r CASTELLANO Y KAQCHIKEL: ANÁLISis· , · CONTRASTIVO 1 ,n I R,lll\ll I{ \F\1-1. 1 "lll\ \I{ "' n n I o DF 1 1'(:t 1, 1 w, PROl)ll'\l.\ (;\ \ IT\I \1 \ . t'N1 Maris A. Palanca Barrera CASTELIANO Y KAQCHIKEL: ANÁLISIS CONTRAS'IfIVO UN ENFOQUE FUNCIONAL Universidad Rafael Landívar Instituto de Lingüística / PRODIPMA Guatemala, 1992 3. La participación .,,. INDICE 3.1 3.2 3.3 Presentación Abreviaturas 3.4 3.5 O. ¿Para qué sirven las lenguas? l. La determinación 4. 1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 2. ¿Qué es la determinación? La univocidad Determinación locativa y determinación posesiva La cualificación 1.4.1 La cualificación nominal 1.4.2 La cualificación proposicional La cuantificación Conclusión La adscripción 2.1 2.2 2.3 2.4 ¿Qué es la adscripción? Localización, existencia y posesión La adscripción cualitativa (atribución) Conclusión La deíxis 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 5. ¿Qué es la participación? Diátesis transitivas 3.2.1 Transitividad y objeto directo 3.2.2 La hipertransitividad: construcciones causativas Diátesis intransitivas 3.3.1 Pasividad 3.3.2 Impersonalidad Ergatividad Conclusión ¿Qué es la deíxis? Deíxis personal Deíxis locativa Deíxis temporal Conclusión La pertinencia 5.1 5.2 5.3 5.4 5.5 ¿Qué es la pertinencia? La negación La interrogación La focalización Conclusión Bibliografia 2 .,. PRESENTACION ¿Qué es una análisis contrastivo? Diciéndolo con pocas palabras, es una comparación entre dos o más lenguas. Ahora bien, esa comparación puede hacerse a distinto nivel: • Podemos comparar los sistemas de sonidos de las lenguas, lo cual nos situaría en el nivel fonológico . • También podemos comparar los procedimientos de formación de palabras que emplean las distintas lenguas; estaríamos aquí en el nivel morfológico. • Finalmente, podemos contrastar la forma en que se ordenan las palabras para constituir oraciones. Este sería el nivel sintáctico. En este manual vamos a intentar un análisis contrastivo entre el Kaqchikel y el castellano a un nivel sintáctico. ¿Por qué? Porque es a través de los procedimientos que las lenguas emplean para transmitir información completa como mejor puede apreciarse su riqueza. Utilizaremos un enfoque funcional, pues pensamos que es el más apropiado para una análisis contrastivo. En efecto, un análisis contrastivo que parta del estudio de las formas no puede mostrar más que diferencias. Nos explicará, por ejemplo, cómo se construye una frase verbal en castellano y en las lenguas mayas, o cuál es la estructura de las cláusulas subordinadas en ambos sistemas ... como si expresaran universos distintos. El enfoque funcional, en cambio, parte de la hipótesis de que la función crea la forma. Conociendo cuáles son los objetivos de conocimiento y comunicación a los que las lenguas sirven, es más fácil interpretar su expresión material. En cierta manera, es cómo intentar la explicación de los sistemas de parentesco en las diversas culturas, teniendo en cuenta la sociabilidad natural del hombre. El enfoque funcional tiene la ventaja, por lo mismo, de ser más universal que el formalista. Antiguamente, las lenguas modernas y las exóticas se describían tomando como base la estructura del latín , lengua que por ser la más estudiada, pasaba por ser la más "perfecta". Con el nacimiento de la ciencia lingüística (que podemos situar en torno a 1914, con la publicación del Curso de Lingüística General, de F. de Saussure) , se adoptó un enfoque centrado en la estructura ( esto es, en la forma) . El enfoque funcional es un poco posterior a la fecha antes mencionada, y quizás pueda señalarse a Edward Sapir como uno de sus iniciadores. En este manual, seguimos básicamente la obra de Moreno, Fundamentos de sintaxis general (1987) . Debería quedar claro que no pretendemos describir las gramáticas completas del castellano y del Kaqchikel. Buscamos, más bien, mostrar cómo las funciones comunicativas básicas se realizan a través de las estructuras esas lenguas , con la intención de comprender mejor la utilización de ambas. Esperamos que este intento contribuya en algo al desarrollo de la educación bilingüe en Guatemala, y lo dedicamos a los compañeros del Instituto de Lingüística. El autor. 3 ABREWATURAS ABREVIATURAS lsA Primera persona singular, juego absolutivo vr Verbo transitivo 2sE Segunda persona singular, juego ergativo VTD Verbo transitivo derivado 3sA Tercera persona singular, juego absolutivo VI Verbo intransitivo 3pA Tercera persona plural, juego absolutivo JA Juego A (ergativo) 3pE Tercera persona plural, juego ergativo JB Juego B (absolutivo) t/a Tiempo/aspecto 4 O. ¿PARA QUÉ SIRVEN IAS LENGUAS? Las lenguas son y no son diferentes. Bajo su real y desconcertante diversidad, las lenguas esconden estrategias universales para cubrir las necesidades comunicativas del ser humano. ¿Cuáles son esas necesidades comunicativas? Siguiendo a Moreno (1987), distinguimos cinco funciones comunicativas básicas: • La determinación, por la que guiamos a nuestro interlocutor para que sepa de quién estamos hablando. • La debcis (o deixis), por la que nos referimos a las circunstancias en que se produce nuestro mensaje (también como medio para guiar a nuestro interlocutor hacia la entidad a la que nos referimos). • La adscripción, mediante la cual predicamos algo de entidades ya determinadas en el discurso. • La participación, que consiste en especificar cómo participan las entidades en las acciones, hechos y estados a que nos referimos. • Y la pertinencia, por la que conseguimos que nuestro discurso se conecte con un contexto anterior y que aporte información nueva. Tratando de establecer una comparación con las gramáticas estructurales, podríamos decir que la determinación, la deíxis y la adscripción se sitúan en el campo del sintagma o frase nominal, mientras que la participación se encuentran más bien del lado de la frase verbal. La pertinencia tiene que ver con la oración entera. También es interesante señalar que estas cinco funciones se pueden agrupar en torno a dos "polos funcionales" esenciales (Moreno, 1987): el referencial y el contextual. En el primero se sitúa un mecanismo fundamental de las lenguas humanas: el de conectar conceptos "abstractos" con entidades concretas. No es lo mismo decir "libro" que "el libro rojo que está sobre el escritorio", o, simplemente, "aquél"; en ambos casos estamos designando entidades mediante expresiones lingüísticas (nótese que la determinación deíctica "aquél" [pronombre], es completamente dependiente del contexto). En el polo contextual se sitúa la función de pertinencia: la que hace que nuestro discurso sea informativo. Si dijera a un alumno mío: "el libro rojo que está sobre el escritorio", probablamente se me quedaría viendo, esperando la continuación de mi discurso. Yo puedo agregar: "... tráemelo", con lo cual establezco una relación entre el libro, mi interlocutor y yo (función de participación); o puedo simplemente decir: "es muy bueno", predicando algo de la cosa previamente identificada (función de adscripción). La participación y la adscripción "constituyen la base de la pertinencia dado que colocan el discurso al nivel de lo que puede ser verdadero o falso y por tanto hace que éste puede ser pertinente o informativo" (Moreno, 1987:125). El siguiente esquema nos ilustra la agrupación de las funciones: 5 POLO REFERENCIAL POLO CONTEXTUAL * Determinación Deíxis * Adscripción Participación Pertinencia 6 1. LA DETERMINACIÓN 1.1 ¿QUÉ ES LA DETERMINACIÓN? "La determinación es una función lingüística que consiste en la concreción de las referencias de las palabras que se usan para denotar entidades" (Moreno, 1987:15). Se trata, por tanto, de concretar. Si yo digo simplemente "máquina", difícilmente alguien podrá saber a qué máquina me referiero. La situación cambia si agrego un artículo: "la máquina"; si en el contexto de la enunciación sólo hay una máquina (de cualquier clase, no importa aquD, bastará con esa determinación para que mi interlocutor identifique el objeto al que me quiero referir. Imaginemos una conversación sobre la máquina de escribir que se llevaron a reparar el día anterior; yo puedo comentar a mi socio "dijeron que hoy traían la máquina", y él me entenderá, sin más. La utilización de artículos como forma de determinar la entidad, constituye la subfunción de la univocidad. Si en el ambiente en que me encuentro no hay una sola máquina sino varias (una de coser y otra de escribir, por ejemplo), no me sería de utilidad el artículo. Podría decir: "la máquina se descompuso", y mi interlocutor seguramente me pediría una mayor determinación: "¿cuál máquina: la de escribir o la de coser?". En este caso, determinamos el concepto mediante una propiedad relevante suya (que aquí adopta forma de complemento: "de coser", "de escribir"). También puedo referirme a la máquina de escribir como "la máquina que se llevaron ayer"; aquí, la proposición "que se llevaron ayer" igualmente cumple con la función de determinar el concepto. Denominamos a esta subfunción cualificación, en sus formas nominal y proposicional. Un tercer método consiste en determinar deícticamente, esto es, poniendo en relación el concepto con alguna circunstancia actual (de persona o lugar). Así, siguiendo con el ejemplo, puedo decir: "esta máquina" (que puede ser la de coser o la de escribir: en todo caso, la que tenga más a la mano), o "mi máquina" (siendo así que sólo una de ellas es mía). Algunos autores (entre ellos Moreno, 1987) llaman a esta subfunción deíxis, en sus formas espacial y personal. Se corre el riesgo, sin embargo, de identificarla con la simple deíxis (ver Cap. 4). Señalemos, únicamente, que mientras en la determinación deíctica el énfasis radica en la determinación de un concepto, en la deíxis simple no se hace referencia a ninguna entidad en particular, sino que más bien actúa como variable o soporte de lugar para una entidad concreta dada por el contexto (Levinson, 1989). La diferencia se podrá apreciar por medio del siguiente ejemplo: en "aquel lápiz" se trata de una determinación (espacial) del concepto lápiz; en "alcánceme aquél", el deíctico "aquél" puede ser llenado por cualquier entidad (dependiendo del contexto). Para que quede clara esta diferencia, preferimos llamar a la determinación deíctica, determinación espacial o personal. Por último, para determinar un concepto también puedo cuantificar la referencia. Al decir, por ejemplo, "dos vasos", se sobreentiende que no me refiero al concepto 'vaso', sino a dos entidades concretas. 