La iniciativa para lograr ser una ciudad inteligente Smart

Perfil jurisdiccional
La iniciativa para lograr ser una ciudad inteligente Smart City Barcelona
basada en IoE reduce las facturas de agua, aumenta los ingresos por
estacionamiento y crea puestos de trabajo, entre otras ventajas
Información de referencia
RESUMEN EJECUTIVO
Objetivo
• Mejorar la calidad de vida de los
ciudadanos y estimular la nueva
economía de Smart City
Estrategia
• Utilizar las nuevas tecnologías de la
información y de la comunicación (TIC)
de forma transversal para transformar la
ciudad
Solución
• Los sensores distribuidos por toda la
ciudad captan información esencial
para los proyectos de gestión de agua
inteligente, iluminación inteligente y
energía inteligente.
Logros
• Ahorro anual de 58 millones de USD con
la tecnología para gestionar el agua de
manera inteligente
• Aumento anual de 50 millones de
USD en los ingresos por las tarifas de
aparcamiento debido al uso de tecnología
de estacionamiento inteligente
• 47 000 nuevos puestos de trabajo
creados como resultado de la iniciativa
Smart City
En enero de 2014, Cisco dio a conocer los resultados de un análisis pormenorizado
sobre los beneficios económicos de Internet of Everything (IoE) para el sector
público. El modelo de Cisco reveló que alrededor de 4,6 billones de dólares
de "valor en juego" serían el resultado de adoptar las funciones de IoE en 40
escenarios clave de uso del sector público en los próximos 10 años, incluyendo
agua inteligente, edificios inteligentes, energía inteligente, estacionamiento
inteligente y mucho más (http://bit.ly/1aSGIzn).
En la siguiente fase de su análisis, Cisco le encargó a Cicero Group, una empresa
líder en consultoría e investigación de estrategias basadas en datos, que llevara
a cabo un estudio global de las funciones de IoE a través de estos 40 escenarios
de uso: cómo las mejores organizaciones del sector público están "conectando lo
desconectado", como lo denomina Cisco. A tal efecto, Cicero Group llevó a cabo
entrevistas con decenas de jurisdicciones líderes del sector público —gobiernos
federales, estatales y municipales; organizaciones sanitarias; instituciones
educativas; y organizaciones no gubernamentales (ONG)— para averiguar cómo
aprovechan IoE en la actualidad estos líderes globales.
La investigación analizó proyectos reales que están en funcionamiento hoy en día,
que se están entregando gradualmente (o a través de proyectos piloto con potencial
evidente para ampliarse) y que representan la vanguardia de la preparación y la
madurez del sector público para IoE. El objetivo de la investigación era comprender
lo que ha cambiado en lo referente a las personas, procesos, datos y cosas de las
jurisdicciones, y cómo otras organizaciones del sector público pueden aprender
de la ruta trazada por estos líderes mundiales de IoE (y reproducirla). En muchos
casos, estas jurisdicciones son clientes de Cisco; en otros, no lo son. Por lo tanto,
el enfoque de estos perfiles jurisdiccionales no tiene por objeto promocionar el
papel de Cisco en el éxito de estas organizaciones, sino más bien documentar
la excelencia de IoE, cómo las entidades del sector público están poniendo en
práctica IoE hoy en día, e informar a través de una hoja de ruta del cambio que
permitirá que el sector público haga frente a los desafíos que apremian en muchos
frentes aprovechando las prácticas recomendadas en el mundo entero.
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Acerca de Smart City Barcelona
Smart City Barcelona busca prestar de forma eficaz servicios a todos los
ciudadanos en muchos niveles mediante el aprovechamiento de las tecnologías
de la información y la comunicación (TIC) a través del desarrollo e implantación
del modelo Smart City Barcelona. El modelo identifica 12 áreas en las que se han
iniciado proyectos Smart City: medio ambiente, TIC, movilidad, agua, energía,
material (residuos), naturaleza, urbanismo, espacio público, gobierno abierto, flujos
de información y servicios. En la actualidad, la ciudad cuenta con 22 programas
principales y 83 proyectos independientes que encajan en una o varias de estas 12
áreas. Algunos de estos proyectos incluyen iluminación inteligente, estacionamiento
inteligente, gestión del agua inteligente y gestión de residuos inteligente.
