena del derecho. Para conseguir su propósito, la pena debe compensar el desequilibrio producido con la irrupción del delito en el sistema de reconocimientos recíprocos, que constituye el vínculo jurídico. Por esta razón, la pena justa es aquella que compensa la lesión de la norma, no la que retribuye un perjuicio al delincuente por el daño518 "Si se considera el delito y su eliminación, a la que por lo demás se determina como castigo, simplemente como un perjuicio, aparecerá en efecto como algo irracional querer un perjuicio sólo porque ya existía un perjuicio anterior." El perjuicio no se ve simplemente como un mal, como un mero perjuicio a un sujeto individual:..Lo único que importa es que el delito debe ser eliminado no como el surgimiento de un mal, sino como lesión del derecho como derecho... " Hegel justifica la necesidad de restablecer la vigencia de la “voluntad general” representada por el orden jurídico, que resulta negada por la “voluntad especial” del delincuente. Si la “voluntad general” es negada por la voluntad del delincuente, habrá que negar esta negación a través del castigo penal para que surja de nuevo la afirmación de la voluntad general (tesis, antítesis y síntesis) 519 Entonces, para Hegel la pena es la negación del derecho, cumple sólo un papel restaurador o retributivo520 y por tanto, según sea el quantum o intensidad de la negación del derecho así también será el quantum o intensidad de la nueva negación que es la pena, ningún otro factor influye sobre ella . Para Jakobs, el desarrollo del lado social del delito se halla en el centro de la teoría de la pena de Hegel, según la cual “el delito precisamente no se dirige contra “otro en el pueblo”, sino contra la estructura social, contra el Derecho mismo, más aún, contra el principio de la juridicidad, el “Derecho en cuanto Derecho” 521 518 Mizrahi, Esteban. “La legitimación hegeliana de la pena”. En Revista de filosofía. ISSN 0034-8244, Nº 29, 1, 2004, págs. 7-31. 519 Jakobs, Günther Derecho penal : parte general. Fundamentos y teoría de la imputación. 2ª ed., corr. Madrid : M. Pons, 1997, págs. 20 y ss. También del mismo autor, El fundamento del sistema jurídico penal. Lima : ARA, 2005, págs. 39-40. Y “La pena estatal: significado y finalidad” en XVII Congreso Latinoamericano, IX Iberoamericano I Primero Nacional de Derecho Penal y Criminología: Guayaquil : ARA Editores, 2005, págs. 11-70. 520 La idea de la “culpa” penal, que en alemán se escribe con la misma palabra que “deuda” civil (Schuld), no tendría su origen en la libertad o en el reproche por actuar de otra manera, sino precisamente en la antigua forma de pagar las deudas. 521 Jakobs. Op. Cit... 152 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Paradójicamente, y de una manera absolutamente acorde con la “teoría retribucionista”, el legítimo heredero de Hegel 522“no fue, por cierto, uno de sus más fieles y cercanos discípulos, sino en última instancia y precisamente, su más inteligente y encarnizado crítico. Carlos Marx ha sido el único pensador de su tiempo capaz de comprender la obra de 1820 por lo que efectivamente fue. En su Introducción de 1884 a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel sostenía que «la filosofía alemana del Derecho y del Estado» era «la única historia alemana» que se hallaba a la par «con el presente oficial moderno»: «la Crítica de la filosofía alemana del derecho y del Estado es la única historia alemana que se halla, al par, con el presente oficial moderno, la más consecuente y la más rica, en su análisis crítico del Estado moderno y de la realidad que con él guarda relación, como la resuelta negación de todo el modo exterior de la conciencia política y jurídica alemana, cuya expresión más noble, más universal, elevada a ciencia, es precisamente la misma filosofía especulativa del derecho. Por eso, el pueblo alemán tiene que incluir a esta historia hecha de sueños en el estado de cosas existentes y someter a crítica, no sólo a esta historia... sino también, y al mismo tiempo, a su prolongación abstracta.»523 2.3. Ilustración francesa: El camino de la Revolución y el Derecho penal. 2.3.1.Planteamientos jurídicos y políticos. El antiguo derecho francés, l´ancient droit : dos derechos, dos paises : uno, el sur, donde el derecho romano escrito rige dos quintos del territorio francés. En el norte, el derecho consuetudinario, le droit coutumier, es predominante. Ambos, (le pays de droit écrit, y le pays du coutume) separados por la línea del Loira, desde Ginebra a la desembocadura del Garona, aunque no de una manera absoluta. Algunas zonas del pais del derecho escrito siguen antes la costumbre, como Burdeos. En las que predomina la costumbre, se reconoce también el derecho romano como ratio scripta, supletoria del consuetudinario. Y en las dos, es aquel, entendido como el uso práctico del Corpus justinianeo, y del Codex teodosiano, el sustrato común para la formación de los juristas en Francia524 desde el siglo XII, con la única excepción de la Universidad de París. Conforman 522 Herrera, José Rafael. “Historia y eticidad en la filosofía de Hegel”. En : Apuntes Filosóficos, vol.15, no.28, 2006, págs. 81-101. Disponible también en Internet : http://www2.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S131675532006000100004&lng=es&nrm=iso&tlng= [última consulta : enero 2009] 523 Marx, Karl. Contribución a la crítica de la filosofía del Derecho de Hegel. Buenos Aires : Ediciones del Signo, 2004, pág. 56 ; también en: Anales franco-alemanes. Barcelona : Martínez Roca, 1970, págs. 101-116. Los subrayados son mios. 524 Cfr. Holmberg, Tom. The Civil Code.(The Code Nàpoleon) En : http:// www.napoleonseries.org. [Consulta : 8 de septiembre de 2003] 153 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado un derecho peculiar, un modo particular de entender el Ius Commune, el mos gallicus, 525distinto del de sus vecinos italianos o alemanes. (En palabras de Dawson, la “French deviation”526). A esta división hay que añadir como “derecho particular”, al feudal y al derecho canónico. Un auténtico “puzzle” jurídico -en el que era, a finales del siglo XVII, el único gran estado continental con una relativa centralización administrativa y jurisdiccional-, que hizo escribir a Voltaire que el viajero en Francia, cambiaba de leyes tan a menudo como de caballos.527Hasta llegar a lo que el mismo Napoleón Bonaparte calificó en Santa Elena como su “auténtica gloria”, “cequi vivrà éternellement”, refiriéndose a su Code Civil528, y por extensión a su labor codificadora –los “cinq codes” legislados bajo y por su mandato-, el derecho francés anduvo un largo trecho, del cual es aquel, según C. Ramos Núñez “su culminación y su paradigma”. Porque fue el resultado de varios siglos de desarrollo legislativo, doctrinal y jurisprudencial, y porque impuso una nueva lógica que lo hizo referente obligatorio en las sucesivas codificaciones europeas y americanas.529 Entre los siglos X y XIII, los reyes franceses culminaron el ascenso en la pirámide feudal. Desde Felipe Augusto, “el rey de Francia es el emperador en su reino”, incluso frente al Papa. Y cada vez más, entre los siglos XII y XIII, los monarcas incluyen en sus Consejos y en la administración de justicia a juristas, especialistas en Derecho romano, que tras la creación del Parlamento de París, van a jugar un papel importante en la afirmación de la autoridad real. Desde la Guerra de los 100 años hasta mediados del siglo XV, una serie de normas legislativas marcan la transición de una monarquía feudal a un estado monárquico, y conducen a un reforzamiento del poder del rey, aunque limitado 525 Cfr.Tarello, Giovanni. Storia della cultura giuridica moderna. 1. Assolutismo e codificazione del diritto. Bologna : Il Mulino, 1976. págs. 72 y ss. 526 Dawson, John P. The Oracles of the Law. Michigan : The University of Michigan Law School, 1968. págs. 262-373 527 "Il y a, dit-on, cent quarante-quatre coutumes en France qui ont force de loi ; ces lois sont presque toutes différentes. Un homme qui voyage dans ce pays change de loi presque autant de fois qu’il change de chevaux de poste." (Existen en Francia ciento cuarenta y cuatro costumbres que tienen fuerza de ley, todas ellas diferentes. Un hombre que viaje por este país, cambiará de ley las mismas veces que de caballo de postas) Voltaire, François Marie Aruet de. Voz “Coutumes” en Dictionnaire philosóphique. Paris : Didot , 1833. Vol. V. pág. 248. 528 Simbolo por excelencia del nuevo Derecho, instrumento fundamental de « constitucionalización », de interacción entre el ámbito público y el privado, sedimentación compleja de perfiles autoritarios y de intereses « liberales »… Lacchè, Luigi. "L’Europe et la révolution du droit : brèves réflexions". En Annales historiques de la Révolution française, Número 328. pág. 9. Disponible en Internet en: http://ahrf.revues.org/document610.html. [Ultima consulta mayo 2009] 529 Ramos Núñez, Carlos. Código Napoleónico : fuentes y génesis. En : http://comunidad.derecho.org/pandectas/no200004/c.ramos.htm [Consulta : 8 de septiembre de 2003] 154 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado en cierto modo por instituciones como los Estados Generales, creados por Felipe el Hermoso, y los parlamentos y cuerpos intermedios. Las guerras de religión en la segunda mitad del siglo XVI, culminan con el asesinato de Enrique III, justificado por la teoría del tiranicidio, un periodo turbulento, tras el que juristas como Bodino, Pitout, Loysel, y Coquille, entre otros, van a defender la soberanía real y sus atributos, el primero de los cuales no va a ser ya administrar justicia, sino hacer la ley. “El 13 de abril de 1598, casi veintiséis años después de la matanza de San Bartolomé (24 de agosto de 1572), se restablecía la paz y se imponía el Edicto de Nantes como «perpetuo e irrevocable». Fue Francia el único país europeo que otorgaba una base jurídica a la existencia en su suelo de dos confesiones cristianas rivales, lo que para el régimen absolutista de la época era considerado como «humillante». Este Edicto representa uno de los más importantes precedentes y el primero para la consagración progresiva de la libertad de conciencia; en otros países como Inglaterra o las provincias Unidas, las minorías católicas eran toleradas de hecho, pero no de derecho y, en ciertas circunstancias reprimidas, mientras que en el resto de Europa se imponía la reforma o la contrarreforma ... En Francia, el poder real estaba constituido por hombres de Estado que no podían basar de modo plausible su política religiosa en la separación de la Iglesia y el Estado. Lo que sí podían hacer era ofrecer garantías a las sectas minoritarias, de acuerdo con la política plasmada en el Edicto de Nantes que durante más de tres cuartos de siglo se mantuvo como símbolo de la armonía religiosa en un Estado católico precisamente cuando los gobiernos protestantes negaban cualquier clase de tolerancia a la población católica. Pese a toda su importancia inicial, el Edicto de Nantes no fue un éxito, porque su aplicación dependía más de la tolerancia...de la población católica que de la buena voluntad del gobierno. El periodo que va desde 1610 hasta 1685 está marcado por la revocación paulatina de cada una de las prerrogativas contenidas en el Edicto; por eso, la fecha del edicto de revocación de Fontainebleu, el 22 de octubre de 1685, sólo tuvo un significado formal, pues se limitó a reconocer lo que era un «fait accompli». En el propio documento de revocación, se explicaba la supresión de un edicto que se había convertido en caduco, en virtud de la dicción de que ya no había protestantes en Francia, y no como un cambio de legislación promulgado por las autoridades.”530 Y por eso también, escribe después Voltaire : “...No persigáis nunca a nadie por sus sentimientos sobre la religión : es algo horrible delante de Dios y de los 530 García Sanmiguel, Luis. Filosofía política : las grandes obras Madrid : Dykinson, 2006, pág. 99. En el mismo sentido, Gentea, Ana. "Hacia la humanización de la justicia penal en la Francia ilustrada : la aportación de Voltaire" en Revista de estudios políticos, ISSN 0048-7694, Nº 123, 2004, págs. 393-422 Ibíd.. pág. 398, citando ambos a Kamen, Henry. The rise of toleration. New York: McGraw-Hill, 1967. Hay traducción española : Nacimiento y desarrollo de la tolerancia en la Europa moderna. Madrid : Alianza Ed., 1987 155 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado hombres...”531El protestantismo francés -calvinismo- había tomado un rumbo distinto al germánico, adaptándose al humanismo pre-protestante que contituyó su base. El rey es “fuente de Justicia” y “la ley viviente”. Sostenido este absolutismo en el siglo XVII, políticamente, por razones de centralización administrativa y de orden público y, doctrinalmente por autores como Cardin le Bret-que define jurídicamente la soberanía del rey diciendo que “por naturaleza, es tan indivisible como un punto en geometría”-, y sobre todo por Bossuet, que desarrolla el dogma político-religioso de la teocracia real, fundamentando en el derecho divino de los reyes, su absolutismo político, el resto de las monarquías europeas de su tiempo, católicas o protestantes hicieron suya, desde 1688, la justificación religiosa anglicana de su poder absoluto. Aunque en Francia, desde Luis XIV, este poder adquiere un matiz fundamental : quien personifica al Estado, aunque este tenga una existencia independiente, es el rey. Es su primer servidor. La realeza es absorbida por el Estado. La frase que se le atribuye (“l’Etat c’est Moi”) hay que traducirla literalmente, en este sentido. Y desde luego, en teoría, el absolutismo tiene límites : religiosos, porque debe respetar los principios de la religión cristiana ; materiales, porque, acatando los principios de las leyes comunes a todos los hombres, se convierte en el padre de sus súbditos, que, en cierta manera, consideran a la Familia Real parte de la suya. Aquellos pueden dirigirse directamente a él, exponiéndole sus necesidades y haciéndole llegar sus peticiones. El tercer límite teórico lo constituyen las leyes fundamentales, definidas como la constitución consuetudinaria de la antigua Francia (Édit de Moulins de 1566, la ley de la ortodoxia religiosa de los reyes de 1589 y 1593, etc.) Y los que, en la práctica, imponen una serie de instituciones como los Estados provinciales, -que reproducen a nivel regional la estructura de los Generales, con su misma representación estamental, pero dominados de hecho por el clero o la nobleza (la tendencia del absolutismo será dejarlos caer en el olvido, aunque algunos como los de Bretaña, el Languedoc o la Borgoña, consiguen mantenerse hasta la Revolución)- los Estados Generales que, si en el siglo XVI han participado activamente en las amplias reformas del reino, asesorado al Rey en las importantes ordenanzas legisladas en ese tiempo e intervenido en las guerras de religión a favor o en contra de católicos y protestantes, al funcionar como un enorme “gabinete de crisis”, se reúnen por última vez en 1614 tras el asesinato de Enrique IV, y no lo volverán a hacer hasta 1789. Pero sobre todo, los parlamentos. Son un poder delegado del Rey y los guardianes de las leyes 531 « Ne persécutez jamais personne pour ses sentiments sur la religion: cela est horrible devant Dieu et devant les hommes. Jésus-Christ, loin d’être oppresseur, a été opprimé. S’il y avait dans l’univers un être puissant et méchant, ennemi de Dieu, comme l’ont prétendu les manichéens, son partage serait de persécuter les homes… »Voltaire. Fragment des instructions pour le prince royal de *** (Oeuvres complètes de Voltaire, Paris, Garnier, 1877-1885), tome 26 (págs. 439-448) 156 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado fundamentales. Ostentando por eso una enorme variedad de competencias administrativas, legislativas, políticas y judiciales, estas, esencialmente, en materia de apelaciones El poder jurisdiccional del rey, usurpado primero por los señores feudales, – “faussation de jugement”-y recuperado después, va a ser limitado, en la etapa prerrevolucionaria, por tanto, por los distintos parlamentos 532creados tras el de París, como órganos asesores, que administraban justicia en su nombre y cuyas decisiones eran soberanas. “Los parlamentos acabaron sin embargo desempeñando un papel político en la medida en que tenían entre sus prerrogativas la de tener que registrar las normas promulgadas por el monarca para que estas entraran en vigor en el área geográfica en la que cada parlamento ejercía su jurisdicción. Esto les daba innegablemente un cierto poder sobre el monarca, que los parlamentos trataban de aprovechar gracias al derecho que tenían de elevar quejas (remontrances) al rey, a cuya satisfacción supeditaban el registro de la norma regia, indispensable para su aplicación. Este derecho de queja convirtió naturalmente a los parlamentos, especialmente al de París, en los símbolos de la oposición al rey. Por ello, los parlamentos fueron los protagonistas de buena parte de las rebeliones antimonárquicas en Francia, como por ejemplo la de la Fronda (1648-1653), en la regencia de Ana de Austria y Mazarino...”533 Hasta tal punto se convirtieron en instituciones autónomas -de hecho, Tribunales Superiores de Justicia cuyos magistrados provenían de una nueva clase social, la burguesía. Estaban integrados “por juristas formados en las universidades, una profesión que desde la Baja Edad Media había convertido a quienes la practicaban en un grupo social homogéneo: la clase de los legistas, también llamada “nobleza de toga” para diferenciarla de la nobleza tradicional (nobleza de espada). Los juristas sin embargo formaban parte del Tercer Estado en los Estados Generales y no eran por sí un grupo representativo en la medida en que no se accedía al parlamento por elección ya que por lo general los oficios judiciales solían comprarse o heredarse”534- que las ordenanzas reales no adquirían fuerza obligatoria dentro de la jurisdicción de cada parlamento, mientras este no las reconociera, llegando a negarse sistemáticamente a aplicar las contenidas en las “lettres de Chancillerie”, lo que daba lugar a complicados procedimientos de reenvío al Rey y a su Consejo, convirtiéndose “de facto” en un elemento de obstrucción sistemática a las reformas de la monarquía absoluta. La intervención 532 Los tribunales de apelación actuales tienen la misma organización interna de aquellos parlamentos, o Cortes soberanas, con un Primer presidente, otro para cada cámara, los consejeros, y el Ministerio público –“gens du Roi” en el Antiguo Régimen-, que comprende un procurador general, y los substitutos y los abogados generales. 533 Aguilera Barchet, Bruno. Introducción a la historia constitucional francesa: de los orígenes a la revolución francesa. Disponible en Internet : www.ieji.es/Introd_Const_Francia.pdf [última consulta : 1/12/2008] 534 Ibíd. 157 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado del rey o de cualquier legislador externo, se consideraba una “perversio ordinis”. Coexisten en este periodo, por tanto, dos clases de justicia. La que se ha denominado “justicia retenida”, es decir, la potestad de ejercicio de la justicia por el mismo rey, sigue en sus manos hasta la Revolución. El poder de castigar ó liberar a cualquiera mediante las llamadas lettres de cachet, selladas como su propio nombre indica, firmadas por el rey y contrafirmadas por un Secretario de Estado- la capacidad de decidir, si los justiciables le exponen directamente los hechos esenciales de un asunto y así se lo piden; también puede retirar un caso a una jurisdicción de derecho común, llevándolo a la suya (de manera efectiva, una casación realizada junto con el Consejo Real, como se expondrá líneas después), resolver conflictos de competencias entre tribunales, etc. La “justicia delegada” la ejercen los jueces, reemplazando al rey, pero en su nombre. Las jurisdicciones de derecho común en su nivel inferior están en manos de los prebostes, con una competencia muy amplia, en principio, en materia civil y penal, excepto en los llamados “casos reales” y los que se refieren a los nobles, que son juzgados por sus pares. Una sanción, luego, de carácter general y permanente, pero con un origen decididamente político : la lucha por el poder entre la monarquía absoluta y la burguesía. La jurisprudencia de los magistrados integrantes de los parlamentos, interpretaba los edictos reales, liberalizándolos. En abril de 1667, en la “Ordonnance civile touchant la reformation de la Justice ”-el llamado Code Louis- Luis XIV afirma por primera vez, el monopolio real sobre la legislación en materia procesal civil. En marzo de 1670, la “Ordonnance criminelle”, que regula, también por vez primera, el enjuiciamiento criminal.535 Con el regente Luis Felipe de Orleáns y después bajo el reinado de Luis XV, se les retira el título de “cortes soberanas”, que se reemplaza por el de “cortes superiores” y se reorganizan las jurisdicciones, especialmente la del Parlamento de París, al que se le revoca cualquier facultad de intervención política. Se dota a los nuevos tribunales de competencias más precisas, los jueces inamovibles se nombran por el rey y la justicia ya es gratuita. Las ordenanzas introducen una diferenciación entre la norma jurídica y el acto jurisdiccional, considerando al segundo como la puesta en práctica de la primera. La casación responde perfectamente al silogismo de esta dicotomía : el rey establece las reglas, a los parlamentarios les corresponde cumplirlas y hacerlas cumplir. 536Esto explica 535 la finalidad del proceso era faire peur aux méchants, atemorizar a los malvados. García de Enterría, Eduardo. Delito y Pena en la jurisprudencia Constitucional. Madrid : Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, 2002, pág. 13 536 En 1764, a propósito del proceso y condena del general Lally, Voltaire, tras asegurarse de la autenticidad de los hechos, reivindica en Précis du siécle de Louis XV y Fragments historiques 158 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que el monarca ejerciese su poder de revocación-acto de justicia retenida-si estas ordenanzas se contravenian; transferir a otro parlamento la misión de juzgar el caso desde un principio, era la manera de reforzar la ordenanza vulnerada, de “vengar las ordenanzas”, al tiempo que reafirmar la distinción paradigmática entre las reglas del Derecho y su aplicación. La casación refuerza el imperium, y no la jurisdictio.537 En estas reformas se inspiraron los revolucionarios para las suyas, y son fundamentales para entender, entre otras, el origen de la separación de poderes, pero fueron de corta duración. Pronto, los parlamentos vuelven a recuperar el terreno perdido. En cualquier caso, ya era un “proceso” imparable. Y, como hemos dicho más arriba, tanta la cantidad de ordenanzas y parlamentos, que tácitamente se permite a cualquiera hacer uso de aquel medio de anulación, que opera como una denuncia ante el rey de cualquier error de forma cometido por los jueces, pero siempre “sirviendo los intereses reales”, por lo que no tiene todavía el carácter procesal de un verdadero recurso. Sólo después de la Revolución francesa adquirirá su finalidad esencial: proteger el valor de la norma objetiva, unificando el derecho y la jurisprudencia y actuando como control de constitucionalidad, junto con el poder legislativo, del judicial. En el año 1700, la población francesa ascendía a casi 22 millones de personas. Un país cuyas fronteras lindaban con casi todos los estados europeos Occidentales, y que bajo Mazarino y Colbert, se había convertido en una potencia hegemónica en todos los órdenes en Europa. Medio siglo antes, había intentado una revolución fracasada, cuando el Parlamento de París excluyó del poder a Mazarino, que dejó a Francia como una autocracia centralizada, gobernada por un monarca absoluto. Era entonces -como hoy- un país de paradojas : a pesar de haber centralizado durante siglo y medio los debates políticos y culturales, de que el francés fuese, por excelencia el lenguaje de la cultura, la política y la diplomacia y de que sus profesionales, literatos y filósofos ejercían y viajaban por toda Europa, la dinastía gobernante regía de manera autocrática una nación con sus derechos y libertades –sobre todo la de expresión- seriamente restrngidos.538 sur I 'Inde et sur la mort du general de Lally el honor y la inocencia del general, mientras el hijo del difunto insiste para conseguir una revisión póstuma de la deshonrosa sentencia: Voltaire convierte la carreta y la mordaza de Lally en los símbolos de una justicia horrible, denunciada y fustigada por él desde hacía veinte años. Hay en esas líneas una imperativa apelación a la casación: el veredicto previo de la multitud no puede sino llevar al de los magistrados. De este modo, influido por la opinión pública, el deseo secreto del rey y los panfletos de Voltaire, el Consejo de Estado casa, si bien de manera parcial, el 25 de mayo de 1778 la sentencia del Parlamento. Cfr. Gentea, Ana. “Hacia la humanización de la justicia penal en la Francia ilustrada : la aportación de Voltaire”. En : Revista de Estudios Políticos (Nueva Época) Núm. 123, Enero-Marzo 2004, pág. 395 537 Cfr. Zenati, Fréderic. La nature de la Cour de Cassation. En : http://www.courdecassation.fr. [Ültima consulta : 7 de diciembre de 2003] 538 Cfr. Osborne, Roger, Civilización..., cit. pág. 340. Civilization: a new history of the Western world. New York : Pegasus Books, 2006, pág. 306. 159 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Al iniciarse el reinado de Luis XVI, Francia que había enviado tropas para ayudar a las colonias norteamericanas, vio aumentada su crisis financiera. Algunos ilustrados empiezan a comprender que el déficit solo podría solucionarse mediante una reforma del sistema tributario, olvidando la fiscalidad del antiguo régimen, sustituyéndolo por menos impuestos, y estos, proporcionales a la riqueza de cada uno. A la crisis financiera se le une una crisis económica, que castiga sobre todo a las masas populares539. Entre los años 30 y 70 del siglo XVIII los precios de los cereales no cesan de aumentar. El coste de la vida subió un 62%, pero los salarios no crecieron, es más, descendieron, en torno a un 25%. Estos desequilibrios no sólo castigaron a las clases populares urbanas, sino que también el campesinado540 se vio perjudicado por la caída del precio del vino, a causa de una sobreproducción. Esta crisis tuvo su impacto también en el comercio y en la industria541. “Francia se encuentra sumida en una grave crisis económica con un Estado que sigue anclado en el inmovilismo del Antiguo Régimen y que en consecuencia es incapaz de hacer frente a los cambios y transformaciones que impone la realidad y el ideario de la Ilustración. Y sin embargo, la Monarquía francesa tenía en 1774 el suficiente poder como para haber sido el instrumento necesario para romper la estructura estamental procedente de la Edad Media, y acabar con las clases privilegiadas del Antiguo Régimen. De hecho, un gesto autoritario como la citada Reforma de los parlamentos que hizo el ministro Maupeou al final del reinado de Luis XV, fue bien aceptada por la opinión pública francesa y libró a la Monarquía de un obstáculo que dificultaba su política reformadora”542. Los ministros Calonne y Loménie de Brienne, intentaron sin éxito imponer reformas fiscales a los privilegiados, lo que condujo a la revuelta de la nobleza, y tanto en la Bretaña como en el Delfinado se pidió la convocatoria de los Estados Generales, a lo que el rey accedió en agosto de 1788. 539 ”la Revolución francesa es una revolución de la miseria” “Si los orígenes de la Revolución francesa se fraguan con las quejas campesinas, reflejadas a lo largo de esos 40.000 cahiers de doléances que criticaban los privilegios agrarios de la nobleza, el fin de la Revolución coincidirá paradójicamente con el aplastamiento del movimiento campesino”. 541 Cfr. La Revolución francesa : historiografía de la revolución. Disponible en Internet : http://www.historicodigital.com/la-revolucion-francesa.html [última consulta : febrero 2009] 542 Aguilera Barchet, Bruno. Ibíd. 540 160 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado 2.3.2. De Descartes a la Enciclopedia (Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Diderot) Si “el absolutismo condiciona la génesis de la Ilustración, la Ilustración condiciona la génesis de la Revolución francesa.”543En Francia, el Iluminismo jurídico aparece, según Tarello, “como una serie de ideologías de fronda y de oposición. Ninguna de las ideas o doctrinas que compusieron el Iluminismo jurídico francés, fueron, en el momento de plasmarse por primera vez, completamente distintas o distantes de la cultura [jurídica] institucional ; ninguna, por si misma, subvertía el orden jurídico-político existente ; ninguna, revolucionaria en algún sentido. Pero la confluencia en aluvión de todas ellas y su difusión casi simultánea,544las convierten en una máquina ideológica compleja, con capacidad para destruir la cultura y las instituciones jurídico-políticas existentes.”545 En la historia de la filosofía política, la Revolución francesa ocupa “un lugar absolutamente singular : no solo fue un objeto privilegiado de reflexión (como la ciudad-Estado antigua, o el Estado moderno) sino que apareció como un acontecimiento fundador, susceptible de modificar la totalidad de la existencia humana, y cuyo alcance sólo podía medirse por un transtorno equivalente de las pautas del pensamiento.”546 El punto de partida quizás, habría que retrotraerlo a Descartes. Fue uno de los fundadores de la biología, un físico de talento, matemático circunstancial y uno de los primeros grandes filósofos modernos. "Un espíritu profundamente atraído por la idea de un saber cierto", que no encontraba en las disciplinas especulativas (filosóficas, políticas...) ni siquiera en las jurídicas,547a las que quiere aplicar un método que les proporcionase unas bases sólidas y racionales. La primera regla de este método es la de la evidencia racional : no admitir como verdadero, nada que no sea evidente para el espíritu. Las otras tres de las cuatro reglas que componen el método cartesiano son complementarias respecto de aquella y tienen como objetivo hacer evidente lo que a primera vista no lo es : la regla del análisis -dividir cada dificultad en tantos elementos como sean necesarios para resolverla ; la de la síntesis -comenzar con los elementos mas aptos para ser conocidos y avanzar, 543 Koselleck, Reinhart. Crítica y crisis : un estudio sobre la patogénesis del mundo burgués. Madrid : Trotta, 2007, pág. 27 544 “..Una gran revolución se prepara en vuestra patria; los crímenes de vuestros soberanos, sus crueles exacciones, sus orgías y su ineptitud han lacerado a Francia; se halla saturada de despotismo, se halla en vísperas de romper sus cadenas. Cuando vuelva a ser libre, esa parte altiva de Europa honrará con su alianza a todos los pueblos que se gobiernen como ella…” Sade, Donatien Alphonse François, Marqués de. Historia de Sainville y Leonore. Madrid, Espiral/Fundamentos, 1985, p. 191 545 Cfr.Tarello, Giovanni. Storia della cultura giuridica moderna. 1. Assolutismo e codificazione del diritto. Bologna : Il Mulino, 1976. págs. 259 y ss. 546 Raynaud, Philippe. Voz « Revolution française ». En : Dictionnaire de philosophie politique. 3e éd. Complétée. Paris : PUF, 2003. Págs 704 y ss. 547 Hespanha, António Manuel. Cultura jurídica europea : síntesis de un milenio. Madrid : Tecnos, 2002, págs. 150 y ss. 161 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado sucesivamente, hacia el conocimiento de los más complejos- y la cuarta y última, la de las revisiones generales -asegurarse de no omitir nada en el transcurso de la investigaciónRenatus Cartesius, nacido en Francia -La Haye en Touraine- a finales del siglo XVI,548se educó, como correspondía a un hijo de una familia de la nobleza de toga, -su padre, era consejero del Rey en el Parlamento de Bretaña- en el colegio de La Flèche, dirigido por los jesuitas, obteniendo luego la licenciatura en Derecho en la Universidad de Poitiers. Poco después marchó a Holanda, donde se alistó en el ejercito del príncipe Mauricio de Nassau, que dirigía la rebelión contra las tropas españolas. No es demasiado conocido que su cometido probablemente era lo que hoy podrían considerarse como tareas de ingeniería militar, trabajando en el campo de la matemática aplicada al diseño de maquinaria y armamento bélicos. Al comienzo de la guerra de los Treinta Años en 1619, se enroló en las tropas católicas del duque de Baviera, que combatían contra el rey de Bohemia. En 1621, abandonó el ejército dedicándose a viajar por Europa.549 A esta época pertenece su obra inacabada Reglas para la dirección del espíritu. Luego se volvió a Holanda, donde residió desde 1628 a 1649, prosiguiendo sus investigaciones en mecánica, fisiología, álgebra y geometría analítica.550El primer trabajo de consideración de Descartes en los veinte años que vivió en Holanda, fue una cosmología que tituló El mundo, o Tratado sobre la luz, que se 548 Parte de los datos biográficos de R. Descartes los he tomado de la obra de Baillet, Adrien. La vie de Monsieur Descartes. Paris : D. Horthemels, 1691. 2 vols. Disponible en Internet : http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k75559n/f7.image.r=baillet.langES [última consulta, julio 2011] 549 "C’est pourquoi, sitôt que l’âge me permit de sortir de la sujé-tion de mes précepteurs, je quittai entièrement l’étude des lettres. Et me résolvant de ne chercher plus d’autre science, que celle qui se pourrait trouver en moi-même, ou bien dans le grand livre du monde, j’employai le reste de ma jeunesse à voyager, à voir des cours et des armées, à fréquenter des gens de diverses humeurs et conditions, à recueillir diverses expériences, à m’éprouver moi-même dans les rencontres que la for-tune me proposait, et partout à faire telle réflexion sur les choses qui se présentaient, que j’en pusse tirer quelque profit." (Por ello, tan pronto como la edad me permitió salir de la sujeción de mis preceptores, abandoné completamente el estudio de las letras. Y, tomando la decisión de no buscar otra ciencia que la que pudiera hallar en mí mismo o en el gran libro del mundo, dediqué el resto de mi juventud a viajar, a conocer cortes y ejércitos, a tratar con gentes de diversos temperamentos y condiciones, a recoger diferentes experiencias, a ponerme a mí mismo a prueba en las ocasiones que la fortuna me deparaba, y a hacer siempre tal reflexión sobre las cosas que se me presentaban, que pudiese obtener algún provecho de ellas.) Discours de la méthode : pour bien conduire sa raison, et chercher la vérité dans les sciences, plus la dioptrique, les meteores et la geometrie qui sont les essais de cette méthode. Leyden : Maire, 1637, pág. 9. Disponible en Internet : http://www.acgrenoble.fr/PhiloSophie/file/descartes_methode.pdf [última consulta, julio, 2011] 550 En 1633, a raíz de la condena de Galileo por el Santo Oficio, suspendió por precaución la publicación de su obra Tratado del mundo. De hecho, las obras de Descartes estuvieron incluídas en el Índice hasta 1948. 162 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado publicó después de su muerte, en 1644. En 1637, aparecen, en forma anónima tres ensayos : La dióptrica, los meteoros y la geometría. Los tres ensayos iban precedidos, a modo de prefacio, del Discurso del método. Sus Meditaciones metafísicas (Meditationes de prima philosophia) que escribió en latín, aparecieron en 1641. Descartes continuó sus investigaciones y a la obra antes citada le suceden Los principios de la filosofía, publicada también en lengua latina en Amsterdam el año 1644. El Discurso, en cambio, publicado en Leyden, lo escribió originariamente en francés.551Aunque “por un lado, es patente la relativa dependencia de Descartes respecto a algunas fuentes escolásticas que le han suministrado parte de su vocabulario filosófico,552por otro, hay que tener presente que la filosofía cartesiana es sólo un episodio, muy distinguido por cierto, de un vasto movimiento de renovación iniciado ya en el temprano Renacimiento. De todos modos, no parece razonable negar que el pensamiento cartesiano señale una de las características más claras del período moderno: la autoconciencia adquirida por el pensar humano y el sentido de su independencia respecto al mundo externo.”553Su “pienso, luego soy”, le da no sólo una primera verdad indudable, sino también el punto de arranque de toda su filosofía. Soy, pues -según Descartes-, una cosa que piensa. Pero, ¿qué es una cosa que piensa? El mismo responde: “Es una cosa que duda, entiende, concibe afirma, niega, quiere y, también, imagina y siente”. “Para esta interpretación de la nueva filosofía, por tanto, no habrá ningún conflicto esencial entre revelación, filosofía y ciencias. Y es posible la creación de un mundo cultural nuevo, de acuerdo a las exigencias del momento histórico”.554 A diferencia de otros grandes pensadores, no dedicó su atención al mundo jurídico.555 Sin embargo, sus aportes metodológicos -que extrajo de las matemáticas556-fueron aplicados también a este campo, conmoviendo todas sus 551 Reivindicando una lengua sólo apta en aquel tiempo para fines comerciales y cotidianos, pero no para cuestiones eruditas. 552 Otros autores, sin embargo, señalan que el idealismo cartesiano tiene "puntos de unión muy profundos con el nominalismo de Scotto y Guillermo de Ockham". Vid. entre otros, Hespanha, António Manuel, op. cit. y Villey, Michel La formation de la pensée juridique moderne. Paris : Presses Universitaires de France, 2009, pág. 147 y ss. 553 Leocata, Francisco: “Del Iluminismo a nuestros días”, caps. 1 y 11. 554 Ibíd. 555 Como hemos dicho líneas atrás, sirvió en varios ejércitos europeos algunos años. Pierre Héctor Chanut, embajador de Francia en Suecia y amigo suyo, escribió un bellísimo epitafio para él: “Acudiendo a la cita con su ejército, en la calma del invierno, combinaba en su mente los misterios de la naturaleza con las leyes de la matemáticas, aspirando a desvelar los secretos de ambas”. Héctor Pierre Chanut, Sieur de Bisches. Encyclopædia Britannica. Online 2009. Disponible en Internet: [última http://www.britannica.com/EBchecked/topic/105916/Hector-Pierre-Chanut. consulta, febrero 2009] 556 "Je me plaisais surtout aux mathématiques, à cause de la certitude et de l’évidence de leurs raisons ; mais je ne remarquais point encore leur vrai usage, et, pensant qu’elles ne servaient qu’aux arts mécaniques, je m’étonnais de ce que, leurs fondements étant si fermes et si solides, on n’avait rien bâti dessus de plus relevé." (Yo me volcaba con 163 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado bases. Descartes retira al Derecho de manos de la Metafísica y lo coloca en las del racionalismo. Su influencia en el mundo del derecho se proyecta en dos sentidos: por un lado, el racionalismo cartesiano servirá para descubrir el derecho. Por otro, se privilegiará a la ley escrita -y fundamentalmente a los códigos- como el método de expresión del derecho.” Pero que duda cabe que ha sido un proceso “a posteriori”. Asociar por ejemplo, el racionalismo cartesiano a la escuela de derecho natural, por las apelaciones de Grocio o Puffendorf a la recta ratio o a “las simientes del poder soberano”, no bastan para convertir en cartesiana cualquier doctrina que apele a la razón. Tampoco su sistema incluyó una filosofía política, ni “reconstruyó sistemáticamente la realidad de los cuerpos políticos”, aunque tiene su lugar, sin nombrarla, entre la moral y la ciencia del hombre. Descartes “respalda una rebelión... A partir de ahí, el camino está abierto : en la vertiente alemana, Leibnitz primero y Hegel después, celebrarán a Descartes como a un héroe. En la francesa, Voltaire y D’Alembert saludaran al “gran hombre” que abrió los ojos al género humano y lo hizo capaz de sacudirse el yugo de la autoridad."557. Considerado por este último, como “un jefe de conjurados”, el primero en rebelarse contra el “poder despótico y arbitrario” y en colocar los “cimientos de un gobierno más justo y más feliz, que no pudo ver establecido... la andadura del cartesianismo, hace las veces de [su] doctrina política”. Y, desde luego, influyó de manera decisiva en los juristas que configuraron el denominado “sistema continental”, insuflándoles un nuevo espíritu, al punto que al "grupo continental" también se lo suele llamar "grupo francés."558 Los filósofos franceses proyectan su pensamiento racionalista sobre el jurídico, a lo largo de todo el siglo XVIII.559 Creen que la legislación debe ser la fuente del placer sobre todo en las matemáticas, a causa de la certeza y de la evidencia de sus razonamientos ; pero aún no me daba cuenta, en absoluto, de su verdadera utilidad, y, pensando que no servían mas que para las artes mecánicas, me asombraba que, siendo sus fundamentos tan firmes y sólidos, no se hubiese construido nada de mayor relevancia.) Discours de la méthode : pour bien conduire sa raison, et chercher la vérité dans les sciences, plus la dioptrique, les meteores et la geometrie qui sont les essais de cette méthode. Leyden : Maire, 1637, pág. 8. Disponible en Internet : http://www.ac-grenoble.fr/PhiloSophie/file/descartes_methode.pdf [última consulta, julio, 2011] 557 Azouvi, François, Beyssade, Jean-Marie. Voz “Descartes”. En : Dictionnaire de philosophie politique. 3e éd. Complétée. Paris : PUF, 2003. Págs 201 y ss. 558 Cfr. Louge Emiliozzi, Esteban. “La influencia de Descartes en el derecho continental”. En : Revista Argentina de Humanidades y Ciencias Sociales. Volumen 1, Nº 1. 2003. 559 “…En la primera mitad del siglo XVIII se desarrollaron dos grandes corrientes de pensamiento: una de inspiración feudal, ilustrada por El espíritu de las Leyes de Montesquieu, en la que los parlamentos y los privilegiados toman sus argumentos contra el despotismo; otra filosófica, hostil al clero, a veces a la propia religión, pero conservadora en política. En la segunda mitad del siglo estas dos corrientes subsistieron aunque aparecen nuevas ideas 164 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Derecho y este, a su vez, ha de ser uniforme, simple, conciso y la concreción de la razón humana. Tienen en poca estima, sobre todo Montesquieu y Rousseau, los derechos romano, canónico y feudal, pero piensan que el consuetudinario es la expresión de una necesidad social.560Por lo que se refiere al “racionalismo” político francés y lo que lo que caracteriza, lo singulariza y le confiere importancia, es “la búsqueda de una política de la Razón, cuyas metas son, de manera casi indisoluble, racionalizar el orden social gracias al fortalecimiento del Estado y garantizar la libertad mediante la destrucción de todas las coerciones arbitrarias que el orden tradicional hace pesar sobre los indivíduos.”561 El sistema penal también fue objeto de diversos tratados técnico-jurídicos a lo largo de la segunda mitad de dicho siglo, pero el debate sobre el llamado “problema penal”, puede considerarse abierto en Francia, según Tarello, únicamente a partir de Montesquieu. Publica las Cartas Persas en 1721, con un éxito fulminante en la sociedad francesa de la época de la regencia. Ingresa en la Academia Francesa en 1727 y dos años después se traslada a Inglaterra, donde fue elegido miembro de la Royal Society, y es un país que resulta crucial para su desarrollo intelectual. En 1739 publica Consideraciones sobre las causas de la grandeza de los romanos y de su decadencia. Y El espíritu de las leyes, en Ginebra, en 1748. En 1750, para responder a las críticas de los jansenistas y los jesuitas, publica la Defensa del Espíritu de las Leyes aunque la Iglesia lo incluye también, en el índice de libros prohibidos. Y, paradójicamente, es una obra muy poco “revolucionaria”562, en el sentido político de la palabra, y de una gran ambigüedad, lo que ha hecho que pueda ser analizada y utilizada, como la de Beccaria, ideológicamente, desde los mas diversos puntos de vista. No obstante, hay que situar la intención del Espíritu de las leyes563en una doble referencia dada por el mismo Montesquieu : “el Derecho natural, por una parte, y una filosofía política susceptible de reivindicar a más democráticas, más igualitarias…” Soboul, Albert. La Révolution française. Nouvelle éd. rev. et augm. Paris : Gallimard ,1988 , p. 50 ss 560 Holmberg, Tom. Op. cit. 561 Raynaud, Philippe. Voz « Revolution française ». En : Dictionnaire de philosophie politique. 3e éd. complétée Paris : PUF, 2003. Págs 704 y ss 562 “Donde quiera que exista la propiedad privada, existirá el poder” (Wherever there is property, there is power.) 563 “Hay que señalar “el temprano magisterio político ejercido por… Montesquieu. A la altura de 1756 ya puede escribir Grimm a este respecto: "La obra El espíritu de las leyes... ha operado una revolución plena en el espíritu de la nación. Las mejores cabezas se han vuelto, desde hace siete u ocho años, hacia estos objetos importantes y útiles. Los asuntos de gobierno se convierten de una forma creciente en una materia de filosofía y de discusiones." Ginzo Fernández, Arsenio.”El problema de la filosofía y el poder en D. Diderot”. En : Endoxa : Series filosóficas, Nº 10, 1998, pags. 257-286. 165 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Aristóteles, por otra.” 564 A partir de esta obra, en dieciséis años, y como en cascada, le siguen las de Beccaria, las primeras observaciones penales de Voltaire, las reflexiones de Morelly y Rousseau y algunos enciclopedistas, y otras, doctrinales, del propio Montesquieu.565 Montesquieu no edifica un sistema coherente y completo de ciencia y procedimiento criminales. Escribe formulando algunos grandes principios derivados, como dice, "no de sus prejuicios, sino de la naturaleza de las cosas". Portador de una doctrina abstracta, se preocupa menos de congregar y enseñar, que de encontrar, como un naturalista, los datos constantes y las reglas mismas que rigen la legislación en sus relaciones "con la Constitución de cada gobierno, las costumbres, el clima, la religión, el comercio, etc."566 los cuales aseguran la calidad y la aplicación de las mejores leyes para todos. Así, "cada nación deberá encontrar en su obra las razones de sus máximas". Sin embargo, cuando Montesquieu habla de las penas, según Bertolini, “aspira a algo más alto, más noble y de mayor extensión… su deseo es el de descubrir todos los elementos distintos de la legislación, que tuvo que abarcar desde un punto de vista general.”567 Ya que "la gran jurisdicción de su obra es la ciencia del gobierno, que reúne todas las ciencias, todas las artes, todos los conocimientos, todas las leyes, en una palabra, todo aquello que puede serle útil a la sociedad." Para comprender lo esencial de su pensamiento penal, a través de su obra, vemos que Montesquieu se apega, de forma reiterada, a la ley penal, a los delitos, a las penas y al juicio.568 Del mismo modo, como opina Albert Sorel, "Los estudios por él realizados sobre las legislaciones criminales están, y con justo motivo, ordenados en el seno de sus más hermosos títulos, reconocidos por la humanidad. En ningún momento empleó mayor esfuerzo dentro de su pensamiento, ni mayor sutileza dentro de su estilo, que en el capítulo sobre el poder de las penas. Montesquieu estableció todos sus principios, en materia criminal, con relación a la libertad de los ciudadanos; a ella conducirán todos sus razonamientos: "la libertad, ese bien que permite el goce de los otros bienes.”569 Pero hay que precisar esta 564 Larrérre, Caterine. Voz « Montesquieu ». En : Dictionnaire de philosophie politique. 3e éd. Complétée. Paris : PU.F., 2003. págs 527 y ss 565 Cfr.Tarello, Giovanni. Op. Cit. Pág. 417 566 Graven, Jean “Montesquieu y el derecho penal”. En : Revista Cenipec. 01-01-2006. Disponible en Internet : http://www.accessmylibrary.com/coms2/summary_028632166160_ITM [última consulta : 08/12/2008] 567 Bertolini, Análisis razonado del Espíritu de las leyes, en la ed. de Dalibon. 1754? 568 Libro VI : Consecuencias de los principios de los gobiernos respecto a la simplicidad de las leyes civiles y criminales, forma de los juicios y establecimiento de las penas. Libro XII : De las leyes que forman la libertad política en su relación con el ciudadano. Libro XXVI : De las leyes, en la relación que deben tener con el orden de las cosas sobre que estatuyen. 569 Sorel, Albert. Montesquieu. London : Routledge, 1887, págs. 53 y ss. 166 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado palabra : "No existe, en lo absoluto, una palabra que haya recibido tan distintos significados, y que haya impresionado de maneras tan dispares los espíritus, que aquella de "libertad" (...). "cada cual llamó libertad al gobierno que fuese conforme a sus costumbres o a sus inclinaciones...Puesto que, en una República, no tenemos a la mano y de viva presencia, los instrumentos para los males que nos aquejan, e inclusive las leyes parecen hablar más, y los ejecutores de la ley hablar menos; ordinariamente se ubica (la libertad) en las repúblicas, y se la excluye de las monarquías". Y ya que, por otra parte, "al parecer, en las democracias el pueblo hace más o menos lo que él quiere, se ubicó la libertad en estas clases de gobiernos y se confundió el poder del pueblo con la libertad del pueblo.". La libertad política general, es decir, "aquella tranquilidad de espíritu que proviene de la opinión que tiene cada uno de su seguridad", exige pues "que el gobierno sea tal, que un ciudadano no pueda temer a otro ciudadano"570. Es necesario, según Montesquieu, asegurar la libertad por medio de la separación y el equilibrio de los distintos poderes571 que conforman el Estado. No hay libertad cuando el poder legislativo junto con el poder ejecutivo, están bajo la autoridad de una misma persona o de un mismo cuerpo, "porque existe el peligro de que el mismo monarca o el mismo senado se dedique a elaborar leyes tiránicas para aplicarlas tiránicamente". Pero, "tampoco hay libertad si el poder de juzgar no se encuentra separado del poder legislativo y del ejecutivo. Si aquél estuviese unido al poder legislativo, el poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario, puesto que el juez sería legislador. Si estuviese unido al poder ejecutivo, el juez podría tener la fuerza de un opresor.” La racionalidad de la ley, hay que trasladarla a la de la interpretación572 : “Y, si los tribunales no deben ser fijos, sí deben serlo las sentencias, hasta el punto que han de corresponder siempre al texto expreso de la ley. Si fueran una opinión particular del juez, la sociedad nunca sabría con exactitud los compromisos que habría contraído. Es necesario además, que los jueces sean de la misma condición que el acusado, para que éste no pueda pensar que cae en manos de gentes propensas a irrogarle daño. Si el poder legislativo deja al ejecutivo el derecho de encarcelar a los ciudadanos que pueden responder de su conducta, ya no habrá libertad, á menos que sean detenidos para responder, sin demora, a una acusación que la ley considere 570 Montesquieu, Charles Louis de Secondat, Baron de Del espíritu de las leyes. 6ª ed. Madrid: Tecnos, 2007. Libro XI, cap. II y ss. 571 Althusser sostiene que, según Eisemann, la separación de poderes en Montesquieu es un modelo teórico, puramente imaginario, asignado a este por juristas de los siglos XIX y XX, y que tras una lectura atenta de los artículos del “Espiritu…” lo que trata es de la combinación, fusión y enlace entre dichos poderes”. Vid. Althusser, Louis. Montesquieu: la política y la Historia. Barcelona : Ariel, 1974. págs. 119 y ss. 572 Cfr. Prieto Sanchís, L. Op. cit. pág 161. 167 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado capital, en cuyo caso son realmente libres, puesto que sólo están sometidos al poder de la ley. Pero si el poder legislativo se creyera en peligro por alguna conjura secreta contra el Estado, o alguna inteligencia con los enemigos del exterior, podrá permitir al poder ejecutivo, por un periodo de tiempo corto y limitado, detener a los ciudadanos sospechosos, quienes perderían la libertad por algún tiempo, pero para conservarla siempre... Aunque, en general, el poder judicial no debe estar unido a ninguna parte del legislativo, hay, sin embargo, tres excepciones, basadas en el interés particular del que ha de ser juzgado. Los grandes están siempre expuestos a la envidia, y si fueran juzgados por el pueblo, podrían correr peligro, y además no serian juzgados por sus iguales, privilegio que tiene hasta el menor de los ciudadanos en un Estado libre. Así, pues, los nobles deben ser citados ante la parte del cuerpo legislativo compuesta por nobles, y no ante los tribunales ordinarios de la nación... Podría ocurrir que la ley, que es ciega y clarividente a la vez, fuera, en ciertos casos, demasiado rigurosa. Los jueces de la nación no son, como hemos dicho, más que el instrumento que pronuncia las palabras de la ley, seres inanimados que no pueden moderar ni la fuerza ni el rigor de las leyes.573 La parte del cuerpo legislativo que considerábamos como tribunal necesario, anteriormente, lo es también en esta ocasión: a su autoridad suprema corresponde moderar la ley en favor de la propia ley, fallando con menos rigor que ella. Pudiera también ocurrir que algún ciudadano violara los derechos del pueblo en algún asunto público y cometiera delitos que los magistrados no pudieran o no quisieran castigar. En general, el poder legislativo no puede castigar, y menos aún en este caso en que representa la parte interesada, que es el pueblo. Así, pues, sólo puede ser la parte que acusa, pero ¿ante quién acusará? No podrá rebajarse ante los tribunales de la ley que son inferiores y que además, al estar compuestos por personas pertenecientes al pueblo, como ella, se verían arrastrados por la autoridad de tan gran acusador. Para conservar la dignidad del pueblo y la seguridad del particular será preciso que la parte legislativa del pueblo acuse ante la parte legislativa de los nobles, la cual no tiene los mismos intereses ni las mismas pasiones que aquélla.” 574 Al abordar las ideas generales que deben inspirar el sistema penal, Montesquieu asume que hay cuatro clases de crímenes -de cuya naturaleza derivará también la naturaleza de las penas-575: "Aquellos que ofenden a la religión; los que van contra 573 Estas ideas tuvieron la “consecuencia política de alentar un modelo de juez pasivo, neutral y sometido únicamente a la ley, que sigue siendo en gran parte, nuestro modelo judicial”. Prieto Sanchís, L. Ibíd.. 574 Montesquieu .Ibíd. Libro XI, cap. IV y ss. 575 Toute peine qui ne derive pas de la nécessité, est tyrannique. Montesquieu, Charles Louis de Secondat, Baron de. De l’Esprit des Lois. Genève : Barrillot & Fils, 1748. Libro XIX, V.III, cap. 14, p. 310. Disponible en Internet : 168 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado las costumbres; los de la tercera, los que perturban la tranquilidad; los de la cuarta, contra la seguridad de los ciudadanos" Una distinción fundamental se impone: "aunque todos los crímenes sean públicos por su naturaleza, se distinguen por tanto los crímenes verdaderamente públicos de los crímenes privados, así llamados porque estos ofenden más a un particular que a la sociedad entera “. Montesquieu sólo hablará de los primeros. Y, entre ellos, no hablará más que de aquellos donde la confusión, en el espíritu del legislador, y el abuso, en la aplicación del juez sean los más peligrosos, los más intolerables para la administración de justicia y la seguridad de los ciudadanos: Los crímenes que atentan contra la majestad divina y contra los derechos de la moral; aquellos que atentan contra la majestad humana y contra los derechos del monarca, y que se vinculan asimilándose. Porque es necesario cuidarse bien de no confundir lo divino con lo humano: no se derivarán ni de las mismas leyes, ni del mismo fuero.”576 Los delitos religiosos han conducido a terribles errores, contra los cuales Montesquieu previene : “Si bien podemos admitir --según las ideas del tiempo-que "en las cosas que afectan la tranquilidad o la seguridad del Estado, las acciones ocultas pertenecen a la circunscripción de la justicia humana"; esto no es posible, "en aquellas que ofenden a la divinidad ... todo lo que ocurre, es un asunto entre el hombre y Dios, quien conoce la medida y el tiempo de sus venganzas. Que si, confundiendo las cosas, el magistrado busca también el sacrilegio escondido, está inquiriendo sobre u n género de acción donde no es necesario : él destruye la libertad de los ciudadanos, armando en su contra, el celo de las conciencias tímidas y el de las conciencias atrevidas." Es decir, "no se debe estatuir tomando por las leyes divinas, aquello que debe serlo por las leyes humanas, ni resolver con las leyes humanas, aquello que debe serlo por las leyes divinas. Estas dos clases de leyes difieren por su origen, por su objeto y por su naturaleza." Por tanto, hay que evitar "confundir la religión, las leyes, las costumbres y las maneras", tal y como lo hicieron algunas legislaciones; y, por otra parte, es necesario "evitar, también, las leyes penales en materia religiosa. Inspiran el miedo, es verdad; pero como la religión tiene también sus leyes penales, que inspiran el miedo, una es borrada por la otra. Entre esos dos miedos diferentes, las almas devienen atroces". Sobre esta cuestión, las leyes penales "nunca han surtido efecto, a no ser como agentes de destrucción." Montesquieu no teoriza sobre cual sea la mejor legislación penal universal, sino sobre cual es la mejor legislación penal para un sistema –constitucional concreto : la monarquía http://classiques.uqac.ca/classiques/montesquieu/de_esprit_des_lois/de_esprit_des_lois_t dm.html [última consulta : junio 2011] 576 Cattaneo, Mario A. Il liberalismo penale di Montesquieu. Napoli : Edizioni Scientifiche Italiane, 2000. 169 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado moderada. Acepta la autoridad constituida y sus instituciones. La mayor parte de sus observaciones penales y criminológicas se contienen en los libros VI y XIItambién en las Cartas Persas.- continuando la línea positivista del absolutismo del siglo XVI en general, y de Pufendorf, en particular. Racionaliza la ley penal en términos técnicos. Y respecto de las tres corrientes ideológicas penales del siglo XVIII (la proporcional, la utilitarista y la humanitaria), Montesquieu “abraza la primera, “utiliza” la segunda de una manera atípica- justificando lo que critica y quiere reformar después-y no parece particularmente sensible a la tercera.”577 Por lo que se refiere al aspecto sociológico de su doctrina, dos son fundamentalmente los puntos en que los diferentes autores insisten al señalar la aportación original de Montesquieu al estudio científico de las sociedades humanas : acomete la tarea de describir la realidad social según un método analítico y "positivo" que no se detiene en la pura descripción empirista de los hechos, sino que intenta organizar la multiplicidad de datos de la realidad social en un reducido número de tipos. Y, segundo, da una "respuesta sociológica" a la aparente diversidad de los hechos sociales, bajo el supuesto de que existe un orden o causalidad de estos hechos, susceptible de una interpretación racional. François-Marie Arouet “Voltaire” de origen burgués acomodado, estudio en el colegio de jesuitas “Louis-le-Grand,” de Paris, donde aunque según él no aprendió más que “latin y estupideces”, parece que adquirió su vasta cultura y su amor por el teatro. Desde los 17 años, estudiante –nominal- de leyes, y pasante de un abogado durante unos meses, empezó a escribir sátiras en verso y libelos, y tras regresar de un retiro en el campo, impuesto por su padre, comenzó a frecuentar la compañía de la aristocracia de París, entre la que se hizo popular en poco tiempo por su ingenio, su inteligencia y su habilidad para moverse entre los poderosos. Lo que no impidió que, a causa de una sátira sobre el regente, Louis Philippe de Orleáns, fuese encerrado en la Bastilla durante once meses, donde reescribió su Edipo, comenzó la Henríada y... cambió de nombre.578Por sus 577 Cfr. Tarello, Giovanni. Op. Cit. Págs. 435 y ss El nombre "Voltaire" adoptado por este autor en 1718, y que provocó un intenso debate en su momento, parece ser un anagrama de la grafía en latín de su apelllido "AROVET LI" además de las iniciales de "le jeune" ("el joven"). Y, en orden inverso, las sílabas de un castillo (château) familiar en el Poitou : "Airvault". Marca así la separación formal de su familia y su pasado, tras su encarcelamiento en la Bastilla. Algunos de sus biógrafos añaden otras connotaciones, asociadas a palabras como "voltige" (acrobacias de circo), "volte-face" (cambio de opinión ), y "volatile" (cualquier cosa capaz de volar), un apodo infantil : "le petit volontaire"... Tampoco le parecía digno de él el apellido "Arouet", especialmente por la similitud con palabras como "à rouer" ("para tirar") y "roué" ( "débauché", despedido). En una carta –de las más de 20.000 que escribió a lo largo de su vida- fechada en 1719, le pide a su corresponsal, Jean-Baptiste Rousseau, que dirija la respuesta a Monsieur de Voltaire, explicándole en una postdata que fué “tan desgraciado con el nombre de Arouet, que he adoptado otro...” ("J'ai été si malheureux sous le nom d'Arouet que j'en ai pris un autre…) . De todas maneras, fue, junto con Daniel Defoe, de los escritores que utilizó mas seudónimos 578 170 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado disputas con el caballero de Rohan, cuya poderosa familia emitió contra él una lettre de cachet, (y que lo convirtió, desde entonces, en un defensor a ultranza de la reforma judicial) se vió obligado a elegir entre otra larga estancia en la Bastilla, o el exilio. Se marchó a Inglaterra, donde permaneció tres años, y estudió la filosofía de Locke e Isaac Newton, además de la historia de la monarquía constitucional inglesa, -y sobre todo, ciencias naturales- convirtiéndose en un admirador incondicional de esa sociedad y de sus instituciones, considerandolas un "modelo útil y exportable" a Francia, sobre todo, el racionalismo filosófico, la tolerancia religiosa y la libertad de pensamiento que para él son requisitos indispensables para el progreso social y político de los pueblos. Un poco por convencimiento y un poco por despecho hacia una sociedad que lo había maltratado,579volvió de Inglaterra dispuesto a difundir las ideas de tolerancia que los savants británicos -y sobre todo, escoceses- impulsaban, a promocionar las ideas en torno a una religión natural y racional, a promover las ideas de la nueva ciencia anglosajona triunfante y, en fin, a modernizar Francia. Y lo hizo escribiendo, con una mordacidad sin límites, en una descarnada sátira contra las costumbres que consideraba ridículas, desenmascarando el alto grado de hipocresía social, la falsa bondad de los prelados de la Iglesia, la avaricia de los ricos y tantas otras conductas que conformaban la vida social de su época. Manipuló como nadie todos los recursos que su medio le ofrecía; jugó a todos los bandos: joven rebelde y crítico, pero también adulador de reyes y personajes importantes de la política, la economía o el saber a los que brindó poemas y cartas memorables en un lenguaje tierno y exuberante que manejaba con auténtica literarios : alrededor de 180 distintos : Room, Adrian A Dictionary of pseudonyms and their origins, with stories of name changes. 5th. ed. Jefferson, N.C. : McFarland & Co, 2010 ; Wade, Ira Owen “Voltaire's Name” en PMLA, Vol. 44, Nº. 2, 1929, págs. 546-564. Carlyle, Thomas Critical and Miscellaneous Essays. Boston : James Munroe, 1838. 3 vols. V.II. págs. 1-82. Y, según escribe Javier Moscoso, un “proceso recurrente de “self-fashioning”... el conjunto de la Ilustración, después de todo, abunda en este procedimiento dramático, en esta sistematización de la impostura que explica hasta la saciedad el drama de Rousseau y su filosofía, construida sobre la lógica implacable del “j’avoue”... Moscoso, Javier “Prólogo” en Voltaire Elementos de la filosofía de Newton. Barcelona : Círculo de Lectores, 1996. Pág XVII. (Refiriéndose a ese “reconozco” presente en la obra de Rousseau : Oeuvres complètes avec des notes historiques... Paris : Houssiaux, 1852). 579 “Voltaire had this in common with the Bourbons: he never forgave and he never forgot.” (Voltaire tenía algo en común con los Borbones : nunca perdonaba, nunca olvidaba. ) Langille, E. M “Voltaire's satire on Frederick the Great : Candide, his Pothumous Memoires, Scarmendado, and Les Questions sur l'Encyclopedie” , en SVEC : Studies on Voltaire and the Eighteenth Century, Oxford : Oxford University Press, 2003, Vol. 7, págs..3-17. del mismo autor, "Allusions to Homosexuality in Voltaire's Candide; a reassessement", en SVEC : Studies on Voltaire and the Eighteenth Century, Oxford : Oxford University Press, 2000, Vol. 5, págs. 53-63. 171 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado destreza y, sobre todo, perfectamente ajustado a los objetivos que perseguía, sabiendo lo que cada cual quería escuchar. Así, publicó poemas como la Henríada, obras de teatro -dramas y tragediascomo Bruto, Zaira y Erífile. También La Historia de Carlos XII de Suecia, (al que llamaban el Alejandro del Norte) donde hace una crítica durísima de la guerra. En 1733, publicó Lettres philosophiques sur les Anglais (Sus Cartas filosóficas, conocidas también como las Cartas inglesas) donde elogia la libertad política y religiosa de Inglaterra, lo que se consideró como una crítica al sistema político francés y un ataque a la Iglesia. Consecuentemente y tras la condena pública del libro -junio de 1734-, se requisaron y quemaron los ejemplares editados, y se emitió un mandamiento judicial contra el autor, que incluyó un registro de su casa, por lo que Voltaire tuvo que huir una vez más, refugiándose en el ducado independiente de Lorena. Antes de leer a Beccaria, el interés de Voltaire en el Derecho penal no era “ni profundo, ni especialmente importante”. Partidario a ultranza del principio de legalidad : “los jueces tienen que ser esclavos de la ley, no sus árbitros”580 no se limita a teorizar en contra de las instituciones y las doctrinas penales : cuando deja su retiro en Fernay para asumir la defensa de Calas, primero y de Sirvent después, el filósofo teórico se convierte en un apasionado abogado en ejercicio, defensor de las reformas penales581 -llegando a elaborar una concepción coherente de la ley, basada en ideas de tradición estóica y justinianea- y, sobre todo, de la tolerancia582 “...nuestra jurisprudencia ha producido extrañas escenas en los últimos años. Hacen que el resto de Europa se estremezca...”Pedimos que la justicia no sea, además de ciega, muda, que dé cuenta a los hombres de la sangre de los hombres. “La pena ha de ser proporcionada y útil. Proporcionada a la naturaleza del hecho, al autor mismo, a la ejemplaridad social que quiera darse al castigo y a lo que hoy llamaríamos “alarma” social que ha despertado el delito. Pero, sobre todo, útil : “Castigad, pero castigad útilmente : Si se pinta a la Justicia 580 « ...Soutenez la justice, sans laquelle tout est anarchie et brigandage. Soumettez-vous-y le premier vousmême; mais que les juges ne soient que juges, et non maîtres; qu’ils soient les premiers esclaves de la loi, et non les arbitres. Ne souffrez jamais qu’on exécute à mort un citoyen, fût-il le dernier mendiant de vos États, sans qu’on vous ait envoyé son procès, que vous ferez examiner par votre conseil. Ce misérable est un homme, et vous devez compte de son sang... »Voltaire. Fragment des instructions pour le prince royal de *** (Oeuvres complètes de Voltaire , éd. Louis Moland (Paris : Garnier, 1877-1885), tome 26 (439448) 581 Del caso La Barre salió el libro Histoire du Parlement de París (1769), que es, sobre todo, la recapitulación de los errores judiciales de esa institución. 