Rovaletti - La etica aplicada, interseccion entre la filosofia

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La ética aplic;rada, intersección entre la filosofía y las ciencias.
Dra. Maria I.ucrecla Rovaletlt
UBA-CONICET
"Junto ~on la globa/i%ación del mercado y de · las comunicaciones, la
ruptura del orden polltico moderno, la crisis ecológica, la aparición de
nuevas formas de violencia 1· la ampliación de las posibilidades c/ent!fico
tecnológicas de control de la vida.. uno de los fenómenos actuales mds
relevantes parece ser la apelación a la ética en todos los campos. ·
Comerliáa en fuente de legitimación de fa m0J•or parte nue.Jtras
conductas teóricas JI prácticas, sean públicas o privadas, hoy se demanda
·
a la ética la crltica, lajustijicaclón óla utr;¡pfa" (Bonilla, 2005, 73).
La Sf!gunda mitad del siglo XX ha asistido a fa .evidente recuperación ae
la teorla ética, ha.ria el punto de que no es lmell!lato ni en'Óneo qflrmar
qui!, hoy por hoy, la "filoso/fa primera" ya no es Ínetqfls/ca o teorfa df!/
conocimiento, como ocurrió en la modernidad, sino jifasofla moral
(Camps, 1992, 19).
·
L La ética aplicada y
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contexto de su conseitución
Dos características estrechamente relaciom)das han signado e1 espíritu moderno, por wi
lado el impulso de _ir más allá de los limites, es decir a alterar la realidad objetiva; y por otro el
c:mpeOO constante al perfeccionar: la capacidad de acción, esto es, la posibilidad de modificar la
situación. La transformación de la realidad y el gran potencial de intervención sobre el hombre
·
parecieran representar para la ciencia· el ideal de liberación de la humanidad.
Sin embarg~. el nivel de desarrollo científico alcanzado actualmente genera una serie de
interrogantes éticos que hubieran sido impensables en otros tiempos. ¿Cuáles son los limites pera
la prolongación artificial de la vida humana, para la cric-preservación y clonacioií'dé embriones
con fines terapéuticos o de Ótra Indole, para la manipulación genética de especies vegetales y
animales, incluida. la especie . humana, la ingenierla conducta} ·en seres -humanos? ¿Cómo
resguarda,r e.I derecho a un- ambiente ecológiéo sano, el derecho al respeto del patrimonio común
de la humanidad, el derecho al desarrollo, y el derecho a [I\ paz?
·
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Pe!iulill{ paradoja ésta, ,el hombre no sólo transforma el mundq sino q~e él mismo es
objeto de ·.transformación; y Se ha convertido en una materia Cl!-da vez.más plástica, hasta acabar
siendo illl hombre: remodelabl~. deconstruible, manipulable, · coaccioiurdo. a una adaptacicJn
constante, extremadámente rápida, respectQ a l9s progresos.tecnológicos.
Ante esta teciio-evolución (Hottois, l 98B) q,ue i:~ién comienza, un~ no se sabe si será una.
evolución histórica o si tendrá las mismas consecuencias que evolución biológica. Por eso, .se
cuestiona a la ética obligáÍidola a tomar posición ante una realidad que ya no es más natural sino
artificial, que ella misma no cesa de construir y ha~r posible, cualquiera .sea la posición asumida
por aquélla (Rovaletti, 2005).
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El. ritmo acelerado de · este' progreso tecno-cientlfico ha expandido de tal modo la
. capacidad de acción humana que ba generado un desfa5aje con las normas morales tradicionales,
provocando a menudo un malestar cultural que obliga a reflexionar unas nuevas pautas acorde a
estos nuevos contextos.
Ante ello, surge un temor debido a la indefuúción misma de sus consecuencias. Caben
entonces dos alternativas, la de los enfrentamfontos '. y desgarros, o la del debate sereno y
argumentado de cada situación. La "legitimación" de la tecnociencia no necesariamente debe
llevar a una limitación de sus desarrollos "e ibvestigaci°.~es" ~o pena de caer en un nuevo
"malestar de la cultum". Htlils Jonas (1995) postula wia ética gue .esté a la altura de este poder
' tecnológico desmesurado, a fin de formular nuevos imperativos en .orden a la sobrevivencia de la
humanidad. Como el hombre y la naturnleza no· pddn\n seguit résisticndo este a~alto tecnológico
por largo tiempo, es preciso_renWlciar a los suef\os utópicos y_,ejei:g:r uná nueve responsabilidad
y una ética correspondiente que gu(e nuestras acc;iones colectivas, puesto que los esquemas
tradicionales de la ética están puestos en duda. · · · .
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·
Ahora bien, en la década de los sesenta· tal:ribicn. se ,ini,cia una profuñda transformación
cultural, donde se hacen presentes una serie. de -movimientos sociales -antirracísmo, pacifismo,
· lucha por las minorías, ecologismo- que tienden a)a búsg,ueda de una nueva cultura, besada en la
libertad, la justicia y Ja igualdad. Aparecen asimismo cuestionadas las actividades profesionales y
muchas otras instancias de la vida económica, social y polltica. Es una época de transformación
de todas las instituciones, desde la familia, las ig!esi¡is hasta la5 entidades educativas.
Ea este contexto, la autoridad médica comienza a ser di~cutida. Por un lado se publican .
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los numerosos abusos en la investigación cientffica1 y por otro, · se debaten las profesiones
sanitarias, particulallllente la médica no sólo por su patemalismo si.no también por su progresiva
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tecnificación.
.
.
Estos nuevos actores sociales y los extraordinarios. resultados de la investigación tecnocientCfica plantean a 18 ética nuevos interrogantes de "relevancia social" y de sefialada
conflictividad moral, los cuales le imponen una ampliación y revisión de sus puntos de vista, de
sus métQdos y hasta de su terminología.
"En todo caso, el nacimiento de la bíoética no se hubiese dado sin el co~1texlo de esta·
nueva cultura de la autonomía y de la igualdad Los arje.lanto.s· cienJificos y el poder de
la nueva medicina, por sf solos, no hubiesen bastado. Por eso es indispensable unir .
ambos polos, la tecnologla y/a nueva cultura moral de la autonomla y la lg11aldad, para
dar a luz la .moderna bioé1ica". (Ferrer, 69)
Todav(a más, la apatición de los prim_eros casos de VIH-SIDA en la década de los
ochenta, la mayor conciencia . de las cuestio]:ies transculturales y el auge de la medicina
empresarial obligan a la bioética a ocuparse de las nuevas cuestiones sociajes. Si en las primeras
décadas; desde el individualismo y el respeto a,, fa autonmriia se cuestionaron problemas como el
patemalismo, la experim~ntación con sujetos humanos, posteriormente 2e produce corrimiento a .
las concepciones de la comunidad y la justicia_.,_exigidas por los nuevos contextos sociopolfticos.
Como sefiala Byck (1998), nuestro derecho a la autonomía ha· d~ ser compartido con la de
otros ciudadanos e."fi un~' comunidad organizada y responsable. Por tantq han de encontrarse las
estrategias apropiadas que regulen los con.flictos en función ' de un int13rés coi:nún basado en el
respeto a la dignidad humana, los d~rechos personales Y, Je solidaridad SQcial. Esto implicaría
cumplir con las exigencias de i.m¡l éric'a de mfnimos'jiero tambiéníender a una hica de máximos'.