7 Es importante observar que estas cuatro subfunciones de la determinación se puden dar juntas, como cuando decimos: "Las tres casas nuevas que se vendieron el mes pasado" Univocidad! Adscripción adjetiva Adscripción proposidonal Cuantifiación Como se dijo arriba, la diferencia entre "la casa" y "una casa" radica en que "en el primer caso se supone que la entidad denotada está unívocamente determinada por el contexto, mientras que en el segundo no se presupone tal cosa" (Moreno 1987:16). En efecto, si yo digo "la casa", es porque supongo que, dado el contexto (de lugar, de conversación, etc), se sobreentiende de cuál casa estoy hablando. Muchos malentendidos provienen precisamente de presuponer más de lo justo: "- ¿Me trajiste los discos? - ¿Cuáles discos? Aquí no hablamos del concepto "casa", sino de "tres casas" (tres entidades); además, no se trata de tres casas cualesquiera, sino de "las tres casas nuevas que se vendieron el mes pasado". La cláusula relativa es una indicación para referirse a ciertas casas nuevas: las que se vendieron el mes pasado. El artículo unívoco "las", por último, las determina unívocamente: no se trata de "unas tres casas nuevas que se vendieron el mes pasado" (unas entre muchas), sino de "las tres que ya conocemos" Vamos a revisar ahora cada una de estas funciones por separado, viendo como se realizan en castellano y en Kaqchikel. 1.2 LA UNIVOCIDAD Se manifiesta mediante lo que se suele denominar artículo determinado (el) y artículo indeterminado (un). Aquí los llamaremos, respectivamente, artículo unívoco y artículo no unívoco. - Los que te encargué ayer; ¿ya no te acordás? Compárese en diálogo anterior con este otro: "- Jorge me dijo que me iba a traer unos discos. - ¿Discos de qué? - No sé; sólo me dijo que eran muy buenos" La oposición unívoco-no unívoco no se manifiesta siempre por medio de artículos. Algunas lenguas (como el español y el Kaqchikel) utilizan palabras independientes para expresar esta subfunción; otras, en cambio, recurren a morfemas dependientes. En nahuatl, por ejemplo, el artículo unívoco es un sufijo (-al, como en koatl, 'la serpiente'), y el no unívoco un prefijo (no-, como en nokal, 'un caballo'). (Moreno, 1987.) La principal diferencia entre el español y el Kaqchikel en cuanto a la univocidad, radica en que esta última lengua 8 los artículos no sufren inflexión de género, y raramente de número. Ejemplos: ri ixoq 'la mujer' ri achin 'el hombre' ri tijonela' 'los maestros' ixoq 'las maestras' ri tijonela' jun tz'i' 'un perro' jun kotz'i'j 'una flor' jujun che' 'unos árboles' Lengua\ artículo Unívoco No unívoco Kaqchikel Castellano ri jun, jujun un, una, unos, unas el, la, los, las 1.3 DETERMINACIÓN LOCATIVA Y DETERMINACIÓN POSESIVA Otra manera de "conectar" nuestros conceptos con la realidad, es referimos a las circunstancias en que se desarrolla el acto de la comunicación. Una forma puede ser indicando el lugar que ocupa la entidad a la que queremos referirnos: "este sillón", "aquella mesa". En español se distinguen tres grados de indicación de alejamiento: "este, este, aquel". Otras lenguas sólo conocen dos; así ocurre en inglés: this, 'este', y that, 'aquel'. Otra forma de localizar la entidad a la que queremos referirnos es dar una indicación de pertenencia: "mi lápiz", "tu carro", "nuestro hogar", etc. Es lo que hemos llamado determinación posesiva. Nótese que no es lo mismo decir "este" que "éste", ni "mi" que "mío". "Este" (sin tilde) es adjetivo, y su función es determinar al nombre que acompaña; "éste" (con tilde), es pronombre, y puede sustituir a cualquier nombre. Es una forma concreta que el español tiene de codificar un rasgo del contexto de la enunciación (deíxis). "Mi" (sin tilde), también es adjetivo: acompaña -determina- al sustantivo; "mío", en cambio, es pronombre, y se puede usar una vez que la entidad a la que nos referimos ya está determinada: "esa camisa es mía". En Kaqchikel, la determinación locativa tiene, al igual que en español, tres grados de alejamiento: re ...re' ('este'), la ...la' ('ese') y ri...ri' (aquel). La diferencia entre los dos idiomas radica en el tercer grado de alejamiento: mientras en Kaqchikel ri ...ri' se usa para personas u objetos que no están al alcance de la vista, en español, para denotar lo mismo, se usa el adjetivo "aquel". Por otra parte, mientras en español se distingue entre un objeto situado en un lugar-noyo (ahí: ese), y un lugar-no-yo-no-tu (allí o allá: aquel), en Kaqchikel el adjetivo la .. .la' cumple ambas funciones. Gráficamente, la situación es la siguiente: 9 YO TÚ ÉL ÉL • • • • ~ aquel ese j la...la' re ... re' Ejemplos (Rodríguez, 1990): nuwuj (nu-wuj) 'mi libro' wixim (w-ixim) 'mi maíz' atuj (a-tuj) 'su (o tu) temascal' awak' (aw-ak') 'su (o tu) gallina' aquel \ ri...ri' Nótese, también, que los adjetivos en Kaqchikel no sufren inflexión de género ni de número. Ejemplos: re wuj re' 'este libro' rub'ey (ru-b'ey) 'su camino' (de él o ella) la tz'unum la' 'ese colibrí' rixkoya' (r-ixkoya') 'su tomate' (de él o ella) re taq kar re' 'estos peces' qab'i' (qa-b'i) 'nuestro nombre' la juyu' la' 'esa montaña' qoj (q-oj) 'nuestro aguacate' ri achin ri' 'aquel hombre' ixajab' (i-xajab') 'sus zapatos' ri b'ukut ri' 'aquellos zapatos' iwalk'wal (iw-alk'wal) 'sus hijos' La determinación posesiva se expresa en Kaqchikel mediante morfemas ligados al sustantivo. Estos morfemas son los siguientes: Persona la. sing. 2a. sing. 3a. sing. la. pl. 2a. pl. 3a. pl. Antes de consonante nuaruqai- ki- kichakach (ki-chakach) 'su canasto' (de ellos o ellas) kik (k-ik) 'su chile' (de ellos o ellas) Antes de vocal w- awrqiwk- En Kaqchikel, como en las demás lenguas mayas, es frecuente unir la determinación unívoca con la posesiva, obteniendo con ello una doble determinación: ri nutz'ib'ab'al 'el mi lápiz' (mi lápiz) 10 Es interesante observar que en el castellano clásico la secuencia de artículo no unívoco y adjetivo posesivo no era infrecuente: "un mi tío" (Cervantes). Actualmente, ese uso no es canónico; en el castellano de Guatemala, sin embargo, es bastante común oír frases como: "tengo un mi hermano en la costa", "se fue a comprar una su camisa". 1.4 LA CUALIFICACIÓN "Podemos determinar la referencia de un nombre añadiendo una nota de alguna cualidad poseída por la entidad en cuestión. Tal operación puede efectuarse mediante uno o más adjetivos o mediante una proposición relativa" (Moreno, 1987:19). 'animal pequeño' 'río grande' 1.4.2 La cualificación proposicional "Este subtipo de la subfunción de cualificación se manifiesta en las lenguas europeas mediane lo que se denomina proposición adjetiva o de relativo, donde una proposición determina cualificativamente a un nombre" (Moreno, 1987:22). Un ejemplo de esto lo tenemos en la oración: "las fotos que tomaste salieron muy oscuras"; aquí "que tomaste" denota una propiedad que determina a "las fotos". Es decir, que ayuda a identificar al referente de la expresión. 1.4.1 La cualificación nominal El castellano es una lengua que admite adjetivos en posicón prenominal o pronominal, aunque ya se ha observado que "el adjetivo antepuesto suele usarse para modificar el concepto mismo designado por el nombre, mientras que el pospuesto nos da una propiedad de la entidad denotada por el sustantivo" (Moreno, 1987:19). Así, "un gran hombre" designa más bien a un hombre de relevantes cualidades morales, mientras que por "un hombre grande" se entiende normalmente una persona de proporciones sobresalientes. En Kaqchikel los adjetivos son siempre prenominales. Ejemplos: saq wuj kaq kumatz ko'ol chikop rum raqan ya' 'libro blanco' 'serpiente roja' "Se habla de cualificación proposicional y no de proposición de relativo porque no todas las lenguas poseen este tipo de proposiciones tal y como se conocen en las lenguas indoeuropeas" (Moreno, 1987:22). De hecho, se han llegado a identificar alrededor de diez formas de cualificación proposicional. El Kaqchikel no tiene pronombres o partículas relativas especiales para introducir proposiciones adjetivas. Puede utilizarse el artículo unívoco ri o la palabra interrogativa ja wi, pero en ningún caso son obligatorias (Kaufman, 1990). Ejemplos: Ri kumatz [ri] xukamsaj ri achin. 'La culebra que el hombre mató.' 11 Ri kumatz [ri] xkamsan ri achin. 'La culebra que mató al hombre.' Ri kaxa [ri/ja wi] xuya' wi kan ri pwaq. 'La caja en que dejó el dinero.' Nótese que mientras en castellano la cualidad de ser agente o paciente de la proposición relativa se expresa mediante el orden sintáctico y las preposiciones ('que el hombre mat6/'que mató al hombre), en Kaqchikel es el verbo.el que expresa el papel de la subordinada (xukamisaj/ xkamisaj). Más adelante tendremos ocasión de profundizar en este tema (capítulo 3: "La participación"). 1.5 En español, la determinación con cuantificadores supone la determinación morfológica del número: "dos casas", "pocos lazos" . En Kaqchikel, no todos los sutantivos sufren inflexión de número. He aquí algunos que sí tienen forma plural (Munson, 1991 :247-248): te', te'ej 'madre' -> teja' 'madres' ch'ok 'zanate' -> ch'oka' 'zanates' mo's 'ladino' -> moso'i' 'ladinos' achin 'hombre' -> achi'a' 'hombres' ak'wal 'niño' -> ak'wala' 'niños' karne'l 'oveja' -> karnela' 'ovejas' xib'inel 'espanto' -> xib'inela' 'espantos' etz'anel 'jugador' -> ezt'anela' 'jugadores' 1A CUANTIFICACIÓN "Una forma de determinar lo denotado por un nombre es especificar la cantidad de entidades a que se aplica" (Moreno, 1987:25). En español, tenemos cuantificadores como: todo/ s, algún/os, muchos, pocos, cada, dos, cuatro, la mitad, más ... que ... , etc. He aquí una lista de cuantificadores en Kaqchikel: jun jujun ka'i' oxi' janila k'iy jub'a' chikijujunal nik'aj k'iy...chi... 