Septiembre - Universidad Autónoma del Estado de México

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1
PRESENTACION
En Julio de 2009, los cronistas universitarios asisten por quinto año consecutivo
al Congreso de Cronistas de Ciudades Mexicanas, A.C., el cual se llevó a
cabo en la ciudad de Saltillo, Coahuila, del 15 al 17 de julio de 2009.
En esta ocasión participaron 9 integrantes del Colegio de Cronistas de nuestra
Universidad.
En el boletín del mes de agosto de 2009, la Dirección de Identidad
Universitaria da a conocer dos, de las nueve ponencias que presentaron los
cronistas en dicho Congreso.
1.
PERSONAJES QUE IMPULSARON
A LA EDUCACIÓN EN LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO DESDE LA
INDEPENDENCIA, REFORMA E IMPERIO DE LA M EPD MARICELA DEL
CARMEN OSORIO GARCIA, CRONISTA DEL PLANTEL “IGNACIO RAMIREZ”
DE LA ESCUELA PREPARATORIA.
2.
MANUEL MONTAÑO: APARENTE DEFENSOR DEL FEDERALISMO
MEXICANO EN 1827 DEL LIC. JOSE JAIME CASTRO RESENDIZ, CRONISTA
DEL PLANTEL “CUAUHTEMOC” DE LA ESCUELA PREPARATORIA.
En el boletín del mes de septiembre de 2009, la Dirección de Identidad
Universitaria da a conocer otras dos, de las nueve ponencias que presentaron
los cronistas en este Congreso.
1. FELIPE BERRIOZABAL (1827 – 1900) Y SU IMPETU DE PATRIOTISMO DELA M
en E.S. ELENA GONZALEZ VARGAS, CRONISTA DE LA FACULTAD DE
QUIMICA. Víctor Sánchez M., PROFESOR DE LA FACULTAD DE QUIMICA Y
DEL ING. JOSÉ YURRIETA VALDES, DECANO DE LA UNIVERSIDAD
AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MÉXICO
2. CORONEL SILVESTRE LOPEZ TORQUEMADA DEFENSOR DE LA PATRIA Y
ORGULLO DE AMECAMECA DEL M en D. NOE JACOBO FAZ GOVEZ,
CRONISTA DEL PLANTEL “SOR JUANA INES DE LA CRUZ” DE LA ESCUELA
PREPARATORIA.
2
FELIPE B. BERRIOZÁBAL (1827-1900)
y su ímpetu de patriotismo
Elena González Vargas
Víctor Sánchez M.
José Yurrieta Valdés.
En el Aula Magna, recinto de
ceremonias inéditas e inolvidables
de la Universidad Autónoma del
Estado
de
México,
brilla
el
pensamiento “El hombre pasa pero
la obra queda” de uno de sus
grandiosos
López
institutenses
Mateos.
Presidente
afirmaba
de
que
Adolfo
Quien
la
como
República
México
lucha
incansablemente por acrecentar el
respeto a la dignidad del hombre
como sujeto de la justicia social, por
la libertad e independencia de los
pueblos y por la soberanía de los
estados con todos sus atributos
como
el
decidir
libremente
respecto de sus asuntos internos y
externos.
Colección de fotografías del área especial del
Archivo Histórico del Estado de México
3
Dicho pensamiento con un matiz de investidura y de amor a la patria,
bien se lo merece un personaje que participó durante la intervención
norteamericana (1846-1848), la guerra de tres años o de reforma (1858-1861) y
la intervención francesa de 1862, y que fue catedrático del Instituto Literario
del Estado de México de siglo XIX. Una institución educativa que había
adquirido su restablecimiento definitivo señalado por el decreto número 28 de
7 de noviembre de 1846,1 así como la aprobación de su Reglamento que
establecía las materias a enseñarse y el nombramiento de su Director, el
abogado Felipe Sánchez Solís (1816-1880).2Nos estamos refiriendo al ingeniero
Felipe B. Berriozábal
(1827-1900), quien impartió el
primer
curso de
matemáticas de los estudios preparatorianos en 1848.3
Este distinguido personaje de origen zacatecano, nació el 23 de agosto
de 18274. Quedó huérfano y pobre, muy joven.5 Más su espíritu de lucha por
conseguir una vida digna y honorable le llevó a trabajar arduamente con
economías fructíferas y a entregarse al estudio de la escuela básica,
elemental o de primeras letras, a modo que le permitieron trasladarse a la
ciudad de México para incorporarse de alumno del Colegio Nacional de
Minería. Este colegio ofrecía los estudios preparatorios (3 años) y las carreras
de Agrimensor (4 años), Ensayador (5 años), Apartador de Oro y Plata (6
años), Beneficiador de Metales (7 años), Ingeniero de Minas (9 años),
Geógrafo (8 años) y Naturalista (7 años).6
1
2
3
4
5
6
Aurelio J. Venegas, El Instituto Científico y Literario del Estado de México, Universidad Autónoma del Estado
de México, 1984, p. 11.
Colección de Decretos del Estado de México, tomo III, 1846, pp. 55-60, Archivo Histórico de área especial del
Estado de México, Centro Cultural Mexiquense del Gobierno Estatal.
Inocente Peñaloza García, ¿Quiénes fueron los Institutenses? Apuntes biográficos de 60 personajes del
Instituto Científico y Literario del Estado de México, Universidad Autónoma del Estado de México, 2000, p.
28.
Ibidem p. 28.
Irineo Paz, Los hombres prominentes de México, editorial Irineo Paz, México, 1888, Archivo Histórico de área
especial del Estado de México, Centro Cultural Mexiquense del Gobierno Estatal.
María de la Paz Ramos Lara, Historia de la Física en México en el siglo XIX: Los casos del Colegio de
Minería y la Escuela Nacional de Ingenieros, tesis de Doctor en Historia, Facultad de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM, 1996, p. 183.
4
Portada del libro Los Veneros de la Ciencia Mexicana. Crónica del Real
Seminario de Minería (1792-1892), tomo I, Facultad de Ingeniería, UNAM,
1998
El espacio académico del Colegio Nacional de Minería se distinguía
porque además de practicar el aprendizaje del conocimiento científico,
también, inducía a la práctica de la disciplina en las actividades con la mira
de formar el carácter del alumno. Entre las conductas prevalecientes del
ambiente figuraba el amor a la patria con el valor cívico de defenderla.
En
1845,
los
alumnos
del
Colegio
estuvieron
enterados
del
derrocamiento y destierro del presidente tirano como le llamaban, Antonio
López de Santa Anna (1795-1877), y del llamado a la presidencia del general
José Joaquín Herrera (1792-1854). A igual que una multitud de personas
acomodadas y de jóvenes distinguidos, ellos estaban decididos a tomar las
armas en defensa de la libertad y la patria, uno fue Felipe B. Berriozábal. Ellos,
los alumnos, realizaron una petición al ministro de guerra, Pedro García
Conde, que el Diario del Gobierno de la República reprodujo y entre otras
cosas decía:
Nuestros deseos se hubieran limitado hasta aquí si el general Santa-Anna,
escuchando la voz de la razón cediera a las órdenes de los que hoy rigen por la
voluntad nacional, y no nos trajera la guerra, como debemos esperarlo de su
malvado carácter,… … la población entera está en el preciso caso de procurar que
5
el tirano no entre, y para ello es necesario contar con los brazos de todos los buenos
mexicanos. ¡Cuánto más honroso será morir defendiendo la libertad que arrastrar
después duras cadenas!
Nosotros jóvenes en quienes el ardor sagrado del amor a la patria arde tanto,
nuestros pechos están para oponerlos al fuego del Nerón mexicano. Nosotros,
colegiales de Minería, juramos ante usted que si se cree que nuestra sangre puede
ser útil al bien general, estamos dispuestos a derramarla en el campo y le suplicamos
que acepte esta oferta que gustosos y con tal voluntad le hacemos a la causa
común.
Aprovechamos la ocasión para asegurarle las consideraciones de nuestro
respeto y cariño. Próspero Goyzueta, Teodoro Castillo, Gaspar Sánchez, José Salazar
Ilrregui, Juan J. Sánchez, Pablo Esparza, Felipe B. Berriozábal y otros.7
La contestación del ministro de guerra fue pronta. Agradeció su entrega
a México. La petición le enorgulleció, haciéndoles saber que se recurriría a
ellos cuando el gobierno se viera obligado a usar de medios extremos.
