COORDINACIÓN DE PROYECTO Equipo de la Dirección General de Planificación y Ordenación Educativa COORDINADOR DIDÁCTICO José Manuel González González LIBRO II LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Ángel Martín Martín COLABORADORES José Manuel González González Marta Prieto Sarro Celia Fernández Corral Mª del Mar Ballesteros Presa Mª Teresa García de Juan Herminio Álvarez Regueras Mª Victoria Sánchez Conde DISEÑO GRÁFICO Disenovo S.L. Alicia Ruano Santos Virginia Alonso Miguel Eduardo Ruano Santos Luis Miller Méndez Eduardo Sutil Fernández IMPRENTA Gráficas Santamaría S.A. Depósito Legal: ISBN: II Los materiales didácticos que se recogen bajo el título de “La pervivencia del mundo romano en Castilla y León” pretenden ser una reflexión sobre nuestros orígenes. O, más exactamente, sobre una parte de ellos. Concretamente aquellos que se remontan a la romanización, el proceso por el cual nuestros antepasados asumieron la cultura del pueblo romano en todas sus dimensiones. La romanización como punto de partida y elemento de cohesión entre todas las provincias que conforman la Comunidad Autónoma no es sino un pretexto para que nuestros alumnos tengan la posibilidad de encontrarse con sus raíces, tanto lingüísticas como culturales, así como de desarrollar la capacidad de situarlas en un tiempo y un espacio concretos. Mediante estos pequeños materiales intentamos también fomentar en ellos la búsqueda e identificación de aquellos aspectos de las culturas antiguas que conservamos con mayores o menores transformaciones. La lengua con que nos expresamos día a día, costumbres cotidianas de la vida privada que hemos heredado sin que tengamos conciencia de dicha herencia o aspectos de la vida pública que sentimos erróneamente como novedosos son algunos de los descubrimientos que ofrece este sencillo viaje al pasado. Un viaje que nos permite desarrollar la capacidad imaginativa de nuestros jóvenes –nuestro futuro- que han de aprender no solamente a apreciar el inmenso patrimonio artístico que poseen sino también a valorarlo desde un punto de vista estético y creativo. Y a identificar la influencia inevitable de unas civilizaciones sobre otras porque, tal y como escribía Cicerón, “Nihil enim semper floret, aetas succedit aetati”: Nada hay que florezca siempre, a una edad le sucede otra. Los materiales que aquí se presentan abordan diferentes aspectos de la romanización. Creemos que, a pesar de estar centrados en un lugar determinado (Astorga, Clunia, Las Médulas...), desde ellos se puede trascender el ámbito puramente local para alcanzar un enfoque general sobre la vida urbana, la actividad agraria, las infraestructuras, la economía. Desde este punto de vista no son, pues, más que puntos de partida que esperamos puedan ser útiles para que quienes los utilicen puedan encontrar alguna idea que pueda ser plasmada en alguna actividad académica o lúdica. Y, sobre todo, que sirvan para rastrear la gran cantidad de elementos del mundo romano que han pervivido en nuestra sociedad hasta bien avanzado el siglo XX y el modo en que han conformado hasta la actualidad nuestros modos de ser y de vivir. Vale. La vida urbana Ciudades Romanas LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Clunia y Tiermes fueron dos de las ciudades de nuestra Comunidad Autónoma que tuvieron un destacado papel en la primitiva historia de la Hispania Romana. Situadas en las provincias de Burgos y Soria respectivamente y no muy alejadas entre sí, ambas fueron ciudades arévacas luego romanizadas. Emplazadas en plataformas elevadas por encima de los 1.000 metros de altitud y cercanas a ríos, en ellas se pueden observar perfectamente cómo las razones geoestratégicas son fundamentales a la hora de escoger el asentamiento de una población. Clunia, que ya era municipio desde tiempos de Tiberio, se convirtió en Colonia Sulpicia por iniciativa de Galba en agradecimiento al apoyo que la ciudad le prestó para ser proclamado emperador. Y fue, como Astorga, capital de uno de los conuentus iuridicus creados por Claudio más extensos de la provincia tarraconense. Tiermes no tuvo una importancia equiparable pero, sin embargo, es hoy un referente ineludible por su arquitectura rupestre, propiciada por su situación sobre una roca arenisca que pudo ser trabajada fácilmente. ÍNDICE I.II.2.1) 2.2) III.- Pág 8 SITUACIÓN GEOGRÁFICA Pág10 CLUNIA 2.2.1 - Emplazamiento 2.2.2 - Vías de comunicación TIERMES 2.2.1 - Emplazamiento 2.2.2 - Vías de comunicación Pág 12 Pág 13 SÍNTESIS HISTÓRICA 3.1) 3.2) 3.3) 3.4) 3.5) 3.6) 3.7) 3.8) 3.9) IV.- PRIMEROS COLONIZADORES DE HISPANIA VENIDA DE LOS ROMANOS POBLADORES PRERROMANOS DE LA MESETA NORTE CONQUISTA DE LA MESETA PRIMERA DIVISIÓN DE HISPANIA EN PROVINCIAS GUERRAS CELTIBÉRICAS PARTICIPACIÓN EN LAS GUERRAS CIVILES DE ROMA GUERRAS CÁNTABRAS NUEVA DIVISIÓN ADMINISTRATIVA DE HISPANIA Pág 14 Pág 15 Pág 16 Pág 20 Pág 21 DE LA CIUDAD PRERROMANA A LAS RUINAS DE HOY. MONUMENTOS MÁS IMPORTANTES 4.1) 4.2) 4.3) 4.4) 4.5) V.- RAZÓN DEL TRABAJO CLUNIA TIERMES MONUMENTOS MÁS IMPORTANTES 4.3.1 - Fundación de una ciudad 4.3.2 - El prototipo de ciudad romana UN PASEO POR LAS RUINAS DE CLUNIA UN PASEO POR LAS RUINAS DE TIERMES Pág 22 Pág 24 Pág 26 BIBLIOGRAFÍA Pág 42 Pág 27 Pág 28 Pág 36 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS I1 Razón del trabajo LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Castilla y León es una realidad presente gestada a lo largo ya de muchos años; pero su primera conciencia de unidad se forjó gracias a la romanización. Hasta la llegada de Roma, España, y por tanto también la Meseta Norte, era un mosaico de tribus y pueblos con frecuencia enfrentados. Roma nos dio primero la unidad política y administrativa dentro de la Hispania Tarraconense, a las que después seguirían paulatinamente la lingüística y cultural. Ahondar, por tanto, en nuestro pasado debe ayudarnos a reafirmar y cohesionar más aún nuestro presente. Conocer nuestro ayer es conocernos mejor a nosotros mismos, lo que nos posibilitará proyectar mejor nuestro mañana. La presencia de Roma en nuestra región se manifiesta por doquier. Son muchas las ciudades donde podemos rastrear hoy esa presencia. Baste con citar solo algunos nombres como Astorga, León, Segovia, Coca, Salamanca, Clunia, Osma, Numancia, Tiermes, etc. Son todavía numerosos los puentes y calzadas que salpican nuestra tierra. Y aquí radican también, para no alargarnos más, las minas de oro más productivas de todo el Imperio romano, Las Médulas, recientemente declaradas Patrimonio de la Humanidad. 8 Vamos a centrar nuestra atención en dos ciudades prerromanas celtibéricas, no muy alejadas por tanto geográficamente, Clunia y Tiermes, asentadas en dos provincias de nuestra región, Burgos y Soria respectivamente. Tal vez hubiera sido más lógico hablar de Numancia en lugar de Tiermes, por su mayor resonancia. Pero ha sido precisamente el desconocimiento sobre esta última lo que nos ha inclinado a su favor. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Este trabajo pretende, además de ayudarnos a conocer y amar nuestra tierra, ser un aporte más entre los que quieren poner al descubierto la numerosa y destacada huella romana en Castilla y León. La historia deparó dos caminos distintos para nuestras ciudades, pues muy pronto Clunia se convertiría en cabeza de una vasta región como conuentus iuridicus de la Tarraconense, una especie de partido judicial extensísimo, mientras que Tiermes, a pesar de haber conocido también su mayor esplendor en época romana, nunca pudo parangonarse en su desarrollo con su coterránea Clunia. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 9 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS II2 Situación geográfica LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Clunia y Tiermes se hallan en la mayor de las Autonomías de la Unión Europea con 94.147 kms. cuadrados de extensión. Se trata de una gran meseta central, entre 600 y 1.000 m., vertebrada en gran parte por la cuenca hidrográfica del río Duero y bordeada de montañas que llegan hasta los 2.500 m, tanto en la Cordillera Cantábrica al norte, como en el Sistema Central al sur. 10 Situada en la mitad norte de España, su destino ha estado marcado por su situación geográfica. Efectivamente, Hispania cerraba por Occidente el Mare Nostrum. Y el Mediterráneo ha sido testigo de grandes civilizaciones, entre las que podemos citar el Egipto de los faraones; Creta con su Minotauro y su Laberinto; Fenicia, primer “imperio colonial” o talasocracia; Grecia, cuna del mundo clásico, adoptado y adaptado más tarde por Roma y transmitido después a todo el Imperio Romano. La Hispania mediterránea se vio favorecida desde antiguo por la influencia fenicia y griega. La Hispania interior tendrá que esperar aún ocho siglos para conocer la primera civilización foránea, la romana. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Dos ciudades, entre otras, de nuestra Autonomía tuvieron un destacado papel en esta primitiva historia de la Hispania romana: Clunia y Tiermes. En ambos casos podemos hablar de una ciudad triple: prerromana, romana y medieval, no siempre superpuestas geográficamente. Como hemos dicho anteriormente, ambas se hallan en dos provincias limítrofes de nuestra región. Y, por pertenecer al mismo pueblo, el de los arévacos, su distancia en línea recta no puede ser muy grande, unos 55 Kms. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Como muchas ciudades de la antigüedad, razones geoestratégicas motivaron que sus emplazamientos estuvieran situados en plataformas elevadas, facilitando de esta forma su defensa. La altitud media de ambos asentamientos va desde los 1.023 de Clunia hasta los 1.233 en la parte más elevada de Tiermes. A los pies del primero el río Arandilla desemboca en el Espeja. El segundo se asienta en la margen izquierda del río Manzanares, homónimo del río madrileño. 