Las cuatro claves para planificar nuestro ahorro de

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Las cuatro claves para planificar
nuestro ahorro de cara a la jubilación
Raquel Antequera
Directora Canal Asesor
Madrid
Cuando pensamos en el futuro tendemos a pensar en el trabajo o la
familia, pero no tanto en la jubilación y nuestros ahorros. Sin embargo
son temas de gran importancia, más aún con el actual contexto
socio-económico. Una grave crisis económica, el descenso de la
natalidad, el envejecimiento de la población, el alto porcentaje de
paro, son algunos de los factores que pueden poner en peligro nuestra
pensión. Pero, ¿cuáles son las alternativas de ahorro ante la paulatina
reducción de las pensiones públicas? ¿Qué productos son los más
adecuados para planificar un ahorro para la jubilación? A continuación
presentamos cuatro claves a tener en cuenta para planificar el ahorro
de cara a la jubilación.
1. La realidad social actual no asegura la estabilidad futura de las
pensiones
Al margen de la situación económica que ha atravesado el país, la baja
tasa de natalidad que estamos sufriendo y, en consecuencia, el
envejecimiento de la población impactan de manera directa y
significativa en las cuentas de las pensiones públicas. El sistema de
Seguridad Social del que han disfrutado nuestros padres y abuelos
ahora parece insostenible, por lo que es posible que tanto las
generaciones que se encuentran actualmente trabajando, como las
que lo harán en un futuro, no puedan beneficiarse de una jubilación sin
preocupaciones, a no ser que se ocupen personal y anticipadamente
de contar con un ahorro adicional que les permita reponer la gran
diferencia de ingresos que percibirán una vez alcanzada la edad de
jubilación.
La esperanza y la calidad de vida han aumentado considerablemente
desde mediados del pasado siglo. Ahora la esperanza de vida se sitúa
en los 82 años, lo que supone que quien se jubila tiene por delante al
menos 17 años de retiro. Es por ello que cada vez resulta más
importante complementar la pensión pública con una fuente de
ingresos extra de cara a la jubilación.
2. Saber cuál será la pensión que percibiremos nos ayudará a
calcular cuánto debemos ahorrar
Para poder planear de forma adecuada nuestro ahorro de cara a la
jubilación es clave saber qué pensión nos asignará el Estado una vez
hayamos dejado de trabajar. Esta prestación pública, que se percibe una
vez nos jubilemos, se calcula en función de las cotizaciones acumuladas
a lo largo de la vida laboral.
Lo ideal sería que a más años trabajados y a mayor sueldo, mejor
pensión tendremos. Sin embargo, y a pesar de que por definición se
tenga derecho a cobrar el 100% de la prestación, a partir de 35.673€
de salario bruto anual, el porcentaje que percibiremos irá decreciendo
proporcionalmente a medida que el sueldo se incrementa. Esto significa
que el Estado procura asegurar la prestación completa a los que menor
salario bruto anual perciban, y por tanto han tenido menos facilidades
para ahorrar, mientras que las rentas más altas verán reducirse en
mayor medida sus ingresos mensuales cuando llegue la hora de su
retiro laboral.
Una vez sepamos cuál será nuestra pensión pública de jubilación
podremos hacer planes de ahorro específicos que complementen la
ayuda estatal, de modo que nos aseguremos unos ingresos o capital
suficientes para cubrir todas nuestras necesidades.
3. Empezar a ahorrar cuanto antes
Desde Aegon recomendamos comenzar a ahorrar cuanto antes, ya que
de este modo se podrá construir un mayor patrimonio sin hacer un
esfuerzo económico excesivo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el dinero que necesitará una
persona de cara a la jubilación depende de muchos factores, algunos de
los cuales son difíciles de calibrar con antelación. “¿Tendré una casa en
propiedad o deberé afrontar un alquiler?” o “¿necesitaré ayudar
económicamente a mis hijos o a mis padres?” suelen ser algunas de las
preguntas más frecuentes de cualquiera que quiera hacer un plan de
ahorro para su jubilación. Por ello, Aegon ha desarrollado un Simulador
que facilita a nuestros clientes tomar decisiones de planificación. Este
simulador nos ofrece una visión muy precisa de la situación en la que
una persona estará llegado el momento de su jubilación y en función de
los criterios que vayamos incluyendo, lo que permitirá ofrecer la mejor
solución posible a las necesidades concretas que tenga cada persona.