El valor temerario de Berriozábal lo manifestó cuando se enteró que las
tropas americanas del general Winfield Scott (1786-1866) desembarcaron en
el puerto de Veracruz para dirigirse hacia la capital de la República
Mexicana, en 1847; aunque el Congreso de Estados Unidos con el presidente
James K. Polk (1795-1849), había declarado la guerra a México, en mayo de
1846. Entonces el alumno solicitó permiso al Colegio Nacional de Minería para
dedicarse a organizar guerrillas, al igual que sus compañeros Juan Matute y
Blas Múzquis.8
El espíritu de lucha del alumno Berriozábal siempre fluyó en su sangre e
inteligencia, el cual lo manifestó en la batalla de agosto de 1847, en el
convento de Santa María Churubusco. Entonces al ejército invasor se le
7
8
Clementina Díaz y de Ovando, Los veneros de la ciencia mexicana. Crónica del Real Seminario de Minería
(1792-1892), tomo II, Facultad de Ingeniería-Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 1998, pp.
1022-1023.
Ibidem p. 1073.
6
dificultó rendirse de los defensores mexicanos comandados por los generales
Pedro María Anaya (1795-1854) y Manuel E. Rincón. Sobre todo, porque se les
unió el contingente americano San Patricio, conformado por irlandeses.
También, el haber dado la vida los jóvenes cadetes del Castillo de
Chapultepec, ante el ataque del ejército estadounidense del general Winfield
Scott el 13 de septiembre de 1847, fue para el alumno F. Berriozábal una
tristeza y, a la vez, un orgullo de retroalimentación a su espíritu de valentía.
A principios de 1847 el edificio del Colegio Nacional de Minería fue
ocupado por los bandos invasores y destinado a servir de cuartel. Más las
clases continuaron abiertas y se celebraron exámenes. Esto fue muestra de la
eficacia de los profesores y la sorprendente instrucción de los alumnos.9
Para febrero 2 de 1848 se llegó a la paz, con la firma de su tratado en la
villa de Guadalupe Hidalgo, cercana a la ciudad de México. Por el país firmó
don Manuel de la Peña y Peña (1794-1854), encargado de la presidencia, con
el comisionado de paz estadounidense Nicholas P. Trist (1795-1849).
Para ese año 1848, Berriozábal se incorporó a los estudios de la carrera
de ingeniería en agrimensura en el Colegio Nacional de Minería. Más su
estrecha relación con el gobernador del Estado de México, Francisco
Modesto de Olaguíbel (1806-1865), y con Ignacio Ramírez Calzada (18181879), secretario de guerra y hacienda, le llevaron a colaborar en la
formación de alumnos preparatorianos del Instituto Literario de dicha entidad
con la enseñanza de las matemáticas en álgebra elemental y geometría
descriptiva.10
El carácter tenaz y firme de Berriozábal, también, fue observado por los
catedráticos del Colegio Nacional de Minería. Con los exámenes públicos del
8 al 13 de noviembre de 1849, este alumno obtuvo el título de ingeniero en
9
10
Ibidem p. 1073.
Aurelio J. Venegas, El Instituto Científico y Literario…op. cit. p. 12.
7
agrimensura. Para el 17 de noviembre recibió como otros el premio de parte
del Director del Colegio, José María Tornel. En la solemne ceremonia de
entrega de premios, el discurso del Director fue en testimonio de gratitud al
padre de la Independencia Mexicana, Hidalgo. Discurso que tenía de
trasfondo la tarea de desvanecer las calumnias propagadas por elementos
conservadores de los periódicos Tiempo y Universal. También, era una
invitación a los jóvenes de amar y respetar a Hidalgo, y de tener siempre
presente la contribución de sangre heroica de su Colegio a la insurgencia.11
Un profesional con iniciativa en la ingeniería, como era Berriozábal, le
llevó a responsabilizarse de la ratificación de los planos geográficos del Estado
de México y de Tlaxcala, con el valúo de las fincas desde 1849 hasta 1852.12
Otro trabajo profesional que le reconoció el Estado de México, fue su
colaboración para la desecación de los lagos de Lerma y la canalización del
río mismo.13 Estos lagos para los años cincuenta de siglo XIX eran parte del
paisaje panorámico o encantador, estaban cercanos a la pequeña ciudad
capitalina de Toluca, y eran: (a) Chignahuapan o de Almoloya del Río; (b)
Chimaleapan o Tultepec y (c) Chiconahuapan o de San Bartolo. Eran fuente
de riquezas innumerables para los habitantes ribereños, al ser abasto de
especies de peces como el más famoso itzamichin, ranas, ajolotes, plantas de
forrajes, animales y el preciado tule para fabricar petates.14 No cabe duda
que su desecación proveyó nuevas tierras de cultivo.
A sus aptitudes y actitudes extraordinarias, Berriozábal, las
encausó
hacia su desarrollo militar. Empuñó las armas, filiándose en el partido liberal y
al movimiento insurgente del plan de Ayutla, promovido por Juan N. Alvarez
(1790-1867) e Ignacio Comonfort de los Ríos (1812-1863), que planteaba la
11
12
13
14
Los veneros de la ciencia mexicana…op. cit. pp. 1150-1156.
Los hombres prominentes de México, op. cit. p. 76.
Ibidem p.76.
Marie-Dominique Sabalcagaray, “Érase una vez Chignahuacan: La primera de las tres lagunas de Lerma, en
Boletín del Archivo General del Estado de México, número 9 septiembre-diciembre 1981, pp. 69-74, Archivo
Histórico de área especial del Estado de México, Centro Cultural Mexiquense.
8
necesidad de hacer frente nacional para destituir al gobierno de López de
Santa Anna. Plan que triunfó a mediados de 1855 con la huida del país de
Santa Anna y con la designación provisional de Presidente de México a don
Juan Alvarez. Él y la nueva generación de liberales civiles políticos convocaron
al congreso para trabajar una nueva constitución, la de 1857, expedida el 5
de febrero y promulgada el 12 de febrero.
El poder ejecutivo fue para Ignacio Comonfort y la Suprema Corte de
Justicia en Benito Juárez G. Su falta de gobernabilidad y su adherencia al
pronunciamiento político del conservador Felix María Zuloaga (1813-1898), el
abrogar la Constitución de 1857, dio el golpe de Estado, dejando
la
presidencia en enero de 1858 para asumirla Zuloaga. Más los liberales
reconocieron el mandato constitucional: al faltar el Presidente de la República
asumirá la presidencia el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, que
recaía en B. Juárez. Así es que hubo la presencia de dos presidentes.
Ambas posturas ocasionaron enfrentamientos sangrientos y el generar
estrategias jurídicas y políticas por quienes daban fluidez a la paz y a
reinstaurar la nación. Juárez con las leyes de reforma, expedidas en Veracruz,
logró que la iglesia careciera del deber de tomar parte en asuntos del Estado.
También, al contar con un encargado de negocios de México en Estados
Unidos, de firme lealtad, patriotismo, diplomacia, como Matías Romero
Avendaño (1837-1898), propició a que el Presidente de Estados Unidos, James
Buchanan (1791-1868), externara apoyo sustancial a la causa liberal juarista, a
la regulación de la ambición expansionista de los sureños estadounidenses, a
asumir una posición firme ante la intervención europea que se gestaba y a
favorecer el tratado de McLane-Ocampo con México, firmado en Veracruz.
En cambio, Zuloaga a través de Juan Nepomuceno Almonte (18031869), visualizó el rescate de las relaciones diplomáticas con España a través
de la firma del tratado Mon-Almonte, para reclamar una respuesta firme y
9
legal de las convenciones pasadas avaladas por la legislación española en
México de acreedores hispanos. Sin que se olvidaran las negociaciones de los
representantes españoles con Francia e Inglaterra.
