chamba_sp:cinema.qxd 12/4/2009 11:45 AM Page 30 Turismo CHAMBA EL FOLCLORE SOBRE MUSELINA La región de Chamba, en Himachal Pradesh también es conocida tanto por su arte y su artesanía como por sus espectaculares vistas sobre el Himalaya. Sandeep Silas ha estado en Chamba y ha descubierto que esta pequeña ciudad se parece a uno de sus artes más populares: un pañuelo de muselina finamente bordado. L a primera vez que vemos Chamba, tendida sobre una alfombra verde, sobresaliendo los picos blancos del Himalaya, nos provoca simplemente euforia. Chamba, situada en la parte este del río Ravi, realza la montaña como la flecha de un templo, brillante y agujereando el cielo. A pesar del alojamiento en todos los lugares posibles de los dos lados del río, en la cima de las montañas y sobre las mesetas, el guirigay se encuentra en el centro. Chamba, a 996 metros por encima del nivel del mar, se sitúa a unos 622 Km. de Nueva Delhi. El aeropuerto más cercano es el de Kangra, a 180 Km., y los trenes paran en Pathankot, a 116 Km. La ciudad debe su nombre a Champavati, hija de Raja Sahil Varman, el rey fundador. La ciudad fue creada 30 Destino La India en el año 920 AC, y desde entonces, los exquisitos bordados de la vida de la ciudad han evolucionado enormemente. El río Ravi serpentea a través de este largo valle, y da la impresión de que la montaña y el río se encuentran unidos por un romántico baile. Las numerosas mesetas visibles sobre las montañas al oeste del valle son grandes espacios verdes planos. Las gargantas profundas creadas por estas mesetas caen rectas sobre las rocas y las piedras redondeadas del cauce del río. En el paisaje de la ciudad, vemos de manera prominente el antiguo palacio de los dirigentes, que a pesar de estar desprovisto de realeza, sigue siendo el edificio simbólico de Chamba. El bazar es una línea recta de tiendas donde no hay ninguna boutique concreta, y los artículos de la vida cotidiana están Noviembre-Diciembre 2009 almacenados,no expuestos.Lo que más atrae de este mercado es la vista del pico nevado de Pirpanjal, que parece encorvarse como un anciano justo en el centro del camino, en la otra punta. El Chaugan, un amplio terreno plano, se sitúa cerca del mercado. Más lejos se encuentra una cascada gradual del río Ravi. En la pendiente, encontramos pequeños edificios y a lo lejos podemos ver un puente por encima del río. Es necesario atravesarlo para entrar en Chamba. El viejo puente suspendido suspira mientras pasamos y no está permitido detenerse. De vuelta a la tierra, el Chaugan es lugar de numerosas ferias y fiestas de la ciudad. En julio y agosto de cada año, los dioses y diosas que protegen en valle ceden sus templos a la feria de Minjar, y vienen a Chaugan para homenajear al dios Raghuvira. Tambores, címbalos y otros instrumentos rudimentarios proclaman la visita de las divinidades. Es difícil decir si Chaugan da vida a la ciudad o si es al contrario. Quizás se avivan el uno en compañía del otro. Todas las ciudades antiguas tienen una rica tradición religiosa. Estas ciudades dependen de las divinidades del templo y de los procesos de éste, y la vida de la ciudad está dirigida colectiva e individualmente por las tradiciones del templo. Esta interdependencia entre el templo y las personas de la ciudad es claramente subyacente. Los seis templos principales, tres dedicados a Shiva y tres a Vishnu, están construidos en el mismo conjunto, con el estilo Shikara. De norte a sur, están dedicados a Lakshmi Narayan, Radha Krishna, Chandragupta, Gauri Shankar, Trimukeshwara y Lakshmi Damodara. Los templos de Lakshmi, Narayan y Radha Krishna fueron construidos bajo el reinado de Raja Sahil Varman, entre los siglos X y XI AC. La imagen de mármol blanco de Lakshmi Narayan, también llamado Vaikhunta tiene un estilo kashmiri. Un diamante blanco brilla sobre la frente de la estatua inmaculada, y está repleta de adornos ofrecidos por los fervientes reyes de Chamba. Collares de fotos llamados Sabih albergan las fotos de los devotos reyes. Estos templos fueron renovados bajo el reinado de Raja Pratap Singh Varman en el siglo XVI. Para nosotros, la imagen en cobre de Gauri Shankar fue la más atrayente. Es la imagen de la pareja perfecta: calmada, confiada y devota La postura es tan curiosa que atrae inmediatamente. Es realmente una obra maestra divina. El templo Hari Rai, que data del siglo XI, posee una imagen de bronce de Vishnu en chaturmurti (con cuatro brazos). La imagen fue robada pero poco después reapareció para sorpresa de los sacerdotes y fue reinstalada. Las leyendas hablan de otro templo importante, el templo de Rani Sui, situado en lo alto de la montaña protectora, sobresaliendo entre el palacio y el río. Es muy venerado por los residentes. Según la creencia popular, hubo una sequía en Chamba y la divinidad de la casa real inspiró un