Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje REPÚBLICA

Anuncio
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE
VENEZUELA
por
Raul R. Vera
Las denominaciones empleadas en este producto informativo y la forma en que aparecen
presentados los datos que contiene no implican, por parte de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), juicio alguno sobre la condición jurídica o nivel
de desarrollo de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la
delimitación de sus fronteras o límites. La mención de empresas o productos de fabricantes en
particular, estén o no patentados, no implica que la FAO los apruebe o recomiende de preferencia
a otros de naturaleza similar que no se mencionan.
Las opiniones expresadas en esta publicación son las de su(s) autor(es), y no reflejan
necesariamente los puntos de vista de la FAO.
Todos los derechos reservados. La FAO fomenta la reproducción y difusión del material
contenido en este producto informativo. Su uso para fines no comerciales se autorizará de forma
gratuita previa solicitud. La reproducción para la reventa u otros fines comerciales, incluidos
fines educativos, podría estar sujeta a pago de tarifas. Las solicitudes de autorización para
reproducir o difundir material de cuyos derechos de autor sea titular la FAO y toda consulta
relativa a derechos y licencias deberán dirigirse por correo electrónico a: copyright@fao.org, o
por escrito al Jefe de la Subdivisión de Políticas y Apoyo en materia de Publicaciones, Oficina de
Intercambio de Conocimientos, Investigación y Extensión, FAO, Viale delle Terme di Caracalla,
00153 Roma (Italia).
© FAO 2003
3
INDICE
1. INTRODUCCIÓN 5
2. SUELOS Y TOPOGRAFÍA 7
3. ZONAS CLIMÁTICAS Y AGRO-ECOLÓGICAS 8
Lago de Maracaibo y sistema de Coro
8
Sur del río Orinoco
9
Los Llanos
9
Los Andes
9
Los Andes centrales y orientales
9
El área costera
10
4. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN DE GANADO RUMIANTE 10
5. EL RECURSO PASTORIL 12
Los Llanos
13
Lago de Maracaibo y el sistema de Coro
14
6. OPORTUNIDADES PARA EL MEJORAMIENTO DE LOS RECURSOS
FORRAJEROS 14
7. ORGANIZACIONES DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO Y RECURSOS
HUMANOS 15
8. REFERENCIAS 17
9. CONTACTOS 18
10. AUTOR
19
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
5
1. INTRODUCCIÓN
Venezuela está situada en el extremo norte de
Sudamérica entre 0º 45’ y 15º 40’ N, y 59º 45’ y 73º
25’ W. Tiene una superficie de 916 445 km2, de los
cuales 882 050 son continentales. Limita con el mar
Caribe y el océano Atlántico al norte, con Colombia
al oeste y con Brasil y Guyana al sur (ver Figura 1).
Venezuela es un estado federal con 23 estados y
un distrito federal. Su población es de 24 600 000
de habitantes (World Bank, 2001), y su tasa de
crecimiento demográfico de 1,9% por año. La
población urbana es el 87% del total. Los valles
y pie de montes de la Cordillera de la Costa y la
Cordillera Andina contienen el 60% de la población,
mientras que la población está más esparcida en la
gran cuenca de los ríos Orinoco y Apure. Más del
40% de la población está en las ocho ciudades más
grandes. Por otro lado, solo el 1,5% de la población,
incluyendo la mayoría de la población indígena, está
localizada al sur del río Orinoco y en el estado de
Zulia (bordeando el sur y oeste del lago Maracaibo).
El producto bruto interno (PBI) es de
aproximadamente $EE.UU. 5 100 per cápita (World
Bank, 2002). La industria contribuye con el 50%
del total, los servicios con 45% y la agricultura con
solo 5% (CATIE/FAO, 2000; Word Bank, 2001). El
índice de desarrollo humano de Venezuela era 0,765
en 1999 (UNDP, 2001). A pesar de la larga tradición
agropecuaria, iniciada con la colonización española,
el descubrimiento de petróleo en los Llanos o
Figura 1. Ubicación y mapa de Venezuela
planicies occidentales condujo a la importancia
económica del hoy en día del sector industrial.
Las abundantes tierras de labranza y el clima templado proveen condiciones ideales para la agricultura.
Sin embargo, al llegar el petróleo a dominar la economía, la agricultura languideció y durante los años
del auge del petróleo en la década de 1970, las importaciones de productos agropecuarios se elevaron
rápidamente. El sector hoy solo provee menos del 5% del PBI, mientras que hace cuatro décadas era
una de las columnas vertebrales de la economía. Aunque hoy aproximadamente solo un quinto de
la tierra es utilizada en agricultura, permanece como una importante fuente de empleo (alrededor de
14% de la fuerza de trabajo). Más de la mitad del ingreso agropecuario proviene de la producción
ganadera, mientras que los productos lácteos, frutas, granos, avicultura y hortalizas agregados generan
aproximadamente 40%, proviniendo el resto del sector forestal y la pesca.
A pesar de largos períodos de fuertes subsidios al sector agropecuario, Venezuela importa más de
la mitad de sus necesidades de trigo, azúcar, aceite vegetal y maíz amarillo, con los Estados Unidos
de América suministrando más de un tercio del total de las importaciones de alimentos (Latin Focus,
2002). Sin embargo, la industria petrolera también condujo al desarrollo de una buena infraestructura
(rutas, mercados, comunicaciones, etc.) en el interior del país (Pittevil y Buroz, 2001), lo cual facilita
la intensificación de la agricultura. Cerca del 80% de los ingresos de Venezuela provienen del petróleo
(Venezuela, 1995). Otros recursos minerales importantes son la bauxita y el hierro (CEPAL, 2001).
El área agropecuaria de Venezuela es informada en forma variable desde 21 600 000 ha (base de datos de
FAO) hasta 34 600 000 ha (Venezuela, 1995). La base de datos de FAO informa que 84% de la primer cifra
corresponde a pasturas permanentes, una fracción que ha permanecido estable en los últimos 20 años, mientras
que Venezuela (1995) estima que el 79% de esta última área era adecuada para la producción ganadera.
6
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
El número de ganado Cuadro 1. Existencias de animales rumiantes
1987
1992
1997
2001
2002
rumiante durante la últi12 640 800
13 648 000
15 336 500
16 000 000
16 000 000
ma década también per- Vacunos
1 483 100
1 850 000
4 000 000
4 000 000
4 020 000
maneció bastante estable Caprinos
Ovinos
487
958
650
000
713
920
820
000
820 000
con algunos incrementos,
(Base
de
datos
de
FAO,
2002)
como se muestra en el
Cuadro 1, mientras que
Cuadro 2. Producción de carne y leche vacuna, e importaciones de carne
la producción de carne vacuna y leche en Venezuela, toneladas métricas
y leche durante fines de Producción
1985
1989
1993
1997
2001
2002
la década de 1990 decre- Carne Vacuna
323 568
337 601
393 534
415 242
365 000
370 000
ció algo en un escenario Leche vacuna
1 579 643 1 689 520 1 713 440 1 431 072 1 400 000 1 400 000
político y socio-económi- entera, fresca
Importaciones
co dificultoso (Cuadro 1).
Carne vacuna
21 041*
3 807
832
641
5 590
n.d
La región más imporLeche fresca
310
n.d.
444
1 294
2 750
n.d.
tante para la producción
Leche equivalente**
598 675
361 561
355 864
476 835
576 393
n.d.
pecuaria es los Llanos
* 1987. ** especialmente leche en polvo
(ver sección 3), la cual n.d. = no disponible
contiene 8 200 000 vacu- (Base de datos de FAO, 2002)
nos, 270 000 ovinos,
50 000 búfalos y 78 000 caprinos (Pittevil y Burros, 2001).
Los cultivos importantes, en orden decreciente de área sembrada, incluyen maíz, café, sorgo, caña
de azúcar, arroz y mandioca (CEPAL, 2001). Varias especies de porotos (frijoles), aunque sembrados en
pequeñas áreas, son componentes importantes de la dieta.
