' Esta Junta ha procurado, en su obra. hacer sentir o r por aqui la influencia obra de los mismos españoles, ayudando a la juventud estudiosa para incorporarse a las empresas científicas que, por interesar a todos los pueblos cultos, han adquirido, según frase de la Junta, un carácter internacional. Triste es decirlo, pero nuestra nación vive bastante alejada de esos núcleos intelectuales que suman estuerzos de todas ]as naciones a favor de la cultura universal. Para el logro de este fin, la Junta, durante los años igto y igi i, ha concedido, previo concurso, pensiones en el extranjero a varios estudiantes y profesores para los más diversos estudios, convirtiéndolos en transmisores de las enseñanzas de Ios maestros y de las Escuelas e Institutos extranjeros. Estos puntos de contacto, establecidos con la cultura universal, han sido, además, favorecidos por el «Patronato de Estudiantes», las iniciativas de las que ha venido a encauzar familias que por su propia cuenta envían a sus fuera de España, dando estudios hacer a hijos medios a los españoles que trabajan sobre un mismo problema en el extranjero, para agruparse, fundando, por vía de ensayo, «La Escuela Española de Roma», que proporciona a sus miembros medíos para investigaciones arqueológicas e históricas. Durante estos años se han introducido cambio de repetidores con las escuelas francesas, se han enviado delegados en Congresos científicos o para misiones especiales y se ha iniciado una patriótica labor, que merece toda nuestra simpatía y aplauso, encaminada a fortificar las relaciones con los países hispanoamericanos. Por R. Q. de iQ de abril de tgio se encargó a la Junta que otorgase a los estudiantes americanos cierto número de plazas en los centros de estudios e investigaciones en los Institutos de educación que dirija en España y en las escuelas españolas que furide en el extranjero, dándoles facilidades para utilizar las Instituciones de patronato creadas para los estudiantes esnañoies. Asimismo se la Iacultó para enviar a América pensionados con la misión de estudiar determinados asuntos y para establecer el intercambio de profesores y alumnos Poi' último, se la autorizó para pubíicar en España obras científicas sobre América, especialmente como resultado de los trabajos <le los pensionados, fomentando el cambio de las publicaciones de la Junta con las de otras entidades científicas americanas. g8i © Biblioteca Nacional de España cional de Ciencias físiconaturales, y en otros centros creados por la Junta para realizar trabajos dentro de España. a la Algo se ha hecho ya en este terreno enviando de Argentina en los Museos Paris, Lonprofesores, previa preparación en dres, Amsterdam y Bruselas, para completar sus estudios dos los Museos Nacionales de Buenos Aires y la Plata, para llevar de la fauna fósil de las a cabo la clasificación de las colecciones en la Universidad de Valencia. existentes Pampas Por iniciativa dc la Junta, ha llevado a cabo su viaje a América D. Adolfo G. Posada, quien ha dado cuenta de su misión con América». en una Memoria titulada«Relaciones científicas También D. Agustín Viñuales Pardo, después de ocho meses de preparación en Alemania, se ha trasladado a la Argende esta tina, para hacer estudios sobre la vida. económica República. Dentro de este orden cabría instituir «La Escuela Ameride Seviíla» para abrir el campo de investigación de los estudiosos americanos y españoles en aquel admirable Archivo encierra tantos capítulos inéditos de la Historia de Indias, cana que de,américa. Estamos al principio de esta labor científica y docente, l resultadc aun cuando los primeros pasos han sido tanteos, el viendo como se va formando una lees por demás halagüeño, dice' la gión juvenil que ha real zado una labor seria, y como los se Junta en su Memoria, primeros signos del perciben científic que encuentra aplicaactividad la de resurgimiento ción en el Centro de Estudios Históricos y en el Instituto Na- k".~~~f~~~lSEB~.P5 m En el decreto de constitución se otorgó a la Junta personalidad para adquirir bienes y para recibir donaciones que sumar a los auxilios del Estado. Hasta ahora en í spaña, donde se registran tantos legados píos y benéficos, nadie se ha acordado en vida ni en muerte de de cultura. América ha sido la única que este superior ha dado el ejemplo, siendo el primer donativo recibido importante io,ooo pesetas para tres pensiones en el extranjero, de un ilustre argentino el Dr. Avelino Gutiérrez. Hace pocos días que el Cónsul de la Argentina puso en nuestro conocimiento que en su país, por medio de suscripción, se habían recaudado más de ioo,ooo nacionales para establecer el intercambio entre profesores españoles y argentinos. En los presupuestos de igi i se consignaba, para atender a los fines y servicios de la Junta, la suma de 775,ooo pesetas. Esta cantidad constituye una de las cifras más reproductivas de nuestro presupuesto. Con ella difícilmente adquiririamos un buen torpedero y basta para echar los cimientos de la cultura científica, que no es cosa que se hunda, y que infunde a los mayor fuerza y potencialidad que las corazas y órgano pueblos los cañones. Hoy las nacicnes, tanto en la guerra sitan para resistir el poder de la ciencia, como en la paz, nece- Federico Rahola * El Canalde Panamá y las doctrinas de Monroe, Sáenz Peña, Root y Lodge Monroe proclamó la doctrina: «América este para los americanos.» Seguramente que para misma eminente estadista y para los hombres de escuela de justicia y de respeto a los derechos de los pueblos débiles, como Lincoln, Leward, Mac Veaghs etc., etc., los iberoamericanos quedaban comprendido, Root, en esta doctrina tanto como los yanquis. La escuela imperialista no entiende sino que no lo considera así, americanos y por existen éstos y que ellos por la ley del más fuerte, Qui~ nominor leo, se creen dueños absolutos, no de las dos Américas, sino de Asia y de toda la tierra. Así es que la desmembración de Méjico y el arrebato que,le hicieron de California, Tejas y Arizona; el desmembramiento y el arrebato que le hicieron a Colombia del Istmo de Panamá; la guerra con España y el botín que de ésta cogieron; Puerto Rico, Filipinas y su protectorado sobre Cuba, son actos que estos imperialistas, modernos Atilas de los Trusts y de las especulaciones. predican y defienden como muy naturales y como obligada consecuencia del destino manifiesto. Los pueblos iberoamericanos o sus gobiernos, y también los europeos, a una insinuación de los Estados Unidos se disputan onor de ser los primeros en aplaudir estos actos vandálicos, como sucedió con Panamá y antes con España. j Mañana serán otras las víctimas y todos aplaudirán por miedo! Y éstos tendran que reconocer, como en el caso de Colombia 'a y d de K España, los hechos cumplidos y establecer relaciones con los victimarios. Los pueblos no tienen derecho a i. proclamó la otra el notable estadista argentino. A pesar de que ella es justa y amplísima, puede ser explotada en perjuicio de los pueblos débiles por los imperialistas yanquis, euiopeos y también iberoamericanos, o sea por los' más fuertes, quienes establecen en los territorios de aquéllos, como huéspedes que solicitan «el pan y la sal», su hogar y sus industrias, y cuando ya se sienten fuertes, promueven guerras civiles, hacen mons- presidente Ipa . En la Conferencia de La l laya, el actual presidente de la Argentina, Sr. Sáenz Peña, opuso a la doctrina de Monroe, la de «América para la humanidad». Seguramente en defensa de los países iberoamericanos, víctimas de la doctrina de Monroe 1 truosas piden protección a sus gobiernos, y salvajes africanos. América con los yanquis en la época Esto sucedió a Centro de los filibusteros ; a Chile, cuando los escándalos de los marinos americanos ; a Santo Domingo y actualmente a Nicaragua, en donde los soldados yanquis acaban de apoderarse de Managua, según ellos, para proteger los intereses de sus nacionales, y como el imperialismo será siempre el mismo, ya se trate de hombres civilizados o de salvajes, llámense egipcios conducidos por Ramsés II o Sesostris ; griegos conducidos por Alejandro, romanos por César, bárbaros del Norte por Atila, franceses por Napoleón, el más grande de los mortales, o yanquis por los magnates del dinero, los pueblos débiles deben pre- él. Las naciones europeas hubieran hecho en la América latina lo mismo que los yanquis, si éstos no lo impidieran, como lo hicieron cuando defendieron a Venezuela y la Guayana contra Inglaterra, no por amore, sino porque «América es para lo! americanos». La doctrina de Saenz Peña, justa y hermosa, necesita un complemento indispensable para que no se aplique a los pueblos débiles y para que los fuertes no se declaren la humanidad. Este complemento lo han establecido y lo cultivan con gran éxitp la Argentina y Chilé, asimilando todo elemento extranjero que llega allí, al carácter nacional y a las grandes virtudes morales y religiosas del hogar iberoamericano, que son s8z © Biblioteca Nacional de España reclamaciones y estos intervienen como si se tratara de caverse contra todos los pueblos que tendrán que pasar por esa garganta del globo. Esto fué lo que quiso Colombia al dar la concesión frande esperar que cesa, según la cual el Canal era internacional. Es triunfe el senador Root, y si así no fuese, inglaterra exigirá el cumplimiento del convenio Hay-Pauncefote que garantiza a su marina mercante en el uso del Canal, iguales derechos que a la americana. Así quedarán protegidas las de todos los si Colombia ap ueblos la Península ibera, en donde la mujer, como maesposa, como hija, forma y educaal hombre. En esos dos países, como sucederá a su turno en todos los otros, los inmigrantes extranjeros son fundidos en un inmenso crisol, en el hogar cristiano, y modelados por las virtudes y por los bellos ideales de éste ; los hijos extranjeros formados por las madres criollas, son entusiasfervientes patriotas ; tas así lo han observado Ferri y Clemenceau en sus recientes viajes a la Argentina. Buscando italianos y franceses en los hijos de sus las mismas dre, en como y. probara, mejorándolo tuidad, sangre cruzada. Lodge, velt, sin perjuicio de abanen la última paña presidencial, cam- acaba de proponer, y el Senado americanoha aprobadocon gran mayoría, algo inaudito, por no calificarlo de otra manera, y que en adelante se llamará la Doctrina I odge, la siguiente declaración : Los Estados Unidos considerarán como un acto sumamente grave puede decirse de hostilidad, cualquier concesión que se dé a Gobiernos que no sean americanos (se entiende yanquis) en los puertos de cualquier país , lo que a se perpe- refiere Europa no olviden estas verdades. Q u e e I Can al d e Panamá acerca de quince días a la raza asiática a los centros de civilización occidental. Que en aquel conti. nente, cuna de civilización, se en cuentra más de la mitad del globo, y que empujada por su creciente aufalta de mento y por la alimento y de espacio, se desbordará como una avalancha sobre América. Que de Massachussets, el antiguo y grande amigo de Roose- donarle quedaría en al uso del Canal, en iguales condiciones que Ja de los Estados Unidos. Conviene que todos los pueblos de América y de intelectual. Lo mismo son los chilenos y los demás iberoamericanos de e El senador a marina compatriotas, encontraron argentinos de gran fortaleza física con- las actuales circunsel tratado Cortes tanc¡as Root pendiente todavla su forme pueblos hay, cojaponés, superiores entre esos mo el e ideales los occidentales, v que pueden educar para la guerra y para la civilización, a toda la raza amarilla. Que la China ha dado pruebas elocuentes, que pudiera amenazar Ja PaCanal del del que deben hacer meditar a seguridad los occidentales, de qué es namá. Esto quiere decir