Curiosidades de ayer y hoy Ejercicio Extra: Encuentra el porqué de la relación con el tema 3: – Tejero, el último espadón. – El conflicto vasco-español se manifesta. – Un baile para cambiar un gobierno. – Hoy todavía sigue existiendo algunos partidos Carlistas. – La Non Nata. – La denominación de Progresista en política se sigue utilizando. – Tres mujeres ocuparon la Jefatura del estado español en el Siglo XIX – Empezaron 49 y ahora son 50. III.- CONSTRUCCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO LIBERAL 3. Revolución Liberal en el reinado de Isabel II. Durante el reinado de Isabel II 1833-1868 el antiguo régimen será sustituido por un régimen burgues-liberal. Fue un tránsito bastante largo, muy diferente al que se dio en Francia y accidentado: Guerras Carlistas, Pronunciamiento militares, Inestabilidad política (con varias constituciones). Las transformaciones del antiguo régimen estuvieron basadas en la alianza de la antigua nobleza y la burguesía ascendente marginando a la mayoría de la población compuesta por las familias campesinas. Esto hizo que el nuevo régimen tuviera escaso apoyo popular y explica en parte la alta inestabilidad del periodo. El proceso desamortizador, quizás la transformación social más importante, fracasó en su presunto objetivo de crear una amplia clase media campesina, y la mayoría del campesinado la sintió como lesiva alejándola del compromiso con el liberalismo sui-generís que se desarrollaba en España. En este tema dedicaremos atención, sobre todo, a los aspectos políticos. 3.1. La Guerra Carlista. Más que un enfrentamiento dinástico. Las Guerras Carlistas van mucho más allá de ser un simple problema sucesorio o de absolutismo frente a liberalismo. El problema dinástico que se origina a la muerte de Fernando VII aglutinará una serie de contradicciones que se daban en una sociedad necesitada ineludiblemente de grandes cambios. “En España la liquidación del Antiguo régimen se efectuó mediante una alianza entre la burguesía liberal y la aristocracia latifundista, con la propia monarquía como árbitro, sin que hubiese un proceso paralelo de revolución campesina. Lejos de ello, los intereses del campesinado fueron sacrificados, y amplias capas de labriegos españoles (que anteriormente vivían en una relativa prosperidad y vieron ahora afectada su situación por el doble juego de la liquidación del régimen señorial en beneficio de los señores, y del aumento de los impuestos) se levantaron en armas contra una revolución burguesa y una reforma agraria que se hacían a sus expensas, y se encontraron, lógicamente, del lado de los enemigos de estos cambios: del lado del carlismo. Así se puede explicar lo que con el esquema francés resulta inexplicable: que la aristocracia latifundista se situase en España del lado de la Revolución, y que un amplio sector del campesinado apoyase a la reacción. No podría entenderse correctamente la importancia que el carlismo tuvo en el siglo XIX español, si se ignorase esta raíz de revuelta campesina - no de revolución, puesto que carecía de soluciones para el futuro -, y se quisiese reducirlo al discutible y trivial problema jurídico de la sucesión, o al entusiasmo que pudieran suscitar personalmente tío y sobrina, que allá se andaban uno y otra en cualidades de gobernante. Eran dos concepciones distintas de cómo debía estar organizada la sociedad las que se enfrentaron en unas guerras civiles sangrientas, que fueron mucho más que una simple pelea entre frailes montaraces y conspiradores de logia, como algunas caricaturas, de uno y otro lado, pretenden. Y en esas concepciones contrapuestas de cómo debía organizarse la sociedad, el problema de la tierra ocupaba un lugar central.” Josep FONTANA, “Transformaciones agrarias y crecimiento económico en la España contemporánea”, en Cambio económico y actitudes políticas en la España del siglo XIX, Ariel, Barcelona, 1975, pp. 162-163. El problema sucesorio. La tradición castellana, Ley de