El consumo de carne per cápita es de 17,3 kg/año (FAO, 1999), una cifra apenas por debajo del
promedio de Sudamérica (en 1996) y el consumo de leche per cápita es de 82 litros/año (Paredes, 2002).
Como se indicó arriba, Venezuela es un país rico en tierras con una población altamente urbanizada,
empleada mayormente en la industria y en los servicios. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de la
reforma agraria que comenzó en 1960, los patrones de tenencia de la tierra en Venezuela en 1990 aún
describen la típica dicotomía latinoamericana entre latifundios y minifundios como se muestra en el
Cuadro 3. El mayor programa de reforma de la tierra del país comenzó con un decreto inicial en 1958, y
la ley de reforma agraria de 1960 creó el Instituto Nacional Agrario (INA), el cual buscaba suministrar
tierra a aquellos que la trabajaban, inicialmente mediante la transferencia de tierras públicas y
luego expropiando establecimientos privados Cuadro 3. Tenencia de la tierra en Venezuela en 1985
con tierra arable no cultivada. A pesar de
No. de fincas
Área ocupada
Tamaño,
la dotación de rutas, mercados, escuelas y ha
No.
%
ha
%
clínicas, raramente las nuevas colonias tenían 0-19.9
279 072
73.2
1 308 218
4.2
39 714
10.4
1 124 550
3.6
las comodidades de los primeros pueblos 20-49.9
35 391
9.3
3 174 690
10.1
de productores y solo se logró un modesto 50-199.9
19 067
5.0
7 571 655
24.2
progreso. El tamaño promedio de las 400 000 200-999
>1000
5 608
1.5
18 099 042
57.9
unidades productivas del país era de 80 ha
Sin tierra
2 424
0.6
en 1989, considerablemente más alto que Total
381 276
100
31 278 155
100
en décadas anteriores pero, de acuerdo con Modificado de Delahaye (1996)
el censo de 1998, el promedio era de 60 ha/
finca (Pittevil y Burros, 2001). El coeficiente Cuadro 4. Indicadores macroeconómicos importantes
de los recursos
de Gini de Venezuela estaba en 0,54 en la agropecuarios y de la producción, 1990-2000
década de 1990.
Indicador económico
1990
2000
Como se indicó anteriormente, la produc- Volumen de producción agropecuaria, índice 100.2
115.2
97.4
114.4
ción agropecuaria en Venezuela es relativa- Volumen de producción de cultivos, índice
Volumen
de
producción
pecuaria,
índice
100.2
114.3
mente menos importante que en el resto de
Tierra arable, 1000 ha
2 980
2 640
Latinoamérica y el sector también ha crecido
Cultivos permanentes, 1000 ha
915
850
solamente a tasas muy modestas, como se Tierra irrigada, 1000 ha
480
575
infiere del cuadro 4, el cual también muestra Uso de fertilizantes, TM
427 000 226 800
varios índices macroeconómicos importantes. (CEPAL, 2001)
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
7
2. SUELOS Y TOPOGRAFÍA
Se reconocen seis formaciones diferentes de relieve (CATIE/FAO, 2000):
a. la plataforma continental, localizada a más de 1 000 msnm, y que cubre 17% del territorio;
b. la cadena montañosa de la costa o del Caribe, con altitudes oscilando entre 200 y 2 765 m, y
cubriendo 3.2% de la tierra;
c. los valles y colinas de los estados de Falcón, Lara y Yaracuy, los cuales representan 2,6% del territorio;
d. la cadena andina, con altitudes desde 200 a 5 007 m, y 5,8% de la tierra;
e. las planicies o Llanos, entre 40 y 200 m, y 25,5 del territorio, y
f. el escudo de Guyana, localizado entre 100 y 3 840 m y cubriendo el 45,4 del territorio nacional.
Las principales regiones naturales se muestran en la Figura 2.
Hay una considerable variación en los suelos de Venezuela, parcialmente ligada a la geología de cada
región. El uso agropecuario del suelo está restringido por un número de limitaciones: 4% del territorio es
árido, 18% tiene limitaciones de drenaje, 32% son suelos de baja fertilidad, y 44% está sobre pendientes
empinadas, dejando entonces solamente un 2% sin limitaciones (Casanova et al., 1992).
La formación geológica más antigua es la del escudo ácido de Guyana al sur del río Orinoco, frecuentemente
identificado como la región Pantepui, el cual se extiende dentro del noroeste de Guyana y al norte de Brasil.
La geología consiste principalmente en una base de granito precámbico (el escudo de Guyana), superpuesto
por areniscas sedimentarias más jóvenes y cuarcitas de grosor variable. Esto dio origen a suelos muy infértiles
y lixiviados que incluyen: (a) suelos de las montañas terminadas en una tabla plana («tepuys») y de la Gran
Sabana, característicamente muy arenosos, con contenido de materia orgánica extremadamente bajo, (b) suelos
arcillo-arenosos de montaña, derivados de granito y gneis y (c) suelos a lo largo del río Orinoco, influenciados
por sedimentos aluviales.
A lo largo de la región andina más reciente
(los Andes, la Cordillera Interior y la Cordillera
de la Costa), los suelos son más nuevos que los
del escudo de Guyana pero han sido alterados
por la erosión, particularmente en el pie de
monte, donde la intervención humana ha sido
drástica a causa de la deforestación.
En las antiguas planicies o Llanos (planicies
oriental y central, y las planicies del río Meta)
predominan los oxisoles, frecuentemente con
horizontes muy superficiales y debajo una capa
ferrosa. En las planicies más recientes (Llanos
occidentales y sur del lago Maracaibo) se
encuentran los mejores suelos. Estos son suelos relativamente fértiles, profundos, aunque
pueden tener limitaciones de drenaje durante
el pico de la estación húmeda.
Figura 2. Regiones naturales de Venezuela
El delta del río Orinoco incluye suelos
limitados por salinidad y por la presencia de Cuadro 5. pH de los suelos de Venezuela
altas concentraciones de sulfatos.
Region1
Porcentaje de
Porcentaje de
suelos con pH<
suelos con pH 5,5
La utilización de los suelos a lo largo de la
5,5
a 8,5
mayoría de la costa está severamente limitada Venezuela occidental
60-70
30-40
15-30
70-85
por baja precipitación. Los suelos son mayor- Venezuela occidental
53-75
25-47
mente litosoles superficiales, entisoles pobre- Llanos centrales
53-69
31-47
mente desarrollados, muy bajos en materia Región andina
Región de Zulia
32
66
orgánica y fósforo. Una gran proporción de Región central
19-46
54-77
los suelos de Venezuela son ácidos (Cuadro5) y
Los datos incluyen muestras de varios estados, a saber: Venezuela
por lo tanto tienen baja capacidad de intercam- occidental: Anzoátegui, Bolívar, Nva. Esparta, Monagas, Sucre
occidentales: Barinas, Falcón, Lara, Portuguesa, Yaracoy; Llanos
bio catiónico, son bajos en P y frecuentemente Llanos
centrales: Apure, Guárico; Región andina: Mérida, Táchira, Trujillol Zulia:
en varias bases.
Zulia; Región central: Aragua, Carabobo, Cojedes, Miranda
1
8
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
3. ZONAS CLIMÁTICAS Y AGRO-ECOLÓGICAS
Venezuela tiene dos cuencas muy grandes e importantes, la del océano Atlántico y la del mar Caribe.
La cuenca del océano Atlántico, que recibe al Orinoco y varios otros ríos importantes, cubre el 82% del
territorio, con el 70 drenado por el Orinoco (ver Figura 3), el cual divide a Venezuela en dos. La cuenca
del Caribe, recibe agua de varias cuencas pequeñas, incluyendo el lago Maracaibo y aquellas que drenan
la porción norte de las montañas. Aunque cubre solo el 17,5 del territorio, es extremadamente importante
ya que está densamente poblada.
