^5 353 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. é-tlie S-B't«i'i^ íil 'ir^inq ¡!-9-flSt><fHt9fí> Uta >•' BIOGRAFÍA ÍESPAÑOLA. fil I toifií eaiiu'gifi oinv iiii I - I c M oiloiii !ÜIJ ¡y.:.'.. i ,G-l|3(l'i(l OjBtlli Itl 3üp lA'i.xüuj i.bns'jq , biilifili r.li.oli.i. OoniJCi.T; !/; 119 tlSOBY r ••i-i i)¡>¡'l'iatio, 'JI ai V . i ©OK VaBIS'üaA I j A estrella tic l i {Vi'Osjícridnd se iiiilViíi ido eclipsando p a r a la Espnña cu vida del último iiiotiiiic;i di; la diñaseis austriaca , iitdjccil y menguado licrcdero did nombre * imperio del Irinnl'ador de Pavía. Las arles y las jotras, l ^ e tan alto liabian elevado el iiondire español d u r a n t e "OS siglos, representadas por los H e r r e r a s , Toledos v " c r r u g u c t c s , p o r los Cervantes , Lopfcs y Calderones, Jiabian sufrido la misma decadencia ([Ue luieslras armas y nuestra política , y cedieron también el cetro ¡i la influencia de la corle reguladora de Lnis el (iianrlc. <iZi/ •*«a//a (;,vp<j/;o/«, dice Jovellanos , Jiobiii pasado fox Piri"eo.v para inspirar al gran Moliere : » Z á n u r.i y Cañizares ''ecojían los últimos susjjiros de las musas de Rojas y Mor e t e , y con ellos desaparecieron también cu las artes las buenas tradiciones de Murillo y Velazquez , de H e r nandez y P e r e y r a , de Luis de la Vega y Gaspar de Mora. Todo yacia envuelto en la misma tiniebla y c d n t r a ' " c c i o n : religión y política , economía y administración, •"•tes y l i t e r a t u r a . La superstición ocupaba el lugar de " ' a sobda p i e d a d ; la intriga palaciega habia robado el c e - Aí« yu StotoK'íGíTEZ. tro á la poiilica ; la pedantería se disfrazaba con Ja mskc:ira de la ciencia : los ridículos exorcismos Jieclios al cadáver coronado , y las oscuras intrigas del P. Nitard ocupaban la corte , mientras la literatura yacia envuelta en los alambicados conceplos de Sor- Juana ó de G e r a r d o Lobo , y gemían las artes con los delirantes m o n u m e n los de Donoso y C b u t r i g u c r a . "| ii:j «,-, í.a nuierle del monarca hechizado, la dilatada g u e r ra de sucesión , V el cambio de dinastía , fueron causas sndciciites para dar por tierra con todo lo e.vislente, y hacer surgir de aqntd oscuro caos una nueva sociedad, que niinque no tan potente ni tan original como la a n terior en sus buenos t i e m p o s , e r a , á no d u d a r l o , mas vig<n-osa y racional que aquella en su decadencia. A esta sociedad, p u e s , restaurada , pertenece la primera mitad del siglo X V I H , y los nombres de Alberoni y P a t i n o en la política, de Barceló y S l a . Cruz en las a r m a s , d e Luza'n y M o n t i a n o , de Jubara y de Rodríguez en las l e tras y las a r t e s , son timbres gloriosos p a r a aquella edad, que aun la nuestra debe mirar con r e s p e t o . Limitados por lioy á tratar de este ú l t i m o , despuc» 6 de noviembre d i 1842- -334 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. de haber indicado ligeramente la fisonomía general de la época en que le locó liguiar , vengamos, pues , á dar a conocer á nuestros lectores algunos de sus trabajos a r tísticos para la grande obra de la regeneración del buen gusto en nuestro pais. Don Ventura Rocir/'suez Tizón nació en Ciempozuelos, á cinco leguas de Madrid , el dia l-4,dff julio de 1717^ y fué hijo de Don Antonio Rodi-iguijz y doña' Gerónirna Tizou , los cuales de^de muy niño le pusieron á delinear < o n el ingeniero D. Estevau Marcliand , que dirigía las obras reales en Aranjuez. Allí permaneció algunos años estudiando V delineando bajo la dirección del dicho M a r .-' ¿hfliid , de Galuci y líonavia , hasta que el abate J u b a r a , '• que formaba por entonces los planos del nuevo real p a lacio de M a d r i d , p r é n d a l o de algunos trabajos que vio del joven Rodríguez., le llamó p a r a que fuese su d e l i neador , y le ayudase en la ejecución del magnifico m o delo del palacio , que continuó Rodríguez después de la m u e r t e de Jubara , y aun se conserva en el Museo topográfico de Madrid. Encargado luego de la obra del palacio el italiano Sachotti , continuó valiéndose de los auxilios de l í o d r i - ' guez , que de este modo t u v o una gran parte-delíniénjt o en aquella hei-mosa construcción. Con este y otros muchos trabajos que hizo por -cií^t tonces , creció su justa fama en t é r m i n o s , que en 1747 fué nombrado académico de S. Lucas de ,'lomay e n ' 1 7 4 9 arquitecto delineador de la fábrica do Palacio , y erigida Ja acadeniia de S. F e r n a n d o en 1752 , raeríojó; el s i n •guiar honor de ser nombrado p r i m e r director id'éarijui»tectura. Ocupado constantemente en la enseñanza, ya c i l l a A c a d e m i a , ya en su propia c a s a , en la cual recibía con la mayor atención y duii<ia los pasos de los jüvencs que mauifestabau disposición p a r a l a s a r l e s , presentando continuameiUe vastos y delicados planes de o b r a s , no solo p a r a la corte , sino para todas las ciudades y villas del r e i n o , pues de todas partes se le consultaba como un o r á c u l o , asistiendo con exactitud á los debates y consultas de las sociedades económicas y a r t í s t i c a s , y formando con sus discípulos un plantel escojldo de propagadores del gusto y la razón , tuvo tal influencia , y lijó de tal manera con sus nunierosas obras los sólidos principios del a r t e , q u e á una voz fué aclamado con el titulo de restaurador de la arquitectura espaíiola, título que la p o s t e ridad confirma h o y , y que aun seria mas justificado, si la envidia , que nunca a p a r t a la vista de los genios super i o r e s , le hubiera dejado poner cu planta las grandes -iebras que ideó. • . -. , : : ••.••,: ., .