Ana Mariella Bacigalupo Documento de Trabajo. PAESMI. Santiago. 1 ADAPTACIÓN Y VARIACIÓN DE LOS ROLES CURATIVOS DE LA MACHI 1.1 INTRODUCCIÓN 2 Las machis, o chamanes/curanderas tradicionales de los mapuches están prosperando en las comunidades cercanas a los centros urbanos donde la influencia de la civilización occidental es más fuerte. Porqué se produce este fenómeno? Si las machis son las practicantes médico-religiosas tradicionales ¿no deberíamos esperar que sobrevivan solamente en las áreas más aisladas donde los mapuches no han sido "contaminados" por la influencia de la sociedad chilena? Las machis, como muchas otras curanderas 3 chamánicas contemporáneas de culturas semi-aculturadas, se están adaptando y beneficiando del contacto con una cultura dominante, sin perder por ello el nexo con sus propias tradiciones ni cambiar su esencia. Aunque las machis son distintas las unas de las otras, siguen siendo personas motivadas, orgullosas, que tienen fé en su capacidad para curar a otros, en sus tradiciones y en su profesión. Sus curaciones integrales ofrecen una alternativa para los pacientes que no mejoran en los hospitales chilenos. Las machis se están especializando y han aceptado un grán número de pácientes huincas (no mapuches). Además, se están ocupando con mayor frecuencia de las enfermedades sobrenaturales de sus 1 Me refiero genéricamente a "la" machi y no "el" machi porque en la actualidad la mayoría de estos practicantes mágicoreligiosos son mujeres. 2 El chaman/curandero es un practicante mágico-religioso que combina elementos tanto del curandero como del chamán. Según Winkelman (1992), los chamanes/curanderos pertenecen a sociedades agrícolas con integración política local. Reciben un llamado sobrenatural y generalmente son entrenados por un grupo de chamanes/curanderos expertos. Poseen un poder carismático informal, entran a estados alterados de conciencia (EAC) y son poseídos por espíritus. No se dedican a su profesión a tiempo completo. Practican la medicina física y empírica. Hacen masajes y exorcismos, además de usar hierbas medicinales para curar. Poseen control sobre los espíritus, hacen propiciaciones y ocasionalmente practican el "vuelo mágico". 3 Al igual que Winkelman (1992) empleo el término curanderas chamánicas para referirme a todos los curanderos que utilizan estados alterados de conciencia. pacientes mapuches (que nosotros denominaríamos como enfermedades psicosomáticas). Estas enfermedades se producen con más frecuencia cerca de las zonas urbanas donde los mapuches sienten angustia porque sufren problemas de desadaptación, pobreza y discriminación al enfrentarse con la sociedad chilena. Es aquí también donde existe mayor competencia entre los Mapuches por empleos, recursos y tierras que se hacen cada vez más escasas provocando mayor tensión, envidia y celos entre vecinos. Al igual que Joralemon (1990), pienso que los antropólogos debemos dejar de ser los "guardianes" paternalistas de la cultura tradicional. No debemos intentar evitar que las curanderas chamánicas con las cuales trabajamos se "contaminen" al contactarse con el mundo foráneo. Ellas tienen el derecho de decidir por sí mismas con qué personas quieren contactarse, cuáles desean tratar, qué prácticas médicas van a utilizar, qué elementos van a tomar de otras tradiciones y cuáles van a conservar de la propia. Nosotros no debemos tratar de limitar la forma en que las curanderas chamánicas se adaptan a nuevas circunstancias simplemente porque queremos estudiarlas en su forma "más pura". El antropólogo tampoco puede juzgar si las tradiciones chamánicas que estudia son auténticas o no, ni decidir que una curandera chamánica no es una fuente fiable de información sólo porque se ha adaptado a la sociedad cambiante o porque utiliza la prestidigitación. Las curanderas chamánicas dentro de la misma tradición cultural difieren mucho unas de las otras y a veces toman elementos de otras tradiciones para reforzar la propia. La prestidigitación es usada frecuentemente por curanderas chamánicas en muchas culturas pero no por ello disminuye su credibilidad. Son los pacientes locales los que deben decidir si son creibles o no. Las curanderas chamánicas que tienen renombre en su propia cultura son consideradas auténticas en términos émicos. En este artículo explico por qué las machis están prosperando actualmente en las comunidades que rodean los centros urbanos de los valles de la Araucanía, pese a la existencia de otros sistemas médicos. Luego analizo cómo las enfermedades sobrenaturales de los mapuches han aumentado con su desadapación frente a las exigencias del mundo urbano. Examino el concepto tradicional mapuche de la enfermedad y cómo se ha adaptado tanto a la sociedad cambiante del mapuche como a la existencia de la medicina occidental y la medicina popular. Analizo como los mapuches de hoy en día clasifican sus enfermedades en categorías nuevas y las tratan con distintos practicantes médicos (médicos, yerbateros, curanderos, adivinadores, machis), usando distintos sistemas médicos (medicina occidental, popular, autóctona), y como ésto afecta al rol de la machi. Estudio cómo los roles curativos tradicionales de las machis se han adaptado a las nuevas circunstancias y se han vuelto eficientes, flexibles y abiertos al contacto con extranjeros, toda vez que siguen siendo esencialmente mapuches. Analizo cómo las machis han influenciado e incorporado a nomapuches a su sistema médico tradicional y cómo ellas a su vez, han sido influenciadas por, y se relacionan con, otros practicantes médicos. También considero cómo la competencia entre distintos practicantes médicos ha creado varios tipos de machi y un mayor grado de especialización de su rol. 4 Hago uso de entrevistas extensivas con 8 machis y de información recogida durante observacíón participante de la vida cotidiana, los eventos sociales y rituales en las comunidades donde viven estas machis. La mayor parte de esta informacíon fué obtenida en comunidades Mapuches cercanas a Temuco durante 1991 y 1992. 1.2 TÉCNICAS MAPUCHES DE CURACIÓN: TRADICIÓN ADAPTACIÓN Y CAMBIO El rol curativo de la machi que combina el uso de hierbas medicinales y rituales para tratar a sus pacientes, es conocido en toda la región araucana y ha sido estudiado extensamente tanto por etnohistoriadores como por antropólogos (Rosales:1674, Nuñez de Piñeda y Bascuñán:1673, Medina:1882, Robles Rodriguez:1911,1912, Gusinde:1917, Latcham:1922, Guevara:1925, Moesbach:1929, Joseph:1930, Métraux:1942, Mariani:1962, Laval:1964, Faron:1964, Pesqueira:1961, Noviello:1972, Grebe:1973,1975, Zúñiga:1981, Gutiérrez:1985, Houghton:1985, Oyarce:1988,1989, Vidal:1983, Kuramochi:1990), entre muchos otros. Mi propósito es el de identificar de las enfermedades mapuches, los remedios de hierbas, y los rituales curativos que nos permiten comprender el proceso de adaptación y cambio que está sufriendo el rol curativo de la machi. Me interesa destacar cuáles elementos de los roles curativos tradicionales persisten, cuáles cambian y por qué cambian. Analizaré lo que significan estos cambios en términos de los conceptos curativos autóctonos, el rol actual de la machi y las creencias que lo entornan. Defino un sistema médico como una organización de creencias, acciones, habilidades y conocimientos que promueven la salud de las personas involucradas (Foster y Anderson:1978). Los mapuches que viven en comunidades cercanas a centros urbanos tienen acceso a tres diferentes sistemas de médicos: el sistema moderno occidental, el tradicional popular y el mapuche. El sistema médico moderno occidental utiliza métodos científicoempíricos para curar. Busca causas naturales para explicar las enfermedades y utiliza productos farmacéuticos. Los mapuches asocian la medicina moderna occidental con la sociedad dominante chilena, se sirven de ella en situaciones específicas, pero frecuentemente le dan una connotación negativa (Medina:1984). La medicina popular tradicional combina elementos de la medicina 4 Me refiero a estas machis con pseudónimos para proteger su privacidad. autóctona con la medicina popular medieval Europea, creando un sistema de medicina compuesta que es típica de la sociedad chilena mestiza. De acuerdo a este sistema, las enfermedades pueden tener causas naturales o mágicas, y son los mapuches semi-aculturados los que más lo utilizan. El sistema médico tradicional mapuche comprende las creencias, conocimientos y prácticas que han sido utilizados durante siglos por los mapuches y que los caracteriza como un grupo étnico. Dentro de este esquema casi todas las enfermedades son causadas por agentes sobrenaturales. (a) El Concepto Mapuche de la Enfermedad: Natural y Sobrenatural Las definiciones y teorías acerca de las enfermedades varían mucho de una cultura a otra. La enfermedad debe ser percibida como parte de un sistema cultural específico, y visto dentro del contexto social y cultural del cual forma parte (Kleinman:1978). Es la orientación cognitiva de cualquier cultura la que establece los fundamentos para entender la incidencia de la enfermedad (Hallowell:1963:259). Los mapuches tienen lo que Barría (1984) llama "un sistema de pensamiento mágico-religioso que tiene el propósito racional de buscar las causas de las cosas". En el pensamiento mapuche, "el mal" es una de las principales causas de la enfermedad. Las machis deben comunicarse con sus espíritus auxiliares y las deidades mapuches, para exorcizar el mal y alejar a los espíritus malignos. Sin embargo, la forma en que se trata la enfermedad es un asunto fundamentalmente práctico. Los mapuches buscan las causas, tanto naturales como sobrenaturales, de los fenómenos que experimentan. Luego analizan cómo suceden los eventos y de ellos hacen abstracciones, logrando soluciones concretas a sus problemas. El tratamiento de enfermedades involucra procedimientos terapéuticos, que muchas veces incluyen la magia simpática y la extirpación de objetos que simbolizan el mal, tales como huesos, piedras y lagartos,y, el cumplimiento de indicaciones como la ingestion de remedios de hierbas. También incluyen la realización de actos específicos tales como rituales y oraciones. En el pensamiento mapuche, no existe una línea divisoria entre la mente y el cuerpo como en el mundo occidental. Todas las enfermedades mapuches se tratan en forma integral, y tienen componentes espirituales, físicos, y a veces, sobrenaturales también. Se piensa que las emociones afectan el flujo de la sangre en el corazón, el estómago, el hígado y los riñones. Se cree que la tristeza y los problemas del hogar afectan el funcionamiento de los órganos. La cura también es tanto espiritual como física. Las machis les dan a sus pacientes hierbas medicinales y consejos de cómo resolver sus problemas personales y sus conflictos. Cuando existen causas sobrenaturales para sus problemas y enfermedades, los malestares físicos se relacionan con espíritus malignos. Una enfermedad puede ser curada con medidas terapéuticas radicalmente diferentes y teóricamente contradictorias (Obeyesekere:1981:123). Lo que importa es la fé que se tiene en el método de curación utilizado. Los mapuches deben tener fé en sus machis para que sus curaciones sean efectivas. Tradicionalmente los mapuches clasificaban sus kutran o enfermedades de acuerdo a sus causas y síntomas. La diferenciación entre las enfermedades huincas (no-mapuche) y las de los mapuches, apareció con la influencia española y ahora incluye enfermedades como cancer, SIDA, bronco-pulmonía, reumatismo y tuberculosis. Debido a que estas enfermedades fueron introducidas por los huincas, inicialmente los mapuches pensaban que sólo los médicos occidentales podían curarlas. Hoy en día esta actitud está cambiando. Las enfermedades pueden tener causas naturales o sobrenaturales, y todos los síntomas (tanto naturales como sobrenaturales) pueden ser clasificados de acuerdo a su intensidad, duración y localización. Estas clasificaciones han sido estudiadas en detalle por Grebe (1975) y Oyarce (1988). Están los pichikutran o enfermedades menores y futakutran o enfermedades graves. Las enfermedades pueden ser lefkutran (recientes) o kuifikutran (más antiguas o crónicas). Por último, las enfermedades están clasificadas de acuerdo a su localización: kutran lonko (enfermedades de la cabeza), kutran piuke (enfermedades del corazón), kutran forro (enfermedades de los dientes y los huesos), kutran putra (enfermedades del estómago) y kutran namun (enfermedades de los piés). Las enfermedades más difíciles de curar son las enfermedades graves, crónicas y sobrenaturales, que afectan la cabeza y que nosotros denominaríamos enfermedades mentales. Enfermedades Naturales Antes de la conquista española, se consideraban rekutran o enfermedades naturales a las lesiones o heridas producidas por accidentes y las armas, tales como cortaduras, golpes, hematomas y fracturas de extremidades (Rosales:1674, Nuñez de Piñeda y Bascuñán:1673). Habían unas machis especialistas, llamadas gutaru (Febres:1767:502) que hacían cirugía y alineaban y componían fracturas, otras hacían de matronas, una especialidad que subsiste hasta hoy en día. Todas las otras enfermedades se consideraban como inducidas sobrenaturalmente y se trataban con hierbas y exorcismos. Si el paciente moría, un tipo de machi llamada cupuvoe (Molina:1787:181) realizaba una autopsia. No se creía posible la muerte por vejez, por el malfuncionamiento de algún órgano o producto de infecciones, sino más bien se atribuía a causas sobrenaturales. Las enfermedades naturales eran tratadas por mujeres comunes y corrientes que tenían conocimientos tradicionales de lawen (hierbas medicinales) o bien por machis. Durante el período colonial, los mapuches incorporaron una versión simplificada del modelo hipocrático de salud que trajeron los españoles. Este modelo sostiene que la salud es el resultado de un equilibrio entre los cuatro elementos (aire, fuego, agua y tierra), las cuatro propiedades (caliente, frío, seco y húmedo), y los cuatro humores (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) (Van der Hoogte and Roersch:1984). Los mapuches tomaron la noción que el calor o el frío en exceso eran causantes de las enfermedades naturales de los practicantes de la medicina popular. Hoy en día, todas las enfermedades que están relacionadas con exceso de trabajo, negligencia de salud, problemas digestivos y nutricionales, el malfuncionamiento del estómago, corazón, pulmón, vesícula, hígado y otros órganos, también son catalogadas como enfermedades naturales. Hay términos mapuches para "la sangre que sube" (de la menstruación o post parto) que es considerada como generadora de tumores, quistes, cancer y hematomas, "el frío" relacionado con el reumatismo, el dolor de los huesos, los hinchazones y la incapacidad física, "la orina atrapada" provocada por el frío, que causa dificultad para orinar, fiebre y dolores en los costados, "las epidemias" que producen fiebre y erupciones, y "la diarrea" producida por la ingestión de sustancias inapropiadas (Oyarce:1989:53). Progresivamente cada vez más enfermedades son atribuidas a causas naturales, aún por las machis. Machi Rocío, por ejemplo, declaró que su marido había muerto de presión alta, debido al exceso de trabajo, en vez de atribuir su muerte a una enfermedad de origen sobrenatural. Sólo en raras ocasiones las machis curan los futa rekutran (enfermedades naturales graves). Generalmente mandan a los pacientes con estas dolencias a los médicos occidentales y a los hospitales donde creen que serán tratados con mayor eficacia. También mandan a los hospitales a los pacientes que padecen de dolencias traumatológicas que requieren cirugía, tratamiento hospitalario o productos farmacéuticos. Fuí testigo de machis que mandaron pacientes con cálculos de vesícula grandes, infecciones, problemas de visión, tumores grandes, quistes y fracturas a médicos occidentales. Las machis no se arriesgan a que se les muera un paciente porque ésto les arruinaría su prestigio como curanderas. Los pichi-rekutran (enfermedades naturales simples) son