La geografía de Venezuela es relativamente compleja y análisis detallados reconocen 27 zonas
climáticas, 12 tipos de vegetación, 23 de relieve y 38 unidades geológicas (Venezuela, 1995). En un
análisis amplio, las siguientes ecozonas (ver Figura 4) son generalmente reconocidas (FUDENA, 2001):
Lago de Maracaibo y sistema de Coro
Estas dos regiones son extremadamente variables en términos de paisaje y clima. El sistema de Coro
incluye los estados de Falcón, Lara y partes de Zulia, Yaracuy y Carabobo. Es una combinación de
Figura 3. La cuenca del
río Orinoco, incluyendo la
porción colombiana
Figura 4. Ecoregiones de
Venezuela
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
9
montañas, valles y planicies con la altitud más alta a 1 900 msnm. La lluvia está entre 500 y 1 500 mm,
y las temperaturas medias entre 20 y 28 ºC. Al nivel del mar, el clima puede ser bastante cálido. Las
montañas están cubiertas por selvas, que evolucionan a selvas secas en las altitudes más secas hacia
la costa donde la vegetación es xerófita a desértica. El Lago de Maracaibo es bien conocido por sus
depósitos de petróleo. El paisaje a su alrededor es muy variable. En el oeste, hacia la frontera con
Colombia, la vegetación es xerofítica a desértica, con la lluvia inferior a 250 mm. Esta gradualmente se
incrementa a 1 000 mm en las planicies que rodean a la ciudad de Maracaibo. En el extremo occidental
de estas planicies la vegetación evoluciona hacia selvas pre-montanas y tropicales. Una densa selva
tropical lluviosa se encuentra al sur del lago.
Esta región contiene un tercio de las pasturas sembradas del país, y produce el 60% de la leche, 80%
de la cual proviene de 20% de las fincas (Betancourt et al., 2001).
Sur del río Orinoco
Esta es una gran región cubierta por el escudo de Guyana, una de las formaciones geológicas más
antiguas (1 500 000 000 años). Hacia la frontera oriental con Guyana, la vegetación predominante es de
sabana, con selva decidua que alterna con selva mesófila en las áreas bajas así como al sur en el área
que limita con Brasil. Aquí se encuentra también la Gran Sabana, o planicies localizadas por encima
de 1 000 msnm. Una formación geológica característica de esta ecozona son las montañas terminadas
en una tabla plana conocidas como «tepuys», las cuales se elevan a alturas de 1 300 a 3 000 m y están
frecuentemente cubiertas por una diversidad de formaciones selváticas. A lo largo de la ecozona la
vegetación tiende a ser exuberante a pesar de la pobreza de los suelos, y la biodiversidad vegetal es
muy alta. Se estima que incluye más de 9 000 especies de árboles, arbustos y hierbas. A pesar de su
tamaño, la región no es importante desde el punto de vista agropecuario, pero los recursos minerales son
importantes (por ejemplo, bauxita), como lo es el ecoturismo.
Los Llanos
Esta ecozona se distribuye entre Colombia y Venezuela y se extiende sobre 355 112 km2, 68% de los
cuales están en este último país. Desde un punto de vista ecológico incluye uno de los humedales más
grande del mundo y constituye una de las reservas de agua más importante.
Los Llanos cubren aproximadamente un 25% de Venezuela, albergan solamente el 16% de la
población (15 personas/ km2, oscilando entre 6 y 50, según el estado) pero sin embargo contribuyen con
la parte más grande de la producción cerealera y pecuaria del país. La medida en que los Llanos han
sido desarrollados varía grandemente entre estados. Aunque la ganadería, los cereales y los oleaginosos
son más o menos comunes a todos, la ganadería constituye la principal actividad económica en los
estados de Barinas, Guárico y Apure, la producción cerealera predomina en Portuguesa y Cojedes y la
de oleaginosas en Monagas y Anzoátegui.
Los Andes
Los Andes venezolanos son un grupo de ecoregiones comunes a las partes más altas de los Andes
tropicales y valles intermontanos que se extienden a través de Venezuela, Colombia, Ecuador y norte
de Perú cubriendo 49 millones de hectáreas (los Andes «verdes»). Esta región es de importancia a
nivel mundial como uno de los principales centros de indigenismo, conteniendo cerca de la mitad de
las plantas, aves, mariposas y ranas de los neotrópicos, así como constituyendo una de las fuentes de
agua más importante. En Venezuela incluye dos regiones distintas: las selvas montanas y los páramos
de Mérida, las cuales se diferencian principalmente por la altitud. Parte de esta área drena hacia el lago
Maracaibo y el resto hacia el Orinoco.
Los Andes centrales y orientales
Aquí es donde está localizada Caracas así como varias otras ciudades importantes. Por lo tanto, es
probable que sea la región que más intensamente haya sufrido la intervención humana, resultando en
una erosión ampliamente difundida, en sedimentación de los valles y en considerable contaminación.
Las pendientes sureñas descienden dentro de las planicies o Llanos. Dependiendo de la lluvia variable,
pueden contener selvas nubladas ricas o selvas montanas secas. Los valles albergan aproximadamente
10
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
un 40% de la población humana y a una alta proporción de las actividades económicas. En los valles
intermontanos, la caña de azúcar es el cultivo más importante, seguido por los cultivos hortícolas y los
frutales. Las partes más cálidas cultivan cacao, plátanos y tubérculos.
El área costera
Incluye regiones áridas localizadas entre la frontera caribeña con Colombia y el golfo de Cariaco. Áreas
igualmente áridas están localizadas en las islas venezolanas, en algunas mesas secas en los Andes, y las
tierras altas del estado de Barquisemeto. Todas juntas, estas áreas alcanzan a 41 023 km2 (Matteucci y
Colma, 1997).
4. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN DE GANADO RUMIANTE
Sistemas basados en rumiantes pueden ser encontrados en más del 42% del territorio nacional (Thornton
et al., 2002), con sistemas basados en campo natural ocupando el 26% de la superficie, sistemas mixtos
de secano el 15% y sistemas irrigados el 1%.
Una síntesis general de los sistemas de producción ganadera tradicionales de Venezuela, resumida por
Chacón (citado por Betancourt et al., 2001), se muestra en el Cuadro 6.
Si bien existen sistemas especializados en producción de carne y leche en Venezuela, la mayoría de
las fincas pequeñas y grandes tienen una alta proporción de ganado cruza, Bos taurus x B. indicus (a
veces llamado «mosaico»), del cual una proporción de hembras lactantes puede ser ordeñada. Aún las
grandes fincas dedicadas a operaciones de cría vacuna incluyen frecuentemente una proporción de vacas
cruza regularmente ordeñadas. Estos sistemas de «doble propósito» son comunes en todos los países
tropicales de Latinoamérica, con algunas variaciones para ajustarse a las circunstancias locales. Los sistemas de doble propósito típicos en las tierras bajas tropicales usan hembras cruzas que son ordeñadas
a mano muy frecuentemente una vez al día con el ternero al pie para estimular la bajada de la leche.
Siguiendo al ordeñe de la mañana, las vacas y los terneros son generalmente pastoreados hasta la tarde
cuando los terneros son separados de sus madres y encerrados hasta la mañana siguiente. La cantidad
de leche obtenida en el ordeñe de la mañana, generalmente representa el 50% o más del total de leche
producida por la vaca. Variaciones comunes sobre este sistema básico pueden incluir ordeñe mecánico,
particularmente en vacas con alto porcentaje de Bos taurus, lactación restringida de los terneros a 30
o más minutos una o dos veces por día. Este sistema es de gran importancia en Venezuela y se estima
que provee el 95% de la leche producida (Betancourt et al., 2001). Vaccaro (1986) revisó la literatura
cubriendo 1 306 fincas de doble propósito en 8 países de Latinoamérica tropical y los resultados resumidos (Tabla 7) se aplican a Venezuela.