Barcelona cuenta actualmente con más de 500 kilómetros de red de fibra óptica,
proyecto que se inició hace más de 30 años cuando la ciudad conectó en red dos
edificios municipales con fibra óptica. En esta red inicial se basaron los actuales
esfuerzos de Smart City. Al proyecto Smart City se le prestó una enorme atención
cuando el actual alcalde fue elegido hace casi tres años. Desde entonces, la
ciudad se ha esforzado mucho por desarrolar una estrategia y un planteamiento
coordinados que sirviesen para respaldar la iniciativa Smart City.
El modelo [Smart City
Barcelona] identifica
12 áreas en las que se
han iniciado proyectos
Smart City: medio
ambiente, TIC, movilidad,
agua, energía, material
(residuos), naturaleza,
urbanismo, espacio público,
gobierno abierto, flujos de
información y servicios.
En 2012, el gobierno de la ciudad estructuró sus proyectos Smart City en el marco
de "Smart City Barcelona". Además de la aplicación de tecnologías inteligentes, la
ciudad también ha utilizado estos proyectos de conectividad para ofrecer servicios
coordinados en todos los departamentos. Esto ha ayudado a eliminar los silos
departamentales y a mejorar la experiencia de los habitantes de Barcelona. El
Instituto Municipal de Informática de Barcelona (IMI) desempeñó un papel clave en
la formación inicial de esta organización, que hizo hincapié en la participación del
gobierno, los habitantes y la comunidad empresarial en el desarrollo y el diseño de
las iniciativas tecnológicas de la ciudad.
Barcelona está utilizando actualmente un proceso abierto de gestión de licitaciones
para elegir al desarrollador que construya lo que la ciudad denomina el sistema
operativo de la ciudad. Este sistema operativo se situará encima de la red
establecida de tecnología de sensores de la ciudad para recopilar y analizar los
datos que se recogen a través de la red. Las autoridades municipales conciben
este sistema operativo como una plataforma abierta que funciona a través de los
diversos proyectos de tecnología inteligente específicos que se han puesto en
marcha en la ciudad. La ciudad ve esta plataforma como la clave para aprovechar
los beneficios de IoE relacionados con el análisis de datos y el modelado predictivo.
Julia López es la coordinadora de la estrategia Smart City de la ciudad de Barcelona
y la coordinadora de la Oficina Internacional de las TIC para el Hábitat Urbano de
Barcelona. Es responsable de supervisar las iniciativas Smart City y de coordinar
las iniciativas de tecnología en todos los departamentos de la ciudad. También se
encarga de imaginar la ciudad dentro de una generación y de ayudar a adaptar las
estrategias actuales para lograr esa visión. El equipo de Smart City también incluye
a Manel Sanroma y a Josep Ramon Ferrer.
Por separado, López también gestiona el desarrollo y la promoción de la
estrategia de TIC de la ciudad entre otras ciudades y grupos internacionales.
Esto implica tanto la cooperación formal como informal con otros municipios y
entidades gubernamentales, como la promoción de los esfuerzos de Smart City
Barcelona a nivel mundial. López, que cuenta con la titulación de ingeniería de
telecomunicaciones, ha trabajado para la ciudad durante siete años, incluidos
dos años y medio como coordinadora de la estrategia Smart City. Fue nombrada
coordinadora de la Oficina Internacional de las TIC en enero de 2014.
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Objetivos
Según López, la semilla del programa Smart City Barcelona se plantó hace
más de 30 años cuando la ciudad instaló por primera vez líneas de fibra óptica
para conectar dos edificios municipales. Desde entonces, la ciudad ha seguido
desarrollando su red de fibra óptica.
"No prestamos especial
atención a un área concreta
realmente, sino que damos
pequeños pasos hacia
adelante y pensamos en
cómo se puede utilizar la
tecnología para transformar
las vidas de nuestros
ciudadanos. Cuando me
refiero a los ciudadanos,
no me refiero solo a los
ciudadanos como yo que
viven en la ciudad, sino
también a las empresas
que forman parte de la
ciudad. Como siempre dice
nuestro alcalde, tenemos
un sueño social, que es
transformar la ciudad en el
plazo de una generación
a través de la tecnología.
