lIl TRATAMIENTOS DE OTOÑO La desinfección de s•emillas, el•tratamiento contra 1a. clorosis de la vid y las campañas d^e fum^gación d^e olivares, a^sí como las pulv^erixa^ciatves pa^ra combatir el r^^:^o del olivo y la smtna d^el pe, ral, son las principales prácticas de terapéut^ca agrícola que d^eben realizarse duranhe el otoño. DESINFECCION DF SEMILLAS En la sementera conv:ene atender con especíal esmero a la ^desinfección d^el trigo empleado para simiente. Fl objeto d^e e^ta práctica es preven^.r la ^enfermedad del tizón, que en c:^ertos años destruye una parte importante de ]a cosecl^rz, Preciso es advertir qu•c son varias las enfertrredad.es del t^rigo qu^e se canfunden vulgármente con los n^ombres cie carbón, tizón, añublo, a1= eaor, et^c. La más important^e c^ la cariee o tizón (i), que se reconoce fácilm^en^te, porqu.e los (t) Tilletia tritici, granos ata^c.a^dos ^est^an llenos d•e un polvillo ^negrurco con olor a pescado podrido; el carbón (i), en cambio, destruye enterarnente la espiga dejándo]a reducida al raquis. La desinfección usual del grano sú^.o sirve^ ctmtra la ccrries ^o t^^6tt. I'cártica corriente in las aomarcas trigue^ras es e' s^^lfalrudo, m^ciando el trigo--,extendido en capa <l^ una cuarta de esprsor-cc>n sulfato de cobre disuelto en^ agua a'1 i por ioo. Convierre traspalar ^el montón para que los granos queden Io mejor moja^dos posibl^e, y d^espuós se d^ejan orear, sembránd^oles al día siguiente. Este método es de r^esultados imperfectos, por la dificultad de mojar bien todos los grano^s, y además tí•en.e otros ínconvenientes, como son : d'sminuir el pc+der germina^tivo dél trigo, precisar que se haga la desinfección la víspera de la siembra y adelan^ta•r l:a germ:narión, con .el consigui:nte pelígro cuando escasea la ^humedad en el t^erreno. Por ^estos motivos cada año se va extendi•endo más entre los agr;cultores ^el nuevo proced•imi^ento de ^esinfl^ción en seco con carbonato de cobne en polvo impalpable (2), qu^e es absolutamente inofensivo para la semilla y puede aplí^carse s'm inconveni^ente con la anticipación que se des^ee ^respecto a la siembra. (r) Uslilago tritici. (2) A falta de carbonato puede usarse el oxicloruro de cobre, síempre que esté en pnlvn muy fino. 6Z )-'ara hacrr la dc;infccci^'^n •^e nrc:sta un rcci l,i^^ntc ^^uc ci^^, rre I^icn ^^ ni^rntarln ^•n f^ rnia ^^tt • 1'^k^s• 4-t-45^ -^^ranu; dc lrigu cou °tiz^ín" o"caric;" (Till^•fia trtitici) y aparato empleado para la de^infecci(m cn seco de la simiente, prvicedimiento quc su^titu}^• con ventaja al clá ^ ico stilfatado. l,ueda dar vueltas sobre un c:je. Existen en el comercio aparatos adecuados que facilitan la crperación; pero cualquier herrero d^e pueblo puecíe improvaar uno con un bi^dón o barril, el que s^ tnonta sobrr un eje can manubrio^ y se prov^ee de una t;^^^a yue c:^erre perfectamente, para evitar l^a sali^lai cíel polvo. ^ 1^:1 recipianbe se Ilena--hasta la ^tercera partc•, como máximo-con ^trigo, y d^cspués de ^ethar la cantidad nc^cesaria de carbo,nato cíe c^abre, se cierra y se da vuel.tas len,tanneaate duranbe tres o cuatro minutos. Esta ope,ración d^ebe hacerse al aire libne, para que a los obreras no les moleste ^el polvo, pud:^ndo prot^egerse boca y nariz can un pañuelo húmedo o con mascarillas pratoctoras. que para este ^efecto se encuentrau en el comercio. Es n^eeesario empl^ear c.arbonato ^d^e cobrc en polvo finísimo y con ga:rantía d^ una r:queza en cobre del 40-5o por ioo, basiandc^ emplear ^^oo gram^os por cada ioo kgs. cle trigo a desinfectar (unos ioo grs, por