Las existencias más grandes de ganado están en el estado de Zulia y alrededor del lago de Maracaibo
(Zulia contiene 22% de las existencias nacionales), pero desde que la mayoría del ganado es doble
propósito, el estado es más un productor de leche que de carne. Numerosos estudios se han conducido
en esta área con el objetivo de caracterizar aun más los sistemas de doble propósito e identificar posibles
puntos de entrada para mejoramientos tecnológicos y gerenciales. Carrizales et al. (2000) estudiaron
sistemas de doble propósito sesgados hacia la producción de leche entre fincas que suministraban el 55%
de la leche recibida por
una importante plan- Caudro 6. Productividad promedio de los sistemas de producción ganadera
ta de procesami- en diferentes ecozonas
Sabana bien Sabana pobremente drenada Cuenca del Andes
ento láctea en el dis- Parámetro drenada
Maracaibo
altos
No modulada
Modulada
trito municipal más
Dotación
UA/ha
0.1-0.2
0.2-0.25
1-2
1-3
3-4
importante al sur del
Ganancia De
5-25
15-29
100-150
300
lago y agruparon los peso kg/ha/año
resultados de acuerdo Porcentaje de
< 50
50-55
70-85
al tamaño de finca parición
8-20
< 60*
(escala de 15-400 ha), Leche kg/ha/día
*Pasturas de kikuyu pastoreadas rotativamente y bien manejadas; vacas suplementadas con
como se muestra en el concentrados de acuerdo al rendimiento de leche.
Fuente: Betancourt et al. (2001)
Cuadro 8.
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
11
Los resultados anteriores demuestran los Cuadro 7. Parámetros característicos de sistemas de
límites superiores de este tipo de sistema, doble propósito para leche y carne en América tropical
Promedio Rango
particularmente en fincas pequeñas a Parámetro Rendimiento de leche (vendible), kg/día
4
2.8-6.5
medianas en un ambiente favorable, que Rendimiento de la lactancia, kg
1180
749-1 584
intentan maximizar los rendimientos dentro Duración de la lactancia, días
290
244-311
de las limitaciones de los costos actuales.
Parición, porcentaje
64
39-81
37
32-43
Estos sistemas en el área de influencia Edad al 1er parto, meses
0.37
0.29-0.48
del lago Maracaibo están esencialmente Ganancia de peso del ternero, kg/día
13
2-24
basados en praderas, pero la importancia Mortalidad de terneros, porcentaje
Dotación, UA/ha
1.4
0.72-19
relativa de las especies de pasturas y las Leche, kg/ha/año
476
182-749
prácticas de manejo varían de acuerdo Carne, kg/ha/año
116
45-192
con las condiciones climáticas. De este Pasturas sembradas,%
64
33-87
modo, Peña et al. (1999) informaron Fuente: Vaccaro (1986)
que en la porción seca (selva tropical
Cuadro 8. Características de los sistemas de doble
seca), así como en la región de la selva propósito al sur del lago de Maracaibo (Santa Bárbara)
tropical húmeda, Panicum maximum era Tamaño de finca+ SD, ha
la especie dominante (65 y 57% de las 141+19
107+7
26+1
pasturas sembradas), mientras que las Rendimiento de leche, l/vaca/día
6
7.1
8.5
981
1 332
2 099
especies de Brachiaria aumentaron desde Rendimiento de leche, l/ha/año
1.82
2.69
1.8
3 a 16% en las dos subregiones anteriores Dotación, UA/ha de pastura
Fuente: Carrizales et al. (2000)
y eran las principales especies (56%) en la
subregión de selva tropical muy húmeda.
La conservación de forraje (heno y silo) fue practicada por 54, 41 y 10% de las fincas, respectivamente,
con dotaciones incrementándose desde 0,6 hasta más de 1 UA/ha en el mismo orden. Este conjunto de
características y patrones se aplica también con algunas modificaciones al resto de Venezuela. Aunque
en general más del 50-60% de los hacendados viven en la finca, frecuentemente los hacendados de áreas
relativamente menos favorecidas (por ejemplo, partes de los Llanos) pueden trabajar también fuera de
la finca (en algunas áreas > 40%), frecuentemente en la industria petrolera.
La evolución inicial del desarrollo agropecuario de los Llanos fue discutida por Crist (1983, 1984 y
referencias al respecto).
Los sistemas de producción de carne, esencialmente sistemas de cría (vaca-ternero) que venden
novillos de sobre año y con limitado engorde de novillos, tienden a concentrarse en las sabanas
pobremente drenadas de las planicies inundables aluviales del suroeste, y en las mesas altas y las
planicies del noreste de los Llanos (ver sección 5). En ambos casos, los sistemas son extensivos en el
uso de la tierra y una gran proporción del capital invertido está representado por el ganado. Los sistemas
cárnicos de las mesas altas fueron estudiados en detalle a comienzos de la década de 1980 y después,
habiendo información actualizada disponible. Plessow (1985) recolectó información detallada de 15
fincas representativas localizadas en los estados de Monagas y Anzoátegui, promediando 1 533 ha cada
una (rango de 516 a 4 664) que incluían 57% del área en sabana alta (bien drenada todo el año), 33%
en sabanas de tierras bajas parcialmente inundadas en el pico de la estación lluviosa y 10% de selvas,
mayormente selvas en galería a lo largo de los cursos de agua. Cerca del 80% del área está cubierta
por pasturas nativas, y el resto por especies sembradas (Brachiaria decumbens y Digitaria decumbens,
esta última frecuentemente fertilizada cuando los subsidios eran favorables) con áreas muy pequeñas de
sorgo en algunos casos. Desde entonces ha habido un reemplazo importante, pero no cuantificado, de las
anteriores pasturas sembradas por Brachiaria humidicola y, en menor medida, por Brachiaria brizantha.
En promedio estas fincas tenían 610 UA, 90% de las cuales eran rodeo de cría, vaquillonas y novillos de
sobre año. Pero aún en estos sistemas, de las 263 vacas presentes en promedio, 60-80 dependiendo de la
estación, eran ordeñadas, por lo tanto constituían un sistema híbrido entre un sistema puramente cárnico
y uno de doble propósito. La disponibilidad de pasturas promedió 3,12 ha/UA, incluyendo 2,77 ha de
sabana nativa y 0,4 ha de pasturas sembradas. Los parámetros de producción promedio se muestran en
el Cuadro 9.
El estudió concluyó que la nutrición, y consecuentemente la cantidad y calidad del forraje, era la
principal limitante biológica de estos sistemas, una visión que es apoyada por el ampliamente reconocido
12
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
bajo valor nutricional de estas sabanas. Por Cuadro 9. Parámetros de producción promedio
lo tanto, los mejoramientos en el desempeño para sistemas de cría (vaca-ternero) en los Llanos
altos de Venezuela
biológico deberían confiar más en el mejoramiento
Parámetro
de los recursos forrajeros, a través de la siembra Dotación, UA/ha
0.32
de pasturas, que en el limitado alcance del Peso de las vaquillonas a los 36 meses de edad, kg
290
mejoramiento del manejo de la sabana.
Edad a la 1er concepción, meses
38
52
Los sistemas de producción ovina son mucho Destete,%
menos importantes en Venezuela que los sistemas Ganancia de peso anual:
por animal, kg/UA
50
vacunos, y hay información limitada sobre ellos.
por animal, kg/ha
32
Rondón et al. (2000) resumieron los resultados de Fuente: Plessow et al. (1985)
74 fincas que poseían más de 15 ovinos cada una y
que estaban localizadas a lo largo de las partes central y occidental de los Llanos, con una lluvia anual oscilando
entre 728 y 1 325 mm. Estas fincas promediaban 260 ha cada una, y 19% de la superficie estaba asignada a la
producción ovina. Predominaban las razas carniceras tropicales, incluyendo West African, Barbados, Barriga
Negra, Persa Cabeza Negra y numerosas cruzas entre ellas. Animales de las razas para lana como Bergamasca y
Dorset eran mucho menos comunes. En las pequeñas fincas, los ovinos eran destinados al consumo doméstico,
mientras que en las grandes propiedades tenían una orientación comercial. Los recursos forrajeros a lo largo de
estas fincas eran muy variables, incluyendo 32% que solo usaban pasturas, 16% que suplementaban las pasturas
con concentrados y 19% que suplementaban con residuos agroindustriales.