582 Derathé, R. « Le droit de punir chez Montesquieu, Beccaria et Voltaire ». En : Cesare Beccaria tra Milano e l'Europa: Convegno di studi per il 250 anniversario della nascita. Milano: Cariplo, 1990, pags 85 y ss. 172 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado con una venda sobre los ojos, es necesario que la Razón sea su guía” 583. E inútilsalvo en algunos, contadísimos casos- la pena de muerte, y la de confiscación de los bienes familiares (“...Las penas, desiguales según la condición social del culpable, pretendían, a su vez, además de retribuir el pecado del delincuente, amedrentar a los demás ciudadanos, función en la que se justificaban las penas infamantes y su ejecución pública, así como la extensión de la infamia a la familia.”)584 Y habla, por lo menos una vez, de la necesidad de un código585 penal : “Es absolutamente necesario un código penal (criminal), tanto para los ciudadanos como para los jueces. Los ciudadanos no tendrán que lamentarse nunca mas de las sentencias, y los jueces no tendrán en absoluto que exponerse a su odio: porque no será su voluntad la que condenará, será la ley. Hace falta un poder para juzgar solo por la ley, y otro poder para perdonar.”586 En 1764, con ocasión del Comentario que hace al Tratado de los delitos y las penas de Beccaria, Voltaire aumentará sus críticas y arremeterá contra el sistema judicial. Hay que mencionar, no obstante, que su combate por Calas subrayará la urgencia de la reforma de las leyes penales. En el opúsculo Relation de la mort du chevalier de La Barre, escrito en 1766, presentado como una carta dirigida a Beccaria (¿?)587, expone «esta horrible aventura que ha indignado [a] la Europa entera (salvo, tal vez, a algunos fanáticos enemigos de la naturaleza humana)»588 Dicho opúsculo representa para Voltaire una nueva ocasión de estigmatizar la institución judicial, fruto de una política «imbécil y bárbara». Así, denuncia la fragilidad de los testimonios; el peligro de los juicios monitorios, considerados ilegales, «ya que no emanan para nada directamente de los magistrados, es el poder eclesiástico el que los otorga »; la intrusión del poder eclesiástico en los asuntos judiciales; la 583 Voltaire. « Le prix de la Justice et de l’humanité ». Oeuvres complètes de Voltaire , éd. Louis Moland (Paris : Garnier, 1877-1885), tome 30 (págs. 533-586 ). Disponible también en Internet : http://books.google.es/books [última consulta : 21 71272008] 584 Gentea, Ana. “Hacia la humanización de la justicia penal en la Francia ilustrada : la aportación de Voltaire”. En : Revista de Estudios Políticos (Nueva Época) Núm. 123. EneroMarzo 2004, pág. 395 585 El término lo utiliza Voltaire, en el sentido que era corriente en su época : como una recopilación completa y pública, localizada y cierta de las leyes. Cfr. Tarello, Giovanni, op.cit. pág. 317 586 Voltaire. «Idées républicaines par un membre d’un corps ». XLI. En : Oeuvres completes. Mélanges III. 1753-1783. Disponible en Internet. http://www.voltaireintegral.com/Html/24/54_Republicaines.html [última consulta : 18/01/2009] 587 Voltaire reprodujo la Relation, varias veces : en 1769, en la Canonisation de saint Cucufin, y en el primer tomo de Choses utiles et agréables; en 1771, en la voz JUSTICE, en la séptima parte de sus Questions sur l’Encyclopédie. En esta última impresión, no hay mas que la inicial B..., en vez del nombre de Belleval, que se lee en todas las demás. De la reseña de Beuchot. En : Voltaire. Relation de la mort du chevalier de La Barre. En : Oeuvres completes. Mélanges IV. 17631766. Disponible en Internet. http://www.voltaireintegral.com/Html/24/54_Republicaines.html [última consulta 26/01/2009] 588 Bijaoui, Rémy. Voltaire avocat : Calas, Sirven et autres affaires... Paris : Tallandier, 1994 173 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado desproporción entre los delitos y las penas; la ilegalidad de los procedimientos. También a los jueces que, al condenar a un joven inocente «a suplicios tan espantosos como rebuscados» «pecaban visiblemente contra la ley, tanto como contra la humanidad». La Relation además de criticar la sentencia de Abbeville, es, de un modo más general, la crítica del caos jurisprudencial en la Francia de 1766. Desde el principio, Voltaire nos hace ver que no había en Francia una ley que condenara a muerte por blasfemias. El homicidio judicial se convierte así en el crimen supremo, cometido por aquellos mismos cuya misión es «velar por la vida de los ciudadanos» El opúsculo Relation de la mort du chevalier de La Barre, escrito en el Diccionario en su primera edición no apareció hasta 1764. Contiene en ciernes, todas las reformas políticas, administrativas, financieras, económicas y judiciales que figurarán más tarde en los cuadernos de los diputados de los Estados Generales de 1789. “Denuncia la superstición y el fanatismo en cada una de las voces contenidas en el Diccionario, la libertad y los derechos del hombre [están] reivindicados en cada página”. La Historia del Parlamento de Paris, aporta su contribución, nada desdeñable, a la preparación de una reforma judicial, que pasaba necesariamente por la de los parlamentos. Le cri du sang innocent, publicado en 1775, complementa la Relation… El proceso Montbailli, que refleja Voltaire en su Diccionario, en una de sus voces más conmovedoras (certeza), es la imagen que representa realmente hasta dónde puede llegar la arbitrariedad de la justicia criminal en el Antiguo Régimen. En cuanto a Voltaire, se le ofrece una vez más la ocasión de señalar las reformas útiles a la institución judicial: denuncia la tortura, el sistema que lleva, no a juzgar a un hombre, sino a «asesinarlo al azar», las jurisprudencias divergentes, la falta de motivación de las sentencias. Se trataba de sacudir violentamente el antiguo edificio legislativo, ya bastante agrietado, que la Constituyente de 1789 derrumbará definitivamente. La méprise d'Arras: El más vil de los ciudadanos, aniquilado sin motivo por la espada de la ley, es precioso para la nación y para el rey que la gobierna. “La reflexión penal es doble: por lo que se refiere al Derecho penal substancial, Voltaire propone la despenalización de los delitos “fantásticos” (como el trato con el demonio) o de difícil prueba, o sin consistencia... Y por lo que se refiere al Derecho procesal penal, ataca, de una manera poco original, pero muy eficaz, todo el sistema inquisitivo...” 589 «Todo cuanto veo -escribe el filósofo al marqués de Chanvelin el 2 de abril de 1764- esparce semillas de una revolución que llegará infaliblemente y de la que no 589 Cfr. Tarello. Op. Cit. Pág. 460 174 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado tendré el placer de ser testigo. Los franceses llegan tarde a todo, pero al fin, llegan» 590 Jean-Jacques Rousseau, o la vida de un hombre contada por él mismo. Rousseau significa “una alternativa superadora de la filosofía francesa del Siglo XVIII, la que no trasciende en general la crítica al feudalismo y el absolutismo, efectuada desde los intereses de clase de la burguesía, por lo que sus postulados deben ser objeto de un análisis particularizado.” Por su aguda crítica a la civilización y la cultura, y su audaz desprecio a la idea de un progreso o mejora de la humanidad fundamentado en el uso de la razón, Rousseau, que había salido del pueblo, expresó el ideal político social de la pequeña burguesía y del artesanado y se convirtió en uno de los pensadores más atípicos de la Ilustración, anticipándose a las tesis que mantuvo posteriormente el Romanticismo. Frente a la fría racionalidad ilustrada, defenderá el sentimiento y la pasión como valores intrínsecos y esenciales al ser humano. Nacido en Ginebra el 28 de Junio de 1712,591Rousseau perteneció a una familia económicamente modesta y calvinista. Como señala Helena Béjar, siempre se negó a separar su vida de su obra : "sus especiales circunstancias personales marcan de forma decisiva toda su trayectoria teórica... Rousseau es, ante todo, un inadaptado, fue siempre un «déclassé», un intelectual de origen humilde (en una época en la que sus contemporáneos ocultaban cuidadosamente su origen si éste no era por lo menos burgués) y un extranjero, tanto en el país en el que vivió (era suizo y residía en Francia) como en su propia época."592De un carácter introvertido, solitario y difícil, con problemas mentales serios durante toda su vida, entre 1729 y 1730, deambula por numerosas ciudades dedicándose a distintos oficios, entre ellos enseñar música y, en 1731 viaja por vez primera a París, donde trabaja como preceptor. Mas tarde, consigue un empleo en el catastro de Saboya, residiendo allí durante ocho años, en los que se dedica a estudiar música, filosofía, química, matemáticas y latín. En 1742 vuelve a París para presentar un nuevo sistema de notación musical “Projet concernant des nouveaux signes pour la musique”, que la Academia no consideró "ni útil ni original". Sin embargo, con modificaciones, aún sigue utilizándose.593 590 Voltaire. “Correspondance”, op. cit, Tomo XXXIX, pág. 420. «Todo lo que veo arroja las semillas de una revolución de la que no tendré el placer de ser testigo... Los jóvenes tienen suerte. Verán grandes cosas» 591 Cfr. Díez de la Cortina Montemayor, Elena. Rousseau : semblanza filosófica. Disponible en Internet : http://www.cibernous.com/autores/rousseau/teoria/biografia.html [última consulta : marzo 2009]. También diversas fuentes francesas e inglesas. Traducción propia. 592 Béjar Merino, Helena "Rousseau: opinión pública y voluntad general" en Reis: Revista española de investigaciones sociológicas, ISSN 0210-5233, Nº 18, 1982, págs. 69-84, pág. 70 593 “Un sistema de sustitución del papel pautado -en forma de pentagrama- por una ordenación lineal en cifras, correspondiente a los grados musicales, con especificaciones de 175 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Durante once meses -1743-1744-, ejerció como secretario del conde de Montaigue, embajador de Francia en Venecia. En 1743 publica su Disertación sobre la música moderna. También en esta época empezó su relación con Diderot y otros enciclopedistas. Después de redactar numerosos artículos sobre música (aunque el mas conocido sea la voz Economía, sobre economía política, escrito en 1755) para la Enciclopedia a petición de D’Alembert, representa en 1745 la ópera Las musas galantes y establece amistad con Grimm y Diderot. Fue precisamente en una visita a éste en la cárcel de Vicennes, cuando Rousseau leyó en el Mercure de France que se celebraba un concurso de ensayo de la Academia de Dijon cuyo tema versaba sobre si debían considerarse beneficiosas para la moral humana las artes y las ciencias.594Dicho concurso lo ganó en 1750 con el ensayo Discurso sobre las ciencias y las artes, texto en el que mantenía una postura pesimista que anticipó muchas de las tesis freudianas de El malestar de la cultura y en la que se oponía abiertamente al pensamiento de los filósofos ilustrados defendiendo que las artes y las ciencias, fuentes de perversión y esclavitud, contribuían esencialmente a la degeneración y envilecimiento del hombre. Y en palabras de su autor “ese primer Discurso, el de la desigualdad y el tratado sobre la educación, tres obras que son inseparables y forman un conjunto unitario”595 Obra muy polémica596en su tiempo, el Discurso arranca de una hipótesis contraria a la mantenida por Hobbes de un estado salvaje de naturaleza en el que el hombre estaba en guerra contra el hombre, siendo cada uno enemigo del otro y viviendo todos en el miedo, la desconfianza y el terror. Rousseau concibe que el estado "natural" del hombre, antes de surgir la vida en sociedad, era bueno, feliz y libre. El "buen salvaje" vivía independiente, guiado por el sano amor a sí mismo. Este estado natural es "un estado que no existe ya, que acaso no ha existido nunca, que probablemente no existirá jamás, y del que es necesario tener conceptos adecuados para juzgar con justicia nuestro estado presente", es decir, se trata de una hipótesis que permite valorar la realidad actual: el estado social, aquel en el que el hombre se aparta de la naturaleza para vivir en comunidad, guiado por el egoísmo, el ansia de riqueza la escala, de la duración, de la acentuación y la velocidad, así como de las modulaciones o de las transiciones de altura”. Eugeni Trias. Reseña del libro : Rousseau : Escritos sobre Música. Intr., trad. y notas de Anacleto Ferrer y Manuel Hamerlinck. Valencia : Universidad de Valencia, 2007. 594 “Me dirigía a ver a Diderot, encarcelado por aquel entonces en Vincennes; llevaba en mi bolsillo un ejemplar del Mercurio de Francia que me puse a hojear a lo largo del camino. Vi la pregunta planteada por la Academia de Dijon que dio lugar a mi primer escrito. Si en alguna ocasión se ha dado algo semejante a una inspiración súbita, ésta fue la conmoción que produjo en mí esa lectura…”Rousseau, J.J. núm. 24; CC 1633, X, p. 26. Rousseau, Jean Jacques Cartas morales y otra correspondencia filosófica. Madrid : Plaza y Valdés, 2006. págs. 7 y ss. 595 Ibíd. 596 Originó tantas controversias que, para hacerse un poco menos "visible", tuvo que abandonar el puesto como cajero que tenía con M. Dupin de Francueil y dedicarse a trabajar como copista de música. 176 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado (propiedad) y la injusticia. Sobre todo, "Rousseau acomete una crítica feroz contra la Ilustración que, tras la apariencia de libertad y progreso, ha caído en un estado de hipocresía y corrupción absolutas. En un siglo en el que el progreso se considera necesario, natural y por tanto incuestionable, Rousseau, haciendo, según la expresión de Baczkó, «la critique de la critique», lanza su tesis escándalo : el hombre civilizado es un fenómeno de la degeneración. Ello supone no sólo una crítica contra la cultura de la Ilustración, sino contra sus protagonistas, los intelectuales. Rousseau hace su crítica en todos los frentes: su «orgullo plebeyo» le dicta un ataque frontal contra sus contemporáneos, resguardados en su prestigio intelectual, pero incapaces de llevar a cabo los elevados principios sobre los que teorizan. Critica, además, la ideología de la Ilustración, que no sirve para luchar contra un orden que él considera injusto y desigualitario y se ha convertido en la cultura de una sociedad injusta y elitista,"597 En 1752 presenta en la corte su ópera El adivino del pueblo y, en 1754 publica una de sus obras fundamentales : Discurso sobre el origen y el fundamento de la desigualdad entre los hombres, donde desarrolla las ideas del primer Discurso, investigando los orígenes de la desigualdad social y de la mano de la filosofía de la Historia, lleva a cabo una dura crítica de las instituciones políticas y sociales como grandes corruptoras de la inocencia y bondad naturales del hombre.598 Concluyendo que "la causa del mal, su origen, no está en el hombre ni tampoco en la sociedad, sino en las instituciones políticas, en «l'homme mal gouverné». Así, al percibir la ruptura irreversible entre naturaleza y sociedad, se hace necesario reconstruir el proceso histórico interrumpido en el nuevo estado de naturaleza, cuando los hombres avanzan hacia la corrupción conjunta, perspectiva final del segundo Discurso." De este dijo Voltaire que “nunca se ha empleado tanto espíritu para querer convertirnos en bestias” y que era un libro "contra el género humano", que cuando se lee "entran ganas de andar a cuatro patas."599Sin embargo, en esta obra y en las siguientes, Rousseau Béjar Merino, Helena "Rousseau: opinión pública..." cit., pág. 70. “El primer hombre al que, tras haber cercado un terreno, se le ocurrió decir ‘Esto es mío’ y encontró a gentes lo bastante simples como para hacerles caso, fue el verdadero fundador de la Sociedad Civil". Rousseau, J.J. Discurso sobre el origen y la desigualdad entre los hombres. 2ª parte. Disponible en Internet : http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12140524229031506543435/p00000 05.htm [última consulta : marzo 2009] 599 «…pero tengo ya sesenta años y he perdido el hábito…” Voltaire, François Marie Arouet. Carta de 30 agosto de 1755, respondida por Rousseau el 10 de septiembre del mismo año. "Su filosofía es la de un mendigo que quisiera que los ricos fuesen robados por los pobres", escribió también Voltaire al margen de su ejemplar del "Discurso sobre el Origen de la Desigualdad". Y en la Lettre au docteur Jean-Jacques Pansophe (1766), vuelve a arremeter contra sus escritos. En : Oeuvres completes. Mélanges V. 1766-1768. Disponible en Internet : http://www.voltaire-integral.com/Html/26/02_Pansophe.html [última consulta : marzo 2009] 597 598 177 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado contempla el tránsito del hipotético estado de naturaleza al estado social como una degeneración (no un progreso) producto de las desigualdades sociales que surgen con la propiedad privada, el derecho para protegerla, y la autoridad para que se cumpla ese derecho. Las leyes establecidas en toda sociedad son siempre las leyes que defienden al poderoso, al rico y a su poder frente a los no poseedores de propiedad, a los pobres. La propiedad privada y el derecho han creado un abismo entre dos "clases" jerárquicamente diferenciadas entre sí: la clase de los propietarios, de los poderosos y de los amos, frente a la clase de los no propietarios, pobres y esclavos. Esta situación no es superable, según Rousseau, pero puede ser mitigada a través de una sana vuelta a la naturaleza y una educación que fomente el individualismo y la independencia del hombre. En 1758 publica su novela epistolar La nueva Eloísa y, en 1762 aparecerán dos de sus obras más importantes: El contrato social y Emilio o de la educación, cuyo cuarto libro incluye La profesión de fe del vicario saboyano. Ambas serán prohibidas inmediatamente por el parlamento de París (después en Ginebra, en Holanda y en Berna), que ordena su detención, por lo que Rousseau se refugia en Neuchâtel, que dependía entonces de Prusia. En estas obras se oponía de forma contundente al liberalismo de Montesquieu, al utilitarismo, así como a toda forma de predominio ideológico o político de la aristocracia. En el Emilio, Rousseau hace un análisis de la educación donde determina los procesos mediante los cuales el niño se sociabiliza y pierde su bondad e inocencia natural. Frente a la fría cultura racionalista y “de libro”, propone una educación que siga y fomente los procesos naturales humanos sin alterarlos y que se base en los sentimientos naturales del amor a sí mismo y del amor al prójimo. Criticando la pedagogía ilustrada, Emilio se educará a sí mismo para dar lugar a una nueva sociedad, más libre y cercana a su estado natural.600 En El contrato social, Rousseau manifiesta otra manera de paliar la degeneración a la que nos vemos abocados en el estado social, y que resume en su célebre frase "el 600 Quizás por eso, y para dar ejemplo práctico, Rousseau reconoce en sus “Confesiones” haber abandonado a sus cinco hijos en una institución de caridad, parece que forzado a justificarse por la publicación de Le sentiment des citoyens, un durísimo libelo escrito por Voltaire, aunque se editó por primera vez sin firma en 1764, en el que denunciaba el caso : “entregando mis hijos a la educación publica por serme imposible educarlos por mí mismo, al destinarlos a ser obreros y campesinos mejor que aventureros y andariegos, creí llevar a cabo un acto de ciudadano y de padre, y me consideré como un miembro de la republica de Platón... Este proceder me pareció tan bueno, tan sensato, tan legítimo que si no me jactaba de ello sólo fue por respeto a la madre… A1 meditar sobre mi Tratado de la educación, vi que había descuidado deberes, de los que nada podía dispensarme, y mis remordimientos fueron al fin tan vivos que casi me arrancaron la confesión publica de mi falta” Confesiones. Libro VIII. Pág. 219. Disponible en Internet : http://www.philosophia.cl/biblioteca/Rousseau/confesiones.pdf [última consulta, marzo 2009] 178 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado hombre ha nacido libre, pero se encuentra encadenado en todas partes”. 601 Las injusticias sociales y la fractura de "clase" pueden mitigarse no sólo a través de la educación, sino transformando el orden social de manera endógena, es decir: desde el interior de la sociedad misma, y sin violencia. Los hombres deben establecer un nuevo Contrato Social que los acerque a su estado natural. Este contrato no es un pacto o convenio entre individuos (Hobbes) ni un contrato bilateral (Locke). El nuevo contrato social es un pacto de la comunidad con el individuo y del individuo con la comunidad, desde el que se genera una "voluntad general" que es distinta a la suma de las voluntades individuales y que se constituye en fundamento de todo poder político. La soberanía ha de emanar de la voluntad general, siendo indivisible (en contra de las ideas de Locke y Montesquieu, Rousseau no es partidario de la separación de poderes) e inalienable (la ley procede de la Voluntad General y sus ejecutores son, por lo tanto, sustituibles). La libertad individual ha de constituirse, a través de la Voluntad General, en libertad civil y en igualdad. Todo esto aspira a un deseo o proyecto; se refiere al deber ser, no al ser. Pues concibe en fin, “la ley, movimiento y voluntad del cuerpo político… y únicamente en esto no discrepa de Montesquieu, como instrumento de conservación del propio cuerpo político. La diferencia fundamental y profunda con aquel, es que para Montesquieu, el cuerpo político es un ente racional y un modelo normativo, y no tiene nada que ver con la formación política histórico-empírica, que según el bordelés, la legislación tiene obligación de conservar.”602Rousseau llama República a un “Estado regido por la ley, sea cual sea la forma de gobierno, y en un célebre párrafo,603parece hacer coincidir el hecho de que un Estado esté regido por leyes, con la cualidad de legitimidad del Estado… dando origen a la teoría del “Estado de Derecho” que influirá de manera decisiva en las instituciones y la cultura europeas del siglo XIX.”604 Desarrolla la teoría de la soberanía popular, para dar el poder al pueblo, que es el único capaz de legitimarlo. “Las leyes no son propiamente más que las condiciones de la asociación civil. El pueblo sometido a las leyes debe ser su autor.”605Aunque deben, sobre todo la ley penal, “provenir del legislador, que 601 Rousseau, Jean Jacques Du contrat social ou Principes du droit politique. MetaLibri Digital Library, 2008. [En papel, una de las últimas eds. consultadas es la de Paris : Gallimard, 2005. Versión española : El Contrato Social. 5a ed., reimp. Madrid : Tecnos, 2009. También he consultado la 11ª ed. de Madrid : Espasa Calpe, 2004, con prólogo de Manuel Tuñón de Lara y traducción de Fernando de los Ríos. Libro I, capítulo I. pág. 37 602 Cfr. Tarello. Op. Cit. Pág.328 y ss. 603 “Llamo pues, República, a todo Estado regido por las leyes, cualquiera que sea su forma de Administración : porque entonces, gobierna únicamente el interés público…” Rousseau, J.J. Contrato social cit. Libro II, capítulo VI. Pág.71 604 Cfr. Tarello. Op. Cit. Pág.328 605 Rousseau, Jean Jacques. Du contrat social ou… cit. De la edición española de Espasa : págs. 70 y ss. 179 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado representa a toda la sociedad.”606El papel que le reservaba al Estado era reprimir los abusos de la propiedad individual, mantener el equilibrio social por medio de la legislación respecto de las herencias y los impuestos progresivos. Estas ideas enfrentaron irremediablemente a Rousseau con Voltaire (que propugnaba el poder para la burguesía) y los enciclopedistas y, sobre todo con Montesquieu (quien reservaba el poder para la aristocracia).607 Tarello coincide en que su pensamiento jurídico político pasa por etapas sucesivas : una primera -la de los dos “Discursos”-, típicamente iusnaturalista, en la que la que el estado de naturaleza originario tiene un valor positivo ; la segunda, en la que racionaliza en El Contrato el estado civil, la racionalidad del Estado, mientras que contempla como factores de distorsión y negativas la naturaleza y las pasiones individuales. En una tercera, desarrollada en las Consideraciones sobre el gobierno de Polonia, prevalece una concepción ética mas que racionalista del Estado. “El gran tema del Contrato es, ni mas ni menos, que la fundamentación de la legitimidad democrática... su idea clave es la elaboración del concepto de sociedad civil, su separación del concepto de Estado y la subordinación de este a aquella.”608 Aunque sin duda, "la noción sobre la que se opera una transformación más compleja es la de la opinión pública. Este aspecto de la obra rousseauniana está poco explorado; el tema de la voz de la comunidad, de su participación es, sin embargo, tan importante como pueda serlo el de la formación de la voluntad general, el del gobierno o el de la propia formulación del contrato, pues clarifica bastante la opinión de Rousseau sobre la contribución real del pueblo en su sistema democrático... El tema es crucial: la opinión pública tiene que ser auténticamente democrática (ha de refrendar el poder soberano de la voluntad general, por lo que se superaría la injusticia originaria de un gobierno que nació del abuso) y colectiva (ser la voz del pueblo en el ejercicio mismo de su comunicación, para rebasar la opinión minoritaria de los círculos ilustrados, propia de la civilización degenerada). Sólo así se demostraría que la cultura, 606 Ibíd. “El Tercer Estado comprendía a las clases populares de los campos y de las ciudades. Además, no es preciso trazar un límite claro entre esas diversas categorías sociales, la pequeña y la media burguesía, compuestas esencialmente de artesanos y de pequeños comerciantes. A estas clases medias se unían los miembros de las profesiones liberales: magistrados no nobles, abogados, notarios, médicos y cirujanos. De la alta burguesía salían los representantes de las finanzas y del comercio importante; en primer lugar están los armadores y financieros; los cobradores de impuestos generales y los banqueros. Arremetían contra la nobleza por la fortuna, aunque tenían la ambición de pertenecer a ella adquiriendo un cargo y un título nobiliario. Lo que más allá de esta diversidad social constituía la unidad del Tercer Estado, era la oposición a los privilegios y la reivindicación de la igualdad civil”. Soboul, Albert. op. cit., p. 38-39. 608 Tuñón de Lara, Manuel. El Contrato Social cit. Pág. 12 607 180 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que en el caso de El contrato social reviste la forma de artificio político, ha sido capaz de sustituir a la naturaleza..."609 Rousseau establece las causas de la criminalidad en la desigualdad natural y en la económica (desempleo, distribución desigual de la riqueza). Fundamentando el Derecho penal en el de defensa, y propugnando la proporcionalidad de la pena, “resulta interesante indagar respecto de un aspecto no demasiado explorado, como es su visión respecto de los sujetos que se atreven a violar el pacto social, desplegando conductas desviadas o disfuncionales (en síntesis, [las]opuestas a la noción de virtud) respecto de la convivencia colectiva. Para ello, es preciso destacar la idea de “alianza moral”610 que establece entre el estado y los ciudadanos, de cuya unión pareciera depender la propia supervivencia del conjunto. Dicha alianza planteada como consustancial a la supervivencia del estado, supone la afirmación de que el “contrato social”, suscrito de manera consensuada por los ciudadanos, implica la concreción de la “voluntad general” dirigida al “bien común”. Es más: se afirma que lo que confiere solidez y duración al estado es, justamente, el cumplimiento de los convenios.611 La idea de contrato, de convenio, de ley y de cumplimiento, comienza a plantear una incógnita digna de ser despejada respecto de cual es la concepción de Rousseau frente a la infracción a la ley, definida como condición inherente a la asociación civil. Es decir, frente al incumplimiento de un pacto social que da vida y existencia a un cuerpo político, estando a las categorías históricas (estado, ciudadano, pueblo, etc.) totalizantes de Rousseau…si “los compromisos que nos ligan al cuerpo social son obligaciones porque son mutuos”, en un escenario de consenso cuya finalidad es la conservación de los contratantes, se impone el planteamiento de qué hacer frente al incumplimiento, frente a la ruptura lineal de la paz contractual, frente a la amenaza a la supervivencia social. Cuando Rousseau establece las características de los diversos sistemas de legislación, tal como los denomina612, concibe a la ley como una expresión del conjunto social, destinada a garantizar la igualdad formal y la libertad de contratar en el capitalismo temprano. En ningún momento Rousseau alude a la asimetría social respecto de la potestad de determinar qué está permitido y qué está prohibido en la sociedad613. Es la misma sociedad, “en su conjunto”, la que salda mediante el contrato, lo virtuoso y lo desviado. Allí es cuando, como una consecuencia o derivación de esa relación entre los hombres y entre los hombres y las cosas, admite una última vinculación entre los 609 Béjar Merino, Helena "Rousseau: opinión pública..." cit., pág. 78. Rousseau, J.J., Op.cit. p. 200 611 Ibíd. Pág. 220 612 Ibíd.. pág. 83 613 Pero será la soberanía del legislador la que establezca los límites 610 181 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado hombres (no los “ciudadanos”) y la ley. La relación de incumplimiento o desobediencia a las leyes civiles deriva en la necesidad de establecer un sistema punitivo. Pero este sistema criminal debe leerse en la clave inexorable del mandato social originario, que implica que, “si se encuentran opositores al contrato social, esta oposición no invalida el contrato”, justamente porque es éste el acto más voluntario del mundo. “Para que el pacto social no sea, por lo tanto, una fórmula vana, contiene tácitamente este compromiso, el único que puede dar la fuerza a los demás: quien se niegue a acatar la voluntad general será obligado por todo el cuerpo, lo cual no significa otra cosa sino que se le obligará a ser libre, puesto que tal es la condición que dándose cada ciudadano a la patria le asegura de toda dependencia personal, condición que forma el artificio del funcionamiento de la máquina política y única que hace legítimos los compromisos civiles, los cuales, sin esto, serían absurdos, tiránicos y sujetos a los más enormes abusos.” Es una “enemistad sociológica”, donde a los desviados se les niega la condición de personas morales o de ciudadanos; por lo menos, a determinados delincuentes: “Todo malhechor, al atacar el derecho social, se convierte por sus delitos en rebelde y traidor a la patria; deja de ser miembro de ella al violar sus leyes, y hasta le hace la guerra. Entonces, la conservación del Estado es incompatible con la suya; es preciso que uno de los dos perezca, y cuando se da muerte al culpable, es menos como ciudadano que como enemigo. Los procedimientos, el juicio, son las pruebas y la declaración de que ha roto el pacto social y, por consiguiente, de que ya no es miembro del Estado. Ahora bien, como él se ha reconocido como tal, al menos por su residencia, debe ser separado de aquél mediante el destierro, como infractor del pacto, o mediante la muerte, como enemigo público; porque un enemigo así no es una persona moral, es un hombre, y entonces el derecho de guerra consiste en matar al vencido.”614 “Es decir que los “opositores” deberán asumir (y aceptar) inexorablemente la vigencia plena del contrato y, si lo infringen, quedarán al margen del mismo, pero el acuerdo no será nunca puesto en crisis. Se trata de una especie de “fin de la historia” anticipado. El desviado, el desobediente de las sociedades contractuales quedará así excluido de una suerte de pacto que protege a todos y cada uno, y que es incuestionable, porque está refrendado por la sociedad misma, sin que intervengan relaciones de fuerzas internas y asimétricas en la aptitud para definir lo permitido y lo prohibido. Existe indudablemente en Rousseau una lógica calvinista que depara casi como en una ecuación obligatoria propia de las 614 Rousseau, J.J. Contrato social cit. Libro II, capítulo V. pág. 67. En estas frases sorprendentes, se inspirará en 1793, toda la legislación jacobina sobre la declaración fuera de la ley. Vid. Carbasse, Jean-Marie. Voz “Droit Pénal” en Dictionnaire de philosophie politique pág. 181. 182 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado tradiciones intelectuales protestantes, inexorablemente frente a la infracción, el castigo…”615 Rousseau, por su obsesión como sociólogo y moralista, es un caso aparte, a tal punto que los enciclopedistas nunca le consideraron uno de los suyos.616 Mas aún, temían a su rebeldía, a su condición de plebeyo -aunque él reivindicaba ser hijo de ciudadanos, y por tanto, detentadores de derechos políticos617- y de hombre supuestamente “sin tacto”. No hay mas que leer lo que escribía Diderot a Sophie Vollant, a propósito de la Carta a D’Alembert sobre los espectáculos, de Rousseau: Sábado por la mañana, 25 de mayo de 1759. "He aquí, mi tierna y sólida amiga, la obra del gran sofista. No la he leído. Aún no tengo la suficiente tranquilidad de ánimo para juzgarla con imparcialidad. Vale más demorar una acción que precipitarse y cometer una injusticia. Desconfiad vos también un poco de vuestro corazón, no sea que el descontento con la persona alcance también al autor. Escuchadlo como si yo no tuviera ningún agravio con él. ¿Se puede, pues, ser elocuente y sensible sin tener principios de honor, ni verdadera amistad, ni virtud, ni veracidad? Esta idea me repugna. Si ese hombre no tiene un sistema de depravación firmemente asentado en la cabeza, ¡cómo lo compadezco! Y si se ha fabricado nociones de justicia e injusticia que lo reconcilian con la negrura de su proceder, ¡cómo lo compadezco también! En el edificio moral, todo está imbricado. Es difícil que un hombre escriba continuamente paradojas y sea sencillo en sus costumbres... Un hombre que siempre pensase y hablase mal y se comportase siempre bien sería un fenómeno ciertamente extraño. La 615 Cfr. Aguirre, Eduardo Luis “La concepción de la enemistad en el pensamiento de los clásicos: Rousseau y los infractores del pacto social.” En Derecho Penal Online (revista electrónica de doctrina y jurisprudencia), año 2007, disponible en Internet: http://www.derechopenalonline.com/derecho.php?id=13,366,0,0,1,0 [última consulta: marzo 2009] .Véase sobre las posibilidades de una interpretación de los textos roussonianos en ese sentido, Pérez del Valle, Carlos “Sobre los orígenes del "derecho penal de enemigo": Algunas reflexiones en torno a Hobbes y Rousseau” en Cuadernos de Política Criminal, nº 75, 2001, págs. 597 y ss.; y también Jakobs, Günther “Algunos esbozos iusfilosóficos” en Derecho penal del enemigo. Madrid: Civitas, 2006, págs. 25-33. Rousseau, El contrato social o Principios de derecho político, Libro Segundo, V, citado según la 5ª ed., reimp. Madrid: Tecnos, 2009, Libro II, capítulo V, págs. 34 y ss. 616 Aunque alguien tan crítico con la Ilustración francesa y sus philosophes como Thomas Carlyle, prefería a Rousseau, cuya filosofía, en su opinión, se fundamentaba siempre “en la pasión” en vez de en “un cálculo prudente”, lo que no le impide calificarlo acertadamente como “mitad sabio, mitad maníaco.” Hochstrasser, Tim “Carlyle and the French Enlightenment: transitional readings of Voltaire and Diderot” en Working Papers on The Nature of Evidence: How Well Do ‘Facts’ Travel? Nº 21, 2007 (London School of Economics), pág. 7. 617 Gil Extremera, Blas "Rousseau: una vida marcada por la enfermedad" en Enfermos ilustres :"la enfermedad, fuerza creadora". Granada: Alhulia, 2010, págs. 143-145. 183 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado perturbación de la cabeza influye en el corazón, y la perturbación del corazón en la cabeza..."618 En estas palabras que subrayo, se encierra quizás, una parte del retrato que el mismo proporcionó en sus Confesiones. Una obra inesperada y sorprendente, según el doctor Gil Extremera : "Un ingente corpus autobiográfico, estructurado en doce libros y que abarca cincuenta y tres años de la vida del autor. En el primer borrador declaraba "la singularidad de su propósito" : "la vida de un hombre solo puede ser contada por él mismo. Solamente él conoce su modo de ser íntimo y su verdadera vida". Una afirmación harto discutible y una verdad a medias... todo lo que calla es más importante aún que lo que dice. Diciendo únicamente sólo una parte de la verdad -media verdad- viene, en realidad, a no decir nada. Su verdad es subjetiva, contenida, insuficiente. La memoria, como luz que enciende la fantasía, dispara su imaginación en un amplio y sorprendente vuelo... La trayectoria de tan singular personaje, como el mismo señaló, viene marcada por la enfermedad y, de manera especial, por aquella "incomodidad" que le hizo aislarse de la gente y vivir sus últimos años completamente solo..."619Y a pesar de que se ha escrito mucho sobre esa enfermedad de Rousseau, creo que una de las claves está en la interpretación que diversos psiquiatras dan sobre «las ideas de persecución que se desarrollaron entre los cuarenta y los cuarenta y cinco años, y que duraron hasta su muerte, a los sesenta y seis años de edad, [y que] procedían en efecto de un delirio de interpretación; presentó todos sus síntomas: multiplicidad de las interpretaciones, verosímiles al principio, fantásticas al final; ausencia de síntomas sensoriales; evolución progresiva (parte de la enemistad real de los enciclopedistas, pero llega poco a poco a la convicción de que hay una liga universal actuando en su contra); mantenimiento incólume de las dotes intelectuales (algunas de sus obras maestras datan del periodo inicial de la psicosis, y otras del terminal). Pero este delirio jamás se acompañó de reacciones agresivas: la huída, la búsqueda de la soledad fueron sus medios habituales de defensa; sólo protestaba mediante cartas, a veces muy mordaces, o también con «circulares breves» contra las acusaciones de las que se creía objeto. Otros autores han llamado años más tarde la atención sobre la convergencia y la articulación de la melancolía y la paranoia en la psicosis de Rousseau." 620 Probablemente ningún contemporáneo percibió como él las contradicciones del sistema social francés, de las que tenía conciencia desde el punto de vista (bastante 618 Diderot, Denis Diderot, Denis Lettres à Sophie Volland :1759-1774. Paris : Non-lieu, 2010. (las cartas originales francesas, están digitalizadas y disponibles en Internet). Hay traducción española. Cartas a Sophie Volland. Barcelona : Acantilado, 2010. 619 Gil Extremera, Blas "Rousseau..." cit., pág. 144-145. En esta patobiografía, se propone una insuficiencia renal crónica -uremia- como explicación de la persistente sintomatología funcional de Rousseau. 620 Vid. Álvarez Falcón, José María (coaut.) A propósito de las locuras razonantes: el delirio de interpretación de Paul Sérieux y Joseph Capgras (1909)" en Frenia, ISSN 1577-7200, Vol. 9, Fascículo 1, 2009, págs. 135-140 184 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado más democrático que el de la mayoría de los ilustrados) de las masas pequeño burguesas oprimidas de labriegos y artesanos. “Justamente, este sustento ideológico del ginebrino explica las contradicciones de su filosofía social, que es a la vez radicalmente democrática y duramente reaccionaria.”621 Si algo sorprende cuando se lee a Rousseau, es el hechizo de su pluma. Aunque no debiera de extrañarnos, porque la psiquiatría mantiene que "la función potencialmente estabilizadora que el delirio y la escritura desempeñan en la dinámica de la psicosis... que bien por las funciones del secreto, por el orden de las ideas que induce, la creación que favorece, la paz que impone a las alucinaciones o la integridad que proporciona al cuerpo, la escritura sale siempre al encuentro de los delirantes.... Rousseau partía de un principio siempre fruto de su imaginación herida, principio que era incapaz de analizar sensatamente, «pero las consecuencias que sacaba a partir de él seguían por completo las reglas de la lógica más cuerda, de forma que era imposible no sorprenderse infinitamente de verle tan sabio a la vez que tan loco respecto de un mismo hecho».622 Fascinado por su cautivadora elocuencia, Kant se impuso a sí mismo la tarea de “releer continuamente a Rousseau hasta que la belleza de su estilo no me distraiga y pueda estudiarlo, ante todo, con la razón”623 Diderot, uno de los philósophes mas polivalentes, de mente alerta, profunda sinceridad de carácter y talante reflexivo, nació en Langres, en el este de Francia y se educó con los jesuitas, consiguiendo el título de “maestro en artes filosóficas” en la Sorbona, y decidiendo continuar estudios en leyes, que abandonó al poco tiempo. En 1746, la publicación de sus Pensamientos filosóficos, en los que proclama su deísmo naturalista, le acarreó la condena del Parlamento de París. Ese mismo año entró en contacto con el editor Le Breton, quien le encargó la dirección, compartida con D’Alembert, de la Enciclopedia. Durante más de veinte años, Diderot dedicó sus energías a hacer realidad la que fue, sin duda, la obra más emblemática de la Ilustración, a la cual contribuyó con la redacción de más de mil artículos y, sobre todo, con sus esfuerzos por superar las múltiples dificultades con que tropezó el proyecto624. En 1749, la aparición de su Carta sobre los ciegos para 621 Ibíd. En el mismo sentido, Tarello, G. op. cit. pág. 329 Álvarez Falcón, José María, op. cit., pág. 139. 623 (Ak., XX, p. 30) 624 En 1757, en una de las crisis periódicas que amenazaban la continuidad de la Enciclopedia, Voltaire, “que gobernaba por correspondencia la Europa del espíritu, hizo lo que cabía esperar de él : producir un febril torrente de negativas […”si algún ortodoxo o heterodoxo me acusa de haber tenido algo que ver, por mínimo que sea, en el artículo Ginebra, le ruego haga resplandecer la verdad… “Voltaire. Oeuvres completes. Mélanges III. 1753-1783. Disponible en Internet : http://www.voltaire-integral.com [última consulta : marzo 2009], de declaraciones de solidaridad, advertencias morales, buenos consejos, halagos y consejos 622 185 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado uso de los que pueden ver le valió ser encarcelado durante un mes en Vincennes por «libertinaje intelectual», a causa del tono escéptico del texto y sus tesis agnósticas; en la cárcel recibió la visita de Rousseau, a quien conocía desde 1742, y que en 1758 acabó por distanciarse de él. Inició entonces un período de intensa producción literaria, que había dado ya frutos notables durante sus años de dedicación al proyecto enciclopédico. A finales de 1753 habían aparecido sus Pensamientos sobre la interpretación de la naturaleza, donde proclamaba la superioridad de la filosofía experimental sobre el racionalismo cartesiano625. Lo más notable de su producción lo integraron obras que permanecieron inéditas hasta después de su muerte, aunque fueron conocidas por sus amigos. Entre ellas destacan, sobre todo, dos novelas filosóficas: La religiosa y Jacques el fatalista, así como el magistral diálogo El sobrino de Rameau, traducido al alemán por Goethe en 1805. 2.3.3 La máquina de guerra de la Razón: L'Encyclopédie, ou Dictionnaire raisonné des arts et des métiers, editada en treinta y cinco volúmenes, comenzó a publicarse en 1751626 y se concluyó en 1780, convirtiéndose en “la mayor empresa intelectual de su siglo”, sacudiendo “el Ancient Régime de Francia hasta sus cimientos” 627aunque en su concepción no fue original, ya que se inspiró, comenzando de hecho, como una traducción de la misma628, en una obra similar de Ephraim Chambers : Cyclopaedia, or An Universal Dictionary of Arts and Sciences, que llegó a conocer cinco ediciones en dieciocho años. Desde el siglo XVII, y “en un mundo donde la erudición se hacía cada día más compleja y mas detallada, las obras de síntesis conocieron una fuerte demanda.”629Saben los ilustrados que la batalla mas importante deben darla en el terreno de la pedagogía, para poder transmitir, sobre todo “a la recién fortalecida clase media... [a] personas que, a menudo, disponían de tiempo y podían, en útiles…consciente de la gravedad del problema…” Blom, Philip. Encyclopédie : el triunfo de la razón en tiempos irracionales. 2ª ed. Barcelona : Anagrama, 2007, pág. 269 625 “Por la razón y no por la violencia es por donde hay que llevar al hombre a la verdad”. (Pensamientos filosóficos) 626 Una de las mayores valedoras de la Enciclopedia fue Jeanne-Antoinette Poisson, duquesamarquesa de Pompadour y marquesa de Menars, más conocida como Madame Pompadour, que protegió el proyecto y apoyó a los enciclopedistas. Vid : Portrait en pied de la marquise de Pompadour, pintado por Maurice Quentin de la Tour, con varios tomos de la obra, detrás de ella. El original se conserva en el Louvre. 627 Blom, Philipp. Encyclopédie : el triunfo de la razón en tiempos irracionales. 2ª ed. Barcelona : Anagrama, 2007. Págs. 25 y ss. 628 “En 1745, por el librero Le Breton. En 1747, pensando ya en una traducción ampliada, se incorporan a la empresa Diderot, como traductor, y d'Alembert como asesor científico. Ambos se encargaron muy pronto de la dirección de la obra y concibieron un proyecto mucho más ambicioso y de redacción original…”Cfr. http://fernandoprieto.com/laobra/moderna/ilust_51.htm [última consulta : abril 2009] 629 Blom, Philipp. Ibíd.. 186 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado alguna medida, controlar su progreso profesional, su educación y sus expectativas...”630, un conocimiento universal, crítico, laico y libre. Intenta ser un compendio de los conocimientos humanos de tendencia utilitarista liberal e ilustrada que reúne ideales tales como la tolerancia religiosa, confianza en el poder de la razón humana libre, oposición a la autoridad excesiva de la Iglesia, interés por los problemas sociales, entusiasmo por los proyectos científicos. “Los filósofos franceses crearon una perfecta "máquina del saber", una especie de biblioteca portátil no sólo capaz de clasificar o archivar el conocimiento sino sobre todo de convertirlo en algo productivo. Estos brillantes exponentes del Iluminismo, enfrentados a cualquier concepción del saber de origen divino o de matriz aristotélica, enriquecieron el modelo arborescente con un sistema completo de conexiones transversales que lo transformaron de hecho en una compleja red de saberes.”631 “…Sólo a un siglo filosófico le correspondía intentar una Enciclopedia; y lo he dicho porque esta obra exige en todas sus partes más audacia de espíritu de la que suelen tener los siglos de gusto pusilánime. Hay que examinarlo todo, removerlo todo, sin excepción y sin miramientos ... Hay que pisotear todas las viejas puerilidades; derribar las barreras que la verdad no haya alzado; devolver a las ciencias y a las artes la libertad que le es tan preciosa ... Hacia falta un tiempo razonador en el que no se buscasen las reglas en los autores sino en la naturaleza...”632 Su propósito : “reunir los conocimientos dispersos por la faz de la tierra, y exponerlos en un sistema general para los hombres con los que vivimos, y transmitirlos a los hombres que vendrán después que nosotros ; con el fin de que las obras de siglos anteriores no se conviertan en inútiles para los siglos posteriores ; que nuestros descendientes, al volverse mas instruidos, se conviertan a la vez en más virtuosos y mas felices, y no nos muramos sin haber merecido formar parte del género humano.” Sus directores fueron Denis Diderot, Jean LeRond D’Alembert, Marie-Jean Antonie Caritat, marques de Condorcet. Y entre los colaboradores, prácticamente toda la intelligentsia de la Ilustración francesa : Buffon, Georges Louis conde de Leclerc, Helvecio, Holbach, Jean Paul Marat, Marmontel, Honore-Gabriel Maximilien Riqueti conde de Mirabeau, Charles630 Blom, Philipp. Ibíd. Págs. 21 y ss. Cfr. Scolari, Carlos Mapas, redes y sincronizaciones como metáfora del pensamiento artístico. Disponible en Internet en : http://www.dialogica.com.ar/clicsmodernos/2003/09/1-lineas-arboles-y-redes.html [última consulta, abril 2009] 632 Diderot, Denis. Encyclopédie. Tomo V . artículo/voz- Enciclopedia. Disponible en Internet : http://diderot.alembert.free.fr/E.html “Con sus 35.000 palabras, este artículo es, quizá, el más importante de los veintiocho volúmenes de la obra : a un tiempo, un manual acerca de cómo compilar y escribir una enciclopedia y, lo que es igualmente importante, acerca de cómo leerla ; un tratado sobre el lenguaje y una oda a la libertad ; un reconocimiento sorprendentemente sincero de los defectos de la Encyclopédie y una enardecedora invocación de sus ambiciones...”Blom, Philipp. Ibíd.pág.200 631 187 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Louis de Secondat baron de La Brede y de Montesquieu, Quesnay, Jean Jacques Rousseau, Turgot y Francois-Marie Arouet Voltaire le jeune, ya que, como afirma Diderot en el artículo ya citado,633la Enciclopedia”no puede ser compilada por una sola persona o una institución formalmente constituida, sino por una asociación flexible de expertos.”Por su mismo planteamiento de ordenación alfabética de voces, la pluralidad de autores, y el dilatado espacio de tiempo en el que transcurre su publicación, es difícil señalar un pensamiento sistemático que dé unidad a la obra. Diferentes autores llegan a expresar opiniones opuestasempezando por las correcciones y anotaciones del propio Diderot a muchos artículos- En el “Discurso preliminar”, escrito por D’Alembert, se explica que la obra podía servir a la vez, como enciclopedia y como diccionario, y proporcionaba un escrutinio del saber que mostraría “los caminos secretos” que conectaban sus diversas ramas. No puede entenderse su sentido, sin las remisiones o reenvíos de unas voces a otras. Expone además la visión que tiene el escritor del progreso intelectual desde el Renacimiento, que se imaginaba como una “gran cadena” de la que “la humanidad sólo ha descubierto unos cuantos enlaces”. Afirma que hay únicamente dos clases de conocimiento cierto: el de nuestra propia existencia y las verdades de las matemáticas...634 En la segunda parte de ese discurso, D’Alembert también, minuciosa y específicamente, identifica como predecesores que prepararon “la luz que imperceptiblemente y poco a poco, iluminaría el mundo” : a Francis Bacon, “nacido en el seno de la noche más profunda” y cuyo mayor logro fué contemplar el conocimiento de la filosofía como una forma de perfeccionarse el individuo. Su visión práctica y utilitaria es otra de las claves de la Ilustración y su propio esquema, desarrollado en el Novum Organum scientiarum, -cuya portada y título en referencia al Organon de Aristóteles es ya una declaración de principios- en el que critica y reformula los planteamientos aristotélicos, considerando que la verdad sólo puede ser alcanzada a través de la experiencia y el razonamiento inductivo, puestos al servicio de una ciencia “nueva”, basada en la observación y experimentación precisas - scientia operativa-. Comenzando por establecer los prejuicios y actitudes preconcebidas, las falacias intelectuales de su tiempo, a las que llamó en griego eidola o ídolos,635 imágenes fijadas en el subconsciente colectivo, pero vacías de contenido y de significado. hacen a la 633 “...Aujourd'hui que la Philosophie s'avance à grands pas ; qu'elle soûmet à son empire tous les objets de son ressort ; que son ton est le ton dominant, & qu'on commence à secouer le joug de l'autorité & de l'exemple pour s'en tenir aux lois de la raison...” (Hoy que la Filosofía avanza a grandes pasos ; que somete todo a su imperio, que su tono es el dominante y que comenzamos a sacudirnos el yugo de la autoridad, siendo el ejemplo de como sostener las leyes de la razón... Diderot. Ibíd.). 634 Watson. Peter Ideas : historia intelectual de la humanidad. Barcelona : Crítica, 2008. Págs. 838 y ss. 635 En el del teatro, utiliza el telón y las características del mismo, como símbolo del escenario del mundo. 188 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado organización y estructura de la Enciclopedia, directamente tributaria de aquel ; a Descartes (“que nos abrió camino”), no sólo como filósofo, sino también como geómetra y matemático, cuyo método crítico fue fundamental para “liberarse del yugo del escolasticismo,636de la opinión, de la autoridad” y una de las señas de identidad de una Ilustración profundamente cartesiana ; a Newton, que, en palabras de D’Alembert le dió a la filosofía [sic.]637la forma que debiera conservar, a 636 “La Scholastique, qui composoit toute la Science prétendue des siecles d'ignorance, nuisoit encore aux progrès de la vraie Philosophie dans ce premier siecle de lumiere... Si le Christianisme ajoûte à la Philosophie les lumieres qui lui manquent, s'il n'appartient qu'à la Grace de soûmettre les incrédules, c'est à la Philosophie qu'il est réservé de les réduire au silence...” La Escolástica, 637 “Newton, à qui la route avoit été préparée par Huyghens, parut enfin, & donna à la Philosophie une forme qu'elle semble devoir conserver.” El concepto de filosofía natural incluía prácticamente todas las ciencias, exceptuando las matemáticas y la astronomía.Seguramente haciendo suyas las del propio Newton, que afirma en su Opticks : or a treatise of the reflections refractions, inflections and colours of light . London : Smith&Walford, 1704, págs. 348-349, que “si la filosofía natural, siguiendo este método, de pronto se completa en todas sus partes y llega a ser un conocimiento perfecto [perfecta Scientia], asimismo se ampliarán los límites de la filosofía moral. Por cuanto a partir de la filosofía natural podamos comprender cuál es la causa primera de las cosas, qué poder tiene sobre nosotros y qué beneficios recibimos de ella, así se nos revelará, mediante la Luz de la Naturaleza, nuestra obligación con ella, tanto como con los demás. En verdad si el culto a falsos dioses no hubiera cegado el alma de los gentiles, su filosofía moral se hubiera extendido mucho más que a las cuatro Cardinales que llaman virtudes: y los que enseñaban la trasmigración de las almas, el culto al Sol, a la Luna y a los héroes muertos nos hubieran enseñado, más bien, cómo debe adorarse nuestro verdadero y beneficentísimo Autor”, como hicieron sus antepasados bajo el gobierno de Noé y sus hijos, antes de corromperse." (“And if natural philosophy in all its Parts, by pursuing this Methods, shall at length be perfected, the Bounds of Moral Philosophy will also be enlarged. For so far as we can know by natural Philosophy what is the first Cause, what Power he has over us, and what Benefits we receive from him, so far our Duty towards him, as well as that towards one another, will appear to us by the Light of Nature. And no doubt, if the Worship of false Gods had not blinded the Heathen, their moral Philosophy would have gone farther than to the four Cardinal Virtues and instead of teaching the transmigration of Souls, and to worship the Sun and Moon, and dead Heroes, they would have taught us to worship our true Author and Benefactor, as their Ancestors did under the Government of Noah and his Sons before they corrupted themselves.”(El párrafo en negrita, lo añadió en la 3ª ed. inglesa de esta obra. Desarrolló también un poderoso pensamiento teológico, indudablemente herético y muy peligroso en la Inglaterra de su tiempo) “La obra que creó Newton constituyó uno de los pilares fundamentales del conjunto de la ciencia de la Ilustración The body of work that Newton had created would be used as a foundation for all Enlightenment science. It would indeed prove to be the foundation of a scientific revolution... This is what the science of the Enlightenment was about – the quest of knowledge for the betterment of man. Even though people disagreed, sometimes bitterly, about what this “first cause” was, and what role it played in the forces governing the motion of the universe, they were all looking for it. “…a real, ordered natural creation, independent of man but rationally knowable by man so that its properties and laws could be discovered.” Hall, A. Rupert, The Revolution in Science 1500-1750. New York : Longman, 1983, pág. 360. O’Connor, Benjamin Newtonianism and the Enlightenment. Disponible en Internet : www.hejweca.org/benoc/papers/newtonianism.doc [última consulta : diciembre 2010]. Tambien el texto del "Discurso preliminar" de D’Alembert en : 189 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado través de sus observaciones, deducciones y experiencias. En su Philosophiae naturalis principia mathematica, o Principia638 -como se conoce a la obra-, Newton establece las bases de la Mecánica clásica mediante las tres leyes de la dinámica.639 Con ella nace la física moderna, y es la apoteosis de la relación causa-efecto, aspecto que expresó perfectamente con la frase Hypotheses non fingo (no construyo hipótesis). Su pensamiento fue como una mirada de asombro y curiosidad sobre el mundo y sus leyes, compartida por los filosofos naturales de http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k3362k y http://www.rarebookroom.org/Control/nwtopt/index.html 638 Traducidos en 1749 –que fue tambien el año de su muerte- del latin al francés por Madame du Châtelet, en lo que hoy sigue siendo la versión canónica en este idioma. Publicados casi diez años despues : Châtelet, Gabrielle Emilie Le Tonnelier de Breteuil, marquise du Principes mathématiques de la philosophie naturelle de Newton, Blanchard : Paris, 1966. Ed. facs. de la 2ª ed. de Paris : Desaint y Saillant, 1759, 2 vols., permitiendo así que “el continente accediera al newtonianismo” Pérez Sedeño, Eulalia “Las mujeres en la historia de la ciencia” en Quark: Ciencia, medicina, comunicación y cultura, ISSN 1135-8521, Nº 27, 2003, pág. 1. (Ejemplar dedicado a: Homenaje a Hipatia. Mujeres y hombres : salud, ciencia y tecnología). Ella fue durante dieciséis años la “dea ex machina” de Voltaire, en sentido literal (En una carta del filósofo francés a Federico II de Prusia, aquél reconocía que “Minerva dictaba y yo escribía” Oeuvres de Voltaire, Paris : Moland, 1882), XXXIV, pág. 219. También en una carta a Cideville de 23 de diciembre del 37, Voltaire reitera el papel de guía en física que Émilie ha ejercido: «Me divierto haciéndome un gabinete de física bastante completo. Mme du Châtelet es, en todo esto, mi guía y mi oráculo» Moland, XXXIV, p. 364. Voltaire. Oeuvres completes. Mélanges III. 1753-1783. Disponible en Internet : http://www.voltaire-integral.com [última consulta : marzo 2009] Científica pura, discípula del físico y matemático Maupertuis, “había comprendido el sistema newtoniano de modo que podía aconsejar a Voltaire y a Algarotti: Il Newtonismo per le dame fue, de hecho, corregido para su segunda edición en Cirey con la ayuda de Émilie en octubre de 1736. Esta obra pretendía poner el sistema de Newton al alcance de las damas que no sabían nada de física. La primera edición sale en Nápoles en 1735. Será traducida al francés en 1738”. En 1740 publica sus Institutions de Physique, un manual de fundamentos de esta ciencia, en el que “se defiende la metafísica de Leibniz y Wolff, cuando las ideas dominantes en la ciencia y la filosofía del momento eran las de cartesianos y newtonianos que combatían entre sí-“ Ya viviendo con Voltaire en Cirey, prosiguió sus estudios de matemáticas con Samuel Koenig, lo que “le permitió conocer, de la mano de un experto, el modelo de pensamiento de Leibniz-Wolff, que supuso para ella un verdadero hallazgo que le permitió conectar los temas filosóficos y metodológicos expuestos en la primera mitad de la obra con las teorías físicas explicadas en la segunda, una metafísica compatible con la física de Newton, que ayudaba a completarla y a eliminar sus contradicciones”. Macarrón Machado, Ángeles “Madame du Châtelet, leibniziana malgrè Voltaire” en Thémata: Revista de filosofía, ISSN 0212-8365, Nº 42, 2009, págs. 51-74. Hagengruber, Ruth (ed) Emilie du Châtelet between Leibniz and Newton. Dordrecht : Springer Science+Business Media B.V., 2012. 639 Aunque según muchos de sus biógrafos, Newton sólo dedicó veinte años de su vida (de 1665 a 1686 aproximadamente) a la investigación científica activa, dedicando, por tanto, más de cuarenta años a sus obsesiones religiosas sus galimatías alquímicos y, sobre todo, sus intrigas políticas para asentar definitivamente no tanto la autoridad de su ciencia como la suya propia. Una buena prueba es la Óptica, mera refundición de trabajos anteriores 190 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado la Ilustración, sin saber lo que les esperaba, pero impacientes por descubrirlo de un modo racional. Y por su singularidad, no puede ser comparado con la filosofía de Bacon ni incluso con el racionalismo cartesiano de esa escuela de pensamiento. Es una actitud única, no sólo ni necesariamente una filosofía. Un cambio de actitud substancial del hombre hacia el mundo que lo rodea, y que le hace abandonar antiguas tradiciones y creencias, y buscar la verdad que se esconde en los mecanismos de la naturaleza. Este cambio fundamental permeó la Ilustración640 y aún sigue activo en los planteamientos científicos actuales. La sencillez de su esquema teórico, reduciendo todos los fenómenos naturales a unos cuantos principios básicos que los comprendían y explicaban, su concepción del Universo basado en leyes naturales y racionales, lo conviertieron en otro de los elementos seminales de la ideología Ilustrada. Del último miembro de su cuarteto particular, John Locke, escribió D’Alembert que “creó la Metafísica, como Newton la Física” Es singular que en esta parte del Discurso, una de las ausencias más clamorosas sea la de Pierre Bayle cuyo Dictionnaire historique et critique641, que se editó por primera vez en Rotterdam, en 1697, fue uno de los antecedentes directos de la Enciclopedia. Bayle, uno de los intelectuales europeos mas activos de su tiempo, también fue editor y un autor muy prolífico y concibió su Diccionario como respuesta a los errores que contenía el Grand dictionnaire historique de Louis Moréri,642llegando a ser una obra ejemplar de metodología crítica. Compila, compara, cuestiona y busca minuciosamente cualquier clase de certeza histórica, hasta tal punto que se denominó a su Diccionario el "arsenal 640 El mismo Voltaire escribió en 1738 un ensayo sobre los Elementos de la filosofía de Newton. Este “catecismo de la fé newtoniana que proporciona un testimonio fascinante de como la filosofía natural y, en última instancia, la ciencia –lo que quiere decir : la concepción volteriana de la ciencia con todas sus ramificaciones políticas y religiosas, con su deísmo inveterado y su firme creencia en un edificio ordenado del conocimiento- fué capaz de modificar o de crear... corrientes de opinión pública. Pues si el libro podía leerse al mismo tiempo como una introducción a los Principia o a la Optica, como el texto más importante de todos los que promulgaron la campaña newtoniana en Francia o como un exponente de la fe ilustrada en la razón que se dice en el lenguaje de la ciencia, la publicación de un texto de divulgación de una teoría científica que ya no necesitaba ser en absoluto popularizada, venía también a sugerir que la herencia intelectual de la Ilustración parecía consistir menos en el contenido de las distintas doctrinas que en las redes sociales o institucionales en las que aquellas se manifestaron o en los mecanismos mediante los que pudieron alguna vez hacerse públicas. La correspondencia explícita entre el contenido de la ciencia y la esfera de la opinión, permitía entender de que modo este libro de los Elementos en el que Voltaire había hecho de la ciencia un elemento de lucha contra la intolerancia, podía presentarse ahora como argumento historiográfico sobre la intolerancia secular de la ciencia y ... allí donde Voltaire enfrentaba la ciencia al fanatismo, su mismo libro podía utilizarse ahora para discutir el fanatismo de una ciencia concebida sin historia.” Moscoso, Javier “Prólogo” en Voltaire Elementos de la filosofía de Newton. Barcelona : Círculo de Lectores, 1996. Pág. XI 641 Bayle, Pierre Dictionnaire historique et critique, Rotterdam : R. Leers, 1697. 642 Moréri, Louis Le grand Dictionaire historique, ou le mélange curieux de l'histoire sacrée et profane... Lyon : Chez Jean Girin & Barthelemi Riviere, 1674. 191 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de la Ilustración", que plagiado y reeditado a lo largo del siglo XVIII, se utilizó por sus partidarios y detractores que buscaban argumentos para sus disputas filosóficas en las notas escondidas en la obra. Además de las ocho ediciones francesas que se sucedieron a lo largo de cincuenta años, el Diccionario se tradujo al inglés (en dos versiones : la de 1709 y 1734-1741) y al alemán (1741-1744).643 En 1750 apareció el prospecto de divulgación, destinado a captar suscriptores para la Enciclopedia644redactado por Diderot; pero en enero de 1752, el Consejo Real prohibió que se continuara la publicación de la obra, cuando ya habían aparecido los dos primeros volúmenes, aunque la intercesión de Madame de Pompadour facilitó la revocación tácita del decreto. En julio de 1751 se distribuye el primer volumen, cuya publicación, varias veces interrumpida por el Gobierno y siempre censurada por los adversarios políticos y religiosos, durará treinta años.645En 1752, el Consejo de Estado prohibe los dos primeros volúmenes de la Enciclopedia, y Diderot sale de París. Los jesuitas continúan atacando la obra, cuyo cuarto volumen aparece en 1754, acusándola de plagiar su Dictionnaire de Trévoux, planteado como un “antídoto contra aquella abominación protestante”646 que fue el Dictionnaire historique et critique647 de Boyle, un francés exiliado por ser hugonote, que vivía en Rotterdam. Introduce como absoluta novedad la forma de sus entradas: cortas y reducidas a los hechos, pero 643 De los comentarios a la edición electrónica de la obra, disponible en Internet : http://artfl-project.uchicago.edu/node/60 [última consulta : diciembre 2010] 644 Editorialmente, la Enciclopedia fue un éxito. Llovieron las suscripciones. En números redondos se consiguieron 1.000 suscriptores para la publicación del primer volumen. Ya eran 2.000 para el segundo en 1752; 3.000 en 1754; 4.200 en 1757... 645 En 1759, la Encíclica del Papa Clemente XIII « Ut primum » condenaba y prohibía expresamente la obra, ordenando incluirla en el Indice de libros prohibidos : Ad futuram rei memoriam. Ut primum in lucem prodiit spissum opus in plures Tomos tributum, cujus est titulus -Encyclopedie ou Dictionaire raisoné des Sciences, des Ars, & des Metiers par une societé de Gens de Lettres mis en ordre, & publié par M.r Diderot de l' Academie Royale des sciences, & des belles Lettres de Prusse; & quant a la partie Mathematique, par M.r d' Alembert de l' Academie Royale des sciences de Paris, de celle de Prusse, & de la Societé Royale de Londres -- non publico tantum rumore, sed gravissimorum quoque hominum Fidei, & Religionis zelo flagrantium judicio accepimus plurima in eo efferri, ac contineri, quae non solum Christianae pietati, ac morum disciplinae quammaxime obessent, sed quae Religionem ipsam impeterent, eamque vel ex imo convellere niterentur, vel summa certe ejus capita, ac dogmata labefactarent: quapropter istituto a Venerabilium Fratrum nostrorum S. R. E. Cardinalium Congregatione Indici Librorum prohibendorum, atque expurgandorum praeposita accurato ejusdem operis examine, atque judicio inter Libros ab apostolica Sede damnatos, atque proscriptos referendum esse decretum est die V. Martii proxime praeteriti… Disponible en Internet en : http://encyclopedie.uchicago.edu/ [última consulta, abril 2009] 646 Blom, Philipp. Ibíd. Págs. 22 y ss 647 Bayle, Pierre Dictionnaire historique et critique. 3éme éd. Rotterdam : [s.n.], 1715. 3 vols. (2 vols. 1695/1696, 4 vols. 1702) 192 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado con largas notas a pie de página con una cuidadosa anotación de fuentes en sus idiomas originales, observaciones bibliográficas y citas de autoridades, incluso aquellas que se contradicen entre sí, con lo que obliga al lector a dudar de los hechos narrados y a pensar y decidir por su cuenta, convirtiendo así la obra en una de “referencia y erudición muy seria, pero difícilmente facilitaba su consulta.”648 En 1759, el Parlamento de París, sumándose a la condena de la Iglesia, ordenó una nueva suspensión; D’Alembert, intimidado, abandonó la empresa, pero el apoyo de Malesherbes permitió que la impresión prosiguiera oficiosamente. En 1764, cuando Diderot comprobó que el editor censuraba sus escritos; tras conseguir que los diez últimos volúmenes del texto se publicaran un año despues -en 1765- abandonó las responsabilidades de la edición. Aunque, como hemos dicho más arriba, no hay un sistema único de pensamiento, sin embargo, sí existen unas constantes ideológicas que la hacen representativa de la mentalidad de la Ilustración, hasta tal punto que ambos términos fueron sinónimos durante mucho tiempo. Una mentalidad utilitaria: la Enciclopedia pretende recopilar todo el saber para ilustrar y, con ello, hacer más felices a los hombres. La difusión de las luces se persigue con prudencia pero con una actitud claramente militante: la obra es una auténtica máquina de guerra contra la ignorancia y los prejuicios. La felicidad es entendida hedonísticamente, tiene mucho de confort y por eso la obra muestra un gran entusiasmo por todo lo que es progreso técnico, por los inventos prácticos: las «artes». En el caso de Diderot este entusiasmo tiene una explicación más honda. Piensa que la filosofía solamente es útil, contribuye a la felicidad, promueve el progreso social, si está ligada a las técnicas. De ahí la importancia que quiso dar a éstas en la Enciclopedia y su contribución personal, recolectando datos directamente de los artesanos de los oficios más diversos, como veremos más adelante. Concibió la idea de una academia sólo de técnicos que recogiera todos los inventos para su posterior difusión, “con nuevas formas de organización del saber menos respetuosas [con]el modelo arborescente de los filósofos medievales y más cercanas a los paradigmas reticulares.”649 Esta mentalidad tenía un precedente histórico con el que Diderot se sentía identificado y con el que le identificaban sus contemporáneos, Bacon, que escribe : "el edificio del universo aparece en su estructura como un laberinto al intelecto humano que lo contempla; y parece ocupado por vías ambiguas, de engañadizas semejanzas de signos y de cosas, de curvas tortuosas y de nudos intrincados ... Y el camino debe ser recorrido siempre bajo la incierta luz del sentido, a veces enceguecedora, a veces opaca, y resulta necesario abrirse continuamente paso a través de los 648 649 Blom, Philipp. Ibíd. Scolari, Carlos. Ibíd. 193 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado bosques de la experiencia y de los hechos particulares..."650La esperanza en los buenos efectos de la difusión de las «artes» se unía a la de la difusión de las ideas sobre la sociedad, la política, la religión. Eran efectos a los que se llegaría pacíficamente y «con el tiempo». En ningún momento la Enciclopedia pretende ser una obra revolucionaria. Ni siquiera es una obra democrática. Es una obra de la burguesía reformista. Los enciclopedistas eran bien conscientes de los obstáculos político-sociales con que iba a tropezar su obra. Para hacerles frente, tomaron el camino propio de la burguesía reformista: la transacción. La dedicatoria al ministro d'Argenson al comienzo de la Enciclopedia es expresión de la transacción política que permitió la publicación de los primeros volúmenes. La transacción religiosa se consiguió con la colaboración de un grupo de teólogos abiertos a la Ilustración para la redacción de los artículos correspondientes, aunque más tarde, al hacerse demasiado peligroso para ellos continuar con la tarea, esta recayó enteramente sobre Jaucourt. Con ello no solamente se pretendía salir al paso de futuras objeciones, sino también promover una corriente reformadora ilustrada dentro del ambiente eclesiástico de París. La transacción teórica la encontramos expresamente formulada por Diderot a propósito de los reenvíos o llamadas de una voz a otra. “La hipertextualidad se esconde detrás de cada página del proyecto iluminista. Si bien se trata de un trabajo limitado por el soporte impreso, la "Encyclopédie" se presenta como una obra abierta, según escribe Eco, caracterizada por una precisa articulación de los textos y las imágenes que la componen. Esta relación entre textos e ilustraciones asume una dimensión central en el dispositivo de navegación, a la par de los sistemas de reenvío entre los artículos y de los diferentes ordenamientos enciclopédicos (alfabético, arborescente, etc.)