tratadas por las machis con hierbas medicinales, infusiones, enemas, cataplasmas y masajes. Las machis tratan a sus pacientes de una forma muy personalizada y consideran que los problemas personales, la situación familiar y la nutrición del paciente son importantes para que el tratamiento surta efecto. Debido a que las machis tratan las enfermedades de manera integral y brindan un servicio personalizado, reciben muchos pacientes, tanto mapuches como no-mapuches, que están insatisfechos con el diagnóstico y tratamiento que reciben en los hospitales chilenos. Frecuentemente los pacientes mapuches con dolencias menores se sienten frustrados porque los médicos occidentales "no conocen la enfermedad" de inmediato como lo hace la machi. Estos médicos suelen hacerles muchas preguntas y someterlos a exámenes costosos y desagradables con distintos especialistas antes de siquiera diagnosticar su enfermedad. Tanto mapuches como huincas acuden a las machis cuando los médicos occidentales no les encuentran ninguna enfermedad y sin embargo ellos se sienten mal (enfermedades psicosomáticas), o, cuando el tratamiento hospitalario y los productos farmacéuticos no les alivia sus dolencias. He observado a machis tratando a sus pacientes por desórdenes estómacales, de la vejiga y el hígado, problemas de fertilidad, dolores de cabeza o extremidades adoloridas. Machi Sergio me dió remedios de hierbas para un desarreglo hormonal que fué efectivo, y disolvió unos pequeños cálculos biliares que tenía mi madre con una mezcla de aceite, limón, bicarbonato y jugo de papa, conjuntamente con unos remedios de hierbas. Machi Sergio criticaba a los médicos por ser demasiado rígidos con sus pacientes y por no permitirles que se relajen y se mejoren en un ambiente positivo rodeado de amigos y parientes. "Con frecuencia los hospitales hacen que los enfermos empeoren. Los pacientes están en un ambiente artificial y los médicos no miden los efectos secundarios de los medicamentos que les recetan", me comentó. La machi retiene la fé de sus pacientes al dejar que la medicina occidental se encargue de curar las enfermedades graves, mientras que ella cura las enfermedades menores en forma integral. Las machis que viven cerca de los centros urbanos reciben el excedente de pacientes insatisfechos con los hospitales. Sin embargo, ésto por sí sólo no explica su proliferación en esta zona donde compiten con una variedad de practicantes de medicina popular, tales como méicas, yerbateras y médicos naturistas. Las machis además curan enfermedades naturales menores en forma integral, considerando tanto el estado mental del paciente como su estado físico. Pero el éxito de las machis en las áreas circundantes a los centros urbanos se debe principalmente a su habilidad para curar las "enfermedades sobrenaturales," cosa que los practicantes de medicina popular no pueden hacer. El ejercicio de la medicina tradicional mapuche está ligada a un conjunto de creencias, mitos y rituales que guian y estructuran la forma y el significado del proceso de curación. El mapuche cree que todas las enfermedades sobrenaturales siempre son causadas por la acción de un tercero. Enfermedades Sobrenaturales Las enfermedades sobrenaturales siguen siendo las enfermedades más importantes que curan las machis hoy en día. Hay varios tipos diferentes de enfermedades sobrenaturales: kalkutun, causado directa o indirectamente por la acción de un kalku o hechicero/brujo; wekufetun, causado directa o indirectamente por la acción de un wekufe o espíritu maligno; y wenu-mapu kutran causado por la acción de deidades y espíritus mapuches (Grebe:1975, Oyarce:1989:49-52). Los síntomas generales de las enfermedades "inducidas por lo sobrenatural" son parecidos a los de nuestras llamadas enfermedades psico-somáticas e incluyen mareos, dolores de cabeza y estómago, letargo, incapacidad para el trabajo, depresión, llanto, pérdida de peso, insomnia, desasosiego, náusea, vómitos, tristeza, compasión de sí mismo, deseos de escaparse de algo, y un comportamiento distinto a lo que es normal para esa persona. En casos extremos los síntomas pueden incluir ataques de histeria, temblores del cuerpo, perrimontun (visiones) negativos, y un comportamiento extraño o violento (agresión a personas, deambulación nocturna, destrucción de sus pertenencias). Los síntomas específicos y su intensidad varían de acuerdo al "tipo" de enfermedad sobrenatural y al individuo que la sufre. En la actualidad los kalkutun son las enfermedades más comunes. Se cree que son provocadas por la envidia, los celos y la venganza de un tercero. Como se considera que el daño y la maldad son infligidos deliberadamente por otros seres humanos, ésto intensifica la generación de tensiones y sospechas dentro de las comunidades mapuches. Se cree que la gente misma envía "el mal," o que contratan los servicios de un kalku para hacerlo por ellos. Esto sirve como un mecanismo de control social y moral. En el pensar mapuche nadie debe aspirar a ser más rico que sus vecinos ni provocar la envidia. Es más, la riqueza repentina en sí se asocia con "el mal." Este concepto promueve la solidaridad en una sociedad igualitaria y se refuerza colectivamente durante las ceremonias de fertilidad agrícola llamadas nguillatun. El término infitun o "mal tirado" se usa para referirse a al mal o daño enviado a otra persona por medio de objetos que se colocan cerca de su casa, y que se cree tienen alguna cualidad maléfica que penetra en la persona. Febres (1767) y Havestadt (1777) los describen como "dardos invisibles". Se piensa que el malhechor entierra objetos que han sido maldecidos tales como pelo, uñas, animales muertos, las entrañas de animales o dinero, cerca de la casa de la víctima con el objeto de que se enferme la persona. El malhechor también puede conseguir ropa usada, pelo u otro objeto personal de la víctima, maldecirlos y luego regresarlos para que la víctima se enferme. Varias de las machis con quienes trabajé sufrían de este tipo de maleficio, aunque la gente común y corriente también lo puede padecer. A machi Pamela le habían enviado infitun en dos oportunidades, ambas veces cuando le iba bien económicamente y sus vecinos le tenían envidia. La primera vez enterraron un buitre muerto en su huerto, pero como ella era fuerte, fué su marido quien enfermó y murió, aunque otras machis realizaron varios machitunes (rituales de curación) para intentar salvarlo. El segundo infitun ocurrió mientras yo estaba presente. Alguien tiró la pierna de un perro muerto por encima del cerco de la casa de Pamela "para que yo me muera pobre como un perro" dijo ella. Enterraron las entrañas de un cordero en el campo de machi José para que se volviera infértil, y debajo del rewe de machi Sergio enterraron pelo, uñas y un pollo muerto para que perdiera sus poderes. Por envidia, los vecinos de uno de los pacientes de machi Marta le mataron varios de sus gansos, los maldijeron y los volvieron a arrojar a su campo. El illeluwun o "mal por bocado" se refiere al mal enviado por envenenamiento y es otro tipo de kalkutun. Se cree que la sustancia venenosa llamada funapue está hecha de clavos, pelo, lagartijas y ranas (Oyarce:1989:49) y es mezclada con la comida o la bebida de la víctima. Mientras más tiempo pasa la víctima con el funapue dentro de su cuerpo, más grave se torna la enfermedad. Machi Fresia fué envenenada al comer un huevo frito con funapue en la casa de uno de los pacientes de machi Sergio, pero fue tratada inmediatamente y se sanó. El caso más dramático de illeluwun que yo presencié fué el de un hombre que fué envenenado por su amante porque era celoso y la trataba mal. Machi Marta describió su enfermedad como gusanos que le estaban carcomiendo el estómago y lo hizo vomitar durante dos dias para extirparlos. A continuación incluyo un ejemplo típico del diagnóstico de una enfermedad corpórea de origen sobrenatural, conforme fué realizado por machi Marta a uno de sus pacientes: "Tienes dolor de cabeza, no puedes dormir de noche, das vueltas en la cama, te sientes mareado, triste, quieres irte pero no sabes adonde ir. Tienes una culebra en el estómago que necesita salir, alguien te ha querido hacer daño, yo te quitaré el daño". El punon-namun o mal por raspado es otra forma de kalkutun y se refiere a la enfermedad causada al raspar el polvo de la pisada de una persona, o del lugar donde ha estado sentado, y llevarlo al cementario para maldecirlo. Machi José dijo que había visto a uno de sus vecinos raspar el asiento de su bicicleta con este propósito. El término wekufetun se usa genéricamente para referirse a todas las enfermedades sobrenaturales producidas por un wekufe o espíritu maligno. Estos espíritus son fantasmas, animales extraños o fenómenos naturales que trabajan junto con los kalkus para hacer el mal y para enriquecerlos, pero también pueden actuar en forma independiente. La gente se enferma cuando ven o son visitadas por un wekufe mientras duermen, o cuando están soñando. Hay tantos wekufetun como wekufes, los tipos más comunes son los anchimallentun, los witranalwetun (ambas enfermedades provocadas por fantasmas), los chonchontun y los piwichetun (producidos por animales voladores que chupan la sangre de la víctima o traen consigo la maldad). El topetun o susto es la enfermedad producida por un encuentro con un wekufe, que, se cree, lleva el alma de la víctima a un kalku, o lo posee. Estos son los tipos de enfermedades sobrenaturales más peligrosas que sólo una buena machi puede curar. Los síntomas más comunes de wekufetun son el errar sin rumbo en un "estado de semi-conciencia", estar fuera de sí y no saber ni recordar lo que se está haciendo. La pérdida del alma y la posesión por un espíritu maligno son las enfermedades sobrenaturales más peligrosas y difíciles que curan las machis. Con la pérdida del alma, la machi debe realizar un "vuelo mágico" al reino de los espíritus malignos para recobrarlo, antes de que se pierda para siempre. Esto es peligroso y agotador para la machi, puesto que su propia alma o "am" está expuesta a una situación de alto riesgo. Su espíritu auxiliar ya regresado puede ser capturado por un kalku y vuelto en contra de la machi, y el alma suelta de la machi puede ser capturada por un kalku (Faron:1964:138). La posesión por un wekufe ocurre cuando una persona está débil y vulnerable, y es común durante los entierros, los rituales de nguillatun y machitun (rituales de curación) cuando los espíritus malignos rondean. La "duración" de la enfermedad es un factor importante en la curación de una enfermedad sobrenatural. El mal que ha sido enviado recientemente y descubierto a tiempo, puede ser exorcizado fácilmente con vómitos y una ceremonia de curación sencilla. Un "mal más antiguo" que ha poseído al paciente durante mucho tiempo, nunca puede ser completamente curado. Machi Marta curó a dos personas de una familia de kalkutun y estaba curando a un tercero mientras yo hacía mi trabajo en terreno. La familia había prosperado económicamente en los últimos cinco años y eso, dijo Marta, había provocado la envidia y los celos de sus vecinos. La curación de Marta fué un éxito porque el mal se trató desde un principio, y la familia continuaba tomando hierbas medicinales en forma preventiva para protegerse del mal. Machi Nora logró curar a cacique Daniel después de un encuentro con un anchimallen, porque él fué a verla poco después de haberse producido el incidente. Sin embargo, machi Leonor no pudo curar a Armando porque su wekufetun ya tenía más de treinta años. Aunque ella lograba que Armando se sintiese mejor durante períodos cortos de tiempo, fué imposible una recuperación total. De tanto en tanto tenía sus recaídas, aunque siguió tomando hierbas medicinales en forma preventiva. Su hija dijo que las recaídas coincidían con los períodos en que estaba preocupado o molesto. Las enfermedades sobrenaturales se localizan más frecuentemente en el estómago y la cabeza. Las enfermedades sobrenaturales del estómago se conciben en la forma de gusanos, culebras o sapos. Las enfermedades "maléficas de la cabeza" o wesa-kutran-lonko, no tienen una manifestación típica, pero se cree que producen piru-lonko (locura) si no se tratan rápida y correctamente. Cuando las machis operan a la gente hoy en día, es con el propósito de extirpar físicamente un mal que no pudo ser exorcizado en un ritual de curación. Yo no pude presenciar ninguna operación de esta índole, pero Faron (1968:76-77) presenció una en que se usó la trepanación para tratar a un hombre con wesa-lonko (mal en la cabeza). Sin embargo, sí pude observar a machis Marta, Leonor y Sergio tratando a pacientes con wesa-lonko. Marta trató a un hombre cuya mujer lo engañaba. Vagaba por la noche y le pegaba a su hijo. Marta también estaba tratando a una mujer que le tenía miedo a todo, y tenía visiones de pájaros y perros. Leonor trató a una jovencita que sufría de convulsiones y ataques. Ella se ponía violenta y atacaba a sus hermanos y hermanas, pero después no recordaba nada. Sergio le hizo un tratamiento a machi Fresia luego de diagnosticarla con wesa-lonko cuando ella se negaba a salir de su cuarto, lloraba y se reía histéricamente. Hoy en día los mapuches han incorporado otras enfermedades de la medicina popular y de la cultura chilena a su sistema médico. Adoptaron el concepto de mal de ojo, por medio del cual una persona puede causar el mal a otra con sólo mirar a la persona o a sus pertenecias con envidia (aunque no necesariamente en forma intencional). La mala suerte, que no necesariamente es causada por un tercero, sino que simplemente "ocurre", es otro concepto nuevo, tomado por los mapuches de la medicina popular. Wenu-mapu-kutran, la tercera y última forma de enfermedades sobrenaturales mapuches, son dolencias producidas por deidades y espíritus mapuches a personas mapuches. Kastikutran (Grebe:1975), que proviene de la palabra castellano "castigo", son aquellas enfermedades enviadas por las deidades y los espíritus para castigar a los mapuches por no haber cumplido correctamente con las normas y tradiciones. La gente común y corriente puede ser castigada por Nguenechen o por sus espíritus ancestrales. Mientras los mapuches sigan creyendo en la existencia de kastikutran se dispone de una poderosa forma de control moral. Como el kastikutran castiga las transgresiones, y no hay una palabra mapuche para castigo, creo que es una innovación relativamente reciente, introducida después que los mapuches comenzaron a desviarse de las normas tradicionales debido a la aculturación, y refleja una moralidad cristiana. Si bien los mapuches contemporáneos clasifican un mayor número de sus enfermedades como rekutran que pueden ser tratados por sistemas médicos alternativos, hay una mayor incidencia de las pocas enfermedades clasificadas como kalkutun, wekufetun y kastikutran que sólo pueden ser tratadas por machis. En la Araucanía es evidente que la existencia de kalkutun y wekufetun está directamente relacionado a la cercanía con los centros urbanos. En estas zonas los mapuche experimentan tension y angustia al tratar de adaptarse a las exigencias del sistema chileno. Una machi del valle central dijo "El mal es la enfermedad más común que hay ahora. Antes no era así, pero ahora casi todos los mapuches tienen mal". Cacique Antonio, un Pehuenche de la zona montañosa más aislada dijo: "Nosotros no tenemos esa enfermedad que llaman mal que hay en Temuco. Ni siquiera tenemos machis. Vamos a la posta o a la yerbatera. El mal es la enfermedad de la ciudad". Enfermedades de Machi Machi-kutran son enfermedades exclusivas de las machis que pueden ocurrir antes o después de su iniciación. Machi Sergio explicó que machi-kutran son enviadas por las deidades y los espíritus auxilares de la machi para hacer que las neófitas aprendan a sufrir y sean más compasivas frente a los sufrimientos de sus futuros pacientes. Estas enfermedades que señalan la vocación de la machi hacen que la neófita sufra una crisis personal aguda, pero eventualmente llevan a lo que Peters (1981:110-111) llama el "beneficio psicológico del