CÁTEDRA MARÍA CANO 2005 4a. EDICIÓN Febrero de 2004 RECTOR Próspero José Posada Myer VICERRECTOR ADMINISTRATIVO Oscar Alberto Gaviria Palacio VICERRECTORA ACADÉMICA Francy Pérez Franco Medellín, 2004 Su reproducción se hace sin ánimo de lucro. Su fin es exclusivamente didáctico y su circulación restringida a los estudiantes de la FUNDACIÓN UNIVERSITARIA MARÍA CANO. CONTENIDO PROGRAMÁTICO Unidad 1. Contextualización Institucional. Unidad 2. El Profesional y la Legislación Colombiana. Unidad 3. Ética. CÁTEDRA MARÍA CANO PRESENTACIÓN La Fundación Universitaria María Cano, inspira su filosofía en la vida de la ideóloga y activista política María de los Ángeles Cano Márquez, quien durante su existencia luchó por los derechos humanos, el respeto, la libertad y el compromiso social. La Fundación, comprometida en educar para lo superior, plantea desde esta cátedra su decisión de crear espacios dentro de la formación de sus estudiantes para dimensionar la responsabilidad ética y civil que se asume al pertenecer a la comunidad educativa María Cano y al ejercer una profesión. Los contenidos que dan paso a la reflexión dialógica son sustentados desde el saber interdisciplinar y liderado por profesionales de diferentes áreas que enmarcan el contexto institucional desde su filosofía, articulando la acción política nacional, la legislación, el código de ética de las profesiones, el análisis de la responsabilidad civil, los derechos humanos y la reflexión de la praxis del hombre. Propiciando espacios de discusión que se constituyen en punto de partida para la creación y apropiación individual y colectiva de la comunidad educativa, vital en el desarrollo profesional y personal, considerados por el mundo científico y tecnológico en concordancia con el saber y el saber hacer, dirigidos al mejoramiento de la calidad de vida del hombre y su sociedad. Para la comunidad universitaria María Cano es fundamental reconocer e incorporar en su actuar cotidiano, los principios institucionales para consolidar el ser y el hacer con prospectiva desde la individualidad hacia la pluralidad, del interior al exterior a partir del ideario ético, las virtudes y valores que sustentan nuestra identidad corporativa. OBJETIVOS • Interiorizar los principios corporativos y normas que rigen la convivencia en la Fundación Universitaria María Cano. • Reconocer los valores y principios que rigieron la vida de María de los Ángeles Cano Márquez. • Aplicar los elementos teóricos éticos, asumiendo actitudes éticas en el ejercicio profesional. • Identificar los cánones éticos de la profesión. ESTRUCTURA Contextualización Institucional UNIDAD 1 El Profesional y La Legislación Colombiana UNIDAD 2 Ética UNIDAD 3 INSTRUCCIONES PARA EL ESTUDIO DEL MÓDULO Para alcanzar los logros propuestos en el desarrollo de la cátedra es importante: • Asumir una actitud reflexiva ante los temas analizados. • Realizar de forma crítica, secuencial y responsable las diferentes actividades propuestas. • Relacionar las acciones con el entorno universitario y el futuro desempeño profesional. • Participar de las actividades intra y extra clase propuestas por los orientadores, asumiendo una postura investigativa. BIBLIOGRAFÍA • Constitución Política DE Colombia de 1991 • www.umc.edu.co • Régimen Jurídico del Ejercicio Médico • Ley 30 D E1992 • Código de Ética de cada profesión UNIDAD 1: CONTEXTUALIZACIÓN INSTITUCIONAL PRESENTACIÓN El entorno en el cual se inscriben las acciones académicas está mediado por los principios axiológicos definidos por cada institución e influencian las formas de relación entre los actores del proceso. Los contenidos de la unidad, están dispuestos de forma tal que ubican al estudiante en el contexto institucional, resaltando los principios y valores que orientan su gestión, inspirados en la vida de María Cano, a la vez que se analizan los derechos y deberes adquiridos por los miembros de la comunidad educativa al vincularse a la Fundación Universitaria María Cano. OBJETIVOS DE LA UNIDAD GENERAL Identificar el proceso histórico de la Fundación, asimilando la filosofía institucional y los principios corporativos que la rigen ESPECÍFICOS • Enunciar la misión de la Fundación Universitaria María Cano • Interactuar en el portal institucional • Conocer las dependencias, Centros de apoyo y servicios de la institución • Caracterizar a María de los Ángeles Cano Márquez como mujer DIAGRAMA DE LA UNIDAD Biografía de la Ideóloga María Cano Filosofía Institucional Pasado, Presente y futuro de la Fundación Universitaria María Cano IMPORTANCIA DE LA CÁTEDRA CONDUCTA DE ENTRADA 1. ¿Cuál es el nombre completo, en qué año y ciudad nació y murió María Cano? 2. ¿Cómo se llamaron los padres de Maria Cano? 3. ¿En qué año y como se llamaba la revista en la cual empezó a escribir María Cano? 4. ¿Cuál fue el seudónimo con el cual empezó a escribir María Cano? 5. ¿Quiénes influenciaron en la vida de escritora de María Cano? MARÍA CANO COMO MUJER BIOGRAFÍA DE LA IDEÓLOGA MARÍA DE LOS ÁNGELES CANO MÁRQUEZ Hacer lectura previa del texto “María Cano: Flor eterna, siempre viva” del investigador Mario Arango. MARÍA CANO: UNA FLOR AL VIENTO1 María de los Ángeles Cano Márquez. Medellín, 12 de agosto de 1887 - Medellín, 26 de abril de 1967 En la delgadez de sus 1.55 metros de estatura había espacio para una gigante en la lucha social; su rostro sin maquillaje, la blanca piel de leves pecas, su cuello largo, el cabello negro como sus ojos sus dientes ligeramente salidos daban fuerza a la abrasadora palabra de María Cano. Algunos de sus parientes han dicho que "su espíritu era revolucionario y el de nosotros era de paz... ella era un desastre". UNA FLOR COMPROMETIDA2 Escritora y activista política conocida como la Flor del trabajo, además de la Madrecita, la Flor Revolucionaria y la Virgen Roja. Fue una de las primeras mujeres colombianas en vincularse de manera directa a las reivindicaciones y luchas sociales de los 1 Referente de estudio el trabajo de investigación del Doctor Mario Arango Jaramillo, en su texto “María Cano Flor Eterna Siempre Viva” 2 Reproducción del texto de María Isabel Noreña y Fernando Cortés. Colombianas (Pág. 122-123-124). Editorial Panamericana 1995 Compendio de Bibliografías trabajadores. De igual forma gestora de los procesos que abrieron camino para el pleno reconocimiento de los derechos de la mujer en nuestro país. Hacia 1922, María Cano empezó a interesarse por la clase trabajadora. Su pasión por la instrucción la llevó a los salones de la Biblioteca Municipal de Medellín, en donde entró en contacto con los obreros que frecuentaban el establecimiento. Allí leía todo aquello que era de su interés, al tiempo que enseñaba a leer con interés vocacional y sin cobrar un peso por ello. En aquella época circulaba en Medellín un periódico liberal con tendencias revolucionarias llamado 8-8-8 (los tres ochos). Ocho horas de estudio, ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso. Este pequeño boletín tenía la misión de organizar las festividades del primero de mayo y consagraba a una de sus colaboradoras como la Flor del Trabajo. María Cano fue elegida como tal para el segundo período de 19231924. Investida de semejante titulo, inició su activismo en los diferentes frentes populares existentes en la época. Conversó con los miembros de organizaciones de trabajadores y sus visitas a las fábricas eran frecuentes. En torno a ella se reunió un numeroso grupo de antiguos liberales y de intelectuales antioqueños que veían en ella una figura carismática de gran dedicación por las causas populares. Conoció a grandes líderes de los trabajadores como Ignacio Torres Giraldo, Tomás Uribe Márquez y Raúl Eduardo Mahecha, quien con diez compañeros más habían sido encarcelados, en Medellín, por un levantamiento popular en Barrancabermeja. María Cano convocó a los obreros a un mitin. Fue retenida por la colocación de carteles pero logró su libertad a excepción de Mahecha que permaneció en la cárcel acusado de asesinato. En juicio posterior realizado en audiencia pública se lo absolvió de todo cargo, gracias a la presión de las masas obreras que amenazaban con tomarse la sala y dar muerte a los jurados. En ese entonces se celebró en Santa Fe de Bogotá el primer Congreso del Partido Socialista Revolucionario, PSR, y allí se le nombró agitadora permanente. Se difundieron toda clase de panfletos y material de propaganda con ánimo de encender los espíritus y preparar un posible levantamiento general para derrocar al régimen conservador. En Tunja, María Cano fue retenida en la habitación del hotel luego de presidir una manifestación, ante un exaltado grupo de campesinos que se armó de garrote y piedras. El jefe de policía de la ciudad la dejó en libertad con la orden de abandonar Tunja a pie. Momentos antes había escondido bajo su corpiño unos planes de una conspiración entregados por Mahecha. El viaje a Santa Fe de Bogotá resultó una completa odisea, durmió en el Puente Boyacá y cerca a Santa Fe de Bogotá un conductor la trajo enferma hasta la ciudad. Una vez se repuso de sus dolencias emprendió un nuevo viaje a Boyacá escondida entre fardos de un camión de carga para evadir la vigilancia de la policía. Pasó a Honda y desde allí a la costa, en donde se hospedó en humildes viviendas de obreros de la región. Sus correrías empezaron a ser vigiladas y los organismos de seguridad la seguían en todas las plazas. Viajó a Medellín y, disfrazada de sirvienta, se entrevistó a las doce de la noche, con el general Alejandro Cuberos Niño, quien le ofreció armas y dinero y le entregó un mensaje para los alzados en las montañas vecinas: "Atiendan a María Cano como si fuera yo en persona". Con este recado escondido en su abrigo es detenida de nuevo y condenada a tres años de presidio. El influyente Ricardo Uribe Escobar logró que María saliera de la cárcel tan sólo cuatro meses después. Su última prisión fue decretada en Antioquia por el Gobernador Julián Uribe Gaviria, a causa de la famosa huelga de ferroviarios. Dos días estuvo en la cárcel sindicada de haber llevado una bandera en aquella manifestación. La dura represión a que se vio sometida la clase trabajadora colombiana después de los sucesos de los bananeros, así como la difícil situación económica que se vivió a raíz de la depresión de 1930, incidieron en la desbandada del Congreso nacional Obrero y en el fraccionamiento del Partido Socialista Revolucionario. Un tiempo después se encontró en el centro de las persecuciones del Partido Comunista, para éste María Cano era sólo una intelectual traidora. Esto afectó buena parte de sus actividades proselitistas y prefirió vincularse como obrera en la Imprenta Departamental de Antioquia, en 1930, y luego en la Biblioteca Departamental, donde laboró hasta 1947. Alejada de toda participación, reapareció en el año 1945 cuando el movimiento de mujeres sufragistas le ofreció un homenaje en Medellín. Aquella mujer, la primera en Suramérica en hacer uso de la palabra ante las multitudes, que recibió el machete de César Augusto Sandino como símbolo de la lucha social en el continente, murió en una clínica de Medellín rodeada por su familia. "UN NUEVO TRIUNFO" Mí paso blando era voz tímida en la hora. El surtidor fluía fluía en llamado amoroso. Su caricia toda recibió mi cuerpo. Las góticas pálidas sobre mí carne resbalan como labios amantes que hicieron suave camino de versos. FAMILIA ESPIRITISTA A don Rodolfo, primo de Fidel Cano y oriundo de Anorí, le gustaban los niños. Con su esposa Amelia Márquez dio vida a ocho, de los cuales dos murieron poco después de nacer. La última en llegar al mundo fue María de los Ángeles, un 12 de agosto de 1887. Cuando feneció uno de sus hijos, los afligidos padres acudieron a una médium para comunicarse con el finadito, quien desde el más allá les dijo: “Morí al nacer porque llenar debía con vuestro llanto el cáliz del dolor. Morí al nacer para cantar triunfante el hosanna a las plantas del creador...”. Con semejante antecedente se entiende que esta familia no fuera católica. Don Rodolfo era docente, fundó colegios independientes de las garras de la iglesia y del Estado y allí recibieron sus hijos una educación fundamentada en el pensamiento y el arte. De niña, María se embriagaba con los versos de José Asunción Silva, los que escuchaba escondida en una habitación: "Oía yo a un amigo de mis hermanas recitar su poesía dolorida". Luego leyó a Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Juana de lbarbourou y Delmira Agostini. Con la Revolución Rusa de 1917 se interesó por los libros clásicos del marxismo. Su primo Luis Tejada llegó animar tertulias en su casa a las que asistían Efe Gómez, Abel Farina y otros. Con ellos editó Cyrano, una revista de arte en la que ella cometió poesía. “Fue bajo la honda emoción de la muerte del poeta colombiano Abel Farina que surgió mi primer canto. Tenía entonces 30 años”. EL LLAMADO DE LA REVOLUCIÓN María escribió para el periódico El Correo Liberal y publicó un libro llamado Horizontes. En la Biblioteca Pública Departamental leía obras de Zolá, Tolstoi y Balzac a los obreros. Este contacto la sumergió en el mundo del proletariado. Visitó los barrios obreros, como Guantero, El Cuchillón, la Alpujarra, El Llano, la Quebradarriba y ante tanta miseria organizó obras de beneficencia, juntas de pobres, casa cunas, recolección de mercados. Pero descubrió que la solución no era la caridad cristiana sino la justicia social. Por su compromiso con la clase obrera, el 1 de mayo de 1925 fue elegida Flor del Trabajo de Medellín. En aquella época, la mujer había sido incorporada a la industria textil y cervecera para abaratar los costos de los ricos; se le negaban sus derechos socio-políticos: no podía aspirar al colegio ni a la universidad, sus bienes materiales eran manejados por los hombres y no podía votar. María levantó la voz: "¿Con qué derechos se imponen deberes de ciudadanía a quienes no se les otorgan derechos de ciudadano? No se les admite en las universidades, donde su esfuerzo pudiera colocarlas en el lugar que pueden ocupar. No se les concede siquiera el derecho a pensar, el derecho a dar su opinión, que, encerrados en un círculo de hierro, mudas han de ser, sometidas cuales seres inconscientes, mientras la opresión y la injusticia pesa sobre sus hogares, devastándolos". También descubrió la explotación de la clase obrera: las jornadas laborales de 10 horas, sin contraprestaciones ni auxilios por enfermedad o accidentes de trabajo; sin servicios médicos ni hospitalarios... Ante este panorama, María gritó al mundo: "Soy mujer y en mis entrañas tiembla el dolor de pensar que pudiera concebir un hijo que sería esclavo". LAS SIETE GIRAS María inició su agitada vida política, para ira del Presidente conservador Miguel Abadía Méndez y su sanguinario ministro de Guerra, Ignacio Rengifo. En 1925 participó en el primer intento de unidad sindical, la Confederación Obrera Nacional (C.O.N.), y fue proclamada "Flor Nacional del Trabajo”. Con Ignacio Torres Giraldo -nunca se supo si fueron amantes- y otros intelectuales, obreros, campesinos, indígenas gestó el Partido Socialista Revolucionario, P.S.R. Realizó siete giras por todo el país y varias veces fue encarcelada por su valentía en denunciar las violaciones a los derechos humanos. Fue detenida por el ejército en Tunja, la obligaron a retornar a pie a Cundinamarca pero logró burlarse de los militares. En 1927, el Ministro Rengifo disolvió una manifestación a punta de bala y muertos. María le gritó al pueblo: "Trabajadores, no olvidéis la lección que acabáis de recibir de nuestros enemigos, escrita con sangre y con infamia. Que ella se grabe al rojo vivo en nuestras conciencias... los espectros de nuestros hermanos asesinados claman venganza. El rumor de sus cadenas grita más alto que toda humana voz...”. El Gobierno, temeroso de la palabra de esta mujer que inspiraba huelgas a diestra y siniestra, expidió el decreto 707 de Alta Policía, conocido como Liberticida y después la Ley 69 o Heroica de 1928 para contener las protestas sociales. En su séptima y última gira, viajó a la Costa Atlántica. Su paso fue vigilado por los militares, pero la Flor logró burlarlos de nuevo y llegó a la zona bananera, en donde se asentaba la United Fruit Company. El 13 noviembre estalló la huelga en la región, el 5 y 6 de diciembre de 1928 -según algunas versiones-son asesinados 1.400 obreros, más 600 sobrevivientes fueron llevados a consejos de guerra, de los cuales 136 fueron condenados a prisión. María Cano y sus compañeros son encarcelados. Después varios meses, María Cano quedó en libertad, pero el P.S.R. desapareció al tiempo por riñas internas. EL FIN DEL AGITE Decepcionada, María se retiró de la actividad política y ante su grave situación económica trabajó como obrera en la Imprenta Departamental y luego fue empleada como clasificadora de libros en la Biblioteca Departamental, hasta 1947. Pasa los años con Ignacio, su hermana Carmen Luisa y su hijo adoptivo, Eddy Torres. Se dedica a los oficios domésticos y a leer libros de gansters. Su última aparición en público fue en 1960, en el Día Internacional de la Mujer. A ellas les dijo que como antes, lo esencial "sigue siendo movilizar a la gente; despertarla del marasmo; alinearla y poner en sus manos las banderas de sus tareas concretas! Y que las mujeres ocupen su lugar! (…) aceptad este mensaje de quien llevó por un tiempo en sus manos esa llamada de inquietud que ahora desea ver en las vuestras". María comenzó a tener problemas mentales, ya tenía 80 años. Fue hospitalizada en la habitación 227 de la Clínica Santa Ana. Un periodista de EL COLOMBIANO redactó la siguiente nota el 27 de abril de 1967. "Hasta el último instante conservó el dominio de sus facultades mentales. Minutos antes de su muerte saludó al cronista, a quien advirtió: No te saludo con la mano derecha porque me la tienen destrozada con agujas y sueros. Dame la izquierda. Me siento muy bien, pero el médico no está de acuerdo conmigo y piensa que estoy muy grave... Diez segundos más tarde, un nuevo espasmo sacudió la débil estructura humana de María Cano. Luego vino la agonía y la muerte se produjo en menos de un minuto". La Flor del Trabajo había fallecido. “Vivió sus últimos 20 años como una flor marchita en un vaso de agua hasta que el viento se la llevó, precisamente el 26 de abril de 1967, a sólo pocas cuadras de donde había nacido", relata su íntimo amigo Ignacio Torres. FUE PRECURSORA DE MUCHAS REIVINDICACIONES SOCIALES Y FEMENINAS En la fotografía de 1916 representaba una pastora: vestido blanco con encajes en el ruedo, descalza, sombrero de tela y bordón sobre el que se apoya e inclina levemente; con la mano izquierda recoge el delantal que arropa un ramo de rosas marchitas. Tenía por entonces 29 años y trabajaba retocando negativos en el estudio de su pariente Melitón Rodríguez, quien toma la foto. Por aquella época era una mujer romántica que vibraba leyendo los versos de Silva y hablaba con las flores como le había enseñado su madre Amelia Márquez. Algunas noches, fiel a la tradición familiar, asistía a las sesiones espiritistas en compañía de su hermana Carmen Luisa, a quien apodaban "la rurra", por entonces la más famosa médium de Medellín. Unos años más tarde, reúne en su humilde casa una tertulia que lee con deleite la literatura francesa. Uno de los libros preferidos era Cyrano. Para estar a tono con la época, la tertulia publica una humilde revista a la que bautizan con el nombre de su héroe: Cyrano. El 9 de octubre de 1921 en la revista aparece la primera colaboración de María de los Ángeles bajo el seudónimo de “Helena Castillo”: un texto en prosa poética escrito a muerte del poeta modernista Abel Farina. REVISTA FEMENINA María se había formado en una familia donde la cultura era un ejercicio cotidiano. Rodolfo, su padre, espiritista y pedagogo, era pariente cercano de Fidel Cano, el pintor Francisco Antonio, y de Antonio J. el poeta y librero. Entre los Márquez había músicos, fotógrafos y escritores. A principios de los veinte, la pluma de María toma confianza y bajo la influencia de las grandes poetas del sur, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y Juana de Ibarbourou, empieza a publicar una serie de poemas de un erotismo contenido que escandalizan a la parroquia: He traído rosas sangrientas a mi lecho blanco de soledad. Las he deshojado sobre mi carne desnuda. Así tus besos, Amado para aromar mi sangre. Una espina desgarra ávida mi carne amante… María abrió el camino para que otras mujeres, como Fita y María Eastman, se atrevan a publicar. Para contrarrestar la perniciosa influencia que podían tener entre la juventud, otro grupo de mujeres funda una revista cuyo nombre habla por sí solo de la filosofía que la inspira: Letras y encajes. En 1924, María de los Ángeles pasa largas horas en la Biblioteca Departamental donde lee en voz alta a Balzac, Hugo, Tolstoi y Zolá para los obreros que empezaban a poblar las calles de la capital antioqueña. De aquellas lecturas surge una amistad que se prolonga en los inquilinatos donde vivían sus ávidos oyentes. Como signo de admiración hacia su lectora, el 1º de mayo de 1925, los obreros de Medellín nombran a María Cano “Flor del Trabajo”. Hasta entonces, aquel titulo implicaba funciones asociadas con la caridad: llevar ropa a los niños pobres, asistir a los ancianos, socorrer a familias vergonzantes. María toma otro rumbo y empieza a visitar fábricas, hace denuncias del maltrato a los obreros, organiza comités de barrio. Su casa, antes sede de tertulias literarias, se convierte en epicentro de agitadas reuniones políticas. Experimenta la misma transformación que su sobrino Luis Tejada: de la prosa poética pasaron a la literatura política. De páginas con títulos como Azahares o Caricia perdida, pasa a escribir ¡obreros, en pie! y palabras el día de la manifestación propresos de Barrancabermeja. Una tarde, ante una muchedumbre que protestaba contra el proyecto de pena de muerte que se discutía en el Congreso, María se dio a conocer como oradora. La voz de contralto que surgía de aquella menuda mujer enloquecía a las masas. Utilizaba los recursos y efectos de la literatura para estructurar sus arengas. No poseía una sólida formación teórica, pero le sobraba sensibilidad para captar los sentimientos más profundos de la nueva clase trabajadora. La tímida lectora de Zolá se transformó en la aguerrida dirigente del recién fundado Partido Socialista de los Trabajadores. Pronto se convirtió en un símbolo, en una bandera. De todos los rincones reclaman su presencia. Entre 1926 y 1928 recorre los caminos de Colombia en siete apoteósicas giras. Mineros, bogas, ferrocarriles deliran ante sus cortas y emotivas arengas. Viaja al Tolima, a Boyacá, al Valle; alienta a los obreros del petróleo en Barrancabermeja y a los peones del banano en el Magdalena. MARÍA CANO: SU ÉPOCA, SU HISTORIA3 La efervescencia ideológica que vivió Colombia durante los años setenta, llevó a los sectores de la izquierda política a indagar por las raíces históricas de los movimientos revolucionarios. Esta búsqueda fue extrapolada, en algunos casos, hasta las protestas de artesanos de la segunda mitad del siglo XIX; otros más exagerados pretendieron llegar hasta el movimiento de los Comuneros, a finales del siglo XVIII; pero la gran mayoría coincidió en que la década del veinte del presente siglo, y particularmente la masacre de las bananeras en diciembre del 28, marcaba un hito revolucionario que canalizaba el ascenso de esas luchas, y que allí era desde donde se debería retomar el hilo conductor del proceso revolucionario colombiano. En esta dimensión histórica afloraron los protagonistas de tales luchas, sus organizaciones, sus ideologías; elementos que hicieron parte de un intenso proceso de transición económica, social, cultural y política que por entonces vivía el país. Y es así como fue develándose una década de grandes conflictos sociales y de represión oficial, que finalmente puso a tambalear a la denominada Hegemonía Conservadora, la cual cayó definitivamente en 1930, después de permanecer por espacio de 44 años en el poder. Pero, ¿quiénes le dieron organización y dirección al movimiento social que hizo vacilar al régimen conservador y que, a pesar de haber sido derrotados, contribuyeron a su caída? La respuesta la encontramos en un grupo de dirigentes agrupados en el Partido Socialista Revolucionario (PSR), fundado en 1926, que poseía una pluralidad ideológica, expresada en las diferentes tendencias y conceptos frente a la revolución, pero con un criterio de solidaridad y unidad de clase, fundamentado en los principios socialistas que por entonces circulaban en el país. A este grupo perteneció María Cano, una mujer que para desconcierto de su época y del presente se convirtió en la principal exponente del PSR en la plaza pública, llegando su nombre a alcanzar dimensión nacional en un momento en el que la mujer no poseía derechos civiles ni políticos. ¿Qué aspectos hicieron de María Cano un caso excepcional, no sólo entre las mujeres de su tiempo, sino en el conjunto de la sociedad colombiana que estaba por entonces asistiendo a profundas y aceleradas transformaciones socioeconómicas? Es una pregunta que pretendemos dilucidar. Un año después de la proclamación de la Constitución conservadora del 86, justamente en el año de 1887 cuando se firmó el Concordato entre el Estado colombiano y el Vaticano, el 12 de agosto, nació en Medellín María de los Ángeles Cano Márquez, en el seno de una familia de clase media, católica, pero partidaria de las ideas del liberalismo radical. Su padre, Rodolfo Cano, emparentado con el fundador de El Espectador, Fidel 3 Jorge Iván Marín Taborda Cano, era un educador que organizó dirigió colegios laicos, en donde, por lo demás, se educaron sus hijos. En el hogar de los Cano Márquez existía un ambiente intelectual que, como caso excepcional para la época, le permitió a María salir del analfabetismo tradicional en que estaba sumida la mujer y alcanzar a su vez una formación intelectual poco común entre las mujeres de su tiempo. Durante su juventud, María Cano tuvo oportunidad de acceder a obras literarias y filosóficas, comunes entre los círculos de intelectuales y librepensadores de la época, de autores como Allan Kardec, Denis Diderot, Agusto Conte, D'Alembert, Rousseau, Voltaire y de literatos humanistas con contenido social como Víctor Hugo Balzac. Además, su formación intelectual estuvo complementada por su participación en las tertulias literarias y círculos de discusión política, que por lo general se expresaban a través de publicaciones periódicas. En este aspecto, fue importante su vinculación a comienzos de los años veinte con personajes influenciados por las ideas marxistas, alentados por el reciente triunfo de la revolución rusa en 1917, entre los que se destacó su sobrino, el escritor y columnista de El Espectador, Luis Tejada Cano. El entusiasmo de María por el quehacer intelectual la llevó a escribir los primeros versos y poemas, publicados en la revista Cyrano (1920) y El Correo Liberal (1922). La producción literaria de María Cano se puede considerar como excesivamente romántica y mística, muy común en su época; como lo establece acertadamente la historiadora Magdala Velásquez: La producción literaria femenina (de las tres primeras décadas del presente siglo) estaba regida por austeros cánones formados por el ideal de feminidad que imponía una serie de convencionalismos en la forma y en los temas. Marcadas por el ideal femenino de la ingenuidad y por la negación de sus pasiones, las mujeres expresaban una poesía acartonado por la espiritualidad, el pudor, la exaltación ilimitada de la maternidad[...]