La región andina tiene sistemas de producción peculiares. Hasta el arribo de la colonización española,
los Andes eran usados para la producción agropecuaria hasta una altitud de 3 000 m (Monasterio y
Molinillo, 2001), pero subsecuentemente su uso se extendió por encima de esa altura. Se distinguen
tres niveles altitudinales, pero los sistemas de producción ocupan frecuentemente los dos más bajos. La
región andina entre 2 000 y 3 000 msnm concentra la producción de tubérculos, horticultura y floricultura
en las áreas más fértiles y planas, que son regadas gracias a la reorientación de los cursos de agua. Las
pendientes están cubiertas por arbustos-rosetas a arbustos puros, los cuales se extienden dentro del
segundo nivel, los Andes altos (3 000–4 000 msnm) que constituyen el límite superior para la producción
agropecuaria. Aquí los cultivos como la papa son rotados con barbechos utilizados por el ganado, una
proporción del cual es utilizado para tracción animal. Las praderas nativas estaban constituidas por
arbustos tales como Espeletia schultzii, Hypericum laricifolium y Acaena elongata y una capa herbácea
de Festuca myurus, Stipa mexicana, Luzula sp., Poa sp., Calamagrostis sp., Geranium sp., y Rumex sp.
(Molinillo y Farji-Brener, 1993; Molinillo y Monasterio, 1997). En esta área es practicada un tipo de
ganadería migrante extensiva y muy variable, la cual combina un uso intensivo de praderas de gramíneas
en los pisos de los valles con un uso extensivo de las comunidades de arbusto-roseta en las pendientes.
Los barbechos y residuos de cultivos son usados durante la estación seca cuando las forrajeras nativas
son escasas. Se considera que el mejoramiento animal y del pastoreo, mas que la eliminación de la
ganadería migrante, es esencial para la preservación del ecosistema.
Finalmente, los caprinos están concentrados en las regiones áridas de Venezuela, y son criados en
sistemas extensivos que hacen un uso libre del árido campo natural. Constituyen la principal fuente
de ingreso, la cual es complementada con agricultura de subsistencia y manualidades. El uso de la
vegetación nativa por parte de los humanos para combustible y construcción, y por las cabras para
pastoreo, ha provocado considerable desertificación en algunas de estas áreas.
5. EL RECURSO PASTORIL
Como se indicó en la sección 3, Venezuela tiene una flora rica. Esto incluye gramíneas y particularmente
leguminosas herbáceas que han sido ampliamente recolectadas para caracterización y eventualmente,
para el mejoramiento genético como forraje en varios países tropicales. Está disponible una lista de
especies nativas que tienen potencial como forrajeras (Venezuela, 1995).
Venezuela tiene unas estimadas 11 000 000 ha de pasturas nativas (52% en los Llanos bien drenados
y 48% en las sabanas pobremente drenadas) y 6 000 000 ha de pasturas sembradas, 75% de las cuales
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
13
están distribuidas entre la región andina y la cuenca del lago Maracaibo y las áreas vecinas (estados de
Zulia, Falcón y Portuguesa).
Los Llanos
Los Llanos de Venezuela son parte de 50 000 000 ha de sabanas que se encuentran en la cuenca
del río Orinoco. Sarmiento (1994) ha reconstruido su desarrollo a través de las eras geológicas. Los
Llanos venezolanos están entre las sabanas neotropicales mejor estudiadas, y una extensa literatura
está disponible la cual, entre otras, ha sido revisada por Sarmiento (1983, 1994, 1996). Numerosas
comunidades vegetales fueron clasificadas y mapeadas, pero para el propósito de este perfil, es apropiada
la clasificación de los Llanos en cuatro subregiones principales por Sarmiento.
La primer subregión es la de las sabanas de pie de monte, la cual consiste en grandes áreas aluviales
y terrazas cubiertas originalmente por selvas tropicales semi caducas y sabanas, aunque predominan
las últimas. Como lo indica su nombre, están localizadas al sureste de los Andes y gradualmente
descienden dentro de las planicies. Se caracterizan por una flora rica de árboles (por ejemplo, Acrocomia
sclerocarpa, Bowdichia sp., Byrsonima sp., Casearia sylvestris, Curatella americana entre otros),
arbustos (por ejemplo, Clitoria guianensis, Desmodium pachyrrhiza, Galactia jussieana) y numerosas
especies de gramíneas muchas de las cuales son comunes también en otros tipos de sabana. Incluyen a
Andropogon selloanus, Andropogon semiberbis, Axonopus canescens, Axonopus purpusii, Bulbostylis
spp., Elyonurus adustus, Leptocoryphium lanatum, Panicum olyroides, Paspalum plicatulum, Paspalum
gardnerianum, Trachypogon vestitus y Trachypogon montufari. En promedio, la máxima parte aérea
alcanza 7 tonnes/ha/año y el doble de esa cantidad debajo del terreno (hasta 2 m).
Las sabanas de las planicies altas o mesas están localizadas inmediatamente al norte del río Orinoco
a 150–270 m, descendiendo dentro de una porción más baja identificada como «Llanos de Monagas». El
relieve varía desde colinas suavemente onduladas a quebradas. Están cubiertas por una sabana de árboles
estacionales donde predomina la capa herbácea. Esta última está dominada por Trachypogon plumosus
o T. vestitus (de ahí el nombre de «sabanas Trachypogon») con Andropogon selloanus, Axonopus
canescens y Leptocoryphium lanatum como pastos subdominantes. En general, han sido identificadas 95
especies de 29 familias (Berroterán, 1988) pero Poaceae constituye el grupo más grande con 33 especies.
Aunque Papillionaceae es el segundo grupo más grande de especies (Centrosema angustifolium,
Desmodium incanum, Desmodium pachyrhizum, Stylosanthes spp., Zornia spp.), su presencia es baja.
La escasa capa de árboles está compuesta por Curatella americana (posiblemente la especie más
característica), Byrsonima crassifolia y Bowdichia virgiloides. La producción primaria de la parte aérea
de pastos alcanza un pico de 3 200-4 200 kg/ha cuando es quemada, mientras que rinde un 30% menos
si se protege del fuego. La quema, aun en el medio de la estación seca, induce el rebrote si las reservas
de agua lo permiten, lo cual es más rápido que si se corta (Medina y Bilbao, 1996).
Las planicies aluviales inundables ocupan una vasta depresión de 3 800 000 ha (Flores y Argenti,
1987) en la parte central de los Llanos entre el pie de monte y las planicies altas. Es un área muy
plana que muestra diferencias de solo 1-2 m entre los puntos más alto y más bajo. Las partes altas
constituyen terraplenes naturales donde el suelo es un terreno aluvial arenoso, mientras que en las
partes bajas (cuencas o cubetas) se asientan las partículas de arcilla y tienen por lo tanto drenaje lento.