clacapaz, en su último cambio de Gobierno y en notables ramente, y los yanquis lo actos del actual Presiden te, con su genial bruaplicarán entre los cuaJes recordamos talidad: «Pueblos iberoameel reciente de una visita ricanos (inclusive el Brási J), oficial a una misión católica, os notificamos en nombre en que asistió a un solemne derecho del más fuerte, que Te Deum, y al contestar al del soy yo, que habeis p erEl üenersl Reyes discurso del misionero afirdido vuestra soberania, que mó ser la religión elemento desde hoy tomo la tutela de vuestros intereses y que si me contradecís os trataré como indispensable de civilización, sin la cual el hombre es una besa Colombia y a Nicaragua». tia. Sirva esta bella lección para los occidentales que se han dePara los imperialistas este es el clarado enemigos personales de Dios y que empujan a la humasignificado de la Doctrina l rtdge. El senador Root, uno de los hombres más distinguidos de su nidad a la barbarie. El peligro amarillo no es una ilusión, es un hecho que llegará más o menos pronto, pero que fatalmente llepaís, y uno de los mejores amigos de los pueblos de la América ibera, df:fiende actualnferfte en el Parlamento de Washington, gará; para conjurarlo y hasta para convertirlo en mutuo bien, deben unirse en verdad y en justicia, que es la ley evangélica, que no haya en el Canal del panamá tarifa privilegiada para la marina mercante de su país, los intereses de todos los pueblos, y especialmente los de América. se respeten y que en moral, fortaleza generosos, a R. Reyes MEXICO : Conferencia leída Señoras y señores : ~on todo respeto y consideración, singular placer y rendido g) agradecimiento cedo a la benévola instancia de la esclarecida «Casa de América», que tan cortesmente se ha dirigido a mí, por conducto del Sr. D. Claudio Ametlla, inteligente Secretario de la Asociación y del entusiasta miembro de la misma, micompatriotael Sr. D. Miguel Hernández Gener. Voy a deciros unas cuantas palabras de aníistad, de concordia y de unión que, ~ en desprovistas de elocuencia, serán para vosotros de sumo y cada uno de los miembros de la «Casa de América» sois apóstoles de fraternidad, mere:edores de que los españoles y los os en sus cora- aunque interés, ya que todos hispanoamericanos dediquen altar de gratitud imperecedera. Gratas y muy bellas impresiones llevo de esta noble tierra de mis mayores al país de Cuauhtemoc y de Morelos, de Zaragoza, de Ocampo y de Juárez ; pero entre estas impresiones be- zones un 383 © Biblioteca Nacional de España la Casa de América el día 8 llas y gratas, culminan las que me han hecho sentir dos cultísimas asociaciones : la Unión Ibero-Americana, de Madrid, que acaba de conferirme la distinción de hacerme socio honorario suyo, agrupación en cuyo recinto vuelan los verbos inflamados de í abra y de San Pedro, y esta simpática «Casa de América», de Barcelona. Ambas sociedades tienen por principal objeto estrechar las relaciones de afecto, sociales, económicas, científicas, literarias, artísticas y políticas, entre España y las naciones americanas, y estudiar cuantos asuntos se relacionen con Ios fines de las asociaciones, especialmente aquellos que se refieren al comercio, ese genio que une a los pueblos separados por las mayores distancias que suaviza esperezas y extingue odios, apagando paulatina, pero tenazmente, la llama de los rencores, y difunde y propaga la confianza mutua entre las naciones. Por su afición al comercio fueron los fenicios tan poco atectos a la guerra que no tenían fuerza de resistencia más que para la defensa de sus rocas insulares, y al primer ataque habían de perder sus posiciones de tierra firme : jamás tuvieron imperio propiamente dicho, como los grandes Estados del continente ; pero eran tan necesarios a todos por su comercio, que se mantuvieron durante muchos siglos. ora soberanos, ora protegidos; por su creciente afición al comercio, es de esperarse que acabe el mundo moderno por abandonar todo instinto guerrero. Bien haceis los miembros de la «Casa de América» en amar al comercio ; porque, así como el amor ligó las almas de Julieta y Romeo, salvando inextinguibles odios de familia. ha sido el comercio el que ha hecho el milagro de reconciliar a España con sus hijas de América'en un definitivo y caluroso beso tan sonoro que, dado en Cádiz ha repercutido en toda Iberia y en toda la América latina. Abrigo, señoras y señores, la hrme convicción de que el acercamiento de España y América no será estéril, sino fecundo en grandes y benéficos resultados, y que a los hermosos acentos de la Marcha Real española y de los H imnos nacionales americanos, podrán pronto decir Iberia, y la América española al progreso humano: ¡Por fin, eres nuestro! En esta gran obra de civilización podéis contar con toda la buena voluntad y el constante esfuerzo de mi país. Entre vosotros vive un sagaz joven mexicano lleno de fe y entusiasmo por todo lo que es adelanto y tiende a la armonía entre ese pueblo y el Continente Americano. No necesito nombrarlo para que sepáis a quien aludo; el cónsul de México sabrá deciros, mejor que vo, que nuestra patria, hoy tan calumniada en ciertas hojas extranjeras, es un centro de cultura llamado por sus riquezas naturales, no exploradas todavía, a grandes destinos, que siente por los demás pueblos de la tierra, y con especialidad por España y las Republicas latinoamericanas, un afecto que se traduce en grandes distinciones para los españoles y los centro y sudamericanos que pisan nuestras playas. Hubo en igio una revolución política que escribió en su estandarte dos grandes principios : la irreelección y la efectividad del sufragio. Pertenecí a la Administración de! señor general Días, y no puedo parecer sospechoso de parcialidad al deciros honradamente que ese movimiento fué laconsagración de los principios a que que me contraigo. Triunfante la revolución después de una corta lucha en la cual los pasados gobernantes tuvieron el patriótico tino de no oponer una seria resistencia, aspiraciones personales no satisfechas, encendieron de nuevo la tea de la discordia. Toda guerra, como ha dicho Víca tor Hugo, se hace por la humanidad, contra la humanidad y pesar de !a humanidad ; pero hay que distinguir siempre entre la amparada por razones políticas o sociales, y la que trae por móviles odios o intereses exclusivamente personales. La actual revue!ta no cuenta con la circunstancia exculpante de llevar inscritos en su bandera principios necesarios para la colectividad. Dígase lo que se quiera, los nombres de los actuales gobernantes han salido de las ánforas electorales, y esto da el sello de la legitimidad al presente orden de cosas. Por eso la opinión publica no ha dado al nuevo rrlovimiento I- fuerza irresistible 1"e dió al anterior, Hav otras razones, además, para que el a«' popular no rice ya las banderas revolucionarias : por una parte la nación está cansada de la pelea y necesita algunos años p s y Por otra, los rebeldes han tenido mano desgraciada para escoger sus víctimas y la ue se ha vertido sangre inocente qu está aho g»do an las turbulencias en su cuna. En el Norte han sido p rácticame i amente aniquiladas; en Veracruz fueron vencidas con una rapidez y una facilidad que muestra la fortaleza del Gobierno las partidas que operan en algunos Estados del Sud son acorra adas en sus cuevas. Desgraciadamente las punibles vías de hecho a que han acudido los rebeldes han dado margen a que se quiera hacer aparecer a nuestro país como indigno de formar parte del concierto de!as naciones civilizadas. Para contrarrestar tan ' injustos g8g © Biblioteca Nacional de España bastará recordaros que en todas partes y en todas las han cometido y se cometen fechorías en tiempo de guerra, y que aun en tiempo de paz se han visto y se ven actos de bandolerismo en las más adelantadas colectividades del cargos épocas me se globo. El Gobierno de México procura, por cuantos medios están alcance, solucionar la cuestión agraria, uno de los principales factores del malestar general y como medio para llegar a ese hn, cuenta con veintiún millones de hectáreas de terrenos nacionales. Como reserva forestal, hay una superficie de siete millones de hectáreas. No es cierto que México haya sufrido una gran detención en el camino del progreso. En el primer semestre de este año se expidieron novecientos cuarenta y cinco títulos mineros, de catorce mil seiscientas hectáque amparan una superíicie reas, y la producción petrolera ha aumentado de uno a doce en los últimos seis años. Fácil es ser profeta después de los sucesos; tal es el desarrollo de esa producción, que puedo aseguraros que ella sola hará a Veracruz y a Tamaulipas tan ricas y tan prósperas como la Alta California. A la sazón se llevan a cabo, entre otras grandes obras públicas, las de mejoramiento de los puertos de Frontera, Tam pico, Salina Cruz y Puerto México. Continuamente se celebran contratos para la construcción de nuevas líneas de ferrocarril. La red ferroviaria llega a más de veinte mil kilómetros de vía federal que, unidos a Ia longitud que corresponde a los ferrocarriles de jurisdicción local, da una suma de más de veinticinco mil kilómetros. Por lo que puede serviros, para estimar el movimiento mercantil os diré que el de la correspondencia llegó, en el primer semestre del año, a cien quince millones y medio de piezas; la emisión de giros postales importó cerca de veintiún millones y medio de pesos, y el valor de esos giros contra países del exterior ascendió a cerca de cuatro millones. Los recibidos de procedencia internacional importaron, en números redondos, dos millones doscientos setenta mil pesos. No obstante los trastornos, la renta del timbre produjo en i.' de julio de igi r a pode junio de igl2el último año fiscal treinta y dos millones ciento veintinueve mil trescientos sesenta y seis pesos, teniendo una disminución de setecientos treinta y siete mil setecientos ocho pesos, respecto a los produc. >os del mismo impuesto en el año económico anterior. En la Renta de Aduanas hubo una disminución, en el mismo lapso, de cinco millones ciento veinticuatro mil cuatrocientos ochenta y cinco pesos, con relación a los productos obtenidos en el año fiscal pasado. Los productos de las contribuciones directas y de los impuestos de carácter municipal del Distrito Federal tuvieron, en cambio, un aumento de trescientos setenta y siete mil pesos, elevándose a doce millones setenta y nueve mil pesos Dicho aumento, unido a los efectuados en otros impuestos y)aprovecharnientos federales, entre los que se halla el producto del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec, que fué de un millón seiscientos veinticinco mil pesos, han compensado la baja en el Ramo de Aduanas. Se estima que los ingresos normales del último año económico se elevaron a ciento tres millones quinientos mil pesos, y que las cuentas de ese año se habrán cerrado con un superávit de consideración. I-os ingresos de la Aduana de Veracruz, en octubre últímo, fueron de tres mil'.ones novecientos sesenta y tres mil pesos, contra tres millonas trescientos diez y seis mil en el mismo mes del año de igii. El total de los ingresos de Aduanas, desde i.' de agosto hasta fin de octubre próximo pasado, se eleva aproximadamente a quince millones setecientos noventa y dos mil pesos, contra quince millones quinientos treinta y siete mil en números redondos en el mismo período del año anterior. El valor de las exportaciones, en el último año fiscal, fué cle cerca de doscientos»oventa y ocho millones contra doscientos ochenta y cinco millones y medio en el año anterior. En los Bancos había, el 3i de agosto último, mil ochenta y cuatro millones quinientos noventa y seis mil trescientos treinta y ocho pesos, entre