El ingeniero Berriozábal siendo partidario de las leyes de reforma, sabía
que en los ambientes sociales citadinos de México se encontraba el clero
regular dedicado a concebir aspectos fundamentales de la vida moral, así
como el clero secular que defendía su poder de privilegios más los intereses
de la sociedad. Y que el poder civil estaba convertido en instrumento al
servicio de los cuerpos eclesiástico y militar.15
Berriozábal dio respuesta de defensor al ataque de la ciudad de
México, en las columnas de San Cosme, octubre de 1858, por el batallón
conservador de Miguel Miramón y Tenorio (1831-1867). Estuvo bajo las órdenes
del general coahuilense Miguel Blanco como teniente coronel de ingenieros.16
Fue responsable del arresto del señor obispo Espinosa en la hacienda de Jalpa
de Cánovas, Guanajuato, en julio de 1860.17 También, formó parte del ejército
defensor de la plaza de Guadalajara al ataque de M. Miramón, con el
general en jefe Jesús González Ortega (1822-1881).18
En diciembre 9 de 1860, él participó de la defensa de la plaza de
Toluca, ganada por M. Miramón y sus subalternos Negrete, Mariano Miramón
(hermano de Miguel), donde fue hecho prisionero junto con Santos Degollado
y Benito Gómez Farías. Sin embargo, esto fue algo simple con lo que
aconteció días posteriores. Se dice “el entusiasmo de los conservadores fue de
corta duración. Pocos días después apareció González Ortega en el Valle de
México al frente de un numeroso ejército compuesto de las brigadas de
Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Guanajuato y Jalisco. Miramón
15
16
17
18
Leopoldo Zea, El positivismo en México. Nacimiento, apogeo y decadencia, Fondo de Cultura Económica,
México, 1988, p. 79.
Los hombres prominentes de México, op. cit. p. 77.
Agustín Rivera, Anales Mexicanos. La Reforma y el Segundo Imperio, Cámara de Diputados, México, 1972, p.
62, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense.
Ibídem p. 65.
10
esperanzado en batir al enemigo en detalle salió a su encuentro. Más el 22 de
diciembre de 1860 Miramón ocupaba las lomas de San Miguel Calpulalpan,
principió el combate a las ocho de la mañana, siendo la victoria para los
constitucionalistas y Miramón con unos cuantos jefes tuvo que volver a la
capital.”19
En diciembre 24 de 1860, en la noche, el ayuntamiento de la ciudad de
México encargó a Berriozábal guardar el orden de esta ciudad mientras
llegaba González Ortega que lo hizo en la madrugada del 25 de diciembre.20
Juárez entró triunfante a la ciudad de México enenero de 1861. Y la
labor del ingeniero Berriozábal fue aquilatada por el Congreso del Estado de
México, al nombrarlo su gobernador a partir del 21 de mayo de 1861.21
Inmediatamente ejerció gobierno en hacienda y guerra al dictar las
providencias necesarias para sostener la Constitución de 1857, las leyes de
reforma y el extinguir la guerra.22 Al enterarse del fusilamiento del michoacano
Melchor Ocampo, con el Congreso estatal y bajo el decreto número 7 de 8
de junio de 1861, le declararon Benemérito del Estado de México a este mártir
de la libertad;23 también, fue asentado que todas las autoridades, empleados
y militares, vestirían riguroso luto por nueve días con la portación de un lazo de
gasa negro en el brazo derecho.24Asimismo fue para el general toluquense
Plutarco González (1813-1857) y para el guanajuatense Santos Degollado
(1811-1861), quien murió en la persecución de los asesinos de M. Ocampo.
El carácter firme del gobernador Berriozábal favoreció la realización de
brindar retoque a la Constitución del Estado de México para el progreso de la
sociedad y ponerla en armonía con los respetables preceptos constitucionales
19
20
21
22
23
24
Ibidem p. 67.
Ibidem p. 68.
Decretos de los Congresos Constituyente y Constitucional del Estado de México de mayo de 1861 a octubre de
1868, tomo VI, p. 7, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense.
Ibidem p. 19.
Ibidem p. 11.
Ibidem p. 12.
11
federales. Con el decreto 34 de 31 de octubre de 1861 se expidió la nueva
Constitución de la entidad de 33 artículos. A partir del 5 de noviembre el
Congreso hizo la protesta de sostenerla, cumplirla y hacerla cumplir.25, 26
También, estableció el reglamento para la guardia nacional
y las
fuerzas de seguridad pública con los decretos número 35 y 36 de 31 de
octubre de 1861. Consideraba que las diferentes medidas adoptadas para la
persecución de los malhechores que infestaban las poblaciones eran
ineficientes, en vista de que ellos realizaban sus atentados sin mayor
obstáculo. Decía que uno de los primeros deberes de todo gobierno era el
dar seguridad a los habitantes.27
Con los decretos número 37 y 38 de octubre de 1861, el atributo de
conceder facultades extraordinarias al poder Ejecutivo del gobierno estatal y
la Ley Orgánica Electoral de los poderes estatales respectivamente, ejerció las
leyes constitucionales.28 Sabía que la pequeña ciudad provinciana de Toluca
albergaba a cuatro órdenes religiosas: los franciscanos que habían llegado a
evangelizar desde 1525, los carmelitas, los mercedarios y los juaninos.29
Para noviembre de 1861, Berriozábal al enterarse de la amenaza de
España, Francia e Inglaterra, dijo “es probable que la nación tenga que
sostener una guerra extranjera. Es un deber del Estado presentarse a sostener
la nacionalidad e independencia de la República, de un modo honroso.”30
Caso fue que solicitó subsidio de guerra.
Se retiró del gobierno del Estado de México y se unió a las fuerzas
armadas del Cuerpo del Ejército de Oriente, acompañándose de un
regimiento toluqueño. Sabía que a México se le consideraba como un país sin
25
26
27
28
29
30
Decretos de los Congresos Constituyente y Constitucional del Estado de México…op cit. p. 92.
Ibídem pp. 40-68.
Ibidem pp. 73-77.
Ibidem 77-92.
Mílada Bazant, “La desamortización”, en Historia General del Estado de México. Independencia, reforma e
imperio, tomo núm. 4, Gobierno del Estado de México y El Colegio Mexiquense, A. C., 1998, p. 339.
Decretos de los Congresos Constituyente y Constitucional… op. cit. pp. 108-125.
12
nacionalidad. De que Francia hizo falta de respeto al pacto del Tratado de
Londres de octubre de 1861 y al de la Soledad cerca de Veracruz en febrero
de 1862, a no conquistar territorio ni afectar el derecho de nación de elegir la
forma de gobierno.31
El espíritu luchador de F. Berriozábal se fortaleció al enterarse, en los
primeros días de enero de 1862, de la llegada de las escuadras europeas al
puerto de Veracruz, y de que el Presidente Juárez haya nombrado general en
jefe del ejército de oriente al general Ignacio Zaragoza (1829-1862) con sus
subalternos Miguel Negrete, Antonio Alvarez, Porfirio Díaz, Juan N. Méndez,
Francisco Lamadrid, Ignacio R. Alatorre, Jesús González Arratia, José María
Méndez Olivares, Manuel Andrade Párraga Arriola, Mariano Escobedo y Pedro
Martínez y él mismo.32
Activaban a la valentía de los defensores de la patria la Ley Juárez de
los delitos contra la independencia y seguridad de la nación, y conforme a
ella después fue juzgado y sentenciado Maximiliano de
Habsburgo (1832-
1837). La esencia principal de ella está en los artículos 1o, 3o, 12o, 19o, 25o.33
El diálogo del ministro de relaciones exteriores, Manuel Doblado (18181865), con las tres naciones favoreció la retirada de España e Inglaterra. Más
las tropas francesas permanecieron tras las intenciones de Napoleón III. A esto
estaba unido el conservador Juan Nepomuceno Almonte, quien se
encontraba en Europa y desembarcó en Veracruz para marzo de 1862, e
inmediatamente
expuso
el
establecimiento
de
una
monarquía
con
Maximiliano de Habsburgo. Pocos días después desembarcó en el puerto de
Veracruz, el conde de Lorencez, Charles Ferdinand Latrille (1814-1892), con un
ejército francés.
31
32
33
Anales Mexicanos. La Reforma y el Segundo Imperio, op. cit. p. 88.
Anales Mexicanos. La Reforma y el Segundo Imperio, op.cit. p. 95.
Ibidem pp. 96-97.
13
Así, el gobierno de Juárez con el decreto de abril 12 de 1862, quedaron
declaradas en estado de sitio todas las poblaciones que aquél las ocupara,
siendo castigados como traidores los mexicanos que permanecieran en ellas y
sus bienes confiscados a favor del tesoro público, salvo que hubiese motivo
legalmente comprobado.34
Francia empezó el primer ataque con su ejército comandado por el
conde Lorencez, en abril 19 de 1862. En las cumbres de Acultzingo, Veracruz,
ganó la batalla al ejército de Zaragoza, quien se retiró a Puebla, en abril 28.