'algún' 'algunos' 'algunos' 'mucho' 'muchos' 'poco' 'cada uno' 'la mitad' 'más ... que ...' Cuando el sustantivo no presenta inflexión de número, se suele introducir la palabra pluralizadora taq antes del sustantivo. Ejemplos: taq ab'aj 'piedras' nima'q taq jay 'casas grandes' q'an taq kotz'i'j 'flores amarillas' 12 Cuando la palabra taq va precedida por algún pluralizador, taq cumple la función de adjetivo diminutivo: 1.6 kaji' taq kar 'cuatro pescaditos' wo'o' taq chikopi' 'cinco animalitos' e k'iy taq tz'i' 'muchos perritos' CONCLUSIÓN Hemos visto las técnicas lingüísticas a las que el castellano y el Kaqchikel recurren para determinar las entidades de las que se quiere hablar; esto es, para hacerlas fácilmente identificables. r, qa/q, i/iw, ki/k -el primer elemento indicando la forma antes de consonante y el segundo la forma antes de vocal). La cualificación -por la que recurrimos a alguna propiedad de la entidad a la que nos queremos referir para que su referencia sea más transparente-, se realiza en forma similar en ambas lenguas. La cualificación nominal es en castellano pre o pronominal, mientras que en Kaqchikel es siempre prenominal. En cuanto a la cualificación proposicional, en castellano se recurre a un pronombre . relativo introductor, lo que no existe en Kaqchikel. La cuantificación -especificar la cantidad de elementos a los que queremos referirnos- también es semejante en las lenguas que estudiamos. Las diferencias aqui, como en la mayoría de subfunciones anteriores, se dan en el nivel morfológico, no en el sintáctico. La subfunción de la univocidad -por la que se explota el hecho de que en el contexto donde se da la comunicación sólo hay una entidad de la naturaleza denotada por el hombre común- se realiza en forma similar en castellano y Kaqchikel: ambas utilizan procedimientos sintácticos . La principal diferencia en este punto radica en que mientras en español los artículos sufren inflexión de género y número, no sucede así en Kaqchikel. La determinación deíctica -por la que ponemos en conexión el referente con la situación comunicativa en la situación discursiva-, se realiza en castellano en mediante adjetivos locativos (este, ese, aquel) y posesivos (mi, tu, su, nuestro-y vuestro, en España). En Kaqchikel, también existen adjetivos locativos para indicar los tres grados de alejamiento (re ... re', la...la', ri ...ri'). La posesión, en cambio, se indica mediante prefijos adheridos al sustantivo (nu/w, a/aw, ru/ 13 2. IA ADSCRIPCION • Podemos localizar la entidad espacial y temporalmente; estaremos ante la subfunción de la localización. • Podemos caracterizar la entidad por su relación con otra: obtendremos así la subfunción de la posesión. 2.1 ¿QUÉ ES LA ADSCRIPCIÓN "La adscripción -nos dice Moreno- es una función lingüística que consiste en predicar algo de entidades ya determinadas en el discurso. No se trata ya, como en el caso de la determación, de precisar la referencia de una entidad, sino de caracterizarla una vez determinada" (1987:33). • Podemos, también, decir que determinada entidad existe en algún sitio sin especificar dónde; tenemos así la subfunción de la existencia. • Por último, podemos caracterizar una entidad adjudicándole determinada propiedad; se trataría, entonces, de la subfunción de la atribución. 2.2 Fijémonos que se trata de predicar algo de entidades ya determinadas en el contexto. Según esto, no es lo mismo decir "manzana roja", que "la manzana es roja", ya que mientras en el primer caso estamos determinando una entidad por medio de una cualidad relevante suya (su color), en el segundo estamos predicando algo (el ser roja) de una entidad ya determinada por medio del artículo unívoco. En castellano, el verbo "ser" se presta estupendamente para la realización de esta función; pero no todas las lenguas tienen este verbo, como veremos en el caso del Kaqchikel. La función de la adscripción se puede realizar de diversas formas: LOCALIZACIÓN, EXISTENCIA Y POSESIÓN Moreno (1987) observa que en muchas lenguas del mundo se da una estrecha vinculación -formal y funcionalentre las subfunciones de la localización, la existencia y la posesión. Para mostrar la relación íntima entre la existencia y la localización, presenta el siguiente ejemplo del inglés: There are lions in Africa. 'Hay leones en Africa.' There is a book on the table. 'Hay un libro sobre la mesa.' Hace notar cómo las dos oraciones van encabezadas por el advervio de lugar there, 'allí', y que mientras la primera es claramente existencial ("hay -existen- leones en Africa"), la segunda se refiere al lugar en el que se encuentra determinado objeto ("hay un libro sobre la mesa"). 14 En castellano es fácil apreciar la vinculación que en su día tuvieron la existencia y la posesión: el verbo "haber", que hoy cumple una función de existencia, se deriva del verbo latino habere, 'tener': hastas multa habeo, 'tengo muchas lanzas'. En cuanto a la vinculación entre la localización y la posesión, Moreno (1987) presenta los siguientes ejemplos del francés, del ruso, del turco y del árabe: a) Francés: Le livre est a Jean. 'El libro es en Juan.' (El libro es de Juan.) b) Ruso: U mienia kniga. 'En mi libro.' (Tengo un libro.) c) Turco: Bende kitap var. 'Mi -en libro existe.' (Tengo un libro.) d) Árabe: cind.i kitabun. 'En mi libro.' (Tengo un libro.) localización, como en -¿Akuchi' k'o ri tz'ib'ab'al? '-En dónde está el lápiz?' -K'o wa we.'/K'o chi la'. '-Está aquí./Está allá.', y posesión, como en Rik'in rija' k'o k'iy qinaq'. 'Con él hay mucho frijol.' (Él tiene mucho frijol.) La localización y la existencia en cierta forma se implican recíprocamente, aunque corresponde a la adscripción locativa una anterioridad funcional: lo que está en algún lugar -podemos decir con Moreno-, existe. Así, cuando en Kaqchikel se pregunta: ¿K'o ri atata'? no podemos decir que nos estamos refiriendo sólo a la existencia de la persona en cuestión, ni sólo a su localización. Evidentemente, si nos contestan Ja, k'o. En Kaqchikel, la vinculación las tres subfunciones es bastante explícita. El eje aquí es el verbo k'o. Este verbo puede significar existencia, como en ¿E k'o saq'ul? '¿Hay bananos?', '¿Está tu papá?', 'Sí, si está.', es que tal persona existe. Otro uso interesante del verbo k'o se aprecia en el saludo usual en Kaqchikel. Dos conocidos se encuentran por la calle, y uno de ellos inicia el diálogo, preguntando: 15 '¿Estás? (¿Existís?)', -¿At k'o? Ejemplo: a lo que el otro responde: La adscripción posesiva también puede expresarse en castellano y Kaqchikel por medio de pronombres posesivos. En Kaqchikel, los pronombres posesivos se construyen agregando el sufijo -(i)chin a cada uno de los afijos ergativos: wichin awichin richin qichin iwichin kichin Subfunción Existencia Localización Posesión Ri kinaq k'o k'o wa we' k'o rija' hay, existe está aquí es de él 'Estoy (existo), gracias.' -In k'o, matyox. 'mío' 'tuyo' 'suyo' 'nuestro' 'de ustedes' 'de ellos' El frijol 2.3 1 LA ADSCRIPCIÓN CUALITATIVA (ATRIBUCIÓN) Habíamos visto que una forma de determinar una entidad es destacando alguna cualidad relevante suya, como cuando decimos "árbol alto". Si, en cambio, decimos "el árbol es alto", estamos predicando algo de una entidad previamenente determinada (localizada). Esta diferencia, en castellano, se marca de manera inequívoca por medio del verbo "ser", el verbo predicativo por antonomasia. Ejemplos de su uso: Ré kar re' wichin yin. 'Ese pescado es mío.' La b'ojoy la' awichin rat. 'Esa oya es tuya.' Resumiendo: de una entidad podemos predicar que existe (subfunción de existencia), que está o se encuentra en determinado lugar (subfunción de localización), o que pertenece a alguien (subfunción de posesesión). Mientras en castellano podemos emplear un verbo distinto para cada subfunción ("hay", "está" y "es de alguien"), en Kaqchikel es un mismo verbo el que cumple las tres sufunciones. El Kaqchikel no tiene verbo ser ni estar, por lo que la manera de diferenciar entre una atribución y una determinación es enteramente sintáctica, como se ve a través de los siguientes ejemplos: loqolaj che' 'árbol sagrado/sagrado árbol' ri che', loqolaj 'el árbol es sagrado'. Moreno (1987) opina que la localización no es más que un caso especial de atribución, pues "o bien atribuimos a una entidad la propiedad de estr en algún sitio, o bien le atribuimos una cualidad. La diferencia entre 'la cima está alta' y 'la cima es alta' es precisamente ésta: en el primer 16 caso decimos que la cima está en un lugar alto; se trata pues, de una localización. En el segundo caso atribuimos a 'cima' la cualidad de la altura independientemente de que esté o no situada en un lugar alto" (p. 33). Por ello, propone denominar a la localización "adscripción local", y a la atribución "adscripción cualitativa". No estamos del todo de acuerdo con la tesis anterior. Creemos que una cosa son las cualidades intrínsecas de un ente, y otra su ubicación. De hecho, la misma existencia de los verbos "ser" y "estar" en español sirve para mostrar su diferencia: una cosa es "ser alto" (cualidad), y otra "estar en un lugar alto"; nótese, además, que la altura puede ser considerada como una cualidad (muy relativa, por cierto) de un lugar en particular. Además de la cualidad y de la localización, existe una tercera categoría a la que no se le suele dar importancia en las gramáticas tradicionales, precisamente por carecer de estatuto propio en las lenguas indoeuropeas. Se trata de los posicionales. Funcionalemente, los posicionales pueden servir para predicar algo de entidades ya determinadas en el discurso, o también para determinar conceptos; de ahí que se les tienda a asimilar a los adjtivos. Formalmente, como veremos, no en todas las lenguas se les puede equiparar. En filosofía se suele decir que mientras la cualidad es un accidente intrínseco de la sustancia, la ubicación y la situación o posición son accidentes extrínsecos. Por otra parte, se sabe que no es lo mismo la ubicación (ubi), determinada por coordenadas con referencia a unos ejes, que la posición (situs), es decir, la disposición de las partes entre sí. Mientras que en idiomas como el castellano la distinción formal entre adjetivos (que designan cualidades) y posicionales (que designan el situs) no existen, en las lenguas mayas esta distinción es fundamental, a tal punto que hay más raíces posicionales (entre 250 y 500) que adjetivos propiamente dichos (alrededor de SO) (England, 1992). Para ilutrar la riqueza semántica de las lenguas mayas en este aspecto, transcribimos unos ejemplos de posicionales del Q'anjob'al (tomados de England, 1990:86): xoyan un objeto o animal enrollado, como por ejemplo una culebra, un cable, un lazo tz'eyan un objeto inclinado, como un árbol, una olla, un palo, etc. suyan indica una extensión de tierra, de siembras o una cantidad grande; por ejemplo, de personas que se reúnen al aire libre kunan indica una cantidad grande de cosas en forma de bulto, como por ejemplo ropa, maíz en mazorcas, leña, etc. b'ulan indica número de personas o cosas contables, por ejemplo piedras, personas realizando alguna actividad weqan indica una cosa o cosas en forma desordenada, como por ejemplo basura, leña entre el matorral, o árbol tirado porque se ha podrido 17 se refiere al agua en cantidad grande; por ejemplo, en una presa; o algo largo tendido, como un lazo. Indica también dirección recta, mayormente en forma horizontal t'inan • que está en un lugar (subfunción de localización); • que pertenece a alguien (subfunción de posesión); o • que tiene alguna cualidad (subfunción de atribución). ch'ojan la maner de estar sentado sobre el suelo, por ejemplo en cuclillas wixan estar sentado sobre algo que no sea silla woqan estar sentado, más que todo sobre silla telan una persona o cosa tendida en el suelo; por ejemplo cosas cilíndricas Los posicionales constituyen morfológicamente una clase distinta de los adjetivos, ya que no son palabras, sino raíces, que pueden servir para formar adjetivos y verbos. 