efectivo, préstamos, etc. La producción de metales preciosos tuvo un aumento de más de siete millones ochocientos veintiún mil pesos. Las existencias en las cajas federales, en go de junio de iii~, ascendían a cincuenta y un millones setecientos veintinueve mil pesos. a su — Perdonad, señoras y señores, que os haya fatigado con la pero para vosotros no debe ser indiferente saber que un pueblo que tratáis de unir con su madre España y con sus hermanos de América, no merece los ataques lectura de que en estas cifras ; algunas hojas extranjeras se le dirigen ; no puede dejar de im portaros ver que el progreso ha Aotado en el mar de las tu< bulencias mexicanas, como se levanta la estátuade la Libertad entre las olas encrespadas de la bahía de Nueva York y como brilla el arco iris por encima de las borrascas ; no puede ser falta de interés, para vosotros, la noticia de que México sigue avanzando en la gran columna de honor que forma con las otras naciones del globo, y que ese paí., como esta tierra bendita y como todo el continente latinoamericano, está alerta y pronto para lanzar en la meta del camino el grito del héroe de Longfellow: ¡excelsior! Vosotros sabéis muy bien que los principios religiosos, sociales y políticos no se conquistan sin efusión de sangre ; que siempre para llegar al Jordán hay que atravesar el Mar Rojo y el Desierto. El Decalogo de los hebreos nació en el Monte Sinaí entre rayos y truenos ; las Doce Tablas de los romanos de la Carta Magna arrancada por los nobles ingleses a Juan Sin Tierra, la Constitución Americana de t776, la francesa de1793, Ia española de i8t~ cuyo Centenario acabamos de celebrar, las de <8zy y t857 de México, casi todos los códigos que han significado un paso adelante, han sido el epílogo de una guerra interior o exterior, el dorado desenlace de una tragedia roja. Yo, que he sido en mi país, por temores patrióticos de una guerra exterior, un nadador contra la corriente, reconozco esa verdad axiomática y estoy seguro de que vosotros la reconoceréis también y disculparéis a un pueblo joven y bizarro de que haya pagado su tributo a la naturaleza, dando a luz, entre las garras del dolor, los dos grandes principios de Ia irreelección y de la efectividad del sufragio. Pero no necesito hacer grandes esfuerzos para convenceros de que debéis amar a mi país como mi país os ama a vosotros, como mi país ama a su madre España y a los pueblos latinoamericanos. Toda Ia frialdad que haya podido producir en vuestros espíritus la exageración o la maledicencia, se deshace al sol de vuestro amor por las naciones hispanoamericanas. México, como todos los países iberoamericanos, está unido a esta tierra por los fuertes e indisolubles lazos de la raza, del idioma, de la religión, de las tradiciones. de las costumbres y de las tendencias. Tiene vuestras cualidades y vuestros defectos ; vuestras virtudes y vuestros vicios ; vuestro aspecto luminoso y vuestro aspecto obscuro. 1Cómo habíais de renegar de un pueblo cuya águila nacional ostenta plumas de la gran ala latina? España tiene hambre y sed de fraternidad con la América española, como la América española tiene hambre y sed de fraternidad con Espai~a. Eso no lo podemos ignorar los que oímos en Cádiz el inmenso rumor del gran paso colectivo que diez y nueve nací<>nes representadas dieron allí, en el camino de la «nión y de la confianza mutua. Yo, que asistí a tan sublime espectáculo, sentí que se rasgaba de súbito la noche de mis desencantos, y se encendía, resplandeciente y pura, Ia estrella de mi esperanza. Creo con el Sr. D. Elíseo Giberga, cuya potente voz aún resuena en este recinto, que se enlazan y completan el panamericanismo y el hispanismo : el uno, manteniendo incólume la integridad y la independencia de los pueblos americanos, y el otro, conservando la unidad espiritual que evitará la mayor disgregación y la consiguiente anulación de esos pueblos, si la cual unidad espiritual no habría América, porque no lo sería aquélla en que dominase, por modo exclusivo, el espíritu anglosajón, y que sólo por él fuese inspirada y moldeada. Sí : yo creo con el Sr. Giberga, que el progreso necesita del concurso de todas las razas humanas, y creo en eso porque creo en la civilización de mi siglo, como creo en Dios. Negar tan axiomáticas verdades, es negar la existencia de la alborada que ilumina la época que alcanzamos. Fuera de mi ánimo y del vuestro está pretender que se cierren las puertas de nuestras respectivas patrias a los vigorosos hijos de la América británica o a los de otros pueblos europeos y asiáticos. Méjico ha sentido los benéficos efectos de su amistad con la República del Norte, al ver invertidos en el territorio salvado por Juárez varios cen- de millones de dólares americanos. Pero hay que dar al es del amigo, y a la madre lo que es de la madre. Si la América latina debe, por razones geográficas, tener excelentes relaciones con la británica, debe, por razones étnicas e históricas, conservar y fomentar las que la unen con España. Una lira hoy cubierta de crespones, la del bardo mexicano Juan de Dios Peza, anunció con acentos de alondra la unión iberoamericana que hoy nos alumbra con sus fulgores matinales. Mucho se ha laborado en pro de esa unión en cl orden literario y en el artístico ; pero como los intereses ocupan lugar tan preferente en el mundo moderno, hay que completar la obra de concordia en el orden del comercio. De aquí que la in ente necesidad de la política mercantil preconizada por la pal;ibra «locuente del Sr. Rahola, y de aquí la interesante y laudable misión comercial de la Casa América. ¡Socios de la Casa América! ¡Yo os felicito por vuestra noble tarea, y os doy las gracias, no sólo en nombre de Méjico, sino en nombre de América y de España, no sólo en nombre de España y de América, sino en nombre de la humanidad! No me extraña vuestra actitud : siempre se ha distinguido por su constancia de abeja en la persecución d los generosos ideales, la tierra del Conde Wifredo que ha cubierto de gloria el escudo de las cuatro barras. En la nave que conduce al ansiado puerto de la unión iberoamericana, un gran timonel ha caído al agua; un gran timonel que con razón consideraban los catalanes como hermano suyo, no olvidando que los hermanos son los amigos que nos da la naturaleza y los amigos son los hermanos que uno escoge. Canalejas tenía los mismos ideales, los mismos sentimientos y las mismas aspiraciones liberales de los hijos de Cataluña. Si él y Prim vivieran, ellos aplaudirían la obra de la Casa América. Yo no soy de los que lamentan Ia suerte de ese gran hombre, con quien cultivé pasajeras pero inolvidables relaciones de amistad, y que acaba de caer como el héroe de Castillejos, muerto por la bala de un asesino. Formarse a si mismo como él se formó ; luchar como él luchó ; llegar a ser un gran orador venciendo, como Demóstenes, las facultades propias ; conseguir, como Pit, justificada fama de habilisimo ministro : brillar en plena luz ; combatir, triunfar y luego morir en plena apoteosis : ¡esa es la vida del héroe! Pongamos sobre la losa de esa tumba cubierta por la bandera roja y gualda las verdes palmas de nuestra admiración y las blancas flores de nuestra gratitud, y que el ejemplo de ese hombre fuerte sirva de estímulo a todos los servidores de la patria y a todos los defensores de la sociedad. El joven y bizarro Rey de España tuvo una feliz idea a la muerte de Canalejas ; recordó a sus ministros la célebre frase : « I Ha muerto el Rey : viva el Rey!» Espana tiene bastante contingente de hombres superiores para que no puedan cubrirse las bajas que en sus filas haga el alevoso puñal del crimen. El poeta emperador de la barba Rorida dijo que la imaginación cree sorprender, cn ciertos momentos, el fenómeno de la idea, viendo claramente una mano que arranca al que se va la antorcha para entregarla al que llega ; que el año de t642, por ejemplo, es un año extraño : en él muere Galileo y nace Newton. Son esos los misteriosos recursos de la Providencia ; estad seguros de que ella dará a España un sucesor de Canalejas, de mano bastante vigorosa para empuñar la espada que ha quedado sin dueño. España, como Europa, y México, como América, tienen grandes y hondos problemas de difícil y peligrosa solución. Si alguna duda cupiera, de ello, bastaría traer a la memoria la intrincada y compleja cuestión de Oriente, que en estos instan tes ensangrienta los campos balkánicos. Consolador es mirar ue en medio del cataclismo, en medio del caos, en medio del iluvio que ennegrece la aurora del siglo xx, eÍ pensamiento de la «Unión Ibero-Americana» vuela por las nubes como una nívea paloma, en cuyo rosado pico se ostenta, verde y luminosa la santa oliva de la paz! He dicho. tenares amigo lo que hd,tlbcrto A. Estcva © Biblioteca Nacional de España LA EMIGRACION GALLEGA Todo está cultivado. No hay, ni en las ingentes lindes del bancal, palmo de tierra que no exorne algún yerbajo labriego y bonancible. El maíz, alto, rico, brinda el rubio don gentil desus mazorcas. El millo,el centeno, danle alfombra a la gándara toda en esquilmo. Una casuca, entre el verdor, escóndese. A veces, el manso y tierno mujir de los bueyes pone, entre la dulce melancolía del conjunto, su nota de paz... Sin embargo, el Sr. Chinto o el Sr. Dámaso no están conformes. El Sr. Dámaso es gallego, y como gallego, ambicioso y trabíijor, y reflexivo. Y así, el Sr. Dámaso no se resigna ni se aviene a vivir sin más allá, viendo todos los días el mismo anochecer, recogiendo todos los años la misma cosecha. El señor ." 'n el canipo. — Dámaso, mientras aró, sembró, segó. aparó los granos en el hórreo, tuvo una tentación irresistible, maga. ¡Irse!... ¡Irse a Cuba, a Buenos Aires, a México! Igual hizo el Sr. Mingos, y hoy es D. Domingo, oel Excmo. Sr. D. Domingo, y tiene cien yuntas, y cuando asoma su morro al baIcón de la casa ricachona, no vé, de grandes que son, aquellos dominios tan fértiles. El Sr. Dámaso, buen gallego, no ha tenido un chispazo de inspiración que pudiera llevarle al fracaso por inexperiencia. No. El Sr. Dámaso lo ha meditado muy bien, dándole a la almohada su tiempo de sazonar idea Y una vez sazonada la idea de irse, lo ha decidido ya y se lo ha participado a su mujer. Mira, mujer... Después de todo vo no ha~o aquí nada Tú sola, sola con los arrapiezos te bastas y té sobras para el faenar d la de a o re hacienda. ha pobre Yo me voy en busca de oro. Si lo trai~o, bien. S no !o Si lo traigo, tra' algo habré de mandarte. Si me muero, el Señor me l! eve consigo. La S Sra. Xuana uana suele sue e fingir alguna lagrimita, y hasta es posible que no l~ sea necesario simularla, que si el estómago tira, a veces también agarra el corazón. pero es el caso que, todos conformes, e! Sr. Dámaso, en compañía de su maleta, de sus pape!orios y de unas peseticas, muy cortas peseticas, coge un tren, llega a Vigo, embarca, se va... Ahora bien : pie ocasionó el Sr. Dámaso a . — ' . . su patria, a su región, a su aldea, © Biblioteca Nacional de España a su algún perjuicio hogar? No. Se ha marchado, y el bancal se cultiva, y la tierra da fruto, y el hórreo sigue lleno con la misericordia divina En la casa hay pan, el mismo pan que ayer. Sólo ha faltado un agricultor. Pero, en cambio, la tierra ganó en su mujer, a una agricultora. Y luego, aquel emigrado es un factor de producción puesto en el camino del trabajo aguerrido, remunerado más copiosamente. Y es una ventana más por !a que se asoma el campo gallego a las grandes civilizaciones mundiales, y es una esperanza de cultura, de esfuerzo, ~de oro! La vaca sigue mujiendo en el establo. La gándara sigue verde y ubérrima. De vez en vez, entre un vivo alborozo, el cartero trae una carta exótica, que huele a países enigmáticos y a grandes aventuras románticas. l'.ii