Los signos en el Evangelio según San Juan Los evangelios (Buena nueva) no son una visión histórica de Jesús sino una mirada desde la fe. Ni Jesús ni sus seguidores supieron que Jesús vivo era Dios hecho hombre. Si Jesús hubiera tenido conciencia de su divinidad, todo su sacrificio por nuestra salvación no habría tenido la significación que tiene para sus seguidores. Si el hubiera sabido de antemano que resucitaría después de morir en la cruz ¿qué importancia habría tenido su pasión? Si en algún momento Jesús supo que era Dios tiene que haber sido después de su resurrección. El conocimiento de la divinidad de Jesús fue un proceso de parte de sus seguidores después de la resurrección, que se refleja en los evangelios. Los llamados evangelios sinópticos (llamados así porque se leen uno al lado del otro para ver sus semejanzas y diferencias, lo que se conoce como sinopsis) proclaman el Reino de Dios y muestran a Jesús como hombre, desde su infancia. El evangelio según San Juan, en cambio, se centra en los aspectos más profundos de la persona de Jesús: su existencia junto a Dios, su igualdad con Dios, su venida entre nosotros (divinidad y encarnación), su resurrección. Esta diferencia del evangelio según San Juan con los evangelios sinópticos se explica por el hecho de que proviene de una comunidad, llamada juanica o joanica, formada lejos de las restantes (en la isla de Patmos, en Turquía), que estaba formada por judíos, samaritanos y gentiles, con sus distintas visiones de Jesús, lo que los llevó finalmente al convencimiento de que era Dios. Esta visión de Jesús Dios motivó posteriormente, cuando esta comunidad se integró a la Iglesia, aportando su evangelio, que la Iglesia agregara algunos párrafos e incluso todo el capítulo 21, de manera que se mostrara la humanidad de Jesús, evitando así la llamada herejía de los docetas (para quienes Jesús era solamente Dios y se revistió de algo que parecía un cuerpo, pero que no lo era). Los evangelios son el resultado de un proceso de reflexión sobre Jesús y el evangelio según San Juan se caracteriza por ser el más espiritual, sin abandonar su aspecto humano, lo que aporta nuevas luces para comprender el misterio de Jesús. En el evangelio según San Juan, los milagros de Jesús se llaman signos y son siete, si consideramos solamente los 20 primeros capítulos, escritos originalmente. Junto con los signos se incluyen discursos en que Jesús explica la significación de estos. 1º. Bodas de Canaá: El Reino ha llegado y Jesús es el Mesías. 2º. El hijo del funcionario: Jesús es la fuerza y la salud de los débiles. 3º. Enfermo en la piscina: Jesús, como Dios, trabaja el Sábado. 4º. Multiplicación de los panes: Jesús es el pan de vida que nos sacia. 5º. Camina sobre las aguas: Jesús acompaña siempre a la Iglesia (barca) 6º Ciego de nacimiento: Jesús es la luz. 7º. Lázaro: Jesús es la resurrección y la vida. Los signos del evangelio según San Juan son siete (número de perfección de la revelación de Jesús), nos muestran lo que sucederá cuando llegue el Reino de Dios y su significado, basado en los escritos del Antiguo Testamento, reflejan diferentes aspectos de Jesús. Los signos en el evangelio según San Juan pretenden mostrar un aspecto de la personalidad de Jesús más que relatar el milagro en sí. Por ello es que los detalles de estos signos son más exagerados que los que se cuentan en los sinópticos. De hecho, muchos de los signos según San Juan no se mencionan en los otros evangelios. Se recomienda leer los signos y el discurso que les acompaña, donde se explica el significado del milagro.