Dory Luz González Hernández - Fundación Universitaria Los

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Memoria de un proceso de paz:
diálogo con Antonio Navarro Wolf *
Dory Luz González Hernández
Fecha de recepción: Julio 19 de 2013
Fecha de aceptación: Septiembre 25 de 2013
Fecha de modificación: Noviembre 21 de 2013
Licenciada en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital Francisco
José de Caldas, Especialista en Pedagogía del Lenguaje Audiovisual de la
Universidad El Bosque y Magister en Investigación Social Interdisciplinaria
de la Universidad Distrital Francisco José Caldas; docente de la Fundación
Universitaria Los Libertadores y la Corporación Universitaria Republicana.
Correo Electrónico: dlgonzalezh@libertadores.edu.co
Memory of a peace process:
dialogue with Antonio Navarro Wolf
Relatório de um processo de paz:
diálogo com Antônio Navarro Wolf
“Confiamos en nosotros mismos, creemos en nuestra audacia, en nuestra imaginación, en
nuestra capacidad de crear caminos nuevos y originales en un país donde casi todo el mundo
camina al interior de la rutina política o de la rutina de los dogmas y los esquemas. Creemos
en nosotros mismos y confiamos al Dios de nuestros padres la suerte del M-19, la suerte de
nuestros futuro político, la suerte y destino de Colombia, confiamos en que el Dios de nuestros
padres defienda una posibilidad de paz en Colombia y entierre definitivamente la guerra civil
que se cierne sobre nuestro país. Que Él cierre el cielo infinito de las guerras civiles colombianas
(…) El M-19, en las manos de su comandante general, hace dejación pública de la última
arma en manos del movimiento 19 de Abril, por la paz y la dignidad en Colombia.
Con todos ¡Atención Fir!
¡Oficiales de Bolívar, rompan filas!”
Apartes del discurso de Carlos Pizarro Leongómez
en el momento de colocar sobre la mesa la pistola 9mm envuelta en la bandera de Colombia.
*
Dory Luz González Hernández
Entrevista realizada al doctor Antonio Navarro Wolf, líder del desmovilizado
Movimiento Guerrillero M-19, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente
y ex gobernador de Nariño, realizada en el mes de agosto en el marco del ciclo
de conferencias y actividades programadas en el Departamento de Formación
Humana y Social de la Fundación Universitaria Los Libertadores, a propósito de los
diálogos de paz desarrollados en la Habana, Cuba en el 2013.
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El Movimiento 19 de Abril realiza su incursión en
el panorama nacional en el año 19741, con el robo de
la espada de Bolívar, lo que permite desde sus inicios
evidenciar una guerrilla con estrategias innovadoras
en el campo de la lucha armada. Con el robo de la espada se inicia el accionar armado del M-19, que sostiene una posición política e ideológica definida. Al respecto manifestaba el mismo Jaime Bateman Cayón2:
Todo el mundo está de acuerdo en que la guerra tiene que ser de masas, que
la tiene que hacer el pueblo, y todo el mundo está de acuerdo en que el criterio
fundamental de una guerrilla tiene que ser político pero en lo que no estamos
de acuerdo es que para derrotar al enemigo, al ejército oligárquico, haya que
tener un ejército popular. Y este ejército popular solo se crea en el combate,
solo se crea en el accionar militar, no en los planes secos, que yo voy a tener
tantos guerrilleros en tantos años. ¡No! No es el plan quinquenal. Es un plan
que debe estar determinado por el desarrollo militar. Eso significa acciones
militares, eso significa concentración de tropas, eso significa pelear todos los
días y colocar al Ejército enemigo en una situación de quiebre absoluto.
(Jimeno, 1984, p. 18. Las negrillas son propias).
En este sentido, el M-19 plantea diversas estrategias para visibilizar su posición política e ideológica.
Acciones como el robo de armas del Cantón Norte,
la toma de la Embajada de República Dominicana y
el Palacio de Justicia, fueron estrategias militares que
permitieron su reconocimiento en la escena nacional
e internacional; reconocimiento que generó en algunos momentos credibilidad o pérdida de la misma dentro de la opinión pública.
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Se conoce el surgimiento del grupo guerrillero M-19 en el año de 1970 con el
fraude electoral a la ANAPO (Alianza Nacional popular) en cabeza de Gustavo Rojas
Pinilla; sin embargo, sus incursiones como organización guerrillera se inician en
1974 con el robo de la espada de Bolívar. Así señala sus inicios la organización,
con el comunicado oficial del movimiento, después de conocer los escrutinios del
19 de abril de 1970: “El Comando Nacional de la Alianza nacional Popular declara:
Que el gobierno oligárquico que explota a Colombia después de haber preparado
un escandaloso fraude que está acabando de consumar, pretende ahora imponer
al país un resultado electoral que burla la opinión inequívocamente expresada en
las urnas por la abrumadora mayoría nacional; que el Presidente de Colombia es el
general Gustavo Rojas Pinilla, que no reconocemos fallo diferente que el triunfo
de esta candidatura, y que estamos tomando medidas necesarias y eficaces para
impedir que la oligarquía le robe el poder al pueblo; que durante 10 años hemos
sido un movimiento que ha predicado la paz y la concordia ciudadana, y que
ha buscado el poder por los cauces legales, confiado en la honradez de quien
exhiba la investidura de primer magistrado de la Nación; que ante la evidencia
del fraude y del atropello nos sentimos moralmente impedidos para contener la
justa reacción popular y por ello responsabilizamos al gobierno y al presidente
Lleras de las consecuencias que su doble y falaz conducta le traiga al país; que
estamos tomando medidas necesarias y eficaces para impedir que la oligarquía le
robe el poder al pueblo colombiano; que desde este momento nos constituimos
en el Comando Nacional Revolucionario, que encauzará las justas aspiraciones y
la justificada reacción de las grandes mayorías nacionales”. El tiempo, abril 22 de
1970. p. 2. Con estas palabras se inicia el movimiento revolucionario 19 de abril,
que habría de convertirse en una de las guerrillas más populares de Colombia.
Jaime Bateman Cayón es el fundador del M-19, al respecto Ramón Jimeno en el
libro “oiga, hermano” reseña el carácter e ideología de este líder guerrillero:
“Bateman tenía una enorme imaginación; fue un gran estratega, hombre de
entrega, enamorado, muy colombiano, que se reía de la muerte, amante de
la rumba, de fácil acceso a la amistad: precursor de un socialismo diferente; sin
copias de ningún lado y sin renunciar a lo que era Colombia; creador de la cadena
de afectos”. (1984, p. 10)
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Son muchos los personajes que hicieron historia
dentro del movimiento guerrillero M-19 y por ende
protagonistas en la escena política del país, entre ellos
Iván Marino Ospina, Carlos Toledo Plata, Álvaro
Fayad, Rosemberg Pabón, Carlos Pizarro Leongómez,
entre otros; pero es significativo nombrar a Antonio
Navarro Wolf, toda vez, que es uno de los miembros
vivos de mayor reconocimiento en la política actual
y cuenta con la experiencia de haber trabajado y generado un proceso de paz, que le permitió al M-19
construir un partido político legal y su participación
en la Asamblea Nacional Constituyente que daría
paso a la Constitución Política de 1991.