. En este marco, los versos de María Cano pueden parecer a los ojos de hoy cursis y vacíos de valor literario. Pero en este mismo contexto histórico escribieron otras reconocidas representantes de la intelectualidad femenina latinoamericana como Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Delmira Agustín y Gabriela Mistral, quien influyó decisivamente en la creación literaria de María. DEL COMPROMISO SOCIAL AL COMPROMISO POLÍTICO La actividad literaria e intelectual estimuló en María una especial sensibilidad por los problemas sociales de un centro urbano como Medellín, donde los fenómenos socioeconómicos del incipiente desarrollo industrializador se manifestaban con especial intensidad. Es en este momento (1924) cuando María empezó a tener un contacto más cercano con los obreros a través de los grupos de lecturas que se reunían en la Biblioteca Pública Departamental. El acercamiento a los obreros la impulsó a conocer sus hogares y barrios, en donde pudo palpar las difíciles condiciones en que éstos vivían. Para María, inicialmente, la preocupación básica la constituían la injusticia social, el sufrimiento humano y el abandono de la niñez, problemas a los cuales se aproximó con un criterio asistencialista y cristiano, que poco a poco se fue transformando en un compromiso político cuando entró en contacto con las ideas socialistas que por entonces venían circulando entre los obreros. Aunque es importante anotar que, en ese momento no existía, en una sociedad conservadora y tradicionalmente cristiana como la antioqueña, una separación tajante entre los principios ideológicos del socialismo y la religión; por el contrario, era posible encontrar ligadas a las reivindicaciones políticas del socialismo, citas bíblicas. Como lo sugiere el historiador británico, Eric Hobsbawm, “la secularización resulta extraña a primera vista, porque en el mundo en que nació el movimiento obrero moderno la religión era aún inseparable de la ideología del pueblo llano y proporcionaba el principal lenguaje para expresaría". En este sentido se explican los grupos de Acción Social Católica, que fueron formados por la Iglesia para organizar a los obreros de Medellín, durante la década del veinte. Estos grupos fueron creados para contrarrestar las tendencias secularistas y "antirreligiosas" que venían de la mano con el proceso de industrialización sumado a la influencia política del socialismo. El interés y la solidaridad que María dedicó a las actividades con los obreros y sus familias, le mereció la proclamación, el 1 de mayo de 1925, como "Flor del Trabajo de Medellín". Este título, que por lo general era otorgado a una joven, con el fin de motivar acciones de beneficencia para aliviar las precarias condiciones de vida y salud de los trabajadores y sus familias, dio con María un viraje hacia formas de acción política. La modalidad paternalista y de asistencialismo social, del cual estaba cargado simbólicamente el título de Flor del Trabajo, cambió radicalmente en manos de María, ya que en la práctica, la Flor del Trabajo se convirtió en una luchadora política que hizo frente a las condiciones sociales de las cuales sufrían las clases subalternas. LA MUJER: VISIBLE PARA LA HISTORIA Para este momento, 1925, las pocas organizaciones obreras se encontraban más estructuradas y habían adquirido un carácter de clase que se manifestaba en su accionar político, abandonando el estrecho marco de la reivindicación gremial. Es también, en este instante, cuando la mujer empezó a ganar un espacio como trabajadora asalariada en las escasas industrias que por entonces requerían de su mano de obra. Sin embargo, es posible que esta diferenciación entre el hombre y la mujer, expresada en la división sexual del trabajo, no fuera tan protuberante en nuestro proceso tardío de industrialización -como sucedió en la Europa del siglo XIX, debido a que en el desarrollo de la protoindustrialización (industria casera) de las primeras décadas del presente siglo, la producción recayó indiscriminadamente sobre el hombre y la mujer, aunque esta última resultaba sobrecargada de trabajo, puesto que además debía cumplir con las labores domésticas; como lo establece Hobsbawm: "los procesos productivos propiamente dichos atenuaron o incluso abolieron las diferencias entre hombres y mujeres en el trabajo, con profundas consecuencias en los papeles sociales y sexuales y en los convencionalismos de los sexos". De otro lado, la imaginería política de varias publicaciones de los sectores radicales y socialistas que circulaban durante las primeras décadas en todo el país, estaban representadas por caricaturas y grabados, en donde la figura femenina tenía un lugar destacado como símbolo representativo del pueblo, de sus luchas y de la República. Aunque esta imagen de la mujer era alegórica de la Revolución Francesa, fue retomada como emblema por el movimiento socialista internacional del siglo XIX; para entonces, la mujer empezó a jugar un papel protagónico en el desarrollo capitalista, tanto en la actividad productiva, como en la práctica política. En las publicaciones de la prensa colombiana de finales del siglo XIX y principios del XX, se impuso la imagen de la mujer, especialmente en los periódicos de los sectores de la izquierda política. Muchas caricaturas del periodo utilizaron la figura femenina para simbolizar la libertad, tal como había sido empleada en algunas obras representativas de la Revolución Francesa. De la misma manera, esta representación caracterizaba al pueblo, es decir, a los sectores subalternos de la sociedad en su muy heterogénea composición. De acuerdo con los anteriores aspectos, se puede inferir que para las clases subalternas no era extraño que fuera una mujer la que irrumpiera de manera decisiva en el escenario político, ganando rápidamente dimensión nacional y convirtiéndose en bandera de lucha y en vocera de sus problemas. Sin duda esto explica por qué María Cano encontró una gran receptividad entre los trabajadores, sin importar su condición de género, y por qué los obreros se volcaban masivamente a escucharle. El caso de María, guardadas las proporciones, naturalmente, es similar al de Beatrice Webb o Rosa Luxemburgo, en cuanto que, como lo sostiene Hobsbawm, "no se ganaron su reputación por ser mujeres, sino por los méritos propios e irrespectivos de su sexo". Es en este sentido en el cual María no es una líder feminista, sino una dirigente socialista que se puso al frente de la lucha revolucionaria. En síntesis, María Cano no enarboló exclusivamente las banderas reivindicativas de la mujer, sino que además combatió por los derechos y la justicia social para las clases subalternas, con miras a la construcción de una nueva sociedad. UNA NUEVA DIMENSIÓN DE LAS LUCHAS POLÍTICAS 1925-1928 Las profundas transformaciones sociales y económicas que estaba introduciendo el desarrollo capitalista en el país, estuvieron acompañadas de intensos conflictos laborales durante estos años. El ascenso de las luchas sociales de este período coincidió con la vida política de María Cano y el avance del Partido Socialista Revolucionario. Después de ser proclamada como Flor del Trabajo en 1925, María inicia una serie de siete giras por el territorio nacional. Estas giras están orientadas hacia los principales centros de concentración obrera e incluyen los más importantes núcleos urbanos; tarea difícil si tenemos en cuenta que este país de regiones se encuentra fragmentado, debido a la precariedad de las vías de comunicación. Si bien durante este período se acelera la construcción de ferrocarriles y carreteras, aún el centro de la actividad económica de comunicaciones gira en torno del río Magdalena, como ha sucedido desde la época de la Colonia. La primera gira de María comienza por el territorio antioqueño, específicamente en la región minera de Segov¡a y Remedios. Aunque esta primera gira no responde deliberadamente a una representación política, como sucederá con las demás, sí le permite a María ampliar su contacto con los obreros y adquirir experiencia política. Es en este año, también, cuando ingresa al Comité Central Pro-Presos Políticos y a los Comités de Lucha por las Libertades Públicas y los Derechos Humanos, y contra la pena de muerte. Su primera acción en dicho comité, la emprende para buscar la liberación del líder sindical Raúl Eduardo Mahecha, preso desde la primera huelga petrolera de Barrancabermeja en 1924. María continúa a lo largo del año 25 con las labores de apoyo a los sectores de trabajadores, emprendiendo acciones políticas que la ponen en contacto con numerosos comités obreros, esta vez, por fuera de Antioquia, lo que le permite ganarse un espacio político a nivel nacional que, ligado a su capacidad organizativa y a su talento como oradora, le merecen un prestigio reconocido por otros líderes obreristas comprometidos en la lucha por el socialismo. Para mediados del año 26, María ha consolidado su posición como dirigente política. Por este motivo, los dirigentes de la Confederación Obrera Nacional (CON), deciden responsabilizarla de la Regional Antioquia, para impulsar las tareas preparatorias del tercer Congreso Obrero Nacional que se reunirá en Bogotá durante los últimos días del mes de noviembre. Como complemento a las actividades políticas de María en Antioquia, los dirigentes obreros deciden emprender una segunda gira, esta vez, en compañía del líder socialista Tomás Uribe Márquez, con quien la unen nexos familiares. Esta segunda gira será ampliada a los departamentos de Caldas, Tolima y Cundinamarca, lográndose masivas movilizaciones de trabajadores que acuden a escuchar el innovador discurso de una mujer que habla de la revolución social y del establecimiento de nuevas ideas. La gira concluye con una entusiasta concentración de obreros en el puerto de Girardot el 19 de noviembre. De aquí, la delegación pasa a Bogotá en donde todo se encuentra dispuesto para dar comienzo al congreso obrero. Así, el lugar destacado que María conquistó le permitió actuar como dirigente del congreso en igualdad de condiciones, junto a veteranos y reconocidos líderes obreros y socialistas como Ignacio Torres Giraldo, Raúl Eduardo Mahecha y Tomás Uribe Márquez. Durante las sesiones del congreso, María fue nombrada para presidir la comisión que se entrevistaría con el ministro de Gobierno con el fin de exigir la libertad de los presos políticos; en especial de los dirigentes Vicente Adamo y el líder indígena Manuel Quintín Lame. Finalmente, el congreso obrero fue clausurado el 4 de diciembre; para entonces, por primera vez en la historia del país, una mujer ocupaba un puesto directivo en una organización política y se erigía en su primera figura nacional. Como hemos destacado, este Tercer Congreso creó el Partido Socialista Revolucionario (PSR) y, además, proclamó a María Cano como Flor del Trabajo de Colombia. Entre las tareas inmediatas del PSR, se encargó a María de continuar con las giras políticas, no sólo por el éxito logrado, sino porque en ese momento era el mejor canal de divulgación ideológica que hacía posible un cubrimiento nacional. La tercera gira, realizada inmediatamente después de terminado el congreso, salió de Bogotá con dirección al departamento de Boyacá. Esta vez la delegación socialista era numerosa, de ella hacían parte la Flor del Trabajo de Bogotá, Cecilia López, y los dirigentes Uribe Márquez, Mahecha y Torres Giraldo. El arribo a Tunja de los socialistas revolucionarios encontró apoyo popular; pero las autoridades, temerosas por tan incómoda visita, decidieron expulsarlos del departamento, reduciendo a prisión a Ignacio Torres Giraldo. María y sus compañeros fueron escoltados por la policía hasta Ventaquemada, límite entre Boyacá y Cundinamarca. Sin embargo, posteriormente, los socialistas revolucionarios se ingeniaron la manera de acceder a Sogamoso, donde efectivamente la Flor del Trabajo y Torres Giraldo permanecieron durante tres días y luego regresaron clandestinamente como habían entrado. El trabajo político no daba tregua. Antes de finalizar el año 26, María se dispuso a emprender la cuarta gira que la llevaría a la reunión petrolera de Barrancabermeja; la gira estaba coordinada por el dirigente sindical Raúl Eduardo Mahecha, quien tenía una gran influencia entre los trabajadores a lo largo del río Magdalena. Por entonces existía entre los obreros de Barranca una coyuntura especial, debido a que se encontraban preparando la segunda huelga contra la Tropical Oil Company (TROCO). En estas circunstancias, la labor política desempeñada por María resultaba clave, no sólo por el contenido ideológico de sus discursos en contra del imperialismo "yanqui" y por la “redención” social de los trabajadores, sino por el impulso moral que le daba al movimiento. La huelga, en efecto, estalló el 5 de enero de 1927, justamente después de que la Flor del trabajo partió en compañía de Torres Giraldo. El movimiento huelguístico despertó la solidaridad inusitada de los trabajadores del río Magdalena y, poco a poco, se fueron sumando obreros de diferentes partes del país, fundamentalmente del sector de los transportes (fluvial y ferroviario). La dimensión nacional que adquirió el movimiento huelguístico alarmó al gobierno de Abadía Méndez quien no encontró otra forma de reducir el conflicto obrero, sino a través de la represión, alentado por su ministro de Guerra, Ignacio Rengifo, quien veía en cada conflicto social una conspiración comunista. A finales de enero, el movimiento fue violentamente reprimido por el Gobierno y la propia María fue víctima de persecución. Pues además de sometérsele a vigilancia, se le impedía hablar en público. Indudablemente el año 27 se perfilaba como un año de conmoción social. En este momento, el PSR y la CON se encontraban preparando una convención del partido. A pesar de la delicada situación, se le encomendó a María continuar con las giras políticas. Durante la quinta gira, que se desarrolló en el occidente del país, se confirmó la capacidad organizativa alcanzada por los sectores socialistas y los obreros sindicalizados. La manera decidida como María enfrentaba las diferentes circunstancias, se hizo patente en la manifestación de Manizales, donde la Flor del Trabajo Nacional no sólo demostró valor frente a la intimidación de las balas oficiales, sino que, gracias a su firmeza, evitó la dispersión de las masas que se habían congregado para escucharla. La gira continuó por los más importantes centros obreros del Valle del Cauca; posteriormente pasó a Popayán, luego retornó al viejo Caldas y concluyó en La Dorada, epicentro de la convención del PSR. La convención se inició el 20 de septiembre, pero no pudo sesionar como estaba prevista y debió concluir en la cárcel, a donde fueron conducidos los convencionalistas por espacio de una semana. En esta oportunidad, se encontraron en La Dorada las diferentes tendencias del socialismo, apoyadas por algunos sectores del liberalismo de izquierda; fue a partir de esta reunión cuando en el PSR algunos grupos con inclinaciones insurreccionales ganaron terreno crearon el Comité Central Conspirativo Colombiano, CCCC, apoyado por algunos sectores militaristas del liberalismo. Fue encargado como secretario general del CCCC a Tomás Uribe Márquez. Para muchos socialistas revolucionarios ésta era la única salida para enfrentar las medidas represivas de un gobierno temeroso de las protestas populares, que para frenarlas recurrió en 1927 a proclamar el decreto 707, denominado de "alta policía", con el único fin de restringir las ya limitadas libertades políticas. No obstante la tarea insurreccional y conspirativa en que se empeñó una fracción del PSR, otros sectores del partido, entre los que se encontraba María Cano, continuaron con las labores organizativas y de difusión ideológica. En estos días, María funda junto a otros compañeros del PSR, de la seccional de Antioquia, el periódico La Justicia, órgano del partido que se sumaba a otros periódicos regionales como La Humanidad, Vox Populi, Nueva Era, medios en los cuales María escribía con alguna regularidad. Durante los dos últimos meses del año 27, se dio comienzo a la sexta gira política de María, que se desarrolló por importantes centros de trabajadores del departamento de Santander; visitó luego la zona cafetera, y allí, como en la mayoría del país encontró manifiesta la alianza entre sectores obreros y campesinos. De Santander, María y Torres Giraldo partieron para la séptima y última gira por los departamentos de la costa atlántica, destacándose especialmente la visita a la zona bananera, centro de actividad de la multinacional norteamericana, United Fruit Company. Esta visita, en el mes de febrero, congregó a gran parte de los 30.000 trabajadores de la United Fruit que estaban afiliados a la poderosa Unión Sindical de Trabajadores del Magdalena USTM, dirigida por socialistas revolucionarios, entre los que se destacaba Raúl Eduardo Mahecha. Concluidas las labores organizativas y políticas, María regresó a Antioquia a finales de marzo. La situación social y política que el gobierno visualizaba como intolerable, debido a la efervescencia revolucionaria del momento, precipitó que tomara medidas represivas ante el inminente alzamiento “comunista”, esperado para el 1 de mayo del 28; se decide, de una manera preventiva, encarcelar a los dirigentes del PSR, entre ellos a Torres Giraldo, el 27 de abril en Armenia, y a Mahecha, el 28 en Ciénaga. Por entonces se presentó el proyecto de la "ley heroica", que le permitiría al gobierno, a través de la ampliación de sus atribuciones, institucionalizar la persecución contra los "comunistas" y socialistas que consideraba como únicos responsables de la actividad revolucionaria que estaba viviendo el país. Durante el segundo semestre del año 28, el PSR, y María Cano en particular, se ocuparon de dos tareas: de un lado, dirigir la oposición a la "ley heroica', que finalmente fue aprobada el 29 de octubre, y, de otro lado, apoyar la lucha de Sandino en Nicaragua contra la invasión norteamericana. EL PSR A LA DERIVA Debido a que el trabajo político se dificultaba cada vez más, por el asedio del gobierno a las protestas populares, los revolucionarios socialistas incluyendo a María, recurrieron al trabajo clandestino; de esta manera, se reunieron en Mariquita en septiembre con el fin de trazar los lineamientos a seguir por el PSR; en este momento, el Comité Central Conspirativo había ganado bastante espacio en el interior del partido. El gobierno conservador, que se sentía cada vez más acorralado por la convulsionada situación social y política, decide aplicar con todo rigor la "ley heroica". Tal medida se concretó en la oprobiosa masacre de alrededor de 2.000 trabajadores en la zona bananera. A la masacre se sumó la persecución y encarcelamiento de los dirigentes reconocidos del PSR, entre los que se encontraba, naturalmente, María Cano. Transcurridos los primeros meses de 1929, María se encontraba en prisión con los demás dirigentes de masas del PSR, mientras la dirección del partido caía, como lo manifiesta el mismo Torres Giraldo, en manos de sectores de intelectuales y estudiantes universitarios desvinculados del trabajo popular. De otro lado, los sectores aún actuantes del Comité Conspirativo del PSR de liberales radicales, continuaban preparando lo que consideraban una insurrección nacional contra el "odiado" régimen conservador que, por entonces, se encontraba tambaleando. Inclusive, el gobierno de Abadía Méndez debió afrontar manifestaciones estudiantiles en Bogotá, que concluyeron el 7 de junio con la muerte de un estudiante. Al fin, el presidente se vio obligado a destituir a su nefasto ministro de Guerra Ignacio Rengifo. El alzamiento popular preparado por el CCC, estalló definitivamente el 28 de julio, pero éste fue esporádico y, aunque tuvo alguna resonancia nacional, afectó principalmente a poblaciones de Santander y Tolima, destacándose el levantamiento de los "bolcheviques del Líbano", quienes alcanzaron una importante organización y movilización en el norte del Tolima, pero fueron duramente reprimidos por el gobierno. El proyecto de insurrección se dilapidó a causa de la dispersión y fue rápidamente controlado por un gobierno que se hundía definitivamente en una crisis que señalaba el fin de la hegemonía conservadora. Pocos días después, son liberados María y algunos presos políticos. DEL AISLAMIENTO AL OCASO Después de la segunda mitad del año 29, María intentó retomar el trabajo político; pero entonces las condiciones del país del PSR habían cambiado. De un lado, el aislamiento en prisión de los dirigentes de masas del socialismo revolucionario fue aprovechado por grupos de intelectuales que tenían un escaso ascendiente entre las masas. Y de otro lado, algunos dirigentes se mantenían en tránsito hacia el partido liberal que, con su candidato Olaya Herrera, se perfilaba como seguro ganador de las elecciones del 30. En este momento los liberales fueron los únicos que capitalizaron políticamente la crisis en que se encontraba el régimen hegemónico. El sector más comprometido del PSR, presentó la candidatura simbólica del dirigente de las bananeras Alberto Castrillón, pero fue este mismo sector el que se encargó de cambiar abruptamente el rumbo del partido; como lo precisa Torres Giraldo: En el sector independiente había confusión, desconcierto y, lo más grave, pugnas internas, rivalidades y en todo ello el morbo de la lucha sin principios de grupos pequeño burgueses que se nutrían, no del análisis crítico de las desviaciones y los errores del partido, de sus ricas experiencias de masas, del enfoque histórico, sino de absurdas recriminaciones y torpes campañas de difamación. La Internacional Comunista, a la cual se encontraba afiliado el PSR desde el año 28, se encargó de impulsar la reestructuración del partido. Con este fin, se reunió un plenum ampliado del partido en Bogotá el 5 de julio de 1930, encabezado por Guillermo Hernández Rodríguez, representante de la Internacional Comunista para Colombia, y quien había arribado hacía poco procedente de Moscú. A este plenum, que creó el Partido Comunista Colombiano (PCC), no concurrió María Cano, quien junto a sus compañeros Tomás Uribe Márquez y Torres Giraldo, eran acusados de "putschistas" (golpistas), por las prácticas políticas de los dos últimos años del CCC y del PSR. Sin embargo, María intentó, en cartas dirigidas al Comité Central y al secretario general del naciente PCC, aclarar su posición y rectificar las acusaciones, pero con muy poco éxito. En carta dirigida a Hernando Rodríguez en el mes de septiembre, María sostuvo: Creo necesaria la autocrítica, pero no la difamación. Si existen pruebas verdaderas de que merecemos esos calificativos, aplíquese la sanción debida, el repudio. Si sólo ha existido un error de táctica, critíquese, muéstrense sus peligros para que no se caiga más en ese escollo; propéndase a una verdadera educación marxista [...] Porque no se es marxista por el hecho de leer el marxismo, como no se está exento de errores por el hecho de ser marxista. Y más adelante, en carta dirigida al Comité Central el 2 de octubre, aclaraba de manera firme: [...] como es incompatible la colaboración en los trabajos de responsabilidad en el Partido, para quien tiene sobre sí los más duros cargos, y como consecuencia la desconfianza de las masas, pido a ese Comité no los delegue en mí en lo sucesivo, y aún más, que mi nombre sea quitado de la suplencia del Comité Central Ejecutivo. Realmente muy poca incidencia en el Comité General tuvieron las aclaraciones de María y aunque su posición fue positiva frente al nuevo partido comunista, ella no hizo parte activa ni del Ejecutivo, ni de las tareas políticas del partido. Como lo manifestó un tradicional dirigente político y sindical, Regueros Peraltas, "su antagonismo -el de María-, no fue con el PCC naciente, sino con Guillermo Hernández Rodríguez". La ruptura histórica generada por el proyecto político del nuevo partido, no sólo aisló políticamente a María, sino a muchos de los antiguos militantes del PSR. Sin embargo, María ensayó retornar al trabajo político en 1934, durante la huelga del Ferrocarril de Antioquia, junto a su compañero de toda la vida, Torres Giraldo, pero ni las condiciones, ni