Folleto embarazo y radiaciones.

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es que sean tomadas en conjunto por la trabajadora
y la dirección de la empresa.
Es importante no originar una discriminación
innecesaria de las mujeres embarazadas.
Según el área en la que desarrolle su labor, la
funcionaria puede seguir trabajando o pasar a otra
tarea de menor exposición.
Basado en el ICRP - 64 del Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Por ejemplo, si sus funciones tienen que ver con
radiodiagnóstico, la trabajadora
puede
ser
transferida de una sala de fluoroscopía a una de
tomografía computada.
Cómo debe actuar una embarazada
expuesta a diagnóstico o terapia.
Efectos biológicos sobre el embrión.
Si su trabajo se desarrolla en el área de la medicina
nuclear, se debe disminuir el tiempo en que realiza
tareas en radiofarmacia o evitar que trabaje con
soluciones de yodo.
Si cumple funciones en el área de radioterapia, no
debe trabajar en el área de braquiterapia manual.
Interrupción del embarazo
Interrumpir un embarazo es una decisión individual
condicionada por muchos factores, que debe estar
justificada sobre la base de una apropiada
información en cuanto al riesgo radiológico y el
estudio de cada caso en particular.
Por ello se aconseja, tanto a los médicos de las
distintas especialidades como a pacientes y
trabajadoras
ocupacionalmente
expuestas,
consultar a un especialista en protección radiológica
antes de tomar cualquier tipo de decisión.
Embarazo
y radiaciones
La situación de las trabajadoras de la salud.
Ministerio de Industria, Energía y Minería
Autoridad Reguladora Nacional en Radioprotección
Mercedes 1141, piso 1 - C.P. 11100
Tel.: (598) 2908 6783 - Fax: (598) 2908 6783
secretaria@arnr.miem.gub.uy - www.arnr.gub.uy
Montevideo - Uruguay
Comisión Igualdad de Oportunidades y Derechos
Percepción y realidad.
¿Cómo debe actuar una embarazada expuesta
a radiaciones ionizantes?
En el área de los efectos de las radiaciones ionizantes
(usadas tanto en diagnóstico como en tratamiento,
por ejemplo, en los rayos X y la terapia contra el
cáncer), es importante una adecuada protección de
las pacientes y de las trabajadoras embarazadas.
Instintivamente, se desearía evitar el uso de
radiaciones en una mujer gestante. Sin embargo, hay
situaciones en que el diagnóstico o tratamiento con
base en esta técnica están indicados.
Por otra parte, las trabajadoras de las instalaciones
radiológicas también tienen derecho a tener hijos
mientras trabajan.
En ambos casos, la mujer debe conocer la magnitud
y el tipo de los efectos potenciales de las radiaciones
que pueden resultar de una exposición en el útero.
El asesoramiento siempre es necesario, ya que la
mujer embarazada que se ha expuesto, aun a niveles
muy bajos, puede tener una percepción del riesgo de
malformaciones mayor del que ocurre en realidad.
Diagnóstico
ionizantes
y
terapia
con
radiaciones
La mayoría de los procedimientos de diagnóstico
llevados a cabo de manera adecuada no presentan un
incremento de alteraciones en el feto.
En procedimientos terapéuticos, debido a que las
dosis utilizadas son mayores, debe ser analizado
cada caso en particular.
Para realizar estos procedimientos, debe descartarse
el embarazo con un test previo. No alcanza con el
dato de la fecha de la última menstruación.
Por otra parte, es necesario evaluar también el riesgo
del daño para la mujer embarazada si no se realizara
ese tratamiento.
Efectos biológicos de las radiaciones
Los efectos de la exposición a las radiaciones sobre el
embrión o feto dependen del momento del
embarazo en que ocurre esa exposición, así como de
la dosis absorbida.
Para que estos efectos ocurran, hay que superar
determinada dosis (denominada dosis umbral), cuyo
valor es mucho mayor que el que se alcanza en la
mayoría de los estudios y tratamientos que utilizan
radiaciones ionizantes.
Para estudios que involucran dosis bajas, tales como
radiografías de tórax, el riesgo es muy bajo.
La irradiación de las gónadas de cualquiera de los
padres previa a la concepción no ha mostrado
originar un incremento de casos de cáncer o
malformaciones en los hijos.
Sin embargo, en general se recomienda a mujeres
tratadas con radioterapia evitar un embarazo
durante algunos meses después del tratamiento.
Esto se debe más a las consecuencias que genera en
la mujer la enfermedad en sí, que al efecto de las
radiaciones.
madre, quien debe declarar su embarazo a la
dirección de la empresa tan pronto como sea
confirmado.
Una vez notificado, el empleador debe considerar la
protección adicional al feto.
Las condiciones de trabajo, a partir de ese momento,
deben ser tales que la dosis adicional a ser recibida
por el embrión o feto no exceda 1 mGy durante el
resto del embarazo. Esta cifra se refiere a la dosis
fetal y no es directamente comparable con las dosis
que se miden con un dosímetro personal. Tampoco
es de utilidad el uso del dosímetro personal en la
zona abdominal.
Este límite es comparable al establecido para
miembros del público. En el ámbito de la protección
radiológica se define como público a “cualquier
individuo de la población excepto los sujetos a
exposición médica u ocupacional”.
Esta restricción de dosis en el feto no significa que
sea necesario evitar completamente que las mujeres
embarazadas trabajen con radiaciones o material
radiactivo.
Sin embargo, a veces las trabajadoras embarazadas
solicitan cambiar el lugar de trabajo a un área en que
no haya exposición a las radiaciones, ya que, pese a
saber que los riesgos son bajos, no desean aceptar
ningún incremento de estos.
Control de las embarazadas ocupacionalmente
expuestas
Otras veces es el empleador quien puede tomar esa
decisión para evitar futuras dificultades en el caso de
que la trabajadora tenga problemas en su embarazo
o dé a luz un bebé con problemas de salud.
La primera responsabilidad en cuanto a la
protección del embrión o feto recae en la propia
Estas decisiones particulares no se basan en
principios de protección radiológica. Lo aconsejable
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