el caniiilo. Desde que ha salido el ayer pusilánime aldeano de su hogar, ha ido sembrando el bien. Ha empezado por despilfarrar sus economías, aquellos ahorros tacaños que tuvo su abuelo, improductivos, dentro del arca, bajo el baldosín. Ganó el coche que le condujo hasta la vía férrea, ganó e! tren que le llevó a la costa, ganó la 'hospedería y toda la ciudad en que estuvo alojado, ganó la compañía naviera. Su dinero, en acción, ha fomentado industrias y ha creado riquezas y vida. Por fin, su inopia total, aquella sembradura hecha por donde quiera que pasó le ha metido en el alma un ansia cada vez más fuerte, de luchar, de vencer. El Sr. Dámaso. hacia América, es un benefactor, y un núcleo de prosperidad y una palpitación de energía. I-:» /X niérica. Nuestro labriego ha llegado a las tierras jóvenes, excelsas tierras de promisión, con una idea fija, con una terquedad. Trabajar fieramente. El Sr. Dámaso no se distrae, ni disipa su tiempo en banalidades, ni es rémora, ni estorbo. Es un obrero tenaz, un labrador experto, un intenso agente de riqueza. Su obra recia, honda, perseverante, labor de hormiga inteligente, no se permite un ocio, acaso ni un placer, el más liviano. Luchar, hendir la vida con su tozudez de buen gallego ambicioso, ganar, ¡producir! El Sr. Dámaso, pues, hace mucha falta en América, tiene allí su adecuado ambiente, — — g86 colabora desde su nido imperceptible a la gran epopeya del y fuerte surgir americano. Pero... qes a la vez conveniente su ausencia de España? Sí. Vive con una gran economía. Todos los o glorioso los años ricano, pudo ahorrar unos pesos, el meses, todos virgen y noble oro ame. alegremente, pensando en la aldea, que manda la mujer y en los arrapiezos. «Gon ese dinero quiero que merques otra vaca... O que eches los cimientos de un hórreo más grande... O que mejores las viñas y el plantío». Y el dinero que gira, crea bancos y empresas de crédito, y las favorece; y luego, esa lluvia menudita, preclara lluvia deÍ ausente, va enriqueciendo al hogar, va enriqueciendo a la nación. En Galicia, tal copiosa llovizna imperceptible, ha intensificado y ensanchado las fronteras del comercio, de la industria y del campo. Es un riego generoso y fecundo que la vieja tierra galiciana recibe como pan de Dios. Aí volver. Yo he visto volver al Sr. Dárnaso de América. Allí dejó su sangre, su trabajo, su huella poderosa. Creó. América le debe buena parte de su magnificencia insigne. Pero ha vuelto. (Ha vuelto rico? Vamos a decir que no. Vamos a no creer en la mitología. Vamos a suprimir el ensueño. El Sr. Dámaso no ha vuelto rico. ¡Ah; pero ha vuelto con algún dínero! Y ese dinero es el acrecentamiento de la vida rural, y es la garantía de u na vejez luchadora. Y luego el Sr. Dá maso, q ue se asomó al mundo policromo de las grandes industrias y de los comercios grandes, que ya no se asombra de nada, que respiró aires civilizados y cultos, que trae ropica petimetra, su buen sombrero de fieltro, su cadena aurea y su cerebro avispado, es en la aldea un ejemplo de emancipación, un estímulo de trabajo, acicate para no dormirse bajo el sol, oyendo como canta la ci ~arra, sino para expandir el espiritu y ser atrevido y ser fuerte. Además... (no habéis visto palacios nuevos, fábricas nuevas, creaciones gloriosas de pujanza y de vida, en el campo gallego? qNo habéis visto surgir ciudades? 1No advertis una hebre de en anorros la casuca, en — lucha y de esfuerzo en la tierra quintañona, aletargada ayer> Pues todos esos palacios, y esas fábricas, y ese hervor, ha sido traído a Galicia por los emigrantes. 'l'odo eso lo incubó el abra- zo poderoso que se dan, cada vez más apretado, la vieja comarca gallega y las tierras valientes, sahumadas de civilización y de trabajo, que palpitan remotas y espléndidas, ganosas de sangre antigua, ofreciendo su oro y su cultura con aire dadivoso y magnífico... Ribadeo, Puentedeume, Riaujo, pueblecitos míos, azules, venturosos, q miento al vuestros lles y hospitales, decir que vuestras vuestra prospcridacj, escuelas, que que vuestros mue- pinares son obra del buen gallego ido y vuelto, poco triste, vuelto entre alalás y estampido bizarro de cohetes, mensajero del pan? Pero... Pero, diréis... q Y los que no tornan? Esta pregunta, que suele dejar estupefactos a quienes la oyen sin tiempo de meditar la respuesta, suelo yo atajarta, exclamando : f.as madres gallegas, esas hembras hermosas y gallardas, aren hijos bastantes para poblar cien mundos. A/tas, garridas, as nobles caderas de ánfora, debieran ir, con el supremo derecho de la fecundidad, al biasón de la raza. Y luego, si algunos, si muchos se quedan, es en España, pues aquellas tierras nobles y patrióticas, en su independencia bien ganada y en su auge bien cimentado, señoras del futuro, tienen a honra hablar español, y serán, al través de la historia, como las ramas vigorosas y excelsas de un tronco secular y habrán de ser, con nosotros, las guardadoras preclaras del carácter y del sello hispano. Yo, cuando veo salir un trasatlántico de las costas gallegas, henchido mi corazón del alborozo, grito siempre para mis adentros, alegremente, como si lo viera marchar camino de la ido vuestios un — — — gloria — : ¡Hermanos! 8Xaari ei © Biblioteca Nacional de España que Salud! sepii eeribee, ryrz. ¡ ñuerte! Luis Antón del Olmet ACTUALIl3wDES Concierto en la ~ Juventud Argentina».— SUMARIO : Despedida al Cónsul dei Ecuador en Barcelona.— Firma del tratado francohispano. Los comisionados mexicancs en El Casino Hispanoamericano La Cámara Industrial en 'Madrid. Nuevas escuelas en Las Franquesas. La Junta de Conferencia en la Unión Iberoamericana. La fiesta de la infantería española. El Banco Hispanoamericano. Barcelona. El nuevo Presidente de Panamá. Defensa Nacional. — — — — — — — — — Barcelona : Banquete en honor del Cónsul del Ecuador Sr. Yerovi v >~ ~~ P P la cas;i ce se llidí l'in- ~ el día ~g de noviembre, don Luis Peypoch, don Luis Agustí, D. José Viñamata, D. Salvador Castelló, D. Miguel ldernández Jen er, D. Bartolomé Ortoll y el Secretario de la «Casa de América». distinguidas personalidades políticas y sociales ofrecieron al cónsul general del Ecuador, Sr. Leóniy das A. Yerovi. La sala presentaba un magnífico aspecto y el esquisito menú fué expléndidamente servido. A la hora de los brindis, el presidente de la «Casa de América» ofreció el banque al homenajeado, habló luego, elocuentemente, don Félix de Ossa y Vi- Finalmente se ha firmado y pronto se ratificará el Tratado Francohispano en lo concerniente a Marruecos. A pesar de que se firmó el día z7, hasta el po no se dió a conocer la integridad del mismo, publi-, cándose simultáneamente en Madrid y en l'arís. Su texto ha sido finalmente, el Sr. Yerovi agradeció, en sentidas frases, el obsequio. El Sr. Rahola en- objeto que donde le retenían las de discusiones, Barcelona: Firma del tratado Francohispano vió, desde Madrid, no firmo quees pluma de oro macizo, ha sido regalada al Ayuntamiento de San Sebastián por el señor García Prieto La ' Dr. Menacho, D. Luis Báez, D. Juan Ferrer Vidal, D. Carlos se aqui. Argenti»a» organizó, La «Juventud ' pública Dominicana, Argentina, Rumanía S T Uruguay y Venezuela ; D. Mariano Viada, D. Roberto Wirth, que con grandes de las hemos de ha- cernos eco parlamentarias, una seiititía carta, cuya lectula fue aco gida con grandes aplausos. Recordamos, entre los asistentes, a los señores Capitan general, Gobernador civil, Alcalde, marqués de Alella,conde de Lavern, marqués de Monsolís, conde de Güell, marqués de Juliá, vizconde de Güell, barón de Cuadras, D. Pedro Casas 'x de Ossa y Vicuna, los presidentes del Círculo Ecuestre y de la «Casa de América», D. Manuel Garriga y Coll y los cónsules de la Argentina, Colombia, Chile, Cuba, Italia, México, Paraguay, El Salvador, Nicaragua, Bolivia, Retareas © Biblioteca Nacional de España Sinli tgo I.ozano, el banquete con que la «Casa de América», los cónsules europeos y americanos cuña y, í> i Güell, D. Antonio de Nadal, D. Ed uardo Calvet, D. José celebró, el jueves ~8 de dieciembre, en el local de la «Casa de América», una hermósa fiesta, en la que el joven violinis ta se argentino dió a José Farga conocer ante Barcelona: Concierto en la Juventud Argen fni ' Casas con- sistoriales y escuelas de Las Franquesas la distinguida concurrencia que ella asistió, como verdadero maestro en el arte de Sarasate. El Sr. Farga, que se encuentra en Barcelona de paso para su país natal, no nos es desconocido, pues recordamos perfectamente que años atrás obtuvo en la Escuela municipal de Música de esta capital un premio ya los que ha dado a en los her- salones del Consulado argentino y en Ja «Juventud Armosos gentina». El domingo, dia i. del cotuvo Jugar la inaugura- rriente, ción de los edificios destinados a Casas Consistoriales y Escuelas públicas que el filántropo don Juan Sampere y Torres ha regalado a su tierra natal, Ayuntamiento de las Franquesas. Los nuevns edificios son de bellísimas líneas y adecuados en absoluto al objeto a que se extraordinario que nuestro no había concedido hacía catorce años, época en que se creó. Más adelante tuvimos ocasión de oirle en el Ayuntamiento <.Orfeó Catala», donde dejó tras lucir lo que más adelante sería, les dedica, distinguiéndose Jas un notable vio J i n ista ; Escuelas por su material sanitay l iiego abandonó la ciudad condal para rio y pedagógico, así como por ir a Bruselas a perfeccionar sus la importancia que se ha dado estudios, teniendo como profea los lugares de esparcimiento y so r al conocido co n c e r t ista selnaguración de la Cám afa Industrial de Madrid recreo, compuestos de vastos pañor Thompson. En la capit"I de tios y galerías cubiertas. Los invitados al acto Bélgica se le concedió nuevamente uno de los primeros premios inaugural salieron de Barcelona en tren especial, descendiendo en un que se otorgaron en los exámenes del año igio, siendo el único apeadero construido exextranjero que obtuvo esta distinción. profeso. EI Sr. Obispo bendijo Jos nuevos edificios Interpretó magistralmente las composiciones que constiy el Sr. Sampere, tuían el programa : hijo, entregó Jas llaves al Alcalde de la Población. Sirvióse un banquete seguidamente, El Sr. Farga piensa dar otro concierto en Barcelona antes que Jué amenizado por de partir para Buenos Aires, en donde va a organizar una serie una banda militar y el coro de la población. A la hora de los brindis hicieron uso de la de conciertos, que, a juzgar por sus excepcionales condiciones, palabra el señor Cura párroco de las Franquesas, el Sr. auguramos serán otros tantos éxitos, como los han constituído Alcalde, diputado INAUGURACIÓN PEL CASINO HISPANOAMERICANO 389 © Biblioteca Nacional de España señor AARCE LONA ACTVALlDADES Recepción de los delegados mexicanos en la «casa de América» Plaja y el señor Sampere (hijo). proteccionismo, necesarias según las circunstancias, y que no deben suscitar rece- Los invitados regresaron en el mismo tren que a la ida. los, pues entran los módulos de la moderna economía y deen EI día g de los corrientes se celebró en Madrid la inauguración oficial del local de la Cámara de la Industria. I.a residencia de dicha entidad se ha instalado lujosamente en Ia calle de San Be rnardo, n." z. Presidieron el acto los señores D Antoni<> Gómez D. ben quedar, por lo tanto, desvanecidas las suspicac l as. Si nosotros, añadió, podemos nuestros ios en dos esta s extraterritono puede uspicacias, antes al contrario. ocurrido en Francia exportación al aceite o que las misiones e las Cámaras de la lar sistemas de adopdos extranjeros, para gobiernos de i y procuindus- nuestras de los Museos rminó diciendo : s en c i l la, p o r el co n- niente a y requiere grandes Museos Comerciales s aspiraciones ; éstas se