11 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 2.1) CLUNIA 2.1.1 - Emplazamiento Se encuentra en el término municipal de Peñalba de Castro, al sureste de la provincia de Burgos, a mitad de camino, unos 30 Kms., en la carretera que conduce de Aranda de Duero a Salas de los Infantes por Peñaranda de Duero. Desde la altura domina todo el amplio panorama circundante. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 2.1.2 - Vías de comunicación 12 En la antigüedad se hallaba sobre la calzada que desde Uxama (Osma) conducía hasta Cauca (Coca) y Asturica Augusta (Astorga), en el corredor del Duero, antiquísima vía de comunicación en la Península. Justamente desde Uxama salía también en dirección sur otra vía que se dirigía a Tiermes y de allí, cruzando la sierra, a Segontia (Sigüenza) en la actual provincia de Guadalajara, buscando la calzada que conducía desde Caesaraugusta (Zaragoza) hasta Toletum (Toledo). Algunos autores han pensado en la posibilidad de una vía directa entre Clunia y Tiermes que cruzaba el Duero en San Esteban de Gormaz, sin necesidad de llegar hasta Osma. El Itinerario de Antonino de principios del s. II menciona ya esta vía con el número 27. Partiendo de Caesaraugusta (Zaragoza) pasaba por Turiasso (Tarazona) y bordeando el monte Caius (Moncayo) llegaba por Augustobriga (Muro de Ágreda) a Numancia y Uxama para dirigirse después a Clunia. A partir de aquí no hay uniformidad entre los historiadores sobre la continuación de esta calzada. Según unos, seguía por Rauda (Roa), Pintia (Pesquera de Duero) y, abandonando momentáneamente el Duero, por Septimancas (Simancas), Albocella (Toro) y Oceloduri (Zamora), donde empalmaba con la vía de la Plata. Otros autores insinúan un trazado más al norte que transcurría por Tela (Cabezón de Pisuerga). Además de esta gran vía que seguía el eje del Duero y que comunicaba a Clunia con las principales ciudades de la Hispania romana, una extensa red de vías secundarias ponía en contacto a la capital con todo el extenso territorio de su convento jurídico. Dos puentes de origen romano restaurados atestiguan el arranque de estas calzadas que partían de Clunia. Respecto a la Clunia celtibérica, todavía no podemos asegurar su emplazamiento. Se han hallado restos prerromanos en el cerro denominado Alto del Cuerno, a 2 kms. del emplazamiento romano, del que lo separa el río Arandilla. Pero los arqueólogos, como reconoce el Profesor Palol, no descartan la posibilidad de la superposición de ambas ciudades. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 2.2) TIERMES 2.2.1 - Emplazamiento Separada de Clunia por el Duero y no lejos de ella, se halla Tiermes en el término de Montejo de Tiermes (Soria). Se encuentra esta localidad a 28 kms. de distancia de San Esteban de Gormaz. Y 7 kms. más adelante, en dirección a Retortillo, se encuentran las ruinas de Tiermes. Se ubican, pues, al suroeste de la provincia de Soria y al norte de la sierra de Pela que separa esta provincia de la de Guadalajara y sirve de divisoria entre las cuencas hidrográficas del Duero y el Tajo. Asentada sobre una altiplanicie rocosa, se sitúa en torno a los 1200 m. de altitud, ligeramente más elevada que Clunia. Tiermes estaba comunicada por una red de vías secundarias con la ya mencionada vía 27 y con la 24 del mismo Itinerario Antonino que iba de Caesaraugusta (Zaragoza) a Emerita Augusta (Mérida) y que en sus primeros pasos seguía el curso ascendente del Jalón pasando por Ocilis (Medinaceli). Desde aquí partían dos ramales para encontrarse con la vía 27, uno en Numancia y otro en Uxama. Vía 27 con terraplén de 2 metros de altura, (por cortesía de ISAAC MORENO GALLO). LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 2.2.2 - Vías de comunicación. 13 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 3 Síntesis histórica III Las primeras noticias históricas de nuestra región nos han llegado a través de autores griegos, para quienes España era el país de las Hespérides, es decir, del atardecer o de la puesta del sol, Occidente. (Hespera en griego, vespera en latín, de donde procede “vespertino” en castellano). 3.1) PRIMEROS COLONIZADORES DE HISPANIA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN De las grandes civilizaciones mediterráneas, las más relacionadas con Hispania fueron, por orden cronológico, la fenicia, la griega, la cartaginesa y la romana. Fenicia fundó Gades (Cádiz), primera colonia en Hispania, hacia el año 1.100 a. C. Su gran importancia radicó en que, sin ser creadores como los griegos, fueron los divulgadores por toda la cuenca mediterránea de las técnicas y adelantos del Próximo Oriente y de Egipto. Y, sobre todo, enseñaron y transmitieron su alfabeto desde Grecia hasta Hispania, alfabeto del que derivan hoy muchos de los modernos. Grecia, heredera de las culturas cretense y micénica, funda Rosas y Ampurias en Gerona a principios del s. VI a. C. por medio de su colonia Massalia (Marsella) en el sur de Francia. Cartago, una vez absorbida la metrópoli fenicia por Asiria, recoge su testigo en el Mediterráneo occidental a finales del s. VI a. C., funda Cartago Nova (Cartagena) en Hispania y domina todo el sur y el levante hispánico hasta su expulsión de la península por los romanos el año 205 a.C. 14 3.2) VENIDA DE LOS ROMANOS Roma, finalmente, llega a Hispania el año 218 a.C., un año después de la conquista de Sagunto por el general cartaginés Aníbal. Y su presencia en Hispania y más concretamente en Castilla y León es una constante hasta nuestros días, como podremos comprobar a lo largo de nuestro trabajo. Hasta su llegada a nuestra región, esta se había visto libre de la influencia de los primeros colonizadores de Hispania: fenicios y griegos. Los primeros, como hemos señalado antes, habían llegado a la Península alrededor del año 1100 a.C. y colonizado el sur y el levante. Los segundos lo hacen a partir del año 600 a.C. por el nordeste y levante peninsular. Ambos pueblos, pues, habían extendido su área de influencia fundamentalmente por la zona mediterránea. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 3.3) POBLADORES PRERROMANOS DE LA MESETA NORTE Cuando Roma inicia la conquista de la Meseta Norte son varios los pueblos que la habitan, fundamentalmente celtíberos al este, vacceos en el centro, cántabros y astures en el norte y vettones en el sudoeste, coincidiendo estos últimos en parte con la zona de la “cultura de los verracos” . Sin pretender ser exhaustivos, podemos citar también a los turmogos, asentados entre las provincias de Palencia y Burgos, y los autrigones, al norte de esta última. Asimismo, dentro del área celtibérica podemos citar a los pelendones, arévacos y belos. Toros de Guisando. El Tiemblo (Ávila) 3.4) CONQUISTA DE LA MESETA 3.5) PRIMERA DIVISIÓN DE HISPANIA EN PROVINCIAS Vencidos y expulsados los cartagineses, los territorios conquistados se dividen administrativamente en dos provincias, Citerior y Ulterior, con capital en Tarraco y Cartago Nova respectivamente (197 a.C.). A medida que la conquista fue avanzando hacia el interior, las dos provincias fueron prolongando su territorio, de forma que al final de las Guerras Celtibéricas (154-133 a. C.) casi todo el actual territorio autonómico estaba integrado en la Citerior, con la excepción de los vettones, que lo estaban en la Ulterior. Poco después de esta primera división, vemos a los pueblos de la Meseta Norte, celtíberos, vacceos y vettones fundamentalmente, conscientes de que el peligro podía venir de la zona media del Tajo, acudir en ayuda de los carpetanos cuando el cónsul Marco Fulvio Nobilior tenía cercado a Toledo, el año 192 a.C. De todas formas, los historiadores antiguos no han sido demasiado generosos con nuestra región. Sus noticias son escasas e imprecisas. Dos años después de enfrentarse a Roma en Toledo, vemos a los celtíberos firmando un pacto con Sempronio Graco, recordado como modélico por los indígenas durante muchos años, por el que estos se comprometían a pagar un tributo, a no levantar nuevas murallas en sus ciudades y a servir en las legiones como tropas auxiliares. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Los romanos van a ser, por tanto, los primeros conquistadores-colonizadores de esta zona. Poco antes de esta época, nuestra región se va a ver perturbada con la invasión pasajera de los cartagineses. Efectivamente, Aníbal, poco antes de tomar Sagunto el año 219 a. C., se enfrentó a los vacceos en Helmandica y Arbocala (cerca de Toro), presumiblemente en busca de botín. El acceso a esta tierra debió ser probablemente por una vía, muy frecuentada después por los romanos, conocida como vía de la Plata. Logrado su objetivo, se dirigió buscando el valle medio del Tajo a invernar en Cartago Nova (Cartagena). El posterior ataque a Sagunto, ciudad aliada de Roma, precipitó la segunda Guerra Púnica y la transcendental venida de los romanos a Hispania. 15 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 3.6 - GUERRAS CELTIBÉRICAS A mediados del s. II. a.C., después de veinticinco años de paz, surgen las Guerras Celtibéricas cuando Roma cambia su política pacifista por otra más agresiva y expansionista. Fruto de esta nueva orientación son, asimismo, la tercera Guerra Púnica, que termina con la destrucción de Cartago en el 146 a. C., y la anexión de Grecia ese mismo año como nueva provincia del Imperio tras el saqueo y destrucción de Corinto. Desconocemos con exactitud las causas que motivaron su origen. En esta época, los lusitanos mantenían un enfrentamiento ventajoso con Roma, dirigidos por su jefe Púnico, lo que tal vez pudo seguirse con simpatía por sus aliados los celtíberos hasta llegar a pensar en sumarse a la rebelión. Apiano (95-165 d. C.) nos ha dejado un relato detallado de algunos episodios de esta guerra. Su objetividad está bastante asegurada, pues sigue al historiador Polibio, testigo directo de los hechos. Según él, la chispa que provocó el enfrentamiento fue que uno de los pueblos celtibéricos, el de los belos, asentados en el noroeste de la actual provincia de Guadalajara y vecinos por tanto de los arévacos, iniciaron la reconstrucción y ampliación de las murallas de su capital. Para Roma esto suponía la ruptura de lo pactado con Graco y así se lo hizo saber. Los belos, por su parte, respondieron que lo prohibido era construir nuevas murallas y no ampliar las existentes. El Senado no admitió la respuesta y el 153 a. C. envió a Quinto Fulvio Nobilior con cuatro legiones, unos 20-25.000 hombres, a los que hay que sumar las tropas auxiliares, lo que nos da los 30.000 de que habla Apiano. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN APIANO (Appianos) DE ALEJANDRÍA floruit hacia 160 D.C. 16 Ejerció como abogado en Roma y recopiló obras narrativas en griego sobre las diversas conquistas de los romanos, desde los tiempos remotos hasta el acceso de Vespasiano al poder, en veinticuatro libros. De ellos nos han llegado nueve y fragmentos de los restantes. Los más valiosos son los libros 13-17, que describen las guerras civiles del 146 al 70 a.C. (De M.C. Howatson, Diccionario de la Literatura Clásica) Cuando Nobilior se presentó ante Segeda, sus murallas no estaban aún acabadas, por lo que su población huyó a refugiarse en la arévaca Numancia. A pesar de una importante derrota inicial por parte de los romanos, en la que estos perdieron unos 6.000 hombres, Nobilior pudo poner el primer sitio a Numancia. Desde este primer cerco hasta la caída de Numancia el 133. a C. transcurren veinte años en los que Clunia y Tiermes serían, sin duda, actores destacados. LA GEOGRAFÍA DE IBERIA “Los montes Pirineos se extienden desde el mar Tirreno hasta el océano septentrional. Habitan su parte oriental los celtas , que hoy día se llaman gálatas y galos , y la parte occidental, los iberos y celtíberos , que comienzan en el mar Tirreno y se extienden formando un círculo a través de las columnas de Hércules hasta el océano septentrional. Por consiguiente, Iberia está rodeada por el mar, a excepción de los Pirineos, los montes más altos de Europa y, tal vez, los más abruptos de todos. De este entorno marítimo recorren, en sus travesías, el mar Tirreno hasta las columnas de Hércules , pero no cruzan el océano occidental y septentrional, excepto para atraversalo hasta el país de los britanos y, para ello, se ayudan de las corrientes marinas. La travesía tiene una duraciòn de un día y medio. El resto de este océano no lo surcan ni los romanos ni los pueblos sometidos a ellos. La extensión de Iberia ¬a la que algunos ahora llaman Hispania, en vez de Iberia¬ es enorme e increíble como para tratarse de un solo país, puesto que su anchura se evalúa en diez mil estadios y su logintud es igual a la anchura. La habitan pueblos numerosos y de nombres variados y fluyen, a través de ella, muchos ríos navegables.” LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Se distinguen: - Casa de Recepción del Yacimiento - Barrio Sur - Calle central - Casas celtíbera y romana reconstruidas - Muralla celtibérica NUMANCIA Al aproximarnos a la cima del Cerro de la Muela, distinguimos con claridad el Yacimiento Arqueológico de Numancia, yacimiento CeltíberoRomano, y podemos comprobar cómo, desde el aire, su aspecto coincide con el de los más antiguos mapas disponibles. Desde aquí podemos distinguir claramente el trazado de las calles de lo que fuera la ciudad de Numancia, en retícula irregular. ALJIBE En este detalle, podemos observar el aljibe circular, de uso público o comunal, situado en la esquina de una manzana, que todavía conserva el “canalillo” para encauzar el agua de lluvia a su interior. Al lado hay un cruce de calles, donde los tramos de la calle que se cruza con la central, forman un encuentro escalonado, para desviar las corrientes de aire. En la calle secundaria, podemos observar las grandes “piedras pasaderas”; cuando las calles se enfangaban, por el efecto de la lluvia o del desagüe de las casas sobre la calle (no existía sistema de alcantarillado), las grandes piedras situadas en el centro de la calle, se empleaban para “saltar” de una acera a otra, para cruzar las calles. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Podemos acercarnos más para ver: - Encrucijada de calles formando un encuentro escalonado, para desviar las corrientes de aire. - Casa de época romana reconstruida - Restos de otras construcciones originales - Casa celtíbera reconstruida - Muralla celtibérica reconstruida 17 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Estas guerras fueron enormemente onerosas para los indígenas, lo que les llevó en numerosas ocasiones a intentar firmar pactos como el logrado con Graco, pero el Senado se negó siempre a ratificarlos. Además Roma extendió las acciones bélicas a los vacceos, convertidos en granero de sus vecinos los celtíberos. Al general Fulvio le sucedió Marcelo y a este Lúculo, quien atacó las principales ciudades vacceas: Cauca, Intercatia (cerca de Villalpando) y Pallantia. No había respiro para los indígenas. El año 141 a. C. Q. Pompeyo, ante los fracasos de sus ataques a Numancia, decidió atacar la vecina Tiermes, fortaleza semejante a aquella por su estructura amurallada y por servir de refugio a las tribus vecinas. Pero el ataque supuso un nuevo fracaso para los romanos. NUMANCIA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN A apenas 8 kilómteros de Soria, en el el término de Garray se encuentran las ruinas de Numancia, la ciudad que fuese capital del pueblo prerromano de los arévacos. Su primer enfrentamiento con los romanos se produjo en el año 153 a. C cuando los numantinos acogieron dentro de sus murallas a los habitantes de la ciudad de Segeda, capital de los belos, quienes, a su vez, habían desafiado a los conquistadores reconstruyendo sus propias murallas. Tras una época de paz, su apoyo a Viriato en el 143 a. C. le enfrentó nuevamente a Roma: la ciudad sufrió un asedio que consiguió resistir durante nada menos que 10 años. En el año 133 a. C., Escipión Emiliano logró dominar Numancia descubriendo que los habitantes que no habían muerto en el largo asedio se habían quitado la vida para no caer en el yugo de la esclavitud romana. 18 La llegada del destructor de Cartago, Escipión Emiliano, el año 134 a. C. supuso el principio del fin de Numancia y de los celtíberos. Después de un largo asedio, 20.000 hombres bien entrenados pudieron conquistar una ciudad, cuya población total no superaba los 8.000 habitantes. El historiador Flavio afirma que Numancia, inferior en poderío a Cartago o Corinto, “es equiparable a todas ellas por su fama y su valor”. Durante once años resistió a un poderoso ejército, que en ocasiones rondaba los 40.000 soldados, superándolo incluso en el campo de batalla en bastantes ocasiones. El nombre de Numancia va unido al del historiador y arqueólogo alemán A. Schulten hasta el punto de que sus trabajos han sido la base insustituible para todos los estudios posteriores LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Las consecuencias de la guerra fueron fatales para los celtíberos. A las pérdidas humanas, hubo que añadir la devastación de sus campos y ciudades. Y, sobre todo, la pérdida de su independencia. Su territorio fue anexionado como ager publicus. Y sus gentes convertidas en dediticii o súbditos. La caída de Numancia supuso que toda esta zona pasó a integrarse administrativamente en la provincia Hispania Citerior con capital en Tarraco. Siguiendo sus antiguos usos, Roma intentó dividir a la población, favoreciendo a las ciudades que le habían sido fieles o habían opuesto menor resistencia a su dominio, así como apoyándose en las oligarquías locales. De hecho hubo algunos focos de rebelión contra Roma, hasta el punto de que esta etapa es considerada por algunos autores como segunda Guerra Celtibérica. Con todo, años más tarde, a finales del siglo II a. C., Roma fundaría la ciudad de Colenda (¿Cuéllar?) para asentar a los celtíberos que habían apoyado al cónsul Mario frente a cimbrios y teutones y a su hermano, M. Mario, en su lucha frente a los lusitanos en la Ulterior. A principios del siglo I a.C. continúan los levantamientos y las consiguientes represiones. Al hablar de la campaña del 98-94, Apiano nos dice que el cónsul Tito Didio somete a Tiermes y pasa a cuchillo a los habitantes de Colenda, reunidos engañosamente con la promesa de reparto de tierras, recurso al que Roma acudió repetidas veces a lo largo de la historia de la conquista peninsular, como en el caso de Cauca (Coca). 