el espacio político le eran favorables. Desde entonces María Cano se apartó definitivamente de cualquier labor política. Este mismo año, 1934, entró a trabajar como obrera en la Imprenta Departamental de Antioquia, y posteriormente fue ascendida a empleada en la Biblioteca Departamental, función que desempeñó hasta el año 47. Entre las escasas ocasiones en las cuales María retornó al escenario político, fue cuando se le rindió homenaje y reconocimiento por la histórica huella que había dejado como protagonista de las luchas por la revolución social. Sin embargo, fueron las mujeres quienes con más decisión retomaron y se sorprendieron con su ejemplo; lo testimonian los homenajes realizados en 1945 por el grupo Alianza Femenina de Medellín, posteriormente, el 8 de marzo de 1960, cuando María dirigió su último mensaje a la Organización Democrática de Mujeres de Antioquia, en donde hizo una síntesis de su pasado político, y recordó: [...] era más estrecho el tiempo en que yo actúe como agitadora de ideas por medio de mi palabra y mis escritos. No existían ciertas libertades y derechos que ahora se reconocen en la mujer. Pero entonces como ahora, lo esencial era y sigue siendo movilizar a la gente; despertarla del marasmo, alinearla y poner en sus manos las banderas de sus tareas concretas. ¡Y que las mujeres ocupen su lugar! Consecuente con sus principios y firme en sus propósitos, María Cano había escrito 30 años antes: "Entre nosotros se tiene por norma que la mujer no tiene criterio propio, y que siempre obra por acto reflejo del cura, del padre o del amigo. Creo haber educado mi criterio lo suficiente para orientarme". Posiblemente esta reflexión de María era muy temprana para su época, o demasiado osada en un ambiente que le resultaba hostil. Pero María, que aparentemente había quedado anclada históricamente en la tercera década del presente siglo, tenía garantizada su permanencia en la historia de las luchas sociales. Después de una larga y controvertida vida, María de los Ángeles Cano Márquez, dejó de existir el 26 de abril de 1967. Para entonces, el país asistía al tercer gobierno del Frente Nacional, la violencia en Colombia se había convertido en una constante, y el movimiento revolucionario había tomado otros rumbos. RESUMIENDO MARÍA DE LOS ÁNGELES CANO MÁRQUEZ nació en Medellín el 12 de agosto de 1887 y murió allí el 26 de abril de 1967. Hija de Rodolfo Cano y Amelia Márquez. Educada en un hogar radical, empezó a escribir en 1921 para la revista Cyrano y luego en el periódico El Correo Liberal. En 1924 montó en la Biblioteca Municipal el programa de lectores - escuchas. El 1 de mayo de 1925 fue proclamada como Flor del Trabajo; desde ese momento y hasta 1934 sería el símbolo de la lucha obrera y de la mujer; además de cumplir labores humanitarias, analizó la problemática obrera; se inició como agitadora y se conoció como María Cano. En 1925 inició siete giras por el país que abarcaron zonas obreras generalmente en conflicto. En 1926 el Congreso Obrero de Bogotá la proclamó Flor del Trabajo de Colombia y se vinculó a la dirigencia del Partido Socialista Revolucionario (PSR). Luego de la masacre de las bananeras, en diciembre de 1928, estuvo presa. En 1930 fue expulsada del recién creado Partido Comunista con el argumento de que era intelectual. Entre 1930 y 1947, trabajó en la Imprenta y en la Biblioteca Departamental pero ya alejada de la actividad proselitista. Su última intervención en público fue en 1945. ROSAS He traído rosas sangrientas a mi lecho blanco de soledad Las he deshojado sobre mí carne desnuda. Así tus besos, Amado, para aromar mí sangre. Una espina desgarra ávida mí carne amante. La espina de amor bendita sea por el beso de mí sangre. Llegue hasta ti, Amado, el beso fragante de mis rosas ansiosas, que por ti serán gloriosas. Sea en tus labios la aromada miel de mí pecho henchido por el amor Tu sangre sea cascada tumultuoso y dulce que me sepulte, que me embriague. Oye, Amado, yo lo sé: el anhelo se ha hecho espina que desgarra. Tu amor se hace llama y lacera tu alma y tu carne. Fresca rosa en tu herida seré. Tu sed calmaré. Sobre mí lecho las rosas se mustian. Deshoja mis rosas ansiosas Oh, Amado. MARÍA CANO COMO INSTITUCIÓN MISIÓN La Fundación Universitaria María Cano es una institución de Educación Superior enmarcada en los fundamentos del desarrollo humano y empeñada en formar profesionales capaces de crear, mejorar y administrar estructuras que les permitan reafirmar los valores morales, culturales, científicos y tecnológicos que requiere el país, liderados por un equipo humano cualificado, idóneo y comprometido. VISIÓN Ser la propuesta en Educación Superior más completa y atractiva, por la calidad de los contenidos académicos de sus programas, por su novedosa estrategia metodológica, por la formación humana y profesional, en todos los campos del conocimiento, apoyada en el desarrollo y aplicación de nuevas tecnologías, en los ámbitos local, regional, nacional e internacional. OBJETIVOS La Fundación Universitaria María Cano, busca formar profesionales con capacidad para: • Reconocer, valorar y respetar el derecho a la vida. • Construirse permanentemente como personas. • Formarse constantemente en el conocimiento, los avances de la ciencia, el arte y la tecnología. • Desarrollar el pensamiento crítico, la disposición para el cambio y la política. • Reconocer y manejar con habilidad, soluciones a los problemas que se dan en su entorno. • Poner su conocimiento al servicio de los demás, constituyéndose en motor para el cambio hacia una nueva sociedad, más justa, más equitativa, más solidaria y más democrática. PRINCIPIOS La Fundación Universitaria María Cano como Institución de Educación Superior sin ánimo de lucro busca impartir educación como un medio eficaz para la realización del hombre Colombiano, con miras a organizar una sociedad más justa, equilibrada y autónoma que participe dignamente de la comunidad nacional e internacional, por ello participa de los principios de la Educación Superior, consagrados en el Capítulo II, Título primero de la Ley 30/92 que son: • Profundizar en la formación integral de los Colombianos dentro de las modalidades y calidades de la Educación Superior, capacitándolos para cumplir las funciones profesionales, investigativas y de servicio social que requiere el país. • Trabajar por la creación, el desarrollo y la transmisión del conocimiento en todas sus formas y expresiones, y promover su utilización en todos los campos, para solucionar las necesidades del país. • Presentar a la comunidad un servicio con calidad, el cual hace referencia a los resultados académicos, a los medios y procesos empleados, a la infraestructura institucional, a las dimensiones cualitativas y cuantitativas del mismo y a las condiciones en que se desarrolla cada institución. • Ser factor de desarrollo científico, cultural, económico, político y ético a nivel regional y nacional. • Actuar armónicamente entre sí y con las demás estructuras educativas y formativas. • Contribuir al desarrollo de los niveles educativos que le preceden para facilitar el logro de sus correspondientes fines. • Promover la unidad nacional, la descentralización, la integración regional y la cooperación interinstitucional, con miras a que las diversas zonas del país dispongan de los recursos humanos y de las tecnologías apropiadas que le permitan atender adecuadamente sus necesidades. • Promover la formación y consolidación de comunidades académicas y la articulación con sus homólogas a nivel nacional e internacional. • Promover la preservación de un medio ambiente sano, como también fomentar la educación y cultura ecológica. • Conservar y fomentar el patrimonio cultural del país. EL LOGOSÍMBOLO El logosímbolo de la Fundación Universitaria María Cano, ostenta sus colores emblemáticos, el verde y el azul, como representación de la Visión y la Misión de una Institución consagrada a difundir el conocimiento para la dignificación humana: claridad y luz del verde, transparencia y diafanidad del azul, para la proyección del saber en la pertinencia de la mente. El monograma Fundación Universitaria María Cano, permite la conformación de la silueta de un libro abierto que simboliza la amplitud de la cátedra y la difusión ecuménica del conocimiento. La letra U, se convierte en generoso nicho que recoge el mensaje parabólico, como definición de la Institución. Un abierto espacio para la Educación Superior, en el cual se conjugan los más altos valores éticos y humanos y las más depuradas virtudes espirituales. Finalmente, la esfera en verde, compendia todo el valor constitutivo de la Fundación Universitaria María Cano, comprometida con los más elevados ideales del país, dentro de una amplia visión cosmológica. LA BANDERA La bandera de la Fundación Universitaria María Cano conserva los símbolos de su filosofía y su vocación de educar para lo superior, ostentando los colores que representan la calidad de su cátedra y la transparencia de sus principios éticos. El pabellón institucional flamea su tela sutil al conjuro de los vientos del cambio y renovación de los nuevos tiempos. Un pabellón que encarna el espíritu de la Fundación, constituida en atrevida e ideal propuesta educativa para el logro de una sociedad mejor, proyectada hacia el perfeccionamiento de sus prácticas sociales, su progreso intelectual y científico y su cohesión solidaria. VALORES MORALES Y ÉTICA Como Institución educativa inserta en una sociedad civilizada, la Fundación Universitaria María Cano inculca en sus estudiantes los valores morales que les confieren el debido respeto a las prerrogativas y derechos ajenos, como fundamento de la convivencia pacífica. De esta manera, son personas que interpretan el significado profundo de conceptos, tales como: • Bondad • Generosidad • Prudencia • Justicia • Honestidad • Caridad Además la eticidad del legado espiritual de María de los Ángeles Cano Márquez, les confiere los principios absolutos de: • Verdad • Equidad • Libertad • Dignidad Que garantizan el noble servicio social que prestarán como profesionales con formación humanística consciente. CREDO En la Fundación Universitaria María Cano creemos en: • Dios, en el hombre como proyecto de vida, con capacidad para transformar y desarrollar la sociedad. • Creemos en la familia como célula vital de la sociedad y en el trabajo honesto, enaltecedor y constructivo del hombre. • Creemos en la dignidad del recurso humano con el que interactuamos como principio y fin de nuestra actividad social, humana y empresarial. • Creemos que la educación es el eje fundamental del desarrollo económico, político y social de la Colombia de hoy y del futuro. • Creemos en la responsabilidad como norma de acción que rige el ser, el que hacer y el sentir institucional. • Creemos en la autonomía y en la participación como fundamentos básicos del “Ser Institucional”. • Creemos en las acciones “con sentido” que propician una sana convivencia en el marco de la libertad, la unidad, la democracia y la justicia social. • Creemos en la formación integral de nuestros profesionales como personas comprometidas con el desarrollo, bienestar social y el saber. • Creemos en una institución transparente y proyectiva en sus estructuras académicas y administrativas. • Creemos en la solidaridad social como mecanismo de realizaciones individuales y colectivas fundamentada en la filosofía y principios de la Educación Superior. HIMNO Letra y Música: Oscar Mauricio Mejía Sánchez Voz: María Adelaida Mejía Sánchez Estreno: Septiembre 29 de 2000 I Viva la fuerza de un pueblo Que crece inspirado en la flor del trabajo II Como estampida los sueños Se trenzan en una poderosa gesta III María Cano Clarín y Conciencia Despierta tu gente a la paz IV Hombres, mujeres Obreros y sabios Esos que luchan por la libertad V Esta Universidad Nació de una huella profunda de ser Honesta tribuna y pasión albergada En entrañas vibrantes de Entrega y amor. VI Vamos construyendo nuestra patria Al tenor de su mirada Esas que orientó las mismas masas Que hoy queremos renovadas VII Hombres, mujeres Obreros y sabios Esos que luchan por la libertad PERFILES DE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA MARÍA CANO PERFIL DEL ALUMNO DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA MARÍA CANO El tipo de profesional que desea formar la Institución se inscribe como un ser que tiene capacidad de diálogo e interlocución en torno a: • Los problemas propios de los procesos de conocimiento • La relación ciencia, la cultura y tecnología • La disciplina específica desde su estructura • La problematización del contexto social, económico desde los avances de tecnología. • La toma de decisiones efectivas de constituir equipos de investigación, que le impriman rigor al manejo cotidiano de su disciplina. la El alumno de la Fundación Universitaria María Cano también ha de caracterizarse por: • Su espíritu emancipador y crítico. • Intervenir la cotidianidad profesional desde, el reconocimiento del otro, construcción de proyectos colectivos, la interacción con el medio ecológico. • Su espíritu investigador. • La capacidad para analizar y solucionar problemas. • La interacción humana respetuosa • El desarrollo de motivaciones e intereses que conducen a la formación integral. • El desarrollo de actitudes inteligentes en el mundo del trabajo que le permitan generar su propia empresa. • Ser gestor de su propio proyecto de vida. la Lo anterior, se sustenta en las esferas del desarrollo humano: Madurativa, cognoscitiva, afectiva erótica, política, lúdico-estética, ético-moral, comunicativa, laboral, económica y espiritual; jalonadas desde los procesos de individuación y socialización, posibilitando la apropiación progresiva de la cultura y la sociedad, donde el hombre es el eslabón que articula cada una de las esferas. En consecuencia, la Fundación Universitaria María Cano pretende estimular el desarrollo armónico de su futuro profesional como ser de inagotables posibilidades, partícipe de una cultura en proceso constante de renovación y como un ser integro que ES, SABE Y HACE. De igual manera es importante hablar de los orientadores del proceso de formación en la Institución, es decir, de sus docentes PERFIL DEL DOCENTE DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA MARÍA CANO El docente que ingrese a la Fundación Universitaria María Cano debe cumplir con el perfil planteado en el Estatuto Docente (Acuerdo 009 del 10 de diciembre de 2001 del Consejo Superior; Capítulo III, Artículo 6) el cual debe tener una sólida formación: • Deontológica • Investigativa • Profesional • Pedagógica PERFIL DEL ADMINISTRADOR DE PROGRAMAS DE LA FUNDACIÓN UNIVERSITARIA MARÍA CANO Las políticas institucionales de selección de los empleados que administrarán los diferentes programas de la Institución, están encaminadas a exigir y sustentar los mismos niveles de formación de los docentes, más la formación administrativa que éste debe tener. Es básico dicho perfil por tratarse de ser el líder, de la facultad y máxima autoridad en la misma. PROGRAMAS ACTUALES PREGRADO • Fisioterapia. • Fonoaudiología. • Psicología. • Negocios Internacionales. • Administración de Empresas • Contaduría Pública. • Ingeniería de Sistemas. POSGRADO • Administración de Servicios de Salud. • Administración de Salud Integral Gerontológica. • Gerencia de la Salud Ocupacional. • Alta Gerencia. • Legislación Electoral. • Gestión de la Calidad en Salud. • Audiología. • Multimedia. • Maestría en Administración en convenio con la Universidad Magíster de Costa Rica • Maestrías en Sicología del deporte y la actividad física y en Gestión Ambiental en convenio con la universidad Autónoma de Costa Rica ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE 1. ¿Qué reflejaron los primeros escritos de María Cano? 2. ¿Cómo se llamaban las dos hermanas de Maria Cano que le colaboraban en las tertulias? 3. ¿Quién fue el principal animador de las tertulias y por qué? 4. ¿Quién marco un hito en la vida Colombiana del siglo XX en el campo del periodismo? 5. ¿Cuáles fueron las mujeres que participaron con María Cano en la revista CYRANO? 6. Escriba tres títulos de sus poemas 7. ¿En qué año fue proclamada María Cano la Flor del Trabajo? 8. ¿Qué simboliza el título de la Flor del trabajo? 9. ¿El periódico 888 significa? 10. ¿En qué regiones se dieron las 7 giras de Maria Cano? 11.¿Cuál es la misión de la Institución? 12.¿Qué significado tiene el credo dentro de la Comunidad universitaria? 13.¿Cuáles son los valores que busca la Institución interioricen sus futuros profesionales? 14. ¿Qué significado tiene el logo símbolo? 15.¿Cuáles son los colores de la bandera y que significan? 16.¿Qué es el Proyecto Educativo Institucional? 17.¿Cuál es el perfil del alumno María Cano? 18.¿Por qué se dice que María Cano fue una Líder Sindicalista antioqueña? 19.Según la historia de María Cano, ¿qué principios fueron los que orientaron la vida de ésta Líder?. 20.En un gráfico explique el sentido de los tres ochos propuestos por María Cano. BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA Proyecto Educativo Institucional, Fundación Universitaria María Cano. Arango Jaramillo, Mario. María Cano: Flor Eterna, siempreviva, Medellín, 2001. Portafolio de servicios, Fundación Universitaria María Cano. www.umc.edu.co Ley 30 de 1992. Reglamentos Institucionales. UNIDAD 2: EL PROFESIONAL FRENTE A LA LEGISLACIÓN 4 COLOMBIANA 4 Compilador: Jorge Luis González Rojas PRESENTACIÓN Indudablemente el ser humano, como ser social, debe desenvolverse dentro de una serie de normas que le permitan y le faciliten esa convivencia social, estas normas van desde las que tienen que ver con los usos sociales, morales y las normas jurídicas, por ello reviste actual importancia que desde la academia se le brinden al futuro profesional en las diversas disciplinas las herramientas suficientes que le permitan su desenvolvimiento dentro del entorno social, profesional y jurídico. Es éste un espacio que la Fundación Universitaria María Cano elige para dar cumplimiento al artículo 41 de la Constitución Política de Colombia, en el que reza que toda institución educativa es obligatorio el estudio de la Carta Magna de nuestro país. OBJETIVOS OBJETIVOS GENERALES • Reconocer la importancia y el compromiso de cumplir la Constitución Colombiana como profesional universitario OBJETIVOS ESPECÍFICOS • Identificar las herramientas filosóficas y legales necesarias para asumir las responsabilidades y ejercer los derechos tanto a nivel académico como profesional. • Acatar el mandato constitucional de estudiar la Constitución Política de Colombia en todos los niveles de la Educación Colombiana. • Sensibilizar al futuro profesional frente conservación del medio ambiente . al rol que le corresponde asumir en la DIAGRAMA DE LA UNIDAD Derecho Constitucional Constitución Política De Colombia El profesional y La Legislación Reglamentación profesional Conservación del medio Ambiente CONDUCTA DE ENTRADA 1. Realizar un ensayo estableciendo la relación del régimen de Seguridad Ambiental con respecto a la profesión. 2. Plantee un caso donde el actor pueda aplicar los derechos que la Constitución le otorga. 3. ¿Cuál es la principal concesión que da la Ley 30 de 1992, a las Instituciones de Educación Superior? 4. Cuál es el espíritu del Reglamento Académico de la Fundación Universitaria María Cano? 5. Qué puede existir por encima de una Ley?, de un decreto? MORAL Y DERECHO Los hombres están gobernados por dos reglas de conducta: el derecho y la moral. Dos maneras distintas de enfocar la conducta del individuo. La regla moral es norma individual, valora la conducta del individuo en sí misma. Su imperio es su conciencia, su intimidad. El derecho, por el contrario, compara el hecho del hombre con el comportamiento de otro u otros, pues actúa en relación con la convivencia social. El derecho y la moral emanan de la conciencia humana; ambos son productos sociales, pues suministran al hombre una dirección, una línea de conducta. Pero el juicio moral sale del fuero interno, se limita a guiar las acciones internas, y, por tanto sus normas tienden al perfeccionamiento de la conciencia individual; el derecho no se propone hacer al hombre bueno, sino lograr la coexistencia y la cooperación, armonizando las relaciones externas del individuo. FUENTES DEL DERECHO EN EL ORDENAMIENTO COLOMBIANO La doctrina jurídica distingue entre fuentes reales o materiales, formales e históricas del derecho. Las primeras hacen relación a la realidad social, económica, política que dan lugar a una regulación jurídica, esto es, que determinan el derecho. Situaciones o hechos que varían entre un estado u otro, dadas las peculiares circunstancias históricas, étnicas y culturales de cada uno, de manera que la mayor o menor eficacia de la norma se determina por la forma como ella consulte tales situaciones de hecho, lo cual constituye su fuente real. Las fuentes históricas son los antecedentes que han podido servir de base para el ordenamiento jurídico. Esos antecedentes son los textos que han dejado de regir, pero que tienen incidencia en tal ordenamiento. Las fuentes formales hacen referencia a los medios o cauces por los cuales se expresa el derecho. INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS JURÍDICAS Lo relacionado con la compleja cuestión de interpretación legal es muy importante, pues el criterio que se tenga en esta materia determina el estancamiento del derecho o su permanente renovación. Por ello se dice que se interpreta la ley, no para aplicarla sino para renovarla, para actualizarla, para que no fenezca al paso incontenible del tiempo. La ley no es más que una fuente del derecho positivo, y una fuente formal. Ella no es sino el continente de una necesidad social. La ley está destinada a ser aplicada y, por consiguiente, a ser interpretada. Interpretar la ley es adaptar las normas generales a casos particulares, pasar de lo general a lo particular. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA “El pueblo de Colombia, en ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo, y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana, decreta, sanciona y promulga la siguiente CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA”. Determinado y enmarcado dentro del estado social y democrático de derecho, compuesto por estos elementos: • Soberanía popular de la que emanan todos los poderes del estado. • Legitimación de los gobernantes por medio de elecciones periódicas por sufragio universal y pluralidad de opciones. • Sometimiento de los gobernantes a la ley, jerarquía de las normas, control judicial de sus decisiones y responsabilidad por sus actos y decisiones. • Preservación de la constitución por el tribunal constitucional. • Separación de poderes. • Reconocimiento y protección de los derechos fundamentales, con incorporación de los nuevos derechos económicos, sociales y culturales. • Función promocional de los poderes públicos para impulsar las condiciones y remover los obstáculos para la igualdad entre los ciudadanos. • Intervención de los poderes públicos en la organización económica con posibilidad de planificación y con subordinación de toda la economía del país al interés general. • Fortalecimiento de las organizaciones sociales y culturales, de los sindicatos y de otras fuerzas sociales mediante su participación en la enseñanza, en la planificación y en el control de los servicios públicos que afecten la calidad de vida de los ciudadanos. RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL En su acepción más amplia, la noción de responsabilidad implica la de culpabilidad, que es la que, de ordinario, constituye su fundamento. En este sentido se dice que un individuo es responsable de un hecho cuando éste le es imputable, cuando lo ha ejecutado con suficiente voluntad y discernimiento. Esta es la acepción que la moral y el derecho penal le dan generalmente. Pero en derecho civil la expresión responsabilidad no se define por su fundamento, que puede variar, sino por su resultado, es decir, por las consecuencias jurídicas que el hecho acarrea para su autor. En este sentido se dice que un individuo es responsable cuando está obligado a indemnizar un daño. En derecho civil hay responsabilidad cada vez que una persona debe reparar el perjuicio o daño sufrido por otra. NUEVA ETAPA DE LA NORMATIVIDAD AMBIENTAL La constitución de 1991, recogió los postulados de la Cumbre de Río y elevó el derecho a un medio ambiente sano a la categoría de derecho colectivo con sus implicaciones de respeto al patrimonio cultural, a la participación social y especialmente a planificar el desarrollo bajo el contexto de la sostenibilidad, dotando de recursos económicos al sector encargado de aplicar la normatividad. A partir de la constitución de 1991, se inicia una nueva etapa: se crea el Sistema Nacional Ambiental – SINA y se expide la Ley 99 de 1993 y sus decretos reglamentarios. La estructura central de la normatividad la componen el Decreto 2811 de 1974 y la Ley 99 de 1993, las cuales contienen los principios esenciales de la estructura jurídica del ambiente. El Decreto 2811 de 1974, recoge conceptos fundamentales sobre la calidad jurídica del ambiente y sobre las formas de acceder al uso y aprovechamiento de los recursos naturales, que no han perdido su vigencia. La Ley 99 de 1993 estructura los elementos fundamentales de la política ambiental y el Sistema Nacional Ambiental, así mismo desarrolla los elementos fundamentales que solo fueron enunciados en el decreto 2811 de 1974, como las licencias ambientales, los mecanismos financieros con los cuales se desarrollarían las Corporaciones Autónomas Regionales y los elementos de planificación desarrollados a la luz de la Constitución de 1991. SISTEMA NACIONAL AMBIENTAL – SINA El Sistema Nacional Ambiental (SINA) según el artículo 4 del Título II de la Ley 99 de 1993 "es el conjunto de orientaciones, normas, actividades, recursos, programas e instituciones que permiten la puesta en marcha de los principios generales ambientales contenido en esta ley (Ley 99 de 1993). Estará integrado por los siguientes componentes: 1. Los principios y orientaciones generales contenidos en la Constitución Nacional de Colombia, en la ley 99 de 1993 y en la normatividad ambiental que la desarrolle. 