partidas, permitía el reinado de una mujer a falta de dependiente varón. La dinastía borbónca a través de la ley Sálica apartó del trono a las mujeres. Desde Carlos IV hay una serie de vaivenes en torno al mantenimiento o no de la Ley Sálica hasta que poco antes de morir Fernando VII vuelve a pronunciarse por su derogación con el fin de permitir el acceso al trono a su hija Isabel, nacida en 1830. Esto no fue aceptado por el hermano del rey que aspiraba a heredar el trono bajo el nombre de Carlos V. Los apoyos. A D. Carlos lo apoyaron aquellos que se veían perjudicados por como se estaba llevando a cabo la implantación del régimen liberal-burgués en España: – Quienes defendían el antiguo régimen, es decir posturas absolutistas ligadas a un fuerte control religioso. Dentro del clero la Jerarquía en general no apoyó el carlismo, pero si le hizo de manera muy decisiva el clero rural de las zonas carlistas. – Quienes defendían lo Fueros (legislaciones propias de un territorio), sobre todo quienes aun conservaban una realidad foral (Vascongadas y Navarra), pero también sectores entre quienes añoraban su pérdida. Cataluña, Maestrazgo, Valencia. – Parte del Campesinado, sobre todo propietarios y arrendatarios de las regiones antes dicha que se encontraban en una situación que se veía dañada por la forma en que se iba a imponer la nueva forma de propiedad de la tierra. Los Isabelinos (o Cristinos por el nombre de la regente) eran apoyados por la un tanto extraña amalgama liberal que iba desde la Nobleza latifundista a las clases burguesas y medias, las ciudades más importantes (incluso en Vascongadas-Navarra) y un ejercito que había cambiado mucho a raíz de la guerra de la independencia. Tuvo el apoyo internacional a través de la firma de la Cuádruple Alianza (Francia, Gran Bretaña, Portugal y España) La 1º Guerra Carlista: 1833-35. Iniciativa Carlista. Destaca la figura del general Zumalacarregi. El fracaso del sitio de Bilbao (donde muere el general carlista) supuso un freno importante. Los Carlistas no consiguen generalizar la güera ni unir sus territorios. 1836-38. Expediciones Carlistas (la más importante a Madrid) que no consiguen sus objetivos. 1838-40. Diferencias internas en cada bando. Acuerdo decisivo entre el Isabelino General Espartero y el Carlista Maroto (Abrazo de Vergara, 1839). Supuso la aceptación por la mayor parte del carlismo de Isabel como futura reina y, a cambio, el mantenimiento de los fueros vaso-navarros. Los últimos foco de la rebelión (en zonas de Cataluña y Valencia) carlista son sofocados en 1840. A las graves pérdidas en vidas humanas y materiales, sobre todo en las zonas de predominio Carlista, se sumó el dejar abierta una herida que se reabriría varias veces durante el siglo XIX. Otras insurrecciones Carlistas. Entre 1846-49 se de una revuelta carlista que tiene importancia en Cataluña e intentos de levantamientos fracasados en otros puntos. La denominación de 2ª Guerra Carlista ha sido cuestionada por lo limitado de su extensión, el pretendiente era Carlos Luis con el nombre de Carlos VI y se produjo tras el intento frustrado de casarlo con Isabel II . En 1860 hay una intentona dirigida por el general Ortega que tuvo escaso recorrido. Muchos más importante será la llamada 3ª guerra carlista (1872-76), pero esta ya cae fuera del ámbito temporal de este tema. 3.2. Los partidos políticos durante el periodo isabelino. "..., aún no se puede hablar de unos partidos políticos con las características y la estructura propias de los actuales, pues tanto el partido moderado como el progresista más bien constituían agrupaciones de personalidades en torno a algún notable (civil o militar), tampoco representaban un programa ideológico bien definido, sino que en su seno coexistían diferentes corrientes de opinión o “camarillas” vinculadas por intereses personales o económicos. " Departamento de Geografía e Historia. IES Almenara. El liberalismo durante el reinado de Isabel II. http://www.iesalmenara.org