a.la creación de rios y de Exportay personal técnico y subsistencia ; deben ión que compete a representar de España, no y a desvanecer los en nos propalan. Se hai que al unísono se fo las regiones española gado, después de gr~ de un siglo, a que s margen de protecció Manifestó que sólo trataria del aspecto arancelario y de la exportación. Afirmó que hoy no se discute ni el aspecto puro del proteccionismo ni del librecambio, sino todo en sentido positivista. Calific de naciones adultas a Francia, Alemania, y otras, reses como secun- el Museo ce lona. oncurso del Estado, relación, el Museo n que rmarse o puedan interesarles. permita de las a los cues- particulares que Entiende que las Cámaras de la Indust>ia deben realizar conjuntamente esta labor, borrando. exclusivismos de intereses y resolviendo a priori pleitos que pudieran ser en lo futuro objeto de contienda, siendo signo de Japón cultura, lejos de llevar discrepancias al poder, llevar soluciones de armonía y engrandecimiento de la Al final sonaron grandes aplausos. En la patria. de Cataluña de nuestra ciudad se ha inauguasistencia de numerosa concurrencia, el «Casino Hispano Americano». Sus fines son únicamente recreativos y vendrá, seguramente, a ser un lazo más que una a españoles y americanos en sentimientos de verdadera fraternidad. rado, plaza con El domingo, día 8, se celebró en la «Casa de América» una solemne recepción en honor de los señores D. Gregorio Mendizábal y D. Alberto Esteva, comisionados que representaron en el Centenario de las Cortes de Cádiz a la República de . proteccionismo impone y o resci pudiendo p de un régimen de tratados con sus prescindir colonias, no lo hace. Austria, Italia y España, Es añ son naciones nuevas en el aspecto iudustrial, ppues su industri ndustria p principal,en algunas de éstas, son los aprovecnamientos naturales de su u sue suelo. o. F.stas naciones se encuentran en condiciones de a inferioridad frent rente l as primeras, sin el embargo, pero, imperialismo proteccionista ionis a se impone. Refiriéndose a las admisiones temporales, bonos de expory puertos francos, afirmó que son modalidades del Industria, a os las americanas, cuya industria}ización es más deficiente. Inglaterra, después de medio siglo de estudio, transformose en nación eminentemente industrial. Estas naciones industriales se caracterizan por la nota expansiva, acumulando en sus poblaciones el producto de su industria, que es inmenso, y viéndose obligadas a exportar. El proteccionismo inglés es acomodaticio, pues tiene una porción de arbitrios y la ley de patentes, que es una verdadera protección, aunque digan Io contrario sus hombres públicos, que preconizan la libertad de comercio. Chamberlain pidió el zollverein para defenderse de Alemania, lo cual se inspira en un sistema mixto, pudiendo así llegar a su inmenso balance comercial. Francia, con los procedimientos empleados de puertos fian cos, admisiones temporales y otros, se inspira en el proteccionismo. En los Es d Estados Unidos, aun siendo una nación caótic~, un con lomerado erado de estados, el g se como M éxico. ' aun ' , ' : El local se hallaba adornado con profusión de plantas, figurando en el vestíbulo la bandera desplegada de México y en el testero del salón de actos las banderas española y mexicana. Al acto asistieron, entre otros, el capitán general D. Valeriano Weyler, con su ayudante de campo Sr. Gralla de Stein ; el Sr. Die y Más, representando al gobernador civil, el alcalde Sr. Sostres, el cónsul de México D. Antonio G. Villarreal, el cónsul dominicano Sr. Bazil, el de Colombia Sr. Cortés, el de la República del Salvador D. Bernardo García Prieto, el de Ni- 39o © Biblioteca Nacional de España merca- materia de ser Vallejo, preside a los produc- extranjeros, rialidad Luis Sedó, pres mara de Barcelona, Molina. Entre los asisten D. Basilio Paraíso, hermosa, D. Anton etcétera. El Sr. Sedó dió sobre el te>»a : «M v de exportación». Comenzó saluda de la Industria de ciendo la infiuencia arrollo de la industri maras, y los benefic a las de Madrid y Ca El tema de la C es poner de relieve Vengo con penetrar acvvwt im r~es la Audíencia, y el fiscal de S. M.; el D. ManuelI. Terán, el del Uruguay don caragua diputado Sr. Árgemí, por la Diputación provincial. Lucas Rodríguez, el de Servia don Alejandro de Lacourt, el de la Argentina D. Eugenio F. Cattini, el el rector de la U n iversidad, Sr. Barón de Bonet; el secretario general D. Carlos Calleja de Portugal señor Crespo Callado, Borja-Tarrius yunacomisión de de Ios Sres. Caste- catedráticos de ló, Dr. Menacho, el Presidente de los Estudios A mericanistas Dr. Fscobar, D. Cárlos Uázquez, D. Miguel Hernández y otros muchos que sentimos no recordar. Tamb len asistieron gran número de señoras y señ mente nuestro centro de Hacienda señor Eu late; todos los generales con mando en esta plaza, el comandante de Marina con una comisión de oficiales de la Arma- delegado pital ataviadas. ue recepción come la tarde ocupando la m en tenía a s Muxí, quien e de la llegada de las cordes de la Marcha a por las bandas y por fueron trasde los cuerpos a I altar mavor en el de honor ba arroquia, eras guardia gastadores. e de alzar resulto so do la Marcha Real to. e música que se ha- obsequiados tas champaña. uego se organizó plo. la misa, el notable baritono y musico del regimtento de Vergara, D. José Casademunt, cantó nor hallaba artísticamente adornado por oficiales guarnición y lucía una iluminación espléndida. En el altar mayor figuraba una preciosa imagen de la Purísima, bajo dosel, v a los lados varios trofeos militares artísticamente combínados. En el presbiterio ocuparon sitio preferente el capitán general D. Valeriano Weyler. que fué recibido y despedido a los acordes de la Marcha Real ; el secretario del Gobierno civil seel connor Díe y Mas, en representación del gobernador civil; cejal Sr. Garriga y Coll, por el Ayuntamiento; el presidente de una inspirada salve original del músico mayor del citado regi- los músicos más miei>to, Emilio Gutierrez, acompañado por del citado cuerpo. distinguidos Seguidamente fueron devueltas a sus re» ectivos cuerpos Real, y el calas banderas, también a los acordes de la e invitados se trasladaron a autcridade» demás general y Marc/a pitán la plaza presenciar el desfile de las tropas, presenciado por un extraordinario número de curiosos apo»tados en la indicada plaza y a lo largo de la calle del Hospital. Una comisión de distinguidos oficiales de infantería cuidaba Igualdad de la para fué que resultó brillante y de recibir y aposentar sequiadas con a preciosos las señoras v señoritas, siendo éstas obde Aores. ramos 'Según acordó en la Junta general de accionistas el «Barco Hispano Americano», ha levantado, en la calle de Fontanella' un suntuoso pa1acio para instalar en él sus oficinas. La nueva construción, debida a los planos del arquitecto Sr. Madololl Rius, llena, con creces el objeto a que ha sido destinada, ofreciendo grandes comodidades a la numerosa clientela que favorece Los a dicha entidad. empleados tambien encuentran grandes comodidades la que nada se ha al objeto de que pueda servirse rápidamente y sin esfuerzo a los clientes. La fachada, toda ella de piedra, es un verdadero ornato para la calle de Fontanella, ya tan fav<>recida por be1los edificios, para su trabajo regateado, 39' © Biblioteca Nacional de España escn- oncs. i se interpretaron n contin de esta vicario D..1osé la misa las bandas ente El señor cónsul de final elocuen tes frases el homenaje que se est dándose el acto por t y músicas. El templo acto nutriy oficiales de institutos de esta s leyo el se dedic poesía inspirada El domingo día 8 se celebró, con la solemnidad de costumbre en toda España la fiesta de la Inmaculada Concepción, por el arma de Infanteria, de la cual es Patrona. En Madrid, además de las funciones religiosas, se celebraen horon funciones teatrales, novilladas y otros espectáculos nor de los soldados y clases. También se les obsequió con un rancho extraordinario. San Por la mañana, a las once, en la parroquial iglesia de de Vera una misa rezada los regimientos asistieron Agustín de Barcelona, Alba gara y Alcántara y los batallones cazadores de Tormes Mérida, con sus escuadras, bandas, banderas y re- espaciosas hicieron otros del bello sexo. l.a F Un quinteto amenizó el acto, que ejecutó la Marcha Real y el Himno mexicano al llegar el capitán general y la comisión mexicana, respectivamente. Al marchar eí general XVeyler dió un viva a México que fué contestado con entusiastas vivas a España. no iúmero considerable También e sentimos amilias que llenaban naves del El señor Esteva pr tinuación un notable a monár- y otras muchas jefes s e publicamos aparte. siete y cuarto. Las autoridades centros tieron al neral Weyler y a su iz de D. Joaquín Sostre El Dr. Escobar en inspirado discurso, h ción de los señores h a continuación el Sr. yó un notable discurs propio los e La el Presidente de la primer docente; el en la nueva instalación, en Conlerencia del Sr. Garcla C en la Unión iberoamericana sobresaliendo en ella el airoso reloj. campanile La Junta de deieasa nacional con su monumental En la «Unión Ibero-Americana», de Madrid, el agregado militar de España en la Legación de Río Janeiro, comandante Sr. García Caminero. dió una notabilísima conferencia sobre el tema « l orvenir del Brasil». Una numerosísima concurrencia acudió a oir al conferenciante, el cual realizó una notabilísima labor y escuchó muchos y merecidísimos aplausos durante el curso de su peroración yuna gran ovaciónal terminar. Presidida por S. M. el Rey don Alfonso XIII tuvo lugar en Madrid la primera reunión de la Junta de la Defensa Nacional. El Tres sumergibles entre ríoo y 5oo toneladas de 3. desplazamiento. Nueve torpederos de 6oo toneladas cada uno y una velocidad de 3o millas Para las unidades de la primera parte, que será una importante Ilase naval, se destinan a Cádiz 2o millones de nesetas, y para la construcción en Cartagena de un dique capaz de buques de 3o,ooo toneladas, se consignan io millones de pesetas. Se construirán los nuevos barcos en la forma siguiente : Los acorazados, en el Ferrol; los torpederos y sumergibles, en Cartagena, y los cruceros exploradores, en Cádiz. Para ello se hará un nuevo contrato con la «Sociedad Española de Construcciones Navales», modificando el contrato El día i.' de octubre fué con la solemnidad de costumbre Presidente de la República de Panamá el señor D. Belisario Porras. El nuevo Presidente goza de gran popularidad en su país, fiando sus com patriotas en que su gestión ha de ser muy beneficiosa para la joven República. El Sr. Porras, como a soldado intrépido y decidido, es ua esclavo de la disciplina, pero al mismo tiempo en los muchos combates en que ha tomado parte, demostró que esta no le faltaba iniciativa personal que tanto vale y tanto pesa en los hechos de armas. Se ha distinguido también como diplomático, actuando de ministro de su país en Wáshington cuando más embrollados se encontraban los asuntos del canal y mereciendo el respeto y hasta afecto de ami os y adversarios. omo a economista, fué el delegado de su país en los Congresos panamericanos de Río Janeiro, en igo6 y Buenos Ai- gran importancia, como puede suponerse, no siendo a propósito para estas notas los asuntos tratados. Con todo puede asegurarse que en él se trató de los asuntos militares de Marruecos, y, especialmente, de la nueva escuadra que comenzará a construirse en cuanto esté botado al agua el nuevo acorazado Alfonso XIII. l.as unidades características generales de la segunda escuad ra han de ser las sigu i en tes : i.' Tres acorazados com- proclamado acto tuvo prendidos entre 2o,ooo y 21,000 toneladas, con cuatro torres gemelas para ocho cañones de 3y