Por ello, esta entrevista al doctor Navarro Wolf
permite desentrañar los meandros de la negociación y
las posibilidades de reconciliación en un país con más
de 60 años inmerso en una guerra civil, que espera
en esta oportunidad, con los procesos de paz que se
realizan en la Habana, Cuba, por lo menos dar fin a
la violencia directa3 que afecta a la población civil.
A continuación se presenta el diálogo con el doctor Navarro Wolf, sobre la historia del M-19 y el camino de la paz que la organización guerrillera construyó desde el gobierno de Betancur, para terminar
con el abordaje de las posibilidades de reconciliación
que hoy tiene la sociedad colombiana con el grupo
armado de las FARC.
-- Dory Luz González: Me gustaría que nos hablará
un poco sobre el proceso de paz del M-19 y de esta
manera entenderlo en la coyuntura política en la que
estamos. Como “Dialéctica” es una revista de interés
general, nos gustaría que empezáramos hablando del
contexto del M-19; de cómo empieza siendo una organización de carácter urbano y se traslada a lo rural.
Igualmente, sobre la simpatía que le tuvo la ciudadanía; de la situación del robo de las armas del Cantón
Norte y el robo de la espada de Bolívar en la Quinta
de Bolívar; lo que significó para los años 70 y 80 el
M-19 en el escenario urbano y después en el escenario rural; y que nos cuente de manera muy sucinta
cómo se inició el proceso de paz con el M-19. Leía yo
que el proceso de paz fue una tarea muy dura, que
tanto Carlos Pizarro como usted asumieron dentro de
la organización, para convencer a todos los compañe3
La violencia tiene dos formas, la directa y la estructural, definida la violencia directa
como la acción agresiva o destructiva hacia otra persona o personas, al igual que
a bienes materiales; tal como la agresión física, el enfrentamiento armado, la
violación, etc.; mientras la violencia estructural hace referencia a las condiciones
socio-económicas, políticas y culturales de una región y su incidencia en la
población.
Memoria de un proceso de paz: diálogo con Antonio Navarro Wolf (Pp. 143 - 153)
ros del M-19 de la importancia de la paz. Entonces
quisiera que nos hiciera esa primera introducción en
la que desarrolle la historia del M-19 y de allí sumergirnos en el escenario de la paz.
de la Embajada de la República Dominicana5, que
salió bien afortunadamente y que posicionó al M-19
muy alto en la opinión pública del país. Después vino
la muerte de Bateman y la toma del Palacio de Justicia, yo no participé porque estaba herido, estaba fuera
del país, estaba fuera de la línea de mando, como
se dice estrictamente en lenguaje militar, me estaba
recuperando de un atentado que casi me mata durante la primera negociación con Betancur6, que fue
un intento de negociación en el que yo fui el jefe del
equipo negociador, eso me costó la pierna izquierda
y casi la muerte. Yo me estaba recuperando y aclarando lo que había sido el proceso con Betancourt.
Los que estaban aquí al mando del eme tomaron la
decisión de hacer esta toma, intentando repetir la
experiencia de la embajada de República Dominicana. La toma salió sumamente mal, entonces hubo
un bajón de popularidad del M-19. Además refrendo
una cosa que ya se venía sintiendo, y es que pese a la
popularidad, la gente no estaba dispuesta a meterse
a la guerra. A uno en la época de popularidad le decían: buena muchachos, bien, firme, adelante. Pero
cuando se planteaba: camine se mete con nosotros, le
respondían: no, no, yo los apoyo, pero nada más. No
se metían. Entonces si la gente no se iba a meter a la
insurrección, al alzamiento armado, a la pelea, pues
no íbamos a ganar nunca y eso fue lo que finalmente
sirvió de punto inicial en el cambio de actitud con re-
-- Dr. Antonio Navarro Wolff: EL M-19 fue una
organización muy diferente, de un origen muy distinto a las otras guerrillas colombianas. Usted sabe que
las otras guerrillas estaban ligadas a algún proceso
internacional de la izquierda: al marxismo soviético,
a la revolución china o a la revolución cubana. El
M-19 fue una guerrilla nacionalista. Cuando empezó el M-19 los dos más importantes libertadores eran
símbolos de los dos partidos tradicionales: Santander
era símbolo del partido Liberal y Bolívar era el símbolo del partido Conservador. Cuando el M-19 toma
la espada de Bolívar4 se declara el brazo armado del
pueblo y hace un discurso nacionalista. Mucha gente
decía, esos son unos militares en retiro, esos son unos
tipos de la pequeña burguesía, esos son unos tipos
sospechosos, alguna gente rara, porque estábamos revindicando cosas que hoy son totalmente razonables,
pero que en aquella época sonaban por fuera de lo
que la guerrilla de esos tiempos estaba planteando
como programa político.
-- DLG: ¿Y de la izquierda en general?
-- ANW: Nosotros planteamos nuestro programa en
tres puntos: independencia nacional, democracia
política y económica, y justicia social, es un programa que no es marxista. Muchos dijeron eso parece
social-demócrata. Tuvimos un periodo grande donde
éramos vistos con sospecha por la izquierda, pero eso
nos trajo una comunicación muy importante con la
opinión pública. Además en la primera etapa del
M-19 hacíamos operaciones armadas duras, repartíamos leche y pollos en los barrios populares. Teníamos
una presencia que la gente veía como reivindicación
social, más que cualquier otra cosa, un lenguaje sencillo, directo, estimulado por la manera de ser de Jaime
Bateman, que inmortalizó frases que todavía se usan,
por ejemplo, “lo que tenemos que hacer es el sancocho
nacional”, “la revolución es una fiesta, no es un sufrimiento sino una fiesta”, etc. Todo eso hizo que adquiriera mucho prestigio, que se acrecentó con la toma
4
Dice Israel Santamaría, uno de los principales integrantes del M-19 en sus
orígenes: “Si hubiéramos nacido con criterios enrojecidos de guerra, de matar o
comer del muerto, radicales como algunos movimientos, no habríamos hecho lo
de la espada, habríamos matado algunos soldados, emboscado al ejército o algo
así” (Behar, O, 1985, p.83).