fanéga). Puede^ ^ e^mple^arse también de m^nos riqueza, aunque no ínferior al t6 por ioo de cobre y, si la finura no es tan extremada, conviene elevar la dosis. Los prod^uctos com^erciales a bas^e de m^ercurio son también útj]es, pero resultan bastante más caros que el carbonato dé cobre, sin que tengan Fobre úste ninguna v^entaja en cuanto a eficacia. -64^'liCiEI^O En las v:ñas situadas en terrenos cal•zos, donde s^e háyan obs^rva^do síntomas de clorosis, debe hacerse en otoño, cuancio emp'ezan a cacr las hojas de la cepa, un tratami,ento con sulfato cí^e híerro en sr,luc:ón conc^ntrada (2o a 25 kgs. de sulfato ferraso por ioo litros d^e agua). El amarilleo d•e la hoja, caractrrísti;o d.e la clorosis, se produce en esos tErrenos porque la cal insolubíl za ^el hi^er.ro, d:f:cultando su asimilacián par las raíc•es, y como dicho eleme^nto ^es indaplnsable para que se form^e Ia ma.ter:a verd•e (clorofila), su falta o escasez es causa •de la enf erm^edad. El tratamiento cons',ste en hac^er una poda previa, larga, emhadurnando a cont:nuación los cortes con lasolución d^e sulfa•to ferroso. Es'a se lleva .en cubos d^e m^aderar aplicándose con u^nKa brocha. Hecho el tratamiento en la época indicada, es de máxima eficaci^a porque, al retirarse^ la sravia, el líquido es absorbi^do par la ^her:^da y penetra, fá•cílmente en los tej'dos d^e l^a planta. Durante ^e] invienno, por estar paralizada la vegetación, el efecto obtenicí'o es menor, y en primavera resultaría completa^mente ineficaz. La aplicac:ón del sulfato de hi^e^rro ernterra^do al pie de las c•epas es menos recom^endiable, aun cuando s•e emple^e en canti^i:ades relativamente grandcs (z5o a 5oc^ ^r^. pr^r oi^pa), par quedar insolubil zado cn tiu ma^•or partr en l^s sttelos alcalinos. OLI^':1R Una ^de la^s enferinc•^la^irs iii^ís fre^uc^ntcs en el ulivu es la llam^acla "r^^pilu", cuyo síntoma in^is Fig. 46.-Hojas de olivo cun las manchas características dc la cnfermedad llamada "repilo" (Cycloro•riit4m oleagi• nu»i). aparcnte y conocido es la caída de las hojae, d^e-^ jan•do las rama^s y rarnillas ^desnudas ^^ "repila5 -66^1as". h:n las h^^jas rnf^rmas se ohservan mancha^ c.rcularrs ca:ractcrísticas. i•:n los oii^•ar^es atacaciu, l^^or e^ta rnf^ertn2clacl rlrlu• ^larsc, a l ,rincil,i rl^ ^^t^air,, una pulveriza^icín ^^un ^:^l^^^rs cíthric^t: hara pre^•e•nir que se prol>a^u^ Ia ini^cci^•^n al cc•^:t,r I^is cal^tres ^lcl ^^eran^^. ^icmltrr yuc• nu sf• rc•tras^• t( tratamirnt^t• nn liat trnrnr ^lc• yttc• yue!lc•n rn I;t ai:•itnna r^.,tus ^lcl cal ^iu, yur ltu^lieran ini^r}x^rarsc• al a^eitc. ]^;n Fas iinca^ ^lc ol^var rl^r l;ran extensií^i rc- I^ig, qy.-Pul^criz:il^^r dr tnotor an^astrad^^ tuu cahallcrías cmplca^lo c•n cl tratamícntu ^^^ntr:t cl "repiln" i•n olivare ^ tlt• t;ran eKten;i^'^n (I. :1. ^Ic lac^n). sulta vrntajosu rl c•tn(^lc•^^ ^lc; ^np<^t.ra;t^, ptrlvcrizadores ^clr carro, accionaclos pur motc^r, lxtr su ^^r:ui rendimirnto ^^ ecrn^rnnía cle mano clc ctlira. Hacia San Ttigurl se prvduce al^nnos añt^s ^^^^ ^' ^^' ^x '^ ^á uns caícla anormal de aeeituna oca^ia^a+tÍa por ^#^ "pulilla" (Prmys alecllus), que ata^a a 1^ altrlrtn^'. círa del hueso, d^esprendiendo el fTut^o d,^i rab^lo. ' En 'a aceituma caída puede ^abserdarse c^e u}^•^al- ,. f:ler penetra fácilmrente hasta el it^er;^r ^el ^ ue* ,^„ sn, ^taladrado por el ins^ecto, ^ ^ • ^^ ^ ^ Convient favot^ecer la caída •cí^e las areitunás dañadas, sacudiendo los árboles, para recogerlas y molerlas inmediata^mente o, cuando es'o na sea posible, guardarlas en almacenes con ventanas provistas de tela