centímetros, catorce cañones de i ducto, 5 centímetros en el re- mayor de la que tienen los buques que ahora se construyen, cinco tubos con cota lanzatorpedos y una numerosa artillería de tiro rápido. La velocidad será de 2i millas. Dos buques exploradores entre 5,ooo y ó,ooo toneladas, con diez cañones de i5 centímetros, artillería de tiro rápido, dos y llas. tres tubos una res en i lanzatorpe- gio, ambos por velocidad de 25 mi- distinguiéndose en serenidad de jui- su cio, prudencia y firmeza de convicciones. n. Bst.tsaalo Poaaas Presidente de ta Republtca Qg2 © Biblioteca Nacional de España actual. de Panamá >~ campaña escénica, en su Madrid y en las período álgido. tanto en capitales nuestra dc ciudad como está en provincia, En nuestro Gran Teatro del l.iceo continúa la la dirección del Entre las obras últimamente representadas maestro Falconi. se cuentan : Walk) ria, que proporcionó un triunfo a la señorita Kafftah Rigoletto, en cuya interpretación fué ovacionado el Sr. Viglione Borghesi, lo mismo que la Srta. Llopart y el bajo Sr. Giralt. Traviata, en la cual triunfaron la Sra. Agostinelli v los Sres. Stracciari v Grancini; y la célebre ópera de Gounod Ro>neo ~ Julieta en la que fueron aplaudidísimos los intérpretes Sres. Brozia, Ciaro, Pacini, Sesona y Giralt. Cuando escribimos estas líneas está anunciada en los carteles la representación de la ópera verdiana Ernani. Para mayor satisfacción de los melómanos barceloneses se anuncia la reaparición en el teatro Principal de la celebérrima tiple ligera María Barrientos, la cual dará en dicho coliseo un corto número de funciones. Le auguramos un éxito y un magnífico negocio. En este mismo teatro continúa trabajando la compañía que dirige D.' Cármen Cobeña. Poco o nada había estrenado, hasta ahora, pero últimamente ha estrenado Lo más hermoso, original del célebre reporter Adelardo Arias (Duende de la Colegiata). El éxito fué muy poco lisonjero. sonriéndose el público de la petulancia del autor y en especial de algunas frases como la de «hacer genufiexiones con la cabeza» y otras. La Compañía Larra-Jimenez-Abadía continúa en Romea cultivando su género y dando representaciones de Petit Quien trabaja, y de firme, es Villagómez. En pocos dias ha estrenado la admirable comedia inglesa Las murallas de Jerico, traducida por el Sr. Maristanv, y seguidamente la trajedia del Sr. Carrión, Bernardo del Carpio. Unayotra tuvieron gran éxito, debido, en gran parte, a la perfecta ejecución por parte de los artistas, en especial del Sr. Villagómez, y la magnífica presentación escénica digna de todo elogio. Ricardo Calvo, en Novedades. sigue resucitando las clásicas comedias castellanas, y alternando con ellas los dramas románticos contemporáneo~. Asf hemos asistido, en pocos días, a las representaciones de El desdén con el desdén, Entre bobos anda el juego, El zapatero y el rey, En el seno de h muerte, La DoloPara dentro de poco anuncia este eminente actor res, etc. un estreno que revestirá excepcional importancia, nos referimos al de Romeo y Julieta del inmortal Shakespeare, obra de prueba para un actor y para una actriz, y que puede dar un nuevo y brillante timbre de gloria a la Srta. Velázquez y al Sr. Calvo. El sindicato de autores catalanes continúa defendiéndose con fortuna, gracias a las obras estrenadas y a la reprise de dramas ian afamados como Mossen Janot, de Guimerá, y La Dida, de Federico Soler. Con todo, se estrenó en el Español, teatro que regenta dicha empresa, la tragedia en un acto de Ambrosio Carrión, Epita- brillante campaña emprendida bajo capé. lami, que obtuvo una halagüeña acogida. En Apolo se cultiva el género melodramático, según es inveterada costumbre en aquella casa. y así alternan D. Juan de Serrallonga con La mujer adúltera. Pero, lo que forma el verdadero repertorio de la compañía son les dramas educativos (~) del Sr. Fola Yturbide, el aplaudido autor de Zola o el poder del g<»io, El sol de la humanidad del y otras producciones mismo género. De los teatros dedicados a zarzuela 'l íy opereta, en el del voli han encontrado un filón con la obra El se divierte, que rey ha sido muy bien acogida por el público. Para estrenar en breve anuncian la nueva producción de los Sres. Arniches y F. Arias El rey negro. En el teatro Nuevo también han encontrado su obra, que es la titulada El hjio del milag>.o, vaudeville, con ilustraciones musicales, cargado de sal y pimienta, escabroso de situaciones pero que ha constituído un verdadero éxito de risa y ha proporcionado al Sr. Sampere un legítimo triunfo. Los «music-halls» siguen su carrera triunfante y ópimo negocio. Fn el Frontón Condal llenos dores suceden los buenos partidos y los pisan aquella cancha jugaNavarrete, Arnedillo, Petit-Pasiego, Baracaldes, rebosar, pues como Lizárraga, no se en vano etc. En el Palau de la Música Catalana se han dado magnificos conciertos, uno de ellos repetición del que tuvo lugar en obsequio de los concurrentes al Congreso de Música Sacra, fué un gran éxito, repitiéndose el magninco motete de J. S. Bach, que tan celebrado fué en la primera audición. En el teatro Real, de Madrid, dos han sido las obras cjue más éxito han obtenido últimamente, por cierto degénero bien diferente. Una de ellas es Los pescadores de perlas, de Bizet, el inmortal creador de Carmen ; la otra Lohengrin, la gracil y elegante ópera del colosal creador de Parsifal y Sipfrido. En la primera debutó, con gran éxito, un exquisito artista ruso, el tenor Smirnoff; le acompañaron en el triunfo la señorita Aida Gonzaga y los Sres. Minolfi, Ferroni y el maestro Saco del Valle. En la interpretación de Lohe»grin se distinguió muy mucho, la Srta. Guerrini y el tenor Sr. Bonnini. También el maestro Saco del Valle consiguió grandes a p l a u s os. En el Fspañol se ha representado, con gran éxito, la tragedia de D. Benito Pérez Galdós El Abuelo. Esta obra continúa manteniéndose más y más firme cada día y va en camino de ponerse, Pon alguna otra de D. Jacinto Benavente, a la cabeza de la producción dramática castellana en estos últimos tiempos. El estudioso pel de Albrit, Sr. Fuentes obtuvo, interpretando el pasonado triunfo que compartió con la seño- actor un Moreno. Los hermanos Quintero han estrenado, con gran éxito,' en Cervantes tragicomedia Fo> ti>nato. La obra es algo larga y aburrida en los dos primeros cuadros en los cuales impera'un sentimentalismo de no muy buena en cambio el tercero es rita (a ley, bueno de verdad. Con este cuadro último, muy bien hecho, muy bien poriderado, muy bien sentido y muy mucho aplaudido, pudiera haber quedado reducida la historia a un solo capítulo, original, interesante, gallarda prueba del talento, de la inventiva, de la pericia técnica de los ilustres ingenios andaluces, menos g>raciosamente andaluces que de costumbre ahora en la contrafiura del consabido vago y sablista, que aquí se las echa de icharachero y ocurrente y que tiene una «guasa» que es «in- ganable». El Sr. Simó fué Raso, interpretando el papel de protagonista, aplaudidisimo y con toda justicia. En Apolo se estrenaron Las percheleras, que fueron protes- tadas, cayendo la obra al foso a la segunda o tercera noche. El «Duende de la Colegiata», que por lo visto es como cola de lagartija perial, una en lo de trilogía no tener en tad para combatir al 393 © Biblioteca Nacional de España a juego, estrenó en el Coliseo Imhace la apología de la volunal vino y a las mujeres. No'nos sosiego, la cual se gf atreveríamos a asegurar que literariamente juzgada sea cosa superior la trilogía de D. Adelardo F. Arias, pero interesa mucho, y esto que puede ser un defecto para los partidarios de la belleza pura y desapasionada, es una gran ventaja para el empresario y para el autor a la hora de cobrar los trimestres. Sagi-Barba, en Price, sigue dando a su público las antiguas zarzuelas de 'género grande, reforzando las representaciones con la interpretación de actos sueltos de las óperas que antes representaba como Rigoletto, etc. Se distinguen en la compañía de este artista las Sras. Vila y López y el Sr. Farrus, tenor de gran porvenir. Ultimamente ha estrenado con muy buen éxito'El encanto de un va(s. En el Gran Teatro v con éxito extraordinario se ha estrenado la opereta de los Sres. Perrín y Palacios, música del maestro Vives La veda del amor. Tratándose de los Sres. Perrín y Palacios nadie iba a buscar argumento en la obra sino efectos escenográficos y a recrearse con las armonías del maestro Vives. Pero no ; los Sres. Perrín y Palacios salieron con un libro. Se habían tomado la molestia de escribir varias cuartillas para fundamentar, con mayor o menor acierto, la colaboración m usica I. Claro que no renunciaron a asociar el asunto con la visualidad de otras obras suyas, y que en el segundo cuadro, desarrollado en el «Paíacio del Vals», el escenógrafo se hace dueño de la situación y de los efectos. Pero en el primero se ha iniciado una fábula, arbitraria y austriaca, por no variar, que consigue llevar al espectador cierta sombra de interés. Desde luego, se nota que los libretistas destinaban su trabajo a un escenario donde se cultivase la ya desterrada escuela «sicalíptica» que en un tiempo fué sima de nuestros ingenios. Lo que salvó a la obra y le dió el éxito fué, indudablemente, la música que para ella ha compuesto e1 maestro Vives. Don Amadeo es de los compositores que mejor saben amoldarse a los gustos del público, dando a los libretos lo que ellos requieren, ni más ni menos.," La velada fué triunfal para el maestro. La interpretación, aceptabilísima por parte de Luisa Rodrí- guez, Cármen Fernández y Rosario Aguilar, del Sr. Ontiveros, más sobrio que de ordinario, y del Sr. Recobea. Las mismas segundas tiples aparecían disciplinaílas al frente del coro sin perturbar con la indiferencia de eminentes que suelen emplear, separadas de lo que dicen y cantan. Y, lógicamente, el buen público batió palmas y los afortunados autores salieron incontables veces. En todos los teatrosseensaya con gran actividad, con objeto de reforzar el cartel para las próximas Pascuas. En el Cómico se estrenará muy en breve un sainete en dos actos, original del Sr. Moyrón y del maestro Giménez, titulado Los hombres que son hombres. En Apolo habrá dos estrenos el día de Inocentes : una revista titulada Madrid en el siglo XXI, original de los Sres. Gil Asensio y Moncayo, música de Calleja, y un Tenorio operetesco, libro de Pablo Parellada, partitura de Barrera. Antes, dentro de ocho o diez días, se estrenará un sainete de López Silva y Pellicer, música de Quinito Valverde y Foglietti, que ya ha obtenido un buen éxito en Buenos Aires. Con más lentitud, se sigue ensayando una humorada de los Sres. l.epina, Plañiol y Calleja, titulada El nuevo testamento. Este testamento es el del Pollo Tejada que, arrepentido de todos sus donjuanismos y derroches, se atiene en los últimos momentos a la más severa virtud y da motivo a sus herederos para andar a la greña durante seis cuadros, disputándose los restos de su fortuna. En el Gran Teatro se prepara una opereta en dos actos de Fiacro Iráyzoz y Prudencio Muñoz. En Cervantes se estrenará del ao al zi un juguete en dos actos, titulado Con trampa y' cartón, original de Muñoz Seca y Pérez Fernández. La novedad de la obra consiste en que parte de ella se desarrolla en una película cinematográfica. En plenas Pascuas se celebrará el estreno de la traducción de la pieza cómica en tres actos, del actor parisiense Sacha Guitry, Jean III, con el título de La vocación de Pepito. ~ ~ El orador. Evocación de su figura política. Asesinato',de Canalejas. El tratado francoespañoí. estadista. El gobernante. El demócrata. Necesidad La disyuntiva deí negociador. Amputaciones sufridas. — — — — — la crónica anterior, dos sucesos capitales han acaecido en la vida española : uno dolorosamente siniestro, el asesinato del Sr. Canalejas ; otro que encierra un enigma cuyo significado eÍ porvenir desentrañará : la firma del tratado hispano-francés sobre el reparto de Marruecos. Ambos sucesos son de incalculables consecuencias para la política española. La figura de aquel hombre insigne que se llamó D. José Canalejas, víctima de la demencia criminal de quienes dan el nombre de doctrina a lo que es remoción de malvadas pasiones, no evocarse sin una puede irreprimible emoción, confusa mezcla ae sentimientos de amargura por su infortunio, de admiración a sus dotes esclarecidas, de cólera contra la mano asesina que lo derribó, de duelo por la gran pérdida para la patria que hizo de la muerte de aquel patricio una desventura nacional. Aun parecen escucharse los ecos de I apaa p 1 b ra herm aquel tribuno, que supo aliar siempre en los desenvolvimientos de su actividad política y parlamentaria los ímpetus del orador con las reservas del estadista, las fervorosas expansiones del «sembrador de ideas», como a si se Esos propio llamó, as prudencias con y meditadas austeridades del gobernante ; sembrador de ideas fué, ante todo, ideas que había de fertilizar más tarde con su propia sangre. 