presentación de un caso Neurocisticercosis parenquimatosa diseminada. Imágenes de “La noche estrellada”. Presentación de un caso Disseminated Parenchimal Neurocysticercosis: Image of “Starry Night”. Case Presentation George Chater Cure1 Nicolás García Roldán1 Germán Peña Quiñones2 Alberto Dau Acosta3 Palabras clave (DeCS) Neurocisticercosis Tomografía Taenia solium Key words (MeSH) Neurocysticercosis Tomography Taenia solium Resumen La neurocisticercosis es una enfermedad parasitaria que ocurre por la infección del estado larvario de la Taenia solium en el sistema nervioso central (SNC). En los países en vías de desarrollo la neurocisticercosis es la más frecuente causa de convulsiones. La enfermedad se clasifica en distintos síndromes, de acuerdo con su localización y presentación clínica: neurocisticercosis parenquimatosa, ventricular, espinal u ocular. La sintomatología también es variada: inicia con convulsiones, seguidas de cefaleas, déficit neurológico focal, demencia y psicosis. Debido al polimorfismo clínico de la enfermedad, no es posible que un único esquema de tratamiento sea eficaz en todos los casos; por lo tanto, en lo que respecta a la viabilidad y localización de los parásitos, es fundamental para planificar el tratamiento adecuado. La neurocisticercosis parenquimatosa diseminada es una forma avanzada de la enfermedad. La imagen de tomografía computarizada (TC) de estas lesiones se asemeja a La noche estrellada, del pintor holandés Vincent van Gogh. En este artículo se presentará un caso clínico y una revisión sobre la neurocisticercosis parenquimatosa diseminada, una biografía de Van Gogh y los retratos de Noche estrellada. Summary 1 Médico, residente de Neurocirugía, Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá, Universidad el Bosque. Bogotá, Colombia. 2 Médico neurocirujano. Sección de Neurocirugía. Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Profesor titular de la Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia. Médico neurocirujano. Departamento de Neurocirugía Hospital Metropolitano. Profesor titular de la Universidad Metropolitana. Barranquilla, Colombia. 3 Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2673-7 Neurocysticercosis is a parasitic disease that occurs due to an infection of the central nervous system by the larvarian state of the Taenia solium. It is the most common cause of epilepsy in this region of the world. This disease is classified into different syndromes according to the location and clinical presentation (parenchymal, ventricular, subarachnoid, spinal and ocular). The symptoms are varied , being covulsions the first manifestation along with headache, focal neurologic deficit, dementia and psychosis. Because of the variability of presentation of neurocysticercosis, a unified treatment for all the different clinical manifestation is not possible. It is fundamental to plan an adequate treatment depending on the localization and the viability of the parasite. Disseminated parenchymal neurocysticercosis is an advanced form of this disease. The image on CT scan has some similarity to the painting “Starry Night” of the dutch painter, Vincent van Gogh. In this article we will present a case report and we will review the literature concerning disseminated parenchymal neurocysticercosis. A biography of Van Gogh, and the Starry Night painting. 