metálica, pues si se dejan mac?urar en el eampo, saldrían de e11as clas "polillas", que reproducirían la ,plaga al año sigu:ente. En algunas comarcas olivarera ^ (Bajo Aragón, Adbacete) se presen'an a veces invasiones tardías de la "moeca" (Dacus olede), proced^ente de zonas más cálidas, dbnd'e y^a no e^n^cuen,tra fruta en ^es^ta época. Es oportuno en tales casos algún tratamiento tardío rantra ]a mosca, siguiendo las narmas que s. indicaron a^l ^habla^r de dos tratam^entos de verano. A prínc^p:os de otoño es la m^ejor época para fumigar los ol:vares i^nwadidos par el "ara6uelo" (I,roothrips aDec^c), sienda preferible ^fectuarlora:ntes de la r^ecol^ección, porque d^espués d^e ésta quedan los insectos dispersos por el su•elo y se obtienen resuitados defici^entes. Aunque s^e trata d^e un ins4cto muy pequ^eño, pued^e comproba^rse su ^existenc:a sacudiendo las ' I^ig,. ^^i-,o.- ":\ra ^ uc;u" ^lcl uIi^u: Iwjas y lruto> atacados; intecto a^tulto vi^to al microsrnpio. -69,,^ ramas clcl olivo sobre una ^tela blanca, doride destacan por su c.olor negro. A primera vista >>^^^` econarcen los olivrs ataca.das, pcR 1^ car^teri^ ^^as hoj^a^s retorcida5 y ^d^eformadas^^por la^^i^^ duras del "arañuelo" o "bicho". El^^a_tayue ^úele ser más pat^ente en las hojas nuevas ck,lott chuY pones y ramas altas. Es fundam^ental asegurarse, ant^es de empezar la campaña, de que no existen hueve^cilíos de "arañuelo" sin avivar, porque contra ellos no 4ienc efi^ca^cia el gas cianhidrico a las dbsis usual^es. Cuand^o para fumigar s^e emplea ^el cianuro dé calcio (Cí^as o Cadci^l), es n^eresario tenér nnry en cuenta que ]a humed'ad del aire bajo la 1 rnedi^da con un higróm^etro, no debe s^er me 35 grados; condición casi si^empre cumplid ^^ñ las é épocas en que se fumiga el olivo. ^_ ^ ^ "^` s ^ ARBOLESFRUTÁLE5 La "earna" de las hojas del peral (EriaQ7lt+ pyrn^) es una plaga frecuente que, em algurios casas, al^canza ci^erba importancia, mereci^e^ndo^ s^er combati^da. Generalmente se lirnitan los ataques de este ácaro a]as hojas, en cuyo haz o cara.supe^rior apa:re^cen gequeñas ampollas ama^rill^enhas, que luego s^e extiend^en y forman manchas d^e color pa^rdo negruzco. Obse^rvando las hajas par el envés eon ayuda de una lente, pued^en apreciarse pequeños orificios o aguje,ritos que permiten dis- -- 70 ^ tinguir esta plaga cle uUras vnic:riue^l^drs prcxluctoras de manchas en las hojas. :^1 caer éstas, lus parásaus se retul;ian para inventar en las y^ernas del árhul, 5i^^ndo ése el inumento oporttmo para combatir la plaga me^diante la pulv^eriza^ción de en^ulsiones d^: ace'te m^iareral (Emulso, hoTck, ^e^tc.} al 2 par ioo. La ^emulsión concentrada se bate pr;mera con pequeña canticia^d de agua y luego se le va añadi•endo el agua restante, poco a poco y agitando a la vez el líquido con un palo. Coma insecticida puecle t^mplearse también el caldo sulfocálcic•^, cfie^ a&3o grados Beau ^izé, diluíd•a cn agua al io par ioo (o^ la mixkura sulfacálcica en •polvo, disu^lta en agua all 3 por ioo}. El tratam:ento se hará con apa^rato pulveríza-. dor de presión previa adecuado para árboles, provisto, si éstos son altos, d^e lanza con ^alargacíera d^e bambú. A1 pulverizar d^ebe cui•darse d.e mojar bien las yema^s y brot^es nuevus. En atoño tarnbién se pueden fumiga^r los naranjales, aunque para las var:edades ^t^empranas resulta preferible espera^r a que se recoja la cos:cha. Caso d•e hacer el tratamien^to, canvíene no trabajar dura^nte el período de cambio de coloración del fruto, ^.n qu^ éste resulta muy s^er.sible al gas cianhídrico,