19 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 3.7) PARTICIPACIÓN EN LAS GUERRAS CIVILES DE ROMA Mario Cayo En adelante, durante gran parte del s. I a.C., la Meseta se vio inmersa en las Guerras Civiles entre Mario y Sila primero y después entre César y Pompeyo. Muerto Mario en el 86 a.C. y proscritos sus partidarios, Sila implantó en Roma una férrea dictadura durante tres años. Hispania se convirtió en refugio de muchos seguidores del partido popular dirigidos por Sertorio. Aliado con los lusitanos, de los que aprendió su lucha de guerrillas, se enfrentó en la Hispania Ulterior con las legiones romanas fieles a Sila. La retirada de este el 79 a.C. y su muerte al año siguiente, dieron alas a Sertorio, que extendió su influencia y dominio a la Citerior hasta el punto de que en esta provincia solo permaneció fiel a Roma Sagunto. El cansancio de los indígenas ante el abuso de muchos gobernadores romanos y una hábil política de Sertorio, hombre de costumbres austeras, en favor de los hispanos sirve para explicar la adhesión de estos pueblos a la causa sertoriana. Osca (Huesca) fue la nueva Lucio Cornelio Silva capital y en ella congregó Sertorio a los hijos de muchos indígenas destacados para que recibieran una educación romana. Pero no ocurría lo mismo en la Hispania Ulterior, fiel a la causa senatorial. La llegada a Hispania de uno de sus elementos más destacados, Pompeyo, precipitó la LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN TITO LIVIO 20 Miembro de una familia aristocrática, Tito Livio recibió una esmerada educación antes de iniciarse en la filosofía y la retórica, escribiendo diversas obras. Se trasladó a Roma donde puso en marcha el proyecto más importante de su carrera: escribir la historia de Roma desde su fundación hasta la muerte de Druso. Esa obra recibirá el título de “Ab urbe condita” y estará dividida en 142 libros que comprenden una década cada uno. Por desgracia sólo conservamos 35 libros, aunque el resto de las épocas se puedan conocer a través de otras fuentes. La obra de Livio acentúa los aspectos moralizantes y didácticos antes que los episodios históricos, quizá para compensar la crisis de las costumbres y la corrupción que se vivía en su tiempo. El estilo literario de Livio triunfa al aportar sentimiento a la narración, acentuando los episodios dramáticos, aplicando en ocasiones ciertas dosis de fantasía en aquellos hechos donde no cuenta con suficientes fuentes. derrota de Sertorio. Los pueblos de la Meseta Norte, fuente de medios humanos y materiales para las tropas sertorianas, van a ser atacados por la acción combinada de Pompeyo y Metelo. El primero ataca a los vacceos en Pallantia y Cauca y sitia, según el historiador Tito Livio, a Sertorio en Clunia el 75 a.C. Este se ve obligado a refugiarse en sus últimos bastiones del valle del Ebro y muere asesinado por los suyos en Osca el 72 a.C. Después de muerto, algunas ciudades, entre ellas Clunia y Tiermes, siguieron durante algún tiempo fieles a su causa hasta ser sometidas por Pompeyo. Poco después, el año 56, de nuevo nos encontramos a Clunia aliada de los vacceos en el postrer intento por su independencia. Derrotados estos, Metelo sitia Clunia, aunque la llegada del duro invierno forzó una tregua. La romanización se inicia a continuación, cuando Afranio, legado del triunviro Pompeyo, somete definitivamente a arévacos y vacceos. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS El segundo episodio de las Guerras Civiles, con las que se pondría fin al segundo triunvirato, tuvo por protagonistas al ya citado Pompeyo y a Julio César, vinculados ambos con Hispania, pues César había sido pretor de la Ulterior el año 61 a.C. Las hostilidades se rompieron con el famoso paso del río Rubicón el 49 a. C. Pompeyo, entonces en Roma, marcha a Grecia y César, en vez de seguirle, se viene a Hispania, donde estaban algunas de las mejores tropas pompeyanas. Vencidas estas, la península queda del lado de César. Pero tiene que regresar dos años más tarde ya que los hijos de Pompeyo habían logrado rehacer sus fuerzas en la Bética. Muerto Cneo Pompeyo, su hermano Sexto encontró refugio y apoyo entre los celtíberos. De nuevo nuestra región se vio involucrada en los problemas internos de Roma, pero en esta ocasión no como escenario de los enfrentamientos sino como base de recursos humanos y materiales para la causa pompeyana. 3.8) GUERRAS CÁNTABRAS Hispania se vio libre del tercer episodio de las Guerras Civiles, ahora entre Octavio Augusto y Marco Antonio. El primero, dueño y señor de Roma, se dirigió a la península el 27 a.C. y durante dos años tomó personalmente el mando de las operaciones para acabar con el último reducto independiente, la zona montañosa cántabro-astur. Dividió a sus legiones en tres cuerpos y estableció su campamento base frente a los cántabros en Segisamo (Sasamón, cerca de Burgos) , estando el segundo en Asturica (Astorga) frente a los astures, ciudad a la que después dio el nombre de Asturica Augusta, y el tercero en Bracara (Braga, Portugal) frente a los galaicos. Sometida esta zona, se inició en todo el Imperio Romano una larga etapa de paz, conocida como Pax Romana. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 3.9) NUEVA DIVISIÓN ADMINISTRATIVA DE HISPANIA Una vez terminada la conquista peninsular, el emperador hizo una nueva división administrativa, dividiendo la Ulterior en dos provincias: Bética, con capital en Corduba (Córdoba) y Lusitania, con capital en Emerita Augusta (Mérida), ciudad fundada por Augusto para los soldados licenciados (emeriti) de las Guerras Cántabras. Castilla y León, por tanto, queda integrada en su mayor parte en la Citerior. 21 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS IV 4 De la ciudad prerromana a las ruinas de hoy. Monumentos más importantes 4.1) CLUNIA Enclavada, como hemos dicho, en tierra de los arévacos, jugaría sin duda un papel importante en la oposición de este pueblo al dominio de la Meseta superior por parte de Roma a mediados del s. II a.C., aunque el papel protagonista se lo llevara en esta zona Numancia. En el siglo siguiente se vio mezclada en las guerras civiles, sobre todo sertorianas. Y a mediados del s. I d. C. aparece como cabeza de un importante conuentus iuridicus de la provincia Tarraconense. Uno de los momentos estelares de la historia de Clunia coincide con los últimos años del reinado de Nerón. La última y definitiva rebelión contra el emperador se inició en la primavera del 68 en la Galia, encabezada por Vindex, gobernador de la Lugdunense. La derrota de este y su posterior suicidio dejaron libre el camino para Servio Sulpicio Galba , gobernador de la Tarraconense. La noticia de la muerte de Nerón le llegó estando en Clunia, de donde salió para coronarse emperador en octubre, cargo en el que permaneció poco más de dos meses hasta su asesinato. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN SERVIO SULPICIO GALBA 22 El historiador Cayo Suetonio recoge en su obra Vida de los doce césares la biografía de Servio Sulpicio Galba, hombre ya septuagenario en el año 69, que era desde el 60 gobernador de la provincia hispana Tarraconense. “Estaba en Fondi – escribe Suetonio- cuando le ofrecieron el gobierno de la España Tarraconense... Este gobierno duró ocho años y su conducta en él fue muy desigual. Mostró al principio gran energía, vigilancia y hasta severidad excesiva en la represión de los delitos... Poco a poco se abandonó, sin embargo, a la inacción y a la molicie, por el temor de despertar suspicacias en Nerón y, porque –según decía- a nadie se puede obligar a que dé cuentas de su apatía”. Tras el suicidio de JulioVíndex, gobernador galo de la Gallia Lugdunensis que se había levantado contra Nerón en una revuelta republicana apoyada también por Galba pero que fue aplastada por Rufo, el Senado nombró emperador al propio Galba. Muy poco tiempo después éste sería asesinado por los pretorianos dejando paso a Otón, cuyas fuerzas terminaron siendo derrotadas por los partidarios de Vitelio. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Clunia, municipio probablemente desde Tiberio, se convirtió en Colonia Sulpicia por iniciativa de Galba en agradecimiento al apoyo prestado en su aspiración a ser proclamado emperador. La elección de Clunia como capital de un convento jurídico fue transcendental en su desarrollo. Claudio, a comienzos del Imperio, dividió las tres provincias hispanas en distritos menores o conuentus, con competencias inicialmente religiosas y muy pronto jurídicas. El de Clunia limitaba al este con el de Caesaraugusta, al oeste con el de Asturica Augusta, al sur con el Sistema Central y al norte con el Cantábrico. Comprendía los territorios autonómicos actuales de Cantabria, País Vasco, Rioja, parte de Navarra y Aragón, casi toda Castilla y León, con la excepción de Salamanca y una parte de Ávila y Zamora, habitada por los vettones, integrados en la Lusitania, así como el noroeste de León, que pertenecía al convento jurídico de Asturica Augusta. Esto le convertía en uno de los conuentus más extensos de la Tarraconense. Las sucesivas divisiones administrativas de Hispania fueron modificando esta situación. El emperador Diocleciano (285-305) creó la diócesis de Hispania, subdividida en seis provincias, quedando entonces Castilla y León repartida entre la Gallaecia, la Cartaginense y la Lusitania. A partir de aquí Clunia pierde gran parte de su importancia y su conuentus queda dividido entre la Gallaecia y la Cartaginense. Durante los dos primeros siglos de nuestra Era, que coinciden con los dos primeros del Imperio, Clunia tuvo una pujante vida política, administrativa, económica y militar. La Legio VII Gemina, única legión en Hispania a partir del año 74 de nuestra Era, tuvo su origen en una Legio Galbiana reclutada por Galba para enfrentarse a Nerón. La crisis del siglo III, que afectó a todo el Imperio, dejó también su huella en Clunia. Hispania, periférica y alejada de Roma, fue prácticamente abandonada por esta durante la época de la anarquía militar y de los Emperadores ilirios, que abarcaron gran parte de este siglo. La debilidad de los gobernantes y la prepotencia de un ejército mercenario posibilitó las invasiones germánicas. La arqueología ha datado en esta época algunos incendios de Clunia. A partir de entonces se inicia el declive de la ciudad, si bien conoció algunos momentos de resurgimiento coincidentes con los reinados de Diocleciano y sobre todo de Constantino a comienzos del siglo IV. La caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 supuso también el inicio del declive definitivo de Clunia. Desconocemos el fin del poblamiento cluniense aunque se han descubierto necrópolis visigodas del siglo VII, lo que parece indicar que ocurriría probablemente durante la dominación musulmana. Reconquistada, según la crónica de Alfonso III, por Alfonso I a mediados del siglo VIII, fue repoblada en el 912 por el conde de Lara, Gonzalo Fernández, padre del gran conde castellano Fernán González. Durante este siglo los territorios de Clunia fueron repetidamente invadidos por los musulmanes. Más tarde, en el 1088 aparece el nombre de Clunia en un documento por el que se delimitan las diócesis de Osma y Burgos, pero haciendo referencia a la actual Coruña del Conde, pues “aqua... discurrit per Cluniam et pertransit ipsam Cluniam...” en referencia al río Arandilla que pasa por el medio de la población, lo que parece situarnos ante el fin de la primitiva Clunia. 