-. iíi P e r o desgraciadamente.yíví !en,,rnedio de aquel.gran créi d k o y opinión g e n e r a l , y de los honores y disliucioues que • iáe a c u m u l a r o n en su persona , como director de las acadei'traias de S. F e r n a n d o de Madrid , y de S. Carlos de Valen-..eia^.;maestro mayor de Madrid, del cabildo do Toledo, y de otras muchas corporaciones, todavía tuvo que luchar cons-utantemente con la perseverante intriga de sus émulos infevi4"iores; y baste decir que en la misma capital sulrió el in/ ju3to'desaire de ver preferidos los planes de aquellos á ,!Jos.varios y niagnificos que p r e s e n t ó para muchos edificios públicos. Sin e m b a r g o , la opinión de su superiouindad era t a l , que apenas le, baslaban los momentos para . «responder á los innumerables encargos y consullas que ;jrflé íe hacian de todos puntos del r e i n o , y asombra v e r v-sdaderamente leer la relación gigantesca de los trabajos ^íCpH- que R o d r í g u e z . s u p o responder ¿aquella universal dia•*!»llBOÍon, Bien quisiéramos dar aquí un traslado de ella, para '>itlue .nuestros lectores fojroaseu una idija-dq la inlatiga- permiten los estrechos límites de este articulo , y asi nos limitaremos á algunas indicaciones, remitiendo á los que gusten saber el resto a' la misma relación do las obras de Rodríguez que formó el Sr. Cean en su escelente historia de los arquitectos españoles. De los infinitos planes que trazó Rodríguez para eje. ciUai»e (Cií. Madrid^ : solo,- tuvieron efecto la iglesia p a r roquiárde-S".^ tertrO.<r,-la fachada de la iglesia de los Mosteuses (hoy demolida) ; el adorno interior , el altar mayor y el tabernáculo de la iglesia de la Encarnación; la capilla de la orden tercera del convento de S. Gil, que no existe; la iglesia de los padres del Salvador, h o y de la cárcel de corte ; y la casa del Saladero ; reedificó el teatro de los Caños del p e r a l , que no e x i s t e ; y tuvo á su cargo el arreglo del altar mayor de S. Isidro el r e a l ; el palacio del duque de Liria ; y empezó á construir la fachada del del conde de Altaroira en los términos de que aun se v é i m u e s t r a en una p a r t e de ella que dá á la calle de la' Flori Alta ; trazó y diseñó las bellas fuentes del P r a d o ; y una cloaca que desagua fuera de la p u e r t a de Atocha ; la fuente llamada de los Galápagos en la calle de Hbrtaleza ; y algunas otras obras. Mas por desgracia todas fueron muy inferiores en i m portancia á las maguílicas cuyos planos trabajó y p r e s e n t ó , , y no fueron ejecutadas. — Tales fueron las de u n edificio inmenso para hospital general , galera , inclusa y desamparados. O t r o para la casa de Correos. O t r o par.! Iglesia y convento de S. Francisco el grande. O t r o s cinco para' la: p u e r t a ' de: AlCialá. O t r o de un precioso peristilo para el paseo d e l Prado que se habla de construir d e lante; de las caballerizas: del R e t i r o , á lo largo del s a l ó n , con el objeto de poder servir de paseo cubierto , y contener gran iiümiero' de cafés , botillerías , y un gran t e r r a d o para músicas. O t r o p a r a una biblioteca p ú b l i ca y seminario , y otros infinitos para lodo lo que falta en Madrid; poro todo grande , bello y propio de una c a pital ; cuyos preciosos planos creemos que yacen en a l gún archivo , olvidados -de los que mas debieran estudiarlos. En las provincias , lejos de las intrigas de la c o r t e , se hizo mas justicia á su mérito , y se le encargó de ejecutar obras de la mayor importancia. En Zaragoza renovó completamente el hermoso templo del Pilar , y con.struyó en él la preciosa capilla de la V i r g e n , con u n gusto y magnificencia que en nada ceden á las mas suntuosas obras de H e r r e r a . En Cuenca dirigió el m a g n í fico retablo de mármoles de S. Julián , en la catedral, obra singular en su género. Hizo los diseños de la rica fachada de la Catedral de Santiago de Galicia ; c o n s t r u yó la capilla del Síigrario en la c a t e d r a l de Málaga , . y otras infinitas obras para las catedrales de Toledo., Pamplona , O s m a , Murcia y Almería. Ademas trazó la iglesia colegial de la ciudad do Sta. Fú ; la difícil y a d m i rable obra del Santuario de Covadonga ; las de Sto. Domingo y de los Misioneros en Valladolid ; la iglesia p a r roquial de S. Sebastian de A z p e y l i a ; arregló la iglesia parroquia de F u e n c a r r a l , y construyó , reparó, y (lip t/"a" zas para otras infinitas en lodo el reino. • . En Córdoba tuvo buena p a r t e en la construcción del colegio de Niñas p o b r e s , y en Toledo en el, de Doncellas n o b l e s , que reformó con mucho gusto, dirigió y const r u y ó el liudísimo palacio de Bobadilla para el infante Don Luis ; en los hospicios de Oviedo , de ü l o t , de Gerona y otros varios, trazó los planos ó dirijió y concluyó la obra= para casas consistoriales de la Coruña , Bctanzos , Toro» Burgos, Miranda de E b r o , C o r r a l de Almaguer y oirás m i ' chas poblaciones , hizo bellíiimps,diseños ;• asi bien oO'^ .}>le laborlosidadi de aqueLíhombre ,super,Í9r„i pe(r.o„uo lo plazas públicas, ep-Ayila y.Bjífg<)^ y ;P.tterlo:4\eal.,xuar- •«úUl^l'Ai .VíUüiii L'Jí'j !íl.v ¡hluij • t l ü t ab siilasirou »b 5 ü yitií ¡0'- :"i;b'>jq >•' ' • ¡lY OÍA SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. teles en Rdecía , Medina clel C a m p o , Isla de León y A r a haca , las cárceles en Burgos y Briliuega , teatros para Murcia , Sevilla , la Coruña y Piíiencia , aunque ninguno de los cuatro se c o n s t r u y ó ; y una infinidad de otros p r o yectos para construcciones n u e v a s , reparación de obras, de caminos , p u e n t e s , y obras h i d r á u l i c a s , que seria p r o JIJO e n u m e r a r , . , . ' . ^ L a p r o d i g i o s a ' á c ( i v i a a d ' ' d e ' B : B 3 f 1 ^ 2 V ' s ^ ¿sijiüsfíó gusto y sus uiucliof viajes á todas las provincias del r e i n o , le produjeron tal suma de conocimientos , tan a c e r tado fruto de observaciones, que lo liacian muy superior á su misma época , y aun á las que la lian seguido , y es de lamentar que estos estudios , estas preciosas observaciones de aquel gran filósofo y artista , que atestiguan sus obras y proclaman las concienzudas plumas de J o v e ]lanos , Ponz y Ccan Bermudez , no fuesen consignadas p o r él en un lijji-o que pudiese servir de código precioso á los cultivadores del arte moderno , con lo cual el nomb r e de BoDRiGüEZ acaso no desdeciría al lado de los de Paladio y de V i l r u b i o . Este célebre a r q u i t e c t o , y escelcnte español, murió en Madrid á los 68 años de su edad en 1 7 8 5 , y fué sepultado en la iglesia parroquial de S. M a r c o s , única que la enviuia le.dejó construir en esta capital. Su sol)rino y discípulo T). Manuel Martin Rodriguez (á quien tuvimos el gusto de conocer en sus últimos a ñ o s ) , fue un digno continuador de la fama de su tio , como lo acreditan en esta corte los bellos edificios del Depósito hidrográfico; el Conservatorio de artes ; el convento , hoy cuartel de S. G i l ; la aduana de Málaga , y otros fuera de Madrid. M. VENTAJAS DE LA CIENCIA. El saber es uu bien que no pueden quilarnos N, No temáis que estando sob) le abrume c) feísiidio consumidor. Desde el subterráneo que le encierra goza del espectáculo mas var iado ; vé el' fiíego d é l a s pasiones , los resortes secretos que las hacen obrar , las vicisitudes de las cosas humanas , y las revolu'ciojiesy c'aídasde los imperios. Conversa con los hombres de todos los siglos y de todo» los paises , y llevando consigo mismo sus l u c e s , es decir, sus bienes y sus ventajas , luego que tiene el conocimiento de su existencia , sn dicha no puede ser alterada en cualquiera circunstancia incómoda que pueda hallarse. -fi!; ni yÍ!'