Una vez hayamos podido hacernos una idea de cómo será nuestro
futuro económico cuando ya no trabajemos, podremos evaluar las
distintas opciones de ahorro y planificación, de acuerdo a nuestras
posibilidades, conocimientos del mercado o disposición a tomar riesgos.
4. Combinar distintas fórmulas de ahorro
Existen multitud de productos con los que conseguir acumular un
capital que nos permita disfrutar de una jubilación cómoda. Cada una de
las soluciones que enumeramos a continuación está destinada a
satisfacer necesidades concretas, por ello será fundamental contactar
con un asesor que defina una estrategia global de ahorro que mejor
convenga a cada perfil y que englobe el mayor número de necesidades
posible.
Los expertos de Aegon procuramos transmitir a nuestros clientes que
para contar con una buena planificación financiera de cara a la
jubilación lo óptimo es combinar distintas fórmulas de ahorro que
puedan complementarse entre ellas y ajustarse a los distintos perfiles
de riesgo por los que puede pasar el ahorrador a lo largo de su vida.
Son numerosas las formulas que nos pueden ayudar a ahorrar y contar
con capital durante nuestros años de jubilación.
• Los planes de pensiones son la fórmula más extendida para planificar
el ahorro de cara a la jubilación. Sus beneficios fiscales (las
aportaciones reducen la base imponible en la declaración de la renta) y
la apuesta comercial de la banca para su venta los han convertido en el
producto más universal para el largo plazo. Su fiscalidad les da una
clara ventaja sobre otros productos. La ventaja tributaria en el
momento de la aportación (el que supone el mayor sacrificio para el
ahorrador) es un gran reclamo, aun existiendo alternativas demostradas
más rentables para los ahorradores y aunque no sea tan atractiva en el
momento del reembolso.
• Junto a los planes de pensiones, también aparecen los planes de
previsión asegurada (PPA), con su misma fiscalidad pero con un
rendimiento garantizado fijo.
• Los fondos de inversión, aunque sin beneficio fiscal en las
aportaciones, pueden ser una buena alternativa para refugiarse en
tiempos de volatilidad, ya que permiten traspasos de un producto a otro
sin tributar. La renta variable se ha convertido en la gran apuesta de
inversión para este año 2015 según los expertos, que prevén que su
mejora esté apoyada en una aceleración del crecimiento global y en la
debilidad del euro, que está contribuyendo a un aumento de los
beneficios de las empresas.
• Otra fórmula son los planes individuales de ahorro sistemático (PIAS),
que funcionan al modo de un seguro que si se rescata en forma de renta
vitalicia al cabo de al menos diez años queda libre de impuestos.
• Los seguros de ahorro son otra opción. Estos productos facilitan la
concienciación de la necesidad de ahorrar a través de las aportaciones
periódicas. En este sentido, son más flexibles que los depósitos y
además permiten la ordenación de la herencia en los beneficiarios que
se quiera sin las obligaciones estipuladas que marcan otro tipo de
productos. Dentro de estos seguros también podemos encontrar
productos de ahorro garantizado, que nos permite obtener un tipo de
interés mínimo siempre y nuevas aportaciones con cantidades muy
pequeñas. Por tanto, los seguros de ahorro se presentan como una
opción con grandes ventajas para los ahorradores y que además
fomenta el hábito del propio ahorro.
• Por otro lado, existen los Unit Linked en los que, dentro de un solo
producto, existe una diversidad de inversiones gestionadas por
expertos. La diversificación permite reducir el riesgo de pérdida, sin
perder de vista que ese riesgo existe y puede darse, como ocurre con los
fondos de inversión. Estos seguros permiten rescatar el capital
acumulado en forma de renta temporal o vitalicia, en caso de
fallecimiento.
En general, ahorrar en nuestro día a día es una estrategia necesaria para
poder afrontar los numerosos imprevistos que se nos presentarán a lo
largo de nuestra vida. Sin embargo, a pesar de la importancia de ahorrar
de cara a nuestra jubilación, los estudios demuestran que la mayoría de
los españoles no planifica con antelación un plan de ahorro que les
ayude a estar preparados cuando dejen de trabajar. Es necesario pasar a
la acción y para ello la figura de un asesor que nos guíe en la elección de
las soluciones que mejor encajan con nuestras necesidades será
fundamental.
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