… "se pueden por lo tanto imaginar tantos sistemas del conocimiento humano cuanto diversos son los mapamundi que se pueden crear con diferentes proyecciones; y cada uno de estos sistemas podrá incluso tener… alguna ventaja en particular. No hay persona docta que no ponga su ciencia [en el] centro de todas las otras ... De todas maneras, es preferible el árbol enciclopédico que establece el mayor número posible de nexos y relaciones internas entre las ciencias." 651 Resulta claro que si bien d'Alembert habla de "árbol enciclopédico" en realidad está pensando en un modelo mucho más complicado que el clásico arbor medieval. Son las metáforas del "laberinto" o del "mapamundi" las que 650 Bacon, Francis. "Instauratio Magna", escrita en 1620 y dividida en dos ramas : una que comprende su método científico, y otra en la que, al igual que Paracelso, su sistema del mundo es, como escribe Rees, “un sistema vasto y comprehensivo de física especulativa” Conjuga su versión particular de la química cósmica de Paracelso, con la cinemática celeste propia del Islam : (especialmente en Alpetragius [al-Biruni or al-Bitruji, al-Quanun almas'udi]. Disponible en Internet en: http://plato.stanford.edu/entries/francis-bacon/ [última consulta, abril 2009] 651 Alembert, Jean le Rond d’. « Discurso preliminar de los editores”. En : Encyclopédie. Tomo I. Disponible en Internet en : http://encyclopedie.uchicago.edu/ [última consulta, abril, 2009] 194 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado mejor ilustran el nuevo esquema representativo del conocimiento, una gigantesca cartografía del saber donde se cruzan y superponen infinidad de estructuras arborescentes… Esta estructuración del espacio obedece a un perfeccionado conjunto de ordenamientos que se cruzan y sobreponen en la "Encyclopédie": alfabético, arborescente -orden epistemológico fundado en las "principales facultades del hombre" de Bacon: la Historia (Memoria), la Filosofía (Razón) y las Bellas Artes (Imaginación)- y reticular…En el interior o al final de cada artículo… se encuentran voces que conectan entre sí las diversas ramas del árbol enciclopédico. Gracias a este mecanismo de reenvíos cruzados, la estructura arborescente se enrarece hasta transformarse en una intrincada red textual. "En los tratados científicos -escribe Diderot la conexión de las ideas o de los fenómenos hace de guía a medida que se procede; la materia se desarrolla generalizándose o particularizándose, según el método elegido. Esto vale también para la forma general de un artículo particular de la Enciclopedia ...". Y resume: "los reenvíos son una parte importantísima del orden enciclopédico…nunca serán demasiados. Es preferible que sean superfluos más que escasos o con lagunas. Resultado inmediato y ventaja importante de la multiplicidad de reenvíos será en primer lugar el perfeccionamento de la nomenclatura ... una palabra accesoria en un argumento es, por el contrario, importante en otro" ... Si los reenvíos son preparados acertadamente, concluye Diderot, darán a la Enciclopedia "el carácter que un buen diccionario debe tener; tal carácter consiste en cambiar el modo común de pensar...”652 En estas pocas, simples palabras, Denis Diderot resume la función primordial de la gran Máquina del Saber y el objetivo final de la utopía iluminista653. Aunque Diderot intentase edificar con sus colaboradores y sus lectores el modelo de una verdadera república, donde “la autoridad no dependía ni de los títulos ni del rango, sino de la capacidad, y la del artesano era tan estimada como la del sabio o del jurista...una sociedad sin clases ni estamentos, unida por la única preocupación de lo que Diderot llamaba la «utilidad común», el perfecto ejemplo de un contrato voluntaria y libremente suscrito por todos y cada uno de los miembros del colectivo,”654lo cierto es que los artículos dedicados a las “artes y oficios”, redactados, naturalmente, por philósophes, no mencionan apenas los nombres de quienes, bien es cierto que con desconfianza y recelando655 de 652 Diderot, Denis. Encyclopédie. Tomo V . artículo/voz- Enciclopedia. Disponible en Internet : http://diderot.alembert.free.fr/E.html [última consulta, abril 2009] 653 Scolari, Carlos. Ibíd. 654 Proust, Jacques. « Diderot o la política experimental”. En : Revista de Estudios Políticos (Nueva época). Nº 41 (septiembre-octubre 1984) págs. 9-14 655 “Aprenderá [usted], después de pasar algún tiempo yendo de taller en taller… que clase de gente son los artesanos, en especial los de París, donde el temor a los impuestos les hace estar permanentemente en guardia, y donde miran a cualquier persona que los interroga con curiosidad como a un emisario de los recaudadores de impuestos…” Carta de Diderot, citada en : Blom, Philipp. Ibíd. Pág. 81 195 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado quienes les preguntaban por sus oficios y visitaban sus talleres, mostraron la multitud de actividades artesanales que aparecen en la obra, dejándolos, excepto a diez en el anonimato, “ninguno de ellos fue considerado capaz de escribir sobre su industria, aunque hubo varios, especialmente entre [los que ejercían] las artes más sofisticadas que, sin duda eran capaces de hacerlo. El mundo artesanal aparece en la Enciclopédie tal como se representa en las láminas que acompañan al texto : un mundo ideal, impersonal, poblado por gráciles hombres y mujeres… en escenarios limpios y soleados, sin que el desorden o el sudor turben las ilustradas sensibilidades de los lectores656.” La Enciclopedia propone una concepción plenamente secular657 del Estado, sustituyendo la legitimidad de derecho divino por el origen humano de la soberanía, basada en el consentimiento que se articula en un contrato. El inspirador de estas ideas era, obviamente, Locke. Su expresión más clara se contiene en el artículo «Autoridad política» de Diderot. Fue este artículo, publicado en el tomo primero, uno de los que suscitó las reacciones más airadas del sector conservador. En cuanto a las ideas políticas, la mayoría de los artículos que tratan estos temas directamente, están escritos por Diderot o por Jaucourt (que sigue muy de cerca, a veces a la letra, El espíritu de las leyes), algunos por d'Holbach que no quiso firmarlos.658 La teoría del contrato suponía entonces la idea del estado de naturaleza que es descrita en esta voz, que de nuevo se inspira en Locke: «un hombre en estado de naturaleza puede castigar las diversas infracciones de las leyes de la naturaleza». En el estado natural existe la propiedad y «la razón por la que se entra en una sociedad política es conservar los propios bienes» escribe Jaucourt («Gobierno»). Nada menos que Rousseau proclama que «la propiedad es el verdadero fundamento de la sociedad civil» («Economía política»). Pero todavía más: la propiedad es la cualificación necesaria para ser ciudadano. 656 Blom, Philipp. Ibíd. Págs. 190 y ss. “la distancia entre el altar y el trono nunca será excesiva” . Diderot, Dennis. «Observaciones sobre la Instrucción de la Emperatriz de Rusia a los Diputados respecto a la elaboración de las leyes», en Escritos políticos, cit 658 Montesquieu, “ese sereno pesimista”, que directamente se negó a colaborar en un principio, elaboró la entrada sobre el gusto, que fue el último texto que escribió, y aunque no expresamente para ella, publicado en 1754 en el tomo VII de la Enciclopedia, que, en buena medida sirve para redondear su filosofía política y vital. La danza, el arte, la gastronomía, la delicadeza, la sensibilidad, el espíritu filosófico y las leyes, el no se sabe bien qué… La felicidad, decía, no es una suma de instantes felices. Es una "actitud suelta para saber acoger los placeres". Y el placer está en la pluralidad, en la inconstancia, en la sorpresa. "Si bien es necesario el orden en las cosas -escribe-, es necesaria la variedad; sin esta, el alma languidece, pues las cosas semejantes le parecen las mismas." La perpetuidad, la repetición, la uniformidad son mas que aburrimiento. Son las huellas del despotismo. Cfr. Silva-Herzog Márquez, Jesús. En : Zócalo : Letras libres. Disponible en Internet : http://www.letraslibres.com/index.php?art=7511 [última consulta, marzo 2009] 657 196 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado El Estado queda definido como una sociedad civil por la que una multitud de hombres están unidos bajo la dependencia de un soberano, para gozar, mediante su protección y sus cuidados, de la seguridad y de la felicidad que faltan en el estado de naturaleza. Prima el valor seguridad y así lo expone claramente Jaucourt en el artículo «Libertad política» que sigue textualmente a Montesquieu. También respecto a la forma política del Estado lo sigue literalmente. Pero con un avance, con relación a su maestro, pues ya no añora la vieja monarquía francesa, sino que presenta a la de Inglaterra como «la mejor forma de monarquía... la mezcla ideal de libertad y realeza» («Monarquía limitada»). Las ideas políticas de la Enciclopedia se mantienen dentro de la mentalidad reformista que preside la obra. Sus planteamientos son generalmente abstractos, lo cual disminuye su fuerza crítica con relación a la situación francesa. Utilizan poco el argumento histórico a menos que se trate del recurso poco ofensivo — pero no totalmente inofensivo— a los ejemplos de la Roma antigua.Por lo que se refiere a las voces jurídicas, muy extensas y aparentemente contradictorias, por ejemplo el artículo/voz “Droit”, probablemente escrito por Diderot, subdividido a su vez en apartados sobre los distintos derechos : Droit de la nature ou Droit naturel, donde ofrece el punto de vista sobre el mismo “común a los iluministas franceses que no se dedicaron específicamente a los problemas jurídico-políticos, esto es, como una historia de descubrimientos científicos progresivos y de superación de antiguos errores...”659 Y se define como “de las reglas de justicia y equidad, que la sola razón natural ha establecido en todos los hombres, o mejor dicho, que ha grabado Dios en nuestros corazones”, aparentemente contradictoria, al apelar a la razón por un lado y a Dios, como fuente del Derecho por otra, si no se piensa que decir Dios o naturaleza, viene a ser lo mismo, ya que son todo Uno, como escribe Tarello, y sirve únicamente para fundamentar la universalidad y eternidad de este derecho. “Este derecho natural, al estar fundado sobre principios esenciales [honeste vivere, suum cuique tribuere, neminem laedere] es perpetuo e invariable”. Las escritas por Jaucourt, solo o con Diderot también, Loi, Loi naturelle y la voz Juge, también muy genéricas y contradictorias, toman como fuente a Montesquieu « El origen y el efecto de las leyes debe ser la prosperidad de los ciudadanos. Esta es el resultado de la integridad de las costumbres, de mantener la policía, de impartir justicia de manera uniforme, de la fuerza y la opulencia del Estado… las leyes son los nervios de una buena administración. »660 En el aspecto penal, inspirará los códigos penales de la Revolución : el de 25 de Septiembre de 1791; el de Brumario del año IV; y el primero del Imperio (1810) ; 659 Tarello, Giovanni. Op.cit. pág. 333 Jacourt, Louis. artículo-voz- « Loi ». En : Diderot, Denis. Encyclopédie. Tomo V. Disponible en Internet : http://diderot.alembert.free.fr/E.html [última consulta, abril 2009] 660 197 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado se pide toda la reforma del sistema procesal y punitivo : “toda ley equívoca es injusta, porque castiga sin prevenir”. En palabras de Diderot, también el procedimiento criminal debe diseñarse “en beneficio de la seguridad y la libertad del ciudadano661”, algo que resultaba abiertamente contradictorio con el modelo entonces vigente, que el mismo autor resume en los siguientes términos: “Parece que el juez se haya esforzado por encontrar un culpable. Al prisionero no se le dice la causa de su detención. Se comienza planteándole cuestiones capciosas. Se le esconden escrupulosamente los cargos y las informaciones. Llamaría gustosamente a todo ello el arte de hacer –no de descubrir– culpables”662 “Para Diderot es ilusorio creer que, como sugiere Beccaria, se puede racionalizar el Derecho Penal como sistema, proporcionando las penas a los delitos, según una escala necesaria. Según él, la decisión del juez es menos un obstáculo para la justicia, que una condición de posibilidad. Aunque sus críticas a Beccaria no parecen muy de acuerdo con el papel que le atribuye Diderot al legislador : redactar un código legislativo plenamente racional, que haga abstracción de las distintas costumbres y opiniones. La contradicción es sólo aparente, ya que las dos proposiciones no sólo se complementan, sino que se “iluminan” mutuamente, denunciando ambas el despotismo que se esconde tras la desvalorización de la deliberación.” 663 2.3.4. Los penalistas de la Revolución Con la Revolución, comienza la segunda época del Derecho francés, el llamado “periodo intermedio”. El derecho revolucionario, a la vez que transforma el mal llamado, por inexistente hasta entonces, derecho público, lo hace también con sus instituciones políticas. La abolición de los privilegios señoriales, la soberanía del pueblo, la separación de poderes, la garantía de las libertades individuales, la igualdad ante la ley, la protección de la propiedad privada, son algunos de los principios en los que se inspiran las más de 15.000 nuevas leyes de este periodo. Reclamada en los “cahiers de doléances”664 661 Diderot, Dennis: «Observaciones sobre la Instrucción de la Emperatriz de Rusia a los Diputados respecto a la elaboración de las leyes», en Escritos políticos, cit., págs. 222, aunque en privado, su opinión fuese bastante más radical : “el malhechor es un hombre al que hay que destruir y no castigar” (carta a Landois, 29 de junio de 1756) 662 Ibíd. Boucher d'Argis, Antoine-Gaspard. Disponible en Internet en : http://encyclopedie.uchicago.edu/?q=node/142 [última consulta, abril, 2009] 663 Guenard, Florent. « La liberté et l’ordre public : Diderot et la bonté des lois » en Revue de Métaphysique et de Morale, Nº 45-1, 2005, págs. 109-125 664 Los cahiers de doléances (cuadernos de quejas) eran documentos en los que las asambleas convocadas para la elección de diputados a los Estados Generales consignaban las reclamaciones y propuestas que sus representantes debían defender. Había cahiers de paroises (cuadernos de parroquias) y cahiers de baillage (cuadernos de las capitales de bailía) en los que cada estamento redactaba su propio cuaderno. En los Estados Generales también cada 198 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado (cuadernos o libros de reclamaciones) por los tres estamentos, la transformación y reorganización de la justicia es a la vez, una necesidad coyuntural y doctrinal, hasta ahora, y por todo lo expuesto anteriormente, el derecho ha sido tan confuso que ni los mismos jueces son capaces de interpretarlo con certeza : “Dieu nous protege de l’equité des Parlements”- que los Constituyentes comienzan a elaborar, siguiendo la filosofía del iluminismo. Llama poderosamente la atención al recorrer la lógica de la Revolución, en sus textos y en los debates preparatorios de la organización del poder revolucionario, el arraigo de una tradición de indivisibilidad del poder absoluto en Francia con la coexistencia de la declaración de unos derechos de los hombres que han pasado a nuestra cultura como garantías jurídicas de los individuos. La Revolución prosigue un modelo de centralización absoluta y pretende eliminar todo resto de los cuerpos intermedios prerrevolucionarios En la Declaración de los derechos del hombre, se basan los grandes principios que van a dotar del carácter de pública a una justicia que si antes era la del rey, ahora es la de los ciudadanos.665Y por lo mismo, no hay que sorprenderse cuando la Revolución desempolva instituciones como la casación monárquica, y enfatiza y radicaliza sus principios fundamentales. “Abolida la justicia señorial, la separación de poderes se estableció para asegurar la separación entre el Estado y la sociedad. Los jueces, bisagra entre el Estado y esa «sociedad», eran independientes de esta última a costa de su dependencia respecto del Estado. Los jueces carecían de voluntad propia y no «interpretaban» la ley: «los jueces son la boca que pronuncia las palabras de la ley», decía Montesquieu.666 “...y también escribió en 1748 de dos «potencias» que reflejarían la tensión entre dos clases sociales en lucha: el rey, que, junto a la nobleza, representaría al ejecutivo, y la pujante burguesía o «tercer estado», estamento reunía y resumía las diferentes propuestas en un sólo cuaderno que era presentado al rey en la asamblea general. Lefebvre, Georges 1789 : Revolución francesa, 5ª ed. Barcelona : Laia, 1982, págs 109-113. La institución de los “cuadernos”, procedente de la Edad Media, fue el principal canal de difusión y discusión de ideas revolucionarias, dando un carácter muy específico a la revolución. Como afirma Tocqueville «no se trataba tan sólo del sufragio universal sino de una deliberación y una encuesta universales. Se preguntaba a cada ciudadano de una de las más numerosas naciones del mundo, no lo que pensaba sobre éste o aquél asunto particular, sino cuanto tuviera que decir contra todas las instituciones sociales y políticas del país» (Alexis de Tocqueville, Inéditos sobre la revolución, Madrid : Dossat, 1980, p. 99). El contenido de los cuadernos es muy variado, dependiendo de los estados, de la ciudad, del campo...; pero se aprecia en ellos, sobre todo en los correspondiente a las clases medias ciudadanas, una confluencia hacia ideas más o menos abstractas sobre los derechos y las libertades políticas que denotan un gran movimiento y discusión de ideas previo, siguiendo modelos típicamente ilustrados. 665 “Une justice digne de ce nom, non payée, non achetée... sortie du peuple et pour le peuple ». Esta frase de Jules Michelet resume el ideal de Justicia al que aspiran los revolucionarios. 666 Montesquieu, Charles Louis de Secondat, Barón de La Brède et de. L’esprit des lois .. Paris : Lavigne, 1843, Livre XI, chapter 6. 199 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que legislaría en el parlamento, resultando de ello el poder judicial ajeno a este conflicto y, por ende, «nulo y políticamente irrelevante»667 . La ley de 4 de agosto de 1789, abolía los privilegios de jurisdicción, suprimía las jurisdicciones señoriales y ponía fin a los Parlamentos, auténticos contrapoderes legislativos. En este sentido el decreto de 16-24 de agosto de 1790 (o 16 Fructidor), es el que establece los grandes principios según los cuales funciona aún la justicia francesa, y en el que instaura : -La separación entre los dos órdenes jurisdiccionales : el administrativo y el judicial, cada uno con contenido propio, aunque hasta 1872 no va a existir un auténtico orden jurisdiccional administrativo con jueces administrativos independientes. Mientras, los conflictos entre las autoridades administrativas y los administrados son resueltos por la Administración, juez y parte a la vez. Los principios de igualdad ante la justicia y su gratuidad. El derecho a un juez natural, preconstituido y establecido por la ley -o garantía de juez legal-668 El derecho de apelación. El jurado popular en materia criminal. La magistratura profesional. (Jueces independientes e inamovibles) La coincidencia de las jurisdicciones, entendidas en el sentido de competencias territoriales, con las circunscripciones administrativas. Los principios que inspiran el decreto de 16 Fructidor son: La simplificación de la organización judicial, que implica también la inmutabilidad de las instituciones judiciales para evitar que resurjan nuevamente las jurisdicciones de excepción, la uniformidad de las competencias jurisdiccionales, la conciliación y el arbitraje, el principio de dos instancias de jurisdicción. La independencia de la magistratura, mediante un nuevo estatuto basado en el sistema de elección. Protección de los intereses privados y de la persona, con obligación de motivar las sentencias, separación jurisdiccional de las funciones civiles y penales y creación de nuevos principios de derecho y procedimiento penales. 667 Odriozola, Jon. Algo sobre Montesquieu. En : http://www.gara.net [Última consulta : 27 de julio de 2003] 668 Aunque según nos recuerda P. Alvazzi, la locución “juge naturel”, forma parte de la cultura jurídica francesa ya a lo largo de los siglos XVI y XVII, (Pasquier, Cardin Le Bret, art. 6 de las Deliberaciones de la Cámara de St. Louis en 1648, definición del Diccionario de la Academia Francesa dedicado al Rey, de 1694, Amonestaciones del Parlamento de París de 1721,etc.) contraponiéndolo a la justicia retenida de la monarquía absoluta, de la que antes hablábamos. Cfr. Alvazzi del Frate, Paolo. “Il principio del “giudice naturale” nel costituzionalismo della Restaurazione in Francia e Italia”. En : Historia Constituciona :Revista electrónica de Historia Constitucional [en línea] nº 3, junio 2002. http://hc.rediris.es/tres [consulta : 8 junio 2003] 200 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Los jueces no deben más que aplicar estrictamente la ley, emanada de la soberanía popular, sin interpretarla ni cuestionarla. Los constituyentes intentan racionalizar la organización judicial injusta y compleja del Antiguo Régimen, simplificándola de la siguiente manera : La justicia civil, en su primer eslabón, está constituida por los jueces de paz, uno por cantón, mas árbitros que jueces, que con amplia competencia en materia civil, ejercen de mediadores en las disputas entre ciudadanos. Son los precursores de los juzgados de primera instancia actuales. A ellos les siguen los tribunales de distrito, compuestos de cinco jueces electos y el ministerio público. Juzgan en apelación las sentencias emitidas por los jueces de paz y los tribunales de comercio, junto con otras competencias, también en materia de apelación. La apelación de las suyas, se confía a cualquier otro tribunal de distrito próximo, a elección de las partes. Es la apelación denominada “circular”, y que no implica una instancia jurisdiccional superior.-y eso, ante el recelo de un resurgimiento de las jurisdicciones de apelación análogas a los ParlamentosLa Asamblea constituyente, por ley de 27 de noviembre de 1790, crea el Tribunal de Casación, con el propósito declarado de afianzar el imperio de la ley sobre las posibles “desobediencias” de los jueces. En dicha ley se establece que la misión del Tribunal es anular todos los procedimientos en los cuales las formas hubiesen sido violadas, y toda sentencia que contuviese una contravención expresa del texto de la ley. Este Tribunal pues, en palabras de Robespierre, es sencillamente la “gard du corps de la loi”, centinela y garante de la legalidad contra las rebeliones de los jueces, y por tanto, es necesario, no ya cortar las cabezas de los contrarrevolucionarios, sino las de las Cortes de Apelación que no estuviesen de acuerdo con el nuevo Derecho que tanta sangre estaba costando. “Eliminada la tortura y devaluada la confesión, el nuevo modelo procesal gira en torno a un juicio contradictorio con igualdad de armas en el que el imputado conoce la acusación desde el primer momento, dispone de un derecho de defensa, puede interrogar a los testigos y, en suma, ocupa la posición activa propia de quien todavía es presumido inocente y, por tanto, ciudadano en la plenitud de sus derechos. Como propone Condorcet en su Proyecto de Declaración de derechos, “todo acusado gozará de una entera libertad para usar sus medios naturales de defensa, lo que implica necesariamente la publicidad del proceso, la libertad de designar sus abogados, de comunicar con ellos en cualquier fase de la instrucción, de ser informado de todos los actos del procedimiento y de poder proponer testigos en su favor”669 669 Prieto Sanchís, Luis. Filosofía de la Ilustración española, cit.pág. 496 201 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado La Constitución de 14 de septiembre de 1791, firmada todavía por Luis XVI, está “hecha a la medida de la burguesía (el cuerpo ciudadano “activo” y contra el mundo plebeyo (definido como ciudadano “pasivo”, quedando prohibidas las huelgas y asociaciones obreras y sancionando la libertad de comercio para los alimentos. Los ciudadanos activos son los propietarios, los únicos con derecho a voto. La transformación en ciudadanos “pasivos” de todas las fracciones más débiles de la burguesía, la pequeña burguesía, el artesanado, los obreros y los campesinos, aísla al grupo dominante, presionado a su vez por una reacción nobiliaria que apela al apoyo de las clases feudales europeas, amén de que conserva todavía un enorme poder interno.”670 La posterior, de 24 de junio de 1793, bajo el “impulso de los sans-culottes encabezados por jacobinos, hebertistas y enragés... adopta medidas aún más revolucionarias: igualación de fortunas mediante los impuestos, partición de los latifundios, racionamiento de víveres. La revolución toca aquí su punto más profundo, sancionado en la nueva constitución, hecha a medida de los elementos más democráticos. La Constitución de 1793 será la más radical de todas las surgidas en la revolución y se constituirá en el punto de disputa de todas las fracciones beligerantes.” 671 La «Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano» y las constituciones de 1791 y 1793 son un claro reflejo de las ideas de los ilustrados Rousseau, Helvetius, Holbach, Locke, del siglo XVIII 672 (Voltaire, Montesquieu, Turgot) y manifiestan una confianza ilimitada en la razón : «La ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos del hombre son la única causa de la infelicidad pública y de la corrupción de los gobiernos», según el título preliminar. Cuando reconocen «los derechos del hombre y del ciudadano, en presencia y bajo los auspicios del Ser Supremo» (preliminar); al afirmar que «las distinciones sociales no pueden fundarse más que en la utilidad común» (art. I). En la idea de la soberanía nacional (art. III) así como la concepción de la ley como «expresión de la voluntad general», y por consiguiente que «todos los ciudadanos tienen el derecho de concurrir a su formación personalmente o por representantes» (art. VI). “La idea de que el ordenamiento penal representa el recurso mas gravoso para la libertad de los ciudadanos y que, por tanto, ha de reservarse para los atentados mas 670 Sartelli, Eduardo. “Graco Babeuf y los problemas permanentes del proceso revolucionario... : estudio preliminar”. En : El tribuno del pueblo. Madrid : Júcar, 1981, pág. 671 Ibíd. 672 Cfr. Fernández Cepedal, José Manuel. « Política e instituciones ideológicas durante la Revolución Francesa”. En : El Basilisco, 1ª época, nº 15, 1983, páginas 71-77. Disponible también en Internet : http://www.filosofia.org/rev/bas/#n16 [última consulta, 1/12/2008] 202 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado intolerables contra los bienes mas fundamentales” se ve reflejada en el artículo V. La separación de poderes (art. XVI) la libertad religiosa (art. X) ... En la «Declaración» aparece reconocida la libertad de opinión en materia religiosa, pero no la libertad de cultos, que será introducida en la Constitución de 1791 (título l). Tampoco aparecen ni la libertad de trabajo ni la de asociación. Aparece en cambio el derecho de propiedad como imprescriptible (art. II y XVII) . En virtud de ello la Asamblea votó el 14 de junio de 1791 la ley de Le Chapelier que consagró la libertad de industria y comercio, pero negaba al mismo tiempo la libertad de asociaciones profesionales. En el aspecto institucional, la Constitución de 1791 concedía al rey el poder ejecutivo y el derecho de veto. El poder legislativo se confió a una sola asamblea de 754 diputados, y los derechos políticos, reservados a los ciudadanos “activos” La constitución de 1793 está basada, sobre todo, en el poder de la razón. El olvido y el desprecio de los derechos del hombre son las únicas causas, no solamente de la corrupción de los gobiernos, sino también de los males del mundo. Los comités de Salud Pública y de Seguridad General recuerdan la frase de Helvetius: «todo se convierte en legítimo e incluso en virtuoso para la salud pública». El artículo en que se estipula que «las guarniciones de las ciudades donde haya movimientos contrarrevolucionarios serán pagadas y mantenidas por los ricos de estas ciudades hasta que haya paz», recuerda a Mably y otros teóricos socialistas. Incluso las medidas excepcionales y despóticas de los jacobinos se inspiran en los ilustrados del siglo XVIII, incluido Rousseau... «Al que rehuse obedecer a la voluntad general, se le obligará a ello por todo el cuerpo; lo que no significa nada más sino que se le obligará a ser libre» (Contrato social, I, cap. VII). 673 Y el principio de irretroactividad: “la ley que castiga delitos cometidos antes de su existencia sería una tiranía; el efecto retroactivo dado a una ley sería un delito”. La Constitución del año III (1795) pone fin a la Convención. La experiencia anterior pesa sobre los legisladores cuando afirman que «la necesidad de enunciar estos derechos presupone o la presencia o el recuerdo reciente del despotismo» (título XIV, art. 354). Pero esta misma experiencia ha hecho disminuir la confianza en la razón. Los legisladores creen que es sabio recordar los deberes del hombre después de haber enumerado sus deberes: «Si la declaración de los derechos contiene las obligaciones de los legisladores, la conservación de la sociedad pide que los que la componen conozcan y cumplan sus deberes. Reproducen las definiciones dadas anteriormente de la ley y de los castigos, invocan la utilidad general, la soberanía, e insisten en la separación de poderes. Siguen siendo discípulos de Rousseau, pero consideran necesario reclamar del elector ciertas garantías de capacidad y de 673 Ibíd.. 203 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado independencia por su trabajo. Por ello en el artículo 16 se afirma que los jóvenes no pueden ser inscritos en el registro ciudadano si no prueban que saben “leer y ejercer una de las profesiones mecánicas”. En la Constitución del año III se siguen separando los poderes legislativo y ejecutivo. El poder legislativo recaía en dos asambleas: el Consejo de los Quinientos y el Consejo de los Senadores. El poder ejecutivo estaba ejercido por un Directorio de cinco miembros. Los directores eran elegidos por los consejos legislativos, y a su vez, nombraban a los ministros, simples secretarios que dirigían la administración, el ejército, la policía y la diplomacia. En Francia, la discusión sobre las leyes criminales alcanzó, por influencia de la Enciclopedia sin duda, pero “también por los debates que suscitó el proceso constituyente en la etapa revolucionaria”674, una fuerza y una intensidad y extensión mayores que en otros países de Europa. Como también lo hizo la obra de Césare Beccaria, encendiendo “la polémica sobre los mejores principios de la legislación criminal.”675. La “delimitación de los bienes jurídicos susceptibles de tutela penal… la delimitación rigurosa de las fronteras del Derecho punitivo,”676era una constante en muchos de los Cahiers de Doléances. Fueron los juristas y filósofos de este país, los que terminaron de convertir el pensamiento penal de la Ilustración, “de una filosofía especulativa a una filosofía para la acción.” 677 -Clément-Charles-François de Laberdy, escribió su Code pénal, ou Recueil des principales ordonnances, édits et déclarations sur les crimes et délits, en 1755.678 Evidentemente, el término "code" no tiene, como hemos escrito más arriba, el significado moderno de “codificación oficial”, sino que se trata de una recopilación privada, para el ejercicio de la profesión de abogado, que se concibió, en principio como introducción a un “corpus” muy amplio de procesos que se instruyeron después del siglo XVI, pero que no salió a la luz. Como consejero del Parlamento de París, Clément de Laverdy (o de L'Averdy, 1723-1793) jugó un papel importante en el proceso contra la Compañía de Jesús, ya que era jansenista. Inspector general de finanzas, de 1763 à 1768, utilizó todos los medios a su alcance, algunas veces ilícitos, para reponer las pérdidas del erario público, pero fue acusado de hacerlo en provecho propio. 674 Prieto Sanchís, Luis. «La Ilustración : de una filosofía especulativa a una filosofía para la acción. El problema penal», En : Historia de los Derechos Fundamentales, Tomo II: Siglo XVIII, Volumen II: La filosofía de los derechos humanos. Madrid : Dykinson, 2001, pág.140 675 Ibíd.. pág. 141 676 Ibíd. pág 146 677 Prieto Sanchís, L. op. Cit. Pág. 143 678 Seconde édition, augmentée d'un Essai sur l'esprit & les motifs de la procédure criminelle par Paul-Charles Lorry. Paris, Desaint & Saillant, 1755 204 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Dimitió, por intrigas de la Corte, en 1768. Mas tarde, durante la Revolución, lo encarcelaron y un tribunal revolucionario lo condenó a muerte, junto con otros responsables “financieros” del Antiguo Régimen. Murió en la guillotina en 1793. -Nacido en el seno de una familia “de toga”, Pierre-François Muyart de Vouglans trabajo como fiscal679 también en el Parlamento de Paris. En 1771, entra a formar parte del Consejo superior que creó Maupeou, pasando enseguida al Gran Consejo. Durante sus años de abogado, Muyart de Vouglans se dedicó de manera especial a casos penales, y es por lo que dedica al Derecho penal sus grandes tratados. En 1757, des Institutes au droit criminel avec un Traité particulier des crimes. En 1762, L'Instruction criminelle suivant les lois et ordonnances du royaume, completa las Instituciones. Cinco años después, la Réfutation des principes hasardés dans le Traité des délits et des peines, que critica las teorias de Beccaria. “…donde desarrolla sus ideas a favor del rigor de la instrucción y la severidad en la represión penal. Le sorprendió, por no decir le molestó, comprobar que Beccaria había construido su sistema sobre las ruinas de toda la sapiencia aceptada. Se oponía particularmente a su método racional : “Sentado en su escritorio, (Beccaria) se dedica a enumerar las leyes de todas las naciones y a demostrarnos que, hasta el presente, no hemos tenido una idea seria y exacta sobre este tema fundamental.”680 Según Muyart, reformar la justicia penal resultaba difícil porque se asentaba sobre leyes positivas y dependía más de la experiencia y de la práctica que del razonamiento. Justifica también y se muestra favorable a la pena de muerte. Muyart creyó necesario comenzar por vaciar al argumento de todo su contenido afectivo: “Me jacto de tener tanta sensibilidad como cualquiera, pero no hay dudas de que no tengo una estructura nerviosa tan floja como la de nuestros criminalistas modernos, porque nunca sentí el suave escalofrío del que hablan ellos.”681 A Muyart le costó mucho más defender la tortura judicial denunciada por Beccaria. Al ejemplo de un solo inocente condenado injustamente, oponía los “millones de otros” que eran culpables pero que nunca habrían podido ser condenados sin el empleo de la tortura. La tortura podía justificarse, entonces, no sólo por su utilidad, sino también por la antigüedad y universalidad de su uso. No hace falta agregar que Muyart también recusaba los argumentos de Beccaria contra la pena de muerte. Según él, su “sistema” contradecía al 679 Fuente : Encyclopædia Britannica Eleventh Edition Muyart de Vouglans, Pierre-François. Réfutation du Traité des Délits et des Peines & c., impreso al final de Les Loix criminelles de Frances, en su orden original, Benoî Morin, París,1780, pág. 811 681 Ibíd. pág. 815. 680 205 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado derecho canónico, a la ley civil, a la ley internacional y a la experiencia de todos los tiempos.”682 En su conclusión, Muyart va derecho al centro de la disputa, es decir, al sentido que se le debe dar al castigo y al sufrimiento. Se opuso en términos contundentes al intento de Beccaria de apoyar su sistema en “los sentimientos inefables de corazón”. Decía, severamente, que era indignante escuchar que el autor apelara a la “sensibilidad ante el sufrimiento de los culpables”. “Precisamente porque cada hombre se identifica con lo que le sucede a otro y porque siente un horror natural ante el sufrimiento, en la elección de las sanciones a los culpables se debía dar preferencia a la más cruel para el cuerpo de los culpables” con el fin de disuadir a futuros criminales. ¿Quién puede ignorar que las pasiones moldean a los hombres y que los humores casi siempre dominan a los sentimientos?”683 Los hombres deben ser juzgados por lo que son y no por lo que deberían ser.”684 Las obras de Muyart en materia penal, siguen un plan : "Les institutes au droit criminel" son un tratado general, "les lois criminelles de France dans leur ordre naturel" de filosofía del Derecho también, y la última apología del sistema francés de justicia penal del Antiguo Régimen. L'Instruction criminelle suivant les lois et ordonnances du royaume constituye una obra que gira sobre el proceso, y es, quizás, uno de los mejores comentarios realizados sobre la ordenanza de 1670. Uno de los juristas que ejerció mayor influencia en la Asamblea Constituyente fué Claude-Emmanuel Joseph Pierre, marqués de Pastoret, nacido en Marsella (Francia) en 1755. Estudió en Lyón y llegó a ser abogado, poeta, traductor, político, profesor y, sobre todo, un hombre de su tiempo que, a pesar de sus notables virtudes, terminó viviendo a la sombra de los grandes nombres de su época -Voltaire, Montesquieu, Rousseau, Buffon, Robespierre o D´Alamberty de la convulsa situación política posterior a la Revolución Francesa. Gracias a sus primeros escritos literarios, con los que logró una gran fama de erudito, accedió a la Academia de Inscripciones en 1784, una de las sociedades científicas (fundada en 1663) que forma parte del Instituto de Francia. En 1790 publicó los dos volúmenes de la obra -Des Loix Pénales- con la que obtuvo el prestigioso premio Montyon y, poco después, inició su carrera política siendo elegido diputado, miembro del Consejo de los Quinientos y Ministro del Interior en 1791. 682 Ibíd. Págs.824-826 Muyart de Vouglans, Réfutation… cit., pág. 830. 684 Cfr. Por todo el párrafo: Hunt, Lynn. “Los orígenes de los derechos humanos”. En: Diógenes. Febrero 2008. Disponible en Internet: http://www.diogenes.unc.edu.ar/edicion/202/hunt.php [última consulta : 5 de febrero 2009] 683 206 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Una de las lecturas que más influyó en su formación jurídica, sin duda, fue el tratado de Cesare de Bonnessana, marqués de Beccaria. En el suyo propio, Des lois pénales,685hace derivar toda su obra de una serie de axiomas (catorce en total) pero, sobre todo de los tres primeros: La condena de los inocentes, es mucho peor que la absolución de los culpable. Hasta el mismo momento de pronunciarse la condena, el culpable debe ser tenido como inocente. La prueba no puede existir, mientras no sea completa.686Según Tomás y Valiente, estos tres axiomas ponen de manifiesto que “la idea ético-retórica de la benignidad del juez es diferente… al principio de presunción de inocencia. Al mismo tiempo revelan que esta presunción era incompatible con el binomio prueba incompleta-pena arbitraria, y por ello el axioma segundo va seguido del rechazo de la prueba incompleta…”687 La presunción de inocencia, reclamada por muchos autores de la época, Marat incluido, no aparecerá en un texto legal hasta hasta la Declaración de 1789, cuyo artículo 9 comienza diciendo: .«Tout homme étant presume innocent jusqu'á ce qu'il ait été declaré coupable. s'il est jugé indispensable de l'arréter, tout rigueur qui ne serait .pas nécessaire pour s'assurer de sa personne doit étre sévérement reprime par la loi». -Jean Paul Marat estudió medicina en París y ejerció como médico casi once años en Inglaterra y Holanda. Su primera obra publicada, escrita en ingles y más tarde traducida y publicada en francés, su idioma nativo, fue Philosophical Essay on Man (Ensayo filosófico sobre el hombre, 1773), donde demostraba un extenso conocimiento de los filósofos europeos. El ensayo ataca directamente a Claude Adrien Helvetius, quien, en su ensayo De l'esprit (Sobre el espíritu), declaraba que el conocimiento de la ciencia era innecesario para un filósofo. Marat opinaba que sólo la fisiología podía solucionar los problemas de conexión entre el cuerpo y el alma, obteniendo una dura respuesta por parte de 685 Pastoret, Claude-Emmanuel Joseph Pierre, marqués de. Des lois pénales, I y II, París, 1790. cfr. I, pp. 20-21. Disponible en Internet : http://fama.us.es/record=b1711093~S5*spi [última consulta febrero 2009]. Hay una traducción castellana (anónima) reeditada : Las leyes penales. Valladolid : Lex Nova, 2007 [ed.facs. de la de Madrid : M. de Burgos, 1814] Según el autor de su traducción al castellano, P.M.C. “abogado del Colegio de Madrid” "Des Lois Pénales ... es una obra ... que merece ser leída y meditada por todos los que necesiten saber con solidez la jurisprudencia criminal… su erudición es sin luxo, y va acompañada de un discernimiento exacto y sólido…” 686 « Premier Axiome: La condamnation des innocents est un plus grand mal que l'absolution des coupables. Second Axiome: Jusqu'au moment de la condamnation le coupable est reputé innocent. Troisiéme Axiome: La preuve n'existe pas tant qu'elle n'est pas complette». Pastoret. Ibíd. Págs. 16 y ss. 687 Tomas y Valiente, Francisco. “In dubio pro reo : libre apreciación de la prueba y presunción de inocencia”. En : Revista española de Derecho constitucional, Año nº 7, Nº 20, 1987, pags. 9-34 207 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Voltaire. También en esta época, escribió en inglés una obra específicamente política, Las cadenas de la esclavitud (1774), denunciando las corruptelas del sistema político inglés y solicitando de los distritos electorales que rechazaran a los amigos del rey de Inglaterra como candidatos al Parlamento, con escaso eco, aunque sigue desarrollando después las tesis que aquí mantiene, en su “Plan”. "El libro tiene un contenido general mucho más profundo que la crítica a Inglaterra. En el momento en que la monarquía absoluta adquiere su mayor perfección en la forma que hemos llamado despotismo ilustrado, Marat, influido por Rouseau y enfrentado a la corriente de ilustrados que aplauden a los déspotas, estudia como consiguen éstos el poder absoluto y qué medios emplean para mantenerse en él Es un tema antiguo de la literatura política. Lo específicamente nuevo de Marat es que ha cambiado la perspectiva; ahora el príncipe ya no es el héroe, sino el enemigo que hay que desenmascarar y combatir; el héroe es el pueblo, que con acentos rousseaunianos es presentado como la parte más sana de la nación. Este pueblo tiene derecho a su libertad, pero sólo la conseguirá por la insurrección violenta." A su regreso a París, en 1776, Marat vive unos años de gran éxito profesional como médico y de grandes ambiciones científicas en el campo de la física y de la química, donde pretende probar sus propias teorías contrarias a las de Newton o Lavoisier. Pero estas actividades no le restan interés por los problemas sociales y políticos. Pertenece al club de los “franciscanos”, funda y dirige su propio periódico, llamado al principio Moniteur patriote (Monitor patriótico), cambiado cuatro días después a Publiciste parisien (Divulgador parisino), y llamado finalmente L'Ami du peuple (El amigo del pueblo). Desde esta publicación, expresaba sus sospechas sobre todos los que ostentaban el poder, a los que llamaba "enemigos del pueblo". Fue uno de los miembros mas destacados del Comité de Salud Publica, durante la etapa mas radical de la Revolución. Su pensamiento filosófico penal, desconocido por unos e ignorado por otros688 por unos prejuicios hoy fuera de lugar, concretado en el 688 Jiménez de Asúa, sin embargo, le dedica un capítulo de su obra El criminalista, dentro del apartado sobre los “orígenes de la filosofía penal liberal”. Buenos Aires : Zavalía, 1964, V. 1, págs. 32 y ss.. También Sáinz Cantero, en sus Lecciones de derecho penal, Vol. 1, págs 108 y ss. Tampoco estaría de mas recordar aquí la opinión de Manuel de Rivacoba "Se le suele ver como un demagogo, de pocas luces, inculto, ambicioso, sucio, descuidado de su persona, ignorante de la buena sociedad y las buenas maneras, miserable, resentido, amargado, cruel, sediento de sangre, incluso un gran criminal; pero aquella 'bestia feroz que devoraba a los franceses 'y que Charlotte Corday, 'el ángel del asesinato' (según sus partidarios y enemigos de la revolución), creyó matar, y que luego con errada o interesada insistencia, se ha continuado pintando, era un hombre plenamente constante y consecuente en sus ideas y su conducta, de sólida formación humanista y científica, de múltiples y muy variadas inquietudes intelectuales, que poseía una carreta liberal y conoció el éxito profesional, y con él el económico y el social, y que sacrificó una posición brillante al estudio y la acción pública, sin obtener ni buscar en ésta recompensa ni bienestar material, de personalidad 208 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Plan de legislación criminal, es“realmente interesante para comprender la evolución de la filosofía”689jurídico penal francesa junto a los demás autores que consideramos. La obra resulta ante todo un documento de inestimable valor para el Derecho Penal por la condición de su autor, y a la vez por su publicación en una etapa convulsa y decisiva en la configuración de los sistemas jurídicos de los estados modernos. Es por tanto, un pequeño tratado de Derecho Penal, escrito por un revolucionario que participó en la quiebra del antiguo régimen. El Plan de Legislation Criminelle690fue concebido inicialmente por su autor como un texto presentado para el concurso convocado por la Sociedad Económica de Berna, en 1777691, cuyo objeto era premiar la mejor memoria de Derecho Penal. Aquel premio no se adjudicó hasta 1782. Para entonces Marat lo había publicado en 1780, sin esperar al fallo que, en todo caso, le resultó desfavorable692. Imprimió su trabajo en Neuchâtel, enviando toda la edición a integérrima y congruente, seguro de si, sensible y fiel tanto en su vida íntima como en el fragor de las convulsiones revolucionarias, en las que se perfilaron y aquilataron los rasgos más genuinos de su figura y en las que pereció". Rivacoba y Rivacoba, Manuel. “Estudio preliminar: Marat o el pensamiento revolucionario en Derecho Penal”. En: Marat, Jean Paul. Plan de legislación criminal. Buenos Aires : Ed. Hammurabi, 2000. (Traductor: A. E. L.). 689 Prieto Sanchís, L. op. Cit. Págs. 217 y ss. 690 Para este autor, he seguido fundamentalmente, el texto original : Plan de législation criminelle : texte conforme à l'édition de 1790 ; introduction et postface de Daniel Hamiche. Paris : Aubier Montaigne, 1974, la traducción castellana : Principios de legislación penal...por A.E.L. (abogado del Ilustre colegio de esta Corte) Madrid : Librería de Gabriel Sánchez, 1891, aunque hay reediciones y traducciones posteriores- y los textos ya citados de Sáinz Cantero y Prieto Sanchís. La traducción de 1891, con comentarios seudoantropológicos y sesgados, merecería un estudio por si sola. 691 El 15 de febrero de 1777 apareció en la Gazette de Berne un anuncio con el siguiente texto: "Un amigo de la humanidad, que satisfecho de hacer el bien, quiere sustraerse al reconocimiento público ocultando su nombre, ha hecho llegar a la sociedad económica de esta ciudad un premio de cincuenta luises en favor de la memoria que la Sociedad juzgue mejor sobre el tema siguiente: Componer y redactar un plan completo y detallado de legislación criminal desde este triple punto de vista: 1. de los crímenes y de las penas proporcionadas que se trata de aplicarles; 2. de la naturaleza y de la fuerza de las pruebas y de las presunciones; 3. de la manera de adquirirlas por medio del procedimiento criminal, de manera que la benignidad y la instrucción de las penas sea conciliada con la certidumbre de un castigo pronto y ejemplar y que la sociedad civil encuentre la más grande seguridad posible para la libertad y la humanidad. El premio será adjudicado a fin del año 1779 y las obras del concurso deben ser dirigidas franco a M. el doctor Tribolet, secretario principal de la Sociedad, hasta julio 1779" Jiménez de Asúa, Op. cit. V.4, págs 11-38 692 Quizás tuvo algo que ver en el fallo que el principal impulsor del premio fuese Voltaire, quien aportó parte del dinero. Se señala además que Voltaire para incentivar el concurso publicó la Memoria titulada: "Premio de la justicia y de la humanidad". A. E. L. op. cit. pág XV. Ya citamos líneas atrás el enfrentamiento de los dos cuando publicó Marat su Ensayo filosófico sobre el hombre. 209 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Francia. Sin embargo, el guardasellos, que se encontraba sobre aviso con respecto a la publicación, arrancó las páginas del libro que tenían un tono revolucionario, por lo que Marat ordenó destruir todos los ejemplares. (Aunque en 1783, fue incluido, a petición propia, como publicación anónima, en la "Biblioteca" de Brissot de Warville) En 1790 hizo una nueva edición en París con correcciones y adiciones693. Comienza la obra con un “incipit”694, un prólogo y unos principios de legislación penal, que son una declaración de intenciones –políticas- del autor : “Las leyes penales, necesariamente ligadas al sistema político, deben estar en armonía con la naturaleza del gobierno; un mismo Código no puede aplicarse a todas las naciones. Pero buscando las conveniencias particulares, a menudo se olvida la justicia; por lo tanto, debo prevenir a mis lectores que, no habiendo escuchado mas que su voz, no escribo sino para los hombres libres…” 695 Estructurada en cuatro partes,696siguiendo el esquema de la convocatoria de la Sociedad de Berna (igual que hizo Brissot), la primera lleva por titulo "De los principios fundamentales de una buena legislación” y es, sin duda, la mas interesante desde la perspectiva de 1a filosofía penal; la segunda parte, dividida en ocho secciones, se dedica al estudios de los diversos delitos, analizando con preferencia los crímenes contra la seguridad del Estado y contra la honestidad. Por ultimo, las partes tercera y cuarta se consagran al estudio del Derecho procesal penal, defendiendo el juicio oral y el procedimiento acusatorio. En términos generales, puede decirse que las tesis de Marat acerca de la reforma de la legislación penal no son sustancialmente distintas a las enunciadas por la 693 Llobet Rodríguez, Javier. “Jean Paul Marat y la Ilustración penal”. En : Revista Cenipec. Nº 25, vol. 1. Enero-diciembre 2006. Disponible en Internet : http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/23555/2/articulo8.pdf [última consulta : marzo 2009] 694 Una cita de Cicerón en el “incipit” de la obra : "Nolite, quirites, hanc soevitiam diutus pati, qua non modo tot cives atrocissime sustelit, sed humanitatem ipsam ademit, consuetudinem incomodorum", en la que sustituye jueces por quirites que es el término que se utiliza para apelar al pueblo romano en su capacidad civil. Pro Roscio Amerino: "Hanc tollite ex civitate, iudices, hanc pati nolite diutius in hac re publica versari; quae non modo id habet in se mali quod tot civis atrocissime sustulit verum etiam hominibus lenissimis ademit misericordiam consuetudine incommodorum. Nam cum omnibus horis aliquid atrociter fieri videmus aut audimus, etiam qui natura mitissimi sumus adsiduitate molestiarum sensum omnem humanitatis ex animis amittimus." Text 53 (Cic. Rosc. 154) “No soportéis, ciudadanos, por más tiempo esta crueldad que no sólo aniquiló a tantos civiles de un modo atroz, sino que por lo inveterado de estos horrores eliminó cualquier huella de humanidad”. 695 Marat, Jean Paul, op. cit. págs 54 (ed. francesa) y pág.1 (ed. española) 696 Uno de los autores que lo estudia, J.A. Sáinz Cantero, únicamente menciona tres, quizás por entender subsumible la cuarta en la anterior, al tratar ambas del procedimiento penal. 210 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado mayor parte de los juristas ilustrados, aunque contienen alguna aportaci6n original. Por otro lado, el hecho de que Marat no fuese jurista, sino medico, hace que su trabajo se aleje de la rigurosa disertación técnica.697 Se lamenta al principio de la obra de que en un siglo señalado por el progreso científico, la ciencia "mas importante para la felicidad de los hombres esté todavía en la cuna". Resulta doloroso que la legislación criminal esté formada por instituciones de pueblos bárbaros, ordenanzas arbitrarias, costumbres ridículas y tradiciones arcaicas. Este Derecho penal fragmentario y oscuro, en el que además se otorga autoridad a "ignorantes comentaristas", ha de ser sustituido por leyes justas, claras y precisas: Es muy importante que no haya nada oscuro, incierto o arbitrario en la idea que se formule de los delitos y de las penas... El Código criminal, pues, no será nunca bastante preciso". El postulado de estricta legalidad como exigencia de precisión y taxatividad de las normas penales, que se complementa siempre con la negación del arbitrio judicial, constituye como sabemos el instrumento básico de la seguridad jurídica: seguridad que también es contraria a la multiplicidad de jurisdicciones y al abuso del derecho de gracia. La ley, dice Marat, ha de ser inflexible. Como sucede en todos los ilustrados, el principio de legalidad se vincula estrechamente a una concepci6n secularizada y utilitaria del Derecho penal: la ley no se concibe como simple mandato susceptible de imponer preceptivamente cualquier contenido. sino que representa un instrumento de racionalizaci6n de las relaciones sociales; "las leyes no deben establecerse sino para lo que interesa manifiestamente a la sociedad... y ya que no podemos esperar que el hombre sea virtuoso, al menos impidamos que sea malo". El delito consiste en una acción consciente que lesiona bienes ajenos y no puede identificarse con el pecado; de ahí que "en todo aquello que no perjudique a los demás, cada cual es dueño de hacer lo que quiera. También censura enérgicamente la aplicación discriminatoria de las leyes penales en favor de los nobles y poderosos: Es preciso que por el mismo delito se imponga igual castigo a todo delincuente."698 No cabe duda que esta afirmación podía estar suscrita por cualquier mentalidad ilustrada… pero Marat no considera suficiente este principio de mera igualdad jurídica y se plantea el problema de la individualizaci6n de la pena atendiendo a las circunstancias personales del culpable. "Esta ley no seria justa mas que en un Estado fundado sobre la igualdad... (pero) quien no ve que la justicia debe tener siempre en consideración las circunstancias en que el culpable se encuentra, circunstancias que pueden agravar o atenuar el crimen?” 697 Prieto Sanchís, L. op. cit. págs 218 y ss. 698 Marat, J.P. Principios de Legislacion penal,cit. 211 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Cabria entonces que la ley penal fuese aplicada con menos rigor a los desheredados. que están siempre mas lejos de la educaci6n y mas cerca del delito, pero el propio Marat reconoce que las diferencias econ6micas son difíciles de determinar para que el legislador deba detenerse en la distribuci6n de la pena. Sin embargo, la edad, el sexo y las circunstancias del delito sí deben tenerse en cuenta en la imposici6n de los castigos. Por otro lado, deben quedar exentos de pena los hoy llamados “inimputables” : imbéciles, locos, los viejos dementes, y aquellos que no han alcanzado la edad de la razón, que depende de diversos factores. Al igual que la mayor parte de sus contemporáneos, Marat acepta la teoría del pacto social como la más idónea para explicar el origen de la sociedad civil y del Estado… pero no acepta esta concepción del contractualismo divulgada entre los ilustrados, que impone obligaciones sin más contrapartida que la protección del Estado frente a la agresión de otros particulares. El hombre no está necesariamente vinculado por las cláusulas del pacto social; la obligación de respetar las leyes que protegen la sociedad civil depende, en primer lugar, de que la propia sociedad garantice los que para Marat constituyen auténticos derechos naturales, a saber: la subsistencia, un abrigo conveniente, entera protección, socorro en la enfermedad y cuidados en la vejez. Aquellos que no disfrutan de estas condiciones de vida, quienes "quedan reducidos a morir de hambre", no están obligados por las leyes. "Sí la sociedad los abandona, vuelven al estado natural, y cuando reclaman por la fuerza derechos de los que no pudieron prescindir sino para proporcionarse mayores ventajas, toda autoridad que se oponga a ellos es tiránica, y el juez que los condene a muerte no es más que un vil asesino". Solamente después de haber cumplido todas las obligaciones con sus miembros, la sociedad tiene derecho a castigar a quienes violan sus leyes…”699 “Con este particular enfoque de la teoría del pacto social, es lógico que Marat terminase poniendo en duda la legitimidad del derecho de propiedad. En realidad, sus ataques se dirigen más contra un incesante proceso de acumulación de riquezas… proponiendo un idílico estado en que todos tuviesen lo necesario y nadie acumulase lo superfluo. Esta concepción de la propiedad individual, aunque sólo con alguna exageración pueda decirse que sea una "profesión de fe auténticamente comunista”, (en palabras de Jiménez de Asúa) era sin embargo una base suficiente para poner en tela de juicio la justificación del castigo en los delitos contra la propiedad, que Marat denomina genéricamente- "robos". "El primero de los deberes del hombre es cuidar de su propia conservación..., el que roba para vivir, en tanto no puede hacer otra cosa, no hace más que usar de sus derechos`. Así comienza el que Jiménez de Asúa llama "Discours du voleur”, brillante alegato que Marat pone en boca de un pobre hombre que espera el suplicio y narra las circunstancias sociales que le 699 Prieto Sanchís, L. op. cít. Págs 219 y ss. 212 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado llevaron a delinquir. Lógicamente, quien usa de sus derechos no puede ser castigado, máxime cuando el origen de todos los males es la propia sociedad: "el mismo Marat en ningún momento se propuso negar en términos absolutos la legitimidad del derecho de propiedad individual, ni mucho menos ofreció alternativas estatalizadoras o socializadoras700. Las penas han de satisfacer finalidades múltiples; aunque Marat no procede a una enumeración expresa, de varios pasajes de su obra parece deducirse que deben cumplir un fin intimidatorio y correctivo, sin olvidar tampoco la reparación y la expiación de la ofensa. De todos modos, en el Plan de Legislación se insiste de forma preferente en la finalidad preventiva: "castigando al culpable la justicia, más que vengar la ley violada, debe retener a los que tratan de violarla". Para cumplir con el fin propuesto, las penas han de reunir dos características: ser proporcionadas al delito que se trata de castigar y abandonar la dureza y atrocidad propias del Derecho penal del Antiguo Régimen. "En toda sociedad bien ordenada, -escribe Marat-, se cuida más de prevenir los crímenes que de castigarlos, y a menudo se consigue esto imponiendo menos pena"; castigar con rigor una pequeña falta provoca la multiplicación de los grandes crímenes, pues la pena de éstos no será superior. Por ello, para mantener a los hombres alejados del delito se inventan nuevos suplicios, "y, después de todo, esos esfuerzos continuados de barbarie que tienden a aumentar, ¿no son una prueba de su impotencia?"El rico con su oro casi siempre puede ser infame impunemente. La inocencia sin fortuna, frecuentemente queda oprimida. Para prevenir este abuso, se establecerá en cada ciudad un abogado de los pobres, encargado de la defensa de los desgraciados incapacitados para defenderse por si mismos"701, reclamando así el derecho de defensa que cristalizará, como texto legal, en el Acta Constitucional francesa de 24 de junio de 1793.702 -Cita Foucault a Servan y sus Discours sur la administration de la justice criminelle (1766) en "Vigilar y castigar": “Cuando hayáis formado así la cadena de las ideas en la cabeza de vuestros ciudadanos, podréis entonces jactaros de conducirlos y de ser sus amos. Un déspota imbécil puede obligar a unos esclavos con una cadenas de hierro; pero un verdadero político ata mucho más fuertemente por la cadena de sus propias ideas. Sujeta el primer cabo al plano 700 "No hay industria donde la propiedad es incierta... (sin propiedad) bien pronto se convertiría la tierra en un vasto desierto" 701 Marat, Jean Paul, op. cit. pág 211 (ed. española) y 166 (ed. francesa) 702 Artículo 13. Presumiéndose que todo hombre es inocente hasta que haya sido declarado culpable, si se juzgase indispensable arrestarlo, cualquier rigor que no fuera necesario para asegurar su persona deberá ser severamente reprimido por la ley. Artículo 14. Nadie puede ser juzgado y castigado sino después de haber sido oído o legalmente demandado y sólo en virtud de una Ley promulgada con anterioridad al delito. La ley que castigue delitos cometidos antes de su existencia es una ley tiránica; el efecto retroactivo dado a la ley sería un crimen. 213 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado fijo de la razón; lazo tanto más fuerte cuanto que ignoramos su textura y lo creemos obra nuestra; la desesperación y el tiempo destruyen los vínculos de hierro y de acero, pero pueden nada contra la unión habitual de las ideas, no hacen sino estrecharla más; y sobre las flojas fibras del cerebro se asienta la base inquebrantable de los Imperios más sólidos.”703 Joseph Michel Antoine Servan, un hombre publico, jurista (fiscal del Parlamento de Grenoble), cuya vocación era la educación y la enseñanza. Iluminista convencido, y apoyado por los enciclopedistas -sobre todo Voltairese enfrentó con los jesuitas –ya que era de ideas jansenistas- criticó con firmeza los fallos de la enseñanza superior en su siglo, sobre todo en las facultades de Derecho, y se oponía a que impartieran docencia en latín. Decidido partidario de la enseñanza pública, de la que afirmaba, como Rousseau, que era la “escuela del patriotismo” y de los métodos educativos alemanes (además de admirador de Federico II de Prusia), y del papel de la mujer en la política. Mantuvo correspondencia con Rœderer y Neufchâteau, y conoció también en Suiza a Johann Heinrich Pestalozzi y a Stapfer. Comentarista de Montaigne, escribió entre otras obras : Discours sur l’administration de la justice criminelle (1766, y con el que inauguró el año judicial en 1767) y De l'influence de la philosophie sur l'instruction criminelle. También fue uno de los redactores del Projet de déclaration des droits de l'homme et du citoyen (1789) “Pese a los esfuerzos de los detractores de Beccaria, en la década de 1780 el concierto de protestas contra la tortura se tornó ensordecedor. En esta época, sociedades eruditas de Francia, de los estados italianos y de los cantones suizos ofrecían premios a los mejores ensayos sobre la reforma penal. El gobierno de Francia se sobresaltó tanto por el tono que habían adoptado las críticas que le prohibió a la Academia de Châlons-Sur-Marne que siguiera imprimiendo los ejemplares del ensayo de Jacques-Pierre Brissot, ganador del concurso de 1780. Siguiendo a Beccaria, Brissot abogaba por la abolición de la pena de muerte, pero lo que alarmaba al gobierno era el tono encendido de su discurso. Brissot invocaba “esos derechos sagrados que el hombre recibe de la naturaleza” y afirmaba con insistencia que “es inconcebible que una nación tranquila, que vive en un clima templado y con un gobierno moderado, pueda conciliar su carácter amable y sus costumbres pacíficas con la atrocidad de los caníbales. Pues nuestras penas judiciales sólo rezuman sangre y muerte; 703 Servan, Joseph Michel Antoine. Discours sur l’administration de la justice criminelle (1767). Disponible en Internet : http://ledroitcriminel.free.fr/la_science_criminelle/les_sciences_juridiques/introduction/s ervant_justice_criminelle.htm [última consulta, febrero 2009] 214 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado pretenden inspirar sólo rabia y desesperación en el corazón del acusado.”704 Al gobierno francés no le gustó verse comparado con los caníbales. La obra siguiente de Brissot, Théorie des Lois Criminelles (1781), escrita en un principio para un concurso de ensayos organizado en Berna, el mismo al que se presentó Marat, aunque fue descalificado al haberse publicado previamente, lo convirtió en el nuevo abanderado del movimiento en favor de la reforma penal. “La Theorie es quizás una de las obras de Derecho penal más completas de cuantas se publicaron en Francia en los últimos años del siglo XVIII y el propio Voltaire, después de haber leido la Introducción y el plan de la obra, auguraba que ésta sería digna de la filosofía y de la legislación, contribuyendo a la felicidad de los hombres'. Se divide el libro en una Introducción y cinco capítulos: en el primero se estudian los medios para prevenir los delitos y su contenido no es propiamente jurídico, sino político; el capítulo segundo, que es el más extenso, está dedicado al análisis de los delitos y de las penas y en el se aprecia una fuerte influencia de Beccaria y de Montesquieu; los tres últimos estudian diversas cuestiones de Derecho procesal penal.”705 El término “humanidad” (por ejemplo, “el espectáculo de la humanidad doliente”) apareció repetidamente en sus escritos. Pese a su juventud y a su falta de experiencia, Brissot, alentado por otros reformadores, emprendió entonces la publicación de una Bibliothèque Philosophique du Législateur, du Politique, du Jurisconsulte (1782–1785) en diez volúmenes, que debió editarse en Suiza e introducirse en Francia de contrabando. Esta obra reunía sus propios escritos y los de otros reformadores, entre ellos Marat que, como escribimos mas arriba, publicó allí, de manera anónima, su Plan. Brissot escribió otros trabajos interesantes en la década de 1780. Así, por ejemplo, “el Discours sur les moyens de prevenir les crimes en France, en el que se reproduce parcialmente el capítulo 1 de la Theorie, y que seria premiado en 1780 por la Academia de Chálons sur Marne. Cree firmemente en la prevención de los delitos por procedimientos no penales, basándose en leyes civiles perfectas, que hagan innecesarias las criminales, mejorando las costumbres, (aunque para ello tenga que instrumentalizar políticamente la religión), la educación, como Servant, mediante la escuela pública, y junto a la educación nacional, las letras y las artes: la opinión pública, dice él, pero se refiere, en realidad, a la de los “philosophes” ilustrados que son los que con sus escritos “enseñan al pueblo a 704 Las citas provienen del ensayo de Brissot, Discours sur les moyens de prévenir les crimes en France, título bajo el cual presentó su obra en el concurso de la Academia Real de Châlonssur-Marne cuando lo volvió a publicar en la Bibliothèque du Législateur. Reproducido en Venturi ed., Cesare Beccaria, pág. 517. 705 Prieto Sanchís, Luis. «La Ilustración: de una filosofía especulativa a una filosofía para la acción. El problema penal», En : Historia de los Derechos Fundamentales. Madrid : Dykinson, 2001. Tomo II: Siglo XVIII, Volumen II: La filosofía de los derechos humanos, pág.225. 