í'-i'i í:;.i . Si f/aútiís l^4\-?hí'Yom'i'l[ IbnpaaidUTii: ferien i//aliaíiíriiCa)6isi') / s J l , ¡zuiíia. ' .; ;• oji-.d i n i a l AqueHosijiopiíeS'.y' sjjy*ialiiia;;¡e»íprpeGÍda: fníJlrSiepi-^ p r e envuelta en l o s ' l í m i t e s eátiTecho.? de la, ignorancia,, no pueden pretender tener.parte' cujbi esquisila Iruiei.oij que procuran al eoteiidiiuiento las,reíles^ioUiCS..sobre d,i-; fcreutes objetos , de, las cicucias. ,.LsOa:]iijiiíbi:cs,«Ue,-pOF desgracia han .nacidPüCQn .csLá'aijlijyatíii háci,a Ijis, j e t r a s , están .condenados A ver correr sus'dias entre disgu'slos con-» tíuiios , y.una.ociosidad y dojadcz., un ao soba- (¡uc kactrse, rail veces mas fastidioso que la aplicación mas asidua. Pues á la verdad no encuentro fatiga tan i m p o r t u n a , como los de nn ignorante sin ocupación ninguna, .. Cuando decia nuestro Alfonso X , á quien la posteridad con tanta justicia dio el título de sñh\o , <¡ue. si la sabiduría se vendiese , agolaría al instante sus tesoros; n0:igno,raba cuan deliciosos son los; momentos que se emplean iei* uu estudio útil é interesante. Esto misiüo habria esperV-r mentado Roberto ( 1 ) , aquel monarcarcomparable con-eil. p r e c e d e n t e , pues como él fué filósofo , orador , físico, me— tafísico y poeta ; el cual confesaba que si hubiera sido n e cesario optar entre la pérdida ilo su reino , ó la de s u s ' c o nocimiontos, hubiera sacrificado gustoso su corona ant.es que verse privado de estos últimos tesoros. ••, ^..-y-jci En vano los amigos de Anaujas lo aconsejaban que e m r picase algunas horas de tiempo para poner en orden sus': negocios domésticos, que estaban muy desarreglados por su negligencia, úuicamente ocupado en los encantos d e l e s - tudio ; él les respondió; ¡ Olí amigos mios ! ¿cómo;d¡vidirín, yo un tiempo entre el estadio y los negocios., yo qvicprx;ficro nna ,SQla,g,b,tai,dc,,sab¡d,ivrííii á!!inilí"t!<?i¡ije)l^sí,?t)iírf^s de riqucza6?.j;,?i;l!ivin(i;ii >i,í OÍKIL^ÍIÍVI-. ,bii'|,;;| K^•'^:^^^••r^ ,-Ú-A . Mucho tiempo há que sobuscaiuia/^nwcccá universal y estamos poi-suadidos qui; aquellos que anian el estudio, la han hallado. El dulcifica nuestros males , disipa n u e s tros p e s a r e s , vivifica todas las facultades d c n u e . u r a a.Jniay, y la da (permítaseme esta, frase) una replcccioii.fj.ue .no. ^jueden procurarla.nijiica los deraas: placeres á qu.a,podia¡ entregarse, .Es.tt);. es , sin duda , lo que.im célebre,, cor t e sano (2) quiso dar á entender cuando respondió á,Luis X^V; que le p r e g u n t a b a de qué lo servia tanto leer: í^'iVx'.i./a. lectura Iiace,,á mi^espiritu , lo que vucslra^,pefdif:es,-,fípiis.; carrillos. '> .iriii. ^ • •• •'' . ' • • . ; ; i;; •; | . ¡Oh vosotros, á quienes funestas inclinaciones r ó a r r a s - ' Irán todavía. Vosotros que aun sois, libres y que , por d e - ' cirio a s í , podéis escojcr vuestros gustos y decidir ;: e n t r e - , g a o s á las l e t r a s , aficionaosal estudio ,. sembrad .eii'vv.es-, tra juventud conocimientos cuya abinidantxí cQseclia 5ea,Í,a-, alegría , y,B?AtO:5',e v??«5,U:s veje?i.Mü.ad/juc.|lQS .qi^-esclja-; 10: el esplendor délos metales que vienen de l a s r e g i o J^es mas r e m o t a s á nuestro c o n t i n e n t e ; los favores que una p'ega diosa dispensa tal cual vez ; los títulos que tanto lison]e.an el orgullo de un a m b i c i o s o — nada do esto tiene a t r a c '•ivos para el vci dadero sabio. Está bien persuadido d e q u e '•'"'1 tempestad es bastiinte para ver sumergirse las rique''.as que Chile nos envia. Sabe que las mayores fortunas no _&tan al abrigo de los reveses , y que el tiempo d e s t r u c t o r , '•* negra e n v i d i a , borran los dictados mas pomposos. 'IV'Uálcs sou , p u e s , los bienes que su alma desea? Los j_^°e'uiientos que se adquieren á costa , es cierto , de un •• ^ajo asiduo , p e r o que una vez adquiridos le acompañan 1 P'^cs hasta el sepulcro. l i é aquí el único objeto d e s ú s -, ^os; bé aqui el escudo impenetrable que opone á todos • "Jardos i r d o s que una suerte rigurosa puede lanzarle. •• E n cualquiera posición que situéis al hombro vcrdadeIj'^nientc sabio , sabrá formarse una felicidad independiente ^•^jos caprichos de la fortuna , d é l a inconstancia de las das i r r i t a d a s , y de la injusticia de sus perseguidores, ^^^í^que le encierien en la prisión mas horrible , su ^^ma gozará sieivpre de una dulce tranquilidad. Los ( I ) Roberto, rey de'^t'f.'ijiolo.s, lioni-óá todos los sabios en s su^°^ de los astros no p e n e t r a r á n en, la profundidad de tiempo, y con prel'eiem-ia á Fraiici.íco 7^C//ÍJ;'C«. Murió en''i3 5j calabozo; pero su imaginación, rompiendo cou vuelo rá- llorado de sus ynsüllos, de (niicnf.s liabia licclio la felicidad.: cier"t ' ° " ' ^ ' " ° espacio que los separa , oirá los con(2) El duque de Vivonna ,• esto sfiíor tenia la tez eslreiíwdamcnc u r s a ' " • " ' ° " ' ° ^ ° * '^'^ ^"^ marcha , y aun los diiijirá en su le .fresca y encarnada. (,V. el En.sajo sobre.e! siglo de Luis XIV porMr. de Y, aiit. Monlcspan.) YI-MA :•''; v.-:-M , • • • : . : • . , •, . . . , ..•••' ' . .[• ¡, SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. 356 m a n heJIos días pasan como una s o m b r a — ¡ Por cuan felices os t e n d r é i s , si habéis sabido economizar rccuvsos para aquel terrible tiempo en que el hombre que ha sido e n e migo de las ciencias, no vé otra perspectiva que la vergüenza , el tedio , el dolor y el sepulcro! ;irr:. u : n í j ÍÍ.