individuo", es decir, refuerzan las convicciones y percepciones internas de la machi. Juana, una viejita mapuche de la zona de Quepe nos entrega su percepción del machi-kutran: "Las machis se desmayan y están como muertas por más de media hora. Tienen que tocarles la cabeza y tirarles agua para que vuelvan en sí. Esto les pasa todo el tiempo. Comen muy poco y tienen la cabeza en otra parte, la vista perdida". Kisu-kutran son aquellas enfermedades enviadas por el espíritu auxiliar de la candidata a machi para presionarla a que se convierta en machi. Afectan a la neófita antes de ser iniciada y señalan su vocación. Las neófitas están espiritualmente obligadas a asumir la profesión de machi y son castigadas con enfermedades crónicas, a veces hasta con la muerte, si no lo hacen. Escuché hablar de varios casos donde las mujeres se habían rehusado a asumir la profesión de machi, y optaron por casarse, y tener hijos. Se dijo que estas mujeres habían muerto, o que vivian atormentadas por constantes sufrimientos, en extrema pobreza y con mucha mala suerte desde entonces. Si las machis no practican las tradiciones mapuches de manera correcta, pueden padecer de esta enfermedad nuevamente aunque ya estén iniciadas. Cuando machi Fresia abandonó sus actividades de machi y se escapó a la ciudad, la comunidad supuso que su espíritu auxiliar la haría enfermar como castigo por lo que hizo. Muchos de los síntomas de kisu-kutran son los típicos de las enfermedades sobrenaturales tales como dolores de cabeza y de estómago, desasosiego, mareos, náuseas, y el deseo de estar sólo. Además de padecer de estos síntomas, las machis frecuentemente padecen de una parálisis parcial del cuerpo y otras dolencias de más larga duración, tales como furúnculos, mareos, el echar espuma por la boca, sentir frío, tener la vista nublada y experimentar dolores recurrentes, especialmente en el estómago y las piernas. Con el kisu-kutran, las machis experimentan sueños especiales y sienten una necesidad urgente de poseer los símbolos rituales de una machi. También existen los perrimontun-kutran (Grebe:1975) o enfermedades producidas por las visiones que tienen las machi de sus símbolos rituales, de sus animales auxiliares, de espíritus del agua y, a veces, de Cristo o de la Virgen. Se cree que estas visiones aumentan sus poderes. Los perrimontun-kutran son también un tipo de llamado a la vocación de machi. Ximena comentó: "Yo negué mi perrimontun (visión). Lo rechazé. No le dije nada a nadie de eso. Mi mamá se dió cuenta y me dijo: 'Para ser machi, si no le das tus oraciones y tu dedicación a tu espíritu, morirás'. Fué entonces que caí gravemente enferma". Los síntomas de perrimontun-kutran incluyen fiebre, ataques, desvanecimientos, convulsiones y una sensación de irrealidad (Grebe:1975:32). (b) Formas de Diagnóstico Tradicionales y Modernas Históricamente los mapuches han tenido varios tipos de adivinadores y videntes. El término genérico pewun o pelon significa orar o adivinar (Augusta:1910), y las machis que hacían las adivinaciones con la saliva o con los órganos internos de animales se llamaban peutrukutran. Hoy en día rara vez se realizan este tipo de adivinaciones. Unicamente machi Marta dijo que sabía adivinar a través del hocico de chancho. Actualmente las machis tienen varias maneras de diagnosticar las enfermedades. Yo observé tres formas principales: willentun (diagnóstico que se hace mirando a una muestra de orina) pewuntun (diagnóstico que se hace mirando la ropa interior usada de la persona), y otro tipo de pewuntun, conocido como saahatun (diagnóstico que se hace mientras se está efectuando un ritual sencillo de curación). Mediante estos diagnósticos, las machis identifican la clase de enfermedad natural o sobrenatural que están tratando. Cada machi utiliza uno u otro método dependiendo del tipo de poderes y habilidades que su espíritu le confiere. Se cree que una machi puede "ver" con un solo método, pero casi todas las machis además sueñan con la enfermedad de su paciente y ésto les ayuda a diagnosticar. Creo que el pewuntun-saahatun es la forma de diagnóstico más antigua. Desde el siglo XVII en adelante hay muchas referencias a rituales de curación, pero pocas a diagnósticos que son relativamente recientes y sólo se refieren al peutrukutran (Housse:1938:225-26, Guevara:1925:139, Augusta:1910). Por lo tanto, pareciera que los cronistas del siglo XVII al siglo XIX presenciaron el pewuntun-saahatun, pero no lo supieron distinguir del resto de la ceremonia de curación. Para poder realizar el pewuntun-saahatun la machi tiene que estar poseída por su espíritu auxiliar, y es el espíritu el que diagnostica la enfermedad a través de ella. Las machis contemporáneas rara vez usan ésta forma de diagnóstico porque agota mucho a la machi, y requiere la presencia de un dungumachife (intérprete) para traducir lo que la machi dice cuando está en trance. Aunque el pewuntun-saahatun es más eficaz que las otras formas de diagnóstico, implica un mayor esfuerzo y riesgo para la machi y es más costoso para el paciente. De mis informantes machis, sólo Nora todavía utiliza este sistema. Las otras dos formas de diagnósticar aparecen en el siglo XIX, cuando los mapuches adoptan el concepto hipocrático sobre los humores corporales. El diagnóstico pewuntun se hace mirando la ropa interior usada del paciente, donde los humores del cuerpo están presentes. Mientras pone la ropa interior al sol, la machi canta, ora y entra en trance tocando el kultrun (tambor) tal como lo hace en el pewuntun-saahatun. Este método aún se usa para diagnosticar enfermedades graves o difíciles. Una mujer huinca, a quién llamaré Paula, llevó la ropa interior de su madre agonizante a una machi para ver si ella la podría salvar. La madre de Paula se había operado de dos tumores cerebrales que le habían provocado una hemorragia. La machi estaba enferma y dijo que sus poderes estaban disminuídos, pero a pesar de ello, trataría de salvar a la señora. Después de hacer el diagnóstico, le dió a Paula hierbas medicinales para su madre, diciéndole que si mejoraba después de dos días, le haría un machitun, pero que si no, su madre moriría. La señora mejoró por unos días, pero falleció antes de que se le pudiera hacer el machitun. La machi atribuyó el deceso al hecho de que sus poderes estaban disminuídos porque estaba enferma. La forma mas común y popular de diagnosticar en la actualidad es con el willentun (diagnóstico por medio de una muestra de orina). A diferencia con los diagnósticos tipo pewuntun, la machi no tiene que entrar en trance y puede diagnósticar a un gran número de pacientes en forma expedita y eficiente. Esto es especialmente importante en las zonas circundantes a centros urbanos donde la machi compite con otros practicantes de la medicina popular para curar enfermedades naturales. Todos las machis con las cuales trabajé, con la excepción de Nora, utilizaban este sistema. Machi Jorge ponía hasta tres muestras de orina encima de su rewe para diagnósticarlos simultáneamente. Machi Sergio utilizaba muestras de orina para diagnosticar las enfermedades de un gran número de pacientes que atendía en su consulta. Sin embargo, el willentun no es tan preciso como las otras formas de diagnóstico, y las machis frecuentemente les piden a sus pacientes que cooperen con cualquier información adicional que les podría ser útilidad en la curación. Las machis miran la muestra de orina contra la luz y observan su color, consistencia y claridad. Basándose en estas observaciones pueden diagnósticar las dolencias físicas, psicológicas y sobrenaturales, los problemas personales, la personalidad, además de pronosticar el futuro. Para muchas machis la enfermedad se encuentra claramente expresada en la orina. "Es la escritura de Dios que nos hace saber la naturaleza de la enfermedad", me dijo machi Marta. "Es como una radiografía, puedes ver las partes del cuerpo que están afectadas y lo que la persona siente y piensa", afirmó machi Fresia. "Todo lo que tiene el paciente está puesto ahí en la orina, tibiecito", añadió machi Pamela. Al hacerme un diagnóstico por medio de una muestra de orina Sergio me preguntó: "Has tenido un tratamiento médico antes? (Si). ¿Para qué te estaban tratando? (Desórdenes hormonales). ¿No has visto a un médico nuevamente para eso? (No). No te está yendo bien, a veces te sientes mareada. Te duele la cabeza, los ovarios, la vejiga te duele y por esto te sientes mareada a veces. Necesitas algo para la inflamación de los ovarios, para regular la menstruación, y también para el sistema nervioso. Tienes los nervios afectados. ¿Te dan calambres en los piés a veces? (Si). Si, tienes calambres en los piés y también sientes mucho frío, debido al frío, los nervios, sientes calambres. No tienes nada grave, no tienes el mal. Debes tomar 'té para mujeres' y remedios para los nervios. Para los calambres toma baños de hojas de eucalipto. Tienes mucha buena voluntad, pero debes ver cómo la puedes orientar. A veces no sabes lo que realmente vas a hacer, tienes miedo. Tienes que tener más seguridad en tí misma. Con el tiempo vas a tener buena suerte en todo. Donde vayas la gente te quiere. Hay un poder que te ayuda mucho, y orando vas a hacer que siga así, pero debes orar". Los tres tipos de diagnóstico tratan al paciente en forma integral, y le pueden decir qué enfermedades físicas, psicológicas, emocionales o sobrenaturales padece, pero se considera que el diagnóstico por saahatun es el más preciso. El hijo de Nora, una machi tradicional que utilizaba este método, dijo que era preferible a los otros métodos porque la machi realmente puede ver el estado en que está el paciente y lo puede tocar. Para afinar la precisión del diagnóstico muchas veces las machis hacen un segundo willentun mientras están en un E.A.C (estado alterado de conciencia) durante un machitun para sus pacientes con enfermedades graves. ¿Por qué las dos formas de diagnóstico más utilizadas por las machis en la actualidad usan los humores del cuerpo? Grossinger (1930:133) plantea que los humores responden al medio ambiente, la dieta, los hábitos y los estados emocionales y que trasmiten el temperamento y el significado psíquico de los cuatro elementos. Por medio del diagnóstico la machi obtiene información sobre el prognóstico y el tratamiento de enfermedades específicas, y tomará la decisión de aceptar o no la responsabilidad de curar la enfermedad. Las machis sólo toman como pacientes a aquellos que creen poder curar. El renombre de una machi es muy importante, y, conforme crece su reputación, aumenta su clientela. Las machis son ampliamente compensadas cuando tienen éxito, pero su reputación decae rápidamente si fracasan. La comunidad tolera pocos errores en los diagnósticos, pero las machis pueden manipular las causas de las enfermedades para dar la apariencia de que no se han equivocado. Por ello con frecuencia culpan al paciente por el fracaso. Poco después de que machi Pamela me hizo un ritual para darme la buena suerte, mi auto se descompuso y me dejó en el camino. Cuando le pregunté a Pamela porqué no había funcionado su ritual, contestó que al hacerle esa pregunta yo demostraba no tener fé en ella, y que si no tenía fé, el ritual no podía funcionar. Machi Pamela fué muy criticada porque había dado remedios de "contra" (para contrarrestar el mal) para detener el wekufetun de un paciente que realmente había experimentado un perrimontun o visión. El paciente no recibió el tratamiento apropiado a tiempo, enloqueció y fué enviado al hospital psiquiátrico de Temuco. Pamela dijo que ella no había reconocido el perrimontun porque era una visión negativa y producía los mismos síntomas que un wekufetun. Machi Marta tenía unos pacientes que iban a verla desde hace diez años y siempre regresaban con más enfermedades. Cuando le pregunté porqué no había podido curarlos, ella dijo que era gracias a sus remedios que estaban vivos y que las fuerzas del "mal" eran fuertes en donde ellos vivían y que habían regresado para acosarlos nuevamente. Otras razones dadas con frecuencia para explicar la recurrencia de enfermedades son: que ya están "pasados", o que el paciente ha anulado el efecto del tratamiento al ir a consultar a otra machi, a una practicante de medicina popular, o a un médico. Algunos mapuches creen que las machis no curan a sus pacientes del todo deliberadamente, para seguir teniendo clientes. Se cree que algunas machis hasta ponen un poquito de veneno en la primera dosis de remedios para que los pacientes se sientan peor al comienzo, con lo que consiguen que su recuperación sea más notable. Lo que determina el éxito terapéutico de una machi es su habilidad oratoria y su capacidad para convencer a los demás de sus poderes y su ejecución ritual. Para poder convencer, las machis deben tener fé en si mismas, por lo tanto hay muy pocas machis charlatanas, y las que lo son, pierden popularidad rápidamente. Las machis deben se capaces de entrar a EAC y "ver" a las almas y los espíritus mapuches de una forma que sea culturalmente aceptable por medio de sus propias imágenes subjetivas. Esto requiere que tengan fé en sí mismas, en sus creencias culturales, en sus prácticas rituales, y "una involucración controlada a su rol, con una intensa participación orgánismica" (Peters and Price-Williams: 1980). (c) Rituales de Curación de Machis Tradicionales: Pasado y Presente El tratamiento de las enfermedades de los mapuches puede ser empírico o ritual para las enfermedades más corrientes, profilática para evitar la acción de un algún agente sobrenatural o prevenir una enfermedad natural (Grebe: 1975:2,5). Las machis generalmente usan métodos empírico-naturales (hierbas medicinales y, a veces, productos farmacéuticos), junto con otros métodos mágico-religiosos (todas las actividades que forman parte de los rituales: la oración, el canto, y tocar el kultrun). Las machis creen que al usar ambos métodos simultáneamente refuerzan sus poderes y, por lo tanto, la eficacia del ritual. Las machis combinan los dos sistemas diferentes de curación porque son curanderas, y al mismo tiempo, portadoras de poderes sobrenaturales y tradiciones ancestrales. Remedios de Hierbas El uso de plantas y hierbas mapuches para prácticas medicinales ha sido estudiado detalladamente por Gay (1852), Murillo (1889), Gusinde (1917) y San Martín (1983). Casi todas estas plantas son nativas, aunque los mapuches han incorporado algunas que fueron traídas por los colonizadores. Las machis usan varios tipos de hierbas medicinales para hacer infusiones (para que sus pacientes las beban) o cataplasmas (que se aplican externamente) para curar o prevenir una enfermedad. Las hierbas pueden tener propiedades medicinales y también sobrenaturales. Cuando las machis usan hierbas medicinales, pero no efectúan rituales, pueden ser llamadas lawentufes o yerbateras. Si a un paciente se le trata solamente con hierbas medicinales, el costo del diagnóstico y la cura es bajo, de 1000 a 3000 pesos, el equivalente a lo que cobran otros practicantes de la medicina popular por el mismo tratamiento. Hay varias maneras en que las machis pueden adquirir sus conocimientos sobre hierbas medicinales. La más importante es por peuma o sueños donde el espíritu auxiliar de la machi le enseña sobre el "paquete" de hierbas que "funcionan bien" con el espíritu. Machi José dijo que habían muchos remedios para la misma enfermedad y las que una machi en particular seleccionaba, dependía del tipo de espíritu que ella tenía. Machi Fresia dijo que el mismo remedio de hierbas podría funcionar para una machi pero no para otra. Las machis también sueñan con los remedios que son necesarios para curar una enfermedad específica y las neófitas aprenden cuáles hierbas medicinales son apropiadas para enfermedades específicas de sus mentores machis. Frecuentemente las neófitas conocidas como lawen-ma-ulcha (aprendiz que aprende acerca de las hierbas). Machi Pamela dijo: "Para hacer que mis pacientes mejoren, hago un tratamiento, yo oro. Chao Dios me dice lo que debo hacer. Yo hago remedios de hierbas. Algunos remedios los aprendí