2673 Introducción La neurocisticercosis es una de las enfermedades más frecuentes en los servicios neuroquirúrgicos de los países latinoamericanos (1-3). Por el aumento de la inmigración a los países desarrollados, su incidencia también está aumentando en estos últimos (4,5). La enfermedad se clasifica en distintos síndromes, dependiendo de su localización y presentación clínica: neurocisticercosis parenquimatosa, ventricular, espinal u ocular. La sintomatología también es variada, pero son las convulsiones su manifestación más frecuente, seguidas de cefaleas, déficit neurológico focal, demencia y psicosis (6,7). La Organización Mundial de la Salud ha reportado que ocurren más de 50.000 muertes cada año como consecuencia de la neurocisticercosis (7). Las personas que viven o que viajan a países donde la cisticercosis es endémica, como son los países latinoamericanos y los del sureste asiático, tienen mayor riesgo de adquirir esta enfermedad (2,8,9). La neurocisticercosis parenquimatosa es la más común, y su presentación clínica cambia según el sitio afectado y el grado de infestación. Esta presentación clínica varía desde estar el paciente asintomático hasta el grado de coma. Los estudios imaginológicos como la Tomografía Computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) cerebral nos ayudan a realizar el diagnóstico de forma certera. La TC axial es el estudio de elección en la neurocisticercosis parenquimatosa. Cuando hay una infestación importante del cerebro por los cisticercos, esta entidad se considera como una neurocisticercosis parenquimatosa diseminada. Dicha entidad es de muy mal pronóstico, porque quedan secuelas neurológicas importantes después del tratamiento, y un gran porcentaje de los pacientes no mejoran. La imagen de la neurocisticercosis parenquimatosa diseminada es descrita como imagen “en noche estrellada”, por su similitud con el cuadro La noche estrellada, del pintor Vincent van Gogh. En este artículo presentaremos un caso clínico de un paciente de 17 años con una historia de 5 años de deterioro cognitivo que sólo fue estudiado desde hace 6 meses, cuando se le realizaron estudios imaginológicos y se le diagnosticó esta enfermedad. Queremos, además, presentar una revisión de la neurocisticercosis parenquimatosa y sus hallazgos en TC, una breve biografía del pintor holandés Vincent van Gogh y la historia detrás de sus cuadros de “noche estrellada”. Caso clínico Paciente hombre de 17 años, quien 5 años antes comenzó a presentar déficit cognitivo importante. El paciente tenía antecedente de ser uno de los estudiantes más brillantes de su colegio, y después comenzó a presentar déficit en el estudio y en sus calificaciones, así como incapacidad para contestar exámenes, por lo cual lo retiraron del colegio y lo enviaron al campo a trabajar. Con el paso del tiempo, el paciente presentó mayor pérdida cognitiva y en el momento de consulta se encontraba totalmente dependiente para sus actividades diarias. Cuando consultó a un neurocirujano se le efectuó una TC que mostró neurocisticercosis diseminada (Fig. 1). El paciente fue tratado con Albendazol por un mes, sin mejoría clínica a los 3 meses de seguimiento. Discusión Neurocisticercosis La neurocisticercosis es una enfermedad endémica en algunas regiones de Centro y Suramérica, África meridional, sureste asiático, India y China. La incidencia puede llegar al 3,6% de la población en algunas de estas regiones (10,11). Es poco frecuente en los países desarrollados y se encuentra más frecuentemente en los inmigrantes de esas poblaciones. La neurocisticercosis es más común en las razas latina y asiática, por sus preferencias alimenticias y culturales. Es muy raro encontrar neurocisticercosis en países musulmanes y en Israel, ya que las religiones musulmana y judía prohíben la ingesta de carne de cerdo. El pico de presentación ocurre entre los 30 y 40 años, pero esta enfermedad ha sido descrita desde la niñez hasta los adultos mayores (11). La Taenia solium es un parásito platelminto de la clase Céstoda que vive en el intestino delgado de los seres humanos, donde mide normalmente de 3 a 4 m, pero puede ser de tan solo 8 cm, y es, junto con Taenia saginata, una de las especies conocidas como “lombriz solitaria” (8). El parásito es transmitido a través de verduras regadas con aguas negras (agua de riego contaminada), por lo que se recomienda cocer adecuadamente no solo los comestibles derivados del cerdo, sino también las verduras (5,10-14). La