2.4 CONCLUSIÓN Vimos cómo la existencia, la localización y la pertenencia están íntimamente relacionadas , lo cual se manifiesta formalmente en Kaqchikel. Observamos, también, que mientras en castellano la manera de distinguir entre la determinación cualitativa y la atribución se realiza mediante el verbo "ser", el Kaqchikel recurre a un procedimiento totalmente sintáctico, como es el del orden. Finalmente, vimos que en las lenguas mayas (entre ellas el Kaqchikel) existe una clase especial de palabras que sirve para designar la posición relativa de la entidad determinada: los posicionales. Hemos visto cómo puede explicarse la formación de estructuras locativas, existenciales, posesivas y atributivas en castellano y Kaqchikel en términos de la función de la adscripción, por medio de la cual predicamos propiedades de entidades. La función de la adscripción es funcionalmente dependiente de la de determinación, pues para predicar algo de una cosa hay que referirse antes a esa cosa. De una cosa podemos decir: • que existe (subfunción de existencia); 18 tiene novia" se encuentra en el de transitividad cero o intransitividad. 3. LA PARTICIPACIÓN 3.1 ¿QUÉ ES LA PARTICIPACIÓN? "Esta función lingüística es la encargada de establecer la participación en la acción o el estado de los elementos que se ven envueltos en ella o él" (Moreno, 1987:47). Los elementos que se ven implicados en acciones o estados, son, sintácticamente hablando, el sujeto y los distintos objetos y complementos. Y el elemento central, a través del cual se realiza fundamentalmente esta función, es el verbo. Por ello decíamos al principio que, si la determinación y la adscripción se sitúan -por decirlo de algún modo- en el sintagma nominal, la participación lo hace en el sintagma verbal. La participación tiene dos subfunciones esenciales: la transitividad y la ergatividad. La subfunción de la transitividad debe entenderse aquí como un continuo que va desde "acciones puntuales realizadas por un agente humano que creen o modifiquen un objeto definido", hasta "los estados habituales, no puntuales, en los que el sujeto no es agente (ni siquiera necesita ser animado) y el objeto es animado y no unívoco" (Moreno, 1987:48). Significa, pues, que las estructuras serán más o menos transitivas -hasta llegar a la intransitividad- según el evento que denoten. Así, una oración como "Juan movió la piedra" se colocará en el punto de mayor transitividad, mientras que otra como "Juan TRANSITIVIDAD "Juan movió la piedra" "Juan tiene novia" Agente: humano Objeto: inanimado Acción: puntual Agente: 0 Objeto: animado Acción: habitual A las diferentes perspectivas en que la subfunción de la transitividad dispone los participantes en la acción se le conoce como diátesis. De esta forma, tenemos diátesis transitivas, intransitivas, pasivas, causativas, anticausativas, y otras 1. Antes de pasar a explicar las dos subfunciones de la participación, necesitamos introducir los conceptos de predicación nuclear y predicación secundaria. "En la predicación nuclear entran los protagonistas directos de la acción o del estado: el que realiza la acción y aquello a lo que va dirigida la acción o aquello creado por la propia acción" (Moreno, 1987:47). Estos protagonistas directos de la acción se denominan sujeto y objeto directo, como en la siguiente oración: "El niño rompió la dulcera" sujeto objeto directo 19 "La predicación secundaria o periférica supone la especificación de las circunstantias en que se lleva a cabo la acción o en que se da el estado: el beneficiario de la acción, el tiempo, el espacio, el instrumento, etc ... " (Moreno, 1987:47). Se trata de los complementos de la predicación. Por ejemplo: Ri k'üch xkamsa.x koma ri ak'wala'. 'El zopilote fue muerto por los niños.' Ri k'üch xkamsa.x roma ri ak'wal. 'El zopilote fue muerto por el niño.' Ri tz'i' k'o chi ruxe' ri ch'atal. "Jorge le regaló una bicicleta a Eduardo el mes pasado" 1 sujeto 1 ob. directo 'El perro está debajo de la mesa.' Ri wuj k'o pa ruwi' ri ch'atal. 1 complemento 1 complemento 2 Una diferencia fundamental entre el castellano y el Kaqchikel se da precisamente en la forma identificar a los participantes en la acción denotada por el verbo . En castellano, se recurre principalmente a las preposiciones ("a", "por", "para", etc.); en Kaqchikel, como en las demás lenguas mayas, se utilizan sustantivos relacionales. "Los sustantivos relacionales --dice England (1992:81)-- son un grupo de sustantivos siempre poseídos [. ..]. Funcionan para indicar lugar y caso gramatical, tanto como las preposiciones en otros idiomas, pero son sustantivos porque agregan los afijos del Juego A (posesivos) de acuerdo con la persona y número del sustantivo con el cual muestran la relacion (de lugar o caso) [. ..] Los sustantivos relacionales en los idiomas mayas llevan un cargo sintáctico muy importante. Casi todos los sustantivos que se encuentran en una oración además del su jeto y objeto del verbo se indican en frases introducidas por sustantivos relacionales o preposiciones. Dado que hay pocas preposiciones en los idiomas mayas, el papel de los sustantivos relacionales es fuerte". Ejemplos del Kaqchikel: Xuya' ri pwaq chi~. 'Nos dio el dinero.' 'El libro está sobre la mesa.' La predicación vista en estos términos facilita explicar los cambios de diátesis. Un cambio de diátesis puede suponer el que un sitagma de la predicación nuclear pase a la periferia o viceversa. Es lo que sucede, por ejemplo, en la diátesis pasiva. 3.2 DIÁTESIS TRANSITIVAS Desde un punto de vista funcional, la transitividad es una forma de especificar cómo participan las entidades en acciones, hechos y estados. En las diátesis transitivas la relación entre el sujeto y el objeto es directa, en contraposición a las intransitivas, en las que no hay objeto directo sino un sujeto y uno o varios complementos oblicuos. Tomadas como polos de un mismo eje -el de la transitividad-, ambas se contraponen, sin embargo, a la ergatividad (ver 3.4). Dentro de la transitividad nos vamos a referir especialmente a dos fenómenos de "transitividad mitigada" (Moreno, 1987:48): la transitividad sin objeto y la transitividad sin sujeto. 20 3.2.1 Transitividad y objeto directo Aunque la transitividad supone un objeto directo, "es un hecho muy conocido -afirma Moreno (1987:48)- el de que muchos verbos transitivos pueden prescindir de su objeto, siempre que el significado de éste esté parcialmente incluido en el de aquéllos", como en la oración "Juan cantó una canción", donde "una canción" está incluida en la misma acción denotada por "cantar". A este tipo de objetos se les llama "cognados". "En general, los verbos con objeto cognado o interno pueden prescindir de su objeto: tal cosa se da en verbos como 'cantar', 'escribir', 'leer', 'beber', 'soñar', 'aprender', 'estudiar', 'enseñar', etc." (Moreno, 1987:49). Cuando el verbo no prescinde de su objeto, sino que lo absorbe, estamos ante el fenómeno denominado "incorporación nominal". En las lenguas mayas, ha sido estudiado bajo el nombre "voz antipasiva de incorporación", y se encuentra, por ejemplo, en Ch'orti' y en Tz'utujiil. Véase, al respecto, los siguientes ejemplos: Ch'orti' (Quizar y Kwoles-Berry, 1990): e nar. E winik 'El hombre war upaki está doblando E winik 'El hombre war upaknari. está doblando el maíz.' ciertos tipos de acciones habituales que son típicas en la vida ch'orti' (ejemplos: palmear-tortillas, llevar-agua, doblarmaíz)". Tz'utujiil (England, 1992): Jee' xeech'eyo 'Ellos son quienes golpean winaq. gente.' Comenta England 0992:101): "... se, puede notar que el verbo no tiene sufijo de terminación, indicando que winaq, el paciente, es parte del verbo.[ ... ] El significado también refleja la incorporación del paciente, porque quiere decir golpear gente en general, y no a unas personas específicas". La incorporación nominal se da en construcciones con un grado de transitividad muy débil. En el extremo opuesto (construcciones con fuerte grado de transitividad), tenemos estructuras con un objeto que "posee independencia sobre la acción verbal, ya sea porque preexiste a ésta o porque se convierte en una entidad autónoma como resultado de ésta" (Moreno, 1987:49). En español, la máxima transitividad se manifiesta por medio de la preposición "a". Compárense las siguientes construcciones: -> el maíz.' Quizar y Knowles-Berry (1990:315) apuntan que "en ch'orti', y posiblemente en chontal, ocurre un antipasivo que incorpora al paciente. Un objeto directo nominal se puede incorporar dentro del complejo del verbo para expresar Relaciones verbo-objeto en la transitividad Grado de transitividad "busco casa" - "quiere dulces" "compré un maletín" "vi a Juan" + 21 3.2.2 La hipertransitividad: constrncciones causativas En las construcciones "Juan hizo toser a Pedro", o "Juan hizo a Pedro mover la mesa", dudamos de que Juan sea el sujeto de las acciones denotadas, aunque evidentemente son transitivas. Por otra parte, ¿cuál es el verbo de cada una de ellas? Estas construcciones se producen al aplicar la subfunción de la transitividad a verbos intransitivos (como "toser") para obtener nuevos verbos transitivos, o a verbos transitivos (como "mover") para obtener verbo "hipertransitivos" (Moreno, 1987). Las construcciones así formadas se denominan causativas. Las diferentes lenguas recurren a tres tipos de procedimientos para obtener construcciones causativas: sintagmático, morfológico y léxico. Finalmente, en el procedimiento sintagmático "un verbo causativo como el 'hacer' español, 'faire' francés o 'make' inglés se une al verbo que se desea causativizar para formar una unidad sintagmática que denota un predicado causativo" (Moreno, 1987:52). Así por ejemplo en: "haré que el carpintero repare la silla", o "hice que Jorge me pagara la apuesta". En algunas lenguas (como el francés), no se puede separar el verbo causativo del principal. 