A partir de la década: d_el 90, en los paises iatinoamericanos comienzan a surgir voces
C!lestionadoras respecto ·al paradigma priricipialist~i no sólo por su importación acrítica y
d~contextuali:z.ada sino pórque'su'aplicación dirécta'~- la réalidad sociocultural, resulta ineficaz e
insuficiente. ·para generar _los ·c~bios necesft!ios:. .Por eso se postula una ética orientada
:socialmente, con acento en el ~ien 'c omún y la justicia, en la equidad en Ja asignación de' recursos
' y en la distr)huci.9n de' l,os _se~éio~ :i:le i¡alu¡:!,', ant~s- que, en lqs der~h,os individuáles y las virtu'des
personales, tradJ~iores moderna y \:'1-~sica, _respectivaniente, de la moralidad. Todavfá más,
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·. :... "la bioética de protecci.Pn elige como su tarea prioritaria la de 'dar amparo a los
.,, excluidos. de las polfticas.públicas .de salud y para garantizar una calidad .de vida
razonable para todos y cada uno.., (Schramm, 181 ).
.
.
.
. Finalmente en e* contextci'cuttural, los nuevos modelos de ciencia que asocian hechos y
valores, y las exigenciáS de lir sociedad de esclar~cer y orientar estos desafios ha dado lugar a un ·
"giro ético", tal como lo den:omina AJcira Bonilla (Bonilla, 2005, 75). Se trata de un planteo que
también intenta hacetsé' 6íu'go de' "la búsqueda de ·un proyecto de convivencia nuevo, de otras
costumbr~s y hábito~ de' periJíiliíier.to y de acciórl., de ún lugar propio (éthos) construido por
1
todos los hombres y para todos !Ós hombres" (ib.), ·
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Será van otter el primero en acunar el ténnin.o "Bioética" eh su libro Bioethlcs: Bridge to
the Future (1971), considerándola como una nueva disciplina que combinada los conocimientos
biológicos con el conocimiento de los sistemas de valores humanos, pero que además deberla
construir un puente entre estas dos cul~uras -la de las ciencias naturales y la de las humanidades-,·
superando rud la brecha que existe entre ella:1, como afirma en el Prólogo:
Hay dos c11lturas -ciencias y hu.manidades- que parecen incapaces de hablar.ve una. a fa
otra y si ·ésta es parte de la · razón de que el futuro de la humanidad sea incierto,
entonces posiblemente, podrfamosfabricar un ''puenJe hacia e/futuro" construyendo la
disciplina de la bioética como¡ un puente entre dos culturas. Los valores éticoJ' no
pueden ser separados de los !techos biológicos. ·La humanidad necesita ufge11teme~te d11 ·
ul'la nueva sabiduría que le proporcione el conocimiento de cómo usar el conocimiento
Ta supervivencia del hombre y liJ .mejora de la calidad de vida.
para
Este · diálogo se presenta entonces como inaplazable ya que estaba en juego la
supervivencia de-111' espe~ie humana, as{ como la de las naci.ones y de lw; culturas;
En los afios ya transcurridos, pueden identificarse ahora tres generaciones de problemas
en la BioétiCS.: la de los_ alios setenta, l,a dé los ochenta y la 'de los nov.enta. La primera, "los
proolcmas propios de ia primera década, el movimiento de autogestión del cuerpo y el principio
de autoóomle", le segunda "los problemas· bioéticos de segunda generación: lJIS cuestiones
relacionadas con la economla, la distribución de recursos y ·el principio de justicia,, y finalmente
la tercera, son "todos los r~labi(Jnadps eón .el fenómeno de . Ju globali.zación, la, protecciún del
medio ambiente y los d~rechos ~e futuras géneraciones" (Gni~ie; 2Q02, :is): ·.·
.
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11 La éticn aplicada co~,u poa 11uev11 disciplina;.
~·· ,,;
Ln ética del siglo· XX, aleJ~da de I~~ asuntos prácticos -surgidos' c'omo consecuencia deÍ
desarroUo de las tecno-ciencias y la tecnolog(a así como de lp,s •cambios: poHticos y culturales-,
centraba su preocupaciión eit cuestiones norm!flivas o de fund~entaci6n. '.Será la ética ap.licada,
e~a nueva disciplina la que responaa a e_stos desafios, p&-o · riq como uiui: mera aplicación de
principios generales, normas valores y/o mo,de~s.de cónductn 'y a '?onocid~s a !iituacionC:J o casos
particulares, sinctmas ,bicn como "uña 'ética oricntaaa ~a la aplicació!J-tJ;;I.. Hastedt), que otorga
similar importM~ia
la reflexión étíca fündÍirnerítar ·~omo ar pl~team.iento de los
,
problemas práx.~cos a los: que !>usca ~¡::sponder .del modo más rnz,o~able posible. ,..,,
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Se trnta..de unn retroalimentación teórico-práctico, ~O' t-0dos sus ámbitoSJ•"La bioética es
una prácti.éa díscursiva'y üri disc\irso práctico", insist~ Hott~is; Precisamente, la Bioética designa
no sólo discursos -monograflas, tesis, nrtlculos- .s ino también prácttcai -comitéS, comisiones,•
consejos, cofec~i.yos de . todo tipo <;on sus . n:spectiv&S füncjones-. Asf, los debates, disr.usiones,
interacciones comunicacionales, árgumentaciones)'e realiziui con vista a una top¡a de ·decisiones
y a orientar1a ikción; a su .Jez las practichs generan teorlru:, nrgum'entadcines; discursos ... No se
trata de una: ambigüedad, !Íino de'süs estatus especlfico {Hottois, 2001, 125).''':
Todavla más, esta nueva ll'iscipliha .ttÍovilizil una nÚcwa sensibilidfld, promoviendo nuevas
actifudes ante situaciones conflibtivas •y dilemáticas, no sólo a..'ltC: las 'nuev.aS orientaciones de las
ciencialí sino tnmfiién a:1te las transform.l!ciqn~s en la: spcicdad actual que nos plantean el respeto .
por las diferenc~as •. la, búsqueda1de ·n iodafidades 4e consenso y/r,> delibérativas, respetando la
autonom[a de los sujetos especialmente,aquellos:vulnerables"°u""< :, · •...... · ,
.
;
Ahora bien, COplO , los problemas .éticos, S\lJ'&Cll cñ: Q.istintos. ··~bitos dotados de SUB
peculiaridades, se gen~r~ll Ufl conjunto e é(j~~,aplicadas a PBffir_de lll!l 1;1f8encias de cada uno de
los, campos ,-eco1h1mi~ ·p<;>liti~l:l•..m.edici~~ d~féch~, psicolo~l~ ~siquia~t~ etc:-, comprometiendo ·
no sófo vanos ramas del conoclimento smo Jlirnb1én sus practtca.<1 profesionales. Asl se habla de
bioética, bio-der~chq, p~ic0-étip~, ·bio-econo.~a, ética ecológiqa, ,bio-polltica, bi-economla....