2. La normatividad específica actual que no se derogue la Ley 99 de 1993 y la que se desarrolle en virtud de la ley. 3. Las entidades del Estado responsables de la política y de la acción ambiental, señaladas en la ley. 4. Las organizaciones comunitarias y no gubernamentales relacionadas con la problemática ambiental. 5. Las fuentes y recursos económicos para el manejo y la recuperación del medio ambiente. 6. Las entidades públicas, privadas o mixtas que realizan actividades de producción de información, investigación científica y desarrollo tecnológico en el campo ambiental El Gobierno Nacional reglamenta la organización y funcionamiento del Sistema Nacional Ambienta. El Sistema Nacional Ambiental tiene la siguiente estructura: LICENCIAS AMBIENTALES La licencia ambiental es la autorización que otorga la autoridad ambiental competente, mediante acto administrativo, a una persona para la ejecución de un proyecto, obra o actividad que conforme a la ley y a los reglamentos, puede producir deterioro grave a los recursos naturales renovables o al medio ambiente o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje, y en la que se establecen los requisitos, obligaciones y condiciones que el beneficiario de la licencia ambiental debe cumplir para prevenir, mitigar, corregir, compensar y manejar los efectos ambientales del proyecto obra o actividad autorizada. El tema de las licencias ambientales se reglamenta en el decreto 1753 de 1994, los requisitos y condiciones para la solicitud y obtención de la licencia ambiental fueron reformadas de acuerdo a lo establecido por el articulo 132 del decreto ley 2150 de diciembre 5 de 1995 (En el cual se suprimen y reforman regulaciones, procedimientos o trámites innecesarios, existentes en la administración pública), se reglamentan en la resolución 655 de 1996. NORMATIVIDAD AMBIENTAL VOLUNTARIA NORMAS ISO Las normas ISO son normas o estándares desarrollados por la International Organization for Standarization (ISO), organismo internacional no gubernamental con sede en Ginebra, con más de 100 agrupaciones o países miembros, y que no está afiliada a las Naciones Unidas ni a ninguna organización europea. Aún cuando las normas son elaboradas para el sector privado y tienen un carácter voluntario, muchos organismos gubernamentales pueden decidir convertir una norma ISO en una disposición obligatoria o legal. Tales normas pueden convertirse en condiciones para cerrar un negocio en transacciones comerciales, haciendo así que las partes ya no puedan considerarlas como voluntarias. NORMAS ISO 14000 Las Normas ISO-14000 son una familia de normas que persiguen establecer herramientas y sistemas para la administración de numerosas obligaciones ambientales de una organización sin prescribir que metas debe alcanzar. Esta serie, como un todo, busca la estandarización de algunas herramientas de análisis clave, tales como la auditoria ambiental y el avalúo del ciclo de vida. La norma base o núcleo de esta familia de normas, es la ISO 14001, la cual entrega los requisitos que debe tener un sistema de gestión ambiental (SGA). SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL ISO 14001 Esta norma busca conducir a la organización dentro de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) certificable, estructurado e integrado a la actividad general de gestión, especificando los requisitos que debe poseer y que sea aplicable a cualquier tipo y tamaño de organización. De manera muy concisa, el SGA propuesto debe cumplir: 1.- Declaración de una Política Ambiental definida por la alta gerencia, con compromiso por un mejoramiento continuo y prevención de la contaminación, cumplimiento de la reglamentación ambiental, debidamente documentada y comunicada tanto a los empleados y se encuentre a disposición del público. 2.- Planificación de procedimientos para: • Identificar los Aspectos Ambientales de sus actividades y determinar aquellos que tienen Impactos significativos sobre el medio ambiente. • Identificar los Requisitos Legales y otros, que se apliquen a sus aspectos ambientales. • Establecer Objetivos y Metas Ambientales en cada función y nivel de la organización. • A través de estos últimos, generar un Programa de Gestión Ambiental. 3.- Implementación y Operación de: • Una Estructura que defina las funciones, responsabilidades y autoridades para llevar a cabo una gestión ambiental efectiva. • Programas de Capacitación Ambiental para los miembros de la organización. • Procedimientos de Comunicación interna y externa con respecto a sus aspectos ambientales y al SGA. • Un sistema de Documentación y Control de documentos del SGA. • Procedimientos de Control de operaciones y de Preparación y respuesta ante situaciones de emergencia. 4.- Verificación y acción correctiva del SGA, considerando: • Procedimientos para el Monitoreo y Medición regular, de las características ambientales claves de sus actividades y el cumplimiento de la legislación ambiental. • Procedimientos para manejar una No conformidad y las Acciones Correctivas y Preventivas a tomar. • Mantención y disposición de Registros ambientales. • Programas y procedimientos de Auditoría del SGA, como principal herramienta de control. 5.- Revisión de la Gerencia La alta gerencia de la organización debe revisar en forma periódica la efectividad del SGA, considerando la necesidad de cambios a la política, objetivos y otros elementos, de acuerdo a los resultados de las auditorias, de los cambios de circunstancia y del compromiso por el mejoramiento continuo. Los requisitos anteriores conforman el ciclo de gestión mostrado en la figura 1: ¿Por qué ISO 14001? Entre las principales razones para implementar ISO14001, se tienen: • Estándar internacionalmente reconocido y aceptado. • Existe experiencia internacional en su implementación. • Existencia de organizaciones auditorias y certificadoras de aceptación internacional. • Flexibilidad de adaptación a la realidad de la empresa y su gestión general. • Mecanismo eficaz para lograr los compromisos legales. • Consistente con la política de Desarrollo Sustentable. Ventajas de contar con un SGA. • • • • • • Conformidad con las regulaciones. Conformidad con las exigencias de los consumidores. La compañía será más vendible (mejor imagen de Marketing). Mejor utilización de recursos. Reducción del costo de explotación. Niveles de seguridad superiores. • • • • Mejora la imagen ante la comunidad. Acceso creciente al capital (Ventajas Financieras). Limitación del riesgo. Mejor acceso a seguros, permisos y otras autorizaciones. ¿Cuáles son los elementos que se deben implementar para calificar ISO 14.001? • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • Política ambiental Planeamiento Aspectos ambientales Aspectos legales y administrativos Objetivos y propósitos Organización de los programas de manejo ambiental Implementación y operación Estructura y responsabilidad Entrenamiento, conocimiento y competencia Comunicación Documentación del sistema de gerenciamiento ambiental Documentos de control Operaciones de control Preparación para la contingencia y respuesta Acciones de control y correctivas Monitoreo y mediciones Revisión continua de las acciones correctivas y preventivas Registros Sistema de auditoria de gerenciamiento ambiental Examen del gerenciamiento Debe identificarse la infraestructura de servicios públicos, sociales y comunitarios en el área de influencia del proyecto, cobertura y calidad de los mismos. Así mismo, mostrar las características de la dotación vial para la conexión con la central y acceso a las líneas de transmisión, la distancia y tiempo a la cabecera urbana y centros poblados. Establecer la distancia entre el proyecto y las institucionales responsables de la atención de situaciones de emergencia, indicar la fortaleza institucional de dichas entidades para hacer frente a situaciones de emergencia como las que puede generarse por la construcción del proyecto. El usuario debe establecer de manera clara la existencia o no de comunidades indígenas o afrocolombianas tradicionalmente asentadas en el área de influencia del proyecto. De igual manera, identificar el valor histórico y/o arqueológico del área de estudio, principalmente del área de embalse. El EIA, debe presentar un análisis de las condiciones de empleo del territorio, establecer la oferta y el tipo de mano de obra disponible en el territorio. Identificar el uso actual de las tierras, la productividad de las actividades desarrolladas y la tendencia histórica de estas prácticas. MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE El MMA otorga de manera privativa la licencia ambiental en los siguientes casos: 1. Ejecución de obras y actividades de exploración, explotación, transporte, conducción y deposito de hidrocarburos, construcción de refinerías, refinación de petróleo y los desarrollos petroquímicos que formen parte de un complejo de refinación. 2. Ejecución de proyectos de gran minería, entendiendo estos como la exploración, montaje, producción, beneficio, almacenamiento, acopio, transporte, fundición, procesamiento y transformación de minerales, de conformidad con las definiciones y clasificación de la gran minería contenidas en el código de minas. 3. Construcción de presas, represas o embalses con capacidad superior a doscientos millones de metros cúbicos y construcción de centrales generadoras de energía que excedan de 100.000 kw de capacidad instalada, así como tendido de las líneas de transmisión del sistema nacional de interconexión eléctrica y proyectos de exploración y uso de fuentes de energía alternativa virtualmente contaminantes. 4. Construcción o ampliación de puertos marítimos de gran calado, entendiéndose para tales aquellos en los cuales pueden atracar embarcaciones de 10000 o más toneladas de registro neto o con calado igual o superior a 15 pies, o en aquellos en que moviliza una carga superior a un millón de toneladas al ano, aun cuando esta se realice mediante fondeo. 5. Construcciones de instalación, ampliación o mejoramiento de aeropuertos internacionales. 6. Ejecución de obras publica de las redes vial, fluvial y ferroviaria nacionales, incluyendo la ampliación de vías de la red nacional. 7. Construcción de distritos de riego para mas de 20.000 hectáreas. 8. Producción e importación de pesticidas y de aquellas sustancias, materiales o productos sujetos a controles por virtud de tratados, convenios y protocolos internacionales ratificados por Colombia y vigentes. 9. Proyectos que afecten el Sistema de Parques Nacionales Naturales. 10. Proyectos que adelanten las Corporaciones Autónomas Regionales a que hace referencia el [Inciso segundo del Numeral 19 del Artículo 31 de la Ley 99 de 1993]. 11. Transvase de una cuenca a otra de corrientes de agua que excedan de 2 m3/segundo durante los períodos de mínimo caudal. 12. Introducción al país de parentales para la reproducción de especies foráneas de fauna y flora silvestre que puedan afectar la estabilidad de los ecosistemas o de la vida salvaje. 13. Generación de energía nuclear. 14. Fabricación de municiones y explosivos. MODALIDADES DE LICENCIA AMBIENTAL Las modalidades de licencia ambiental fueron modificadas en la resolución 655 de 1996, de acuerdo al articulo 132 del decreto ley 2150 de diciembre 5 de 1995, el cual establece: "La licencia ambiental llevara implícitos todos los permisos, autorizaciones y concesiones, de carácter ambiental, necesarios para la construcción, desarrollo y operación de la obra, industria o actividad. La vigencia de estos permisos será la misma de la Licencia Ambiental". PROCEDIMIENTO PARA OBTENER UNA LICENCIA AMBIENTAL 1. El interesado, por si o por intermedio de apoderado, formulara solicitud escrita ante la autoridad ambiental competente, la solicitud deberá contener: a. Nombre o razón social del solicitante. b. Poder debidamente otorgado, cuando se actúe mediante apoderado. c. Certificado de existencia y representación legal para el caso de persona jurídica. d. Domicilio y nacionalidad del interesado. e. Descripción del proyecto, obra o actividad. f. Plano a escala adecuada que determine la localización del proyecto. g. Costo estimado del proyecto h. Descripción de las características ambientales generales del área de localización. i. Indicación especifica de los recursos naturales que van a ser usados, aprovechados o afectados en el proyecto, obra o actividad. j. Información sobre la presencia de comunidades, incluidas campesinas, negras e indígenas, localizadas en el área de influencia del proyecto. Cuando no se tenga la certeza acerca de la presencia de comunidades indígenas o negras se deberá allegar copia de la solicitud elevada ante el Ministerio del Interior, consultando sobre el particular. k. Indicar si el proyecto, obra o actividad afecta el sistema de Parques nacionales naturales y sus zonas de amortiguación cuando estas estén definidas. 2. Con base en la información suministrada, la autoridad ambiental decide sobre la necesidad de presentar o no DAA y define los términos de referencia, cuando no hayan sido previamente establecidos para el sector, en un plazo no mayor a 30 días. 3. Presentado el DAA la autoridad ambiental competente elige en un plazo no mayor a 60 días contados a partir de su presentación, la alternativa o alternativas sobre las cuales debe elaborarse el correspondiente Estudio de Impacto Ambiental. 4. Si no es necesaria la presentación de un DAA, o elegida la alternativa o alternativas sobre las cuales debe elaborarse el EIA, la autoridad ambiental competente en un término que no debe exceder los 60 días hábiles, fija los términos de referencia, cuando estos no hayan sido definidos previamente para el sector, para la elaboración del EIA. 5. Dentro de los 30 días hábiles siguientes a la presentación del EIA, la autoridad ambiental podrá solicitar al interesado, la información adicional que se considere indispensable. En este caso se interrumpen los términos que tiene la autoridad para decidir. 6. Allegada la información requerida, la autoridad ambiental dispone de 15 días hábiles adicionales para solicitar a otras autoridades o entidades los conceptos técnicos o informaciones pertinentes, los cuales deben serle remitidos en un plazo no superior a 60 días. 7. Recibida la información o vencido el termino de requerimiento de informaciones adicionales a otras autoridades o entidades, se expedirá el auto de tramite que declare reunida toda la información requerida. La autoridad ambiental competente decidirá sobre la viabilidad ambiental del proyecto, obra o actividad y otorgara o negara la respectiva licencia ambiental, en un termino que no podrá exceder de 60 días hábiles contados a partir del citado auto. Tratándose de las licencias ambientales que otorga el MMA el termino para dicho otorgamiento será de hasta 120 días hábiles contados a partir del auto de tramite que reconozca que ha sido reunida toda la información requerida. 8. En el caso de otorgarse la licencia ambiental, se incluirán los permisos, autorizaciones o concesiones, de competencia de la autoridad ambiental, que el proyecto, obra o actividad requiera conforme a la ley. 9. Contra la resolución por la cual se otorga o se niega la licencia ambiental procede el recurso de reposición ante la misma autoridad ambiental que profirió el acto, y el recurso de apelación ante el MMA, cuando el acto sea expedido por las demás autoridades ambientales competentes. 10. Para los efectos de la publicidad de las decisiones que pongan fin a la actuación se observara lo dispuesto en el articulo 71 de la Ley 99 de 1993. MODIFICACIÓN DE UNA LICENCIA AMBIENTAL Una Licencia Ambiental podrá ser modificada total o parcialmente en los siguientes casos; 1. A solicitud del beneficiario de la Licencia Ambiental, en consideración a la variación de las condiciones existentes al momento de otorgar la Licencia ambiental. 2. Por iniciativa de la Autoridad Ambiental competente o del MMA, cuando hayan variado de manera sustancial las circunstancias existentes al momento de otorgarla. RENOVACIÓN O MODIFICACIÓN DE UNA LICENCIA AMBIENTAL La autoridad ambiental competente dispondrá de un plazo máximo de 30 días hábiles, contados a partir de la presentación de la solicitud de modificación o renovación de la Licencia Ambiental, para pronunciarse sobre los requisitos y condiciones que deba cumplir el beneficiario de la Licencia Ambiental. Una vez allegada la información y cumplidos los requisitos y condiciones, la autoridad ambiental dispondrá de un plazo máximo de 60 días para decidir sobre la renovación o modificación de la Licencia Ambiental correspondiente. ESTUDIO DE IMPACTO AMBIENTAL El estudio de impacto ambiental es un instrumento para la toma de decisiones y para la planificación ambiental exigido por la autoridad ambiental, en todos casos que requieran la licencia ambiental, para definir las correspondientes medidas de prevención, corrección, compensación y mitigación de impactos y efectos negativos de un proyecto, obra o actividad. Un estudio de impacto ambiental debe corresponder en su contenido y profundidad a las características del proyecto, obra o actividad. OBJETIVOS Y ALCANCE Los objetivos y alcance de un estudio de impacto ambiental son los siguientes: 1. Describir, caracterizar y analizar el medio biótico, abiótico y socioeconómico en el cual se pretende desarrollar el proyecto, obra o actividad. 2. Definir los ecosistemas que bajo el análisis ambiental realizado, a que hace referencia el numeral anterior, sean ambientalmente críticos, sensibles y de importancia ambiental e identificar las áreas de manejo especial que deban ser excluidas, tratadas o manejadas de manera especial en el desarrollo o ejecución del proyecto, obra o actividad. 3. Evaluar la oferta y vulnerabilidad de los recursos utilizados o afectados por el proyecto, obra o actividad. 4. Dimensionar y evaluar los impactos y efectos del proyecto, obra o actividad, de manera que se establezca la gravedad de los mismos y las medidas y acciones para prevenirlas, controlarlas, mitigarlas, compensarlas y prevenirlas. 5. Señalar las deficiencias de información que generen incertidumbre en la estimación, el dimensionamiento o evaluación de los impactos. 6. Diseñar los planes de prevención, mitigación, corrección, compensación de impactos y manejo ambiental a que haya lugar para desarrollar el proyecto, obra o actividad. 7. Estimar los costos y elaborar el cronograma de inversión y ejecución de las obras y acciones de manejo ambiental. 8. Diseñar los sistemas de seguimiento y control ambiental que permitan al usuario evaluar el comportamiento, eficiencia y eficacia del plan de manejo ambiental. 9. Evaluar y comparar el desempeño ambiental previsto del proyecto, obra o actividad contra los estándares de calidad ambiental establecidos en las normas ambientales nacionales vigentes; y la conformidad del proyecto, obra o actividad con los tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia. 10. Definir las tecnologías y acciones de preservación, mitigación, control, corrección y compensación de los impactos y efectos ambientales a ser usadas en el proyecto, obra o actividad. RECURSOS Y DEGRADACIÓN AMBIENTAL Un recurso es cualquier cosa que obtenemos del ambiente vivo y del no vivo para satisfacer nuestras necesidades y deseos. Los recursos pueden ser clasificados como lo muestra la siguiente figura: RECURSOS Recurso material o tangible Recurso no material o intangible Aquel cuya cantidad puede medirse y cuyo abastecimiento es limitado. Aquel cuya cantidad no puede ser medida, por ejemplo: la soledad, la belleza, el conocimiento, la seguridad, la alegría y el amor. No hay límite teórico para la cantidad de éstos y otros recursos no materiales, su disponibilidad puede ser reducida o quedar destruida en un ambiente que en forma creciente se atesta y degrada. Están disponibles directamente para su uso. Aire puro, el agua pura de corrientes y lagos, el suelo fértil y las plantas comestibles que crecen naturalmente Las personas difieren en los recursos materiales que necesitan y desean. Las necesidades materiales del pobre son mínimas pero representan necesidades absolutas, no meramente deseos. El opulento usa cantidades mucho mayores de recursos materiales para satisfacer una variedad de deseos muy lejanos de las verdaderas necesidades para la sobre vivencia. En general los recursos materiales se clasifican como no renovables y renovables. RECURSOS Recursos no renovables o agotables: existen en una cantidad fija (reservas) en Minerale varios lugares de la corteza terrestre, y tienen la posibilidad de renovación sólo por Suelo fértil Agua no Vegetales yMinerale EnergAire ía no s Combustibles Potencialmente renovables Vientos, No reno v able s s de miles no de procesos geológicos, físicos y químicos que tienen lugar a través de cientos contaminado contaminada animales Renovables solar fósiles metá lico mareas, como agotables debido años, se conocen a que se les extrae y utiliza a una velocidad metálico directa s formaron. Antes mayor que ríos la escala geológica del tiempo en que se de quedar s agotados físicamente en su totalidad los recursos no renovables el estado de (hierro alcanzan (arcilla, económicamente agotados cuando cuesta demasiado extraer lo que queda (típicamente cuando el 80% de su existencia total estimada ha sido extraída y utilizada) Recursos no Recursos renovables: como la energía solar es virtualmente inagotable, según una escala humana de tiempo. Un modo de vida sostenible comprende: no desperdiciar energía y vivir sólo a costa de la virtualmente inextinguible energía solar en forma de Reciclables No reciclables calor, viento, agua corriente y madera renovable y otras formas de biomasa (tejidos de los organismos vivos que puedan ser quemados o degradados para proporcionar energía). Recursos potencialmente renovables: es el que teóricamente puede durar en forma indefinida sin reducir la reserva es reemplazado más rápidamente Reciclamiento, comprende la disponible, porque Combustibles fósiles por procesos naturales, que losy recursos no renovables, ejemplo ylos árboles de los recolección (carbón, por petróleo gas bosques, pastos en las praderas, animales silvestres, agua dulce superficial de ríos y reprocesamiento de un natural) no pueden lagos, la mayor aguase subterránea, airereciclados puro y sueloofértil. recurso, de parte mododelque reutilizados. puedan hacer con el Cuando se queman, la Que un recursoLas sea potencialmente renovable energía no quiere decir ser agotado y productos. latas de útil quedepueda estos que siempre será a la que un se recurso potencialmente aluminio para renovable. refrescosLa tasa más alta combustibles convierte renovable puede ser utilizado sin reducir su reserva disponible en el mundo, vacías pueden se en calor que se aprovecha y o en una región particular, fundidas se llama rendimiento sostenido. recolectadas, y disipa, Si y se en excede gases este quereemplazo natural, el abasto de un recurso potencialmente disponible empieza convertidas en nuevos escapan y contaminan ala disminuir, proceso conocido como degradación ambiental. TIPOS DE DEGRADACIÓN AMBIENTAL Convierten recursos potencialmente renovables Cubrir la tierra productiva con agua, concreto, asfalto o construcciones, inutilizando el suelo para cultivos y los sitios para la vida silvestre (hábitats) se pierden. Cultivar tierra sin manejo adecuado del suelo, de modo que el crecimiento del cultivo se reduce por la erosión del suelo y el agotamiento de los nutrientes vegetales. Irrigar tierras de cultivos sin drenaje suficiente, de modo que la acumulación Extraer el agua de las fuentes subterráneas (acuíferos) y de las TIPOS DE ESCACEZ DE LOS RECURSOS ABSOLUTA Las existencias de un recurso son insuficientes o demasiado caras para resolver la demanda presente o futura. Ejemplo: los abastos mundiales de petróleo (no renovables) pueden agotarse en los próximos 50 años. El período de escasez absoluta y el costo creciente del petróleo pueden empezar entre el 2005 y el 2010. RELATIVA Todavía hay recurso disponible suficiente para satisfacer la demanda, pero su distribución está desequilibrada. Por ejemplo entre 1973 y 1979 el mundo tenía petróleo bastante para atender la demanda, pero no se produjó y distribuyó para satisfacer las necesidades de EEUU, Japón y muchos países europeos. En el período de escasez relativa el precio subió de 3 a 35 dólares/barril DESARROLLO SOSTENIBLE Es el desarrollo que satisface las necesidades del presente, sin comprometer la capacidad para que las futuras generaciones puedan satisfacer sus propias necesidades. Orígenes del concepto de Desarrollo Sostenible • 1972 1ª reunión mundial sobre el medio ambiente “Conferencia sobre el Medio Humano de Estocolmo”. • 1980 Se dio a conocer la Estrategia Mundial de Conservación, la cual puntualizaba la sostenibilidad en términos ecológicos, pero con poco énfasis en el desarrollo económico, siendo tildada de antidesarrollista. Esta estrategia contempló:–el mantenimiento de los procesos ecológicos, –el uso sostenible de los recursos y –el mantenimiento de la diversidad genética. • 1983 La ONU estableció la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, liderada por la señora Gro Harlem Brundtland, la cual inició diversos estudios, debates y audiencias públicas en los cinco continentes. Al cabo de tres años, se publicó el documento Nuestro Futuro Común, el el cual se advertía el cambio en las modalidades de vida e interacción comercial y se definió el desarrollo sostenible. Puntos clave en las políticas del D.S.: –Satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad –Necesaria limitación del desarrollo impuesto por la sociedad y la tecnología y su impacto sobre los RECURSOS NATURALES y la posibilidad de la biosfera para absorber estos impactos. • 1989 La ONU inició la planificación de la Conferencia sobre el medio ambiente y el Desarrollo, en la que se trazarían los principios básicos globales para el DESARROLLO SOSTENIBLE y se concertaron acuerdos para la Cumbre de Río. • 1992 Cumbre de Río de Janeiro, se concretó la idea y aplicabilidad del desarrollo sostenible. Asistieron 179 países, empresarios, científicos y ONG´s, entre otros. –Derechos y responsabilidades de las naciones –El programa 21, normas tendientes al logro del D.S. Desde el punto de vista social, económico y ecológico. Políticas empresariales, gubernamentales y personales para el D.S –Declaración de principios para la gestión, conservación y D.S de bosques. –Convención marco de la Naciones Unidas sobre cambio climático –Convenio sobre diversidad biológica El desarrollo hasta nuestros días se ha basado en la tendencia hacia la máxima rentabilidad a corto plazo en cuanto al uso de los RECURSOS NATURALES, en detrimento de la planeación a largo plazo. Entre más rápido se conviertan los RECURSOS NATURALES en dinero, la rentabilidad será mayor. La consecuencia es que estamos minando los recursos en lugar de usarlos y conservarlos. Debemos tener un cambio hacia la consideración de todos los costos, incluso los ambientales y transgeneracionales, garantizando la transición hacia el desarrollo sostenible. La posibilidad de conciliar el crecimiento económico y la renovabilidad de los recursos, debe ser la meta de todo el desarrollo sostenible, lo que implica cambios políticos, económicos, fiscales, industriales y de manejo de recursos naturales bióticos y energéticos. Sostenibilidad ecológica: mantener especies, poblaciones y ecosistemas. Sostenibilidad económica: cuando el manejo y la gestión de los RRNN actuales permiten que sea válido continuar con el sistema económico vigente Sostenibilidad social: cuando costos y beneficios son distribuidos por igual en la población actual y futura (intergeneracional e intrageneracional). Los recursos del Desarrollo Sostenible: 1. Recursos Sociales y Humanos: Planificación familiar, política, legislación administración, alta gerencia, contabilidad ambiental, valores éticos, conocimiento de la cultura pasada y actual, educación, salud de la población, valoración por igual de todas las personas. 