Creemos que es la única
manera de crear un modelo
de vida sostenible".
Julia López,
Coordinadora de la estrategia Smart City,
Ciudad de Barcelona
En 2011, el actual alcalde convirtió la integración de la tecnología de la ciudad
en un elemento clave de su plataforma electoral. Después de asumir el cargo,
su administración comenzó de inmediato a implantar un programa Smart City
Barcelona integral. El primer objetivo general era mejorar la eficacia de los servicios
de la ciudad y hacer frente a los problemas de sostenibilidad y medio ambiente.
Según López, el alcalde quería "transformar las vidas de nuestros ciudadanos... [y]
las empresas que forman parte de la ciudad".
El programa Smart City Barcelona tiene como objetivo prestar servicios para todos
los ciudadanos a muchos niveles, basándose en el uso de Internet y la tecnología
de las telecomunicaciones.
Estrategia
La idea subyacente a que Barcelona se convierta en Smart City es que la ciudad
funcione como una "red de redes". López indicó que una parte inicial del desarrollo
de la estrategia de la ciudad era decidir cómo podría conectar las diferentes
"redes" asociadas a la ciudad, por ejemplo, el transporte, la energía y la tecnología.
A partir de esto, se estableció un plan.
El alcalde de Barcelona ha puesto mucho énfasis en el desarrollo de las
capacidades de Smart City de Barcelona. Un paso clave ha sido el establecimiento
de un equipo de estrategia Smart City dentro de la alcaldía. Este equipo se encarga
de promover y coordinar el desarrollo de aplicaciones Smart City en toda la
organización de la ciudad. Este apoyo político de alto nivel ha sido crucial para la
capacidad de Barcelona de desarrollar sus proyectos Smart City.
El aumento de la transparencia del gobierno también ha sido un componente
clave de la estrategia Smart City Barcelona, ayudando a los funcionarios de la
ciudad a comunicar y explicar por qué se están desarrollando nuevas aplicaciones
inteligentes o soluciones públicamente sensibles, como las rutas de autobuses
recientemente reconfiguradas. Esto ha sido de gran ayuda en la obtención del
apoyo público para los proyectos, sobre todo en un entorno fiscal difícil.
López cree que el deseo político de examinar y crear una ciudad inteligente (Smart
City) es vital para la correcta implantación de estos proyectos. "Esto no habría sido
posible si no tuviéramos una visión política de empezar las cosas desde arriba",
afirma. "Ha sido primordial. Se puede empezar con un planteamiento denominado
de "abajo a arriba", pero el gran empuje final se dio en el plano político. Si no hay
voluntad política, es imposible".
Al lanzar inicialmente el proyecto, López indicó que la coordinación entre los
distintos departamentos de la ciudad suponía un gran desafío. La clave del éxito en
este caso fue el máximo apoyo del alcalde, que ayudó a saltarse varios niveles de
burocracia de la ciudad y reunir a los departamentos.
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"Somos conscientes de que
la ciudad no puede llevar a
cabo todos estos avances
por sí sola. Hay que
adoptar un planteamiento
sólido y bien diseñado de
asociación público-privada
en la que hay que tener en
cuenta a los participantes
del sector privado tanto
grandes como pequeños".
Julia López,
Coordinadora de la estrategia Smart City,
Ciudad de Barcelona
La ciudad adoptó un enfoque personalizado para animar a las diferentes áreas
del sector público y los departamentos a participar en el proyecto. Esto incluyó
la consolidación y racionalización de los proyectos ya en marcha antes de que
se desarrollase el modelo para el proyecto Smart City. López indicó: "Es difícil
en una ciudad como Barcelona, con 1,6 millones de habitantes y más de 16 000
trabajadores [públicos], ir a los diferentes departamentos que históricamente han
trabajado de forma muy aislada y decirles que tienen que empezar a colaborar.
Por un lado, teníamos nuevos proyectos gracias al trabajo que hicimos trazando
algunas iniciativas y buscando sinergias. Por otro lado, también analizamos
proyectos e iniciativas ya existentes y tratamos de encontrar sinergias entre ellos.
En última instancia, transformamos cinco redes diferentes —cada una gestionada
por diferentes departamentos— con el fin de administrar una sola red a través del
departamento informático de la ciudad".