215 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado respetar a su soberano y a querer al Estado.”706 Otras medidas adicionales sobre como combatir la miseria, con medidas de policía, de internamiento en establecimientos especiales y el cambio de costumbres sociales son significativas, sobre todo en lo que se refiere al infanticidio : “Es una contradicción, dice el autor, que la opinión deshonre a la madre soltera y, al mismo tiempo, la condene a muerte cuando se deshace del fruto de sus entrañas. Para evitarlo, y mientras no cambien las costumbres de la sociedad de manera que todo embarazo sea igualmente respetable, es preciso que se construyan establecimientos públicos para que estas madres puedan dar a luz gratuitamente y en secreto; igualmente, será necesario que el Estado se encargue de educar a sus hijos y de hacer de ellos "ciudadanos útiles”707. Sobre el problema de la reparación de los errores judiciales, Brissot compuso en 1781 un discurso titulado La sang innocent vengé ou Discours sur les reparations dues aux accusés innocents, también galardonado por la misma Academia. Cabe citar, por último, la curiosa obra que lleva por título Recherches philosophiques sur le droit de propieté et sur le vol, considérés dans la nature et dans la societé, aparecida en 1780, en la que Brissot, planteándose los mismos problemas que Marat en su Plan de Legislación Criminal, critica las ideas dominantes acerca del derecho natural de propiedad e intenta demostrar que el verdadero sentido de éste es incompatible con la noción de propiedad en la sociedad civil.”708En 1788, Brissot fundó la Sociedad de Amigos de los Negros, la primera asociación francesa militante por la abolición de la esclavitud. De este modo, la campaña en pos de la reforma penal quedó estrechamente asociada con la defensa general de los derechos individuales”709. Brissot, en palabras de Prieto Sanchís, es uno de los pocos escritores de la época que se muestra decidido partidario de la abolición total de la pena de muerte. “Ante todo, porque no es un derecho del soberano quitar la vida a los súbditos, ya que al constituir la sociedad civil éstos no cedieron más que mínimas porciones de su libertad y lógicamente entre ellas no se incluía el derecho sobre la propia vida; además, difícilmente los hombres pudieron ceder un derecho del que ni siquiera pueden disponer (un argumento tomado directamente de Beccaria). En segundo lugar, el suplicio es inútil para la sociedad, pues no satisface ninguna de las finalidades de la pena: la muerte no repara jamás el daño producido al interés público o privado, ni constituye tampoco un freno eficaz contra la delincuencia; al contrario, en ocasiones la pena capital alienta la comisión de 706 Prieto Sanchís, L. Ibíd Brissot, Jean Pierre. Discours sur les moyens de prevenir les crimes en France, cit.también por Prieto Sanchís. 708 Ibíd. 709 Hunt, Lynn. “Los orígenes de los derechos humanos”. En : Diógenes. Febrero 2008. Disponible en Internet : http://www.diogenes.unc.edu.ar/edicion/202/hunt.php [última consulta : 5 de febrero 2009] 707 216 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado graves crímenes. Es verdad que a veces no existe ninguna pena capaz de reparar el daño causado, pero la de muerte es la más inútil de todas, puesto que con la ejecución del culpable no sólo no se devuelve la vida a la víctima, sino que se provoca una nueva muerte y el Estado pierde otro ciudadano”.710 El famoso “artículo 3 del Código francés de 1791 :"a todo condenado a muerte se le cortará la cabeza", lleva este triple significado: una muerte igual para todos ("Los delitos del mismo género se castigarán con el mismo género de pena, cualesquiera que sean la categoría y el estado del culpable", decía ya la moción votada, a propuesta de Guillotin, el 1 de diciembre de 1789); una sola muerte por condenado, obtenida de un solo golpe y sin recurrir a esos suplicios "prolongados y por consiguiente crueles", como la horca denunciada por Le Peletier; en fin, el castigo para el condenado únicamente, ya que la decapitación, pena de los nobles, es la menos infamante para la familia del delincuente. La guillotina, utilizada a partir de marzo de 1792, es el mecanismo adecuado a tales principios. En ella, la muerte queda reducida a un acontecimiento visible, pero instantáneo. Entre la ley, o quienes la ejecutan, y el cuerpo del delincuente, el contacto se reduce al momento de un relámpago. No existe enfrentamiento físico; al verdugo le basta con ser un relojero escrupuloso... Casi sin tocar el cuerpo, la guillotina suprime la vida, del mismo modo que la prisión quita la libertad, o una multa descuenta bienes. Se supone que aplica la ley menos a un cuerpo real capaz de dolor, que a un sujeto jurídico, poseedor, entre otros derechos, del de existir. La guillotina había de tener la abstracción de la propia ley... si bien los mecanismos del castigo han adquirido entonces su nuevo tipo de funcionamiento, el proceso se halla lejos de estar terminado. La reducción del suplicio es una tendencia arraigada en la gran trasformación de los años 1760-1840; pero no está terminada, y puede decirse que la práctica del suplicio ha obsesionado durante mucho tiempo nuestro sistema penal, y alienta en él todavía. La guillotina, esa maquinaria de las muertes rápidas y discretas, había marcado en Francia una nueva ética de la muerte legal. Pero la Revolución la revistió inmediatamente de un gran ritual teatral”711 Capítulo III. La otra cara de la moneda: El pensamiento ilustrado y sus revoluciones. 710 Prieto Sanchís, L. Op.cit. págs. 230 y ss. Foucault, Michel. Vigilar y castigar : nacimiento de la prisión. Madrid : Siglo XXI de España, 2009, págs. 10-12. 711 217 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado “Las revoluciones son fenómenos políticos... dirigidos a la sustitución de un orden jurídico por otro, en la medida en que entendemos que el Derecho es un orden que regula el ejercicio del poder coactivo.”712Hans Kelsen en su Teoría pura del Derecho, analiza el concepto de revolución relacionándolo con el de la norma básica [fundamental] : Basic norm, pero sólo en el caso de que exista una revolución triunfante o fracasada. Considera lo que denomina principio de legitimidad, que expresa que la norma de un orden jurídico es valida durante todo el tiempo que determine el propio orden jurídico.713 Este principio no es aplicable en el caso de una revolución, que es concebida, en consecuencia, como cualquier modificación no legítima de la Constitución, es decir, efectuada de manera no conforme con las disposiciones constitucionales, o su reemplazo por otra. No importa si este reemplazo o modificación se hace mediante el uso de la fuerza o sin ella... Lo importante es que la modificación o extinción de la constitución se realiza de un modo no prescrito en ella... 714“En una revolución, existen uno o varios órdenes normativos reducidos o revolucionarios en conflicto que se desarrollan y aplican, i.e., que son válidos, hasta que uno de ellos logra imponerse y establecer una constitución que será válida en el futuro, momento en el cual termina la validez de los órdenes revolucionarios. Generalmente, el acto revolucionario original no sólo desconoce a las normas precedentes del orden primario, sino que establece la norma fundamental positiva del orden revolucionario. La revolución francesa de 1789 tiene como acto fundacional revolucionario, la decisión de la asamblea del tercer estado de reunirse en una sola asamblea con los representantes de los otros dos órdenes de la nobleza y el clero. Este acto... instauró una autoridad suprema que generó una multiplicidad de normas pertenecientes al orden revolucionario...”715 Estas afirmaciones son verdaderas si se cumple con la siguiente condición: el nuevo orden establecido, que sustituye al anterior, debe ser eficaz.716Desde el momento que la antigua constitución ha perdido su eficacia, y la nueva la ha adquirido[...], los actos que aparecen con el sentido subjetivo de producir y aplicar 712 Schmill, U. Las revoluciones : teoría jurídica y consideraciones sociológicas. Madrid : Trotta, 2009, pág. 16. En el mismo sentido, Huntington Samuel P. El orden político en las sociedades en cambio. 2ª ed., 4ª reimp. Barcelona : Paidós Ibérica, 1997. Congleton, Roger D. Perfecting parliament : constitutional reform, liberalism, and the rise of Western democracy. Cambridge : Cambridge University Press, 2011. 713 Kelsen, Hans Pure Theory of Law. Clark, N.J. : The Lawbook Exchange, 2005 (hay traducción española :Teoría pura del derecho. 4ª ed., 9ª reimp. Buenos Aires : Eudeba, 2009) 714 Ibíd.. pág. 215. 715 Schmill, U., op. cit. pág. 19 716 Poniendo Kelsen como ejemplo lo sucedido con el gobierno francés revolucionario, que no fué reconocido en sus actos ni en su ordenamiento jurídico por el resto de Estados, ya que había violado el principio monárquico de legitimidad, hasta que estos (actos y ordenamiento) se volvieron eficaces... entonces sí se consideraron legales por los demás Estados. Ibíd., pág. 13. 218 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado normas jurídicas, no son interpretados ya presuponiendo la antigua norma fundamental básica, sino la nueva.717 Elsignificado primero718de la palabra “revolución” revolutio=revolvere=volver a o sobre algo anterior) se ha mantenido, según diversos autores, hasta el siglo XVIII, pudiéndose aplicar incluso a movimientos como los ingleses del siglo XVII, ya que “aspiraban a restaurar algún orden perdido.”719 3.2 Apelando al Juez Supremo del Universo : la primera revolución del otro lado del Atlántico. A Deo rex, a rege lex. Con esta afirmación tajante, - the king is from God and law is from the king- que Jacobo I Estuardo720desarrolla en su tratado The True Law of Free Monarchies; or, The Reciprocal and Mutual Duty Betwixt a Free King and His Natural Subjects,721establecía el poder absoluto, de origen divino, de los reyes de Inglaterra, por encima del Parlamento y del pueblo, y que, sostenida por sus sucesores, produjo en el transcurso del siglo XVII, tres guerras civiles, -o una en tres fases- la ejecución de Carlos I, una república -la de Cromwell- y la restauración monárquica subsiguiente al fracaso del protectorado de los Cromwell. El tardío Renacimiento inglés trajo consigo una transformación sustancial del país en todos los ordenes : la reforma religiosa, y una nueva correlación de fuerzas sociales que iría minando el mundo medieval. En efecto, con el Acta de Supremacía de 1534, Enrique VIII Tudor se erige como cabeza de una iglesia escindida de Roma, y "la autoridad del Rey halla un punto de apoyo esencial para construir su poder político. Por añadidura, el cisma le permitió sufragar una extensa lucha contra 717 Ibíd. Al inicio de la modernidad, fue utilizado por Nicolás Copérnico para una nueva teoría del sistema planetario: De revolutionis orbis coelestium. El significado aquí era el usual, revolución en el sentido de movimiento circular. De hecho, esta manera de entender el término “revolución” nada tenía de “revolucionario” en el sentido que después adquirió; era más bien producto de una ontología estática, como la de la Antigüedad. 719 Soriano, Graciela. “Tiempos y destiempos de revolución : Una propuesta de análisis sobre coincidencias y disidencias en tiempos y espacios” en : Las revoluciones en el mundo atlántico : una perspectiva comparada. Bogotá : Universidad Externado de Colombia, 2006, págs. 145-168 720 Sexto rey de Escocia de ese nombre, al ser entronizado también en Inglaterra e Irlanda como sucesor de Isabel I, intentó imponer a esos territorios la idea de que "el estado era propiedad de la dinastía reinante." Esto, que pudo ser válido para gobernar a los indómitos clanes escoceses, no lo fué sin embargo, en Inglaterra, donde encontró una fuerte resistencia ideológica y sobre todo, política. Vid. Giner, Salvador Historia del pensamiento social. 12ª ed., act. y ampl. Barcelona : Ariel, 2008, págs. 280-281. 721 James I, King of England The True Law of Free Monarchies; or, The Reciprocal and Mutual Duty Betwixt a Free King and His Natural Subjects. Edinbourgh : R. Waldegrave, 1598 (otras eds. : London, : Printed and are to be sold by T.P. in Queens-head-Alley in Pater noster-row, 1642. Una de las más recientes, la de Toronto : Centre for Reformation and Renaissance Studies, 1996. 718 219 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Francia (1543-1551), mediante la venta o donación a sus vasallos de tierras pertenecientes al clero, las cuales venían a ocupar una cuarta parte del país. Pero todas estas medidas le obligaron también a buscar el sostén parlamentario, a fin de legitimar su actuación política. Por tanto, la subida al trono de Enrique VIII lleva consigo varios fenómenos importantes: configuración de cierto nacionalismo, a través de una iglesia propia en la cual sus administradores operaban como agentes propagandísticos del monarca, aparición de una nueva clase social a partir de la adquisición de tierras pertenecientes a las órdenes religiosas ahora perseguidas, y por último, el papel protagonista del Parlamento como legitimador del soberano. También fue un hecho indudable la movilidad social de muchos campesinos, que aprovecharon para independizarse de los grandes terratenientes inmigrando a concentraciones urbanas, conformando un grupo social artesanos, tenderos, etc.-, que iban a perder cualquier lazo de vasallaje con sus antiguos señores. Al mismo tiempo, y trazando otra línea divisoria, los comerciantes que monopolizaban los grandes negocios, se convirtieron en grupos oligárquicos con un importante papel en el gobierno de las grandes ciudades, por un lado y, por otro, los mercaderes menores o los pertenecientes a zonas periféricas de Inglaterra, junto con manufactureros y artesanos que soportaban unos costes muy elevados Otro factor social importante fue el desplazamiento de la gentry a las Universidades o las Inns of Court (escuelas de leyes) : profesionales liberales -juristas, médicos-, pasaron a ocupar un papel cada vez más destacado en la Inglaterra posmedieval. Al fundarse numerosos centros de enseñanza, a menudo bajo la tutela de clérigos disidentes, que proporcionaban acceso a la educación a personas que por su origen social hasta entonces nunca lo habían tenido, no sólo se incrementó la movilidad social, sino que las expectativas de mejora en posición, prestigio y riqueza, originaron de forma simultánea una pugna por conseguir mayor protagonismo político. Estas nuevas ambiciones, robustecidas por la acumulación de prosperidad, se hallaron pronto representadas en el Parlamento."722 Con concepciones distintas del poder político y económico y con fuertes divisiones religiosas,723la noción de pueblo, como unidad política opuesta a la vetusta división estamental, surgió a la luz en la Revolución inglesa de 1642. Sus enseñas fueron el pacto contractual como presupuesto político y la defensa de derechos básicos como freemen u “hombres libres”, de los que ya hablaba la Magna Carta de 1216. 722 Cfr. Cueva Fernández, Ricardo "Los "Agreements of the People" y los levellers : la lucha por un nuevo modelo político en la Inglaterra de mediados del siglo XVII" en Historia constitucional: Revista Electrónica de Historia Constitucional, ISSN 1576-4729, Nº. 9, 2008 723 Bradstock, Andrew Radical religion in Cromwell's England : a concise history from the English Civil War to the end of the Commonwealth. London : I.B. Tauris, 2011. Mills, Janet A. (ed.) Cromwell's legacy. Manchester : Manchester University Press, 2012. 220 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado “Existe una separación abismal entre la Declaración de Independencia Americana de 1776 y el Bill of Rights de 1689, el Habeas Corpus de 1679, la Petition of Rights de 1627 y la Magna Charta Libertatum ingleses. En estos documentos se confirma o interpreta un derecho anterior, aunque sin fuerza, ni intención de limitar al Parlamento”724Pero, desde 1773, en las colonias de América del Norte, y sobre todo, desde 1789 en Francia, la palabra cambia de significado, en lo que implica una ruptura con el pasado, absolutamente radical por lo que se refiere al país europeo, y quizás bastante menos, al americano.725 La Revolución norteamericana que fue un revulsivo para los países de la vieja Europa, en especial para Francia, sobre la cual el impacto es claro,726ya que como manifestara el propio Jefferson727, fue «lo que primero despertó a la parte pensante de la nación francesa del sueño despótico donde se hallaba sumida...», no tuvo nada de “moderada”, porque sus “principales actores y portavoces son, ante todo, herederos de una auténtica tradición radical : la de las corrientes liberales (whigs)728 más hostiles a la influencia de la Corte “, comenzó cuando los 724 Jellinek, J. La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, trad. de Adolfo Posada a la 2.ª ed. alemana, Madrid : Librería General de Victoriano Suárez, 1908, pág. 175, citado en : Aparisi Miralles, Miguel A. “La declaración de independencia americana de 1776 y los derechos del hombre” Revista de Estudios Políticos (Nueva Época), Nº 70. Octubre-Diciembre, 1990, págs. 209-223. 725 Pocock insiste en que la Revolución norteamericana fué “menos... el primer acto de la Ilustración revolucionaria que... el último gran acto del Renacimiento”. Pocock, J.G.A. "Virtue and Commerce in the Eighteenth Century," en Journal of Interdisciplinary History, Nº 3, I972, pág. 127. Virtue, commerce, and history : essays on political thought and history, chiefly in the eighteenth century. Cambridge : Cambridge University Press, 1985. 726 Aunque, curiosamente, la voz “Revolución” de la muy prorrevolucionaria Enciclopedia, escrita por Louis de Jaucourt, la ignora por completo, en las reediciones posteriores a la primera de 1751-1772, aunque le dedica un párrafo entero a la inglesa de 1688. Vid. Diderot, Denis. Encyclopédie. Tomo XIV . artículo/voz- Révolution. Disponible en Internet : http://diderot.alembert.free.fr/E.html 727 «... los oficiales que estuvieron en América eran ante todo hombres jóvenes, menos encadenados por hábito y prejuicio —y más dispuestos que otros a asentir a las sugestiones del sentido común y al sentimiento de derechos comunes. Regresaron con ideas e impresiones nuevas—. La prensa, a pesar de sus cadenas, comenzó a diseminarlas; la conversación asumió nuevas libertades; la política se convirtió en tema de todas las sociedades y ambientes, masculinos y femeninos, y se formó un partido muy extenso y celoso de sus principios, el llamado Partido Patriótico, que, sensible al gobierno abusivo donde vivían los franceses, suspiraba por ocasiones de reformarlo» Jefferson, Thomas. Autobiografía y otros escritos, estudio preliminar y edición de Adrienne Koch y William Peden. Madrid : Tecnos, 1987, págs. 76-77, citado en : Aparisi Miralles, Miguel A., op. cit., pág. 211 728 “La intuición central del pensamiento whig radical, que proviene de una visión profundamente pesimista de la naturaleza humana, de origen a la vez “maquiaveliana” y y puritana, es, en efecto, la de una tensión irreductible entre la libertad y el poder”. Pocock, John A. The Maquiavellian moment : florentine political thought and the atlantic republican tradition. Princeton : Princeton University Press, 1975 (hay traducción española : El momento 221 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado colonos se negaron a pagar impuestos decididos y aprobados por el Parlamento británico, sin consultarles. En 1583, la Corona inglesa envió una expedición encabezada por Sir Walter Raleigh, quien exploró la costa atlántica de América del norte y fundó Virginia, en 1585, en homenaje a la reina Isabel I. Posteriormente, los Estatutos de 1606, concedieron derechos de propiedad sobre la zona a la Compañía de Virginia, con sede en Londres, e incorporada al gobierno de la misma como una sociedad anónima de carácter semipúblico, en 1609. Todas las colonias,729 excepto Georgia al principio, surgieron a partir de compañías de accionistas o como propiedades otorgadas por el rey. Algunas fueron gobernadas rígidamente por las normas de esas compañías, pero a lo largo del tiempo, todas desarrollaron un sistema de gobierno participativo, basado en la tradición y el precedente jurídico británicos. La motivación económica y de intento de equilibrio de fuerzas y poderes entre los países colonizadores, en el caso de los británicos, se sustituyó pronto por el fuerte componente de migraciones “de exilio” por persecuciones políticas, especialmente de carácter religioso, que hubo posteriormente hacia aquellas tierras. Sobre todo, en el caso de Nueva Inglaterra.730Los fundadores de la Comunidad Puritana de Nueva Inglaterra, “llevaron consigo al nuevo mundo las leyes e instituciones de gobierno a los que estaban acostumbrados en su país de origen. Tenían en común con los demás colonos, la sujeción a la vida de frontera y a el aislamiento relativo de un continente tan lejano. Pero además de eso, eran maquiavélico : el pensamiento político florentino y la tradición republicana atlántica. Madrid : Tecnos, 2002) 729 Estaban formadas por las colonias reales como Virginia, o las religiosas como Massachussets, con una tercera modalidad, las de propietarios, originadas mediante la cesión de un territorio a una persona o a una familia por la Corona inglesa. Estas últimas propiciaron un “clientelismo”, origen del sistema de “patronaje”, fundamentalmente corrupto, que mediatizó las elecciones al Parlamento inglés hasta las reformas electorales del siglo XIX. Vid., además Stanwood, Owen The Empire reformed : English America in the age of the Glorious Revolution. Philadelphia : University of Pennsylvania Press, 2011. 730 Al atracar el Mayflower en Cape Cod, en la actual Massachusset, fuera de la jurisdicción de la compañía londinense que explotaba el territorio de Virginia, 41 de los 107 pasajeros del barco pensando que esta circunstancia los desvinculaba de la autoridad británica, antes de desembarcar, suscribieron un contrato –The Mayflower Compact, o “pacto del Mayflower”, en esencia un “contrato social”- por el que se convertían en un “cuerpo político independiente” : “covenant and combine ourselves together into a civil Body Politick [sic.], for our better Ordering and Preservation”, si bien se declaraban súbditos leales del rey Jaime I de Inglaterra. El texto es sin duda, la primera “ley” escrita de Norteamérica, y el primer precedente del constitucionalismo norteamericano. Textos disponibles en Internet en: http://www.ieji.es/Introduccion_a_la_Historia_constitucional_norteamericana.pdf [última consulta: julio 2009] y en: http://www.historyplace.com/unitedstates/revolution/mayflower.htm con reproducción facsimilar del documento. [última consulta : julio 2009] 222 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado portadores de un sistema religioso definido, que se llevaron consigo también, para ponerlo en práctica [en esos territorios]. Fue su principal motivación...”731 Se consideraban, en virtud de un pacto o contrato con Dios, el pueblo elegido. Así, pusieron todos sus recursos políticos y sociales al servicio de este propósito, hasta tal punto que transfirieron el gobierno de la Colonia a Nueva Inglaterra, y renunciaron para siempre al comercio y a la especulación con las tierras, subordinando todos sus intereses al mantenimiento del sistema de creencias puritano. El texto fundamental para ellos en materia religiosa y política, era las Instituciones de la religión cristiana de Calvino, (Institutes of the Christian Religión) a la luz del cual interpretaban la Biblia... y cuando las circunstancias los transformaron en partido político, sus principios y prácticas fueron las del reformador ginebrino... 732 En 1773, las trece colonias inglesas situadas en América del Norte, iniciaron la guerra de independencia contra Inglaterra, para formar su propio gobierno.733En 1775, se publica un opúsculo : The Farmer refuted734, escrito por un jovencísimo Alexander Hamilton, en el que se defienden los derechos de las colonias, no tanto en base al derecho vigente, sino sobre todo, a una doctrina iusnaturalista contractual735, inspirada en Hobbes, Locke, Grocio, Puffendorf, Montesquieu736, 731 Cfr. Osgood, Herbert L. The American Colonies in the Seventeenth Century. New York: Columbia University Press, 1904.V I-II. Cap III. Págs. 200 y ss. Disponible en Internet : http://www.dinsdoc.com/osgood-8-1-2-3.htm [última consulta, octubre 2009]. 732 Ibíd.. 733 Todavía como miembros de la Commonwealth británica, participaron de 1756 a 1763, en lo que puede conceptuarse como la “primera guerra mundial”, como escribió Winston Churchill, (Bowen, HV. War and British Society : 1688–1815. Cambridge : Cambridge University Press, 1998. pág. 7) ya que entraron directamente en conflicto o estuvieron indirectamente involucradas las principales potencias occidentales, pero además, las hostilidades se desarrollaron en varios continentes, incluida la India. Con la peculiaridad de ser conocida por diversos nombres, dependiendo de la parte del mundo donde tuvieron lugar los combates : así Guerra de los Siete Años, en Europa, Guerras Francesas e Indias, en Norteamérica, Guerre de la Conquête, en Québec, etc. El conflicto lo desencadenó precisamente un joven George Washington, en Ohio Valley, al confundir la escolta de una legación diplomática francesa, encabezada por Joseph Coulon de Jumonville de Villiers, con una patrulla de combate, y atacarla, dando comienzo “oficialmente” a la guerra. Como dijeron respectivamente, Voltaire : «Una bala de cañón disparada en Norteamérica iba a dar la señal que haría arder Europa» y Horace Walpole : «Un joven de Virginia dio la orden de disparar en un lugar remoto de Norteamérica y prendió fuego al mundo» 734 Con un larguísimo subtítulo : “ or A more comprehensive and impartial View of the Disputes between Great Britain and the Colonies. Intended as a further Vindication of the Congress, in answer to a Letter from a Westchester Farmer, entitled a View of the Controversy between Great Britain and her Colonies...” 735 Menciona repetidas veces a lo largo de su folleto, los derechos naturales del hombre, calificándolos de “absolutos e inalienables” Syrett, Harold C. Papers of Alexander Hamilton, New York: Columbia University Press, 1961-1979. Disponible también en Internet : 223 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado y Burlamaqui, a los que cita expresamente, y que contiene un programa político inspirado claramente por el ideal de una democracia censitaria, refutando las tesis mantenidas por Samuel Seabury, obispo anglicano, leal a la Corona, a quien va dirigida la “carta” (de mas de ochenta páginas) en respuesta a varias suyas, firmadas como “A. W. Farmer” (es decir : Un granjero de Westchester = A Westchester Farmer) y asimismo uno de los signatarios de la protesta de White Plains, contra las nuevas instituciones revolucionarias a las que consideran fuera de la ley ; todo el escrito de Hamilton reivindica y afirma la autonomía y la relación directa de las colonias con la Corona, pero no la soberanía de aquellas, coincidiendo en esto con Thomas Jefferson, aunque el seguir prácticamente todos los revolucionarios la doctrina política de Locke, les conducía a unos esquemas doctrinales en los que, al convertirse el gobernante en un tirano, la soberanía debe revertir a los súbditos, y la función del pacto o contrato social consistiráfundamentalmente- en la tutela de los derechos naturales individuales, especialmente la libertad y la propiedad privada... y así se recoge expresamente en la Declaración de Independencia y en la nueva Constitución subsiguiente. Estos documentos son el punto de partida del constitucionalismo moderno.737“Partiendo de la idea medieval de un rey instituido con la potestas http://press-pubs.uchicago.edu/founders/documents/v1ch3s5.html [última consulta : julio 2009] The Founders' Constitution V. 1, Cap. 3, Documento 5 736 Que llegó a convertirse en “el oráculo” : James MADISON, The Federalist, 48, 1788 (mas no sin ironía: “The oracle who is always consulted and cited on this subject is the celebrated Montesquieu (...). The British Constitution was to Montesquieu what Homer was to the didactic writers on epic poetry”. Citado en Clavero, Bartolomé. “Constitución europea e historia constitucional : el rapto de los poderes”. Historia Constitucional : (revista electrónica), n. 6, 2005, parágrafo 16. Disponible en Internet : http://hc.rediris.es/06/index.html [última consulta : julio 2009] 737 Cfr. Tarello, Giovanni. Storia della cultura giuridica... cit. Págs. 561 y ss. A este respecto : Sauquillo, Julián. La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano y el liberalismo revolucionario : (a vueltas con los orígenes). Disponible en Internet en : http://www.ifs.csic.es/postgrad/jurilog/23feb07.pdf [última consulta, mayo 2009] “La versión canónica sobre el origen de los derechos del hombre y del ciudadano se dio… en forma de polémica franco-alemana…ciertamente nacionalista : Jellinek, desde el derecho público alemán, negaba la originalidad francesa de los derechos humanos para atribuírsela a los colonos ingleses que pueblan Norteamérica desde el siglo XVII. A través de las declaraciones de asentamiento a la Corona (regulación de la asamblea de ciudadanos, elección de jueces, tributos,....), la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 4 de julio de 1776, los Bill of Rights de los diferentes Estados que acompañaban a las Constituciones estatales, las Constituciones de cada Estado y la Constitución de la Unión de Estados confederados, fueron desarrollando una cultura participativa democrática que no se daba dentro de la tradición soberanista y aristocrática francesa… El punto de partida de la discusión sobre el origen de los derechos son las revoluciones burguesas y no el derecho natural racionalista que obra como mera inspiración. La aportación realizada por el constitucionalismo francés es la juridificación de los derechos humanos en la Constitución de 3 de septiembre de 1791 –así lo confirma Eduardo García de Enterría- que garantiza la protección de los derechos naturales y civiles publicados en la declaración que les 224 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado temperata, la Revolución Gloriosa en Inglaterra en 1688-89 había establecido el principio de la monarquía limitada como una doctrina constitucional oficial. La Revolución Americana, esforzándose por asegurar la libertad individual, transformó esta doctrina en el principio constitucional del gobierno limitado. Por primera vez, la idea tradicional de limitar el poder había derivado en la concesión de derechos positivados a los individuos, la protección de los cuales podría reclamarse en la corte contra las pretensiones del gobierno. De acuerdo con la ley natural, no fue el orden divino de los tiempos antiguos el que otorgaba legitimidad a la constitución, sino únicamente el pueblo. Tal y como había insistido Thomas Paine, una constitución así, por lo tanto, no podría ser jamás el acto de un gobierno, sino que precedería por necesidad a cualquier gobierno. Este fundamento conceptual del constitucionalismo moderno resultó en los principios de la soberanía popular, el anclaje de la constitución en principios universales, una declaración de derechos, gobierno limitado, y la consideración de la constitución como la ley suprema. Estos cinco fundamentos condicionaron otros cinco principios con el objeto de hacer a la constitución funcionar de acuerdo a las metas del constitucionalismo moderno: gobierno representativo para ampliar su legitimidad y para prevenir el gobierno aristocrático y la corrupción; la separación de los poderes según [la doctrina de] Montesquieu, para excluir toda concentración tiránica del poder; la exigencia de responsabilidad política y de un gobierno responsable, para controlar el poder; independencia judicial para que la ley prevaleciera por sobre el poder y perdurara; y un procedimiento ordenado de reforma de la constitución ante el simple paso del tiempo o para corregir errores u omisiones, con la participación del pueblo o de sus representantes, mientras que se previenen alteraciones arbitrarias o pobremente pensadas.”738 Adoptada unánimemente como parte de la Constitución de este Estado por la Convención de Delegados de Virginia, cuya House of Burgesses (Cámara de los Ciudadanos) ya se había establecido en 1619 como gobierno electo de la colonia, y la primera asamblea legislativa del Nuevo Mundo, con leyes propias, y en nombre de su “buen pueblo”, se convocaba a las demás colonias a independizarse antecede”... “finalmente sancionado a través de la práctica política y de la experiencia política, el art. 16 de la Declaración Francesa de los Derechos de 1789 lo elevó al nivel de un axioma en teoría constitucional, proveyendo el fundamento teórico del moderno constitucionalismo, ausente hasta esa fecha” 738 Dippel, Horst. “Modern constitutionalism : an introduction to a history in need of writing” en Tijdschrift voor rechtsgeschiedenis = Revue d'histoire du droit = The legal history review, ISSN 0040-7585, Nº. 1,2005, pags. 153-169 (Aunque hay versión española : “Constitucionalismo moderno : introducción a una Historia que necesita ser escrita”. Historia constitucional: Revista Electrónica de Historia Constitucional, ISSN 1576-4729, Nº. 6, 2005, la cita es del “preprint” en inglés, con permiso expreso del autor. La traducción es propia) 225 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de Gran Bretaña.739El borrador inicial de este documento fue redactado por George Mason, inspirándose en el Bill of Rights inglés de 1689, entre el 20 y el 26 de mayo de 1776, y posteriormente modificado por Thomas Ludwell Lee y la Convención. La Declaración de Derechos de Virginia está compuesta por dieciseis artículos en donde está enumerados los derechos pertenecientes al pueblo de Virginia... como las bases y fundamento del Gobierno: a la vida, a la libertad, a poseer propiedades, al debido proceso,740a la libertad de prensa y religión, etc. También establece la soberanía popular, la igualdad ante la ley 741(prohibición de privilegios de nacimiento, o “nobleza de sangre”), la división de poderes, el juicio por jurados... Es un documento que proclama que todos los hombres son, por naturaleza, libres e independientes y tienen una serie de derechos inherentes de los cuales no pueden ser privados. Inspiró varios posteriores : la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (1776), la Constitución de los Estados Unidos (1789), en la forma de diez enmiendas y la Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano (1789) de la Revolución francesa. Su peculiaridad y su importancia radica en su constitucionalismo : no se trata de una ley emitida por un parlamento, y por ello fácilmente modificable o derogable por otra ley, sino una norma constitucional que requiere procedimientos mucho más complejos y mayorías especiales para ser reformada.742 También, en palabras de Burke, una de las causas del “feroz espíritu de libertad” entre los colonos, fue su formación jurídica. 739 740 “8.Que en todo juicio capital o criminal, un hombre tiene derecho a exigir la causa y naturaleza de la acusación, a ser confrontado con los acusadores y testigos, a solicitar pruebas a su favor, y a un juicio rápido por un jurado imparcial de su vecindad, sin cuyo consentimiento unánime, no puede ser declarado culpable; ni tampoco se le puede obligar a presentar pruebas contra sí mismo; que ningún hombre sea privado de su libertad, salvo por la ley de la tierra o el juicio de sus pares.9. Que no se requieran fianzas excesivas, ni se impongan, ni se dicten castigos crueles o anormales. 10. Que las ordenes judiciales, por medio de las cuales un funcionario o agente puede allanar un sitio sospechoso sin prueba de hecho cometido, o arrestar a cualquier persona o personas no mencionadas, o cuyo delito no está especialmente descrito o probado, son opresivas y crueles, y no deben ser extendidas.” 741 “Paradoja de una nación que se fundó, al mismo tiempo, sobre los cimientos de la libertad y de la esclavitud” Morgan, E.S. American Slavery, American Freedom : The Ordeal of Colonial Virginia, New Cork : Norton & Company, 1975 742 Asentando los principios del Constitucionalismo moderno, del “sistema constitucional [...] tal y como ha evolucionado desde el inicio de la Revolución americana y – más efectivamente en Europa – de la Revolución Francesa [y] – que es concurrente, completamente en teoría, y al menos de forma aproximada en la práctica – con el sistema de Staatsrecht puro, basado en la razón”. Rotteck, Carl von. “Constitution; Constitutionen; constitutionelles Prinzip und System; constitutionell; anticonstitutionell“, en: Das StaatsLexikon : Encyklopädie der sämmtlichen Staatswissenschaften für alle Stände, ed. por Carl von Rotteck y Carl Welcker, Frankfurt am Main : Keip Verlag, 1990. (Reprod. facs. de la ed de : Altona: Johann Friedrich Hammerich, 1845-1848, 2ª. ed., 12 vols.), V. III, pág. 522 226 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Que duda cabe que tanto la Declaración de Independencia de 1776,743como las Constituciones de los distintos Estados, los artículos de la Confederación de 1777, y la posterior Constitución Federal de 1787, fueron conocidas rápidamente no sólo por los monarcas europeos y sus ministros, sino también por la opinión pública francesa sin ninguna clase de censura. Así, entre 1776 y 1789, más de doscientos folletos se publicaron en París sobre los sucesos y las instituciones norteamericanas. Además, Lafayette y los hermanos Lameth, que habían luchado en América contra los ingleses, fueron buenos propagandistas de las ideas revolucionarias.744“Los delegados de Virginia de 1776 ... deliberadamente introdujeron un lenguaje nuevo: “Una declaración de derechos hecha por los representantes del buen pueblo de Virginia, congregados en convención general y libre; cuyos derechos pertenecen a ellos y a su posteridad, como la base y fundamento de gobierno.745” Este es un documento completamente nuevo, que emplea un nuevo y audaz lenguaje. Fue una “declaración de derechos”, no un documento subjetivo declarando derechos, y fue establecido por “los representantes del [...] pueblo”, quienes fueron “congregados en convención general y libre”, y no en una asamblea cualquiera, con una equívoca legitimidad. Estos derechos sirvieron, en la frase más revolucionaria de todas, “como la base y fundamento de gobierno”, una afirmación completamente desconocida y contradictoria con cualquier forma de entender la constitución inglesa. Este audaz lenguaje revolucionario fue sustanciado en las dos primeras secciones del documento, el cual develó la fuente de todos los derechos determinados: la naturaleza. El derecho natural no solamente confería a la gente “ciertos derechos inherentes, de los cuales, cuando entran en estado de sociedad, ellos no pueden, por ningún pacto, privar o despojar a su posteridad”. También probó que “todo poder es conferido, y consecuentemente derivado, del pueblo.”746 743 “La Declaración de Derechos de Virginia no fue el primer documento constitucional de la Revolución Americana. Fue precedida por la Constitución de New Hampshire del 5 de enero de 1776, y por la Constitución de Carolina del Sur de 26 de marzo de 1776. Pero el lenguaje de estos dos documentos se parece mucho más al Bill of Rights inglés, el lenguaje de los derechos antiguos y de las libertades violentadas, pero rescatadas para ser restauradas” Thorpe, Francis Newton (comp.) The Federal and State Constitutions, Colonial Charters, and Other Organic Laws of the States, Territories, and Colonies Now or Heretofore Forming the United States, Washington : Government Printing Office, 1909 (7 vols.), IV, 2451-2453, VI, 3241-3248. Disponible en Internet: http://www.archive.org/stream/federalstatecons03thor#page/n5/mode/2up [última consulta, junio 2009] 744 Conac, Gérard (dir.). La Déclaration des droits de l'homme et du citoyen de 1789 : histoire, analyse et commentaires. Paris : Economica, 1999, págs. 331-342 745 Preámbulo de la Declaración de Derechos de Virginia de 1776, en: Thorpe, Francis Newton (comp.) The Federal and State Constitutions... cit. 746 Dippel, Horst, op. cit. pág. 6. Y Thorpe, Francis Newton (ed.) The Federal and State Constitutions: Colonial charters, and other rganic Laws of the States, territories, and colonies now or heretofore formingthe United States. Washington: Government Printing Office, 1909, sec. 1 and 2, VII, 3812. 227 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado “A finales del siglo XVIII, la percepción que desde Europa747se tenía de la revolución americana era, sobre todo, la de una revolución colonial. Estados Unidos se había independizado de su metrópoli y había tenido que dotarse de una organización política nueva. Había habido un cambio político, pero no una auténtica revolución liberal. No existió -para muchos europeos- un cambio de régimen que articulase la sociedad y la economía bajo nuevos principios… Los propios americanos también estaban divididos en cuanto a la valoración de los sucesos ocurridos en sus territorios. La unión de la clase política norteamericana había sido estrecha mientras duró la guerra. Pero lograda la independencia, los problemas entre los revolucionarios surgieron: para unos, los llamados radicales, la Revolución americana era mucho más que una revolución política: permitía alterar profundamente el orden social y económico existente, por lo que fueron defensores de redactar y promulgar Declaraciones de Derechos como límite al poder de las instituciones políticas; para otros, los federalistas, la Revolución fue exclusivamente una revolución política que posibilitó a las antiguas colonias convertirse en una nación fuerte y unida…”748 “La plantilla de los poderes constitucionales se importa de ultramar. Es la acuñada en América y no en Europa, con el legislativo en primer lugar, ejecutivo en el segundo y judicial en el tercero, pero su aplicación ahora resulta que precisa de unas categorías autónomas, sin dependencia de requerimientos institucionales, en la Constitución misma. Son las de representación y elección que en América se habían vinculado fuertemente entre sí y que en cambio aquí, en Francia, se ensimisman.”749 Los revolucionarios norteamericanos, no encajan, en un principio, en la imágen convencional que tradicionalmente se nos viene ofreciendo, ni su revolución El eclecticismo ideológico con un fuerte componente cultural 747 “... a partir de 1776, Europa vio cómo se construía, al otro lado del Atlántico, un nuevo modelo que garantizaba plenamente la libertad en una sociedad sin estamentos, sin privilegios y sin monarca. Las emancipadas colonias de Norteamérica se convirtieron entonces en un nuevo experimento seguido con atención aunque no en un punto de referencia. Las grandes diferencias en las condiciones físicas, económicas y sociales que separaban a ambos continentes no podían ser ignoradas. América siguió siendo, a pesar de todo, la tierra de la utopía, imposible de trasplantar a Europa, aunque los ecos de su Constitución y, especialmente, de su Declaración de Derechos, resonaran con fuerza en los estados europeos.” Sánchez-Mejía Rodríguez, María Luisa “Repúblicas monárquicas y monarquías republicanas: la reflexión de Sieyés, Necker y Constant sobre las formas de gobierno” en Revista de estudios políticos, ISSN 0048-7694, Nº 120, 2003, pág. 197. 748 Guardia, Carmen de la. “La revolución americana y el primer parlamentarismo español” en : Revista de Estudios Políticos (Nueva Época). Nº 93, 1996, págs 205 y ss. 749 Clavero, Bartolomé. “Constitución europea e historia constitucional : el rapto de los poderes”en Historia Constitucional : (revista electrónica), n. 6, 2005, parágrafo 23. Disponible en Internet : http://hc.rediris.es/06/index.html [última consulta : julio 2009] 228 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado occidental : Aristóteles, Moliére, Cicerón, Virgilio, Shakespeare, Catón, por citar algunos, llamando sobre todo la atención no sólo el conocimiento (bastantes veces sólo superficial) sobre los autores clásicos que tenían los colonos con alguna formación académica, sino la profusión de citas de los mismos en los escritos revolucionarios.750Pero la influencia más directa sobre el pensamiento de la Revolución americana, proviene “de las ideas y actitudes asociadas a los escritos del racionalismo iluminista- no sólo de los que expresaban la racionalidad de la reforma liberal, sino también del iluminismo más conservador... la influencia de las “brillantes ideas generales” del Iluminismo europeo persiste en los americanos del siglo XVIII, y está profusamente demostrado en la literatura política. No es que únicamente los grandes “virtuosos” de la Ilustración americana –Franklin, Adam, Jeffersoncitasen los textos clásicos del Iluminismo y luchasen por ver reconocidos legalmente los derechos naturales y eliminadas las instituciones y prácticas asociadas al Antiguo Régimen. Lo hicieron ; pero no se limitaron a eso : se citaban las ideas y escritos de los principales pensadores laicos –reformistas y críticos sociales como Voltaire, Rousseau Beccaria, y también conservadores como Montesquieu- en cualquier parte de las colonias donde alguien reclamase una mayor libertad de conciencia. Un panfleto tras otro,751los escritores 750 “En el último tercio del siglo XVIII, los Estados Unidos se encontraron ante la posibilidad de construir lo que podía haber sido el sueño del Iluminismo europeo, algo que la humanidad creía no conocer. Todas las naciones del viejo mundo habían crecido, trazado y revisado sus fronteras a partir de naciones o realidades estatales inmemoriales y al compás de los vientos impuestos por la historia y las guerras, a menudo de forma poco premeditada. Ahora, se trataba de algo que los americanos veían como muy diferente: la tarea consciente, surgida del acto de voluntad de un pueblo, de hacer surgir una nación nueva en un territorio virgen de historia y en donde no existía una cultura occidental antigua. Deberían crear todas sus estructuras políticas, fórmulas de gobierno, constitución, cámaras, ejército y capital. Para ello, echarán mano de cuantas armas estén a su alcance: las políticas, las militares, las sociales y también, con una intensidad difícil de encontrar en las naciones europeas, las ideológicas. En un ambiente de desafío y de especial euforia, después de conseguida la independencia de las colonias, los norteamericanos involucrados en esta labor intentarán convertir sus instituciones, realmente incipientes y provinciales, en los fundamentos de una auténtica nación y para ello la imagen de la antigua Roma, especialmente la idea de república romana, que conocían y que al mismo tiempo fueron capaces de remodelar y adaptar a sus necesidades, cumplió un papel político y cultural sin parangón en la historia...” García de Quevedo Rama, Diana, “La antigua Roma y la ideología de la revolución norteamericana”. Gerión, ISSN 0213-0181, Vol. 23, nº 1, 2005, pags. 328-329. Víd. En el mismo sentido, Gummere, Richard M. The American Colonial Mind and the Classical Tradition : Essays in Comparative Culture. Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1963. Mullet, Charles F. “The Classical Influences on the American Revolution.” en The Classical Journal, ISSN 0009– 8353, nº 35, 1939-1940, págs. 92-104 751 T. Loughran, (en abierta contradicción con las tesis de Bailyn sobre los «panfletos» que eran una especie de folletos mediante los cuales se dieron a conocer muchos de los más importantes y característicos escritos de la Revolución norteamericana, a los que este autor cataloga en tres clases: a) Los que respondían directamente a los acontecimientos capitales 229 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado americanos citaban a Locke [cuando escribían] sobre los derechos naturales, y sobre el contrato social y gubernamental, a Montesquieu y las últimas tesis de Delolme, sobre el carácter de la libertad británica y los requisitos institucionales para conseguirla, [a] Voltaire sobre los peligros de la opresión clerical, Beccaria sobre la reforma del Derecho criminal, Grocio, Puffendorf, Burlamaqui y Vattel, sobre los derechos naturales y de las naciones, y sobre los principios de gobierno civil”752... sobre todo, las concepciones de Pufendorf y Locke... Ambos ejercieron una gran influencia sobre la Declaración de Derechos americana, dejando el terreno prácticamente preparado, ayudando históricamente a su elaboración. El primero desarrolló las ideas de libertad e igualdad de todos los hombres en base a su dignidad, soporte de todo su sistema de Derecho natural; el segundo recalcó la importancia de la propiedad como el más importante Derecho natural… la plasmación en un documento del momento. Así, la Ley del Timbre provocó numerosos escritos de este tipo, b) Los que contenían intercambios personales, réplicas y contrarréplicas, sobre determinados temas, c) Aquellos cuyo contenido eran oraciones conmemorativas, sermones, cartas públicas, escritos con ocasión de la celebración de una fecha destacada; por ejemplo, el aniversario de la «masacre» de Boston, del desembarco de los peregrinos, de la derogación de la Ley del Timbre, etc.. Bailyn, B. The Ideological Origins of the American Revolution. Enlarged ed. Cambridge : The Belknap Press of Harvard University Press, 1992, págs. 17 y ss., (Hay traducción española : Los orígenes ideológicos de la Revolución norteamericana, Buenos Aires : Paidós, 1972) y de Rodríguez Paniagua, para el que los panfletos desarrollaron todo un cuerpo de doctrina, que dieron contenido y sentido a la Revolución norteamericana, habiéndose publicado, en el año 1776, más de cuatrocientos : Rodríguez Paniagua, J.M. «Derecho constitucional y Derechos humanos en la Revolución norteamericana y en la francesa», Revista Española de Derecho Constitucional, separata núm. 19, enero-abril 1987, pág. 58) “cuestiona ... la importancia de la cultura impresa norteamericana durante la Revolución como elemento aglutinador. Su argumento esencial es que no fue la conectividad y la circulación masiva y extensiva de textos durante la Revolución lo que permitió avanzar en el proyecto hacia la constitución de la república y la nación. La imprenta, en cambio, habría mantenido un carácter más bien local, dando pie a culturas de imprenta (en plural) que no jugaron un papel tan relevante, como se creía, en el fortalecimiento de los sentimientos revolucionarios. Analizando el papel de impresores itinerantes y establecidos, autores de panfletos y textos, vendedores de libros y políticos, Loughran llega a la conclusión de que la cultura de imprenta revolucionaria en los Estados Unidos fue una industria que no produjo unión ni comunión en torno a proyectos revolucionarios comunes, sino colaboró en la fragmentación de secciones o regiones. La estructura de circulación de textos impresos funcionaba desde el período colonial en directa relación con la metrópolis y no entre colonias y ni siquiera la Revolución pudo romper del todo esa costumbre. La mejor prueba de lo anterior está para Loughran en la limitada visibilidad de textos a los que mitológicamente se les ha atribuido circulaciones exorbitantes como en el caso del Common Sense de Thomas Paine, un supuesto best seller de aquellos años” Loughran, Trish. The Republic in Print : Print Culture in the Age of U.S. Nation Building, 1770-1870, New York : Columbia University Press, 2007, citado por Purcell, F. “La Revolución Norteamericana y las tensiones interpretativas en su historiografía reciente” en HIB : Revista de Historia Iberoamericana, V.1, 2008, págs. 50-65 752 Bailyn, Bernard. The Ideological Origins of the American Revolution... cit., págs. 26 y 27 230 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado político de una serie de derechos fundamentales, que el Estado debía reconocer y asegurar, no se halla en parte alguna antes de la Revolución americana.” 753Pero, como en tantas otras cosas “la cuestión acerca de la naturaleza y el valor de ese discurso político experimentó un vuelco crucial a principios del siglo pasado… Charles Beard… en 1913, publicó a manera de jovial puñetazo en la mesa su memorable An economic interpretation of the Constitution of the United States 754 que acabó para siempre con la concepción hagiográfica del siglo XVIII norteamericano… el largo capítulo dedicado a los intereses económicos… ayudó a desmontar una aproximación formal-legalista a la Constitución” A partir de entonces. Por lo que se refiere al Derecho, el “common law” tuvo una influencia manifiesta, pero no decisiva (como por otra parte, todo lo demás)... en los revolucionarios americanos... para los colonos, el Derecho era una especie de “depósito” de experiencias en pactos humanos contractuales, que incorporaban los principios de justicia, equidad, y derechos ; era una forma de historia, sobre todo –historia antigua, inmemorial- ; historia constitucional y nacional, y como tal, contribuía a explicar el curso de los acontecimientos y el significado de lo actual. En este sentido, son particularmente reveladoras las referencias a los juristas del siglo XVII, especialmente de historia del Derecho, de cuya importancia en el desarrollo del pensamiento histórico inglés, sólo hemos tomado conciencia recientemente... El Derecho inglés –como autoridad, como precedente de legitimación, como principio encarnado y marco de entendimiento histórico- establecido codo con codo, por el racionalismo iluminista en las mentes de la generación revolucionaria... 755 cuyo principio de legitimidad se apoya en dos pilares: a) La existencia de unos derechos naturales previos a las relaciones sociales, políticas y jurídicas, inherentes a todo hombre. Las expresiones every individual, all mankind o every member of society son los sustantivos a los que se aplican todo el sistema de derechos. b) El pacto social como acto fundador de las sociedades políticas, cuya existencia está subordinada a los citados derechos inalienables e inherentes al hombre. Aunque, evidentemente para su legislación penal, todas las colonias norteamericanas se basaban, sobre todo en la jurisprudencia y las leyes inglesas, también es cierto que muchos de los colonos mostraron su predisposición a modificarlas, para adaptarlas a sus propios valores. 753 Aparisi Miralles, Miguel A., op. cit., pág Beard, Charles Austin An economic interpretation of the Constitution of the United States. Union, N.J. : Lawbook Exchange, 2001 (Reprod. facs. de la ed. de: New York : Macmillan Co., 1925.) 755 Bailyn, Bernard, op. cit. págs. 754 231 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado En el primer cuerpo legal que se promulgó en la Norteamérica británica, el Código de Plymouth, de 1636, ya aparecían diferencias notables con el modelo inglés, en las penas impuestas para delitos graves, reservando la pena capital solo para algunos : traición, asesinato, incendio provocado y diversos delitos de carácter moral, como la sodomía.756 Un documento mucho mas sofisticado que el anterior, The Laws and Liberties of Massachusetts (1648), introduce aún mayores cambios, reduciendo el número de delitos castigados con la muerte, y suavizando, por regla general, las penas para el resto de delitos menos graves. Su prohibición de penas “crueles y bárbaras”, fue, en si misma, una innovación. Está basado, a partes iguales, en el Antiguo Testamento y en el Derecho común inglés, citando repetidamente el Deuteronomio y otras partes del Pentateuco, como justificación de las penas, aunque, al final, resulta en su conjunto menos “sanguinario” de lo que podía haber sido, dada su relación con la Biblia. Solo impone la pena de muerte para aquellos delitos señalados así por las Escrituras claramente. También incluye diversas y significativas mejoras en cuestiones procesales : La condena por delitos castigados con la pena capital, requiere el testimonio de, al menos, dos testigos (como establecen también las Escrituras), y se reconoce como derecho, en todos estos delitos, la apelación. Además de inspirarse en la Biblia, The Laws and Liberties of Massachusetts está penetrado por un espíritu de racionalidad, y una saludable repugnancia hacia muchas de las características no esenciales de la jurisprudencia penal inglesa. En estos códigos penales de Nueva Inglaterra, importantes no sólo por el hecho de serlo, sino además por modificar aspectos significativos del Derecho penal inglés, subyace la firme creencia en que el Derecho penal de una comunidad es demasiado trascendental como para dejarlo formarse a su aire, como había sido el caso en el Derecho común inglés. Al contrario, debe ser trazado con precisión y sistemáticamente, para reflejar el sentido moral más profundo de dicha comunidad y los propósitos sociales por los que aquella existe... El Derecho penal de las colonias americanas fué por regla general, menos sanguinario que el de la metrópoli, aunque no por ello, ciertamente, menos retributivo, y visto desde nuestra perspectiva, muy áspero... identificando delito y pecado. El criminal era alguien amoral, y se justificaba el castigo como una especie de venganza social o una especie de retribución divina, aunque impuesta por el hombre... sin atender a las circunstancias individuales del delincuente. 756 Los escasos 300 colonos de Plymouth se regían por un severísimo código de conducta no escrito, de carácter netamente religioso, que reflejaron en la legislación. Así, la pena por adulterio, por ejemplo, que se estableció en el Código de 1636 y que luego fué adoptada por otras colonias como la de Massachussets, obligaba a los adúlteros a llevar claramente visibles las letras “A” y “D” Vid., además Hall, David D. A reforming people: puritanism and the transformation of public life in New England. New York : Alfred A. Knopf, 2011. 232 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Sin embargo, en las primeras décadas del siglo XVIII, las leyes penales, promulgadas en Pennsylvania por William Penn y el resto de la comunidad cuáquera, estaban inspiradas por un espíritu muy diferente que culminó cuando, tras la Revolución, las colonias, ahora independientes tras su ruptura con Gran Bretaña, se plantearon cuanto del Derecho de la metrópoli querían conservar. Algunos patriotas adujeron que sobre todo, y particularmente, el Derecho penal americano necesitaba una reforma, ya que sus ásperos planteamientos, respondian al ethos británico (entendido como un modo de ser), más que al norteamericano. Así las cosas, fué Jefferson, quién, fuertemente influenciado por Beccaria, cuyos ideales utilitarios impregnan toda su teoría penal, propuso la reforma del Derecho penal de Virginia, basándose en cuatro principios fundamentales : 1, que el único propósito del Derecho penal era la disuasión del delito. 2, que las leyes sanguinarias eran un fracaso en si mismas, porque los hombres retrocedían ante la idea de aplicarlas, dejando así muchos delitos sin castigo. 3, que si las penas fuesen proporcionadas a los delitos, los hombres serían capaces de mantener la observancia de las leyes, y 4, que la reforma de los delincuentes era el objetivo más digno para promover las leyes [penales]. El pensamiento penal de Jefferson refleja una fascinación curiosa por la teoría de la analogía de las penas, según la cual, estas debieran ser un reflejo simbólico de los delitos a los que están atribuídas, de tal manera que los delitos y sus consecuencias queden inextricablemente unidas en la mente de los ciudadanos. Proveniente también de Beccaria, tuvo un impacto enorme en el pensamiento penal a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Todos estos principios se combinaban para producir un sistema de penas, en general suave e ilustrado, pero fracasaron porque contenían algunos elementos bastante extraños : a pesar de recortar drásticamente el número de delitos, la obsesión por la analogía condujo a un catálogo grotesco de penas, así, el castigo por traición era ser enterrado vivo, el envenenamiento, castigado con veneno, la violación, con la castración, etc...757El primer estado que consiguió llevar a buen puerto una reforma efectiva de sus leyes penales fué Pennsylvania, aprobándola en su constitución de 1776, que también formalizaba en su articulado el principio, común a todos los reformistas, de que se disuadía de la comisión del delito de manera más efectiva, mediante penas de larga duración, como el encarcelamiento, que mediante penas intensas y sangrientas, pero breves.758 Más tarde, Edward 757 Reflejados literalmente por Thomas Jefferson en una carta a Edmund Pendleton, fechada en Filadelfia el 26 de agosto de 1776. En : Jefferson, Thomas. Political writings. Cambridge : Cambridge University Press, 1999, págs. 337 y ss. 758 Por todo el parágrafo : Criminal Law Reform: Historical Development in the United States - The Colonial Period . Disponible en Internet : http://law.jrank.org/pages/876/Criminal-LawReform-Historical-Development-in-United-States-colonial-period.html#ixzz0XMlVvP5Y [última consulta : noviembre 2009] 233 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Livingston fue el “autor de un proyecto para Lousiana, presentado en 1825 y que adaptó a la legislación penal federal de los Estados Unidos presentándolo al Senado en 1828, sin que fuera...sancionado, tuvo la más grande importancia en la legislaci6n comparada, porque fue tomado frecuentemente en cuenta como fuente de inspiraci6n parcial de otros textos.”759 Trece años después de la revolución norteamericana, el 11 de julio de 1789, el general Lafayette,760combatiente en la misma, presentaba a la Asamblea Nacional francesa el primer borrador de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. 759 Zaffaroni, Eugenio “La historia de la legislación penal” cit ¿?, págs. 371-373 Sus vaivenes ideológicos y su papel ambivalente durante la Revolución francesa hicieron que Napoleón Bonaparte, a pesar de posibilitar su vuelta a Francia, tras su exilio, opinase sobre él : “Este hombre, que ha jugado un papel tan grande en nuestras disensiones políticas, no tiene talentos militares ni políticos; es de un espíritu limitado, de un carácter disimulado, dominado por ideas vagas de libertad, mal coordinadas en él y mal conocidas. Su ingenuidad política lo hace siempre juguete de los hombres y de las cosas. Por lo demás, en la vida privada, Lafayette es un hombre excelente. Su moción para amotinar las cámaras, a la vuelta de Waterloo, ha sido una de las principales causas del triunfo de los enemigos de Francia. ¿Pués quién pudo persuadirle que yo no venía sino a disolverlas, yo que no vivía sino por ellas?.... No ataco los sentimientos ni las intenciones de Mr. Lafayette, no me lamento sino de sus resultados funestos”. Anónimo. Juicios de Napoleón sobre sus contemporáneos y sobre él mismo : obra compuesta de los únicos documentos auténticos publicados después del cautiverio de este gran hombre. Buenos Aires : Imp. Argentina, 1828, pág. 760 234 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado 3.1. In tanta luce seculi761 La Revolución francesa, de la cual la Declaración de Derechos es su capítulo principal –y su clave de bóveda-, pero ni mucho menos el único, es trece años posterior a la norteamericana -el “primer ejemplo de una revolución triunfante”762 , y tuvo un recorrido pendular. Podría considerarse, en un principio, como “el resultado del reformismo de la Ilustración y como la consagración de los valores de la cultura y de la política nuevas que la filosofía preparó durante varios decenios. Pero las cosas son mucho más complejas, en parte porque revolución 761 De una carta de Leibniz a Tschirnhaus, 21/03/1694, "...wüste ich dergleichen so magnae spei und in vulgari Mathesi bereits weit kommen, so wüste ich vor einen solchen wohl eine avantageuse und honorable stelle. Aber ich weiss wenig excitata ingenia, so in tanta luce seculi zu verwundern." Leibnitz, Gottfried Wilhelm Leibnitzens Mathematische Schriften. Erste Abteihlung. Halle : H.W. Schmidt, 1859. Band IV, pág. 525, donde se sorprendía de que entre tantos “intelectos de su siglo” (in tanta luce seculi) ninguno se hubiese interesado por la solución que él aportaba a unos problemas matemáticos cruciales. En Leibniz, Gottfried Wilhelm Opuscules Et Fragments Inédits de Leibniz: Extraits Des Manuscrits de la Bibliothèque Royale de Hanovre. Ann Arbor, Michigan: University of Michigan Library, 2005, A III 6, págs. 39-44 (Hildesheim : Georg Olms, 1988.) En un momento especialmente lúcido, Robespierre afirmaba que «en general, los hombres de letras se han desprestigiado durante esta Revolución; y para deshonor del espíritu, la razón del pueblo ha corrido sola todos los riesgos» Robespierre, Maximilien La Revolución jacobina. Barcelona : Ed. 62, 1992, pág. 178. Coincidiendo curiosamente, con uno de los párrafos mas elocuentes y virulentos que el político Edmund Burke en sus Reflexiones sobre la Revolución francesa dedica a los philosophes franceses, a los “llamados hombres de letras políticos (esos petulantes, altivos y miopes pisaverdes de la filosofía), vinculados a la clase adinerada e incluso apoyados por l’Ancien Régime y hasta por monarquías extranjeras (como es el caso de la relación entre Voltaire y Federico II de Prusia). En ese contexto de semioficialidad, dice Burke, los intelectuales franceses se acomodaron al amparo de empresas culturales de carácter oficial (las Académies) o privado (l’Enciclopédie), para acabar formando una corporación propia”. Pradas, J. El debate BurkeKant sobre la libertad de pensar. Disponible en Internet : www.ub.edu/demoment/BurkeKant.doc [última consulta : julio 2010], pág. 6. También Burke, Edmund Reflections on the revolution in France and on the proceedings in certain societies in London relative to that event in a letter intended to have been sent to a gentleman in Paris. 2nd. ed. London : J. Dodsley, 1790, págs. 28, 72, etc. Digitalizado y disponible en Internet en : http://www.ourcivilisation.com/burke/ [última consulta : julio 2010]. Por no mencionar –y Burke no lo hace- la relación de Diderot con Catalina II de Rusia. El panfleto de Burke, fué casi inmediatamente contestado, con argumentos igual de apasionados, pero mucho más sólidos y racionales por Mary Wollstonecraft, en su A Vindication of the Rights of Men, in a Letter to the Right Honourable Edmund Burke, occaisioned by his Reflections on the Revolution in France. 2nd. Ed. London : J. Johnson, 1790. 762 Touchard, Jean. Historia de las ideas políticas. 6a ed., 2a reimp. Madrid : Tecnos, 2008, pág. 354. Y uno de los principales detonantes de la Revolución francesa, ya que la guerra contra Inglaterra y su deuda, terminaron “rompiendo el espinazo de la monarquía”. Hobsbawm, Eric La era de la revolución: 1789-1848 1ª ed., 3ª reimp. Barcelona : Crítica, 2005, pág. 66 235 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado y reformismo proceden de movimientos antagónicos”763Nadie mejor que Hegel, que calificó en un momento determinado la Revolución francesa de “espléndido amanecer -aurora de la Razón sobre la tierra-”764para considerarla nacida de la filosofía.765 763 En varios de sus escritos de los llamados “políticos” : Si el género humano se halla en progreso constante hacia mejor; En torno al tópico: “Tal vez eso sea correcto en teoría, pero no sirve para la práctica”(1793), El conflicto de las facultades (1798), Observación General sobre los Efectos Jurídicos de la Naturaleza de la Comunidad Civil, etc. Kant insiste en la idea de que la reforma debe venir de un plano superior, desde “arriba”, una evolución ilustrada donde, junto al respeto por el Estado y sus leyes, coexista la libertad del pueblo : “Por tanto, puesto que todo hombre tiene, sin embargo, sus derechos inalienables, a los que ni puede renunciar aunque quiera y sobre los cuales él mismo está facultado para juzgar, y puesto que, por otro lado, la injusticia que en si opinión sufre proviene, según esa hipótesis, del error o del desconocimiento de ciertas consecuencias de las leyes por parte del poder supremo, resulta que se ha de otorgar al ciudadano –y además con permiso del propio ciudadano- la facultad de dar a conocer públicamente su opinión acerca de lo que en las disposiciones de ese soberano le parece haber de injusto para con la comunidad. Pues admitir que el soberano ni siquiera puede equivocarse o ignorar alguna cosa sería imaginarlo como un ser sobrehumano dotado de inspiración celestial. Por consiguiente, la libertad de pluma es el único paladín de los derechos del pueblo (siempre que se mantenga dentro de los límites del respeto y el amor a la constitución en que se vive, gracias al modo de pensar liberal de los súbditos, también inculcado por esa constitución, para lo cual las plumas se limitan además mutuamente por sí mismas con objeto de no perder su libertad)”. La tiranía engendra rebelión, que siempre vendrá desde “abajo”, pero “En toda comunidad tiene que haber una obediencia sujeta al mecanismo de la constitución estatal, con arreglo a leyes coactivas (que conciernen a todos), pero a la vez tiene que haber un espíritu de libertad, pues en lo que atañe al deber universal de los hombres todos exigen ser persuadidos racionalmente de que tal coacción es legítima, a fin de no incurrir en contradicción consigo mismos” “La revolución de un pueblo pletórico, que estamos presenciando en nuestros días, puede triunfar o fracasar, puede acumular miseria y atrocidades en tal medida que cualquier hombre sensato nunca se decidiese a repetir un experimento tan costoso, aunque pudiera llevarlo a cabo por segunda vez con fundadas esperanzas de éxito y, sin embargo, esa revolución –a mi modo de ver- encuentra en el ánimo de todos los espectadores (que no están comprometidos en el juego) una simpatía rayana en el entusiasmo, cuya manifestación lleva aparejado un riesgo, que no puede tener otra causa sino la de una disposición moral en el género humano” “Toda oposición contra el supremo poder legislativo, toda incitación que haga pasar a la acción el descontento de los súbditos, todo levantamiento que estalle en rebelión, es el delito supremo y más punible en una comunidad, porque destruye sus fundamentos.” Arendt, Hannah. Lectures on Kant's Political Philosophy. Chicago : University of Chicago Press, 1992. Y Goyard-Fabre, Simone, Voz «Lumières. Politique de Lumières» en : Raynaud, Philippe (codir.) Dictionnaire de philosophie politique. Paris : PUF, 2003, p. 421 764 Hegel, Georg Wilhelm Friedrich Vorlesungen über die Philosophie der Wellgeschichle, Leipzig : Meiner, 1923, Bd. II, pág. 926. 