23 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 4.2) TIERMES El recorrido histórico por esta ciudad arévaca debe ser lógicamente más reducido que en el caso de Clunia, dada su menor entidad dentro de la antigua Hispania. Los primeros datos arqueológicos descubiertos nos remontan a la Edad de Bronce en la primera mitad del segundo milenio a.C. Los testimonios históricos más antiguos de los autores clásicos nos hablan del Tiermes celtibérico, denominado Termes hasta la Edad Media en que se produce la diptongación. Como en el caso de Clunia, tres son las mejores fuentes históricas para el estudio del Tiermes celtibérico y romano: los historiadores griegos Polibio (200-130 a.C.) y Apiano (95-165 d. C.) y el historiador romano Tito Livio (59 a.C.-17 d. C.) La referencia más antigua de Tiermes se la debemos al historiador alejandrino POLIBIO LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Nacido hacia el 203 a. C. en Megalópolis, el historiador griego Polibio fue miembro de la Liga Aquea llegando a Roma como rehén en el año 168 a. C tras la derrota de Pidna. Allí permaneció 16 años ejerciendo como preceptor de los hijos de Paulo Emilio, entre los que se encontraba Publio Cornelio Escipión, del que fue gran amigo. De su obra historiográfica únicamente conservamos los cinco primeros libros de los 40 que conformaban su Historia, que escribió en griego. En ella, según relata en la introducción, intentaba explicar “por qué medios y con qué sistema de gobierno los romanos lograron, en menos de cincuenta y tres años (desde el 220 a. C., inicio de la segunda Guerra Púnica, hasta el 168 a. C., final de la tercera Guerra Macedónica) someter a su dominio casi todo el mundo habitado”. Finalmente su Historia cubriría la etapa comprendida entre el año 264 a. C. (primera Guerra Púnica) y el 146 a. C. (caída de Corinto). El libro XXXIV es especialmente interesante para Hispania porque narra las Guerras Celtibéricas y Lusitanas desde una posición privilegiada dado que participó muy de cerca en ellas por su papel de acompañante de Escipión. 24 Apiano al hablar de las Guerras Celtibéricas (154-133 a. C.). Ante la rebelión celtibérica es enviado a la Península el cónsul Quinto Cecilio Metelo con un poderoso ejército. Antes de atacar a los arévacos arrasó el territorio de los vacceos, sus normales proveedores. Pero al cumplirse el tiempo de su mandato, no pudo terminar el asedio de Numancia, en el que le sucedió Q. Pompeyo, no tan buen estratega como el primero. De hecho, fue vencido el año 141 en Numancia y después en Tiermes. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS PUEBLOS CELTÍBEROS Los Celtíberos eran habitantes de la Meseta española, valle del Jalón y cuenca media del Ebro. Estaban divididos en seis naciones, de las que las más modernas eran las situadas en zonas más orientales. Las principales tribus eran los arévacos, Lusones, Belos y Titos, y otras más pequeñas y menos importantes, como los Lobetanos y los Pelendones. Tras la derrota en la 1ª guerra púnica, los cartagineses buscan en Hispania la solución a sus ansias expansionistas. Ello despierta los recelos de Roma y el temor a su recuperación. · AREVACOS: Establecidos en la actual provincia de Soria. CIUDADES: Clunia, Numancia, Segontia, Termancia, Tutlis, Uxama y Veluca. · BELOS: Establecidos en la comarca del bajo Jalón. CIUDADES: Segeda. · RÉGULOS CONOCIDOS: Caros · LOBETANOS: Establecidos hacia la Sierra de Albarracín. CIUDADES: Lobetum (Tal vez Cuenca o Albarracín). · LUSONES: Establecidos en la confluencia de los ríos Jalón y Jiloca, al N. de la provincia de Guadalajara y al S. de la provincia de Soria. CIUDADES: Contrebia (Daroca), Nertóbriga (Calatorao), Bílbilis (Calatayud) y Complega. · PELENDONES: Establecidos aproximadamente al N. de la actual provincia de Soria. CIUDADES: Visontium (Vinuesa), Agustóbriga (Muro de Ágreda) y temporalmente Numancia. · TITOS: Establecidos en parte de las actuales provincias de Guadalajara y Zaragoza, al S. de los Belos. Fotos de Nicolás Rabal. Año 1888. Fotos de Nicolás Rabal. Año 1888. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN La siguiente aparición de Tiermes ocurre en la segunda Guerra Celtibérica. Entre sus principales episodios podemos citar la matanza de 20.000 arévacos y la conquista de Tiermes, su traslado al llano y el desmantelamiento de sus murallas por parte del cónsul Tito Didio. Como hemos visto anteriormente, todavía los celtíberos participarán en este siglo en las guerras de Sertorio primero y en la de César y Pompeyo después. A mediados, pues, de este siglo I a. C. podemos decir que la región arévaca está pacificada y se inicia su romanización dentro de la Tarraconense. Al igual que en el caso de Clunia, la caída del Imperio Romano y la posterior invasión musulmana trajeron consigo una lenta agonía para Tiermes. Asentada la Reconquista en el valle del Duero, la falta de interés por su valor estratégico terminó con el asentamiento en el cerro. Con todo, parece ser que Tiermes todavía pervivió hasta el siglo XVI. Lo más característico de esta población respecto a Clunia o Numancia es su arquitectura rupestre, posibilitada por su asentamiento sobre una roca arenisca rojiza del Triásico, que puede ser trabajada fácilmente. Esta circunstancia ha motivado la pervivencia hasta nuestros días de muchas de sus estructuras básicas, algunas de época celtibérica, lo que llevó al investigador Blas Taracena, director del Museo Numantino y hombre muy unido a nuestras dos ciudades, a calificar a Tiermes como la Pompeya española. Su época de mayor esplendor coincidió también en este caso con los dos primeros siglos de nuestra Era y a ella pertenecen la mayor parte de los restos arqueológicos. Conocemos por ahora poco de la época visigoda y musulmana. Los datos de que disponemos nos lo ha proporcionado el descubrimiento de una necrópolis visigoda de los siglos VI y VII cercana a la Ermita y otra necrópolis rupestre de los siglos IX al XI. Hay que esperar al siglo XII para encontrar un documento escrito, perteneciente al Concilio de Burgos, en el que se incluye a Tiermes en la Comunidad de Caracena, lo que ratifica su paso ya en ese momento a un segundo plano. Y en él permanecerá hasta su desaparición en el siglo XVI. 25 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 4.3) MONUMENTOS MÁS IMPORTANTES El urbanismo de las ciudades romanas varía según fueran de nueva construcción o sobre poblamientos prerromanos, con un trazado adaptado al medio sobre el que se levanta, generalmente elevado por razones estratégicas y de defensa. Muchas proceden de campamentos militares permanentes que con el tiempo fueron transformándose en ciudad, perdido su destino castrense. 4.3.1 - Fundación de una ciudad. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Cuando los romanos iban a fundar una nueva ciudad o establecer un campamento militar, lo primero que hacían era consultar a los dioses sobre su idoneidad por medio de los augures, sus sacerdotes. Si la respuesta era afirmativa, se iniciaban las obras con la construcción de las murallas en el primer caso o la excavación de las trincheras en el segundo. Después se trazaban las dos calles principales: el cardo, en dirección norte-sur, y el decumanus de este a oeste, que terminaban normalmente en cuatro puertas de acceso a la ciudad. En el sitio donde se cruzaban se situaba un gran espacio abierto, el Foro o plaza. Allí se localizaban las principales edificaciones militares o políticas, religiosas y comerciales, según los casos. El resto del campamento o ciudad dibujaba un rectángulo ajedrezado con calles paralelas y equidistantes, que se cruzaban perpendicularmente. El cuadrado o rectángulo resultante daba origen a una manzana o insula. Este tipo de construcción simétrica se conoce con el nombre de hipodámico, por el arquitecto Hipodamos de Mileto, del siglo V a.C. Los romanos solían relacionarlo con la Roma quadrata, construida en el Palatino por Rómulo y en él veían el origen del trazado de sus campamentos. En la elección del terreno, los urbanistas romanos tenían siempre presente tanto el suministro del agua, frecuentemente por medio de acueductos, como la facilidad de su drenaje por medio de cloacas. Esto exigía evidentemente un pequeño desnivel en el terreno. ROMA QUADRATA · Según la leyenda, la ciudad fue fundada por Rómulo (y su hermano Remo, según algunas versiones) en el año 753 a.C. · La fecha tradicional para datar la fundación de la ciudad (754-750) está confirmada por descubrimientos de fondos de cabañas en el Palatino. · Su ubicación se encuentra en el extremo noroeste del Lacio, en su frontera con Etruria, marcada por el Tíber, a unos 25 km. de la costa. · La fundación de Roma se atribuye a tres tribus: los Ramnes, los Ticios y los Lúceres. · Estas tres tribus formaron la llamada Roma Quadrata en el Monte Palatino. · Otra ciudad fundada por otro u otros grupos en el Quirinal, se unió a la Roma Quadrata, surgiendo así la civitas llamada Roma. · En sus orígenes Roma era solo una aldea de pastores que vivían en lo alto de la colina del Palatino, colina que estaba próxima a un vado para poder pasar el río Tíber, que constituye el paso natural desde Etruria a la llanura latina. 26 · El control del vado y el comercio hizo prosperar a este pueblo que creó un imperio que perduraría durante siglos y que dominaría desde Britania y Germania al norte hasta el río Eufrates al este. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 4.3.2 - El prototipo de ciudad romana. La ciudad romana ideal y tópica suele repetir una serie de elementos, entre los que destacan: el Foro generalmente porticado, el Templo o Templos a sus dioses protectores, la Curia para las reuniones de los gobernantes, la Basílica para procesos judiciales y actividades mercantiles públicas y privadas, las Termas o baños públicos, el Teatro, el Anfiteatro y el Circo. Con todo, la orografía adecuaba la realidad al prototipo. Por lo que la arqueología nos permite vislumbrar, Clunia se ajustaba más a este modelo que Tiermes, como podemos comprobar a continuación por un breve recorrido por las ruinas de ambas ciudades, en el que destacaremos solamente los puntos más importantes, sin pretender ser exhaustivos. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 27 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 4.4) UN PASEO POR LAS RUINAS DE CLUNIA LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN La reconquista supuso prácticamente el fin del poblamiento cluniense, trasladado a Coruña del Conde. A partir de entonces su historia es la de la depredación de todo elemento válido para ser utilizado en la construcción o en la ornamentación. Hasta nuestro siglo XX, a toda excavación le ha seguido la expoliación de los elementos descubiertos. Hay que llegar hasta Taracena, con el que se inician las excavaciones sistemáticas en 1931 y su declaración como Monumento Nacional, lo que supondrá el fin de las expoliaciones. Tras un paréntesis de casi veinticinco años, el año 1958, recién llegado a la cátedra de Arqueología de la Universidad de Valladolid, reemprende los trabajos el Prof. Palol, tarea que no interrumpe su traslado en 1970 a la Universidad de Barcelona. En el año 1995 este cede el paso a sus colaboradores, que se hacen cargo del yacimiento bajo la dirección del Prof. F. Tuset y elaboran el Plan Director que todavía sigue vigente. En la actualidad solo se nos muestra la estructura de la planta de las edificaciones, estando todos los demás elementos, como los mosaicos, debidamente protegidos por arena, excepto en la época estival. 28 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Los trabajos realizados afectan solo a una parte mínima de las más de 100 hectáreas que ocupaba la ciudad, lo que nos impide hacernos una idea muy precisa de la grandiosidad de todo el conjunto, a pesar del interés de lo descubierto. Se reduce al centro de la ciudad, el Foro, en la intersección del cardo y el decumanus. Entre las principales edificaciones, todavía en fase incompleta de excavación, podemos citar la Basílica, el Templo, las Tabernas o tiendas del Foro, la casa nº 1 o de Taracena, por haber sido este investigador el primero en realizar excavaciones en ella, la casa nº 3, afectada por la construcción del Foro primero, después del Macellum y más tarde de la ermita. Y además de las citadas, tenemos el conjunto termal conocido como Los Arcos I y II, muy cerca del centro urbano, y el Teatro. A finales del siglo XVIII, a pesar de la conversión de la vieja Clunia en campos de labranza, todavía pudo ver Loperráez una serie de ruinas, incluidas las de las murallas, como aparece reflejado en lo que denominó como “Plan Ichonographico de Clunia”, que reproducimos a continuación. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 29 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS El Teatro. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN La visita a Clunia la podemos iniciar por lo primero que nos encontramos a nuestra llegada: el Teatro. Construido en la ladera de la montaña, bordeado por la carretera de acceso a la ciudad, aprovecha el desnivel para levantar los graderíos, capaces para albergar unos 10.000 espectadores, lo que le convierte en el de mayor aforo de toda la Hispania romana. 30 El teatro romano, a imitación del griego, se compone de un espacio circular o semicircular (orchestra) destinado al coro, personaje colectivo que no existe en la comedia y tragedia romanas, en cuyo centro se levanta un ara o altar destinado a los dioses, lo que testimonia su origen religioso. Delante surge la scaena cerrada por un muro o frons scaenae a modo de decorado que simula una casa, normalmente con tres puertas de acceso, adornada con columnas, estatuas y relieves. Rodea la orchestra una gradería concéntrica (cavea), dividida a veces en tres zonas, llamadas cavea summa, media e ima, separadas por unos pasillos o corredores llamados praecintiones. En la parte anterior de la scaena se halla el proskenion donde actúan los actores, denominado pulpitum por los romanos. El acceso a sus localidades lo realizaban los espectadores por los vomitoria o puertas de acceso y después por unos escalones o scalaria. TEATRO ROMANO de MÉRIDA · Es el más relevante monumento de la época romana de cuantos se conservan en Mérida, situado al pie del cerro de san Albín junto al anfiteatro con el que, sin duda, debía forma un conjunto de edificios al servicio de los espectáculos. · Su función era la de servir de marco para las representaciones teatrales que generalmente eran pagadas por los ediles para así conseguir adeptos a su gestión política, por lo que las representaciones eran gratuitas y el pueblo acudía en masa. · De acuerdo con la tradición griega el graderío del teatro, en parte, se hizo apoyar sobre la falda del cerro de san Albín, pero en su mayoría no se realizó sobre el desnivel de la colina, sino sobre una estructura abovedada que a la vez era utilizada como vía de acceso y comunicación. El acceso al teatro se realiza a través de numerosas puertas, unas abiertas a la fachada y otras al graderío (cávea) por medio de corredores abovedados. Este graderío estaba dividido en tres partes: ima, media y summa cavea, es decir gradería baja, media y alta, según estén las gradas más o menos cerca de la escena, separados por anchos pasillos, llamados praecintores. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS El hecho de haber estado siempre al descubierto, por tratarse de un terreno poco práctico para la agricultura, dado lo escarpado del mismo, ha sido la causa de su ruina. El Teatro de Clunia sigue el canon de Vitrubio con alguna ligera modificación: doble número de filas en la cavea summa que en la media e ima. La modificación consiste en que Vitrubio habla de doce y seis, respectivamente, mientras que el Teatro de Clunia las reduce a ocho y cuatro manteniendo la proporción. Y lo mismo podemos decir de las restantes normas recogidas por este autor, contemporáneo y protegido del emperador Augusto, en su libro De architectura. Por todo ello, como suele ser habitual en los teatros griegos y romanos, su acústica es excelente. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Se nos conserva parte de la estructura de la cavea summa y media por haber sido excavadas en la roca, no así la cavea ima, obra de mampostería. Al estar talladas en la caliza, no hay lugar para las puertas de acceso a las gradas o vomitoria. La pared que cerraba la scaena (frons scaenae) aparece todavía en pie, despojada de toda ornamentación. Y en ella pueden observarse las tres puertas de las que solía constar. Durante mucho tiempo sirvió de cantera para los pueblos vecinos. Y las partes más nobles -columnas, capiteles, estatuas, relieves, revestimientos de mármol - fueron expoliadas a lo largo de todos los tiempos, por lo que está muy lejos del esplendor y magnificencia primitiva, visible aún, por ejemplo, en Mérida. Testigos de estas reiteradas expoliaciones son los abundantes y removidos sedimentos, lo que no le ha impedido al Prof. Palol la recuperación de restos de columnas y capiteles corintios datables a mediados del siglo I. A estos hay que añadir un fragmento de togado de mármol, hoy en el Museo Monográfico, y un ara votiva, dedicada al numen del teatro por un siervo de la república cluniense, llamado Festo y que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. A pesar de las excavaciones y estudios de Loperráez en el siglo XVIII y de Calvo, Taracena y Palol en el siglo pasado, todavía es prematuro intentar un plano perfecto del teatro, cuestión en la que se han centrado las más recientes excavaciones de esta parte tan importante del yacimiento arqueológico. 31 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Las Termas LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Frente a la simple imagen de baños públicos que muchos tienen, las termas eran sobre todo un centro social, deportivo e intelectual. A veces estaban divididas por sexos, como en Pompeya, o podían ser comunes, como en Roma. En este caso, las mujeres se bañaban primero y después los hombres. De ambos tipos tenemos ejemplos en Clunia. Los romanos tenían un concepto de la higiene muy refinado. Acudían a las termas no solo para un relajante y purificador baño del cuerpo, sino también para hacer deporte, reunirse, charlar con los amigos y leer. Para ello disponían de un gimnasio o palestra abierta y porticada en la que practicaban todo tipo de ejercicios físicos, entre ellos la pelota, como nos describe el poeta cordobés Séneca. Después de este precalentamiento, pasaban al apodyterium o vestuario, desde donde se accedía a tres piscinas diferentes, comunicadas entre sí: el frigidarium, de agua fría, el tepidarium, de agua templada, y el caldarium, de agua caliente. Muchas termas solían disponer también de un solarium para tomar el sol, de un laconium para baños secos, de un unctorium o sala de masajes y de una biblioteca con salas de lectura. 