por Francisco de Zamora (1790).

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Francisco de Zamora, Diario de los viajes hechos en Cataluña (17851790).
[28 i 29 de gener de 1790]
“(...) Salimos de Rosas, para ir a Castelló, tomando por el camino recto que hemos
explicado, viendo a un lado y otro la famosa llanura del Ampurdán, pero inundado
de aguas detenidas, que si fuese invierno lluvioso no se podría pasar. No obstante,
hay sus dificultades y mal olor.
Me pareció que este punto está abandonado, y que en él consisten en mucha
parte los males que padecen. No hay árboles en todo este territorio.
Pasé por el brazo que da comunicación al mar la laguna, y dicen que por allí
sale el río la Muga. Tiene un puentecillo de tres ojos, en el cual hay seis compuertas:
las del lado de la laguna, para impedir que salga el agua y el pescado que se cría en
ella; y las de parte del mar, para impedir que entren.
Por aquí sube el pescado marino a la laguna en los meses de marzo, abril y
mayo, y, engordando allí todo el verano, se coge por invierno, cuando corren
tramontanas o entra agua turbia en las lagunas. Se coge por medio de unas redes que
se ponen en lugar de las compuertas. Si tardan en su tiempo a abrir las compuertas,
cuando sube el pescado se les ve tan espesos que podrían cortarse con una espada, y
pican en la compuerta.
Esto vale al Señor 1.000 libras, pero es causa que haya laguna. En ella hay
otra curiosidad, y es la defensa o pelea de las aves que se crían en ella cuando las
persiguen las de rapiña, que es cosa curiosa.
Llegamos a Castelló, viendo que está situado en un alto, aunque no muy
elevado. Allí vimos el plan de la laguna y sus cercanías, que se hizo para el pleito
que sigue el cabildo de Gerona con el monasterio de Roda. Lo hizo Mateo Puig,
geómetra. Me dijeron que había otro más moderno, hecho por otro geómetra de
Figueras en el pleito que siguen, y, finalmente, otro de las montañas de Lobera, en el
que sigue Ferrán con otros.
Me enteraron de que en Castelló ha habido fábricas de lana famosas, de las
que en el día sacan cónsules.
Diéronme razón de que lo mucho que comen las gentes y beben es en gran
parte causa de las tercianas que padecen.
Antes de llegar a Castelló pasamos a vado un canal que empezó a formarse
del mar, metiéndose en la tierra y, después desbandando la Muga, que antes de
entrar en la laguna, se une a este canal, y así permanece. Por él suben embarcaciones
de algún porte.
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Por dichos mapas y noticias de prácticos se sabe que la laguna era mucho
mayor y que la Muga la ha ido cerrando, y que lo haría en el todo si entrase recta por
la punta superior y tuviese libre la salida. Lo cual, y el cultivo a establecimientos
perpetuos, la cegaría.
Las tencas que se cogen en ella van hasta Francia, y en Perpiñán tienen un
precio de 4 pesetas el primero que llega. Castelló tiene unas 7 mil libras de propios
desempeñados. Sus fincas son grandísimos terrenos aguanachados, de los que sólo
sirven para pastos, y unos pocos para cultivo en clase de arrendamientos.
Día 28
Por la mañana subí a la torre de la iglesia, desde la que vi el terreno ayudado del
plan de estas cercanías de que hemos hablado. Me afirma de la facilidad de hacer el
camino, del abandono en que se hallan las aguas, y de cuán fácil sería dar dirección
recta a la Muga, desde Vilanova al punto superior de la laguna.
El terreno es hermoso, pero falta mucha gente, cultivo y árboles, por cuya
escasez no se halla ya leña en el día, ni madera para edificar, en cuyo lugar usan las
bóvedas tabicadas del buen ladrillo que aquí se hace.
Llevan la avena a Francia, donde, por ser yerba muy buena, se consume.
Los arrendadores de la laguna tienen la obligación de mantener los bordes
para que no inunden el terreno, y de abrir las compuertas cuando hay avenidas.
Nótese que las tencas no suben del mar. Se cogen por cuaresma y se vendes
en Tolosa.
Otra: Otro de los pescados ricos son las anguilas.
El otro mapa de estas cercanías es del cabildo y particulares de San Pedro de
Roda, en el pleito que siguen con el Barón de Pau, del relator Rufasta.
Nótese: Vimos la lucha de los pájaros estornells.
Otra: También había en la laguna cisnes.
El Conde de Ampurias cobra en este estado el derecho que llaman de reta de
todos los frutos, lo que ciertamente es perjudicial.
De Castelló a Figueras, 1 hora y ½; y vuelta, 1 ½.
(...)
Parecería oportuna la traslación de San Pedro de Rodas, por su soledad, por
su inutilidad en aquel sitio, etc.
Volvimos a Castelló y reconocimos la portada de la iglesia, de arquitectura
gótica, hecha con grandiosidad y adornada con el apostolado y adoración de los
Reyes, al natural.
La iglesia es de tres naves, mayor la del medio que las de los lados, sostenida
su bóveda por columnas delgadísimas para aquella mole. Así interior como
exteriormente es obra magnífica, sin embargo de lo cual estuvieron los franceses
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para volarla a los últimos del siglo pasado. Son notables la pila de agua bendita y el
enorme peñasco de la bautismal, no obstante no haber peña en los contornos.
Así dentro como fuera de la iglesia hay varias sepulturas, y las de afuera están
bien adornadas. Por los instrumentos que hay figurados en las claves de la iglesia se
ve el poder de los gremios que entonces había. Su consagración fue en 1064. El altar
mayor es de mármol blanco, de escultura gótica, con pasos de la Pasión de Cristo en
relieve mayor. Es trabajo prolijo, pero con la falta del dibujo que entonces que
entonces era general. La mitad de él se destruyó, y la han añadido malamente.