Zaragoza intensificó su valor de lucha. Al arribar a Puebla, en mayo 3,
procedió a dar organización a sus tropas y las exhortó a una lucha tenaz para
poner en alto a México. Seleccionó las llanuras del este de la ciudad de
Puebla como campo de batalla y de posición a los cerros de Guadalupe y de
Loreto. Para el ingeniero F. Berriozábal estuvo la brigada de México, integrada
por los batallones Fijo de Veracruz, 1o y 3o Ligero de Toluca.35 La ciudad de
Puebla fue puesta en estado de sitio para el 3 de mayo.
En cambio, el general Lorencez al saber de la preparación del ejército
mexicano para resistirle, tomó la decisión de permanecer en el poblado del
municipio Amozoc, Puebla, el 4 de mayo. Ahí se reunió con sus comandantes
para formular un plan de ataque.36
A las primeras horas de luz del día 5 de mayo el
ejército francés emprendió la marcha de
Amozoc hacia Puebla y en las cercanías al
fuerte de Guadalupe el general Lorencez dio la
orden de ataque. Al observarlo el general
Zaragoza, indicó se disparara un cañonazo y
34
35
36
Ibídem p. 108.
A cien años del 5 de mayo de 1862, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, México, 1962, p. 120, Archivo
Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense.
Ibidem p. 122.
14
rápidamente
ordenó
que
la
brigada
del
general Berriozábal se trasladase al espacio
entre los fuertes, Guadalupe y Loreto, y que la
fuerza
de
Caballería
apoyase
el
flanco
izquierdo del dispositivo.
Mapa del plan de Zaragoza, en A cien años
del 5 de mayo de 1862, Secretaría de
Hacienda y Crédito Público, México, 1962, p.
127, Archivo Histórico de área especial,
Centro Cultural Mexiquense, Gobierno del
Estado de México.
En el ataque, el general Rojo tenía establecida su línea y dio arribo a la
brigada del general Berriozábal, rápidamente acordaron establecer su línea
colocándose la brigada Rojo hacia el fuerte de Loreto y entre ésta y el fuerte
de Guadalupe, la de Berriozábal.37 Estrategia que llevó desencadenamiento
de fuegos que sorprendieron a los atacantes, causándoles desorganización,
cese en su ataque y replegándose en sus posiciones. Fue derrotado el
enemigo.
Así, el 5 de mayo de 1862, el general F. Berriozábal al igual que M.
Negrete, J. Rojo, J. Alvarez, se unieron con su general en jefe I. Zaragoza, a
una sola voz resonante y llena de júbilo LAS ARMAS NACIONALES SE
CUBRIERON DE GLORIA, ante el rasgo inaudito de la falta de todo escrúpulo
de honra, ante una mancha tan grande en el honor que con nada se limpia.38
En un reporte, el general Berriozábal dice “…que todos los jefes y
oficiales de la brigada de mi mando se han portado brillantemente y con
verdad puedo asegurar que no he notado un solo rasgo de cobardía en
ninguno de ellos”.39
37
38
39
Ibídem p. 127.
La reforma y la guerra de intervención… op. cit. p. 114.
A cien años del 5 de mayo de 1862… op. cit. p. 179.
15
Fuerte de Guadalupe, en A cien años del 5 de mayo de 1862, Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
México, 1962, p. 127, Archivo Histórico de área especial, Centro Cultural Mexiquense, Gobierno del Estado de
México.
También, el literato Víctor Hugo, escribió a los habitantes de Puebla
“Tenéis razón en creerme con vosotros. No os hace la guerra Francia, es el
imperio. Estoy con vosotros, vosotros y yo combatimos contra el imperio;
vosotros en vuestra patria, yo en el desierto. Si sois vencedores, os ofrezco mi
fraternidad de ciudadano, si sois vencidos, mi fraternidad de proscrito.40
Francia, tras perseverar en invadir y tomar la capital de México, reforzó
su ejército con el general Federico Forey (1804-1872). En cambio, el general
Zaragoza ideó un plan de fortificación de Puebla para detener al invasor el
mayor tiempo posible, con nueve fuertes que rodearan la ciudad,
Guadalupe, Loreto, Demócrata, Iturbe, Morelos, Hidalgo, Ingenieros, Zaragoza
e Independencia.41
Zaragoza enfermó y murió el 8 de septiembre de 1862. Todos sus
subalternos expresaron dolor y tristeza. Esto no impidió hacer sitio de Puebla,
40
41
Ibidem p. 431.
La Reforma y la Guerra de Intervención, op. cit. p. 136.
16
que duró 62 días desde 15 de marzo de 1863, ahora con el general Jesús
González Ortega (1822-1881). La línea de los fuertes Loreto-GuadalupeIndependencia recibió órdenes del general ingeniero Berriozábal.42
La serie de combates en abril de 1863 dejaron en ruina las manzanas
fortificadas de la ciudad de Puebla. Los primeros días de mayo faltaron víveres
en forma alarmante, exponiéndose la población civil al fuego de los invasores.
Gran parte de la artillería estaba completamente inútil al faltar el parque.
Así. González Ortega citó a una junta a los generales Berriozábal,
Negrete, Antillón, Paz, Alatorre, Llave y Mejía, quienes después de discusiones
fuertes decidieron que el general hiciera pláticas con Forey para conseguir
una salida honrosa de la ciudad de Puebla.43 Forey se negó terminantemente
a aceptar las pretensiones de González Ortega. El 17 de mayo de 1863 se
rindieron como sus prisioneros y a no firmar un documento remitido por el
ejército francés por no menoscabar la dignidad del honor militar.
Las tropas francesas tomaron la capital del país en junio de 1863.
Después el archiduque austrohúngaro Fernando Maximiliano de Habsburgo
(1832-1867), fue declarado emperador de México, en abril de 1864.
Felipe Berriozábal junto con Porfirio Díaz, siendo prisioneros de los
franceses y en el trayecto hacia Veracruz, escaparon. Cada uno en regiones
diferentes continuó su lucha por una nación libre y soberana.
Berriozábal fue gobernador de Michoacán. Quien en 1863 por decreto
puso en estado de sitio a la capital estatal mudándola a Uruapan en su lucha
contra el ejército imperial francés.44
Estuvo informado del sitio que recibió el ejército francés con el mismo
emperador, en Querétaro, por el batallón del general Mariano Escobedo
42
43
44
Ibidem p. 139.
Ibidem p. 168.
http://mapserver.inegi.org.mx/geografia/espanol/hypertext.cfm?s=geo&c=1219&e=16
17
(1826-1902), tras que el imperialista coronel Miguel López se unió al ejército
liberal. Asimismo, se enteró del fusilamiento del emperador con los generales
conservadores Miguel Miramón y Tomás Mejía en el Cerro de las Campanas
de Querétaro el 19 de junio de 1867, de acuerdo a la ley de enero de 1862.
Con la declaración del Congreso de la Unión de reconocer a B. Juárez
Presidente de México, 1867-1871, para Berriozábal fue motivo de fortalecer sus
vínculos
socioeconómicos
y
culturales
con
este
gobierno
federal.
Posiblemente se unió a Mariano Escobedo, quien tuvo la encomienda por
parte de Juárez de comandar la zona norte de México. Sin embargo, al llegar
a ser Presidente de México Sebastián Lerdo de Tejada (1823-1889) por el
periodo 1872-1876, Mariano Escobedo fue ministro de guerra y pueda ser que
Berriozábal haya estado con él para continuar desempeñándose en la
política y como defensor de la patria.
Además, su identidad con el Colegio de Minería la seguía cultivando,
pues, al conformarse la sociedad de alumnos, Berriozábal figuró como
exalumno o egresado, participando en las comisiones auxiliares de la junta
directiva de socorros, junto con Lorenzo M. Ceballos y Javier Stávoli. Dicha
sociedad para fines de 1879 e inicios de 1880, expresó su desacuerdo por
escrito al ministro de Justicia e Instrucción Pública y al Presidente Porfirio Díaz
(1830-1915), de que la escuela de jurisprudencia no se trasladase al edificio
del colegio, así como la importancia de la minería con su proyección en el
porvenir del país.45
Con el ministro de guerra y marina, Francisco Naranjo (1839-1908), de la
presidencia de Manuel González Flores (1833-1893), posiblemente, Berriozábal
llevó unas relaciones estrechas y con el expresidente Porfirio Díaz. Asimismo
pudo haber sido con el ahora secretario de guerra y marina, general Pedro
Hinojosa (1822-1903), quien se desempeñó de 1884 a 1896.