32 El pavimento, generalmente de mosaico, estaba separado del suelo por unos pilares de alrededor de medio metro de altura que permitían la formación de unas cámaras, llamadas hypocaustum, por donde circulaba el aire caliente procedente de unos hornos situados en el exterior del edificio. Este aire circulaba también por las paredes huecas antes de salir por las chimeneas. En unas grandes calderas se calentaba el agua de las piscinas, empezando por el caldarium para que la pérdida de temperatura fuera menor. Las cubiertas de las distintas dependencias solían ser abovedadas, con bóvedas de cañón, de arista o de cúpula, estas últimas en espacios redondos o poligonales. En la parte superior y central de la cúpula había una abertura circular, llamada oculus, por donde entraba la luz. A la derecha de la carretera que nos conduce del Teatro al Foro nos encontramos con un conjunto de ruinas termales, conocidas como “Los Arcos I y II”, cuyas fachadas se orientan hacia el Sur. Las excavaciones del primero, iniciadas por Calvo, fueron objeto de una nefasta y reiterada expoliación. La proximidad de estos dos conjuntos termales se explica, más que por la intención de crear una zona de ocio en esta parte de la ciudad, por el hecho de encontrarse en el subsuelo los acuíferos más importantes de los que suministrarse el agua necesaria. Con todo no son estas las únicas termas descubiertas, pues en el cardo del Foro, junto a la casa nº 3, detrás de la ermita de la Virgen del Castro, se han descubierto unas pequeñas termas, probablemente públicas, dado su acceso desde el exterior. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Los Arcos I Se trata de un edificio de notables dimensiones, 55 m de ancho y 95 de largo, con una estructura duplicada por sexos y simétrica a lo largo del eje longitudinal. A través de un gran pórtico semicircular de 20 m de diámetro se accede a un patio central ajardinado donde probablemente había una piscina o natatio, a juzgar por su pavimento hundido de opus signinum, de la misma anchura que el pórtico, cerrado por la parte opuesta por una exedra rectangular. A ambos lados se localizan dos palestras o pórticos con columnas, que comunican a su vez con sendos apodyterios de planta rectangular cubiertos con finos mosaicos geométricos. De estos se pasa a los frigidarios con una piscina rectangular al fondo, pavimentados con losas de mármol. Desde aquí se accede a los tepidarios y desde estos a un caldario único central con tres piscinas. Los Arcos II LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Separado del anterior por una calle porticada y junto a la carretera que nos conduce al Foro, se encuentra este segundo conjunto termal de dimensiones más reducidas. En la parte más cercana a los Arcos I hay una sala cuadrada, que bien pudieran ser las letrinas, atravesada por una canalización que desagua en el decumanus. Al lado hay una gran sala octogonal inscrita en un cuadrado, de 12 m de luz, el apodyterio. Se conserva una buena parte de los mosaicos del suelo con dibujos geométricos en blanco y negro. En su lado sur se encuentra un gimnasio o palestra porticada similar a la duplicada de los Arcos I y que servía de entrada al edificio. La carretera actual pasa justamente por encima de su planta. A continuación del apodyterio, siguiendo su eje oeste-este, se sitúa el frigidario con dos piscinas rectangulares y una semicilíndrica decorada con un mosaico representando un thiasos o procesión marina. El tepidario tiene en su lado norte una habitación anexa sin piscina y con hypocaustum, lo que nos induce a pensar que se trata de un laconium o sauna para baños secos. El itinerario termal termina con el caldario que dispone de dos piscinas laterales, una rectangular y otra más reducida semicircular. Cerrando el ámbito público hay una habitación circular con una fuente en el centro. El fin de la actividad termal parece que hay que situarla en el siglo III en el caso de los Arcos II y en el siglo V en el de los Arcos I. 33 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS El foro LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Se trata de una gran plaza de 160 m de largo por 115 de ancho cerrada en su lado norte por la Basílica. Los laterales largos están ocupados por pequeñas edificaciones rectangulares idénticas que bien pudieran ser tabernae o tiendas delante de las que se extendía un pórtico columnado. Como hemos dicho al hablar de la ciudad ideal, en el Foro solían situarse los principales templos de la ciudad. Este es el caso de Clunia, si bien su estado de ruina es tal que no nos permite hacer muchas hipótesis. Del que podemos avanzar algo más es del que se levanta al sur de la plaza en el centro del eje longitudinal. De planta rectangular, asentado sobre un podio al que se accedía por escaleras laterales, termina en un ábside o exedra. Desde las excavaciones de Calvo se le conoce como Templo de Júpiter y no es de extrañar dada su posición destacada dentro del Foro. Casi en el centro del Foro, coincidiendo con las tabernae 7, 8 y 9 hay restos de otra edificación que en un principio se pensó podían ser tabernae y que hoy se considera un centro de culto tripartito con un espacio central doble en tamaño que los laterales. Sus paredes estaban cubiertas de mármol de Espejón (Soria) en su zona baja y de estucos pintados en su parte alta. La Basílica ocupa todo el lado norte del Foro. Son perfectamente visibles los restos de los basamentos de las columnas que sustentaban este edificio de tres naves. En la parte anterior de la nave central se sitúa el tribunal. De esta forma arquitectónica se deriva la basílica cristiana, cambiando la sede del tribunal por el altar. Adosado por su lado norte se encuentra el edificio denominado Aedes Augusti, templo de construcción anterior a la de la Basílica con la que se comunica. Fuera del Foro, al norte de la intersección del cardo y el decumanus, se encuentra la casa nº 1 o de Taracena, por el nombre de su descubridor. Aunque no conocemos toda su planta, es suficiente para hacer de ella la más notable y fastuosa de las descubiertas hasta ahora. Ocupa toda la insula o manzana, con varios patios interiores de los que solo uno es abierto, el peristilo del fondo. Sus sucesivas restauraciones hacen difícil una interpretación del conjunto. Dispone de varias habitaciones subterráneas o bodegas y del conjunto más rico y variado de mosaicos. 34 El llamado Templo de Júpiter de Clunia. Propuesta de restitución de Mª Ángeles Gutierrez y Eva Subías. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 35 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS 4.5) UN PASEO POR LAS RUINAS DE TIERMES LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Al igual que hemos hecho en Clunia, nuestro recorrido por el amplio y complejo yacimiento arqueológico de Tiermes ha de ser breve, deteniéndonos en los monumentos que juzgamos de mayor interés. El poblado se asienta sobre un cerro en tres terrazas de forma elipsoidal cuyo eje inclinado tiene sus centros en la Ermita al nordeste y en la Puerta, denominada del Oeste, al suroeste. El punto de partida ha de ser el mismo que el de llegada por carretera, la ermita de Nuestra Señora de Tiermes. Desde aquí nos dirigimos hacia el sur para encontrarnos con la Puerta del Sol y el Graderío Rupestre. Siguiendo por la terraza en dirección oeste, nos sale al paso el Conjunto Rupestre del Sur o Casas de Taracena, sobre las que se yergue a poca distancia un resto de las Termas. Un poco más adelante, talladas en la pared rocosa que divide las terrazas, están la Casa de las Hornacinas y otra curiosa Vivienda Rupestre con una escalera central trabajada también en la roca. En el extremo suroeste de la elipse nos encontramos con restos del Canal Sur. Llegamos así hasta la Puerta del Oeste, con un gran desnivel pues comunica las tres terrazas. Siguiendo hacia el norte, donde se halla la Puerta de este nombre, encontramos una gradería tallada en la roca perteneciente tal vez al teatro de Tiermes. Dirigiéndonos hacia la segunda terraza nos encontramos con la Casa del Acueducto y un poco más arriba con lo que podemos considerar la acrópolis termestina con el Castellum Aquae, el Macellum o mercado con sus tabernae o tiendas y el Foro. No podemos hacer muchas hipótesis sobre esta zona por encontrarse los trabajos de excavación en un estado incipiente, aunque debido a los trabajos de Argente, continuados primero por sus colaboradores y reanudados después por el actual equipo de arqueólogos, se ha avanzado bastante. La campaña de excavación del año 2005 se ha centrado fundamentalmente en este espacio, que aparece ahora irreconocible a los ojos del visitante de tan solo hace unos pocos años. Los mejores mosaicos descubiertos en Tiermes se hallan en edificaciones de este entorno, que bien pudieran corresponder a los templos o a la basílica. La bajada hacia la Ermita cierra nuestro paseo por las ruinas de Tiermes. 36 Fotos de Nicolás Rabal. Año 1888. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS La Puerta del Sol. Es una de las tres puertas conocidas hasta ahora de la ciudad y la más utilizada, pues hasta hace poco tiempo pasaba por ella el camino que comunicaba los pueblos de la zona. Se trata de un amplio pasillo excavado en la roca de unos 40 m de longitud y de casi 3 m de altura, con huellas muy marcadas en el piso por el paso de los carruajes durante siglos. La puerta como tal estaba a mitad del pasillo a juzgar por las huellas aún visibles de los goznes. Graderío rupestre. Al lado de la puerta anterior se halla este graderío tallado en la roca en época prerromana. Se asemeja en parte a la gradas de los teatros romanos, pero no tiene la forma de hemiciclo de estos, sino que es más bien longitudinal con una pequeña curvatura, de acuerdo con la naturaleza del terreno. Tiene una anchura de 60 m y todavía no está muy claro su destino, pensándose que pudo servir para reuniones públicas, corrientes entre los celtíberos Fotos de Nicolás Rabal. Año 1888. Conjunto rupestre del sur. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Contiguo al Graderío se encuentra este conjunto de casas, algunas de dos plantas, que tienen una zona excavada y otra construida y apoyada en la roca, como ponen de manifiesto los abundantes mechinales o agujeros perforados en la pared rocosa para apoyo de las vigas que sostenían el piso y el tejado. La parte anterior, por donde se accedía a las viviendas, aparece tapiada por una muralla de grandes sillares levantada durante la época de la gran crisis bajoimperial del siglo III d. C. Los restos más visibles de esta muralla que circundaba toda la población aparecen al norte de la Ermita junto a la carretera de acceso. Las Termas Al norte de estas casas rupestres y en una terraza superior se encuentran los restos de las Termas, de las que todavía pueden verse algunos vestigios del caldarium, del tepidarium y de otras dependencias. 37 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS La casa de las Hornacinas Siguiendo hacia poniente se encuentra la Casa de las Hornacinas, de construcción similar a las anteriores, con cuatro alacenas talladas en la roca, lo que ha originado su denominación. Vivienda rupestre con escalera central. Encontramos a continuación una vivienda dividida en dos por una escalera tallada en la roca con habitaciones a ambos lados. La presencia de mechinales en la parte occidental permite conjeturar la ampliación de la vivienda con obras de mampostería. Fotos de Nicolás Rabal. Año 1888. Se trata de una de las obras más llamativas y sorprendentes del yacimiento. Trae el agua probablemente del río Pedro, a través de canalizaciones subterráneas o a cielo abierto hasta cerca de la ciudad, donde sería necesario construir un acueducto elevado para salvar una ligera hondonada, del que no quedan vestigios. Junto a la Puerta del Oeste se divide en dos ramales, uno que llevaba el agua hacia la zona norte de la ciudad y otro que se dirige hacia el este por una profunda grieta excavada al aire libre y luego por un canal tallado en el farallón hasta la parte baja de la Casa del Acueducto donde se adentra bajo el cerro por una galería subterránea de 140 m de longitud en la que se abren cuatro respiraderos o registros para posibilitar la limpieza del canal y algunos pequeños pozos de decantación. No todos los investigadores han estado de acuerdo con el uso de esta galería, habiéndose pensado que pudo servir de refugio o incluso de cloaca, si bien hoy todos aceptan su destino para conducción del agua potable. Quedan abundantes restos del canal por toda la ciudad hasta la llegada al Castellum Aquae. Con todo, la fragilidad de la roca y sus dos milenios de vida han posibilitado la desaparición del canal en muchos trechos. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 38 Canal del acueducto. Fotos de Nicolás Rabal. Año 1888. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Puerta del Oeste. Con un pasillo más largo que el de la Puerta del Sol, 60 m entre la terraza superior y la inferior, no parece que pudiera servir para el paso de carros, pues su gran desnivel hacía imposible dicho tránsito. Servía solo para el uso peatonal y tal vez también de las caballerías. Teatro Al oeste de la ciudad se encuentran las ruinas de unos graderíos excavados aprovechando el declive ligeramente redondeado de la roca. Peor conservados que los contiguos a la Puerta del Sol y con su misma deficiente talla, bien pudieron servir como cavea del teatro, pues este tipo de edificios públicos no solían faltar en todos las ciudades romanas de cierta entidad, como Tiermes, para uso no solo de sus habitantes sino también de los de los pueblos vecinos. Casa del Acueducto. Estamos ante la mayor construcción privada del yacimiento descubierta en su totalidad. Abarca la superficie de una insula de 1.800 m cuadrados, con las cuatro calles que la circundan excavadas en la roca. En su lado norte limita con el canal del Acueducto, de donde le viene el nombre. Asienta sus cimientos en la roca con algunas zapatas de nivelación hechas de piedra y mortero. Se conservan algunos restos de pinturas murales con diversos temas: planchas de mármol separadas por columnas, motivos geométricos, vegetales, animales y una figura humana incompleta. La datación de los mismos coincide con la construcción de la vivienda y se sitúa en torno al año 100 de nuestra Era. Fotos de Nicolás Rabal. Año 1888. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN 39 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Castellum aquae. Se trata de una construcción rectangular de 46 por 32 m y una altura máxima de 4,50 m Hasta allí llegaba el agua potable para su distribución posterior por toda la ciudad. El hecho de estar construido con grandes sillares ha motivado el haber sido objeto de frecuentes expoliaciones. Al igual que en el caso de la galería subterránea del Canal, también aquí ha habido diferentes interpretaciones sobre su función. Son varios los autores que han hablado de una construcción militar defensiva. Adosadas a sus lados sur y este se hallan 19 tabernae que formaban parte del Macellum. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Ermita de Nuestra Señora de Tiermes. 40 Como testimonio de la continuidad en el tiempo de Tiermes añadimos también una referencia a este monumento, que se aleja un poco de nuestro fundamental propósito sobre la pervivencia de Roma en nuestra Comunidad. A pesar de que los documentos del siglo XII nos hablan del monasterio de San Salvador y Santa María de Tiermes, el único monumento que nos queda en la actualidad es la ermita románica de Nuestra Señora. Consta de un pórtico típico en el románico soriano, como podemos observar en el cercano San Esteban de Gormaz, orientado hacia el sur. De sus cinco vanos, solo el central es franqueable. Están rematados por arcos de medio punto apoyados en columnas geminadas. Sus doce capiteles están decorados con los temas más variados: geométricos, vegetales, animales, fantásticos, historiados y religiosos. En el interior del pórtico hay una hornacina con tres estatuas decapitadas que sostienen una inscripción latina referente al autor, Domingo Martín, y la fecha: 1182. La duda es si aluden a la construcción de la ermita o solo a la de las estatuas. La puerta de acceso a la ermita se abre en el pórtico. Consta de arquivoltas apoyadas en dos columnas. El interior de la ermita es de una sola nave con ábside semicircular tras un retablo barroco de siglo XVIII. LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS Conclusión. LA PERVIVENCIA DEL MUNDO ROMANO EN CASTILLA Y LEÓN Clunia y Tiermes fueron dos importantes ciudades en la Hispania Celtibérica. Conocieron su máximo esplendor en los siglos I y II de nuestra Era, para quedar abandonadas la primera en el siglo XI y la segunda en el XVI. Pero ambas se resisten a ser solamente una reliquia del ayer en nuestra Castilla y León. La arqueología todavía tiene que descubrirnos muchos datos sobre su pasado, pues lo excavado hasta ahora en ambos yacimientos es una mínima parte. Los trabajos continuaron en Tiermes a pesar de la inesperada muerte del arqueólogo José Luis Argente, director del Museo Numantino, que dedicó buena parte de su vida al yacimiento, por medio de sus colaboradores, que continuaron su labor, y con el impulso de la asociación Amigos del Museo de Tiermes nunca se han interrumpido, estando al frente del yacimiento en la actualidad el arqueólogo Santiago Martínez Caballero. En relación a Clunia desde 1995 las excavaciones continúan siguiendo el Plan Director que redactaron el grupo de colaboradores de Palol, dirigidos desde entonces por el Prof. Tuset, participando la Universidad de Valladolid por medio de varios profesores del Departamento de Arqueología. También aquí se ha construido un museo donde están recogidos buena parte de los materiales que han permanecido en el propio yacimiento, pero al que falta por dar una orientación definitiva y abrirlo al público. Al margen de estos trabajos y con el objetivo de recuperar un poco del papel protagonista que tuvieron, han surgido iniciativas tendentes a mantener viva la memoria de estos dos nombres. En el teatro de Clunia, como se hace regularmente en los de Mérida (Badajoz) y Segóbriga (Cuenca), se han representado desde mayo de l999 obras de Plauto y otros autores clásicos en el marco del Festival Juvenil Europeo de Teatro Grecolatino e incluso durante el verano se organizan otros espectáculos clásicos con el apoyo de la Junta de Castilla y León o la Diputación de Burgos, para lo que se ha realizado una mínima adaptación del graderío. Y Tiermes, además de acoger alguna representación teatral ante el graderío rupestre, se ha convertido en la capital de los plenilunios, con celebraciones en esos días de ritos que pretenden renovar otros ancestrales de los pueblos celtíberos. De esta forma el ayer se prolonga y pervive en el hoy, proyectándose en el mañana con la implicación de las instituciones en apoyo del trabajo imprescindible de los arqueólogos para ofrecer a las nuevas generaciones un conocimiento más preciso de nuestro pasado. 41 LA VIDA URBANA. CIUDADES ROMANAS V5 Bibliografía ABÁSOLO ÁLVAREZ, J.A., “Una perspectiva de ocupación del territorio a la llegada de los romanos. La Submeseta Norte” Actas da Mesa Redonda: Emergencia e desenvolvimento das cidades romanas no norte da Península Ibérica, Porto, 1999, págs., 17-38. CLUNIA ABÁSOLO ÁLVAREZ, J.A., Las vías romanas de Clunia. Excavaciones de Clunia 1, Burgos, 1978, 54 págs., XIX Láms. GUTIÉRREZ BEHEMERID, M.ª Ángeles y SUBÍAS PASCUAL, Eva, “El llamado templo de Júpiter de Clunia: Propuesta de restitución”, Árchivo Español de Arqueología, 73, n.º 181-182, C.S.I.C., Madrid, 2000, págs. 147-160. GUTIÉRREZ BEHEMERID, M.ª Ángeles, “Los programas arquitectónicos de época imperial en el CONVENTVS CLVNIENSIS”, Actas del Congreso: La decoración arquitectónica en las ciudades romanas de Occidente, ed. RAMALLO ASENSIO, S.F., Univ. Murcia, 2003, págs. 275-292 LOPERRÁEZ, Juan, Descripción Histórica del Obispado de Osma, Vol. II, Madrid, 1778, págs. 319 y ss. 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Nacimiento, formación y desarrollo de una ciudad romana en la Celtiberia”, Actas da Mesa Redonda: Emergencia e desenvolvimento das cidades romanas no norte da Península Ibérica, Porto, 1999, págs., 171-190.