F50.0 Anorexia nerviosa (307.1) F50.2 Bulimia nerviosa (307.51) F50.9 Trastorno de la conducta alimentaria no especificado (307.50) El primer caso de anorexia descrito en la literatura tuvo lugar en la Edad Media. Santa Catalina de Siena con tan solo 26 años tenia el deseo de dedicar su vida a Dios, pero su sueño choco con los planes de sus padres de casarla. Esto la llevo a encerrarse en su habitación a torturarse dejando de comer hasta que logro ingresar a la orden dominicana, pero con tan solo la mitad de su peso. Su historia se comentó rápidamente y tras su muerte a sus 28 años, contaba con una gran cantidad de seguidoras. A esta anorexia se le llamó “Anorexia Santa”. El término anorexia proviene del griego a-/an- (negación) + orégo (tender, apetecer) Es un síntoma frecuente en multitud de enfermedades y situaciones fisiológicas consistente en la disminución del apetito, lo que puede conducir a una disminución de la ingesta de alimentos. A. Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior al 85 % del esperable, o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85 % del peso esperable). B. Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal. C. Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal. D. En las mujeres post-puberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos. (Se considera que una mujer presenta amenorrea cuando sus menstruaciones aparecen únicamente con tratamientos hormonales, p. ej., con la administración de estrógenos.). Especificar el tipo: › Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas). › Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas). Campaña publicitaria…. A. Presencia de atracones recurrentes. Un atracón se caracteriza por: 1. ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias 2. sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo) B. Conductas compensatorias inapropiadas, de manera repetida, con el fin de no ganar peso, como son provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo. C. Los atracones y las conductas compensatorias inapropiadas tienen lugar, como promedio, al menos dos veces a la semana durante un período de 3 meses. D. La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales. E. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia nerviosa. Especificar tipo: › Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso. › Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso. La piel suele estar seca, áspera, fría, a veces cubierta de lanugo – vello fino y oscuro más abundante que lo normal, que a veces puede recubrir todo el cuerpo - . En ocasiones hay petequias en la piel, o sea hemorragias en forma de puntos, y las palmas pueden presentar color amarillento. Son casi constantes la bradicardia: pocas pulsaciones por minuto y la baja presión. El esmalte de los dientes está dañado en las pacientes vomitadoras. Estas además presentan lesiones en los nudillos de las manos, causadas por el roce de los dientes al introducir la mano para provocarse el vómito. Estas pacientes suelen quejarse de dolor abdominal y constipación crónica. Ambos síntomas se corrigen con el aumento de la ingesta alimentaria. A veces llevan mucha ropa para cumplir dos funciones: disminuir ante los demás la delgadez y paliar la constante sensación de frío. Cardiovasculares: los vómitos, uso de laxantes, diuréticos pueden causar hipotensión arterial, arritmias cardíacas. Del medio interno: deshidratación, pérdida de cloro, potasio, magnesio y fósforo. Estas alteraciones producen debilidad, cansancio, constipación y depresión, y pueden causar arritmias cardíacas y, en algunos casos, muerte. En las abusadoras de diuréticos aparecen edemas. Nefropatías: El riñón puede verse afectado por la deshidratación, pérdida de potasio y empleo de diuréticos. Suelen presentarse infecciones urinarias. Endócrinas: Son frecuentes las alteraciones menstruales. Pulmonares: Las microaspiraciones que a veces acompañan a los vómitos pueden causar espasmo bronquial y neumonitis. Gastrointestinales: Las alteraciones a este nivel son severas y frecuentes. Un 50 % de las pacientes las presenta. El esófago sufre con frecuencia las consecuencias de los vómitos. El contenido ácido del estómago, en contacto con la pared esofágica es altamente lesivo. Puede producir esofagitis, erosiones, úlceras y sangrado frecuente. La rotura esofágica puede llevar al riesgo mortal. La dilatación aguda del estómago y el duodeno es otra complicación con riesgo de muerte. Una de las muchas complicaciones de la anorexia y la bulimia es el daño en los dientes y las encías. De hecho, muchas veces es el dentista el primero en detectar estos trastornos alimenticios. Debido a la desnutrición, las personas anoréxicas pueden padecer osteoporosis. La osteoporosis provoca fragilidad en los huesos maxilares que sostienen los dientes, induciendo su caída. Además de esto, si la persona vomita con frecuencia, los ácidos gástricos pasan por la boca y debilitan el esmalte dental, pudiendo quedar los dientes translúcidos o incluso caerse. Hipersensibilidad térmica Aumento del tamaño de las glándulas salivales Sequedad de boca Enrojecimiento, sequedad y fisuras labiales Mucositis Detección precoz de la enfermedad, a través de la identificación de signos y síntomas en la cavidad oral. Derivación a psicólogo y/o psiquiatra y preocuparse de resolver el daño bucal. El odontólogo que atienda a un paciente con trastornos alimenticios debe recomendarle consumir alimentos neutrales y regular las dietas acidas, usar pastas y enjuagues fluorados, después del vomito enjuagarse con líquidos alcalinos y no cepillarse inmediatamente, pues al cepillarse se remueve el esmalte debilitado por el acido del vomito.