cuando era niña. Los más poderosos Chao Dios me los enseña en sueños". Poco antes de la iniciación de machi Cecilia fuí con su padre, una de sus mujeres y una anciana tradicional mapuche para buscar seis sacos de remedios para su ritual de iniciación. El objetivo de buscar estas hierbas era "para que ella se mejore y siempre esté protejida de las enfermedades", dijo la anciana. Tradicionalmente se creía que las machis sólo se curaban con remedios de hierbas y que los productos farmacéuticos les hacía empeorar. Durante el machiluwun (ceremonia de iniciación de la machi) las neófitas se reponen de su machikutran inicial. Las hierbas más importantes que se usan en la ceremonia son aquellas que se creen efectivas para protejer del mal y de las enfermedades sobrenaturales. Entre ellas está el foye o canelo (Drymis winteri), el triwe o laurel (Laurelia aromática), y el maqui (Aristotelia maqui) todas provistas de propiedades sagradas. Por esta razón siempre se plantan alrededor del rewe (altar o árbol de la vida) de la machi. Los poderes, remedios y métodos de una machi también deben "funcionar bien" con el espíritu del paciente para que la curación surta efecto. Antes de que una machi acepte tratar a un paciente por una enfermedad sobrenatural, le da hierbas medicinales durante un período de tiempo y observa sus reacciones. Si el paciente reacciona en forma negativa, ella le dirá que vaya a buscar ayuda en otra parte. Si reacciona en forma positiva, la machi realizará el tratamiento ritual. Cuando una machi cura a una persona, su familia generalmente seguirán acudiendo a esa machi de por vida. Cuando un paciente cambia de machi con frecuencia, su enfermedad se hace cada vez más difícil de curar. Se cree que los remedios de una machi están en conflicto con los de las otras, en la misma manera como lo están sus espíritus auxiliares. Una machi puede rechazar a un paciente que otras machis no han podido curar porque generalmente esto quiere decir que su enfermedad es grave y demasiado "pasada" para curar. Las machis no quieren correr el riesgo de que se les muera un paciente o que no lo puedan curar porque esto afectará su reputación. Se creía que Eduardo tenía wekufetun que hacía que su cuerpo temblara constantemente. En primer lugar, fué tratado por su hermano, machi Javier. Pero como no se aliviaba, Eduardo fué donde machi Jorge que tampoco lo pudo curar. Finalmente machi Sergio aceptó a Eduardo como paciente pero con la condición de que él y su familia prometían no guardar ningún rencor si llegara a empeorar o a morirse. Sergio le dió a Eduardo hierbas medicinales durante más de un mes para "anular" los efectos de los remedios dados por Javier y Jorge, antes de realizar un machitun. Cuando yo partí de la zona, Eduardo seguía enfermo. Forma Ritual del Machitun o Daatun En el siglo XVII, el ritual de curación tradicional mapuche, el daatun, comunmente llamado machitun, consistía en el exorcismo del mal y la frotación del paciente con hierbas medicinales. Al hacer a un tercero responsable por el mal, y al exorcizar al mal en la forma de un objeto patogénico, los mapuches han creado una forma de explicar la causa de la enfermedad, una manera de controlarla y un chivo expiatorio para sus tensiones y ansiedades. Antiguamente las machis usaban la prestidigitación para simular que abrian el pecho o estómago y chupaban parte del cuerpo del paciente para extirpar el "mal" en forma de un lagarto, dardo u otro objeto (Rosales:1674:159-160, Nuñez de Piñeda y Bascuñán:1673:158-161). Esta técnica producía una sensación de alivio en el paciente. Plantaban dos o tres ramas de canelo a la cabecera y a los piés del paciente (cuya cabeza estaba orientada hacia el este, el lado positivo). Se colgaban joyas de plata en las ramas para espantar a los espíritus malignos, y todos los otros elementos usados en el ritual estaban en pares o de a cuatro (el cuatro es el número sagrado de los mapuche). Las mujeres cantaban, los hombres tocaban pifulkas (flautas), y la machi llenaba el cuarto de humo, y pronosticaba la causa de la enfermedad por medio de la adivinación, mirando el corazón de una oveja sacrificada. La machi entraba en un EAC al tocar el kultrun y comenzaba a hablar en el lenguaje ritual. La machi anunciaba el tipo de mal que padecía el paciente, dónde, y a veces por quién, fué "tirado", y cuáles remedios de hierbas debería tomar. El dungumachife (traductor) memorizaba lo que la machi había dicho mientras estaba en un EAC, y mas tarde se lo traducía cuando ella regresaba a un estado de conciencia normal. Hoy en dia, los rituales de curación llamados machitun, se realizan en una forma muy parecida a como lo hacían en el siglo XVII, pero sólo se realizan en caso de enfermedades graves o de enfermedades sobrenaturales crónicas (Grebe:1975:5). Los machitunes salen muy costosas para los mapuches, costando entre 20.000 y 50.000 pesos. Las machis cobran por el tiempo, el esfuerzo y el riesgo espiritual que corren durante el ritual. También tratan de recuperar el dinero invertido por sus familiares en su preparación e iniciación. Los machitun se hacen durante la noche (siendo ésta la hora cuando se cree que los espíritus malignos aparecen), y se llevan a cabo en la casa del paciente o en él de la machi. Se realizan mirando hacia el este y todos los elementos se organizan en grupos de cuatro. La machi alterna entre EAC y estados normales de conciencia para curar al paciente. Además de su dungumachife (intérprete), la machi debe tener un ayudante que toca el kultrun mientras ella está en kuymin (EAC), que calienta el kultrun, que la sacs de un EAC, y le ayuda en la preparación de los remedios. Cuando la machi toca el tambor, produce un fuerte efecto psicoterapéutico en el paciente, calmando su sensación de angustia (Grebe:1973:31). El paciente es el centro de atención de la familia y recibe cuidados y atenciones adicionales. Si los problemas del paciente están relacionados con pleitos familiares, cómo es muy frecuente, ésta puede ser la oportunidad para que se resuelvan. Además tienen que haber cuatro hombres para golpear las cañas de coligüe unas contra otras, y gritar para espantar a los espíritus maléficos, y músicos para tocar la trutruca (flauta larga), la pifulka (flauta corta) y un cuerno que ayuda a la machi entrar en EAC. Las oraciones de la machi van dirigidas a su espíritu auxiliar y, aún hoy en día, ella saca el mal del cuerpo de su paciente mediante la succión que a veces extrae sangre. Sin embargo, nunca observé a una machi simulando abrir el pecho o el abdomen de un paciente. Raramente se hacen adivinaciones usando el corazón de una oveja, sino que se hacen los diagnósticos por willentun. En vez de sacrificar una oveja muchas veces sólo se le cortan las orejas. Las machis contemporáneas usan sus joyas de plata para ahuyentar a los espíritus malignos, y colocan cuchillos en la frente y en el pecho del paciente para exorcizar el "mal", pero ya no se rajan las lenguas de las neófitas, como se hacía a comienzos de siglo (Robles Rodriguez:1942:67), y han incorporado el uso del caballo y de las armas (cuchillos, y a veces hasta armas de fuego) para espantar a los espíritus malignos. Algunos investigadores encuentran una relación entre el machitun y la guerra contra los españoles (Métraux:1942), o la disputa por la tierra (Noviello:1972:164). Después de darle remedios al paciente, la machi se va. El paciente la visita de tanto en tanto para obtener remedios de hierbas y, si fuera necesario, se someterá a otro machitun sin costo adicional. Algunas machis le revelan al paciente la identidad del malhechor, y ofrecen tomar venganza. La venganza es una norma tradicional mapuche, pero, en la actualidad muchas machis se rehusan a tomar venganza, porque contribuye a aumentar la tensión entre vecinos de las reducciones. Además, aquellas que sí lo hacen, casi siempre son mal miradas y corren el riesgo de ser llamadas kalku (hechiceras/brujas) dentro de sus propias comunidades, aunque pueden gozar de popularidad en otros lugares. Este es el caso de machi Jorge y machi Pamela. Rituales de Curación Ulutun En la actualidad, hay otra ceremonia de curación llamada ulutun que se realiza para tratar enfermedades sobrenaturales menores, y es menos costosa que el machitun, (en el rango de 7.000 a 12.000 pesos). Es una ceremonia relativamente corta (no dura más de dos horas) y puede realizarse durante el día. En esta ceremonia la machi ora y toca la guada (sonajera de calabaza), las cascahuillas (cascabeles) y frota al paciente con hierbas medicinales, pero no toca su kultrun ni entra en trance. Este ritual es una innovación relativamente reciente, y es usado para tranquilizar al paciente y darle ánimo, y para ahuyentar al "mal". Sahumerios Los sahumerios (exorcismos con humo) son una manera bastante común de exorcizar al mal cuando afecta a toda una familia, o cuando se sospecha que anda acechando por la casa. Cada machi tiene su propia receta para los sahumerios. Machi Pamela hierve huilcahue; Sergio usa el canelo, la ruda, y el ajenjo. En Temuco se pueden comprar unos paquetes de hierbas preparadas para realizar sahumerios y para otras dolencias que son usadas por los prácticantes de la medicina popular, los mapuches en general y por los huincas. Los sahumerios más conocidos son los llamados San Jorge, Santa Elena y Siete Poderes. Algunas machis también compran estas bolsitas y adaptan sus rituales a las necesidades de los huincas. Una vez, le ayudé a machi Pamela hacer un exorcismo de dos noches en la casa de una mujer huinca en Santiago. Ella lo clasificó como un sahumerio aunque no se empleó humo. La mujer huinca creía que alguien le había enviado "mal" o que ella y su familia habían sido objeto de una maldición, porque la muerte, la pobreza y la mala suerte los había acosado durante los últimos cinco años. En un tazón Pamela mezcló vinagre, sal, pisco y unas hojas de palco (porque no pudo encontrar hojas de maqui en la ciudad) y lo rociamos por toda la casa. Deberíamos haber añadido también una botella de amoníaco, pero como Pamela no pudo abrir la botella en la oscuridad, prescindió de ella. Invocó al dios cristiano y a la virgen y a algunas deidades mapuches como Nguenenchen y Licanche tanto en castellano como en mapudungu, y realizó un ritual en el que frotó los cuerpos de cada uno de los pacientes con la mezcla para darles suerte y dinero. En la mañana del último día, Pamela dijo que había soñado que el mal salía de la casa en la forma de una viejita que decía "ya me cagaron ya, me voy" lo que ella consideró un buen augurio. Rituales de Curación para Machis También existen rituales de curación que se hacen exclusivamente para machis. En el machiluwun (ceremonia de iniciación) se cura a la machi de su machikutran (enfermedad iniciática) y se convierte en una machi legítima. Su ngueikurrewen (ceremonia de renovación), se realiza cuando está enferma o cuando sus poderes se debilitan y necesitan ser renovados (generalmente cada cuatro años). Ambas ceremonias, que duran dos días cada una, se conocen como machi-purrun (baile de machi) o remedio de machi. En realidad estas ceremonias son un machitun para las machis mismas. La machi enferma es muy vulnerable a los poderes de la machi invitada. Es por esto que ella invita para curarla a dos o más machis en las que tiene plena confianza y que pertenecen al grupo de machis que la inició. Los machi-purrun se realizan de una forma muy tradicional para que los espíritus auxiliares no se enojen y castiguen a las machis con más enfermedades. Como la mayor parte de la comunidad participa en el machi-purrun, el papel que juega la machi en la ceremonia es importante para acrecentar su prestigio y su reputación. Se hacen rogativas para que la machi sea bien tratada, tenga éxito con sus pacientes y sea poderosa y sana. Presencié una ceremonia de iniciación y tres de renovación. En ellas la machi "enferma" estaba acostada en un lecho de hierbas medicinales, con una rama de canelo en cada una de las cuatro esquinas. Flores rojas de copihue fueron colgadas de las ramas, de los cuellos de las machis y del rewe. Las machis frotaron el cuerpo de la machi enferma con hierbas medicinales y oraron y cantaron mientras tocaban sus kultrunes. Cada machi tenía su dungumachife para traducir lo que decía respecto a la salud y el futuro de la machi enferma mientras estaba en EAC. Cada machi tenía un ayudante femenino y otro masculino y mientras estaban en EAC las machis se turnaban para subirse al rewe, sacudirlo y bajarse nuevamente para bailar el purrun con su ayudante masculino. En el machiluwun de María Cecilia le fueron entregados sus animales rituales: un caballo, una oveja y una gallina, para protejerla y darle poder, y también un cordero que se sacrificó para ser comido por los participantes. En todos estos rituales de curación son importantes tanto la eficacia (valor terapéutico) como la ejecución ritual de la machi (la atracción dramática y simbólica que ejerce sobre el paciente y la comunidad) para que el paciente se cure. En el pensamiento mapuche uno es inseparable del otro. Lo más importante para lograr que la curación surta efecto es conseguir la fé y confianza del paciente y convencerlo a él y a la comunidad del poder de la machi y de la eficacia del ritual. El uso de la prestidigitación se justifica cuando se usa para estos fines. En algunos casos, la ejecución ritual de la machi puede ser ridiculizada sin que los espectadores pierdan fé en la eficacia del ritual. Esto es lo que Lewis (1990:42) llama "una suspensión altamente selectiva de la incredulidad". Esta situación se manifestó en una ceremonia de machitun que realizó machi Marta. Ella estaba curando a un hombre que había cometido adulterio y se creía que había sido envenenado por su amante. Su mujer esperó, amonestándolo, mientras él vomitaba el "mal" en una fuente cuyo contenido machi Marta procedió a analizar. Señaló unos pedazos de manzana a la esposa y a mí, y declaró que eran gusanos, la manifestación física del mal que salía del cuerpo del enfermo. Después se puso muy inquieta y tuvo dificultades para entrar en EAC. Su hijo adoptivo dijo que ella lo mandó a buscar piedrecitas para que ella los pudiera "extirpar" del cuerpo del paciente con presitidigitación. La esposa del paciente me dijo que ella pensaba que machi Marta era una inútil, y que estaba haciendo mal las cosas. Sin embargo una vez concluida la ceremonia, la mujer pagó bien a machi Marta, escuchó atentamente los consejos y las instrucciones que le dió, y volvió en tres oportunidades para buscar remedios de hierbas para su marido. La última vez que ví a la señora dijo que le estaba muy agradecida a Marta porque su marido había mejorado y había regresado a su casa, y afirmó que Marta era una machi muy poderosa. Aunque las machis tienen conocimientos de fisiología, actúan más que nada por intuición y carisma. Satisfacen las expectativas de los que las rodean y explican las enfermedades en términos que son comprensibles y significativos para la comunidad. Como indica Lewis (1990;184), la autoridad y el prestigio de las curanderas y el respeto que les tienen sus pacientes dependen de su habilidad para absorber y neutralizar la ansiedad del individuo y de la comunidad. A través de sus consejos, las machis refuerzan la confianza que sus pacientes tienen en sí mismos a tal grado que los capacita para alcanzar sus metas. En la actualidad las machis tratan problemas de salud y una amplia gama de preocupaciones que tienen los mapuches en relación a la sobrevivencia, el trabajo, la identidad cultural, la desadapción a la sociedad chilena, el racismo, el amor y las relaciones familiares y con los vecinos. Estas ansiedades, que se atribuyen en gran medida al "mal", se intensifican en las comunidades que cercanas a pueblos y ciudades donde hay más contacto con la sociedad chilena. 