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Durante el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala se establece el Estatuto de
Seguridad bajo el Decreto 1923 de 1978, situación que generó el repliegue del M-19
y una de las acciones más recordadas por el colectivo, “el robo de armas del cantón
norte”. A raíz de este golpe dado al corazón de FF.AA. se registran por parte de los
militares acciones para encarcelar a los mandos altos y medios de la organización,
estableciéndose al final que casi toda la cúpula del M-19 se encontrara presa; por
ello a Jaime Bateman, se le ocurre en febrero de 1979 la toma de la Embajada de
República Dominicana, al mando del comandante uno (Rosemberg Pabón), el cual
manifiesta al respecto: “Hoy Colombia vive los frutos de ese periodo que tuvo en la
toma de la embajada dominicana uno de sus momentos más elocuentes; periodo
que conoció la lucha por los derechos humanos, la amnistía para los alzados en
armas, y el cese del fuego, para dar paso al gran Diálogo Nacional y a un proceso de
cambio social. El diálogo de hoy tiene sus antecedentes en aquellas negociaciones
realizadas en una camioneta amarilla en la puerta de la embajada ocupada por un
comando guerrillero, pero es el resultado de una voluntad nacional en movimiento
expresada en grandes combates sociales y político-militares” (Pabón, 1984, p.p. 7-8)
El gobierno de Belisario Betancur plantea desde sus inicios diálogos de paz
con las guerrillas activas de aquellos tiempos. El M-19 se organiza y se sienta a
dialogar con la comisión de paz creada por el gobierno Esta comisión contó con
cuarenta miembros, de ella hacían parte empresarios, periodistas, parlamentarios,
representantes del clero, un líder campesino, militantes de la izquierda etc. El
liderazgo se le entrega a Carlos Lleras Restrepo quién por quebrantos de salud
y señalando lo exagerado del número de miembros se retira y en su remplazo
se nombra a Otto Morales Benítez, quién igualmente renuncia para dar paso a
Jhon Agudelo Ríos. La comisión de paz se convierte en el intermediario para la
negociación con el Movimiento Guerrillero M-19, que a partir de la ley de amnistía
de noviembre 1982 permitió fortalecer el proceso de paz con el M-19 que junto con
las FARC son las únicas guerrillas que se mantuvieron en la negociación disuelta la
coordinadora. La amnistía permite que varios de los miembros del movimiento
guerrillero que se encontraban en las cárceles fueron liberados. Se estableció
una mesa de trabajo para la negociación. Sin embargo, uno de los problemas más
complejos de la ley de amnistía fue la inseguridad a la que se vieron sometidos los
beneficiarios, ya que algunos de ellos sufrieron atentados por parte de las fuerzas
militares, aliadas ya en ese tiempo con los paramilitares; entre las víctimas de
atentados se encuentran Carlos Alonso Lucio y Antonio Navarro Wolf miembros
del M-19. “El ministro de defensa, general Landazabal, en una entrevista televisada
desautoriza toda la política de paz del gobierno y afirma que no será acatada por
la Fuerzas Militares, propone cambiarla por una política de guerra total contra la
insurgencia” (Vásquez, 1983, pp. 70-71).
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ferencia a lo que había que hacer. Al fin y al cabo las
armas simplemente eran una herramienta, el objetivo
era una trasformación de la sociedad colombiana, y si
la herramienta llamada armas, no era eficaz, porque
no producía resultados, pues entonces teníamos que
dejarla y cambiarla, si no, nos íbamos a quedar ahí
toda la vida en una guerra sin fin. A lo mejor como
decía alguien, nos vamos “a morir del mal de arrugas
y encorvados como un tres” y nada que hacemos ninguna revolución, así que hay que cambiar de método.
expandiéndose y a otras zonas del país. Mantenían el
campamento en Casa Verde. Cuando nosotros tomamos la decisión de negociar de nuevo, ya no dirigidos
por Iván Marino y Álvaro Fayad, a los dos los habían
matado, Carlos Pizarro fue quien los sucedió a ellos
en la comandancia. Pizarro se fue a Casa Verde, allá
en La Uribe, al campamento de las FARC, habló con
Marulanda y con Jacobo Arenas y les propuso que hicieran una negociación conjunta pero ya no de tregua
sino de paz. La verdad es que las FARC no tuvieron
ningún interés, decían que sí, pero a la hora de concretarla no tenían ningún interés. Entonces Pizarro
me mando a decir, hombre yo estoy convencido de que
nosotros perdemos la negociación si seguimos tratando
de que las FARC hagan esto conjuntamente con nosotros. El EPL que había estado con nosotros en la negociación de 1985, dijeron no hay condiciones, esto está
muy mal, esto no tiene futuro y no quisieron tampoco.
Ninguno de los otros aceptó. Entonces fue cuando el
M-19 tomo la decisión de ir en solitario, pensábamos
que no tenía sentido seguir en esta guerra sin fin y que
nadie más nos acompañaría. Entonces negociamos en
solitario y empezaron las conversaciones del M-19 y el
gobierno en 19897.
-- DLG: Bueno doctor, en ese escenario hay un momento en que el M-19 empieza sus procesos de negociación
con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, ese
escenario cómo lo ve, ese escenario de agruparse las
guerrillas en una organización, estaban la FARC, El
ELN, EPL, MAQL, CRS, entre otras que hicieron
parte. Al final en esa mesa de negociación quedan
solamente las FARC y ustedes, negociación que le da
paso a esa escalada tan terrible que tuvieron durante
el gobierno de Belisario Betancur, ustedes amnistiados,
porque estaban amnistiados si no estoy mal, entonces
ese momento de la negociación con la Coordinadora
Guerrillera, cómo se vio desde el M-19, incluso ese contacto que usted tiene con las FARC, porque ahí existe
una nueva mirada de la guerrilla colombiana.
-- ANW: Bueno, la verdad es que nosotros intentamos
un proceso de negociación. Se hizo una reunión con
las FARC en la que yo no estuve, estuvieron Álvaro
Fayad e Iván Marín Ospina. Se conversó con ellos
la necesidad de hacer un programa juntos. Pero las
FARC hicieron una tregua solos durante la negociación con el gobierno de Betancur y se ubicaron en
La Uribe, Meta, en la cordillera oriental. Nosotros
estábamos conversando con todos los grupos armados,
firmamos en 1984 una tregua del EPL, el M-19 y el
gobierno, mientras las FARC habían hecho también
una tregua con el gobierno pero se adelantaron muy
a su estilo. Las FARC han sido siempre una organización que se considera como el papá de todo el
mundo, la guerrilla más importante de América y
los más fuertes, los más antiguos. Eso les ha costado,
porque esa actitud no solamente era frente a las otras
guerrillas sino en general, frente a la sociedad, frente
al Estado, frente a todo el mundo. Bueno, lo cierto es
que negociaron una tregua y nosotros otra con el EPL.