sueño al rey en el que le decía que sacrificara a un miembro de su familia. La reina, Rani Sui, Chamba Himachal Pradesh decidió que sería ella ya que no podían perder ni al rey ni al príncipe. Fue inhumada en la montaña, sacrificando su vida por el bien público. Mientras ella daba su vida, un manantial surgió de la montaña y los habitantes de Chamba encontraron inmediatamente la solución a sus calamidades. La leyenda habla del amor entre el rey y sus súbditos, y cuenta la bondad de la dinastía real de aquellos tiempos. Emocionados por las historias y la realidad de Chamba, decidimos proseguir nuestra exploración de noche. Como la luna está ascendiendo, marchamos entre las viviendas. Los caminos se van uniendo y las casas son más cercanas.Nos llaman la atención las casas de estilo pahari. Las ventanas de vidrio manchadas del palacio relatan tristemente la huida de la gloria. Una nube se pone delante de la luna y nos vamos encantados. Levantarse con el canto de los pájaros y mirar el valle es una satisfacción beneficiosa. Destino La India Noviembre-Diciembre 2009 31 chamba_sp:cinema.qxd 12/4/2009 11:45 AM Page 32 Turismo Turismo La feria de Minjar El templo de Chamunda Devi, construido en lo alto de una montaña, nos llama la atención. Es allí donde se sentaba la devi (diosa) y donde complacía los deseos de sus fieles.El templo de madera es viejo y tiene un aire triste. Docenas de cloches de cobre de tallas y formas diferentes estánsuspendidas en el techo, señalando los deseos de los fieles, tomando una forma humana y real. Son testigo del cumplimiento. Es interesante ver las esculturas sobre las vigas exteriores mostrando las ascetas en diferentes asanas. En la viga central están esculpidos varios dioses y diosas así como otras representaciones, un rey sosteniendo una lanza en una mano y una flor en la otra, una diosa con dos caras, una apsara voladora soplando en una caracola, Sri Krishna sentado sobre el Sheshnaga, una diosa montando a un pavo real llevando un pájaro, en sus más bellos atavíos, Shiva-Parvati, Ganesha, Lakshmi y Saraswati, y finalmente bustos alados de hombres y mujeres, creados exactamente al estilo egipcio de los faraones. El techo de madera permite un estudio interesante de las influencias religiosas y las tradiciones mezcladas de la época. El rey que lleva una flor y los bustos alados son imágenes provinentes de Oriente Medio, quizás traídas por el comercio. En el interior, la imagen de la diosa está instalada de forma real, sentada por encima de dos cabezas de león,sonriendo a los fieles con bondad. La vista de la ciudad de Chamba, del Ravi y del valle de Panga a la izquierda es tan bella que da escalofríos. El río, 32 Destino La India con la fuerza de su movimiento, ruge frente a las corrientes de la vida, mientras que los techos de pizarra aparecen fijos y silenciosos. Todavía con ganas de aventura, aceptamos el consejo, sin ninguna duda, de un nimbupani-wala que vende limonada en el exterior del templo. Mientras mezcla una sustancia con el limón verde, nos lleva hacia Jhamwar, a unos 12 Km. de la guarida hacia la que nos dirigimos. El coche en primera gime cuando la montaña endurece su postura. La carretera desaparece tras algunos kilómetros y el lugar se vuelve desprovisto de alquitrán. Una verdadera carretera de montaña. La Templos de Chamba Noviembre-Diciembre 2009 promesa de un vergel de manzanas nos motiva. Las abruptas rocas nos dicen lo difíciles que pueden ser, y el valle lujoso de Chamba continua huyendo a lo lejos. Pasado la primera curva, un grupo de cedros nos sorprende agradablemente. Llegamos a Jhamwar. La brisa es más fresca por el filtro de los cedros. Una vieja estructura de madera deteriorada, que es la deslucida casa del vendedor de té fue en otro tiempo el pabellón de caza de los dirigentes de Chamba. En el interior, una estructura de una cama hecha de hierro invertido, de proporciones masivas, y un sombrero abandonado evocan costumbres pasadas. Un acuario rectangular lleno de agua con espuma ha conocido días mejores. Desvalijada de los escudos de armas y de la insignia real, solo la naturaleza es propietaria de este lugar. Las ovejas pastan en las pequeñas praderas y vemos las flores de cerezo blancas y flores rosas de manzano bajo el cielo fresco de marzo. Las Pirpanjals, más cercanas que nunca, y sus picos nevados que van ganando en prominencia, parecen consolidar su presencia Una abeja vuela desde la fría sombra de los cedros y aparece vigorosamente en la punta de mi bolígrafo que está en pleno trabajo. Puede que su perspicaz sentido del olfato haya detectado néctar. O puede que no quiera que me lleve el néctar de Jhamwar. Un perro ladra, demasiado mayor para la caza, monta guardia como si fuera su última tarea. Los densos cedros nos atraen para dar un paseo hacia un pueblo llamado Sheetal (con acento