2. Recursos naturales: aire, agua, suelo, energía y biodiversidad. 3.Recursos tecnológicos y sistemas de producción: técnicas de agricultura, manejo de plagas, restauración de tierras, avances tecnológicos, etc. Requerimientos para el Desarrollo Sostenible: • Desarrollo económico: “Cambio del marco de referencia” Actualmente se consideran sólo los costos de producción sin tener en cuenta los costos reales de tener que resolver los problemas ambientales y de salud (ej. gasolina con o sin plomo). • Entornos naturales equilibrados. • Desarrollo social: equidad entre las poblaciones del mundo, al tomar en cuenta las características de los diferentes sujetos sociales, de manera que se pueda incidir en sus formas de relación, en función de los cambios planeados. Indicadores de Sostenibilidad • Calidad de vida: bienes materiales + estar a gusto + rodearse de medio ambiente limpio + acceso a la cultura+ salud, entre otras cosas. –Longevidad –Acceso a la educación –Ingresos • Sostenibilidad ecológica: –Biodiversidad –Conservación de ecosistemas que soportan la vida –Uso racional de los RECURSOS NATURALES ASPECTOS SOCIALES, ECONÓMICOS Y AMBIENTALES DEL DESARROLLO SOSTENIBLE ¿CÓMO SE PUEDE EXPLICAR LA SOSTENIBILIDAD DE UN SISTEMA EN TÉRMINOS DE LAS LEYES DE LOS ECOSISTEMAS? Todo sistema está conformado por patrones tanto bióticos como abióticos, lo que implica comprometedoras relaciones en el futuro entre las especies. Existen pues seis leyes por las cuales se rige un ecosistema y a través de las cuales se puede explicar la sostenibilidad de un sistema. La primera de ellas es el flujo de energía, que muestra la transformación de la energía, donde los organismos vivos la aprovechan a través de los flujos, procurando el mínimo desperdicio de la misma para la maximización de la eficiencia del sistema. La segunda son los niveles tróficos, en los cuales se establece el paso de materia (no sólo energía) de un punto a otro del sistema. Es aquí donde empieza a verse el efecto de las leyes de los ecosistemas con la circulación garantizada de energía y materia descritas en las dos primeras leyes. Los ciclos biogeoquímicos establecen que la materia que pasa de nivel en nivel es reciclada, por lo tanto, el sistema es aún más sostenible por el hecho de utilizar nuevamente sus recursos. La cuarta ley o el nicho ecológico permite decir cuando un ecosistema está en equilibrio o es sostenible, estableciendo las formas de interacción de las especies. El equilibrio ecológico establecido hasta entonces, muestra el autocontrol de las especies, lo cual indica una vez más la sostenibilidad de un sistema y finalmente con la resiliencia se determina el punto de tolerancia de las condiciones abióticas del ecosistema que procuran la sostenibilidad del sistema. 1 ACTIVIDADES ACADÉMICAS DE APRENDIZAJE TALLER UNO 1. Qué es la Constitución Política de Colombia? 2. Pueden derivar de la Constitución Política de Colombia otras leyes? 3 ¿Existe alguna norma por encima de la Constitución? 4. ¿Los derechos y deberes de los ciudadanos colombianos están reglamentados en la constitución? 5. ¿Los derechos fundamentales son aquellos que me permiten ser alcalde? 6. Los anteriores cargos pueden ser ocupados por extranjeros? 7. ¿Cuándo se considera a un ciudadano “Nacional Colombiano”? 8. ¿Existen derechos a la libertad? 9. ¿En qué consisten las libertades individuales? 10. ¿El “Abeas Corpus” es un derecho? 11. Escriba dos formas de derecho a la libertad, que no tratamos antes: 12. ¿En qué consiste la libertad de telecomunicaciones? 13. Complete: Las libertades espirituales consisten en elegir, expresar, y ejercer plenamente. 14. ¿La asociación es una actividad lícita, por qué? 15. Cuándo mis derechos fundamentales son violados, ¿qué debo hacer? 16. ¿Qué es la tutela? .17. Cuándo requiero información del estado y me la niegan, ¿entonces yo puedo presentar una tutela? 18. ¿Quién ejerce vigilancia para que no sean violados mis derechos? 19. ¿La pena de muerte es un derecho? 20.¿Qué se requiere para que un país pueda tener como norma la pena de muerte? TALLER DOS 1. Menciones cinco efectos de la incorrecta utilización de los recursos naturales: 2. Especifique 3 normas ambientales que sirvieron de referente histórico o antecedente normativo 3. ¿Cuáles son los objetivos de la legislación ambiental? 4. ¿Qué acciones se requieren para prevenir el deterioro ambiental? 5. Defina calidad ambiental. 6. Defina desarrollo sostenible o sostenido. 7. ¿En qué consiste el término impacto ambiental negativo? 8. ¿A qué se dedica el estudio del medio ambiente? 9. ¿Qué bienes protege el derecho ambiental? 10. ¿Quiénes asumen la responsabilidad en la protección del Medio Ambiente? 11. ¿Cuál es el origen y para qué fue creado el SINA? 12. ¿A qué se denomina impacto ambiental? 13. ¿Qué acciones se involucran en la protección del Medio Ambiente para el profesional universitario de la Fundación Universitaria María Cano? UNIDAD 3: EL PROFESIONAL Y LA 5 ETICA 5 Compilado por: Mónica Betancur Martínez PRESENTACION Las relaciones interpersonales están mediadas por los intereses, experiencias y comportamientos de los individuos, quienes han de actuar asumiendo su rol profesional con responsabilidades y compromiso, previo estudio de los conceptos y elementos que brinda el referente ético con una mirada práctica y funcional. OBJETIVOS GENERAL Conceptualizar la ética, la moral y los valores, estableciendo su relación y aplicabilidad en el desempeño profesional ESPECÍFICOS • Interiorizar el código de ética de la profesión objeto de estudio • Determinar, mediante el análisis de la realidad personal, por qué razón la persona humana es sujeto de la ética. • Identificar las nociones de personalidad, humanidad, hombre, persona y ser. • Establecer las responsabilidades que tendremos en el ejercicio de la profesión. • Precisar a través del análisis del concepto de “realización personal”, que lugar ocupa la virtud dentro del conjunto y fin de la persona humana. CONDUCTA DE ENTRADA 1. Defina moral 2. Describa el desarrollo ontogenético de la moral y que diferencias existen entre ética y moral. 3. Defina claramente cuales son los derechos, las virtudes, los bienes fundamentales del hombre de hoy 4. Explique las situaciones básicas del perfeccionamiento de la personalidad ética 5. Describa la clasificación de las necesidades del Ser DIAGRAMA DE LA UNIDAD ÉTICA PROFESIONAL Paradigmas Desarrollo de la Moral Conceptualizaciones Necesidad del Ser Juicios y Valores ÉTICA DEFINICIÓN DE LA ÉTICA La ética puede definirse como la ciencia normativa de la rectitud de los actos humanos según principios últimos y racionales. Esta definición se explica detalladamente de la siguiente manera: DIVISIÓN DE LA ÉTICA Cuando se habla de la ética como ciencia normativa sobre la rectitud de los actos humanos según principios últimos y racionales, se trata de una "ética general" que se mueve principalmente en el campo de la metafísica y la antropología filosófica, y que intenta explicar cuestiones como la libertad, la naturaleza del bien y del mal, la virtud y la felicidad, entre otros. Por otra parte, existe la "ética especial" o "ética aplicada" que pretende llevar a la práctica los fundamentos generales de la ética. Sin embargo, la ética como tal es una sola y esta clasificación no obedece más que a fines didácticos. El terreno donde se concretan estos principios es en el plano individual, familiar y social. A nivel social la ética puede subdividirse en diversas ramas, como por ejemplo: "ética internacional", "ética económica" y "ética profesional", entre otras. En el caso de la ética profesional, puede hablarse de "ética para ciencias de la salud", "ética para ciencias de la comunicación colectiva", "ética para educación", etc. Para estos efectos, cabe apreciar la división de la ética según el siguiente gráfico: ÉTICA ÉTICA GENERAL Ética General ÉTICA APLICADA Ética Individual Ética Familiar Ética Social Ética Internacional Ética Económica Ética Profesional Ética Médica Ética para Periodismo Ética para Educación LA ÉTICA COMO CIENCIA La ética es un conocimiento que se preocupa por el fin al que debe dirigirse la conducta humana y de los medios para alcanzar ese fin. Para ello resulta fundamental establecer una ciencia de la conducta que se funde en la comprensión de la "naturaleza", "esencia" o "sustancia" humana. Esta "ciencia" debe verse como un saber que incluye necesariamente la garantía o la prueba de su propia validez. Así se entiende el ideal clásico o antiguo de la palabra ciencia, aunque no de la ciencia moderna, que se asume como una serie de enunciados matemáticos que son susceptibles de demostrarse experimentalmente. La concepción de una ciencia ética debe apreciarse en el sentido que le otorgaron los filósofos griegos de la antigüedad. Platón hace la distinción entre la ciencia o conocimiento (epistéme) con respecto a la opinión (dóxa). La ciencia es un conocimiento racional de la verdadera realidad; mientras que la opinión es algo intermedio entre el conocimiento y la ignorancia, y comprende la esfera de la percepción sensible (creencia y conjetura). La opinión, como una forma de juzgar a través de las apariencias, no correspondería con el carácter probatorio que presupone la ética. Por eso nuestros valores éticos no deben fundarse en mitos, rumores o imágenes, sino en conocimientos racionalmente fundamentados. También en Aristóteles encontramos la misma definición de ciencia como "conocimiento demostrativo". Se trata de un conocimiento por causas, que es capaz de determinar por qué un objeto no puede ser diferente de lo que es. Es un conocimiento que no se limita al plano de los hechos, sino que intenta explicar las causas y el por qué de esos hechos. Por tanto, la ciencia tiene como objeto lo necesario y no lo accidental. De la misma manera, los estoicos retomaron estas afirmaciones al señalar que la ciencia es la comprensión segura, cierta e inmutable fundada en la razón. En todo caso, la ética es una ciencia que aspira a explicar la validez de sus afirmaciones, tratando de comprobar por qué algo es bueno o malo, justo o injusto, moral o inmoral desde una perspectiva universal y necesaria. EL CARÁCTER NORMATIVO DE LA ÉTICA La ética es una racionalización del comportamiento humano, es decir, un conjunto de principios o enunciados dados por la luz de la razón y que iluminan el camino acertado de la conducta. Aristóteles define al hombre como un "animal racional". En tal caso la razón o el lógos es lo que le indica al hombre lo beneficioso o lo dañino, y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto. Pero al mismo tiempo es poseedor de una parte animal que lo hace mantener una conducta no - racional y que muchas veces lo aparta de su verdadera naturaleza. En este sentido, existe una dimensión instintiva que, si no está subordinada a la razón, provoca que se adopten conductas basadas en la opinión ajena, en comportamientos temperamentales o en tempestuosas perturbaciones del alma. Si la parte irracional del ser humano no se halla gobernada por la razón, a éste se le multiplican desmesuradamente las necesidades y los apetitos relativos a la comida, la bebida, los placeres sexuales y el dinero. Esta conducta irreflexiva deberá ser normada o disciplinada por la razón y la voluntad. Por eso hay que reconocer los "impulsos", "tendencias" o "fuerzas" que determinan al hombre en contra de su verdadera naturaleza, para que puedan ser encauzadas por sus mejores facultades en una medida compatible con el bienestar de la totalidad de la persona. Existe una anécdota en la que un extranjero, que pretendía conocer los caracteres a partir de los rostros, decía que observaba en los rasgos de Sócrates muchos indicios de una naturaleza viciosa y lasciva. Los que se hallaban presentes se rieron de aquél, por lo que sabían de la vida virtuosa y continente de Sócrates, pero éste mismo se puso de su parte: dijo que todos esos placeres los había tenido en germen, pero que había llegado a dominarlos por medio de la razón. Por eso la ética es una filosofía práctica que busca reglamentar la conducta con vistas a un óptimo desarrollo humano. La ética se propone perfeccionar al hombre en su acción. Aun cuando la ética sea un conocimiento teórico, es, en última instancia, más importante el resultado de los actos que mejoren la condición humana, que la más perfecta elaboración especulativa de principios éticos que nunca se aplican a la vida práctica. Sin embargo, es necesario saber cuáles son los medios para lograr la meta que significa el desarrollo de lo genuinamente humano, y por eso se requiere de un previo conocimiento del hombre (filosófico, científico, histórico y psicológico, entre otros). En este sentido, si la ética busca alcanzar fines nobles, justos y buenos, los medios para conseguirlos también deben ser nobles, justos y buenos. Por el contrario, Maquiavelo asumía que el fin justificaba los medios, los cuales no eran precisamente de índole ética. Tampoco deben aprobarse medios injustos aun cuando el fin a obtener sea el más justo, pues ello encierra un proceso de corrupción que termina perdiendo de vista el objetivo, o que también puede convertirse en una máscara de ideologías políticas que legitiman el uso de la violencia en aras de beneficiar a determinados grupos sociales. El carácter normativo de la ética tiene como fundamento un aspecto esencial de la naturaleza humana, a saber: que el hombre es un ser imperfecto pero perfectible. Si además de ser imperfectos fuéramos imperfectibles, no tendríamos ningún problema moral, al no estar obligados a desarrollar todas nuestras potencialidades. Por eso los principios éticos tienen una dimensión imperativa, pues son mandatos u órdenes que nos damos para movernos a la realización de actos que mejoren nuestra condición humana. Porque somos seres incompletos buscamos perfeccionarnos y dirigir nuestras acciones hacia lo que debe ser. Este deber ser nos presenta como una necesidad de plenitud, de cristalizar al máximo todas nuestras capacidades. Por tanto, en la ética el deber ser manifiesta como la conciencia de que no se es, pero que se puede llegar a ser. Por eso se trazan metas o fines dados por la razón y se ejecutan a través de actos que perfeccionan y ennoblecen al hombre. La ética queda plasmada como la exigencia de perfección integral de la naturaleza humana, lo cual implica la búsqueda de la excelencia como seres individuales, familiares y sociales. Como ya se ha señalado, muchas veces los fines y deberes no surgen como fruto de una reflexión propia, sino que son elegidos e impuestos de antemano por la colectividad. Incluso suelen constituir patrones de conducta que disminuyen y empobrecen el ser propio del hombre, al limitar todas sus capacidades sólo a aquéllas a las que una determinada época demanda, como puede ser el "éxito" económico. El hombre, como animal que habla y piensa, también está supeditado a los apetitos, sentimientos, emociones, estados de ánimo, prejuicios o acondicionamientos sociales y psicológicos, que lo inhiben de promocionar su dimensión específicamente humana. Por eso se hace indispensable que hagamos un análisis racional y crítico, el cual reexamine los fines y deberes vigentes, ya sea para eliminarlos, fortalecerlos o crear nuevas posibilidades. Para ello no es suficiente la razón por sí sola, sino también un coraje y una tenacidad para rectificar formas de pensamiento y conducta que la mayoría de las personas, por costumbre o por temor al riesgo y a la soledad, no estarían dispuestas a cambiar. La exigencia de perfección no puede estar centrada en un solo aspecto de nuestra personalidad, pues la naturaleza humana es algo sumamente amplio y complejo. Por eso, alcanzar una vida plena significa alcanzar un auto desarrollo integral, es decir, la realización de nosotros mismos de manera completa. Para ello existe una serie de elementos que nos configuran, que nos esculpen como personas y que estamos impelidos a desplegar. En este sentido podemos enumerar los siguientes: 1. ESPIRITUAL El ser humano busca desarrollar valores y virtudes relacionados con actividades espirituales que enriquecen su alma, no sólo para la vida presente, sino para después de la muerte física. La espiritualidad humana es la postulación del alma como sede principal, en cuyo terreno crecen la libertad y la responsabilidad, las obligaciones morales, la virtud desinteresada, la majestuosidad de la justicia, la superioridad del amor y la conciencia de un Dios bondadoso y activo, que constituye un modelo para la humanidad. El crecimiento de la espiritualidad se fomenta en la persecución de causas buenas y nobles, así como en la disposición para tener una comunión con lo divino, eterno y perfecto, practicando virtudes como la fe, la esperanza, la caridad, la piedad y la santidad. 2. FÍSICO Se trata del mantenimiento y desarrollo del cuerpo humano, visto no como un simple instrumento del alma sino como su complemento. Resulta erróneo exaltar el alma para menospreciar el cuerpo, como han supuesto algunas concepciones religiosas y filosóficas, ni tampoco debe plantearse una oposición o dualismo entre el alma y el cuerpo. Este último no es una máquina que se mueve por sí misma, separada del alma, como dice Descartes. Debemos orientarnos, más bien, según la máxima de Juvenal: "mens sana in corpore sano" (mente sana en cuerpo sano). Se trata de la armonía existente entre un estado psíquico y espiritual deseables y la buena salud física. Un cuerpo saludable y robusto favorece la obtención de un mayor vigor moral e intelectual. Como señala Spinoza, el alma y el cuerpo son dos manifestaciones distintas de una misma realidad, pues el orden y la conexión de los fenómenos corpóreos corresponden perfectamente con el orden y la conexión de los fenómenos anímicos. Con ello se establece un paralelismo o una unidad psicofísica del hombre, es decir, la indisoluble relación entre los procesos psíquicos y físicos. Como, por ejemplo, cuando el alma afecta el cuerpo, las angustias, tristezas o traumas producen alteraciones en el sistema nervioso; o cuando el cuerpo afecta el alma, los desequilibrios químicos del organismo provocan estados depresivos. Por tanto, a raíz del vínculo entre el alma y el cuerpo, también debe buscarse el perfeccionamiento de éste a través del ejercicio, el deporte o la cultura física, la buena nutrición y evitar todo tipo de exceso. Estas actividades favorecen, sin duda, la adquisición de virtudes tales como la salud, la belleza y la fuerza física. Por otra parte, el ejercicio físico no debe convertirse en una moda para cumplir con un estándar social que establece un tipo de figura que se debe alcanzar, pues ello significaría vivir en función de lo que dice la colectividad y no de un auténtico aprecio por nuestro cuerpo. 3. INTELECTUAL Consiste en el desarrollo de la mente, la inteligencia o el entendimiento. Para ello, el hombre se perfecciona a través de la educación o cultura, que lo dispone a juzgar la validez de las cosas y a pensar por sí mismo sin la guía de otros. El perfeccionamiento intelectual supone la profundización en determinados campos del conocimiento, pero implica también la adquisición de una cultura general o humanista, como ideal de la formación humana completa. Nuestra educación no debe consistir en acumular información dispersa, sino en adquirir una visión de conjunto que nos capacite para comprender y transformar el mundo. En el desarrollo intelectivo es fundamental la no fragmentación científica o cultural, pues difícilmente se podrán enfrentar problemas más allá de la rama o disciplina específica, lo que puede generar un desequilibrio de la personalidad al concentrarse en una única dirección, y sin interés, sin tolerancia y sin comunicación con los que se encuentran fuera de ella. El conocimiento es uno solo y su división en asignaturas o materias, corre el peligro de convertirse en compartimentos estancados, no estructurados ni interrelacionados ordenadamente, hasta el punto de que pueden perder interés y sentido para la vida de la persona. Por otra parte, el hombre culto que fomenta el crecimiento de su inteligencia, es alguien abierto a la comprensión de las ideas de los demás, pues ello encierra un enriquecimiento aun en el caso de que no les reconozca validez. También es alguien que conoce el pasado histórico, con el fin de interpretar mejor su presente y su porvenir. Además es capaz de apreciar las novedades en su justo valor, sin convertirlas en objeto de adoración. Asimismo, el desarrollo racional implica la posibilidad de abstraer, generalizar, deducir, inducir, comparar y valorar la información recibida. De manera que el perfeccionamiento intelectual implica adoptar una posición crítica frente a los prejuicios y estereotipos que permanecen arraigados en cada época. Por eso no debe generarse una actitud pasiva frente a los saberes consolidados, sino asumir que las respuestas que se han propuesto a los diversos problemas son siempre aproximaciones a la verdad con un carácter provisional. La búsqueda y creación de conocimientos no debe abandonarnos nunca, sobre todo manteniendo una admiración y curiosidad sobre todo aquello que nos interroga. Por tanto, podemos percatarnos de que saber por saber es un valor en sí mismo, del que no necesariamente tenemos que devengar una utilidad económica. Aristóteles dice al comienzo de la Metafísica: "Todos los hombres desean por naturaleza saber". Y más adelante agrega: "Es indigno del hombre no buscar el conocimiento que le pudiera ser accesible". Saber más significa ser más. Esto lo descubrimos cuando somos capaces de encontrar un deleite en el solo acto de saber. Si deseamos saber más, podemos conocer mejor qué somos, qué queremos hacer con nuestra vida y cómo podemos disfrutar más de todo lo bueno y bello que existe. Mediante el cultivo de virtudes como la prudencia y la sabiduría, nos conocemos mejor a nosotros mismos y a los demás, y, por consiguiente, estamos en óptima disposición para aplicar los conocimientos adquiridos a la resolución de múltiples problemas o situaciones. 4. VOLITIVO La voluntad es la apetencia o el deseo racional del hombre, y debe distinguirse de la apetencia como deseo sensible, que está dirigido sólo por los instintos irracionales. Puede observarse que la voluntad es el principio motor que pone en práctica las decisiones de la razón, al estar siempre subordinada a ella. Dice Platón que los tiranos no hacen lo que quieren, al hallarse gobernados por deseos sensibles que son contrarios a la naturaleza y a la ley y que no han sido dados por la razón, y, por consiguiente, no actúan conforme a la voluntad, es decir, conforme a lo bueno. De ello podemos derivar que quien se deja arrastrar sin medida ni orden por apetitos de comida, bebida, placeres amorosos y dinero, no sigue la voluntad sino el puro deseo. La voluntad, como principio de acción según el bien que proporciona la razón, siempre está presente en los actos virtuosos. Sin embargo, muchas veces la razón y la voluntad no operan conjuntamente sino que están al servicio de instintos irracionales. Así, por ejemplo, un hombre con el instinto de la avaricia pondrá a su "razón" a maquinar la forma de hacer cada vez mayor dinero, a la "voluntad" la someterá a empecinarse por aquellos actos que le hagan acrecentar su capital (negocios, trabajo, ahorros, etc.), y reprimirá sórdidamente los que impliquen dispendio o gasto. Por eso la voluntad debe ser una aliada de la razón y no una súbdita del deseo. No obstante, nuestra sola razón es insuficiente para alcanzar un perfeccionamiento de nosotros mismos, a menos que contemos con el ánimo, el empeño y la disciplina (la voluntad) para ponerlo en práctica. Nuestro desarrollo volitivo se forja con la realización constante de virtudes tales como el respeto, la perseverancia, la valentía, el pudor, la moderación, la responsabilidad y la lealtad. 