1.3 LA ENAJENACIÓN DEL MAPUCHE Y LA MACHI COMO CURANDERA La difícil situación económica actual de los mapuches está socavando su estilo de vida tradicional, y les está obligando a interactuar con el estado chileno moderno. El empobrecimiento del mapuche, cuyas tierras son escasas e infértiles, causa conflictos entre vecinos por las tierras e incrementa los sentimientos de envidia hacia aquellos que, se cree, tienen más de lo que les corresponde. La acumulación de tensiones está minando el ideal de solidaridad social mapuche. La escasez de tierras y los problemas económicos han forzado a un número creciente de hombres mapuches a buscar trabajo en la ciudad o ser jornaleros en campos ajenos, mientras que las mujeres se quedan en casa para trabajar la tierra, o van a la ciudad para trabajar como empleadas domésticas. Han habido repetidas migraciones de mapuches a los centros urbanos en busca de trabajo. Muchos de ellos tienen grandes expectativas con respecto a la ciudad. Se imaginan que van a ganar dinero suficiente para mandarles algo a sus parientes pobres en el campo, o que van a tener éxito en la ciudad y lograr un estilo de vida mas fácil. Pero la realidad urbana con el cual se encuentran los mapuches es muy distinta. Los mapuches, "hombres de la tierra", se sienten desarraigados en la ciudad. Pierden contacto con su linaje, con los vínculos hogareños y con su sentido de pertenencia. Además, las diferencias fundamentales entre la cultura chilena y mapuche limitan sus oportunidades de trabajos buenos en la ciudad. La cultura dominante tiene una orientación capitalista donde la educación es altamente valorada, mientras que el estilo de vida rural del mapuche tiene un ritmo más lento y le da poca importancia a la educación y el manejo del idioma. No los prepara para la vida en la ciudad y los pone en desventaja frente a sus competidores chilenos. Esta situación les ha dado a los mapuches la reputación de ser flojos y tontos, y los coloca en el último peldaño socio-económico de la sociedad chilena, causándoles ansiedad y frustración. Los mapuches sufren la segregación racial, especialmente en las ciudades del sur donde la población de origen chilena y alemana no quiere asociarse a los mapuches y los hacen sentirse inferiores. El caso de Carlos, un jóven mapuche, es un buen ejemplo. Cuando lo conocí, Carlos estaba terminando sus estudios de administración bancaria en Temuco, y también trabajaba en una ferretería. Aspiraba a trabajar en un banco en Temuco para poder ayudar a los mapuches que necesitaran de su asesoría. Carlos se había puesto en contacto con los bancos más conocidos de Temuco. Durante los últimos dos veranos había ofrecido sus servicios como voluntario para hacer su práctica y adquirir experiencia, pero todos lo habían rechazado. Yo conocía a una persona que tenía un puesto de alta jerarquía en uno de los bancos, y le pregunté sobre el caso de Carlos. El me respondió que el problema era que Carlos era mapuche, y ellos necesitaban a una persona "de buena presencia" para trabajar en el banco. Los mapuches se sienten mal adaptados a las exigencias del estado chileno. Su interpretación magico-religiosa del mundo choca con los valores capitalistas modernos, y frecuentemente sus creencias son rechazadas o ridiculizadas. Aunque los mapuches tratan de adaptarse a estas nuevas circunstancias sin perder su identidad cultural, el traspaso del ideal de solidaridad social mapuche a un ambiente capitalista, produce confusión e inseguridad. Se preguntan cómo deben actuar cuando, al ser fieles a sus tradiciones y creencias culturales, fracasan en sus trabajos. Los mapuches tienen un amplia gama de respuestas a estas interrogantes, que varían desde "chilenizarse" completamente en la ciudad, a regresar a sus comunidades para trabajar la tierra. Pero sea cual fuere la respuesta, la sensación de desasosiego, tensión, ansiedad y enajenamiento queda. Esta situación ha producido una serie de enfermedades psicosomáticas que los mapuches atribuyen al "mal" enviado por un tercero. La ansiedad que sienten al ser el blanco del "mal" sigue aumentando ya que en la visión mapuche los malhechores rara vez son identificados, y los espíritus malignos pueden ser ahuyentados pero nunca eliminados del todo. Algunos psiquiatras han establecido una relación entre la migración y la mobilidad social y ciertos tipos de alteraciones mentales (Munizaga et al:1965, Cid Araneda et al:1987). Los mapuches que viven en comunidades cercanas a pueblos y ciudades en la Araucanía están entre dos mundos. Por una parte están en contacto con la sociedad chilena de la zona y son fuertemente afectados por ella, pero simultáneamente mantienen lazos estrechos con su tierra y sus tradiciones. Además, los mapuches que salen de sus comunidades aún por períodos cortos de tiempo, son criticados por abandonar el estilo de vida mapuche. Los mapuches creen que los que trabajan en la ciudad se enriquecerán rápidamente (aunque rara vez es así), y en consecuencia son el blanco de envidia y celos que son una de las principales causas de kalkun y wekufetun (enfermedades sobrenaturales causadas por el mal). Aunque la mayoría de las veces los mapuches que van a la ciudad no cumplen con sus expectativas de trabajo, generalmente son demasiado orgullosos para admitirlo a sus familiares en la casa. Desde el punto de vista del mapuche rural, se han vuelto ricos y chilenizados en la ciudad, y, en consecuencia, están asociados con el "mal". ¿Cómo resuelven los mapuches estos problemas que ya no son consecuencia de conflictos internos, sino producto del roce con la sociedad chilena? ¿Cómo clasifican y tratan los mapuches a estas enfermedades? ¿Aún son consideradas como enfermedades sobrenaturales tradicionales o son consideradas como enfermedades modernas psicológicas? ¿Qué pasa cuando las machis co-existen con varios otros sistemas de salud? ¿A cuál sistema de salud y a qué practicantes consultan los pacientes para resolver estos problemas? Cuando las machis sólo actuaban como practicantes mágico- religiosas dentro de la sociedad mapuche tradicional, su rol era claro e indiscutible. Ellas eran las portadoras de las creencias, la moralidad y las prácticas tradicionales que ayudaban a mantener el sentido de identidad étnica mapuche. Pero ¿qué sucede con el rol de machi cuando es también afectado por las presiones de la aculturización y cambio, y los mapuches tienen la opción de escoger entre éste y otros sistemas alternativos de religión y salud? Langdon (1991) dice que los sistemas alternativos de salud pueden, de hecho, afectar la habilidad de una curandera chamánica para realizar su trabajo de manera eficaz. Landy (1974) encuentra que hay tres maneras posibles en que las curanderas chamánicas pueden reaccionar en estas circunstancias. Pueden adaptar su rol curativo tradicional a la situación actual, pueden atenuar su rol tradicional, o pueden asumir roles paralelos. En el caso de los mapuches, encontramos que las tres alternativas operan simultáneamente, y que cada machi puede reaccionar de una manera o de otra, dependiendo de las circunstancias. (a) La Adaptación de las Machis Las machis proliferan en zonas cercanas a los centros urbanos porque han adaptado su rol tradicional a la situación actual del mapuche, y han creado una nueva síntesis cultural de lo que significa ser una machi, del rol que desempeña, de sus atributos, y de las expectativas que puedan tener sus pacientes de ellas. Las machis han dejado para la medicina occidental las enfermedades que se pueden curar fácilmente con la tecnología moderna, y se dedican a curar las enfermedades psicosomáticas que ellas definen como enfermedades que son inducidas por lo sobrenatural. La rivalidad, la envidia y los celos, están aumentando en la sociedad mapuche donde la mala suerte y el fracaso están asociados con el mal y las enfermedades sobrenaturales, y las machis son muy buscadas para resolver estos problemas. "Ahora la enfermedad producida por el 'mal' es la que más hay, de ésto es lo que más curo a la gente. Es por la envidia que se tienen la gente. Ahora de otras cosas casi no curo yo", dice machi Rocío. Aunque las machis coexisten con los practicantes de medicina popular y de la medicina occidental moderna, sólo las machis pueden curar las enfermedades inducidas sobrenaturalmente. Son ellas las que conocen y han internalizado las creencias, las tradiciones y las prácticas mapuches que curan el mal y producen una sensación de alivio en el paciente. Estas enfermedades sobrenaturales afectan el bienestar físico y emocional de la persona. Las machis, al igual que otras chamanes/curanderas urbanas que fueron observadas por Heinze (1991:206), reestablecen el nexo entre el individuo y su universo, y al hacerlo, contrarrestan la sensación de enajenamiento que experimenta. Como las machis son personas de prestigio dentro de la sociedad mapuche, los consejos que dan a sus pacientes les ayudan a resolver sus problemas de formas que son culturalmente aceptables, y al mismo tiempo, son adaptables a las nuevas exigencias de sus vidas en contacto con la sociedad chilena. Mientras más fuertes sean los sentimientos de enajenación, ansiedad y desajuste que experimentan los mapuches, más pacientes tendrá la machi; y en la medida que empeora su situación económica y emocional, las machis prosperan y se hace más numerosas. Este fenómeno se asemeja al que observó Chi (1991:60) en chamanes/curanderas urbanas que se han adaptado a la práctica de la adivinación y la videncia: en cuanto más profunda sea la recesión y los sentimientos de enajenación, más dinero ganan. Como dice Jaime, el hijo de machi Nora: "El dinero gira con el mal. Cuando la persona está enferma no tiene dinero, y es allí cuando lo necesita para pagarle a la machi para que lo cure". Algunos psicólogos han encontrado una clara relación entre ciertas psicosis encontradas entre los mapuches, y el enajenamiento y la ansiedad que experimentan en las zonas urbanas. La psicosis que más se encuentra es el síndrome onírico agudo, con el que los pacientes se muestran confusos y propensos a fantasear; tienen alucinaciones, esquizofrenia, letargo mental y depresión aguda (Biedermann et al:1983). Pueden ser reactivas o bien sintomáticas. En individuos pre-psicóticos, es muy frecuente encontrar la paranoia y la agresividad latente (Munizaga et al:1965). Mientras la cultura occidental moderna clasifica estas enfermedades como debidas a la "locura" o a la "anormalidad", en la cultura mapuche son consideradas como enfermedades sobrenaturales y son muy comunes. Los individuos propensos a fantasear, que tienen alucinaciones y visiones, o que sueñan despiertos, no se consideran en ningún caso como anormales. Una persona sólo se convierte en pirulonko (loco) si el wesa-lonko (mal de la cabeza) no se exorcisa correctamente y la persona se vuelve agresiva, se comporta constantemente en una forma extraña o se torna peligrosa. Cuando los mapuches se sienten enajenados y ansiosos reciben un apoyo personalizado, buenos consejos, y un tratamiento que es significativo en términos culturales cuando visitan a una machi. Pero cuando estas mismas personas son tratadas por psiquiatras, generalmente continuan sintiéndose enajenados. Aunque los medicamentos que reciben de los psiquiatras pueden tener un buen resultado a corto plazo, no soluciona sus problemas en el largo plazo. Los mapuches que tienen parientes psicóticos, y los que se han recuperado de enfermedades psicóticas, generalmente atribuyen estas psicosis a un castigo divino por haberse apartado de alguna norma tradicional, (kastikutran), al mal enviado por alguna persona envidiosa (kalkutun), o, a veces, a un llamado vocacional de machi, (machi-kutran), todas las que se consideran como enfermedades sobrenaturales. Otras causas de enfermedades sobrenaturales pueden ser el pensar, sentir e imaginar en exceso (que puede resultar en la posesión por un wekufe), o topetun (también conocido como susto mágico), que se debe a un encuentro con un wekufe (espíritu maligno). En los hospitales psiquiátricos es frecuente encontrar que los pacientes mapuche tratan de adaptarse a la sociedad chilena negando su pasado. Algunos se tiñen el pelo, cambian sus nombres e imitan la manera chilena de hablar y de vestirse. Se cree que muchos de estos pacientes se han vuelto psicóticos por su incapacidad para adaptarse a la sociedad chilena, y por el rol marginal que cumplen en ella (Munizaga et al:1965, Cid Araneda et al:1987). Cacique Daniel Calfucurá da su opinión acerca del tipo de curaciones realizadas por las machis: "Ahora muchas enfermedades pueden ser curadas en los hospitales, como las infecciones, pero las machis también tienen sus remedios de hierbas secretas y pueden mejorar a sus pacientes. Ellas pueden cortar una diarrea o las depresiones con sus oraciones. Cuando cantan y tocan kultrun le dan coraje, fuerza al paciente. Ellas no le quitarán la depresión como se arranca un pelo de la cabeza de alguien, pero les darán consejos, fé, coraje, y esa persona saldrá adelante". Cuando una machi tiene fuerza espiritual, seguridad en sus poderes y está convencida del poder de las creencias y tradiciones culturales que emplea, ella puede adaptarse a la aculturización sin cambiar lo más esencial de ellos. Los pacientes siguen yendo a las machis porque están convencidos que sus poderes, prácticas y creencias van a "funcionar" aún cuando se enfrentan a problemas que son ajenos a los que encuentran en su cultura tradicional. Cuando las machis se adaptan a las nuevas circunstancias están incorporando nuevos elementos para reforzar sus tradiciones, y le dan nuevas aplicaciones a su rol, sin perder las antiguas. En la actualidad las machis han tomado las imágenes de Dios y de la Virgen del cristianismo, pero las utilizan a su manera. Estas imágenes sirven como talismanes para hacer magia en "contra" del mal en la misma manera como lo hacen los lican (piedras mágicas) tradicionales. Lo mismo ocurre con los santos cristianos, y la bandera chilena que se ata al rewe (junto con la bandera tradicional mapuche que es celeste y blanca). Las machis incorporan elementos no-mapuches a los tradicionales porque sienten que así aumentan su poder, pero los utilizan en formas tradicionales mapuches. Las machis adquieren prestigio al relacionarse con gringos (extranjeros) y huincas (no-mapuches). Generalmente las machis son buscadas en comunidades lejanas al del paciente. Las machis de lejos tienen mejor reputación y son ajenas a los conflictos internos de la comunidad. Si un extranjero llega a una machi, pidiendo sus servicios, los mapuches lo consideran una señal segura que ella es muy poderosa. Creo que ésta es una de las razones por las cuales las machis me recibieron tan abiertamente cuando hacía mi trabajo en terreno y les contaban a las personas de fuera de la comunidad que me estaban tratando. Machi Marta le contó a sus pacientes que me estaba tratando por amores; machi Pamela le dijo a sus pacientes mapuches que me estaba entrenando como ayudante, y a sus conocidos huincas les dijo que me había hecho un tratamiento para la buena suerte. Los huincas y los extranjeros vienen a las machis cuando están insatisfechos con los tratamientos que reciben con la medicina occidental y están dispuestos a probar otra cosa. En estos casos, es frequente que las machis proyecten sus propias creencias y prácticas sobre los extranjeros. Este fue el caso de machi Pamela que afirma haber tratado a la hermana del expresidente General Augusto Pinochet que fué diagnosticada con cancer terminal en el hospital. Pamela dijo que la gente envidiaba a su paciente porque siempre viajaba en aviones y tenía dinero, y que le habían enviado "mal". Pamela la trató y le dió un remedio de hierbas hecho de llanten. A pesar de ésto la paciente murió dos meses más tarde de cancer, pero Pamela dijo que le había curado del "mal". Machi Sergio trataba a sus pacientes huincas en español, y en forma integral (considerando tanto el cuerpo como el estado mental). Sin embargo, sólo encontró un caso en que un huinca había sido poseído por un espíritu maligno. Generalmente machi Bernarda atendía unicamente a gente ajena a su comunidad, muchos de ellos huincas. Ella afirmó que había curado a varios casos de cancer terminal por medio de exorcismos. Hoy