En ~te sentido, la ética aplicada cdiíiiti~e wia contocf-t~ri~ al trabajo conjunto daa~da,::·
necesidad de esclarecJr y solucfonllr de :i1ro~l.emas urgentes ·qtfo afect~ a todos loa ciudadanos, pero también una conyocaforia dia~pgi~á dada la multi~ult_Uralidad Y..· ilectilarización que rige
nuestra época. En efecto, la _ll)?o)~~·. de los. ~ue~~~ c1mflict!)S .n4~~ ~vident~J~ necesidad d.e _superllf .
el enfoque estrechamente d1sc1plm8:1: d~ la étit?.8; f1losófica con~~ ~t~~f,p!~ m~ adecuado a la
complejidad de los problem .~· . . , . , . ;
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.
Precbrunenle l muftifactorialida~ deL.· "hecho" ético.' ubic.a ' la estructura teóricagnoseológica de la ética en :1&int.e rsección del . cámpo ~~ Jiis cíerici~:.empfricas y l&S cienc¡as
sodales ·y/o humanas. Sih embargó, dada la diversidad. y wriplitud ·(fe las cuestioq.es que esta
disc;:iplina aborda, ningún especiali,s~ puede poseer la f~i;inB;ci,6n e Información neccscrias piu_a su
comprc.isión y resolución, por eso ·requi~n~ la con~urre4cia de cientfficos expertos y de divérsos
=i~=- De '
caracterlstica
mu/tidisciplinaría, interdíscipllnaria .y transdisciplinaria.
estas tres categqr(as so~repas¡u¡ )Ós limites de las disciplinas, existen
c¡;;;¡= =:i!.!'..S:::¡;:.::ñ=a.!iy¡as ecire ellas (Nicolescu, 20001 , 2Ób0b; Kosik, 19.76¡ Morin 1.996, 2001)..
tanto ,,
de
..:
La mullidisciplinariedad -también llamada pluridiscipliriariedad~ se refiere al estudio del
· objeto de una misma y única disciplina por varias disciplinas ai mismo tiempo. Él ilnálisls
multidisciplinar trae "algo más" a la disciplina en cue:stión, enriqueciendo el objeto de estµdici,
pero está al servicio solamente de esta misma disciplina (Nicofesq\J, 2000a); ·tal abordaje "mulW'
sobrepasa a la disciplina, pero su resultado· continúa limitado a la estructura del; estudio
disciplinar. Por otra parte, toda pluridisciplinariedad comporta siempre problemas de ajuste en el
lenguaje entre especialistas y en el caso de la étiCa aplicada, estas dificultades ¡e duplican porque
se enfrentan a dominios diferentes, pero sobre todo porque las cu~tiones bioéticas conciernen a
los conflictos de valores considerados a partir de horizontes ideológicos que no · son
necesariamente homogéneos.
. Más aún, "el origen mismo y sin duda la causa de los problemas éticos hay que buscarlo
en la sociedad pluralista" donde Jos desarrollos de la ciencia y la técnica se realizan
independientes de todo dogma, donde las diversas creendas pueden coexistir y debatir el sentido
de la vida y de la muerte. Nega,i: esta situación es necesariamente desnaturaljzar la ética aplicada.
·
como sefiala Hottois (2001, 1;2_5)
La lnterdisciplínariedad. a su vez, se refiere a la .transferencia de métodos de wia
disciplina a otra. Según Nicolescu (2000"), existen tres grados de interdisciplinarieda.cf, el primero
se refiere a la "aplic~_qió~", el segundo a la "epistemología" y el tercero a la "generación de
nuevas disciplin:ss", .cu.ando varios conocimientos. interacc.ionan para crear otra. Tanto la
multidisciplinariedad c~ino·)a in~erdisciplinariedad también permanecen circunscritas al espacio
disciplinar.
. · · · .. ·
·
La transdisci,plinariedad c~mo el prefijo ,¡trans" indiéa, se refiere en cambio a aquello que
está al mismo tierrlpa entre .las disciplin~s, a trayés de las disciplinas y más allá de cualquier
1
dUcipli~ (Nicolcscu, 2000 ) y su objetivo es la éomprensión de la realidad, para la cual uno de
los imperativos es la unidad del conocimiento. · '
· ·
·
·
Si pensamiento clásico pennanéce discip\inadamente. dentro de las frot)tcras establecidas,
aten,iépdo~ .exclusiv~ente. ~
las do~. primeras categorfas~ la transdisciplinarl~ad se pen:nitc .
transgrcifü.l.ibreit}.~.nte las ñ:t!:ll~ras. si~ tcm~r· aesaÍfarccer (Maturana, 2000).
Nicoleseau (2000~ eÓnsidera que trabajando transdisciplinariamente los diversos niveles
de realidad, se ·puede llenar ·ot espacio entre las disciplinas, a través y más allá de ellas. La
estructura discontinua de los· niveles de realidfl.d determina la estructura discontinua del espacio
transdisciplinar. Esto permite expl.icar por qué la indagación tr~diseiplinar es radicalmente
distinta de la indagación disciplinar, complementando a ésta. La indagaciún disciplinar se refiere,
como máximo,, a~ único y _mismo nivel dé la realidad.' Por otro lado, la transdi.rciplinoriedod se
.interesa po~ lp dinámica. gene.rada PP,r la accfón simultánea de varios niveles de realidad He
aqui el campo de la ~Jica apl!,<¡pdq_, no, sólo _como qiscurs<! sino en sus prácticas . El surgimiento
de .e~e n,~evo sab7r. ,pr~tico, ínter, multi, y transQ,idplinario, comprometido con la sociedad
actual, sel'íala in4u.d,,blp!l1~ht~ .~ giro , global en l!i configuración de nuestros saberes y de
nuestras práctica$. , . ~,..
·,,. ... . •
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.
, . . . . Para Morin; ha sido el positivismo quien pr?moviera -esa radical ruptura entre los
.,. , . diferentes .saberes, por medio de.l, _princip~o de la disyunción .Y reducción, condenando a las
ciencias humanas "a la inconcienc'ia extraftsica" y a la.Sdencias naturales "a la inconciencia de
su realidad social". Al sustltUir el todo de.un objeto pOr 'et estudio de sus pqrtes, esta. modaJidad
¡, . ,frngme.nt6 el conoc}~i~nto e~ d,~~ciplinas y . subdiscwlinas, des!~.g~das de cualquier co~texto
,, . ecológico, cultural y social. Asf cuando se estudia al hombre, ~aaa uno de los sectores estudia una
part~ suya sir llegar.a comprender!O totalmente nfen (s\is relai:iones dinámicas con los otros, con
· · la socieda4; con el iim.biente. Todavía más, esta fragmentación se continua en ·las diferentes
especialidades, que a su vez st!' micro-fragmentari; modalidad que luego se aplica al tipo de
atención a;;istencial propordonada a la población, sobre todo' principalmente en el mundo
occidental. ·Por otra p'arte,)a cultura contemporánea o~idental basada en el detenninismo, ha sido
incapaz de trabajar con la oontingencia. Por eso, los Jjiddelos teóricos surgidos desde ~ perspectiva se
!I • ,
desmoronan prontamente cuando se intentan comprender ]osJl;utos ,de Jos acontecimientos aleatorios.
o sea, los factores humanos (Morin, 1984) y se busca "imponer soluciones a problemas provenientes
de lu diversidad humana.