Consecuentemente, la lluvia drena muy lentamente, permaneciendo inundadas las partes más bajas
durante la mayor parte de la estación lluviosa, pero tienen una alta capacidad de carga durante la
estación seca. El área es usada exclusivamente para el pastoreo extensivo de vacunos y búfalos (96%
del área para el ganado, 4% bajo selvas; Tejos, Schargel y Berrade, 1990), aunque frecuentemente
carpinchos (Hydrochoerus hydrochaeris) salvajes, recorriendo libremente el área, son criados junto
con el ganado. La composición botánica de los diques y cuencas es diferente pero en general este tipo
de sabana tiene especies más palatables que el resto, y ha sido algo modificada por la intervención
humana. La intervención ha sido más pronunciada en un área de aproximadamente 250 000 ha la cual
ha sido encerrada por represas bajas y compuertas que regulan el nivel de las aguas en secciones de
3 000 a 6 000 ha cada una (estas secciones son conocidas como «módulos»; Torres et al., 1987; Tejos,
Schargel y Berrade, 1990). La composición química promedio del suelo oscila entre 1,4-2,0% de materia
orgánica, 6-8 ppm de P, 36-62 ppm de K y 36-69 ppm de Ca con un pH comprendido entre 4,6-4,7.
Las secciones del microrrelieve permanentemente por encima del agua están colonizadas por Axonopus
14
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
purpusii, Axonopus affinis y Leptocoryphium lanatum; las secciones moderadamente inundadas
contienen Panicum laxum y Leersia hexandra como especies dominantes, y las áreas fuertemente
inundadas están dominadas por Hymenachne amplexicaulus, Reimarochloa acuta y Leersia hexandra,
junto con el ganado. Las Cyperaceae también son abundantes. Los rendimientos de la parte aérea varían
entre 5 toneladas de MS/ha en los terraplenes a 2-3 toneladas en las cuencas. De acuerdo con algunas
estimaciones (Torres et al., 1987) la regulación del nivel del agua en los módulos puede incrementar la
capacidad de carga hasta en cinco veces.
Las planicies eólicas son un área que se extiende desde el noreste del pie de monte andino colombiano
hasta el sur de Venezuela. Se caracterizan por extensas dunas cubiertas por escasa vegetación, casi sin
árboles, y dominadas por Trachypogon ligularis y Paspalum carinatum mientras que las depresiones
entre las dunas están ocupadas por sabana de Mesosetum. Ambas formaciones son de bajo rendimiento
y baja palatabilidad.
Lago de Maracaibo y el sistema de Coro
Como se indicó en la sección 3 la vegetación original de estas dos regiones varía desde selva tropical
seca a muy húmeda, con pocas especies herbáceas. Sin embargo, gran parte del área ha sido sumamente
deforestada debido a la existencia de maderas valiosas. Subsecuentemente, se desarrollaron praderas
adventicias en áreas donde las pasturas no fueron establecidas expresamente. Colecciones recientes
de especies de pastos a lo largo de áreas subhúmedas a muy húmedas, han identificado pastos que
son comunes a través de las tierras bajas húmedas de América tropical. González y Piña (1995)
recolectaron especies de pastos de un gradiente de lluvia desde 1 300 mm hasta más de 1 800 mm, y
encontraron que Paspalum virgatum está ampliamente distribuido. Otra especie tropical bien conocida,
Homelepsis aturensis (encontrada también en la mayor parte de la cuenca del Amazonas) estaba también
ampliamente distribuida sobre suelos ácidos, bien drenados; Imperata contracta fue encontrada en
suelos más infértiles con pH aún más bajo. Especies de reputada buena calidad como Leersia hexandra
e Hymenachne amplexicaulus estaban limitadas a los mejores suelos. Sin embargo, se encontró que el
82% de los hacendados estudiados en la región intentaron reemplazar a las especies nativas por pastos
introducidos. El fuego y el sobrepastoreo constituyen el primer paso en ese proceso.
Las especies sembradas varían de acuerdo con el clima y las condiciones del suelo. Sobre suelos
bien drenados, relativamente fértiles, lo cual generalmente coincide con menores cantidades de lluvia,
Panicum maximum es generalmente la especie preferida, seguida por Echinochloa polystachya,
Digitaria spp. y Brachiaria spp. Mezclas de dos o más de estas especies son muy comunes. En la
áreas más húmedas, Brachiaria spp. (B. humidicola, B. decumbens y B. brizantha, posiblemente en
ese orden) dominan las pasturas sembradas, a veces también en mezcla. Las leguminosas son usadas
muy raramente, aunque a comienzos de la década de 1990 se demostró claramente que Desmodium
ovalifolium era una forrajera valiosa en este ambiente.
La investigación en forrajeras mejoradas para las partes áridas de esta ecozona, a lo largo de la
costa, ha sido limitada. Forrajeras como Stylosanthes hamata, Leucaena leucocephala, Macroptilium
lathyroides, Pennisetum typhoides, Cajanus cajan y Cenchrus ciliaris han dado resultados experimentales
promisorios. El pasto «buffel» por ejemplo, se ha mostrado (Matteucci y Colma, 1997) que soporta 10
cabras/ha/año, lo cual puede ser potencialmente complementado con algunos árboles leguminosos
nativos (Prosopis juliflora, Acacia tortuosa, Caesalpinia coriaria).
6. OPORTUNIDADES PARA EL MEJORAMIENTO DE LOS
RECURSOS FORRAJEROS
A fines de la década de 1980 y comienzos de la de 1990 más de 1 000 accesiones de gramíneas y
leguminosas forrajeras fueron introducidas en Venezuela, especialmente para evaluación agronómica
(Chacón, 2000). Unas pocas de ellas, muy notablemente Brachiaria humidicola y Andropogon
gayanus fueron rápida y ampliamente adoptadas por hacendados y rancheros, mientras que el eventual
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
15
Cuadro 10. Productividad animal basada en praderas efectuadas en demostraciones en finca.
Ubicación
Especie
Manejo
Productividad animal
Andes
Apure
Pasto Kikuyu
Echinochloa polystachya
3.5-4 UA/ha
2 y 1.7 UA/ha en estación
lluviosa y seca
Vacas Holstein cruza 17 l/vaca/día
Toros cebú, 0,883 y 0,749 kg/cabeza/día
Falcón
Carabobo
B. humidicola
B. decumbens +
concentrados
2.34 UA/ha, estación lluviosa
2 UA/ha, estación seca, riego
Novillos, 0,863/cabeza/día
Novillos, 0,871/cabeza/día
Fuente: Betancourt et al. (2001).
uso de leguminosas herbáceas y arbóreas permanece como un gran desafío a través de todas las
ecozonas. El manejo mejorado de las especies anteriores así como de las forrajeras existentes parece
ofrecer considerable espacio para el incremento de la producción de rumiantes, como se mostró en
demostraciones conducidas en finca (Betancourt et al., 2001), basadas en pastoreo rotativo intensivo, y
resumidas en el Cuadro 10.
Los sistemas silvo-pastoriles han sido ampliamente promocionados para el mejoramiento de los
recursos forrajeros, particularmente en sistemas de doble propósito, y han demostrado un potencial
considerable. Por ejemplo, Ojeda y Escobar (1997) informaron que en la asociación Cynodon
nlemfuensis-Gliricidia sepium, la leguminosa reemplazó exitosamente a la mayoría de la soja ofrecida
en el suplemento concentrado consumido por vacas que rindieron 9 kg de leche vendible por día.
Similarmente, en las áreas secas y donde el suelo lo permite (por ejemplo, sobre alfisoles con poco Al
libre, o bien de fertilidad baja a moderada) Leucaena leucocephala ha proporcionado altos rendimientos
de biomasa con calidad igualmente alta. Sin embargo, en muchos casos, si las vacas en sistemas de doble
propósito tienen un potencial lechero moderado (< 10 kg/día) y si los potreros están constituidos por
especies de alta calidad, bien manejados, como Cynodon sp., Digitaria decumbens y Panicum maximum,
los efectos de la suplementación con árboles leguminosos no han sido significativos. Estos resultados
variables indican la existencia de considerables interacciones en términos de resultados esperados entre
pastos, árboles forrajeros y genotipo animal, puntos que aún se encuentran escasamente documentados.
También, la adopción de estos o similares sistemas, en situaciones en las cuales los árboles leguminosos
tienen que ser establecidos, es cuestionable como oposición a los sistemas donde la población natural
de árboles ya existe.