765 Goyard-Fabre, Simone. Ibíd. 236 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado La crisis de la monarquía francesa766 –cuya desestabilización desde la Edad Media y el Renacimiento, se fué agravando con las guerras religiosas a lo largo del siglo XVI, la Fronda, el translado de la Corte, las controversias jansenistas, la desastrosa situación económica, y la presión de los pensadores ilustrados-767 condujo en 1788, a la convocatoria de los Estados Generales, por primera vez desde 1614, exigida al rey por los Parlamentos. Sus miembros, “tras la imprudente abolición por Luis XVI de la reforma Maupeou, veían los Estados Generales como la vía para abolir la Monarquía Absoluta y sustituirla por un régimen en el que los privilegiados, esencialmente la nobleza de sangre y de toga, debían llevar la voz cantante. No obstante, no se daban cuenta de que al plantear esta consulta al reino se arriesgaban a que estallase un movimiento social difícilmente controlable en plena crisis económica, por cuanto ello suponía revisar un sistema fiscal pensado para una sociedad feudal y totalmente inadecuado a la realidad social de la Francia de finales del siglo XVIII. A pesar de ello, los parlamentarios decidieron plantar cara al Rey con objeto de forzarlo a convocar unos Estados Generales que debían sancionar el fin del Antiguo Régimen. Es lo que la historiografía denomina tradicionalmente la "rebelión de los privilegiados", movimiento que constituye el preludio de una Revolución francesa que, paradójicamente, no fue iniciada por las clases desfavorecidas sino por aquellas minorías privilegiadas que resultaban más beneficiadas por el Antiguo Régimen que combatían”. Produciendo, como resultado, un contrasentido : “que la Revolución francesa no fuese provocada por el pueblo, ni siquiera por la burguesía que, a pesar de ser el sostén económico del reino, no disponía de cauce alguno para influir en la 766 “... la Monarquía francesa, a diferencia de otras monarquías europeas, no evoluciona en el sentido que requiere la realidad económica, social y política europea a partir de mediados del siglo XVIII. No avanza hacia los planteamientos del Absolutismo Ilustrado que triunfa en Prusia, Austria, España o Rusia. Luis XVI, al acceder al trono en 1774, sigue considerándose legitimado para ser rey en virtud de la idea medieval del origen divino de la monarquía y no como los monarcas ilustrados, por ser los mejor preparados para conducir a su pueblo en el sentido del progreso. Por otra parte, los reyes de Francia no aceptan el principio de que sus poderes se vean limitados por la intervención de la Asamblea estamental de acuerdo con el modelo de Monarquía parlamentaria que triunfa en Inglaterra en el siglo XVIII”. Aguilera Barchet, Bruno “Lección 4ª B : La crisis jurídica del Antiguo Régimen. III: El modelo rupturista: revoluciones norteamericana y francesa”, pág. 11. Disponible en Internet en : http://www.ieji.es/Introd_Const_Francia.pdf [última consulta : mayo 2010] 767 “...[que alimentaban] la ilusión de que por fin se iniciaba el reinado de los filósofos y de la racionalidad científica. En este intento de diálogo con el Poder, el ámbito cientifico y filosófico no sólo intentaba ofrecer una mayor eficacia basada en toda una serie de conocimientos técnicos, que hacían posible una mayor funcionalidad política, sino que aspiraba, además, a ofrecer a ese Poder la posibilidad de una nueva fuente de legitimidad, en cuanto intento de racionalización y mo demización de los principios de la vida política”. Ginzo Fernández, A. “Condorcet : filosofía y política” en Revista internacional de filosofía política, ISSN 1132-9432, Nº 4, 1994, pág. 148. 237 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado política de la monarquía francesa... la catarsis revolucionaria fue provocada por los máximos beneficiarios del sistema estamental: los privilegiados que abrieron la espita revolucionaria al forzar la convocatoria de unos Estados Generales que dieron a los grupos sociales excluidos (Tercer Estado y Pueblo), la oportunidad de pasar a desempeñar un papel activo en el Estado. Aunque eso no fuese lo que querían los privilegiados, cuyo único objetivo era controlar la monarquía y convertirse en los árbitros del Estado.”768 Los Estados Generales agrupaban a los tres estamentos del reino : nobleza, clero y el “tercer estado”o estado llano769, que, en la práctica, contaba con una 768 Aguilera Barchet, Bruno, op. cit. pág. 14. “1º ¿Qué es el Estado llano? Todo. 2º ¿Que ha sido hasta el presente en el orden político? Nada. 3º ¿Qué pide? Llegar a ser algo. ¿Quién osaría decir que el estado llano no contiene en sí todo lo necesario para formar una nación completa? Es un hombre fuerte y robusto, que tiene aún un brazo encadenado. Si se hiciera desaparecer el orden privilegiado, la nación o sería menos, sino más. Y ¿qué es el Estado llano? Todo, pero un todo trabado y oprimido. ¿Y que sería sin el orden privilegiado? Todo, pero un todo libre y floreciente. Nada puede funcionar sin él, todo andaría infinitamente mejor sin los demás. No basta haber mostrado que los privilegiados, lejos de ser útiles a la nación, no pueden sino debilitarla y dañarla. Es menester probar aún, que el orden noble no entra en la organización social; que puede ser ciertamente una carga para la nación, pero que no sabría formar una parte de ella (...). ¿Qué es una nación? Un cuerpo de asociados que viven bajo una ley común y representados por una misma legislatura. ¿No es evidente que la nobleza tiene privilegios, dispensas, incluso derechos separados de los del gran cuerpo de ciudadanos? Por esto mismo sale de la ley común y por ello sus derechos civiles lo constituyen en pueblo aparte de la gran nación. Respecto a sus derechos políticos, también los ejerce separadamente. Tiene sus representantes que no están encargados en absoluto por procuración de los pueblos. El cuerpo de sus diputados se reúne aparte. Pero aún cuando se reunieran en una misma sala con los diputados de los simples ciudadanos, no es menos verdad que su representación es distinta por esencia y separada. Es ajena a la nación por principio, puesto que consiste en defender no el interés general; sino el particular. El Estado llano abarca todo lo que pertenece a la nación y todo lo que no es el Estado llano, no puede contemplarse como representante de la nación. ¿Qué es el Estado llano? Todo.” Sieyes, Emmanuel-Joseph ¿Qué es el Tercer estado? : precedido de Ensayo sobre los privilegios. Madrid : Alianza Editorial, 2003. págs. 145 y ss. Un “discurso -de exclusión-de la nobleza, y discurso a la vez de los orígenes –de la nación francesa- ... el Tiers, como se le denominaría en la época, ávidamente leido como el programa de la Revolución en ciernes, catapultaría a su autor a la cima de la intelectualidad ilustrada de París... transformando radicalmente y para siempre su vida... “ Maíz, R. “Introducción” en Sieyes, E. El Tercer estado y otros escritos de 1789. Madrid : Espasa Calpe, 1991, pág. 20. El Tercer Estado consiguió variar su status a medida que la burguesía fue adquiriendo fuerza. Esta, que se fué desarrollando gradualmente desde la Edad Media, se limitó, en un principio a lo que Gramsci llama su “subalternidad”-la falta de liderazgo consciente, necesario para revolucionar las relaciones políticas, sociales y culturales que lo constituyeron y mantuvieron en esa posición subalterna- y Guizot, la “prodigiosa tímidez de espíritu de los burgueses, la facilidad con que se les podía satisfacer.”En el siglo XVIII, adquirió toda su fuerza política al convocarse los Estados Generales y pronto se llegó a la identificación ideológica entre Tercer Estado y nación, como un arma política eficaz contra las fuerzas del Antiguo Régimen. Los grupos burgueses encabezaron el Tercer Estado, comenzando a demostrar –otra vez en palabras de Guizot- “ese auténtico espíritu político que aspira a influir, a reformar, a gobernar”, y se constituyeron en su conciencia histórica, a la vez que se ganaron al campesinado con una decisiva reforma agraria. (Del proyecto ThalesCica) Disponible en Internet : http://thales.cica.es/rd/ [ultima consulta : marzo 2010] 769 238 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado representación política insuficiente. Aunar las voluntades de los representantes, era imposible con esa forma de organización.770Clero y nobleza no tenían nada en común con el “estado llano”, ya que como estamentos privilegiados771, constituían una “especie” aparte, dentro del reino, “que, al amparo de la nación… trataba de mantener sus espurios intereses de cuerpo.” 772Sólo el Tercer También entre otros : Hobsbawm, Eric. Los ecos de la Marsellesa 2ª ed. Barcelona : Crítica, 2009, págs. 29 y ss. Gramsci, Antonio Selections from political writings: (1921-1926). ; Selections from the prison notebooks.; Further selections from the prison notebooks. London : Electric Book Co., 2001. Guizot, François Historia de la civilización en Europa : o sea curso general de historia moderna desde la caida del imperio romano hasta la revolución francesa. 1ª ed., 3ª reimp. Madrid Alianza, 1990, págs. 181 y ss. 770 Cada uno de esos estamentos, concebidos como agrupaciones rígidas a las que se pertenecía por designio divino, manifestado a través del nacimiento, se diferenciaba de los otros por tener un código de leyes propias que a unos (alto clero y nobleza, grupos sociales cerrados, en los que había que acreditar la nobleza heredada -“honor”- u otorgada por el rey -“ mérito”-. Hasta el siglo XVIII la nobleza, el alto clero y la Corona compartieron el poder dentro de una estructura social estable, gracias a una serie de “vínculos“ jurídicolegales -derechos señoriales-, político-sociales -monopolio de los altos cargos- o económicos -vinculación de las propiedades rurales-) les concedía privilegios, y a otros (tercer estado) derechos y deberes. Esta desigualdad social basada en la aceptación de una situación secular hereditaria, se mantuvo a través del tiempo. En la sociedad esencialmente agraria del Antiguo Régimen, labrador-trabajador y labradorcampesino tendia a confundirse, mientras que se diferenciaban netamente de estos los mercaderes, los miembros de la burguesía urbana, que gracias a su riqueza alcanzó una forma de vida distinta a las del campesinado. Sin embargo, aunque detentaban el poder económico, el ascenso a los estamentos superiores les era negado a los burgueses enriquecidos, por la ley y la costumbre (pese a las numerosas ventas de títulos y a los matrimonios con que los nobles empobrecidos conseguían rehacer sus fortunas, que eran para los burgueses las únicas dos vías de ascenso social). Esta falta de movilidad social, contribuyó a unir a todo el Tercer Estado en un frente común contra los privilegios, dirigido por la burguesía, que lograría derribar el viejo orden social e instaurar una nueva sociedad estructurada ya en clases, donde la posición del individuo no estaba, en teoría, definida y limitada por su nacimiento. Sin embargo, el proceso revolucionario que culminó en 1793, perfiló con claridad el conflicto de intereses y de valores que, dentro del Tercer estado, enfrentaba a las distintas clases sociales (burguesía en sus diversas capas, artesanado, campesinos, proletariado); prodiciéndose así la oposición entre la alta burguesía y los sans-culottes. Las revoluciones burguesas y las industriales rompieron definitivamente su unidad interna, para abocar en la aparición del proletariado (el llamado Cuarto Estado) como clase antagónica a la burguesía. 771 “Y sin embargo, la Monarquía francesa tenía en 1774 el suficiente poder como para haber sido el instrumento necesario para romper la estructura estamental procedente de la Edad Media y acabar con las clases privilegiadas del Antiguo Régimen. De hecho, un gesto autoritario como la citada Reforma de los parlamentos que hizo el ministro Maupeou al final del reinado de Luis XV fue bien aceptada por la opinión pública francesa y libró a la Monarquía de un obstáculo que dificultaba su política reformadora.” Aguilera Barchet, Bruno, op. cit. pág.11. 772 Sieyes, Emmanuel-Joseph Notice sur la vie de Sieyes : membre de la premiere assemblée nationale et de la convention. Ecrite à Paris, en messidor (1795). Editada en Suiza, en 1795, pág. 28. Disponible en Internet : http://www.archive.org/details/noticesurlaviede00oels [última 239 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Estado podía, dado el número de sus componentes,773arrogarse la representación nacional, reunirse en solitario, y prescindir del voto de la nobleza y el clero, ya que sus miembros actuaban como representantes de la nación, persiguendo el interés general de los ciudadanos.774Así, al carecer, en un principio, de intereses corporativos, al ser el interes nacional su único objetivo declarado, si no podían formar por si solos los Estados Generales, si podían, sin embargo, constituir una Asamblea Nacional como expresión de la voluntad política del pueblo francés. El 15 de mayo de 1789, durante la reunión de los Estados Generales, los representantes del Tercer Estado, igualados en número a los de la nobleza y el clero, se inclinan por la asamblea en una sola sala y por la votación por individuos, mientras nobleza y clero, que desean emitir su voto por estamentos, se congregan en dos salas separadas ; los diputados del estado llano deliberan en la gran sala que luego llamaran “nacional”, donde algunos, como Sieyes, radicalizan sus posturas y tratan de conseguir que se les unan diputados progresistas de los otros dos estamentos. Por fin, Sieyes decide romper con la legalidad vigente, proponiendo que se considere rebeldes a quienes no acudan a la asamblea del Tercer Estado. El 17 de junio, los diputados del Tercer Estado, a los que se suman 19 del clero, se constituyen como Asamblea Nacional, con 491 votos a favor y 90 en contra, declarando que «la denominación de Asamblea Nacional es la única conveniente... porque la representación, es una e indivisible, por lo que los diputados, de cualquier orden o clase por la que hayan sido elegidos, no tienen derecho a ejercer sus funciones sino dentro de la presente Asamblea.” Tres días después, al encontrar los diputados la Cámara cerrada, se trasladan al Juego de Pelota, donde declaran que “allí donde se encuentren sus miembros reunidos, estará la Asamblea Nacional” y juran no separarse hasta que consulta : abril 2010] Está escrita por él mismo, sin autoría, en tercera persona. (También en : Fauré, Christine (dir.) Des manuscrits de Sieyès : 1773-1799. Paris : H. Champion, 19992007. 2 vols.). 773 “les quatre-vingt-seize centièmes au moins de la nation” (al menos el noventa y seis por ciento de la nación). Los Estados Generales reflejaban inequívocamente, la composición de la sociedad del Antiguo Régimen : Los diputados del clero y la nobleza, que representaban a medio millón de aristócratas y sacerdotes, eran tan numerosos como los del tercer estado, que representaban a 24 millones de franceses. Aquellos eran elegidos generalmente por sufragio directo ; los del tercer estado, por escrutinio indirecto, en dos fases : primero habían de elegirse los delegados que, después votarían a su vez a los diputados por este sector. Para participar en la elección de delegados, había que tener más de 25 años y pagar un impuesto. En total, los tres estamentos constaban de 1196 diputados : 290 de la nobleza, 308 del clero y 598 del tercer estado. Cada uno aportaba unos documentos denominados “cuadernos de quejas”, “cahiers de doléances”, donde se detallaban sus problemas y aspiraciones. Las decisiones se tomaban por brazos o sectores : cada uno de éstos, tras las correspondientes deliberaciones, aportaba un voto. Fuente : Asamblea nacional francesa. Disponible en Internet : http://www.assembleenationale.fr/histoire/7da.asp [última consulta, abril 2010] 774 No ya «una legislación digna de un pueblo ilustrado», sino incluso «el dísfrute de los primeros derechos de la humanidad» 240 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado se establezca la constitución del reino.775 En las sesiones siguientes, algunos miembros del clero y finalmente, también otros representantes de la nobleza, deciden aceptar la asamblea conjunta para elaborar la Constitución, cuya autoridad es finalmente reconocida por Luis XVI, que, en un intento de reconducir la situación, declara que todas las decisiones que tome la Asamblea reunida ilegalmente serán anuladas y ordena que se retiren sus diputados, a lo que Bailly contesta que “la nación reunida, no recibe órdenes.” 775 Juramento del Juego de Pelota (Serment du Jeu de paume ) «L’Assemblée nationale, considérant qu’appelée à fixer la constitution du royaume, opérer la régénération de l’ordre public et maintenir les vrais principes de la monarchie, rien ne peut empêcher qu’elle continue ses délibérations dans quelque lieu qu’elle soit forcée de s’établir, et qu’enfin, partout où ses membres sont réunis, là est l’Assemblée nationale ; Arrête que tous les membres de cette assemblée prêteront, à l’instant, serment solennel de ne jamais se séparer, et de se rassembler partout où les circonstances l’exigeront, jusqu’à ce que la Constitution du royaume soit établie et affermie sur des fondements solides, et que ledit serment étant prêté, tous les membres et chacun d’eux en particulier confirmeront, par leur signature, cette résolution inébranlable » La Asamblea Nacional, considerando que, puesto que está llamada a asegurar la Constitución del reino, establecer la regeneración del orden público y mantener los auténticos principios de la monarquía, nada puede impedirle que continúe sus deliberaciones en cualquier lugar en que se vea obligada a establecerse… en cualquier parte donde se reunan sus miembros, estará [constituida] la Asamblea Nacional ; propone que todos los miembros de esta Asamblea presten en este momento juramento solemne de no separarse nunca y de unirse en el momento que las circunstancias lo exijan hasta que la constitución del reino esté establecida y cimentada con sólidas bases, y que, habiendo prestado juramento, todos los miembros y cada uno de ellos en particular, ratificarán por escrito con su firma esta resolución inquebrantable” El rey ordenó que cada estamento celebrara sesión por separado y cuando un emisario real (el gran chambelán, marqués de Dreux-Brézé) intentó que la orden se cumpliese, el conde de Mirabeau -Honoré Gabriel Riquetti- representante elegido por el Estado Llano, y una de las figuras más peculiares de su época, le contestó : “vos que no podéis ser ante los Estados el intérprete de su voluntad; vos, que no tenéis aquí asiento ni derecho a hablar, no tenéis autoridad para recordarnos sus palabras. Pero para ser claro y breve, os digo : id y decid a vuestro señor que estamos aquí por la voluntad del pueblo y que no se nos hará salir sino por la fuerza de las bayonetas” Noble de nacimiento, a causa de su agitada vida sentimental, su violento carácter y sus deudas, estuvo encarcelado varias veces, primero en el Castillo de If y, mas tarde en el de Joux, confinado en la isla de Ré, y después en Pontarlier, a instancias casi siempre, de su propia familia, mediante “lettres de cachet”. Escribió en la prisión de Vincennes, condenado a muerte, Des Lettres de Cachet et des prisons d'état (1782), donde cuestiona, demostrando un gran conocimiento de la historia constitucional francesa, y del derecho natural, el sistema de lettres de cachet, ya que no era sólo filosóficamente injusto sino también, y según la constitución, ilegal. Con estilo declamatorio, aplica un amplio conocimiento histórico, una percepción filosófica penetrante, y una gran elocuencia, a un objetivo práctico. Esa característica era lo que convertía a Mirabeau, tanto en un pensador político como en un estadista. Edición consultada : Paris : Lecointe et Pougin, 1835 (digitalizado en 2005 por la Universidad de Harvard y disponible en Internet : http://books.google.es/books?id=Dah8sfu6ZHEC&printsec=frontcover&dq=mirabeau+ Des+Lettres+de+Cachet+et+des+prisons+d%27%C3%A9tat,&source=bl&ots=HSwAM 8zJzY&sig=qPNBBMRI3I9qELmBX3BgnXs3o9Q&hl=es&ei=f7JS8zpGJWMmwP9_NzaBA&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=3&ved=0CBI Q6AEwAg#v=onepage&q&f=false [última consulta : abril 2010] 241 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado El 27 de junio, se autoproclama como Asamblea Constituyente, comenzando así el primer período del proceso revolucionario. El 12 de julio, tras la “destitución” de Necker,776temiendo los parisinos que marcase el inicio de un golpe de Estado por parte de los elementos más conservadores de la Corte, y que la concentración de tropas reales llevadas a Versalles, provenientes de las guarniciones fronterizas, tuviese como objetivo clausurar la Asamblea Nacional Constituyente, que celebraba allí sus sesiones, se congregaron en masa, y rodearon el Palacio Real, con el periodista y abogado Camile Desmoulins777 y el Duque de Orleans, al frente. El pueblo de París acaba de tomar “el relevo, dotándose de una organización revolucionaria. Mediante la utilización del marco de las asambleas electorales... se cimentan las bases de un nuevo poder, y el pueblo comienza a 776 “...un gran admirador de Colbert y sus ideas eran frontalmente opuestas a los planteamientos de los "economistas" como Turgot, por cuanto propugnaba un decidido intervencionismo del Estado en el ámbito económico. Necker demostró un gran pragmátismo al procurar ante todo mantener una alta cota de popularidad. Algo para lo que no dudó en suprimir la servidumbre en las tierras de realengo, reorganizar los hospitales y las prisiones y abolir parcialmente la tortura como medio procesal dirigido a lograr la confesión de los reos. Finalmente, siguiendo por una vez el ejemplo de Turgot, Necker quiso que los súbditos del rey de Francia participasen en la administración local y para ello ideó la creación de unas "Asambleas provinciales" que debían colaborar con los intendentes. Esta última medida provocó un fuerte rechazo en las clases privilegiadas, que Necker trató de contrarrestar apoyándose directamente en la opinión pública. Con este fin el ministro editó en 1781 una relación de las reformas que había abordado titulada "Relación al rey" (Compte rendu au roi) en la que, además, se daba a conocer a los franceses por primera vez la relación total de los gastos e ingresos de la Hacienda real, lo que permitió que el pueblo se enterase de las sumas exorbitantes que se gastaban en pensiones, con la consiguiente indignación general. Lógicamente esta iniciativa agravó el enfrentamiento de Necker con los privilegiados y particularmente con los beneficiarios de las pensiones, quienes a partir de entonces presionaron fuertemente a Luis XVI para lograr la destitución del odiado ministro. Algo que no fue necesario por cuanto el propio Necker dimitió tan pronto como se dio cuenta de que ya no contaba con el apoyo del rey.” Aguilera Barchet, Bruno, op.cit., nota 24, págs. 12-13. Sus escritos estan recopilados en Œuvres complètes de M. Necker publiées par M. le Baron de Staël, son petit-fils..., Aalen : Scientia, 1970-1971. Reprod. facs. de la ed. de : Paris : Treuttel et Wurtz, 1820-1821, 15 vols. 777 Sin clientela, a causa de una especie de tartamudez, que parece que perdió, cuando ese día gritó a la multitud, subido encima de una mesa del café de Foy, pistola y sable en mano : “¡Ciudadanos, no hay tiempo que perder; el cese de Necker es la señal de la Noche de San Bartolomé para los patriotas! ¡Esta noche, batallones de suizos y alemanes tomarán el Campo de Marte para masacrarnos; sólo queda una solución: tomar las armas!” ("Citoyens, s'écrie-t-il, vous savez que la nation entière avait demandé que Necker lui fût conservé ? ... J'arrive de Versailles... Necker est renvoyé ! Ce renvoi est le tocsin d'une Saint-Barthélemy de patriotes. Ce soir, tous les bataillons suisses et allemands sortiront du Champs-de-Mars pour nous égorger... Il n'y a pas un moment à perdre ! Nous n'avons qu'une ressource, c'est de courir aux armes et de prendre des cocardes pour nous reconnaître !") Claretie, Jules Camille Desmoulins, Lucile Desmoulins, étude sur les Dantonistes; d'après des documents nouveaux et inédits, Paris : Plon, 1875, pág. 54. Digitalizado y disponible en Internet : http://www.archive.org/details/camilledesmoulin00claruoft [última consulta : julio 2010] ; Methley, Violet Camille Desmoulins : a biography. 1ª ed., reimp. Stanford, Ca. : Stanford General Books, 2009, pág. 63. 242 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado armarse.”778El 14 de julio, la toma de la Bastilla,779fortaleza y prisión real, “transciende, con mucho, el mero hecho considerado en sí mismo, para convertirse en el símbolo de la arbitrariedad real y del Antiguo Régimen que se hunde... La revolución popular siguió su camino... [con] un programa que unía la reivindicación política... a la reivindicación económica. A partir de esta serie de acontecimientos, se puede juzgar cuál era el nexo entre la revolución parlamentaria en la cúspide, tal como se afirma en la Asamblea Nacional, y la revolución en la calle... entre estas dos revoluciones hay más que una mera y casual coincidencia. Gracias a la intervención popular, la revolución parlamentaria pudo materializar sus éxitos...”780-“Digamos a Europa que diez millones de franceses inflamados en el fuego de la libertad, armados de espada, pluma, razón y elocuencia, son capaces, si se les irrita, de cambiar ellos solos el aspecto del mundo y hacer temblar a los tiranos en sus tronos de arcilla.”-781 La caída de la Bastilla extendió la Revolución -“geométricamente” -a las ciudades y a los campos de Francia. “Las revoluciones campesinas son movimientos amplios, informes anónimos, pero irresistibles. Lo que en Francia convirtió una epidemia de desasosiego campesino en una convulsión irreversible fué una combinación de insurrecciones en ciudades provincianas y una oleada de pánico masivo que se extendió oscura, pero rápidamente, a través de casi todo el país : la llamada Grande Peur de finales de julio y principios de agosto de 1789. Al cabo de tres semanas... la estructura social del feudalismo rural francés y la máquina estatal de la monarquía francesa yacían 778 Vovelle, Michel Introducción a la historia de la revolución francesa. Barcelona : Crítica, 2000, pág. 26. 779 “...cuando Luis XVI se enteró por el duque de La Rochefoucauld Liancourt de la toma de la Bastilla, se produjo entre el rey y su mensajero un diálogo muy breve...Según se dice, el rey exclamó “C’est une révolte”, a lo que Liancourt respondió: “Non Sire, c’est une révolution”. Todavía aquí por última vez desde el punto de vista político, la palabra se pronunciada en el sentido de la antigua metáfora que hace descender su significado desde el firmamento hasta la tierra; pero, quizá por primera vez, el acento se ha trasladado aquí por completo desde la legalidad de un movimiento rotatorio y cíclico a su irresistibilidad”. Arendt, Hannah Sobre la revolución, Madrid : Alianza Editorial, 2004, p.48 (Ver nota 475) 780 Vovelle, Michel, Ibíd.pág. 27. 781 Condorcet, el “último de los filósofos del siglo XVIII y autentico representante del espíritu de la Ilustración, demuestra un racionalismo confiado en la capacidad del hombre para progresar, mediante sobre todo, la educación, por lo que es partidario de manera prioritaria de una escuela pública, laica y gratuita. En su Essai sur l’application de l’analyse à la probabilité des décisions rendues à la pluralité des voix, explora lo que se ha venido a llamar la paradoja de Condorcet, descrita como la « intransitividad posible de la mayoría ». Este ensayo constituye un análisis meticuloso, aunque quizá falto de operatividad, de matemática social, de aplicación del cálculo a las decisiones políticas con vistas a lograr [que sean] «conforme a la razón». A lo largo de su vida luchó contra la discriminación de las mujeres, protestantes y judíos; contra la esclavitud de los negros, contra la pena de muerte... Ginzo Fernández, A. “Condorcet : filosofía y política” en Revista internacional de filosofía política, ISSN 1132-9432, Nº 4, 1994, págs. 138-171. 243 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado [rotas] en pedazos.”782El asalto a la Bastilla no fué un hecho aislado. Era una cárcel para prisioneros políticos, pero a partir de aquí, “el asalto a las prisiones y la liberación de los detenidos fué una constante en cualquier sublevación o motín popular”783 El 26 de agosto de 1789, en uno de los momentos luminosos de la Revolución, y junto con los Decretos del 4 y 11 del mismo mes, por los que se abolen los derechos feudales, se proclaman los Derechos del hombre y del ciudadano, en una Declaración que habla de “libertad, igualdad... seguridad y propiedad.” La fraternidad tendría que esperar al transcurso de la Revolución, como otras muchas cosas. 784 La Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789 está considerada como uno de los hitos en la historia de la humanidad, aunque “...esos derechos han sido siempre universales sólo de palabra, pues si normativamente, desde la Declaración francesa de 1789 se han proclamado como derechos de la persona, de facto han sido siempre derechos del ciudadano”.785Inspirada en los escritos políticos de Jean Bodin, Thomas Hobbes, Baruch Spinoza, Jean-Jacques Rousseau, y Enmanuel Siéyes, entre otros, pensados para las urgencias sociales de sus tiempos, que han sido instrumentos imprescindibles en la organización del poder político contemporáneo786, se componía en su “primera versión”787 de 17 artículos y un preámbulo,788y 782 Hobsbawm, Eric La era de la revolución: 1789-1848. 1ª ed., 3ª reimp. Barcelona : Crítica, 2005, págs. 69-70 783 Melossi, Darío (coaut.) Cárcel y fábrica : los orígenes del sistema penitenciario : (siglos XVI-XIX). México : Siglo XXI, 1980, pág. 84. Y como veremos más adelante, fué una lección bien aprendida desde el principio : Bentham recomienda en su proyecto de Panopticon que sus muros sean lo suficientemente fuertes como para poder resistir los ataques del pueblo, pero no tanto como para no poder ser destruidos a cañonazos, dando pues las indicaciones oportunas para combatir al mismo enemigo, que se encuentra dentro, pero también fuera de la prisión. Ibíd.., pág. 85. 784 Como el derecho de la mujer a ser considerada « ciudadana ». Condorcet, Marie-JeanAntoine-Nicolas Caritat “Sur l’admission des femmes au droit au cité” en Journal de la Société de 1789, nº V, 3 de julio de 1790. Disponible en Internet : http://oll.libertyfund.org/?option=com_staticxt&staticfile=show.php%3Ftitle=1014&Ite mid=27 785 Ferrajoli, Luigi. Derechos y garantías : la ley del más débil. Madrid : Trotta, 1999. pág.57. También en este sentido : “ciudadanos” ...parece ser otra palabra para denominar a la élite gobernante, donde los “deberes”, los que una Constitución difícilmente podía olvidar listar, aparecían primordialmente aplicados al resto de la población”. 786 Sauquillo González, Julián. “La declaración de derechos del hombre y del ciudadano y el liberalismo revolucionario : (a vueltas con los orígenes) Cuadernos electrónicos de filosofía del derecho, ISSN 1138-9877, Nº. 15, 2007 (Ejemplar dedicado a: XXI Jornadas de la Sociedad Española de Filosofía Jurídica y Política, "Problemas actuales de la Filosofía del Derecho", Universidad de Alcalá, 28, 29 y 30 de Marzo de 2007) Disponible en Internet : http://www.uv.es/CEFD/15/sauquillo.pdf [última consulta : noviembre, 2009] 787 La siguiente redacción precedía a la Constitución de 24 de junio de 1793 y constaba de 35 artículos, condenaba la esclavitud expresamente y consideraba la rebelión contra la 244 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado significa, polémicas franco-alemanas aparte sobre cuál de las Declaraciones, la norteamericana o la francesa fuese la canónica –y, como hemos dicho líneas atrás, el primer borrador lo presentó Lafayette “le Américain” a la Asamblea,789el 11 de julio de 1789, tras muchas consultas a Thomas Jefferson- “la juridificación de los derechos humanos en la Constitución de 3 de septiembre de 1791”790,en Francia, como una de las primeras consecuencias. Y, desde desde el primer momento se vinculó derechos del hombre a ciudadanía, de ahí la tendencia a identificar al hombre, sujeto de derechos, con el pueblo y no con el individuo. 791 Hay un punto señalado por Jellinek -escribe Sauquillo- que parece que puede ser cuestionado hoy a la vista de la reciente historiografía sobre los derechos humanos. Dice Jellinek, textualmente: “En un punto, sin embargo, y en verdad de los más esenciales, coinciden por completo americanos y franceses: en la fijación de los límites precisos del poder del Estado. La significación jurídica de ambos documentos es absolutamente la misma. La limitación legal de aquellas esferas en que el Estado no debe penetrar, ha obtenido un valor universal y permanente. Hoy sabemos que los derechos de libertad no son de naturaleza tiranía un derecho y un deber. Hubo otra posterior, en 1795 como preámbulo a la nueva Constitución del año III 788 Vovelle, Michel, op. cit., pág. 30. Un preámbulo y 17 artículos, que engloban disposiciones sobre el individuo y la Nación. Define como derechos "naturales e imprescriptibles" la libertad, la propiedad, la seguridad, la resistencia a la opresión... reconociendo la igualdad también, sobre todo ante la ley y la justicia. Además, la separación de poderes, como premisa constitucional necesaria. Luis XVI no la ratificó hasta el 5 de octubre, presionado por la Asamblea y el pueblo, congregado en Versalles, y sirvió de preámbulo a la primera Constitución revolucionaria de 1791. Aunque la misma Revolución renegase de algunos de estos principios, y reelaborase la Declaración dos veces, en 1793 y 1795, la del 26 de agosto de 1789, se ha convertido en una referencia histórica, inspirando, aparte de las constituciones francesas de 1852, 1946 y 1958, numerosos textos similares en Europa y América latina, a lo largo de los dos siglos siguientes. (Una de las últimas, la Convención europea de los Derechos del Hombre, firmada en Roma el 4 de noviembre de 1950). 789 En la sesión del 1 de agosto, el diputado por Vendôme, Jean-Baptiste Créniére, pronuncia un discurso en el que, en clave iluminista, define el alcance y contenido de la futura Constitución. El conde Matthieu de Montmorency-Laval, (no fué nombrado duque hasta 1822) apelando a las “luces de la inteligencia” –lumières de la sagesse- propone el ejemplo de Estados Unidos, para conseguir un “modelo” constitucional, digno de la admiración universal. (“...bien des peuples ignorent cette liberté, en ignorant l’ étendue et les produits. Suivons l’exemple des Etats-Unis ; ils ont donné un grand exemple au nouvel hémisphere ;donnons-le á l’Universe ; presentons-lui un modéle digne d’être admiré...) Fuente : Archives parlementaires de 1787 à 1860 : Série I, 8-17, 19, 21-33. Assemblée nationale constituante. 8. Du 5 mai 1789 au 15 septembre 1789. págs. 319-320. Disponible en Internet : http://gallica.bnf.fr/Search?ArianeWireIndex=index&q=archives+parlementaires+de+17 87+a+1860&lang=ES&sq=1789 [última consulta : abril 2010] 790 García de Enterría Martínez-Carande, Eduardo La lengua de los derechos : La formación del Derecho Público europeotras la Revolución francesa, 3ª ed., Madrid : Civitas, 2009. 791 Arendt, Hanna “Las perplejidades de los Derechos del Hombre”, en : Los orígenes del totalitarismo, 2. Imperialismo, Madrid : Alianza Editorial, , págs. 422-438. 245 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado positiva, sino negativa; que no se fundan en una pretensión respecto de la acción, sino en una abstención del Estado. En esto además, única y exclusivamente, estriba su significación práctica....”.792 "Ni siquiera por unanimidad puede un pueblo decidir (o consentir que se decida) que un hombre muera o sea privado sin culpa de su libertad, que piense o escriba, o no piense o no escriba, de determinada manera, que no se reúna o no se asocie con otros, que se case o no se case con cierta persona o permanezca indisolublemente ligado a ella, que tenga o no tenga hijos, que haga o no haga tal trabajo u otras cosas por el estilo. La garantía de esos derechos vitales es la condición indispensable de la convivencia pacífica.”793Y parece objetivamente falsa, porque muchos conservadores acertaban a señalar que no solo “se puede alcanzar el orden burgués sin excesos terroristas...sino que –y esto es mucho más importante- el terror revolucionario de 1792-1794 no fué un caso de lo que Walter Benjamín y otros han llamado violencia fundadora del Estado, sino un caso de violencia divina... [entendida en el sentido de] vox populi, vox dei... una decisión tomada en la soledad más absoluta, sin protección alguna... [y que] aun siendo extramoral, no es “inmoral”... es la materialización de la sentencia fiat iustitia, pereat mundus : es justicia que no se distingue de la venganza, en la que el “pueblo” – la parte anónima de ninguna parte- impone su terror y hace a otras partes pagar el precio.” 794 “Podría ser fácil conceptualizar la transición de 1789 a 1793 (de la monarquía constitucional a la Republica) en los términos de radicalización de hombres e ideas, pero ¿cómo explicar el hecho de que el gobierno que se estableció en el 94 de Termidor –esta vez, un régimen auténticamente burgués- pudiera quedar fuera de control y terminase, en 1799, en una nueva versión del Estado absolutista?”795 En 1789, toda la nación se unió contra el despotismo, para alumbrar la democracia, ya que la libertad aristocrática se combinó con la libertad democrática para convertir en gobernable la explosión revolucionaria, encauzándola a través de instituciones libres. Pero después de que la asamblea legislativa y la Convención, hicieran vislumbrar el potencial de un nuevo mundo de igualdad y libertad individuales, un despotismo mucho mas amplio que el poder de los antiguos reyes absolutos se extendió por Francia. “La Revolución francesa finalizó únicamente con el establecimiento de una monarquía absoluta, 792 Jellinek, « La declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano », en : Orígenes de la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Madrid : Editora Nacional, 1984, págs. 57-120, en especial pág. 89. 793 Luigi Ferrajoli. Derecho y razón. 9ª ed. Madrid : Trotta, 2009, pág. 859 794 Žižek, Slavoj “Introducción” en Robespierre, Maximilien. Virtud y terror. Madrid :Akal, 2010, pág. 9. Y Benjamin, Walter. “Critique of violence” en Selected writings. Cambridge, Ms. : Cambridge University Press, 1996. V.1., págs.231-232. 795 Furet, François “Thirteen Transformations in the Historiography of the Revolution” en Ferenc, Fehér (ed). The French Revolution and the Birth of Modernity. Berkeley: University of California Press, 1990, pág. 268. 246 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que recreó de una forma infinitamente más autoritaria y centralizada, el Estado administrativo del Antiguo Régimen. En vez de instaurar un gobierno representativo, que habría culminado y completado la nueva sociedad, la Revolución siguió una trayectoria errática, que la colocó en una situación de conflicto con sus propios principios—ya que ni la política de Robespierre ni el Bonapartismo son compatibles con la libertad- ...el carácter incontrolable de esa trayectoria, sugiere que la clase media, que había salido victoriosa, supuestamente, en 1789, en realidad, no controlaba su curso. Hubo algo anárquico en la Revolución de 1789, más poderoso que cualquier estrategia individual o de clase, algo que devoraría a sus actores –como Saturno a sus hijos- e imposibilitaría durante largo tiempo, la formación de un gobierno estable.”796 tras la Revolución Francesa el término “filósofo” adquirió connotaciones desfavorables y, durante algún tiempo, especialmente en el mundo angloamericano, denotaría un teórico social alienado cuyo intento por reestructurar totalmente la sociedad según un plan racional llevó al Terror y a lo que sería conocido como totalitarismo797 Y el intentar “privar a la Revolución francesa de su estatus como acontecimiento fundacional de la democracia moderna, convirtiéndola en una anomalía histórica “La andadura inicial de los actores de la Revolución se caracterizó por un grado sorprendente tanto de ingenuidad política como de arbitraredad. Ingenuos, en tanto que creyeron que la única, aunque titánica tarea que les esperaba, era solamente de reconstrucción política. Una vez reconocido el “hecho” (hablando con propiedad : su proyecto revolucionario) de que “cada hombre ha nacido libre” ; ya que se había establecido la nación como el universal nuevo, tanto por lo que se refiere a los individuos como a las corporaciones ; ya que, también, el estado era "libre " en tanto que se había proclamado un nuevo tipo de soberanía (colectiva) ; una vez que cada uno fue reconocido como igual ante la ley, su tarea estaba hecha y completada.”798 La nación es la realidad política suprema: de su identidad depende todo lo demás, entendiéndola como cuerpo unitario de ciudadanos que ejercen una voluntad común, inalienable. De esta concepción se desprenden algunas consecuencias de decisiva importancia. La primera, inherente a la definición como cuerpo de asociados que viven bajo una ley común, es que el estatuto de ciudadano aparece como una relación de igualdad y universalidad, y que el privilegio está excluido, porque representa un imperium in imperio, necesariamente exterior al orden político. Si todos los privilegios, sin distinción, tienen por objeto dispensar de la ley o conceder un derecho exclusivo… entonces, la esencia del privilegio es estar fuera del derecho común. “¿No es evidente que la nobleza tiene privilegios, dispensas, incluso derechos separados de los del gran cuerpo de ciudadanos? Por esto mismo sale de la ley común....En consecuencia, los 796 Furet, François, ibíd. pág. 265 y ss. Livingston, Donald W. “Conservatism” en Hume’s Philosophy of Common Life. Chicago : University of Chicago Press, 1984, págs. Hay traducción española de este capítulo en Estudios públicos, Nº 107, 2007, págs. 167-204. 798 Ferenc Fehér. Ibíd. 797 247 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado órdenes privilegiados se situan, por definición, fuera de la nación, por la lógica política de la ciudadanía (según la cual, no pueden ser iguales) y, al mismo tiempo, por la lógica social de la actividad productiva (según la cual, no pueden ser útiles). ” 799Ayudándose sólo de la lógica, Sieyes se enfrenta al sistema de los privilegios, que ofendía tanto a su inteligencia y a sus profundas convicciones antiaristocraticas, como a su sentimiento de igualdad. La segunda consecuencia es inherente a la definición de la nación como poseedora de una voluntad común inalienable y unitaria: se le niega a la monarquía absoluta y a las instituciones del Antiguo Régimen el derecho de abogar por un retorno a la organización tradicional de los Estados Generales. Puesto que la voluntad de la nación es la voluntad común y unitaria de un cuerpo de ciudadanos y no puede expresarse por intermedio de un cuerpo representativo, organizado por Ordenes o Estados. Dicha voluntad política unitaria sólo puede expresarse en un cuerpo representativo unitario también, donde sólo es legítimo el gobierno representativo: «Sostengo que toda Constitución cuya esencia no es la representación, es una falsa Constitución. Monárquica o no, toda asociación, cuyos miembros no alcanzan a dedicarse todos a la vez a la administración común no puede sino elegir entre representantes y amos, entre el despotismo o el gobierno legítimo.»800 a medida que la revolución se modera y se plasma jurídicamente, primero con la constitución de 1791, que implanta el sistema político de la monarquía parlamentaria, luego con el establecimiento de la Convención montañesa y del Comité de Salud Pública controlado por Saint-Just y Robespierre, que empieza a atemperar las decisiones políticas a partir de 1794 y, finalmente, con los contactos que ese mismo Comité establece con Kant a través de Charles Themerin y que concluirán, gracias a la influencia de Sièyes, con el establecimiento en París de una cátedra de Filosofía kantiana801 3.2. El terror y el Derecho penal. “Hay una relación muy estrecha entre desarrollo del discurso penal (la infracción y su castigo) y el contexto revolucionario, sobre todo en el aspecto, a la vez perturbador y ambiguo de establecer un listado de actos considerados como lesivos, de la definición del contenido de cada infracción y de la determinación de un sistema de penas proporcionado a los crímenes. En este sentido, la parcela penal es ambigua, sobre todo si se tiene en cuenta que la Revolución Francesa es, en si misma, una infracción gigantesca del orden del Antiguo Régimen, un orden 799 Emmanuel-Joseph ¿Qué es el Tercer estado? : precedido de Ensayo sobre los privilegios. Madrid : Alianza Editorial, 2003. 800 Sieyès, Emmanuel-Joseph Escritos y discursos de la Revolución, Madrid : Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2007, pág. 210. 801 López Domínguez, Virginia E. “Sobre la evolución de la filosofía kantiana de la historia” en Logos: Anales del Seminario de Metafísica, ISSN 1575-6866, Nº 37, 2004, pag. 94. 248 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado a la vez estatal y social, que se vio alterado por primera vez el 11 de junio de 1789, mediante el llamamiento [parlamentario] nominal, y una segunda, cuando se votó el artículo tercero (III) de la Declaración de los derechos [del hombre y del ciudadano]sobre la soberanía. Al sustituir el concepto de Majestad real por el de nacional, la Revolución constituyente estaba preparando el terreno para perseguir el nuevo delito de lesa-Nación. Además, el terreno penal es perturbador porque el establecer los contenidos de las infracciones en una época de problemas civiles, es susceptible de sancionar comportamientos simplemente heterodoxos, transformando en crimen cualquier disensión política banal... El Código penal Saint-Fargeau fue la conclusión de un largo proceso de reforma, encaminado a contrarrestar la hipótesis de una codificación de ese principio de lesa-Nación, que impusiese la pena de muerte a una conducta supuestamente "desviada". Esta estrategia constitucional fue diseñada por los juristas y diputados Beaumetz, Du Port y Le Peletier de Saint-Fargeau, miembros del Comité de Jurisprudencia criminal de la Asamblea Nacional... La normativa, producto de sus esfuerzos, fue la contenida sobre todo en los artículos VII, VIII y IX de la Declaración de los derechos que otorga rango constitucional al principio de estricta legalidad, los decretos de 8 y 9 de octubre de 1789 que abolieron parte del procedimiento penal del Antiguo régimen (Ordenanzas de Colbert), el juicio por jurados en los procedimientos penales en 1790 y promover una ley, por vía de urgencia que regulase la normativa jurídica para dichos procesos y un código penal que estableciese un sistema penas fijas.802 En el primer Código penal francés803 (25 de septiembre-6 de octubre de 1791) subyace como filosofía fundamental el principio de legalidad. Inspirado absolutamente en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789, Beccaria resumió los principios fundacionales del sistema procesal : "cada ciudadano debería saber el castigo y la duración del mismo" Como consecuencia, se concebía la función del juez como estrictamente retributiva : calificación de un hecho [delictivo] y aplicación de la sanción prevista. Lo cual era un concepto revolucionario en 1791. Y en este aspecto, el Código era sencillo. La mayoría de las definiciones de los delitos eran claras, dejando poco margen de maniobra a la interpretación por parte de los jueces. . La Declaración de derechos de 1789 establece que las leyes no deben prever “más que penas estricta y evidentemente necesarias” (art.8), la de 1793 especifica “que las penas deben ser proporcionadas al delito y útiles a la sociedad” (art.15)804 802 Cfr. Martucci, Roberto. « En attendant Le Peletier de Saint-Fargeau: la règle pénale au début de la Révolution ». En Annales historiques de la Révolution française, Número 328. Disponible en Internet en : http://ahrf.revues.org/document610.html. [Ultima consulta mayo 2009] 803 Con este Código, “nace el sistema carcelario europeo”. Losano, Mario G. I grandi sistemi giuridici... cit. pág. 123. 804 Este principio se reincorporó mas tarde al Código penal de Napoleón. 249 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado “Los jacobinos temían, con razón a los tumultos. La tentativa revolucionaria necesitaba diezmar la misma fuerza que la sustentaba : la muchedumbre furibunda. El dominio que la revolución imponía sobre el Antiguo Régimen, era también la negación inmediata de su propio orden. Por eso terminó guillotinándose a sí misma... El nuevo Estado, esperanzado y fundado en los valores de la Ilustración nacía en medio de la más feroz tenebrosidad... En una revolución, sin embargo, no sólo basta tomar el poder; tampoco es suficiente lograr mantenerlo en un territorio y en el tiempo. Además de todo ello, es necesario reformar la realidad en un mandato que sea inmanente a la nueva autoridad, que sea una verdad que logre convertirse en autoridad, o una legitimidad que no se base en el terror sino en el orden, en un nomos. Porque el poder, por si mismo, no cumple ninguna función política... Era la primera vez en la historia que una república nacía con tal terror de sí. Nadie hubiese dicho que ciudadano terminaría también por significar sospechoso... “¡Quieren ser libres y no saben ser justos!”, pontificaba Emmanuel-Joseph Sièyes, quien había concebido dentro de los límites de la razón de Estado, los conceptos de poder constituyente, economía política, sociología y socialismo como el arte social que hace pasar “de la mejor manera posible”, del estado natural al estado civil, y del ciudadano pasivo al “activo”. La democracia aparecerá no sólo como poder popular, sino también como método institucional. Entre estas dos nociones se sustentan, a horcajadas, las constituciones modernas. Dado que la democracia es la misma racionalidad ilustrada vuelta gobierno, el pueblo, más que una fuerza irracional, es el suejto pasivo de esta ciencia de las libertades, de esta nueva doctrina cuya infalibilidad sería fundada para siempre en el culto de la diosa Razón. La Revolución francesa es el advenimiento inexorable, cruel y automático de la modernidad política, la cual produciría sobre el más pasivo de los soberanos, el más activo de los ciudadanos: el Leviatán montando a caballo, el tirano imparcial, la ley despersonalizada, el déspota desinteresado.”805 Gabriel Tarde afirmaba en una de sus obras que “es la sociedad la que escoge los candidatos al crimen y la que los consagra” 806 Prieto Sanchís, L . “La filosofía de la Ilustración española”. En : Arroyo Zapatero, Luis y Berdugo Gómez de la Torre, Ignacio (Dir.): Homenaje al Dr. Marino Barbero Santos in memoriam. Cuenca : Ediciones de la Universidad de Castilla - La Mancha, 2001. Pág. 492 805 Búfalo, Eric del “Joseph de Maistre y la Constitución imposible” en Foro interno : anuario de teoría política, ISSN 1578-4576, Nº 9, 2009, págs. 66-67. 806 “Mais c'est la société qui choisit les candidats et les consacre, et, puisque nous voyous qu'eIle pousse de la sorte les uns aux académies ou aux hospices d'aliénés, nous ne devons pas être surpris qu'elle détermine l'entrée des autres au bagne.” Tarde Gabriel de, La criminalité comparée, 8e éd. Paris: Librairie Félix Alcan, 1924, pág. 95. Disponible en Internet : http://classiques.uqac.ca/classiques/tarde_gabriel/criminalite_comparee/criminalite_com paree.html [Ultima consulta : marzo 2010] 250 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado “Bajo las grandes trasformaciones revolucionarias, perdura una corriente autoritaria mucho más profunda que su efecto de superficie: el cambio de manos del poder, de la monarquía y los nobles al Tercer estado. Es indudable que hubo modificaciones de importancia: desaparecen las estructuras feudales, estamentales, y aparecen los individuos. Pero a un orden de dominación le sucede otro: la centralización burocrática administrativa, auténtica obra de la monarquía cambia de manos, recae en la burguesía. Cambian las oligarquías: de los aristócratas y sus privilegios a los propietarios y sus beneficios. Pero tras el leve tránsito de la revolución y su júbilo, entre la monarquía, de una parte, y el bonapartismo y la restauración, de otra, permanece un continuum autoritario”807. Maximilien Robespierre808 estudió en el Colegio Luis el Grande, en Arras, donde nació, y luego se trasladó a París, alcanzando el título de abogado en 1781, carrera que ejerció en su ciudad natal. Apasionado lector de Rousseau, sus ideas del contrato social, calaron hondo en su pensamiento. En abril de 1789, se presentó a las elecciones del Tercer Estado por Artois, destacando pronto por su elocuencia, su defensa de las clases desprotegidas, su oposición a la tiranía, y el extremismo de sus ideas. Un Robespierre, vehemente y firme partidario de la 807 Sauquillo González, Julián. “La declaración de derechos del hombre y del ciudadano y el liberalismo revolucionario : (a vueltas con los orígenes) Cuadernos electrónicos de filosofía del derecho, ISSN 1138-9877, Nº. 15, 2007 (Ejemplar dedicado a: XXI Jornadas de la Sociedad Española de Filosofía Jurídica y Política, "Problemas actuales de la Filosofía del Derecho", Universidad de Alcalá, 28, 29 y 30 de Marzo de 2007) Disponible en Internet : http://www.uv.es/CEFD/15/sauquillo.pdf [última consulta : noviembre, 2009] 808 Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana (Les droits de la femme : À la reine, Déclaration des droits de la femme et de la citoyenne,1791), dedicada a la reina Maria Antonieta, alzó la voz una y otra vez contra la tiranía de Robespierre, -y Marat, de paso- y el baño de sangre en que se estaba convirtiendo el proceso revolucionario, destapando como ella misma escribe, con un lenguaje poderoso y apasionado, la caja de Pandora, lo que, junto a sus simpatías por la institución de la monarquía, la llevaría directamente a la guillotina. Calificó al Incorruptible Robespierre de zafio y vil conspirador, afirmando que de cada uno de sus cabellos pendía un crimen («et chacun de tes cheveux porte un crime») “Pronostic sur Maximilien Robespierre par un animal amphibie. Portrait exact de cet animal”-parafraseando seguramente, la definición de Linné que citamos más abajo- En : Réponse à la justification de Maximilien Robespierre, adressée à Jérôme Pétion. Paris : [s.n.], 1792, pág. 10. Disponible en Internet : http://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k42621w.image.r=gouges+olympe+de.f8.langES# [última consulta : enero 2010] “...[los reptiles son] aborrecibles a causa de su cuerpo frío, su color pálido, su esqueleto cartilaginoso, su piel inmunda, su aspecto feroz, su fetidez, su voz áspera, la sordidez de los sitios en los que habitan, y su terrible veneno...“ Linnè, Carl von. Systema naturae per regna tria naturae, secundum classes, ordines, genera, species, cum characteribus, differentiis, synonymis, locis . 10th. Ed. Holmiae : Impensis Direct. Laurentii Salvii, 1758-1759, pág. 194: “Amphibia : pleraque horrens, corpore frigido, colore lurido, sceleto cartilagineo, cute foeda, facie torva, obtutu meditabundo, odore tetro, sono rauco, loco squalido, veneno horrendo... “ 251 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado abolición de la pena de muerte,809que defenderá despues una de las más poderosas y desconcertantes justificaciones de la violencia política jamás escritas, 810 identificando, paradójicamente, dos ideas aparentemente opuestas “…Quiero probaros dos proposiciones principales: la primera, que la pena de muerte es esencialmente injusta; la segunda, que no es la más represiva de todas las penas, y que contribuye mucho más a multiplicar los crímenes que a prevenirlos… Escuchad la voz de la justicia y de la razón; os grita que los juicios humanos no son jamás lo bastante ciertos para que la sociedad pueda dar muerte a un hombre condenado por otros hombres sujetos al error. Aun si hubierais imaginado el más perfecto orden judicial; aun si hubierais hallado los jueces más íntegros y más esclarecidos, quedaría siempre sitio para el error y la prevención. ¿Por qué prohibiros el medio de repararlos? ¿Por qué condenaros a la imposibilidad de tender una mano compasiva a la inocencia oprimida? ¡Qué importan esas estériles lamentaciones, esas reparaciones ilusorias que acordáis a una sombra vana, a una ceniza insensible! Son los tristes testimonios de la bárbara temeridad de vuestras leyes penales. Arrebatar al hombre la posibilidad de expiar su fechoría con su arrepentimiento o con actos de virtud, cerrarle despiadadamente todo retorno a la virtud, la estima de sí mismo, apresurarse a hacerle descender, por así decir, a la tumba cubierto aún por la mancha reciente de su crimen, es a mis ojos el más horrible refinamiento de la crueldad… es preciso pues que la ley presente siempre al pueblo el modelo más puro de la justicia y de la razón… Guardaos bien de confundir la eficacia de las penas con el exceso de severidad: el uno es absolutamente opuesto a la otra. Todo secunda a las leyes moderadas; todo conspira contra las leyes crueles…”811 Ya desde la publicación de la convocatoria de los Estados Generales812, Robespierre tomó parte activa en los debates. Fiel a sus ideas rousseaunianas, 809 Robespierre, Maximilien François Marie Isidore de. Discours sur la peine de mort, prononcé le 30 mai 1791 devant l’Assemblée constituante. Disponible en Internet : http://ledroitcriminel.free.fr/la_science_criminelle/les_sciences_juridiques/la_loi_penale/ sanction/robespierre_peine_de_mort.htm [última consulta, febrero 2009] 810 Žižek, Slavoj “Introducción” en Robespierre, Maximilien. Virtud y terror. Madrid :Akal, 2010, págs. 5-50, pág. 6. 811 Ibíd. 812 “Para el Tercer Estado, el cambio significa abolición del feudalismo, con o sin monarquía, es decir, un ataque más o menos frontal al feudalismo. En un primer momento, el Tercer Estado logra imponer a las clases feudales la reunión común y el voto por individuo, una victoria elemental: votando por estamentos, nobleza y clero aseguran la mayoría al Antiguo Régimen. La constitución de una Asamblea Nacional con potestades fiscales transforma a la burguesía en el árbitro de la situación, lo que motiva al rey a intentar un golpe de mano que vuelva a colocar la balanza a su favor, cerrando la Asamblea y rodeando París con tropas. El hecho va a provocar una reacción aun mayor, con la irrupción de elementos nuevos en la escena política. El pueblo de París, y en su interior, la presencia dominante de los “sans-culottes”, una alianza de fracciones proletarias con el artesanado bajo la dirección de la pequeña burguesía, entra en escena con la toma de la 252 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado pronto destacó como defensor de la democracia política. Propuso y consiguió que ninguno de los miembros de la Constituyente pudiera ser elegido para la Asamblea legislativa. Quién también se opuso a la guerra contra Austria y Prusia : fue clarividente al predecir que “si la Revolución perdía la guerra, vendría la contrarrevolución, y si la ganaba, vendría la dictadura del general más prestigioso”813 Actuar en ejercicio de la Virtud814, esto es, ejercerla individual y colectivamente815, es una de las claves del pensamiento republicano de Robespierre; y su discurso sobre los Principios del Gobierno Revolucionario, fundamental para entender su trayectoria : "La teoría del gobierno revolucionario es tan nueva como la revolución que la ha traído. No hay que buscarla en los libros de los escritores políticos, que no han visto en absoluto esta Revolución, ni en las leyes de los tiranos que contentos con abusar de su poder, se ocupan poco de buscar la legitimidad; esta palabra no es para la aristocracia más que un asunto de terror; para los tiranos, un escándalo; para mucha gente un enigma. El principio del gobierno constitucional es conservar la República; la del gobierno revolucionario Bastilla, el 14 de Julio. La revolución se profundiza con alzamientos campesinos en toda Francia y con la creación de ayuntamientos revolucionarios, un verdadero doble poder. Se disuelve el ejército y se crea la Guardia Nacional. La presión popular obliga a la Asamblea Nacional a abolir el régimen feudal, mientras buena parte de la nobleza emigra por temor a los ajusticiamientos espontáneos. En agosto, el movimiento tiene un punto de inflexión importante, con la sanción de los Derechos del hombre y del ciudadano”. Sartelli, Eduardo, op.cit. 813 “El estallido de la guerra tendría inesperadas consecuencias, al dar origen a la segunda revolución de 1792 -la República jacobina del año II- y más tarde al advenimiento de Napoleón Bonaparte. En otras palabras, convirtió la historia de la Revolución francesa en la historia de Europa”. Hobswam, Eric J. La era de la revolución: 1789-1848 Barcelona : Crítica, 2001, pág. 73. 814 Es un ejemplo claro de lo que afirma Cioran, cuando escribe contra “ el despotismo de los principios; porque todos los males de la vida vienen de una «concepción de la vida». Un hombre político cumplido debería profundizar en los sofistas antiguos y tomar lecciones de canto; y de corrupción... El fanático es incorruptible: si mata por una idea, puede igualmente hacerse matar por ella; en los dos casos, tirano o mártir, es un monstruo. No hay seres más peligrosos que los que han sufrido por una creencia: los grandes perseguidores se reclutan entre los mártires a los que no se ha cortado la cabeza. Lejos de disminuir el apetito de poder, el sufrimiento lo exaspera; por eso el espíritu se siente más a gusto en la sociedad de un fanfarrón que en la de un mártir; y nada le repugna tanto como ese espectáculo donde se muere por una idea... Harto de lo sublime y de carnicerías, sueña con un aburrimiento provinciano a escala universal, con una Historia cuyo estancamiento sería tal que la duda se dibujaría como un acontecimiento y la esperanza como una calamidad...” Cioran, op.cit. pág. 620 815 “En el sistema de la revolución francesa, lo que es inmoral es impolítico, lo que es corruptor es contrarrevolucionario. (...) Si la fuerza del gobierno popular en la paz es la virtud, la fuerza del gobierno popular en la revolución es, al mismo tiempo, la virtud y el terror; la virtud, sin la cual el terror es funesto; el terror, sin el cual la virtud es impotente”. Del discurso de Maximilien Robespierre, pronunciado el 7 de febrero de 1794 ante la Convención Nacional. 253 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado es fundarla... El gobierno constitucional se ocupa principalmente de la libertad civil; y el gobierno revolucionario de la libertad pública. Bajo el régimen constitucional es suficiente con proteger a los individuos de los abusos del poder público; bajo el régimen revolucionario, el propio poder público está obligado a defenderse contra todas las facciones que le ataquen. El gobierno revolucionario debe a los buenos ciudadanos toda la protección nacional; a los enemigos del pueblo no les debe sino la muerte"816En los momentos históricos que atravesaba Francia y su nueva república democrática y popular (la del periodo de dominio jacobino), el peligro que representaban sus enemigos era real: los legitimistas, los expatriados en Inglaterra o en los reinos alemanes y los conflictos constituían una amenaza817. Robespierre consideraba que la República debía defenderse de forma contundente y rápida, arrebatando a sus enemigos la iniciativa, y a esa acción la denominaba el «Terror», 818esto es, según él, la aplicación inmediata de la justicia republicana al objeto de neutralizar a los enemigos de la República. “Para él.... la República jacobina no era un lema para ganar la guerra, sino un ideal : el terrible y glorioso reino de la justicia y de la virtud en el que todos los hombres fuesen iguales ante los ojos de la nación y el pueblo, el sancionador de los traidores.”819 Así pues, el Terror820, en el lenguaje republicano jacobino, es una acción en defensa de la Virtud, una virtud entendida a la manera clásica, como fundamento e impulso vital de la República. Dicho de otra forma, ejecuciones en masa de todo sospechoso de ser contrarrevolucionario821. Este periodo supuso la muerte en la guillotina de más de cincuenta mil personas, muchas de ellas obreros y 816 Modificando de manera radical su discurso sobre la pena de muerte del que hablabamos líneas atrás, al asumir que la obligación de defender la República de sus enemigos, la justificaba, siempre y cuando el ejecutado fuese uno de aquellos. 817 “Entre 1789 y 1795, emigraron alrededor de 300.000 franceses... En junio de 1793, sesenta de los ochenta departamentos de Francia, estaban sublevados contra París, los ejércitos de los príncipes alemanes invadían Francia por el norte y por el este, los ingleses la atacaban por el sur y por el oeste ; el país estaba desamparado y en quiebra...” Hobswam, Eric J. La era de las revoluciones... cit. págs. 73 y 76. 818 “...Maximilien, Maximilien, predicas la paz a todo el mundo, y declaras la guerra al género humano...”Gouges, Olympe de. Op. cit. pág. 8 819 Hobswam, Eric J. Op. cit., pág. 78. 820 "Terror es el Orden del Dia," significando que el gobierno, mediante “ejércitos revolucionarios” internos... podría y debería utilizar la fuerza contra sus propios ciudadanos para asegurar el cumplimiento de sus leyes. 821 “...Muchos fueron los horrores que sufrieron las ciudades en las revoluciones, horrores que suceden y sucederán siempre mientras sea la misma la naturaleza humana, pero que son mayores o menores y de distinto carácter, según como sean las diversas circunstancias que se dan en cada ciudad... se hallaban pues en estado de revolución las ciudades y las que tardaban más en entrar en él, al tener conocimiento de las cosas que ya habían sucedido, llevaban aún más lejos este cambio de conducta, tanto en lo referente al refinamiento de los que se lanzaban al ataque como en lo relativo a lo inaudito de las venganzas...”Tucídides Historia de la guerra del Peloponeso. Madrid : Alianza Editorial, 2008, pág.82. 254 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado campesinos, pero sobre todo, fue una ruptura total con el pasado absolutista y la monarquía. Al crearse la Asamblea Nacional, uno de los grupos más radicalizados fué el de los jacobinos.Tras hacerse con el control de la Asamblea, cuando fueron reprimidos por La Fáyette, al pedir que el rey abdicara en Campo de Marte (17 de julio de 1791) muchos de sus miembros se ocultaron, como Marat, o marcharon al exilio como Danton, que buscó refugio en Inglaterra, mientras Robespierre pudo quedarse en París, protegido por un ebanista llamado Maurice Duplay, en cuyo hogar residió hasta su muerte. En 1791, los girondinos lograron dictar una constitución822 donde se establecía una monarquía limitada por el parlamento, con derecho de voto reservado a quienes pagaran impuestos. La Convención Nacional que asumió el poder el 20 de septiembre de 1792823 , comenzó siendo una asamblea moderada, dividida entre los girondinos, los del pantano, que eran neutrales, y los jacobinos, que ahora se denominan montañeses, representados en las figuras de Robespierre, Danton y Marat824. En enero de 1793, se produjo la ejecución de Luis XVI, alentada por Robespierre, y su grupo825. El 6 de abril de 1793 se creó el Comité de Salvación Pública para 822 muchos pueblos ignoran esta libertad, ignorando su extensión y sus beneficios (“...bien des peuples ignorent cette liberté, en ignorant l’ étendue et les produits. Suivons l’exemple des Etats-Unis ; ils ont donné un grand exemple au nouvel hémisphere ;donnons-le á l’Universe ; presentons-lui un modéle digne d’être admiré...) 823 Los voluntarios de Monpelier y de Marsella, que marchaban a combatir contra Austria, entraron en Paris, cantando un himno compuesto por Claude-Joseph Rouget de Lisle, capitán de ingenieros de la guarnición de Estrasburgo, que tituló Chant de guerre pour l'armée du Rhin y mas tarde, se conviertió en Chant de guerre aux armées des frontières. Asi, como un violento eco, de Marsella al Rhin, en menos de dos meses, toda Francia cantó La Marsellesa. Si hubiese sido únicamente un canto de guerra, no se hubiese adoptado por las demás naciones. Es un himno de fraternidad, son batallones de hermanos quienes van juntos, con un mismo corazón para defender el hogar, la patria...De un texto de Jules Michelet : “La Marseillaise, chant de fraternité et d'héroïsme” en : La Révolution française; La Constituante et la Législative, Paris : Calmann-Lévy, 1899, págs.470-473. 