^Í>:J G, R. UTOPIA DE TOMAS MORO. J L I A Utopia de Tomas Moro , Canciller del rey de Inglat e r r a bajO HcBrique V I I I . se compuso á principios del SÍ"lo X V I en idioma latino , único que entonces usa])nn los sabios ; supone Tomas Moro que se encontró en A m b e r e s con un viajero i n s t r u i d o , llamado Rafael, con quien contraio estrecha amistad. Las conversaciones de airdios jir a n comunmente sobre la filosofía y el gobierno. Rafael ataca vigorosamente los abusos de las monarquías europeas, declama contra su despotismo y males que acarrean, c o n t r a el servilismo de los palaciegos , la venalidad de los empleos, la manía de las conquistas, e t c . , e t c . Pero se d e clara sobre todo su indignación contra los muguatos. L e s acusa de todos los males p ú b l i c o s , y de que su lujo invadía y lo destruía todo. Las propiedades concentradas en sus manos eran la causa del monopolio que producía el alto precio de los g r a n o s , privando al p o b r e de su subsistencia , y obligándole á que se echase al r o b o : pues en su sentir la nuilliLud de robos dimana de la miseria de los particulares y de la codicia de los grandes que poseían los terrenos ; y ceban de ellos á los propietarios p e q u e ñ o s á fuerza de vejaciones. Habla en seguida del ri"or de las leyes represivas , y prueba que este mismo rigor las hace ineficaces. «Una eslrema justicia, dice , es una injnslicia cstrema : si con el mi.snio rigor se castiga á un ladrón que ;í un asesino, necesariamente sucederá que haya mas asesinos que ladrones , no deteniéndose ningún h o m b r e perverso eú un delito que k ley castiga do la misma manera que un c r i m e n . » Declama también contra la p e n a d o m u e r t e , apoyándose con la ley de Moisés. Concluye de tod o lo dicho que no puede haber felicidad en los estados en q u e existen semejantes abusos. A las objeciones que le hace su interlocutor sobre lo dicho, contesta Rafael, refiriendo las maravillas del gobiern o d e Utopia , isla situada en América (se acababa de d e s cubrir aquella p a r t e del nuiíido). La isla Utopia comprende cincuenta y cuatro ciudades populosas. Su forma de gobierno es republicana. Cada ciudad envía á la capital llamada Amanroia (voz une en griego significa dcsconocidn) tres r e p r e s e n t a n t e s , q u e reunidos á ios otros diputados , constituyen el G r a n Consejo. El jefe del gobierno le elige este senado d p e r p e tuidad. El estado distribuye entre los ciudadanosel t e r r e n o p o r iguales partes , y todo es allí c o m ú n , la vida , la propiedad y el t e r r e n o . Los ciudadanos dejan de diez en diez años la casa que han habitado para ocupar la que les adjudique la suerte. No hay distinción alguna estcr i o r ni aun en los vestidos, que son todos de la misma lela y h e c h u r a . No se tolera la ociosidad , y todo el mundo trabaja. La profesión p r m c i p a l es la agricultura; n o se ejercen las otras sino eu utilidad g e n e r a l , sin r e tribución alguna, y jamás con esperanza de lucro , no c o nociéndose allí e l c o n i e r c i o . Sm emijargo , se cultivan las ciencias y arles , y los sabios, .irtistas y sacerdotes for«lan una clase aparte , en la que á nadie se admite sin o con dictamen de los majistrados. Los trabajos considerados como viles los desempeñan aquellos á quienes sus infracciones de las leyes ha privado de su cualidad del ciudadanos y reducido á la condición de esclavos. Si el número de esclavos no basta , los compran en otros países. La esclavitud es casi la única pena que se impone á los criminales. En cuanto d otros d e l i t o s , no hay l e y especial para cada uno de ellos, cpiedando al arbitrio de los majiitrados señalar los castigos. En caso de enfermedad incurable se aconseja y aun se ordena el suicidio; pero cu otra cualquiera clrcuustancia el que se suicida queda privado de s e p u l t u r a . Es libre el ejercicio de toda religión ; pero la del estado es el deismo y la inmort.ilidad del alma. Lejos de desechar los placeres .".e abandonan á ellos, convencidos de que se fundan en la naturaleza núsma del h o m b r e , y eu la voluntad de Dios. El que altera la tranquilidad pública con una m a nifestación demasiado violenta de sus principios religiosos , es preso , sea católico , doista , ateo ó pagano. En uQ estado de este modo organizado no hay jamas guerra civil, y nnicho menos estranjera. Por otra parte , la situación de la isla es t a l , que no puede abordarse á ella sin el auxilio de los n a t u r a l e s , á lo que se añade que fundadas en la justicia y la buena fé sus relaciones , a l e jan toda diferencia con los demás pueblos. Para concluir su pintura añade Rafael que entre aquellos dichosos mortales el o r o , absolutamente i n ú t i l , no se niira sino como una superlhúda despreciable , y se le emplea en les destinos mas viles de la vida doméstica, Se vé por lo dicho , que el libro de Totnás Bloro es una especie de apólogo para combatir á su sombra la o r ganización de las sociedades m o d e r n a s , y bajo este aspecto la Utopia de Tomás M o r o , así couió la república de P l a t ó n , no carece de ingenio y oportunidad. Su a u tor no fue perseguido por la publicación de esta oJ^ra ; se sabe ademas que permaneció fiel á la fé católica , y que prefirió morir á manos del verdugo , antes que reconocer la supremacía de Henrique V í i l sobre la iglesia de I n glaterra con d e t r i m e n t o del Papa. .1 LOS 5!0-\TER0S DE ESPIirOS.4. os Monteros de Espinosa , oficio antiguo y honorífico, que tuvo principio ilesde D . Sancho Garcia , conde de Castilla , año de X l l l , hiju que era del conde J). G a r c i F e r n a n d e z , que lo fué del valero-o conde Fernán González y de Doña Sancha su esposa , hija de D. Sancho Albarca, r e y de Navarra , pues queriéndole atosigar con y e r v a s , su m a d r e , cual otra Cleopatra , reina de S i r i a , á Antioquio G r i f o , su h i j o , un c a b a l l e r o , mayordomo del contlo D . Sancho G a r c i a , llamado S a n c h o , natural de la villa de Espinosa, lo d e s c u b r i ó , por cuya fidelidad adquirieron esta singular preeminencia , que puso en