·
·
.
Kosik (1976), sefl.ala a su vez que la totalidad no es la sumatoria de hechos, siño que ei
la propia realidad como un todo.estructurado, dinámico e; interrelacionado a p8:flir de la cual se
puede comprender, racionalmente, cualquier hecho, es d·ecir las clases de -hechos, los coqjunto ·
de hechos, etc. Actualmente, las ciencias se ven enfrentadas al reconocimiento de la complejidad, .
que requiere asociar el objeto a su entorno, el objeto ª· su observador, los . elementos ·
complementarios, concurrentes y antagonistas. La complejidad se muestra así donde se producen
emergencias, donde las identidades pierden sus perfiles y distinciones, dónde hay desorden e
incertidumbres; donde las casualidades no son lineales ni claramente detenninantes, sino que
pueden ser _ generativas, . circulares, ende-causalidad~, · causalidades tdeonómicas;
polica.usalidades, causalidades recursivas .. . , es decir causalidades compleja.s.
·
Se busca superar las visiones wüdireccionales, optar por una vinculación de saberes, a
menudo fragmentados como respue.s ta a pensamientos reduccionistas, de abrirse a los aportes de
las ciencias empírica~ sociales y lo humanas sin renw;tciar a la universalización propia de las
éticas normativas.
Ahora bien, al denominar a la ética aplicada como Bíoética3, se obse~a muy a menudo
una incautación y una. medicalización del concepto de blos, en la medida ·q ue éste es reducido.a ·
los mecanismos· objetivables más generales y básicos de ia-~d~ dejando la vida biográfica para
el e tudio. de las ciencias sociales o de la literatura. No se advierte que la viaa -sin dejar de ser lo
que es e11 su~ manifestaciones más elementales- puede llegar a niveles tan complejos y diferentes
como el humano (Hortal Alonso, 694). Se requiere entonces una deconstrucción de la
"~edi_calización" de la bioética. Hay otros modos diferentes de considerar los aspectos éticos,
según sean··las áreas de estudio y de aplicación, sobre todo cuando se trata de un campo tan
cargado de valores~ símbolos, tradiciones y narrativas personales. Más aún, la Bioética no sólo ha
de ofrecer respuestaS estos interrogantes sino promover también una forma de vivir en esa
pluraliélad de seres libres, iguales y diferentes que _buscan· s~n e¡nbargo un sentido a lo que hacen.
Como seiiala. -Mainetti (2003), la. misma geneelogfá de la teoría principialista ha de
ponernos "en guárdia'contra la bioética como acrftica.legitimación moral del modelo biomédico
dominante", dado que la medicina "pot l\ll, construéción.·de ·un discurso moral propio y con
pmcnsioncs de val!dcz . ~ ~iv_ersal" "ocupa un lugar cenfral y constituye un factor de
universalizacjón de la ética" (M~inetti, 2003, 447)
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III. De la moral a Id ética; L11 éf,it:ili descriptiva, normafi.Vf .y .metaética
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La palabra "ética" pro.viene del griego éthos, indica el esfuerzo activo y dinámico que la
perfona- realita sobre Jo recibido o páthos '. Cori el éthos nos ubfoamos en el ámbito de la libertad
y, por>tanto de. lo biográfico y lo ~strictamente morar":
'" '' : ; ·
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. A su vez, éthos al tener en griego dos grafle.s· füslintas -. recoge ·una·· diversidad de
significados. Ethos · ~OI\. e larga sigilifieaba originalm.~nte '"ri:ibtS:da" o "lugar de residencia",
"caráct¡:r". Eri ética' ·nus Interesa el ·'~arácfer en su s~ntido' ·estrfotaínente. moral, ·es decir la
dispo~ición fundrunentai de una persona ante la vida, su mcido de ser estable desde el punto de
: vista de los hábitos morales (disposiciÓnes,'" actitudes, virtudes y vicios) que la distinguen y le
confieren un talant~ p-~~uliar. La vida moral dice referencia a I~ fcffuta6ió.ri del carácter, es decir a
la configur~Ci91' d,eJa pr'opia personalidad 'ti!¿ral a través dé I~ opcion~ y éleh:iones libres de.
1
cadauno.
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(f,;'\_ ·.
·r ., · :..' .~._-.·:.' ;.. · ·J~' . : '· .
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Éthos, con e ~~eve pue~e tracly~1rse i?,or, "h~~ito". º. "?ost~?re" y expresa más. bien los
actos concretos- y: particulares, a traves de ~os cual~. algwen rea~1~ su proyecto'de vida. Este
segundo sentido. interesa ~ \a étic~. ya C\i¡_e._pr¡;cisame~te -~~ c~~t:r mor~ •se. va formando a
través de las .op~1ones particulares que hace cada uno en su vida Cotidiana (Ferrer).
La palabra castell!ll1f!: "m~~·1~ien~ '.~e!),at{r¡.,.l!"los;- Y. pu~e sign}ficar tanto costum?re _como
carácter o ·género de vida: Aqul .!Je mcluyen los.,s1stemas 111orales concretos o cODJWltos de
normas y valores pre:;entes e.~ una ·det9f,mtnada,socfod~d que ~~~entan y prescriben las conductas
' de modo i.nm,eóiato; también un [,eng~(J}C .morql vinc~Iaqó e, la a,ci;;ión, que se concreta en los
' juicios morales; que . ~e f9m,iulan mnI1-era éspontánee y
se sp~_tentan en los mencionados
sistemas morales. Fina1mepte, ..~mpl~c:.11-.i~nas .acciones que pueden ~onsiderarse como morales oin.."norales.
., 1..·. , , 1 •
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que
"Por 'moral' se· entiende morq/ positiva, es•decir, el conjunto de normas y valores
morales ·de hecho·aceptados por. una_ comunidad"» . (Olivé, 135).
. . -"?unquc cti~~~óg'ié~.ente étii::~} 'mo~~l tienen 'si~!lar cont~ni~o s~máQtico, en rea_lidad
los sigmficaut.es "ét!ca" y "ip~ral" se !_lan ut1l1.~? ~on ~versos, s1gruficados y con relaciones
. . , .. . · ·, :
.,
:..
_
distintas entre ambos.
Clásicamente se entendla por "étiéa" elestudio filosófico de los fundamentos, principios,
deberes y demás eleirie~t~ll de la ':ida mor!,ll.' Se !pita de la t~orfa filosófica sobre la morali~ad. El
ténnino "moral'.' por el coff.:~rlUio, 'aplic¡i. a l_a co~,iderac!ón práétic~ ~e los casos concretos. \ •
En este sentido, el:, t,ér.mino ética ,se reseFVa para , la disctphna filosófica que estudia
racionalmente la conducta '. humana, desde llll punto de vista' de los deberes y las virtudes morales.
Este nivel éticó se·construyi:¡.soQre pLnivel 111oral precedente, y se constituye dc·modo mediato
como \lila gula de la acción, BJ1Ícu\~dm¡e como ,un metalenguaje capai de responder qué es
p_ropiamente "lo moral" a diferencia ae otros. ámbi~os que son ~bjeto de conocimientos prácticos.
se
,,-.