45
Clementina Díaz y de Ovando, Los veneros de la ciencia mexicana. Crónica del Real Seminario de Minería
(1792-1892), tomo III, Facultad de Ingeniería-UNAM, 1998, pp. 2631-2632 y 2562.
18
Felipe Berriozábal fue llamado por el Presidente Porfirio Díaz en su
gobierno 1896-1900 como secretario de guerra y
marina. Aunque se le
presentó el camino que a toda persona le corresponde vivir, el 25 de enero de
1900 en la ciudad de México.46 Murió alguien patriota y sin miedo, con sacro
fuego de la independencia nacional.
46
Los hombres prominentes de México, op. cit. p. 77.
19
CORONEL SILVESTRE LOPEZ TORQUEMADA
DEFENSOR DE LA PATRIA Y ORGULLO DE AMECAMECA
M. en D. Noé Jacobo Faz Govez
Cronista del Plantel “Sor Juana Inés de la Cruz”
de la Escuela Preparatoria
Antecedentes
A 159 años de distancia de la mitad del siglo XIX, Amecameca en el Estado
de México sigue deleitando y confortando el alma de sus moradores, con el
canto de sus aves, ahí es donde surgieron voces de grandes poetas y dieron
la pauta para la inspiración de pintores que llevaron al mundo a sus dos
grandes portentos que durante miles de años han sido uno de los símbolos
ecológicos de México. Así los describía en uno de sus viajes Ignacio Manuel
Altamirano quien con la pluma dibujaba los paisajes del suelo mexicano en las
últimas décadas del siglo XIX.
“La magnifica cordillera oriental, de la que destacan majestuosos y
gigantescos; el Popocatpetl y el Ixtaccihuatl*, comienza a surgir majestuoso,
limitando las extensas llanuras. Desde Tenango del Aire, el camino serpentea
entre arenales y sembradíos de trigo, hasta Ayapango, pueblecillo que
dispersa sus casas humildes en los bordes de un riachuelo y que puede decirse
que es un barrio de Ameca, algunos pasos más, y este último pueblo aparece
a la vista. Pero el espectáculo, entonces, ha cambiado enteramente.
Desparecieron ya los llanos polvorosos y las colinas amarillentas, los sembrados
20
simétricos y las haciendas y ranchos de aspecto triste, La temperatura
desciende, un aire fresco, impregnado con los leves aromas de la vegetación
alpestre, baña nuestros semblantes, es el aire de las montañas, el aire puro y
sano que agita la cabellera de los pinos, que juega en los ventisqueros y que
va a levantar en las llanuras de Tenango, torbellinos de arena”. Que hermoso
paisaje pintado en acuarela con una pluma y un papel, que para pintar no
se necesitan pinceles sino la creación susceptible del poeta.
*A
partir de 1994 fecha en que
hizo erupción el volcán Popocatepetel, los medios de
difusión
(Televisión y prensa) en el Distrito Federal como una forma de gritar y vender la noticia, le perdieron el
respeto a este icono de la geografía mexicana llamándolo “ Don Goyo” considerando que algunos
pobladores que vivían en el Estado de Puebla, así lo conocían. Para los habitantes del Estado de México,
Popocatepetl significa “montaña que humea” lo mismo que Iztaccihuatl
“mujer dormida” y
somos orgullosos de que así sea.
Esa es la población antigua que naciera con bárbaros chichimecas
totolimpanecas y en 1268 fuera fundada por Atonaltzin, (sol de agua). Su
toponimia nos lleva al origen de su significado: Amaquemecan: amatl; papel,
queme; el que tiene capas, mantas o camisas de papel, can; lugar, e;
posesión. “Lugar de los que tienen capas o camisas de papel o de otra forma,
lugar donde visten con camisas de papel.
Amecameca siempre se distinguió desde su fundación por tener un cacique y
una gran población, para 1871 dice Altamirano, era un villorrio alegre y
modesto, y que frente a frente de los volcanes y pegado a la población, se
levanta un bellísimo cerro todo revestido de vegetación, y en la cumbre del
cual, hay un templo cuya cúpula se divisa entre las copas de los árboles.
21
El templo de referencia es el Sacromonte, en donde se venera al Santo cuyo
nombre esta dedicado el Templo. Un Cristo en torno al cual se ha creado una
gran variedad de leyendas para justificar su aparición y que han sido
transmitidas de generación en generación por cientos de años. Es ahí donde
meditaba acompañado de hermosas melodías de pájaros cantores Fray
Martín de Valencia de Don Juan, uno de los llamados doce apóstoles (frailes)
que llegaron bajo su jefatura a México para catequizar a los indios en el siglo
XVI.
Para el14 de noviembre de 1861, el gobierno del Estado de México decretó
que todas las cabeceras de los distritos de la entidad obtuvieran el título de
villa.
Amecameca no era en ese entonces cabecera de distrito, sin embargo la
importancia de su historia, su comercio y todo lo que ella era, aún en el
ámbito de lo político y cultural, la llevaron a que se incluyera en el grupo de
nuevas villas.
Como podemos observar, Amecameca desde su fundación, ha sido cuna de
grandes personajes de la historia universal y nacional, aquí se han forjado
poetas y poetizas, pintores, escultores, sin dejar a un lado la labor académica
que en los últimos años ha permitido el desarrollo de su población.
Amecameca* es la cuna de Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo nombre de pila
fue Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana, figura señera conocida como
la Décima Musa, que se mantiene erguida sobre el pedestal que la
admiración popular le ha construido para desafiar al tiempo con su
imortalidad, que es a la vez intemporalidad, y de esa forma, mostrarnos con
su ejemplo las raíces auténticas de la cultura mexicana.
22
Sor Juana Inés de la Cruz, es una figura excepcional de México y del mundo…
a través de su vida y su obra, hemos aprendido a identificarnos con valores
tan altos como la libertad de conciencia, de la que ella es ejemplo preclaro;
a través de sus poemas podemos distinguir la superioridad del talento sobre la
intolerancia; en su insaciable afán de saber encontramos aliento para transitar
en la búsqueda de la verdad; en su extraordinaria sensibilidad, encontramos
guía segura para comprender el justo valor de las elevadas creaciones del
genio universal y el carácter fuerte de quien siendo mujer en el siglo XVII
adelantándose a su tiempo, defendió el derecho de serlo.
En ella se permite conjugar dos personalidades distintas pero coherentes. En
una prevalece el espíritu rebelde de una mujer a la que no dejaron
desarrollarse como ser humano, siendo capaz de enfrentarse a retos y vencer
obstáculos que los otros (los hombres) le ponían para impedir su desarrollo
intelectual, ya que en el siglo XVII
( 1651 – 1697) solo ellos se habían
adjudicado como propiedad exclusiva el poder de la palabra oral y escrita..
“Claro honor de las mujeres,
de los hombres docto ultraje
que probáis que no es el sexo
de la inteligencia parte ”.
*Si bien Nepantla, lugar donde nace Sor Juana Inés de la Cruz actualmente pertenece al municipio de
Tepetlixpa, en el siglo XVII correspondía gegráfica y políticamente a Amecameca.
En la segunda, la religiosidad absorve a la persona que es capaz de ofrecer
sus bienes y su vida por los demás, y no se limita a ofrecer sus servicios a la
23
orden monacal a la que pertenece, sino que va más allá de sus propias
fuerzas, que en un acto de temeridad brinda a su Señor San Jerónimo.
Para el siglo XIX en Amecameca destaca un frayle nacido en Tequisquiac,
Edo de México y que posteriormente fuera investido como el primer obispo
de la diosecis de Cuernavaca en el Estado de Morelos. Dicho fraile
Don
Hipólito Vera y Talonia es reconocido como un gran escritor y gran defensor
de las apariciones de la Virgen de Guadalupe (1834-1898). Ignacio Manuel
Altamirano lo menciona cuando al hablar de la leyenda del Señor de
Sacromonte nos dice: ”Pero no existen fundamentos escritos de semejante
tradición, ni en los archivos antiguos del pueblo, ni entre los vecinos; y así lo
asegura mi excelente amigo y antiguo colega el Padre Vera erudito en
materia de antigüedades, así como amante de la instrucción popular que el
protege en su feligresía”.