3.3 DIÁTESIS INfRANSITIVAS "Las diátesis intransitivas se caracterizan principalmente por el hecho de que en ellas no hay objeto directo sino un sujeto y uno o varios complementos oblicuos" (Moreno, 1987:54). Ejemplos: El procedimiento léxico consisten en la creación de una nueva forma léxica para diferenciar un verbo intransitivo de uno transitivizado, como "morir/matar", "arder/quemar". "Luis camina." En la variación morfológica el predicado causativo y no causativo se oponen formalmente mediante algún morfema, como en "dormir/adormecer". En Kaqchikel pueden obtenerse construcciones transitivas a partir de ciertos verbos o bases intransitivas, agregando el sufijo -isaj. Véanse los siguientes ejemplos (tomados parcialmente de Chacach, "La fiesta empezó a las ocho." Examinaremos a continuación dos construcciones que presentan diátesis intransitiva: las pasivas y las impersonales. 1990): 3.3.1 Pasividad Base transitiva -kam 'morir' -b'in 'caminar' -atin 'bañarse' -k'ixb' 'avergonzarse' -wart 'dormirse' -kosir 'cansarse' Construcción transitiva xinkamsaj 'lo maté' xinb'inisaj 'lo encaminé' xinwatinisaj 'lo bañe' xink'ixb'isaj 'lo avergoncé' xinwartisaj 'lo adormecí' xinkosirsaj 'lo cansé' "El perro ladra." En términos generales, "esta subfunción produce los resultados opuestos a los de la causatividad: hace de un predicado transitivo otro con menor transitividad". Es lo que sucede en español, cuando, por ejemplo, se dice: "Gustavo fue visto ayer fuera por el jefe de la oficina". 22 La transitividad aquí es rrúnima: no hay objeto directo y el sujeto es paciente, no agente. Lo que en la activa correspondiente sería el agente ("el jefe vio ayer a Juan fuera de la oficina"), en la pasiva puede aparecer con una función sintáctica periférica. El agente de la pasiva, en realidad, "es algo que no tiene que ver con la construcción en sí; de hecho hay lenguas que no admiten el agente en la pasiva" (Moreno, 1987:54). Otra forma de intransitividad es la que se conoce como anticausatividad. Compárese la construcción causativa "Juan hizo venir a María", en la que el sujeto Quan) es el causante y el objeto (María) es el que realiza la acción causada, con la siguiente, anticausativa: Vale la pena observar aquí que al contrario de lo que sucede en castellano, en las lenguas mayas la distinción entre verbos transitivos e intransitivos está claramente marcada. Como veremos más adelante (3.4), verbos transitivos son en estas lenguas todos aquellos que llevan marcadores pronominales del juego ergativo para el sujeto, y marcadores del juego absolutivo para el paciente; construcciones intransitivas, en cambio, son aquellas en que el sujeto se marca con pronombres del juego absolutivo. Según vimos, en una construcción pasiva o antipasiva, un verbo transitivo se transforma en intransitivo, el objeto se convierte en sujeto (paciente), y el sujeto pasa a ocupar una posición periférica (puede incluso desaparecer). Véanse los siguientes ejemplos del Tz'utujiil (tomados de Dayley, 1990): 1) Activa: Las lenguas mayas presentan, además de la construcción pasiva simple, diferentes tipos de construcciones antipasivas y las construcciones instrumental y referencial. En las antipasivas, el verbo es siempre intransitivo. in- aa- ch'ey tia- lsA- 2sE- "María fue hecha venir por Juan". En ésta, el sujeto es el que realiza la acción y el causante aparece como un complemento causativo opcional (como ocurre con el complemento agente de la pasiva). La diátesis anticausativa puede realizarse mediante la voz pasiva (en cuyo caso puede denominarse a las construcciones resultantes antipasivas); mediante la voz media (como en "el barco se hundió por la tormenta") o mediante la voz activa (como en "la tasa de mortalidad ha aumentado por el cólera"). x- 'me golpeaste' golpear 1 obj. sujeto VT Pasiva: ch'ey- x- in- t/a- lsA- ser golpeado- i 'fui golpeado' terminación VI ¡ sujeto 2) Activa: x- in- a- VI kaano- t/a- lsA- 2sE- buscar- oj 'me buscaste' terminación VID 23 Pasiva: X- in- kano- X- i 'fui buscado' tia- lsA- buscar- pasivo- terminación VI La diferencia entre el castellano y las lenguas mayas en este aspecto, como vemos, es notable. Mientras que en castellano el criterio para definir un verbo como transitivo o intransitivo es fundamentalmente semántico, en las lenguas mayas la transitividad o intransitividad se transparenta en el nivel sintáctico. En las lenguas mayas las construcciones pasivas no suelen incluir el agente. Cuando así se hace en una construcción, se le denomina pasiva de reordenamiento. (Dayley, 1990). Además de la pasiva simple, en Kaqchikel se conocen las siguientes construcciones: 1) Antipasiva absolutiva: esta construcción es el reverso de la pasiva. En ella se omite paciente, el verbo se convierte en intransitivo derivado y el agente se vuelve sujeto: Ejemplos: ym xinch'eyowi ri achin 'yo fui el que golpeó al hombre' ri achin xch'eyowi ri ixoq 'el hombre fue el que golpeó a la mujer' 3) Instrumental: esta construcción se caracteriza, al igual que la referencial, por promover un complemento de la predicación (un instrumento), marcando el verbo transitivo con -b'e. (Dayley, 1990.) Ejemplos: rik'in jun machat :xirusokb'ej 'con un machete me hirió' xuchoyb'ej rick'in jun machat 'lo cortó con un machete' Resumen: Ejemplos: Pasiva (absolutiva) xatch'eyoni 'estabas pegando' xatkanoni 'estabas buscando' 2) Antipasiva de enfoque: en esta construcción se adelanta el sujeto o el objeto para enfocarlo, el verbo va en voz antipasiva de enfoque (lo que se evidencia por medio de un sufijo especial) y el paciente es optativo (England, 1992). 1 Vf Agente Paciente-> VI Sujeto (paciente) Antipasiva absolutival Vf Agente Paciente-> VI Sujeto (agente) Antipasiva de vr Agente enfoque Instrumental vr Paciente -> Agente VI Paciente Agente Paciente -> Inst vr Agente Paciente 24 3.3.2 Impersonalidad nchikan 'llueve', pero job' 'lluvia' Las construcciones impersonales son diátesis intransitivas en las que está excluida la presencia de un sujeto animado agente (Moreno, 1987). Ejemplos de impersonales, en español, son: "llovió mucho ayer"; "me duele la cabeza"; "me ha ido mal"; "uno no sabe ya qué hacer"; "no se llegó a nada", etc. nb'ulul 'truena', pero koqolajay 'trueno' nimesmot 'llovizna', pero mismil job' 'llovizna' Las construcciones impersonales se clasifican en cuatro grupos, según se admita agente humano (no sujeto) o no se admita: No admiten agente Impersonales no agentivas externas (INAE) Impersonales no agentivas internas (INAI) humano Admiten agente Impersonales agentivas generales (IAG) humano Impersonales agentivas particulaes (IAP) Como vemos, la oposición se establece entre la imposibilidad de expresar agente humano alguno (INAE, INAI) y la posibilidad de hacerlo (IAG, IAP) (Moreno, 1987). Las impersonales no agentivas externas (INAE) se expresan mediante los llamados vebos "metereológicos", como "llueve", "truena", "nieva", "relampaguea", etc. "En estos casos estamos ante sucesos externos al individuo no controlables por agente alguno o controlables sólo por causantes no naturales o sobrehumanos" (Moreno, 1987:56). En Kaqchikel, es interesante observar que la raíz verbal no siempre coincide con el sustantivo correspondiente. Así, se dice Las construcciones no agentivas internas (INAI) "denotan estados y procesos en los que se ven implicados seres humanos aunque ellos no intervengan en calidad de agentes. El experimentador humano desempeña una función distinta de la de sujeto y el sujeto suele ser una palabra que desinga una entidad no animada" (Moreno, 1987:57). Ejemplos en español son "me duele la cabeza", "me caí", "le fue mal", etc. En Kaqchikel, tenemos un caso interesante con los verbos nik'atet, 'da sed', y nichaqchi'in, 'tiene sed': al parecer, se distingue entre un padecimiento y un deseo, como en las siguientes oraciones: Ri ixoq nk'atet peri ránima roma nün b'ey nub'en. 'Al la señora le da sed al caminar mucho.' Rija' yalan nchaqchi'in roma yalan nisamaj. 'El tiene mucha sed porque trabaja muy duro.' Las impersonales agentivas generales (IAG) "denotan un agente general no especificado sin que pueda incluirse sintagma alguno que denote un agente concreto" (Moreno, 1987:57). El español conoce tres procedimientos para generalizar el agente: 1) mediante el uso de la palabra "uno", como en "uno ya no sabe cómo protestar"; 25 2) mediante la tercera persona del plural, como en: "ahí buscan", "tocan", "trajeron esto", etc.; 3) por medio del pronombre "se". Son las llamadas impersonales con "se", que no deben confundirse con las pronominales pasivas. Ejemplos de impersonales con "se" son las siguientes: "se respeta a los ancianos", "se pasa bien por aquí" 2• En Kaqchikel, las construcciones impersonales se reconocen por la conjugación en tercera persona singular, y por la presencia del sufijo -tx (aunque no es general). No se usa, sin embargo, la tercer persona del plural con carácter impersonal. Compárense las siguientes construcciones: Impersonales pasivas, serían, por ejemplo: "se patinó por . los niños sobre el hielo"; "muchos libros son leídos por mis amigos". En Kaqchikel, estas construcciones también resultarían anómalas. Aunque en estas construcciones no se puede hablar, en términos sintácticos, del agente como sujeto, es claro que sí existe un agente concreto que realiza la acción, por lo que las IAP son "las impersonales menos típicas [. .. ]. Las IAG son más típicas como impersonales ya que el agente aparece difuminado en lo que hemos llamado agente general. Las INAI e INAE son impersonales típicas en que no cabe agente alguno" (Moreno, 1987:58). 3.4 Nk'an pe rl cape.' 'Traen el café.' Rije' nkik'am pe rl cape. 'Ellos traen el café.' Chi rl' nk'aytx kinaq. 'Ahí venden frijol.' Chi rl' rlje' nkik'aytx kinaq. 