neurocisticercosis se clasifica en diferentes síndromes, dependiendo de la presentación clínica y de la localización anatómica: • Neurocisticercosis parenquimatosa • Neurocisticercosis subaracnoidea • Neurocisticercosis ventricular • Neurocisticercosis espinal • Neurocisticercosis mixta Neurocisticercosis parenquimatosa Es la forma más común de la neurocisticercosis; se puede manifestar con una única lesión o como una infección parasitaria masiva (8,15); Fig. 1. TC de cráneo donde se observan los quistes intraparenquimatosos y subaracnoideos y las calcificaciones diseminadas en el parénquima cerebral del paciente. 2674 Neurocisticercosis parenquimatosa diseminada. Imágenes de “La noche estrellada”. Presentación de un caso. Chater G, García N, Peña G, Dau A presentación de un caso la forma de neurocisticercosis en estadio granular es la más frecuente en los casos de neurocisticercosis parenquimatosa (15). La TC y la RM han mejorado drásticamente el diagnóstico de estas lesiones con la demostración de la reacción inflamatoria asociada en el paciente producido por ellas (10,16-18). La TC es el método de elección para estudiar a los pacientes con sospecha de neurocisticercosis. Aproximadamente el 75% de los niños afectados presenta una lesión única, que se localiza a la altura de la corteza o en la región corticosubcortical. Las características imaginológicas de la neurocisticercosis intraparenquimatosa dependen del estadio del cisticerco. Las imágenes características incluyen la aparición de un nódulo de alta densidad y puntos de calcificaciones. La mayoría de las lesiones presenta dentro del anillo del quiste una imagen puntiforme hiperintensa, que corresponde al escólex. El TC es superior a la resonancia magnética en la detección de las calcificaciones. Las calcificaciones se observan con menor frecuencia en la población pediátrica que en la adulta. La neurocisticercosis intraparenquimatosa diseminada se considera cuando se encuentran más de 50 calcificaciones, o cuando estas son incontables o se asocian a otras lesiones, como quistes subaracnoideos o intraventriculares. La abundancia de calcificaciones le da a la imagen un aspecto que recuerda a la pintura La noche estrellada, del maestro Vincent van Gogh. El tratamiento de la neurocisticercosis depende del síndrome clínico de presentación, la localización y las lesiones cerebrales asociadas. En la neurocisticercosis parenquimatosa se ha demostrado una reducción de las crisis después del manejo antiparasitario con Albendazol o Praziquantel (19,20). El uso de Praziquantel ha mostrado una disminución del 70% de las lesiones intraparenquimatosas después de 15 días de uso. La dosis fluctúa desde 10 hasta 100 mg/kg/día, por periodos entre 3 y 21 días (17). El uso de Albendazol se inició con 15 mg/kg/día, por un periodo de 1 mes. Después se demostró que disminuyendo el tiempo de administración a una semana se alcanzaba la misma eficacia (21). En la mayoría de los centros neuroquirúrgicos la extirpación de los cisticercos se limita a aquellos casos donde el tratamiento médico no ha funcionado y la lesión se encuentra en sitio asequible. Vincent van Gogh (Fig. 2) Era el mayor de seis hermanos. Nació en Zundert, Brabante Septentrional, el 30 de marzo de 1853. Era hijo de un austero y humilde pastor protestante holandés, Theodorus van Gogh, y de Anna Cornelia Carbentus. Recibió los mismos nombres —Vincent Willem— que le impusieron a un hermano que nació muerto justo un año antes que él, y el mismo día, 30 de marzo, como un presagio de su original y atormentada existencia (22). En 1881 empezó en forma regular su etapa de pintor retratando a campesinos que, según decía, eran lo único natural que quedaba ante la irrupción de la sociedad industrial. Un ejemplo de esta época es la obra Los comedores de patata (23). En 1886 se mudó a París, para vivir junto a su hermano menor, Theo van Gogh, quien sería el soporte