824 “Marat sigue reclamando víctimas en el Ami du Peuple y en sus manifiestos murales, en los que apela con gritos histéricos a nuevas catástrofes. Insulta a los girondinos, amenaza a la Asamblea y piensa enviarla al patíbulo en corporación. Su demanda no deja de pesar en las elecciones. El no puede admitir que sea elegido en París ni un solo girondino. ¡Ni Pétion, ni Brissot, ni Condorcet! La asamblea electoral del departamento del Sena, compuesta por 990 miembros, se inclina y obedece. Apoyada por la Commune y por Danton, triunfa la lista maratista. Robespierre es el primer elegido; entre los últimos figura el duque de Orleáns, nombrado por insistencia de Danton, y que desde ahora se titula a sí mismo el “ciudadano Igualdad” en : Aubry, Octave La Revolución francesa Barcelona : Caralt, 1961, pág. 364 825 Afirma Robespierre que, en el juicio contra el rey, no se juzga al "hombre, Louis Capeto" sino a la institución de la monarquía, ya que como la Revolución atañe directamente a la soberanía del pueblo, no puede coexistir con un rey, por lo que, concluye “Louis debe morir, para que pueda vivir la Nación” Robespierre, Maximilien, Discurso pronunciado el 3 de diciembre de 1792, en Mavidal, M.J. (coed.) Archives Parlementaires de 255 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado impedir que las potencias europeas lograran restablecer la monarquía. En octubre de 1793, los jacobinos se impusieron sobre los moderados, sobre todo luego de la traición del general Dumouriez, naciendo un nuevo régimen llamado “del terror” que suprimió la monarquía e instauró un sistema de gobierno republicano. Cuando la Revolución se acelera... las leyes reflejan la intransigencia a veces exagerada de sus más celosos defensores, según Robespierre. La ley de sospechosos de 17 de septiembre de 1793 es el ejemplo terrible de una violencia legal que permitió todos los excesos. Según esta ley, los sospechosos debían ser arrestados, comprendiéndose en esta categoría los partidarios de la tiranía o el federalismo, las personas sin certificado de civismo, los funcionarios públicos suspendidos o destituidos por la Convención o sus Comisarios delegados, los miembros de la antigua nobleza, los familiares de los emigrados, los sacerdotes refractarios ; los comités de salvación revolucionarios estaban encargados de confeccionar las listas de sospechosos, y de hacerlos detener.826 El terror827 alcanzó a todos los enemigos de su ideario, considerándolos enemigos de la república, y a los que solo cabía la pena de muerte, incluyendo a los ultra revolucionarios, al mando de Hérbert, antiguo aliado de Robespierre, y de quien se distanció por motivos esencialmente religiosos. “Hay una responsabilidad moral primaria, previa a la socialización, que surge del 1787 à 1860, première série : (1787 à 1799), 2d ed., 82 vols. Paris: Dupont, 1879-1913, 5356:32426. Disponible en Internet : http://chnm.gmu.edu/revolution/searchfr.php?function=find&keyword=robespierre&x= 0&y=0# [última consulta, abril 2010] 826 El 29 de Septiembre de 1793, la ley de Sospechosos, se amplió para incluir la del Máximo General- general loi du máximo-. Aunque aquella fué promulgada inicialmente para combatir a los contrarrevolucionarios leales a la Corona, el hambre y la pobreza eran vistos por el Comité como igualmente peligrosos tanto para el interés nacional como para su situación en el gobierno. Asi, esta ley establecía un tope de precios uniforme para el grano, la harina, la carne el aceite, las cebollas, el jabón las cerillas, el cuero y el papel, regulando su venta al precio máximo fijado para los mismos en 1790, más un tercio. En el texto de esta ley, había una serie de normas y regulaciones. Los mercaderes y tenderos debían colocar de manera visible los precios máximos de sus productos, para conocimiento de los consumidores, estando además sujetos a inspecciones reiteradas por parte de la policía y otros agentes oficiales.Además ofrecía protección legal a quienes denunciasen a las autoridades las infracciones cometidas contra dicha ley, a condición de que no hubiesen tomado parte en el delito. Fuente : Asamblea nacional francesa. Disponible en Internet : http://www.assemblee-nationale.fr/histoire/7da.asp [última consulta, abril 2010] 827 “Todos los Estados-naciones nacen y se fundan en la violencia. Creo irrecusable esta verdad. Incluso sin exhibir, en relación a esto, espectáculos atroces basta subrayar una ley de estructura: el momento de fundación, el momento institutor es anterior a la ley o a la legitimidad que él instaura. Por consiguiente, está fuera de la ley, y por eso mismo, es violento” Jacques Derrida (entrevista publicada en el nº 9 de Le Monde des débats y, posteriormente, en : Foi et Savoir suivi de Le Siècle et le Pardon, Paris : Éditions du Seuil, 2000 256 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado encuentro con el otro, del hecho básico de ‘estar juntos’, teorizada por Lévinas, el filósofo de la alteridad... Lo que se colige de este planteamiento es que la naturaleza del mal no es caracteriológica, sino social. No cabe atribuir la muerte de millones de personas al comportamiento enfermizo de unos individuos sádicos -lo que Arendt denominó “banalidad del mal”- sino a una estructura social asesina que logró que una parte importante de la población acallara esa “piedad animal” que sale al encuentro del otro y que sólo una minoría mantuvo viva. Como demuestra Barman... el silenciamiento de las inhibiciones morales se consiguió sustrayendo a la víctima del horizonte de actuación del agente, interponiendo entre una y otro un grupo de intermediarios, tal y como sucede en la sociedad burocratizada...”828 El diputado jacobino siempre se enfrentó al esclavismo, porque lo consideraba incompatible con la propia Revolución: "Desde el momento en que, en uno de vuestros decretos, hayáis pronunciado la palabra esclavo, habréis pronunciado vuestro propio deshonor y el derrocamiento de vuestra constitución"829 828 La cultura burocrática, gracias a su complejidad y racionalidad, favorecía que cada participante en el proceso rutinario se viera a sí mismo como un simple peón dentro de una partida que convertía en inocua su acción. Aragón González, Luis “Recensión del libro Zygmunt BAUMAN, Modernidad y Holocausto. Madrid : Sequitur, 2006” en Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, ISSN 0211-5735, Vol. 27, Nº 100, 2007, pág. 525. 829 “La isla de La Española -territorio ultramarino de la corona de España desde el siglo XV- había sufrido los ataques de los bucaneros franceses en el XVII; Luis XIV logró establecer un asentamiento galo en la costa occidental de la isla, que se llamó «colonie de saint Domingue». A fines del siglo XVIII —sea por la habilidad de los hacendados galos, sea por cómo estrujaban al máximo a sus esclavos— la pequeña colonia francesa, de sólo 27 mil Km (frente a los 48 mil de la parte española de la isla), producía, por sí sola, más de la mitad de todo el azúcar del planeta y era también el principal exportador de café. Más de un tercio del comercio exterior de Francia se hacía con esa diminuta colonia, lo cual daba trabajo a uno de cada ocho franceses. Esa colonia (lo que hoy llamamos «Haití») tiene entonces 560.000 habitantes; de ellos más de medio millón son esclavos negros y el resto, a partes iguales, se divide en colonos blancos franceses y mulatos manumitidos («hommes libres de couleur»). Es de sólo diez años la esperanza de vida de los esclavos —sometidos al trato más despiadado, que ni siquiera respeta el «Code noir» promulgado por Luis XIV en 1685—; como el número de muertes excede, así, el de nacimientos, esa población servil sólo se mantiene por la importación de 30.000 nuevos esclavos de África anualmente. Al estallar la revolución francesa en julio de 1789 y al proclamarse la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano el 26 de agosto de ese mismo año, surgen fermentos reivindicativos tanto entre los hombres de color libres cuanto entre los esclavos, que piden la suavización del yugo con la abolición del castigo del látigo.Siguen disturbios y sublevaciones. Los manumitidos de color llegan a tomar la capital, Puerto Príncipe, en noviembre de 1791. Pero, entre tanto, algo infinitamente más importante se está preparando. El 14 de agosto de 1791 en Bois-Caïman, en la zona boreal de la colonia, congréganse muchos esclavos bajo la doble autoridad de un sacerdote... y una sacerdotisa... de la religión negra vudú; convinieron en una insurrección, la cual tendrá lugar efectivamente el 23 de agosto... La insurrección consiguió mantenerse pese a la superioridad del colonialismo francés hasta que el 7 de marzo de 1793, la recién 257 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado proclamada República francesa declara la guerra a la España de Carlos IV. Aunque, sobre el papel, España seguía siendo una gran potencia, en realidad había dejado de serlo desde 1659. La guerra con Francia se presentaba en 1793 como una tarea imposible, a pesar de haberse formado la primera coalición. El gobierno de Godoy decide, entonces, apoyar a los esclavos sublevados en el Saint-Domingue francés. Como lo saben todos los lectores de Tito Livio, era corriente, ya en la antigüedad, la práctica de atraerse a los esclavos fugitivos del bando enemigo, prometiéndoles a cambio la libertad. Formáronse así las Tropas Auxiliares negras en el territorio español de Santo Domingo de La Española, que englobaban a los insurrectos del lado francés... Sin embargo, el 6 de Pluvioso del año II (4 de febrero de 1794) la convención nacional decreta abolir la esclavitud en las colonias. Toussaint deserta entonces del ejército español, aunque los principales líderes de la insurrección esclava no lo hacen. Derrotada finalmente España en 1795, firma Godoy el tratado de Basilea... cediendo a Francia el Sto Domingo español, lo cual deja a los franceses dueños de toda la isla. El 18 de octubre de 1801 se firman en Amiens las cláusulas preliminares de paz entre Francia e Inglaterra (que desembocarán en el tratado de dicha ciudad picarda en marzo de 1802). Se prevé que los británicos restituyan a Francia la isla Martinica, en la cual, por haber caído en poder de los ingleses, no se había suprimido la esclavitud. Bonaparte ya había obligado a Carlos IV a devolver la Luisiana a Francia... El Primer Cónsul manda iniciar los preparativos (al principio subrepticios) para restaurar la esclavitud también en las otras Antillas francesas: Guadalupe y Sto Domingo. El 20 de Pradial del año X (30 de mayo de 1802)... Bonaparte promulga un Decreto que restablece la trata negrera y la esclavitud en las colonias (si bien todavía no la extiende abiertamente a la Guadalupe ni a Sto. Domingo). Entre tanto, Toussaint Louverture ha ido erigiendo un Estado cuasiindependiente, aunque nominalmente bajo soberanía francesa. Bonaparte envía a algunos de sus mejores ejércitos a imponer el restablecimiento de la esclavitud en las Antillas... El 10 de mayo de 1802 el coronel de infantería y comandante de la BasseTerre, Luis Delgrès, vencido, decide, junto con sus hombres, en el fuerte de Matouba prender fuego al polvorín muriendo en esa explosión antes que rendirse a las fuerzas colonialistas. Luis Delgrès deja una Proclama ... de la cual extracto este breve pasaje: “À l’univers entier! C’est dans les plus beaux jours d’un siècle à jamais célèbre par le triomphe des lumières et de la philosophie qu’une classe d’infortunés qu’on veut anéantir se voit obligée de lever la voix vers la postérité, pour lui faire connaître, lorsqu’elle aura disparu, son innocence et ses malheurs. […] Eh bien! Nous choisissons de mourir plus promptement. Osons le dire, les maximes de la tyrannie les plus atroces sont surpassées aujourd’hui. […] dans le siècle de la philosophie il existe des hommes malheureusement trop puissants […] qui ne veulent voir d’hommes noirs ou tirant leur origine de cette couleur que dans les fers de l’esclavage. […] La résistance à l’oppression est un droit naturel. La divinité même ne peut être offensée que nous défendions notre cause; elle est celle de la justice et de l’humanité […]. Et toi, postérité! Accorde une larme à nos malheurs et nous mourrons satisfaits.”... Al principio vencen los franceses, aplicando una guerra de exterminio (menos cruel que la que ejercerán al año siguiente). Toussaint se rinde. Llevado a Francia, Bonaparte lo mata de hambre y frío (7 de abril de 1803). Leclerc aplica las consignas de rigor de su cuñado haciendo ejecutar a mansalva a los negros. Al confirmarse el restablecimiento de la esclavitud en la Guadalupe, el mulato Alexandre Pétion ordena un nuevo levantamiento general el 13 de octubre de 1802. Empieza a ser derrotado el ejército colonialista. Muere Leclerc... Su sucesor, el vizconde Domiciano de Rochambeau, extrema la crueldad: perros de raza bull-dogs despedazan vivos a los cautivos negros, que expiran con la agonía más espantosa y prolongada; acúdese a otros innumerables suplicios ideados por el ingenio; por primera vez en la historia se emplean las 258 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Como Rousseau, Robespierre era un convencido deísta. En consecuencia quiso instaurar una religión civil con el culto al Ser Supremo. “Robespierre considera que es necesario controlar a los sans-culottes y juega todo su prestigio en un ataque directo a la campaña de descristianización, organizando el culto al Ser Supremo. La idea consiste en recuperar alguna forma de religión para controlar a las masas, con la excusa de que el ateísmo es aristocrático y que la “libertad” conquistada incluye la libertad de cultos. Soldada la alianza con Dantón, con la cual pretende construirse un ala derecha moderada como soporte de su futuro poder personal, procede a detener y liquidar a los hebertistas. Realizada esta tarea, se vuelve hacia la derecha, liquidando ahora a Danton y los suyos (Desmoulins830, y los “indulgentes”, llamados así porque buscaban acabar con el Terror atrayendo a los moderados y promoviendo una amnistía). Robespierre pretende así erigirse en el punto medio del proceso revolucionario, garantía de orden para la burguesía, garantía de igualdad para los sans-culottes. Su éxito es su fracaso: aislado de los sans-culottes por estas maniobras, cae en manos de la oposición moderada que termina enviándolo a la guillotina, con Saint Just y una veintena de jacobinos, el 27 de julio de 1794.831 Se inicia el Termidor, un periodo de reacción armas químicas contra los rebeldes (gases sulfúricos) y otros procedimientos de exterminio en masa... las atrocidades exacerban el odio de la población contra el yugo colonialista. El 18 de noviembre de 1803 el ejército expedicionario es derrotado en Vertières. Al día siguiente capitula... Los franceses evacúan la isla. El 1 de enero de 1804 se proclama la independencia de la primera república negra, con el nombre de «République d’Haïti» (recuperando una antigua denominación, «Ayiti», de los primitivos aborígenes). La guerra y las matanzas francesas habían reducido la población de los anteriores 560.000 habitantes a poco más de la mitad...” Lorenzo Peña, «La memoria histórica de 1808 en la fundamentación axiológica de nuestro ordenamiento jurídico-constitucional» Madrid : C.S.I.C, 2009, disponible en Internet en : http://hdl.handle.net/10261/26456 [última consulta : julio 2010], págs. 7 a 10. 830 “La revolución no parece haber otorgado ningún discernimiento a quienes rigen la republica; en ella casi sólo veo ambición donde antes había ambición, y codicia donde había codicia”. Desmoulins, Camille, en una Carta a su padre en 1793. Disponible en internet : http://www.camille-desmoulins.com/ [última consulta : marzo 2010]. En el juicio previo a su ejecución, al ser preguntado por su edad respondió : "La del sansculotte Jesucristo cuando murió; es decir, 33 años, edad fatal para los revolucionarios." 831 El 26 de junio de 1794, los franceses obtuvieron una brillante victoria en la batalla de Fleurus, en los Países Bajos, contra el Imperio austríaco, por lo que el terror impuesto en Francia con el pretexto de luchar contra el enemigo externo, ahora derrotado, se mostró innecesario. Un grupo de opositores dentro de la misma Convención, entre los que se contaban Carnot, Fréron, Tallien, Fouché y Billaud-Varenne, ordenó la detención de Robespierre, luego de haber sido insultado y obligado a retirarse de las sesiones, efectuándose la misma el 27 de julio de 1794. Acusado de traidor por la Convención, fue ejecutado al día siguiente junto a veintiuno de sus seguidores, siguiendo el destino que él mismo había impuesto a casi diecisiete mil opositores políticos. Sus cuerpos decapitados fueron enterrados en el cementerio de Errancis. “En el curso de la crisis, la joven República francesa descubrió o inventó la guerra 259 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado creciente que se consolidará con una nueva constitución, en setiembre de 1795, que desanda el camino marcado por la del ’93. La política de Termidor se concentra en la formación del Directorio, un momento de pasaje hacia la dictadura personal de Napoleón. Durante todo el año siguiente, la crisis económica seguirá su marcha, llevando lentamente a una recomposición de la dirección popular, con cierta recuperación de enragés y jacobinos. La estrella de la nueva etapa de una revolución que se acaba es, sin embargo, Graco Babeuf y los “babuvistas”, quienes heredan la dirección de un movimiento popular en reflujo, aunque capaz todavía de ilusionar a más de uno. Ningún autor del siglo XVIII ofrece –por escrito- una teoría de la revolución, ni ninguno, antes de Babeuf832, sugiere los medios para tomar el poder. total: la total movilización de los recursos de una nación mediante el reclutamiento en masa, el racionamiento, el establecimiento de una economía de guerra rígidamente controlada y la abolición virtual, dentro y fuera del país, de la distinción entre soldados y civiles. Las consecuencias aterradoras de este descubrimiento no se verían con claridad hasta nuestro tiempo”. Hobswam, Eric J. La era de la revolución :1789-1848. 1ª ed., 3ª reimp. Barcelona : Crítica, 2005, pág. 73. 832 Babeuf, François-Noël “Gracchus”. El sistema de despoblación : genocidio y revolución francesa. Madrid : Ediciones de la Torre, 2008. Esta obra, doblemente revolucionaria, por su título original (Du système de dépopulation...) y su contenido, “alejado de la cartografía oficial, [y que] expone las causas de la descomposición y debacle de la Revolución francesa”, es una requisitoria absolutamente documentada (Babeuf era geómetra y funcionario al servicio de la aristocracia terrateniente) y de una increíble modernidad, contra la política dictatorial de los miembros de la Convención y del mismo Robespierre que, entre otras muchas consecuencias, condujeron entre 1793 y 1794 –la época del Terror- al exterminio sistemático de gran parte de la población del oeste de Francia, en lo que hoy calificaríamos de genocidio, o de “limpieza étnica” (Babeuf escribe «populicide»), señalando tanto “la deriva ideológica del movimiento revolucionario, ... cuanto la política de tierra quemada de, sin duda, las figuras más prestigiosas de la Convención...” Considerado uno de los primeros teóricos del socialismo, quiso llevar la revolución hasta sus últimas consecuencias, utilizando su propio periódico, Le Tribun du Peuple, donde firmaba como Gracchus Babeuf, para exponer sus teorías comunistas, como la abolición de la propiedad privada, la colectivización de la tierra y la abolición del derecho de herencia. A principios de 1796, intentó derrocar el Directorio y establecer un nuevo régimen en lo que se ha denominado “la conspiración de los Iguales”. El plan fue denunciado por un infiltrado, Grisel, y los conjurados fueron detenidos. Babeuf fue condenado a muerte un año más tarde y guillotinado en Vendôme. (Según Stephan Zweig, en un libro plagado de inexactitudes, “detrás de Graco Babeuf se oculta Fouché... se siente honradísimo de que el célebre diputado Fouché lo aconseje. Sí, él es todavía de los últimos y verdaderos republicanos, cree, uno de los que permanecieron en los bancos de la "montaña", que no ha hecho pacto con la "Jeunesse dorée" y con los proveedores del ejército. De buena gana se deja aconsejar, e impelido por esta mano hábil, ataca aTallien, a los termidoristas y al Gobierno... El Gobierno reconoce pronto la mano que carga el fusil contra él, y... Tallien culpa a Fouché de ser el consejero de Babeuf. Como siempre, niega Fouché francamente a su aliado...” (Fouché : el genio tenebroso. 13ª ed. Barcelona : Juventud, 2007). Se esté de acuerdo o nó con su pensamiento, “Todo aquel que cree que se puede hablar aún de libertad, igualdad y fraternidad (o “democracia”, “justicia social” y “solidaridad”) sin atacar las bases del sistema que las niega por su propia naturaleza, debiera leer El Tribuno del Pueblo: la 260 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado El fracaso de la Conspiración de los Iguales, en 1796, el encarcelamiento de Babeuf y los suyos, y su condena y ejecución en noviembre de 1797, cierra la participación popular revolucionaria y despeja el camino al ascenso definitivo de Napoleón que, en 1799, instaura la dictadura con la que había soñado Robespierre.833 “La Revolución, entendida como revolución jurídica, debe considerarse a un nivel europeo, que nos permita considerar este fenómeno en el aspecto puramente revolucionario, es decir político, y en el jurídico, entre su carácter universal y su uniformidad, entre el paradigma religioso y la “patria intelectual común” de la que hablaba Tocqueville834, entre el «esprit de conquête» y el principio de uniformidad defendido por ese français du deheors, Constant.835La conquista (¿el logro, el triunfo?) francesa y la diseminación tanto de las instituciones revolucionarias, como del Derecho de la Revolución –a pesar de lo controvertido del término-, muestra las tensiones insoslayables entre la construcción en diferentes fases, modos y tiempos, de un gran proyecto tumba de las ilusiones reformistas; la cuna de las esperanzas revolucionarias. Para todos los que ya atamos nuestra vida a la más bella y tremenda de las experiencias humanas, también es una obligación sentarnos a escuchar, atentamente...”.Eduardo Sartelli “Crítica sobre Babeuf y la Revolución francesa” En : Crítica de la Argentina, 20 de julio de 2009. Disponible en Internet : http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=27800 [última consulta : enero 2010] Vease además, González Cortés, María Teresa. “Descubriendo a Babeuf”. En : El catoblepas : revista crítica del presente, nº 86, 2009, p.24 833 “El final del Terror alentó de nuevo las esperanzas de estabilidad política sin renunciar a las reformas básicas introducidas por la Revolución. Muerto el rey y desparecido el Delfín, diezmada la aristocracia, clamando venganza desde el exilio los monárquicos supervivientes y agrupadas sus fuerzas en torno a programas inequívocamente contrarrevolucionarios, las posibilidades de un sistema de monarquía constitucional eran escasas” Sánchez-Mejía Rodríguez, María Luisa “Repúblicas monárquicas y monarquías republicanas: la reflexión de Sieyés, Necker y Constant sobre las formas de gobierno” en Revista de estudios políticos, ISSN 0048-7694, Nº 120, 2003, pág. 199 834 Tocqueville, Alexis de. El Antiguo Régimen y la Revolución. Madrid : Alianza ed, 1982 Aunque la Revolución francesa sea una revolución política « nacional », no afecta únicamente a una patria o a un territorio ; al contrario, acercó o dividió a los hombres sin tener en cuenta leyes, tradiciones, caracteres o idiomas « ...ha conformado, por encima de todas las nacionalidades particulares, una patria intelectual común donde los hombres de todas las naciones pueden convertirse en ciudadanos» 835 Constant, Benjamin. Del espíritu de conquista y de la usurpación en relación con la civilización europea. Madrid :Tecnos, 2008. Para Constant, la causa de las revoluciones se encuentra en la fractura existente entre las instituciones y las ideas: «Pour que les institutions d'un peuple soient stables, elles doivent étre au niveau de ses idees (...). Lorsque l'accord entre les institutions et les ¡dees se trouve detruit, les révolutions sont inevitables. Elles tendent á rétablir cet accord. Ce n'est pas toujour le but des révolutionnaires, mais c'est toujours la tendance des révolutions» «Des réactions politiques : Seconde édition augmentée de l'examen des effets de la terreur (1799)», en Laboulaye, E.Cours de politique constiutionnelle. Genéve : Slatkine, 1872 Reprints, 1982, vol. 11, pág. 71. “Hay que señalar que la uniformidad no ha encontrado jamás terreno más favorable que una revolución hecha en nombre de los derechos y de las libertades de los hombres » 261 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado imperialista que no puede separarse del concepto de “patria común” y esa dimensión unitaria y que le da forma, es también parte fundamental del Derecho de la Revolución. El estudio del derecho revolucionario en Europa, no puede consistir entonces únicamente en investigar el “Derecho francés en Europa”. Al contrario, una visión “desde Europa”, nos ayuda a examinar –mediante mitologías, paradojas y tradiciones consolidadas- la tendencia a construir conceptos dependientes, únicamente de las dinámicas que son mas inmediatamente adscribibles al hexágono francés, de manera relativa”836 La Revolución, como tal y en el interior de Francia, ha terminado con una dictadura burguesa conservadora.”837 La sociedad civil acabaría recuperando lo que la Revolución había usurpado de manera temporal.... Pero aunque Napoleón, ciertamente, tuvo en cuenta algunos de los intereses de la burguesía –fué, después de todo, quién promulgó el Código Civil, la auténtica base social del mundo postrevolucionario- impuso a esa misma burguesía un Estado dictatorial que tenía otros intereses, sus propios fines e incluso, contenía su propio final. En este sentido, Napoleón reinventó el Terror, aunque le dió un contenido diferente, al cambiar de objetivo : la conquista, en lugar de la virtud. La dictadura imperial fue una versión administrativa del Terror.838Y, que duda cabe, “las disposiciones de los constituyentes y el Código de 1791, debieron recordar demasiado las ideas de Beccaria al nuevo César que gobernaba Europa. El Code d’instruction criminelle de 1808, retrocediendo respecto a lo disciplinado en el Code des délits et des peines del 836 Lacchè, Luigi. « L’Europe et la révolution du droit : brèves réflexions ». En Annales historiques de la Révolution française, Nº 328. Disponible en Internet en : http://ahrf.revues.org/document610.html. [Ultima consulta mayo 2009] 837 Sartelli, Eduardo. “Graco Babeuf y los problemas permanentes del proceso revolucionario... : estudio preliminar”. En : El tribuno del pueblo. Madrid : Júcar, 1981, pág. 838 “... la supremacía de un grupo social se manifiesta de dos modos, como ‘dominio’ y como ‘dirección intelectual y moral’. Un grupo social es dominante de los grupos adversarios que tiende a ‘liquidar’ o a someter incluso con la fuerza armada y es dirigente de los grupos afines y aliados. Un grupo social puede e incluso debe ser dirigente aun antes de conquistar el poder gubernamental (ésta es una de las condiciones principales para la misma conquista del poder); después. Cuando ejerce el poder y aunque lo tenga fuertemente en el puño, se vuelve dominante pero seguir siendo ‘dirigente’”. Gramsci, Antonio. “Risorgimento Italiano”, op. cit., Cuaderno 19, pág. 387. Napoleón, en palabras de Thomas Jefferson fué : “[un] miserable que (...) provocó más dolor y sufrimiento en el mundo que cualquier otro ser que hubiera vivido anteriormente. Después de destruir las libertades de su patria, ha agotado todos sus recursos, físicos y morales, para regodearse en su maniática ambición, su espíritu tiránico y arrollador (...) ¿Qué sufrimientos pueden expiar (...) las desdichas que ya ha afligido a su propia generación,y a las venideras, a las cuales ya ha agobiado con las cadenas del despotismo (...) El Atila de nuestro tiempo (...) ha causado la muerte de cinco o diez millones de seres humanos, la devastación de otros países, la despoblación del mío, el agotamiento de todos sus recursos, la destrucción de sus libertades (...) Ha hecho todo esto para hacer más ilustres las atrocidades perpetradas, para engalanarse a sí mismo y a su familia con diademas y cetros robados.” The life, p. 656, Carta a Albert Gallatin (16 de oct de 1815); p. 683, carta a George Ticknor (25 de nov de 1817); p. 684, carta al conde Dugnani, ex nuncio papal en Francia (14 de febrero de 1818). 262 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado año IV (1795), crea un proceso mixto, dominado por el carácter inquisitivo de la fase de instrucción, estructurada según los métodos del Antiguo Régimen... ; la vista, por el contrario, se funda en la oralidad... pero el proceso llega, la mayoría de las veces, prejuzgado por el juez instructor. En 1810, Napoleón abolió el código de 1791 y puso en vigor su Code pénal, verdadera piedra de granito en la historia de la codificación penal. Ese código nace marcado principalmente por el diseño político cesarista que lo inspiraba : defender el orden social y público, proteger al Estado y al gobierno, disuadir e intimidar, amenazar... Capítulo IV. Inglaterra: las peculiaridades del ámbito anglosajón. Ya desde la Edad Media, la cultura (no sólo jurídica) anglosajona, presentaba unas características que la diferenciaban del resto de países europeos. Aunque los territorios britanos estuvieron ocupados por Roma casi trescientos años, desde el 43 al 407 de nuestra era,839 -sin contar el primer intento de Cayo Julio César cien años atrás- su “romanización” al parecer, no fue tan profunda como la de otras provincias del Imperio, a excepción quizás, del sureste de Britania, que, por otra parte, fue también la primera zona en caer bajo el yugo sajón, y cuya población fue asimilada y/o desplazada por la invasión de las tribus anglas, sajonas y jutas, que empujaron a los bretones al país de Gales y sustituyeron sus leyes y costumbres, romanizadas en parte, por las propias, por lo que apenas quedaron huellas del Derecho romano. Casi al mismo tiempo, el noroeste fue conquistado, desde Irlanda, por tribus gaélicas que terminaron por absorber a los pictos y a los britanos del norte, formando el reino de Escocia, en el siglo IX. A su vez, el sureste de esta región, colonizado por los anglos, se convirtió en parte del reino de Northumbria, hasta principios del siglo XI. También, los daneses, desde el siglo IX, y tras diversas incursiones a los reinos del norte del país, terminaron controlando parte de esa zona, aunque en el siglo siguiente, todos los reinos de Inglaterra se unificaron bajo un solo monarca. Tras la invasión normanda, en 1066, una élite de origen francés, terminó detentando el poder. El reino de Inglaterra fue un estado soberano hasta que, con Ricardo I, en 1194, se convirtió 839 Hubo un momento en que Roma intentó fijarse unos límites territoriales razonables. Por eso, trató de fortificar provincias del Imperio, para marcar físicamente sus fronteras, erigiendo murallas o limes, el mas famoso de los cuales es el muro de Adriano (Vallum Hadriani, o limes hadrianus), también conocido por el “muro de los pictos”, situado en territorio britano. Para una visión general y completa hasta finales de la Edad Media, vid. Snyder, Christopher Allen The Britons. Oxford, UK : Blackwell Pub., 2003. 263 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado en vasallo del sacro imperio romano-germánico. En 1212, durante el reinado de su hermano, Juan Sin Tierra, fue tributario de la Santa Sede.840 Tampoco tras la conquista de los normandos -hombres del Norte-, se adoptó el Derecho romano por los tribunales del Reino de Inglaterra, ya que su naturaleza era más política y administrativa que judicial, tratando solo cuestiones de interés público, relacionadas con el rey o el reino, y no litigios entre particulares, mientras que el corpus del Derecho romano contiene sobre todo regulaciones de pleitos causados por conflictos entre ciudadanos acerca de prestaciones de servicios y de transferencias y usos privados de las cosas, por lo que no podía ser de utilidad para los tribunales del rey.841 A esto, hay que añadir la tipificación de las acciones de common law en el Segundo Estatuto de Westminster (1285), que obstaculizaron aún más la adopción del Derecho romano, que, al ser un todo orgánico y completo, se adapta mal a una aplicación fragmentaria, única posible entonces en el Derecho inglés que se expandía lenta y gradualmente a través del sistema de los decretos (writs), expedidos muy poco a poco por la Cancillería real.842 Tras todo lo dicho anteriormente, hay que destacar que hay una penetración importante del Derecho romano en Inglaterra, si bien de manera indirecta, a través del Derecho canónico, aplicado por los Tribunales ingleses en cuestiones de matrimonio y sucesiones mortis causa, y del Derecho marítimo (Admiralty law) muy influenciado por la tradición jurídica romanística, debido a su carácter cosmopolita que se aplicaba por jueces especiales. Y numerosos autores han señalado “la íntima conexión del desarrollo del common law centrado en opiniones, debates y casos, sobre una fórmula de acción cual es el writ del canciller, en estrecho paralelismo con la fórmula del pretor en el Derecho romano clásico.”843Escribe Rabassa que la palabra law, que proviene de la corrupción de 840 Navarro Valls, Rafael, (coaut.) Estado y religión : textos para una reflexión crítica. 2ª ed. Barcelona : Ariel, 2003, págs. 108-109. 841 “Esta diferente formación del derecho en Inglaterra debe buscarse, sin duda, en su peculiar idiosincrasia, y en la capacidad de la Corona para orientar, en su propio beneficio, todo aquel sistema judicial. De hecho, la justicia del rey creó su peculiar common law unificando las costumbres locales de los condados. Y la Curia regis, actuando como tribunal central, empezó a registrar, en el siglo XIII, los precedentes del derecho anglosajón adherido a la tradición del stare decisis. “ Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel “Ius Commune y Common Law” en : Cuadernos de historia del derecho, ISSN 1133-7613, Nº 15, 2008, pág. 336. 842 Cfr. Dell'Aquila, Enrico. Introducción al estudio del derecho inglés. Valladolid : Universidad de Valladolid, Seminario de la Facultad de Derecho, 1992. 843 Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, op. cit., págs. 336-337. Así, Caenegem, R.C. van “The inner relationship between English and Roman Law” en : Cambridge Law Journal, Nº 5, 1935, págs. 347-365., e Introduzione storica al diritto privato. Bologna : Il Mulino, 2004, págs. 89-100. Lupoi, M. Alle radici del mondo giuridico europeo : Saggio storico-comparativo, Roma : Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato, 1994. 264 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado vocablos latinos y normandos (lex, loi, lie, este último en su acepción de “fijo o estable”) comprende diversas acepciones, significando tanto la “ley” en sí, como lo que para nosotros sería el “Derecho” : sus principios generales, doctrina y jurisprudencia. Igualmente, el término common law se emplea en varios sentidos : para designar el sistema jurídico angloamericano y diferenciarlo del resto de sistemas derivados del Derecho romano tanto en Europa como en América. También se denomina así el elemento casuístico, constituido por los precedentes judiciales –la jurisprudencia- distinto de las leyes promulgadas formalmente ; asímismo, se aplica tanto al Derecho formado por las decisiones y precedentes judiciales, aplicados por los tribunales ingleses llamados Common law courts, en contraposición al Derecho integrado por la jurisprudencia de los Equity courts, o Courts of Chancery, tribunales que suplían al principio y por un lado, las lagunas del Common law, y por otro, intentaban suavizar las normas, a menudo primitivas, aplicables a los casos bajo su jurisdicción. Por equity, por tanto, no debemos entender un concepto ético o filosófico de “justicia”, sino la rama del Derecho anglosajón –y americano- formada, inicialmente, por la jurisprudencia de jueces que, mediante la aplicación de principios abstractos de equidad, como hemos dicho más arriba, suavizaban los rigores normativos del primitivo Common law, y, más tarde, por una categoría especial de principios jurisprudenciales anglonorteamericanos, supletorios del Common law, conformando así una rama de su Derecho, tan técnica y jurídica como aquel.844 “La evidencia histórica demuestra que el Common Law tiene sus orígenes en una mixtura de normas consuetudinarias anglosajonas con ciertos usos o prácticas del Norte de Francia (fundamentalmente, Normandía) y procedimientos familiares para el gobierno de la élite anglo-normanda. En este proceso de seleccionar reglas y usos, los jueces desplegaron muy tempranamente el carácter pragmático de la cultura del Common Law a través de la construcción de un eficiente entramado de reglas y principios. Nos dice Hughes que, a pesar de que los jueces proclamaban que su labor se limitaba a descubrir y declarar un Derecho preexistente, lo cierto es que en las etapas más tempranas el proceso jurídico era altamente creativo en la medida que requería una tarea de selección y elaboración. Los países y territorios integrantes de la Commonwealth recepcionaron los fundamentos básicos de este Derecho que hubo de convivir, paradójicamente, con el incipiente desarrollo de un Derecho codificado en cada una de las ex colonias británicas. En efecto, en cierto sentido el proceso de codificación es natural en una colonia al carecer ésta de una tradición jurídica propia y resultar muy difícil recurrir a un Derecho asistemático, de enorme complejidad y con fuentes de difícil acceso como era el Common Law. Por ello, el sistema de Common Law en estos países se desarrolló en pacífica coexistencia con normas escritas de rango constitucional y legal.”845 844 Rabassa, Oscar El Derecho angloamericano : estudio expositivo y comparado del “common law”. México : Fondo de Cultura Económica, 1944, págs. 25 y ss. 845 Úbeda Tarajano, Francisco E. “Apuntes históricos sobre la formación de las “fuentes del Derecho” europeas” en e-Legal History Review, Nº 9, 2010, págs. 27-28. Y Hughes, G. 265 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Las fases de desarrollo del sistema jurídico inglés son esencialmente dos: El primer periodo comprende desde el siglo V, con la desaparición del Imperio romano de Occidente, a 1066, cuando Guillermo, duque de Normandía,846 desembarca en Inglaterra con su ejército. En esta etapa en la que, como se ha dicho más arriba, hubo invasiones de anglos, sajones y daneses que provenían del continente, se imponen las costumbres de estos pueblos (anglo-saxon law) que constituyeron la base del ordenamiento jurídico en vigor hasta la invasión de los normandos. Es un Derecho consuetudinario, no escrito, diferente en cada ciudad e incluso en cada aldea, de acuerdo con las costumbres y los idiomas de cada lugar. Tiene un carácter primitivo y arcaico, sin influencias del Derecho romano. La autoridad soberana es detentada por el rey, aconsejado por los wisemen o sabios del reino, que ejerce todos los poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Por lo que se refiere a las leyes y ordenanzas reales, de esta época se conocen algunas, que tratan principalmente de multas y aranceles, llamadas dooms, mediante las cuales se intenta sistematizar una parte del Derecho consuetudinario. (Algunas tienen carácter reformador y fueron promulgadas durante el periodo que va del siglo VII, con las leyes de Aethelbert, al año 1029, cuando Cnut o Canuto es proclamado rey). Al contrario que en el continente europeo, donde los textos legislativos se redactaban exclusivamente en latín, las leyes anglosajonas están, en su origen y casi todas, escritas en sajón, ya que las versiones en latín que nos han llegado son traducciones de los textos originales. Otras fuentes jurídicas se encuentran en documentos legales de la época, como las escrituras de otorgamientos de tierras o “diplomata”, casi siempre a favor de entidades religiosas. Se tutelaban sólo los derechos elementales de propiedad individual e integridad física. El rey ejercía funciones judiciales excepcionalmente, asesorado por el Witan o Consejo de sabios, ya que eran los tribunales locales los que solucionaban los litigios : las llamadas Shire Courts y Hundred Courts, elegidas por los hombres libres de su jurisdicción, que actuaban con independencia de la autoridad real y aplicaban el Derecho consuetudinario del lugar, con una fuerte influencia de la Iglesia ya que no habiendo aún distinción clara entre autoridad laica y religiosa, uno de los miembros del tribunal era el Obispo. Estos tribunales representaban la jurisdicción pública ordinaria anglosajona, pero además existían multitud de tribunales de justicia, sometidos al poder de los terratenientes o señores feudales, que ejercían su autoridad o bien por autorización del rey o por “Common Law Systems”, en Morrison, Alan B. (coord.), Fundamentals of American Law, New York : Oxford University Press, 1999, págs. 9-12 846 La conquista normanda fué uno de los acontecimientos mas importantes en la historia de Inglaterra, influyendo de manera decisiva en el desenvolvimiento posterior de sus instituciones. White, Albert Beebe The Making of the English Constitution : 449-1485. New York : G.P. Putnam's Sons, 1908. Versión electrónica : Alcester. Warwickshire : Read Books, 2008, pág. 72. 266 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado derecho adquirido por medio del ejercicio "de facto" del poder jurisdiccional durante mucho tiempo. Los tribunales anglosajones administraban un tipo de justicia muy formalista, regulada estrictamente por normas procesales, y solucionaban los litigios mediante pruebas casi siempre irracionales, como los llamados "juicios de Dios", comunes por otra parte en la época feudal. La segunda fase, mucho más importante para el desarrollo del Derecho inglés, comienza en el año 1066 y se caracteriza por la introducción en Inglaterra de un sistema feudal de origen franco, y por la formación gradual de un Derecho común o common law, emanado del rey y aplicado en todo el territorio nacional, por los tribunales de Londres. Así, este derecho se fue formando y contraponiendo a los múltiples Derechos consuetudinarios vigentes, administrados por numerosos tribunales locales que recibían el poder de jurisdicción de los terratenientes o señores. Tras la conquista normanda, al irse concentrando el poder en manos del rey, surgieron al mismo tiempo los tribunales reales de Londres, a los que se dirigían las quejas derivadas de la administración de justicia de los tribunales locales, extendiéndose poco a poco la jurisdicción de aquellos a todo el reino, y surgiendo por esto un corpus elaborado de normas jurídicas de naturaleza judicial : common law, vigente en todo el territorio inglés y susceptible de ser aplicado a todos los súbditos del reino. Se inicia pues su desarrollo, como se ha mencionado mas arriba, de mano de los normandos, que también llevan a Inglaterra un poder fuerte, de carácter centralizador y con una gran eficacia administrativa, adquirida en su Ducado de origen, introduciendo asimismo, un feudalismo peculiar y distinto al del continente europeo, ya que los señores normandos, manteniendo su lengua y sus costumbres, en un país extranjero, se agrupan en defensa de sus privilegios y propiedades, como afirma David847, alrededor de su soberano Guillermo, compartiendo una fuerte comunidad de intereses, que contribuyó a crear unos poderes públicos centralizados en manos del rey, insólitos en un sistema feudal, con una dependencia y sumisión efectivas por parte de los señores feudales, explicados como ya hemos dicho por el mantenimiento de la organización militar de la conquista por un lado, y por otro por los vínculos creados entre si por los conquistadores, que deseaban establecerse en Inglaterra definitivamente. El mismo hecho de la invasión marca las formas de organización del feudalismo inglés : el rey, por derecho de conquista, es el señor supremo, el propietario de todo el territorio del reino, derecho de propiedad que hoy, al menos en teoría, sigue vigente. Sobre algunos territorios, el rey mantuvo un dominio directo, mientras que el resto, dividido en grandes latifundios o manors, fueron concedidos a los nobles mas poderosos, normandos en su mayoría, que habían tomado parte en la conquista como recompensa, obligándose a cambio estos terratenientes 847 David, René. Les Grands Systèmes de Droit Contemporains : droit comparé. 11e éd. Paris: Dalloz, 2002, págs. 56 y ss. 267 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado (tenants) a prestar servicios al rey de naturaleza personal o militar, pudiendo ellos, a su vez, subarrendar parte de la tierra, constituyendo así una pirámide, en cuya base estaban los siervos o villanos, fundada jurídicamente en la tenencia o posesión (tenure), que podía adoptar distintas modalidades, según la extensión y duración de los derechos adquiridos, o la naturaleza de la contraprestación a la que se obligaba el arrendador. De este sistema feudal se deriva el actual Derecho inmobiliario británico, que aun hoy, mantiene figuras jurídicas y denominaciones de esa época. “Circunstancias históricas particulares como la precoz formación de un Estado unitario inglés, la unidad jurídica, la centralización judicial, la creación de un potente cuerpo homogéneo de juristas y la existencia de un fuerte nacionalismo jurídico, se revelan como factores importantes en el origen de las peculiaridades del sistema del common law inglés.”848 Según el profesor Dell'Aquila,849el periodo durante el que se forjó el Derecho inglés como distinto de los Derechos romanistas de Europa continental, abarca, como hemos mencionado, desde 1066 a 1485, con la subida al trono de Enrique VII. En este tiempo, el poder público se consolida cada vez mas en manos del rey850, quien lo ejerce a través de cuatro instituciones político-jurídicas : El King's council o Consejo real, la King's inquest o inquisición del rey, el King's writ o decreto u orden del rey, y la doctrina de la paz real o King's peace, que si en un primer momento representan privilegios o prerrogativas reales de acuerdo con el sistema feudal anglosajón, con el tiempo, se convierten en los pilares en los que se fundamenta el concepto de Estado británico. La también llamada Curia Regis o Consejo del rey, continuación de una institución similar anglosajona de la que hablamos mas arriba, el witan, tenia unas funciones muy amplias no sólo como órgano consultivo, sino también para administrar justicia. De la época anterior a la conquista normanda, aún seguían permaneciendo núcleos de poder sustraídos a la influencia del rey: los tribunales locales, controlados por un feudatario o un clan familiar, y los eclesiásticos. Todos ellos ejercían sus funciones con total independencia de la autoridad real, debido en parte a que al King's council sólo podían acudir el rey y la nobleza para defender sus intereses. Mas tarde, fueron apareciendo en la Curia regis, por un 848 Sánchez Martínez, María Olga “Las peculiaridades del derecho inglés desde la mirada de la Europa continental” en : Anuario de Filosofia del Derecho› Nº 17, 2000, pág. 3. 849 Dell'Aquila, Enrico. op. cit., págs. 50 y ss. “El empeño por mantener la jurisdicción del rey, por encima de cualquier otro sistema jurídico, resultaría una empresa relativamente fácil de llevar a cabo, toda vez que los únicos instrumentos en el origen y en la fuente del derecho anglosajón, fueron aquellos writs o mandatos del mismo rey: auténticos generadores del proceso y, a la postre, también, del derecho sustantivo. De esta suerte, la dialéctica entre poder, proceso y derecho, se cerraba con facilidad ante elementos extraños, aunque tales elementos pudieran proceder incluso, de otros derechos cultos.” Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, op. cit. pág. 342. 850 268 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado lado la llamada Cámara de los Lores y por otro, un cierto número de tribunales situados en Westminster, formados por jueces profesionales, con jurisdicción sobre todo el reino, por delegación real y entendiendo de todo tipo de pleitos entre ciudadanos de cualquier clase social. Esta extensión jurisdiccional se realizó poco a poco, sirviéndose de interpretaciones de textos legislativos, cuando menos discutibles. El primero en el tiempo de estos tribunales fue el Exchequer, especializado en problemas de hacienda pública y contabilidad de la casa real. El segundo, la Court of Common pleas, para dirimir pleitos menores, fue en principio itinerante, y seguía al rey, pero ya la Carta Magna (1215) dispone que tenga un lugar "cierto" (in aliquo certo loco), estableciéndose también en Westminster, y separándose de la Curia regis en 1234, con una competencia mucho mas amplia que el resto de los tribunales, llegando a abarcar la casi totalidad de litigios privados. El último tribunal nacido en la Curia regis, y de la que se separó en 1224, fue el King's Bench, presidido al principio por el propio rey, que actuaba como tribunal de apelación contra las sentencias civiles y penales de los demás tribunales. En el resto del país, la justicia del rey era administrada por jueces itinerantes, nombrados por el rey de entre los miembros de la Curia regis, y que, de tres en tres, ejercían su jurisdicción en cada uno de los circuitos o circunscripciones (seis en total) en los que fue dividido el país en 1176. Los Justices of Eyre ejercían sus funciones partiendo de una orden del rey, que ponía en marcha un procedimiento, que según autores como Pollock-Maitland, tenían su origen en las "inquisitiones" de los reyes francos y que convocaba, por medio del sheriff del lugar, a un cierto número de personas de la nobleza, el clero, la burguesía y el pueblo, para preparar un informe de los hechos (doings), fechorías y faltas (misdoings and nondoings) ocurridos desde la sesión anterior, y, mediante una proclama, se dirigía a la población en su conjunto para que presentaran sus peticiones y quejas a los jueces del rey. El sheriff debía transmitir, junto al informe, las peticiones de justicia y convocar a todas las personas implicadas en los pleitos. Desde el momento de la proclama, la actividad de los tribunales locales se paralizaba hasta que finalizasen los trabajos del General Eyre. Se creaban, para contestar las preguntas de los jueces acerca de los hechos que interesaban unas comisiones especiales de doce miembros : los jurados o jurors, que al menos al principio, como afirma Holdsworth, desempeñaban el papel de testigos bajo juramento. Sus respuestas eran el punto de partida para iniciar acciones judiciales, aunque los jueces contrastaban sus testimonios con los informes del sheriff y el coroner. Esta institución fue suprimida a finales del siglo XVI, siendo sustituida por comisiones de jueces con labores estrictamente judiciales y no ya de inquisición o control, que con el nombre de Courts of Assize han seguido existiendo hasta que el Courts Act de 1971 las ha reemplazado por la Crown Court. Para acudir a los tribunales del rey, lo que al principio constituía un privilegio al alcance sólo de unos pocos, y no un derecho de todos, era necesario pedir a la 269 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Cancillería real un "writ" o documento oficial que iniciaba la relación procesal o juicio, y que si en un primer momento debían contar con el examen y aprobación del Canciller en persona, algunos, mas tarde, se expedían automáticamente, previo pago de una cierta cantidad de dinero, lo que interesaba al rey no sólo por motivos económicos sino también políticos, ya que extendía la jurisdicción de sus propios tribunales. El writ refleja el carácter público del Derecho inglés, y en principio, no era tanto una autorización para pleitear, como una orden real, dirigida al sheriff de la circunscripción para que conminase al demandado a comportarse conforme a derecho, satisfaciendo al demandante, o en caso contrario, a comparecer ante los tribunales para justificar su conducta. Su contenido era una fórmula predeterminada, muy estilizada que tenía que encajar en alguna de las acciones ya admitidas ante los tribunales del rey, y desde mediados del siglo XIII, sólo se podía acudir a los tribunales si se elegía una acción de entre las ya previstas, y de las que existía un listado o registro (Register brevium), obteniendo así el writ que correspondiese a dicha acción, teniendo a su vez, cada uno de ellos un procedimiento o form of action peculiar, por lo que se concluía que sólo había un derecho que tutelar, si había ya un writ que lo protegiera : remedies precede rights. Sólo se tutelaban judicialmente derechos nuevos si la Cancillería expedía writs nuevos y distintos a los ya existentes. El demandante, por lo demás, debía cuidarse de elegir el apropiado, ya que una vez iniciado el procedimiento, no había manera de enmendar el error e intentar acogerse a otro más adecuado, sino que tenía que cursar una nueva demanda con la consiguiente pérdida de tiempo y dinero.851El Segundo Estatuto de Westminster promulgado en 1285, llegaba al compromiso de no emitir nuevos writs, que extendían la autoridad del rey, amenazando a los señores feudales, pero por otro, se admitía la interpretación analógica de los ya existentes, para amparar derechos similares a los protegidos por los expedidos hasta el momento de promulgación del Estatuto. Pero junto a los tribunales ordinarios, el ascenso de Enrique VII al trono en 1485, supuso también la creación de otros que dejaron de aplicar el sistema de Derecho común instituido por Enrique II y sus sucesores. “Por Derecho inglés queremos indicar el ordenamiento jurídico que rige en Inglaterra y Pais de Gales, ya que el Derecho escocés deriva de la tradición romano-canónica, nada tiene que ver con el Common law, y pertenece a la familia de los Derechos romanistas.”852El Derecho romano, base de la ciencia jurídica occidental "continental", está constituido por un conjunto de normas, 851 Para simplificar las normas procesales y reducir el formalismo de las acciones, se promulgaron entre 1873 y 1875, las llamadas Judicature Acts, pero aún hoy dia, el common law protege de hecho determinado interés sólo cuando antes de dichas leyes, la Cancillería hubiese concedido un writ. 852 Cfr. Allen, Carleton Kemp. Law in the making. 6th ed. Oxford : Clarendon Press, 1958, págs. LXVI y ss. (Hay traducción española : Las fuentes del Derecho inglés. Madrid : Instituto de Estudios Políticos, 1969) 270 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado escritos y dictámenes, formados a través de una elaboración legislativa y sobre todo doctrinal multisecular. La trascendencia de las obras doctrinales de los juristas romanos queda atestiguada por la practica (institución del ius respondendi) de fundar las sentencias de los magistrados, en los dictámenes o responsa de los juristas más destacados, confirmándose esta importancia cuando, en la época imperial las obras de diversos jurisconsultos como Gayo, Ulpiano, etc. adquirieron carácter normativo al promulgarse en 426 d.C, por Valentiniano III y Teodosio II la llamada Ley de citas. Cuando el emperador Justiniano ordena la codificación definitiva del Derecho romano, esta se realiza a través de cuatro obras, dos de las cuales son doctrinales : Institutiones y Digesto. Las otras dos, el Codex y las Novellas, de menor importancia son las que poseen carácter legislativo y recopilatorio : leyes imperiales, edictos, etc. En las Edades Media y Moderna, se difundió el Derecho romano por toda Europa a través de las obras de los glosadores, de los comentaristas y más tarde, de la legislación napoleónica. Sin embargo, en Gran Bretaña, exceptuando Escocia, su influjo fue limitado e indirecto, con carácter esporádico y ocasional, ya que no hubo una verdadera recepción del Derecho romano, en principio y como afirma Holdsworth, debido a la resistencia a cambiar usos y costumbres por la fuerza, y después, a causa de la formación de una clase de juristas muy conservadores,853opuestos a la adopción del Derecho romano, temiendo perder sus prerrogativas como conocedores del Derecho inglés, en favor de los civilians o expertos en el Derecho romano canónico. 854 Por todo esto, los juristas ingleses han considerado por regla general, que su Derecho se desarrolla con una continuidad histórica, sin las influencias 853 “... la educación de los juristas ingleses se forjó en torno a las inns of court. Estas surgieron como lugar de hospedaje de abogados, funcionarios y aprendices de derecho, que acudían a la ciudad de Londres, en periodo de sesiones del Parlamento, y de los tribunales. Allí, se estudiaban los pormenores prácticos de la vida judicial, pero sin preocuparse de las cuestiones especulativas en las que se debatían los juristas de las universidades continentales. Esta estructura de la formación jurídica en Inglaterra, tiene mucho que ver con su concepción del derecho. Un derecho que es, sobre todo, práctica procesal y que desdeña las teorías y construcciones de la dogmática jurídica, ciertamente, más propias de un derecho repensado y elaborado en las universidades. Con el transcurso del tiempo, aquellas inns of court se fueron transformando en auténticas asociaciones de abogados. A finales del siglo XIV y comienzos del XV, la mayoría de los jueces y serjeants at law resultaban elegidos en tales asociaciones. Las cuatro más conocidas, que se remontan a tiempos de los Tudor, continuan una tradición inveterada, cuyos nombres son: Inner Temple, Middle Temple, Gray’s Inn y Lincoln’s Inn.” Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, op. cit., pág. 342. 854 “Sin embargo, es inevitable reconocer que también en Inglaterra, junto a la jurisdicción civil existía la jurisdicción eclesiástica. Y, por consiguiente, todos los litigios y controversias que se dirimían bajo la competencia de la Iglesia, generaban las influencias de un derecho aplicado por y desde los tribunales eclesiásticos. Y, por esta vía, las cuestiones no podían estar exentas de la impronta del derecho romano, o de un cierto romanismo” Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, ibid., pág. 338. 271 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado “extranjeras” (recepción del Derecho romano) ni rupturas (considerando las codificaciones como tales) que son características de los sistemas jurídicos continentales. Por su parte, el Derecho inglés se desenvuelve de manera autónoma, en una evolución ininterrumpida, basada invariablemente en dos principios fundamentales : el common law y la equity, sistemas jurisprudenciales originados el uno en los tribunales del rey, y el otro en las Cancillerías.855 A partir del decreto de Eurico III (1234), comienza a restringirse la enseñanza del Derecho Romano856 en la Escuela de Londres, continuando esas limitaciones en los siglos posteriores, ante el temor de los monarcas ingleses de que su adopción plena significase una subordinación “de facto” al imperio romano-germánico. Sin embargo, la penetración del Derecho romano en el inglés es profunda, aunque no sea por la vía directa de la legislación, ya que los tribunales eclesiásticos, hasta el siglo XVI, continúan aplicándolo como derecho supletorio y como elemento de interpretación. Por eso, puede afirmarse que en el ámbito anglosajón, el orden de valores ético-jurídicos es, en principio el mismo que en el europeo continental.857 Hasta tanto es así que una institución jurídica presentada por algunos autores como peculiar y exclusiva del sistema angloamericano de Derecho, el estoppel, maneja, sin embargo, “conceptos que se encuentran estrechamente relacionados con la idea de la no contradicción y la regla del venire contra factum proprium non valet858 [y] cumple funciones similares”. Emanando ambas del principio general de la buena fé y encaminadas a la consecución de un 855 “... stumbling forward in our empirical fashion blundering into wisdom.” (seguimos tropezando a nuestra manera empírica y, equivocándonos, vamos dando tumbos hacia la sabiduría) Maitland, Frederic William en Traill, H.D. (ed.) Social England : a record of the progress of the people in religion, laws, learning, arts, industry, commerce, science, literature and manners, from the earliest times to the present day. London : Cassell, 1895-1901. 6 vols. V.1, pág. 289. 856 Cita Peter Stein en su obra Roman law in european history. Cambridge : Cambridge University Press, 1999, pág. 125, a un escritor anónimo que, en 1859, escribía sobre el Derecho romano :”... it is obvious that its definitions and classifications, its mode of thought and the internal connections of its parts are for us incomparably more important than its minuter details. The enduring merit of the Roman law is that it is the work of a people who seem to have been raised up for that particular end at a time when the vocation of races appear to have been more marked and separate than they are now. We can therefore no more dispense with the Romans to teach us law than we can with the Greeks to teach us art... Es obvio que sus definiciones y clasificaciones, su manera de pensar y las conexiones internas entre sus partes son, para nosotros, mucho mas importantes que sus detalles mas nimios. El mérito duradero del Derecho romano es que se trata de la obra de un pueblo que parece haber sido elegido para ese fin especial... no podemos, por tanto, prescindir de los romanos para enseñarnos derecho, como tampoco podemos hacerlo de los griegos, para enseñarnos arte” (Law Magazine, NS, nº 7, 1859, págs. 382-383) 857 Todo derecho está “contaminado”, o como afirma Watson, ha sufrido algún tipo de “transplante legal”. Y, en este sentido, los más evidentes son el Ius commune y las codificaciones. Watson, Alan, Legal History and a Common Law for Europe.: Mystery, Reality, Imagination. Stokhölm : Institutet för rättshistorisk forskning, 2001 pág. 101. 858 Ulpiano. Digesto 1.7, fragmento 25, referido a la adopción. 272 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado mismo ideal de justicia y a la protección de un interés similar.859 Etimológicamente, estoppel, (proveniente del antiguo francés normando, estouper, etouper, también del latin stopare, de la que se deriva el verbo inglés estoppe o stoppe, y el sustantivo estoppel) significa estorbo, impedimento, obstáculo, detención... basándose en esta figura jurídica, “dentro de un proceso, una persona [en virtud de una presunción iure et de iure] está impedida de formular alegaciones, aunque sean ciertas, que estén en contradicción con el sentido objetivo de sus anteriores declaraciones o de su conducta anterior. No se puede, en el curso de un proceso, alegar y probar la falsedad de algo que la misma parte, con anterioridad, ha presentado, con sus palabras o su conducta, como verdadero. Se prohíbe de esta forma cualquier actuación que constituya una revocación de un acto en detrimento de terceros, puesto que a las partes les es exigible un deber de preservar la apariencia generada, lo que constituye un verdadero impedimento para que un persona adopte una posición jurídica incompatible con aquella asumida precedentemente, y con base en la cual otra persona ha ajustado su conducta de forma tal que la nueva posición jurídica le resulte dañosa. La eficacia del estoppel es de naturaleza procesal, es decir que entra en juego dentro de un proceso y nunca fuera de él. Su efecto es exclusivamente de esa naturaleza y, por lo tanto, no crea ni modifica, ni extingue una situación jurídica. Al no tener un carácter sustantivo, carece de eficacia general, sin que pueda llegar nunca más allá de las partes que estén actuando en el proceso. Por lo tanto, sólo se concibe como un medio de defensa, nunca como una acción, no puede plantearse como fundamento en una demanda.Otra característica del «estoppel» es su reciprocidad, en el sentido de que puede ser empleado a favor o en contra de cualquiera de las partes, pero en cambio, no funciona ni a favor ni en contra de terceros. Adicionalmente, se requiere que las afirmaciones sean claras y sin ambigüedades, el simple silencio no da lugar a su aplicación. El «estoppel» opera a favor de la persona que confió en tales afirmaciones; confianza que la ha conducido a comportarse de alguna manera que altere su situación jurídica y la lleve a un cambio de posición que provoque una modificación de su comportamiento procesal. El estoppel, como medio de defensa que puede ser alegado tanto por el demandante como por el demandado, presenta diversas modalidades”860, siendo notablemente paralela, aunque no idéntica, no sólo a la regla primero mencionada y principio fundamental de Derecho romano, sino a 859 Ekdahl Escobar, María Fernanda La doctrina de los actos propios : el deber jurídico de no contrariar conductas propias pasadas. Santiago de Chile : Editorial Jurídica de Chile, 1989, pág. 78. También, Kinsella, N. Stephan “Estoppel: a new justification for individual rights” en Reason Papers, Nº. 17, 1992, pág. 61, y “Punishment and Proportionality: The estoppel approach” en : Journal of libertarian studies, Nº 12-1, 1996, pág. 53. 860 Bernal Fandiño, Mariana “El deber de coherencia en los contratos y la regla del venire contra Factum Proprium” en : International Law: Revista Colombiana de derecho Internacional, ISSN 1692-8156, Nº. 13, 2008, págs. 301 y ss. También, Puig Brutau en sus Estudios de derecho comparado : la doctrina de los actos propios. Barcelona : Ariel, 1951, págs. 103 y ss. 273 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado las variantes doctrinales de la misma que, bajo la denominación de Verwirkung figuran en el derecho alemán y suizo. Establece Alfonso de Cossío que «el Derecho continental es Derecho romano transformado por la glosa y el Derecho inglés, Derecho germánico sin reformar por la recepción. El uno establece normas generales organizadoras y el otro tiende tan sólo a resolver litigios concretos... La organización y estructura social es, en Inglaterra, patrimonio exclusivo de la sociedad misma, no incumbencia privativa del Estado, en tanto que en el continente, el Estado ha asumido tal función organizadora, transformando en jurídicas las normas que originariamente eran solo sociales.”. Existe “otra causa que podemos denominar técnica, y que jugó un papel determinante en la formación del derecho inglés. Los propios jueces, desde el siglo XIII, tomaron conciencia de la importancia de dirigir la educación en el ámbito jurídico, desde una perspectiva que no era tanto la ciencia, sino la práctica jurídica. Así, mientras el continente desarrolló una clase jurídica, y un derecho culto de juristas en las universidades, versados en derecho romano y canónico, Inglaterra se aferró al derecho consuetudinario de sus procesos medievales, acotados por los writs reales, pero sobre todo manejados por una magistratura que controlaba el proceso de aprendizaje y práctica del derecho, sin necesidad de adquirir los doctorados del utrumque ius.”861Puede afirmarse entonces que las principales características diferenciales del Derecho ingles son : 1) Su continuidad histórica. 2) La centralización de los Tribunales. 3) La importancia de la magistratura como creadora del derecho. 4) El elemento laico, no profesional –institución del jurado- en el sistema jurídico anglosajón.862 Hay que contemplar también la “singular cadena de prohibiciones políticas, que el poder realizó en Inglaterra para mantener intangible, esencialmente, aquella jurisdicción del rey. Esta prohibición, desde la segunda mitad del siglo XII, fue dirigida contra el derecho canónico. También existió trece años antes, en 1151, la primera interdicción sobre el Derecho romano, que se repetiría en 1234 y 1236, como ya se ha visto. Y así, con múltiples interdicciones dirigidas a impedir el desarrollo del derecho romano y del ordenamiento canónico en Inglaterra, el derecho inglés no podía discurrir por aquellos mismos derroteros del continente. Máxime, cuando los mencionados derechos, proscritos en mayor o menor medida, no lo fueron por una causa accidental o una cuestión coyuntural. Antes bien, veto y límite al utrumque ius, fueron aquella expresión cristalizada de la voluntad del poder, monárquico y feudal, en Inglaterra.” 863 861 Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, op. cit., pág. 343 Allen, C.K. Allen, Carleton Kemp. Law in the making. Oxford : Clarendon Press, 1978, pág.LXV. Hay traducción española : Las fuentes del derecho inglés. Madrid : Instituto de Estudios Políticos, 1969. 863 Jusdado Ruiz Capillas, Miguel Angel, ibid., pág. 341. 