394 © Biblioteca Nacional de España — — — El — pensador. La de zona una de — r El pog. concordia. Pocas veces han brillado las glorias de la tribuna parlamentaria española como en los momentos en que la avaloraba y enaltecía el hombre cuya trágica muerte deploramos. Fluían de sus labios las palabras con la precisión y abundancia irrestañable de aquel para quien no hay reservas y secretos en todo el vasto campo del idioma castellano. Su palabra era rica, exacta, elegante, flexible, propicia para comunicar todas las inflexiones de la pasión, para recoger todas las grandezas y eslendores del pensamiento. Su verbo prodigioso recorría todas as variedades, todas las manifestaciones en que puede brillar un orador extraordinario. Imanas veces, con aquel tono confidencial en que, sustrayéndolas al encono de la contienda apasionada, exponia hermosas verdades o explicaba elevadas teorías, retenía cautiva la atención del auditorio que seguía anhelante, paso a paso, el desarrollo de nuevas ideas moldeadas con elegancia exquisita, con los acentos seductores de una meditación íntima, expresada en alta voz, o de un coloquio fratei'nal mantenido, para regalo del ánimo, con sus fascinados oyentes. Otras veces, iluminaban el debate con llamaradas de pasión los grandes arrebatos de su convencimiento, los be11os apóstrofes, las invectivas en que se revelaba el luchador, expresión no retórica sino real y sincera de una voluntad indomable, tal terio nlás restrictivo, con respeto menos escrupuloso a la práctico de aquellos derechos ciudadanos. Pero fa democracia que alentaba en su corazón, el sentido liberal que inspiraba todas las expresiones de su entendimiento no se limitaba a este respeto formalista del precepto legal o del ejercicio de las libertades públicas. Tenía un contenido más substancial, alma de su alma, pasión de toda su vida ; la restauración de la justicia económica; la elevación del proletariado, el suavizamiento dc las crueldades impías de la lucha por la existencia, el amparo de los débiles, la ayuda por la eficacia del poder público y por el concurso de los preceptos legales, a todos los vencidos, a todos los desheredados, para que compartiesen los beneficios de la civilización. A esta noble aspiración redentora sacrificó sus días; al servicio de ella puso su cultura, su talento, su actividad infatigable, los entusiasmos juveniles, las reflexiones de la madurez, su autoridad de hombre público, su influencia en la política. ¡Quién había de decir que hombre a quien tantos desvelos causaran las miserias y dolores del proletariado había de ser arrebatado a la vida por la mano de un anarquista! ¡Trágico destino! debió recoger gratitudes, sentir en torno suyo aquel amoroso afecto de quienes en él habían encontrado su más ferviente defensor y recogió enconos y cayó al fin como víctima de una ingrata demencia criminal. El amor al proletariado, que constituía para él la esencia de la democracia, sentimiento e idea al mismo tiempo en Canalejas dirigia toda su obra de reformador, aspirando a hacer del Estado un gran órgano de justicia, a mitigar las asperezas del vivir con un vaho de misericordia. Director de la vida pública, toda su labor se encaminaba, como él propio escribió, a constituir «régimen político en que, sin destruir los sedimentos de fa historia, sin reemplazar la tiranía de los menos por la de los más, la ley, órgano del progreso y agente de la armonía social, inspirándose en la justicia y en la opinión, facilite la marcha ascendente de la colectividad hacia un ideal de fraternidad y de paz». En ese derrotero se interpuso el asesino para arrebatar a los liberales un jefe, a la política un espíritu extraordinario, a la patria una gloria, a ia causa de la fraternidad un obrero gi- la demostró en su obra de Gobierno, voluntad que sabía a las sinuosidades del camino, esquivar'las resistencias del adversario, pero que marchaba tenaz y perseverante, siempre orientada en una dirección a cuyo término resplandecía la luz de un noble y altísimo ideal. Los grandes discursos en que su genio culmina han señalado época en el desarrollo de nuestra vida parlamentaria. En ellos se reunían todas las condiciones precisas para herir los sentimientos con eficacia esclavizadora. «Todo gran orador, ha dicho Castelar, ha de reunir estas tres condiciones : discutir con lógica, sistematizar en serie, extender su arenga con las proporciones y las bellezas con que un gran arquitecto extiende sus edificios». 'Así fueron los discursos fundamentales de Callalejas, henchidos de un mundo de ideas y má~ aún : porque la inmensa e inagotable fertilidad de su entendimiento era tal que cuando discurría sobre algún asunto y lo desentrañaba hasta agotarlo, dejaba sugestiones flotantes de otras series de pensamientos, abría ante el auditorio perspectivas interminables de otras doctrinas, de problemas conexos, de la vasta y amplia trabazón de los fenómenos bullidores del mundo espiritual y del social. Junto a la firmeza y amplitud de su doctrina y al noble y elegante lenguaje que la Elocuencia se complació en comunicarle, brillaba otra cualidad que todos hemos podido admirar y aplaudir con asombro, aun aquellos que, por ser sus adversarios en política, no asentían a las esencias doctrinales que como plegarse proclamaban : su destreza, su flexibilidad, la agilidad infatiga- ble de luchador mental que desplegaba en los combates parlamentarios. Sabía siempre introducirse entre la argumentación de sus contrarios, para dividirla, para arrollarla ; acertaba con el punto donde debía herir ; sorprendida la parte débil'de una argumentación por miiy recóndita que aquélla estuviese; y rápidamente, certeramente, señalaba aquella debilidad pará sacarla a luz, desenvolverla y hacer que flaquease en su cimiento toda una impugnación o que apareciese la injusticia de una actitud. Y es que, justador entusiasta en todas las justas oratorias, era además, siervo de un prolijo estudio, de una meditación reflexiva, ávido perennemente de acrecentar el caudal enorme de su cultura, cultivador esclarecido y ardoroso de todas las disciplinas mentales, lo cual permitía recorrer todas las escalas de las ideas y encerrarlas en formas artísticas que hacían pensar a los hombres superiores y sentir y extremecerse subyugados a los que no traspasaban la categoría de los vulgares. Enamorado de las ideas, desdeñó constantemente en su vida los fáciles encumbramientos y no se dejó deslumbrar por el resplandor de las altas posiciones. Mientras deberes ineludibles no le obligaron a otra cosa, fué, antes que nada, el hombre de estudio y de propaganda. Por eso, en la España contemporánea, la silueta de Canalejas se destaca, principalmente, con el relieve de excelso orador. Pero sometido al contraste de la realidad, las generaciones presentes encontraron en él junto al orador de los grandes arrebatos y de las magnificencias de la idea y del lenguaje, al estadista de los grandes cálculos y de las serenidades y previsiones exquisitas. De unas y otras cualidades necesitó para realizar su obra en los tres años difíciles, acaso los más difíciles, porque ha pasado nuestra patria en su período contemporáneo, que estuvo al frente del Gobierno. Su labor ha sido muy compleja porque los tiempos eran muy complicados y la realidad muy confusa. Liberal sincero, demócrata por ideas y por sentimientos, ambicionó una honda y substancial transformación de la vida española. Quiso que su laboi fuera el puente tendido entre la España del pasado y la España del porvenir. Por eso, mientras para los unos apareció como un revolucionario, aquellos que sin contar con el tiempo suspiran por la democracia futura, lo motejaban de conservador. Y es que Canalejas tenía plena conciencia de su misión en los actuales instantes ; hombre de gobierno, estadista, no aspiraba a barrer formas sociales con raices en la sino a transformarlas métodos Historia, profundas por lurídicos, con arreglo a los dictados de aquella suprema luz que ilumina la conciencia moral que algiinas veces invocó, mal entendido, por cierto, como suprema ley del gobernante. Era Canalejas uno de los espíritus más sincera y convencidamente demócratas de la política española. Fervoroso y apasionado defensor, desde sus años mozos, de la consignación en las leyes de todas las libertades dan al individuo políticas que la plenitud de su personalidad ciudadana y lo convierten en copartícipe de la soberanía, como gobernante, respetó escrupulosamente el ejercicio de esos derechos. Muchas veces se le reprochó avenirse fácilmente a incomodidades y molestias. hasta a riesgos políticos que hubiera podido esquivar con cri- una esperanza insubstituible. Sus contemporáneos no podremos apreciar en toda su magnitud ni la persona ni la obra de D. José Canalejas. Tan dúctil era su complexión, tan rica la diversidad de su espíritu, tan varia la fertilidad de su naturaleza en que Dios quiso atesorar excepcionales prendas, que, para juzgarle, necesitaremos las erspectivas def tiempo, que darán a su figura, incorporada a a historia, las altas entonaciones y los trazos que convienen a la silueta de un hombre insigne, coronado por la tragedia. Un destino implacable detuvo su carrera cuarido hervían mil proyectos en su cabeza y mil nobles anhelos en su corazón ; trabajador y combatiente infatigable, filósofo en acción, que pensaba febrilmente y esculpía en fórmulas imperecederas lo pensado, hombre de sentimiento propicio a todo afecto, fué su cerebro motor siempre alimentado por grandes pensamientos, sus nervios cuerdas siempre vibrantes a todo noble estímulo y Su palabra, arma dispuesta a toda,elevada sugestión. para la defensa de toda justicia, su vida. en fin, corriente vertiginosa que, pareciendo buscar satisfacción de legítimas ansias, ya de gloria, ya de poder, con el cual hacer el bien, buscaba realmente el eterno y solemne reposo de la muerte, único remanso ci ncedido por Dios a la apresurada carrera de su vida. Sobre el asesino, sobre la secta cuyo letal influjo guiara la mano de éste, el crimen arrojó perdurable oprobio. Ante el porvenir, la tragedia envolverá el nombre de Canalejas en una imperecedera glorificación que la patria recoge y que la historia guardará. gante, f' Dieron fin las prolijas negociaciones con Francia y se firmó el tratado. La actitud general del país ha sido de reserva. Muy varios elementos contribuyen a esta situación de ánimo. El des- conocimiento de las cuestiones política africana nos el recelo de que la efectúan ; estos y otros factores de desconfianza