.,
.·'
Warren T. Reicli, e<L: Encyclopedia of B(oethics, (4 vol.), New York, Free Press-Macmillan, 1978, p. 116.
U se de:sig--..a
Bíoética al " estudro sistem!tíco de la conducta -humane i;n el área de las ciencias de la
de Is ,.Uud, en tanto que-dicha conducta es eXJ1minada a la luz de los principios y valores
como
01
Precisa también cuáles son los verdaderos bienes y las reglas que' deben guiar la acción,
analizando y poniendo en cuestión cualquier criterio o prineipio que se utilice pera establecer un
juicio moral. Finalmente, desarrolla argwnentos que fundamenten o justifiquen la existencia de
una moral y la necesidad u obligatoriedad de aswnirla..
·
Ahorá bien, se pueden distinguir en la ética tres niveles de reflexión: la ética descriptiva.
la ética normativa y la ética filosófica en sentido estricto (que inclúye la meúiética y la
epistemología moral).
La ética descriptiva que es la reflexión sobre los hechos morales, es decir la descripción
y explicación táctica de las creencias y. comportamientos morales, objeto primariamente de
antropólogos, sociólogos e historiadores. En función del criterio de descripción que se utilice psicológico, sociológico o caracterológico- pueden darse tipos distintos de éticas descriptivas.
Asl desde la· psicología, Kohlberg estudia el desarrollo moral de los niños a través de diferentes
etapas evolutivas. Desde la sociología.. Durkheim analiza el suicidio como un hecho social,
considerando ql,le su incidencia .depende más del tipb de sociedad que de las circunstancias
psicológicas de-los individuos.
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. ·
·
La ética normativa constituye el coajunto de repertorios, más o menos·sistemáticos, de
juicios prescriptivos o normas morales que nos indican cómo debén actuar los agentes morales,
dándoles normas prácticas de atcióri Estos repertorios nomiativos forman sistemas o códigos
éticos. .Frecuentemente los códigos poseen una nQrma fwidamental que expresa el núcleo moral
del sistema.
. ...
·
·
· · ·«De acuerdo con e'st~; : entenderemos el problema ccnt~'i de la · ética como la
-' .fundamentacil:¡n de .- -normas ·/egltimas -de convivencia para la acción y para Ja
. interacción entre seres humanes, aunque sus morales sean·diversasn. (Olive, 135)
•
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· <<I'or "normas éti(:am,entif)Ustt(~a<las" entenderemos normas de convivencia
diversos . secl?r:e~: de
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socie4,a,t:{. prQ.babI.emente con morales ·posil/vas distinta.r,
consideran le~ltiri(Is, porque c;adf] uno ,.de ellos encuentra razones para aceptarlas,
. -: incluyendo l:OZO'ff'e:¡. morales, i:n¡nqJJe es9s razones, por depender de mqrales diferentes,
· no seq,n, ltf .mfsmas P'!'.ª todos Jos .sectores ni para todos los ciudadanos.» (Olive, 135)
·.Ahora bi'en, la étfoc normáliva cuando se aplicari a problemas morales específicos da
lugar a la llamada ética apJicad,a. Para Mainetti (1991), !a Eioética o Ética aplicada desde el·
plinto 'de vista material o de s'Us contenidos depende del cam_po de las diversas ciencias, por eso
su naturaleza pfuridisciplmaria, pero desde el punto de vista formal constituye una rama o
subdisciplina de la ética n9rmativa. : , - En la misma ll~ea se ubica Pellegrino, para quien )a· blciética es, y debiera ser
·multidisciplinaria, intc;nl>gándos1'fluego: .. • . .,
·
. .' ~'...· ¿<:Jni({'it{jiT,bsbfla y las"<1lras 'dJSéiplinds (es declr, literatura, derecho, historia,
' ' teología, i~ng';'_as:
y llgiJistica) y
la finiilid,1d humanística de la ciencias sociales ·
.. ; • ._ (an(ropo!ogia, eáinomfa, sociologfa, ps"icología) púeden relacionarse unas con otras sin
. .. .' . -' qu~ . ~~ ití~a pfe~1ª l~ i~entidad como dúc!pllna c~i:trfl?" (P.el~egrino, 1977, 2).
·,
Al contrario, McCullough y Banker, pl311tean un•modeip alternativo para entender la
· relación entre ética· filosófica y ética médica, eomo és cl 1J1Pdelo de. apropiaci~n. Para ello,
ilustran ·.)as forin,a5 como hi-stóricamente ,los .médicos se..,han "apropiado" de conceptos y
fragmentos der la teorja 'de los filósofos y ;_dernuestran; cómo la filosofla moral apropiada ha
influenciado profundamente en la manC!Jl que la ,mora!idad.~édica fue 90ncebida y practicada.
No i¡e trata entonces de apllcar-una teofl~ moral a,.cuestlones ·éticas controvei:tid'as en biolo'gfa y
medicina.. .
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.
. Por último, la metá-étiea es reflexión moral, racional J'profWlda de los presupuestos,
y fund8mentos de los sistemas de normas morales. Busca descubrir las ver_dad_es neeesarias Pl!18
que un sistema moral sea válido. Constituye la reflexión· critica. sobre _los fundainentos y la
coherencia de los sistemas normativos. Mientras la etiéa nonnativa se propone fundamentar las
normas, la metaética se ocupa de determinar cual 'puede ser el -'método adecua'do -para esta
fundamentación o justifieaci6n, y cuales son además'las caractetlsticas deI lenguaje normativo a
diferencia del lenguaje descriptivo
··
Desde le. filosofla analltica, acá la ética indaga co'nc~,ptualmente el significado de los términbs
moraleii éomo "bueno" y "malo", "corrécto" e "incorre-.cto", ,."virt'.Jd" y _"vicio", "moralidad'' ·e
" inmoralidad" y el examen lógico del razúh~iento moral, su inferencia y Justificación.
ra
itso
.En síntesis. Un
ñastante ~xtendido hoy día utiliza el término "moral" par~ referirse a .
los códigos nonnativos concretos, pfbpios de ias diversas comunidades humanas. Se refiere a la
moral vivida, aceptada por las personas ·y-fos grupos, sin que hayitnecesariamente alguna crítica
racionál sistemática, Se habla entonces de moral islámica, cristiana, marxista, la neoliberal, etc.
· Sin embargo, esto no implica que cada una de es~ tr~9.icio.nes no pueda elaborar una reflexión
que justifique racionalmente sus exigencias, pero ese saber ya constituirla es un segundo
momento respecto al código moral de cada grupo.
·
Ahora bien, al lado del pluralismo áe los códigos morales es preciso reconocer la
universalidad de la experiencia moral. Na hay ninguna cultura ni grupo human9 que pueda
carecer de unas normas morales, por elemerifales que"sean. Siempre se dan Únas ·conductas y
formas de vida que son preferidas, aceptadas y alabadas y otras .que son rech!l.7..a.das y hasta
depreciadas, en la medida que no promueven la conviveñcia, el bien de las personas y de la
comunidad.
"La moralidad es un constitutivo caf'acterlstfoo de la condición humanq, como lo son la
racionalidad, la 'sociabilidad o el hecho del lenguaje. El ser humano és un ser rfrorai.