Página vista el 13 de Agosto de 2013 Fuera del sistema. Debemos distinguir entre los partidos que defienden la legitimidad de Isabel II y aquellos que la combaten. Entre estos estarán por un lado los Carlistas (de los que hemos hablado más arriba) y por otro quienes promueven esporádicos levantamientos sociales y que al final del periodo se aglutinarán en torno al republicanismo y organizaciones obreras. El Partido Liberal. En los partidos isabelinos partidarios del régimen liberal hay dos grandes facciones: Partido Moderado (conocidos como doceañistas) y Partido Progresista (a los que se denominó exaltados o veinteañistas). Ambos reconocen la monarquía isabelina, defiende un régimen constitucional, la propiedad privada burguesa, unitarismo, el sufragio censitario masculino. El Partido Moderado. Defiende una combinación de lo viejo y lo nuevo: – La soberanía nacional emana de la Corona y las Cortes. – Cortes Bicamerales. El Senado compuesto de miembros natos o nombrados por la corona. – Congreso elegido por sufragio censitario muy restrictivo. – Ejecutivo fuerte muy dependiente de la corona. – Poco poder local (municipios regidos por representantes del gobierno) – Restricciones a los derechos individuales (prensa, asociación,...) – Defiende el peso y buenas relaciones de la Iglesia Católica. Formado por representantes de grandes terratenientes (tanto antigua nobleza como los nuevos latifundistas salidos de la desamortización), grandes potentados de los negocios, intelectualidad conservadora, alta jerarquía eclesiástica, sectores del ejercito y de las clases medias. Entre sus diferentes tendencias nos encontramos desde quienes propiciaban un acercamiento a los carlistas, a quienes buscaban alianzas con los progresistas. El partido Moderado fue el principal proveedor de los gobiernos de estas décadas. El Partido Progresista. Propugna un liberalismo más radical: - La Soberanía nacional reside en la Cortes, minimizando el papel de la Corona. - Poder local fuerte. Ayuntamientos libremente elegidos y Milicia Nacional (cuerpo armado distinto al ejercito, basado en voluntarios, más ligado a las clases populares y las reivindicaciones liberales, fue caballo de batalla entre los progresistas que las apoyaban y los moderados que las solían suprimir) - Derechos individuales más amplios. - Sufragio censitario, pero con una ampliación importante del cuerpo electoral. - Defienden la libertad de culto y quieren limitar la influencia de la Iglesia Católica. - Impulso desamortizador. Su procedencia social también era muy heterogénea: pequeña y media burguesía financiera e industrial, parte del media del ejército, profesionales (periodistas, funcionarios, abogados). Influencia en las ciudades. Solo gobernó en algunos periodos cortos. Novedades en los años 50 y 60. El 1849 del ala izquierda de del progresismo e influida por el movimiento revolucionario del 48 europeo surge el partido demócrata, que defiende el sufragio universal, la ampliación de las libertades públicas, y preocupación por la cuestión social proponiendo un papel activo del estado frente a las desigualdades. Cercano o derivado del partido demócrata estuvieron los grupos republicanos y organizaciones obreras que cobrarían protagonismo político independiente tras eñ destronamiento de Isabel II. En 1854 y de la mano del General O´Donnell nace la Unión Liberal a partir de las facciones más "centristas" de moderados y progresistas, llegando a gobernar de forma ininterrumpida entre 1858 y 1863. 