La batalla judicial contra los asesinos de Víctor Jara Por Enrique Torres Luego de más de 39 años del asesinato del cantautor chileno Víctor Jara, ocho exoficiales fueron llamados al banquillo de los acusados a fines de 2012, por su responsabilidad en el crimen, pero queda por recorrer un convulso proceso para su condena. En entrevista con Prensa Latina, la viuda del artista, Joan Jara, reconoció la importancia del encausamiento, sin embargo manifestó estar consciente de los tropiezos a la vista. “Se ha esperado tanto tiempo que uno como que pierde las esperanzas de que todo va a suceder muy rápido, pienso que van a existir tropiezos, que los van a soltar, no sé, tenemos que seguir muy alertas, y trabajar mucho para que realmente siga el proceso”, consideró. Joan recordó la negativa de las fuerzas armadas de Chile a contribuir al esclarecimiento de los hechos y por ende a la identificación de los autores directos y cómplices del asesinato, de ahí que en gran medida los resultados del juicio que se iniciará próximamente dependerán de la información que aflore en la vista oral. “El careo entre esos exoficiales será muy importante para que el proceso siga adelante, ya que es posible que emerjan contradicciones en los testimonios y pueda ir saliendo a flote la verdad”, expresó la exbailarina y coreógrafa británica. Tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 encabezado por el general Augusto Pinochet, la entonces Universidad Técnica del Estado fue cercada por tropas del Ejército, que ocuparon el recinto y apresaron a estudiantes y profesores, quienes fueron conducidos al Estado Chile, convertido en un centro de tortura y muerte. Entre los profesores apresados se encontraba el cantautor, quien al ser reconocido por sus captores, fue sometido a interrogatorios, golpizas y disparos letales. Su cadáver fue hallado junto a otros tres cuerpos en las cercanías del Cementerio Metropolitano días después, víctima de más de cuarenta impactos de bala. Según testimonios recabados hasta la actualidad, su muerte se produjo el 16 de septiembre de ese año, y su cuerpo encontrado tres días después. Una vez que identificó el cadáver, Joan marchó al exilio junto a sus dos hijas, Manuela, a quien tuvo junto a su primer esposo, el entonces bailarín y actor chileno Patricio Bunster, y Amanda, fruto de su relación con Víctor Jara. Desde el exterior comenzó a desarrollar una intensa actividad contra la dictadura militar, inmersa en acciones para que emergiera la verdad sobre el asesinato de su esposo. Tras el fin de la dictadura en 1990, Joan decidió no continuar “colgada de la muerte” y dedicó gran parte de su vida a difundir la obra y en general el legado del autor de Te recuerdo Amanda, quien de haber continuado con vida tuviese ahora 80 años. “No me he dedicado a rescatar su obra, porque nunca ha estado ausente. Pero sí a hacerla pública desde el año 1993 en que nació la Fundación Víctor Jara, ya que su música se escuchaba de manera clandestina en Chile, y no aparecía su figura en ningún medio”, subrayó Joan. En ese sentido, recordó que las canciones de su esposo estaban presentes en la juventud, y que luego de la dictadura se logró difundirlas en la radio, la televisión y otros espacios. De acuerdo con la exbailarina, Víctor está latente en Chile, no solo con su obra, sino también con sus valores, su ejemplo, su vida. “Los estudiantes cantan sus canciones, y desgraciadamente, muchas de sus canciones son válidas, porque muchos de los males que él denunciaba, están presentes, porque muchas cosas no han cambiado, o están peor que antes. Las canciones donde hacía críticas al sistema capitalista todavía son válidas”, apostilló. El Estadio Chile “Este lugar para nosotros tiene fantasmas, pero nos acompañan para seguir adelante”, exclamó en su entrevista con Prensa Latina la viuda del artista asesinado. Recostada a una baranda del graderío del otrora Estadio Chile, en la actualidad Estadio Víctor Jara, recordó que la instalación fue recuperada con un gran acto cultural en 1991, a manera de sahumerio, para intentar purificar el lugar, que a la sazón se llenó de cantos. “En ese momento -narró- fue posible entrar al estadio, y después en una época le permitían a la Fundación Víctor Jara utilizarlo de manera preferencial, se hicieron muchos actos culturales, conciertos, celebrando distintas fechas relacionadas con la vida de Víctor, con muchos artistas importantes y otros no tan conocidos”. Después, precisó Joan, lo cerraron y le impedían a la Fundación realizar actividades, pese a que logró declararlo Monumento Nacional, a fin de que no fuera abandonado, “porque lo querían botar”, exclamó. “Canto que mal me sales cuando tengo que cantar espanto”, escribió Víctor Jara en parte de su último texto, redactado en un pedazo de papel que otros reos lograron sacar del tétrico Estadio Chile. Se abre una causa El 28 de diciembre de 2012, el magistrado de la Corte de Apelaciones de Santiago Miguel Vázquez encausó a ocho exoficiales por ser autores y cómplices en el asesinato del artista. En un inicio trascendió que eran siete los acusados, pero luego el número fue rectificado, y señalados como autores directos del crimen Hugo Sánchez y Pedro Barrientos. Como cómplices, la lista incluye a Roberto Souper, Raúl Jofré, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Hasse Mazzei , Luis Bethke Wulf y Jorge Eduardo Smith. El juez dictaminó el arresto internacional de Barrientos y la conducción del resto del grupo al Primer Batallón de Policía Militar. La familia de Víctor Jara y sus abogados solicitaron a la Corte Suprema de Chile que reclame a Estados Unidos la extradición de Barrientos, quien tiene su refugio en el estado de La Florida. Los exmilitares residentes en Chile fueron arrestados en un inicio, pero luego recibieron la libertad condicional en espera de que comience la vista oral. En días recientes la familia del músico asesinado presentó directamente en Estados Unidos, en un tribunal federal de Kacksonville, Florida una demanda civil en la cual solicita la extradición de Barrientos. La directora ejecutiva de la Fundación Víctor Jara, Gloria König, precisó a medios noticiosos que desde Chile se tramitó la extradición del exmilitar, pero no ha salido del país, por ello se decidió ir a territorio estadounidense a dar curso a la petición. El abogado querellante en el caso, Nelson Caucoto, ha destacado el hecho de que los autores del crimen van a tener todos los derechos y facultades que no le dieron a Víctor para defenderse. “Lo martirizaron, lo asesinaron, y nunca tuvo la oportunidad de acceder siquiera a la posibilidad de saber cuál era el cargo por el que lo estaban ejecutando”, expresó el letrado.