en día, algunas machis actúan en espectáculos folklóricos para turistas, se hacen propaganda en la radio Bahai, y permiten que les tomen fotos y películas previo por una suma de dinero. Esto ha sido muy criticado por las machis más tradicionales que consideran que las machis que se hacen propaganda no son auténticas, que solamente buscan el prestigio personal, y que están perdiendo sus tradiciones. Aunque la propaganda sí tiene el propósito comercial de conseguir más pacientes y, por ende, mayores ingresos, también puede servir para preservar las prácticas tradicionales si las machis atraen a pacientes que de otra manera irían a consultar a practicantes de medicina popular o a los médicos occidentales. Los antropólogos han sido demasiado paternalistas al tratar de protejer a los curanderos chamánicos con los cuales trabajan del contacto con el mundo externo cuando, de hecho, pueden usar los medios de comunicación occidentales como un recurso para reforzar sus propias tradiciones. Aunque las machis que hacen propaganda en la estación de radio del culto Bahai les están agradecidas por permitirles este servicio, ninguna de las machis que se hacían propaganda se convirtieron en Bahais. Machi Sergio quería que lo filmaran para aparecer en la televisión. Esto, dijo, le daría más clientes y prestigio en la zona (casi todos los mapuches tienen un televisor que conectan a una batería de auto si no tienen corriente eléctrica). También quería un video para su propio uso, para poder observarse y corregir su ejecución de ritos. Machi Jorge hizo grabar su ngueikurrewen (ceremonia de renovación) en video para ser conocido por un público más amplio. Tanto Sergio como Jorge aparecieron en fotos que fueron vendidas a los turistas en el Mercado Central de Temuco. El contacto con la sociedad chilena puede servir para fortalecer las tradiciones de los mapuches, y para extender su esfera de influencia, siempre y cuando las machis sigan teniendo fé en si mismas. La fé es el punto clave. Machi Fresia no tenía pacientes aunque usaba el atuendo completo de machi y cobraba poco por sus servicios porque la gente no tenía confianza en sus poderes. María Cecilia, por otra parte, que es más jóven que Fresia, y fué iniciada hace menos tiempo tiene muchos pacientes a pesar de cobrar más y no usar el atuendo completo de machi. Esto se debe a que ella está motivada por su profesión y es muy convincente. Machi Saez dejó de ser machi, porque la comunidad sostenía que no tenía poder. Sin embargo, tenían mucha fé en machi Leonor que cobraba caro por sus servicios, y en machis Sergio y Jorge que se hacen propaganda en la radio y en la televisión. El encuentro de una cultura con otra puede reforzar las tradiciones y creencias nativas, si se valoriza profundamente la herencia cultural. En este contexto las machis mapuches pueden hasta beneficiarse del contacto con otra cultura, extendiendo su esfera de influencia, renovando y comercializando sus prácticas tradicionales. Es sólo cuando los mapuches pierden fé en sus tradiciones que el sistema se desmorona y las machis comienzan a desaparecer. Es entonces cuando el contacto con la sociedad chilena se vuelve nocivo para la sobrevivencia de las machis. Participé en un nguillatun donde sucedió justamente ésto: los hombres que tenían que hacer el último awn para espantar a los espíritus malignos estaban demasiado ébrios, o no querían hacerlo, y las machis que oficiaban estaban muy preocupadas porque ésto significaba que toda la congregación ritual podría ser acechada por espíritus malignos durante los siguientes cuatro años hasta que se hiciera el siguiente nguillatun. (b) El Rol Tradicional de la Machi Cuando las curanderas chamánicas siguen actuando de una forma tradicional haciendo caso omiso a las necesidades de sus clientes y a la competencia con otros sistemas de salud, sus roles se ven disminuídos (Landy:1974). Entonces los pacientes buscan otros sistemas de salud, y poco a poco el rol tradicional de la curandera chamánica desaparece. Esto no ocurre con frecuencia entre las machis mapuches en las cercanías de los centros urbanos. El único caso que yo presencié en que una machi estaba perdiendo su clientela porque seguía firmemente ligada a sus tradiciones fué él de Nora, una machi de ochenta años. Su hijo me explicó: "Ella es la más tradicional de las machis, no habla castellano, no tiene nada que ver con huincas y no los entiende. Solamente puede "ver" la enfermedad cuando tiene el espíritu, no en las muestras de orina como las otras machis. Ahora ella ve a muy poca gente. La gente viene a verla solamente cuando tienen un mal muy grave, porque ella sabe hacer esos tratamientos machitun que son muy caros y la agotan mucho. No trata a la gente sólo con hierbas medicinales. Para eso la gente va a ver a otras machis. Ella está demasiado vieja, ella trabaja como en antiguedad". Las machis han perdidio adeptos entre las generaciones más jóvenes de mapuches que han comenzado a dudar de la existencia de las enfermedades sobrenaturales y prefieren el mundo de la medicina moderna para resolver sus problemas. Las machis no se han vuelto menos poderosas en los ojos de la mayoría de los mapuches, sino solamente para aquellos que ya no creen en ellas. Ramiro, un mapuche de mediana edad dijo: "Si el centro médico está cerca, la gente joven va a atenderse allí. La existencia de las postas (centros médicos rurales), ha afectado las especialidades en la zona rural: las machis, las matronas, y los hueseros. La gente joven siente que son más inteligentes. No creen en las tradiciones mapuches y van a las postas". Machi Fresia añade: "La gente joven no cree en las machis. Las ven con desprecio porque creen que están relacionadas con brujería. Yo no creía en las machis tampoco hasta que me convertí en una yo misma. Ahora muchos de los jóvenes que se han ido a la ciudad y han sido maltratados. Han sufrido desengaños y enfermedades y ahora están volviendo a las prácticas tradicionales de la machi". Las creencias y prácticas tradicionales de los mapuches todavía son la base para la ejecución ritual de cualquier machi, por más que las adapte a las nuevas circunstancias. Las machis aún existen para curar enfermedades sobrenaturales sólo porque todavía se mantiene el sistema de creencias tradicionales. En este sentido, todas las machis son tradicionales, y adquieren sus poderes asumiendo las creencias culturales y haciéndolas propias, pero la manera en que lo hacen varía de una machi a otra. Aquellas que no se adjudican a las formas básicas tradicionales, pierden la fé de sus pacientes, y rápidamente pierden popularidad. Machi José, por ejemplo, fué rechazado porque quebró varias normas tradicionales. Citaba versos de la Biblia obsesivamente, se ponía paranóico pensando que la gente constantemente le enviaba "mal", e incluso llegó a acusar a las machis que lo habían iniciado de ser kalkus (hechiceras/brujas). Esto hizo que José perdiera toda credibilidad en la comunidad. Casi todas las machis son tradicionales en algunos aspectos, y se han adaptado en otros. Esto les permite sobrevivir y adaptarse, pero al mismo tiempo seguir siendo fieles a sus creencias. La creencia tradicional es que las machis deben estar acompañadas; deben orar a su espíritu y pedirle permiso a su rewe cuando quieren salir de la casa. Se cree que las machis se sienten mal si violan las normas consideradas apropiadas para machis, o cuando se ausentan de sus casas por largos períodos de tiempo. Las machis que no hablan mapudungun ni se visten con la indumentaria tradicional son duramente criticadas. Según la concepción mapuche las machis no deben hacer mucha vida social, ni dejar que su vida personal sea de conocimiento público. A continuación doy algunos ejemplos de cómo una machi puede combinar los elementos tradicionales con otros que ha adaptado. Machi Leonor me dijo que manejara lentamente y me persignara al pasar frente a un campo de nguillatun; más tarde me dijo que su espíritu se había enojado porque ella había viajado en mi Jeep, y criticó a las machis que iban a Temuco por no comportarse en la forma tradicional. Sin embargo, Leonor se ofreció para oficiar en el ritual de renovación de machi José por el precio de un buey, aunque dijo que él estaba loco y que nunca debió haberse convertido en machi. Machi María Cecilia me dijo que no podía grabar nuestras entrevistas porque su machi profesor era psíquico y la descubriría. Pero el día antes de su ceremonia de iniciación, me pidió que le tomara fotos a escondidas, aunque su machi profesor se lo había prohibido. Machi Sergio declaró que él había adquirido todo el conocimiento que necesitaba sobre hierbas medicinales en sueños. Sin embargo, lee sobre los últimos adelantos de la medicina y la etnobotánica en revistas especializadas. Machi Marta era conocida por adaptar sus rituales a las necesidades de los extranjeros y por crear rituales propios. Pero una vez cuando yo sacaba fotos de un machitun que ella estaba realizando se preocupó pensando que el espíritu maligno que debía salir del cuerpo del enfermo podía poseerme. La creencia tradicional es que las machis deben cobrar por sus servicios para que una curación tenga efecto. No obstante, las machis que cobran demasiado se consideran muy materialistas y se dice que han perdido sus motivaciones altruistas tradicionales. Muchas veces es difícil para la machi diferenciar entre el cobrar demasiado, y ser criticada por eso, y el poder ganarse la vida como machi, recuperando al mismo tiempo el dinero que su familia invirtió durante su proceso de entrenamiento e iniciación. Machi Nora estaba preocupada porque las machis Leonor, Ana y Pamela, a quienes ella había iniciado, ahora estaban cobrando demasiado por sus servicios, y temía que se habían vuelto muy comerciales. "Uno tiene que cobrar de acuerdo a las necesidades que uno tiene, cobrarles menos a los que son pobres y no hacer grandes ganancias". De las tres machis iniciadas por Nora, Leonor era la que tenía mayores recursos económicos, y fué criticada por muchas personas por ser materialista y en consecuencia, haberse chilenizado, aunque utilizaba muchos elementos tradicionales en su labor de machi. Cuando ella hizo su nqueikurrewen no permitió la asistencia de ningún huinca y expulsó a un mapuche Bahai que estaba tratando de grabar sus canciones para la estación de radio. (c) Roles Emergentes: Machis y Otros Practicantes En la opinión de Landy (1974), los roles emergentes son aquellos que aparentan satisfacer las necesidades vigentes de la gente y pueden incluir a varias de las funciones de roles previos. En el caso de los mapuches, las machis se están especializando cada vez más, y muchos de los practicantes de medicina popular, cuyas actividades traslapan algunas funciones de las machis, están compitiendo directamente con ellas por sus pacientes. ¿Cómo surgieron las especializaciones de las machis? ¿Son innovaciones modernas, o las practicaban anteriormente? ¿Cómo son afectadas las funciones actuales de las machis por los practicantes de medicina popular? Estas son interrogantes que analizaré en ésta sección. Los cronistas han documentado la existencia de adivinadoras, suerteras, hechiceros, cirujanos y curanderos entre los mapuches del siglo XVI al XIX. Ercilla (1569), Oña (1569), Luis de Valdivia (1606), Pietas (1846), Fernández de Pulgar (1902), y Febres (1767), entre otros, los consideraban agentes aislados e independientes. Al igual que Guevara y Métraux (1942), yo considero que probablemente estas referencias fueron alusiones a distintas actividades realizadas por las machis, y que no se refieren a diferentes practicantes. Tal como lo demuestra Winkelman (1992), es poco probable que haya existido tanta diversidad de practicantes en una sociedad simple basada en los sitemas de parentescos. Además, las actividades antiguas de las machis se relacionan con las especializaciones de las machis actuales que han sido asumidas por otros practicantes de medicina popular. En la actualidad las machis se denominan genéricamente como machis, pero insisten en que hay muchos tipos distintos. Las machis pueden autodenominarse con diferentes términos de acuerdo a la actividad que estén realizando en ese momento, o según su especialización (curar, adivinar, o roles sacerdotales). La existencia de machis fué documentada por primera vez en el siglo XVII bajo el nombre mapuche de boquibuyes o huecubuyes (Gonzalez de Nájera:1614, Nuñez de Piñeda y Bascuñán:1673), que quiere decir maestro del foye (canelo), el árbol sagrado y símbolo de paz. Gonzalez de Nájera y Nuñez de Piñeda y Bascuñán las observaron haciendo adivinanzas y magia para la caza y la guerra, y jugando un rol importante en la conservación de la paz o en la declaración de la guerra. Me inclino más bien a creer que realizaban una serie de actividades, basándome en las referencias de Rosales (1674), que se refería a todos los practicantes medicoreligiosos bajo el término español de hechiceros. El acto de adivinar se denomina pewun y lo hacían todos los huecubuyes. Algunos de ellos se especializaban como los gutarus, que operaban y acomodaban los huesos (Febres:1767:502); los cupuvoes que realizaban las autópsias y adivinaban la causa de la muerte de un animal mirándole el hígado; los rantuvoes que adivinaban la causa precisa de la muerte provocada por hechicería (Molina:1787 (1901), Latcham:1922); el pelon que era un adivino que profetizaba el pasado y el futuro por medio de visiones y sueños (Febres:1767), y el kimen pewun que hacía lo mismo mientras estaba en EAC; y finalmente, los dunguvoes que dominaban el lenguaje, eran ventrílocuos (Pietas:1846) y también practicaban la adivinación y la magia para el amor y la suerte. En los siglos XVII y XVIII el término huecubuye desapareció completamente y las machis fueron conocidas como dunguvoes, ampivoes o hierbateros, huitrantufes (los que adivinan por señas), o peumatufes (los que interpretan los sueños). Algunas machis se llamaban vileos (los que ven las causas de las enfermedades). En la actualidad el término vileo es usado para señalizar el espíritu de una machi o a una machi con una connotación muy positiva. Alonqueo se refiere a vileo como el espíritu de la sabiduría que elije a la persona destinada a ser machi, y le revela las cualidades medicinales de las plantas (Alonqueo:1979). Hoy en día hay varios tipos de machi y no existe consenso sobre cómo adquieren sus diferentes funciones. Algunos autores creen que las machis extendieron sus funciones, absorbiendo las de otras especialistas (Housse:1938:87, Latcham:1922:435), mientras que otros creen que simplemente es el rol de machi que se vuelve cada vez más especializado. Vidal (1983:3-4) asevera que habían roles tradicionales mapuches que existían en forma paralela a los de las machis en el pasado (los adivinadores, los que diagnosticaban y los que realizaban las terapias medicinales específicas) pero que poco a poco están desapareciendo, y que ahora solamente existen en comunidades aisladas. No obstante lo que observó Vidal (1983), yo encontré que en las zonas más aisladas hay pocas machis que son menos especializadas, mientras que en las áreas cercanas a los centros urbanos hay un número mayor de machis cada vez más especializadas. En estas zonas todas las machis realizan curaciones, y algunas se especializan en hacer adivinaciones, magia de amor y de suerte u ofician como sacerdotizas en rituales agrícolas comunitarios (nguillatun). Este aumento en la especialización concuerda con el concepto de Winkleman (1992:58) de que las chamanes/curanderas se vuelven altamente especializadas porque forman parte de grupos organizados de practicantes donde la existencia de distintas especializaciones reduce la competencia. En la actualidad las machis también co-existen con otros practicantes de la medicina popular. Las machis los han influenciado y, a la vez, han sido influenciadas por ellos. Ya no es posible trazar una clara línea divisoria entre la medicina popular chilena y la medicina nativa mapuche. Aunque los mapuches siguen manteniendo sus creencias