5. AFECTIVO El ser humano debe pulir sus emociones no desde una perspectiva egoísta y utilitaria, sino teniendo apertura hacia las necesidades de los demás. Ser "afectuoso" significa un conjunto de actos o actitudes que demuestren sentimientos tales como la bondad, la benevolencia, la devoción, la protección, la comprensión, la compasión, el cariño, la gratitud, la ternura, la confianza, y se caracterizan cuando la persona, en una situación dada, "toma cuidado de" o "se preocupa por" otra persona. En este sentido, el afecto es una de las formas del amor. Este último puede entenderse, en primer lugar, cuando se da una relación selectiva entre los sexos y que se halla acompañada por efectos positivos (amistad, ternura, fidelidad, pasión, etc.). Para ello debe haber un compromiso personal recíproco y no una simple relación sexual ocasional o anónima, es decir, debe atenderse a que existe una relación en donde lo que se busca es compartir y comunicarse en lugar de dominar, y en donde cada uno trata al otro como persona y no como objeto. El amor es un salir de sí sin esperar nada a cambio. Una de las definiciones más bellas del amor es la que escribió que Johannes von Kastel: "Saca el amor al amante fuera de sí y lo coloca en el lugar del amado; y más está el que ama en el ser que ama que en el cuerpo en que respira". En el amor de pareja pueden distinguirse el amor sensitivo, que responde a los estímulos físicos y concupiscibles y que por sí solo es egoísta y narcisista, y el amor metafísico, que significa darse al otro, comunicarse y compartir vivencias en todas las dimensiones del ser: a nivel físico, volitivo, afectivo, estético, social, espiritual e intelectivo. En segundo lugar, el amor aplicado a las relaciones interpersonales se caracteriza por la solidaridad, la amistad, la fraternidad, la tolerancia y la concordia entre los individuos. Tanto el amor entre el hombre y la mujer, entre los padres y los hijos o entre ciudadanos, tiene como base el reconocimiento de la dignidad del otro, lo que implica una relación libre y recíproca, en la cual se busca el bien del otro como si fuera el propio bien. No debemos olvidar que la razón se vuelve ciega, fría y calculadora cuando no está acompañada de la voz que proviene del corazón. 6. ESTÉTICO El ser humano también se perfecciona cuando busca relacionarse con lo bello y lo sublime, ya sea cuando contempla la naturaleza y las obras artísticas, o cuando es capaz de crear cosas bellas. El nexo con el arte se da como una experiencia en donde perfeccionamos nuestro gusto y sensibilidad. Las creaciones artísticas también pueden apreciarse como otras formas de educación y conocimiento, tanto para fines morales como de compromiso social y de crítica política. En todo caso no debemos vincularnos con la belleza como un simple objeto de consumo, siguiendo irreflexivamente el gusto dominante. Nuestra relación con el arte no debe consistir en una imposición de los medios de comunicación que, al intentar masificar y uniformar nuestra sensibilidad, buscan que respondamos a intereses comerciales y no tanto estéticos. Por eso el vínculo con la belleza puede representarnos una experiencia profunda y transformadora de todo nuestro ser, permitiéndonos descubrir y comunicar a los demás una infinidad de significados y símbolos. En este sentido, resulta fundamental pulir nuestra sensibilidad y relacionarnos con la literatura, la pintura, el teatro, el cine, la danza, la música, la escultura y la arquitectura. Por otra parte, la naturaleza representa para nosotros no sólo algo bello, sino también un valor ecológico que debemos preservar, así como algo sublime (aquello que desborda nuestra capacidad de comprensión y que nos hace sentir la dimensión infinita y divina de la naturaleza). 7. SOCIAL Los seres humanos buscan asociarse por naturaleza, pues su perfeccionamiento completo sólo puede lograrse como seres sociales. En esta tónica, Kant insistió en la necesidad de las relaciones intersubjetivas, como parte esencial del desarrollo humano: "El hombre tiene una inclinación a asociarse, porque en el estado de sociedad se siente más hombre, o sea, siente poder desarrollar mejor sus disposiciones naturales". De esta manera, existe una disposición del hombre hacia el hombre, gracias a la cual el uno se siente vinculado con el otro por la paz, la amistad, la cooperación, la libertad, el pluralismo, la igualdad, la dignidad, la fraternidad, la generosidad y la solidaridad. Nuestra misión social no consiste en fomentar antivalores como la intolerancia, el individualismo egoísta o la dominación en cualquiera de sus formas, sino en asumir los grandes problemas de la humanidad como si fueran nuestros propios problemas. Nuestro bienestar económico y social nunca debe construirse sobre las espaldas de aquellos que hayan sido víctimas de la explotación, la miseria y el hambre. Por eso la aspiración suprema como seres sociales es la de forjar en forma conjunta el desarrollo de los valores verdaderamente humanos. Ello significa erradicar la discriminación, el racismo y la xenofobia, pues sólo de esa manera la sociedad humana puede evolucionar hacia la integración universal. Nuestro destino como género humano es comprender la gran lección que nos dan otros seres como las partículas subatómicas, las galaxias, las bacterias o el reino de lo biológico: la tendencia común a asociarse en armonía y a entablar vínculos de mutua dependencia. Plegarnos a ello ya no significa sentirnos superiores a nadie, ni regirnos bajo estructuras políticas piramidales, sino estar facultados para convivir, aprender y simpatizar con los otros, aun cuando sus formas de vida sean diferentes de las nuestras. Todos estos aspectos o dimensiones de nuestra verdadera humanidad pueden ser objeto de una ordenación o jerarquía, es decir, donde podamos privilegiar alguno o algunos de ellos por encima de otros. Sin embargo, todos tienen importancia, se relacionan mutuamente y requieren ser cultivados con constancia, si lo que perseguimos es un desarrollo armónico, equilibrado y saludable. El problema radica cuando alguno de esos elementos adquiere un carácter absoluto y el resto carece de consideración. En estos casos, el ser humano se fragmenta como ser completo y entra en estados de fanatismo, neurosis y depresión. En nuestro tiempo uno de los mayores peligros estriba en que la mayor parte de los individuos se han convertido en simples consumidores mecanizados y enajenados, sin otro horizonte que el comprar y el usar, a la vez que han abandonado otras dimensiones que los caracterizan como seres auténticamente humanos. Los individuos en lugar de transformarse en una masa uniforme y global, deben ser personas dotadas de singularidad, creatividad y originalidad propia e irrepetible. Por eso se hace indispensable encontrar las formas de conducta o las condiciones que permitan el perfeccionamiento integral de la naturaleza humana. En este sentido, todas nuestras dimensiones espirituales, intelectuales, vitales, volitivas, afectivas, estéticas y sociales se desarrollan y perfeccionan a través de la práctica de cada una de las virtudes y valores mencionados. No obstante, hay que considerar que esta perfección implicada en el concepto de persona, no consiste en desarrollar una serie de aspectos dispersos y separados entre sí, pues todos ellos conforman una unidad que amalgama la personalidad humana. El hombre íntegro o entero es una escultura en donde no se pueden cincelar sus partes aisladamente, sin correr el peligro de hacer perder la armonía del conjunto. 5. La Rectitud de la Ética La ética busca que los actos humanos se orienten hacia la rectitud. Con esto se indica el estudio de aquellos actos que contribuyen al perfeccionamiento humano. La rectitud puede entenderse como la concordancia entre nuestras acciones con la verdad o el bien, y significa la pauta apropiada para el desarrollo de nuestra naturaleza. Los seres humanos nos perfeccionamos cuando nuestras acciones son rectas, buenas o virtuosas. Los actos humanos no son moralmente indiferentes, pues en vistas de mejorar como persona, no da lo mismo hacer una cosa que otra. Si asumimos una actitud solidaria frente a otras personas que padecen injusticias, crecemos en nuestra dimensión auténticamente humana. En cambio, si el sufrimiento humano nos es indiferente y preferimos buscar sólo nuestro beneficio, esto constituye un acto que nos desorienta y aparta del camino de nuestra perfección humana. En este sentido, lo bueno y lo virtuoso es lo que nos hace ser más, lo que fomenta nuestro desarrollo auto integral y que de manera indudable nos conduce a la felicidad. Por el contrario, el mal y el vicio es lo que nos hace ser menos, lo que nos destruye y nos hace infelices. El bien y la virtud, al igual que el mal y el vicio, no son algo relativo y subjetivo, sino algo universal y objetivo. Con los vicios y las injusticias nos alienamos (de "alienus", otro), es decir, nos convertimos en seres distintos en relación con nuestra verdadera naturaleza. EL OBJETO DE LA ÉTICA Hemos hablado antes de la tendencia de la ética a la universalidad, en atención a sus principios. Sin embargo, la naturaleza de los objetos de la filosofía moral (principios, reglas, ideales o ideas prácticas) hace de ésta un discurso o conocimiento problemático, cuya certeza al menos va a ser estrictamente práctica. La ética no pone su objeto, como la matemática, ni lo describe sobre un hecho, como la física. Ni siquiera puede ser demostrativa de sus teoremas. De hecho, sus objetos presentan múltiples «diferencias y desviaciones», como bien dice Aristóteles (Et. Nic., 1094 b), y es por eso que sólo puede limitarse a reflexionar sobre ellos, contentándose con ser argumentativa, no demostrativa, de todo su decir sobre los mismos. Aristóteles concluye que la filosofía moral no pertenece al saber teórico (phrónesis), en el que es esencial la madurez en la experiencia de las «acciones de la vida», por una parte, y el poseer una razón práctica y deliberadora (Iógos praktikós) para versar sobre ellas (ib., 1095 a). Kant suscribe este planteamiento: la ética se circunscribe al uso de la razón práctica (praktizche Vernunft) (K. p. V., Ak. V, Prólogo) y pertenece, en último término a una “teoría de la sabiduría” (ib., 163). El objeto de la ética es para Aristóteles la praxis; para Kant es la voluntad (Wille). Para ambos es, pues, la acción en tanto que sometida a la razón: la «voluntad” kantiana se asimila, en la moral, a la razón práctica. Por eso, y precisando más, el objeto de la ética no es tanto la acción cuanto lo que guía la acción. La ética, dice Kant, no puede ordenar más que las «máximas o reglas de la acción, no la acción misma. Deja, así, una abertura al libre arbitrio de cada uno para el cuándo y el cómo de la observancia de la ley moral (Tugendlehre, Ak. VI, 390). Conviene añadir que la ética no sólo, como filosofía moral, tiene por objeto lo que guía la acción, sino también la no – acción. Se refiere a las reglas que aplicamos en nuestra acción, bien sea hacia los demás, generalmente, bien sea hacia nosotros mismos, e incluso hacia los animales y la naturaleza en su totalidad. Pero asimismo puede deliberar sobre las máximas que han conducido a una no acción u omisión de conducta. Pues hay un «no hacer» moral (la desobediencia civil justa) y un «no hacer» inmoral (desobediencia civil injusta). En cualquier caso, la ética no tiene por misión fijar un conjunto de objetivos prácticos, considerar su realizabilidad o prever los resultados de una asignación de fines prácticos. Su tarea es averiguar las condiciones de posibilidad de estos mismos objetivos prácticos, que por lo demás, le ofrecerá esta o aquella “moral”. Es decir debe estudiar las reglas que guían la acción y probar su fundamentación. Tras ello podrá decir si una regla tiene “validez” o no para el comportamiento moral. A la ética no le importa saber si una prescripción moral es mejor que otra, sino que reúne la legitimidad para que se pretenda de esta forma. En esta operación poco tienen que decir las ciencias físicas y las ciencias sociales; o no tienen, al menos, la última palabra. Los elementos que ellas nos prestan pertenecen a la esfera de los hechos. Pero ya hemos dicho que la filosofía moral no discute tanto sobre ellos como sobre las normas que los guían. La ética se limita a deliberar sobre lo que sólo puede ser materia de la reflexión, y a tanto no alcanza, con todo su saber, la ciencia que versa sobre la acción en cuanto hecho empírico. En síntesis, la ética se propone el estudio de un cierto tipo de acción humana normativa a la que llamamos acción moral y al objeto de averiguar la validez de sus preceptos y principios. Sin duda aquí «normativa» no debe aceptarse en el sentido de meramente reglada o reglamentada: de esa clase de acción se ocupan ya, por ejemplo, las ciencias jurídicas o la psicología social. La acción normativa que atañe al filósofo moral es aquella cuyos principios y preceptos (1) constituyen los únicos móviles de esta acción y (2) son libremente obedecidos por el sujeto agente. Pues ésta es la clase de acción normativa que merece en exclusiva el calificativo de moral. ORIGEN HISTÓRICO - ETIMOLÓGICO El término «ética» es todavía para Aristóteles un adjetivo (éthikos). Por ejemplo, al hablar de las virtudes «éticas». Lo que hoy llamamos «ética» en sustantivo, pertenecía en el mismo autor a los prolegómenos de la Politiká, como parte dedicada al estudio de los principios de la praxis. Pero sus discípulos y luego Epicuro hablan ya de una Ethiká o ciencia de lo que es costumbre (éthos). Los escritores latinos, con Cicerón, transforman aquel adjetivo en moralis, de la raíz mos (en plural mores), que significa asimismo «costumbre». Con la filosofía escolástica recobra su sustantividad como Morale o indistintamente Ethica. En las lenguas modernas los nombres de Moral y Ética, en su uso filosófico, referirán generalmente lo que es investigación sobre usos y costumbres. Para Kant la ética es «Metafísica de las costumbres». En Hegel es estudio de la Sittlichkeit o moralidad identificada con las propias costumbres (Sitten). Todavía la sociología de la moral se querrá, en nuestro siglo, science des moeurs o ciencia de las costumbres. Sin embargo, la filosofía moral del siglo XX ya no se propone el estudio de los hábitos humanos, objeto reservado con más propiedad a las ciencias sociales. En cuanto a su origen etimológico, el “ética” para empezar, presenta tres ascendientes. Puede, por un lado, provenir del nombre éthos (con épsilon al inicio), que significa, tal como hemos dicho, «hábito» o “costumbre». Éste es el sentido más generalizado de lo ético para los griegos. Puede, por otra parte, derivarse del sustantivo Ethos (con eta o «e» larga al principio), que significa dos cosas a la vez. Así, quiere decir lugar habitual» donde se vive, y, asimismo, “carácter habitual” de la persona. El ascendiente más arcaico de la palabra «ética» coincide con este primer significado de lo ético o moral como expresivo de la morada del hombre (Rousseau, Disc., 126; Heidegger, carta, 187). El más nuevo se apoya, sin embargo, en la acepción de éthos como carácter del individuo agente. Ese es el sentido principal de lo ético para Aristóteles y el que a lo largo de la historia se entrelaza más a menudo con general de hábito o costumbre. Tanto Aristóteles como Kant recogen esta relación del carácter con los hábitos. Podemos hacer del primero una «segunda naturaleza” si nos acostumbramos, respectivamente, a obrar de forma virtuosa y a actuar por respeto a la ley moral. Incluso para el Estagirita, esta relación se presenta en una íntima circularidad: el carácter se adquiere con el hábito, para iniciar el cual hay que tener, sin embargo, bastante de lo primero. Para salir de la confusión Aristóteles mismo recurre a la distinción entre éthos o carácter producido por la cultura personal en una «forma de vida” y éxis o carácter anímico, «manera de ser» previa a la adquisición del carácter en aquel sentido. La etimología es menos sesgada para «moral». En el vocablo latino mos y su plural mores prevalece el significado de costumbre que la filosofía escolástica refuerza, a su vez, «carácter». Para los antiguos romanos la invocación a la costumbre heredada de los antepasados poseía más fuerza constrictiva que el recurso a la lex. “¿De qué sirven las leyes, vanas sin un cambio de costumbres?», escribe Horacio (Odas, 111, 24), por lo pronto y siempre hay que obedecer al mos majorum, la costumbre de los predecesores que enseña a todos a actuar con resolución y sin arbitrariedades. Familia, ejército y estado se mantuvieron en pie durante siglos gracias al código normativo de los mores. La educación, dice Catón el Viejo, ha de encargarse de perpetuarlos para conservar en todos los órdenes del Imperio el sentido del deber y de la disciplina. Esta interpretación de lo moral como lo que es «costumbre» es, asimismo, el que ha prevalecido prácticamente hasta hoy. MORAL Y ÉTICA Entonces, ¿es lo mismo decir hoy «ética» que «moral»? En un sentido popular, sí, pero en un plano intelectual no es lo mismo. La moral se refiere con cierta vaguedad, al tipo de conducta reglada por costumbres o por normas internas del sujeto, la «filosofía moral» o disciplina filosófica que estudia las reglas morales y su fundamentación. En sentido más laxo indica, usada como sustantivo, aquella conducta moral de la que es capaz de dar cuenta o razonar uno mismo (“El ministro actuó al margen de toda ética»). Usada como adjetivo señala, por lo general, la calidad ética, en esta anterior versión, de cualquier acto o norma moral («La dimisión del ministro ha sido ética»). Podíamos decir, por lo tanto, que hay muchas «morales» y no menos éticas o «filosofías morales», pero una sola ética o conducta, consistente en una forma razonadora - capaz de dar cuenta de sí misma - de ser moral. Mientras que la moral tiende a ser particular, por la concreción de sus objetos, la ética tiende a ser universal, por la abstracción de principios. De acuerdo con esto podemos establecer también, aunque por modo negativo, que algo es «moral» cuando se opone a lo “inmoral” o contrario a ciertas normas o costumbres, y a lo “amoral”, o falto de algo de ellas. De la misma manera algo es «ético» cuando es contrario a cualquier conducta que carece de principios, a la que llamamos «injusta» o «sin ley» y en todo caso injustificada. Puede abrigarse la sospecha de que ésta distinción entre moral y ética aleja a ésta sustancialmente de la primera, y por ende de la vida. Se distingue, pero no diverge de ella. Al considerar lo ético, según apuntó Aristóteles, como ligado peculiarmente al «carácter» (éthos) del agente, la ciencia que lo estudia cae dentro de la «filosofía del hombre», al decir del mismo autor, y no es ajena a la pretensión de transformar, en la práctica, su propio objeto de estudio. En una palabra, la ética, para este filósofo, está justificada en su preocupación por obtener un determinado carácter al compás de una cierta clase de vida. AI fin y al cabo no se nos juzga «buenos» o «malos» por nuestra forma de argumentar o por nuestras meras emociones, sino en exclusiva por nuestras actividades: por lo que hacemos deliberadamente con nuestra vida (Et. Nic., 1106 a). Son los argumentos quienes deben servir a los hechos, y no al revés, porque éstos son más convincentes que aquellos (ib., 1172 b). La ética, pues, no puede perderse en una reflexión interminable que no alcance nunca a nuestra clase de vida. Píndaro, al decir « ¡Llega a ser quien eres! » (Píticas, 11, 72), y en otro vértice histórico la épica existencialista de la «autenticidad», expresan intensamente el valor del carácter, luego del despliegue de Ética del hombre. Los moralistas, por otra parte, han identificado este conocimiento con el de todo el carácter: así Teofrasto, en la antigüedad, y su émulo La Bruyére en sus respectivos Caracteres. Cumple, en este lugar, recordar el contrapunto filosófico de Kant en torno a la relación entre le carácter y la ética. “Temperamento” es aquello que la naturaleza del hombre, mientras que “carácter” (charakter) es lo que el hombre hace de si mismo mediante una voluntad sometida a la ley moral (Anthropologie). VII, 291). No hay “valor” alguno para el primero; a lo sumo puede dársele “precio”. El carácter, en cambio, ganado poco a poco con el respeto a la ley moral, y que no es obra de la herencia ni la imitación, constituye para Kant la “originalidad de la índole moral” del hombre (ib., 293). Sin una acción, pues, por principios prácticos – sin un comportamiento ético - no adquiriríamos un carácter, atributo de todo “hombre de principios”” (Mann von Grundsatzen) (ib. 295). Incluso por naturaleza, al margen ahora del respeto a la ley moral, puede cada individuo de la especie humana poseer carácter. Pues la especie se señala a si misma unos fines, con lo que cada miembro se va dotando al mismo tiempo de racionalidad y, por ésta, de carácter moral (ib, 321). LAS DIRECCIONES PRINCIPALES DE LA ÉTICA DE LOS VALORES Hay tres direcciones principales en la actual Ética de los valores: la pragmatista, la apriorista y la teleológica. Las tres direcciones escindidas interiormente en multitud de diferencias de opinión se distinguen unas de otras según retrotraigan el conocimiento de los valores respectivamente a la experiencia de utilidad, al conocimiento intuitivo sentimental o al conocimiento de los fines prescritos en la realidad misma del ser. LA ÉTICA TELEOLÓGICO DE LOS VALORES Como las otras, también está dirección se escinde en múltiples variantes, principalmente según que acentúen, más o menos, uno u otro de los tres aspectos: realidad, intuición, y verdad de los valores. En cambio, están todas ellas de acuerdo en que los valores morales se refieren al ser y a las metas esenciales de la vida prescritas al hombre en su naturaleza, y en que los principios axiológicos morales más generales, aunque solamente éstos, son inmediatamente accesibles a la conciencia individual en las verdades éticas inmediatamente evidentes. Esta es la Ética de los valores que se defiende en la presente obra. LA ÉTICA PRAGMATISTA DE LOS VALORES Se halla hoy en franca expansión, y por cierto no sólo en el círculo lingüístico anglosajón, sino también en el germano. Así Gehlen cree poder decir: «puesto que el pragmatismo es la única filosofía, entre las hasta ahora aparecidas, que considera al hombre como ente que obra, hay que preferirla a cualquier otra.» El pragmatismo de los valores es la Ética del humanismo de los creyentes en la ciencia (cientificistas). Este humanismo descansa sobre una interpretación de la naturaleza humana basada exclusivamente en las ciencias empíricas (sobre todo en la Biología, Psicología y Sociología). El valor es lo que fomenta la vida y la cultura, y se mide por las consecuencias que producen las metas de valor en la «praxis», o sea en las acciones por ellas determinadas. En este sentido la Ética pragmatista es una Ética del éxito. Todo pragmatismo ético niega validez absoluta a los valores; éstos poseen únicamente la validez condicionada (relativa) conforme a su posición como medios al servicio de la conservación y fomento de la vida. Las formas hoy más importantes del pragmatismo ético son el materialismo dialéctico, el evolucionismo biológico (bien es lo que se muestra eficaz en el proceso evolutivo; por tanto, todos los valores están plenamente condicionados por la evolución) y el positivismo lógico. Todas las direcciones del pragmatismo vienen a tropezar con dos hechos, lógico el uno y psicológico el otro, que muestran que su interpretación de los valores no es suficiente.