Programa I PARTE SAMUEL BARBER (1910-1981) Adagio para cuerdas, op 11 ERIC EWAZEN (1954) Triple Concerto for 3 Trombones and Orchestra* Andante sostenuto-Allegro energico Andante affectuoso Allegro brilliante II PARTE LUDWIG van BEETHOVEN (1770-1827) Sinfonía nº 7 en La mayor, op 92 Poco sostenuto-Vivace Allegretto Presto Allegro con brio La OST y los solistas: D. Decker, Y. Itskovich y M. Breeze, como trombones de la OST, es la primera vez que intervienen como solistas Últimas interpretaciones (§): S. BARBER Adagio para cuerdas Enero de 2008; [Cto Extraordinario]; Rubén Gimeno, director. L. van BEETHOVEN Sinfonía nº 7 Marzo de 2010; Lü Jia, director. (§) Desde la temporada 1986-1987 (*) Primera vez por esta orquesta Audición nº 2369 Próximo Programa ABONO 07 Viernes 21 de marzo de 2014 • 20.30 hs Auditorio de Tenerife Adán Martín Daniel Raiskin, director Obras de A. GLAZUNOV, Y P. I. CHAIKOVSKY La Asociación Tinerfeña de Amigos de la Música [ATADEM] organiza una charla sobre las obras que se podrán escuchar en este concierto impartida por Cristo Gil Díaz el viernes 21 de marzo de 2014 de 19'30 a 20'15 en la Sala de Prensa del Auditorio de Tenerife “Adán Martín”. Samuel Barber (West Chester, Pensilvania, 9 de marzo de 1910 - Nueva York, 23 de enero de 1981) Adagio para cuerdas. Estrenado el 5 de enero de 1938 por la Orquesta Sinfónica de la NCB y Arturo Toscanini en emisión radiofónica. Obra de una gran popularidad, el Adagio para cuerdas de Barber ha terminado convirtiéndose en una de las obras más conocidas de las compuestas en el S. XX, gracias a su difusión en películas como Platoon o El hombre elefante, entre otras, y diversos anuncios para televisión. La obra es la adaptación que él mismo hizo para gran orquesta de cuerdas del segundo movimiento de su Cuarteto para cuerdas op. 11, escrito en 1936 durante unas vacaciones en Europa junto a su colega Gian Carlo Menotti. Resulta curioso que ésta sea la única obra habitualmente interpretada hoy en día de un sólido compositor ganador del Premio Roma americano y de dos premios Pulitzer, el primero de ellos por su ópera Vanessa, considerada la primera gran obra lírica americana y una joya del pasado siglo, y autor de un concierto para piano, otro para violín y de la exquisita Knoxville: Summer of 1915 para soprano y orquesta. Alejado del experimentalismo de muchos de sus compatriotas, Samuel Barber prefirió transitar por un lenguaje tardorromántico y puramente tonal. El tema del Adagio es solemne y austero. Su desarrollo se basa en la ampliación del citado tema a todas las familias de la cuerda creando un extenso diálogo en contrapunto, in crescendo, hasta llegar a un intenso y conmovedor clímax en su registro más agudo, tras dibujar trazos de pasión contenida, volviendo al silencio en su conclusión. La escritura, efectiva y muy hábil, es quizás poco original, aunque resulte realmente emotiva. Eric Ewazen (Cleveland, Ohio, 1 de marzo de 1954) Triple Concierto para 3 Trombones y Orquesta. Estrenado el 17 de noviembre de 2012 en Buffalo, New York, por la Orquesta Filarmónica de Buffalo. Es un gran honor para mí que la Orquesta Sinfónica de Tenerife presente el estreno europeo de mi Triple Concierto para Trombón y Orquesta bajo la batuta del Maestro Víctor Pablo Pérez junto con los trombones solistas de la orquesta: Dede Decker, Matthew Breeze y Yossi Itskovich. Será la tercera vez que la orquesta interpreta mi música y me ilusiona recibir el apoyo de estos músicos maravillosos. Yossi Itskovich interpretó mi Balada para Clarinete Bajo, Arpa y Cuerdas en 2000 y Dede Decker mi Concierto para Trombón Nº 1 en 2004. Ahora Dede, Matthew y Yossi representarán juntos el Triple Concierto. Y agradezco de todo corazón que estos tres intérpretes espléndidos esta noche les presenten a ustedes mi nueva obra. ¡Tres trombones! Y que sonido más apasionante pueden producir, poderoso e intenso a la vez que hermoso y lírico. La obra les permite revelar la variedad de colores musicales, fanfarrias