Hay cierta evidencia de que el mejoramiento exitoso de al menos algunos sistemas de doble
propósito basados en praderas, puede depender relativamente más del mejoramiento del manejo y de la
organización de los recursos existentes que de la adopción de tecnologías nuevas y difíciles. Por lo tanto,
por lo menos en algunos casos, el ajuste estacional apropiado de los períodos de descanso y pastoreo de
los recursos pastoriles existentes, parece ser crítico para un mejor desempeño.
En los Andes altos (1 000 a 3 500 msnm), donde la humedad lo permite o donde el riego está
disponible, especies tales como el pasto kikuyu (Pennisetum clandestinum) y varios Lolium spp.
e híbridos han sido evaluados. El kikuyu en particular es usado regularmente por los hacendados,
particularmente para vacas lecheras.
7. ORGANIZACIONES DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO Y
RECURSOS HUMANOS
La institucionalización de la investigación agropecuaria en Venezuela es un desarrollo relativamente
reciente. Se inicia en 1936 cuando fue creada la primer estación experimental, la cual dio origen al
instituto nacional de investigación FONAIAP (ahora INIA). Es interesante hacer notar que el primer
estudio sobre pastos nativos fue llevado a cabo en 1940 por la agrostóloga americana Agnes Chase.
Dada la importancia de los rumiantes y las praderas en Venezuela, la investigación es llevada a cabo
por una amplia gama de instituciones. Sin embargo, a fines de la década de 1990 la investigación en
todos los aspectos de la producción forrajera declinó significativamente, en relación a la década de 1980
y comienzos de la de 1990 cuando estaban disponibles considerables recursos (Tejos, 2000).
16
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
Varias universidades grandes, nacionales y regionales, realizan investigación activa y relevante en
recursos forrajeros, sistemas de producción pecuaria, áreas disciplinarias y ciencias veterinarias. Entre
estas, se destacan: la Universidad Central de Venezuela, UCV, en Maracay, enfoca investigación sobre
los Llanos; Universidad de los Andes, en Mérida, se concentra sobre investigación en los Andes y el
pie de monte; Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora, UNELLEZ, enfoca
sobre los Llanos occidentales, más productivos, y Universidad del Zulia, LUZ, localizada en Maracaibo
y especializada en investigación en la zona alrededor del lago. A fines de la década de 1990 estas y otras
universidades han tomado un papel conductor en llevar a cabo investigación en sistemas basados en
praderas, en paralelo con una reorganización y reducción del financiamiento de INIA.
El Consejo Nacional de Investigación, Ciencia y Tecnología (CONICIT) sostiene investigación
básica sobre una base competitiva:
Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, FONACIT (CONICIT)
Ministerio de Ciencias y Tecnología, Caracas
www.conicit.gov.ve
El Instituto Venezolano para la Investigación Científica, IVIC, alberga un centro internacional para la
ecología tropical, patrocinado conjuntamente por el gobierno y la UNESCO, el cual ha conducido una
cantidad substancial de investigación ecológica en los Llanos y en otros lugares:
Centro Internacional de Ecología Tropical
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, IVIC
www.ivic.ve
Un número de fundaciones privadas e instituciones proveen apoyo financiero y/o realizan
investigación, incluyendo:
Fundación Polar, Caracas
www.fpolar.org.ve
Esta fundación, sumado al financiamiento de investigación, mantiene una muy completa biblioteca
agropecuaria «online».
Fundación para la Investigación Agrícola, DANAC
Guaratero, Yaracuy
www.danac.org.ve
Fundación Servicios para el Agricultor
Av. Fco. De Miranda, Edificio Centro Plaza
Maracay
Fusagri@reaccium.ve
El Ministerio de Agricultura y Cría es el ministerio involucrado en formular políticas y supervisar el
desarrollo de la agricultura. El Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables es la rama
ejecutiva ambiental, y es activa entre otras cosas, en mapear, estudiar y priorizar el uso de los recursos
naturales. Tiene una abundancia de información relevante sobre suelos, clima, vegetación y otros.
Importantes recursos financieros y de mano de obra han sido asignados a nivel nacional para
investigar el importante «síndrome parapléjico» que causa severas pérdidas y limita la productividad del
ganado en los Llanos, asociado con subnutrición, deficiencias minerales y posiblemente otras causas.
La transferencia de tecnología y la extensión han experimentado muchos cambios y permanecen
subdesarrolladas a nivel nacional. Sin embargo muchas universidades, particularmente las universidades
regionales, tienen investigación en finca y cooperación efectivas con organizaciones de hacendados y
rancheros.
Finalmente, un gran número de organizaciones no gubernamentales (ONG) son activas a nivel
nacional y regional, con particular énfasis en la protección de los recursos naturales. La más importante
es FUDENA:
Fundación para la Defensa de la Naturaleza, FUDENA
Ave. Principal de los Cortijos
Centro Empresarial Senderos, Piso 6, Ofic. 611
Caracas
Fudena@fudena.org.ve
www.fudena.org.ve
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
17
8. REFERENCIAS
Berroterán, J. L. (1988) Paisajes ecológicos de sabanas en Llanos Altos Centrales de Venezuela. Ecotrópicos
1: 92-107
Betancourt, R., M. Ortega y A. Bustamante (2001) Unidades de manejo intensivo de forrajes. Venezuela
Bovina 47: 11. www.ppca.com.ve/vb/
Carrizales, H., L.B. Paredes y M. E. Capriles (2000) Estudio de funcionalidad tecnológica en ganadería de
doble propósito en la Zona de Santa Bárbara, Municipio Colón, Estado Zulia (Estudio de casos). Zootecnia
Tropical 18: 59-78.
Casanova, E., R. Goitia, P. Pereira, J. Comerma y C. Aguilar (1992) Necesidades y perspectivas agronómicas
de fertilizantes y enmiendas en Venezuela. Venesuelos 1: 17-23.
CATIE/FAO (2000) Bibliografía Comentada. Cambios en la Cobertura Forestal. Rome: FAO Programa de
Evaluación de los Recursos Forestales, Documento de Trabajo 39.
CEPAL (2001) Anuario estadístico de América Latina y el Caribe 2001. Santiago: CEPAL
Chacón, P. (2000) La investigación zootécnica hacia el futuro desde la perspectiva del Instituto de
Investigaciones Agrícolas. X Congreso Venezolano de Zootecnia. www.avpa.ula.ve/docuPDFs/xcongreso/
LaInvestigacionZootecnica.pdf
Crist, R. E. (1983) Westward thrusts the pioneer zone in Venezuela. Amer. J. Econ. Sociology 42: 451-462
Crist, R. E. (1984) Development and agrarian land reform in Venezuela’s pioneer zone. Amer, J. Econ.
Sociology 43: 149-158.
de Rojas, I. L., de Brito, J. G. y E. García (1992) Características de acidez de los suelos venezolanos, vista a
través de los resúmenes de análisis rutinarios. FONAIAP Divulga Enero-Marzo 1992. http://www.ceniap.
gov.ve/publica/divulga/fd39/texto/caracteristicas.htm
Delahaye, O. (1996) Renta y mercado de la tierra agrícola: Algunas indicaciones de los casos venezolano y
chileno (Primera parte). In Reforma Agraria. Colonizacion y Cooperativas Rome: FAO http://www.fao.org/
sd/LTdirect/LR96/LANDRF.htm
FAO Databases 2002 (website http://apps.fao.org/)
FAO (1999) Notas sobre tendencias y perspectivas de la ganadería de la región en la globalización de la
economia. VI Reunión de la Comsión para el Desarrollo Ganadero de América Latina y el Caribe. RLC:
LDAC/99/40. Santiago: FAO
Flores, A. J. y P. M. Argenti (1987) Apuntes sobre la situación pecuaria en Venezuela. In La Investigación en
Pastos dentro del Contexto Científico y Socioeconómico de los Países. David, Panamá: RIEPT, p. 571-600.