acerca del origen de la enfermedad y de la muerte, como indica Oyarce (1989), el contacto que han tenido con la sociedad chilena ha producido transformaciones importantes. Los mapuches barajan la medicina nativa, la medicina popular y la occidental para tratar de resolver sus problemas de manera efectiva y al menor costo. Con frecuencia utilizan más de un sistema médico para tratar de identificar o diagnosticar sus enfermedades. Inicialmente machi Fresia fué llevada al hospital cuando tuvo su machi-kutran. Como no pudieron identificar su enfermedad, finalmente el doctor sugirió que fuera a ver a una machi. Carlos, un joven mapuche con un problema cardíaco fué, en primer lugar, al médico para tratarse, y luego a machi Bernarda para que le hiciera un ulutun por si fuera causado por algún tipo de kalkutun. Las machis se han adaptado a la existencia de la medicina occidental y también a la medicina popular mestiza, pero al mismo tiempo todavía hacen respetar sus tradiciones. La medicina occidental ofrece mejor tecnología y medicamentos para el tratamiento de traumatismos. La medicina popular ofrece una terapia integral y un tratamiento con hierbas medicinales, pero sin el componente sobrenatural. Y las machis tratan las enfermedades sobrenaturales y compiten con los practicantes de la medicina popular en la curación integral de enfermedades "naturales". Aún cuando las machis actúan como hierbateras comunes y corrientes, son consideradas como curanderas sobrenaturales, y por esta razón son mucho más poderosas que los practicantes de medicina popular. Actualmente, los practicantes de medicina popular incluyen las meicas, las yerbateras, los medico-naturistas, los suerteros, las matronas, los componedoras de huesos, las santiguadoras, y también las machis. (Consultar a Vergara:1992:34, Foester:1985:109, Oyarce:1988 para información mas detallada sobre esta clasificación). Se hace cada vez más dificil distinguir entre distintos practicantes de la medicina popular porque sus funciones son flexibles y, en muchos casos, se traslapan. Estos practicantes de medicina popular tienen un origen mixto porque toman elementos tanto de la medicina popular medieval europea como también de la medicina mapuche. Como las machis, ellos han prosperado en las zonas cercanas a los pueblos y las ciudades de la Araucanía, y tienen clientes tanto mapuches como huincas. Sin embargo, a diferencia de las machis, no pueden controlar a los espíritus malignos, pero sí tienen conocimientos de hierbas medicinales y prácticas de medicina popular. Con frecuencia toman elementos del catolicismo para darse un respaldo sobrenatural imitando los conceptos de curación tradicionales de las machis. Las meicas, las yerbateras y las suerteras son las practicantes de medicina popular que más afectan a las machis y que más compiten con ellas. Las meicas (curanderas) utilizan técnicas medicinales similares a las que usan las machis, pero no tienen que ser mapuches. Curan las enfermedades en forma integral y utilizan remedios de hierbas pero no pueden exorcizar el mal. Son portadoras de conocimientos muy completos de la medicina popular, y se cree que heredan sus espíritus curadores de alguien en la familia. Sin embargo, las meicas no son consideradas como parte de la cultura mapuche como lo son las machis. Más bien se ven como personas marginales y subordinadas dentro de la cultura chilena (Parker:1991:55). Las yerbateras practican la medicina en base a hierbas, y sólo utilizan métodos naturales y empíricos. Adquieren conocimientos tanto de la medicina mapuche como de la medicina popular, y sus servicios son más impersonales que los de las meicas y de las machis. Algunas yerbateras también realizan la magia para el amor y la suerte. Tanto las meicas como las yerbateras utilizan elementos medicinales y religiosos de las culturas mapuche y chilenas si creen que tendrán un efecto positivo sobre sus pacientes. Oyarce (1988:44), observa el caso de una yerbatera-meica evangelista que diagnostica mientras está en EAC, reza y canta en mapudungun para sus clientes mapuches, y utiliza la Biblia en forma ritual en vez de tocar el kultrun (tambor), como lo harían las machis en un machitun. Esto atrae a los mapuches que ya no creen en las machis, pero que todavía quieren un tipo de curación integral. El hijo de machi Pamela fué a una yerbatera para tratarse, porque ella no lo pudo curar, y ya no le tenía confianza a las otras machis desde que su marido murió mientras se estaba tratando con una de ellas. La yerbatera le dijo a Pamela que su hijo tenía problemas estomacales y que había sido afectado por el demonio, le aseguró que lo podía curar con hierbas medicinales. No hizo que su paciente vomitara ni chupó partes de su cuerpo como lo hacen las machis. La diferencia entre machis y médicas es explicada por dos machis. Machi Marta dijo: "Mi madre era una meica y ella sabía de hierbas medicinales, pero no tenía un kultrun y no sabía cómo espantar los wekufes. Tenía menos poder que una machi". Machi Pamela afirmó: "Las meicas dan remedios en base a hierbas, y también atienden a los huincas pero no saben hacer un machitun". Las meicas y las yerbateras se han vuelto más populares porque muchos mapuches no pueden pagar un ritual completo de curación que es muy costoso, y sólo quieren un tratamiento sencillo con hierbas medicinales. En la actualidad las machis están tratando las enfermedades "naturales" tal como lo hacían las machi-ampivoe de antaño y, al hacerlo, están compitiendo con las meicas y las yerbateras. Diagnostican las enfermedades en forma rápida y eficiente a través del willentun, y le dan los remedios a sus pacientes en el acto. El costo del diagnóstico y los remedios de hierbas es muy bajo comparado con el de un machitun. Las machis han comenzado a usar el ulutun con más frecuencia, que puede protejer al paciente del mal, pero no es tan caro y puede ser adaptado facilmente a las necesidades de distintos pacientes. Algunas machis como Sergio y Marta tienen consultas donde atienden a sus pacientes al igual que los médicos occidentales de la ciudad. Marta prepara sus remedios en la consulta, pero Sergio tiene tantos pacientes que él les da las hierbas secas para que las lleven a sus casas y las preparen ellos mismos. Algunos pacientes de Sergio llegan sin una muestra de orina sólo en busca de consejos. A algunos pacientes les da hierbas y a otros los cita para un tratamiento ritual. Machi Sergio está abierto a opciones nuevas. Una vez me propuso que, si me interesaba la homeopatía, podríamos abrir un consulta juntos. Cuando las machis tienen pacientes huincas, muchas veces se adaptan a sus necesidades. Machi Pamela decidió tratar a una joven huinca con problemas de fertilidad haciéndo que ella se acostara en la cama con una muñeca, sosteniéndola como si fuese un bebé mientras tomaba remedios de hierbas. Las machis se adaptan a los requerimientos de sus pacientes, y cuando tratan a personas en la ciudad, rara vez tocan el kultrun (tambor ritual). Machi Marta me dijo: "Antes tocaba mucho kultrun. Me levantaba a las cuatro de la mañana para tocar. Ahora mucha de la gente que me viene a ver no quiere que toque el kultrun. A veces hasta dicen que soy una bruja porque toco tanto". Conocí a dos machis que también eran enfermeras, y combinaban sus conocimientos tradicionales con los de la medicina moderna occidental. A veces hasta las mismas machis hacen uso de la medicina occidental para sus propios fines, como el caso de Fresia que fué operada de apendicitis, y machi Sergio que le compraba a su madre remedios farmacéuticos porque no estaba mejorando con las hierbas medicinales. La creencia tradicional es que las machis sólo se sanan con hierbas medicinales, pero a veces usan algunos productos farmacéuticos también. Machi Pamela compró un unguento para su reumatismo, y machi Fresia compró unos antibióticos para una infección. Las suerteras (que dicen la suerte y adivinan) también existen como especialistas populares independientemente de las machis. No realizan rituales de curación, pero pueden señalar la causa del mal o de una desgracia, pueden adivinar el futuro, y a veces, pueden identificar a un malhechor (cosa que muy pocas machis están dispuestas a hacer). Muchas veces utilizan la astrología, las cartas, el tarot, la quiromancia, el horóscopo, y las fotografías para realizar las adivinaciones. Dominga, una mapuche de mediana edad, dijo: "Fuí a una suertera muy buena, que vivía en Pitrufquén. Ella me dijo que mi hija no estaba bien, pero que estaba viva. Me dijo que llevara una foto conmigo porque con la foto ella podía llamar a mi hija. 'Si la foto se voltea, entonces ella va a regresar; si no, no vendrá', me dijo. Fué necesario un gran esfuerzo, pero finalmente la foto se volteó. De acuerdo a la suertera su patrón la había secuestrado". Todas las machis practican alguna forma de adivinación para darle al paciente una sensación de seguridad en cuanto a su futuro, pero hoy en día algunas machis se están especializando en hacer adivinaciones, magia de amor, y en sacar la suerte. Probablemente esto deriva del rol antiguo de machi-dunguvoe que ha ido tomando elementos de la medicina popular y ahora compite con las adivinadoras populares y las suerteras. Una quiromántica le enseñaba a machi Marta cómo adivinar mirando la palma de la mano, y ella también había incorporado el uso de las cartas tarot en sus adivinaciones. Machi Marta comentó: "A la gente ahora les gustan las cosas diferentes. Yo sé como hacer muchas de ellas. Les veo la suerte, la veo en las cartas, en el hocico del chancho. Llamo la suerte, traigo la suerte. Hago remedios para juntar, para apartar. Todo eso la gente lo pide". Las machis que se especializan en las adivinaciones, en sacar la suerte y en magia de amor, a menudo son consideradas ambiguas, porque cuando se ayuda a una persona en cuestiones de suerte o de amor, inevitablemente se está controlando la voluntad de otra, y ésto se considera una acción negativa. Las machis que no practican la magia de amor y de suerte y las adivinaciones, consideran que estas actividades son ajenas a las machis y que son una consecuencia de la aculturización (machis Sergio, Rocío, Fresia, María Cecilia) o, también, como una forma de maleficio porque implican controlar la voluntad de otra persona (machis Leonor, Nora, Ana) o que son creencias populares que no son efficaces (machis Fresia, María Cecilia). A menudo se cree que las machis que practican magia de amor le pueden indicar al paciente la identidad del malhechor, y están dispuestas a tomar venganza. Este es el caso de machi Marta, pero no es el caso de machi Pamela, y hay otras machis como Jorge que toman venganza pero no practican magia de amor. Machi Marta exorcizó el mal de una paciente que sufría de kalkutun enviado por su amante. La mujer del paciente quería vengarse y Marta le ofreció dos alternativas: quemar el vómito del paciente para que el malhechor se fuera al infierno, o, vengarse con un infitun (dejando un objeto maléfico en la casa de la amante). Las machis Marta y Pamela se especializan en hacer adivinaciones y magia de amor, y tienen pacientes tanto mapuches como huincas. Pamela frota a sus pacientes con hierbas, y los trata para la buena suerte y para el amor, con fotografías (especialmente para que los maridos regresen a sus casas). Machi Marta adivina la buena suerte de la gente con cartas de tarot, y conoce una serie de pócimas de amor y trucos que deben realizar sus pacientes femeninos para ganarse nuevamente el cariño de sus amantes. Entre ellos está el mezclar la sangre menstrual con la comida del hombre, y colocar cabello en el vano de la puerta del hombre. Generalmente ella tiene más pacientes mujeres porque es exitosa en hacer que los maridos y los amantes de las mujeres regresen y sean fieles y cariñosos, pero también observé el caso de dos hombres que fueron a ver a Marta porque sus mujeres les eran infieles y querían ponerle término a esa situación. Para cuando tuve que irme de la zona, todos los "tratamientos de amor" de Marta, (de los que tuve conocimiento), terminaron exitosamente para sus pacientes, con la excepción de una mujer que quería una relación con un hombre que estaba casado con otra mujer. Todas las machis curan las enfermedades naturales y las sobrenaturales, pero en la actualidad parecen haber dos especializaciones principales. Las que hacen magia de amor, dicen la suerte, y hacen adivinaciones, y, las que ofician como sacerdotizas en las ceremonias de nguillatun. Estas especializaciones a su vez, están relacionadas con el tipo de llamamiento e iniciación que ha tenido la machi y las connotaciones positivas o negativas que conllevan. Es muy importante para el futuro de una machi nueva que sea iniciada y tratada por el tipo correcto de machi. 1.4 TIPOS DE LLAMAMIENTO Y CONNOTACIONES DE LAS MACHIS Hay tres maneras básicas en que las machis pueden conseguir sus poderes: por herencia, espontáneamente durante una catástrofe, y al tener un tipo especial de visión o perrimontun. Los estudios clásicos sobre las machis mapuches las agrupan todas juntas, y afirman que las machis sufren de visiones, sueños y enfermedades (Grebe:1975), y que deben pasar por una etapa de entrenamiento con una machi durante un año o más (Métraux:1942). Personalmente encontré que no todas las machis pasan por un período de entrenamiento formal, aunque el número de ellas que lo hacen está aumentando. Algunas machis heredan sus poderes (pero esta herencia es independiente de la herencia social) y las machis de un tipo frecuentemente son celosas de las de otro tipo. Algunas machis tienen machi-kutran (enfermedades de machi, machi-peuma (sueños de machi) y perrimontun (visiones). Otras tienen machi-kutran y machi-peuma, pero no experimentan perrimontun, y otras sólo tienen los sueños, sin las visiones o las enfermedades. Entre los chamanes siberianos también hay diferentes formas de iniciación, y ellos derivan de la misma forma chamánica clásica arcaica de donde surgieron las machis. Los siberianos pueden hacerse chamanes por transmisión hereditaria a través de la línea femenina, por vocación espontánea o por su propia voluntad o la del clan (Eliade:1964:13). Se cree que todos los chamanes son llamados en forma sobrenatural y los que escogen su vocación ellos mismos tienen menos prestigio. Esto concuerda con lo que encontramos entre las machis mapuches. (a) Machis con Espíritus Heredados Algunas machis "heredan" sus espíritus de un ancestro machi del lado materno de la familia, generalmente de la abuela materna. Yo denomino ésto "herencia espiritual", porque los poderes de una machi sólo se pueden transmitir cuando ella se ha muerto y es completamente independiente del patrón social de herencia patrilineal. No importa cuán directa sea la sucesión espiritual entre una machi y sus familiares, estos espíritus no son ancestrales al linaje de la machi. Los poderes de una machi pueden ser traspasados de la abuela a la madre a la hija, pero estas mujeres son consideradas categóricamente distantes, aunque son genealógicamente cercanas. La mayoría de las machis son mujeres, y reciben sus espíritus de sus parientes por parte de la madre. Los machis masculinos pueden recibirlos de parientes machi de sexo masculino o femenino, pero sus espíritus generalmente son considerados femeninos. Las machis que "heredan" su espíritu son escogidas en forma sobrenatural. El espíritu de machi o vileo escoge a un miembro de la familia que es más merecedora y apta para ser machi que todos los demás. Las machis con espíritus heredados generalmente reciben sus poderes cuando son muy jóvenes y muchas veces tratan de rechazar el llamado. Por esta razón, sufren de grave machi-kutran hasta que se inician. Estas machis pasan por un proceso de aprendizaje y entrenamiento con una machi experta, y a su vez, ellas pueden iniciar a otras machis. Generalmente se les da una connotación muy positiva. En lo normal solamente las machis con espíritus "heredados" son invitadas para oficiar como sacerdotizas en las ceremonias de nguillatun. De mis