La ciudad también tuvo que adaptarse para hacer frente a las grandes empresas
multinacionales que pueden no estar acostumbradas a trabajar en el ámbito
municipal. Según López, la colaboración con empresas clave de tecnología ha
sido una parte crucial en el desarrollo de las capacidades de Smart City Barcelona.
"Somos conscientes de que la ciudad no puede llevar a cabo todos estos avances
por sí sola", afirmó. "Hay que adoptar un planteamiento sólido y bien diseñado de
colaboración público-privada en la que hay que tener en cuenta a los participantes
del sector privado tanto grandes como pequeños".
López indicó que la ciudad contrató a empresas de tecnología para garantizar
que la arquitectura del sistema sigue abierta y no está vinculada a tecnología
patentada. En muchas ocasiones, esto ha llevado a la financiación de los nuevos
modelos de negocio sostenibles. Por ejemplo, aunque esto ha significado que
las empresas no pueden confiar solo en que los ingresos añadidos provengan de
futuras actualizaciones de software, López indicó que las empresas se han subido
al carro más fácilmente porque ahora tienen una plataforma de éxito que pueden
comercializar y vender en otros municipios.
López explicó que la ciudad utiliza sus datos para involucrar a los habitantes de la
ciudad en el proceso Smart City. La plataforma de gobierno abierto de la ciudad
acerca a los ciudadanos y los funcionarios públicos y ofrece transparencia en
la gestión municipal. Además, el proyecto Open Data permite a los ciudadanos
acceder a los datos recopilados por la ciudad. Esto permite a los residentes ver lo
que se está consiguiendo a través del proceso Smart City. López dice que espera
que, mediante la formación e implicación de los habitantes de la ciudad, la ciudad
pueda aplacar las dudas o preocupaciones sobre el programa que han existido
durante las fases iniciales de su implantación.
"Tenemos que ser muy abiertos y explicar las cosas", dijo López acerca de la
divulgación de los proyectos y las iniciativas al público. "Estoy segura de que han
oído que España se encuentra en una crisis económica. Tenemos que explicarles
muy bien a nuestros ciudadanos por qué hacemos lo que hacemos.
Es un cambio que afecta a la ciudad y los ciudadanos a medio y largo plazo. Sin
embargo, a corto plazo, nuestros ciudadanos tienen otras preocupaciones, por lo
que es algo con lo que tenemos que tener cuidado", agregó López. "Tenemos que
explicar que es algo para el bien de los ciudadanos en el futuro".
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Solución
La ciudad buscó maneras de utilizar la iniciativa Smart City para crear una
arquitectura única de Internet y telecomunicaciones para la ciudad. La red de fibra
óptica existente es la columna vertebral de los diversos proyectos de tecnología
inteligente. Esta columna vertebral de la infraestructura la opera la empresa local
de telecomunicaciones, en virtud de un contrato público-privado que se adjudicó
mediante licitación. "La red de fibra óptica fue uno de nuestros principales
proyectos y lo llamamos transversal, ya que es la capa sobre la que desarrollamos
todos los proyectos Smart City en la ciudad", afirmó López.
Barcelona está estructurando los diferentes proyectos en tres capas tecnológicas. La
primera de ellas consiste en sensores que se han desplegado por toda la ciudad junto
con los diferentes proyectos. Actualmente, esta plataforma se está utilizando para los
proyectos de gestión de agua inteligente, iluminación inteligente y energía inteligente,
entre otros. La ciudad prevé expandir el uso de la red de sensores en los próximos
años. La plataforma de sensores de la ciudad se llama Sentilo
(www.sentilo.io) y se desarrolló específicamente para ayudar a la ciudad a reunir todos
sus datos de los sensores. Desde entonces, Barcelona ha hecho que la plataforma
Sentilo sea una fuente totalmente abierta que se puede descargar en Github de modo
que otras ciudades u organizaciones puedan utilizarla para fines similares.
"Si somos capaces de
sacar esto adelante, se
lo aseguro, será una
revolución".