'Ahí ellos venden frijol.' Mientras las de la columna de la izquierda tienen carácter impersonal, las de la derecha tienen como sujeto la tercera persona del plural, por lo que no se pueden emplear con carácter impersonal. Finalmente, las impersonales agentivas particulares "se manifiestan normalmente en las construcciones pasivas en las que se puede especificar un agente particular opcionalmente como complemento circunstancial" (Moreno, 1987:58). En castellano son poco frecuentes, por la misma renuencia de este idioma a las construcciones pasivas. ERGATIVIDAD Mientras que en la diátesis transitiva se marca el objeto frente al verbo, en la diátesis ergativa el elemento marcado es el sujeto del verbo transitivo. Se trata, pues, de procedimientos distintos de señalar la participación en la acción o el estado de los elementos que se ven envueltos en ella o en él. Las lenguas que utilizan predominantemente diátesis ergativas (entre las cuales se encuetra el Kaqchikel) tratan al sujeto de los verbos intransitivos y al objeto de los verbos transitivos de una forma gramatical, y de otra al sujeto de los verbos transitivos. Las lenguas que prefieren las diátesis transitivas (el castellano entre ellas) tratan de una forma gramatical al sujeto de los verbos transitivos e intransitivos, y de otra forma al objeto de los verbos transitivos. El siguiente cuadro3 puede ilustrar la diferencia de ambos procedimientos: 26 Yatkikanuj . absoluti-vo ergativo F <:> .::::>;'::· .. s1.1je~p VI suj~to VT4 nominativo L 3pE 'ellos te buscan' (sujeto de Vf) óbjetó\rr . .1 . . .••... ·.·. 1 acusativo Llamaremos a las lenguas que utilizan diátesis ergativas lenguas ergativas, y a las que utilizan diátesis transitivas, lenguas acusativas. Sirvan los siguientes ejemplos para ilustrar lo anteriormente dicho: Por otra parte, el sujeto de un verbo intransitivo tiene la misma forma que el objeto de un verbo transitivo, como se ve a través de las siguientes oraciones: Rija' xb'e pa kayb'al. 'El fue al mercado.' Rija' xutij jun way. 'El comió una tortilla.' En castellano se dice "ellos te buscan", pero "tú los buscas". Vemos que el pronombre de segunda persona de singular (tú) ha cambiado de forma al convertirse en objeto de la oración "ellos te buscan". En la gramática tradicional se diría que el pronombre "te" está en caso acusativo5; lo mismo ha sucedido con el pronombre de tercera persona plural: pasa de "ellos" (nominativo) a "los" (acusativo). ¿Y qué pasa si en lugar de un verbo transitivo utilizamos uno intransitivo? El sujeto no cambia de forma: es el mismo sujeto de "ellos buscan casa" (verbo transitivo), que el de "ellos durmieron bien" (intransitivo). Algo muy distinto sucede en Kaqchikel. Aquí lo que cambia de forma es el sujeto, como en los siguientes ejemplos: 'ellos caminan' Y~b'e L 3pA El análisis de la estructura de los verbos muestra lo siguiente: X- tia pasado íl sA ujeto X- 0- tia pasado 3sA objeto b'e VI ir u3sE agente tij VfR comer De ahí que en las lenguas mayas existan dos juegos de afijos pronominales: absolutivos (también llamado "Juego B") y ergativos (o "Juego A"). (sujeto de VI) 27 Juegos de afijos pronominales del Kaqchikel: Ejemplo del uso de afijos pronominales con verbo intransitivo (tomado parcialmente de Munson, 1991): A.spécto I Süjeto OB) 1 Raíz x'"' iff x~ ar- x- 1 X- l X- u:xlan u:xlan Forma completa I Traducción l xinuxlan 1 descansé xatuxlan descansaste uxlan xuxlan descansó oj- uxlan xojuxlan descansamos ix- uxlan xixuxlan descansaron e' uxlan xe'uxlan descansaron Ejemplo del uso de afijos pronominales con verbo transitivo (tomado parcialmente de Munson, 1991): Aspecto Sujeto (JA) Objeto (JB) in- oje'-' 1 Raíz Modo Forma completa 1 Traducción a- kanu- j yinakanuj me buscas a- kanu- j nakanuj lo buscas a. a- kanu- j yojakanuj nos buscas kami-} j ye'akánuj ·1os buscas 28 Sin lugar a dudas, la ergatividad es el aspecto que más distingue al Kaqchikel -y a las lenguas mayas en generaldel castellano. Aunque el sistema nominativo/a~usativo probablemente es más común que el ergativo, existen muchas lenguas morfológicamente ergativas en el mundo además de las lenguas mayas (entre ellas, el vasco, el esquimal, el georgino, algunos idiomas australianos, polinesios e hindúes [Dayley, 19901). 3.5 CONCLUSIÓN En este capítulo vimos algunos de los procedimientos que emplean las lenguas para especificar la forma en que las entidades participan en las en las acciones, hechos y estados. Las entidades básicamente son de tres tipos: sujeto, objeto y complemento. La función de la participación dispone a los participantes en una acción según diversas perspectivas que pueden denominarse "diátesis". Una diátesis transitiva supone un agente (por lo general humano), que realiza acciones puntuales que crean o modifican un objeto definido. La diátesis intransitiva, en cambio, habla de estados habituales, no puntuales, en los que el sujeto no es agente y el objeto es animado y no unívoco. Las impersonales son un caso de diátesis intransitiva, en las que se excluye la presencia de un sujeto animado agente. Ambas disposiciones pueden considerarse polos opuestos de una misma subfunción: la de la transitividad. Que no se trata de funciones independientes sino de una misma subfunción, puede probarse por la existencia de la hipertransitivdad y de la pasividad, mediante las cuales pueden obtenerse predicados transitivos a partir de intransitivos, o al contrario. Esta transformación de construcciones transitivas en intransitivas, . y viceversa, quedó claramente demostrada en Kaqchikel, lengua que, por otra parte, tiene más preferencia por las construcciones pasivas que el castellano. A pesar de ser un fenómeno más morfológico que sintáctico, vimos que la principal diferencia entre el Kaqchikel y el castellano consiste en la manera de marcar el objeto directo. Mientras que en castellano el objeto es marcado frente al sujeto, que es no marcado, en Kaqchikel se marca explícitamente el sujeto del verbo transitivo, pero no el objeto, que se queda como no marcado. Esto hace del Kaqchikel una lengua morfológicamente ergativa. La ergatividad se explica como una subfunción de la participación, pues se refiere a la relación que existe entre los elementos centrales y periféricos de la predicación. La ergatividad explica que, por ejemplo, mientras en las lenguas mayas se prefiera hablar de paciente para los verbos intransitivos, en las lenguas nominativas se considera sujeto al elemento que acompaña al verbo. Notas: Para referirse a estas construcciones, tradicionalmente se ha empleado el término voz. Según López 0986:1055), voz es una "categoría gramatical que se realiza en el verbo e indica si el sujeto gramatical es exterior o interior al proceso". Pensamos que es preferible utilizar el término que propone Moreno -diátesis- para evitar confusiones y referirse exclusivamente a la disposición de los elementos que se ven envueltos en la acción o estado. 1 1.a diferencia entre las impersonales con "se" y las pronominales pasivas estriba en que en estas últimas el sustantivo que acompaña al verbo es su sujeto gramatical, por lo que el verbo tiene que ir en singular o plural, según vaya en singular o plural ese sustantivo. Ejemplos de pronominales pasivas son: "se venden tortillas", "se firmaron los acuerdos de paz", "se prohibe fumar", "se dice que ganó el premio", etc. Las impersonales con 2 29 "se", en cambio, carecen de sujeto gramatical, por lo que sólo se presentan en tercera persona singular; pueden llevar complemento de persona ("se cuida bien á los enfermos"), o carecer de él ("se vive bien aquí") (Seco, 1986). 3 Tomado con modificaciones de Dayley (1990:338) 4 Aquí Dayley escribe "agente", y al final, en lugar de "objeto", "paciente", lo cual quiere resaltar el hecho de que en las lenguas morfológicamente ergativas, el sujeto de un verbo intransitivo es visto como paciente; ambos se oponen, como elementos no marcados, frente al sujeto de los verbos transtivos. 5 De hecho, del rico sistema de casos del latín sólo queda en castellano la inflexión pronominal. 30 4. LA DEÍXIS 4.1 ¿QUÉ ES LA DEÍXIS? "La manera más obvia en que la relación entre lenguaje y contexto se refleja en las estructuras mismas de las lenguas es a través del fenómeno de la deíxis. El término proviene de la palabra griega para señalar o indicar [. .. ]. En esencia, la deoos se ocupa de cómo las lenguas codifican o gramaticalizan rasgos del contexto de enunciación o evento de habla, tratando así también de cómo depende la interpretación de los enunciados del análisis del contexto de enunciación. Así, el pronombre this "éste/ a/ o" no se refiere a ni denomina una entidad concreta en su uso, sino que más bien es una variable o soporte de lugar para una entidad concreta dada por el contexto" (Levinson, 1989: 47). Como vimos en la introducción, la determinación y la deoos son los mecanismos básicos que las lenguas utilizan para "conectar'' conceptos abstractos con entidades concretas. El primero lo logra determinando los conceptos mediante artículos, adjetivos, demostrativos y cuantificadores; el segundo, poniendo en relación el mensaje emitido con las circunstancias -de persona, de lugar o de tiempo- en que tal mensaje se produce. La deíxis es un mecanismo esencial de la comunicación humana. Gracias a ella, nuestros discursos adquieren un sentido para una persona, en un lugar y en un momento determinado. Por otra parte, es esencial para el sistema lingüístico, pues le permite ser económico. Así, una expresión como "te lo dije", puede utilizarse una y otra vez para denotar situaciones muy diferentes. De hecho, no hay mensaje que no esté anclado en unos puntos de referencia muy concretos que orientan al destinatario. La mayoría de autores coinciden en señalar tres tipos esenciales de información deíctica: a) La persona gramatical (deoos personal). b) La localización espacial (deoos espacial). c) La localización temporal (deíxis temporal). Esto significa tres subfunciones de la deoos: deoos personal, deíxis locativa y deíxis temporal. "La primera relaciona el mensaje con las personas que intervienen en el proceso de comunicación. La segunda, con el lugar en que se verifica tal pr.oceso, y la tercera, con el momento en que tiene lugar ese proceso" (Moreno, 1987:65). Estas tres subfunciones se realizan en el ámbito nominal y en el ámbito verbal. "La deoos personal en el ámbito nominal se encarna mediante los pronombres personales y los afijos posesivos de los sustantivos; en el ámbito verbal se realiza en la flexión personal del verbo. La deíxis locativa se manifiesta mediante los pronombres y adjetivos demostrativos 