Ese proceso salió bastante mal, a mí me costó casi la
muerte. El EPL y el M-19 decretaron que la tregua ya
no iba más. Las FARC, mantuvieron la tregua pero
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-- DLG: Hay un elemento que se discute entre los teóricos y los estudiosos del M-19: dicen, el M-19 estaba
vencido, el Palacio de Justicia los dejo vencidos, en
realidad no hicieron una negociación sino una rendición, cuando terminan todos en el campamento de
Santo Domingo. Hay una focalización del M-19 en
dicho campamento lo que hacen en realidad, afirman
los contradictores del proceso de paz del M-19, es un
proceso de rendición.
-- ANW: No es si no mirar la historia de Colombia
para darse cuenta de que la única guerrilla que ha
desaparecido es el grupo Ricardo Franco. Tenían 200
hombres y ellos mismos mataron 180, eso fue una
autoliquidación. Pero no ha desaparecido el EPL que
en 1991 negoció la paz. La fracción de Megateo sigue
figurando en el Catatumbo. Francisco Caraballo comandante del EPL no quiso aceptar el proceso de negociación, lo cogieron preso y ahí está. Aquí ninguna
7
Después de las dificultades de la ley de amnistía y los procesos de negociación en
general, gobierno y guerrilla logran reunirse en Corinto Cauca. En esta reunión
el M-19 se compromete con un “cese al fuego indeterminado” esto permitió la
renovación de las negociaciones y la comisión de paz , creando 10 subcomisiones
para atender la necesidades de la población, en mira de reformas estructurales,
reformas que nunca se realizaron y ocasionaron el rompimiento de los diálogos
el 20 de junio de 1985, desembocando en la toma del Palacio de Justicia en
noviembre de ese mismo año.
Memoria de un proceso de paz: diálogo con Antonio Navarro Wolf (Pp. 143 - 153)
guerrilla ha desaparecido por la victoria del Estado.
El M-19 estaba muy afectado ante la opinión pública
con la toma del Palacio de Justicia. Esa toma ayudó
a una reflexión más: si teniendo opinión pública favorable no podíamos, perdiendo la opinión pública
mucho menos íbamos a poder llegar a la victoria.
Pero eso no significa que las fuerzas guerrilleras del
M-19 estuvieran derrotadas, pues en el momento de la
desmovilización se desmovilizaron prácticamente mil
combatientes. Mil combatientes en Colombia, tienen
guerra para todo el tiempo que quieran. Además era
una guerrilla que tenía mucha experiencia rural. La
guerrilla que estaba bajo el mando directo de Pizarro, había tenido una serie de operaciones bastante
exitosas. El M-19 en la zona de Corinto y Caloto
en la cordillera central, llegó a un nivel de guerra de
movimientos. Las FARC con fuerzas más grandes lograron lo mismo unos años después en el oriente del
país. Uno puede saber el estado de una confrontación
por el tamaño de las fuerzas estatales en el terreno.
En una época prolongada del conflicto, el ejército se
movía con lo que se llamaba el pelotón contra guerrillero, un pelotón son 30, 32, 33 hombres. Con el
M-19 en el Cauca, se llegó a que la unidad mínima de una fuerza del Estado fueran 300 hombres,
porque a los pelotones los derrotaron las compañías.
El ejército llegó a tener 300 hombres juntos. Si a 2
policías no les pasa nada no hay conflicto, que es lo
que sucede en el Ecuador. No hay conflicto cuando
pueden las unidades del Estado andar en grupos de
10, que es una escuadra. Ese conflicto es de muy baja
intensidad, eso es cosa de delincuencia común, una
escuadrita de 10. En Colombia el tamaño operativo
por muchos años fue el pelotón. Cuando ya tiene que
subir a compañía que son 3 o 4 pelotones de 100 a
120 hombres o a batallón ligero, que son 300, es porque el contrincante es un contrincante fuerte. El eme
fue el primero que obligó a que el ejército en el Cauca
anduviera en unidades de batallón ligero. Entonces
decir que estaba derrotado por los hechos del Palacio
de Justicia pues no, fue una operación de propaganda
armada en el corazón de Bogotá, que salió pesimamente mal, que tuvo gran impacto negativo sobre la
opinión pública, pero de ahí a derrotar una organización que había sido capaz en ese mismo periodo de
Dory Luz González Hernández
enfrentarse con éxito a pelotones contra guerrilla, a
compañías contra guerrilleras y de mantenerse aún
con el esquema de batallón ligero, es porque estaba
muy lejos de estar derrotada, era una guerrilla veterana, curtida, con mandos expertos. De manera que
estaba muy lejos de la derrota. El problema no era la
derrota, el problema era la imposibilidad de la victoria. Es claro que mil guerrilleros con un apoyo social
bastante importante en la zona donde estábamos son
fuertes. Nosotros siempre mantuvimos muy buena relación con la población en las zonas guerrilleras, hoy
seguimos siendo aliados de los indígenas del Cauca.
A diferencia de las FARC, nosotros respetamos siempre las organizaciones indígenas, sus autoridades, sus
cabildos. Si nos decían, por aquí no queremos que
pasen, no pasábamos, nunca nos enfrentamos a ellos,
por el contrario los apoyamos siempre. Entonces teníamos un respaldo importante. Nosotros le dimos el
armamento inicial al Quintín Lame que fue la guerrilla indígena del Cauca, Yo se los di personalmente,
a mí me tocó darles las armas con las que armaron
el Quintín Lame. Con la población que nos apoyaba, con un grupo de gente veterana y bien armada,
estábamos muy lejos de la derrota, pero más lejos aún
de la victoria. Esa finalmente es la razón por la cual
la paz se va conseguir en Colombia. A las FARC les
pudre, les debe caer como patada no sé dónde, que nosotros nos hubiéramos dado cuenta 20 años antes que
ellos que la victoria era imposible y hayamos obrado
en consecuencia. Si la victoria es imposible, lo que hay
que hacer es dejar las armas, de manera que la victoria hay que buscarla en el terreno político. En eso nos
adelantemos a toda la guerrilla colombiana. Mire, yo
me pongo a ver esas negociaciones de las FARC de
hoy, uno de los argumentos de ellos es: ¡si el M-19 estuvo en una Asamblea Constituyente, cómo nosotros
no vamos a estar en una Asamblea Constituyente!.
Nuestra participación en la Asamblea Constituyente
no fue porque la hubiéramos negociado, ni que no la
hubieran dado, fue una coincidencia histórica. Esa
es la prevalencia de la política y no de la fuerza. Así
de ese tamaño es la situación. Yo creo que el gran
mérito del M-19 fue haberse dado cuenta primero que
nadie en Colombia y casi que en América latina, de
que el camino de las armas no era el camino para
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obtener el poder en ninguna de nuestras sociedades8.