862 274 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado El Derecho estatuido se deja más a un lado; las colecciones de sentencias (reports) forman la masa principal del Derecho, mientras que en el continente la ley, lo anónimo, se destaca tan exclusivamente que hasta en el lenguaje corriente, tanto de los juristas como de los profanos las palabras Derecho y Ley se encuentran usadas sinónimamente»864. Para esta concepción, el Derecho tiene un carácter eminentemente judicial. Ahora bien, al lado de las reglas jurídicas que revisten la forma judicial o jurisprudencial (common law y equity), existe otra fuente del Derecho que es la forma propiamente legal (statute law) que se muestra en las leyes dictadas por el Rey y por el Parlamento. Sin embargo, la forma jurisprudencial es la típica del ordenamiento inglés.865 El Common Law ha sido definido por Lévy-Ullman como un «cuerpo de reglas judiciales basado sobre un viejísimo fondo consuetudinario». «Dejando aparte el problema, controvertido en nuestros tiempos, de si estas decisiones pueden ser enlazadas con las costumbres o si forman, por el contrario, un Derecho realmente «hecho por el juez»» (judge made law), lo innegable es que constituyen el factor más importante en la formación del Derecho inglés. Common law y Equity son dos cuerpos del Derecho judicial»866. Y Jenks afirma: «en este proceso de unificación, en virtud del cual el país adquirió un Derecho común (Common Law) se hizo realidad el proverbio el juez hace el Derecho en el sentido de que fue moldeado y establecido autoritariamente por los jueces, pero que nació y se desarrolló en el pueblo, pues de sus costumbres y de sus prácticas fueron sacados sus materiales».867 Desde principios del siglo XIII, los señores feudales entraron en conflicto con sus reyes, a causa, sobre todo de las tremendas exacciones fiscales, impuestas por los mismos para financiar las guerras, especialmente, en el caso de Juan I -sin 864 Cossío, Alfonso de La concepción anglosajona del Derecho, Madrid : Ed. Revista de Derecho privado, 1947, pág. 233. El derecho inglés es un derecho de jueces, en tanto que el derecho continental es un Derecho de catedráticos, opinión compartida por KOSCHAKER, o dos actividades polarmente distintas : el Derecho de juristas (estudio práctico-dogmático) y el Derecho de profesores (estudio histórico), 865 Leonsegui Guillot, Rosa A. “El método en el derecho inglés”. En : Boletín de la Facultad de Derecho, (BDF) nº 14, 1999, págs. 9 y ss. 866 Lévy-Ullman Le systéme jurídique de l'Angleterre, I, Le systéme traditionnel, París, Sirey, 1927, págs. 40 y ss. 867 Jenks, Edward El Derecho Inglés Madrid : Ed. Reus, 1930, p. 38. Translada John P. Dawson el término, acuñado por Max Weber “rechtshonoratioren”, (aquellos que cuentan = notables en el Derecho) para aplicarlo a los jueces y juristas y el papel que a lo largo de la historia del Derecho desempeñan y han desempeñado en Francia, Inglaterra y Alemania : los oráculos de la Ley. Vid. Dawson, John P. The oracles of the law. Westport, Connecticut : Greenwood Press, 1978 275 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado tierra-Plantagenet868, las sostenidas contra Francia, emigrando los nobles más rebeldes a este país. El 12 de junio de 1215, los señores feudales ingleses, redactaron, en la abadía cisterciense de Pontigny (departamento de Yonne), la Magna Carta Libertatum, o Carta Magna de las Libertades de Inglaterra e impusieron a este soberano un largo texto, dividido posteriormente en 63 artículos o parágrafos, redactados en latín, que ha sido considerado como el primer documento constitucional de Inglaterra y el fundamento de sus libertades.869 En esta Carta se enumeran los privilegios otorgados a la Iglesia de Inglaterra, a la ciudad de Londres, a los mercaderes y a los dignatarios feudales… y al resto de hombres libres (freemen) del reino, así como las… garantías por lo que se refiere a la libertad individual de las personas. El parágrafo o clausula XXXIX: “Ningún hombre libre será detenido o encarcelado o desposeído o puesto fuera de ley o de cualquier manera destruido, ni le condenaremos, ni le impondremos prisión, excepto por el juicio legal de sus pares o conforme a las leyes del país” se convierte en la principal garantía procesal de la Carta, y en su clave de bóveda. “Aunque no crea el procedimiento de “habeas corpus”, como a veces se afirma, lo que este texto consagra es la doble garantía del “iudicium parium suorum” y de la “lex terrae". Lo primero, significa el juicio por jurados, excluyendo que nadie pudiera ser condenado por un tribunal o una comisión especial dependiente del Rey. La segunda exigencia, alternativa o complementaria de la anterior (según se interpretara la conjunción disyuntiva que las enlaza en el texto) consiste en que el juicio se haga “conforme a las leyes del país” Se trata sin duda de un requisito ambiguo, que llegó a ser entendido a veces como equivalente al primero (a fin de cuentas, las leyes del país, esto es, el Common Law, exigían el juicio por jurados desde el siglo XII). Sin embargo, a la postre, prevaleció una interpretación de la “lex terrae” como una garantía de contenido más amplio, como el derecho al debido proceso legal (“due process of law”), es decir, el derecho a la legalidad procesal en todos sus aspectos o el derecho a un juicio justo.” La Carta Magna es el primer texto establecido contra la arbitrariedad de la Corona y en el que se estipulan medidas concretas de protección de las libertades 868 “Constantemente desafiado por tres poderes rivales : el del Rey de Francia, el de la Iglesia Católica y el de los barones ingleses. Y, en situaciones de debilidad, Juan no dudó en hacer a cada uno de ellos importantes concesiones, que luego no respetó”. Satrústegui GilDelgado, Miguel “La Magna Carta : realidad y mito del constitucionalismo pactista medieval” En : Historia constitucional, nº 10, 2009, pág.3. Disponible también en Internet : http://www.seminariomartinezmarina.com/ojs/index.php/historiaconstitucional/article/v iew/232/205 [última consulta : febrero 2010] 869 “Quienquiera que haya leído la Magna Carta, ya sea en latín o en su traducción inglesa se habrá quedado sorprendido de lo que encontró allí o de lo poco que encontró …”. Este juicio tan desmitificador de Erwin Nathaniel Griswold, decano de la Facultad de Derecho de Harvard, en su “introducción” a la obra The Great Charter : four essays on Magna Carta and the history of our liberty New York : Pantheon Books, 1965, está plenamente justificado, porque en la Magna Carta no hay el esquema de una Constitución o de un sistema de gobierno... Satrústegui Gil-Delgado, M. op. cit. pág. 4 276 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado individuales. Ulteriormente esta limitación de los poderes reales se reiteró en el Estatuto de Merton870 (Ancient Statute of Merton) pactado por Enrique III en 1235, que fué el primero de los Estatutos ingleses, y se amplió, en 1297, durante el reinado de Eduardo I, contribuyendo a asentar dos principios importantes para la historia del constitucionalismo : el principio contractualista de que todo gobierno legítimo debe basarse en un pacto con los gobernados y la idea de la “ley fundamental”.871 Se trataba simplemente de comprometer al rey a respetar una serie de normas, principalmente de cara a sus señores feudales, mezclando lo político con lo jurídico, y que fueron seguidas por otras en reinos como Hungría, Aragón y Brabante (esta ya en 1365). “Pero la constante búsqueda de concreción de la idea política subyacente a ella, y su coordinación pragmática con los institutos jurídicos disponibles y protegidos mediante la práctica constante, generaron los avances sobre el Estado de derecho, que se convertirían en un modelo para el resto de países europeos.”872 “Los fallos de los jueces ingleses… que desarrollaban metódicamente el derecho y eran vinculantes, creaban también seguridad jurídica… Como ejemplo de esta perseverancia metódica y de la observación del derecho “heredado”, la Petition of Rights de 1628,873por la que uno de los jurisconsultos más significativos de su 870 En esta Asamblea, y a propósito de la filiación de los hijos y del tema de la bastardía, recogido en el capítulo IX del Estatuto- los barones reunidos en Merton afirmaron de manera explícita : “Omnes comites et barones una voce responderunt, quod nolunt leges Angliae mutare”(no queremos cambiar las leyes, sino permanecer en las costumbres del reino de Inglaterra). Blackstone, William. Commentaries on the Laws of England. Introduction. Section I. On The Study of the Law. Oxford : Clarendon Press, 1765-1769. Citado también en Radbruch, G. El espíritu del derecho inglés, Madrid : Marcial Pons, 2001, p. 22. 871 Thomson, Richard. Historical Essay on The Magna Carta of King John… London : J. Major, 1829. Texto en latin y en inglés. Disponible en Internet : http://books.google.es/books?printsec=frontcover&dq=Historical%20Essay%20on%20T he%20Magna%20Carta%20of%20King%20John&sig=tAq-ZZzMbTLT5Coob30do7WKNQ&ei=fQyWS9n1G9Cd4QaXuJjCw&ct=result&id=CsYsAAAAMAAJ&ots=RaOmScRgA4&output=text&pg=RA1-PA92 [última consulta : marzo 2010] 872 Brand, Jürgen. “La evolución del concepto europeo del Estado de Derecho”. En : Anuario de Derecho constitucional latinoamericano, 2006, pág. 43 873 En 1627, tras el fracaso del sitio de La Rochela, Carlos I de Inglaterra, en lucha contra Francia y España, se vio obligado a pedir fondos al Parlamento. Antes de someter esta demanda a votación, las dos Cámaras del Parlamento en pleno (la de los Lores y la de los Comunes) le impusieron la Petition of Rights, que redactada en inglés, garantizaba en sus once artículos, diversos principios de libertad política y de libertades individuales : la imposibilidad de recaudar impuestos sin el acuerdo del Parlamento, de efectuar detenciones arbitrarias y de establecer tribunales de excepción, el derecho del acusado a un proceso legal y el respeto de las libertades y los derechos reconocidos por las leyes y los estatutos del reino. El rey aceptó la Petición, -después de asegurarse de que sus jueces no lo 277 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado época, sir Edward Coke, convencido de la superioridad del Derecho y su carácter vinculante (“neminem opportet esse sapientor legibus”), y de la tradición la experiencia y la técnica jurídicas acumuladas durante siglos por el Common Law… instó al Parlamento a elaborar el catálogo de los derechos por la libertad históricos que es la Petición… las libertades fundamentales adicionales conquistadas luego, tras cada enfrentamiento entre Corona y Parlamento y concretadas en documentos posteriores como La ley de Hábeas Corpus874 en 1679, redactada por el Parlamento en el reinado de Carlos II, para protegerse de los abusos del monarca, y que garantizaba la libertad individual contra los riesgos de detenciones y represiones arbitrarias, con normas precisas sobre los derechos de los acusados y de los prisioneros, y sobre todo el Bill of Rights, La Declaración de Derechos de 1689875, impuesta por el Parlamento a la futura reina María II Estuardo (hija de Jacobo II) y a su esposo, Guillermo de Orange, es el documento que culmina la Revolución inglesa de 1688876. Se trata, por primera vez, de un verdadero contrato, establecido entre los soberanos y el pueblo, también soberano. María y Guillermo no fueron coronados hasta que firmaron este contrato, que puso fin al concepto de monarquía absoluta de origen y con derecho divino en Inglaterra. Completada con el Acta de Tolerancia, y el Acta de Unión de Inglaterra y Escocia de 1707 que aseguraron el triunfo de una monarquía moderada y protestante en el nuevo Reino Unido de Gran Bretaña, y establecieron los parámetros de libertad y del nuevo Estado de Derecho877. “Todos estos derechos de libertad… fundamentados originalmente como estamentarios…basados en la naturaleza y en la razón, y las resoluciones interpretarían en un sentido contrario a sus deseos- que se aplicó durante dos años, pero al acabar la guerra, y con ella la necesidad del apoyo del Parlamento, Carlos I reinó como soberano absoluto hasta su procesamiento por la Cámara de los Comunes (acusado de alta traición “y otros crímenes”) y ejecución, en 1649. 874 Permitía al juez ordenar que le fuera presentado el acusado en persona, en el plazo de tres días, a fin de determinar si su detención era legal o no. El"writ" (mandato escrito), debía estar determinado en su forma por disposiciones precisas. Todo este procedimiento tenía por objeto proteger al detenido, evitarle traslados arbitrarios, garantizarle el resarcimiento de daños y perjuicios en caso de transgresiones y responsabilizar a los ejecutantes, estableciendo multas y sanciones a los funcionarios negligentes. 875 “Las leyes inglesas no reconocían un derecho eterno, natural, sólo aquellos que provenían de las generaciones pasadas: los derechos del pueblo inglés. En la Magna Charta o en el Bill of Rights de 1689, como su mismo nombre indica, nos hallamos ante concesiones de derechos, que se convierten en restricciones impuestas a la Corona” Aparisi Miralles, Miguel A. “La Declaración de Independencia...” cit. pág. 214 876 La Declaración de Derechos recuerda las numerosas violaciones de las leyes y las libertades cometidas por Jacobo II, y enumera los derechos reconocidos al pueblo desde 1215. En su artículo primero se enuncia un principio esencial : la autoridad real no tiene fuerza de ley; la ley está por encima del monarca. Los demás artículos desarrollan este principio. El pueblo tiene en sus manos el derecho de petición, el derecho de votar libremente, garantías judiciales y la protección de sus libertades individuales. 877 Brand, Jürgen, op. cit., pág. 44 278 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado adoptadas por el Parlamento… llevaron en Inglaterra a una práctica constitucional garantizada, a la que más tarde, se remitirían los colonos norteamericanos”878 En la Inglaterra anglosajona y normanda, no había distinción entre leyes civiles y penales. La violencia, lesiones y daños sobre personas y propiedades, se castigaban de manera salvaje si el autor del delito era sorprendido en el momento de su comisión y no había ninguna duda sobre ello –el termino aplicado : redhanded es bastante expresivo- , pero en otros casos, incluídos también delitos de sangre como el homicidio, se afrontaba una pena pecuniaria, un sistema de compensación económica, según unas tarifas preestablecidas.879 Las formas primitivas de retribución estaban imbuídas por las prácticas tribales -precio de sangreDesde los normandos, las “alegaciones o súplicas de la Corona” pleas of the crown, constituyeron la base del del Derecho penal inglés. Con las ordenanzas de Clarendon y Northampton (1166 y 1176, respectivamente), Enrique II estableció los rudimentos del juicio por jurado, en principio para litigios menores y de carácter civil. Los tribunales reales también tenían jurisdicción sobre cualquier acción que violara la paz real o King's peace, cuyo concepto, basado en los de orden público y paz pública que en los sistemas jurídicos de tradición romanista constituyeron la base del Derecho criminal, se fue ampliando cada vez mas hasta llegar a abarcar cualquier delito o acto ilícito cometidos no sólo contra el rey directamente, sino contra cualquiera de sus súbditos, de tal manera que se terminó aplicando a todo comportamiento antijurídico : quién cometía un acto ilícito contra el rey (contra el Estado) o contra cualquier individuo, estaba violando la paz del rey, el orden público, y había de ser castigado. Esta doctrina de la King's peace, se utilizó también para construir aquellas instituciones que en los llamados Derechos romanistas, se incluyen por lo general, en el ámbito del Derecho privado ; pero aquí, dada la premisa de que cada acto ilícito realizado, perturbando el orden social viola también la paz del rey, puede deducirse que, según el primitivo Derecho inglés, no cabía distinción entre intereses privados y públicos, por lo que cualquier acción judicial llevada a los tribunales del rey estaba basada en la necesidad de recomponer esa paz que había sido turbada por la acción 878 Ibíd. “... las invasiones germánicas... reintroducen la ordalía (y donde decide Dios, no hace falta confesión)... [la tortura, como medio de prueba] viene sustituída en Inglaterra por el “trial by jury” cuando, en 1215, el IV Concilio de Letrán prohibió al clero tomar parte en ordalías” Losano, Mario G. I grandi sistemi... cit., pág. 121. “Sometida a tendencias divergentes por el poder temporal y por la predicación del amor al prójimo, la Iglesia católica asumió, respecto a la tortura una actitud que reflejaba esta contradicción : a pesar de la condena moral de la tortura, no dudó en hacer amplio uso de ella a través de la Inquisición”. Ibíd. nota 11. 879 279 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado antijurídica. En este sentido, se elabora en el siglo XIII, el writ of trespass o de transgresión, reinando Enrique III, que permite a cualquier súbdito perseguir, -por considerarla una transgresión del deber de respetar la paz del rey- toda conducta que le perjudicara de algún modo, desde la violencia, hasta el simple contacto físico con su persona o con bienes de su pertenencia. De esta institución se derivan entre otras los torts, que corresponden a los diferentes actos de ilícito extracontractual..Mas tarde, la justicia penal se administraba, tanto en los llamados sheriff's tourns, o tribunales de condados bajo la jurisdicción de un sheriff, como en los tribunales territoriales, o court leet,880 así como por los llamados petty jury (jurados menores, o “populares”, para delitos menores) quedando reservados los delitos más graves para los jueces o auditores penales, judges of assize, que, de manera itinerante,881 entendían de estos casos, asistidos también de jurados. El sistema penal estuvo constituido –desde el año 1400 hasta 1850- por una larga lista de delitos merecedores de la pena capital, que se fueron incrementando hasta llegar a ser casi doscientos a mediados del siglo XVIII, casi todos relacionados con la propiedad privada, también a medida que aumentaba el temor a revoluciones y revueltas por parte de los distintos gobiernos. Intentando “suavizar” algo un catálogo conocido por el nombre de Código sangriento,882se introdujo como alternativa a la pena de muerte, la de deportación ; primero, a las colonias de América del Norte, y luego, tras la independencia de estas, a Australia. No obstante, a muchos jueces y jurados les parecía tan excesivo que muchas veces, se negaban a considerar culpables a los reos y otras, rebajaban la estimación del delito, mediante “ficciones.”883 880 El uso de la palabra leet, con el significado de un área territorial y jurisdiccional, se extendió por Inglaterra en el siglo XIV, y el término court leet se refiere a un tribunal, donde el señor o propietario de esa zona, asumía la jurisdicción que antes ejercía el sheriff. Estos tribunales se reunían dos veces al año, bajo la presidencia de un representante del señor, lord’s steward- quién desde finales del siglo XIII, era casi siempre un jurista. 881 Assize, o assise, derivado del francés antiguo, participio pasado de asseoir, to seat, y del latin assidere, to sit besides. Un sistema que dividía Inglaterra en seis circuitos, y estaba basado en el Tribunal de Grandes Sesiones de Gales y Chester, monopolizando la justicia superior fuera de Londres. Y tenían encomendadas five commissions: of the peace; of oyer and terminer; of general gaol delivery; of assize; and of nisi prius. Aunque tuvieron mucho peso político, a comienzos del siglo XVIII, su papel se redujo al ámbito judicial principalmente. En este cometido, juzgaban los casos penales más importantes, y también entendían de los contenciosos contra las autoridades locales, así como las causas civiles que se les remitían de los tribunales centrales. 882 El término “bloody Code” en inglés, es mucho más expresivo en las distintas acepciones del adjetivo en ese idioma. 883 Por todo el párrafo, Cannon, John. "Criminal law." En : The Oxford Companion to British History. Oxford : Oxford University Press, 2002, disponible en Internet : http://www.encyclopedia.com/doc/1O110-criminallaw.html [última consulta : octubre 2010] También Rabassa, Oscar El Derecho angloamericano : estudio expositivo y comparado del “common law”. México : Fondo de Cultura Económica, 1944, pág. 89. 280 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado 4.1. Los teóricos ingleses del absolutismo. 4.1.2. Hobbes, Leviatán, y la concepción utilitaria de la pena. Thomas Hobbes es, sin discusión, el teórico por excelencia del absolutismo, y su doctrina -“absolutista” también- del Derecho penal, el origen de gran parte de los desarrollos de la penalistica del iluminismo y del liberalismo ; su concepción de la ley es la primera expresión del “positivismo jurídico” moderno ; su modelo teórico de organización jurídico-política, del más coherente absolutismo, es una de las premisas del Estado moderno.884 En 1629 publica una traducción de Los ocho libros sobre la guerra del Peloponeso, de Tucídides, sumergido aun en la óptica de la historiografía: el pasado es la fuente del conocimiento político. En 1642, Thomas Hobbes escribió un breve tratado de filosofía política, De Cive,885que, en su opinión, contenía los fundamentos de lo que hoy conocemos por ciencia política…. y que publicó en París, donde vivió once años exiliado. Al concebir la naturaleza del hombre movida -en la acepción científica del término- por la pasión, trató de plasmarla en tres tratados : sobre nuestra biología, sobre nuestra naturaleza como seres Desde una posición legitimista y realista, en contra de la dictadura puritana de Cromwell, que ni siquiera convenció a los partidarios de la monarquía por su identificación entre poder y derecho y un respeto absoluto por el ciudadano como miembro de la politeia, y el fundamento y la base del Leviatán, en palabras de Salvador Giner, De Cive constituye un eslabón fundamental en el paso de una concepción premoderna de la monarquía republicana a una teoría realmente moderna de la ciudadanía. 886Una filosofía política basada en las “normas y la infalibilidad de la razón” que son el verdadero y único fundamento de una ciencia.” 887 buscando trascender, como el resto de su obra, la situación histórica de la que emanaba, el siglo XVII en Inglaterra, más interesado en construir una teoría política lógica que histórica. Según Hobbes, que vivió en una época de guerra civil e inseguridad personal,888 en la que el miedo político era una constante en todos los paises 884 Por todo el párrafo : Cfr. Tarello, Giovanni Storia della cultura giuridica moderna assolutismo e codificazione del diritto. Bologna : Il Mulino, 2000, págs. 63 y ss. Cattaneo, Mario A. Il positivismo giuridico inglese : Hobbes, Bentham, Austin. Milano Giuffrè, 1962. 885 De cive : the Latin version entitled in the first edition Elementorum philosophi sectio tertia de cive, and in later editions Elementa philosophica de cive .Oxford : The Clarendon Press, 2004. 886 Giner, Salvador. Historia del pensamiento social. 12ª ed. ampl. y act. Barcelona : Ariel, 2008, págs. 305-306. Su juvenil y "poderosa traducción de la Guerra del Peloponeso de Tucídides, es merecedora de consideración como obra fiosófico-política y ... digna de estudio como trasfondo" de las otras. Ibíd. 887 Hobbes, Thomas. Elements of Law. London : J. Ridley, 1652. Epistle XV-1 888 "El miedo y yo nacimos gemelos" ("fear and I were born twins together”) Morgan, Michael L. (ed.) Classics of moral and political theory. Indianapolis : Hackett Publishing 281 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado europeos, el fin de cada indivíduo es la seguridad, de la vida y de la propiedad. esta filosofía civil o ciencia política proporciona, según Hobbes, como ya hemos visto, certeza absoluta. Tal vez, alguno pueda preguntarse ¿por qué esa obsesión de Hobbes por la certeza en el campo de la política? La respuesta la ofrece el mismo filósofo en la Epístola Dedicatoria del De Cive, donde sostiene que si conociéramos la naturaleza de las acciones humanas con la certeza con la que conocemos la naturaleza de la cantidad en las figuras geométricas, la fuerza de la ambición y la avaricia irían languideciendo y la humanidad podría gozar de una paz imperecedera. El “estado de naturaleza” en el que el hombre vivía antes de constituirse en “estado civil”, era un estado de guerra que no garantizaba la convivencia pacífica. Para llegar a un estado civil o de paz, el individuo debe renunciar al uso individual de la fuerza mediante un “contrato”. Al firmar este contrato “social”, renuncia a sus “derechos naturales” en favor de un hombre, o una asamblea que los representa y detenta el poder, y, por tanto la soberanía. “Hay que buscar una estructura de poder. Los individuos confieren todo su poder a una institución (una persona artificial, la llama) para que la multitud de voluntades se reduzcan a una. Un contrato de representación por medio del cual cada uno de los contratantes se reconozca como autor de las acciones del Estado. Pero ese pacto no limita al soberano. Si bien es cierto que el poder del soberano es derivado es, al mismo tiempo, ilimitado. Si se observa con detenimiento la estructura del contrato, se observa que el Estado no es contratante. No está, en consecuencia, obligado por el contrato. Representa a los contratantes pero no está limitado por ellos. Podría decirse que esa persona artifical permanece, frente a los individuos, en estado de naturaleza. El Estado se forma con una delegación de poder, no de derechos. De esta manera se realiza una transformación de importancia en la naturaleza del miedo, esa sustancia esencial en el pensamiento y en la vida de Thomas Hobbes. El miedo natural se extingue. Nace el miedo político. Un miedo concentrado en el “temor común.” El temor artificial del Estado que, por su Company, 2005, pág. 548. Nacido en Wiltshire, Inglaterra, el 5 de Abril de1588, -otras fuentes hablan de Malmesbury- de manera prematura, cuando la población estaba atemorizada por la amenaza de invasión de la Armada española, Thomas Hobbes dijo en su autobiografía escrita en dísticos latinos que “mi madre parió gemelos : yo mismo y el miedo”, (and so much fear my mother conceived at that time that she gave birth to twins: myself and Fear.) TOMAE HOBBES MALMESBURIENSIS VITA CARMINE EXPRESSA, AUTHORE SEIPSO, SCRIPTA ANNO MDCLXXIII, versos 25 la prematura muerte de su padre, un clérigo de escasos recursos económicos, lo puso bajo la tutela de un pariente suyo. A los 14 años de edad, comenzó sus estudios en Oxford, en el Magdalen College, donde se graduó cinco años después. En 1608, entró al servicio de William Cavendish, Earl de Devonshire, como tutor de su hijo. http://www.udallasclassics.org/maurer_files/Hobbes.pdfThis gave him time to devote himself to the Classics. 282 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado propia naturaleza, implica cierta serenidad frente a la angustia del miedo radicalmente descentralizado. Un precedente de la noción weberiana del Estado”889... El soberano lo ejerce sin límites externos. El individuo que entra al estado político conserva solamente su derecho a la vida, derecho irrenunciable. El pensamiento de Hobbes, tanto en De Cive como luego en el Leviatán, se apoya sólidamente en esa nueva formulación, según la cual lo crucial en el orden político es atenerse a leyes, a reglas del juego, al mandato secular. En ella las misteriosas fuerzas sobrenaturales poseen nula fuerza per se. Que las leyes invoquen tales fuerzas –Dios, la Providencia; o más tarde las férreas leyes de la historia, el destino manifiesto de un pueblo, el progreso inevitable de la humanidad- es asunto bien distinto. Lo crucial para Hobbes es que haya leyes. Por malas que sean: ‘It is always rational to obey the laws’ La irracionalidad del caos, de la bellum omnium contra omnes –en una de las más célebres frases hobbesianas- es siempre mayor e infinitamente más dañina que la irracionalidad que, sin duda, posee una tiranía.890 una fuerza superior, el poder público, creador a su debido tiempo, del derecho. El Estado ya se había convertido en toda Europa, y sin duda en Inglaterra también, en un instrumento de poder absoluto… de él procedían los castigos, asumiendo así las funciones del poder máximo e incontrolado891 Su obra Del ciudadano o, según el título en latin que siempre suele usarse, “De cive892, ocupa un lugar crucial. Apareció en París en 1642 y recibió inmediatamente considerable atención en el descollante círculo intelectual en el que se movía a la sazón Hobbes.”893 Como subraya Lilla, "Hobbes era un epicúreo moderno : El antiguo epicureismo constituía un movimiento espiritual que anhelaba la consecución de la vida privada feliz. El moderno, en cambio, tiene una clara finalidad política: desmantelar el complejo teológico-político cristiano. Concebida, pues, la religión como fruto tanto de la ignorancia como del miedo, queda otro elemento por definirla: su carácter estrictamente humano: “Viendo que no hay signos ni frutos de la religión sino en el hombre exclusivamente, no hay causa para poner en duda que la semilla de la religión está exclusivamente en él y 889 Silva Herzog Márquez, Jesús. Teoría del Estado : Hobbes (notas para el curso 2008). Disponible en Internet en : http://blogjesussilvaherzogm.typepad.com/estado/2009/10/hobbes.html?cid=6a00d8341 d9eec53ef013480c62c21970c [última consulta : junio 2010] 890 Giner, Salvador "Hobbes, fundador de la concepción moderna de la ciudadadanía" en Filosofia i pensament disponible en Internet : http://www.alcoberro.info/planes/hobbes0.htm [última consulta : abril 2010] 891 Tierno Galván, E. “Estudio preliminar” en : Hobbes, T. Del ciudadano. Madrid : Tecnos, 2005, pág. X y XI 892 La edición inglesa es de 1651, y lleva por título De Cive : Philosophical Rudiments Concerning Government and Society 893 Giner, Salvador, Ibíd. Pág.3. 283 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado consiste en alguna cualidad peculiar o al menos en algún grado eminente de la misma, que no se encuentra en otras criaturas vivas”... Además, el ciclo perverso no termina con la invención de los dioses, sino que una vez creados se convierten a su vez en fuente de terror. Peor aún, el miedo a los dioses es paralelo al miedo a otros hombres. El hombre no es naturalmente político; no colabora o se asocia espontáneamente con otros hombres, sino que es lobo para sus semejantes. De ahí que...Hobbes sea el primer pensador en plantear que conflicto político y conflicto religioso son uno y el mismo: “un único ciclo político-teológico de violencia, fanatismo, superstición y terror paralizante”. El autor de Leviatán profundiza el tajo entre animales y hombres al subrayar que la violencia en unos y otros tiene un carácter muy diferente justamente debido a la religión: los primeros sólo luchan para sustentarse y reproducirse, los segundos para alcanzar el paraíso... aunque formulado en términos genéricos, el ataque hobbesiano va dirigido a los conflictos religiosos acarreados por Reforma y Contrarreforma. Y el propósito de toda su arquitectura retórica tiene un objetivo y un foco: el soberano. Más exactamente, es un soberano absoluto capaz de asegurar que sus súbditos no teman a otro soberano, divino o humano, más que a él y “así la paz podría ser posible. Por eso es por lo que Hobbes lo llama un Dios terrenal”. De ese modo, hace hincapié Lilla, después de más de un milenio de teología política cristiana, Hobbes descubre una forma radicalmente nueva para reflexionar sobre religión y bien común sin apelar al nexo entre Dios, hombre y cosmos. Es una vía que no refuta sus fundamentos revelados pero los hace irrelevantes. Son irrelevantes porque el otro propósito de Leviatán es aplicar a este terreno las conquistas de las nuevas ciencias, separar la pesquisa intelectual del control eclesiástico medieval, reformar en suma la filosofía y la ciencia rescatándolas así del Reino de la oscuridad."894 También hay que tener en cuenta que Inglaterra, en esa época, “es una potencia marítima. Entonces la conciencia isleña del inglés le infunde un gran espíritu aventurero y emprendedor. El mar libre es también libre mercado. El inglés en continua actividad desarrolla una forma de vida que se va desligando del Continente. Esta lejanía exige para aproximarse a su conocimiento, en palabras de Ortega, superar los obstáculos 894 "La imagen del Leviatán, como es bien sabido, figura en la portada de la edición original de la obra y ha seguido apareciendo en incontables ediciones de la misma, en todos los idiomas y hasta nuestros días. Tiene, pues, la respetable edad de 359 años. Representa, como también se sabe, al animal acuático que en la versión bíblica puede aludir a un cocodrilo, a una serpiente y, probablemente también, al terror que inspiraba en el imaginario judío el imperio egipcio. Su descripción pormenorizada aparece en el Libro de Job y a él corresponde la leyenda que figura en la parte superior de la portada: “Non est potestas Super Terram quae Comparatur eĩ ”. Luque Baena, Enrique "De "Leviatán" al "Toro" de Wall Street" en Revista de antropología social, ISSN 1131-558X, Nº 20, 2011, págs. 333-346, págs. 335-336. 284 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que se encuentran al mirarlo como un país extraño, «con sorpresa, azoramiento y la conciencia de tener delante algo admirable, pero incomprensible»” “El Leviatán no era el Estado totalitario sino el Estado moderno, que nace de las cenizas de la sociedad medieval, un cuerpo político que puede encarnarse históricamente en las más diversas formas de gobierno, entre las cuales no está necesariamente la autocrática. El Leviatán es sustancialmente el detentador del monopolio de la fuerza legítima: legítima porque se basa en el consenso de los ciudadanos. [...] la novedad de Hobbes con respecto al método. El discurso de Hobbes no se basaba ya en el principio de autoridad, histórica o revelada, como ocurría aún en gran parte en el célebre libro de Grotius, sino exclusivamente en argumentos racionales”895.Así, “el filósofo inglés se presenta en todo momento...como un Jano bifronte: por un lado, quiere construir la filosofía civil sobre la base de la argumentación racional, y no sobre dogmas de ninguna clase, pero por otro considera dogmáticamente que la filosofía civil no puede ser más que una, la suya, como una sola era también la geometría euclidea; por un lado, rechaza el principio de autoridad, pero por otro atribuye al soberano el (más estricto control sobre el) poder ideológico, entendiendo la esfera práctica como una dimensión sometida a la autoridad soberana y no como el ámbito de la libre búsqueda de la verdad.896 en la Cuarta Parte del Leviathan. Hobbes inicia el capítulo XLVI con la siguiente definición de filosofía: “Por filosofía se entiende el conocimiento adquirido por razonamiento que parte del modo de generación de una cosa y llega a las propiedades, o bien parte de las propiedades y llega a algún tipo de generación de las mismas, con el fin de ser capaz de producir, en tanto la materia y la fuerza humana lo permitan, tales efectos como los que la vida humana requiere” “Hobbes [es] no sólo, pero principalmente, al fundador del contractualismo moderno, ese modelo político que, en contraposición al modelo aristotélico, se denomina precisamente hobbesiano. Y el modelo iusnaturalista moderno o hobbesiano, según se prefiera —aquél en el que se pasa del estado de naturaleza a la sociedad civil a través del contrato—, se funda a su vez sobre una visión del mundo individualista.”897 ‘Todos los reyes pertenecen a la grey de las bestias de presa’ reza lapidario el primer renglón del De Cive en su prefacio. Ducho en la 895 Bobbio, Norberto De senectute y otros escritos biográficos, Torino : Einaudi, 1996, págs. 148150 896 Vitale, E. “Hobbes y la teoría del Estado moderno : La lectura de Bobbio” en Isegoría, ISSN 1130-2097, nº 36, 2007, págs. 105-124. 897 Ibíd. pág. 109. Pero Salvador Giner ya nos previene ante la –mala- conceptualización del termino “hobbesiano”, tanto como la de “maquiavelismo” o “marxismo”. Giner, Salvador "Hobbes, fundador de la concepción moderna de la ciudadadanía" en Filosofia i pensament disponible en internet : http://www.alcoberro.info/planes/hobbes0.htm [última consulta : abril 2010] 285 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado retórica, se apresura el filósofo inglés a añadir que esa era una opinión de los romanos, hartos de la tiranía. Más a medida que avanza nuestra lectura vemos que Hobbes atribuye esa vil predisposición a todos los humanos. No caben hombres políticos superiores, príncipes natos o héroes dotados de especial nobleza. Todos somos poca cosa, o por lo menos no somos menos que los que nos mandan. Su también célebre proposición de que somos lobos para nosotros, homo homini lupus, cubre también a los que nos mandan. Pero no debe leerse sola, como suele ocurrir, puesto que en la concepción hobbesiana de la naturaleza humana la importancia de nuestra innata disposición a dañar a los demás, si no nos lo impide la sanción o la amenaza de ella a través de la ley, se combina con la inclinación del hombre por adorar a otros seres humanos y a obedecerlos. (En la dedicatoria al Earl de Devonshire, cualquier edición. “El hombre es para el hombre una suerte de Dios; y al mismo tiempo es para el hombre un lobo errante”.)898 Hobbes ataca la teoria de la ley natural, no la del derecho. Al contrario éste (right) es para él la fuente de la justicia y el orden, sin que exista una natural law. El soberano para él puede serlo sin virtù maquiaveliana alguna o sin discreción y prudencia gracianesca. Basta con que las gentes adoren al tirano que les subyuga. Lo importante para Hobbes es que mande –por herencia, destino, casualidad, carisma, buenas o malas artesy que con ello imponga la ley para que podamos vivir en paz y, luego, prosperar. No puede haber visión más desencantada del soberano.899 La imposición de la ley por parte del soberano –sea un rey, un presdente, una asamblea- responde a la concepción hobbesiana, revolucionaria en la historia del pensamiento político, según la cual es la voluntad y el deseo de los hombres (voluntad de dominación, de poder) lo que genera el orden en el que vivimos. Este criterio da al traste con toda la poderosa tradición jusnaturalista anterior según la cual hay un derecho natural, independiente de nuestros anhelos, ambiciones e intenciones, que regenta el mundo. Busca la fórmula para que “el poder estuviese en manos del Soberano, absolutamente, pero que se ejerciese democráticamente, es decir, con el consentimiento explícito de la mayoría.”900 “La política y el derecho son órdenes completamente artificiales. No obstante ello no significa que lo que sobrevive del individualismo hobbesiano sea únicamente el aspecto metodológico, esto es, la idea de desmontar el Estado en sus unidades fundamentales para explicar su funcionamiento, según la célebre metáfora del reloj. Cuando de lo que se trata es de volver a montar ese mismo reloj nos damos cuenta de que hay algo más. Nos topamos con la gran importancia otorgada por Hobbes a esas indicaciones o prescripciones prudenciales que el filósofo inglés todavía denominaba, en homenaje a la 898 Giner, Salvador. Op. cit. págs.4 y 5. Pero aquí creo que Giner, se equivoca en la traducción, ya que la palabra que utiliza Hobbes es : arrant = consumado 899 900 Giner, Salvador. Op. Cit., pág. 5 Tierno Galván, E. Op. Cit., pág. XIV 286 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado tradición, leyes naturales: y la importancia radica en el hecho de que ése es el lugar para la definición de las condiciones con arreglo a las cuales el acuerdo, el pacto constitutivo del Estado, resultará aceptable para los individuos... En otros términos, con Hobbes se llega al reconocimiento de la igualdad moral entre los individuos mediante el recurso a un argumento utilitario: el individualismo ético, si se quiere, no depende ya del reconocimiento de una evidencia natural, sino que se convierte en instrumento, en un camino útil para llegar a construir las condiciones de la convivencia pacífica.”901 “Elabora su lectura de la condición natural partiendo del homo homini lupus y del carácter inextinguible de la pasión de la vanagloria, pero a continuación considera esos mismos individuos como actores racionales capaces de salir del estado de naturaleza construyendo por la vía del acuerdo nada menos que la gran maquinaria del Estado” “El destino singular de Hobbes fue ser un solitario de su tiempo, no tener discípulos, aunque [...] ejerció una influencia subterránea incluso sobre sus adversarios, que se apropiaron de su forma de razonar y de su método de discutir, en el que se dejaban de lado las controversias sobre los textos sagrados, y para aceptar el desafío tuvieron que descender al terreno de las disputas basadas en la refutación de los hechos y en la negación de los razonamientos. La amplitud, la continuidad y la agria insistencia de las críticas son la mejor prueba de que el desafío fue atendido”902 4.3. Locke y la doctrina de la ley natural Escribe P. Laslett903 que el 31 de enero de 1689, John Locke recibió en Rotterdam, donde esperaba el barco que lo iba a devolver a Inglaterra tras su exilio en Holanda, la siguiente carta : “He estado muy enferma los últimos quince 901 Ibíd.. pág. “...las críticas [a Hobbes], tomadas una por una, parecen válidas y eficaces, y sin embargo el monumento hobbesiano se ha mantenido perfectamente en pie hasta hoy... Hobbes es un gran escritor político que, él sí, ha dejado una profunda huella, mientras que sus críticos... son escritores de segunda fila a los que, para exhumarlos, hay que quitarles el polvo que se ha acumulado en sus páginas en las viejas bibliotecas”. Bobbio, NorbertoThomas Hobbes, cit., p. 294. 902 Bobbio, Norberto, op. cit.. págs. 297-298 Laslett, Peter “The English Revolution and Locke's 'Two Treatises of Government'” en Cambridge Historical Journal, Vol. 12, Nº 1, 1956, págs. 40 y ss. Este autor, cuyas aportaciones más importantes a las Ciencias Sociales y Humanidades tuvieron lugar en dos campos distintos: la filosofía – sobre todo la filosofía política- y la sociología histórica, encontró la biblioteca particular de John Locke, que fue comprada por su amigo Paul Mellon y posteriormente cedida a la Bodleian Library de la Universidad de Oxford. La posibilidad de contar con los propios escritos del filósofo, su correspondencia y sus lecturas favoritas facilitó su tarea de realizar una edición crítica de la obra de Locke, que se ha convertido en canónica. Víd. Ramiro Farñas, Diego “In memoriam : Peter Laslett, humanista y científico social” en Revista de Investigaciones Sociológicas, nº 96, 2001, págs. 13-17. 903 287 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado dias. Comenzó por lo que se conoce por la enfermedad del propio país, impaciencia por estar allí, pero acabó ayer violentamente, como todas las cosas grandes, a causa de los reyes. Los nuestros fueron como una vela pequeña,904y por parte de esta Convención se nos ha dado una oportunidad no sólo de restablecer este gobierno, sino de refundirlo y renovarlo en su totalidad, lo que me hace desear que hubieseis estado allí, para proporcionarles un verdadero esquema de gobierno.” Quién la escribía era la esposa de su amigo, Lord Mordaunt, que formaba parte de los que, desde Holanda, iniciaron la Revolución de 1688. En esos momentos, Mordaunt estaba en Inglaterra acompañando a Guillermo –William-, Estatúder de Holanda que tenía ya el control político y militar del país. La “Convención” que menciona es la del Parlamento, que estaba evaluando el futuro constitucional de Inglaterra, después de la abdicación de Jacobo –James- II. El 11 de Febrero, Locke ya estaba en Londres ; el 12, se proclamaba la Declaración de Derechos y el dia 13, se ofrecía la corona a William y Mary –hija del rey anterior- Esta carta acierta a expresar los motivos por los que Locke comenzó a escribir Los dos tratados de gobierno.905 Fué publicado de manera anónima –aunque el autor fué pronto un secreto a voces906- en 1689, aunque la 904 El termino que utiliza es : “farthing candle”, una vela pequeña y barata, que costaba un cuarto de penique... y que emplearía también el ilustrado Samuel Johnson, casi un siglo después, aunque en un contexto muy distinto : “Señor, se ha encendido una vela pequeña en Dover, para iluminar Calais.”( “Sir, it is burning a farthing candle at Dover, to shew a light at Calais.”) Boswell, James The life of Samuel Johnson : including A journal of a tour to the Hebrides. London : Carter, Hendee and co., 1832, pág. 202. 905 Locke, John Two Treatises of Government: In the Former, The False Principles and Foundation of Sir Robert Filmer, And His Followers, are Detected and Overthrown. The Latter is an Essay concerning The True Original, Extent, and End of Civil-Government. London : Churchill, 1690. También Two treatises of government: a critical edition. 2nd ed., reimp. Cambridge : Cambridge University Press, 2003. Como hace notar Laslett, Locke nunca estuvo satisfecho con las ediciones de su libro, por lo que cada reedición incluye cambios y variaciones, incluso correcciones manuscritas, sobre la anterior. Aunque el propio Locke, en un codicilo de su testamento, un par de semanas antes de morir, incluye un listado de obras suyas que mantenía anónimas, incluso en el catálogo de su biblioteca personal, y que dona a la biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford, no sólo reconociendo su autoría, sino indicando que la última versión de los Dos tratados (publicada póstumamente por su secretario en 1713), es la que quería que "pasara a la posteridad" ; actualmente se siguen editando traducciones de la primera y tercera versión, que, publicadas por “mr. Churchill, son todas muy incorrectas.” Hay cambios importantes, especialmente en el capítulo V, sobre la propiedad. Cf. Peter Laslett, “Introduction,” in Two Treatises on Goverment (Cambridge: Cambridge University Press, 1991). 906 En 1693, Bayle afirmaba que la autoría de Locke era conocida “incluso en el continente.” Se tradujo al francés menos de dieciocho meses después de su publicación. Pero en una versión “adaptada” que la transformó en otra : desaparición de párrafos enteros, renumeración de parágrafos, etc., que de manera sutil, la encaminaba en la dirección de la Ilustración y de las Revoluciones del siglo dieciocho. No obstante, el traductor, Mazel, un pastor hugonote que residía en Holanda, avisa de sus intenciones en un –valga la redundancia- “advertisement” previo a Du Gouvernement Civil, que fué su título en francés. Y esa fué la versión, reimpresa al menos una docena de veces, con la 288 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado fecha en la portada del libro es 1690. En ese año, el país se enfrentaba a una reacción peligrosa que amenazaba convertir la primera Revolución de la historia del mundo moderno en sólo otro episodio de usurpación dinástica... lo que se quería era una línea de pensamiento, un razonamiento acompañado de un esquema de gobierno, profundo en su análisis y teórético, incluso filosófico en sus premisas, pero expresado de manera persuasiva y convincente. El libro asocia a su esquema constitucional un razonamiento de esa clase, precisamente. Si se estudia minuciosamente el texto, podemos deducir que no fueron los hechos acaecidos en 1688 los que llevaron a John Locke a centrar su atención en la naturaleza fundamental de la sociedad y la política, la personalidad política y la propiedad, los derechos sagrados de la persona y los imperativos éticos del gobierno. La conjunción de hechos que lo impulsaron a trabajar sobre estos asuntos habría que buscarla en una época anterior. Porque, en realidad Locke es un político liberal, “el teórico de un movimiento político general que la Revolución de 1688, llevó a cabo... [pero] ese liberalismo no tiene nada que ver con... el de un Montesquieu... que descansa en la “división de poderes”, en vano se buscará esta última en Locke, que es el teórico radical de la subordinación de los poderes al poder legislativo ... que, en Montesquieu no es más que el elemento subordinado de un todo... el liberalismo de Locke “suena” como un liberalismo popular y revolucionario. Esto no significa que sea un leveller907más bien todo lo contrario... si examinamos la teoría del contrato social de Locke, comprobaremos que ese poder legislativo que constituye el corazón de la vida política, es instaurado por un acto de la comunidad política, que confía a un cuerpo determinado (al pueblo mismo, a una asamblea, a algunos hombres o incluso a un soberano) la misión imperativa (trusteeship) de promulgar leyes civiles – codificación de la “ley natural”- que serán las condiciones de posibilidad de ejercicio y de realización de la libertad humana... pero esa división no es más que el fenómeno de una unidad profunda que se manifiesta, en primer lugar en la naturaleza de la trusteeship, que es una misión imperativa y no un contrato... cuya ejecución permanece bajo el control del pueblo que, en todo momento, puede revocar a sus poseedores, recuperar su bien y otorgárselo a nuevos “comisionados”; unidad que se manifiesta, a continuación en la subordinación del poder ejecutivo al legislativo; y que aparece por último en toda su verdad en la teoría de la insurrección, mediante la cual se afirma, bajo las formas mismas de su contrario, la violencia, la exigencia legítima del pueblo de hacer respetar su voluntad profunda, y su derecho a volver a tomar posesión de un poder del que es el dueño por definición y que puede serle arrebatado por las ambiciones de un tirano... [que el pueblo es en esencia soberano, y que el contrato que hace la aprobación implícita de Locke, que leyeron Montesquieu, Voltaire y Rousseau : “C'est pour lire Locke, et non Shakespeare, que les français vont s'appliquer à apprendre l'anglais.” Bastide, Charles John Locke, ses théories politiques et leur influence en Angleterre, Paris : Leroux, 1906, p. 114. 907 Los levellers o niveladores, constituyeron el ala republicana más radical... durante la Revolución inglesa. Nota editorial a la recensión de Althusser, pág. 43. 289 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado sociedad civil, es el contrato que instituye el pueblo –la commonwealth- mientras que todo lo demás no es más que su fenómeno] Esta es la convicción profunda, la reivindicación política radical que se expresa bajo las modalidades de la ley natural... que es la esencia misma del hombre... triunfante de antemano, antes incluso de los combates de la historia política humana... cuando volvemos a sus manifestaciones (las sociedades políticas y su estructura) comprendemos como el liberalismo popular de Locke puede ser un liberalismo optimista, que confía en el destino político de los hombres porque, en definitiva, incluso en las situaciones límite de la tiranía y de la guerra, la esencia humana no puede perecer...”908 La importancia e influencia históricas de Los Dos tratados,909la convierten en una referencia clásica, como la Política de Aristóteles. No sólo impulsó la formación del liberalismo inglés, sino también los movimientos revolucionarios francés, norteamericano, y sus equivalentes en América del Sur, Irlanda e India. Y “si Locke ha sobrevivido en el pensamiento moderno, ha sido por su títulos políticos y no filosóficos... el estudio de la teoría política de Locke tiene una doble importancia filosófica. Contribuye, en primer lugar, a esclarecer uno de los sentidos fundamentales de su empirismo... nos permiten comprender porqué la política (que para Locke es idéntica a la moral) puede referirse a verdades que tienen al menos, tanta evidencia y necesidad como las verdades matemáticas, sin estremecer todo el edificio de una filosofía “empirista” : si la ley natural puede considerarse en efecto “una verdad eterna”, si la naturaleza humana puede ser definida por su “esencia”, la razón estriba en que para Locke, el empirismo no es mas que la expresión del modo de acceso del espíritu humano a una verdad total, a un orden total fijado por Dios con anterioridad a toda experiencia humana... para Locke, el empirismo no es el principio de la razón humana; es su límite y la marca de su finitud... los conceptos políticos de Locke son reveladores de su filosofía profunda... Otra razón [es que] la teoría de la ley natural representa, efectivamente, un complejo conceptual decisivo para la elaboración de la problemática de la “Razón práctica”. La identidad que Locke establece entre la libertad, la razón y la ley es la presuposición directa de la reflexión kantiana.”910 Sobre el imperio de la ley, Locke said: Y los parágrafos 8-9 a menudo comparados con el capítulo 28 de Leviatán de Hobbes. Locke utiliza la expresión “extraña doctrina” lo que hace suponer que esta teoría del castigo era para él una novedad. En su Epístola sobre la tolerancia “La tolerancia hacia aquellos que difieren de otros en materias de religión es tan conforme al Evangelio de Jesucristo y a la razón genuina de la humanidad, que parece monstruoso que los hombres sean tan ciegos como para no Althusser, Louis “Recensión del libro de Raymond Polin, La politique morale de John Locke” en La soledad de Maquiavelo (y otros textos). Madrid : Akal, 2008, págs. 40-41. Publicada originalmente en Revue d'Histoire Moderne et Contemporaine, Nº 9-2, 1962, págs. 150-155. 909 Laslett, Peter, op. cit. pág. 910 Althusser, Louis “Recensión del libro de Raymond Polin, La politique morale de John Locke” en La soledad de Maquiavelo (y otros textos). Madrid : Akal, 2008, págs. 40-41. Publicada originalmente en Revue d'Histoire Moderne et Contemporaine, Nº 9-2, 1962, págs. 150-155. 908 290 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado percibir claramente la necesidad y ventaja de ello”-, al definir la república escribe que, “... considero que es necesario, por sobre todo, distinguir la esfera del gobierno civil de la esfera de la religión y establecer los límites exactos entre una y otra. La república es una sociedad de hombres construida sólo para procurar, preservar y hacer progresar sus propios intereses civiles.911 Es deber de todo gobernante, mediante la ejecución imparcial de las mismas leyes, garantizar a todos en general, y a cada uno de sus súbditos en particular, la posesión justa de las cosas que pertenecen a esta vida. Si alguno pretende violar las leyes de la justicia pública y de la equidad que están establecidas para la preservación de estas cosas, su pretensión deberá ser frenada bajo la amenaza de castigos que consistan en la privación o disminución de aquellos intereses civiles o bienes de los cuales podría gozar en caso contrario. Pero al ver que ninguno querrá sufrir voluntariamente el castigo de ser privado o reducido en parte de sus bienes, y mucho menos en su libertad o existencia, será entonces el magistrado, con el poder y la fuerza de todos sus súbditos, quien castigará a quienes vulneren los derechos de otra persona... me parece que las siguientes consideraciones demuestran plenamente que toda jurisdicción del gobernante alcanza sólo a aquellos aspectos civiles, y que todo poder, derecho o dominio civil está vinculado y limitado a la sola preocupación de promover estas cosas; y que no puede ni debe ser extendido en modo alguno a la salvación de las almas. Sin embargo, una cosa es persuadir y otra es ordenar, una cosa es presionar con argumentos y otra es hacerlo con castigos. Sólo el poder civil tiene derecho a hacer esto; al poder eclesiástico, la benevolencia le es suficiente autoridad... legislar, ser acatado e imponer mediante la espada, sólo pertenece al gobernante. Es sobre esta base que afirmo que el poder del magistrado no es extensivo al establecimiento de ningún artículo de fe, o formas de culto, por la sola fuerza de sus leyes. Puesto que las leyes carecen de toda fuerza si no se acompañan con sanciones, y éstas no son en absoluto pertinentes en este caso, porque no sirven para convencer al intelecto... Sólo la luz y la evidencia pueden producir un cambio en las opiniones de los hombres; y esa luz no puede provenir en manera alguna de los sufrimientos corporales o cualquier otra forma externa de sanciones.912 Locke únicamente menciona explícitamente una vez el Leviatán en el parágrafo 98 911 Bona civilia : “Llamo intereses civiles a la vida, la libertad, la salud, la quietud del cuerpo y la posesión de cosas externas tales como el dinero, las tierras, las casas, los muebles y otras similares”. Este concepto, sustituye al de propiedad. 912 La traducción de los párrafos, -que he cotejado con el original, digitalizado en Internet y con las interpolaciones de Laslett en Two treatises of government: a critical edition. 2nd ed., reimp. Cambridge : Cambridge University Press, 2003, citado- aparece, sin autoría, en Estudios Públicos : Revista de Humanidades y Ciencias Sociales, Nº 28, 1987, págs. 6 y ss. 291 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado del Segundo tratado, y de nuevo, otra en el Ensayo sobre el entendimiento humano, algo que llama la atención, teniendo en cuenta que gran parte de esa obra cubre el mismo territorio que la de Hobbes. “Donde no hay propiedad, no hay injusticia, es una proposición tan certera como cualquier demostración de Euclides”, dice Locke en su Ensayo. “Donde no hay nada propio, es decir, ninguna propiedad, no hay injusticia.”escribe Hobbes en el Leviatán. Es probable que ambos utilizaran el término “propiedad” en un sentido amplio, en el que las posesiones materiales significan sólo una parte del mismo. Locke, por su parte nunca pudo escapar de la sombra del Leviatán, e incluso fué acusado por importantes intelectuales –entre ellos el propio Newton, aunque se excusase luego- de reproducir esquemas hobbesianos. 4.2. El Iluminismo penal en Inglaterra y Escocia. Los movimientos reformistas Por lo que se refiere al pensamiento penal ilustrado en Inglaterra, se caracteriza, como afirma Tarello913, en sus orígenes (ya desde el siglo XVII) por reflexionar sobre la retribución penal, la organización y administración de la represión – sobre todo, de la administración carcelaria- de la relación entre crimen y pobreza y el estudio sobre la organización económica del trabajo e incluso sobre la manera de urbanizar, para tratar de dar soluciones más humanas y racionales al hacinamiento en el que vivía una clase emergente, emigrada del campo. Un proletariado urbano que no tenía cabida en las viejas ciudades burguesas, (muy poco preparadas para la explosión demográfica que sobrevendría con la primera revolución industrial), y cuyas condiciones de vida constituían no solo focos de miseria y enfermedades, sino también de delincuencia.914 En esta primera etapa, todavía con un fuerte componente religioso, algunos teólogos y moralistas de la Iglesia de Inglaterra, serán los que marquen el camino a las doctrinas iluministas laicas posteriores. Aun así, Joseph Butler en muchas de sus obras : los Sermones – sobre todo el VIII- y su Analogía de la religión, insiste en la necesidad vital de castigar los pecados y los crímenes, y en una “ética del resentimiento” contra el vicio y la maldad, que forma parte del acervo moral de la humanidad, y hace que esta se mantenga unida, sin piedad ni compasión a la hora de ejecutar el castigo915. El gobierno civil, la sociedad ordenada y sometida a una autoridad es 913 Tarello, Giovanni, op. cit., págs.393 y ss Argán, Giulio C. El arte moderno : del Iluminismo a los movimientos contemporáneos. Madrid: Akal, 1998, pág. 178. También, en este sentido, Sir Christopher Wren (1632-1723) intervino en las propuestas de reconstrucción de Londres, utilizando no sólo sus conocimientos sobre arquitectura, sino también sobre astronomía, tras el gran incendio de 1666, que devastó gran parte de la ciudad. Londres estuvo ardiendo durante seis días y solamente un quinto de la ciudad se salvó de la destrucción. 915 “Cuando los escritores antiguos dicen que las torturas y la muerte no son tan contrarios a la naturaleza humana como lo es la injusticia, con esto ciertamente no se refieren a que la 914 292 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado para él algo natural, y por tanto, también lo es la pena. Establece también un paralelismo entre la pena jurídica como castigo a los delitos, y la pena natural : la primera, aparta de la sociedad temporal o definitivamente al delincuente, lo mismo que la segunda “ejecuta” mediante la invalidez o la muerte por enfermedad a los “viciosos”. Esta idea, que tendrá un largo recorrido, será retomada y desarrollada después por Bentham que, como veremos mas adelante, distingue dentro de una teoría general de la pena, entre pena natural, derivada de la violación de una ley natural y pena artificial, derivada de la violación de una norma legal. Y responde a los temores de la clase dominante en aquella época en Inglaterra y Escocia : el miedo a todo lo que pudiese perturbar su posición social y económica. No ya la paz política ni la de la Corona –ejes centrales del pensamiento de Hobbes-916sino la social y económica, deben estar aseguradas mediante la represión penal. Las penas artificiales tienen que ser severas y ciertas para dar credibilidad a las naturales y a las sobrenaturales, que refuerzan y prolongan las jurídicas, según el plan de un Dios que tutela la tranquilidad social paleo-burguesa. Esta idea hace que, en su mayoría, el pensamiento ilustrado posterior, tanto inglés como escocés aborde conjuntamente y casi de manera indisoluble, los conceptos y problemas de enfermedad y prisión, legislación sobre pobreza y legislación penal, sobre miseria y criminalidad, etc., ya que su origen es el mismo : los indigentes.917Así pues, y como escribe Sbriccoli, entre los siglos XVII y XVIII, “comienza a tomar forma otro nivel penal, gestado ad arbitrium de la policía, inspirado en el criterio de la peligrosidad, basado directamente sobre el prejuicio y sobre la información, en absoluto ajeno a los estilos adoptados en algunos aspectos por el modelo de la Inquisición romana... Destinado a crecer desmesuradamente como “lo penal cotidiano de los pobres”, dará vida a un segundo nivel de legalidad, sustraído a la jurisdicción y, por ello, provisto de una especial autonomía : será uno de los huéspedes impresentables sentados a la mesa de los futuros Estados liberales de derecho.”918 aversión de la humanidad a lo primero sea menos fuerte y predominante que su aversión a lo segundo, sino que lo primero es contrario a nuestra naturaleza sólo considerada de un modo parcial, que considera sólo su parte más baja, aquello que tenemos en común con los brutos, mientras que lo segundo es contrario a nuestra naturaleza considerada en un sentido superior, como un sistema y constitución contrarios a la economía completa del hombre” Butler, J. Sermón III, pág. 2. 916 Como señala M. Svensson, las escasas notas al pie de los Sermones, no son parte original de los mismos, sino “parte del texto publicado por Butler más tarde. Lo decisivo al respecto es que la parte más sustancial de las mismas son notas explícitamente antihobbesianas. Así, por ejemplo, el sermón primero contiene cinco notas, cuatro de las cuales son refutaciones de Hobbes.” “Joseph Butler and the context of conscience : A reading of the Fifteen Sermons Preached at the Rolls Chapel” en : Praxis filosófica, nº 29, 2009, ISSN 0120-4688, pág.5. 917 Tarello, Giovanni, op. cit., págs. 393 y ss. 918 Sbriccoli, Mario, “Justicia criminal”, cit., pág. 175. 293 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado 4.3. Luces del norte: La Ilustración escocesa y sus nombres919. La historia escrita de Escocia comienza con la romanización de las actuales Gales e Inglaterra, que conformaban la provincia de Britania. Los romanos la llamaron Caledonia ("Tierra de Caledonios") por los grandes bosques de pinos –caledonios- que se extendían de norte a sur y de este a oeste, por todo el país. El pueblo asentado en aquella época en esa tierra era el de los pictos, llamados así por su costumbre de pintarse o tatuarse el cuerpo. Los escotos, por su parte, eran un pueblo de origen irlandés, también conocido como dalriadas, que se estableció en el oeste de Escocia. Durante este periodo, coexistieron, por lo tanto, dos reinos diferenciados: el del oeste de Escocia, Scotland, y el reino picto del este, Alba. Estas tribus combatieron la invasión romana de manera feroz y para contenerlos, además de para delimitar físicamente sus fronteras, como decíamos más arriba, los romanos construyeron en Britania el muro de Adriano (Vallum Hadriani, o limes hadrianus), también conocido por el “muro de los pictos” y el de Antonino, que se extendía desde el estuario del río Forth al golfo del Clyde. Hacia el siglo VI, el reino de los pictos, que había experimentado un importante desarrollo, logró controlar las tierras del norte y del sur. Y en el IX, se unieron los pictos, escotos, britanos y anglos, formando el reino de Escocia que, en los siglos posteriores, añadió a su territorio el área angloparlante del sureste de Escocia y dominaba también las zonas de Galloway y Caithness; a finales del siglo XIII, se había extendido hasta alcanzar la extensión aproximada de la Escocia actual. En esta época, se establece el sistema feudal en Escocia, reorganizándose las formas de gobierno, y se fundan las primeras ciudades y pueblos con fueros propios (los llamados burghs). Estas instituciones, así como la inmigración de caballeros y clérigos franceses y anglo-franceses, facilitaron un proceso de "ósmosis cultural", durante el cual los territorios meridionales y costeros del reino de Alba se convirtieron en angloparlantes, como ya lo eran muchas de las tierras recién conquistadas en el sur; el resto del reino, en cambio, siguió conservando la lengua gaélica,920 con una frontera precisa en el sur que la separaba de Inglaterra desde 1237 –Anglo-Scottish Border- y cuyos límites se fueron definiendo a lo largo del tiempo por tratados entre los reyes de ambos países, aún hoy con validez administrativa, y manteniendo una división legal y lingüistica también, a pesar de su abolición “formal” en 1707. Hay que tener en cuenta la dificultad de unir a gente con etnias y lenguas diferentes en una zona donde hay que añadir una topografía áspera y escabrosa, que contribuye al aislamiento, la falta de un gobierno central estable 919 El epígrafe toma su título del de un artículo de David Denby : “Northern Lights : How modern life emerged from eighteenth-century Edinburgh” aparecido en The New Yorker, el 11 de octubre de 2004 920 Barrow, G.W.S. The Kingdom of the Scots : government, church and society from the eleventh to the fourteenth century, 2nd ed. Edinburgh : Edinburgh University Press, 2003 294 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado y de códigos legales uniformes, lo que dió como resultado el mantenimiento de un sistema feudal peculiar y propio, tanto en las Tierras Altas, Highlands921, como en las Bajas, Lowlands. Tras la Reforma de la Iglesia escocesa,922convertida en Iglesia Nacional de Escocia de signo presbiteriano, o "Kirk"que no vió mitigada su dureza por un Renacimiento que, en la práctica, obvió totalmente a Escocia, este país sufrió en rápida sucesión la ejecución de su reina María Estuardo, la violencia de las dos guerras de los Obispos, que supusieron el comienzo de las civiles, unos conflictos interconectados que tuvieron lugar en Escocia, Irlanda e Inglaterra entre 1639 y 1651, en que los tres reinos se encontraban gobernados por el mismo monarca, Carlos I Estuardo y que coinciden en el tiempo con conflictos similares en la Europa continental, como la Fronda en Francia y la llamada crisis de 1640 de la Monarquía Católica, con la rebelión de Cataluña, Portugal, Nápoles, Sicilia y Andalucía. A finales del siglo XVII, Escocia era un país de economía fundamentalmente rural, con una agricultura semifeudal e improductiva, 923 y en esa época, además muy precaria, agravada por diversas epidemias que trajeron consigo hambrunas y despoblación. La política proteccionista de Inglaterra impidió a los comerciantes escoceses establecer negocios con o en las nuevas colonias de Norteamérica, a la vez que su política exterior los obligó a interrumpir el comercio con Francia. Así las cosas, no sólo hubo emigraciones masivas de población a otros lugares (por ejemplo al Ulster), sino que el Parlamento de Escocia, en 1695, adoptó una serie de medidas para intentar remediar una situación económica que ya era desesperada, entre otras, la creación del Banco de Escocia y la Compañía de Escocia, -Company of Scotland Trading to Africa and the Indies, llamada 921 Con una organización “tribal”, los clanes : Del gaelico clann, que significa "estirpe, descendencia", el sistema de clanes de las tierras altas escocesas englobaba tanto las tradiciones celtas y nórdicas como la organización social feudal normanda : Jefes de tribu (Chieftains) y reyezuelos, bajo la soberanía de un gran rey (ard rí), gobernaban la gaélica Alba, siendo designados siempre por su predecesor, pero confirmados por elección asamblearia. Un sistema de sucesión mixto (tanistry) que combinaba elementos como la primogenitura y la autoridad, así como el refrendo de los súbditos y la tradición de la herencia colectiva que daba el derecho de establecerse en la tierra a la cual los jefes y la pequeña nobleza principal proporcionaban protección, garantizando la herencia de cada uno, y cuya autoridad era refrendada por la Corona feudal escocesa. Y se definían : Escoceses por nacimiento, británicos por ley, de las Tierras Altas por la gracia de Dios (Scottish by birth, British by law, Highlander by the grace of God.) 922 Cuyo antecedente medieval, la ecclesia Scoticana, fué una “criatura” de los monarcas escoceses 923 “La presión demográfica sobre la tierra se convirtió en un grave problema, puesto que el estado poco desarrollado en que se hallaban las técnicas y el utillaje agrícolas, hicieron que, en gran parte de Europa, no pudiesen ampliarse las zonas de cultivo.” Black, Jeremy La Europa del siglo XVIII : 1700-1789. Madrid : Akal, 1997, pág. 31. 