1 en el ámbito nominal y mediante diferentes verbos para indicar un movimiento en relación con un punto espacial, en el ámbito verbal. Por último, la 31 deíxis temporal se manifiesta mediante adverbios temporales en el ámbito nominal y en la conjugación en el verbal" (Moreno, 1987:65). forma supletiva (Moreno, 1987). Este hecho se verifica tanto en castellano como en Kaqchikel: ····· CASTELLANO Ambito/ Deíxis Personal Locativa Nominal Pronombres personales; afijos posesivos Verbal Flexión persa- Verbos para nal del verbo indicar movímiento 4.2 Pronombres y adverbios de lugar Temporal Adverbios temporales Conjugación verbal 1A DEÍXIS PERSONAL Para llevar a cabo la función comunicativa con una núnima eficacia, necesito, entre otras cosas, referirme a las personas gramaticales que están involucradas en mi discurso. Así, no es lo mismo decir "voy" que "vamos", "¿qué dijiste?" que "¿qué dijo?" . En todo discurso, hay por lo menos dos de estas tres personas: el que habla (primera), a quien se habla (segunda), y del que o de lo que se habla (tercera). Se dice normalmente que la primera y segunda personas se oponen a la tercera, como no persona. Esta afirmación se apoya en la constatación del carácter no marcado de la tercera persona en muchas lenguas del mundo, que se manifiesta, por ejemplo, en que los pronombres de tercer persona hacen el plural de forma regular, mientras que los de primera y segunda lo hacen de yo tú/ vos/usted él/ella nosotros vosotros/ustedes ellos/ellas KAQCHIKEL .. yi'n roj rat rix rija' rije' Otro dato que confirma el carácter no marcado de la tercera persona, según Moreno (1987) es la ausencia de marca explicativa en el singular del verbo, frente a las de primera y segunda personas. En castellano, este fenómeno se manifiesta en conjugaciones verbales más acordes con las raíz verbal, como en Estudiar -> él estudia, mientras estudio estudias estudiamos estudiáis estudian En kachikel, el carácter marcado de la tercer persona se observa claramente en el juego de pronombres absolutivos, como cuando se dice: yin in rat rija' roj at rix ix rije' e' --oj tikonel tikonel tikonel tikonela' tikonela' tikonela' 'yo soy agricultor' 'usted es agricultor' 'él es agricultor' 'nosotros somos agricultores' 'ustedes son agricultores' 'ellos/ellas son agricultores' 32 En Kaqchikel se registra lo que observa Moreno (1987:68): "cuando el verbo no lleva marca de persona se asume que se trata de la persona no marcada, es decir, de la tercer persona". Así se observa en los siguientes ejemplos: xb'e, 'fue': X- 0- tia 3sA I ir b'e 1 1A DEÍXIS LOCATIVA La deíxis locativa se produce cuando se hace referencia a lugares determinados a partir de su distancia respecto de uno de los protagonistas del discurso (Moreno, 1987). Como dijimos más arriba, en el ámbito nominal se manifiesta mediante los pronombres y adverbios de lugar, y en el verbal a través de verbos para indicar movimiento en relación con un punto en el espacio. Muchas lenguas -entre ellas el español y el Kaqchikeldistinguen tres grados de alejamiento, que, siguiendo a Moreno (1987), podemos denominar como sigue: mientras xojb'e, 'fuimos': 4.3 x- i tia oj1 lpA 1 b'e lugar-yo (aquí, éste) I ir lugar-no-yo (ahí, ése) Decíamos que la debas personal se manifiesta en el ámbito nominal, además de los pronombres personales, m~diante los afijos posesivos de los sustantivos. En este aspecto, la debas coincide con la determinación posesiva; la diferencia radicaría en que en la determinación tratamos de determinar conceptos, mientras en en la debas buscamos determinar nuestro mensaje como un todo. Puede suceder que mi discurso conste de una expresión, como "¡mis zapatos!" (o ri nub'ukut), en cuyo caso estoy dándole una referencia personal, con un adjetivo posesivo en el caso del castellano, y con un afijo posesivo en el caso del Kaqchikel; a la vez, estoy determinando el concepto "zapato" mediante los mismos procedimientos. lugar-no-yo-no-tú (allí o allá 2, aquél) Como se explicó más arriba (ver 1.3), el tercer grado de alejamiento, sin embargo, no coincide en ambas lenguas, al menos para los pronombres, pues mientras que en castellano se distingue entre el lugar-no-yo ('ése') y el lugarno-yo-no-tú ('aquél'), en Kaqchikel la distinción se hace entre un lugar-no-yo-no-tú visible (la') y uno no visible (ri'). Ejemplos: Tak'ama' pe re'. 'Tráeme éste.' Tak'ama' pe la'. 'Tráeme ése (que se ve).' Tak'ama' pe la'. 'Tráeme aquél (que se ve).' 33 En cuanto a los adverbios de lugar, la situación es distinta, pues sí se distinguen los tres lugares, tal y como en castellano: 'aquí' 'ahí' 'allí o allá', wawe' chi ri' chi la' apon ok el qa aq'anij pe kan 'para allá' 'para adentro' 'para afuera' 'para abajo' 'para arriba' 'para acá' 'quedarse' 'Salí del patio.' Xutej pe ruway. 'Comió antes de vení aquí.' El afijo direccional (o indicador de movimiento) puede ir en predicados transitivos o intransitivos, y tiene dos formas: -b'e-, 'ir', y -to/o-, 'venir'. Ejemplos: En cuanto a la realización verbal de la deíxis locativa, en español existen sólo unos cuantos verbos en que ésta se manifiesta: "ir", contra "venir"; "llevar", y "traer". El Kaqchikel, en cambio, tiene esta función claramente definida, mendiante partículas direccionales, que pueden ser incluso afijos de la frase verbal. Las partículas direccionales del Kaqchikel son las siguientes: Katel el chuwa jay. X- i- 1 b'e- 1 wa'. 1 1 tia lsA movimiento ('Fui a comer'). X- e- to- 1 1 1 ru1 comer q'et- et- ela'. 1 1 1 tia 3pA mov. 3sE abrazar superlativo frecuentativo ('Vino a abrazarlos fuertemente varias veces.') 4.4 LA DEÍXIS TEMPORAL Otra forma de conectar el discurso con la realidad inmediata es la de situar lo descrito en él respecto del momento en que tiene lugar ese discurso. Es decir, "podemos especificar el momento en que se realiza lo relatado según sea anterior, simultáneo o posterior al momento en que se da el acto comunicativo" (Moreno, 1987:71). Ejemplos (Munson, 1991): K'ab'iyin apon rik'in. 'Vaya con él.' Katok ok pa jay. 'Entráte a la casa.' Katok qa pa jul. 'Bajáte a la zanja.' Para especificar ese momento en que se realiza lo relatado, las lenguas conocen fundamentalmente dos recursos: la categoría de tiempo gramatical y los adverbios temporales. 34 No se encuentra mayor diferencia en el uso de los adverbios de tiempo ("hoy", "ayer", "mañana", "ahora", etc.) entre el castellano y el Kaqchikel. Morfológicamente, son palabras independientes; sintácticamente y funcionalmente, siempre son elementos de la predicación periférica, aunque pueden ocupar distintos lugares en la construcción. Adverbios de tiempo del Kaqchikel: iwir chwaq wakamin kab'ij kab'ijir k'a b'a jare' 'ayer' 'mañana' 'hoy' 'pasado mañana' 'anteayer' 'hace rato' 'ahorita Ejemplos de su uso: Chwaq yan chik. 'Nos vemos mañana.' Ri wachjil iwir xb'e pa samaj. 'Mi esposo se fue ayer al trabajo.' Chwaq nb'eloq'oj ri nupo't. 'Mañana voy a comprar mi güipil.' Jare' yib'e yan pa kayb'al. 'Ahorita voy a ir al mercado.' Kab'ij nik'an pe ri akotz'i'j. 'Pasado mañana traigo las flores.' En cuanto a la categoría de tiempo gramatical, se encuentran diferencias importantes entre el castellano y el Kaqchikel: la. Las categorías de tiempo, aspecto y modo son inseparables en Kaqchikel. En castellano, se distingue entre los tiempos del modo indicativo y los del modo subjuntivo; el aspecto, sin embargo, es inherente a los tiempos. 2a. A diferencia de lo que ocurre en castellano, en Kaqchikel la categoría de aspecto se encuentra más desarrollada que la de tiempo. O, dicho con otras palabras, que la "noción" de aspecto predomina sobre la de tiempo. Esta es la razón por la que en la lingüística maya se suele denominar a los tiempos verbales con nombres como "incompletivo", "completivo", "perfectivo", etc. 3a. Morfológicamente, el tiempo/aspecto en Kaqchikel se realiza mediante prefijos y sufijos, diferentes para verbos transitivos e intransitivos. En castellano, el tiempo verbal (junto con el modo y el aspecto) se indica mediante morfemas que van entre la raíz y los morfemas de persona y número. Véase en los siguientes cuadros la distinta disposición de los elementos en ambas lenguas: CASTELLANO: Lexema+ 1 tiempo modo + aspecto Vocal temática + morfemas 2 número 3 morfemas persona 4 35 KAQCHIKEL: Verbos transitivos: • Perfectivo (0- + -on, para verbos transitivos; 0- + -naq, para intransitivos); para indicar acción terminada. Ejemplos (England, 1992:123): t/a/m + paciente + agente + raíz verbal + sufijo de estatus ninwil 'lo encuentro' Verbos intransitivos: ;;9flWil 'lo encontré' t/a/m + sujeto + raíz verbal + sufijo de estatus :xtinwil 'lo encontraré' pnwila' na 'que lo encuentre yo' Por otra parte, en castellano puede suceder que un sólo morfema reúna en sí la información de modo, tiempo, aspecto, persona y número, como en "juego". Esto nunca sucedería en Kaqchikel, donde el tiempo/aspecto es una categoría netamente diferenciada de las demás. wilon 'lo he encontrado' yib'ixan 'canto' ~b'ixan 'canto' En Kaqchikel se dan los siguientes tiempos y aspectos verbales (England, 1992): ~b'ixan 'canté' xkib'ixan 'cantaré' kib'ixan 'que cante yo' in b'ixawnaq 'he cantado' • lncompletivo (y-/n-); usado con el significado de presente, habitual, y, algunas veces, futuro inmediato. • Completivo (x-); usado para significar pasado y acción completa. • Potencial (xk-/:xt); básicamente, su significado es de futuro. • Imperativo (t-; + -v', para verbos transitivos); que incluye, además de este modo, el optativo, el desiderativo y el exhortativo. El aspecto progresivo se indica en Kaqchikel conjugando verbo principal en incompletivo y anteponiendo el verbo tajin, marcado con el prefijo de tiempo/aspecto incompletivo. Ejemplos: Yojtajin yojwar. Yojtajin yixqato'. 'Estamos durmiendo.' 'Les estamos ayudando a ustedes.' 36 (Obsérvese que en el primer caso, la marca de sujeto acompaña a ambos verbos; en el segundo, el verbo transitivo yixqato' lleva marcas de agente y de paciente, mientras que el auxiliar yojtajin, por ser intransitivo, sólo lleva marca de sujeto/agente.) 