En Don Hipólito Vera y Talonia encontramos a un hombre que se destacó por
su afán de desarrollar la cultura, a él se le debe la creación de una imprenta
con la cual se editaron varios libros religiosos, a este respecto se dice: En 1871,
fue nombrado vicario de Amecameca el sacerdote Fortino Hipólito Vera y
Talonia, quien desarrolló obras y empresas culturales importantes. Don Hipólito
Vera fundó la escuela politécnica, de la que surgieron aventajados
sacerdotes, ingenieros, relojeros, pintores impresores y encuadernadores. En la
parroquia de la Asunción estableció una imprenta que llamó primero
“Imprenta Católica” y después “Imprenta de Colegio Católico”, por haber
unido a ambas instituciones: la religiosa y la cultural. Ignacio Manuel
Altamirano como ya antes se dijo, fue su gran amigo, la pintura del paisaje
narrado con anterioridad se refiere precisamente a una de sus visitas al Padre
Vera, que desde la ciudad e México hacia en tren saliendo de la estación de
San Lázaro, con su paisaje agreste de las goteras de la gran ciudad y sus
24
desagradables olores, y en donde paso a paso comenta con la pluma su
impresión de los lugares polvosos, semiáridos o húmedos y pantanosos en su
caso del lago que otro fuera el
orgullo de la gran Tenochtitlan,
transformándose poco a poco en llanuras y bosques, que destilaban paz y
tranquilidad. Se cree que estas visitas eran frecuentes, ya que estimaba en
mucho la amistad que le profesaba, la quietud del lugar y tan hermosos
paisajes. Se estima que no es difícil que una de sus obras “Navidad en la
Montañas” fuese escrita bajo la inspiración de sus estancias en Amecameca.
25
CORONEL SILVESTRE LOPEZ TORQUEMADA
DEFENSOR DE LA PATRIA Y ORGULLO DE AMECAMECA
En este espacio en donde se han y se seguirán desarrollado hombres y
mujeres brillantes en la historia
de Amecameca, Estado de México, cuyo
origen fue el antiguo cacicazgo de los totolinpanecas quienes nunca se
doblegaron ante el imperio de los mexicas o aztecas, aparece el personaje
motivo de este ensayo, el Coronel Silvestre López Torquemada que al igual de
muchos héroes anónimos tuvieron una visión definida en la defensa de la
Patria, su biógrafa, Patricia Eli Unna Ramos, bisnieta del coronel nos dice:
¿ de donde habrá sacado mi bisabuelo a los hombres que formaron el
Batallón Ocampo? Y caigo en la cuenta, los más eran de Amecameca.
El coronel nace en
Amecameca en 1834. Atendiendo a las formas y
circunstancias de la época, el rastreo que se ha seguido para identificar el
registro en donde quedo asentado su nacimiento no aparece, ya que no
existen los libros que pudieran dar fe de manera oficial. Sin embargo, para mil
ochocientos cincuenta y cinco, a los veintiún años, se le concede a través de
la autoridad municipal una constancia de origen y vecindad (que le serviría
quizá
administrativamente para alcanzar
nacional) en donde
un grado al servir al ejercito
también se indica que tiene certificadas todas sus
contribuciones que por ley le corresponden y que esta inscrito en el padrón
respectivo, dos de agosto de mil ochocientos cincuenta y cinco. (Anexo 1).
De origen acomodado, desde muy corta edad vela por los peones que
participan en la extracción de metales preciosos, especialmente el oro,
mismos
que son fundidos en
crisoles que aun se
conservan como
remembranza de las épocas de bonanza por la cual pasó la familia. Su espíritu
26
guerrero lo lleva a realizar operaciones al servicio del ejercito, trasladando
cargamentos en toda la zona centro oriente de la república mexicana,
diversos documentos hacer constar tales actividades, como lo es el pasaporte
otorgado por el Coronel Aureliano Rivera jefe de brigada, para que pasara
de Texcoco al Estado de Querétaro en 1860. (Anexo 2).
Si bien estos dos documentos nos muestran las primicias de las acciones en las
que se ve involucrado Silvestre López Torquemada, su andar en el quehacer
de la guerra lo lleva a defender a un México convulsionado por invasiones
extranjeras, durante casi todo el siglo XIX, México afrontó guerras intestinas
por el poder, desde la consumación de la independencia nacional, se
discutía la forma de gobierno de la nueva nación llegándose al extremo de
solicitar a un monarca extranjero que viniera a dirimir los conflictos sobre la
forma de gobernar. Se pasó por el Plan de Casa Mata, Antonio López de
Santa Anna, las corrientes liberales, la Guerra contra los Estados Unidos de
América, la primera y la segunda intervenciones francesas. Es en el año de
1871
cuando le es
asignado
el
grado
de
Coronel
de
Caballería,
perteneciendo al Ejercito Constitucional Republicano. Grado otorgado por
Aureliano Rivera, General en Jefe de las columnas expedicionarias del Valle
de México en Monte Alto el 20 de diciembre de 1871. (Anexo 3)
Un documento que nos muestra
como una fotografía
las actividades
realizadas por el Coronel Silvestre López Torquemada de mil ochocientos
cincuenta y ocho hasta mil ochocientos ochenta y dos es una constancia de
servicios certificada por Francisco Leyva, General de Brigada del Ejército
Permanente de la República Mexicana que señala entre otras cosas:
El C. Silvestre López en su clase de comandante prestó sus servicios bajo
mis órdenes contra el llamado gobierno reaccionario de Miramón,
27
desde los años de mil ochocientos cincuenta y ocho, hasta la fecha en
que ocupó la capital de México el Ejercito Nacional Republicano al
Mando de los Sres. Generales Jesús G. Ortega e Ignacio Zaragoza.
El C. Silvestre López presto importantes servicios en la clase de Teniente
Coronel
del Batallón denominado “Ocampo”
que perteneció a la
División a mi mando en la guerra contra la intervención y el llamado
Imperio desde el año de mil ochocientos sesenta y seis hasta junio de
mil ochocientos sesenta y siete que se tomó la ciudad de México por el
Ejercito de Oriente al Mando del Sr. General Porfirio Díaz.
El General Leyva asienta que su comportamiento me consta, en todos
sentidos ha sido perfectamente cumplido.
Señala
también
que
tomó
parte
en
muchas
acciones
de
guerra
especialmente en:
El sitio, asalto y toma de la Plaza de Puebla el 2 de abril de 1867
En la derrota y persecución del traidor Márquez en la Hacienda de
San Lorenzo el 11 de abril e 1867
Durante el sitio a la ciudad e México por el ejercito de Oriente al
mando el Gral. Porfirio Díaz.
Otras órdenes giradas por Leyva que no por ser de menor envergadura tienen
su importancia, nos muestran la disciplina del coronel en campaña:
1.- Recoger a las partidas sueltas que encuentre a su paso y emprender su
marcha para San Pedro Actopan jurisdicción de Tlalpan, donde deben
incorporarse con la brigada que está a mis órdenes, pidiendo los recursos a
las autoridades de Amecameca y otras de las poblaciones que toquen a. su
paso, por mi cuenta, permitiéndole en el acto emprenda su marcha aunque
sea de noche, a fin de que se incorpore mañana mismo, pues interesa mucho
su presencia. Dios y Libertad, camino para San Pedro, marzo 27 de 1860.
Firma Leyva
28
2.- Se ordena al Comandante Silvestre López, proporcione 12 reses sacándolas
donde las encuentre, para la división de operaciones del Gral. en Jefe .Jesús
González Ortega.
Firma F. Leyva. Atlixco, julio 9 de 1861.
En cuanto a otras operaciones armadas en las que participo encontramos:
El Gral. de Div. Miguel Negrete: Certifica que el Teniente Coronel de
Caballería Silvestre López, estuvo en el hecho de armas entre Cholula y
Atlixco en que fueron derrotados los traidores que en combinación con
los franceses, amagaban a Puebla. Así como que dicho Teniente
Coronel combatió a las órdenes de los CC. Grales. H. Oran y Carbajal.
También certifico que el citado Tnte. Coronel, se encontró en la batalla
de Tecoac el l6 de noviembre de 1876 y que iba mandando de la
Columna de Lanceros, persiguiendo a Villagrán, hasta quitarle todos los
pertrechos de guerra y la mulada del parque.