p e r fección la católica reina doña Isabel. Es patrnnonial p a r a hijos de la villa de Espinosa , y para e n t r a r a servirle hacen información de nobleza y sangre. Salen de la -antecámara con el mayordomo semanero , cuando de noche se cicrr."» la p u e r t a y quedan de guarda en la saleta , donde d u e r m e n . Gozan de grandes privilegios : en ellos les dá el R e y t í t u los de leales. Son libres de pechos , repartimientos y alcabalas , que no las pagan de ninguna cosa que v e n d e n . Antiguamente no habia en Castilla mas guarda que de Monteros de Espinosa. Quien quisiere ver por estenso la honorífica autoridad de este oficio, la hallará doctamente escrita en libro p a r ticular del licenciado D . Pedro de la Escalera G u e v a r a , fiscal de la Junta de aposento,, sugeto dignamente veuer a d o , en quien c o n c u r r e n nobilísima s a n g r e , superiores a i r a s , singulares n o t i c i a s , y relevante erudición. 357 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. MT oí/iiul ¿ol H uyi-.i'j-i Kjfj or.iiíivij ESPAÑA PINTORESCA. •,• v V ,=-.Jv ,W u I cuubiviiboi iíOílouíÉ.^j;ijinicl JJí ub eoi afíiioJomog .iigea cíaa .iiisbsIÍEVíae lilla sí) ií. . ü ob i;¡¡rí siUJ •jb'io US ób 'íob 3 Vi*!. M O K A S t Ü R I O A fifi -jb. briujBa oí .' sb pqp.idoSTíi J^ltD&A. *-i- pssD que Cüiitivan nuésti'a atebciott láS estampas I acompañamos la p r i m e r a qwe lia ocupado el Luríl a e l o s *str;,iijei-!is ijtie i cpresciitan vistas de oíros paists , Cixiio artistas; y con lodo, este monasterio abrazaba en su dilatado s lawnc ., ., .-.ijis (le la Suiza , los caslillos de iM'aiicin, recmto cuanto pudiera apetecer una imaginación e n t u s i a s ta por las bellezas, principalmente naturales. Allí encontraria una sobervia cascada cual no la bay en España r) * -".^•gos encantadores , grutas de cstalaclilas , x,n conjunto de grandiosos edificios de diferentes géneros y custos y cji lili un goljie do vista apacible y delicioso. • "la sobre ellos nuestra ateucion. Mil bellezas yacen esEste munasterio que fué de nionges Bernardos, está s i oulas en nnestra patria , y otras mil lian sido d e s t r u i - tuado en Aragón a d l e g u a s de Calatayud y 18 de Z a r a Y o están próximas ¡i p e r e c e r , sin que el lápiz del artis- goza, á cuya provincia corresponde. Su fundación se r e ^ 1 "y^ sacado su mascarilla , antes de'tuieviitlVan a l a monta a principios del siglo XIH en 121S ó 1253 según D o o aan"* ''í'^*'" ''"'ierpu. Por otra parle al paso que t r o p e - Ju,an Alvaro que es lo mas p r o b a b l e . Es oriundo del de Po^•^^lospor d o q u i e r a con vistas de! Escorial, de la Giralda y b k t de Cat-aluna , do donde salió el abad Gaufrido con 1 2 enc°cf ' ' ' " ' " ' ' r " " ^ " « reproducidos basta lo infinito , apenas mongos a 9 de mayo de 119<1 , en tiempo del r e y D. A l o n l e r e r " ' " " ' • " ' " " " '^'''"¡"s de otros puntos no menos in- so U el Casto de Aragón. P r i m e r a m e n t e estuvieron e s siMa v " " •.''"'" I""',*": b-'-a-ideia , al-Weuospor su i.ernio- tos mongos en vanos pueblos de tierra de T e r u e l y p r i a cipalmenlo en Cillcruelos , de donde los trasladó'á PtcdrJl « c i u S í a , ! " ' " ' ' ' • '•"" '^ '"^"«.stcrio de Piedra , que en la el rey D . Jaime el Conquistador en la época citada. ^«''lidadnos o c u p a , del cual q u u á será la vista que P o r esta razón se vela su estatua j u n t a m e n t e coah 358 SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. de D. Alfonso á la p u e r t a de la iglesa , estáUias (]ue por recreo á los monjes, dividido en pequeños jardines que culcierto lian sido liori'iblemenlc mutiladas á manos de la bru- tivaban por s í , recreo h a r t o conveniente á unas personas talidad , ;í posar de los gratos recuerdos que ambos reyes que se veian privadas de toda sociedad y t r a t o , y sin poinspiran á los aragoneses. der entrar en las celdas de otros , sino después de c u a r e n Ambos dotaron largamente o s t e m o n a s t e r i o , que p o - ta años de habito. seía seis magnificas granjas, entre ellas las de Caos Cilleruc Pero lo que mas llama la atención son las bellezas n a t u las , Zaraso^illa y Ballcs/.ar, la cual era donación de Don rales quo agolpa d e n t r o del recinto de su cerca : aun r e P e d r o de Azagra , Señor de Albarracin , gran p r o t e c t o r de cordamos con placer un paisaje encantador que t r a e esta casa , como todos los de su familia. Muchos individuos á la memoria las descripciones poéticas de nuestros cláde ella se hallan enterrados en su panteón , como también sicos. Después de atravesar una espesura y pasar u n una hija de D. Alfonso I I , los infantes de Molina, el se- arroyuelo sobre un puente improvisado con endebles m a c r e t a r i o P a s a m o n t e y varios caballeros de las familias de d e r o s , entramos en un pequeño prado en forma de anfil l e r e d i a , Junes y RevoUedo, oriundas de los pueblos i n m e - teatro , y rodeado por todas partes do árboles y de madiatos. leza. Teníamos delante un niontccillo igualmente a r b o E n t r e sus abades célebres figuran el P . Vargas, funda- lado , en medio del cual descollaba un álamo amarillendor del monasterio de Monte Sion en T o l e d o , y reforma- to , á cuyo pie se desprendía una cascada á unas 20 r a dor de su orden en Castilla, y D. Fernando de A r a r o n , hi- ras de elevación. Cerca de ella varias grutas llenas de jo n a t u r a l de D. F e r n a n d o el Católico , que después fué estalactitas producidas por la filtración de las mismas aguas arzobispo de Z a r a g o z a , y uno de los hombres mas céle- que corren sobre ellas , imitaban las caprichosas labores, Lres de Aragón, no solamente por sus ilustrados escritos, agujas V calados de templetes góticos : la soledad del sisino también por lo mucho que trabajó en el arreglo y d e - tio , el ruido monótono de la pequeña cascada , y el m u r fensa de sus fueros y en la aclaración de varios puntos in- mullo del a r r o v o cristalino formado por ella , que en s e t e r e s a n t e s de la historia. A él debemos la creación del guida atraviesa el prado mansamente , contribuyen á r e a l empleo de Cronista de Aragón , tan útil no solamente para zar este cuadro encantador , en el cual nada ha p r a c