FUDENA (2001) Asi es Venezuela. Regiones naturales y ecoregiones.
http://www.fudena.org.ve/ecorregiones1.htm
González, B. y M. E. Piña (1995) Colección y caracterización de gramíneas naturales forrajeras de la región
climáticaestacional subhúmeda y húmeda de la cuenca del Lago de Maracaibo. Rev. Fac.Agon. (LUZ) 12:
175-186
LatinFocus (2002) Venezuela Reference Information - Key Sectors-Agriculture. www.latin-focus.com
Matteucci, S. D. y A. Colma (1997) Agricultura sostenible y ecosistemas áridos y semiáridos de Venezuela.
Interciencia 22: 123-130. www.interciencia.org
Medina, E. y B. Bilbao (1996) Relaciones nutricionales e impacto de incnedios sobre la producción de
materia orgánica de pastizales naturales y cultivados. In G. Sarmiento and M. Cabido, eds., Biodiversidad
y Funcionamiento de Pastizales y Sabans en América Latina, Mérida: CYTED and CIELAT. p. 245-260.
Molinillo, M. y M. Monasterio (1997) Pastoralism in Paramo environments. Mountain Research and
Development 17: 197-211.
Molinillo, M. F. y A. G. Farji-Brener (1993) Cattle as a dispersan agent of Acaena elongata (Rosaceae) in the
cordillera of Mérida, Venezuela. J. Range Manage. 46: 557-561.
Monasterio, M. y M. Molinillo (2001) Ecological and social sustainability of agricultural produciton in the
Cordillera of Merida: the flow of environmental services for potato crops in the high andean paramos. In
Integrated Management for Sustainable Agriculture, Forestry and Fisheries. Workshop. Cali: CIAT
Ojeda, A. y A. Escobar (1997) Manejo de vacas doble-proposito en potreros con asociacion entre gramineas
y Gliricidia sepium. Rev. Fac. Agron (LUZ) 14: 641-648.
18
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
Paredes, L. B. (2002) Evolución de la producción de leche en Venezuela. www.avpa.ula.ve/articulos_libres/
EvolucionProduccionLecheI.pdf
Peña, M. E., F. Urdaneta, G. Arteaga y A. Casanova (1999) Relación del manejo de pastizales con las zonas
agroecológicas en los Municipios Rosario y Machiques de Perijá, Estado Zulia, Venezuela. Rev. Fac.
Agron. (LUZ) 16(Supl. 1): 213-219.
Pittevil, G. y M. T. Buroz (2001) Diagnóstico Socioeconómico. Proyecto “Conservación y Uso Sustentable
de la Biodiversidad en la Ecoregión de los Llanos de Venezuela”. Caracas: Fundación para la Defensa de
la Naturaleza. 43 p.
Plessow, C. (1985) Venezuela: Estudio técnico y análisis económico. In Vera, R. and C. Seré, eds., Sistemas
de Producción Pecuaria Extensiva. Brasil, Colombia, Venezuela. Cali: CIAT. p. 337-430.
Rondón, Z., J. de Combellas, L. Ríos, J. Saddy, M. Morantes, G. Perdomo, A. Osea y J. Pino (2000) Análisis
descriptivo de explotaciones ovinas en estados centrales y centro-occidentales de Venezuela. Zoot. Trop.
19(Supl. 1): 229-241.
Sarmiento, G. (1983) The savannas of tropical America. In F. Bourliere, ed., Ecosystems of the World. 13.
Tropical Savannas. Amsterdam: Elsevier. p. 245-288. cited in text page 15
Sarmiento, G. (1994) Sabanas naturales, génesis y ecología. In Sabanas Naturales de Colombia. Cali: Banco
de Occidente, p. 17-56.
Sarmiento, G. (1996) Ecología de pastizales y sabanas en América Latina. In G. Sarmiento and M. Cabido,
eds., Biodiversidad y Funcionamiento de Pastizales y Sabans en América Latina, Mérida: CYTED and
CIELAT. p.15-24.
Tejos, R. (2000) Algunas limitantes y perspectivas de la investigación en pastos y forrajes en Venezuela. X
Congreso Venezolano de Zootecnia. www.avpa.ula.ve/docuPDFs/xcongreso/P256_PastosyForrajesVzla.
pdf
Tejos, R., R. Schargel y F. Berrade (1990) Características y perspectivas de utilización de sabanas inundables
de Venezuela. In G. Sarmiento, ed., Las Sabanas Americanas. Mérida: CIELAT. p. 163-190.
Thornton, P. K. et al. (2002) Mapping Poverty and Livestock in the Developing World. Nairobi: ILRI.
Torres, R., E. Chacón, J. Berroterán, O. Rodríguez, M. Terán, N. Pérez and E. García (1987) Patrones
de utilización de la vegetación de sabanas moduladas por bovinos a pastoreo. I. Descripción del área
experimental. Zoot. Trop. 5: 95-112.
Vaccaro, L.P. de (1986) Sistemas de producción bovina predominantes en el trópico Latinoamericano. In
Arango-Nieto, L, A. Charry and R. R. Vera, eds., Panorama de la Ganadería de Doble Propósito en la
América Tropical. Bogotá: ICA and CIAT, p. 29-44.
Venezuela (1995) Informe Nacional para la Conferencia Técnica Internacional de la FAO sobre los Recursos
Fitogenéticos (Leipzig 1996). Caracas: Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables
UNDP (2001) Human Development Report 2001. N.Y.: UNDP, 274 p.
World Bank (2001) Venezuela, RB at a glance. www.worldbank.org
World Bank (2002) IMF World Economic Outlook, April 2002, Latin Business Chronicle. www.worldbank.
org
9. CONTACTOS
Sistemas de uso de la tierra en los Andes, incluyendo sistemas ganado-papa:
Dra. Maximina Monasterio, y Dra. Lina Sarmiento
Facultad de Ciencias
Universidad de los Andes
Merida
Venezuela
lsarmien@ula.ve
maximina@ciens.ula.ve
Perfiles por País del Recurso Pastura/Forraje
19
INIA, Instituto Nacional de Investigaciones Agricolas de Veneuzela
http://www.inia.gov.ve
y
CENIAP, Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias
http://www.ceniap.gov.ve
Sistemas doble propósito, sistemas de manejo del Ganado, genética:
Dra. Lucia Vaccaro
Instituto de Produccion Animal, IPA
Facultad de Agronomia
Universidad Central de Venezuela
Apdo. Postal 4579
Maracay 2101
Venezuela
luciavaccaro@hotmail.com
Pasturas tropicales sembradas, mejoramiento, evaluación de germoplasma en el área de influencia del
Lago Maracaibo:
Jesús Faría Marmol
Facultad de Agronomia
La Universidad del Zulia
Apartado 15205
Maracaibo, ZU 4005
Venezuela
jfaria@luz.ve
http://www.luz.ve
Pasturas en los Llanos, evaluación de germoplasma, pasturas sembradas:
Rony Tejos
Programa Producción Animal
Universidad Ezequiel Zamora, UNELLEZ,
Guanare, Venezuela
rtejos@dino.conicit.ve
10. AUTOR
Raúl R. Vera, fue Investigador Principal y Líder del Programa de Pasturas Tropicales, del Centro
Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, localizado en Cali, Colombia. Actualmente es consultor
privado e investigador de tiempo parcial en la Universidad Católica en Santiago, Chile.
Raúl R. Vera
2 Norte 443 dpto. 52
Viña del Mar, CHILE 2534194
Fax (Chile) 56-2-552 9435
raulvera@terra.cl
[Este perfil fue preparado en enero de 2003 y ligeramente editado por J.M. Suttie y S.G. Reynolds en
febrero de 2003.]
[Este perfil fue traducido por Cadmo Rosell y Francisco.A. Mandl en febrero de 2005.]
Descargar