- Por una parte, el enjuiciamiento del «éxito» presupone la admisión de valores, porque para juzgar qué es lo que fomenta y qué es lo que no fomenta la vida se necesita una previa admisión de valores; decidir si es la paz (como pensaba Gandhi) o la guerra (como opinaba Nietzsche) lo que favorece la vida y la cultura, presupone ya ideas del «bien» individual y social y, por consiguiente, intuiciones de valor que no se deducen de las «consecuencias». Por otra parte, el hombre conoce con toda certeza valores que le obligan en virtud de un deber independientemente de toda consideración sobre su utilidad o éxito. Realmente los principios morales de valor más generales se han mostrado tan independientes de la evolución como las verdades matemáticas universalmente conocidas. LA ÉTICA APRIORISTA DE LOS VALORES En tres aspectos se opone la doctrina apriorista de los valores a la doctrina pragmatista de que hemos hablado. Según la interpretación apriorista, ni los valores morales tienen nada que ver con los fines ni su conocimiento con el conocimiento intelectual o «científico», sino que se funda en el sentir. Este capta cada valor en una especie de intuición dotada de inmediata evidencia; fundamentar estas intuiciones ni es necesario ni posible. Dado que las teorías siguientes basan el conocimiento de los valores únicamente en esa certeza de la intuición inmediata, se las puede caracterizar como aprioristas. Según la filosofía de los valores de Scheler, los valores no se captan mediante la razón pensando conceptualmente, sino en el sentir y preferir, en el amor y odiar, y, con ello, en modos de conocimiento espiritual completamente diferentes de la percepción sensible y del pensar conceptual; al intelecto le son los valores tan inaccesibles como al oído los colores. Los valores son «cualidades materiales”, “un dominio peculiar de objetos”, independientes en su ser de cosas y fines. Independientes de las cosas. «el valor de la amistad no es afectado porque mi amigo sea un falso amigo y me traicione». Independientes de los fines: no pueden ser determinados y medidos mediante fines, «ya se trate del fin del mundo o de la Humanidad, o del fin del apetito humano o del llamado último fin». Realmente sólo los principios axiológicos generalísimos (verdades éticas) son inmediatamente evidentes por sí mismos (evidentes en virtud de intuición), y, por tanto, irreducibles a otras intuiciones. Pero en modo alguno captamos en esta intuición inmediata el carácter axiológico de cada virtud particular. En otro caso no se entendería cómo los distintos pueblos han establecido en sus morales distintas tablas de valores. Las intuiciones inmediatas de los valores morales no vienen dadas por sólo los sentimientos espirituales, por mucho que se hallen inseparablemente unidos con ellos. El hecho de que el saber del bien y del mal, esto es los principios axiológicos éticos elementales, surjan a la conciencia universal humana como un saber en el sentido de conocimiento verdadero y cierto, lo mismo que el saber de los primeros principios del conocimiento, demuestra que se trata de intuiciones racionales. Además, no es verdad que el hombre en sus decisiones morales cotidianas sea dirigido únicamente por intuiciones de valor; al contrario, piensa las razones por las que debe, obrar así o del otro modo, y no le cabe duda de que con ello ejercita su inteligencia. A diferencia de Scheler, Hartmann separa por completo valor y realidad; los valores son esencias con una manera de ser parecida a la de las Ideas platónicas. No obstante, ya el uso lingüístico atestigua que, en lo «valioso» y «sin valor», hay una relación especial a la realidad humana. Tanto se aleja Hartmann, con su hipótesis de las esencias de valor existentes en sí mismas, de la experiencia inmediata, que ningún pensador importante le ha seguido en esto. Además, contradice también la teoría hartmanniana de los valores a la realidad (por las razones ya expuestas a propósito de Scheler), en cuanto que, en la vivencia originaria de los valores, en modo alguno pueden captarse inmediatamente todos los valores especiales, así como las virtudes como tales y en particular, sino que sólo se pueden intuir inmediatamente los principios más generales de valor (las verdades éticas elementales). También G. E. Moore parte, como Hartmann, de que el «bien» designa el valor moral fundamental, y, como él, afirma que no podemos saber lo que es el bien. Al definir el color verde como ondas luminosas, es claro que no son éstas lo que entendemos por color verde, «no son ellas lo que percibimos». De modo semejante las cosas buenas son algo distinto del bien, y el objeto de la Ética lo constituye la investigación de las otras propiedades ligadas con lo bueno. Pero es un error creer que con tales propiedades podamos definir exhaustivamente lo «bueno» en sí. Este error es la «falacia naturalistas, en que caen, por una parte, el utilitarismo al reducir el bien al «placer» y, por otra, la Ética metafísica al reducirlo a una «realidad supersensible». Así, pues, a la primera pregunta de la Ética, qué es el valor moral básico, no es posible dar respuesta científica. Tal valor es objeto de un conocimiento apriorista: del «simple, indefinible, irresoluble» valor fundamental del bien. Aunque también Moore esté de acuerdo en que el «bien» es algo intuible y por ello indemostrable, no por eso es el bien «irresoluble» e inaccesible a la determinación de contenido. Basta para demostrar esto el que ya el entendimiento sencillo se pregunta «por qué» debe juzgar «bueno» lo que le trae desagradables exigencias, y el que ya la conciencia ética elemental está cierta de que hay una «relación» de lo «bueno» a la naturaleza racional humana. Realmente el «bien» no sería solamente indefinible, sino también un concepto sin contenido si no lo pudiese determinar más que mediante la contraposición a toda realidad sensible o suprasensible, y todo lo demás fuera mera “falacia naturalista”. De ser así, nuestra conciencia nos diría que hay bien y mal, pero nada nos diría sobre qué es el bien y el mal, nada sobre los deberes en general y en particular; también la Ética comprobaría un conocimiento meramente apriorista, pero nada podría decir sobre su contenido (escepticismo). Pero esto se halla en contradicción con dos hechos apenas discutibles: que cada hombre tiene conciencia psíquica de un saber seguro sobre ciertos principios generales que le informan sobre lo bueno y lo mala en el obrar diario, y, en segundo lugar, que está también cierto de que estos principios le informan sobre deberes absolutos. ÉTICA GENERAL Y ÉTICA PROFESIONAL La palabra "profesión" se deriva del latín, con la preposición pro, que significa delante de, en presencia de, en público, y con el verbo fateor, que significa manifestar, declarar, proclamar. De estos vocablos surgen los sustantivos professor, profesor, y professio, profesión, que remiten a la persona que se dedica a cultivar un arte o que realiza el acto de saberse expresar ante los demás. Con base en ello, puede decirse que la profesión es beneficiosa para quien la ejerce, pero, al mismo tiempo, también está dirigida a otros, que igualmente se verán beneficiados. En este sentido, la profesión tiene como finalidad el bien común o el interés público. Es más, nadie es profesional, en primera instancia, para sí mismo, pues toda profesión tiene una dimensión social, de servicio a la comunidad, que se anticipa a la dimensión individual de la profesión, la cual es el beneficio particular que se obtiene de ella. En tiempos del Imperio Romano a las personas que realizaban hazañas a favor de la patria, el pueblo les tributaba gloria imperecedera para su nombre. Estos hombres por otros medios tenían asegurada su subsistencia y no aceptaban dinero como pago a su labor, solamente recibían los "honores" concedidos por su comunidad. La fuerza que los movía era el cumplimiento de sus deberes, tanto en relación con los demás como consigo mismos, en aras de contribuir a la prosperidad comunitaria. En nuestro tiempo, la remuneración o estipendio que se le da al profesional como sueldo periódico recibe el nombre de honorarios. A la luz de estos elementos, el ejercicio de la profesión significa el actuar principalmente con vistas al bien común y en segundo término como medio para el beneficio personal. El individuo es interdependiente de su sociedad y por eso la realización de todas sus capacidades sólo es posible en una sociedad capaz de propiciarlas. Resulta absurdo buscar el propio beneficio, sin importar el beneficio comunitario, porque lo que pase en cualquier colectividad siempre afectará para bien o para mal a todos sus integrantes. Con claridad meridiana Pericles afirma: "Es más útil para los particulares una ciudad próspera en su conjunto, que otra que disfruta de buena fortuna para muchos de los ciudadanos, pero que está decaída como totalidad, pues un hombre cuyos asuntos personales marchan bien, no por ello deja de perecer en unión de su ciudad cuando aquélla es arruinada, mientras que el desafortunado se salva mucho mejor en una ciudad de próspera fortuna” Al término "profesión" debe asociársele la idea de "servicio", pues, al hablar de las profesiones, existe una conexión entre la práctica profesional y la vocación que se tenga hacia ella. La palabra "vocación" procede del verbo latino "voco", que significa llamar o convocar. La vocación es el llamado que sentimos en nosotros mismos para profesar un espíritu de servicio en aras del bien universal. En alemán el término "Beruf" tiene el doble significado de "profesión" y "vocación", lo cual remite a una concepción religiosa del trabajo en donde Dios le hace un llamado al hombre para que lo cumpla a través del desarrollo de su profesión. La conciencia de servicio y responsabilidad social es una misión divina que todo ser humano debe descubrir, como forma de realización en la tierra. La profesión adquiere un carácter sagrado y puro, que se basa en el servicio altruista a la sociedad, para que los demás vivan mejor, el mundo progrese y, consecuentemente, nosotros también progresemos. El que no vive para servir no ha encontrado su llamado para vivir. Por eso en toda profesión existe un cumplimiento de deberes, dados por designio divino (sentido religioso), y como manifestación del amor al prójimo y servicio a los demás (sentido ético). El predominio de los intereses egoístas, el afán de lucro y la ciega obtención de las utilidades propias de una categoría social, significan la manera de desvirtuar y degenerar la profesión. Como dice brillantemente Froebel: “Es humillante insensatez considerar que el hombre trabaja, obra y crea solamente para conservar el propio cuerpo, la propia envoltura, para procurarse pan, vivienda y vestido; no, el hombre originariamente crea solamente para dar forma fuera de sí mismo a lo que hay en él de espiritual, de divino, y para conocer así la propia esencia divina y la esencia de Dios. Que de esto le llegan luego también, el pan, la vivienda y el vestido.” El reino de los valores éticos y espirituales se vuelve plenamente efectivo cuando el hombre hace que sean parte de su naturaleza y parte esencial de su trabajo, aportando con ello, un inmenso grano de arena a un mundo que crece en humanidad; así como el trabajo, sin valores éticos y espirituales, provoca que el hombre se convierta en una máquina insolidaria e irresponsable. Las diversas profesiones surgen históricamente a raíz de la progresiva división del trabajo. Por lo común se distingue la profesión –que se adquiere a través de una larga preparación universitaria– de los oficios o trabajos manuales, en donde lo que predomina es el carácter empírico. Lo importante es establecer que, para alcanzar un óptimo desarrollo laboral y humano, tanto las profesiones como los oficios requieren que las personas que los ejerzan sean excelentes, creativas e innovadoras. Resulta injustificado hablar de trabajos serviles, pues todo trabajo tiene una dignidad inalienable. Por eso en el trabajo concurren dos dimensiones: A) la subjetiva, o sea, el ser humano o el sujeto que trabaja; y B) la objetiva, o sea, la obra o el objeto producido por el trabajo. Estas dos dimensiones son inseparables e igualmente importantes. Lo que un niño hace para darlo como obsequio tiene valor sobre todo porque el niño lo hizo (dimensión subjetiva) y menos por el regalo mismo (dimensión objetiva). Por eso la raíz más profunda del trabajo humano es la que procede de su intimidad, su creatividad y su libertad, para luego proyectarse en la obra que construye, pues nada hay en el hombre que se parezca tanto a sí mismo como aquello que hace. Antes de realizar un trabajo existe por parte del profesional esfuerzo, dedicación, amor, diligencia, responsabilidad, preparación académica, que luego se traducirán en una obra digna de su creador. Así como somos imagen de Dios, tenemos una naturaleza divina e inmortal porque somos la obra de un ser divino e inmortal. Proporcionalmente, las cosas que creamos llevan nuestro sello personal y son semejantes a nosotros. De esta manera, en todo trabajo, independientemente del valor económico que le corresponde, el hombre se dignifica y ennoblece a sí mismo, y hace que el mundo progrese y sea más humano. Por tanto, el trabajo es un instrumento mediador que le permite al ser humano humanizar y dotar de dignidad los seres que crea en el mundo. Un aspecto esencial de la naturaleza humana es el de su trascendencia individual y, por consiguiente, el de su trabajo. El ser humano después de la muerte puede trascender a través de las cosas buenas que haya hecho, que, en el caso del trabajo, corresponde a su contribución a luchar, desde su puesto, por una mejor humanidad. El valor de una profesión se mide por el grado de servicio que hagamos al bienestar general. Debemos considerar que todo trabajo es digno, merece profundo respeto y tiene que ser justamente retribuido. Desde el trabajo de limpiar las cloacas hasta el de Presidente de la República, son puestos útiles e importantes al contribuir al desarrollo de la colectividad. Desde un punto de vista particular y subjetivo, sustentado en estereotipos sociales, los diversos trabajos tienen un determinado estatus y se los aprecia diferente en relación con otras ocupaciones en donde suele predominar el trabajo corporal; pero desde un punto de vista universal, que es el de la especie humana en su conjunto, no hay jerarquías en los trabajos: todos son necesarios e interdependientes. En suma, a través del trabajo cada individuo, de acuerdo con su vocación y aptitudes, se transforma a sí mismo y a la realidad existente, proyectándole sus valores humanos. Debe atenderse que el verdadero sustento de una profesión es la condición de persona. En el momento en que separamos nuestra humanidad de la profesión es cuando se termina privilegiando únicamente lo económico y lo material, y engendrándose una alienación en la que el trabajo se vuelve una mercancía, vendible al mejor postor. En toda actividad que deshumanice y haga perder los valores inherentes a la condición de persona, sólo por obtener dinero, tenemos la obligación, como miembros de la especie humana, de denunciar y rechazar. Con base en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada en París, el 10 de diciembre de 1948, en el seno de la Organización de las Naciones Unidas, pueden considerarse los siguientes artículos que, en torno a la dignidad del trabajo, siempre debemos velar por su cumplimiento: Artículo 23. 1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo. 2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual. 3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. 4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses. Artículo 24. Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas. Todas las profesiones implican una ética, puesto que siempre se relacionan de una forma u otra con los seres humanos: unas de manera indirecta, que son las actividades que tienen que ver con objetos –como la construcción de puentes y edificios, la reparación de automóviles, de equipos de cómputo, etc. –, aunque en última instancia siempre están referidas al hombre. Así, por ejemplo, si un ingeniero diseña una carretera y se percata de que sus condiciones se prestan para que ocurra un gran número de accidentes, faltaría a su ética profesional si autoriza ese proyecto, aun cuando estuvieran de por medio intereses políticos y económicos. Otras profesiones se relacionan de manera directa con los seres humanos, como son los casos de educadores, periodistas, psicólogos, médicos, abogados, etc. Para estos últimos son más evidentes las implicaciones éticas de su profesión, puesto que deben dar un trato hacia los demás de persona y no de objeto. La ética de cada profesión depende de los deberes o la "deontología" que cada profesional aplique a los casos concretos que se le puedan presentar en el ámbito personal o social. La deontología es el estudio o la ciencia de lo debido (del griego: to déon, lo necesario, lo conveniente, lo debido, lo obligatorio; y de lógos, estudio o conocimiento). La deontología es un conjunto de comportamientos exigibles a los profesionales, aun cuando muchas veces no estén codificados en una reglamentación jurídica. En este sentido, la deontología es una ética profesional de las obligaciones prácticas, basadas en la acción libre de la persona, en su carácter moral, carentes de un control por parte de la legislación pública. El fuero interno es el único tribunal que sanciona las acciones que son impropias dentro del marco ético de la profesión. La deontología es el cumplimiento de los deberes que a cada cual se le presentan según la posición que ocupe en la vida, y que están dados por el grado de compromiso y conciencia moral que se tenga con respecto a la profesión. La indagación y el acatamiento de los principios deontológicos significan dirigirse por el camino de la perfección personal, profesional y colectiva. Existen también una serie de normas cifradas en un código de ética, que están supervisadas por un colegio profesional respectivo. Muchos de esos principios pueden resumirse en los siguientes: guardar fidelidad a la institución o al patrono que suministra el trabajo; dirigirse a los colegas con respeto y consideración, evitando la competencia desleal; actualizarse con los conocimientos propios de su disciplina; guardar el secreto profesional; no sacar provecho de la superioridad del puesto para manipular o chantajear a otros; etc. ÉTICA Y MORAL La palabra "ética" proviene del griego y tiene dos significados. El primero procede del término éthos, que quiere decir hábito o costumbre. Posteriormente se originó a partir de éste la expresión êthos, que significa modo de ser o carácter. Aristóteles considera que ambos vocablos son inseparables, pues a partir de los hábitos y costumbres es que se desarrolla en el hombre un modo de ser o personalidad. También es el primero en hablar de una ética como una rama específica de la filosofía y en escribir un tratado sistemático sobre ella. Más tarde a través del latín se tradujo este concepto bajo la expresión mos, moris (de donde surge en castellano la palabra "moral"), que equivale únicamente a hábito o costumbre. La ética y la moral tienen en común el hecho de guardar un sentido eminentemente práctico; sin embargo, la ética es un concepto más amplio y rico que la palabra moral. De esta manera, puede entenderse por moral cualquier conjunto de reglas, valores, prohibiciones y tabúes procedentes desde fuera del hombre, es decir, que le son inculcados o impuestos por la política, las costumbres sociales, la religión o las ideologías. En cambio, la ética siempre implica una reflexión teórica sobre cualquier moral, una revisión racional y crítica sobre la validez de la conducta humana. En tal caso, la ética, al ser una justificación racional de la moral, remite a que los ideales o valores procedan a partir de la propia deliberación del hombre. Mientras que la moral es un asentimiento de las reglas dadas, la ética es un análisis crítico de esas reglas. Por eso la ética es una "filosofía" de la moral, si se entiende la filosofía como un conjunto de conocimientos racionalmente establecidos. La moral nace con la existencia misma del hombre, pues históricamente no se conoce ningún pueblo, por "salvaje" o "primitivo" que se lo quiera suponer, que no haya tenido normas, pautas o rituales de conducta. En cambio, la ética como saber teórico que justifica o legitima la conducta moral, es relativamente reciente y aparece con el advenimiento de la filosofía en el siglo VI A. C. en Grecia. Sin embargo, la práctica de una ética teórica en sentido estricto surge hasta el siglo V A. C. con Sócrates, quien hace tambalear la moral de su sociedad al proponer como primordiales los valores espirituales antes que los materiales: Mi buen amigo –dice Sócrates–, siendo ateniense, de la ciudad más grande y más prestigiada en sabiduría y poder, ¿no te avergüenzas de preocuparte de cómo tendrás las mayores riquezas y la mayor fama y los mayores honores, y, en cambio no te preocupas ni interesas para nada por conocer el bien y la verdad ni de hacer que tu alma sea lo mejor posible? Y si alguno de vosotros lo pone en duda y sostiene que sí se preocupa de eso, no le dejaré en paz ni seguiré tranquilamente mi camino, sino que le interrogaré, le examinaré y le refutaré, y si me parece que no tiene ninguna virtud (areté), sino que simplemente la aparenta, le increparé diciéndole que siente el menor de los respetos por lo más respetable y el respeto más alto por lo que menos respeto merece. La moral suele ser inseparable de las costumbres humanas, las cuales dependen de la época, el clima, la región geográfica o de cualquier evento circunstancial. En este sentido, la moral es cambiante y relativa a determinadas prácticas culturales. El hombre generalmente se halla determinado por los valores de la sociedad en donde vive, y por eso considera que las conductas acertadas son las que se amoldan a esos patrones. Incluso en un caso tan controvertible como el aborto, llama la atención que las mujeres de los países cuya práctica es legal suelen padecer menor remordimiento que en aquellos en que es ilegal e inmoral. Usualmente, el influjo que ejerce la sociedad sobre sus miembros siempre es mayor que el esfuerzo por educar a cada nueva generación de acuerdo con su propio y verdadero sentido. Así, la estructura de toda sociedad descansa en las leyes y normas escritas o no escritas que unen y ligan a los individuos. De esta manera, la moral es lo que no es diferente dentro de toda forma de asociación, lo mismo si se trata de la familia, una clase social, una estirpe o un Estado. El problema de fondo radica en que el hombre si es un simple ser pasivo que acepta todos los estándares de conducta que la sociedad le confiere, esta sociedad se hunde porque por lo general no son los valores más humanos los que prevalecen. A pesar del incesante "cambio" de moral, lo importante estriba en establecer un criterio para delimitar las acciones buenas de las malas. Si consideramos que el ser humano es sólo un ser de costumbres, realmente no lo podríamos distinguir del animal. Pero si consideramos que es un animal con lógos, es decir, que habla y piensa, lo bueno y lo malo no sólo es elegido por la colectividad, sino por la propia razón. Muchas veces el hombre cree que piensa por el solo hecho de seguir los dictados de la mayoría y no se percata de que la sociedad, aun antes de que nazca, ya le ha escogido sus valores. Pero si alguien es capaz de reexaminar esos valores, ya sea para eliminarlos, fortalecerlos o formar otros nuevos, ello implica que también es capaz de pensar por sí mismo y de elaborar una ética o filosofía moral. Por eso resulta fundamental el que la razón se convierta en una fuerza que le permita gobernar al hombre los apetitos que comparte con los animales, al dominarlos en una medida compatible con el bienestar de todo su ser. Si los seres humanos únicamente reaccionáramos ante los estímulos del medio, en nosotros sólo imperaría lo instintivo e irracional. Pero además de ello, podemos crear otorgando significados y símbolos y elevar nuestra humanidad a veces a costa del sacrificio de nuestra utilidad personal. Filósofos como Platón y Aristóteles distinguieron la razón de la sensibilidad, considerando a esta última como la fuente de las creencias infundadas y como el origen de los apetitos que se comparten con los animales. Asimismo, a los estoicos se les debe la división entre los animales y los hombres: a los animales les es dado como guía el instinto, que los lleva a conservarse y a buscar lo ventajoso para ellos; a los hombres les es dada la razón como la más perfecta guía y, por tanto, para ellos vivir conforme a la naturaleza significa vivir conforme a la razón. La racionalidad humana es el elemento que nos libera de prejuicios (ideas fundadas en la ignorancia), estereotipos (imágenes rápidas y simplificadas de la realidad) u opiniones arraigadas pero falsas, y que nos permite establecer un criterio universal o natural para regir nuestra conducta. En este sentido, la razón es capaz de penetrar en las leyes que rigen la perfección y la dignidad humanas, las cuales son válidas para todos los tiempos y todas las culturas, siempre y cuando no sean el resultado de los intereses individuales o las conveniencias egoístas. Por eso la misión de la humanidad se centra en fundamentar una ética cuyos valores sean universales y permanentes, y no el monopolio de una raza, un credo o una determinada civilización. La ética es el arte de la perfección humana que se extiende desde los individuos concretos hasta el conjunto de todos los seres racionales. En este orden de cosas, la ética es una forma saludable de vida que muchas veces implica apartarse de las prescripciones que imponen los grupos mayoritarios, en vistas a un desarrollo auténticamente humano. DESARROLLO ONTOGENÉTICO DE LA MORAL Kohlberg L. en su libro "La Psicología del Desarrollo Moral" (1992), basándose en los estudios de Jean Piaget, elabora un modelo ampliamente aceptado de desarrollo moral. Según él, los seres humanos pasan a través de las siguientes etapas: el juicio moral preconvencional, convencional y postconvencional. En el Juicio Moral Preconvencional, donde la moral es externa y antes de los siete años el niño se encuentra en el Estadio I, en el cual la moralidad depende de la autoridad que manda, es heterónoma, es decir externa. En el Estadio II (entre los 7 y los 11 años), la moralidad se hace cognitiva y el niño puede ver las cosas desde una perspectiva a distancia y lógica (reversible), entendiendo el punto de vista de la autoridad. Adquiere gradualmente la noción de justicia, la cual significa que todo el mundo debe recibir lo mismo (la misma cantidad de torta), que se debe devolver a otro el mal que éste ha hecho (devolver al otro el golpe que le dio), también para él la ausencia de castigo implica la ausencia de falta. El Juicio Moral Convencional, donde la moral es externa - interna, ocurre el Estadio III, es la moralidad del preadolescente y adolescente, donde se asume la perspectiva de los intereses del grupo, se vive de acuerdo a lo que los otros esperan de uno como miembro del grupo o de la sociedad; hay tendencia al conformismo, se forjan ideales de buena conducta y lo convencional es hacer lo que la mayor parte de las personas hacen. El Juicio Moral Postconvencional, donde la moral es interna, ocurre con el Estadio IV, consiste en asumir el punto de vista de los demás, pero generalizado: la institución, la religión, la sociedad, la ideología, etc. Las cuales hacen la norma. Las normas dejan de ser individuales, la ley empieza a volverse universal, el comportamiento se mide de acuerdo con lo que aporta al grupo o a la institución, comienza a actuar el concepto de lo legal, se defiende la necesidad de cumplir con las