3.3. El Militarismo. Los espadones. Desde la Guerra de la Independencia y hasta 1975 el protagonismo político del ejercito fue constante. Durante el periodo isabelino las distintas facciones del partido liberal se valieron con frecuencia de , o fueron comandadas por, los llamado espadones con sus pronunciamientos decidían configuración de los gobiernos, de los que se convirtieron en figuras señeras. (Como Pierre Villar hace notar fueron muchos más los pronunciamientos fracasado que los coronados con éxito, varias decena a 6 o7) Entre los más significados encontramos a Espartero, que se hallaba cercano a los progresistas y a la vez era devoto de Isabel II, Narváez era el más caracterizado espadón moderado, finalmente O' Donnell representó una posición intermedia que selló con la creación de La Unión Liberal. Los capitanes generales se inmiscuían frecuentemente en los asuntos “civiles” de los territorios de las regiones militares que mandaban. Prim será el principal actor en el derrocamiento de Isabel II en 1868 Junto al ejercito regular fue importante el papel de la Milicia Nacional, cuyo apoyo fue buscado por los espadones progresistas. La intervención del ejercito como arbitro fue una muestra de la falta de bases solidas del inestable régimen liberal entre la mayoría de la población. Esta militarización de la política llevaba un reverso de represión que iba de los fusilamientos a exilio de ida y vuelta. 3.4. Las Constituciones. (Nota, el contenido de este apartado puede insertarse en el epígrafe siguiente 3.5.) Otra muestra del vaivén del nuevo régimen lo tenemos en el trasiego constitucional. El Estatuto Real de 1834 Responde al modelo de Carta Otorgada (es decir no es fruto de la movilización popular, ni obra de unas Cortes representativas, sino una concesión de la corona) y tenía por fin ganarse al liberalismo como defensor de Isabel II. Elaborada por Martínez de la Rosa reflejaba el programa del partido moderado (ver más arriba) por lo que pronto fue combatida por la facción progresista. Entre sus puntos destacan: Soberanía compartida, Rey y Cortes), Bicameral (La Camara de Proceres nombrados por el rey entre las capas más alta de la sociedad y un Congreso elegido por sufragio masculino censitario muy restringido, unos 16.000 electores). El poder real era muy fuerte y el de las Cortes iba muy poco más allá de lo propositivo . No hay declaración de derechos individuales. La constitución de 1837 Tras la revueltas de los años 35 y 36 los progresistas acceden al poder y se hace una Constitución que es más avanzada que el Estatuto Real, pero que intenta atraer también al moderantismo, por loq que se queda a medio camino del Estatuto y la Constitución del 12. Será el modelo sobre el que basculen las constituciones posteriores. Recoge la Soberanía Nacional. El poder legislativo Las Cortes se componen de un Senado (con un complejo sistema de elección entre electores y la corona) y un Congreso (elegido por un sufragio masculino censitario, pero con un cuerpo electoral sensiblemente más amplio que el ER) La Monarquía sigue teniendo un fuerte poder al conservar el ejecutivo y el poder de veto a las leyes. Así como de disolver las Cortes. Recoge una significativa declaración de derechos. Conserva la confesionalidad del estado, pero no prohíbe expresamente la práctica de otras religiones. También alude a la Milicia Nacional y permitirá unos ayuntamientos elegidos por la vecindad. El poder Judicial queda en manos de los tribunales. La Constitución de 1845 Tras la caída de Espartero (1843) y la consiguiente vuelta de los conservadores al poder, estos acomodan la Constitución de 1837 a sus principios y para asegurarse la permanencia en el poder. De hecho la reforma es tan profunda que se convierte en otra Constitución. Proclama la Soberanía compartida (Rey-Cortes). Agua la declaración de derecho (al dejar su ejercicio a lo que digan las leyes que los desarrollen). Se fortalece el papel de la Corona. El Senado es de nombramiento directo por la monarquía entre los notables del reino y se hace más difícil el acceso al sufragio censitario para la elección al Congreso. Se consagra el apoyo económico del estado a la Iglesia Católica. El poder judicial aparece subordinado al ejecutivo. La Constitución de 1856. "Non Nata" Es obra del bienio progresista y recibe el nombre de "Non Nata" porque no se llega aplicar, al llegar un nuevo cambio hacía el liberalismo progresista. Partiendo de lo establecido en la Constitución de 1937 concretó e hizo algunos avances en la línea progresista . 