brillantes, canto, líneas melódicas y complejidad virtuosa de que son capaces. La obra sigue una estructura tradicional de tres movimientos, inspirada en los grandes conciertos del Siglo XIX. El Primer Movimiento comienza lentamente e introduce unas suntuosas y ricas armonías que sostienen las suaves líneas canónicas de los trombones, que se alzan por encima de la orquesta entrelazándose con elegancia y juntándose en una armonía de tres partes. La música va ganando potencia. La introducción pasa rápidamente a una veloz y enérgica sonata-allegro para finalizar con una recapitulación heroica del comienzo. El Segundo Movimiento es un In Memoriam. Comienza con armonías suaves, líneas líricas y un coral de trombones. La sección central de la obra crece en intensidad y gestos appasionati a los que sólo les falta chillar, pero vuelve la calma y la dulzura; y la belleza, la aceptación y la hermosura duradera cierran el movimiento. denominó “Apoteosis de la danza”. Sin duda, una de sus principales características es este vigor rítmico al que se refiere el compositor de Tristán e Isolda. Un carácter que fue recibido por el público con un éxito atronador y que le proporcionó una de sus mayores tardes de gloria. El Movimiento Final representa una celebración de lo virtuoso, tanto en el concertino (los tres trombones) como en el ripieno (la orquesta). Este movimiento es un guiño a los grandes Concerti Grossi de Bach (los Conciertos de Brandemburgo), en los cuales un grupo de solistas alterna el material musical con la orquesta. En este caso, los trombones interpretan alegres líneas contrapuntísticas, lanzando las melodías entre sí, como si de un juego de pelota entre tres se tratara, mientras intercambian juguetones gestos contrapuntísticos con la orquesta. El juego se acelera cada vez más con repentinos giros y vueltas de armonía y gestos, conduciendo a una cadencia gloriosa que consiste en una fuga tradicional que culmina en la feliz reaparición de todos los gestos de los tres movimientos del concierto que aparecen de nuevo en una última heroica llamada a escena musical. Dividida en cuatro movimientos, se inicia con una introducción lenta inusualmente larga que desemboca en un Vivace de carácter libre acentuado por un ritmo danzable y el optimismo del tema principal. El Segundo Movimiento, Allegretto (uno de los más conocidos y apreciados por el público de toda la producción beethoveniana) se encuentra marcado por una andadura de marcha que se desarrolla en una serie de variaciones, realizada por una figura rítmica omnipresente. En el Tercer Movimiento se vuelve al optimismo del Primero. Como es tradicional en este tipo de movimiento, con forma ternaria pero esta vez ampliada, mantiene el trío con un carácter más solemne. El Allegro con brio final es un torbellino de ritmo acelerado cuyo tema principal está basado en un pasaje de la canción popular irlandesa Save me from the Grave and Wise. Eric Ewazen Ludwig van Beethoven (Bonn, 16 de diciembre de 1770 - Viena, 26 de marzo de 1827) Sinfonía nº7 en La mayor, op 92. Estrenada en Viena el 8 de diciembre de 1813 por el propio compositor. Finalizada en 1812, aunque sus primeros bocetos datan de 1809, año de la muerte de Haydn, la Séptima Sinfonía suponía un cambio conceptual tras el lirismo descriptivo de la Pastoral. Desde un principio, el propio compositor la consideró uno de sus mejores trabajos, aprecio que se vio refrendado por otros muchos compositores, entre los que se contaba Richard Wagner, quien la La obra fue estrenada en un concierto a beneficio de los soldados heridos en la batalla de Hanau contra el ejército de Napoleón bajo la dirección del propio Beethoven, quien contó con la ayuda de las indicaciones gestuales de Louis Spohr (músico amigo de Beethoven) ya que su sordera estaba ya muy avanzada. Anecdóticamente, en la orquesta figuraban compositores de la talla de Giacomo Meyerbeer, el propio Spohr, Antonio Salieri o Ignaz Moscheles. Carlos Vílchez Negrín Auditorio de Tenerife