aquel pais , sino para todo España p o r los célebres e s c r i - ticado la mano del h o m b r e , por fortuna las bellezas natos de Z u r i t a , Blancas ArgeiLSola , D o r m é r , y otros m u - turales, a u n q u e abandonadas á si mismas , no se d e s t r u y e n chos célebres historiadores. con la facilidad que las obras del a r t e . Por lo que hace á la fábrica del monasterio es un conO t r a s varias cascadas hay en la huerta de diferentes j u n t o de edificios de diferentes g é n e r o s , que no deja de elevaciones y caprichos , ora cayendo p e r p e n d i e u l a r m e n t e ser imponsule y agradable. La inmensa muralla que le' como cola de c a b a l l o , ora quebrándose contra las rocas sirve de cerca es toda d e p i o d r a mármol sin pulir, de la cnal con espumosa furia. P e r o la mas admirable y s o r p r e n h a y grandes canteras en los montes que circundan el m o - dente es la que denominan las gentes del pais el chorro nasterio. J}Q- t r e c h o en t r e c h o se halla i n t e r r u m p i d a por palomero. Todos los. diferentes ramales del rio piedra, algunos cubos ó torreones que le dan el aspecto de una for- reunidos dentro de la h u e r t a , forman un caudal de aguas taleza. El que sirve de entrada es sorbervio y airoso, y tie- bastante considerable, que se precipita por entre dos r o n e sobre la p u e r t a dos escudos, que creo sean del abad cas á una elevación de 70 va-ras. Al asomarse por p r i D o n F e r n a n d o : su interior servia de ca'rcel ó reclusión en mera vez junto al balconcillo suspendido sobre el abistiempos a n t i g u o s , no solamente para los monjes díscolos mo , cerca del a r r a n q u e do la c a s c a d a , se siente el essino también para la numerosa s e r v i d u m b r e , que vivia pectador poseido de un t e r r o r i n v o l u n t a r i o , que le oblid e n t r o del monasterio, y que formaba una especie de p u e - ga casi á retirarse. La vista se horroriza al p e n e t r a r h a s L l o , el cual elogia anualmente su alcalde con aprobación la el londo do aquel pozo de agua espumosa que llega del Abad , para su gobierno civil. abajo casi reducida á vapor , y el oido y basta la i m a Lo p r i m e r o que se presenta á Ja vista del espectador jinacion se aturden con aquel ronco estruendo que e n es la hospedería {ci/lereria) con su fachada de estilo fótico cajonado entre las r o c a s , apenas tiene cspansion. germánico que indica haberse construido hácia.la época de ' Este estrúeiídí' se aumenta cuando no baja todo el los reyes católicos , en que prevalecía aquel. caudal de agua necesario para formar bien la curva y En seguida se entra en una plaza formad» por la fa- salvar la punta de una roca contra la cual se estrella á chada de la Iglesia, la hospedería y el palacio del Abad, la mitad de su caida , partiéndose en dos ramales. Detrás que es de gusto moderno y no mala arquitectura., La, dé de. este c h o r r o s e ' v é una oscura gKiita en. medio-del abisl a l g J e s i a ofrece poco n o t a b l e , y sas altares y adornos mo , dentro de la cual anidan, millares de palomas t o r s e g u r a m e n t e no eran del mejor g u s t o , en especial las p i n - caces , de donde so deriva el título do chorro palomero. t u r a s que adornaba el traseoro eran indignas de aquel siEn algunos dias templados del otoño la gran cantidad tio, .No asi las del altar llamado el R e l i c a r i o , pintadas so- de vapor levantado por la caida impetuosa del agua, L r c campo dorado y pertenecientes á la época on que suele formar entre las rocas un i'enómono semejante al pripcipiaba á obrarse la restauración de las artes , dignas arco i r i s , y por la misma razón de la refracción de los p o r tanto,de la atención y observaciones de los inteligen- rayos solares en las gotas de rocío. C u a n d o las palomas t e s . La iglesia tiene la forma de una cruz latina perfecta atraviesan por aquel vapor se las vé entonces bañarse y es de estilo gótico , aunque la mayor p a r t e de los ador- de todos los colores del p r i s m a , y dando en seguida una nos «penas estaban en consonancia con él. vuelta al rededor de la cascada se precipitan r á p i d a m e n t e Poeo mas ofrece de notable el monasterio , á no ser sus d e n t r o de la caverna. Son muy contados los que h a n claustros anchurosos y tan dilatados cual n o nos acorda- tenido la audacia suficiente para descolgarse hasta ella, m o s haber visto en otra p a r t o , una escalera m o n s t r u o - en ocasiones que por estar cortado el rio no bajaba agua s a m e n t e grande , celdas espaciosas y con bonitas galerias, por allí. Es m u y notable este rio ademas de las bellezas sala capitular niagestuosa y de estilo gótico oficinas v sa- i'eferidas por la transparencia y frescura de sus aguas, lones cámodos y espaciosos. Por la parte de la h u e r t a por su abundante y sabrosa p e s c a , especialmente de t r u ofrece el monasterio una j ' e r s p e c t i v a agradable por la c h a s , y sobre todo p o r la propiedad de petrificar los triple hilera de treinta arcos , que forman sus «alerías. objetos que se meten en su corriente , lo cual dá lugar Un trozo contiguo á ellas estaba destinado á servir de á mil raros c a p r i c h o s : un junco medio metido en elJa SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL. STte'al'poto tiempo la mitad petrificado y 'a o''"a mitad eu su estado n a t u r a l . ' ,x;-r ; Ü Í I ; Para que todo contribuya.'á'elnfóileceí'.este c u a d r o , tamjjoco ]u faltan sus tradiciones, pai-a darle mas realce 3' recrear la iniajinacion. Cerca del chorro de (jue acabamos de hablar , hay un gran p e ñ ó n , ó por mejor d e cir , un cerro separado de los d e m á s ; que las gentes del pais llaman la peña del diablo. El origen de esta denominación es el siguiente.