295 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado también Scottish Darien Company- a la que se le concedió el monopolio comercial con África y las Indias, cuyo capital se formó mediante suscripción pública no sólo en Escocia, sino también en Amsterdam, Londres y Hamburgo. El fracaso del plan estratégico de la compañía – Darién Scheme- que era establecer una cabeza de puente en el Istmo de Panamá que permitiera a Escocia entablar relaciones comerciales con las colonias europeas en América y Oriente, precipitado también por las denuncias y el sabotaje de la inglesa Compañía de las Indias Orientales, el acoso de la armada española y de los piratas ingleses, la presión de los mercados financieros internacionales y la del propio rey Guillermo,924sumió al país en una catástrofe económica y política sin precedentes, con, al menos, un 25% del capital público perdido, sin contar los miles de personas que murieron en las sucesivas expediciones, lo cual fue clave para la disolución del Parlamento escocés y la petición formal de unión con Inglaterra.925 Por lo que se refiere al Derecho, el escocés es un sistema legal unitario, que hunde sus raíces en distintas fuentes jurídicas. Hacia mediados del siglo X, el Derecho en Escocia, era casi totalmente de origen celta, pero además, empezaron a introducirse, de manera gradual, elementos de Derecho feudal y canónico. Cuando ascendió al trono en 1124, el rey David I integró en el sistema jurídico escocés, partes del anglo-normando, así como diversas instituciones de este. El primer texto legal conocido, Regiam Majestatem, que toma su nombre de las dos primeras palabras del documento,926es una 924 William II de Escocia y III de Inglaterra, de la Casa Real holandesa de los OrangeNassau 925 Por todo el párrafo : Devine, T. Scotland's Empire 1600-1815, London: Allen Lane, 2003. También, Hidalgo, Dennis R. “To Get Rich for Our Homeland: The Company of Scotland and the Colonization of the Isthmus of Darien” en : CLAHR: Colonial Latin American Historical Review, ISSN 1063-5769, Vol. 10, Nº 3, 2001, págs. 311-350. Parker, Anthony W. Scottish highlanders in colonial Georgia: the recruitment, emigration, and settlement at Darien, 17351748 . Athens (Ga.) : University of Georgia Press, 1997. Watt, Douglas. The price of Scotland :Darien, union and the wealth of the nations. Edinburgh : Luath, 2007. Baquero Montoya, Alvaro (comp.) La gobernación del Darién a finales del siglo XVIII: el informe de un funcionario ilustrado. Barranquilla (Colombia) : Uninorte, 2004. En este, se resalta la riqueza de las minas de oro en la zona en aquella época. 926 "Regiam Majestatem, non solum armis contra rebelles, sibi, Regnoque insurgentes, opportet esse decoratum." Sir John Skene compiló y editó distintas versiones del documento, respaldado por el Parlamento de Escocia, y se publicó en 1609. Aunque no enteramente fiel al documento original, la versión de Skene se ha convertido en la canónica, por lo que las citas posteriores sobre el documento, por regla general, son siempre sobre esta. Regiam Majestatem Scotiæ veteres leges et constitutiones : ex archivis publicis, et antiquis libris manuscriptis collectae, recognitae, et notis juris civilis, canonici, Nortmannici auctoritate confirmatis... Joannis Skenaei, Regiæ Majestiati áa conciliis & archivis publicis. Annotantur in margine, concordantiae Juris Divini, legum Angliæ, et juris novissimi Scotiae quod acta Parliamenti, vulgáo, vocant catalogum eorum quae in his libris continentur vicesima pagina, indicat. Cum duplici indice, altero rerum, 296 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado recopilación o digesto del derecho de Escocia. Comprende cuatro libros sobre acciones civiles y jurisdicciones, juicios y ejecuciones, y contratos y crímenes. Data de los primeros años del siglo XIV y tiene su orígen en el Tractatus de legibus et consuetudinibus regni Angliae927 (Tratado sobre el derecho y las costumbres del Reino de Inglaterra) de Ranulf de Glanvill, de 1188, e incorpora elementos del derecho canónico del siglo anterior, la Summa in Titulos Decretalium 928de Goffredo de Trano, así como las leyes celtas de bretones y escoceses. Aunque el Derecho romano tiene alguna inflexión en el escocés de manera indirecta, a través de los Derechos civil y canónico -utilizados en los tribunales eclesiásticos-, su influencia directa no fué apreciable hasta mediados del siglo XV, recurriéndose a menudo a sus normas –aunque adaptadas- en los tribunales,929por lo que podemos decir que en Escocia hubo una recepción parcial, aunque notable, del Derecho romano. Por tanto, su Derecho entra dentro de lo que denomina el Derecho comparado sistemas jurídicos mixtos.930 Autores como J. Davidson Ford,931 atribuyen el mérito de desarrollar el Derecho privado escocés hasta convertirlo en un sistema jurídico aparte en Gran Bretaña, con suficiente coherencia y entidad propia, al primer Vizconde Stair, cuyas Institutions of the Law of Scotland se publicaron en una edición revisada en 1693932, para clarificar la relación entre el Derecho emergente de Escocia y el de Inglaterra, y contribuyó a consolidar el primero. altero verborum locupletissimo. Edinburgi : Excudebat Thomas Finlason, anno Domini. 1609. Disponible en versión electrónica, para miembros de la UGR : http://adrastea.ugr.es/record=b1432119~S1*spi [última consulta, octubre 2010] 927 Tractatus de legibus & consuetudinibus regni Angliæ, tempore Regis Henrici secundi compositus... London : printed by J. Streater, an. Dom. M. DC. LXXIII. [1673]. Disponible en versión electrónica, para miembros de la UGR http://adrastea.ugr.es/record=b1478892~S1*spi [última consulta, octubre 2010] : 928 Summa Goffredi de Trano clariss. iuris interpretis in titulos Decretalium omnibus nedum pontifici & caesarei iuris studiosis, verumetiam & religiosis cuiuscunq[ue] vtilis ac necesaria... Venetiis : Apud Ioannem Baptistam Hugolinum, 1586. Disponible en versión electrónica, para miembros de la UGR : http://adrastea.ugr.es/record=b1100809~S1*spi [última consulta, octubre 2010] 929 La mayoría de los juristas escoceses, eclesiásticos o no, se formaban tradicionalmente, en las principales Universidades de la Europa continental. 930 Lo que demuestra, como escribe Losano, que Civil Law y Common Law son “ordenamientos compatibles y, en el límite, unificables.” De hecho, hoy dia y aparte de Escocia, se rigen por un ordenamiento jurídico “mixto” diversos Estados de origen sobre todo colonial : Sudáfrica, Québec, etc. Losano, Mario G. Los grandes sistemas jurídicos : introducción al derecho europeo y extranjero. 1ª ed., 1ª reimpr. Madrid :Debate,1993, pág. 155. También, Vernon, Valentine. Mixed jurisdictions worldwide: the third legal family. Cambridge : Cambridge University Press 2001. 931 Ford, J. D. (John Davidson) Law and opinion in Scotland during the Seventeenth Century. Portland, OR : Hart, 2007 932 Dalrymple, James, Vizconde Stair, Institutions of the Law of Scotland. 3rd. ed. Edinburgh : Printed for Thomas Broun, 1699. Disponible en Internet : http://eebo.chadwyck.com/search/full_rec?SOURCE=pgimages.cfg&ACTION=ByID&I D=V59891 [última consulta : octubre 2010] 297 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Tras el Acta de Unión con Inglaterra, en 1707, y aunque Escocia siguió y sigue rigiéndose por un Derecho distinto al de aquel país, Irlanda del Norte y Gales, con los que continúa manteniendo diferencias sustanciales,933la permeabilidad del Derecho inglés en el escocés fué inevitable. Con el Acta de Unión, en 1707, Escocia que, a diferencia de Irlanda, pudo negociar muchos de los puntos del Tratado, afrontó “cambios políticos... que entrañaban cambios económicos y culturales. Estos... obligaban a los escoceses [no sólo] a replantear todo: su identidad cultural, su situación económica, la naturaleza de su participación en la nueva entidad política británica, [sino también a] cuestionarlo todo. A veces, este cuestionamiento tomaría la forma de una reacción violenta y dolorosa : las dos rebeliones (desde el punto de vista inglés) militares y políticas fallidas en contra de la hegemonía inglesa, las de 1715934 y 1745 por ejemplo. Pero será precisamente este proceso... el que proporcionaría un caldo de cultivo favorable para la nueva cultura crítica de la Ilustración escocesa. Acostumbrado a tener que replantear nuevas soluciones a nuevos contextos y cuestionar viejas instituciones y dogmas, al intelectual escocés del siglo XVIII no le asustaban las nuevas ideas y teorías de la Ilustración.” 935Los “literati,” comprendiendo en esta denominación no sólo a los hombres de letras 933 La Equidad, como fuente del Derecho, no existe en Escocia. También difiere en temas como la mayoría de edad, el número de componentes de un jurado, etc. Robinson, European Legal History, 3rd Edition, OUP, 2000, p155 934 En1715, parte de la Escocia que era aún hostil a la autoridad de Londres –especialmente las Highlands con su pobreza y su organización en clanes- se sublevó contra Jorge I con el apoyo de “dos condados ingleses, Northumberland y Cumberland, donde las simpatias tories permanecían vivas.” La insurrección jacobita duró escasamente unos meses y “llevaba en sus orígenes, su desarrollo y su fracaso, la marca de las fuerzas arcaicas que la habían sostenido : había unido a las Higlands y a los condados pobres del norte de Inglaterra donde la baja gentry [pequeña nobleza] comenzaba a ser desposeída por los empresarios mineros. Movimiento de protesta, pero movimiento desgarrado, puesto que su jefe Jacobo Estuardo [Jacobo Eduardo en la traducción española] seguía siendo partidario de la monarquía absoluta y del catolicismo” mientras que el resto de sus seguidores eran radicalmente antipapistas. Soboul, Albert (coaut.) El siglo de las luces,Madrid : Akal, 1997 , 2 v. en 3 t. V.1. t. 2. Los inicios : (1715-1750), pág. 567. 935 “La unión implicaba la pérdida de su entidad política separada para Escocia, pero significaba también una serie de nuevas oportunidades económicas para los escoceses. Habría trasvases de capital y tecnología desde Inglaterra, el socio económicamente más desarrollado, como por ejemplo en el caso de la nueva agronomía inglesa introducida en Escocia a mediados de siglo. Y será un socio capitalista inglés el que permita desarrollar la innovación tecnológica escocesa –y probablemente europea– de mayor trascendencia del siglo: la máquina de vapor de James Watt. A corto plazo, sin embargo, la mayor repercusión económica de la Unión política de 1707 será en el sector comercial. La Unión dará a los comerciantes escoceses no solamente la posibilidad de comerciar con Inglaterra, sino también con sus colonias. Así, a lo largo del siglo Glasgow se transformará en un próspero puerto atlántico de primera importancia, principal centro de importación del tabaco proveniente de las colonias inglesas de Virginia.” Reeder, John. “Las aportaciones de la Ilustración británica” en : Ilustración europea : ciclo de conferencias. Valencia : Real Sociedad económica de amigos del pais, 2000, pág. 813. 298 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que profesaban un vasto conjunto de valores y principios propios de la filosofía ilustrada europea y americana, sino a los que cultivaban el humanismo, la confianza en la ciencia, el amor por el conocimiento, un enérgico espíritu crítico, un aplomo en el ejercicio del juicio, el respeto por el trabajo, el rechazo a los tratos inhumanos y el deseo de transformar la sociedad, 936pensaban y debatían sobre el Estado, el poder, sus formas y sus límites, historia, política, filosofía economía, ciencia, comercio... “reflejando el orgullo que sentían de su pasado, y la vergüenza con la que contemplaban el presente... que los empujaba a intentar cambiar estas circunstancias costara lo que costase.”937A pesar de las diferencias políticas, religiosas y socioeconómicas entre los habitantes del norte y los del sur, fueron capaces –no sin revueltas y sin sangre- de impulsar la Unión con Inglaterra, como el medio más rápido y eficaz de solucionar la crisis. Tambien influyó en esta celeridad el que el control de la toma de decisiones y el poder estaba en manos de una oligarquía minoritaria, que dominaba al resto de clases sociales, formada por nobles terratenientes, intelectuales, políticos y comerciantes, cuyas medidas más eficaces para ayudar a la economía escocesa, sin duda de un caracter inicial e inequívocamente político, con el objeto de maximizar su poder, también tenían unos objetivos económicos y sociales muy claros. 938 Toda Escocia, pero en especial Glasgow, experimentó un rápido crecimiento económico, un cambio hacia la secularización de la sociedad y unos logros espectaculares, especialmente en los campos de la medicina, la fisiología y el Derecho, pero también en los de la química, la física y la historia natural939, que se vió reflejado pronto en lo que se ha dado en llamar las “dos edades de Pericles” escocesas : la primera, nucleada en torno a David Hume y Adam Smith, y la segunda en la Edinbourgh Review y Sir Walter Scott.940 936 Sher, Richard B. Church and university in the Scottish enlightenment : the moderate literati of Edinburgh. Edinburgh : Edinburgh University Press, 1985, pág. 8. 937 Emerson, Roger “The contexts of Scottish enlightenment” en : Broadie, Alexander, (ed.) The Cambridge companion to the Scottish enlightenment : an anthology. Cambridge : Cambridge University Press, 2003, págs. 9 y ss. Sin renunciar a sus raíces. Muchos de los ilustrados escoceses se autodenominaban “britanos del Norte” 938 Shaw, John Stuart. Political History of Eighteenth-century Scotland. New York, : Palgrave Macmillan, 1999, pág .94. 939 Científicos como el químico Black, que descubrió el dióxido de carbono, o el geólogo Hutton que propuso la primera teoría de la formación geológica de la tierra o el tecnólogo James Watt, inventor de la máquina de vapor... 940 Bryson, Gladys “Review of The Scot in History by Wallace Notestein” en : The William and Mary Quarterly, Third Series, Vol. 4, No. 3, 1947, págs. 362-364. También Graham, Henry Grey The Social Life of Scotland in the Eighteenth Century. 4th ed. London : A. and C. Black, Ltd., I937. Las comparaciones con Grecia, Atenas y la turbulenta democracia de Pericles, hay que entenderlas, en un principio, como sinónimas de cultivo de los valores del aprendizaje y la curiosidad intelectual , como escribe David Allan en “The age of Pericles modern Athens : greek scottish politics, fading of enlightment” en The Historical Journal, nº 44, 2, 2001, págs 391-417 299 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Uno de los factores a tener en cuenta, además del político y el económico, fué “una institución escocesa clave y distinta : la universidad. A diferencia de otros países europeos donde la universidad seguía en el siglo XVIII en franca decadencia, o quizás somnolencia, en Escocia la universidad estaba en plena ebullición intelectual y científica... se podría decir que la Ilustración escocesa tiene lugar dentro de sus tres universidades principales, Edimburgo, Glasgow y Aberdeen941. Esta situación se debe en primer lugar a la profunda reforma de los programas de estudio, llevada a cabo... a principios de siglo, sobre todo en Derecho, Medicina y Ciencias Naturales. En segundo lugar, de los ilustrados escoceses más eminentes, casi todos profesores y catedráticos de universidad: Smith, Ferguson, Black, Hutton, Cullen, Reid, Millar, etc., situación casi única en la Ilustración europea, donde la decadencia del sistema de enseñanza superior desde Oxford a París, o [de] Salamanca a Heidelberg era proverbial... y podían introducir fácilmente las nuevas ideas en los programas de estudio y diseminarlas a través de sus clases ex cátedra en la universidad. Así, el tiempo que transcurría entre la formulación de una nueva teoría, innovación tecnológica o descubrimiento científico, y la transmisión de estas nuevas teorías o prácticas a un público más amplio (los alumnos) se recortaba considerablemente. Como diría un economista, los costes de información científicos en la Universidad escocesa del siglo XVIII eran muy bajos.”942También los académicos escoceses mantenían contactos frecuentes y personales con sus homólogos continentales y conocían de primera mano los principales movimientos intelectuales europeos, que los ayudaron a liberarse de la estricta ortodoxia calvinista a la que la mayoría, excepto algunos espíritus valientes como David Hume, aún pensaban que era necesario someterse. Los pensadores escoceses, aún con una gran independencia de criterio, y por muy críticos que pudiesen ser con la religión establecida, tenían todos ellos –sin excluir a Hume- un transfondo religioso y aceptaban la estimación calvinista 941 “Universidades pequeñas, abiertas, flexibles y eficaces, institución peculiar de la Escocia del siglo XVIII y factor clave en estimular, promocionar y diseminar la ilustración escocesa. Y con una forma de “financiación –o quizás mejor dicho auto-financiación– de los sueldos de los profesores, ligados al pago de las matrículas, sistema polémico incluso hoy día. Los sueldos dependerían directamente del número de alumnos matriculados en sus cursos, y del pago de las matrículas por parte de estos alumnos, sistema revolucionario en la Europa del siglo XVIII y todavía hoy en el siglo XXI. Adam Smith llegó a devolver la parte alícuota de la matrícula cuando no podía cumplir con sus clases.” Reeder, John, op.cit. pág. 814. Base fundamental en el desarrollo de la educación pública en Escocia fue el Act for the Settling of Schools, decretado por el Parlamento conjuntamente con el resto de medidas adoptadas para intentar salvar a Escocia del desastre, en 1696, en el que se ordenaba establecer en cada parroquia escuelas supervisadas por la Iglesia. 942 Reeder, John, op.cit. pág. 813. 300 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado de la valía personal de cada ser humano.943Una manera de entender la religión que se sustenta en una fe que investiga a través de los impulsos más profundos, intentando diseñar una fórmula sobre los fundamentos de las creencias religiosas, que consiga satisfacer la inteligencia. Gladys Bryson “se refiere a los ilustrados escoceses como filósofos morales, ya que su investigación tiene como fundamentación última la filosofía moral. Las formas de organización y la conducta social se establecen basándose en valores dictados por la ética; ser un filósofo moral no sólo significa tener en cuenta cuestiones éticas, “sino también abarcar el origen de la naturaleza del hombre, el funcionamiento de sus instituciones, el progreso y las perspectivas de futuro. Por ello, de la esfera de la filosofía moral emergieron varias ramas de lo que más tarde serían las ciencias sociales en el siglo XIX” La apreciación de que “al estudiar a los filósofos morales del siglo XVIII llegamos a los verdaderos precursores de las ciencias sociales”, como afirma Bryson, es compartida por Hayek, quien sostiene que “los filósofos morales escoceses del siglo XVIII establecieron los logros de una investigación social que influyó notablemente en la construcción de los esquemas de dos ciencias de reciente creación: la etología y la antropología” El estudio de la sociedad y del hombre como miembro de aquella, fue apasionadamente discutida por los ilustrados escoceses. Y existe una conexión, que no se ha tenido en cuenta muy a menudo, entre las ideas de estos pensadores y las de los antropólogos pre-darwinianos sobre la evolución social de nuestra especie.944 La naturaleza humana y su origen, que se reconstruye a partir de la de la filosofía y de la psicología, evitando en lo posible las implicaciones -y explicaciones- teológicas, se convirtió en el núcleo de toda esa escuela de pensamiento y en la base de su análisis. Schneider y otros autores encuentran en los ilustrados escoceses una gran capacidad para reflexionar sobre temas que hoy en día forman parte de lo que se denomina sociología. Entre éstos, destacan el análisis empírico de las relaciones sociales, de las instituciones y de las costumbres arraigadas en la naturaleza humana. Es un tipo de investigación que, en su búsqueda por conocer el funcionamiento de la naturaleza humana, sustituye el recurso exclusivo a la razón por una base empírica, donde cobran especial relevancia sensaciones y 943 “[Otra] institución de la Escocia del siglo XVIII íntimamente relacionada con la Universidad, y que va a ejercer una influencia importante en la ilustración escocesa, la iglesia protestante... y sobre todo, su ala más moderada. Ellos serán una fuerza minoritaria pero influyente en suavizar las feroces disputas teológicas que caracterizaban las iglesias protestantes en la Escocia del siglo anterior, y en amainar la intransigencia e intolerancia ... que todavía predominaban entre los calvinistas estrictos –los “High Flyers”– en el siglo XVIII.” Ibíd. 944 Bryson, Gladys Man and society : the scottish inquiry of the Eighteenth Century. Princeton, New Jersey: Princeton University Press, I945, págs. 405-306. Hayek, F. Derecho, legislación y libertad. Madrid: Unión Editorial, 2006. Pág. 51. 301 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado sentimientos. El énfasis en la experiencia humana, reflejado muchas veces en estudios morales de interés psicológico, los lleva a indagar y definir, siempre con métodos científicos - imitando conscientemente la física de Newton : igual que los movimientos planetarios se explicaban subsumiéndolos en las leyes generales del movimiento, también las particularidades de la conducta humana pueden explicarse mediante los principios generales de la naturaleza humana- los sentimientos y modos de conducta del hombre, sosteniendo que están conformados por las leyes naturales. Lo cual significa que estos pensadores protagonizaron un respetable contrapeso al racionalismo. En realidad, esta perspectiva ya había sido anteriormente planteada por Hayek.... con los ilustrados escoceses se asistía al nacimiento de nuevos fenómenos que requerían de “todo un nuevo corpus teórico del conocimiento del que, finalmente, surgirían las ciencias sociales”; en la llamada “Escuela Histórica Escocesa” se encuentra un discurso sociológico emergente, “un camino o manera sociológica de analizar y discutir la sociedad.” 945 En relación con esta, distinguen entre una sociedad civil –o estado- y la sociedad como concepto y proceso generales. Mantienen que el hombre es, en sí mismo, “social” y la sociedad evoluciona a partir de esta característica inherente a la raza humana. De ahí que se opongan a cualquier hipótesis artificial, como la del contrato social, y que sostengan que las instituciones (familia, educación, Derecho y gobierno, economía política, religión, y lenguaje), como subestructuras de la sociedad, responden tanto a las necesidades individuales como del grupo –sociales- y se basan también en la naturaleza del hombre. Francis Hutcheson, Henry Home Lord Kames, Thomas Reid, David Hume, William Robertson, Adam Smith, Adam Ferguson, John Millar, James Dunbar y Dugald Stewart... entre otros, componen una articulada élite intelectual, conocida como la “Escuela del sentido común”, que comprendieron tanto el valor de los instrumentos de precisión y de la experimentación científica, como el hacer de los mismos "experimentos," "experiencia," y "empirismo" sus criterios de investigación, y cuya presencia en la vida académica y social escocesa perduró durante tres generaciones.946 Aunque compartían con sus homólogos franceses un espíritu 945 Vences Simon, María Isabel “La relevancia sociológica de la Ilustración escocesa” en : Revista internacional de sociología, ISSN 0034-9712, Nº. 1, 2010, pag. 39. 946 Parece que “realmente, hubo dos escuelas [de pensamiento] escocesas: la de EdimburgoGlasgow, cuyos representantes fueron el grupo aquí descrito, más Thomas Brown, la última gran figura de la Ilustración escocesa... y la escuela de Aberdeen, fundada por Reid, fiel al "common sense," o sentido común, y que cuestionaba el empirismo crítico de la otra escuela... Reid, por sus años en Glasgow, fue un nexo de unión entre ambas escuelas, pero su investigación se desarrolló fundamentalmente en Aberdeen, y fue el contrapunto a las obras de Hume, Smith, y Ferguson”. H. W. S. en : The Journal of Philosophy, Vol. 43, No. 13, 1946, pág. 361 302 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado especulativo y racional, la obra de los filósofos escoceses está impregnada de fuertes dosis de escepticismo y sobre todo, de utilitarismo. A diferencia de los franceses, los pensadores escoceses estaban particularmente interesados y comprometidos con el desarrollo y crecimiento económicos, las consecuencias y el alcance del comercio internacional y el funcionamiento de una sociedad burguesa mercantil, emergente ; en definitiva, con todos los aspectos que correspondían a la realidad de la Escocia de después del Acta de 1707. Los ilustrados escoceses escribieron un capítulo nuevo en la historia del progreso del entendimiento humano. Y era común y palpable en todos ellos una sensación de novedad y de urgencia. Adam Smith escribió “La ciencia es el gran antídoto contra el veneno del entusiasmo y la superstición.”947El propio Smith, Adam Ferguson y, especialmente, David Hume, transformaron las ideas de John Locke, una de cuyas consecuencias mas importantes fué el nacimiento de la Ciencia política que, como concepto articulado, surge de las “ciencias morales” de los pensadores escoceses de la Ilustración que utilizan simultáneamente un método newtoniano para el estudio de la política y, a la vez, una política de moderación, una de cuyas tareas consiste en criticar el “entusiasmo” y otros excesos de la mentalidad y el cuerpo políticos. En este sentido, están conectados conceptualmente, la Ciencia de la política, la política de moderación y la crítica del “entusiasmo”. Para el nacimiento de la Ciencia política son necesarios ciertos cambios conceptuales en una estructura argumentativa científica y moral, cuyos contornos fueron trazados en gran parte por Locke. Dichos cambios conceptuales, por su parte, fijaron una estructura retórica utilizada en discusiones posteriores sobre la identidad metodológica y política de esta disciplina… La “Ciencia política” o “Ciencia de la política”, surge así fundamentalmente del discurso político, en la segunda mitad del siglo XVIII, aproximadamente entre 1740 y 1790. Y David Hume, Adam Smith, y Adam Ferguson fueron juzgados subsiguientemente como demasiado “iluminados” y notablemente distintos en el contexto de la Escocia calvinista… Es pues un producto de esa Ilustración y a diferencia del termino Enlightement, el de Ciencia política, si fué utilizado expresamente por los nuevos científicos de la política, para denominar su empresa en común. El programa de Hume –sugerido en parte por Francis Hutcheson y seguido por Smith, Ferguson y otros- para garantizar el éxito metodológico de la Ciencia de la política, dependía de una especie de arquitectura de teoría social. “La política”, aseveraba “considera a los hombres como unidos en sociedad, y dependendientes unos de otros.”948La dependencia mutua y la unidad social necesitan simpatía y otros sentimientos morales sobre los que desarrollar estas teorías. Bajo esta superestructura, Hume fundamenta una teoría del entendimiento humano, cuyo distintivo era la asociación de ideas. Esta teoría 947 Smith, Adam An Inquiry into the Nature And Causes of the Wealth of Nations (1776, 1801), Oxford, UK : Oxford University Press, 1998, pág. 314. 948 Hume, David A Treatise of Human Nature, Oxford : Clarendon Press, 2007, pág. 8. 303 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado fundacional tenía un potencial futuro en opinión de Hume “Con esto quiero decir que podríamos quizás lograr un nuevo microscopio o alguna clase de óptica… por el que en las ciencias morales… hasta la idea mas simple pueda ser ampliada para aprehenderla con mayor facilidad y ser igualmente conocida junto con las ideas más importantes y sensibles, que pueden ser el objeto de nuestra investigación”949 en concreto, el increíble poder de la representación de una ciencia moral, moldeada según la física de Sir Isaac Newton. Francis Hutcheson,950irlandés afincado en Glasgow, fue uno de los fundadores de la Ilustración escocesa, de la teoría del sentido moral, maestro de Adam Smith y defensor de David Hume, cuando este fue excluido de la enseñanza y sometido a juicio por herejía, y amenazado de excomunión. 951Además, uno de los primeros impulsores de la homogeneización del lenguaje de la “ciencia”, impartiendo sus clases también en inglés, cuando el lenguaje académico en las Universidades aún era el latín, ya que la necesidad de un idioma común era acuciante, sobre todo en Escocia, donde la dispersión de variantes dialectales se había convertido en un problema.952 Sus obras, traducidas primero al francés y bastante más tarde al alemán, influyeron, junto con las de Lord Kames y Hume, desde mediados del siglo 949 Hume, David An Enquiry Concerning Human Understanding. Kitchener, Ont. : Batoche, 2000, Section VII: "Of the Idea of Necessary Connexion" paragraph 4 950 Elton Bulnes, María, “Francis Hutcheson” en : Fernández Labastida, Francisco (coed.), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line, Disponible en Internet : http://www.philosophica.info/archivo/2009/voces/hutcheson/Hutcheson.html [última consulta, noviembre 2010] 951 En 1697, un estudiante, Thomas Aikenhead, fué ahorcado en Edimburgo, acusado practicamente de los mismos cargos que se le imputaron 60 años después a Hume. Fueron los últimos coletazos de una Iglesia intolerante y nada dócil, forzada a cambiar tras la unión con Inglaterra, y virar hacia una tolerancia religiosa que la convirtió en uno de los impulsos intelectuales de la Ilustración escocesa, aunque perduraron algunos reductos ultraortodoxos. 952 Tal y como señalaba la Edinbourgh Review en su primer número. Bascones, L.M. (coaut.) “Palabras, monedas y seres vivos : Adam Smith y la historia conjetural del origen de la lengua” en : Política y sociedad, ISSN 1130-8001, Nº 37, 2001, pág. 58 (Ejemplar dedicado a: Adam Smith). La preocupación por el lenguaje, su origen y evolución, no es ociosa, ya que como escribía el jurista James Burnett, Lord Monboddo, en su De los orígenes y evolución del lenguaje : "El lenguaje es el fundamento de todos los progresos intelectuales en esta vida y tuvo que ser inventado antes que cualquier otro arte" Of the Origin and Progress of Language. Edinburgh : Balfour, 1774. 2nd. ed. 6 vols. V.1., pág. 97. Una filosofía progresista que intentaba reemplazar el mito cristiano de la caída y la redención del hombre, por la de los recursos de este para conseguir una “regeneración” gradual desde el salvajismo a la civilización ; el lenguaje, el principal de esos recursos, era para estos pensadores el equivalente y sustituto natural, de la gracia de Dios. Cfr. Schneider, H. W. en : The Journal of Philosophy, Vol. 43, Nº 13, 1946, pág. 363. 304 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado XVIII a finales del XIX, en los ilustrados “continentales”, consiguiendo en especial los escritos de Hume una amplísima difusión.953 4.4. Utilitarismo : Jeremy Bentham o la perfección de la aritmética penal El utilitarismo procede del movimiento de laicización operado en la Escuela moderna del Derecho natural, que, al otorgar autonomía a la ley natural respecto a los fines sobrenaturales del hombre, tiende a erigir en norma suprema el deber de ser feliz, lo que implica también virtud : respetar ciertos requisitos necesarios para la vida en sociedad. Esta inspiración general que es uno de los elementos de la filosofía práctica moderna, en la historia del utilitarismo debe privilegiar a la rama anglosajona que, desde la filosofía empirista e individualista de Hobbes, que constituye ya un utilitarismo avant la lettre, conduce, causalmente a Bentham, a sus ramificaciones francesas (Diderot, D’Holbach, Helvetius) e italianas (Beccaria por ejemplo, cuya traducción al inglés de Dei delitti e delle pene, estando ligado en su evolución posterior a la corriente reformista) y, sobre todo, a los elementos innovadores del pensamiento económico y social, que culminaría en el siglo XIX con las doctrinas de David Ricardo y Malthus,954se asocia normalmente a una concepción imperativista de la ley penal, bajo la forma de sugerir a los soberanos el mejor modo de legislar en esa materia : se deben castigar únicamente aquellos comportamientos qué sea útil punir -como por ejemplo atentar contra la paz pública o contra la Hacienda del Estado- “La duración de la pena sólo tiene sentido en reacción con una corrección posible y con una utilización económica de los criminales corregidos. Al principio del trabajo, el modelo inglés agrega, como condición esencial para la corrección, el aislamiento. La celda, esa técnica del monacato cristiano que no subsistía más que en los países católicos, pasa a ser en esta sociedad protestante el instrumento por el cual se puede reconstituir a la vez el homo economicus y la conciencia religiosa. Entre el delito y el regreso al derecho y a la virtud, la prisión constituirá un "espacio entre dos mundos", un lugar para las trasformaciones individuales que restituirán al Estado los súbditos que había perdido.”955 953 Malherbe, Michel “The impact on Europe” en : Broadie, Alexander, (ed.) The Cambridge companion to the Scottish enlightenment : an anthology. Cambridge : Cambridge University Press, 2003, págs. 298 y ss. Mme. De Condorcet con sus traducciones de las obras de Smith, por ejemplo, daba respuesta a las necesidades de una sociedad –la francesa- que había pasado por demasiadas etapas convulsas : del Terror, de la guerra civil y de las europeas. 954 Cfr. Sève, René, “L’utilitarisme en France au XVIIIe siècle” en Goyard Fabré, Simone (comp.) L’Etat moderne : 1715-1848. Paris : Librairie philosophique J. Vrin, 2000, págs. 79 y ss. Del mismo autor, Voz «Utilitarisme» en : Raynaud, Philippe (codir.) Dictionnaire de philosophie politique. Paris : PUF, 2003, págs. 831 y ss. 955 Foucault, Michel. Vigilar y castigar : nacimiento de la prisión. Madrid : Siglo XXI de España, 2009, pág. 75. 305 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado A medida que aumentan la desocupación, la desorganización de las masas, la miseria extrema, lo hace también la criminalidad, siendo en este terreno, sobre todo después de la experiencia jacobina y la Revolución francesa, donde comienza a plantearse la lucha de clases de una manera violenta, y, si se quiere, primitiva, aunque no todavía de forma colectiva. Y la clase política dominante responde afianzando la institución carcelaria como un medio permanente de control social y con un carácter cada vez más terrorífico a medida que esta situación se prolonga en el tiempo. “El ilegalismo de los derechos, que aseguraba con frecuencia la supervivencia de los más desprovistos, tiende a convertirse, con el nuevo estatuto de la propiedad, en un ilegalismo de bienes. Habrá entonces que castigarlo. Y si este ilegalismo lo soporta mal la burguesía en la propiedad territorial, se vuelve intolerable en la propiedad comercial e industrial: el desarrollo de los puertos, la aparición de los grandes depósitos donde se acumulan las mercancías, la organización de talleres de grandes dimensiones (con una masa considerable de materias primas, de herramientas, de objetos fabricados, que pertenecen al empresario, y que son difíciles de vigilar), hacen necesaria también una represión rigurosa del ilegalismo. La manera en que la riqueza tiende a invertirse, de acuerdo con unas escalas cuantitativas completamente nuevas, en las mercancías y las máquinas, supone una intolerancia sistemática y armada respecto del ilegalismo. El fenómeno es evidentemente muy sensible allí donde el desarrollo económico es más intenso.”956El “terrible aumento de la reincidencia” criminal es lo que impulsa las primeras inquietudes reformistas.957 Bentham958 nació en Houndsditch, Londres, en 1748. Su padre y su abuelo fueron abogados, por lo que él mismo estudió primero en Oxford, en el Ibíd., pág. 52. Vid. Melossi, Darío (coaut.) Cárcel y fábrica : los orígenes del sistema penitenciario : (siglos XVIXIX). México : Siglo XXI, 1980, págs.85 y ss. El razonamiento de muchos reformadores era sencillo : las normas penales funcionan, son eficaces y logran ser medios prevención y de control social en la medida en que amenzan, no con un terror genérico e indiscriminado, sino con un terror cierto. Costa, Pietro, Il progetto giuridico : ricerche sulla giurisprudenza del liberalismo classico. Milano : Giuffrè,1974, V. 1. Da Hobbes a Bentham, pág. 267. 958 Hemos manejado como fuentes primarias, mientras no se especifique lo contrario, las siguientes : Bentham, Jeremy. An Introduction to the principles of morals and legislation. Kitchener, Ont. : Batoche, 2000. [Recurso electrónico] ; Un fragmento sobre el gobierno. Madrid : Tecnos, 2010 ; Rights, representation, and reform : Nonsense upon stilts and other writings on the French Revolution. Oxford : Oxford University Press, 2002 ; “Anarchical fallacies ; being an examination of the Declaration of Rights issued during the french Revolution” en Works of Jeremy Bentham, Edinburgh: William Tait, 1838-1843. 11 vols. V. 2., págs. 485-535. (Hay traducción española : Falacias políticas. [sic.] Madrid : Centro de Estudios Constitucionales , 1990) ; Tratados de lejislación [sic.]civil y penal. Madrid : [s.n.], 1841-1842 (Oficina del Establecimiento Central). 8 vols. Tratados de legislación civil y penal. Buenos Aires : Valletta, 2005. The book of fallacies : from unfinished papers of Jeremy Bentham. London : J. and H.L. Hunt, 1824. Jeremy Bentham to his fellow citizens of France on death punishment. London : R. Heward, 1831 ; The rationale of punishment. London : R. Heward, 1830, (con un aviso donde se indica que está basado en el v. 1 del manuscrito de Théorie des peines et des récompenses, editado por 956 957 306 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado Queen’s Collage, y después, leyes en el Lincoln’s Inn, lo que lo facultaba para ejercer, aunque nunca lo hizo. Sin embargo, dedicó toda su vida a escribir sobre reformas legales, aunque no puso mucho interés en publicar. Su Derecho penal es un “admirable reflejo de los valores de la burguesía mercantil... un derecho de contable ; el homo delinquens ya no es sino la variante patológica del homo economicus : es un calculador” 959llevándo así la “aritmética penal” a su mayor perfección. En su juventud, de sus primeros escritos Fragment on government –dirigida directamente contra quién fue su maestro en Oxford, William Blackstone-e Introduction to the principles of morals and legislation, se desprende la imagen de alguien que vé todavía en el despotismo ilustrado la fórmula que pondrá en marcha las reformas que le importan, según escribe B. Pendás960 ; los títulos indicaban que eran el principio de otras obras que tenía proyectadas, pero, de hecho, nunca fueron editadas directamente por él. Sus Tratados de legislación civil y penal, se tradujeron y publicaron primero en francés, por su discípulo Etiénne Dumont, en Ginebra, en 1802. El mismo camino siguieron el resto de sus obras, hasta tal punto que una de las más importantes sobre filosofía del Derecho, no fué publicada hasta el siglo XX, editada por H.L. Hart : Of Laws in general. El gran proyecto de Bentham fue construir un sistema de legislación y de gobierno, cuya medida de perfección o –como diríamos hoy- “puesta en valor”, la daría el principio de utilidad, también conocido como el de la mayor felicidad posible. El capítulo primero de su Introducción comienza con estas palabras : “La naturaleza ha colocado a la especie humana bajo el gobierno de dos maestros soberanos, el dolor y el placer". Ese primer párrafo termina con la proposición de que "el principio de utilidad reconoce esa sujeción y la da por supuesta como fundamento del presente sistema, cuyo objetivo es edificar la fábrica de la felicidad con las manos de la razón y de la ley". La meta es producir felicidad, bienestar. Los medios son "la razón y la ley", pero la ley que conduce a la felicidad, la adecuada, es la que está de acuerdo con la razón. Lo cual concuerda con el principio de utilidad,961 "esa propiedad que tiene cualquier objeto por la cual tiende a producir beneficio, ventaja, placer, bien, o felicidad [...] o [...] a prevenir la ocurrencia de daño, dolor, mal o infelicidad". La corrección de las Etienne Dumont, aunque no es una traducción literal.). También y por todo el párrafo : Honderich, Ted (ed.) The Oxford companion to philosophy. Oxford : Oxford University Press, 2005. 959 Carbasse, Jean Marie Voz «Droit pénal» en : Raynaud, Philippe (codir.) Dictionnaire de philosophie politique. Paris : PUF, 2003, p. 181. 960 Pendás García, B. “Sobre la formación doctrinal del régimen parlamentario inglés”en Revista Española de Derecho Constitucional, Nº 69, 2003 (ISSN 0211-5743, Ejemplar dedicado a: XXV Aniversario de la Constitución (I), págs. 409-419), pág. 417. 961 En los borradores de los códigos legales de Bentham, cada ley llevaba incluído un "comentario sobre las razones para esta ley". Cada uno de ellos, demostraba el valor de ésta, reforzando además, según esperaba Bentham, su efecto, ya que "el poder confiere razón a la ley por el momento, pero es de la razón de donde esa ley deberá depender para su estabilidad". 307 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado acciones depende de su utilidad; y esta se mide por las consecuencias que las acciones tienden a producir. De toda esa variedad de términos que describen las consecuencias, los más importantes para Bentham son aquellos con los que inicia la Introducción: placer y dolor. Piensa que éstos son términos claros, fáciles de entender, que pueden, por tanto, dar un sentido preciso a los otros. Así, el bien es para Bentham la maximización del placer y la minimización del dolor. De otro modo, estaríamos inmersos en "sonidos en lugar de sentidos, en el capricho en lugar de la razón, en la oscuridad en lugar de la luz". El principio de utilidad, interpretado en términos de placer y dolor, es la única medida apropiada del valor, porque es la única comprensible. En su Teoría general del gobierno, Bentham se apoya en la idea de que las personas tienden a actuar según sus propios intereses, de nuevo entendidos en términos de placer y dolor : buscan el placer y evitan el dolor. Dado este conocimiento de la psicología del pueblo, el legislador benigno puede ordenar su sistema de leyes de manera tal que los individuos, persiguiendo únicamente sus propios intereses, se vean de hecho guiados a hacer lo que se proyecta que haga, que consiste en promover el interés general (o la mayor felicidad para todos). Una de las consecuencias de esta teoría, es la que propone Bentham del castigo como mecanismo disuasorio. El objetivo propio del castigo es, como el de cualquier otra cosa, producir placer y prevenir el dolor. Ahora bien, todo castigo es en sí mismo un dolor. Por consiguiente, todo castigo es en sí mismo, a juicio de Bentham un daño. Y sólo puede justificarse, por tanto, si este particular dolor que es el castigo se reequilibra por la reducción del dolor (o aumento del placer) que causa. Si mediante el castigo se disuade a las personas de hacer cosas que producirían más dolor (como, por ejemplo, secuestrar, robar o asesinar), entonces el castigo estará justificado. Mas no lo estará si no surte ese efecto: no hay sentido alguno en el castigo o la retribución por sí mismos. Esta defensa del castigo no solamente lo justifica, sino que además, posibilita el cáculo preciso de la cantidad de castigo adecuada. La explicación general de la ley y del castigo, y el uso del principio de utilidad como medio de aportar razones para sus particulares códigos legales, es una constante en la vida de Bentham. Sus escritos sobre la materia –quizás una de sus preferidas- constituyen “una de las versiones más acabadas de la filosofía penal del siglo XVIII; como se verá más adelante, las ideas del legalismo racionalista, de la codificación, de la función neutral o mecánica del juez, de la utilidad de la pena o de la adecuación del proceso y del sistema probatorio a las exigencias del conocimiento empírico, quedan perfectamente ilustradas”962 en su obra. El 962 Prieto Sanchís, Luís. “La filosofía penal de la Ilustración” en Arroyo Zapatero, Luis (ed.) Homenaje al Dr. Marino Barbero Santos: in memoriam. Salamanca : Universidad de Salamanca, 2001. Historia de los Derechos fundamentales pág. 26. 308 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado primer tratado sobre temas penales, A View of the Hard-Labour Bill, lo publicó en 1778. Tomando lo expuesto anteriormente como eje vertebrador, en los Tratados de legislación civil y penal, esboza un ensayo sistemático abordando y concretando temas fundamentales para el Derecho penal963 : en el tomo III, que titula “Principios del Código penal”, dedicado al delito, al delincuente, los medios políticos de prevención y a la pena, comienza definiendo lo que es el delito, ya que el “tratado de las enfermedades, debe preceder al de los remedios” dividiéndolo en formal, “todo los que el legislador prohíbe” y sustancial como “todo acto que debe prohibirse por razón de algún mal que produce o que pueda producir”. (Capítulo I, págs. 5 y ss.) Diferencia también entre acción y omisión (delitos positivo y negativo, respectivamente. Aquel es un “acto hecho con cierto fin”, mientras que este resulta de “haberse abstenido de obrar, de no haberse hecho lo que se tendría que hacer” (Capítulo III, págs. 13 y ss.) También define la culpabilidad y sus formas: Dolo y culpa, fundamentando las causas de justificación, e indicando las circunstancias de agravación y atenuación de las penas. En el tomo IV, da la “Idea de un cuerpo general de legislación”. Penal y civil. En el volumen V trata de los medios indirectos de prevenir los delitos, y en el VI y algunos epígrafes del VII, los delitos en particular. En el VI también se recoge una memoria –extracto del Panopticon- donde perfila el modo de ejecución de las penas. También en la Teoría De Las Penas Y Las Recompensas, (1811) define los fines correccionalistas y utilitarios de la pena : la prevención general y la prevención especial o particular (intimidación y corrección del interno, llegando a propugnar una especie de talión simbólico) y su proporcionalidad, midiendola por el peligro y no por la moralidad del acto. Afirma que la pena de muerte no disminuye la comisión de delitos. Solo una “profilaxis criminal”, hace que desciendan. (Iluminación nocturna de las calles, rondas policiales, serenos, etc.) Sin embargo, sobre el sistema político en particular que diese lugar a estas leyes, al principio Bentham creyó que sólo con apelar a los gobiernos ilustrados, éstos llevarían a efecto aquellas medidas tan obviamente beneficiosas. Cuando se percató de que no sucedía así (o que le bloqueaban sus propias propuestas, como la del Panóptico), se convirtió en un defensor radical de la democracia. No sólo había que cambiar la ley, sino también el sistema de gobierno. Y de acuerdo con ello, tomó parte activa en el movimiento por la ampliación del sufragio parlamentario, que finalmente se 963 Cfr. Sáinz Cantero, José Antonio. La ciencia del derecho penal y su evolución. Barcelona : Bosch, 1977, págs. 61-64 309 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado hizo efectivo en el año en que él murió.964En cualquier caso, estas propuestas democráticas estaban mucho más de acuerdo con sus teorías generales. Si, según su teoría psicológica, todo el mundo actúa guiado por sus propios intereses, igualmente lo harán los Estados y los gobernantes. Había que prescindir de la figura, clásica en el siglo XVIII, del legislador benevolente y semidivino. En los dictadores (lustrados, o no), en los reyes y en las oligarquías no se puede confiar. El fin adecuado de un gobierno, convertido según la frase popularizada por Bentham en "la mayor felicidad para el mayor número" sólo se halla a salvo en las manos de ese mayor número. Si se le otorga el poder político a la totalidad del pueblo, éste, con sólo seguir sus propios intereses, promoverá lo que también es el fin adecuado. Tal y como sucede en el sistema legal correcto, así también coincidirán la acción real con la apropiada en un sistema político o gubernamental que sea correcto. Entender la ley significa entender también los derechos y los deberes. En la tradición empirista, a la cual Bentham estaba estrechamente ligado, el entendimiento viene dado por la percepción. Locke y, tras él, Hume establecieron una distinción entre las ideas simples y las complejas que les permitía entender cosas que no podían percibirse directamente. Las ideas complejas, como la de una montaña de oro, pueden ser comprendidas al estudiar primero sus componentes simples, de los cuales tenemos experiencia. Sin embargo, esta técnica no es aplicable a los términos que Bentham quería analizar como son los de "obligación" o "derecho". Así, pues, se vio forzado a crear una técnica totalmente nueva a la que llamó "paráfrasis". Esta técnica anticipa métodos de análisis propios del siglo XX, como podemos advertir cuando Bentham afirma que la unidad básica del significado no es la palabra, sino la proposición. La idea que inspira su método de paráfrasis es "tomar una proposición entera de la que forme parte la palabra en cuestión y traducirla a otra proposición". Así, en el análisis de lo que él llamaba: "entidades de ficción" (como, por ejemplo, el derecho, el deber, la propiedad, la obligación, la inmunidad, el privilegio, es decir, la totalidad del lenguaje del derecho), Bentham utiliza dicha técnica para situar estos términos problemáticos en proposiciones a las que, acto seguido, sustituye por otras que ya no los contienen. Por ejemplo, las proposiciones sobre derechos las explica en términos de proposiciones sobre deberes. Un derecho particular es, para él, el beneficio que se le confiere a uno, gracias a la imposición de deberes a otros. Con los deberes seguimos aún, dentro del ámbito de las entidades de ficción. Pero estas entidades pueden a su vez insertarse en proposiciones que luego traducimos a otras que hablen de la amenaza del castigo. El castigo es, para Bentham, la amenaza de imposición de dolor. Y 964 Bentham propugnaba algo considerablemente más radical que la ampliación que de hecho se implantó: propugnaba la fórmula: "un hombre, un voto" y que la votación fuese secreta 310 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado con esto llegamos, por fin, a lo que Bentham llama "entidades reales", ideas claras y simples, que pueden ser directamente entendidas por la percepción. "Los términos "placer" y "dolor" son palabras cuyo significado podemos esperar que sea capaz de captar un hombre sin necesidad de ir a ningún abogado". Con ayuda de estas palabras la ley puede aparecer clara, tanto para el abogado como para el hombre de la calle. El último elemento clarificador de lo que la ley debería ser, servirá también para establecer lo que la ley realmente es. Todos estos proyectos son proyectos de cambio, por lo que también y a la vez, son críticas de la situación de su época. Y, aunque entre los fines de Bentham, como los de muchos movimientos de su tiempo se encontraba el cambio, su fundamentación no era la misma. Bentham no sólo se alineaba con los que luchaban simplemente por reformar el sufragio en Inglaterra, sino que apoyaba también las revoluciones americana y francesa. Ahora bien, la justificación contemporánea de esas revoluciones se expresaba principalmente en términos de derechos naturales. Pero, de acuerdo con su propio sistema, Bentham se opuso al uso de los derechos naturales y criticó, por tanto, la justificación retórica de una y otra revolución. Para él, un "derecho natural" es una "contradictio in terminis", un “sinsentido", una entidad ficticia. Pero, como se acaba de ver, había ideado un nuevo instrumento de análisis con su técnica de paráfrasis precisamente para dotar de sentido a las entidades ficticias. Así, cabría esperar que los derechos naturales pudieran adquirir su sentido gracias a esa técnica. Sin embargo, la comparación de un derecho natural con un derecho legal revela su diferencia. Uno y otro pueden ser analizados en términos de sus correspondientes deberes. Pero ya se ha visto que Bentham analiza un deber legal en términos de ley (o de la amenaza de castigo) que crea ese deber. Y no hay una ley que se corresponda con esos supuestos deberes naturales. De ahí que mantenga que los derechos naturales son precisamente derechos imaginarios, en contraste con los derechos naturales reales, producidos por el sistema legal actualmente existente. Dicho con sus propias palabras: "de leyes reales surgen derechos reales [...] de leyes imaginarias surgen derechos imaginarios". Los llamados derechos del hombre no son realmente otra cosa que "falsos derechos". Esta concepción de los derechos naturales, la concreta en una de sus frases más celebres: "un sinsentido que marcha sobre zancos". Esta expresión figura en el análisis crítico de la Declaración francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que desarrolla en una obra titulada Anarchical Fallacies (que, de hecho, es un título –nuevamente- de Dumont). La tesis de Bentham es que el lenguaje, que aparentemente describe lo que los derechos son, en realidad, no hace más que sugerir lo que los derechos deberían ser. O sea, que, en lugar de citar derechos existentes, la Declaración francesa está dando las razones por las que deberían existir tales derechos. Y como advierte en esta obra : "una razón para desear que un cierto derecho sea establecido, no es ese derecho; 311 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado desear no es aportar, el hambre no es pan". Así, suponer que tales derechos existen realmente es un sinsentido. Y aún peor es suponer que podemos estar seguros de que se han descubierto unos derechos que serán siempre fundamentales, o que servirán para siempre. Porque Bentham es empírico, advierte que debemos mantenernos siempre alerta al examinar la utilidad que producen determinados sistemas de derechos. De ahí que constituya un error adicional el pensar que alguno de ellos puedan ser inalterables (irrebatibles, imprescriptibles). En esta equivocación incurrieron también los franceses.965 Los derechos naturales constituyeron una de las pretendidas respuestas a la cuestión del orígen de la obediencia al Estado y a las condiciones para legitimar la Revolución. Otra respuesta, popular también en los tiempos de Bentham, fue la del contrato original, o contrato social. Este artificio, que fundamenta la obediencia en el pacto, fue utilizado por William Blackstone, el principal defensor del Derecho británico en tiempos de Bentham, quien ridiculiza tal defensa en su Fragmento sobre el gobierno. La justificación de la obediencia al gobierno se apoya, según él, en la utilidad, es decir, en el cálculo que asegure que "los probables daños de la obediencia sean menores que los probables daños de la resistencia". Aunque toda justificación provenga de la utilidad, esto no significa que Bentham no admita fines secundarios, es decir, cosas o medidas que, de promoverse, tenderían normalmente a incrementar la utilidad. Y a este respecto establece cuatro fines intermedios que un adecuado sistema de leyes y de gobierno deberían promover: subsistencia, abundancia, seguridad e igualdad. Los cuatro se ordenan en dos parejas, de manera que la subsistencia (el asegurar a la gente sus medios de vida) tiene prioridad sobre la abundancia; y el asegurar las expectativas de los ciudadanos la tiene sobre la igualdad. El argumento utilitario justificativo de esta relación de prioridad se apoya en la tesis psicológica de que la privación del primer miembro de cada par causa más dolor que la del último. También hay supuestos psicológicos que operan en el fundamento de la promoción de la igualdad defendida por Bentham, quien sostiene que (en general) iguales incrementos de un bien no producen iguales incrementos de utilidad. (Es decir que hay una utilidad marginal decreciente.) Por tanto, puede decirse, en general, que la provisión de un bien particular proporcionará más 965 "los derechos naturales son un simple sinsentido; los derechos naturales e imprescriptibles, un sinsentido retórico, un sinsentido que marcha sobre zancos". En “Anarchical fallacies” cit., parágrafo 230. A pesar de esta crítica, los principios utilitaristas de Jeremy Bentham, influyeron de manera fundamental sobre el Código Penal francés de 1810 y el Código Penal español de 1822. 312 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado utilidad a quienes antes tenían menos, que a los que ya tenían más; y de ahí la tendencia general hacia la provisión de bienes entre los más necesitados, es decir, hacia la igualdad. La ética de Bentham es consecuencialista. Para justificar una acción adecuada, contempla la situación presente y la posible en el futuro, no lo que ha sucedido en el pasado. (Por ejemplo, el castigo no es una retribución por una acción pasada, sino la prevención de daños futuros; la obediencia al Estado no está fundada en una promesa anterior, sino en la prevención de males futuros.) Éste es para Bentham el modelo adecuado y, ciertamente, el único posible, de pensar correctamente sobre tales materias. Lo que explica su actitud radical respecto a la reforma de la ley. La ley vigente en ese momento era la ley común, hecha por jueces, basada en el pasado y en la costumbre. Venía de la historia. En su lugar quiso implantar una ley estatutaria, hecha por un parlamento democrático y basada en la razón. Una ley cuyas razones serían independientes de la historia y estarían formuladas en términos de beneficios futuros. “El anciano autor del Código Constitucional, ahora de moda gracias a Rosen, Burns y otros, escribe como un radical, inventa instituciones a granel y se declara republicano, probablemente por despecho hacia Jorge III y por simpatía hacia los Estados Unidos.”966 Es, sobre todo, un positivista total, como revelan las Falacias Anárquicas, entre otros muchos textos. En 1785, viajó a Rusia con su hermano Samuel, que desempeñaba diversos trabajos en el ejército del zar como ingeniero y que recibió el encargo de planificar una fabrica para el príncipe Potemkin, destinada a que los siervos de este –que no eran una mano de obra especializada, pero que estaban acostumbrados a obedecer ciegamente órdenes- se acostumbrasen al modo de producción industrial occidental, lo que iba a exigir una supervisión constante, pero sobre todo, para controlar a los ingleses que acudieron como “expertos” a trabajar en los proyectos del principe Potemkin en sus dominios, y que fueron una fuente inagotable de problemas por su indisciplina. También hay que tener en cuenta el entorno donde Samuel desarrollaba su trabajo : en una estrecha relación con las instituciones, personalidades y características de la cultura rusa de esa época. Empezando por las intrigas políticas en las que estaba implicado el príncipe, un militar y estadista brillante, interesado en cualquier forma de cultura, amante en ese momento de la zarina Catalina II,967y que intentaba crear en el sur del país un “jardín ilustrado” 968donde 966 Pendás, B. Op. cit., pág. 417. Ségur, Louis Philippe, conde de, “Impressions sur le prince Potemkin” en Mémoires ou souvenirs et anecdotes. 3ème éd. Paris : Eymery, 1827. 3 vols. V.2., págs. 262 y ss. No se sabe con certeza si se casaron en secreto, como parece desprenderse de la correspondencia sobre todo de Catalina II. 968 Aunque sus ideas políticas representasen "la quintaesencia de Rusia", convencido como estaba de la superioridad de la autocracia zarista como forma de gobierno, llegando a 967 313 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado demostrar el acierto de la política de reformas, de expansión territorial y de “civilización” de la emperatriz. Una Rusia idealizada, donde se animaba al pueblo a compartir el “árbol de la sabiduría”, en un jardín de las Ciencias cuya recompensa sería un paraíso de progreso perpetuo. La nueva Rusia se convertiría en el reflejo de la antigua metáfora de la consagración al conocimiento, mezclando el esplendor imperial con el crecimiento económico. Para demostrar los frutos de ese “jardín ilustrado”, Potemkin planificó y construyó sus proyectos en unos entornos paradisíacos, edificando palacios en Sebastopol y Bakhchisaray y emprendió, junto con Catalina, la construcción de ciudades basadas en planteamientos “racionales”, invitándola después a un recorrido triunfal por la zona, convertida en “un paisaje de prosperidad ilustrada.”969 Y entre estos proyectos de palacios, huertos, jardines y fábricas modélicas, estaba el del Panópticon. Krichev, una provincia de la Rusia Blanca, era parte del trayecto. Así, el primer diseño del Panopticón lo hizo Samuel allí, en mitad de un escenario planteado como un decorado teatral, casi ficticio.970 Subsumía la estructura espacial del Estado ruso, en un solo edificio : la casa familiar, la nobleza en el centro y sus campesinos, rodeándolo. Este era la clase de panorama “ilustrado” que intentaba demostrar Potemkin. Una representación idealizada de lo que podía llegar a ser el Estado ruso bajo la mirada vigilante de la “ilustrada” emperatriz Catalina y su corte, pero también significaba una doble manera de control. Por un lado, y para Bentham, una manera de limitar los desmanes de los trabajadores ingleses ; para la nobleza rusa, el Panópticon ofrecía un modo de controlar a sus siervos, directamente relacionada con el que sobre estos ejercía la Iglesia Ortodoxa : El Ojo de Dios, que todo lo vé, los vigila.971-Bentham encabezaría la primera edición de sus Cartas, referidas al Panópticon, con una cita de los Salmos, sobre la omnipresencia y omnisciencia de Dios.-972Y aunque esto no deba sugerir, directamente, una relación entre la Iglesia describir a los revolucionarios franceses como un “atajo de locos.” Vid. Montefiore, Simon Sebag, Prince of Princes : the life of Potemkin. London: Weidenfeld & Nicolson, 2001, pág. 329. 969 Por todo el párrafo, Werrett, Simon “Potemkin and the Panopticon : Samuel Bentham and the architecture of absolutism in eighteenth century Russia” en Ab Imperio : Studies of New Imperial History and Nationalism in the Post-Soviet Space, ISSN: 0-972-9801.Nº 3, 2008, págs. 1-15. 970 Jeremy Bentham, de hecho, sugería que "en un comité de Derecho penal, compuesto de manera correcta, tengo claro que no hay personaje más importante que el director del teatro." 971 En este sentido, Bentham es muy explícito refiriéndose a : “La omnipresencia aparente del inspector, combinada con su presencia auténtica” ("the apparent omnipresence of the inspector... combined with the extreme facility of his real presence") Es decir, las personas objeto de vigilancia, no pueden saber nunca cuando, realmente, están sometidas a la misma. 972 Salmos 139 : “Though art about my path, and about my bed: and spiest out all my ways. If I say, peradventure the darkness shall cover me, then shall my night be turned into day. Even there also shall thy hand lead me; and thy right hand shall hold me.” 314 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado ortodoxa y el Panópticon, si que lo hace la arquitectura de este último : una asimetría de poder, que se articula sobre la invisibilidad – el ver sin ser vistopresente en la iconografía ortodoxa y en el proyecto. Por un lado, el Pantócrator, como fuente del poder divino vigila y juzga, sin permitir más acceso a él que el del estamento sacerdotal El inspector del Panópticon, situado en el cuerpo central del mismo, a la vez que está escondido, hace sentir su presencia a los que están confinados en aquel. Se sienten vigilados en todo momento973. Y esta omniscencia aparente, asegura una obediencia, de entrada, absoluta. En este sentido, la arquitectura del Panópticon está concebida como una forma secularizada de los mecanismos de poder de la Iglesia ortodoxa.974Una iglesia que, desde Pedro el Grande, había visto como disminuían su poder, sus tierras y sus privilegios en el contexto de un largo proceso de secularización que culminó con la reafirmación de la autocracia rusa como una ideología más en el entorno de las monarquías absolutas europeas, y que vió como la corte se apropiaba de su “liturgia” e iconografía, para crear una “religión de Estado” a cuya cabeza estaba el zar –la zarina en este caso-. Todo englobado en un ambicioso proyecto político que pasaba por la anexión de Turquía y la refundación del antiguo imperio bizantino. En este contexto, la Rusia absolutista, es donde Samuel Bentham desarrolló su proyecto, al que se incorporó mas tarde Jeremy, que en ese momento escribía su The Defense of Usury. Deslumbrado por “el proyecto de un edificio, diseñado hace poco por mi hermano, con el nombre de the Inspection House or Elaboratory,” Jeremy incorporó la idea a su propio esbozo de una prisión, para un concurso convocado por el periódico St. James Chronicle, para edificar una penitenciaría en Middlesex.975Escrito en 1786 como una serie de cartas (28) 973 “El ejercicio de la disciplina supone un dispositivo que coacciona por el juego de la mirada; un aparato en el que las técnicas que permiten ver inducen efectos de poder y donde, de rechazo, los medios de coerción hacen claramente visibles aquellos sobre quienes se aplican. Lentamente, en el trascurso de la época clásica, vemos construirse esos "observatorios" de la multiplicidad humana para los cuales la historia de las ciencias ha guardado tan pocos elogios. Al lado de la gran tecnología de los anteojos, de las lentes, de los haces luminosos, que forman cuerpo con la fundación de la física y de la cosmología nuevas, ha habido las pequeñas técnicas de las vigilancias múltiples y entrecruzadas, unas miradas que deben ver sin ser vistas; un arte oscuro de la luz y de lo visible ha preparado en sordina un saber nuevo sobre el hombre, a través de las técnicas para sojuzgarlo y de los procedimientos para utilizarlo.”Foucault, Michel, op.cit., pág. 147. 974 Parece que Samuel Bentham quiso idear una “iglesia secularizada” en Krichev. Incluso el diseño que preparó junto con Jeremy en 1786 tenía bastante parecido con la arquitectura religiosa de ese tiempo. Comparandolo con el de Starov, para la Catedral de la Trinidad, que se terminó en 1782. 975 “El objetivo de aumentar la felicidad, es un objetivo práctico; y Bentham presentó muchas propuestas puramente prácticas, como los coches de línea entre Londres y Edimburgo, o un canal en Panamá, o la congelación de los guisantes. Pero la más famosa e importante de estas singulares propuestas prácticas, fue la de una prisión a la que llamó el "panóptico". Iba a ser circular a fin de que los guardianes, sentados en el centro pudieran observar a los prisioneros. También habría de ser gestionada privadamente, mediante un 315 In Tanta Luce Seculi: Una Reflexión Sobre el Pensamiento Penal y el Derecho del Occidente Ilustrado que envió a su padre, para que se imprimiese en una edición limitada, y publicado en 1791, con un post scriptum que detalla su estructura con algunos bocetos, bajo el título de Panopticon; or The Inspection House. Así comenzó a definir su propio proyecto de Panopticon, e intentó interesar en él a Catalina II. Tras su vuelta a Inglaterra y durante casi veinte años, siguió desarrollando esa la idea de manera infructuosa. Deduciendo además, unas características comunes a cierto tipo de establecimientos en los que sus habitantes deben estar bajo supervisión continuada,976por lo que no lo aplica únicamente a la reforma penitenciaria.977 También a otro tipo de "inquilinos": "los gobiernos podrían aplicar a diferentes objetos de la mayor importancia", ya que "para contrato administrativo con Bentham como director. Así, pues, no sólo pretendía construir lo que él llamaba "un molino para triturar a los pícaros y hacerlos honestos", sino también obtener dinero en el proceso. De hecho, bloqueado por los intereses de los terratenientes dueños del terreno elegido para el proyecto (ocupado ahora por la Tate Galery de Londres), Bentham perdió su dinero y su tiempo hasta que, después de una batalla de vente años, fue compensado por el Parlamento. Entonces cogió sus ganancias, alquiló una casa en Devon, y en lugar de triturar a los pícaros hizo trizas la lógica y produjo su más importante obra sobre la filosofía del lenguaje.” Honderich, Ted. The Oxford companion to philosophy. Oxford : Oxford University Press, 2005, pág. 88. 976 Y lo pormenoriza en el resto del título : Addressed to the Right Hon. Lord Grenville (London : J. Ridgway, 1808). "Panopticon": or, the Inspection-House; containing the idea of a new principle of construction applicable to any sort of establishment, in which persons of any description are to be kept under inspection; and in Particular to Penitentiary-houses, Prisons, Houses of industry, Workhouses, Poor Houses, Manufacturies, Madhouses, Lazarettos, Hospitals, and Schools; with a plan of management adopted to the principle; in a series of letters, written in the year 1787, from Crechoff in White Russia, to a friend in England (1 volume, Dublin, Thomas Byrne, 1791; 2 volumes, London, T. Payne, 1791) 977 García Algarra, Javier “La reforma carcelaria en el pensamiento ilustrado y sus modelos arquitectónicos” en Frentes avanzados de la Historia. Disponible en Internet en : http://maytediez.blogia.com/2007/092702-la-reforma-carcelaria-en-el-pensamientoilustrado-y-sus-modelos-arquitectonicos.php [última consulta : febrero 2011] “El más antiguo de estos modelos, el que pasa por haber inspirado, de cerca o de lejos, todos los demás, es el Rasphuis de Amsterdam abierto en 1596. Estaba destinado en principio a mendigos o a malhechores jóvenes. Su funcionamiento obedecía a tres grandes principios: la duración de las penas, al menos dentro de ciertos límites, podía estar determinada por la propia administración, de ac