Es claro que se había acabado la etapa de las insurrecciones armadas que produjo resultados en Cuba y
Nicaragua frente a dictaduras. Pero en un país donde
hay una democracia, así sea imperfecta, donde hay
un ejército regular y no una guardia nacional, porque
tanto en Cuba como en Nicaragua lo que había era
una guardia nacional, mucho menos que un ejército,
sin escuela militar, una policía armada simplemente,
no era posible la victoria del alzamiento armado. Había que asumir un camino distinto. Hoy estamos de
últimos en América del Sur, porque en todos lados, los
que firmaron la paz están gobernando: en Uruguay,
en Brasil, en Centro América, en Chile, en Argentina, en todo lado. Aunque Evo Morales no se alzó
en armas por lo menos es representante de ese tipo
de perfil. Nosotros aquí estamos de últimos, porque
sigue habiendo un grupo de gente armada que no ha
entendido que la historia y el método cambiaron y que
la lucha armada no va más.
en la mesa, porque una buena parte de lo que habíamos negociado, por ejemplo, la reforma constitucional
se cayó en el año 89 durante el trámite en el congreso,
por el lio de Pablo Escobar y de la extradición y todo lo
demás. Al final de ese año la mesa estaba vacía. Y dijimos: eso no importa, tenemos el apoyo de la opinión
pública y si tenemos ese apoyo hay que hacer política,
salir a conseguir por la vía democrática lo que no pudimos conseguir por la vía armada. Eso se plasmó con
nuestra participación finalmente en la Constituyente.
No hubiera habido Constituyente, tal como la conocemos en la historia, si antes se da el proceso de paz
con el M-19. Pero fue una casualidad histórica, no la
negociamos, solamente que coincidió la paz del M-19
con la necesidad nacional de una Constituyente que
no existía como instrumento legal ni constitucional.
En la constitución no existía la palabra Asamblea
Constituyente. Entramos nosotros y todo eso potenció
esa Asamblea y logramos una tercera parte con voto
popular, sin ninguna favorabilidad, lo que permitió
después que el EPL, el PRT y el MAQL (Movimiento
Armado Quintín Lame) también firmaran acuerdos
de paz.
-- DLG: Cuando tuve la oportunidad de entrevistar a
José Cuesta –exmilitante del M-19- él me decía: “el
M-19 logró la revolución por decreto”.
-- DLG: ¿Doctor cómo ve usted ese proceso de paz que
vivieron en Santo Domingo con tregua y con cese al
fuego, comparado con el proceso de hoy en la Habana?
-- ANW: Eso me parece que es un poquito optimista.
Nosotros evidentemente, en solitario, negociamos con
las favorabilidades, pero nos dimos cuenta, y eso fue
producto del desarrollo del proceso del M-19, que lo
más importante era el apoyo de la opinión pública. Y
por eso finalmente negociamos con muy pocas cosas
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Después de la muerte de los tres principales líderes del M-19, Jaime Bateman el 28
de abril de 1983, Iván Marino Ospina el 28 de agosto de 1985 y de Álvaro Fayad
el 13 de marzo de 1986, asume el liderazgo Carlos Pizarro Leongómez, con la
intencionalidad de la paz y con el deseo de una desmovilización; es así como el
M-19 junto con el grupo Ricardo franco, el EPL, el PRT y el MAQL, concretan la
idea de la negociación -en el año de 1987- en grupo, a través de la Coordinadora
Nacional Guerrillera (CNG), a la que en el mes de septiembre se le unirá las FARC,
estableciendo la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB). Este acercamiento
de negociación le permite al M-19 asumir liderazgo en el proceso, exigiendo una
institucionalización política de la paz, ampliación y normalización de la democracia,
fortalecimiento del orden civil, justicia eficaz, uso legítimo de la fuerza y
reconciliación con la comunidad. La CGSB fracasó por los enfrentamientos internos,
pero el M-19 continuo con el diálogo; sin embargo no se encontraron salidas
eficientes a las exigencias de ambas partes y en un momento de tensión en el año de
1988. para desempantanar la negociación, el M-19 decreta un cese al fuego de seis
meses, pero el 29 de mayo secuestra a Álvaro Gómez Hurtado y presiona con este
hecho a un diálogo con base en once puntos; lo que permite la cumbre de Panamá y
luego la Usaquén Estas cumbres crean la Comisión de Convivencia, cuyo propósito
es presentar un extenso programa de paz por parte del M-19 y declarar el cese al
fuego definitivo. Por su parte el gobierno a través de su consejero presidencial
Rafael Pardo Rueda, concreta una propuesta de diálogo, lo que permite abrir un
espacio político de negociación que se extiende al Congreso, con propuestas de
reformas sociales, políticas y económicas En este marco el 5 de abril de 1989 se
instala la mesa de trabajo cuya finalidad es concertar acuerdos político para la
desmovilización. En la mesa de diálogo el M-19 propone en especial reformas de
orden constitucional, electoral, justicia y orden público, que permitieran entre
otros logros que los desmovilizados pudieran participar en la vida política. Esta y
otras reformas se hunden en el Congreso; Pese a esta situación las negociaciones
continúan, haciendo énfasis en lo que respecta a los derechos humanos y la
posibilidad de ratificar el protocolo de Ginebra y el Derecho internacional
Humanitario. En octubre de 1989 se realiza la X Conferencia de la organización
guerrillera en la que se aprueba la dejación de las armas con una votación de 221 en
favor y 3 en contra, con la posibilidad de crear un partido político.
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-- ANW: Decía José Obdulio Gaviria ayer en la conferencia de la Eafit: es el caso de las guerrillas del
pasado, cese al fuego unilateral. No, eso fue lo más
bilateral del mundo, tan bilateral, que unos 15 minutos antes de llegar al campamento de Santo Domingo9
había un puesto del ejército cuidando que no pasara
nada. Lo que pasó fue que no hubo la declaración bilateral de cese al fuego. Entre nosotros dijimos, bueno
hacemos cese al fuego y el ejército dijo bueno. Imagínese, pasaba uno y estaban dormidos esos soldados
15 minutos antes del campamento. Fue una tregua
bilateral, no negociada, ni declarada con todas las
formalidades. Había la sensación, primero, que nosotros estábamos dispuestos a ir realmente hacia la
paz, que sí queríamos dejar las armas. Segundo, que
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Después de la votación en la X Conferencia que acordó dejar las armas, el 17 de
marzo de 1989 en una decisión bilateral (gobierno y organización guerrillera)
se determina la concentración del todo el movimiento en un campamento. en el
corregimiento de Santo Domingo, municipio de Toribio, departamento del Cauca
En este campamento se concentra la comandancia general- El lugar no podía ser
usado para acciones militares. El gobierno se reúne frecuentemente en Santo
Domingo con la comandancia del M-19 y con algunos miembros fiscalizadores
del proceso. Después de muchas discusiones y debates, el 17 de julio de 1989
la mesa de concertación llegó a un acuerdo político, que crea una comisión
de desmovilización para la construcción de un plan de garantías, que permita
realizar los operativos de la desmovilización. El 26 de septiembre de 1989 con
las conclusiones de la mesa y la comisión de desmovilización se formaliza un gran
pacto político, que permite finalmente formalizar la dejación de las armas.