El C. Silvestre López
Incontables son los documentos que obran en poder de su biógrafa Patricia Eli
Unna Ramos, su gran bonhomía lo hacía ganarse la simpatía de sus
subordinados, en múltiples ocasiones los generales a cuyo mando estaba
conociendo su solvencia económica recurrían a préstamos para la guerra.
Ahora vemos a Silvestre López según algunos apuntes de su biógrafa:
El Sr. Coronel Silvestre López de Amecameca, Edo. De México, nació en el
año de 1834; sus primeros años transcurrieron combinando el estudio con los
trabajos rurales. La inestabilidad política y económica que reino a lo largo del
siglo XIX, debe necesariamente haber despertado inquietudes en muchos
casos, como en el de nuestro personaje.
Su participación en la guerra de reforma, lo acerco a próceres como Benito
29
Juárez y Melchor Ocampo, por los cuales sintió una devoción tan grande que
se reflejó hasta lo último de sus días. El 7 de Diciembre de 1789, la Logia “Los
Aztecas”, constituida bajo los auspicios de la Gran Logia del Valle de México,
certifica que el H. Silvestre López, es maestro masón.
Asentado en el poder Porfirio Díaz, desde 1877, y reinando con un anhelo
vehemente de paz, toda ambición política y social, se subordinó, a esta
suprema
necesidad,
nuestro
personaje
se
retira
a
sus
propiedades,
dedicándose nuevamente a las labores rurales, sin abandonar las relaciones
con sus antiguos compañeros y amigos partícipes de sus mismos anhelos y
deberes para con la Patria; es así como una emotiva carta, firmada por los
hermanos Flores Magón, Juana F. Gutiérrez de Mendoza, Juan Sarabia,
Santiago de la Flor, Manuel Sarabia y la Srita. Acuña y Rosete es enviada
desde Laredo Texas, solicitando su ayuda para la magna obra que realizan
desde el extranjero. Narran en ella su lucha contra la dictadura, los asaltos
contra los clubes liberales, los encarcelamientos ilegales, los procesos contra
los periódicos independientes, la forma como se ponen al tanto del saqueo
de sus bienes, el robo de sus imprentas y otros abusos; “ a usted -le dicen- en
quien confiamos y a quien reconocemos como real y entusiasta partidario de
nuestra causa, nos permitimos comisionarlo, para que colecte entre los
buenos liberales de su conocimiento, las cantidades con que deseen y
puedan contribuir para la prosecución de nuestros trabajos. Esperamos del
patriotismo de usted y de sus amigos la ayuda que la causa de la libertad
requiere”. Le informan además la forma de envío que requiere la cantidad
reunida y le indican la dirección secreta: Sra. Antonia Méndez; 1517, E. Market,
St.Laredo TEXAS, EE.UU.
Muy probablemente el intercambio de correspondencia continuó, ya que en
otra misiva con un membrete que dice “Junta Organizadora del Partido
Liberal Mexicano” P.O. box 584 St. Louis, Mi., fecha en El Paso; Texas (Mayo de
30
1907): “El C. Ricardo Flores Magón, lamenta la desgracia ocurrida al Coronel,
-el incendio de su casa-; no cabe duda, la fatalidad nos persigue, pero dice
Ud. bien, hay que imitar al gran Ocampo”.
El Sr. Flores Magón, le solicita fondos nuevamente y le expresa el deseo de ver
pronto sus letras.
En 1910, Don Francisco I. Madero estuvo en Amecameca. Desde la
plataforma de un carro de ferrocarril pronunció un discurso contra el dictador.
A partir de 1911 el movimiento armado que encabezaba en el sur, Emiliano
Zapata fue ganando seguidores entre los peones de la zona. Desde 1914 y
hasta 1917 Amecameca se convirtió en un importante bastión del Ejército
Libertador del Sur. En 1914 los ferrocarrileros revolucionarios se adhirieron al
Plan de Ayala, lo que permitió el control de las principales vías férreas. La zona
de Amecameca fue controlada por las fuerzas zapatistas, de aquí se
aprovisionaban de madera, alcohol, carbón, papel, alimentos y otros
productos que eran enviados regularmente a los frentes de guerra.
En ese marco para 1910 al estallar la revolución Don Silvestre López, ya
anciano, permanece a cargo de sus labores, pero ante la usurpación de
Victoriano Huerta proporciona ayuda y elementos a los revolucionarios del
sur. Brindó protección además a los campesinos arrancados de sus hogares
por la leva, devolviendo su libertad y a sus lugares de origen.
Como consecuencia, el viernes 1º de agosto de 1913, a escasos cinco meses
de la muerte de Madero y Pino Suárez, fue hecho prisionero en Amecameca
por las fuerzas federales del usurpador Victoriano Huerta, representadas por 50
hombres que formaban el grupo mandado por Mier, y un capitán del 12º
cuerpo rural. Se le encontraron armas, parque y papeles comprometedores
por lo que a pesar de su avanzada edad (setenta y nueve años), de conocer
su vida, los servicios prestados a la Patria y su investidura de regidor municipal.
El día 3 de agosto fue cobardemente asesinado por soldados del ejército
31
mexicano al que él sirvió y que ahora estaban en manos de un usurpador. Se
pretextó trasladarlo a Chalco para que rindiera declaración pero en un
montecillo cercano al municipio de
Tlalmanalco llamado el Tenhayo
(pequeño volcán extinguido) se le aplicó la ley fuga (que ironía, como si en
realidad pudiera escapar) por lo que su cuerpo fue cocido a balazos,
acribillado por las fuerzas federales. Los rurales cumplían así con su labor de
muerte. Pero su cuerpo no se manchó, sobre esas balas estaban las
“honrosísimas heridas - dice su biógrafa- recibidas en el campo de batalla”
algunas de ellas en lucha cuerpo a cuerpo contra el enemigo de la Patria.
(Esta nota apareció en “El Independiente de la ciudad de México el día 10 de
agosto de 1913, fue noticia de primera plana).
En pocas ocasiones – dice su biógrafa- nos es dado mostrar ejemplos de
hombres limpios de espíritu, con metas a seguir sin vacilaciones, sin afán de
lucro, con conciencia clara y precisa, así fue como sirvió él a su Patria, a
nuestra Patria. ¿Es mucho pedir que un pueblo conozca los meritos auténticos
de uno de sus hijos?
El párrafo anterior cierra con una pregunta que no puede quedar en el aire
ya que los gobernantes del municipio de Amecameca hasta hace muy poco
tiempo han dedicado espacio para destacar la figura de uno de sus hombres
ilustres, ya que la política – así se puede entender- no se lleva con la cultura en
nuestro municipio. Reconozco en Patricia Eli Umo López, bisnieta del Coronel
Silvestre
López
Torquemada,
su
dedicación
por
rescatar
información
bibliográfica sobre su vida y luchar por que su presencia quede en el umbral
de los hombres que han ofrendado su vida al servicio de los demás.
Ahí, junto a Sor Juana Inés de la Cruz, Hipolito Vera y Talonia, Ignacio Manuel
Altamirano, Laura Méndez de Cuenca, el Doctor Atl, y tantos más que han
32
nacido o que han permitido proyectar la imagen de Amecameca durante
muchos años conocida como” La Perla de los Volcanes”
también se
mantiene erguido sobre el pedestal que la admiración popular le ha
construido para desafiar al tiempo con su imortalidad, que es a la vez
intemporalidad, Loor al Coronel Silvestre López Torquemada DEFENSOR DE LA
PATRIA Y ORGULLO DE AMECAMECA.
“El hombre no es de donde nace sino de donde la Patria lo necesita, el Coronel Silvestre
López Torquemada orgullo de Amecameca es de la Patria Mexicana, a ella le pertenece,
ahora su cuerpo es cobijado por la tierra que lo vio nacer”. 47
47
Bibliografía consultada:
Altamirano Ignacio M. (1884) Paisajes y Leyendas. México, Alianza Editorial, reproducción autorizada por El Instituto
Nacional de Bellas Artes.