más fuerte de su vida y de sus aspiraciones artísticas. Se instalaron en Montmartre, y Vincent empezó a codearse con los artistas de la época que allí se reunían, y creció como pintor y como ser humano. Conoció a Émile Bernard y a Henri de Toulouse-Lautrec, y se hizo gran amigo de ellos (23). En 1888 se instaló en Arlés, al sur de Francia, con la intención de crear un taller de artistas en su casa, llamada la “Casa Amarilla”, por ser el color favorito de Vincent (a tal punto que en sus últimos días llegó a comer pintura amarilla). El único que atendió a su petición del Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2673-7 taller fue Paul Gauguin, quien se desplazó hasta allí. Vincent le hizo un cuadro de bienvenida, La habitación, y pasaron juntos una temporada, en la cual los trastornos mentales de Vincent impidieron que la relación se mantuviera. En la tarde del 23 de diciembre de 1888 Van Gogh y Paul Gauguin tuvieron un altercado en el cual se dijo que Van Gogh amenazó a Gauguin con una navaja. Más tarde esa noche, Vincent volvió a la “Casa Amarilla”, en Arlés, donde él vivía, y se mutiló: sosteniendo la navaja abierta en su mano derecha, rebanó su oreja izquierda, comenzando arriba en la parte de atrás y descendiendo, de forma que toda la parte inferior de la oreja fue cortada de un tajo (23). Esto dejó parte de la porción superior de la oreja asida como una horrible solapa de carne. Van Gogh luego envolvió la oreja en un paño y se las arregló para ir a su burdel favorito, donde le presentó este “regalo” a una prostituta. Llamaron a la policía y Van Gogh fue hospitalizado. El tejido cercenado de la oreja fue puesto en un frasco con alcohol, en caso de necesitarlo como prueba. Algunos meses después fue desechado (24). Regresó a Arlés junto con un amigo para ir a su casa, donde vieron que sus cuadros estaban cubiertos por el moho y rasgados por los envidiosos vecinos, lo que provocó otra depresión al artista. Los últimos años de Van Gogh estuvieron marcados por sus permanentes problemas psíquicos, que lo llevaron a ser recluido de forma voluntaria en sanatorios mentales, entre los que se encontraba el asilo de Saint-Rémy, donde realizó los cuadros de cipreses y La noche estrellada, expuesta en 1889 (22,23). En el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence le fue habilitada una habitación para que continuara pintando. Allá empezó una frenética vida artística inspirándose en Rembrandt. En mayo de 1890 un amigo de Theo, el doctor Paul Gachet, lo invitó a que le hiciera diversas consultas, y como Vincent no tenía dinero, le pagó haciéndole un retrato. Durante sus últimos 30 meses de vida llegó a realizar 500 obras, y en sus últimos 69 días firmó hasta 79 cuadros (23,24). Pero la estrecha relación con su hermano, quien sostenía a Vincent económicamente, lo alentaba moralmente. Su comportamiento agresivo y solitario lo hacía ser un paria en los diferentes sitios donde residía y vivir una existencia de frustraciones amorosas, al ser rechazado por cada una de sus pretendidas. Inmediatamente después de acabar su inquietante Cuervos sobre el trigal, se disparó en el estómago el 27 de julio de 1890. A pesar de su herida, se arrastró de vuelta a casa, donde murió 2 días después en brazos de su hermano Theo. “Yo arriesgué mi vida por mi trabajo, y mi razón siempre fue menoscabada”. Estas son las palabras de Vincent en su última carta, encontrada en su bolsillo el 29 de julio de 1890 (23,24). Vincent van Gogh produjo todo su trabajo (unas 910 pinturas y 1.100 dibujos) durante sólo 10 años (etapa de 1880-1890), hasta cuando sucumbió a la enfermedad mental (posiblemente, un trastorno bipolar o un síndrome de epilepsia) (24). Decidió ser pintor cuando tenía 27 años, y siempre quiso reflejar la vida en sus obras. Su fama creció rápidamente después de su muerte, gracias a la promoción de la esposa de Theo, quien, aunque no tuvo una buena relación con Vincent, resultó ser la única heredera de toda su obra tras la muerte de su esposo, ocurrida poco después de la del pintor. De hecho, a ella se debe la única venta de un cuadro de Van Gogh en vida del artista. El mayor impulso de su obra vino especialmente después de una exposición de 71 de sus pinturas en París, el 17 de marzo de 1901 (11 años después de su muerte). .En 1973 fue inaugurado en Ámsterdam el Museo de Vincent van Gogh (22,23). 