sonoro en la“t”). Nos encontramos con una oscuridad tan densa en el bosque que no hay posibilidad de que los rayos del sol pasen. Al fondo, más allá de las montañas, nos sorprenden unas casas de personas. Los niños, cuya inocencia ilumina sus caras, y que van vestidos con grandes trozos de tela, juegan al lado de los manzanos. ¡Flores de verdad! Bajo un gran cedro se alza un trozo oval de cobre y otro inclinado en la base. Puede que este sea el principio de la religión en el espíritu humano. La Naturaleza impresionante es la religión original del hombre. Otra cosa que nos sorprende aquí en la sencillez de las reacciones humanas.Deseamos secretamente que estos lugares, estos niños, permanezcan así, entre los cedros, para siempre, modestos, intrépidos y naturales. La belleza de un diamante no tallado, conocida únicamente por su creador. De vuelta a la ciudad,el Museo Bhuri Singh rompe la fantasía. Preserva la rica tradición del valle resumiendo la vida, las riquezas y los estilos. Diversos estilos de collares se exponen - Champakali, Sabih, Laumala y el Dodmala. Los Dedhku (adornos para las orejas), Pher (pendientes), Arsi (anillos para el pulgar hechos con espejos), muestran el deseo y el esfuerzo de las mujeres Pahari, muy implicadas en la tradición de la belleza. Los cuadros en miniatura Chamba – de estilo Basohli (1765) y Kangra (1780-85) - se realizan con ayuda de finos toques con el pincel para darle el folclore, los retratos, el durbar real, escenas de caza o episodios de la vida de Radha Krishna. El trabajo es tan preciso que vemos incluso la decoración de una corona. Además, los colores ricos y naturales no se estropean ni pasados dos siglos. Nos deleitamos con historias de Ramayana, escenas de caza, retratos y otros temas religiosos, las hazañas de Krishna y las imágenes estilizadas de diosas vestidas de forma tradicional, finas y precisas. El rumal exquisito de Chamba hace gala de difíciles bordados, realizados delicadamente sobre temas como Ashta-Nayika y Rasamandala. Una puerta esculpida de Bharmaur (siglo XVII) representa a una pareja de enamorados, la dama en el regazo de su amado, inclinada para besarle. Pero lo que más nos sorprende son las losas de fuentes. Se encuentran esculpidas y situadas en lugares donde los manantiales habían surgido en otro tiempo. Algunas fueron instaladas por ciudadanos generosos para que todos las aprovechen. Otras se crearon en memoria a una esposa fallecida y muestran también la importancia de lo funerario. Representan a divinidades, mortales e incluso personas por las que han sido instaladas para el futuro. Decoradas con rollos ornamentales bordados de serpientes entrelazadas (el culto naga era popular en este valle), primero sorprenden y luego atraen. Cuando poseen inscripciones, la iconografía es genérica en sobre las losas recuperadas en el valle de Ravi. Más tarde pudimos ver caballeros, arqueros, esgrimidos, y mujeres llevando agua. La escultura sobre esta losa es única. Juega un doble papel: social y de promoción del arte. En este valle se han encontrado piezas de diferentes reinos provinentes del mundo entero, símbolo de un comercio próspero. Las inscripciones sobre las bandejas de cobre que servían para grabar el comercio de las tierras como ocasión de la ceremonia de iniciación de casamiento, o como agradecimiento por parte de una persona generosa, o por la El templo de Chamunda Devi construcción de un templo, datan de los siglos X y XI y cuentan mucho acerca de las fuertes estructuras administrativas y el “land revenue” (el impuesto territorial). Estas bandejas, con el símbolo de los dirigentes, son tan brillantes y vivas como la tierra cuya donación registran. Con una música animando el orden del paisaje, Sarol es un lugar agradable para salir. Los jardines florecen abundantemente. La vista de las ovejas rumiando felizmente la hierba, en equilibro de manera precaria sobre inclinadas pendientes bajos un rododendro (llamado localmente cheu), junto con las flores de color rojo vivo, es agradable y fascinante.La noche llega de nuevo y las gigantes montañas se preparan para dormir. Solo el reflejo de una lentejuela posada sobre ellas indica su presencia. Mientras se alejan y la ciudad se prepara para sumirse en un profundo sueño, el Ravi se anima. Es la única presencia constatada que oímos. Los ancianos,los jóvenes,preocupados constantemente por ellos mismos,los de edad media,los niños de mejillas rojizas y cabellos rizados, todos, viven al ritmo del río cada día de sus vidas. De manera inconsciente esto da una dirección y movimiento a sus vidas. La belleza de un rumal de Chamba de ricos y cuidados colores, realizado con precisión, le llama de forma atrayente. No puede hacer otra cosa que llevarse este folclore consigo, él le perseguirá para siempre con los colores y la música del valle de Chamba. ■