Memoria de un proceso de paz: diálogo con Antonio Navarro Wolf (Pp. 143 - 153)
el gobierno está dispuesto a hacer lo que pudiera ser
factible en medio de una negociación. Veníamos de
una época durísima desde la toma del Palacio de Justicia y en medio de la gran matanza de los miembros
de la Unión Patriótica. Ese segundo lustro de los años
80 fue tremendo, se dio inicio al paramilitarismo, al
MAS (Muerte a Secuestradores), la desaparición de
más de mil personas por asesinatos, de manera que
nadie daba un peso por la paz. Por eso cuando nosotros firmamos y se produjo realmente el desarme del
M-19, el apoyo nacional fue tan grande, nadie creía
que esto fuera posible, una sorpresa para el país que
esto fuera posible. Bueno en Santo Domingo había
que concentrarse y fuimos trayendo gente de todas
partes, yo mismo estaba en el exterior y entonces le pedimos permiso al gobierno para que yo pudiera entrar
a Santo Domingo y me dijeron que no, entonces yo
me vine disfrazado de cura y entré a Santo Domingo.
Por cierto cuando llegué, Rafael Pardo que era el negociador me ve vestido y me pregunta ¿y usted como
entró? Como en ese tiempo no había internet, le dije:
por fax…Porque se le había solicitado formalmente el
permiso para que Antonio Navarro que estaba en el
exterior pueda venir y el gobierno dijo no, pues de
pronto el viene aquí a endurecer la posición de la negociación. A los quince días que había dicho que no,
yo estaba adentro. Entonces fuimos concentrando la
gente. Rosemberg Pabón no quería, él decía que no,
no negociemos, entonces lo invitamos y lo entramos
clandestinamente a Santo Domingo y le trajimos toda
la gente de Yumbo que lo convenció y ahí se acabaron
sus dudas, porque la gente de Yumbo realmente lo
quería mucho a él. Ahí fuimos concentrando toda la
gente, teníamos un dispositivo militar para defendernos, no estábamos seguros de qué iba a pasar, los de
las Farc secuestraron alguien en Corinto y lo pasaron
por medio del campamento, imagínese usted de noche
¡Por aquí pasaron los de las FARC! Había un puesto
militar por la carretera, 15 minutos antes y lo pasaron también por ahí. Teníamos un dispositivo militar
propio de defensa, y bueno, había dudas de mucha
gente, pero Pizarro tenía tanta autoridad. Carlos era
el comandante real en el terreno. Tenía tanta autoridad el hombre, era muy valiente, muy reputado, con
unas operaciones militares de muy buen nivel en los
años inmediatamente anteriores. Cuando Pizarro
dijo vamos por la paz, mucha gente se puso a dudar,
bueno tocará vamos a mirar cómo es esto, y luego
todo ese tiempo de Santo Domingo, la visita de tanta
gente, fue convenciendo a todo el mundo. En ese momento decidimos hacer una votación, escogimos los
Dory Luz González Hernández
300 cuadros más importantes, todos los comandantes
de escuadra, toda la gente de las estructuras de algún
nivel de mando y nos reunimos y dijimos votación secreta, vamos a votar sí o no a la firma de la paz.
Votamos y 312 dijeron sí y 3 no, que nunca supimos
quienes fueron, porque era una votación secreta. Esos
3 formaron un grupito que se llamó Jaime Bateman,
estuvieron dando lora en el Cauca 4, 5 o 6 años más
hasta que finalmente desaparecieron. La decisión fue
casi unánime pero fue un proceso que tomó un año,
un año en que tocó estar convenciendo uno a uno,
unos más unos menos. Jugó un papel muy importante
el liderazgo y la autoridad Carlos Pizarro.
-- DLG: Sí, la literatura y los académicos señalan eso
que usted me está diciendo, señalan la importancia
de los dos, tanto de Carlos Pizarro como la suya, en
el convencimiento de las bases y de los mandos medios
del proceso de paz.
-- ANW: La gente veía a Pizarro como el jefe militar
real más importante y entonces cuando él dijo sí, pues
todos los demás dijeron, pues si el jefe de los guerreros
dice que sí, debe ser porque sí.
-- DLG: Además venían de una negociación fallida
con Betancur y era arriesgado y miedoso entrar hacer
la negociación.
-- ANW: Claro, había el temor de que al que firmara
la paz lo mataban. Pero no por firmar la paz mataron
a Carlos Pizarro, lo mataron por ser candidato presidencial. En ese mismo periodo mataron a Bernardo
Jaramillo y a Luis Carlos Galán, y nos hubieran
matado al resto. A mí me tocó meterme 60 días en
una casa, aquí en Bogotá y no salir durante toda la
campaña. Pasó la campaña y bajó la presión. Era un
intento de desestabilización del Cartel de Medellín
más que una retaliación por haber sido guerrillero.
-- DLG: Al margen de esto, ¿qué fue lo que paso en el
Palacio? ¿Cuál es su hipótesis?
-- ANW: Intentaron reproducir lo de la embajada de
Republica Dominicana y les salió muy mal, una operación de propaganda armada y salió muy mal, salió
pesimamente mal. Si uno se pone a mirar los documentos y las discusiones del M-19 los días anteriores,
yo me he puesto a hacer esa revisión, tenía que salir
mal, porque decían el que manda no es el presidente
sino los militares, y entonces se ponen a pedirle cosas
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al presidente, él no tenía espacio, no tenía margen.
Entonces yo no sé con qué lógica pensaron que podían
producir una negociación.
-- DLG: Pero es muy curioso: la toma de la Embajada
se hizo durante el gobierno de Turbay, que era mucho
más fuerte, mucho más radical, con lo del Estatuto
de Seguridad.
-- ANW: Pero el país no estaba polarizado, la polarización a la que había llegado la relación del M-19 y
ejército era extrema. Quince días antes le habían hecho un atentado al general Zamudio Molina. En esas
condiciones el ejército dijo aquí nos vamos a matar
como sea, al costo que sea, eso se llama en la teoría
militar el principio de masa: el que tiene una masa
superior al otro la usa toda a cualquier costo, principio de masa se llama ese concepto.
-- DLG: Bueno doctor, comparando el éxito que tuvo
la negociación del M-19, cómo ve usted hoy la negociación con las FARC, cómo ve usted ese escenario
de las FARC, esa negociación esas condiciones en las
que se está dando, especialmente entremos en la parte
que ahora causa tanto escozor, Marco Jurídico para
la Paz
-- ANW: Bueno, la verdad hay algunas cosas que son
coincidentes, primero, la imposibilidad de la victoria militar es la principal razón por la cual deben
las FARC negociar. Espero que las FARC ya hayan
aprendido esa lección. El fracaso del proceso de paz
del Caguán les ha costado militarmente duro, ha
tenido un costo alto para ellos, la muerte de varios
de sus comandantes, la disminución a la mitad de
sus fuerzas, y la demostración de que son vulnerables,
que no eran intocables en sus estructuras de mando.