2675 artista dio muchísima importancia a los colores de la noche y enfocó sus esfuerzos en plasmar la belleza de la luz natural de la noche y de la artificial, que era nueva en esa época (22). La noche estrellada (Fig. 3) Fig. 2. Autorretrato de Vincent van Gogh. Art Institute of Chicago. Fotografía: Hugo López En septiembre de 1889, mientras Van Gogh permanecía en Arlés, dibujó también el cuadro conocido como Noche estrellada, para más tarde realizar un dibujo a lápiz, perteneciente a una serie de 12 dibujos basados en sus trabajos más recientes (22). El cuadro muestra la vista exterior durante la noche, desde la ventana, del sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó el artista tras uno de sus frecuentes ataques, aunque fue pintada de memoria durante el día. Data de mediados de 1889, 13 meses antes del suicidio de Van Gogh. Desde 1941 forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Considerado como la obra magna de Van Gogh, el cuadro ha sido reproducido en numerosas ocasiones, y es una de sus obras más conocidas (23). La parte central del lienzo muestra el pueblo de Saint-Rémy bajo un cielo arremolinado, una vista hacia el norte desde la ventana de la habitación del pintor en el asilo. Las colinas de Alpilles aparecen a lo lejos, en el margen derecho, aunque hay poca correlación entre la escena y la realidad, ya que las colinas intermedias parecen estar superpuestas, y corresponden en realidad a la vista meridional del sanatorio. Asimismo, el ciprés que aparece a la izquierda fue añadido a la composición (22,23). Durante su estadía en el asilo, Van Gogh se dedica a pintar sobre todo los paisajes de la región de Provenza. Es en ese período cuando rompe con el estilo impresionista, al desarrollar un estilo muy personal, donde prevalece el amarillo, símbolo de la luz y del calor. Conclusiones Fig. 3. La noche estrellada, de Vincent van Gogh (1889). MoMA de Nueva York. Fotografía: María Cristina Aschner Noche estrellada sobre el Ródano Pintado en septiembre de 1888, es una de las tantas pinturas de Van Gogh sobre las noches de Arlés. Fue pintada desde un lugar a la orilla del río Ródano, en el pueblo de Arlés, en un sitio que quedaba a solo dos minutos de caminata desde la “Casa Amarilla”. Siempre fue un reto para Van Gogh pintar de noche. Sin embargo, la ventaja de pintar de noche fue que le permitió captar la iluminación del pueblo por las farolas de gas que se reflejaban sobre el río. La noche estaba iluminada por la constelación de la Osa Mayor. Además, Van Gogh añadió la imagen de una pareja de enamorados en la orilla del río. El 2676 Quisimos hacer una pequeña revisión de la vida de Van Gogh, y de estas dos obras maestras, que se consideran como tesoros de la humanidad. También revisamos brevemente los aspectos clínico e imaginológico y de manejo de la neurocisticercosis. La neurocisticercosis parenquimatosa diseminada es una fase muy avanzada de esta enfermedad que deja secuelas neurológicas importantes. Esta enfermedad se debe tener en cuenta en aquellos pacientes con epilepsia y alteración cognitiva en áreas endémicas como Centro y Suramérica. Nuestro objetivo con este artículo fue mostrar que las fronteras entre la creación científica y artística en ocasiones son difusas. Como médicos, tratamos de buscar lo más bello en las más monstruosas enfermedades. En ocasiones es hasta ingenuo comparar bellas obras de arte con imágenes de tan catastrófico pronóstico, como es la neurocisticercosis parenquimatosa diseminada. Las neurociencias y el arte no tienen por qué ser disciplinas separadas que se miran con recelo. Es muy curioso cómo los médicos podemos encontrar semejanzas en tan distintas clases de imágenes y entremezclar la belleza y la enfermedad. Referencias 1. 