Ahora bien, esa moralidad constitutiva se concreta de mil y una maneras distintas en las
diversas culturas y en las c.ambiantes condiciones _hisrórlcas en las q!'e viven los seres
· -·
... · · ·
•
humanos". (Ferret, 30).
IV La étic,a civil; entre el pluralismo y 1.ll. tiecular~dad
Una de las consecuencias del proceso· de gh,>balización actual, reside en el pluralismo·y la
secularización de gran parte de las sociedac\es que liacen ·imposible pensar en un único sisrema de
·
.. .
'- : · ·
bienes, valores y normas. · ~Comó sefl.ala Engelhardt, nuestro mw:ido moral se <¿u"acteriza por una pluralidad de
perspectivas morales. Junto a los "amigos morales", convivéñ 'támbién unos "extraftos morales'\
es decir personas que tienen distintaS com;q¡ciones de la vida bl;lena, distintos ideales respecto al
bien y a la felicidad, distintas creencias ·religiosas, distiµtas id~ pollticas y filosóficas, y cada
una de ellas demanda ser tratada en condiciones de igualdad. Nu'estras sociedades ~resentan una ·
composición plural en lo étnico y en lo- cultural, que exige establecer y respetar fonnas de
convivencias si~ discriminación alguna.eJitre esos extrafios mqrales. Hay una necesidad en el
· ámbito de las discusiones públicas, de. una sociedad plural qúe permita actuar y opinar. sin
complejidades rú presiones. Las .rocieqades pluralis,tas seculares pacfjicas. "aceptan en su seno
diversos puntos. de vista moljllles\: al·tiempo que gozan de libertad PIU'!l:·ºPinar en esta temática sin
miedo a la represión" (Eogelhardt; JJ;};. Sólo as{ s~fá:posible dar ,iioluci9n .a la controversia sobre
· cuestiones relativas El) lo q\ll)( debé 'JIU consi<~erado~"b:u.e~o, piua todos~.,. da$lo .que actualmente no
es posible la otrora creencia en un solo DioS' que diera; contenido y'!egitimidaq al di~ci.irso mor.al.
.Es preciso entonces, consensuar una ética de mlnimps . morales, ,vinc~lantes, compartidos
por todos; a su vez, recqnocer ciertqs rasgos comunes a rúvel de máxirmis," como ámbito en el
cual todos los ciudadniig~ pu~_~ipi desplega:nus ltgitimas dit'ere'pdas. Se .t,rata de reconocer la
dimensión de humanidad..que subyac~ , en todas las diferenci~ étn.i~as, cult~les, religiósas, etc.,
y la posibilidad misina .de comp~rla (Escribar Wicks). El pl~ralismo niorqf está dispuesto a
eompartir Wlos. m~nimo~ iñortzlr,s.'' que' favoreceii Ufi' ·ii.cu¿rdo moral entre· sujetQs; aunque no se
compartan->en su totalidad los máximos morales quo se quisiera . . ·.
...
Sin embargo, · pese al•·pluralisma··actual esto ·nó excluye el advenimiento· de c~oqueii
c1,1lturaJe5 y por otro lado, unas tendencias homogeneizadoras .O monopólicas . B.'!OCÍÍidÍ!s a ·un .
"proyecto .etnocéritrico occiiliental". ]>ofliesó,
se -pregunta si'·en verdad este pluralismo de
hecho refleja también un pluralismo -de principios que pueda ser:_ ~onsíderado . como un avance
. .... . _... ,,,
.
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moral.
.
· · ...,:
En este sentido, ' el pluralismo~ se ·"presenta" éorno ésa cóncepción 'ética y polftica que
f!lvorece la apertura de. socieclaqes co_mp,~~~,tll!! P<?r indivi_d uos. y grupos libres que no participan
de las mis~as convi.c~io~e~ .JY.~Jurale~, moral~s, .l'º}Wcas, r.~lí~iosas y fi10~9fitas pero que sin
embargo, intentan v1v1r Junto~ ~Fordando,.con ello , eµ u~7conJunto de reglas que aseguren la
convivencia. No se trata de. rel,91tivi~ las prop~.a,~, ,c~,.q.~l~~ioi;ies, valores y _presupos~ciones,, sino
poder poner distancias de ~stas , par,a estar ~isp~.e_s.tps .'!1, expli<;itarlaa, a aceptar objeciones y a
de lograr como éonclusíón la mejor solución posible (Hottois,
argumentar en coi;isecuencia a
uno
2001, 648).
. .. "
fin
' '>' ,. ._
.,. . .' . ' •: ·. .
.
.'
La práctica di! la discusión pluralista' postula una ·suerte de distancia de la conciencia
moral respecto a las pJopias convicciones, pero no para''iénuncíar a ·sus valeres Y presupuestos
sino para estar dispuestos a explicitarlos, a entender las objeciones y argument_os que ha de
eii.frentarse. Pero esta práctica ha de estar asociada _a una sensibilidad tolerante y a un sentido de
apertura que permita Ja confrontación de . punlEJS de vista: pero siempre dirigida a lograr como
conclusión una solución más óptima.
·'
.
·
.
,
La nonna fundamental para la convivencia en una sociedad plural, ha de afinnar, aceptar
y propugnár, sin exclusiones ni subordinaciones, la éoexistencia de todos, de grupos sociales.
distintos -pluralismo socia[", de diferentes fuerzas políticas y -partidill1as -pl1,1ralismo polltico-, de
distintas concepciones del mundo y .convicciones religiosas, de -valoraciones y prácticas
0
diferentes. {MoJátáÍla). Pero para ello se requiere una ética civil, secular que distinga entre
motivaciones morales y convicciones religiosas, y que pueda servir de mediación entre las
diversas morales. Sin embargo, dada la gravedad de los problemas que se nos. presentan
cotl.d ianamente en todos los ámbitos de la moralidad humana, la urgencia de una ética civil· no
puede entenderse como Ja última revancha frente al teísmo moral.
·"Mas allá de las divergencias ideológicas o visiones de mundo, es preciso descubrir o .
redescubrir las convergencias esenciales y los reencuentros alrededor. de aquello¡_
gra.ndes principios que, admitidos bajo toda¡ sus formas y en su variadas formulaciones
puedan ser y sean objeto de.firmes consensos" (Bourgeault, 41).
Hacia un giro empírico de la ética aplicada
"¿Cuanto de la bioética es biológico, cuanto es ético y cuanto es
del dominio de las humanidades o de las ciencias sociales? ¿Cómo
se relacionan entre sí las múltiples disciplinas que qhora reclaman
un papel en Ja deliberación moral? ¿Dónde se ubica la ética
fllos6.fica en. est~ visión expansiva de la Bloética q·ue ahora está de
moda? ?~ 'uf1.f(mera disciplina entr,e otras, o pu.ede algunos
asegurade . un rol de primus inter parles? ¿Si la bioética es,
verdaderamente 11n ejercicio interdiscip!inario, cuan Inclusiva es y
cuan diversificada debiera ser? ¿Cuanto· de la bioética debe ser
ética?" (Pellegri.no, 1997, 1)
En los últimos afias, una larga lista.' de autores -Borry, .Schofumans y Dierick.x, Doucet,
Wid~ven, G.., Me Míllin John, van iier Sclieer. .. - se han referido ál llamado giro em]Jfrico de la
bioétjca, como dan cuentá las bumerosasy~blic.aciones.