—De resultas do haber librado lo3 monjes de este monasterio á una señora energiímena que Vino desde tierra de Soria , con objeto de encomendarse á nuestra Señora de Piedra , se dieron por agraviados los desposeídos liue'spedcs, y determinaron quemar á todo t r a n c e el monasterio. Como los operarios eran muchos y d i l i g e n t e s , ari'ancaron en una noche todo el pinar inm e d i a t o , y llenaron el convento de leña. Ya principiaban á encender la niadefa y soplarla , cuándo dispertando los monjes al toque do maitines , se pusieron en oración y lograron aliuyentar aquella chusnia; Fué esto i tiempo ^ u e venia por el aire un diablazo grande trayendo e n t r e sus manos aquella enorme peña para echarla encima del monasterio ; p e r o al oir la canipana la dejó caer en el íilio donde esta'. Detrás do ella hay un pequeño p e r o p r o fundo estanque que llaman la pesquera , lo eual unido a otros indicios , hace creer que su desprendimiento sea efecto de alguna erupción volcánica. Este suceso lo refiere niuy detalladamente Mn libro titulado Jmíf/'cnc,? aparecidas de Aragón , y la gente del pais lo adorna con algunos detalles nías. \ • ;• '•'• • • ' '• ,' Quisiéramos no teli'éi''" (Jiiie dyciH'tiMtf wcerca di;l estado actual del monasterio. Eu 1S22 se preseulú al g o "lerno una memoria sobre el mucho provecho que se p o dría sacar de la caida de aquéllas aii¡uás p a r a varias fabricaciones; allí se hacia subir su fuerza comparada á. uu n ú m e r o asombroso de m i l e s de caballos , que parecerá increible á quien tío la'ha,y.-i vikto. Verd;icl es que la falta de caminos , t r a n s p o r t e s ' y Otros ;mirob5táculos hacenilusorias aquellas, ventajas.. ~ ' ' '• ' 359 jardines y casas de campo con muchos di.spendios y t r a bajo , alguna que otra de las muchas que la naturaleza ha prodigado entre estas rocas. A veces para decorar sus jardines elevan \m palacio suntuoso , qwe-luego suelen volar con pólvora para tener una decoración de ruinas. Ni aun este ornato faltará d e n t r o de la muralla del m o nasterio de Piedra , pues quizá d e n t r o de pocos añóS no quedará allí mas que la piedra del monasterio. • iHijiii, •>:iu ,O;Í.I|I:!I¡;U o-ilo u!j 0l;¡:(.bC¡.i:,¡.i.¡ , .:.--ji, / ;.b aois'^ulf s u p '„ao-iocfi gJoii! -lu-istpo Vao ^ ^jficjpjlni na -:)3 B1 aaiBsulíi-.i Is olobn-jiooiio-J ,olo?, t'^^ xu-isl-ib-JEÍ)'jb ífi 3up , Kiloo HiK; 'iiri;;: id rhita((-ji uoa -is-idoo \ , cbct .ji-!i;uib-io oh f.ÚMii = > - ^ g ^ e g j S S 3 giv.d »I se BlsaibBOfj .-'íiíab ( t ) obiKiMia-l '!r,3 vortr loe -lOq íol aolis'joiioo i\\i Inaniru» «¡Lnail tí6 ,,:\ i... ^^v,-T-;.,•HlMISí¡SLAK;5A«5>•nü•oo^ sdEboGm 'ii oiJn'vi' i .1)?. o.vil9ioJ .(1'¿«lii'!B ' • OU.'ÍO;M>Í- 011 nfiíiJii-.oD'jti OH goiofn "sjai-: - . obrino-ia'I .g ínagiiza uiJnalKV «^ -'""o'..'" í i s ! óbii; ANliALuzAíji':'}.'''^'' """•' ÍT\'? i :>!•>!:•! 15 Í1O0 •jlonnun :•:) ¿Es posible , decía un madrileño a un anda!(i\zisiinigo suyo , que después de seis meses que ha muerto tu m u jer la lloras a u n ? — ¿Cómo después de seis meses?, r e puso el a n d a l u z , la l l o r a r é seiscientos a ñ o s ; p o r q u e lie embalsamado mi dolor para hacerle cierna. '••m^^E^^ LA COFIA DE GAllCI-PEREZ DE TARGAS. La liistoria de las diferentes revoluciones y m u d a n zas que han esperimeiitado nuestras costumbres de c u a tro ó cinco siglos á esta p a r t e , sería , según el p a r e c e r de algunos ,1111 presente m u y interesante para n u e s t r a Por lo que liace a'los objetbs artísticos'que llamaban' moral. ¿Con q u é placer ; dicen , no se veria las p r e o c u la atención en este m o n a s l c r i o , lodos han sido disper- paciones de la iguorancia y de la b a r b a r i e , ir haciendo sucesivamente lugar á una' razón sana é ilustrada? sados como los miembros de un co¡oso c a l d o , del que. O t r o s se creen con sobrados fundamentos para dudar cada uno se llcvá'uii trózio f^ peiíó liosiguardaremos bien; de deplorar la siierte de los que lian sido conservados,! que hallásemos mucha m a t e r i a de trivmfo en este p a r a Cualquiera que sea el objeto á que se los aplique. La si- lelo. Y á la v e r d a d , el refinamiento Aec\nc al presente llería del coro , ."jlgunoS cuadrOs^y. libros'Coii otros cí'ec, hacemos alarde , ¿nos indemnizaría de la rectiiud y de la *os de menor entidad , han sido transportados a' la Uni- simplicidad que formaban el carácter de nuestros abuelos? •'• Goiiücemos , por otra p a r t e , que no. s o m o s ' c a p a c e s versidad de Zaragoza , la cual p o l - d c s g r a c i a llegó algo tái-de. Otros objetos han sido adjudicados á Calatayud, de erigirnos jueces eu esta contestación - ademas qjie y nnalmente el relicario (de que arriba hicimos iiíencioii) Ibda couiparációii s u e l e ' S e r odiosa. P e r o no podemos ^a á ser trasladado á esta corte , segtin hemosoido'k dón- ocultar que cu?mdó vemos Cn nuestras antiguas historias ele le verán con gusto los aficinruidos. El alítai-i mayorj el cuadro de las costumbres de nuestros padres , lieseíi«ole inmensa de madera dorada , aunque n o del mejor ríamos que se hubiese hallado un medio de c o n s e r v a r •íl i^ ' ''•' sido destrozado á jirincipios de setiembre de las y mezclarlas con las l u c e s , por las cuales nosotros ' ^ 'ilismo a ñ o , en virtud de una contrata del gobier- nos lisonjeamos de sobresalir y distinguirnos. ¿ Por qué las obras de López de Ayala , de O c a m p o , " Con u n o s e s l r a u j e r o s , que pagan á H r s . la arroba •^ "ladera dorada. Al ver las efigies tiradas por el suelo, de Gáribay , do Valern , y otros muchos escritores de cu'ocadas las columnas , y los adornos destrozados por ticirlpos r e m o t o s , nos agradan taú'tó en el dia aun ¿ p e tiacha para quitarles la sisa dorada , recordábamos con sar de su leng.iiaje antiguo? C o n s i s t e ' e n ' q u e di estilo d e lor aquellas palabras de un p r o f e t a , se verá en di estos autores ha tomado el barniz de las costumbres que pintan , y estas costumbres están en la m i s m a naturaleza. 'nplo la abominación de la desolación. : Hé a q u í , á nuestro j u i c i o , el verdadero origen d e - s u _iV edificio se halla en mtíchas p a r t e s ruinoso ,'y^ quiza .atractivo ¡(1'). "13 '^^ '''"^^ aüos apenas subsistirán de él .mtis que las , ' , , , : . , ) , ;, l--;.^ .. ^ ^,,^,;;^— ^.^arles sólidas. La enfermería se ha h u n d i d o , la fachada ,.l ','i'.l iitinrmri r .i,, j,, |,, ^^.^ ,,,n.,. , .! . .' . , e a Iglesia se está desplomando por momentos , y al(r) La sencillez y la verdad pura en cualquier sigfotjue'SÍ*hagunos trechos de los claustros lio se pueden atraVesar ' y sm p e h g r o . Los estranjeros aficionados á los. pjlntos llan siempre sn oportunidad y su tiempo. Munlagne. ,j^)..