¿EN QUE CONSISTE? Tras el auge del alotrasplante humano −el trasplante de órganos entre humanos− propiciado por la aparición de la ciclosporina, se vieron cumplidas muchas de las expectativas que durante largo tiempo había suscitado el trasplante como herramienta terapéutica. Pero los buenos resultados obtenidos han provocado el aumento de la demanda de esta práctica terapéutica teniendo como resultado una escasez de órganos. Una alternativa a este descenso es el xenotrasplante, que consiste en la inserción de células o tejidos de una especie cualquiera en otra, y desde la última década del siglo XX se ha popularizado como la inclusión de órganos y tejidos de origen animal en seres humanos con la finalidad de hacer frente a enfermedades ocasionadas por la atrofia de una función y para brindar una alternativa ante la falta de donantes. El xenotrasplante puede ser una realidad clínica viable, gracias al uso de animales modificados genéticamente con este fin. Cuando los beneficios del xenotrasplante superen los riesgos se darán las condiciones para que esta solución sea una realidad. EL POR QUE DEL XENOTRASPLANTE El éxito del trasplante como terapéutica ha creado un nuevo problema; una demanda de órganos para trasplante muy superior a las disponibilidades actualmente existentes, y con ella ha aumentado también la lista de espera. El número de enfermos en lista de espera para el trasplante de algún órgano sólido aumenta cada año, mientras que las donaciones que se realizan permanecen estacionarias o con incrementos mínimos. Tan solo España, Austria y algún estado de los Estados Unidos mantienen unas cifras de donación elevadas y no han sufrido una reducción ostensible de órganos donados. Sería necesario duplicar el número de trasplantes que actualmente se realizan para que todos los enfermos que se encuentran en lista de espera pudieran recibir un órgano. Las soluciones al problema de la donación y el incremento de las listas de espera son dificultosas. Considerar donantes a los fallecidos de asistolia y a individuos de edad avanzada, junto con la mejora de la detección de donantes potenciales, podría ayudar a paliarlo, pero no seria una solución definitiva. Además de estas mejoras, el uso de órganos mecánicos es una posibilidad, pero no se pueden usar para sustituir a aquellos de metabolismo complejo, como el hígado y el riñón. Así la mejor opción es la de usar órganos de origen biológico, es decir, los xenotrasplantes como alternativa. El xenotrasplante, o trasplante de células, tejidos u órganos procedentes de otras especies animales, podría ser una solución a este problema, pudiendo obtener una fuente de órganos que abastecería las necesidades tan altas de trasplantes y reduciría al mínimo la espera por parte de los pacientes, mejorando su calidad de vida mucho antes y aumentando su probabilidad de supervivencia. ANTECEDENTES DEL XENOTRASPLANTE El xenotrasplante ha sido una vía estudiada desde principios del siglo pasado, y a pesar de que los resultados en muchos años no han sido satisfactorios, sigue estudiándose como alternativa al crecimiento de la demanda: − En los primeros años del siglo XX se realizaron tres intentos fallidos utilizando como donantes un cerdo, una cabra y una oveja, especies animales que se encuentran muy alejadas del hombre en la escala fílogenética. 1 − En 1964 Reemtsma y Starzl trasplantaron riñones de chimpancé y babuinos a enfermos con insuficiencia renal. La mayoría de los riñones trasplantados funcionaron inmediatamente. Los receptores fueron tratados con una inmunosupresión muy intensa, ya que se sabía que el rechazo a estos injertos era mucho mayor que entre dos animales de la misma especie. El motivo fundamental del fracaso de estas experiencias fue la aparición de infecciones oportunistas debido al tratamiento inmunosupresor, aunque uno de estos riñones funcionó normalmente durante nueve meses. − En 1984 Bailey trasplanto un corazón y Starzl en 1992 y 1993 dos hígados. Usaron babuinos como donantes, pero a pesar de disponer mejores medicamentos inmunosupresores no tuvieron mejor resultado. Las supervivencias de los receptores oscilaron entre 20 y 70 días y todos fallecieron como consecuencia del órgano o por complicaciones infecciosas. − En 1996 David White, introdujo un gen humano en el organismo de cerdos buscando que le sistema inmunológico no activase los mecanismos de respuesta natural, y consiguió supervivencias de hasta tres meses. Este paso fue muy importante, y el uso de cerdos modificados genéticamente ha mejorado los resultados de las investigaciones de los últimos años. A pesar de todos los estudios e investigaciones realizados hasta la fecha, no ha sido posible obtener supervivencias prolongadas con trasplantes entre especies cercanas al hombre. LIMITES ETICOS Hay varias cuestiones de carácter ético consideradas especialmente relevantes y las cuales hay que respetar: · Los derechos de los animales, evitándoles dolor, sufrimiento o lesiones perdurables, así como proteger sus habitats y no poner en peligro las especies. · Las diferentes tradiciones, culturas y creencias religiosas. · Los dictados de la ética científica y médica y la ética global hoy aceptada internacionalmente con independencia de tradiciones, religiones o culturas, que protegen la dignidad humana. FUTURO DEL XENOTRASPLANTE. La producción de cerdos trasgénicos en condiciones libres de gérmenes específicos, limitaría el riesgo de transmisión de infecciones. Sin embargo, todavía quedan otros obstáculos que hay que superar para que el xenotrasplante de órganos de cerdo en humanos, tenga las máximas garantías de éxito. Cualquier nueva terapéutica conlleva un riesgo para el paciente. Cuando los beneficios del xenotrasplante superen este riesgo, podrá convertirse en una realidad clínica. 2