leyes, prevalecen los intereses del sistema. En el Estadio V, se cumple la etapa del contrato social y de la defensa de los derechos individuales, las reglas o normas son observadas por el bien común y no porque son impuestas por el sistema, las normas son parte de un contrato que une a los miembros de una sociedad y a las sociedades entre sí. En el Estadio VI, se alcanzan los principios morales universales, superiores a cualquier grupo o institución. Es el nivel más elevado, estas normas obligan a todos sin excepción, porque son universales y ni las normas de los grupos pueden violarlas. Se considera a las personas como fines en sí mismas y no como medios, y como tales deben ser tratados. JUICIOS Y VALORES La ética se refiere al mundo de la decisión personal; trata de responder a la pregunta: ¿Qué es lo que debo hacer para ser coherente conmigo mismo? Esta función es la que asume la que hemos llamado "moral vivida". Pero la ética tiene otra segunda función; en efecto, trata de contestar a la pregunta: ¿Qué es lo bueno? En este sentido la ética es un sistema de razonamiento. Esta función es desempeñada por la que hemos llamado "moral formulada". En esta unidad nos fijamos en el segundo aspecto de la ética entendida como sistema de razonamiento para conseguir la verdad moral. Nos interesa analizar el juicio y la argumentación morales en cuanto proceso de razonamiento para buscar la verdad ética. Al comienzo de este tema conviene tener en cuenta dos cosas: • El problema del juicio y de la argumentación morales depende del tema de la "fundamentación de la moral"; si no se admite una fundamentación crítica de la moral tampoco se admitirá validez crítica al juicio y a las argumentaciones morales; por otra parte, según sea el tipo de fundamentación de la moral, así será la forma de entender el juicio y la argumentación morales. • Aceptada la coherencia del razonamiento moral, existen diversos modos de exponer el proceso del juicio y de la argumentación morales. Por nuestra parte, creemos que tiene sentido crítico hablar de razonamiento moral y que, por lo tanto, se puede estudiar el proceso del juicio y de la argumentación morales con suficiente grado de criticidad. Por otra parte, al no pretender adherirnos ortodoxamente a ninguna escuela de ética, propondremos una forma de razonamiento ético que pueda ser asumida por todos. Síntesis: el discernimiento ético Cuanto hemos expuesto en esta unidad sobre el juicio y la argumentación morales puede ser sintetizado diciendo que el razonamiento o discurso moral se concreta en el recto funcionamiento del discernimiento ético. • El verbo "discernir" (y su correspondiente sustantivo "discernimiento") se refiere a los procesos mentales de juicio por los cuales se percibe y capta la diferencia - y también se declara- que existe entre varias realidades. El diccionario de la Real Academia Española atestigua a favor de este significado, recogiendo casi literalmente el contenido significativo del verbo latino "discernere". • El discernimiento ético tiene como punto de partida la conciencia moral. Esta no genera la moral en cuanto que ella no crea la realidad (lo bueno y lo malo). Sin embargo, por razón de su fuerza manifestativa y obligante ejerce una función de mediación entre la realidad (valor objetivo) y la actuación de la persona (situación personal). • Si la conciencia moral constituye la estructura subjetivadora de la moralidad, su cauce funcional es el discernimiento ético. Este se realiza según la descripción que hemos hecho en esta unidad del proceso del razonamiento moral. • Por otra parte, el discernimiento ético culmina en la estimativa moral. Esta es, al mismo tiempo, el descubrimiento y la asimilación de los valores éticos a partir de la conciencia moral y mediante el discernimiento ético. La estimativa moral es el correlato subjetivo de la axiología moral; hace que los valores objetivos se conviertan en actitudes. • De este modo, el discernimiento moral es la clave del arco de bóveda que va desde la conciencia moral hasta la estimativa ética. En el discernimiento ético se resume toda la función desempeñada por el juicio y la argumentación morales. LOS VALORES Todo acto moral entraña la necesidad de elegir entre varios actos posibles. Esta elección ha de fundarse a su vez, en la preferencia. Elegimos a porqué lo preferimos por sus consecuencias a b ~ c. Podríamos decir también que a es preferido porque se nos presenta como un comportamiento más digno, mas elevado moralmente o, en pocas palabras, más valioso y consecuentemente, descartamos b o c, porque se nos presentan como actos; menos valiosos, o con un valor moral negativo. Tener que elegir, y preferimos lo más valioso a lo menos valioso moralmente, o a la que constituye una negación del valor de ese género (valor moral negativo, o disvalor) El comportamiento moral no solamente forma parte de nuestra vida cotidiana, es un hecho humano entre otros, sino; que es valioso; o sea, tiene: Para nosotros un valor. Tener un contenido axiológico (de axios, en griego valor) no lo significa que consideramos la conducta buena o positiva, digna de aprecio o alabanza, desde el punto de vista moral; significa también que puede ser mala, digna de condena o censura, o negativa desde ese punto de vista moral; en un caso u otro, la valoramos, o juzgamos como tal, en términos axiológicos. Pero, antes de examinar en qué sentido atribuimos valor moral a un acto humano, es preciso determinar qué entendemos por valor o valioso. Podemos hablar de cosas valiosas y de actos humanos valiosos. Es valioso para nosotros un acto moral, pero también lo son, en un sentido u otro, los actos políticos, jurídicos, económicos, etc. Lo son, asimismo, los objetos de la naturaleza (un pedazo de tierra, un árbol, un mineral, etc.) los objetos producidos o fabricados por el hombre (una silla, una máquina), y, en general los diversos productos humanos (una obra de arte, un código de justicia, un tratado de zoología, etc.). Si, pues tanto las cosas que el hombre no ha creado, como los actos humanos, o los productos de la actividad humana, tienen un valor para nosotros. Pero, ¿qué significa tener valor o ser valioso para nosotros? Antes de esclarecer estas cuestiones, habrá que determinar, en primer lugar, la naturaleza del valor. ¿QUÉ SON LOS VALORES? Cuando hablamos de valores, tenemos presente la utilidad, la bondad, la belleza, la justicia, etc., así como los polos negativos correspondientes: inutilidad, maldad, fealdad, injusticia, etcétera. Nos referiremos en primer lugar al valor que atribuimos a las cosas u objetos, ya sean naturales o producidos por el hombre, y más tarde nos ocuparemos del valor con respecto a la conducta humana y, particularmente, a la conducta moral. Con el fin de esclarecer su esencia, veamos cómo se da el valor en las cosas, distinguiendo en ellas dos modos de existencia suya que ejemplificaremos con un mineral como la plata. Podemos hablar de ésta tal como existe en su estado natural en los yacimientos correspondientes; es entonces un cuerpo inorgánico qué tiene cierta estructura y composición, y posee determinadas propiedades naturales que le son inherentes. Podemos hablar así mismo de la plata transformada por el trabajo humano, y entonces ya no tenemos un mineral en su estado puro o natural, sino objetos de plata. Como material trabajado por el hombre sirve en ese caso para producir brazaletes, anillos u otros objetos de adorno; para la fabricación de cubiertos, ceniceros, etc., o bien puede ser utilizada como moneda. Tenemos pues, una doble existencia de la plata a) como objeto natural; b) como objeto natural humano o humanizado. Como objeto natural, es sencillamente un fragmento de naturaleza con determinadas propiedades físicas y químicas. Es así como existe para la mirada del científico, para el químico inorgánico. En la relación que mantiene el hombre de ciencia con este objeto se trata de determinar lo que es, describir su estructura y propiedades esenciales. Es decir, en esta relación de conocimiento, - el científico se abstiene de apreciar el objeto, o de formular juicios de valor sobre él. Ahora bien, en cuanto objeto humano - es decir, como objeto de plata, producido o creado por el hombre, se nos presenta con un tipo de existencia que no se reduce ya a su existencia meramente natural. El objeto de plata posee propiedades que no interesan, ciertamente, al científico, pero que no dejan de atraer a los hombres cuando entran en otro tipo de relaciones distintas de la propiamente cognoscitiva. La plata no existe ya como un simple objeto natural, dotado exclusivamente de propiedades sensibles, físicas o naturales, sino que tiene una serie de propiedades nuevas como son, por ejemplo, las de servir de objeto de adorno, o producir un placer desinteresado al ser contemplada (propiedad estética) la de servir para fabricar objetos que tienen una utilidad práctica (propiedad práctico - utilitaria); la de servir como moneda de medio de circulación, atesoramiento o pago (propiedad económica). Vemos, pues, que la plata no sólo existe en el estado natural, que interesa investigar particularmente - al hombre de ciencia, sino como objeto dotado de ciertas propiedades (estéticas, práctico - utilitarias o económicas) que sólo se dan en él cuando se halla en una relación peculiar con el hombre. La plata tiene entonces, para nosotros, un valor en cuanto su modo de ser natural, se humaniza adquiriendo propiedades que no existen en él objeto de por sí, es decir, al margen de su relación con el hombre. Tenemos unas propiedades naturales del objeto - como la blancura, la brillantez, la ductilidad o la maleabilidad- y otras, valiosas, que se dan en él en cuanto objeto bello, útil o económico. Las primeras - es decir, las naturales- existen en él, independientemente de las segundas. O sea, existen en la plata, por ejemplo, aunque el hombre no la contemple, trabaje o utilice; es decir, al margen de una relación propiamente humana con ella. En cambio, las propiedades que consideramos- valiosas sólo existen sobre la base de las naturales, que vienen a constituir - con su brillo, blancura, maleabilidad y ductilidad- el soporte necesario de ellas, o sea, de la belleza, de la utilidad o del valor económico. Pero estas propiedades pueden ser llamadas también humanas en cuanto que el objeto que las posee sólo existe como tal en relación con el hombre (es decir, si es contemplado, utilizado o cambiado por él). Vale no como objeto en sí, sino para el hombre. En suma: el objeto valioso no puede darse al margen de toda relación con un sujeto, ni independientemente de las propiedades naturales, sensibles o físicas que sustentan su valor. LA OBJETIVIDAD DE LOS VALORES Ni el objetivismo ni el subjetivismo logran explicar satisfactoriamente el modo de ser de los valores. Estos no se reducen a las vivencias del sujeto que valora ni existen en sí, como un mundo de objetos independientes cuyo valor se determine exclusivamente por sus propiedades naturales objetivas. Los valores existen para un sujeto, entendido éste no en un sentido puramente individual, sino como ser social; exigen, asimismo, un sustrato material, sensible, separado del cual carece de sentido. Es el hombre como ser histórico social, y con su actividad práctica, el que crea los valores y los bienes en que se encarnan, al margen de los cuales sólo existen como proyectos u objetos ideales. Los valores son, pues, creaciones humanas, y sólo existen y se realizan en el hombre y por el hombre. Las cosas no creadas por el hombre (los seres naturales) sólo adquieren un valor al entrar en una relación peculiar con él, al integrarse en su mundo como cosas humanas o humanizadas. Sus propiedades naturales, objetivas, sólo se vuelven valiosas cuando sirven a fines o necesidades de los hombres, y cuando adquieren, por tanto, el modo de ser peculiar de un objeto natural humano. Así, pues, los valores poseen una objetividad peculiar que se distingue de la objetividad meramente natural o física de los objetos que existen o pueden existir al margen del hombre, con anterioridad a - o al margen de - la sociedad. La objetividad de los valores no es, pues, ni la de las ideas platónicas (seres ideales) ni la de los objetos físicos (seres reales, sensibles). Es una objetividad peculiar humana, social, que no puede reducirse al acto psíquico de un sujeto individual ni tampoco a las propiedades naturales de un objeto real. Se trata de una objetividad que trasciende el marco de un individuo o de un grupo social determinado, pero que no rebasa el ámbito del hombre como ser histórico social. Los valores, en suma, no existen en sí y por sí al margen de los objetos reales - cuyas propiedades objetivas se dan entonces como propiedades valiosas (es decir, humanas, sociales)-, ni tampoco al margen de la relación con un sujeto (el hombre social). Existen, pues, objetivamente, es decir, con objetividad social. Los valores, por ende, únicamente se dan en un mundo social; es decir, por y para el hombre. VALORES MORALES Y NO MORALES Hasta ahora nos hemos ocupado, sobre todo, de los valores que se encarnan en las cosas reales y exigen propiamente un sustrato material, sensible. Los objetos valiosos pueden ser naturales, es decir, como los que existen en su estado originario al margen o independientemente del trabajo humano (el aire, el agua o una planta silvestre), o artificiales, producidos o creados por el hombre (como las cosas útiles o las obras de arte). Pero, de estos dos tipos de objetos no cabe decir que sean buenos desde un punto de vista moral; los valores que encarnan o realizan son, en distintos casos, los de la utilidad o la belleza. A veces suele hablarse de la "bondad" de dichos objetos y, con este motivo, se emplean expresiones como las siguientes: "éste es un buen reloj", "el agua que estamos bebiendo ahora es buena", "X ha escrito un buen poema", etc. Pero el uso de "bueno" en semejantes expresiones no tiene ningún significado moral. Un "buen” reloj es un reloj que realiza positivamente el valor correspondiente: el de la utilidad; o sea, cumple satisfactoriamente la necesidad humana concreta a la que sirve. Un "buen" reloj es un objeto "útil". Y algo análogo podemos decir del agua al calificarla de "buena"; con ello queremos decir que satisface positivamente, desde el punto de vista de nuestra salud, la necesidad orgánica que ha de satisfacer. Y un "buen" poema es aquel que, por su estructura, por su lenguaje, cumple satisfactoriamente como objeto estético u obra de arte, la necesidad estética humana a la que sirve. En todos estos casos, el vocablo 'bueno" subraya el hecho de que el objeto en cuestión ha realizado positivamente el valor que estaba llamado a encarnar, sirviendo adecuadamente al fin o a la necesidad humana correspondientes. En todos estos casos también la palabra "bueno" tiene un significado axiológico positivo - con respecto al valor "utilidad" o al valor "belleza", pero carece de significado moral alguno. La relación entre el objeto y la necesidad humana correspondiente es una relación intrínseca, propia, en la que el primero adquiere su estatuto como objeto valioso, integrándose de acuerdo con ella, como un objeto humano especifico. Esta relación intrínseca con determinada necesidad humana, y no con otra, es la que determina la calificación axiológica del bien correspondiente, así como el tipo de valor que ha de ser atribuido al objeto o acto humano en cuestión. Por ello, el uso del término "bueno" no puede llevarnos a confundir lo "bueno" en sentido general, referente a cualquier Valor ("buen" libro, "buena" escultura, 'buen" código, 'buen" reloj, etc.), y lo "bueno" en sentido estricto con un significado moral. Podemos hablar de la "bondad" de un cuchillo en cuanto satisface positivamente la función de cortar para la que fue producido. Pero el cuchillo - y la función correspondiente - puede estar al servicio de diferentes fines; puede ser utilizado, por ejemplo, para realizar un acto malo desde el ángulo moral, como es el asesinato de una persona. Desde el punto de vista de su utilidad o funcionalidad, el cuchillo no dejará de ser “bueno" por haber servido para realizar un acto reprobable. Por el contrario, sigue siendo “bueno", y tanto más cuánto más efectivamente haya servido al asesino, pero esa 'bondad" instrumental o funcional queda a salvo de toda calificación moral, pese a haber servido como medio o instrumento para realizar un acto moralmente malo. La calificación moral recae aquí sobre el acto de asesinar, al servicio del cual ha estado el cuchillo. No es el cuchillo éticamente neutral, como lo son en general los instrumentos, las maquinas, o la técnica en general - lo que puede ser calificado desde el punto de vista moral, sino su uso; es decir, los actos humanos de utilización al servicio de determinados fines, intereses o necesidades. Así, pues, los objetos útiles, aunque se trate de objetos producidos por el hombre, no encarnan valores morales, aunque puedan hallarse en una relación instrumental con dichos valores (como hemos visto en el ejemplo anterior del cuchillo). Por ello, dichos objetos deben ser excluidos del reino de los objetos valiosos que pueden ser calificados moralmente. Cuando el término "bondad" se aplica a ellos ('buen" cuchillo) debe entenderse con el significado axiológico correspondiente, no propiamente moral. Los valores morales únicamente se dan en actos o productos humanos. Sólo lo que tiene una significación humana puede ser valorado moralmente, pero, a su vez, sólo los actos o productos que los hombres pueden reconocer como suyos, es decir, los realizados consciente y libremente, y con respecto a los cuales se puede atribuir una responsabilidad moral. En este sentido, podemos calificar moralmente la conducta de los individuos o de grupos sociales, las intenciones de sus actos, y sus resultados y consecuencias, las actividades de las instituciones sociales, etc. Ahora bien, un mismo producto humano puede soportar varios valores, aunque uno de ellos sea el determinante. Así, por ejemplo, una obra de arte puede tener no sólo un valor estético, sino también político o moral. Es perfectamente legítimo abstraer un valor de esta constelación de valores, pero a condición de no reducir un valor a otro. Puedo juzgar una obra de arte por su valor religioso o político, pero siempre que no se pretenda con ello deducir de esos valores su valor propiamente estético. Quien condena una obra de arte desde el punto de vista moral no dice nada que afecta a su valor estético; simplemente está afirmando que en dicha obra no se realiza el valor moral que él considera que debiera realizarse en ella. Un mismo acto o producto humano puede ser valorado, por tanto, desde diversos ángulos en cuanto que en él se encarnan o realizan distintos valores. Pero, aunque los valores se conjuguen en un mismo objeto, no deben ser confundidos. Esto se aplica de un modo especial a los valores morales y no morales. Al establecer la distinción entre los primeros y los segundos, hay que tener presente que los valores morales sólo se encarnan en actos o productos humanos, y, dentro de éstos, en aquellos que se realizan libremente, es decir, consciente y voluntariamente. LA VALORACIÓN MORAL CARÁCTER CONCRETO DE LA VALORACIÓN MORAL Entendemos por valoración la atribución del valor correspondiente a actos o productos humanos. La valoración moral comprende estos tres elementos: a) el valor atribuible; b) el objeto valorado (actos o normales morales), y c) el sujeto que valora. No nos ocuparemos de cada uno de estos elementos por separado, ya que han sido estudiados, o habrán de serlo en los capítulos respectivos. Nos limitaremos: ahora a una caracterización general de la valoración moral para pasar inmediatamente al examen del valor moral fundamental: la bondad. Si la valoración es el acto de atribuir valor a un acto o producto humano por un sujeto humano, ello implica necesariamente tomar en cuenta las condiciones concretas en que se valora y el carácter concreto de los elementos que intervienen en la valoración. En primer lugar, hay que tener presente que el valor se atribuye a un objeto social establecido creado por el hombre en el curso de su actividad histórico social. Por tanto, la valoración, por ser atribución de un valor así constituido, tiene también un carácter concreto, histórico - social. Puesto que- no existen en si, sino por y para el hombre, los valores se concretizan de acuerdo con las formas que adopta la existencia del hombre como ser. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que los objetos valorados son actos propiamente humanos y que, por tanto, los seres inanimados o los actos animales como ya hemos subrayado no pueden ser objeto de valoración moral. Pero no todos los actos humanos se hallan sujetos a semejante valoración, a una aprobación o reprobación en el sentido moral, sino sólo aquellos que afectan por sus resultados y consecuencias a otros. Así, por ejemplo, el levantamiento de una piedra que encuentro en un terreno desértico no puede ser valorado moralmente, ya que no afecta a los intereses de otro (si se trata, por supuesto, de un lugar deshabitado); en cambio, levantar una piedra en la calle, evitando con ello un peligro a un transeúnte, tiene un significado moral. Así pues, puedo atribuir valor moral a un acto si - y sólo si - tiene consecuencias que afectan a otros individuos, aun grupo social o la sociedad entera. Al tener que tomar en cuenta esta relación entre el acto de individuo y los demás, el objeto de la valoración se inscribe necesariamente en un contexto histórico – social, de acuerdo con el cual dicha relación adquiere o no un sentido moral. Veamos por ejemplo, lo que sucede a este respecto con una actividad humana como el trabajo. En una sociedad basada en la explotación del hombre por el hombre y, más particularmente, en la de la producción de plusvalía, la actividad laboriosa es puramente económica, y carece de significado moral. Para el propietario de los medios de producción, que se apropia a su vez de los productos creados por el obrero, le son indiferentes las consecuencias de su trabajo para el mismo, es decir, para el trabajador como hombre concreto, o para los demás en su existencia propiamente humana. El trabajo escapa así a toda valoración moral; es un acto puramente económico, y como tal lucrativo. Para el obrero que no se reconoce en su trabajo y que ve a éste como un medio para subsistir, carece también de significación moral; sólo un estímulo material, meramente económico, puede impulsarle a realizarlo. En esas condiciones sociales concretas no se podría reprobar moralmente el modo como ejerce su actividad. Otra cosa sucede en una sociedad en la que el trabajo deja de ser una mercancía y éste recobra su significación social, como actividad creadora que sirve a la sociedad entera. En esas condiciones, rehuirlo o efectuarlo exclusivamente por un estímulo material se convierte en un acto reprobable desde el punto de vista moral. Vemos que los actos humanos no pueden ser valorados aisladamente, sino dentro de un contexto histórico– social en el seno del cual cobra sentido el atribuirles determinado valor. Finalmente, la valoración es siempre atribución de valor por un sujeto. Este se sitúa, con ello, ante el acto de otro, aprobándolo o reprobándolo, juzga así cómo le afecta no ya a él personalmente, sino a otros individuos, o a una comunidad entera. Pero el sujeto que expresa de este modo su actitud ante ciertos actos, lo hace como un ser social y no como un sujeto meramente individual que de libre cauce a sus vivencias o emociones personales. Forma parte de una sociedad, o de un sector social determinado, a la vez que es hijo de su tiempo, y, por tanto, se encuentra inserto en un reino del valor (de principios, valores y normas) que él no inventa ni descubre personalmente; su valoración, por ende, no es el acto exclusivo de una conciencia empírica, individual. Pero tampoco lo es de un yo abstracto, o de una conciencia valorativa en general, sino de una conciencia de un individuo que, por pertenecer a un ser histórico y social, se halla arraigada en su tiempo y en su comunidad. Así, por el valor atribuido, por el objeto valorado y por el sujeto que valora, la valoración tiene siempre un carácter concreto; es decir, es la atribución de un valor concreto en una situación dada. ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE 1. ¿Qué es ética? 2. ¿Qué diferencia hay entre ética, calidad de vida y norma? 3. ¿Cuál debe ser el comportamiento ético de un profesional de la Universitaria María Cano? 4. ¿Qué relación existe entre autorrealización y ética? 5. ¿Qué diferencia hay entre ética frustrante y ética realizante? 6. ¿Cuáles serían las consecuencias de una ética adecuada inadecuada? 7. La ética es cambiante o estática. ¿Por qué? 8. La ética es particular o general. ¿Por qué? 9. ¿Cómo influye la libertad en la formación de la ética? 10. Explique la siguiente frase: Las acciones y comportamientos humanos repercuten en el proceso de autorrealización 11. Para Usted qué quiere decir la siguiente afirmación: “La persona humana es sujeto de la ética.” 12. ¿Qué diferencia existe entre ética y moral? 13. Explique el código de ética de su programa de estudio. 14. ¿Cuál es su papel como profesional en formación y los elementos conceptuales sobre ética del profesional acá estudiado y discutido? 15. Qué son los valores? 16. Cuál es el código ético dell ciudadano Colombiano? 17. Qué caracteriza una actitud ética? 18. Ejemplifique una de ellas Fundación y una ética 19. Establezca relación entre valor-moral y ética 20. Sustente en un escrito no menor de dos párrafos la importancia de la ética profesional BIBLIOGRAFIA • BILBENY, Norbert. Aproximación a la ética. Barcelona: Ariel. 1992. • BÖCKLE, Franz. Moral fundamental. Madrid: Cristiandad. 1980. • HORTTA V, Edwin y RODRIGUEZ G. Víctor. Ética general. 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