La ra del altar mayor es una pieza de más de [...] pies de larga, y más de ocho
de ancha y más de cinco de recia. Debajo de ella me han dicho que hay una caja, que
serán las reliquias.
Desde la sacristía vimos la huerta de Castelló, que es muy grande y famosa,
con el riego de la acequia de la Muga, que da el común graciosamente a los
terratenientes.
Surte de verdura al contorno. Hay ganado lanar. La sacristía es buena, y en
ella vi una pintura de la cena. La capilla de Dolores, que acaba de hacerse, es muy
mala.
El hospital era grande, pero está arruinado. Tiene rentas, pero mal
administradas.
La Casa de la Villa es de edificio antiguo, y en él vi la extracción que se hace
para dos Cónsules de mar y un Juez de apelaciones, todo lo cual indica grandeza.
La iglesia la han blanqueado poco hace.
Del convento de Santo Domingo sólo hay que decir que en la iglesia se hallan
dos sepulcros de los Condes de Ampurias.
La cárcel es miserable, y la plaza, mala. Mejor es la del Grano, en donde hay
muchas sitges, como en otras partes del pueblo. Hay plazas de la Lana, del Vino, del
Lino y otros nombres, que indican la grandeza de este pueblo. No obstante, a
principio de este siglo en muchas de ellas había zarzas y se criaban conejos
campesinos. Hoy se va mejorando el pueblo.
En el año de 1656, siendo Gobernador de esta plaza el Señor Juan de
Salamanca, arruinó los conventos que estaban en los arrabales para aprovechar la
madera en la plaza. En 1706 se apreciaron los daños, y en el de los Mercedarios
subió a 30 mil libras.
El convento de San Agustín es miserable.
Hay índice de los documentos del archivo de la villa, y noticias de las
tenerías, paraires, sastres, carpinteros, plateros y otros muchos oficios de crecido
número de maestros que aquí había. Su decadencia se atribuye a las guerras y peste
del siglo pasado y a la del principio de este.
El convento de San Francisco está mal situado, y sólo la huerta es buena.
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Hay 26 capellanes, algunos de ellos bien dotados.
La fuente viene al pueblo desde media hora. A su lado tiene un excelente
lavadero, con su surtidor en medio, que le hermosea y renueva el agua. Sin embargo,
se limpia todos los sábados.
Hay un molino del común, de cuyo producto se reparten cada año 620
cuarteras de trigo a 8 pesetas, aunque valga a mucha mayor cantidad; a más de las
cuales se dará a otros conventos y cargos unas 100 cuarteras, y todavía queda en el
común 3 mil libras francas.
He notado que algunos trozos de la muralla, y los subterráneos que llaman
tunes, que hay en los Agustinos, son de remota antigüedad.
Pretenden que unas ruinas que hay en el pueblo son de Templarios.
Vi el convento de la Merced Calzada, con la advocación de San Bartolomé,
que se fabrica de nuevo con limosnas. EL convento de Santa Clara, bajo la regla de
San Francisco, es pobre cosa. Hay 22 monjas.
Nótese también que por falta de salida no tiene aquí precio la avena, no tampoco
consumo.
Es singular la caza que hacen con cencerro y linterna, matándola a patadas,
con red en mano.
En Castelló había una calle que llamaban del Bisbe, y hoy es la del Hospital.
También había un palacio del mismo título en donde hoy está la capilla del
Sacramento.
Había canónica y hospital de San Lázaro.
El clérigo de Castelló a quien hemos dejado el interrogatorio se llama Ramón
Hera (...).
Los frutos principales de este pueblo son trigo de todas las calidades, avena,
cebada, maíz y mijo, ganado lanar y vacuno.
La labranza se hace con bueyes y mulas promiscuamente, con la diferencia
que los más obreros de una heredad entera labran con bueyes, y los de la villa, que
labran en varias partes, con mulas.
En la laguna se cría una planta llamada ninfa, de la que se hace un jarabe
especial.
Nótese el dolor que causa ver los pobres niños con tercianas, y algunos
guardando el ganado con el frío, sobre la misma humedad, de modo que horroriza.
En Castelló las calles son estrechas, con volador en muchas de ellas, sin
empedrar y con mil obstáculos en los pasos.
Se cogen muchas habas. Hay mercado el martes, y cuatro ferias al año.
Había un gremio de cortantes [carnissers] tan rico, que fundaron un buen
beneficio.
El Dr. Rafael Fuster es de quien se puede fiar en Castelló para noticias.
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Es hijo de Castelló el Beato Mauricio Proheta, hijo de un pelaire.
El puente sobre le río Muga tiene siete ojos, pero necesita recomposición.
Hay cuatro mil carneros, dos mil cabezas de ganado vacuno, y mil de yeguas y
caballos.
Hay proyecto de Escofet sobre el riego del Ampurdá con los ríos Ter, Fluviá
y Mugha. Y otro de Cabrer para el término de Castelló y San Pedro Pescador, de la
Muga y de Rech Corredor. EL origen de este Rech es de fuentes.
Llaman Cortals a un manso. Nouvilas pretende hacer una población en San
Quirse de Colera.
(...)
Esta [l'Empordà] no es una tierra absolutamente enfermiza, bien que su
llanura o tierra más baja está expuesta a más enfermedades, con notoriedad la
perteneciente a los arroces y la anegadiza de la parte de Castellón de Ampurias y sus
lugares vecinos, donde siempre se respira un aire pesado, húmedo, infecto,
promovido por la estancación y la corrupción de las aguas.”
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