Entonces esa es la primera razón por la cual van a
negociar. La necesidad de participación en política
es una discusión que no está resuelta todavía, pero
es el corazón del proceso de negociación. Si es una
negociación con una fuerza guerrillera que tiene motivación política como la tienen las FARC, el objetivo
principal, primordial, esencial, de un acuerdo de paz
es que se desarmen, pero a cambio de eso que puedan
participar en la política. En la historia de Colombia siempre hubo amnistías e indultos, hay treinta y
pico de amnistías y como setenta y seis indultos. Eso
ya no se puede aplicar igual que en el pasado, hay
que encontrar una fórmula de justicia transicional,
una fórmula distinta porque estamos no solamente
frente a un país distinto sino también frente a una
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realidad jurídica internacional distinta, con el Estatuto de Roma y la Corte Penal Internacional. Hay
que encontrar una forma que les permita participar
en política, obviamente las FARC son mucho menos
queridas que lo que fue el M-19 en ese momento,
porque ellos mismos han despreciado la opinión pública, dicen que eso no existe , dicen que eso es un
invento de los medios de comunicación. Los medios de
comunicación influyen en la opinión pública, pero no
la determinan mecánicamente, y ellos no han hecho
nunca nada suficientemente inteligente para buscar
conectarse con la mayoría de la opinión pública. Están conectadas con la población más cercana y más
ligada a su origen, la población campesina, sobre todo
la población campesina marginal y más pobre, pero
a la población urbana poco la entienden, no saben
cómo comunicarse. Esta es una de las dificultades
grandes para el proceso de paz, además es la primera
vez en la historia contemporánea que no hay una relativa unanimidad en el establecimiento. Siempre en
los procesos anteriores hubo la idea de que si había
la posibilidad de una paz, había que hacerla. Ahora
por primera vez un sector en cabeza del doctor Álvaro
Uribe y del Procurador están en contra de una negociación, no lo dicen, no dicen que están en contra de
la paz, pero ponen unas condiciones que hacen que no
sea posible la negociación. Están por la paz resultado
de la victoria del Estado sobre la insurgencia y no por
la paz negociada. Claro, tenemos el ejemplo de paz
del Perú, el Estado derroto totalmente a la guerrilla.
Los comandantes de esa guerrilla están presos o muertos y ninguno ha participado en política. De algún
modo ese es el modelo del sector que se está oponiendo
a la negociación. Pero el 81 % de los procesos de paz
en el mundo, en los últimos 30 años, han terminado
en negociaciones con participación política de los que
se desmovilizan. Esa es la discusión de hoy en el país:
escogemos el modelo de la victoria del Estado sobre
la insurgencia o escogemos el modelo de la negociación. El primero, el de la victoria del Estado no está
a la vuelta de la esquina, tomaría por, decir algo, 10
años más, costaría dos millones y medio de nuevas
víctimas, tendríamos que pasar de cuatrocientos setenta mil hombres que hoy tiene la fuerza pública,
a setecientos cincuenta mil, así lo dice el Ministerio
de Defensa en estudios internos que ellos han hecho y
que yo conozco. Repito, costaría un montón de dinero
adicional, porque hay que aumentar el gasto, no solo
mantenerlo, hoy es el más alto de América del Sur.
Aumentarlo en dos o tres puntos adicionales del PIB,
eso es un montón de plata. Ese es el primer camino, el
otro abreviarlo mediante una negociación, tiene todas
Memoria de un proceso de paz: diálogo con Antonio Navarro Wolf (Pp. 143 - 153)
las dificultades que conocemos, pero es el más inteligente, y creo, que finalmente, es el que la FARC tiene
que escoger, porque yo me niego a creer que no hayan
entendido que el alzamiento armado no tiene futuro.
Lo que pasa es que tienen la necesidad de negociar
más cosas porque tienen menos apoyo de la opinión
pública. Por supuesto si se exceden en la negociación
de cosas sin el apoyo de la opinión pública, terminan
perdiendo todo. Ya le pasó a la guerrilla guatemalteca, negoció mucho, se desarmaron sin el apoyo de la
opinión pública, ni siquiera un referendo de lo que
habían negociado y se quedaron sin nada.
-- Dr. Alejandro Pachajoa: Claro, no se refrenda y
luego cuando salen a la a vía política no consiguen
nada.
-- ANW: Si ellos le ponen demasiado esfuerzo a la letra
menuda, al código, al inciso, a los acuerdos escritos,
pueden perder todavía más opinión pública. En el
proceso de paz van a tener una situación complicada
cuando finalmente firmen la paz. Pero este proceso no
se puede prolongar indefinidamente, no se puede prolongar demasiado, porque la opinión pública no va
apoyar el proceso si se prolonga demasiado. De modo
que esa es la contradicción en la que están: necesitan
unos acuerdos que les den unas garantías por su debilidad frente a la opinión pública, pero en la búsqueda
de esos acuerdos se pueden demorar tanto que pierdan
mucho más y quedarse sin nada y terminen al estilo
de la guerrilla guatemalteca con una negociación llena de letras y sin ninguna realidad.
-- DLG: Por ahí iba mi siguiente pregunta, ¿Cuando
ustedes se desmovilizaron cómo les fue con la reinserción? Esa palabra no me gusta pero así le dicen los
teóricos.
-- ANW: Reintegración, ahora le están diciendo
reintegración.
-- DLG: Si, y dicen ustedes que lograron desmovilizar 900 integrantes del M-19 y tuvieron indultos y
amnistías.
-- ANW: Más que todo fue cesación de procedimientos.
La figura más importante fue la cesación de procedimientos, los procesos penales que había cesaron. Fíjese
usted no cesaron los que estaban contra de los militares y por eso hoy tenemos la contradicción del coronel
Plazas Vega preso y nosotros libres, porque el diseño
que hicieron de la cesación de procedimientos era para
Dory Luz González Hernández
los guerrilleros, los militares dijeron a nosotros no nos
den nada, nosotros no necesitamos nada, bueno ahí
está, ahí están las consecuencias, porque no se quisieron igualar con la chusma. Hoy esa chusma está
haciendo política y ellos están presos, pero eso hay que
resolverlo, eso no está bien.
-- DLG: Bueno y ustedes logran hacer este movimiento
político llamado Alianza Democrática M-19 que obtiene la segunda mejor votación, si no estoy mal en la
constituyente.
-- ANW: El partido liberal eligió más constituyentes,
pero la lista más votada fue la nuestra10, es más, la
lista más votada en la historia de la izquierda, mayor
que la de Carlos Gaviria. Carlos Gaviria en el 2000
saco el 22% de los votos, nosotros sacamos el 27.6 %,
es la votación más alta de la historia de la izquierda
y la más alta de una fuerza alternativa después de la
ANAPO.