-,4'«SWa»r5 ys»8éa4Í<;e',.,nás.,3,ii. Edición de M'adria, 1^77 ««4 J^* «S 'üe"e«as,»at4M:»l<»s,, *welea.,r;eianir e.n s*^;; I,.,, ; f(>iÍo.,i,'ií,''t,i, i,-.,i,-ji> í-iiLi¡. '. ,H>\„«.wltiatí 3ii¡) «ib uninrejl -t' ' ^.•i•'' ^<>'\'^\• '•- •' •< • I) .11.1-,...I 2«un a ¡íAaaot :<a AÜUIV AÍ aa ATK-ÍÍIIMI ;aiHaAl« .,11.', - • '•••. •• ' ' - , 360 SEMANARIQ__PmTORESCO ESPAÑOL. ' ': v\ .w,.••-.!, , , V . . j ! i ' "" ? A este propósito osaremos citar aquí un romance a n Don Lorenzo Gallinato^ (1) llguo que hallamos en el apéndice fie los aúnales de SeY el rey , csla'u en un c e r r o ; vUlct de Ortix d,e.Zúmsa ( 2 ) , compuesto con el siguiente Don Lorenzo dijo á el rey , motivo. , ,;, Veo solo un caballero , « Los herveros , que la milicia moderna llama forraQue si los moros lo a t i e n d e n , . j e r o s , salían cada din escoltados de t r o p a s , á quo se Ll liara un cclio muy b u e n o : alternaban caudillos, fiiélo en uno el l';<nioso G a r c i - P é r e z Veréis si no le conocen de V a r g a s , acompañado de otro cahajlero, que inferior Un escojido g u e r r e r o . en intrepidez no osó esperar siete moros , que h u y e r o n A punto Vil G n r c i - P c r c z , de G a r c i - P e r e z ya solo , conociiindolo al enlazarse ¡a c e Su camino vá siguiendo. Jada , y cobrar con repetida bizarría una cofia , que al Los moros en un tropel ponérsela se le habia caido , de que usaba de ordinario ..Ademanes van haciendo , p o r ser muy c a l v o ; mirábale San F e r n a n d o (1) desde por medio de ellos •USl ••! ./.Piissasc su tienda eminente á la c a m p a ñ a , y sin conocerlos los Sin que le conozcan miedo. mandaba socorrer ; pero conoció á G a r c i - P c r e z en 1 En las armas le conocen as arm?.s D . Lorenzo S i i a r e z , y advirtió al r e y que Y no ossaron atendello. p a r a rio I olibt;: siete moros no necesitaba de socorro tal caballero, c u El se v:í por su camino , ya valentía exageró S. F e r n a n d o , y mas su modestia, Las armas dá al escudero , cuando rcusó decir quien era el que lo acompañaba , g u a r Echa menos una cofia dándole gpa el silencio el honor de que él cuidó tan ',,,Que Iraia so el capiello : poco(2).>j Acuerda volver p o r ella , Fasta dó se puso el yelmo. ^^'<í*»áh,ediceá¿/. El escudero llorando ílatando, sobre SevíHa' Le dijo^ non fagáis eso , El i-éy Fei-iíahdo T e r c e r o , Que la cofia vale poco , Ese honrado G a r c i - P é r e z y podéis p e r d e r n o s cedo. Iba con un caljallcro : Espera aquí no le c u r e s , Solos van por u n , c a m i n o . Que es cofia de mucho precio , Solos van p o r un sendero , E labrada por mi amiga ; Siete caballeros moros Non la p e r d e r é si p u e d o . A ellos venian d e r e c h o s : Volviendo por dó viniera ; Dijo aquel á Garci-Pere'z , Alcanza los moros p r e s t o ; No es bien que los aguardemos Ellos que bien le conocen , Que dos solos , pocos somos No ossaron atendello. p a r a siete caballeros. Allí hallara la su cofia , Respondiera G a r c i - P e r e z , , Vuélvese con ella ledo : No es aqueso de hombres buenos, Dijo el rey ú Don Lorenzo Mas si vos queréis seguirme ¡Ay Dios! que buen caballero. A todos les romperetnos : _ - . - (-•. ' , ""'' , ,^ • No quiso su co<npaner,o , , ,,• 9ji,.j,| Las riendas vuelve p a r t i e n d o . , Pidió García sus a r m a s . Que las lleva su e s c u d e r o : ( i ) Entonces Feínaiido III de Castilla. {%) Hé aquí también como refiere este hecho notable nuestrr historiador Mariana, «...Sobre todo (v;i haljbnJo de los caballeros de rúenla que inas se distinguieron en la conquista de Sevilla). Gaici-Peroz de V.iress, nntural de Toledo , de ciiyu csl'iierzo se refieieii cosas grandes y casi iiirreibles. Al piinciiiio del ceno ,i la ribera del rio, do tenían soldados de guarda para reprimir los rebatos y Sabdas de Tos moros, Gaici-I'erez y un compañero, apartados de los demás, iban no sé ii i|ue parte: en esto al improviso ven cerca de si siele luoios á caballo: el compañero era de parecer que se retirasen; rejilicó Garci-Perez que auixpie se perdiese no pensaba volver atrás, ni con torpe huida dar muestra de cobardía. Junto con esto, ido el compañero, toma sus armas, cala la visera, y pone en el ristre s» lanza : los enemigos, sabido quien era , no quisieron pelear. Caminando que bobo adelante algún tanto , advirtió que al enlazar la caf elíina y ponerse la celada, se le cayó la escofia: vuelve por las mismas pisadas a. busealla. Maravillóse el rey que acaso desde los reales le miraba: pensaba volvía á pelear; mas él li;mada su escofia , porque los moros todavía esquivaron el encuentro , paso ante paso se Tolvíó sano y salvo á los suyos por el camino eon^enzado. Fué tanto mayor la honra y prez de este hecho, qi;e nunca quiso declarar íjnien era su compañero, sí bien muchas veces le liicieron instancia lobre ello : ii la verdad, ¿a qué propósito con infamia agena buscar jara a. enemigos , y afrenta para su compañero sin ninguna loa suya.^ «omo quier que al contrario con el silencio demás del esfuerzo , dio Boeslca-de lamudeslia y noble término de que usaba.» COLORES DE LUTO USAUOS ENTRE DIVERSAS NACIOHES. En Siria llevan el luto de co\av azulceJesle: en Ejiplo color de hoja seca , ó aiiiarillcnto. Los etiopes lo usan ccnicicnio blanco ; en el Japón y en nuestra Europa se llev» negro. Cada nación cree tener buenas razones para obrai' do este modo , pues dicen que el azul celeste denota el 1 " ' gar ó sitio que se desea á los muertos. La hoja seca r e p r e ' senta el fin de la vida ; porque las ojas de las planta* cuando se marchitan ó mueren , se vuelven ainarilleU' tas. El ceniciento significa la tierra en la cual se co»>' vierten los cadáveres. El blanco indica la p u r e t a de '* vida del d i f u n t o ; y el negro manifiesta la privación '' la luz y de la vida. —«•O-* ADVERTENCIA. El 31 de octubre se ha repartido á los Sres. suS' critores por tomos al SEMANARIO el de 1838, y coot»' núa abierta dicha suscricion ppr tonios en las librería* de Jordán, calle de Carretas; y de Cuesta , calle M*' yor en los términos anunciados en el prospecto. {i) IXsmáhzie Don Lorenzo Suarez dé Gallinato ,'¡ ttt amigo y compañero en valor de Garci-Pereí de Vargas. M A D R I D : IMPRENTA D E LA VIUDA DE JORDÁN E BWOS. O*""*