2. 3. 4. 5. White AC Jr. Neurocysticercosis: updates on epidemiology, pathogenesis, diagnosis, and management. Ann Rev Med. 2000;51:187-206. Del Brutto OH. Neurocisticercosis. Rev Neurol. 1999;29(5):456-66. García H, Martínez M, Gilman R, Herrera G, Tsang VC, Pilcher JB, et al. Diagnosis of cysticercosis in endemic regions. The cysticercosis Working Group in Peru. Lancet.1991;338(8766):549-51. Geltman P, Meyers A. Treatment of intestinal parasites in immigrants. N Engl J Med. 1999;341(5):377-8. Richards FO Jr, Schantz PM, Ruiz-Tiben E, Sorvillo FJ. Cysticercosis in Los Angeles County. JAMA. 1985;254(24):3444-8. Neurocisticercosis parenquimatosa diseminada. Imágenes de “La noche estrellada”. Presentación de un caso. Chater G, García N, Peña G, Dau A presentación de un caso 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. Firemark HM. Spinal cysticercosis. Arch Neurol. 1978;35(4):250-1. Takayanagui OM, Odashima NS. Clinical aspects of neurocysticercosis. Parasitol Int. 2006;55(suppl):S111-5. Rajshekhar V, Joshi DD, Doanh NQ, van De N, Xiaonong Z. Taenia solium taeniosis/cysticercosis in Asia: epidemiology, impact and issues. Acta Trop. 2003;87(1):53-60. Wallin MT, Kurtzke JF. Neurocysticercosis in the United States: review of an important emerging infection. Neurology. 2004;63(9):1559-64. Salgado P, Rojas R, Sotelo J. Cysticercosis. Clinical classification based on imaging studies. Arch Intern Med. 1997;157(17):1991-7. Sánchez AL, Lindback J, Schantz PM, Sone M, Sakai H, Medina MT, et al. 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Correspondencia George Chater Cure Calle 113 No. 1-30, ap. 202 Bogotá, Colombia gchater@hotmail.com Recibido para evaluación: 13 de enero del 2009 Aceptado para publicación: 25 de febrero del 2009 Rev Colomb Radiol. 2009; 20(2):2673-7 2677 sala de redacción sala de redacción En esta sección ocasional que inauguramos en este número, se incluirán comentarios semánticos, ortográficos o gramaticales sobre algunos términos que encontramos comúnmente en la jerga médica oral o escrita en español. También se discutirán algunos problemas de traducción, neologismos, etimologías, usos indebidos y sugerencias para mejorar la comunicación entre colegas y con nuestros pacientes. Compresoma y gasoma Compresoma es el término usado para referirse a una compresa quirúrgica olvidada en el interior del cuerpo, luego de una intervención. Su terminación -oma es un sufijo de origen griego con el que se denominan las masas de diverso origen, y parece tener sentido semántico, dada su común presentación como absceso o seudomasa. Se usa la variante gasoma para referirse a una gasa quirúrgica, usualmente de menor tamaño. Ninguno de los dos términos ha sido aprobado aún por la Real Academia Española, aunque he sabido de fuente directa que, desde hace unos cinco años, por iniciativa de la Real Academia Nacional de Medicina, de España, en ese entonces bajo la dirección académica de Hipólito Durán, se conformó una comisión de expertos para elaborar un diccionario terminológico de medicina, empresa lexicográfica de gran magnitud que seguramente permitirá tomar una posición “oficial” acerca de ésta y otras cuestiones semánticas. Las gasas y compresas que se usan en los quirófanos deben estar marcadas con hilos opacos que permiten su detección radiográfica, siempre y cuando se cumpla con la norma sugerida de no usarlas en ningún vendaje externo. Sin embargo, como suele suceder con las normas que son dictadas por la lógica y no impuestas como obligatorias, no resulta raro encontrar gasas con hilos opacos en las radiografías de pacientes con vendajes ortopédicos y de otro tipo. En