-- DLG: Y ustedes hacen la Alianza Democrática M-19
que es un movimiento que desaparece e incluso las figuras del M-19 parece que también han desaparecido,
a excepción de Rosemberg Pabón que logra la alcaldía de Jumbo, Gustavo Petro, usted, que ha estado en
varios cargos públicos Digamos que usted ha sido la
figura más predominante ¿qué pasa con el M-19 y con
el proyecto político del M-19?
-- ANW: A nosotros lo que nos pasó fue que no sabíamos nada de elecciones, cuando sacamos esa votación
tan alta, eso fue puro amor y una obra de opinión,
pero repito no sabíamos nada de elecciones. Cuando
aprendimos ya había pasado la ola y no la pudimos
mantener correctamente; además, la victoria fue en
una institución como la Constituyente y se produjeron resultados que no tienen la consistencia de una
elección del ejecutivo. Si hubiera habido, no solamente nueva elección de congreso, sino nueva elección de
presidente, hubiéramos podido ganar la presidencia en
1991. Pero, por otro lado, yo diría que el M-19 estaba
10 Son varios los aspectos logrados en el proceso de negociación del M-19; entre
ellos, la convocatoria de referendo extraordinario por la paz y la democracia,
reformando el artículo 18 de la Constitución, en el que se permite convocar una
Constituyente por referendo e introducir iniciativas sobre la paz y los derechos
humanos; de la misma forma reconocer como partido político a los grupos
desmovilizados, creación de la personaría jurídica a los partidos políticos que
se creen a partir de los procesos de paz y la circunscripción espacial para la
paz, aplicable a las elecciones de senado y cámara. Esto permite la creación del
nuevo partido político de La Alianza Democrática M-19, que se constituye en una
alternativa política para los colombianos obteniendo resultados significativos en
las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente, permitiendo que el líder del
movimiento Antonio Navarro Wolf fuera nombrado como uno de los presidentes
de la Asamblea, junto con Horacio Serpa del partido Liberal y Álvaro Gómez
Hurtado por el Movimiento de Salvación Nacional.
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muy desmantelado, de figuras, de cuadros. Mire usted
que de la comandancia de 6 el único vivo soy yo, del
comando superior que éramos 11 quedamos vivos 3,
de la dirección nacional que éramos 60 estamos vivos
como 10. Durante la época del conflicto, tal vez porque éramos muy frenteros, la idea era que el jefe iba
al frente, pero eso tiene costos complicados, pues nos
mataron a la mayoría de los cuadros, nos mataron a
Bateman, bueno el murió en un accidente, pero a Iván
Ospina, a Álvaro Fayad, a Toledo, a Israel Santamaría, a Andrés Almarales, a Carlos Pizarro que había
firmado la paz. A las legiones romanas cuando las
diezmaban, mataban uno por cada diez, a nosotros
nos diezmaron diez veces más, por cada diez mataron
nueve. Eso hizo que cuando empezamos el proceso de
paz no tuviéramos los cuadros suficientes para poder
tener todas las responsabilidades y después cometimos
errores complicados. De 1991 hasta 1994 elegimos 23
congresistas y los congresistas decidieron que lo que había que hacer era operación avispa, en vez de haberse
mantenido juntos, claro hubo un momento en que se
perdió la opinión. Si se hubieran mantenido juntos
con las listas unificadas, no hubiéramos pasado de 23
congresistas a 1, eso fue una derrota total. Por falta de
experiencia, la gente adoptó el método de las fuerzas
tradicionales y resulta que el método de las fuerzas
tradicionales funciona sobre el clientelismos y con la
maquinaria, no sobre la opinión.
-- AP: Los otros tenían una maquinaria que era dando
puestos, dando contratos.
-- ANW: Claro, quisieron mantener la fuerza con la
opinión; Si se hubieran ido juntos nuestros senadores,
no hubiéramos pasado de 9 a 0 sino de 9 a 5; los
votos sumados daban para 5 senadores, pero dispersos
no salió ninguno. Todo eso, son las experiencias de estos procesos, y de todas maneras cuando uno viene de
un proceso guerrillero y firma la paz, en una época en
que la paz no era definitiva, continuaba el conflicto,
vino el acenso de las FARC, y todo eso facturó contra
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nosotros. Han pasado 23 años de la paz y todavía
hay gente que me sigue echando la madre por guerrillero. En twitter yo no he hecho una sola campaña en
estos 23 años y no dejan de aparecer panfletos anónimos acusándome de lo divino y de lo humano. Si
hubiera sido una paz de todos la del 90 y 91 pues se
hubiera acabado la guerra, y hubiéramos mirado hacia adelante, pero como siguió este conflicto seguimos
nosotros pagando factura por el pasado. Luego siguieron los procesos penales contra los militares en el caso
del Palacio y entonces, bueno, un momentito, esto del
Palacio fue el M-19, dice la gente. Son una serie de
condiciones políticas, aunque ya en las encuestas de
opinión más recientes, que hemos hecho, el peso de haber sido guerrillero es menor. Hay reconocimiento de
que hay una diferencia, de que hemos sido leales con
el proceso de paz, que hemos cumplido. No tenemos
más personas ocupando cargos públicos, en cargos de
elección popular, tal y como lo dije, porque nos mataron demasiada gente en la etapa final de la guerra.
-- DLG: Y ya para terminar una pregunta así muy simple, ¿cree en la paz en este momento?
-- ANW: Claro yo creo, me niego a aceptar que las
FARC no entiendan. Yo tengo muchas diferencias con
ellos, me parecen arrogantes, me parecen prepotentes,
equivocados en muchas cosas, pero brutos no son, tontos no son y yo me niego a creer que no entiendan la
realidad. Para su pregunta romanticona una respuesta con un chiste un poquito de mal gusto, pero se lo
voy a decir, el fracaso del Caguán le costó a las FARC
una bola, si ahora fracasan nuevamente les cuesta la
segunda.
-- DLG: Doctor muchísimas gracias. El aporte político
del M-19 en la configuración de la salida negociada a
los conflictos armados es indiscutible; recordar la historia del desmovilizado grupo guerrillero, es recordar
que la guerra tiene múltiples salidas y una de ellas es
el diálogo y la reconciliación.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Behar, O. (1985). Las guerras de la paz. Bogotá, Colombia:
Planeta.
Jimeno, R. (1984). Oiga hermano. Entrevista a Jaime Bateman Cayón, comandante del Movimiento 19 de abril, para
la Revista NACLA de New York. Bogotá, Colombia:
Macondo.
Pabón, R. (1984). Así nos tomamos la Embajada. Bogotá,
Colombia: Planeta.
Vásquez, C. (1983). Amnistía hacía una democracia más ancha
y profunda. Bogotá, Colombia: Oveja Negra.
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