para compensar la sensación de alivio y de descanso con que de otra suerte se hubiera recibido el término de una cuestión enojosa que, mientras se mantuviera en pie, ofrecía el peligro de graves desavenencias entre Francia y España. No es posible eximirse de una amarga impresión de enojo. Parecía que nuestra situación con Francia estaba liquidada respecto de Marruecos por el tratado de igoq. En éste se había esse sg5 © Biblioteca Nacional de España diplomáticas, imponga grandes sacrificios, la mortificación de las amputaciones de nuestra zona de influenciaque por ese tratado se juntan la de Jgoz, española que reducía tipulado una zona de influencia del Sr. León y Castillo. España podía obra dipomática gloriosa en dicha zona de influencia ensar con suficiente razón, que 'rancia no habria de entrometerse, ni mucho menos pedir rectificaciones de frontera que cercenaran lo que ella con su firma había reconocido como privativo del influjo español. No obstante, cuando llegó la hora de hacer efectivo lo conpara bosignado en aquel convenio, Francia buscó un pretexto rrar su firma de aquel Tratado, haciendo necesaria la estipulación de uno nuevo. Ese pretexto fué : que para obtener libertad de acción en Marruecos, Francia se había visto obligada a dar pecompensaciones territoriales a Alemania, por lo cual debía dir a España otras compensaciones, equivalentes al beneficio ue nuestra nación recibiera como consecuencia del convenio ranco-alemán. La injusticia de la alegación se manifiesta con sólo decir que de las negociaciones franco-alemanas España estuvo ausente porque no se la invitó a participar en ellas y que es contraria al derecho de gentes, la doctrina de que los tratados convenidos por una nación con otra pueden ser modificados por esto posteriores conciertos de aquella nación con una tercera. Si fuése admisible, estaría franca la puerta para burlar todo compromiso, contraído por una nacion y garantido con los prestigios de su firma. Pero así nos íué planteado el caso por Francia. Y no cabía más que una alternativa, cada vez que sus pretensiones extremadas aparecían en el curso de la negociación : o aceptarlas, las puesto que no éramos los más fuertes, o dejar pendientes a convenir, ya que sobre bases de jusnegociaciones, negándose ticia era imposible el acuerdo. Los riesgos que esta segunda actitud entrañaba, no necesitan ser encarecidos. Dejar subsistente la discordia con Francia, con las kábilas del Rif propensas a la luéha y gran parte de la opinión española hostil a la acción y de concuyo término estuviera la imposibilidad práctica de hacer efectivo derecho alguno de España sobre parte del territorio marroquí. Racionalmente discutir con empeño, utilizar no habia, pues, otra solución que intereses la el apoyo de Inglaterra en aquella parte en que sus firmar el tratado. derechos nuestros y inducían a sostener En tgo4 se habían concedido a España dos zonas de influenLa pricia : una en el Norte y otra en el Sur de Marruecos. Norte de Marruecos, Anghera, el Rif, mera comprendía todo el la orilla la mayor parte del Gharb y todos los territorios entre al Este, y la orilla derecha del Lucus al de Muluya izquierda esta zona Oeste. Por el Sur, abarcaba el rico valle del Uarga. En cedemos a Francia más de ~6,ooo kilometros cuadrados. Sur de La segunda comprendía una extensísima región al al Este por el Marruecos; limitaba al Norte por el río Mesa, meridiano once y al Sur por el río Drae. Esta zona la hemos un hinferentero, salvo el emplazamiento de Ifni y africana, era mantener viva una fuente de trariedades y acaso emprender un camino perdido por land de diez kilómetros. No puede hacerse cargos al negociador. Las circunstancias más fruto. La aspiración'de Francia no han conseguido obtener límites. Y, no obstante, por iníerés pa últimos ha ido hasta sus nosotros esforzarnos en borrar del ánimo debemos patriótico, todo impulso rencoroso español todo íntimo resentimiento, la discordia de afectos puede prove de Francia ; contra porque la condición ineucusable de nuestra nir la diversidad de miras y sometida a nuestra in fluenobra en la zona marroquí que queda con Francia. Unidas ambas de propósito cia, es la solidaridad fácilmente. naciones, prestándose mutuo concurso, prevalecerán más costosa en sangre y en dinero y será labor su Desavenidas, toda perturbación en las extensas cose ofrecerán facilidades,a civilizar. se marcas que pretende Baldomero cVadrid, p diciembre. ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO Vida admirable de Francisco J. Tabar, coadjutor de la Compañía de Jesús, Misionero en Argelia, por ei R, P. Luis Charles, traducción dví R P. Ram6n Vendrell, ambos de la misma Compañía, Misiorleros en Africa. Edición ilustrada con i6 láminas tiradas aparte. Barceiona, Herederos de Juan — Gili, Editores, i g i z. La colonizacion de Africa ofrece en nuestros dias uno de los más vivos y signifiücativos contrastes. Por un lado, la ambici6n política y el egoismo mercantil; por otro, el admirable espíritu de sacrificio, la sublime abnegaci6n del misionero cat6lico. Ejemplo elocuentísimo de esto úhimo es la vida admirable del Hermano Francisco Javier de Tabar, de la Compañía de Jesús. Este animoso navarro consagr6 en nuestros días su larga y labüriosísima existencia a la enseñanza del catecismo en la colonia francesa de Argelia, que debe toda su rosperidad a los emigrantes g españoles Es sencilamente asombrosa la vida de este benemérito hijo de su insigne paisano San Ignacio de Lo ola. Nacido en Cirauqui el S i de octubre de i g i, ingres6 en la Compañía a primeros de ociubre de i 844, y a fines de octubre de i 84g se embarcaba para Argelia en donde permaneci6 hasta el g de octubre de igoz, en que pas6a mejor vida,sucumbiendo «en el campo de batalla con las armas arm en la mano ~, como dice su bi6graío. Ni un solo 4la descans6 en ese largo período de más de 5o años Argel, Mouzaia les Mines, Medeah, Orán, Saintaur, Fleurus, Lamtar, Saint-Denis-du-Sig, Sidi- bel-Abbes, Máscara, Ain-el Adjar, M'-Sila, Blidah, Mustaphá y el Oíivage», son testigos de su encen~ dido celo por la salvaci6n de las almas, de su in- comparabie actividiid, de su maravilloso ingenio para vencer las mú tiples dificultades que se o onian nom(re obra de civilizaci6n cristiana. Su en la colonia española de Argel, y ha leerse con sumo gusto entre nuesiros hermanos de Africa y por cuantos se interesan por el progreso de la verdad cristiana. Forma el tomo parte de la Colecci6n «Los o voldmen i z constituye. a su poíiuiarísimo su viaa de es Santos»,mcu Se ha repartido, con la puntualidad de costumbie, el número de Hojas Selectas. del mes de diciefnbre, que constituye, como siempre, un verdadei p raa zagine bajo el punto de vista literario, y, en el artístico, un hermoso álbum en que colabo- ran nuestros mejores artistas. del — aquí lo mis i de oso». Cuento alemán, «El hombre de la piel Mesties.— «Amor inmorcon dibujos de Apeles con dibujos de F. <al', por Alfonso pérez Nieva, ~ C~~d~d~~ espanolas: Cáceres rta. ~ Paraguas y J. Sánchez Rojas, con 6 grabados. con i r grabados, ~, por F. M. Feldhaus, quitasoles Alfredo Opisso, con un en c José Verdi», por «Los amores lde rutrato y dibujos de J. Pey. Bruna (concíusi6n), mosquito» por José Carlos « l.a guerra en los con dibujos de J. Cabrinety. «Entierro y íuBalkanes», con gi grabados. nerales del emperador Mutsu-Hito, con iy grabados Publica además ias acostumbradas secciones con un sude actualidades, modas y pasatiempos, — — — — — — artístico impreso a tres colores, poesía de M. Feliu de Narciso Díaz de Escovar y dibujo de R.Opisso. d' Lemus, y una nota política plemento de la Coriirañia de Vida del Padre Pablo Ginhac al el Padre Arturo Calvet, traducida ei Padre castellano de la 4." edici6n francesa, por la misma ComGarcía Estébanez, ambos de MiguelUn 5oo páginas, en 4.' de más de volumen panía. varios grabados, 6 peen riquisiino papel cromo y encuadernado.— setas en rústica¡y 8 lujosamente Editores, I ll l z. Barcelona, Hereaeros de Juan Gili, de la Iglesia Una de las notas más consoladoras la Cat6lica consiste en su asombrosa aptitud para santidad. La Iglesia es admirable en sus Santos y Sanadmirablemente grande en el número de sus Los espiritus mezquinos de nuestros días, los ni q«no reconocen otra realidad que la materia, más aliciente que su eítoísmo, no se cansan de a«msr que ha terminado ya esa gloriosa dinastía más preciado de Santos, que constituye el de la diadema de la Iglesia. Pero lo cierto imperial nuevo Santo s que apenas pasa día sin que un ve"ga a darles el más solemne mentís. Y ora una «ma Galgani, ora un cura de Ars, ya una Teresa el»ño Jesús, ya un Juan Bautista Lassalle, sin en el «niar los miles y miles aue viven ignorados ".do del claustro, en ef apartado rinc6n de las mi»unes o en el santuario del hogar doméstico, muestran con elocuencia abrumadoraque la virtud í»antidad no s6lo no se ha extinguido, sino que quizás se revela más potente y fecunda que Jesús, por florg6n gg6 © Biblioteca Nacional de España He sumario: Infancia y juventud de ~ El nido del águila. Lean Mestrati, con i 4 grapole6n el Grande», por Carlos Mendoza, bados.— cLos Zubiaurre~, por El sueño de un poeta», por con 6 grabados. de V. Carreres. Enrique Yuste Arias,con dibujos importante agitaciones a Argente El venerado P. Pablo Ginhac brilla en días comoaurors espíendente en el puro firmamento de la Iglesia. Nacido en igz4, muerto en i Sg5, es de nuestros dias, es nuestro, completamente nuestro. Su vida, escrita por uno de sus hermanos en reiigi6n, puede calificarse de vida espléndida, según expresi6n del Sr. Obispo de Rodez. De ella ha dicho v, L' ami du Clergé : sEs una vida admirable de un jesuíta, del religioso más eríecto de que tal vez pueda vanagloriarse la ompanía de Jesús en el siglo xix. No conocemos cosa más doctrinal, ni más profundamente espiritual, ni de mayor atracti vo como nonografía de una santidad». La fama de persona muerta en olorde de su insus virtudes, confirmada por la eficacia tercesi6n, llena ya el mundo, y no hemos de tardar mucho en ver sancionado por la Iglesia este nunca. nuestros ~ nuevo modelo de tan tidad. t.iiis María profunda Grignón como sencilla san- de Montforh por H. Boutin, H. Villaescusa. Pbro., traduccion del Dr. Modesto Un volumen en 8.' de zp6 páginas, z pesetasen rústica y S en tela.-Herederos de Juan Gili, Editores, Barcelona i q i z. Grign6n de Monfort es una revelaci6n para las almas piadosas españolas. Ni en España ni en América se tenia noticia del ardiente propagador de la devoci6n del Rosario. Sus hijos, los simpáticos hermanos de San Grabiel, van popularizando su nombre en nuestra tierra, y a medida que se conocen sus grandes virtudes, se despierta y se propaga más y más ladevoci6n del gran misionero del siglo xviii, del siglo de la frivolidad, de la indiíerencia, del materialismo. l':s sumamente curiosa, instruciiva y consoladora la lectura de estas páginas, en las que se ve luchar al animoso siervo de Dios contra todos los poderes de la tierra, contra el jansenismo, el galicanismo. la enciclopedia, contra el siglo que se personific6 en Voltaire y que habla determinar en la sangrienta revolución de iyg3. l Qué triunfos tan admirables los suyos, cuando, aleniado por el amor de Dios y de las almas, y sostenido por la fe del pueblo levantaba verdaderas tempestades de entusiasmo en las muchedumbres, a los y aplastaba enemigns con el peso incontrastade su humildad! Es este un libro precioso, en el cual se manifiestan por modo sorprendente los ad. mirables caminos de la Divina Providencia, que se vale de los peqnenos para vencer a los soberbios Constituye el volumen Xí d» la «Coíecci6n de los Santos que con tanto acierto publican en Barcelona los Herederos de Juan Gili.