Julia López,
Coordinadora de la estrategia Smart City,
Ciudad de Barcelona
La capa intermedia, o segunda, de la arquitectura de tecnología es el sistema
operativo de la ciudad, una plataforma creada por el gobierno de la ciudad
de Barcelona para añadir y analizar todos los datos recopilados de diversas
aplicaciones de la ciudad. Esto incluye el modelado de análisis de datos y
aplicaciones de análisis predictivo. Según López, esta iniciativa todavía está en
desarrollo y hay en marcha un proceso de licitación para la presentación de ofertas.
La tercera capa de la "plataforma urbana" es el intercambio de los datos y análisis
proporcionados por el sistema operativo de la ciudad tanto con los clientes del
gobierno de la ciudad como con los usuarios de datos externos. Esto permitirá el
desarrollo de aplicaciones por parte tanto del sector público como del privado para
mejorar los servicios y operaciones de la ciudad, además de ayudar a conseguir una
administración y una ciudadanía mejor instruidas. "Si somos capaces de sacar esto
adelante, se lo aseguro, será una revolución", afirmó López.
La ciudad desarrolló un plan maestro elaborado en 2012 que incluye proyectos para
controlar de forma remota la iluminación de las calles y para la transición de 50 calles
y más de 1100 farolas a la tecnología LED. Además, Barcelona ha trabajado con
empresas de servicios públicos para crear un programa con el fin de lograr una mayor
eficiencia energética, desplegando más de 19 500 contadores inteligentes en la Villa
Olímpica. El plan también incluye la aplicación de control remoto para el riego de los
espacios verdes de la ciudad, que hasta el momento incluyen 77 fuentes de control
remoto y dos redes que proporcionan agua caliente a 64 edificios.
La iniciativa de transporte inteligente de la ciudad incluye el despliegue de la red
ortogonal de autobuses y opciones de movilidad con cero emisiones, que incluyen
más de 500 taxis híbridos, 294 vehículos eléctricos públicos, 262 puntos de
recarga, 130 motos eléctricas y 400 vehículos eléctricos privados.
La ciudad también inició el programa Gobierno abierto, que pretende ofrecer a los
ciudadanos transparencia del gobierno municipal. Esto comenzó con el despliegue
de 44 quioscos de "Atención a los ciudadanos" y el lanzamiento de un portal Open
Data que permite a las empresas y los ciudadanos privados desarrollar aplicaciones
que satisfacen las necesidades de los habitantes de la ciudad.
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"Los primeros visionarios de la ciudad fueron las personas que vivieron en los años
80 en la ciudad de Barcelona", afirmó López. "Ellos decidieron intentar conectar
los edificios municipales con fibra óptica. Nadie pensaba que fuera algo realmente
útil, pero 35 años después, ahora tenemos una de las redes de fibra óptica más
grandes propiedad de una ciudad... Tenemos más de 500 kilómetros de red de
cooperación. Gracias a estas personas visionarias que decidieron conectar estos
dos primeros edificios, ahora tenemos una red de gran alcance que nos está dando
la capacidad de desarrollar y poner a prueba los servicios inteligentes en la ciudad".
El teniente de alcalde de
Barcelona, Antoni Vives,
afirmó que Barcelona está
ahorrando 58 millones de
dólares al año mediante la
tecnología para gestionar el
agua de manera inteligente,
y que la ciudad ha
aumentado los ingresos por
las tarifas de aparcamiento
en 50 millones de USD al
año gracias a la tecnología
de estacionamiento
inteligente. Vives también
afirmó que Barcelona ha
creado 47 000 nuevos
puestos de trabajo a través
de sus esfuerzos de Smart
City.
Figura 1.
Barcelona: nuevas y mejores conexiones.
Fuente: Servicios de consultoría de Cisco (2014)
Logros
Durante su presentación en el CES en enero, el teniente de alcalde de Barcelona,
Antoni Vives, indicó que Barcelona está ahorrando 58 millones de dólares al año
mediante la tecnología de agua inteligente, y que la ciudad ha aumentado los
ingresos por las tarifas de aparcamiento en 50 millones de dólares al año gracias a
la tecnología de estacionamiento inteligente. Vives también afirmó que Barcelona ha
creado 47 000 nuevos puestos de trabajo gracias a la iniciativa Smart City.