'.
!Aunque los conflictos ético5 g~tados por el desarrollo cicntlfico fucrQn uno de lo
:notJvo e surgimié:nto de la bioética, la édiahoración con los cienuficos sociales se reducfa a
acompafiar en ciertos roles asignados precisamente para cumplir con las normativas, como· la
pertenencia a comités de ética asistenciales y a veces de investigación biomédica; la docencia iba
por otros carriles. Sólo treinta o cuarénta afios' más tarde 'se cumple· verdaderamente con la
pluridisciplinariedad postuláda inicialmente, al utilizar datos· obtenidos por la metodología propia
do·l!urciencias sociales ·y Jo humanas. ' •'
·
Estas aprox.imacidi!es 'empfrfoas permiten una mayor contextualización a partir de los
aportes provenientes de fas ciencias sociales, sin que ello supon'ga renunciar a la universalización
propia de las éticas normativas (Borry et al., 2004d). Hablar del giro empftico en la bioética,
implica pensar'que Jos cohflictos mbfi.i.les qoe se generan en el citmpo de la ciencia de·la vida y la
atención de la salud, ya 'no ·pueden ser clarificados sólc 'désd~ ·¡as teorías éticas, principios y
reglás, sinó ºque' debén:' incluirse los aportes que provienen d~ lás ciencias empfrico-5ociales. A
través de este puente con la étiea empírica se estÍlb[ece una complementariedad, que contribuye a.
sup'e rár Ja tradicional distancia entIC ''éticas nornk1tivas y Jiis 'éticas des,;riptivas (Borry et al.,'
2004")."
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.,, ' · Se pheden enumerar algun11S razones que:pueden. hacer comprensible tal d\ficult~d.
En primer lugar, la plufi.discip!inariedad implicaba aunar esfuerzos para comunicarse con
lenguajes distinto.s y obj:etivos divergentes de trabajo, más '.aún.ls'. distinción meta-ética entr~ 'es' y
'debería' colocaba una frontera·comprensible entre las disciplinas..
En ''segundo Jugar, lds tradicionale§ confliÚ~s ' de poder entre es.~ disciplinas y la
medicina.
·
·
· .. .
··
En tercer lugar, la reducción durante décadas de la ética biomédica al príncipialismo
como un paradi~a procedimentalista, fácil d,e ;utiliza'! p~i: profesionales de la salud enfrentado~ a
menudo con·conflií::tos y dilemás4 , Mas aún, esta 'juridizacion de la ética", se correspondió con
una "biocrati7.ación del derecho" (Deleury, 81)..En este contexto, la presencia de nuevos actores
ynuevas metodologías parecí~ más bien uná carga. ' ' . .
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. .
.
· Finalmente habla cijfe~~1~s lecturas del término "aplicada" al referirse a la ética. Así para·
T. Beauchamp, Ja expresión "ética aplicada" corresponde a lo que suele. llamarse "éticas
sectoriales",. es decir
uso de ...
.métodos
y razonamíentps para .examinar crlticamente .las
·. "cualquier
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• 1~
decisiones morales prácticas y para tratar, fundamentalmente, los problemas morales en l.as
profesiones, la tecnologla, la politica püblicli, etc. (Beauchamp, 2007)5 •
. Sin embargo, el entamo médico ·y con ello los expertos en ética cllnica, .comenzaron a
integrar paulatinamente las investigaciones emplricas, cuanto más con el auge del paradigma
basado en Ja evidencia, teniendo como telón de fondo un cierto cansancio con la interpretación
· fundacionalista de !a ética aplicada (Doucet).
Indudablemente que el conteito actual, hace .. .Ínf<ludible el giro empírico en la
bioética/ética aplicada dado que la reflexión ética en función de la toma de decisiones, requiere
necesariamente la comprensión del contexto. Una ética alejada de las múltiples disciplinas que
aclaran la acción humana, no puede responder con justeza. Por ello, es conveniente el ti-abajo
bioético a parti.r de equipos multidisciplinarios, como respuesta a la complejidad . de 1.o s
problemas a los cuales uno se confrontado a diario.
.
.
.
P. Borry et al. (2004&) se preguntan ahora qué papel puede jugar la investigación empírica
en el proceso de clarificación ética y la toma de decisiones .. Tomando los tres momentos con los.
cuales procede Ja reflexión ética, seiialan como la investigación empírica puede contribuir en
cada uno de éstos.
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En primer lugar, en la descriptión del objeto' moral 4i, i~vésj:igación empfrica puede
dcsemp~flar un ·papel en la descripciQn. d, hech~~ .mtfrajmente releva.!ltes. As(, puedi; responder a
"la.s cuestiones relevantes de la realidad" (qué, por qué~ cómo, quién, dónde y cÚándo), evaluando
·
. .
las 9onsecuenéias y proponiendo cursos alternativos de acción.
' En segundo lugar,Ja investigación empírica puede desempefíar un papel en la evaluación
de fa cuestión moral. Hay un "poder normativo de los hechos," que puede suprimir otras normas,
sin embargo esta normatividad inducida..débc estár .s\rmpre equilibrada por, una forma deductiva.
de Il<.Janatividad.
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·
En tercer lugar, la investigación,·g~pfrica taniblén·,tiene un:papel que desempeflar en la
evaluación el proceso de toma de defisior¡'!s: Asf, puede·.4~sc;artar ciertas decisiones morales al
sel\alar la pósibÍlidad de algunas consecuencias o efec~os inesper.ado~; · . :.
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Desde el punto de, yista epistemológ~eó se .J?liinrefin ,a hora dos ,{rróbl#a~. Por un lado, si
pluridisciplinariedad' de la ética aplicada implica que liíi! distintas, éticas apligadas ~.ertenecientes
a cada campo especifico· y también la ética filosófica puedan· ubicarse en el ·mismo nivel
epistemológico dada ln recursividad qúe se· da entre !':llas o que aquellas deben ser ~.onsideradas
como subdisciplínas de La ética filosófica entcridida ésta'cdmci disdplina fundamental'.'
· .. _
P or otra parte, se coire el peli~Hl que esta:!' distintrui éÜCIUi áplicadas queden postergadas
hasta subsumida~ en sus especificidades poi: 'la medicina -coi:rio
vimh~:' (\ ci~~·s~an reducidas a
una deontol6gica profesfonal. ' '' ·
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.
La "ética profesional" constitilye la ética espé!clfica de una determinada profesión, cuyas
110..."'.ltlas son compartidas y aceptadas por la eoñ:nlli.idad profesional de un determinado lugar,
· reguiao.do y prescribiendo su actividad cotidiana. En génerBJ, a!Cll.llZ.an s1.ryat¡~ez formal a través
del código deontoiógii:O: Los códigos1'presentan a~gutí!IS iiriiltaciones·
la medida que sólo
prescriben un núnÍero reducido · áe• 'reglB.s . y a,derriás tienén· un '. 'c~ad~t, puramente 'legal',
heterónomo. Ate'rtersc a la deontologla no' ~e gura una verdadera adhesi'óri á 'f~g ré.'Sponsabilidades
morales en el ejercicio dé tina u'ctívidad, ·sino sólo 'el mero' cumplimiento: fobruil;' muchas veces de
carácter defensivo.