4.5 CONCLUSIÓN Vimos en este capítulo que la deíxis es un mecanismo empleado por las lenguas para relacionar nuestro discurso con la situación comunicativa en que se produce. Es importante advertir que sin tal anclaje el lenguaje humano no podría tener eficacia comunicativa, la cual "hace posible el milagro de que las expresiones lingüísticas puedan ser reutilizadas una y otra vez de diferentes maneras, en distintos lugares y momentos y por distintas personas para decir cosas diferentes. Esto se consigue precisamente mediante la función deíctica" (Moreno, 1987:75-76). Las situaciones comunicativas en que nuestro discurso se produce, son fundamentalmente de persona, de lugar y de tiempo. A cada una de estas situaciones corresponde un tipo de deíxis. Kaqchikel tiene una serie de partículas indicadoras de movimiento y dirección, que forman parte del sintagma verbal. Finalmente, vimos cómo se realiza la deíxis temporal, tanto a nivel nominal como verbal, en ambas lenguas. Observamos que no se puede establecer una correspondencia biunívoca entre las categorías de tiempo, aspecto y modo para las dos lenguas. A nivel morfológico, notamos la distinta ordenación de los elementos en el sintagma verbal. Posiblemente la diferencia más grande en este punto sea que, en Kaqchikel, el tiempo/aspecto va señalado mediante prefijos (y algunas veces sufijos), mientras que en castellano los morfemas indicadores de tiempo, aspecto y modo van al final. Notas: 1 Más que de ajetivos demostrativos, que serían propios de la función de la determinación, creemos que debe hablarse aquí de adverbios de lugar. 2 Mientras en España se usa la forma "allí", en Guatemala, al perderse -por el yeísmo avanzado-, la distinción entre "ahí" y "allí", "allá" vino a ocupar el lugar de "allí". La deíxis personal funciona de manera similar para el castellano y el Kaqchikel. En ambas lenguas se registra el fenómeno de marcación de la tercer persona. En cuanto a la deíxis locativa, vimos que la diferencia fundamental entre ambas lenguas se encuentra en el tercer grado de alejamiento, pues mientras que para el español éste se puede definir como un lugar-no-yo-no-tú (aquél), en Kaqchikel la distinción se hace entre un lugar distante visible y uno no visible (la' y ri'). También vimos cómo el 37 5. LA PERTINENCIA 5.1 ¿QUÉ ES LA PERTINENCIA? Para comunicarnos realmente, no basta con designar entidades mediante expresiones lingüísticas; necesitamos aportar nueva información, esto es, que nuestro discurso sea pertinente. Un discurso será pertinente o informativo sólo si cumple con dos requisitos: "que se conecte con algo previo y que aporte algo nuevo a tal conocimiento" (Moreno, 1987:79). Precisamente, la función de la pertinencia se ocupa de "organizar el mensaje adecuándolo al contexto en que éste se produce: estableciento una parte como asumida de antemano, que conecta con lo que ya se sabe y otra que en interacción con la anterior crea una aportación al discurso" (Id., 124). La parte asumida de antemano, lo que es conocimiento común, se denomina "tema", mientras que se llama "rema" a la información que, puesta en relación con el tema, hace surgir información nueva. "Los rasgos remáticos suelen ser asignados a los elementos periféricos de la oración; así, en 'Juan vino ayer' el rema está representado por el adverbio 'ayer' [. ..] Cuando hay varios elementos circunstanciales suele ser el último el que se convierte en rema (por ejemplo, 'por la tarde' en 'Juan vino ayer por la tarde'). Si hay objeto y sujeto, el primero tiende a ser tomado como rema y si sólo hay sujeto y verbo este último es el rema: en 'Juan vio a Pedro' y 'Juan vino', 'a Pedro' y 'vino' son los respectivos remas" (Moreno, 1987:8485). Es importante no identificar el rema con "la parte que indica lo nuevo que aporta el discurso": tal novedad surge de la interacción o conexión entre el tema y el rema (Id., 79). Aunque la predicación que suponen la adscripción y la participación constituyen realmente la base de la pertinencia -pues estas funciones "colocan el discurso al nivel de lo que puede ser verdadero o falso y por tanto hace que éste pueda ser pertinente o informativo" (Moreno, 1987:125)-, limitaremos nuestra atención en este capítulo al estudio de tres subfunciones de de la pertinencia de gran relevancia interlingüística: la negación, la interrogación y la focalización. Mediante ejemplos, veremos cómo se realizan en castellano y en Kaqchikel. 5.2 LA NEGACIÓN "La negación es una subfunción de la pertinencia que consiste en el rechazo de que el rema convenga al tema; en 'Juan no vino' se rechaza que el rema 'vino' convenga a 'juan'" (Moreno, 1987:80). Nótese que la operación de la negación se realiza siempre sobre el rema; en "Juan no vino ayer", la negación afecta a "ayer". La pertinencia, en este caso, surge de la oposición entre el tema y el rema 1. Las estructuras negadas son siempre marcadas respecto de las no negadas (Moreno, 1987). El procedimiento o forma de marcación de la negación es algo que resuelve cada lengua, aunque es posible situarlos entre dos polos, el 38 esta función es "achike"; otras palabras interrogativas en esta lengua son: atux janipe' jarupe, jaru' achike roma akuchi 'cómo' 'cuándo' 'cuánto' 'por qué' 'dónde' Moreno, siguiendo a Coyaud (1979), clasifica en cuatro tipos los medios de focalización de las lenguas: "l. Utilización de un morfema especial. Ejemplos de su uso: 2. Utilización de un verbo copulativo o de un sintagma que lo contiene. ¿Achike ab'i rat? '¿Cómo está usted?' 3. Nominalización de la parte no enfatizada y extracción de la parte focal. ¿Achike rub'anon ri ate'? '¿Cómo está su mamá?' ¿Akuchi k'o ri awachoch? '¿Dónde está su casa?' ¿Janipe yab'e ri atinamit? '¿Cuándo vas a ir a tu pueblo?' ¿Jaru' rajel ri ixim, nána? '¿Cuánto cuesta el maíz, señora?' 5.4 una parte del rema" (Moreno, 1987:85). Lo que resulta de enfatizar una parte del tema o una parte del rema, se denomina foco. 4. Cambio de orden de palabras" (Moreno, 1987:86). El español, como la mayoría de lenguas indoeuropeas, recurre a la extracción de la parte focal (procedimiento 3), en combinación con el cambio de orden de palabras; así, en "el que vino fue mi amigo", o "fue mi amigo el que vino". El Kaqchikel, como señalamos en 3.3.1, conoce la construcción antipasiva de enfoque, en la que, para enfocar el agente, el verbo se intransitiviza, el agente se convierte en sujeto (absoltivo) y el paciente se degrada a oblicuo o se omite (England y Elliot, 1990). Además, el verbo va marcado con un sufijo de estatus (-o/-n). Ejemplos (Munson, 1991:276): LA FOCALIZACIÓN "La subfunción de la focalización consiste en marcar o señalar explícitamente un constituyente o palabra de una oración para hacer énfasis en ella; de esta manera se consigue corregir o establecer sin lugar a dudas una parte del tema o Ja rija' ri ajowayon wichin. 'Es él el que me ha querido.' Ja rije' ri e kutuyun richin. 'Son ellos los que le han enseñado.' 40 Ja rat at tz'eteyon richin. 'Es usted el que lo ha visto.' parte que se quiere negar (sustantivo, adjetivo o verbo) entre las partículas ma ...ta. Ja rix ix aq'omayon qichin. 'Son ustedes los que nos han curado.' En cuanto a la interrogación, vimos que su esencia consiste en pedir la identificación de una parte de la oración que se toma como rema o aportación. Esto es lo que sucede en la interrogación relativa, que utiliza palabras especiales que hacen referencia al elemento de la oración que queremos que se nos especifique. Este tipo de interrogación es muy semajante en Kaqchikel y castellano. En la interrogación absoluta, en cambio, se pregunta sobre la validez de esa oración, es decir, sobre si es verdadera o no. El castellano recurre sobre todo a la entonación y al cambio de orden de palabras; en Kaqchikel también se hace uso de la entonación, pero, además, se conoce una palabra interrogativa especial (la), que se coloca al inicio de la oración. Una manera de resaltar la parte remática o de aportación, consiste en el procedimiento de reducción de coordinadas, por el que se elimina parte del material temático. Esto se ve, en castellano, en oraciones como "Jorge trajo ensalada y Mauricio, el pastel". Se elimina "trajo" de la segunda oración y queda así resaltada la palabra de la oración que es el rema (el pastel) (Moreno, 1987). En Kaqchikel, parece que este procedimiento no es posible, tal y como se observa en la traducción de la oración "María compró pan y Juan, carne": "Maria xuloq' kaxlanway, Juan xuloq' ti'ij". La focalización, última subfunción vista, consiste en 5.5 CONCLUSIÓN Hemos visto brevemente en este capítulo, tres procedimientos para hacer que nuestro discurso sea pertinente: la negación, la interrogación y la focalización. Previamente, establecimos que para que un discurso sea pertinente se necesita que se conecte con algo previo y que aporte algo nuevo al conocimiento de nuestro interlocutor. A la parte de conocimiento previo y común se le denomina "tema", y "rema" a la información que, puesta en relación con el tema, hace surgir información nueva. La negación, que consiste básicamente en la negación de la conveniencia del rema al tema, se realiza en castellano y en Kaqchikel mediente procedimientos sintácticos. En Kaqchikel, el procedimiento usual consiste en encerrar la marcar o señalar explícitamente un constituyente o palabra de una oración para hacer énfasis en ella. El Kaqchikel tiene una construcción especial (la antipasiva de enfoque) para realizar esta función. En castellano, se recurre a la extracción de la parte focal y al cambio de orden de palabras. Notas: 1 También existe la posibilidad de de interpretar la negación como el rema o información que se aporta; bajo este supuesto, en la oración "Juan no vino hoy", el tema sería "Juan vino hoy", mientras que el rema lo constituiría su negación. La pertinencia se logra precisamente por la interacción entre lo conocido (que Juan suele venir todos los días) y lo aportado (que Juan no vino hoy). 2 Nótese en este caso la similitud entre el Kaqchikel y el francés, que también utiliza dos partículas para negar (ne... pas). 41 3 Nótese que no se elimina la necesidad de la entonación ascendente. 4 La existencia de una partícula interrogativa en Kaqchikel sustenta la propuesta de utilizar sólo el signo de interrogación de cierre, como en inglés. 42 LEVINSON, S. (1989). .,,. BIBLIOGRAFIA Pragmática . Barcelona: Teide. LÓPEZ, A. (1989). Diccionario de sinónimos y antónimos de la lengua española. COYAUD, M. (1979). Valencia: Alfredo Ortells. "Les modes d'expression de l'emphase dans diverses tangues", MORENO, en Ch. PARIS (ed.), 109-122. Fundamentos de sintaxis general. J. (1987). Madrid: Síntesis. CHACACH, M. (1990). 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