Según López, Smart City Barcelona ha formado a los funcionarios municipales
sobre el funcionamiento de la ciudad y ha ayudado a aumentar la eficiencia. Los
programas piloto han permitido que la dirección del proyecto determine el mejor
camino a seguir para las iniciativas, como el proyecto piloto del Laboratorio Urbano
sobre la iluminación informatizada. "La instalación de nueva iluminación en la ciudad
y la conexión de farolas a nuestra red de fibra óptica que se puede controlar punto
por punto fueron un proyecto piloto en el Laboratorio Urbano de 2009 y 2010. Se
probó diferente tecnología y se llegó a una conclusión sobre la tecnología más
adecuada para nosotros".
El aumento de la transparencia y la participación ciudadana a través de la
plataforma Gobierno abierto ha sido otro de nuestros logros, ya que ha ayudado a
los ciudadanos a darse cuenta de la importancia de apoyar la iniciativa Smart City,
haciendo que se sientan involucrados en el proceso.
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No obstante, otro de los beneficios han sido las conexiones de la industria de la TI
realizadas a través de programas piloto de Barcelona —tanto con las entidades más
pequeñas como con los líderes de la industria— que ayudarán a la ciudad a tener
los socios adecuados para la financiación y ejecución de los objetivos de Smart City
Barcelona a largo plazo.
Lecciones aprendidas/Próximos pasos
López considera que la
iniciativa de Movilidad
con cero emisiones
es especialmente
prometedora. Esta
iniciativa supone múltiples
proyectos, incluidos los
puntos de recarga de
vehículos eléctricos en la
calle y la promoción de
iniciativas privadas para
suministrar coches de
alquiler eléctricos, todo ello
con el objetivo de ayudar
al desarrollo de Barcelona
como ciudad del siglo
XXI eficiente en términos
tecnológicos, basada en
datos y ambientalmente
sostenible.
De cara al futuro, la ciudad prevé el despliegue del sistema operativo de la ciudad
previsto, que los funcionarios anticipan ayudará a la ciudad a empezar a ver un
beneficio notable cuando se comparen y analicen los datos, lo que permitirá
mejorar la planificación y la toma de decisiones. Además, la ciudad prevé un mayor
desarrollo de algunos de los proyectos piloto que se están probando actualmente,
así como una mayor potenciación del sector privado en el desarrollo de aplicaciones
a medida que se dan a conocer datos adicionales de la ciudad.
López dice que una gran contribución de la aplicación de la iniciativa Smart
City Barcelona es establecer objetivos claros y trazar los pasos necesarios para
alcanzar dichos objetivos. La participación de los líderes políticos desde el principio
para garantizar que los proyectos cuentan con total apoyo es un factor clave, así
como tener una estructura de liderazgo para coordinar los diferentes aspectos
del proyecto. “Hay que pensar: ¿Quieres ser inteligente? ¿Qué quieres que sea
la ciudad a medida que crece y cómo puedes utilizar la tecnología para lograrlo?”,
afirmó. Si se establece una estrategia desde el principio, se pueden ver los posibles
obstáculos e identificar los recursos necesarios antes de que surjan problemas.
"Hay que comenzar a configurar los proyectos y, una vez que se tenga la visión y un
buen ejército para ayudar a desarrollar los proyectos, es más fácil", explicó López.
De los proyectos específicos actualmente en desarrollo, López considera que la
iniciativa de Movilidad con cero emisiones es especialmente prometedora. Esta
iniciativa supone múltiples proyectos, incluidos los puntos de recarga de vehículos
eléctricos en la calle y la promoción de iniciativas privadas para suministrar coches
de alquiler eléctricos, todo ello con el objetivo de ayudar al desarrollo de Barcelona
como ciudad del siglo XXI eficiente en términos tecnológicos, basada en datos y
ambientalmente sostenible.
A medida que se llevan a la práctica los 83 proyectos a través de las 12 áreas
identificadas, Barcelona espera ver los resultados en forma de ciudad dirigida de
forma más eficaz con una ciudadanía comprometida con un gobierno abierto, así
como una infraestructura tecnológica que atraerá a empresas y a la inversión.
Mediante la incorporación y el análisis de los datos recopilados a partir de todos los
sensores, Smart City Barcelona espera obtener una mejor idea de lo que hay que
hacer para convertirse en una ciudad del futuro.