: '·. ··• 1<c 1" " " • ,, . .. · ·~., '
•
·
•!· ·
Siri negar la importancia que las Deontoloifas han adquirido en el Anlbito profesional, es
preciso insistir que éstas se mueverr siempre' en el merco de los "debetes profesionales", y que se
sostienen desde las asociaciones y colegios profesíon_ales.
Pero previamente; hay un nivel ético que dice referencia los problemas éticos que surgen
en una disciplina, ya sean conflidos' y dilemas, acuerdos y desacuerdos, en el marco de los cuales
es necesario tomar las decisiones más razonables. ·" ' · ·
: ':" : > · ·. ·
.
•
Se habla de coriflicto cu\indo' el agente moral 'sé encuentra afite.
en.crucijada, es decir
tiene que elegir entre dos o mils 'alteniativás, pero IÍinguníi\Jde ellas
libre de problemas éticos.
Por ejemplo, ¿se debe guardar1 el. seeretc?"cuando ~~t(n "6n juego los derechos fundamentale..<: • .
com o la vida o la ..salud- de wia tercera pérsona:; ci::Jr:rto en el caso TarllSofi7 Hay buenas razones
morales para avalár tanto la revelaCióh como la no'-revel~ci~o. y cualquier alt~full'\va que se elija .
lesionará algunos valores morales. Por eso hay un auténtico conflicto moral, y serán las teorías
morales las que busquen · encontrar soluciones racionales a los conflictos morales. El dilema
y.
ya
en
a
está
una
moral en cambio plantea dos alternativas o soluciones posibles, percibiendo argumentos morales
a favor y en contra de cada una de ellas, quedando en una situación de perplejidad moral, lo cual
dificulta la toma de decisiones con buena conciencia.
Algunos autores han sido critico con Ja mentalidad "dilemática" en la ética aplicada, p~es
ha acabado por usarse en las lenguas modernas como sinónimo de "conflicto moral". Esta manera
de hablar resulta probl.emática porque induce á pensar que ante 'Cualquier conflicto moral existon
. sol.amente dos soluciones posibles, opuestas e incompatibles enfre sf. . Ahora bien, como las teorfas éticas .no garantizan que sea siempre posible resolver de
modo satisfactorio todos estos conflictos, en la vida moral no existe a veces absoluta certeza sino
más bien. decisiones prudentes. Por eso puede existir también el desacuerdo moral, como en el
caso Tarasoff, cuando un juez emitió una opinión contraria a la mayoría: la revelación del sécreto
constituye una violación de los derechos fundamental.es del paciente. En el desacuerdo, a
diferencia del conflicto, los sujetos morales no están en un estado de perplejidad, sino se sienten
seguros de la juste7.a o del acierto de sus propios argumentos para apoyar sus respectivas
posiciones, no pudit:ndo considerados a ninguno de ellos es una persona irunoral o ha querido
emitir un fallo injusto. No obstante, es evidente que sus tomas de posición son irreconciliables
entre sl. Desacuerdos morales similares surgen en nuestra sociedad en tomo a·Jos debates sobre el
aborto, la eutanasia, el suicidio médicamente asistido, la despenalización de las drogas el uso de
anímales para la experimentación científica. N9 'se niega con esto que también hay situaciones en
las cuales la perplejidad provenga de rázones exclusivamente subjetivas.
·
o
i
•
Pensar cnmpalinente estos saberes
¿Que de entiende por·Ética aplicada'; o Bioética? Unos piensan que es la prolongación de
la antigua moral médica, otros la asocian a tina ·deontologfa profesional, algunos bµscan mostrar
su novedad int~grándola a un cllll'ipo disCíplinarJiropio' y_'l,a, c.o~sideran una "disciplina nueva".,.
Sin embargo, ~tes que una disciplina· d 'üna ~Üeva ~ici~cia o nueva ética6, la· ética aplicada
"designa un 'conjunto de investigacion¿s; · de. discursos y de prácticas generalmente
pluridiscipliñariasn que se sití1an en la intersecci'ón de múltiPíes tecno-ciencias, principalmente la
medicina y la biología con sus múltiples especialtzaciones y la ciencias sociales y/o humanas.
(Hottois, 201,124), prácticas y discursos que por . i:iro~ei;tir de horizontes ideológic0s no
necesariamente homogéneos presentan diferentes respuestas. Como espacio de encuentros pera
también de tensiones, traduce ~n .~hito de rles.afü:is'' de múltiples grupos de intereses y de
poderes propios de la sodedad civil. '
.... .las personas y sus vidas, y por consigu}ente los inte;;.ogantes también y .robretodo las
decisiones que les tocan'directamente nos~ deja~ encerrar en '/os estrechos /lmites de tal
disciplina o de tal profesión Esta compfejidgd y e~ta unicidad exige algo más si se quiere
que Jos acciones tengan alguna chance de · ser eficaces y de producir los efectos en la
dirección esperada, un reconocfl¡'liento efectivo de Jás lnteraccfon'es' m,llliples y propiamente
sistémi~as, e'ii .cada ~/{uaci61],entre los agent~s; los /adores, las' aspectos y dfme~lones, .los
nlv1m1s ,.; Jinalm~nte'/os desq/Jos di.v~rsos e Jnrer'dependien,tes'.', (Bourgt?~ml~ .~0;:4,1). · . · · ·
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Ahora bien~ esta intersección ·de tas distjntas persp<:ptiyas de cada. .disciplina con sus
diversas teorías y práctiéas constituye' uri cámp~'. 'siempre di.ico .que se sostiene tÍlmbién desde
la incerteza que in1roducen "1os cambfos científicos y sedocultura,les. .
Como discurso teórico se formulan normas muy generales S\lsceptibles de beneficiar los
consensos Jo mas amplios posibles, es decir el acuerdo de las opiniones y conceptos, al término
de una interacción comunicacional abierta. Por eso, se clarifican los conceptos normativos, se
exponen·sus presupu.~~tos, se :exp!icitaP;ios valores presentes y los argumentos que los sostienen.
De.este modo, se busca definir a los principios suficientemente universales para llegar al acuerdo
de los componentes ideológicos, filosóficos y réligiosos de una sociedad.
Como ejercicio de dirección práctica, se éncamina a una toma de decisión precisa o a la
fonnulación de normas o reglas determinad~. Se busca resolver los conflictos morales buscando
para cada caso la mejor solución posible teniendo en cuenta el contexto: ninguna norma ni
ninguna jerarqu!a de nonnas y valore_s ,so'1 fijadas definitivamente. Se trata de un trabajo
pragmático, que se sustenta en antecedentes de decisiones análogos.
Por eso,
·
"La complejidad y la unicidad tanto ·de lqs destijíos c(Jm9 de las situaciones apelan a una
pluralidad necesaria de puntos di vista y miradas, de ari&Iisis, de acciones, invitando un
esfuerzo de concertación pluridisciplinaria ", ... "interdisciplinaria" y "transdisciplinaria".
(Bourgeault, 40-4 l ).
'·
a
. •1 1¡.,
Dando "llll paso atrás" comÓ diría Heidegger o por una principio de economía.
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