Archivo Personal de la Srita. Patricia Eli Umo López
Amecameca. Monografía municipal, Gobierno del Estado de México/Asociación Mexiquense de Cronistas
Municipales, Toluca, 1999. López López, Horacio Alejandro et al.
www.e-local.gob.mx/work/templates/enciclo/mexico/mpios/15009a.htm
33
He de solicitar la venia de ustedes para presentar un trabajo realizado en
2004, que nos muestra una de las grandes batallas en la que participó el
Coronel Silvestre López.
LA OLVIDADA EPOPEYA DEL 2 DE ABRIL
El General Porfirio Díaz al frente de los defensores de las instituciones
republicanas, se lanzó contra las huestes imperiales entablando un
encarnizado, pero victorioso combate.
Hoy se cumplen .justamente (142 años) del asalto y toma de la ciudad de
Puebla de los Ángeles, por las huestes del Ejército Mexicano de Oriente, a las
ordenes del general oaxaqueño don Porfirio Díaz. Por tal motivo, me voy a
referir, aunque sea brevemente, a ese memorable hecho de armas, que
constituye una de las más brillantes páginas de nuestra historia.
Fernando Maximiliano de Habsburgo, el llamado emperador de México, cuyo
gobierno habíase iniciado en mil ochocientos sesenta y cuatro, se vio
obligado a refugiarse en la colonial y levítica ciudad de Querétaro, en
compañía de su ejército, en el que eran figuras relevantes, los generales
Miguel Miramón, Tomás Mejía, Ramón Méndez y Severo del Castillo.
El sitio que las tropas de la República, mandados por el general neoleonés
don Mariano Escobedo, pusieron a Querétaro, principió, el 14 de marzo de mil
ochocientos sesenta y siete. Cinco días antes, esto es, el 9 de marzo del mismo
año, llegó con sus fuerzas el general don Porfirio Díaz a las goteras de Puebla,
estableciendo su cuartel general en el cerro de San Juan; e inició su línea
envolvente de la ciudad angelopolitana, defendida por las tropas
imperialistas, a las órdenes del general y prefecto don Manuel María Noriega y
otros jefes militares conservadores, con cien piezas de artillería bien dotadas
de parque. Las fuerzas republicanas sitiadoras de Puebla que no eran
suficientes para cinrcunvalar la ciudad-, fueron posesionándose,
paulatinamente, de algunos puntos, entre ellos el convento de San Fernando,
el barrio de La Luz, y la manzana frontera al mesón "Nobles Varones".
La terrible y sangrienta lucha entre sitiadores y sitiados se prolongaba, y, el día
treinta de marzo de aquel año (mil ochocientos sesenta y siete), recibió por
telégrafo, don Porfirio, la noticia de que el general Imperialista Leonardo
Márquez, con cerca de cuatro mil hombres y diecisiete piezas de artillería, se
dirigía a Puebla, para auxiliar a los sitiados. El general Díaz, comprendiendo
entonces la gravedad de la situación que se aproximaba, determinó asaltar la
plaza, instruyendo convenientemente a las tropas acerca del decisivo acto
bélico que habría de registrarse.
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Los republicanos organizaron diecisiete columnas de asalto; y, tras
prolongado silencio de los sitiadores (ordenado por don Porfirio), a las dos
horas y cuarenta Y cinco minutos del inolvidable día dos de abril de .mil
ochocientos sesenta y siete, se rompió el fuego de cañón sobre las trincheras
imperialistas. El encarnizado combate que los defensores de las instituciones
republicanas entablaron allá en Puebla contra las huestes imperiales, en
aquella ocasión duró solamente media hora, al cabo de la cual obtuvieron
resonante triunfo los soldados del general Díaz, quien desde luego se dirigió
al Gobierno del ciudadano Presidente don Benito Juárez, en los siguientes
términos:
"Ejército Republicano. Línea de Oriente. General en Jefe.- Acabamos de
tomar por asalto la plaza, El Carmen y demás puntos fortificados que el
enemigo tenía en esta ciudad, quitándole un numeroso tren de artillería y un
depósito abundante de parque. Don Mariano Trujeque, don Febronio
Quijano y otros veinte jefes y oficiales traidores fueron hechos prisioneros y
fusilados con arreglo a la ley...". Y, cabe recordar ahora que trescientos jefes
y oficiales que lograron esconderse en los cerros, se rindieron al fin, ante el
general Díaz, quien por cierto los perdonó y puso en libertad, juntamente con
otros prisioneros que ya tenía en su poder, como puede verse por la siguiente
orden:
"Ejército Republicano. Línea de Oriente. General en Jefe.- En uso de las
facultades de que me hallo investido por el Presidente de la República, he
tenido a bien disponer: que los prisioneros hechos por el Ejército de oriente
en las batallas de Miahuatlán y La Carbonera, en la ocupación de la ciudad
de Oaxaca, en el asalto de esta plaza y en la rendición de los Fuertes de
Guadalupe y Loreto, queden en libertad de residir en el país o en el lugar
que elijan, permaneciendo por ahora bajo la vigilancia de la autoridad local
y a disposición del Supremo Gobierno".
"Los extranjeros que quieran residir en el país quedan sujetos a las mismas
condiciones, y los que deseen salir de la República podrán hacerlo
libremente".
"Independencia y Reforma. Zaragoza, Abril 4 de mil ochocientos sesenta y
siete (Firmado): Porfirio Díaz".
El propio día que registróse el asalto y toma de la ciudad de Puebla, el héroe
principal de aquella patriótica jornada dirigió a sus aguerridas huestes la
siguiente proclama:
"El General en Jefe del Cuerpo de Ejército de Oriente, a sus subordinados
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vencedores en Puebla:
Compañeros de armas. Quiero ser el primero en pagar tributo a vuestro
heroísmo. La nación toda y la posteridad vendrán después a perpetuar
vuestra gloria.
Habéis escrito otra fecha memorable en la ciudad donde Zaragoza eternizó
su nombre el cinco de mayo. El dos de abril de mil ochocientos sesenta y siete
se registrará desde hoy en el calendario de las glorias nacionales..,,
Mucho esperaba de vosotros: os he visto acudir sin armas al llamado de la
Patria, para armaros en Miahuatlán y en La Carbonera, en Jalapa y en
Oaxaca, con los fusiles quitados al enemigo. Habéis combatido desnudos y
hambrientos, dejando a la espalda un rastro de gloria y, sin embargo, vuestras
hazañas en Puebla han ido más allá de mi esperanza.
Una plaza, no sin razón denominada invicta, y que los primeros soldados del
mundo no pudieron tomar por asalto, ha cedido a un solo empuje de
vuestro brío. La. guarnición toda y el inmenso material de guerra acopiado
por el enemigo, son el trofeo de vuestra victoria.
Soldados: Merecéis el bien de la Patria. La lucha que la desgarra no puede ya
prolongarse. Acabáis de dar la muestra de vuestro valor irresistible. ¿Quién
osará medirse con los vencedores de Puebla? La Independencia y las
Instituciones públicas no vacilarán ya; está seguro de no ser conquistado ni_
oprimido el país que tiene hijos como vosotros.
Intrépidos en el combate y sobrios en el uso de la victoria, habéis
conquistado la - admiración de esta ciudad, por vuestro denuedo y su
gratitud por vuestra disciplina.
¿Qué general no tendría orgullo en hallarse en vuestra cabeza? Mientras
cuente con vosotros, se reputará invencible vuestro amigo Porfirio Díaz".
Después de escuchar el maravilloso discurso del General Don Porfirio Díaz
dirigido a sus soldados, para agradecerles su participación en la victoria de la
Batalla del 2 de Abril; en este día dedicado a honrar la memoria de mi ilustre
Bisabuelo, me pregunto si él sería tan versado y poético como Don Porfirio
cuando se dirigió a sus soldados del "Batallón Ocampo", que no solo formó
sino sostuvo, y que formó parte de la Epopeya del 2 de Abril ?. No lo sé, pero
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lo que sí se, es que debe haber estado muy orgulloso de ellos. Y de nuevo me
cuestiono, de donde habrá sacado mi bisabuelo a los hombres que formaron
el Batallón Ocampo? Y caigo en la cuenta, los más son de Amecameca. Así
que en este día dedicado a honrar la memoria de mi bisabuelo, no puedo
pasar por alto al Batallón Ocampo y en memoria de mi maravilloso Bisabuelo
quiero rendir tributo a aquellos héroes anónimos y olvidados, al "Batallón
Ocampo"
Discurso Pronunciado por:
Patricia Eli Unna Ramos, Amecameca - Abril 2 de 2004
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