3.5 Los periodos más significativo. Las realizaciones más perdurables. La regencia (1833-43). María Cristina 1833-40. Los tímidos intentos reformistas de los últimos años del reinado de Fernando VII son profundizados por la Reina Madre y Regente (Isabel solo tiene 3 años en 1833) para atraerse al partido liberal frente a las pretensiones de Carlos. Martínez de la Rosa fue el encargado de este cometido y para elabora el Estatuto Real, pero movimientos Revolucionario (que inicia algo que se repetirá bastante en el futuro: ataque a edificios religiosos y fábricas) forman Juntas locales y Provinciales que hacen que suban al poder los progresistas impulsando el proceso desamortizador y promulgándose la Constitución liberal de 1837. Pero un nuevo acercamiento de la regente a los moderados provoca un nuevo levantamiento progresista que al final colocará a Espartero como Regente y provoca el exilio de la reina madre.. Espartero 1840-43. Representaba teóricamente al progresismo, pero entre la división del mismo, los pronunciamientos moderados y las revueltas populares (duramente reprimidas por el regente que bombarderá Sevilla y, con una saña especial, Barcelona) hace que Narváez consiga las fuerzas suficientes para derrocar al Regente, proclamándose la mayoría de edad de Isabel II y dando inicio al predominio moderado de la década siguiente. Rasgos generales y hechos más significativos de la regencia. Tremenda inestabilidad con guerras Carlistas, Vaivén frenético entre gobiernos moderados y liberales con las revueltas y pronunciamientos propias de estas situaciones. Entre las medidas más destacables. • 1ª Guerra Carlista (Ver más arriba). • Nueva división administrativas en provincias (1833). Es un paso más en la dirección de todo el país desde el gobierno central. Javier de Burgos, el responsable de las mismas, distribuye el territorio español en 49 provincias, las mismas (y casi con los mismos límites) que existen hoy en día con la salvedad de que Canarias se dividió posteriormente en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas . • • • • Estatuto Real (1834) (Ver más arriba) Reorganización fiscal. Desamortización de de Mendizabal. (Se desarrolla en el tema siguiente). 1) Las medidas de los progresistas fueron encaminadas: 1) a convertir la propiedad nobiliaria en propiedad privada burguesa, es decir la tierra se convierte en mercancía que se puede comprar y vender y pone fin a los mayorazgos , 2) nacionalizar muchas de las propiedades eclesiásticas y ponerlas a la venta, fue conexa a extinción de ordenes religiosas. Al primar el afán recaudatorio (en la desamortización eclesiástica) y el no romper la alianza con la aristocracia terrateniente (en las reformas de la propiedad de la nobleza) hace que se incremente el latifundismo y la proletarización del campesinado. Las familias campesinas, excepto algunas capas superiores, salen perjudicadas y el presupuesto teórico de crear una clase media agraria que diera consistencia al régimen liberal no se logra. Aparece la ley de ayuntamientos (Ver más arriba distintas posiciones de moderados y progresistas). Su implantación y vigencia o no será objeto de duro enfrentamiento en todo el periodo isabelino. La década Moderada (1844-54) Nárvaez será el personaje en torno al que gire buena parte de los gobiernos. Es una década donde hay un predominio casi absoluto del moderantismo y se dio una menor inestabilidad que en las décadas anterior y posterior. Esto permitió una obra de consolidación del régimen libera en su versión más reaccionaria, pero hizo que las bases sociales del nuevo régimen no fueran solidad. La política se trasladó, en buena medida, a camarillas moderadas con pretensiones diferentes y que actuaban sobre todo a través de los conciábulos cortesanos. La Corte sufre una fuerte erosión. La muy joven Isabel II (accede al trono con trece años) se