informantes machis, Nora, Sergio, Fresia, María Cecilia, Leonor y Ana habían "heredado" sus espíritus de parientes difuntos. Machi Fresia dijo: "Yo nací con esta enfermedad de machi. Antes que nací, el espíritu estaba conmigo. Compartí el espíritu con mi abuela hasta que ella murió, y entonces lo heredé. Dicen que ella se parecía a mí por el trabajo que hacíamos, nuestra manera de ser y de hablar. A veces se preguntan si yo soy la misma machi. Tenemos el mismo espíritu que es fuerte, celoso y me manda. La voz de mi espíritu está triste, lagrimosa y cuando me muero, mi espíritu va a caer en otra persona y no la dejará tranquila hasta que ella se hace machi, así esta machi no se termina nunca". Luis, un joven mapuche añade: "Mi abuela murió hace doce años y dejó sus poderes a mi tía, mi tía no quería recibirlas, y ahora está siendo castigada, está enferma y sufre. Ahora tiene que ser una machi, tiene que aceptar el don del espíritu". Generalmente las machis que sufren de enfermedades graves y son iniciadas cuando son jóvenes son mejor valoradas que las que se hacen machis a una edad más avanzada. Se cree que cuanto más jovenes son las iniciadas, más "auténticas" son y más poder tienen. Un joven mapuche dijo: "Machi Leonor se hizo machi cuando era vieja y no tenía un espíritu fuerte". Machi Fresia dijo: "Las machis que han sido escogidas por herencia no tienen problemas, la gente cree en ellas. Claro que machi Sergio también tiene ese espíritu y tiene más práctica y le creen más a él más que a mí". Los espíritus de kalku también pueden ser "heredados" por línea materna. Por esta razón mucha gente cree que machi Pamela es una kalku. Ella dijo: "Mi abuela era una kalku y por eso decían que yo también lo era. Yo me enojo porque yo no heredé mi espíritu. Yo me hice machi con el terremoto, así es que no soy una kalku, pero ella sí lo era de verdad". (b) Machis Llamadas Durante Catástrofes Naturales Estas son machis que recibieron el llamado repentinamente durante algún evento catastrófico. También ocurre este tipo de llamado entre los chamanes Buryat que son escogidos "por casualidad" cuando son alcanzados por un rayo o reciben piedras del cielo (Eliade:1964:19). Las "machis de catástrofe" reciben "piedras del cielo" llamadas lican-cura, que son usadas para atraer a los espíritus benignos y para hacer que los rituales de curación sean más eficaces (Kuramochi:1992:67). Estas machis son consideradas ambiguas y con frecuencia hacen adivinaciones y magia de amor además de sus actividades normales de curación. Conocí a dos machis que fueron iniciados durante una catástrofe (Pamela y Jorge). Ambos se convirtieron en machis durante el terremoto de 1960, y sostuvieron que no habían tenido el tradicional machi-kutran crónico. Debido a que son iniciadas repentinamente, las "machis de catástrofe" no pasan por un período de aprendizaje. Reciben sus poderes directamente, y generalmente son de mediana edad cuando se convierten en machis (y por esta razón tienen menos prestigio). Machi Pamela fué poseída durante el terremoto, y recibió sus poderes y sus implementos rituales directamente de Dios mientras estaba en ese estado. Ella contó: "Mi estómago estaba como si me lo hubieran cortado. Me arranqué el chaleco y los zapatos y los boté. Estaba como loca. Miré para arriba y ví mi fuerza, un toro, un caballo (espíritus auxiliares), pero no era un perrimontun. Estaba con la cabeza borracha. El cielo se abrió. Me trajeron mi kultrun y lo recibí y lo dejé sobre el trebol. Entonces miré para arriba y me dieron todos los remedios que tenía que usar. Tomaron el brazo derecho y le fuerza. Mi brazo me avisa cosas. Subí al cielo por las escaleras y había trigo, papas, remedios ahí arriba. Había un hombre con un bigote largo que me miró. Había una piedra, mi lican-cura. El me dijo que fuera a buscarla. Ahora es Chao Dios que me manda. Yo no puedo mandarme sola". Machi Fresia hace un comentario sobre estas "machis de catástrofe": "La verdad es que no se cómo ellos pueden hacerse machis tan facilmente. Como las que se iniciaron en el sesenta, sin machi-kutran, sin tener que aprender con otra 'machi maestra', así no más". (c) Machis Llamadas por Visiones o Perrimontun Algunas machis son llamadas a través de visiones especiales en las cuales ven a sus espíritus auxiliares que generalmente son seres zoomórficos o antropomórficos, frecuentemente asociados con el agua. Siempre hay algo inusual en este encuentro que lo distingue de un evento ordinario. Por ejemplo animales inmóviles, agua brillante, luz extraña y enfermedad repentina de la neófita. Por lo general las machis tienen visiones de un toro o un caballo, de una serpiente cerca de un canelo, de pisar a una serpiente (significando que van a ser ricas) y de sus símbolos rituales. Estas visiones generalmente van acompañadas por sueños de sus implementos rituales, de dioses, espíritus, y, a veces, del Dios cristiano y de la Virgen. Las visiones ocurren súbitamente, cuando la persona está sola en el campo y frecuentemente la asusta. Hasta que se hace machi, la persona que ha visto este tipo de perrimontun sufre de perrimontun-kutran, pero rara vez pasan por un período de entrenamiento. Algunas machis de perrimontun tienen las mismas visiones que tuvieron sus parientes machi difuntos y, se cree que reciben el mismo espíritu auxiliar. Machi Marta nació una noche de fuertes truenos, y se cree que su bis-abuela le dió su perrimontun. Ella describe su visión de la siguiente manera: "Ví un toro en el agua, tenía cuernos muy grandes y piernitas chiquititas. Después ví una serpiente grande y gruesa bailando encima de un canelo, tenía cintas (como las que usan las machis en los rituales) en la cabeza y después ví un arco iris". Machi Fresia explica cómo las machis de perrimontun pueden heredar sus espíritus: "Si mi abuela hubiera sido una machi de perrimontun, yo también lo sería. Todo depende del espíritu que te llega. Las personas son distantes con las machis de perrimontun porque no saben si son buenas o malas. Las machis que tienen perrimontun y no quieren ser machis, pueden pedir que les hagan un machitun y van a estar bien. Pero las machis que han heredado sus espíritus como yo, no pueden hacerlo". En el siglo XVII el término perrimontun se usaba para referirse a algo extraordinario o de mal agüero (Luis de Valdivia:1606). Grebe (1970:7), define al perrimontun como un wekufe (espíritu maléfico) de la tierra, un animal extraño o deforme que aparece en visiones y alucinaciones, o como la causa de las enfermedades que sufren las machis antes y después de su iniciación. Muchas veces las machis de perrimontun practican la adivinación y la magia de amor y suerte además de realizar curaciones, y se cree que pueden usar sus poderes en forma positiva o negativa. Con frecuencia se consideran ambivalentes. Probablemente ésto se debe al hecho que a la gente común y corriente les cuesta distinguir entre las visiones positivas, y las de espíritus malignos que deben ser curadas con un machitun. Machi Marta dijo: "Algunas machis tienen un perrimontun maléfico y trabajan con los espíritus malignos". Machi Pamela dijo: Esas machis de perrimontun ven cualquier cochinada como piwichen (una serpiente maléfica wekufe que vuela) y después hace el mal. No son machis buenas". Machi José dijo: "Las machis de perrimontun no toman el tiempo para aprender acerca de cada remedio, simplemente usan al mismo paquete de remedios para todos sus pacientes. No aprenden cosas de otras machis tampoco". (d) Las Connotaciones de las Machis Las machis también pueden tener connotaciones positivas o ambivalentes que son subjetivas e independientes del tipo de llamamiento que han experimentado. Las machis con una connotacion positiva se designan y se conocen como machis de la luna, machis de Dios, o machis del cielo. Por un lado la luna está relacionada con la vida y la fertilidad. Por otro se cree que Dios (ya sea Nguenechen o el Dios cristiano) tiene una connotación positiva, como también lo tiene el cielo o wenumapu, el cual se relaciona con el celeste y blanco que son colores con connotaciones positivas. Las "machis del cielo" son las machis cuyos poderes vienen del cielo, ayudan a la gente, curándola, pero no toman venganza ni se involucran en disputas entre vecinos. Generalmente estas machis usan pañuelos celestes, pintan sus rewes (altares personales) de celeste y blanco y adornan sus kultrunes con lunas y estrellas blancas o celestes. Las banderas que clavan al lado de sus rewes también son celestes y blancas. Los machis masculinos generalmente se autodenominan como "machis iniciados por Dios," mientras que las machis femeninas se autodenominan "machis de la luna". Tanto los machis masculinos como las femeninas se refieren a sí mismas como machis del cielo o de vileo (el espíritu de sabiduría que poseen las machis). Las machis con connotaciones ambivalentes se conocen como "machis del sol" o "machis de la tierra," pero ninguna machi se autodenominaría como tal. El sol tiene una connotacion ambivalente. Hace crecer a las cosechas pero al mismo tiempo está relacionado con el mal (el anchimallen, un tipo de espíritu wekufe maléfico, se considera como la esposa o la hermana del sol). El mapu o la tierra, está relacionado con el mundo de los hombres y de sus actividades. Una "machi de la tierra" hace curaciones pero además se involucra en los problemas y los conflictos de la gente. Generalmente estas machis hacen adivinaciones, magia de amor y suerte y puede que practiquen la venganza ritual. Algunas "machis de la tierra" pintan diseños rojos en sus kultrunes mientras que otras las dejan sin adorno. La creciente especialización de las machis, evita la competencia entre machis de diferentes tipos, y permite que un gran número de ellas puedan co-existir en la misma zona. Las machis parecen estar evolucionando en dos direcciones distintas. Por un lado están las que heredan sus espíritus, no realizan adivinaciones, venganzas ni magia de amor y suerte. Estas machis han legitimizado su condición por medio de un machi-kutran y un período de aprendizaje formal, y practican de una forma más tradicional. Por otro lado están las machis que realizan adivinaciones, magia y venganzas y son consideradas más ambivalentes. Se han iniciado con visiones o durante catástrofes que pueden ser interpretadas como positivas o negativas. Ellas se caracterizan por incorporar muchos elementos de la medicina popular, no siempre experimentan machi-kutran y no han legitimizado su condición por medio de un proceso de aprendizaje formal. Estas machis se relacionan más frecuentemente con las hechiceras y las brujas. 1.5 CONCLUSIONES Hoy en día las machis están prosperando en las comunidades mapuches que circundan los centros urbanos porque han adaptado sus prácticas y creencias tradicionales a los problemas que enfrentan los mapuches debidos a la enajenación. Por medio de sus machis. Los mapuches de esta zona logran encontrar soluciones para problemas y enfermedades contemporáneos de maneras que son aceptables y significativos dentro del pensamiento tradicional mapuche. Las machis proliferan cerca de los centros urbanos porque curan las enfermedades sobrenaturales que están aumentando entre los mapuches empobrecidos, desarraigados, desadaptados y ansiosos a los cuales la cultura dominante chilena hace sentir inferiores. Estas enfermedades tienen síntomas psicosomáticos. La pérdida del alma y la posesión (producida por un wekufetun, un tipo de enfermedad sobrenatural) son enfermedades frecuentemente asociadas con el enajenamiento. Los mapuches enajenados han sido descritos por los psiquiatras como personas confundidas y propensos a la fantasía, con un síndrome onírico agudo, depresivos y, a veces, paranóicos. El ideal mapuche de solidaridad e igualdad social está derrumbándose. Las tierras son disputadas entre vecinos motivados por la envidia y los celos que sospechan constantemente que los otros les están enviando el mal. Las tensiones aumentan puesto que los malhechores rara vez reciben castigo, y los espíritus malignos pueden ser espantados, pero nunca eliminados del todo. Además, los mapuches que entran en contacto con la sociedad capitalista chilena tienen fantasias de riqueza y éxito en la ciudad y terminan deseando aculturarse. Temen sufrir simultáneamente de kasti-kutran por desligarse de las normas tradicionales y de kalkutun se producirá como consecuencia de las envidias y los celos de sus vecinos, siendo ambos formas de enfermedades inducidas sobrenaturalmente. Los mapuches con un pié en cada mundo, son rechazados por la sociedad chilena y a la vez son objeto de la envidia y los celos en la propia. Solamente las machis pueden curar las enfermedades sobrenaturales porque ellas conocen los espíritus, y poseen el poder para exorcizar el mal por medio de tratamientos rituales. Las machis no tratan de competir con la tecnología médica moderna en la curación de "enfermedades naturales" de origen traumático, y están clasificando cada vez más tipos de enfermedades dentro de la categoría de enfermedades sobrenaturales. Ellas mantienen la fé de sus pacientes dedicándose a las enfermedades que pueden curar eficazmente. Utilizan la intuición, el carisma y un enfoque personalizado para tratar los problemas y satisfacer las expectativas de sus pacientes. El único tipo de cirugía que las machis a veces realizan en la actualidad es la extirpación que practican en casos extremos de posesión maléfica. Las machis compiten con los practicantes de medicina popular en la curación de enfermedades "naturales" leves de una forma integral, pero, se cree que ellas poseen más poder que los estos practicantes. Además, la competencia en la curación de enfermedades naturales estimula a la especialización y la variación entre las machis en otros aspectos. Esto permite que un número mayor de machis puedan co-existir en la misma zona y reduce la competencia entre ellas. Las machis mantienen muchos elementos de los roles curativos tradicionales, como la adivinación, la magia de amor y suerte, la curación propiamente tal, y la venganza. Hoy en día todas las machis realizan curaciones naturales y sobrenaturales, pero se están especializando cada vez màs en dos direcciones. Por una parte, están las machis que heredan sus espíritus de parientes machi difuntas y que se legitimizan por medio de un proceso formal de aprendizaje. Estas machis sufren enfermedades iniciáticas, se convierten en machis a una edad muy temprana, y tienen una creciente connotación positiva. Algunas de ellas ofician como sacerdotizas rituales y como intermediarias entre las deidades y el pueblo mapuche. Por otra parte están las machis que reciben sus poderes en visiones o durante catástrofes que no se legitimizan con un proceso de aprendizaje formal, no necesariamente sufren enfermedades iniciáticas y se convierten en machis a una edad más avanzada. Tienen una connotación ambigua y actúan individualmente para realizar adivinaciones, magia de amor suerte y, a veces, venganza. Además tienden a tomar más elementos de la medicina popular. Mientras los mapuches sigan teniendo fé en las machis y sus habilidades y poderes, el contacto con la sociedad chilena no debilitará el rol de machi y, por lo contrario, puede servir para potenciarlas y extender su esfera de influencia. Tanto la eficacia (el valor terapéutico) de la machi como su ejecución ritual (la atracción dramática y simbólica que ejerce sobre su público), son importantes para convencer a sus pacientes. El hacer propaganda, la prestidigitación, el tomar elementos de la medicina popular o del cristianismo, y la incorporación de clientes no-mapuches, pueden servir para reforzar las creencias y prácticas tradicionales, actualizarlas y hacerlas más populares. Cuando las creencias tradicionales son fuertes, las machis pueden adaptarse a circunstancias cambiantes sin permitir que la aculturación debilite la base cultural sobre la cual descansan. BIBLIOGRAFÍA CITADA Alonqueo, Martín 1979. Instituciones Religiosas del Pueblo Mapuche. 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