algunos casos, la presunción de que una gasa con marca opaca se encuentra en un vendaje puede posponer el diagnóstico de que se trata de un olvido quirúrgico. En inglés, se ha acuñado el término gossypiboma, que algunos ingenuos consideran que está relacionado con la palabra gossip (“chisme”), por los comentarios que pueden generarse luego de una complicación iatrogénica como ésta. Sin embargo, su etimología es más compleja: se basa en el nombre genérico del algodón (gossypium) y en el término suajili boma, que significa “escondite”. Con una etimología tan contundente, no sería descabellado considerar la castellanización a gosipiboma, aunque probablemente no sería fácil diseminar su uso, y mucho menos remplazar- 1 La transliteración es el proceso mediante el cual se pueden transformar los signos de un sistema de escritura a otro, para hacerlos entendibles por quienes desconozcan el idioma original. Por citar un ejemplo, del alfabeto cirílico ruso transformamos las letras y a nuestras d y l, respectivamente. 2678 lo por compresoma o gasoma, ampliamente difundidos en español. Estos últimos términos también superan en frecuencia al más genérico textiloma, que incluye al algodón y otras fibras. Hay traductores y lexicógrafos que opinan que gosipiboma no es aceptable porque su etimología resulta demasiado oscura para cualquier hispanohablante. Algunos de estos mismos expertos son los que han propuesto que un término de origen africano occidental, cuyo alfabeto no se parece al latino y que llegó al español a partir de una transliteración1 del inglés, pueda ser castellanizado sin mayores preocupaciones acerca de lo remoto de su etimología. Me refiero al término del idioma ga, de Ghana, que fue transcrito como kwashiorkor, cuya grafía propuesta en español es cuasiorcor. Como nota curiosa, se conocen como retención de gasa (o de otros materiales) los casos de compresoma, un eufemismo que para algunos sugiere un intento por trasladar la responsabilidad a la víctima, como si de alguna manera hubiera existido intencionalidad del paciente al “retener” el olvido médico. También se le ha llamado granuloma al “cuerpo extraño”, por la reacción, no siempre granulomatosa, que conlleva dicho olvido, que no siempre resulta tan “extraño”. La Real Academia Española acepta el tecnicismo oblito, del latín oblitus, “olvidado”, con la posibilidad de especificarlo como un oblito textil —como el compresoma o el gasoma que inspiraron esta nota— o un oblito metálico, cuando el olvido tiene forma de pinzas, tijeras o cualquier otro instrumento. Por otra parte, oblito quirúrgico parece redundante en textos médicos, pues precisamente hace referencia a objetos “olvidados” (no retenidos a propósito) durante una intervención quirúrgica. El latín, considerado como una “lengua muerta” por cumplir con el requisito de no tener hablantes nativos, sigue siendo fuente de inspiración para acuñar términos médicos. Aunque no es común encontrar médicos que lo dominen, sigue pareciendo que un término creado a partir del idioma oficial de la Iglesia católica sea “etimológicamente correcto”. Cuando de forma accidental (no necesariamente por olvido) se queda un fragmento de un catéter o de una guía en una estructura vascular, lo llamamos “cuerpo extraño”. Para estos casos, los radiólogos tenemos codificado un procedimiento de “extracción percutánea de cuerpo extraño intravascular”, expresión usada para describir un intento por corregir una iatrogenia o un error propio o de otros. Ojalá que una sección como ésta logre motivar a algunos a extraer los términos “extraños” de nuestro lenguaje. Aníbal J. Morillo Médico radiólogo y verbófilo Miembro del Comité Editorial de la Revista Colombiana de Radiología Miembro del Foro Internacional de Traductores Profesionales de Biomedicina (MedTrad) IMAGO [+] ólogo en ” o, tecn “Gusano Zambran e Ramos Foto: Jaim rayos X, Fu anta Fe ndación S ión Cardio y Fundac Infantil