vió rodeada de personajes estrambóticos y con un matrimonio fracasado desde el principio, que facilitaría un ataque sobre la moralidad de la reina, agudizados por el hecho de ser mujer. El progresismo vive una "travesía del desierto" que facilita la escisión del partido "Demócrata" (1849) Medidas más significativas de los gobiernos moderados. – – – – – – – – Se deshace buena parte de las legislación anterior propia del progresismo: Disolución (18459 de la Milicia Nacional, Nueva ley de ayuntamientos (1845)que reserva para la corona la designación del alcalde de las principales ciudades. Mejora del sistema tributario (1845), haciéndolo más eficaz y más unitario en todo el estado. Creación de la Guardia Civil (18449 con el doble objetivo: 1) Hacer más seguro el tránsito por los caminos y el mundo rural (frenando el bandolerismo) 2) Sobre todo asegurar el modelo de propiedad impuesto por el nuevo régimen frente a las revueltas sociales que cada vez eran percibida con mayor temor por las clases propietarias. Constitución del 1845 (Ver más arriba) que se completó con un ley electoral (1846) tremendamente restrictiva. Medidas (1845), no demasiado eficaces. que empiezan a considerar la importancia par el estado de la educación. Elaboración del Código Civil Nuevo Código penal (1848) El concordato de 1851 supuso que la Santa Sede acepta derecho (Patronato Regio) el estado a presentar candidatos a obispos y el hecho consumado de la desamortización eclesiástica, a cambio se refuerza la confesionalidad y unidad católica de España, el mantenimiento de la Iglesia yl en control de esta sobre la Enseñanza. El bienio progresista 1954-56 La vuelta al poder del progresismo se logra con un nuevo pronunciamiento (Vicalvarada) conducido por O'Donnel. Y elos gobiernos giraron en torno a este y Espartero. Este breve periodo fue muy intenso tanto por las medidas tomadas en el orden económico como por la fuerte conflictividad social,con su máxima expresión en la huelga general de Barcelona (1855), y la tremenda represión gubernamental. El movimiento obrero aparece con claridad como sujeto activo. Y en cuanto a los partidos tenemos nuevos protagonistas, por una parte la Unión Liberal (ver más arriba) de configurará como la formación que más repetiría en los gobiernos de la última década isabelina. Y sobre todo toman fuerza opciones que van a una transformación más profunda: La "democrática" y la "republicana" que dan cobijo a corrientes incipientes del socialismo y federalismo. Medidas más importantes. Además de volver a algunos de los "argumentos" progresistas que estarían sometidos en los años siguientes a los vaivenes típicos del periodo si que hubo algunas medidas decisivas para el futuro : - La Desamortización de 1855 (Madoz) profundiza en la parte eclesiástica, pero sobre todo afecta a los ayuntamientos, privándosele de muchos de sus tierras que por una parte servían de auxilio a las vecindades y por otra, en muchos caso, era la principal fuente de ingresos municipal, lo que les supuso no poder prestar servicios que tenían asignados. Se profundiza, pues, el sesgo recaudador (para el gobierno central) y clasista (nuevo impulso a los poderosos frente a las capas pobres del campo, pequeño campesinado y clase jornalera). - La racionalización del sistema monetario, La ley General de Ferrocarriles (1855) y las Leyes Bancaria y de Sociedades de crédito (1856) ponen las bases del capitalismo español de la segunda mitad del XIX . El Desmoronamiento de la monarquía isabelina (1856-68). Época de inestabilidad y vaivenes típicos donde sobresale el gobierno "largo" de la Unión Liberal de O'Donnell (1858-63). Se impulsa una política exterior imperialista, y bastante aventurera (en Indochina, México, guerra del pacifico contra Chile y Perú) que tendría su manifestación de más calado con la invasión de Maruecos (donde cobrá relumbrón otro espadón decisivo: Prim). Por primera vez (noche de San Daniel, 1865, los intelectuales son "fuerza de Choque” contra el régimen. Las conspiraciones y los levantamientos populares (así el de Pérez del Álamo en Loja, 1861) apuntan a la monarquía borbónica como objetivo a derrocar que se concretaría en el Pacto de Ostende, Bélgica, (1866) y culmina con la revolución de septiembre que obligar al exilio de Isabel. ESQUEMA III.- CONSTRUCCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO LIBERAL 3. Revolución Liberal en el reinado de Isabel II. Isabel II 1833-1868. Transito largo y accidentado desde el A.R. Alianza de la antigua nobleza y la burguesía El proceso desamortizador aleja al campesinado. 3.1. La Guerra Carlista. Más que un enfrentamiento dinástico. El problema sucesorio. Ley de partidas-Ley Sálica Los apoyos. Carlos: absolutistas, defendensores de lo Fueros , Parte del Campesinado. Los Isabelinos: Amalgama liberal. Las ciudades más importantes (incluso en VascongadasNavarra), Ejercito,.Cuádruple Alianza. La 1º Guerra Carlista: 1833-35. Iniciativa Carlista. 1836-38. Expediciones Carlistas. 1838-40.Abrazo de Vergara, 1839. Los últimos foco de la rebelión (en zonas de Cataluña y Valencia) carlista son sofocados en 1840. Pérdidas. Herida abierta. Otras insurrecciones Carlistas. 1846-49 3.2. Los partidos políticos durante el periodo isabelino. Poco estructurados. Ver para cada uno su base social. Fuera del sistema. Carlistas . Republicanos, obrerismo. Dentro del sistema El Partido Liberal, dos fracciones. En lo que coinciden: propiedad, unitarismo, sufragio censitario. El Partido Moderado. Lo viejo y lo nuevo. Soberanía compartida. Senado no sufragio. Poser Real. Restricción de derechos. Catolicismo. Entre Carlistas y Progresistas. Principal proveedor de los gobiernos. El Partido Progresista. Liberalismo más radical- Minimizando el papel de la Corona. - Poder local fuerte. - Derechos individuales más amplios. - Sufragio censitario menos restringido. - Libertad de culto. -- Impulso desamortizador. Novedades en los años 50 y 60. El Partido demócrata (1849). Republicanos. Oganizaciones obreras. Unión Liberal (1854). 3.3. El Militarismo. Los espadones. Espartero, Narváez, O' Donnel. La capitanías generales. Prim. La Milicia Nacional. Arbitros, Represión. 3.4. Las Constituciones. Vaivén. El Estatuto Real de 1834 Carta Otorgada. Moderado. La constitución de 1837 Entre Estatuto y la Constitución del 12. Modelo posterioridad. La Constitución de 1845 Modera la Constitución de 1837 La Constitución de 1856. "Non Nata" Es obra del bienio progresista y recibe el nombre de "Non Nata" porque no se llega aplicar, al llegar un nuevo cambio hacía el liberalismo progresistan. Partiendo de lo establecido en la Constitución de 1937 concretó e hizo algunos avances en la línea progresista . 3.5 Los periodos más significativo. Las realizaciones más perdurables. La regencia (1833-43). María Cristina 1833-40. Predominio moderado (Estatuto Real) excepto 35-37 (Desamortización de Mendizabal y Constitución 37) Espartero 1840-43. Progresistas, pronunciamientos moderados y revueltas populares. Rasgos generales y hechos más significativos de la regencia. Grandes vaivenes. 1ª Guerra Carlista. Provincias (1833). Estatuto Real (1834)- Constitución 37. Fiscalidad. Cambios en la propiedad: Desamortización eclesiástica, fin señorios y mayorazgos, alianza con la aristocracia terrataeniente frente al campesinado. Ayuntamientos. La década Moderada (1844-54) Nárvaez. La Corte sufre una fuerte erosión. Escisión “Demócrata” en el progresismo. Medidas más significativas de los gobiernos moderados. – Desahace medidas progresista. Unitarismo fiscal. Guardia civil (represión como solución al problema social). Constitución 1845. Código Penal y Civil. Concordato de 1851. El bienio progresista 1954-56 Muy intenso, Unión Libeal. Democrátas, Republianos federales, organizaciones obreras. Medidas más importantes. - La Desamortización de 1855 (Madoz) clasismo contra comunales. - Bases del capitalismo segunda mitad XIX. Moneda, Ferrocarriles, Banca. El Desmoronamiento de la monarquía isabelina (1856-68). Gobierno laargo. Política imperialista. Reacción modrada que provoca el fin del reinado de Isabel II. Ejercicios • Eje Cronológico ➢ Regencia (1833-43): María Cristina (1833-40), Espartero (1840-33). Estatuto Real 1834. Desamortización de Mendizabal 1836. Constitución de 1837. ➢ Década Moderada (1844-54), Constitución de 1845 ➢ Bienio Progresista (1854-56). Desamortización de Madoz 1855). Constitución “Non Nata” de 1836 ➢ Desmoronamiento de la monarquía (1856-68) Extras: 1) El Pensil Gaditano y sus sucesores: Cronología y vicisitudes por las que pasas. Breve noticia de sus impulsoras. Ideas fundamentales que propagaba. (Al menos dos fuentes debidamente anotadas). Lecturas: La autora: Margarita Pérez de Celis (1830? -1882 - fue, junto a su mentora María Josefa Zapata y Cárdenas, animadora de revistas como el Pensil Gaditano, que cambia de nombre para sortear la persecución, que difunden el pensamiento fourietista y el más nítido feminismo de la España de mitad del XIX. Mujer y Obrera sus publicaciones parten de un conocimiento directo de la penurías que llevaba esa doble condición. La Obra: Pérez de Celis, Margarita, La Injusticia Social publicado en El Nuevo Pensil de Iberia, Cádiz, 1857. Breve artículo (4 págs en el formato que presentamos) donde de una manera sintética aborda la situación de la mujer como trabajadora, y no solo, comparándola con el elemento masculino. Un fresco sobre las mujeres obreras y un clara defensa ideológica de la igualdad de los derechos de las trabajadoras frente a los tópicos del momento. El Autor; Autor: Serafín Estébanez Calderón (Málaga1799-1867), poeta, escritor, costumbrista, flamencólogo, crítico taurino y político español que fue deslizándose a lo largo de su vida hacía las posiciones del moderantismo. Tuvo un biografo de excepción, su sobrino y hacedor de la restauración borbónica Antonio Cánovas del Castillo. La obra: Estébanez Calderón, Serafín, Escenas andaluzas / recopiladas por Serafin Estébanez Calderón. Madrid, Baltazar González, 1847. Versión Digital: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Alicante,1999. Está considerada su obra maestra, en ella se ennoblece las costumbres y tipos de Andalucía. Cobra también una gran importancia por los datos que da de los primeros afamados maestros del cante jondo (el Planeta y el Fillo) y dos de sus relatos son básicos en la historia del flamenco: Asamblea general y Un baile en Triana. El trabajo puede hacerse de todo el libro o solo de algunos artículos. Música. Isabel II era gran amante de la Música y en 1849 propicia el estreno en España de la opera Ildegonda, Emilio Arrieta (1823-1894). De este autor español, y aclamado en toda la Europa del momento, os proponemos que escuchéis un fragmento del famoso Brindis de "Marina" (Música: Emilio Arrieta. Libreto: Francisco Camprodón) http://www.youtube.com/watch?v=yg_ukOUHf5g JORGE: Llenad la copa, sí, llenadla ya otra vez, a ver si logro al fin, calmar mi ardiente sed. TODOS: ¡Bebed! ¡Bebed! JORGE: A beber, a beber, y a ahogar el grito del dolor, que el vino hará olvidar las penas del amor. CORO: A beber, a beber y a apurar la copa del licor, que el vino hará olvidar las penas del amor. JORGE: A dónde vais huyendo las ilusiones que nos dejáis sin vida los corazones y en pago del tormento de tanto amar, se va el suspiro al viento y el llanto al mar. Pero no importa, bebamos más, Pero no importa, bebamos más, que la vida más ligera con el vino pasará. ROQUE: De este sabroso jugo la blanca espuma aleja de las penas la negra bruma; si Dios hubiera hecho de vino el mar yo me volviera pato para nadar, para nadar. Esta es la fija, bebamos más, esta es la fija, bebamos más, que ante vino tan sabroso mi gaznate es un brocal. A beber, a beber, y a ahogar, el grito del dolor, que el vino hará olvidar las penas del amor, CORO: A Beber, a beber y a apurar las copas del licor, que el vino hará olvidar las penas del amor.